TOMO I
SIMIENTE SOLAR
SIMIENTE SOLAR
AUTOR:MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
LUGAR: Cabanillas
del Campo GUADALAJARA España
ESPEJAR
En la soledad mi cuarto pronuncias
son tus recuerdos los que me reclavan
hieren, tus labios, hierven, tiemblan, cavan...
En la oscuridad de mi cuarto sacias.
es tu figura la que no me anuncias
acecha, provoca cáos socavan
recuerdos, deseo, pasión, que lavan.
Pero, no estás, no estás, en mis estancias.
Tu recuerdo recorre todo el pensar
con miles de imágenes, vaporosas,
todo añorando un pedacito tensar.
Agarro con fuerza las vivas rosas
pensando que eres tú ausencia a prensar;
tristeza comienza lanzar las cosas.
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
Soneto
a Castilla:
No olvido, no perder la maravilla
alma de ojos, estatua fascinerosa.
Flamante rosa en hielo, ella preciosa.
Noche no pone dormida mejilla.
Sin orilla, sin barco, sin brea en quilla.
Tronco en ramas, barcaza presuntuosa.
Cuan siento más que la palabra afanosa.
Serena esfinge de flor en la villa.
Oh, mi tesoro oculto, muerde o lame.
Sierpe, sufrimiento, beldad aclama.
Castillo, semilla besa, que le ame.
Entre nogueras del mañana, clama
cruz, viento mojado, veo, que me llame
rosa perra, es castilla, el panorama.
Esteban el castellano a 27/07/2023
SONETO APTO:
CRUEZA
SEMBRADA:
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Amándote ferviente, nueza llama,
presa amapola en sangre se quedó,
sonriente aurora, veza la heredó,
tu corazón alteza, fuerte se ama.
--------------
Renuevo esta mi sangre, pa' ser rama;
Veraz la rosa, amor siempre alegó.
Al latido, su beso le ofreció,
la flor abierta en agua se proclama.
-------------
El estambre, súplica nocturnina,
piel acaricia , ya brindó mordaga,
su gineceo blanco, sanjuanina.
--------------
Óvulo y ataraxia, adreza aciaga,
tierra, anclada la doña saturnina;
Germina fértil vientre, enhiesta briaga.
------------
El Castellano
Soneto correcto
Amándote ferviente cada llama,
presa amapola en fuego se quedó,
sonriente aurora, ella la heredó,
tu corazón caliente fuerte se ama.
Renuevo esta mi sangre, dulce dama,
veraz la rosa, amor siempre alegó.
Al latido, su beso le ofreció,
la flor abierta en agua se proclama.
El estambre una súplica advenida,
piel la acaricia y le brindó su daga,
su gineceo blanco, su avenida.
Óvulo atravesado cual semilla
su tierra, anclada joven la biznaga,
germina fértil vientre, enhiesta albilla.
El Castellano
Arrullo de luna umbría:
I
Aquellas parcas sombras,
truena la feraz noche
venían densas creciendo,
que ni permitían ya ver las
cosas,
pisaba el lindero dejaba el
otoño entreabierto
no temas amada que marchite
volveré a bajar el Mesías
de la flor
vista y traída en noble
influjo
los ojos una bella
golondrina,
como aurora de puro amor
bajará también el trueno
relampagueando,
el abismo inmensurable de
acento en mano,
traeré mi imaginación toda
centauros
y con luz abrigaré la idea
más sencilla
dulce amor, toda sueños
feliz yo de hechizos
y tersas corrientes,
umbrales expone el ávido
mundo,
fiero instante y borré el
olvido pudiente.
II
Magnífico ademán aguarda
la bestia esperanza
ocultando estoques entre
tiniebla magna,
dance mi talle, que de
hermosa
pudiera adivinarte,
oh, de rostro encendido
entre centellas y aperos
de decisiones fulminantes,
mi llanto secas,
suspiro bello de noche,
serena, altanera,
la esperanza es de altos
cielos
virtud y temeroso don
precioso,
en sombría torre brota y
retumba
el tañer de una campana
a su bajera, corría un
límpido arroyuelo,
de espuma que camina y
brilla
su misteriosa figura que
engulle toda.
III
De melancolía hija no la
llamé aún pudiendo
soledad
vine a hablar contigo luna
umbría,
amiga amante, en cada
sueño,
de ilusión tu beldad
hermana,
oh, de luz viva sanguinosa
o plateada,
tenue como brillante,
te busco sin consuelos,
sin cantilejas humanas,
llevaré tu esfera
siempre dentro de mi alma,
te busqué entre nubes,
vientos,
y ramajes, siempre huías de
mí
entre edificios de ciudad y
cantiles
sola armonía llamé a tu
pronta belleza,
ilusión, que mis ojos en ti
se vieron.
Förüq Miguel Esteban
Martínez García
Lugar La Campiña
Guadalajara provincia País España
OCASO EN SIMIENTE:
AMARSE IN RADICE
VERITAS EST:
Martínez
II
Y usted debería estar vivo
y escuchar el negro caballo
masticar la grama.
Lo salvaje que cierto
no me arrepiento
de mi temeridad infausta
que inmoló cuerpo,
razón y espíritu,
devenir que ni muerto, morío, matao
volvería a surcar
ni en necedad ciega
capaz pueda surcar,
impulso no acontece derecho dos
ni tres sentencias juntas,
un disparo argento
si dos dimensiones dictaron
ni merece y es el Inocente,
surca los umbrales
y su amor a la flor
no es sólo flor, y que la flor
sólo sea la flor
su vida eran veinticuatro primaveras,
incluso más culpables hubiesen sido
por dejarme morir,
no son ni fueron sólo genes Arios
ni resistencia al golpe inmunda,
este murciélago
ni cayó esperando su final,
el pacto ya lo tenía hecho,
y mi letra C de condena,
más recio que la tierra soy,
más fragante que todo aire me surca,
era una muerte blanda
jamás vestida más dura que quien ama a la vida
amor es llave, amor te sembraré
hasta la carretera sin final,
sólo afán de volver a comenzar.
Förüq el Inocente
Miguel Esteban Martínez García
FANTASMAL
VISITA:
Cálido
yo, ante un segmento de cobre
y su templado escalofrío,
un son en llamas del sonido, humeante.
Se rizaba un acordeón,
en patitas algún diablo foráneo,
como un visitante fantasmagórico,
se quedaba sentado con nosotros,
sin reclamar ni vender derechos
consiguió en aire de
alguna imagen,
turista o pusilánime
prisionero aún condenado,
hablaba solo con sus azares encausados
de invisibilidad trasnochada,
muletero de frío cálido ventisqueo,
era su sombra algo más
recelosa incluso ya no le temía,
partía brisas con
miradas,
y servía naipes
helados;
en copa alguna hada verde,
vestía de hojas su
desnudez violenta,
relamía eclipses en
alguna grama, de patio umbrío,
eternidad caracoleaba, sin lazo,
ni pedernal florido,
era tiempo de batallar,
sobre poste cóncavo
de pino frío y señales
en cable tenso de telégrafo,
jugaba notas, y rúbricas,
de alaridos esquivos,
y densos fantasmas, flotaban,
y hacían de esta
bruma,
todo corral, y pretil llanto,
como rocío de toda
roseta, de penitente,
abierta a la fugaz mañana,
del hombre y su negra tijera.
Miradas extrañas, que le
analizaban,
y encendían su yerta,
hórrida imagen
capturada,
flotaba en aire;
de plenilunio,
y solsticio embrujado,
como calor desfasando,
un chirrío,
descorchado, en alguna mente,
que, con él, sin saber
se encuentra,
soldando vapores de océanos,
y espumas, y sus sirenas.
Entre vastedad que incendia,
todas cosas vanas,
preguntó alguien,
sin destino, si existir por sí mismo
valiese,
era tiempo necesario;
lo que no se elige,
tampoco se duda, ni pregunta,
acaso hablamos,
o te acabo de pensar,
cadillo foráneo, forraje
de todo sendero
que lleva a conocerte,
como clavo en sombrero,
y cimitarra en tierra asida.
Förüq
Recorrí
un palmo
de tierra sembrada,
como un lazo silencioso,
erguía,
era suficiente
para completar
el fondo fantasmal.
Hice una cumbre
con las piedras de labranza
hileras de rastrojos
me surcaban.
Vestía
su pliegue
nuevas cintas de esparto.
Más
allá
de juncos
y yerbas jóvenes.
Márgenes
atrás
seguía
viendo campos
y pulgas arrinconadas,
agrupándose
en soga
harinosa.
Su pecho, un buen trabajo
como dos cinceles apuntaban,
su tez serena asilvestrada,
su tierra de mirada,
lo siento,
no la cambio por nada.
Fluía
todo campo por sus ojos.
Su cabello de realeza
imaginada.
Peinarse en fino no pudiese.
Azabache mortal,
y destellos de Lilith
o sombra de Eva.
noche cenagosa que se pega
en mi palabra.
Sus orígenes
de corriente
por tierras de fuego,
huérfanas.
Por capas de agua abajo
reflexionaba años
halagüeños
confirmaba mi cable,
férrea
unión,
palmo a trecho,
cruzar la vida terrestre
fue encontrarla.
Mujer de viejas flores
rebrotadas,
con gotas de rocío
su brillo cristalino,
igual que dones de lluvia
relumbraban su cuerpo.
Tiempo en piel
sobre mis pies de paja,
sobre el barro
la tierra fértil,
con hocico de riera
cruzaba sotos perdidos.
Surqué
su reflejo
de años
esperando,
su flor de tierra
le otorgó
su iris.
Mi pala de vida
ya no tenía
que sacar
más
terrones tristes.
Hundido entre caléndulas
mi voz parecía
tocar el arpa de su acento,
como insobornable
miel de su voz,
a reposar fabuloso marjal,
era su torso sembrado.
En juncias,
barbecho de Artemisa.
Förüq castellano
Silenciosa, insomne,
en la línea
de un mar de grama,
donde brilla y reluce un silencio
y un poste de luz sigilosa y atónita,
como tubería
hundida del cielo
a ras terreno,
en tripa de estaño,
y venas de cobre
risa matutina del alba.
Canales hundidos de nueve zanjas
hace trescientos kilómetros
no los veo,
verdor que se espesa
entre espalderas de joven parral,
como terrestre ajuar de lluvia,
entre el duro calizo de cieno y tierra,
una glándula
en milla arcillosa,
vibrando insinuante toda raíz terrena.
Lámparas
entre el campo
de luna sola,
lucen las luciérnagas,
como ecos solos
que holgazanean erizos seniles
buscando caracoles.
Contra la roca y cerro bajo
entierra drenador seco,
a encogerse como ventilador
quemado de savia,
cielos que remolinean miles estorninos
de torvo ceño,
lanzo mi atarraya,
al río
Mundo,
estira tersura
pegajoso pulgar
hincando cebo grueso
de hígado
en cebo
esperando cangrejo ávido,
adentrase en su perdición
de trampa,
ataque de jaula perfecta
anudada en reluciente alambre,
luego entrará
seguro
del fondo del río,
como réquiem
por los cosechadores del agua
los cangrejos cantarán.
Ya se hundía
silo dorado
de fardos de nueva cebada,
centeno lucía
como ola fracturada,
en rojizo de labriego era su eral,
oficio ya veía
trilladora oxidada,
y el molinete de la acequia
surtía
agua
al canal y río
de riego,
la simiente del arado
esperaba ya ser enterrada, sin mortaja
en el terreno ataúd
su nueva temporal vida.
Förüq castellano
HALO DE ENTUMIDA ALMA:
Al sentido intransigente
mi tinta escudo,
era mi corral umbrío
de flores llanas
en pétalo
armadas,
como azares que lluvia
plañe
segura sus corolas,
claro entre el oscuro
rojizo terreno,
redil de un patio de estrellas,
a mi entumida alma canto,
esta soledad acristalada
que me crece como musgo
en la piedra de mi corazón.
Voces yertas sequedad
en tierra escuchaban,
regué
su sed,
atisbo cómo
será
la vida en centro
mi globo estrella luminaria del día,
si acaso su lumbre sola se sostiene
ingrávida
cómo que viaja,
el hueso de luna su esposa
por mares de arena
su magnético
mirar
partida la sombra que me acompaña,
resumí
en cáliz
mi aposento
en sangre nueva y borbotón
yacente,
no es por mí
mi halo baja a rodearte
este pájaro
me habita
desde soto de carne
a hacer nido en razón
ausente
en tormento dulce dormido,
tres monedas mi suerte acuñada
por ti
por mí
por el rifle poesía.
Mi contento brotaba
como germina-arte,
la fuente,
implacable éter
naciente,
auras revolotean púrpura
violácea
vil abrazar mi azul
en oscuro cuarto vestido en tul,
verde,
amarilla la sola lagartija
me fascinaba.
Manso alacrán
soberano
con la araña
lobo Lycosalycosa;
tarántula
maternal,
del zorzal al colorín
del verdecillo al verderón
del pardillo al canario de cimbre,
del herrerillo al matemático
estornino,
hoy tu piel,
diviso;
para por fin hacer nido sedoso,
en tu placer
y humedad permisiva.
Förüq castellano
Niebla sonora:
Cielo no me juzgues,
pero sí
me gustas,
y mil desánimos
me invaden,
como amar una utopía,
enamorarse de una nube.
Que surca el azul celeste,
de propia vida.
Apagar fuego echando más
leña,
ver una quimera de piel;
en imposible caudal
Ambrosíaco,
ver la luz sin tener ojos,
enamorarse de una lagartija
de mi jardín
y esperar
que me hable cada día...
Pisar un abrojo
y saborear dulce,
como imaginar la miel
de tu cuerpo.
Escuchar la niebla del sonido.
Es todo lo que siento,
vals de nirvana
si mi doncella mi boca
adentra su boca,
sí
de trece veleros
trece estrellas de luceros
que es el amor
que te proceso
me ayudarías
a amarte
¿hasta mi honda
sepultura?
llamas de amarte profundas en tus ojos
un tiempo
de locura en la vida
llamas de amor
me sirvan llamas de amor
me soplan llamas de amor en tus brazos
te ardo
llamas de amor
avisa llegues bien a destino
profundo en tus ojos
llamas de amor.
Bosque de jardín umbrío:
En el bosque de tus ojos quiero perderme.
En el campo celestial de tu mirada.
Vivo, y quiero vivir, siempre.
Del paraíso de tu cuerpo,
soy caricia de lluvia,
soy melodía de viento,
soy te amo sin tiempo.
Porque de tu corazón, soy eterno,
y tu amor es lo más bello,
y caigo en el sueño,
en que abres tus pétalos, para mí,
bajo aquel árbol del deseo,
y crecen las flores,
y el lago emana,
de la belleza de tu alma,
de las violetas y amapolas,
del jardín de la alegría,
eres tú la ninfa mía.
Y las flores de malva, tienen envidia,
las rosas celosas, crearon sus espinas;
porque mi amor, fue para ti.
Las campanillas más sencillas,
crearon en flores sus voces,
en notas, de amor al que llaman,
y buscan, trepando y enredándose,
en la maleza, y la piedra,
el helecho en duelo,
rechazó la flor, y la semilla,
a esperas, de ganar tu amor,
con sus hojitas en belleza,
que se despliegan como un caracol.
Las droseras ansiosas,
su trampa, desplegaron,
en son de atraparte,
en sus dulces gotitas de reclamo.
El musgo enamorado, así se quedó,
pequeñito y suave, como el terciopelo,
para acariciar tus pies, y sonreír
con la lluvia, y el agua.
Donde la roseta cantaba,
y de la luna, se creía preferida,
abrió su amapola, azul y negra,
la adormidera;
siendo el sueño de las hadas,
su prima, la golondrinera,
su amapola amarilla,
fuego del bosque de las sombras,
liberó su ninfa con una gota de rocío,
con ella, llegó la primavera,
contigo ninfa mía, llegó la belleza,
y tú, amor, en alas de mariposa,
abrigaste cada sueño,
arropaste, cada pensamiento,
y ahora, no sólo eres mi amor,
también, la más linda flor de
mi sentimiento.
Nunca marchitarás, porque si
pasa, desaceré yo.
Gran luz, gran luz, al conocerte.
Cabalga un sueño, hermoso en
los albores,
cruzando el mar, su alma está.
Su casa, su amor y su hogar,
en el corazón de su doncella, está.
Guerrero niño, vasallo nombrado, del amor.
Gran luz en su reino, creado de ilusión,
de fuego incombustible, su interior.
Cabalga su amor, su doncella más cerca está.
Crecen las flores, en los alrededores están.
Deleitadas y coloradas,
dejando en pétalos, su complicidad,
para el romance, que viendo están.
Mientras va el río de colores,
con paso lento, y decidido.
En besos de gotitas,
que dan vida, a las almas al pasar.
Llora una plantita, con una gota de rocío.
- ¿Qué pena tienes tú, plantita,
tú, que eres linda, y la luz
y el río,
te besa, y acaricia, cada día?
-Mariposa quisiera ser,
¡Mariposa quisiera ser!
Volar a la otra orilla,
y a mi amada Quimera,
que está solita, poder besar.
Al viento le pido, cada día
que traiga sus semillas,
para que, con las mías,
abandonemos la soledad.
El castellano
Urdimbre argenta:
Puedo escribir todos mis pensamientos,
y ninguno podrá reflejar mis
sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor
y por querer pensarte,
desapareciste entre la tenue, luz de luna, que me abrigaba.
allí la razón, apagó los latidos, de un corazón.
Como tierra yerma,
marchitó aquella flor, que,
un día, llamé amor;
y ninguna pudo ocupar, su lugar,
sólo la hiedra brotó, hasta tapar la
luz, que me daba calor.
Pero yo te sentí, amor.
y lo vuelvo a hacer.
Cerré los ojos y allí, estabas,
como si no pudieses salir,
de mi interior.
Como si quisieras besarme,
o decirme algo.
Pero tú bella en sueños,
no hablas.
en sueños, no hablas.
Y nos quedamos mirándonos,
a ciegas.
Yo te aviso, que en el bosque
de mi mente, solo hay un camino,
y es un laberinto.
El final lleva a despertar,
y enfrentarse con la realidad.
Pero tú bella, en sueños,
no me hablas.
y yo a primera vista,
me enamoré de ti,
por si algún día acaso,
el sueño se cumple,
y ya de realidad me dices,
te estaba esperando,
siempre te amé.
Logré lo que soñaba,
logré encontrar amor,
conseguí felicidad en el pequeño
y largo momento.
No entendí de ella sus lágrimas,
o quizás sí.
Si su felicidad fue la mía,
al revés también sería.
Al revés también sería.
Y yo la esperaba como
aquel día.
Pero con otra compañía.
No lo elegí, sin saberlo
ella seguía en mi camino.
La consolé cuando llegó en lágrimas,
no me dijo por qué,
pero sentía su dolor.
Tenía un presente,
y no soportaba la idea
de quien por ti sufre
es quien te quiere.
Y esa noche lo que tenía,
se esfumó como suspiro
de oscuridad del callejón conocido.
Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,
me mataron en el sueño,
pero el sueño lo termino yo,
y mejor esa noche solo me quedo
contigo amor y mejor,
muero con tu calor
para terminar en ti con el color
de caricias, y besos
como un romance, que no acabó.
Buscándote en el silencio.
Buscándote debajo de una piedra,
o en el fondo de una cueva.
en la flor sin cortar,
o en el fondo del mar.
En la nube o fuera del cielo.
En lo que se ve,
y en lo que solo se siente.
En el sueño y en el recuerdo,
en mi felicidad o en mi tormento.
Buscando, te encontré lejos.
Ahora que en letras te tengo
estás cerca de ser mi vida
y yo, tu verso.
Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor
creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones, arropo en el
corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
para encender tu corazón, el fuego de
mis ojos,
cientos de tonterías para tu
sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman
tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.
Me llama en la noche,
me acaricia su velo,
viene altiva en cada sueño.
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición.
Recreando su alma viajera.
Sueños serán, más cada día,
amo más.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor
a su alma sin cuerpo.
que me acompaña desde que sufro
por el querer.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Más no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Más si pudiese saber, preferiría no saber,
quién es preso de quién, o si ella y yo,
somos presos del querer.
Te vi, detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.
En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé, aunque fuese un día en la
penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día
se mide por las veces que te imagino a mi compañía.
Y una noche la vida de mi palpitar sin sueños.
No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá de donde acaba
el firmamento,
en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta de que,
el sentimiento descansa,
no muere, como la flor sale en primavera.
No importa que no te tenga.
Porque después del invierno volverás a florecer,
te amé, y a mi pesar, y a mi
conciencia, te liberé,
pero con el saber que, si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas;
porque a mí no me engañas, yo soy para
ti,
y muero si no me cuidas. porque te entregué mi palpitar,
por lo que somos,
y por lo que seremos,
nos queremos.
No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.
Sed de reguero:
Manantial fulgente de inspiración,
es tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas tu pupila,
enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma,
de tu piel frágil, y esquiva,
con sus amapolas amarillas,
el color de tus cabellos.
Un piropo, un suspiro;
de mi amor eterno.
Irrefrenable el deseo,
de entre tus afiladas, y moldeadas, piernas.
que corre, que escapa, y vuelve, el cosquilleo.
Tu boca junto a mi boca, bebiendo
del mismo, agua, del deseo.
Tu piel con mi piel avivando,
el fuego del sentimiento.
Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,
me robaste mi primer beso,
de niño, que nunca había sentido el
amor.
Me dolió que te marcharas,
a otro país, sin despedida.
No te pude decir, que te amaba,
pero si regalarte, una rosa amarilla.
Supuse que te lo imaginabas.
Desde que tu recuerdo,
me acaricia,
siembro en la misma jardinera,
al último suspiro de verano,
golondrineras amarillas y al igual que espero,
sus amarillas amapolas, en primavera.
Espero, que vuelvas, aunque sea como
mariposa
O abeja a mi terraza acariciada por los álamos;
y bañada, por el monte de horizonte.
Espero.
Vida en gris, de la que tú eres, mi luna
esperada.
Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,
por donde fluye el solitario beso;
la tierna caricia anhela ser algo más.
Mis ojos quieren atraparte, en su firmamento,
mis sentimientos arroparte, con fuego.
Pero yo, sólo te quiero a ti, mi vida en verso,
mi motivo para ser, solo tuyo, para no necesitar, nada más.
Ser el sueño, hecho realidad, la felicidad, de dos caminos,
que se cruzaron, en el destino.
Tiempo para esperar, vida para soñar,
cuando te vi llegar provocaste mi despertar,
y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.
Nos merecemos algo más, en este papel
que jugamos,
saber si nos amamos, si el deseo, quiere ser pasajero,
el mío, quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.
Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,
avanza cruza cada noche, el cielo azul, de matices violetas,
siempre te encuentra, la soledad, me abandonó, para poder servirte.
Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.
Pero del corazón, nace mi
valor, lo sincero el dulce te espero,
el te quiero.
El pensamiento, que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.
Todo lo que me queda por decirte, y lo que no te dije,
vida para vivirte.
Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.
Porque eres lo más hermoso de mi
mundo,
camino que surca nuestro antiguo paraíso.
Permanece como el compás de mi pulso,
desde que te conocí supe,
para lo que viví.
Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;
allí donde viven, por el querer, alegrías.
Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,
te encuentro soñando, con otros
días, de amores profundos.
Como el azul del cielo, que, a tu lado, te hacía brillar,
mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu
rostro,
mientras acercas tus labios para besar los míos,
y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas de un amor eterno que devolvería vida,
para quitar su despertar, de melancolía.
El lobo vigilaba su guarida, allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser volaba hasta regresar.
Te necesito más allá de este
sentido, que grita por tenerte,
te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
y a la vez te adoro, en cada golpe de viento y reflejo.
Me encuentras, y tu recuerdo, reciente, me besa,
mientras no puedo evitar recrearme,
en el deseo, y corresponderte.
Transparente sentimiento, para sentirlo, una vez más.
La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,
a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.
en la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,
maldita mi suerte, que dejó
que te fueras para soñarte.
Ahora, los minutos me ganan,
sin ti,
no quiero el cielo, sin ti.
Como la brisa a la mar, mi alma reclama, tu compañía,
cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final, si
ya no está.
Tú mi noche, y mi día, quiero verte,
una vez más,
para así no sentirte soledad, en la oscuridad,
tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú, estarás.
Hoy, la noche
me llama una vez más,
para soñar que a mi lado estás.
El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,
y no verte llegar, para no verte llegar.
Amor dónde estás, si te fuiste
quién, te podrá domar.
El castellano
Noche velada:
Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,
pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.
Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.
Más los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo obtuso, de sueños
fluorescentes,
tú, de color líquido, solo
templado con miradas intermitentes,
por el tiempo de espera angosto.
El murciélago,
baila con el colchón de tu luz,
rasgando sombras,
para reposar siendo una más.
Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz
dime,
por qué te busco incluso estando solo.
Flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;
artificie luzca.
Lucero de ciudad,
rompiendo la obscuridad.
La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra
vez más,
humo, humo, humo.
De tierra a ceniza llamando,
le ganó el cigarro y el trago,
recuerda que tus ojos tienen sangre
y también se emborrachan.
Cállate sólo eres una
fantasma que yo sólo veo.
Ceguera:
No lo veo, pero yo también lo estoy
sintiendo,
esto no es sólo lo que siento, es un simple lamento,
de no hacer todo lo posible porque me sientas en este momento.
Por darme a mi momento, sin haber parado a pensar cómo iba el tuyo,
quiero compartir que mi base de existir fuiste tú desde conocerte y verte,
esta es mi vida con la enfermedad mía de la ceguera.
Decirle, que la amo aún, así de no poder verla, no se vaya de mi lado.
Entre noches de humo y suspiros de minutos,
busco tu aroma en mi piel entre el calor de mi cama;
tu sabor en vasos de agua.
vivo muriendo en el oasis de tu compañía,
en tus recuerdos, esperando la arena de tu piel para adéntrame.
La luna perpetua de noches en vela de navegante,
sin mar ni tierra, ni final, solo con un duelo al tiempo de tempestad.
Ya olvido quién soy para adaptarme a un tiempo que no me
corresponde,
soñando noches de miel, despertando nubes de
nostalgias,
acercándome a ti al cerrar los ojos alejándome en la tristeza,
nadando un océano sin saber nadar, navegando a la deriva en tus
piernas.
Adentrándome en tu vida sin querer, donde ya se juntó mí querer con el tuyo,
el halagar cala dentro y profundo, llora la distancia;
comienza el despertar de los tambores, llamando a los soldados de la
tierra.
Con el susurro de la luz en cristal de gotas de agua,
pensamientos cálidos me arropan
tu compañía,
solo una vida solitaria desde aquella lejanía;
un sol pernocta durmiendo disfruta su luna
con tacto terciopelo una vida de amor eterno
un caballero busca a su mujer la extraña.
Avanza entre montañas de azores
y valles de bosque y ríos dulces,
noche de amor entre nubes acolchadas,
con el frío de un mundo en sangre que estaba en guerra.
Ahora su patria era su tierra en la hoguera.
Se despierta frío y solo tras
pintar con nostalgias recuerdos.
El castellano
Tu voz:
Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor en mi mundo de ilusiones en viento,
bésame al final de este deseo de chincharte,
acaríciame con tus labios,
el mordisquito en la oreja,
el susurro en el cuello,
noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta de árboles,
ojos de gato, tu gemido,
tímido y feroz,
tu voz.
Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo y su carmín el despertar
de su recuerdo,
acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,
el momento que dejó el silencio,
el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.
Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el
instinto,
se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.
Sostén mi placer cada anochecer,
sé el tiempo que nunca se fue,
sé mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,
detén este instante para hacerlo real,
el sueño hecho realidad, la historia sin final,
mi eterno amor, sin dudar,
corazón carmesí, como flor de
abril,
navega mi sensación.
Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil que me quedan por decirte;
los que nunca se irán.
El castellano.
En este linde se construyó mi pecho habitado,
se escaló la colmena
de labios grises,
por la escarapela fluía veloz el sosiego
de mi vida quieta,
por romances oscuros caminaban mis nervios,
una ruptura de estrella
tumbaba la compuerta de la belleza,
para sembrar allí latidos etéreos,
recto escalafón dorado al
beso
y tu cuello me nace doliente
fulgente fuente enternece mi suerte,
yo hablé con mi amor
que no existe
y aturdida me contestó la voz,
era como un eco sordo en alta voz
resquebrajando un patio de perdices
y altiva sonaba por las cumbres
jugando y riendo con lobos
sí esos que
habitan mis ojos,
aullando y espantando los dolores
en mi sien,
mis dolores que se querían
como hermosas flores desnudándose
en altas espinas profundas,
allí sólo caminaba
mi rosa, toda
siento deciros que yo soy del viento
y el viento es mío
en estiaje gris pálido cruza mi
relente
del cielo su lluvia,
con impetuosa fama,
sacude la tierra y su flor bella clara ,
dejándome ser
como el rocío primero,
en recorrer tus labios,
quiero habitarte en canción
que haga surcos de mí
en tu alma verdadera.
El Castellano
Piedra-corazón:
No es una piedra, es mi palpitar,
su latido cesó y en piedra cristalizó,
ella lo tiene en cuenco con agua,
a símil de mascota que nunca muere.
Le sonríe cada día, normal es mi
palpitar,
no huye, es piedra fiel a su amor.
Con caricias sintió que palpitó,
que fue su inspiración, su amor y su
dolor,
pero en piedra cristalizó, pudo darle
calor,
ya que nunca quiso mi dolor.
Esa piedra-corazón,
fue músculo,
pero murió y ahora solo le queda esperar,
esperar que el agua y el tiempo,
le otorguen musgo y sangre verde,
que ablande los cristalitos de su interior,
y resucitar.
Quizá algún día, cuando ella se olvide
que es una piedra, volverá su palpitar.
Pero yo ya noté la ausencia
de vivir sin corazón.
el castellano
Desvelo
dulce:
Café a la una y once de la noche,
despiertos los murciélagos,
raspando sombras,
bailando a la luz de las farolas.
La ciudad que no duerme,
mi mente volando, siguiéndote,
enredándome en tu pelo,
atravesando la luz incandescente,
como buen murciélago mi vuelo,
cazando letras para tu sentido despierto.
Sorbo de un café con leche y con
hielo,
anhelos y sueños de un amor eterno.
En aroma de café a la compañía de una LeannánSídhe,
Leannán-Sídhe del reino idílico,
el mío nocturno,
tu fuego el día de mi noche,
quémame porque me dejo quemar,
soy fénix esperando resucitar.
Con brea de estrella un corazón puro,
con oro y plata
los reflejos de la noche en la ciudad.
como buen murciélago mi vuelo,
Vívido desliz:
Muero por un beso
vivo por un querer
cruel del destino
condena de una pasión
que creó
tu pestañeo
al dejarme ver
tu cielo encerrado
fijamente tres minutos,
y morí
con tu pestañeo.
demostró
que fui
importante para ti
y que a pesar y muy
a mi pesar de los problemas
seguí
en tu mirada atrapado
hasta que la aguja
de aquel reloj de pulso
se paró
al pasar
ciento ochenta segundos
mi cambio de vida
cuando consumí
medio giro al decir:
-Siempre te amaré.
II
Enciendo maquinaria
de este tiempo disuelto,
en pétalos
de éter
y formol,
desangra la rosa secreta,
y un estambre rige,
destello que precipita,
el albor.
calidez de ilusión,
y araña
que arrastra,
tejiendo el eterno sentimiento.
Yo que arrastro
mis aciertos,
como desnudo sol.
una noche cualquiera,
y activé
el engranaje
mi reloj de pulso.
III
Mi carmesí
caléndula,
fijó
su pestañeo,
en mi camino de destino.
Alumbraba un candil
dormido, una luna llena
de enero.
Era tiempo suficiente
para huir y quedarse.
En la boca formaba
toda sombra de opacidad.
destrenzaba un halo.
Sujeto de una lágrima
pasajera, un segundo más,
y devoró
el dulce tormento.
IV
Giré
entonces la tuerca
de mi corazón
oxidado,
por tantos aullidos nacarados,
y su ente femenino
me atisbó
un beso
a mi alma.
Era el crepitar de la llama,
que mandabas como loba
y como luna se prendiesen
todos los colores
de mis sueños
consumiendo mi tiempo abierto,
que completo el giro,
dictó
la vuelta
al inicio del sentimiento preso
que sin retorno
siempre te amaré.
V
Incierto gira mi saber preso,
oh, dulce tormento,
era este fiel abatimiento,
de filo floreciente, y tajo de incierto
saber preso, ya no me quedaba
caracol hueco de talento rizado,
sí un borbotón mi sangre
yaciente, y compostaje de ilusión.
Y sus parcas simientes,
una zozobra más y quise
volver a poseerte,
ven, ven, aflora mi camino,
quiero verte, cual tiempo no hubiese.
Desliz encadenado es este silencio
oh, Musa y Luna de amparo
cierto, acoge hoy mi fiel ofrecimiento.
VI
Espigas rojas, carmín, granate
luce esta mi sangre yerta,
oh sones flamígeros,
y vestales iridiscentes,
ya no muero, debido no puedo,
inmortal mezco ultrajando,
valles, flores y metales,
este caballero, avanza su templanza,
y diferencia clara, que no puede morir,
ni incendiado el tiempo,
en vela de estaca y epitafio,
terrena sierpe victoriosa,
blande colmillo grave.
VII
Al compás de un sí bemol,
canta su translúcido pío,
mientras va mi barca atravesando,
de un confín a otro confín,
del río de Valle-Inclán,
y su rosa de sanatorio,
noche en vela de navegante,
sin final,
noche despertada
entre violetas ausentes,
y flores de niebla y humo,
destellaba mi intelecto redondo,
como vaporosa siembra infernal,
era un soto de perdigones viajeros,
mi dolor, ya era lobo afónico.
VIII
Oh caléndula de fuego y brea,
esposa este Sol de Poniente,
fijo mi destino del brillo,
terso, incuestionable,
primavera caracoleaba,
oh, esse Veris predilecta tú entre mujeres,
toda hecha de flores,
oh, Primavera dilecta,
predilecta, guárdame tu vera,
que me creo abeja,
por los siglos mis manos te siembran.
Tácito hálito inmemoriable,
en higuera del demonio,
y mi historia yertica naciente.
IX
Vivo por el beso de Darkness,
oh, dulce infortunio,
era mi amor desaconsejado,
vi un relámpago y reflejo,
que soy importante para ella,
oh, desliz encorsetado,
sin brida ni soga,
déjame ver, ese paraíso encerrado,
que guardas,
manecilla mi reloj que no cesa,
a mi giro, vuelvo a encontrarte,
mi condena de predilección,
esta pluma es aguja y bólido,
de argenta plata maciza,
que dicta implícita
que Förüq,
siempre te amará.
Er lobo-bohemio Esteban
El castellano Förüq
Mañana fría
en la que aventar
espigas recién brotadas
al revuelo de una mariposa vigía
flora-posando, todo el doquier
ensimismado.
Suelo ario que se blandía
sin atisbo de despedida.
Larva que soñaba volar
sobre alas de mariposa cabalgada.
etéreo desliz de fronda suave;
que espartos abrían
rajando tierra
en calima de cerro viejo.
Las jaras en abanico
se apoderaban del terreno,
al transcurrir
de los caracoles sonoros
judíos, blancos.
Soto de perdigones
entre insectos inherentes
afilan ideas mi paso.
Abría el cielo un febrero
un carrusel de luciérnagas por estrellas
del techo la concavidad
presa o caverna abisal
de horizonte helado.
Los pinos caracoleaban
cada vado
entre secuaces
carrasquillos de flor en piedra,
romeros entre tomillos
atisban como señero
el cerro bajo.
Torreones de álamos
acicalaban al viento
sones de nuevas nieves
fugaces.
Daturas y tomatillos
del diablo, hacían distinción
entre nuevo verdor
de retama que ya en flor
amarilleaba.
Ya asomaba todo vástago
de simiente
del invierno casi gastado.
Ababoles ya sonreían sus dientecillos
de suaves hojas
en jóvenes plántulas.
Lucían incluso espinas
señores cardos
y breves cardillos de las damas.
Vorágine terruña:
Hijos de la niebla,
regresad sueños dulces
sin áspero corpiño
ni denso verde, espumosa moral,
como ensueños caracoleados
que no disipan
en bravo pecho
de gloria tranquila en cerro.
Disipada bruma que años no regresa,
cada momento caminante,
de silenciosa fuente,
y ceño anhelante,
de ávida inocencia
entorchada conciencia
que vuela lides
monótonas y seguras,
donde noches escapan,
como el corazón endurecido
pierde visión de luz,
era un huerto de luna
en la campiña,
de ortigas y forrajes
entre zarzales y tomillos,
entre brezos y carrasquillos,
con fuente de añil
transparencia líquida,
entre esperanzas que alma titubeaba,
servil de días rojizos,
que no se llevaba su paz
ni tempestad enfurecida.
Al pie de un jaral
que ni el tiempo doliente
con él puede ni sepulte
umbral plácido
de fértil viña que el río
tajo
escala cumbre,
poco antes que el río sorbe
a su mujer encuentre.
Iniquidad en blasón
de noble comunero,
que ni desenraizarse,
ni matar por su tierra puede.
Förüq castellano
16
Primavera:
A ti te escribo primavera,
tú, que llenas de vida el campo.
Pones los campos en flor y verde.
Tiñéndolos de color.
Los pájaros silvestres,
anidan en las ramas
de tus árboles;
dan de comer
a sus pachoncillos,
y trinan como nunca,
antes del alba y después.
Los animalitos nocturnos,
también salen a cazar, murciélagos,
mochuelos, y lechuzas, más en esta época;
que hay más vida, y alimento.
los erizos, salen de su letargo, invernal, a cazar caracoles e insectos,
y comer frutas silvestres.
A ti primavera te canto,
que llenas de vida el campo, tiñéndolo
de color, y vida.
Esteban el castellano
Poema al alba:
A ti te escribo que con los gorjeos de los pájaros
ven salir tus primeros rayos de sol que iluminan la tierra
y los campos.
a ti te canto luz del alba.
Ruiseñores, jilgueros y demás pájaros silvestres gorgojan minutos
antes de ver tus rayos.
Yo veo tus amaneceres azulados y tus puestas de sol rojizas nunca
me he perdido una.
Quizás, soy un loco
bohemio, que no duerme porque está enamorado
de tu naturaleza.
Esteban el castellano
Nocturnidad en colmillo:
Llameantes pesquisas
de acariciar tu éter sediento
noctámbulo,
preciosa de magia insobornable,
quién pudiera besar
tú honda alma incuestionable,
cuando tú escribes musa,
los destellos dejan de ser secuaces,
las mariposas no se aplastan
embeben tus manos
por mí encauzadas.
Entiendo la secuencia
tu rocío suave permisivo,
sólo dicta que perpetúa fragancia
de nuestra secreta flor.
No llegaré porque sí lo haré
a colmar el atrio castellano,
con mi dicha floreciente
mi sentido a escribirte
mi sentido a difundirme
en la beldad tu entraña
en ese alarido despierto que clama,
algunos cambian
mi amor por ti es más duro que el
bronce,
horda madre de las brujas
yo por oscuridad,
compararte pudiera.
Ostara, diosa triple que entonas los campos
prendiendo en flor los campos,
yo por la flor sea la flor
no osaría compararte
pero si mi musa es raíz salvaje
yo abro cielo terreno
y si no soy raíz de los dioses
sus hermanos versos,
yo no soy hombre soy hartazgo de bestia
e-nominada porque la amo
sin febril demarcación cuerda,
si me arrebatan su espina en mi pechera,
no habrá piedad existente
porque la verdad de las cosas
a veces es su contrario en puridad,
como es arriba canto
porque igual ídem es abajo,
vivir es más complejo
y fácil morir,
con lo que morir de gusto
es vivir de gusto contigo,
necio sería que no niego,
si pierdo sin vencer,
ganarte el cariño es lema,
reverbera mi palabra de alabastro,
en fuente de ópalo tu regia sangre,
he vencido ya creo escribiendo
mi una de sangre de la madrugada,
ay de los que pueden morir dije,
bienvenida a su nuevo mundo,
porque naciste golondrina para la eternidad,
única, rememorada, pero en condena:
-Jamás sola porque vivo.
förüq el castellano
21
Contigo
sangre refulge:
Te ensalzo mi divina amapola,
por cuántos pétalos
te hicieron esfinge de sangre,
enardece a mi espiga
que dorada te acompaña,
mi céfiro que en tu seno
acoges,
mi sol blandía
entre pajarillos
sones sobre trinos
de cabeza púrpura,
belleza te tuviera secuestrada,
yo, con mi áureo espino en mano,
puras tus alas,
nosotros,
carne y cuerpo de tinta en pluma,
coloso atemporal,
de rayos en perpleja simiente,
osadía mi amapola,
traer derecha en frente,
la llameante lira de occidente,
al instante, nítida y luciente
me traes dique inspiraciones,
por aureola y tu flor secuaz.
Mi vida mi sangre
bermellón, morada,
te desnudo mi brisa desconocida,
por mi jazmín
que ámbares completa,
tu belleza cuidaba,
entre los bastiones
que mi cordura cercaba,
enramada hasta cintura,
en mi jardín soberano y delicado,
beso tu brillo de tierra,
mi amapola.
El castellano, Förüq
Preámbulo derramado:
Devanados de un destino,
fundado en el vals
mi propio engranaje,
místico, áspero,
en flor de supremacía
donde ninfas musas
bailan,
destino insumiso,
parco,
vestido mi precoz precipitación,
como gota de rocío
resbala del precipicio su flor,
a lomos de un caracol;
me pregunto
si acaso vivir
tiene sujeción a la vida,
y la cuerda es de bronce.
Seguiré acontecido
mi suerte ausente,
amándote al silencio
que cerraba los ojos,
y seguía preguntando,
si mi ilusión
colmaba la expectativa,
ojos del metal noble,
fuego al hierro
que mi camino ablanda,
fecundador de mitos y desgracias
mi reverberar de nombre,
solo, traspuesto,
al océano impredecible,
como capataz musa,
de tu huerto de estrellas,
por corralillo
y redil de estelas
y destellos indiscernibles,
voy rumbo al ímpetu,
de sol y luna,
y su guiño me cuelga,
sí acabaré de irme
dejando alto mi estandarte.
Förüq castellano
Silencio regenerado:
Saeta, saeta bella,
saeta parca,
saeta ilusa, saeta inocente,
es el final del espectáculo
saeta madre encubridora,
de toda mentira enclaustrada,
yo te amo saeta,
saeta alada,
saeta heridora,
saeta encausada,
saeta parca,
saeta celestial,
saeta infernal,
saeta canta,
que mis ojos sean tus ojos,
saeta que mis manos sean tus manos,
esta cruel noche un diciembre,
que yo soñaba estaba escribiendo,
un canto a tu cabello de oscuridad,
saeta mística,
saeta horrida y hermosa,
tu beldad piramidal,
se estrechen caminos,
el cielo se abra para escucharte
mi saeta esquiva,
mi saeta complaciente,
como es arriba es abajo canto,
seguir peones vuestro circo,
que este trovador
de campo llano,
sabe quién es y de donde llegó,
ahora te odian saeta,
ahora te aman saeta alada,
me diriges por el parnaso sin final,
o me quitas hasta la vestidura
más pesada,
volemos abismos amada,
volemos cimas inefables cariño,
hasta donde se oculta el sol por el este,
sociedad de creer o no creer
yo elegí creerte saeta
y hoy sigo en la cepa
esta vida que me cabalga la estampa,
cerros intransigentes
molinillos al fragor de vientos voraces,
esparto entre las jaras y solas carrascas
brezos soleados por flores ausentes
un invierno que se desdibuja solo,
saeta amada elévame en tus alas
yo vine por el son recto,
blandiéndome de un hinojo solar,
esta vida que sin ti
saeta la creería una dulce
mentira,
por la que morir
y no morir por una crueldad
impuesta por el ajeno
que nunca
nunca serás tú
mi amada saeta,
esta existencia
que se dobla y niega a sí misma
para decir que yo soy el rey
que yo soy el cuchillo,
que yo soy el proceder
inmiscúyete,
otra vez yo sé quién soy mundo
este es mi manifiesto y
el de mi saeta bella mi espada,
mi vida,
mi indecencia,
mi crueldad de espira,
mi corralillo espectros yertos,
era y es
el hipócrita dejará su vestido,
el trigo limpio
será trigo limpio
ahora y siempre,
espiga y cante
hasta rodeado
mi padre trigo.
Vengo de las espigas de abajo,
asolando verdades,
mi panada amada,
por la saeta olvidada,
se despertará
por los que venimos
del trigo limpio.
Volando sobre parajes
entre tierras de añil barbecho
y su azada de viento
mi solaz saeta entre cardos
de todo fértil sendero
que lleva al infierno.
El castellano Förüq
Mecha de oscuridad:
Vengo que
vuelvo
de un silencio, profundo,
de un vacío completo,
traigo para sembrar
un ascua melífera,
del seno las arduas estrellas
que llevo
que cuelgan de mis ojos cual arañas,
una vid de vida
en seno esta anublada, azul
escarcha,
todo colmaba el ímpetu de
suspirar
sin brasa diestra,
ni compás
ambivalente,
sobre estos treinta años que
y que no me sostienen,
porque aún no me
hicieron nacer,
sobre los lustres que ya no son,
anudando galaxias
y su cobre perpetuado de sólida luz
inmaterial,
electrificas mi mirada
como aljibe rebosante de ilusión líquida,
toda esta sed que vive el pasado,
y en bruma cegada,
muestra,
que tiende tu rosa helada,
embebida de pétalos de
espectrales
sábanas purísimas,
nací en vez
primera sin terminar,
y no fui ni abeja ni vencejo,
para poderte acompañar,
era de un eral sujeto,
como membrillo de un árbol sin escuela,
y pera de chopo milenario,
todo cruzaba mi relente
y acabé tendido
en mi osadía de seco
tajo
llamándose gloria
para acabar conociéndote.
como dije en primera vez:
mecha de luz:
-Vuelvo de tu
vacío repleto,
anidando cobre de galaxias,
desde luego aún no hace
treinta años
que nací allí;
en vez primera sin terminar,
vida húmeda y
animosa,
alzado a luces de alba sin acabar,
vino tu silencio conmigo sin ti,
como alto arbusto fragoroso,
me paseó mi jardín
como un mordisco
y un beso sonoro deslizando
que suyo me jabra hendiendo la tierra,
una boca de metal de pala,
que abre zanja.
tu alma de recto augurio,
o ave como futuro de hibernación,
ave nocturna
en tablilla de azabache,
como puro origen inmiscuido,
nulidad insobornable,
traición de hechizo
y nota de caligrafía desangelada,
mudez última de relámpago,
pluma de mi ojo abierto,
soledad infinita de mi despierto,
como fe sin cargos
rueda mi vertiente,
siempre relevada por dios sollozo,
palanca usé con la
puerta de Plutón,
alcé el margen
de rebelión sanguínea de los
dioses,
cielo asido el vil manifiesto de relámpago
surqué, gloria
vespertina de héroe,
Cocitus cantando su aire
de oscuridad iluminada
clavando negras riveras, hundiendo
y desplazando los montes;
lago estigio me alimenta el latido,
y mi férrea sangre
directa a superar lo inabarcable,
tu rama vestigios de plata corté
del cóncavo bosque
en tu acre,
creció en su lugar
segunda rama,
de titanio,
que conseguí cercenar
rotundo
y hoy llevo clavadas sus hojas,
en dos talones fundidos,
columna y cadera,
con todas sus espinas de titanio
sujetando cada diente mío.
bajar al averno es sencillo,
subir los aires en altos cielos,
nadie pudo;
yo allí voy a mitad
camino.
El castellano
Förüq Er-lobo bohemio
Dicho azur:
Adentro esta bruma azul de mi contento,
avanzo estas flores del invierno,
por árboles desnudos y sus cantos,
yaciente mi sed de nuevo,
florido cierzo,
primoroso veo y beso mi sañudo suelo,
lumbre sin sol
en que la luna no aparece,
presurosa de melancólica siembra,
una estrella emblanquece
por cielo extenso,
y en lluvia derrama que desgrana
la vejez de la grama vieja del camino,
custodiado por la señora malva;
acrecienta mi linde vago por majuelos perennes
y solas zarzas,
lágrimas de mi tristura,
regocijo de varios,
ya que antiguo son,
solo mi leana ablandaba mi lira.
amores ponderables
mi ser no rehúya,
desquicias mayores, otros
oigan en retirada,
a murmurio grave me alzo,
en esta tela de araña
y la luz de alborada
me tiende en extasía.
Förüq el castellano
Siembra erguida:
Izar de un
cantar,
de tu cariño enfuscado.
batir vuelo, elevándome
entre lares de hayas
y sombras de hojas
escritas y reveladas
de ceniza de fresnos, sembrada,
deseos, sueños y corajes,
y sus raíces del alba
por ocaso admirado
que cerraba flores en versos,
y musas y jerarquías,
de hadas y elementales,
entre árboles y
frondas suaves,
su idioma en vertiente
asilvestrada,
lejanías de
suspiros,
y granates lucientes
entre fortalezas pedernales,
y cuchillos solares,
hija de la niebla.
doncella oscura,
te llamo desde este latido
proscrito, que te busca;
y entre espinas
su luz gorjea
que amarte no es vanidad
de ambición ni naciente
ni floreciente.
Es un dulce designio,
entre mis lares cabalgados,
y riveras de río sanguinoso
de todos los lirios
y su hidromiel,
sangrada,
tus cauces, insobornables
que pureza y rocío en flor
hasta albor de raíces brotado,
destino y camino ingobernable,
valle de signo y tierra alumbrada,
oh se cavan surcos de mí en tu alma
verdadera, nunca para agraviarla ni dolerle,
una dicha y una alegría tejida,
tu sonrisa,
que abre el aura
y deja su energía en mirada,
ya maldigo a este incierto saber
si terco y necio
me reniega osadía, ventura y
fortuna
de a tu vera conservar mi labor
y creencia, seguras,
un beso te dejo
entre zarzales de fuego,
hay alma,
hay alma,
hay alma
porque sin ti;
belleza no existiera.
Miles de lumen, Lit C et sumun Canae.
Förüq castellano a 29-07-2020
Ferviente tajo floreciente:
Exultación, de saturnina rienda,
desempeño en posesión
y toma de filo relucientemente acrisolado.
Protección servil bajo y hondo metal;
luz de esfera, espiral canta,
cariño a sepultura animar,
honrar, preservar,
oda desde este cementerio
solemne alzar de honra,
escala áspera, tangible,
vine y me derretí;
su voz dulce,
inmancable, ni en fíbula
ni en broche al corazón,
que ya sube y derrama,
mil rocíos en flor de caléndula,
mil fragantes deslices
me indulta, que a ellos induce,
poder de arder
flamante,
sombra eres
de Ostara la brillante,
se queman de mí
injurias, infamias,
desquicias de campo abierto,
por este duende,
por este arte,
tornando tu sola mirada,
acampo que acompañaré
toda vítrea lágrima,
estigma que camina sus fábulas necias.
Si soñar, te sueño,
viviendo bajo el orden,
se asigna a defender tu pulcra sonrisa,
uno, ni abismo comparable
al arma reluzco y hago visible,
de Ostara, la brillante,
es viento del este,
es aurora, la bella,
que blande, que rige,
estela inconmensurable,
rocío de nacer, de toda vida en color,
oh gloria,
oh amapola,
de sangre de tierra
en sola viola,
campanas restañen,
una morada y fortaleza inabarcable,
tu amor cruzando y surcando mi sangre,
era, eres d' este amor espuela,
abre tu bosque umbrío,
deja abierto de tu santa ternura,
portón verdadero,
vine por la voz surcada
de un herrerillo,
vine sin calzas
desnudo como me conoce
un diamante blando
y su des nacer limpio,
de turquesa
y azur marino,
elevé ancla en tu aprecio,
tinta de brea
y sangre de azada, mi bandera,
supresor del ruido activo
silencio mortecino,
dicta,
segundo poder
conquistar,
a un sin miedo dama oscuridad,
le preguntan
si luz fue antes
o si tú mi musa pariste esa luz
que inspira, plañe y regodea
sin calzas ni dureza.
tengo permiso y orden
de presentarte al tercer poder.
III
Mantener
uno, todo azar de intensidad
y fuerza que arde hasta esquela,
mantengo tu cariño
vivo en mi ser,
dicha es poco,
lo siguiente a dicha
que se extendía,
bajo puertas del dulce, sinuoso,
umbrío averno,
tomo, que explayo,
número y lugar a defender
te imploro
susurrando,
ven flagrante a nuestro combate,
te espero hasta tiempo
en clepsidra me derrame
colmado de todo júbilo,
arder. conquistar. mantener.
Coraza, armadura base, de Zeus;
y atenea musa; que armo y amo.
Förüq castellano
Setanta a 30-07-2020
Vientecillo elucubrado:
Rompe el melancólico fulgor
el sol en corazón
que la niebla un diciembre
difumina en son,
yo bogaba difuso
como primavera lozana luciente,
suspiro, oh tempestuoso recuerdo
mis flores marchaban,
suspiro de pasión
vino arrebatarme mi desventura,
desde navío en reposo,
cuanto no veas
acuérdate del agua hermosa,
tanto en alma
como en popa de nave,
el cielo carmesí me embravece,
surcando bonanza,
acuérdate alma de mí,
viva fortuna,
que de boca invoca,
musa transparente
su dulce porte,
semblante de arma en dueño,
oh sueño,
contigo tantas veces,
despacio, o desvarío,
cómo alzarte y cantarte lleno,
sin flores ni pajaritos impíos
sin caléndulas azules,
locura de dulce armonía,
lumbre en astro de numen mía,
agrava como amarte
derritiéndonos en la nieve.
Cielo, suelo y anhelo
de hojas arrebatadas,
crujidos de mis tumbas yertas, abiertas,
dones de sufrimiento desploma,
sombría yacija de cuna,
cruel aroma
estiran las rosas de muerto,
y no lo claman vanas
de aliento divino,
quebranto de sosiego anclado
a la fría tierra
de este diciembre
que viento ardoroso,
aclama en soberana lucha.
förüq castellano
Inmenso placer secuaz, inefable:
Clama ante la aurora,
presurosa aura intranquila,
ardua la dicha exclama,
que si por querer fuera
igualara el agua de los montes
que, subiendo, baja,
afilo este mi solo intelecto
por muralla que no cierro
desvela el clamor de la intranquila rosa,
quién a igualar mi dicha baja,
furor ostentado de la piedra frigia,
va mi reguero desnudo
por musario cerro,
su cernícalo avizor vigía,
milano señor en soberano cardo,
luces del alba
plañen sus rayos
de nueva alborada,
ven, agita la guardia,
conmensurable acequia
mi sangre estrena,
voy por piedad avistada,
luna habla,
destello de noche febril
que otro año más no enfriaba.
Iimperios de ojos cerrados
en nocturnidad en cegada,
franca tapia de espejo
y su beligerante reflejo.
Amima, mi viborilla,
secuaz tu alma sólo destrenzo,
tiempo, hálito voraz
que enciende calor presto
de caballero,
a su dama hoguera,
corriendo por fuera el granate,
sanguinoso,
por escalas a este placer inmenso,
esfera tu secuela
en faz instintivo,
desaprendido,
rumbo al carmesí insobornable,
destino dicte quedarme
en tu nube intangible,
en vaporoso éter, tu magia,
hoy vine a besarte,
y a desprenderme,
de tu cauce en tu cuello
aliviarte,
bronce en ala y su verdor
de óxido que rige,
que envanece,
que resplandece.
anhelándote.
Förüq castellano
Sentimiento labrado:
Viento, viento bonito
lleva al cielo cada escrito
arropa este amor en mi cuerpo
en mi corazón te llevo
hadita de mi sentimiento
noche hoy en tu sosiego me encuentro entre nubes violetas
y el cristal luminoso
de esta luna de invierno
bañan mi cuerpo tus latidos
sordos de oscuridad
y a este cielo sonámbulo
lanzo mis ilusiones al viento
siento tu caricia de alma
y te bebes mi calma
despierta esta rosa sangrienta y su aroma de romance antiguo atraviesa el
pecho tu amapola eterna primavera
cuando mis ojos te ven entera cada sentido despierto
como fiera al acecho de tu latido hoy en tu bosque me pierdo
tu imagen surca mis sueños
como cada noche que siento tu beso
y como me cuidas,
como soy yo tu alegría
mi vida vistes de amanecida dicha,
hoy la hierba escala mi montaña
la lluvia germina todas mis semillas
de pasión y fuego,
donde entero me entrego
al placer que muerde
y envuelve en quimeras,
como sencilla tu sonrisa
y tierna tu caricia,
ya no hay súplicas
solo felicidad desbordando mis cauces,
te sostengo fuerte en mis brazos
para nunca soltarte
para eterno tenerte
si por soñar soñé acabar con la
soledad fría y escarcha de esta melancolía
llegaste tú a mi vida
como cada noche siento tu melodía
y me acompañas cada día,
salió el sol después de la tormenta
y ame tu esencia
regando mi interior tu voz de alma amada
tú bella y dorada calma,
rompí las cadenas que me anclaban al pasado para luchar
por mis sueños y alcanzarlos, entendí el idioma del silencio
y hoy contigo
lento construyo mis escaleras al cielo,
este firmamento clama de azul sediento, ermitaño en su montaña del sentimiento
el amor jamás salió de su cuerpo,
de él decían que quería comprender al amor, tras una flor la conoció y la preguntó
qué eres, amor,
no solo nací de esta flor
tu inocencia me enamoró,
curaré tus heridas de dolor viviré de tu amor.
Vuelvo a este dulce tormento buscando llenar de amor el cielo, labrando
el campo de tu alma
y bella mi amada
te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas, estas
flores cantan la canción
que te enamora el corazón.
Vuelvo a luchar como ayer
con tu amor jamás desfalleceré
eterno en tus alas viviré.
El castellano y Leannan-Sidhe
Azar relegado:
Navego los límites de tu silencio
tu luna, reina mi cielo
en este horizonte de ilusiones y sueños
tus besos florecen mis recuerdos
las mariposas de tu piel tersa de seda acaricio eterno el momento que
escapa entre tus labios cuando brota el te quiero,
y en mis ojos te encuentro,
donde me enseñaste a vivir el momento
porque nada es para siempre
escribo el sentimiento
ese que me hace amarte despierto
este viaje sin retorno
me hace buscarte cada noche
para que tu amor surque mi sangre
y mis sueños de tu mano puedan acariciar
lento muerdo el placer preso
y la lluvia envuelve nuestros cuerpos
recorro tus parajes, me pierdo en tu bosque este fuego late en esplendor
encuentro tu dorado amor
oigo los aullidos del corazón
atrapo mis flores de pasión
quiero y te quiero en cada amanecer
donde agradezco cada aliento
cada suspiro que asesina al tiempo
y da vida a mi sentimiento
mi eternidad alcanzo acariciando tu cielo, entero me entrego como el
calor de un lucero, sintiendo tu amor latiendo,
avanzando tu cuerpo como quimera de pasión y fuego,
condenando al tiempo
a morir en nuestro pestañeo con un beso,
encontrando el lenguaje del alma en cada verso, cabalgando juntos cada
firmamento,
flor de sangre naciendo en mi pecho
clamando este amor que te profeso,
cálido, el momento, de desnudar mi alma
mi bella, amada, una flor en tu mirada
vuela libre, doncella, tu esencia mariposa del amor,
en mi interior quedaste
de mi ser te adueñaste
puedo sentir como tú sientes
en cada pensamiento vives,
a tu lado siento desvanecerse el dolor
este ardor de pasión jamás me abandonó,
hoy agradezco que me arropases en tus alas
para nunca soltarme
para abrigarme cada noche fría
por ser mi eterna compañía
y locura del ansía mía,
tu amor mi sinfonía
como tu beso de cada día
fiel me entrego a la caricia,
mi amor sin descanso
incesante fluye el verso por tu abrazo,
a tus pies me encuentro
esta mi sangre te entrego
este fuego late en cada beso,
germinaste dentro todas estas semillas de amor eterno,
hoy hadita te canto a la orejita
encuentro tierna tu sonrisa
en cada flor encuentro la belleza amanecida
en tus labios descrita, en tu piel mi caricia
en tu corazón siente mi brisa
cómo me hago lluvia y río
en cada silencio que rompemos juntos
como juntos nos verán hasta el fin
del tiempo.
El castellano y Leannan-Sídhe
Sendero mi suerte:
Corro,
a observar,
el vago nublo,
del invierno de mi suerte,
tras él,
el brillante sol,
reluce de nuevo,
una fuente de retozos azules,
y caléndulas,
flores de Odín,
bordeadas por espinos,
o majuelos silvestres,
un aspa de luz y de frío
vil,
sordo,
oh de luz, y de frío,
era mi azul desquicia yerta,
oh cuan abarca mi ineptitud
entre señeros
dulces
y crueles ramajes de idea,
oh de luz, y de frío
era mi azul miedo.
ámbar blando arredra cantando
de sol y de frío
era mi oscuro invierno,
partido,
quebrado entre destellos de flora,
y sus flores sujetas,
encontrase siguiera
amigos entre los insectos
vendría
por mí
el solo halo
de soledad que amilano,
vil milano
hermano mi cernícalo
avizor,
por altas torres y agrestes sendas
que arregazan caracoleando,
oh mi ámbar
de luz y de frío
sangre del tiempo, petrificado,
por misario cerro
voy con azor en mano
en busca de la insigne
perdiz huidiza mi dulce tormento.
Oh mi suerte, sombra de agua
oh mi luz, y de frío
mi insignia pasajera.
Förüq el castellano
Soto
en sol naciente:
Noche silenciosa umbría,
de negrez,
adjunta;
al crujir del halo
que destella su pulcritud en estela,
coraje por violetas ausentes
y flores yescas alumbradas
por la dulce luna casi llena de enero,
mis falanges ensalman
el sendero inencontrable
hasta el portón
verdadero
de nueve cerrojillos infranqueables,
orando por mí
mismo se abra
esta insepulta tierra
que me sostiene,
mi semblante perdido
jamás
abra el yelmo,
en clave de unión
se abra el aleteo fugaz prometido,
que encarnan tus maderas reflejas piernas,
un sopor y obtuve tu anhelado sabor
de tierra nueva virgen,
como letal aleación
de savia y raíz
formando tronco y hojas esbeltos,
como dos rocíos
se forman en tu sonrisa,
cómo
te enraíza
el sórdido
éter embelesado,
dictando retorno
de mi primorosa,
mi musa cristalina;
soberana en turmalina esencia,
umbría
vivirá
nuestra caricia,
por el vespertino cauce
de río
en arteria,
bajo que encumbro
el placer nacarado, insubordinado,
rumbo a la tercera estrella
que osó
mirarte
colmando tú
de lo bello, lo bonito
este parco horizonte asiduo.
Entonando en primor
la lira toda mi carne.
Es adorarte ferviente.
Förüq El castellano
Niebla encorajinada:
Cielo de tu amor que acaricio,
en el suspiro del tiempo desvanecido, en cada luna que te encuentro,
en cada vida que te siento.
Cómo no hacerlo si vives dentro,
si cada minuto lo vuelves tierno. Vuelo, con este
sentimiento de fuego,
cabalgo el firmamento,
encontrando el verso despierto.
Como estas ganas de devorarte lento,
que sientas el deseo morder tu cuello,
y la sangre de cada flor de piel y verso.
Donde el agua y la poesía
hacen el amor con tu cuerpo.
En este campo de sentimiento
la sangre de la tierra vistió de amapolas,
cada beso de amor sin tiempo.
el bronce deja su cuchillo
a las espigas del cielo.
Hhierro baña la sangre de este guerrero,
vivo y muerto por tus suspiros.
de tu corazón preso, guardián de cada
latido, redentor en el silencio frío.
Amante serpiente en el calor de la ilusión que te dibuja
en mi mente.
Siempre presente, a la hora que la oscuridad late y envuelve.
Donde te volviste mi bendición,
realidad, abrigo y latido
de la inspiración invencible.
Como invencible dios sol, que toda vida rige. amada hada, esposa de este
mío sentir,
acompañante de cada vuelo fulgente.
Tu semilla de amor germinaste en mi pecho, amapola roja y negra, sangre y
tinta
que cada verso expresa sin descanso.
Fluyendo como el río que brota en
almas a su paso. voz amante de tu presencia en mi mente,
donde el te amo, cada noche, se siente.
cura de soledad y maravilla hasta la muerte. donde mis rosas dejarán su sangre.
Nunca dejaré de escribir al amor,
a esta pasión de tenerte,
a cada luna que de malva el cielo me tiñe,
a todas las flores sencillas donde te veo,
donde descubrirás que este
duende te será fiel,
y a cada semilla que nace pone tu nombre,
donde encontró su latido noble,
y mil veces más fuerte
lento se apodera de tu bosque.
Las campanillas en flor le oyen
y distingue el espíritu de cada árbol,
en cada pequeña vida a dios encuentra,
donde la armonía la acaricia el
idioma oculto
de las hojas al viento.
Como el abrazo de la yedra al árbol
y el beso del rocío primero a las
flores del campo.
En paz me siento en mi entorno,
y en la ciudad muero lento.
bendita la vida por darme tu amor,
por darme ojos para ver cada vida en color, siente esta caricia sin dolor
observa que de mí el cielo se
apiadó,
donde sin envidia ni mal
eterno vivo, como poeta sin tiempo en tu recuerdo, voy allí lejos de este mundo,
donde empieza nuestro bosque sin destino,
donde libre, todo sigue su espiral sagrada,
el ciclo de la vida y la muerte,
el resurgir del agua, la sangre y de la tierra.
Amada te canto, de tu mano siempre mi te amo, contigo siento la fuerza
de la tierra, el agua, el viento, el fuego, y la magia que en arrullo
acarician mi cuerpo,
contigo no temo a ningún abismo,
infierno, ni tormento,
a ti te debo cada verso.
El castellano y Leannan-Sidhe
Acogía
perturbador pensamiento
en tristeza, errático
mío,
infortunio, todo dormido ceño,
mi sangre colmaba
lóbrega
y repleta,
sobre la frente de nublos negros
que encogidos, no lloraban.
era gris mi despedida
de noche tranquila, relucida,
noche azulada, indebida,
de destello desvelado,
y pilares al cielo en hondo tributo,
y carros llevando agua imantada
de grises leviatanes.
sombra de hombro incierta,
arrastra vendavales furtivos,
en espiral sobrecogedora,
y sones de blanca nocturna luna,
lánguido
mi pecho ya profuso,
se alzará
a desmembrar,
el eterno desliz,
de luz anclada.
En vals y alas,
pequeña
mariposa nocturna,
gira la espiral
su terror escondido,
embebiendo el ingrato desvelo,
fulgor de sus círculos
errantes,
quimera desangelada
de vago destino caduco,
derredor intranquilo enreda,
misteriosa negrura;
sin partitura de blanca seda,
frenesí
que jamás
se separa de mí.
coloso de su imán
final
de lisonjera luz,
del candil que atraviesa
toda dama oscuridad,
como su cuerpecito leve, frágil,
tembloroso
que ardió
en su atracción
final
a la llama en luz intransigente.
Förüq el castellano
Beso de
ascua:
Vuelvo,
sin caminar
ni fronda,
resquicios
de mi soledad
crepitan,
su falta
de cariño externo,
porque mi soledad
atónita grita,
nada buscaba;
sólo volví
porque nadie me buscaba,
como un azar sin venas
ni razones buscadas,
estoy para ti
sin yo estar,
no tengo ojos
ni respiros
de pez de cara muerta,
una generación ciega
abre que sulfura
sin oxígeno.
Era bastante
y no acabé por huir,
bastante
era tiempo escaso,
imaginada tez
serena en néctar
tu sola dulzura,
te busqué en un papel,
respondió tu carmín
del beso de ayer,
sin inicio de final,
sin ser último
para ser primero,
un escarpar
de mi ausencia habitada
en torres y almenas
de incandescente, lóbrega,
quietud profanada.
el final depende del principio
dijeron,
por lo que tu último beso
empieza
en la eternidad
del sentimiento.
El castellano
Dulcera en claror:
¿Lo recuerdas?
cuando creíamos
dentro del ser haber
encontrado algo.
Recuerdo que los días
están hechos,
mantente.
¿Recuerdas un
vivir al filo de la navaja?
tentando la suerte nuestra
circunstancia
que nos unió
como agua y oro de aceite.
Recuerdo a veces
llorábamos a las flores,
y otras nos sonreían.
¿Recuerdas el
evanescer interior
que se apoderaba del firmamento,
y descendían astros, a mecernos?
Recuerdo tu sonrisa pura,
inocencia de escala,
un desear estar contigo,
para volver todo hacerte brillar,
¿crees amor huido
que algo haya cambiado?
dilucido que seguirás siendo
la misma piedra de melodía,
de eco presuroso,
que se adentraba en mis ojos,
para inaccesible habitarme,
como canción sepulcral
el infinito reverberante,
que me erizaba la piel
completando mi existencia
de palmo a trecho
voy manando,
y aunque hoy piedra
del rayo en cegado,
dicha en mi pecho quedaste,
dicha en mi alma blandiste,
porque yo te conocí
porque yo tuve que sentirte,
como agua de rocío
y destino plañidero,
incluso hoy en sueños, te sigo viendo,
brea de estrella en carne de la
belleza,
pupila de mi pupila
por el tiempo helada,
he venido hoy a desafiar a mi dulce
tormento,
sin tenerte te tengo dentro,
sin quererte sigue en vela y cañón,
mi naipe y última carta,
no se reveló.
¿ves que algo haya
cambiado reitero?
sí, que hoy en día
duermo con tu recuerdo etéreo imaginado,
y no con tu piel y carne de estrella.
Esteban er-lobo bohemio
Cuanto te acercas a mí
miedo intuyo somero sin rivera
a estar cerca,
más
cuanto te alejas
miedo a estar sin mí alegas,
dijo un librillo,
franca tu vera destrenzo,
viva esta espuela,
horizonte vasto me acercas
como lloverte amor sin cesar,
paraísos yertos sin escalas
ni vals terreno,
puridad acaso bastó
como lobo de orejas afiladas
sin aullar no era lobo,
me acerqué hocico
he irremediable
contestó un azar de tres caras
y nueve venas razones,
como derribar la franca tapia
verja de nueve cerrojillos iridiscentes,
los ángeles valientes morían primero
sin ascua eterna
ni mármol florido,
quizá puede como alimento
de vano murmurio,
hoy oso al por mayor
reminiscencias al recto lado,
acompañar tu furor de armas,
desde nimbo pasajero,
y desquicias propias trasmutadas,
al impetuoso servir de la llaga,
Pléyades cercanas como resoplar la luz
y capturarla a ojos fríos,
indicio que su halo dicta
inspiración a raudal,
halo indiscernible
que casi saboreas confines,
de sosegada dicha insobornable,
miedo a tu cercanía cuando caminas lejos,
miedo a tu lejanía cuando cerca
brillas en faz y luna imperecedera,
arrobando mi haz luminoso sin brida
ni correa,
As de trece tréboles de cuatro aspas,
era mi vida sin contar,
un brote de cruel infortunio desaconsejado,
semilla o tiesto espontáneo,
a nadie cambio,
ni dolor ni regia tristura
porque hoy me blanden
poeta raíz de dioses,
quién soy ellos y yo lo saben,
y seguimos sin tener miedo,
en esta trinchera del verbo onírico,
incuestionable
hervor de primaveras desnudas,
y solas saetas en busca de una vida
que mejor, peor, no niego,
qué mejor que un absoluto diamantino,
en esencia mineral candente,
cristal de sus pulsos
que no niego ni me arrebatan
a estigma puro revalidado
en azoteas caducas,
y ojos suaves un abril doliente,
era lo mismo,
que perder venciendo,
aojo que el buen ojo curo,
insignia las estrellas quedan muy cercanas,
si nos llaman a la lucha,
puede defienda mi patio
debido no es mío.
Divagaciones aparte,
pregunté al eco de sombra,
sin quererla como uña a carne,
iluminaría mi pluma saturnina,
hoy quedé en darla un besito
como la imaginación
no osaba,
miel de afortunar, y tremendo desliz
en número y orden,
como afeitar bombilla
broma, como lamer hacienda sin construirse,
en serio pongo balanza,
y un kilo mis sueños
pesan más que cien kilos mis
ilusiones,
amar, amarte, en este ente intransigente
me lleva sin anchas calzas
es flagrante,
como el cimiento del verso
es tu letra,
lo fidedigno, que me hace parte
del transcurrir minúsculo
en vida caduca que nos desliza el destino,
no hace falta amarre para osar,
ni buscar luz, cuando ya eres parte de mí...
El castellano Förüq
PUPILA TIERRA ENERVA:
Planicies serenas del azul imantado,
por surcos de febril labriego
como barca entre trillas se deslizan,
espigas y fauces grises, de nublos
voraces.
Carros con aperos
entre terrazos quietos;
su nueva siembra.
Riveras atrás y acres en verdor
de nueva grama,
endrinos y espinos
aislados entre hondo campo,
de pinos y caricias suaves
de joven matorral.
La vid desplegaba su nombre de vida.
Cardos brillaban en espinas erguidos,
saludando a nuevo cierzo
que se alejaba.
Sones en caminillos de hormigas,
el sol medía de la llaga sus hormigueros.
Romeros afilan la suerte del sendero,
que como una rama precoz
pronto, verde rodeaba.
Cristales de roca entre el suelo cálido.
Latido férreo de tierra arcillosa
el escarabajo negro paseaba,
y lombrices purpúreas no asomaban,
el raso donde el pardillo
y el verderón jugaban
su genética de vida,
perdigones entre codornices
sonsacaban el linde,
donde viborilla y culebras
hacían honor
de tranquilo serpear.
Era bastante el sueño precoz
casi saludando nueva veris
por el tronar de ojos suaves
ya no sonaban en sienes acristaladas
ni hacían bajo de pensamientos pobres.
Fertilidad en raudal,
como espasmo que generación
abre;
giraba la torcaz
buscando cobijar
y al cielo abarcar.
El cielo que morado lloraba,
el gris del nublo la tierra asumía
en aljibe y abrevadero.
Mi son minero, me pulía la sangre,
en estalactita y veta, el bordear
mi vena.
De mi semblante pardo
no cambio nada.
Todo me lleva a lomo un caballito del diablo
que por sierras mis rúbricas, deja.
A mi sol broncíneo,
saludo.
entre simientes frías
esperando
ser nueva vida en color.
Del fuste a la Oliva,
al tordo redondo de olivo señor.
Sepulcro en cobre:
Al panteón de mis
escritos hoy escribo
de luto efímero en memoria,
vida remota atisbo sin sien acuartelada,
caléndula y rosa
canina
pintarán su estirpe
de historia incrédula
jamás cincelada,
al reluchar indemne
polvo de metal estriben,
y de lirio en cuello que nacieron,
de espanto en puerta,
aliento y yugo fidedigno,
en pusilánime destino,
en cuerda que míseramente
gozaba,
puertas sin desquicia atónita,
en umbrales carmines de besos
sin corral ni ascua sembrada,
pedí sus alas
yo que de sol desnudo descendía,
dócil, de grajo en
mano fecundo,
inocente, de justicia ausente,
presuroso cerca mis verduras afables,
no se alejaban ya,
de tierra y rayos fragorosos,
lides eternas ya os abrazo,
Castilla dividida
por cumbres enojosas,
jamás creadas,
alzaban mis sentires terruños,
fango de simientes yertas,
ojos al patio socavado
de iracunda hacienda de letra.
Destino magnífico cercenado
de mi mente penitente
y mis
ángeles
custodios,
arte deslumbraba que regocijaba,
condenas del poder y la mentira,
beldad ya me asombres.
Padrón de cielo en
terrestre escala,
tumba al igual de socarrada
sola idea,
ya nunca más esquiva,
miel de mis dioses
y vespertina alma,
penetré yo, su muro
de eternal silencio,
y mi mármol florido gemía,
en las llagas solares
sus hoyos rectos
ay que vil no me apresa
pomposa letra que me corona,
y dolor desciende.
Glorias miro y exclamo:
-¿Dónde?
Ornaba mi sepulcro
dulces abrojos versados,
memorias de fantasía
erguía mi pluma de
antorcha,
austero en bóvedas mi sentido
inerme
ceñido divino
laurel
en universo en arco y saeta
crepitante olvido,
perdurable halago
en formol mi verso.
Embargado reinaba el suelo,
pálida luz
descorchada,
presentaba la espina en mi corazón
que lívida me lo
arrancaba,
maraña atroz
que tu divino acento
Musa, mi alma imploraba.
Förüq castellano
Yunta
cadente de mi huebra:
Hueso, eje:
Huebra, yunta, barbecho,
acre, cadente, copa de vieja encina,
plañidera lozana, hilanderas, yugada,
sembradío, huero, huera, yesca,
materia muy seca, azumbre anisada.
I
Avanza mi alma yerta,
un encono trashumante,
que viste todos los campos
de mozas plañideras que visten
el azul inmenso inefable
todos los cielos terrenos,
estiran las señoras
damas hilanderas
la nieve todos los cerros
del tremendo espacio inconmensurable,
afilan viejas encinas sus henchidas copas,
un verde espumoso dentado,
y sus flores de tierra
que dan las bellotas del mañana,
barbecho por tres años esperando
sea huebra bajo yunta
acre cadente como lozana espiga
casada con el ababol vespertino de primavera
que trae Ostara, tempranamente,
alivio mi yesca tierra
de materia muy seca,
como ascua que plañe segura
nueva vida de seca leña,
sé cariño mi moza amante
allá donde lloran las flores,
sé cariño mi señora
moza
de alma joven,
honores consagren mi sagrada cepa,
Dionisio le pedí permiso,
con fuste Ambrosíaco
de nueva sangre,
aunque mi sed prefiera
media azumbre anisada,
de anís seco
que por meloso lo elijo dulce
como canta mi carajillo,
y me habla de espíritu en alza,
entre mi sembradío de penas y tormentos,
huera pena,
huero camino de ella,
mi larga sombra que no se detiene,
como terreno de yugada por dolor.
Förüq el castellano
Siente, siento la magia, primigenia,
esencial canto primero
la llamada furtiva del guerrero,
el alarido primero,
una melodía jamás
nunca más escuchada,
interpretada o inventada,
un desfase en alarido de cópula
un respirar flamígero de la tierra en azul lluvia
y, verde savia enraizada.
Trompetas del averno en superficie,
llamando deseoso,
con espiral armada y clarines bélicos,
todos dispuestos del difunto, nunca más;
terreno, un gramófono de vida
un rebosar en pila demencial
sin fin, ni poso,
ni quietud escarlata
un son de divino, redondo, caracol
respirar permeable entonado,
tierra
materia a tierra,
espíritu
alma y rojo granate, arrojo,
desfogue, vida de la no vida
cursada
y abismo lleno de humedad
Ostara de primavera,
en estío de verano
abriendo, socavando
cual estalactita pretil
de gozo y frescor angelical,
tormenta perfecta clamada
a rito y furtivismo en danza,
rastreo pertinaz
de risco y elegía de alegría
todo era y es
llanto de emoción
todos mis llameantes
castos, bravos, valientes
unidad de avanzada
mis castos dioses.
Llamo, te imploro
como quien soy
vigía, guardián,
centauro protector
castellano con Fenrir,
a mi izquierdo lado,
fuerza imperial,
sangre inmortal
de linaje y única
descendencia
Solar,
Cuervo Förüqiluminoso
de druida poseedor y maestro
todas funciones, virtudes, y artes.
Yo sin nombre,
yo primero y último
guerrero
en pie
Escriba antiguo
el más adelantado
y vetusto
todo lo antiguo
nunca habló
porque yerto,
silente, yace, que reposa
su vida muerta Awen,
Odín
Creador universal
que no soy yo,
pero
yo soy la historia
que reside escrita, inacabada
en mi libreta,
soy dueño
de cuanto existe en mi cabeza,
Óh,Candamvis,
en dos, te alzo,
en tres, te amo,
mi dios dador, castellano,
ferviente dador del relámpago asido
dios de la tormenta
del risco y toda cima de cumbre terrena,
tres te despierto
porque siempre reposas despierto,
es nuestro momento
a ti mi gloria abre esponjada la tierra,
apaga todo
lo que arde desde sí mismo,
extendiéndose,
riega todo terreno,
de agua dura, limpia
serena.
protege todo campo,
te canto
óh invencible
como mi sol padre,
riega este infierno
de astro apagado,
haz que resople el viento fantasmal
todos los altos cielos,
llamo a la muerte
llamo a vida,
a germinar toda semilla
en eternidad
de longevidad imperial,
madre planta,
padre tallo,
os hablo,
magia fuego, tierra, ceniza, agua.
Río, acequia,
sangre
movimiento, sed colmada,
fronda suave de verdor
inusitado,
llamo a Vivir
llamo a Vivir
llamo a Vivir en mi Razón
a MUSA LEANNÁN-SÍDHE.
SIEMPRE
SIEMPRE;
para siempre
y cada siglo
que empieza
nuestra condena
para sentir que sientas escuchar
la lluvia
en la tierra de tus ojos,
musa Señora Hada.
Contigo
debido soy eterno
Centauro Castellano
lit C et sumun Canae
tu protector.
Förüq
Venga, venga cantando,
la sola idea en hoguera,
del oficio que arde,
su desquicia alada,
De campo yerto;
que por yerto no es campo,
si no hondo cementerio
de acristalada secuaz, idea.
Eco ciego de purísima imagen,
crascitaba mi tiempo,
quemo pensado,
era mejor que si luz,
no hubiera visto.
Sonaba ya,
una serenada,del alba,
nocturna sin calzas,
ni categoría difunta.
Cómo estancia
de estela breve,
sin descorchar.
Reinaba un hueso de luna,
descalza de un noviembre
que lloraba,
nubes y agravios,
penas y tormentas en flor.
Traje de bruma,
sombra en agua de señales,
en tierra y sus tordos,
escarbando en busca,
de lombrices azuladas;
de ideas que prevalecen,
como venas de senderos,
como laberintos
dando vueltas a la peonza,
del mismo asunto,
sin vida, sin embargo,
era bonita idea,
por la que morir sin pensarlo,
sin crueldad acrisolada,
ni mentira sin conocerla verdadera.
Förüq castellano Miguel Esteban
Oficio arde
del dulce mirarte,
y ojos dulces
no hallen tristura
ni en la paz de guerra
armada ventura,
llorar puedan
orillas suaves,
entre sargazos
y plebeyas sienes
caracolas
y espumas de olas,
tronos de sirenas
entre sajadas
marejadas entre tules
y densos, profundos azules,
ay de mí espuela
y sus noches de tierra
de ventisca
y tormentas de soledad,
ideal aún yacente
animaba tus pechos
graves cuan pedernal.
La más bella
que en mi lugar
sólo belleza
hallaba
a reclamar
mi bella doncella amapola
de oda y elegía en sangre
su tierra toda.
Escucha mi ama
de tu cárcel
ni en ojos
ni en rubores
encuentro llave
tus cerrojillos vida,
dicha y fortuna
en flores no me descubran
ni fuga ni huida
que todo destino
sólo a ti me
precede
a cuidarte,
servirte
y amarte
como todo dicta
qué alegría
eres, niña de amapola.
Canción
de tornasola.
Förüq castellano er-lobo bohemio a 24/07/2020
Reflector:
Esto es todo en cuanto yo creo, amor, posibilidades a completarme, a ser feliz
sin querer serlo, posibilidades a recto cumplir todos mis anhelos, sin la
temporalidad por lo notorio en los sentidos, ni del nervio afilado un placer,
me provocas, fugacidad de lo caduco de la carne, parte es todo un todo de una
parte, no colma yacija que mi historia de alma porta en cuerpo terreno, ¿Dónde quedamos?
Posibilidades de Puerto incierto, una travesía, un suspiro, un aullido de viento, lo que creo e
invoco, es más que lo que
pueden alcanzar sentidos, ojos y palabra, mi regocijo, mi rifle, mi vida, mi
poesía.
Cántico;
oh, tendido
de la lumbre
en cama.
Acaso de azul hundido
a mí muerte
pura tierra
procuro
de suspiro
y templo verde,
sombra de señor olvido
que demás
cenizas desplaza,
ya la tierra
sólo engulle
lo que es de ella,
Primavera viste
en filo de flor y agua,
alguien viera
este frívolo tranvía
sin escala de esquela
ni duro hueso
de estaca y vela.
Fundido en carne
y parca de amigos gusanos.
Entre crujir
de caminillos ávidos
y repiqueteo final
de víscera
en eco de ataúd indolente,
estallido como cicatriz
causa el rayo al árbol deseado
pulcritud de festín
alimento de injuriosa
vida breve que desea alas,
Es tórax abriendo
a última toma de
aire
sin respiro ni célula en
sangre roja
regada.
Lúgubre detalle
de como bella es la vida
bello festín de
tenebrios
es cada muerte,
ciclo eterno
de vagido, llanto, respiro,
sonrisa, suerte, copla,
elogio de noche, azar insumiso
que muerde la hora,
yugo destino, saeta, cuerda,
yunque ilusión, risa,
mentira,
siembra, espera
baile, danza final
labriego en calavera.
Festín o sobriedad
en fría escama
lumbre de chasquido inicial
Vista y nulidad en visión
para tercera campanada
ser ceniza de hoguera.
O comienzo de nueva vida
Carne y frenesí
de dantescos dioses del Averno
Inicio con final anunciado.
Tierra y sangre de ella.
Förüq castellano er-lobo bohemio
Auge conmigo renasce:
Noche tus horas breves
un agujero sin salida,
oscuro, de escalofríos
que hacen
temblar,
derretido el suplicio,
un alarido interno, estremece,
Dama escarlata,
de luces ciegas,
y hielo flamígero
derretido,
tus sones no me vencen,
ni mis ojos te lloran,
ni esta parca azabache,
cae efímera,
sin ascua su prendida vela,
ni este dolor cae resuelto,
en vela de navegante,
sin final, su eterno principio,
para a la mañana
volver a revivir
la misma pesadilla y sierpe
tu descatalogo,
uno yo he perdonado,
a diferencia,
dos y persona de baja ralea,
tres me quiero y Vty me quiere,
que me mantiene despierto
en vela llamando,
llamándote
desconsiderada,
ay de tus luces firmes,
de tus sopores que me caminan,
todas mis soledades dementes,
este rumbo sin astrolabio,
en océano
de brea,
de noche fumando
y versando
todos estos cigarrillos
del diablo probe, que soy yo,
para contemplar que no vienes
no vienes, no vienes
y ni está
piedad
reluce como ámbar
blando,
ni lágrimas
de hadas
ni sollozo de lluvia
mis castos dioses.
Noche, noche ay de mí,
sin tu sonrisa
ni tu quietud escarlata.
El código
del guerrero,
el estigma,
la fragua
de campo abierto,
el cantar silencioso
de lágrima
que chilla,
un evanescer en mecedora solitaria
y carcoma sin mueble,
un descender primero,
los colores,
tus ojos que imagino,
el gris, un tambor de sílaba,
un naipe ardiendo,
una compuerta
de un embalse sin agua
era mi pena
era mi tristeza ya jamás
acompañada,
madre de mi aflicción
particular,
cumbre de musario cerro,
locura quieta mía,
desangelada,
sopor infernal respirando su llama,
de dulce tormento cosido,
su estela que flagra,
luces miles
que no eran blancas,
en sótano
de luz
de traumas docenas
y tenebrios celadores
De soga y sopa medicamentosa,
que se apaguen estás
todas luces
artificiosas de la flor
ciudad,
que tu cielo cariño
quiero mirar
y recto, honrado rezar.
Förüq castellano er-lobo bohemio
Río
de todas las flores desangradas:
Queréis amar como
se ama a la bondad,
queréis amar como
se ama a la sola, oscura voz,
queréis amar como
se ama al primer amor,
pues id a esa piedra,
alegre o triste del invierno lluvioso,
sobre los musgos y su piel aterciopelada, sedosa,
que mi maravilla mejicana,
en mí enraizada no
la cambio por nada,
queréis seguir a
dios,
sí ese el que
crea,
pues no améis mi corazón que es como
su amor,
una Piedra,
queréis ver el
alba más preciosa,
no sigáis banalidades de señoriales utopías,
que mi amor es vida,
y a ella canta,
a su belleza ignota mi Musa Armada,
de paraíso inocente y
miel desvencijada,
así frente al
enemigo canto,
queréis amor,
o encontrarlo,
pues id a la Piedra del río todas las flores desangradas,
que es mi amor por mi pequeña,
piedrita bella,
mi camarada, mi cruz y mi condena,
a una felicidad extasiada,
mi amor que no se vende y sí arriesga,
porque hay certeza,
y es que ella a mí también me ama.
Förüq Castellano Miguel Esteban
Linde
quieto abierto:
Derecho firmamento cristalino
entre filos férreos,
es una piedra que camina,
piedra aventurera,
seca y umbría,
reposa y duerme
cantares del linde,
centellea rayos irisados
se riza con los besos de lluvia,
acaso quiso ser otra,
ella tan yerma, tan plácida,
imperecedera,
cerrada como se cierran
los rayos de luna,
acantonada, de estéril estampa,
dejas muda alabanza,
el día que te hice de voz,
piedra bella, sola,
estridente sin patio de sonido,
y esta voz que te di
voz dorada como tu piel de minera,
como un soto sin perdices,
avanzabas solo tú,
la vida quieta,
sembrándote allí por donde
anduvieras,
al candor de piedra única
igual a la siguiente y a la anterior,
sin afán superior
hasta que este poeta te dio voz,
como flores que sin color
acaso fuesen,
un despertar en brazos de cieno,
un respirar de la montaña,
un cuchillo calizo que afilan
erosiones de las eras,
latido férreo, sangre de mineral,
o compostura de arenas,
piedra de mi casa,
piedra de tu casa,
la tierra.
II
Piedra potencia eterna,
nacida como nace una estrella,
cumbre de filos por bandera,
hogar, cobijo y morada
de lagartijas que cuelgan tus venas,
colchón de rayos de sol,
asolada tu espera
por quien te dio voz,
lideras tu guerra sin cuartel,
antes de yo nacer,
tú dabas alientos al suelo
sin importar pertenecer,
siempre fuiste
siempre eras su piel,
de la cantera, al nicho,
del mausoleo, al caserón viejo,
del silo al castillo,
tu fortaleza empedernida,
tu aval de honda certera,
Siempre estabas
siempre estuviste,
como río a su voz del mar,
osado no fui yo
quien te encontró,
solo fui encargado
de darte moción verdadera
ojalá pudieses contestarme
mi piedrita bella.
III
Devuélveme a tu vida eterna,
del soto a tu quimera verdadera,
clávame la oscuridad de tu cueva,
en esta esfera pulida sin espera,
risco de tu sien enarbolada,
millones de hijos
esencia desnuda de tu alma pura,
techo sin compostura
del ser invertebrado,
techumbre que pizarra llora,
su azabache de cristal,
tu sangre de fuego y agua
que nunca te alcanza
sólo partirte puede,
grieta de helada, tus filamentos
que encaran tu azar de vida sin dueño
a tu sangre de musgo me cuelgo,
en verde musgo tu fantasma muerdo,
vida de herramienta,
azar de la idea,
al paraje que te conforma
al que sostienes su vida
siendo el suelo techo de esta hacienda,
si tuvieses dolores todos gritarían
que se acabase la muerte en la tierra.
El Castellano
ODA AL SOL, MUSA EN ARMAS:
Gran Sol Padre, gran hervor
al fervor de rayos espadas
día empalado; tu iris
sediento sanguinoso destellante ciego
en Vestal Hispana
iridiscente siembra en flamas a lo alto,
a los cielos hundidos
brillas, como crece la espina talento
sembrado, enraizado en
nuestro corazón enfervorizado,
rueda de fuego y bronce,
oh, Lugh en tu gloria te canto,
germino mi alma, toda dicha
plañe, padre de mi conocimiento,
que es tuya, oidor, de
cuánto arte ha conocido, Padre Sol Superior.
Escucha mi alma de abrojo,
mientras te honren, este,
el día de mi musa en armas
fundidas.
El invierno se ha
ido, tinta, oh, savia de mi escritura, atrás mi pasado punible,
los campos están
verdecidos, hueso y fierro del pagano, cantando en flores
que trae Ostara mi
brillante amante, y su caricia de divina nota
de savia acrisola, que
escala todo terreno, y fríos ya señeros,
Toda la tierra, oh, Madre,
duerme en tu ausencia.
OH LUGUS
Solar y poderoso, magnificas,
mi arma es tu alma
SolFerro sobre nosotros en
tu gloria, pido,
oh Elevado, tu regreso al
alma incendiada,
en virtud azada y rayo
secular, que te amima y habla,
que traigas la sangre mi
letra, a nosotros la luz seca y ardorosa
y el calor de tu vida,
hilvanes, mi parco destino de Tres Hermanas de Negro hilo.
Trae de nuevo la vida
fervorosa, de nuevo a la campiña y vereda castellana.
Trae de nuevo la luz a la
fiera en vespertina hoguera mi hueste.
aleja la saeta oscura
parca de su sigilo yerto, que te retiembla la calma,
al alba más preciosa jamás
inviolada, avanza mi porte, vine con la lluvia.
Maestro encumbrado, he
llegado a dos días de Primavera,
del arte que florece, lamo
tu tierra palmo a trecho, esse Veris dilectus.
Alzo en un sentido,
merezco la sola Parquedad ,
hacer mi esposa la weche Madre de mi fuerza,
soy el creador fúlgido,
de vellos iridiscentes en
pecho,
vine por las voces del
cerro las ánimas padre,
resoplar y resplandecer el
solo brillo,
en crisol de valles,
y destellos finitos la
ingratitud humana,
que develo y expulso,
a dos días besar La
Brillante Ostara,
en nuestras entrañas
germinamos los yertos escitas, guerreros la Parca,
nosotros los escribas de
hoja en puño y alma en letra
cabalgamos todo tiempo
difunto,
guiados por tu sazón y
hoguera de tu Honrosa Luz invencible.
Diestro compás invicto
en sol mayor, como es
arriba rebrillaras abajo
bruma de idea infausta,
socarrada.
Flamígero desdén
encumbrado;
congelado éter flamígero,
en ascuas,
de fuego azul, en violáceo fulgor.
Horizonte sin prisas
Índigo que se me arrostró
con todos los halos
de un Marzo su crueza.
Abre el nuevo fervor de tu
luciente Lucero invencible.
Oh, Padre, su solitario
azar de relámpagos,
de tu azur hermoseando,
enclaustrado.
Vírgenes encinas, y
almendro de soto,
entre un nogal
dependiente de su sombra.
Al verdor de inusitados
pinos,
me caracolea
la fronda del monte.
Musario cerro desnudo,
Espino amarillo de mi
dossier,
Caléndulas solariegas
que amarillean su silvestre
ralea,
esposa complaciente de Sol
naciendo.
Brilla esta infamia
de campo abierto.
A esta última lagartija
lanzo un baquio seguro,
sin disfraz ni apellido
perenne.
Mudez última
de sangrada amapola.
Sanguínea tormenta
de dureza blanda
con agua de mi terco aljibe
obtuso en litigio de iris
vespertino,
y su sangre que baila
el suelo terreno,
que en culto a ti Lugh yo beso.
Y avanzo como raíz de los
dioses en la Tierra.
Encumbrado Escita y
sirviente de Candavmis dios del Trueno.
Förüq
Reflexión:
Como el Sol brilla en lo
alto de los cielos,
es nuestro deber cuidar y
hacer florecer todos los talentos,
y sus virtudes sembradas y
habitadas en nuestro caduco corazón humano,
en y con manos de la divina
Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y
amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que
dirige y domina.
El Castellano Förüq Miguel Esteban
Cálido yo, ante un segmento de cobre
y su templado escalofrío,
un son en llamas del sonido, humeante.
Se rizaba un acordeón,
en patitas algún diablo foráneo,
como un visitante fantasmagórico,
se quedaba sentado con nosotros,
sin reclamar ni vender derechos
consiguió en aire de alguna imagen,
turista o pusilánime prisionero aún condenado,
hablaba solo con sus azares encausados
de invisibilidad trasnochada,
muletero de frío cálido ventisqueo,
era su sombra algo más
recelosa incluso ya no le temía,
partía brisas con miradas,
y servía naipes helados;
en copa alguna hada verde,
vestía de hojas su desnudez violenta,
relamía eclipses en alguna grama, de patio umbrío,
eternidad caracoleaba, sin lazo,
ni pedernal florido,
era tiempo de batallar,
sobre poste cóncavo
de pino frío y señales
en cable tenso de telégrafo,
jugaba notas, y señales,
alaridos esquivos,
y densos fantasmas, flotaban
y hacían de esta bruma,
todo corral, y pretil llanto
como
rocío de toda roseta, de penitente,
abierta a la fugaz mañana,
del hombre y su negra tijera.
Miradas extrañas, que le analizaban,
y encendían su yerta,
hórrida imagen capturada,
flotaba en aire;
de plenilunio,
y solsticio embrujado,
como calor desfasando,
un chirrío,
descorchado, en alguna mente,
que con él sin saber
se encuentra,
soldando vapores de océanos,
y espumas, y sus sirenas.
Entre vastedad que incendia,
todas cosas vanas,
preguntó alguien,
sin destino, si existir por sí mismo
valiese,
era tiempo necesario;
lo que no se elige,
tampoco se duda, ni pregunta,
acaso hablamos,
o te acabo de pensar,
cadillo foráneo, forraje
de todo sendero
que lleva a conocerte,
como clavo en sombrero,
y cimitarra en tierra asida.
Förüq
Fulge mi astro:
Quimera mía,
gloriosa
siembra,
abren
portones verdaderos,
estoy
oscureciendo,
sí allí
donde todo cuerpo desvanece,
negro
puerto al que arribar,
somos
carne, iris flamígero
de
horizonte,
somos bruma
que desciende,
y todo
envuelve,
ven amor
este océano
de mar
abierto nos pertenece,
halo tras
halo,
es lo que
sentimos brillo,
destellando
primero,
abre tu
riera serena,
déjame
adentrar tu extasía
en color
como tierra esponjada,
no te
detengas,
no ceses
tus armas,
mi gloria
en carne doncella segura,
volvamos el
abismo un barco,
para llegar
más lejos,
dentro, muy
dentro
donde alma
bulle
bajo el
signo de luna azabache
y bajo
druida índigo cuervo,
llamo a mi
falange de Austria
de Viena,
Praga
y a mis
vampiros imaginados
de bohemia
Hungría, Budapest en mis armas,
por la rosa
secreta todo canto,
gemido tuyo
de silencio,
poesía.
Reina mi
condena,
por la que
morir y renacer
en tu
campiña, de pechos canela
en rama
felicidad
por la que
fui, soy, y seré,
último dios
sin consumar,
sin tus
labios besar,
sin tu
amapola regar,
he venido
alzando tinieblas,
disecando
miedos,
construyendo
nuestro reloj,
para volver
a soñarnos,
de
engranaje, y péndulo
de cristal
de roca,
porque
somos tierra.
Duros hijos
del azabache mercurial
,
brisa,
brisa,
de este
octubre que te dibuja,
caballo
solar monto,
astas de
centella,
alas de
Pegaso,
carne y
cuerpo de centauro,
arraso todo
campo
tendido en
pena bóveda,
Quimera
incendiemos
la vieja
ropa,
no he
venido a asumirme,
ni
doblegarme,
a indicar
llanamente,
que mi
guerra por ganar tu cariño,
no ha
finalizado,
El
Castellano Förüq
er-lobo
bohemio a 8-10-2020
Lágrima
del hierro:
Lágrima del hierro:
Escribo a la madre belleza,
olvidada, de lágrima inerte,
sólida, al vítreo cristal mineral,
al brillo metálico insoslayable.
De llama perpetua, y solo crisol
de brillo calizo.
Era sobre una lisa pizarra,
tallada una punta de flecha,
que venía a plañir el río cuervo,
de mi visita en mi infancia,
una luna azabache regía,
mi compostura empedernida,
hoy en día,
hablo que me responde,
la belleza encontrada,
en mi piedra bella,
tesoro intangible,
única al fragor de heladas grises,
y solanas que llora el cielo terreno.
A mi `piedra de sangre.
II
Oh, si tu respuesta fuese,
soy sangre, viva-muerta,
que te aguarda y espera;
a mi cuarzo, cristal de roca,
de reloj en eternidad azogada,
silente como silencio reverberante,
su eterno segundo, que vi,
su pureza de espejo.
Oh, caracola de hilo en carbono,
tu forma de espiral sagrada,
de principio sin final.
Oh mi magnetita de unión
y atracción férrea,
como mi amor a la sangre.
Bajo sello arcano
transmuto esta coralina esencia.
III
En auge mi amado mercurio,
único sólido líquido, como lágrima precipitada,
oscura, sin poder secar del alma.
A este río vestigial, ancestral,
que vine sin horadar su impronta eterna,
mi muerte, como reflejáis vosotros,
mis reliquias, que besáis incesantes.
Inmutables.
Al hierro en mineral candente,
en sed de forjarse,
como se forja una lágrima las hadas,
en ámbar, oro líquido,
traspasando umbrales temporales, sucesivos,
en brillo, áureo,
del fulgor en cristalizada,
perfecta armonía.
En crisálida.
Förüq castellano Miguel Esteban a 11-04-2021
TINIEBLA LUMINOSA:
Vida,
pensamiento, tiempo,
dualidad
luz, oscuridad;
pensamiento,
sentimiento,
como todo
indica,
en
principio todo era y fue
oscuro,
y una chispa
como un
relámpago
prendió de azar el abismo
absoluto
había,
esa luz surgida rápido fue multiplicando,
en fulgor y pariendo
luciérnagas
de estrellas los densos cielos,
como luz y oscuridad
eran
desde su origen inmensos
y
veloces,
rápido surgió su atracción y deseo
encadenado.
Ambos
reclamaron su espacio universal
si uno
existía
se
concordó el otro debía ser opuesto
y existir a la vez.
hijo y
vespertino del Averno,
abismático
era todo destello,
centella
descendiente de rayo obscuro,
así no podemos deshacernos
ni
suprimir toda oscuridad interna
ni
demonios habitantes
nuestro
intelecto,
debido jamás podríamos brillar entonces
como
inusitado resplandor de centella,
ni osas brillo esencial purísimo al tacto,
ni azar de ascua encendida acaso fuéramos.
Esa dualidad inherente
es tan necesaria
como respiro de pez en su medio,
absoluto diamantino
y hierro en sangre
hematíes
dementes
y espigas
rojas
de excelsitud en relevante esencia,
mitad luz mitad sombra azul
de cariño enfundado
era
simple y llanamente
mi cariño
enfuscado
batallante.
Förüq
castellano a 8-8-2020
PENAR
FÉRREO:
Lloro en la
densidad del sollozo,
en abanico
de sopores que avanzan,
que tejen
la puridad del placer,
lloro en la
frecuencia del gemido
inefable,
inaudito,
de cumbre y
risco inaudible
delara, y
vestigiales sendas,
que todo
amanecer descubren,
canto a los
labios de la hoguera
de mi cima
sin bandera,
canto del
zorzal a su zarzal
que
asienta,
trino de
vid y girasol,
pintado de
caléndula.
Mi llanto
de brezo de fuego,
entre el
cerro alto que baja
mi cardillo
para entregarse a su dama.
Lloro por
avenidas de ángeles
que
perdieron sus alas,
en sintonía
de falsos ideales de un progreso falso
sobre
torres de humo
del interés
humano, social, deshumanizado,
que vendía
y aposentaba material
vestido de
granate rubí excelso que portaba
el lustre
en movimiento, llamado beneficio,
construir
la destrucción del pasado
se pudo, en
retinas huecas,
y seres de
número y oficina.
Lloro a mi
savia de ciprés
de una
caída un abril febril
como hoja
temprana de otoño que voló, era mi vida,
un tenor de
conciencia,
una tijera
roja,
sobre papel
quemado de sucesos difuntos,
que
brillaban más que el albor en sol ferro,
lloro por
mis sueños sembrados,
por el
valor de virtud
de soñar.
De soñar,
sin maldición que me sueña.
Presentes
sucesiones de difuntos
que corren
a
arremolinarse,
como si
años no hubieran nacido
y ahora les
diesen privilegio
y fase
contada para renacer y volver a matarse,
a esperas
de esta vez
no ser de
mentira verdadera.
Förüq
castellano er-lobo bohemio a 28-09-2021
Metal llameante en tu vidrio:
Iridiscente encanto,
en tu áspero relente sembrado,
quién sabe de tu ternura
sin conocerte,
aplacas que embebes
mi furtivo viento,
entre mis soledades
y punciones áureas,
como mis nervios
blincan aterciopelados
en tu tacto almibarado;
montaña suave
me enterneces
como sol crepita a lo alto,
un rayo sedoso
tu pulcra virtud,
como espadas lunares,
vertidas en filo enigmático,
y absoluta entrega,
no puedo más estallar,
mi devoción ardiente,
en éter,
la lágrima el azabache,
de arma ancestral,
y mi mercurio celoso,
te cuenta Musa,
que no encuentro
nueva desquicia
ni en tu sueño diamante,
confusos crujen,
mis sigilos de chopo forjador,
se requería algo simbólico
y voy que comienzo.
Polvo y sangre
mi verdad moviese
sin calor lascivo,
ni viento en reflejo
desesperado,
mi sentido de escribirte
en canción resurgida,
como aquel capitán
del barco hundido
renasce,
abrazado a la bella sirena escarlata
abrazado,
fiero con el cuello atado,
su cantada armada
bajo océano
de un abril encantado,
y como usted,
sola de valor y hermosura,
que todo pecho hiende,
cautivo muriendo vivo
yo en tu pecho,
corrige mi gallardía
una nota abismática
en escama turquesa
como mi vítreo iris,
mis ojos,
te miran, leen,
y convergen,
en viles espuelas,
que se afligen
como mi espíritu de Lugh
Sol ferro que porto,
presurosa tú,
polvorosa pluma,
oh mi blanda Musa
de cristal candente
y agua en traje su sombra,
quién amimarte pueda,
sin que retrocedas,
quién encontrase,
su luz dadora,
y forjadora,
su contienda de vida,
en tus poemas solares entregas,
agora, el tal mañana,
me rinde razón perdida,
y claustro admiración secreta,
desenfundada,
mayor infortunio,
es no osar seguir este camino
de espigas rojas;
y dispares ilusiones,
de fiera, y dura tierra,
maravillado, señora,
como Némesis en inmortal saeta,
la ciencia de la rosa secreta,
tu aura perfecta,
tu obra de castro y castillo,
entre poetas,
perpetua materia
es mi esencia de verso,
que afila,
mi oscura golondrina,
mi dulce miseria,
temer que no se juntará,
mi visión,
alumbrando contigo,
mi preñez,
en desconocimiento.
Förüq el castellano Miguel Esteban
En
mitad un candelabro:
I
Extinguía una ausencia,
que brillaba bajo una luz,
tosca, de un sol de abril.
Calentaba su glándula en acre arcilloso.
Un barro que sostenía,
un charco que su agua
formaba miel roja.
El cubo sostenido de la rama,
colgaba mis peticiones,
sobre una plancha repostada
en muro de adobe.
El breve amanecer,
erguido en unas manos sonrojadas.
Ella en pie, sobre el polvo
de una tabla,
bordaba ínfimas costuras,
sobre su respiro valiente.
II
Mi cuchillo con pereza,
cortando un destello en negrura.
Encima, un eral
donde sembraban patatas,
dejaba pruebas, una ligera sombra
de un almendro silvestre de oro.
Que yacía como un dios sin nombre.
Escrita en sangre en su falda,
yacía mi testimonio,
como caligrafía de un cernícalo,
tragado por el árbol.
Era un vuelo de misterioso oficio,
bajo honda raíz de tomo,
enraizada la calavera,
siendo morada de tenebrios,
su follaje de pesadilla y bestiario.
III
Despierto los antepasados
de llama en el cobre
un candelabro.
Mis piedades como cruz,
de barro en cementerio,
fundido de parábolas
y nidos de tordos,
en sus cipreses.
Infundados en negror extendido,
volaban fantasmas y afectos,
como sentires de las tumbas.
El aire cantando,
ladrones y brujas,
terreno de dientes,
calaveras rojas, y calaveras azules,
sin pérdidas,
historia de palabra relamida.
Förüq castellano Miguel Esteban a 16-04-2021
Desasirse, tu voz ocurriera,
quedar sin partir mi alma,
como estalactita,
como sola queda la caracola
vacía y hueca sin hallar tu letra,
desasirme y quedar
yo, sin árbol ni aire,
consumirme como llama de vela,
apogeo, torre de breve arena,
cae de arriba,
este demonio sin pena,
hablar de mudas solitudes,
como eterno, es lo temporal,
verdad colmada de ausencia,
arder sin quemarse,
e infierno azul de otra vida,
aprieto de verso me solicitas,
te dijo mi ventana,
como entraña de invierno duro,
alma, asómate,
viste su hermosura porfiada,
¿Viste que mañana seré hoja incrédula?
De planta que yaga pura,
que brilla oscura mi siembra,
mañana iremos a desnacer,
porque hoy sin tu respiro,
ni poema solar, no es vivir,
¡Ay! Lo que no dicen tus ojos hechiceros,
yugo amante, fiel,
que no abandona su sombra,
necesitaba tu dura grana de piel,
y tus rosáceos, granates, áureos labios,
mi alma traslúcida,
imponente,
reniega a achicarse,
lleve donde lleve,
el aire de poniente,
reluce por ella,
todo apócrifo misterio,
te debo tanto que no me imagino,
embargando sangre,
jamás esquiva,
jamás esquiva.
Todo este campo,
cubre y cubriría.
II
El nombre y la vida
conservan mi ceniza,
seña clara el luctuoso querer
de las criaturas del alba,
mi sudor siembro,
como apremio de obras
que dilatan al fulgor
su bronce perenne.
Sabe su dios
por cuánto parecen contradecirse,
sin procurar hacienda
esta pluma mía,
sollozo de mi hada tal vez,
que dicté
no abandonar ni en locura
su vera effigia,
mi otra vía mercurial
divaga si pensamiento o porfía,
si tatido o latido de ciego ansiando luz
que nunca encontró,
triste la clepsidra ve agotarse sus lágrimas,
de tiempo ausente para finalizar,
como se quiere en vez primera,
resplandor en cielo infinito,
es mi conjuro sin oficio,
como deseo de su holganza y seco trino,
que crascita mi noche, vuelta tuya,
en vez primera sin terminar,
dioses por dónde iba,
por donde soy siempre,
por y para siempre fiel,
a virtud, de nota y silabario
tu recta ánima.
Förüq castellano Miguel Esteban
Umbral
silencioso:
Derecho firmamento anublado,
de pretiles sollozos,
como corona de caléndulas
era mi molestia,
ramificada en mis vestigios yertos,
quirúrgicos,
laguna del sentido,
barca para el gozo cuál,
su hechizo que metamorfosea,
si le intuyo efectivo,
cuál misión,
que no lea, más sus latidos,
escritos a símil de hechizos su relente,
caprichoso,
nudo de dorsos,
y centellas vorágines.
Empezó que concurrió,
atrás su cabeza,
drenajes de molinetes
y agua insoslayable,
de canal de cielo,
y mar, de Falsa avena,
estelas en captura de su ímpetu,
regreso deliberado;
a donde ella se anima
en mitad su vibrante luz,
empuje de día, y semana.
Como mi penar férreo era,
en mi zanja, mi huerto de luna,
su noche, si cenagosa
me infunde doble moral,
a abrazar su esencia,
así me arrastren pequeño,
limpio, condenado,
devuelvo flores, como buen galán,
pordioseando,
agua abajo,
él era poderoso, de sus campos,
caracoles, entre pulgas arrinconadas,
de años, como aflicciones incubadas,
de pie, como rudo ciprés,
mi cementerio de suspiros,
y mi quitina de tinta,
babosa, como mi tiempo,
en cuerda colgada,
hacía mi primer suspiro,
esta primavera regalada.
Visión del ribazo, mi vida,
coronas de barro, sobre suelo mojado,
caracoles como celos,
e ilusiones caen,
como lluvia siembra una pipa,
germina igual,
esta semilla de destino piadoso,
oh, tierra,
fondo y siembra de alba.
Förüq castellano Miguel Esteban
Luz en tierra:
Mujer de jóvenes espigas verdes,
de frescas hojas como divino laurel,
era su piel enredada en seda,
alisé mi barbecho de presente,
erguí cumbre de mi pasado,
se amontonaba
como rastrojo en un señero,
labranza mía entre ribazos de pesadumbres,
dejaba el acre ramificado
entre tristeza y acierto,
paja nueva entre atisbo de nueva cosecha,
más allá,
veía ríos y lontananzas,
aquello que no se divisaba,
sólo ocurría una vez por vida,
erizaba mi alba,
acre en mi pechera y hambre,
de nueva siega,
siento el nervio afilado entre gramas
y trébol rojo,
pozo de silencio, era mi ilusión,
tumbando orejas,
y tiempos de caderas,
sorpresa,
era verme enredado en un cable,
de cobre un antiguo telégrafo.
Al fondo un verde fantasma, que me mordía,
planté una melodía;
de cielo en tierra,
natural entre tierra recién labrada,
lluvia seguía de noche a alba,
y de alba a noche,
llenando el vado, llamado Castilla,
arpa en grava,
y su nota jamás establecida,
o interpretada igual cada vez sonaba,
desnacer era antediluviano,
como necesidad seca,
y tendida en espalderas de parral,
la ausencia llamaba a la sangre.
Saboreaba neblinas,
y armonía
entre la historia del río crecido.
Partitura de cosecha ganada.
Förüq castellano Miguel Esteban
FUEGO EN SU BOCA:
A tu corazón sirvo, mi diosa, mi tierna, mi preciosa,
en tu boca vive, él, te quiero, más lindo, y tierno que espero,
y espero, en anhelo, como tu beso.
En tus manos, viven las caricias deseadas,
en tu cuerpo, mis besos en suaves, y dulces
cosquillas,
para que sientas mi cielo, en tus ojos el brillo
que indica que sabes que te quiero, en mi corazón, alma
e interior él, te espero, escrito junto con te
amo a fuego.
De este cielo, tú y solo tú, ninfa mía, eres la dueña, y alegría.
Pues disipaste la melancolía, ahuyentaste el dolor, con solamente,
decir aquí te espera un corazón que te quiere, que te ama,
este corazón que late, siente y
piensa que de ti,
toda la eternidad enamorado estará, te correspondo con fuego
te complazco con flores de sentimientos, y
caricias
al velo de tu cuerpo mas yo a ti te siento y
siento,
pues tus ojos saben que no miento pues este amor
es sincero y completo, de tu ser vida, risa y
amanecer,
de mi eterna felicidad y río de colores creado
solo de lágrimas de emoción y amor de sentirme amado,
bajo tus brazos, y vivo en tus ojos por tus
pestañas
trepo para enredarme en las flores de tu
cabello,
y soy tu poeta fiel y tierno,
soy solo lo que yo por ti siento, mas de ti vivo
un sueño
sueño y deseo mágico y precioso que jamás creí que llegaría,
porque te siento dentro mía y respondes a mis te amos,
hasta siento tus besos aun no estando tu boca
junto a la mía,
porque yo a ti amor te capturé y te domé y orgulloso complacido
de cada latido escrito, te confieso que llegó el momento
pues te tengo dentro muy dentro fundida con la
esencia
de la melodía de mi alma traviesa y
viajera
la que a mi pensamiento y sentimiento da
lenguaje y vida,
corres por mi sangre calentando todo mi cuerpo
y lo siento, siento, amor por todo el cuerpo,
siento tu sonrisa iluminar mi vida,
tus ojitos atravesarme con fuego,
y tus lindas y bellas piernas cabalgando encima
de mi cuerpo,
bajo traje azul de estrellas y fuego de nuestros
cuerpos,
de fuego al fuego, y agua al agua de nuestra
boca,
te amo y lo haré siempre mientras esta vida mía me deje
servirte el amor y felicidad que de mi corazón para el tuyo,
rebosa por cada rinconcito de mi ser, y ser soy
más tuyo
que las nubes al cielo pues es mirarlo y te
siento.
Ya que cumpliste mi deseo existes y me amas con
el alma entera,
fiel y sincera, linda y tierna, tú mi amada princesa.
Cómo soltar tu mano
si es algo que ni lo quiero
hacer ni pienso,
cómo hacerlo si tu alma
se ha apoderado
de cada espacio de mi corazón
y latido, te siento amor como mi deseo,
sueño, sentimiento,
pasión y verso en fuego,
pues esos ojitos
que tu tienes son luceros
de mi más profundo
mar de sentimientos
y cálidas ilusiones
como besarte
y mirarlos fijamente
minutos y minutos para decirte
cuanto te amo,
tu sonrisa empieza a desplegarse,
amada ya la siento,
como tu lengua
recorriendo mi boca.
Y tu corazón me cautiva
y me toca y toca
el amor de mi alma soñadora.
En esta aurora
cual tus besos y boca
danzarán por los astros de mi
boca,
mi mar de ojos
y tu bosque de ojos
se fundirán en un horizonte
el de promesas de amor
y una pasión sin igual.
De mis entrañas nace este te quiero
y verso, solo completo
cuando riegue tu corazón
en amor y por tus ojitos
e interior sea recorrido,
pues este es mi camino
ser feliz y feliz
siendo yo tu dulce susurro
y caricia de amor en tu oído.
Extraño tu cuerpo,
extraño tu boca, tu caricia,
la melodía de tu boquita
en mi vida escuchada,
el brillo de tu mirada
encendida e ilusionada
por cada palabra de mi alma
para tu alma brotada.
La danza de mi fiera
por tus piernas,
y caer rendido en tus alas.
Mas tú a mí me amas
y si me extrañas dímelo,
dímelo cada día
que presuroso correré en auxilio
con mi amor y cariño.
Pues solo contigo noto en mi corazón
el brillo y luz
de este fuego de amor
y pasión que consume
creando cada día
nueva y nueva ilusión.
Y soy completo solo con tu amor,
soy feliz solo con tu mirar
y enamorado de ver tu sonrisa brillar.
Soy de ti como jaguar
a la selva de tu mirar,
como pirata al tesoro
de tu interior.
Como planta bella
al jardín de tu corazón,
y pez que vive en el agua de tu boca,
druida de tu sonrisa
y guerrero fiero de tu alma.
Soy yo quien te ama y te ama
quien nunca te dejará.
Y sé que sientes estas palabras
porque son sinceras.
Ámame sin reservas
que este palpitar
nunca se irá de tu ladito.
Luz de vida, luz de mi vida,
corazón de mi corazón,
musa y alma de mi inspiración,
a ti me entrego en esplendor,
a ti me entrego sin dolor,
sólo con expectación
de ver brillar tu corazón
con el fuego de la más cálida
palabra emanada pues de mi mundo
eres tú mi calma,
mi fiera, mi tierna, mi dulce
mi amada, y tú ninfa, mariposita
vuelas y vuelas en la belleza
de mi imaginación,
en lo dulce y sensual de mi interior,
recorres cada paraje de la piel
posándote y erizando cada vello,
mas de tu amor no soy plebeyo
me nombraste guardián y protector,
y único heredero de tu amor.
Tus alas coloreadas en brillo de colores
la sinestesia de un paraíso,
lo mágico y soñado, lo místico y profano,
siendo zarza y zorzal anidando
es su vientre, rosa de penitente y duende
que en tus senos se duerme,
yo todo lo que sueñas y deseas
de ti todo lo que tú quieras,
pues abrazado en tus alas vivo,
y vuelo, elevándome en amor eterno,
recorriendo contigo cada sueño,
siendo con tu amor inmortal.
Con tu beso sería dios de tu reino,
pues en sangre, verso y sentimiento,
te daría todo lo que soy y
siento.
Mas tu amor de tu boca y corazón es todo lo que quiero,
es tu amor todo lo que en un sueño vivo,
es tu sonrisa un regalo del cielo.
Es tu mirada un mortal encantamiento
en el que suspiros de amor danzan y vuelan,
es ver reflejada mi vida en ellos, pues yo a ti
te siento,
y en ti dentro vivo, es tu amor sincero, es mi
amor sincero.
Es nuestro deseo un eterno anhelo de fuego,
y te vivo en cada pensamiento, y eres de mi vida
lo más bello.
Son tantos sentimiento tiernos, que mi corazón late y late,
acelerado y apasionado regando de tu amor todo
mi cuerpo.
Junto a ti al cielo, junto a ti a vivir en las
estrellas,
y dormir en las nubes, te quiero y te quiero,
te quiero a cada momento, te sueño a mi lado.
Y cada noche se tiñe del color de tu alma,
y llueven tus besos en mis venas, tus caricias
encendiendo este cuerpo que al tuyo ama y
pertenece.
Y es un te amo lo que de tu interior me encanta
escuchar.
Los millones que me quedan por decirte, los que
nunca se irán.
Porque escritos en tu alma quedarán. Te amo.
De ti fielmente enamorado, te amo. juro a los
dioses
que siempre lo haré.
El Castellano
Miguel Esteban Martínez García
TU ALMA EN MI ESENCIA
A tu corazón sirvo, mi diosa, mi tierna, mi preciosa,
en tu boca vive el te quiero, más lindo, y tierno que espero
y espero en anhelo como tu beso.
En tus manos viven las caricias deseadas,
en tu cuerpo mis besos en suaves y dulces
cosquillas,
para que sientas mi cielo, en tus ojitos el
brillo
que indica que sabes que te quiero, en mi corazón, alma
e interior el te espero escrito junto con el te
amo, a fuego.
De este cielo tú y solo tú ninfa mía eres la dueña y alegría.
Pues disipaste la melancolía ahuyentaste el dolor con solo,
decir aquí te espera un corazón que te quiere, que te ama,
este corazón que late, siente y
piensa que de ti,
toda la eternidad enamorado estará, te correspondo con fuego
te complazco con flores de sentimientos, y
caricias
al velo de tu cuerpo mas yo a ti te siento y
siento,
pues tus ojos saben que no miento pues este amor
es sincero y completo, de tu ser vida, risa y
amanecer,
de mi eterna felicidad y río de colores creado
solo de lágrimas de emoción y amor de sentirme amado,
bajo tus brazos, y vivo en tus ojitos por tus
pestañas
trepo para enredarme en las flores de tu
cabello,
y soy tu poeta fiel y tierno,
soy solo lo que yo por ti siento, mas de ti vivo
un sueño
sueño y deseo mágico y precioso que jamás creí que llegaría,
porque te siento dentro mía y respondes a mis te amos,
hasta siento tus besos aun no estando tu boca
junto a la mía,
porque yo a ti amor te capturé y te domé y orgulloso complacido
de cada latido escrito, te confieso que llegó el momento
pues te tengo dentro muy dentro fundida con la
esencia
de la melodía de mi alma traviesa y
viajera
la que a mi pensamiento y sentimiento da
lenguaje y vida,
corres por mi sangre calentando todo mi cuerpo
y lo siento, siento amor, por todo el cuerpo,
siento tu sonrisa iluminar mi vida,
tus ojitos atravesarme con fuego,
y tus lindas y bellas piernas cabalgando encima
de mi cuerpo,
bajo traje azul de estrellas y fuego de nuestros
cuerpos,
de fuego al fuego, y agua al agua de nuestra
boca,
te amo y lo haré siempre mientras esta vida mía me deje
servirte el amor y felicidad que de mi corazón para el tuyo,
rebosa por cada rinconcito de mi ser, y ser soy
más tuyo
que las nubes al cielo pues es mirarlo y te
siento.
Ya que cumpliste mi deseo existes y me amas con
el alma entera,
fiel y sincera, linda y tierna, tú mi amada princesa.
El Castellano
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
SUSURRO DULCE DE AMOR GRITADO
Como soltar tu mano,
si es algo que ni lo quiero,
hacer, ni pienso,
cómo hacerlo, si tu alma
se ha apoderado,
de cada espacio de mi corazón,
y latido, te siento amor, como mi deseo,
sueño, sentimiento,
pasión, y verso en fuego,
pues esos ojos
que tú tienes son luceros,
de mi más profundo,
mar de sentimientos,
y cálidas ilusiones
como besarte,
y mirarles fijamente,
minutos y minutos, para decirte
cuanto te amo,
tu sonrisa empieza, a desplegarse,
amada, ya la siento,
como tu lengua,
recorriendo mi boca.
Y tu corazón, me cautiva
y me toca, y toca,
el amor, de mi alma soñadora.
En esta aurora,
cual tus besos, y aroma,
danzarán, por los astros de mi
boca,
mi mar de ojos,
y tu bosque de ojos,
se fundirán en un horizonte,
el de promesas de amor,
y una pasión sin igual.
De mis entrañas nace este te quiero
y verso, solo completo
cuando riegue tu corazón
en amor y por tus ojitos
e interior sea recorrido,
pues este es mi camino
ser feliz y feliz
siendo yo tu dulce susurro
y caricia de amor en tu oído.
Extraño tu cuerpo,
extraño tu boca, tu caricia,
la melodía de tu boquita
en mi vida escuchada,
el brillo de tu mirada
encendida e ilusionada
por cada palabra de mi alma
para tu alma brotada.
La danza de mi fiera
por tus piernas,
y caer rendido en tus alas.
Mas tú a mí me amas
y si me extrañas dímelo,
dímelo cada día
que presuroso correré en auxilio
con mi amor y cariño.
Pues solo contigo noto en mi corazón
el brillo y luz
de este fuego de amor
y pasión que consume
creando cada día
nueva y nueva ilusión.
Soy feliz solo con tu mirar
y enamorado de ver tu sonrisa brillar.
Soy de ti como jaguar
a la selva de tu mirar,
como pirata al tesoro
de tu interior.
Como planta bella
al jardín de tu corazón,
y pez que vive en el agua de tu boca,
druida de tu sonrisa
y guerrero fiero de tu alma.
Soy yo quien te ama y te ama
quien nunca te dejará.
Y sé que sientes estas palabras
porque son sinceras.
Ámame sin reservas
que este corazón
nunca se irá de tu ladito.
Luz de vida, luz de mi vida,
corazón de mi corazón,
musa y alma de mi inspiración,
a ti me entrego en esplendor,
a ti me entrego sin dolor,
sólo con expectación
de ver brillar tu corazón
con el fuego de la más cálida
palabra emanada pues de mi mundo
eres tú mi calma,
mi fiera, mi tierna, mi dulce
mi amada, y tú ninfa, mariposita
vuelas y vuelas en la belleza
de mi imaginación,
en lo dulce y sensual de mi interior,
recorres cada paraje de la piel
posándote y erizando cada vello,
mas de tu amor no soy plebeyo
me nombraste guardián y protector,
y único heredero de tu amor.
Tus alas coloreadas en brillo de colores
la sinestesia de un paraíso,
lo mágico y soñado, lo místico y profano,
siendo zarza y zorzal anidando
es su vientre, rosa de penitente y duende
que en tus senos se duerme,
yo todo lo que sueñas y deseas
de ti todo lo que tú quieras,
pues abrazado en tus alas vivo,
y vuelo, elevándome en amor eterno,
recorriendo contigo cada sueño,
siendo con tu amor inmortal.
Con tu beso sería dios de tu reino,
pues en sangre, verso y sentimiento,
te daría todo lo que soy y
siento.
El Castellano
Miguel Esteban Martínez García
GUERRERO DE TU AMOR
Eres tu mi tierna, mi
bella, mi princesa,
mi ninfa, mi doncella, mi bella, mi reina,
mi amada, mi estrella, mi sueño,
mi dormir y no despertar mas contigo
vivo soñando en amor, en un amor
que cabalga
hecho realidad, pues de tu alma es mi alma
y mi verso solo describe la belleza de tu mirar.
En este mundo que me pierdo y me vuelvo a
encontrar
mirando tus ojos en despertar
sueño tu beso, sueño tu caricia por todo mi cuerpo,
y tu abrazo con mi abrazo, largo y duradero,
cálido y tierno.
En esta tierra de fuego, nuestro beso
se unió en un solo deseo,
ser siempre completos en este amor verdadero,
ser de la pasión fuego,
y del verso amor incondicional e incontrolable.
El agua de tu boca tener,
ver contigo el amanecer,
arropar cada noche mi sueño con tu compañía
que me arropes en tus alas de amor
y volar lejos de este sitio terrenal
a un mundo mágico en el que solo existan
tus besos y tus caricias,
donde tus te quiero, y te amos
nazcan como flores en la tierra,
y nuestros sentimientos sean los dragones
que protegen nuestra historia de amor.
En ti pienso, contigo sueño y muero en pasión de fuego,
vivo cada verso, y te entrego la esencia
de mi sentimiento, que vuela, que corre a tu
lado
para amarte y amarte besarte, mirarte y
acariciarte,
llueven rosas y en pétalos envuelven este corazón
que orgulloso y enamorado
grita que te quiere y ama,
más allá de este mundo y razón alguna
pues te amo de corazón
y ese fuego de amor no le hace falta explicación
pues se demuestra y se demuestra sólo con amor,
de tu felicidad es pasión
para ser tu sustento y tu aliento
mas yo a ti te siento
y te siento pura y hermosa cual diosa.
Si de la naturaleza fueras reina
todas las flores te servirían
y cada pajarito cantaría a tu ventana,
las fieras serían tiernas solo con tu mirada.
Tu esencia me llevó a tu lado
para quedarme contigo esta y cada vida,
mas de ti soy tu esclavo y tu amado,
tu eternamente guerrero enamorado,
el de la palabra dulce y apasionada
que dedica y dedica a la grandeza de tu alma.
De este paraíso de amor,
el río que da vida a las almas en color
se volvió,
y la vida cantó su canción de amor
a esta pasión de artesanos de la
pasión,
más de tu cielo soy guardián y redentor,
soy lluvia y cada gotita que te riega,
mi quimera amada que en un pétalo
dejaste escrito que me amabas y querías
y que lo harías siempre y para siempre,
aquello me convirtió en luciérnaga eterna
para posarme en tus hojas
para siempre ser tu luz y tu amor,
tu calor y tu ilusión tu amor y tu pasión,
soy yo tu amor, tu poeta, tu novio, tu guerrero,
y el que va a estar a tu lado a cada minuto,
vida y segundo, siempre, siempre, siempre
en tu corazón y a tu alrededor
pues de tu cuerpo seré cada flor,
y tú de mi vida eres y serás cada ilusión,
cada deseo, sueño y pasión,
eres mi corazón, soy tu amor,
tuyo, tuyo a cada instante y minuto
pues de alma y corazón te amo
ninfa, mariposita, doncella,
mi dulce, bella y tierna, mi diosa,
reina y princesa eres y serás siempre
mi felicidad, amor y pasión, mi todo,
mi amor verdadero y completo
y lo que más me alegra,
que eres mi amor correspondido
pues tu corazón y el mío
forman siempre un mismo latido.
Tú mi corazón.
El Castellano
Miguel Esteban Martínez García
TU AMOR MI PARAÍSO
Y te amo, te adoro, más allá del suspiro de amor que se eleva al cielo
y al viento grita que de ti me siento enamorado
como madera en fuego me consumo sin tu aliento
y vuelvo a nacer cuando me dices te quiero,
si yo tu sol tú mi amada luna,
y lucero de este firmamento
en el que vuelan tus te quiero, y corren
nuestros besos,
los versos se tiñen en color cual flores vistosas
en velo de armonía y serenidad que crea tu sentimiento y el mío
fundiéndose en gotitas de rocío que forman un río
el de pasión y ternura que mecen
tus labios,
en tus ojitos el bosque encantado en el que vivo
en cual tus pestañas en arbolitos,
tu piel es mi arena de playa cual mi caricia
correrá amada.
Y te siento noche, día y a cada instante de mi vida
como mariposita que vuela de pelo en pelo, mío.
Si hace frío, me calientas más que un abrigo,
pues tu alma y corazón son fuego de mi fuego
y vida para este sentimiento y amor eterno.
A tu lado se cierra el infierno de la soledad
y crecen flores y mariposas de amor
creando paraíso en alma de guerrero
que lucha y lucha dándote placer y gusto
en cada parte y refugio
de tu ser y ser eres todo lo tierno y lindo
princesa, doncella y reina de este reino
en llama de pasión y amor
que noche a noche te llama.
Noche a noche en sueños se entrega a tu alma
pues cada día ansía conquistarla y amarla más,
y tu mirada no es de este mundo
porque a mí me mata
cual néctar bebido de tu boca,
energía para acabar fundido en
el fuego de tus piernas,
a pedazos de vida te entrego cada destello y
secreto
de este amor que late en verso
y sin ti sería el poema de un muerto a una polilla,
quiero vivir en este fuego pues dentro,
siento y vivo el cielo en lluvia de beso tuyo
a este amor tan grande que yo por ti siento.
MI vida, mi amada, mi tierna y adorada,
mi inspiración y mi alma
eres y serás siempre tú,
lo más hermoso de mi mundo tú.
El Castellano
Miguel Esteban Martínez García
POEMAS DE UN ALMA ANTIGUA
Tablero de existencia:
Otro día más.
Otro día menos.
Horas,
minutos, segundos
pasan.
Decisiones,
esperanzas, vidas truncadas.
Gentes
luchando por cambiar el hastío.
Luchando
por cambiar la rutina.
Peones de este juego de ajedrez.
Sólo avanzan en un sentido,
alimentándose de lo que encuentran en su camino,
que avanza
sin retroceder, hasta llegar al final del tablero.
Unos ansían convertirse al llegar ahí, en otras fichas más poderosas,
para seguir
comiendo a otras gentes.
Pero otros
acaban siendo comidos por la torre, la que juzga sus vidas.
Flor de luz
en este linde donde corta mi sendero.
Vidas
paralelas que avanzan, entre cruzándose cuando duerme el sol.
Fiel
reflejo de mi amor, que te doy en sueños.
Intermitentes
sentimientos, como ánimos en ánimas, inanimadas.
Flores
amarillas de espinos, creciendo en este desierto embalse, de recuerdos regados,
con amor.
Labios que
sangran palabras de vino.
Pulmones
que respiran cigarrillos en un cielo enterrado.
Manantial
subterráneo donde quedé encerrado.
Gritos por
eco, pensamientos retumbantes en mi cabeza, reflectantes de mi existencia.
Quisiera
escapar de este pozo quisiera que tú me rescataras.
Que tu me
ayudaras y me besaras pero eso no depende de mi porque ya me amas con toda el
alma.
Semanas
pasan y el olvido me va matando con su crúel instrumento, a golpes
de silencio me voy consumiendo, sin sentir tu aliento,
te espero
fumándome lo que queda de mi cerebro.
Bebiéndome lo que me queda de hígado y comiendo todas las flores
que te regalo en letras.
Contando
mis recuerdos para volver a amarte,
me pierdo
en tus detalles y vuelvo a desearte.
¿Cómo estar triste? si siempre te
tengo presente.
¿Cómo ser débil? si tu amor me hizo ser fuerte.
Es el ocaso
del tiempo que me dispara,
derrotas y victorias
en este campo de batalla.
Una sonrisa
y un beso recogió mi alma
junto con
un te quiero sincero esa fue tu arma.
Mi
pensamiento vi volar junto a ti
desde el
momento en que te conocí.
Con mis
besos y caricias tu cuerpo recorrí.
Mi pasión mantenerte viva dentro de mi.
Contigo en
mi vida, se encendió el fuego del deseo
y de deseo
en deseo encontré mi anhelo,
el insomnio
de este vivo sentimiento
no perderte
nunca para soñar despierto.
Y a si cada
día volver a amarte y desearte.
Tus besos
riegan los rosales de mi corazón,
lo llenan
en flor, alimentan esta ilusión.
En tu
mirada deseos como los míos,
fieles
reflejos de cómo somos,
de lo que
queremos.
Momentos
que vivimos,
recuerdos
inolvidables llaman a un presente,
a una
historia que separados no tendría sentido,
sólo sería un injusto desenlace para todo lo que hemos
luchado.
Y luchado
en contra de la dificultad, de las dudas, del futuro.
Y que ahora
no me lo imagino si no es para compartirlo contigo.
La noche
con su aura de misticismo
nos conducía hacia las puertas del deseo y la pasión
como algo
inevitable, como algo que tenía que pasar.
la
preciosidad de todos los factores
que envolvían aquel lugar fue como
si hubiese
estado todo preparado para nosotros dos.
La luz de
la luna y de las estrellas incitaba
con su velo
de romanticismo a dejarse llevar,
a solo
escuchar lo que queríamos de verdad.*
Nada
importaba, solo tú y yo y aquel momento.
Solos tú y yo en ese instante mágico.
Solos tú y yo sin importar lo anterior,
intercambiando
amor.
Tenía la sensación de poder alzar la mano y tocar las estrellas*
y
alcanzarlas para ti.
Tus ojitos
brillantes, el fuego de tus caricias pidiendo más.
Yo robando
a la noche cada minuto.
Galopando
en mi corcel, saboreando tus labios sabor de miel,*
mi cabeza
queriendo detener ese instante para siempre,
la cámara de fotos de mis ojos capturando todos los detalles.
Te
necesitaba, mas ya no aguantaba esta soledad*
y me
llenaste de nuevo de ti con tu cariño sincero.
Y te volví a sentir coraje y seguridad para luchar por lo que quiero de verdad.
Volvió la felicidad a mi ser, volví a ser.
Tan
importante es el ser, tan importante es el estar.
Lucharé y sé cómo ser ya que ya fui y no hay
barrera que no pueda superar
y el deseo
que pedí esa noche a aquella estrella se cumplirá y me recordarás.
Porque te
voy a dar momentos y recuerdos que nunca olvidarás.
Déjame ser quien guarde tus besos,
quien
comparta tus alegrías,
el que cree
horizontes contigo,
el que al
cerrar tus ojitos veas.
Déjame cumplir todos tus deseos
como
anhelos de que otra realidad es posible,
hacerte
feliz es lo que pide mi alma,
No quiero
que te vayas sólo que veas
que sin ti
no soy,
que sin ti
no quiero ser,
que sin ti,
sin ti no
podría vivir.
Me duele el
pecho sólo de pensar en no volverte a ver,mi alma.
Enamorarte
lo pide mi corazón,
capturarte
en mi retina mis ojos,
No puedo,
ni quiero olvidarte porque te necesito,
y no me
puedo imaginar una vida sin ti aunque no lo creas
Pero se
alegra mi alma sólo de verte sonreír.
Porque
existes en mi mundo.
Porque eres
mi mundo.
Vida en
color de tormentas de arena,
polvo de
almas errantes jinetes del tiempo,
ocasos de
un tiempo de alba en lo infinito.
Qué cosa mejor que tu te quiero;
El suave
duelo del te espero,
el desespero
y me desespero
en el
suspiro del cielo.
Si el
querer quiso y el poder no pudo
nada se
opondrá,
todo se verá y quedará,
nada se irá en la azada;
Se cavan
surcos de mí en tu alma
nunca para
desgarrarla ni dolerla
solo para
acariciarla mirarla y preguntarla:
Eres mi amor verdadero.
viento azul
de este cielo nocturno
quien viera
tus ojos siguiendo mi marchar
solo
sombras en mi camino para buscarte
sentimientos
que recobran fuerza
no te vayas
de mi lado
sentido de
luz compañera
vuelve
como lluvia
roja de besos carmín de tus labios
como cielo
encerrado de tus ojos
cielo que
liberado nunca me abandonará
cielo
desconocido cielo sin domar
fiel compañera de día y de noche
fuego como
yo solo avanzando en un sentido
yo
contemplando el abismo
nunca
cayendo ya que tengo apoyo firme
tú mi apoyo
mi motivo
para soñar alto para vivir intenso
meloso
tormento de todos los matices
para
sentirme cuerdo en un mundo de locos,
pero quien
soy yo sin tu calor de palabras
sin tus
sentimientos sinceros que me enamoran
que ilusiona
y paraliza
la vida de
este pomposo corazón que te habla
ansía todo lo que salga del tuyo
porque este
ya comienza a sangrar.
Ya te dio
su lado.
Solo es
para disfrutarlo en vida
no vivo
esperando tierra
lloro
viviendo amarte
para soñarte vida para morirte placer
quien da más solo tiempo todo llegará o se ira
naipes del
tarot helado
en la
hoguera de cartas flameantes al viento
en este
oscuro firmamento
del azul
sediento teñido de espadas
como pasión nunca matar cariño
solo
aumentarlo cada día.
Vida para
morir en tus ojos,
amor para
odiar lo malo de esta vida que destruye
y se come
por dentro mi noble corazón
sólo un segundo de ansiedad tiempo que corre marcha atrás
un miedo
aflora:
como perder
tu mirada fijada en mi con cariño sincero
como el
peor castigo,
condena
inimaginable que solo pensarlo solo pensarlo de observarlo
un pozo de
miedos y pensamientos negativos aflora en mi irracionalidad.
Caes en él y te levantas en minutos pero el miedo avanza;
te
paraliza,
te domina,
como
equilibrio de fuerzas para vivirte intensamente;
para soñarte.
Solo el
deseo de conservarme en tu deseo sublime de ilusión;
Un sueño como deseo,
compartir
nuestros caminos ganará, ganará
para esta
vida.
felicidad
eterna; más allá de estas funciones vitales mías
está la posesión de tu alma,
tu
recuerdo,
tu esencia
capturada por cada sentido despierto cuando te miro,
cuando te
leo,
cuando te
pienso,
cuando te
siento,
cuando te
deseo;
Allí está mi felicidad.
Allí estás tú.
Voy allí, y te encuentro dormida, al final del bosque,
te
encuentro soñando, con otros días de amores profundos.
Como el
azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,
mi caricia
hace una pequeña sonrisa en tu rostro,
mientras
acercas tus labios, para besar los míos,
y fundimos
nuestra vida, bajo aquellos árboles.
Vistas de
un amor eterno que devolvería vida, para quitar su despertar de
melancolía.
El lobo
vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No quiso
volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
guiaban mi
alma a viajar, uniendo su ser volaba hasta regresar.
Te necesito
más allá de este sentido que grita por
tenerte,
te necesito
más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
y a la vez
te siento, en cada golpe de viento y reflejo.
Me
encuentras, y tu recuerdo reciente me besa, mientras no puedo evitar recrearme
en el deseo y corresponderte.
Para esta
vida mía, la estremece,
la atrae a
su lado como algo inevitable,
En tus ojos
quiero perderme.
Para
encontrarme con el momento inolvidable.
Sentido
despierto cuando te veo,
imparable
en mi vocabulario el piropeo,
como el
entrañable y dulce deseo,
te veo tan
cerca y a la vez tan lejos.
Escojo tu
sendero, yo como tu destello en el secreto,
voy con el
manto de tu compañía, allí donde se oculta el día.
Allí donde nuestro calor se refugia.
Allí donde mi alma no cesa la lucha para ganar tu dicha.
Con los
miedos guardados en un rincón,
el sueño solitario no me abandonó,
con su
antigua ilusión envejeció, su imagen viva guardó.
De él decían que solo quería comprender al amor;
del verso a
la canción, así hablaba el corazón,
Tras una
flor la conoció y le preguntó:
¿Qué eres amor?
No, solo
nací del rayo de sol.
Intrigante
sensación.
Nadie te
posee, pero todos quieren encontrarte.
Hoy fui más allá y te besé, y así en mi interior tenerte.
Como un paréntesis del destino, su recuerdo siempre quedó.
Tu amor es
lo sagrado a lo que aspiro,
tu dulce
complemento entrando en mi vida,
el día para tener los besos de tu firmamento,
noche para
regar las rosas de tu alma.
Cumplir mi
deseo, me esfuerzo en mantener tu aprecio.
Tu mirada
con mis ojos recorrer,
ver contigo
el amanecer.
Arropar tu
cariño con cada detalle.
Sostener en
cada noche tu sueño en mi pecho.
Ilusión como íntimo tesoro de dulzura,
vivir
cruzando nuestro existir.
Navegando
en el horizonte de mi destino,
buscando tu
sonrisa en cada amanecer,
velando el
tiempo de cada anochecer.
Llamándote en silencio con cada recuerdo,
volviendo
siempre al comienzo del sentimiento,
dejándome llevar por el dulce tormento,
conteniendo
las palabras en el viento.
Ya quiere
caer el lamento, dejar libre el intento,
verte
llegar, el silencio deshacerlo.
Saborear tu
piel bajo las sábanas,
la miel de
tus labios tener,
hacer tus
piernas estremecer.
Endulzar el
momento con una caricia,
compartir día a día, abrazándote en la noche,
sólo con tu amor ya no sería pobre,
solo tu te
quiero, se eleva en mi cielo,
mi dulce
sustento que quiero.
Mi corazón quiere navegar hoy por tu interior,
sentir cada
flor que forma tu piel,
tener tu
aroma como velo que embriaga.
Quiero
quitarte la ropa, besarte, que me sientas dentro,
recorrerte
en cada caricia, hacerte sentir, oírte gemir.
Quiero mi
despertar para verte llegar.
Amanece y
tu silueta recorre sus últimos instantes en mi sueño,
tenerte
cerca cada noche y en mi interior los días,
ser tu
compañía, alagarte con mis letras, entregarme como te
entregas.
Cuántos
besos soñados, y mil abrazos no dados,
noches para
esperar, vida para alcanzarte.
Y sentirte,
mi motivo para enamorarme,
el momento
de tener tu esencia más allá de donde acaba el
sentido.
Miguel
Esteban Martínez García
En el bosque de tus ojos quiero perderme.
En el campo celestial de tu mirada
vivo y quiero vivir, siempre.
Del paraíso de tu
cuerpo,
soy caricia de lluvia,
soy melodía de viento,
soy te amo sin tiempo.
Porque de tu corazón, soy
eterno,
Y tu amor es lo más bello,
Y caigo en el sueño
en que abres tus pétalos para mí
bajo aquel árbol del
deseo,
y crecen las flores
y el lago emana
de la belleza de tu alma
de las violetas y amapolas,
del jardín de la alegría,
eres tú la ninfa mía.
Y las flores de malva tienen envidia,
Las rosas celosas crearon sus espinas
porque mi amor fue para ti.
Las campanillas más sencillas,
crearon en flores sus voces,
en notas de amor al que llaman
y buscan trepando y enredándose,
en la maleza y la piedra,
el helecho en duelo
rechazó la flor y la
semilla,
a esperas de ganar tu amor,
con sus hojitas en belleza
que se despliegan como un caracol.
Las droseras ansiosas
su trampa desplegaron
en son de atraparte
en sus dulces gotitas de néctar.
El musgo enamorado a si se quedó,
pequeñito y suave
como el terciopelo,
para acariciar tus pies y sonreír
con la lluvia y el agua.
Donde la belladona cantaba
Y de la luna se creía preferida,
Abrió su amapola
azul y negra
la adormidera,
siendo el sueño de las
hadas,
su prima la golondrinera,
su amapola amarilla,
fuego del bosque de las sombras
liberó su ninfa con
una gota de rocío,
con ella llegó la
primavera,
contigo ninfa mía llegó la belleza,
y tú amor en alas
de mariposa,
abrigaste cada sueño,
arropaste cada pensamiento,
y ahora no sólo eres mi
amor,
también la más linda flor
de mi sentimiento.
Te amo, siempre lo haré,
Nunca marchitarás porque si
pasa moriré yo.
El Castellano
Gran luz, gran luz al conocerte.
Cabalga un sueño hermoso en
los albores,
cruzando el mar, su alma está.
Su casa, su amor y su hogar
en el corazón de su
doncella está.
Guerrero niño, vasallo
nombrado del amor.
Gran luz en su reino, creado de ilusión,
de fuego incombustible su interior.
Cabalga su amor, su doncella más cerca está.
Crecen las flores, en los alrededores están.
Deleitadas y coloradas,
dejando en pétalos su
complicidad,
para el romance que viendo están.
Mientras va el río de colores
con paso lento y decidido.
En besos de gotas,
que dan vida a las almas al pasar.
LLora una plantita con una gota de rocío.
-¿Qué pena tienes
tú plantita,
tú que eres
linda y la luz y el río
te besa y acaricia cada día?
-Mariposa quisiera ser,
¡Mariposa
quisiera ser!
Volar a la otra orilla
y a mi amada quimera,
que está solita,
poder besar.
Al viento le pido cada día
que traiga sus semillas,
para que con las mías,
abandonemos la soledad.
El Castellano
Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis
sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor
y por querer pensarte
desapareciste entre la tenue luz de luna que me abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos
de un corazón.
Como tierra yerma
marchitó aquella flor
que un día llamé amor
y ninguna pudo ocupar su lugar,
sólo la hiedra
brotó hasta tapar
la luz que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.
y lo vuelvo a hacer.
Cerré los ojos y
allí estabas,
como si no pudieses salir
de mi interior.
Como si quisieras besarme
o decirme algo.
Pero tú bella en sueños
no hablas.
En sueños no hablas.
y nos quedamos mirándonos
a ciegas.
Yo te aviso que en el bosque
de mi mente, solo hay un camino,
y es un laberinto.
El final lleva a despertar
y enfrentarse con la realidad.
Pero tú bella en sueños,
no me hablas.
Y yo a primera vista
me enamoré de ti,
por si algún día acaso
el sueño se cumple,
y ya de realidad me dices,
te estaba esperando
siempre te amé.
Logré lo que soñaba,
logré encontrar
amor,
conseguí felicidad en
el pequeño
y largo momento.
No entendí de ella sus
lágrimas,
o quizás sí.
Si su felicidad fue la mía,
al revés también sería.
Al revés también sería.
Y yo la esperaba como
aquel día.
Pero con otra compañía.
No lo elegí, sin saberlo
ella seguía en mi
camino.
La consolé cuando llegó en lágrimas,
no me dijo por qué,
pero sentía su dolor.
Tenía un
presente,
y no soportaba la idea
de quien por ti sufre
es quien te quiere.
Y esa noche lo que tenía,
se esfumó como suspiro
de oscuridad del callejón conocido.
Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,
me mataron en el sueño,
pero el sueño lo termino
yo,
y mejor esa noche solo me quedo
contigo amor y mejor,
muero con tu calor
para terminar en ti con el color
de caricias y besos
como un romance que no acabó.
Buscándote en el
silencio.
Buscándote debajo
de una piedra,
o en el fondo de una cueva.
En la flor sin cortar,
o en el fondo del mar.
En la nube o fuera del cielo.
En lo que se ve,
y en lo que solo se siente.
En el sueño y en el
recuerdo,
en mi felicidad o en mi tormento.
Buscando, te encontré lejos.
Ahora que en letras te tengo
estás cerca de
ser mi vida
y yo tu verso.
Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de
tormentos,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y
dragones arropo en el corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterías para tu
sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris
quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en
dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.
Me llama en la noche,
me acaricia su velo,
viene altiva en cada sueño.
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición.
Recreando su alma viajera.
Sueños serán, mas cada día la siento más.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor
a su alma sin cuerpo.
Que me acompaña desde que
sufro
por el querer.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, le amo.
Mas no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Mas si pudiese saber preferiría no saber,
quién es preso de
quién o si ella y
yo,
somos presos del querer.
Te vi detrás de la
estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para
reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.
En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé aunque fuese
un día en la
penumbra,
para así, por fin, no
olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día
se mide por las veces que te imagino a mi compañía.
y una noche la vida de mi corazón sin sueños.
No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá de donde
acaba el firmamento,
en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa que no te tenga.
Porque después del
invierno volverás a florecer,
te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,
pero con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas
porque a mí, no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,
por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.
No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía marcando a
tu presencia cada poema y cada letra.
Noche lúgubre y umbría
A ti noche oscura te escribo.
¿Por qué no me das el
sueño que tanto
ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo.
Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco.
Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos
y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y
oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y
oscura te escribo.
Tú que no
entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas
la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.
EL CASTELLANO
SOY:
Tiempo, invento deslizado
como hoguera que consume y su horizontal avenida,
como rosa marchita de otoño,
como hoja al devenir de un árbol tejido
de sus escarpias sucesos, un devenir
que corre avanza mecido en el olvido de sus huesos
por retornar las semillas y su vida,
fanales despensas de un silencio mutilado,
lejana la distancia todo se acoge en uno,
un viento, un pájaro, un aliento, una espera,
un suspiro, un destino, una creencia,
una raíz, una tierra, un dueño
sí el que me lleva los pasos,
su cuchillo dorado que se alza sobre tu rendija,
justo tráeme la luz este mar de cielo
que me absorbe,
desciende sobre mí su ocaso puro, limpio, violáceo,
como una ventana para pintar
lo que late y se encuentra detrás de mis sentidos,
un destello que me alumbre,
un iris tuyo que me examine,
camino el límite de la existencia,
capaz de morir por una palabra,
mi noche comienza a sonar,
y mi olvido de sueño aún no comienza
no inicia su palpitar,
este agujero lo cavé con mis brazos,
esta fosa desnacerá para iniciar más vidas,
flores por réquiem, abejas por elegía,
mi semblanza yerta
vuelta dicha,
un tiempo como bucle eterno
en el que nada podrá dejar de ser lo que es,
yo soy carne de palabra,
soy quien soy y esta es mi plegaria.
LIT ET SUMMUN CANAE.
El Castellano
SON DE GRILLO:
Clarín entona sin miedo,
todo lo que siento arriba del astro recuérdame
su violácea arpa del sentido, tejido yo del hierro,
y una escarpia desnuda que anuda,
que desvela mi yunque, mi eje,
apenas dormido yerto el tiempo que te conoció,
arriba muy cerca de la letra dorada,
y su escarcha de silencio senil,
eres más que donde alcanza mi palabra,
un yugo, un arco y una flecha,
una vena trenzada por la sangre consumida
que te lleva que te encuentra,
león aquí león allí en mi corazón,
hilvanas mi calor del fuego,
se funde mi abismo zarzas por ascuas,
Sol por luna dentro de mis ojos te encontrarás,
allí solo habita la luz como quimera una,
que te destapa en sueños,
si por soñarte te hiciste realidad mi bella Quimera,
una vez en la vida el tiempo se derretirá,
y nuestros labios beberá,
vuelvo a vivir por ti,
vuelvo a descubrir justo la vida,
matando mi soledad, aumentando el día,
amor que me volviste libre
y elegí amarte
hasta donde cerraban los ojos de la noche,
mi miedo se alimentaba de sus paticas,
yo quiero quedarme contigo
hasta que mi pecho lata abierto,
subiendo cumbres anclando mi sombra,
hasta que la tierra se coma los cardos tras el
estío,
hasta que las flores rendidas dejen su belleza,
en son de elevado amor,
que asesine los silos de oscuridad,
que descienda lo perpetuo
y quede asido el cielo
hasta que la imagen sea sonido,
y mi deseo traspase las puertas de tu destino,
solo allí reinará lo sentido.
El Castellano
TEJIDA REALIDAD:
Estaba buscando por algo de luz,
dentro de este abismo nacarado,
como brazo de esta realidad desdoblada,
no esperé más le prendí fuego,
y un surco se abrió paso
entre espejos crepitantes,
entre puntas hirvientes,
y sus curvos ejes,
que hacían de la noche una sola,
comía su adentro, estallaba nuestro encuentro,
por soles consumidos,
por vértices y sus filos,
el sendero comía sus espinos,
por mi vida repoblada,
que buscaba tus nubes de azúcar,
encuentra tu miel y mi subrepticia,
por toda la noche sin despedida,
se alza nuestra caricia,
como árbol sin hoja dormida la sinestesia,
queda iridiscencia del beso,
quedan las espinas de mi piel,
un hervor de hiel,
un destino sin cuchillos,
un devenir que no vino ni se fue,
llórame el azabache de tu noche,
pinta en tus ojos conmigo el fin del tiempo,
detén este instante para hacerlo real,
ven conmigo soy tu despertar,
aúlla al hueso de la luna
que parió una flor de cripta y su helecho,
era cuesta abajo mi lluvia
desplomada, hábil tenaza,arde y no avanza,
por todo lo que quiso ser en trémulo desliz,
era nuestro campamento de estrellas
por luciérnagas,
estoy desaprendiendo a escribir
y eso es bueno,
mi piel que hiberna en verano,
para abrir su cauce y el reguero
al Sol de invierno.
El Castellano
UMBRA DE PIEL:
Flagrante piel desnuda en su redondez,
infinito con cumbre y desnivel,
aullido a media voz,
un golpe de viento, un primor
de desnuda arena en pie modelado
por tu carne de mujer,
yo soy para el viento otro crujido
de su fuente de voces,
de temblores en seno de su carne de ciruela,
prevenido avanzo como un soplido,
me diluyo en agua siendo tu ávida tez serena
como virgen nieve de canela,
suave mi mano nació para tu piano,
al frente me hago presente,
no hay ilusión que se consuma en olvido,
así no hay esperanza que no me vuelva un ovillo,
si estás tejida con hilos de sinuoso frenesí,
silencio envolviendo este mi cuerpo,
sólo por escalar mi vida,
sombra del color, sombra al fin,
era plena primaria,
tímida y risueña,
era mi naufragio en tu arena,
una veleta y su aspa,
desperté y aún seguía tu esencia,
de piel sin piel ni ropa,
destapando una caricia lejana,
por el laberinto que te conforma
hacia la sombra que me da forma,
te espero mi preciosa.
El Castellano
IRIS VESPERTINO:
Avidez estallada, corre un presente
sus oscuros lindes la eternidad conoce,
me basta con ser su despierto pliegue,
existencia al fin sin más ser
que todo lo que desemboca mi creencia,
que se estira, se dobla y conforma
en surcos de labrada consonancia,
por todo lo que avanza,
siendo de la tierra más que una estática sombra,
siendo todo lo que quiero ser
es más que un capazo de su vendimia,
más que un panal de labios grises,
es un mundo y yo soy su pétalo,
es un río y soy su gota,
al trémulo ciprés me cuelgo,
para asir mis palabras al cielo,
es por una Quimera que mi alma muerde,
es por su lago que mi esperanza navega
sus oscuros soles en llamas,
en mi vida solo hubo un abismo para condenarme
y es al fuego de sus labios,
su veneno en mis ojos bulle mi retina,
blancos, amarillos. azules
los tules de su escarcha,
círculos de luz, veta de mi mente,
se conforma, se desnuda la piel en sinuosa forma
el viento que es como un almanaque
y un cofre,
el destino mío irisado se vence,
acoge mi ansia plena,
mi álamo saltó, tembló,
era yo, como un furtivo fuego de tierra,
era mi vena una primavera,
era mi vida como solaz yaga,
que sólo quiero compartir con ella
mi señora bella,
la extasía de mi ilusión verdadera.
El Castellano
CLAVEL:
De una rosa malva y una espina,
nació este vil amor que me camina,
coge amada de esta temprana primavera,
tu céfiro de plata, que, en su mitad,
dorará como níspero al viento helado,
en tu lágrima me baño,
por no hacer muda mi costumbre,
al vendaval furtivo
este dulce suspiro,
que se juega entre verde pasto,
y blanca cumbre,
andar iba por la vetusta oscura,
de pertinaz olvido,
vuestro ardiente gesto,
de mirada cual rocío en la seda,
de la ignota tersura aterciopelada,
luz entre vorágines y tempestades,
tus bravos mares,
con hocico de riera, yo, contesto.
Escogida tú de lirio en cuello,
hermosa, enhiesta,
cual hoja que viento mece,
esparce y conculca destino,
sí a Dafne de ramos y racimos cual nardos,
áspero velo me das a cubrirle,
raíces de sus pies en blancura esencial,
causa de mis lágrimas siembro.
Para me concedan tornar beso tuyo,
como brota de la tierra la simiente,
su despertar, a besar, a Sol padre, la alumbre,
pensé en el cantado verso,
y tu piel de jara,
hermosura prendada,
quién solo contra ti,
mi flor armada.
Förüq castellano Miguel Esteban
Desvelo dulce dictado:
marzo 11, 2022
Quisiera escribir simientes estelares,
como arroja de albas fugaces, y fuentes,
tan nítidas como sonrisas un destino
resplandeciente,
efímero como perpetua muerte,
entre agujeros celestes de luz férrea
y caminillos guarderías de estrellas
donde contigo refugiarme,
destello flagrante mi sola dicha
que avanza despierta,
al despertar y verte,
sin ataduras, sin suplicio no sea adorarte,
ascuas deseo pertinaz y hojas de vida,
castillos en aire mis ganas que no se vencen,
de apretarte, de sonrojarse,
cumplir tus anhelos en sangre estridente
que porto y me lleva,
por tenacidades de un amor cantado
hoguera del sentido despierto,
que es
junto a ti blandir mi sendero, suerte y camino,
especial y brilladora, armónico
y disonante,
de segmentos cálidos de hielo,
tus caricias,
oh, ternura sin igual ni semejante,
cuál ternura única,
adoración me cursa,
como besarte y seguir besándose
no cerrar mis ojos
porque quiero seguir viéndote,
hasta mi descorchar áureo de Simiente,
hasta dejar huella por conocerte.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A 11/03/2022
ROJA SANGRE CARMÍN:
Roja, sangre roja
mundo cerraba en cuerpos,
sobre su ojo carmín
alzaban pestañas, de rojas
venas distancias,
negra, densa mirada
de sangre coagulada
que al mundo cierra,
sobre sus venas razones,
heridoras, lluviosas sienes
diáfano anochecer,
conoció a un hombre y a una mujer
que se unieron como dos gotas
al helor,
sentidos vanos negándose
a florecer.
II
El cementerio viene a nosotros,
donde todos postreros
dormimos entre divinos laureles
y azules nogueras
nada nubla entonces
y la tierra besa
amorosamente con traje,
rojo, azul, dorado,
custodiándonos por filosos cipreses,
y pasos que acompañan todo vivo,
hasta juntarse con nosotros,
allí, cercano el mirto
e hinojo solar.
III
Era como besarte, mujer
a sol claro para
perder mi lengua con la tuya
toda la vida,
ascensión de divinos
marjales, en boca,
relámpagos de energía
un Sol y su luna
entre tres más de ellos,
labios en caída
entre escarchas azules
y un baile de ocasos
llegó tan grande el beso
conmoviendo nichos
y bríos secuaces
ahondará nuestro beso
hasta ser siembra de vida.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
SOL HUMILDE:
Oh, la lluvia,
pie estridente y corto cabello,
baja a rodearte la figura,
desciende ante un muro al sol,
un cielo preñado.
Hombre que bebe anís y sol
bajo mis ojos tatuados iridiscentes
para contemplarte,
mi cabeza entre fauces que beben sangre.
Todo ha sido y lo que no pudo ser
es gloria difunta,
centro de mundo donde va pleno mi trompo,
nunca merecida la añadidura Tierra se repite,
en ciclo eterno.
II
Como las palabras través unos labios
en avidez de fuego,
escritura del álamo
poesía de colibrí.
Instante como breve astro
afluente de belleza,
horizonte de atrio crepuscular
donde embeber un trago de luna,
y acompañar el ronroneo
de gatos fugaces entre las piernas.
Llego al suelo de pleno sueño y vuelvo a vivir
mi agua de cuerpo dormido,
Verdad y fábula juntas
es admirarte luego de amarte.
III
Oh semillas de himno en girasol.
Las sombras se hundieron
y mostraron tu cuerpo,
mi boca sus dientes afilados,
una cascada como rosa pétrea
que fluye y persiste
su linde lunar hasta tus pechos,
límpido el sol de poniente
bajo mis heridas de ojos
mis labios que conocen tu azúcar
y miel quemada.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
SONES Y TRINOS:
Vestido de arrieros paisajes
de búhos y tahúres,
como logros quiméricos,
entre caballerías de raza,
cabalgan sus acres,
bajo el viento de meseta castellana,
mi hierro blande su hoja
por desnudar la capa
mi corazón, ceño sin despertar
de su duda, su romance
castizo, campesino,
y su flor en alma
que jamás por su poder marchita.
II
Viento ilusorio de campo
a campo de vid
y endrino, de trigo verde,
a girasol, pregunto yo,
a la gloriosa luz cegadora,
si no le basta mi llama azul,
hasta prender en flor,
el honroso romero
por estos dulces montes,
que hilan vespertinos,
rudas fragancias,
rueca al fulgor
de piedad parca
sobre todo lo que alcanzo a ver,
rosas silvestres
sobre ultramares de tierras,
jilgueros encima los recios cardos.
III
Era esta la tarde,
del alma y su esposa,
Bruma predilecta,
sobre mi erguido ciprés
caminaba sollozando,
brevemente,
oscureciendo mi fuente,
que sangre surtía
incansable, bellamente,
insobornable, si secaba ella,
cesaba yo.
Mi fuente en pecho
es un hada,
con C una coraza,
con C un corazón
Quimera es amante
de un amante suyo.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
VAGOROSO SUEÑO:
Crece sobre la plaza
de mi corazón, la sombra
piedra en sangre de musgo
rincón de esa piedra
hay, primaveras partidas
con ascuas de crepúsculos
violetas, flores ausentes,
no cortadas, bañan mi vena,
bañando el amor de mi piedra
reposando el agua mi sol
yerto, este febrero,
me dijo una aurora blanquecina
de la primavera exiliada,
cantando, que creció
en mi corazón sombrío,
que si yo guardaba en pecho
sus rosas de alba.
II
Yo asentí que nunca cortaba
mis flores ilusiones,
que mi hada las bebía,
y bañaba con rocío
cada mañana,
el cristal de mis sueños
no luce quebrado
secreto de alba frente
mi corazón florido,
al puro lirio blanco
sangraba que lloraba
no tener tiempo
vista mi hada
yo le dije,
ella te traerá rosas
mi corazón rocío granate
mi sangre para regarte,
III
Me vi vagando
en un febril
laberinto de espejos.
Noche que pregunta sobre el secreto
del sueño que deambula
como solitario fantasma,
fantasma humilde
y vaporoso,
baila en llamas
la hoguera de mi rezo verdadero
en bóveda de alma prismática
y su sollozo
de canto o de eco,
noche amistosa, misterio
de lágrima,
que fabricas
el cristal del fantasma
mi sueño que ves, y soy yo.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Romance heroico sortilegio sembrado:
I
Miro su ventana de transparencia,
estelar, afilo ubérrima vara
sin sacar tajada, la necesito,
deshacerme de los días sin asa
me forran y envuelven, miro su rostro,
otra vez , sin miedo acérrimo calla,
No soy tu tiempo, ni acecho tu porte
la encontraré, sin presagio amilana,
para hacerte saber que los eclipses
suceden, el sol muere a embelesada
y renace despierto, necesito
caer en ti, hacerte descongelar parda
en mi sentido vívido despierto,
el tiempo y la historia de mí no acaba,
ella, jamás narrada, necesito
ver a través mis sentidos que emanan,
conjugar el reino inerte viviendo,
para construirte a mi lado mi dama,
si vivo, más lento muero por vivir
para acercarme a ti, así acariciarla,
empero, te empero te necesito
hasta que llegue fría luz en aspa,
toda vida surca, pozo de vidrios,
apuntando sueños, el osar rasca
besar terneza de rostro acaecido
para ningún astro importe acechanza,
deslumbrar en luz sigilosa en todo,
yo atónito que fui, seré, melaza,
admirando tu cálida terneza
de mujer valedera, mi ascua brasa
este rey de azada, diestro te amanso
no llora más que savia, para amar;
vidas en color, rezando acechando,
quiebren firmamentos secuaces, ama,
efecto el sortilegio en luz turquesa,
antigua, abata todas alimañas
recoja mi porvenir, y mi pecho,
para no encontrarlos más, asentaba
que sin ti, la felicidad veo bronce
afilaré y volveré a mi rama
tañida toda tercera caricia,
de mi madrugada, no es un ala
es no ser necio, el lugar donde acabo,
no es el lugar arduo, de donde se ara
donde estaré cuando las hadas gimen,
de la belleza, serviles me empañan
atrapen, sonrojen, cuando me arropen;
yo, pediré permiso para así alzar
quedarme la dicha y ame mi palpitar.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
REALEZA LA TIERRA:
Vernales campos me avanzan como torbellinos y
ventisqueros,
llenos de hojas y fuentes que aventan la vida,
de los huesos sembrados; poeta tejido
de la solaz llaga fértil al arrope de un calor,
plantan los besos huidizos,
besos repletos que atraen siempre
a la parca lisonjera sin apellido,
largos hilos teje este mi puñal jactancioso,
revestido de relámpagos y truenos azures,
divino silencio, ya no más, ultrajado instrumento
hasta mi locura quieta, si loco, solo, he de hallar,
Treinta más loco solo habido quedaré.
Clamor de misma azada y pluma,
herramienta un destino demencial,
vestirá la caléndula de mi lugar.
Paseen las sombras
que a la muerte no harán fértil.
Delante mi castigo, este León no amansa,
estoy para sentir,
aún en infierno silente sacaré
garra y letra de cernícalo avizor que amo,
para llegada mi vejez recordar que sigo siendo
quien yo era, sí,
canto con la voz encarecida,
templanza de fuego y madera,
sin arma, más que mi garganta,
sin vida más que una divina planta,
Néctar de mi sangre que habla,
levantando a Castilla de mi alma,
labrada entera la tierra, me adentra.
Förüq castellano Miguel Esteban
VIEJA VIGA:
Iré brotando breve
como germina una almendra,
día tras día
sol tras luna,
hablando hondo
de precipicios y suertes
blande toda palabra honesta,
veces que no me entenderán
no me pedirán luz y sombra,
nada verán en mis poemas.
Mientras en la tiniebla densa
todo germina,
como razón se hila.
Oh, flor de belleza,
oh incansable palabra alzada.
II
Agua limpia
de sangres rojas,
transparencia de pez de cristal,
era mi sollozo impune,
como lágrima tejida sin poder precipitar,
sigo vuelo toda belleza asida,
perfecta vida
de poeta que fue soldado,
agua y fuego sangra toda roca,
linea que la fuente brota,
olvido todo sabe, precavido,
voy de asignar movimiento
a lo que no conozco.
III
Oh vieja viga, es mi poema
maestra sobre un rito
sujeta, llegó la guerra,
un grito de infortunio,
muerte vuelve siempre
por sus lágrimas retoños.
La poesía regresa igual
de oídos rectos,
y verdades ciegas, preguntar:
-Cuánto vale una estrella lejana.
Estoy aquí trescientas veces en el viento.
El salto,
cuántas veces concurrido.
Förüq castellano Miguel Esteban
GALERÍA DEL ALMA:
Leo el oscuro día atravesado,
como versos flotando en tintero,
bien amados.
Sortilegio divino, las flores armando
el viento furtivo, permisivo conductor
de errores y grietas, de aciertos enfoscados
como una galería que a nadie glorifica
el recuerdo vivido,
alma de misterio blanco.
Purísimo de Sol negro, brujo elevado al cielo,
puerta de trofeos y tragedias.
Elevar fúlgido, y fehaciente, ojos y mirada
dulce cual miel o néctar de Ambrosía,
Espejo que no solo acecha el reflejo
si no asume la sombra cruel del esperpento osamos,
hierro luce mi calma
esta erguida invernada,
bruñendo soles de escarcha azulada,
oh dolor grotesco, ola de mi sangre
que avanza en un sentido,
rumbo a bañarte
mi pecho sonríe hasta volver a elaborarte,
magia de vidrios del sueño,
agua, brea,
mercurio, iris sediento,
atónita rezaba mi espina en el corazón,
nadie la arrancará.
Förüq castellano Miguel Esteban
SOLLOZO DE GUERRERO:
Quién es el último que habla,
quién el primero que calla.
Belleza, parca, luz, amor,
tierra siempre dice no,
no trae mi ceguera,
ni de viento se llenan cabezas,
altamente necio sería,
si viese mis huesos
durar hinchados de orgullo,
de huesos y de cráneos
de sepulcros y horizontes negros,
he venido,
aquí volveré novecientas veces
repleto de tierra en el viento,
oh glorioso sollozo,
habrás de saberme
repleto mi nombre
de parcas segadoras,
morir como soldado
mi propio destino.
Mis músculos arriados
superponen horizontes violáceos,
romperé el término, el lenguaje,
la bruma y el ocaso,
gime todo silencio perdurable.
No es gemido mi canto.
No es sollozo
culto al vivo ni al muerto.
Es un designio atemporal
una exclamación de dicha inmortal,
ley del humo del horno
toda palabra brotada,
más allá de labios y manos,
crepitar de la simiente,
un río de sangre sobre la tierra fértil
una lágrima, cumbre
del precio luminoso cegador,
grito y llama,
así sólo así
poder moverme entre la bruma siempre gris.
Förüq castellano Miguel Esteban
Jardín de tinta:
febrero 12, 2022
Noche, oh largueza breve
de piernas de ángeles,
alguien dijo grande
que la palabra gigante
es silencio,
por lo que el silencio
es inmensurable palabra perenne,
en este negro jardín de yedras azules,
voy perdido encontrando,
un destino parco,
brillador,
fuego traslúcido,
tu calor, la apología que hace tu verbo, beso,
verso,
sol este negro de noche caduca,
sed viva estampa fulgente de armas,
era una herencia disuelta en sed de poemas,
una sangre que no se apaga,
todo es más que una parte del todo
que nunca llega,
hay un brillo desertor,
de alma renegada,
desertando a morir de tu contienda,
amada así conoces mi alma de grillo,
no me dictes nunca jaula
iré surcando abismos allá para encontrarte,
dulce sonrojado misterio
es tu silabario,
hay un hinojo solar, una desquicia yerta,
comiendo sus paticas de abeja,
el sonido reposa despierto,
el sueño llora colores
a su dama obscuridad que le envuelve,
sed de rayos, de sequías, de campos,
de jardines amarillos, sed de tu ambarina sonrisa,
es un azar por el que dictan las peludas patas de la
araña,
de la leyenda del atrapa-sueños,
y el amado murciélago castellano alza vuelo,
por colchones de nubes,
su sigilo esplendente,
el color es eternidad
de la fuente de la sangre,
rojo sagrado, tinta bermellón,
como el jardín que porto,
en vena y arteria,
negro jardín de tinta noctámbula,
por los suelos, levanta ya tu frente,
oh mi Sol sordo,
sé que me escuchas con la luz irradias a la vida
y a lo que descansa sin tiempo para despertar
de tu beso,
flameo contigo en curvas de armas,
oh Castilla, descanso con tus pétalos y espaldares,
de tierra, de sangre, de virginal agua,
es aquella magia vestida de hierro sanguinoso,
y a veraz colmillo obtiene postor y reclamo,
estridencia clama,
que la tierra devora lo que es de ella,
y que el agua es su sed y sangre,
canta mi premisa:
-Los duros somos tierra,
los demás ceniza que se desplaza,
Aereperennius,
más duros y resplandecientes que el bronce,
por el tercer orden todas las cosas habidas,
mi amor no caerá trasplantado,
cuando amo es por mi nombre,
Siempre, por, y para siempre,
vivo y tu aliciente.
Förüq castellano Miguel Esteban
AQUILÓN:
Aquilón, oh dios de los vientos septentrionales
de vertiente helada norteña, levántate,
acoge, tú el más viejo de la vetusta,
de plata fina,
y pretiles sollozos bellos,
como llora toda belleza imantada,
torbellino de cuantos nos sujeta la madre natura,
dentro acoges la locura justa,
de quien acoge tus aullidos,
frenético azar jamás vencido,
oh, rauda fuerza de tempestad,
el viento no es mío,
ni trepando, enviciado en ti,
sólo soy tu hijo, Padre de los vientos,
seguirá invicto tu grito de lobo.
Este humilde loco baja a verte,
y subo a cumplir mi destino.
El amor es semilla y raíz de la verdad,
aunque duerma como duerme la hoja,
aunque respire como suspira la piedra,
locura divina, zarcillo de fuego,
escuchando, la locura quieta,
y tu cascabel de oro,
he venido a escuchar tu lobería,
tus yerbas que laten, baja ya tu belleza
insobornable
siempre temida,
por elogiar te, es respetarte,
sólo soy fantasma que desea sublimar tu frío
Glorioso.
Förüq castellano Miguel Esteban
REPIQUETEO DE CARACOL:
I
Abuela es la fe mía,
sobrada bien hondada,
en abundancia,
que se halla donde estoy,
siempre,
usara yo esta palabra,
donde no habita,
caducidad d' este ser
de lo que estoy velloso,
sin litigio a reparar,
amparo de apoyo cariñoso,
aquella su herida cerré
amimando, presagiando,
brotaría, germinaría un día
su luz furtiva.
II
Allá alumbrado
su resplandecer airoso;
brillase ajeno el cantar,
que no es de otro,
ni mío cabe pensar.
Mora silvestre,
de mi zarza,
mora castellana,
te quiero,
de mi zarzal,
verdadera mora
inefable, vestida en carnaval,
bonita de dulzura,
risible, inocente,
parece tu faz.
III
Azúcar de aire,
y de la imberbe nube
caracoleas la maleza,
dando aviso de espina,
devanadera de erizadas manos,
mi carne de gallo,
gritas alegremente,
grito de alegría,
enamorada
de inclemente grito agudo,
pardo y prolongado;
te miro con curiosidad,
y nadie observa a quien mira.
IV
Oscilo los campos,
y páramos,
los baldíos,
y arroyuelos,
de sus acequias,
los almendrucos fugaces,
bienes y haciendas,
paseas como cuna labrada,
también te beso,
ciño a tu semblante,
tu gracia femenina,
rescoldo, que me mueve,
como sangre y pan trigo,
de prado en agua perenne.
Förüqer-lobo bohemio Esteban
SUS PIES EN LA GRAMA:
Imaginé sus pies y el rocío permisivo,
mi caléndula otoñal,
me bailó su agua nectarina.
Fuertemente en mis ojos solos entreabiertos,
mis pupilas entonaban una savia maldita
de una higuera del demonio u estramonio,
al divisar en mente su regio caminar acorde un
perdido son,
de espigas y caracoles a esta primera lluvia copiosa
este otoño que ya era extendido,
como silbando al terreno nuevas hojas breves,
tan hermosos eran sus pies de dama,
que me daba miedo dejar de visualizarlos,
a ojos cerrados,
todavía no habían conocido mis senderos,
me llenó el alma su huella,
como mariposa leve, danzarina,
posándose sigilosa en un tridente de trébol,
sigilosamente se detuvo su caminar,
sacó del bolsillo, una nota doblada,
en la cual ella decía
Migue llegó su momento,
no está usted soñando,
-Yo no creí aquello,
no sabía si era la voz del averno o Paraíso terreno-
soy caballero Esteban, su Musa,
he venido a cumplir una promesa
hice a su alba más preciosa
nunca vista,
sólo soñada onírica..
No hay preludio amado.
Béseme como si tiempo no hubiera.
-Yo ya tenía mi corazón en la yerba de sus pies,
cómo negarme,
cómo estropear aquel sueño,
No se vaya compañera
le traigo la flor de Hércules
de la montaña más remota con raíz,
y verdor secuestrada indemne,
¿ Cuál es el nombre del pájaro negro ,
que mora las hojas estos Robles,
ave misteriosa que con su crascitar
anuncia cada noche?
Una palabra su nombre otorga
en el idioma más antiguo,
nuestros ancestros le tejieron, Musa,
-Förüq, es respuesta-.
Ese nombre de cuervo morador,
béseme Förüq, soy yo tu Musa,
Förüq...
FLOR DE TU PUPILA:
Hablo de la pupila,
sobre que muere el amor
en su ausencia de color,
y de este que no escapa
a resucitar de su brillo
y cuando entra relámpago de luz.
Entre arena y piedra crece la rosa,
esquivando a ser cortada,
igual, luz y color,
alimentan la pupila enamorada,
así diferente el sueño,
que se nutre de sangre y razón,
anémona razonada,
no es ni la rosa, ni las pupilas
que la ven.
Perlas de flores y caracolas nítidas,
herencia de lo que prevalece,
como raíz del alma es el sueño,
muerte germinada de cada flor
cortada,
tétrica se ve la tierra
sin su rosa viva,
sola se siente la pupila
muriendo lentamente
sin su color y luz amados,
coral de hierro es todo sueño de sangre,
lúgubre manotazo, asesino del ser,
sin sueño ni anhelo pertinaz,
todos los colores forman ausencia de luz,
verte cariño en pupila, es sumar los colores
que trae la vida y que formar a esta,
para poder llamarte Amor.
Förüq castellano Miguel Esteban
ODA AL CARACOL SILVESTRE:
Caracol silvestre, caracol serrano.
Te escribo caracol del camino enervado
¡Oh tus fauces! Blandas que muerden
su estadía alimenticia.
Del romero al tomillo, desde la jara resinosa,
al brezo flamante.
Tu deslizar por el terreno húmedo,
de la amapola a la caléndula arvensis
con su savia dura.
Desde el musgo a la piedra
igual a la siguiente;
idéntica a la anterior.
Oh caracol, judío blanco,
oh caracol marrón de todo jardín,
caracol estriado
la pulcritud de carbono de tu casa,
mi casa.
Miguel Esteban Martínez García
FLAMA DE PÉTALO EN HOGUERA:
No quiero ser llorado el grillo
que tierra adhieres y abrigas,
en sed de flama y pétalo de hoguera,
hermano mi alma,
que jamás estríen vuestras voces
mi alerta,
alineando sollozos de nubes
y caracoles de color, con instrumento
de alma das amapolas,
mi corazón con siniestra forma de ellos.
Agrupándose en espirales santas,
caracolas,
y oyendo el ala, ola o sólo su aliento
que me escucha,
con herida inabarcable
van mis ramas del difunto,
sin calor, sin pena redimida,
levantar hermanas parcas,
vuestras alas enamoradas,
que sin perdonar,
no os quiero me elevéis de lo vivo,
ni en mano de tormentas
sembraréis el rayo
a mi destino prevalente.
Ni a dientes me surcaréis mi honda calavera.
Mi terciopelo de sangre no es almendra espumante,
ni codicia tiene mi voz enamorada,
alma sin rosa,
sin cruz, y sin delito condenado.
Alma en metales por fuentes y abrevaderos,
manantial desangelado,
amor de la espina, muerte enamorada,
no me veo más vivo contigo,
no te veas dichosa conmigo.
Förüq castellano Miguel Esteban
DICHA ANGELICAL:
Dicha angelical
Esplendente
guiño
de tu furor
inusitado, desmembrar estelas malvas en azules besos, quebrando mi alma si
pudiera para brillarte una aurora lo que me provocas, como un puente irisado a
una centella incipiente, unir dos abismos, como mechas prende la luz endógena,
abismática,
de horizontes
traspuestos, avecilla piadora, y su vuelo estridente, tus melodías circulares
como metáforas madres, de un disparo azuraste mi dicha cuando qué explayar si
mi mundo eres tú si me permites, ya somos nuestros, de manifiestos y mechas de
oscuridad, diestro compás ambivalente al fuego terco que avanza, de boca a
pecho y su granate durmiente, tu agua ciega o sangre, allá voy, por lo que me
quedó sin descubrirte,
Musa puede que
fuera muy parco al insinuarte mi desapagada razón que no escribo notas ni
canciones a difuntas,
y rectifico, si
escribo siempre eres eje, pluma herramienta, Musa, mi arquitecta, mi predilecta
dama vampiro, a los mitad vivos nos cuesta asumir nuestra cristalina verdad, y,
desde nuestro lapso breve de coincidencia, en tierra numinosa, te tejiste voluntariamente
muerta de silencio espectral, que a murallas mil, argucias solas en hiel, es
complicidad absoluta un silencio compartido profundo, brillador, te sugerí
cogieras tu libertad, y sigue siendo tuya, quería la vieses privilegio como ave
enigmática anuncia cada primavera, me encanta lo propuesto, y me fortalezco, en
pesquisa, soy libre por elegir amarte, como el poder no quiso, y mi fortaleza
ha de ser tu contento, mi doncella Atenea.
Esplendente
guiño
de tu furor inusitado,
desmembrar estelas malvas
en azules besos,
quebrando mi alma
si pudiera
para brillarte
una aurora
lo que me provocas,
como un puente irisado
a una centella incipiente,
unir dos abismos,
como mechas prende
la luz endógena,
abismática;
de horizontes traspuestos,
avecilla piadora,
y su vuelo estridente,
tus melodías circulares
como metáforas madres,
de un disparo azuraste
mi dicha
cuando qué explayar,
si mi mundo eres tú,
si me permites,
ya somos nuestros,
de manifiestos
y mechas de oscuridad,
diestro compás ambivalente
al fuego terco
que avanza,
de boca a pecho
y su granate durmiente,
tu agua ciega o sangre,
allá voy,
por lo que me quedó
sin descubrirte,
Musa,
puede que fuera muy parco
al insinuarte
mi desapagada razón
que no escribo notas
ni canciones a difuntas,
y rectifico,
si escribo siempre
eres eje, pluma,
herramienta, Musa,
mi arquitecta,
mi predilecta dama vampiro,
a los mitad vivos
nos cuesta asumir
nuestra cristalina verdad,
y, desde nuestro lapso breve
de coincidencia,
en tierra numinosa,
te tejiste voluntariamente
muerta, de silencio espectral,
que a murallas mil,
argucias solas, en hiel,
es complicidad absoluta,
un silencio compartido profundo,
brillador, te sugerí
cogieras tu libertad,
y sigue siendo tuya,
quería la vieses privilegio.
Como ave enigmática
anuncia cada primavera,
me encanta lo propuesto,
y me fortalezco,
en pesquisa,
soy libre por elegir amarte,
como el poder no quiso,
y mi fortaleza
ha de ser tu contento,
mi doncella escarlata.
II Cristal de aire:
I.
Cristal de aire:
Acreciento, voy menguando
al paso ferviente de tu sola voz,
en agua destilada, candente
cristal de gotas sólidas,
cadena sin mi nombre,
que crascita entona
un yo te desvestí
a mi helor
un cristal que sublima en aire,
caracola resistente
hiriente , vespertina a fragor
cual buque emergiendo
d'este abismo llamado verbo,
coagula mi aire
en novecientas ascuas,
que flagran tu sendero de luz,
cuál no dio fuelle a tus alas,
mi amada voz,
hacen nueve formas,
nueve cerrojillos de hielo,
en novecientas nueve hojas
que encierra
tu corazón en mi agua´
siniestro caracol
con mi desvelo en hoz.
Inocente no soy,
ni ángel,
ni vendido,
ni por éxito mendigo,
el que no me acepte es su problema,
yo sé quién soy.
Miles dei lumen,
Förüq Miles dei lumen versus littera fagro methafora creavi blandus
Laetitia exspectare sed ardit.
Guerrero de luz,
en verso arde,
ardiendo metáfora,
crea caricia,
expectante de la sed que arde,
novecientas noventa y nueve hoja,
esconden tu asido ramillete
que esconde tu cristal de viento,
hoy es por mí
que empecino
que soy culpable
de alzar mi cenit
en cúspide inefable,
de esencia que no llora,
dicta, que sólo es tu voz .
Pureza en vena dispuesta.
Una asonancia predilecta,
pude servir,
me quedé en tu frazada
del juego
que como todo juego
sólo abre
sólo despliega la opción.
a perder venciendo,
tu voz sólo eso,
musaraña cristalina,
de nácar y espejo quebrado
con mi cruz a lomos avanzo.
El Castellano
Förüq
Belleza:
I
Ruge mi vida
con impetuosa
saliva,
un desdén de
mares afilados,
cose que hila
esta malva sensitiva,
azures sarnosos
que avanzan
al latir fieles
compases destapados
de mi escondida
idea,
belleza eres
por mares no sostenida,
balanza sin
yacija, ni muerte escondida
acaso a ella
conoces
que incluso, la
tornas, bella,
mira la ventana
crispada al infierno,
el parpadeo
oscuro de la luz.
tú que
definirte nadie podría,
ni el más
inteligente
ni el más
ignorante,
cumbre de
ideales, pedernales deslices,
pólvora de
sensaciones, fragor vaporoso,
bendices sin
perdonar,
es tu prisma un
ocaso sin lejana letanía
de esta
realidad que se pierde,
atraviesa tu
puñal absorto
hiende mi
carne,
solo encontraré
que brotará mi cuerpo
todas las
flores de los campos,
tu cúspide sin
hallar, tu vida sin hallar
cumbre tuya se
llama planeta Tierra
abismo
centelleante hasta perder la cordura,
madre del acto,
belleza deidad
suprema,
nadie la mata
solo se la llama
y no siempre
responde,
déjame tu azul
manto sin amaranto
una noche
bailaré con lobos
hablaré de amor
con mi quimera,
el miedo me
conocerá,
amada mía
belleza de las flores
sángrame un
horizonte de colores,
deshoja mis
infinitas espirales,
haz que me crea
como los mortales,
para blandir
nuestro nombre entre nubes,
cabalgarán mis
corceles tus verdes sienes,
yo no seré yo,
así como tú eres distinta
para cada
retina,
hada infernal
como Leviatán
celestial,
tú no entiendes
de las maldades del hombre,
sólo pintas de
la realidad todos los colores.
contigo izo
cumbre,
resoplo
agravios y señales
repetición
que nací para
servirte,
como pájaro a
su nido
señorita ruego
que elija este
cuervo,
sin agraz
durmiente
sopla mi sed de
florecer tu alma
primavera
preciosa,
desde mi mar a
mi risco
osaré vestirme
de rudo hombre
viejo,
soñaré como me
sueña mi sueño
que yo en tus
lares era el primero.
Señorita bella
madre de mi izada bandera,
alza mi curva
sombra
por la carne de
mi siembra,
reverdeceré con
tu cariño
primavera
amada,
Mirenla anclada
de mar
a la montaña de
mi idea,
vengo que voy a
vencer mi propio desespero
rizando como
riza su vida el helecho,
desde la sombra
de abeja,
a mi ceniza
bella,
no habrá osadía
que no te nombre
mi dama al
hervor de siglos
años que llevas
ya florecidos,
me despido por
si te encuentro
El Castellano
II
BELLEZA EMINENCIA:
Avanzas el
campo de mi celaje,
desdén de pocos
y antiguos mares,
resoplo a la
altura tus montes,
bella eminencia,
el fuego que me
late
dentro de una
lágrima,
padre viento te
imploro me cedas paso,
voy a despertar
tu Aquilón,
granate viste
mi sed
entre relojes
disueltos
y esfuminos
perennes,
una vida en un
grano de arena,
esencia que
necesita
reencontrarse,
somos los
encargados del fuego azur,
necesitamos
alabar
mirarnos en el
espejo se mira el hielo,
caminos d' este
desvelo,
encontré
la aguja mi
destino enervaba,
verso, pulcra
sonrisa
nacimiento de
una tornasola alba,
amo tu
resquicio onírico,
no necesito
caer de nuevo sin encontrarte,
oh, belleza,
afilas que
surcas vetas
vetas
espumantes,
dentro el
laberinto tus espejos,
quien dijo
locura y no Vestal
de Sabiduría,
despojos
floridos
del ser
claveteado,
esta es mi
sombra de parral excelso,
venga admirar
esta raíz salvaje
de noguera abre
el Portón
verdadero del infierno,
y sus lares de
Estrida caudal y niebla roja,
tiemblo en el
umbral,
me desdoblo en
el ser y su contrario,
respuestas
quise,
hoy necesito
enterrarlas,
para que no
florezca mi miedo a ser feliz,
resquicio
parco,
su esencia mi
doncella,
vine a
planearla,
como pretil
gota de lluvia,
sí la más
fresca recolectada,
todo lo hecho,
más que un
guiño
más que un
parpadeo vetusto de corazón,
he tratado de
huir
de un mundo que
nunca vi hermano,
alguien vencerá
al Miguel sin alas,
en principio
sin final,
fumo mi
cigarro,
hoy, por y para
siempre,
brindo con mi
soledad
por si acaso un
día se rinde,
todo me
suena,
como si fuera a
empezarte de nuevo.
Esteban er-lobo
bohemio a 09-05-2022
abril 03,
2021
Abría un
abril,
cubriendo
la Campiña,
en baja
luz de luna que enhechiza,
metamorfoseando
la vaga lluvia
que
lentamente caía,
bajo
cielo derretido, emplomado,
ya
goteaban mis flores de difunto,
sobre una
porción,
de
terreno respirando la interperie,
pretérita
una primavera ya llegada.
La luna
sempiterna hermoseaba su metal noble,
purísimo
al candor sin lumbre quieta,
era
bastante para lanzar un beso al alba,
y ver si
recogía algo,
quintales
de nubes plañían
su
melodía jamás interpretada,
ni
escuchada sólo una vez sobrecogedora.
A la
estrella fugaz que siempre veo,
lanzo un
rito antiguo,
como
cometa que el negror atraviesa desceñido,
olmo mío,
dime tus
penas tú que tienes alma,
que baila
entre oscuros romances de savia,
al brillo
de mi espino escribo,
beso de
camino entre mi rosal canino,
hojas
húmedas del héroe entre el lodazal,
herido
blanquísimo,
contienda
los tímidos alisos,
sus
estrellas blancas,
entre
pidras pálidas,
que
carraspean su canto olvidado,
¿Cómo he
acabado aquí donde todo comienza?
Pienso en
su prismático mirar,
a punto
mi buque y puerto negro
en
llamas.
¿Cómo
suena su flor?
Acaso
fuese líquida,
el yunque
mi pecho
está
martilleando sobre un cincel
de
murmurio grave.
Y suenan
las espaldas,
mi vida aterciopelada
sujeta incandescente rosa,
sobre
azul de mares y vetustas olvidadas,
al tiempo
que rezaba serenata,
al azur
prodigioso los altos cielos,
tronco
flamígero,
en
colores sobre las naciones,
absoluto
diamantino,
su
astilla de su color carnal,
que se
extendía,
besando
su torso sembrado
por mis
castos dioses,
algunos
que me odian,
sigo
consejo perenne,
al pairo
se va lo que debe de irse.
Se
querían entre fracasos y transiciones,
como dos
muelles fugaces,
aquí
yacía mi letra,
en mi
jardín de luna,
y sombras
vanas a secar,
memoria
acaso
el desliz
me incubara,
fundadores
que caminan,
esta mi
soledad original
de campo
abierto,
encima de
mis lápidas y todas sanguijuelas.
Förüq
castellano Miguel Esteban
RIGE UN SOL NEGRO:
I
Ay, flor escarlata,
no
pienses que cantado ya voy,
son tus
padres principios,
a mí arde
que me maravilla,
sola
previsión,
como
caballero en armas nobles,
dictado,
su premura tempestuosa,
mis venas
inflaman todo Occidente,
concede
mi codicia de minero su verso,
precede
mi templanza de pastor,
su éter
sediento,
doblón y
renacido,
es mi
morir recto en aspas de molinillo,
oh,
cobarde dinero que no me reverdece,
ni calla
a este silencio me escribe.
II
Ronco
crascita mi cuervo,
herir mi
triste ojo puede,
pero acompasa
que ni gana tiene,
murmurio
de arroyo, abre sus ansias
libertad
en Sol mayor
y dulces
cancioncillas,
en
celonía perpetua,
ávidas
avecillas,
por
montes altivos,
va que
viaja mi escarpada idea,
en voz de
corderos,
y rebaños
de fieras,
mi furia,
visto,
de oro
trigo y coronas de reyes
entre
magarzas,
después
de la muerte solo intuyo,
mis olas
caerán aplacadas,
a
esparcir negras simientes,
como sola
canta la penumbra,
que todo
engulle y sosiega mansa.
III
Resuena
mi señero,
como
dulce peñasco,
gime un
son cantero,
oh,
murmurio de jilguerillo,
giro, que
tañe mi Musa,
Reina en
el Olimpo,
Baco y
Venus, parecen avecillas
el negro
cisne de Apolo,
en lago
la Estrida,
abacora
mi nítida golondrina,
que va
que vuela, al anuncio,
mi amor
grande,
mi amor severo,
Por Sol,
Luna, labrantíos, todos juntos,
vine a
sembrar mi ilusión de alma,
lúgubre
noche umbría,
avela,
aguarda mi silencio gritado,
mi ciprés
regio que vela mis muertes,
entre los
pámpanos mi señor Baco.
Förüq
castellano Miguel Esteban er-lobo bohemio a 4-03-2021
SUAVE NUBE RÍGIDA:
Foráneas
eras propias
con
vástagos
de Ninfas
y Sátiros;
se
plantaron de peces
altos
árboles
y guiaron
profundos rebaños
en el mar
afrenta
impía de soledades,
que
duermen
y nadan
sus corzos secos
de
estirpe dorada,
carcomida,
agujereada,
de
siglos;
Azul nube
de mi vida,
abandonada
sin ojos
suyos ni míos.
Bajel de
mi custodio
incólume,
de ciprés
mi valer
mi férreo
pecho
en cobre
de mi
fugitiva entraña.
Lluvias
de esta sequía
Híadas
que mi sangre, tiznan.
No me
encrespará la osadía
temprana,
aunque me enseñaran
a luchar
por lo que quiero.
Impávida
por este mar de tierra
reduciéndose
a la arena
más
pálida.
Mi Noto
impune
que
muerte no teme
conculca
mi desorden,
áspera
quebranta el pío.
El
Castellano
AFILADO TORDO:
A ese
mirlo, mirlo único;
Córvido
negro de profundo ojo
que
picotea y escarba mi idea.
Que
crascita su estirpe,
dejadle
mi patio cada mañana
rubor de
cristalina ala,
sólo
hasta que no me queden ideas
que son
como lombrices cristalinas
nacidas
del agua de mi frente.
De esta
enjuta tierra me camina
el
alacrán.
Un campo
de sierpes y torcaces
de grises
ceños al ocaso del día
que entre
mantas y saetas
se
acuesta un sol ciego.
Audaz
mirlo que ahuyentas
mis
espadas.
Tordo
entre espinas arreboladas
haz que
se acueste mi mañana
bajo tus
alas.
No me
destrenzará la osadía
temprana,
ni el día terminará
de
llegar.
Tu
risueña pitanza en corvo pico
ultrajada;
Vine por tus voces
desenterrando
abrojos y señales
uniendo
el fin del día
con el
fin de la noche
como tú
quiero vivir,
termina
mi idea.
El
Castellano
IMPRONTA REVERDECIDA:
Unge el
vespertino roce
de tu
ausencia habitada,
una
viperina falaz de siembra,
allá
donde el silencio transmuta
la
sosegada vida de mis falanges
rutilantes,
un alambre de búsqueda incesante,
de tus
mares de boca
mi néctar
dispuesto,
miel de
Dioses que encajan
mi
sinestesia elaborada,
más
quisiera apelar a lo innato
de mi
naturaleza,
que
llamaron pureza,
luces de
sueños rotos por enmarcar,
hondonada
de las nuevas visiones,
tiempos
cambian,
palabras
a la fosa,
yo estoy
esperando mi panal
de
sombras de idea
sólo tu
saliva verdadera
mece mi
extasía,
por ende,
seguiré encargado
de esta
acequia;
dura,
absorta de entregarme
al hendir
de esta mi azada
oscuridad
y magia,
poder del
sueño exagerado,
que nunca
he alcanzado,
mira mi
camino
soslayando
las rosas
de la aurora,
entregando
pleitesía
a tu
señora mirada,
no te
guardes
si vuelve
este mi vencejo,
afilaré
mi sombra
para
entrar en la tuya.
El
Castellano
LADO DE MI PUENTE:
Quédase
austero
el pretil
gesto
de ávidas
secuelas,
rupturas
d' esta compuerta,
de altura
traspuesta
me
alumbra esta ausencia
habitada,
inducida,
paladeando
mi dulce yerto,
conforte
de volver a verte,
mampuesto
en febril idea;
Apacibilidad
de tu seña
y armoniosa
senda,
me
infundes arte de amarte,
hasta el
diminutivo de mi término
castillo.
Por lo
que de castro
soy
castreño,
andariego,
que morir
niega,
perduradora
onda
de tu
entraña,
clamor
exaltado
en
visiones de Quimera;
que
resuene alto
bajo el
asfalto,
que vine
a tejerme exhausto
torres
con callejas
me
nacieron,
en amores
del dulce
amargo hiel,
fuente
fría y negra
de vivos
troncos,
sentenciados;
sed como
viva esta empresa
de
brasas,
amargas
piedras
del
lenguaje,
hondo
tallo
pronunciado
sin base
ni escueta
prenda,
Luna no
te nombro
porque
mañana cuarto menguante
entro en
rito,
confunde
mi luz
tu
hermosura
en voz y
gesto
abismo
pedernal,
preñado
de paz,
sosiego
de mi armadura serena.
Mieses
que arrullan
colmenas
de nidos
de cobres
nativos.
El
Castellano
ZANJA DE CARRIL:
Marzo que
abrilea
y abril
marcea, al dueto
de la sed
universal
de su
helor que duerme
en
heladas;
Ando que
me encuentro
perdío en
un Sol
de agosto
que espera
a su
esposa
en cuarto
menguante.
Yo
seguiré buscando
el
almendro de las almendras
de oro,
mientras de mi empeño
socavaré
a mi tardío
Castellano
y su LeannánSídhe
de su
madre conciencia.
Avanzaré
su cerca sin permiso
a poner
nuevo estandarte
y
despertar
al Miguel
Esteban
que no
nació todavía.
Guardarme
el vilo
porque yo
no estoy despierto.
Volveré
con mis principios numerados.
Si
quieres más de ellos,
dí
consumido,
en zona
yerta y su tierra
viva-muerta.
Donde
desterré a mis abrojos,
y enterré
mis escritos
con pauta
alimenticia
por si
despertaran
subsisten
estando
nacidos
del miedo
como yo
estoy hecho de miedo.
El
Castellano
PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:
Oscuros,
negros, tibios
lirios en
sangre de brea;
Acolchadas
desquicias
en
híbridas campanas azules
de los
ángeles, yendo en borde,
siguiendo
círculos,
moviendo
espirales,
Vientos
noruegos me llevan
sin
patria, vencida por mitología.
Quicios
de lúgubre destelleo
en oscuro
límite tétrico
y sus
mansedades caminan,
hacen
nido sedoso
en
moreras del sueño;
Vida
través de una vida
dentro
los hoyos del Sol
que
sudan, sus notas de uvas.
Visitaré
a Cernunnos
en el
seno del bosque,
hablaré
del cuerno roto
y su
sangre que brama
flores de
helechos.
Quién
sembrará mi campiña;
estirados
mis soliviares
entre
azares que suerte corre.
Traspuesto
al mantillo
y su
compostaje silvestre
que solo
se mantiene;
Verano
que socava dormido
para
sepultar los cardos
que
tierra come
y
levantar la estación
de los
difuntos con hojas caídas.
Otoño sus
fríos que me despiertan,
terminando
de vivir el ocre
y su
yerma plácida
de
tierras sin brotes
en
ventura de savia fría.
El
Castellano
JURISCONSULTO DE SOMBRA:
Este mi
humilde canto,
pedernoso,
que blande,
que
pregona compás en arraigo.
Quimera a
tiempos
en puñal
pretencioso
de
espigas de idea.
Patria
por siempre sin sentar;
Fugitivo
sin amores,
surcos de
fugaz simiente.
II
Docto de
tu dulce vientre
tras
fuego de ababol,
entre
tierras de tus reflejas piernas.
Sed de mi
sangre,
renacer
acompañante,
aljibe
sin fondo a florecer tu entraña.
Amor de
pecho a espada
blancos
que el ser crestea,
jurisconsulto
de este ser de espuela.
III
Redentora
hoz de labriego
soñador,
en soto de silvestre rambla,
febriles
rejas de esparto.
Pinos que
caracolean
el camino
de este fruto de ensueño,
antes que
morir sin amapola de fuego.
Creo,
nazco y completo
una flor
de la misma sombra
que trajo
en fruto de la primera mujer Eva.
El
Castellano
FLOR DE SOMBRA:
Impetuoso
campo de mi celaje,
allende
mis altas torres de belleza;
Inmobles
rastros en piedra tumbados,
estos
barbechos que me piensan;
Por
almenas seculares,
remembranza
en bastión,
de
andariegos siglos,
me
enhechizan flores de sangre,
perdurable
loma desgañitada;
Tráfago
en mimbre cabalgo,
recama tu
alma
como una
losa sin frente,
ni gemelo
tiznado,
por tener
ajuar astro renombrado,
alzo mi
quieta dicha
entre gentíos
de mi oeste,
desvencijada
suerte,
por
azares de plomo y zinc,
fúlgidas
cabelleras
norteñas
en crestas
sin linde
mutable,
acababa
de irme
y no soy
adorable,
es una
fosa de recuerdos
ahogados
en silencio,
vagaroso
desdén
que me
enjalbega
en
cuerpo,
mi luna
fija, vaporosa,
luz en
libertad de mi regazo,
abismo
cercenado,
de cálido
espanto;
sosiego,
quietud del bastardo,
regio
Lugh meditando.
Sin mis
vencejos
no brota
esta fuente,
naturaleza
cuando amarte
se vuelve
arte.
El
Castellano
VIDA DE LA VIDA BAJO TIERRA:
Tornadizo
quebrar de la simiente
acaso el
ojo de tierra no viese,
clepsidra
en goteo,
del
Nitrato de Chile
En este
mes de la parra
y de la
zarzamora,
sulfatos
de cobre anidan
su
violáceo vientre
que
respira;
vida de
la vida enhiesta,
mantillo
sin raíz oscura,
viril
anélido sin carcasa,
fértil
embrujo de larva
y su
hechizo que metamorfosea,
sin aroma
no preguntes más,
liras
blanden su chirrío estacional,
que
avasalla sin hacerse espíritu,
tojo
clavado al viento;
Castilla
tú lloras
dehesa
sin letanías, ni espinas,
de
lanzas,
lo que
vence mi inmortal yaga,
enjalma
mi verde intelecto,
orvallo
de mi rivera,
viaja mi
idea,
callendo,
el Sol, arriba,
desde lo
alto,
un largo
recodo sin franca,
vega
compadecida,
que riega
esta enjuta,
en cal y cantos
despierta
de su
arcilla dolida,
Diosa
zurda tu nombre caminas
más por
donde el arriano
plañía, y
plañía, plañía,
su seco
llanto de corazón
esquilmado.
El
Castellano
OLMO DE IMPÍA MANO PLANTADO:
Exiguo
campo de fatal avidez
y musas
en bronce celadas,
sosiego
calcula lo venidero
por
dorados techos vencido,
por
cuanto Parca ha conocido,
cuadriga
del mañana
y sus
cien rebaños
del afán
que se lleva dentro,
grey de
sombras en silencio,
triste,
densa tensión escucha,
del
funesto día , huésped
en la negra
noche profanado,
afrenta
de sus campos,
señero
inmóvil,
que
escucha a las víboras
sonando,
guardando
al
inofensivo lince asustado.
Vernal
lozanía
sacude su
rostro de luna,
entre
sombras huidizas
y
destellos planos,
en seno
de esta avara tierra,
se
despliegan las rosas
del rosal
ya florecido,
su fugaz
hermosura,
chopo
gris y opulento pino
musitan
la acogedora sombra,
suerte en
urna del destino
que
embarca o hunde en el abismo.
Viaja el
corzo mi idea,
entre
flores que primavera, exime,
verde
flor aún en capullo
soterró
el otoño
y los
fríos vernales,
alza un
lustre caduco
al servil
gozo de su tierra.
El
Castellano
Vanos
sentidos
temblando
la noche tenue
cosida de
luces efímeras,
lecho
partido
mitad
oscuro mitad luz.
Luna que descubre
y muda,
sobre la
soga que retuerce
el olmo
frío y duro
un
invierno trasnochado
que huyo
y huyo
buscando tenor de ventana,
fría
endeble quizás áspera
como la
hoja.
Vinieras
y te quedaras
como la
suave caricia de primavera,
mar de
tierra que estira y no duela,
otro
camino se afila
sin
desvanecer;
piedra
cerrada que te alcancé a ver,
cristal
de metal, perpetua, fugitiva
destino
precoz te alumbraba,
como
eras,
pluma de
tierra,
sonrojada
vida a mi vera,
planteada
osadía de quimera,
vorágine encendida
mi esfera
prendida,
ascua por
el Sol que espera.
Diosa, mi
ciudad ardiendo
en el
sueño de mi paraíso ciego.
Plaza en
la historia del corazón.
Sombra de
mi destino prometido,
serpear
incesante por tu imagen
no
preguntes a mi espejo,
ni al
viento sesgado
soy
etéreo como sombra de ciprés
un día
nublado.
Espectro
del vivo silencio
encarnado,
palabra
sin precipicio
ni soga
que levanta,
moneda de
tres caras,
espina en
la rosa de tu tierna cara.
El
Castellano
LARES DE EQUILIBRIO PERFECTO:
Coso mi
atelier simétrico,
nacido
entre ocasos vespertinos,
sí esos
cuando la flor camina
con
nombre de mujer.
Vidas en
haz purpúreo
al
argénteo astro;
invisibles
senderos
sin
sombra ni difusos lares
donde los
afluentes
confrontan
en tu ser,
sin brío
no hay pureza,
sin
pureza no hay sangre,
y qué yo
no te daría,
acaso el
silencio no fue esculpido,
por
impulso del error,
raciones
de arvejas consumidas,
por
llamas de lúgubre hendidura,
Dioses
míos yo cómo era,
bueno no
me acuerdo,
seguiré
con mi venda
hasta que
ella me la destape,
secuéstrame
en tus dignas alas
que yo
vigilo
como
vigía de nuestro sentir,
custodio
d'este sin vivir sin tu ser,
no hay
luto de espadas
que no se
afilen solas.
sin
sueños no soy hombre,
ya lo
dijo alguien,
fusión
del frenesí
hablando
con su infinito a solas,
como
cuando se siente amor
en la
vida,
sólo una
vez y perdura
como la
letanía
de
escarcha derretida,
yo no
estoy despierto
he venido
a asesinar al tiempo,
y que se
cobren con él mis deudas,
sigilosas,
etéreas,
hasta arrebatar
su azada traspuesta.
Así mis
esferas sean siempre verdiazules,
como la
verde espiga el agua
que la
vuelve pasto.
El
castellano
ECO DE AYER VESTIDO:
Honrada
tibia luz caída,
pasaba y
me ungía este sol puesto
una
mañana amarilla, vestida de invierno
y su frío
azul, encendía mi cigarro
y un humo
y un eco envolvía
un hueco
que dejo abisal la última helada,
carretas
deslizaban las nubes
abriendo
el vientre helado del cielo
este Sol
tímido de invierno
parecía
asustado sin ocaso
ni
pájaros fantasmales
que le
hicieran nido.
Me
cobijaba la sombra de un ciprés enhiesto,
abría las
puertas de gramas voraces,
lirios
negros franqueaban mi verja
de
pensamientos que se amontonaban
en la
puerta, rezaba a mi Sol
que no me
hundiese la primavera
como si
él eligiese esta sequía
que la
tierra llora y quiebra sus entrañas
vestidas,
el viento era más fuerte que yo,
llevando
y sujetando el iris de nuevo tierzo,
crascitaba
por ramaje de mi muerto brevemente nogal
de sombra
densa cobijando tenebrios,
bajo sus
hojas caídas.
Portón de
tiniebla, el paso de su oscura raíz,
despertando
el devenir
rompiendo
el nicho de la primavera futura.
El
Castellano
CALLAR DEL ASCUA:
Este
bregar me cubre,
del que
vengo,
un sol de
esparto,
un
ocurrir del que venga mañana,
nubes
acolchadas me aguardan,
por
febriles heladas,
horizontes
sin guardas,
ni
francas tapias
deshacerse
puede,
era una
luna de trapo,
que
espolvoreaba la tierra,
su
belleza se acostaba
en dunas
de plata
mientras
su alta ojera desplomaba,
su
insomnio de infancia miro
y dime,
por mi
desnuda imagen
que yo
cerraba mis ojos
se
acostaba a plañir,
tu
transparencia me clavas
como
ferviente yunque helado,
las
espuelas tuyas corren sin caballo,
intranquilos
ceños
me
conducen por muros
y celdas
de sosiego.
Cuándo
venceré en este diáfano cuarto,
donde las
sombras caminan,
y las
voces en letra difuminan,
esbozos
en coro de grillos,
en este
lecho,
mi nicho
donde me acuesto.
Confín de
vagorosa imagen
que
despierto,
cada vez
débil,
cada vez
más encerrado,
surtidor
de fantasmas
que
arregazan era mi dolor,
esperando
para brindar con el enemigo,
humo
oxidado sin ojos que duelen.
golondrinas
dulces balancéan mi día,
día entre
sotos sin perdices
caminando
mi patio;
fabricándose
en él escarchas azules
con todos
los rostros de diciembre.
llave
fue, cincel encadenado,
lenguaje
del ser claveteado
en
recuerdos vanos,
polvo de
poema parlotea
y dirige
a callar hogueras,
fuerte
raíz es palabra,
un calor
retumba,
sobre
márgenes de ríos sanguíneos,
reposa
sobre la música su alba,
ventiscas
que trae la noche,
alejando,
alejando los sueños;
despertando
el pasado,
abriendo
luces en osadía
a quebrar
el tiempo.
El
Castellano
BLANQUEAN SUS ASCUAS:
He
cosido, dibujado tu sonrisa
con
tempetuoso órgano
al clarín
violaceo de mis dedos,
avanzo
senda con el fervor de mi Sol
dormido o
estudiado alzo brillos a su dolor,
intransigentes
palabras al silencio
que fue
parco sin eco
sobre la
sierra febriles dientes de siega,
me dijo
su olvido que él no espera
a lo que
abrirá mañana.
Ferviente
luna sola abre su alta ojera
por
cuantos la conocemos sin verla;
así su
fondo sin sombras densas,
ni su
acuartelada estela.
Mansamente
cruzarte será verte
luz
uniendo mis sueños de acariciarte,
condicional
de reloj de tiempo disuelto,
leve
planta criatura azarosa,
de
translúcido amor en tu cintura
descorchado,
fujitiva
alegría anidada,
el
desertar de mi sangre fue llamado,
a
realizarse en clepsidra de vida,
huyeron
mis borbotones a otro cauce,
otras
venas y arterias que te riegan,
juego
como animal entre tus riveras,
piedra
sin ajibe ni ortigas de auroras,
invierno
de transeúnte helado
abrazas
mi ascua de nicho,
al abrir
de la flor que espera,
segunda
tu avenida sin corceles de viento,
ni
rizadas venturas afilabas mi carcoma,
oscuridad
vencida alegre,
afinaba
mi acordeón de quimera,
un
transcurrir frío sin secuelas de difuntos,
deslomarse
pulcro, entre la grama
de un
recién abierto invierno.
Entonaba
un grillo
un
chirrío de soneto,
miraba mi
estrofa ausente
blanqueándose
entre hormigones
de leche,
siendo mi
vida más
que un
simple paso a la muerte.
El
Castellano
LAS NUEVE:
Los
verdes eran azules,
amor como
rocío en la mañana,
viento de
cantar
entre tu
ciprés secuaz,
despertaba
la flor hermanada
con el
idioma de la mañana,
viento
entre mieses más altas,
era yo
entendiendo
el idioma
de tus pájaros dormidos
situado
entre rejas de gramas,
y
tréboles carceleros.
Todo
despierto, rigurosa plenitud,
depuesta
el alba
y sus
rigurosos peinados de luces,
eran las
nueve en el patio
de mi
amada llena,
su sauce
brilló y vibró
sus
cuchillitos de hojas
con
cuantos años dispuesto a andar,
calles
con callejas me llevan
a su mar.
Donde
intranquilo se acuesta mi Sol,
cantada
abrazó la flor
al viento
que pasa y no mira,
que
arropa y no descubre,
canciones
que bailan su mañana,
por
pájaros azares que la vida trae
y en su
patio encuentran.
El
Castellano
A UNA ROSA DEL TIEMPO:
Verde
rosa proscrita
abre del
tiempo verdades
que
inflaman la oscura noche,
al
flamear del angosto
su espina
cierne,
hojas del
tiempo se cierran
rizando,
caracoleando
una
espiral malva,
vetustos
testigos
estambres
del fuego
y de las
sombras nacidos,
osadía
violeta
entre
raíces de siglos,
ascua que
arde deseos,
crepitan
pétalos
encajados,
una realidad
sin techo
dorado
firmamento
anudado
por
cuanto ha conocido,
no llegó
su marchitar de brea,
guiños al
viento descubre,
mira y
sonrie,
en aquel
diáfano cuarto
de
estrellas sin encarnar.
Claro
oscuro de su prendida suerte,
alumbraba
lo inerte,
entrometiéndose
por rejas
de
momentos tenues,
sotos sin
hueso regentaba,
vagos
lindes sin estatua,
ni otras
flores
que su
belleza empañaran,
soledad
perpleja del devenir,
aguzada
torpe sin rostro
ni desdén
devorado,
clama
silbidos
que
colman de noches
y sus
vestigios,
abriendo
estelas
tejiendo
sus casitas
de arañas
que flotaban
como
lunas tendidas
del techo
de su caverna flor.
Desnudando
tristezas
llamando
al oro
del alba
y su
recto oásis de Sol.
El
Castellano
MARIPOSAS EN CARRIL:
Compases
labrados
de un
tiempo expirado,
soslayado
ademanes
de que el amor existe
y corre
los parajes
de tu
sembrada piel,
resguardos
oníricos
de lo que
llegó a ser,
como
noche
que
aguarda el resplandecer.
Siempre
nos deseamos
como
abejorrito a la flor,
como
piedra a la montaña
y agua de
cascada a la pendiente
eso es
amarte ferviente,
como agua
de marzo
abre la
primavera,
quiero
estar a tu vera entera,
y ser
espectro de primera,
no será
eterno mi mármol
pero te
alzo un beso
como
cántaro,
vales
mucho corazón
y por si
no lo sabes eres sentir
como rayo
que
tornasola mi corazón,
te
descubrí nos descubrimos
y nada
quebrará el designio
que
Dioses aguardan
mi
princesa del lago
de mi
ilusión
mi
Araucana de emoción,
no
partiremos sin ir de la mano,
en
alabanza canta un cuclillo,
dejando
canten todos los grillos.
¿Cómo
encadenar la luz?
y atar
las mariposas,
¿Cómo
escribir sin fijar horizontes?
y anudar
plomos sin fundir a ideas fugaces,
cómo
conocerte y no besarte,
te
entiendo y a la vez te siento,
sin
semáforos y alquitranes,
sin
hormigones de leche,
puliendo
el blanquecer de mis ilusiones
que te
prometen,
distancia
quejumbrosa
entre
alas que sostienen
que en
tus ojos soy bruma que florece.
Y mayo
que reverdece,
contigo
soy lo que quiero ser,
mordiendo
la solitud
que
desvanece,
entre
corajes nacientes
y soles
pudientes.
Quiero tu
dicha eternamente,
siendo el
lado de mi suerte.
El
Castellano
NOS QUEREMOS:
Se
querían dos sombras
como
evanescer líquido
de rocío
por savia y tierra
rejuvenecer,
como
flores a la alta espina
de
proteger,
belleza
oxidada,
ellas dos
sombras
con
camino de piel,
abriendo
de la noche
gema
profunda de lenguas azules,
era un
camino el alba
por
descender,
ellas luz
querían ser,
vestidas
de ásperas ondas
impalpables,
seguras
sin obstaculo
eternas,
crispaban
el tiempo
y se
querían sin envejecer,
fría
segura que su alma se iba,
suya,
cristal vaporoso
de
amarillo viejo,
su
entrecejo deseoso,
querían
entre noches
de gatos
fugaces
por
tejados colindantes
que
anudaban rayos de luna,
su
tristeza era pura
se
anidaba en sus cabellos,
seca,
entre sus cuerpos etéreos
la
ausencia hacía verdad de idea
trasnochada,
su
soledad muerta
de
insectos ranqueosos,
asida de
purpúrea pluma
y lunas
enajenadas
con
cristales lucientes
en navíos
de tinta,
perpétua
osadía
de ser
luz,
como
silencio
de Dioses
relumbrados,
y su oro
vegetal,
como
ásperas rocas
destacadas
cerradas
al molino
de noche,
se
querían dos sombras
inertes
pero
vivas al ralentí
y
carrusel de estrellas
pudorosas
y ponientes,
su
quietud sin color,
su amor
por unirse
como dos
gotas al helor.
El
Castellano
BRUMA DE OTOÑO:
Afinaré
mi melodía
para
sordos,
desmenuzaré
la luz
que
brilla y alumbra
a oscuras
de la
razón más plena,
entre
sílabas
de la
palabra meseta,
abriré el
son
de grillos
tartamudos
y erizos
de idea;
Me
guardarán el vilo
transeúntes
de crispadas
espumas
de luna,
entre
corceles ciegos de viento
encenderé,
viajará
mi verso.
Avivaré
aspas
de
molinos precoces,
mi sol
dormirá
un
cuclillo despertará,
tiempo
entre escalas azules,
y espadas
florecientes
navegaré
hasta mi suerte.
Por
soliviares vetusto
y sus
flores de cardo,
soñaré el
recodo
y sus
ramblas de ensueño,
me
enraizará el hinojo
mi
sendero esquivo
hasta que
se vista de endrino,
negra
torcaz aletea
hasta posarse
en mi cuerda,
caracolea
el romero
mi destino,
surco
ahondo
de vid y
centeno,
de trigo
trillado
en
colapso de sienes amarillas,
monte
olvido
de mi
recuerdo,
fugaz
entre estambres plomizos.
Aletargo
maestro
de
cuchillas calizas
hueso de
cal y canto,
corre la
sombra
de mi
zozobra;
Por
cuanto yo he conocido,
quizás
más
que un
almendro seco,
cuervos
fugitivos crascitan
el
reverdecer de la encina,
picotea
mi cabeza
un pájaro
de hondo trino,
hoguera
de desquicia hiende mi ser,
por
barrotes de esparto
esperando
que llueva del cielo
como
antaño,
profuso
soliviaré
este
diente de espina
buscando
rocío
anudado
en flor.
El
Castellano
CAMPOS Y EMOCIONES:
Guadalajara
te recoges
en la
loma despeñada;
cumbre de
valles dormidos
y
turbiales del Henares,
agitas
ninfas en sus aguas,
al hervir
de álamos viejos
arribas
calles entre mocedades,
tus
retamas de parajes
arden.
Eclipsando
antaños
de la
perdiz sujeta,
surcos de
aras tus uñas hacen;
vestigios
de que el poder pudo,
caminas
descalza los años fugaces.
Niebla
asciende tus iglesias,
reposa y
tus gentes
la
despiertan,
al otoño
que no quiso venir
te hablo
como un hijo a su madre.
Cúantos
siglos quieren
tus
adoquines terrenos,
asidos de
hoz
y colmena
de tus abejas,
un
descender de la vida
entre corajes
de encinas
y oscuros
soles
que abren
de tus parques las fuentes.
cuanto yo
he conocido
de ti, es
poco.
como
infante en tus nidos de tordos,
no te
quedaste en los hoyos .
Cimientos
te desnacen la entraña
del ayer
carpetano,
por
cuantos siglos de comulgaron,
hija y
madre alcarria,
entre
mansedades de hermanos,
sabor de
chopo inusitado,
helor del
antaño,
resplandor
de verde militar de ciprés;
olmo sin
fondo ni tajo,
córvido
nogal de tus insepulcras raíces.
Miré hoy
mi espejo en ti abandonado,
y no
quiero desenraizarme
de tu
pálida tierra,
por
cuantos te conocemos y te conocerán,
fiel
canasta que nadie llevará,
tu
sonrisa jamás apagada.
Al tiempo
que abrirá.
Al tiempo
que abrirá.
Tus
labios que juegan y se tienden,
hermanos
de mi trilla,
hermanos
de mi arado,
labios
visitando acres de blanca tierra,
por
callejas y cuestas de dulce idea,
levantas
tu dorado cuerpo
de mujer
esculpida,
por
cuantas piedras te tejieron
en
armonía quiero susurrar a tu belleza innata,
que juega
y ríe descansada
en la
música de tus álamos.
Ríes
trayendo tu canasto de mieles alcarreñas,
juegas
con quienes hemos depositado en ti confianza
de vivir
en el sosiego de tus senos
que
guardan los siglos
que lleva
tu entraña erigida.
Mirlos
enredan en tus cabellos
sosiegos
mañaneros
por
cuantos te conocemos
localidad
de luz,
que abre
su remanso
al
Henares y sus espumas,
creación
no creada,
nacida
por cuantos te conocemos.
Cuartelillo
de tus fervientes chopos,
riges tu
guarda en tus lanzas de cipreses,
abriendo
tus campos al cernícalo señor,
y a los
estíos chirriados
que el
alma te acogen
¡Oh
Guadalajara!
El
Castellano
ESCARCHA SOMETE:
Avanzas
el campo
de mi
irrigada sien,
cara por
cara,
ojo por
ojo de este abrojo;
Destino
ciego de mi celaje,
bronco
mar de trasiego
al
broncinéo lar
encorajinado,
nacido
de un
pelo de un pelo,
rescoldo
socavado
un acre
sin pestaña hiriente,
vistas
tras los espejos
para ser
libre,
y
enraízar este Sol ferro
que
rehuye, desnuda las nubes.
Es un
viento solar que me encara,
y afila
mis fauces
que
desencajan el tiempo
que ya
marchó.
Pude
venir a vivir
en la ola
de luz serena,
el
relámpago me alzó en compasión.
Pude
renacer
pero no
soy adorable,
desde
estos acres
traigo
la flor
de difunto
insoslayada,
sembrado
el tiento
queda
resurgir del azabache,
y bailar
sones de grillos
con sus
raíces del mañana.
El
Castellano
URDIMBRE PRENDIDA:
Desempeño,
tejer la letra
infinito
parco de estrella,
desmenuzar
lo efímero
donde
plañe la belleza,
capturar
gotas de lluvia
en
estambres que acrisolan versos
de madre
flor poema,
avivar su
ascua eterna
de
silencio acristalado,
hacer lo
diminuto gigante,
y lo
gigante magia de ensueño,
abrir
fauces de la fiera
y ver qué
espera,
bailar en
el seno de un arco-iris
despertar
quimeras sigilosas
en cumbre
saciada,
encontrar
cadencia anhelada
bañándose
en mis recuerdos
como pez
iridiscente en llamas,
ver la
espuma de la letra
y
acompasarla,
abrir el
pozo de ilusiones,
desnudar
el azabache
que llora
la ausencia habitada,
por mil
dragones de cien fuegos,
hablar y
destrenzar el idioma
del
silencio malva.
Rejuvenecer
la letanía
entenderme
con mis Dioses,
encontrar
la certeza dibujada
que puede
ser mejor,
afilar
hierros de espadas de vocabulario,
dibujar
ocasos venideros;
Sumergirme
en la oscuridad
y volverte
a soñar,
nueve
cosas dejo en mi tintero,
todo lo
que espero,
lo que
nunca escribí.
Si
supiera hacerlo no escribiría
lo que
siento,
yo sólo
pinto lo que no ven mis ojos
aljibes
soterrados de mi calavera,
caracol
es este talento
unas
veces llamado tiento,
el mundo
reposa en mi libreta
yo soy su
dueño,
papeles
testimonios en blanco
de lo que
es para mí escribir,
ese
idioma de los Dioses
danza de
ninfas y sátiros
que abren
su caudal de tinta.
Con besos
de rocío.
El
Castellano
DESTELLEO DE ESTAMBRES:
Eran de
noches eclipsadas
un fértil
embrujo de sangre,
en los
jardines que el aura gasta,
y sus
notas de clarines reverdecidos,
un poema
me alzaba la dicha,
entre
gatos relamiéndose el hocico,
se
construían torres al clamor
y su
trasiego azulado,
serenidad
en rostro de mi aljibe
preñado,
sueños y vicisitudes alumbraba,
escalinatas
al sosiego mañanero
que todo
avanza.
Incolume
, ferviente desdén
estre
flores granates de sangre,
era mi
sueño cojo abajo los años
que
sembraban patios sin flores
sólo de
versos, al menos eso.
Un beso
sin mares de boca,
una
caricicia sin pieles erizadas,
una
escala al infinito horizonte
sólo para
observar quieta mi desquicia,
como
espina que sin rosa no se afila.
Fulgores
efímeros, inusitados,
en
superficies de charcos migratorios,
era feliz
mi tordo rutilante
de mi
jardín, en el que lo pequeño
es
jactancioso y todo rige la ley suprema
de la
belleza desnuda,
con tez
de arcilla dolida.
El
Castellano
Crispa su
metal
como
fuente soslayada
del azar
que vuela y corre
destellando.
Estridencia
recta, dorada al gemido
en hoz de
guadaña,
es una
espera mi fiel apostado mañana,
cumbre
sin rizos de alba.
Yerma,
plácida, insostenida,
mutable
de verde caduco
al sostén
que su pecho hiende,
erizos de
senil ascua.
Dioses
anclados al servil gozo,
consumado,
me alzo que levanto,
negras
tardes de las tierras,
salvaje
canto en abismo prendido, soterrado.
Ara en
fulgor de combate
con mi
serio descampado,
rige y
exige la semilla al Diablo.
Fiera de
las fieras,
compostura
que sueña la guerra,
fanales
hogueras en colmenas y sus gentes.
Oscura
esta noche
de
oscuridad y umbría niebla
que
cuelga la luz.
Miro la
sombra, me desliza su estampa,
ondas
tenues en acristalada sien,
lima
ideas a la fugaz, encarnada siega.
El Castellano
VENA DEL CIELO:
Solitario
rayo
luz me
arde ahora
en el
mirar ciego del sueño
sin miedo
sin embargo
saboreo
el viento,
los
cielos me poseen
de nuevo
sobre los años
que ellos
son,
algo
llega a la rosacruz
de ayer
y sus
nueve caídas
de sus
ángeles despiertos
en tu
sueño me ves invernando
dorando
mis pelos de murciélago
bailo el
colchón de nubes
que
sostiene esta mi noche
para
desaparecer llorada la tierna cara
saboreando
una sombra más
que me
vuelve
imperceptible
muerto
sabor
de obscuridad
sin faros ni luces
ni
fusiles que matan hermanos
de su
tierra y sangre
crecieron
los caminos
y el rojo
fuego versado
brotó en
flor de amapola venidera,
dime qué
debo hacer
¿Algo
erróneo?
No puedo
volver atrás
se
sostiene aparte
la fuerza
que nadie alcanzará
nada por
cambiar
todo está
hecho
algo que
asalta aparte
puedo
volver y empezar de nuevo
sin mí,
sin vida, sin cuerpo
sin lo
que me ata a éste mundo
mañana
veo el futuro
la
destrucción del pasado
quedará
atrás.
Corpus,
anima, crescens
sol
refulsit,
lux
et patientiam meam scientiam
florum, est vita
nosotros
no somos lo mismo
la bondad
sangra las venas
gustos,
deseos, vencer,
arder sin
perder aposta la partida
esa que
las hiladoras tejen
momento
del momento
nacido
absorbiendo el hilo del tiempo
las
piedras lloran flores
el final
es volver a empezar
viendo y
amando
el ancla
errada de mi lugar,
continúo
al cuervo
que me
vuelve más fuerte
ave más
inteligente de la faz
poder de
la misma
energía
en
tormenta de conciencia
siendo
ese rayo solitario
que
partió todo inepto,
inconsciente
tormento.
El
Castellano
ACRISOLADA IDEA:
Acristaladas,
relumbradas fuentes
patios de
ideas remitentes,
soles
pudientes entre espadas fulgentes,
narcisos
dementes, encorajinados tapices,
malvas
del sueño vespertino, precoz,
carruajes
de sienes nacientes,
ilusa
suerte en colchones de nubes,
quebrarse
quiere al inusitado compás;
Mañana
abrirá la nada,
hondos
cobijos del ayer,
no puedo
dejar atrás,
llueven
ayeres en gotas,
hematite
del fabricado mañana,
solaz
escarcha que me acostumbra,
por nidos
de grama y sus testigos;
entre
cuchillos de silex avanzo,
dejando
generación seca
del
brillo crispado.
Octubres
secuestrados en su halo,
gritando
el sueño de los noviembre
entre
fríos feroces.
El azul
musitaba entre los árboles,
grité no
morir aquel día,
ser
relámpago de la brisa,
en esta
tierra sin nosotros
traigo el
ababol de un otoño que juega
y rehúye
los párpados,
como
hojas secas prevalecen
el huir
de los pájaros.
Destino
me alumbre allá
donde los
peces se anidan
en los
árboles de atardeceres,
joviales
como joven vientre de espumas,
el tiempo
acaso no partiese,
cansado
de ser siempre el mismo,
hogueras
atrás yo no estoy despierto,
calzo mis
campos
en
enredaderas de sones perpetuos.
y
afiladas vides de Dionisio.
fenezco
como fenece por los siglos
el
almendro.
El
Castellano
ONDA PERPLEJA:
Luz
cautiva, ardua, ofrecida,
el viento
me ha dicho,
de su
furtiva llama
que él no
traslada,
abrí la
pupila de la noche,
me vieron
cinceles
sonámbulos,
pinceles
sedientos soñaban
un ocaso
perdido,
espigas
blandiendo tiempos
caducos
entre retozos
de
jóvenes margales,
sin
aroma,
el celo
del paso del río
cuenta de
enredaderas
y sauces
cabizbajos,
entre
álamos abre sendero
el cuerpo
que no se vence,
acristaladas
ideas
de renombrada
senda
por
membrillos
y nogales
tartamudos,
era
tiempo de trepar el tejado
con gatos
fugaces y lunas sin sábanas,
ferviente
suerte entre barrotes
que me
alejaban de la ciudad
crispada,
humeante, entre gravas
y
alquitrán florido de edificios,
huir no
es opción
pero sí
solución.
Hondo
reflejo el curso del latido
que
amilana a dos voces,
el
presente huído del precipicio,
era una
ventana
y una
nueva esperanza,
zanjas de
carriles
sueño que
aquellos pinceles
me
pintaron el sueño,
y seguí
de aquella luz su reguero
disperso,
etéreo.
Hasta
vivir en la sílaba.
El
Castellano
RIERA DESLIZADA:
Hundido
por juncias,
despertando
caléndulas,
someras,
solariegas,
era otro
lado donde estaba
hablando,
entablando con Ostara;
la tierra
que no era pobre
su rigor
contestaba,
prado que
desciende
juntando
un barbecho dolido,
conquistado,
marjal de
claras hierbas
flaco
acre dispersaba,
bancal de
cizaña primaveral,
sutil
caricia rizada en patitas de abeja,
parte de
mi casa soterraba la desquicia
de un
frío traído, heladas patriarcales
por
aullidos de viento voraces,
como un
rosario deslizado
con
aflicción por la tierra,
un
silbido del patio oscuro
como
lamento sin lluvias socavado,
semillas
brotar escabullen, pregunto
vive mi
lluvia soñando
vivir deslizándose
por la pila sacra
de tus
pechos tersos de vientre de seda
y espuma,
angelical rostro
llamando
florecer colores dispersos,
vieja
cueva cantando oscuridad,
como
tránsito al amor por tu viña,
cantar de
mirada extranjera,
hasta
hacer la tierra nuestra.
Impetuosamente
soy varón
y no dejo
guerras personales para mañana,
ni ganar
a puños pequeños,
de
opiniones sin cuarteles,
firme
elaboro mi respuesta blandida,
vieja, en
savia bruta elaborada
necesito
mi vera con sangre,
necesito
mi vera acompasada
por tu
soplo de mujer labrada,
querida
dama elisalle amada.
Mi
destino como árbol desgastado
de honda
sien y senderos de carcoma
apuntalaba
mi perpetuo mañana,
acicalando
sus ruinas
para
elevar su sabor de antaño.
El
Castellano
INVERNANDO:
Camino la
sierra
y
labriego empedernido,
afilan
cintas de esparto
y jocosos
pinos bordean el monte,
era ella
caminaba siendo mujer de húmedas hojas
y gramas
recién nacidas
anudadas
a la cintura,
era
tiempo suficiente
para el
recodo de un fondo fantasmal,
estallaba
el acre que pisaba
palmo a
trecho,
ribazos
se despertaban sin alba
dejé un
lugar ramificado,
más allá
de juncos
y fardos
de nueva cosecha,
sin ir
más lejos
abría la
tierra vieja invernando
su
ombligo de invierno
la
carrasca de hoja inmoble afinaba
sus
dientes de hojas
que el
viento pasa y respira.
Campo
lejano por cualquier parte
sentir
que dejaría plisado
por
encontrarse con tus ojos,
pecho de
paja nueva silo dormido
de hondo
surco y barrizal,
oscilando
el filamento de un severo cardo,
entre caracoles
mutantes, judíos blancos,
dejé mi
traje a reverdecer ortigas y orugas seculares.
entre la
jóven hierba y el rojo trébol
del
sendero,
recojo mi
árbol del mañana y me marcho.
El
Castellano
RAÍZ DE
SOMBRA:
Nací
cuando se disolvió la sombra,
era un
patio de grises arañas,
con
oscuridad en cada flor de luz,
rizaba y
caracoleaba, una yedra su alba,
se
acostaba el sueño dormido,
en sus
ojeras de nácar de luna,
gritaba
la eternidad por una siembra esquiva
que abría
la espiga de versos carmín,
una
sangre de espera en ababol flameando
es un
sendero que abría el cuclillo
en su
nido de espinas,
era su
vida un soliviar
donde
soterrar su miedo a no volver, a brillar,
temblaba
mi cepa, un látigo de uva quieta,
livio,
liviano, forjado, labrado, superior
es y era
un campo de malvas de luna,
yo tengo
huerto de sombras
que
visitan soldados alados,
mis
flores de difunto,
que abren
sus soles
en
crepitar de amarillos tules,
babéa
alegre mi babosa
avanza
sin casa,
que no
sea mi tiesto,
donde
enraíza mi vida,
límpido,
es mi ávido deseo
fulgurando
un crepitar descorchado
de mi
luna de relojes,
acababa
de llegar
a la
cueva
de förüq
vampiro,
allí
donde las polillas
no tenían
ni quitina,
tejía yo
en mi tela
asida la
brepticia
del amor
a mi estirpe,
desde mi
muerta vida,
al compás
que marcó mi despedida,
puliendo
este hueso
que me
habita el corazón.
El
Castellano
OSADÍA TEMPRANA:
Cuando te
amo
mi mente
se hace libre
invade
una amalgama
de
colores jactancias,
abandono
mi sombra
para
saber quien ser,
un
colapso de ideas me conforma
para
encontrar beso y abrazo
sin
despedida,
lo común
se hace efímero,
y magia
del segundo
traspuesto
entre la
calma de la vid
y el
chopo que dora el otoño,
cuando yo
te amo umbrales abren
dejando
mi luz intensa,
no porque
lo diga yo
es que yo
te amo,
no porque
lo digan mis abrojos
de poemas
rizados
si no
porque esta realidad ya
no nos
pudo sostener
sin unir
tierra y cielo de tu ser,
cantaron
mis grillos sonámbulos
el ser se
enmarcó por crestería,
ganó una
osadía temprana
y volví a
vivir,
cuando yo
te amo
estrellas
acompasan
un fuego
de nácar,
la
valentía se hace fiereza,
el
instinto no se duerme en sigilo,
las
puertas se abren
cuando
nos amamos
la
realidad se arrulla
ante
nuestro paso,
las
pesadillas desvanecen
los
cariños multiplican,
quedamos
solos tú y yo ante la nada.
El
Castellano a 30-10-2017
TRANSCURRIR HELADO:
Tiempo
vorágine narcisista
que todo
abarca
todo se
lleva
desde el
infinito del mar
al
acrisolado
de la
realidad del hombre,
retorcía
en su nuez
que tenía
más duración
que el
punzón de la vida
que todo
rige,
ilusión
dormida en el rayo de sol,
veleta de
nueve direcciones,
hueso que
crepita lunas y soles
camino de
ilusiones,
despertar
de conciencias
susurro
que gritan las estaciones,
caducidad
avanzando
memoria relegando,
surco de
vid y arena
surco del
trigo y la sinestesia,
etapa
doliente inventada
en
lágrima del sol pudiente,
retorcer
del viento
guiando
realidad,
somero
descanso
en el
remanso de la idea,
nacer,
crepitar, extasiar
en manos
de su padre destino,
encontrar,
desnacer
acaso
acabar
en la
nuez del tiempo,
relapso
ciego
negándose,
afirmandose
en su
trascurrir etéreo,
del que
ninguna materia
escapa a
lo mutable de su ser,
compás de
pájaros dormidos,
nidos
para nunca vencer,
colmenas
a lo efímero
que abarca
toda disposición
de lo que
se cree superior.
El
Castellano a 1-11-2017
REFLEJO NAVEGADO:
Caminillos
vencidos
sin
escalas a una segura muerte
asida de
un cielo de una estrella.
Granate
lustre encontrado,
reverdece
que no fue poco,
a ti nube
imploro,
lleves
los ocres
donde
allí no existen,
todo
juega en tus rizos de plata.
Hazme
libre una vez;
Atravesaré
la mirada del espejo,
y su
fantasía profunda,
seguiré
indemne acontecido,
me
apoyaré en mis espaldas,
flagraré
de mis espíritus
una
verdad,
que
crezca, devore
surcos de
vana hipocresía
y sus
llamas
que
interés confluye,
leones
aquí
dominados
en mis venas,
una
sombra fría me habla,
me relata
el final
en
letanía del tiempo cuando cruje
sólo una
vez
por
última vez,
hablé yo
con encinas
que sujetaban
mi esperanza
en campo
abierto
sólo
marchado
por las
estaciones
ni mi
jardín azul
ni mi
acristalada fuente
con mi
olmo desnudo
y mi ciprés de valer
ni mis
hijas caléndulas
hijas
esposas del sol
flores de
difunto escaladas
jamás me
recordarán
ni
contarán sus penas,
silencio
de mi enemigo,
encontrado
a solas
resonando
bajo el asfalto,
vestiré
mi fuente de brillos anisados,
abriendo
generaciones de luz seca.
Encontrando
verdades
bajo las
piedras del monte,
liberando
el oscuro sentir
fuera los
cielos
volviendo
al final sin comienzo,
al dulce
tormento
y su
vuelta al inicio del sentimiento.
El
Castellano
HONROSO, TIBIO PULSO:
Grave, y
sonrío
entre la
gravedad de lo efímero,
el
castillo, el soliviar vetusto,
graves
aras de sonrojos
al
terruño,
un dulce
claro oscuro,
tu boca
diáfana, perjuro,
gravedad
del insecto insulso,
un
halago, un pulso,
enjambre
de bellezas en tu nombre
quieto,
sin arrullo,
cristal
de humo partiendo minutos,
por qué
árbol mío,
la
proporción de tu aire
que
alejas,
grave sin
sueño alguno,
hondo
soto, inconmensurable hacienda,
trilla
que trillaron los hombres
antes yo
nacer,
y ahora
tantas luchas te siguen.
Tu pasión
por un crimen de flores
y altas
rosas,
corría un
otoño plástico
por la
vereda y la rambla enajenada,
sortilegios
de hierros azarosos
y pulcras
vides sanguíneas,
alta te
quiero ver como la noche,
y esa luz
difusa, vertida en lengua
de
castiza fuente soslayada,
cincelando
con tus manos los altares
de huesos
que pertenecen.
Como pez
sencillo de milagro
que tu
boca sea musa, mi rosario.
El
Castellano
FLORECIDO MÁRMOL:
Días
oscuros en la plaza del Sol,
abrirse
pudiera entre rayos regentados
matices
insoslayables, fauces brillantes,
y
candados de luces, humilde haz,
purpúreo
al tacto, suave nube rígida
impalpable
entre ocasos azules,
y leones
grises,
con tacto
terciopelo
una vida
de amor eterno,
ola
infame viene crispando
metales y
fuentes, soberanos eclipses
que el
viento nocturno navega y juega;
soledad
atónita entre enjambres de gentes,
confiante
sentirse bajo el Sol humilde,
espumas
de ángulos fugaces,
me
palpita amplio con serena voz
desangelada,
la vida del hielo,
helor
entre escarchas,
y su
vorágine de cementerio.
serpear
entre raíces ahogadas,
afluidas
esperanzas unidas
en el
trasiego.
con el
viento te digo
que no te
olvido ni muerto,
no
surcaré sus vetustas alas
ni
enterraré mis ilusiones
en sus
jardines de albas
y hiedras
voraces.
Entre
ortigas que abren insomnios
fugaces
colaterales
donde
exista el acero y ala de pecho,
dormiré
en los siglos de tus ojos,
entre
turbios cipreses con sabor a luna,
entre la
grama reposaré mi razón,
despertando
habitando mis granates
huéspedes
de mi corazón.
El
Castellano
MIRADA HILVANADA:
Miradas
sacrificadas,
en el
vasto infinito
que hace
nombre el color,
entre
cristales y sus cuchillos
de verde
espliego,
entre
corazones de cuarzo
fue
mirarme dentro de tus ojos,
severos,
hondos
como
pozos sin cuenca
ni final.
Era el
sonido de un murciélago
rasgando
sombras,
todo lo
que quedó sin marchar,
ruido de
otra tempestad,
que
sacrifica y avanza
truenos
del umbral,
ventanas
al paso de los años,
quedarán
empañadas,
algunos
no cambiamos
a la
vuelta de la estrella.
Resguardos
del precipicio
aventando
el alma,
me miro
en el cristal de tierra
y azures desvanecen
azabaches
crecen
tapando
lunas sin relojes
estampas
valientes entre yedras
echando
flores,
mármoles
dormirán sueños
arremolinados
en aspas
afiladas del miedo.
El
Castellano
PECHO EN HIERRO MONTADO:
Infiere
de nocturna flor
nuestra
cabida de luz vana,
un día
será el siglo de matices
con su
avenida escalonada,
suerte en
mimbre de tus estrellas
en mis
pupilas,
desafíame
el lucero
mi malva
runa,
satina mi
firmamento de lunas,
llega
donde no llegan las enredaderas
de mis
vilos noctámbulos,
soy
enfrentamiento con mi existencia por ti
partida,
vestirán las flores mi magia,
para
florecer madrugando,
y que su
espera me sepa bella, clara
como el
osar brotado en primavera,
centella
que gasta tu ambrosía amada
cobrando
a mis cerrojillos nacidos del alba,
argos
sumos en luceros despertando sus arañas,
nubes
cabalga, aire sostiene tocando mi esqueleto,
Campos de
Castilla, soturnales labradores,
abrid la
tierra espera nuestro fruto de nuestras lágrimas
en
acequias, hasta que llore el sudor de nuestras manos,
y las
matas canten el fragor de nuestras bocas,
¿Quién me
conoce en estas sierras de hoz y guadaña?
Yo soy el
encargado de abrir los cielos
hasta que
lloren, soy el que despierta a la semilla,
y grita
flores con sigilo de chopo me guardo,
y entre
rayos de bruma desciendo
hasta mi
tierra madre de las sepulturas
de los
abrojos creados,
pecho en
hierro montado
soy
esclavo de mis ojos liberados,
desafiando
al viento creyéndole hermano,
soy la
vida que me falta por escribir en bronce,
soy
sangre, destello que mueve
la
hoguera de mi escarcha.
¿Quién
viene hoy por mi escala?
El
Castellano
INSEPULTA TIERRA:
Entre
labios grises
y ojos de
fuego,
cobijan
maculados
sueños
vaporosos
sin
vigilia,
entre
gemas
y su
áureo amarillo,
ignoto,
desdentadas ilusiones
en
carruajes veloces,
por
mármoles del sueño
y ortigas
que sepultan vanos
testimonios
en solaz
yaga sin vientre oscuro,
se
acicala dura como roca
crepitante
que noche pule,
despertaban
yunques frívolos
en estas
paredes sin pesadillas,
el día
sujetaba
respiros
valientes,
¿cuántos
zorzales partieron?
cuántas
fuentes esquilmaron
su luz
entre agujeros de trinos,
vasto
templo de zarzas abre
su
sonrisa por cuanto el río desvela.
Allí no
habitará el olvido,
ni en sus
brazos secos de siglos,
treparé
torres de taciturnos
desvelos
con ropa mojada
tras
lluvias en mi ventana;
Venceré
esta insepulta tierra
disuelto
en la niebla,
de cielos
en cinta,
por
castizos senderos
de
errores inmortales
serpeará
mi pecho,
y su
hierro de idea sola
cada vez
más sola
entre
corajes florecientes
e hinojos
señeros
de
senderos que me llevaron
al caudal
de espadas.
El
Castellano
HÓRRIDA SOMBRA:
Hórrido
tronco, nogal excelso
que
acunar su follaje baja
a orillas
de diciembre,
un mar de
grama extiende
el charco
verde,
corretea
y desliza alegre
la babosa
como un párpado
del
tiempo,
que la
tierra sostiene,
sombra
densa, despierta
afilada
de filos de hojas
sus pasos
flagrantes
de
indivisible viento,
cava su
lengua de fosa
bóveda de
filos sin fin
adentrar
sería perder
la propia
sombra,
sombra de
muerte
clama que
es suyo
el nogal
del tiempo,
caminillos
de plata
tejen
escarchas,
heridas
clamando el despertar
de la
cobijada semilla.
Sombra de
nogal
quien te
pueda acompasar,
ya no
vuelan tus hojas,
ni otra
tierra las acoge
cuna de
pasos sin horizonte
a tu
ramaje cuelgo
sueños
por despertar,
vidas por
sembrar.
El
Castellano
SINCERA COMUNIÓN DE FILOS:
Trepo el
angosto filo
de mi
torre desdentada,
era un
rubor de estrella
solitaria,
negra, hiriente
lanzó su
espada,
fulgor
brillado entre sienes,
plomo de
nube
esta
tarde ceniza fue,
chuzos de
vida,
estáticos
frentes del verde,
un
carruaje de otoño
que no se
vence,
ardua
torre mi pasión desmedida,
entre sus
curvas de encaje,
brillo de
mujer sin engranaje,
limo mi
nervio
por
fulgores de sangre,
hierve,
hierve
soy
hombre
pienso
que fugaces atrás
si el
planeta hubiese nacido un día
esquilmado
en seres
solo con
ella y yo
la
supervivencia del ser humano
estaría a
buen recaudo,
vida de
mi feudo
mis
abrojos nacientes
fuente en
extasía que mi letra abría,
granate
lustre olvidado,
mi locura
a buen recaudo,
es negro
este río en tinta marcado,
cumbres
de punta y filos
derechos
a estas cuchillas de versos,
horizontes
malvas clavan
lloran
flores el sentir de la belleza,
que mis
ojos sangra
una
lágrima como el brotar de una luz pasajera,
como
enraizar tu imagen en la retina,
un sentir
para toda la vida,
el
admirar arde con gasolina,
tu imagen
recorre cada parte
y a veces
recorro los parajes de la soledad,
sólo
encuentro que no los quiero
porque yo
te conocí,
y sin ti,
sin ti el
cielo y la tierra se juntan
y no hay
espacio ni oxígeno para vivir,
los mares
caen de las nubes,
el gris
se perpetúa,
no hay
belleza en mis ojos sin ti,
todo
luciría de ocre,
mis
sentimientos no tendrían cauce,
el
aburrimiento sería pleno,
no habría
moción para levantarme en la mañana,
ni
tendría estas ganas de ser mejor sin ti,
mi
perdición mi bálsamo de lo sentido,
eres mi
flamígera llama,
un
fósforo y mi hoguera,
mi
destapada quimera quieta,
con nombre
de flor,
con
azares y suertes
entre mis
ganas de saberme tu último hombre,
trémulo
fuste entre sarmiento y vid,
mi azada
me alza hombre de bien,
diestro
mi coraje para ser yo
no
necesito traje,
hilvano
mis venas porque yo soy sangre,
gracias
mis Dioses
hoy soy
invencible,
el amor
con Margarita me desviste,
hasta ser
carne de poema en su lengua,
yo soy de
ella,
y ella es
mía,
como una
comunión explosiva
de luz y
estrella nacida.
Sin ella
para mí no hay belleza,
no hay
vida.
Estoy
enamorado
y siembro
mi campo.
El
Castellano
OSCURIDAD VENCIDA ALEGRE:
Pulcro
destelleo entre sienes aladas,
estoy
rasgando sombras para verte,
para
mirarte serena, flamígera,
redentora
como as de trece lenguas,
arremolinada,
plena como cuando ciego
encuentra
la luz primera,
abierta,
candente, como ascua efímera
en la
grama de verano.
Saberte
honda, transmigrada
como leve
flor sonrojada.
Suave
entre esquinas desdobladas,
y calles
de noviembre heladas
en las
que conmigo quiero verte,,
hasta el
ocaso del nueve;
se
afianza mi suerte,
en el
tejado de mi mente,
perros
soterran pasos de nieve,
por
ciudades de ceniza verde,
atrapo el
desdén de gatos erizados,
estirando
sentires de cromo,
arrebatando
piedras al silencio,
navegando
asfaltos sin prisa,
ni
desquicia; Acompasa este latido
por
arterias sin venas heridas
ni
ángeles fieros infrahumanos,
quiero
verte como se ve un tigre
en la
ciudad, entre árboles de cemento,
y ríos de
cristales,
quiero
sostenerte
como
blanca primavera
entre
este otoño rendido
sin
flores ni llantos del cielo
que
escapan precoces.
Quiero
tenerte, osarte,
como si
me enraizaran las manos
al
acariciarte
para
nunca perderte.
El
Castellano
PANAL DE IDEA:
Espino
amarillo de mi demora
recto
aromo entre cardos,
entre
hinojos del Sol deslumbrados,
me visto
de primer ababol florecido
para ser
de la abeja,
y la
abeja ser mía,
entre
estas guadañas de esparto,
afilo que
nazco,
fulgor
entre fulgores,
de ojos
calizos avanzo,
cuerpo de
arcilla
hierro mi
idea,
estas
espigas me dicen
que
quiere tener espinas su sed,
estoy
sentado entre una prima retama,
esta
primavera que me siembra
yo que
soy único poeta de su sangre de ojos,
quién
osado me compara,
me blando
al nivel
de esta
floresta desnuda,
limo mis
nervios
con azada
de carne de metal,
el miedo
grita
de
contemplarme avanzando,
me Tumbé
en la grama
a
pensar, me nació una abeja
que
escribe poesía,
soy hijo
de la Luna,
única
Diosa por Dioses haber sin contar,
luna de
guía soy yo su semilla,
tengo
ojos donde se acuesta
la
oscuridad,
es mía
soy de ella,
como flor
de su insecto
que la
poliniza.
El
Castellano
SIMIENTE DE SANGRE:
Tuerce
quebrando
este
aliento, va reptando
senderos,
que el
olvido alzó suyos,
en
vicisitud de savia elaborada
saluda a
su Sol,
de su
ávido granate que le vence,
entiende
de pasiones de sus flores,
la
floresta cuida
y germina
en su parcela,
para ser
del campo
su
felicidad,
y él ser
de su flor,
en
extasía de color,
huye de
su vida la tristeza seca,
el
escribe poemas a la belleza repleta,
en
candiles flamígeros
a caricia
de ojos,
sí esos,
sus ojos
brotados de Tierra,
descansa
para seguir creando
la
primavera le sostiene
la
sangre,
hasta
tener el corazón
lleno de
simientes
de su
esposa del Sol
esperando
su muerte,
para que
su yerta sangre llore
en flores
de difunto.
El
Castellano
AVIDEZ EN LABIO DE FUEGO:
Efímero
corre el segundo sin saludar
sin
despedirse, sin preguntar si todo sigue
igual,
avanza la manecilla de mi reloj,
hoy es de
esas noches yertas,
que
descubro mi tierra que late
bajo mis
pies. hay avidez
en el
subsuelo donde la sangre late,
destartalados
pilares que me alzan,
recorrido
de mi alarido
que
muerde al conocerte,
he oído
estaciones correr,
mi carne
se funde bajo tierra abierta,
frente
mis ojos
nebulosas
abren, crepitan,
he nacido
yo de su flamígera ascua,
mi
solferro blande su noble falcata,
dentro mi
carne la vida bulle,
su caída
resplandeciente,
toda
carrasca me dibuja al dorado tordo
de este
atardecer,
el
murciélago myotis
me cuelga
la idea,
desde
esta ojera férrea,
hoy me
comí el firmamento anidado
en tu
mirada aplomada,
soy
experto recio como un lobo,
frío de
segmentos cálidos de hielo,
maestro
de mi espada,
escucha
el brillar de mi navaja,
yo soy
descendiente del miedo,
ámame
como se ama
sólo una
vez,
en el que
nuestro color sea la piel,
afilo el
poder de este silencio,
y te
dicta
que te
volveré a ver.
El
CASTELLANO
Venas de luz:
Yo te busco luna
entre bloques de hormigón
y cemento,
entre violetas escarchas,
yedras azules
nocturnas de este cielo sonámbulo
con suelo calizo,
me réhuye tu ojera de nácar ciega,
segura,
colgándose de mi puente escarlata,
férreo, soterrado,
mas te escapas
por las turquesas ramas
cielo plateado quién te tuviera,
esta tu rama de idea
entre las manos
tu miel de niebla, húmeda, trasnochada,
cual panal de lumbre quieta, deshojada,
tu lágrima
que viste de locuras,
de esquilmada luz
y sus azucenas,
mi noctámbula sangre
y mi tinta bermellón
que te aguarda fiel a la espera,
en la Torre de Hércules,
tu camino que serpea,
y mi soga blanquea,
alumbrándose los árboles erizados,
vespertinos,
que en lluvia cantan,
su serenata santa,
acequia de tu ser,
que la bruma pervierte,
colmada a tibio reflejo
en fanales cristales sin tajo,
de tu hueso crepitando, apostando,
dunas del sueño,
y metales esquivos
con azabaches siniestros,
cuentan los astros
que tu belleza duerme
en sus incesantes
hogueras de sus cestas,
tú que te escapas
por entresijos de negra ala,
quién te tuviera
en sus palmas,
como destello escaparías
dejando una estela intangible,
áspera, maleable,
de blanca pupila
y granate adornado,
naciendo de ti un gris ciprés
las canteras se te rindieran,
en presura,
un silo alto como tu luz
de ojos abiertos,
treparía tu enredadera
entre torres de belleza,
y brotarían las blancas estrellas
damas de noche,
llorarías tu oro blanco
en abrevadero,
por tu escarpada longitud
y un eco nacería tuyo,
solo, carraspeado
de la luz y de la sombra,
una cadena para tu belleza,
que tus venas lleva,
en verticales pestañas negras,
plenas, beatas,
en insigna sangrada,
renacida, renombrada.
El Castellano
III
Raíz descubierta:
Sueño, un haz subordinado
hoy tuve una experiencia
subjetiva al cansancio intuido
de aquel retoño de lagartija
salamanquesa
de mi pared habitante de mis tiestos,
la regué y corrió a detenerse vertical
frente mis ojos,
en aquella pared donde caza,
detenida sin presura,
yo acerqué mi mano tapándola
por completo sin asustarse siguió
inmóvil
y pude acariciarla con cariño,
empiezo,
que no he terminado,
enmudeció mi soliloquio confinado,
abandoné mi voz,
bajo el latir de tierra
sangre huye,
rojos carmines en avidez
de rizados estambres,
sobre las montañas y su blanco gineceo,
esencias despiertan,
palabras bullir
en carne fundida de suelo
en fértil, serena de aliento
en bruma niña,
madre de este gris anisado,
con crispado horizonte,
toda caída sin destello
ni florida estampa
que seca mi ala,
iris de soturna
carcoma mía
en tejado de oscuridad,
de tronco y su nido,
vamos tejo,
si yo creo que eres mío
háblame de tus penas sin escapar,
de tus romances oscuros
a vientos de luna,
piérdeme la compostura oxidada,
haz que me lloren sin miedo tus hojas
que yo deseo ser tu eterno amigo,
compañero.
En raíz descubierta
que afila el tiempo,
será mi cuerpo.
El-castellano
FINAL
3339 El Inocente
Contents
Inmenso placer secuaz, inefable:
Río de todas las flores desangradas:
Romance heroico sortilegio sembrado:
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