domingo, 16 de junio de 2024

Himno astral solícito

  








A una hora impertinente y blasfema
brillaba ella, sobre mi escritorio crepuscular,
era mi pluma derramando tinta blanca
cubriendo el cielo nocturno,
era desdeñosa, entregada y dedicada
a verter centellas como simientes estelares,
la verdad, este tiempo no se medía
era como un navío anclado al horizonte,
y en su mitad, latía mi verso.
Instantes que crepitan sobre sus ascuas,
estas nubes cristales,
y todo noticias desmesuradas,
con un río de sangre detenido,
y ojos fijos enclavados a la tierra.
Se agolpaban mundos de arena
colgados de telas de araña.
Avanzaba ya casi, mi dama solar,
el tiempo que duermo ni lo cuento
porque en su presencia duermo despierto.
Mi relámpago partía en dos mi situación
una salida fácil y otra mejor,
infrecuentes instantáneas de ti, 
que asumo,
y perduran en lo que te siento,
oh, velero fémina,
quisiera disolver estás nubes
de cristal de roca y aire,
que me apresan,
deletrearte indigno racimos de alas,
entre los estambres una arcilla dolida,
que renace, y forma
una flor de sangre humana.



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar UME Guadalajara España
A 6/04/2022

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sanguinoso, solícito

   LLego desde la fúlgida sangre, desde la espiral, enterrada en lo más profundo del corazón de la tierra, desbordadas van ya mis venas, que...