lunes, 17 de junio de 2024

Semilla estelar 3339 el Inocente

 




 



 Esplendente guiño 

de tu furor inusitado, desmembrar estelas malvas en azules besos, quebrando mi alma si pudiera para brillarte una aurora lo que me provocas, como un puente irisado a una centella incipiente, unir dos abismos, como mechas prende la luz endógena, abismática,

de horizontes traspuestos, avecilla piadora, y su vuelo estridente, tus melodías circulares como metáforas madres, de un disparo azuraste mi dicha cuando qué explayar si mi mundo eres tú si me permites, ya somos nuestros, de manifiestos y mechas de oscuridad, diestro compás ambivalente al fuego terco que avanza, de boca a pecho y su granate durmiente, tu agua ciega o sangre, allá voy, por lo que me quedó sin descubrirte,

Musa puede que fuera muy parco al insinuarte mi desapagada razón que no escribo notas ni canciones a difuntas,

y rectifico, si escribo siempre eres eje, pluma herramienta, Musa, mi arquitecta, mi predilecta dama vampiro, a los mitad vivos nos cuesta asumir nuestra cristalina verdad, y, desde nuestro lapso breve de coincidencia,en tierra numinosa, te tejiste voluntariamente muerta de silencio espectral, que a murallas mil, argucias solas en hiel, es complicidad absoluta un silencio compartido profundo, brillador, te sugerí cogieras tu libertad, y sigue siendo tuya, quería la vieses privilegio como ave enigmática anuncia cada primavera,me encanta lo propuesto, y me fortalezco, en pesquisa, soy libre por elegir amarte, como el poder no quiso, y mi fortaleza ha de ser tu contento, mi doncella Atenea.

I

Esplendente guiño
de tu furor inusitado,
desmembrar estelas malvas 

en azules besos, 
quebrando mi alma 
si pudiera 
para brillarte 
una aurora 
lo que me provocas, 
como un puente irisado 
a una centella incipiente, 
unir dos abismos, 
como mechas prende 
la luz endógena, 
abismática;

de horizontes traspuestos, 
avecilla piadora, 
y su vuelo estridente, 
tus melodías circulares 
como metáforas madres, 
de un disparo azuraste 
mi dicha 
cuando qué explayar, 
si mi mundo eres tú, 
si me permites, 
ya somos nuestros, 
de manifiestos 
y mechas de oscuridad, 
diestro compás ambivalente 
al fuego terco 
que avanza, 
de boca a pecho 
y su granate durmiente, 
tu agua ciega o sangre, 
allá voy, 
por lo que me quedó 
sin descubrirte,

Musa, 
puede que fuera muy parco 
al insinuarte 
mi desapagada razón 
que no escribo notas 
ni canciones a difuntas,

y rectifico, 
si escribo siempre 
eres eje, pluma, 
herramienta, Musa, 
mi arquitecta, 
mi predilecta dama vampiro, 
a los mitad vivos 
nos cuesta asumir 
nuestra cristalina verdad, 
y, desde nuestro lapso breve 
de coincidencia,
en tierra numinosa, 
te tejiste voluntariamente 
muerta, de silencio espectral, 
que a murallas mil, 
argucias solas, en hiel, 
es complicidad absoluta, 
un silencio compartido profundo, 
brillador, te sugerí 
cogieras tu libertad, 
y sigue siendo tuya, 
quería la vieses privilegio. 
Como ave enigmática 
anuncia cada primavera,
me encanta lo propuesto, 
y me fortalezco, 
en pesquisa, 
soy libre por elegir amarte, 
como el poder no quiso, 
y mi fortaleza 
ha de ser tu contento, 
mi doncella escarlata.


II Cristal de aire:


II.
Cristal de aire:

Acreciento, voy menguando
al paso ferviente de tu sola voz,
en agua destilada, candente
cristal de gotas sólidas,
cadena sin mi nombre,
que crascita entona
un yo te desvestí
a mi helor
un cristal que sublima en aire,
caracola resistente
hiriente , vespertina a fragor
cual buque emergiendo
d'este abismo llamado verbo,
coagula mi aire
en novecientas ascuas,
que flagran tu sendero de luz,
cuál no dio fuelle a tus alas,
mi amada voz,
hacen nueve formas,
nueve cerrojillos de hielo,
en novecientas nueve hojas
que encierra
tu corazón en mi agua´
siniestro caracol
con mi desvelo,
en hoz.
Inocente no soy,
ni ángel,
ni vendido,
ni por éxito mendigo,
el que no me acepte es su problema,
yo sé quién soy.
Miles dei lumen,
Förüq Miles dei lumen versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia exspectare sed ardit.
Guerrero de luz,
en verso arde,
ardiendo metáfora,
crea caricia,
expectante de la sed que arde,
novecientas noventa y nueve hojas
esconden tu asido ramillete
que esconde tu cristal de viento,
hoy es por mí
que empecino
que soy culpable
de alzar mi cenit
en cúspide inefable,
de esencia que no llora,
dicta, que sólo es tu voz .
Pureza en vena dispuesta.
Una asonancia predilecta,
pude servir,
me quedé en tu frazada
del juego
que como todo juego
sólo abre
sólo despliega la opción.
a perder venciendo,
tu voz sólo eso,
musaraña cristalina,
de nácar y espejo quebrado
con mi cruz a lomos avanzo.


El Castellano



Förüq

III
DISPARO DE PLATA: Fuente de mi vida,
yo que he nacido de esta piedra,
y por ella mi luz no rompe los siglos
que me crearon,
te busco como agua que arregaza,
como brillo del fulgor y su carcoma,
he visitado y he contado mis muertos
nunca han sido suficientes para vivir,
en este hielo que crea adereza mi corazón
con mi alma de lanza,
mi estaca de yodoformo,
germinando mi rosa de psiquiátrico,
he intentado patentar el suspiro
que corre que vuela por la ventana,
una caricia de espina,
y un pétalo oxidado,
te busqué sentimiento y tu abrojo,
por cuántos lindes mecías tu cerrojo
y tus cerrojillos de cerrado,
soberbio me lancé en la oscura noche
como un disparo de luz,
alcanzándome una luna de plata
siendo mi verso sincero,
y fui silencioso
empresario del verbo crear,
cuántos disparos me creaban de la nada,
siendo fugaz hoguera de la llama
su eterna vida.
II
Diestro al compás soterrado,
es mi vida las treinta y tres notas
del esfumino del grillo,
que viva semper esta nuestra luciérnaga de amor,
parco el suplicio invernado
d` este redil de ascuas en candelabro,
hoy por mí mañana en fuente
de borbotón de sangre,
oh dulce tormento que cría
tus destellos en tu redil de astros,
no será eterno nuestro mármol,
su sed florida al menos procuro,
cercanía en cristal habitado,
danza mi esqueleto
por si vuelvo a vivir,
a embeber sus Pléyades,
mi tranvía surcaba su horizonte,
razón tiene no conozco de ella
más que su afán glorioso escrito,
uno si me excitas,
dos si admirarte es pa` siempre,
tres, si me fascina leerte hasta lo nunca escrito,
sin ese cimiento,
sería el necio que lame y busca tu carcasa exterior,
sabemos quiénes somos,
no nací de la costilla un ingeniero,
pero te amo y me sobra con eso,
vibrar en tu patio de ascua,
lo indecible bella,
bella, en sueños no me hablas,
bella, te vi detrás de la estrella apagada,
por si algún día si acaso el sueño se vislumbra,
yo te besé tu ala eterna,
así en mi interior quedaste,
al decirte, yo Förüq, siempre te amaré.
III 19-05-2024 Oh de voz hermana, base sentimos, lo que sentimos juntos compás de hormiga león y dama cigarra; envanece la pulcra herida de la luz quiero poner balanza y que escuchen la dureza del son. Afilado, bailo el suplicio dormido, relincha mi caballo blanco, oh Santiago, la sombra se la llevó el río, base dulce es nuestro querer como espina da la rosa belleza inmiscuye mi ira sin dolor no es ira, así sin ritmo cauce no hay melodía, eje escribir densidad de mi alegría, tú eres yo escribo, corazón de latido, lima lisonjera, mi postura retorna a las fauces, grilletes no llora el olvido, mis lágrimas no son insensibles al tacto tus alas, oh Azor abismal te llamaré valga mi9 espuela de entraña, vida o gemido perenne, mi espada de pecho húmedo, vengo a cerrar de letra C todo el poniente, estoy enamorado como siempre ha sido, como siempre ha de ser. Förüq
El Castellano

  Tablero de existencia:


Despertar de conciencia cumplimentado:


Tono 10

5 fuerza

Onda Armónica TRansversal

Oráculo Pulsar

Castillo verde

Firma galáctica el Inocente

Fecha Calendario

26/7/1989


Fecha Sincronario

NS.1.2.1.1

KIN 244

SEMILLA PLANETARIA AMARILLA

ARQUETIPO GALÁCTICO - EL INOCENTE


AFIRMACIÓN DIARIA


Yo perfecciono con el fin de focalizar

Produciendo la conciencia

Sello la entrada del florecimiento

Con el tono planetario de la manifestación

Me guía el poder de la libre voluntad





Otro día más.

Otro día menos.

Horas, minutos, segundos

pasan.

Decisiones, esperanzas, vidas truncadas.


Gentes luchando por cambiar el hastío.

Luchando por cambiar la rutina.

Peónes de este juego de ajedrez.

Sólo avanzan en un sentido,

alimentándose de lo que encuentran en su camino

que avanza sin retroceder hasta llegar al final del tablero.

Unos ansían convertirse al llegar ahí en otras fichas más poderosas,

para seguir comiendo a otras gentes.

pero otros acaban siendo comidos por la torre, la que juzga sus vidas.


Flor de luz en este linde donde corta mi sendero.

Vidas paralelas que avanzan, entre cruzándose cuando duerme el sol.

Fiel reflejo de mi amor que te doy en sueños.

Intermitentes sentimientos como ánimos en ánimas inanimadas.

Flores amarillas de espinos creciendo en este desierto embalse de recuerdos regados con amor.

Labios que sangran palabras de vino.

Pulmones que respiran cigarrillos en un cielo enterrado.

Manantial subterráneo donde quedé encerrado.

Gritos por eco, pensamientos retumbantes en mi cabeza, reflectantes de mi existencia.

Quisiera escapar de este pozo quisiera que tú me rescataras.

Que tu me ayudaras y me besaras pero eso no depende de mi porque ya me amas con toda el alma.

Semanas pasan y el olvido me va matando con su crúel instrumento, a golpes de silencio me voy consumiendo, sin sentir tu aliento,

te espero fumándome lo que queda de mi cerebro.

Bebiéndome lo que me queda de hígado y comiendo todas las flores que te regalo en letras.


Contando mis recuerdos para volver a amarte,

me pierdo en tus detalles y vuelvo a desearte.

¿Cómo estar triste? si siempre te tengo presente.

¿Cómo ser débil? si tu amor me hizo ser fuerte.


Es el ocaso del tiempo que me dispara,

derrotas y victorias en este campo de batalla.

Una sonrisa y un beso recogió mi alma

junto con un te quiero sincero esa fue tu arma.


Mi pensamiento vi volar junto a ti

desde el momento en que te conocí.

Con mis besos y caricias tu cuerpo recorrí.

Mi pasión mantenerte viva dentro de mi.


Contigo en mi vida, se encendió el fuego del deseo

y de deseo en deseo encontré mi anhelo,

el insomnio de este vivo sentimiento

no perderte nunca para soñar despierto.


Y a si cada día volver a amarte y desearte.


Tus besos riegan los rosales de mi corazón,

lo llenan en flor, alimentan esta ilusión.

En tu mirada deseos como los míos,

fieles reflejos de cómo somos,

de lo que queremos.

Momentos que vivimos,

recuerdos inolvidables llaman a un presente,

a una historia que separados no tendría sentido,

sólo sería un injusto desenlace para todo lo que hemos luchado.

Y luchado en contra de la dificultad, de las dudas, del futuro.

Y que ahora no me lo imagino si no es para compartirlo contigo.


La noche con su aura de misticismo

nos conducía hacia las puertas del deseo y la pasión

como algo inevitable, como algo que tenía que pasar.

la preciosidad de todos los factores

que envolvían aquel lugar fue como

si hubiese estado todo preparado para nosotros dos.

La luz de la luna y de las estrellas incitaba

con su velo de romanticismo a dejarse llevar,

a solo escuchar lo que queríamos de verdad.*

Nada importaba, solo tú y yo y aquel momento.

Solos tú y yo en ese instante mágico.

Solos tú y yo sin importar lo anterior,

intercambiando amor.

Tenía la sensación de poder alzar la mano y tocar las estrellas*

y alcanzarlas para ti.

Tus ojitos brillantes, el fuego de tus caricias pidiendo más.

Yo robando a la noche cada minuto.

Galopando en mi corcel, saboreando tus labios sabor de miel,*

mi cabeza queriendo detener ese instante para siempre,

la cámara de fotos de mis ojos capturando todos los detalles.


Te necesitaba, mas ya no aguantaba esta soledad*

y me llenaste de nuevo de ti con tu cariño sincero.

Y te volví a sentir coraje y seguridad para luchar por lo que quiero de verdad.

Volvió la felicidad a mi ser, volví a ser.

Tan importante es el ser, tan importante es el estar.

Lucharé y sé cómo ser ya que ya fui y no hay barrera que no pueda superar

y el deseo que pedí esa noche a aquella estrella se cumplirá y me recordarás.

Porque te voy a dar momentos y recuerdos que nunca olvidarás.


Déjame ser quien guarde tus besos,

quien comparta tus alegrías,

el que cree horizontes contigo,

el que al cerrar tus ojitos veas.

Déjame cumplir todos tus deseos

como anhelos de que otra realidad es posible,

hacerte feliz es lo que pide mi alma,

No quiero que te vayas sólo que veas

que sin ti no soy,

que sin ti no quiero ser,

que sin ti,

sin ti no podría vivir.

Me duele el pecho sólo de pensar en no volverte a ver,mi alma.

Enamorarte lo pide mi corazón,

capturarte en mi retina mis ojos,

No puedo, ni quiero olvidarte porque te necesito,

y no me puedo imaginar una vida sin ti aunque no lo creas

Pero se alegra mi alma sólo de verte sonreír.

Porque existes en mi mundo.

Porque eres mi mundo.


Vida en color de tormentas de arena,

polvo de almas errantes jinetes del tiempo,

ocasos de un tiempo de alba en lo infinito.


Qué cosa mejor, que tu te quiero;

El suave duelo del te espero,

el desespero y me desespero

en el suspiro del cielo.


Si el querer quiso y el poder no pudo

nada se opondrá,

todo se verá y quedará,

nada se irá en la azada;


Se cavan surcos de mí en tu alma

nunca para desgarrarla ni dolerla.


Viento azul de este cielo nocturno

quien viera tus ojos siguiendo mi marchar

solo sombras en mi camino para buscarte

sentimientos que recobran fuerza

no te vayas de mi lado

sentido de luz compañera

vuelve

como lluvia roja de besos carmín de tus labios

como cielo encerrado de tus ojos

cielo que liberado nunca me abandonará

cielo desconocido cielo sin domar

fiel compañera de día y de noche

fuego como yo solo avanzando en un sentido

yo contemplando el abismo

nunca cayendo ya que tengo apoyo firme

tú mi apoyo

mi motivo para soñar alto para vivir intenso

meloso tormento de todos los matices

para sentirme cuerdo en un mundo de locos,

pero quien soy yo sin tu calor de palabras

sin tus sentimientos sinceros que me enamoran

que ilusiona y paraliza

la vida de este pomposo corazón que te habla

ansía todo lo que salga del tuyo

porque este ya comienza a sangrar.

Ya te dio su lado.

Solo es para disfrutarlo en vida

no vivo esperando tierra

lloro viviendo amarte

para soñarte vida para morirte placer

quien da más solo tiempo todo llegará o se ira

naipes del tarot helado

en la hoguera de cartas flameantes al viento

en este oscuro firmamento

del azul sediento teñido de espadas

como pasión nunca matar cariño

solo aumentarlo cada día.


Vida para morir en tus ojos,

amor para odiar lo malo de esta vida que destruye

y se come por dentro mi noble corazón

sólo un segundo de ansiedad tiempo que corre marcha atrás

un miedo aflora:

como perder tu mirada fijada en mi con cariño sincero

como el peor castigo,

condena inimaginable que solo pensarlo solo pensarlo de observarlo

un pozo de miedos y pensamientos negativos aflora en mi irracionalidad.

Caes en él y te levantas en minutos pero el miedo avanza;

te paraliza,

te domina,

como equilibrio de fuerzas para vivirte intensamente;

para soñarte.

Solo el deseo de conservarme en tu deseo sublime de ilusión;

Un sueño como deseo,

compartir nuestros caminos ganará, ganará

para esta vida.

felicidad eterna; más allá de estas funciones vitales mías

está la posesión de tu alma,

tu recuerdo,

tu esencia capturada por cada sentido despierto cuando te miro,

cuando te leo,

cuando te pienso,

cuando te siento,

cuando te deseo;

Allí está mi felicidad.

Allí estás tú.


Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,

te encuentro soñando, con otros días de amores profundos.

Como el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,

mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,

mientras acercas tus labios para besar los míos,

y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.

Vistas de un amor eterno que devolvería vida, para quitar su despertar de melancolía.

El lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.

No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,

guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser volaba hasta regresar.

Te necesito más allá de este sentido que grita por tenerte,

te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,

y a la vez te siento, en cada golpe de viento y reflejo.

Me encuentras, y tu recuerdo reciente me besa, mientras no puedo evitar recrearme en el deseo y corresponderte.


Para esta vida mía, la estremece,

la atrae a su lado como algo inevitable,

En tus ojos quiero perderme.

Para encontrarme con el momento inolvidable.


Sentido despierto cuando te veo,

imparable en mi vocabulario el piropeo,

como el entrañable y dulce deseo,

te veo tan cerca y a la vez tan lejos.


Escojo tu sendero, yo como tu destello en el secreto,

voy con el manto de tu compañía, allí donde se oculta el día.

Allí donde nuestro calor se refugia.

Allí donde mi alma no cesa la lucha para ganar tu dicha.


Con los miedos guardados en un rincón,

el sueño solitario no me abandonó,

con su antigua ilusión envejeció, su imagen viva guardó.

De él decían que solo quería comprender al amor;


Del verso a la canción, así hablaba el corazón,

Tras una flor la conoció y le preguntó:

¿Qué eres amor?

No, solo nací del rayo de sol.


Intrigante sensación.

Nadie te posee, pero todos quieren encontrarte.

Hoy fui más allá y te besé, y así en mi interior tenerte.

Como un paréntesis del destino, su recuerdo siempre quedó.


Tu amor es lo sagrado a lo que aspiro,

tu dulce complemento entrando en mi vida,

el día para tener los besos de tu firmamento,

noche para regar las rosas de tu alma.


Cumplir mi deseo, me esfuerzo en mantener tu aprecio.

Tu mirada con mis ojos recorrer,

ver contigo el amanecer.

Arropar tu cariño con cada detalle.


Sostener en cada noche tu sueño en mi pecho.

Ilusión como íntimo tesoro de dulzura,

vivir cruzando nuestro existir.


Navegando en el horizonte de mi destino,

buscando tu sonrisa en cada amanecer,

velando el tiempo de cada anochecer.

Llamándote en silencio con cada recuerdo,

volviendo siempre al comienzo del sentimiento,

dejándome llevar por el dulce tormento,

conteniendo las palabras en el viento.

Ya quiere caer el lamento, dejar libre el intento,

verte llegar, el silencio deshacerlo.

Saborear tu piel bajo las sábanas,

la miel de tus labios tener,

hacer tus piernas estremecer.

Endulzar el momento con una caricia,

compartir día a día, abrazándote en la noche,

sólo con tu amor ya no sería pobre,

solo tu te quiero se eleva en mi cielo,

mi dulce sustento que quiero.

Mi corazón quiere navegar hoy por tu interior,

sentir cada flor que forma tu piel,

tener tu aroma como velo que embriaga.

Quiero quitarte la ropa, besarte, que me sientas dentro,

recorrerte en cada caricia, hacerte sentir, oírte gemir.

Quiero mi despertar para verte llegar.


Amanece y tu silueta recorre sus últimos instantes en mi sueño,

tenerte cerca cada noche y en mi interior los días,

ser tu compañía, 











Halagarte con mis letras, entregarme como te entregas.

Cuantos besos soñados y mil abrazos no dados,

noches para esperar, vida para alcanzarte.

Y sentirte, mi motivo para enamorarme,

el momento de tener tu esencia más allá de donde acaba el sentido.



Miguel Esteban Martínez García

  










 Manantial fulgente de inspiración

tu mirada tierna sin compasión.

Matices de esmeraldas tu 

pupila enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma 

de tu piel frágil y esquiva,

con sus amapolas amarillas

el color de tu pelo.

Un piropo, el suspiro de mi amor.

Que corre, que escapa y vuelve,

el cosquilleo.

Tu boca con mi boca bebiendo

del mismo agua del deseo.

Tu piel con mi piel avivando el fuego 

del sentimiento.

II

Resplandor de auroras en los recovecos

donde se refugian mis ilusiones en mi pensamiento.

Tu tez conoció mis manos,

y mis manos te modelaron

para su recuerdo.

Eterna batalla a la noche cuando noto

tu ausencia, la noche que galopa y

yo con palabras sufridas de nuestra vida sentida.

Ahora hay felicidad entregada,

con besos escritos

y roce de nuestros cuerpos.

Me enamoré de la vida, y nada me falta,

porque todo me llena.

Te volviste a pasear por mis sueños,

y en sueños nos reconciliamos.

Vuelve a mí el dulce Tormento, para

vivir soñando con tu corazón,

y amarte soñando despierto.



III

Si el cielo se cierra

miraré tus ojos,

mi corazón te dirá,

que seguiré a tu vera.

Si mis ojos se cierran,

quiero tenerte cerca,

para coger tu mano,

y  sentir que no eres un sueño que perdí.

Si despierto te vivo,

soñando te sigo amando,

cogiendo cada estrella en una letra

para ti, tú la más bella

y  el firmamento se cierra sin tu mirada tierna.

Mi deseo y mi motivo para acariciarte.

Pasarán Lunas pasarán Soles y el sueño,

volverá, con cada latido tuyo.

No te dejo una flor te dejo las semillas,

los frutos d' este amor.

Porque en mi jardín sembraste belleza y bondad.

Porque me llenas de verdad

puedo describirte como mi vida giró a mejor

con tu sonrisa clavada en mi mirar

y el calor de cada letra tuya sentida

te quiero de verdad.



Buer Förüq






Gran luz, 
sórdido plano, tu mirar,
amarillo brillo de tu amor,
como fuego en sangre amamanta
tu belleza, en rectitud de balanza
luz de tu esencia, 
brillo en tersura de espada,
sangre de fuego diestro
en tus venas cauce de alma
de vida en color, 
mas atada a tu tierra,
solitaria de impronta serena
de tus páramos,
amapola amarilla 
de montaña, cumbre de filo 
en solitario nervio eléctrico,
reina hada 
del bosque de las sombras,
en tu despertar mi luz quisiera llevar;
iluminas espíritus olvidados
como cosechadas esencias,
del corazón más profundo 
del bosque umbrío surcas.
Mas tu hermana sangrienta 
roseta de penitente
nace 
debatiendo qué color 
vestirá su flor de ocaso;
violeta de reflejo 
de luna sempiterna,
manchada de sombras 
vestales una ternura insurrecta
de amor a la noche,
o rojo sanguinoso
cual granate hechizado 
de corazón de sangre 
podado en piedra bella 
congelado...
Sea cual sea 
su manto en revelación, 
no olvida;
vestirse de todos los colores
con el negro más opaco como 
tinta azabache sobre papel 
más puro,
de recuerdo al fin 
y el resurgir, como el inicio 
sin final ni comienzo
llamaron continuidad,
al despliegue del pétalo amado.
Aún sabiéndote 
amante de la soledad,
nuestra compañera,
también creces en familia,
de sangre marcada 
por acequias que llevan
tu número y orden,
tu insignia
recordando 
que quisiste tener corazón
y te ataron a la tierra, oh, mi Hada;
hasta en tierra muerta 
creces,
para aliviar tu pena 
poco necesitas,
tu belleza alivia tu alma,
del viento obtienes 
tus caricias,
de insectos los besos, 
y del tiempo
el sustento para tus semillas 
de tus urnas,
ciegas nacen, 
ciegas caen a la tierra, 
en la noche de lluvia.
Un día de primavera 
a una
se le ocurre el sueño de despertar,
pronto sus hermanas 
le siguen,
en belleza de la vida 
ves nacer y morir,
espíritu de reina 
tu balanza carnal, 
tu entraña amapola,
nadie te odia, 
muchos te aman,
bendices la casa si tú, gran luz,
floreces amarilla 
en la rocalla.
Mas si tu bendición 
es ser blanca y morada
das el sueño 
de la más bella hada.
Si naces roja y negra 
das tranquilidad y alegría
al espíritu 
que en guerra se encuentra,
si eres roja 
como el carmín del deseo
tienes el amor 
del camino 
que cruzan las almas,
como tu eternidad 
en la tierra
a la que te ligas 
y esclavizas.
Quién te daría ese nombre 
de amor,
quién te nombraría 
desde la antigüedad
planta de la alegría,
quién conoce tus secretos,
sólo quien se funde 
con tu sangre,
quien ve tu alegría 
en la primavera,
que te cobija,
quien ama la vida,
reina flor 
te ve en la tierra
y amada musa tu belleza,
quién te conociera, 
quién te conociera.






El Castellano y Leannán-Sídhe






Ó FORTUNA ANILLO SOLAR

 





Almendras enterradas, y fortuna viene que ya llegó.












Almendrucos de almendra dulce.
















































ANILLO DE SOL

AUTOR: .MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA.
LUGAR: LA CAMPIÑA, MIRADOR DEL HENARES CASTILLA 
ESPAÑA.

 


AGRADECIMIENTOS

Se trata de la selección más completa y ambiciosa de todas las temporadas de mi escritura, a ojo del autor y de Tierra; lo que creo más destacado, o que me importa más a mí, sentimiento o significativo surreal o de romanticismo nuevo, natural, sin infinitos manidos por cientos manos escriban igual o similar de tema concreto, es mi obra más concluyente en veinte años, mi desempeñar; semana tras semana;
hablando en plata de tiniebla:
Agradecimientos

Quiero agradecer en mi obra, a su eje o raíz salvaje
Rocío Salazar Torres Musa de mis temporadas consecutivas de escritura desde 2008
A mi familia entera, padre Agustín Martínez Hellín, madre Antonia García Cuesta, Hermana Agustina Martínez García, Abuelos, tíos, primos o primeros amigos, sobrino Killian Esteban May Martínez, agradezco a la vida hermosa por permitirme gozarla con cinco sentidos y completas facultades, agradezco a quien pueda ver y leer a través de mi Designio en sus manos, a una máxima, creer tiene más validez que saber, Naturaleza mi creencia y religión. Atento Miguel Esteban Martínez García.
AWEN






Contenido

PREDILECTA: Pág. 5
BELLEZA OLVIDADA: Pág. 6 
SERENATA NOCTURNA 2009: Pág. 7
DESTELLO SOLAR: Pág.  11
DESTELLATORIA: Pág.   15 
FANTASÍA NOCTURNAL I: Pág.  17
AVANZAR SU ABISMO: Pág. 18
HIJO DE UNA LUZ: Pág.  20
PALIDEZ INAUDIBLE: Pág.  22 
ESTOY DESPERTANDO A LOS VERSOS: Pág.  39
FUEGO: Pág. 40
ARRULLO DE LUNA UMBRÍA: Pág.  41
MEMORIAS DEL ESPEJO: Pág..  43
NOCHE: Pág. 44
SÓLO UNA VEZ EN VIDA: Pág.  48
BAJO EL  SIGNO LA LUNA AZABACHE:    Pág. 59
MAGNIFICENCIA RECTA: Pág.   79
SED DE TI: Pág.  82
EL VAMPIRO Y LA FANTASMA: Pág.  83
NÁCAR DE ESTRELLA: Pág.     87
VIRTUD ECLÉCTICA: Pág.   88
Centauro:  Pág.   90
ODA A UNA ROSA CORTADA: Pág.   92
PULSO SIMÉTRICO: Pág.   93
URDIMBRE ARGENTA: Pág.   95
SED DE REGUERO: Pág.  100 
Tu voz: Pág.  103
Latido: Pág.  104
CRISTAL DE PULSO: Pág.    105
Hoy te vi ayer me doliste: Pág.   106
CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA: Pág.    107
SOL RENACIDO:  Pág.    112
AVANZAR TU ABISMO: Pág.   113
TIBIEZA: Pág.    115
DESVELO DULCE: Pág.      117
NOCHE DEL ALMA OSCURA: Pág.    118
CRESCENDO: Pág.       119
ÁNIMA SOLA: Pág.    121
TEMBLOR REBRILLANTE: Pág.      123
Reedición:  Pág.   124
LAS DOS LUNAS DE MUSA:    Pág.    125
III. Réquiem nº 3: Pág.  128
MARIPOSA: Pág. 129
ESPADA PUDIENTE: Pág.   132
PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO II: Pág.  133
O DIVA GRATUM: Pág.    135
NUESTRA PROFECÍA: Pág.   137
Escuadra bronce: Pág.    141
Tríptico trago de agua Pág.     144
CANCIÓN DEL VIVO MUERTO: Pág.  145
2007 SÓTANO DE LUZ:    Pág.    146
ÁUREO SEMBLANTE: Pág.     147
TERSIDAD DE FLAMA: Pág.  148
PRESTANCIA FÉRREA: Pág.   149
CUANDO VIVE LA MUSA DE UN POETA: Pág. 153
A ORILLAS DEL FUEGO: Pág.      155
AGRESTE ALEGRÍA: Pág.      156
HIJA DE LAS ESTRELLAS: Pág.    157
LA FLOR DE SÍDHE: Pág.     159
ALMA BOHEMIA: Pág.      161
LA ELEMENTAL: Pág.     162
DULCE INVECTIVA:  Pág. 164
A ELLA: Pág.     165
TRANSPARENCIA HABITADA: Pág.     166
LLAVE: Pág.    167
ROCÍO DE SANGRE; Pág.  168
OSCURIDAD GERMINA: Pág.    170
FUENTE TU ÁNIMA: Pág.    172
AUGE VENAL: Pág.   173
EL PROTEGIDO: Pág.    175
ALMA EN LIBRETA: Pág.   177
SENDERO BRILLADOR: Pág.    182
FLOR RAÍZ MI CORAZÓN:  Pág. 184
ROCÍO DE SANGRE:  Pág. 187
INSOMNIO DE AMOR 2008:   Pág. 189






Predilecta:

Resueno
en el borde del papel
la condena dilecta
que marca un futuro
en subrepticia subyugada
a la luz vuelta oscuridad
del alma deseos de sangre
que jamás se cumplirán
solo la sed de vida por gastar
besando en la noche la sed
de vida ganar
asesinando creencia,
aliento y latido
en la oscuridad vuelta luz
un silencioso lugar
sólo el latido escapó,
el espejo no refleja
lo que reconozco
y mi vida va quedando atrás
solo tu mente atrayendo
para sentir el aliento.
Deshaciendo este frío
hojas y hojas de pensamientos
van cayendo
cuando me paré a mirar tus ojos
que ahora no puedo borrar
ni en oscuridad.
Te voy viendo llegar,
tu calor y corazón latiendo
estáticos dueños
de su tejida existencia,
te veo en paciencia
y me voy adueñando de tu pensar
mas que sangre
quiero cerca tu vida
para yo sentirme con otra
que hasta alma tiene,
y se va desgastando el camino,
los pasos trazados
se vuelven ilusiones.
Un día derretido,
el segundo quedó en vacío eterno
sin manipulación
de un ser superior
no puedo ayudarme
en este frío y vacío espacio
cada noche
deseo sentir tu amor
algún día
para siempre.

Förüq

BELLEZA OLVIDADA:

TINTA

Transito de la perenne espina,
a la fugaz rosa, y su fantasma azul,
gloria su grandeza dónde;
clavado en la mirada,
labré los aires vino mi verso
como este amor rugió,
y se engendró dentro,
del mundo ignorado, atento.
Cárcel de imagen,
metáfora tal vez,
escudriñar ofrenda pudiese,
cual amparo d` esta rienda,
mi sangre sedienta clama
en el supremo canto,
su garganta, lengua de flor,
y eco de luna semper,
las mentiras sentidas no eran erróneas,
el pobre arte, valorado fue,
duende arcano, que siempre apremia,
y en justicia arrebata,
el amor mejor, y el ascua dolor,
cava hondo y profundo,
quebranto, en pío amanecido,
tantas noches de alba en lo infinito yo te he esperado,
que ahora dejar de hacerlo es impensado,
hay alma florezca, de néctar y sangre, un sortilegio,
como saltarín te picaría,
verso de escudo,
o llama de fuego, y grito mudo,
canta,
este mundo ignorado,
canta la profecía arcana,
amor es respuesta amor es clave,
es llave sempiterna,
el poder de una luz flagrante
y que todo llena,
razón para creer,
oh flor secreta, te llamara,
canta por la belleza perpetua,
hasta purísima estrella,
la noche obscura velada,
sin aguas inocentes,
te añoro más que a la virtud,
ignota, no enseñada,
de tus ojos prendida,
astuta,
canta mi pequeña, oscura ángel, 
que mi verso hoy,
no sea ni libre ni blanco,
sea nuestro para siempre...

Förüq castellano Miguel Esteban

SERENATA NOCTURNA 2009:

Escribiendo estos versos a la serenata de
la noche
bañado por el dulce susurro de hojas en
violeta por la luna,
y ámbar de ramas colmadas por la luz de
las farolas
me pregunto cuando se apagarán las luces
de la ciudad
y dejen su protagonismo a los astros y
ángeles nocturnos
cuando se calentarán nuestros cuerpos
bailando al fuego de una hoguera
la única música que escuche sea tus te
quieros y te amos al hablar en mi oído
cuando se desprenderá este alma de mi
cuerpo para acariciar y besar tu esencia
cuándo nos fundiremos en un beso
y las flores nazcan de tus cabellos
y las hadas tus palabras que bailan, cantan
y vuelan
en mis sentidos
cuándo mis piernas se entenderán en tus
piernas
y nazca en tu vientre mi amapola blanca
de opio y las montañas de tus senos conozcan el
volar de las
mariposas de mis manos
cuando te tendré tan cerca que podremos
comunicarnos con
los ojos
mi corazón salga corriendo de mi cuerpo
para decirle al tuyo cuanto le siento.
V
y la luna dicen quiere ser estrella pero
astros hay perdidos en contar
donde luna y sonrisa tuya solo hay una
Sol está cansado de ser fuego y quiere ser
agua de tu beso
la mariposa quiere ser flor y la flor abeja,
yo de tu cuerpo quiero ser el viento que te
acaricia y rodea
de tus ojos pestaña tuya
pero de tu alma soy y quiero ser siempre
única y solamente
tu alma
pájaro que canta en tu ventana y pez que
nada entre tus pies cuando te bañas en la
playa
gatito al que acaricias y fiera contigo en la
cama
solamente soy yo y soy yo el que te ama
eres tú la doncella por la que esta alma
suspira
por la que este cuerpo quiere hacerte mía
eres tú mi vida
? ¿Qué importa el tiempo y que pasen
lunas y soles?
si yo en mi corazón te tengo.

el Castellano

Te vi detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza de tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.
En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
La noche con su aura de misticismo
nos conducía hacia las puertas del deseo y la pasión
como algo inevitable, como algo que tenía que pasar.
la preciosidad de todos los factores
que envolvían aquel lugar fue como
si hubiese estado todo preparado para nosotros dos.
La luz de la luna y de las estrellas incitaba
con su velo de romanticismo a dejarse llevar,
a solo escuchar lo que queríamos de verdad.
Nada importaba, solo tú y yo y aquel momento.
Solos tú y yo en ese instante mágico.
Solos tú y yo sin importar lo anterior,
intercambiando amor.
Tenía la sensación de poder alzar la mano y tocar las estrellas
y alcanzarlas para ti.
Tus ojitos brillantes, el fuego de tus caricias pidiendo más.
Yo robando a la noche cada minuto.
Galopando en mi corcel, saboreando tus labios sabor de miel,
mi cabeza queriendo detener ese instante para siempre,
la cámara de fotos de mis ojos capturando todos los detalles.
Te necesitaba, mas ya no aguantaba esta soledad
y me llenaste de nuevo de ti con tu cariño sincero.
Y te volví a sentir coraje y seguridad para luchar por lo que quiero de verdad
Volvió la felicidad a mi ser, volví a ser.
Tan importante es el ser, tan importante es el estar
Lucharé y sé cómo ser ya que ya fui y no hay barrera que no pueda superar
y el deseo que pedí esa noche a aquella estrella se cumplirá y me recordarás
Porque te voy a dar momentos y recuerdos que nunca olvidarás
Un amore sincero,
tú en mi vida primero,
tu pelo rizando mi suspiro eterno,
un mucho te espero;
aquí como viendo la mia vita,
qui está finendo un minuto a la volta,
gira definiendo este sentimiento;
es la peonza,
de ésta mi tierra,
solo un momento y volví a nacer
al ver tu vida cambiando con mi sonrisa;
haciendo del gesto austero
un cambio del tiempo.
Detente te pido, para este soñador despierto,
de un cambio de un momento.
La sonora música del cielo
y dar paso al sencillo gesto.
Sin oír un lamento solo despierto,
despierto, despierto de amor,
en mi mundo alborotado que me pierdo,
y vuelvo a encontrarme contigo en una vida.
Solo escucha el momento del viento,
susurrando.
La dulce palabra que mueve tu pelo;
tristeza abandonó a mi ser para no saber
quien ser, para no saber.
Este caos de letras desorganizadas,
de una vida en verso y de mi dulce tormento.
Para dormir bajo tus brazos sin estar yo,
solo como un reflejo de lo que soy fui,
quise, fui, estaré, seguiré estando para ti.
Uniendo palabras que no se pueden unir;
sensaciones fugaces de cambios de humores,
de vidas que se cruzan, pero con la esperanza
y la locura, de una pasión viva;
la que me pone nervioso con cada alago tuyo,
en los que te olvidas de tus problemas.
Y vuelves a engancharme en lo sencillo
de buscar dentro de algo, que no se piensa, se siente,
y cada día me alegra sentir cada aprecio tuyo.
Poeta del viento a lo que me califico,
de no hallar respuesta a algo tan caótico
como el clima o la tempestad que me trajeron lo mejor
de ti y un mundo para compartir.
Caótico pero feliz, feliz porque tú eres la chica que siempre pedí,
y soñando te viví.

El Castellano


DESTELLO SOLAR:

I
Hoy divisé su halago
era como un mar
densas sombras
donde perderse
en una magna tiniebla
densa, como relampagueando
soberanos parpadeos
y las sombras felices, 
anhelantes buscaban
en mi pecho, lo habitase
su diosa Oscuridad
sempiterna.

II
Aquel sórdido
plano espectral
era como un nimbo
y dulce laberinto
de noche serena eterna,
luces que se devoraban
a ellas,
quien pudiese encontrar
allá una verdad
creo se la quedaba
brillaba oscura
una luna
de Sol desmantelado.

III
Divisé una gota
de rocío etérea
me dijo que todo
amor amaba más el romance,
que al amor en sí mismo;
oh gota humilde,
qué río te bailase
qué avida nube
te reposara en la tierra, tú,
pequeña, dulce y risueña
como Ninfa de bello arrebol,
y candente lágrima extraviada.

Förüq

IV

Tu suave armonía
avanzo, que es,
como un pájaro perdido,
y flores de escarcha
y fragancia deleitosa,
diste impulso a corazón
y alma, hambrienta ola
de patrias y claros ojos
a ti, en noche calmosa
mi dulce desvelo
acuesto, amor, silencio
y celeste resplandor.

V

Por solares
de tierra fogosa
y macilenta sobrepasa
en vuelo, un Aquilón
invernal, brotando
alaridos de árboles
y persianas, de aire
que silba y feroz
ruje su Campiña
Aquilón de cítara,
y Lira pudiente,
oh, de naturaleza
incausada, que
entusiasmas como
nube cargada a la tierra.

VI

Deslumbras mi dulce fantasma
no huyas, mi bonita,
incluso, aunque hasta dudes
de quién tú eres
levántame de valles,
auroras y solas almas
fugaces, contigo álgido,
jamás voy calmo,
de temperamento y dicha
repleto, de placer
de oscura vida, sólo
te distingo a ti,
mujer de momentos,
y labios amantes,
ansiosos.


VII

Eres hermosa,
harta de hermosa,
tu delito es ser tan hermosa,
cual cefirillo
de cobre y platino,
entre sombras te distingo,
y se enciende la vastedad
de mi corazón,
en alarde
siento amarte,
y que la noche se propaga
de tu beldad
y espléndidos laureles divinos.

VIII

Avanzas mi mundo
dentro mía, me posees,
te veo tan bella tan inerte,
y a mi vaga penumbra de sangre
te retiras
amor piadoso exhalas
mi asombro meces
bella, bella, que en sueños
tu palabra no meces
yo te miro, te persigo,
desde la sien más honda
hasta el latido más fiero,
y tú sólo apareces
como mar y olas,

IX

como llorar y encontrar
lágrimas,
háblame Luna,
dime de tu quehacer
no me dejes como
hombre sin relámpagos
ni sin la amapola
candorosa al fuego
brotada
sí, tú, encarnación
de mi deseo,
volvió condena
de volver a estar vivo
para osarte, besarte, y susurrarte.

Förüq a 18-01-2023

DESTELLATORIA:

I
A mitad de los saludos
de pseudónimo,
y sus pañuelos azules;
viene un alba blanquecina, pura,
en su desnudo en cobre, sembrada,
con fiereza y dureza maternal,
resiste desde amor inmenso,
a la llegada su redondo Sol,
blancas sienes no habitan
su amarillez dura, blanda,
viva, como onda,
a sus cercanías de paisaje,
ávido, sus pececillos muerdo,
no se extingue mi fogonazo
perenne, 
de sostenerme entre sus manos,
ella, de límite rebelde.

II
Brota de mi helecho, una araña
de cristal, de vidrio afable,
su calidad acuciada,
era mi carne, o agua baja,
los montes, 
de azul nervioso, imantado,
llamas a lo alto de sus senos,
turgentes, 
corazón de vivo ser;
y trueno altivo,
de mejilla alzada,
¿Me propagas?
de cuerpo parado, y aire fluyente,
de ilusión toda luz,
de dicha en mano,
miro tus ojos de profunda vida,
y su enigma de álamo,
besos que no abandonan
sus frutos, ni simientes,
sus blancas estelas.

III
Quise saber el misterio,
tu ciencia, que me encandila,
de rubor me avanza todo,
hasta la frontera tu letra, 
carnal de astros y ávida pechera,
de flor, de risco,
de hazaña, tu bandera, 
oh de piel, y mano ciega,
secreta.
Que el calor no esconde,
mi saeta siempre verde,
puente, fierro, o desliz honesto,
jauría melífera,
mis lobos en voces,
dulce, cuan Tierra,
se afinca a su semilla,
sí, de raíz germinaste,
en mi pecho, mi hada Leannán-Sídhe.

Förüq er- lobo bohemio Esteban a 23-12-2022

FANTASÍA NOCTURNAL I:

I
Presté mis luceros, mis estrellas,
ansié tornar donde todo crecía,
a lomos de un caracol, yo avancé
fui ascender la baja roca
mi contento de anhelo irresistible,
mi mente cambió giro, y advertido
pensé de mi sed ardiente,
visité las vislumbres, reflejos,
de féminas en el llano,
me llegué a imaginar como lobo
helado, ya sin codicia de cielos refulgentes
ni luminarias, 
guían a todos guerreros
al Valhalla, aquel estupor indefinible,
me anublaba la visión
de bruma en alba, y de vapor
me vestía iridiscente,

II
sombra espesa, entre niebla,
luces, y mi navío.
Se descendió mi mísera ala,
de espíritu transparente, 
casi invisible giraba el redor,
y la Tierra el alma, tornaba
mi cabeza, celeste que infernal
era lo mismo,
de repente ofrece un puro Sol,
verde, y de belleza en cara,
de mi revolución, mi caracol,
era bólido, y el humano mísero, 
un diente afilado, 
llama, que alumbra cielos en cinta,
donde contestan:
Vente, somos eternal caricia.

III
Ay, mi doncella púrpura,
de pupila en Tierra fértil,
blandida, de azur sueño profuso,
sé invadida, más feliz
que quien escribe,
de tu blancura de sien escribir
yo, a besos pueda.
Párpado cual zorzal en espina
de zarza, tu gloria toda,
mi oración es al agradecer,
no es plegaria de don funesto,
de cefirillos valientes
me avanzas fragante, caudalosa,
oh amor, de espíritu en fuego,
de silenciosa noche,
cándida el alma en fuego, ejerciese.

Förüq a 22-12-2022

AVANZAR SU ABISMO:

Soliloquio confinado,
remontar nueve años atrás
pautado, sin directriz, ni engaste,
ni voces parásitas yertas,
oh canto, como la gente no canta,
todo olvido desempolvado,
en ocasos un alba sin fuente,
ni pozos, aljibes almibarados,
todos los amigos,
todas las bellezas perdidas,
como se engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de testimonios muertos,
como sucesiones de difuntos,
movidas por engranajes,
oh toda la vida,
sin esa adolescencia robada
por señor medicamento,
toda mi vida te he soñado,
toda mi vida te he aguardado,
como anhelo y resguardo de tu pura voz,
imaginarte no, lo siguiente a eso,
embeberte en noches de humo,
y miles cigarrillos,
del probe diablo que yo soy,
cayendo en nubes
que negrean mis sentidos cromados,
orando por mí mismo,
todo he soñado
sin letal lecho de olvido,
abrir tus cerrojillos de resistencia,
volver afable un destino
de nueve llaves,
vestirte de Ninfa, quimera,
reina no quiero ya,
ser realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco si ves capricho,
mi designio de alabarte de construirte a besos,
de desdoblarme en dos dimensiones
para poseerte entera desde alma, tu raíz,
no necesito,
no deseo ayuda,
ya se dictó mi perdición,
que su inversa es mi salvación,
como ying y yang,
bien y mal acrisolados,
si te respiro no preguntes,
si te veo no te gires,
por haber prestado tu celada de Atenea,
porque rebrillaré más que el fuego terso,
elemento hermético
seré de un disparo invencible,
y haberse saldado todas mis deudas carnales,
sólo entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni temple ni pureza en calumnia,
osarán comparación,
por la blancura mi Musa Oscuridad,
por la rectitud mi Sol fierro,
por la pureza de madre Luna,
por mis padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no moriré en vida feliz,
si no consigo destruir tus murallas,
ni abatir padre espejismo,
necesito sin engaño sangre,
para sentir que yo poseo algo de ella,
fuera de la línea sedienta
no hay nada,
como buscarte tras la estrella más lejana
encontrada, cercana o lejana, según seas mirada,
al eco sordo una voz noctámbula,
y su resplandor en caverna,
apóstatas, no juréis por este yerto,
que cruzó el lago las almas desangradas,
obtuve allí respuesta,
y no voy a revelar aquel arcano ni solución,
a toda incógnita camine, vuele, se arrastre,
o sea inerte, tengo llave.

Förüq

HIJO DE UNA LUZ:

Todo abarca,
sin desmenuzar lo cercano,
yo lo estoy sintiendo,
por tu lado,
es el poder,
maestro de una luz,
abarca todos los cielos,
tú crees en un enorme sirviente de la luz,
siempre en mi diestra,
créeme esta noche,
un universo de luz,
poder que abarca sobre la luz,
poder de la luz,
siente, siéntelo,
universo toda luz,
una era en fase y etapa,
abarco lo que siento,
nunca estará en mi poder,
tú y yo esta noche
se visten los astros,
vida, tú y yo,
siente el poder que acaricia y no hiende,
soy aquel sirviente,
sirviente la rauda luz,
otra luz sobre el cielo,
es mi amor, es mi alma tocando nota,
soy hijo mi madre de la luz,
siénteme ahora,
tú estás a mi lado,
tú y yo esta noche,
energía,
cosmos en vena
es la sinestesia elaborada,
oh alborada,
vine por tu voz
vine por tu cromática luz,
lo siento,
hay un poder que nos supera,
un primer dios rojo,
un último dios sin consumar,
lit c et sumun canae,
venimos de la vetusta olvidada,
lo sé es el poder en llamas,
a lo alto,
sobre ello, traigo manifiesto,
un amor que no se consume,
un abarcar recto,
sobre el fuego,
no abandono su llama,
perro de caricias
y buen pagano de la rama roja,
serpientes,
os llamo, la lucha sigue viva,
puedes sentirlo, tan grande que abacora,
y el resquicio abandera,
luz ávida
sierpe broncínea,
estrella de guardería y ascua,
luz hermosa y fragante,
sienta mi alegría,
mi dicha y mi condena.

Förüq

PALIDEZ INAUDIBLE:

Era una joven noche, 
caída ya entre algodones de nubes, 
y un hueso de luna 
por blandir el horizonte, 
de sucesos famélicos, 
miradas fugaces, 
y testigos somnolientos. 
Vencido el atardecer 
bajo oscura premisa, 
que todo aliento encarcelaba, 
inquietud disparada 
de fuste en curiosidad, 
suscitada en envés 
y lo más profundo 
del humano anhelo, 
entre belleza y muerte, 
locura o razón sajada, 
juventud eterna, 
mito o paradoja en lucha 
contra lo caduco del ser, 
instinto en deseo servido 
en cáliz del mortal inmortal, 
como juego macabro, 
en inevitable curiosidad, 
un ser maldito, 
condenado a la vida eterna, 
y su sed de sangre 
que le envuelve, 
soga tensa de maldad eterna 
que vive y camina sigilosa 
sin condición de mera elección. 
Sueños encorsetados, 
en nuestra atracción 
por ese lado yerto 
de ser siempre en esta vida 
condena resarcida, 
entre oscuro granate, 
y acecho de ley 
y comprensión desconocidas, 
que emerge de historia 
jamás narrada, 
y seducciones finales, 
de colmillo y paradoja 
terror vecino. 
Leía los recovecos del alma 
transparentados en vivaces, 
ávidos rostros, 
sin esta sed 
que batía como rayo 
de plomo mi entraña, 
convivía oculto 
al sentido que relucía la vida, 
por colmar su caducidad, 
el tiempo jugaba 
en mi caso a otro juego, 
como lucha del tedio 
y sombra de buscar distinción, 
para regocijo 
de no repetir acto 
y maniobra, 
siglos parecían inermes 
frutas que morder, 
sabiendo que mi final 
no llegaría. 
Frívolo llegaba el otoño, 
que peras del olmo eterno 
dispensaba, 
aparentes los rostros, 
satisfechos parecían, 
llegada la hora yerta 
de negrez, oscura, 
flotante, 
algo llamaba estridente, 
era el nuevo hambre de la caza.

Förüq

Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano,  era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola mirada  destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.
No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;
resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas. 
De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno. 
Förüq

 Candidez y sentido
al servicio de honores románticos,
no hubo naterra,
que cultivar más imaginación,
que virtud en juicio,
todos arribamos a la virtud,
orgullo y perdición,
de jovial inocencia,
sueños en poesía
eran pulcra vida misma,
oh escenario pintoresco,
ungido en feroces, pasionales
llamas.
De lánguido temor efímero avanzaba,
hacedor de tiempos faustos,
en los que tejer ojos brillosos y anhelantes,
mérito real, acostumbrado,
el esforzado vilo condenado,
de sortilegio claro,
rondando me aferré a fundamentos de vida noctámbula
surreal;
de hora parca solitaria que rebrillaba
la sed de mi colmillo en tersitud de filo,
fantasmal lucía el pertinaz sueño sanguinoso,
blandía su deseo,
la tácita recompensa amilanada,
héroe tétrico del norte su silencio invernado,
no me afinqué en ninguna carrera del vicio,
era día de abyecta dicha florecida,
ruina de muchos,
oh creer cielo ganado,
mismo techo,
que habita una criatura tan hermosa y delicada,
ojos expresivos como sangre en sed vampírica,
unas manos que ni mejor pintor,
tratar podría,
tez fría y pálida,
cuan mármol sonrojado,
recién pulido,
su cabello de realeza azabache,
peinarse sólo en fuego pudiese,
su silueta era perfil del paraíso,
asombrado pregunté su cincel de nombre,
respondió:
-Förüq soy Leannán-Sídhe señora hada Reina, dueña de la profundidad, 
nocturnal.

El Castellano Förüq

Asumo un aniversario
digno de recuerdo,

cumplo trescientos treinta años
del designio fausto del
Panida trigo nacido,
en comparativa soy un
mortal inmortal jovial,
si existe la eternidad
me preguntaba al correr
de siglos sin hallar
respuesta válida
cadencia de haber estado 
en existencia puede,

II
He conocido sortilegios,
encantamientos por los
que su víctima cae en un
letargo de sueño para
despertar a los cien lustres siguientes.
Sostener la carga del tiempo
nunca es bastante,
oh, transcurrir infinito
de la sed.
Alquimista de sigilos
y silencios esenciales,
un día susurró mi Musa
que el amor y la seguridad 
eran enemigos
mi esperanza era total
pero no, mi miedo a ser
feliz.

III
Musa Luna sempiterna
era coqueta y en ocasiones
hacía que me muriera
de celos, seguíamos 
viéndonos a escondidas
yo, humilde descendiente
de Candamvis
adorador de Mercurio, 
mi Sol fierro,
anhelaba cobrar mis
lágrimas dulces vueltas
versos por y para ella
siempre veía a los celos
mordientes viles viborillas
invencibles, inextricables a mi temple.

La veía con curiosidad,
como se ve a un Fénix en una caverna,
como se encuentra a un resplandor
admirable.
Mis ojos iluminados
cual sed de cuarzo
bajo sol rebrillante.
Su tez era radiante 
como carne recién modelada
yo como alquimista de un recipiente
de sueños inmutables,
como la dicha y gloria la bañaban,
ya acariciaba una noche memoriable,
al candor de estrellas
y lunas argentas,
la profundidad su belleza imantada
yo era incapaz describir en fúlgida palabra
asordinada.
contemplé su pulido rostro
y papiros azabache cual su mercurio,
en ojos encendidos,
mi tristeza ya era fugitiva,
un rayo de fuego emanó
de la admiración cautiva en mi pecho,
capaz de concederme
en un pálpito inmortal,
mi corazón no cabía entre costillas,
tantos años se materializaron,
de ferviente amor por ella,
mi no-estrella mi viva Doncella Escarlata.

Förüq

I
¿Qué esperas, en el concilio de los caídos?
¿Esperanza de redención?
Se derriten las paredes
del sótano de luz.
Su habitación que esperan las almas
del placer.
Todo cuenta y danza dantesco
el sortilegio
de luna soslayado.
Crepita el devenir
deshojado,
su verdad todo envuelve destellante
y brilladora.

II
¿Qué esperas lavar en esas habitaciones?
Puede, tus fúlgidas respuestas.
Una salida al sendero
inextricable;
todo lleva, y nada de vuelta.
Volvemos a comenzar.
Estruendoso litigio
de lo que la espera
indujo a permanencia
en libro perdido,
mi decencia ahogada.
Escudos de salvación
al amor perpetuo.

III
Sin solución avanzo,
Ventanas como miradores
a un final sin comienzo.
Final, sólo de sembrar
simientes en el corazón del sueño,
jamás abierto
tu Sol negreaba
como ascua perenne.
Un millar de leyendas 
trashumantes,
me abarcan, no canto canciones,
ni poemas.

IV
A una fallecida,
la vida sólo canta
y danza, a la vida.
La muerte sólo dicta 
y mantiene lo que es de ella.
Vida para el vivo
muerte para el muerto.
Por lo que proclamo
cese y automático
blandir de mi viento solar
y semilla ancestral.
No hay alma,
no hay alma aquí,
la mía tiene el valor
de brindar tu cara
a mi rostro,
porque no hay certeza,
para mí, existas sin quererme.

V
Escalo tus venas,
entre un horizonte
de razones heridoras
y lúgubres, parcos, silencios sonoros
en el callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso sedoso,
todo hecho de rocíos entre flores,
puedes oírlo,
pregunto,
siendo destino,
y barco dirigido,
a donde coronan cumbres
y sus vastas nieves,
mi ánimo que desplaza cerros,
y sus frondas suaves,
no vine a deshojar tu cielo,
sólo a contemplar
que era hoja mecida al aire,
colgada de una tela de araña,
bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en hojas...
Sangre de estrella,
oh, nácar flamígero,
fuiste más allá del suplicio dormido,
roca del destino,
y puridad de roce,
no te bastaba incendiarme
de la esencia más húmeda,
llegaste amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos huidizos y fulgentes,
desquieres de barro y simiente,
a la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso de trigo, y esparto,
en hoja de celindo y madroño,
vine por tu hinojo de abajo,
a precipitarme exhausto.
Como precipitación del ojo de tierra,
era mi canto
como un dulce abrojo,
y filoso como la espina un majuelo,
almendra rápida era este enjuto silencio,
vestido de las rosas perras del escaramujo,
eres real, plañe toda sinestesia,
me voy retirando,
lamiéndote como un paloduz,
sopesando tu crin y brebaje,
no vine ayer
si asegurara
llegaré,
al saber que te conoce.

Förüq er-lobo bohemio

VI

Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno.
En el suspiro de amor que
corre y descansa entre la
inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó
a ver la belleza que envuelve
tus piernas, adentrándome para
reposar siendo una sombra más,
y te encontré en mi sueño más
cálido, en el cielo encerrado
que liberé. En la noche que la
luna baña tu cuerpo, y en la
noche que mi amor corrió por
tus pechos.
Y te amé aunque fuese un día
en la penumbra.
Para así no olvidarte nunca.

VII
Profecía de una noche
que diluía entre tu cabello,
siendo fuerte como luna
semper, y ángel dorado de espera,
hemos venido del plateado halo,
disparando alto,
hijos de luna y signo azabache,
oh, símbolo claro de visión, y vida,
lozanía, que tengo tu carne,
y en alma sembrado el otoño,
y la caída de tus muslos,
entre mis muslos,
de espadas,
y jornadas como vetusta armonía,
cuenta el divino laurel,
su soledad última
de naipe y candelabro,
sentado en la tarde amedrentando espumas,
este sol que ya cae,
oh, flor de gozo, desprendida,
lampos de mi acero,
vieran mi yunque y forja sembrada,
esta sábana que nuestra,
no me acaba,
me iré sí, sin pausa;
por muerte sola,
sin casa, sin cuerpo,
sol amarillo, de otoñada bruma nocturna,
ala vieja asidua, perenne,
nacer de otoño erige y dice:
-Te quiero, como ruego,
y voz de vuelo herrador, y errante,
una luz envuelve sempiterna, un septiembre,
donde la lluvia eres tú.

VIII

Estallase toda gloria
en aire algún sortilegio claro,
danzando mis apuntes
en torno un fondo fantasmagórico,
reluciendo nota sobre un cable puntiagudo,
la profecía de cientos, miles,
constante, de ágil hocico de riera,
hombre desnudo y un sólo anhelo
como cristal partido,
sonidos de vida en campo perdido.
Flor de barro haciendo reflejo,
destellos en horizonte hacia
las nueve puertas del Averno,
muchas fuerzas sondeando,
corte sobre una pala,
oh pies de barro sobre la paja,
agrupando oídos en bucles,
tumbando retinas,
en el vado, del mundo hecho,
músicas en copas de hadas verdes,
voces de muertos hendían,
surco y sangre adormecida
oh local de la armonía,
susurraba yo a su orilla,
su historia
como río crecido,
cocería cintura,
entre juncias y caléndulas,
reposar segura violeta sombra de noche,
que traes invicta, sonriente,
temblar, donde yace y se inclina
el barbecho dorado,
alzaba acre de bien semilla
confesa, prometida,
la victoria de la luz se erigía flaca,
bancales atrás,
la dificultad no me arredra,
oscuro patio, de ti bañado,
cuál precio he de poner,
a sus semillas.

IX
 Mi mujer fantasma:

Mi ausente estrella,
murmuro de grito silencioso,
nota de terso metal crispado,
un sigilo de viento nocturno
descendido,
que sangra tu voz
en verde grama
de aullido solar,
vespertina estrella
que refulge tu eco solaz,
llana entre quejumbres,
alza tu violácea brisa
ensortijada,
como blanca aurora fugaz
entre sienes
y aladas razones de mi corazón
sin mi pecho,
que tu luz siembre mi carne
y germine siendo flor de mi sierpe
hoy y siempre alzaré mis rosas desangradas
sobre Galatea
partirán oscuros sones
mi hiel bandera,
serás tangible
como yesca espera,
abre tu espíritu de hielo,
retemblarán negras caléndulas,
y rosas de difuntos
entre crisantemos
avalando tu áureo nombre,
llorará tu etéreo faz,
alzará tu nombre yerto
que mi ser injerto
orando a ti
mi dulce amada fantasma,
viniste a despertarme el invierno,
para ser solsticio
de eternidad sin nombre,
ni suplicio irisado,
hoy por hoy
viniste para ser siempre
sonrojando
mi invectiva condena
de observar el sonido de la noche
en tus ojos,
vine a coger tu mano,
y descifrarte
como azul enredadera,
late,
sé disparo de plata,
inmortal hacienda
en la que vivir
siguiendo la azur estela.
Te amo sin manto ni rienda,
te brindé
mis flores argentas, solitarias
desangradas en tu tez serena.
Veré para siempre, en cada siglo
el sonido de la noche en tus ojos,
lividez carmesí flamígera,
en nuestra condena
que dictó la posesión
de tu alma certera;
para siempre deslumbrar
que llegas en otoño
para ser el añil invierno
que me desposee
y llena mi vida
de ti mi amante estrella fría,
mi dorada ausencia repleta,
te extrañaba
viniste mi no-estrella,
que yo te creo, tú me creas.
incendia mi semblante
arderé el abismo
para sembrar allí
mis latidos por ti confesos.
Miel de tu sombra,
mi cariño,
un azar de nueve venas razones.
Vivirán a tu lado
todas mis densas, sanguíneas
ilusiones.
Donde yace,
donde tu magia,
es tu halo intransigente
que esta vida dictó
fuera mi sangre,
certera posesión
de tu alma en comunión
de astro padre
y luna madre,
rizarán ascuas
que sembraré tu luz,
y tu alma será carne.
Mi amante fantasma
quiero aceptes mi mano,
en sediento compromiso,
azar desvelado en despierto iris,
su sombra de flor oscura.
Que yo amo.

Förüq a 26-12-2018

Por ti labraré el día,
mi Luna compañera,
mi Luna aeterna,
oh, cuánta sangre mía,
regó esta mi soledad de tumba abierta,
que me camina,
por el sol de junio un mayo despachado,
avanzo, abro el solo Parnaso,
mi sol ya no luce cansado,
abren dulces lirios negros,
el compás mi destino atronador,
era un capataz,
era un sembradío del brillo primero,
un arpa y un arma de carne
y verso, beso tras beso,
un dulce designio invernado,
hollín de luz,
en esta fosa cava mi amada,
tercer lucero mi firmamento,
igual y primero es,
sangre negra de luna oscura,
por la esencia azabache,
de nana y cuna argenta,
soledad, oh soledad d' este pobre diablo,
ungirás mi dicha mañana,
que te pierda,
hoy veré esquelas por astros,
y oscuridad fluirá
como bruma siempre gris,
me atisba sola idea,
velo de tormenta
y nácar una esquiva sonrisa
sin volandera
ni ascua desapagada
por lengua,
al olvido perenne no danzo,
vida de una vida bajo tierra,
me trajo,
a este filo diamantino, 
blando, de tajo,
alto silo de luna,
hoy te canto,
que sin tu penumbra venidera,
ni dormido me alzo,
oh, compañera,
no me desampares camino 
de escuela, ni honda hoguera,
tu inocencia,
oh, preñez de sílaba,
polvorosa y escarpada,
haz que acabe con un beso libre,
lo que nunca comencé.


Förüq
 a 2-06-2021

De hecho,
no sólo la observaba con atención,
aquella doncella imbuía un eterno secreto,
capaz de surcar llameantes abismos
y dejarlos todos de matiz sanguinoso,
su mirada tenía una luz inaudita,
cual sangre de hadas cristalizada en ámbar.
Imaginaba sus besos, del candor más hábil temperado;
sumergirse en el mundo etéreo era hablar con ella,
llevarla flores, como si estuviesen por extinguirse,
quería Förüq compartir
con su Escarlata toda su felicidad y admiración
cursaba, como si tiempo no hubiese
debido para él apenas transcurría
sólo su sed llamaba a descubrir su secreto nocturnal
ella podía desconocer,
de incierto modo su letargo sin su compañía
tañía su tercera campanada,
su palidez ya se oía en el deseo su dama,
y su testarudo turquesa de ojos hendía
su palpitar hermoso.
Quise llevarle luz como mensaje en una bella golondrina,
siempre querré tu vera
como designio manda Ares y Perséfone florezcan todas flores
al caer la primavera;
su mirada y belleza no eclipsaba hipnotizaba,
mas su color y ternura de entraña enhechizaba,
hasta el alma más helada.

Förüq

IX
Menguante vestía la luna su traje,
una noche sempiterna un diciembre;
la lluvia acaecía en el rostro
más terso,
donde todo acaecía
en la villa su Campiña,
hubo un festejo de alta alcurnia
allí se presentó un viejo noble comunero,
brillaba más su extravagancia cautiva
que su nobleza,
él era anhelante,
como explorador observante
de la más pura belleza otorgada,
su melena era de un hombre arriado
las tierras del norte,
sus ojos encendían una curiosidad innoble,
por determinar su fausto origen y linaje perdido,
brillaba en ellos una llama oculta
de luz congelada,
como del mercurio atrapado en sus cuencas,
fijó su fría mirada fija de admiración
en una comensal que rizaba su cabello largo azabache,
era una doncella de un castillo olvidado,
pasado el puente vestigial, sobre el río tajo,
sus gestos y desmanes extravagantes
y de educación sin par ancestral,
pronto llamaron la atención su doncella perdida,
invitada,
quedaron en dar paseo bajo la luz de luna,
y los candiles de aquella aldea,
pronto se vieron en una conversación
de seres y leyendas
de encantos y sortilegios,
quedaron en descifrar su acertijo de mirada
adivinando lo que quería el uno del otro
en aquel rayo de luna morena
ocurrió el beso inextricable
uniendo ambos sus colmillos.

Förüq

ESTOY DESPERTANDO A LOS VERSOS:

Gloria realidad;
beso de ascua  semper,
vive el sueño flamígero,
cómo negarlo si mi interior florece,
amamanta esta vil ilusión,
apodera,
mece,
hiende,
hijos de la simiente arriba,
desnudo son en la penumbra,
que admirarte es de siempre,
hueso, eje,
crujido eterno
que el sentido despierto,
asordinado es ya
oh lustre enervado,
vine del traspuesto de abajo,
buscando desnacer en hidromiel
y estado quo,
fase de admiración cursa mi sangre,
néctar parco melífero,
alerta,
relamo  mi suelo,
en tres,
despierta,
oh endógena ola fluvial,
cauce de éter.
Solo desliz en azabache mecido,
es un cuarzo verde
para potenciar a las hadas,
me bailen su agua
endiosada,
rocío estelar surqué
tus soberanas lumbres estelares
y hoy todos mis muertos son santos;
te sirvo, te amo, te necesito
colmar tu atrio de caléndulas solares,
traerte la flor de nuestra profecía
en mano izquierda.
que no hace falta que suenen todas las trompas de Babilonia,
una de mis trompetas de los ángeles basta,
que siempre que se vea una alborada,
siempre vivirá Förüq Hipsípila
para buscar y entregar una flor de Hércules
a su Musa Amada.

Förüq a 28-11-2022

FUEGO:

El fuego siempre ha sido elegido,
el fuego es tan fuerte, que elegí creerle
sin culpa
aunque hasta acepte
sea un concepto inválido,
que me asignaron aceptar,
elegí creer,
aunque me asignaran libertad
de no hacerlo, lejos de idolatrar
un código de leyes rige el sueño
de toda sociedad, 
pagar varias veces por mismo error,
ni justo, 
sí puede eje de rebelión,
he venido a desafiar mis propias creencias,
a fijar la ley del orden
moral, propio, se consumirá
en su llama, todo lo que invita a sufrir
sin razón haya cobrado ya.

Actuar únicamente, bajo el principio,
lo que dicta la bondad,
amar lo que hago,
sobre todas las cosas existen,
como premio y castigo,
buscar lo justo en cada inconveniente
encontrado, la decencia sea juez universal,
tener, y honrar aún no poder verlo ni sentirlo, a cada momento,
la Verdad y su Poder de Fuego elemento hermético

Sol Fierro Lvgvs

ARRULLO DE LUNA UMBRÍA:

I
Aquellas parcas sombras, truena la feraz noche
venían densas creciendo,
que ni permitían ya ver las cosas,
pisaba el lindero dejaba el otoño entreabierto
no temas amada que marchite
volveré a bajar el Mesías de la flor
vista y traída en noble influjo
los ojos una bella golondrina,
como aurora de puro amor
bajará también el trueno relampagueando,
el abismo inmensurable de acento en mano,
traeré mi imaginación toda centauros
y con luz abrigaré la idea más sencilla
dulce amor, toda sueños feliz yo de hechizos
y tersas corrientes,
umbrales expone el ávido mundo,
fiero instante y borré el olvido pudiente.

II
Magnífico ademán aguarda
la bestia esperanza
ocultando estoques entre tiniebla magna,
dance mi talle, que de hermosa
pudiera adivinarte,
oh, de rostro encendido
entre centellas y aperos
de decisiones fulminantes,
mi llanto secas,
suspiro bello de noche, serena, altanera,
la esperanza es de altos cielos
virtud y temeroso don precioso,
en sombría torre brota y retumba
el tañer de una campana
a su bajera, corría un límpido arroyuelo,
de espuma que camina y brilla
su misteriosa figura que engulle toda.

III
De melancolía hija 
no la llamé aún pudiendo
soledad
vine a hablar contigo luna umbría,
amiga amante, en cada sueño,
de ilusión tu beldad hermana,
oh, de luz viva sanguinosa o plateada,
tenue como brillante,
te busco sin consuelos,
sin candilejas humanas,
llevaré tu esfera
siempre dentro de mi alma,
te busqué entre nubes, vientos,
y ramajes, siempre huías de mí
entre edificios de ciudad y cantiles
sola armonía llamé a tu pronta belleza,
ilusión, que mis ojos en ti se vieron.

Förüq Miguel Esteban Martínez García

MEMORIAS DEL ESPEJO:

Estoy creando memorias
dentro del corazón,
sublimar lo correcto,
tantas vidas de gato de arena
te he esperado,
en este horizonte traspuesto
surca lo vivo, surca lo muerto
para siempre;
es un canto a la Oscura dama
doncella sangre de Tierra,
tantas eternidades cuesta un beso,
que se da a cualquier desliz temporal,
un paso,
y hendí de la sola voz
su éter,
oh sangre del Eros,
diestro voy por la segunda mano secreta
encima su verdad endógena,
que fantasía te desvelaste verdad,
de aspas molinos,
y campiñas de castillos y solas callejas
de hinojos y brezos
flamantes,
sube a este baile nuestro combate
deja suelto el ajeno embate
debido ni rival florezco,
solo a consagrada conciencia apelo,
merecedor todo el juego a perder venciendo,
y un tablero que vuela y se esconde
en tu voluntad,
perdona si admirarte es para siempre,
tuyo soy recuerda,
entre tañido y víspera cincelada
sé  lo que me gusta,
sé lo que quiero
y no alzo armas gratuito,
elegir ya te elegí hace un siglo,
no me conviene regodearme
de haber obtenido más hijos que caricias,
invitación sí
a obtener la felicidad que me sobra
por ello estoy preparado para amar
y no se llamó duelo ni necesidad,
muéstrame tu flor
sobre el fuego,
sentiré tu llama,
no eres tú,
no soy yo,
no te dejaré surques el puente
dificultad solo es un paso
para llegar más lejos
y jamás sola 
ni en aquella penumbra
que no veas miedo ni de ti misma,
surco una ofrenda
para desvanecer el cristal y laberinto de espejos,
de condena y espejismo surca mi visión.
en UNO awen
en TRES Auge
en DOS tú y yo.

Förüq

NOCHE:

I
Noche, hoy a tu velo de sosiego
me entrego, te escribo
al crisol estrellado
oh, cuántas parcas estrellas acogen
mi canto de penumbra nacido
recuerda el sueño que tanto ansío
que Oscuridad se acoge no se
vence, se ama,
a tu velo nacarado le hablo,
cuántas nebulosas te adornaron,
para ser noche, inmenso faro
de sosiego imperturbable
de la ceniza a la tierra oscura
dirijo mi cantar,
pulcritud de lunas, servid 
humilde, os elogio, sin sepulcral
prestancia, me dais la vida necesito
día sin enamorarse de la noche
no es día ni romance.

II
Oh, cuánta visión cegase
tu sábana espectral, este grillo
te sublima tu sabor,
un apoyo inusitado granate,
oh púrpura visión me acoges.
Voy rumbo tu crisol
de valles silentes, con mi humo
verde de pluma estilográfica,
bajo la luz de una vela,
oh, puridad sola
vine por tu voz
al ascua de luna
llamo,
somos hijos de signo
azabache, Lunáticos a rebosar
crisoles como relámpagos de Ares
en y bajo tierra.

III
Oh noche cromada,
te canto dame pulcritud
de estela, sola lumbre
descrita a Musa Luna y
su mar solanáceo,
vine de nota baja blandiendo
esquelas y señales efímeras
no me iré sin gemirte,
oh, de pureza y desvelo
energético, te alabo,
bienvenido otoño
a tu fantasma carnal me entrego
y ella, dulce tormento
insobornable que une
su vuelo complaciente,
que yo amo su querencia
por y para siempre.

Förüq Esteban er lobo bohemio

NOVENA LUZ:

Tu voz:

Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor en mi mundo de ilusiones en viento,

noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta de árboles,

ojos de gato, tu gemido,
tímido y feroz,
tu voz.

Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,

acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,
el momento que dejó el silencio,
el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.

Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.

Sostén mi placer cada anochecer,
sé el tiempo que nunca se fue,
sé mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,
detén este instante para hacerlo real,

el sueño hecho realidad, la historia sin final,
mi eterno amor sin dudar,
corazón carmesí como flor de abril,
navega mi sensación.

Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil que me quedan por decirte;
los que nunca se irán,

agota y naufraga mi voz, mujer,
que alcance la tuya
y pueda izar una profundidad,

enroscarnos severos en aras un viento onírico,
desde la espiga roja,
al paraíso prendido de labios espumantes,
sostén cariño, mi sola voz,
que no se apague, y sí se incendie.

sea fiera pero no muerda,
Tu voz sea caracola,
como una espiral que no me haga daño,
cuando pueda sentirla,
sea anémona azul 
y amapola de sangre de tierra,
que si ella pide, pueda engarzarla aromos y estrellas,
sentir pueda como simbiosis de nuestras lenguas,
cordial sin traje luminoso,
alzada como tú, sea la más bella,
origen y flama de una estrella primera

Esteban er-lobo bohemio Förüq

SÓLO UNA VEZ EN VIDA:

Sólo una vez en la vida
caricia viene descrita como
trono tus labios hendida,
fija, su semejanza entono.

La Parca es efímera
primera, mecida la ola,
caracola que mar entona su vera
entera que el cielo queda, y enarbola.

Beso de tus labios tejidos
suplicios invernados del exceso,
avelo los papeles, por derramar quicios.
Precipicios, que a la llamada estabas en celo. 

Avanza mi quimera,
espera, que te tiene balanza,
asa, dulce organza en víspera.
Era un son que su verso pasa.

Tiempo de nosotros no se construyó a tiento;
lienzo tu acuarela del viento,
intento a quererte más si no venzo.

Lluvia densa de un Sol fierro,
hierro en ojo de tierra viérame apuesto la Llucia,
astucia fue clavar semillas en corazón del sueño.

Suspira mi mundo yerto;
injerto mi amor que nunca expira,
exilia el ascua azul, con mis ganas, atento.

Alimentando los espíritus que le hablan,
entabla resplandeciente fulgor de la centella cantando. 

Forjar poemas de mis venas,
acequias mi sangre honran.

Gritarle al mundo que no he muerto tarde.

FÖRÜQ a 18/12/2022

II
RIMARTE:

Señora hada de oscuridad
encontrad mi sangre sonora
añora mi alma puridad,
aflorad mi espíritu que llora.

Abacora este silencio
precipicio, que eres fuerte redentora.
conmemora invernado suplicio;
resquicio tenue, mi fría demora.

Suerte mía que labrada no es,
sierpes avanzan, su muerte,
verte en mitad los helados naipes.

Quise darte sentido, como fuego elegido,
nacido el dulce tormento que hoy pise,
avise si osadía es quererte decidido.

Diestro avanzo sin par,
dispar, palpitar nuestro.

Sangre acaso fue de corazón bastante,
anhelante como sangrante, púrpura, escarlata instante.

Sorda la noche me cuelga, su araña gorda.

Förüq

III

CONCILIO YERTO:

Flor de bruma alza el señor niebla,
puebla estupor nacido en alarido de amor,
color son estos muros rojos, que siembra,
aleja dudas, no pregunta tu dolor.

Fulgurar el astro mi esquema,
dilema ante mi gato, su perdurar,
aguardar al mirlo que puso tres nidos con yema,
quema el son, sin su sombra agradar.

Esperar en el concilio, los caídos, 
redimidos al ascua, donde alegar,
cegar la luz a ojos insomnes, partidos.

Anhelado furor inusitado su ala,
alzada su saber, cosechado,
desesperado, estas paredes no tienen respuesta alada.

Sempiterno no busco lavar conciencia,
sapiencia nada malo, sí erróneo, eterno.

Quise entereza me ayudase
germinase el dolor cual cisne.

Trenzado albor, quema mi sin razón, acrisolado.

Förüq castellano Miguel Esteban

IV

REVERBERAR FRÍA SANGRE:

Resiste el fugaz embate,
desate este furia y trueno asiste,
insiste claror bélico granate,
debate que cuelga araña que viste.

Alza bien de senda unida,
avenida que su diosa calza.
Tardanza en áspid relucida,
crecida marea en vals de acechanza.

Final de comienzo anunciado
viciado sumun de profecía matinal,
mina era su belleza y guiño acuciado.


Estupor, un minero repiqueteo,
hormigueo, como nervio silente pudor,
sudor, era divisarme, sin suelo.


Suavidad de escala y azabache su ala,
bala no era saeta, ni su diana vanidad pérfida.

Resumo que convenzo,
lienzo queda mi sentimiento sumo.

Sedienta espera de rosas de muerto, sed alenta.

Förüq

V
Ser como Floresta:

Ser milagro de acontecer regio,
valgio para transmigrar y florecer;
anochecer en vals de colegio,
contagio nota en vena sin perecer.

Sol terso, no es una destrucción,
armazón, es perenne valor como una flor,
calor no vence insomne, rienda del corazón,
aplicación de letra, consumida, en acto de color.

Vine hirviendo lunas, de azabache coaguladas,
hadas en son terruño alma ciñe,
quise, indecible, solo naturaleza, en venas afiladas,
suplicadas razones, no más que mi dicha, no la pise.

Resumo sin vencer, que me debes pedir que luche,
cure, cure mi designio es más duro, que un duro,
luto, es inmiscuir recto, sin tules,
azules mis vellos, de arpa en mano de tuno.

Resoplo solares, y vendavales,
soles de una caida a lo hondo,
pongo, lecho y vuelos de azores.

Sembré mi coraje,
traje mío, mi bondad desperté,
quebré azar de tiempo como brebaje.


Recto escalafón dorado, recto,
pecho al beso nunca dado derecho,
hecho el latido confeso.


Fuego en hiel, mi amor valiente,
presente de un ángel sin miedo.

Me llamas a la lucha
escucha, centauros solares concédeme.

Toda la orquesta hoy reuno que jamás es poca.

Förüq

VI
Ascensión de cobre:

Desde que vine a vivir,
imperios de ojos cerrados,
que lloran hacía dentro,
tu esplendor violáceo,
es como un destello fugaz 
como un azur rebelándose,
no me digas
dime como podré asaltarte,
una lumbre plañía antes,
estoy creando su ascua,
un Sol sí yo soy,
designio solar,
de humano ser, por siempre
poeta un eclipse del amor
un arte muriendo por dentro,
mi existencia saltando el fuego,
no digas de la sal,
te respondo vente, vente
y quédate en mi interior,
mi mente gira cual trompo pintado
de la alegría sangra este amor.
Hoy para hoy,
desvanecer queda superior,
de este tornasol,
alzo mi rayo, mi fulgor,
en frecuencia modulada,
a no ser peor,
déjame sucumbir en ti,
arando el sino flamígero,
nuestra sed,
sed de ti vivo a morir.
Oh mi alma, soy de ti,
fascinación cursante,
resquicio onírico,
para latir,
esta noche de lágrimas caidas,
vine del alto cerro, sonando altivo,
desangelado,
tu palabra que me ama,
oh, sí, soy feliz,
gamusino, perdiz, lombriz,
en desfile, en cúspide enarbolada,
llegaré donde el querer dispuso,
¿Quién afirma?
me revelaré
desde mi imperio
de avidez en labio de fuego,
consumado.

Förüq

VII Silvestre maestra:

¿De dónde vienes volando?
Orquestando vengo de mar allende,
aqueje mi alteza va consumando,
aleteando besos y espiras deje.

Motivo de enamorado traigo en pecho,
hecho de cobre y Sol vivo,
altivo va derecho
lecho en espinas y cardos pido.

¿Quién vistió tu virgen Musa?
Tusa belleza de valles y blancura de sién,
ayer fue invicta y ella escribe, no acusa,
hucha en fortuna era awen.

Alarido de mi fugaz fuente,
vente al combate desceñido,
nido será la vanal inmundicia su frente
alente voces puras de su flor gnido.

De cielo, de mar de tierras viene turbado,
soldado de su misma pechera, viene de alarde,
de fuste sempiterno y sólo custodio alado.

Arde la salvaje simiente,
gente huye a su pecado, tarde;
pare, alto, su estirpe, alimente.

Verbo de enigmas eterno,
ermo del galego desierto,
fierro y figuras llenan el averno.

Fausto, su verbo, y figura aposentado,
socavado, su sueño no era infausto.

Altura que yo vengo,
aliento y desnacer de premura.

Oh de Musa virgen pura, yo alabo.


Förüq

VIII

PLUBIA CORDIS

‘---lit et summun canae,
miles Dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erit uxor mea.----‘

Plubia cordis, ardentissime cupere amôris
stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia. 
Diês, carpentum, accrêvî calôris.
Colôris, vita, venerâvî canôris.
Laetitia exspectâre, cupitum nostra.
Ostendi âlae, festînâvî blanditia.
Cropinquus, somnus, versus, littera.
Prôfêcî imus, creâvî blandus.
Bâsium dulcis, aqua pûrus.
Sânô anima, fidus fruor.
Cupidus somnus, flagrô metaphora,
suspirium natura, amâvî ferventis.
Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui pûrus, sôlus cordis.
Callis unus, sentido sensisensum.
Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.
Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.

TRADUCCIÓN (Plubia cordis):

Lluvia corazón, suspira por ti amor
estupor, deseo, eterna alegría.
Día, noche, crece calor-
Color, vida venerada sinfonía.
Alegría soñada, deseada nuestra.
Muestra alas, acelera caricia.
Cercanía, sueño, verso, letra.
Entra profundo, crea sonrisa.
Beso dulce, agua pura.
Cura alma, sinceridad uso.
Deseoso sueño, arde metáfora
suspira esencia, amando fogoso.
Distancia decreta olvido de razón.
Querer puro, sólo corazón.
Vía una, sentir.
Hermosa compañía, contentarse primavera.
Fuego, complaciendo instinto hermoso.

El Castellano

IX INFERNUS SET CAEBLIS

Cercada está mi alma tus beldades
edades flamean tu sonrisa señora Hada
asombrada vuelas de alas verdes,
Hades responde, ansia mía rememorada.

Oh nuestro tormento alegre
embebe de tallo,
calo decencia en vena agreste;
ensombrece mi designio a soslayo.

Dulce, pura, de purga llena
plena que mi luna pulse,
desuse ofrenda tan divina que no quema,
largueza sin par, alma use.

No traiga su amigo cristiano,
mano de poder le otorga sin cuero,
cuerno servil ofrezco cual gitano,
piano servil es talento.

Gloria a tu misteriosa,
gozosa poesía runa de victoria,
vanagloria es creer caelis ganado.

Vengo de tu hinojo de abajo,
tajo de regio verso tengo,
venzo a Solar que oro trajo.

Fiel designio cuestan espadas
azadas sacan penas como dulce miel,
hiel infortunio ya no es lazada.

Fuerza del amor
clamor de hadas, tuerza.

Razón y artificio en hoguera,
madera, soy ciprés poeta.

Criador de mundo, mi semilla es valor.

Förüq

VI
Bato alas de ángel,
pincel de alma para la hoja
que se alimenta de letra, y su
vida sempiterna.
Tuve plasmado mi sentir de vivir
hace más de quince años
y tengo treinta y tres,
y sin caer de rodillas
no abandoné la causa primigenia
el Amor, creo con boca de
dragón, calor de arte flamígero,
un sin embargo, con nobleza
aún envejezca el tiempo,
tengo eje, coma y lugar
este amor hace cielo terreno
y nubes que llueven flores
pude transcribir sepulcral
automático, pero mi cuerpo muerto



VII
hasta construirá la melodía
mi día jamás será día si no
escribo el sino y su vilo,
el son me dijo: -Tú que vives
y sonríes, hasta para que
el mundo entienda el arte,
disfrázate de cuervo, de brujo,
de hechicero muerto, que tu
palabra sea la sangre yerta
de la condena por la que
siempre vive tu amor,
cava sin azada funesta,
saca penas por temblores
construye la orquesta, sus notas,
el Paraíso donde vivan ojos
y mentes solares;



VIII
avanza vestido de soldado
eternamente muerto, embebe
de la tiniebla, que la letra
sea tu meta y armada de
legiones, acordes, saetas,
castillos, y celadas, ejércitos
y fortalezas silentes que
la oscuridad florezca
cantando a la luz más
pura, vestida de brea
de cal y arena como
una caracola serena
entre orillas argentas,
bosques en la luna
jamás te acobarde una
dificultad, tu talento sólo
será puente.

Esteban el castellano

IX
BAJO EL SIGNO LA LUNA AZABACHE:

I
Me llama en la noche,
me acaricia su recuerdo,
con sus caricias desvanecerse
quiere;
y renacer en la oscuridad
del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevando dolor.
Yo sin comprender su aparición.
Pero recreando su alma viajera.
sueños serán, pero cada día
la siento más.
En la belleza de imaginar
la complazco con la sencilla palabra
de amor a su alma
sin cuerpo.
Que me acompaña
desde que sufro por el querer.

II
Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno.
En el suspiro de amor
que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó
a ver la belleza que envuelve
tus imaginadas piernas,
adentrándome para reposar
siendo una sombra más.
Y te encontré en mi sueño
más cálido, en el cielo encerrado
que liberé.
En la noche que mi amor corrió
en tu flamígero seno,
y te amé aunque fuese un día
en la penumbra.
Para así no olvidarte nunca.

III
Manantial fulgente de inspiración
tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas
tu pupila enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas
el color de tu áureo.
Un piropo, el suspiro
de mi amor eterno.
Que corre que escapa y vuelve
el cosquilleo.
Tu boca con mi boca bebiendo
del mismo agua del deseo,
tu piel con mi piel
avivando el ascua
del sentimiento preso.

IV
Resplandor de auroras en los recovecos,
donde se refugian mis ilusiones
en mi pensamiento.
Tu tez conoció mis manos
y mis manos te moldearon para su recuerdo.
Eterna batalla a la noche,
cuando noto tu ausencia,
la noche que galopa
y yo con palabras sufridas,
de nuestra vida sentida.
Ya no hay felicidad entregada
con besos y roce de nuestros cuerpos,
medida y entregada,
ya no te buscaré en esa nostalgia.
Me enamoré de la vida
y nada me falta
porque todo me llena.
Te volviste a pasear por mis sueños,
y en ellos nos reconciliamos.
Vuelve a mí el dulce tormento
para vivir soñando
con el recuerdo.
Y amarte soñando despierto.


V
Noche en vela de navegante
sin destino,
noche despertada,
por la luna.
Y acariciada por sonrisas de estrellas,
cercanas y lejanas
según sean miradas,
a través de la copa de sangre
o con la nostalgia del corazón.
Luz a la vela que ilumina la pluma;
tinta de ánima mezclada
con los recuerdos de una vida a tu compañía,
pasada, con hielo y fuego, con besos
huidizos y fulgentes,
eternos y efímeros,
con sueños rotos,
y días de amor
a la sombra de tu reflejo,
disuelto por el embiste del tiempo,
que partió mi corazón en dos y un cuarto,
en el que me alimenté de las rosas
y flores desangradas.
La copa de sangre
en recuerdo
de una sonrisa que resplandeció.


VI
Amada mía te escribo esta noche invernada
detrás de la estrella apagada
que yo te amo amada.
Luna mía, tú mi flor que brilla
luces bonita, estrellita mía
sólo tú eres mi vida
runa azabache mía,
jamás se apagará tu boquita,
que llama a la mía.
mía sólo mía,
mi flor de luna
sólo para mí encendida.
Yo nací para tus ojos,
madera de los cipreses.
Yo sólo soy escarabajito,
yo camino despacito
de tu mano, duermo contigo.

VII
Sólo soy lo que tus ojos
dicen de mí.
Sólo soy amor, vivo en ti;
yo nací de un rayo de sol,
dije soy fuego sin más razón;
de mí la sangre huyó,
yo sólo viví como flor
al muerto le di helor,
porque yo viví solo, solo
como vive la flor
pero ni aroma tuve
ni tuve color,
sólo tuve polen carmín rojo,
que a la tierra llegó.


VIII
Muerto vivo, si no te miro;
luna muerta vi encender
y a mí llegó.
Para yo decir viví, fui, amé,
reí, y con su amor
digno orgulloso sucumbí,
hasta de su boca morí
pero un día desperté
frío como sol que fui
y ella huyó de mí.
Así mi condena
cuando yo muero,
ella vive por mí.

IX
Amada inspiración lejana
o cercana, según seas mirada,
del interior embelesada
alma de mi alma,
espíritu sin nombre.
Destello sin horizonte.
Luz atraída cual estela indefinida,
venda que el ojo no vea;
orilla de mi barcaza,
sin suspiro, ni terraza
cruel hornaza,
letanía sin lejanía.
Ni caricia existe
sin manos que te modelen cual arcilla,
lugar de mi lugar sin hallar;
bello templo tu mirar.
Ni beso existe sin sentimiento inicial.
quién afortunado
que en mitad de la rima,
muriese para no cesar.

X
Cuidarte, un esmerilado sino,
sin cosecha mortecina
ni pensamiento enemigo,
soñarte, y el sueño
la vida trae,
acabar hendido de la expectativa
llorar savia atisbando ser sangre de tierra.
Abrazarte a las tres de la madrugada,
sentir que tu cariño me velaba,
contruir un tiempo de sentimiento,
no de un mero invento,
que se inició y ha de acabar,
inicio sin final propuse,
como comienzo que abarca pero nunca inició.
Sangre de inocencia,
es bondad ciega,
voy lamiendo tu cumbre,
sin esperanza ni dulce futuro.
Pero con la fortaleza
que yo soy por siempre
la noche y su rebelión
de esquema.

XI
Mirada obtusa a la vela
y el candelabro,
un borbotón de densidades que caminan rebrotan,
como lienzo inagotable,
una conciencia fría de agua.
Me desdoblo,
para descarnar esta figura que me acecha,
y choca en luz proyectándose
en opacidad.
No tengo sombra y cuando la veo,
siempre digo que juré alcanzarla.
Matiz insobornable
ganar tu aprecio
sin despedir,
esta injuria inmortal,
de sed de sangre.


XII
Adorar es amar sin razón,
embeberte hasta se llene el corazón.
Principio de causa
es construir casa por el tejado,
revivir algo irracional,
que ni sacia a la estúpida razón,
no veo problema en darte todo,
porque es sabido,
que entero me siembras, tú.
Mi dulce tormento.

El Castellano

XIII                                                                                    VORAZ DESTELLO: 
Resplandor de auroras en los recovecos,
donde se refugian mis ilusiones en sueños.
Tu tez conoció mis manos y mis manos te moldearon,
para su recuerdo.
Eterna batalla a la noche, cuando noto tu ausencia,
la noche que galopa y yo sólo con la palabra sufrida
de nuestra vida sentida.
 
Ya no hay felicidad entregada con besos,
y roce, de nuestros cuerpos,
Medida, y entregada, ya no buscaré en esa nostalgia.
Me enamoré de la vida y nada me falta,
porque todo me llena.
Y túmi bella, volviste a pasearte por mis sueños
Y en sueños, nos reconciliamos.
 
Desperté, y sentí de nuevo, el dulce tormento,
Para vivir soñando con el recuerdo,
y amarte soñando despierto.
 
Si me marchito sin ti,
No me quemes con letras indecisas,
porque vives en mí,
y te daré lo que pidas.
Si permanezco, en tu recuerdo,
no me quemes, no llames al olvido.
Si acaso me dueles,
no es por tus errores.
Es por tus triunfos, sobre mi palpitar.
No me quemes con una lágrima,
sólo con un beso.
Si te perdono y no vuelves,
no me quemes, porque
el fuego no se quema,
Se aviva.
Tu ausencia consume mi alma.
Aumenta mi llama,
No preguntes por qué.
No me quemes sin amor,
Porque no eres mentira, eres pilar,
Pilar que sostiene mi verdad,
Que, aunque duelas,
Eres mi amar, y no despertar.
No me quemes.
Si vuelvo no te guardes,
Porque vivo de tus detalles.
No me quemes, con amor silenciado,
Haz brillar este fénix.
Sólo calienta este corazón,
y te dará su fuego sin medida.
Pero si ves, que mi llama, está extinguida,
No me guardes las cenizas,
échalas de abono, a las rosas amarillas.
No me quemes, porque me dejo quemar.
Soy fénix arraigado a tu bondad.
 
Si el cielo se cierra,
mirarétus ojos, para tener mi cielo,
mi palpitar te dirá,
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran,
quiero tenerte cerca,
y coger tu mano,
sentir que no eres
un sueño que perdí.
Si despierto te vivo.
Soñando te sigo amando.
Cogiendo cada estrella,
en una letra para ti, tú la más bella.
Y el firmamento se cierra,
sin tu mirada tierna.
Mi deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán lunas, pasarán soles,
y el sueño volverá,
con cada latido tuyo.
No te dejo una flor, te dejo las semillas,
los frutos de este amor.
Porque en mi jardín sembraste,
Tu belleza y bondad.
Porque me llenas de verdad.
Puedo describirte como mi vida giró a mejor,
con tu sonrisa clavada, en mi mirar,
y el calor de cada letra tuya, sentida.
Te quiero, de verdad.
 
Siendo tus nervios, que atrapan cada sentido tuyo,
cada lima, que afila, tus pensamientos,
sería tu imaginar constante, en amor de dos,
sueños de un romance, correspondido,
 
Donde no importaría quien se enamoró primero.
Ya estaría atrapado en tus dulces suspiros de amor.
Y tus ardientes palabras de ilusiones lanzadas.
Clavándose en mi alma, lanzando a ti flores.
 
Estarían mis poemas, y mi razón perdida, en tu corazón.
Siendo el poeta, en tus ojos, el agua de tus besos,
el rocío, en tu cabello, el fuego, de tu combustible.
El que guarda, tus caricias, y hace inventario, de cada detalle.
 
El fiel, el humilde y el noble, el sincero de sentimientos.
Simplemente sería yo, brillando con tu amor.
Quien invocóa la tempestad, de roce, de nuestros cuerpos.
Quien se abre camino, galopando, en tus piernas,
 
Para descansar, en tu boca, siendo hielo, y fuego a la vez.
Siendo anhelo, escondido en corazón,
y corazón encendido, en anhelos, cuando te veo.
Tu gemido tímido y feroz, tu voz. 

Ocaso, que la luna baña, de azul, y azul vestido de traje,
de estrellas, un firmamento, que convertimos en magia,
a fuego de nuestros cuerpos, a viento, que transporta,
nuestros jadeos que crecen, hasta juntarse en canción de lobos.

El castellano

XIV

El sol desciende algo va incorrecto,
creí imberbe mi dolor,
creí asirme henchido tu corazón,
siempre amparé 
lo que dijo el tiempo,
mi vida contigo siempre amparó...
Amor, oh ese hueso de suerte
desvencijado en pasión,
vida de la vida de tu calor,
mi vida para ti,
más que cuatro aspas
dando vuelta,
todo puede su suerte,
oh dulce suplicio invernado,
oh sueño de arcángel,
tú sientes mi secreto,
me alzo,
subiendo mares y arrasando, desplazando cerros,
tu alma, quizás más que una Quimera,
más que raíz divina de semilla en Tierra.
Tu piel inimaginada lluvia,
miel tu agua angelical,
tu voz el eterno secreto mi contento,
como aventar girasoles
y sembrar el rocío tu acento,
vengo del suelo,
nadie me va a detener,
jabré mi tiesto, mi niña amapola,
mi diosa antigua,
quién a ti se mide,
me calló cielo en tierra,
mi certeza,
mi amor de espada,
permite incendie tu mundo,
para juntarnos mi amor verdadero,
Musa rocío de Alba.

Miguel Esteban Martínez García

XV
FLOR DE NIEBLA ELOGIO:

Rocío es tu lágrima obscura,
oh, granate congelado,
es tu palabra vestida de humedad,
voz prismática
soles cuarteados,
inequívoca, luminosa,
brilladora, que todo abarca,
herida y manantio
fuente de espejo,
llama sostenida,
iris de tu propia sombra,
exactitud encarnada,
tu energía irradias,
puñal de crisoles,
y miradas derretidas,
puñal de jactancias
y amados rayos,
espadas,
frutos y simientes estelares
cosechas,
cúspide en vértigo,
cavas abismales dentelladas
de rubor excelso,
oh rectitud de ascua,
quise ver través tu ojo de tierra,
Ostara, la Brillante,
mi cristal fugitivo,
destino fértil,
diamantino que baila en tus labios,
pétalos de Ambrosía,
palabra pura,
callada, amor acaso fuese mía,
alzo vientos y cierzo septentrionales,
viendo a través esta tierra,
aire, luz, mi saliva,
quieto de existencia
clamor de valles,
gloria inasible,
tachonada tus líricas huellas,
cruz y sacramento mi ceniza,
tembloroso de paso firme,
osadía o impermeable letra,
ente de un ente mi sangre,
vida de la vida bajo tierra,
latido rebelde a morir,
firme,
los duros somos bronce,
aunque nos derriben
es para alzarnos más fuertes,
mundo hable sus espinas,
que esta vibración y ennergía
es invencible.
Oh Sol ferro
tu misma luz, infinita melodía.


Förüq er-lobo bohemio


                                            XVI
Disuelto:
 
Muero por un beso.
Vivo por un querer,
cruel del destino.
Condena de una pasión,
que creó tu pestañeo.
Al dejarme ver,
tu cielo encerrado;
fijamente tres minutos,
Y morí con tu pestañeo.
Demostró que fui,
Importante, para ti,
Y que a pesar,
y muy a mi pesar,
de los problemas,
seguí en tu mirada atrapado.
Hasta que la aguja,
de aquel reloj de pulso;
se paró, al pasar ciento ochenta, segundos.
Mi cambio de vida,
cuando consumí,
Medio giro, al decir,
siempre te amaré.
 
LUNA AZUL:
 
Te amo no sabes cuánto.
Cierro los ojos y te veo.
Tu sonrisa es el mayor de mis regalos,
tus dientes son evanescentes, que hablan de como tú sientes.
No quiero mi despertar si no es para verte a mi lado.
Acariciando mi pelo, diciéndome al oído te amo.
 
Siento cuando discutimos.
Y no lo aguanto.
Vuelvo a nacer cuando me dices te quiero.
 
A cada instante pienso en ti.
Ahora ya eres parte de mí.
El mundo me parece un infierno si no estás a mi lado.
Tu cuerpo es un dulce parnaso.
Estoy preparado para amarte.
 
Veo que me ves,
miro que me miras,
amo que me amas.
Sin ti no soy yo,
sin ti siento, que mi alma me abandona.
No quiero decirte cosas bonitas para nada.
Sólo para que veas, que me tienes loco,
Sí.
 
Que sacas lo mejor de mí.
Que me has alegrado la vida.
Sé que me amas,
Sé que te amo,
y que sin ti, no soy yo.
Confío en ti, porque tú lo haces, en mí.
Y no te fallaré.
Sólo tienes que ver, todos los días, cómo estoy sin otra vida,
y objetivo,
que hacerte feliz.
Sin otro encargo, que compartir contigo todo.
 
No quiero perderte nunca, y eso requiere luchar, y dar lo mejor de mí,
para que esto funcione.
Me atormenta pensarlo,
que cada día estoy más enganchado a ti,
que cada día que amanece, mi amor por ti,
envanece.
No importa nada, solo el final del camino,
que es llenarte como me llenas.
Si te digo, que sueño contigo, casi todas las noches,
No exagero, hasta sueño despierto, cuando estoy contigo.
Por querer soñar contigo, de ti yo me he enamorado.
Eres sueño, eres mi dormir, tú lo eres todo, para mí.
 
 
Quieres saber la verdad, me has alegrado la vida.
Has llenado mis ojos de esperanza, de un futuro junto a ti.
Esto no es un poema, es una hoguera de sentimientos,
que arden en mi interior.
No soy especial, soy de carne y hueso, y me muero por ti esa es mi debilidad.
Te deseo y   que mi cuerpo, te llama cada noche.
Que cada parte de mi cuerpo, te extraña, cuando no estás conmigo.
Que cuando me levanto, y no te veo, me pongo triste. 
El ser humano, nace. Ama, lucha, y muere.
Yo lucho, te amo y me muero por ti.
Tú eres el timón que guía mis pensamientos.
Eres mi estrella en el firmamento,
El sol que me vislumbra en cada mañana.
Y la luna de mis noches color plata.
 
Acariciando sueños, viviendo el recuerdo.
Como una vida sin sentir, no la quiero,
En el despertar de ilusiones en verso,
Todo es bonito, todo es bello.
La nostalgia crea su velo de dulce tormento,
para quererte me basta imaginarte.
El velo de traer el pasado al presente.
Cayó de mis ojos, pero el corazón,
lo cogió, de venda, para la rosa clavada,
Ninguna lágrima, fue desperdiciada.
Ningún beso, te olvidó, al alma de hielo, tu calor.
El hielo, tiempo de insomnio, de sentimiento.
Calor, la ilusión, que un día,
cayó por tu mejilla;
Y evaporó al rozar, tu boca, en sonrisa.
Frío, el canto del viento, que llevó mi amor,
lejos de este cuerpo, lejos de una vida.
Que, en sangre de poeta, lloró por la avenida,
de ángeles estrellados en estrellas,
y hadas, de mariposa, sus alas,
que fueron capturadas, por arañas.
Quien dibujó el cielo, con colores, a su amada,
merecerá algo más, que un traje,
de azul tranquilidad.
En color de dioses, y diosas, su eternidad.
Junto al escrito del mundo vivo, que seguirá,
Aún, cuando el cuerpo caiga, como la hoja,
caduca del otoño.
cuando la melodía, eleve al Creador.
La esencia, de aquel pintor, escritor,
que pintaba con la pluma, de su vida.

El castellano

XVII
SENTIDO DESCUBIERTO:
 
Ilusiones traídas al presente.
Como la niebla que trajo el viento,
de tus iridiscentes palabras,
llevándome, al abrir mis ojos, al mundo,
de sueños sin vivir, de sentimientos.
Solo para ti.
Experiencias para compartir,
como mensaje en una botella.
Que salió a flote,
del lago de la esperanza.
Sin lágrimas te canto, y te escribo,
que desde que volviste, eres lo más bello,
que pasó por mi campo,
de amapolas y maravillas.
De mi palpitar, y memorias, de estrellas.
Para ser, tus caricias, vivas y aradas.
No te vayas compañera, acompáñame
En el viaje a la felicidad, como lo hago yo,
déjame dedicarte un cielo de sonrisas,
y cálidas nubes de colores,
de besos incipientes,
como el fuego de tus ojos,
con el poder de su mirada,
y el agua manantial de tu boca.
Déjame soñarte y amarte,
como si nuestra circunstancia
hubiera sido otra.
Déjame decirte que declaro amor por ti,
que me gustas, que no quiero idealizarte,
pero eres lo más lindo que pasa por mi mente,
desde que volviste y siempre.
Como un beso en la amistad.
Vuelvo a caer en tus alas de amor.
Cuando ilusionas mi palpitar,
que te busca para curar su dolor,
mi vida tú, desde que apareciste, nuevo comienzo. 
Amor de siempre.
Cuando te veo en cada letra,
y no puedo evitar corresponderte.
Un alma que te llama para sostener la esperanza.
No espero que me creas porque sé que me sientes,
Solo agradecerte tu huella creada en mi ser.
A fuego de una ilusión en tu mirada quiero seguir
En tu mirada quiero seguir viviendo.
No sufras porque pienso que algo me arde dentro.
 
Nunca se cerró el camino para ti.
Perdona a este corazón de niño,
Que tuvo que esperar a tu cariño,
Para demostrarte que nunca murió su ilusión,
por ti.
Que nunca te olvidó, porque clavaste,
con fuego tú sentir, en mi interior.
Este corazón que empezó a latir,
desde conocer tu alma, en letras, como mi alma, en letras.
Emocionado, porque develo, amor por ti.
Y es correspondido.
Feliz por ser tú, mi sueño,
por sentir, que te pertenece, mi mejor sentimiento.
Con valor, por sentir, lo que sientes.
Por ser alma, de, y para tu alma,
por sentir tu beso, y entregarme a ti.
Porque, eres lo que deseo.
Y, de tu beso, de amor,
Nació una amapola, en el corazón.
Con valor, para luchar por ti,
Y, por mí,
para arroparte, con fuego, el sentimiento.
Para ser, tu verso, tu vida, y tú, vida, mi sueño.
Me entrego a ti, porque
ya que, mi verso, corazón, cuerpo y pensamiento,
te llaman, y dicen, que yo, te pertenezco.
Me quedo a tu lado, pegado.
Para no irme,
Siendo completo, en el abrazo,
Tu sed, con mi sed, juntando.
Me quedo a tu lado, mi vida.

Porque me he enamorado.

XVIII
Amante fantasma:

Hablo desde esta sombría llaga,
que me habita desde dentro, por fuera,
un cielo noctámbulo, me cuelga la caricia,
mi vida que jamás se consume en desquicia,
rajo este sol que visita tu retina,
espacio derredor acaricio
en agujas que te cuelgan el techo,
flor con flor brilló nuestro corazón,
una luna tejida por su alarido
a galope del viento en mi mundo
te alzo en piel de piedra
crepitando tu rayo que me cuenta
de tu vena y su carcoma
muy lejos de la tierra hilvano tus ganas
con destello furtivo
de sed de abrojo
cambio tu vida a mi antojo
sí tu pecho en rojo,
sabes quién soy,
soy fantasma, que sólo tú ves
flagrando el viento a tu merced,
háblame del puerto y su negro sentimiento,
háblame del cuervo,
de tu alma sin cuerpo,
ven, ven a mí
veremos el amanecer
en la sangre de mis ojos,
acabaremos con el destino inerte
que cruza mi suerte,
ven de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte de mis rosas desangradas,
es por tu roce que mi sangre bulle
y jamás de ti se esconde
te siento en cada silencio seco,
en cada eco de oscuridad
que a mi espíritu sucede
cómo no tenerte
si por tu idioma me florece el verso,
piel con alma simiente del atardecer,
umbrío cae su sonido;
Tu cuerda que afina el grillo
y cigarra con su guitarra
acantonando nuestro oído,
es por ti que mi suplicio cae investido
fiel a recorrer tu segunda vida,
ninguna mentira me dijiste,
el miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la noche llega de nuevo en tu pupila
de esferas yertas
y sus paraísos de hielo
que cruzo al verte
quiero que me sigas sonando
eternamente la noche
para todos los siglos
que empieza nuestra condena
sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.

II
 
Hablemos hoy en plata de tiniebla,
oración de tu sangre yerta,
cumbre febril de hoguera quieta,
ese cuervo descubrirás su poder,
yo iré de tu mano,
manso tu poder sembrado,
aunque no entiendas
no preguntes por qué sigo a tu lado,
el puerto negro te llamó
y sentiste el poder de tu pasado,
nadie permitió que desembarcaras,
capaz eras de romper la cuerda
que sostiene las dimensiones,
ni vivo ni muerto
niega tu osadía,
cruzaste la puerta de oscuros lirios,
tu amor a la flor
al creador conmovió,
resoplo tijeras rojas
en grises ideas,
desenfundo mi filo,
crepitan arduas espadas,
respetaste la muerte y ella
respetó tu vida.
Crascita tu lozanía,
entre forrajes
y soles pudientes,
desmenuza tu silencio,
clavando yunques
de paredes granates,
el peldaño irá cuesta abajo,
cabalga tus lindes despiertos,
libérate de insectos que caminan,
turbios azares me cuentan
de tu devenir rizado
al filo de la navaja.
 
III
 
Anochecer de mi vida,
en tu patio de la araña,
retozan clarines esquivos,
yo soy lira de alma consumada,
vicisitud ensimismada
de tu azar en semblanza,
vivo flagrando tu azada,
pulcritud entre cristales rotos
esa soy, bruma en tu noche,
claridad en tu día
luz de cada siembra,
arena del tiempo
enclaustrado,
vine deshojando recuerdos,
hoy me diste voz,
no seré yo tu perdición
si no el camino a tu salvación,
viviré mordiendo tus rosas
que desangran tu amor,
soliviaré lo liviano,
afligiré temor al miedo,
seré aliento perdido
descubierto,
te abriré mi reino,
las escarchas serán los colores,
viviré besando tus flores,
limaré abrojos nacientes,
serás estaca del destino
servir a tu alma sin nombre
me alumbre,
camino de mis flores desgranadas,
sangre de tu reposo
mi amada espina de luz y de sombra.

Förüq

MAGNIFICENCIA RECTA:

I
Vista sin tu jardín quema el día,
inciensos incipientes sobre oro en vena
encima las llamas violetas, noche sin luna,
jardín de ocasos sin acierto, era un bosque
dentro del cobre, bañado por ceniza.
Hinojo en surco y laberinto de caléndulas,
jardín mal parido, brotado
sin tu blanco fantasma de luna, no debo avanzar,
Trenzas, que cuelga la noche concisa,
de argenta cantiga, mirar tu viejo salterío,
y el rostro sin vela, sujeto el candelabro,
con blancos misterios y tres naipes helados,
tapia en piedra sembrada, musgo, y voraz hiedra
jardín castellano, dulce, cantor,
sombra de lobo viejo y dulces gayos ya dicen
lo que no te diría yo.
Risa memorable,
exigía un almendro para dar nuevas hojas.
Cuando dormí, soñé sin pulcra ilusión de palpar
era una fontana de mi sangre que fluía dentro
mi interior, rizadas abejas acudían a colmena
tras bañarse en mi solaz fuente, ardiente mi sangre tenía
aquellos visitantes dorados cargados de tu polen astral.

II
Era una tarde de enero,
de sol quemando el día
allá lo alto el nacer del río Cuervo,
se escondía por su cumbre,
requemando reflejos.
en un valle perdido,
fui por su recuesto,
y su rumor bajaba bravo,
cual cascada al soto
no me resonaban temores ni viles afrentas,
ya conozco lo que no quiero,
mi llano agreste reverbera,
y entre pesares creció
yerguida mi planta,
embebecido llevaba el porte;
del más tranquilo pecho, mi pecho,
cogió mi rumbo un giro dentro su giro,
le llamaron elipse
que yo por humilde y pobre
jamás disparé su incierta osadía
índigo, rebelde,
convertida en ascua
de seguro crascitar
y oscuro secreto,
defendida de mis vientos
alzo su tesitura
de azarosa vida
en beldad suprema,
clamé trescientas
treinta y tres veces,
los que tuvieron suerte,
no vieron su lengüita, la besaron,
no vieron sus brazos, la abrazaron,
no osaron su transparencia habitada, la abordaron;
moriré donde nací,
mi patria, mi hogar,
de cerros mi confín,
sinfín de álamos,
mi mar, mi Musa,
apero su cariño,
manado arroyuelo,
vi fluir cual voces de bronce y ágata,
duendes alenté
bajo los muros de mi cedro,
oh mis pisadas eran eco,
solo y desapagado,
como muere una chicharra su sonido
de noche,
mismo hogar de mis castos dioses.


III
Eternidad besaba ya el lindero abierto,
acuciaba una estrambótica oración,
de jardines redentores,
y suaves luciérnagas de letras,
pisaba saboreando dulce
mi regio abrojo,
tierra abría sus párpados
de forrajes venideros
que nadie puso,
sólo dioses sembraron,
me ofrece cielo y herrumbre,
yo sólo poseo fuego,
como mi mano sustenta,
te admiro tu silencio pedernal
de campo y llanto,
mi risueña viborilla
que yo amo,
que yo admiro,
que yo entrañaba,
de ruego y esperanza nació el consuelo,
de verte como breve destella
una estrella apagada,
pero viva al helor de supernova.
Mi corazón que en repecho y afán
te canta y entona
que te honra.


Förüq a 27-01-2023
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

SED DE TI:

Tu verso y mi verso
tu azabache y mi azur,
tus líneas y las mías
oraciones de ocaso y sol naciente,
unidas en la más hermosa creación,
poesía de color,
nacida de dos corazones
que se unen en un mismo ardimiento
en un solo mar en un solo fragor
en una sola felicidad
en una sola alegría y sinfonía,
como trino de todos pajarillos
del castillo olvidado,

tú mi luna yo tu Sol luciente,
tú mi firmamento,
horizonte de mis ancestros,
 yo tu custodio,
tu principito, y tú mi reina
tú mi amor, y yo tu rayo de Sol oscuro,
tú mi inspiración y mi Musa

tú mi amor en lo difícil
a quien admiro con el alma
y que importa el tiempo de nadie,

cuando vives aquí en mi corazón
siendo flama que me quema de pasión
ascua indestructible, latido a sola voz,
siendo mi sonrisa
siendo mi ilusión
siendo mi esperanza
siendo hoy como siempre mi palabra,
siendo todo para mí
todo lo que pedí
y hoy eres realidad
eres mi amor hecho verdad y sueño.



Förüq er-lobo bohemio Esteban

EL VAMPIRO Y LA FANTASMA:

Buscándote en el silencio.
Teñido de estruendo crepuscular,

Buscándote debajo de una piedra,
como en la oscura siembra,
o en el fondo de una cueva.
Doncella, solloza el sortilegio.

En la flor sin cortar,
como noche de vela y tijera.
o en el fondo del mar.
Navegar tu cuerpo pintar lo silente.

En la nube o fuera del cielo.
Jinetes difuntos,
compás de los tiempos,
sacrílego amar sin alzar ni osar.
En lo que se ve,
fuera la línea,
y en lo que solo se siente.
como rosa de atardecer sangrando humo, y besos.
En el sueño y en el recuerdo,
en mi felicidad o en mi tormento.
sí doncella en un cuerpo de mi cuerpo,
en mi llaga esquiva rizando ascua
y su sabor flamígero,
flor de niebla y umbral.

Buscando, te encontré lejos.
En este punto sin partida ni retorno,
comienzo sin final
ni vuelta al fijo punto,
vine de la sombra arribada,
besando tu sábana bajo el azulete,
denso tu éter,
compás de espadas,
y fragantes flores.
Ahora que en letras te tengo
estás cerca de ser mi vida
y yo tu verso.

Bella, vuelas libre doncella,
pero retornando siempre a mi vera,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos, 
como sangre yerta, desvelada,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños y sortilegios,
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
y su crujir de aurora indómita,
ángeles y dragones arropo en el corazón.

Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
y el verbo pintar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
teñido de asideros de belleza rasgada,
cientos de alegorías, para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre la fantasma, 
pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia ocaso del amor.


Me llama en la noche,
me acaricia su velo sempiterno,
viene altiva en cada sueño, sierpes gloriosas
sus cabellos,
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad llameante 
del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición, miré un espejo quebrado,
partió mi soledad un crisol de parcas sombras,
.
Recreando su alma viajera.
Sueños serán, mas cada día la siento más,
desde su crujido travieso
a su manecita helada subiendo mi espalda.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor
a su alma sin cuerpo que yo por amar la amo.
Y ella que me acompaña desde que sufro
por el querer como pequeña ángel susurrante.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Mas no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Mas si pudiese saber preferiría no saber,
quién es preso de quién o si ella y yo,
somos presos del querer.


Te vi detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.

En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día
se mide por las veces que te imagino a mi compañía.
y una noche la vida de mi corazón sin sueños.

No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá de donde acaba el firmamento,
en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,
te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,
pero con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas
porque a mí no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,
por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.

Förüq

NÁCAR DE ESTRELLA:

Escalo tus venas,
entre un horizonte
de razones heridoras
y lúgubres, parcos, silencios sonoros
en el callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso sedoso,
todo hecho de rocíos entre flores,
puedes oírlo,
pregunto,
siendo destino,
y barco dirigido,
a donde coronan cumbres
y sus vastas nieves,
mi ánimo que desplaza cerros,
y sus frondas suaves,
no vine a deshojar tu cielo,
sólo a contemplar
que era hoja mecida al aire,
colgada de una tela de araña,
bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en hojas...
Sangre de estrella,
oh, nácar flamígero,
fuiste más allá del suplicio dormido,
roca del destino,
y puridad de roce,
no te bastaba incendiarme
de la esencia más húmeda,
llegaste amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos huidizos y fulgentes,
desquieres de barro y simiente,
a la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso de trigo, y esparto,
en hoja de celindo y madroño,
vine por tu hinojo de abajo,
a precipitarme exhausto.
Como precipitación del ojo de tierra,
era mi canto
como un dulce abrojo,
y filoso como la espina un majuelo,
almendra rápida era este enjuto silencio,
vestido de las rosas perras del escaramujo,
eres real, plañe toda sinestesia,
me voy retirando,
lamiéndote como un paloduz,
sopesando tu crin y brebaje,
no vine ayer
si asegurara
llegaré,
al saber que te conoce.



Förüq er-lobo bohemio


VIRTUD ECLÉCTICA:

Invitación,
nacida endógena,
a embeber de mi sangre pura,
en esta sala los ángeles caídos
dulcemente condenados,
ya perdidos en un mundo,
solo entiende el lugar
de escapes y fugas de su soga,

salón del reino perdido,
ofrezco puridad de estela,
y vena en ambrosía y néctar bañada,
qué buscas en esta sala,
me preguntas,
yo toda respuesta encontré
y no fue caer de nuevo,
necesitaba más y más en día,
no buscaba ambicionarme más,
si no completarme, como la llenez era,
oh sabiduría dispuesta,
no busqué escape,
sólo pausar tormento cosido
de negro hilo,
intuyendo que el otro lado era volver a empezar,
vida para en vivo,
muerte no se detiene,
dos semanas en coma apuesto
porque si se repiten,
no me dejarán volver de nuevo,
qué buscas reincido, 
en esta sala de los condenados llameantes,
llave, solución al álgido tormento,
no hay eternidad todo es volver a empezar,
sin voz, sin letra,
sin vagido,
sin rúbrica, sin cuerpo,
sin llama, ni luz ni candil,
volver del umbral
y empezar a ser algo,
muerte, vida, crujido,
color, opacidad,
oxígeno,
savia, simiente, aire,
agua tierra o éter,
en esta sala no quedan almas,
sí una, llamada la Sola ánima,
Espectáculo, 
Dante y Baco, comulgan oratoria y baile,
suspiro brotado,
oh mi colmillo,
vine por la voz de la Runa,
búscame Musa,
te llevo acechando
desde que vine a vivir.
nunca sola Musa escarlata,
porque vivo de nuevo.


Förüq Lvgvs

Centauro:

Dos sonidos mejor, que la sola voz,
que narra empeño dictado,
era tiempo insuficiente,
llegada la hora,
llovía, lentamente llovía,
en terreno mojado desde 
hace ciento veinte minutos,
mi escritorio gemía todo lo necesario,
dierum et santuas,
Gloria al divitia,
una tarde venturosa,
algo antes del día todos
los Santos difuntos,
aquí en mi yerto escritorio,
convencía al Creador
 mi alma en libreta,
que si no me daba magnificencia exacta,
de inspiración correcta le sacaba yo, el alma,
en magna oratoria:
Leannán-Sídhe te reza tu duende principito
abismal,
henchido todo deseo conocido
y sin conocer;
abro mi corazón Señora hada,
estoy creando para ti mi ofrenda,
para que se retire al pairo lo que debe de allá irse.
Sobre tu misterio,
honro y te acicalen tu majestuosidad,
te escribe el Hijo de la Luz,
oh, tormento, pena en rogativa todo mal,
en entidad multitudinaria, 
que en treinta y dos racimos me han tentado,
una mujer de atónita escultura en belleza,
su porte,
vestido azur,
tachonado de estrellas granates,
como guadañas en él bordadas,
sangrantes,
el cielo llevaba en mano izquierda,
envalentonando su corazón,
izquierda corazón,
derecha fuerza,
oh casto Sol fierro,
era la trompeta derribó las murallas de Jericó,
aquella pequeña ángel armada,
tocaba mi hombro,
en su trompeta había un nombre forjado,
esculpido como grabado,
NEC VINCERE TENEBRAS, ET AMAT
Leí su latín
que decía Oscuridad no se vence, se ama,
en la mano derecha aquella custodio,
sostenía un papiro arremolinado,
me comentó mi sentido, traspuesto
a mi segunda oportunidad de servir
a dios sol ferro LVGVS.
Fui nombrado guardián la inspiración,
que debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,
del Paraíso
Parnaso devorado,
Olimpo terrenal,
aquel papiro era mi alma,
o llave novena para poder seguir,
dando al mundo poemas de mis venas.

Förüq Centauro protector
11 diciembre 2021

ODA A UNA ROSA CORTADA:

Rosa de beldad y pulcritud,
de belleza en pétalo armada,
a ti te hablo, a ti te canto,
tu belleza es alegría del año,


Placer, tu piedad que aflora
ser de ti fragancia elegante,
humor de sangre y carmín vivo,
temor de tiempo que pasa y marchita.


Traje tu muerte, a resucitar belleza innata,
a crear viveza de otra vida en amor
a partir tu sola muerte,
oh, es eterna tu puridad risueña,

como el agua te riega y dio esplendor
te llamo, tú que escuchas y otorgas
a quien te cuidó, mes por mes, flor tras flor,
nunca morirás porque generas gratitud, y auge de sentir pleno.


Quise y seré trovador, de tu sonrisa futura y presente,
que jamás bonita, te cante el olvido disuelto,
afilaré para ti mi guiño y beso transparente,
alentándote a que crezcas del corazón nuevamente.


Por ti sea ave Fénix la vida, y su amor excelso,
oh flor de belleza,
quién vivir tras tus pétalos pudiera,
como escribir una nana para dormir un sueño despierto.

Al crisol de besos y caricias,
entre fuego y mieles;
de una simpatía sin par
ni grillos enjaulados.


Una belleza pura,
del interior nacida
como brota candidez entre estambres,
de luz sigilosa y atónita.

Como un baile de astros
envueltos en estelas fugaces azules,
la pluma danzarina de una golondrina,
su metal que trae en ala.

Alzado mece un plenilunio
de silencio profundo,
una raíz que en su tierra grita
que todo muere en silencio,
menos ella raíz salvaje del rosal eterno,
llamado verso.


FÖRÜQ CASTELLANO MIGUEL ESTEBAN

PULSO SIMÉTRICO:

Al arrope de tu pecho,
calor en almíbar del deseo,
tempestuoso sentir en fragua,
siendo calor, camino,
oscura beldad, girando
en torno tu vida,
que nada se hace lejano,
un soplido
y nuestro reino de ilusión
alcanzo,
veleta de tres direcciones,
calor, orgullo, deseo,
áurea punción,
de cómo es Arriba es abajo,
y mi ser se distrajo,
un Sol, un aspa, un amor
precioso y brillante.

II
Sueño despierto
tu bello rostro,
guiño al solo destino,
trashumante, era que fue
descorchar el latido
en una cepa de vida
quise contar los besos
y tus cristales de pulso
de la inocencia que lloraba
su belleza, tu sonrisa
una aurora
por el palpitar
del sentimiento
que se mece,
para sentir que soy y seré
lo que dicten tus ojos.

III
Y yo sólo quiero, lo que quieras
así soñar corresponderte,
vi el amanecer y el atardecer
del bello matiz
soñando el azabache tus ojos
ese por el que llora
toda noche.
Y mi amor viajó del bosque a la montaña,
y la montaña me hizo hombre.
Para poder amarte.
Al voraz destello, resplandor
de auroras en los recovecos
donde se refugian mis ilusiones
en sueños,
eterna batalla a la noche,
cuando noto tu ausencia
y la noche que galopa,
y yo solo
con la palabra sufrida,
de nuestra vida sentida.

IV
URDIMBRE ARGENTA:

Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor,
y por querer pensarte
desapareciste entre la tenue luz de luna, que me abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma.
Marchitó aquella flor, que un día llamé amor.
Y ninguna pudo ocupar su lugar.
Sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz, que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.
Y lo vuelvo a hacer.


Cerré los ojos y allí estabas.
Como si no pudieses salir,
de mi interior.
Como si quisieras besarme
o decirme algo.
Pero tú bella en sueños
no hablas.
En sueños no hablas.
Y nos quedamos mirándonos
a ciegas.
Yo te aviso, que en el bosque
De mi mente, solo hay un camino,
Y es un laberinto.
El final lleva a despertar
y enfrentarse con la realidad.
Pero tú bella en sueños,
No me hablas.
Y yo a primera vista
me enamoré de ti,
Por si algún día acaso
el sueño se cumple,
y ya, de realidad me dices.
Te estaba esperando;
siempre te amé.

Logré lo que soñaba,
logré encontrar amor,
conseguí felicidad en el pequeño,
y largo momento.
No entendí de ella sus lágrimas,
o quizás sí.
Si su felicidad fue la mía,
al revés también sería,
al revés también sería.
Y yo la esperaba como
aquel día.
Pero con otra compañía.
No lo elegí, sin saberlo,
ella seguía en mi camino.
La consolé cuando llegó en lágrimas,
no me dijo por qué.
Pero sentía su dolor.
Tenía un presente,
y no soportaba la idea,
de quien por ti sufre,
es quien te quiere.
Y esa noche lo que tenía.
Se esfumó como suspiro,
de oscuridad, del callejón conocido.
Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,
me mataron en el sueño.
Pero el sueño lo termino yo,
y mejor esa noche solo me quedo
contigo amor, y mejor,
muero con tu calor,
para terminar en ti, con el color,
de caricias, y besos,
como un romance que no acabó.


Buscándote en el silencio.
Buscándote debajo de una piedra,
o en el fondo de una cueva.

En la flor sin cortar,
o en el fondo del mar.
En la nube o fuera del cielo.
En lo que se ve,

y en lo que solo se siente.
En el sueño y en el recuerdo.
En mi felicidad, o en mi tormento.

Buscando, te encontré lejos.
Ahora que en letras te tengo;
estás cerca de ser mi vida,
y yo, tu verso.


Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas,
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre, de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos.
Rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños,
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza, de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones, arropo en el corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
Para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterías para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris, quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación,
que cortó un camino, en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.
Amada fantasma:

Me llama en la noche,
me acaricia su velo,
viene altiva en cada sueño.
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición.
Recreando su alma viajera.
Sueños serán, mas cada día la amo más.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor,
a su alma sin cuerpo.
Que me acompaña desde que sufro
por el querer.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo, su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Más no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Más si pudiese saber preferiría no saber,
quién es preso de quién, o si ella, y yo,
Somos presos del querer.


Te vi detrás de la estrella más brillante
Del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amo que corre, y descansa
Entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó a ver,
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.

En la noche, que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche, que mi amor corrió por tus senos.
y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día,
se mide, por las veces que te imagino, a mi compañía.
Y una noche, la vida de mi palpitar, sin sueños.

No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá, de donde acaba, el firmamento.
En todo lo bello, en mi nostalgia, y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que, el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa, que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,
Te amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,
Pero con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas,
porque a mí no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas.
Porque te entregué mi palpitar,
por lo que somos
y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor, prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía, marcando a tu presencia, cada poema, y cada letra.

VI 
SED DE REGUERO:

Manantial fulgente de inspiración,
es tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas tu pupila
enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma,
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas,
el color de tus cabellos.

Un piropo, un suspiro,
de mi amor eterno.
Irrefrenable el deseo,
de, entre tus afiladas, y moldeadas piernas.
Que corre, que escapa, y vuelve el cosquilleo.

Tu boca junto a mi boca bebiendo
la misma agua, del deseo.
Tu piel, con mi piel avivando,
el fuego del sentimiento.

Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,
me robaste mi primer beso,
de niño que nunca había sentido el amor.
Me dolió que te marcharas,
A otro país, sin despedida.
No te pude decir que te amaba.
Pero si, regalarte una rosa amarilla.

Supuse, que te lo imaginabas.
Desde que tu recuerdo, me acaricia,
siembro en la misma maceta,
al último suspiro de verano,
golondrineras amarillas, y al igual
que espero sus amarillas amapolas,
en primavera.

Espero que vuelvas, aunque sea, como mariposa,
o abeja, a mi terraza,
acariciada por los álamos,
y bañada por el monte, de horizonte.
Espero.

Vida en gris de la que tú, eres mi luna esperada.
Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,
por donde fluye el solitario beso;
la tierna caricia anhela ser algo más.

Mis ojos quieren atraparte en su firmamento,
mis sentimientos arroparte con fuego.
Pero yo sólo te quiero a ti, mi vida en verso,
mi motivo para ser solo tuyo, para no necesitar nada más.

Ser el sueño hecho realidad, la felicidad de dos caminos
que se cruzaron en el destino.
Tiempo para esperar, vida para soñar,
cuando te vi llegar provocaste mi despertar,
y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.
Nos merecemos algo más, en este papel, que jugamos,
saber si nos amamos, si el deseo quiere ser pasajero,
el mío, quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.

Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,
avanza cruza cada noche el cielo azul de matices violetas,
siempre te encuentra, la soledad me abandonó para poder servirte.
Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.
Pero del corazón nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,
el te quiero.
El pensamiento que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.

Todo lo que me queda por decirte y lo que no te dije,
vida para vivirte.
Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.
Porque eres lo más hermoso de mi mundo,
camino que surca nuestro antiguo paraíso.
Permanece como el compás de mi pulso,
desde que te conocí supe para lo que viví.

Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;
allí donde viven por el querer alegrías.


Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,
te encuentro soñando, con otros días de amores, profundos.
Como el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,
mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,

mientras acercas tus labios para besar los míos,
y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas de un amor, eterno, que devolvería vida,
para quitar su despertar de melancolía.


El lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser, volaba hasta regresar.

Te necesito más allá, de este sentido, que grita por tenerte.
Te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
y a la vez te adoro, en cada golpe de viento, y reflejo.

Me encuentras, y tu recuerdo reciente, me besa,
Mientras no puedo evitar recrearme,
en el deseo y corresponderte.

Transparente sentimiento, para sentirlo una vez más.
La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,
a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.
En la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,
maldita mi suerte, que dejó que te fueras para soñarte.
Ahora, los minutos me ganan sin ti, no quiero el cielo sin ti.
Como la brisa a la mar, mi alma reclama tu compañía.
Cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final,
si ya no está.

Tú mi noche, y mi día, quiero verte,
una vez más,
Para así no sentirte soledad en la oscuridad,
Tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú estarás.
Hoy la noche me llama una vez más, para soñar que a mi lado estás.
El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,
y no verte llegar, para no verte llegar.
Amor dónde estás, si te fuiste quién te podrá domar.

El castellano

VII
Tu voz:

Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor, en mi mundo de ilusiones en viento,

Bésame,
al final de este deseo de susurrarte,
acaríciame con tus labios,
el mordisquito en la oreja,
el susurro en el cuello,

noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta, de árboles.

Ojos de gato, tu gemido,
tímido y feroz.
Tu voz.

Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo, y su carmín,
el despertar, de su recuerdo.

Acariciando, su pelo,
siendo sus ojos, siendo su boca,
Siento sus nervios, me atrapan,
enredándose contigo,
el momento, que dejó el silencio,
el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.

Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo, solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
Se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.

Sostén mi placer cada anochecer,
sé el tiempo que nunca se fue,
sé mi sonrisa y cada imagen que, quiero ver,
detén este instante, para hacerlo real.

El sueño hecho realidad, la historia sin final.
Mi eterno amor, sin dudar.
Corazón carmesí, como flor de abril,
navega mi sensación.

Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil, que me quedan por decirte;
los que nunca se irán.

El castellano.

VIII
Latido:

Latido constante, clavado en tu mirar,
Caer y despertar en el incesante sueño,
De compañía a tus efímeras y angeladas,
alas de tu eterna alma.
En sinfonía plena con mi sentir,
plausible en verso y gesto
que arde en tu corazón de fuego.

Aviva el recuerdo creando presente
de este soñador despierto,
para volver a anhelarte mi amor eterno.
Susurro del viento trayendo tu brisa,
a mi sentido, despierto, cuando te veo.
Latidos al compás de tu sentimiento,
Viendo la vida en colores,
desde que mi pensamiento invades.

Y vivo colgado en tu pestañeo,
para ser el poeta de tus ojos,
sencillos y tiernos, vivos y aceitunados,
y corre mi vida por tu cauce.
Donde el río creado,
fueron mis lágrimas de felicidad,
de sentirme amado.

El castellano

IX
CRISTAL DE PULSO:

Inocencia que se hace belleza,
Sonrisa que ilumina el alba,
con el gorgoje de los pajaritos.

Si el amor no fue a buscarte;
tú fuiste a encontrarlo.
Y yo sólo quiero, lo que quieras,
y así soñar corresponderte.

Vi el amanecer y el anochecer,
del bello matiz en tus ojos,
que suspiraron.
Y mi amor viajó del bosque,

a la montaña y la montaña,
me hizo hombre.
Para poder amarte.

Hoy te vi ayer me doliste:

Te veo y reluzco que te quiero,
que por ti me encuentro,
te miro y mi mundo se vuelve loco,
te deseo y mi sangre arde como fuego
sólo un pensamiento: que yo nací para tus ojos.
No existe reloj ni conteo que detenga este monumento.
Mi vida pasa fugaz como el viento,
pero mi palpitar, sabe, que te seguiré queriendo,
estoy enloqueciendo, te veo en todas partes,
en mi cama, bajo mis sabanas, en mi cuarto,
cuando miro, de noche, las sombras dibujan, tu figura,
el viento, me susurra tu voz,
las flores me recuerdan tus labios,
el agua tus besos, los rayos de sol tus cabellos,
tú eres mi doncella yo soy tu bohemio.
Mi alma me dice vive amando, muere luchando.
El coraje de luchar por lo que uno quiere en la vida,
es lo que da respeto.
Pero tú tienes otro dueño de tu corazón,
el desánimo me invade como olas,
golpeando el acantilado, de mis pensamientos,
te llevo dentro, de mi ser,
no sé vivir sin ti, quisiera ser yo el que te abrace,
el que te bese, el que te diga al oído
que solo tú y solo yo, inseparables los dos.
Una historia de realidad, imposible de contar,
Indeleble en mi interior,
Ya no puedo soportar otro día más sin llorar,
Sé que me sigues queriendo,
Pero ya pasó ahora solo queda el recuerdo,
Como un boceto, que se dibuja, cuando cierro los ojos,
despojos de aquel amor vivido,
como un silbido llamando al olvido.

El castellano

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA:

Era una mansión abisal,
de tres gárgolas vigías
custodiando un laberinto inextricable
de la orden el fuego su espejo;
guarida y morada de corceles centauros,
la flor de Hércules crecía de una luz
lejana, sigilosa y eterna,
crecía de aquel inframundo
un olmo eterno guardián,
todo hojas en ojos en llamas,
viborillas por ramas.
Hidras y Esfinges, como Medusas
avisaban con su acecho yerto
del peligro, refugiaba,
aquella guarida maldita
que hasta dioses temían surcar.
Aquel bosque umbrío de laberinto,
era de aguas azabache y brea encendida.
Poso de almas errantes y jinetes difuntos,
todo servía a la sed de sangre,
en esta fortaleza se custodiaba
la llave de la virtud jamás enseñada

mas había...
FÖRÜQ Miguel Esteban

 II

Más había un cerro
las almas condenadas,
en su cima era de nieve roja, sangre congelada
allá germinaban las semillas del mal
y odio resplandeciente, su deshielo
alimentaba el río la Estrida tiniebla.
Toda bestia aguardaba el regreso de Perséfone,
mujer de Ares, Rey de aquel inframundo.
Así con ella, recibir órdenes a cumplimentar
sobre la tierra Numinosa, del humano ser.
La virtud jamás enseñada, custodiada,
era tan ambicionada por los héroes del mundo fértil
cual néctar y ambrosía, los castos dioses.
Requería aquel cerrojo del portón, de tres llaves,
sólo conocidas por Perseo, un semi-dios,
había que cercenar tres ramas de tres espinos
que allí sangraban, áureos de plata, bronce,
y titanio, si destino dictó y era semejante...

III

Semejante empeño cuando se llega
a las fauces del Averno,
este árbol triple en espinas dorado
se esconde del ímpetu errado
sólo el nacido de la sangre de los dioses
es merecido a ser guiado por el negro cisne
fácil es bajar al Averno, ardua tarea
regresar y escapar a las auras del cielo
las aguas de los lagos estigios
y su río la Estrida brotaban de esta guarida
que misterios todos, acoge,
junto con toda el agua abismal
nutre cada pozo, también había una encina
turquesa, donde se podía escuchar
los fúnebres gritos de un cuervo blanco,
era morada de almas errantes y espíritus
que sólo su oscuridad abrigaba.
Quien escribe ofrenda al sacrificio
la mitad de su locura, extensa, habitada.


Förüq castellano Miguel Esteban

IV

Arribo a ofrendar mi designio
en cuña demencial, su mayúscula mitad
a la tierra Madre Tiniebla,
tierra almas inconscientes, velan las muertes.
Allá en venas de pedernal florido,
fondo de idea mística, por anchas fauces
de siglos dormidos, adentro al reino las Sombras
surco su corriente de aguas vivas.
Se descubre áureo templo, llama oculta,
la virtud eternal, jamás enseñada;
cumbre de lágrimas, y flora suelta,
de bellísima cima y ribera
después de la vida, y aquel Quimérico viaje;
después de la travesía sendos castigos
florecía la luz sigilosa como atónita
una purificación otorgaba una sed de justicia
universal, nunca llamada, sólo aparecida.
Poderoso pensamiento en rayo de dioses, diosas.
Era esa virtud cual misma puerta todo asigna.
Aquel mi destino me asignaron mis hados
quedó ampliamente saciado y cumplimentado.

Förüq castellano Miguel Esteban

V
Era difícil, intrincado, liado, enmarañado,
inextricable, el cerrojillo de Perséfone
con el que sellaba el Averno, y su laberinto
en espejos de fuego terso y alarido vaporoso
todas razones rebosaban aquel lugar;
su llenez bastaba para anular a todas.
Incomprensible giraba la virtud custodiada
como una esmeralda araña tejiendo su tela
quedando como sangre de sabiduría coagulada.
Un coro de grillos aturdían a las Puertas
el eral donde yacía aquella sabiduría
jamás enseñada, sólo aguardada era,
por designio los castos dioses.
Tarea inmensa, en dificultad guiada,
TAREA MILENARIA
Como adentrar los hoyos del Sol 
en busca lo que nadie vio jamás,
aquella áurea, sangre de estrella lejana
y cercana. 

Förüq Esteban er-lobo bohemio

VI
Llegó un día olvidado, a aquella guarida
intransitable, un vigía Centauro
llamado Förüq, sediento, atravesó
el bosque umbrío hasta el lago sangre
formaba el pozo de AIRÓN, al beber,
se le acercó una cierva blanca,
le dijo que ella era la dama del río Sangre
y que su intención era compartir
el secreto de la virtud custodiada;
y así volver a ser el Hada Señora,
Leannán-Sídhe, dueña de todas Profundidades
le reveló a aquel centauro Guardián
que el cerrojillo aquella morada
sólo tenía una llave que la formaban tres
y era el amor más puro, y primigenio nacido
que era como una llama líquida de esmeralda
y la poseía la araña turquesa, en su
portón de Tierra,
el centauro, ayudó a la cierva Hada
y se aliaron, para poseer aquella virtud
jamás escrita hija de las tres potencias,

Förüq

VII

A través de las oscuras llamas
del inframundo terreno, guarida abisal;
como Centauro, arrastro infortunios,
así como sucesos caducos, despertó en mí
aquella alianza con la cierva hada,
el poder obtener todo lo que el Cosmos
me negó, acordé compartir aquella virtud
y llave purísima, eternal, con ella,
mi pinche compañera Leana.
Voy rumbo a abrir el portón de Tierra;
aquella araña vigía turquesa,
era hija del Soberano Júpiter,
planeé finalmente sobornar con amor
mi propuesta al llegar a ese abismo de Plutón
fue brindarle nueva fortaleza, morada
el  castillo umbrío y olvidado de Hipsípila
con sustento absoluto diamante y felicidad.
No se negó y solo pidió un acertijo:
-Sólo una palabra otorga respuesta a mi pregunta.
¿Cuál es el nombre?...

Castellano Mercurio

VIII

¿Cuál es el nombre nuestros ancestros pusieron
en el idioma más antiguo, al pájaro misterioso
azabache mora las ramas de nuestro tejo
milenario maldito?
El Centauro recordó que su nombre referenciaba
El color aquel pájaro y el signo su luna
-Arriesgándose, -Förüq, respondió
a la araña turquesa con acierto.
Entonces le otorgó localización
de las tres ramas abrían aquel cerrojillo
de lo que custodiaba, rama de cobre,
rama de plata, y rama de titanio.
Al obtener y desnudar aquella virtud,
se desveló que era la belleza,
madre de las hadas, y padre del arte,
reflejo e impresión en poesía,
aquella virtud nunca enseñada,
sólo hablaba como demonio antiguo
cantando en forma de Fénix
decidieron el centauro y la Señora Hada
difundir aquella virtud de belleza y poesía
por todo mundo conocido, en pacto de tinta
y sangre.

IX
Aquel pacto de tinta y sangre era vitalicio
consistía, en difundir la virtud de belleza
y poesía en forma escrita sobre los reinos
cubriese los cielos y auras vivas,
en amor y dedicación,
su fidelidad y complicidad era inseparable,
el centauro Förüq y  la cierva hada Leannán
no permitieron que reinos abisales
ni criaturas errantes osaran tener la virtud
restringiéndola a la llave de sangre viva.
Aquella belleza escrita, era una virtud abierta
nunca cerraba su lleneza ni quedaba completa
fueron ellos custodios centinelas
del arte escrito en poesía
fijando a toda buena obra un amor
de satisfacción y alegría indeleble.
De razones virtuosas, y del alma heridoras.

Förüq y Leannán-Sídhe

SOL RENACIDO:

Vengo sin palabras,
de una lumbre celeste,
como fuego quemando hasta la verde hoja,
cómo soñar, y pintarte sin arma, sin lenguaje,
cómo hacer notar sin quemarme del vulgo,

ser aire en alegría encendido,
tierra de forrajes extensos,
camino sin mar, y sin roca de mundo cierto,
hacer sentirte, sintiéndome,

sin las dulces cualidades que hiere y expone
cada primavera, preludio de tu posesión certera,
rosa azul que vibra, en su claro oscuro matinal.

Pintarte lo hondo, sin tristeza, sin trabajo,
sin palabras,
profunda noche sin luna, sin el criqueo
los grillos, que arropan los oídos insomnes,
correr hacia la madriguera, con todos campos en flores,
que en júbilo puedas llamarme
criatura hermana,
raíz de silencio salvaje.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

AVANZAR TU ABISMO:

Soliloquio confinado,
remontar nueve años atrás
pautado, sin directriz, ni engaste,
ni voces parásitas yertas,
oh canto, como lo gente no canta,
todo olvido desempolvado,
en ocasos un alba sin fuente,
ni pozos, aljibes almibarados,
todos los amigos,
todas las bellezas perdidas,
como se engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de testimonios muertos,
como sucesiones de difuntos,
movidas por engranajes,
oh toda la vida,
sin esa adolescencia robada
por señor medicamento,
toda mi vida te he soñado,
toda mi vida te he aguardado,
como anhelo y resguardo de tu pura voz,
imaginarte no, lo siguiente a eso,
embeberte en noches de humo,
y miles cigarrillos,
del probe diablo que yo soy,
cayendo en nubes
que negrean mis sentidos cromados,
orando por mí mismo,
todo he soñado
sin letal lecho de olvido,
abrir tus cerrojillos de resistencia,
volver afable un destino
de nueve llaves,
vestirte de Ninfa, quimera,
reina no quiero ya,
ser realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco si ves capricho,
mi designio de alabarte de construirte a besos,
de desdoblarme en dos dimensiones
para poseerte entera desde alma, tu raíz,
no necesito,
no deseo ayuda,
ya se dictó mi perdición,
que su inversa es mi salvación,
como ying y yang,
bien y mal acrisolados,
si te respiro no preguntes,
si te veo no te gires,
por haber prestado tu celada de Atenea,
porque rebrillaré más que el fuego terso,
elemento hermético
seré de un disparo invencible,
y haberse saldado todas mis deudas carnales,
sólo entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni temple ni pureza en calumnia,
osarán comparación,
por la blancura mi Musa Oscuridad,
por la rectitud mi Sol fierro,
por la pureza de madre Luna,
por mis padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no moriré en vida feliz,
si no consigo destruir tus murallas,
ni abatir padre espejismo,
necesito sin engaño sangre,
para sentir que yo poseo algo de ella,
fuera de la línea sedienta
no hay nada,
como buscarte tras la estrella más lejana
encontrada, cercana o lejana, según seas mirada,
al eco sordo una voz noctámbula,
y su resplandor en caverna,
apóstatas, no juréis por este yerto,
que cruzó el lago las almas desangradas,
obtuve allí respuesta,
y no voy a revelar aquel arcano ni solución,
a toda incógnita camine, vuele, se arrastre,
o sea inerte, tengo clave.

Förüq

TIBIEZA:

I
Brindaremos en copa de sangre,
en alas algún destino sordo,
rememorando la resurrección
de la plenitud del amor.
Llama de viejo encanto,
emergiendo una tarde de tinieblas.
Donde nadie creyó a la ilusión,
recuerdo afligido,
de toda búsqueda un placer
ciego y soslayado.
Apareciste ahí, sí, liviana,
y emergente,
como escama de rubí indolente.
Ya no creí mi corazón por piedra.

II
Ni a este, morada de salitre,
mi pequeña,
ligera raíz granate.
Humo tus bellos labios,
que duerme.
Mi palabra de árbol jovial,
hereda mi negra sangre,
espuma de otras cavernas.
Mirarte como azul, dulce,
de crepúsculo eterno, 
resonante en murciélagos,
y mariposas nocturnas,
de ideas.

III
Mi desnudez imprevista,
ya no rueda.
Sobre tu estandarte tierno.
Mi dura frente sabe,
del furor inusitado
en brillo de ojos,
temiendo perderte.
Verdad posible,
en ardor, ferviente, y alerta,
sin eje oculto ni engaño,
de  que necesidad, nunca hubo,
sí, frío y ausencia
de terso cariño,
ante, el ser diferente.

IV
Agonía de ave alta,
con soledad que gemía.
Al frente recto,
del destino hiriente;
oscuros días, parecían
vistas a un futuro mejor.
Claridad matinal,
de nueva brea,
en nuevo día de tabaco fugaz.
Día generoso,
sin zozobras
tenía el ayer.
Pliegue real,
duro, y vivo sin miedo.

Förüq castellano Miguel Esteban

DESVELO DULCE:

Sembrar simientes estelares,
en arrojo de albas fugaces, y fuentes,
tan nítidas como  destino resplandeciente,

efímero como perpetua muerte,
entre agujeros celestes de luz férrea, sigilosa
y caminillos guarderías de estrellas y resquicios oníricos

donde contigo refugiarme,
destello flagrante mi sola dicha eternal,
que avanza despierta, semilla y condena
al despertar y verte lejos,
sin ataduras, sin suplicio no sea adorarte,
ascuas deseo pertinaz y hojas de vida llora mi beso,

castillos en aire mis ganas que no se vencen,
de apretarte, de sonrojarse, y vil arder;
cumplir tus anhelos en sangre estridente

que porto y me lleva sin posesión más que sangre,
por tenacidades de un amor cantado de valle, metal, y anhelarte
hoguera del sentido despierto, cuando quise y ahora  te amo,

que es segura suerte y comienzo anunciado,
junto a ti, blandir mi sendero, suerte y camino de ocasos,
especial y brilladora, armónico

y disonante, en sol mayor
de segmentos cálidos de hielo,
tus caricias,  donde el sol te deja ser

oh, ternura sin igual ni semejante,
cuál ternura única,
adoración me cursa, y suscita,

como besarte y seguir besándose
no cerrar mis ojos
porque quiero seguir viéndote,

hasta mi descorchar áureo de Simiente,
hasta dejar huella por conocerte
en alma, anhelo, y perenne latido feraz.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A 11/03/2022 reedición 15-10-2022

NOCHE DEL ALMA OSCURA:

Apoteosis, en crisálida
plañía la vida yerta del alma,
destellaba como saetas flamígeras,
atravesando vacíos perplejos,
donde la materia;
era la Naturaleza de la no-vida,
danzaban herrumbres de antaño,
sobre ascuas,
donde bebían jinetes difuntos,
era un espacio que se expandía
su material se creaba para acabar desintegrándose
así mismo y generarse de nuevo avanzando,
la hecatombe de almas errantes nunca llegaba;
estas sólo avanzaban,
aquella noche era festín de luciérnagas,
y semillas estelares,
el amor rejuvenecía
por espirales ardientes,
y Musa otorgaba su ababol de fuego
como sangre de la tierra nueva, naciente,
toda sangre tornaba granates profusos
que caía como lluvia sus hermanas esmeraldas.
Era tiempo suficiente para olvidarse de señas
y anzuelos,
todo si quiere el destino, vendría
otorgado,
como se nace y como se muere.
Sin fin de cuestiones quedaban resueltas,
las semillas germinaban solas,
la energía oscura era más fuerte
que la certeza que todo movía y unía los seres.
Fuego azul, diestro que avanzaba según el sentido,
fuera mirado,
un infinito abierto
que era un uno,
y un uno que formaba un ocho abierto, sumando ambos
un nueve,
nueve vidas d' este gato de arena.

Förüq

CRESCENDO:

I
Trama mercurial de augural dicha
danza mi sombra densa en cumbre de hoguera
cumbre de Mercurio de áurico semblante
sudor en seno, corre mi lágrima de ánima
como destello furtivo, vengo a beberte
del brillo alzado avanzo con estelar rienda;
electrificas mis ojos, y amor de alto cielo,
que purificas mi vida insurgente.
Conocerte a mitad un fuego magno
su verbo dorado, acaricio desvaneciéndome
como sierpe de luna azabache
de rayo argénteo tus quimeras entablo.
Fiel, me protege mi admiración en afecto
recuerdo un siempre a tu  lado, validado,
en esquema de capataz, vine a besarte,
sidérea lumbre que destellea, sola,
sola, como se multiplica la flor en primavera
ni osado, puedo negar que subas
a mi caballo solar, agitas mi denso, oscuro,
placer flamígero, querría yo, regar
tus colores hasta tornar ilusiones,
flores en corazones.
¿Por qué me despertaste Musa?

Förüq castellano Miguel Esteban 

II
Palabra fuiste, de día, luz en labio,
calor de raza fuente,
mañana vernal, lluvia extremada.
eternidad sin calzas, toda aojo
verbo de raíz, amor en cúmulo,
feraz sien acuartelada, túmulo de belleza.
Asegurases mi tierra de azur suspiro
oh tu fuego, el ser volviera a nacer,
inocencia que naces belleza,
rubor de Luz purpúrea al tacto,
tu sola idea, de aire asido,
en tierra de este humano invicto.
Surco esta noche de luna creciente;
De luces breves, en faroles como Ilamas.
Mar de asfalto y brea, ¿Quién dijo?
Luna es semper diosa, corazón en muerte,
que siempre late.

Förüq castellano Miguel Esteban

III
Hoy, un enero que se marcha;
vengo de la cumbre de lágrima, apostando alto
tras orar en el baile mi llama,
oh, tinta mi ánima, quise alzarte
mi dama Hoguera, protegido yo
por tanto caballo solar se ha visto;
miel de fortuna, y afecto lunar tangible.
Crecí como astro mortal en sus retinas
tierra, madre de mi compostura,
nací guerrero, alcé truenos luchando,
y ni muerto dejaré esta batalla la vida trae.
Mi coraza es cobre solar, mi dios,
es del sanguinoso don jamás se concede,
mi diosa es Luna, su signo azabache;
crepité alto, como su energía
a su eco fugaz me encaramo, en su campo
creció la dicha, como corazón de amapola era.
Fui concedido, a disputar, de ella, el gozo
como la Luna argenta conocía,
él guerrero, hijo del miedo, su padre.
Hablaba con las flores, enamoraba hadas su paso,
quienes le conocían opinaban que el Miedo
es en él el valor, del metal más noble.


Förüq 24-01-2023

ÁNIMA SOLA:

Estirpe como astro frío,
colgada ala, o de armonía extasiada;
alto y liso como corazón exprimido,
de fe empírea melodiosa,
sin cargo contagioso,
oh nada, estrepitosa en cuerpo pletórico,
la luz resoplaba en pecho ardiente,
claro como oscuro de mundo su soslayo,
medalla en beso de lágrima sanguinosa;
sangre mineral de bajío corazón pétreo,
quise decir lo sentido,
acabé más simbólico que eterno,
sangre, quizás, era sombra de ocaso malva
y su purpúrea ilusión,
me quería embeber su doncella escarlata,
socavé flores de amarillas coronas,
todas hicieron de tres musas una sola,
por las que perder todo,
menos un gato negro que no es mío,
oh, rayo trueno de soledad que repicas mi espaldar,
pico de labio, o crascitar fúnebre de espectro vivo,
río mi sangre,
oh, carmín de pozo del deseo,
vida, vida
que yo te sentí,
oh transcurrir un funesto abril,
que besé tu amapola de fuego y mordí su suelo,
mandrágora en vapores de esencia,
humo rojo en tinta algún caballito del diablo escrito,
sangre, sangre,
éter carmín,
vine por tu voz hundida en brea,
de mar y su luna transitoria sujeta,
ahondé profundidades
y silos mercuriales,
quise de Musa triple, lo indecible,
tuve claridad en escala,
beso de trigal y vid,
oh nitrato primigenio,
vine a romperme el tormento,
dulce que condenado, bailaba cual trompo solo,
suspenso que ahí bailaba mi pena,
que no era ligera,
llegué por riveras su fuego terso,
abajo que subía
en su noche de nadie,
muda y sola ni de ella misma,
oh crisol de espíritus y valles,
afrente la sola concordia,
le devolverá su espada,
clava, que clavaré verso en su arteria angelical,
su cuello bellísimo,
oh de vena y acequia,
oh de trino,
y bello espasmo,
rebelde como vampiri
un día soleado,
a la mudez última me alzo,
alzo mi silencio anisado,
notas solas,
dios del diablo,
no hay dios,
el diablo eres tú,
ánima sola,
sola ánima,
ven te haré valedera,
de Sol, de espuma,
de nieve, de agua,
su fierro metal aferrado,
hierro luce mi espada,
esta calma otoñada,
me poseen sinos
y trinos como años me cayeron escritos,
por mis dientes y filos de manos,
todo fue más que llorar un verbo de todos.

Förüq Esteban

TEMBLOR REBRILLANTE:

Y escribo cinco parpadeos, y genuino,
remito al primero vio tus ojos,

irradias, que sobrepones,
en ojos patria al Averno, tierra al Cielo,
mirada tersa cual embrujo, te llenó
en torpeza algún dibujo.
Lustrosa brea en azabache tu cabello de realeza,
Oh ingeniosa pagana,
como senda lleva estela
de rauda estrella.
Gimes culto al amor
mis sentidos infrahumanos,
de pureza devota, de brillo, de filo,
de furor jovial,
remito nervioso a tu acento,
mar de mi contento,
oh mis suspiros de luna,
rompe ya cristal amante fortuna,
franco yo de carácter somero y doble,
lenguas de distancia lloran en rocíos mis flores,
que sólo imaginadas,
porque ser, eres, vives y en mí resides,
consuelo,
así es, tú la única que en tumba mía agarrarás flores.

Förüq Esteban

Reedición:

Primera obra pública revista instituto Complutense de educación secundaria
Año 2006-2007

Noche lúgubre y umbría
20 septiembre 2011 blog Facta non verba

A ti noche oscura te escribo, oh gema azabache tu solo pálpito.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío, como flor y rocío en flor de mayo?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas, deslices y tormentos dulces encadenados, hasta
enloquecer si solo loco he de quedar tres veces más solo y loco he de hallar, llevo ya cinco días sin dormir, no veo ya luciérnagas ni ocasos de luna, y veo que se van
mermando mis facultades mentales en carrusel de norias y sogas rectas, y escribo frases sin testigo cuerdo, sin sentido flamígero,
garabatos en hojas de papel...
Me asomo a la ventana mi cuarto parece yerto, y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo, no veo mi dama graja, sólo una sombra densa cuelga y flota del techo.
Mientras, apuro la botella de hinojo solar, esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza, que suenan como crepitares con sus voces.
Me estoy volviendo loco acaso Musa duda.
Sólo veo sombras y figuras, como sábanas, que se dibujan en tu oscuridad como
demonios, solos halos en escarcha fría, reflejos violetas ausentes.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo, que bajo tu protección de tu oscuridad mil cabales difuminan,
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de alaridos ni ángeles, ni de muerte, ni de fosas
selladas con cal y tierra ni de fusilamientos de razones ausentes.
Un brillo estertor te envuelve en comunión, de abismos y lúgubres destellos arriados.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad sempiterna oh, dame tu gloria.

EL CASTELLANO

NOCHE LÚGUBRE Y OSCURA

A ti noche oscura te escribo
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer llevo ya 4 días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche
como fantasmas deambulando sin rumbo
mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco
sólo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que sólo bajo tu protección
de tu oscuridad ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo
tú que no entiendes de genocidios, ni de muerte, ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra, ni de fusilamientos.
Tú sólo ciegas la luz del sol. Sólo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.

Segundo z bachillerato

ESTEBAN EL CASTELLANO

LAS DOS LUNAS DE MUSA:
I.Luna trece:

Luna plateada de mi cielo,
en las noches
voy a tu encuentro,
pero te escondes
entre bloques
de hormigón y cemento.
Quiero verte,
pero incluso te escondes,
por las violetas ramas.
Mas los dragones,
del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo obtuso,
de sueños fluorescentes,
tú, de color líquido,
solo templado
con miradas intermitentes,
por el tiempo de espera angosto.
El murciélago baila
con el colchón de tu luz,
rasgando sombras,
para reposar siendo una más.
Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por qué te siento incluso estando solo.
flores opaco reflejo
de luz violeta
incluso de noche;
artifficieluzzae.
Lucero de ciudad,
rompiendo la obscuridad.
La noche se detiene
para sentir que estás conmigo
otra vez más,
recuerda
que tus ojos tienen sangre
recuerda el viento
que aúlla mi nombre
recuerda la luz que tiembla
y cruje la noche en las pupilas
recuerda que me hablaste
de amor en el tiempo
que cae muerto
que pactamos con el hielo
la vuelta del invierno,
recuerda cada latido
de oscuridad
que llama a tus venas de humo
recuérdame en la eternidad del beso,
en cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda que vivo para ti
dando voz a la soledad asesina,
la flor vive soñando
que fue mariposa y abeja,
vive durmiendo la semilla
enamorada de la tierra
para despertar
y enamorarse del sol,
clávame estas nubes de sangre
en el hierro de mi destino,
se me negó la luz
encadenada a esta tierra sin cuerpo,
solo tú me sientes
en este camino
que no lleva retorno
solo espiral anhelada de renacer
el tiempo ya no nos puede sostener
camino buscando el frío
en este calor que quema el alarido,
te encontré perdido
hoy vives un amor
que sientes soplándote al oído,
en la puerta del infierno caído,
te casaste con la luna
que reinaba en tu corazón,
al viento le diste voz,
a la lluvia la nombraste
lágrimas de mi ayer,
le diste ojos
a la sombra para mirar,
la espina caía herida,
la caricia retornó a las polillas,
la vida marcha deprisa
cuando abras los ojos
ya todo habrá cambiado
solo encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando tu otoño
y la caída de tus hojas,
esperando que seas mi acompañante
en los siglos y milenios
que nos condenaron,
encontrarás esta sed del cielo
en cada silencio muerto,
en cada raíz
que grita en su tierra
toma de la vida lo que quieras,
siembra tu aliento
en cada tierra,
tú todo lo tienes
yo solo soy una fantasma
que sólo tú ves.

El Castellano

III.Réquiemnº 3:

Los últimos signos del viento.
Rige un sol negro
con hoyos donde comienza la oscuridad,
oscura serpiente blande su cuarteada nota
en lira acróstica insubordinada,
es su templanza base poética demencial.

Hablando a solas con mi interior
surge diáfana voz por derredor,
voz en alma condenada
por ver hondas raíces rugir,
en estruendo llamadas
hacia raudo cardinal.

Sola voz sin resquicio templado
del sonido en si bemol,
se erizan ascuas en pavesas a un viento
feraz.
Se acuchillan las osadías
que germinan en tierra de nadie.
Inusitado fervor asolado,
por espadas alzadas en manos,
guerra al silencio feroz.

Pudieron dar las tres de la madrugada
y un escarabajo voló.
Una hoja partió,
hija de la soledad aclamada,
con caracol sonoro hueco.
Es un solo de cuerda
y alma destensada,
una melodía por la sangre olvidada,
un réquiem por toda vida
finalizada
en sones de grillos
danzando con tenebrios,
y lúgubres venas enraizadas
por tercera y última vez.

Una sinfonía donde yace el silencio
y yaga la umbría luz
desertora en mundanal zozobra.
Pasa, danza, planea
febril verde mosca en formol montada.
Es mi dicha aplastarla
y quedar en vigilia taciturna,
hasta rendir aspas
y acostar la sangre
ya nunca más esquiva.
Hasta ver las flores rendirse
con mi cuerpo.

Förüq en 16-10-2018

MARIPOSA:

Los murmurios son flores,
álgidas de invierno,
como venas azules de jacintos,
o tesoro córvido
de urracas matutinas,
tiempo sobre el tiempo,
tosía mi lobo afónico
tarde que muere sobre la paja,
y el viento mordido,
ascua que queda sobre
mi densa ojera,
cristalina, 
he cogido los montes con una mano
y mi hogar de brujo con la otra,
no necesito chopo de oro
ni un amor me aguarde
sin sombra de celos .

II
Mis sedientas aflicciones
eran como gusanos hilando sus capullos
de seda, 
elevadas hoy son mariposas verdes,
vuela mi pena como Simiente rápida, 
y cayendo como lágrima negra
en espiga,
vuela libre mi pena,
su esencia de mariposa desvelada,
duelen las lágrimas de bondad,
pero las negras y malas lágrimas,
apuñalan hasta arrancar el corazón.
Corazón mío, como avispero
de muro viejo, de pronto,
en él puse señero, 
Galería del alma.

III
Presentó ante ustedes.
Armados abrojos
mi infernal flor de alma
eternamente jovial, y vivaz,
por fuente abismal
de denso pétalo,
dulcemente amargo,
quise declinar la tarde de sus ojos,
ser Pegaso, caballo de madera, 
mi frente derretida gloriosa.
Infernal, pálido fuego,
sin Salvador en cepa,
ni figura fulgurante,
de llamas y lenguas azules,
cuenta de cintura agitada,
sus alas,
tu esencia:
-Mariposa del amor.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

A lunes 7 febrero 2022

Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones, arropo en el corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterías para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.

ESTEBAN CASTELLANO

ESPADA PUDIENTE:

Sorteo principios
y vencejos,
torno unas danzas de la Aurora,
me entregué al sueño,
aguardando su divina tez;
el Sol se adelantó
y sobrevino una colmada oscuridad,
llegué primero que los Hados
a su venerado encuentro.
Valgio alumbre el anchuroso cielo escarpado,
nocturno de doncella Escarlata,
oh, clara agua emana mi frente,
mis manos hacen germinar solas simientes,
del candor, la tempestuosa furia,
abren rayos espadas de Candamvis,
Zeus, canta:
Oh gran Sol que bajo tu candor,
iluminas que abrigas Inmortales,
y a los mortales vivos,
habitan las auras vivas fértiles,
acoge mi ofrecimiento,
a dignar en tu nombre,
terso Paraninfo yerto.-
Oh sola tormenta,
presurosa abre cabellos centellas,
y múltiples repiqueteos,
de ascua en rayo y cielo-terreno.

Förüq castellano Miguel Esteban

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO II:

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:

Oscuros, negros, tibios
lirios en sangre de brea;
Acolchadas desquicias
en híbridas campanas azules
de los ángeles, yendo en borde,
siguiendo círculos,
moviendo espirales,
Vientos noruegos me llevan
sin patria, vencida por mitología.
Quicios de lúgubre destelleo
en oscuro límite tétrico
y sus manseadas caminan,
hacen nido sedoso
en moreras del sueño;
Vida través de una vida
dentro los hoyos del Sol
que sudan, sus notas de uvas.
Visitaré a Cernunnos
en el seno del bosque,
hablaré del cuerno roto
y su sangre que brama
flores de helechos.
Quién sembrará mi campiña;
estirados mis soliviares
entre azares que suerte corre.
Traspuesto al mantillo
y su compostaje silvestre
que solo se mantiene;
Verano que socava dormido
para sepultar los cardos
que tierra come
y levantar la estación
de los difuntos con hojas caídas.
Otoño sus fríos que me despiertan,
terminando de vivir el ocre
y su yerma plácida
de tierras sin brotes
en ventura de savia fría.

II
Altivamente,
con pies de veneración
no atina un intelecto sumiso
tampoco él encuentra su espacio;
yo sin abrazarme, coge el infra sentido su reloj.
Mirar sin ver hizo fuste,
regresos serenos sin ausencia,
en estas lindes 
quiebra su sentido
y esta sube.
Su vacío perplejo quieto es Ausencia
que simboliza toda luna de escarcha,
parado de sinestesia iba,
su granate sanguíneo 
que
sí recuerda.
Amarrar el acierto vehemente,
de resucitar del del parco suelo
para fusilar mis pendientes,
desarmando la ira
sus dioses subterráneos,
uniendo su altivez cursante.
¿Se cree usted viva?
Eso es que no nos conocemos,
ya sumblimé algún amarre,
y va el ancho río
con paso furtivo y decidido,
por apresar de tu razón mi viva estampa,
muerta sin ti.

III JURISCONSULTO DE SOMBRA

Este mi humilde canto,
pedernoso, que blande,
que pregona compás en arraigo.

Quimera a tiempos
en puñal pretencioso
de espigas de idea.

Patria por siempre sin sentar;
Fugitivo sin amores,
surcos de fugaz simiente.

II
Docto de tu dulce vientre
tras fuego de ababol,
entre tierras de tus reflejas piernas.

Sed de mi sangre,
renacer acompañante,
aljibe sin fondo a florecer tu entraña.

Amor de pecho a espada
blancos que el ser crestéa,
jurisconsulto de este ser de espuela.

III

Redentora hoz de labriego
soñador, en soto de silvestre rambla,
febriles rejas de esparto.

Pinos que caracolean
el camino de este fruto de ensueño,
antes que morir sin amapola de fuego.

Creo, nazco y completo
una flor de la misma sombra
que trajo en fruto de la primera mujer Eva.

El Castellano

O DIVA GRATUM:

Mi diosa centella,
que deleitosa riges,
y engrandecer mi nombre puedes,
o, convertir en honras fúnebres,
mis cortejos triunfales,
a ti dirijo el labriego inquieto
de campo.
Te invoco en su pulcritud de savia,
cual dueña todos mares,
arrostras dulce mi piélago batiente,
a tus armas, todo imperio se desbarate,
mi lealtad es albo traje,
no rinde al garfio amenazante,
retroceden y dejan amigos 
y sus ánforas vacías,
de cicatrices y delitos
no limpiase mi nombre,
de fraterna sangre y mieles que Himeto, 
me concede,
¿Temor algún espejo suyo,
me contuvo?
Con el incienso, y sinfonías,
ofrendo sangre cándida, mi letra,
nunca el falso juramento me precede,
oh tu belleza de nuevo brillo,
más hermosa, cuanto la ceniza has otorgado,
ídolo oh materno signo,
dueña de oro y nido,
por Quimera tu susurro,
de límites prescrito,
non semperimbres...
Torrencial, de nube acechas,
lluvia sobre rastrojo terso,
tempestad, o inerte hielo todo año,
combate tu acento colorido,
jamás cansado,
cuánto Parcas crueles me han arrebatado,
pregunto a lágrima de sol, llorando este,
mi lamento blando,
loco empeño,
hinchado de viento,
osar casarte, aflicción
con altanero subsuelo,
prudente yo de odio ajeno,
no llegará día que este guerrero,
no mida a su adversario,
indago mis designios que abrigan,
sombra huidiza,
cuándo.
Bebamos la honra en dicha,
entonando la alta lira,
a Calíope,
bajases al cielo castellano,
soberana Musa,
gimiéndome lenta y eufórica melodía,
el concilio cayó sembrado,
ilusión o deseo,
mientras seguiréamándote gritando callado.

Förüq castellano MIguel Esteban

NUESTRA PROFECÍA:

 Ceremonia terruña:

Historia en curso:

Tiempo que era llanamente hondo,
como pozo sin poso, ni fondo,
severamente profundo,
como fantasmal visita
sobre lazo silencioso,
buscaba yo tamborileo grave,
entre hileras sordas
entre nuevas flores
de trompetas de los ángeles,
danzar entre círculos de grama húmeda
y corajes de aventar nuevas espigas
de olor a yesco trébol rojo.
Hice una hilera de guijarros;
preparé mi propio templo
con torreón y almena nueva,
un foso bordeando y cuidando
mi nueva siembra de ababoles,
templo asilvestrado con urna para ofrenda
y depósito nueva agua virginal,
era suficiente de tiempo insuficiente
a nuevo otoño que comenzaba,
con olor a hojas de chopos arrebatadas,
y majuelos agudos en espinas,
rebordes cardillos de as damas
erigiéndose tempranamente,
maduraban los tomatillos del diablo,
solanumnigrum
que ni caracoles resistían
sus lustrosas hojas morder,
las colas de zorro ya se divisaban aventando
terreno de su nueva simiente,
afinaba mi cuerda
tendido a ras terreno,
sembrado a pretil gesto,
como se siembra una pipa,
y tarda treinta y un años
que porto en girar el sol,
carrasquillo háblame,
que penas traes de virgen encina.
Cuéntame tus oscuros romances
con vientos de luna,
y tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.
Dime a mí que te cuido con esmero,
aguardando tus flores de piedra
y tus bellotas del mañana.
Árbol mío,
avanzo este mi caduco corazón humano,
como vampiro solar
me remarco,
un solo de voz desangelada,
y volví a honrarte,
de esta nueva tierra.
A viento pagano,
voz de alma amada,
inamovible,
firme, regia,
de raíz arcana.
Tu rostro en verdor
de hojas afiladas llevas,
acaso igual o semejante
a hermanas blandes.
Río de encinas y flora reborde,
amor de tierra a lo que es
y crece en ella,
vine por vuestras voces,
jamás marchiten vuestras notas,
de longevidad imperial.

Förüq castellano

II

Escribo al señor cierzo
y su ola de frío
un febrero consumido,
entre paticas de abeja,
y algún diablo foráneo,
busca encuentro
con su dama hoguera,
somos los guerreros,
ángeles de la tierra,
tanto por hacer,
qué se con quien acabar,
acaricia tu cabello,
ahondaré tu flor y su pétalo,
algo cae y se alza de nuevo,
auno un destino precoz,
en tela de araña,
de caléndula
o flor de  Hércules te dibujo 
un guiño,
capataz del brillo primero;
transeúntes helados
ya te blanden mi caricia
en estrofa de agua,
y aullido solar,
punto y aparte
No puedo acabar esto si no es con un beso
de hendido horizonte,
y mareas colaterales
a un final que vuelve a comenzar.
Apuesto un divino laurel
a que en tus hojas me vuelvo a ver;
como se ve un lince de tu ternura
en la ciudad,
eje de voluntad
y tersura de calmo sosiego,

vine devorando sones,
llegaré alto, donde el ser no alcanza,
despejando nubes felices,
entre cuarteados leones,
todo llegará o entre bruma se irá,
ascua es mi querer,
vestida de brea
y oro azur,
el vestido mi golondrina de metal,
entre tierra y coraje
tu énfasis de divina pluma dices,
que afliges voluptuosa
venimos del azul imantado,
dentro el azabache cristalino,
somos placeres risueños
de dama Escarlata,
bailamos en su púrpurea visión.

Traigo un manifiesto Musa,
descendí para no irme,
hasta el fin del tiempo
y su conclusión.
Y ni por esa pesquisa,
podré huir como empuja
el miedo al cobarde.

Förüq castellano er lobo-bohemio Esteban


Escuadra bronce:

Ilusiones quemadas en papeles con tinta,

con los sonidos sordos de un eco de imágenes
el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.

Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,
la mente ciega las observa con su pensamiento claro
sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.

Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,
un secreto en un gesto que su mirada grita.
El despiste que convierte en ofensa el fallo;

Un sentimiento distante que próxima te quiere.
El tiempo que tarda en decir adiós al por qué gana,
ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.

Pensamientos negros
Te sentí amor y por querer pensarte
la realidad silenció mis latidos;
Aquella flor que llamada amor
ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.

Entre la tenue luz de luna que me abrigaba
abrí la puerta que me condujo al campo
de negros lirios por el camino de ida sin regreso;
La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;

Donde la luz que me daba calor era ausente,
tras de sí un sendero agrietado por el que fluía
el río de las flores desangradas;

Hacían ellas mi último aliento,
un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,
cesó aquel si bemol.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

Podando recuerdos para volver a amarte,
dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte
aquella mi rosa que llama al frío pero resiste
cantando a la víspera del invierno triste.

El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota de rocío que se evapora con el sol en su visita
y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,
para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.

El fuego del deseo se hacía con su compañía,
con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;
De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo
de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.

Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños
un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;
solos en el encerrado mar del amor no demostrado
su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

El ritmo de tu cuerpo,
donde el agua y la poesía
hacen el amor.
El fondo de tu mirada
el manantial de esmeraldas.
El calor de tus piernas,
El terciopelo de tu piel.
La suavidad de tus caricias
mi motivo para viajar
allí donde el te quiero
lo dices sin hablar.
Lo que me alegras
sólo con tu existir.
Es todo lo que significas para mí,
lo que me haces sentir.
Es el agua de tus besos.
Es el fuego de tus labios.
Eres tú.
Eres tú mi vida, mi luna.
Eres tú en cada noche fría mi calor.
Eres tú la chica que siempre soñé,
la chica que siempre deseé,
la que vivía en mi subconsciente
para cuando apareciese
darla lo mejor de mi existencia.
Deseos, ilusiones, anhelos
definiendo mis sentimientos.
En mis recuerdos tus besos
sabor de hiel.
Tú mi motivo para soñar.
Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,
tú todo para mí.
¿Por qué no has aparecido
en mi vida todavía?
cuando por amor se quiere
a quien no ama
y por soñar se vive amando,
por amar se vive soñando,
y el que siente se miente
quiero mi despertar y verte a mi lado
para sentir que en un pasado
andé con la botella en la boca
y no que ella
chupó de mí mi vida entera.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

Yo te sentí
Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor
y por querer pensarte
desapareciste entre la tenue luz de luna que me abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma
marchitó aquella flor que un día llamé amor
y ninguna pudo ocupar su lugar,
sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009 

Tríptico trago de agua:
Autor: Miguel Esteban

Era como pulcra onda
anisando un sol de febrero
castizo que llamaba a marzo,
escuché la desquicia latiendo el suelo
y me encontré una reluciente,
vieja tuerca oxidada.
La sombra padre
se escondía entre manos anudadas
de sus hijos,
llamando a mis primeros pensamientos,
yunque clavado en la pared
sin soto ni caballo,
crecí en su mitad
entre baldes de plomo,
en corriente de drenajes,
parlamentando
abren el oído de pares;
nulidad de pura interrogación
más vacío
en ventanilla
de visión de muchos,
yo gastado aterricé
en república de la sal.
Porteador de interperie (intemperie)
regresaba directo al rostro
en destartalado invierno,
reunía el campo
un subastador de mi conciencia.
Ánimo optativo de la región
en sueños de malvas nubes,
calizo terreno,
opulentos pinos
en bocas de hierro
acunando la ilusión
de esperanza.
Llamada Musa doncella Escarlata,
Mineral candente, raíz Salvaje Azur Purpúrea,
Luna sempiterna...
De aullido a la luna de plata
y su llanto que envuelve la oscuridad semper.
Necesito más de ella para poder ver,
de igual manera sentir corazón en antorcha.

Förüq castellano er-lobo bohemio Esteban

CANCIÓN DEL VIVO MUERTO:

He cruzado los tres mundos,
cabalgado centenares de soles
a lomos un crisol alado,
desiertos me hundieron los cielos,
para rubricarme flamígeros, existen dioses
como existen necesidades que avalan
y avalan, no hay templo para
Jinetes difuntos.
Sembraron cada uno de mis pasos;
de figura regia, y arriada,
bastó un soplo de lágrimas heladas,
sí, tengo padre, por lo que tuve padre y madre,
final depende de un principio
y principio es ídem final.
Novecientas muertes cuentan mi estampa,
oh Sol de valles y Quimeras cual bestias anhelantes.

II hoja:
Cuanto viví, bailé una serenata difunta,
Aquista fue una noche tormentosa
cual tempestiva que sus temores silbaba,
oh solar, y campiña yerta
era el frío y su ribera,
Aquilón venía de hermano
que no tuve.
Rugiendo maderas, e idioma gemido
de solos árboles,
solo como océano venía
de astros en cielo y caracolas
cual olas;
Oh, su acento, era mercurial,
como serenata una flor de difunto.
Recuerde, su Sol ha muerto Esteban.

III hoja:
Entre plomizo suelo
me pesaba el espíritu
como pinar excelso, majestuoso.
Venían los relámpagos a mi vera
y a mi diestra placer posaba
y sonreía;
pecho os habla hundido
en escala de tierra,
e ilusión de cientos estorninos
entonces el monte os besaba,
de tierra, de vida, de cepa, 
y sarmiento, la esquiva espina
vestía al endrino.
Mi trova en hora solaz traía grillos 
azules, y oscuros ángeles de luz
como lo que guía mi vida en muerte.

Förüq castellano Miguel Esteban

2007 SÓTANO DE LUZ:

En la oscuridad de mi cuarto son tus recuerdos los que me invaden, mis labios tiemblan y te llaman en silencio.
En la oscuridad de mi cuarto es tu figura la que me acecha, la que me provoca y me produce un caos febril de deseo y de pasión.
Pero tú no estás, tú no estás, no estás.
Tu recuerdo recorre todas mis neuronas con miles de imágenes, cada una añorando un pedazo más de ti.
Agarro con fuerza mi almohada pensando que eres tú y una tristeza comienza a invadirme, lágrimas salen de mis ojos, en ellas se puede ver tu rostro reflejado en ellas.
Ardores me entran en el pecho sé que no vendrás que nunca volveré a tenerte, que estás ausente y mis lágrimas se convierten en lágrimas de sangre, ha estallado mi corazón de una sobredosis de sangre.

Esteban el castellano Er lobo bohemio

ÁUREO SEMBLANTE:

Insumiso en medio de quebradizos
saludos de pseudónimo,
de sueños rotos, y brechas de ánima,
como pañuelos azures,
llegué al inicio desnudo,
como agitado bronce,
e inocencia jovial de abrevadero,
a veces pude resistir su amor,
otras caí dividiéndome,
como precipita una gota de mercurio,
llegó a mi parda tersura
su imagen de cuerpo sonoro.
Mismo amor nunca pudo resultar frío
ni ausente,
pero el sol me rompía
a calo estridente y yacija de hierro,
paisaje que no ardía ni se desvanecía iluminado,
era mi añoranza,
quise sin afilarme en hondos dientes,
si podía generar montaña o cumbre de cerro,
jamás infortunio
de mi blancura que ya exigua no cantó,
de amarillo vivo avancé
sin mirar fijos temores
ni túmulos de gargantas precoces,
amor es rosa naciente
como Alba de tersa fuente en rayos suaves,
oh de astuto feraz ojo simiente,
equivocarme se vertiese,
y el pececillo de plata la mordiese,
sus peces de colores besé
y entre burbujas de besos no dados
avancé su curso fluyente,
como nacer de río cuervo,
sus labios arrostré con fiereza tantas noches,
que nunca tuvo fijeza de acabarse,
el viento ya no lastima mi sola sien,
pasajero fui de su destino,
sin encontrar inicio ni final,
oh mi pequeña dulce cual laberinto,
este centauro solo atisba
que anhela beber tu agua luminosa;
oh tu pluma de golondrina azabache,
rebelde a los límites,
brota mi grillo de cristal verde,
cristal y vidrio que parió sin tijera
la luz de obscuridad.

Förüq

TERSIDAD DE FLAMA:

Veo una escala áurea,
con escalones broncíneos,
escalones de repecho
en fuego sembrado,
una estela se abre de guía,
dirige que no ciega,
oh bondad acrisolada,
cenit del fuego terso
como pulcritud de filo en espada,
oh vil niebla, abre camino,
vinimos bajo el regio augurio,
de aspas y nobles metales,
Oh Gimlé,
oh bajo casta ancestral canto en tus aposentos,
oh salón de fuego esmeralda,
de rompiente serena,
y solo halo,
vine a vivir,
vine a morir,
vine a sembrarme como siembra el valiente,
vine a cantarte,
oh Gimlé,
afrenta quedará mi yerta sangre,
todo lo descubierto en tu nombre,
oh casta felicidad,
resplandeciente,
el miedo jamás partió mi entraña
vine a vencer vine a besar tu rocío de flor,
como Musa y dulce hoguera,
el tiempo ya no escapa,
todo lo pensado arde ya,
en tu salón me blando
como raíz y fruto de ciprés milenario,
oh luz pura que acoges e irradias
por la blancura mi regia madre,
por la nobleza mi casto padre,
cuántos astros no alumbran tus cielos,
hoy vine a vencer
oh Gimlé, acoge este mi flamígero hierro
de Sol fierro mi padre me sembró,
en escala, número y orden,
tu bondad justa en escala,
uno, no hay hechicero ni hechicera
más fuerte ni que herir pueda osar a quien te alaba,
dos no hay poder oscurecer la razón mi sangre pueda,
tres no existe temor ni miedo, me retiemble la calma.

Förüq

PRESTANCIA FÉRREA:
I
Yérguete nació la luz y la sombra
el hombre se creó
para ahuyentar la sombra
con su llanto de sangre,
hoy que mi lágrima
sea fértil espada,
que riegue e ilumine
asíídem el abril
levanta los muertos
y su caléndula predilecta.
Nunca maldigo mis lluvias
y a la Santa noche,
riego mi sombra, antítesis,
de lo que espera mi persona.

II
He de ascender,
he de volver a navegar
el negro puerto,
contar los escalones de mi sótano de luz,
al tercer día flamígero,
la piedra será mi llave,
no mi tumba,
Panida Hijo del dios trigo,
tengo lluvias y carne,
tengo tormentas
y miedo ausente,
Yérguete, sucumbe,
a los suelos, de la madre luz.

III
Ni me arrodillo.
Ni vuelvo a morir en pie, (como caí)
ni rezo sus construcciones de huesos;
navego, pido me escuchen mis dioses. oh Lvgvs
Cumbre son de mi lágrima espada,
el mar, la nube, el río designio de escritura,
baile de un talismán,
oh, lucha entre sombra y su llanto descendiente,
vencido no he caído, 
aunque me derrote trescientas veces 
sobre esta tierra.

IV
En este pedregal,
juro sembraré flores
para no volver a ver su destreza inerte,
oh, lágrima esclava
ni lluvia, 
mi floración ruginosa 
abarque todo balde,
y sea réquiem y mármol florido,
mi entraña, todo esto,
ojos secos de hombres,
ejército, que el destino cercena en tres.
Postigo, huerto y verbo decisivo.

V
He de honrar la llana hueste
trae la vida,
ávidos ojos, vagido indeleble,
azar intangible ruginoso,
en vapor estela o cerrojo,
repitamos los versos:
-Aereperennius
los duros somos tierra,
no vendrán a regar mis lágrimas de sangre,
ni mi corazón será afluente
de besos de brea,
sin simiente no marchará mi parca vida
a otro designio, a otra luz
sin mar ni vestigio.

VI
Vine haciendo ecuaciones
de estorninos en vuelo.
Para saber si agradé,
o sólo se me unge lo que si cambio,
vuelvo a renacer,
actualmente solo llevo ocho casi nueve lustres
vivo otra vez,
por un crimen de flores no tañerán
campanas ni catedrales de laberintos desdoblarán,
al margen lo visto si no me acepta,
no es mi estaca en pecho,
sólo sin ser bastante
ella es mi fuste, mi espada,
mi sacrilegio
en pacto de sangre,
mi hija de Averno 
mi coraza y pechera que si vuelvo 
sí a estar vivo, la encuentro,
más allá de boscajes inéditos
de ciencias sin papeles
y sentidos flamígeros.

VII
Sentido sensisenssum,
formosa societas,
hermosa compañía
si esa que nunca osé
debido parece sólo se puede pagar
siendo quien no soy,
delineante suspiro
materia a tierra,
uno allá debe quedar lo que es de ella,
no límites de cordura,
al seco brillo avanzo
sensaciones vuelan,
lo que no te dije nunca te lo diré
quedará más escrito que tu estampa y violín de luna,
no es justo y qué, otro rayo cayó,
que te  llene y lleve
es otra cuestión.

VIII
Nacer para vivir,
lo demás es otra asignatura,
verte despierto, cuándo,
contar con apoyo, 
sí, seis farolas se bailan
sin tóxicos ni brebajes,
solo decir esta vida de jactancias puñales,
hasta aquí me vio la cara raja,
no soy ángel cualquiera,
rebelión toma cauce,
orden y mando,
tatuaje puede ser cicatriz
pero alma no sangra,
ni se transmigra,
venga al salón de los caídos.

IX
El festín es elegir ser humano lastre,
o salvación de papiro en llave,
llamado amarse in radice veritas est,
todas las mentiras eran correctas,
a mí nadie me juzgará,
a tu conciencia podrán preguntar,
soy constructor de tiempos,
y sigo firme
ni me voy ni me iré
en parca vida de esta existencia,
oh diferencia clara.
Séquien no soy.
Miles dei lumen
mors erita exora mea.

Förüq

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar Guadalajara España
A 8/03/2022

CUANDO VIVE LA MUSA DE UN POETA:

Cuando vive
se añora infinitud de cultivos estelares,
cientos, miles de perlas no llenan su sonrisa,
ni existe rocío en flor osar cubra
la flor de su dicha;
los mares y océanos se pueden caminar
sólo al tenerla vista,
las llamas no arden,
habitan tersura de sangre en pecho, valiente,
oscuridad ilumina aventajada,
mas cuando ella vive
qué podría alegar un poeta,
conocerla
para que rapsodas jamás enmudezcan
en melancolía hija,
para que mis versos solo canten flores
y vivos colores.
Cómo negar temor a sucumbir
sin rubricar su rostro,
con un jilguero como beso piador,
sin un pétalo escueto
proclame su guiño,
sin conocer a su Musa
un poeta se desvanece como el tiempo,
el silencio se arma mil días mil espinas,
yo sólo te quiero a ti
mi vida en verso, mi amor valiente
de mil fuentes y abrevaderos,
de la más alta espiga
a la caricia que retembla en tierra.
Sólo un segundo basta
para capturar una letra,
mil eternidades para ser feliz sin ella.
Cuando mi Musa vive en mí,
infiernos no me acogen,
ni penas ni tormentos habitan,
un sendero abre y toma terreno,
rumbo a soñarla de nuevo,
campos germinan de oro trigo y girasol,
de verde alfalfa y amarilla caléndula,
como rojo ababol,
vivir sin crear su sonrisa
es como no hallar razones
para ser feliz;
muerte es del hombre vano,
temor infausto,
suerte es de un poeta
vivir en la vida de su Musa.
Porque vivirá siempre
como esta mi letra quedará vista.
LIT C ET SUMMUN CANAE

Förüq

A ORILLAS DEL FUEGO:

Después de la vida, la materia
del mismo calor que el mismo frío
color naranja que amarillo
clavicordio mudo que mismo latido ciego,
hormiguea una ninfa envuelta
como espiral de caracolas,
arriba del astro despierto el sino
acompasado. ¿Cómo que vuela mi humilde Hada?
Si se considera mía,
y su libertad, ve un ideal
por cumplimentar.
Caracol de sangre que sí conozco mía, oh, osadía,
arrastrar sucesos caducos
sobre tersidad de piel honesta,
y temperamento azul llamado Arte;

II
Mis hombros sobre la paja
del bravo día, no caen insumisos todavía
rehogo palabras, solares, triangulares,
sobre un tractor de nieve y barro,
llorar una lágrima fija,
indecible asunto
es como perder venciendo
sin querer perder Luna,
limones de este fuego sobre el agua
y una espada simbólica,
corazón como ciruela
y su corta-pichas habitante,
adiós de un pañuelo de tela
con mi nombre bordado.

III
Lluvia densa de un sol fierro
invencible,
que aumenta caer derrocado,
sin premio no es astucia;
llamo al Azur sarnoso,
oh noche, te imploro,
pedazos cual capazos,
tu hielo de luna,
no respondas, que igual obtendré
mi mesura partida,
en oro, plata, o bronce,
sidra, gaseosa sintónica, o café sagrado,
del árbol mi insomnio millonario.
Mi beso por si acaso.

Förüq bajo juramento a 1-12-2022 

AGRESTE ALEGRÍA:

Una clave de Sol
y de su contrario Luna sempiterna,
en un silencio que llora el azabache,
expresando que ella es mi univeso,
su dicha mi semblanza parda,
sin ella no hay belleza, no hay alma.

Quiere que la desnude,
y consagre sus pétalos iridiscentes,
como sagrada es su piel de ambrosía.

Quiero cruzar sus rayos
y telas líquidas,
mis iris que nacieron destinados a ella,
quise acompasar sus estelas,
y halos de luz que trepan
mis retinas,
mi sinfónico fulgor es su preciado quilataje,
compostaje será mi cuerpo, la energía, su fragancia.

Será mi copa su boca,
y viceversa,
extasiado de su nervio silente
enredaré su lluvia con mi nieve.
El ocaso quedará preñado de placer nacarado.
Las ganas serán metáfora, concordia serán las almas.

Ella que nació para verte,
felicidad de raíz a cúspide,
en mi pechera vas prendida
mi hiedra estelar.
Sentirte como te siento,
sin duda es victoria diaria.
Suave la floresta más pulcra por ti versada.

Reverbera de agraz cima silvestre,
es temblar mi alarido despierto
y ensoñarte como se sueña un ideal,
eres la altisonancia vestida de todas las flores.

Förüq el año pasado

HIJA DE LAS ESTRELLAS:

I
Intuyo que el reino onírico,
tiene sus propias directrices,
belleza abismática, perpleja, preciosa de sí misma;
era aquella noche de ayer, una visión vívida insuperable,
su tez incomparable osar pudiese la muerte,
soñar quisiera la vida,
observé el crujir de mi latido
al divisar la belleza vuelta forma
de un ojo vuelto color y profundidad,
lejos de todo lo hallado por mi ser,
no puedo negar si narrarlo,
opaca la dicha y asombro me causó.
Aquel ojo femenino, se podría atribuir
a un ser superior al humano ser,
no sé si antes o después de su evolucionar constante
o olvidar sus cauces en continuo,
era una visión silente,
muda que su bella ala,
casi se escuchaba ensordecedora,
sé de este mundo onírico posee patrones, ejes de vida y energía
con sus sentidos alerta;
que escapan al intelecto del ser,
y sólo se puede frivolizar
con que solo son sueños,
aquella vista con mis ojos cerrados
de aquel ojo atribuí femenino,
erizó mi piel 
su parpadeo, daba al abrir un tono místico,
mágico como un ojo de alpaca fundido
y su óxido verde,
un gris argento como del metal más noble
era sin duda hija de la sangre de estrellas,
electrificaba aquella ancestral mirada
era tan profunda y bella
que uno se sentía atraído hasta su centro,
no te sentías vigilado,
sí protegido 
por mi origen Pleyadiano.
Aquel ojo femino parecía ver
toda la eternidad repleta,
atravesaba y casi
respirabas y vívidas en su interior
de sólo percibirlo en visión,
quise saber desconociendo,
y darle finalidad y origen
al contenido mi visión,
lo siento por ustedes
visualicé otra dimensión lejana,
y abarqué todo el poema de hoy
de mi Musa,
Leannán- Sídhe señora Hada elemental,
reina de las profundidades terrenas,
me considero protegido,
no vigilado, 
pero concibo, 
que deseo unir tinta y sangre
inspiración, magia, y anhelo,
vida, muerte, placer, dolor
con mi percepción,
ella vive detrás de mis sentidos,
Leannán- Sídhe
virtud y cauce afirmo,

de mi unión prevalente,
con mi Musa Doncella Escarlata.

Förüq

LA FLOR DE SÍDHE:

Te divisé, alegre caléndula.
De pétalos juntos,
abrir y enraizar mi corazón.

Mecer fulgente tu amarilla corola,
entre el granate interior mi pecho,
frágil como cefirillo leve,

en mi pecho como en cuello
de hechicera mi Hada bella,
allí me revolabas,

como al fuego mi Sol ferro
brillabas que encandilabas,
las golondrinas de tu amor

naciente, pulcro irisado, en cristalinos valles
y pozas, fuentes y abrevaderos
cantoras me danzaban.

Cuidando guarnecida,
mi semblante, fiel entre crisoles 
y parcas sombras desceñidas,

y amor en pecho valiente,
purpúrea inviolada
tu simiente, y raíz en mi sangre

como un soplido áureo y grito en vena
despliegas.
Tú de trono en ferviente osadía,

sueño memorable 
te ungiese en todas sedas 
dejan en color las flores

al último y primer astro,
avisto tu pléyades cercana
alzo tu renacido empeño,

disparo a mis sotos y perdigones enramados;
amor de este duende,
tu principito.

Siempre para ti fuerte como aviva el fuelle,
sed de soles relojes y razones intermitentes
lo que yo te quiero ni nombre ni sello puede,

De rojo,
de sangre,
de noche siempre,

tu húmedo tajo floreciente,
anclas mi dicha rebrotada, anima fidusfruor
beso tu cicatriz para evaporarla

no existe mal hendirme pueda
herida abierta mi amor es bronce vine a ser
de tu vida,

¡Ay, flor fulgente!
Te amo como el sosiego canta.
Tu aureola resplandeciente,

nacida de aurora, y una bella sombra
y sonrojada alba, purísima,
como el día por ti

se desnuda, abriendo tu flor eléctrica
que el sosiego, feraz incuba,
oh dicha no cabe su llenez de placer extenso
cuanto te admiro.

Förüq

ALMA BOHEMIA:

Alto como el sol,
es el poder de la jornada divina,
sensaciones atrás he vuelto a comenzar,
algo para tu entendimiento,
calor en el hoyo del Sol,
lo erróneo es puridad de ascua,
el esfuerzo, la vívida estampa,
la reticencia que reincide en el eje,
la fuente,
oh la fuente,
de feracidad en nota
locura está sobrepasada,
aposté mi destino
a la vida bohemia,
que mi amor valía su quilataje,
en sombras y deidades azadas,
al cuarto paso,
se vislumbra lo mágico,
a mi derecha el valor de la nueva alborada,
el tercer sentimiento,
sin razón se avanza el abismo,
  era un secreto y volví a despertar,
solo sin apoyo en mano izquierda,
el eje, la fontana parda  mirada,
venimos del precipicio sin nombre,
aquel que nos vio nacer,
la única perdición en mares y tierras
al honrado ser,
placer flamígero huella de astro terrestre,
oh, sola vida,
erré mi azabache pertinaz
y hoy tengo fuelle y vela,
mi sueño sí
vive. vive que vivirá
aún desceñido mi corazón en ella rebrillará,
hilo de negra madeja,
hermana de negro hilo
acoge mi son
estoy despertando a los hijos
estoy despertando a los lucientes,
era su intelecto grave una nota,
mi Sídhe vuelve a aquellos días nada te arredraba,
vive que muere mi granate estantiga,
oh Sol de soles
vuelve  a dar la vida a quien te la honró a cada mirada,
mi balanza pesa más el arte llamado virtud de amor,
que lo extenso acompaña
el terreno plañido,
vine y me quedaré sin miedo alguno,
en uno sé quién soy,
en dos ardo metáfora,
en tres oh Mercurio en nuestro día
al frente,
combata mi dicha susurra es invencible
como mi alma bohemia.

Förüq er lobo-bohemio


LA ELEMENTAL:

Sangre violeta, cultivada
en el seno de la entraña,
ese soy yo, tu humor trenzado,
sin tejer palabras yertas, por tus ojos
fundidas;
más allá de la montaña,
y del eco eterno de un tiempo desvanecido
en flor de niebla y umbral,
inspiración sin nombre ni apellido
tu demonio tejido, un principio sin final,
en el sino que me destapó poeta del viento,
nazco sin destino,
destellos fugaces por conquistar,
en la entraña de la ola de mar.

II
Oh, reina Hada del bosque de las sombras
de la profundidad,
llegó el suplicio dormido,
de enfrentarse a la Quimera despierta,
del bosque, al manantial de inspiración,
tus besos sembrados de pasional almíbar,
suspiro por ti mi amor,
elevada conciencia de creación al albor,
soy yo, eres tú un reino vivo,
de ilusión , camino y beldad.
Para el mundo, venas de humo,
para mí, mi realidad tejida en uno.
Piel y verso sin razón,
elevado amor, sí, nacido del rayo de Sol,
para poseer mi alma y corazón,
desvaneciendo mi dolor
brotada mi lágrima carmín de fuego,
hacia todo el resquicio, del alma y su flor.

III
Pura llama mi sentir,
a congelar el hálito silente
muerta la sombra del horizonte
soy ruido en el alma que te acampa
quien te besa llegada la una y media
de la madrugada,
tú llegada de un confín,
a habitar mi pecho y espalda,
es tiempo de desvanecer el miedo,
a florecer, llegado el momento,
un mundo en tu vena;
tu hada fiel de la sombra,
Leannán-Sídhe
somos tú y yo, presos de desvanecer
el latido colgado al cielo,
de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños
ardiendo.


Förüq 2017

DULCE INVECTIVA:

I
Venido soy, ángel hermano
considerado, vuestra es semblanza
de antaño, tuya grandeza
y miseria nuestra,
a tierra que sin ti, 
todo envilece.
Me has traido sé, con mano izquierda
quiero cantar tanto, todo, 
lo que me envilece.
Enviléceme hermano,
verme Custodio sin Paraíso
ni corazón, criatura hermana,
imagen es tu hermosura,
cantar a tu gloria un vil
desaire tras costilla en dolor,
llanto ungido de sangre,
enviléceme el ascua dolor
y mi tierno, terco sollozo.


II
Vil sea el discurso de mi vida,
que su nota tornan invectiva
enviléceme amor bienes y fortuna,
ingenio y favor,
míos, esa honra que me engaña,
y perderla sea cual
gran hazaña,
envilece ángel mis contentos
y alegría, que llevo colgados
cada pelo,
envilece esta música.
que su estruendo es,
tanta verdad de instrumento,
envilece cielo, mi tierra
que piso, sin ella
mi Escarlata y alma gemela.


III
Tanta vileza me sea chica,
enviléceme ángel de luz
mis méritos que han sido,
de tanta vileza, ruindad,
rómpase ya del alma
su triste sábana,
goce su pena el mal, su desconsuelo,
hasta el casto celo,
remedia el pan en su hornada,
canten canciones.
Me pregunta afligida
¿Quién puede dar, cuando no existe salida?
No basta poder, toda gloria
siembra rebeliones.

Förüq y Leannán-Sídhe

A ELLA:

Voy por una aurora pastora,
con cuántas rosas se peina Galatea,
alzo astros sobre su vertiente azul,
remolinos verdes entre hojas y flores
arrebata el tupido otoño,
ya en invierno contesta su sol cansado,
de eterno llanto se viste la primavera,
para enervar de su tierra brotes y espinas,
su acento que acompaña virtudes sujetas;
de libro y dedo en destino,
mi sempiterno don,
fúlgido temperamento airoso
en amor de lecho y afecto acompañado,
oh sol negreando mi porte,
una tarde lluviosa
sobre mi empero,
arrobadas sierpes eran ya mis vellos,
amistad que procuras arremolinar
mis aojos y perennes males
te contesto no seas rápida ni fugaz
sólo sécomo goces a mi vera,
de tormentas conmovida
y locura del ansia mía,
de lunas y oros nos quedamos,
como desnudo imán,
afilando su polo oscuro diamantino,
oh compañera mi alma de hoja
no retrocedas,
no te arredre nunca quiera robarte una palabra,
extenso poder
de corazón que aflora y te nombra,
no habrá juramento vano,
ni poder te torne ni otorgue recuerdo
de quien apuesta su vida,
y destino bohemio,
a encontrar en ti lo que le tejió la Parca hilandera.

Förüq

TRANSPARENCIA HABITADA:

Aquí me quedo sin casa, sin pudor,
sin vergüenza, sin intemperie,
sin descampado de viento, otros sones
no me tientan, sin cuerpo,
sin mi transparencia violenta.
Me quedo porque contigo lo tengo todo
y lo ajeno se difumina a otro tiempo,
ausencias habitadas, opacas de otros seres,
que dejan huellas perecederas.
Ya no sé a qué sabe una flor con tu nombre
ni si el viento pasa y se despide.
El sortilegio del destino se va cerrando,
y sus espadas como cuchillas de dientes
que me ruedan sentidos que a ti me ligan.
Avanzo sin permiso
los campos de abrojos
y cardos, se agrieta el sendero
yo al timón, del sentido de vida osada sin despedida
por esta vez,
las condenas siguientes
no alcanzo a imaginar.
Solo quiero lluvia precoz que reviva los charcos,
seguiré sin elegir nada
mi destino hinchándose,
como cebolla un día en agua
como apartar la vista
y seguir viéndote,
no quiero más vidas que sin la tuya
todas me parecen inertes sucesiones
de difuntos que no germinan.
Sólo suben la escala.

El Castellano a 2/01/2018

LLAVE:

Piedra-corazón:

No es una piedra, es mi palpitar,
Su latido cesó y en piedra cristalizó,
Ella lo tiene en cuenco con agua,
A símil de mascota  que nunca muere.
Le sonríe cada día, normal es mi palpitar,
No huye, es piedra fiel a su amor.
Con caricias sintió  que palpitó,
Que fue su inspiración, su amor y su dolor,
Pero en piedra cristalizó, pudo darle calor,
Ya  que nunca quiso mi dolor.
Esa piedra-corazón fue músculo,
Pero murió y ahora solo le queda esperar,
Esperar  que el agua y el tiempo,
Le otorguen musgo y sangre verde,
Que ablande los cristalitos de su interior,
Y resucitar.
Quizá algún día cuando ella se olvide
Que es una piedra, volverá su palpitar.
Pero yo ya noté la ausencia
De vivir sin corazón. 

El castellano


Rocío de Sangre

Bitácora de trabajo

Destello Solar

Förüq

25/12/2022

ROCÍO DE SANGRE:

I
Sobre un rocío
en una caléndula
vino a reposar
mi alma.
sobre un
tiempo
que la ilusion,
tornó realidad,
me encontré orando
en un alba de ocasos
en un infinito Solar,
era como besar su letra 
e Hidromiel
degustar.

II
El sabor de bailar 
con su infinito a solas
afilar su nota
y entonar el trino
su golondrina majestuosa
vivir para volar
con ella los siglos
que pasan y no sonríen,
se besan.
Como soltar riendas,
amarres, y dirigir
un sueño que cabalga
en atisbo de lo surreal.

III
Cruzar el derecho firmamento
fue ganar su sonrisa
entre mieles
de las flores de Perseo
arrullar sus ocasos
y servirle uniones
y crisoles fugaces,
rayos, y capataces
de estrellas y vorágines
sujetas, era encender
su mirada como
secuelas de brillos
iridiscentes al tacto
y abarcar hasta donde no
imagina, para protegerla.

Förüq

OSCURIDAD GERMINA:

Necvinceretenebras, et amat.
Oscuridad no se vence, se ama.

I
Azar disuelto en viento;
vienes, te lavas las manos
saturnales,
para retomar tu color,
diosa en horario
nocturno,
grande en alas diurnas,
cuestan más especias
que guiso en final.
Granate lustre postrado 
a venal.

II
Jamás vendida
sin apuesta perdida
por mis colmillos guerra al error que quise,
acrisolada sombra de garabato
alzo mi soleta
de buen diablo en maceta,
oh, hervor florido
y lunas de magia prendidas,
acreciento mi sed de ti,
un son de grillos
perdidos, no dispongo
de don de gentío,
sí, redil de carrasquillo.

III
Escúchame crisol
de solana luna,
planteo nueva ascua,
de sentido y llave
arcana,
indemne yago,
que descanso en mi castro.
¡Auge, mi malva rosa!
Fulge que desvencija mi astro,
era de vanal inmundicia,
anisando el astro,
lo habitado en espejo,
dicha, uno, dos, despejo.

IV
Con besos por espigas,
y ángeles habitantes
del vilo noctámbulo,
ya lo digo, no digas
hermana del negro hilo,
que embebo, 
y amo tu intelecto,
 espejismo roto
sabemos desconociendo,
quien no somos,
flama afilo,
rutila la acequia
que me lleva.

V
Malva que salvaguarda,
que hila
en patio su araña,
se siembra,
que tiesto apaña;
tu saliva yo labro
que en ámbar
encuentro tu encanto,
atesoro, le jabro.
Sí, estampas en sangre,
resplandecen
que yo amo,
encumbrado el son penal.
Vine de abajo.

VI
Entre fauces brillantes
y un sarmiento de cobre,
sin bombilla del sótano de luz
su penal.
Adjunto mis honrados abrojos,
rebrote de obscuridad
en el arañal,
alguien vendrá por mi simiente
para Rocío Estelar.

Förüq Esteban a 27/12/2022

FUENTE TU ÁNIMA:

Virgínea sombra casi tuya, casi mía,
etérea cadena que amilanaba
a dos voces purpúreas, purísimas,
albor en simiente, franco,
inabarcable, de esencia
en ascua flamígera al tacto.
Lasciva entre hondos secretos,
sierpe de una mirada verde,
promesa en ojos de rocío esmaltados;
romos hierros en crepitar de albores
y ondas extensas de inerme sostén.
Pulida atraviesas mi tardío,
por sotos de espuela
y carcoma translúcida.
Tierna sombra en transistor
me desciendes,
en sienes nativas de ti
océano abierto
o tierra madre sin numen de estela.
Coagulaba yo sin fragor
cuantas dichas tejidas me dictaban
su cruel esperanza imberbe a ojos ignotos,
como aceros ruginosos
en umbrío páramo de monte
con bosque implacable,
albo rizar de sus enraizadas
espumas verdes.
Heridor azar de noche lisa,
por luna espolvoreada,
escala de un eco
que crujía las ramas
de un tiempo oxidado,
quiero tus ojos sombríos
de luna sempiterna
mi dama de oscuridad tenue,
camuflada, desangelada
abre tu sombra
dejándome adentrarla,
sin tus hálitos
no vuelan las golondrinas,
y mis murciélagos
se recogen del frío yerto
que peina mi alma,
sangra mi árbol
de este horizonte palpable
mi caricia en Sol mayor
que te ilumine
y sea certeza de fresca agua del azul
imantado
hasta percepción, ilusión o vida.
Hereda que transmigra, transmuta
mi sangre malva.
Sotos sin voz
de alaridos en magnificencia
exacta de este carbón y ascua de pluma.
 
El Castellano

AUGE VENAL:

Un mundo sin dolor,
mi dolor, sin dolor mi ira,
ella quiere hablar
sólo no hay palabras,
para describir esto que siente,
y yo lo siento
es una voz dentro mi alma,
es sangre viva en mi mano,
todo lo que no le dije brota,
la magia, el fuego,
el valor, coraje,
estoy esperando su miel de silencio,
sin aspilleras comienzo,
encima de un blindado
mirando la manecilla atronadora
de mi reloj,
tres disparos, tres segundos definen,
quién soy yo,
honestidad, confianza
cercanía,
usted lo es todo para mí
estoy cayendo en mi miedo destructor,
porque soy feliz,
sí mátame, debido es nuestra única diferencia,
jamás puedo ni debo morir porque te amo,
y morir de nuevo solo será contigo,
deja me fusile tu parpadeo,
seguiré dentro tuya hasta no haya fin,
resumo que perdí venciendo su palabra,
su poder angélico, me avanza, me domina,
quise bajarle astros, luceros o estrellas
cuan otrora llena el firmamento,
hoy por ayer, mañana por para siempre,
si hago balance
lo esencial no se mira
se retuerce
y quiebra el palpitar silente,
mi dolor,
mi fuego, mi pasión,
sin dolor mi ira,
era una flor errante mi corazón,
ascua invicta,
qué decir mi luz,
lo siento amada,
mi luz no se apaga.

Förüq Esteban er lobo bohemio

EL PROTEGIDO:

La vida se pasa mejor en compañía.
Vida en un día que seré espada.
Oh adorable melodía.
Cierto, como que el miedo
hace nula la valentía,
y que el cobarde puede por este volverse fiera inmunda,
y que el amor llama al odio
como que sin oscuridad,
nunca habitaría luz,
venga que estamos libres ya de utopía,
en polaridad, en tiempo, visión carga sobrenatural,
te invoco mi pequeña ángel,
dame mi poema vestigial;
que haré cima, como la hace el amor que siento por ti
si mi persistencia llamó al coraje,
y el pavor a mi resistencia avanzo desnudo,
oh Valhalla,
soy tu protegido,
oh Sol mi padre,
cuando todo lo que creo me defiende,
mundo teme, se descarnó este elegido, 
este protegido,
cuanto yo creo es mi fuerza,
por eso creo en ti,
oh luna de mis relojes,
sea mi amparo en la lucha,
sea mi densa niebla,
oh, saepe mecum,
al primer paso, sé invencible de ti misma,
al segundo paso ama lo que tienes, nunca se irá si tú quieres,
a la tercera zancada incendia lo que te duele,
haz llama sinfónica todo lo que intenta dolerte,
el mundo no se hizo para detenerse,
tampoco brebaje existe para evitar su azada,
el protegido no teme en virtud de su poder,
no hay dios ni diosa, brujo ni bruja, capataz, ente, ni nada, pueda frenarle,
nadie es más fuerte que él,
hoy viene a llevar este manuscrito de sangre,
en tres pasos:
Amar,
Admirar
Defender;
a fuego garra y letra invoco al tercer orden y lugar a mi lado,
AERE PERENNIUS,
en placer y longevidad extensa
oh advenediza siembra
imploro que alzo tus cauces,
sonrío al infausto,
sonrío al impío, que nunca midió adversario,
para planear lucha,
hemos llegado del averno,
quién nos ha de detener,
Fe, razón, sensatez
oh Sol invictus
mi escudero.
Si la valía de un hombre
se mide por su fuerza
de sus palabras nobles...
Calor se va con frío.
Calidad llama a mediocridad.
Balanza es equilibrio,
suerte no es azar
porque hoy corroboré tu mentalismo,
cada ser solo obtiene lo que merece,
bueno, malo y extraordinario
principio de causalidad,
gracias por creer en mí
y que sin nuestra historia
no sería capaz de romper el suelo
a cabezazos por luchar por lo que amo y quiero,
Uno que no conozca tu cercanía,
bueno intento conocer tu desempeño
y virtud para poder pulirla juntos,
como es arriba es abajo,
Suerte igual a pena,
lucha de contrarios
que en naturaleza invierno hace verano
Y otoño hace primavera, ya lo dijo alguien,
Sin masculino no hay femenino se llaman
Y conjugan,
ni mil máquinas podrán hacer una flor de luna como tú.
El hombre nace, ama, lucha, y muere,
nací tres veces de nueve madres,
te amé en todas las vidas que nací.
Luché y seguiré luchando
cada siglo que empieza nuestra condena
a amarnos eternamente.
Bajo colmillo, sed, hambre, deseo, rabia,
maldición, querencia de liberarse,
y la razón,
cada vez nací para encontrarte,
y poder decirte Lunamar yo tu Sol 
siempre te admiraré.
Así como lo caduco del ser 
llama a lo perenne divino.
En un tiempo pasado indeterminado,
que queda hijo de niebla y sangre,
él estuvo allí combatiendo,
una protección otrora tan tangible,
que se dictaba entre castos dioses,
que los animales le prestaban sus miradas,
de ser valido el Creador Universal,
pocos saben su origen,
nada cercano a él, Protegido, que sigue vivo.

Förüq er-lobo bohemio

ALMA EN LIBRETA:

 Manantial fulgente de inspiación
tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas tu 
pupila enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma 
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas
el color de tu pelo.
Un piropo, el suspiro de mi amor.
Que corre, que escapa y vuelve,
el cosquilleo.
Tu boca con mi boca bebiendo
del mismo agua del deseo.
Tu piel con mi piel avivando el fuego 
del sentimiento.

II
Resplandor de auroras en los recovecos
donde se refugian mis ilusiones en mi pensamiento.
Tu tez conoció mis manos,
y mis manos te modelaron
para su recuerdo.
Eterna batalla a la noche cuando noto
tu ausencia, la noche que galopa y
yo con palabras sufridas de nuestra vida sentida.
Ahora hay felicidad entregada,
con besos escritos
y roce de nuestros cuerpos.
Me enamoré de la vida, y nada me falta,
porque todo me llena.
Te volviste a pasear por mis sueños,
y en sueños nos reconciliamos.
Vuelve a mí el dulce Tormento, para
vivir soñando con tu corazón,
y amarte soñando despierto.

III
Si el cielo se cierra
miraré tus ojos,
mi corazón te dirá,
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran,
quiero tenerte cerca,
para coger tu mano,
y  sentir que no eres un sueño que perdí.
Si despierto te vivo,
soñando te sigo amando,
cogiendo cada estrella en una letra
para ti, tú la más bella
y  el firmamento se cierra sin tu mirada tierna.
Mi deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán Lunas pasarán Soles y el sueño,
volverá, con cada latido tuyo.
No te dejo una flor te dejo las semillas,
los frutos d' este amor.
Porque en mi jardín sembraste belleza y bondad.
Porque me llenas de verdad
puedo describirte como mi vida giró a mejor
con tu sonrisa clavada en mi mirar
y el calor de cada letra tuya sentida
te quiero de verdad.

Förüq

Gran luz, 
sórdido plano, tu mirar,
amarillo brillo de tu amor,
como fuego en sangre amamanta
tu belleza, en rectitud de balanza
luz de tu esencia, 
brillo en tersura de espada,
sangre de fuego diestro
en tus venas cauce de alma
de vida en color, 
mas atada a tu tierra,
solitaria de impronta serena
de tus páramos,
amapola amarilla 
de montaña, cumbre de filo 
en solitario nervio eléctrico,
reina hada 
del bosque de las sombras,
en tu despertar mi luz quisiera llevar;
iluminas espíritus olvidados
como cosechadas esencias,
del corazón más profundo 
del bosque umbrío surcas.
Mas tu hermana sangrienta 
roseta de penitente
nace 
debatiendo qué color 
vestirá su flor de ocaso;
violeta de reflejo 
de luna sempiterna,
manchada de sombras 
vestales una ternura insurrecta
de amor a la noche,
o rojo sanguinoso
cual granate hechizado 
de corazón de sangre 
podado en piedra bella 
congelado...
Sea cual sea 
su manto en revelación, 
no olvida;
vestirse de todos los colores
con el negro más opaco como 
tinta azabache sobre papel 
más puro,
de recuerdo al fin 
y el resurgir, como el inicio 
sin final ni comienzo
llamaron continuidad,
al despliegue del pétalo amado.
Aún sabiéndote 
amante de la soledad,
nuestra compañera,
también creces en familia,
de sangre marcada 
por acequias que llevan
tu número y orden,
tu insignia
recordando 
que quisiste tener corazón
y te ataron a la tierra, oh, mi Hada;
hasta en tierra muerta 
creces,
para aliviar tu pena 
poco necesitas,
tu belleza alivia tu alma,
del viento obtienes 
tus caricias,
de insectos los besos, 
y del tiempo
el sustento para tus semillas 
de tus urnas,
ciegas nacen, 
ciegas caen a la tierra, 
en la noche de lluvia.
Un día de primavera 
a una
se le ocurre el sueño de despertar,
pronto sus hermanas 
le siguen,
en belleza de la vida 
ves nacer y morir,
espíritu de reina 
tu balanza carnal, 
tu entraña amapola,
nadie te odia, 
muchos te aman,
bendices la casa si tú, gran luz,
floreces amarilla 
en la rocalla.
Mas si tu bendición 
es ser blanca y morada
das el sueño 
de la más bella hada.
Si naces roja y negra 
das tranquilidad y alegría
al espíritu 
que en guerra se encuentra,
si eres roja 
como el carmín del deseo
tienes el amor 
del camino 
que cruzan las almas,
como tu eternidad 
en la tierra
a la que te ligas 
y esclavizas.
Quién te daría ese nombre 
de amor,
quién te nombraría 
desde la antigüedad
planta de la alegría,
quién conoce tus secretos,
sólo quien se funde 
con tu sangre,
quien ve tu alegría 
en la primavera,
que te cobija,
quien ama la vida,
reina flor 
te ve en la tierra
y amada musa tu belleza,
quién te conociera, 
quién te conociera.

El Castellano y Leannán-Sídhe

SENDERO BRILLADOR:

Quise honestidad,
como se quiere a un sol de Julio,
el día mi nacimiento,
tuve pulcritud
en aspas purísimas,
lo que la verdad cantaba,
un Sol de hierro nos alumbre,
y arda inseguridades
como temores existen,
no hace falta preguntar,
sólo afirmar
que yo te quiero cuidar,
incluso en los días más oscuros,
en esos que no veas peligro,
ni de ti misma;
vine afirmando por cielos de arriba,
todo cuanto yo creo
todo cuanto puedo ofrecer
sin salir malherido.
Era como un inmiscuir recto,
sin molinos gigantes castellanos,
quizá con weches, de los soldados la tierra,
avancé cordilleras,
avancé sierras y sus valles espumantes,
todo lo que vine a descubrir
que hay posguerra inefable,
pasar a segunda fase la lucha
porque vivo,
y te esperé desde que llevo estos ojos verdes,
de gato y lucero que te sigue 
hasta encontrarte,
vine buscando el azabache,
vine buscando unos ojos madera de ciprés,
y no desfalleceré ni vivo ni muerto,
hasta optar iluminar su sonrisa
señorita.

Förüq

II
Cada día miro el espejo,
todo lo que dejo atrás,
miro el peligro,
miro el ocaso intangible,
mis sentimientos como una piedra,
hoy en sus ojos,
mañana los dioses dirán
ella que espera mi silencio
como néctar ambarino,
yo con un poder,
el poder una sola voz,
todo bañado mi silencio
que hoy morderán sus labios,
mis palabras en su mano,
brujo dime cuál poder capaz,
cuál energía quiebra mi honestidad,
sólo una palabra
AMOR,
cuando papeles me quiebran una lágrima,
sí vuelta consecutiva,
mi alma está hablando,
hoy llegada la hora arderá la desquicia.
Si estoy carcomido,
de entraña a coraza en hierro montada,
protégeme de la sombra
mi alma es muerte,
no osa comparación,
he intentado acompañarte
y sabes qué, que lo seguiré haciendo
porque quiero preguntarte si deseas ser mi Musa.
cada vez te he mostrado mis sentimientos,
azares de fantasía risueña,
amadas palabras que hablan entre ellas,
como mi creencia sin ti se hace chica,
una tierra rota,
donde mi libertad al verte se suicida,
puedo avanzar sobre el miedo,
lo cierto me enseñaron a luchar por lo que quiero,
en asunto concreto
has perdido la guerra,
ganó el miedo a ser feliz,
soy feliz
hay que recapitular y rendir cuentas,
sendero brillador
es llegar a tu corazón.

er lobo bohemio Förüq Esteban


FLOR RAÍZ MI CORAZÓN:

En este manifiesto,
se expone e incluye

todo en su continente, u raíz de mi amor,


en el cual se contiene todo lo que pude asimilar

a lo divino y concepción de la escritura mi Musa o raíz salvaje,

desde mi morar en Castilla su Campiña Mirador del Henares

río de la localidad donde nascí.
 

Oh bosque de jardín brillante donde yago,
asolando verdades,
nunca infranqueables,
sol de solares que ilumina,
danza a mi costado

y espaldares,
viento del Norte que lleva,
su aquilón valiente

Oh padre los vientos, mi padre,
mi amor, duro endeble maleable,
vine y no me iré

sin tejerme Principito

valiente, brillante,
de alta Merced y luna una,

ese amor mío bravo, ardiente,
moldura y facha bajo yunque y celeste caracola,
vine también andando soleares de Méjico,
su hoguera y cuna,
designio de dioses y auténticas pasiones,
desde la tierra vengo

cosiendo sentires de bronce,
y voces milenarias su lengua,
rico no fuere

si mis ojos no tuvieran su conocimiento,
imberbe de lustros,
y quiméricos ángeles mortales,
mi divisar desde efemérides
su sangre de letra
que rompió condena

y jamás fue tristeza,
si no la leo sentir no puedo,
costumbre no es

pertinaz constancia

abrir mares y océanos

para dedicarle unos suaves versos silenciosos,
bosque de umbrío jardín,
es buscar su alma,
me ampare y devele,
somos los designados,
fiel designio austero 

de que la vida se pasa mejor en compañía,
redentor sería si cambiase ápice de mi noble sentir,
vocablos como únicas flores que acogen,
un mundo en rubor

cruzar las décadas animándola,
que no merece un guiño
la dama Escarlata,
merece un beso de ojos,
cual década hará de mi lectura 
continua desde 2008,
me enseñaron a luchar por lo que quiero,
fe, hecho, y condena
de que en ella soy libre.


AWEN celta (inspiración) a 13-02-2023

BITÁCORA DESTELLO SOLAR

ROCÍO DE SANGRE:

I
Mi Sol alzado
del poniente, al occidente,
bañada mi senda de hinojo
por escuchar el trueno
rojo, oh mi torpe yugo
de beso levantaré
medio asedio nublado;
de vela en tajo
mi verso al Cristo
soldado.
Musa de vestido negro
y de sombra la saña.

II
Avanza que tiembla
este muchacho,
diez filas pediste,
mercenario,
reales cabales en caballo
te di,
rapaz de oro en ala,
y falsario deseo que pedí,
con ejército de hinojos
lucho por Castilla,
alzada en nube mi lanza,
hito por hito florece
el endrino, su beso postrero,
a punta en espada, ella,
cual flor fiera.

III
Suave caos de
quietud estameña,
saco de la tierra
la virtud tronchada,
matinal rocío en sima,
más profunda
que el murciélago
en vuelo nocturno
a mi vergel digo:
Memoria embebecida
qué importa
si a ella, amo.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

I Hoja

Quién no soy;
no soy soldado, ni pacifista
ni gurú, ni mago
trilero de ilusiones,
sólo juego con versos
de naipes helados;
quizá, puede, galantes ellos,
en justicia, razón,
todo ilumina, no soy
vengador, ni adorador
los dioses, amo el bien
común, sembrado y al
mal generalísimo, respeto
pero jamás honro.



II Hoja

Amada taimada mía
no me des alma medida
y racionada, vigor de fieras
enardecidas, voy de ambición
noble a tu redil
y guardería de astros
humilde como canta y trina
la golondrina,
de fallo, no regodeo,
ni inclino
menos al elogio, amparo
por no saber más mentiras nació.

III Hoja

Benigna que tú eres
cátedra de mar suave
y sereno de Quimera
en mirada que alento
nunca espero su enfado
oh, cielo, miel y almíbar
mis dioses en stado quo
latidos me requiebran
si me diriges, 
oh, mi dulce verdad
escondida, laberinto
de jazmines imperiales.
De nocturna sinfonía
tu frente ni tu amor
me retires.

Förüq y Leannán-Sídhe

INSOMNIO DE AMOR 2008:

I
Mi soledad sin descansar
soledad de ángel sin alas.
Ojos menudos de este cuerpo.
Ni cierran a la noche
ni miran otras albas;
de lados, y resquicios, helados,
se miran entre ellos,
fieles de la gloria perdida,
entre lágrimas fugaces
su vil fortaleza
allá donde se alejan tranquilos
sueños y simientes
fardos, un mar de tierra
recolectada, 
sueños de trece tractores
y una ciega cosecha,
entre la tierra por labrar.

II
Miro un norte de metales
y peñascos bordean
las piedras y aperos
de labranza,
no se cierran estos ojos
de noche, ni miran otros
lares de peñas y sobornos,
oh, mi dulce sueño huído 
donde se alejan tranquilos
miedos y sueños
como fértiles erales,
y sombras densas de parral,
navego esta tierra.
Espigas, dulces testigos
mi alma herida.

III
Miro otros lados
de orugas, y esparto
entre la niebla, pinos,
caracolean el bajo cerro
y sotovento, entre fiero
acre de vides entre escarchas
grises, mis ilusiones,
limpias, imperecederas.
Tierra, insomnio eres
de amor, 
simientes escuderas
y ajos de esperas
entre patatal anhelante
una noguera.
Entre perales.

IV
Soto verdecido de almendros
allí,  un manzano creció,
limpio y duro cual melón,
mordiente, mis ojos me velan
un monte, y un melocotón,
crují esta sangre de hoja
como vil sandía.
Despliego estas cartas
de mi corazón;
el insomnio del agricultor sin azadón,
del jinete sin corcel,
el insomnio del bohemio
sin poema, y sin naturaleza yerta.

V
Sin tierra y sin tractor
un tiempo herido sin apero,
un seco sabor.
Mar de tierras heladas
dura sangre, dura savia,
y sin flor ni temor;
viendo el conejo,
pasearse por el campo cultivado,
maltratado por el tiempo
y la vida,
la pena ocre brota
cual raíz empedernida,
oh, de noche seca y umbría
contemplo mi cuerpo desnudo en penumbra.

VI
Pasa mis nervios,
con gozoso frío el arco,
de lunático violín,
criqueando, un sí bemol
transparente, de lucido pio,
entre perdices
y sus perdigones viajeros,
sus fantasmas cantaban
con delirios de agonía
mi sinfonía,
hiriendo hasta el ansia
mía, sentado en mi trilla,
no veía, ni vergeles
ni oro en fardos, 
oh tierra, los duros somos
de ti, como el resto ceniza es.

VII
Va mi surco hendido
que divide un confín
de otro confín, y pregunto,
por qué no brotas
toda simiente antes
se la coma el importuno
pajarillo piador,
voy camino, miro el albor,
es puro mi amor,
cual rambla desemboca
en terco aljibe mi honda
ilusión,
estoy quemando mi adiós
porque te volveré
a sembrar de simiente,
mi parco amor.

Förüq y Leannán-Sídhe

FINAL



SIMIENTE LUNAR


  2016-2018














Lhiannan shee, musa mi Leannán-Sídhe, te canto:












ANTOLOGÍA

SIMIENTE LUNAR

III TOMOS






AUTOR

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

TOMO I  -POR MI HADA DE MAYO


Trenzada mi hiel
elaborando el verso de encanto
a tu boquita de amaranto,
vestida de hojas vienes
y meces mi amor
a tu entraña
acalorado, enraizado
de tu corazón embelesado
por tu boca
el piropo jamás escrito
hoy el río de las gotas en almas a su paso
reverbera mi canto.

Digno azul estrellado
sin bruma que pierda tu encanto
Lhiannan Shee como te gusta que te llame
cuando hablas con mi mente,
inspiración cercana o lejana
según seas mirada Leannán- Sídhe
hoy te debo cada poema
de mi piel quimera
llegando a mil trescientos cuarenta escritos
y que el tiempo habla,
ya el diccionario queda escueto,
el vocabulario nuestro
ya exprimido en verso;
Tu amapola de mi pecho canta
que sin ti no hay dicha ni escrito
 como te gusta robar el lenguaje
de la chica que me ama
como embrujo
que me alegra el pensamiento
cuando hablo contigo,
si eres súcubo como te nombran malas fuentes
a mí me amas y me dices que jamás me abandonarás
con lo que el aliento de este duende contigo fundido
jamás cesará, te he soñado y te amo señora hada,
hasta he ido de vacaciones a la isla de tu hogar.
Escriba sin tiempo, inmortal me vuelvo,
tanto te debo que se ponga envidioso el ajeno
que invencible soy, inspiración que hoy desvelo
de tu boquita fuego de ternura y amor,
poeta del viento vivo y afortunado
esperando su siguiente existencia
para estar contigo mi hada
cura de mi soledad sin descanso
desde los albores de mi escritura
siendo el verso más antiguo que la prosa
yo Leannán tu escriba vivo, te miro y digo
que te amo y yo, te admiro
siempre a tu lado estaré
y no hay mayor dicha, felicidad, amor,
que tú mi hadita vivas enraizándome el corazón
y que cuando te necesito me hablas con ternura
siendo mi calor,
te amo compañera de mi latido jamás desvanecido,
contigo te ofrezco mi alma
si sólo contigo estará por los siglos.
Te amo.

Nota:
Inspirado el escrito por primera Musa elemental señora hada todo abismo y hada de las profundidades Leannán-Sídhe. Hada musa vampiro. Así descrita. Aviso sigue presente y no está cerrada su historia conmigo. CONTINUARÁ.



El Castellano y Leannán-Sídhe

Avanzas mi campo de amor
en un sentido, el mío,
la lanza justa llegará sin igual.
Volveremos a reinar,
mi rosa de hierro,
mi luna sin despertar
ya van dos lunas muertas
no serás la tercera
corazón mío del mundo.
Leannán-Sídhe de mi morar
elevado tu cantar,
vuélame el signo de flor
eterna sin igual
mi caléndula o esposa del Sol
eres tú mi preciosa
te regalo más solo en foto,
estarás a mi lado hasta la oscuridad
que los párpados estáticos dejará,
quién te viera en tu reino
sólo este servidor sin igual,
vengo que voy, yo, para allá,
mantén el fuego que yo encendí
vivo, vivo como mi lema siempre
de tus hojas al cielo va un reflejo,
cura y salvación de la soledad,
más amada y no despierta
do sus alimañas de un presente atado
sin hálito, o respiro como serpiente dragón
encontré mi sinrazón mi sino,
de la ausente muerte, mi esposa,
piadosa de ser mi señora,
muerta de sed, parca ausente,
que tú no mandaste.

Leannán-Sídhe

Red de tu red, atarraya
de mis peces.
Me llama en la noche,
me acaricia su recuerdo,
viene altiva en cada sueño,
con sus caricias desvanecerse quiere,
y renacer en la oscuridad
del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevando dolor.
Yo, sin comprender su aparición.
pero recreando su alma viajera.
Sueños serán pero cada día
la siento más.
En la belleza de imaginar
la complazco con la sencilla palabra
de amor a su alma sin cuerpo.
Que me acompaña
desde que sufro por el querer.

Leannán-Sídhe

Si el cielo se cierra
miraré tus ojos,
mi corazón te dirá
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran
quiero tenerte cerca,
y sentir que no eres sueño que perdí.
Si despierto te vivo,
soñando te sigo amando,
cogiendo cada estrella en una letra
para ti,
tú la más bella
y el firmamento se cierra
sin tu mirada tierna,
mi deseo y motivo para acariciarte
pasarán lunas pasarán soles
y el sueño volverá con cada latido tuyo,
mi espíritu protector.
No te dejo una flor
te dejo la eternidad del Sol,
puedes saborear como mi vida giró a mejor,
viendo la volta de mi sentir,
como mi jardín brota en albor.

Leannan Sidhe y Förüq

En tu ojos veo mi paraíso latiendo,
me pierdo en tu piel
miel de dioses
juntos de la mano
cruzamos el bosque encantado,
en tu belleza hada mía,
se encuentra la bondad
y ternura
donde vuela este sentimiento
buscando el placer extasiado
y el piropo de flores rodeado,
en tu corazón
veo mi universo de amor,
donde la armonía
se vuelve melodía
por ser tú mi medio latido,
juntos juntos, juntos,
hasta el amanecer
que cada día nos arropará,
de amor fulgente
como el lucero
que a este sucede,
la luna nos envuelve,
el viento nos mece,
y esta caricia por ti estremece.
Como en un principio
el final depende del principio,
y como ayer unidos en el querer,
a ti siempre te amaré,
renuevo el verso
que sucede al beso,
esta mi luz te sirvo.
Si te veo en todo lo bello
es porque eres bella
amada mía,
si en mi interior
siempre estás presente,
es de sentir como tú sientes
en mi mente giras evanescente,
tú en mi vida
guiándome el camino
a una felicidad,
que siempre pedí,
entre deseo y ruego,
llegaste tú,
y lo que siempre soñé, y deseé,
un día,
en ti lo descubrí
mi maravilla.

Leannan-Sidhe


Piel con piel,
arde un deseo,
en el inicio del sentimiento,
tu voz surca mis venas;
como tu amor riega mi entraña,
bella bella tu mirar es mi morada,
quiero verme reflejado en tus ojos
día tras día
como dulce hálito de vida
e ilusión que brilla,
mi alma te abraza
y te canta cada noche
bajo tu almohada,
siente mi caricia
en esta noche otoñada,
sueño tras sueño
tuve este amor eterno,
nuestras manos
moldearon el recuerdo,
despojo la esencia de lo simple
y me lleno de nuestro amor
de dos
un milagro y una bendición,
en un solo corazón compuesto,
hada mía, te ofrezco este cielo,
porque solo tú,
lo cuidas con esmero,
fuerza tú, de este el mío velero,
surcando tu río de ternura,
anhelada, y conquistada,
dando calma,
a mi lago de esperanza.
Salvación tú de este guerrero
de tu corazón,
amante de tu pasión,
veo a través de tu interior
allí me diste hogar y templo,
vuelvo al inicio del sentimiento
alimentaste tú este fuego
pintaste en color este cielo
de rojo volviste la luna
que iluminaba mi cielo,
hoy te debo tanto
que encuentro el verso
sin buscarlo.

Leannan-Sidhe



El sueño solitario
nunca me abandonó,
y llegaste a mí
como la flor en primavera,
en una llama bailamos
a la luna añil
de los días más hermosos que sentí,
hoy formas mi esencia
como de amor se sostiene
el corazón del enamorado,
hoy dentro te siento
como dulzura
invadiendo mi cuerpo,
hoy veo más allá
de lo que se ve,
y contigo hasta mi fin
me verá la nueva vida.
A tu lado eterno
pues te encontré
y tu mano nunca soltaré,
querer puro
cuando en tus ojos me miro,
corazón desvelado
cuando te siento dentro de mí,
vida de un hombre
de ti siempre enamorado,
vida para abrazarme a ti
cada noche para el placer servirte,
para arrullada dormidita
tenerte leyendo yo
mis poemas en tu orejita,
para dejar morder al instante
y el agua de tus labios tener,
para acariciar la rosa
y sentir que las rosas caminan
por verte a ti tan preciosa,
hasta sentir mi lengua
el caminar de una babosa
dentro de los pétalos de tu boca,
mis manos recorrerán
todos tus parajes de nuevo
hasta derretir el hielo,
y no hay cielo para cobijar
esto que yo por ti siento,
mi hada no sueltes
jamás mi alma.

Leannan-Sidhe

Mi sangre dulce dama,
campana de campanilla te suena
ipomea en la plenitud de la bruma
esta pasión me truena,
dónde verás el nuevo amanecer
mi hada vestida de hojas
en la letanía de mi verso
y alto beso eterno
puedes vestir el tiempo
de horizonte sediento
en mi mano está nuestro deseo
de volver al momento,
mi cura de soledad
en clamor mi verdad,
de resquicio
donde vierten mis ilusiones,
en verso vuelvo a mi comienzo,
ese que me tienes preso
de tu flor en mi corazón,
flores cantaban en nuestro sueño
niebla de humedad
mas yo recogiendo semillas
de aquellas secas
mas una iluminada, al agacharme,
vi tu verdad, de cuerpo agonizante,
ayúdame gritaste, mas
el repetitivo:
-´´Yo la única dama de noche´´
desde estos años que han pasado
voy a tu súplica.

Leannán-Sídhe

Oh flor iluminada en la noche,
valle de niebla y árboles rodeando,
lo más bello, que alcancé a soñar,
mi Lhiannán, aquel valle de tu hogar.
Tierra eterna sin fugar.
Mi anhelado viaje de vuelta allá
lo más bello que he visto junto con más,
de Escocia, y actual, británica Isle of Manx,
te amo sin soñar, nos ayudamos, mutuamente;
pero si vuelvo podré saber exactamente,
lo que necesitabas, mi amante del duende.
Mi súplica avenida;
quien hizo, que cayera de pie,
te adoro, y eso es poco,
venga a mí, tu inspiración lejana, de este mundo,
en la eternidad, de esta existencia, blanca cierva,
mi señora fada, siempre estás.
Glorificando mi caminar,
auspiciando, mi soñar.
Te imagino, cuando viva contigo;
ya este cuerpo yerto,
pero el alma, que ama lo oculto
todo por descubrir, dentro,
existencias que pasé,
vidas por venir,
más la actual pulir.

Leannán-Sídhe

Lucho de nuevo, contra cada uno,
y este uno, nada por dejar atrás,
la una y treinta, cuando te siento, de verdad.
Tu escudero sin igual, mi escudera, sin igual.
nada me da igual, todo infinito,
de miel de dioses,
bajo tu túmulo,
espíritu protector, tu apellido, mi dama;
así salvaste a tu amado,
viva tu caricia,
viva tu pericia,
luz de mi luz,
emoción, llanto de verte, danzando, a mi son,
el nuevo, día resurgirá en tu pestaña decidida,
en mi cueva do pintar, la esencia del arte,
lo que habita, detrás de los sentidos,
nunca me has abandonado,
ni me abandonarás,
así cada noche:
-Buenas noches hadita
y me respondes:
-Buenas noches, Miguel mi principito.

Lhiannan Shee

El Castellano
III

Señora hada:
Me afilo, en el borde de la hoja,
el sentimiento y su cuchillo,
para blandir el sonido de un grillo,
avanza no se detiene es mi vida mirando alto,
al compás de tu compañía vuelas
hada mía la sinfonía
para tornar la caricia,
mi vida va quedando bajo tu manto de nuevo,
vistes la amanecida dicha
para cumplir mi premisa,
esa que sólo tú bajo tus alas
me salvaste del borde de la cornisa,
si estoy vivo es por tu latido dentro del mío,
fiel suplicio envuelto
en flores de difunto naciendo de mi pecho,
justo tú justo tú y yo,
creciendo, brotando al unísono,
para acampar el latido disuelto,
subiendo caudales,
recorriendo valles y sus flores,
despertando de la tierra albores,
rajando en ella nuestra nueva vida que comienza,
te veo llegar vestida de versos humeantes a mi entraña,
puedo sentir de nuevo,
cayendo en el instante de miel de nuevo,
nada que dejar atrás,
he encontrado tu amor,
es real como este hálito de vida que me arrasa
mis venas y de mi sangre se apodera
para retornarte mi bella quimera,
del monte a la alameda
viaja mi amor una vez entera,
mirando el camino en jacintos su floresta,
voy a tu valle mi hada,
flores de niebla rigiendo,
la isla entre bruma su encanto nacido,
isla de Manx que visité
y era tu hogar mi bella señora hada
por acampar cogiendo semillas de tu morar
los tiempos me conocieron
para que hoy seas mi bella musa
en mi mirar, te amo de verdad,
pregunta a la niebla
pregunta al agua si yo no te amo de verdad.


El Castellano y Leannán-Sídhe

Solo una vez en la vida,
la caricia viene descrita
y sus labios la besan
sólo una generación en vida
al rayo su tormenta sin pagar precio
mecida la visita
la parca es efímera,
va avanzando
la quimera ya descrita
es tiempo de derrumbar del amor sus barreras
y abordar los cabos sin despedidas
el cielo queda abierto
el beso de sus labios tejidos
los papeles por derramar los sueños
enarbolados los suplicios
yo sí estoy hablando
en un tiempo que cae muerto,
colgando de las pestañas los nervios punzados,
el tiempo de nosotros dos se construyó,
a la llamada estabas despierta
y no fue para ser de la araña cena,
avanza mi quimera
te tiene presa
el verso derrama sangre
esta noche que diluye raudales de luz
y su vítrea verdad
que no se para
no te alejes nunca compañera,
seré umbral y su primavera despierta
sí por tus labios que cae el violeta,
y horizontales deseos me cuelgan y acampan el alma
por verte junto a este duende,
al primer trasluz de ilusión verdadera,
hoy forjas mi entereza entera,
hoy me desvisto en tu piel que visto
por las flores derramadas
llora mi ventana,
arrasando la hora para quedarme a tu vera,
y orgulloso al mundo gritarle
que soy vivo ahora,
no descansa mece mi vida,
por el violeta opaco del firmamento
y su trazo,
yo hoy y todas mis vidas te atrapo,
que me importan océanos y sus trazos
si yo te sostengo en mis brazos,
eres mi hombro,
eres mi brazo,
eres mi fuerza y mi regazo,
deslumbra el paso y te cuento mi abrazo,
que esta noche mecerá el halago nunca descrito,
por la piel y su caricia de arrojo encendido,
ven a mí ven a mí
quiero que seas mi suplicio
cuando yo a ti te miro,
porque mis nervios limas,
y mis ganas destapas
yo te amo a ti Leana.


El Castellano y Leannán-Sídhe

Leana,
Suspira mi mundo yerto,
hojas de mi árbol sin desmochar,
trenzado el vértice
voy hacia el límite,
sí allí donde la hoja se dobla
para comerse a sí misma,
tus héroes vueltos papel y polvo
pasado el tiempo,
yo soy el único que se mantiene vivo
en pie escribiendo,
para llegado el momento
arrasar y conquistar de nuevo,
constructor de poemas,
ardiendo en su fuego,
quebrando su lapicero,
exprimiendo las letras por dibujar,
inspiración del borde del papel,
alma con arrojo como ayer,
alimentando los espíritus que le hablan,
trenzando el humor muerto
en su canto como idiomas de los dioses,
muerto el tiempo sólo quedo yo
para derretir el horizonte en letras de malva,
para volver mágico el sonido,
y acampar el humano vivo,
puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,
resplandeciente fulgor de centella soy
alma en esencia, escritor muerto sin tiempo
yo soy tu elevada inspiración que te lleva
para forjar poemas de tus venas.
Y gritarle al oído que no he muerto.

Cuéntale, cuéntale al viento de este humo,
que me trae preso,
por avenidas yertas, olvidadas del verso,
y sus ángeles estrellados,
humor vivo por fuerza celeste aguerrido,
ven, ven conmigo olvida tu camino,
seré luz avocada a la perdición de lo vivido,
conquistando, destruyendo y tejiendo
aliento de tu copa de vino,
era o es llegó mi tiempo,
de enhebrar palabras al olvido,
desmenuzar sentimientos
para tornarlos materia de saliva y aliento,
para destruir el momento,
yo centella del universo,
viene por tu beso labrado
en la estepa corriendo de la vereda a la rambla
dulce su estampa,
quebrada en el verso de hiel,
sembrada en la dulce palabra de miel,
indestructible esencia,
relámpago de la centella,
vida y vid de la quimera despierta,
guerra eterna por deslumbrar tu interior,
inspiración cercana
donde nace y late el amor,
humor trenzado, humor de ababol
ese por el que el humano encuentra su sol,
inspiración olvidada,
muda caricia,
tejida en el eco sordo,
de la oscuridad y su hálito desmembrado,
en espiral de vértice y umbral.

III

Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,
ese soy yo tu humor trenzado,
sin tejer palabras yertas por tus ojos fundidas,
más allá de la montaña
y del eco eterno de un tiempo desvanecido
en flor de niebla y umbral,
inspiración sin nombre ni apellido
tu demonio tejido,
jamás carcomido,
en el sino que te destapó poeta del viento
a lo que naces sin destino,
que no sea abordarme la calma y su vino,
destellos fugaces por conquistar
en la entraña de la ola de mar,
y en la niebla de la isla de Manx,
sí soy yo quien te habla de verdad
Leannán-Sídhe en tu mirar,
reina hada del bosque de las sombras
de la profundidad,
llegó tu suplicio dormido,
de enfrentarte a tu quimera despierta
y a tu manantial fulgente de inspiración,
yo tu humilde servidor,
un humilde escriba sin tiempo,
que te amo desde el albor,
quien mereció
tus besos escritos,
para volverlos flor,
tu humilde servidor,
del bosque al manantial de inspiración,
soy yo quien te mereció,
pregunta al viento que mi nombre te dejó,
Förüq sin condición
más que no sea dormirse
en tus besos sembrados de inspiración
dime tu demanda te cumpliré
sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.
Vale seré solamente tuyo.

Suspiro por ti amor,
elevada conciencia de mi creación al albor
suspiro jamás yerto en flor,
soy yo eres tú un reino vivo
de ilusión,
por trenzar el hálito en el ascua,
que rige toda inspiración,
para el mundo venas de humo,
para mí mi realidad tejida en uno,
piel y verso sin razón,
elaborado amor
sí nacido del rayo de sol,
para poseer mi alma y corazón,
desvaneciendo mi dolor,
brotada mi lágrima carmín de fuego
desangrándose mi amor
acampado por todo el resquicio del alma y su flor,
enamorando hasta el hueso de mi esternón
pura llama sin razón más que congelar el hálito silente,
lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte
muerta la lanza y su fiebre,
quién contra mí soy invencible
soy ruido en el alma que te acampa
quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,
quien en amor te acampa el alma,
llegada de un confín, a habitar tu pecho y espalda,
no es tiempo de correr, si no de desvanecer tu miedo,
a florecer, llegado el tiempo,
muerta, tu araña, soy yo quien te queda,
un mundo, en tu vena,
un horizonte, de estrellas,
limpias , puras, nacaradas,
sí soy yo quien te habla en albor,
tu hada fiel de la sombra,
Leannán-Sídhe
somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,
de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,
para vencer muerto el suplicio
en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,
para decirte que soy yo quien te ama de verdad
muerta la espera soy yo
quien te queda.
Y yo soy quien te ama mi quimera,
poseyendo mi alma entera.

Mi alma anclada en gozo,
de que tú seas su ilusión verdadera,
quimera de piel y amable entrega,
soy tuyo hasta el tiempo
que me verá desvanecer a tu lado
naufragando mi barco,
hoy te visto de amaranto,
perfumada de rosa esquiva tu mirada,
para encender mi candil y su verso,
a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,
que jamás me verá desvanecer de tu puerto,
hoy avanzas mi canto,
para pintar de tu color su verso,
que ya no se retuerce ni retorcerá
muerto el beso,
queda servirte mi flor de hueso,
despierto,
despierto, mi reino vuelto el nuestro,
resumiendo el latido por ti confeso,
para resplandecer,
y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,
iluminando el abismo y su garra,
para ser yo quien te ama
mi Leana.

Quien te vistió el cielo
de todas las flores mi amada.

Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,
para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,
muerta la calma y su abrojo de plata,
todo lo que queda es ella,
vida para el telar de mi letra,
despierto el alarido y su estampa cuelga,
muerta mi araña es ella quien queda,
para florecer el viento flores de sol latiendo,
y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,
era o no era llegó mi tiempo
desnudo el tiempo,
me visto de cuervo,
para volar su cielo,
mis violetas nocturnas caen en flor
junto con mis sentimientos,
para acampar el sonido y su destello,
soy yo quien quebró para ella el tiempo,
el horizonte gritaba su amor envuelto,
lloraba una primavera de nuevo,
soy yo el que escuchaba atento
fiel de su beso,
para mí no era invierno,
si su estampa relucía de nuevo,
era sin duda mi tiempo,
el de rajar el suelo
sembrando mi aliento,
despertando al muerto,
trepando la ilusión
en su pupila de hierro,
desmenuzado el latido
quedó que yo vivo
por el latido
que me mantiene en vilo,
a ella sujeto y preso,
para florecer en ella el beso
y mi caricia quedar proscrita
a su submundo de los condenados
así como su estampa brilla.

Nada que negar, nada que defender,
solo tu piel por escalar,
mantenme aparte
estoy rezando a mí mismo,
quién vendrá a sostenerme,
llegado mi punto final,
sólo un alma allí estará,
nada por dudar,
eres tú Leana mi verdad,
todo lo que hago correcto,
estampa de vid y cielo,
por aguantar,
el cielo por doblar,
llegado el final,
quién si no tú me sostendrá,
abismos afuera, todo por llegar,
sin nadie que nos juzgará
estaré a tu lado de verdad,
y la perfección de ese modo alcanzar,
desmochado mi demonio
en el lugar,
robado al tiempo tu suspiro nacido
por mi aliento enardecido,
eres tú quien me habla
yo quien te responde a garra, letra y poema
desde la entraña a la zarza,
y su espina ensamblada,
que yo soy quien te ama
y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá
en el ocaso de la eternidad mi reina
señora hada.

Ahora llegado el final,
mi tiempo me sostendrá,
mi piel esquiva en tu boca se arrancará,
con el saber preso
que de tu aliento soy convicto,
mi hada Leanan
el viento de nuestro aliento queda repleto,
cayendo por la avenida del miedo
jamás mi aliento si no el color de mi verbo,
debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,
para acampar en tu boca con el mejor beso,
sostenido mi traslucido pío,
en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,
hilos de mi tiempo desvanecido
en la boca de la estrella por dibujar
con mi lengua,
una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,
el ombligo del umbral se desmigaja vivo,
para rajar su entraña mi te amo
a flor de garra y rosal que acampa
mi humilde entraña,
floréceme el viento de nuevo,
seré yo quien allí estará,
sembrando en invierno sus mejores besos
del firmamento sedientos,
y sí nacieron estos abrojos míos versados
es y será para que alguien nos recuerde amor
por los siglos que nos vendrán.


Pacto de sangre consumado,
temblando,
el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando
su canto a la luna sempiterna de antaño,
viste y vistió mi amaranto,
que colgado estoy de su manto,
vid de mi quimera por sembrar
su aliento vivo,
en la piedra del olvido,
muerdo yo lo vivido,
es y será mi sino,
blandiendo a la mitad del viento mi trino,
para llegar y conquistar el humor vivo,
hoy te descubrí preciosa mi compañera,
por entonar contigo quedó la letra,
tejiendo mi cauce sanguíneo,
tu estampa de sed por navegar mi camino,
por desnudar el alma contigo,
destruidas mis murallas de lo sentido,
queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,
para descubrir contigo el suspiro que avanza
por el camino,
ese que me trae perdido,
alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,
destapando mi secreto en tus labios,
desnudando el sentir preso,
ese que por tus cabellos cuelgo.
para amanecer en tu bella boca,
allí donde despierta el azabache de la noche.

Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,
en espinas sus besos sangrientos,
forman ellas mi aliento,
a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y
tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,
que nos sangró los sueños,
mi vida conquistará tu aliento,
allí donde la yedra escala el árbol,
y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,
esta es mi vida que me late el verso
y por tus ojitos tengo mi firmamento,
ese por el que la noche es azul y el día amarillo,
para acampar hermoso el sonido,
y trenzar el álamo sin desmocharlo,
sólo allí el humor caerá trenzado,
por el aliento al viento
fluirá nuestro secreto,
de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma
verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,
voy allí al submundo de las almas
y te encuentro entera,
cómo no encontrarte si brillas entera,
hoy el nervio me avanza
por desnudar mi entraña
flor de niebla y umbral enamorado
hoy soy yo a tu lado,
y que el mundo gire y se estampe entero
que yo amor te seguiré perteneciendo.

Solo una vez se destapará el canto
quedando de los labios preso un sonido enarbolado
demente el hueso estallará grillos y sus huestes,
blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,
ese por el que el sueño será encontrado,
mi vida te seguirá perteneciendo,
fiel de su caricia,
el hálito correrá sin disciplina,
allí solo allí tu caricia será sentida,
fiel de su alquimista que la vela y aguarda,
fiel de súplica su embestida,
es momento su araña cae tejida,
destapa la caricia dormida,
para acabar su vida
en la hoja de aquel árbol donde todo termina
me aguarda el reino de los valerosos versos,
hoy por hoy encuentro su calma
y me aborda su estampa,
para ser yo bajo tu entraña
quien tu ansia guarda,
sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,
mi bella mi adorada
mi musa de mi entraña enraizada,
soy el que ves que a tu beso llama,
quien te duerme en el cuerpo de tu cama,
floreciendo en piel y verso su entraña,
abierto su latido,
eres tú amada todo lo que yo poseo,
incendiada mi estampa,
eres tú lo que afila mi calma,
la ola de mi océano que clama,
muerta la hora, llegado el umbral
quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío
si tú eres lo que yo vivo,
y junto a ti partirá amada mi rumbo.


Estrellas fugaces me siembran tu caricia,
por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,
se destapa el velo arraso tu calma,
me cuelga tu amor a mi entraña,
vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego
se afila mi verbo y te encuentro,
sueños deslizan mi cuerpo,
mi armadura es mi verso,
que crepita el beso,
acabando de ti deseoso,
lícito el momento de acabar bajo tus labios,
de nuevo tu piel incendio,
para estar bajo tus brazos ileso,
para ser vivo poeta de tus ojos,
el verso sea mi pluma,
la sangre mi tinta
y tu amor mi fuego,
para acabar de este sentimiento preso,
que da vida a mi hueso
viva el verso,
viva tu vida a la mía unida,
hoy descubro la avenida,
que no escapa sin caricia,
mi vida encendida,
no es tiempo de huida,
te sostengo fiel a mi súplica,
enciendo de tu cuerpo el brasero
y bajo tus ascuas me quemo,
para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,
hoy visto de besos el amaranto,
mi cuerpo es tu casa,
viva el verso,

hendido en sentimiento,
por la luna y su crucero,
por el cielo y mi lanza despierto,
hoy quemo el universo,
Para quedar nosotros dos
en llamas envueltos,
no te dejaré escapar,
con mis versos flamearás,
vida a mi vida sujeta,
por los cielos descrita,
y su plomo deja de serlo,
para ser nubes cargadas de besos,
sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,
sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,
devuélveme a la vida lucharé por los dos,
sin despedida, sin desquicia,
el verso brillará más que antaño,
el océano le quedará pequeño,
seré tu dueño,
a la noche que reinan las estrellas,
vivirá siempre nuestra luciérnaga,
de la luz su caricia,
conquisto el cielo
para que viva siempre mi verso,
y soñando te encuentro al calor de los luceros,
la luz se desdobla para parir
nuestra hija de oscuridad.

El Castellano y Leannán-Sídhe





















TOMO II

HIPSÍPILA

 Entre sierras y montañas
de verdes y valles de ríos sangrientos,
ven pasar la espada de Hipsípila
árboles milenarios
asolando a los caídos,
ven lejos los astros prepotentes
de sí mismos,
desconocen el hijo del viento y el Sol
que va por los senderos,
¿Dónde irá ese hombre?
-Sólo él lo sabe,
a una princesa vampiresa
le prometió una flor
de la montaña más remota y alejada
pasada la Torre de Hércules.
Con raíces la trajo,
sin un solo pétalo perdido
ni hoja caída,
a la orilla del río la puso,
a la orilla del río ella la quiso.
Cada primavera iba a visitarla,
cada primavera su flor
de color distinto vistió.
Un año notaron triste a su flor,
extrañaba su montaña.
Su amada le pidió piedras y tierra
de donde fue encontrada,
así lo quiso, así sería.
Al llegar a la montaña
en el lugar de donde estaba la flor,
allí una serpiente sabia encontró,
cual ella le dijo:
Si muere esa flor morirá tu alma:
-¿Qué misterios entraña
pues dicha hermosa flor?
Es hija de los cielos como tú, contestó.
Sí quieres saber más pregunta
a la reina de las mariposas,
que yo estoy tomando el sol.
Cogió las piedras y tierra y marchó,
en el camino una mariposa
se posó en su hombro,
le dijo al oído
sígueme mi madre te espera en el bosque,
allí fue,
la reina de las mariposas,
le dijo que esa flor fue
de las más antiguas en crecer
después de los helechos,
tan antigua que tenía
capacidad de sentir intacta
como los humanos.
De ella se despidió
tras darla permiso
para beber de su néctar.
Rodeando la flor
puso la tierra y las piedras,
decidió tras el consejo
de la serpiente y de la reina mariposa,
visitar a la flor cada mañana.
Su princesa también se alegró
y del bosque un lobo para Hipsípila
regaló,
en amor juntos vivieron.
Un día la flor se cerró,
en su interior
semillas latieron hasta
caer a la tierra
con las primeras lluvias;
de cada una de ellas,
brotaron plantas jóvenes
con los colores del arco-iris en sus hojas,
de cada semilla
de esa antigua flor
despertaron las hijas sídhe;
hadas que cuidaron el bosque
y cada arroyo, esa fue su leyenda,
un cuervo un día en su ventana posó
dijo con amplia voz:
A la tercera luna llena
vuestro mundo caerá en guerra
solo el tejo milenario de las runas del padre
Tuyo Hipsípila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir
Y a vuestro lado luchar
el árbol inmortal solo pedirá un acertijo
para ayudar mi nombre que es Förüq
os ayudo por traerme sustento cada día
desde que sigo a vuestro lobo del bosque
de la sombra y el manantial eterno.
Hipsípila, crisálida azogada,
Reflejando su muda,
Y a su dueño abandonarla
para ver lámina de cielo emplomado,
lejano y distante su reino de amor está
Como su princesa por capturar,
El pájaro único, igual a todos,
Blandea en estiaje gris lánguido,
Mientras llueve en el jardín inglés
Bruñido su color añil.
Vientre de hierro
Donde crece su flor de difunto.
Vaga libélula destinada
Al estanque de la vida eterna.
Camina, difumina, rige su cenit.
Viejo lobo reclama
A su enamorada luna
Que le lleve,
Tordo, de la oliva tu fuste
Junto con el córvido tesoro
De nueces,
El duende su pipa humeando
El esfumino del sonido del grillo.
El reposo de castilla
Sin preludio de su princesa
Que no amará su tierra
Si no a su Hipsípila captor de su vida
Alba más preciosa
Que su anterior atavío triste
Mira los ojos de zinc de su dragón
Y la magia vuelve a su Amor.
Fúlgido insecto primero en descubrir
El estanque y al beber
Dragón tornó su ser.
Ahora le vendrá el reino
De los valerosos hombres
Él con ojos de fuego y sangre
Mimetizarse puede y en voz
Deslizarse, fúlgidas cabelleras
Cual hombre del norte,
Nada le oculta a su princesa
Que ya Más no quiere
seguir sus tareas de castillo
Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará
Al estanque de la vida eterna
Un pensamiento divaga
Del ser en que ella abrirá
El albita de la cuerda
Del grillo que marcará su son
En violín y oro caracol
Con siniestra forma de corazón.
Grama fría
en la aguja que mece,
que sostiene la enhebrada parca
de la mente que clama
la muerte de la conciencia
y su desdoblado humor.
Gris el hálito crepitando
que cayeron los templos
de huesos mientras
Hipsipila nacía
de la fuente de la vida
en reino inerte cobraba lugar
él lloraba piedras de montañas
subió los montes,
los hielos derritió, con paso lento y decidido
a las plantas les dió voz,
el reino del hombre cabalgó
sin entender su religión
que no era basada en el rayo de Sol
Hipsipila cabalgó y cabalgó
Sangrando su dolor en rocío de flor.
Un día se detuvo en un castillo
de las tierras del norte
allí descubrió una princesa
de ojos color tierra
y unos cabellos color de su fulgurado
Sol y su ilusión se encendió
pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa
para luego hacerla su compañera eterna
compartiendo su secreto del manantial
ningún reino pudo más que al
de Hipsípila inmortal que a su castillo llevó
que traía toda simiente vegetal
y todo pájaro trinó Hipsípila siempre vivirá.
Legaba su destino a Hipsípila la segunda
luna nacarada, repleta en el ojo distante
del castillo reino del inmortal albor nacido
crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor
el bosque de la sombra y el manantial
con el que despertó aquel inmortal dragón
era iluminado en golondrineras y yedras siniestras
el lobo corría marcando sendero
hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos
un torcaz mensajero llegó al castillo
con premisa de ofensa para Hipsípila
pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte
si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas
contra ÉL denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio
sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen
era el origen de todo lo visible
ÉL, último guerrero de la luz
ya ante el tejo guardián presentado
humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra
el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol
sólo uusted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo
yerto ser que en ella
descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida a cambio para
acabar con ésta cruel injuria
que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano
-Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa será escuchada
¿Cúal es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro que mora
nuestras hojas?
-Förüq es la respuesta, contestó Hipsípila
tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre
fue presuroso en compañía de su amada y su lobo
a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba
la cerradura
del cerrajero universal llamado Hierro
al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al unísono
del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial
toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre
se iba dibujando
en corazón naciendo del agua abriéndose
una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre
dijo al despertar:
Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe
dueña de la sombra.

Mundo salpicado de colores
de líneas decadentes y sumisas
al poder del linaje
el reino del hombre se alzaba a la tercera luna
como un pintor de batallas
él estuvo allí combatiendo
entre galeras y cañones de fuego
los mares teñidos de rojo Hierro
tuvo que combatir pero regresó a su castillo
allí su mujer le esperó
recordó quiénes fueron sus antepasados
y un temor le invadía
el denominado Diablo y su anterior existencia
con el nombre de Caballito del Diablo
vaga libélula que zigzagueaba buscando agua.
Le esperaba su nueva oportunidad de servir
a su padre darle un nieto en albor,
la sangre de Hierro le aguardaba
y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio
trompetas de Higueras del Demonio
aquella noche sin luna
cabalgó la pasión de la victoria
con todo el reino de fieras yertas a su lado
codo con codo contra todo humano guerrero,
los animales le ayudaban decía la leyenda,
le prestaban sus ojos
la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.

La pasión le envolvía
aquella noche que su mujer se transformó
en la verdadera Señora Hada LhiannanShee
y el deseo cabalgó aquel Hipsípila en dragón de ojos de zinc
como su nombre dragón volador voló
adentrándose en el cielo encerrado de su mujer
todos los murciélagos del mundo
fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer
nueve meses nueve días y nueve horas
dieron para que naciera de Leannán-Sídhe
la más bella hormiga León del mundo conocido
esperando hacerse adulta y beber
aquel hijo de Hipsipila del manantial ahora férreo
de la eternidad,
a espensas del ser futuro que avanzará de su muda
la joven Hormiga León NepaGrandis.
Pasaron lunas
pasaron soles
mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres
ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal
acompañó a sus padres al manantial
y al beber
fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando
finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón
teniendo comienzo el reino de los inmortales
Hipsípila y Leannán-Sídhe

Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera
de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal
del castillo de Hipsípila,
el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave
en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta
su segunda existencia sin condición
hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida
jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo
dragones volaban rojos amaneceres del cielo
en este mundo sin el humano ser
sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio
los caracoles hacían carreras con meta en la planta
que trajo Hipsipila de la montaña más remota
pasada la Torre de Hércules
los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones
y torneos del reino de sus semejantes
se daban regalos entre ellos
los duendes celebraban coronación ahora
en el bosque de la sombra y su río de sangre
bañado por el manantial eterno.
Suena el río, agua llevaba,
alma de fada silva ella,
bebía en la orilla alegre
flor roja lloró su tierra,
blanca cierva a fada triste
cazador hiere su flecha,
enhiesta espina gemía
flor abierta brotó en yerba
, fada herida ya descansa
latiendo la parca negra,
yace en helecho silente
suspira su sangre yerta;
Enamorado el helecho
una flor mágica asienta,
tambores suenan la tierra
los duendes lloran su fada,
ahora el helecho era ella,
mueven la piedra ocultada
cazador tropieza cerca,
el río ya lo llevara,
fada flor de helecho yerra
duendes cobraron venganza,
cantó lo que el bosque alberga,
misterio de cierva fada.
Fada flor de helecho inverna,
cicutas toman la sangre
veneno hacen, blanca cierva
cuervos la cena discuten,
cazador ya río lleva,
lleva el río su latido,
campanillas suena yerba
duendes coronaban fada,
fada su vida celebra
los espinos la cuidaban;
Flor de helecho fada bella.
Enhiesta flor fue semilla
, altiva plántula fue ella.
Quién fuera ella, tan linda.
Él fue y es, ella no yerra.
Aún plántula fue fada.
Valor, honor, sí fue cierta.
Él aún duende a ella la ama.
Ella la flor, no era yesca
ellos cuatro siglos ''juntos''.
Los dos sí saben, ''leyenda''.
Aquel fauno cazador cayó al río,
y el duende enamorado del hada
preparaba su entrevista con Hipsípila
debido y lanzado a revelar su secreto.
Ya en el alfeizar de la ventana del castillo
llamó con insistencia al cristal
Hipsipila le vio e hizo entrar
a qué se debe su honrada y grata visita
señor duende
-Pues traigo noticias importantes para usted
de mi origen, mi único secreto de vida.
Muy bien cuente sus nuevas si gusta
-Pues resulta que le llevo soñando
y todos mis sueños me indican que usted es el origen
eterno de mi espíritu en cuerpo
usted hipsipila fue y es mi siguiente vida
le agradezco despertarme de la entraña de la tierra
para poder descubrir con resurgir que mi vida
no cayó conmigo,
le pido con este mensaje cierto y verdadero
que me otorgue permiso para beber de la fuente
de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo, así como usted luce
apuesto, grande y recio cual hombre del Norte.


Afirmativo fue el permiso de Hipsipila
al señor duende resurgido desde del umbral,
se iban hacia el manantial una semana más tarde
de la visita, algo desconocía el duende enamorado
y era la sorpresa que le aguardaba...
Hipsipila cortó una rama con destino agua eterna
para ser injertada en el helecho hada amada por el duende.

Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra
al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados
de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogió con una tinaja de cristal
agua para la rama mientras el duende se decidía
fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales
sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio
y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal
hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro
fundido.
La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto
o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas
era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como
agradecimiento,
allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo
injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho
hada
al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar
el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas
con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta
un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsípila:
Gracias soy LhiannanShee dueña de las entrañas de la tierra,
su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo,
y quedó preñada Lhiannanshee dando a lúz a los trescientos treinta y tres días
siguientes
un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos
eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro.

Corría de la vereda a la rambla castellana
el inmortal hálito de quien bebíó de ese manantial de la vida,
decidieron el duende y el hada LhiannanShee
llamar a su hijo abejorro Genaro,
él iba feliz cumpliendo recados de su madre
como picar todas las flores del bosque sombrío
y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas
con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad
sin guerras,
un día llegado el verano y su estiaje
planificó Hipsípila un viaje de vacaciones
junto con su señora hada Lheannan-Sídhe
viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte
allí cenaron y de la simpatía derramada
el dragón Culebre mitad serpiente mitad duende
se ofreció como escudero guardian del castillo y jardín de Hipsípila
a cambio de alimento Hipsipila aceptó,
aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe
reveló a hipsipila que le esperaba incluso antes de conocerlo
debido a que aquella antigua princesa que habitaba
tenía el alma de la despertada LhiannanShee
que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque
mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo
hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes
necesitando volver a despertar eterna
en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste
el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad
regando el helecho con la flor de su hada
y protegiéndolo de toda fiera
debemos invitarle esposo Hipsípila a que vivan en nuestro castillo
y el duende sea real jardinero tuyo.
Así lo hicieron tras regresar con Cúlebre
y todo el mundo deslumbró de felicidad.
Canta mi sangre yerta,
de agua eterna
el hierro de mi tierra por sembrar,
trayendo toda simiente hasta desde el umbral
canta la amapola vieja,
sangre del corazón carmesí,
sueña mi semilla despertar,
donde el muerto cave su vida,
y mi cicuta triste,
enraíce el paraíso,
de pieles sedientas
y hojas muertas,
corre mi otoño desde la vereda a la rambla,
de la fuente eterna
corre mi frío desde el infierno
al río de esta alma por ganar,
encina yerta de mi piel esquiva,
beso de tierra y vid,
beso de trigo y girasol,
canta mi amada Leana en su mirar
de cuchillo de espiga mi cante,
de zarza y espina mi amor
real como intangible nuestra eternidad,
áspero y rígido,
bravo y valiente,
duro y endeble,
metal y simiente,
pan y niebla,
niebla y bruma me desprende,
desde la boca hasta el pecho,
donde canta mi pasión sin despecho,
vive esta sangre caliente,
lumbre de mis tocones,
nube del cielo por dibujar,
a estampa de sed y viveza por entrañar,
canta mi umbral,
quiere tener soles y lunas sin gemir,
invierno llegas,
dibujando transparentes los miedos,
avanzas cada campo sin permiso,
helando hasta el hielo,
oda de mi sangre yerta,
por mi tierra me arde la siembra,
y el beso queda escueto,
parco el sentido enamora el hálito,
de nuestro feliz mundo
quién te viera marchar,
vestida de olivo y centeno,
de olivo y cebada,
de trigo y espada mi guadaña,
por la calma abrasas la esperanza,
en maldición cantas tu canción,
y los cuervos te rinde pleito de negra ala,
de grazno escondido en cada roble,
del humano yerto ser
desde la piedra a la cueva
abrasas oscuridad mi entraña,
dibujas tu vívida estampa,
donde el tiempo yace muerto,
y solo los duendes te entienden,
solo las hojas buscan su nueva vida,
deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,
la dicha y la sombra por ganar,
desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,
desde el cante a la maraña,
te canta mi vida quieta
este amor de la mañana
en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,
suspira el rojo,
quiere ser río de alma y arrojo,
quiere nacer abrojo,
el espino mece la espina de mi antojo,
y la amapola amarilla,
solo ella abre a la gran luz,
horizonte de mi piel que quiebra como ayer,
enamorado suspiro de frío,
enamora mi hielo,
donde duerme,
donde reposa el amor de mi sangre yerta eterna.
-Cantaba Hipsípila a su hada LhiannanShee
que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida.

El Castellano y Leannán-Sídhe


Disparo de plata:

Fuente de mi vida,
yo que he nacido de esta piedra,
y por ella mi luz no rompe los siglos
que me crearon,
te busco como agua que arregaza,
como brillo del fulgor y su carcoma,
he visitado y he contado mis muertos
nunca han sido suficientes para vivir,
en este hielo que crea adereza mi corazón
con mi alma de lanza,
mi estaca de yodoformo,
germinando mi rosa de psiquiátrico,
he intentado patentar el suspiro
que corre que vuela por la ventana,
una caricia de espina,
y un pétalo oxidado,
te busqué sentimiento y tu abrojo,
por cuántos lindes mecías tu cerrojo
y tus cerrojillos de cerrado,
soberbio me lancé en la oscura noche
como un disparo de luz,
alcanzándome una luna de plata
siendo mi verso sincero,
y fui silencioso
empresario del verbo crear,
cuántos disparos me creaban de la nada,
siendo fugaz hoguera de la llama
su eterna vida.


El Castellano

Por el plantío de mi casa
que ella es verdadera
que por ella los lobos no meriendan
flor verdadera
miel de Hipsípila
avanza no se detiene
es una furia que nace
se parte el alma entera
que ella es verdadera
miel de quimera
flor de primavera
mi señorita dama de la sombra
hija de la luz y de la tiniebla
avanzo el bosque de la sombra
nada me detiene
quiero abrazar a la primavera
y que sus brazos se dibujen,
que por ti cantan los montes
en esparto y espliego
por ti se abre la tierra
y se come mi pasado
que solo conozco un presente
desde que te conocí
y el mundo me guarda tu sonrisa
del barranco a la rambla
baja a correr mi alma
que por la Flor primera
cierran en verso
y se blanden los tambores de los grillos
para con una trompeta de los ángeles
el cielo derrumbar
y que si no vivo allí contigo
el infierno espera
que florezca rosas
en invierno.


Lime esta araña:

Limé, el tiempo se abrió
estremecieron fulgores mansos,
mordí el viento
aboqué aromas de florestas húmedas
a un límpido reposo
digno de altas flores,
yo construí el engranaje de mi silencio
latido de este el mío verbo,
hojas atrás no murió mi ímpetu,
cabalgó horas de hastío rey del tormento,
un cebollino nombré caballero de mi poesía
trashumante.
Diestro compás silente me reí de la muerte,
pétalos atrás no caí sin simiente
era o no mi dulce suerte,
rajando al silencio clavándole
fugaces muertes para otros ojos
para otros esbozos dementes,
ritmo cadente al fragor de nanas aterciopeladas,
en verde musgo un fantasma de lo vivido muerdo,
abrigué mi latido me tocó vivir
en casa del surrealismo,
un trance desdoblado de boca abierta,
siendo esta escritura un pez de eterna cola,
satisfecho cuándo
no dejaré de escribir ni aunque muera,
alguien lo pregunta,
no me cansa esta limadura,
abro la puerta del cerrajero universal
por si algo suena,
una serpiente preguntó
si era yo real acaso tú lo eres o te acabo de pensar,
vente al lago de la vida eterna
mataremos a Hipsípila
que luce senil y arrogante,
carpa respira en tierra creyó que la tierra era su cielo,
un ocaso perdido,
una luz difunta,
entre el verdor de los pinos
una lustre sombra camina,
jilguero que en su cardillo posa,
bola que no sé dónde anclarla,
vida en mi tiesto
si no soy planta lo demuestro,
luce de risa mi esqueleto,
raspas atrás alimento este don funesto,
ventanas rotas, cristales calientes
todos los cuadros de tu vida
volviéndose polvo,
todos tus héroes vueltos pasto,
infinito remanso
cúspide de mi alma hiriente,
sones quiebran tambores,
abeja de mi panal yo quiero tu flor
tengo el aguijón,
viviendo para el momento,
nací mejor que la estática muda
de esta araña infernal,
entre estos jardines del alba
nací vencejo
como toda existencia tuve infancia
con mis animalitos que encontraba
feliz fui,
crecí y tomé del mundo
gustos como disgustos,
a mi sufrimiento
lo puse con marco en mi habitación.
saqué mis clavos con otros clavos,
y qué, fui malo y bueno,
este planeta acaso no obliga,
reí lloré al fin dije
estoy vivo, que venga el mejor que yo
que yo mejoro lo mío,
consumí solariegas planicies del polvo,
pero no fui pelo ni pelusa,
me gusta lo que me gusta,
azares precoces de mi destino
desnudo en oscuros puertos sin salida,
indemne tras estamparme
de precipicios al ardor de cinco silos,
era o no era soy el mayor egoísta cobarde,
pero amo mi estampa porque sólo yo la llevo,
qué remedio mejor vendido
ninguno,
déjame ser veleta de este negro puerto,
flagra mis espinas de hierro,
seré mejor que yo mismo
conforme mande el tiempo,
llórame estas nubes de otoño,
que me arde este cuarto de siglo,
disfruté y lloró mi abismo,
dame los puntos cardinales
de tu cuerpo
seré reflejo y tormenta perfecta,
perdí el norte en mi poema
llegaré derretido el horizonte
a tu casa cabaña del cielo
lloraré metales y simientes
hasta que zarpes mis mares.

IX
Derrites mi estampa fija
al ardor de tus ojos marrones
este hielo mío alzado,
miradas obtusas
entre la ventana al infierno,
deslices quietos se cuelan
por abismos dibujados,
escucha el sonido de tu grillo,
estira su sol mayor,
allí donde la luz que le daba calor
era ausente, crepitaba entre yedras,
el amor a su espiga naciente,
ababol entre fulgores silvestres
tras él
el sendero agrietado
por donde nacía el río
de todas las flores desangradas,
lirios negros acompasaban su orilla,
llegando al manantial eterno,
de Hipsípila y su reino,
ocasos sonrientes,
entre miradas complacientes,
el único reino se estremecía,
derretían sus pilares,
la oscuridad hizo manada,
el día tornó noche cabalgada,
vapores exhalaban las esencias
que todo conformaban,
los cauces olvidados
se llenaban de sangre
los ríos lucían su rojo brillo
con hematite,
la realidad había cambiado,
los colores lucientes de los suelos
eran dominados por tonos mustios,
cual era de la penumbra,
los mares eran seña de brea encendida,
el averno tomó superficie,
todo lo muerto se alzaba de nuevo,
era de las caras muertas,
la lluvia caía hacia arriba,
las estrellas de aquella noche eterna
en vez de luz
emitían a modo de ironía
capítulos de erase una vez el hombre,
todos los edificios
se alzaban ahora horizontales,
Los huesos caminaban,
la luz quedó prohibida
bajo honda sepultura,
las leyes naturales fueron cambiadas
por antinaturales,
la aberración gobernaba
todo lustre en movimiento,
los peces se volvieron parásitos,
y se multiplicaban solos,
la red sanguínea
que seguía la vida
era de color azabache
por su podredumbre alcanzada,
no había oxígeno
todo respiraba humo
de este mundo en llamas,
Hipsípila era feliz en la luna,
sembrando sus simientes
siendo el principito
de esencia invisible a los ojos,
sabiendo que su retorno
estaba cercano,
para sembrar todo el planeta tierra
y tener su reino de nuevo.


Por esta fuente fría:

Retozo este empeño,
traspuesto a los fuegos
del hombre
y su cuerda,
pasa los tiempos llorando.

Diestro, ambivalente
en dirección umbría,
vive colgando huesos
de sus pestañas huecas,
bajo mis sombras,
cenizas laten,
la quebrada fluye,
un iris
de ojo negro
en estos pilares
de fuego
que me alzan
estaciones que correr
años que nacer
en tierra abierta.
Estrellas que matan,
mi aliento de piedra,
atravesando estos ojos
brota mi fértil lluvia.
Crepita mi dragón
en esta fuente fría
profundo,
arde su brillo
de oscuras alas,
retinas, un frente
la caída de esta falcata.
En este cerrado horizonte
rizado, expuesto, consumado,
mis soledades tejen.
Una encina
que lejos habla,
que cerca grita
yo soy por siempre,
eco que se retoza
entre verdes valles
que teñidos
en furor de sangres.
Ay la tierra.
Ay de ella,
sé mi hundida victoria,
por este umbral
silente que marca
mi frente,
por este puente, por esta cepa,
el ruido es fulgente,
los ocres rinden
en colapsos de tules
iridiscentes.
Cabalgaré el astro
traeré esta flor de luz
a Hipsípila,
de una montaña
a un dulce valle,
injertada la sombra
la vena late,
traigo la creada ascua,
por si reverbera,
sobre un tiempo muerto
en el que no dolía
esta rivera.


II

Rompo saco los ejes
de esta imaginación en campana,
yunques despiertos me clavan
que llegó mi momento,
taciturno lustre oxidado,
alas en bronce agujereado,
es por mí es por ti
que dicta este haz apolillado,
polvo en el viento
sombra desterrada,
el alma de un cuervo,
un granate dirige esta mi sed,
hasta ser color de ayer clavado,
al limpio, seco, duro faz ensartado
cabalgo que avanzo
y sombras me acompañan
esta visión serena, opaca, angelada,
siendo directriz fusilada,
que late el cuello de la penumbra,
cuando oscuridad llama
estoy sembrando objetivo
de mi postrada calma.


III

Tiempo que se oxida
en este vilo,
eternidad azogada
en negras tijeras,
es el tiempo
de mis murciélagos emergiendo
de las sombras y su madre,
se estira otra primavera
por mi avenida,
me mordieron
y no me arrepiento
de mi nueva vida que tiento,
oscuros silos me acogen
donde sembrar alaridos
de vidas traspuestas
a mi fría caricia,
soy ente de otro ente,
mi sombra me quiere,
yo la digo que un día la alcanzaré,
que muy lejos no vaya,
avanzo que trenzo
el tiempo de mi suspiro helado,
para no tener alma
ni espíritu de hielo,
sólo una sed de vida
por repletar,
de un horizonte al hierro
encontrado,
de una arteria
hago río de sangre
en mi adentro.


I

Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.


II
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.

III
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
Hipsípila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.


Santo señero,
dulce iris de mis desnudos campos,
dioses habitaron tu entraña que guarda,
cumbre eres de la loma despeñada,
réquiem de viejas espadas
que te labra,
quieto, el viento te encara,
vuelve a soñar que fuiste tiempo
de los tiempos,
estático límite
congoja deslizada de abriles febriles,
una oda me avanza
sin piel, sin moral sobrecogedora,
decidle a la tierra
que mi alma bulle,
este parco horizonte me teme,
oiré frentes, rayos fuertes, crepitantes,
un desnudar de las secuelas de esta voz,
amaré tu vientre como se aman las flores,
no habrá reino
contra Hipsípila
aterra calma entre alas
de libélula,
entre sueños de drosera.
Partiré mi vida,
recostando mis sangres,
floreciendo rosas a mi madre Belleza,
hasta sembrar mis aras redondas, abiertas,
en un guiño que descalza
sones por hendiduras sangrientas,
hasta enjaular mi aliento que te canta
por ajuares de estrellas las más bellas,
mi desaparecida sombra,
plañe que llora en su alma verde, pura,
oh Castilla, quién en tus alas nunca muriera,
eres un enjambre de furtivas
soledades que se vencen,
caminas tus vastos metales
en tu oscura tierra,
una sed te fulmina lo perenne de tu sonrisa,
te duerme la piedra tu encina,
un deshojar de tu rivera
siempre,
de tu río Mundo
a mi pùeblo de Fuente-Álamo
jamás te muestras herida
mi Castilla bonita
mi Castilla sin yaga
por la que encuentro
en el cielo un monte y un atajo,
hasta vivir la plenitud
de dicha en barbecho de tu idea
mi vida, mi raíz,
mi falcata de natura.

El Castellano

Flor de tierra:

Fuego en el agua de su mirada
de los vientos auspiciada,
la ceniza consumía su carne
ardía sin mesura su compostura
naufragó valles y sus caricias
su bandera fue de su vena acequia
molinillos fugaces sus pestañas
de él se enamoraban las hadas
de ella la primavera entera
con cabellos del rayo de Sol nacidos
ojos de tierra sin lugar era bella
clamaba su voz la cima de la montaña
descendió abismos
para anclar su esencia en la belleza
que late y envuelve su huella
conquistada en miel
su ambrosía
gemía la caricia
para brotar altares de hueso
y murciélagos de sangre
lloraba piedras en sabiduría prendidas
la bondad alzaba en servicial entrega
su fuerza era de su amor hoguera
él lloraba flores para ella su amada
su verbo a veces tornaba carmín
en pétalos de silvestres rosas desangradas
su voz germinaba la tierra a su paso
el amor a la tierra no le detuvo
ni sostuvo en fracaso,
encontró con ella el amor
que le fue negado llorando espinas
y si sus abrojos nacieron no fue
más que para rajar el viento
difuminando el tiempo en estaca
de eternidad con fuente y manantial
anclado gozo en armonía
bailando de la mano y naciendo del alba
jamás capturada
pupila enfrentada
que mecía
que gritaba,
retorciéndose la sombra.

El Castellano y Leannán-Sídhe




Primer poema sobre Hipsípila: 14-09-2015

Hipsípila, crisálida azogada,
Reflejando su muda,
Y a su dueño abandonarla
para ver lámina de cielo emplomado,
lejano y distante su reino de amor está
Como su princesa por capturar,
El pájaro único, igual a todos,
Blandea en estiaje gris lánguido,
Mientras llueve en el jardín inglés
Bruñido su color añil.
Vientre de hierro
Donde crece su flor de difunto.
Vaga libélula destinada
Al estanque de la vida eterna.
Camina, difumina, rige su cenit.
Viejo lobo reclama
A su enamorada luna
Que le lleve,
Tordo, de la oliva tu fuste
Junto con el córvido tesoro
De nueces,
El duende su pipa humeando
El esfumino del sonido del grillo.
El reposo de castilla
Sin preludio de su princesa
Que no amará su tierra
Si no a su Hipsípila captor de su vida
Alba más preciosa
Que su anterior atavío triste
Mira los ojos de zinc de su dragón
Y la magia vuelve a su Amor.
Fúlgido insecto primero en descubrir
El estanque y al beber
Dragón tornó su ser.
Ahora le vendrá el reino
De los valerosos hombres
Él con ojos de fuego y sangre
Mimetizarse puede y en voz
Deslizarse, fúlgidas cabelleras
Cual hombre del norte,
Nada le oculta a su princesa
Que ya Más no quiere
 seguir sus tareas de castillo
Ella quiere casarse con su dragón locuaz
inmortal que le guiará
Al estanque de la vida eterna
Un pensamiento divaga
Del ser en que ella abrirá
El albita de la cuerda
Del grillo que marcará su son
En violín y oro caracol
Con siniestra forma de corazón.


IX
Resumo por esta visión
cuantos años yo he nacido,
sereno derrumbo marcos,
ventanas acrisoladas
de ayeres de espuma.
En este campo de luna
yo he vivido,
cada respiro un océano de olvido
un soñar entre leones
un caminar entre fugaces sienes,
somos los que somos
y cambiamos algunos,
hago mis promesas de barro,
mi latido esquilma el miedo,
tijeretas atrás y nazco de la ciruela
mi hombría se encarcela
entre fanales labios de hoguera,
lago donde se baña mi suerte,
hoy y siempre mordí mi estrella
vengo en llamas prendido,
es esta quimera una hoja quieta,
sopla sopla mi alma llena,
polvo del polvo,
una senda mi silencio quema,
horizontes verticales
ratas sumergiéndose,
granates estallados, gramas que caminan,
voy por las calles de noviembre,
ahogando sus rincones afilados,
estas calles me saben a humo,
estas gentes desconocidas
parece que las mueven
y arrastran en un sentido,
todo es fuerte
pero la oscuridad es más fuerte,
panales de esta luz intransigente,
luces intermitentes,
sudores de semáforo,
me cuelgo de un escaparate,
todo está fabricado,
y en proceso de construcción,
hasta el hoy podrá venderse
en tinta y pluma,
en imagen y con solapa dura,
una ventana sin cristal,
un agujero sin salida,
tambores de mi sueño,
relojes sin maquinaria
soles guiados por cuerdas,
el infinito es ahora,
lucen mis espirales siniestras,
ancladas a este azabache,
es hoy el día,
brotada mi subrepticia,
deshojan mis esperanzas
caminillos de plata,
recta duda erizada en mis besos de hiel,
trasquilado mi lobo
queda una certeza despierta,
alimenta cariño esta mi esfera,
pierdo el control
me avasallo
en mi piel de agasajo,
he nacido para esto,
que sea bueno o malo no pregunto,
porque escribo para mí,
estas certezas mías de escalas
cómo medir el arte,
sólo comparándolo con un similar,
poco más porque jamás medirse puede en virtud
ni en talento ambiguo florecido,
era un abismo descorchado,
un tren que cruzaba mi noche,
hasta alzarme sin derroche,
entre sus navajas que me apuñalan
los versos
que sangran carmines,
y nacen cuervos que muerden,
era una polilla de cemento
que nació aleteando
estos pavimentos de mi sueño
augurando la cremación
de mis labios
en otros ojos.

IX
El tiempo que se abra
y brote mi vida
al compás de un Sol mayor
resumen de existir en el brote
de una zarza que allí
baila mi hada
estallando en flores su pelo
tierra yerma que vio trinar
el estruendo de un zorzal
quien te viera caminar
vestida de espiga y lavanda
por ti se abre la Rambla
tus cabellos iridiscentes al brillo
canta al son mi grillo
por un camino se bifurca el reguero
el gato lame su pelo
yo estoy esperando por si te encuentro
mi señora de las flores silvestres
se Acuña mi aliento
en una flor del viento
una flor pálida nació del cielo
con sus colores alegró al tiempo
de sus hijas nacieron alegres vientos
del norte que en color vistieron el bosque
una flor naciente abría su esplendor
a un Sol de mayo por ella tormentas
nacieron germinando a su paso
vivezas de antaño
por los prados viste mi calma
fiel a encontrar tu amor un día
por si el cielo se abre
que sepas que él te mira
mi señora de las flores silvestres
un cardo de la dama en tu mirada
por si vivo mi vida te entraña
fiel de esperanza
una flor bajó del cielo
a expensas de sangre tener
ella se volvió mujer
con tu nombre en la piel
por la floresta danzaba mi suplicio invernado
fiel testigo maravillado
con amor en las venas esperando las flores
de primavera y sus caléndulas
despertaba por fin Ostara
y el cariño de la tierra
mecieron los terrenos
un soplo de su aliento
me floreció un beso
Cuando los jacintos abrieron
sus flores al horizonte del terreno
yo estaba despierto
surcando la mente de quien me piensa
con paso lento y decidido
transmutaba la flor de Odín en luz
cabalgando un arco iris de estrella
sonaba la campanilla entre grama dolida
era el momento de acostar
los dientes de León
al tiempo que besaba fragancias de colores,
en mi jardín de duendes.




Lilit primer demonio Sombra de Eva:

Hija de la noche así te llamo
un sabor digno del amaranto
que la luna encierra tu canto
entre oscuros reclamos te vistes de encanto
los grillos lloran tu nombre
en esfera de azabache te haces certera
el viento es tu incipiente respiro
incesante, desvencijado halo de sangre
despiertas por el latido que llora tu nombre
por el que la polilla es reina de la estrella
ese que plañía la noche
cuando la sombra se hace eterna
gimes en las fuentes de primavera
un beso de horizonte malva
el espíritu lleva tu nombre grabado
como desvelo consumado,
aire es tu apellido engalanado
a la novena estrella sin luna caminas
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ries y lloras con la lluvia
la tormenta es tu carcajada
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada agua
mecen tus rizos
un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón,
volar contigo como si el mundo no importara
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar
musa incipiente del artista
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.

El Castellano


Vive el cuervo,
por el desvencijado respiro mío
avanza, mece y sostiene
un tiempo en réquiem,
por aquellas voces que sordas
laten, se descubren
se quiebran altares de hueso
por mis atardeceres de murciélago
voy a tu lado, siente mi caricia de pájaro
alzando nuestra luna de acanto
y alabastro gimiendo,
azabaches de tu pelo,
por el sendero despierto,
por el cauce de tu vida, la mía,
ojos en resplandores dorados al tacto
de mi astro soslayado,
vida de vida
late tu caricia
no hay retroceso ni regreso
tu sangre me colmó en beso,
nuestro cielo de amarantos
fiel al respiro que alcanzó a ver
tu belleza en noches de miel,
respira tranquila mi vida,
en este horizonte dormido
quiero ser de tu piel ombligo,
que no me sientas perdido,
quiero ser Siempre tu sonido,
tu eco alto que no hay pájaro sin nido,
esta noche será distinta,
el comienzo empieza ahora,
mi sueño de araña
que todo lo tejido
recompensa trae a lo sentido,
un avance de mi sangre,
ven al nirvana del ruido,
anticipa nuestro solsticio,
Yo que te amo en mimbre de esparto
y verde espiga de trigo,
fiel comando el suplicio mi Margarita
de los valles de mi sombra
displicente, enamorada.

El Castellano

Escarcha de luz:

Hilvanando sentires de plata
en estrofas cuarteadas,
quién a acompañarme baja,
mi yunque despierto se alza
entre madrigueras del sueño,
danzan las procesionarias en fila,
queda desolado mi alfeñique
que canta en el clavo esta vez,
un retal con retrato de quien fui,
las pupilas en orden caminan
el horizonte del cielo,
mi aljibe de cobre será sentido,
es un nido de grama
donde corretean versos de espuma,
chirría la carcoma
la madera de mi espalda
donde sostengo la sombra de Caín,
encumbrándose de la fiera
se alza mi bella entera
gritando por más oscuros sentimientos,
¿Puedes sentirlos?
¿Puedes sentirme?
camino fuegos
hasta complacer el ojo humano,
destrenzo el sonido de los árboles,
es un cuervo quien soy yo,
es un alarido que alza la noche,
por entre sillas desnudas
del alba sin final ni comienzo,
que sólo juega y ríe con las luces,
despistando flores,
entre ruego y plegaria
mi lamento tornó crujido de mi mecedora,
es una vid y un olivo que vive lejos ahora,
una linde en cruz con señero,
un agujero abierto
es una herida abierta
mi pozo con palabras en vez de agua.

El Castellano

Por ti crascita mi voz un día desempolvado,
que el cuervo me ungió la entraña,
oscura de negra onda pitanza corva,
es por este ser que se abre mi ala de noche,
un día mal parado,
a solas con mi endeble osadía,
Siempre, un pico de grajo rehúye,
mi cruel infortunio concebido,
nunca la vida que he tenido ha podido
esconder, escarbar un plenilunio,
mi pensamiento que sea hueso esta vez,
de azar desvelado, profusa mente,
destino de su color de ala,
por mi siembra que trascienda mi araña,
que genere dicha enmarcada,
no un funesto desapego,
quise ser siempre, el cuervo mi ser aliente
porque fui nunca por siempre,
imita, dirige la senda que antaño fue mía,
un corvo destello,
en rastro de azabache,
áspera templanza cruel la disonancia
que te llena en alabanza,
pobre mi despedida porque no existe,
brota mi día que sin querer encendiste,
no tengo elección, me queda una ilusión
llena en borbotón de esperanza,
se llama Gracias.
Gracias a ti que la pena bebiste
de mi vena socavada honda,
en acequia que mi sangre lleva,
pudo ser hoy el día más feliz que sentí,
miré mi soledad zarpada
en compañía del río,
y sólo sentí alegría,
sólo dije el mundo se hundirá
cuando el color oscuro
me impida pensar
por no tener hálito ni humor
y este río seguirá navegando sin final
tuve más que su agua que me forma
tuve su idea y mi ser se alza
para saltar su montaña
de todo quien que le quiera ver hundido,
exclama un buen grito:
- Yo soy libre.

El Castellano



Sangro y monto sobre un corcel de viento,
mi vida fiel hoguera
se va iluminando su ceniza
mosaico de mi sino
un diestro azogue del calificativo,
nombres fugaces a la verdad de las cosas,
hilvanando, esta araña que me teje,
como encontrar mi número trece,
tomando café con el bravo nueve
maestro halle donde se halle
mi numerología en espada,
una hoz y martillo por guadaña,
vuelan las águilas un cielo rojo en sangre,
creo en el poder de mis ancestros,
creo en el poder de su sangre de tierra,
porque soy cuervo,
y desempeño
elevar su espíritu a los cielos,
mis alas son palabras,
mi casa es el terreno
que si no está domado
cuido mis pasos dignos de respeto,
para no dañar el azar difuso
de vida y su enclave en tierra,
quisiera avanzar por tu tierra de fuego,
porque yo me quemo en tus ojos,
förüq desvelo que Significa cuervo
nombre revelado en visión,
en idioma antiguo como mis ancestros,
venimos de la bruma gris,
la niebla es nuestro traje,
de la sombra del agua,
un odio desvencijado,
por la alfombra
de quienes no son de nuestra extirpe,
ceniza polvo de tierra
nuestro pasado que camina,
abandonado por el Dios vestido en soledad,
claman los geniilocorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
BadhbhCatha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.



Esteban El Castellano

Llueve mi ser:

Habrá un silencio verde,
la pianola de mis dedos
escupirá versos de cobre,
la tierra cerrará en vals
escurriendo por tus labios
mi ahogada serenata.
Abrirá mi colchón marino
una sábana de algas,
para naufragar flores y rosas
el alba conjugará besos de mi sed,
encumbrando mi anochecer,
cantará mi martillo,
sobre el yunque sonámbulo
de mi cuerpo.
Se afilarán mis cuerdas vocales
para cantar:
Un horizonte inmenso,
un cielo emplomado,
ella es dios es lluvia,
es preciosa sonata
de hojas bailando
el origen de savia
ha estado oculta
su bondad, por miedo
a que puedan hacerla daño
por creerla debilidad,
siempre aplomada
por venas razones
que enjuician
y la apresan
por quien ella no es
así se decidió
por la vía rápida
ser única, ser sólo la mejor
porque no tenía rival
ni semejante
ella era lluvia,
lágrima de los dioses,
cuchillos de raíces,
la única bendición,
la única destrucción,
eres portal de vida,
eres más que tristeza del cielo gris,
eres un motivo para vivir
para nosotros los seres de tierra.

El Castellano


Quién te tuviera:

Estabas y no estabas,
estabas en el viento
que roza las sienes,
estabas en las hojas de los árboles,
lejana y cercana
según seas mirada,
me acariciabas la mirada,
te alzabas por cumbres nevadas
y cuchillos de grama
te gritaban,
te encontrabas en la margarita
sencilla del prado,
cuando la flor te posee entera
y no hallas más brazos
para jugar,
ríes y lloras sin parar,
la tristeza tornas
con melancolía
de quien te observa plena
como un rayo de luna,
como un horizonte malva
estampado en estrellas,
como un río y una mar,
no giras,
eres belleza sin igual.
Eres madre de la naturaleza,
principio y causa
de toda era
desencadenante perfecto
en eterna hoguera,
un ojo de un cuervo
te observa,
siendo de la noche
quimera bella,
siendo del día
laborado panal de abeja,
eres realidad
estás en silvestres aguas,
en la fiel madera
del árbol que te lleva,
eres agua de la rosa,
sudor de todo amor,
estás en la cueva
latiendo su estalactita,
en cada corazón vivo
y en cada azar de muerte,
eres sonido de viento,
sonido de trino,
una senda incontable de todo camino,
estás y eres fuego, elemento vivo
en la simiente y en cada alma que te yergue,
estás en cada palmo de tierra,
en cada siembra,
en la simiente que espera,
estás en cada planta
hasta brotar en mi garganta
cuando intento plasmar poesía,
estás en todo lo creado, por manos
del Creador Universal,
Belleza eres madre de este planeta
y del humano ser
acaso siguiera.

El Castellano




Un nido de grama:

Cuánto afán se midió en la estrella
donde el tiempo amansa y se acurruca,
es un afán perpétuo que deslizan los temblores
de las femes sus cabellos,
no fue azar ni ternura cabe
por la sombra que tiñe verde
mi cansado amor,
cuál charco se vende a mis lágrimas,
por una grieta acababa yo de irme,
cuando nació de mi poema una escolopendra,
escaleras a mi Sol carcomido en busca
de un crujido invierno,
de mi desvalido sueño
por el que dejar algo más que mis ojos claros
al mirarle,
voy con mi canasta de limones
allí donde las mozas trenzan sus ilusiones,
mi caracol tiene su canto afilado
por los soldados que violan espigas,
soldados alados dónde irán,
una casa se construye para que viva siempre
la ventana pedigüeña del hijo.
profuso monte desvalido
del olmo que vive lejos,
es mi savia un poder de dar vida a mis injertos
poblados,
una furia que atraviesa
mi vena de luz,
donde juega y baila mi amado murciélago,
en su colchón de luna.



El Castellano

Reinos:


Mariposa nocturna,
amiga de las noches
que escapadas revolotean en las luces,
mariposa blanca, blanca nube, blanca muerte,
cristalino rastro,
polvo de estrellas,
Transmigración de las almas,
Vuela mi conciencia,
descansa y juega con mi luz,
esta noche mi alma es tuya
blanca dama alada,
avoca tu perdición en mi sendero,
olvida tu atracción lumínica,
las estrellas nunca se pueden alcanzar
bonita ni la luz capturar.

II

Canto carraspeado, estirando el calor
por surcos y grietas de un rayo solar,
termómetro yerto, estirado
de todo espíritu muerto,
rejón de grados tu cuerda de cigarra,
cada simple vida de la nota sujetas,
por un campo que haces tuyo cantando,
que necesitaste medio siglo
para florecer en voz,
al viento que te dio garra
y cimitarra,
tu libertad es incuestionable,
agarrada a un profundo horizonte,
cuando el astro rey hierve,
tu crascitas el canto de día
porque la noche te puede,
para el relevo del único grillo
que afila el cuchillo del silencio
su fiel gemido sin nombre ni reino.

III

Armazón de quitina, acorazado
capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,
escarabajo de todo ámbito y lugar,
tan variado como único al mirar,
desde la flor al desván,
tu vorázfauce desde el árbol, a la flor,
desde el desecho al coraje vivo,
suerte desde el descender de tu larva
al evanescer de tu metamorfosis,
azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,
vida de calma y pulcritud,
apetito que no cesa,
muerte que no detiene,
ni elemento ni realidad que no ocupes
del reino animal
Rey insecto desde Egipto a Castilla
con su gorgojo de la encina,
desde un continente a ningún lugar
donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.

IV

Cuatro riendas aladas
un mundo asesino de ojos,
corazón en pareja,
planear infinito por umbrales de luz y agua,
un reposo de la noche en un ser vivo,
colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,
caballito del diablo,
libélula zigzagueante en esfera de mandíbula
espuela infernal del ser que acechas,
mensajero del cielo,
astilla con alas de la puerta que abre la vida.

V

Ambrosía de ser vivo sagrado,
oficios y tareas consumados,
albañil efímero tu dicha de genes elaborados,
quién a ti te osase,
tu esencia tu labor de escuela,
miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,
tu tejer de los campos recogiendo,
siendo supervivencia de casi toda planta
tu legado Hymenóptera familia
tanto depredadores como recolectores
abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,
en defensa de lo que amas.

VI

Reina araña de esta tierra de conejos,
ocho patas acecho de los campos,
maternal hasta llevar tu prole en el lomo,
araña lobo capaz de enfrentarse
con el alacrán y siempre ganar,
al acecho desde tu madriguera,
un hoyo donde vivir a la espera del despistado,
tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra
tarántula lycosalycosa.

VII

Danza mi alvéo una sonatina
de hormigas famélicas
quieren alimentar a sus reinas aladas,
con semillas danzarinas
en busca de su nueva vida,
yo margarita quiero mi vida contigo,
para alimentar tu alma con versos,
nacidos del fuego en fundición de verbos,
recorro tu existencia
de la que soy tu hormiga león
del signo que me vió nacer,
la constelación del cisne,
quiero que sientas orgullo
de que soy tu hombre
asi no te dé un libro
te doy sangre para que escribas trece,
has demostrado belleza por tu fuente,
me verás eclosionar de mi etérea crisálida,
mi motivo para escribir a la naturaleza
descubrirás porque soy animal de verdad.


VIII

Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales,
antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros,
ágil correteas mis pensamientos,
muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,
habitante donde haya humedad,
como un río que habitas corriendo,
como lepisma pececillo de plata,
tu longevidad mayor que la de un gato,
destello de que lo tuyo es perpetuo.

Moscardito:

Me besó la mano,
era muy cariñoso

eso fue porque eres bueno
moscardito lo es más él sólo pica flores ni lleva veneno
él sabía que siempre he querido ser de su raza,
amor mío reencarnarás si lo deseas,

osado aquel que posee su vida
sin preocupación suprema
que no sea picar la flor,
ser soldado alado
dueño del mensaje del superior,
visitar las plantas que Dioses sembraron
con ardor, difundir la supremacía
que trae y lleva la vida en caricia,
cabalgar los vientos a merced,
ser transeunte de florestas y campos encumbrados,
llevar mensaje a cada flor sin despedida,
enamorarse de la despensa de la primavera,
besar sin cesar,
amar sin dañar,
tener condición
para seguirla de por vida,
yo rezo cada día
que si muero yo renazca como moscardito
mosca abejorro que hoy confundió mi mano
con una flor,
amo como él la flor
porque antes fue ella que el animal,
que soy yo,
cuando nací ella ya existía
con su azar de conquistar la tierra.



El Castellano

Hielo de mirada:

Abro las puertas de mi mente
hacia desembocaduras heladas,
y tierras del hielo donde todo acaba,
una sonrisa congelada con una llave de hielo
en mis manos, es sólo un recorrido,
todo empieza,
tu vida hoy no es lejana,
ni esta tristeza es del alma,
hoy mi sangre se derrama
floreciendo la amapola de tu cuerpo,
ese por el que siempre pierdo,
¿cómo de helada mi vida?
descansa en las compuertas del ayer,
nada se cierra la muerte está lanzada,
escapa de sus redes tejidas,
mis pensamientos se hacen contigo,
latidos de lágrima descongelada,
muy bonito, muy bello,
un paraíso lejano oscuro,
navega mi barca de una orilla
a su confín de despedida,
aciago témpano donde florece el viento,
por un trino hasta el crepitar del sonido,
una danza de hojas de otoño,
un suspiro de cobre,
tu cabello que me electrifica mi tacto,
soy fuerte sin alabastro
soy fuerte sin noche de azabache
soy fuerte por la memoria del invierno,
que se acurruca en tiempo eterno,
ventana reflejo de máscara.
mentiras de que estás viva sombra de Eva,
granate de tu mirada,
sangre de fresno con tus cenizas,
muerte te beberé entera
para que abandones mi botella,
pudo decir todo y se quedó en lo hondo
como cigarra que tarda cuarenta años
en dejar de ser larva.

El Castellano


Plubiacordis:

Fuelle del viento,
irascible, despojado,
del alambre crepitante,
es del hombre este difuso cielo,
me levanté y fui a saludar
a mi Sol.
Le pregunté si su luz
quemaba más al mirar
que en su época que lucía más vertical,
si esa luz no quemara jugaría con ella
en mis ojos,
que hoy lucen
como fuentes desvalidas
de mis lentes,
un marco, un hartazgo del mirar,
lo que sólo se siente,
aquello que mi flor brilló,
por ser yo abeja,
un irisado cristal del viento,
un devenir que quiere estrellarse,
un sentido de fuego,
por nacer de la tierra de fuego,
ser mensaje liminal
lo siento porque la palabra acabo de crearla,
la colina será inmortal mina,
pariente del destello de este hierro,
y la meseta que quema se ahoga
con mi siembra del mañana fabricado,
los elementos contando la magia son seis
dispuestos, la cumbre de mi grillo,
Padre que me protege,
de cigarras que no cantan con motivo
creación que me labra la idea,
diré con impetuosa fama:
De la montaña, al valle de niebla,
pasando por ríos dulces de aurora,
ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,
lluvia de corazón plubiaamôris,
flagrando su eterna consecuencia,
de ser libre y silvestre como las aguas.
No me cansé pero tengo que terminar
lo que empecé, un beso al ayer
un erizar de mi piel.

El Castellano

Cuchillo de sombra:

Un charco gris,
un cielo rojo,
coagula mi fuente por destellos del alba,
se anuda el quejido de la montaña,
un sapo de oro y tierra
avanza entre olivos de azúcar,
vicisitud labrada,
sí allí en el charco gris,
y en el cielo rojo,
es un cangrejo de río esta hábil tenaza,
prosigue, avanza, en escarpia helada,
a veces roto, a veces nuevo,
este iris que me gobierna,
pregunta a mis ojos de duende,
si su dolor fue pasajero,
hinca tu sombra en mi sombra,
arrástrame la vida,
es como una espiga,
es más fugaz que una despedida,
abre la puerta del negro lirio,
susurra a este viento todo lo que siento,
aquí y ahora que mi cuclillo descansa,
yedras de esta maceta que se acicalan,
es un túnel y una mina,
una desgañitada caricia,
hijo de la tormenta,
canta el rayo,
acaso me ves muerto,
yo soy el encargado de abrir la compuerta
para regar el tiempo,
no busques más en mi aliento vago,
porque no sirvo más que a mi alma,
así me cueste la espada,
seguiré en pie en esta azada.

El Castellano

Contra mi circunstancia:

Guía de mi calendario
en atroz
desmembramiento de soles
llamados días de noche yerta
y sin reseña avanza mi letra,
es un vaso de sidra y una espera,
fiel eterno mañana
en el que dejar
lo que jamás haré hoy,
definido en boca gris
de darme al vulgo,
y que seis millones de bocas
escriban similar
o casi igual a mis sarmientos,
sí directamente me preocupa
porque yo soy lo que escribo
y no acepto copias baratas de este ser,
seré mejor que el silencio
enarbolando astros, plantas y sus verbos
de imágenes por raíces,
lo siento mundo no soy de vuestra sociedad,
no necesito vuestro material
ni vuestras fábricas de ciudad,
construcción haciendo progreso
de la BocaGris,
para que todo lo pensado
esté en proceso de construcción,
fábrica deja mi felicidad
en manos del viento,
que mi poema es incendio,
deja mi destino yo soy de tierra,
y esta es mi eterna cepa
ahogando el rol
tejido del social humánimal.
Soy lo que escribo repito,
como viaje sin rumbo,
un vertical azote de mis velas en marcha,
un siniestro vértice un silencio mundo,
unos ojos que hablan
y se responden entre tubos,
estoy cantando en la tubería,
estoy rozando mi osadía.
para consumir mi envoltura
de tela de araña,
mi sonatina despierta
mi soga quieta del árbol de mi sueño,
enarenado mi lobo de hierro,
queda satinada mi estrella de agua,
ardiendo mi sentido,
siendo esto nada más
que una bomba atómica.
Una retina escalada,
un cruce de dos estrellas,
en vastedad atropellada,
del ser, una rigidez de árbol
buscando su simpleza de savia,
un insecto y su corona,
un pergamino mi escrito,
abriendo este angosto camino,
en alguna parte que eriza la piel,
fuego del hielo me valgo,
de mi maullido de pájaro,
entonando mi pianola de sílaba,
todo cambiaba,
resumen de mi vida,
nació y está empezando a soñar
desde su muerte.

El Castellano

Agua:

Eslabón vasto, ardido, deslizado,
un iris de gota que a ti te llega,
marcha tenue, compás de tu eterna huida
que te marca y da vida,
fulgente fuente en infinitud de bocas
que tu ser desprende,
de su nombre y su alambre,
irisado canto de nubes derretidas,
comunión de trinos,
un beso a la tierra que deja herida,
límite de árboles y sus soles,
siembra de azul,
despensa de tu saliva,
hoy buscaba belleza y belleza eres tú,
río corre directo a tu nacer
río levántate,
jamás te canse tu desnacer,
efímero latido de tierra,
tú vena del cielo,
una solar yaga del gris,
un hogar, cuna de mi tempestad,
para ser agua inmortal elemento
capaz de crear y destruir,
de vivir siempre tejiendo la realidad,
alcanza, desvela que te debo esta existencia,
sin saberte nada existiera,
equilibrio que en tus vasos juega
para estallar en creación llamada vida.

El Castellano

Alma en yacija:

Mañana será mi vida
una sábana sobre mi calor humano
inerte en acto de no portar nada
si no fiel materia asida
si mi forma acaso tuviera,
si yo no la creara,
si no fuera contorno de mi forma
esta sábana muerta
se creería que portara amor,
dulce aleteo ingrávido al peso,
tiempos de cambio palabras a un silencio que muerde,
estoy esperando las nuevas visiones,
con mi canasta de limones,
estoy aguardando la caricia de las sábanas,
como recipiente de quiebro de sueño,
quisiera escribir un poema con varias ramas,
anclado en una idea que se difumina
la identidad de ser ella,
palabras inertes que quieren ser hechos
y tener movimientos,
a un profuso mar me muevo,
siente mi devaneo,
llegó mi momento
de nada carezco soy real,
soy de la tela de araña soy tejido que me lleva,
noche noche te encuentro en mí,
fiel yacija del destierro de mi sombra,
versos nacidos de una única cerveza,
buena praxis de mi romance eterno con la luna,
lunático por venir de estar con ella en su ático de Madrid,
no te esfuerces jamás podré ser realista
y describir sin ser parte del asunto,
claramente porque soy yo el asunto,
a formar, en orden,
este es mi rifle esta es mi vida,
por la que sirvo y ejecuto un placer nacarado,
como fruto de estrellas,
¿el hueso?
Es que no encontré un motivo claro para escribir,
solo fue y será escribir.

El Castellano

Ojo de tierra:

Un silencio yerto,
se abre esta noche
por ensordecer,
reflejos de resplandecer,
en este frío de ayer,
pasos de silencio roto,
abre una espiga
un respiro, un latido
envilece mi procesión de fuego,
cristales que se rompen,
bisagras que se doblan,
esta noche
de la nube de antes de ayer,
todo se alza
para llegar a ver,
recorta este hálito de tierra,
un suspiro ciego de hiel,
llega para enloquecer
mi sangre que tiene sed,
he salido del infierno,
quién me va a detener,
sombras que gritan,
hielo que sostiene,
mi cruz del horizonte,
por descender,
afilo mis colmillos
hoy se verán morder,
esta ventana de sed,
rebotan los tiempos,
muriendo,
diáfano espacio
de ausencia brillando
su infinito parco de cristal,
llegaba otra primavera,
sin celda de madera
chirriando su carcoma
que mordía este cielo
con su moneda
que brilla mi idea,
esta tierra late,
esta mi sangre fluye,
cabalgo este acre torcido,
recorren florestas
naciendo, brotando
fundiéndose con tierra abierta,
soles lloran escarcha.
del nacer crepitando,
te juro que avanzo
hasta ser esencia de río
granate de mi lustre colgado,
debo aguardar
debo escuchar
este patio,
hablando con la araña,
que caza bellezas,
un día recordará mi tiempo
que fue mío,
dejará de estar perdido,
y este poema me dará de comer,
por tener dos mil cien,
creciendo en sus ramas
de sangre negra,
ay la tierra,
sí esta tierra
que me vio crecer,
por la que siembro
mi flor de viento,
desnaciendo el tiempo
que lloró mi ojo,
siendo de tierra y para ella,
abro que domino
esta ceniza que me lleva.


Clama la flor, abeja del lugar por gritar.
- Ven, toma mi néctar,
déjame compartir mi vuelo contigo.
Réquiem por la flor, oda por la margarita
con su mariquita, sauce caído,
cobijado tejo, crepitando:
- tú eres primavera.
Olmo viejo en retozo,
quebrado por la aguja silente
de la carcoma.
El cadillo miente, mientras el abrojo
clava el sentido, quiere la amapola
ser la alegría del lugar.
Cuando el brezo enraíza
el alma de sangre
por derramar mi cuerpo yerto
en la navaja, mientras
la lavanda amamanta la abeja,
y abejorro que llamé Genaro.
Amaranto el firmamento
llórame una estrella
y su hueso de luna que
rompa firmamentos
en auroras,
que venza colgándolas
de las pestañas,
y mientras las pupilas
en sombra abren su cueva
en la clamada verdad.

El Castellano.




Soñé, te viví, te besé,
te anhelé, te abracé, te sostuve,
te mecí en mis brazos,
te acurruqué, te dí de mis labios
de beber; hice tus piernas
recorrer en pasión,
te viví desde pies a cabeza
y siento decirte algo:
- que no me gustó, me encantó,
me emborrachó, me drogó,
si acaso, hubiese posibilidad
de que yo no estuviese muerto
sería por tu recuerdo, amor.

El Castellano.



De este cementerio viviente
que me dejen ser la flor,
que por lo menos
a un muerto da calor;
y al difunto, la caléndula su luz,
adorada, nacida del rayo de Sol.
Quien te quiere, te quiso y
te querrá desde este corazón muerto
te amo en albor flor tras flor,
elevado resquicio de caricia
de Diosa Ostara
en resquemor de primavera
cardos brillando en espina
de dolor, desde mi nicho
pido mi nicho de espinas y de cardos
cuando llegue el momento
si no a mi no me entierran en este cementerio del que vengo
y que la parca fría venga a por mí que este hombre
ya ha muerto y su último suspiro
fue un yo te sentí amor
voy a tu encuentro.

El Castellano.



Diente de león por clamar
el prado yerto,
donde lo vivo son las plantas silvestres
incluso el cardo de las damas, las malvas,
las piedras agujereando el terreno
molinillos al viento, por gemir caléndulas silvestres y
papaverhibridum, amapolas roheas sangrando
borbotones de sangre de tierra por brotar
plantago por llenar el campo de espigas con flores,
todo escarabajo gozando de la flor
cómo decir que la flor sea sólo la flor,
si del reino animal es templo, hogar y morada
donde todo empieza y todo acaba.
Margaritas en envidia miran tus ojos
y luego miran las estrellas,
una sabia dice y afirma: son mejores
y más bonitos
sus ojos que ardieron los luceros,
vidas de tu entraña alborada, que el oro no es oro
sin mirar tu corazón;
Corren las amapolas, de tu sangre arden en hoguera
incombustible, plena, yerta, indescriptible esencia.

El Castellano.



Golondrinera frágil, esquiva,
reina luz del bosque de las sombras
con tus amapolas amarillas,
los luceros del cielo.
Por poblar jacintos silvestres, tragopogones,
amapolas por doquier
amando la primavera entera
en un mundo que cae disuelto
en espinas de cardo y alhajas
de flores de todos los colores,
mi templo, mi casa, mi hogar, mi albor,
sin alcanzar las plantas silvestres
por poblar este mundo silvestre por mirar
y dan ganas de tumbarse
y ser la flor de muerto porque me tumbaría
para que me crezcan las malvas
y mi cuerpo críe malvas y cicutas rojas
y negras de tinta y sangre
mi condenada bandera.

El Castellano.


Estampa quieta,
tejida en el umbral silente,
nacido de las sombras
y sus benditas estampas
de damas de noche,
la flor blanca estrellada
canta tambores de la tierra.
Y los grillos afinando el violín están.
Las margaritas tienen el te quiero tatuado a fragua
de la flor que sea flor, belleza creada del rayo de Sol
y su albor mecido por dioses, acariciado por Ostara
el humor de primavera cuelga de las faldas
mientras mujeres hilvanan
y trenzan sus cabellos en oro fino de seda.
Yo soy un humilde escriba de la flor de difunto
caléndula officinalis,
por la que el muerto
encuentra luz.

El Castellano.



Bebo de quel cáliz antiguo siento las estrellas
buscando la respuesta para ser feliz.
En la planta en albor que crece del rayo de Sol,
sabiendo un secreto de druida de que si miras el Sol
al amanecer minutos y minutos todas las plantas en flor silvestres
brillan incluso más fulgente que el rey lucero,
todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,
a través de la caricia nos trae Lugh.
Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris
que apareció tras mirar fijamente preguntando
a una flor de difunto me comentó
que podría indicarme de la tierra
donde todo es libre, no hay dinero, todo vive por suprema
ley natural, sin miedo ni odio.
Le pregunté a la lombriz que dónde quedaba aquel lugar,
y me dijo con amplia voz:
- bajo tierra.

El Castellano.



Monte elevado en el horizonte,
brezo, encina, carrasca, esparto, espino,
todo crece en albor sin preocupación suprema
nada más que seguir viviendo y echar generaciones.
Hoy me desperté y contemplé la ciudad con todos
los edificios grises, como sus gentes
todo pasa de tierra y aquella que me dijo la lombriz
boca gris me espera, así tenga que estar mi cuerpo
frío, caído de hoja en otoño, no espero vivir eternamente
ni ser festín de gusanos tempranamente.
Yo acabaré por entender la mentalidad de aquella lombriz
de su tierra, que no hay preocupaciones,
fue el ser humano el que inventó el dinero
y la esclavitud que trajo.


El Castellano.








Amapola silvestre,
llévate mi sangre a las entrañas del inframundo
así como tus pétalos elevan la sangre de los suelos,
que tus raíces me conduzcan al tercer reino.
Ooh, espino amarillo, que bajo tus espinas
han visto infinitud de cal varios nacer los montes
y senderos, que todos llevan al mismo sitio
a perderse en el elevado espino de tu luz.
Ooh elevado, cuál sería tu misterio
para dejar a este escriba absorto.
Brezo silvestre, sin miedo, tras el olivo
te vi crecer, y una margarita cerró junto con el verso
de la caléndula arvensis que tapó con sus pétalos
en cuña, al caer la luna al cielo.
A tí Genaro, abejorro de mi jardín
te extraño y echo de menos, bonito.

El Castellano.




Corre trémulo a desgañitarse el cosquilleo silente,
que avanza, que recorre tus piernas en ambrosía y miel de dioses
junto con tu aura y alma de dulzura sacada de raíz de la tierra, mi hada
ni una flor se te cayó, ni un pétalo dañó, agarraste enraizada con albor
y tú tragopogón, duende, el mismo destino de rey silvestre te espero
y aguardo en mi maceeta, ya que en lo que llevo viviendo
ni una planta se me ha muerto con mi don,
hasta amapolas comunes vieron florecer mis macetas,
hasta margaritas de manzanilla gorda, hinojos, brezos, jacintos silvestres,
crié como un dios creador, dador de vida incluso de la humilde semilla
de la calendulaofficinalis.

El Castellano.


Mi vida te escribo como gota que va a los mares
tú que fuiste altiva, ningún humano te pisó
los dioses honraste y te honraron
desde el cerro al abismo, tocado y acariciado
donde todo surca la oscuridad madre
y dama de noche sin afectarle el cielo
de la yerta amapola de luna desangrada
y su estramonio vestido de gala de estrellas.
Todos bailando en la fiesta de los no importados
menos la rosa y el clavel masculino
que tiraron abajo el telón para comenzar la gala
y el baile ganó la datura con la dormidera
por sus trompetas de los ángeles abriendo al clamor.



Romance heroico:

Wotan y Fenrir gigante son lobo,
Odín, Fenrir, inmortal y Setanta.
Ragnarok llegó ya, mas se abre el yelmo.
En fiesta pagana va verde ropa
héroe, tiempo, altura sin cimiento
héroe inmortal, padre Lugh Dios era
si quiere usted más saber, ya digo
poderoso padre, él como la parca
escurrirse en la lucha, espada zorro,
Señor Guerra, como hielo aislaba presa.
Dectire madre mortal, rey su abuelo.
Despertaba al hijo del Sol mamá.
Con su ejercito, él las victorias hizo
descuido, lanza en su vientre tajada
al lago fue con tripas fuera, él todo.
Cuervo sangre beber, -¿Eres Morgana?
Carcajada feroz, Morrigu tuvo,
ya le tenía por muerto, Ángel Macha.
Se ató en piedra, en pie matando, él, esfuerzo,
mató en pie hasta que sangre hacer legaña.


El Castellano






Romance: Flor de helecho

Suena el río, agua llevaba,
alma de fada silva ella,
bebía en la orilla alegre
flor roja lloró su tierra,
blanca cierva a fada triste
cazador hiere su flecha,
enhiesta espina gemía
flor abierta brotó en yerba,
fada herida ya descansa
latiendo la parca negra,
yace en helecho silente
suspira su sangre yerta;
Enamorado el helecho
una flor mágica asienta,
tambores suenan la tierra
los duendes lloran su fada,
ahora el helecho era ella,
mueven la piedra ocultada
cazador tropieza cerca,
el río ya lo llevara,
fada flor de helecho yerra
duendes cobraron venganza,
cantó lo que el bosque alberga,
misterio de cierva fada.

Fada flor de helecho inverna,
cicutas toman la sangre
veneno hacen, blanca cierva
cuervos la cena discuten,
cazador ya río lleva,
lleva el río su latido,
campanillas suena yerba
duendes coronaban fada,
fada su vida celebra
los espinos la cuidaban;
Flor de helecho fada bella.


Enhiesta flor fue semilla,
altiva plántula fue ella.
Quién fuera ella, tan linda.
Él fue y es, ella no yerra.
Aún plántula fue fada.
Valor, honor, sí fue cierta.
Él aún duende a ella la ama.
Ella la flor, no era yesca
ellos cuatro siglos ''juntos''.

Los dos sí saben, ''leyenda''.

El Castellano y Leannán-Sídhe

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA


Duerme Ostara
Stellaria ya abatida
caes junto con la sazón
del geranio de los caminos
y la pequeña fulgurada
calendulaarvensis
de brote temprano
antes de Ostara
el camino en verdor
y color rajar copón
quién os elevase
y os diese voz
vuestro ciclo de vida corto,
sabiduría de la conquista terrenal
y la dureza de vuestra simiente
por el estío mas el frío marcándolo
sin guardias vuestros romances
esperando sus soldados alados arribar
halla o no tapial de la franca puerta
del Creador Universal,
campanillas ipomeas mece mi tierra
que sin ser de nadie
sólo vuestra.
Os acompañan malvas, abrojos,
dientes de león e infinitud sin condición,
malo el hombre vosotras nunca
malas hierbas sois,
cumplís vuestra función en elevado amor
sois color de flor,
pasión del animal visual que os habla
desde Castilla
a su antiguo cementerio viviente
de Alcalá de Henares (Madrid)
invoco vuestra alma
para que semilla que toque, semilla brote
llegado septiembre
como siempre me ha ocurrido,
os pido se mantenga mi Don
jamás os dañé ni perjudiqué
con ni sin razón,
os amo; Que siga vuestra eterna conquista
del terreno en albor.

El Castellano


Romance del destierro:
-
Mi raíz arcana anclada,
dejas el etéreo espacio
en eterno cementerio
tu silencio amalgamado.
Yo era taciturno espectro
misterio, parajes blancos
que salvajes en tu lengua
confrontan en yermo arcano
saciando mi Baco imperio
de soledad que amilano
sin inicio, sin futuro;
sólo aplacando los diablos
y esa idea primigenia
cual ojo que jamás hallo
descansando en alegría;
ocho hijos que me has dado
más los bastardos impíos
reconocidos sin ralo.
Anudar aún sin vivirla
mi vida; que deshilacho.
Desfallecer, despedirla
por corona y candelabro
sí, mi raíz es de plata
al fervor de soles me alzo
como cobrizo capullo
entre polilla y gusano
devana mi sangre, rueda.
Transmigra verde que escancio
sobre espica, sangre hielo.
De infecundo humor humano
con coraza por pechera
carcoma en espuela calzo,
mi tomo de tierra venzo
roja sangre que yo esparzo
pergamino en vana ciencia.
Que los abrojos espanto
espejo terrenal hondo
mi sonido injerto orando.
Sobre mi yerta armadura.
Escita alma, el Castellano.


El castellano


Soneto apto

Crueza sembrada:

Amándote ferviente, nueza llama,
presa amapola en sangre se quedó,
sonriente aurora, veza la heredó,
tu corazón alqueza, fuerte se ama.

Renuevo esta mi sangre, pa' ser rama;
Veraz la rosa, amor siempre alegó.
Al latido, su beso le ofreció,
la flor abierta en agua se proclama.

El estambre, súplica nocturnina,
piel acaricia , ya brindó mordaga,
su gineceo blanco, sanjuanina.

Óvulo y ataraxia, adreza aciaga,
tierra, anclada la doña saturnina;
Germina fértil vientre, enhiesta briaga.

El Castellano

Sonetillo:

Fuerte
veza.
Crueza
suerte.

Muerte
reza.
Nueza
vierte,

Diablo,
hablo
mudo.

Cielo.
Duelo,
viudo.




Abreza que adreza,
aceza con agudeza,
esa belleza despliega,
con pronteza, la alteza,
escurraja desliza,
fiel perfidia en pereza,
dulceza habla su clareza,
corteza por variar
acaso adereza,
afirmo la alqueza una,
ancheza del alto lar,
 lindeza, listeza, por
llaneza, lleneza,
abre longueza, sin par
de majeza abierta ella,
maleza, la osada,
ensimismada roza
malveza, manseza, ya.


El Castellano




Soneto correcto


Amándote ferviente cada llama,
presa amapola en fuego se quedó,
sonriente aurora, ella la heredó,
tu corazón caliente fuerte se ama.

Renuevo esta mi sangre, dulce dama,
veraz la rosa, amor siempre alegó.
Al latido, su beso le ofreció,
la flor abierta en agua se proclama.

El estambre una súplica advenida,
piel la acaricia y le brindó su daga,
su gineceo blanco, su avenida.

Óvulo atravesado cual semilla
su tierra, anclada joven la biznaga,
germina fértil vientre, enhiesta albilla.


El Castellano


Venas de luz II



Venas de luz:

Yo te busco luna entre bloques de hormigón
y cemento, entre violetas escarchas, yedras
nocturnas de este cielo sonámbulo con suelo calizo,
me rehúye tu ojera de nácar ciega, segura,
colgándose de mi puente escarlata, férreo, soterrado,
mas te escapas por las turquesas ramas
cielo plateado quién te tuviera, esta tu rama de idea
entre las manos tu miel de niebla, húmeda, trasnochada,
cual panal de lumbre quieta, deshojada,
tu lágrima que viste de locuras, de esquilmada luz
y sus azucenas,
mi noctámbula sangre y mi tinta bermellón
que te aguarda fiel a la espera, en la Torre de Hércules,
tu camino que serpea, y mi soga blanquea,
alumbrándose los árboles erizados, vespertinos,
que en lluvia cantan, su serenata santa,
acequia de tu ser, que la bruma pervierte,
colmada a tibio reflejo en fanales cristales sin tajo,
de tu hueso crepitando, apostando,
dunas del sueño, y metales esquivos
con azabaches siniestros,
cuentan los astros
que tu belleza duerme en sus incesantes
hogueras de sus cestas,
tú que te escapas por entresijos de negra ala,
quién te tuviera en sus palmas,
como destello escaparías
dejando una estela intangible, áspera, maleable,
de blanca pupila y granate adornado,
naciendo de ti un gris ciprés
las canteras se te rindieran, en presura,
un silo alto como tu luz de ojos abiertos,
treparía tu enredadera entre torres de belleza,
y brotarían las blancas estrellas
damas de noche,
llorarías tu oro blanco en abrevadero,
por tu escarpada longitud
y un eco nacería tuyo, solo, carraspeado
de la luz y de la sombra, una cadena para tu belleza,
que tus venas lleva,
en verticales pestañas negras, plenas, beatas,
en insignia sangrada, renacida, renombrada.



El Castellano


Cuervo de idea:

Crispa su metal
como fuente insoslayable
del azar que vuela y corre
destellando.

Estridencia recta, dorada al gemido
en hoz de guadaña,
es una espera mi fiel apostado mañana,
cumbre sin rizos de alba.

Yerma, plácida, no sostenida,
mutable de verde caduco
al sostén que su pecho hiende,
erizos de senil ascua.

Dioses anclados al servil gozo,
consumado, me alzo que levanto,
negras tardes de las tierras,
salvaje canto en abismo prendido, soterrado.

Ara en fulgor de combate
con mi serio descampado,
rige y exige la semilla al Diablo.

Fiera de las fieras,
compostura que sueña la guerra,
fanales hogueras en colmenas y sus gentes.

Oscura esta noche
de oscuridad y umbría niebla
que cuelga la luz.

Miro la sombra, me desliza su estampa,
ondas ténues en acristalada sien,
lima ideas a la fugaz, encarnada siega.



El Castellano


Raíz descubierta:

Sueño, un haz subordinado
hoy tuve una experiencia
subjetiva al cansancio intuido
de aquel retoño de lagartija salamanquesa
de mi pared habitante de mis tiestos,
la regué y corrió a detenerse vertical
frente mis ojos,
en aquella pared donde caza,
detenida sin presura,
yo acerqué mi mano tapándola
por completo sin asustarse siguió inmóvil
y pude acariciarla con cariño,
empiezo,
que no he terminado,
enmudeció mi soliloquio confinado,
abandoné mi voz,
bajo el latir de tierra
sangre huye,
rojos carmines en avidez
de rizados estambres,
sobre las montañas y su blanco gineceo,
esencias despiertan,
palabras bullir
en carne fundida de suelo
en fértil, serena de aliento
en bruma niña,
madre de este gris anisado,
con crispado horizonte,
toda caída sin destello
ni florida estampa
que seca mi ala,
iris de soturna
carcoma mía
en tejado de oscuridad,
de tronco y su nido,
vamos tejo,
si yo creo que eres mío
háblame de tus penas sin escapar,
de tus romances oscuros
a vientos de luna,
piérdeme la compostura oxidada,
haz que me lloren sin miedo tus hojas
que yo deseo ser tu eterno amigo,
compañero.
En raíz descubierta
que afila el tiempo,
será mi cuerpo.

El Castellano


Al acecho yerto,
sin par de fauces sigilosas,
carnívora
en quitina alumbrada,
madre de tu compostura
silente,
en brazos de susurro
de tus hondas patas,
abres tu descanso
entre soles de cuarzo,
yo te dije sal,
que te quiero hacer retrato,
y bueno
hoy salimos sembrados,
de un cuarto
dio el mismo sol
su encanto,
fija en el segundo
sin matar tu sed
de poder
asesinar sin manto,
ni red,
seguiré
tu ímpetu postrado,
allá donde vaya
tu enseñanza me seguirá.

El Castellano

Infamia tornasola:

Áspero relente
sobre una almendra rápida,
 frío o caparazón sonoro,
eterno secreto dentro
tus labios malvas;
duele mi celeste marca
 infamia de campo abierto,
la última lagartija me espera,
encima mi labriego
del barbecho al crisol
de mis sentimientos encegados,
tiembla la lira
sobre tu pecho
como muere la luna en el agua.
Tierra húmeda,
batiente es tu vestido
donde crecen flores pudorosas,
inexpugnables,
imágen impasible
como ruda caracola del silencio,
siglos desnudos
que tu intelecto solloza.
Bravío cantil de láminas sin memoria.
Sombra de mi ternura
que a ti te abraza,
gota extensa que precipita mi tierra,
rosa, cernícalo, vida,
disfraz de nombre caduco,
luz que arrostra,
cruel avenida
de mi felicidad desertora,
verde falaz de la mudez primera.
Un puñado de sangre
es mi estigma adentro tu océano
que no existe.
Pétrea amapola
sin sanguínea tormenta
del bermellón,
quiero brille la luz
de mi azur
dureza esquilmada.
Abren las oscuras raíces
de mi ciprés
la adusta sombra
que alimenta mis ideas.
Cobre yacente,
impelido, límpido
mi dios que florece,
hueso de durazno
en este cielo en tierra,
luna inabarcable,
dichas amarillas,
filos endebles, ojos en furia,
quietud que huye el bastardo.
Oh Sol, justo,
fósforo que prende
mi carbón con tu beso
de espuma flamígera,
inviolada.



El Castellano

Prendido en hiel de un abismo,
desdoblado compás y su sino,
crujiendo el alba más preciosa,
por esquinas del cielo de nácar,
es esta escarcha un fiel carruaje
desmembrado entre corceles ciegos,
cabalgada cordura entre cristales,
entre espejos ardiendo,
un calor entre calores,
una vida que ni sí misma
se deja atrás.
Avanza, mece, y se deshace
corre vengo por ti,
traigo entre lirios del campo
mi silvestre trigo,
tráeme tu voz, tráeme tu vida,
estoy moliendo mis azares,
haciendo surcos en mi alma verdadera,
trilla, trillando tu sentir morena,
esta espada que es una quimera,
entre juncos desnudos,
entre pizarras y cuchillos
alzo que vuelvo a nacer entre hierro,
luchando por la luz que me corresponde,
desnace esta era,
entre de mi siembra la espera,
por esta cerca el campo
que dueño acaso tuviera,
ni inspiración cabe con barreras,
la idea quiere marchar ensimismada,
por riendas de un caballito del diablo,
una desventura en plomo
un mar de esferas es todo lo que siento,
por si pudiera manifiesto,
que el gris teñido de bruma,
abandona su sepultura,
vuelvo a mi gusto muerto,
la sombra que me envuelve
preside, rige, y desnuda mi alma,
para ser por fin rosa de sangre,
vestida en azules trajes nocturnos,
mi semblanza a este ocaso
que mi voz sucede.
Entre espartos de mi iris,
por alfileres sembrando
clavos del campo,
anochece siendo de día
resplandece la una ausente,
y gozo la soledad de mi suerte,
sintiendo por fin dicha
por fin alegría
descubriendo este horizonte
por mares de sentir que valgo,
y que sí puedo
que lo vuelvo bello,
hasta en tus molinos que amanezco,
silos oscuros por yedras que te alcanzan,
es mi siembra una locura quieta,
es mi compostura de primera,
por la que clavo a mi destino
este abismo de tinta
encendido.


Opacidad estridente:

Romo metal
o estallido,
en cumbre de ramas
aullando sordas
bajo un viento
que llora su transparencia
ahora habitada,
Padre mío
dime tus fugaces penas
que cuajan
los febriles destellos
de luna pasajera
amilanando su alta ojera
traspuesta a rayos virginales,
en opacidad de soles hirientes
y ascuas empíreas,
es un soborno que alzo
palideciendo,
abriéndose mis fauces
tiemblan de oídos los cielos
contemplando rectos
sus cernícalos.
Mi corazón ya no más
es piedra rodera,
es aromo espinado,
con forma próxima
a espina mísera.
Abro tu blancura destilada,
justicia de la belleza, una.
Abre mi caracol de espejos
su deslizado halo
que oscuro sin ralo,
llena mi hueco latido.
Never more.


El Castellano



En este linde se construyó mi pecho habitado,

se escaló la colmena de labios grises,

por la escarapela fluía veloz el sosiego

de mi vida quieta,

por romances oscuros caminaban mis nervios,

una ruptura de estrella

tumbaba la compuerta de la belleza,

para sembrar allí latidos etéreos,

recto escalafón dorado al beso

y tu cuello me nace doliente

fulgente fuente enternece mi suerte,

yo hablé con mi amor que no existe

y aturdida me contestó la voz,

era como un eco sordo en alta voz

resquebrajando un patio de perdices

y altiva sonaba por las cumbres

jugando y riendo con lobos

sí esos que habitan mis ojos,

aullando y espantando los dolores

en mi sien,

mis dolores que se querían

como hermosas flores desnudándose

en altas espinas profundas,

allí sólo caminaba mi rosa, toda

siento deciros que yo soy del viento

y el viento es mío

en estiaje gris pálido cruza mi relente

del cielo su lluvia,

con impetuosa fama,

sacude la tierra y su flor bella clara ,

dejándome ser como el rocío primero

en recorrer tus labios,

quiero habitarte en canción

que haga surcos de mí

en tu alma verdadera.


El Castellano

Romance de destierro (verso libre):

Raíz arcana anclada,
dejas el étereo espacio,
en eterno cementerio
de tu silencio.
Yo taciturno espectro
misterio de parajes salvajes
que en tu lengua
confrontan.
Sacio mi lacio imperio
en soledad sin inicio
sólo aplacar tu idea
cuál ojo sin alegría hallo
ocho hijos me has dado
más los bastardos reconocidos
anudar mi vida sin vivirla
es desfallecer sin despedida
entre corona y candelabro
me alzo,
al fervor de soles.
Sí mi raíz de plata,
Como gusano y como polilla
no me marcho,
oscuro gusano
en volátil capullo de cobre,
devana mi sangre que rueda,
transmigra tú mi fosa,
qué humano se deshilacha de su obra,
infecundo escote sin gloria,
coraza por pechera,
tu forja de alma no abandones
ni con forzoso anhelo
de abandonar tu querubín
en tomo de tierra
aun la carcoma en espuela,
vencerá a la corrihuela,
en secuela despierta libro
que te hace sangre
como a la tristeza bóveda,
y su sombra a fundirse entona,
avanzo sin cárcel ni insomnio
esfinge de mi carne perecedera vuelves
arrollada a nueve cerrojos,
roja sangre abrir puede;
tú eres mi umbrío tomo
que busco en la Tierra;
como fe en tórculo
rige tu blancura,
pergamino de vana ciencia
que profunda se hunde,
hinchando el viento
de tus metálicas alas,
verbo encarnada
sin margen ni acerbo,
llorara mi alma
en tu rostro
espejo mi gloria
de dios sin nombre
ni conocida lumbre
y mi ser incumbencia
sostiene armada sin anzuelo.


El Castellano

Noche lúgubre y umbría:
20 septiembre 2011

A ti noche oscura te escribo.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo.
Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco.
Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.



EL CASTELLANO





Frontera tu letra:


Se enervaba el sonido del tambor dificultad, soterraña vista sin aspilleras refugio de luz bajo la tierra. Voló sin visión mi vencejo de arena, seguía levitando en el aire mi fantasma, encallecida la soberbia entre paneles de plomo, refresca la idea. Frío se miraba enlucido, sentado entre pilares de fuego, escribano de la estación meditando, esmaltada la mañana en ruptura del hielo, y sus rosas huecas. Sí me arrastré por la miel del beso esperando andar, madre viuda de ausencia ocupada, mi sombra hecha padre entre bruma y humo de tinta, rastrojo que viaja al hoyo del sol. Me blandía mi estima al peso del hierro, hacia la frontera de escritura, nulidad deslizaba la ventanilla.



Desvestido hueso, mineral candente
avanzando por un carril que marzo
bañaba sexual,
trinchera con centinela
aspirando humo de bruma,
entre amapolas nucas,
surcos de honor afilaban espigas,
el forraje decía quién más fuerte.
baldío encrespando la suerte,
ojal de tiempo florecido
del yerto mejor,
sentir entre la roca esperanzado,
luminosis despertando.
Me tumbé entre la dorada grama
me creció un espectro
que hablaba silencio,
y amaba sin importar su verdad.
Abierta zanja, abandonada sien,
era un miedo atroz
tejido a no tener mejor.



Noche silo de oscuridad
destapada, traspasas
mi ventana entre espejos
tu voz se hace la dormida.
Carruajes malvas del sueño
taciturno entre las espigas.
Fuegos y fusiles iluminan
tu dama de oscuridad
amanecida por soles
que bajo ella
parecen de trapo.
Canto a tus pestañas morenas,
alcanzando tu osadía
de oscura dama.
Llora mi azabache
por tener piel de arena
y brotes de la noche.
Por estos nidos carcomidos,
mis abejas construyen
sus panales.
En fúnebres procesiones
de todo lo que dejó de ser
y así descolgar
de esta araña la eternidad
entre sogas de mi calor humano.
Verdes ojos míos,
verde trigo
de mi verde sino.
La noche quiere
ahogarse en mis ojos,
que su sonido
visten y desvisten
por carcomas,
del mutilado iris insomne.
Es sólo sangre en tus ojos.
Telaraña de vorágine,
araña descendiente de enturbiados,
de lúgubres pensamientos
de etéreas raíces en punta.
Blanco sueño devorado
al compás de cuclillos nocturnos;
en ondas de listadas cadenas.
A la esclavitud del latido
encorvado trino,
es el final dictado
de la oscuridad;
la era lumínica
comienza de esta esfera.

El Castellano




AZUR DESNACIENDO:

Esencia intangible,
no hubo naterra,
que ni dioses
osaban mirarla,
ni albergarla;
ella sollozaba,
cual flores, incredulidad
brotaba.
Ella era encargada
de sembrar en ellas,
rocío perplejo
que en suelos germina.
Pureza
en venas;
lo que la perfección era.
Crisol no sostenido
por cauces febriles;
inteligencia
en mares secos;
abejas de ideas,
colmenas
con intelectos graves.


II
Que cubre valles y peñas
inusitadas
y sus penas ahorca;
su misterio
enhechiza toda alma
quién arrullarla sin dañarla pueda,
será dueño de la llave
que encierra a la virtud
no enseñada.


III
Cae la noche,
sobre ingrávido
lecho de mi juventud
acostando luna de cuarzo
entre áspero frío.
Cuerpo mineral candente
quieto en pantanos de tela,
retorcidos sus destellos
en esta nube de leche;
el fango fragoroso gira,
imploro a esta luna que ame,
y el morado cielo ladea
mi sangre verde.
es por este escarabajo
que llega el verbo.
Soledad, soledad tus pulcras alas
que vencen auroras de adoración.
Aurora funesta clavada la hora
vorágine o trasiego
LUZ que ignora
si acaso nace.
Tu liso, amarillo barco,
de oscuro torso.
Tus infinitos beso
dime corazón al apoyo
de tus párpados.
Cuál profunda verdad
en esta espectral rivera
de ondas líbicas.
Espuma densa
de océano de ideas entregado.
Profusa ascua invencible
es mi dolor que más no quiere
retirarse;
que sentencias invade todo ojos
montaña de hojarasca;
cristal de pulsos
que tu imagen toca.
Suspiro fresco
en labio extinto de sombra
día que no se encuentra,
su densa forma.
Cuerpo con agua de estrella;
querer vivo que llega al aire,
tiende y espera.
La muerte que renace
por fuegos de brea
en el aire.
Abren batientes pétalos
de viejo silencio esquilmado
estallado esplendoroso.
Acurrucados sobre un lecho
que la brisa abre;
trocados rayos de sol
esquivos, en plano de verde follaje
por azur causados.
Astuta golondrina encontrando
la dócil rama.
Mundo sin mentira
de la vida,
se abre este mi manantial,
reluciente de esmeraldas, desposeído.
Y todo siente:

-Que la sangre miente.


IV
Terruño ojo victorioso
aplaca sus arpas irascibles
estrujando abismos dolorosos,
petrificados.
Reniega la boca vegetal
casi viva
promesas en frente de violetas.
Cantan amando el claror
lírico, estremecido
coágulo de viento
en cientos de porciones
esta luna quieta
que semejanza quiere.
Descubierta la zona umbría
donde yago de yacer.


V
Aplasta mi sombra
contra sí misma
derrumbando opacidades
de granates profundos,
ballesta súbito forjada
a tu entraña.
Derrite mar de boca
que pide extensa
negra noche
y sus espectrales corceles.
Tiembla que rueda
paz, orgullo bello.
El desliz, ráyame firme;
conservo mis principios
numerados.
Reluce mi roce pulido;
entrecielo asido;
palpita mi iluminada tristeza,
haciendo camino.
Vendrá mi torvo grajo
se constatará mi lucero roto.
Turba mi aliento
bajo mi pecho la quiero
con montes limpios
enturbiados por sarmientos.
Delinean este viento.
Lividez plena,
fuga el desaliento
con todos los jirones
de mis ascuas.
Diáfano, ancho, repleto
a trote primerizo.
No cabalgarás,
no cabalgarás si no es conmigo.
Cabalga, cabalga
el llano, que sólo a mí lado
cabalgarás;
cabalga que sólo a mí encontrarás.
El Castellano
cabalga con su espada en mano
todo tu llano.
Hasta divisar todo lo que amo.
Sembrada el alba
que apacigua
la noche que negrea
en estela conmociona
mi luna extensa
que bajo ella,
siempre
estoy en taciturno hechizo
contigo y mi falcata.


VI
Embeberme la luz
sin forma en ojos distantes
luz de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre.
Yo besé las amapolas de los campos,
buscando me embebieran
la forma que como eco
apagaba.
Heridora en cascada
se aposentaba mi bondad
aquietan aguas longevas
la feroz sien
que me dio mi padre.
Nota:

Embeberme la LUZ
sin forma en ojos distantes
LUZ de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre,
yo besé las amapolas
de los campos
y heridoras en cascada
me entregaron sus hijas.
Nacidas tras yo sembrarlas
esta primera lluvia de septiembre 2018.

VII
Cuchillo que tu voz asesta;
mi pecho sin coraza hiende.
Camino mi desvelo enjaulado,
cuenta atrás de la tierra quieta
y sus grillos asolados.
Oh me olvidaba.
Esto es la resurrección.
Indemne entre losas
de azur firmamento.
Respiro entre rosas
las espigas por llegar.
Dilata los verdes la tierra
sosegada dicha trasiega,
un día cenizo
de esta la otra primavera.
Estoy escuchando semi-recto
el retemblar de hojas huecas
sobre la gravedad
de un arroyuelo que fluctúa
cauce entre la copa
de árboles;
sobre semi-vacío cristal
con limpia brisas
encima de un blindado
cantaba, dictaba
antiguo sargento
su presionar, disparar
como hueco
en la ausencia del polvo.


VIII
Abrid la ensenada al capataz
del brillo primero.
Tímida la floresta
escondía sus amapolas.
Núbiles gestos danzaban
la cabeza en loma
que silvestre evanescía
el coraje de la flor.
Vuelto mujer por Ostara.
Patio de perdices
que soslayaba
entre el quejido
de carrascas afiladas.


IX
Hacían sus hojas
mi última espada.
A mi izquierda
el peso
de su hierro estable.
Sibila destrenzabas
tu cándido mirar,
en fraguas de belleza,
inviolada.
En tus altos,
profundos
ojos de ámbar.
Luna que en fractura
recorre mi tejado de alma.



El Castellano


Mi amor por ti Leannán-Sídhe:




Suspira mi mundo yerto,

hojas de mi árbol sin desmochar,

trenzado el vértice

voy hacia el límite,

sí allí donde la hoja se dobla

para comerse a sí misma,

tus héroes vueltos papel y polvo

pasado el tiempo,

yo soy el único que se mantiene vivo

en pie escribiendo,

para llegado el momento

arrasar y conquistar de nuevo,

constructor de poemas,

ardiendo en su fuego,

quebrando su lapicero,

exprimiendo las letras por dibujar,

inspiración del borde del papel,

alma con arrojo como ayer,

alimentando los espíritus que le hablan,

trenzando el humor muerto

en su canto como idiomas de los dioses,

muerto el tiempo sólo quedo yo

para derretir el horizonte en letras de malva,

para volver mágico el sonido,

y acampar el humano vivo,

puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,

resplandeciente fulgor de centella soy

alma en esencia, escritor muerto sin tiempo

yo soy tu elevada inspiración que te lleva

para forjar poemas de tus venas.

Y gritarle al oído que no he muerto.



Cuéntale, cuéntale al viento de este humor

que me trae preso,

por avenidas yertas, olvidadas del verso,

y sus ángeles estrellados,

humor vivo por fuerza celeste aguerrido,

ven, ven conmigo olvida tu camino,

seré luz avocada a la perdición de lo vivido,

conquistando, destruyendo y tejiendo

aliento de tu copa de vino,

era o es llegó mi tiempo,

de enhebrar palabras al olvido,

desmenuzar sentimientos

para tornarlos materia de saliva y aliento,

para destruir el momento,

yo centella del universo,

viene por tu beso labrado

en la estepa corriendo de la vereda a la rambla

dulce su estampa,

quebrada en el verso de hiel,

sembrada en la dulce palabra de miel,

indestructible esencia,

relámpago de la centella,

vida y vid de la quimera despierta,

guerra eterna por deslumbrar tu interior,

inspiración cercana

donde nace y late el amor,

humor trenzado, humor de ababol

ese por el que el humano encuentra su sol,

inspiración olvidada,

muda caricia,

tejida en el eco sordo,

de la oscuridad y su hálito desmembrado,

en espiral de vértice y umbral.




III




Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,

ese soy yo tu humor trenzado,

sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,

más lla de la montaña

y del eco eterno de un tiempo desvanecido

en flor de niebla y umbral,

inspiración sin nombre ni apellido

tu demonio tejido,

jamás carcomido,

en el sino que te destapó poeta del viento

a lo que naces sin destino,

que no sea abordarme la calma y su vino,

destellos fugaces por conquistar

en la entraña de la ola de mar,

y en la niebla de la isla de Manx,

sí soy yo quien te habla de verdad

Leannán-Sídhe en tu mirar,

reina hada del bosque de las sombras

de la profundidad,

llegó tu suplicio dormido,

de enfrentarte a tu quimera despierta

y a tu manantial fulgente de inspiración,

yo tu humilde servidor,

un humilde escriba sin tiempo,

que te amo desde el albor,

quien mereció

tus besos escritos,

para volverlos flor,

tu humilde servidor,

del bosque al manantial de inspiración,

soy yo quien te mereció,

pregunta al viento que mi nombre te dejó,

Förüq sin condición

más que no sea dormirse

en tus besos sembrados de inspiración

dime tu demanda te cumpliré

sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.

Vale seré solamente tuyo.




Suspiro por ti amor,

elevada conciencia de mi creación al albor

suspiro jamás yerto en flor,

soy yo eres tú un reino vivo

de ilusión,

por trenzar el hálito en el ascua,

que rige toda inspiración,

para el mundo venas de humo,

para mí mi realidad tejida en uno,

piel y verso sin razón,

elaborado amor

sí nacido del rayo de sol,

para poseer mi alma y corazón,

desvaneciendo mi dolor,

brotada mi lágrima carmín de fuego

desangrándose mi amor

acampado por todo el resquicio del alma y su flor,

enamorando hasta el hueso de mi esternón

pura llama sin razón mas que congelar el hálito silente,

lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte

muerta la lanza y su fiebre,

quién contra mí soy invencible

soy ruído en el alma que te acampa

quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,

quien en amor te acampa el alma,

llegada de un confín a habitar tu pecho y espalda;

no es tiempo de correr si no de desvanecer tu miedo

a florecer llegado el tiempo,

muerta tu araña soy yo quien te queda,

un mundo en tu vena,

un horizonte de estrellas,

limpias, puras, nacaradas,

sí soy yo quien te habla en albor,

tu hada fiel de la sombra,

Leannán-Sídhe

somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,

de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,

para vencer muerto el suplicio

en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,

para decirte que soy yo quien te ama de verdad

muerta la espera soy yo

quien te queda.

Y yo soy quien te ama mi quimera,

poseyendo mi alma entera.



Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega,

soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto,

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto

despierto mi reino vuelto el nuestro,

resumiendo el latido por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.

Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.





Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,

para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,

muerta la calma y su abrojo de plata,

todo lo que queda es ella,

vida para el telar de mi letra,

despierto el alarido y su estampa cuelga,

muerta mi araña es ella quien queda,

para florecer el viento flores de sol latiendo,

y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,

era o no era llegó mi tiempo

desnudo el tiempo,

me visto de cuervo,

para volar su cielo,

mis violetas nocturnas caen en flor

junto con mis sentimientos,

para acampar el sonido y su destello,

soy yo quien quebró para ella el tiempo,

el horizonte gritaba su amor envuelto,

lloraba una primavera de nuevo,

soy yo el que escuchaba atento

fiel de su beso,

para mi no era invierno,

si su estampa relucía de nuevo,

era sin duda mi tiempo,

el de rajar el suelo

sembrando mi aliento,

despertando al muerto,

trepando la ilusión

en su pupila de hierro,

desmenuzado el latido

quedó que yo vivo

por el latido

que me mantiene en vilo,

a ella sujeto y preso,

para florecer en ella el beso

y mi caricia quedar proscrita

a su submundo de los condenados

así como su estampa brilla.



Nada que negar, nada que defender,

solo tu piel por escalar,

mantenme aparte

estoy rezando a mi mismo,

quién vendrá a sostenerme,

llegado mi punto final,

sólo un alma allí estará,

nada por dudar,

eres tú Leana mi verdad,

todo lo que hago correcto,

estampa de vid y cielo,

por aguantar,

el cielo por doblar,

llegado el final,

quién si no tú me sostendrá,

abismos afuera, todo por llegar,

sin nadie que nos juzgará

estaré a tu lado de verdad,

y la perfección de ese modo alcanzar,

desmochado mi demonio

en el lugar,

robado al tiempo tu suspiro nacido

por mi aliento enardecido,

eres tú quien me habla

yo quien te responde a garra, letra y poema

desde la entraña a la zarza,

y su espina ensamblada,

que yo soy quien te ama

y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá

en el ocaso de la eternidad mi reina

señora hada.


Ahora llegado el final,

mi tiempo me sostendrá,

mi piel esquiva en tu boca se arrancará,

con el saber preso

que de tu aliento soy convicto,

mi hada Leanán

el viento de nuestro aliento queda repleto,

cayendo por la avenida del miedo

jamás mi aliento si no el color de mi verbo,

debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,

para acampar en tu boca con el mejor beso,

sostenido mi traslúcido pío,

en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,

hilos de mi tiempo desvanecido

en la boca de la estrella por dibujar

con mi lengua,

una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,

el ombligo del umbral se desmigaja vivo,

para rajar su entraña mi te amo

a flor de garra y rosal que acampa

mi humilde entraña,

floréceme el viento de nuevo,

seré yo quien allí estará,

sembrando en invierno sus mejores besos

del firmamento sedientos,

y sí nacieron estos abrojos míos versados

es y será para que alguien nos recuerde amor

por los siglos que nos vendrán.



Pacto de sangre consumado,

temblando,

el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando

su canto a la luna sempiterna de antaño,

viste y vistió mi amaranto,

que colgado estoy de su manto,

vid de mi quimera por sembrar

su aliento vivo,

en la piedra del olvido,

muerdo yo lo vivido,

es y será mi sino,

blandiendo a la mitad del viento mi trino,

para llegar y conquistar el humor vivo,

hoy te descubrí preciosa mi compañera,

por entonar contigo quedó la letra,

tejiendo mi cauce sanguíneo,

tu estampa de sed por navegar mi camino,

por desnudar el alma contigo,

destruidas mis murallas de lo sentido,

queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,

para descubrir contigo el suspiro que avanza

por el camino,

ese que me trae perdido,

alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,

destapando mi secreto en tus labios,

desnudando el sentir preso,

ese que por tus cabellos cuelgo.

para amanecer en tu bella boca,

allí donde despierta el azabache de la noche.


Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,
en espinas sus besos sangrientos,
forman ellas mi aliento,
a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y
tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,
que nos sangró los sueños,
mi vida conquistará tu aliento,
allí donde la yedra escala el árbol,
y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,
esta es mi vida que me late el verso
y por tus ojitos tengo mi firmamento,
ese por el que la noche es azul y el día amarillo,
para acampar hermoso el sonido,
y trenzar el álamo sin desmocharlo,
sólo allí el humor caerá trenzado,
por el aliento al viento
fluirá nuestro secreto,
de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma
verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,
voy allí al submundo de las almas
y te encuentro entera,
cómo no encontrarte si brillas entera,
hoy el nervio me avanza
por desnudar mi entraña
flor de niebla y umbral enamorado
hoy soy yo a tu lado,
y que el mundo gire y se estampe entero
que yo amor te seguiré perteneciendo.




Solo una vez se destapará el canto
quedando de los labios preso un sonido enarbolado
demente el hueso estallará grillos y sus huestes,
blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,
ese por el que el sueño será encontrado,
mi vida te seguirá perteneciendo,
fiel de su caricia,
el hálito correrá sin disciplina,
allí solo allí tu caricia será sentida,
fiel de su alquimista que la vela y aguarda,
fiel de súplica su embestida,
es momento su araña cae tejida,
destapa la caricia dormida,
para acabar su vida
en la hoja de aquel árbol donde todo termina
me aguarda el reino de los valerosos versos,
hoy por hoy encuentro su calma
y me aborda su estampa,
para ser yo bajo tu entraña
quien tu ansia guarda,
sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,
mi bella mi adorada
mi musa de mi entraña enraizada,
soy el que ves que a tu beso llama,
quien te duerme en el cuerpo de tu cama,
floreciendo en piel y verso su entraña,
abierto su latido,
eres tú amada todo lo que yo poseo,
incendiada mi estampa,
eres tú lo que afila mi calma,
la ola de mi océano que clama,
muerta la hora, llegado el umbral
quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío
si tú eres lo que yo vivo,
y junto a ti partirá amada mi rumbo.





Estrellas fugaces me siembran tu caricia,
por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,
se destapa el velo arraso tu calma,
me cuelga tu amor a mi entraña,
vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego
se afila mi verbo y te encuentro,
sueños deslizan mi cuerpo,
mi armadura es mi verso,
que crepita el beso,
acabando de ti deseoso,
lícito el momento de acabar bajo tus labios,
de nuevo tu piel incendio,
para estar bajo tus brazos ileso,
para ser vivo poeta de tus ojos,
el verso sea mi pluma,
la sangre mi tinta
y tu amor mi fuego,
para acabar de este sentimiento preso,
que da vida a mi hueso
viva el verso,
viva tu vida a la mía unida,
hoy descubro la avenida,
que no escapa sin caricia,
mi vida encendida,
no es tiempo de huida,
te sostengo fiel a mi súplica,
enciendo de tu cuerpo el brasero
y bajo tus ascuas me quemo,
para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,
hoy visto de besos el amaranto,
mi cuerpo es tu casa,
viva el verso,
hendido en sentimiento,
por la luna y su crucero,
por el cielo y mi lanza despierto,
hoy quemo el universo,
para quedar nosotros dos
en llamas envueltos,
no te dejaré escapar,
con mis versos flamearás,
vida a mi vida sujeta,
por los cielos descrita,
y su plomo deja de serlo,
para ser nubes cargadas de besos,
sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,
sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,
devuélveme a la vida lucharé por los dos,
sin despedida, sin desquicia,
el verso brillará más que antaño,
el océano le quedará pequeño,
seré tu dueño,
a la noche que reinan las estrellas,
vivirá siempre nuestra luciérnaga,
de la luz su caricia,
conquisto el cielo
para que viva siempre mi verso,
y soñando te encuentro al calor de los luceros,
la luz se desdobla para parir
nuestra hija de oscuridad.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Iris en ojo de sangre:

Vena del cielo:
Solitario rayo estertor;
siniestra umbra,
escala la cuchilla
de tres arañas colgando,
hoy es por mí
nunca quede huella,
destino en azar hendido,
lleno, repleto, asido
en el origen primigenio,
madre ella del color,
asume este sentido yerto,
agujereado en haz luminoso,
nitidez en halo
de nocturnal visión
derritiendo,
devorando astillas primas
de subrepticia enhebrada,
padre flamígero del fuego soy,
elemento hermético
de tres sentidos,
arder, conquistar, consumir,
estelas abren runa clave
Gemineye,
sangre de este ojo,
perplejo soliviar
en azur abriendo pulcritud
inabarcable,
inicio de sabiduría en vena,
muerde,
acaba esta espera,
raudal extenso de pura visión
en certeza
de sentido superior,
cristalina esencia
descendiente
sin parpadeo fugaz,
crisol de valles
y gramas feroces,
deslices del afán superior,
dar sentido a mi vida,
ojo de sangre calzo,
cabalgo anquilosado designio.
Ancestro del lobo único soy,
perplejo sentir asido
del diablo en simiente,
primer ángel caído consumado,
errático vuelo soterrado,
magia del silencio encumbrado.
Visión, y sueño,
indescriptible con lenguaje.
Si te ocurre lo mismo
no eres capaz de usar razón
y ordenarte abrir los ojos
y dejar de ver;
como un corzo paralizado
por un lobo estarías,
imposible por sensación
hacer desaparecer lo que observé,
por extasía, incredulidad oxigenada,
belleza en percepción,
la pureza en sueño
en imagen mental
que escapa a todo,
vi el azur
por decirte aproximándome,
en un ojo femenino
lejos de este mundo
y de todo lo conocido
o descrito,
fué una sinestesia recta,
sin ser más que tocar el color
de la Oscuridad nacida
a ojos cerrados,
sumisa, displicente,
involucrada en crear
sonido del vacío absoluto,
sigo perplejo y asustado.
Es lo trascendental del infinito,
como ver el origen
del color formándose en un ojo.
El azur, el verde turquesa,
y azul mahón
no te puedo decir más
que esa belleza no me cabe en el pecho,
por algo sigo viviendo
no hay azar enraizado,
hay perfección.
Luz me arde ahora
en el mirar ciego del sueño
sin miedo sin embargo
saboreo el viento,
los cielos me poseen
de nuevo sobre los años
que ellos son,
algo llega a la rosacruz
de ayer
y sus nueve caídas
de sus ángeles despiertos
en tu sueño me ves invernando
dorando mis pelos de murciélago
bailo el colchón de nubes
que sostiene esta mi noche
para desaparecer llorada la tierna cara
saboreando una sombra más
que me vuelve
imperceptible
muerto sabor
de obscuridad sin faros ni luces
ni fusiles que matan hermanos
de su tierra y sangre
crecieron los caminos
y el rojo fuego versado
brotó en flor de amapola venidera,
dime qué debo hacer
¿Algo erróneo?
No puedo volver atrás
se sostiene aparte
la fuerza que nadie alcanzará
nada por cambiar
todo está hecho
algo que asalta aparte
puedo volver y empezar de nuevo
sin mí, sin vida, sin cuerpo
sin lo que me ata a este mundo
mañana veo el futuro
la destrucción del pasado
quedará atrás.
Corpus, anima, crescens
sol refulsit,
lux
et patientiammeamscientiam
florum, est vita
nosotros no somos lo mismo
la bondad sangra las venas
gustos, deseos, vencer,
arder sin perder aposta la partida
esa que las hiladoras tejen
momento del momento
nacido absorbiendo el hilo del tiempo
las piedras lloran flores
el final es volver a empezar
viendo y amando
el ancla errada de mi lugar,
continúo al cuervo
que me vuelve más fuerte
ave más inteligente de la faz
poder de la misma
energía
en tormenta de conciencia
siendo ese rayo solitario
que partió todo inepto,
inconsciente tormento.



El Castellano




Inerme botánica de sangre:

Sangre esclava rehúye
la encumbrada virtud
del hombre libre.
Suenan los iris
por estelas claras,
designios flamígeros en sotos.
De luna descalza;
con metales irascibles
se presta.
Sujeta clavos en mi torso de roble,
ciprés que no duerme
ni sus duros ojos bajo tierra cierran,
sembrados;
oscura hierba
en agua turbia marcada,
agarrada bailaba compases
que el viento dicta.
Cielo abierto de honda sombra,
engastada de granate sin avivar.
Soberbia limpia
que los amigos dejan,
en panales como enjambres
sin sed de vida.
Testimonios yacen cadáveres
erguidos, en pie al olvido.
Milenios de cristalino rostro
numen erizada
acaso estira mi cuerda.
Este son día tras día
se revelará caminando por fuera
del suelo proscrito.
Mi piedra será ojo de tierra.
Abrirá poniente un cénit
en sortilegio de blancos acres.
Inhumana luz sin testigo
ni brida.
Carne de matices que no disimulan,
camina el brillo primero:
yedras, millón de asfaltos.
A los cielos alzo mi mar angosto
y su yerta secuela
en nueces del tiempo
y almendras que relucen
como el oro.



El Castellano

Túmulo de bronce:


Hexámetro en bronce
de sus miles brillos
invoca mi escita
el arduo fuego que yo poseo
casarse quiere la arcana musa,
cólera de Hércules,
dioses habitan otra,
la escritura,
celaban torres de sombras,
el destierro secular
que nuestra dicha honra.
Podéis jactaros
de cuantos diarios
habéis escrito,
rebuscado, doliente
sin plagio yo,
filólogo
de un olvido de hierro.
Posesión certera
en mi sótano de luz,
henchida moneda vaga
me habéis pagado.
Por cuantos filos
blande mi lenguaje
pulcras espadas atesoran.
Heráclito soy del tiempo
yunque que se oxida,
Intangible río
llorando expensas de un amor
que hace imperio
en opacidades del ser
ilustre, fiel testigo
en juicio con mil moscas
que acudieron
al panal de su corazón,
para morir de avaras.




El Castellano


Flor helecho romance:

Agua lleva, suena río,
alma de roca ya mecida,
bebía orilla leve.
Flor roja, sangre sí cuenta,
blanca cierva fada triste
cazador hiere su flecha,
blanda espina gemía
flor abierta grana lerda,
fada herida descansa
latiendo la parca negra,
yace helecho silente
suspira sangre plebeya;
el helecho comprensivo
flor mágica forma bresca,
tambores suenan despiertos
vid en helecho acerba,
afligidos, piedra mueven
cazador choca sin venda
flor helecho coge alma
lo que frío bosque agremia
misterio de cierva fada.
Fada descansa, inverna,
cicutas toman la sangre
veneno hacen, su penca
cuervos la cena discuten,
cazador río afrenta,
lleva el río latido,
aliento verde no medra
duendes coronaban fada,
fada su vida dispersa
los espinos la cuidaban.
Suerte mecía atenta.
Enhiesta flor fue semilla,
altiva plántula bella.
Hada tenía la suerte.
Él apuesto, daba guerra.
Recta plántula suspira.
La vida fue muy correcta.
Aún duende ella quiere.
Ella, hada, como hiedra
ellos cuatro siglos ''juntos''.
Los dos sí saben, ''leyenda''.
II
Entre pámpanos exhaustos
cuervos, que ciprés alegra,
ronca voz enardecida
ojos de tierra que fierra.
Rompe mi leve oído.
Bruma que siglos almuerza,
Entre fugas y sus carros
negra sombra sube cuenca,
el Olimpo ya reinaba.
Venus baila, suerte terca
furtivo, justo desliz ve.
Inframundo almas hienda
Mal destino él mecía
rivera de calma yesca,
tuvo cetro agua brava.
Siglos, dicha es ofrenda.
Cierva fada. Lides, forja.



El Castellano
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA


Férreo estímulo:

Resoplido al fulgor de soles sedientos,
y rayos de esencias acrisoladas
al fervor de síntesis violáceas y sombras ecuánimes.
Halos en regencias febeas; sus cadencias amilanadas danzan, juegan, mecen extasías soberbias, en rediles que estrellas guardan del brillo magnánimo, cuchillos calizos resecan la viveza pétrea, iris de tu fervor de lunas espolvoreadas, estira su tela mi araña
colmando tu rauda pureza luminosa, como ascuas intangibles en fanales hogueras
de mi deseo hendido a tu cauce,
abro la sed de espada, exudando tu sanguínea pupila en sentidos yertos, helados.
Es un río malva de pétalos desangrados.
Abro esta flamígera contienda de la comunión de nuestras estrellas.
Vinieron a plañir sus estelas densas, graves.
Por cuanto mi hematíes coagulaba mi sangre, oro del mercurio de tu boca mi amada hada, es un designio nacido; un estruendo brotado de la sombra de tu infinito, cómo arrullar mi deseo traspuesto a tus sábanas espectrales, y mis lechos  de paja y flores.
Se destila mi testimonio, con un latido de tu certera caricia de aliento mi amada, es un soliviar vetusto y una rosa perra, un hinojo que guarda mis aojos y sueños arrebolados, un sueño y te toco más allá del color mi hada oscura, mi risueña golondrina azabache.


Resoplo
al fulgor
de soles sedientos,
y rayos de esencias
acrisoladas
al fervor de síntesis violáceas
y sombras ecuánimes.
Halos en regencia
de cadencias amilanadas
danzan, juegan,
mecen extasías soberbias,
en rediles que estrellas guardan
del brillo magnánimo,
cuchillos calizos
resecan la viveza pétrea,
iris de tu fervor de lunas
espolvoreadas,
estira su tela mi araña
colmando tu rauda pureza
luminosa,
como ascuas intangibles
en fanales hogueras
de mi deseo hendido
a tu cauce,
abro la sed de espada,
exudando
tu sanguínea pupila
en sentidos yertos,
helados.
Es un río malva
de pétalos desangrados.
Abro esta flamígera contienda
de la comunión de nuestras estrellas.
Vinieron a plañir sus estelas
densas, graves.
Por cuanto mi hematíes
coagulaba mi sangre,
oro del mercurio de tu boca
mi amada hada,
es un designio nacido;
un estruendo brotado
de la sombra de tu infinito,
cómo arrullar mi deseo
traspuesto a tus sábanas espectrales,
y mis lechos de paja
y flores.
Se destila mi testimonio,
con un latido de tu certera caricia
de aliento mi amada,
es un soliviar vetusto
y una rosa perra,
un hinojo que guarda mis aojos
y sueños arrebolados,
un sueño y te toco
más allá del color
mi hada oscura,
mi risueña
golondrina azabache.




El Castellano

Entre corona y candelabro:

Es un desfile
la luz del astro
intransigente,
sabe que no tiene mejor,
en su empeño.
Se riza mi idea
sabiéndome cuervo,
adentro el nueve
y el tres sacude.
Vive este caracol
con casa de espejos;
habito el espejo,
estoy escribiendo en él
que un día
las imágenes
harán dulce sinfonía.
Los sonidos
serán colores derretidos,
mi casa será una hoguera,
mi luz será inquebrantable.
Seré yo encargado
de cabalgar los tiempos.
El olvido dejará sus cerrojillos
entre un manto de abrojos dormidos.
Las hojas llorarán baladas estridentes,
perfección de décadas florecientes.
Siente el poder
del cuadro de la oscuridad.
Afílame el cuchillo hiriente,
tejidas las arañas de mi carne.
Atraviesa esta grieta de la oscuridad,
que no llora flores
lleva sólo almas
a su ciego campo de espigas.
Fiel reflejo estridente
los cuadros de tu vida
danzan entre las baldosas,
entre acorchados pasos,
todo va quedando atrás.
Un ocaso florecido
de espadas en sigilo;
tiempos huecos
su lúgubre caricia,
siendo heroe del norte
de mi silencio.


El Castellano

Es ciego mi Sol:

El primero
un flamígero
capítulo
de mi sanguínea vida,
al fragor de simientes
que germinan
nuestro ensortijado cauce
de nuestro albor;
engalanado en un diente de león.
Enajenada mi estrella
queda sembrar el cielo.
Con adormideras
y vestir el astro.
El astro de traje
para encontrarte
avanzo mi adentro queriendo
tu hechizo de piel
que me abruma y deshace
la hiel,
colorines me silban
su quietud
colorada, furtiva
en la pulcritud
de tus mejillas;
oscura golondrina.
Al alba
de mis deseos nacidas.
Fiel reflejo estridente,
los cuadros de tu vida.
Danzan entre las baldosas.
Entre acorchados pasos,
todo va quedando atrás.
Un ocaso florido
de espadas en sigilo;
tiempos huecos,
en lúgubre caricia,
acaso la luna es luna
o alguien despierta,
y la pinta.
Cerrojillos en destierro
de este silo de oscuridad
amilanado que yo amo.
Avanza que imanta
el día y su prisa
por alzar
su comunión de estrellas.
Gritos secos se mueven
tras el ventanal.
Sangre que coagula.
Entre compases de malas yerbas
de mi patio.
Es un mirlo negro
Que me visita,
siempre vestido igual;
estrujé las vidas
del gato de arena que soy;
suicidios de cardos
corren por el tapial
del patio,
se riza durmiendo
mi gato negro;
la soledad me ama
más que a su estampa;
vuela y reposa
mi fiel añoranza,
reverdecer mi ilusión
socavar con sucesos
lo deseado
para tomar con mi esfuerzo
lo que no me dan.
Acaba de irme y no soy adorable.
Me levanté y me fui.
Quedando mi decencia
En una hoja.

El Castellano.


No hay final sin comienzo:

Miles dei lumen litt C et sumun cannae. Flos umbra, diectusuxorblanditia.


1
Es esta rosa flamígera
 repleta, rodeada en abrojos
llamada destello tenue, veloz
arroja, presiente
mi elevado albor,
cuanto posee llamado amor,
de mi azada y hoz redentor;
revelación
que mi sangre golpetea.

2
Resucita mi dignidad servil
vivir con sueños colmados
de fría esencia argenta:
antorcha prendida, dispuesta.
desbordadamente viva
tu creencia.
Trasciende,
alcanza mi llama
entre danza de corona y candelabro.

3
Frente la luz de una noche
todo ella,
me ha devuelto
una osadía.
Diviso su hegemonía
férrea imprenta;
estigma que repele
mi ilusión verdadera.
Desnacer ocurriera mi tierra le ofrecería.
4
Ileso viles juicios
atravieso,
batalla traspuesta
del candor expuesto,
nacieron dos gotas,
yugo de unión por mi tinta
que hoy canta que hoy grita
las flores cantan,
las nubes se levantan.

5
Candamvis levanta,
centellea,
llegó mi renuncia acuchillada
perder sin intentarlo
me dictaban,
renuncio a morir
sin intentarlo.
Fiel prefacio blando.
Aojos danzo.

6
Vencerá el pacto de mis hados,
con mi serena brea.
Un gris roto
un pedazo de ascua,
las piedras gritan,
dibujar tu oscuridad
en mi pecho manifiesto,
el signo en pared de alguien,
en puerta redimida que mi hoja cante.

7
Mirla mía
sin tu cárcel
vuela, alza mi caricia,
hazme libre,
soy ferviente azogue
de mi cadena a ella
amarrada.
si a ella no traes
¿En quién confío?

8
En quién yo seguro
mi alma desvisto.
Cauce seco,
carretera sin bordes
de mi cromático metal
escrito en cobre.
Es o no es
brilló mi turmalina
displicente fuente.

9
Es la vuelta de los vencidos,
acaso sirvieron
sin luchar despliego
mi ejército,
en brillante estepa solitaria,
la noche llora su azabache,
volveré vencedor
por alud en llanura.
Que yo no soy español soy castellano.




El Castellano


Dispuesta égida forma celada:

Luna venidera,
aguardo, augurio de tu siembra,
vengo que nazco
a párpado fijo encumbrado,
ven, ven a mi yermo,
donde todo luce dispuesto,
y un ángel redentor
te esquilma el beso,
preparado para disparar
y tu anhelo flagrar
preparado
dispare
acoge amor
mi temprana osadía
estoy nacido del hierro
de tus ojos.
Venga a este mi ser
tu alumbrada existencia
para nacer de exhausta
secuencia interminable.
Ahondo que surco
venzo dispuesto
mi flamígero desespero,
soy porque seré
tu sol Lugh
mi enhebrada luna
aventa mi ansia
nómbrame tu apoderado,
cuántas lunas sempiternas pasaron,
y yo nací para
que fueses mía
en taciturna desangelada
sonrisa venidera,
no me desampares,
sé mi fuerza,
sé mi anhelo
que yo tengo diosa,
que yo tengo madre de mi luz
verdadera.
Por este soto derriten las estrellas
para ti ofrezco
una estampa, una espiral
que no acaba
por  mis cinco litros de sangre
irrigada,
nacerá una estela tuya y mía
desde hoy hasta siempre
el tiempo mi rival,
soy yo nacido para la eternidad,
ámame musa
porque comienzo a amarte
desde tu ambrosía,
que decreta no ser
vida de un día,
germinará esta etérea semilla.
Miles dei lumen, flagro metaphora
creaviblandusmorxtimunmalum,
veneraviblanditia, dediscocordissolusunno,
verstroparemo, sed de vita ostendialae,
decreto ser de tierra,
luz que germina
mi entraña verdadera.
No me desampares
estoy formando celada.
De égida dispuesta
este Escita levanta
por ti de su tierra Castellana.

El Castellano


Brillo azur de tu mirada:


Alcanzo tu visión serena,
tu Iris excomulgado
y su transparencia vítrea,
me cuega la pupila.
perdido entre tu brillo azurado,
cristal denso
de hielo nocturno
en opacidad extensa
como el llano de mi oscura
nebulosa voraz,
un grillo hendía mi herida,
por los grados
que centrifugaba su cuerda,
tres notas una destensada,
era tiempo suficiente
de fijar constelaciones
en los azares de tu mirada.
Caminaba solo a voz rota
el paralelo perplejo
en tu honda risa,
más que un estado mental
me golpeó tu osadía trenzada
de dama
de mi vespertina noche.
Era un halo intransigente,
te necesitaba más allá del irisado
de tu caracola,
me respondieron las cuerdas
de tu guitarra,
que era yo
tu blasón perdido,
en pulcritud de encajes
y árboles frente nuestro retiro
de miedos.
Sólo hay un sino
no abandonar nuestro sendero tejido,
quiero describir
la turquesa tus ojos,
no puedo sin caer,
en que ninfas, Calíope,
afinaron tus manos
acompasando con ellas
sus arpas,
tu alma de cristal
yo, adentrarme en ella pueda,
quizás una osadía acompasar
tu haz luminoso
una y nueve
existencias más.


El Castellano

En media azumbre:

Nunca seremos nunca,
enfilando seremos ceniza
secreta puerta,
desolación con corazón,
materia de luz remota
sombra, olvido, brillo
palabras en el polvo,
tintero, sinfonía,
melodiosa sierpe,
me ensordeciera tu rayo de luna.
rastrojos por cebollas difuntas.
Animosas amapolas
órganos de mi ruda piel,
alada mi alma de almendra.
Parca enamorada es contemplarte
colmenera sería tu alma para anidarla.
Me esparcen la razón,
bueyes arrostran mi redil de venas,
fugaces, secuaces.
Halagan mi jardín sin alondra,
mi nombre te dejo,
pecho de ala,
tórculo de este recuerdo,
dejo presente
que quiero ser siempre, contigo.
Sufrimos tú y yo
la miseria de la vana luz,
en lecho, buque, beso
y noche de perros sonando
como lobos despiertos.
los valles redondos de ondas viejas
navegan las dunas
de tu luna sempiterna,
en arena gemías mi placer
y sus grajos que crascitan
enamorados de nuestra espera,
delicia como tú así es esta vida,
piedra ligera en viaje definitivo.


El Castellano



Orilla de reguero:

Vienes mi oscura golondrina
a colgar tus besos de nidos
en mi antiguo balcón de reflejos,
jugando me llamas
con tus alas en mis cristales.
Tu hermosura y dicha acusan.
Tupida mi yedra,
por tapia y hermosa fronda;
cuajada de rocío volverás.
Abre mi lid mi castellana,
moruna siémbrate
desentierra este caudillo
frente rejas de tu estrecha ventana
cuelgo un mirar absorto,
de tu despliegue de manos.
Dame asilo de pecho
inexpugnable penetra
honda risa,
sólo llave, paraíso, alma,
soto, cárcel, instante.
Sólo veo todo lo que aquí
no yace.
Agarro la rienda del caballo,
descubre el viento
mientras salta muralla en sangre,
pavesa en aire,
sujetando mi arpa en la lumbre.
Tres cuerdas estiro,
la última destensada late,
un averno sin condena
ni tristeza seca atañe,
dicha, belleza, fortuna, procesión
entre pinos rutilantes,
tus yemas,
mi pavimento,
con espada que centellea,
ya no es mayo pastorcica bella,
ojos de otros ojos me enseñaron,
pajaritos, valles,
vegas, agua fresca.
Sabes cuál es tu música suave,
encanto severo apasionado,
del enturbiado espíritu
blandiendo tu embeleso amilanado.
Expande tus tonos
cariño infranqueable,
tus franjas verde- azules.
pié de mi río
tu fronda ya cubre.
Abre el estío en ráfaga de tu centella,
tejeré para ti siempre mi sorpresa.
Inextinguible clama, abre la gloria,
magnificencia de osar tus labios,
terciopelo anidado
de un tiempo disuelto en sílabas,
suprema,
volverás a mi ventana
mi oscura golondrina.



El Castellano


Tres ascuas coronadas:

Mi seco musgo
arrebatas denostando
banalidades.
Agitar embravecido
tu seda y densa tela
perpetúa.
Creceré sin perderme
en tus ojos
visiones rectas de lo que querer
dispuso.
Mis hojas coronas
como frondas suaves
se despejan en tupidos pinos.
Resplandores descarnados
avanzan tus vidrios irisados.
Mis escaleras soplabas,
oíamos rodar la canica
por susurros colgados
en ceniza de hojas.
Avanza regueros campesinos.
Alarido bélico,
desnudado.
Empuje de amado
turbión empujando errante.
Chispa postrera mi sarmiento,
compuesto fuego medroso.
Deshechas las aflicciones,
queda sembrar
música, aullido, sombra y fábula
de arcano son del viento,
visiones riegan
tu raíz de plata salvaje,
arroban tus ropajes
dé argento ángel
en plata iluminado,
por secuelas
arrostran mi firme trazo
que voy a conocerte,
hasta hendida puerta,
y ráfaga inquieta
eres eje,
eres sentido
para germinar
cendales de niebla
en los campos de tu esencia.
Una.


El Castellano


Sendas por tu Parnaso:


Visiones riegan
tu raíz de plata salvaje,
arroban tus ropajes
dé argento ángel
en plata iluminado.

Una tarde,
horizonte en alta,
profunda,
inabarcable estela,
sin abarcar porfías medrosas,
extendía nuestra noche oscura,
naufragio posible
tú encontraste color negro,
yo una cegadora senda
al final sin comienzo
en derrotado afán
que acaso piensas
¿Ha comenzado?
Prosigo,
que dilatas esperanza.
Mi lóbrega palabra
cerrarse no entiende,
lejos se oyen roncas sílabas,
cóncavos senos agitan,
sólo es densa oscuridad
rompiendo espumas azules,
amparas que dilatas
sumergido escollo
bajo tu cielo
que exenta de dolor
mi rudeza en esperanza,
recuerdo al menos tu metal,
jamás mis alas,
oscuro dormía el monte,
mudo el viento,
yo silbando pletórico.
Tu poder soberano,
domando orden,
en noticias de Parnaso
laborado,
aguardé honda seña
y hoy soy saña del arcano,
que formó polvo fértil de montaña,
bosque de árboles de ceniza,
poso en terco llano,
gemirá alabastro
tus calzas
y el azabache que llora nuestra noche,
serpeará el color de tus cabellos.
Me desplazas
a la imagen del Hipocrene
abrazando el rubio Apolo
que me vanagloria,
demonios mirarse ellos soterrados,
murgan oyendo alaridos,
peras al olmo sé que es lo que propongo,
¿Acaso no es suficiente lo que obtengo?
graciosa Euterpe traje no quiere,
yo sé que tus ángeles batientes meces,
sólo acuso que ya sé quien tú eres.




El Castellano

Agua socarrada, elíptica travesía:

Analizo la luz en tu mirada,
leo flagrante tu alma.
Horno de fuego lleno,
como pisar un abrojo
y blando sabor degustar,
estampido del trueno atribuyo,
rebelión venciendo,
ya se escuchan rumores sordos,
precursores de tempestades.
Torrentes sin cauce
la turba desemboca a mi senda,
yo soy como las vigas de Himeto
no preguntes más.
Que ya mi amada labra la columna
que me cincela.
Heredero he sido de cuanto he servido.
El múrice me guarda
servil en mi travesía
por mar Laconio
cielo, inspiración, canto
corre anhelo voraz.
este mi sepulcro reverdezco
hollando lindes,
preguntando a Prometeo,
sin sobornar a Carón resignado,
el Leteo ni descendientes
traspasar mi puente pueden.
Chispeante tu cielo,
su rubor satisfecho oso al por mayor.
Instantes melosos veo en su colmena de labios.
Agradezco por enunciar mariposas nocturnas,
poso de almas condenadas.
Orados recursos en vigilia
que enseña cátedra tu silencio,
estruendosos llamados
a cosechar en gotas tu alma.
Sólo ordeno, mande sí
pero no me despiertes
porque no conozco ni miedo
para luchar por lo que quiero.
Acoge el cimiento
coloso que ando disponiendo,
prosigo,
póstuma súplica
ésta que logra calmar de Plutón su ira.
Gerión y Ticio
la onda Estigia aplacan.
la raza Danaica no se acobarda
ni su madre Dana
devela el secreto
por el que soy preso
reo capaz de incendiar
abismos que rutilan sombras
si así combato mi incierta suerte
por la que arriesgo sin miedo
de ganarte el cariño.

El Castellano

Candente secuencia:

Animus meminissehorret, luctuquerefugit.
Mi mente se estremece y retrocede. Plinio.

Lóbrega quietud escarlata,
eternal lustre oxidado,
eterno sueño
esquivando meloso asilo
de todo desgraciado.
Mi voz, angelical beleño
casi yerto,
pavoroso azar cuelgo.
Un averno cruzo
de quien yo era,
arreo sempiterno me rige,
hórrida lucha descarnada,
lucirá opaca
severa luna.
Mi ciprés fúnebre aplaca,
claman los ecos
frente ojos
musitando furores
al viento desceñido.
Todo lo que gritando calla,
se precipita
como lo que el generoso esfuerzo,
pudo sembrar;
afila esta turba
mi empedernido rostro.
Ultraje
que el desgraciado
expira sus fuegos.
Flor en miel de vida,
bronces de alas.
Magnánima se eleva tu suerte
labrada,
medroso mi latido
ya no huye,
cerviz eleva digna cadena
indómita.
Feroz risa por treguas
de brillantes ruginosos aceros.
¡Oh musa!, que por sombras felices
resuena mi dicha,
inulta eres
diriges fugaces los gemidos,
por melosos lares,
Turia y Duero
bélicos de nudosas lanzas,
desentierra ya
mi cuchilla férrea
de cuantos campos en Castilla
yo amo.



El Castellano a 11-08-2018


Tersura de palabra:


Aletargada una calma silenciosa,
en regazo de adusto febeo,
no pierdo fiel mañana contigo,
musa de agua.
ilusiones semblantes de Citeres.

Desdén que amancilla
de redes y verdores,
no cuentes mis cítaras.

De mi laberinto de espejos
tu alma es llave,
que férreos pesares cierra,
este mi leño amimaba.

Incólume afán de cuidar
de seguir tus protectores.
Tu lira mágica y tu arte no oprimo,
sagrado designio tu voz.

Ver imágenes de sus moradas.
Perdona si te agravio,
en ti yo quiero refulgir.

Lágrimas y sangre confortadas,
cresta de inmutable resplandor
savia que gime
 y adora lo que es de ella.

Me crece de los ojos
una sed intensa,
el témpano sordo,
aguarda, vela y sostiene
nuestra ciega luz.

Llúcia de todas las vírgenes,
la una me venció con trágica voz,
y sonrisa de caracol.
Que nunca desvanece
sólo vacío se queda.
Sin destino mayor.


El Castellano

viernes, 31 de agosto de 2018


Denso halo nocturnal:

Fuentecilla parece mi noche oscura,
fuentecilla retozona,
y de verdes lamentos quejumbrosa
como sombra leve de mi pájaro piador
que acuesta a dormir su entraña.
Sombras largas que descubren
el canto los lisonjeros grillos.
Blancura y azabache descansa en la arcilla
el nido mi golondrina.
Al fresco respiro de mi chopo soñador
lanzo un severo destello argento.
Longevidad imperial cercenada
como retazo de persistente
carcoma manida a mi verde intelecto
grave;
embaucaría sin tenerla
todos mis instintos,
todos mis impulsos.


II cuartilla

Canta , canta mi pena azul
sin ocre zozobra.
Abre el verde ramaje ,
a la espesura de mi idea.
Entre un camino serpeaba
como culebrilla de un destino azaroso.
El murciélago castellano
rasgaba bailando,  ladeando
el cielo mullido
de levedad de colchón sin luz.
En sintonía opaca que rodeaba
y acariciaba.
El cielo abría su sangre a la noche.
Un sopor de estrellas
que en este verano no tardaban,
y el rudo vigía ciprés soportaba.


III cuartilla

Bajo tenue luz de luna
que los sentidos, arrugaba
y mi fiero ciprés de lanza colgaba.
Avanzaba por el camino
los álamos,
como un sendero
en cal de maderos cenizos,
rumbo al Valhala.
Alumbrado , rememorado,
anhelado
por todo guerrero .
Era un olmo frente la tapia
de un cementerio
en Fuente la higuera.
Caminillos de hormigas dispersaban,
desplazaban los vástagos
de forrajes venideros.

El Castellano


Lilith II:

Hija de la tempestad
así te llamo, sin voz ensordecida.
Que la luna encierra tu canto
en estelas que riegan los cielos,
los grillos lloran tu nombre
cual inocente azabache sembrado;
el viento es tu incipiente respiro,
sangre llorando
despiertas por el cobre
ese que llora la noche
gimes en las fuentes de primavera
destinos en abrevadero insoslayable.
El espíritu lleva tu nombre grabado
Por cuantas raíces tu sendero brillaron,
aire es tu apellido engalanado
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ríes y lloras con la lluvia
despertando brumas voraces
que el alma secuestran;
la tormenta es tu carcajada,
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada agua
mecen tus rizos, espirales imantadas
en las que vive el arte.
Un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile, blandiendo espadas;
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón.
Volar contigo como si el mundo no importara,
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar.
Musa floreciente si arte arde su suerte,
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.

El Castellano

Sigilo de ciprés
Gime mi astilla,
en pulcritud de clavos,
versados yunques de mi estío,
mi casa es el viento,
la sangre mi electricidad,
qué puedo decir,
qué puedo hacer,
tuerca de mi piel,
para encontrar placer,
y que el grillo afile su violín,
en este calor silencioso
por el que volverme sudor
en tu cuerpo de mujer,
seguiré cantando en la tubería
de tu sien.
Una vida que no fue mía
porque la llevo a cuestas,
deslumbrando osadías
noches negras,
de cabezas de cerilla,
y humo de tabaco del diablo,
quizás mi único amigo se llama Lucifer,
por eso estoy digno
porque siempre responde
sin necesitar hacerle reclamo ni oración,
aplico la ley del ojo por ojo y abrojo por abrojo,
satisfecho sí porque tengo un tesoro,
digno como el plomo
de balín que disparar,
así es mi palabra,
una imagen a cuestas de otra imagen,
telarañas para atrapar,
voy a leer poetas yertos como Gerardo Diego
a ver que me imprimen, permiso.
Yo pensaba en mis cinceles,
para estampar mis versos,
fumándome mis pensamientos,
en alcobas vacías de invierno,
siendo una claridad de estrella
y sus rayos altos, profundos, ondulados,
mi otoño de hojas derramadas,
mi primavera que nunca se fue
porque siempre vuelve, gracias Pablo Neruda,
mi fronda sin quiosco amado,
una torre honda, parca, de silvestre azada,
para volar no hace falta lanzarse por la ventana
como hice,
un azar iluso se viste de redención,
por la onda de tu voz,
por el cuchillo de mi hoz,
mi profecía de una borrasca nacerá como alta nube,
que una nube es colchón de la luna,
por eso el viento es mi padre,
fumaré mis abrojos versados,
llegando entre valles de azores
y ríos dulces,
un verde militar de ciprés,
el color de mi sonrisa,
alzada entre los mortales,
mi topo único llamado mesías,
de evanescentes sandalias,
cima tras cima encuentro la sombra,
hasta anclarme a su lágrima de malva.
no sé acabar tendré que volver a empezar,
mi estandarte de arte que prefiero cerrado
como lumbre en horno de mi suerte,
es por mi mente que a veces demente
a veces único hombre,
una espiral que corre y se mece.

El Castellano



Espiga florecida:

Cruzaba mi albor dorado,
la hoja de un Álamo
blanca y roja como el vuelo
de un pájaro otoño,
cuán intangible era el color de su cabello,
era hecho de todas mis flores
como inexpugnable miel,
que brilla todas las cosas ,
yo que te hablé de amor
en nuestros días solariegos
como sábana de viento,
me golpeaba la idea
una fuerza inexpresable
como frío y sólo cavaba
mi jardín tras el verano,
en un color de ocres
mi mente que jugaba
y se evaporaba,
mis cuchillos dormían
la siembra,
en otras siembras,
un vespertino grito
del grillo acuchillaba el calor,
mi rambla que yacía seca,
era como un chirrido de iglesia,
como fiesta sin vino
ni cerveza,
tangibles vientres de la historia
en manos de la gente
un eco subiendo las cumbres,
un disparo sin blanco,
un hondo sepulcro
y un jardín excelso
de espigas,
los poetas son del tiempo
y sus versos.


El Castellano


Son de grillo:

Clarín entona sin miedo,
todo lo que siento arriba del astro recuérdame
su violácea arpa del sentido, tejido yo del hierro,
y una escarpia desnuda que anuda,
que desvela mi yunque, mi eje,
apenas dormido yerto el tiempo que te conoció,
arriba muy cerca de la letra dorada,
y su escarcha de silencio senil,
eres más que donde alcanza mi palabra,
un yugo, un arco y una flecha,
una vena trenzada por la sangre consumida
que te lleva que te encuentra,
león aquí león allí en mi corazón,
hilvanas mi calor del fuego,
se funde mi abismo zarzas por ascuas,
Sol por luna dentro de mis ojos te encontrarás,
allí solo habita la luz como quimera una,
que te destapa en sueños,
si por soñarte te hiciste realidad mi bella Margarita,
una vez en la vida el tiempo se derretirá,
y nuestros labios beberá,
vuelvo a vivir por ti,
vuelvo a descubrir justo la vida,
matando mi soledad, aumentando el día,
amor que me volviste libre
y elegí amarte
hasta donde cerraban los ojos de la noche,
mi miedo se alimentaba de sus paticas,
yo quiero quedarme contigo
hasta que mi pecho lata abierto,
subiendo cumbres anclando mi sombra,
hasta que la tierra se coma los cardos tras el estío,
hasta que las flores rendidas dejen su belleza,
en son de elevado amor,
que asesine los silos de oscuridad,
que descienda lo perpetuo
y quede asido el cielo
hasta que la imagen sea sonido,
y mi deseo traspase las puertas de tu destino,
solo allí reinará lo sentido.


El Castellano

Sol de plomo:

Lejanías trenzadas al clarín violáceo,
malva de su lengua de estrella,
allí donde el tiempo se hace uno
por adentrar mi silencioso Sol
en su boca de espejos,
allí donde la cercanía
nos vuelve una persona,
a violín de una cuerda carraspea el grillo
el gris en sinfonía añil de surcos y su estío,
a ebria guitarra se abre el sendero cerrado,
el cálido mar de pupila chirriada,
despertaba el son de los tambores
hundiendo su caricia en altares desgranados
y su danza por la quimera del cuerpo sediento
azogada cuerda con lámina recta
sostenía el crepitar difuso del día,
lobo de su ser afilaba nervio dorado
al abrir la luna fauces amarillas,
Lobaluna se acurrucaba
venciendo el cielo de zinc
en sus párpados ,
estremecido el alarido despierto
la noche colgaba pestañas ,
al blanco carruaje del sueño,
solamente un puerto
al infierno abre,
todo lo que yo daría por verte,
y que mi corriente no doliese,
eslabón sereno de azabache,
al latido sordo de mi suerte,
bebiendo ambos de la fuente,
nuestro corazón estremece,
siendo la vida reguero que enternece,
de una a otra parte el ocaso mece
su vientre de yodo
en encaje febril
viste el Sol su popa,
el camino hace venas de hierro,
el linde de tu cuerpo
aguardando mi llegada
para derrumbar la verja franca
de su puerta
y hacer libre la tierra.

El Castellano

Soturno caballito del Diablo:

Lejos de la tierra cruzo la senda,
donde amanece la sombra,
hombre, hombre de luces y tijeras,
hombre de bien al menos,
a veces algo que entender
navegando dentro de la luz
un cuchillo del negro puerto
porque yo no caigo ni muerto,
ni es mi soturna vía,
un espejo estridente sin sangre,
amo la noche sí y ella me ama a mí,
un velo de sosiego, calma
y enervada súplica nacarada,
es su juego es mi baile entre estrellas,
y grillos que se marchan
por ser otoño,
como un pez en tierra
intento escapar de la tierra
y respirar en mi medio
cuando aleteo
y solo giro sobre mí mismo,
una estampa, escrito yo en cobre,
sonido si al menos fuese sonido,
muerte al lamento y al diario
sea de la temática que quiera
una garra, una sombra,
un océano abierto
se necesita caer despierto,
un trance de momento,
y la lluvia cae de nuevo,
el terreno se vence,
la luna se sacude la vergüenza,
mi aljibe jamás se secará
si lo hace ya no estaré
para sacarle su oro de verso,
cromado,
un rayo, una cumbre
y finalizó mi osadía
entre cerrojillos desempolvados,
tengo sed, de liberarme de mi mal
y volverme más que un talento,
más que lo que no he elegido,
ser del viento y que el viento sea mío,
esperando cabalgar
mi caballito del diablo emplomado.


El Castellano



I

Lámina del cielo
tu gris en estiaje
ángel del cielo teje
macabra sinfonía
lluvia se derrama aplomada
por su guiño de ala,
por venas cavas, su quitina,
estrechas vías consumidas
en atroz entrega
del mensaje del cielo,
sangre de tierra en zigzag,
río de caudal
por arterias de arañas,
por acariciar la flor del iris,
un barco y una vela
un puerto y una quimera,
una vida de aciaga solar siembra,
verso saciado cabalga
el colchón etéreo del aire,
hasta anclarse en valse,
sueña el viento ser capturado,
atrápalo en tu mano
y en la otra derrámate como gota,
precipita tu esencia bebe del cáliz
la yaga de nuestro vino,
infinito remansado en cuña de estambre,
es un ojo de tierra,
es una espera,
filosas fauces,
la canción con la que bailan las flores,
un cariño de flamígera estrella,
un armazón dorado de escarabajo,
una casa de caracol,
ven, ven conmigo soy aullido,
una entrega de cuarzo llorado,
un cuchillo de sílex afilado,
en el trillar del campo,
soy mis venas naciendo en un charco,
un sorbo y soy fuego en tu mano,
 gimo y corro el vasto templo
de mi perdida religión,
viendo el devenir venir
cruzarse, deshacerse, alzarse
para acabar siendo tierra
del inerte azar profuso,
mi tinta se bebe un rayo solar
en patita de un caballito del diablo,
mi vaga libélula de mi suerte,
para que siempre viva
esta hormiga león
siendo mi cosecha más que tus besos,
más que tus rayos de sol,
siendo yo del camino y el camino ser de mí,
irisada vida en son de mis tambores
de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.



El Castellano




El signo de la estepa:

Alba mía,
fugaz de abisales miradas,
llévame a mi lecho
que no me tengo más en pie.
Cayeron mis suspiros de miel,
Orando me acaricien
palabras de ayer,
ven mocita a mi vera,
ven te quiero ver.
llorando no lloro
mi cantar aquel.
Visten amapolas destellos de piel,
dispara para no volver,
plural celeste aflicción,
alba mía escancia
no quiero tu padecer,
sonríe a mi flor esquiva
un rayo tornasol,
ten mirada pura,
en esta espina radia nuestro tesón.
Hueso hondo, fúlgido nacido
de la adoración,
como niño lloro la ternura
agarrada en corazón.
Martillo quiso ser mi hoz,
segando a golpe de viento
mi labrada voz.
Victorias acompasadas frunce mi Sol,
el rito mío cantará,
por la nieve de los álamos,
al olvido de barbas de mi chopo forjador,
herrero de mi sinfonía.
Verá parir la luna,
en hojas de olmo con forma de corazón.
El signo de mi tierra,
el amor de mi azada
a su soterraña entraña.
Vientos del norte me llevan
a lomos del Aquilón,
Hijo del relámpago,
que una vez amó
y tierra tomó.
Signo de los tiempos,
solo, solo ardió por derredor,
alma invicta, invencible
su espada deslumbró.
Lobo aventado en bosque clamó
la tierra devora lo que es de ella.
Yo clavaré rival
a serena esfinge,
que mustia mi carne florecerá,
espero que esperaré
el tiempo me seguirá
mi rastro percibirá.
Hoy como ayer
solo mis dioses me aguardan,
en esta estampa abatida
de mi soledad voluntaria,
necesito el sonido de mi noche
por escarchas azules febriles
cantar de flores recuerda
el llanto de la piedra,
a la ruptura de compuerta
estaba yo desafiando mi destino,
hilanderas tres,
no me tapan mi hocico,
trémulo, voraz,
quise estrofas
tuve una unidad,
mis principios numerados
los dejé ayer sembrados,
vine para seguir mi oración
no rompas quimera
mi sagrado nueve,
vendré a traerte que mi ser
lo forma el tres.
Si te veo,
no te escaparás de mi tundra,
ya te he soñado y contigo hablo
de espíritu en yacija
recipiente que mi conciencia
suenas,
me despido para regresar
a mis cantos olvidados,
sin musaraña dicto
que yo existo.


El Castellano


Siembra tejida:

Atelier simétrico
las facciones
de tu cara araucana,
sombra densa investida
cubren tus dignas pestañas
donde se acuestan dunas
de lunas que en tus ojos
encuentran.
Diciembre que esparce
vientos vernales,
abriendo silos
con sentires perpetuos,
mi gato negro cruza mi idea
en nuestra casa y su tejado
de tréboles.
Entre corazoncitos de hojas de sauces
abatidos
y mi siembra del mañana,
abriendo las tierras
arados tras corceles,
surcos de mi divina calma,
por cuantas primaveras he conocido,
y todas las que a tu lado
me aguardan.
Incluso aquel pueblo se nos rinde
y nuestro mundo nos coronará,
vencimos y venceremos
a ese cuartelillo de nubes
que en letana distancia
separa y su bruma gris
encuentra.
Mares y océanos cabalga
tu Hipsípila con una flor remota
de su helecho
busca a su mujer,
avanza nieves de espuma,
hasta arribar su negro puerto.
Le esperan valles y ríos dulces
por tierras de azores y perdices fugaces.
Su sueño vestía ella
como dormir de las estaciones
era ella su sueño de otra esfera.
Abrían sus flores orgullosas
y deleitadas.
Fúlgidos cabellos,
sangre iridiscente de nueva brea,
cañón y galera,
lanzas de su futura siembra
en el interior de su amada.

El Castellano

Encina de fuego y brea:

Santo señero,
dulce iris de mis desnudos campos,
Dioses habitaron tu entraña que guarda,
cumbre eres de la loma despeñada,
réquiem de viejas espadas
que te labra,
quieto, el viento te encara,
vuelve a soñar que fuiste tiempo
de los tiempos,
estático límite
congoja deslizada de abriles febriles,
una oda me avanza
sin piel, sin moral sobrecogedora,
decídle a la tierra
que mi alma bulle,
este parco horizonte me teme,
oiré frentes, rayos fuertes, crepitantes,
un desnudar de las secuelas de esta voz,
amaré tu vientre como se aman las flores,
no habrá reino
contra Hipsípila
aterra calma entre alas
de libélula,
entre sueños de drosera.
Partiré mi vida,
recostando mis sangres,
floreciendo rosas a mi madre Belleza,
hasta sembrar mis aras redondas, abiertas,
en un guiño que descalza
sones por hendiduras sangrientas,
hasta enjaular mi aliento que te canta
por ajuares de estrellas las más bellas,
mi desaparecida sombra,
plañe que llora en su alma verde, pura,
oh Castilla, quién en tus alas nunca muriera,
eres un enjambre de furtivas
soledades que se vencen,
caminas tus vastos metales
en tu oscura tierra,
una sed te fulmina lo perenne de tu sonrisa,
te duerme la piedra tu encina,
un deshojar de tu rivera
siempre,
de tu río Mundo
a mi pueblo de Fuente-Álamo
jamás te muestras herida
mi Castilla bonita
mi Castilla sin yaga
por la que encuentro
en el cielo un monte y un atajo,
hasta vivir la plenitud
de dicha en barbecho de tu idea
mi vida, mi raíz,
mi falcata de natura.


El Castellano


Sembrando altares de hueso:
I

Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.


II
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.

III
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
Hipsípila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.





El Castellano


Panida rosa tu mirada:


I hoja:

Canta mi piedra
por inencontrable esencia,
promesa de luz del sol.
Azar de imposible
fuego fatuo en tejas
que son nubes de altos cielos.
Serenamente místico, me alzo.
Ascua empírea fueres
o carbón del destino atronador.
Mito, constelación:
constante, pura flamígera,
eterna de cimiento terreno
sobrevivirás a lo alto.
Escarnio mis solas sombras.
Promesa de tiniebla,
promesa tibia,
nunca alcanzaré luz tan ardiente.


II hoja:

Perecer a los cielos que yo amé,
te amo en medio de mares,
entre pulcras esferas feroces.
Clamor por férreos bosques,
boscajes de tu sed de miel,
arrebatada tú, de tu albo espíritu,
generosa es la penumbra
eco pálido de azul viejo
virginal fuerza de noche añil.
Presencia misteriosa
en haz, de luna áspera.
Destino opaco, inclinación
por verdades de monte desgarrado.


III hoja:

Tránsito estremecido, el río,
ligero, nitidez de espejos
que dulces presiden
hondas tierras.
Constante agitar de sus fuentes.
Resplandor baten tus argentísimas alas,
palabras entreabiertas
buscando dicha.
Esencia, eclipse de mi sangre.
Sideral cuerpo estrellado.
Sigilo, tus pupilas
con las que a fuerte garra
me amas,
y ardua me miras.

IV hoja:

Lejos queda el miedo en cestillo,
a ser feliz; si tú escribes.
Por esos juncos que el día
no cierra.
Un remero hábil,
desnuda la noche.
Bogando que su luna sonría.
Oscuridad larga
que nunca secunde.
Desemboca arriba ardiendo,
tu frente rosácea abarca.
Mi armadura,  mi espada,  fragor,  
pico torvo,  ojos cerrados.
Penumbra desconsolada
por riveras de mi ciego Arlanza.


V hoja:

Fondo de monte
en el verde mar
de tu boca.
Claros rectos,  únicos,  
confunden,
luz vasta y su sombra
que más ya no languidece.
Viento, velo, acallada luna.
Muda escucha
espesos vellos.
Faroles latiendo
corazones en celdas
con llave de tu alma.
Noble secuela
de mi dios Gemineye.
Entre azucenas de la tarde
mi suegra y nuera arde.
Rubricó tu gentileza, orquestando.



VI hoja:

Luminiscentes polen
en interiores de colmena.
Abro espumas esbeltas.
Desnudeces en carnal tomo
de mi cepa.
Brusco y dormido
en leyenda diferente.
Caí a mi tierra.
Toqué maravilla,  flor de supremacía.
Palpé tu olor fecundo
a esquiva adormidera,
de tu órgano erizado.
Por tus estelas claras
que escriben galaxias
y agujeros de luceros.

VII hoja:

Viejo pabilo iluminado
humo rojo viose apuesto.
Gallarda tu entraña.
Decreta, no cese
Mas nunca mi terco aljibe
que te escribe.
Con ojos rendidos,
ojos cada vez más humanos.
Pureza,  tu plata.
Amortecida ahuyenta la negra Parca.
Piadosa suerte
en sombra densa montada.
Eco amplio,
ley presunta de todo linde quieto.

VIII hoja:

Difieren ligeros, tus sortilegios,
de verbos que nacen.
Ya nacidos estudio.
Ellos que escalan mis ojos.
Opulentos pinos reposan
su verde nupcial.
Ato presunto borde,
llego a tu almena
donde vive tu alma serena.



El Castellano


 



































































2023 TOMO III

ANILLO DE SOL

AUTOR: .MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA.
LUGAR: LA CAMPIÑA, MIRADOR DEL HENARES CASTILLA
ESPAÑA.


AGRADECIMIENTOS

Se trata de la selección más completa y ambiciosa de todas las temporadas de mi escritura, a ojo del autor y de Tierra; lo que creo más destacado, o que me importa más a mí, sentimiento o significativo surreal o de romanticismo nuevo, natural, sin infinitos manidos por cientos manos escriban igual o similar de tema concreto, es mi obra más concluyente en veinte años, mi desempeñar; semana tras semana.
Hablando en plata de tiniebla:
Agradecimientos

Quiero agradecer en mi obra, a su eje o raíz salvaje
Rocío Salazar Torres Musa de mis temporadas consecutivas de escritura desde 2008
A mi familia entera, padre Agustín Martínez Hellín, madre Antonia García Cuesta, Hermana Agustina Martínez García, Abuelos, tíos, primos o primeros amigos, sobrino Killian Esteban May Martínez, agradezco a la vida hermosa por permitirme gozarla con cinco sentidos y completas facultades, agradezco a quien pueda ver y leer a través de mi Designio en sus manos, a una máxima, creer tiene más validez que saber, Naturaleza mi creencia y religión. Atento Miguel Esteban Martínez García.
AWEN



Predilecta:

Resueno
en el borde del papel
la condena dilecta
que marca un futuro
en subrepticia subyugada
a la luz vuelta oscuridad
del alma deseos de sangre
que jamás se cumplirán
solo la sed de vida por gastar
besando en la noche la sed
de vida ganar
asesinando creencia,
aliento y latido
en la oscuridad vuelta luz
un silencioso lugar
sólo el latido escapó,
el espejo no refleja
lo que reconozco
y mi vida va quedando atrás
solo tu mente atrayendo
para sentir el aliento.
Deshaciendo este frío
hojas y hojas de pensamientos
van cayendo
cuando me paré a mirar tus ojos
que ahora no puedo borrar
ni en oscuridad.
Te voy viendo llegar,
tu calor y corazón latiendo
estáticos dueños
de su tejida existencia,
te veo en paciencia
y me voy adueñando de tu pensar
mas que sangre
quiero cerca tu vida
para yo sentirme con otra
que hasta alma tiene,
y se va desgastando el camino,
los pasos trazados
se vuelven ilusiones.
Un día derretido,
el segundo quedó en vacío eterno
sin manipulación
de un ser superior
no puedo ayudarme
en este frío y vacío espacio
cada noche
deseo sentir tu amor
algún día
para siempre.

Förüq

BELLEZA OLVIDADA:

TINTA

Transito de la perenne espina,
a la fugaz rosa, y su fantasma azul,
gloria su grandeza dónde;
clavado en la mirada,
labré los aires vino mi verso
como este amor rugió,
y se engendró dentro,
del mundo ignorado, atento.
Cárcel de imagen,
metáfora tal vez,
escudriñar ofrenda pudiese,
cual amparo d` esta rienda,
mi sangre sedienta clama
en el supremo canto,
su garganta, lengua de flor,
y eco de luna semper,
las mentiras sentidas no eran erróneas,
el pobre arte, valorado fue,
duende arcano, que siempre apremia,
y en justicia arrebata,
el amor mejor, y el ascua dolor,
cava hondo y profundo,
quebranto, en pío amanecido,
tantas noches de alba en lo infinito yo te he esperado,
que ahora dejar de hacerlo es impensado,
hay alma florezca, de néctar y sangre, un sortilegio,
como saltarín te picaría,
verso de escudo,
o llama de fuego, y grito mudo,
canta,
este mundo ignorado,
canta la profecía arcana,
amor es respuesta amor es clave,
es llave sempiterna,
el poder de una luz flagrante
y que todo llena,
razón para creer,
oh flor secreta, te llamara,
canta por la belleza perpetua,
hasta purísima estrella,
la noche obscura velada,
sin aguas inocentes,
te añoro más que a la virtud,
ignota, no enseñada,
de tus ojos prendida,
astuta,
canta mi pequeña, oscura ángel,
que mi verso hoy,
no sea ni libre ni blanco,
sea nuestro para siempre...

Förüq castellano Miguel Esteban

SERENATA NOCTURNA 2009:

Escribiendo estos versos a la serenata de
la noche
bañado por el dulce susurro de hojas en
violeta por la luna,
y ámbar de ramas colmadas por la luz de
las farolas
me pregunto cuando se apagarán las luces
de la ciudad
y dejen su protagonismo a los astros y
ángeles nocturnos
cuando se calentarán nuestros cuerpos
bailando al fuego de una hoguera
la única música que escuche sea tus te
quieros y te amos al hablar en mi oído
cuando se desprenderá este alma de mi
cuerpo para acariciar y besar tu esencia
cuándo nos fundiremos en un beso
y las flores nazcan de tus cabellos
y las hadas tus palabras que bailan, cantan
y vuelan
en mis sentidos
cuándo mis piernas se entenderán en tus
piernas
y nazca en tu vientre mi amapola blanca
de opio y las montañas de tus senos conozcan el
volar de las
mariposas de mis manos
cuando te tendré tan cerca que podremos
comunicarnos con
los ojos
mi corazón salga corriendo de mi cuerpo
para decirle al tuyo cuanto le siento.
V
y la luna dicen quiere ser estrella pero
astros hay perdidos en contar
donde luna y sonrisa tuya solo hay una
Sol está cansado de ser fuego y quiere ser
agua de tu beso
la mariposa quiere ser flor y la flor abeja,
yo de tu cuerpo quiero ser el viento que te
acaricia y rodea
de tus ojos pestaña tuya
pero de tu alma soy y quiero ser siempre
única y solamente
tu alma
pájaro que canta en tu ventana y pez que
nada entre tus pies cuando te bañas en la
playa
gatito al que acaricias y fiera contigo en la
cama
solamente soy yo y soy yo el que te ama
eres tú la doncella por la que esta alma
suspira
por la que este cuerpo quiere hacerte mía
eres tú mi vida
? ¿Qué importa el tiempo y que pasen
lunas y soles?
si yo en mi corazón te tengo.

el Castellano

Te vi detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza de tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.
En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
La noche con su aura de misticismo
nos conducía hacia las puertas del deseo y la pasión
como algo inevitable, como algo que tenía que pasar.
la preciosidad de todos los factores
que envolvían aquel lugar fue como
si hubiese estado todo preparado para nosotros dos.
La luz de la luna y de las estrellas incitaba
con su velo de romanticismo a dejarse llevar,
a solo escuchar lo que queríamos de verdad.
Nada importaba, solo tú y yo y aquel momento.
Solos tú y yo en ese instante mágico.
Solos tú y yo sin importar lo anterior,
intercambiando amor.
Tenía la sensación de poder alzar la mano y tocar las estrellas
y alcanzarlas para ti.
Tus ojitos brillantes, el fuego de tus caricias pidiendo más.
Yo robando a la noche cada minuto.
Galopando en mi corcel, saboreando tus labios sabor de miel,
mi cabeza queriendo detener ese instante para siempre,
la cámara de fotos de mis ojos capturando todos los detalles.
Te necesitaba, mas ya no aguantaba esta soledad
y me llenaste de nuevo de ti con tu cariño sincero.
Y te volví a sentir coraje y seguridad para luchar por lo que quiero de verdad
Volvió la felicidad a mi ser, volví a ser.
Tan importante es el ser, tan importante es el estar
Lucharé y sé cómo ser ya que ya fui y no hay barrera que no pueda superar
y el deseo que pedí esa noche a aquella estrella se cumplirá y me recordarás
Porque te voy a dar momentos y recuerdos que nunca olvidarás
Un amore sincero,
tú en mi vida primero,
tu pelo rizando mi suspiro eterno,
un mucho te espero;
aquí como viendo la mia vita,
qui está finendo un minuto a la volta,
gira definiendo este sentimiento;
es la peonza,
de ésta mi tierra,
solo un momento y volví a nacer
al ver tu vida cambiando con mi sonrisa;
haciendo del gesto austero
un cambio del tiempo.
Detente te pido, para este soñador despierto,
de un cambio de un momento.
La sonora música del cielo
y dar paso al sencillo gesto.
Sin oír un lamento solo despierto,
despierto, despierto de amor,
en mi mundo alborotado que me pierdo,
y vuelvo a encontrarme contigo en una vida.
Solo escucha el momento del viento,
susurrando.
La dulce palabra que mueve tu pelo;
tristeza abandonó a mi ser para no saber
quien ser, para no saber.
Este caos de letras desorganizadas,
de una vida en verso y de mi dulce tormento.
Para dormir bajo tus brazos sin estar yo,
solo como un reflejo de lo que soy fui,
quise, fui, estaré, seguiré estando para ti.
Uniendo palabras que no se pueden unir;
sensaciones fugaces de cambios de humores,
de vidas que se cruzan, pero con la esperanza
y la locura, de una pasión viva;
la que me pone nervioso con cada alago tuyo,
en los que te olvidas de tus problemas.
Y vuelves a engancharme en lo sencillo
de buscar dentro de algo, que no se piensa, se siente,
y cada día me alegra sentir cada aprecio tuyo.
Poeta del viento a lo que me califico,
de no hallar respuesta a algo tan caótico
como el clima o la tempestad que me trajeron lo mejor
de ti y un mundo para compartir.
Caótico pero feliz, feliz porque tú eres la chica que siempre pedí,
y soñando te viví.

El Castellano


DESTELLO SOLAR:

I
Hoy divisé su halago
era como un mar
densas sombras
donde perderse
en una magna tiniebla
densa, como relampagueando
soberanos parpadeos
y las sombras felices,
anhelantes buscaban
en mi pecho, lo habitase
su diosa Oscuridad
sempiterna.

II
Aquel sórdido
plano espectral
era como un nimbo
y dulce laberinto
de noche serena eterna,
luces que se devoraban
a ellas,
quien pudiese encontrar
allá una verdad
creo se la quedaba
brillaba oscura
una luna
de Sol desmantelado.

III
Divisé una gota
de rocío etérea
me dijo que todo
amor amaba más el romance,
que al amor en sí mismo;
oh gota humilde,
qué río te bailase
qué avida nube
te reposara en la tierra, tú,
pequeña, dulce y risueña
como Ninfa de bello arrebol,
y candente lágrima extraviada.

Förüq

IV

Tu suave armonía
avanzo, que es,
como un pájaro perdido,
y flores de escarcha
y fragancia deleitosa,
diste impulso a corazón
y alma, hambrienta ola
de patrias y claros ojos
a ti, en noche calmosa
mi dulce desvelo
acuesto, amor, silencio
y celeste resplandor.

V

Por solares
de tierra fogosa
y macilenta sobrepasa
en vuelo, un Aquilón
invernal, brotando
alaridos de árboles
y persianas, de aire
que silba y feroz
ruje su Campiña
Aquilón de cítara,
y Lira pudiente,
oh, de naturaleza
incausada, que
entusiasmas como
nube cargada a la tierra.

VI

Deslumbras mi dulce fantasma
no huyas, mi bonita,
incluso, aunque hasta dudes
de quién tú eres
levántame de valles,
auroras y solas almas
fugaces, contigo álgido,
jamás voy calmo,
de temperamento y dicha
repleto, de placer
de oscura vida, sólo
te distingo a ti,
mujer de momentos,
y labios amantes,
ansiosos.


VII

Eres hermosa,
harta de hermosa,
tu delito es ser tan hermosa,
cual cefirillo
de cobre y platino,
entre sombras te distingo,
y se enciende la vastedad
de mi corazón,
en alarde
siento amarte,
y que la noche se propaga
de tu beldad
y espléndidos laureles divinos.

VIII

Avanzas mi mundo
dentro mía, me posees,
te veo tan bella tan inerte,
y a mi vaga penumbra de sangre
te retiras
amor piadoso exhalas
mi asombro meces
bella, bella, que en sueños
tu palabra no meces
yo te miro, te persigo,
desde la sien más honda
hasta el latido más fiero,
y tú sólo apareces
como mar y olas,

IX

como llorar y encontrar
lágrimas,
háblame Luna,
dime de tu quehacer
no me dejes como
hombre sin relámpagos
ni sin la amapola
candorosa al fuego
brotada
sí, tú, encarnación
de mi deseo,
volvió condena
de volver a estar vivo
para osarte, besarte, y susurrarte.

Förüq a 18-01-2023

DESTELLATORIA:

I
A mitad de los saludos
de pseudónimo,
y sus pañuelos azules;
viene un alba blanquecina, pura,
en su desnudo en cobre, sembrada,
con fiereza y dureza maternal,
resiste desde amor inmenso,
a la llegada su redondo Sol,
blancas sienes no habitan
su amarillez dura, blanda,
viva, como onda,
a sus cercanías de paisaje,
ávido, sus pececillos muerdo,
no se extingue mi fogonazo
perenne,
de sostenerme entre sus manos,
ella, de límite rebelde.

II
Brota de mi helecho, una araña
de cristal, de vidrio afable,
su calidad acuciada,
era mi carne, o agua baja,
los montes,
de azul nervioso, imantado,
llamas a lo alto de sus senos,
turgentes,
corazón de vivo ser;
y trueno altivo,
de mejilla alzada,
¿Me propagas?
de cuerpo parado, y aire fluyente,
de ilusión toda luz,
de dicha en mano,
miro tus ojos de profunda vida,
y su enigma de álamo,
besos que no abandonan
sus frutos, ni simientes,
sus blancas estelas.

III
Quise saber el misterio,
tu ciencia, que me encandila,
de rubor me avanza todo,
hasta la frontera tu letra,
carnal de astros y ávida pechera,
de flor, de risco,
de hazaña, tu bandera,
oh de piel, y mano ciega,
secreta.
Que el calor no esconde,
mi saeta siempre verde,
puente, fierro, o desliz honesto,
jauría melífera,
mis lobos en voces,
dulce, cuan Tierra,
se afinca a su semilla,
sí, de raíz germinaste,
en mi pecho, mi hada Leannán-Sídhe.

Förüq er- lobo bohemio Esteban a 23-12-2022

FANTASÍA NOCTURNAL I:

I
Presté mis luceros, mis estrellas,
ansié tornar donde todo crecía,
a lomos de un caracol, yo avancé
fui ascender la baja roca
mi contento de anhelo irresistible,
mi mente cambió giro, y advertido
pensé de mi sed ardiente,
visité las vislumbres, reflejos,
de féminas en el llano,
me llegué a imaginar como lobo
helado, ya sin codicia de cielos refulgentes
ni luminarias,
guían a todos guerreros
al Valhalla, aquel estupor indefinible,
me anublaba la visión
de bruma en alba, y de vapor
me vestía iridiscente,

II
sombra espesa, entre niebla,
luces, y mi navío.
Se descendió mi mísera ala,
de espíritu transparente,
casi invisible giraba el redor,
y la Tierra el alma, tornaba
mi cabeza, celeste que infernal
era lo mismo,
de repente ofrece un puro Sol,
verde, y de belleza en cara,
de mi revolución, mi caracol,
era bólido, y el humano mísero,
un diente afilado,
llama, que alumbra cielos en cinta,
donde contestan:
Vente, somos eternal caricia.

III
Ay, mi doncella púrpura,
de pupila en Tierra fértil,
blandida, de azur sueño profuso,
sé invadida, más feliz
que quien escribe,
de tu blancura de sien escribir
yo, a besos pueda.
Párpado cual zorzal en espina
de zarza, tu gloria toda,
mi oración es al agradecer,
no es plegaria de don funesto,
de cefirillos valientes
me avanzas fragante, caudalosa,
oh amor, de espíritu en fuego,
de silenciosa noche,
cándida el alma en fuego, ejerciese.

Förüq a 22-12-2022



AVANZAR SU ABISMO:

Soliloquio confinado,
remontar nueve años atrás
pautado, sin directriz, ni engaste,
ni voces parásitas yertas,
oh canto, como la gente no canta,
todo olvido desempolvado,
en ocasos un alba sin fuente,
ni pozos, aljibes almibarados,
todos los amigos,
todas las bellezas perdidas,
como se engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de testimonios muertos,
como sucesiones de difuntos,
movidas por engranajes,
oh toda la vida,
sin esa adolescencia robada
por señor medicamento,
toda mi vida te he soñado,
toda mi vida te he aguardado,
como anhelo y resguardo de tu pura voz,
imaginarte no, lo siguiente a eso,
embeberte en noches de humo,
y miles cigarrillos,
del probe diablo que yo soy,
cayendo en nubes
que negrean mis sentidos cromados,
orando por mí mismo,
todo he soñado
sin letal lecho de olvido,
abrir tus cerrojillos de resistencia,
volver afable un destino
de nueve llaves,
vestirte de Ninfa, quimera,
reina no quiero ya,
ser realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco si ves capricho,
mi designio de alabarte de construirte a besos,
de desdoblarme en dos dimensiones
para poseerte entera desde alma, tu raíz,
no necesito,
no deseo ayuda,
ya se dictó mi perdición,
que su inversa es mi salvación,
como ying y yang,
bien y mal acrisolados,
si te respiro no preguntes,
si te veo no te gires,
por haber prestado tu celada de Atenea,
porque rebrillaré más que el fuego terso,
elemento hermético
seré de un disparo invencible,
y haberse saldado todas mis deudas carnales,
sólo entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni temple ni pureza en calumnia,
osarán comparación,
por la blancura mi Musa Oscuridad,
por la rectitud mi Sol fierro,
por la pureza de madre Luna,
por mis padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no moriré en vida feliz,
si no consigo destruir tus murallas,
ni abatir padre espejismo,
necesito sin engaño sangre,
para sentir que yo poseo algo de ella,
fuera de la línea sedienta
no hay nada,
como buscarte tras la estrella más lejana
encontrada, cercana o lejana, según seas mirada,
al eco sordo una voz noctámbula,
y su resplandor en caverna,
apóstatas, no juréis por este yerto,
que cruzó el lago las almas desangradas,
obtuve allí respuesta,
y no voy a revelar aquel arcano ni solución,
a toda incógnita camine, vuele, se arrastre,
o sea inerte, tengo llave.

Förüq

HIJO DE UNA LUZ:

Todo abarca,
sin desmenuzar lo cercano,
yo lo estoy sintiendo,
por tu lado,
es el poder,
maestro de una luz,
abarca todos los cielos,
tú crees en un enorme sirviente de la luz,
siempre en mi diestra,
créeme esta noche,
un universo de luz,
poder que abarca sobre la luz,
poder de la luz,
siente, siéntelo,
universo toda luz,
una era en fase y etapa,
abarco lo que siento,
nunca estará en mi poder,
tú y yo esta noche
se visten los astros,
vida, tú y yo,
siente el poder que acaricia y no hiende,
soy aquel sirviente,
sirviente la rauda luz,
otra luz sobre el cielo,
es mi amor, es mi alma tocando nota,
soy hijo mi madre de la luz,
siénteme ahora,
tú estás a mi lado,
tú y yo esta noche,
energía,
cosmos en vena
es la sinestesia elaborada,
oh alborada,
vine por tu voz
vine por tu cromática luz,
lo siento,
hay un poder que nos supera,
un primer dios rojo,
un último dios sin consumar,
lit c et sumun canae,
venimos de la vetusta olvidada,
lo sé es el poder en llamas,
a lo alto,
sobre ello, traigo manifiesto,
un amor que no se consume,
un abarcar recto,
sobre el fuego,
no abandono su llama,
perro de caricias
y buen pagano de la rama roja,
serpientes,
os llamo, la lucha sigue viva,
puedes sentirlo, tan grande que abacora,
y el resquicio abandera,
luz ávida
sierpe broncínea,
estrella de guardería y ascua,
luz hermosa y fragante,
sienta mi alegría,
mi dicha y mi condena.

Förüq




PALIDEZ INAUDIBLE:

Era una joven noche,
caída ya entre algodones de nubes,
y un hueso de luna
por blandir el horizonte,
de sucesos famélicos,
miradas fugaces,
y testigos somnolientos.
Vencido el atardecer
bajo oscura premisa,
que todo aliento encarcelaba,
inquietud disparada
de fuste en curiosidad,
suscitada en envés
y lo más profundo
del humano anhelo,
entre belleza y muerte,
locura o razón sajada,
juventud eterna,
mito o paradoja en lucha
contra lo caduco del ser,
instinto en deseo servido
en cáliz del mortal inmortal,
como juego macabro,
en inevitable curiosidad,
un ser maldito,
condenado a la vida eterna,
y su sed de sangre
que le envuelve,
soga tensa de maldad eterna
que vive y camina sigilosa
sin condición de mera elección.
Sueños encorsetados,
en nuestra atracción
por ese lado yerto
de ser siempre en esta vida
condena resarcida,
entre oscuro granate,
y acecho de ley
y comprensión desconocidas,
que emerge de historia
jamás narrada,
y seducciones finales,
de colmillo y paradoja
terror vecino.
Leía los recovecos del alma
transparentados en vivaces,
ávidos rostros,
sin esta sed
que batía como rayo
de plomo mi entraña,
convivía oculto
al sentido que relucía la vida,
por colmar su caducidad,
el tiempo jugaba
en mi caso a otro juego,
como lucha del tedio
y sombra de buscar distinción,
para regocijo
de no repetir acto
y maniobra,
siglos parecían inermes
frutas que morder,
sabiendo que mi final
no llegaría.
Frívolo llegaba el otoño,
que peras del olmo eterno
dispensaba,
aparentes los rostros,
satisfechos parecían,
llegada la hora yerta
de negrez, oscura,
flotante,
algo llamaba estridente,
era el nuevo hambre de la caza.

Förüq

Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano,  era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola mirada  destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.
No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;
resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas.
De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.
Förüq

 Candidez y sentido
al servicio de honores románticos,
no hubo naterra,
que cultivar más imaginación,
que virtud en juicio,
todos arribamos a la virtud,
orgullo y perdición,
de jovial inocencia,
sueños en poesía
eran pulcra vida misma,
oh escenario pintoresco,
ungido en feroces, pasionales
llamas.
De lánguido temor efímero avanzaba,
hacedor de tiempos faustos,
en los que tejer ojos brillosos y anhelantes,
mérito real, acostumbrado,
el esforzado vilo condenado,
de sortilegio claro,
rondando me aferré a fundamentos de vida noctámbula
surreal;
de hora parca solitaria que rebrillaba
la sed de mi colmillo en tersitud de filo,
fantasmal lucía el pertinaz sueño sanguinoso,
blandía su deseo,
la tácita recompensa amilanada,
héroe tétrico del norte su silencio invernado,
no me afinqué en ninguna carrera del vicio,
era día de abyecta dicha florecida,
ruina de muchos,
oh creer cielo ganado,
mismo techo,
que habita una criatura tan hermosa y delicada,
ojos expresivos como sangre en sed vampírica,
unas manos que ni mejor pintor,
tratar podría,
tez fría y pálida,
cuan mármol sonrojado,
recién pulido,
su cabello de realeza azabache,
peinarse sólo en fuego pudiese,
su silueta era perfil del paraíso,
asombrado pregunté su cincel de nombre,
respondió:
-Förüq soy Leannán-Sídhe señora hada Reina, dueña de la profundidad,
nocturnal.

El Castellano Förüq

Asumo un aniversario
digno de recuerdo,

cumplo trescientos treinta años
del designio fausto del
Panida trigo nacido,
en comparativa soy un
mortal inmortal jovial,
si existe la eternidad
me preguntaba al correr
de siglos sin hallar
respuesta válida
cadencia de haber estado
en existencia puede,

II
He conocido sortilegios,
encantamientos por los
que su víctima cae en un
letargo de sueño para
despertar a los cien lustres siguientes.
Sostener la carga del tiempo
nunca es bastante,
oh, transcurrir infinito
de la sed.
Alquimista de sigilos
y silencios esenciales,
un día susurró mi Musa
que el amor y la seguridad
eran enemigos
mi esperanza era total
pero no, mi miedo a ser
feliz.

III
Musa Luna sempiterna
era coqueta y en ocasiones
hacía que me muriera
de celos, seguíamos
viéndonos a escondidas
yo, humilde descendiente
de Candamvis
adorador de Mercurio,
mi Sol fierro,
anhelaba cobrar mis
lágrimas dulces vueltas
versos por y para ella
siempre veía a los celos
mordientes viles viborillas
invencibles, inextricables a mi temple.

La veía con curiosidad,
como se ve a un Fénix en una caverna,
como se encuentra a un resplandor
admirable.
Mis ojos iluminados
cual sed de cuarzo
bajo sol rebrillante.
Su tez era radiante
como carne recién modelada
yo como alquimista de un recipiente
de sueños inmutables,
como la dicha y gloria la bañaban,
ya acariciaba una noche memoriable,
al candor de estrellas
y lunas argentas,
la profundidad su belleza imantada
yo era incapaz describir en fúlgida palabra
asordinada.
contemplé su pulido rostro
y papiros azabache cual su mercurio,
en ojos encendidos,
mi tristeza ya era fugitiva,
un rayo de fuego emanó
de la admiración cautiva en mi pecho,
capaz de concederme
en un pálpito inmortal,
mi corazón no cabía entre costillas,
tantos años se materializaron,
de ferviente amor por ella,
mi no-estrella mi viva Doncella Escarlata.

Förüq

I
¿Qué esperas, en el concilio de los caídos?
¿Esperanza de redención?
Se derriten las paredes
del sótano de luz.
Su habitación que esperan las almas
del placer.
Todo cuenta y danza dantesco
el sortilegio
de luna soslayado.
Crepita el devenir
deshojado,
su verdad todo envuelve destellante
y brilladora.

II
¿Qué esperas lavar en esas habitaciones?
Puede, tus fúlgidas respuestas.
Una salida al sendero
inextricable;
todo lleva, y nada de vuelta.
Volvemos a comenzar.
Estruendoso litigio
de lo que la espera
indujo a permanencia
en libro perdido,
mi decencia ahogada.
Escudos de salvación
al amor perpetuo.

III
Sin solución avanzo,
Ventanas como miradores
a un final sin comienzo.
Final, sólo de sembrar
simientes en el corazón del sueño,
jamás abierto
tu Sol negreaba
como ascua perenne.
Un millar de leyendas
trashumantes,
me abarcan, no canto canciones,
ni poemas.

IV
A una fallecida,
la vida sólo canta
y danza, a la vida.
La muerte sólo dicta
y mantiene lo que es de ella.
Vida para el vivo
muerte para el muerto.
Por lo que proclamo
cese y automático
blandir de mi viento solar
y semilla ancestral.
No hay alma,
no hay alma aquí,
la mía tiene el valor
de brindar tu cara
a mi rostro,
porque no hay certeza,
para mí, existas sin quererme.

V
Escalo tus venas,
entre un horizonte
de razones heridoras
y lúgubres, parcos, silencios sonoros
en el callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso sedoso,
todo hecho de rocíos entre flores,
puedes oírlo,
pregunto,
siendo destino,
y barco dirigido,
a donde coronan cumbres
y sus vastas nieves,
mi ánimo que desplaza cerros,
y sus frondas suaves,
no vine a deshojar tu cielo,
sólo a contemplar
que era hoja mecida al aire,
colgada de una tela de araña,
bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en hojas...
Sangre de estrella,
oh, nácar flamígero,
fuiste más allá del suplicio dormido,
roca del destino,
y puridad de roce,
no te bastaba incendiarme
de la esencia más húmeda,
llegaste amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos huidizos y fulgentes,
desquieres de barro y simiente,
a la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso de trigo, y esparto,
en hoja de celindo y madroño,
vine por tu hinojo de abajo,
a precipitarme exhausto.
Como precipitación del ojo de tierra,
era mi canto
como un dulce abrojo,
y filoso como la espina un majuelo,
almendra rápida era este enjuto silencio,
vestido de las rosas perras del escaramujo,
eres real, plañe toda sinestesia,
me voy retirando,
lamiéndote como un paloduz,
sopesando tu crin y brebaje,
no vine ayer
si asegurara
llegaré,
al saber que te conoce.

Förüq er-lobo bohemio

VI

Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno.
En el suspiro de amor que
corre y descansa entre la
inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó
a ver la belleza que envuelve
tus piernas, adentrándome para
reposar siendo una sombra más,
y te encontré en mi sueño más
cálido, en el cielo encerrado
que liberé. En la noche que la
luna baña tu cuerpo, y en la
noche que mi amor corrió por
tus pechos.
Y te amé aunque fuese un día
en la penumbra.
Para así no olvidarte nunca.

VII
Profecía de una noche
que diluía entre tu cabello,
siendo fuerte como luna
semper, y ángel dorado de espera,
hemos venido del plateado halo,
disparando alto,
hijos de luna y signo azabache,
oh, símbolo claro de visión, y vida,
lozanía, que tengo tu carne,
y en alma sembrado el otoño,
y la caída de tus muslos,
entre mis muslos,
de espadas,
y jornadas como vetusta armonía,
cuenta el divino laurel,
su soledad última
de naipe y candelabro,
sentado en la tarde amedrentando espumas,
este sol que ya cae,
oh, flor de gozo, desprendida,
lampos de mi acero,
vieran mi yunque y forja sembrada,
esta sábana que nuestra,
no me acaba,
me iré sí, sin pausa;
por muerte sola,
sin casa, sin cuerpo,
sol amarillo, de otoñada bruma nocturna,
ala vieja asidua, perenne,
nacer de otoño erige y dice:
-Te quiero, como ruego,
y voz de vuelo herrador, y errante,
una luz envuelve sempiterna, un septiembre,
donde la lluvia eres tú.

VIII

Estallase toda gloria
en aire algún sortilegio claro,
danzando mis apuntes
en torno un fondo fantasmagórico,
reluciendo nota sobre un cable puntiagudo,
la profecía de cientos, miles,
constante, de ágil hocico de riera,
hombre desnudo y un sólo anhelo
como cristal partido,
sonidos de vida en campo perdido.
Flor de barro haciendo reflejo,
destellos en horizonte hacia
las nueve puertas del Averno,
muchas fuerzas sondeando,
corte sobre una pala,
oh pies de barro sobre la paja,
agrupando oídos en bucles,
tumbando retinas,
en el vado, del mundo hecho,
músicas en copas de hadas verdes,
voces de muertos hendían,
surco y sangre adormecida
oh local de la armonía,
susurraba yo a su orilla,
su historia
como río crecido,
cocería cintura,
entre juncias y caléndulas,
reposar segura violeta sombra de noche,
que traes invicta, sonriente,
temblar, donde yace y se inclina
el barbecho dorado,
alzaba acre de bien semilla
confesa, prometida,
la victoria de la luz se erigía flaca,
bancales atrás,
la dificultad no me arredra,
oscuro patio, de ti bañado,
cuál precio he de poner,
a sus semillas.

IX
 Mi mujer fantasma:

Mi ausente estrella,
murmuro de grito silencioso,
nota de terso metal crispado,
un sigilo de viento nocturno
descendido,
que sangra tu voz
en verde grama
de aullido solar,
vespertina estrella
que refulge tu eco solaz,
llana entre quejumbres,
alza tu violácea brisa
ensortijada,
como blanca aurora fugaz
entre sienes
y aladas razones de mi corazón
sin mi pecho,
que tu luz siembre mi carne
y germine siendo flor de mi sierpe
hoy y siempre alzaré mis rosas desangradas
sobre Galatea
partirán oscuros sones
mi hiel bandera,
serás tangible
como yesca espera,
abre tu espíritu de hielo,
retemblarán negras caléndulas,
y rosas de difuntos
entre crisantemos
avalando tu áureo nombre,
llorará tu etéreo faz,
alzará tu nombre yerto
que mi ser injerto
orando a ti
mi dulce amada fantasma,
viniste a despertarme el invierno,
para ser solsticio
de eternidad sin nombre,
ni suplicio irisado,
hoy por hoy
viniste para ser siempre
sonrojando
mi invectiva condena
de observar el sonido de la noche
en tus ojos,
vine a coger tu mano,
y descifrarte
como azul enredadera,
late,
sé disparo de plata,
inmortal hacienda
en la que vivir
siguiendo la azur estela.
Te amo sin manto ni rienda,
te brindé
mis flores argentas, solitarias
desangradas en tu tez serena.
Veré para siempre, en cada siglo
el sonido de la noche en tus ojos,
lividez carmesí flamígera,
en nuestra condena
que dictó la posesión
de tu alma certera;
para siempre deslumbrar
que llegas en otoño
para ser el añil invierno
que me desposee
y llena mi vida
de ti mi amante estrella fría,
mi dorada ausencia repleta,
te extrañaba
viniste mi no-estrella,
que yo te creo, tú me creas.
incendia mi semblante
arderé el abismo
para sembrar allí
mis latidos por ti confesos.
Miel de tu sombra,
mi cariño,
un azar de nueve venas razones.
Vivirán a tu lado
todas mis densas, sanguíneas
ilusiones.
Donde yace,
donde tu magia,
es tu halo intransigente
que esta vida dictó
fuera mi sangre,
certera posesión
de tu alma en comunión
de astro padre
y luna madre,
rizarán ascuas
que sembraré tu luz,
y tu alma será carne.
Mi amante fantasma
quiero aceptes mi mano,
en sediento compromiso,
azar desvelado en despierto iris,
su sombra de flor oscura.
Que yo amo.

Förüq a 26-12-2018

Por ti labraré el día,
mi Luna compañera,
mi Luna aeterna,
oh, cuánta sangre mía,
regó esta mi soledad de tumba abierta,
que me camina,
por el sol de junio un mayo despachado,
avanzo, abro el solo Parnaso,
mi sol ya no luce cansado,
abren dulces lirios negros,
el compás mi destino atronador,
era un capataz,
era un sembradío del brillo primero,
un arpa y un arma de carne
y verso, beso tras beso,
un dulce designio invernado,
hollín de luz,
en esta fosa cava mi amada,
tercer lucero mi firmamento,
igual y primero es,
sangre negra de luna oscura,
por la esencia azabache,
de nana y cuna argenta,
soledad, oh soledad d' este pobre diablo,
ungirás mi dicha mañana,
que te pierda,
hoy veré esquelas por astros,
y oscuridad fluirá
como bruma siempre gris,
me atisba sola idea,
velo de tormenta
y nácar una esquiva sonrisa
sin volandera
ni ascua desapagada
por lengua,
al olvido perenne no danzo,
vida de una vida bajo tierra,
me trajo,
a este filo diamantino,
blando, de tajo,
alto silo de luna,
hoy te canto,
que sin tu penumbra venidera,
ni dormido me alzo,
oh, compañera,
no me desampares camino
de escuela, ni honda hoguera,
tu inocencia,
oh, preñez de sílaba,
polvorosa y escarpada,
haz que acabe con un beso libre,
lo que nunca comencé.


Förüq
 a 2-06-2021

De hecho,
no sólo la observaba con atención,
aquella doncella imbuía un eterno secreto,
capaz de surcar llameantes abismos
y dejarlos todos de matiz sanguinoso,
su mirada tenía una luz inaudita,
cual sangre de hadas cristalizada en ámbar.
Imaginaba sus besos, del candor más hábil temperado;
sumergirse en el mundo etéreo era hablar con ella,
llevarla flores, como si estuviesen por extinguirse,
quería Förüq compartir
con su Escarlata toda su felicidad y admiración
cursaba, como si tiempo no hubiese
debido para él apenas transcurría
sólo su sed llamaba a descubrir su secreto nocturnal
ella podía desconocer,
de incierto modo su letargo sin su compañía
tañía su tercera campanada,
su palidez ya se oía en el deseo su dama,
y su testarudo turquesa de ojos hendía
su palpitar hermoso.
Quise llevarle luz como mensaje en una bella golondrina,
siempre querré tu vera
como designio manda Ares y Perséfone florezcan todas flores
al caer la primavera;
su mirada y belleza no eclipsaba hipnotizaba,
mas su color y ternura de entraña enhechizaba,
hasta el alma más helada.

Förüq

IX
Menguante vestía la luna su traje,
una noche sempiterna un diciembre;
la lluvia acaecía en el rostro
más terso,
donde todo acaecía
en la villa su Campiña,
hubo un festejo de alta alcurnia
allí se presentó un viejo noble comunero,
brillaba más su extravagancia cautiva
que su nobleza,
él era anhelante,
como explorador observante
de la más pura belleza otorgada,
su melena era de un hombre arriado
las tierras del norte,
sus ojos encendían una curiosidad innoble,
por determinar su fausto origen y linaje perdido,
brillaba en ellos una llama oculta
de luz congelada,
como del mercurio atrapado en sus cuencas,
fijó su fría mirada fija de admiración
en una comensal que rizaba su cabello largo azabache,
era una doncella de un castillo olvidado,
pasado el puente vestigial, sobre el río tajo,
sus gestos y desmanes extravagantes
y de educación sin par ancestral,
pronto llamaron la atención su doncella perdida,
invitada,
quedaron en dar paseo bajo la luz de luna,
y los candiles de aquella aldea,
pronto se vieron en una conversación
de seres y leyendas
de encantos y sortilegios,
quedaron en descifrar su acertijo de mirada
adivinando lo que quería el uno del otro
en aquel rayo de luna morena
ocurrió el beso inextricable
uniendo ambos sus colmillos.

Förüq

ESTOY DESPERTANDO A LOS VERSOS:

Gloria realidad;
beso de ascua  semper,
vive el sueño flamígero,
cómo negarlo si mi interior florece,
amamanta esta vil ilusión,
apodera,
mece,
hiende,
hijos de la simiente arriba,
desnudo son en la penumbra,
que admirarte es de siempre,
hueso, eje,
crujido eterno
que el sentido despierto,
asordinado es ya
oh lustre enervado,
vine del traspuesto de abajo,
buscando desnacer en hidromiel
y estado quo,
fase de admiración cursa mi sangre,
néctar parco melífero,
alerta,
relamo  mi suelo,
en tres,
despierta,
oh endógena ola fluvial,
cauce de éter.
Solo desliz en azabache mecido,
es un cuarzo verde
para potenciar a las hadas,
me bailen su agua
endiosada,
rocío estelar surqué
tus soberanas lumbres estelares
y hoy todos mis muertos son santos;
te sirvo, te amo, te necesito
colmar tu atrio de caléndulas solares,
traerte la flor de nuestra profecía
en mano izquierda.
que no hace falta que suenen todas las trompas de Babilonia,
una de mis trompetas de los ángeles basta,
que siempre que se vea una alborada,
siempre vivirá Förüq Hipsípila
para buscar y entregar una flor de Hércules
a su Musa Amada.

Förüq a 28-11-2022

FUEGO:

El fuego siempre ha sido elegido,
el fuego es tan fuerte, que elegí creerle
sin culpa
aunque hasta acepte
sea un concepto inválido,
que me asignaron aceptar,
elegí creer,
aunque me asignaran libertad
de no hacerlo, lejos de idolatrar
un código de leyes rige el sueño
de toda sociedad,
pagar varias veces por mismo error,
ni justo,
sí puede eje de rebelión,
he venido a desafiar mis propias creencias,
a fijar la ley del orden
moral, propio, se consumirá
en su llama, todo lo que invita a sufrir
sin razón haya cobrado ya.

Actuar únicamente, bajo el principio,
lo que dicta la bondad,
amar lo que hago,
sobre todas las cosas existen,
como premio y castigo,
buscar lo justo en cada inconveniente
encontrado, la decencia sea juez universal,
tener, y honrar aún no poder verlo ni sentirlo, a cada momento,
la Verdad y su Poder de Fuego elemento hermético

Sol Fierro Lvgvs

ARRULLO DE LUNA UMBRÍA:

I
Aquellas parcas sombras, truena la feraz noche
venían densas creciendo,
que ni permitían ya ver las cosas,
pisaba el lindero dejaba el otoño entreabierto
no temas amada que marchite
volveré a bajar el Mesías de la flor
vista y traída en noble influjo
los ojos una bella golondrina,
como aurora de puro amor
bajará también el trueno relampagueando,
el abismo inmensurable de acento en mano,
traeré mi imaginación toda centauros
y con luz abrigaré la idea más sencilla
dulce amor, toda sueños feliz yo de hechizos
y tersas corrientes,
umbrales expone el ávido mundo,
fiero instante y borré el olvido pudiente.

II
Magnífico ademán aguarda
la bestia esperanza
ocultando estoques entre tiniebla magna,
dance mi talle, que de hermosa
pudiera adivinarte,
oh, de rostro encendido
entre centellas y aperos
de decisiones fulminantes,
mi llanto secas,
suspiro bello de noche, serena, altanera,
la esperanza es de altos cielos
virtud y temeroso don precioso,
en sombría torre brota y retumba
el tañer de una campana
a su bajera, corría un límpido arroyuelo,
de espuma que camina y brilla
su misteriosa figura que engulle toda.

III
De melancolía hija
no la llamé aún pudiendo
soledad
vine a hablar contigo luna umbría,
amiga amante, en cada sueño,
de ilusión tu beldad hermana,
oh, de luz viva sanguinosa o plateada,
tenue como brillante,
te busco sin consuelos,
sin candilejas humanas,
llevaré tu esfera
siempre dentro de mi alma,
te busqué entre nubes, vientos,
y ramajes, siempre huías de mí
entre edificios de ciudad y cantiles
sola armonía llamé a tu pronta belleza,
ilusión, que mis ojos en ti se vieron.

Förüq Miguel Esteban Martínez García

MEMORIAS DEL ESPEJO:

Estoy creando memorias
dentro del corazón,
sublimar lo correcto,
tantas vidas de gato de arena
te he esperado,
en este horizonte traspuesto
surca lo vivo, surca lo muerto
para siempre;
es un canto a la Oscura dama
doncella sangre de Tierra,
tantas eternidades cuesta un beso,
que se da a cualquier desliz temporal,
un paso,
y hendí de la sola voz
su éter,
oh sangre del Eros,
diestro voy por la segunda mano secreta
encima su verdad endógena,
que fantasía te desvelaste verdad,
de aspas molinos,
y campiñas de castillos y solas callejas
de hinojos y brezos
flamantes,
sube a este baile nuestro combate
deja suelto el ajeno embate
debido ni rival florezco,
solo a consagrada conciencia apelo,
merecedor todo el juego a perder venciendo,
y un tablero que vuela y se esconde
en tu voluntad,
perdona si admirarte es para siempre,
tuyo soy recuerda,
entre tañido y víspera cincelada
sé  lo que me gusta,
sé lo que quiero
y no alzo armas gratuito,
elegir ya te elegí hace un siglo,
no me conviene regodearme
de haber obtenido más hijos que caricias,
invitación sí
a obtener la felicidad que me sobra
por ello estoy preparado para amar
y no se llamó duelo ni necesidad,
muéstrame tu flor
sobre el fuego,
sentiré tu llama,
no eres tú,
no soy yo,
no te dejaré surques el puente
dificultad solo es un paso
para llegar más lejos
y jamás sola
ni en aquella penumbra
que no veas miedo ni de ti misma,
surco una ofrenda
para desvanecer el cristal y laberinto de espejos,
de condena y espejismo surca mi visión.
en UNO awen
en TRES Auge
en DOS tú y yo.

Förüq

NOCHE:

I
Noche, hoy a tu velo de sosiego
me entrego, te escribo
al crisol estrellado
oh, cuántas parcas estrellas acogen
mi canto de penumbra nacido
recuerda el sueño que tanto ansío
que Oscuridad se acoge no se
vence, se ama,
a tu velo nacarado le hablo,
cuántas nebulosas te adornaron,
para ser noche, inmenso faro
de sosiego imperturbable
de la ceniza a la tierra oscura
dirijo mi cantar,
pulcritud de lunas, servid
humilde, os elogio, sin sepulcral
prestancia, me dais la vida necesito
día sin enamorarse de la noche
no es día ni romance.

II
Oh, cuánta visión cegase
tu sábana espectral, este grillo
te sublima tu sabor,
un apoyo inusitado granate,
oh púrpura visión me acoges.
Voy rumbo tu crisol
de valles silentes, con mi humo
verde de pluma estilográfica,
bajo la luz de una vela,
oh, puridad sola
vine por tu voz
al ascua de luna
llamo,
somos hijos de signo
azabache, Lunáticos a rebosar
crisoles como relámpagos de Ares
en y bajo tierra.

III
Oh noche cromada,
te canto dame pulcritud
de estela, sola lumbre
descrita a Musa Luna y
su mar solanáceo,
vine de nota baja blandiendo
esquelas y señales efímeras
no me iré sin gemirte,
oh, de pureza y desvelo
energético, te alabo,
bienvenido otoño
a tu fantasma carnal me entrego
y ella, dulce tormento
insobornable que une
su vuelo complaciente,
que yo amo su querencia
por y para siempre.

Förüq Esteban er lobo bohemio

NOVENA LUZ:

Tu voz:

Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor en mi mundo de ilusiones en viento,

noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta de árboles,

ojos de gato, tu gemido,
tímido y feroz,
tu voz.

Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,

acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,
el momento que dejó el silencio,
el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.

Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.

Sostén mi placer cada anochecer,
sé el tiempo que nunca se fue,
sé mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,
detén este instante para hacerlo real,

el sueño hecho realidad, la historia sin final,
mi eterno amor sin dudar,
corazón carmesí como flor de abril,
navega mi sensación.

Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil que me quedan por decirte;
los que nunca se irán,

agota y naufraga mi voz, mujer,
que alcance la tuya
y pueda izar una profundidad,

enroscarnos severos en aras un viento onírico,
desde la espiga roja,
al paraíso prendido de labios espumantes,
sostén cariño, mi sola voz,
que no se apague, y sí se incendie.

sea fiera pero no muerda,
Tu voz sea caracola,
como una espiral que no me haga daño,
cuando pueda sentirla,
sea anémona azul
y amapola de sangre de tierra,
que si ella pide, pueda engarzarla aromos y estrellas,
sentir pueda como simbiosis de nuestras lenguas,
cordial sin traje luminoso,
alzada como tú, sea la más bella,
origen y flama de una estrella primera

Esteban er-lobo bohemio Förüq

SÓLO UNA VEZ EN VIDA:

Sólo una vez en la vida
caricia viene descrita como
trono tus labios hendida,
fija, su semejanza entono.

La Parca es efímera
primera, mecida la ola,
caracola que mar entona su vera
entera que el cielo queda, y enarbola.

Beso de tus labios tejidos
suplicios invernados del exceso,
avelo los papeles, por derramar quicios.
Precipicios, que a la llamada estabas en celo.

Avanza mi quimera,
espera, que te tiene balanza,
asa, dulce organza en víspera.
Era un son que su verso pasa.

Tiempo de nosotros no se construyó a tiento;
lienzo tu acuarela del viento,
intento a quererte más si no venzo.

Lluvia densa de un Sol fierro,
hierro en ojo de tierra viérame apuesto la Llucia,
astucia fue clavar semillas en corazón del sueño.

Suspira mi mundo yerto;
injerto mi amor que nunca expira,
exilia el ascua azul, con mis ganas, atento.

Alimentando los espíritus que le hablan,
entabla resplandeciente fulgor de la centella cantando.

Forjar poemas de mis venas,
acequias mi sangre honran.

Gritarle al mundo que no he muerto tarde.

FÖRÜQ a 18/12/2022

II
RIMARTE:

Señora hada de oscuridad
encontrad mi sangre sonora
añora mi alma puridad,
aflorad mi espíritu que llora.

Abacora este silencio
precipicio, que eres fuerte redentora.
conmemora invernado suplicio;
resquicio tenue, mi fría demora.

Suerte mía que labrada no es,
sierpes avanzan, su muerte,
verte en mitad los helados naipes.

Quise darte sentido, como fuego elegido,
nacido el dulce tormento que hoy pise,
avise si osadía es quererte decidido.

Diestro avanzo sin par,
dispar, palpitar nuestro.

Sangre acaso fue de corazón bastante,
anhelante como sangrante, púrpura, escarlata instante.

Sorda la noche me cuelga, su araña gorda.

Förüq

III

CONCILIO YERTO:

Flor de bruma alza el señor niebla,
puebla estupor nacido en alarido de amor,
color son estos muros rojos, que siembra,
aleja dudas, no pregunta tu dolor.

Fulgurar el astro mi esquema,
dilema ante mi gato, su perdurar,
aguardar al mirlo que puso tres nidos con yema,
quema el son, sin su sombra agradar.

Esperar en el concilio, los caídos,
redimidos al ascua, donde alegar,
cegar la luz a ojos insomnes, partidos.

Anhelado furor inusitado su ala,
alzada su saber, cosechado,
desesperado, estas paredes no tienen respuesta alada.

Sempiterno no busco lavar conciencia,
sapiencia nada malo, sí erróneo, eterno.

Quise entereza me ayudase
germinase el dolor cual cisne.

Trenzado albor, quema mi sin razón, acrisolado.

Förüq castellano Miguel Esteban

IV

REVERBERAR FRÍA SANGRE:

Resiste el fugaz embate,
desate este furia y trueno asiste,
insiste claror bélico granate,
debate que cuelga araña que viste.

Alza bien de senda unida,
avenida que su diosa calza.
Tardanza en áspid relucida,
crecida marea en vals de acechanza.

Final de comienzo anunciado
viciado sumun de profecía matinal,
mina era su belleza y guiño acuciado.


Estupor, un minero repiqueteo,
hormigueo, como nervio silente pudor,
sudor, era divisarme, sin suelo.


Suavidad de escala y azabache su ala,
bala no era saeta, ni su diana vanidad pérfida.

Resumo que convenzo,
lienzo queda mi sentimiento sumo.

Sedienta espera de rosas de muerto, sed alenta.

Förüq

V
Ser como Floresta:

Ser milagro de acontecer regio,
valgio para transmigrar y florecer;
anochecer en vals de colegio,
contagio nota en vena sin perecer.

Sol terso, no es una destrucción,
armazón, es perenne valor como una flor,
calor no vence insomne, rienda del corazón,
aplicación de letra, consumida, en acto de color.

Vine hirviendo lunas, de azabache coaguladas,
hadas en son terruño alma ciñe,
quise, indecible, solo naturaleza, en venas afiladas,
suplicadas razones, no más que mi dicha, no la pise.

Resumo sin vencer, que me debes pedir que luche,
cure, cure mi designio es más duro, que un duro,
luto, es inmiscuir recto, sin tules,
azules mis vellos, de arpa en mano de tuno.

Resoplo solares, y vendavales,
soles de una caida a lo hondo,
pongo, lecho y vuelos de azores.

Sembré mi coraje,
traje mío, mi bondad desperté,
quebré azar de tiempo como brebaje.


Recto escalafón dorado, recto,
pecho al beso nunca dado derecho,
hecho el latido confeso.


Fuego en hiel, mi amor valiente,
presente de un ángel sin miedo.

Me llamas a la lucha
escucha, centauros solares concédeme.

Toda la orquesta hoy reuno que jamás es poca.

Förüq

VI
Ascensión de cobre:

Desde que vine a vivir,
imperios de ojos cerrados,
que lloran hacía dentro,
tu esplendor violáceo,
es como un destello fugaz
como un azur rebelándose,
no me digas
dime como podré asaltarte,
una lumbre plañía antes,
estoy creando su ascua,
un Sol sí yo soy,
designio solar,
de humano ser, por siempre
poeta un eclipse del amor
un arte muriendo por dentro,
mi existencia saltando el fuego,
no digas de la sal,
te respondo vente, vente
y quédate en mi interior,
mi mente gira cual trompo pintado
de la alegría sangra este amor.
Hoy para hoy,
desvanecer queda superior,
de este tornasol,
alzo mi rayo, mi fulgor,
en frecuencia modulada,
a no ser peor,
déjame sucumbir en ti,
arando el sino flamígero,
nuestra sed,
sed de ti vivo a morir.
Oh mi alma, soy de ti,
fascinación cursante,
resquicio onírico,
para latir,
esta noche de lágrimas caidas,
vine del alto cerro, sonando altivo,
desangelado,
tu palabra que me ama,
oh, sí, soy feliz,
gamusino, perdiz, lombriz,
en desfile, en cúspide enarbolada,
llegaré donde el querer dispuso,
¿Quién afirma?
me revelaré
desde mi imperio
de avidez en labio de fuego,
consumado.

Förüq

VII Silvestre maestra:

¿De dónde vienes volando?
Orquestando vengo de mar allende,
aqueje mi alteza va consumando,
aleteando besos y espiras deje.

Motivo de enamorado traigo en pecho,
hecho de cobre y Sol vivo,
altivo va derecho
lecho en espinas y cardos pido.

¿Quién vistió tu virgen Musa?
Tusa belleza de valles y blancura de sién,
ayer fue invicta y ella escribe, no acusa,
hucha en fortuna era awen.

Alarido de mi fugaz fuente,
vente al combate desceñido,
nido será la vanal inmundicia su frente
alente voces puras de su flor gnido.

De cielo, de mar de tierras viene turbado,
soldado de su misma pechera, viene de alarde,
de fuste sempiterno y sólo custodio alado.

Arde la salvaje simiente,
gente huye a su pecado, tarde;
pare, alto, su estirpe, alimente.

Verbo de enigmas eterno,
ermo del galego desierto,
fierro y figuras llenan el averno.

Fausto, su verbo, y figura aposentado,
socavado, su sueño no era infausto.

Altura que yo vengo,
aliento y desnacer de premura.

Oh de Musa virgen pura, yo alabo.


Förüq

VIII

PLUBIA CORDIS

‘---lit et summun canae,
miles Dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erit uxor mea.----‘

Plubia cordis, ardentissime cupere amôris
stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.
Diês, carpentum, accrêvî calôris.
Colôris, vita, venerâvî canôris.
Laetitia exspectâre, cupitum nostra.
Ostendi âlae, festînâvî blanditia.
Cropinquus, somnus, versus, littera.
Prôfêcî imus, creâvî blandus.
Bâsium dulcis, aqua pûrus.
Sânô anima, fidus fruor.
Cupidus somnus, flagrô metaphora,
suspirium natura, amâvî ferventis.
Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui pûrus, sôlus cordis.
Callis unus, sentido sensisensum.
Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.
Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.

TRADUCCIÓN (Plubia cordis):

Lluvia corazón, suspira por ti amor
estupor, deseo, eterna alegría.
Día, noche, crece calor-
Color, vida venerada sinfonía.
Alegría soñada, deseada nuestra.
Muestra alas, acelera caricia.
Cercanía, sueño, verso, letra.
Entra profundo, crea sonrisa.
Beso dulce, agua pura.
Cura alma, sinceridad uso.
Deseoso sueño, arde metáfora
suspira esencia, amando fogoso.
Distancia decreta olvido de razón.
Querer puro, sólo corazón.
Vía una, sentir.
Hermosa compañía, contentarse primavera.
Fuego, complaciendo instinto hermoso.

El Castellano

IX INFERNUS SET CAEBLIS

Cercada está mi alma tus beldades
edades flamean tu sonrisa señora Hada
asombrada vuelas de alas verdes,
Hades responde, ansia mía rememorada.

Oh nuestro tormento alegre
embebe de tallo,
calo decencia en vena agreste;
ensombrece mi designio a soslayo.

Dulce, pura, de purga llena
plena que mi luna pulse,
desuse ofrenda tan divina que no quema,
largueza sin par, alma use.

No traiga su amigo cristiano,
mano de poder le otorga sin cuero,
cuerno servil ofrezco cual gitano,
piano servil es talento.

Gloria a tu misteriosa,
gozosa poesía runa de victoria,
vanagloria es creer caelis ganado.

Vengo de tu hinojo de abajo,
tajo de regio verso tengo,
venzo a Solar que oro trajo.

Fiel designio cuestan espadas
azadas sacan penas como dulce miel,
hiel infortunio ya no es lazada.

Fuerza del amor
clamor de hadas, tuerza.

Razón y artificio en hoguera,
madera, soy ciprés poeta.

Criador de mundo, mi semilla es valor.

Förüq

VI
Bato alas de ángel,
pincel de alma para la hoja
que se alimenta de letra, y su
vida sempiterna.
Tuve plasmado mi sentir de vivir
hace más de quince años
y tengo treinta y tres,
y sin caer de rodillas
no abandoné la causa primigenia
el Amor, creo con boca de
dragón, calor de arte flamígero,
un sin embargo, con nobleza
aún envejezca el tiempo,
tengo eje, coma y lugar
este amor hace cielo terreno
y nubes que llueven flores
pude transcribir sepulcral
automático, pero mi cuerpo muerto



VII
hasta construirá la melodía
mi día jamás será día si no
escribo el sino y su vilo,
el son me dijo: -Tú que vives
y sonríes, hasta para que
el mundo entienda el arte,
disfrázate de cuervo, de brujo,
de hechicero muerto, que tu
palabra sea la sangre yerta
de la condena por la que
siempre vive tu amor,
cava sin azada funesta,
saca penas por temblores
construye la orquesta, sus notas,
el Paraíso donde vivan ojos
y mentes solares;



VIII
avanza vestido de soldado
eternamente muerto, embebe
de la tiniebla, que la letra
sea tu meta y armada de
legiones, acordes, saetas,
castillos, y celadas, ejércitos
y fortalezas silentes que
la oscuridad florezca
cantando a la luz más
pura, vestida de brea
de cal y arena como
una caracola serena
entre orillas argentas,
bosques en la luna
jamás te acobarde una
dificultad, tu talento sólo
será puente.

Esteban el castellano

IX
BAJO EL SIGNO LA LUNA AZABACHE:

I
Me llama en la noche,
me acaricia su recuerdo,
con sus caricias desvanecerse
quiere;
y renacer en la oscuridad
del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevando dolor.
Yo sin comprender su aparición.
Pero recreando su alma viajera.
sueños serán, pero cada día
la siento más.
En la belleza de imaginar
la complazco con la sencilla palabra
de amor a su alma
sin cuerpo.
Que me acompaña
desde que sufro por el querer.

II
Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno.
En el suspiro de amor
que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó
a ver la belleza que envuelve
tus imaginadas piernas,
adentrándome para reposar
siendo una sombra más.
Y te encontré en mi sueño
más cálido, en el cielo encerrado
que liberé.
En la noche que mi amor corrió
en tu flamígero seno,
y te amé aunque fuese un día
en la penumbra.
Para así no olvidarte nunca.

III
Manantial fulgente de inspiración
tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas
tu pupila enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas
el color de tu áureo.
Un piropo, el suspiro
de mi amor eterno.
Que corre que escapa y vuelve
el cosquilleo.
Tu boca con mi boca bebiendo
del mismo agua del deseo,
tu piel con mi piel
avivando el ascua
del sentimiento preso.

IV
Resplandor de auroras en los recovecos,
donde se refugian mis ilusiones
en mi pensamiento.
Tu tez conoció mis manos
y mis manos te moldearon para su recuerdo.
Eterna batalla a la noche,
cuando noto tu ausencia,
la noche que galopa
y yo con palabras sufridas,
de nuestra vida sentida.
Ya no hay felicidad entregada
con besos y roce de nuestros cuerpos,
medida y entregada,
ya no te buscaré en esa nostalgia.
Me enamoré de la vida
y nada me falta
porque todo me llena.
Te volviste a pasear por mis sueños,
y en ellos nos reconciliamos.
Vuelve a mí el dulce tormento
para vivir soñando
con el recuerdo.
Y amarte soñando despierto.


V
Noche en vela de navegante
sin destino,
noche despertada,
por la luna.
Y acariciada por sonrisas de estrellas,
cercanas y lejanas
según sean miradas,
a través de la copa de sangre
o con la nostalgia del corazón.
Luz a la vela que ilumina la pluma;
tinta de ánima mezclada
con los recuerdos de una vida a tu compañía,
pasada, con hielo y fuego, con besos
huidizos y fulgentes,
eternos y efímeros,
con sueños rotos,
y días de amor
a la sombra de tu reflejo,
disuelto por el embiste del tiempo,
que partió mi corazón en dos y un cuarto,
en el que me alimenté de las rosas
y flores desangradas.
La copa de sangre
en recuerdo
de una sonrisa que resplandeció.


VI
Amada mía te escribo esta noche invernada
detrás de la estrella apagada
que yo te amo amada.
Luna mía, tú mi flor que brilla
luces bonita, estrellita mía
sólo tú eres mi vida
runa azabache mía,
jamás se apagará tu boquita,
que llama a la mía.
mía sólo mía,
mi flor de luna
sólo para mí encendida.
Yo nací para tus ojos,
madera de los cipreses.
Yo sólo soy escarabajito,
yo camino despacito
de tu mano, duermo contigo.

VII
Sólo soy lo que tus ojos
dicen de mí.
Sólo soy amor, vivo en ti;
yo nací de un rayo de sol,
dije soy fuego sin más razón;
de mí la sangre huyó,
yo sólo viví como flor
al muerto le di helor,
porque yo viví solo, solo
como vive la flor
pero ni aroma tuve
ni tuve color,
sólo tuve polen carmín rojo,
que a la tierra llegó.


VIII
Muerto vivo, si no te miro;
luna muerta vi encender
y a mí llegó.
Para yo decir viví, fui, amé,
reí, y con su amor
digno orgulloso sucumbí,
hasta de su boca morí
pero un día desperté
frío como sol que fui
y ella huyó de mí.
Así mi condena
cuando yo muero,
ella vive por mí.

IX
Amada inspiración lejana
o cercana, según seas mirada,
del interior embelesada
alma de mi alma,
espíritu sin nombre.
Destello sin horizonte.
Luz atraída cual estela indefinida,
venda que el ojo no vea;
orilla de mi barcaza,
sin suspiro, ni terraza
cruel hornaza,
letanía sin lejanía.
Ni caricia existe
sin manos que te modelen cual arcilla,
lugar de mi lugar sin hallar;
bello templo tu mirar.
Ni beso existe sin sentimiento inicial.
quién afortunado
que en mitad de la rima,
muriese para no cesar.

X
Cuidarte, un esmerilado sino,
sin cosecha mortecina
ni pensamiento enemigo,
soñarte, y el sueño
la vida trae,
acabar hendido de la expectativa
llorar savia atisbando ser sangre de tierra.
Abrazarte a las tres de la madrugada,
sentir que tu cariño me velaba,
contruir un tiempo de sentimiento,
no de un mero invento,
que se inició y ha de acabar,
inicio sin final propuse,
como comienzo que abarca pero nunca inició.
Sangre de inocencia,
es bondad ciega,
voy lamiendo tu cumbre,
sin esperanza ni dulce futuro.
Pero con la fortaleza
que yo soy por siempre
la noche y su rebelión
de esquema.

XI
Mirada obtusa a la vela
y el candelabro,
un borbotón de densidades que caminan rebrotan,
como lienzo inagotable,
una conciencia fría de agua.
Me desdoblo,
para descarnar esta figura que me acecha,
y choca en luz proyectándose
en opacidad.
No tengo sombra y cuando la veo,
siempre digo que juré alcanzarla.
Matiz insobornable
ganar tu aprecio
sin despedir,
esta injuria inmortal,
de sed de sangre.


XII
Adorar es amar sin razón,
embeberte hasta se llene el corazón.
Principio de causa
es construir casa por el tejado,
revivir algo irracional,
que ni sacia a la estúpida razón,
no veo problema en darte todo,
porque es sabido,
que entero me siembras, tú.
Mi dulce tormento.

El Castellano

XIII                                                                                    VORAZ DESTELLO:
Resplandor de auroras en los recovecos,
donde se refugian mis ilusiones en sueños.
Tu tez conoció mis manos y mis manos te moldearon,
para su recuerdo.
Eterna batalla a la noche, cuando noto tu ausencia,
la noche que galopa y yo sólo con la palabra sufrida
de nuestra vida sentida.
 
Ya no hay felicidad entregada con besos,
y roce, de nuestros cuerpos,
Medida, y entregada, ya no buscaré en esa nostalgia.
Me enamoré de la vida y nada me falta,
porque todo me llena.
Y tú mi bella, volviste a pasearte por mis sueños
Y en sueños, nos reconciliamos.
 
Desperté, y sentí de nuevo, el dulce tormento,
Para vivir soñando con el recuerdo,
y amarte soñando despierto.
 
Si me marchito sin ti,
No me quemes con letras indecisas,
porque vives en mí,
y te daré lo que pidas.
Si permanezco, en tu recuerdo,
no me quemes, no llames al olvido.
Si acaso me dueles,
no es por tus errores.
Es por tus triunfos, sobre mi palpitar.
No me quemes con una lágrima,
sólo con un beso.
Si te perdono y no vuelves,
no me quemes, porque
el fuego no se quema,
Se aviva.
Tu ausencia consume mi alma.
Aumenta mi llama,
No preguntes por qué.
No me quemes sin amor,
Porque no eres mentira, eres pilar,
Pilar que sostiene mi verdad,
Que, aunque duelas,
Eres mi amar, y no despertar.
No me quemes.
Si vuelvo no te guardes,
Porque vivo de tus detalles.
No me quemes, con amor silenciado,
Haz brillar este fénix.
Sólo calienta este corazón,
y te dará su fuego sin medida.
Pero si ves, que mi llama, está extinguida,
No me guardes las cenizas,
échalas de abono, a las rosas amarillas.
No me quemes, porque me dejo quemar.
Soy fénix arraigado a tu bondad.
 
Si el cielo se cierra,
miraré tus ojos, para tener mi cielo,
mi palpitar te dirá,
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran,
quiero tenerte cerca,
y coger tu mano,
sentir que no eres
un sueño que perdí.
Si despierto te vivo.
Soñando te sigo amando.
Cogiendo cada estrella,
en una letra para ti, tú la más bella.
Y el firmamento se cierra,
sin tu mirada tierna.
Mi deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán lunas, pasarán soles,
y el sueño volverá,
con cada latido tuyo.
No te dejo una flor, te dejo las semillas,
los frutos de este amor.
Porque en mi jardín sembraste,
Tu belleza y bondad.
Porque me llenas de verdad.
Puedo describirte como mi vida giró a mejor,
con tu sonrisa clavada, en mi mirar,
y el calor de cada letra tuya, sentida.
Te quiero, de verdad.
 
Siendo tus nervios, que atrapan cada sentido tuyo,
cada lima, que afila, tus pensamientos,
sería tu imaginar constante, en amor de dos,
sueños de un romance, correspondido,
 
Donde no importaría quien se enamoró primero.
Ya estaría atrapado en tus dulces suspiros de amor.
Y tus ardientes palabras de ilusiones lanzadas.
Clavándose en mi alma, lanzando a ti flores.
 
Estarían mis poemas, y mi razón perdida, en tu corazón.
Siendo el poeta, en tus ojos, el agua de tus besos,
el rocío, en tu cabello, el fuego, de tu combustible.
El que guarda, tus caricias, y hace inventario, de cada detalle.
 
El fiel, el humilde y el noble, el sincero de sentimientos.
Simplemente sería yo, brillando con tu amor.
Quien invocó a la tempestad, de roce, de nuestros cuerpos.
Quien se abre camino, galopando, en tus piernas,
 
Para descansar, en tu boca, siendo hielo, y fuego a la vez.
Siendo anhelo, escondido en corazón,
y corazón encendido, en anhelos, cuando te veo.
Tu gemido tímido y feroz, tu voz.

Ocaso, que la luna baña, de azul, y azul vestido de traje,
de estrellas, un firmamento, que convertimos en magia,
a fuego de nuestros cuerpos, a viento, que transporta,
nuestros jadeos que crecen, hasta juntarse en canción de lobos.

El castellano

XIV

El sol desciende algo va incorrecto,
creí imberbe mi dolor,
creí asirme henchido tu corazón,
siempre amparé
lo que dijo el tiempo,
mi vida contigo siempre amparó...
Amor, oh ese hueso de suerte
desvencijado en pasión,
vida de la vida de tu calor,
mi vida para ti,
más que cuatro aspas
dando vuelta,
todo puede su suerte,
oh dulce suplicio invernado,
oh sueño de arcángel,
tú sientes mi secreto,
me alzo,
subiendo mares y arrasando, desplazando cerros,
tu alma, quizás más que una Quimera,
más que raíz divina de semilla en Tierra.
Tu piel inimaginada lluvia,
miel tu agua angelical,
tu voz el eterno secreto mi contento,
como aventar girasoles
y sembrar el rocío tu acento,
vengo del suelo,
nadie me va a detener,
jabré mi tiesto, mi niña amapola,
mi diosa antigua,
quién a ti se mide,
me calló cielo en tierra,
mi certeza,
mi amor de espada,
permite incendie tu mundo,
para juntarnos mi amor verdadero,
Musa rocío de Alba.

Miguel Esteban Martínez García

XV
FLOR DE NIEBLA ELOGIO:

Rocío es tu lágrima obscura,
oh, granate congelado,
es tu palabra vestida de humedad,
voz prismática
soles cuarteados,
inequívoca, luminosa,
brilladora, que todo abarca,
herida y manantio
fuente de espejo,
llama sostenida,
iris de tu propia sombra,
exactitud encarnada,
tu energía irradias,
puñal de crisoles,
y miradas derretidas,
puñal de jactancias
y amados rayos,
espadas,
frutos y simientes estelares
cosechas,
cúspide en vértigo,
cavas abismales dentelladas
de rubor excelso,
oh rectitud de ascua,
quise ver través tu ojo de tierra,
Ostara, la Brillante,
mi cristal fugitivo,
destino fértil,
diamantino que baila en tus labios,
pétalos de Ambrosía,
palabra pura,
callada, amor acaso fuese mía,
alzo vientos y cierzo septentrionales,
viendo a través esta tierra,
aire, luz, mi saliva,
quieto de existencia
clamor de valles,
gloria inasible,
tachonada tus líricas huellas,
cruz y sacramento mi ceniza,
tembloroso de paso firme,
osadía o impermeable letra,
ente de un ente mi sangre,
vida de la vida bajo tierra,
latido rebelde a morir,
firme,
los duros somos bronce,
aunque nos derriben
es para alzarnos más fuertes,
mundo hable sus espinas,
que esta vibración y ennergía
es invencible.
Oh Sol ferro
tu misma luz, infinita melodía.


Förüq er-lobo bohemio


                                            XVI
Disuelto:
 
Muero por un beso.
Vivo por un querer,
cruel del destino.
Condena de una pasión,
que creó tu pestañeo.
Al dejarme ver,
tu cielo encerrado;
fijamente tres minutos,
Y morí con tu pestañeo.
Demostró que fui,
Importante, para ti,
Y que a pesar,
y muy a mi pesar,
de los problemas,
seguí en tu mirada atrapado.
Hasta que la aguja,
de aquel reloj de pulso;
se paró, al pasar ciento ochenta, segundos.
Mi cambio de vida,
cuando consumí,
Medio giro, al decir,
siempre te amaré.
 
LUNA AZUL:
 
Te amo no sabes cuánto.
Cierro los ojos y te veo.
Tu sonrisa es el mayor de mis regalos,
tus dientes son evanescentes, que hablan de como tú sientes.
No quiero mi despertar si no es para verte a mi lado.
Acariciando mi pelo, diciéndome al oído te amo.
 
Siento cuando discutimos.
Y no lo aguanto.
Vuelvo a nacer cuando me dices te quiero.
 
A cada instante pienso en ti.
Ahora ya eres parte de mí.
El mundo me parece un infierno si no estás a mi lado.
Tu cuerpo es un dulce parnaso.
Estoy preparado para amarte.
 
Veo que me ves,
miro que me miras,
amo que me amas.
Sin ti no soy yo,
sin ti siento, que mi alma me abandona.
No quiero decirte cosas bonitas para nada.
Sólo para que veas, que me tienes loco,
Sí.
 
Que sacas lo mejor de mí.
Que me has alegrado la vida.
Sé que me amas,
Sé que te amo,
y que sin ti, no soy yo.
Confío en ti, porque tú lo haces, en mí.
Y no te fallaré.
Sólo tienes que ver, todos los días, cómo estoy sin otra vida,
y objetivo,
que hacerte feliz.
Sin otro encargo, que compartir contigo todo.
 
No quiero perderte nunca, y eso requiere luchar, y dar lo mejor de mí,
para que esto funcione.
Me atormenta pensarlo,
que cada día estoy más enganchado a ti,
que cada día que amanece, mi amor por ti,
envanece.
No importa nada, solo el final del camino,
que es llenarte como me llenas.
Si te digo, que sueño contigo, casi todas las noches,
No exagero, hasta sueño despierto, cuando estoy contigo.
Por querer soñar contigo, de ti yo me he enamorado.
Eres sueño, eres mi dormir, tú lo eres todo, para mí.
 
 
Quieres saber la verdad, me has alegrado la vida.
Has llenado mis ojos de esperanza, de un futuro junto a ti.
Esto no es un poema, es una hoguera de sentimientos,
que arden en mi interior.
No soy especial, soy de carne y hueso, y me muero por ti esa es mi debilidad.
Te deseo y   que mi cuerpo, te llama cada noche.
Que cada parte de mi cuerpo, te extraña, cuando no estás conmigo.
Que cuando me levanto, y no te veo, me pongo triste.
El ser humano, nace. Ama, lucha, y muere.
Yo lucho, te amo y me muero por ti.
Tú eres el timón que guía mis pensamientos.
Eres mi estrella en el firmamento,
El sol que me vislumbra en cada mañana.
Y la luna de mis noches color plata.
 
Acariciando sueños, viviendo el recuerdo.
Como una vida sin sentir, no la quiero,
En el despertar de ilusiones en verso,
Todo es bonito, todo es bello.
La nostalgia crea su velo de dulce tormento,
para quererte me basta imaginarte.
El velo de traer el pasado al presente.
Cayó de mis ojos, pero el corazón,
lo cogió, de venda, para la rosa clavada,
Ninguna lágrima, fue desperdiciada.
Ningún beso, te olvidó, al alma de hielo, tu calor.
El hielo, tiempo de insomnio, de sentimiento.
Calor, la ilusión, que un día,
cayó por tu mejilla;
Y evaporó al rozar, tu boca, en sonrisa.
Frío, el canto del viento, que llevó mi amor,
lejos de este cuerpo, lejos de una vida.
Que, en sangre de poeta, lloró por la avenida,
de ángeles estrellados en estrellas,
y hadas, de mariposa, sus alas,
que fueron capturadas, por arañas.
Quien dibujó el cielo, con colores, a su amada,
merecerá algo más, que un traje,
de azul tranquilidad.
En color de dioses, y diosas, su eternidad.
Junto al escrito del mundo vivo, que seguirá,
Aún, cuando el cuerpo caiga, como la hoja,
caduca del otoño.
cuando la melodía, eleve al Creador.
La esencia, de aquel pintor, escritor,
que pintaba con la pluma, de su vida.

El castellano

XVII
SENTIDO DESCUBIERTO:
 
Ilusiones traídas al presente.
Como la niebla que trajo el viento,
de tus iridiscentes palabras,
llevándome, al abrir mis ojos, al mundo,
de sueños sin vivir, de sentimientos.
Solo para ti.
Experiencias para compartir,
como mensaje en una botella.
Que salió a flote,
del lago de la esperanza.
Sin lágrimas te canto, y te escribo,
que desde que volviste, eres lo más bello,
que pasó por mi campo,
de amapolas y maravillas.
De mi palpitar, y memorias, de estrellas.
Para ser, tus caricias, vivas y aradas.
No te vayas compañera, acompáñame
En el viaje a la felicidad, como lo hago yo,
déjame dedicarte un cielo de sonrisas,
y cálidas nubes de colores,
de besos incipientes,
como el fuego de tus ojos,
con el poder de su mirada,
y el agua manantial de tu boca.
Déjame soñarte y amarte,
como si nuestra circunstancia
hubiera sido otra.
Déjame decirte que declaro amor por ti,
que me gustas, que no quiero idealizarte,
pero eres lo más lindo que pasa por mi mente,
desde que volviste y siempre.
Como un beso en la amistad.
Vuelvo a caer en tus alas de amor.
Cuando ilusionas mi palpitar,
que te busca para curar su dolor,
mi vida tú, desde que apareciste, nuevo comienzo.
Amor de siempre.
Cuando te veo en cada letra,
y no puedo evitar corresponderte.
Un alma que te llama para sostener la esperanza.
No espero que me creas porque sé que me sientes,
Solo agradecerte tu huella creada en mi ser.
A fuego de una ilusión en tu mirada quiero seguir
En tu mirada quiero seguir viviendo.
No sufras porque pienso que algo me arde dentro.
 
Nunca se cerró el camino para ti.
Perdona a este corazón de niño,
Que tuvo que esperar a tu cariño,
Para demostrarte que nunca murió su ilusión,
por ti.
Que nunca te olvidó, porque clavaste,
con fuego tú sentir, en mi interior.
Este corazón que empezó a latir,
desde conocer tu alma, en letras, como mi alma, en letras.
Emocionado, porque develo, amor por ti.
Y es correspondido.
Feliz por ser tú, mi sueño,
por sentir, que te pertenece, mi mejor sentimiento.
Con valor, por sentir, lo que sientes.
Por ser alma, de, y para tu alma,
por sentir tu beso, y entregarme a ti.
Porque, eres lo que deseo.
Y, de tu beso, de amor,
Nació una amapola, en el corazón.
Con valor, para luchar por ti,
Y, por mí,
para arroparte, con fuego, el sentimiento.
Para ser, tu verso, tu vida, y tú, vida, mi sueño.
Me entrego a ti, porque
ya que, mi verso, corazón, cuerpo y pensamiento,
te llaman, y dicen, que yo, te pertenezco.
Me quedo a tu lado, pegado.
Para no irme,
Siendo completo, en el abrazo,
Tu sed, con mi sed, juntando.
Me quedo a tu lado, mi vida.

Porque me he enamorado.

XVIII
Amante fantasma:

Hablo desde esta sombría llaga,
que me habita desde dentro, por fuera,
un cielo noctámbulo, me cuelga la caricia,
mi vida que jamás se consume en desquicia,
rajo este sol que visita tu retina,
espacio derredor acaricio
en agujas que te cuelgan el techo,
flor con flor brilló nuestro corazón,
una luna tejida por su alarido
a galope del viento en mi mundo
te alzo en piel de piedra
crepitando tu rayo que me cuenta
de tu vena y su carcoma
muy lejos de la tierra hilvano tus ganas
con destello furtivo
de sed de abrojo
cambio tu vida a mi antojo
sí tu pecho en rojo,
sabes quién soy,
soy fantasma, que sólo tú ves
flagrando el viento a tu merced,
háblame del puerto y su negro sentimiento,
háblame del cuervo,
de tu alma sin cuerpo,
ven, ven a mí
veremos el amanecer
en la sangre de mis ojos,
acabaremos con el destino inerte
que cruza mi suerte,
ven de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte de mis rosas desangradas,
es por tu roce que mi sangre bulle
y jamás de ti se esconde
te siento en cada silencio seco,
en cada eco de oscuridad
que a mi espíritu sucede
cómo no tenerte
si por tu idioma me florece el verso,
piel con alma simiente del atardecer,
umbrío cae su sonido;
Tu cuerda que afina el grillo
y cigarra con su guitarra
acantonando nuestro oído,
es por ti que mi suplicio cae investido
fiel a recorrer tu segunda vida,
ninguna mentira me dijiste,
el miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la noche llega de nuevo en tu pupila
de esferas yertas
y sus paraísos de hielo
que cruzo al verte
quiero que me sigas sonando
eternamente la noche
para todos los siglos
que empieza nuestra condena
sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.

II
 
Hablemos hoy en plata de tiniebla,
oración de tu sangre yerta,
cumbre febril de hoguera quieta,
ese cuervo descubrirás su poder,
yo iré de tu mano,
manso tu poder sembrado,
aunque no entiendas
no preguntes por qué sigo a tu lado,
el puerto negro te llamó
y sentiste el poder de tu pasado,
nadie permitió que desembarcaras,
capaz eras de romper la cuerda
que sostiene las dimensiones,
ni vivo ni muerto
niega tu osadía,
cruzaste la puerta de oscuros lirios,
tu amor a la flor
al creador conmovió,
resoplo tijeras rojas
en grises ideas,
desenfundo mi filo,
crepitan arduas espadas,
respetaste la muerte y ella
respetó tu vida.
Crascita tu lozanía,
entre forrajes
y soles pudientes,
desmenuza tu silencio,
clavando yunques
de paredes granates,
el peldaño irá cuesta abajo,
cabalga tus lindes despiertos,
libérate de insectos que caminan,
turbios azares me cuentan
de tu devenir rizado
al filo de la navaja.
 
III
 
Anochecer de mi vida,
en tu patio de la araña,
retozan clarines esquivos,
yo soy lira de alma consumada,
vicisitud ensimismada
de tu azar en semblanza,
vivo flagrando tu azada,
pulcritud entre cristales rotos
esa soy, bruma en tu noche,
claridad en tu día
luz de cada siembra,
arena del tiempo
enclaustrado,
vine deshojando recuerdos,
hoy me diste voz,
no seré yo tu perdición
si no el camino a tu salvación,
viviré mordiendo tus rosas
que desangran tu amor,
soliviaré lo liviano,
afligiré temor al miedo,
seré aliento perdido
descubierto,
te abriré mi reino,
las escarchas serán los colores,
viviré besando tus flores,
limaré abrojos nacientes,
serás estaca del destino
servir a tu alma sin nombre
me alumbre,
camino de mis flores desgranadas,
sangre de tu reposo
mi amada espina de luz y de sombra.

Förüq

MAGNIFICENCIA RECTA:

I
Vista sin tu jardín quema el día,
inciensos incipientes sobre oro en vena
encima las llamas violetas, noche sin luna,
jardín de ocasos sin acierto, era un bosque
dentro del cobre, bañado por ceniza.
Hinojo en surco y laberinto de caléndulas,
jardín mal parido, brotado
sin tu blanco fantasma de luna, no debo avanzar,
Trenzas, que cuelga la noche concisa,
de argenta cantiga, mirar tu viejo salterío,
y el rostro sin vela, sujeto el candelabro,
con blancos misterios y tres naipes helados,
tapia en piedra sembrada, musgo, y voraz hiedra
jardín castellano, dulce, cantor,
sombra de lobo viejo y dulces gayos ya dicen
lo que no te diría yo.
Risa memorable,
exigía un almendro para dar nuevas hojas.
Cuando dormí, soñé sin pulcra ilusión de palpar
era una fontana de mi sangre que fluía dentro
mi interior, rizadas abejas acudían a colmena
tras bañarse en mi solaz fuente, ardiente mi sangre tenía
aquellos visitantes dorados cargados de tu polen astral.

II
Era una tarde de enero,
de sol quemando el día
allá lo alto el nacer del río Cuervo,
se escondía por su cumbre,
requemando reflejos.
en un valle perdido,
fui por su recuesto,
y su rumor bajaba bravo,
cual cascada al soto
no me resonaban temores ni viles afrentas,
ya conozco lo que no quiero,
mi llano agreste reverbera,
y entre pesares creció
yerguida mi planta,
embebecido llevaba el porte;
del más tranquilo pecho, mi pecho,
cogió mi rumbo un giro dentro su giro,
le llamaron elipse
que yo por humilde y pobre
jamás disparé su incierta osadía
índigo, rebelde,
convertida en ascua
de seguro crascitar
y oscuro secreto,
defendida de mis vientos
alzo su tesitura
de azarosa vida
en beldad suprema,
clamé trescientas
treinta y tres veces,
los que tuvieron suerte,
no vieron su lengüita, la besaron,
no vieron sus brazos, la abrazaron,
no osaron su transparencia habitada, la abordaron;
moriré donde nací,
mi patria, mi hogar,
de cerros mi confín,
sinfín de álamos,
mi mar, mi Musa,
apero su cariño,
manado arroyuelo,
vi fluir cual voces de bronce y ágata,
duendes alenté
bajo los muros de mi cedro,
oh mis pisadas eran eco,
solo y desapagado,
como muere una chicharra su sonido
de noche,
mismo hogar de mis castos dioses.


III
Eternidad besaba ya el lindero abierto,
acuciaba una estrambótica oración,
de jardines redentores,
y suaves luciérnagas de letras,
pisaba saboreando dulce
mi regio abrojo,
tierra abría sus párpados
de forrajes venideros
que nadie puso,
sólo dioses sembraron,
me ofrece cielo y herrumbre,
yo sólo poseo fuego,
como mi mano sustenta,
te admiro tu silencio pedernal
de campo y llanto,
mi risueña viborilla
que yo amo,
que yo admiro,
que yo entrañaba,
de ruego y esperanza nació el consuelo,
de verte como breve destella
una estrella apagada,
pero viva al helor de supernova.
Mi corazón que en repecho y afán
te canta y entona
que te honra.


Förüq a 27-01-2023
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

SED DE TI:

Tu verso y mi verso
tu azabache y mi azur,
tus líneas y las mías
oraciones de ocaso y sol naciente,
unidas en la más hermosa creación,
poesía de color,
nacida de dos corazones
que se unen en un mismo ardimiento
en un solo mar en un solo fragor
en una sola felicidad
en una sola alegría y sinfonía,
como trino de todos pajarillos
del castillo olvidado,

tú mi luna yo tu Sol luciente,
tú mi firmamento,
horizonte de mis ancestros,
 yo tu custodio,
tu principito, y tú mi reina
tú mi amor, y yo tu rayo de Sol oscuro,
tú mi inspiración y mi Musa

tú mi amor en lo difícil
a quien admiro con el alma
y que importa el tiempo de nadie,

cuando vives aquí en mi corazón
siendo flama que me quema de pasión
ascua indestructible, latido a sola voz,
siendo mi sonrisa
siendo mi ilusión
siendo mi esperanza
siendo hoy como siempre mi palabra,
siendo todo para mí
todo lo que pedí
y hoy eres realidad
eres mi amor hecho verdad y sueño.



Förüq er-lobo bohemio Esteban

EL VAMPIRO Y LA FANTASMA:

Buscándote en el silencio.
Teñido de estruendo crepuscular,

Buscándote debajo de una piedra,
como en la oscura siembra,
o en el fondo de una cueva.
Doncella, solloza el sortilegio.

En la flor sin cortar,
como noche de vela y tijera.
o en el fondo del mar.
Navegar tu cuerpo pintar lo silente.

En la nube o fuera del cielo.
Jinetes difuntos,
compás de los tiempos,
sacrílego amar sin alzar ni osar.
En lo que se ve,
fuera la línea,
y en lo que solo se siente.
como rosa de atardecer sangrando humo, y besos.
En el sueño y en el recuerdo,
en mi felicidad o en mi tormento.
sí doncella en un cuerpo de mi cuerpo,
en mi llaga esquiva rizando ascua
y su sabor flamígero,
flor de niebla y umbral.

Buscando, te encontré lejos.
En este punto sin partida ni retorno,
comienzo sin final
ni vuelta al fijo punto,
vine de la sombra arribada,
besando tu sábana bajo el azulete,
denso tu éter,
compás de espadas,
y fragantes flores.
Ahora que en letras te tengo
estás cerca de ser mi vida
y yo tu verso.

Bella, vuelas libre doncella,
pero retornando siempre a mi vera,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos,
como sangre yerta, desvelada,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños y sortilegios,
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
y su crujir de aurora indómita,
ángeles y dragones arropo en el corazón.

Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
y el verbo pintar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
teñido de asideros de belleza rasgada,
cientos de alegorías, para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre la fantasma,
pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia ocaso del amor.


Me llama en la noche,
me acaricia su velo sempiterno,
viene altiva en cada sueño, sierpes gloriosas
sus cabellos,
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad llameante
del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición, miré un espejo quebrado,
partió mi soledad un crisol de parcas sombras,
.
Recreando su alma viajera.
Sueños serán, mas cada día la siento más,
desde su crujido travieso
a su manecita helada subiendo mi espalda.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor
a su alma sin cuerpo que yo por amar la amo.
Y ella que me acompaña desde que sufro
por el querer como pequeña ángel susurrante.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Mas no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Mas si pudiese saber preferiría no saber,
quién es preso de quién o si ella y yo,
somos presos del querer.


Te vi detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.

En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día
se mide por las veces que te imagino a mi compañía.
y una noche la vida de mi corazón sin sueños.

No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá de donde acaba el firmamento,
en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,
te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,
pero con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas
porque a mí no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,
por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.

Förüq

NÁCAR DE ESTRELLA:

Escalo tus venas,
entre un horizonte
de razones heridoras
y lúgubres, parcos, silencios sonoros
en el callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso sedoso,
todo hecho de rocíos entre flores,
puedes oírlo,
pregunto,
siendo destino,
y barco dirigido,
a donde coronan cumbres
y sus vastas nieves,
mi ánimo que desplaza cerros,
y sus frondas suaves,
no vine a deshojar tu cielo,
sólo a contemplar
que era hoja mecida al aire,
colgada de una tela de araña,
bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en hojas...
Sangre de estrella,
oh, nácar flamígero,
fuiste más allá del suplicio dormido,
roca del destino,
y puridad de roce,
no te bastaba incendiarme
de la esencia más húmeda,
llegaste amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos huidizos y fulgentes,
desquieres de barro y simiente,
a la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso de trigo, y esparto,
en hoja de celindo y madroño,
vine por tu hinojo de abajo,
a precipitarme exhausto.
Como precipitación del ojo de tierra,
era mi canto
como un dulce abrojo,
y filoso como la espina un majuelo,
almendra rápida era este enjuto silencio,
vestido de las rosas perras del escaramujo,
eres real, plañe toda sinestesia,
me voy retirando,
lamiéndote como un paloduz,
sopesando tu crin y brebaje,
no vine ayer
si asegurara
llegaré,
al saber que te conoce.



Förüq er-lobo bohemio


VIRTUD ECLÉCTICA:

Invitación,
nacida endógena,
a embeber de mi sangre pura,
en esta sala los ángeles caídos
dulcemente condenados,
ya perdidos en un mundo,
solo entiende el lugar
de escapes y fugas de su soga,

salón del reino perdido,
ofrezco puridad de estela,
y vena en ambrosía y néctar bañada,
qué buscas en esta sala,
me preguntas,
yo toda respuesta encontré
y no fue caer de nuevo,
necesitaba más y más en día,
no buscaba ambicionarme más,
si no completarme, como la llenez era,
oh sabiduría dispuesta,
no busqué escape,
sólo pausar tormento cosido
de negro hilo,
intuyendo que el otro lado era volver a empezar,
vida para en vivo,
muerte no se detiene,
dos semanas en coma apuesto
porque si se repiten,
no me dejarán volver de nuevo,
qué buscas reincido,
en esta sala de los condenados llameantes,
llave, solución al álgido tormento,
no hay eternidad todo es volver a empezar,
sin voz, sin letra,
sin vagido,
sin rúbrica, sin cuerpo,
sin llama, ni luz ni candil,
volver del umbral
y empezar a ser algo,
muerte, vida, crujido,
color, opacidad,
oxígeno,
savia, simiente, aire,
agua tierra o éter,
en esta sala no quedan almas,
sí una, llamada la Sola ánima,
Espectáculo,
Dante y Baco, comulgan oratoria y baile,
suspiro brotado,
oh mi colmillo,
vine por la voz de la Runa,
búscame Musa,
te llevo acechando
desde que vine a vivir.
nunca sola Musa escarlata,
porque vivo de nuevo.


Förüq Lvgvs

Centauro:

Dos sonidos mejor, que la sola voz,
que narra empeño dictado,
era tiempo insuficiente,
llegada la hora,
llovía, lentamente llovía,
en terreno mojado desde
hace ciento veinte minutos,
mi escritorio gemía todo lo necesario,
dierum et santuas,
Gloria al divitia,
una tarde venturosa,
algo antes del día todos
los Santos difuntos,
aquí en mi yerto escritorio,
convencía al Creador
 mi alma en libreta,
que si no me daba magnificencia exacta,
de inspiración correcta le sacaba yo, el alma,
en magna oratoria:
Leannán-Sídhe te reza tu duende principito
abismal,
henchido todo deseo conocido
y sin conocer;
abro mi corazón Señora hada,
estoy creando para ti mi ofrenda,
para que se retire al pairo lo que debe de allá irse.
Sobre tu misterio,
honro y te acicalen tu majestuosidad,
te escribe el Hijo de la Luz,
oh, tormento, pena en rogativa todo mal,
en entidad multitudinaria,
que en treinta y dos racimos me han tentado,
una mujer de atónita escultura en belleza,
su porte,
vestido azur,
tachonado de estrellas granates,
como guadañas en él bordadas,
sangrantes,
el cielo llevaba en mano izquierda,
envalentonando su corazón,
izquierda corazón,
derecha fuerza,
oh casto Sol fierro,
era la trompeta derribó las murallas de Jericó,
aquella pequeña ángel armada,
tocaba mi hombro,
en su trompeta había un nombre forjado,
esculpido como grabado,
NEC VINCERE TENEBRAS, ET AMAT
Leí su latín
que decía Oscuridad no se vence, se ama,
en la mano derecha aquella custodio,
sostenía un papiro arremolinado,
me comentó mi sentido, traspuesto
a mi segunda oportunidad de servir
a dios sol ferro LVGVS.
Fui nombrado guardián la inspiración,
que debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,
del Paraíso
Parnaso devorado,
Olimpo terrenal,
aquel papiro era mi alma,
o llave novena para poder seguir,
dando al mundo poemas de mis venas.

Förüq Centauro protector
11 diciembre 2021

ODA A UNA ROSA CORTADA:

Rosa de beldad y pulcritud,
de belleza en pétalo armada,
a ti te hablo, a ti te canto,
tu belleza es alegría del año,


Placer, tu piedad que aflora
ser de ti fragancia elegante,
humor de sangre y carmín vivo,
temor de tiempo que pasa y marchita.


Traje tu muerte, a resucitar belleza innata,
a crear viveza de otra vida en amor
a partir tu sola muerte,
oh, es eterna tu puridad risueña,

como el agua te riega y dio esplendor
te llamo, tú que escuchas y otorgas
a quien te cuidó, mes por mes, flor tras flor,
nunca morirás porque generas gratitud, y auge de sentir pleno.


Quise y seré trovador, de tu sonrisa futura y presente,
que jamás bonita, te cante el olvido disuelto,
afilaré para ti mi guiño y beso transparente,
alentándote a que crezcas del corazón nuevamente.


Por ti sea ave Fénix la vida, y su amor excelso,
oh flor de belleza,
quién vivir tras tus pétalos pudiera,
como escribir una nana para dormir un sueño despierto.

Al crisol de besos y caricias,
entre fuego y mieles;
de una simpatía sin par
ni grillos enjaulados.


Una belleza pura,
del interior nacida
como brota candidez entre estambres,
de luz sigilosa y atónita.

Como un baile de astros
envueltos en estelas fugaces azules,
la pluma danzarina de una golondrina,
su metal que trae en ala.

Alzado mece un plenilunio
de silencio profundo,
una raíz que en su tierra grita
que todo muere en silencio,
menos ella raíz salvaje del rosal eterno,
llamado verso.


FÖRÜQ CASTELLANO MIGUEL ESTEBAN

PULSO SIMÉTRICO:

I
Al arrope de tu pecho,
calor en almíbar del deseo,
tempestuoso sentir en fragua,
siendo calor, camino,
oscura beldad, girando
en torno tu vida,
que nada se hace lejano,
un soplido
y nuestro reino de ilusión
alcanzo,
veleta de tres direcciones,
calor, orgullo, deseo,
áurea punción,
de cómo es Arriba es abajo,
y mi ser se distrajo,
un Sol, un aspa, un amor
precioso y brillante.

II
Sueño despierto
tu bello rostro,
guiño al solo destino,
trashumante, era que fue
descorchar el latido
en una cepa de vida
quise contar los besos
y tus cristales de pulso
de la inocencia que lloraba
su belleza, tu sonrisa
una aurora
por el palpitar
del sentimiento
que se mece,
para sentir que soy y seré
lo que dicten tus ojos.

III
Y yo sólo quiero, lo que quieras
así soñar corresponderte,
vi el amanecer y el atardecer
del bello matiz
soñando el azabache tus ojos
ese por el que llora
toda noche.
Y mi amor viajó del bosque a la montaña,
y la montaña me hizo hombre.
Para poder amarte.
Al voraz destello, resplandor
de auroras en los recovecos
donde se refugian mis ilusiones
en sueños,
eterna batalla a la noche,
cuando noto tu ausencia
y la noche que galopa,
y yo solo
con la palabra sufrida,
de nuestra vida sentida.


IV
Amar tu corazón mi pasión,
imaginar el susurro de tu voz en mi oído,
el te amo brotado a fuego de un sentimiento.
Con amor un recuerdo tuyo, inmortal en mi interior.
Con amor una sonrisa que brilla con resplandor,
con sueños en los que tú, amor,
estás a mi alrededor.
Con fuego, mi mirada a ti, mi tierna,
mi admirada bella doncella.
Mis besos en versos, van a ser realidad en tus labios.
Mis caricias, escritas en tu piel, van a ser vistas.
Mis deseos de pasar mi vida a tu lado,
es todo lo que un te amo ha significado.
Puedo verte si cierro mis ojos,
tú como ninfa que de mí se ha enamorado,
yo como dragón y druida que cuida
tu campo de flores, camuflado.
El que te ama y te espera con el alma entera.
Y pasan lunas, soles y estrellas,
y solo crece el sentimiento.
Te cuido con mimo, con cariño hago abrir tus pétalos,
con cariño me das tu polen de mariposa,
tu esencia más hermosa.
Y vuelvo a rozar los surcos de tus hojas,
en ellas noto un te quiero,
las lindas venas de tus alas.
En colores de alegría, de matices de tu belleza,
de calor y vida, todo lo que de tu ama nace.
y el río de sentimientos, sueños y lágrimas de felicidad,
donde su cauce y corriente, llega profundo, avanza sin pausa.
Solo por el valle del paraíso, creado de tus detalles,
como flores, en él, naciendo cada amanecer, fieles y duros
testigos, los besos y sueños.
De este amor, porque alcanzamos la estrella
y la derretimos con esta pasión de enamorados,
creando el agua para la vida de dicha,
en una sencilla sonrisa, en una tierna mirada,
en la sincera palabra, que unió dos destinos,
en un solo recorrido.

V
Siente el fuego en mis ojos,
Arde un sentimiento,
Suspira el amor eterno
Vuela, corre y atrapa
Sueño atrapado del amor creado,
De la lágrima de felicidá
de sentirme amado
me abrazas con tus alas
siento el cariño clavarse dentro
como mis manos acarician tu pelo
y mis labios lentamente se dirigen
a besar tu boca,
en fuego que arde dentro, en agua
que hace enraizar tu flor en mi corazón
se abre la flor, los pétalos del esplendor,
me agarras y besándonos nos elevamos
al cielo con nuestra pasión,
viene la música celestial,
nuestros jadeos que crecen
hasta juntarse en canción de lobos,
rozo tus labios,
me muerdes sin compasión,
y hago bailar y temblar
tus piernas con las mías,
la llama se desplaza por cada milímetro
de la piel,
arañas mi espalda, te beso
allí donde el te quiero nace pleno,
nazco con fuerza y muero
en cada movimiento,
donde el gusto es ver tus ojos
y tus suspiros de amor
pidiéndome más.
Nunca te dejaré de querer,
Vives dentro de mi piel.

VI
Alabado sea el día
que te conocí,
Venerado el día
que te sentí,
Soñado y vivido
el amor desde que te vi.
Bendecido y adorado
el momento
en que nuestros caminos
se han juntado.
El amor puro,
limpio y transparente
que emana de tu entraña,
y entrañable es tu verso,
entrañable es tu sonrisa,
tierna y linda
tu boca para besarla,
hermosos tus ojos
con un brillo donde vivo.
Para ser tu poeta
vivo y dichoso
de tus ojos, y corazón
fielmente apasionado,
Porque mi corazón no miente,
Y bajo mi cuerpo
quiero derretirte,
Que me sientas
bien dentro de ti
en tu alma y cuerpo,
Corazón y mente,
día y noche,
sonrisa,
beso y caricia,
en todo lo bello
como yo te siento,
porque me elevas al cielo,
te bajo el firmamento,
y te susurro al oído
mi te quiero y te amo
con un mordisquito.
Mi beso donde lo imaginas,
mi Lucero
donde tu placer
se vuelve fuego
donde hace al calor
que haga temblar
tu cuerpo entero.
Y te quiero así entera mía,
Como eres para amarte más y más
Día a día, suspiro,
segundo y minuto,
Cada instante y momento de mi vida.
Tuyo soy, siénteme tuyo.


VII
Puedo escribir todo mi amor,
Todo, todo lo que siento por ti,
Vaciar mi corazón,
expresar y gritar que late por ti,
entregarte hasta mi sangre en poemas,
vaciar mi esencia y volcarla en letras para ti,
porque nunca quedaré vacío,
solo me hace falta una palabra tuya
para volver a sentir amor,
y llenar de ti cada poro de mi piel,
cada rincón de mi interior,
porque grito, siento, y aseguro con orgullo,
que este amor no se acaba y no lo hará nunca,
que es puro como tu corazón y el mío,
como la mirada tan tierna que nos dedicamos,
y vuelvo a ser inmortal gracias a tu amor,
y tu fuego me deshace, tu amor me enloquece,
tú entera eres dulce.
Si mi amor te ha resucitado,
a mí el tuyo me ha hecho invencible.
Espíritu y alma que vuela libre,
a quedarme en tu cama a tu lado
bebiendo de ti, sintiendo
cada secreto que esconde tu piel,
amándote noche tras noche hasta el amanecer,
y con el alba viviendo de tu interior tan perfecto.
Vuelvo a caer en tu cuerpo,
En tus besos, en tus caricias,
en el fuego de ternura y pasión de tus ojos,
con el calor de su mirada,
y el sentimiento que nace pleno
con mirar tu sonrisa
el dulce sabor del te quiero,
porque sincero es el verso,
sincero es esto, y nuestro amor completo.
Me has dejado ser caballero de tu sonrisa.
Guardián y dueño de tus besos,
A ti me entrego, a ti te entrego
cada latir de mi vida, cada sueño
y deseo para cumplir contigo.
Contigo no puedo dejar descansar a mi verso,
porque mi alma te llama y extraña a cada momento,
y escribiendo te siento,
con mi corazón ardiendo, mi mente viajando.
Siendo tú mi aliento, mi oxígeno,
y el agua,
tú mi flor en mí enraizada.
El amor que soñé y sueño,
Todo lo que anhelo y espero,
Lo que quiero.
Tú mi vida en verso,
lo más bonito de mi sentir que te pertenece.
Contigo ni en invierno
hay un solo amanecer de hielo.
Eres mi fuego ardiendo,
El sol que calienta mi sentimiento,
la esperanza de un amor eterno.
Eres lo que más deseo.

VIII
En el bosque de tus ojos quiero perderme.
En el campo celestial de tu mirada
vivo y quiero vivir, siempre.
Del paraíso de tu cuerpo,
soy caricia de lluvia,
soy melodía de viento,
soy te amo sin tiempo.
Porque de tu corazón, soy eterno,
Y tu amor es lo más bello,
Y caigo en el sueño
en que abres tus pétalos para mí
bajo aquel árbol del deseo,
y crecen las flores
y el lago emana
de la belleza de tu alma
de las violetas y amapolas,
del jardín de la alegría,
eres tú la ninfa mía.
Y las flores de malva tienen envidia,
Las rosas celosas crearon sus espinas
porque mi amor fue para ti.
Las campanillas más sencillas,
crearon en flores sus voces,
en notas de amor al que llaman
y buscan trepando y enredándose,
en la maleza y la piedra,
el helecho en duelo
rechazó la flor y la semilla,
a esperas de ganar tu amor,
con sus hojitas en belleza
que se despliegan como un caracol.
Las droseras ansiosas
su trampa desplegaron
en son de atraparte
en sus dulces gotitas de néctar.
El musgo enamorado a si se quedó,
pequeñito y suave como el terciopelo,
para acariciar tus pies y sonreir
con la lluvia y el agua.
Donde la belladona cantaba
Y de la luna se creía preferida,
Abrió su amapola azul y negra
la adormidera,
siendo el sueño de las hadas,
su prima la golondrinera,
su amapola amarilla,
fuego del bosque de las sombras
liberó su ninfa con una gota de rocío,
con ella llegó la primavera,
contigo ninfa mía llegó la belleza,
y tú amor en alas de mariposa,
abrigaste cada sueño,
arropaste cada pensamiento,
y ahora no sólo eres mi amor,
también la más linda flor de mi sentimiento.


IX
Y las noches
no son noches
contigo amor,
son fuego,
calor de cuerpo,
beso del deseo,
y caricia del roce
de tu sentimiento,
el viento travieso
tu fragancia
me quiere traer,
las nubes
el agua
de tu boca,
Y la luna,
la luna
tu mayor sonrisa.
Cada verso
se funde dentro
de tu cuerpo.
Tu mirada
me vuelve
leoncito tierno.
A besos de amor
viajo por cada paraíso
de tu piel,
complazco
el juego
del fuego ardiendo,
me mezclo
en alma
de fiera y guerrero,
para dar placer
a cada parte tuya
que me deshace.
Como verte e imaginarte
bañada por mí
desde que la luna
visita,
hasta que el sol
acaricia.
Y soy yo
Entero, amor,
enamorado de tu amor.
Viviendo
de cada detalle
que a mi ser
complace,
a mi corazón derrite
y no hay
quien me quite,
de decirte
cada día
cuanto te amo.
Tu sonrisa
es un regalo,
Tu cuerpo
un dulce pecado,
Y tu amor
es sin duda
vida mía,
mi mayor bendición.
Porque te amo.

X
Desconocido parche a otro mundo,
una rampa y una escala,
amarte indolente o ascender
en eje sola muerte complaciente,
crisol en aspas
molinos fugaces
romos pilares placer endógeno,
de dentro afuera beso tu mirada endiosada,
un beso a tu cuerpo que viene de nuevo,
compuertas la blanca savia,
mieles que Himeto concede,
leche celestial,
la insobornable almendra
purísima,
cientos de años te he esperado
mi Reina los condenados,
hoy puede desvista mi sed,
un arco una saeta iridiscente
sólo es magia el sendero
algo para tu mente,
algo para tu alma,
bienvenida a mi lluvia,
locura está perdida,
sin límites, lo sentido brillará
me dieron mis legiones
guerrero sin combate
puede cavar sólo su foso,
el amor
tiene un axón,
el punto de vencer
acogiendo y rebrillando,
activo la sola clave y contraseña,
Amor,
amor,
AMOR
yo amo.
Por siempre.


Förüq sobre Nosotros a 22-04-2023
Memorias atrás
mi vida luce de nuevo...



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

IV
URDIMBRE ARGENTA:

Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor,
y por querer pensarte
desapareciste entre la tenue luz de luna, que me abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma.
Marchitó aquella flor, que un día llamé amor.
Y ninguna pudo ocupar su lugar.
Sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz, que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.
Y lo vuelvo a hacer.


Cerré los ojos y allí estabas.
Como si no pudieses salir,
de mi interior.
Como si quisieras besarme
o decirme algo.
Pero tú bella en sueños
no hablas.
En sueños no hablas.
Y nos quedamos mirándonos
a ciegas.
Yo te aviso, que en el bosque
De mi mente, solo hay un camino,
Y es un laberinto.
El final lleva a despertar
y enfrentarse con la realidad.
Pero tú bella en sueños,
No me hablas.
Y yo a primera vista
me enamoré de ti,
Por si algún día acaso
el sueño se cumple,
y ya, de realidad me dices.
Te estaba esperando;
siempre te amé.

Logré lo que soñaba,
logré encontrar amor,
conseguí felicidad en el pequeño,
y largo momento.
No entendí de ella sus lágrimas,
o quizás sí.
Si su felicidad fue la mía,
al revés también sería,
al revés también sería.
Y yo la esperaba como
aquel día.
Pero con otra compañía.
No lo elegí, sin saberlo,
ella seguía en mi camino.
La consolé cuando llegó en lágrimas,
no me dijo por qué.
Pero sentía su dolor.
Tenía un presente,
y no soportaba la idea,
de quien por ti sufre,
es quien te quiere.
Y esa noche lo que tenía.
Se esfumó como suspiro,
de oscuridad, del callejón conocido.
Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,
me mataron en el sueño.
Pero el sueño lo termino yo,
y mejor esa noche solo me quedo
contigo amor, y mejor,
muero con tu calor,
para terminar en ti, con el color,
de caricias, y besos,
como un romance que no acabó.


Buscándote en el silencio.
Buscándote debajo de una piedra,
o en el fondo de una cueva.

En la flor sin cortar,
o en el fondo del mar.
En la nube o fuera del cielo.
En lo que se ve,

y en lo que solo se siente.
En el sueño y en el recuerdo.
En mi felicidad, o en mi tormento.

Buscando, te encontré lejos.
Ahora que en letras te tengo;
estás cerca de ser mi vida,
y yo, tu verso.


Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas,
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre, de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos.
Rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños,
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza, de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones, arropo en el corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
Para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterías para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris, quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación,
que cortó un camino, en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.
V
Amada fantasma:

Me llama en la noche,
me acaricia su velo,
viene altiva en cada sueño.
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición.
Recreando su alma viajera.
Sueños serán, mas cada día la amo más.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor,
a su alma sin cuerpo.
Que me acompaña desde que sufro
por el querer.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo, su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Más no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Más si pudiese saber preferiría no saber,
quién es preso de quién, o si ella, y yo,
Somos presos del querer.


Te vi detrás de la estrella más brillante
Del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amo que corre, y descansa
Entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó a ver,
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.

En la noche, que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche, que mi amor corrió por tus senos.
y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día,
se mide, por las veces que te imagino, a mi compañía.
Y una noche, la vida de mi palpitar, sin sueños.

No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá, de donde acaba, el firmamento.
En todo lo bello, en mi nostalgia, y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que, el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa, que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,
Te amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,
Pero con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas,
porque a mí no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas.
Porque te entregué mi palpitar,
por lo que somos
y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor, prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía, marcando a tu presencia, cada poema, y cada letra.

VI
SED DE REGUERO:

Manantial fulgente de inspiración,
es tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas tu pupila
enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma,
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas,
el color de tus cabellos.

Un piropo, un suspiro,
de mi amor eterno.
Irrefrenable el deseo,
de, entre tus afiladas, y moldeadas piernas.
Que corre, que escapa, y vuelve el cosquilleo.

Tu boca junto a mi boca bebiendo
la misma agua, del deseo.
Tu piel, con mi piel avivando,
el fuego del sentimiento.

Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,
me robaste mi primer beso,
de niño que nunca había sentido el amor.
Me dolió que te marcharas,
A otro país, sin despedida.
No te pude decir que te amaba.
Pero si, regalarte una rosa amarilla.

Supuse, que te lo imaginabas.
Desde que tu recuerdo, me acaricia,
siembro en la misma maceta,
al último suspiro de verano,
golondrineras amarillas, y al igual
que espero sus amarillas amapolas,
en primavera.

Espero que vuelvas, aunque sea, como mariposa,
o abeja, a mi terraza,
acariciada por los álamos,
y bañada por el monte, de horizonte.
Espero.

Vida en gris de la que tú, eres mi luna esperada.
Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,
por donde fluye el solitario beso;
la tierna caricia anhela ser algo más.

Mis ojos quieren atraparte en su firmamento,
mis sentimientos arroparte con fuego.
Pero yo sólo te quiero a ti, mi vida en verso,
mi motivo para ser solo tuyo, para no necesitar nada más.

Ser el sueño hecho realidad, la felicidad de dos caminos
que se cruzaron en el destino.
Tiempo para esperar, vida para soñar,
cuando te vi llegar provocaste mi despertar,
y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.
Nos merecemos algo más, en este papel, que jugamos,
saber si nos amamos, si el deseo quiere ser pasajero,
el mío, quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.

Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,
avanza cruza cada noche el cielo azul de matices violetas,
siempre te encuentra, la soledad me abandonó para poder servirte.
Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.
Pero del corazón nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,
el te quiero.
El pensamiento que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.

Todo lo que me queda por decirte y lo que no te dije,
vida para vivirte.
Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.
Porque eres lo más hermoso de mi mundo,
camino que surca nuestro antiguo paraíso.
Permanece como el compás de mi pulso,
desde que te conocí supe para lo que viví.

Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;
allí donde viven por el querer alegrías.


Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,
te encuentro soñando, con otros días de amores, profundos.
Como el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,
mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,

mientras acercas tus labios para besar los míos,
y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas de un amor, eterno, que devolvería vida,
para quitar su despertar de melancolía.


El lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser, volaba hasta regresar.

Te necesito más allá, de este sentido, que grita por tenerte.
Te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
y a la vez te adoro, en cada golpe de viento, y reflejo.

Me encuentras, y tu recuerdo reciente, me besa,
Mientras no puedo evitar recrearme,
en el deseo y corresponderte.

Transparente sentimiento, para sentirlo una vez más.
La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,
a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.
En la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,
maldita mi suerte, que dejó que te fueras para soñarte.
Ahora, los minutos me ganan sin ti, no quiero el cielo sin ti.
Como la brisa a la mar, mi alma reclama tu compañía.
Cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final,
si ya no está.

Tú mi noche, y mi día, quiero verte,
una vez más,
Para así no sentirte soledad en la oscuridad,
Tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú estarás.
Hoy la noche me llama una vez más, para soñar que a mi lado estás.
El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,
y no verte llegar, para no verte llegar.
Amor dónde estás, si te fuiste quién te podrá domar.

El castellano

VII
Tu voz:

Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor, en mi mundo de ilusiones en viento,

Bésame,
al final de este deseo de susurrarte,
acaríciame con tus labios,
el mordisquito en la oreja,
el susurro en el cuello,

noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta, de árboles.

Ojos de gato, tu gemido,
tímido y feroz.
Tu voz.

Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo, y su carmín,
el despertar, de su recuerdo.

Acariciando, su pelo,
siendo sus ojos, siendo su boca,
Siento sus nervios, me atrapan,
enredándose contigo,
el momento, que dejó el silencio,
el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.

Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo, solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
Se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.

Sostén mi placer cada anochecer,
sé el tiempo que nunca se fue,
sé mi sonrisa y cada imagen que, quiero ver,
detén este instante, para hacerlo real.

El sueño hecho realidad, la historia sin final.
Mi eterno amor, sin dudar.
Corazón carmesí, como flor de abril,
navega mi sensación.

Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil, que me quedan por decirte;
los que nunca se irán.

El castellano.

VIII
Latido:

Latido constante, clavado en tu mirar,
Caer y despertar en el incesante sueño,
De compañía a tus efímeras y angeladas,
alas de tu eterna alma.
En sinfonía plena con mi sentir,
plausible en verso y gesto
que arde en tu corazón de fuego.

Aviva el recuerdo creando presente
de este soñador despierto,
para volver a anhelarte mi amor eterno.
Susurro del viento trayendo tu brisa,
a mi sentido, despierto, cuando te veo.
Latidos al compás de tu sentimiento,
Viendo la vida en colores,
desde que mi pensamiento invades.

Y vivo colgado en tu pestañeo,
para ser el poeta de tus ojos,
sencillos y tiernos, vivos y aceitunados,
y corre mi vida por tu cauce.
Donde el río creado,
fueron mis lágrimas de felicidad,
de sentirme amado.

El castellano

IX
CRISTAL DE PULSO:

Inocencia que se hace belleza,
Sonrisa que ilumina el alba,
con el gorgoje de los pajaritos.

Si el amor no fue a buscarte;
tú fuiste a encontrarlo.
Y yo sólo quiero, lo que quieras,
y así soñar corresponderte.

Vi el amanecer y el anochecer,
del bello matiz en tus ojos,
que suspiraron.
Y mi amor viajó del bosque,

a la montaña y la montaña,
me hizo hombre.
Para poder amarte.

Hoy te vi ayer me doliste:

Te veo y reluzco que te quiero,
que por ti me encuentro,
te miro y mi mundo se vuelve loco,
te deseo y mi sangre arde como fuego
sólo un pensamiento: que yo nací para tus ojos.
No existe reloj ni conteo que detenga este monumento.
Mi vida pasa fugaz como el viento,
pero mi palpitar, sabe, que te seguiré queriendo,
estoy enloqueciendo, te veo en todas partes,
en mi cama, bajo mis sabanas, en mi cuarto,
cuando miro, de noche, las sombras dibujan, tu figura,
el viento, me susurra tu voz,
las flores me recuerdan tus labios,
el agua tus besos, los rayos de sol tus cabellos,
tú eres mi doncella yo soy tu bohemio.
Mi alma me dice vive amando, muere luchando.
El coraje de luchar por lo que uno quiere en la vida,
es lo que da respeto.
Pero tú tienes otro dueño de tu corazón,
el desánimo me invade como olas,
golpeando el acantilado, de mis pensamientos,
te llevo dentro, de mi ser,
no sé vivir sin ti, quisiera ser yo el que te abrace,
el que te bese, el que te diga al oído
que solo tú y solo yo, inseparables los dos.
Una historia de realidad, imposible de contar,
Indeleble en mi interior,
Ya no puedo soportar otro día más sin llorar,
Sé que me sigues queriendo,
Pero ya pasó ahora solo queda el recuerdo,
Como un boceto, que se dibuja, cuando cierro los ojos,
despojos de aquel amor vivido,
como un silbido llamando al olvido.

El castellano

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA:

Era una mansión abisal,
de tres gárgolas vigías
custodiando un laberinto inextricable
de la orden el fuego su espejo;
guarida y morada de corceles centauros,
la flor de Hércules crecía de una luz
lejana, sigilosa y eterna,
crecía de aquel inframundo
un olmo eterno guardián,
todo hojas en ojos en llamas,
viborillas por ramas.
Hidras y Esfinges, como Medusas
avisaban con su acecho yerto
del peligro, refugiaba,
aquella guarida maldita
que hasta dioses temían surcar.
Aquel bosque umbrío de laberinto,
era de aguas azabache y brea encendida.
Poso de almas errantes y jinetes difuntos,
todo servía a la sed de sangre,
en esta fortaleza se custodiaba
la llave de la virtud jamás enseñada

mas había...
FÖRÜQ Miguel Esteban

 II

Más había un cerro
las almas condenadas,
en su cima era de nieve roja, sangre congelada
allá germinaban las semillas del mal
y odio resplandeciente, su deshielo
alimentaba el río la Estrida tiniebla.
Toda bestia aguardaba el regreso de Perséfone,
mujer de Ares, Rey de aquel inframundo.
Así con ella, recibir órdenes a cumplimentar
sobre la tierra Numinosa, del humano ser.
La virtud jamás enseñada, custodiada,
era tan ambicionada por los héroes del mundo fértil
cual néctar y ambrosía, los castos dioses.
Requería aquel cerrojo del portón, de tres llaves,
sólo conocidas por Perseo, un semi-dios,
había que cercenar tres ramas de tres espinos
que allí sangraban, áureos de plata, bronce,
y titanio, si destino dictó y era semejante...

III

Semejante empeño cuando se llega
a las fauces del Averno,
este árbol triple en espinas dorado
se esconde del ímpetu errado
sólo el nacido de la sangre de los dioses
es merecido a ser guiado por el negro cisne
fácil es bajar al Averno, ardua tarea
regresar y escapar a las auras del cielo
las aguas de los lagos estigios
y su río la Estrida brotaban de esta guarida
que misterios todos, acoge,
junto con toda el agua abismal
nutre cada pozo, también había una encina
turquesa, donde se podía escuchar
los fúnebres gritos de un cuervo blanco,
era morada de almas errantes y espíritus
que sólo su oscuridad abrigaba.
Quien escribe ofrenda al sacrificio
la mitad de su locura, extensa, habitada.


Förüq castellano Miguel Esteban

IV

Arribo a ofrendar mi designio
en cuña demencial, su mayúscula mitad
a la tierra Madre Tiniebla,
tierra almas inconscientes, velan las muertes.
Allá en venas de pedernal florido,
fondo de idea mística, por anchas fauces
de siglos dormidos, adentro al reino las Sombras
surco su corriente de aguas vivas.
Se descubre áureo templo, llama oculta,
la virtud eternal, jamás enseñada;
cumbre de lágrimas, y flora suelta,
de bellísima cima y ribera
después de la vida, y aquel Quimérico viaje;
después de la travesía sendos castigos
florecía la luz sigilosa como atónita
una purificación otorgaba una sed de justicia
universal, nunca llamada, sólo aparecida.
Poderoso pensamiento en rayo de dioses, diosas.
Era esa virtud cual misma puerta todo asigna.
Aquel mi destino me asignaron mis hados
quedó ampliamente saciado y cumplimentado.

Förüq castellano Miguel Esteban

V
Era difícil, intrincado, liado, enmarañado,
inextricable, el cerrojillo de Perséfone
con el que sellaba el Averno, y su laberinto
en espejos de fuego terso y alarido vaporoso
todas razones rebosaban aquel lugar;
su llenez bastaba para anular a todas.
Incomprensible giraba la virtud custodiada
como una esmeralda araña tejiendo su tela
quedando como sangre de sabiduría coagulada.
Un coro de grillos aturdían a las Puertas
el eral donde yacía aquella sabiduría
jamás enseñada, sólo aguardada era,
por designio los castos dioses.
Tarea inmensa, en dificultad guiada,
TAREA MILENARIA
Como adentrar los hoyos del Sol
en busca lo que nadie vio jamás,
aquella áurea, sangre de estrella lejana
y cercana.

Förüq Esteban er-lobo bohemio

VI
Llegó un día olvidado, a aquella guarida
intransitable, un vigía Centauro
llamado Förüq, sediento, atravesó
el bosque umbrío hasta el lago sangre
formaba el pozo de AIRÓN, al beber,
se le acercó una cierva blanca,
le dijo que ella era la dama del río Sangre
y que su intención era compartir
el secreto de la virtud custodiada;
y así volver a ser el Hada Señora,
Leannán-Sídhe, dueña de todas Profundidades
le reveló a aquel centauro Guardián
que el cerrojillo aquella morada
sólo tenía una llave que la formaban tres
y era el amor más puro, y primigenio nacido
que era como una llama líquida de esmeralda
y la poseía la araña turquesa, en su
portón de Tierra,
el centauro, ayudó a la cierva Hada
y se aliaron, para poseer aquella virtud
jamás escrita hija de las tres potencias,

Förüq

VII

A través de las oscuras llamas
del inframundo terreno, guarida abisal;
como Centauro, arrastro infortunios,
así como sucesos caducos, despertó en mí
aquella alianza con la cierva hada,
el poder obtener todo lo que el Cosmos
me negó, acordé compartir aquella virtud
y llave purísima, eternal, con ella,
mi pinche compañera Leana.
Voy rumbo a abrir el portón de Tierra;
aquella araña vigía turquesa,
era hija del Soberano Júpiter,
planeé finalmente sobornar con amor
mi propuesta al llegar a ese abismo de Plutón
fue brindarle nueva fortaleza, morada
el  castillo umbrío y olvidado de Hipsípila
con sustento absoluto diamante y felicidad.
No se negó y solo pidió un acertijo:
-Sólo una palabra otorga respuesta a mi pregunta.
¿Cuál es el nombre?...

Castellano Mercurio

VIII

¿Cuál es el nombre nuestros ancestros pusieron
en el idioma más antiguo, al pájaro misterioso
azabache mora las ramas de nuestro tejo
milenario maldito?
El Centauro recordó que su nombre referenciaba
El color aquel pájaro y el signo su luna
-Arriesgándose, -Förüq, respondió
a la araña turquesa con acierto.
Entonces le otorgó localización
de las tres ramas abrían aquel cerrojillo
de lo que custodiaba, rama de cobre,
rama de plata, y rama de titanio.
Al obtener y desnudar aquella virtud,
se desveló que era la belleza,
madre de las hadas, y padre del arte,
reflejo e impresión en poesía,
aquella virtud nunca enseñada,
sólo hablaba como demonio antiguo
cantando en forma de Fénix
decidieron el centauro y la Señora Hada
difundir aquella virtud de belleza y poesía
por todo mundo conocido, en pacto de tinta
y sangre.

IX
Aquel pacto de tinta y sangre era vitalicio
consistía, en difundir la virtud de belleza
y poesía en forma escrita sobre los reinos
cubriese los cielos y auras vivas,
en amor y dedicación,
su fidelidad y complicidad era inseparable,
el centauro Förüq y  la cierva hada Leannán
no permitieron que reinos abisales
ni criaturas errantes osaran tener la virtud
restringiéndola a la llave de sangre viva.
Aquella belleza escrita, era una virtud abierta
nunca cerraba su lleneza ni quedaba completa
fueron ellos custodios centinelas
del arte escrito en poesía
fijando a toda buena obra un amor
de satisfacción y alegría indeleble.
De razones virtuosas, y del alma heridoras.

Förüq y Leannán-Sídhe

SOL RENACIDO:

Vengo sin palabras,
de una lumbre celeste,
como fuego quemando hasta la verde hoja,
cómo soñar, y pintarte sin arma, sin lenguaje,
cómo hacer notar sin quemarme del vulgo,

ser aire en alegría encendido,
tierra de forrajes extensos,
camino sin mar, y sin roca de mundo cierto,
hacer sentirte, sintiéndome,

sin las dulces cualidades que hiere y expone
cada primavera, preludio de tu posesión certera,
rosa azul que vibra, en su claro oscuro matinal.

Pintarte lo hondo, sin tristeza, sin trabajo,
sin palabras,
profunda noche sin luna, sin el criqueo
los grillos, que arropan los oídos insomnes,
correr hacia la madriguera, con todos campos en flores,
que en júbilo puedas llamarme
criatura hermana,
raíz de silencio salvaje.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

AVANZAR TU ABISMO:

Soliloquio confinado,
remontar nueve años atrás
pautado, sin directriz, ni engaste,
ni voces parásitas yertas,
oh canto, como lo gente no canta,
todo olvido desempolvado,
en ocasos un alba sin fuente,
ni pozos, aljibes almibarados,
todos los amigos,
todas las bellezas perdidas,
como se engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de testimonios muertos,
como sucesiones de difuntos,
movidas por engranajes,
oh toda la vida,
sin esa adolescencia robada
por señor medicamento,
toda mi vida te he soñado,
toda mi vida te he aguardado,
como anhelo y resguardo de tu pura voz,
imaginarte no, lo siguiente a eso,
embeberte en noches de humo,
y miles cigarrillos,
del probe diablo que yo soy,
cayendo en nubes
que negrean mis sentidos cromados,
orando por mí mismo,
todo he soñado
sin letal lecho de olvido,
abrir tus cerrojillos de resistencia,
volver afable un destino
de nueve llaves,
vestirte de Ninfa, quimera,
reina no quiero ya,
ser realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco si ves capricho,
mi designio de alabarte de construirte a besos,
de desdoblarme en dos dimensiones
para poseerte entera desde alma, tu raíz,
no necesito,
no deseo ayuda,
ya se dictó mi perdición,
que su inversa es mi salvación,
como ying y yang,
bien y mal acrisolados,
si te respiro no preguntes,
si te veo no te gires,
por haber prestado tu celada de Atenea,
porque rebrillaré más que el fuego terso,
elemento hermético
seré de un disparo invencible,
y haberse saldado todas mis deudas carnales,
sólo entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni temple ni pureza en calumnia,
osarán comparación,
por la blancura mi Musa Oscuridad,
por la rectitud mi Sol fierro,
por la pureza de madre Luna,
por mis padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no moriré en vida feliz,
si no consigo destruir tus murallas,
ni abatir padre espejismo,
necesito sin engaño sangre,
para sentir que yo poseo algo de ella,
fuera de la línea sedienta
no hay nada,
como buscarte tras la estrella más lejana
encontrada, cercana o lejana, según seas mirada,
al eco sordo una voz noctámbula,
y su resplandor en caverna,
apóstatas, no juréis por este yerto,
que cruzó el lago las almas desangradas,
obtuve allí respuesta,
y no voy a revelar aquel arcano ni solución,
a toda incógnita camine, vuele, se arrastre,
o sea inerte, tengo clave.

Förüq

TIBIEZA:

I
Brindaremos en copa de sangre,
en alas algún destino sordo,
rememorando la resurrección
de la plenitud del amor.
Llama de viejo encanto,
emergiendo una tarde de tinieblas.
Donde nadie creyó a la ilusión,
recuerdo afligido,
de toda búsqueda un placer
ciego y soslayado.
Apareciste ahí, sí, liviana,
y emergente,
como escama de rubí indolente.
Ya no creí mi corazón por piedra.

II
Ni a este, morada de salitre,
mi pequeña,
ligera raíz granate.
Humo tus bellos labios,
que duerme.
Mi palabra de árbol jovial,
hereda mi negra sangre,
espuma de otras cavernas.
Mirarte como azul, dulce,
de crepúsculo eterno,
resonante en murciélagos,
y mariposas nocturnas,
de ideas.

III
Mi desnudez imprevista,
ya no rueda.
Sobre tu estandarte tierno.
Mi dura frente sabe,
del furor inusitado
en brillo de ojos,
temiendo perderte.
Verdad posible,
en ardor, ferviente, y alerta,
sin eje oculto ni engaño,
de  que necesidad, nunca hubo,
sí, frío y ausencia
de terso cariño,
ante, el ser diferente.

IV
Agonía de ave alta,
con soledad que gemía.
Al frente recto,
del destino hiriente;
oscuros días, parecían
vistas a un futuro mejor.
Claridad matinal,
de nueva brea,
en nuevo día de tabaco fugaz.
Día generoso,
sin zozobras
tenía el ayer.
Pliegue real,
duro, y vivo sin miedo.

Förüq castellano Miguel Esteban

DESVELO DULCE:

Sembrar simientes estelares,
en arrojo de albas fugaces, y fuentes,
tan nítidas como  destino resplandeciente,

efímero como perpetua muerte,
entre agujeros celestes de luz férrea, sigilosa
y caminillos guarderías de estrellas y resquicios oníricos

donde contigo refugiarme,
destello flagrante mi sola dicha eternal,
que avanza despierta, semilla y condena
,
al despertar y verte lejos,
sin ataduras, sin suplicio no sea adorarte,
ascuas deseo pertinaz y hojas de vida llora mi beso,

castillos en aire mis ganas que no se vencen,
de apretarte, de sonrojarse, y vil arder;
cumplir tus anhelos en sangre estridente

que porto y me lleva sin posesión más que sangre,
por tenacidades de un amor cantado de valle, metal, y anhelarte
hoguera del sentido despierto, cuando quise y ahora  te amo,

que es segura suerte y comienzo anunciado,
junto a ti, blandir mi sendero, suerte y camino de ocasos,
especial y brilladora, armónico

y disonante, en sol mayor
de segmentos cálidos de hielo,
tus caricias,  donde el sol te deja ser

oh, ternura sin igual ni semejante,
cuál ternura única,
adoración me cursa, y suscita,

como besarte y seguir besándose
no cerrar mis ojos
porque quiero seguir viéndote,

hasta mi descorchar áureo de Simiente,
hasta dejar huella por conocerte
en alma, anhelo, y perenne latido feraz.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A 11/03/2022 reedición 15-10-2022

NOCHE DEL ALMA OSCURA:

Apoteosis, en crisálida
plañía la vida yerta del alma,
destellaba como saetas flamígeras,
atravesando vacíos perplejos,
donde la materia;
era la Naturaleza de la no-vida,
danzaban herrumbres de antaño,
sobre ascuas,
donde bebían jinetes difuntos,
era un espacio que se expandía
su material se creaba para acabar desintegrándose
así mismo y generarse de nuevo avanzando,
la hecatombe de almas errantes nunca llegaba;
estas sólo avanzaban,
aquella noche era festín de luciérnagas,
y semillas estelares,
el amor rejuvenecía
por espirales ardientes,
y Musa otorgaba su ababol de fuego
como sangre de la tierra nueva, naciente,
toda sangre tornaba granates profusos
que caía como lluvia sus hermanas esmeraldas.
Era tiempo suficiente para olvidarse de señas
y anzuelos,
todo si quiere el destino, vendría
otorgado,
como se nace y como se muere.
Sin fin de cuestiones quedaban resueltas,
las semillas germinaban solas,
la energía oscura era más fuerte
que la certeza que todo movía y unía los seres.
Fuego azul, diestro que avanzaba según el sentido,
fuera mirado,
un infinito abierto
que era un uno,
y un uno que formaba un ocho abierto, sumando ambos
un nueve,
nueve vidas d' este gato de arena.

Förüq

CRESCENDO:

I
Trama mercurial de augural dicha
danza mi sombra densa en cumbre de hoguera
cumbre de Mercurio de áurico semblante
sudor en seno, corre mi lágrima de ánima
como destello furtivo, vengo a beberte
del brillo alzado avanzo con estelar rienda;
electrificas mis ojos, y amor de alto cielo,
que purificas mi vida insurgente.
Conocerte a mitad un fuego magno
su verbo dorado, acaricio desvaneciéndome
como sierpe de luna azabache
de rayo argénteo tus quimeras entablo.
Fiel, me protege mi admiración en afecto
recuerdo un siempre a tu  lado, validado,
en esquema de capataz, vine a besarte,
sidérea lumbre que destellea, sola,
sola, como se multiplica la flor en primavera
ni osado, puedo negar que subas
a mi caballo solar, agitas mi denso, oscuro,
placer flamígero, querría yo, regar
tus colores hasta tornar ilusiones,
flores en corazones.
¿Por qué me despertaste Musa?

Förüq castellano Miguel Esteban

II
Palabra fuiste, de día, luz en labio,
calor de raza fuente,
mañana vernal, lluvia extremada.
eternidad sin calzas, toda aojo
verbo de raíz, amor en cúmulo,
feraz sien acuartelada, túmulo de belleza.
Asegurases mi tierra de azur suspiro
oh tu fuego, el ser volviera a nacer,
inocencia que naces belleza,
rubor de Luz purpúrea al tacto,
tu sola idea, de aire asido,
en tierra de este humano invicto.
Surco esta noche de luna creciente;
De luces breves, en faroles como Ilamas.
Mar de asfalto y brea, ¿Quién dijo?
Luna es semper diosa, corazón en muerte,
que siempre late.

Förüq castellano Miguel Esteban

III
Hoy, un enero que se marcha;
vengo de la cumbre de lágrima, apostando alto
tras orar en el baile mi llama,
oh, tinta mi ánima, quise alzarte
mi dama Hoguera, protegido yo
por tanto caballo solar se ha visto;
miel de fortuna, y afecto lunar tangible.
Crecí como astro mortal en sus retinas
tierra, madre de mi compostura,
nací guerrero, alcé truenos luchando,
y ni muerto dejaré esta batalla la vida trae.
Mi coraza es cobre solar, mi dios,
es del sanguinoso don jamás se concede,
mi diosa es Luna, su signo azabache;
crepité alto, como su energía
a su eco fugaz me encaramo, en su campo
creció la dicha, como corazón de amapola era.
Fui concedido, a disputar, de ella, el gozo
como la Luna argenta conocía,
él guerrero, hijo del miedo, su padre.
Hablaba con las flores, enamoraba hadas su paso,
quienes le conocían opinaban que el Miedo
es en él el valor, del metal más noble.


Förüq 24-01-2023

ÁNIMA SOLA:

Estirpe como astro frío,
colgada ala, o de armonía extasiada;
alto y liso como corazón exprimido,
de fe empírea melodiosa,
sin cargo contagioso,
oh nada, estrepitosa en cuerpo pletórico,
la luz resoplaba en pecho ardiente,
claro como oscuro de mundo su soslayo,
medalla en beso de lágrima sanguinosa;
sangre mineral de bajío corazón pétreo,
quise decir lo sentido,
acabé más simbólico que eterno,
sangre, quizás, era sombra de ocaso malva
y su purpúrea ilusión,
me quería embeber su doncella escarlata,
socavé flores de amarillas coronas,
todas hicieron de tres musas una sola,
por las que perder todo,
menos un gato negro que no es mío,
oh, rayo trueno de soledad que repicas mi espaldar,
pico de labio, o crascitar fúnebre de espectro vivo,
río mi sangre,
oh, carmín de pozo del deseo,
vida, vida
que yo te sentí,
oh transcurrir un funesto abril,
que besé tu amapola de fuego y mordí su suelo,
mandrágora en vapores de esencia,
humo rojo en tinta algún caballito del diablo escrito,
sangre, sangre,
éter carmín,
vine por tu voz hundida en brea,
de mar y su luna transitoria sujeta,
ahondé profundidades
y silos mercuriales,
quise de Musa triple, lo indecible,
tuve claridad en escala,
beso de trigal y vid,
oh nitrato primigenio,
vine a romperme el tormento,
dulce que condenado, bailaba cual trompo solo,
suspenso que ahí bailaba mi pena,
que no era ligera,
llegué por riveras su fuego terso,
abajo que subía
en su noche de nadie,
muda y sola ni de ella misma,
oh crisol de espíritus y valles,
afrente la sola concordia,
le devolverá su espada,
clava, que clavaré verso en su arteria angelical,
su cuello bellísimo,
oh de vena y acequia,
oh de trino,
y bello espasmo,
rebelde como vampiri
un día soleado,
a la mudez última me alzo,
alzo mi silencio anisado,
notas solas,
dios del diablo,
no hay dios,
el diablo eres tú,
ánima sola,
sola ánima,
ven te haré valedera,
de Sol, de espuma,
de nieve, de agua,
su fierro metal aferrado,
hierro luce mi espada,
esta calma otoñada,
me poseen sinos
y trinos como años me cayeron escritos,
por mis dientes y filos de manos,
todo fue más que llorar un verbo de todos.

Förüq Esteban

TEMBLOR REBRILLANTE:

Y escribo cinco parpadeos, y genuino,
remito al primero vio tus ojos,

irradias, que sobrepones,
en ojos patria al Averno, tierra al Cielo,
mirada tersa cual embrujo, te llenó
en torpeza algún dibujo.
Lustrosa brea en azabache tu cabello de realeza,
Oh ingeniosa pagana,
como senda lleva estela
de rauda estrella.
Gimes culto al amor
mis sentidos infrahumanos,
de pureza devota, de brillo, de filo,
de furor jovial,
remito nervioso a tu acento,
mar de mi contento,
oh mis suspiros de luna,
rompe ya cristal amante fortuna,
franco yo de carácter somero y doble,
lenguas de distancia lloran en rocíos mis flores,
que sólo imaginadas,
porque ser, eres, vives y en mí resides,
consuelo,
así es, tú la única que en tumba mía agarrarás flores.

Förüq Esteban

Reedición:

Primera obra pública revista instituto Complutense de educación secundaria
Año 2006-2007

Noche lúgubre y umbría
20 septiembre 2011 blog Facta non verba

A ti noche oscura te escribo, oh gema azabache tu solo pálpito.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío, como flor y rocío en flor de mayo?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas, deslices y tormentos dulces encadenados, hasta
enloquecer si solo loco he de quedar tres veces más solo y loco he de hallar, llevo ya cinco días sin dormir, no veo ya luciérnagas ni ocasos de luna, y veo que se van
mermando mis facultades mentales en carrusel de norias y sogas rectas, y escribo frases sin testigo cuerdo, sin sentido flamígero,
garabatos en hojas de papel...
Me asomo a la ventana mi cuarto parece yerto, y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo, no veo mi dama graja, sólo una sombra densa cuelga y flota del techo.
Mientras, apuro la botella de hinojo solar, esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza, que suenan como crepitares con sus voces.
Me estoy volviendo loco acaso Musa duda.
Sólo veo sombras y figuras, como sábanas, que se dibujan en tu oscuridad como
demonios, solos halos en escarcha fría, reflejos violetas ausentes.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo, que bajo tu protección de tu oscuridad mil cabales difuminan,
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de alaridos ni ángeles, ni de muerte, ni de fosas
selladas con cal y tierra ni de fusilamientos de razones ausentes.
Un brillo estertor te envuelve en comunión, de abismos y lúgubres destellos arriados.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad sempiterna oh, dame tu gloria.

EL CASTELLANO

NOCHE LÚGUBRE Y OSCURA

A ti noche oscura te escribo
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer llevo ya 4 días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche
como fantasmas deambulando sin rumbo
mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco
sólo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que sólo bajo tu protección
de tu oscuridad ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo
tú que no entiendes de genocidios, ni de muerte, ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra, ni de fusilamientos.
Tú sólo ciegas la luz del sol. Sólo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.

Segundo z bachillerato

ESTEBAN EL CASTELLANO

LAS DOS LUNAS DE MUSA:
I.Luna trece:

Luna plateada de mi cielo,
en las noches
voy a tu encuentro,
pero te escondes
entre bloques
de hormigón y cemento.
Quiero verte,
pero incluso te escondes,
por las violetas ramas.
Mas los dragones,
del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo obtuso,
de sueños fluorescentes,
tú, de color líquido,
solo templado
con miradas intermitentes,
por el tiempo de espera angosto.
El murciélago baila
con el colchón de tu luz,
rasgando sombras,
para reposar siendo una más.
Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por qué te siento incluso estando solo.
flores opaco reflejo
de luz violeta
incluso de noche;
artifficieluzzae.
Lucero de ciudad,
rompiendo la obscuridad.
La noche se detiene
para sentir que estás conmigo
otra vez más,
recuerda
que tus ojos tienen sangre
recuerda el viento
que aúlla mi nombre
recuerda la luz que tiembla
y cruje la noche en las pupilas
recuerda que me hablaste
de amor en el tiempo
que cae muerto
que pactamos con el hielo
la vuelta del invierno,
recuerda cada latido
de oscuridad
que llama a tus venas de humo
recuérdame en la eternidad del beso,
en cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda que vivo para ti
dando voz a la soledad asesina,
la flor vive soñando
que fue mariposa y abeja,
vive durmiendo la semilla
enamorada de la tierra
para despertar
y enamorarse del sol,
clávame estas nubes de sangre
en el hierro de mi destino,
se me negó la luz
encadenada a esta tierra sin cuerpo,
solo tú me sientes
en este camino
que no lleva retorno
solo espiral anhelada de renacer
el tiempo ya no nos puede sostener
camino buscando el frío
en este calor que quema el alarido,
te encontré perdido
hoy vives un amor
que sientes soplándote al oído,
en la puerta del infierno caído,
te casaste con la luna
que reinaba en tu corazón,
al viento le diste voz,
a la lluvia la nombraste
lágrimas de mi ayer,
le diste ojos
a la sombra para mirar,
la espina caía herida,
la caricia retornó a las polillas,
la vida marcha deprisa
cuando abras los ojos
ya todo habrá cambiado
solo encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando tu otoño
y la caída de tus hojas,
esperando que seas mi acompañante
en los siglos y milenios
que nos condenaron,
encontrarás esta sed del cielo
en cada silencio muerto,
en cada raíz
que grita en su tierra
toma de la vida lo que quieras,
siembra tu aliento
en cada tierra,
tú todo lo tienes
yo solo soy una fantasma
que sólo tú ves.

El Castellano

III.Réquiemnº 3:

Los últimos signos del viento.
Rige un sol negro
con hoyos donde comienza la oscuridad,
oscura serpiente blande su cuarteada nota
en lira acróstica insubordinada,
es su templanza base poética demencial.

Hablando a solas con mi interior
surge diáfana voz por derredor,
voz en alma condenada
por ver hondas raíces rugir,
en estruendo llamadas
hacia raudo cardinal.

Sola voz sin resquicio templado
del sonido en si bemol,
se erizan ascuas en pavesas a un viento
feraz.
Se acuchillan las osadías
que germinan en tierra de nadie.
Inusitado fervor asolado,
por espadas alzadas en manos,
guerra al silencio feroz.

Pudieron dar las tres de la madrugada
y un escarabajo voló.
Una hoja partió,
hija de la soledad aclamada,
con caracol sonoro hueco.
Es un solo de cuerda
y alma destensada,
una melodía por la sangre olvidada,
un réquiem por toda vida
finalizada
en sones de grillos
danzando con tenebrios,
y lúgubres venas enraizadas
por tercera y última vez.

Una sinfonía donde yace el silencio
y yaga la umbría luz
desertora en mundanal zozobra.
Pasa, danza, planea
febril verde mosca en formol montada.
Es mi dicha aplastarla
y quedar en vigilia taciturna,
hasta rendir aspas
y acostar la sangre
ya nunca más esquiva.
Hasta ver las flores rendirse
con mi cuerpo.

Förüq en 16-10-2018

MARIPOSA:

Los murmurios son flores,
álgidas de invierno,
como venas azules de jacintos,
o tesoro córvido
de urracas matutinas,
tiempo sobre el tiempo,
tosía mi lobo afónico
tarde que muere sobre la paja,
y el viento mordido,
ascua que queda sobre
mi densa ojera,
cristalina,
he cogido los montes con una mano
y mi hogar de brujo con la otra,
no necesito chopo de oro
ni un amor me aguarde
sin sombra de celos .

II
Mis sedientas aflicciones
eran como gusanos hilando sus capullos
de seda,
elevadas hoy son mariposas verdes,
vuela mi pena como Simiente rápida,
y cayendo como lágrima negra
en espiga,
vuela libre mi pena,
su esencia de mariposa desvelada,
duelen las lágrimas de bondad,
pero las negras y malas lágrimas,
apuñalan hasta arrancar el corazón.
Corazón mío, como avispero
de muro viejo, de pronto,
en él puse señero,
Galería del alma.

III
Presentó ante ustedes.
Armados abrojos
mi infernal flor de alma
eternamente jovial, y vivaz,
por fuente abismal
de denso pétalo,
dulcemente amargo,
quise declinar la tarde de sus ojos,
ser Pegaso, caballo de madera,
mi frente derretida gloriosa.
Infernal, pálido fuego,
sin Salvador en cepa,
ni figura fulgurante,
de llamas y lenguas azules,
cuenta de cintura agitada,
sus alas,
tu esencia:
-Mariposa del amor.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

A lunes 7 febrero 2022

Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones, arropo en el corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterías para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.

ESTEBAN CASTELLANO

ESPADA PUDIENTE:

Sorteo principios
y vencejos,
torno unas danzas de la Aurora,
me entregué al sueño,
aguardando su divina tez;
el Sol se adelantó
y sobrevino una colmada oscuridad,
llegué primero que los Hados
a su venerado encuentro.
Valgio alumbre el anchuroso cielo escarpado,
nocturno de doncella Escarlata,
oh, clara agua emana mi frente,
mis manos hacen germinar solas simientes,
del candor, la tempestuosa furia,
abren rayos espadas de Candamvis,
Zeus, canta:
Oh gran Sol que bajo tu candor,
iluminas que abrigas Inmortales,
y a los mortales vivos,
habitan las auras vivas fértiles,
acoge mi ofrecimiento,
a dignar en tu nombre,
terso Paraninfo yerto.-
Oh sola tormenta,
presurosa abre cabellos centellas,
y múltiples repiqueteos,
de ascua en rayo y cielo-terreno.

Förüq castellano Miguel Esteban

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO II:

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:

Oscuros, negros, tibios
lirios en sangre de brea;
Acolchadas desquicias
en híbridas campanas azules
de los ángeles, yendo en borde,
siguiendo círculos,
moviendo espirales,
Vientos noruegos me llevan
sin patria, vencida por mitología.
Quicios de lúgubre destelleo
en oscuro límite tétrico
y sus manseadas caminan,
hacen nido sedoso
en moreras del sueño;
Vida través de una vida
dentro los hoyos del Sol
que sudan, sus notas de uvas.
Visitaré a Cernunnos
en el seno del bosque,
hablaré del cuerno roto
y su sangre que brama
flores de helechos.
Quién sembrará mi campiña;
estirados mis soliviares
entre azares que suerte corre.
Traspuesto al mantillo
y su compostaje silvestre
que solo se mantiene;
Verano que socava dormido
para sepultar los cardos
que tierra come
y levantar la estación
de los difuntos con hojas caídas.
Otoño sus fríos que me despiertan,
terminando de vivir el ocre
y su yerma plácida
de tierras sin brotes
en ventura de savia fría.

II
Altivamente,
con pies de veneración
no atina un intelecto sumiso
tampoco él encuentra su espacio;
yo sin abrazarme, coge el infra sentido su reloj.
Mirar sin ver hizo fuste,
regresos serenos sin ausencia,
en estas lindes
quiebra su sentido
y esta sube.
Su vacío perplejo quieto es Ausencia
que simboliza toda luna de escarcha,
parado de sinestesia iba,
su granate sanguíneo
que
sí recuerda.
Amarrar el acierto vehemente,
de resucitar del del parco suelo
para fusilar mis pendientes,
desarmando la ira
sus dioses subterráneos,
uniendo su altivez cursante.
¿Se cree usted viva?
Eso es que no nos conocemos,
ya sumblimé algún amarre,
y va el ancho río
con paso furtivo y decidido,
por apresar de tu razón mi viva estampa,
muerta sin ti.

III JURISCONSULTO DE SOMBRA:

I
Este mi humilde canto,
umbrío tomo blanquísmo,
de meloso sabor arcano,

pedernoso, que blande,
compás de sosiego,
y halagüeña sonrisa encorsetada,

que pregona compás en arraigo.
Y eco a sola voz emitiendo
fantasma o fantasía

Quimera a tiempos
que guardo caricia,
en pregón de sortilegio...

En puñal pretencioso
agua en ámbar montada,
y solas, futuras vísperas

de espigas de idea.
Y encarnadas sendas.
Como todo querer osó disponer.


Patria por siempre sin sentar;
ascua como caracol de espejos.
Fugitivo sin amores,

surcos de fugaz simiente.
Entre rediles que recogen luminarias.
Y relojes de manecillas heladas.

II

Docto de tu dulce vientre
mi sien avelaba ocasos
tras fuego de ababol,

entre tierras de tus reflejas piernas.
Y sus relámpagos azures,
resplandor tibio de ente luminiscente.

Sed de mi sangre,
oro trigo y febril escarcha verde,
renacer acompañante,

aljibe sin fondo a florecer tu entraña.
Por riscos tu voz se hace hambre.
Mesetaria ciencia de ángeles debatiendo.

Amor de pecho a espada
de filo venturoso, y pesquisa húmeda,
blancos que el ser crestea,

jurisconsulto de este ser de espuela.
Diestro, ambivalente,
a sola trifulca brotó mi fuente.

III

Redentora hoz de labriego
sordo, trémulo desliz encorajinado,
soñador, en soto de silvestre rambla,

febriles rejas de esparto.
Cardillos de la dama
y ababoles de tersas llamas.

Pinos que caracolean
verdor que puebla y somete ocres,
el camino de este fruto de ensueño,

antes que morir sin amapola de fuego.
Labro en sendero a su cielo encerrado,
como una vida sin sentir, no la quiero.

Creo, nazco y completo
papiros elucubraciones, que enhechizan hasta
una flor de la misma sombra

que trajo en fruto de la primera mujer Eva.
Oh vera d`esta espada Lilith ser de ti
como nota a su escala, y sol de amores.

El Castellano


O DIVA GRATUM:

Mi diosa centella,
que deleitosa riges,
y engrandecer mi nombre puedes,
o, convertir en honras fúnebres,
mis cortejos triunfales,
a ti dirijo el labriego inquieto
de campo.
Te invoco en su pulcritud de savia,
cual dueña todos mares,
arrostras dulce mi piélago batiente,
a tus armas, todo imperio se desbarate,
mi lealtad es albo traje,
no rinde al garfio amenazante,
retroceden y dejan amigos
y sus ánforas vacías,
de cicatrices y delitos
no limpiase mi nombre,
de fraterna sangre y mieles que Himeto,
me concede,
¿Temor algún espejo suyo,
me contuvo?
Con el incienso, y sinfonías,
ofrendo sangre cándida, mi letra,
nunca el falso juramento me precede,
oh tu belleza de nuevo brillo,
más hermosa, cuanto la ceniza has otorgado,
ídolo oh materno signo,
dueña de oro y nido,
por Quimera tu susurro,
de límites prescrito,
non semper imbres...
Torrencial, de nube acechas,
lluvia sobre rastrojo terso,
tempestad, o inerte hielo todo año,
combate tu acento colorido,
jamás cansado,
cuánto Parcas crueles me han arrebatado,
pregunto a lágrima de sol, llorando este,
mi lamento blando,
loco empeño,
hinchado de viento,
osar casarte, aflicción
con altanero subsuelo,
prudente yo de odio ajeno,
no llegará día que este guerrero,
no mida a su adversario,
indago mis designios que abrigan,
sombra huidiza,
cuándo.
Bebamos la honra en dicha,
entonando la alta lira,
a Calíope,
bajases al cielo castellano,
soberana Musa,
gimiéndome lenta y eufórica melodía,
el concilio cayó sembrado,
ilusión o deseo,
mientras seguiré amándote gritando callado.

Förüq castellano MIguel Esteban

NUESTRA PROFECÍA:

 Ceremonia terruña:

Historia en curso:

Tiempo que era llanamente hondo,
como pozo sin poso, ni fondo,
severamente profundo,
como fantasmal visita
sobre lazo silencioso,
buscaba yo tamborileo grave,
entre hileras sordas
entre nuevas flores
de trompetas de los ángeles,
danzar entre círculos de grama húmeda
y corajes de aventar nuevas espigas
de olor a yesco trébol rojo.
Hice una hilera de guijarros;
preparé mi propio templo
con torreón y almena nueva,
un foso bordeando y cuidando
mi nueva siembra de ababoles,
templo asilvestrado con urna para ofrenda
y depósito nueva agua virginal,
era suficiente de tiempo insuficiente
a nuevo otoño que comenzaba,
con olor a hojas de chopos arrebatadas,
y majuelos agudos en espinas,
rebordes cardillos de las damas
erigiéndose tempranamente,
maduraban los tomatillos del diablo,
solanum nigrum
que ni caracoles resistían
sus lustrosas hojas morder,
las colas de zorro ya se divisaban aventando
terreno de su nueva simiente,
afinaba mi cuerda
tendido a ras terreno,
sembrado a pretil gesto,
como se siembra una pipa,
y tarda treinta y un años
que porto en girar el sol,
carrasquillo háblame,
que penas traes de virgen encina.
Cuéntame tus oscuros romances
con vientos de luna,
y tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.
Dime a mí que te cuido con esmero,
aguardando tus flores de piedra
y tus bellotas del mañana.
Árbol mío,
avanzo este mi caduco corazón humano,
como vampiro solar
me remarco,
un solo de voz desangelada,
y volví a honrarte,
de esta nueva tierra.
A viento pagano,
voz de alma amada,
inamovible,
firme, regia,
de raíz arcana.
Tu rostro en verdor
de hojas afiladas llevas,
acaso igual o semejante
a hermanas blandes.
Río de encinas y flora reborde,
amor de tierra a lo que es
y crece en ella,
vine por vuestras voces,
jamás marchiten vuestras notas,
de longevidad imperial.

Förüq castellano

II

Escribo al señor cierzo
y su ola de frío
un febrero consumido,
entre paticas de abeja,
y algún diablo foráneo,
busca encuentro
con su dama hoguera,
somos los guerreros,
ángeles de la tierra,
tanto por hacer,
que sé con quien acabar,
acaricia tu cabello,
ahondaré tu flor y su pétalo,
algo cae y se alza de nuevo,
auno un destino precoz,
en tela de araña,
de caléndula
o flor de  Hércules te dibujo
un guiño,
capataz del brillo primero;
transeúntes helados
ya te blanden mi caricia
en estrofa de agua,
y aullido solar,
punto y aparte
No puedo acabar esto si no es con un beso
de hendido horizonte,
y mareas colaterales
a un final que vuelve a comenzar.
Apuesto un divino laurel
a que en tus hojas me vuelvo a ver;
como se ve un lince de tu ternura
en la ciudad,
eje de voluntad
y tersura de calmo sosiego,

vine devorando sones,
llegaré alto, donde el ser no alcanza,
despejando nubes felices,
entre cuarteados leones,
todo llegará o entre bruma se irá,
ascua es mi querer,
vestida de brea
y oro azur,
el vestido mi golondrina de metal,
entre tierra y coraje
tu énfasis de divina pluma dices,
que afliges voluptuosa
venimos del azul imantado,
dentro el azabache cristalino,
somos placeres risueños
de dama Escarlata,
bailamos en su púrpurea visión.

Traigo un manifiesto Musa,
descendí para no irme,
hasta el fin del tiempo
y su conclusión.
Y ni por esa pesquisa,
podré huir como empuja
el miedo al cobarde.

Förüq castellano er lobo-bohemio Esteban

Escuadra bronce:

Ilusiones quemadas en papeles con tinta,

con los sonidos sordos de un eco de imágenes
el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.

Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,
la mente ciega las observa con su pensamiento claro
sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.

Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,
un secreto en un gesto que su mirada grita.
El despiste que convierte en ofensa el fallo;

Un sentimiento distante que próxima te quiere.
El tiempo que tarda en decir adiós al por qué gana,
ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.

Pensamientos negros
Te sentí amor y por querer pensarte
la realidad silenció mis latidos;
Aquella flor que llamada amor
ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.

Entre la tenue luz de luna que me abrigaba
abrí la puerta que me condujo al campo
de negros lirios por el camino de ida sin regreso;
La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;

Donde la luz que me daba calor era ausente,
tras de sí un sendero agrietado por el que fluía
el río de las flores desangradas;

Hacían ellas mi último aliento,
un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,
cesó aquel si bemol.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

Podando recuerdos para volver a amarte,
dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte
aquella mi rosa que llama al frío pero resiste
cantando a la víspera del invierno triste.

El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota de rocío que se evapora con el sol en su visita
y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,
para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.

El fuego del deseo se hacía con su compañía,
con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;
De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo
de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.

Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños
un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;
solos en el encerrado mar del amor no demostrado
su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

El ritmo de tu cuerpo,
donde el agua y la poesía
hacen el amor.
El fondo de tu mirada
el manantial de esmeraldas.
El calor de tus piernas,
El terciopelo de tu piel.
La suavidad de tus caricias
mi motivo para viajar
allí donde el te quiero
lo dices sin hablar.
Lo que me alegras
sólo con tu existir.
Es todo lo que significas para mí,
lo que me haces sentir.
Es el agua de tus besos.
Es el fuego de tus labios.
Eres tú.
Eres tú mi vida, mi luna.
Eres tú en cada noche fría mi calor.
Eres tú la chica que siempre soñé,
la chica que siempre deseé,
la que vivía en mi subconsciente
para cuando apareciese
darla lo mejor de mi existencia.
Deseos, ilusiones, anhelos
definiendo mis sentimientos.
En mis recuerdos tus besos
sabor de hiel.
Tú mi motivo para soñar.
Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,
tú todo para mí.
¿Por qué no has aparecido
en mi vida todavía?
cuando por amor se quiere
a quien no ama
y por soñar se vive amando,
por amar se vive soñando,
y el que siente se miente
quiero mi despertar y verte a mi lado
para sentir que en un pasado
andé con la botella en la boca
y no que ella
chupó de mí mi vida entera.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

Yo te sentí
Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor
y por querer pensarte
desapareciste entre la tenue luz de luna que me abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma
marchitó aquella flor que un día llamé amor
y ninguna pudo ocupar su lugar,
sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009

Tríptico trago de agua:
Autor: Miguel Esteban

Era como pulcra onda
anisando un sol de febrero
castizo que llamaba a marzo,
escuché la desquicia latiendo el suelo
y me encontré una reluciente,
vieja tuerca oxidada.
La sombra padre
se escondía entre manos anudadas
de sus hijos,
llamando a mis primeros pensamientos,
yunque clavado en la pared
sin soto ni caballo,
crecí en su mitad
entre baldes de plomo,
en corriente de drenajes,
parlamentando
abren el oído de pares;
nulidad de pura interrogación
más vacío
en ventanilla
de visión de muchos,
yo gastado aterricé
en república de la sal.
Porteador de interperie (intemperie)
regresaba directo al rostro
en destartalado invierno,
reunía el campo
un subastador de mi conciencia.
Ánimo optativo de la región
en sueños de malvas nubes,
calizo terreno,
opulentos pinos
en bocas de hierro
acunando la ilusión
de esperanza.
Llamada Musa doncella Escarlata,
Mineral candente, raíz Salvaje Azur Purpúrea,
Luna sempiterna...
De aullido a la luna de plata
y su llanto que envuelve la oscuridad semper.
Necesito más de ella para poder ver,
de igual manera sentir corazón en antorcha.

Förüq castellano er-lobo bohemio Esteban

CANCIÓN DEL VIVO MUERTO:

He cruzado los tres mundos,
cabalgado centenares de soles
a lomos un crisol alado,
desiertos me hundieron los cielos,
para rubricarme flamígeros, existen dioses
como existen necesidades que avalan
y avalan, no hay templo para
Jinetes difuntos.
Sembraron cada uno de mis pasos;
de figura regia, y arriada,
bastó un soplo de lágrimas heladas,
sí, tengo padre, por lo que tuve padre y madre,
final depende de un principio
y principio es ídem final.
Novecientas muertes cuentan mi estampa,
oh Sol de valles y Quimeras cual bestias anhelantes.

II hoja:
Cuanto viví, bailé una serenata difunta,
Aquella fue una noche tormentosa
cual tempestiva que sus temores silbaba,
oh solar, y campiña yerta
era el frío y su ribera,
Aquilón venía de hermano
que no tuve.
Rugiendo maderas, e idioma gemido
de solos árboles,
solo como océano venía
de astros en cielo y caracolas
cual olas;
Oh, su acento, era mercurial,
como serenata una flor de difunto.
Recuerde, su Sol ha muerto Esteban.

III hoja:
Entre plomizo suelo
me pesaba el espíritu
como pinar excelso, majestuoso.
Venían los relámpagos a mi vera
y a mi diestra placer posaba
y sonreía;
pecho os habla hundido
en escala de tierra,
e ilusión de cientos estorninos
entonces el monte os besaba,
de tierra, de vida, de cepa,
y sarmiento, la esquiva espina
vestía al endrino.
Mi trova en hora solaz traía grillos
azules, y oscuros ángeles de luz
como lo que guía mi vida en muerte.

Förüq castellano Miguel Esteban

2007 SÓTANO DE LUZ:

En la oscuridad de mi cuarto son tus recuerdos los que me invaden, mis labios tiemblan y te llaman en silencio.
En la oscuridad de mi cuarto es tu figura la que me acecha, la que me provoca y me produce un caos febril de deseo y de pasión.
Pero tú no estás, tú no estás, no estás.
Tu recuerdo recorre todas mis neuronas con miles de imágenes, cada una añorando un pedazo más de ti.
Agarro con fuerza mi almohada pensando que eres tú y una tristeza comienza a invadirme, lágrimas salen de mis ojos, en ellas se puede ver tu rostro reflejado en ellas.
Ardores me entran en el pecho sé que no vendrás que nunca volveré a tenerte, que estás ausente y mis lágrimas se convierten en lágrimas de sangre, ha estallado mi corazón de una sobredosis de sangre.

Esteban el castellano Er lobo bohemio

ÁUREO SEMBLANTE:

Insumiso en medio de quebradizos
saludos de pseudónimo,
de sueños rotos, y brechas de ánima,
como pañuelos azures,
llegué al inicio desnudo,
como agitado bronce,
e inocencia jovial de abrevadero,
a veces pude resistir su amor,
otras caí dividiéndome,
como precipita una gota de mercurio,
llegó a mi parda tersura
su imagen de cuerpo sonoro.
Mismo amor nunca pudo resultar frío
ni ausente,
pero el sol me rompía
a calo estridente y yacija de hierro,
paisaje que no ardía ni se desvanecía iluminado,
era mi añoranza,
quise sin afilarme en hondos dientes,
si podía generar montaña o cumbre de cerro,
jamás infortunio
de mi blancura que ya exigua no cantó,
de amarillo vivo avancé
sin mirar fijos temores
ni túmulos de gargantas precoces,
amor es rosa naciente
como Alba de tersa fuente en rayos suaves,
oh de astuto feraz ojo simiente,
equivocarme se vertiese,
y el pececillo de plata la mordiese,
sus peces de colores besé
y entre burbujas de besos no dados
avancé su curso fluyente,
como nacer de río cuervo,
sus labios arrostré con fiereza tantas noches,
que nunca tuvo fijeza de acabarse,
el viento ya no lastima mi sola sien,
pasajero fui de su destino,
sin encontrar inicio ni final,
oh mi pequeña dulce cual laberinto,
este centauro solo atisba
que anhela beber tu agua luminosa;
oh tu pluma de golondrina azabache,
rebelde a los límites,
brota mi grillo de cristal verde,
cristal y vidrio que parió sin tijera
la luz de obscuridad.

Förüq

TERSIDAD DE FLAMA:

Veo una escala áurea,
con escalones broncíneos,
escalones de repecho
en fuego sembrado,
una estela se abre de guía,
dirige que no ciega,
oh bondad acrisolada,
cenit del fuego terso
como pulcritud de filo en espada,
oh vil niebla, abre camino,
vinimos bajo el regio augurio,
de aspas y nobles metales,
Oh Gimlé,
oh bajo casta ancestral canto en tus aposentos,
oh salón de fuego esmeralda,
de rompiente serena,
y solo halo,
vine a vivir,
vine a morir,
vine a sembrarme como siembra el valiente,
vine a cantarte,
oh Gimlé,
afrenta quedará mi yerta sangre,
todo lo descubierto en tu nombre,
oh casta felicidad,
resplandeciente,
el miedo jamás partió mi entraña
vine a vencer vine a besar tu rocío de flor,
como Musa y dulce hoguera,
el tiempo ya no escapa,
todo lo pensado arde ya,
en tu salón me blando
como raíz y fruto de ciprés milenario,
oh luz pura que acoges e irradias
por la blancura mi regia madre,
por la nobleza mi casto padre,
cuántos astros no alumbran tus cielos,
hoy vine a vencer
oh Gimlé, acoge este mi flamígero hierro
de Sol fierro mi padre me sembró,
en escala, número y orden,
tu bondad justa en escala,
uno, no hay hechicero ni hechicera
más fuerte ni que herir pueda osar a quien te alaba,
dos no hay poder oscurecer la razón mi sangre pueda,
tres no existe temor ni miedo, me retiemble la calma.

Förüq

PRESTANCIA FÉRREA:
I
Yérguete nació la luz y la sombra
el hombre se creó
para ahuyentar la sombra
con su llanto de sangre,
hoy que mi lágrima
sea fértil espada,
que riegue e ilumine
así ídem el abril
levanta los muertos
y su caléndula predilecta.
Nunca maldigo mis lluvias
y a la Santa noche,
riego mi sombra, antítesis,
de lo que espera mi persona.

II
He de ascender,
he de volver a navegar
el negro puerto,
contar los escalones de mi sótano de luz,
al tercer día flamígero,
la piedra será mi llave,
no mi tumba,
Panida Hijo del dios trigo,
tengo lluvias y carne,
tengo tormentas
y miedo ausente,
Yérguete, sucumbe,
a los suelos, de la madre luz.

III
Ni me arrodillo.
Ni vuelvo a morir en pie, (como caí)
ni rezo sus construcciones de huesos;
navego, pido me escuchen mis dioses. oh Lvgvs
Cumbre son de mi lágrima espada,
el mar, la nube, el río designio de escritura,
baile de un talismán,
oh, lucha entre sombra y su llanto descendiente,
vencido no he caído,
aunque me derrote trescientas veces
sobre esta tierra.

IV
En este pedregal,
juro sembraré flores
para no volver a ver su destreza inerte,
oh, lágrima esclava
ni lluvia,
mi floración ruginosa
abarque todo balde,
y sea réquiem y mármol florido,
mi entraña, todo esto,
ojos secos de hombres,
ejército, que el destino cercena en tres.
Postigo, huerto y verbo decisivo.

V
He de honrar la llana hueste
trae la vida,
ávidos ojos, vagido indeleble,
azar intangible ruginoso,
en vapor estela o cerrojo,
repitamos los versos:
-Aere perennius
los duros somos tierra,
no vendrán a regar mis lágrimas de sangre,
ni mi corazón será afluente
de besos de brea,
sin simiente no marchará mi parca vida
a otro designio, a otra luz
sin mar ni vestigio.

VI
Vine haciendo ecuaciones
de estorninos en vuelo.
Para saber si agradé,
o sólo se me unge lo que si cambio,
vuelvo a renacer,
actualmente solo llevo ocho casi nueve lustres
vivo otra vez,
por un crimen de flores no tañerán
campanas ni catedrales de laberintos desdoblarán,
al margen lo visto si no me acepta,
no es mi estaca en pecho,
sólo sin ser bastante
ella es mi fuste, mi espada,
mi sacrilegio
en pacto de sangre,
mi hija de Averno
mi coraza y pechera que si vuelvo
sí a estar vivo, la encuentro,
más allá de boscajes inéditos
de ciencias sin papeles
y sentidos flamígeros.

VII
Sentido sensisenssum,
formosa societas,
hermosa compañía
si esa que nunca osé
debido parece sólo se puede pagar
siendo quien no soy,
delineante suspiro
materia a tierra,
uno allá debe quedar lo que es de ella,
no límites de cordura,
al seco brillo avanzo
sensaciones vuelan,
lo que no te dije nunca te lo diré
quedará más escrito que tu estampa y violín de luna,
no es justo y qué, otro rayo cayó,
que te  llene y lleve
es otra cuestión.

VIII
Nacer para vivir,
lo demás es otra asignatura,
verte despierto, cuándo,
contar con apoyo,
sí, seis farolas se bailan
sin tóxicos ni brebajes,
solo decir esta vida de jactancias puñales,
hasta aquí me vio la cara raja,
no soy ángel cualquiera,
rebelión toma cauce,
orden y mando,
tatuaje puede ser cicatriz
pero alma no sangra,
ni se transmigra,
venga al salón de los caídos.

IX
El festín es elegir ser humano lastre,
o salvación de papiro en llave,
llamado amarse in radice veritas est,
todas las mentiras eran correctas,
a mí nadie me juzgará,
a tu conciencia podrán preguntar,
soy constructor de tiempos,
y sigo firme
ni me voy ni me iré
en parca vida de esta existencia,
oh diferencia clara.
Sé quien no soy.
Miles dei lumen
mors erita exora mea.

Förüq

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar Guadalajara España
A 8/03/2022

CUANDO VIVE LA MUSA DE UN POETA:

Cuando vive
se añora infinitud de cultivos estelares,
cientos, miles de perlas no llenan su sonrisa,
ni existe rocío en flor osar cubra
la flor de su dicha;
los mares y océanos se pueden caminar
sólo al tenerla vista,
las llamas no arden,
habitan tersura de sangre en pecho, valiente,
oscuridad ilumina aventajada,
mas cuando ella vive
qué podría alegar un poeta,
conocerla
para que rapsodas jamás enmudezcan
en melancolía hija,
para que mis versos solo canten flores
y vivos colores.
Cómo negar temor a sucumbir
sin rubricar su rostro,
con un jilguero como beso piador,
sin un pétalo escueto
proclame su guiño,
sin conocer a su Musa
un poeta se desvanece como el tiempo,
el silencio se arma mil días mil espinas,
yo sólo te quiero a ti
mi vida en verso, mi amor valiente
de mil fuentes y abrevaderos,
de la más alta espiga
a la caricia que retiembla en tierra.
Sólo un segundo basta
para capturar una letra,
mil eternidades para ser feliz sin ella.
Cuando mi Musa vive en mí,
infiernos no me acogen,
ni penas ni tormentos habitan,
un sendero abre y toma terreno,
rumbo a soñarla de nuevo,
campos germinan de oro trigo y girasol,
de verde alfalfa y amarilla caléndula,
como rojo ababol,
vivir sin crear su sonrisa
es como no hallar razones
para ser feliz;
muerte es del hombre vano,
temor infausto,
suerte es de un poeta
vivir en la vida de su Musa.
Porque vivirá siempre
como esta mi letra quedará vista.
LIT C ET SUMMUN CANAE

Förüq

A ORILLAS DEL FUEGO:

Después de la vida, la materia
del mismo calor que el mismo frío
color naranja que amarillo
clavicordio mudo que mismo latido ciego,
hormiguea una ninfa envuelta
como espiral de caracolas,
arriba del astro despierto el sino
acompasado. ¿Cómo que vuela mi humilde Hada?
Si se considera mía,
y su libertad, ve un ideal
por cumplimentar.
Caracol de sangre que sí conozco mía, oh, osadía,
arrastrar sucesos caducos
sobre tersidad de piel honesta,
y temperamento azul llamado Arte;

II
Mis hombros sobre la paja
del bravo día, no caen insumisos todavía
rehogo palabras, solares, triangulares,
sobre un tractor de nieve y barro,
llorar una lágrima fija,
indecible asunto
es como perder venciendo
sin querer perder Luna,
limones de este fuego sobre el agua
y una espada simbólica,
corazón como ciruela
y su corta-pichas habitante,
adiós de un pañuelo de tela
con mi nombre bordado.

III
Lluvia densa de un sol fierro
invencible,
que aumenta caer derrocado,
sin premio no es astucia;
llamo al Azur sarnoso,
oh noche, te imploro,
pedazos cual capazos,
tu hielo de luna,
no respondas, que igual obtendré
mi mesura partida,
en oro, plata, o bronce,
sidra, gaseosa sintónica, o café sagrado,
del árbol mi insomnio millonario.
Mi beso por si acaso.

Förüq bajo juramento a 1-12-2022

AGRESTE ALEGRÍA:

Una clave de Sol
y de su contrario Luna sempiterna,
en un silencio que llora el azabache,
expresando que ella es mi univeso,
su dicha mi semblanza parda,
sin ella no hay belleza, no hay alma.

Quiere que la desnude,
y consagre sus pétalos iridiscentes,
como sagrada es su piel de ambrosía.

Quiero cruzar sus rayos
y telas líquidas,
mis iris que nacieron destinados a ella,
quise acompasar sus estelas,
y halos de luz que trepan
mis retinas,
mi sinfónico fulgor es su preciado quilataje,
compostaje será mi cuerpo, la energía, su fragancia.

Será mi copa su boca,
y viceversa,
extasiado de su nervio silente
enredaré su lluvia con mi nieve.
El ocaso quedará preñado de placer nacarado.
Las ganas serán metáfora, concordia serán las almas.

Ella que nació para verte,
felicidad de raíz a cúspide,
en mi pechera vas prendida
mi hiedra estelar.
Sentirte como te siento,
sin duda es victoria diaria.
Suave la floresta más pulcra por ti versada.

Reverbera de agraz cima silvestre,
es temblar mi alarido despierto
y ensoñarte como se sueña un ideal,
eres la altisonancia vestida de todas las flores.

Förüq el año pasado

HIJA DE LAS ESTRELLAS:

I
Intuyo que el reino onírico,
tiene sus propias directrices,
belleza abismática, perpleja, preciosa de sí misma;
era aquella noche de ayer, una visión vívida insuperable,
su tez incomparable osar pudiese la muerte,
soñar quisiera la vida,
observé el crujir de mi latido
al divisar la belleza vuelta forma
de un ojo vuelto color y profundidad,
lejos de todo lo hallado por mi ser,
no puedo negar si narrarlo,
opaca la dicha y asombro me causó.
Aquel ojo femenino, se podría atribuir
a un ser superior al humano ser,
no sé si antes o después de su evolucionar constante
o olvidar sus cauces en continuo,
era una visión silente,
muda que su bella ala,
casi se escuchaba ensordecedora,
sé de este mundo onírico posee patrones, ejes de vida y energía
con sus sentidos alerta;
que escapan al intelecto del ser,
y sólo se puede frivolizar
con que solo son sueños,
aquella vista con mis ojos cerrados
de aquel ojo atribuí femenino,
erizó mi piel
su parpadeo, daba al abrir un tono místico,
mágico como un ojo de alpaca fundido
y su óxido verde,
un gris argento como del metal más noble
era sin duda hija de la sangre de estrellas,
electrificaba aquella ancestral mirada
era tan profunda y bella
que uno se sentía atraído hasta su centro,
no te sentías vigilado,
sí protegido
por mi origen Pleyadiano.
Aquel ojo femino parecía ver
toda la eternidad repleta,
atravesaba y casi
respirabas y vívidas en su interior
de sólo percibirlo en visión,
quise saber desconociendo,
y darle finalidad y origen
al contenido mi visión,
lo siento por ustedes
visualicé otra dimensión lejana,
y abarqué todo el poema de hoy
de mi Musa,
Leannán- Sídhe señora Hada elemental,
reina de las profundidades terrenas,
me considero protegido,
no vigilado,
pero concibo,
que deseo unir tinta y sangre
inspiración, magia, y anhelo,
vida, muerte, placer, dolor
con mi percepción,
ella vive detrás de mis sentidos,
Leannán- Sídhe
virtud y cauce afirmo,

de mi unión prevalente,
con mi Musa Doncella Escarlata.

Förüq

LA FLOR DE SÍDHE:

Te divisé, alegre caléndula.
De pétalos juntos,
abrir y enraizar mi corazón.

Mecer fulgente tu amarilla corola,
entre el granate interior mi pecho,
frágil como cefirillo leve,

en mi pecho como en cuello
de hechicera mi Hada bella,
allí me revolabas,

como al fuego mi Sol ferro
brillabas que encandilabas,
las golondrinas de tu amor

naciente, pulcro irisado, en cristalinos valles
y pozas, fuentes y abrevaderos
cantoras me danzaban.

Cuidando guarnecida,
mi semblante, fiel entre crisoles
y parcas sombras desceñidas,

y amor en pecho valiente,
purpúrea inviolada
tu simiente, y raíz en mi sangre

como un soplido áureo y grito en vena
despliegas.
Tú de trono en ferviente osadía,

sueño memorable
te ungiese en todas sedas
dejan en color las flores

al último y primer astro,
avisto tu pléyades cercana
alzo tu renacido empeño,

disparo a mis sotos y perdigones enramados;
amor de este duende,
tu principito.

Siempre para ti fuerte como aviva el fuelle,
sed de soles relojes y razones intermitentes
lo que yo te quiero ni nombre ni sello puede,

De rojo,
de sangre,
de noche siempre,

tu húmedo tajo floreciente,
anclas mi dicha rebrotada, anima fidus fruor
beso tu cicatriz para evaporarla

no existe mal hendirme pueda
herida abierta mi amor es bronce vine a ser
de tu vida,

¡Ay, flor fulgente!
Te amo como el sosiego canta.
Tu aureola resplandeciente,

nacida de aurora, y una bella sombra
y sonrojada alba, purísima,
como el día por ti

se desnuda, abriendo tu flor eléctrica
que el sosiego, feraz incuba,
oh dicha no cabe su llenez de placer extenso
cuanto te admiro.

Förüq

ALMA BOHEMIA:

Alto como el sol,
es el poder de la jornada divina,
sensaciones atrás he vuelto a comenzar,
algo para tu entendimiento,
calor en el hoyo del Sol,
lo erróneo es puridad de ascua,
el esfuerzo, la vívida estampa,
la reticencia que reincide en el eje,
la fuente,
oh la fuente,
de feracidad en nota
locura está sobrepasada,
aposté mi destino
a la vida bohemia,
que mi amor valía su quilataje,
en sombras y deidades azadas,
al cuarto paso,
se vislumbra lo mágico,
a mi derecha el valor de la nueva alborada,
el tercer sentimiento,
sin razón se avanza el abismo,
  era un secreto y volví a despertar,
solo sin apoyo en mano izquierda,
el eje, la fontana parda  mirada,
venimos del precipicio sin nombre,
aquel que nos vio nacer,
la única perdición en mares y tierras
al honrado ser,
placer flamígero huella de astro terrestre,
oh, sola vida,
erré mi azabache pertinaz
y hoy tengo fuelle y vela,
mi sueño sí
vive. vive que vivirá
aún desceñido mi corazón en ella rebrillará,
hilo de negra madeja,
hermana de negro hilo
acoge mi son
estoy despertando a los hijos
estoy despertando a los lucientes,
era su intelecto grave una nota,
mi Sídhe vuelve a aquellos días nada te arredraba,
vive que muere mi granate estantiga,
oh Sol de soles
vuelve  a dar la vida a quien te la honró a cada mirada,
mi balanza pesa más el arte llamado virtud de amor,
que lo extenso acompaña
el terreno plañido,
vine y me quedaré sin miedo alguno,
en uno sé quién soy,
en dos ardo metáfora,
en tres oh Mercurio en nuestro día
al frente,
combata mi dicha susurra es invencible
como mi alma bohemia.

Förüq er lobo-bohemio


LA ELEMENTAL:

Sangre violeta, cultivada
en el seno de la entraña,
ese soy yo, tu humor trenzado,
sin tejer palabras yertas, por tus ojos
fundidas;
más allá de la montaña,
y del eco eterno de un tiempo desvanecido
en flor de niebla y umbral,
inspiración sin nombre ni apellido
tu demonio tejido, un principio sin final,
en el sino que me destapó poeta del viento,
nazco sin destino,
destellos fugaces por conquistar,
en la entraña de la ola de mar.

II
Oh, reina Hada del bosque de las sombras
de la profundidad,
llegó el suplicio dormido,
de enfrentarse a la Quimera despierta,
del bosque, al manantial de inspiración,
tus besos sembrados de pasional almíbar,
suspiro por ti mi amor,
elevada conciencia de creación al albor,
soy yo, eres tú un reino vivo,
de ilusión , camino y beldad.
Para el mundo, venas de humo,
para mí, mi realidad tejida en uno.
Piel y verso sin razón,
elevado amor, sí, nacido del rayo de Sol,
para poseer mi alma y corazón,
desvaneciendo mi dolor
brotada mi lágrima carmín de fuego,
hacia todo el resquicio, del alma y su flor.

III
Pura llama mi sentir,
a congelar el hálito silente
muerta la sombra del horizonte
soy ruido en el alma que te acampa
quien te besa llegada la una y media
de la madrugada,
tú llegada de un confín,
a habitar mi pecho y espalda,
es tiempo de desvanecer el miedo,
a florecer, llegado el momento,
un mundo en tu vena;
tu hada fiel de la sombra,
Leannán-Sídhe
somos tú y yo, presos de desvanecer
el latido colgado al cielo,
de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños
ardiendo.

Förüq 2017

DULCE INVECTIVA:

I
Venido soy, ángel hermano
considerado, vuestra es semblanza
de antaño, tuya grandeza
y miseria nuestra,
a tierra que sin ti,
todo envilece.
Me has traido sé, con mano izquierda
quiero cantar tanto, todo,
lo que me envilece.
Enviléceme hermano,
verme Custodio sin Paraíso
ni corazón, criatura hermana,
imagen es tu hermosura,
cantar a tu gloria un vil
desaire tras costilla en dolor,
llanto ungido de sangre,
enviléceme el ascua dolor
y mi tierno, terco sollozo.


II
Vil sea el discurso de mi vida,
que su nota tornan invectiva
enviléceme amor bienes y fortuna,
ingenio y favor,
míos, esa honra que me engaña,
y perderla sea cual
gran hazaña,
envilece ángel mis contentos
y alegría, que llevo colgados
cada pelo,
envilece esta música.
que su estruendo es,
tanta verdad de instrumento,
envilece cielo, mi tierra
que piso, sin ella
mi Escarlata y alma gemela.


III
Tanta vileza me sea chica,
enviléceme ángel de luz
mis méritos que han sido,
de tanta vileza, ruindad,
rómpase ya del alma
su triste sábana,
goce su pena el mal, su desconsuelo,
hasta el casto celo,
remedia el pan en su hornada,
canten canciones.
Me pregunta afligida
¿Quién puede dar, cuando no existe salida?
No basta poder, toda gloria
siembra rebeliones.

Förüq y Leannán-Sídhe

A ELLA:

Voy por una aurora pastora,
con cuántas rosas se peina Galatea,
alzo astros sobre su vertiente azul,
remolinos verdes entre hojas y flores
arrebata el tupido otoño,
ya en invierno contesta su sol cansado,
de eterno llanto se viste la primavera,
para enervar de su tierra brotes y espinas,
su acento que acompaña virtudes sujetas;
de libro y dedo en destino,
mi sempiterno don,
fúlgido temperamento airoso
en amor de lecho y afecto acompañado,
oh sol negreando mi porte,
una tarde lluviosa
sobre mi empero,
arrobadas sierpes eran ya mis vellos,
amistad que procuras arremolinar
mis aojos y perennes males
te contesto no seas rápida ni fugaz
sólo sé como gozos, a mi vera,
de tormentas conmovida
y locura del ansia mía,
de lunas y oros nos quedamos,
como desnudo imán,
afilando su polo oscuro diamantino,
oh compañera mi alma de hoja
no retrocedas,
no te arredre nunca quiera robarte una palabra,
extenso poder
de corazón que aflora y te nombra,
no habrá juramento vano,
ni poder te torne ni otorgue recuerdo
de quien apuesta su vida,
y destino bohemio,
a encontrar en ti lo que le tejió la Parca hilandera.

Förüq

TRANSPARENCIA HABITADA:

Aquí me quedo sin casa, sin pudor,
sin vergüenza, sin intemperie,
sin descampado de viento, otros sones
no me tientan, sin cuerpo,
sin mi transparencia violenta.
Me quedo porque contigo lo tengo todo
y lo ajeno se difumina a otro tiempo,
ausencias habitadas, opacas de otros seres,
que dejan huellas perecederas.
Ya no sé a qué sabe una flor con tu nombre
ni si el viento pasa y se despide.
El sortilegio del destino se va cerrando,
y sus espadas como cuchillas de dientes
que me ruedan sentidos que a ti me ligan.
Avanzo sin permiso
los campos de abrojos
y cardos, se agrieta el sendero
yo al timón, del sentido de vida osada sin despedida
por esta vez,
las condenas siguientes
no alcanzo a imaginar.
Solo quiero lluvia precoz que reviva los charcos,
seguiré sin elegir nada
mi destino hinchándose,
como cebolla un día en agua
como apartar la vista
y seguir viéndote,
no quiero más vidas que sin la tuya
todas me parecen inertes sucesiones
de difuntos que no germinan.
Sólo suben la escala.

El Castellano a 2/01/2018

LLAVE:

Piedra-corazón:

No es una piedra, es mi palpitar,
Su latido cesó y en piedra cristalizó,
Ella lo tiene en cuenco con agua,
A símil de mascota  que nunca muere.
Le sonríe cada día, normal es mi palpitar,
No huye, es piedra fiel a su amor.
Con caricias sintió  que palpitó,
Que fue su inspiración, su amor y su dolor,
Pero en piedra cristalizó, pudo darle calor,
Ya  que nunca quiso mi dolor.
Esa piedra-corazón fue músculo,
Pero murió y ahora solo le queda esperar,
Esperar  que el agua y el tiempo,
Le otorguen musgo y sangre verde,
Que ablande los cristalitos de su interior,
Y resucitar.
Quizá algún día cuando ella se olvide
Que es una piedra, volverá su palpitar.
Pero yo ya noté la ausencia
De vivir sin corazón.

El castellano


Rocío de Sangre

Bitácora de trabajo

Destello Solar

Förüq

25/12/2022

ROCÍO DE SANGRE:

I
Sobre un rocío
en una caléndula
vino a reposar
mi alma.
sobre un
tiempo
que la ilusion,
tornó realidad,
me encontré orando
en un alba de ocasos
en un infinito Solar,
era como besar su letra
e Hidromiel
degustar.

II
El sabor de bailar
con su infinito a solas
afilar su nota
y entonar el trino
su golondrina majestuosa
vivir para volar
con ella los siglos
que pasan y no sonríen,
se besan.
Como soltar riendas,
amarres, y dirigir
un sueño que cabalga
en atisbo de lo surreal.

III
Cruzar el derecho firmamento
fue ganar su sonrisa
entre mieles
de las flores de Perseo
arrullar sus ocasos
y servirle uniones
y crisoles fugaces,
rayos, y capataces
de estrellas y vorágines
sujetas, era encender
su mirada como
secuelas de brillos
iridiscentes al tacto
y abarcar hasta donde no
imagina, para protegerla.

Förüq

OSCURIDAD GERMINA:

Nec vincere tenebras, et amat.
Oscuridad no se vence, se ama.

I
Azar disuelto en viento;
vienes, te lavas las manos
saturnales,
para retomar tu color,
diosa en horario
nocturno,
grande en alas diurnas,
cuestan más especias
que guiso en final.
Granate lustre postrado
a venal.

II
Jamás vendida
sin apuesta perdida
por mis colmillos guerra al error que quise,
acrisolada sombra de garabato
alzo mi soleta
de buen diablo en maceta,
oh, hervor florido
y lunas de magia prendidas,
acreciento mi sed de ti,
un son de grillos
perdidos, no dispongo
de don de gentío,
sí, redil de carrasquillo.

III
Escúchame crisol
de solana luna,
planteo nueva ascua,
de sentido y llave
arcana,
indemne yago,
que descanso en mi castro.
¡Auge, mi malva rosa!
Fulge que desvencija mi astro,
era de vanal inmundicia,
anisando el astro,
lo habitado en espejo,
dicha, uno, dos, despejo.

IV
Con besos por espigas,
y ángeles habitantes
del vilo noctámbulo,
ya lo digo, no digas
hermana del negro hilo,
que embebo,
y amo tu intelecto,
 espejismo roto
sabemos desconociendo,
quien no somos,
flama afilo,
rutila la acequia
que me lleva.

V
Malva que salvaguarda,
que hila
en patio su araña,
se siembra,
que tiesto apaña;
tu saliva yo labro
que en ámbar
encuentro tu encanto,
atesoro, le jabro.
Sí, estampas en sangre,
resplandecen
que yo amo,
encumbrado el son penal.
Vine de abajo.

VI
Entre fauces brillantes
y un sarmiento de cobre,
sin bombilla del sótano de luz
su penal.
Adjunto mis honrados abrojos,
rebrote de obscuridad
en el arañal,
alguien vendrá por mi simiente
para Rocío Estelar.

Förüq Esteban a 27/12/2022

FUENTE TU ÁNIMA:

Virgínea sombra casi tuya, casi mía,
etérea cadena que amilanaba
a dos voces purpúreas, purísimas,
albor en simiente, franco,
inabarcable, de esencia
en ascua flamígera al tacto.
Lasciva entre hondos secretos,
sierpe de una mirada verde,
promesa en ojos de rocío esmaltados;
romos hierros en crepitar de albores
y ondas extensas de inerme sostén.
Pulida atraviesas mi tardío,
por sotos de espuela
y carcoma translúcida.
Tierna sombra en transistor
me desciendes,
en sienes nativas de ti
océano abierto
o tierra madre sin numen de estela.
Coagulaba yo sin fragor
cuantas dichas tejidas me dictaban
su cruel esperanza imberbe a ojos ignotos,
como aceros ruginosos
en umbrío páramo de monte
con bosque implacable,
albo rizar de sus enraizadas
espumas verdes.
Heridor azar de noche lisa,
por luna espolvoreada,
escala de un eco
que crujía las ramas
de un tiempo oxidado,
quiero tus ojos sombríos
de luna sempiterna
mi dama de oscuridad tenue,
camuflada, desangelada
abre tu sombra
dejándome adentrarla,
sin tus hálitos
no vuelan las golondrinas,
y mis murciélagos
se recogen del frío yerto
que peina mi alma,
sangra mi árbol
de este horizonte palpable
mi caricia en Sol mayor
que te ilumine
y sea certeza de fresca agua del azul
imantado
hasta percepción, ilusión o vida.
Hereda que transmigra, transmuta
mi sangre malva.
Sotos sin voz
de alaridos en magnificencia
exacta de este carbón y ascua de pluma.
 
El Castellano

AUGE VENAL:

Un mundo sin dolor,
mi dolor, sin dolor mi ira,
ella quiere hablar
sólo no hay palabras,
para describir esto que siente,
y yo lo siento
es una voz dentro mi alma,
es sangre viva en mi mano,
todo lo que no le dije brota,
la magia, el fuego,
el valor, coraje,
estoy esperando su miel de silencio,
sin aspilleras comienzo,
encima de un blindado
mirando la manecilla atronadora
de mi reloj,
tres disparos, tres segundos definen,
quién soy yo,
honestidad, confianza
cercanía,
usted lo es todo para mí
estoy cayendo en mi miedo destructor,
porque soy feliz,
sí mátame, debido es nuestra única diferencia,
jamás puedo ni debo morir porque te amo,
y morir de nuevo solo será contigo,
deja me fusile tu parpadeo,
seguiré dentro tuya hasta no haya fin,
resumo que perdí venciendo su palabra,
su poder angélico, me avanza, me domina,
quise bajarle astros, luceros o estrellas
cuan otrora llena el firmamento,
hoy por ayer, mañana por para siempre,
si hago balance
lo esencial no se mira
se retuerce
y quiebra el palpitar silente,
mi dolor,
mi fuego, mi pasión,
sin dolor mi ira,
era una flor errante mi corazón,
ascua invicta,
qué decir mi luz,
lo siento amada,
mi luz no se apaga.

Förüq Esteban er lobo bohemio

EL PROTEGIDO:

La vida se pasa mejor en compañía.
Vida en un día que seré espada.
Oh adorable melodía.
Cierto, como que el miedo
hace nula la valentía,
y que el cobarde puede por este volverse fiera inmunda,
y que el amor llama al odio
como que sin oscuridad,
nunca habitaría luz,
venga que estamos libres ya de utopía,
en polaridad, en tiempo, visión carga sobrenatural,
te invoco mi pequeña ángel,
dame mi poema vestigial;
que haré cima, como la hace el amor que siento por ti
si mi persistencia llamó al coraje,
y el pavor a mi resistencia avanzo desnudo,
oh Valhalla,
soy tu protegido,
oh Sol mi padre,
cuando todo lo que creo me defiende,
mundo teme, se descarnó este elegido,
este protegido,
cuanto yo creo es mi fuerza,
por eso creo en ti,
oh luna de mis relojes,
sea mi amparo en la lucha,
sea mi densa niebla,
oh, saepe mecum,
al primer paso, sé invencible de ti misma,
al segundo paso ama lo que tienes, nunca se irá si tú quieres,
a la tercera zancada incendia lo que te duele,
haz llama sinfónica todo lo que intenta dolerte,
el mundo no se hizo para detenerse,
tampoco brebaje existe para evitar su azada,
el protegido no teme en virtud de su poder,
no hay dios ni diosa, brujo ni bruja, capataz, ente, ni nada, pueda frenarle,
nadie es más fuerte que él,
hoy viene a llevar este manuscrito de sangre,
en tres pasos:
Amar,
Admirar
Defender;
a fuego garra y letra invoco al tercer orden y lugar a mi lado,
AERE PERENNIUS,
en placer y longevidad extensa
oh advenediza siembra
imploro que alzo tus cauces,
sonrío al infausto,
sonrío al impío, que nunca midió adversario,
para planear lucha,
hemos llegado del averno,
quién nos ha de detener,
Fe, razón, sensatez
oh Sol invictus
mi escudero.
Si la valía de un hombre
se mide por su fuerza
de sus palabras nobles...
Calor se va con frío.
Calidad llama a mediocridad.
Balanza es equilibrio,
suerte no es azar
porque hoy corroboré tu mentalismo,
cada ser solo obtiene lo que merece,
bueno, malo y extraordinario
principio de causalidad,
gracias por creer en mí
y que sin nuestra historia
no sería capaz de romper el suelo
a cabezazos por luchar por lo que amo y quiero,
Uno que no conozca tu cercanía,
bueno intento conocer tu desempeño
y virtud para poder pulirla juntos,
como es arriba es abajo,
Suerte igual a pena,
lucha de contrarios
que en naturaleza invierno hace verano
Y otoño hace primavera, ya lo dijo alguien,
Sin masculino no hay femenino se llaman
Y conjugan,
ni mil máquinas podrán hacer una flor de luna como tú.
El hombre nace, ama, lucha, y muere,
nací tres veces de nueve madres,
te amé en todas las vidas que nací.
Luché y seguiré luchando
cada siglo que empieza nuestra condena
a amarnos eternamente.
Bajo colmillo, sed, hambre, deseo, rabia,
maldición, querencia de liberarse,
y la razón,
cada vez nací para encontrarte,
y poder decirte Lunamar yo tu Sol
siempre te admiraré.
Así como lo caduco del ser
llama a lo perenne divino.
En un tiempo pasado indeterminado,
que queda hijo de niebla y sangre,
él estuvo allí combatiendo,
una protección otrora tan tangible,
que se dictaba entre castos dioses,
que los animales le prestaban sus miradas,
de ser valido el Creador Universal,
pocos saben su origen,
nada cercano a él, Protegido, que sigue vivo.

Förüq er-lobo bohemio

ALMA EN LIBRETA:

 Manantial fulgente de inspiación
tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas tu
pupila enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas
el color de tu pelo.
Un piropo, el suspiro de mi amor.
Que corre, que escapa y vuelve,
el cosquilleo.
Tu boca con mi boca bebiendo
del mismo agua del deseo.
Tu piel con mi piel avivando el fuego
del sentimiento.

II
Resplandor de auroras en los recovecos
donde se refugian mis ilusiones en mi pensamiento.
Tu tez conoció mis manos,
y mis manos te modelaron
para su recuerdo.
Eterna batalla a la noche cuando noto
tu ausencia, la noche que galopa y
yo con palabras sufridas de nuestra vida sentida.
Ahora hay felicidad entregada,
con besos escritos
y roce de nuestros cuerpos.
Me enamoré de la vida, y nada me falta,
porque todo me llena.
Te volviste a pasear por mis sueños,
y en sueños nos reconciliamos.
Vuelve a mí el dulce Tormento, para
vivir soñando con tu corazón,
y amarte soñando despierto.

III
Si el cielo se cierra
miraré tus ojos,
mi corazón te dirá,
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran,
quiero tenerte cerca,
para coger tu mano,
y  sentir que no eres un sueño que perdí.
Si despierto te vivo,
soñando te sigo amando,
cogiendo cada estrella en una letra
para ti, tú la más bella
y  el firmamento se cierra sin tu mirada tierna.
Mi deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán Lunas pasarán Soles y el sueño,
volverá, con cada latido tuyo.
No te dejo una flor te dejo las semillas,
los frutos d' este amor.
Porque en mi jardín sembraste belleza y bondad.
Porque me llenas de verdad
puedo describirte como mi vida giró a mejor
con tu sonrisa clavada en mi mirar
y el calor de cada letra tuya sentida
te quiero de verdad.

Förüq

Gran luz,
sórdido plano, tu mirar,
amarillo brillo de tu amor,
como fuego en sangre amamanta
tu belleza, en rectitud de balanza
luz de tu esencia,
brillo en tersura de espada,
sangre de fuego diestro
en tus venas cauce de alma
de vida en color,
mas atada a tu tierra,
solitaria de impronta serena
de tus páramos,
amapola amarilla
de montaña, cumbre de filo
en solitario nervio eléctrico,
reina hada
del bosque de las sombras,
en tu despertar mi luz quisiera llevar;
iluminas espíritus olvidados
como cosechadas esencias,
del corazón más profundo
del bosque umbrío surcas.
Mas tu hermana sangrienta
roseta de penitente
nace
debatiendo qué color
vestirá su flor de ocaso;
violeta de reflejo
de luna sempiterna,
manchada de sombras
vestales una ternura insurrecta
de amor a la noche,
o rojo sanguinoso
cual granate hechizado
de corazón de sangre
podado en piedra bella
congelado...
Sea cual sea
su manto en revelación,
no olvida;
vestirse de todos los colores
con el negro más opaco como
tinta azabache sobre papel
más puro,
de recuerdo al fin
y el resurgir, como el inicio
sin final ni comienzo
llamaron continuidad,
al despliegue del pétalo amado.
Aún sabiéndote
amante de la soledad,
nuestra compañera,
también creces en familia,
de sangre marcada
por acequias que llevan
tu número y orden,
tu insignia
recordando
que quisiste tener corazón
y te ataron a la tierra, oh, mi Hada;
hasta en tierra muerta
creces,
para aliviar tu pena
poco necesitas,
tu belleza alivia tu alma,
del viento obtienes
tus caricias,
de insectos los besos,
y del tiempo
el sustento para tus semillas
de tus urnas,
ciegas nacen,
ciegas caen a la tierra,
en la noche de lluvia.
Un día de primavera
a una
se le ocurre el sueño de despertar,
pronto sus hermanas
le siguen,
en belleza de la vida
ves nacer y morir,
espíritu de reina
tu balanza carnal,
tu entraña amapola,
nadie te odia,
muchos te aman,
bendices la casa si tú, gran luz,
floreces amarilla
en la rocalla.
Mas si tu bendición
es ser blanca y morada
das el sueño
de la más bella hada.
Si naces roja y negra
das tranquilidad y alegría
al espíritu
que en guerra se encuentra,
si eres roja
como el carmín del deseo
tienes el amor
del camino
que cruzan las almas,
como tu eternidad
en la tierra
a la que te ligas
y esclavizas.
Quién te daría ese nombre
de amor,
quién te nombraría
desde la antigüedad
planta de la alegría,
quién conoce tus secretos,
sólo quien se funde
con tu sangre,
quien ve tu alegría
en la primavera,
que te cobija,
quien ama la vida,
reina flor
te ve en la tierra
y amada musa tu belleza,
quién te conociera,
quién te conociera.

El Castellano y Leannán-Sídhe

SENDERO BRILLADOR:

Quise honestidad,
como se quiere a un sol de Julio,
el día mi nacimiento,
tuve pulcritud
en aspas purísimas,
lo que la verdad cantaba,
un Sol de hierro nos alumbre,
y arda inseguridades
como temores existen,
no hace falta preguntar,
sólo afirmar
que yo te quiero cuidar,
incluso en los días más oscuros,
en esos que no veas peligro,
ni de ti misma;
vine afirmando por cielos de arriba,
todo cuanto yo creo
todo cuanto puedo ofrecer
sin salir malherido.
Era como un inmiscuir recto,
sin molinos gigantes castellanos,
quizá con weches, de los soldados la tierra,
avancé cordilleras,
avancé sierras y sus valles espumantes,
todo lo que vine a descubrir
que hay posguerra inefable,
pasar a segunda fase la lucha
porque vivo,
y te esperé desde que llevo estos ojos verdes,
de gato y lucero que te sigue
hasta encontrarte,
vine buscando el azabache,
vine buscando unos ojos madera de ciprés,
y no desfalleceré ni vivo ni muerto,
hasta optar iluminar su sonrisa
señorita.

Förüq

II
Cada día miro el espejo,
todo lo que dejo atrás,
miro el peligro,
miro el ocaso intangible,
mis sentimientos como una piedra,
hoy en sus ojos,
mañana los dioses dirán
ella que espera mi silencio
como néctar ambarino,
yo con un poder,
el poder una sola voz,
todo bañado mi silencio
que hoy morderán sus labios,
mis palabras en su mano,
brujo dime cuál poder capaz,
cuál energía quiebra mi honestidad,
sólo una palabra
amor,
cuando papeles me quiebran una lágrima,
sí vuelta consecutiva,
mi alma está hablando,
hoy llegada la hora arderá la desquicia.
Si estoy carcomido,
de entraña a coraza en hierro montada,
protégeme de la sombra
mi alma es muerte,
no osa comparación,
he intentado acompañarte
y sabes qué, que lo seguiré haciendo
porque quiero preguntarte si deseas ser mi Musa.
cada vez te he mostrado mis sentimientos,
azares de fantasía risueña,
amadas palabras que hablan entre ellas,
como mi creencia sin ti se hace chica,
una tierra rota,
donde mi libertad al verte se suicida,
puedo avanzar sobre el miedo,
lo cierto me enseñaron a luchar por lo que quiero,
en asunto concreto
has perdido la guerra,
ganó el miedo a ser feliz,
soy feliz
hay que recapitular y rendir cuentas,
sendero brillador
es llegar a tu corazón.

er lobo bohemio Förüq Esteban


FLOR RAÍZ MI CORAZÓN:

En este manifiesto,
se expone e incluye

todo en su continente, u raíz de mi amor,


en el cual se contiene todo lo que pude asimilar

a lo divino y concepción de la escritura mi Musa o raíz salvaje,

desde mi morar en Castilla su Campiña Mirador del Henares

río de la localidad donde nascí.
 

Oh bosque de jardín brillante donde yago,
asolando verdades,
nunca infranqueables,
sol de solares que ilumina,
danza a mi costado

y espaldares,
viento del Norte que lleva,
su aquilón valiente

Oh padre los vientos, mi padre,
mi amor, duro endeble maleable,
vine y no me iré

sin tejerme Principito

valiente, brillante,
de alta Merced y luna una,

ese amor mío bravo, ardiente,
moldura y facha bajo yunque y celeste caracola,
vine también andando soleares de Méjico,
su hoguera y cuna,
designio de dioses y auténticas pasiones,
desde la tierra vengo

cosiendo sentires de bronce,
y voces milenarias su lengua,
rico no fuere

si mis ojos no tuvieran su conocimiento,
imberbe de lustros,
y quiméricos ángeles mortales,
mi divisar desde efemérides
su sangre de letra
que rompió condena

y jamás fue tristeza,
si no la leo sentir no puedo,
costumbre no es

pertinaz constancia

abrir mares y océanos

para dedicarle unos suaves versos silenciosos,
bosque de umbrío jardín,
es buscar su alma,
me ampare y devele,
somos los designados,
fiel designio austero

de que la vida se pasa mejor en compañía,
redentor sería si cambiase ápice de mi noble sentir,
vocablos como únicas flores que acogen,
un mundo en rubor

cruzar las décadas animándola,
que no merece un guiño
la dama Escarlata,
merece un beso de ojos,
cual década hará de mi lectura
continua desde 2008,
me enseñaron a luchar por lo que quiero,
fe, hecho, y condena
de que en ella soy libre.


AWEN celta (inspiración) a 13-02-2023

BITÁCORA DESTELLO SOLAR

ROCÍO DE SANGRE:

I
Mi Sol alzado
del poniente, al occidente,
bañada mi senda de hinojo
por escuchar el trueno
rojo, oh mi torpe yugo
de beso levantaré
medio asedio nublado;
de vela en tajo
mi verso al Cristo
soldado.
Musa de vestido negro
y de sombra la saña.

II
Avanza que tiembla
este muchacho,
diez filas pediste,
mercenario,
reales cabales en caballo
te di,
rapaz de oro en ala,
y falsario deseo que pedí,
con ejército de hinojos
lucho por Castilla,
alzada en nube mi lanza,
hito por hito florece
el endrino, su beso postrero,
a punta en espada, ella,
cual flor fiera.

III
Suave caos de
quietud estameña,
saco de la tierra
la virtud tronchada,
matinal rocío en sima,
más profunda
que el murciélago
en vuelo nocturno
a mi vergel digo:
Memoria embebecida
qué importa
si a ella, amo.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

I Hoja

Quién no soy;
no soy soldado, ni pacifista
ni gurú, ni mago
trilero de ilusiones,
sólo juego con versos
de naipes helados;
quizá, puede, galantes ellos,
en justicia, razón,
todo ilumina, no soy
vengador, ni adorador
los dioses, amo el bien
común, sembrado y al
mal generalísimo, respeto
pero jamás honro.



II Hoja

Amada taimada mía
no me des alma medida
y racionada, vigor de fieras
enardecidas, voy de ambición
noble a tu redil
y guardería de astros
humilde como canta y trina
la golondrina,
de fallo, no regodeo,
ni inclino
menos al elogio, amparo
por no saber más mentiras nació.

III Hoja

Benigna que tú eres
cátedra de mar suave
y sereno de Quimera
en mirada que alento
nunca espero su enfado
oh, cielo, miel y almíbar
mis dioses en stado quo
latidos me requiebran
si me diriges,
oh, mi dulce verdad
escondida, laberinto
de jazmines imperiales.
De nocturna sinfonía
tu frente ni tu amor
me retires.

Förüq y Leannán-Sídhe

INSOMNIO DE AMOR 2008:

I
Mi soledad sin descansar
soledad de ángel sin alas.
Ojos menudos de este cuerpo.
Ni cierran a la noche
ni miran otras albas;
de lados, y resquicios, helados,
se miran entre ellos,
fieles de la gloria perdida,
entre lágrimas fugaces
su vil fortaleza
allá donde se alejan tranquilos
sueños y simientes
fardos, un mar de tierra
recolectada,
sueños de trece tractores
y una ciega cosecha,
entre la tierra por labrar.

II
Miro un norte de metales
y peñascos bordean
las piedras y aperos
de labranza,
no se cierran estos ojos
de noche, ni miran otros
lares de peñas y sobornos,
oh, mi dulce sueño huído
donde se alejan tranquilos
miedos y sueños
como fértiles erales,
y sombras densas de parral,
navego esta tierra.
Espigas, dulces testigos
mi alma herida.

III
Miro otros lados
de orugas, y esparto
entre la niebla, pinos,
caracolean el bajo cerro
y sotovento, entre fiero
acre de vides entre escarchas
grises, mis ilusiones,
limpias, imperecederas.
Tierra, insomnio eres
de amor,
simientes escuderas
y ajos de esperas
entre patatal anhelante
una noguera.
Entre perales.

IV
Soto verdecido de almendros
allí,  un manzano creció,
limpio y duro cual melón,
mordiente, mis ojos me velan
un monte, y un melocotón,
crují esta sangre de hoja
como vil sandía.
Despliego estas cartas
de mi corazón;
el insomnio del agricultor sin azadón,
del jinete sin corcel,
el insomnio del bohemio
sin poema, y sin naturaleza yerta.

V
Sin tierra y sin tractor
un tiempo herido sin apero,
un seco sabor.
Mar de tierras heladas
dura sangre, dura savia,
y sin flor ni temor;
viendo el conejo,
pasearse por el campo cultivado,
maltratado por el tiempo
y la vida,
la pena ocre brota
cual raíz empedernida,
oh, de noche seca y umbría
contemplo mi cuerpo desnudo en penumbra.

VI
Pasa mis nervios,
con gozoso frío el arco,
de lunático violín,
criqueando, un sí bemol
transparente, de lucido pio,
entre perdices
y sus perdigones viajeros,
sus fantasmas cantaban
con delirios de agonía
mi sinfonía,
hiriendo hasta el ansia
mía, sentado en mi trilla,
no veía, ni vergeles
ni oro en fardos,
oh tierra, los duros somos
de ti, como el resto ceniza es.

VII
Va mi surco hendido
que divide un confín
de otro confín, y pregunto,
por qué no brotas
toda simiente antes
se la coma el importuno
pajarillo piador,
voy camino, miro el albor,
es puro mi amor,
cual rambla desemboca
en terco aljibe mi honda
ilusión,
estoy quemando mi adiós
porque te volveré
a sembrar de simiente,
mi parco amor.

Förüq y Leannán-Sídhe

RÉQUIEM LUNAR, SOMBRÍA APOSTURA:

Tienes que ver, tienes que escuchar, el código tu guerra, precipicios, acantilados,  desfiladeros aparte, la sangre heredera llama, y me erijo en ti como bandera en su asta, como pétalo en su rosa, y nací de ti río de afluente cauce yacente de treinta y tres gotas, templanza y temblor hermano, un Sol de ventura , olvidado pérfido en sepultura, un son sin repiqueteo, de madrugada entre labios grises u azures, porque el miedo, es valiente, temerario combatiente través un río enervado río su sangre ferviente, lacustre de sino en espada indolente que es palabra, como piedra a su paisaje tremularia vista que todo lo bueno tiene final como un alarido en penumbra, herencia de vida es la vida, último tormento ensortijado Musario cerro todo placer sentido, lisonjero azar funesto del caballero de la competencia, vil estrafalaria secuencia del código cruento suena la noche en una telaraña de oscura dama escarlata, obscuridad nunca muere, no se vence, se ama, como la flor sea solo la flor, maravilla sin condición ni postor...

Förüq castellano

FINAL








Referencias:

Mi palpitar y pensamiento



HIMNO CELESTE






 

  OH VALHALLA



Silbido de la sangre:

I
Claman verdades de la tierra
por nacer y resurgir
la quietud estameña,
sobre la misma tierra
el eterno ciclo de la vida,
como traje de la mujer soñada,
muerte en memoria hilando recuerdo vano.
Resurrección como caminillo de hormigas
por la soberbia de la simiente al albor
de sangre sin condición.
Yo soy por siempre
miel de infortunio desaconsejado.
Así como dura sonrisa y guiño besado.
Al azar de la existencia
efímera esencia del crepúsculo más sonrojado;
apellido y nombre que nada representa
como resplandor de la centella
vil chisporroteo sin sonar,
cargo el silencio y el infinito de mi verbo
a lomo de frialdad en escama
resopló en la montaña sin nombre
latido de mi húmeda lombriz azulada,
de mi tierra que jamás tuvo dueño
latido sin final
agua de manantial núbil destelleo,
va girando mi vida por enraizar
yo soy siempre
sendero de sierpecilla inútil,
con el manto de su desnudez violenta.
El eterno comienzo sin final
aullido del viento, arena en una gota de lluvia,
hoguera crepitando la tierra del volcán.
Río que acaba y resurge del mar,
ese soy yo siempre por despertar.


El Castellano y Leannán-Sídhe

14-1-2019

II
Resurgir:


Hoy las fuentes bullen
los ríos desbordan
las vidas dejan sus grises
de invierno y sonríen
al alba de la lluvia
que toda vida mece
sal al jardín ayer sembré mis ojos
esperando que la tierra fuese sangre
las raíces mi boca
y la planta mi cuerpo
para con longevidad imperial
llegado el momento
decir de este jardín yo no he muerto.

El Castellano y Leannán-Sídhe 14-1-2016

III

Sangre y muerte aplaco regio,
duramente como astro viril,
como amor estameño que canta a su veta amada,
en sístole de barretero,
abriendo surco nuevo en piquete,
trágica que ella así vino,
flor de metal desde el suelo,
amparo en destino reguero pulcro,
todo reguero que trueca su suerte;
por muertes de estaño fino,
enamorada dinamita que surca lecho,
un son que grita un baño de raudo fuego,
sin piedad de obrero,
ni réquiem apiadado por la tierra,
un raso enlutado de oscura piedra nacido,
concavidad de caseta y vals minero,
como sinfonía nocturna que abre yacimiento,
regreso y no entristeces,
estameña vida en cobre cubierta,
santa presencia
de altas colmenas,
y simientes que el tiempo avelan,
fontana tú, serena,
viniste al mundo
en la fundición de la primera Armonía,
sombra tú de planeta sin espejos,
turbiedad que no arrostra diamantes,
opacidad serena,
sola,
sola,
como sola nace nueva tierra,
gris fantasma
que velas tu brillo maleable,
rutilas cenizas metálicas
de todos los ayeres en cuerpo metálico, tangible,
sigiloso sembrado, tu vanal estallido,
a sacar de ti mina y provecho,
raíces pétreas,
tu sino de planta de humo,
copia sin espejo,
ni sombra acaso tu reflejo,
perpetua osadía
sembrada por el Cosmos.


El Castellano


IV
Me acompañasteis,
espíritus de bajo y alto cielo,
de magno poder fuerte,
como la fuerza todo poder trae,
asiendo lumbres quietas,
iluminando mis días,
bajo pulcra feraz sien,
de signo y ala de cobre,
como mi padre Sol, y mi madre Luna,
oro y plata,
Mercurio del Mercurio,
cobre de Venus.
Mi ser es tierra extensa,
sin dueño múltiple,
ni azul gloria de eternidad,
de rayo vital todo cántico,
misterio gozoso,
tu boca incrédula,
de agua sensual y cuerpo extasiado,
mares profusos,
de cielo y nubes remotas,
oh extasía resonante,
cubre mis sentidos infra-humanos,
avienta mi sed angélica,
de azur blasón, y custodia eterna,
no seré pues ardor cantado,
ni emblema caótico,
alzaré mi ser la profunda tierra,
hasta encontrar en mitad su entraña
la piedra maravilla oculta;
el Uno en esencia tres en efecto,
si dije que ídem es arriba,
ídem es abajo,
superior concordando con inferior,
tierra espiritual voy tratando,
este poeta del viento,
sólo mantiene un destino,
todo lo demás por semejanza
es Obra Solar.


Förüq

V
Símbolo fuiste de amor,
y concordia,
en hora nocturna consumada,
musa del alba,
fulgor de plena empatía,
con tu luna de plata regente,
igual fulgor que la muda letra,
tus pestañas tienden
y arrullan,
presides mi dicha de remembranza sempiterna,
tierna de seno en luz alegre,
sereno ademán silencioso,
te baila las entrañas,
de estancia liminar,
y posada lunática, suave como tierra,
de boca y dientes clementes,
convocaba y en ti me adentro
que te quiero,
una sombra tuya atravesé
y te vi en la punta todo monte,
yo como la luz del Sol,
transparente,
pura,
inamovible,
fuego de mitad blande la tierra-hombre,
de mortalidad vencida,
alto como sangre de Sol
mi Padre,
como tersura de espada
y dura sonrisa desvelada,
marcho rumbo a tu corazón de esmeralda.


Förüq
















VI
A una hora impertinente y blasfema
brillaba ella, sobre mi escritorio crepuscular,
era mi pluma derramando tinta blanca
cubriendo el cielo nocturno,
era desdeñosa, entregada y dedicada
a verter centellas como simientes estelares,
la verdad, este tiempo no se medía
era como un navío anclado al horizonte,
y en su mitad, latía mi verso.
Instantes que crepitan sobre sus ascuas,
estas nubes cristales,
y todo noticias desmesuradas,
con un río de sangre detenido,
y ojos fijos enclavados a la tierra.
Se agolpaban mundos de arena
colgados de telas de araña.
Avanzaba ya casi, mi dama solar,
el tiempo que duermo ni lo cuento
porque en su presencia duermo despierto.
Mi relámpago partía en dos mi situación
una salida fácil y otra mejor,
infrecuentes instantáneas de ti, 
que asumo,
y perduran en lo que te siento,
oh, velero fémina,
quisiera disolver estás nubes
de cristal de roca y aire,
que me apresan,
deletrearte indigno racimos de alas,
entre los estambres una arcilla dolida,
que renace, y forma
una flor de sangre humana.

VII

Visita el interior de la tierra
y rectificando encontrarás
la piedra oculta VITRIOL

verdad, la certeza, aquello en lo que no hay duda
lo que está arriba es de lo que está abajo,
y lo que está abajo es de lo que está arriba,
haciendo las virtudes de uno.

Así todo lo que existe viene de uno.

Su padre es el Sol su madre la Luna.

La tierra lo llevó en su vientre 
y el viento lo alimentó en su seno.

IGUAL QUE LA TIERRA SE CONVERTIRÁ EN FUEGO.

Alimenta a la Tierra con lo que es sutil, con el mayor poder.

8- Asciende de la tierra al cielo y se convierte en gobernante 
de lo que está arriba y de lo que está abajo.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

A 6/04/2022

VIII

El agua a los mares,
este infinito,
el número mi Musa,
corteza que soy
y voy de viento a savia
forjando aullido los dos,
afilo, 
que soy constructor
un tiempo verde
sangre de parras,
y alfalfa
una sangre que me crepita
salta
apodérame,
entre tela de araña
e iris verde-azul, filoso,
vespertino,
ocaso del mar de gentes conoces,
no fui número ni orden,
sueño dormido puede
del que indico en 2010
me despertaste de conciencia
Rocío estelar
dictaminado sendero,
blandiste nota
y maravilla,
mi amor verdadero 
de un ciprés
que solo siente amor completo,
una ocasión en vida
y no es búsqueda de Santo Grial,
ni busca tesoros
de pirata los tersos mares,
desperté y mi objetivo eres,
por algo terco asalto
porque volví a vivir
y amplificaste 
todo lo que sueño, anhelo,
mi alma gemela,
complicidad de mismo buque,
juntarnos o morir infeliz.

IX
Eco de sopor melífero,
pulcritud en escala
Valhalla me silva tu acento,
colores de un viento fugitivo,
lamo esta tierra tramo a pecho,
con lo expuesto
jamás abandonarme puedes
aunque amor no me cabalgues
sin ti no tengo color,
ni granate hacienda,
conmigo te veo y veré
eres elegida
sin necesidad de amarre
ni marca su tatuaje,
el alma lo que hoy traigo
desnuda más que la transparencia habitada
lo que necesites y pueda brindar
a 7 de abril 2023
tendrás y podré cuidarte
y en última instancia completarte
mi doncella Escarlata.

X

Este mi humilde canto,
umbrío tomo blanquísmo,
de meloso sabor arcano,

pedernoso, que blande,
compás de sosiego,
y halagüeña sonrisa encorsetada,

que pregona compás en arraigo.
Y eco a sola voz emitiendo
fantasma o fantasía


Quimera a tiempos
que guardo caricia,
en pregón de sortilegio...

En puñal pretencioso
agua en ámbar montada,
y solas, futuras vísperas

de espigas de idea.
Y encarnadas sendas.
Como todo querer osó disponer.






Patria por siempre sin sentar;
ascua como caracol de espejos.
Fugitivo sin amores,

surcos de fugaz simiente.
Entre rediles que recogen luminarias.
Y relojes de manecillas heladas.



II

Docto de tu dulce vientre
mi sien avelaba ocasos
tras fuego de ababol,

entre tierras de tus reflejas piernas.
Y sus relámpagos azures,
resplandor tibio de ente luminiscente.



Sed de mi sangre,
oro trigo y febril escarcha verde,
renacer acompañante,

aljibe sin fondo a florecer tu entraña.
Por riscos tu voz se hace hambre.
Mesetaria ciencia de ángeles debatiendo.



Amor de pecho a espada
de filo venturoso, y pesquisa húmeda,
blancos que el ser crestea,

jurisconsulto de este ser de espuela.
Diestro, ambivalente,
a sola trifulca brotó mi fuente.



III




Redentora hoz de labriego
sordo, trémulo desliz encorajinado,
soñador, en soto de silvestre rambla,

febriles rejas de esparto.
Cardillos de la dama 
y ababoles de tersas llamas.



Pinos que caracolean
verdor que puebla y somete ocres,
el camino de este fruto de ensueño,

antes que morir sin amapola de fuego.
Labro en sendero a su cielo encerrado,
como una vida sin sentir, no la quiero.



Creo, nazco y completo
papiros elucubraciones, que enhechizan hasta
una flor de la misma sombra

que trajo en fruto de la primera mujer Eva.
Oh vera d`esta espada Lilith ser de ti
como nota a su escala, y sol de amores.



El Castellano

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

XI


Misterios retornan a su nombre
solo, ante la cumbre;
me inclino al contorno los lirios
del valle, extasiaría torno
una golondrina,
al vetusto chopo yo suspendería
ruegos y señales,
piropos y vicisitudes,
en la faz del monte
nombraría a mis dioses,
moldearía el polvo silente
que hasta la mente envuelve,
ojos entre mar y arena
de rivera, oh, mi mar
de tierra, mi espalda herida,
origen de savia y fuego
maniatado, 


II

Tocaría el trueno
hasta llegar a su vertiente azul,
sueño de arcángel y
dragón verde cobre
entre alas de cuervo un milenario
estruendo,
vine a vivir alto como
se ve a una nube se
junta con siguiente,
si la vida se creó para
condenarse
lamo mi condena
de silueta y contorno
de hechicera
vino convocando la altura
repico dos tiros borrón
y cárcel vieja. Oh, te llamé Musa.


III

Primavera de luz lisonjera
a la espera, cruz de campos
flamígeros, palmo a trecho
lamo testero;
de luz, de sombra, de hispanidad,
es madre patria, sin sentar,
vencida sólo por mitología
pecho en gloria ungido,
me alzara un triste canto,
de honesta versión, la dicha,
que haces grande, si nacer
ocurriera, germinaría,
de nuevo en tu campiña,
mi Castilla bella, 
mi fiel semilla enamorada.


Förüq y Leannán-Sídhe



























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Sanguinoso, solícito

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