jueves, 24 de agosto de 2023

GUARDIA INVOCADA

 Al mando queda la guardia nocturna, 


La princesa es de mi castillo,  no vuelve a otro mando,  ni Tierra,  atento Förüq Hipsípila Hipsípila Castellano. Fin del comunicado.














Primera guardia ALMANSA:









RÍO DE LAS FLORES DESANGRADAS

AUTOR MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA



























Prefacio:



Es mi libro con el trabajo completo de varios años, impera en él un estilo de plasmar surrealista, de escritura automática guiada por referentes propios de absorción y adopción mía, mediante aprendizaje por medio de la lectura, eterno buscador de plasmar correcto, en mi búsqueda y en mi trabajo habita la concepción de lo que me parece bello para escribir en base a eso se surten las imágenes como abrevadero de ideas ramificadas de lo que a ella atañe.

Ya que la poesía sin impresión de belleza poesía acaso sería. Sin creerme poseedor del castaño de las castañas de oro mi poesía y mi obra es fruto de consecutivas temporadas seguidas de escritura durante dieciocho años. Un abrazo y gentil saludo autor Miguel Esteban Martínez García 

El castellano.




















Contenido

2

Prefacio: 4

Númen mis dioses: 8

9

DEIRDRE REINA MI DOLOR; COSANTES: 9

PROYECTO BRUMA DE SANGRE 16

Liras 16

Culto de mi cultivar. Oda en liras 17

OSCURIDAD GERMINA: 18

Epodo: 20

Reflexión: 20

Elegía a la vida. Oda en liras: 20

Reflexión: 21

Araña de noble silencio; Oda en Liras 21

Raíz de candor mineral-Oda en liras: 22

Castilla Oda en liras: 24

Castilla: 7a 11B 7a 7b 11B 24

Río Tajo. Oda en liras 25

Grillo Oda en liras 27

ROMANCE DEL DESTIERRO: 28

CRUEZA SEMBRADA: 29

Sonetillo: 29

Flor de Helecho romance: 30

ODA TERCERA: 31

Olmo de espíritu, tercerillas y serventesios: 32

Original: 32

Enhiesta albilla: 33

Raíz: 34

II 35

III 36

RAÍZ DEL AURA: 37

V Candor en raíz: 40

Flor de difunto: 41

Danza en mi oscuridad: 43

Otro beso: 43

COSECHADOR TU AGUA: 44

AGUA: 45

Sentido yerto: 50

Aguerrido albor: 51

Flor de tierra: 52

Quimera quieta: 52

Tierra en el viento: 53

Silbido de la centella: 53

PRECIPITACIÓN DE MIS OJOS: 54

ODA AL RÍO MUNDO: 56

Prímula escarlata: 56

Ceremonia terruña: 58

Voz de tu preludio: 59

Brotado: 60

Primavera tu hoguera: 61

Memorias frías: 62

Rauda estela: 62

Catarsis: 65

CATALEPSIA Oda a reina Musa: 65

Pacto de tinta y sangre: 67

Sincrónico fulgor: 69

Cuerda yerta: 69

Orfanato de inspiración: 70

Silbido de la sangre: 71

Resurgir: 72

Gloria oscura en auge: 73

Subrepticia: 73

Espiral de reposo: 74

Atisbo de nácar: 74

Sigilo de solitud: 75

Preludio de la certera posesión: 76

Lugus: 76

Oda al Sol: 79

LUGH 81

Yo soy siempre: 86

Sentido yerto: 87

Aguerrido albor: 88

Final con comienzo: 89

Flor de tierra: 89

Quimera quieta: 90

Tierra en el viento: 90

Silbido de la centella: 91

FULGENTE FUENTE: 91

PRECIPITACIÓN DE MIS OJOS: 92

Belleza: 93

Surco fantasmal: 94

Tu grillo: 95

Granate arterial: 97

El observador: 98

TOMO II   SIMIENTE SOLAR 100

FANTASMAL VISITA: 102

Lluvia sembrada: 103

Cosechada la idea: 104

HALO DE ENTUMIDA ALMA: 105

Niebla sonora: 106

Bosque de jardín umbrío: 106

Urdimbre argenta: 108

Sed de reguero: 111

Noche velada: 114

Ceguera: 115

Tu voz: 116

Los pequeños detalles: 117

Piedra-corazón: 120

Desvelo dulce: 120

Vívido desliz: 121

Lozana silvestrita: 123

Vorágine terreña: 124

Primavera: 125

Poema al alba: 125

Nocturnidad en colmillo: 125

Contigo sangre refulge: 127

Preámbulo derramado: 128

Silencio regenerado: 128

Mecha de oscuridad: 130

Dicho azur: 132

Siembra erguida: 132

Ferviente tajo floreciente: 133

Vientecillo elucubrado: 135

Inmenso placer secuaz, inefable: 135

Sentimiento labrado: 136

Azar relegado: 138

Sendero mi suerte: 139

Soto en sol naciente: 140

Niebla encorajinada: 141

La polilla negra: 143

Beso de ascua: 144

Dulcera en claror: 144

Sed de luz: 145

PUPILA TIERRA ENERVA: 147

Sepulcro en cobre 148

Yunta cadente de mi huebra: 150

TIERRA DE ENTRAÑA: 151

Osadía en clave: 154

Auge conmigo renasce: 156

Río de todas las flores desangradas: 157

Linde quieto abierto: 159

Vine con la lluvia nativa: 161

LLAMEANTE OSCURIDAD: 163

Fulge mi astro: 164

Lágrima del hierro: 165

TINIEBLA LUMINOSA: 166

PENAR FÉRREO: 167

Metal llameante en tu vidrio: 168

En mitad un candelabro: 169

Tu alma de fuente: 170




































Númen mis dioses:

marzo 08, 2021


Al soberano fulgor

rindo mis cuentas,

al plácido pie de manantial

en fuente sagrada rebrotado.

Trompa que conjugada

con los clarines que sólo

las guerras apremian.

Por cielo medroso

tocaré la lira

en serie los vates líricos

enaltecido yo, tocaré raudas estrellas.

Enaltecido yo, por primavera tangible

y su aciaga, pretil gesta

de lluvia sembrada.

Yo, funesto hijo de Pirra

impetuoso príncipe en templo

de la Vesta.


II

¿Cuál quejosa sierpe,

viene a morderme?

Ojalá mi diosa regrese, 

Ya al cielo, y refulgente,

guarde estrellas en los rediles

que alumbren al padre de los vientos.

Mi madera de ciprés,

y triple lámina de bronce.

Oh, funestas Híadas.

¿Qué clase de muerte apremiáis,

al que contempló sin lágrima ni pavor 

vuestro final sin principio anunciado?

Mudanza no lloran

mis castos dioses.



III

¿Quién osado, el que

me resplandece sin haberme conocido?

Falaz sierpe viperina,

a pared de templo ofrendo mi fortuna

que escribe dignamente

glorias sangrientas

en solemnes premisas

como feroz soldado

hablando en escritos

valiente y vencedor sus enemigos.

Lloro mis sinuosos arroyuelos

sanguinosos como hombre

de cielo oscuro.


Förüq castellano Miguel Esteban






DEIRDRE REINA MI DOLOR; COSANTES:

I

Poeta sin tiempo no expira,

Deirdre palpitando, siento.


Escriba llaga lo antiguo

Deshaciendo lo averiguo.

Deirdre palpitando, siento.


El sentimiento es alado.

Vuelvo en dicha desatado.

Deirdre palpitando, siento.


Miel de dioses estado quo,

desangrar rosa es inocuo.

Deirdre palpitando, siento.


Poeta sin tiempo, alma expira,

Deirdre palpitando, siento.


II

Crece que late amapola

Su sangre enraíza roja.


Este el mío corazón.

Vengo por besar razón.

Su sangre enraíza roja.


Vengo al amar, por tu aliento.

Vengo a morder tu ardimiento.

Su sangre enraíza roja.


Fosa cava mi azadón,

no era pena era sazón.

Su sangre enraíza roja.


Tierra y sangre, la amapola.

Su sangre enraíza roja.


III


En horizonte sediento.

Deirdre heroína mi dolor.


Hasta llegar a las cimas.

Robé el amor que amimas,

Deirdre heroína mi dolor.


Ven amada, liberemos,

quita cadenas, volemos;

Deirdre heroína mi dolor.


Del placer entre calimas 

envuelto, pena redimas.

Deirdre heroína mi dolor.


En horizonte sediento,

Deirdre heroína tu dolor.


IV

Al dulce momento vuelto,

sajara aullidos en luna.


De luz de plata igualara.

Yo lobo celta encumbrara,

sajara aullidos en luna. 


Yo antiguo luz que cultivo,

Vine por beso asertivo, 

sajara aullidos en luna. 


Solamente yo grande alzara.

Llevo corazón en ara,

sajara aullidos en luna.


De adormideras envuelto,

sajara aullidos en luna.


V


Las hadas gimieron todas.

La raíz grita, perpetua. 


Este amor eterno vale.

El dragón verde sale,

la raíz grita, perpetua.


Me nombraron su escudero.

Rama roja el duradero,

la raíz grita, perpetua.



Yo espíritu antiguo cale,

amigo del duende exhale,

la raíz grita, perpetua.



Leo la naturaleza yerta,

la raíz grita, perpetua.


VI


Ella me lo dice, dicte.

Las raíces gritan rectas.


Las hojas se mueren recias.

El aire asfixia herencias.

Las raíces gritan rectas.


Los ríos lloran sangrando.

Las almas duermen orando.

Las raíces gritan rectas.


Buscando venganza, sacias.

El ser humano desprecias.

Las raíces gritan rectas.


Depredador, asesina.

Las raíces gritan rectas.


VII


Humano asesina madre.

Todo lo que no puede hablar.


Silencio grita, maldice

y todo muere predice.

Todo lo que no puede hablar.


Este pájaro de fuego.

Habita espíritu luego.

Todo lo que no puede hablar.


Demonio hable, estigmatice.

Que habla en poesía alunice.

Todo lo que no puede hablar.



Idioma de dioses fuertes.

Todo lo que no puede hablar.



VIII


Flores aman mariposas.

Como amores imposibles.


Yo alcancé tu alma y tu esencia.

Fundiera en plañir, latencia.

Como amores imposibles.


Y mil veces más ardiente,

vengo anclar mi descendiente.

Como amores imposibles.



Guerrero de complacencia,

el Ángel dorado esencia.

Como amores imposibles.


Sombras luchando su lugar.

Como amores imposibles.


IX

Demonios convertidos ya. 

Yo surcaré el infierno yerto.


Y en la muerte traeré ilesa,

amor nuevo, será empresa.

Yo surcaré el infierno yerto.


sentir que tú serás mi par.

Aunque tenga que destapar.

Yo surcaré el infierno yerto.


A la creación traviesa.

Escriba con letra tiesa.

Yo surcaré el infierno yerto.



Esta amapola que canta.

Yo surcaré el infierno yerto.


lit. C et sumun canae,

Miles Dei lumen,

Mea unguis timor alum,

Mors erita exora mea.



X


Tu amor ya dentro latiendo.

Como la savia de roble.


Vuelvo, inicial sentimiento,

Vuelvo a amarte sin el tiempo,

como la savia de roble.


En este lecho de antiguo 

romance, tu sangre bebo,

como la savia de roble.


Mi sangre te daré dulce.

Eternidad en pupila.

Como la savia de roble.


Muerte sin cielo embebido.

Como la savia de roble.


XI


Condena a renacer libre,

En instante eterno, muerto.


En segundo estado bello,

de transmigración de almas.

En instante eterno, muerto.


En letras rompo condena

Para yo, ocupar mi lugar,

en instante eterno, muerto.


Flor de Odín caléndula era,

esposa de mi Sol vivaz,

en instante eterno, muerto.


Aun mariposa en la vida.

En instante eterno, muerto.




XII


Saber qué flor encontrarte

Mi hada, voy allí contigo. 


Voy al final, busque olvido,

veo, te encuentro desnuda.

Mi hada, voy allí contigo.


Mi caricia te lo dice

Un te amo por tu sonrisa.

Mi hada, voy allí contigo.


Despierta beso nacarado.

En instante eterno, verso.

Mi hada, voy allí contigo.


A verso lanza y garra.

Mi hada, voy allí contigo.



XIII


Rescato el amor eterno,

nuevo en tu corazón preso.


Fui, nací, que agarré tu piel,

bebe placer, vivo fuego,

nuevo en tu corazón preso.


Tuve mi vicio y el demonio,

quisieron a golpes matar,

nuevo en tu corazón preso.


Matar mi inocencia linda.

Hoy he venido a vencer, vida,

nuevo en tu corazón preso.


Mi pasado maldito, era.

nuevo en tu corazón preso.



XIV


He venido a aceptar a dios,

como fuerza celeste, yerta.


Soy rebelde; mi fe vive.

Hoy como ayer luché eterno,

como fuerza celeste, yerta.


Y tu calor, tu amor fluye.

Tu rosa, tu piel, tu seda,

como fuerza celeste, yerta.


Tu bondad pura, me besa,

Flores crecieron invictas,

como fuerza celeste, yerta.


Sol ilumina oscuridad,

como fuerza celeste, yerta.




xv


He venido a unirme recto.

Como nadie te ha hecho ser


Para despojar al tiempo,

sus ataduras febriles.

Como nadie te ha hecho ser.


Eterno morir en besos.

He vuelto y el mundo hacer temblar.

Como nadie te ha hecho ser.


Porque de nuevo siento amor,

El corazón siente fuego.

Como nadie te ha hecho ser.


El alma estalla en luz lisa.

Como nadie te ha hecho ser.



XVI


El espíritu habla fuera.

De las sombras y te abraza.


La batalla venida era.

De nuevo la venceremos.

De las sombras y te abraza.


A mí la fuerza flamante,

A mí la esperanza vivaz.

De las sombras y te abraza.


A mí la bendita luna.

Conmigo el poder de dios Sol.

De las sombras y te abraza.


A mí su furia de fuego.

De las sombras y te abraza.



XVII


Padre, Conchobar Mac Nessa.

Como serpiente antigua.


Eterno viviré en tierra,

y cuando el hombre se destruya.

Como serpiente antigua.


Por avaricia el mundo es,

seguir su curso sin maldad.

Como serpiente antigua.


Naturaleza ilumina.

Los cielos volverán rojos.

Como serpiente antigua.


El cielo llorará sangre.

Como serpiente antigua.






XVIII


Los ríos sangrientos lucen.

Y el eterno resurgir, es.


Lo más hermoso este mundo.

Es, paraíso natural.

Y el eterno resurgir, es.


Vengo a amarte sin el tiempo.

Vengo a crear en mi eternidad.

Y el eterno resurgir, es.


Vengo a caminar las aguas.

A romper los hielos tersos.

Y el eterno resurgir, es.


A fundirme en fuegos, vivos.

Y el eterno resurgir, es.



Vengo a destruir mis cadenas, 

para amarte libre siempre. 


Como el pájaro a su vuelo, 

yo, pájaro sin sus alas, 

para amarte libre siempre. 


Yo pez cortaron aletas, 

que no cortaron libertad, 

para amarte libre siempre. 


En tormenta tendré el agua, 

en caricias tendré hoguera, 

para amarte libre siempre. 


Eterna del amor quema, 

para amarte libre siempre. 


II 

A esta, la tierra de fuego. 

Ninfa mía ven, conmigo. 


Luna mía, sé mi amparo, 

sea mi abrigo en noches de humo, 

Ninfa mía ven, conmigo. 


Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh, Brigid, 

elevar mi canto al cielo, 

Ninfa mía ven, conmigo. 


Fuego que dentro sí tengo, 

en fe os sirvo como druida, 

Ninfa mía ven, conmigo. 


Ya Artús, dame tu fuerza, 

Ninfa mía ven, conmigo. 


III 

Taranis riega estas tierras, 

ofrezco este humilde canto. 


Epona diosa silvestre, 

salva la naturaleza, 

ofrezco este humilde canto. 


Que me queda darme fuerzas, 

en este amor que alimenta, 

ofrezco este humilde canto. 


Druida de la rama roja. 

Muerto-vivo, eterno muero. 

ofrezco este humilde canto. 


No habrá clemencia para el mal, 

ofrezco este humilde canto. 


IV 

Este será humilde canto, 

regio, temblará en la tierra. 


Claro es, este amor que siento, 

que de mi alma se apodera, 

regio, temblará en la tierra. 


Como soy tu luz y calor, 

como el pez a su río, es, 

regio, temblará en la tierra.

 

Quiero como árbol a tierra, 

y el ciprés a muertos vela, 

regio, temblará en la tierra. 


Hoy de nuevo como el ayer, 

regio, temblará en la tierra. 


Y la luz que cegará el hoy, 

va, como la abeja a su flor. 


Era como ciego mi amor, 

te seguirá tuyo, grande, 

va, como la abeja a su flor. 


No habrá de poder, ni brujo, 

que pueda separar mi alma, 

va, como la abeja a su flor. 


Eterno te sirvo Musa, 

tu esclavo mi reina Hada. 

va, como la abeja a su flor. 


Vigoroso iré en la muerte, 

va, como la abeja a su flor. 


VI 

Dama eterna voy a tenerte, 

no me desampares Hada. 


Eres mi fuerza en la lucha, 

nuestro amor ganará avernos. 

No me desampares Hada. 


Que nos quiso sangrar vida, 

y en muerte condenar fiera, 

no me desampares Hada. 


Como amapola florece, 

cada junio en el camino, 

no me desampares Hada. 


Tenga que enfrentarme al mundo. 

No me desampares Hada. 



VII 

Diancech sana este mi cuerpo, 

Genii locorum, mis dioses. 


Tierra entierra las maldades, 

como en tu ser el ciclo abre. 

Genii locorum, mis dioses. 


Agua riega esta amapola, 

quiero cesar dificultad, 

Genii locorum, mis dioses. 


Fuego prende eterna llama, 

esa que, en mí, dentro tengo. 

Genii locorum, mis dioses. 


Eterno soy, con mi Hada, 

Genii locorum, mis dioses. 


VIII 

Magia creo en tu poder 

puro, por la luz dorada mi aura. 


En letras dejo la sangre, 

alma antigua, cuerpo joven, 

por la luz dorada mi aura. 


Y demuestra eternamente,  

siempre tienes final feliz, 

por la luz dorada mi aura. 


En la penumbra yo, guerrero, 

el cielo se apiadó, canto, 

por la luz dorada mi aura. 


La luz brota de oscuridad,  

por la luz dorada mi aura. 


IX 

Para arroparte tu sueño,  

porque en vida la eternidad.

 

Condeno al tiempo sea alzado, 

a sudor y sangre quiero, 

porque en vida la eternidad. 


Por amarte puro, verdad, 

no quiero el cielo si no era, 

porque en vida la eternidad. 


Conquistando llamarada, 

diosa aurora se enamora, 

porque en vida la eternidad. 


Al río de las almas voy, 

porque en vida la eternidad.


El castellano Förüq




PROYECTO BRUMA DE SANGRE

Liras

7a, 11B, 7a, 7b, 11B.

Lira:

A MUSA

I

Todo lo que descubro

aliento ciego, bucólica siembra

como esbozo elucubro,

abre rayo, desmiembra.

Cercenada estalla, ella, brotada hembra.


II

En sangre de limpia agua,

carmines me recorren, eres mi hombro

un postrero abre fragua,

de mi sino un escombro,

quiero regar la vida de este combro.


III

Engarzando yo, quieto

ella el iris de mi bella natura

brilla en puente Himeto

desde ojo que aojo cura,

suerte, que labrada es sangre que apura.



IV

Hoy campos son de endrina,

para ser retozo que cruje solo.

Desnudar de la encina,

hoy olvido logrolo,

pero a ella con un rolo trina el piolo.


V

Libre por ti soy, ardo.

En rambla sin ribazo de secarral,

por transeúnte cardo.

como raíz de parral

esfumo, alcanzo, sones de su fractal.


VI

Mis astros que son santos,

obtusa furia que engulle impelida,

prosigue, consume a tos,

destapa desvalida,

de toda la tristeza que invalida.


VII

Hasta que engulla esta enorme

sombra que sigue procelosa, rauda

el siglo engasta fome

mi silvestre alma escuda,

te hablaré alto, como el amor exuda.


VIII

Sin directriz, ni engaste,

porque mi carne no tiene baraja,

hoy clamaré desgaste

mi ataraxia cuaja,

que cegaste tuya. Mi dama graja.


IX

Desde rejuvenecer

que gasta emblanquece por cielo extenso,

Sueño del resplandecer,

hoy no bastó lo tenso,

sin solitud desaprenso, repienso.


El Castellano






Culto de mi cultivar. Oda en liras


7a 11B 7a 7b 11B

Culto de mi cultivar:


I

Traigo de mi alma en fuego

incrédula, extraña poesía runa,

al capítulo llego;

de tierra, viril luna;

seco abrojo regio, cumbre que ayuna,


II

Habitado tras yermo,

con mis sentidos inermes postrados,

llana música en termo.

Mi Virgen seduce hados, *

brazos aguerridos amancillados.




III

El silencio esquilmado

escondido de mi alma traigo hendido,

vislumbra trazo arado

solitario, nacido

sangre, impía herida yaga henchido.


IV

Traigo soles difuntos.

Melancolía hija, el siglo enajena,

alzo, beso mis adjuntos;

sin honrosos entrena,

lucha diaria enajeno en cuarentena.


V

Al pie de soto llano,

viperina sierpe de frondosa era

aspereza abre plano,

placer dioses quimera,

todo es bruma siempre gris la espera.


VI

Esfuma lecho real

de sangre gualda disputada grana,

mi directa pluma, lean,

nimbo mis astros cana,

en sonrojada pupila mi lana.





VII

Misterio, azar o tinta

siderales ensueños, envanece,

avanzo, yelmo pinta;

arrepiente, fenece

piedad aflora yerta, no perece.


VIII

Ante Lugh no se humilla,

apego mi faz ya desorientada

cuarteada sien cepilla

mi jofaina aplacada,

mi semblante pardo no cambio nada.




IX

Fervor sí prendo fuego

desde este sueño de orgullo reseco,

Indefinido apego,

sin rastro yo la checo,

con puerta florecida llaga mi eco.


BONUS: (Rima y métrica libre o blanca)


Custodiada por los mil alacranes

que puridad cuida,

por los Suelos

¡Levanta la frente!

Y de placer sucumbe.


El Castellano


Oda completa en liras, ''Oscuridad germina'' 11-1-2019



OSCURIDAD GERMINA:

A Obscuridad

-Nec vincere tenebras, et amat,

Oscuridad no se vence, se ama


I

Azar disuelto en viento ;

vienes, te lavas las manos soturnas,

ensuciando te siento.

Grande en horas nocturnas,

mi potencial en horario alas diurnas.


II

Cuestan más, especias

que el guisado en resultado en finales.

Traje de brumas necias.

Sombra honesta en turbiales.

Granate lustre postrado a venales.


III

Jamás vendido al postor,

por mis colmillos guerra al error ido,

acrisolado impostor.

Voy por hervor florido,

y lunas en alabastro gemido.


IV

Es un son de los grillos.

Acaso se requiere don de gentes.

Redil de carrasquillos;

hematíes dementes;

acequia de almas o entes relucientes.



V

Crisol, hervor de soles.

Lucen lunas gimiendo en alabastro.

Indemne como moles,

yago, yace en mi castro.

Brilla mi malva rosa, ¡Fulge!, mi Astro.





VI

La vanal inmundicia,

anisando lo habitado en espejo;

ayer de hombre en malicia,

dicha, uno, dos, despejo,

tres, dolido, la rosacruz no alejo.


VII

Con besos por espigas,

y ángeles soterrados, sin vilo;

ya lo digo, no digas.

Hermana negro hilo.

Autocomplaciente, la flama afilo.


VIII

Esta acequia rutila,

y ángeles soterrados, sin yermo,

malva salvaguarda, hila.

Estira aliento, en Lermo.

Mi sed en galego alzado digno ''ermo''.


IX

En el patio su araña,

suya su corona por candelabro.

Se siembra, tiesto apaña;

su saliva yo labro.

Sangre de ámbar atesoro, le jabro.



Serventesio:


Estampas de la sangre resplandecientes,

granate su sangre encumbrada, son venal;

sentido alerta; despierto los lucientes.


Sin bombilla 💡 en sótano de luz, el penal

Entre fauces brillantes adjunto abrojos.

Rebrote de oscuridad en el arañal.

Alguien ya vendrá por mis áureos añojos.


Epodo:

Caldea, hasta rebullir. Yo arrostro antojos.

Avengo eternal raíz; disparo aojos.


El Castellano


Reflexión:

A veces dentro la oscuridad;

a veces dentro de una luz.

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA


Elegía a la vida. Oda en liras:


7a, 11B, 7a, 7b, 11B.

I

Perenne diamantino;

abro de tu mirada un absoluto,

cometa matutino,

raudo al Sol impoluto

como una gota cristalina en bruto.


II

Bajo el Sol humilde y ellos

conductores de fracasos y grietas,

reflectores destellos,

y epicúreos ascetas,

vigor de rayos, puridades quietas.


III

Sobre la grama mojada.

Murmullo de un goteo anisado claro,

serpea estela sajada,

en espiral aclaro.

En la incandescente rosa disparo.




IV

Un otoño caduco;

rosa sin cruz aquel cometa roto,

desnuda luz estuco,

casi lloraba, broto.

Como una estrella fugaz yo rebroto.


V

Astilla y ojos boscajes,

ella astilla, en bosque de ojos sedientos:

infinitos anclajes,

sorprende, son atentos,

son de azul perfidia no añila alientos.



VI

¡Oh transcender primero!

aire canto perenne, como estribo;

lanza en viento, el alero,

sus encuentros transcribo.

Aere perennius, ministerio inhibo.


VII

La noche quiere ahogarse,

sí, en sus ojos que su sonido, visten,

desnace así asomarse,

por carcomas inviten.

Es sólo sangre en tu ojo que permiten.



VIII

Es solana mi vena,

cantando, alcanzando, la osada oscura.

Llora mi savia pena,

hada esfinge en premura.

Para tener piel sembrada en tersura.


IX

Brotes en azulete

brote y noche tapada en noctambules;

el nido ramillete,

teje araña hambre y azules,

así descolgar de ella azules tules.


El Castellano


Reflexión:

-Ella la vida, sed de inmortal espera,

llama a la muerte en espiral,

para ser eterna como el tiempo deslizado,

y como todo principio depende del final,

vida llamando muerte, muerte llama vida

su eterno ciclo en resurgir de simiente

al albor elevado corazón de savia o sangre, o los dos.

Miguel Esteban Martínez García a 06-03-2019



Araña de noble silencio; Oda en Liras


Liras:

I

Encontrase siguiera,

novia, amor y mujer determinada,

mi dolor consiguiera,

de amistades borrada

de amores caduceos ya, consignada.

II

Tiempo libre, efímero,

clavado en tierra lenta, su estridencia

tumba muda en señero.

Toda divina ciencia.

Soterraña en limpios besos constancia.

III

Yacija filosa alma

Por Mercurio, Júpiter, Atenea, era

las mansas lindes calma

se acostó mi remera,

ya solivié que desterré rivera.


IV

La parca negra jabra

sus alfileres pulcros, hilaba ella;

traje al yermo que labra.

De musa esencia, bella.

Afligido impetuoso no destella.




V

Solo halo no nacido

abre desdén de pocos, o ningunos.

Superior, advenido.

de melíferos tunos,

en madre conciencia, plañen, algunos.


VI


Sí acuné mi desdicha

en su llena, destapada tersura.

Patio manso, la dicha

con redil cercada aura,

mi cordura, hueso de luna premura.


VII

Desciende vespertina.

Helada esfinge, acunada ella labra,

parda, honda saturnina,

vine que traigo cabra.

Sus voces difuntas en la palabra.


VIII


En las rosas de labios

de mi amada, hablasen amores pardos.

Mecen lisos, los sabios.

negra sangre en los cardos,

brutos,  espinos esquivos, lombardos.


IX

Sombra, ay de mi llegada,

sonríe mi noche furtiva, noche.

Lengua maligna, holgada

¡Divinidad en broche!

Cubran tu manto la flor su derroche.


Bonus, rima y métrica libre:


Y los ríos dejen de llorar

sangre mortal,

la fecunda alegría sea cenit

y dichosa ceñida a tu torso

de mujer fecunda,

a ti te abran mis flores

cada primavera,

¡Oh, esse Veris dilectus tui in melieribus!

Escucha, susurra nuestro silencio,

el tiempo que cerraba mis ojos,

y vestía la flor de opacidad,

con el color todos mis sueños,

buenos malos, no niego,

Abrid por Catulo

los cerrojos que atavían

a su agua de palabra,

hoy, siempre, se escuche mi marjal

de claras hierbas,

fecundando su clara tierra de piel,

de mujer valedera.


El Castellano


Raíz de candor mineral-Oda en liras:

A la vida soterraña.

I

Raíz arcana ligio,

dejas etéreo espacio acompasado

eterno su prodigio,

silencio amalgamado.

Era taciturno espectro clavado.


II

Misterio, parajes blancos

que salvajes concitan en tu lengua

confrontan en yermo flanco

saciando imperio en legua

de soledad que amilano sin yegua.





III

Sin inicio, futuro;

sólo aplacando de los diablos malos,

en esa idea carburo,

ojo que vence halos,

descansando en alegría, sí talo.


IV

Ocho hijos me has dado

más los bastardos impíos neonatos,

reconocido honrado.

Anudar yo, sensato

mi vida; que deshilacho. y trato.


V

Desfallecer, despedir,

corona y candelabro engarzo

sí, mi raíz es redil

fervor, soles esparzo,

como fue,  cobrizo capullo, zarzo.


VI

Su polilla, o gusano

devana sangre, rueda transmigrada,

Transmigra verde plano,

sobre espica, encontrada.

Infecundo humor oscuro de mi hada.



VII

Coraza por pechera,

carcoma y espuela calzo voy al Parnaso,

tomo de tierra viera

roja sangre, que yo amaso,

pergamino en vana ciencia quiero y aso.




VIII

Los abrojos espanto

espejo terrenal hondo crascita,

sonido injerto tanto.

Entre yertos mil, Escitas.

Escrita alma, el Castellano milita.


IX


Caléndula, flamante

del camino, vieja, ya iluminada.

De la senda tu Dante,

ardor de luz brotada

entre florestas, hiriente, acuñada.


El castellano


Castilla Oda en liras:


Castilla: 7a 11B 7a 7b 11B

I

Perdurables sus ondas,

en cresterías estigias, esbozadas

de la honda voz Gioconda,

en voz difuminadas

de alta torre enfundada, mancillada.



II

Me esmalta la idea obtusa,

con fragor de las risueñas carrascas.

Las soledades, acusan,

del ser deshielan, lascas.

Agarrado a dulce señero tasca.


III

Colmillo umbrío tomo.

Cal y tierra entre follaje regio,

de mi sierra es el plomo,

yesca vida en colegio,

Oda al sendero de umbrío arpegio.





IV

Era vida atenta,

entre ojos de azores y sus colores,

se siente, se alienta,

se enraízan las flores,

esto es Castilla, ensalmaba contenta.


V

Esto es son de cerilla

de sangre henchida, abriendo helada fragua

linde quieto, esterilla.

Por solares besa agua,

sosiego que tu linde entona ascua.



VI

Lumbre de entrañas vivas,

en quietudes de escarcha, hiende derecha

lenta llama iba altiva.

sonrisas del alba echa,

quedarse, libérame este haz que arrecha,



VII

Quedarse piel segura

al retorcer del castillo de Almansa,

honda tumba hermosura,

entre sus piedras mansas

y caracoles de astros, nunca cansan.



VIII

Patio en somero alarde,

robusta era en Ermitas del mañana,

un talle del pueblo arde,

sembrado por tu mana;

Faro en brea, cúspide nace, engalana


IX

Sueño en fruto severo

rojo carmesí, pesquisa sangrante

el corazón espero.

Ancho venal, cantante,

cantar de la espinosa honra, expectante.




Bonus rima y métrica libre:


Y su mañana,

honduras de vidas.

labradas cepas de sarmientos,

acoge en tu alma

este fiel ofrecimiento,

Castilla mi tierra, mi vida,

mi eterna semilla enamorada.

Fiel disparo entre acordeones

de encinas afligidas,

un marco difuso entre colchones de grama,

perdiz entre perdigones viajeros,

voy a tu encuentro,

me hablan fuentes y abrevaderos,

como tus tierras

hacen el amor con parajes dormidos,

respiro tus frías cuchillas

que entre clavos me marcan su herida,

fiel de caricia bebo la sombra

en tu calma sin despedida,

un trino quiebra el silencio

en blanca dama me avanza tu cebada,

un calor presto de caballero

a su dama hoguera,

servil entre abejas

y sus mieles alcarreñas,

tejida, lista,

vaporeada tu siembra

por años cobijan tus azadas

solariegas.


El Castellano


Río Tajo. Oda en liras a 01-06-2019


Río Tajo:


I

Grita mi estupor, blande

cuchillos que hieren volteando, hendiendo,

una boca que es grande.

Ondas agita ardiendo.

Se duerme toda costilla crujiendo.


II

Altiplano enjutado,

de hayas, olmos y los fresnos cenizos;

geología, alojado,

saboreada en carrizos.

por soñar de los picos, quebradizos.


III

Virginal luna rige

con sus curvas en rotonda, fecunda,

castiza fuente inflige

y abrevaderos cundan,

dulce azada de agua, el sentir secunda.






IV

Enamorada palabra,

por cimas tu voz se hace la meseta

haciendo el amor, labra,

templo y morar asceta

sus pájaros dormidos, en pipeta.



V

De la cepa que alcanza,

agua furtiva corre por las eras

infinita bonanza,

pitanza riza la era,

vaporizadas Torres de su esfera.


VI

Que en tu alma anidan, alas

sortilegio de rosa y clavel macho,

cenit cavan las palas,

quién a ti el ser lacho,

en su pecho sí, te lleva el despacho.


VII


Fuego, fanal hoguera

en anchos panales de tus abejas.

Cuentan vidas someras

del chopo sin las rejas.

Sus diez mil espumas, sierras no alejas.





VIII


Tu rúbrica ya me dejas.

Es navegante con alas azules

el terreno semejas,

secretos entre tules

tus aguas llevan puros noctambules.



IX

Tú río haciendo bullir

el inframundo, galas entre amores

del verde y azures bullir.

Agita con sangre y oren.

El candil que abre en espiga sus lores.


Bonus. Rima y métrica libre o blanca:


Anudando en tu cintura

tu idioma olvidado

pasando años fugaces por tu campo,

rodeando en ortiga

el triguero espárrago,

girando de la vid tu capazo

y sus manos,

haciendo de tu Vera

un Dionisio que al tiempo fermenta

tus besos de tierra.

¡Oh, río Tajo!



El Castellano


Grillo Oda en liras

Al grillo:



I


Clareando su lividez

por sotos vastos, reales, relumbrados

De mi río es avidez.

Soliviando el sembrado.

dirige, este mi grillo renombrado.


II


Es un tejado, él llora.

La acequia desnuda de molinete;

un cimiento que aflora.

Grieta, tiempo replete.

Sauce abatido, colchón al jinete.


III

Entre blanda alma sube,

entre un arpa estacional él, aflige,

lluvia a primera nube.

Nota en cúspide inflige.

Entre caracoles sonoros rige.



IV


El grillo único uno,

le pidió un deseo renegando

a manantial de fauno.

No aminorar cantando

tras acople, todo sonó silbando.


V


Solar afán, entrega,

llegas que dictas tu no pertenencia;

tu arraigo de gallega,

hermana negra ciencia,

traes que cobijas mi sola conciencia.






VI

Mi grillo luce nuevo

su primavera luciente socava,

lira estrella relevo.

El centígrado, cava

que tu lustre musa ya no era grava.


VII


Era un patio la sombra,

Vena, la acequia reverberando.

El grillo, que se asombra.

las arañas dictando.

Oraba como besaba alegando.






VIII


Vengo, avancé mi peral,

con mi grillo en mi bolsillo, cantando.

No divisé umbrío eral,

viva vid, entonando,

mi secuela estaba ya, recta reinando.


IX


Blande regia Oscuridad.

Ahondaba que saltaba, silenciosa

el ímpetu  en soledad,

resplandor de enojosa,

y quizá matrimonio en lacrimosa.


Bonus rima y métrica libre o blanca:


En unión con su oscuro astro,

blandía a la séptima sílaba,

luna que busqué por sombra y abismo

en esquela.

Era un disparo y azogué

lo que el cosmos me negaba.


Fui dichoso, me enaltecía

mi soledad pulcra arrebolada.

Espejaba ella el vestido a mi mujer verdadera.

No brillaba mi sola desquicia,

era lugar y tiempo suficiente;

para ser de la tierra enhiesta espiga.

Ella mi única amapola

Reina del jardín de Hipsípila.

Un soto y un llano;

desperté del bolsillo su oro trasnochado.

Blándeme Oscuridad,

en tu acero y ala de pecho.

Que canten azabaches

tu magia del cinco

labrado este año.

Afortunado avanzo mi pulso

por candelabro este mayo.

Mi cenit por rectitud

del alma mía.

Un último acorde y me encontré

en la pluma tu arpa,

mi Ninfa que obligas no fenezca

el grillo que me da frenesí.



El Castellano


ROMANCE DEL DESTIERRO:


Mi raíz arcana anclada,

dejas el etéreo espacio

en eterno cementerio

tu silencio amalgamado.

Yo era taciturno espectro

misterio, parajes blancos

que salvajes en tu lengua

confrontan en yermo arcano

saciando mi baco imperio

de soledad que amilano

sin inicio, sin futuro;

sólo aplacando los diablos

y esa idea primigenia

cual ojo que jamás hallo

descansando en alegría;

ocho hijos que me has dado

más los bastardos impíos

reconocidos sin ralo.

Anudar aún sin vivir

mi vida; que deshilacho.

Desfallecer, despedirla.

Corona por candelabro

sí, mi raíz es de plata

al fervor de soles alzo

como cobrizo capullo

entre polilla o gusano

devana mi sangre, rueda.

Transmigra verde que escancio

sobre espica, sangre hielo.

De infecundo humor humano

con coraza por pechera

carcoma en espuela calzo,

mi tomo de tierra venzo

roja sangre que yo esparzo

pergamino en vana ciencia.

Que los abrojos espanto

espejo terrenal hondo

mi sonido injerto orando.

Sobre mi vil armadura.

Escita alma, el Castellano.


El Castellano


CRUEZA SEMBRADA:


Amándote ferviente, nueza llama,

presa amapola en sangre se quedó,

sonriente aurora, veza la heredó,

tu corazón alqueza, fuerte se ama.



Renuevo esta mi sangre, pa' ser rama;

Veraz la rosa, amor siempre alegó.

Al latido, su beso le ofreció,

la flor abierta en agua se proclama.



El estambre, súplica nocturnina,

piel acaricia, ya brindó mordaga,

su gineceo blanco, sanjuanina.



Óvulo y ataraxia, adreza aciaga,

tierra, anclada la doña saturnina;

Germina fértil vientre, enhiesta briaga.



El Castellano







Sonetillo:


Fuerte

veza.

Crueza

suerte.


Muerte

reza.

Nueza

vierte,


Diablo,

hablo

mudo.


Cielo.

Duelo,

viudo.



Abreza que adereza,

aceza con agudeza,

esa belleza despliega,

con pronteza, la alteza,

escurraja desliza,

fiel perfidia en pereza,

dulceza habla su clareza,

corteza por variar

acaso adereza,

afirmo la alqueza una,

ancheza del alto lar,

lindeza, listeza, por

llaneza, lleneza,

abre longueza, sin par

de majeza abierta ella,

maleza, la osada,

ensimismada roza

malveza, manseza, ya.



El Castellano


Flor de Helecho romance:


Agua lleva, suena río,

alma de roca ya merma,

bebía orilla leve.

Flor roja, sangre sí cuenta,

blanca cierva fada triste

cazador hiere su flecha,

blanda espina gemía

flor abierta grana lerda,

fada herida descansa

latiendo la parca negra,

yace helecho silente

suspira sangre plebeya, ella;

el helecho comprensivo

flor mágica forma bresca,

tambores suenan despiertos

vid en helecho acerba,

afligidos, piedra mueven

cazador choca sin venda

flor helecho coge alma

lo que frío bosque agremia

misterio de cierva fada.

Fada descansa, inverna,

cicutas toman la sangre

veneno hacen, su penca

cuervos la cena discuten,

cazador río afrenta,

lleva el río latido,

aliento verde no medra

duendes coronaban fada,

fada su vida dispersa

los espinos la cuidaban.

Suerte mecía atenta.

Enhiesta flor fue semilla,

altiva plántula bella.

Hada tenía la suerte.

Él apuesto, daba guerra.

Recta plántula suspira.

La vida sí fue muy lenta.

Aún duende ella quiere.

Ella, hada, como hiedra

ellos cuatro siglos ''juntos''.

Los dos sí saben, ''leyenda''.

Entre pámpanos exhaustos

cuervos, que ciprés alegra,

ronca voz enardecida

ojos de tierra que alienta.

Rompe mi leve oído.

Bruma que siglos almuerza,

Entre fugas y sus carros

negra sombra sube cuenca,

el Olimpo ya reinaba.

Venus baila, suerte tierna

furtivo, justo desliz ve.

Inframundo almas yesca.

Mal destino él mecía

rivera de calma arrecha,

tuvo cetro agua brava.

Siglos, dicha es vil, ofrenda.

Cierva fada. Lides, forja.


El Castellano


ODA TERCERA:

I

Grandioso, que tú me alzas

viles lindes inconclusos que lloro,

mi vigía con auras,

recompongo mi coro;

siendo hoz destellando, todo incoloro.


II

Oh alma, sin llantos tibios

servil cuanto dirijo ciego, bruma,

anublan cielos, lirios,

severo tiento no huma.

Destellar que calmoso, pulcro, fuma.



III

Si sea por la alta lira

alzar su carne, el intransigente sol,

glorificas mi pira,

como el trigo y girasol,

flameante como hornillo tu tornasol.



IV

En tersas noches solas,

mi suave canto puro, ensombreciese;

duras montañas de olas,

de árbol noble moviese.

Frondas y la furia de mar entonas.


V

Desfallezco, ir subiendo,

aljibe mi esencia, terneza firme;

solo voy descubriendo,

canto de áspero al irme,

ninfas, hadas, sátiros, a plañirme.



VI

Por ti bravo, voy calmo.

Al valor y hermosura de antaño.

por ti toda, me ensalmo.

Mi barba de ermitaño.

Osando cautivo, lamer su letra.


Förüq castellano Miguel Esteban


Olmo de espíritu, tercerillas y serventesios:

Original:


Sátiro, hadas,

auras y ninfas,

aromos fragantes

entre olmos recios

como si hubiesen erguido

el infierno,

flores, magarzas,

amapolas,

coronas de reyes;

acoged mi canto destilado,

en remembranza

como antigua extasía blande,

como besar a mi Musa

sin haberla conocido,

junto al junco pregunto

a la espiga

si sangre acaso

fue bastante,

imagino

el dulce recuerdo

impreso,

palpitante su magia

por doquier,

temblarme pudiera

aquel recuerdo

inimaginable

como nido

en poste de telégrafo

tu pronta belleza

inmiscúyete,

conseguir el blasón luminoso

aquel placer de antaño

que mi letra sin escribir

era tuya,

solo eterna por idearla,

delirio de recuerdo,

pregunto,

no, mejor creo liras

y se me pasa que pacté

con el cielo

quererte siempre

hasta bailar el infierno

resplandeciente,

mercuri facundes,

quasi naves.


El Castellano y Leannán-Sídhe

I

Hadas, Sátiros auras, ninfas solas

aromos fragantes entre olmos recios

como si hubiesen erguido corolas,

flores, magarzas, ababoles necios.


Coronas de rey; alto ahondo

el canto, no destilado,

en remembranza escondo.


Antigua extasía blande,

como besar a mi Musa

sin tenerla vista, agrande.


Junto al zarzo no pregunto;

a espiga si sangre acaso

fue bastante, duro asunto.


Dulce recuerdo plasmado, aquel, tieso

palpitante su magia por semblanza,

temblarme pudiera el recuerdo ileso.

Inimaginable nido en templanza.


De telégrafo tu impronta

belleza la inmiscuyente,

el blasón lúmina monta.


El placer de antaño lira

que mi letra sin escribir

era tuya, la eterna pira.


Por idearla, delirio entra,

de recuerdo, lo pregunto,

no, mejor la lira encuentra.


Y se me pasa que pacté con velo

quererte siempre, y bailar las estelas

resplandeciente, errante no te celo.

Mercuri facundes, quasi nave. Hielas.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Enhiesta albilla:


Amándote ferviente cada llama,

presa amapola en fuego se quedó,

sonriente aurora, ella la heredó,

tu corazón caliente fuerte se ama.


Renuevo esta mi sangre, dulce dama,

veraz la rosa, amor siempre alegó.

Al latido, su beso le ofreció,

la flor abierta en agua se proclama.


El estambre una súplica advenida,

piel la acaricia y le brindó su daga,

su gineceo blanco, su avenida.



Óvulo atravesado cual semilla

su tierra, anclada joven la biznaga,

germina fértil vientre, enhiesta albilla.


El CASTELLANO


























I

27 abril 2016


Raíz:


Tibio resplandor dorado

mi aura escapa de mi cuerpo

para no saber quién ser

el ababol del camino clama

por enternecer la primavera

a rojo carmesí cuando la tierra estalla

en flores ellas dejan su río de sangre

allí donde el olmo viejo

crepitando mi sentido estaré

me nace una espiga de la mirada

a la hora que se acuesta una malva

luce el colorín su trino

la caléndula cierra sus flores en verso

a la hora que el tejo exhala por el tiempo

transcurrido hueso viejo

y su tornasol afilado

hoy es tiempo de colgar sus flores al viento

por si llora mi cielo cuelgo ramilletes

en chopos silentes que la vida

vio colgar de mis pupilas

al dulce trigo en verde olivo

que mi ser yace más que vivo

mi ser es primavera

a la hora que su caricia blande entera

mi tierra y su entraña abre

al esplendor de un estambre

y se eleva mi lumbre quieta

río de sangre que me crece

por soñar soñé y me enraizó la flor

y que la flor sólo sea la flor

Porque jamás mil máquinas podrán hacer

una flor y elevado mece su amor

por la verde grama

que se afila de mis ojos

la guadaña

por el ancho largo

trepó y escaló su cielo

al fiel desliz me hallaba

esperando adoptar su sabiduría

que reverbera en cada pétalo

en cada hoja, en cada raíz

de su fiel testigo estático

quedando quien fui

y la tierra que seré.




El Castellano


II

28 abril 2016


El tiempo que se abra

y brote mi vida

al compás de un Sol mayor

resumen de existir en el brote

de una zarza que allí

baila mi hada

estallando en flores su pelo

tierra yerma que vio trinar

el estruendo de un zorzal

quien te viera caminar

vestida de espiga y lavanda

por ti se abre la Rambla

tus cabellos iridiscentes al brillo

canta al son mi grillo

por un camino se bifurca el reguero

el gato lame su pelo

yo estoy esperando por si te encuentro

mi señora de las flores silvestres

se Acuña mi aliento

en una flor del viento

una flor pálida nació del cielo

con sus colores alegró al tiempo

de sus hijas nacieron alegres vientos

del norte que en color vistieron el bosque

una flor naciente abría su esplendor

a un Sol de mayo por ella tormentas

nacieron germinando a su paso

vivezas de antaño

por los prados viste mi calma

fiel a encontrar tu amor un día

por si el cielo se abre

que sepas que él te mira

mi señora de las flores silvestres

un cardo de la dama en tu mirada

por si vivo mi vida te entraña

fiel de esperanza

una flor bajó del cielo

a expensas de sangre tener

ella se volvió mujer

con tu nombre en la piel

por la floresta danzaba mi suplicio invernado

fiel testigo maravillado

con amor en las venas esperando las flores

de primavera y sus caléndulas

despertaba por fin Ostara

y el cariño de la tierra

mecieron los terrenos

un soplo de su aliento

me floreció un beso

Cuando los jacintos abrieron

sus flores al horizonte del terreno

yo estaba despierto

surcando la mente de quien me piensa

con paso lento y decidido

transmutaba la flor de Odin en luz

cabalgando un arco iris de estrella

sonaba la campanilla entre grama dolida

era el momento de acostar

los dientes de León

al tiempo que besaba fragancias de colores

mi jardín de duendes.



El Castellano


III

29 abril 2016


Todo se baña al calor

de tus ojos

ciñendo la danza

de mi azada

se enhebra mi calma.

Vespertino guiño

de gramas preñadas,

por la sed de arrojo

por tus estrellas desdobladas

Viene mi caléndula con una sonrisa enfundada

Yo estaba caminando sobre mi línea

la noche me contaba sus mentiras

sobre un parco negro límite

me encontraba

disparé a la luna sin hueso

se me acercó un cuervo

con alas azabache

pregunté a la noche

que su abrazo en letanía aguarda

si yo era merecedor de su dama

yo soy la voz de pasados lejanos

soy la voz de un futuro

soy eco de tormenta

al fuego de su rayo

llevo a cuestas montañas

enjambres de abejas

quieres oír su nombre

que la oscura soledad late

Él es Siempre

como un relámpago de sangre

como una luz que mece y envuelve

es el despertar en otra carne

en otro cuerpo

las sombras cantan a su vuelta

yo que camino por la ortiga que me mueve

hoy verá el cielo llover flores

y los campos abrirán sus colores

al rey astro que nada ni nadie

contra él puede

por si brilla mi suerte

de la mano de la dama nocturna

contará aquel cuervo que me vio.



El Castellano


RAÍZ DEL AURA:





Arrostran secuelas

de cicatrices

en mi nueva forja,

abren caléndulas temperamentales,

cebollinos de lares silvestres,

a Numidio le ofrezco,

jacintos silvestres

que evanescen,

y mis rosas caninas por abrir,

no falten a tu vuelta,

ajipuerros inquietos

aguardan los campos

el reverdecer

de otoño sembrado,

romo hierro acrecienta mi sangre,

labriego invocado,

irritable,

a la vuelta de mi fortuna

sosegada, trillada entera,

como tupida yedra abraza

la sombra de su árbol,

no piso cenizas que se parecen,

honraré sin coturno

a Cécrops

esperando laurel eterno,

cúantos ríos nos desconocen,

este honroso polvo,

Musa mía no abandones tus juegos

modula tu laúd sonoro

que tu voz parte y pretende

dulce y armoniosa,

al fugaz viento

tiende mi fulgor de armas,

se duerma así

con mis oídos dejando

se afilen trompetas

y clarines bélicos,

brillante mira displicente

mi hiel de suerte,

hoy no vendí ni un atisbo

de espíritu a su cruel destino,

argento un color

nombré escudero

que enraizó en la tierra

como un blanco chopo de belleza.



Förüq


II

2017

Raíz descubierta:


Sueño, un haz subordinado

hoy tuve una experiencia

subjetiva al cansancio intuido

de aquel retoño de lagartija salamanquesa

de mi pared habitante de mis tiestos,

la regué y corrió a detenerse vertical

frente mis ojos,

en aquella pared donde caza,

detenida sin presura,

yo acerqué mi mano tapándola

por completo sin asustarse siguió inmóvil

y pude acariciarla con cariño,

empiezo,

que no he terminado,

enmudeció mi soliloquio confinado,

abandoné mi voz,

bajo el latir de tierra

sangre huye,

rojos carmines en avidez

de rizados estambres,

sobre las montañas y su blanco gineceo,

esencias despiertan,

palabras bullir

en carne fundida de suelo

en fértil, serena de aliento

en bruma niña,

madre de este gris anisado,

con crispado horizonte,

toda caída sin destello

ni florida estampa

que seca mi ala,

iris de soturna

carcoma mía

en tejado de oscuridad,

de tronco y su nido,

vamos tejo,

si yo creo que eres mío

háblame de tus penas sin escapar,

de tus romances oscuros

a vientos de luna,

piérdeme la compostura oxidada,

haz que me lloren sin miedo tus hojas

que yo deseo ser tu eterno amigo,

compañero.

En raíz descubierta

que afila el tiempo,

será mi cuerpo.


El Castellano


III




Cuerno sonoro,

cuerno vivo,

cuerno hueco

brillo frío templado,

vive tu osadía la bravura,

osamenta quebrada,

viertes tu sangre,

dando brío a la fuerza,

tu luz no tiene rienda,

tu puñal me dio vida,

y a Quoth el cuervo,

tu fiel agonía,

late, sangre fluye,

corre el lobo que soy

bailé entre serpientes

altura desbocada

he oído alzarse

almas bajo la tierra,

arde regio sol-ferro,

oscuras alas blanden

sus filos de alba.

Regentan iris

la lucha que reinará.

Habla desde la leyenda

el origen de Iberia,

quién espantará

mis gritos entre ruinas,

desciende su poder

somos los otros,

canción de una piedra,

férreo el destino,

amplia senda

honro mis dioses

abrídme el camino,

surcarán abiertos

libres vivos;

oda por esta tierra en llamas

por esta tierra en trizas.

Ahogarán alientos

bajo el dios del Trueno

ávidos guerreros resplandecen,

raíz de plomo

incandescente.





El castellano



IV



Por la vía

que los vetustos

olmos blancos

protegen los desnudos álamos

que aguardan erguidos,

al descanso de trémulos corceles

y sus carros, cruzan sin herir el sendero,

abatida mi contemplación

fue silenciosa entre páramos

angostos esquilmados del ocre

ardiente, encorajinado,

como un negro suelo que rozo

con los ojos.

La sombra que un ciprés rutila

se acrecienta erguida, ahilándose

con aspavientos que retuerce la luz

sin franco obstáculo.

Era de la tierra habitado

un bronco grito sin suerte,

refirió su desventura

y miradas no esquivaron,

quedaron vistas cuatro espigas

juntas en tierra arremolinada,

por las vides de semblanza

y el resurgir del añil

del santo olivo,

misteriosa sombra de ciprés

háblame como se habla a la primavera

para que se lleve los fríos,

quiero compartir tus preocupaciones

preservarte como me preservarás

cuando muera,

al sigilo del rojo brezo

me alzo como flor

que la primavera arrebata al invierno,

y abeja que baila sobre coronas,

como agua clara

que da la misma luna,

así como tú sombra,

yergues tu profunda pupila

desde la misma senda

que te vio nacer

pura, limpia serena

aguardando al alba

tu desnacer

que tiña tu ojera suave. 


El Castellano











V

Candor en raíz:













Sembrar unos versos,

en nueva hornada

que el río lleva

en estribillo

cantad pues

que cantaremos

los mineros del verso.

Luz y claridad

en seno de nueva alborada.

Certeza en mi corazón

que late a las raíces

del antaño oculto,

por padre soy minero

por madre soy barquero,

cavando esta mi sombra

voy al hoyo del Sol.

Medito cual azada

de tres cabezales.

Tiemblo,

retemblando voy contento.

Onda vítrea marco mi andar,

por costales del Álamo

forjador, a su boca de fuente solariega.

Sed cándida de funesto, aciago sol.

Luz en aire es del herbario viejo,

padrón de arpa y su son.

Cantó mi campana

vengo por piadoso cerro

como solitario

señor.

Oro jovial seré

como vena del ámbar

relumbraré

mi añil,

amarillo viejo.

Pintaré lunas

y sus anchas ojeras

que relucirán sin ocasos

ni malvas espantarán,

fríos vernales.

Vendrá la niebla clara

por arboledas

y pinos tupidos

que caracolean

mis ideas reverdeciendo

los antiguos pesares

y su alameda errante,

vine por el murmuro de la piedra;

arraigado yo voy de mi insepulta tumba.

Hierros repican

sones como astros cinceles,

desnaciendo de la roca

su candor mineral.


El Castellano



Flor de difunto:


Caléndula dorada de mi vida,

tibia, eterna, esposa del Sol de día,

amarilla, gran luz de los campos

flor de difunto en tu grandeza antigua.


Que baile el tiempo sobre tu flor

que ni te importa la estación,

sobre tu quietud alcanzo la verdad

del ser sin preocupación


alegría da verte, belleza creada

del rayo de sol, dame tu luz

descíframe el saber de tu ser

para tu oro tener 


ese por el que el muerto encuentra

su luz y la abeja tu beso tener

lozanía del camino si silvestre naces

al ocaso del lucero 

tus flores cierras en verso.


El Castellano


Cáléndula joven del camino,

vieja de la senda que lleva a tu casa,

ardor de luz brotado entre florestas hirientes,

alza tus pétalos comunión de insectos,

por estos solitarios caminos

que me llevan a verte

alzas en pitanza

tu verde semblanza,

de la tierra vida en añoranza,

fulgor entre tus sienes,

darás de flor simientes,

así demostrarás que no hay tierra

sin flor así no importe estación,

María oro, flor de los difuntos,

luz entre luces del alba,

sostenme la caricia en tu flor,

que me creo abeja por un día,

álzate entre cardos y malvas que te rodean,

demuestra que eres única,

que ni caracoles osan morderte por tu savia fuerte,

señero silvestre donde los haya,

oro luciente entre engranajes verdes,

espera a tu ababol compañero

que tú sigues dando flor

sin ser primavera entre despertares y albores

de vidas y sus trinos,

navegas mi alma esta mañana

glorificando mi tierra yerma,

te aman mis ojos, te admiran latidos precoces,

eres más que silvestre flor

eres una vida precoz de luz,

si pudieras ser mujer yo sería tu eterno acompañante,

colmas la belleza de lo sencillo

eres mi alegría del camino,

pasarán fugaces las generaciones

y brotarás cualquier terreno

que el reposo tornó sin construcción,

para que tú grites

que la belleza también tiene casa

contigo,

Calendula arvensis.


El Castellano


Danza en mi oscuridad:


Es el eco furtivo

de estas sombras,

rompe el silencio

guarda su pálpito

es como el mío,

es como el mío,

cuando un agujero 

se abre del cielo,

sombras de gatos

caminan la ciudad,

iluminan mejores tiempos,

que ya pasaron,

canta mi grito solitario,

maestro del animal,

cierran las pestañas,

me ha traicionado el viento,

solo, solo en este oasis de cemento,

mi mala yerba brotará

entre su asfalto,

cruces torcidas

el día escapa deprisa,

un párpado negro al acecho,

me piensa la oscuridad,

su negra ala no  me bastará

al día que llega

desaparecerá,

desaparecerá,

escucho notas de este vacío

perplejo, perplejo ante su miedo,

voy por escalas al infierno,

carreteras oscuras

va construyendo mi vida,

la ciudad desvanece,

la tierra muerde los cuerpos,

este invierno

ya no me seduce,

se clavan mis uñas en la celda

de mi cabeza,

el tiempo esfuma etéreo,

nunca más labraré mi miedo,

aúllan persianas con el viento,

estoy en el otro lado,

contemplo vidas inertes pasar,

el espectáculo de la soga comienza,

es una flor de sangre

abriendo su polen,

no hay un alma 

en esta calle de mi mente,

se retuercen mis ideas

en adversidad,

crepita que arde 

esta lengua de frío,

amanece mi sangre

escribiendo sin madrugada,

el día comienza su alborada.


El Castellano


Otro beso:



Mañana saldrá el sol si yo miro tus ojos,

el mundo se hará pequeño

solo para que nos conozcamos,

tiraré la moneda al pozo de oro,

contestarán sus doradas gotas,

que los sueños hay que vivirlos

para que sean realidad,

al verdor del monte

sembraré dulces vericuetos,

para que diluyan escarchas hirientes,

y sus blancos de sabor a nube,

se rizarán cumbres

dolerán sigilos del álamo,

dejando su nieve

en fusión de escalas al cielo,

eternos alambres alumbrados

por el sol y su desquicia,

me llorarán los ríos nuestras gotas de unión,

tu alma pura, colorada será como mi alma,

intransigente comunión, destellos sin calma,

ganaré la batalla,

la noche será mi criada,

la luna rajará crisoles en estampa helada,

las estrellas me arroparán la sábana,

amor yo nuestra primera noche

no seré hombre,

se destaparán los reinos olvidados

seré el rey animal gobernando tu cuerpo,

mi ciprés tendrá sabor a mujer desnuda,

todo lo teñirá el rojo bermellón,

al tañer de nuestras almas en hoguera,

las sombras se unirán todas

hasta vivir en tus cabellos,

yo pasados los siglos

volveré a vivir para pedirte otro beso.


El Castellano



COSECHADOR TU AGUA:


¡Armaos, perros poetastros,

poneos vestimentas, vestimentas de amores mediocres,

vuestras líneas sin más tardar!

Es tarde para volver atrás;

No dudéis ni un suspiro

de este yerto que cruzó

el río de la Estrida.

¡Mas, por regio el Sol caudillo,

por su blancura de Madre,

oh dulce, cuantas estrellas siembran el horizonte,

hay los cielos.

Y hojas hay en mis manos escritas.

¡Remate yo, de mi origen, si os devuelvo a la tersa olvidada!

Suenan las grandes trompetas

que ni en toda Babilonia,

ni en alta torre de Hércules

su resonar pueden disolver.

Recobrara mi aliento,

mis ojos cobraran su luz.

¡Mas por el regio Sol caudillo, por su blancura de Madre!

Día tras día nuevo,

tirando tajo de verso recto.

Embestía y no halagaba a ninguno.

Por un pajarillo envío

por una hermosa golondrina,

que allí donde se vea una alborada,

Hipsípila caudillo hijo,

siempre vivirá como invencible Sol.



FÖRÜQ castellano Miguel Esteban Martínez García


AGUA:


Eslabón vasto, ardido, deslizado,

un iris de gota que a ti te llega,

marcha tenue, compás de tu eterna huida

que te marca y da vida,

fulgente fuente en infinitud de bocas

que tu ser desprende,

de su nombre y su alambre,

irisado canto de nubes derretidas,

comunión de trinos,

un beso a la tierra que deja herida,

límite de árboles y sus soles,

siembra de azul,

despensa de tu saliva,

hoy buscaba belleza y belleza eres tú,

río corre directo a tu nacer

río levántate,

jamás te canse tu desnacer,

efímero latido de tierra,

tú vena del cielo,

una solar yaga del gris,

un hogar, cuna de mi tempestad,

para ser agua inmortal elemento

capaz de crear y destruir,

de vivir siempre tejiendo la realidad,

alcanza, desvela que te debo esta existencia,

sin saberte nada existiera,

equilibrio que en tus vasos juega

para estallar en creación llamada vida.




Suspiro fresco

en labio extinto

de sombra.

Día que no se encuentra

su densa forma,

cuerpo con agua de estrella,

querer vivo que llega al aire

tiende y espera,

la muerte que renace

por fuegos de brea

en el aire.

Abren batientes pétalos

de viejo silencio esquilmado,

esplendoroso.

Acurrucados sobre un lecho

que la brisa abre,

en trocados rayos de sol,

esquivos en plano

de verde follaje.

Astuta golondrina encontrando

dócil rama.

Mundo sin mentira de vida,

manantial reluciente de esmeraldas

ahonda y todo siente,

que la sangre miente.

Terruño ojo victorioso

aplaca sus arpas irascibles

estrujando abismos dolorosos,

petrificados.

Reniega la boca vegetal

casi viva,

promesas en frente de violetas,

cantan amando el claror

lírico, estremecido.

Coágulo de viento

en cientos de porciones,

esta luna quieta

semejanza quiere

descubierta la zona umbría

donde invicta llagó mi alma.

 

El Castellano



Ríos que me tibian el corazón,

eslabones de sangre,

¿Dónde está la paz, dónde está el amor?

ríos de sangre se comen mis venas,

cada tropiezo,

otro borbotón,

otro alfeñique para mirar,

¿dónde quedo yo?

que el sol sea mi pena,

cantando espero mi triunfo,

se afila mi papel,

crepita mi alma,

tropiezo con la tiniebla,

hoy navego sobre mis versos,

aliento de la sombra de la creación,

hijo de la luz y de la sombra,

no acabaré de irme,

no cesará mi terco aljibe,

enamorado sin luz avanza

parco el sonido,

deslumbrado albor,

desnudo mi árbol,

hoy centellea mi rayo,

para decir que yo aquí no he muerto,

se viste mi sangre de caléndula y margarita

por si vuelvo al desliz de mi vida,

pasajera de un caudal

que mi entraña mece,

piel con piel, dolor con dolor,

enamorado corazón,

hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,

estoy latiendo en el umbral de los dos,

mi sangre está llorando,

el cruel desliz de la parca efímera,

me siembro en los campos para perderla de vista,

suenan los trigos, de la verde espiga al girasol

se viste brotando mi amor,

viene a plañir mi alma

por el sendero sin prisa,

se alza la dicha,

mi ser crepita el alma,

hoy me visto de espiga,

y que el campo me enternezca

al cuchillo dorado de la piedra caliza,

hoy mi amor al albor

gime por su caricia

y que el alma dolorida entienda

que ella maravilla es mi vida,

por este siglo y los que me quedan,

escrito yo en la piedra.

Lima el albor mi nervio,

aliento cruzado que cae tejido,

la ilusión se hace nido,

borbotones de sangre que crepitan,

alcanzo la cima,

el sentido cae dolorido,

de vid y espino alcanzo el sonido,

al compás de un famélico ciprés,

mi alma dirá viviste,

encontrando la flor

por la que mi mundo se desviste,

rayos a la aurora

para su fiel investidura,

flor de niebla que avanza

mi umbral se desvanece,

bullen las fuentes,

el río es otro río de sangre más,

lucen las mortajas coloradas,

fiel desliz que cruza mi alma,

desgañitándose el alba,

el amor por parir una flor,

elevado al rayo de sol,

quién te viera quién te vio

rasguñado tornasol

se desangra mi campo del girasol,

millas aparte mi nombre se blande,

el beso me derrama las mejillas,

en albor quedan las caricias,

de la piel escritas, sentidas,

danzan las estrellas,

me vuelvo a ver en tu vida,

donde el te amo formo bandera,

y en tu ser queda,

resquicios sin nombre

que el ser come,

la rosa y la espina gimen

en tu nombre,

avanzo el ser resguardado,

sin franca escalo la tapia,

a tu cuerpo me encaramo,

hoy soy de ti

como el pájaro a su nido,

como la sed a su agua por beber,

como el río a su montaña por descender,

como el caracol a su mata por comer,

crepito el fuego que me brota

por tu corazón,

soy yo sin más razón,

tránsito veloz,

tu calma y su verdor,

me visto de malva

gimiendo una runa en el sol,

me anclas el gozo en la flor,

me blande el coraje

por el viento exclamo

mi valor amarte sin condición.

Desde mi umbral a la flor,

cantas mi canción,

te aúllo un caracol,

mi vida tornó a mejor,

irisado rayo de sol,

una fuente y un diente

un afilado canto irisado,

hoy acepto mi destino

porque muerto vivo si no te miro,

tengo tu imagen enraizada en mí,

es por mi sino que maldije,

pero hoy después de tanto

tengo el sendero labrado,

mi cuclillo trina al infinito horizonte,

mi ser se hace grande,

mantenme afilándome en la piedra,

hacia el centro me quedo exhausto.

para pulirte del alabastro.


El Castellano y Leannán-Sídhe

Yo soy siempre:

Todo queda bajo el esfumino de mi grillo,

colgando pensamientos en tejados,

al compás de una cigarra,

piel con piel flor con flor

elevado resquicio de tu amor,

sueños atrás volaba mi alma ingrata,

nervios posibles y su cama,

sí soy yo sí eres tú,

qué pasa ahora,

instante de cerrar mis ojos,

por comenzar la historia de mi vida,

y sus siglos de dura existencia carcomida

al disparo de la ilusión y su mentira

donde los demonios llaman y me quieren,

deslizada la tela de araña

mi vida es lo que me queda,

soy Dios de mí mismo ahora,

el demonio me cuelga la espera

mitad luz mitad sombra es mi ahora,

mantenme lejos del nunca,

yo soy por siempre,

ojos renegados de este humor vivo,

gatos maullando a la luna en el tejado,

imposibles galanes,

cuando yo me caso con lobaluna de antaño,

animal feroz corre por mis carnes,

solitario ángel armado para el enemigo,

este es mi sino,

tejos crepitando su savia en albor

asidos a su quietud imperfecta

que el tiempo no determina final,

vida trenzada en albor siniestro mi ida

soy WECHE soy fuerza por y para siempre,

el verso me teje,

tinta mi sangre, pluma mi garra,

por acampar la estrella y su cama

hoy por qué no mantenme fuera de la mentira del fin del universo,

porque yo soy mi universo particular,

humor desdoblado asesino del tiempo,

mi mano acabando con el aliento imperfecto,

soy el imán de hombre que te atrae a mí de nuevo,

soy la ecuación perfecta que asesina tu velo,

toda mi realidad se construye de mi mano,

para acabar elevando al tercer cielo y noveno abismo mi canto

entonado en cal y arena como caracola de mar serena,

es tiempo hoy de morir por las ilusiones fugaces prometidas

y su tela aterciopelada, vestida de nácar,

hoy es final de mi espera,

es el comienzo de mi poder,

mírame estoy rasguñando mi piel a placer,

está quedando solo mi sangre vestida de hiel,

hoy como ayer a tu lado estaré para asesinar la quietud

y su asolada desilusión,

hoy por ti mañana será nuestro eterno comienzo,

para extender nuestras alas al cielo,

todo comienzo exhala su final de su mano izquierda,

elevado amor que me cae por el párpado,

y en mi vena que aguardo para estallar amor al viento

este amor que por ti siento.

tornada mi sangre la verdad de mi aliento,

en difusión magnánima del sentimiento preso,

muerta mi araña

mi corazón es lo que queda.


El Castellano

Blándeme en mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Hálito silente,

yo creo en ella

porque su piel demuestra

que los sueños se cumplen.

Volamos juntos al viento

como molinillo diente de león.

Hoy la vereda canta nuestra canción

dos corazones en un mismo latido unidos al unísono

Su carita que llama a la mía

de su cuerpo es mi caricia

por ella el piropo jamás escrito

solo desvelado en su oído

Sólo al viento le pido viento bonito

mantenme en su destino.

Que de lo vivido muerdo su corazoncito.


Del ababol a la verde espiga.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Sentido yerto:





Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvido yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puedo olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnudo mi cuerpo en la penumbra

del segundo quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerdo

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la oscuridad

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Aguerrido albor:


Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

hipsipila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Final con comienzo:




Retina escarlata,

su ojo de niebla

y bruma que avanza

donde corta mi flor de luz

el sendero,

esposa del Sol al mirar

lumbre quieta, retina abierta

muerte final con comienzo

en alabado fin de existir

y quebrar el tiempo

conquistando el terreno.

Sangrando raíces que gritan,

aullando hojas al viento,

pintando su dispersión eterna

como sustento y cobijo

de toda vida

mecido del insecto al mamífero

desde el helecho

al alto árbol

hoy canto para ti

vida vegetal.

Mi caricia te sembrará

una y mil vidas más.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Flor de tierra:


Fuego en el agua de su mirada

de los vientos auspiciada,

la ceniza consumía su carne

ardía sin mesura su compostura

naufragó valles y sus caricias

su bandera fue de su vena acequia

molinillos fugaces sus pestañas

de él se enamoraban las hadas

de ella la primavera entera

con cabellos del rayo de Sol nacidos

ojos de tierra sin lugar era bella

clamaba su voz la cima de la montaña

descendió abismos

para anclar su esencia en la belleza

que late y envuelve su huella

conquistada en miel

su ambrosía

gemía la caricia

para brotar altares de hueso

y murciélagos de sangre

lloraba piedras en sabiduría prendidas

la bondad alzaba en servicial entrega

su fuerza era de su amor hoguera

él lloraba flores para ella su amada

su verbo a veces tornaba carmín

en pétalos de silvestres rosas desangradas

su voz germinaba la tierra a su paso

el amor a la tierra no le detuvo

ni sostuvo en fracaso,

encontró con ella el amor

que le fue negado llorando espinas

y si sus abrojos nacieron no fue

más que para rajar el viento

difuminando el tiempo en estaca

de eternidad con fuente y manantial

anclado gozo en armonía

bailando de la mano y naciendo del alba

jamás capturada

pupila enfrentada

que mecía

que gritaba.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Quimera quieta:


Umbrío, tibio,

al resguardo de voz habitada

serena, llena de luz

en este linde

donde corta mi sendero

y florece mi sombrero

al viento

ojos llenos de paz,

sendero atravesado

en árboles de sosiego

encontrados

en hálito congelado,

lumbre quieta se dibuja,

espino amarillo que clavas al guiño,

calor de mi calor,

cauce de mi sangre displicente

desde la montaña al valle

luce mi traje

para encontrarte

vestida de Sol y caléndula,

resplandor dorado

al trasluz de tu amor,

granate mi sed de tu cuello

al destape

mi río de calma y arrojo

en réquiem por la rajada tierra

en albor de la centella

colmando su belleza

donde mi carcoma quieta

mira y avanza

sintiéndose en armonía plena,

yo fumándome un cigarro

en la piedra de tu belleza,

quién te alzara voz

entre los campos en flor,

fuego de tu fuego sin mas razón,

ciprés que clama protección

para sus muertos que vela

tejo morador de siglos y cobijo,

ababol de versos de piel y abrojos,

desde la verde espiga

a la mora sin espina

y su zarza esquiva

hoy te veo como eres

y perdona

me apasiona

ser guerrero de nuestra luz

donde avanza mi quimera

y mi pasión poseerte entera.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Tierra en el viento:


Quieto silencio investido

doblado en el filo de la hoja

ese umbral que corta mi calma

avanza en un sentido

rápido, veloz el resguardo de tu

amada voz

encontrada cercana

donde estática enhebra la silente parca

fluye de un confín a otro confín

yendo mi barca atravesando el brillo

al compás del sí bemol mi traslúcido pío

y su suplicio en la carcoma

que recorre mi horizonte

infinito pintado en el borde de la ola

en la espiral de la araña y su tela

la flor de difunto abre su luz

al resplandor del cielo

que cae emplomado

Se corta mi alma para aullar

en la centella

quemándose en su hoguera

hoy el viento lleva nuestro nombre

mi árbol será sentido

en cada flor de niebla

la bruma su color gris dejará

en este jardín de mundo viví,

para sembrar mi aliento

que cayó como tierra en el viento.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Silbido de la centella:


Claman verdades de la tierra

por nacer y resurgir

el eterno ciclo de la vida, muerte

y resurrección de la simiente al albor

de sangre sin condición

yo soy por siempre

Así como dura sonrisa y guiño

al azar de la existencia

efímera esencia

apellido y nombre que nada representa

como resplandor de la centella

cargo el silencio y el infinito de mi verbo

resopló en la montaña sin nombre

de mi tierra que jamás tuvo dueño

latido sin final

agua de manantial

va girando mi vida por enraizar

yo soy siempre

el eterno comienzo sin final

aullido del viento

hoguera crepitando la tierra del volcán

Río que acaba y resurge del mar

ese soy yo por despertar.

Resurgir:

Hoy las fuentes bullen

los ríos desbordan

las vidas dejan sus grises

de invierno y sonríen

al alba de la lluvia

que toda vida mece

sal al jardín ayer sembré mis ojos

esperando que la tierra fuese sangre

las raíces mi boca

y la planta mi cuerpo

para con longevidad imperial

llegado el momento

decir de este jardín yo no he muerto.



El Castellano y Leannán-Sídhe


PRECIPITACIÓN DE MIS OJOS:






Ojos trazados para todo lo que tú ves

negados a mirar, del laberinto ausentes

prohibidos, coartados de la mirada detrás suya

no soy yo, no eres tú

después del hecho despierto

perpendicular a todo rostro que amanece

y arrasa mi ser en estupor

en silencios por conquistar de perdidas mentes

incapaces de reconocerse, de adaptar su momento

y residencia mental a lo perfecto brillando cobijado

qué paso con lo que soñé y el segundo cambió

aguardé congelado en el seno de la luz y alma

sobre todo lo que vino y vendrá

hablo con la piedra del mirar

no hay rosas sin espinas,

ni rosa sin cruz por florecer

en todo ser humano,

como la flor quiere la abeja

la logia me quiere despierto

informe forma de vivir siempre

conociendo que ya estoy muerto

sin sentido morir de nuevo

volver, ilusiones, esperanzas,

pasado de un mundo hecho

me siento vivo respiro mi aliento

estoy vivo muerto para la sociedad que jamás me verá

siguiendo sus superficialidades que tienen de verdades

todo cambio redención,

de toda elegía del ser

fuerza que me mantiene quemando mares

de gentes asumidas en superficies planas

de falsedades hipócritas de reconocerse

mundo mío del acero, días para los días

de la creencia de que puedo exprimir la perfección

que mi cuerpo guarda

así en inspiración no duerma ni esté cansado

seguro en el arraso de la soledad

un día tengo su medicina

para volverlo sueño del acto plasmado y realizado

puedo escapar por mis ojos

tráeme tu mano te alcanzo una estrella

sonido dirigido a mi

consecuencias del grito sobrevivido

todas las cosas que creo pasan ahora

y pueden cambiar

bebiendo paz y fumando destellos pensados

desde que vine a vivir,

claro me ves de existencia

amando al Sol

dame tiempo seré llama sufriéndote

por tu típica existencia impulsiva de tus deseos

enormes imperios me quieren inmersos

en sus planas filosofías y creencias de sentidos inertes

escapo con el sueño

soy el sentido del sin miedo

calor helado del cielo,

fulgentemente ostentado

en tu caricia del sin nombre rayo de sol

lágrima de lluvia cae de nuevo

prende el suelo en vida

bebiendo todo lo que has sufrido sin sentido

forma de los ángeles buscando la felicidad

de los dioses que cobijamos dentro

ese dentro es ausencia del tiempo inventado

planos de existencia de lo más simple a lo más bello.

Te acecho desde que vengo.



El Castellano a 10-03-2015


ODA AL RÍO MUNDO:


De un mar de tierra

que tú desembocas,

que raspas sus siglos afligidos

de volver a comenzar,

como plañía la eternidad azogada

en verdes espigas,

y senderos verdecidos del inmortal forraje,

cuna de mis erizos seculares,

y orugas de hojas recias,

desde el caracol judío blanco,

al cerro bajo,

haces llorar el alma de belleza

que contigo Mundo juega traviesa,

siglos solariegos

entre juncos de tu extensa rivera,

hábil tenaza del cangrejo cosechador de tu agua,

vienes que sublimas mi esencia

volandera, entre surcos de tu inmensa

hacienda de toda idea,

espárragos trigueros tu orilla en sombra

de boscaje ofrenda,

rito y culto a lo ignoto de tu belleza evidente,

Oh, río Mundo,

ruedo tus acequias que llenas,

cobijo en respeto, tus barbos cobrizos

y carpas doradas,

arteria y vena del terreno

desde tu álgido nacer

en Riopar,

paradigma de chopos amantes,

y cepas de vida,

desnudo mi canto

te ofrendo

en compás de arraigo a mi tierrica bella,

castellana,

que se alce mi voz desde la encina erigida,

hasta un compás en cumbre

donde tierra nace,

y raíces gritan de su silencio sediento,

oh, Castilla cantaré extasiado

a tu saliva,

y lágrima de belleza

en tu horno de espejos

del río Mundo.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García


Prímula escarlata:

abril 03, 2021




Abría un abril,

cubriendo la Campiña,

en baja luz de luna que enhechiza,

metamorfoseando la vaga lluvia

que lentamente caía,

bajo cielo derretido, emplomado,

ya goteaban mis flores de difunto,

sobre una porción,

de terreno respirando la interperie,

pretérita una primavera ya llegada.

La luna sempiterna hermoseaba su metal noble,

purísimo al candor sin lumbre quieta,

era bastante para lanzar un beso al alba,

y ver si recogía algo,

quintales de nubes plañían

su melodía jamás interpretada,

ni escuchada sólo una vez sobrecogedora.

A la estrella fugaz que siempre veo,

lanzo un rito antiguo,

como cometa que el negror atraviesa desceñido,

olmo mío,

dime tus penas tú que tienes alma,

que baila entre oscuros romances de savia,

al brillo de mi espino escribo,

beso de camino entre mi rosal canino,

hojas húmedas del héroe entre el lodazal,

herido blanquísimo,

contienda los tímidos alisos,

sus estrellas blancas,

entre piedras pálidas,

que carraspean su canto olvidado,

¿Cómo he acabado aquí donde todo comienza?

Pienso en su prismático mirar,

a punto mi buque y puerto negro

en llamas.

¿Cómo suena su flor?

Acaso fuese líquida,

el yunque mi pecho

está martilleando sobre un cincel

de murmurio grave.

Y suenan las espaldas,

mi vida aterciopelada sujeta incandescente rosa,

sobre azul de mares y vetustas olvidadas,

al tiempo que rezaba serenata,

al azur prodigioso los altos cielos,

tronco flamígero,

en colores sobre las naciones,

absoluto diamantino,

su astilla de su color carnal,

que se extendía,

besando su torso sembrado

por mis castos dioses,

algunos que me odian,

sigo consejo perenne,

al pairo se va lo que debe de irse.

Se querían entre fracasos y transiciones,

como dos muelles fugaces,

aquí yacía mi letra,

en mi jardín de luna,

y sombras vanas a secar,

memoria acaso

el desliz me incubara,

fundadores que caminan,

esta mi soledad original

de campo abierto,

encima de mis lápidas y todas sanguijuelas.


Förüq castellano Miguel Esteban


 Ceremonia terruña:




 

Tiempo que era llanamente hondo,

como pozo sin poso, ni fondo,

severamente profundo,

como fantasmal visita

sobre lazo silencioso,

buscaba yo tamborileo grave,

entre hileras sordas

enre nuevas flores

de trompetas de los ángeles,

danzar entre círculos de grama húmeda

y corajes de aventar nuevas espigas

de olor a yesco trébol rojo.

Hice una hilera de guijarros;

preparé mi propio templo

con torreón y almena nueva,

un foso bordeando y cuidando

mi nueva siembra de ababoles,

templo asilvestrado con urna para ofrenda

y depósito nueva agua virginal,

era suficiente de tiempo insuficiente

a nuevo otoño que comenzaba,

con olor a hojas de chopos arrebatadas,

y majuelos agudos en espinas,

rebordes cardillos de as damas

erigiéndose tempranamente,

maduraban los tomatillos del diablo,

solanum nigrum

que ni caracoles resistían

sus lustrosas hojas morder,

las colas de zorro ya se divisaban aventando

terreno de su nueva simiente,

afinaba mi cuerda

tendido a ras terreno,

sembrado a pretil gesto,

como se siembra una pipa,

y tarda treinta y un años

que porto en girar el sol,

carrasquillo háblame,

que penas traes de virgen encina.

Cuéntame tus oscuros romances

con vientos de luna,

y tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.

Dime a mí que te cuido con esmero,

aguardando tus flores de piedra

y tus bellotas del mañana.

Árbol mío,

avanzo este mi caduco corazón humano,

como vampiro solar

me remarco,

un solo de voz desangelada,

y volví a honrarte,

de esta nueva tierra.

A viento pagano,

voz de alma, amada,

inamovible,

firme, regia,

de raíz arcana.

Tu rostro en verdor

de hojas afiladas llevas,

acaso igual o semejante

a hermanas blandes.

Río de encinas y flora reborde,

amor de tierra a lo que es

y crece en ella,

vine por vuestras voces,

jamás marchiten vuestras notas,

de longevidad imperial.


Förüq castellano


Voz de tu preludio:




Eran dos voces,

se querían ambas entre

dos labios,

eran como azules

sin helada madrugada,

una sangre agitada,

sí dentro de la noche,

se deslizaban como espinas,

entre flores álgidas,

melodía de perro afónico,

y luna plena,

fugaz melancolía,

era la voz hembra,

el brillo se conjugaba

de secuaz beso nítido,

rostro en hora,

giraba flotando como fantasmal,

sábana de anhelo pertinaz,

un valle estiraba y tus gemelas,

reflejas piernas, bulle y besa,

hondo antepasado de diente afilado,

y lecho de abrojo,

arcaicos deseos se conocieron,

bajo mar y hondo terreno,

beso de intimidad sola,

de extenso horizonte,

desecho el sótano en luz

que amuralla,

poniente de carne de cristal,

y pluma en abanico llameante,

labio de quietud ,

escarlata hoguera por ocaso

del lobo mesetario,

que buscaba luna y entabló,

del cielo regia sequía,

silencio que oigan,

dos voces puras,

se quisieron,

sin forma anhelante,

como el poder nunca pudo,

y la creencia,

sin exacta ciencia,

sabía que impulso no dispara

tres veces ni a revés,

tiene, ni blande retroceso.

Oscura música que en perpetua,

sinfonía,

soledad cantaba,

su silencio de cristal.

Y tierra levanta,




Förüq castellano Miguel esteban

Brotado:






Númenes asocia y respeta;

con silencio espectral, la muerte, 

en blancos corceles,

de huesos bellos,

hados dan brillo a tu belleza,

que perjura, rinde, y somete

lluvia entre maternas cenizas.

Brota el testigo del falso juramento;

se baña en fuente, de leves ninfas,

prisioneros hace el hechizo

que metamorfosea 

la callada noche, 

que orna el cielo de fantasmal rigor.

Signos que ríen feroces,

a la sangrante piedra del destino

que hondamente negrea, 

sopor entre las voces.

Jóvenes siervos son.

Lares propicios a dioses.

O saepe mecum...

Aguza mis saetas, incansable,

entre espasmos, relámpagos,

un destino atronador.

No limaré salvo mis huesos,

testimonio mudo, del mineral de azabache,

entre calderos de estrella y estelas breves;

por gemas de verde jaspe.

Grosfo me guardará el latido,

este caballero proceloso,

ahuyenta, las zozobras,

en lentitud de los días,

combato, gallardamente aguerrido,

altivos rostros, sucio suelo, tocan.

Fuga sin escudo,

sacrificio del torbellino,

junto a mi laurel reposo

con mi diablo de flores converso,

de un tiempo que servil ya no yagaba.





Förüq el castellano


Primavera tu hoguera:



marzo 09, 2021



I

Tu solo espíritu

de alto cielo,

preside mi honrosa vida.

Feraz raíz insobornable

como dicha falaz incuestionable

devienes primavera.

En joviales muslos

y lozanas alegrías.

Levísima, poderosa, atónita,

en alas mi Golondrina.

Alzas que me sublevas

a beber de tu fuente inarrable.

Rayo celeste, vital,

frente la tierra, todo cánticos.

Crear tu azul gloria,

es soñarla, como sueña la orugüilla

volar en alas montadas.

Azul, verde, amarilla tu sonrisa,

seno turgente mío erizado 

donde te guardo.



II

Me palpitas de rubor

a espada rompiendo,

esquelas y señales, sin esquemas

avanzo este humo de bolígrafo.

Mi árbol en piel saturas,

lentamente, como llueve sobre

noche de suelo mojado.

Cargado voy en verde savia,

pujante de tu hálito

fugaz, repentino, ingobernable,

como luz derretida,

y agua batiente.

Como piedra o calor esponjado.

Permite te escriba,

vomo se habla a la muerte,

para enamorarla.



III

Suspirante desliz estrellado,

aristas como filos un rubor

franqueza, de honorable sabor.

Embeberte, es de liminal

vértigo de espadas.

Atrevida, de hermosa, sensible azada,

sacas mis penas y alegría se erige,

de este tu muchacho desnudo,

que jura te amó

un día en penumbra

para así, por fín,

no perderte nunca.

Arena vívida de vergüenza

ausente, melodioso tu amor.

No aplaco, le custodio,

como mi vara de nardo

en lecho marino.



Förüq castellano Miguel Esteban

Memorias frías:


Usurpar vestal en llamas,

clarividente hechizo,

usufructo de solas corrientes,

como vertical latido

auge de todo lo que elucubró

llegar a ser más que desliz pasajero, temporal.

Como signo arcano,

revoloteando que ungido,

vestía pliegues y orillas,

de nácar y estela atemporal,

como higo del demonio

y mezcalito.

Era solo desquicia labrada

de un placer atónito,

en aras de trinchera,

y remembranzas todo lo que te quiero Musa.

Con topo, invención, 

u fulgente espía.

Era solo gritar,

te necesito más que en tinta

y hojas papel infausto.

No creo sobrevivir al ocaso de mi error,

o quedar relegado a cruel olvido.

No se puede nadar en ojo remolino,

aún sea espira de vértice

y entraña desangelada.

Este remolino fluvial

que me absorbe y navega mis venas,

Oh mi turquesa, 

en crisálida, de cristalina esencia,

planeo la noche,

vestida cual azur hermoso,

reincido, no deseo ser clavo sin martillo

en tu destino,

ni espina sin rosa malva,

como rosa sin cruz acaso es logia,

acequia sin agua ni arada tierra,

es el verso sin destino,

destinataria eres, 

por ser armada mi soledad,

Como densas calzas un cruel devenir,

en grilletes condición

impuesta por sistema,

sabiendo quién soy,

simple y llano un hombre de bien,

que bailen su mentira médica, 

diagnosticada por cinco días de insomnio,

que libre no es quien pide ayuda asustado,

le condenan vida entera,

a su negocio de remedios.



Förüq castellano Miguel Esteban


Rauda estela:


Surco de noche

ya se retira

sonando el día

y sus rosas heladas

de invierno,

iris matutino

clamado

en este fiel olivo,

surca mi sangre

entre verticales filos,

mi gris vencido del alba

serena, más desnuda

que la transparencia

que el azul afila.

Se clava este verde

militar de ciprés

como cuchillo enervado,

y su canto

en estos sigilos de chopo,

cargo mi revolver

naciente del verso

por un sol de plumas

cae fusilado el aliento,

algo que clavar

al firmamento

héroe del norte

de mi silencio.

Fantasmas

del imperio perdido

su bandera del tiempo

dormido.

Fúlgidos nervios

cabalgan los acres

de esta trinchera

donde mantengo alerta.

Jauría de sienes hendidas,

con fauces somnolientas

quise ser siempre

con esta mente,

profundicé el idioma

de la flor,

hablé con la tierra,

aún guarda mis abrojos

sembrados.

Entre brotes verdes,

impacientados,

aguardan el bravo

crepitar de la tormenta,

y sus besos azules.

Ahonda esta vida

silos del demonio,

simientes oscuras

de malas yerbas.

En este campo yermo

crece mi ilusión

que no me siembren

el dolor,

seré como la flor

soñaré con las piedras,

reiré con abejas,

jugaré con el viento

como la vida grita.

Ahora que la mañana

consume los suspiros

ahogados,

ahora que el cielo

luce sus corceles dorados.

Es por esta pizarra

que me habla el río

me habla qué más

que ser agua.

Deslices anudados

entre corajes florecientes.



II



Voluble cielo

cuidó tu rauda ala clara,

próvido planeta

de florido consuelo,

por su sol fúlgido lucido.

semejanza quiere contigo

corona el día por aspilleras suaves

las glorias que descifra tu nombre,

sublime en altura por quier

anublen desventura

por mesura,

encumbrarse la ya satisfecha

estela endógena no osaba,

realizada dispuesta

en manos y cruz de Apolo.

Amante lebrel

de sentenciar causa y retiro.

Aragua tribute el franco templo,

inimaginado,

con peñascos y mi arroyito,

alevoso corredor

robusta bizarría 

entre furor de tus solos labios,

felonía de caverna umbría,

retiemblo atónito

sorteando fieras,

amansando mustia frente,

sacro fuego tu esplendor

contigua.

Entre tus cauces férreos amada,

quebraste tu saliva y mi lira,

¡Oh musa, tu encanto

no me retires,

Batida mi hada,

pastorcica de Castilla,

invencible de esta dicha.



III



¿Acaso dormiré la noche?

Se callarán los susurros nocturnos,

el blanco cielo ya no acostará plomizo,

su letargo de otoño aguarda,

taimada mía no marchites

mis leves hojas;

No todavía.

Ampara mi dorada yedra

escucha sus notas de savia verde,

abre y abrirán rizos

en acristaladas fuentes.

Allí el clarín entone

enamorando a la dama del lago,

serpeo mi suerte cuando me dictó verte,

común lache yo perezco

en brazos de mi lejanía nunca hallada,

a ti entrego mi labriego,

inquieto, escita de su linde quieto,

aplaca mi bajel de ala irascible,

relampaguea incesante

alta como la luz etérea,

perenne que yo estaré atento

para osar y no desprenderme;

perjura, retrocede, y avanza

alzándote por falaces bocas,

que desaconsejaron

y creíste amigos,

no poseo yo almendro

de almendras de oro,

pero todo se dará,

sin caer en el vulgo,

mi sed al menos procuro,

es la sangre cándida,

arremete, marca su cántaro rodado,

blando, una solitud escarchada,

a la que se desea tras todo estío,

lisonjero de tórridas llamas

secuaces del terreno.

Hoguera me tiendes la llama

sin rendir tu escuadra,

preso tiembla el morir noble.

Peinadas parras de la sombra,

tupida vida que acicalan

acariciando al rey Sol.



El Castellano




Catarsis:


marzo 05, 2021



Verdad

quién te encontrase, 

tu idea eterna perdida 

mi vía para cerrar los ojos

ausencia que revive la voz

iridiscente abismo de color

perder conocimiento

introspección del vacío

perpetuo de locura 

ausencia llamada dicha

gozo del millón de caras

invenciones 

deseos 

inspiración del rayo de Sol

sueños en la realidad incendiada

seguridad tejida

a través del cielo

sueños del alma

donde cada sangre 

grita su libertad

yo no estoy hablando

ni tú escuchando

puedo verte sin mirar

escucharte gritar

mi momento llegó 

las promesas derritieron

quedó el sentir añil

de quien fui

sigo el final de los días del hombre

despierto para caminar al Sol

cargo en la espalda 

mis pasados pensamientos perdidos

asedios de mente

blindados de quien quise ser

desierto embalse de recuerdos ahogados

sangrando el ruido del destino incierto

quedó ser yo mismo

el caos en esencia de sí mismo.



II



CATALEPSIA Oda a reina Musa:



Catatonia madre de impresión superior,

que encumbras musa y te encumbra de este nicho de bronce,

lápida con flor de silencio,

Oh Catatonia,

flor de muerto de esquela en sangre viva,

yerto circulaba de aflicción,

en oscuro tapial primero,

al suburbio universal,

señero por señal,

de mis signos yertos vitales,

te ensalzo sangre,

que amurallo tus sones vestigios,

piramidales,

titánico siembro,

el númen victorioso

mi gesta,

vestal de cuervo Förüq su madre

Oscuridad, sacerdotisa.

Del tercer orden las cosas habidas,

dilucidadas extensas.

Queda solear, este solar,

de letra perdida

hasta atronar mi vuelta a la novena espada,

que el guerrero Miedo,

me conocerá.

Para cantar mi victoria

de todo parco lugar.



Förüq Castellano



III



Mira mis ojos,

es lo que no reconoces,

el verde metálico del gris en turquesa bañado,

el azur dentro de mi noche perenne

sobre la copa mis árboles,

te hablaré como el amor flagrante,

que exuda, que dirige sin parca compostura,

sin directriz,

no sea complacernos Musa,

oh, si osase tu gemida ventura,

oh, si elucubrase tatido feroz,

de alma a pecho,

de carne a víscera,

no se desdibuja osadía,

en alarido interno,

ni mi sentir cae disuelto,

sin tu cobre mirada que electrificas,

saber preso en tela d’ esta araña,

hemos venido por el miedo descalzos,

canta el mirlo nunca de nuevo,

osará la mentira vestirse Miguel

de tu realidad falsa,

ni la mentira verdadera

dejará de ser mentira.

Vengo de sones de abajo,

mirando alto,

necesito tu oscuridad para recto poder dormir,

necesito sueño para embeber tu cuerpo,

hasta esencia sanguinosa,

oh, granate sangre mercurial,

dame espada.

Regiré alarido vestido,

de florestas y azares,

sí con sabores a mujeres desnudas,

será la tierra tu piel,

cándida, ensoñada,

te abrigaré hasta el sentido,

que llora nuestra subrepticia

nuestra noche llorada,

el tiempo derretirá,

habrá premisa de arroparnos en vivos colores,

vistiendo infiernos de flores,

sólo será cenit y dolmen de placer expuesto,

como alma que encuentra cuerpo,

como verdad y templo,

función,

y sierpe de sangre,

aleteo precoz demente,

ser pez de tu cristal en tu espuma de vientre.



Förüq castellano Miguel Esteban






Pacto de tinta y sangre:



I (2020)



Tiempo brillaba,

colgada su tela,

la araña.

El impulso difuminaba,

que de bruma sujeto,

sólo era distracción,

de mi verdadera pretensión,

alzado el mordisco,

tu piel diviso,

pacto en sangre

que avivaba yerta idea,

en eternidad sujeta,

no era tatuaje,

ni seña de propiedad,

carmín de sangre,

y fraguar esencia,

su negro puerto,

nadie está aquí,

nadie allí,

pretérito tiempo difunto,

todo lo que espero,

todo lo que quiero,

ser de ti,

seas de mí,

unión tinta eje de sangre.

Unidos sin final,

de perenne comienzo,

y estela granate de mi sed que abrasa,

envolverte del nervio afilado,

deseo que corre, acampa.

Lame tu sola voz,

esta sed que late,

esta sed que no disuelve,

coronación me llama,

quebrada la sinfonía del ascua,

era un renacer sempiterno,

latente sin sepulcro vertiginoso,

ni mármol floreciente todo siglo.

Que a ti voy y sigo unido,

Fuego y luz, quisieron unirse,

relamo mi destino,

que no te busco,

te encuentro,

sin nombre es como te busco,

Reina de rectos augurios,

y compases húmedos,

todas ganas dictan

y envanecen,

tu lúgubre destelleo quiero besar,

deseoso mi camino,

un mar en brea,

una caricia, que en extasía,

siembra castro y lecho todas flores,

del reino sanguinoso, precede y procede,

beber tu vals, afilarte toda,

un erizar endógeno,

del interior relucido,

agotada la espera,

suspira por tomarte entera,

y dictaminar que me encorajiné

con fuste, fusta y motivo.

II (2016)



Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega;



soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto,

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto,

despierto mi reino, vuelto el nuestro,

resumiendo el latido por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.

Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.



III (2016)



Preludio de tu posesión de alma, 

está mi quimera dispuesta,

para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,

muerta la calma y su abrojo de plata,

todo lo que queda es ella,

vida para el telar de mi letra,

despierto el alarido y su estampa cuelga,

muerta mi araña es ella quien queda,

para florecer el viento flores de sol latiendo,

y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,

era o no era llegó mi tiempo

desnudo el tiempo,

me visto de cuervo,

para volar su cielo,

mis violetas nocturnas caen en flor

junto con mis sentimientos,

para acampar el sonido y su destello,

soy yo quien quebró para ella el tiempo,

el horizonte gritaba su amor envuelto,

lloraba una primavera de nuevo,

soy yo el que escuchaba atento,

fiel de su beso,

para mi no era invierno,

si su estampa relucía de nuevo,

era sin duda mi tiempo,

el de rajar el suelo;

sembrando mi aliento,

despertando al muerto,

trepando la ilusión

en su pupila de hierro,

desmenuzado el latido

quedó que yo vivo

por el latido

que me mantiene en vilo,

a ella sujeto y preso,

para florecer en ella el beso

y mi caricia quedar proscrita

a su submundo de los condenados

así como su estampa brilla.



Förüq castellano Miguel Esteban



Sincrónico fulgor:

Sincrónico fulgor: marzo 03, 2021 Prefacio mi entrega: Presento ante ustedes, abrojos versados, mi presunta creación, mi decencia en vals, abro portón inspiracional en tres, tierra, esto es tierra noctámbula, grillos laten, pasada luna llena febrero, adentrando número sagrado en Marzo, todo cambia, todo está cambiado, en la verdad. Nada por olvidar, deseo colmar, tibieza placer, jamás ya esquivo, repletaste y colmaste belleza intransigente en pulcritud del fuego de mis ojos, uno ardo, dos te adoro, tres fascinación cursa, repleto camino sin ser ni con altiveza de pasos destruyan sin honrar. Fase novena activa, oh legión, dame cítara, bajo que voy subiendo, permisividad infausta dictada a la milicia, porte sembrado, abrojos, inculco que descubro esta mi espina del Señor, donde iré por fuera de la noche, sendero a oscuridad magnánima, te estoy besando recuerda, bailo en tu densidad.

Miro tus vidrios, deseo sublimar imagen sí, en oxímoron, cómo hacer base de mi pretensión particular, llenarte como me llenas de letra a mi alma mecha de luz que prende, incendia su oscuridad. Mírame estoy desnaciendo mi decencia, oh, maestra la noche, señorita escarlata, colcúlcame claridad en mi brea, pretendo amarte, tocar violín, limar aspereza y ser su cuerda yerta, grillos criquean, oda a luna sempiterna, en primavera climatológica presente, vuelo alto, como el momento, debido aguardo tu beso eternamente, al claro oscuro escribo, no estoy perdido hierro luce mi alma, esta calma que estalla, arriba tu horizonte Musa, blandiendo azar de nueve fieras, tres velas, y un candelabro. Dentro portal de tierra. Oh Lvgvs, he venido a servir a tu rebelión, oh, Lugh, oh Sol Ferro, ven dame luz, ven, dame sola arma convenza, oh Lugus, he venido a nacer en tu dicha, gloria, mi Tierra, diosa mi Luna semper, sempiterna, encendida, oh, gloria dame blasón, Helvetios, Mercurio, venimos a transmigrar, venimos a incendiar alma, arma y honrada amada esencia. Siempre te amaré, quizás y va a ser algo, nunca cambiará, te amo esta noche de penumbra, para así ni en locura olvidarte ni abandonarte nunca. Esteban er-lobo bohemio Förüq castellano a 3-3-2021 Miguel Esteban Martínez García 


Cuerda yerta:



Estridente vuela la hoja,

devanando respiros cautivos

volando patios de arañas

de grises fauces.

Chirría el viento yunques metálicos

suena su desvelo por lomas

afiladas, al desdén de voces mentales,

azares corren su suerte

por grilletes y sujeciones retuercen.

En un jardín del otoño caduco

mi voz se descubre, sola, sola

como cuando nace la tierra,

y en su yerma plácida crece la amapola.

Cautivos espejos no reflejan lo que siento,

sulfurante sino condenado

para no ser yo ser él el que hable,

de sensaciones acristaladas

y pensamientos sin vaho

empobrecimiento deslizado

por aislamientos que libertad llora,

allí creció una rosa

de trocitos de papel y pintura

porque nada es eterno, esperaba ser real

aislé al tiempo con vacío seco

abrí las puertas de negros lirios

luces me afilaban asidas de momentos

decrépitos, sí estuve allí

en sus sopas medicamentosas

y para curar mi cordura nada hicieron

porque me llamaron loco.

Pero yo sé quien soy.



El Castellano

Orfanato de inspiración:


Recuerdos que llaman a un presente,

de zarzas de tu piel

con las que pincharse y enamorarse,

de besos en la espina del demonio

y nubes de calma dulce de ángel

sángrame las palabras bonitas

viento del sentimiento áspero florecido,

tersa de seda camino tu camino

despertando en tu templo de azúcar,

cabalgando tu incesante ilusión bebida,

hoy me encuentro clavo a clavo

con mi sueño que sembré en tu lengua,

escalo tus montañas

esperando encontrar el tesoro que arde,

que late en tu bosque de corazón,

escucho las voces de mi mundo torcido,

te encuentro las alas,

te alimento las mariposas,

hoy te quiebro el silencio

en el blanco cuarzo de esta distancia

que sintoniza que llora flores de niebla y humedad,

me crecen las cuerdas,

mis pozos se llenaron con tu saliva,

aquel invierno que te tuve en mis brazos,

esperanzas nos llaman a sembrar el nuevo año,

deshacer los siglos que nos juntaron,

quiero encadenar a la dificultad

en los grilletes del olvido,

hacer luz en cada oscuridad que tienta nuestra llama,

quiero desangrar estas rosas de sangre

y escribir el te amo a sangre y fuego,

acariciar tu pelo sentirlo entre mis dedos,

reinar tus pájaros y suspiros,

prender fuego a tu reino con mi cuerpo,

tenerte un poema en cada rama de viento,

tanto quisiera vida que solo te quiero a ti,

mi dulce sinfonía,

mi flor de cada caricia,

rocío de tu alma proscrita

lágrima que camina

en cada tambor de mi tierra

en cada arteria de mi voz que te encuentra,

mato el dolor con mi palabra de corazón

esta noche te canta mi pasión,

flor con flor semilla de tu amor,

agua de tu boca para vivir

quiero ser araña que te araña

esta noche invernada,

despertar nuestro sueño que reines luna mi cielo,

quiero beber de tu cuello,

derretirme en tus ojos de hielo,

mandar al cuerno todo intruso de nuestro desvelo,

abrigarte la noche fría

ser tu sol cada día,

renacer en cada semilla perdida

que nos brotó el aliento

en dos almas unidas en la eternidad del beso.



El Castellano y Leannán-Sidhe


Estameña flor:


marzo 02, 2021

Silbido de la sangre:



Claman verdades de la tierra

por nacer y resurgir

la quietud estameña,

sobre la misma tierra

el eterno ciclo de la vida, 

como traje de la mujer soñada,

muerte en memoria hilando recuerdo vano.

Resurrección como caminillo de hormigas

por la soberbia de la simiente al albor

de sangre sin condición.

Yo soy por siempre 

miel de infortunio desaconsejado.

Así como dura sonrisa y guiño besado.

Al azar de la existencia

efímera esencia del crepúsculo más sonrojado;

apellido y nombre que nada representa

como resplandor de la centella 

vil chisporroteo sin sonar,

cargo el silencio y el infinito de mi verbo

a lomo de frialdad en escama

resopló en la montaña sin nombre

latido de mi húmeda lombriz azulada,

de mi tierra que jamás tuvo dueño

latido sin final

agua de manantial núbil destelleo,

va girando mi vida por enraizar

yo soy siempre

sendero de sierpecilla inútil,

con el manto de su desnudez violenta.

El eterno comienzo sin final

aullido del viento, arena en una gota de lluvia,

hoguera crepitando la tierra del volcán.

Río que acaba y resurge del mar,

ese soy yo siempre por despertar.



El Castellano y Leannán-Sídhe

14-1-2019

Resurgir:



Hoy las fuentes bullen

los ríos desbordan

las vidas dejan sus grises

de invierno y sonríen

al alba de la lluvia

que toda vida mece

sal al jardín ayer sembré mis ojos

esperando que la tierra fuese sangre

las raíces mi boca

y la planta mi cuerpo

para con longevidad imperial

llegado el momento

decir de este jardín yo no he muerto.



El Castellano y Leannán-Sídhe 14-1-2016



II



Sangre y muerte aplaco regio,

duramente como astro viril,

como amor estameño que canta a su veta amada,

en sístole de barretero,

abriendo surco nuevo en piquete,

trágica que ella así vino,

flor de metal desde el suelo,

amparo en destino reguero pulcro,

todo reguero que trueca su suerte;

por muertes de estaño fino,

enamorada dinamita que surca lecho,

un son que grita un baño de raudo fuego,

sin piedad de obrero,

ni réquiem apiadado por la tierra,

un raso enlutado de oscura piedra nacido,

concavidad de caseta y vals minero,

como sinfonía nocturna que abre yacimiento,

regreso y no entristeces,

estameña vida en cobre cubierta,

santa presencia

de altas colmenas,

y simientes que el tiempo avelan,

fontana tú, serena,

viniste al mundo

en la fundición de la primera Armonía,

sombra tú de planeta sin espejos,

turbiedad que no arrostra diamantes,

opacidad serena,

sola,

sola,

como sola nace nueva tierra,

gris fantasma

que velas tu brillo maleable,

rutilas cenizas metálicas

de todos los ayeres en cuerpo metálico, tangible,

sigiloso sembrado, tu vanal estallido,

a sacar de ti mina y provecho,

raíces pétreas,

tu sino de planta de humo,

copia sin espejo,

ni sombra acaso tu reflejo,

perpetua osadía

sembrada por el Cosmos.



El Castellano


Gloria oscura en auge:


Elevado trigal de mi oscuridad,

amapolas desangradas, río de sangre

por llegar,

de este confín

al inframundo.

Del pozo de Airón

va este celta carpetano,

Sigfrido en Alemania

nombrado.

Escudero del dragón Cuelebre.

Araña tejida en el ojo del lugar,

el cuerpo ama el frío caido,

deslumbrado, yerto de la pupila

con su telaraña montada,

en su palabra,

en cicatriz silente, doliente,

abrasada cual fuego leña abrasa.

Avanza mi trino comulgado,

vivo por la ley

de mi corazón invernado,

del suplicio,

al suspicaz verbo

por visualizar,

para su estampa domar,

en el cerro del lugar.

Por el templo de mi congelado habitar

gloria,

de este mundo cruel

jamás caigo destruido,

parco dulce tormento,

que mece de vuelta

al inicio del sentimiento,

jamás dicta su única verdad,

Luz es Luz

Madre de Oscuridad,

comienzo de todo.

Voy con mi caballo a cuestas,

turbado esquivo nacido,

cual linde deseado perdido.

Quiero encontrarte,

conocerte,

tornada quien tú eres,

en efecto y beldad,

amarte.

Ya te amo en verdad,

lleve donde me llevase el cante,

el umbrío, tibio,

parco hálito,

allá donde mi latido no cupiese,

te llevo en mi huerto

mi flor oscura,

en este invierno que el Sol

de amarillo la vida ungiese,

y la tierra en encina y esparto blandiese.

Gloria,

puedo empezar

sólo basta dibujar,

detrás de mis ojos

mi amada está,

llamada poesía a su entraña

de Gloria oscura,

vivaraz entraña retuerta.

Musa-araña dicte lo que es de ella.



El Castellano

Subrepticia:



Ese mi único secreto,

revelado entre celdas de leche

y rosas de sanatorio.

Su encuentro en estadía de larva,

o alma anclada en forma de éter,

forma concisa,

fuego en lágrimas mi sangre,

a dulce mordisco

te di de beber de mi índice.

Hoy, perfección intangible, onírica

del mundo propio del sueño,

belleza lejos de mundo conocido.

Fuente los cielos, candor de dragones,

rizados en todos los colores,

nube de evolución, granate profundo de ojos,

partida de sed sanguínea,

Ser perfecto, cómo llamarte,

que al volar, te dije

vuelve cuando quieras,

no voy a intentar capturarte.



Förüq castellano



II

Espiral de reposo:



Soliviando, viene bregando,

un azar tangible epicúreo,

adoctrinado al hervor de la verde cepa.

Raíces al templo del mañana,

vistas a lo que nunca dio causa

y siempre estuvo y está.

Inmiscuido como ascua besa

su final de ceniza.

Empíreo, cromado sentimiento

de conciencia filosa.

Quizá algún día vuelvas,

Subrepticia hermosa,

quizá más crecida

tras alimentarte de los cielos,

y su bruma del gris encorajinado

y su zinc y su plomo.

Puedes escuchar los sones.

Se afila el clamor

entre trompetas

de todos los ángeles.



Förüq castellano






III

Atisbo de nácar:



Noche de colores enervados

de rienda alzada como vetusta estela

coloreada por oscuridad sempiterna

que todo atisbo envuelve.

Es el son sanguíneo del sigilo

alzo, que dirijo sus resplandores

consecutivos, es un latido de tierra,

repicar de los fusiles,

y sus hocicos al horizonte cantando

un inmiscuir de la brea

y su pólvora encendida.

El dormitar de faroles

y su réplica de luz intransigente

vuelve al pozo sin poso,

es mi sola alegría descorchada,

entre la caricia de mi guardia.

Mi cielo en repiqueteo de colores

que difuminan la densa oscuridad

de la noche.



Förüq castellano

Sigilo de solitud:


Por el tercer orden de las cosas,

avanzo mi solitud extensa

el infierno de la araña custodia,

el destello nacido de la tiniebla

susurro en eco de cicutas sangrantes

es el estambre de la flor llamada muerte,

un sueño eternal

en las lindes del descampado

que atraviesan las almas

al transmigrar,

eterno hálito inmemorial,

un telar entre escarchas azules,

y vides de lúgubre ambrosía

cantada por Dante,

y el grajo negro de Apolo,

surca los párpados yertos,

descubramos hálitos flamígeros

en sinfonía yerma de corazones espinados,

y zarzas en umbral sigiloso.

Puertas al reino de los condenados,

suenan los sones, suenan los clamores

de brea y tinta exaltados,

era una noche lúgubre,

las pestañas no bailaban en los ojos fríos.

Era una neblina cegadora

que abría un fuego tras la oscuridad,

unos ángeles blindados

tras la puerta helada un enero,

unidades de la creación,

vida hermosa,

sueño hermoso

reflecta maravilla,

mundo negro en el que me encontré.

Hijos de la tormenta en la noche oscura,

a ti noche oscura canto.

A ti noche oscura te escribo.

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta

enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van

mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,

garabatos en hojas de papel.

Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,

deambulando sin rumbo.

Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.

Me estoy volviendo loco.

Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como

demonios.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad

ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos

de muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo.

Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas

comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.

Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan

tu oscuridad.



EL CASTELLANO



Soliviando, viene bregando,

un azar tangible epicúreo,

adoctrinado al hervor de la verde cepa.

Raíces al templo del mañana,

vistas a lo que nunca dio causa

y siempre estuvo y está.

Inmiscuido como ascua besa

su final de ceniza.

Empíreo, cromado sentimiento

de conciencia filosa.

Quizá algún día vuelvas,

Subrepticia hermosa,

quizá más crecida

tras alimentarte de los cielos,

y su bruma del gris encorajinado

y su zinc y su plomo.

Puedes escuchar los sones.

Se afila el clamor

entre trompetas

de todos los ángeles.



Förüq castellano

Preludio de la certera posesión:



Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega,

soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto,

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto

despierto mi reino vuelto el nuestro,

resumiendo el latido por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.

Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.



El Castellano y Leannán-Sídhe

Lugus:


Oh lugh, invencible al crisol

de tus lenguas travesadas

fiel carrusel de rayos sin secuela

de su rizada espera,

blanca luz de tu vera,

entre compases que hielan,

a tu vespertino canto derriten, despiertan

tus mil llamas liberadas,

desnaces a la noche que aguarda,

oh Sol de mis soles,

acoge este iridiscente canto

en tu seno en mi pecho que te aguardo,

al fragor de serpientes frías,

al valor de fieras enardecidas,

bajo y bajaré para alcanzarte.



El rey lucero,

todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,

a través de la caricia nos trae Lugh.

Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris

que apareció tras mirar fijamente preguntando

a una flor de difunto me comentó

que podría indicarme de la tierra

donde todo es libre



Lugh

mi padre astro,

Dios de las artes,

este afán que me enciende la vela

para que me encuentre



luna madre de Lugh soberano,

encuentra su cuervo en su castaño,

estribo sin llano

un real cerro

de rivera del antaño tajo,

salpicando este corazón por piedra,

con mi dicha

que se acuesta y briza,

mi profunda raíz de tomo,

con negro abismo despejado,

centelleando.



Wotan, Lugh, Morrighan,

ese veris perdida y encontrada,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

Genii locorum dioses ancestrales

abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad

sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo 

el eterno resurgir en ti cierra

y comienza,

resurgiendo, abriendo camino,

escudo en fuego sembrado,

hueso del pagano,

me deberán cuanto yo he plasmado,

hierro al hierro,

fondo escueto

del vítreo traspuesto,

senda de la idea,

por ellos socarrada,

lucha, cuanto más arduo es el camino,

cuanto más se abren las pruebas

más se hinchan las fuerzas,

sólo vencer en firmamento,

agujereado de huesos,

siembras que tiembla la luna.

3 claman los genii locorum

que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,

Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid poesía,

elevar mi canto

que yo con mis actos

os hago un manto,

Cernunnos comienza nuestra caza,

Candamvis alumbra esta montaña centelleando

el relámpago,

abriendo el cielo de nuestra bruma,

tejiendo nuestro amado ocaso,

que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,

ahora y siempre se escuche nuestro canto.



Regio Lugh meditando.

Sin mis vencejos

no brota esta fuente.



Abren montes

sucios de azul sereno,

deslumbra un fulgor.

Dios del destino,

dios de luz y del fuego diestro,

doradas sierpes bajan el acecho

flamígero.

sí o no mi lucero,

afrenta amanece,

antepasados servid al viento

de vuestros hijos.

No hay bajeza por recorrer,

raya la senda

cristal hondo, que lluvia mezca.

Renovado filo incierto,

entra luz en círculo

piedras de mi padre Lugh

escrita la noche,

ancho dilata diáfana derrota

cae a mis pies.

Vieja honra goza nuestra libertad,

tumulto en casta recio,

esquilas límpidas las mías

en luz de mi Sol padre,

titilan tersos

los verdes de tierra

espejando joviales reflejos,

dios de fuego y de toda Iberia,

desde portal del bosque

de Cernunos,

Candavmmis abre los cielos

velo de tormentas,

apacienta bella, tu recta belleza,

sobre mi haz

fiero, funde mi luciente,

a avivar el trueno.

A galopes de oscuridad

magnánima.

Dios de brillo terso,

En este otero mi alma despertará.

Aciago comienzo de sangre

en grito ceremonial,

ondas pulcras cantará,

dilatando cauce de gran Airón.

¿Vendré ya a la luna?

Ya filo de alba,

pura tiembla mi brisa nocturna

aprende mi resto del mañana.



Lugh Solar y Poderoso,

jamás a ti te hable el olvido disuelto,

ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,

digno a abatir el rayo,

noble melancolía por tu madre difunta

Tailtiu, 

en el alto cielo,

tu grandeza

sea reguero de oro.

La tierra secunda en nueva cosecha

por talentos colmados a florecer,

viento sonoro guarda tu hermosura

Rey Padre,

El páramo yerto perecerá

en ámbar blando

de aroma besando tu frescor 

de vida nueva.

Abatirá la sombría dulzura la tierra,

ilumina mi pluma al honrarte,

suspiro de mi estruendo crepuscular;

nombro al pájaro misterioso

que te pertenece

cuervo que otorga el anochecer,

Sicut nubes, quasi naves,

velut umbra.

Años pasan yo busco mi recto yermo,

triste aflicción por aquel tomo de tierra

como las sombras vaporosas.

A ti Creador de luz,

acógeme, pinta esta mi noche negra,

amigo de imagen solar,

soy por cuantos Soles he nacido.

Por sosiego de tierras ignoradas

dame su gloria.

Camino afable con tu candor a seguir,

blasón yo no pido

ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,

en tierra a cabalgar

y deslumbrar.

Lughnasadh, Lammas, abro celebración

para generar nueva vida

en cosecha nueva

limpiando en tu nombre Lugh,

toda tierra.



Oh gran dios del Olimpo celta,

Lugus señor,

tu espada cenit de todos los talentos,

oh gran Sol,

divinidad de tierra,

tu sola estirpe encumbrada.

Patrón de artesanía,

amplísimo espectro, padre de las virtudes,

gran brujo, sabio cuervo,

aquel que te sigue por doquiera,

iluminoso, blanco

cuervo tú.

oh padre,

abre ya en savia nueva tierra,

también te llamó el Cesar a ti, Mercurio,

llegara tu culto para Lughnasad.

Solo uno; dios del Sol tú,

oh Lugh.



El Castellano

Oda al Sol:



Gran Sol, gran hervor de rayos espadas

día clavado; tu iris sediento sanguinoso

en Vestal iridiscente en flamas a lo alto,

a lo alto brillas como crece el talento

sembrado en nuestro corazón,

rueda de fuego, Lugh en tu gloria,

germino toda dicha padre de mi conocimiento,

oidor, de cuánto arte ha conocido, padre Supremo.

Escúchame mientras te honren este,

el día de mi musa en armas.



El invierno se ha ido, nos dejó atrás,

los campos están verdecidos y cantando en flores

que trae Ostara y su caricia de divina nota

de savia que escala todo terreno, y fríos ya lejanos,

Toda la tierra duerme en tu ausencia.



Incluso en los mas oscuros tiempos

tu luz es el camino

para aquellos que necesitan un faro

de esperanza, de brillo, de sosiego,

relumbrando en la noche.

Tu esposa regentada por madre Luna,

buscando toda tu luz, toda oscuridad empuja,



La primavera está aquí, y días aún más cálidos vendrán

los campos están desnudos y vestidos de celestial verde de lanzas

y el ganado pastando.



Encendemos estas velas en tu honor,

Regreses la vida de nuevo al mundo.

Mi lira te cante la sola noche que traes flagrante.



OH LUGUS

Solar y poderoso,

sol sobre nosotros, te pedimos

tu regreso al alma incendiada,

en virtud que te amima y habla,

que traigas a nosotros la luz

y el calor de tu vida.



Trae de nuevo la vida de nuevo a la tierra.

Trae de nuevo la luz a la tierra.

y aleja la saeta oscura que te retiembla la calma,

al alba más preciosa.



Maestro encumbrado

del arte que florece

y en nuestras entrañas germinamos,

nosotros los escribas

cabalgamos todo tiempo difunto,

guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz.


Diestro compás

en sol mayor,

bruma de idea socarrada.

Flamígero desdén;

congelado en ascuas

de fuego azul.

Horizonte sin prisas

que arrostró

todos los rostros

de abril.

Abre el nuevo fervor de tu luciente.

Y su solitario azar de relámpagos

de tu azur hermoseando,

enclaustrado.

Vírgenes encinas, y almendro de soto,

entre un nogal

dependiente de su sombra.

Al verdor de inusitados pinos,

me caracolea

la fronda del monte. Musario cerro desnudo,

Espino amarillo de mi dossier,

Caléndulas solariegas

que amarillean su silvestre ralea,

esposa complaciente de Sol naciendo.

Brilla esta infamia

de campo abierto.

A esta última lagartija

lanzo un baquio seguro,

sin disfraz ni apellido perenne.

Mudez última

de sangrada amapola.

Sanguínea tormenta

de dureza blanda

con agua de mi terco aljibe

obtuso en litigio de iris vespertino,

y su sangre que baila

el suelo terreno,

que en culto a ti Lugh yo beso.

Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.

Hijo y sirviente de Candavmis dios del Trueno.



Förüq



Reflexión:

Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,

es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,

y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,

en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.



El Castellano 29-04-2019


LUGH


31-07-2017


Vida que las montañas me respiran,

raíz en su abismo de hondo tajo,

aire bonito relátame mi destino,

subiré los montes y cerros,

alcanzaré mi soberbia

allá donde el alba despierta

y el linde vuelve vago,

plácido, ferviente,

sed de tallos

y savias que luz llena,

erigiéndose cumbres

y cimas de hervores

a la matutina belleza

que anida.

Y en el ser germina,

febril loma desdeñada

por rizos en apogeo

entre rayos que culminan,

desnuda hacienda ultrajada,

río de encina, cuervo nacido,

por lo que me quedó sin decir,

Wotan, Lugh, Morrighan,

ese veris perdida y encontrada,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

Genii locorum dioses ancestrales

abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad

sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo 

el eterno resurgir en ti cierra

y comienza,

resurgiendo, abriendo camino,

escudo en fuego sembrado,

hueso del pagano,

me deberán cuanto yo he plasmado,

hierro al hierro,

fondo escueto

del vítreo traspuesto,

senda de la idea,

por ellos socarrada,

lucha, cuanto más arduo es el camino,

cuanto más se abren las pruebas

más se hinchan las fuerzas,

sólo vencer en firmamento,

agujereado de huesos,

siembras que tiembla la luna.

3 claman los genii locorum

que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,

Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lugh,

y tú mi amada Brigid poesía,

elevar mi canto

que yo con mis actos

os hago un manto,

Cernunnos comienza nuestra caza,

Candamvis alumbra esta montaña centelleando

el relámpago,

abriendo el cielo de nuestra bruma,

tejiendo nuestro amado ocaso,

que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,

ahora y siempre se escuche nuestro canto.


El Castellano



II



08-2017



Impetuoso campo de mi celaje,

allende mis altas torres de belleza;

Inmobles rastros en piedra tumbados,

estos barbechos que me piensan;

Por almenas seculares,

remembranza en bastión,

de andariegos siglos,

me enhechizan flores de sangre,

perduradora loma desgañitada;

Tráfago en mimbre cabalgo,

recama tu alma

como una losa sin frente,

ni gemelo tiznado,

por tener ajuar astro renombrado,

alzo mi quieta dicha

entre gentíos de mi oeste,

desvencijada suerte,

por azares de plomo y zinc,

fúlgidas cabelleras

norteñas en crestas

sin linde mutable,

acababa de irme

y no soy adorable,

es una fosa de recuerdos

ahogados en silencio,

vagaroso desdén

que me enjalbega

en cuerpo,

mi luna fija, vaporosa,

luz en libertad de mi regazo,

abismo cercenado,

de cálido espanto;

sosiego, quietud del bastardo,

regio Lugh meditando.

Sin mis vencejos

no brota esta fuente,

naturaleza cuando amarte

se vuelve arte.



El Castellano



III

10-04-2018



Abren montes

sucios de azul sereno,

deslumbra un fulgor.

Dios del destino,

dios de luz y del fuego diestro,

doradas sierpes bajan el acecho

flamígero.

sí o no mi lucero,

afrenta amanece,

antepasados servid al viento

de vuestros hijos.

No hay bajeza por recorrer,

raya la senda

cristal hondo, que lluvia mezca.

Renovado filo incierto,

entra luz en círculo

piedras de mi padre Lugh

escrita la noche,

ancho dilata diáfana derrota

cae a mis pies.

Vieja honra goza nuestra libertad,

tumulto en casta recio,

esquilas límpidas las mías

en luz de mi Sol padre,

titilan tersos

los verdes de tierra

espejando joviales reflejos,

dios de fuego y de toda Iberia,

desde portal del bosque

de Cernunos,

Candavmmis abre los cielos

velo de tormentas,

apacienta bella, tu recta belleza,

sobre mi haz

fiero, funde mi luciente,

a avivar el trueno.

A galopes de oscuridad

magnánima.

Dios de brillo terso,

En este otero mi alma despertará.

Aciago comienzo de sangre

en grito ceremonial,

ondas pulcras cantará,

dilatando cauce de gran Airón.

¿Vendré ya a la luna?

Ya filo de alba,

pura tiembla mi brisa nocturna

aprende mi resto del mañana.



El Castellano


Suspiro fresco

en labio extinto

de sombra.

Día que no se encuentra

su densa forma,

cuerpo con agua de estrella,

querer vivo que llega al aire

tiende y espera,

la muerte que renace

por fuegos de brea

en el aire.

Abren batientes pétalos

de viejo silencio esquilmado,

esplendoroso.

Acurrucados sobre un lecho

que la brisa abre,

en trocados rayos de sol,

esquivos en plano

de verde follaje.

Astuta golondrina encontrando

dócil rama.

Mundo sin mentira de vida,

manantial reluciente de esmeraldas

ahonda y todo siente,

que la sangre miente.

Terruño ojo victorioso

aplaca sus arpas irascibles

estrujando abismos dolorosos,

petrificados.

Reniega la boca vegetal

casi viva,

promesas en frente de violetas,

cantan amando el claror

lírico, estremecido.

Coágulo de viento

en cientos de porciones,

esta luna quieta

semejanza quiere

descubierta la zona umbría

donde invicta llagó mi alma.



El Castellano



Ríos que me tibian el corazón,

eslabones de sangre,

¿Dónde está la paz, dónde está el amor?

ríos de sangre se comen mis venas,

cada tropiezo,

otro borbotón,

otro alfeñique para mirar,

¿dónde quedo yo?

que el sol sea mi pena,

cantando espero mi triunfo,

se afila mi papel,

crepita mi alma,

tropiezo con la tiniebla,

hoy navego sobre mis versos,

aliento de la sombra de la creación,

hijo de la luz y de la sombra,

no acabaré de irme,

no cesará mi terco aljibe,

enamorado sin luz avanza

parco el sonido,

deslumbrado albor,

desnudo mi árbol,

hoy centellea mi rayo,

para decir que yo aquí no he muerto,

se viste mi sangre de caléndula y margarita

por si vuelvo al desliz de mi vida,

pasajera de un caudal

que mi entraña mece,

piel con piel, dolor con dolor,

enamorado corazón,

hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,

estoy latiendo en el umbral de los dos,

mi sangre está llorando,

el cruel desliz de la parca efímera,

me siembro en los campos para perderla de vista,

suenan los trigos, de la verde espiga al girasol

se viste brotando mi amor,

viene a plañir mi alma

por el sendero sin prisa,

se alza la dicha,

mi ser crepita el alma,

hoy me visto de espiga,

y que el campo me enternezca

al cuchillo dorado de la piedra caliza,

hoy mi amor al albor

gime por su caricia

y que el alma dolorida entienda

que ella maravilla es mi vida,

por este siglo y los que me quedan,

escrito yo en la piedra.

Lima el albor mi nervio,

aliento cruzado que cae tejido,

la ilusión se hace nido,

borbotones de sangre que crepitan,

alcanzo la cima,

el sentido cae dolorido,

de vid y espino alcanzo el sonido,

al compás de un famélico ciprés,

mi alma dirá viviste,

encontrando la flor

por la que mi mundo se desviste,

rayos a la aurora

para su fiel investidura,

flor de niebla que avanza

mi umbral se desvanece,

bullen las fuentes,

el río es otro río de sangre más,

lucen las mortajas coloradas,

fiel desliz que cruza mi alma,

desgañitándose el alba,

el amor por parir una flor,

elevado al rayo de sol,

quién te viera quién te vio

rasguñado tornasol

se desangra mi campo del girasol,

millas aparte mi nombre se blande,

el beso me derrama las mejillas,

en albor quedan las caricias,

de la piel escritas, sentidas,

danzan las estrellas,

me vuelvo a ver en tu vida,

donde el te amo formo bandera,

y en tu ser queda,

resquicios sin nombre

que el ser come,

la rosa y la espina gimen

en tu nombre,

avanzo el ser resguardado,

sin franca escalo la tapia,

a tu cuerpo me encaramo,

hoy soy de ti

como el pájaro a su nido,

como la sed a su agua por beber,

como el río a su montaña por descender,

como el caracol a su mata por comer,

crepito el fuego que me brota

por tu corazón,

soy yo sin más razón,

tránsito veloz,

tu calma y su verdor,

me visto de malva

gimiendo una runa en el sol,

me anclas el gozo en la flor,

me blande el coraje

por el viento exclamo

mi valor amarte sin condición.

Desde mi umbral a la flor,

cantas mi canción,

te aúllo un caracol,

mi vida tornó a mejor,

irisado rayo de sol,

una fuente y un diente

un afilado canto irisado,

hoy acepto mi destino

porque muerto vivo si no te miro,

tengo tu imagen enraizada en mí,

es por mi sino, que maldije,

pero hoy después de tanto

tengo el sendero labrado,

mi cuclillo, afila, al infinito horizonte,

mi ser se hace grande,

mantenme afilándome en la piedra,

hacia el centro me quedo exhausto.

para pulirte del alabastro.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Yo soy siempre:



Todo queda bajo el esfumino de mi grillo,

colgando pensamientos en tejados,

al compás de una cigarra,

piel con piel flor con flor

elevado resquicio de tu amor,

sueños atrás volaba mi alma ingrata,

nervios posibles y su cama,

sí soy yo sí eres tú,

qué pasa ahora,

instante de cerrar mis ojos,

por comenzar la historia de mi vida,

y sus siglos de dura existencia carcomida

al disparo de la ilusión y su mentira

donde los demonios llaman y me quieren,

deslizada la tela de araña

mi vida es lo que me queda,

soy Dios de mí mismo ahora,

el demonio me cuelga la espera

mitad luz mitad sombra es mi ahora,

mantenme lejos del nunca,

yo soy por siempre,

ojos renegados de este humor vivo,

gatos maullando a la luna en el tejado,

imposibles galanes,

cuando yo me caso con lobaluna de antaño,

animal feroz corre por mis carnes,

solitario ángel armado para el enemigo,

este es mi sino,

tejos crepitando su savia en albor

asidos a su quietud imperfecta

que el tiempo no determina final,

vida trenzada en albor siniestro mi ida

soy weche, soy fuerza, por y para siempre,

el verso me teje,

tinta mi sangre, pluma mi garra,

por acampar la estrella y su cama

hoy por qué no mantenme fuera de la mentira del fin del universo,

porque yo soy mi universo particular,

humor desdoblado asesino del tiempo,

mi mano acabando con el aliento imperfecto,

soy el imán de hombre que te atrae a mí de nuevo,

soy la ecuación perfecta que asesina tu velo,

toda mi realidad se construye de mi mano,

para acabar elevando al tercer cielo y noveno abismo mi canto

entonado en cal y arena como caracola de mar serena,

es tiempo hoy de morir por las ilusiones fugaces prometidas

y su tela aterciopelada, vestida de nácar,

hoy es finl de mi espera,

es el comienzo de mi poder,

mírame estoy rasguñando mi piel a placer,

está quedando solo mi sangre vestida de hiel,

hoy como ayer a tu lado estaré para asesinar la quietud

y su asolada desilusión,

hoy por ti mañana será nuestro eterno comienzo,

para extender nuestras alas al cielo,

todo comienzo exhala su final de su mano izquierda,

elevado amor que me cae por el párpado,

y en mi vena que aguardo para estallar amor al viento

este amor que por ti siento.

tornada mi sangre la verdad de mi aliento,

en difusión magnánima del sentimiento preso,

muerta mi araña

mi corazón es lo que queda.



El Castellano



Blándeme en mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Hálito silente

yo creo en ella

porque su piel demuestra

que los sueños se cumplen.

Volamos juntos al viento

como molinillo diente de león.

Hoy la vereda canta nuestra canción

dos corazones en un mismo latido unidos al unísono

Su carita que llama a la mía

de su cuerpo es mi caricia

por ella el piropo jamás escrito

solo desvelado en su oído

Sólo al viento le pido viento bonito

mantenme en su destino.

Que de lo vivido muerdo su corazoncito.



Del ababol a la verde espiga.



El Castellano y Leannán-Sídhe

Sentido yerto:



Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvido yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puedo olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnudo mi cuerpo en la penumbra

del segundo quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerdo

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la oscuridad

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.



El Castellano y Leannán-Sídhe





Aguerrido albor:


Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

hipsipila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.



El Castellano y Leannán-Sídhe




Final con comienzo:



Retina escarlata,

su ojo de niebla

y bruma que avanza

donde corta mi flor de luz

el sendero,

esposa del Sol al mirar

lumbre quieta, retina abierta

muerte final con comienzo

en alabado fin de existir

y quebrar el tiempo

conquistando el terreno.

Sangrando raíces que gritan,

aullando hojas al viento,

pintando su dispersión eterna

como sustento y cobijo

de toda vida

mecido del insecto al mamífero

desde el helecho

al alto árbol

hoy canto para ti

vida vegetal.

Mi caricia te sembrará

una y mil vidas más.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Flor de tierra:


Fuego en el agua de su mirada

de los vientos auspiciada,

la ceniza consumía su carne

ardía sin mesura su compostura

naufragó valles y sus caricias

su bandera fue de su vena acequia

molinillos fugaces sus pestañas

de él se enamoraban las hadas

de ella la primavera entera

con cabellos del rayo de Sol nacidos

ojos de tierra sin lugar era bella

clamaba su voz la cima de la montaña

descendió abismos

para anclar su esencia en la belleza

que late y envuelve su huella

conquistada en miel

su ambrosía

gemía la caricia

para brotar altares de hueso

y murciélagos de sangre

lloraba piedras en sabiduría prendidas

la bondad alzaba en servicial entrega

su fuerza era de su amor hoguera

él lloraba flores para ella su amada

su verbo a veces tornaba carmín

en pétalos de silvestres rosas desangradas

su voz germinaba la tierra a su paso

el amor a la tierra no le detuvo

ni sostuvo en fracaso,

encontró con ella el amor

que le fue negado llorando espinas

y si sus abrojos nacieron no fue

más que para rajar el viento

difuminando el tiempo en estaca

de eternidad con fuente y manantial

anclado gozo en armonía

bailando de la mano y naciendo del alba

jamás capturada

pupila enfrentada

que mecía

que gritaba.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Quimera quieta:


Umbrío, tibio,

al resguardo de voz habitada

serena, llena de luz

en este linde

donde corta mi sendero

y florece mi sombrero

al viento

ojos llenos de paz,

sendero atravesado

en árboles de sosiego

encontrados

en hálito congelado,

lumbre quieta se dibuja,

espino amarillo que clavas al guiño,

calor de mi calor,

cauce de mi sangre displicente

desde la montaña al valle

luce mi traje

para encontrarte

vestida de Sol y caléndula,

resplandor dorado

al trasluz de tu amor,

granate mi sed de tu cuello

al destape

mi río de calma y arrojo

en réquiem por la rajada tierra

en albor de la centella

colmando su belleza

donde mi carcoma quieta

mira y avanza

sintiéndose en armonía plena,

yo fumándome un cigarro

en la piedra de tu belleza,

quién te alzara voz

entre los campos en flor,

fuego de tu fuego sin mas razón,

ciprés que clama protección

para sus muertos que vela

tejo morador de siglos y cobijo,

ababol de versos de piel y abrojos,

desde la verde espiga

a la mora sin espina

y su zarza esquiva

hoy te veo como eres

y perdona

me apasiona

ser guerrero de nuestra luz

donde avanza mi quimera

y mi pasión poseerte entera.



El Castellano y Leannán-Sídhe

Tierra en el viento:


Quieto silencio investido

doblado en el filo de la hoja

ese umbral que corta mi calma

avanza en un sentido

rápido, veloz el resguardo de tu

amada voz

encontrada cercana

donde estática enhebra la silente parca

fluye de un confín a otro confín

yendo mi barca atravesando el brillo

al compás del sí bemol mi traslúcido pío

y su suplicio en la carcoma

que recorre mi horizonte

infinito pintado en el borde de la ola

en la espiral de la araña y su tela

la flor de difunto abre su luz

al resplandor del cielo

que cae emplomado

Se corta mi alma para aullar

en la centella

quemándose en su hoguera

hoy el viento lleva nuestro nombre

mi árbol será sentido

en cada flor de niebla

la bruma su color gris dejará

en este jardín de mundo viví,

para sembrar mi aliento

que cayó como tierra en el viento.



El Castellano y Leannán-Sídhee



Silbido de la centella:


Claman verdades de la tierra

por nacer y resurgir

el eterno ciclo de la vida, muerte

y resurrección de la simiente al albor

de sangre sin condición

yo soy por siempre

Así como dura sonrisa y guiño

al azar de la existencia

efímera esencia

apellido y nombre que nada representa

como resplandor de la centella

cargo el silencio y el infinito de mi verbo

resopló en la montaña sin nombre

de mi tierra que jamás tuvo dueño

latido sin final

agua de manantial

va girando mi vida por enraízar

yo soy siempre

el eterno comienzo sin final

aullido del viento

hoguera crepitando la tierra del volcán

Río que acaba y resurje del mar

ese soy yo por despertar.



Resurgir

Hoy las fuentes bullen

los ríos desbordan

las vidas dejan sus grises

de invierno y sonrien

al alba de la lluvia

que toda vida mece

sal al jardín ayer sembré mis ojos

esperando que la tierra fuese sangre

las raíces mi boca

y la planta mi cuerpo

para con longevidad imperial

llegado el momento

decir de este jardín yo no he muerto.



El Castellano y Leannán-Sídhe

FULGENTE FUENTE:



Te busqué detrás de la estrella

más brillante del azul eterno,

En el suspiro de amor

que corre y descansa.

entre la inmensidad

de un parpadeo.

Entre la obscuridad que alcanzó

a ver la belleza que te envuelve,

adentrándome dentro

para reposar siendo

una sombra más,

y te encontré en mi sueño

más cálido, en el cielo encerrado

que liberé, en la noche

que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi amor

corrió por tu cuerpo,

y te amé aunque fuese un día

en la penumbra

para así no olvidarte nunca.

Manantial fulgente de inspiración

es tu mirada tierna sin compasión.

matices de esmeraldas tu

pupila enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma de tu piel

frágil y esquiva,

con sus cipreses y tejos

el color de tus cabellos,

con sus amapolas amarillas la actualidad

de tu color de pelo lhiannan Shee.

que corre, que escapa y vuelve

el cosquilleo,

tu boca con mi boca bebiendo

del mismo agua y manantial del deseo.

tu piel con mi piel avanzando

el fuego del sentimiento.



El Castellano y Leannán.Sídhe



PRECIPITACIÓN DE MIS OJOS:



Ojos trazados para todo lo que tú ves

negados a mirar, del laberinto ausentes

prohibidos, coartados de la mirada detrás suya

no soy yo, no eres tú

después del hecho despierto

perpendicular a todo rostro que amanece

y arrasa mi ser en estupor

en silencios por conquistar de perdidas mentes

incapaces de reconocerse, de adaptar su momento

y residencia mental a lo perfecto brillando cobijado

qué paso con lo que soñé y el segundo cambió

aguardé congelado en el seno de la luz y alma

sobre todo lo que vino y vendrá

hablo con la piedra del mirar

no hay rosas sin espinas,

ni rosa sin cruz por florecer

en todo ser humano,

como la flor quiere la abeja

la logia me quiere despierto

informe forma de vivir siempre

conociendo que ya estoy muerto

sin sentido morir de nuevo

volver, ilusiones, esperanzas,

pasado de un mundo hecho

me siento vivo respiro mi aliento

estoy vivo muerto para la sociedad que jamás me verá

siguiendo sus superficialidades que tienen de verdades

todo cambio redención,

de toda elegía del ser

fuerza que me mantiene quemando mares

de gentes asumidas en superficies planas

de falsedades hipócritas de reconocerse

mundo mío del acero, días para los días

de la creencia de que puedo exprimir la perfección

que mi cuerpo guarda

así en inspiración no duerma ni esté cansado

seguro en el arraso de la soledad

un día tengo su medicina

para volverlo sueño del acto plasmado y realizado

puedo escapar por mis ojos

tráeme tu mano te alcanzo una estrella

sonido dirigido a mi

consecuencias del grito sobrevivido

todas las cosas que creo pasan ahora

y pueden cambiar

bebiendo paz y fumando destellos pensados

desde que vine a vivir,

claro me ves de existencia

amando al Sol

dame tiempo seré llama sufriéndote

por tu típica existencia impulsiva de tus deseos

enormes imperios me quieren inmersos

en sus planas filosofías y creencias de sentidos inertes

escapo con el sueño

soy el sentido del sin miedo

calor helado del cielo,

fulgentemente ostentado

en tu caricia del sin nombre rayo de sol

lágrima de lluvia cae de nuevo

prende el suelo en vida

bebiendo todo lo que has sufrido sin sentido

forma de los ángeles buscando la felicidad

de los dioses que cobijamos dentro

ese dentro es ausencia del tiempo inventado

planos de existencia de lo más simple a lo más bello.

Te acecho desde que vengo.



El Castellano a 10-03-2015


Oda a la belleza:

Belleza:


Ruge mi vida

con impetuosa saliva,

un desdén de mares afilados,

cose que hila esta malva sensitiva,

azures sarnosos que avanzan

al latir fieles compases destapados

de mi escondida idea,

belleza eres por mares no sostenida,

balanza sin yacija, ni muerte escondida

acaso a ella conoces

que incluso, la tornas, bella,

mira la ventana crispada al infierno,

el parpadeo oscuro de la luz.

tú que definirte nadie podría,

ni el más inteligente

ni el más ignorante,

cumbre de ideales, pedernales deslices,

pólvora de sensaciones, fragor vaporoso,

bendices sin perdonar,

es tu prisma un ocaso sin lejana letanía

de esta realidad que se pierde,

atraviesa tu puñal absorto

hiende mi carne,

solo encontraré que brotará mi cuerpo

todas las flores de los campos,

tu cúspide sin hallar, tu vida sin hallar

cumbre tuya se llama planeta Tierra

abismo centelleante hasta perder la cordura,

madre del acto,

belleza deidad suprema,

nadie la mata solo se la llama

y no siempre responde,

déjame tu azul manto sin amaranto

una noche bailaré con lobos

hablaré de amor con mi quimera,

el miedo me conocerá,

amada mía belleza de las flores

sángrame un horizonte de colores,

deshoja mis infinitas espirales,

haz que me crea como los mortales,

para blandir nuestro nombre entre nubes,

cabalgarán mis corceles tus verdes sienes,

yo no seré yo, así como tú eres distinta

para cada retina,

hada infernal

como leviatán celestial,

tú no entiendes de las maldades del hombre,

sólo pintas de la realidad todos los colores.

contigo izo cumbre,

resoplo agravios y señales

repetición

que nací para servirte,

como pájaro a su nido

señorita ruego

que elija este cuervo,

sin agraz durmiente

sopla mi sed de florecer tu alma

primavera preciosa,

desde mi mar a mi risco

osaré vestirme

de rudo hombre viejo,

soñaré como me sueña mi sueño

que yo en tus lares era el primero.

Señorita bella madre de mi izada bandera,

alza mi curva sombra

por la carne de mi siembra,

reverdeceré con tu cariño

primavera amada,

Mirenla anclada de mar

a la montaña de mi idea,

vengo que voy a vencer mi propio desespero

rizando como riza su vida el helecho,

desde la sombra de abeja,

a mi ceniza bella,

no habrá osadía que no te nombre

mi dama al hervor de siglos

antaños que llevas ya florecidos,

me despido por si te encuentro



El Castellano


Surco fantasmal:

Te vi detrás de la estrella más brillante

del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amor que corre y descansa

entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó a ver

la belleza que envuelve tus piernas.

Adentrándome para reposar contigo,

siendo una sombra más,

pero especial para ti.

Te encontré en mi sueño más cálido,

en el cielo encerrado que liberé.

En la noche que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi amor corrió por tus senos.

Y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,

para así, por fin, no olvidarte nunca.

Es solo la vida en mis ojos donde un día

se mide por las veces que te imagino a mi compañía.

y una noche la vida de mi corazón sin sueños.

No importa que no te tenga,

no importa que no te vea, porque te siento,

y te siento más allá de donde acaba el firmamento,

en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.

Donde me di cuenta que el sentimiento descansa,

no muere, como la flor sale en primavera.

No importa que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,

te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,

pero con el saber que si vuelves será para quedarte.

Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas

porque a mí, no me engañas, yo soy para ti,

y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,

por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,

y tu amor prefiero sembrarlo a diario,

la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.


El castellano





Tu grillo:

febrero 12, 2021



Clareando su lividez

por sotos vastos, reales,

mi río navega.

Soliviando su bandoneón

dirige, blande mi grillo

el afilar de su tercera cuerda.

Entre el suelo de un ciprés enhiesto,

rigen blandamente espigas rojas,

jóvenes, juguetonas

como si tuviesen sangre

para sonreír

al viento que pasa

y no atraviesa.

Reposa que aguarda el cráneo

la tierra.

Ay la tierra, hay de ella,

sombras que complacen y acervan

la mansa espera.

Soliviar vetusto

que Ninfas y Sátiros pastorean.



II



Es un tejado llorando por la piedra,

con acequia desnuda de canalón;

un cimiento que plañe la helada,

y le agrieta el tiempo que ya no escapa.

Sauce triste, abatido, con portón

al mundo del grillo.

Entre blanda grama

fenece que acicala su alma.

Entre un arpa estacional,

y panales de ambrosía.

A la lluvia primera

abre su fiel Parnaso devorado

entre caracoles sonoros.

Grita la raíz acrisolada en ámbar

de intelecto mayor.

Cúspide de serena esfinge,

y dolmen de divina pluma.



III



El grillo único pidió un deseo

al manantial eterno de Hipsípila,

y fue no sucumbir

tras el acople, todo sonó

en manantío, y lo inerte

reposó su voz, de nuevo.

Para siempre.

Soledad dantesca de umbría

melodía, extendida por el Baco imperio

regentado por el claro de luna,

donde fluía su sangre de luz,

rojiza.



IV



Solar afán, solar entrega,

llegas que dictas tu pertenencia;

tu arraigo de hiladora,

hermana de negro hilo,

traes que cobijas mi jardín florido.

Mi grillo luce de nuevo

su primavera luciente

en lira de su candor de estrella.

Es su centígrado

que tu lustre musa engrandece.

Un solo marcó el ascua, irisada,

por su reposo en madriguera;

un deseo concedido él cantaba alegre,

a su musa del Alba.

Albilla más hermosa,

clareada sólo por sus pétalos de mujer fecunda.



V



Era un patio sombrío

con mi vena de acequia reverberando.

Un jardinero a la araña de su rosa;

la protegiera,

la cuidara como besaba la luna Sempiterna,

con tus labios de mujer serena.

Desliz en nácar, pétalos de tus falanges me hablan, marcando,

asignando, el vívido resplandor

envuelto, aterciopelado.

Envolvió mi vida, tus latidos flamantes

de estela considerada.



VI



Avancé mi yermo,

con mi grillo en mi bolsillo,

divisé en umbrío, frondoso parral,

mi secuela descendiente,

Hipsípila me protegía.

Pude abrir una nota

al astro mayor,

de armónica congelada.

Desnudabas musa mi latir

que sólo su premisa abarca.






VII



Ahondaba que saltaba,

el ímpetu de carcoma cromada,

al resplandor de su tacto,

y quizá su matrimonio

en unión con su oscuro astro,

blandía a la séptima sílaba,

luna que busqué por sombra y abismo

en esquela.

Era un disparo y azogué

lo que el cosmos me negaba.






VIII



Fui dichoso, me enaltecía

mi soledad pulcra arrebolada.

Espejaba ella el vestido a mi mujer verdadera.

No brillaba mi sola desquicia,

era lugar y tiempo suficiente;

para ser de la tierra enhiesta espiga.

Ella mi única amapola

Reina del jardín de Hipsípila.

Un soto y un llano;

desperté del bolsillo su oro trasnochado.



IX



Blándeme Oscuridad,

en tu acero y ala de pecho.

Que canten azabaches

tu magia del cinco

labrado este año.

Afortunado avanzo mi pulso

por candelabro este mayo.

Mi cenit por rectitud

del alma mía.

Un último acorde y me encontré

en la pluma tu arpa,

mi Ninfa que obligas no fenezca

el grillo que me da frenesí.



El Castellano

Granate arterial:


VIII



Renuevo esta mi sangre yerta,

para servirte mi dulce dama,

bajo níveo nogal,

allá bajo su fronda suave

y denso selvaje

que auras allá quema,

bajo hórrida, tupida sombra,

servirte a las puertas

de adorado averno

beoda sed en brindis

de nueva, flagrante condena,

dioses del inframundo canten,

allá donde excelsitud

de tu aurea sonrisa entabla,

y a mis miedos sólo arredra,

bullicio entre ramas

saborear dulces trinos cantores,

que la vida entona;

se amurallan las horas,

se quede la frágil vida,

que honroso te siembro,

escuálida y temblorosa,

fuegos y dichas apacienta,

entre este brindis áspero,

de animosas delicias,

mi sangre fugaz, honrada te sirvo,

pa' ser rama para ser de caudal tu savia,

fausto, aterido soplo,

de horrores no regalaba

ni flauta ni prenda a favonio

arrebataba,

mis estrellas sin temor,

piadoso de nublados ojos,

espíritu de leyes rotas,

caos antiguo

que desvelado, no huye,

ni mi risueña sien

relega en acto

a no seguir queriéndote

ferviente.



Förüq castellano er-lobo bohemio a 17-07-2020


El observador:


A esa flor que es flor en mitad de invierno,

parte de raíz profunda guardando, enterrando lamentos,

de nube densa emplomada,

en floración perpetua

abriendo a un ocaso desde el alba,

afán superior en fresco oscuro, umbrío patio,

un cielo tangible en vals terreno,

todo llevado por una primavera ficticia,

en profanado silencioso, vano vilano,

un cruelo alzado,

la pluma escurre sigilosa,

como mariposa nocturna,

blanca grisácea como agitar

de un ala cansada,

mi zorzal es único

y no espera en precaución al milano señor.

Ninguna rosa ha engañado

la perfidia de suelo terreno,

trampa esquiva del bermellón en pétalo

de rosa humilde canina,

silvestres aguas de gancho azul,

andar mío amargo por su vereda enajenada,

corazón de ceniza inmiscuido,

arriar mi harapo de sentimiento,

no tengo sombra,

ni me hace falta,

acaso fue bastante.

Rasgar anhelos

y vicisitudes atadas a ilusiones.

Una flor descendió de los cielos castellanos,

fé escurridiza,

sobriedad bajo sol humilde de marzo,

desdén altivo

como hundir la esperanza en una parca sonrisa,

girón de viento o paso definitivo,

temor recio de observar a los dioses

tras aparente muerte.



El Castellano a 09-03-2019












































TOMO II   SIMIENTE SOLAR


SIMIENTE SOLAR









AUTOR:

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

LUGAR: Cabanillas del Campo GUADALAJARA España
























PREFACIO:




Señales y azares:


Abre que se agita

presurosa una tarde,

de templada mirada

y querellas entre flores

y ágiles mariposas,

hervidero era este silencio

de mi bondad manantial,

completo dictaba

el son de mi despierto,

lozana puridad de abrevadero,

opacidad, completa era y bastaba

a sombra, asida

en oportunidad

la reluciente, cuan estela breve

en azabache

osasen peinarla

como materia tuviese,

mantos blancos

lucientes vestía

madre tristeza,

de tallos

y capullos,

de flores sin savia

ni vivaces fronteras

de colores ni frescas fragancias

a desnudas mozas que los ríos

trenzando orillas, descubren,

inocencia de rubor

y sopor de belleza

sus curvas fecundas plagien,

entre copa de fresnos,

y hayas secuaces

entre robles y álamos encenizados,

se estire mi suerte entre piquillos

y trinos de verdecillos,

era una sinfonía que casi

el tacto alcanzaba,

satinaban los pensamientos,

y sonaban en madrigueras de sueños,

penas quedaban en destierro,

sin ellas nada en existencia

mereciese a gozo amplificar,

bondad que no te pongo nombre,

ni competencia servil te disuelve,

entre arenas  de fabulaciones,

y brea de desmerecerte,

eres señero,

y lanza erguida sin yodoformo,

ni sueño visualizado,

cumbre y manadero

en fuente de aljibe

y abrevadero,

risco con tapiz de siemprevivas;

rosas pétreas,

y álgidos escaramujos

sin tábano

que suerte

vuela el monte,

buscando depósito

y botijo de sangre.

Bondad sin atrio ni costumbre,

eres bella aunque nunca duelas.



Förüq castellano er-lobo bohemio














FANTASMAL VISITA:


Cálido yo, ante un segmento de cobre

y su templado escalofrío,

un son en llamas del sonido, humeante.

Se rizaba un acordeón,

en patitas algún diablo foráneo,

como un visitante fantasmagórico,

se quedaba sentado con nosotros,

sin reclamar ni vender derechos

consiguió en aire de alguna imagen,

turista o pusilánime prisionero aún condenado,

hablaba solo con sus azares encausados

de invisibilidad trasnochada,

muletero de frío cálido ventisqueo,

era su sombra algo más

recelosa incluso ya no le temía,

partía brisas con miradas,

y servía naipes helados; 

en copa alguna hada verde,

vestía de hojas su desnudez violenta,

relamía eclipses en alguna grama, de patio umbrío,

eternidad caracoleaba, sin lazo,

ni pedernal florido,

era tiempo de batallar,

sobre poste cóncavo

de pino frío y señales

en cable tenso de telégrafo,

jugaba notas, y rúbricas,

de alaridos esquivos,

y densos fantasmas, flotaban,

y hacían de esta bruma,

todo corral, y pretil llanto,

como rocío de toda roseta, de penitente,

abierta a la fugaz mañana,

del hombre y su negra tijera.

Miradas extrañas, que le analizaban,

y encendían su yerta,

hórrida imagen capturada,

flotaba en aire;

de plenilunio,

y solsticio embrujado,

como calor desfasando,

un chirrío,

descorchado, en alguna mente,

que, con él, sin saber

se encuentra,

soldando vapores de océanos,

y espumas, y sus sirenas.

Entre vastedad que incendia, 

todas cosas vanas,

preguntó alguien, 

sin destino, si existir por sí mismo

valiese,

era tiempo necesario;

lo que no se elige, 

tampoco se duda, ni pregunta,

acaso hablamos,

o te acabo de pensar,

cadillo foráneo, forraje

de todo sendero

que lleva a conocerte,

como clavo en sombrero,

y cimitarra en tierra asida. 


Förüq


Lluvia sembrada:





Recorrí un palmo

de tierra sembrada,

como un lazo silencioso,

erguía,

era suficiente

para completar

el fondo fantasmal.

Hice una cumbre

con las piedras de labranza

hileras de rastrojos

me surcaban.

Vestía su pliegue

nuevas cintas de esparto.

Más allá de juncos

y yerbas jóvenes.

Márgenes atrás

seguía viendo campos

y pulgas arrinconadas,

agrupándose en soga

harinosa.

Su pecho, un buen trabajo

como dos cinceles apuntaban,

su tez serena asilvestrada,

su tierra de mirada,

lo siento,

no la cambio por nada.

Fluía todo campo por sus ojos.

Su cabello de realeza

imaginada.

Peinarse en fino no pudiese.

Azabache mortal,

y destellos de Lilith

o sombra de Eva.

noche cenagosa que se pega

en mi palabra.

Sus orígenes de corriente

por tierras de fuego,

huérfanas.

Por capas de agua abajo

reflexionaba años halagüeños

confirmaba mi cable,

férrea unión, palmo a trecho,

cruzar la vida terrestre

fue encontrarla.

Mujer de viejas flores

rebrotadas,

con gotas de rocío

su brillo cristalino,

igual que dones de lluvia

relumbraban su cuerpo.

Tiempo en piel

sobre mis pies de paja,

sobre el barro

la tierra fértil,

con hocico de riera

cruzaba sotos perdidos.

Surqué su reflejo

de años esperando,

su flor de tierra

le otorgó su iris.

Mi pala de vida

ya no tenía que sacar

más terrones tristes.

Hundido entre caléndulas

mi voz parecía

tocar el arpa de su acento,

como insobornable

miel de su voz,

a reposar fabuloso marjal,

era su torso sembrado.

En juncias,

barbecho de Artemisa.



Förüq castellano





Cosechada la idea:






Silenciosa, insomne,

en la línea de un mar de grama,

donde brilla y reluce un silencio

y un poste de luz sigilosa y atónita,

como tubería hundida del cielo

a ras terreno,

en tripa de estaño, y venas de cobre

risa matutina del alba.

Canales hundidos de nueve zanjas

hace trescientos kilómetros

no los veo,

verdor que se espesa

entre espalderas de joven parral,

como terrestre ajuar de lluvia,

entre el duro calizo de cieno y tierra,

una glándula en milla arcillosa,

vibrando insinuante toda raíz terrena.

Lámparas entre el campo

de luna sola,

lucen las luciérnagas,

como ecos solos

que holgazanean erizos seniles

buscando caracoles.

Contra la roca y cerro bajo

entierra drenador seco,

a encogerse como ventilador

quemado de savia,

cielos que remolinean miles estorninos

de torvo ceño,

lanzo mi atarraya,

al río Mundo,

estira tersura

pegajoso pulgar

hincando cebo grueso

de hígado en cebo

esperando cangrejo ávido,

adentrase en su perdición de trampa,

ataque de jaula perfecta

anudada en reluciente alambre,

luego entrará seguro

del fondo del río,

como réquiem

por los cosechadores del agua

los cangrejos cantarán.

Ya se hundía silo dorado

de fardos de nueva cebada,

centeno lucía como ola fracturada,

en rojizo de labriego era su eral,

oficio ya veía trilladora oxidada,

y el molinete de la acequia

surtía agua

al canal y río de riego,

la simiente del arado

esperaba ya ser enterrada, sin mortaja

en el terreno ataúd

su nueva temporal vida.


Förüq castellano


HALO DE ENTUMIDA ALMA:


Al sentido intransigente

mi tinta escudo,

era mi corral umbrío

de flores llanas

en pétalo armadas,

como azares que lluvia

plañe segura sus corolas,

claro entre el oscuro

rojizo terreno,

redil de un patio de estrellas,

a mi entumida alma canto,

esta soledad acristalada

que me crece como musgo

en la piedra de mi corazón.

Voces yertas sequedad

en tierra escuchaban,

regué su sed,

atisbo cómo será la vida en centro

mi globo estrella luminaria del día,

si acaso su lumbre sola se sostiene

ingrávida cómo que viaja,

el hueso de luna su esposa

por mares de arena

su magnético mirar

partida la sombra que me acompaña,

resumí en cáliz mi aposento

en sangre nueva y borbotón yacente,

no es por mí mi halo baja a rodearte

este pájaro me habita

desde soto de carne

a hacer nido en razón ausente

en tormento dulce dormido,

tres monedas mi suerte acuñada

por ti

por mí

por el rifle poesía.

Mi contento brotaba

como germina-arte, la fuente,

implacable éter naciente,

auras revolotean púrpura violácea

vil abrazar mi azul

en oscuro cuarto vestido en tul,

verde, amarilla la sola lagartija

me fascinaba.

Manso alacrán soberano

con la araña lobo lycosa lycosa;

tarántula maternal,

del zorzal al colorín

del verdecillo al verderón

del pardillo al canario de cimbre,

del herrerillo al matemático estornino,

hoy tu piel, diviso;

para por fin hacer nido sedoso,

en tu placer

y humedad permisiva.


Förüq castellano



Niebla sonora:


Cielo no me juzgues,

pero sí me gustas,

y mil desánimos me invaden,

como amar una utopía,

enamorarse de una nube.

Que surca el azul celeste,

de propia vida.

Apagar fuego echando más leña,

ver una quimera de piel;

en imposible caudal

Ambrosíaco,

ver la luz sin tener ojos,

enamorarse de una lagartija

de mi jardín y esperar

que me hable cada día...

Pisar un abrojo

y saborear dulce,

como imaginar la miel

de tu cuerpo.

Escuchar la niebla del sonido.

Es todo lo que siento,

vals de nirvana

si mi doncella mi boca

adentra su boca,

sí de trece veleros

trece estrellas de luceros

que es el amor

que te proceso

me ayudarías

a amarte

¿hasta mi honda sepultura?

llamas de amarte profundas en tus ojos

un tiempo

de locura en la vida

llamas de amor

me sirvan llamas de amor

me soplan llamas de amor en tus brazos

te ardo

llamas de amor

avisa llegues bien a destino

profundo en tus ojos

llamas de amor.


förüq el castellano


Bosque de jardín umbrío:


En el bosque de tus ojos quiero perderme.

En el campo celestial de tu mirada.

Vivo, y quiero vivir, siempre.

Del paraíso de tu cuerpo,

soy caricia de lluvia,

soy melodía de viento,

soy te amo sin tiempo.

Porque de tu corazón, soy eterno,

y tu amor es lo más bello,

y caigo en el sueño,

en que abres tus pétalos, para mí,

bajo aquel árbol del deseo,

y crecen las flores,

y el lago emana,

de la belleza de tu alma,

de las violetas y amapolas,

del jardín de la alegría,

eres tú la ninfa mía.

Y las flores de malva, tienen envidia,

las rosas celosas, crearon sus espinas;

porque mi amor, fue para ti.

Las campanillas más sencillas,

crearon en flores sus voces,

en notas, de amor al que llaman,

y buscan, trepando y enredándose,

en la maleza, y la piedra,

el helecho en duelo,

rechazó la flor, y la semilla,

a esperas, de ganar tu amor,

con sus hojitas en belleza,

que se despliegan como un caracol.

Las droseras ansiosas,

su trampa, desplegaron,

en son de atraparte,

en sus dulces gotitas de reclamo.

El musgo enamorado, así se quedó,

pequeñito y suave, como el terciopelo,

para acariciar tus pies, y sonreír

con la lluvia, y el agua.

Donde la roseta cantaba,

y de la luna, se creía preferida,

abrió su amapola, azul y negra,

la adormidera;

siendo el sueño de las hadas,

su prima, la golondrinera,

su amapola amarilla,

fuego del bosque de las sombras,

liberó su ninfa con una gota de rocío,

con ella, llegó la primavera,

contigo ninfa mía, llegó la belleza,

y tú, amor, en alas de mariposa,

abrigaste cada sueño,

arropaste, cada pensamiento,

y ahora, no sólo eres mi amor,

también, la más linda flor de mi sentimiento.

Nunca marchitarás, porque si pasa, desaceré yo.



Gran luz, gran luz, al conocerte.

Cabalga un sueño, hermoso en los albores,

cruzando el mar, su alma está.

Su casa, su amor y su hogar,

en el corazón de su doncella, está.

Guerrero niño, vasallo nombrado, del amor.

Gran luz en su reino, creado de ilusión,

de fuego incombustible, su interior.


Cabalga su amor, su doncella más cerca está.

Crecen las flores, en los alrededores están.

Deleitadas y coloradas,

dejando en pétalos, su complicidad,

para el romance, que viendo están.

Mientras va el río de colores,

con paso lento, y decidido.


En besos de gotitas,

que dan vida, a las almas al pasar.

Llora una plantita, con una gota de rocío.

- ¿Qué pena tienes tú, plantita,

tú, que eres linda, y la luz 

y el río,

te besa, y acaricia, cada día?

-Mariposa quisiera ser,

¡Mariposa quisiera ser!


Volar a la otra orilla,

y a mi amada Quimera,

que está solita, poder besar.

Al viento le pido, cada día

que traiga sus semillas,

para que, con las mías,

abandonemos la soledad.


El castellano


Urdimbre argenta:


Puedo escribir todos mis pensamientos,

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor

y por querer pensarte,

desapareciste entre la tenue, luz de luna, que me abrigaba.

allí la razón, apagó los latidos, de un corazón.

Como tierra yerma,

marchitó aquella flor, que, 

un día, llamé amor;

y ninguna pudo ocupar, su lugar,

sólo la hiedra brotó, hasta tapar la luz, que me daba calor.

Pero yo te sentí, amor.

y lo vuelvo a hacer.




Cerré los ojos y allí, estabas,

como si no pudieses salir,

de mi interior.

Como si quisieras besarme,

o decirme algo.

Pero tú bella en sueños,

no hablas.

en sueños, no hablas.

Y nos quedamos mirándonos,

a ciegas.

Yo te aviso, que en el bosque

de mi mente, solo hay un camino,

y es un laberinto.

El final lleva a despertar,

y enfrentarse con la realidad.

Pero tú bella, en sueños,

no me hablas.

y yo a primera vista,

me enamoré de ti,

por si algún día acaso,

el sueño se cumple,

y ya de realidad me dices,

te estaba esperando,

siempre te amé.


Logré lo que soñaba,

logré encontrar amor,

conseguí felicidad en el pequeño

y largo momento.

No entendí de ella sus lágrimas,

o quizás sí.

Si su felicidad fue la mía,

al revés también sería.

Al revés también sería.

Y yo la esperaba como

aquel día.

Pero con otra compañía.

No lo elegí, sin saberlo

ella seguía en mi camino.

La consolé cuando llegó en lágrimas,

no me dijo por qué,

pero sentía su dolor.

Tenía un presente,

y no soportaba la idea

de quien por ti sufre

es quien te quiere.

Y esa noche lo que tenía,

se esfumó como suspiro

de oscuridad del callejón conocido.

Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,

me mataron en el sueño,

pero el sueño lo termino yo,

y mejor esa noche solo me quedo

contigo amor y mejor,

muero con tu calor

para terminar en ti con el color

de caricias, y besos

como un romance, que no acabó.



Buscándote en el silencio.

Buscándote debajo de una piedra,

o en el fondo de una cueva.


en la flor sin cortar,

o en el fondo del mar.

En la nube o fuera del cielo.

En lo que se ve,


y en lo que solo se siente.

En el sueño y en el recuerdo,

en mi felicidad o en mi tormento.


Buscando, te encontré lejos.

Ahora que en letras te tengo

estás cerca de ser mi vida

y yo, tu verso.



Bella, vuelas libre doncella,

sol te toca, acaricia tus efímeras alas

de mariposa desvelada.

Viento te lleva, allí donde el amor creó,

reflejo de libertad soñada.

Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,

dejaste atrás nubes de tormentos,

rozando tu destino me arrastras.

El manto de las hojas te protege,

buscadora de sueños

de la fronda de mis sentimientos.

Viviendo en la ternura de la dulce mirada,

volando con la fuerza de la palabra sincera.

Durmiendo hasta que se oculta el alba,

ángeles y dragones, arropo en el corazón.

Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,

para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,

cientos de tonterías para tu sonrisa.

Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,

pintando mi vida.

En la caída color gris quedó,

color gris quedó.

En la huida el tiempo y la situación

que cortó un camino en dos.

Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.

Su esencia mariposa del amor.


Me llama en la noche,

me acaricia su velo,

viene altiva en cada sueño.

Con sus caricias, desvanecerse quiere,

renacer en la oscuridad del ocaso eterno.

Comprendiendo y llevándose mi dolor.

Yo, sin comprender su aparición.

Recreando su alma viajera.

Sueños serán, más cada día, 

amo más.

En la belleza de imaginar,

la complazco con la sencilla palabra de amor

a su alma sin cuerpo.

que me acompaña desde que sufro

por el querer.

Fantasma o fantasía,

me guarda caricia,

sin saber yo su razón.

Ella, hasta dudando de su existir,

que yo por amar, la amo.

Más no sé la razón de su compañía,

cuando el reloj marca la una en madrugada.

Más si pudiese saber, preferiría no saber,

quién es preso de quién, o si ella y yo,

somos presos del querer.



Te vi, detrás de la estrella más brillante

del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amor que corre y descansa

entre la inmensidad de un parpadeo.


Entre la oscuridad que alcanzó a ver

la belleza que envuelve tus piernas.

Adentrándome para reposar contigo,

siendo una sombra más,

pero especial para ti.

Te encontré en mi sueño más cálido,

en el cielo encerrado que liberé.


En la noche que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi amor corrió por tus senos.

Y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,

para así, por fin, no olvidarte nunca.

Es solo la vida en mis ojos donde un día

se mide por las veces que te imagino a mi compañía.

Y una noche la vida de mi palpitar sin sueños.


No importa que no te tenga,

no importa que no te vea, porque te siento,

y te siento más allá de donde acaba el firmamento,

en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.

Donde me di cuenta de que, 

el sentimiento descansa,

no muere, como la flor sale en primavera.

No importa que no te tenga.


Porque después del invierno volverás a florecer,

te amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,

pero con el saber que, si vuelves será para quedarte.

Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas;

porque a mí no me engañas, yo soy para ti,

y muero si no me cuidas. porque te entregué mi palpitar,

por lo que somos, 

y por lo que seremos, 

nos queremos.


No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,

y tu amor prefiero sembrarlo a diario,

la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.

Sed de reguero:


Manantial fulgente de inspiración,

es tu mirada tierna sin compasión.

Matices de esmeraldas tu pupila,

enfrentada con mi pupila.


La golondrinera el aroma,

de tu piel frágil, y esquiva,

con sus amapolas amarillas,

el color de tus cabellos.


Un piropo, un suspiro;

de mi amor eterno.

Irrefrenable el deseo,

de entre tus afiladas, y moldeadas, piernas.

que corre, que escapa, y vuelve, el cosquilleo.


Tu boca junto a mi boca, bebiendo

del mismo, agua, del deseo.

Tu piel con mi piel avivando,

el fuego del sentimiento.


Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,

me robaste mi primer beso,

de niño, que nunca había sentido el amor.

Me dolió que te marcharas,

a otro país, sin despedida.

No te pude decir, que te amaba,

pero si regalarte, una rosa amarilla.


Supuse que te lo imaginabas.

Desde que tu recuerdo, 

me acaricia,

siembro en la misma jardinera,

al último suspiro de verano,

golondrineras amarillas y al igual que espero,

sus amarillas amapolas, en primavera.


Espero, que vuelvas, aunque sea como mariposa

O abeja a mi terraza acariciada por los álamos;

y bañada, por el monte de horizonte.

Espero.


Vida en gris, de la que tú eres, mi luna esperada.

Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,

por donde fluye el solitario beso;

la tierna caricia anhela ser algo más.


Mis ojos quieren atraparte, en su firmamento,

mis sentimientos arroparte, con fuego.

Pero yo, sólo te quiero a ti, mi vida en verso,

mi motivo para ser, solo tuyo, para no necesitar, nada más.


Ser el sueño, hecho realidad, la felicidad, de dos caminos,

que se cruzaron, en el destino.

Tiempo para esperar, vida para soñar,

cuando te vi llegar provocaste mi despertar,

y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.

Nos merecemos algo más, en este papel que jugamos,

saber si nos amamos, si el deseo, quiere ser pasajero,

el mío, quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.


Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,

avanza cruza cada noche, el cielo azul, de matices violetas,

siempre te encuentra, la soledad, me abandonó, para poder servirte.

Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.

Pero del corazón, nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,

el te quiero.

El pensamiento, que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.


Todo lo que me queda por decirte, y lo que no te dije,

vida para vivirte.

Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.

Porque eres lo más hermoso de mi mundo,

camino que surca nuestro antiguo paraíso.

Permanece como el compás de mi pulso,

desde que te conocí supe, 

para lo que viví.


Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;

allí donde viven, por el querer, alegrías.



Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,

te encuentro soñando, con otros días, de amores profundos.

Como el azul del cielo, que, a tu lado, te hacía brillar,

mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,


mientras acercas tus labios para besar los míos,

y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.

Vistas de un amor eterno que devolvería vida,

para quitar su despertar, de melancolía.



El lobo vigilaba su guarida, allí su mano le sacó, para ver el mundo.

No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,

guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser volaba hasta regresar.


Te necesito más allá de este sentido, que grita por tenerte,

te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,

y a la vez te adoro, en cada golpe de viento y reflejo.


Me encuentras, y tu recuerdo, reciente, me besa,

mientras no puedo evitar recrearme,

en el deseo, y corresponderte.


Transparente sentimiento, para sentirlo, una vez más.

La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,

a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.

en la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,

maldita mi suerte, que dejó 

que te fueras para soñarte.

Ahora, los minutos me ganan, 

sin ti, 

no quiero el cielo, sin ti.

Como la brisa a la mar, mi alma reclama, tu compañía,

cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final, si ya no está.


Tú mi noche, y mi día, quiero verte, una vez más,

para así no sentirte soledad, en la oscuridad,

tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú, estarás.

Hoy, la noche 

me llama una vez más, 

para soñar que a mi lado estás.

El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,

y no verte llegar, para no verte llegar.

Amor dónde estás, si te fuiste quién, te podrá domar.



El castellano


Noche velada:


Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,

pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.

Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.

Más los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso, de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido, solo templado con miradas intermitentes,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago, 

baila con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te busco incluso estando solo.

Flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;

artificie luzca.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,

humo, humo, humo.

De tierra a ceniza llamando,

le ganó el cigarro y el trago,

recuerda que tus ojos tienen sangre

y también se emborrachan.

Cállate sólo eres una fantasma que yo sólo veo.



el castellano


Ceguera:


No lo veo, pero yo también lo estoy sintiendo,

esto no es sólo lo que siento, es un simple lamento,

de no hacer todo lo posible porque me sientas en este momento.

Por darme a mi momento, sin haber parado a pensar cómo iba el tuyo,

quiero compartir que mi base de existir fuiste tú desde conocerte y verte,

esta es mi vida con la enfermedad mía de la ceguera.

Decirle, que la amo aún, así de no poder verla, no se vaya de mi lado.

Entre noches de humo y suspiros de minutos,

busco tu aroma en mi piel entre el calor de mi cama;

tu sabor en vasos de agua.

vivo muriendo en el oasis de tu compañía,

en tus recuerdos, esperando la arena de tu piel para adéntrame.

La luna perpetua de noches en vela de navegante,

sin mar ni tierra, ni final, solo con un duelo al tiempo de tempestad.

Ya olvido quién soy para adaptarme a un tiempo que no me corresponde,

soñando noches de miel, despertando nubes de nostalgias,

acercándome a ti al cerrar los ojos alejándome en la tristeza,

nadando un océano sin saber nadar, navegando a la deriva en tus piernas.

Adentrándome en tu vida sin querer, donde ya se juntó mí querer con el tuyo,

el halagar cala dentro y profundo, llora la distancia;

comienza el despertar de los tambores, llamando a los soldados de la tierra.

Con el susurro de la luz en cristal de gotas de agua,

pensamientos cálidos me arropan tu compañía,

solo una vida solitaria desde aquella lejanía;


un sol pernocta durmiendo disfruta su luna

con tacto terciopelo una vida de amor eterno

un caballero busca a su mujer la extraña.


Avanza entre montañas de azores

y valles de bosque y ríos dulces,

noche de amor entre nubes acolchadas,


con el frío de un mundo en sangre que estaba en guerra.

Ahora su patria era su tierra en la hoguera.

Se despierta frío y solo tras pintar con nostalgias recuerdos.


El castellano




Tu voz:


Eres fuego en el agua,

eres luz en la noche,

calor en mi alma de hielo,

amor en mi mundo de ilusiones en viento,


bésame al final de este deseo de chincharte,

acaríciame con tus labios,

el mordisquito en la oreja,

el susurro en el cuello,


noche de eco entre imágenes,

pupilas mirando pilares al cielo,

entre verde y violeta de árboles,


ojos de gato, tu gemido,

tímido y feroz,

tu voz.


Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,

lo efímero del segundo al pasar del minuto,

la seda del sentimiento, en su carita del beso,

el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,


acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,

siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,

el momento que dejó el silencio,

el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.


Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.

Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,

se sirve de tu aliento, crea mi armonía,

cada caricia te hace real.


Sostén mi placer cada anochecer,

sé el tiempo que nunca se fue,

sé mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,

detén este instante para hacerlo real,


el sueño hecho realidad, la historia sin final,

mi eterno amor, sin dudar,

corazón carmesí, como flor de abril,

navega mi sensación.


Es un te amo lo que me encanta escuchar,

los mil que me quedan por decirte;

los que nunca se irán.



El castellano.


Los pequeños detalles:




Una nube de tranquilidad me cobija mientras observo el paisaje. El caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado de la piedra caliza, que resiste el embiste del viento y las lluvias; la lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y cierra un ojito, aprovechando los últimos rayos de sol; el escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes patas, tropieza y vuelca quedándose varios minutos intentando ponerse derecho; mientras, se despierta uno de los dos grandes murciélagos, que aquella cámara de la gran casa rústica, ocupaban.

Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de los pinos.

Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con caseta para las gallinas; frambuesas y arándanos, en un pequeño huerto al lado de la puerta, un pequeño estanque de azulejos en el aljibe, donde nadan tres carpas y un barbo, oscurece y el joven rapaz, de cernícalo primilla, del palomero oscuro de la casa, se lanza a por un pequeño ratón de campo, que andaba merodeando, buscando algún resto de harina o de grano.

Con los primeros rayos de sol, la mariposa de bellos colores azulados, dando sus aleatorios vuelos en busca de flores de lavanda, es atrapada por el pequeño mochuelo, que salta del agujero de aquella antigua encina.

Avanza el día con el volar de un salto de un saltamontes, al criquear de un grillo cebollero bajo el frescor de su madriguera, bajo una atocha de esparto, ya dorada, a mis pasos bordeando las vides, detengo mi visión en un diente de león que paseaba una doncella escarlata, o mariquita; buscando pulgones que comer, voy hasta el roquedal con una trilladora oxidada, que vio mucho oficio, se descubre un bello lagarto ocelado, que asustadizo rehúye mis pasos, un alacrán camina lento su despiste, sin alerta, por la piedra, y una araña lobo lycosa lycosa, le lanza fulminante mordedura sin defensa del aguijonazo del alacrán, todo sigue su curso instintivo, de silvestre ecosistema, donde ni la culebra bastarda se molesta en bufarme, ávida busca nuevo escondrijo; todo sigue la supremacía del devenir de las estaciones, y genética de condiciones, que todo animalito sigue sin recelo.


El castellano




Relente:










En este linde se construyó mi pecho habitado,

se escaló la colmena de labios grises,

por la escarapela fluía veloz el sosiego

de mi vida quieta,

por romances oscuros caminaban mis nervios,

una ruptura de estrella

tumbaba la compuerta de la belleza,

para sembrar allí latidos etéreos,

recto escalafón dorado al beso

y tu cuello me nace doliente

fulgente fuente enternece mi suerte,

yo hablé con mi amor que no existe

y aturdida me contestó la voz,

era como un eco sordo en alta voz

resquebrajando un patio de perdices

y altiva sonaba por las cumbres

jugando y riendo con lobos

sí esos que habitan mis ojos,

aullando y espantando los dolores

en mi sien,

mis dolores que se querían

como hermosas flores desnudándose

en altas espinas profundas,

allí sólo caminaba mi rosa, toda

siento deciros que yo soy del viento

y el viento es mío

en estiaje gris pálido cruza mi relente

del cielo su lluvia,

con impetuosa fama,

sacude la tierra y su flor bella clara ,

dejándome ser como el rocío primero,

en recorrer tus labios,

quiero habitarte en canción

que haga surcos de mí

en tu alma verdadera.





El Castellano



Piedra-corazón:


No es una piedra, es mi palpitar,

su latido cesó y en piedra cristalizó,

ella lo tiene en cuenco con agua,

a símil de mascota que nunca muere.

Le sonríe cada día, normal es mi palpitar,

no huye, es piedra fiel a su amor.

Con caricias sintió que palpitó,

que fue su inspiración, su amor y su dolor,

pero en piedra cristalizó, pudo darle calor,

ya que nunca quiso mi dolor.

Esa piedra-corazón, 

fue músculo,

pero murió y ahora solo le queda esperar,

esperar que el agua y el tiempo,

le otorguen musgo y sangre verde,

que ablande los cristalitos de su interior,

y resucitar.

Quizá algún día, cuando ella se olvide

que es una piedra, volverá su palpitar.

Pero yo ya noté la ausencia

de vivir sin corazón.


el castellano


Desvelo dulce:


Café a la una y once de la noche,

despiertos los murciélagos,

raspando sombras,

bailando a la luz de las farolas.

La ciudad que no duerme,

mi mente volando, siguiéndote,

enredándome en tu pelo,

atravesando la luz incandescente,

como buen murciélago mi vuelo,

cazando letras para tu sentido despierto.

Sorbo de un café con leche y con hielo,

anhelos y sueños de un amor eterno.

En aroma de café a la compañía de una Leannán Sídhe,

Leannán-Sídhe del reino idílico, 

el mío nocturno,

tu fuego el día de mi noche,

quémame porque me dejo quemar,

soy fénix esperando resucitar.

Con brea de estrella un corazón puro,

con oro y plata

los reflejos de la noche en la ciudad.

como buen murciélago mi vuelo,

enredándome en tu pelo.


Vívido desliz: 





Muero por un beso

vivo por un querer

cruel del destino

condena de una pasión

que creó tu pestañeo

al dejarme ver

tu cielo encerrado

fijamente tres minutos,

y morí con tu pestañeo.

demostró que fui

importante para ti

y que a pesar y muy

a mi pesar de los problemas

seguí en tu mirada atrapado

hasta que la aguja

de aquel reloj de pulso

se paró al pasar

ciento ochenta segundos

mi cambio de vida

cuando consumí

medio giro al decir:

-Siempre te amaré.


II

Enciendo maquinaria

de este tiempo disuelto,

en pétalos de éter y formol,

desangra la rosa secreta,

y un estambre rige,

destello que precipita,

el albor.

calidez de ilusión,

y araña que arrastra,

tejiendo el eterno sentimiento.

Yo que arrastro

mis aciertos,

como desnudo sol.

una noche cualquiera,

y activé el engranaje

mi reloj de pulso.


III

Mi carmesí caléndula,

fijó su pestañeo,

en mi camino de destino.

Alumbraba un candil

dormido, una luna llena

de enero.

Era tiempo suficiente

para huir y quedarse.

En la boca formaba

toda sombra de opacidad.

destrenzaba un halo.

Sujeto de una lágrima

pasajera, un segundo más,

y devoró el dulce tormento.


IV

Giré entonces la tuerca

de mi corazón oxidado,

por tantos aullidos nacarados,

y su ente femenino

me atisbó un beso

a mi alma.

Era el crepitar de la llama,

que mandabas como loba

y como luna se prendiesen

todos los colores

de mis sueños

consumiendo mi tiempo abierto,

que completo el giro,

dictó la vuelta

al inicio del sentimiento preso

que sin retorno

siempre te amaré.




El castellano Förüq








Lozana silvestrita:





Mañana fría

en la que aventar

espigas recién brotadas

al revuelo de una mariposa vigía

flora-posando, todo el doquier

ensimismado.

Suelo ario que se blandía

sin atisbo de despedida.

Larva que soñaba volar

sobre alas de mariposa cabalgada.

etéreo desliz de fronda suave;

que espartos abrían

rajando tierra

en calima de cerro viejo.

Las jaras en abanico

se apoderaban del terreno,

al transcurrir

de los caracoles sonoros

judíos, blancos.

Soto de perdigones

entre insectos inherentes

afilan ideas mi paso.

Abría el cielo un febrero

un carrusel de luciérnagas por estrellas

del techo la concavidad

presa o caverna abisal

de horizonte helado.

Los pinos caracoleaban

cada vado

entre secuaces

carrasquillos de flor en piedra,

romeros entre tomillos

atisban como señero

el cerro bajo.

Torreones de álamos

acicalaban al viento

sones de nuevas nieves

fugaces.

Daturas y tomatillos

del diablo, hacían distinción

entre nuevo verdor

de retama que ya en flor

amarilleaba.

Ya asomaba todo vástago

de simiente

del invierno casi gastado.

Ababoles ya sonreían sus dientecillos

de suaves hojas

en jóvenes plántulas.

Lucían incluso espinas

señores cardos

y breves cardillos de las damas.


Vorágine terreña:


Hijos de la niebla,

regresad sueños dulces

sin áspero corpiño

ni denso verde, espumosa moral,

como ensueños caracoleados

que no disipan

en bravo pecho

de gloria tranquila en cerro.

Disipada bruma que años no regresa,

cada momento caminante,

de silenciosa fuente,

y ceño anhelante,

de ávida inocencia

entorchada conciencia

que vuela lides

monótonas y seguras,

donde noches escapan,

como el corazón endurecido

pierde visión de luz,

era un huerto de luna

en la campiña,

de ortigas y forrajes

entre zarzales y tomillos,

entre brezos y carrasquillos,

con fuente de añil

transparencia líquida,

entre esperanzas que alma titubeaba,

servil de días rojizos,

que no se llevaba su paz

ni tempestad enfurecida.

Al pie de un jaral

que ni el tiempo doliente

con él puede ni sepulte

umbral plácido

de fértil viña que el río tajo

escala cumbre,

poco antes que el río sorbe

a su mujer encuentre.

Iniquidad en blasón

de noble comunero,

que ni desenraizarse,

ni matar por su tierra puede.


Förüq castellano



10 Olvido:


Olvido.

Olvidarte nunca podré.

Nunca te podré separar de mí.

Estás en mis sueños, en mis

noches más frías y en las más

calientes.

Como una manta que me abriga y me arropa

cuando me descubro solo.

Como mi sombra.

como mi reflejo.

Olvido ¿Por qué nunca te encuentro?

Será porque no te busco, porque

vendería todos los mañanas,

por un ayer junto a ti, amor.

Ya sé que soy inmaduro,

pero te quiero, y lo sabes.

Si ahora no lo ves, ya lo verás.

Pero mi tiempo ya pasó.

Como guillotina

que partió mi palpitar en dos,

para darte una mitad.

Olvido.

Olvidarte nunca podré.

Siempre te amaré.


Esteban el castellano



16

Primavera:


A ti te escribo primavera,

tú, que llenas de vida el campo.

Pones los campos en flor y verde.

Tiñéndolos de color.

Los pájaros silvestres, 

anidan en las ramas 

de tus árboles; 

dan de comer 

a sus pachoncillos,

y trinan como nunca, 

antes del alba y después.

Los animalitos nocturnos, 

también salen a cazar, murciélagos, mochuelos, y lechuzas, más en esta época;

que hay más vida, y alimento.

los erizos, salen de su letargo, invernal, a cazar caracoles e insectos,

y comer frutas silvestres.

A ti primavera te canto, 

que llenas de vida el campo, tiñéndolo

de color, y vida.


Esteban el castellano


17

Poema al alba:


A ti te escribo que con los gorjeos de los pájaros

ven salir tus primeros rayos de sol que iluminan la tierra

y los campos.

a ti te canto luz del alba.

Ruiseñores, jilgueros y demás pájaros silvestres gorgojan minutos

antes de ver tus rayos.

Yo veo tus amaneceres azulados y tus puestas de sol rojizas nunca

me he perdido una.

Quizás, soy un loco bohemio, que no duerme porque está enamorado

de tu naturaleza.


Esteban el castellano



Nocturnidad en colmillo:


Llameantes pesquisas

de acariciar tu éter sediento

noctámbulo,

preciosa de magia insobornable,

quién pudiera besar

tú honda alma incuestionable,

cuando tú escribes musa,

los destellos dejan de ser secuaces,

las mariposas no se aplastan

embeben tus manos

por mí encauzadas.

Entiendo la secuencia

tu rocío suave permisivo,

sólo dicta que perpetúa fragancia

de nuestra secreta flor.

No llegaré porque sí lo haré

a colmar el atrio castellano,

con mi dicha floreciente

mi sentido a escribirte

mi sentido a difundirme

en la beldad tu entraña

en ese alarido despierto que clama,

algunos cambian

mi amor por ti es más duro que el bronce,

horda madre de las brujas

yo por oscuridad,

compararte pudiera

obstara diosa triple que entonas los campos

prendiendo en flor los campos,

yo por la flor sea la flor

no osaría compararte

pero si mi musa es raíz salvaje

yo abro cielo terreno

y si no soy raíz de los dioses sus hermanos versos,

yo no soy hombre soy hartazgo de bestia

e-nominada porque la amo

sin febril demarcación cuerda,

si me arrebatan su espina en mi pechera,

no habrá piedad existente

porque la verdad de las cosas

a veces es su contrario en puridad,

como es arriba canto

porque igual ídem es abajo,

vivir es más complejo

y fácil morir,

con lo que morir de gusto

es vivir de gusto contigo,

necio sería que no niego,

si pierdo sin vencer,

ganarte el cariño es lema,

reverbera mi palabra de alabastro,

en fuente de ópalo tu regia sangre,

he vencido ya creo escribiendo

mi una de sangre de la madrugada,

ay de los que pueden morir dije,

bienvenida a su nuevo mundo,

porque naciste golondrina para la eternidad,

única, rememorada, pero en condena:

-Jamás sola porque vivo.



förüq el castellano



21

Contigo sangre refulge:









Te ensalzo mi divina amapola,

por cuántos pétalos

te hicieron esfinge de sangre,

enardece a mi espiga

que dorada te acompaña,

mi céfiro que en tu seno

acoges,

mi sol blandía

entre pajarillos

sones sobre trinos

de cabeza púrpura,

belleza te tuviera secuestrada,

yo, con mi áureo espino en mano,

puras tus alas,

nosotros,

carne y cuerpo de tinta en pluma,

coloso atemporal,

de rayos en perpleja simiente,

osadía mi amapola,

traer derecha en frente,

la llameante lira de occidente,

al instante, nítida y luciente

me traes dique inspiraciones,

por aureola y tu flor secuaz.

Mi vida mi sangre

bermellón, morada,

te desnudo mi brisa desconocida,

por mi jazmín

que ámbares completa,

tu belleza cuidaba,

entre los bastiones

que mi cordura cercaba,

enramada hasta cintura,

en mi jardín soberano y delicado,

beso tu brillo de tierra,

mi amapola.


El castellano, Förüq


Preámbulo derramado:


Devanados de un destino,

fundado en el vals

mi propio engranaje,

místico, áspero,

en flor de supremacía

donde ninfas musas

bailan,

destino insumiso,

parco,

vestido mi precoz precipitación,

como gota de rocío

resbala del precipicio su flor,

a lomos de un caracol;

me pregunto

si acaso vivir

tiene sujeción a la vida,

y la cuerda es de bronce.

Seguiré acontecido

mi suerte ausente,

amándote al silencio

que cerraba los ojos,

y seguía preguntando,

si mi ilusión

colmaba la expectativa,

ojos del metal noble,

fuego al hierro

que mi camino ablanda,

fecundador de mitos y desgracias

mi reverberar de nombre,

solo, traspuesto,

al océano impredecible,

como capataz musa,

de tu huerto de estrellas,

por corralillo

y redil de estelas

y destellos indiscernibles,

voy rumbo al ímpetu

de solana luna

y su guiño me cuelga,

sí acabaré de irme

dejando alto mi estandarte.


Förüq castellano



Silencio regenerado:




Saeta, saeta bella,

saeta parca,

saeta ilusa, saeta inocente,

es el final del espectáculo

saeta madre encubridora,

de toda mentira enclaustrada,

yo te amo saeta,

saeta alada,

saeta heridora,

saeta encausada,

saeta parca,

saeta celestial,

saeta infernal,

saeta canta,

que mis ojos sean tus ojos,

saeta que mis manos sean tus manos,

esta cruel noche un diciembre,

que yo soñaba estaba escribiendo,

un canto a tu cabello de oscuridad,

saeta mística,

saeta horrida y hermosa,

tu beldad piramidal,

se estrechen caminos,

el cielo se abra para escucharte

mi saeta esquiva,

mi saeta complaciente,

como es arriba es abajo canto,

seguir peones vuestro circo,

que este trovador

de campo llano,

sabe quién es y de donde llegó,

ahora te odian saeta,

ahora te aman saeta alada,

me diriges por el parnaso sin final,

o me quitas hasta la vestidura

más pesada,

volemos abismos amada,

volemos cimas inefables cariño,

hasta donde se oculta el sol por el este,

sociedad de creer o no creer

yo elegí creerte saeta

y hoy sigo en la cepa

esta vida que me cabalga la estampa,

cerros intransigentes

molinillos al fragor de vientos voraces,

esparto entre las jaras y solas carrascas

brezos soleados por flores ausentes

un invierno que se desdibuja solo,

saeta amada elévame en tus alas

yo vine por el son recto,

blandiéndome de un hinojo solar,

esta vida que sin ti

saeta la creería una dulce mentira,

por la que morir

y no morir por una crueldad

impuesta por el ajeno

que nunca

nunca serás tú

mi amada saeta,

esta existencia

que se dobla y niega a sí misma

para decir que yo soy el rey

que yo soy el cuchillo,

que yo soy el proceder

inmiscúyete,

otra vez yo sé quién soy mundo

este es mi manifiesto y

el de mi saeta bella mi espada,

mi vida,

mi indecencia,

mi crueldad de espira,

mi corralillo espectros yertos,

era y es

el hipócrita dejará su vestido,

el trigo limpio

será trigo limpio

ahora y siempre,

espiga y cante

hasta rodeado

mi padre trigo.

Vengo de las espigas de abajo,

asolando verdades,

mi panada amada,

por la saeta olvidada,

se despertará

por los que venimos

del trigo limpio.

Volando sobre parajes

entre tierras de añil barbecho

y su azada de viento

mi solaz saeta entre cardos

de todo fértil sendero

que lleva al infierno.


El castellano Förüq


Mecha de oscuridad:


Vengo que vuelvo

de un silencio, profundo,

de un vacío completo,

traigo para sembrar

un ascua melífera,

del seno las arduas estrellas

que llevo

que cuelgan de mis ojos cual arañas,

una vid de vida

en seno esta anublada, azul

escarcha,

todo colmaba el ímpetu de suspirar

sin brasa diestra,

ni compás ambivalente,

sobre estos treinta años que

y que no me sostienen,

porque aún no me hicieron nacer,

sobre los lustres que ya no son,

anudando galaxias

y su cobre perpetuado de sólida luz

inmaterial,

electrificas mi mirada

como aljibe rebosante de ilusión líquida,

toda esta sed que vive el pasado,

y en bruma cegada,

muestra,

que tiende tu rosa helada,

embebida de pétalos de espectrales

sábanas purísimas,

nací en vez primera sin terminar,

y no fui ni abeja ni vencejo,

para poderte acompañar,

era de un eral sujeto,

como membrillo de un árbol sin escuela,

y pera de chopo milenario,

todo cruzaba mi relente

y acabé tendido

en mi osadía de seco tajo

llamándose gloria

para acabar conociéndote.

como dije en primera vez:


mecha de luz:


-Vuelvo de tu vacío repleto,

anidando cobre de galaxias,

desde luego aún no hace treinta años

que nací allí;

en vez primera sin terminar,

vida húmeda y animosa,

alzado a luces de alba sin acabar,

vino tu silencio conmigo sin ti,

como alto arbusto fragoroso,

me paseó mi jardín

como un mordisco

y un beso sonoro deslizando

que suyo me jabra hendiendo la tierra,

una boca de metal de pala,

que abre zanja.

tu alma de recto augurio,

o ave como futuro de hibernación,

ave nocturna

en tablilla de azabache,

como puro origen inmiscuido,

nulidad insobornable,

traición de hechizo

y nota de caligrafía desangelada,

mudez última de relámpago,

pluma de mi ojo abierto,

soledad infinita de mi despierto,

como fe sin cargos

rueda mi vertiente,

siempre relevada por dios sollozo,

palanca usé con la puerta de Plutón,

alcé el margen 

de rebelión sanguínea de los dioses,

cielo asido el vil manifiesto de relámpago

surqué, gloria vespertina de héroe,

Cocitus cantando su aire

de oscuridad iluminada

clavando negras riveras, hundiendo

y desplazando los montes;

lago estigio me alimenta el latido,

y mi férrea sangre

directa a superar lo inabarcable,

tu rama vestigios de plata corté

del cóncavo bosque en tu acre,

creció en su lugar segunda rama,

de titanio,

que conseguí cercenar rotundo

y hoy llevo clavadas sus hojas, 

en dos talones fundidos,

columna y cadera,

con todas sus espinas de titanio

sujetando cada diente mío.

bajar al averno es sencillo,

subir los aires en altos cielos,

nadie pudo;

yo allí voy a mitad camino.




El castellano



Förüq Er-lobo bohemio




Dicho azur:


Adentro esta bruma azul de mi contento,

avanzo estas flores del invierno,

por árboles desnudos y sus cantos,

yaciente mi sed de nuevo,

florido cierzo,

primoroso veo y beso mi sañudo suelo,

lumbre sin sol

en que la luna no aparece,

presurosa de melancólica siembra,

una estrella emblanquece

por cielo extenso,

y en lluvia derrama que desgrana

la vejez de la grama vieja del camino,

custodiado por la señora malva;

acrecienta mi linde vago por majuelos perennes

y solas zarzas,

lágrimas de mi tristura,

regocijo de varios,

ya que antiguo son,

solo mi leana ablandaba mi lira.

amores ponderables

mi ser no rehúya,

desquicias mayores, otros

oigan en retirada,

a murmurio grave me alzo,

en esta tela de araña

y la luz de alborada

me tiende en extasía.


Förüq el castellano


Siembra erguida:


Izar de un cantar,

de tu cariño enfuscado.

batir vuelo, elevándome

entre lares de hayas

y sombras de hojas

escritas y reveladas

de ceniza de fresnos, sembrada,

deseos, sueños y corajes,

y sus raíces del alba

por ocaso admirado

que cerraba flores en versos,

y musas y jerarquías,

de hadas y elementales,

entre árboles y frondas suaves,

su idioma en vertiente

asilvestrada,

lejanías de suspiros,

y granates lucientes

entre fortalezas pedernales,

y cuchillos solares,

hija de la niebla.

doncella oscura,

te llamo desde este latido

proscrito, que te busca;

y entre espinas

su luz gorjea 

que amarte no es vanidad

de ambición ni naciente

ni floreciente.

Es un dulce designio,

entre mis lares cabalgados,

y riveras de río sanguinoso

de todos los lirios

y su hidromiel,

sangrada,

tus cauces, insobornables

que pureza y rocío en flor 

hasta albor de raíces brotado,

destino y camino ingobernable,

valle de signo y tierra alumbrada,

oh se cavan surcos de mí en tu alma

verdadera, nunca para agraviarla ni dolerle,

una dicha y una alegría tejida,

tu sonrisa,

que abre el aura

y deja su energía en mirada,

ya maldigo a este incierto saber

si terco y necio

me reniega osadía, ventura y fortuna

de a tu vera conservar mi labor

y creencia, seguras, 

un beso te dejo

entre zarzales de fuego,

hay alma,

hay alma,

hay alma

porque sin ti;

belleza no existiera.

Miles de lumen, Lit C et sumun Canae.


Förüq castellano a 29-07-2020



Ferviente tajo floreciente:


Exultación, de saturnina rienda,

desempeño en posesión

y toma de filo relucientemente acrisolado.

Protección servil bajo y hondo metal;

luz de esfera, espiral canta,

cariño a sepultura animar,

honrar, preservar,

oda desde este cementerio

solemne alzar de honra,

escala áspera, tangible,

vine y me derretí;

su voz dulce,

inmancable, ni en fíbula

ni en broche al corazón,

que ya sube y derrama,

mil rocíos en flor de caléndula,

mil fragantes deslices

me indulta, que a ellos induce,

poder de arder

flamante,

sombra eres

de Ostara la brillante,

se queman de mí

injurias, infamias,

desquicias de campo abierto,

por este duende,

por este arte,

tornando tu sola mirada,

acampo que acompañaré

toda vítrea lágrima,

estigma que camina sus fábulas necias.

Si soñar, te sueño,

viviendo bajo el orden,

se asigna a defender tu pulcra sonrisa,

uno, ni abismo comparable

al arma reluzco y hago visible,

de Ostara, la brillante,

es viento del este,

es aurora, la bella,

que blande, que rige,

estela inconmensurable,

rocío de nacer, de toda vida en color,

oh gloria,

oh amapola,

de sangre de tierra

en sola viola,

campanas restañen,

una morada y fortaleza inabarcable,

tu amor cruzando y surcando mi sangre,

era, eres d' este amor espuela,

abre tu bosque umbrío,

deja abierto de tu santa ternura,

portón verdadero,

vine por la voz surcada

de un herrerillo,

vine sin calzas

desnudo como me conoce

un diamante blando

y su des nacer limpio,

de turquesa

y azur marino,

elevé ancla en tu aprecio,

tinta de brea

y sangre de azada, mi bandera,

supresor del ruido activo

silencio mortecino,

dicta,

segundo poder

conquistar,

a un sin miedo dama oscuridad,

le preguntan

si luz fue antes

o si tú mi musa pariste esa luz

que inspira, plañe y regodea

sin calzas ni dureza.

tengo permiso y orden

de presentarte al tercer poder.


III

Mantener

uno, todo azar de intensidad

y fuerza que arde hasta esquela,

mantengo tu cariño

vivo en mi ser,

dicha es poco,

lo siguiente a dicha

que se extendía,

bajo puertas del dulce, sinuoso,

umbrío averno,

tomo, que explayo,

número y lugar a defender

te imploro

susurrando,

ven  flagrante a nuestro combate,

te espero hasta tiempo

en clepsidra me derrame

colmado de todo júbilo,

arder. conquistar. mantener.

Coraza, armadura base, de Zeus;

y atenea musa; que armo y amo.


Förüq castellano Setanta a 30-07-2020


Vientecillo elucubrado:



Rompe el melancólico fulgor

el sol en corazón

que la niebla un diciembre

difumina en son,

yo bogaba difuso

como primavera lozana luciente,

suspiro, oh tempestuoso recuerdo

mis flores marchaban,

suspiro de pasión

vino arrebatarme mi desventura,

desde navío en reposo,

cuanto no veas

acuérdate del agua hermosa,

tanto en alma

como en popa de nave,

el cielo carmesí me embravece,

surcando bonanza,

acuérdate alma de mí,

viva fortuna,

que de boca invoca,

musa transparente

su dulce porte,

semblante de arma en dueño,

oh sueño,

contigo tantas veces,

despacio, o desvarío,

cómo alzarte y cantarte lleno,

sin flores ni pajaritos impíos

sin caléndulas azules,

locura de dulce armonía,

lumbre en astro de numen mía,

agrava como amarte

derritiéndonos en la nieve.

Cielo, suelo y anhelo

de hojas arrebatadas,

crujidos de mis tumbas yertas, abiertas,

dones de sufrimiento desploma,

sombría yacija de cuna,

cruel aroma

estiran las rosas de muerto,

y no lo claman vanas

de aliento divino,

quebranto de sosiego anclado

a la fría tierra

de este diciembre

que viento ardoroso,

aclama en soberana lucha.


förüq castellano


Inmenso placer secuaz, inefable:





Clama ante la aurora,

presurosa aura intranquila,

ardua la dicha exclama,

que si por querer fuera

igualara el agua de los montes

que, subiendo, baja,

afilo este mi solo intelecto

por muralla que no cierro

desvela el clamor de la intranquila rosa,

quién a igualar mi dicha baja,

furor ostentado de la piedra frigia,

va mi reguero desnudo

por musario cerro,

su cernícalo avizor vigía,

milano señor en soberano cardo,

luces del alba

plañen sus rayos

de nueva alborada,

ven, agita la guardia,

conmensurable acequia

mi sangre estrena,

voy por piedad avistada,

luna habla,

destello de noche febril

que otro año más no enfriaba.

Iimperios de ojos cerrados

en nocturnidad en cegada,

franca tapia de espejo

y su beligerante reflejo.

Amima, mi viborilla,

secuaz tu alma sólo destrenzo,

tiempo, hálito voraz

que enciende calor presto

de caballero,

a su dama hoguera,

corriendo por fuera el granate,

sanguinoso,

por escalas a este placer inmenso,

esfera tu secuela

en faz instintivo,

desaprendido,

rumbo al carmesí insobornable,

destino dicte quedarme

en tu nube intangible,

en vaporoso éter, tu magia,

hoy vine a besarte,

y a desprenderme,

de tu cauce en tu cuello

aliviarte,

bronce en ala y su verdor

de óxido que rige,

que envanece,

que resplandece.

anhelándote.


Förüq castellano



Sentimiento labrado:


Viento, viento bonito

lleva al cielo cada escrito

arropa este amor en mi cuerpo

en mi corazón te llevo

hadita de mi sentimiento

noche hoy en tu sosiego me encuentro entre nubes violetas

y el cristal luminoso

de esta luna de invierno

bañan mi cuerpo tus latidos

sordos de oscuridad

y a este cielo sonámbulo

lanzo mis ilusiones al viento

siento tu caricia de alma

y te bebes mi calma

despierta esta rosa sangrienta y su aroma de romance antiguo atraviesa el pecho tu amapola eterna primavera

cuando mis ojos te ven entera cada sentido despierto

como fiera al acecho de tu latido hoy en tu bosque me pierdo

tu imagen surca mis sueños

como cada noche que siento tu beso

y como me cuidas,

como soy yo tu alegría

mi vida vistes de amanecida dicha,

hoy la hierba escala mi montaña

la lluvia germina todas mis semillas

de pasión y fuego,

donde entero me entrego

al placer que muerde

y envuelve en quimeras,

como sencilla tu sonrisa

y tierna tu caricia,

ya no hay súplicas

solo felicidad desbordando mis cauces,

te sostengo fuerte en mis brazos

para nunca soltarte

para eterno tenerte

si por soñar soñé acabar con la soledad fría y escarcha de esta melancolía

llegaste tú a mi vida

como cada noche siento tu melodía

y me acompañas cada día,

salió el sol después de la tormenta

y ame tu esencia

regando mi interior tu voz de alma amada

tú bella y dorada calma,

rompí las cadenas que me anclaban al pasado para luchar por mis sueños y alcanzarlos, entendí el idioma del silencio

y hoy contigo

lento construyo mis escaleras al cielo,

este firmamento clama de azul sediento, ermitaño en su montaña del sentimiento

el amor jamás salió de su cuerpo,

de él decían que quería comprender al amor, tras una flor la conoció y la preguntó

qué eres, amor,

no solo nací de esta flor

tu inocencia me enamoró,

curaré tus heridas de dolor viviré de tu amor.

Vuelvo a este dulce tormento buscando llenar de amor el cielo, labrando el campo de tu alma

y bella mi amada

te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas, estas flores cantan la canción

que te enamora el corazón.

Vuelvo a luchar como ayer

con tu amor jamás desfalleceré

eterno en tus alas viviré.


El castellano y Leannan-Sidhe



Azar relegado:


Navego los límites de tu silencio

tu luna, reina mi cielo

en este horizonte de ilusiones y sueños

tus besos florecen mis recuerdos

las mariposas de tu piel tersa de seda acaricio eterno el momento que escapa entre tus labios cuando brota el te quiero,

y en mis ojos te encuentro,

donde me enseñaste a vivir el momento

porque nada es para siempre

escribo el sentimiento

ese que me hace amarte despierto

este viaje sin retorno

me hace buscarte cada noche

para que tu amor surque mi sangre

y mis sueños de tu mano puedan acariciar

lento muerdo el placer preso

y la lluvia envuelve nuestros cuerpos

recorro tus parajes, me pierdo en tu bosque este fuego late en esplendor

encuentro tu dorado amor

oigo los aullidos del corazón

atrapo mis flores de pasión

quiero y te quiero en cada amanecer

donde agradezco cada aliento

cada suspiro que asesina al tiempo

y da vida a mi sentimiento

mi eternidad alcanzo acariciando tu cielo, entero me entrego como el calor de un lucero, sintiendo tu amor latiendo,

avanzando tu cuerpo como quimera de pasión y fuego,

condenando al tiempo

a morir en nuestro pestañeo con un beso, encontrando el lenguaje del alma en cada verso, cabalgando juntos cada firmamento,

flor de sangre naciendo en mi pecho

clamando este amor que te profeso,

cálido, el momento, de desnudar mi alma

mi bella, amada, una flor en tu mirada

vuela libre, doncella, tu esencia mariposa del amor,

en mi interior quedaste

de mi ser te adueñaste

puedo sentir como tú sientes

en cada pensamiento vives,

a tu lado siento desvanecerse el dolor

este ardor de pasión jamás me abandonó,

hoy agradezco que me arropases en tus alas

para nunca soltarme

para abrigarme cada noche fría

por ser mi eterna compañía

y locura del ansía mía,

tu amor mi sinfonía

como tu beso de cada día

fiel me entrego a la caricia,

mi amor sin descanso

incesante fluye el verso por tu abrazo,

a tus pies me encuentro

esta mi sangre te entrego

este fuego late en cada beso,

germinaste dentro todas estas semillas de amor eterno,

hoy hadita te canto a la orejita

encuentro tierna tu sonrisa

en cada flor encuentro la belleza amanecida

en tus labios descrita, en tu piel mi caricia

en tu corazón siente mi brisa

cómo me hago lluvia y río

en cada silencio que rompemos juntos

como juntos nos verán hasta el fin del tiempo.


El castellano y Leannan-Sídhe


Sendero mi suerte:


Corro, a observar,

el vago nublo,

del invierno de mi suerte,

tras él, el brillante sol,

reluce de nuevo,

una fuente de retozos azules,

y caléndulas,

flores de Odín,

bordeadas por espinos,

o majuelos silvestres,

un aspa de luz y de frío vil, sordo,

oh de luz, y de frío,

era mi azul desquicia yerta,

oh cuan abarca mi ineptitud

entre señeros dulces

y crueles ramajes de idea,

oh de luz, y de frío

era mi azul miedo.

ámbar blando arredra cantando

de sol y de frío era mi oscuro invierno,

partido,

quebrado entre destellos de flora,

y sus flores sujetas,

encontrase siguiera

amigos entre los insectos

vendría por mí el solo halo

de soledad que amilano,

vil milano

hermano mi cernícalo avizor,

por altas torres y agrestes sendas

que arregazan caracoleando,

oh mi ámbar

de luz y de frío

sangre del tiempo, petrificado,

por misario cerro

voy con azor en mano

en busca de la insigne

perdiz huidiza mi dulce tormento.

Oh mi suerte, sombra de agua

oh mi luz, y de frío mi insignia pasajera.


Förüq el castellano











Soto en sol naciente:




Noche silenciosa umbría,

de negrez, adjunta;

al crujir del halo

que destella su pulcritud en estela,

coraje por violetas ausentes

y flores yescas alumbradas

por la dulce luna casi llena de enero,

mis falanges ensalman

el sendero inencontrable

hasta el portón verdadero

de nueve cerrojillos infranqueables,

orando por mí mismo se abra

esta insepulta tierra

que me sostiene,

mi semblante perdido

jamás abra el yelmo,

en clave de unión

se abra el aleteo fugaz prometido,

que encarnan tus maderas reflejas piernas,

un sopor y obtuve tu anhelado sabor

de tierra nueva virgen,

como letal aleación de savia y raíz

formando tronco y hojas esbeltos,

como dos rocíos se forman en tu sonrisa,

cómo te enraíza el sórdido éter embelesado,

dictando retorno

de mi primorosa,

mi musa cristalina;

soberana en turmalina esencia,

umbría vivirá nuestra caricia,

por el vespertino cauce

de río en arteria,

bajo que encumbro

el placer nacarado, insubordinado,

rumbo a la tercera estrella

que osó mirarte

colmando tú de lo bello, lo bonito

este parco horizonte asiduo.

Entonando en primor

la lira toda mi carne.

Es adorarte ferviente.


Förüq El castellano


Niebla encorajinada:


Cielo de tu amor que acaricio,

en el suspiro del tiempo desvanecido, en cada luna que te encuentro,

en cada vida que te siento.

Cómo no hacerlo si vives dentro,

si cada minuto lo vuelves tierno. Vuelo, con este sentimiento de fuego,

cabalgo el firmamento,

encontrando el verso despierto.

Como estas ganas de devorarte lento,

que sientas el deseo morder tu cuello,

y la sangre de cada flor de piel y verso. 

Donde el agua y la poesía

hacen el amor con tu cuerpo.

En este campo de sentimiento

la sangre de la tierra vistió de amapolas, cada beso de amor sin tiempo.

el bronce deja su cuchillo

a las espigas del cielo.

Hhierro baña la sangre de este guerrero,

vivo y muerto por tus suspiros.

de tu corazón preso, guardián de cada latido, redentor en el silencio frío.

Amante serpiente en el calor de la ilusión que te dibuja en mi mente.

Siempre presente, a la hora que la oscuridad late y envuelve.

Donde te volviste mi bendición,

realidad, abrigo y latido

de la inspiración invencible.

Como invencible dios sol, que toda vida rige. amada hada, esposa de este mío sentir,

acompañante de cada vuelo fulgente.

Tu semilla de amor germinaste en mi pecho, amapola roja y negra, sangre y tinta

que cada verso expresa sin descanso.

Fluyendo como el río que brota en almas a su paso. voz amante de tu presencia en mi mente,

donde el te amo, cada noche, se siente.

cura de soledad y maravilla hasta la muerte. donde mis rosas dejarán su sangre.

Nunca dejaré de escribir al amor,

a esta pasión de tenerte,

a cada luna que de malva el cielo me tiñe,

a todas las flores sencillas donde te veo,

donde descubrirás que este duende te será fiel,

y a cada semilla que nace pone tu nombre,

donde encontró su latido noble,

y mil veces más fuerte

lento se apodera de tu bosque.

Las campanillas en flor le oyen

y distingue el espíritu de cada árbol,

en cada pequeña vida a dios encuentra,

donde la armonía la acaricia el idioma oculto

de las hojas al viento.

Como el abrazo de la yedra al árbol

y el beso del rocío primero a las flores del campo.

En paz me siento en mi entorno,

y en la ciudad muero lento.

bendita la vida por darme tu amor,

por darme ojos para ver cada vida en color, siente esta caricia sin dolor

observa que de mí el cielo se apiadó,

donde sin envidia ni mal

eterno vivo, como poeta sin tiempo en tu recuerdo, voy allí lejos de este mundo,

donde empieza nuestro bosque sin destino,

donde libre, todo sigue su espiral sagrada,

el ciclo de la vida y la muerte,

el resurgir del agua, la sangre y de la tierra.

Amada te canto, de tu mano siempre mi te amo, contigo siento la fuerza

de la tierra, el agua, el viento, el fuego, y la magia que en arrullo acarician mi cuerpo,

contigo no temo a ningún abismo, infierno, ni tormento,

a ti te debo cada verso.


El castellano y Leannan-Sidhe




La polilla negra:





Acogía perturbador pensamiento

en tristeza, errático mío,

infortunio, todo dormido ceño,

mi sangre colmaba

lóbrega y repleta,

sobre la frente de nublos negros

que encogidos, no lloraban.

era gris mi despedida

de noche tranquila, relucida,

noche azulada, indebida,

de destello desvelado,

y pilares al cielo en hondo tributo,

y carros llevando agua imantada

de grises leviatanes.

sombra de hombro incierta,

arrastra vendavales furtivos,

en espiral sobrecogedora,

y sones de blanca nocturna luna,

lánguido mi pecho ya profuso,

se alzará

a desmembrar, el eterno desliz,

de luz anclada.

En vals y alas,

pequeña mariposa nocturna,

gira la espiral

su terror escondido,

embebiendo el ingrato desvelo,

fulgor de sus círculos errantes,

quimera desangelada

de vago destino caduco,

derredor intranquilo enreda,

misteriosa negrez;

sin partitura de blanca seda,

frenesí que jamás se separa de mí.

coloso de su imán final

de lisonjera luz,

del candil que atraviesa

toda dama oscuridad,

como su cuerpecito leve, frágil,

tembloroso

que ardió en su atracción final

a la llama en luz intransigente.


Förüq el castellano


Beso de ascua:


Vuelvo,

sin caminar

ni fronda,

resquicios

de mi soledad

crepitan,

su falta

de cariño externo,

porque mi soledad

atónita grita,

nada buscaba;

sólo volví

porque nadie me buscaba,

como un azar sin venas

ni razones buscadas,

estoy para ti

sin yo estar,

no tengo ojos

ni respiros

de pez de cara muerta,

una generación ciega

abre que sulfura

sin oxígeno.

Era bastante

y no acabé por huir,

bastante

era tiempo escaso,

imaginada tez

serena en néctar

tu sola dulzura,

te busqué en un papel,

respondió tu carmín

del beso de ayer,

sin inicio de final,

sin ser último

para ser primero,

un escarpar

de mi ausencia habitada

en torres y almenas

de incandescente, lóbrega,

quietud profanada.

el final depende del principio

dijeron,

por lo que tu último beso

empieza

en la eternidad

del sentimiento.


El castellano



Dulcera en claror:


¿Lo recuerdas?

cuando creíamos

dentro del ser haber

encontrado algo.

Recuerdo que los días

están hechos,

mantente.

¿Recuerdas un vivir al filo de la navaja?

tentando la suerte nuestra circunstancia

que nos unió

como agua y oro de aceite.

Recuerdo a veces

llorábamos a las flores,

y otras nos sonreían.

¿Recuerdas el evanescer interior

que se apoderaba del firmamento,

y descendían astros, a mecernos?

Recuerdo tu sonrisa pura,

inocencia de escala,

un desear estar contigo,

para volver todo hacerte brillar,

¿crees amor huido que algo haya cambiado?

dilucido que seguirás siendo

la misma piedra de melodía,

de eco presuroso,

que se adentraba en mis ojos,

para inaccesible habitarme,

como canción sepulcral

el infinito reverberante,

que me erizaba la piel

completando mi existencia

de palmo a trecho

voy manando,

y aunque hoy piedra

del rayo en cegado,

dicha en mi pecho quedaste,

dicha en mi alma blandiste,

porque yo te conocí

porque yo tuve que sentirte,

como agua de rocío

y destino plañidero,

incluso hoy en sueños, te sigo viendo,

brea de estrella en carne de la belleza,

pupila de mi pupila

por el tiempo helada,

he venido hoy a desafiar a mi dulce tormento,

sin tenerte te tengo dentro,

sin quererte sigue en vela y cañón,

mi naipe y última carta,

no se reveló.

¿ves que algo haya cambiado reitero?

sí, que hoy en día

duermo con tu recuerdo etéreo imaginado,

y no con tu piel y carne de estrella.




Esteban er-lobo bohemio


Sed de luz:





Cuanto te acercas a mí

miedo intuyo somero sin rivera

a estar cerca,

más cuanto te alejas

miedo a estar sin mí alegas,

dijo un librillo,

franca tu vera destrenzo,

viva esta espuela,

horizonte vasto me acercas

como lloverte amor sin cesar,

paraísos yertos sin escalas

ni vals terreno,

puridad acaso bastó

como lobo de orejas afiladas

sin aullar no era lobo,

me acerqué hocico

he irremediable

contestó un azar de tres caras

y nueve venas razones,

como derribar la franca tapia

verja de nueve cerrojillos iridiscentes,

los ángeles valientes morían primero

sin ascua eterna

ni mármol florido,

quizá puede como alimento

de vano murmurio,

hoy oso al por mayor

reminiscencias al recto lado,

acompañar tu furor de armas,

desde nimbo pasajero,

y desquicias propias trasmutadas,

al impetuoso servir de la llaga,

Pléyades cercanas como resoplar la luz

y capturarla a ojos fríos,

indicio que su halo dicta

inspiración a raudal,

halo indiscernible

que casi saboreas confines,

de sosegada dicha insobornable,

miedo a tu cercanía cuando caminas lejos,

miedo a tu lejanía cuando cerca

brillas en faz y luna imperecedera,

arrobando mi haz luminoso sin brida

ni correa,

As de trece tréboles de cuatro aspas,

era mi vida sin contar,

un brote de cruel infortunio desaconsejado,

semilla o tiesto espontáneo,

a nadie cambio,

ni dolor ni regia tristura

porque hoy me blanden

poeta raíz de dioses,

quién soy ellos y yo lo saben,

y seguimos sin tener miedo,

en esta trinchera del verbo onírico,

incuestionable

hervor de primaveras desnudas,

y solas saetas en busca de una vida

que mejor, peor, no niego,

qué mejor que un absoluto diamantino,

en esencia mineral candente,

cristal de sus pulsos

que no niego ni me arrebatan

a estigma puro revalidado

en azoteas caducas,

y ojos suaves un abril doliente,

era lo mismo,

que perder venciendo,

aojo que el buen ojo curo,

insignia las estrellas quedan muy cercanas,

si nos llaman a la lucha,

puede defienda mi patio

debido no es mío.

Divagaciones aparte,

pregunté al eco de sombra,

sin quererla como uña a carne,

iluminaría mi pluma saturnina,

hoy quedé en darla un besito

como la imaginación

no osaba,

miel de afortunar, y tremendo desliz

en número y orden,

como afeitar bombilla

broma, como lamer hacienda sin construirse,

en serio pongo balanza,

y un kilo mis sueños

pesan más que cien kilos mis ilusiones,

amar, amarte, en este ente intransigente

me lleva sin anchas calzas

es flagrante,

como el cimiento del verso

es tu letra,

lo fidedigno, que me hace parte

del transcurrir minúsculo

en vida caduca que nos desliza el destino,

no hace falta amarre para osar,

ni buscar luz, cuando ya eres parte de mí...


El castellano Förüq


PUPILA TIERRA ENERVA:




Planicies serenas del azul imantado,

por surcos de febril labriego

como barca entre trillas se deslizan,

espigas y fauces grises, de nublos

voraces.

Carros con aperos

entre terrazos quietos;

su nueva siembra.

Riveras atrás y acres en verdor

de nueva grama,

endrinos y espinos

aislados entre hondo campo,

de pinos y caricias suaves

de joven matorral.

La vid desplegaba su nombre de vida.

Cardos brillaban en espinas erguidos,

saludando a nuevo cierzo

que se alejaba.

Sones en caminillos de hormigas,

el sol medía de la llaga sus hormigueros.

Romeros afilan la suerte del sendero,

que como una rama precoz

pronto, verde rodeaba.

Cristales de roca entre el suelo cálido.

Latido férreo de tierra arcillosa

el escarabajo negro paseaba,

y lombrices purpúreas no asomaban,

el raso donde el pardillo

y el verderón jugaban

su genética de vida,

perdigones entre codornices

sonsacaban el linde,

donde viborilla y culebras

hacían honor

de tranquilo serpear.

Era bastante el sueño precoz

casi saludando nueva veris

por el tronar de ojos suaves

ya no sonaban en sienes acristaladas

ni hacían bajo de pensamientos pobres.

Fertilidad en raudal,

como espasmo que generación abre;

giraba la torcaz

buscando cobijar

y al cielo abarcar.

El cielo que morado lloraba,

el gris del nublo la tierra asumía

en aljibe y abrevadero.

Mi son minero, me pulía la sangre,

en estalactita y veta, el bordear

mi vena.

De mi semblante pardo

no cambio nada.

Todo me lleva a lomo un caballito del diablo

que por sierras mis rúbricas, deja.

A mi sol broncíneo, saludo.

entre simientes frías

esperando

ser nueva vida en color.

Del fuste a la Oliva,

al tordo redondo de olivo señor.









Sepulcro en cobre





Al panteón de mis escritos hoy escribo

de luto efímero en memoria,

vida remota atisbo sin sien acuartelada,

caléndula y rosa canina

pintarán su estirpe

de historia incrédula

jamás cincelada,

al reluchar indemne

polvo de metal estriben,

y de lirio en cuello que nacieron,

de espanto en puerta,

aliento y yugo fidedigno,

en pusilánime destino,

en cuerda que míseramente gozaba,

puertas sin desquicia atónita,

en umbrales carmines de besos

sin corral ni ascua sembrada,

pedí sus alas

yo que de sol desnudo descendía,

dócil, de grajo en mano fecundo,

inocente, de justicia ausente,

presuroso cerca mis verduras afables,

no se alejaban ya,

de tierra y rayos fragorosos,

lides eternas ya os abrazo,

Castilla dividida

por cumbres enojosas,

jamás creadas,

alzaban mis sentires terruños,

fango de simientes yertas,

ojos al patio socavado

de iracunda hacienda de letra.

Destino magnífico cercenado

de mi mente penitente

y mis ángeles custodios,

arte deslumbraba que regocijaba,

condenas del poder y la mentira,

beldad ya me asombres.

Padrón de cielo en terrestre escala,

tumba al igual de socarrada

sola idea,

ya nunca más esquiva,

miel de mis dioses

y vespertina alma,

penetré yo, su muro

de eternal silencio,

y mi mármol florido gemía,

en las llagas solares

sus hoyos rectos

ay que vil no me apresa

pomposa letra que me corona,

y dolor desciende.

Glorias miro y exclamo:

-¿Dónde?

Ornaba mi sepulcro

dulces abrojos versados,

memorias de fantasía

erguía mi pluma de antorcha,

austero en bóvedas mi sentido inerme

ceñido divino laurel

en universo en arco y saeta

crepitante olvido,

perdurable halago

en formol mi verso.

Embargado reinaba el suelo,

pálida luz descorchada,

presentaba la espina en mi corazón

que lívida me lo arrancaba,

maraña atroz

que tu divino acento

Musa, mi alma imploraba.



Förüq castellano






Yunta cadente de mi huebra:


Hueso, eje:

Huebra, yunta, barbecho, 

acre, cadente, copa de vieja encina, 

plañidera lozana, hilanderas, yugada, 

sembradío, huero, huera, yesca, 

materia muy seca, azumbre anisada.


I

Avanza mi alma yerta,

un encono trashumante,

que viste todos los campos

de mozas plañideras que visten

el azul inmenso inefable

todos los cielos terrenos,

estiran las señoras 

damas hilanderas

la nieve todos los cerros

del tremendo espacio inconmensurable,

afilan viejas encinas sus henchidas copas,

un verde espumoso dentado,

y sus flores de tierra

que dan las bellotas del mañana,

barbecho por tres años esperando

sea huebra bajo yunta

acre cadente como lozana espiga

casada con el ababol vespertino de primavera

que trae Ostara, tempranamente,

alivio mi yesca tierra

de materia muy seca,

como ascua que plañe segura

nueva vida de seca leña,

sé cariño mi moza amante

allá donde lloran las flores,

sé cariño mi señora moza

de alma joven,

honores consagren mi sagrada cepa,

Dionisio le pedí permiso,

con fuste Ambrosíaco

de nueva sangre,

aunque mi sed prefiera

media azumbre anisada,

de anís seco

que por meloso lo elijo dulce

como canta mi carajillo,

y me habla de espíritu en alza,

entre mi sembradío de penas y tormentos,

huera pena,

huero camino de ella,

mi larga sombra que no se detiene,

como terreno de yugada por dolor.



Förüq el castellano


TIERRA DE ENTRAÑA:













Siente, siento la magia primigenia,

esencial canto primero

la llamada furtiva del guerrero,

el alarido primero,

una melodía jamás

nunca más escuchada,

interpretada o inventada,

un desfase en alarido de cópula

un respirar flamígero de la tierra en azul lluvia

y, verde savia enraizada.

Trompetas del averno en superficie,

llamando deseoso,

con espiral armada y clarines bélicos,

todos dispuestos del difunto, nunca más; 

terreno, un gramófono de vida 

un rebosar en pila demencial

sin fin, ni poso,

ni quietud escarlata

un son de divino, redondo, caracol

respirar permeable entonado,

tierra

materia a tierra,

espíritu 

alma y rojo granate, arrojo,

desfogue, vida de la no vida

cursada

y abismo lleno de humedad

Ostara de primavera,

en estío de verano

abriendo, socavando

cual estalactita pretil

de gozo y frescor angelical,

tormenta perfecta clamada

a rito y furtivismo en danza,

rastreo pertinaz

de risco y elegía de alegría

todo era y es

llanto de emoción

todos mis llameantes

castos, bravos, valientes

unidad de avanzada

mis castos dioses.

Llamo, te imploro

como quien soy

vigía, guardián,

centauro protector

castellano con Fenrir,

a mi izquierdo lado,

fuerza imperial,

sangre inmortal 

de linaje y única descendencia

Solar,

Cuervo Förüq iluminoso

de druida poseedor y maestro

todas funciones, virtudes, y artes.

Yo sin nombre,

yo primero y último

guerrero

en pie 

Escriba antiguo

el más adelantado y vetusto

todo lo antiguo

nunca habló

porque yerto, 

silente, yace, que reposa

su vida muerta Awen,

Odín

Creador universal

que no soy yo,

pero 

yo soy la historia

que reside escrita, inacabada

en mi libreta,

soy dueño

de cuanto existe en mi cabeza,

Óh, Candamvis, en dos, te alzo,

en tres, te amo,

mi dios dador, castellano,

ferviente dador del relámpago asido

dios de la tormenta

del risco y toda cima de cumbre terrena,

tres te despierto

porque siempre reposas despierto,

es nuestro momento

a ti mi gloria abre esponjada la tierra,

apaga todo

lo que arde desde sí mismo,

extendiéndose,

riega todo terreno,

de agua dura, limpia

serena.

protege todo campo,

te canto

óh invencible

como mi sol padre,

riega este infierno

de astro apagado,

haz que resople el viento fantasmal

todos los altos cielos,

llamo a la muerte

llamo a vida,

a germinar toda semilla

en eternidad

de longevidad imperial,

madre planta,

padre tallo,

os hablo,

magia fuego, tierra, ceniza, agua.

Río, acequia, sangre 

movimiento, sed colmada,

fronda suave de verdor

inusitado,

llamo a Vivir 

llamo a Vivir

llamo a Vivir en mi Razón

a MUSA LEANNÁN-SÍDHE.

SIEMPRE

SIEMPRE;

para siempre

y cada siglo 

que empieza 

nuestra condena

para sentir que sientas escuchar 

la lluvia 

en la tierra de tus ojos,

musa Señora Hada.

Contigo 

debido soy eterno

Centauro Castellano

lit C et sumun Canae

tu protector.



Förüq





Osadía en clave:










Venga, venga cantando,

la sola idea en hoguera,

del oficio que arde,

su desquicia alada,

De campo yerto;

que por yerto no es campo,

si no hondo cementerio

de acristalada secuaz, idea.

Eco ciego de purísima imagen,

crascitaba mi tiempo,

quemo pensado,

era mejor que si luz,

no hubiera visto.

Sonaba ya una matinata,

del alba nocturna sin calzas,

ni categoría difunta.

Cómo estancia de estela breve,

sin descorchar.

Reinaba un hueso de luna,

descalza de un noviembre

que lloraba, nubes y agravios,

penas y tormentas en flor.

Traje de bruma,

sombra en agua de señales,

en tierra y sus tordos,

escarbando en busca,

de lombrices azuladas;

de ideas que prevalecen,

como venas de senderos,

como laberintos

dando vueltas a la peonza,

del mismo asunto,

sin vida, sin embargo,

era bonita idea,

por la que morir sin pensarlo,

sin crueldad acrisolada,

ni mentira sin conocerla verdadera.

Förüq castellano Miguel Esteban

Oficio arde

del dulce mirarte,

y ojos dulces

no hallen tristura

ni en la paz de guerra

armada ventura,

llorar puedan

orillas suaves,

entre sargazos

y plebeyas sienes

caracolas

y espumas de olas,

tronos de sirenas

entre sajadas

marejadas entre tules

y densos, profundos azules,

ay de mí espuela

y sus noches de tierra

de ventisca

y tormentas de soledad,

ideal aún yacente

animaba tus pechos

graves cuan pedernal.

La más bella

que en mi lugar

sólo belleza hallaba

a reclamar

mi bella doncella amapola

de oda y elegía en sangre

su tierra toda.

Escucha mi ama

de tu cárcel

ni en ojos

ni en rubores

encuentro llave

tus cerrojillos vida,

dicha y fortuna

en flores no me descubran

ni fuga ni huida

que todo destino

sólo a ti me precede

a cuidarte,

servirte

y amarte

como todo dicta

qué alegría

eres, niña de amapola.

Canción

de tornasola.


Förüq castellano er-lobo bohemio a 24/07/2020


Reflector:


Esto es todo en cuanto yo creo, amor, posibilidades a completarme, a ser feliz sin querer serlo, posibilidades a recto cumplir todos mis anhelos, sin la temporalidad por lo notorio en los sentidos, ni del nervio afilado un placer, me provocas, fugacidad de lo caduco de la carne, parte es todo un todo de una parte, no colma yacija que mi historia de alma porta en cuerpo terreno, ¿Dónde quedamos? Posibilidades de Puerto incierto, una travesía, un suspiro, un aullido de viento, lo que creo e invoco, es más que lo que pueden alcanzar sentidos, ojos y palabra, mi regocijo, mi rifle, mi vida, mi poesía. 

Cántico;

oh, tendido

de la lumbre

en cama.

Acaso de azul hundido

a mí muerte

pura tierra

procuro

de suspiro

y templo verde,

sombra de señor olvido

que demás

cenizas desplaza,

ya la tierra

sólo engulle

lo que es de ella,

Primavera viste

en filo de flor y agua,

alguien viera

este frívolo tranvía

sin escala de esquela

ni duro hueso

de estaca y vela.

Fundido en carne

y parca de amigos gusanos.

Entre crujir

de caminillos ávidos

y repiqueteo final

de víscera

en eco de ataúd indolente,

estallido como cicatriz

causa el rayo al árbol deseado

pulcritud de festín

alimento de injuriosa

vida breve que desea alas,

Es tórax abriendo a última toma de aire

sin respiro ni célula en sangre roja

regada.

Lúgubre detalle

de como bella es la vida

bello festín de tenebrios

es cada muerte,

ciclo eterno

de vagido, llanto, respiro,

sonrisa, suerte, copla,

elogio de noche, azar insumiso

que muerde la hora,

yugo destino, saeta, cuerda,

yunque ilusión, risa,

mentira,

siembra, espera

baile, danza final

labriego en calavera.

Festín o sobriedad

en fría escama

lumbre de chasquido inicial

Vista y nulidad en visión

para tercera campanada

ser ceniza de hoguera.

O comienzo de nueva vida

Carne y frenesí

de dantescos dioses del Averno

Inicio con final anunciado.

Tierra y sangre de ella.

Förüq castellano er-lobo bohemio



Auge conmigo renasce:


Noche tus horas breves

un agujero sin salida,

oscuro, de escalofríos que hacen

temblar,

 derretido el suplicio,

un alarido interno, estremece,

Dama escarlata,

de luces ciegas,

y hielo flamígero derretido,

tus sones no me vencen,

ni mis ojos te lloran,

ni esta parca azabache,

cae efímera, 

sin ascua su prendida vela,

ni este dolor cae resuelto,

en vela de navegante, 

sin final, su eterno principio,

para a la mañana

volver a revivir 

la misma pesadilla y sierpe

tu descatálogo,

uno yo he perdonado,

a diferencia,

dos y persona de baja ralea,

tres me quiero y Vty me quiere, 

que me mantiene despierto

en vela llamando,

llamándote desconsiderada,

ay de tus luces firmes,

de tus sopores que me caminan,

todas mis soledades dementes,

este rumbo sin astrolabio,

en océano de brea,

de noche fumando

y versando

todos estos cigarrillos

del diablo probe, que soy yo,

para contemplar que no vienes

no vienes, no vienes

y ni está piedad

reluce como ámbar blando,

ni lágrimas de hadas

ni sollozo de lluvia

mis castos dioses.

Noche, noche ay de mí,

sin tu sonrisa

ni tu quietud escarlata.

El código del guerrero,

el estigma,

la fragua

de campo abierto, 

el cantar silencioso

de lágrima que chilla,

un evanescer en mecedora solitaria

y carcoma sin mueble,

un descender primero,

los colores, 

tus ojos que imagino,

el gris, un tambor de sílaba,

un naipe ardiendo,

una compuerta

de un embalse sin agua

era mi pena

era mi tristeza ya jamás acompañada,

madre de mi aflicción particular,

cumbre de musario cerro,

locura quieta mía,

desangelada,

sopor infernal respirando su llama,

de dulce tormento cosido,

su estela que flagra,

luces miles

que no eran blancas,

en sótano de luz

de traumas docenas

y tenebrios celadores

De soga y sopa medicamentosa,

que se apaguen estás todas luces

 artificiosas de la flor ciudad,

que tu cielo cariño quiero mirar

y recto, honrado rezar.


Förüq castellano er-lobo bohemio



Río de todas las flores desangradas:















Queréis amar como se ama a la bondad,

queréis amar como se ama a la sola, oscura voz,

queréis amar como se ama al primer amor,

pues id a esa piedra,

alegre o triste del invierno lluvioso,

sobre los musgos y su piel aterciopelada, sedosa,

que mi maravilla mejicana, 

en mí enraizada no la cambio por nada,

queréis seguir a dios,

sí ese el que crea,

pues no améis mi corazón que es como su amor,

una Piedra,

queréis ver el alba más preciosa,

no sigáis banalidades de señoriales utopías,

que mi amor es vida,

y a ella canta,

a su belleza ignota mi Musa Armada,

de paraíso inocente y miel desvencijada,

así frente al enemigo canto,

queréis amor,

o encontrarlo,

pues id a la Piedra del río todas las flores desangradas,

que es mi amor por mi pequeña,

piedrita bella,

mi camarada, mi cruz y mi condena,

a una felicidad extasiada,

mi amor que no se vende y sí arriesga,

porque hay certeza,

y es que ella a mí también me ama.




Förüq Castellano Miguel Esteban




Linde quieto abierto:




Derecho firmamento cristalino

entre filos férreos,

es una piedra que camina,

piedra aventurera,

seca y umbría,

reposa y duerme

cantares del linde,

centellea rayos irisados

se riza con los besos de lluvia,

acaso quiso ser otra,

ella tan yerma, tan plácida,

imperecedera,

cerrada como se cierran

los rayos de luna,

acantonada, de estéril estampa,

dejas muda alabanza,

el día que te hice de voz,

piedra bella, sola,

estridente sin patio de sonido,

y esta voz que te di

voz dorada como tu piel de minera,

como un soto sin perdices,

avanzabas solo tú,

la vida quieta,

sembrándote allí por donde anduvieras,

al candor de piedra única

igual a la siguiente y a la anterior,

sin afán superior

hasta que este poeta te dio voz,

como flores que sin color

acaso fuesen,

un despertar en brazos de cieno,

un respirar de la montaña,

un cuchillo calizo que afilan

erosiones de las eras,

latido férreo, sangre de mineral,

o compostura de arenas,

piedra de mi casa,

piedra de tu casa,

la tierra.





II


Piedra potencia eterna,

nacida como nace una estrella,

cumbre de filos por bandera,

hogar, cobijo y morada

de lagartijas que cuelgan tus venas,

colchón de rayos de sol,

asolada tu espera

por quien te dio voz,

lideras tu guerra sin cuartel,

antes de yo nacer,

tú dabas alientos al suelo

sin importar pertenecer,

siempre fuiste

siempre eras su piel,

de la cantera, al nicho,

del mausoleo, al caserón viejo,

del silo al castillo,

tu fortaleza empedernida,

tu aval de honda certera,

Siempre estabas

siempre estuviste,

como río a su voz del mar,

osado no fui yo

quien te encontró,

solo fui encargado

de darte moción verdadera

ojalá pudieses contestarme

mi piedrita bella.



III


Devuélveme a tu vida eterna,

del soto a tu quimera verdadera,

clávame la oscuridad de tu cueva,

en esta esfera pulida sin espera,

risco de tu sien enarbolada,

millones de hijos

esencia desnuda de tu alma pura,

techo sin compostura

del ser invertebrado,

techumbre que pizarra llora,

su azabache de cristal,

tu sangre de fuego y agua

que nunca te alcanza

sólo partirte puede,

grieta de helada, tus filamentos

que encaran tu azar de vida sin dueño

a tu sangre de musgo me cuelgo,

en verde musgo tu fantasma muerdo,

vida de herramienta,

azar de la idea,

al paraje que te conforma

al que sostienes su vida

siendo el suelo techo de esta hacienda,

si tuvieses dolores todos gritarían

que se acabase la muerte en la tierra.


El Castellano


Vine con la lluvia nativa:


Gran Sol Padre, gran hervor al fervor de rayos espadas

día empalado; tu iris sediento sanguinoso destellante ciego

en Vestal Hispana iridiscente siembra en flamas a lo alto,

a los cielos hundidos brillas, como crece la espina talento

sembrado, enraizado en nuestro corazón enfervorizado,

rueda de fuego y bronce, oh, Lugh en tu gloria te canto,

germino mi alma, toda dicha plañe, padre de mi conocimiento,

que es tuya, oidor, de cuánto arte ha conocido, Padre Sol Superior.

Escucha mi alma de abrojo, mientras te honren, este,

el día de mi musa en armas fundidas.

 

El invierno se ha ido, tinta, oh, savia de mi escritura, atrás mi pasado punible,

los campos están verdecidos, hueso y fierro del pagano, cantando en flores

que trae Ostara mi brillante amante, y su caricia de divina nota

de savia acrisola, que escala todo terreno, y fríos ya señeros,

Toda la tierra, oh, Madre, duerme en tu ausencia.

OH LUGUS

Solar y poderoso, magnificas, mi arma es tu alma

SolFerro sobre nosotros en tu gloria, pido,

oh Elevado, tu regreso al alma incendiada,

en virtud azada y rayo secular, que te amima, y habla,

que traigas la sangre mi letra, a nosotros la luz seca y ardorosa

y el calor de tu vida, hilvanes, mi parco destino de Tres Hermanas de Negro hilo.

 

Trae de nuevo la vida fervorosa, de nuevo a la campiña y vereda castellana.

Trae de nuevo la luz a la fiera en vespertina hoguera mi hueste.

 aleja la saeta oscura parca de su sigilo yerto, que te retiembla la calma,

al alba más preciosa jamás inviolada, avanza mi porte, vine con la lluvia.

 

Maestro encumbrado, he llegado a dos días de primavera,

del arte que florece, lamo tu tierra palmo a trecho, esse Veris dilectus.

Alzo en un sentido,

merezco la sola Parquedad, hacer mi esposa la weche. 

Madre de mi fuerza,

soy el creador fúlgido,

de vellos iridiscentes en pecho,

vine por las voces del cerro las ánimas, padre,

resoplar y resplandecer el solo brillo,

en crisol de valles,

y destellos finitos la ingratitud humana,

que develo y expulso,

a dos días besar La Brillante Ostara,

 en nuestras entrañas germinamos los yertos escitas, guerreros la Parca,

nosotros los escribas de hoja en puño y alma en letra

cabalgamos todo tiempo difunto,

guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz invencible.

 

Diestro compás invicto.

en sol mayor, como es arriba rebrillaras abajo

bruma de idea infausta, socarrada.

Flamígero desdén encumbrado;

congelado éter flamígero, en ascuas,

de fuego azul, en violáceo fulgor.

Horizonte sin prisas

Índigo que se me arrostró

con todos los halos

de un marzo su crueza.


Abre el nuevo fervor de tu luciente Lucero invencible.

Oh, Padre, su solitario azar de relámpagos,

de tu azur hermoseando,

enclaustrado.

Vírgenes encinas, y almendro de soto,

entre un nogal

dependiente de su sombra.

Al verdor de inusitados pinos,

me caracolea

la fronda del monte. Musario cerro desnudo,

Espino amarillo de mi dossier,

Caléndulas solariegas,

que amarillea su silvestre ralea,

esposa complaciente de Sol naciendo.

Brilla esta infamia

de campo abierto.

A esta última lagartija

lanzo un baquio seguro,

sin disfraz ni apellido perenne.

Mudez última

de sangrada amapola.


Sanguínea tormenta

De dureza blanda


con agua de mi terco aljibe

obtuso en litigio de iris vespertino,

y su sangre que baila

el suelo terreno,


que en culto a ti Lugh yo beso.

Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.

Encumbrado Escita y sirviente de Candavmis dios del Trueno.

Reflexión:

Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,

es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,


Y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,

en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor, a

luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.

 

El Castellano Förüq Miguel Esteban T.

LLAMEANTE OSCURIDAD:


Cálido yo, ante un segmento de cobre

y su templado escalofrío,

un son en llamas del sonido, humeante.

Se rizaba un acordeón,

en patitas algún diablo foráneo,

como un visitante fantasmagórico,

se quedaba sentado con nosotros,

sin reclamar ni vender derechos

consiguió en aire de alguna imagen,

turista o pusilánime prisionero aún condenado,

hablaba solo con sus azares encausados

de invisibilidad trasnochada,

muletero de frío cálido ventisqueo,

era su sombra algo más

recelosa incluso ya no le temía,

partía brisas con miradas,

y servía naipes helados; 

en copa alguna hada verde,

vestía de hojas su desnudez violenta,

relamía eclipses en alguna grama, de patio umbrío,

eternidad caracoleaba, sin lazo,

ni pedernal florido,

era tiempo de batallar,

sobre poste cóncavo

de pino frío y señales

en cable tenso de telégrafo,

jugaba notas, y señales,

alaridos esquivos,

y densos fantasmas, flotaban

y hacían de esta bruma,

todo corral, y pretil llanto

como rocío de toda roseta, de penitente,

abierta a la fugaz mañana,

del hombre y su negra tijera.

Miradas extrañas, que le analizaban,

y encendían su yerta,

hórrida imagen capturada,

flotaba en aire;

de plenilunio,

y solsticio embrujado,

como calor desfasando,

un chirrío,

descorchado, en alguna mente,

que con él sin saber

se encuentra,

soldando vapores de océanos,

y espumas, y sus sirenas.

Entre vastedad que incendia, 

todas cosas vanas,

preguntó alguien, 

sin destino, si existir por sí mismo

valiese,

era tiempo necesario;

lo que no se elige, 

tampoco se duda, ni pregunta,

acaso hablamos,

o te acabo de pensar,

cadillo foráneo, forraje

de todo sendero

que lleva a conocerte,

como clavo en sombrero,

y cimitarra en tierra asida.


Förüq

Fulge mi astro:


Quimera mía,

gloriosa siembra,

abren portones verdaderos,

estoy oscureciendo,

sí allí donde todo cuerpo desvanece,

negro puerto al que arribar,

somos carne, iris flamígero

de horizonte,

somos bruma que desciende,

y todo envuelve,

ven amor este océano

de mar abierto nos pertenece,

halo tras halo,

es lo que sentimos brillo,

destellando primero,

abre tu riera serena,

déjame adentrar tu extasía

en color como tierra esponjada,

no te detengas,

no ceses tus armas,

mi gloria en carne doncella segura,

volvamos el abismo un barco,

para llegar más lejos,

dentro, muy dentro

donde alma bulle

bajo el signo de luna azabache

y bajo druida índigo cuervo,

llamo a mi falange de Austria

de Viena, Praga

y a mis vampiros inimaginados

de bohemia Hungría, Budapest en mis armas,

por la rosa secreta todo canto,

gemido tuyo de silencio,

poesía.

Reina mi condena,

por la que morir y renacer

en tu campiña, de pechos canela

en rama felicidad

por la que fui, soy, y seré,

último dios sin consumar,

sin tus labios besar,

sin tu amapola regar,

he venido alzando tinieblas,

disecando miedos,

construyendo nuestro reloj,

para volver a soñarnos,

de engranaje, y péndulo

de cristal de roca,

porque somos tierra.

Duros hijos del azabache mercurial,

brisa, brisa,

de este octubre que te dibuja,

caballo solar monto,

astas de centella,

alas de Pegaso,

carne y cuerpo de centauro,

arraso todo campo

tendido en pena bóveda,

Quimera incendiemos

la vieja ropa,

no he venido a asumirme,

ni doblegarme,

a indicar llanamente,

que mi guerra por ganar tu cariño,

no ha finalizado,

El Castellano Förüq er-lobo bohemio a 8-10-2020

Lágrima del hierro:

Lágrima del hierro:


Escribo a la madre belleza,

olvidada, de lágrima inerte,

sólida, al vítreo cristal mineral,

al brillo metálico insoslayable.

De llama perpetua, y solo crisol

de brillo calizo.

Era sobre una lisa pizarra,

 tallada una punta de flecha,

que venía a plañir el río cuervo,

de mi visita en mi infancia,

una luna azabache regía,

mi compostura empedernida,

hoy en día,

hablo que me responde,

la belleza encontrada,

en mi piedra bella,

tesoro intangible,

única al fragor de heladas grises,

y solanas que llora el cielo terreno.

A mi `piedra de sangre.


II

Oh, si tu respuesta fuese,

soy sangre, viva-muerta,

que te aguarda y espera;

a mi cuarzo, cristal de roca,

de reloj en eternidad azogada,

silente como silencio reverberante,

su eterno segundo, que vi, 

su pureza de espejo.

Oh, caracola de hilo en carbono,

tu forma de espiral sagrada,

de principio sin final.

Oh mi magnetita de unión

y atracción férrea,

como mi amor a la sangre.

Bajo sello arcano

transmuto esta coralina esencia.


III


En auge mi amado mercurio,

único sólido líquido, como lágrima precipitada, 

oscura, sin poder secar del alma.

A este río vestigial, ancestral,

que vine sin horadar su impronta eterna,

mi muerte, como reflejáis vosotros,

mis reliquias, que besáis incesantes.

Inmutables.

Al hierro en mineral candente,

en sed de forjarse,

como se forja una lágrima las hadas,

en ámbar, oro líquido,

traspasando umbrales temporales, sucesivos,

en brillo, áureo,

del fulgor en cristalizada,

perfecta armonía.

En crisálida.




Förüq castellano Miguel Esteban a 11-04-2021


TINIEBLA LUMINOSA:



Vida, pensamiento, tiempo,

dualidad luz, oscuridad;

pensamiento, sentimiento,

como todo indica,

en principio todo era y fue

oscuro,

y una chispa

como un relámpago

prendió de azar el abismo

absoluto había,

esa luz surgida rápido fue multiplicando,

en fulgor y pariendo

luciérnagas de estrellas los densos cielos,

como luz y oscuridad

eran desde su origen inmensos

y veloces,

rápido surgió su atracción y deseo

encadenado.

Ambos reclamaron su espacio universal

si uno existía

se concordó el otro debía ser opuesto

y existir a la vez.

hijo y vespertino del Averno,

abismático era todo destello,

centella descendiente de rayo obscuro,

así no podemos deshacernos

ni suprimir toda oscuridad interna

ni demonios habitantes

nuestro intelecto,

debido jamás podríamos brillar entonces

como inusitado resplandor de centella,

ni osas brillo esencial purísimo al tacto,

ni azar de ascua encendida acaso fuéramos.

Esa dualidad inherente

es tan necesaria

como respiro de pez en su medio,

absoluto diamantino

y hierro en sangre

hematíes dementes

y espigas rojas

de excelsitud en relevante esencia,

mitad luz mitad sombra azul

de cariño enfundado

era simple y llanamente

mi cariño enfuscado

batallante.



Förüq castellano a 8-8-2020



PENAR FÉRREO:


Lloro en la densidad del sollozo,

en abanico de sopores que avanzan,

que tejen la puridad del placer,

lloro en la frecuencia del gemido

inefable, inaudito,

de cumbre y risco inaudible

de las aras y vestigiales sendas,

que todo amanecer descubren,

canto a los labios de la hoguera

de mi cima sin bandera,

canto del zorzal a su zarzal

que asienta,

trino de vid y girasol,

pintado de caléndula.

Mi llanto de brezo de fuego,

entre el cerro alto que baja

mi cardillo para entregarse a su dama.

Lloro por avenidas de ángeles

que perdieron sus alas,

en sintonía de falsos ideales de un progreso falso

sobre torres de humo

del interés humano, social, deshumanizado,

que vendía y aposentaba material

vestido de granate rubí excelso que portaba

el lustre en movimiento, llamado beneficio,

construir la destrucción del pasado

se pudo, en retinas huecas,

y seres de número y oficina.

Lloro a mi savia de ciprés

de una caída un abril febril

como hoja temprana de otoño que voló, era mi vida,

un tenor de conciencia,

una tijera roja,

sobre papel quemado de sucesos difuntos,

que brillaban más que el albor en sol ferro,

lloro por mis sueños sembrados,

por el valor de virtud

de soñar.

De soñar, sin maldición que me sueña.

Presentes sucesiones de difuntos

que corren

a arremolinarse,

como si años no hubieran nacido

y ahora les diesen privilegio

y fase contada para renacer y volver a matarse,

a esperas de esta vez

no ser de mentira verdadera.


Förüq castellano er-lobo bohemio a 28-09-2020

Metal llameante en tu vidrio:




Iridiscente encanto,

en tu áspero relente sembrado, 

quién sabe de tu ternura 

sin conocerte, 

aplacas que embebes 

mi furtivo viento, 

entre mis soledades 

y punciones áureas, 

como mis nervios 

blincan aterciopelados 

en tu tacto almibarado; 

montaña suave 

me enterneces 

como sol crepita a lo alto, 

un rayo sedoso 

tu pulcra virtud, 

como espadas lunares, 

vertidas en filo enigmático, 

y absoluta entrega, 

no puedo más estallar,

mi devoción ardiente, 

en éter, 

la lágrima el azabache, 

de arma ancestral, 

y mi mercurio celoso, 

te cuenta Musa, 

que no encuentro 

nueva desquicia 

ni en tu sueño diamante, 

confusos crujen, 

mis sigilos de chopo forjador, 

se requería algo simbólico 

y voy que comienzo.


Polvo y sangre 

mi verdad moviese 

sin calor lascivo, 

ni viento en reflejo 

desesperado, 

mi sentido de escribirte 

en canción resurgida, 

como aquel capitán 

del barco hundido 

renasce, 

abrazado a la bella sirena escarlata 

abrazado, 

fiero con el cuello atado, 

su cantada armada 

bajo océano 

de un abril encantado, 

y como usted, 

sola de valor y hermosura, 

que todo pecho hiende, 

cautivo muriendo vivo 

yo en tu pecho, 

corrige mi gallardía 

una nota abismática 

en escama turquesa 

como mi vítreo iris, 

mis ojos, 

te miran, leen, 

y convergen, 

en viles espuelas, 

que se afligen 

como mi espíritu de Lugh 

Sol ferro que porto, 

presurosa tú, 

polvorosa pluma, 

oh mi blanda Musa 

de cristal candente 

y agua en traje su sombra, 

quién amimarte pueda, 

sin que retrocedas, 

quién encontrase, 

su luz dadora, 

y forjadora, 

su contienda de vida, 

en tus poemas solares entregas, 

agora, el tal mañana,

me rinde razón perdida, 

y claustro admiración secreta, 

desenfundada, 

mayor importunio, 

es no osar seguir este camino 

de espigas rojas; 

y dispares ilusiones, 

de fiera, y dura tierra, 

maravillado, señora, 

como Némesis en inmortal saeta, 

la ciencia de la rosa secreta, 

tu aura perfecta, 

tu obra de castro y castillo, 

entre poetas, 

perpetua materia 

es mi esencia de verso, 

que afila, 

mi oscura golondrina, 

mi dulce miseria, 

temer que no se ajuntará, 

mi visión, 

alumbrando contigo, 

mi preñez, 

en desconocimiento.




Förüq el castellano Miguel Esteban


En mitad un candelabro:


I


Extinguía una ausencia,

que brillaba bajo una luz,

tosca, de un sol de abril.

Calentaba su glándula en acre arcilloso.

Un barro que sostenía,

un charco que su agua

formaba miel roja.

El cubo sostenido de la rama,

colgaba mis peticiones,

sobre una plancha repostada

en muro de adobe.

El breve amanecer,

erguido en unas manos sonrojadas.

Ella en pie, sobre el polvo

de una tabla,

bordaba ínfimas costuras,

sobre su respiro valiente.


II

Mi cuchillo con pereza,

cortando un destello en negrura.

Encima, un eral

donde sembraban patatas,

dejaba pruebas, una ligera sombra

de un almendro silvestre de oro.

Que yacía como un dios sin nombre.

Escrita en sangre en su falda,

yacía mi testimonio,

como caligrafía de un cernícalo,

tragado por el árbol.

Era un vuelo de misterioso oficio,

bajo honda raíz de tomo,

enraizada la calavera,

siendo morada de tenebrios,

su follaje de pesadilla y bestiario.


III











Despierto los antepasados

de llama en el cobre

un candelabro.

Mis piedades como cruz,

de barro en cementerio,

fundido de parábolas

y nidos de tordos,

en sus cipreses.

Infundados en negror extendido,

volaban fantasmas y afectos,

como sentires de las tumbas.

El aire cantando, 

ladrones y brujas,

terreno de dientes,

calaveras rojas, y calaveras azules,

sin pérdidas,

historia de palabra relamida.




Förüq castellano Miguel Esteban a 16-04-2021


Tu alma de fuente:








TU ALMA DE FUENTE:

 

Desasirse, tu voz ocurriera,

quedar sin partir mi alma,

como estalactita,

como sola queda la caracola

vacía y hueca sin hallar tu letra,

desasirme y quedar

yo, sin árbol ni aire,

consumirme como llama de vela,

apogeo, torre de breve arena,

cae de arriba,

este demonio sin pena,

hablar de mudas solitudes,

como eterno, es lo temporal,

verdad colmada de ausencia,

arder sin quemarse,

e infierno azul de otra vida,

aprieto de verso me solicitas,

te dijo mi ventana,

como entraña de invierno duro,

alma, asómate,

viste su hermosura porfiada,

¿Viste que mañana seré hoja incrédula?

De planta que yaga pura,

que brilla oscura mi siembra,

mañana iremos a desnacer,

porque hoy sin tu respiro,

ni poema solar, no es vivir,

¡Ay! Lo que no dicen tus ojos hechiceros,

yugo amante, fiel,

que no abandona su sombra,

necesitaba tu dura grana de piel,

y tus rosáceos, granates, áureos labios,

mi alma traslúcida,

imponente,

reniega a achicarse,

lleve donde lleve,

el aire de poniente,

reluce por ella,

todo apócrifo misterio,

te debo tanto que no me imagino,

embargando sangre,

jamás esquiva,

jamás esquiva.

Todo este campo,

cubre y cubriría.

 



II

El nombre y la vida 

conservan mi ceniza,

seña clara el luctuoso querer

de las criaturas del alba,

mi sudor siembro,

como apremio de obras

que dilatan al fulgor

su bronce perenne.

Sabe su dios

por cuánto parecen contradecirse,

sin procurar hacienda

esta pluma mía,

sollozo de mi hada tal vez,

que dicté

no abandonar ni en locura

su vera effigia,

mi otra vía mercurial

divaga si pensamiento o porfía,

si tatido o latido de ciego ansiando luz

que nunca encontró,

triste la clepsidra ve agotarse sus lágrimas,

de tiempo ausente para finalizar,

como se quiere en vez primera,

resplandor en cielo infinito,

es mi conjuro sin oficio,

como deseo de su holganza y seco trino,

que crascita mi noche, vuelta tuya,

en vez primera sin terminar,

dioses por dónde iba,

por donde soy siempre,

por y para siempre fiel,

a virtud, de nota y silabario

tu recta ánima.



Förüq castellano Miguel Esteban

TRIARII DEFENSA VETERANA Y RESERVAS;
MI PRINCESA ES LA VICTORIA

MUSA ES GLORIA:



































































































JARDÍN UMBRÍO DE FLORES DESANGRADAS



AUTOR: .MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA.

LUGAR: LA CAMPIÑA, MIRADOR DEL HENARES CASTILLA 

ESPAÑA.


 








Prefacio:


Pauta Soberbia:


Oculta,

latente,

la salvaje dimensión

con la que acabas atrayéndome,

me sitúa tan cerca

de lo que me enseña,

cayéndome del sueño

a tu profundidad…


La elipse espectral

que inunda mi geografía,

va alterando cada átomo y molécula,

haciendo crecer, en cada esquina,

la flor de infinitos colores

que sólo se refleja en tu lengua…


Mi cuerpo flota

en un mar de sensaciones

y estoy llena de ganas

de quebrantar lo sabido;

de ser la vestal

de tu doctrina revolucionaria

que rescata cada estallido,

como el origen de lo que ignoras…


Y soy

el fenómeno que brota

del tacto asertivo de tu carne;

la norma que describe

la teoría de las almas;

la turbulencia que, a lo sumo,

finge ser parte

de su contienda temprana…



LUNAMAR SOLANO
















Contenido


ÏNDOLE, ESTIPULACIONES Y TÉRMINO DE LUNA:


BATALLAR TU CARIÑO II:


BREVAJE MERCURIAL:

Relámpago te escribo:

FANTASÍA NOCTURNAL I:

AVANZAR SU ABISMO:

HIJO DE UNA LUZ:

PALIDEZ INAUDIBLE:

ESTOY DESPERTANDO A LOS VERSOS:

FUEGO:

ARRULLO DE LUNA UMBRÍA:

MEMORIAS DEL ESPEJO:

Bajo el signo de la luna Azabache:

Amante fantasma:

LUZ DE SOL:

FRONTERA TU SEDA:

Sincrónico fulgor:

SED DE TI:

EL VAMPIRO Y LA FANTASMA:

NÁCAR DE ESTRELLA:

OJO DE TIERRA 2015:

MAGNIFICENCIA RECTA:

Centauro:

ODA A UNA ROSA CORTADA:

PULSO SIMÉTRICO:

URDIMBRE ARGENTA:

SED DE REGUERO:

Tu voz:

Latido:

CRISTAL DE PULSO:

Hoy te vi ayer me doliste:

CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA:

SOL RENACIDO:

AVANZAR TU ABISMO:

TIBIEZA:

DESVELO DULCE:

NOCHE DEL ALMA OSCURA:

CRESCENDO:

ÁNIMA SOLA:

TEMBLOR REBRILLANTE:

Reedición:

LAS DOS LUNAS DE MUSA:   

III. Réquiem nº 3:

Luna blanca:

MARIPOSA:

ESPADA PUDIENTE:

LENGUA ESTELAR:

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO II:

O DIVA GRATUM:

NUESTRA PROFECÍA:

Ceremonia  terruña:

Escuadra bronce:

Tríptico trago de agua

CANCIÓN DEL VIVO MUERTO:

2007 SÓTANO DE LUZ:   

ÁUREO SEMBLANTE:

TERSIDAD DE FLAMA:

PRESTANCIA FÉRREA:

CUANDO VIVE LA MUSA DE UN POETA:

A ORILLAS DEL FUEGO:

AGRESTE ALEGRÍA:

HIJA DE LAS ESTRELLAS:

LA FÑPR DE SÇIDHE:

ALMA BOHEMIA:

A PERSÉFONE:

LA ELEMENTAL:

OJO DE TIERRA:

A ELLA:

TRANSPARENCIA HABITADA:

ROCÍO DE SANGRE;

USCURIDAD GERMINA:

EL CENTAURO:

TINIEBLA LUMINOSA:

LLAMEANTE OSCURIDAD:

LABRANTÍO 2016:

SEMILLA DE LUNA:

AMAPOLA DE FUEGO:

NÚMEN MIS DIOSES:

FINAL

HASTA EL FIN

PRÍMULA ESCARLATA:














ÍNDOLE, ESTIPULACIONES, Y TÉRMINO DE LUNA

agosto 19, 2023


Noche te canto

mi premisa, mi valor,

mi coraje de esta tu noche abriéndose,

no pido, sí entablo a tu sello de luna,


tiene ella carta jamás despliega,

luna amada,

mentirosa, coqueta y juguetona,

hablo a su sonido de Silencio,


duerme en mi vigor,

y brazo arriado de Hipsípila,

no duermas en olvidos cariños,

ni fechorías valientes,


quiero regañar a tu sol fierro,

no quiere llevarme a tu lado,

luna Méxica,

de bronce y compás de oro en nieve,


verano ni marcharse quiere,

ven luna no tengo prefijo,

sí un arma

y tu nombramiento eterno,

mi cierva blanca,

mi Luna Leannán- Sídhe,


a tus dondiegos entablo,

no abandonéis vuestro Rocío,

en flor en vida,

o maldición será vuestra tierra yesca,


despierta Musa tu luz,

llegó tu momento,

esto es ficha clave

mi dios Gemineye,


de ojos sanguinosos abiertos.

de labios almibarados,

sólo te vengo de verbo desnudo,

y mi lengua que es mi idioma,

mi poesía, mi verbo,


y mi poesía

Arma entrego sin cláusula

tiempos de futuro,

ardiendo pasado,

en una dirección,

amarte aunque no quieras

porque debido decisión y problema

es mi diseño, reflejo y .

barrica vino cósmico,


ARMA:


I

Los tres cabales desplégaré

en mi entrega de por vida hábil,

hasta el fin de la eternidad personal,

nos condenaron Musa,

nosotros, los descendientes del último signo de Luna Azabache,

y aún te sigues cuestionando cuan te adoro y amo,

te entrego tres suspiros de Fénix,

tres monedas tengo,

por ti,

para ti

contigo siempre mi letra en sangre viva,


II

NO ME ESCONDO TE ENTREGO TODO MI AMOR

TE ESTOY NOMBRANDO HOY A 19-08-2023

MI MUSA SEMPITERNA ESCUDERA ESCARLATA,


más que un título caduco como los existentes,

voy más allá tu esfera tangible

dentro del antiguo círculo de piedras,

mi Sol está cayendo ,

quiero despierte tu amor.



III

Dime círculo sagrado de piedras,

ayer me habló tu viejo grajo blanco,

quiero proteja mi amor

mi doncella

como hoy,

como ayer, como siempre fue,

sin inicio ni final,

este arma consiste

que devela

sobre la obscuridad toda la noche,

que te entrego mi amor y alma,

porque es la tercera potencia,

aere perennius,

más duro que soy Tierra,

más resplandeciente

que el magno bronce,

y que el rayo de luna

que el cobre Solar

me trajo a ti para serte noble y leal,

tu dulce tormenta y condena

vaalidada por Todos mis castos dioses,

Te amo.


Atento Förüq centauro castellano

BATALLAR TU CARIÑO II:


II PARTE:


I HOJA

Me voy cariño mío a la contienda del alba

dispone el Paraíso Angélico vespertino,

tu entraña cierne y despliega

una guerra salvaje sin señor

terneza y desdén los elegidos,

de pocos o ningunos hombres dispongo,

ni camaradas flamígeros 

con los que danzar;

contienda llameante es esta

que no ampara sentires ni abrojos,

mediocres, de lucha sin cuartel,

ni objetivo;

mares de ausencias que yo por

Arcángel, sortearé,

tu principio sin final, anuncio e incendiaré,

ayen los mares, que nadie podrá llenarte

ni a solas voces.



II HOJA


Mi compañera fiel de cariño,

sembrado, entre sones y liras,

entre mieles de Himeto,

tu dicha sola concede,

mi Musa en Armas,

no temas, siempre vuelvo y

sólo más fuerte y reafirmado,

surcaré tu yermo arcano,

nuestra ley de almas completas,

y atrayentes en espiral sagrada

toda círculo de fuego y

saetas divinas, te traeré tu flor

del abismo, de Hércules,

y el almendro flamígero de Ícaro.

Te traeré entre sones un arma

inexpugnable cual flecha de Morfeo,



III HOJA


Con mi sangre en punta y

sien, fijaré nuestras premisas

inmortales,

mi doncella Púrpura

el amor es más que un premio,

símil de lo que alguien te pudo

otorgar y arrebatar, de ti,

para mí, el amor es más que él

la conoce a ella, y que ella le conoce a él,

es conexión, 

sempiterna, no puedo

yo sentir mas que todos mis sentires,

por ti, es más que esta guerra,

y contienda, de Padre salvaje,

y Madre silvestre; veo en tu ser

salvación y condena, ser dentro de ti,

tú seas mi felicidad enarbolada.



Förüq y Leannán- Sídhe a 18-08-2023


BREVAJE MERCURIAL:


I

De tórrido invierno:


Justo en horas invernales previas

a la primera alba,  entre primera luz

matinal vírgen Aurora,  nuevo día.

Primerísima luz boreal,  estaba Lunamar, 

recostada en el sillón del diván;

se le arremolinaba pedigüeño

un matojo de blanca seda

un fino Angora,  se le reclinaba girando

torno su azabache falda, 

con su hocico proceloso y húmedo

parecía que despertaba el sueño

de su rosa a Lunamar Solano

así gustaba en público la nombrasen, 

señora enigmática de terciopelo

en mirada profusa y procaz.


II

La rosa su sueño era azul,  verde

escarlata como una rosa

de pétalo granate cual ababol, 

y la turquesa de ojos

su doncel Esteban.

Oxidada.

Iba de travesía la doncella escarlata, 

rumbo,  a coger una estrella flamante, 

aparecida en su cielo;

entre un verso y una perla

entre una flor de loto

un azul rebrillante

purísimo, casi le cegaba

pero ella obtuvo derecho a mirarla.

No se le escapase,  su felonía fulgente, 

entre una pluma y su flor, 

quiso cortarla blanquísima, 

y colgarla en su espejo.

Camino arriba,  entre luna, 

allá azures, 


III

Iba onírica a cortar su estrella

entre la azul inmensidad, 

entre un dulce resplandor emitía, 

y su dulce sueño.

El azur tentador pensó que no

había que tocar,  pero si su

si su estrella no se había ido después

de todo era su primoroso regalo.

Así hizo,  le pidió permiso, 

y fue afirmativo, cortó su lirio real

de estrella refulgente y volvió

a despertar,  bajando vetustos cielos

y auras de bruma violáceas

con su flor de estrella en mano

despertó y despertó brillando su

estrella,  en su pecho iluminado

era su amor por su docel Esteban.


Esteban castellano Förüq y Leannán-Sídhe


Relámpago te escribo:


I

Relámpago te escribo.

Usted que besa como si mordiese

lamiendo en azur, el terreno,

áspero y nítido, avanzas

desde tu desnacer a un

parco vil final de dentelladas

profanas, profusas, y paganas,

cual comieras luego las abismadas,

fértil mi lucha te canto

allá en noche lúgubre y umbría

que dejé mi verso en

la solana penumbra, un día

sólo recostándose echando un

trago de campo, de aroma, 

a pino carrasco, almendruco e higuera.




II

Entre los besos se daban

los dioses, te dejé mi verso

descansando, cogiendo feraz

energía inerme, jamás vencido

me declaro, a ti, todo mi rayo,

desde la cepa, a la Campiña

blandiendo el tomillo,

la jara, y el esparto,

bajo la roca aposentado,

que tiene madriguera mi alacrán soberano,

bocanada de aire, el más puro,

cerro inoble,  a la carrasca bonita,

de dientecillo en hoja afilado,

pasando por la espina,

un endrino, llegando a una noguera 

excelsa, hoy el álamo mi Musa

luce fascineroso, ayen 

su alegría.



III

Aruñas mi vida,

fiel de un hedonismo sin

eje, curva u acerbo;

a roci estelar imploro,

no tires diosa arquitecta

de la raíz, mimadora,

le basta un beso para amilanarte,

sube mi álgida simiente,

a conocer la muerte,

y renace llena de savia,

patica, y tallos por hojitas

blandir, al soberano furor

un Sol de Julio,

que más tarde será mañana

cuando nací bajo el ala de

un cisne, en nuestra constelación.

Fúlgida.



Förüq y Doncella Escarlata a 25-07-2023


FANTASÍA NOCTURNAL I:


I

Presté mis luceros, mis estrellas,

ansié tornar donde todo crecía,

a lomos de un caracol, yo avancé

fui ascender la baja roca

mi contento de anhelo irresistible,

mi mente cambió giro, y advertido

pensé de mi sed ardiente,

visité las vislumbres, reflejos,

de féminas en el llano,

me llegué a imaginar como lobo

helado, ya sin codicia de cielos refulgentes

ni luminarias, 

guían a todos guerreros

al Valhalla, aquel estupor indefinible,

me anublaba la visión

de bruma en alba, y de vapor

me vestía iridiscente,


II

sombra espesa, entre niebla,

luces, y mi navío.

Se descendió mi mísera ala,

de espíritu transparente, 

casi invisible giraba el redor,

y la Tierra el alma, tornaba

mi cabeza, celeste que infernal

era lo mismo,

de repente ofrece un puro Sol,

verde, y de belleza en cara,

de mi revolución, mi caracol,

era bólido, y el humano mísero, 

un diente afilado, 

llama, que alumbra cielos en cinta,

donde contestan:

Vente, somos eternal caricia.



III

Ay, mi doncella púrpura,

de pupila en Tierra fértil,

blandida, de azur sueño profuso,

sé invadida, más feliz

que quien escribe,

de tu blancura de sien escribir

yo, a besos pueda.

Párpado cual zorzal en espina

de zarza, tu gloria toda,

mi oración es al agradecer,

no es plegaria de don funesto,

de cefirillos valientes

me avanzas fragante, caudalosa,

oh amor, de espíritu en fuego,

de silenciosa noche,

cándida el alma en fuego, ejerciese.


Förüq a 22-12-2022



AVANZAR SU ABISMO:


Soliloquio confinado,

remontar nueve años atrás

pautado, sin directriz, ni engaste,

ni voces parásitas yertas,

oh canto, como lo gente no canta,

todo olvido desempolvado,

en ocasos un alba sin fuente,

ni pozos, aljibes almibarados,

todos los amigos,

todas las bellezas perdidas,

como se engasta uno de baratijas y falsos testimonios

de testimonios muertos,

como sucesiones de difuntos,

movidas por engranajes,

oh toda la vida,

sin esa adolescencia robada

por señor medicamento,

toda mi vida te he soñado,

toda mi vida te he aguardado,

como anhelo y resguardo de tu pura voz,

imaginarte no, lo siguiente a eso,

embeberte en noches de humo,

y miles cigarrillos,

del probe diablo que yo soy,

cayendo en nubes

que negrean mis sentidos cromados,

orando por mí mismo,

todo he soñado

sin letal lecho de olvido,

abrir tus cerrojillos de resistencia,

volver afable un destino

de nueve llaves,

vestirte de Ninfa, quimera,

reina no quiero ya,

ser realista sin sembrar lo surreal me es imposible

enloquezco si ves capricho,

mi designio de alabarte de construirte a besos,

de desdoblarme en dos dimensiones

para poseerte entera desde alma, tu raíz,

no necesito,

no deseo ayuda,

ya se dictó mi perdición,

que su inversa es mi salvación,

como ying y yang,

bien y mal acrisolados,

si te respiro no preguntes,

si te veo no te gires,

por haber prestado tu celada de Atenea,

porque rebrillaré más que el fuego terso,

elemento hermético

seré de un disparo invencible,

y haberse saldado todas mis deudas carnales,

sólo entonces seré energía sin nombre

indestructible,

ni temple ni pureza en calumnia,

osarán comparación,

por la blancura mi Musa Oscuridad,

por la rectitud mi Sol fierro,

por la pureza de madre Luna,

por mis padres, mi hermana y mi gato

inmortales,

no moriré en vida feliz,

si no consigo destruir tus murallas,

ni abatir padre espejismo,

necesito sin engaño sangre,

para sentir que yo poseo algo de ella,

fuera de la línea sedienta

no hay nada,

como buscarte tras la estrella más lejana

encontrada, cercana o lejana, según seas mirada,

al eco sordo una voz noctámbula,

y su resplandor en caverna,

apóstatas, no juréis por este yerto,

que cruzó el lago las almas desangradas,

obtuve allí respuesta,

y no voy a revelar aquel arcano ni solución,

a toda incógnita camine, vuele, se arrastre,

o sea inerte, tengo llave.


Förüq


HIJO DE UNA LUZ:


Todo abarca,

sin desmenuzar lo cercano,

yo lo estoy sintiendo,

por tu lado,

es el poder,

maestro de una luz,

abarca todos los cielos,

tú crees en un enorme sirviente de la luz,

siempre en mi diestra,

créeme esta noche,

un universo de luz,

poder que abarca sobre la luz,

poder de la luz,

siente, siéntelo,

universo toda luz,

una era en fase y etapa,

abarco lo que siento,

nunca estará en mi poder,

tú y yo esta noche

se visten los astros,

vida, tú y yo,

siente el poder que acaricia y no hiende,

soy aquel sirviente,

sirviente la rauda luz,

otra luz sobre el cielo,

es mi amor, es mi alma tocando nota,

soy hijo mi madre de la luz,

siénteme ahora,

tú estás a mi lado,

tú y yo esta noche,

energía,

cosmos en vena

es la sinestesia elaborada,

oh alborada,

vine por tu voz

vine por tu cromática luz,

lo siento,

hay un poder que nos supera,

un primer dios rojo,

un último dios sin consumar,

lit c et sumun canae,

venimos de la vetusta olvidada,

lo sé es el poder en llamas,

a lo alto,

sobre ello, traigo manifiesto,

un amor que no se consume,

un abarcar recto,

sobre el fuego,

no abandono su llama,

perro de caricias

y buen pagano de la rama roja,

serpientes,

os llamo, la lucha sigue viva,

puedes sentirlo, tan grande que abacora,

y el resquicio abandera,

luz ávida

sierpe broncínea,

estrella de guardería y ascua,

luz hermosa y fragante,

sienta mi alegría,

mi dicha y mi condena.



Förüq


PALIDEZ INAUDIBLE:


Era una joven noche, 

caída ya entre algodones de nubes, 

y un hueso de luna 

por blandir el horizonte, 

de sucesos famélicos, 

miradas fugaces, 

y testigos somnolientos. 

Vencido el atardecer 

bajo oscura premisa, 

que todo aliento encarcelaba, 

inquietud disparada 

de fuste en curiosidad, 

suscitada en envés 

y lo más profundo 

del humano anhelo, 

entre belleza y muerte, 

locura o razón sajada, 

juventud eterna, 

mito o paradoja en lucha 

contra lo caduco del ser, 

instinto en deseo servido 

en cáliz del mortal inmortal, 

como juego macabro, 

en inevitable curiosidad, 

un ser maldito, 

condenado a la vida eterna, 

y su sed de sangre 

que le envuelve, 

soga tensa de maldad eterna 

que vive y camina sigilosa 

sin condición de mera elección. 

Sueños encorsetados, 

en nuestra atracción 

por ese lado yerto 

de ser siempre en esta vida 

condena resarcida, 

entre oscuro granate, 

y acecho de ley 

y comprensión desconocidas, 

que emerge de historia 

jamás narrada, 

y seducciones finales, 

de colmillo y paradoja 

terror vecino. 

Leía los recovecos del alma 

transparentados en vivaces, 

ávidos rostros, 

sin esta sed 

que batía como rayo 

de plomo mi entraña, 

convivía oculto 

al sentido que relucía la vida, 

por colmar su caducidad, 

el tiempo jugaba 

en mi caso a otro juego, 

como lucha del tedio 

y sombra de buscar distinción, 

para regocijo 

de no repetir acto 

y maniobra, 

siglos parecían inermes 

frutas que morder, 

sabiendo que mi final 

no llegaría. 

Frívolo llegaba el otoño, 

que peras del olmo eterno 

dispensaba, 

aparentes los rostros, 

satisfechos parecían, 

llegada la hora yerta 

de negrez, oscura, 

flotante, 

algo llamaba estridente, 

era el nuevo hambre de la caza.



Förüq



Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano,  era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola mirada  destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.

No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;

resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas. 

De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno. 

Förüq


 Candidez y sentido

al servicio de honores románticos,

no hubo naterra,

que cultivar más imaginación,

que virtud en juicio,

todos arribamos a la virtud,

orgullo y perdición,

de jovial inocencia,

sueños en poesía

eran pulcra vida misma,

oh escenario pintoresco,

ungido en feroces, pasionales

llamas.

De lánguido temor efímero avanzaba,

hacedor de tiempos faustos,

en los que tejer ojos brillosos y anhelantes,

mérito real, acostumbrado,

el esforzado vilo condenado,

de sortilegio claro,

rondando me aferré a fundamentos de vida noctámbula

surreal;

de hora parca solitaria que rebrillaba

la sed de mi colmillo en tersitud de filo,

fantasmal lucía el pertinaz sueño sanguinoso,

blandía su deseo,

la tácita recompensa amilanada,

héroe tétrico del norte su silencio invernado,

no me afinqué en ninguna carrera del vicio,

era día de abyecta dicha florecida,

ruina de muchos,

oh creer cielo ganado,

mismo techo,

que habita una criatura tan hermosa y delicada,

ojos expresivos como sangre en sed vampírica,

unas manos que ni mejor pintor,

tratar podría,

tez fría y pálida,

cuan mármol sonrojado,

recién pulido,

su cabello de realeza azabache,

peinarse sólo en fuego pudiese,

su silueta era perfil del paraíso,

asombrado pregunté su cincel de nombre,

respondió:

-Förüq soy Leannán-Sídhe señora hada Reina, dueña de la profundidad, 

nocturnal.


El Castellano Förüq






Asumo un aniversario

digno de recuerdo,


cumplo trescientos treinta años

del designio fausto del

Panida trigo nacido,

en comparativa soy un

mortal inmortal jovial,

si existe la eternidad

me preguntaba al correr

de siglos sin hallar

respuesta válida

cadencia de haber estado 

en existencia puede,



II

He conocido sortilegios,

encantamientos por los

que su víctima cae en un

letargo de sueño para

despertar a los cien lustres siguientes.

Sostener la carga del tiempo

nunca es bastante,

oh, transcurrir infinito

de la sed.

Alquimista de sigilos

y silencios esenciales,

un día susurró mi Musa

que el amor y la seguridad 

eran enemigos

mi esperanza era total

pero no, mi miedo a ser

feliz.



III

Musa Luna sempiterna

era coqueta y en ocasiones

hacía que me muriera

de celos, seguíamos 

viéndonos a escondidas

yo, humilde descendiente

de Candamvis

adorador de Mercurio, 

mi Sol fierro,

anhelaba cobrar mis

lágrimas dulces vueltas

versos por y para ella

siempre veía a los celos

mordientes viles viborillas

invencibles, inextricables a mi temple.



La veía con curiosidad,

como se ve a un Fénix en una caverna,

como se encuentra a un resplandor

admirable.

Mis ojos iluminados

cual sed de cuarzo

bajo sol rebrillante.

Su tez era radiante 

como carne recién modelada

yo como alquimista de un recipiente

de sueños inmutables,

como la dicha y gloria la bañaban,

ya acariciaba una noche memoriable,

al candor de estrellas

y lunas argentas,

la profundidad su belleza imantada

yo era incapaz describir en fúlgida palabra

asordinada.

contemplé su pulido rostro

y papiros azabache cual su mercurio,

en ojos encendidos,

mi tristeza ya era fugitiva,

un rayo de fuego emanó

de la admiración cautiva en mi pecho,

capaz de concederme

en un pálpito inmortal,

mi corazón no cabía entre costillas,

tantos años se materializaron,

de ferviente amor por ella,

mi no-estrella mi viva Doncella Escarlata.




Förüq



I

¿Qué esperas, en el concilio de los caídos?

¿Esperanza de redención?

Se derriten las paredes

del sótano de luz.

Su habitación que esperan las almas

del placer.

Todo cuenta y danza dantesco

el sortilegio

de luna soslayado.

Crepita el devenir

deshojado,

su verdad todo envuelve destellante

y brilladora.



II

¿Qué esperas lavar en esas habitaciones?

Puede, tus fúlgidas respuestas.

Una salida al sendero

inextricable;

todo lleva, y nada de vuelta.

Volvemos a comenzar.

Estruendoso litigio

de lo que la espera

indujo a permanencia

en libro perdido,

mi decencia ahogada.

Escudos de salvación

al amor perpetuo.


III

Sin solución avanzo,

Ventanas como miradores

a un final sin comienzo.

Final, sólo de sembrar

simientes en el corazón del sueño,

jamás abierto

tu Sol negreaba

como ascua perenne.

Un millar de leyendas 

trashumantes,

me abarcan, no canto canciones,

ni poemas.


IV

A una fallecida,

la vida sólo canta

y danza, a la vida.

La muerte sólo dicta 

y mantiene lo que es de ella.

Vida para el vivo

muerte para el muerto.

Por lo que proclamo

cese y automático

blandir de mi viento solar

y semilla ancestral.

No hay alma,

no hay alma aquí,

la mía tiene el valor

de brindar tu cara

a mi rostro,

porque no hay certeza,

para mí, existas sin quererme.



V


Escalo tus venas,

entre un horizonte

de razones heridoras

y lúgubres, parcos, silencios sonoros

en el callejón de mi mente sigue habiendo

un paraíso sedoso,

todo hecho de rocíos entre flores,

puedes oírlo,

pregunto,

siendo destino,

y barco dirigido,

a donde coronan cumbres

y sus vastas nieves,

mi ánimo que desplaza cerros,

y sus frondas suaves,

no vine a deshojar tu cielo,

sólo a contemplar

que era hoja mecida al aire,

colgada de una tela de araña,

bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras

colgó en hojas...

Sangre de estrella,

oh, nácar flamígero,

fuiste más allá del suplicio dormido,

roca del destino,

y puridad de roce,

no te bastaba incendiarme

de la esencia más húmeda,

llegaste amilanarme de carne a hueso,

y hoy lo siento no me quedan penas,

sí quizá,

besos huidizos y fulgentes,

desquieres de barro y simiente,

a la sola carne tu reflejo hoy canto,

beso de trigo, y esparto,

en hoja de celindo y madroño,

vine por tu hinojo de abajo,

a precipitarme exhausto.

Como precipitación del ojo de tierra,

era mi canto

como un dulce abrojo,

y filoso como la espina un majuelo,

almendra rápida era este enjuto silencio,

vestido de las rosas perras del escaramujo,

eres real, plañe toda sinestesia,

me voy retirando,

lamiéndote como un paloduz,

sopesando tu crin y brebaje,

no vine ayer

si asegurara

llegaré,

al saber que te conoce.




Förüq er-lobo bohemio


VI


Te busqué detrás de la estrella

más brillante del azul eterno.

En el suspiro de amor que

corre y descansa entre la

inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó

a ver la belleza que envuelve

tus piernas, adentrándome para

reposar siendo una sombra más,

y te encontré en mi sueño más

cálido, en el cielo encerrado

que liberé. En la noche que la

luna baña tu cuerpo, y en la

noche que mi amor corrió por

tus pechos.

Y te amé aunque fuese un día

en la penumbra.

Para así no olvidarte nunca.




VII

Profecía de una noche

que diluía entre tu cabello,

siendo fuerte como luna

semper, y ángel dorado de espera,

hemos venido del plateado halo,

disparando alto,

hijos de luna y signo azabache,

oh, símbolo claro de visión, y vida,

lozanía, que tengo tu carne,

y en alma sembrado el otoño,

y la caída de tus muslos,

entre mis muslos,

de espadas,

y jornadas como vetusta armonía,

cuenta el divino laurel,

su soledad última

de naipe y candelabro,

sentado en la tarde amedrentando espumas,

este sol que ya cae,

oh, flor de gozo, desprendida,

lampos de mi acero,

vieran mi yunque y forja sembrada,

esta sábana que nuestra,

no me acaba,

me iré sí, sin pausa;

por muerte sola,

sin casa, sin cuerpo,

sol amarillo, de otoñada bruma nocturna,

ala vieja asidua, perenne,

nacer de otoño erige y dice:

-Te quiero, como ruego,

y voz de vuelo herrador, y errante,

una luz envuelve sempiterna, un septiembre,

donde la lluvia eres tú.


VIII


Estallase toda gloria

en aire algún sortilegio claro,

danzando mis apuntes

en torno un fondo fantasmagórico,

reluciendo nota sobre un cable puntiagudo,

la profecía de cientos, miles,

constante, de ágil hocico de riera,

hombre desnudo y un sólo anhelo

como cristal partido,

sonidos de vida en campo perdido.

Flor de barro haciendo reflejo,

destellos en horizonte hacia

las nueve puertas del Averno,

muchas fuerzas sondeando,

corte sobre una pala,

oh pies de barro sobre la paja,

agrupando oídos en bucles,

tumbando retinas,

en el vado, del mundo hecho,

músicas en copas de hadas verdes,

voces de muertos hendían,

surco y sangre adormecida

oh local de la armonía,

susurraba yo a su orilla,

su historia

como río crecido,

cocería cintura,

entre juncias y caléndulas,

reposar segura violeta sombra de noche,

que traes invicta, sonriente,

temblar, donde yace y se inclina

el barbecho dorado,

alzaba acre de bien semilla

confesa, prometida,

la victoria de la luz se erigía flaca,

bancales atrás,

la dificultad no me arredra,

oscuro patio, de ti bañado,

cuál precio he de poner,

a sus semillas.


IX

 Mi mujer fantasma:


Mi ausente estrella,

murmuro de grito silencioso,

nota de terso metal crispado,

un sigilo de viento nocturno

descendido,

que sangra tu voz

en verde grama

de aullido solar,

vespertina estrella

que refulge tu eco solaz,

llana entre quejumbres,

alza tu violácea brisa

ensortijada,

como blanca aurora fugaz

entre sienes

y aladas razones de mi corazón

sin mi pecho,

que tu luz siembre mi carne

y germine siendo flor de mi sierpe

hoy y siempre alzaré mis rosas desangradas

sobre Galatea

partirán oscuros sones

mi hiel bandera,

serás tangible

como yesca espera,

abre tu espíritu de hielo,

retemblarán negras caléndulas,

y rosas de difuntos

entre crisantemos

avalando tu áureo nombre,

llorará tu etéreo faz,

alzará tu nombre yerto

que mi ser injerto

orando a ti

mi dulce amada fantasma,

viniste a despertarme el invierno,

para ser solsticio

de eternidad sin nombre,

ni suplicio irisado,

hoy por hoy

viniste para ser siempre

sonrojando

mi invectiva condena

de observar el sonido de la noche

en tus ojos,

vine a coger tu mano,

y descifrarte

como azul enredadera,

late,

sé disparo de plata,

inmortal hacienda

en la que vivir

siguiendo la azur estela.

Te amo sin manto ni rienda,

te brindé

mis flores argentas, solitarias

desangradas en tu tez serena.

Veré para siempre, en cada siglo

el sonido de la noche en tus ojos,

lividez carmesí flamígera,

en nuestra condena

que dictó la posesión

de tu alma certera;

para siempre deslumbrar

que llegas en otoño

para ser el añil invierno

que me desposee

y llena mi vida

de ti mi amante estrella fría,

mi dorada ausencia repleta,

te extrañaba

viniste mi no-estrella,

que yo te creo, tú me creas.

incendia mi semblante

arderé el abismo

para sembrar allí

mis latidos por ti confesos.

Miel de tu sombra,

mi cariño,

un azar de nueve venas razones.

Vivirán a tu lado

todas mis densas, sanguíneas

ilusiones.

Donde yace,

donde tu magia,

es tu halo intransigente

que esta vida dictó

fuera mi sangre,

certera posesión

de tu alma en comunión

de astro padre

y luna madre,

rizarán ascuas

que sembraré tu luz,

y tu alma será carne.

Mi amante fantasma

quiero aceptes mi mano,

en sediento compromiso,

azar desvelado en despierto iris,

su sombra de flor oscura.

Que yo amo.


Förüq a 26-12-2018


Amante fantasma:


Hablemos hoy en plata de tiniebla,

oración de tu sangre yerta,

cumbre febril de hoguera quieta,

ese cuervo descubrirás su poder,

yo iré de tu mano,

manso tu poder sembrado,

aunque no entiendas

no preguntes por qué sigo a tu lado,

el puerto negro te llamó

y sentiste el poder de tu pasado,

nadie permitió que desembarcaras,

capaz eras de romper la cuerda

que sostiene las dimensiones,

ni vivo ni muerto

niega tu osadía,

cruzaste la puerta de oscuros lirios,

tu amor a la flor

al creador conmovió,

resoplo tijeras rojas

en grises ideas,

desenfundo mi filo,

crepitan arduas espadas,

respetaste la muerte y ella

respetó tu vida.

Crascita tu lozanía,

entre forrajes

y soles pudientes,

desmenuza tu silencio,

clavando yunques

de paredes granates,

el peldaño irá cuesta abajo,

cabalga tus lindes despiertos,

libérate de insectos que caminan,

turbios azares me cuentan

de tu devenir rizado

al filo de la navaja.



III


Anochecer de mi vida,

en tu patio de la araña,

retozan clarines esquivos,

yo soy lira de alma consumada,

vicisitud ensimismada

de tu azar en semblanza,

vivo flagrando tu azada,

pulcritud entre cristales rotos

esa soy, bruma en tu noche,

claridad en tu día

luz de cada siembra,

arena del tiempo

enclaustrado,

vine deshojando recuerdos,

hoy me diste voz,

no seré yo tu perdición

sino el camino a tu salvación,

viviré mordiendo tus rosas

que desangran tu amor,

soliviaré lo liviano,

afligiré temor al miedo,

seré aliento perdido

descubierto,

te abriré mi reino,

las escarchas serán los colores,

viviré besando tus flores,

limaré abrojos nacientes,

serás estaca del destino

servir a tu alma sin nombre

me alumbre,

camino de mis flores desgranadas,

sangre de tu reposo

mi amada espina de sombra.



Förüq Miguel Esteban



Luna blanca:


 En diáfana soledad

donde mi cuarto criquea y clarea,

tus anhelos y esperada sonrisa,

me aturden tus labios y lengüita vista.

mis serenas ilusiones tiemblan y afloran;

como mis labios por cazar tus labios,

no hay nada en el aire ahora,

En oscuridad rebrillante de mi lúgubre cuarto,

es tu figura la que me acecha,

qué provocarme acaso puede, oh caos febril, 

deseo pertinaz tu fragor,

oh estrella inviolada,

pretensión infausta

 es violar esta, acampar sin brújula 

ni rumbo, sólo adentrarme para no querer salir,

 tu lúmina esperanzada me recorre,

cada vena y arteria,

un placer de ayer,

es hoy dictado a la milicia,

tu estampa recorre todas mis neuronas ancladas,

un río tus flores angeladas me cubre,

agarro con estridencia mi almohada,

pensando que eres tú,

en cada noche mi luz, mi ida mi avenida,

y una fría luz

comienza a invadirme,

acabo que sabiendo no eres tú,

y unos ardores me escalan,

en ellos pude ver cuán te quiero,

y desespero, sólo sé que tenerte te tendré,

estando ausente mi suerte, 

destino parco que dictará verte.

Piel con piel,

flor con flor,

hasta que estas lágrimas de sangre,

sean mi sangre de tierra,

ababoles flamígeros,

carmines del deseo estertor.



Por ti labraré el día,

mi Luna compañera,

mi Luna aeterna,

oh, cuánta sangre mía,

regó esta mi soledad de tumba abierta,

que me camina,

por el sol de junio un mayo despachado,

avanzo, abro el solo Parnaso,

mi sol ya no luce cansado,

abren dulces lirios negros,

el compás mi destino atronador,

era un capataz,

era un sembradío del brillo primero,

un arpa y un arma de carne

y verso, beso tras beso,

un dulce designio invernado,

hollín de luz,

en esta fosa cava mi amada,

tercer lucero mi firmamento,

igual y primero es,

sangre negra de luna oscura,

por la esencia azabache,

de nana y cuna argenta,

soledad, oh soledad d' este pobre diablo,

ungirás mi dicha mañana,

que te pierda,

hoy veré esquelas por astros,

y oscuridad fluirá

como bruma siempre gris,

me atisba sola idea,

velo de tormenta

y nácar una esquiva sonrisa

sin volandera

ni ascua desapagada

por lengua,

al olvido perenne no danzo,

vida de una vida bajo tierra,

me trajo,

a este filo diamantino, 

blando, de tajo,

alto silo de luna,

hoy te canto,

que sin tu penumbra venidera,

ni dormido me alzo,

oh, compañera,

no me desampares camino 

de escuela, ni honda hoguera,

tu inocencia,

oh, preñez de sílaba,

polvorosa y escarpada,

haz que acabe con un beso libre,

lo que nunca comencé.



Förüq

 a 2-06-2021


De hecho,

no sólo la observaba con atención,

aquella doncella imbuía un eterno secreto,

capaz de surcar llameantes abismos

y dejarlos todos de matiz sanguinoso,

su mirada tenía una luz inaudita,

cual sangre de hadas cristalizada en ámbar.

Imaginaba sus besos, del candor más hábil temperado;

sumergirse en el mundo etéreo era hablar con ella,

llevarla flores, como si estuviesen por extinguirse,

quería Förüq compartir

con su Escarlata toda su felicidad y admiración

cursaba, como si tiempo no hubiese

debido para él apenas transcurría

sólo su sed llamaba a descubrir su secreto nocturnal

ella podía desconocer,

de incierto modo su letargo sin su compañía

tañía su tercera campanada,

su palidez ya se oía en el deseo su dama,

y su testarudo turquesa de ojos hendía

su palpitar hermoso.

Quise llevarle luz como mensaje en una bella golondrina,

siempre querré tu vera

como designio manda Ares y Perséfone florezcan todas flores

al caer la primavera;

su mirada y belleza no eclipsaba hipnotizaba,

mas su color y ternura de entraña enhechizaba,

hasta el alma más helada.




Förüq


IX

Menguante vestía la luna su traje,

una noche sempiterna un diciembre;

la lluvia acaecía en el rostro

más terso,

donde todo acaecía

en la villa su Campiña,

hubo un festejo de alta alcurnia

allí se presentó un viejo noble comunero,

brillaba más su extravagancia cautiva

que su nobleza,

él era anhelante,

como explorador observante

de la más pura belleza otorgada,

su melena era de un hombre arriado

las tierras del norte,

sus ojos encendían una curiosidad innoble,

por determinar su fausto origen y linaje perdido,

brillaba en ellos una llama oculta

de luz congelada,

como del mercurio atrapado en sus cuencas,

fijó su fría mirada fija de admiración

en una comensal que rizaba su cabello largo azabache,

era una doncella de un castillo olvidado,

pasado el puente vestigial, sobre el río tajo,

sus gestos y desmanes extravagantes

y de educación sin par ancestral,

pronto llamaron la atención su doncella perdida,

invitada,

quedaron en dar paseo bajo la luz de luna,

y los candiles de aquella aldea,

pronto se vieron en una conversación

de seres y leyendas

de encantos y sortilegios,

quedaron en descifrar su acertijo de mirada

adivinando lo que quería el uno del otro

en aquel rayo de luna morena

ocurrió el beso inextricable

uniendo ambos sus colmillos.




Förüq


ESTOY DESPERTANDO A LOS VERSOS:


Gloria realidad;

beso de ascua  semper,

vive el sueño flamígero,

cómo negarlo si mi interior florece,

amamanta esta vil ilusión,

apodera,

mece,

hiende,

hijos de la simiente arriba,

desnudo son en la penumbra,

que admirarte es de siempre,

hueso, eje,

crujido eterno

que el sentido despierto,

asordinado es ya

oh lustre enervado,

vine del traspuesto de abajo,

buscando desnacer en hidromiel

y estado quo,

fase de admiración cursa mi sangre,

néctar parco melífero,

alerta,

relamo  mi suelo,

en tres,

despierta,

oh endógena ola fluvial,

cauce de éter.

Solo desliz en azabache mecido,

es un cuarzo verde

para potenciar a las hadas,

me bailen su agua

endiosada,

rocío estelar surqué

tus soberanas lumbres estelares

y hoy todos mis muertos son santos;

te sirvo, te amo, te necesito

colmar tu atrio de caléndulas solares,

traerte la flor de nuestra profecía

en mano izquierda.

que no hace falta que suenen todas las trompas de Babilonia,

una de mis trompetas de los ángeles basta,

que siempre que se vea una alborada,

siempre vivirá FörüqHipsípila

para buscar y entregar una flor de Hércules

a su Musa Amada.



Förüq a 28-11-2022



FUEGO:


El fuego siempre ha sido elegido,

el fuego es tan fuerte, que elegí creerle

sin culpa

aunque hasta acepte

sea un concepto inválido,

que me asignaron aceptar,

elegí creer,

aunque me asignaran libertad

de no hacerlo, lejos de idolatrar

un código de leyes rige el sueño

de toda sociedad, 

pagar varias veces por mismo error,

ni justo, 

sí puede eje de rebelión,

he venido a desafiar mis propias creencias,

a fijar la ley del orden

moral, propio, se consumirá

en su llama, todo lo que invita a sufrir

sin razón haya cobrado ya.


Actuar únicamente, bajo el principio,

lo que dicta la bondad,

amar lo que hago,

sobre todas las cosas existen,

como premio y castigo,

buscar lo justo en cada inconveniente

encontrado, la decencia sea juez universal,

tener, y honrar aún no poder verlo ni sentirlo, a cada momento,

la Verdad y su Poder de Fuego elemento hermético


Sol Fierro Lvgvs



ARRULLO DE LUNA UMBRÍA:


I

Aquellas parcas sombras, truena la feraz noche

venían densas creciendo,

que ni permitían ya ver las cosas,

pisaba el lindero dejaba el otoño entreabierto

no temas amada que marchite

volveré a bajar el Mesías de la flor

vista y traída en noble influjo

los ojos una bella golondrina,

como aurora de puro amor

bajará también el trueno relampagueando,

el abismo inmensurable de acento en mano,

traeré mi imaginación toda centauros

y con luz abrigaré la idea más sencilla

dulce amor, toda sueños feliz yo de hechizos

y tersas corrientes,

umbrales expone el ávido mundo,

fiero instante y borré el olvido pudiente.


II

Magnífico ademán aguarda

la bestia esperanza

ocultando estoques entre tiniebla magna,

dance mi talle, que de hermosa

pudiera adivinarte,

oh, de rostro encendido

entre centellas y aperos

de decisiones fulminantes,

mi llanto secas,

suspiro bello de noche, serena, altanera,

la esperanza es de altos cielos

virtud y temeroso don precioso,

en sombría torre brota y retumba

el tañer de una campana

a su bajera, corría un límpido arroyuelo,

de espuma que camina y brilla

su misteriosa figura que engulle toda.



III

De melancolía hija no la llamé aún pudiendo

soledad

vine a hablar contigo luna umbría,

amiga amante, en cada sueño,

de ilusión tu beldad hermana,

oh, de luz viva sanguinosa o plateada,

tenue como brillante,

te busco sin consuelos,

sin candilejas humanas,

llevaré tu esfera

siempre dentro de mi alma,

te busqué entre nubes, vientos,

y ramajes, siempre huías de mí

entre edificios de ciudad y cantiles

sola armonía llamé a tu pronta belleza,

ilusión, que mis ojos en ti se vieron.




Förüq Miguel Esteban Martínez García





MEMORIAS DEL ESPEJO:


Estoy creando memorias

dentro del corazón,

sublimar lo correcto,

tantas vidas de gato de arena

te he esperado,

en este horizonte traspuesto

surca lo vivo, surca lo muerto

para siempre;

es un canto a la Oscura dama

doncella sangre de Tierra,

tantas eternidades cuesta un beso,

que se da a cualquier desliz temporal,

un paso,

y hendí de la sola voz

su éter,

oh sangre del Eros,

diestro voy por la segunda mano secreta

encima su verdad endógena,

que fantasía te desvelaste verdad,

de aspas molinos,

y campiñas de castillos y solas callejas

de hinojos y brezos

flamantes,

sube a este baile nuestro combate

deja suelto el ajeno embate

debido ni rival florezco,

solo a consagrada conciencia apelo,

merecedor todo el juego a perder venciendo,

y un tablero que vuela y se esconde

en tu voluntad,

perdona si admirarte es para siempre,

tuyo soy recuerda,

entre tañido y víspera cincelada

sé  lo que me gusta,

sé lo que quiero

y no alzo armas gratuito,

elegir ya te elegí hace un siglo,

no me conviene regodearme

de haber obtenido más hijos que caricias,

invitación sí

a obtener la felicidad que me sobra

por ello estoy preparado para amar

y no se llamó duelo ni necesidad,

muéstrame tu flor

sobre el fuego,

sentiré tu llama,

no eres tú,

no soy yo,

no te dejaré surques el puente

dificultad solo es un paso

para llegar más lejos

y jamás sola 

ni en aquella penumbra

que no veas miedo ni de ti misma,

surco una ofrenda

para desvanecer el cristal y laberinto de espejos,

de condena y espejismo surca mi visión.

en UNO awen

en TRES Auge

en DOS tú y yo.




Förüq





NOCHE:


I

Noche, hoy a tu velo de sosiego

me entrego, te escribo

al crisol estrellado

oh, cuántas parcas estrellas acogen

mi canto de penumbra nacido

recuerda el sueño que tanto ansío

que Oscuridad se acoge no se

vence, se ama,

a tu velo nacarado le hablo,

cuántas nebulosas te adornaron,

para ser noche, inmenso faro

de sosiego imperturbable

de la ceniza a la tierra oscura

dirijo mi cantar,

pulcritud de lunas, servid 

humilde, os elogio, sin sepulcral

prestancia, me dais la vida necesito

día sin enamorarse de la noche

no es día ni romance.


II

Oh, cuánta visión cegase

tu sábana espectral, este grillo

te sublima tu sabor,

un apoyo inusitado granate,

oh púrpura visión me acoges.

Voy rumbo tu crisol

de valles silentes, con mi humo

verde de pluma estilográfica,

bajo la luz de una vela,

oh, puridad sola

vine por tu voz

al ascua de luna

llamo,

somos hijos de signo

azabache, Lunáticos a rebosar

crisoles como relámpagos de Ares

en y bajo tierra.





III

Oh noche cromada,

te canto dame pulcritud

de estela, sola lumbre

descrita a Musa Luna y

su mar solanáceo,

vine de nota baja blandiendo

esquelas y señales efímeras

no me iré sin gemirte,

oh, de pureza y desvelo

energético, te alabo,

bienvenido otoño

a tu fantasma carnal me entrego

y ella, dulce tormento

insobornable que une

su vuelo complaciente,

que yo amo su querencia

por y para siempre.


Förüq Esteban er lobo bohemio


BAJO EL SIGNO DE LUNA AZABACHE:


I

Me llama en la noche,

me acaricia su recuerdo,

con sus caricias desvanecerse

quiere;

y renacer en la oscuridad

del ocaso eterno.

Comprendiendo y llevando dolor.

Yo sin comprender su aparición.

Pero recreando su alma viajera.

sueños serán, pero cada día

la siento más.

En la belleza de imaginar

la complazco con la sencilla palabra

de amor a su alma

sin cuerpo.

Que me acompaña

desde que sufro por el querer.




II

Te busqué detrás de la estrella

más brillante del azul eterno.

En el suspiro de amor

que corre y descansa

entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó

a ver la belleza que envuelve

tus imaginadas piernas,

adentrándome para reposar

siendo una sombra más.

Y te encontré en mi sueño

más cálido, en el cielo encerrado

que liberé.

En la noche que mi amor corrió

en tu flamígero seno,

y te amé aunque fuese un día

en la penumbra.

Para así no olvidarte nunca.




III

Manantial fulgente de inspiración

tu mirada tierna sin compasión.

Matices de esmeraldas

tu pupila enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma

de tu piel frágil y esquiva,

con sus amapolas amarillas

el color de tu áureo.

Un piropo, el suspiro

de mi amor eterno.

Que corre que escapa y vuelve

el cosquilleo.

Tu boca con mi boca bebiendo

del mismo agua del deseo,

tu piel con mi piel

avivando el ascua

del sentimiento preso.



IV

Resplandor de auroras en los recovecos,

donde se refugian mis ilusiones

en mi pensamiento.

Tu tez conoció mis manos

y mis manos te moldearon para su recuerdo.

Eterna batalla a la noche,

cuando noto tu ausencia,

la noche que galopa

y yo con palabras sufridas,

de nuestra vida sentida.

Ya no hay felicidad entregada

con besos y roce de nuestros cuerpos,

medida y entregada,

ya no te buscaré en esa nostalgia.

Me enamoré de la vida

y nada me falta

porque todo me llena.

Te volviste a pasear por mis sueños,

y en ellos nos reconciliamos.

Vuelve a mí el dulce tormento

para vivir soñando

con el recuerdo.

Y amarte soñando despierto.


V

Noche en vela de navegante

sin destino,

noche despertada,

por la luna.

Y acariciada por sonrisas de estrellas,

cercanas y lejanas

según sean miradas,

a través de la copa de sangre

o con la nostalgia del corazón.

Luz a la vela que ilumina la pluma;

tinta de ánima mezclada

con los recuerdos de una vida a tu compañía,

pasada, con hielo y fuego, con besos

huidizos y fulgentes,

eternos y efímeros,

con sueños rotos,

y días de amor

a la sombra de tu reflejo,

disuelto por el embiste del tiempo,

que partió mi corazón en dos y un cuarto,

en el que me alimenté de las rosas

y flores desangradas.

La copa de sangre

en recuerdo

de una sonrisa que resplandeció.




VI

Amada mía te escribo esta noche invernada

detrás de la estrella apagada

que yo te amo amada.

Luna mía, tú mi flor que brilla

luces bonita, estrellita mía

sólo tú eres mi vida

runa azabache mía,

jamás se apagará tu boquita,

que llama a la mía.

mía sólo mía,

mi flor de luna

sólo para mí encendida.

Yo nací para tus ojos,

madera de los cipreses.

Yo sólo soy escarabajito,

yo camino despacito

de tu mano, duermo contigo.




VII

Sólo soy lo que tus ojos

dicen de mí.

Sólo soy amor, vivo en ti;

yo nací de un rayo de sol,

dije soy fuego sin más razón;

de mí la sangre huyó,

yo sólo viví como flor

al muerto le di helor,

porque yo viví solo, solo

como vive la flor

pero ni aroma tuve

ni tuve color,

sólo tuve polen carmín rojo,

que a la tierra llegó.




VIII

Muerto vivo, si no te miro;

luna muerta vi encender

y a mí llegó.

Para yo decir viví, fui, amé,

reí, y con su amor

digno orgulloso sucumbí,

hasta de su boca morí

pero un día desperté

frío como sol que fui

y ella huyó de mí.

Así mi condena

cuando yo muero,

ella vive por mí.




IX

Amada inspiración lejana

o cercana, según seas mirada,

del interior embelesada

alma de mi alma,

espíritu sin nombre.

Destello sin horizonte.

Luz atraída cual estela indefinida,

venda que el ojo no vea;

orilla de mi barcaza,

sin suspiro, ni terraza

cruel hornaza,

letanía sin lejanía.

Ni caricia existe

sin manos que te modelen cual arcilla,

lugar de mi lugar sin hallar;

bello templo tu mirar.

Ni beso existe sin sentimiento inicial.

quién afortunado

que en mitad de la rima,

muriese para no cesar.


X

Cuidarte, un esmerilado sino,

sin cosecha mortecina

ni pensamiento enemigo,

soñarte, y el sueño

la vida trae,

acabar hendido de la expectativa

llorar savia atisbando ser sangre de tierra.

Abrazarte a las tres de la madrugada,

sentir que tu cariño me velaba,

construir un tiempo de sentimiento,

no de un mero invento,

que se inició y ha de acabar,

inicio sin final propuse,

como comienzo que abarca pero nunca inició.

Sangre de inocencia,

es bondad ciega,

voy lamiendo tu cumbre,

sin esperanza ni dulce futuro.

Pero con la fortaleza

que yo soy por siempre

la noche y su rebelión

de esquema.


XI

Mirada obtusa a la vela

y el candelabro,

un borbotón de densidades que caminan rebrotan,

como lienzo inagotable,

una conciencia fría de agua.

Me desdoblo,

para descarnar esta figura que me acecha,

y choca en luz proyectándose

en opacidad.

No tengo sombra y cuando la veo,

siempre digo que juré alcanzarla.

Matiz insobornable

ganar tu aprecio

sin despedir,

esta injuria inmortal,

de sed de sangre.



XII

Adorar es amar sin razón,

embeberte hasta se llene el corazón.

Principio de causa

es construir casa por el tejado,

revivir algo irracional,

que ni sacia a la estúpida razón,

no veo problema en darte todo,

porque es sabido,

que entero me siembras, tú.

Mi dulce tormento.


El Castellano


XIII


VORAZ DESTELLO:


Resplandor de auroras en los recovecos,

donde se refugian mis ilusiones en sueños.

Tu tez conoció mis manos y mis manos te moldearon,

para su recuerdo.

Eterna batalla a la noche, cuando noto tu ausencia,

la noche que galopa y yo sólo con la palabra sufrida

de nuestra vida sentida.


Ya no hay felicidad entregada con besos,

y roce, de nuestros cuerpos,

Medida, y entregada, ya no buscaré en esa nostalgia.

Me enamoré de la vida y nada me falta,

porque todo me llena.

Y tú mi bella, volviste a pasearte por mis sueños

Y en sueños, nos reconciliamos.


Desperté, y sentí de nuevo, el dulce tormento,

Para vivir soñando con el recuerdo,

y amarte soñando despierto.


Si me marchito sin ti,

No me quemes con letras indecisas,

porque vives en mí,

y te daré lo que pidas.

Si permanezco, en tu recuerdo,

no me quemes, no llames al olvido.

Si acaso me dueles,

no es por tus errores.

Es por tus triunfos, sobre mi palpitar.

No me quemes con una lágrima,

sólo con un beso.

Si te perdono y no vuelves,

no me quemes, porque

el fuego no se quema,

Se aviva.

Tu ausencia consume mi alma.

Aumenta mi llama,

No preguntes por qué.

No me quemes sin amor,

Porque no eres mentira, eres pilar,

Pilar que sostiene mi verdad,

Que, aunque duelas,

Eres mi amar, y no despertar.

No me quemes.

Si vuelvo no te guardes,

Porque vivo de tus detalles.

No me quemes, con amor silenciado,

Haz brillar este fénix.

Sólo calienta este corazón,

y te dará su fuego sin medida.

Pero si ves, que mi llama, está extinguida,

No me guardes las cenizas,

échalas de abono, a las rosas amarillas.

No me quemes, porque me dejo quemar.

Soy fénix arraigado a tu bondad.


Si el cielo se cierra,

miraré tus ojos, para tener mi cielo,

mi palpitar te dirá,

que seguiré tu vera.

Si mis ojos se cierran,

quiero tenerte cerca,

y coger tu mano,

sentir que no eres

un sueño que perdí.

Si despierto te vivo.

Soñando te sigo amando.

Cogiendo cada estrella,

en una letra para ti, tú la más bella.

Y el firmamento se cierra,

sin tu mirada tierna.

Mi deseo y mi motivo para acariciarte.

Pasarán lunas, pasarán soles,

y el sueño volverá,

con cada latido tuyo.

No te dejo una flor, te dejo las semillas,

los frutos de este amor.

Porque en mi jardín sembraste,

Tu belleza y bondad.

Porque me llenas de verdad.

Puedo describirte como mi vida giró a mejor,

con tu sonrisa clavada, en mi mirar,

y el calor de cada letra tuya, sentida.

Te quiero, de verdad.


Siendo tus nervios, que atrapan cada sentido tuyo,

cada lima, que afila, tus pensamientos,

sería tu imaginar constante, en amor de dos,

sueños de un romance, correspondido,


Donde no importaría quien se enamoró primero.

Ya estaría atrapado en tus dulces suspiros de amor.

Y tus ardientes palabras de ilusiones lanzadas.

Clavándose en mi alma, lanzándote flores.


Estarían mis poemas, y mi razón perdida, en tu corazón.

Siendo el poeta, en tus ojos, el agua de tus besos,

el rocío, en tu cabello, el fuego, de tu combustible.

El que guarda, tus caricias, y hace inventario, de cada detalle.


El fiel, el humilde y el noble, el sincero de sentimientos.

Simplemente sería yo, brillando con tu amor.

Quien invocó a la tempestad, de roce, de nuestros cuerpos.

Quien se abre camino, galopando, en tus piernas,


Para descansar, en tu boca, siendo hielo, y fuego a la vez.

Siendo anhelo, escondido en corazón,

y corazón encendido, en anhelos, cuando te veo.

Tu gemido tímido y feroz, tu voz.


Ocaso, que la luna baña, de azul, y azul vestido de traje,

de estrellas, un firmamento, que convertimos en magia,

a fuego de nuestros cuerpos, a viento, que transporta,

nuestros jadeos que crecen, hasta juntarse en canción de lobos.


El castellano



XIV


El sol desciende algo va incorrecto,

creí imberbe mi dolor,

creí asirme henchido tu corazón,

siempre amparé 

lo que dijo el tiempo,

mi vida contigo siempre amparó...

Amor, oh ese hueso de suerte

desvencijado en pasión,

vida de la vida de tu calor,

mi vida para ti,

más que cuatro aspas

dando vuelta,

todo puede su suerte,

oh dulce suplicio invernado,

oh sueño de arcángel,

tú sientes mi secreto,

me alzo,

subiendo mares y arrasando, desplazando cerros,

tu alma, quizás más que una Quimera,

más que raíz divina de semilla en Tierra.

Tu piel inimaginada lluvia,

miel tu agua angelical,

tu voz el eterno secreto mi contento,

como aventar girasoles

y sembrar el rocío tu acento,

vengo del suelo,

nadie me va a detener,

jabrí mi tiesto, mi niña amapola,

mi diosa antigua,

quién a ti se mide,

me calló cielo en tierra,

mi certeza,

mi amor de espada,

permite incendie tu mundo,

para juntarnos mi amor verdadero,

Musa rocío de Alba.


Miguel Esteban Martínez García


XV

FLOR DE NIEBLA ELOGIO:



Rocío es tu lágrima obscura,

oh, granate congelado,

es tu palabra vestida de humedad,

voz prismática

soles cuarteados,

inequívoca, luminosa,

brilladora, que todo abarca,

herida y manantío

fuente de espejo,

llama sostenida,

iris de tu propia sombra,

exactitud encarnada,

tu energía irradias,

puñal de crisoles,

y miradas derretidas,

puñal de jactancias

y amados rayos,

espadas,

frutos y simientes estelares

cosechas,

cúspide en vértigo,

cavas abismales dentelladas

de rubor excelso,

oh rectitud de ascua,

quise ver través tu ojo de tierra,

Ostara, la Brillante,

mi cristal fugitivo,

destino fértil,

diamantino que baila en tus labios,

pétalos de Ambrosía,

palabra pura,

callada, amor acaso fuese mía,

alzo vientos y cierzo septentrionales,

viendo a través esta tierra,

aire, luz, mi saliva,

quieto de existencia

clamor de valles,

gloria inasible,

tachonada tus líricas huellas,

cruz y sacramento mi ceniza,

tembloroso de paso firme,

osadía o impermeable letra,

ente de un ente mi sangre,

vida de la vida bajo tierra,

latido rebelde a morir,

firme,

los duros somos bronce,

aunque nos derriben

es para alzarnos más fuertes,

mundo hable sus espinas,

que esta vibración y energía

es invencible.

Oh Sol ferro

tu misma luz, infinita melodía.




Förüqer-lobo bohemio


XVI

Disuelto:


Muero por un beso.

Vivo por un querer,

cruel del destino.

Condena de una pasión,

que creó tu pestañeo.

Al dejarme ver,

tu cielo encerrado;

fijamente tres minutos,

Y morí con tu pestañeo.

Demostró que fui,

Importante, para ti,

Y que a pesar,

y muy a mi pesar,

de los problemas,

seguí en tu mirada atrapado.

Hasta que la aguja,

de aquel reloj de pulso;

se paró, al pasar ciento ochenta, segundos.

Mi cambio de vida,

cuando consumí,

Medio giro, al decir,

siempre te amaré.


LUNA AZUL:


Te amo no sabes cuánto.

Cierro los ojos y te veo.

Tu sonrisa es el mayor de mis regalos,

tus dientes son evanescentes, que hablan de como tú sientes.

No quiero mi despertar si no es para verte a mi lado.

Acariciando mi pelo, diciéndome al oído te amo.


Siento cuando discutimos.

Y no lo aguanto.

Vuelvo a nacer cuando me dices te quiero.


A cada instante pienso en ti.

Ahora ya eres parte de mí.

El mundo me parece un infierno si no estás a mi lado.

Tu cuerpo es un dulce parnaso.

Estoy preparado para amarte.


Veo que me ves,

miro que me miras,

amo que me amas.

Sin ti no soy yo,

sin ti siento, que mi alma me abandona.

No quiero decirte cosas bonitas para nada.

Sólo para que veas, que me tienes loco,


Sí.


Que sacas lo mejor de mí.

Que me has alegrado la vida.


Sé que me amas,

Sé que te amo,

y que sin ti, no soy yo.

Confío en ti, porque tú lo haces, en mí.

Y no te fallaré.

Sólo tienes que ver, todos los días, cómo estoy sin otra vida,

y objetivo,

que hacerte feliz.

Sin otro encargo, que compartir contigo todo.


No quiero perderte nunca, y eso requiere luchar, y dar lo mejor de mí,

para que esto funcione.

Me atormenta pensarlo,

que cada día estoy más enganchado a ti,

que cada día que amanece, mi amor por ti,

envanece.

No importa nada, solo el final del camino,

que es llenarte como me llenas.

Si te digo, que sueño contigo, casi todas las noches,

No exagero, hasta sueño despierto, cuando estoy contigo.

Por querer soñar contigo, de ti yo me he enamorado.

Eres sueño, eres mi dormir, tú lo eres todo, para mí.



Quieres saber la verdad, me has alegrado la vida.

Has llenado mis ojos de esperanza, de un futuro junto a ti.

Esto no es un poema, es una hoguera de sentimientos,

que arden en mi interior.

No soy especial, soy de carne y hueso, y me muero por ti esa es mi debilidad.

Te deseo y   que mi cuerpo, te llama cada noche.

Que cada parte de mi cuerpo, te extraña, cuando no estás conmigo.

Que cuando me levanto, y no te veo, me pongo triste.


El ser humano, nace. Ama, lucha, y muere.

Yo lucho, te amo y me muero por ti.

Tú eres el timón que guía mis pensamientos.

Eres mi estrella en el firmamento,

El sol que me vislumbra en cada mañana.


Y la luna de mis noches color plata.


Acariciando sueños, viviendo el recuerdo.

Como una vida sin sentir, no la quiero,

En el despertar de ilusiones en verso,

Todo es bonito, todo es bello.

La nostalgia crea su velo de dulce tormento,

para quererte me basta imaginarte.

El velo de traer el pasado al presente.

Cayó de mis ojos, pero el corazón,

lo cogió, de venda, para la rosa clavada,

Ninguna lágrima, fue desperdiciada.

Ningún beso, te olvidó, al alma de hielo, tu calor.

El hielo, tiempo de insomnio, de sentimiento.

Calor, la ilusión, que un día,

cayó por tu mejilla;

Y evaporó al rozar, tu boca, en sonrisa.

Frío, el canto del viento, que llevó mi amor,

lejos de este cuerpo, lejos de una vida.

Que, en sangre de poeta, lloró por la avenida,

de ángeles estrellados en estrellas,

y hadas, de mariposa, sus alas,

que fueron capturadas, por arañas.

Quien dibujó el cielo, con colores, a su amada,

merecerá algo más, que un traje,

de azul tranquilidad.

En color de dioses, y diosas, su eternidad.

Junto al escrito del mundo vivo, que seguirá,

Aún, cuando el cuerpo caiga, como la hoja,

caduca del otoño.

cuando la melodía, eleve al Creador.

La esencia, de aquel pintor, escritor,

que pintaba con la pluma, de su vida.


El castellano









XVII

SENTIDO DESCUBIERTO:


Ilusiones traídas al presente.

Como la niebla que trajo el viento,

de tus iridiscentes palabras,

llevándome, al abrir mis ojos, al mundo,

de sueños sin vivir, de sentimientos.

Solo para ti.

Experiencias para compartir,

como mensaje en una botella.

Que salió a flote,

del lago de la esperanza.

Sin lágrimas te canto, y te escribo,

que desde que volviste, eres lo más bello,

que pasó por mi campo,

de amapolas y maravillas.

De mi palpitar, y memorias, de estrellas.

Para ser, tus caricias, vivas y aradas.

No te vayas compañera, acompáñame

En el viaje a la felicidad, como lo hago yo,

déjame dedicarte un cielo de sonrisas,

y cálidas nubes de colores,

de besos incipientes,

como el fuego de tus ojos,

con el poder de su mirada,

y el agua manantial de tu boca.

Déjame soñarte y amarte,

como si nuestra circunstancia

hubiera sido otra.

Déjame decirte que declaro amor por ti,

que me gustas, que no quiero idealizarte,

pero eres lo más lindo que pasa por mi mente,

desde que volviste y siempre.

Como un beso en la amistad.


Vuelvo a caer en tus alas de amor.

Cuando ilusionas mi palpitar,

que te busca para curar su dolor,

mi vida tú, desde que apareciste, nuevo comienzo.


Amor de siempre.

Cuando te veo en cada letra,

y no puedo evitar corresponderte.

Un alma que te llama para sostener la esperanza.

No espero que me creas porque sé que me sientes,

Solo agradecerte tu huella creada en mi ser.

A fuego de una ilusión en tu mirada quiero seguir

En tu mirada quiero seguir viviendo.

No sufras porque pienso que algo me arde dentro.




Nunca se cerró el camino para ti.

Perdona a este corazón de niño,

Que tuvo que esperar a tu cariño,

Para demostrarte que nunca murió su ilusión,

por ti.

Que nunca te olvidó, porque clavaste,

con fuego tú sentir, en mi interior.

Este corazón que empezó a latir,

desde conocer tu alma, en letras, como mi alma, en letras.

Emocionado, porque develo, amor por ti.

Y es correspondido.

Feliz por ser tú, mi sueño,

por sentir, que te pertenece, mi mejor sentimiento.

Con valor, por sentir, lo que sientes.

Por ser alma, de, y para tu alma,

por sentir tu beso, y entregarme a ti.

Porque, eres lo que deseo.

Y, de tu beso, de amor,

Nació una amapola, en el corazón.

Con valor, para luchar por ti,

Y, por mí,

para arroparte, con fuego, el sentimiento.

Para ser, tu verso, tu vida, y tú, vida, mi sueño.

Me entrego a ti, porque

ya que, mi verso, corazón, cuerpo y pensamiento,

te llaman, y dicen, que yo, te pertenezco.

Me quedo a tu lado, pegado.

Para no irme,

Siendo completo, en el abrazo,

Tu sed, con mi sed, juntando.

Me quedo a tu lado, mi vida.

Porque me he enamorado.



SED DE TI:


Tu verso y mi verso

tu azabache y mi azur,

tus líneas y las mías

oraciones de ocaso y sol naciente,

unidas en la más hermosa creación,

poesía de color,

nacida de dos corazones

que se unen en un mismo ardimiento

en un solo mar en un solo fragor

en una sola felicidad

en una sola alegría y sinfonía,

como trino de todos pajarillos

del castillo olvidado,


tú mi luna yo tu Sol luciente,

tú mi firmamento,

horizonte de mis ancestros,

 yo tu custodio,

tu principito, y tú mi reina

tú mi amor, y yo tu rayo de Sol oscuro,

tú mi inspiración y mi Musa


tú mi amor en lo difícil

a quien admiro con el alma

y que importa el tiempo de nadie,


cuando vives aquí en mi corazón

siendo flama que me quema de pasión

ascua indestructible, latido a sola voz,

siendo mi sonrisa

siendo mi ilusión

siendo mi esperanza

siendo hoy como siempre mi palabra,

siendo todo para mí

todo lo que pedí

y hoy eres realidad

eres mi amor hecho verdad y sueño.




Förüqer-lobo bohemio Esteban


EL VAMPIRO Y LA FANTASMA:


Buscándote en el silencio.

Teñido de estruendo crepuscular,


Buscándote debajo de una piedra,

como en la oscura siembra,

o en el fondo de una cueva.

Doncella, solloza el sortilegio.


En la flor sin cortar,

como noche de vela y tijera.

o en el fondo del mar.

Navegar tu cuerpo pintar lo silente.


En la nube o fuera del cielo.

Jinetes difuntos,

compás de los tiempos,

sacrílego amar sin alzar ni osar.

En lo que se ve,

fuera la línea,

y en lo que solo se siente.

como rosa de atardecer sangrando humo, y besos.

En el sueño y en el recuerdo,

en mi felicidad o en mi tormento.

sí doncella en un cuerpo de mi cuerpo,

en mi llaga esquiva rizando ascua

y su sabor flamígero,

flor de niebla y umbral.


Buscando, te encontré lejos.

En este punto sin partida ni retorno,

comienzo sin final

ni vuelta al fijo punto,

vine de la sombra arribada,

besando tu sábana bajo el azulete,

denso tu éter,

compás de espadas,

y fragantes flores.

Ahora que en letras te tengo

estás cerca de ser mi vida

y yo tu verso.


Bella, vuelas libre doncella,

pero retornando siempre a mi vera,

sol te toca, acaricia tus efímeras alas

de mariposa desvelada.

Viento te lleva, allí donde el amor creó,

reflejo de libertad soñada.

Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,

dejaste atrás nubes de tormentos, 

como sangre yerta, desvelada,

rozando tu destino me arrastras.

El manto de las hojas te protege,

buscadora de sueños y sortilegios,

de la fronda de mis sentimientos.

Viviendo en la ternura de la dulce mirada,

volando con la fuerza de la palabra sincera.

Durmiendo hasta que se oculta el alba,

y su crujir de aurora indómita,

ángeles y dragones arropo en el corazón.


Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,

y el verbo pintar,

para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,

teñido de asideros de belleza rasgada,

cientos de alegorías, para tu sonrisa.

Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,

pintando mi vida.

En la caída color gris quedó,

color gris quedó.

En la huida el tiempo y la situación

que cortó un camino en dos.

Vuela libre la fantasma, 

pidiendo ser vista de nuevo.

Su esencia ocaso del amor.



Me llama en la noche,

me acaricia su velo sempiterno,

viene altiva en cada sueño, sierpes gloriosas

sus cabellos,

Con sus caricias, desvanecerse quiere,

renacer en la oscuridad llameante 

del ocaso eterno.

Comprendiendo y llevándose mi dolor.

Yo, sin comprender su aparición, miré un espejo quebrado,

partió mi soledad un crisol de parcas sombras,

.

Recreando su alma viajera.

Sueños serán, mas cada día la siento más,

desde su crujido travieso

a su manecita helada subiendo mi espalda.

En la belleza de imaginar,

la complazco con la sencilla palabra de amor

a su alma sin cuerpo que yo por amar la amo.

Y ella que me acompaña desde que sufro

por el querer como pequeña ángel susurrante.

Fantasma o fantasía,

me guarda caricia,

sin saber yo su razón.

Ella, hasta dudando de su existir,

que yo por amar, la amo.

Mas no sé la razón de su compañía,

cuando el reloj marca la una en madrugada.

Mas si pudiese saber preferiría no saber,

quién es preso de quién o si ella y yo,

somos presos del querer.



Te vi detrás de la estrella más brillante

del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amor que corre y descansa

entre la inmensidad de un parpadeo.


Entre la oscuridad que alcanzó a ver

la belleza que envuelve tus piernas.

Adentrándome para reposar contigo,

siendo una sombra más,

pero especial para ti.

Te encontré en mi sueño más cálido,

en el cielo encerrado que liberé.


En la noche que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi amor corrió por tus senos.

Y te amé aunque fuese un día en la penumbra,

para así, por fin, no olvidarte nunca.

Es solo la vida en mis ojos donde un día

se mide por las veces que te imagino a mi compañía.

y una noche la vida de mi corazón sin sueños.


No importa que no te tenga,

no importa que no te vea, porque te siento,

y te siento más allá de donde acaba el firmamento,

en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.

Donde me di cuenta que el sentimiento descansa,

no muere como la flor sale en primavera.

No importa que no te tenga.


Porque después del invierno volverás a florecer,

te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,

pero con el saber que si vuelves será para quedarte.

Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas

porque a mí no me engañas, yo soy para ti,

y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,

por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.


No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,

y tu amor prefiero sembrarlo a diario,

la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.


Förüq


NÁCAR DE ESTRELLA:


Escalo tus venas,

entre un horizonte

de razones heridoras

y lúgubres, parcos, silencios sonoros

en el callejón de mi mente sigue habiendo

un paraíso sedoso,

todo hecho de rocíos entre flores,

puedes oírlo,

pregunto,

siendo destino,

y barco dirigido,

a donde coronan cumbres

y sus vastas nieves,

mi ánimo que desplaza cerros,

y sus frondas suaves,

no vine a deshojar tu cielo,

sólo a contemplar

que era hoja mecida al aire,

colgada de una tela de araña,

bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras

colgó en hojas...

Sangre de estrella,

oh, nácar flamígero,

fuiste más allá del suplicio dormido,

roca del destino,

y puridad de roce,

no te bastaba incendiarme

de la esencia más húmeda,

llegaste amilanarme de carne a hueso,

y hoy lo siento no me quedan penas,

sí quizá,

besos huidizos y fulgentes,

desquieres de barro y simiente,

a la sola carne tu reflejo hoy canto,

beso de trigo, y esparto,

en hoja de celindo y madroño,

vine por tu hinojo de abajo,

a precipitarme exhausto.

Como precipitación del ojo de tierra,

era mi canto

como un dulce abrojo,

y filoso como la espina un majuelo,

almendra rápida era este enjuto silencio,

vestido de las rosas perras del escaramujo,

eres real, plañe toda sinestesia,

me voy retirando,

lamiéndote como un paloduz,

sopesando tu crin y brebaje,

no vine ayer

si asegurara

llegaré,

al saber que te conoce.




Förüq er-lobo bohemio



Centauro:


Dos sonidos mejor, que la sola voz,

que narra empeño dictado,

era tiempo insuficiente,

llegada la hora,

llovía, lentamente llovía,

en terreno mojado desde 

hace ciento veinte minutos,

mi escritorio gemía todo lo necesario,

dierum et santuas,

Gloria al divitia,

una tarde venturosa,

algo antes del día todos

los Santos difuntos,

aquí en mi yerto escritorio,

convencía al Creador

 mi alma en libreta,

que si no me daba magnificencia exacta,

de inspiración correcta le sacaba yo, el alma,

en magna oratoria:

Leannán-Sídhe te reza tu duende principito

abismal,

henchido todo deseo conocido

y sin conocer;

abro mi corazón Señora hada,

estoy creando para ti mi ofrenda,

para que se retire al pairo lo que debe de allá irse.

Sobre tu misterio,

honro y te acicalen tu majestuosidad,

te escribe el Hijo de la Luz,

oh, tormento, pena en rogativa todo mal,

en entidad multitudinaria, 

que en treinta y dos racimos me han tentado,

una mujer de atónita escultura en belleza,

su porte,

vestido azur,

tachonado de estrellas granates,

como guadañas en él bordadas,

sangrantes,

el cielo llevaba en mano izquierda,

envalentonando su corazón,

izquierda corazón,

derecha fuerza,

oh casto Sol fierro,

era la trompeta derribó las murallas de Jericó,

aquella pequeña ángel armada,

tocaba mi hombro,

en su trompeta había un nombre forjado,

esculpido como grabado,

NEC VINCERE TENEBRAS, ET AMAT

Leí su latín

que decía Oscuridad no se vence, se ama,

en la mano derecha aquella custodio,

sostenía un papiro arremolinado,

me comentó mi sentido, traspuesto

a mi segunda oportunidad de servir

a dios sol ferro LVGVS.

Fui nombrado guardián la inspiración,

que debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,

del Paraíso

Parnaso devorado,

Olimpo terrenal,

aquel papiro era mi alma,

o llave novena para poder seguir,

dando al mundo poemas de mis venas.




Förüq Centauro protector

11 diciembre 2021


OJO DE TIERRA 2015:



Viento, viento bonito

lleva al cielo cada escrito

arropa este amor en mi cuerpo

en mi corazón te llevo

hadita de mi sentimiento

noche hoy en tu sosiego me encuentro

entre nubes violetas

y el cristal luminoso

de esta luna de invierno

bañan mi cuerpo tus latidos

sordos de oscuridad

y a este cielo sonámbulo

lanzo mis ilusiones al viento

curaré tus heridas de dolor

viviré de tu amor.

Vuelvo a este dulce tormento

buscando llenar de amor el cielo,

labrando el campo de tu alma

bella mi amada

y

te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas

estas flores cantan la canción

que te enamora el corazón

vuelvo a luchar como ayer

con tu amor jamás desfalleceré

eterno en tus alas viviré.


El Castellano y Leannan-Sidhe


Navego los límites de tu silencio

tu luna reina mi cielo

en este horizonte de ilusiones y sueños

tus besos florecen mis recuerdos

las mariposas de tu piel tersa de seda acaricio

eterno el momento que escapa entre tus labios

cuando brota el te quiero

y en mis ojos te encuentro,

donde me enseñaste a vivir el momento

porque nada es para siempre

escribo el sentimiento

ese que me hace amarte despierto

este viaje sin retorno

me hace buscarte cada noche

para que tu amor surque mi sangre

mis sueños de tu mano pueda acariciar

lento muerdo el placer preso

y

la lluvia envuelve nuestros cuerpos

y

recorro tus parajes, me pierdo en tu bosque

este fuego late en esplendor

encuentro tu dorado amor

oigo los aullidos del corazón

atrapo mis flores de pasión

quiero y te quiero en cada amanecer

donde agradezco cada aliento

cada suspiro que asesina al tiempo

da vida a mi sentimiento

y

mi eternidad alcanzo acariciando tu cielo,

entero me entrego como el calor de un lucero,

sintiendo tu amor latiendo,

avanzando tu cuerpo como quimera de pasión y

fuego,

condenando al tiempo

a morir en nuestro pestañeo con un beso,

encontrando el lenguaje del alma en cada verso,

cabalgando juntos cada firmamento,

flor de sangre naciendo en mi pecho

clamando este amor que te profeso,

cálido el momento de desnudar mi alma

mi bella amada, una flor en tu mirada

vuela libre doncella tu esencia mariposa del amor

en mi interior quedaste

de mi ser te adueñaste

puedo sentir como tu sientes

en cada pensamiento vives,

a tu lado siento desvanecerse el dolor

este ardor de pasión jamás me abandonó,

hoy agradezco que me arropases en tus alas

para nunca soltarme

para abrigarme cada noche fría

por ser mi eterna compañía

y locura del ansía mía,

tu amor mi sinfonía

como tu beso de cada día

fiel me entrego a la caricia,

mi amor sin descanso

incesante fluye el verso por tu abrazo,

a tus pies me encuentro

esta mi sangre te entrego

este fuego late en cada beso,

germinaste dentro todas estas semillas de amor

eterno,

hoy hadita te canto a la orejita

encuentro tierna tu sonrisa

en cada flor encuentro la belleza amanecida

en tus labios descrita, en tu piel mi caricia

en tu corazón siente mi brisa

como me hago lluvia y río

en cada silencio que rompemos juntos

como juntos nos verán hasta el fin del tiempo.



El Castellano y Leannan-Sidhe



ODA A UNA ROSA CORTADA:


 Rosa de beldad y pulcritud,

de belleza en pétalo armada,

a ti te hablo, a ti te canto,

tu belleza es alegría del año,


Placer, tu piedad que aflora

ser de ti fragancia elegante,

humor de sangre y carmín vivo,

temor de tiempo que pasa y marchita.


Traje tu muerte, a resucitar belleza innata,

a crear viveza de otra vida en amor

a partir tu sola muerte,

oh, es eterna tu puridad risueña,


como el agua te riega y dio esplendor

te llamo, tú que escuchas y otorgas

a quien te cuidó, mes por mes, flor tras flor,

nunca morirás porque generas gratitud, y auge de sentir pleno.


Quise y seré trovador, de tu sonrisa futura y presente,

que jamás bonita, te cante el olvido disuelto,

afilaré para ti mi guiño y beso transparente,

alentándote a que crezcas del corazón nuevamente.


Por ti sea ave Fénix la vida, y su amor excelso,

oh flor de belleza,

quién vivir tras tus pétalos pudiera,

como escribir una nana para dormir un sueño despierto.



FÖRÜQ CASTELLANO MIGUEL ESTEBAN



PULSO SIMÉTRICO:


Al arrope de tu pecho,

calor en almíbar del deseo,

tempestuoso sentir en fragua,

siendo calor, camino,

oscura beldad, girando

en torno tu vida,

que nada se hace lejano,

un soplido

y nuestro reino de ilusión

alcanzo,

veleta de tres direcciones,

calor, orgullo, deseo,

áurea punción,

de cómo es Arriba es abajo,

y mi ser se distrajo,

un Sol, un aspa, un amor

precioso y brillante.


II

Sueño despierto

tu bello rostro,

guiño al solo destino,

trashumante, era que fue

descorchar el latido

en una cepa de vida

quise contar los besos

y tus cristales de pulso

de la inocencia que lloraba

su belleza, tu sonrisa

una aurora

por el palpitar

del sentimiento

que se mece,

para sentir que soy y seré

lo que dicten tus ojos.


III

Y yo sólo quiero, lo que quieras

así soñar corresponderte,

vi el amanecer y el atardecer

del bello matiz

soñando el azabache tus ojos

ese por el que llora

toda noche.

Y mi amor viajó del bosque a la montaña,

y la montaña me hizo hombre.

Para poder amarte.

Al voraz destello, resplandor

de auroras en los recovecos

donde se refugian mis ilusiones

en sueños,

eterna batalla a la noche,

cuando noto tu ausencia

y la noche que galopa,

y yo solo

con la palabra sufrida,

de nuestra vida sentida.


IV

URDIMBRE ARGENTA:


Puedo escribir todos mis pensamientos

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor,

y por querer pensarte

desapareciste entre la tenue luz de luna, que me abrigaba.

Allí la razón apagó los latidos de un corazón.

Como tierra yerma.

Marchitó aquella flor, que un día llamé amor.

Y ninguna pudo ocupar su lugar.

Sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz, que me daba calor.

Pero yo te sentí amor.

Y lo vuelvo a hacer.



Cerré los ojos y allí estabas.

Como si no pudieses salir,

de mi interior.

Como si quisieras besarme

o decirme algo.

Pero tú bella en sueños

no hablas.

En sueños no hablas.

Y nos quedamos mirándonos

a ciegas.

Yo te aviso, que en el bosque

De mi mente, solo hay un camino,

Y es un laberinto.

El final lleva a despertar

y enfrentarse con la realidad.

Pero tú bella en sueños,

No me hablas.

Y yo a primera vista

me enamoré de ti,

Por si algún día acaso

el sueño se cumple,

y ya, de realidad me dices.

Te estaba esperando;

siempre te amé.


Logré lo que soñaba,

logré encontrar amor,

conseguí felicidad en el pequeño,

y largo momento.

No entendí de ella sus lágrimas,

o quizás sí.

Si su felicidad fue la mía,

al revés también sería,

al revés también sería.

Y yo la esperaba como

aquel día.

Pero con otra compañía.

No lo elegí, sin saberlo,

ella seguía en mi camino.

La consolé cuando llegó en lágrimas,

no me dijo por qué.

Pero sentía su dolor.

Tenía un presente,

y no soportaba la idea,

de quien por ti sufre,

es quien te quiere.

Y esa noche lo que tenía.

Se esfumó como suspiro,

de oscuridad, del callejón conocido.

Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,

me mataron en el sueño.

Pero el sueño lo termino yo,

y mejor esa noche solo me quedo

contigo amor, y mejor,

muero con tu calor,

para terminar en ti, con el color,

de caricias, y besos,

como un romance que no acabó.



Buscándote en el silencio.

Buscándote debajo de una piedra,

o en el fondo de una cueva.


En la flor sin cortar,

o en el fondo del mar.

En la nube o fuera del cielo.

En lo que se ve,


y en lo que solo se siente.

En el sueño y en el recuerdo.

En mi felicidad, o en mi tormento.


Buscando, te encontré lejos.

Ahora que en letras te tengo;

estás cerca de ser mi vida,

y yo, tu verso.



Bella, vuelas libre doncella,

sol te toca, acaricia tus efímeras alas,

de mariposa desvelada.

Viento te lleva, allí donde el amor creó,

reflejo de libertad soñada.

Encerrada en tu sangre, de lluvias pasadas,

dejaste atrás nubes de tormentos.

Rozando tu destino me arrastras.

El manto de las hojas te protege,

buscadora de sueños,

de la fronda de mis sentimientos.

Viviendo en la ternura de la dulce mirada,

volando con la fuerza, de la palabra sincera.

Durmiendo hasta que se oculta el alba,

ángeles y dragones, arropo en el corazón.

Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,

Para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,

cientos de tonterías para tu sonrisa.

Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,

pintando mi vida.

En la caída color gris, quedó,

color gris quedó.

En la huida el tiempo y la situación,

que cortó un camino, en dos.

Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.

Su esencia mariposa del amor.

Amada fantasma:


Me llama en la noche,

me acaricia su velo,

viene altiva en cada sueño.

Con sus caricias, desvanecerse quiere,

renacer en la oscuridad del ocaso eterno.

Comprendiendo y llevándose mi dolor.

Yo, sin comprender su aparición.

Recreando su alma viajera.

Sueños serán, mas cada día la amo más.

En la belleza de imaginar,

la complazco con la sencilla palabra de amor,

a su alma sin cuerpo.

Que me acompaña desde que sufro

por el querer.

Fantasma o fantasía,

me guarda caricia,

sin saber yo, su razón.

Ella, hasta dudando de su existir,

que yo por amar, la amo.

Más no sé la razón de su compañía,

cuando el reloj marca la una en madrugada.

Más si pudiese saber preferiría no saber,

quién es preso de quién, o si ella, y yo,

Somos presos del querer.



Te vi detrás de la estrella más brillante

Del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amo que corre, y descansa

Entre la inmensidad de un parpadeo.


Entre la oscuridad que alcanzó a ver,

la belleza que envuelve tus piernas.

Adentrándome para reposar contigo,

siendo una sombra más,

pero especial para ti.

Te encontré en mi sueño más cálido,

en el cielo encerrado que liberé.


En la noche, que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche, que mi amor corrió por tus senos.

y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,

para así, por fin, no olvidarte nunca.

Es solo la vida en mis ojos donde un día,

se mide, por las veces que te imagino, a mi compañía.

Y una noche, la vida de mi palpitar, sin sueños.


No importa que no te tenga,

no importa que no te vea, porque te siento,

y te siento más allá, de donde acaba, el firmamento.

En todo lo bello, en mi nostalgia, y en mi recuerdo.

Donde me di cuenta que, el sentimiento descansa,

no muere como la flor sale en primavera.

No importa, que no te tenga.


Porque después del invierno volverás a florecer,

Te amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,

Pero con el saber que si vuelves será para quedarte.

Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas,

porque a mí no me engañas, yo soy para ti,

y muero si no me cuidas.

Porque te entregué mi palpitar,

por lo que somos

y por lo que seremos, nos queremos.


No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,

y tu amor, prefiero sembrarlo a diario,

la luna de guía, marcando a tu presencia, cada poema, y cada letra.


VI 

SED DE REGUERO:


Manantial fulgente de inspiración,

es tu mirada tierna sin compasión.

Matices de esmeraldas tu pupila

enfrentada con mi pupila.


La golondrinera el aroma,

de tu piel frágil y esquiva,

con sus amapolas amarillas,

el color de tus cabellos.


Un piropo, un suspiro,

de mi amor eterno.

Irrefrenable el deseo,

de, entre tus afiladas, y moldeadas piernas.

Que corre, que escapa, y vuelve el cosquilleo.


Tu boca junto a mi boca bebiendo

la misma agua, del deseo.

Tu piel, con mi piel avivando,

el fuego del sentimiento.


Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,

me robaste mi primer beso,

de niño que nunca había sentido el amor.

Me dolió que te marcharas,

A otro país, sin despedida.

No te pude decir que te amaba.

Pero si, regalarte una rosa amarilla.


Supuse, que te lo imaginabas.

Desde que tu recuerdo, me acaricia,

siembro en la misma maceta,

al último suspiro de verano,

golondrineras amarillas, y al igual

que espero sus amarillas amapolas,

en primavera.


Espero que vuelvas, aunque sea, como mariposa,

o abeja, a mi terraza,

acariciada por los álamos,

y bañada por el monte, de horizonte.

Espero.


Vida en gris de la que tú, eres mi luna esperada.

Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,

por donde fluye el solitario beso;

la tierna caricia anhela ser algo más.


Mis ojos quieren atraparte en su firmamento,

mis sentimientos arroparte con fuego.

Pero yo sólo te quiero a ti, mi vida en verso,

mi motivo para ser solo tuyo, para no necesitar nada más.


Ser el sueño hecho realidad, la felicidad de dos caminos

que se cruzaron en el destino.

Tiempo para esperar, vida para soñar,

cuando te vi llegar provocaste mi despertar,

y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.

Nos merecemos algo más, en este papel, que jugamos,

saber si nos amamos, si el deseo quiere ser pasajero,

el mío, quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.


Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,

avanza cruza cada noche el cielo azul de matices violetas,

siempre te encuentra, la soledad me abandonó para poder servirte.

Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.

Pero del corazón nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,

el te quiero.

El pensamiento que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.


Todo lo que me queda por decirte y lo que no te dije,

vida para vivirte.

Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.

Porque eres lo más hermoso de mi mundo,

camino que surca nuestro antiguo paraíso.

Permanece como el compás de mi pulso,

desde que te conocí supe para lo que viví.


Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;

allí donde viven por el querer alegrías.



Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,

te encuentro soñando, con otros días de amores, profundos.

Como el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,

mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,


mientras acercas tus labios para besar los míos,

y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.

Vistas de un amor, eterno, que devolvería vida,

para quitar su despertar de melancolía.



El lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.

No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,

guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser, volaba hasta regresar.


Te necesito más allá, de este sentido, que grita por tenerte.

Te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,

y a la vez te adoro, en cada golpe de viento, y reflejo.


Me encuentras, y tu recuerdo reciente, me besa,

Mientras no puedo evitar recrearme,

en el deseo y corresponderte.


Transparente sentimiento, para sentirlo una vez más.

La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,

a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.

En la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,

maldita mi suerte, que dejó que te fueras para soñarte.

Ahora, los minutos me ganan sin ti, no quiero el cielo sin ti.

Como la brisa a la mar, mi alma reclama tu compañía.

Cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final,

si ya no está.


Tú mi noche, y mi día, quiero verte,

una vez más,

Para así no sentirte soledad en la oscuridad,

Tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú estarás.

Hoy la noche me llama una vez más, para soñar que a mi lado estás.

El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,

y no verte llegar, para no verte llegar.

Amor dónde estás, si te fuiste quién te podrá domar.



El castellano


IX

CRISTAL DE PULSO:


Inocencia que se hace belleza,

Sonrisa que ilumina el alba,

con el gorgoje de los pajaritos.


Si el amor no fue a buscarte;

tú fuiste a encontrarlo.

Y yo sólo quiero, lo que quieras,

y así soñar corresponderte.


Vi el amanecer y el anochecer,

del bello matiz en tus ojos,

que suspiraron.

Y mi amor viajó del bosque,


a la montaña y la montaña,

me hizo hombre.

Para poder amarte.


Hoy te vi ayer me doliste:


Te veo y reluzco que te quiero,

que por ti me encuentro,

te miro y mi mundo se vuelve loco,

te deseo y mi sangre arde como fuego

sólo un pensamiento: que yo nací para tus ojos.

No existe reloj ni conteo que detenga este monumento.

Mi vida pasa fugaz como el viento,

pero mi palpitar, sabe, que te seguiré queriendo,

estoy enloqueciendo, te veo en todas partes,

en mi cama, bajo mis sabanas, en mi cuarto,

cuando miro, de noche, las sombras dibujan, tu figura,

el viento, me susurra tu voz,

las flores me recuerdan tus labios,

el agua tus besos, los rayos de sol tus cabellos,

tú eres mi doncella yo soy tu bohemio.

Mi alma me dice vive amando, muere luchando.

El coraje de luchar por lo que uno quiere en la vida,

es lo que da respeto.

Pero tú tienes otro dueño de tu corazón,

el desánimo me invade como olas,

golpeando el acantilado, de mis pensamientos,

te llevo dentro, de mi ser,

no sé vivir sin ti, quisiera ser yo el que te abrace,

el que te bese, el que te diga al oído

que solo tú y solo yo, inseparables los dos.

Una historia de realidad, imposible de contar,

Indeleble en mi interior,

Ya no puedo soportar otro día más sin llorar,

Sé que me sigues queriendo,

Pero ya pasó ahora solo queda el recuerdo,

Como un boceto, que se dibuja, cuando cierro los ojos,

despojos de aquel amor vivido,

como un silbido llamando al olvido.


El castellano


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García


CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA:


Era una mansión abisal,

de tres gárgolas vigías

custodiando un laberinto inextricable

de la orden el fuego su espejo;

guarida y morada de corceles centauros,

la flor de Hércules crecía de una luz

lejana, sigilosa y eterna,

crecía de aquel inframundo

un olmo eterno guardián,

todo hojas en ojos en llamas,

viborillas por ramas.

Hidras y Esfinges, como Medusas

avisaban con su acecho yerto

del peligro, refugiaba,

aquella guarida maldita

que hasta dioses temían surcar.

Aquel bosque umbrío de laberinto,

era de aguas azabache y brea encendida.

Poso de almas errantes y jinetes difuntos,

todo servía a la sed de sangre,

en esta fortaleza se custodiaba

la llave de la virtud jamás enseñada


mas había...

FÖRÜQ Miguel Esteban


 II




Más había un cerro

las almas condenadas,

en su cima era de nieve roja, sangre congelada

allá germinaban las semillas del mal

y odio resplandeciente, su deshielo

alimentaba el río la Estrida tiniebla.

Toda bestia aguardaba el regreso de Perséfone,

mujer de Ares, Rey de aquel inframundo.

Así con ella, recibir órdenes a cumplimentar

sobre la tierra Numinosa, del humano ser.

La virtud jamás enseñada, custodiada,

era tan ambicionada por los héroes del mundo fértil

cual néctar y ambrosía, los castos dioses.

Requería aquel cerrojo del portón, de tres llaves,

sólo conocidas por Perseo, un semi-dios,

había que cercenar tres ramas de tres espinos

que allí sangraban, áureos de plata, bronce,

y titanio, si destino dictó y era semejante...


III


Semejante empeño cuando se llega

a las fauces del Averno,

este árbol triple en espinas dorado

se esconde del ímpetu errado

sólo el nacido de la sangre de los dioses

es merecido a ser guiado por el negro cisne

fácil es bajar al Averno, ardua tarea

regresar y escapar a las auras del cielo

las aguas de los lagos estigios

y su río la Estrida brotaban de esta guarida

que misterios todos, acoge,

junto con toda el agua abismal

nutre cada pozo, también había una encina

turquesa, donde se podía escuchar

los fúnebres gritos de un cuervo blanco,

era morada de almas errantes y espíritus

que sólo su oscuridad abrigaba.

Quien escribe ofrenda al sacrificio

la mitad de su locura, extensa, habitada.




Förüq castellano Miguel Esteban


IV



Arribo a ofrendar mi designio

en cuña demencial, su mayúscula mitad

a la tierra Madre Tiniebla,

tierra almas inconscientes, velan las muertes.

Allá en venas de pedernal florido,

fondo de idea mística, por anchas fauces

de siglos dormidos, adentro al reino las Sombras

surco su corriente de aguas vivas.

Se descubre áureo templo, llama oculta,

la virtud eternal, jamás enseñada;

cumbre de lágrimas, y flora suelta,

de bellísima cima y ribera

después de la vida, y aquel Quimérico viaje;

después de la travesía sendos castigos

florecía la luz sigilosa como atónita

una purificación otorgaba una sed de justicia

universal, nunca llamada, sólo aparecida.

Poderoso pensamiento en rayo de dioses, diosas.

Era esa virtud cual misma puerta todo asigna.

Aquel mi destino me asignaron mis hados

quedó ampliamente saciado y cumplimentado.



Förüq castellano Miguel Esteban


V

Era difícil, intrincado, liado, enmarañado,

inextricable, el cerrojillo de Perséfone

con el que sellaba el Averno, y su laberinto

en espejos de fuego terso y alarido vaporoso

todas razones rebosaban aquel lugar;

su llenez bastaba para anular a todas.

Incomprensible giraba la virtud custodiada

como una esmeralda araña tejiendo su tela

quedando como sangre de sabiduría coagulada.

Un coro de grillos aturdían a las Puertas

el eral donde yacía aquella sabiduría

jamás enseñada, sólo aguardada era,

por designio los castos dioses.

Tarea inmensa, en dificultad guiada,

TAREA MILENARIA

Como adentrar los hoyos del Sol 

en busca lo que nadie vio jamás,

aquella áurea, sangre de estrella lejana

y cercana. 



Förüq Esteban er-lobo bohemio


VI

Llegó un día olvidado, a aquella guarida

intransitable, un vigía Centauro

llamado Förüq, sediento, atravesó

el bosque umbrío hasta el lago sangre

formaba el pozo de AIRÓN, al beber,

se le acercó una cierva blanca,

le dijo que ella era la dama del río Sangre

y que su intención era compartir

el secreto de la virtud custodiada;

y así volver a ser el Hada Señora,

Leannán-Sídhe, dueña de todas Profundidades

le reveló a aquel centauro Guardián

que el cerrojillo aquella morada

sólo tenía una llave que la formaban tres

y era el amor más puro, y primigenio nacido

que era como una llama líquida de esmeralda

y la poseía la araña turquesa, en su

portón de Tierra,

el centauro, ayudó a la cierva Hada

y se aliaron, para poseer aquella virtud

jamás escrita hija de las tres potencias,


Förüq


VII


A través de las oscuras llamas

del inframundo terreno, guarida abisal;

como Centauro, arrastro infortunios,

así como sucesos caducos, despertó en mí

aquella alianza con la cierva hada,

el poder obtener todo lo que el Cosmos

me negó, acordé compartir aquella virtud

y llave purísima, eternal, con ella,

mi pinche compañera Leana.

Voy rumbo a abrir el portón de Tierra;

aquella araña vigía turquesa,

era hija del Soberano Júpiter,

planeé finalmente sobornar con amor

mi propuesta al llegar a ese abismo de Plutón

fue brindarle nueva fortaleza, morada

el  castillo umbrío y olvidado de Hipsípila

con sustento absoluto diamante y felicidad.

No se negó y solo pidió un acertijo:

-Sólo una palabra otorga respuesta a mi pregunta.

¿Cuál es el nombre?...



Castellano Mercurio


VIII


¿Cuál es el nombre nuestros ancestros pusieron

en el idioma más antiguo, al pájaro misterioso

azabache mora las ramas de nuestro tejo

milenario maldito?

El Centauro recordó que su nombre referenciaba

El color aquel pájaro y el signo su luna

-Arriesgándose, -Förüq, respondió

a la araña turquesa con acierto.

Entonces le otorgó localización

de las tres ramas abrían aquel cerrojillo

de lo que custodiaba, rama de cobre,

rama de plata, y rama de titanio.

Al obtener y desnudar aquella virtud,

se desveló que era la belleza,

madre de las hadas, y padre del arte,

reflejo e impresión en poesía,

aquella virtud nunca enseñada,

sólo hablaba como demonio antiguo

cantando en forma de Fénix

decidieron el centauro y la Señora Hada

difundir aquella virtud de belleza y poesía

por todo mundo conocido, en pacto de tinta

y sangre.



IX

Aquel pacto de tinta y sangre era vitalicio

consistía, en difundir la virtud de belleza

y poesía en forma escrita sobre los reinos

cubriese los cielos y auras vivas,

en amor y dedicación,

su fidelidad y complicidad era inseparable,

el centauro Förüqy  la cierva hada Leannán

no permitieron que reinos abisales

ni criaturas errantes osaran tener la virtud

restringiéndola a la llave de sangre viva.

Aquella belleza escrita, era una virtud abierta

nunca cerraba su lleneza ni quedaba completa

fueron ellos custodios centinelas

del arte escrito en poesía

fijando a toda buena obra un amor

de satisfacción y alegría indeleble.

De razones virtuosas, y del alma heridoras.


Förüq y Leannán-Sídhe


SOL RENACIDO:



Vengo sin palabras,

de una lumbre celeste,

como fuego quemando hasta la verde hoja,

cómo soñar, y pintarte sin arma, sin lenguaje,

cómo hacer notar sin quemarme del vulgo,


ser aire en alegría encendido,

tierra de forrajes extensos,

camino sin mar, y sin roca de mundo cierto,

hacer sentirte, sintiéndome,


sin las dulces cualidades que hiere y expone

cada primavera, preludio de tu posesión certera,

rosa azul que vibra, en su claro oscuro matinal.


Pintarte lo hondo, sin tristeza, sin trabajo,

sin palabras,

profunda noche sin luna, sin el criqueo

los grillos, que arropan los oídos insomnes,

correr hacia la madriguera, con todos campos en flores,

que en júbilo puedas llamarme

criatura hermana,

raíz de silencio salvaje.




Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García



AVANZAR TU ABISMO:


Soliloquio confinado,

remontar nueve años atrás

pautado, sin directriz, ni engaste,

ni voces parásitas yertas,

oh canto, como lo gente no canta,

todo olvido desempolvado,

en ocasos un alba sin fuente,

ni pozos, aljibes almibarados,

todos los amigos,

todas las bellezas perdidas,

como se engasta uno de baratijas y falsos testimonios

de testimonios muertos,

como sucesiones de difuntos,

movidas por engranajes,

oh toda la vida,

sin esa adolescencia robada

por señor medicamento,

toda mi vida te he soñado,

toda mi vida te he aguardado,

como anhelo y resguardo de tu pura voz,

imaginarte no, lo siguiente a eso,

embeberte en noches de humo,

y miles cigarrillos,

del probe diablo que yo soy,

cayendo en nubes

que negrean mis sentidos cromados,

orando por mí mismo,

todo he soñado

sin letal lecho de olvido,

abrir tus cerrojillos de resistencia,

volver afable un destino

de nueve llaves,

vestirte de Ninfa, quimera,

reina no quiero ya,

ser realista sin sembrar lo surreal me es imposible

enloquezco si ves capricho,

mi designio de alabarte de construirte a besos,

de desdoblarme en dos dimensiones

para poseerte entera desde alma, tu raíz,

no necesito,

no deseo ayuda,

ya se dictó mi perdición,

que su inversa es mi salvación,

como ying y yang,

bien y mal acrisolados,

si te respiro no preguntes,

si te veo no te gires,

por haber prestado tu celada de Atenea,

porque rebrillaré más que el fuego terso,

elemento hermético

seré de un disparo invencible,

y haberse saldado todas mis deudas carnales,

sólo entonces seré energía sin nombre

indestructible,

ni temple ni pureza en calumnia,

osarán comparación,

por la blancura mi Musa Oscuridad,

por la rectitud mi Sol fierro,

por la pureza de madre Luna,

por mis padres, mi hermana y mi gato

inmortales,

no moriré en vida feliz,

si no consigo destruir tus murallas,

ni abatir padre espejismo,

necesito sin engaño sangre,

para sentir que yo poseo algo de ella,

fuera de la línea sedienta

no hay nada,

como buscarte tras la estrella más lejana

encontrada, cercana o lejana, según seas mirada,

al eco sordo una voz noctámbula,

y su resplandor en caverna,

apóstatas, no juréis por este yerto,

que cruzó el lago las almas desangradas,

obtuve allí respuesta,

y no voy a revelar aquel arcano ni solución,

a toda incógnita camine, vuele, se arrastre,

o sea inerte, tengo clave.


Förüq


BOCA DE ENTRAÑA:



Misterios retornan a su nombre

solo, ante la cumbre;

me inclino al contorno los lirios

del valle, extasiaría torno

una golondrina,

al vetusto chopo yo suspendería

ruegos y señales,

piropos y vicisitudes,

en la faz del monte

nombraría a mis dioses,

moldearía el polvo silente

que hasta la mente envuelve,

ojos entre mar y arena

de rivera, oh, mi mar

de tierra, mi espalda herida,

origen de savia y fuego

maniatado, 



II


Tocaría el trueno

hasta llegar a su vertiente azul,

sueño de arcángel y

dragón verde cobre

entre alas de cuervo un milenario

estruendo,

vine a vivir alto como

se ve a una nube se

junta con siguiente,

si la vida se creó para

condenarse

lamo mi condena

de silueta y contorno

de hechicera

vino convocando la altura

repico dos tiros borrón

y cárcel vieja. Oh, te llamé Musa.



III


Primavera de luz lisonjera

a la espera, cruz de campos

flamígeros, palmo a trecho

lamo testero;

de luz, de sombra, de hispanidad,

es madre patria, sin sentar,

vencida sólo por mitología

pecho en gloria ungido,

me alzara un triste canto,

de honesta versión, la dicha,

que haces grande, si nacer

ocurriera, germinaría,

de nuevo en tu campiña,

mi Castilla bella, 

mi fiel semilla enamorada.



Förüq y Leannán-Sídhe


LUNA DE SANGRE:


Una noche hendía

tu ausencia a mi lado

mi sentir filoso que caminaba,

iba soñando sendas dulces

en las que perderme y no mirar atrás

crecían mis ojos como fósforos

oscuros, soñaba cielos y humildes

pesquisas en las que bañarme,

entre turquesas espejos que danzaban

mis lágrimas silenciosas.

No quise estrellas, ni lunas

ausentes, disparé alto como

mi dicha sola, un día nublado

de pretil gesto complaciente

gorgojeando por oídos

y sueños precoces; el espejo tu voz

no era desierto prevalente,




II

Me fui, de tres logros sonoros

última señal que si el mundo sabe

es primera

pregunté por el suplicio dormido

si me daba la mano de nuevo,

no esperé peras del chopo

Ygdrasil, te digo no te vayas, no te alejes, palpita en mi

pecho valiente por siempre

que retiemble la premisa

amarte siempre, aunque me

entierren,

y de mi soterraña tierrica

que crezcan malvas y cicutas



III

Como espigas

rojas y negras

de pólvora y sangre

mi honrada bandera,

d' este cementerio viviente

que me dejen ser la flor

que hasta al muerto da

luz y calor,

este frío yerto en vida,

no es de sangre mía

mi honorario,

yo viví solo, solo como vive

la flor,

pero ni fragancia tuve ni

tuve color, viví amando como ama la vida.




Förüq y Leannán-Sídhe







LUZ DE SOL:



I

Estoy esperando por una maravilla,

imperecedera, estoy esperando

por una luz de estrella, sigilosa,

flamante cual llama inmortal, precisa

espero por, me ilumine la luz del Sol

estoy aguardando con mi vetusta

olvidada, dos, tres,  de mis fuerzas

vitales que amparan

avelo que protejo la belleza

en extasía atónita, jamás

efímera, densa, triple, como

asta y veleta la perfección

dicta, 

oh, luz de estrella, viérteme.



II

Sé mi amparo, te espero desde que vengo a

nacer, en este mundo de espinas

y dulces abrojos;

crucé el puente honorífico,

toda obscuridad y dificultad

blande, que expone destino,

impersonal, afligido, no, 

crucé senda de sendero inextricable,

decente, en soliviar bañado,

por luna somera, imperecedera

que dictó sentencia,

ausencia, no, felicidad medida

entregada de incierto saber.



III

Estoy esperando el rocío de estrella,

el resurgir purísimo, la sola

veleta, la sola razón que

enternezca la suerte perdida

en millar sombras caminan

y todas buscan misma redención.

No soy salvación ni condena

sólo una estaca mi mujer vampiro

de Musa doncella Escarlata

iré con flor de Hércules

a buscar mi luz preciosa de Sol,

mi alma, mi rebelión

sin ti no debo seguir

contigo, debo proceder, mi pequeña ángel.



Förüq y Leannán-Sídhe


TIBIEZA:



I

Brindaremos en copa de sangre,

en alas algún destino sordo,

rememorando la resurrección

de la plenitud del amor.

Llama de viejo encanto,

emergiendo una tarde de tinieblas.

Donde nadie creyó a la ilusión,

recuerdo afligido,

de toda búsqueda un placer

ciego y soslayado.

Apareciste ahí, sí, liviana,

y emergente,

como escama de rubí indolente.

Ya no creí mi corazón por piedra.



II

Ni a este, morada de salitre,

mi pequeña,

ligera raíz granate.

Humo tus bellos labios,

que duerme.

Mi palabra de árbol jovial,

hereda mi negra sangre,

espuma de otras cavernas.

Mirarte como azul, dulce,

de crepúsculo eterno, 

resonante en murciélagos,

y mariposas nocturnas,

de ideas.



III

Mi desnudez imprevista,

ya no rueda.

Sobre tu estandarte tierno.

Mi dura frente sabe,

del furor inusitado

en brillo de ojos,

temiendo perderte.

Verdad posible,

en ardor, ferviente, y alerta,

sin eje oculto ni engaño,

de  de necesidad, nunca hubo,

sí, frío y ausencia

de terso cariño,

ante, el ser diferente.



IV

Agonía de ave alta,

con soledad que gemía.

Al frente recto,

del destino hiriente;

oscuros días, parecían

vistas a un futuro mejor.

Claridad matinal,

de nueva brea,

en nuevo día de tabaco fugaz.

Día generoso,

sin zozobras

tenía el ayer.

Pliegue real,

duro, y vivo sin miedo.


Förüq castellano Miguel Esteban


DESVELO DULCE:


Sembrar simientes estelares,

en arrojo de albas fugaces, y fuentes,

tan nítidas como  destino resplandeciente,


efímero como perpetua muerte,

entre agujeros celestes de luz férrea, sigilosa

y caminillos guarderías de estrellas y resquicios oníricos


donde contigo refugiarme,

destello flagrante mi sola dicha eternal,

que avanza despierta, semilla y condena

al despertar y verte lejos,

sin ataduras, sin suplicio no sea adorarte,

ascuas deseo pertinaz y hojas de vida llora mi beso,


castillos en aire mis ganas que no se vencen,

de apretarte, de sonrojarse, y vil arder;

cumplir tus anhelos en sangre estridente


que porto y me lleva sin posesión más que sangre,

por tenacidades de un amor cantado de valle, metal, y anhelarte

hoguera del sentido despierto, cuando quise y ahora  te amo,


que es segura suerte y comienzo anunciado,

junto a ti, blandir mi sendero, suerte y camino de ocasos,

especial y brilladora, armónico


y disonante, en sol mayor

de segmentos cálidos de hielo,

tus caricias,  donde el sol te deja ser


oh, ternura sin igual ni semejante,

cuál ternura única,

adoración me cursa, y suscita,


como besarte y seguir besándose

no cerrar mis ojos

porque quiero seguir viéndote,


hasta mi descorchar áureo de Simiente,

hasta dejar huella por conocerte

en alma, anhelo, y perenne latido feraz.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

A 11/03/2022 reedición 15-10-2022



NOCHE DEL ALMA OSCURA:



Apoteosis, en crisálida

plañía la vida yerta del alma,

destellaba como saetas flamígeras,

atravesando vacíos perplejos,

donde la materia;

era la Naturaleza de la no-vida,

danzaban herrumbres de antaño,

sobre ascuas,

donde bebían jinetes difuntos,

era un espacio que se expandía

su material se creaba para acabar desintegrándose

así mismo y generarse de nuevo avanzando,

la hecatombe de almas errantes nunca llegaba;

estas sólo avanzaban,

aquella noche era festín de luciérnagas,

y semillas estelares,

el amor rejuvenecía

por espirales ardientes,

y Musa otorgaba su ababol de fuego

como sangre de la tierra nueva, naciente,

toda sangre tornaba granates profusos

que caía como lluvia sus hermanas esmeraldas.

Era tiempo suficiente para olvidarse de señas

y anzuelos,

todo si quiere el destino, vendría

otorgado,

como se nace y como se muere.

Sin fin de cuestiones quedaban resueltas,

las semillas germinaban solas,

la energía oscura era más fuerte

que la certeza que todo movía y unía los seres.

Fuego azul, diestro que avanzaba según el sentido,

fuera mirado,

un infinito abierto

que era un uno,

y un uno que formaba un ocho abierto, sumando ambos

un nueve,

nueve vidas d' este gato de arena.




Förüq





ÁNIMA SOLA:



Estirpe como astro frío,

colgada ala, o de armonía extasiada;

alto y liso como corazón exprimido,

de fe empírea melodiosa,

sin cargo contagioso,

oh nada, estrepitosa en cuerpo pletórico,

la luz resoplaba en pecho ardiente,

claro como oscuro de mundo su soslayo,

medalla en beso de lágrima sanguinosa;

sangre mineral de bajío corazón pétreo,

quise decir lo sentido,

acabé más simbólico que eterno,

sangre, quizás, era sombra de ocaso malva

y su purpúrea ilusión,

me quería embeber su doncella escarlata,

socavé flores de amarillas coronas,

todas hicieron de tres musas una sola,

por las que perder todo,

menos un gato negro que no es mío,

oh, rayo trueno de soledad que repicas mi espaldar,

pico de labio, o crascitar fúnebre de espectro vivo,

río mi sangre,

oh, carmín de pozo del deseo,

vida, vida

que yo te sentí,

oh transcurrir un funesto abril,

que besé tu amapola de fuego y mordí su suelo,

mandrágora en vapores de esencia,

humo rojo en tinta algún caballito del diablo escrito,

sangre, sangre,

éter carmín,

vine por tu voz hundida en brea,

de mar y su luna transitoria sujeta,

ahondé profundidades

y silos mercuriales,

quise de Musa triple, lo indecible,

tuve claridad en escala,

beso de trigal y vid,

oh nitrato primigenio,

vine a romperme el tormento,

dulce que condenado, bailaba cual trompo solo,

suspenso que ahí bailaba mi pena,

que no era ligera,

llegué por riveras su fuego terso,

abajo que subía

en su noche de nadie,

muda y sola ni de ella misma,

oh crisol de espíritus y valles,

afrente la sola concordia,

le devolverá su espada,

clava, que clavaré verso en su arteria angelical,

su cuello bellísimo,

oh de vena y acequia,

oh de trino,

y bello espasmo,

rebelde como vampiri

un día soleado,

a la mudez última me alzo,

alzo mi silencio anisado,

notas solas,

dios del diablo,

no hay dios,

el diablo eres tú,

ánima sola,

sola ánima,

ven te haré valedera,

de Sol, de espuma,

de nieve, de agua,

su fierro metal aferrado,

hierro luce mi espada,

esta calma otoñada,

me poseen sinos

y trinos como años me cayeron escritos,

por mis dientes y filos de manos,

todo fue más que llorar un verbo de todos.



Förüq Esteban


TEMBLOR REBRILLANTE:


Y escribo cinco parpadeos, y genuino,

remito al primero vio tus ojos,


irradias, que sobrepones,

en ojos patria al Averno, tierra al Cielo,

mirada tersa cual embrujo, te llenó

en torpeza algún dibujo.

Lustrosa brea en azabache tu cabello de realeza,

Oh ingeniosa pagana,

como senda lleva estela

de rauda estrella.

Gimes culto al amor

mis sentidos infrahumanos,

de pureza devota, de brillo, de filo,

de furor jovial,

remito nervioso a tu acento,

mar de mi contento,

oh mis suspiros de luna,

rompe ya cristal amante fortuna,

franco yo de carácter somero y doble,

lenguas de distancia lloran en rocíos mis flores,

que sólo imaginadas,

porque ser, eres, vives y en mí resides,

consuelo,

así es, tú la única que en tumba mía agarrarás flores.



Förüq Esteban


Reedición:


Primera obra pública revista instituto Complutense de educación secundaria

Año 2006-2007


Noche lúgubre y umbría

20 septiembre 2011 blog Facta non verba


A ti noche oscura te escribo, oh gema azabache tu solo pálpito.

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío, como flor y rocío en flor de mayo?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas, deslices y tormentos dulces encadenados, hasta

enloquecer si solo loco he de quedar tres veces más solo y loco he de hallar, llevo ya cinco días sin dormir, no veo ya luciérnagas ni ocasos de luna, y veo que se van

mermando mis facultades mentales en carrusel de norias y sogas rectas, y escribo frases sin testigo cuerdo, sin sentido flamígero,

garabatos en hojas de papel...

Me asomo a la ventana mi cuarto parece yerto, y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,

deambulando sin rumbo, no veo mi dama graja, sólo una sombra densa cuelga y flota del techo.

Mientras, apuro la botella de hinojo solar, esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza, que suenan como crepitares con sus voces.

Me estoy volviendo loco acaso Musa duda.

Sólo veo sombras y figuras, como sábanas, que se dibujan en tu oscuridad como

demonios, solos halos en escarcha fría, reflejos violetas ausentes.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo, que bajo tu protección de tu oscuridad mil cabales difuminan,

ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos

de muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo.

Tú que no entiendes de alaridos ni ángeles, ni de muerte, ni de fosas

selladas con cal y tierra ni de fusilamientos de razones ausentes.

Un brillo estertor te envuelve en comunión, de abismos y lúgubres destellos arriados.

Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan

tu oscuridad sempiterna oh, dame tu gloria.


EL CASTELLANO


NOCHE LÚGUBRE Y OSCURA


A ti noche oscura te escribo

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta

enloquecer llevo ya 4 días sin dormir y veo que se van

mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido

garabatos en hojas de papel.

Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche

como fantasmas deambulando sin rumbo

mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.

Me estoy volviendo loco

sólo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como

demonios.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo que sólo bajo tu protección

de tu oscuridad ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos

de muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo

tú que no entiendes de genocidios, ni de muerte, ni de fosas

comunes selladas con cal y tierra, ni de fusilamientos.

Tú sólo ciegas la luz del sol. Sólo el fuego y los fusiles iluminan

tu oscuridad.


Segundo z bachillerato


ESTEBAN EL CASTELLANO


LAS DOS LUNAS DE MUSA:



I.Luna trece:


Luna plateada de mi cielo,

en las noches

voy a tu encuentro,

pero te escondes

entre bloques

de hormigón y cemento.

Quiero verte,

pero incluso te escondes,

por las violetas ramas.

Mas los dragones,

del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso,

de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido,

solo templado

con miradas intermitentes,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago baila

con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te siento incluso estando solo.

flores opaco reflejo

de luz violeta

incluso de noche;

artifficieluzzae.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene

para sentir que estás conmigo

otra vez más,

recuerda

que tus ojos tienen sangre

recuerda el viento

que aúlla mi nombre

recuerda la luz que tiembla

y cruje la noche en las pupilas

recuerda que me hablaste

de amor en el tiempo

que cae muerto

que pactamos con el hielo

la vuelta del invierno,

recuerda cada latido

de oscuridad

que llama a tus venas de humo

recuérdame en la eternidad del beso,

en cada rosa que robe tu cuerpo,

recuerda que vivo para ti

dando voz a la soledad asesina,

la flor vive soñando

que fue mariposa y abeja,

vive durmiendo la semilla

enamorada de la tierra

para despertar

y enamorarse del sol,

clávame estas nubes de sangre

en el hierro de mi destino,

se me negó la luz

encadenada a esta tierra sin cuerpo,

solo tú me sientes

en este camino

que no lleva retorno

solo espiral anhelada de renacer

el tiempo ya no nos puede sostener

camino buscando el frío

en este calor que quema el alarido,

te encontré perdido

hoy vives un amor

que sientes soplándote al oído,

en la puerta del infierno caído,

te casaste con la luna

que reinaba en tu corazón,

al viento le diste voz,

a la lluvia la nombraste

lágrimas de mi ayer,

le diste ojos

a la sombra para mirar,

la espina caía herida,

la caricia retornó a las polillas,

la vida marcha deprisa

cuando abras los ojos

ya todo habrá cambiado

solo encontrarás que seguiré a tu lado

aguardando tu otoño

y la caída de tus hojas,

esperando que seas mi acompañante

en los siglos y milenios

que nos condenaron,

encontrarás esta sed del cielo

en cada silencio muerto,

en cada raíz

que grita en su tierra

toma de la vida lo que quieras,

siembra tu aliento

en cada tierra,

tú todo lo tienes

yo solo soy una fantasma

que sólo tú ves.



El Castellano

III.Réquiemnº 3:


Los últimos signos del viento.

Rige un sol negro

con hoyos donde comienza la oscuridad,

oscura serpiente blande su cuarteada nota

en lira acróstica insubordinada,

es su templanza base poética demencial.


Hablando a solas con mi interior

surge diáfana voz por derredor,

voz en alma condenada

por ver hondas raíces rugir,

en estruendo llamadas

hacia raudo cardinal.


Sola voz sin resquicio templado

del sonido en si bemol,

se erizan ascuas en pavesas a un viento

feraz.

Se acuchillan las osadías

que germinan en tierra de nadie.

Inusitado fervor asolado,

por espadas alzadas en manos,

guerra al silencio feroz.


Pudieron dar las tres de la madrugada

y un escarabajo voló.

Una hoja partió,

hija de la soledad aclamada,

con caracol sonoro hueco.

Es un solo de cuerda

y alma destensada,

una melodía por la sangre olvidada,

un réquiem por toda vida

finalizada

en sones de grillos

danzando con tenebrios,

y lúgubres venas enraizadas

por tercera y última vez.


Una sinfonía donde yace el silencio

y yaga la umbría luz

desertora en mundanal zozobra.

Pasa, danza, planea

febril verde mosca en formol montada.

Es mi dicha aplastarla

y quedar en vigilia taciturna,

hasta rendir aspas

y acostar la sangre

ya nunca más esquiva.

Hasta ver las flores rendirse

con mi cuerpo.


Förüq en 16-10-2018


MARIPOSA:


Los murmurios son flores,

álgidas de invierno,

como venas azules de jacintos,

o tesoro córvido

de urracas matutinas,

tiempo sobre el tiempo,

tosía mi lobo afónico

tarde que muere sobre la paja,

y el viento mordido,

ascua que queda sobre

mi densa ojera,

cristalina, 

he cogido los montes con una mano

y mi hogar de brujo con la otra,

no necesito chopo de oro

ni un amor me aguarde

sin sombra de celos .




II

Mis sedientas aflicciones

eran como gusanos hilando sus capullos

de seda, 

elevadas hoy son mariposas verdes,

vuela mi pena como Simiente rápida, 

y cayendo como lágrima negra

en espiga,

vuela libre mi pena,

su esencia de mariposa desvelada,

duelen las lágrimas de bondad,

pero las negras y malas lágrimas,

apuñalan hasta arrancar el corazón.

Corazón mío, como avispero

de muro viejo, de pronto,

en él puse señero, 

Galería del alma.


III

Presentó ante ustedes.

Armados abrojos

mi infernal flor de alma

eternamente jovial, y vivaz,

por fuente abismal

de denso pétalo,

dulcemente amargo,

quise declinar la tarde de sus ojos,

ser Pegaso, caballo de madera, 

mi frente derretida gloriosa.

Infernal, pálido fuego,

sin Salvador en cepa,

ni figura fulgurante,

de llamas y lenguas azules,

cuenta de cintura agitada,

sus alas,

tu esencia:

-Mariposa del amor.



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

A lunes 7 febrero 2022



Bella, vuelas libre doncella,

sol te toca, acaricia tus efímeras alas

de mariposa desvelada.

Viento te lleva, allí donde el amor creó,

reflejo de libertad soñada.

Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,

dejaste atrás nubes de tormentos,

rozando tu destino me arrastras.

El manto de las hojas te protege,

buscadora de sueños

de la fronda de mis sentimientos.

Viviendo en la ternura de la dulce mirada,

volando con la fuerza de la palabra sincera.

Durmiendo hasta que se oculta el alba,

ángeles y dragones, arropo en el corazón.

Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,

para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,

cientos de tonterías para tu sonrisa.

Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,

pintando mi vida.

En la caída color gris quedó,

color gris quedó.

En la huida el tiempo y la situación

que cortó un camino en dos.

Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.

Su esencia mariposa del amor.





ESTEBAN CASTELLANO



ESPADA PUDIENTE:


Sorteo principios

y vencejos,

torno unas danzas de la Aurora,

me entregué al sueño,

aguardando su divina tez;

el Sol se adelantó

y sobrevino una colmada oscuridad,

llegué primero que los Hados

a su venerado encuentro.

Valgio alumbre el anchuroso cielo escarpado,

nocturno de doncella Escarlata,

oh, clara agua emana mi frente,

mis manos hacen germinar solas simientes,

del candor, la tempestuosa furia,

abren rayos espadas de Candamvis,

Zeus, canta:

Oh gran Sol que bajo tu candor,

iluminas que abrigas Inmortales,

y a los mortales vivos,

habitan las auras vivas fértiles,

acoge mi ofrecimiento,

a dignar en tu nombre,

terso Paraninfo yerto.-

Oh sola tormenta,

presurosa abre cabellos centellas,

y múltiples repiqueteos,

de ascua en rayo y cielo-terreno.



Förüq castellano Miguel Esteban




LENGUA ESTELAR:


I


Miro y veo el vidrio

intentar perderse a sí mismo,

de irrefutable saber

hago parte e inciso

que si amas cuidas

semejante cuestión;

el tiempo giraba como

veraz trompo extasiado

un día osé que alcanzaría

que sí, todo anhelado

se obtenía de un disparo

osé tres disparos hacían uno,

verte, quererte, cuidarte,

mi ente sólo entonaba lira

en pluma, y alas un Paraíso.




II


Verte de frente a espalda,

no fue funesto ni devenir,

desangelado;

fue afilar colmillos

quedando blanquecino filo,

incuestionable, goteando

sanguíneo deseo,

pronosticada tú,

de hace años

que llegas en otoño,

afable tú, para quedarte,

como ascua imantada,

al alma fugaz, sorpresiva,

rebelde,

como Rocío estelar,

a la flor sagrada.



Förüq castellano Miguel Esteban

a 15.09.2022

lugar- Mirador del Henares la campiña Castilla




PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO II:



PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:


Oscuros, negros, tibios

lirios en sangre de brea;

Acolchadas desquicias

en híbridas campanas azules

de los ángeles, yendo en borde,

siguiendo círculos,

moviendo espirales,

Vientos noruegos me llevan

sin patria, vencida por mitología.

Quicios de lúgubre destelleo

en oscuro límite tétrico

y sus manseadas caminan,

hacen nido sedoso

en moreras del sueño;

Vida través de una vida

dentro los hoyos del Sol

que sudan, sus notas de uvas.

Visitaré a Cernunnos

en el seno del bosque,

hablaré del cuerno roto

y su sangre que brama

flores de helechos.

Quién sembrará mi campiña;

estirados mis soliviares

entre azares que suerte corre.

Traspuesto al mantillo

y su compostaje silvestre

que solo se mantiene;

Verano que socava dormido

para sepultar los cardos

que tierra come

y levantar la estación

de los difuntos con hojas caídas.

Otoño sus fríos que me despiertan,

terminando de vivir el ocre

y su yerma plácida

de tierras sin brotes

en ventura de savia fría.


II

Altivamente,

con pies de veneración

no atina un intelecto sumiso

tampoco él encuentra su espacio;

yo sin abrazarme, coge el infra sentido su reloj.

Mirar sin ver hizo fuste,

regresos serenos sin ausencia,

en estas lindes 

quiebra su sentido

y esta sube.

Su vacío perplejo quieto es Ausencia

que simboliza toda luna de escarcha,

parado de sinestesia iba,

su granate sanguíneo 

que

sí recuerda.

Amarrar el acierto vehemente,

de resucitar del del parco suelo

para fusilar mis pendientes,

desarmando la ira

sus dioses subterráneos,

uniendo su altivez cursante.

¿Se cree usted viva?

Eso es que no nos conocemos,

ya sumblimé algún amarre,

y va el ancho río

con paso furtivo y decidido,

por apresar de tu razón mi viva estampa,

muerta sin ti.

III JURISCONSULTO DE SOMBRA


Este mi humilde canto,

pedernoso, que blande,

que pregona compás en arraigo.


Quimera a tiempos

en puñal pretencioso

de espigas de idea.


Patria por siempre sin sentar;

Fugitivo sin amores,

surcos de fugaz simiente.



II

Docto de tu dulce vientre

tras fuego de ababol,

entre tierras de tus reflejas piernas.


Sed de mi sangre,

renacer acompañante,

aljibe sin fondo a florecer tu entraña.


Amor de pecho a espada

blancos que el ser crestéa,

jurisconsulto de este ser de espuela.



III


Redentora hoz de labriego

soñador, en soto de silvestre rambla,

febriles rejas de esparto.


Pinos que caracolean

el camino de este fruto de ensueño,

antes que morir sin amapola de fuego.


Creo, nazco y completo

una flor de la misma sombra

que trajo en fruto de la primera mujer Eva.


El Castellano



O DIVA GRATUM:


Mi diosa centella,

que deleitosa riges,

y engrandecer mi nombre puedes,

o, convertir en honras fúnebres,

mis cortejos triunfales,

a ti dirijo el labriego inquieto

de campo.

Te invoco en su pulcritud de savia,

cual dueña todos mares,

arrostras dulce mi piélago batiente,

a tus armas, todo imperio se desbarate,

mi lealtad es albo traje,

no rinde al garfio amenazante,

retroceden y dejan amigos 

y sus ánforas vacías,

de cicatrices y delitos

no limpiase mi nombre,

de fraterna sangre y mieles que Himeto, 

me concede,

¿Temor algún espejo suyo,

me contuvo?

Con el incienso, y sinfonías,

ofrendo sangre cándida, mi letra,

nunca el falso juramento me precede,

oh tu belleza de nuevo brillo,

más hermosa, cuanto la ceniza has otorgado,

ídolo oh materno signo,

dueña de oro y nido,

por Quimera tu susurro,

de límites prescrito,

non semperimbres...

Torrencial, de nube acechas,

lluvia sobre rastrojo terso,

tempestad, o inerte hielo todo año,

combate tu acento colorido,

jamás cansado,

cuánto Parcas crueles me han arrebatado,

pregunto a lágrima de sol, llorando este,

mi lamento blando,

loco empeño,

hinchado de viento,

osar casarte, aflicción

con altanero subsuelo,

prudente yo de odio ajeno,

no llegará día que este guerrero,

no mida a su adversario,

indago mis designios que abrigan,

sombra huidiza,

cuándo.

Bebamos la honra en dicha,

entonando la alta lira,

a Calíope,

bajases al cielo castellano,

soberana Musa,

gimiéndome lenta y eufórica melodía,

el concilio cayó sembrado,

ilusión o deseo,

mientras seguiré amándote gritando callado.


Förüq castellano MIguel Esteban


NUESTRA PROFECÍA:


 Ceremonia terruña:


Historia en curso:



Tiempo que era llanamente hondo,

como pozo sin poso, ni fondo,

severamente profundo,

como fantasmal visita

sobre lazo silencioso,

buscaba yo tamborileo grave,

entre hileras sordas

entre nuevas flores

de trompetas de los ángeles,

danzar entre círculos de grama húmeda

y corajes de aventar nuevas espigas

de olor a yesco trébol rojo.

Hice una hilera de guijarros;

preparé mi propio templo

con torreón y almena nueva,

un foso bordeando y cuidando

mi nueva siembra de ababoles,

templo asilvestrado con urna para ofrenda

y depósito nueva agua virginal,

era suficiente de tiempo insuficiente

a nuevo otoño que comenzaba,

con olor a hojas de chopos arrebatadas,

y majuelos agudos en espinas,

rebordes cardillos de as damas

erigiéndose tempranamente,

maduraban los tomatillos del diablo,

solanumnigrum

que ni caracoles resistían

sus lustrosas hojas morder,

las colas de zorro ya se divisaban aventando

terreno de su nueva simiente,

afinaba mi cuerda

tendido a ras terreno,

sembrado a pretil gesto,

como se siembra una pipa,

y tarda treinta y un años

que porto en girar el sol,

carrasquillo háblame,

que penas traes de virgen encina.

Cuéntame tus oscuros romances

con vientos de luna,

y tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.

Dime a mí que te cuido con esmero,

aguardando tus flores de piedra

y tus bellotas del mañana.

Árbol mío,

avanzo este mi caduco corazón humano,

como vampiro solar

me remarco,

un solo de voz desangelada,

y volví a honrarte,

de esta nueva tierra.

A viento pagano,

voz de alma amada,

inamovible,

firme, regia,

de raíz arcana.

Tu rostro en verdor

de hojas afiladas llevas,

acaso igual o semejante

a hermanas blandes.

Río de encinas y flora reborde,

amor de tierra a lo que es

y crece en ella,

vine por vuestras voces,

jamás marchiten vuestras notas,

de longevidad imperial.


Förüq castellano


Escuadra bronce:


Ilusiones quemadas en papeles con tinta,


con los sonidos sordos de un eco de imágenes

el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.


Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,

la mente ciega las observa con su pensamiento claro

sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.


Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,

un secreto en un gesto que su mirada grita.

El despiste que convierte en ofensa el fallo;


Un sentimiento distante que próxima te quiere.

El tiempo que tarda en decir adiós al por qué gana,

ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.



Pensamientos negros

Te sentí amor y por querer pensarte

la realidad silenció mis latidos;

Aquella flor que llamada amor

ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.


Entre la tenue luz de luna que me abrigaba

abrí la puerta que me condujo al campo

de negros lirios por el camino de ida sin regreso;

La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;


Donde la luz que me daba calor era ausente,

tras de sí un sendero agrietado por el que fluía

el río de las flores desangradas;


Hacían ellas mi último aliento,

un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,

cesó aquel si bemol.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009


Podando recuerdos para volver a amarte,

dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte

aquella mi rosa que llama al frío pero resiste

cantando a la víspera del invierno triste.


El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;

gota de rocío que se evapora con el sol en su visita

y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,

para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.


El fuego del deseo se hacía con su compañía,

con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;

De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo

de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.


Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños

un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;

solos en el encerrado mar del amor no demostrado

su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009


El ritmo de tu cuerpo,

donde el agua y la poesía

hacen el amor.

El fondo de tu mirada

el manantial de esmeraldas.

El calor de tus piernas,

El terciopelo de tu piel.

La suavidad de tus caricias

mi motivo para viajar

allí donde el te quiero

lo dices sin hablar.

Lo que me alegras

sólo con tu existir.

Es todo lo que significas para mí,

lo que me haces sentir.

Es el agua de tus besos.

Es el fuego de tus labios.

Eres tú.

Eres tú mi vida, mi luna.

Eres tú en cada noche fría mi calor.

Eres tú la chica que siempre soñé,

la chica que siempre deseé,

la que vivía en mi subconsciente

para cuando apareciese

darla lo mejor de mi existencia.

Deseos, ilusiones, anhelos

definiendo mis sentimientos.

En mis recuerdos tus besos

sabor de hiel.

Tú mi motivo para soñar.

Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,

tú todo para mí.

¿Por qué no has aparecido

en mi vida todavía?

cuando por amor se quiere

a quien no ama

y por soñar se vive amando,

por amar se vive soñando,

y el que siente se miente

quiero mi despertar y verte a mi lado

para sentir que en un pasado

andé con la botella en la boca

y no que ella

chupó de mí mi vida entera.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009



Yo te sentí

Puedo escribir todos mis pensamientos

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor

y por querer pensarte

desapareciste entre la tenue luz de luna que me abrigaba.

Allí la razón apagó los latidos de un corazón.

Como tierra yerma

marchitó aquella flor que un día llamé amor

y ninguna pudo ocupar su lugar,

sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.

Pero yo te sentí amor.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009 


Tríptico trago de agua:

Autor: Miguel Esteban



Era como pulcra onda

anisando un sol de febrero

castizo que llamaba a marzo,

escuché la desquicia latiendo el suelo

y me encontré una reluciente,

vieja tuerca oxidada.

La sombra padre

se escondía entre manos anudadas

de sus hijos,

llamando a mis primeros pensamientos,

yunque clavado en la pared

sin soto ni caballo,

crecí en su mitad

entre baldes de plomo,

en corriente de drenajes,

parlamentando

abren el oído de pares;

nulidad de pura interrogación

más vacío

en ventanilla

de visión de muchos,

yo gastado aterricé

en república de la sal.

Porteador de interperie (intemperie)

regresaba directo al rostro

en destartalado invierno,

reunía el campo

un subastador de mi conciencia.

Ánimo optativo de la región

en sueños de malvas nubes,

calizo terreno,

opulentos pinos

en bocas de hierro

acunando la ilusión

de esperanza.

Llamada Musa doncella Escarlata,

Mineral candente, raíz Salvaje Azur Purpúrea,

Luna sempiterna...

De aullido a la luna de plata

y su llanto que envuelve la oscuridad semper.

Necesito más de ella para poder ver,

de igual manera sentir corazón en antorcha.


Förüq castellano er-lobo bohemio Esteban


CANCIÓN DEL VIVO MUERTO:


He cruzado los tres mundos,

cabalgado centenares de soles

a lomos un crisol alado,

desiertos me hundieron los cielos,

para rubricarme flamígeros, existen dioses

como existen necesidades que avalan

y avalan, no hay templo para

Jinetes difuntos.

Sembraron cada uno de mis pasos;

de figura regia, y arriada,

bastó un soplo de lágrimas heladas,

sí, tengo padre, por lo que tuve padre y madre,

final depende de un principio

y principio es ídem final.

Novecientas muertes cuentan mi estampa,

oh Sol de valles y Quimeras cual bestias anhelantes.


II hoja:

Cuanto viví, bailé una serenata difunta,

Aquista fue una noche tormentosa

cual tempestiva que sus temores silbaba,

oh solar, y campiña yerta

era el frío y su ribera,

Aquilón venía de hermano

que no tuve.

Rugiendo maderas, e idioma gemido

de solos árboles,

solo como océano venía

de astros en cielo y caracolas

cual olas;

Oh, su acento, era mercurial,

como serenata una flor de difunto.

Recuerde, su Sol ha muerto Esteban.



III hoja:

Entre plomizo suelo

me pesaba el espíritu

como pinar excelso, majestuoso.

Venían los relámpagos a mi vera

y a mi diestra placer posaba

y sonreía;

pecho os habla hundido

en escala de tierra,

e ilusión de cientos estorninos

entonces el monte os besaba,

de tierra, de vida, de cepa, 

y sarmiento, la esquiva espina

vestía al endrino.

Mi trova en hora solaz traía grillos 

azules, y oscuros ángeles de luz

como lo que guía mi vida en muerte.



Förüq castellano Miguel Esteban





2007 SÓTANO DE LUZ:



En la oscuridad de mi cuarto son tus recuerdos los que me invaden, mis labios tiemblan y te llaman en silencio.

En la oscuridad de mi cuarto es tu figura la que me acecha, la que me provoca y me produce un caos febril de deseo y de pasión.

Pero tú no estás, tú no estás, no estás.

Tu recuerdo recorre todas mis neuronas con miles de imágenes, cada una añorando un pedazo más de ti.

Agarro con fuerza mi almohada pensando que eres tú y una tristeza comienza a invadirme, lágrimas salen de mis ojos, en ellas se puede ver tu rostro reflejado en ellas.

Ardores me entran en el pecho sé que no vendrás que nunca volveré a tenerte, que estás ausente y mis lágrimas se convierten en lágrimas de sangre, ha estallado mi corazón de una sobredosis de sangre.

Esteban el castellano Er lobo bohemio



ÁUREO SEMBLANTE:


Insumiso en medio de quebradizos

saludos de pseudónimo,

de sueños rotos, y brechas de ánima,

como pañuelos azures,

llegué al inicio desnudo,

como agitado bronce,

e inocencia jovial de abrevadero,

a veces pude resistir su amor,

otras caí dividiéndome,

como precipita una gota de mercurio,

llegó a mi parda tersura

su imagen de cuerpo sonoro.

Mismo amor nunca pudo resultar frío

ni ausente,

pero el sol me rompía

a calo estridente y yacija de hierro,

paisaje que no ardía ni se desvanecía iluminado,

era mi añoranza,

quise sin afilarme en hondos dientes,

si podía generar montaña o cumbre de cerro,

jamás infortunio

de mi blancura que ya exigua no cantó,

de amarillo vivo avancé

sin mirar fijos temores

ni túmulos de gargantas precoces,

amor es rosa naciente

como Alba de tersa fuente en rayos suaves,

oh de astuto feraz ojo simiente,

equivocarme se vertiese,

y el pececillo de plata la mordiese,

sus peces de colores besé

y entre burbujas de besos no dados

avancé su curso fluyente,

como nacer de río cuervo,

sus labios arrostré con fiereza tantas noches,

que nunca tuvo fijeza de acabarse,

el viento ya no lastima mi sola sien,

pasajero fui de su destino,

sin encontrar inicio ni final,

oh mi pequeña dulce cual laberinto,

este centauro solo atisba

que anhela beber tu agua luminosa;

oh tu pluma de golondrina azabache,

rebelde a los límites,

brota mi grillo de cristal verde,

cristal y vidrio que parió sin tijera

la luz de obscuridad.


Förüq


TERSIDAD DE FLAMA:


Veo una escala áurea,

con escalones broncíneos,

escalones de repecho

en fuego sembrado,

una estela se abre de guía,

dirige que no ciega,

oh bondad acrisolada,

cenit del fuego terso

como pulcritud de filo en espada,

oh vil niebla, abre camino,

vinimos bajo el regio augurio,

de aspas y nobles metales,

Oh Gimlé,

oh bajo casta ancestral canto en tus aposentos,

oh salón de fuego esmeralda,

de rompiente serena,

y solo halo,

vine a vivir,

vine a morir,

vine a sembrarme como siembra el valiente,

vine a cantarte,

oh Gimlé,

afrenta quedará mi yerta sangre,

todo lo descubierto en tu nombre,

oh casta felicidad,

resplandeciente,

el miedo jamás partió mi entraña

vine a vencer vine a besar tu rocío de flor,

como Musa y dulce hoguera,

el tiempo ya no escapa,

todo lo pensado arde ya,

en tu salón me blando

como raíz y fruto de ciprés milenario,

oh luz pura que acoges e irradias

por la blancura mi regia madre,

por la nobleza mi casto padre,

cuántos astros no alumbran tus cielos,

hoy vine a vencer

oh Gimlé, acoge este mi flamígero hierro

de Sol fierro mi padre me sembró,

en escala, número y orden,

tu bondad justa en escala,

uno, no hay hechicero ni hechicera

más fuerte ni que herir pueda osar a quien te alaba,

dos no hay poder oscurecer la razón mi sangre pueda,

tres no existe temor ni miedo, me retiemble la calma.



Förüq


PRESTANCIA FÉRREA:


I

Yérguete nació la luz y la sombra

el hombre se creó

para ahuyentar la sombra

con su llanto de sangre,

hoy que mi lágrima

sea fértil espada,

que riegue e ilumine

así ídem el abril

levanta los muertos

y su caléndula predilecta.

Nunca maldigo mis lluvias

y a la Santa noche,

riego mi sombra, antítesis,

de lo que espera mi persona.



II

He de ascender,

he de volver a navegar

el negro puerto,

contar los escalones de mi sótano de luz,

al tercer día flamígero,

la piedra será mi llave,

no mi tumba,

Panida Hijo del dios trigo,

tengo lluvias y carne,

tengo tormentas

y miedo ausente,

Yérguete, sucumbe,

a los suelos, de la madre luz.


III

Ni me arrodillo.

Ni vuelvo a morir en pie, (como caí)

ni rezo sus construcciones de huesos;

navego, pido me escuchen mis dioses. oh Lvgvs

Cumbre son de mi lágrima espada,

el mar, la nube, el río designio de escritura,

baile de un talismán,

oh, lucha entre sombra y su llanto descendiente,

vencido no he caído, 

aunque me derrote trescientas veces 

sobre esta tierra.


IV

En este pedregal,

juro sembraré flores

para no volver a ver su destreza inerte,

oh, lágrima esclava

ni lluvia, 

mi floración ruginosa 

abarque todo balde,

y sea réquiem y mármol florido,

mi entraña, todo esto,

ojos secos de hombres,

ejército, que el destino cercena en tres.

Postigo, huerto y verbo decisivo.


V

He de honrar la llana hueste

trae la vida,

ávidos ojos, vagido indeleble,

azar intangible ruginoso,

en vapor estela o cerrojo,

repitamos los versos:

-Aereperennius

los duros somos tierra,

no vendrán a regar mis lágrimas de sangre,

ni mi corazón será afluente

de besos de brea,

sin simiente no marchará mi parca vida

a otro designio, a otra luz

sin mar ni vestigio.



VI

Vine haciendo ecuaciones

de estorninos en vuelo.

Para saber si agradé,

o sólo se me unge lo que si cambio,

vuelvo a renacer,

actualmente solo llevo ocho casi nueve lustres

vivo otra vez,

por un crimen de flores no tañerán

campanas ni catedrales de laberintos desdoblarán,

al margen lo visto si no me acepta,

no es mi estaca en pecho,

sólo sin ser bastante

ella es mi fuste, mi espada,

mi sacrilegio

en pacto de sangre,

mi hija de Averno 

mi coraza y pechera que si vuelvo 

sí a estar vivo, la encuentro,

más allá de boscajes inéditos

de ciencias sin papeles

y sentidos flamígeros.



VII

Sentido sensisenssum,

formosa societas,

hermosa compañía

si esa que nunca osé 

debido parece sólo se puede pagar

siendo quien no soy,

delineante suspiro

materia a tierra,

uno allá debe quedar lo que es de ella,

no límites de cordura,

al seco brillo avanzo

sensaciones vuelan,

lo que no te dije nunca te lo diré

quedará más escrito que tu estampa y violín de luna,

no es justo y qué, otro rayo cayó,

que te  llene y lleve

es otra cuestión.



VIII

Nacer para vivir,

lo demás es otra asignatura,

verte despierto, cuándo,

contar con apoyo, 

sí, seis farolas se bailan

sin tóxicos ni brebajes,

solo decir esta vida de jactancias puñales,

hasta aquí me vio la cara raja,

no soy ángel cualquiera,

rebelión toma cauce,

orden y mando,

tatuaje puede ser cicatriz

pero alma no sangra,

ni se transmigra,

venga al salón de los caídos.


IX

El festín es elegir ser humano lastre,

o salvación de papiro en llave,

llamado amarse in radice veritas est,

todas las mentiras eran correctas,

a mí nadie me juzgará,

a tu conciencia podrán preguntar,

soy constructor de tiempos,

y sigo firme

ni me voy ni me iré

en parca vida de esta existencia,

oh diferencia clara.

Sé quien no soy.

Miles dei lumen

mors erita exora mea.


Förüq


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

Lugar Guadalajara España

A 8/03/2022


CUANDO VIVE LA MUSA DE UN POETA:


Cuando vive

se añora infinitud de cultivos estelares,

cientos, miles de perlas no llenan su sonrisa,

ni existe rocío en flor osar cubra

la flor de su dicha;

los mares y océanos se pueden caminar

sólo al tenerla vista,

las llamas no arden,

habitan tersura de sangre en pecho, valiente,

oscuridad ilumina aventajada,

mas cuando ella vive

qué podría alegar un poeta,

conocerla

para que rapsodas jamás enmudezcan

en melancolía hija,

para que mis versos solo canten flores

y vivos colores.

Cómo negar temor a sucumbir

sin rubricar su rostro,

con un jilguero como beso piador,

sin un pétalo escueto

proclame su guiño,

sin conocer a su Musa

un poeta se desvanece como el tiempo,

el silencio se arma mil días mil espinas,

yo sólo te quiero a ti

mi vida en verso, mi amor valiente

de mil fuentes y abrevaderos,

de la más alta espiga

a la caricia que retembla en tierra.

Sólo un segundo basta

para capturar una letra,

mil eternidades para ser feliz sin ella.

Cuando mi Musa vive en mí,

infiernos no me acogen,

ni penas ni tormentos habitan,

un sendero abre y toma terreno,

rumbo a soñarla de nuevo,

campos germinan de oro trigo y girasol,

de verde alfalfa y amarilla caléndula,

como rojo ababol,

vivir sin crear su sonrisa

es como no hallar razones

para ser feliz;

muerte es del hombre vano,

temor infausto,

suerte es de un poeta

vivir en la vida de su Musa.

Porque vivirá siempre

como esta mi letra quedará vista.

LIT C ET SUMMUN CANAE


Förüq


 A ORILLAS DEL FUEGO:


Después de la vida, la materia

del mismo calor que el mismo frío

color naranja que amarillo

clavicordio mudo que mismo latido ciego,

hormiguea una ninfa envuelta

como espiral de caracolas,

arriba del astro despierto el sino

acompasado. ¿Cómo que vuela mi humilde Hada?

Si se considera mía,

y su libertad, ve un ideal

por cumplimentar.

Caracol de sangre que sí conozco mía, oh, osadía,

arrastrar sucesos caducos

sobre tersidad de piel honesta,

y temperamento azul llamado Arte;



II

Mis hombros sobre la paja

del bravo día, no caen insumisos todavía

rehogo palabras, solares, triangulares,

sobre un tractor de nieve y barro,

llorar una lágrima fija,

indecible asunto

es como perder venciendo

sin querer perder Luna,

limones de este fuego sobre el agua

y una espada simbólica,

corazón como ciruela

y su corta-pichas habitante,

adiós de un pañuelo de tela

con mi nombre bordado.


III

Lluvia densa de un sol fierro

invencible,

que aumenta caer derrocado,

sin premio no es astucia;

llamo al Azur sarnoso,

oh noche, te imploro,

pedazos cual capazos,

tu hielo de luna,

no respondas, que igual obtendré

mi mesura partida,

en oro, plata, o bronce,

sidra, gaseosa sintónica, o café sagrado,

del árbol mi insomnio millonario.

Mi beso por si acaso.



Förüq bajo juramento a 1-12-2022 


AGRESTE ALEGRÍA:


Una clave de Sol


y de su contrario Luna sempiterna,

en un silencio que llora el azabache,

expresando que ella es mi univeso,

su dicha mi semblanza parda,

sin ella no hay belleza, no hay alma.



Quiere que la desnude,

y consagre sus pétalos iridiscentes,

como sagrada es su piel de ambrosía.



Quiero cruzar sus rayos

y telas líquidas,

mis iris que nacieron destinados a ella,

quise acompasar sus estelas,

y halos de luz que trepan

mis retinas,

mi sinfónico fulgor es su preciado quilataje,

compostaje será mi cuerpo, la energía, su fragancia.



Será mi copa su boca,

y viceversa,

extasiado de su nervio silente

enredaré su lluvia con mi nieve.

El ocaso quedará preñado de placer nacarado.

Las ganas serán metáfora, concordia serán las almas.




Ella que nació para verte,

felicidad de raíz a cúspide,

en mi pechera vas prendida

mi hiedra estelar.

Sentirte como te siento,

sin duda es victoria diaria.

Suave la floresta más pulcra por ti versada.



Reverbera de agraz cima silvestre,

es temblar mi alarido despierto

y ensoñarte como se sueña un ideal,

eres la altisonancia vestida de todas las flores.


Förüq el año pasado




HIJA DE LAS ESTRELLAS:


I

Intuyo que el reino onírico,

tiene sus propias directrices,

belleza abismática, perpleja, preciosa de sí misma;

era aquella noche de ayer, una visión vívida insuperable,

su tez incomparable osar pudiese la muerte,

soñar quisiera la vida,

observé el crujir de mi latido

al divisar la belleza vuelta forma

de un ojo vuelto color y profundidad,

lejos de todo lo hallado por mi ser,

no puedo negar si narrarlo,

opaca la dicha y asombro me causó.

Aquel ojo femenino, se podría atribuir

a un ser superior al humano ser,

no sé si antes o después de su evolucionar constante

o olvidar sus cauces en continuo,

era una visión silente,

muda que su bella ala,

casi se escuchaba ensordecedora,

sé de este mundo onírico posee patrones, ejes de vida y energía

con sus sentidos alerta;

que escapan al intelecto del ser,

y sólo se puede frivolizar

con que solo son sueños,

aquella vista con mis ojos cerrados

de aquel ojo atribuí femenino,

erizó mi piel 

su parpadeo, daba al abrir un tono místico,

mágico como un ojo de alpaca fundido

y su óxido verde,

un gris argento como del metal más noble

era sin duda hija de la sangre de estrellas,

electrificaba aquella ancestral mirada

era tan profunda y bella

que uno se sentía atraído hasta su centro,

no te sentías vigilado,

sí protegido 

por mi origen Pleyadiano.

Aquel ojo femino parecía ver

toda la eternidad repleta,

atravesaba y casi

respirabas y vívidas en su interior

de sólo percibirlo en visión,

quise saber desconociendo,

y darle finalidad y origen

al contenido mi visión,

lo siento por ustedes

visualicé otra dimensión lejana,

y abarqué todo el poema de hoy

de mi Musa,

Leannán- Sídhe señora Hada elemental,

reina de las profundidades terrenas,

me considero protegido,

no vigilado, 

pero concibo, 

que deseo unir tinta y sangre

inspiración, magia, y anhelo,

vida, muerte, placer, dolor

con mi percepción,

ella vive detrás de mis sentidos,

Leannán- Sídhe

virtud y cauce afirmo,


de mi unión prevalente,

con mi Musa Doncella Escarlata.




Förüq



LA FLOR DE SÍDHE:



Te divisé, alegre caléndula.

De pétalos juntos,

abrir y enraizar mi corazón.


Mecer fulgente tu amarilla corola,

entre el granate interior mi pecho,

frágil como cefirillo leve,


en mi pecho como en cuello

de hechicera mi Hada bella,

allí me revolabas,


como al fuego mi Sol ferro

brillabas que encandilabas,

las golondrinas de tu amor


naciente, pulcro irisado, en cristalinos valles

y pozas, fuentes y abrevaderos

cantoras me danzaban.


Cuidando guarnecida,

mi semblante, fiel entre crisoles 

y parcas sombras desceñidas,


y amor en pecho valiente,

purpúrea inviolada

tu simiente, y raíz en mi sangre


como un soplido áureo y grito en vena

despliegas.

Tú de trono en ferviente osadía,


sueño memorable 

te ungiese en todas sedas 

dejan en color las flores


al último y primer astro,

avisto tu pléyades cercana

alzo tu renacido empeño,


disparo a mis sotos y perdigones enramados;

amor de este duende,

tu principito.


Siempre para ti fuerte como aviva el fuelle,

sed de soles relojes y razones intermitentes

lo que yo te quiero ni nombre ni sello puede,


De rojo,

de sangre,

de noche siempre,


tu húmedo tajo floreciente,

anclas mi dicha rebrotada, anima fidusfruor

beso tu cicatriz para evaporarla


no existe mal hendirme pueda

herida abierta mi amor es bronce vine a ser

de tu vida,


¡Ay, flor fulgente!

Te amo como el sosiego canta.

Tu aureola resplandeciente,


nacida de aurora, y una bella sombra

y sonrojada alba, purísima,

como el día por ti


se desnuda, abriendo tu flor eléctrica

que el sosiego, feraz incuba,

oh dicha no cabe su llenez de placer extenso

cuanto te admiro.


Förüq



ALMA BOHEMIA:


Alto como el sol,

es el poder de la jornada divina,

sensaciones atrás he vuelto a comenzar,

algo para tu entendimiento,

calor en el hoyo del Sol,

lo erróneo es puridad de ascua,

el esfuerzo, la vívida estampa,

la reticencia que reincide en el eje,

la fuente,

oh la fuente,

de feracidad en nota

locura está sobrepasada,

aposté mi destino

a la vida bohemia,

que mi amor valía su quilataje,

en sombras y deidades azadas,

al cuarto paso,

se vislumbra lo mágico,

a mi derecha el valor de la nueva alborada,

el tercer sentimiento,

sin razón se avanza el abismo,

  era un secreto y volví a despertar,

solo sin apoyo en mano izquierda,

el eje, la fontana parda  mirada,

venimos del precipicio sin nombre,

aquel que nos vio nacer,

la única perdición en mares y tierras

al honrado ser,

placer flamígero huella de astro terrestre,

oh, sola vida,

erré mi azabache pertinaz

y hoy tengo fuelle y vela,

mi sueño sí

vive. vive que vivirá

aún desceñido mi corazón en ella rebrillará,

hilo de negra madeja,

hermana de negro hilo

acoge mi son

estoy despertando a los hijos

estoy despertando a los lucientes,

era su intelecto grave una nota,

mi Sídhe vuelve a aquellos días nada te arredraba,

vive que muere mi granate estantiga,

oh Sol de soles

vuelve  a dar la vida a quien te la honró a cada mirada,

mi balanza pesa más el arte llamado virtud de amor,

que lo extenso acompaña

el terreno plañido,

vine y me quedaré sin miedo alguno,

en uno sé quién soy,

en dos ardo metáfora,

en tres oh Mercurio en nuestro día

al frente,

combata mi dicha susurra es invencible

como mi alma bohemia.



Förüqer lobo-bohemio


A PERSÉFONE:


oh, de virginal encanto,

del secreto más pulcro tu origen,

vine yo siguiéndote,

tú a galope de una opacidad

te daba forma,

arquetipo de una figura en suelo,

quién osado,

completase tu opacidad de materia,

resquicio de aliento de un sueño eras,

como bosquejo contorno,

o relieve inimaginado,

eras reflejo suave

todos los colores,

en tu esencia sin carne,

sin cuerpo,

quise peinarte sombra,

como el movimiento te hacía,

y deshacía.

No escapabas nunca,

sortilegio eterno,

de este mundo de espantos.

Resguardos lumínicos

te acogían 

y disparaban, mutilándote,

yo cuanto más me acercaba a ti

tú más te alejabas,

quería acariciarte sombra,

ser de tu sangre,

amarte como se ama,

al imposible que belleza dicta,

y tus labios siempre besa

y penetra,

oh parca sombra,

quiero vivir contigo,

como para ti el tiempo es invento,

desliz te capturase,

y te guardase por los siglos fríos,

ardiente en mi corazón que es piedra,

como mi amor a Musa dicta desde tu orilla,

que dilema es pensado,

por mi gato ante el mirlo 

que puso tres nidos,

violeta fulgor endiosado eres,

carne y cuerpo de éter,

magia insondable

sin peso ni brida,

ni aljaba,

eres soga todo cuerpo,

que reflejas su erecta perdición de su color,

oh azul índigo te surcase,

trasmutarías hasta ser lo que ven en la luz las polillas,

oh almas errantes,

paso a un estado alado tras muerte,

mensajeras de dioses en plano terreno,

he venido contigo por el son sin tiempo,

a pactar con mi condena,

a casarme contigo mi perdición,

de todo lo que vivo,

aliarme contigo,

amada como sirvo a Leana mi Señora Hada,

no me enterrarán contigo,

pero te alimentaré

de mi sudor y lágrimas riego mi patio,

donde hasta que muera traeré a mi araña,

toda simiente vegetal,

desde el baldío a la rambla deja el arroyo,

desde el cerro bajo al monte del barbecho,

y cultivo, deja vivir con acequia

al bonito forraje

que nunca muere,

porque como yo siempre

crece y crecerá de nuevo,

sea en esta vida o no,

la existencia.

Principito tomando número y orden.


El castellano y Leannán-Sídhe


Vengo a deshojar mi sangre,

y abrir estas puertas a un otoño,

flagrante, hacer vibrar lo indecible.

He venido a beber de tu sangre,

tu placer en osadía interminable,

somos los hijos de la sombra,

noche corre una vez por siempre

su sendero inabarcable.

Fresca y galante, de silencio ajada,

suave como nieve de la montaña

y viento de luna

que se extiende como joven grama.

Hojas breves como su sed.

Era una armonía vestida granate

como denso humor insobornable.


II

Suspirando su camino afable.

Somos hijos de oscura rienda,

encargados de servir estrellas,

en vena y colmillo, su blanco filo.

Otorgados del poder nocturnal,

su concavidad presa.

Su clara floresta de la noche,

en flores violetas,

se lava su herida, resurgiendo atónita,

una yaga de malva.

Soterré mi desquicia

en campo abierto,

rizaba mi pena un nunca más,

el cuervo en mi hombro,

crascitaba:

Noche siempre.


III

Me habló la oscuridad 

de su premisa,

y de su silencioso juramento,

de su verso sinfónico,

con arpa abismal.

Su trofeo en rueda de telar azabache.

Como las lágrimas enraizadas de Perséfone.

Mi divino rito, se extendía

por sus labios ardientes.

Euforia en raíz, y padre tallo,

de gloria al poseer un higo del diablo,

Rosa azur, caléndula roja,

Enigma tu velo retirado.

Yo pobre diablo,

que acepta siempre

hasta una hija

del Averno resplandeciente.


Förüq Miguel Esteban


I

Y encumbró su azor en mano

abrió del viento sola ascua,

dejó su chambergo

asido un árbol sin nombre.

Era su vacío

su nada colgada.

Cincelado un silencio bramaba,

lento,

en la faldera un álamo triste

como su barba.

Su lamento,

de negra niebla fugaz,

y húmeda.

Hablaba con su madrugada.


II hoja

Encendió una estrella

de su albor, pretendida,

ilusionado como alborada

dulce, sin esperpentos,

ni hollín sus humos.

Vista la anotada su Musa,

no pudo cerrarse la paz ni la guerra.

No cedía su terreno.

Mujeres y el hastío de soledad

zarpaba otros mares.

Como últimos rosales

desposeídos.


III hoja

Madurez junto al río

la Estrida,

dama tiniebla,

que hacía mito,

junto con Hades

Perséfone y Perseo.

Mi paz era verdadera

como cuerpo de leño

encendido en fuego azul.

Dejé el río mi canto

por montes y cerro amilanado.

Poeta me quite

mi capa de frío fantasmal,

lo siento, no ha nacido.


Förüq Miguel Esteban Martínez García castellano


Yo soy el que escribe su historia

Eres tú mi amor

solo hay fronteras

en el mundo;

no hay fronteras

en el papel;

tengo versos en

el bolígrafo quiero

fundirme soy el viento

soy el eco de tus latidos

yo soy el que vive en tu mirada

soy el tiempo

soy el espacio

soy tus recuerdos

soy tu alma.

EN MI LIBRETA ESTÁ EL MUNDO

YO SOY SU CREADOR.

Eres todo lo que siento,

eres calor de hielo rojo sanguinoso,

eres distinción de Perseidas,

eres alada magia de letra,

mi encarnada Perséfone,

tantas atribuciones podría

que tu infinito bramaría escaso,

me encanta saberte quien tú eres,

carne y sangre de talento centello,

un cielo extenso,

biología de mi simbiosis de sangre

que llamaron savia,

que para nosotros dos

mi pluma y espada,

le llamamos Tinta

madre reveladora.


LA ELEMENTAL:


Sangre violeta, cultivada

en el seno de la entraña,

ese soy yo, tu humor trenzado,

sin tejer palabras yertas, por tus ojos

fundidas;

más allá de la montaña,

y del eco eterno de un tiempo desvanecido

en flor de niebla y umbral,

inspiración sin nombre ni apellido

tu demonio tejido, un principio sin final,

en el sino que me destapó poeta del viento,

nazco sin destino,

destellos fugaces por conquistar,

en la entraña de la ola de mar.


II

Oh, reina Hada del bosque de las sombras

de la profundidad,

llegó el suplicio dormido,

de enfrentarse a la Quimera despierta,

del bosque, al manantial de inspiración,

tus besos sembrados de pasional almíbar,

suspiro por ti mi amor,

elevada conciencia de creación al albor,

soy yo, eres tú un reino vivo,

de ilusión , camino y beldad.

Para el mundo, venas de humo,

para mí, mi realidad tejida en uno.

Piel y verso sin razón,

elevado amor, sí, nacido del rayo de Sol,

para poseer mi alma y corazón,

desvaneciendo mi dolor

brotada mi lágrima carmín de fuego,

hacia todo el resquicio, del alma y su flor.



III

Pura llama mi sentir,

a congelar el hálito silente

muerta la sombra del horizonte

soy ruido en el alma que te acampa

quien te besa llegada la una y media

de la madrugada,

tú llegada de un confín,

a habitar mi pecho y espalda,

es tiempo de desvanecer el miedo,

a florecer, llegado el momento,

un mundo en tu vena;

tu hada fiel de la sombra,

Leannán-Sídhe

somos tú y yo, presos de desvanecer

el latido colgado al cielo,

de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños

ardiendo.



Förüq 2017



OJO DE TIERRA:


Viento, viento bonito

lleva al cielo cada escrito

arropa este amor en mi cuerpo

en mi corazón te llevo

hadita de mi sentimiento

noche

hoy en tu sosiego

me encuentro

entre nubes violetas

y el cristal luminoso

de esta luna de invierno.

Bañan mi cuerpo tus latidos

sordos de oscuridad

y a este cielo sonámbulo

lanzo mis ilusiones al viento,

siento tu caricia de alma

y te bebes mi calma;

despierta esta rosa sangrienta

y su aroma de romance antiguo,

atraviesa el pecho

tu amapola

eterna primavera

cuando mis ojos

te ven entera

cada sentido despierto

como fiera al acecho

de tu latido

hoy en tu bosque me pierdo

tu imagen surca mis sueños

como cada noche

que siento tu beso

y como me cuidas,

como soy yo tu alegría;

mi vida vistes de amanecida dicha,

hoy la hierba escala mi montaña,

la lluvia germina todas mis semillas

de pasión y fuego,

donde entero me entrego

al placer que muerde

y envuelve en escarlatas doncellas,

como sencilla tu sonrisa

y tierna tu caricia,

ya no hay súplicas

solo felicidad desbordando mis cauces,

te sostengo fuerte

en mis brazos

para nunca soltarte

para eterno tenerte

si por soñar

soñé acabar con la soledad fría

y escarcha de esta melancolía

llegaste tú a mi vida

como cada noche siento tu melodía

y me acompañas cada día,

salió el sol después de la tormenta

y ame tu esencia

regando mi interior

tu voz de alma, amada

tu bella y dorada calma,

rompí las cadenas que me anclaban al pasado,

para luchar por mis sueños,

y alcanzarlos,

entendí el idioma del silencio,

y hoy contigo

lento construyo

mis escaleras al cielo,

este firmamento

clama de azul sediento,

ermitaño en su montaña del sentimiento

el amor jamás salió de su cuerpo,

de él decían que quería comprender al amor,

tras una flor de Hércules la conoció,

y la preguntó

qué eres, amor,

no, solo nací de esta flor,

tu inocencia me enamoró,

curaré tus heridas de dolor;

viviré de tu amor.

Vuelvo a este dulce tormento,

buscando llenar de amor el cielo,

labrando el campo de tu alma;

y bella mi amada,

te bajaré las estrellas

para que puedas acariciarlas,

estas flores cantan la canción,

que te enamora el corazón


vuelvo a luchar como ayer

con tu amor jamás desfalleceré,

eterno en tus alas viviré.


El Castellano y Leannan-Sidhe




Navego los límites de tu silencio

tu luna reina mi cielo 

en este horizonte 

de ilusiones y sueños 

tus besos florecen mis recuerdos; 

las mariposas de tu piel tersa de seda 

acaricio 

eterno el momento 

que escapa entre tus labios 

cuando brota el te quiero


y en mis ojos te encuentro, 

donde me enseñaste 

a vivir el momento 

porque nada es para siempre, 

escribo el sentimiento; 

ese que me hace amarte despierto, 

este viaje sin retorno 

me hace buscarte cada noche 

para que tu amor surque mi sangre 

y mis sueños de tu mano pueda acariciar; 

lento muerdo el placer preso 

y la lluvia envuelve nuestros cuerpos, 

recorro tus parajes, 

me pierdo en tu bosque 

este fuego late en esplendor, 

encuentro tu dorado amor, 

oigo los aullidos del corazón; 

atrapo mis flores de pasión, 

quiero y te quiero en cada amanecer, 

donde agradezco cada aliento, 

cada suspiro, 

que asesina al tiempo, 

y da vida a mi sentimiento


mi eternidad alcanzo, 

acariciando tu cielo, 

entero me entrego, 

como el calor de un lucero, 

sintiendo tu amor latiendo,


avanzando tu cuerpo, 

como quimera de pasión y fuego,


condenando al tiempo

a morir en nuestro pestañeo 

con un beso, 

encontrando el lenguaje del alma 

en cada verso, 

cabalgando juntos cada firmamento, 

flor de sangre 

naciendo en mi pecho 

clamando este amor que te profeso, 

cálido el momento 

de desnudar mi alma 

mi bella amada, 

una flor en tu mirada 

vuela libre doncella 

tu esencia mariposa del amor 

en mi interior quedaste 

de mi ser te adueñaste 

puedo sentir como tú sientes 

en cada pensamiento vives, 

a tu lado siento desvanecerse el dolor; 

este ardor de pasión, 

jamás me abandonó, 

hoy agradezco que me arropases en tus alas 

para nunca soltarme 

para abrigarme cada noche fría 

por ser mi eterna compañía, 

y locura del ansía mía, 

tu amor mi sinfonía 

como tu beso de cada día 

fiel me entrego a la caricia, 

mi amor sin descanso


incesante fluye el verso 

por tu abrazo,


a tus pies me encuentro 

esta mi sangre te entrego 

este fuego late en cada beso,


germinaste dentro 

todas estas semillas de amor eterno,


hoy hadita te canto 

a la orejita encuentro tierna tu sonrisa


en cada flor encuentro 

la belleza amanecida 

en tus labios descrita, 

en tu piel mi caricia


en tu corazón siente mi brisa 

como me hago lluvia 

y río en cada silencio, 

que rompemos juntos, 

como juntos nos verán 

hasta el fin del tiempo.


El Castellano y Leannan-Sidhe


Cielo de tu amor

que acaricio,

en el suspiro del tiempo

desvanecido,

en cada luna

que te encuentro,

en cada vida que te siento.

Cómo no hacerlo,

si vives dentro,

si cada minuto

lo vuelves tierno.

Vuelo con este sentimiento de fuego,

cabalgo el firmamento,

encontrando el verso despierto.

Como estas ganas

de devorarte lento,

que sientas el deseo morder tu cuello,

y la sangre de cada flor

de piel y verso.

Donde el agua y la poesía

hacen el amor con tu cuerpo.

En este campo de sentimiento

la sangre de la tierra

vistió de amapolas,

cada beso de amor sin tiempo.

El bronce deja su cuchillo

a las espigas del cielo.


Hierro baña la sangre

de este guerrero,

vivo y muerto por tus suspiros.


De tu corazón preso,

guardián de cada latido,

redentor en el silencio frío.


Amante serpiente

en el calor de la ilusión

que te dibuja en mi mente.


Siempre presente,

a la hora que la oscuridad

late y envuelve.


Donde te volviste mi bendición,

realidad, abrigo, y latido

de la inspiración invencible.


Como invencible dios Sol,

que toda vida rige.


Amada hada,

esposa de este mío sentir,

acompañante de cada vuelo fulgente.

Tu semilla de amor

germinaste en mi pecho,

amapola roja y negra,

sangre y tinta,

que cada verso expresa sin descanso.


Fluyendo como el río

que brota en almas a su paso.

Voz amante de tu presencia

en mi mente,

donde el te amo,

cada noche se siente.


Cura de soledad y maravilla

hasta la muerte.

Donde mis rosas dejarán su sangre.

Nunca dejaré de escribir al amor,

a esta pasión de tenerte,

a cada luna

que de malva

el cielo me tiñe,

a todas las flores sencillas

donde te veo,

donde descubrirás

que este duende

te será fiel,

y a cada semilla que nace

pone tu nombre,

donde encontró

su latido noble,

y mil veces más fuerte

lento se apodera de tu bosque.

Las campanillas en flor le oyen

y distingue el espíritu de cada árbol,

en cada pequeña vida

a dios encuentra,

donde la armonía

la acaricia el idioma oculto

de las hojas al viento.


Como el abrazo

de la yedra al árbol

y el beso del rocío primero

a las flores del campo.


En paz me siento

en mi entorno,

y en la ciudad muero lento.

Bendita la vida

por darme tu amor,

por darme ojos

para ver cada vida en color,


siente esta caricia sin dolor

observa que de mí

el cielo se apiadó,

donde sin envidia ni mal

eterno vivo,

como poeta sin tiempo

en tu recuerdo,

voy allí lejos de este mundo,

donde empieza nuestro bosque

sin destino,

donde libre,

todo sigue su espiral sagrada,

el ciclo de la vida

y la muerte,

el resurgir del agua,

la sangre y de la tierra.

 Amada te canto,

de tu mano siempre

mi te amo,

contigo siento la fuerza de la tierra,

el agua, el viento,

el fuego, y la magia

que en arrullo

acarician mi cuerpo,

contigo no temo

a ningún abismo, infierno,

ni tormento,

a ti te debo cada verso.


El Castellano y Leannan-Sidhe


Renuevo esta mi sangre,

tengo tus ojos

fijos en mi horizonte,

a cada luna nocturna

que pido proteja tu amor

en mi cuerpo,

amaneciendo despierto

el deseo de enredarme

en tu cabello,

la pasión rugiendo

besar tu cuello,

desvaneciéndose el tormento,

encontrando el manantial

de esmeraldas en tu cuerpo

sirviendo al placer preso

rezando a la noche oscura

encontrarte en cada parpadeo,

sintiendo el fuego arder dentro,

vistiendo mi piel de tus deseos,

como íntimo tesoro de ternura

cuidarte hasta el fin del tiempo

que muerde,

hasta eterno tenerte

donde tu esencia

surque mi sangre,

y el velo de fuego destape,

donde sin verte

sigo soñándote,

como inevitable besarte,

y entre tu boca encontrarme,


donde por amarte me resucitaste,

y la flecha certera

me atravesó el pecho

para del latido nunca sacarte,

para verte cada día

en mi mente como siempre

tan resplandeciente,

 mi anhelo queriendo siempre

sorprenderte,

mi felicidad encontrándote

dulce radiante,


si escribir solo sé

escribir lo que dice

el corazón


y siempre sabrás

que suspira por ti amor,

mi bendición mi locura

de pasión,

mi florecer en rojo tornasol,

viendo el arco-iris de la ilusión,

viendo desvanecerse

cada día mi dolor,

encontrando

de tus pechos las perlas amor,

avanzando tus cauces

llegando a tu océano de ilusión,

abrigando tu interior

con mi calor, protegiéndote

por ser mi tesoro,

mi cielo estrellado

y cada rayo de sol

que me acaricia,


siendo bella

princesa de mi reino,

 siendo entera bella,


siendo de amada

tan preciosa como destello

en tu mirada,

cálida ilusionada


donde mi calma

se vuelve tu agua,

y náufrago en tu playa.


Me encuentro preso

en tu tela de araña,

siento cálida la sábana,

me pierdo en cada noche

que mi alma te extraña

como necesitarte mi esperanza,

como mi campo en flor

sembraste

cada flor silvestre,


como solo tú ahuyentaste

cada recuerdo triste,

vengo a desafiar

a esta inspiración

con tu corazón invencible,

donde de sentirte mi mundo,

rojo volviste,

donde mi amor

te encuentra y te desviste,

quiero perderme en tus secretos

recorrer tus parajes

para renacer como amapola

en tu piel,

donde viviré de tu placer,

donde solo necesitaré de tu amor

para vivir,

a cada luna estridente

que encuentro el verso solitario

navegando la sangre

y vuelo a abrazarte,

y como paréntesis del destino

de mi interior te adueñaste.


El Castellano y Leannan-Sidhe



Muerdo tu rosa

de pétalos de sangre

te abrazo fuerte

a mi cuerpo

avanzo este campo desierto

construyendo los peldaños

para acariciar tu cielo

de amapolas envuelto,

de estas ilusiones

de fuego

suspiró el momento

por tener tu amor más allá

de este cuerpo,

donde mi alma con la tuya

se entregase en fuego,

a lanza y verso

quiero conquistar

de tu corazón el terreno,

vengo a luchar

para ser tu presente

y tu todo,

como el delirio y atracción

a enamorarte que sientas

como yo siento

cuando quiero encontrar

tu beso y cogerte la mano

cuando solo una caricia

lo diga todo

esperando que de tus labios

brote el te amo

que me dé vida de nuevo,

solo pido ternura y amor

como fuerza para eternos

mantener estos sueños,

que sin ti no tendrían sentido

porque de mi ser te has adueñado

solo con tu pestañeo,

donde muero por un beso

y vivo en tus ojitos preso.

Donde este sentimiento

enraizó la enredadera

para trepar tu torre

y besarte el alma

doncella de mis latidos


donde solo rezo

que no se apague el fuego

cuando solo me encuentro

y necesito escribirte

para que no olvides

que en ti pienso,

no vengo a destruir tu pasado

si no a ocupar mi lugar

y tu presente llenar a besos

donde si no te tengo

muero lento,

donde me di cuenta

de la fragilidad


que me envuelve

si tus ojos

no me miran

si no encuentro la palabra bonita

del corazón frente

a mi prendida,

tu azul llenó mi cielo

en ilusión fulgente,

y tu verde en primavera

vistió mi vida


como la esperanza

que un día me ofrezcas el rojo


de tu amor para cuidarlo

y protegerlo en mi interior

protégeme en tus brazos amor

muero sin tu calor.


El Castellano y Leannan-Sidhe


En tus brazos estoy,

queriendo besar tu labios

y la miel de tu fuego

esa que envuelva mi cuerpo,

en mi mente

giras evanescente

como cada deseo ardiente

de tenerte,


esta flor de amor

enraizó mi pecho

y como un rayo de luz

me atravesó dentro,

quiero decirte tanto

y no sé cómo hacerlo

cuando ilusionas este corazón

que por ti vive despierto,

como dentro arden las palabras del alma

y en tus ojos me quedo preso,

pidiendo que no me condenes

a un silencio que me lleve al olvido,

siempre quiero vivir en tu latido,

como mi musa te has convertido,

y en esta brisa de nuestro oleaje

me hago espuma de tus olas

y sal de tus pestañas


si de desear de tu corazón

la bondad de ilusiones

y anhelos dibujaste mi cielo,

sin sentido sin estar juntos

siendo tu mi doncella

y yo, tu caballero armado

con corazón de sentimientos

puros como la noche y el día

como lo es tu mirada

que por imaginarla

frente a mí prendida

no quiero partir

nunca de tu compañía,

no te ruego amor

solo pido enamorar

con cada aliento tu corazón,


que jamás sientas

la fría soledad

que acaricia,

quiero dibujar

cada día tu sonrisa

porque solo así

yo también seré feliz,

estos sueños florecen

como amapolas de sangre

cantando al amor

sin tiempo

descubriendo el sentido a quererte

y desearte

como necesidad

de tu cariño y ternura

para seguir cuerdo

en este mundo

que se me fue negando

cada sueño

no quiero perderte amor,

luchando ruge la fuerza

de este valor

conquistando el abismo de dolor


venciendo la dificultad,

corazón con corazón

alma en verso y beso

sin dolor,

si desde tus caricias

siento la primavera

en mi interior,

como nuestro paraíso en flor


donde si no tengo

el cielo

me quedaré siempre con tener

el de tus ojos

fijos en este corazón

clamando tu amor,

donde las noches

se vuelven mis quimeras


para soñarte y desearte,

 paralizando esta mi sangre

donde siento

que he empezado a amarte

porque a tu lado quiero estar

viéndote mi reina

en mi mirar

y esta amapola roja

de amor sangrar,

no me desampares el camino


luz de mi vida

luz compañera

mi amada doncella.


El Castellano y Leannan-Sidhe


Ruge mi cielo

y entre tus flores

me siento

mi princesa amapola

de mis besos la dueña

de mis suspiros confesos

te amo cómo no amarte


si entre tus

alas en ternura

me envolviste

cada caricia como delicia

miel en tu boca doncellita mi linda fiera delicada,

como rosa de cristal

pero valiente

como de tigresa su corazón

valiente y generoso

hasta amarte con su sangre

dame vida dentro tuya

mi bella sinfonía de mi orilla


naufraguemos

entre la arena de nuestros cuerpos

seamos amantes

sin tiempo

aullando a la luna

de nuestros recuerdos

déjame pintar tu cielo

de las flores de los valles

donde sientas el amor

como cuento de hadas

y tengamos nuestro bosque encantado

solo allí despojaremos al fuego

de la pasión


y seremos corazón completo

deseo ser tu amante

tu guerrero tu fiel romance

en tu pensamiento

mis flores te entrego

como letras pintadas

solo en la seda de tu piel

lucerito de mi amor


dama de este paraíso

donde te declaro mi amor

por ti corazón

de mi fuego.

Doncella de luna.


El Castellano y Leannan-Sidhe




Despierta el sentimiento de fuego,

avanza mi cuerpo

con besos humeantes

de la piel salvajes

vengo a complacer tus flores

a quedarme dentro

de ti como tatuaje


vengo a matar

los alfileres de tiempo

y amarte lento

donde se afila el sentimiento

y la noche de testigo


de cada ilusión de vivir

con tu latido índigo,


rojo diamante,

un corazón que en verso

te habla rompiendo la inspiración sosteniéndote fuerte

en mi cuerpo,

amando tu dulce aliento

que da vida a mi calma

y donde te encuentro preciosa

como esperanza de encontrar

en ti el amor

que se me negó

del cielo

y años y años

fui describiendo

lento en versos

donde la sangre necesita

el calor de besarnos

y besarnos hasta el final

de este horizonte sediento

donde te bajaré la luna

y los luceros

donde por amarte

te entregaré esta la mía sangre,

ámame dulce

que el mundo

no te importe

dame templo en tu corazón

seré guerrero de tu ilusión,

seré tu felicidad corazón

si dejas intentar

que el dulce tormento

envuelva nuestros cuerpos


abraza mi alma

que clama por vivir

 siempre en tu mirada,

donde el fuego se hace deseo

y quisiera ser

el amante de tu piel,

pintar tu sonrisa

y a besos el te amo a sangre brotado

como nervios de querer

echar leña a tu fuego

siénteme dentro tuya

quiero latir

como pasión insostenida

y la rabia y la furia

de amarte sin medida

donde el verso

se torna amapola roja

de corazón y el amor dulce

espina llorando hasta tenerte

conmigo mi doncella


donde no quiero

más días

sin tu sonrisa

donde te beso

mi esperanza

hasta el latir de todas

nuestras flores


en primavera añil,

con tu amor quiero vivir


más donde no puedo frenar

la riada que avanza

y que tu mano quiere pedir,

abandoné la desesperanza

solo me quedé con la ternura


y esta ilusión de fuego

de ser tu medio resoplido,

como romance que lento


une nuestra pasión

hasta encadenarnos juntos

ama de mis sueños

rojos de amor donde corazón con corazón

te entregaré este paraíso

en flor que cerca cantando

verá nuestro amor

si este destino no me condena

sin sentirte fuego

de corazón,

calma de mi dolor,


quiero cuidarte

y entre mis brazos rodearte

como tesoro y bendición

donde eres maravilla amanecida

y sonrisa de mi alma nunca descrita

donde esta pasión palpita

entre tus pupilas y las mías.


El Castellano y Leannan-Sidhe


Sangre y verso

mi dulce tormento

ruge mi calma


por verte a ti

 mi doncella escarlata

a cada momento,

quiero regar de amor tu cuerpo

que sientas rugir la pasión

en tu cuello


besar todas las amapolas

de tu cuerpo

cantar a este horizonte

la vuelta del amor a mi cuerpo,

quiero ser tu bella calma

tu verde esperanza

la locura de tu corazón

quiero a fuego

morder cada flor

que forma tu cuerpo,

si por soñar soñé

en besarte sin tiempo

en tu fuego

quedé preso

viendo la amapola

florecer del pecho,

a esta luna

que solo pido el calor

de tu cuerpo

pido domar tu ternura

como fuego con fuego

crece el calor


me lleno de piropos

para tu corazón

cuando solo tú quedaste

como esperanza para salvar

este el mío corazón

que sangró en la avenida


de ángeles estrellados

en estrellas

y árboles cantando

al viento su amor,

en este mundo perdóname

porque solo quiero tu calor

llenar de rojo tu ilusión

quién pinto el cielo en colores a su amada, merecerá la eternidad

en su mirada

como azul sediento

que afila su sentimiento,

escudero de tu latido

dando fuerza al amor sentido,

quiero vivir en tu latido

que sientas que te cuido

noble ilusión de este corazón,

mi cielo gris

prendiste en llamas,

gracias a ti porque tus ojitos

se fijaron en mí,


ámame sin tiempo,

siente esta inspiración sin tiempo

donde el alma exclama

su amor al viento,

y como pasión insostenida

me pierdo en tus secretos,

te ofrezco mi cielo solo tú lo cuidarás con esmero quimera de mi fuego,

mi sentimiento despierto

mi estrella en el camino

inesperado


que unió nuestro sentir

en la eternidad del amor indomable

que quiero sembrar,

como a mi lado

quiero tu caminar

hasta en amor

podernos juntar,

luz compañera


fuego de este latido

en flor,

no me abandones,

junta tu ilusión

en mi pecho,

bebe de mi cuerpo,

en este momento

te siento ardiendo

dentro mi flor de invierno,

llorando el tiempo

deseando juntarme a ti

eterno,

como cada amanecer

que quiero encontrarte

acariciando mi pelo

ronroneando en mi pecho

donde sin ternura

no hay sentimiento

y donde sin tu mirada muero,

en llamas te abrigo

en mi pecho

siente esta sangre en verso

que enamorada mi boca

pide tu beso,

pudiendo ser y siendo

tú, mi maravilla y salvación


como melodía de amor

canto en tu corazón


esperando unir mi latido,

al tuyo corazón,

guerrero de tus batallas seré, *

en este cielo

que solo pido tu amor

por ser tú mi dulce

y tierno deseo,

como sabrás empiezo amarte

en cada noche

que los luceros te envidian,

de bonita

como linda flor

nunca descrita,

a cada día que tus cabellos

como rayos de sol

quiero sentir

entre mis dedos

y pintar tus labios

a besos sentir

tu aliento preso

del sentimiento

que araña tu cuerpo

despojando de su silencio

el tormento

de no saber cómo pedir

y acariciar tu mano Escarlata,

de mi sentimiento

por ti siempre en rosas

y fuego envuelto,

siénteme avanzando tu cuerpo

hoy tu sangre fluyo

donde quiero vivir

tu calor


y quemarme

mil veces en tu pasión


de mil astros,

si querer quiero sentirte

como tormenta

de pasión e incendio

de mi corazón

si de tierna

te deseo

como estas ilusiones germinan

en amapolas de sangre

mi corazón si de valor lucharé

por tu amor

bello corazón

queriendo juntar mi calor

contigo

hasta morir de placer

en tus labios

como pétalos de rosas

siendo abeja de tu miel

y enredadera que abraza tu piel

siendo quimera de piel, verso

y entraña como entrañable

encontrarte en mi presente

que solo pido al cielo

me vista de flores

cada recuerdo,

donde golondrina azabache

eres reina de este sentimiento preso

queriendo habitar por siembre

el latido de tu corazón

como en verso te dejo


este besito.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Siento como este amor crece,

como de mi interior floreces

y el dolor desvaneces


como la sangre sigue

el camino de la luz

y a mi lado amaneces,

pétalo tras pétalo descubrí

que a mí

me amas y me quieres.

 En mi interior permaneces

como la gota pertenece a su río

o a su nube,

yo te pertenezco y con orgullo

de amarte me siento

en éxtasis de fuego y pasión.

Descubrí dentro latiendo

el sentimiento y hoy vivo me siento.


Mi cielo este amor

late despierto.

Y en verso te entrego el beso,

este suspiro travieso

y caricia sentida

de tu sombra


y silueta la luz

que te acaricia,

puedo sentirte en mi vives

como ilusión como bendición

y fuego de esta pasión,

evanescente tu piel

me atrae como la luz a la polilla

y la semilla a su tierra

como la llama a su hoguera,

camino contigo

camino de tu lado

hasta el final de un infinito

que es este amor

que tan dentro siento,

hoy te vi y mi bella,

mi amada,

mi hadita, mi flor eterna

la pasión no podrá ser descrita

solo acariciada

en mi boca junto a tu boca

en mi piel junto a tu piel

a la noche plateada

y la luna que me abriga

el sueño taciturno

de tu sonrisa,

insomnio de amor,


amor, amor,

que te pintas de cualquier color,

corazón de mi corazón

luz de mi vida

luz de mi luz,


latido junto al mío unido

beso tras beso


desangra la amapola

un te quiero

el sol en su visita

la lagrima de rocío

felicidad alega la caricia

un te amo sincero

esa fue tu arma.


Leannan-Sidhe


Campo de derrotas

y victorias

en esta bella calma,

hoy arde un sentimiento,

hoy bañas todo mi cuerpo,

en el tiempo extinguido

me enamoré de tu esencia

que pura, bella,

y bondadosa

construye tu ternura mi preciosa,

fuego de mi fuego

quimera sin tiempo,

hoy surcas mi mente

hoy te quiero hipnotizar

como la flauta

a la serpiente,

hoy quiero ser tu alimento


que me comas

con hambre de pasión

y deseo,

vuelvo al inicio del sentimiento,

siento un corazón

que ama que late

en verso

que sueña despierto

ese corazón es el nuestro

yo solo quiero cuidarlo

y amarlo,

que aniden mariposas

en sus flores de amor,


y el sueño nos arrulle

en alas de cuento mágico

encantado

ese por el que nuestro bosque

hoy eterno

luce de la vida enamorado,

el ser hoy se viste

de hombre nuevo

y despoja su ropa de hombre viejo,

hoy he conocido tu bondad

en mi cuerpo

y enamorado incluso

podré caminar el infierno,

hoy mi luz es fuerza

amor y esperanza,

hoy mi alma canta

y te enamora el sentido despierto

ese que te hace presa de este amor

que te envuelve y te quiere.

Quiero llenarte de mi

como tú me has llenado de ti,

quiero ser el único que tus labios besen

el único que sientas que te cuida

y protege


que amor infinito

te sirve hoy quiero cumplir

todos tus deseos

como verdad y hecho

que tu corazón

me tiene preso,

volver realidad

este sueño

como el sol sale cada día,

que te arrope

siempre mi caricia.



Leannan-Sidhe


Avanzo tu interior

y estos besos florecen

al calor de tu corazón,

bella bella bella

mi dulce amada,

hoy te debo la furia

de un dragón.

Desato las cadenas

de esta pasión

fluye el verso

como la hierba cubre la montaña

y la sierra,

hoy decidido

te declaro que me quedo contigo

la más bella florecita del campo

mi tierna y sencilla amapola,

dime cada día

que me quieres,

aunque ya lo sepa mi hadita,

siente el fuego en mi pecho,

siéntelo abrigando tu cuerpo,

como pura la llama

de este amor eternamente despierto,

si al cerrar tus ojitos

me ves besándote

que no te extrañe

porque eso hago

cada momento


que te deseo,

me confieso tuyo

como la nube a su cielo.

Bella bella vuelas libre

mi doncella

tu esencia mariposa del amor,

hoy te arropo en mi corazón,

bailan juntas nuestras almas

entrelazadas

siente pura esta magia,

de la pasión con furia

y certeza anida

en tu pecho

este beso mi ama hada.

En alas de este amor

de nuestros labios

domado te llega

la ilusión de conocer

que a ti te debo tanto

que solo puedo

quedarme a tu lado

sirviéndote amor

y amor nacarado,

sincero lo siento dentro

y sin sentido

si no te lo ofrezco.

Sólo tú cuidas mi latido


y dibujas una flor

y una sonrisa

con cada halago,

te necesito tanto,


cuenta las estrellas

para saber cuánto,

hoy mi preciosa

te canto que me tienes

cada día enamorado

y sincero se siente

el te amo,

gracias mi vida

porque eres un encanto.



Leannan-Sidhe


El Castellano


En tu ojos veo

mi paraíso latiendo,

me pierdo en tu piel

miel de dioses

juntos de la mano

cruzamos el bosque encantado,

en tu belleza hada mía

se encuentra la bondad

y ternura donde vuela

este sentimiento

buscando el placer extasiado

y el piropo de flores rodeado,

en tu corazón veo mi universo de amor, donde la armonía

se vuelve melodía

por ser tú mi medio latido,

juntos, juntos, juntitos hasta el amanecer

que cada día

nos arropará de amor fulgente

como el lucero

que a este sucede,

la luna nos envuelve,

el viento nos mece,

y esta caricia por ti estremece.

Como en un principio

el final depende del principio

y como ayer unidos en el querer,

a ti siempre te amaré,

renuevo el verso

que sucede al beso,

esta mi luz te sirvo.

Si te veo en todo lo bello

es porque eres bella


amada mía


si en mi interior siempre estás presente

es de sentir como tú sientes

en mi mente giras evanescente,

tú en mi vida guiándome

el camino a una felicidad

que siempre pedí,

entre deseo y ruego

llegaste tú y lo que siempre soñé

y desee, un día,


en ti lo descubrí

mi maravilla.



Leannan-Sidhe


Piel con piel

arde un deseo

en el inicio del sentimiento,

tu voz surca mis venas

como tu amor

riega mi entraña,

bella, bella,

tu mirar es mi morada,

quiero verme reflejado en tus ojos


día tras día

como dulce

hálito de vida e ilusión que brilla,

mi alma te abraza

y te canta cada noche

bajo tu almohada,

siente mi caricia

en esta noche otoñada,

sueño tras sueño

tuve este amor eterno,

nuestras manos moldearon

el recuerdo,

despojo la esencia

de lo simple y me lleno

de nuestro amor de dos

un milagro

y una bendición

en un solo corazón compuesto,

hada mía te ofrezco este cielo

porque solo tú lo cuidas con esmero,

fuerza tú de este el mío velero

surcando tu río de ternura anhelada

y conquistada,

dando calma a mi lago de esperanza. Salvación tú de este guerrero

de tu corazón,


amante de tu pasión,

veo a través de tu interior

allí me diste hogar y templo,

vuelvo al inicio del sentimiento

alimentaste tú este fuego

pintaste en color este cielo

de rojo volviste la luna

que iluminaba mi cielo,

hoy te debo tanto

que encuentro el verso sin buscarlo.




Leannan-Sidhe


El sueño solitario

nunca me abandonó,

y llegaste a mí

como la flor en primavera,

en una llama bailamos

a la luna añil de los días más hermosos

que sentí,

hoy formas mi esencia

como de amor se sostiene

el corazón del enamorado,

hoy dentro te siento

como dulzura invadiendo mi cuerpo,


hoy veo más allá de lo que se ve,

y contigo hasta mi fin

me verá la nueva vida.

A tu lado eterno pues te encontré

y tu mano nunca soltaré,

querer puro cuando en tus ojos me miro, corazón desvelado

 cuando te siento dentro de mí,

vida de un hombre de ti

siempre enamorado,

vida para abrazarme a ti

cada noche para el placer servirte,

para arrullada dormidita

tenerte leyendo yo

mis poemas en tu oreja,

para dejar morder al instante

y el agua de tus labios tener,

para acariciar la rosa

y sentir que las rosas caminan

por verte a ti tan preciosa,

hasta sentir mi lengua

el caminar de una babosa


dentro de los pétalos

de tu boca,

mis manos recorrerán

todos tus parajes de nuevo

hasta derretir el hielo,

y no hay cielo

para cobijar esto

que yo por ti siento,

mi hada no sueltes jamás mi alma.


Leannan-Sidhe


El Castellano


A ELLA:


Voy por una aurora pastora,

con cuántas rosas se peina Galatea,

alzo astros sobre su vertiente azul,

remolinos verdes entre hojas y flores

arrebata el tupido otoño,

ya en invierno contesta su sol cansado,

de eterno llanto se viste la primavera,

para enervar de su tierra brotes y espinas,

su acento que acompaña virtudes sujetas;

de libro y dedo en destino,

mi sempiterno don,

fúlgido temperamento airoso

en amor de lecho y afecto acompañado,

oh sol negreando mi porte,

una tarde lluviosa

sobre mi empero,

arrobadas sierpes eran ya mis vellos,

amistad que procuras arremolinar

mis aojos y perennes males

te contesto no seas rápida ni fugaz

sólo sé como goces a mi vera,

de tormentas conmovida

y locura del ansia mía,

de lunas y oros nos quedamos,

como desnudo imán,

afilando su polo oscuro diamantino,

oh compañera mi alma de hoja

no retrocedas,

no te arredre nunca quiera robarte una palabra,

extenso poder

de corazón que aflora y te nombra,

no habrá juramento vano,

ni poder te torne ni otorgue recuerdo

de quien apuesta su vida,

y destino bohemio,

a encontrar en ti lo que le tejió la Parca hilandera.


Förüq


TRANSPARENCIA HABITADA:


Aquí me quedo sin casa, sin pudor,

sin vergüenza, sin intemperie,

sin descampado de viento, otros sones

no me tientan, sin cuerpo,

sin mi transparencia violenta.

Me quedo porque contigo lo tengo todo

y lo ajeno se difumina a otro tiempo,

ausencias habitadas, opacas de otros seres,

que dejan huellas perecederas.

Ya no sé a qué sabe una flor con tu nombre

ni si el viento pasa y se despide.

El sortilegio del destino se va cerrando,

y sus espadas como cuchillas de dientes

que me ruedan sentidos que a ti me ligan.

Avanzo sin permiso

los campos de abrojos

y cardos, se agrieta el sendero

yo al timón, del sentido de vida osada sin despedida

por esta vez,

las condenas siguientes

no alcanzo a imaginar.

Solo quiero lluvia precoz que reviva los charcos,

seguiré sin elegir nada

mi destino hinchándose,

como cebolla un día en agua

como apartar la vista

y seguir viéndote,

no quiero más vidas que sin la tuya

todas me parecen inertes sucesiones

de difuntos que no germinan.

Sólo suben la escala.



El Castellano a 2/01/2018


OSCURIDAD GERMINA:


Nec vincere tenebras, et amat.

Oscuridad no se vence, se ama.

I

Azar disuelto en viento;

vienes, te lavas las manos

saturnales,

para retomar tu color,

diosa en horario

nocturno,

grande en alas diurnas,

cuestan más especias

que guiso en final.

Granate lustre postrado 

a venal.


II

Jamás vendida

sin apuesta perdida

por mis colmillos guerra al error que quise,

acrisolada sombra de garabato

alzo mi soleta

de buen diablo en maceta,

oh, hervor florido

y lunas de magia prendidas,

acreciento mi sed de ti,

un son de grillos

perdidos, no dispongo

de don de gentío,

sí, redil de carrasquillo.


III

Escúchame crisol

de solana luna,

planteo nueva ascua,

de sentido y llave

arcana,

indemne yago,

que descanso en mi castro.

¡Auge, mi malva rosa!

Fulge que desvencija mi astro,

era de vanal inmundicia,

anisando el astro,

lo habitado en espejo,

dicha, uno, dos, despejo.


IV

Con besos por espigas,

y ángeles habitantes

del vilo noctámbulo,

ya lo digo, no digas

hermana del negro hilo,

que embebo, 

y amo tu intelecto,

 espejismo roto

sabemos desconociendo,

quien no somos,

flama afilo,

rutila la acequia

que me lleva.


V

Malva que salvaguarda,

que hila

en patio su araña,

se siembra,

que tiesto apaña;

tu saliva yo labro

que en ámbar

encuentro tu encanto,

atesoro, le jabro.

Sí, estampas en sangre,

resplandecen

que yo amo,

encumbrado el son penal.

Vine de abajo.


VI

Entre fauces brillantes

y un sarmiento de cobre,

sin bombilla del sótano de luz

su penal.

Adjunto mis honrados abrojos,

rebrote de obscuridad

en el arañal,

alguien vendrá por mi simiente

para Rocío Estelar.


Förüq Esteban a 27/12/2022


IX


El Centauro:


Deja Escarlata

las hebras otro ensortijado,

que el ánima mía tiene enmascarada,

a través una nieve no pisada,

el blanco mis rosas purísimas,

abandona perlas y collares,

corales flagrantes,

vine a hendir mi alma,

preciada, cual mi cielo preciado y codiciado,

ven al combate,

mi boca en lengua adornada,

de soles que te he robado.

Gracia y discrección no fueron hermanos,

allá tus ojos celestiales marcho,

ayen la contienda fulge mi astro,

oh angelical Natura

posee ejes, hilos,

madre nuestra,

danzemos en torno

el círculo de fuego,

vine a desnacer,

no me iré sin dejarte santo y seña,

blancura hábil, la densa forma,

oh silueta, contorno

de Lilith sombra de Eva,

somos los designados

a volver a vivir en seno la Luna semper,

sempiterna;

lo purpúreo al rosal der alba lisa,

dulce canto a la Medusa

este Centauro no achanta ni se achica,

a Venus la gentileza,

mi día de luna,

alteza muerde mi mirada,

de cabellos naturales

y son en vena,

mi amor de ira a Diana presto,

rosas suaves que se esparcen y flores,

colores, tierra,

otro llanto,

luz clara y bien en día,

astucia del arte,

oh gentil azul que me crece,

allá nació este poema

allende la sombra mis oscuras parras,

desplaza los montes

limpios de azul sereno,

en valle su llano,

cabalgo a nuestra vecina cumbre,

licencia y el mundo me coloras,

mis esperanzas en viento furtivo,

sucumban ya mis años derrocados,

ó momentos cuidados en suspiros nobles,

suspiros

cual gemidos

de alma en ribetes,

hagan sueño los sentidos

que Musa ya eres realidad.




Förüq y Leannán-Sídhe


TINIEBLA LUMINOSA:

Vida, pensamiento, tiempo,

dualidad luz, oscuridad;

pensamiento, sentimiento,

como todo indica,

en principio todo era y fue

oscuro,

y una chispa

como un relámpago

prendió de azar el abismo

absoluto había,

esa luz surgida rápido fue multiplicando,

en fulgor y pariendo

luciérnagas de estrellas los densos cielos,

como luz y oscuridad

eran desde su origen inmensos

y veloces,

rápido surgió su atracción y deseo

encadenado.

Ambos reclamaron su espacio universal

si uno existía

se concordó el otro debía ser opuesto

y existir a la vez.

hijo y vespertino del Averno,

abismático era todo destello,

centella descendiente de rayo obscuro,

así no podemos deshacernos

ni suprimir toda oscuridad interna

ni demonios habitantes

nuestro intelecto,

debido jamás podríamos brillar entonces

como inusitado resplandor de centella,

ni osas brillo esencial purísimo al tacto,

ni azar de ascua encendida acaso fuéramos.

Esa dualidad inherente

es tan necesaria

como respiro de pez en su medio,

absoluto diamantino

y hierro en sangre

hematíes dementes

y espigas rojas

de excelsitud en relevante esencia,

mitad luz mitad sombra azul

de cariño enfundado

era simple y llanamente

mi cariño enfuscado

batallante.




Förüq castellano a 8-8-2020


LLAMEANTE OSCURIDAD:



Cálido yo, 

ante un segmento de cobre

 y su templado escalofrío, 

un son en llamas del sonido, 

humeante. 

Se rizaba un acordeón, 

en patitas algún diablo foráneo, 

como un visitante fantasmagórico, 

se quedaba sentado con nosotros, 

sin reclamar ni vender derechos

 consiguió en aire de alguna imagen, 

turista o pusilánime prisionero 

aún condenado, 

hablaba solo con sus azares encausados

 de invisibilidad trasnochada, 

muletero de frío cálido ventisqueo, 

era su sombra algo más 

recelosa incluso ya no le temía, 

partía brisas con miradas, 

y servía naipes helados;  

en copa alguna hada verde,

 vestía de hojas su desnudez violenta,

 relamía eclipses en alguna grama, 

de patio umbrío, 

eternidad caracoleaba, 

sin lazo, ni pedernal florido, 

era tiempo de batallar, 

sobre poste cóncavo de pino frío 

y señales en cable tenso de telégrafo, 

jugaba notas, y señales, 

alaridos esquivos,

 y densos fantasmas, 

flotaban y hacían de esta bruma, 

todo corral,

 y pretil llanto como rocío 

de toda roseta, de penitente,

 abierta a la fugaz mañana, 

del hombre y su negra tijera. 

Miradas extrañas, que le analizaban,

 y encendían su yerta, 

hórrida imagen capturada, 

flotaba en aire; de plenilunio, 

y solsticio embrujado, 

como calor desfasando, 

un chirrío, descorchado, 

en alguna mente, 

que con él sin saber se encuentra, 

soldando vapores de océanos, 

y espumas, y sus sirenas. 

Entre vastedad que incendia, 

 todas cosas vanas, preguntó alguien, 

 sin destino, 

si existir por sí mismo valiese,

 era tiempo necesario;

 lo que no se elige,  

tampoco se duda, 

ni pregunta, acaso hablamos, 

o te acabo de pensar, 

cadillo foráneo, 

forraje de todo sendero 

que lleva a conocerte, 

como clavo en sombrero,

 y cimitarra en tierra asida. 

Förüq



LABRANTÍO 2016

Lleve donde me llevase el cante

el umbrío,tibio parco hálito,

allá donde mi latido no cupiese.

Te llevo en mi huerto amor

en este verano que mi Sol de amarillo

la vida ungiese

y la tierra en Encina y esparto blandiese

hoy como ayer

mi cuerpo sobre tu cuerpo

cayese del pinar de mi vello

al margen obscuro, de ti

Puedo empezar

solo basta dibujar

detrás de mis ojos

allá mi amada está.

Llamada poesía

y mi diosa, 

llamada Artemisa.

La misa del campo

y el relámpago enarbolado,

nuevo en resplandor de Thor

su rostro cayendo está

centelleando, abriéndose,

crepitando en el Álamo

de. mi amado pueblo

por qué mi amor a mi tierra.

Porque el amor no se elige

como nacer no se elige

ni dónde ni ábside.

Al firmamento mi amaranto

foráneo y mi vida

cercana a mi hada.

Y qué lejos veo el ciudadano

cuando estoy con ella.


El Castellano y Leannán-Sídhe


SEMILLA DE LUNA:


I


Trapeaba mi verso,

y encontré una bellota de encina

y un tornillo redondo.

Seguí al gusano azulado

de la idea hasta su toma de tierra,

tamborileaba aparte

mi calavera,

sin tumba, ni fresco olor difunto.

Estaba yo, esperando

a una luna salvaje,

un julio medio gastado.

Su tiempo por semilla,

tuvo mi alma.

Belleza y miedo sólo eran

envolturas.



II

No quería ella,

ser transplantada.

Soñar mi vida futura,

no era tarea.

Era el repiqueteo

de una cosecha

de sentimientos.

Un lecho de hielo mullido,

y fuera un augurio limpio,

tendido sobre la yesca paja

derretida del baldío.



III

Emblema de luz

viniste a ser,

luna fija, latente.

Tu ruda inocencia

por cielo repleto.

Presides tierna,

las frías horas noctámbulas.

Tu esbeltez liminal

baila con sombras

y a todos,

nos muerde el sueño.

Perfecta cuando aparecías,

y no te querías ir.

Te amé volando

como se ama tu silencioso guiño,

entre dos labios.



Förüq castellano Miguel Esteban


Amapola de fuego:


Fuiste rocío, lágrima de flor

que me caía las avenidas del corazón

eres flor que enraizó

en las soledades y oscuridades de mi alma,

pétalos deshojados

en la luna de tu sonrisa

que vertía su vergel de hielo,

mi cuerda de violín que afilaba la sinfonía

de nuestras estrellas bebidas

fuiste pozo donde bebí la esencia

vuelo tras vuelo en el que abrazarnos

y caminar juntos

sueños explotados en la lengua del deseo,

hoy las cortinas descansan de su lecho de espinas

hoy redes me atrapan la serenata de tus dedos

tus palabras de vino me sangraron la amapola

mi cielo tiñó de alba con tus labios

viérteme el suspiro de nácar

acampa mi niebla de espíritu que sujetas

hagamos temblar el silencio

hasta encontrar su idioma oculto

ese que nos trepa la espalda

flores de piel abriendo al rayo de sol

cielo de color que abre nuestro clamor

enredados en el viento que nos aúlla el corazón

piel de tu piel que ando a encontrarte el placer

luna de este cielo enardecido

que clava su plata en el vidrio de los ojos extraños

árboles que cuentan sus hojas de unión

en las redes del destino te beso

hasta volvernos fuentes

mi puente del olvido cae derrumbado

mi afluente rebosa de amor sentido

el río de gotas en sus almas

te cuenta mi secreto

como estas hojas al viento

te tararean mi sentimiento,

ven, ven conmigo bebe mi camino

túmbate en mis juncos

cántame la vuelta de mi cielo

derríteme la escarcha

asesina este color gris que anidó mi firmamento,

encuéntrame las fuerzas despiertas

para crearte de flores el reino,

para volar en nuestras alas de corazón

y surcar abismos

a vivir en la gota que moja la felicidad

de unión de dos,

de latencia de esta semilla que nos brotó la sangre,

eternidad de la espina y la rosa

alegría de la flor y el insecto que la besa,

latidos sin olvido.

Sueños con nuestro abrigo,

caricias que nos dibujan

que nos arañan las ganas

hoy me hago poema sin importar la letra

derrito mi hielo esperando ser río de tu desvelo,

esperando ser el primero

en sembrar tu locura del latido

tu fuego desbocado en cada surco

del corazón enamorado.



El Castellano y Leannán-Sídhe




Númen mis dioses:


marzo 08, 2021


Al soberano fulgor

rindo mis cuentas,

al plácido pie de manantial

en fuente sagrada rebrotado.

Trompa que conjugada

con los clarines que sólo

las guerras apremian.

Por cielo medroso

tocaré la lira

en serie los vates líricos

enaltecido yo, tocaré raudas estrellas.

Enaltecido yo, por primavera tangible

y su aciaga, pretil gesta

de lluvia sembrada.

Yo, funesto hijo de Pirra

impetuoso príncipe en templo

de la Vesta.


II

¿Cuál quejosa sierpe,

viene a morderme?

Ojalá mi diosa regrese 

ya al  cielo y refulgente

guarde estrellas en los rediles

que alumbren al padre de los vientos.

Mi madera de ciprés,

y triple lámina de bronce.

Oh, funestas Híadas.

¿Qué clase de muerte apremiáis,

al que contempló sin lágrima ni pavor 

vuestro final sin principio anunciado?

Mudanza no lloran

mis castos dioses.



III

¿Quién osado, el que

me resplandece sin haberme conocido?

Falaz sierpe viperina,

a pared de templo ofrendo mi fortuna

que escribe dignamente

glorias sangrientas

en solemnes premisas

como feroz soldado

hablando en escritos

valiente y vencedor sus enemigos.

Lloro mis sinuosos arroyuelos

sanguinosos como hombre

de cielo oscuro.




Förüq castellano Miguel Esteban




XII

Luna plateada de mi cielo,

en las noches

voy a tu encuentro,

pero te escondes

entre bloques

de hormigo?n y cemento.

Quiero verte,

pero incluso te escondes,

por las violetas ramas.

Mas los dragones,

del cielo sona?mbulo te acarician.

Cielo obtuso,

de suen?os fluorescentes,

tu?, de color li?quido,

solo templado

con miradas intermitentes ,

por el tiempo de espera angosto.

El murcie?lago baila

con el colcho?n de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una ma?s.

Oscura nebulosa de tu vi?treo trasluz dime,

por que? te siento incluso estando solo.

flores opaco reflejo

de luz violeta

incluso de noche;

artifficie luzzae.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene

para sentir que esta?s conmigo

otra vez ma?s,

recuerda

que tus ojos tienen sangre

recuerda el viento

que au?lla mi nombre

recuerda la luz que tiembla

y cruje la noche en las pupilas

recuerda que me hablaste

de amor en el tiempo

que cae muerto

que pactamos con el hielo

la vuelta del invierno,

recuerda cada latido

de oscuridad

que llama a tus venas de humo

recue?rdame en la eternidad del beso,

en cada rosa que robe tu cuerpo,

recuerda que vivo para ti

dando voz a la soledad asesina,

la flor vive son?ando

que fue mariposa y abeja,

vive durmiendo la semilla

enamorada de la tierra

para despertar

y enamorarse del sol,

cla?vame estas nubes de sangre

en el hierro de mi destino,

se me nego? la luz

encadenada a esta tierra sin cuerpo,

solo tu? me sientes

en este camino

que no lleva retorno

solo espiral anhelada de renacer

el tiempo ya no nos puede sostener

camino buscando el fri?o

en este calor que quema el alarido,

te encontre? perdido

hoy vives un amor

que sientes sopla?ndote al oi?do,

en la puerta del infierno cai?do,

te casaste con la luna

que reinaba en tu corazo?n,

al viento le diste voz,

a la lluvia la nombraste

la?grimas de mi ayer,

le diste ojos

a la sombra para mirar,

la espina cai?a herida,

la caricia retorno? a las polillas,

la vida marcha deprisa

cuando abras los ojos

ya todo habra? cambiado

solo encontrara?s que seguire? a tu lado

aguardando tu oton?o

y la cai?da de tus hojas,

esperando que seas mi acompan?ante

en los siglos y milenios

que nos condenaron,

encontrara?s esta sed del cielo

en cada silencio muerto,

en cada rai?z

que grita en su tierra

toma de la vida lo que quieras,

siembra tu aliento

en cada tierra,

tu? todo lo tienes

yo solo soy una fantasma

que so?lo tu? ves.

36

XIII

Fuiste roci?o,

la?grima de flor

que me cai?a las avenidas del corazo?n

eres flor que enraizo?

en las soledades

y oscuridades de mi alma,

pe?talos deshojados

en la luna de tu sonrisa

que verti?a

su vergel de hielo,

mi cuerda de violi?n

que afilaba la sinfoni?a

de nuestras estrellas bebidas

fuiste pozo

donde bebi? la esencia

vuelo tras vuelo

en el que abrazarnos

y caminar juntos

suen?os explotados

en la lengua del deseo,

hoy las cortinas descansan

de su lecho de espinas

hoy redes me atrapan

la serenata de tus dedos

tus palabras de vino

me sangraron

la amapola

mi cielo tin?o? de alba

con tus labios

vie?rteme el suspiro de na?car

acampa mi niebla

de espi?ritu que sujetas

hagamos temblar el silencio

hasta encontrar

su idioma oculto

ese que nos trepa la espalda

flores de piel

abriendo al rayo de sol

cielo de color

que abre nuestro clamor

enredados en el viento

que nos au?lla el corazo?n

piel de tu piel

que ando

a encontrarte el placer

luna de este cielo

enardecido que clava su plata

en el vidrio de los ojos extran?os

a?rboles que cuentan

sus hojas de unio?n

en las redes del destino te beso

hasta volvernos fuentes

mi puente del olvido

cae derrumbado

mi afluente rebosa de amor sentido

el ri?o de gotas en sus almas

te cuenta mi secreto

como estas hojas al viento

te tararean mi sentimiento,

ven, ven conmigo

bebe mi camino

tu?mbate en mis juncos

ca?ntame la vuelta de mi cielo

derri?teme la escarcha

asesina este color gris

que anido? mi firmamento,

encue?ntrame

las fuerzas despiertas

para crearte de flores el reino,

para volar

en nuestras alas de corazo?n

37

y surcar abismos

a vivir en la gota

que moja la felicidad

de unio?n de dos,

de latencia de esta semilla

que nos broto? la sangre,

eternidad de la espina y la rosa

alegri?a de la flor

y el insecto que la besa,

latidos sin olvido.

Suen?os con nuestro abrigo,

caricias que nos dibujan

que nos aran?an las ganas

hoy me hago poema

sin importar la letra

derrito mi hielo

esperando ser ri?o de tu desvelo,

esperando ser el primero

en sembrar tu locura del latido

tu fuego desbocado en cada surco

del corazo?n enamorado.


HASTA EL FIN:



Cavo la profundidad enigmática,

tu verbo que me florece

como ababoles sanguinosos todo junio,

entre el claro oscuro matinal,

y vidrios de cielo cual cristales azules,

una revolución me cursa el auge;

dentro del sueño flamígero,

miro y avanzo,

mantengo atento y en fase armada,

por ti, por mí,

por este rifle,

amada poesía

de silencio vertical azur.

sombras madre me acojen,

voy en travesía

mi corazón brotó,

mi alma reverdece,

hoy fue el día incontable,

miré través su densa tiniebla,

entre opacidad y muros de comensales ideas,

mi soledad zarpaba

un eje doliente,

una ruta desapagada,

miré lo que solo se puede sentir,

revoló un cuervo azabache cerca mi dama graja,

vi la sombra densa

una desolación, un impedimento pesado,

como Mundo a espaldas del titán Atlas,

miré dentro de la oscuridad

para poder ver la luz,

desveló

que vivo por suplicio despierto,

infausto, escritor poeta

pintor del infrasentido arte

de adorarte 

lo que habita a espaldas lo visible,

a mi diestra

sangre y corazón 

a lado izquierdo,

no busques Musa maldad de razón,

vivo porque te miro,

te miro porque por ti vivo,

asume cargo Señora Hada Leannán-Sídhe,

dueña de toda profundidad,

abismática que su obscuridad me llama,

vestidos ambos del signo la luna azabache

carta en mesa presa

quiéreme te digo,

peores que yo, aún no han nacido.




Förüq y Leannán-Sídhe


Prímula escarlata:

abril 03, 2021




Abría un abril,

cubriendo la Campiña,

en baja luz de luna que enhechiza,

metamorfoseando la vaga lluvia

que lentamente caía,

bajo cielo derretido, emplomado,

ya goteaban mis flores de difunto,

sobre una porción,

de terreno respirando la interperie,

pretérita una primavera ya llegada.

La luna sempiterna hermoseaba su metal noble,

purísimo al candor sin lumbre quieta,

era bastante para lanzar un beso al alba,

y ver si recogía algo,

quintales de nubes plañían

su melodía jamás interpretada,

ni escuchada sólo una vez sobrecogedora.

A la estrella fugaz que siempre veo,

lanzo un rito antiguo,

como cometa que el negror atraviesa desceñido,

olmo mío,

dime tus penas tú que tienes alma,

que baila entre oscuros romances de savia,

al brillo de mi espino escribo,

beso de camino entre mi rosal canino,

hojas húmedas del héroe entre el lodazal,

herido blanquísimo,

contienda los tímidos alisos,

sus estrellas blancas,

entre piedras pálidas,

que carraspean su canto olvidado,

¿Cómo he acabado aquí donde todo comienza?

Pienso en su prismático mirar,

a punto mi buque y puerto negro

en llamas.

¿Cómo suena su flor?

Acaso fuese líquida,

el yunque mi pecho

está martilleando sobre un cincel

de murmurio grave.

Y suenan las espaldas,

mi vida aterciopelada sujeta incandescente rosa,

sobre azul de mares y vetustas olvidadas,

al tiempo que rezaba serenata,

al azur prodigioso los altos cielos,

tronco flamígero,

en colores sobre las naciones,

absoluto diamantino,

su astilla de su color carnal,

que se extendía,

besando su torso sembrado

por mis castos dioses,

algunos que me odian,

sigo consejo perenne,

al pairo se va lo que debe de irse.

Se querían entre fracasos y transiciones,

como dos muelles fugaces,

aquí yacía mi letra,

en mi jardín de luna,

y sombras vanas a secar,

memoria acaso

el desliz me incubara,

fundadores que caminan,

esta mi soledad original

de campo abierto,

encima de mis lápidas y todas sanguijuelas.


Förüq castellano Miguel Esteban

Lluvia corazón:

 Ceremonia terruña:



 

Tiempo que era llanamente hondo,

como pozo sin poso, ni fondo,

severamente profundo,

como fantasmal visita

sobre lazo silencioso,

buscaba yo tamborileo grave,

entre hileras sordas

enre nuevas flores

de trompetas de los ángeles,

danzar entre círculos de grama húmeda

y corajes de aventar nuevas espigas

de olor a yesco trébol rojo.

Hice una hilera de guijarros;

preparé mi propio templo

con torreón y almena nueva,

un foso bordeando y cuidando

mi nueva siembra de ababoles,

templo asilvestrado con urna para ofrenda

y depósito nueva agua virginal,

era suficiente de tiempo insuficiente

a nuevo otoño que comenzaba,

con olor a hojas de chopos arrebatadas,

y majulos agudos en espinas,

rebordes cardillos de as damas

erigiéndose tempranamente,

maduraban los tomatillos del diablo,

solanum nigrum

que ni caracoles resistían

sus lustrosas hojas morder,

las colas de zorro ya se divisaban aventando

terreno de su nueva simiente,

afinaba mi cuerda

tendido a ras terreno,

sembrado a pretil gesto,

como se siembra una pipa,

y tarda treinta y un años

que porto en girar el sol,

carrasquillo háblame,

que penas traes de virgen encina.

Cuéntame tus oscuros romances

con vientos de luna,

y tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.

Dime a mí que te cuido con esmero,

aguardando tus flores de piedra

y tus bellotas del mañana.

Árbol mío,

avanzo este mi caduco corazón humano,

como vampiro solar

me remarco,

un solo de voz desangelada,

y volví a honrarte,

de esta nueva tierra.

A viento pagano,

voz dealma amada,

inamovible,

firme, regia,

de raíz arcana.

Tu rostro en verdor

de hojas afiladas llevas,

acaso igual o semejante

a hermanas blandes.

Río de encinas y flora reborde,

amor de tierra a lo que es

y crece en ella,

vine por vuestras voces,

jamás marchiten vuestras notas,

de longevidad imperial.


Förüq castellano


Escuadra bronce:

Ilusiones quemadas en papeles con tinta,

con los sonidos sordos de un eco de imágenes

el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.


Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,

la mente ciega las observa con su pensamiento claro

sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.


Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,

un secreto en un gesto que su mirada grita.

El despiste que convierte en ofensa el fallo;


Un sentimiento distante que próxima te quiere.

El tiempo que tarda en decir adios al por qué gana,

ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.


Pensamientos negros:


Te sentí amor y por querer pensarte

la realidad silenció mis latidos;

Aquella flor que llamada amor

ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.


Entre la tenue luz de luna que me abrigaba

abrí la puerta que me condujo al campo

de negros lirios por el camino de ida sin regreso;

La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;


Donde la luz que me daba calor era ausente,

tras de sí un sendero agrietado por el que fluía

el río de las flores desangradas;


Hacían ellas mi último aliento,

un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,

cesó aquel si bemol.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009


Podando recuerdos para volver a amarte,

dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte

aquella mi rosa que llama al frío pero resiste

cantando a la vispera del invierno triste.


El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;

gota de rocío que se evapora con el sol en su visita

y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,

para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.


El fuego del deseo se hacía con su compañía,

con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;

De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo

de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.


Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños

un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;

solos en el encerrado mar del amor no demostrado

su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009


El ritmo de tu cuerpo,

donde el agua y la poesía

hacen el amor.

El fondo de tu mirada

el manantial de esmeraldas.

El calor de tus piernas,

El terciopelo de tu piel.

La suavidad de tus caricias

mi motivo para viajar

allí donde el te quiero

lo dices sin hablar.

Lo que me alegras

sólo con tu existir.

Es todo lo que significas para mí,

lo que me haces sentir.

Es el agua de tus besos.

Es el fuego de tus labios.

Eres tú.

Eres tú mi vida, mi luna.

Eres tú en cada noche fría mi calor.

Eres tú la chica que siempre soñé,

la chica que siempre deseé,

la que vivía en mi subconsciente

para cuando apareciese

darla lo mejor de mi existencia.

Deseos, ilusiones, anhelos

definiendo mis sentimientos.

En mis recuerdos tus besos

sabor de hiel.

Tú mi motivo para soñar.

Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,

tú todo para mi.

¿Por qué no has aparecido

en mi vida todavía?

cuando por amor se quiere

a quien no ama

y por soñar se vive amando,

por amar se vive soñando,

y el que siente se miente

quiero mi despertar y verte a mi lado

para sentir que en un pasado

andé con la botella en la boca

y no que ella

chupó de mí mi vida entera.


Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009



Yo te sentí:

Puedo escribir todos mis pensamientos

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor

y por querer pensarte

desapareciste entre la ténue luz de luna que me abrigaba.

Allí la razón apagó los latidos de un corazón.

Como tierra yerma

marchitó aquella flor que un día llamé amor

y ninguna pudo ocupar su lugar,

sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.

Pero yo te sentí amor.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009 




Contando mis recuerdos para volver a amarte,

me pierdo en tus detalles y vuelvo a desearte.

¿Cómo estar triste? si siempre te tengo presente.

¿Cómo ser débil? si tu amor me hizo ser fuerte.


Es el ocaso del tiempo que me dispara,

derrotas y victorias en este campo de batalla.

Una sonrisa y un beso recogió mi alma

junto con un te quiero sincero esa fue tu arma.


Mi pensamiento vi volar junto a ti

desde el momento en que te conocí.

Con mis besos y caricias tu cuerpo recorrí.

Mi pasión mantenerte viva dentro de mi.


Contigo en mi vida, se encendió el fuego del deseo

y de deseo en deseo encontré mi anhelo,

el insomnio de este vivo sentimiento

no perderte nunca para soñar despierto.


Y a si cada día volver a amarte y desearte.


El castellano



Haces silban en penumbra venidera, 

es eje de rebelión,  la sola pesquisa

flamígera,  umbral nacido para los dos, 

ella es como yo,  ella nunca tuvo un amigo

la consolara su lágrima,  en el final

del comienzo,  anunciado, 

ella es real,  nunca tuvo un amor verdadero

todos querían de ella lo que ella jamás

debía otorgar,  su sangre,  su virtud,  su amor

ella estaba enamorada de la luz

su amor,  era el diablo señor, 

jugaba y reía,  danzaba y complacía

su amor era la luz nacida de penumbra, 

ella era un ángel,  pero no socorría a nadie

su amor era lumbre,  era pobre diablo

ambos sabían su condición y condena

está ardiendo su pasado, 

lo sabía,  ella se iba a consumar

como Lilith,  sombra de la primera mujer

Eva.



Förüq


II

Subí cerros. muntañas su pulcra humedad

que bajaban sus arroyuelos de agua virginal

llegué a un lago donde Nereidas y Ninfas

había una hermosísima, como siel sueño-

La hubiese expulsado, era señora Hada reina, 

de toda profundidad abismal y obscuridad.

Besé sus pies de jara y la llevé una flor de

Hércules sin raíz dañada mi pétalo caido, 

ambos no querían ver la luz de singularidad,

sabían ambos que debían inculcar el arte vivo,

en su corazón, difundir impresión de belleza  

Madre poesía

un mundo mejor.

FÖRÜQ


III

Quiero daros cuanto no puedo,

siendo esto, trabajo y vigilia de mi pluma

puro agrado contentaros,

seguros mis defectos para que un perfecto presuma

llevarán al menos digna excusa de sentirnos.

Soledad en pensamiento, solía a buscar contento

que el mirar producecomo sentar un corazón

tan alto.

Oh, tornado de una vida, 

que ten de bien el mal ha hecho falso.

Quererte de sudores de poco ingenio,

me libre,  de borrones y tachones,

razón vida, quiero tu almíbar.


El castellano Förüq y Leannán-Sidhe

Lugar:

La Campiña Castilla Mirador del Henares España



 

FINAL




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