¿Cómo darías prisa en un instante?
por no faltar en gozo tan preciado,
aquel caudal harías de hombre Infra-humano.
Inmortal, pues te combida a tal profecía.
De rey muerto, inmenso, y soberano,
debes ir con pronteza diligente,
llevando alma limpia y muy densa,
de gemas y runas de cuervo.
Que nadie quite vela que dé lumbre,
pues la tengo viva y encendida,
la vana y flaca luz quedó vencida,
de viva lumbre, y siguiente más poderosa,
de Sol en cumbre su esposa, luz de cielo,
preciosa, producida, mi gran razón,
blande e impide, a otra terrenal,
que no da lumbre, un arte resplandece,
d' este amor que crece, mudado palmo a trecho
el suelo, hermana negro hilo, ya es sabido.
El Inocente
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