LLUCIA EN AGRAZ DURMIENTE Autor Miguel Esteban Martínez García Vida de la vida bajo tierra: Tornadizo quebrar de la simiente acaso el ojo de tierra no viese, clepsidra en goteo, del Nitrato de Chile En este mes de la parra y de la zarzamora, sulfatos de cobre anidan su violáceo vientre que respira; vida de la vida enhiesta, mantillo sin raíz oscura, viril anélido sin carcasa, fértil embrujo de larva y su hechizo que metamorféa, sin aroma no preguntes más, liras blanden su chirrío estacional, que avasalla sin hacerse espíritu, tojo clavado al viento; Castilla tú lloras dehesa sin letanas espinas, de lanzas, lo que vence mi inmortal yaga, enjalma mi verde intelecto, orvallo de mi rivera, viaja mi idea, callendo el Sol arriba, desde lo alto, un largo recodo sin franca, vega compadecida, que riega ésta enjuta, en cal y cantos despierta de su arcilla dolida, Diosa zurda tu nombre caminas más por donde el arriano plañía, y plañía, plañía, su seco llanto de corazón esquilmado. El Castellano Nueva era recuerda: Felicidad, el producto ha de ser creado, creado para el consumo, consumo es la marca de esta civilización, producto basado en caducidad, felicidad de venta en cadena, estado mental basado en el material, producir sueños e ilusiones, esperanzas embotelladas con código de barras, la alegría visual sea principio de nuestro chip que incorporamos, todo lo pensado que sea proceso de construcción, atención nueva era está comenzando, somos encargados de construir el futuro sobre pasado de torres de humo, el mañana abrirá al nuevo humano llamado consumismo, un abrir de sus manos en declive de su mente, nosotros somos avance de la civilización, nosotros somos herramienta que lleva éxito en la mano de quien la lleva. La revolución ha comenzado. Nueva era para el mañana fabricado. El Castellano Genii locorum, todos despiertos Vida que las montañas me respiran, raíz en su abismo de hondo tajo, aire bonito relátame mi destino, subiré los montes y cerros, alcanzaré mi soberbia allá donde el alba despierta y el linde vuelve vago, plácido, ferviente, sed de tallos y savias que luz llena, erigiéndose cumbres y cimas de hervores a la matutina belleza que anida. Y en el ser germina, febril loma desdeñada por rizos en apogéo entre rayos que culminan, desnuda hacienda ultrajada, río de encina, cuervo nacido, por lo que me quedó sin decir, Wotan, Lugh, Morrighan, ese veris perdida y encontrada, Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh, y tú mi amada Brigid Genii locorum dioses ancestrales abrir este camino, Diancech sana este mi cuerpo Badhbh Catha sigue fuerte, tierra entierra la maldad sepulta los problemas, como en tu ser el ciclo el eterno resurgir en ti cierra y comienza, resurgiendo, abriendo camino, escudo en fuego sembrado, hueso del pagano, me deberán cuanto yo he plasmado, hierro al hierro, fondo escueto del vítreo traspuesto, senda de la idea, por ellos socarrada, lucha, cuanto más árduo es el camino, cuanto más se abren las pruebas más se hinchan las fuerzas, sólo vencer en firmamento, agujereado de huesos, siembras que tiembla la luna. 3 claman los genii locorum que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos, Diancech sana este mi cuerpo Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde, Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba, Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh, y tú mi amada Brigid poesía, elevar mi canto que yo con mis actos os hago un manto, Cernunnos comienza nuestra caza, Candamvis alumbra esta montaña centelleando el relámpago, abriendo el cielo de nuestra bruma, tejiendo nuestro amado ocaso, que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo, ahora y siempre se escuche nuestro canto. NOTA: El Dagda (literalmente, “dios bueno”; en protocelta Dagodeiwos; en irlandés antiguo dag dia; en irlandés Daghdha /d??i/) es el dios principal de la mitología celta irlandesa, integrante de los Tuatha Dé Danann. Aspecto y poderes Las historias representan al Dagda como una figura de inmenso poder, armado con una enorme porra mágica. El extremo del arma podía matar a nueve hombres de un golpe, haciendo crujir sus huesos como guijarros bajo los cascos de un caballo, mientras que el mango podía devolver la vida a los muertos. El Dagda poseía además un arpa de roble llamada Uaithne con la que podía controlar el orden de las estaciones, así como interpretar otros acordes de efectos igualmente mágicos. El Dagda también está asociado a la abundancia, ya que se le atribuye la propiedad de un caldero mágico sin fondo con cuya comida podría saciar a todos los hombres de la Tierra. Historia El Dagda fue uno de los jefes de los Tuatha Dé Danann. Fue, además, amante de la diosa de la guerra, Morrigan, durante el Samhain, a cambio de un plan de batalla para los Tuatha Dé en la segunda batalla de Magh Tuireadh contra los Fomoreos.1 En el transcurso de ésta, el arpa le fue robada por sus enemigos, por lo que él, Ogma y Lugh fueron a buscarla a su campamento, recobrándola cuando interpretó en ella tres melodías mágicas que les permitieron salir indemnes de la cueva. Tiempo después, los Tuatha Dé Danann fueron derrotados por los hijos de Milesius, antepasados de los irlandeses, y se retiraron al mundo subterráneo, viviendo en palacios construidos por el Dagda. El Dagda fue progenitor de Bodb Dearg, Cermait, Midir, Aine, Angus y Brigit, así como hermano de Ogma. Balar o Balor, es el nombre irlandés de un personaje de la mitología celta o también llamado el rey de los demonios. Pertenecía a la raza de dioses llamados los Fomoré. Poseía un ojo en la frente y otro en la parte posterior del cráneo, que era maligno y que habitualmente mantenía cerrado. Cuando lo abría, su mirada era mortal para aquel en quien la fijara. Esa mirada era el rayo. Balar fue quien mató al rey de los Tuatha Dé Dannan, Nuada, durante la Segunda Batalla de Magh Tuiredh. Lug, queriendo vengar a Nuada, se aproximó a Balar (cuyo ojo maligno se había vuelto a cerrar después de matar a Nuada). Al darse cuenta que Lug se le acercaba intentó volverlo a abrir. Pero Lug fue más rápido, le lanzó una piedra con su onda, que le dio en el ojo maligno, atravesándole el cráneo. Balar cayó muerto de inmediato. Balar era abuelo materno de Lug, a pesar de lo cual murió a sus manos. Morrigan, también conocida como Morrigu, es la diosa celta de la muerte y la destrucción. Se la representa generalmente con armadura y armas. Morrigan está presente en todas las guerras, tomando la forma de cuervo o coneja. Su papel en la guerra es infundir en los soldados la fuerza (y la ira) para combatir. Su nombre significa "Gran Reina" o "Reina Espectral". Morrigan también se puede traducir o encontrar escrito como Carrie o Carrigan. Morrigan es la diosa de la guerra, y por lo tanto de la muerte. Pero también representa la renovación; la muerte que da a luz a una nueva vida, el amor y el deseo sexual. La vida y la muerte están muy unidas en el universo celta. Morrigan es doncella, madre y viuda. Formaba una tríada de diosas, junto con sus hermanas,123 Badb y Macha, en ocasiones junto a Nemain, aunque en algunas fuentes se la describe como diosa triple, incluyendo a Bodbh y Macha como otras manifestaciones de Morrigan. Esta diosa pertenece a los Tuatha Dé Danann, los seres mágicos que habitaron Irlanda antes que los irlandeses actuales. Lug, Lugh o Lugus no es el dios supremo, sino un dios «sin función», porque tiene todas las funciones. Por esta razón también es conocido como: Samildanach o el múltiple artesano de la mitología celta, no solamente porque está en la cima de la jerarquía, sino porque además es pancéltico: es una de esas raras divinidades que, por lo que sabemos de los pueblos celtas, podemos encontrar en todos los panteones. Algunos estudiosos postulan que es homólogo al dios nórdico Loki, por el parecido entre los nombres y hechos como la muerte de Balder, equivalente al abuelo Balar de Lug, entre otras cosas. Mitología celta han sobrevivido, pero de éstas las más representadas parecen ser los genii locorum, dioses locales o tribales, de los cuales solo unos pocos fueron extensamente Según la mitología celta, Badb es una diosa de la guerra que podía transformarse en "cuervo". A veces es llamada Badb Catha ("Cuervo de la Guerra"). Se dice que puede también adquirir la forma de lobo Para controlar el rumbo de la batalla, Badb provocaba confusión en los soldados para llevar a un desenlace favorable a sus deseos. Junto con sus hermanas Morrigan y Macha forma una tríada de diosas de la guerra. Otras versiones dicen que Macha y Badb son personificaciones de la misma Morrigan, o simplemente nombres dados a ella. En la mitología irlandesa, Dian Cécht (la antigua pronunciación irlandesa [d?i??n k?e?xt], también conocida como Cainte o Canta) era el dios de la curación, el sanador de los Tuatha Dé Danann. Él era el padre de Cu, Cethen y Cian. [1] Sus otros niños eran Miach, Airmed, Étan el poeta y Ochtriullach. [2] [3] Dian Cécht es descrito como un hijo del Dagda en el Dindsenchas. [4] A través de Cian, él también es el abuelo paterno de Lugh. Cernunnos, en la mitología celta, es la deificación del animal macho cornudo. Dios relacionado con la fertilidad, la regeneración y divinidad de la abundancia y amo de los animales salvajes. Su rasgo más particular son los cuernos de ciervo. En las representaciones que se conservan, se le ve anciano, con orejas y cuernos de un ciervo, portando un torque al cuello y en la mano. Está a menudo acompañado por una serpiente con cabeza de carnero o simplemente, con cuernos, esta simbiosis simboliza fertilidad y renacimiento. En la tradición gaélica representa también virilidad y renovación. En la religión galo-romana, Epona era un protector de caballos, de potros, de burros, y de mulas. Fue particularmente una diosa de la fertilidad, como lo demuestran sus atributos de patera, cornucopia, espigas y la presencia de potros en algunas esculturas. [1] Ella y sus caballos también podrían haber sido líderes del alma en el viaje después de la vida, con paralelos en Rhiannon del Mabinogion. [2] La adoración de Epona, "la única divinidad céltica en última instancia venerada en Roma misma" [3], fue difundida en el Imperio Romano entre el primer y tercer siglo AD; Esto es inusual para una deidad celta, la mayoría de los cuales estaban asociados con localidades específicas. Fuente wikipedia. El Castellano Lares de equilibrio perfecto: Coso mi atelier simétrico, nacido entre ocasos vespertinos, sí esos cuando la flor camina con nombre de mujer. Vidas en haz purpúreo al argénteo astro; invisibles senderos sin sombra ni difusos lares donde los afluentes confrontan en tu ser, sin brío no hay pureza, sin pureza no hay sangre, y qué yo no te daría, acaso el silencio no fue esculpido, por impulso del error, raciones de arvejas consumidas, por llamas de lúgubre hendidura, Dioses míos yo cómo era, bueno no me acuerdo, seguiré con mi venda hasta que ella me la destape, secuéstrame en tus dignas alas que yo vigilo como vigía de nuestro sentir, custodio d'este sin vivir sin tu ser, no hay luto de espadas que no se afilen solas. sin sueños no soy hombre, ya lo dijo alguien, fusión del frenesí hablando con su infinito a solas, como cuando se siente amor en la vida, sólo una vez y perdura como la letanía de escarcha derretida, yo no estoy despierto he venido a asesinar al tiempo, y que se cobren con él mis deudas, sigilosas, etéreas, hasta arrebatar su azada traspuesta. Así mis esferas sean siempre verdiazules, como la verde espiga el agua que la vuelve pasto. El castellano Manifiesto: Hablaré en primera persona de lo que me ocupa el interés, llevo desde el 2005 escribiendo de forma continuada por rachas y temporadas de los meses consecutivos hasta el presente, empecé con un estilo deprorable creyendo que obraba de una manera adecuada sin reflexionar lo realizado, no tardé en darme cuenta que poesía no era sólo agrupar vivencias de forma bonita , comencé una búsqueda en el dos mil nueve y cree este blog de facta non verba, donde registraba todo lo plasmado por mi persona, sigo en mi búsqueda personal de este desempeño sin saber hacerlo de ser considerado poeta, belleza es mi musa. Razones, la concepción clásica de la poesía que sin la belleza e impresión de ella no es más que un escrito cualquier tema tratado, con lo que soy contrario a hablar soeces, sandeces, barbaridades al juicio u vulgaridades, sean del color que posean todo lo correcto lo amo, aunque por causas ajenas a mi poder no me entienda ni yo la idea de lo que quiero decir. Porque ya lo he dicho. Con los Dioses. El Castellano Lívida estampa Ataraxia sembrada: Silencio de ojos. Todo lo que descubro un aliento ciego lívida secuela como un esbozo por dibujar, abre mi latir como una sandía de pecho uña, que cercenada estalla su grieta en sangre del agua, carmines me recorren un postrero avance de falanges griegas, de mi sino desdentado, quiero regar la vida de la flor, engarzando quieto diáfano espacio el iris de mi bella natura que está brillando desde el ojo que enfunda su suerte, que labrada es, hoy los campos me visten de endrino, para ser retozo que cruje el desnudar de los antojos, hoy pudo ser un día sin contar, pero a ella la recordarán, libre por ti soy, en rambla sin ribarzo, sin Ribadeo, esfumo que alcanzo sones anclados a mis astros que son santos, una furia que engulle, prosigue, consume, levanta, destapa el embiste de toda la tristeza que me abarca, hasta que engulla esta enorme sombra que me sigue por siglos que gasta mi silvestre alma, te hablaré como se habla al amor, sin directriz ni falso engaste, que mi carne no tiene baraja, hoy clamaré por esta mi ataraxia sembrada en tierra castellana, que vive que aguarda mi dama fadita, desde el rejuvenecer que gasta.el cielo, al sueño del contemplador, hoy no bastó el silencio sin cauce que no perdurase lo que aguanta el nervio despierto con sed, alaba que encuentra su razón nacida del tesón, y sus labios besó, con esperanza de volver a encontrarlos, por si desvanece su solitud que se extiende, igual que el forraje, en tierra de nadie. el Castellano Trémulo des-voz: Magnánimo arrecido silencio desnudado, su violín enardecido, aromos fusilados, nacidos en yerta conciencia, y el férreo son amanecido... Sangre belleza en pureza, me abre éste el pecho, sí bemol de opaco pío, anuda mi clara secuela, de ufanos clarines violáceos. Afuello que venzo mi claro oscuro fuego, arrastra y consume esta tierra negra, mi sangre y mi bandera, esencia de una savia elaborada. Soy el que abre del nuevo árbol un santo olivo, que da miel a mi reina madre. Por mi árbol deshojado en su nuevo muérdago, troquel del inerte acto; Parasitario. Runas en sabiduría, malvas granates de simientes, simbología d'este solferro, oscuro y su cuervo. En nogal con su nuez del tiempo, abriendo, desnaciendo la nueva era, afilando su fragua. Los balcones extasiaban por sones al llamado del vítreo tras luz, trasnochado, en ascuas cabalgado. El Castellano Libido sangrante: El error en el infortunio , pilares carcomidos, un silencio ocular sotos vagos, agujereados por la hoz de mi hermano ausente, hermano de mi arado, hermano de mi trilla, voy acechando, vigas de hierro y cobre, profecía subterránea, desde la vid al sarmiento quebrado. Sendero quieto, brumeando, luz libre, atinajado, brindaremos abriendo portones desta tela de araña, infortunio sangrante, bebido, juramento firme, recto como la vela diaria, -Yo Miguel Esteban amaré a quien me ama, destruiré a quien me odia, gozar del ámbito umbrío, lleno de opaquedades, porque os iluminará un sol oscuro, cuerpo frío, lívidas ventanas fijas, desiertos soterrados, mudos, vano fin hallaréis. El Castellano ESTAMBRE DE PELO: Estambre de un pelo cristal luciente, naciente, vislumbrante,etéreo; Entresijo de córvida ala, vida de mi vida, mi umbría sinestesia asida, de un pelo de un pelo mi ambrosía de raíz, sinérgica en luz aguerrida, candente, displicente que evanescía por sotoventos, de fugaces ideas, de eternos avernos consumida de un ascua que se afuella, por vientos de éste mi norte con astrolabio y agujas de mi madre hilandera, sin otra red que guiar mi parco destino, por umbrales de colores en extasía, mi azar difuso de la vid, al enhiesto tallo mío brotado con y sin causa, entre primaveras que deshacían los humores vivos, vivaz ternura sembrada, un castillo de firme cimiento es mi ilusión, como vendaval furtivo. II Imperios de ojos cerrados, aguerrido albor, vestido en sangre de brea, yerta, flamígera, ascua prendida, con injerto de las soledades deste hombre, en espíritu montado, desnacida su alma sin quieta estampa fría; Desangelada, procesos de procesionarias, en quitina sulfurante, de latido incesante, sin alarde por caminar y llevar sangre. Venda que el ojo no vea si es algodón puede ser dama de colchón, y su rima facil de tonto día embelesado de néctar y su ambrosía, por las promesas fugaces cumplidas y por cumplir, voy que traigo mi botijo en sueños colmado, hasta el fin de mi tajo, no me acerques el ajo. III "Armada en quitina ; Sin razón corrompida, cadena sin difusos azares, ni silencios, negros en pared de cicatrices consternadas, en oropeles erguidos, Vanos donde reposa y se yergue el amor desta mi sangre yerta, abierta, por lares insospechados, clavados en yunques dormidos, "Chavarileros, señor éste, censurero, postrero filosofero, televisero editor corista, mamporrero y los que dejé en mi tintero; Oficininista, jardinero, Es este mi canturreo con pistoleo cesante, hacer alarde musiquero, que yo sigo de camarilero por anquilosadas, verticales, piernas difuntas de mecánico fuelle, señor censurero, acoge mi estampa valiente. " cito Agua subterránea Jose Luis Zorro. Escrito en el cercanías El Castellano 14-07-2017 Intentos de décimas: 1 Enhiesta flor fue semilla, altiva plántula fue ella. Quién fuese aquella tan bella. Él, pupa acabó polilla. Aún plántula fue pilla, él aún pupa la amaba. Aún flor la respetaba juntos cuatro meses bellos cómo fue lo saben ellos. Él desde pupa esperaba. 2 Bellis annua siempre bella sin ningún pacto indebido, licor de mora bebido brindé yo por amor de ella y mío mas la botella casi entera, mi infinito lleva en corazón finito. sólo nosotros dos flores libres en cante folclores, soy alcalaíno, cito. 3 Amor te adoro bastante, tanto que ni te imaginas, volamos sobre colinas. Nada encuentro yo distante feliz yo, el único amante, ambos somos golondrinas, folclores mas las endrinas, el weche, mapuche, arriano, nunca yo Rajoy Mariano, no político, pamplinas. 4 Ahora, es ayer, henchir. Amor obtuso, incesante, mi vida en amor constante valiendo la pena hinchir, sin pena yo, rehenchir, vigoroso, parco, regio, como corazón de arpegio, ella firmamento mella, mas yo nunca ser aquella, hijo del viento, bastante. 5 Te observo, mas yo la endioso, amor, pasión más los vinos lo mismo, yo catavinos. a ella doy mi sangre de oso. Vivamos sin el ser soso. Toda mi sangre antibaquio a mi mujer; Lofobranquio. Viva yo y más mi caballo. mas es él saltacaballo. A ella la amo, todo baquio. 6 Tesoro mío guardado dentro tuya el sentir puro, espíritu era ello oscuro, espíritu mi candado, en alma estaba bordado. La espera, vida gallega. Lluvia hasta aquí las allega, Beltane, una, mas las diosas Aurora, Flora preciosas su ayer muerto, entalega. 7 De celos ya no latere*, amor, tan viva a raudales, nacido en los manantiales. nocturna cuenta el me quiere, luceros, el Sol mas mi ere, todo lo quiero en las calmas, nacer temprano, los ensalmas, universo cisne e indemne, desde quince años solemne. Celta el fuego, hace reales. 8 Vida, para amor morir en tu pupila, en placer, llegué donde renacer, mucho tuyo a descubrir, eterna alma, su existir. Criaré las zarzas, hinojos, mas viviré dorando ojos, mi conversación es cena, estabilidad la escena, mas sabiduría, abrojos. 9 Este amor todas mis venas se come mas manifiesto toda mi sangre dispuesto sin riendas cómo me frenas te deseo sin cadenas, te amo como sangres hiervo deseo ser tu agua, siervo. Ven a mí quiero tu risa, ver que fui feliz deprisa pero tu te amo fue Nervo. 10 Amado Nervo es el nervio, fuera instintos y amistad... de amistad mi lealtad, amiga mi sombra, antuvio, digna casa con compluvio, antuvio en desuso ya anda, hecho anticipado, banda rosa por hierro, fragancia, mi instinto digna elegancia, del mío dragón parranda. 11 Mordedura con dolor, amor ni cura ni ungüento, puro y eterno es su cuento, en mi abrazo doy amor, envidia resbala, albor, premisa estar en tu vida, porque no hay sin razón, vida, cuándo sepa dejaré esto, este Miguel no es funesto, tu merced de mi enbestida. El Castellano Certeza Mi Dios es real y la noche me hace realidad. Cuchilla de silex: Raudo enebro enervado bajo cuchillos de tierra, en sombra que hace pulcritud de estelas descorazonadas, duro metal y simiente en espina de alarde, sonroja a la escarcha de este cielo que aploma, para derretir el hueso que el astro besa, jabalí nacido entre aromos de espinos, va bajando su cauce la luna desamparada buscando su recio esposo, la loma desciende su floresta dormida, canta el margal entre brezos noctámbulos, y margaritas con violetas ausentes, los jacintos silvestres ya vertieron sus hijos de nácar. Quedó el nardo desplazado y el ababol sonríe, ya vertió su sangre de tierra para cerrar su campana al tañer de sus simientes enarboladas, hasta la siguiente vida a partir de su presente muerte. El Castellano Candavmis: Del acre del cielo, destino clavado. Verde semblanza de tormenta furtiva, sierra de sueños en blanca idea, clamor en ocres de nubes, relajado, sosegado empuja sus clavos que precipitan hacia sienes de grama, lloviznas de pretiles azares, en fuegos erizados que él truena, aventa que alza su ronca madera. De fértil diente, de cano cabello, niebla de su sendero, crepitante onda, en azur marcada. Viento sin suelo su final encuentro. El castellano Soneto apto: Crueza sembrada: Amándote ferviente, nueza llama, presa amapola en sangre se quedó, sonriente aurora, veza la heredó, tu corazón alqueza, fuerte se ama. Renuevo esta mi sangre, pa' ser rama; Veraz la rosa, amor siempre alegó. Al latido, su beso le ofreció, la flor abierta en agua se proclama. El estambre, súplica nocturnina, piel acaricia , ya brindó mordaga, su gineceo blanco, sanjuanina. Óvulo y ataraxia, adreza aciaga, tierra, anclada la doña saturnina; Germina fértil vientre, enhiesta briaga. El Castellano Venas de luz 2: Venas de luz: Yo te busco luna entre bloques de hormigón y cemento, entre violetas escarchas, yedras nocturnas de este cielo sonámbulo con suelo calizo, me rehulle tu ojera de nácar ciega, segura, colgándose de mi puente escarlata,férreo, soterrado, mas te escapas por las turquesas ramas cielo plateado quién te tuviera, esta tu rama de idea entre las manos tu miel de niebla, húmeda, trasnochada, cual panal de lumbre quieta, deshojada, tu lágrima que viste de locuras, de esquilmada luz y sus azucenas, mi noctámbula sangre y mi tinta bermellón que te aguarda fiel a la espera, en la Torre de Hércules, tu camino que serpea, y mi soga blanquea, alumbrándose los árboles erizados, vespertinos, que en lluvia cantan, su serenata santa, acequia de tu ser, que la bruma pervierte, colmada a tibio reflejo en fanales cristales sin tajo, de tu hueso crepitando, apostando, dunas del sueño, y metales esquivos con azabaches siniestros, cuentan los astros que tu belleza duerme en sus incesantes hogueras de sus cestas, tú que te escapas por entresijos de negra ala, quién te tuviera en sus palmas, como destello escaparías dejando una estela intangible, áspera, maleable, de blanca pupila y granate adornado, naciendo de ti un gris ciprés las canteras se te rindieran, en presura, un silo alto como tu luz de ojos abiertos, treparía tu enredadera entre torres de belleza, y brotarían las blancas estrellas damas de noche, llorarías tu oro blanco en abrevadero, por tu escarpada longitud y un eco nacería tuyo, solo, carraspeado de la luz y de la sombra, una cadena para tu belleza, que tus venas lleva, en verticales pestañas negras, plenas, beatas, en insigna sangrada, renacida, renombrada. El Castellano Ajuar gastado: Sombras sin ayer, un silencio roto que recorta su anochecer, trenzado garrote a desvoz, recto entre la espiga, abierto en el ababol, frío yerto al amanecer, ancha idea de rectoral ritmo que trova, este sol de averno, lagar muerto, que la soba. Prensa mi parra en la cuba, racimo paso del soneto, infeliz sin costumbre, pesadumbre sin esquares senaras, abren la lencería de Armuña, ávidas, grises, noites en compás dolido sin ajuares ausentes, esta piadosa siembra, me alza entre los mortales, Dioses lo quieren. Mi verdad en cumbre de macizos que el gentío se niega en ego a escuchar, mi visión raíz de Cernunnos, reló de silos azules, un peldaño de áspero olvido, místico este cuervo, puro cerro, puro roble, puro fresno, pura encina, subrepticia dolida, mi pan amarillo al pasar la caléndula, la flor deste muerto. El Castellano Crueza: Fuerte veza. Crueza suerte. Muerte reza. Nueza vierte, Diablo, hablo mudo. Cielo. Duelo, viudo. Abreza que adreza, aceza con agudeza, esa belleza despliega, con pronteza, la alteza, escurraja desliza, fiel perfidia en pereza, dulceza habla su clareza, corteza por variar acaso adereza, afirmo la alqueza una, ancheza del alto lar, lindeza, listeza, por llaneza, lleneza, abre longueza, sin par de majeza abierta ella, maleza, la osada, ensimismada roza malveza, manseza, ya . El Castellano Munición de retel: Nada como una mirada al vacío una mirada al comienzo de todo con el anticipo de un final que se aproxima camina rápido vuela veloz se alimenta de estos cielos para la tempestad de los dragones alados de un cielo rojo y negro de una atmósfera de hierro y plomo, un túnel en sus recuerdos un sólo ser en su trono postrado a sus órdenes todas las criaturas que él ha creado la cruz y osadía de metales preciosos es solo el recuerdo de la batalla que él ganó. Con él volvió la vida, todos temieron su osadía aunque de la muerte él trajo la vida, otra vez. Desde su trono todo ser vivo le obedeció es solamente un final y un comienzo anunciado. el infierno no es fuego son cielos teñidos de sangre y hierro de los que sólo un Ser quedó vivo. Traiga nuestra destrucción para salvar la vida, sólo quedó él a la hora del final. él no la buscó la encontramos nosotros. Volveremos a nacer. Eternamente seremos letras para él. De un albor desnace su intelecto grave, redes en atrapa-sueños, Yelmo derretido en sangre, haz carcomido en venas roídas, tacto de espirales fulgentes, una marca, un destino, de hoja en papiro desteñido, entusiasta de su creación empedernida, en lizbeth y su atuendo de éter, magia insoslayable acusa el azar sin cinceles, ¿Dónde estás belleza? Que yo jamás me canso de encontrar, entre tus insectos se me zumban los témpanos en timbre de oído desgastado, no te desgastas ni queriendo, sólo te alzas en armonía de sembrar tus casuales tiempos en yacija de lo mortal que yace tu brea, de moral olvidada, al certero suelo de tu idea, venga a mí mi propia siembra. FACTA NON VERBA Buenos son hechos, no consecuentes las palabras, duerme que reposa y descansa el mal. El Castellano Compostura atinada: Al acecho yerto, sin par de fauce sigilosa, carnívora en quitina alumbrada, madre de tu compostura silente, en brazos de susurro de tus hondas patas, abres tu descanso entre soles de cuarzo, yo te dije sal, que te quiero hacer retrato, y bueno hoy salimos sembrados, de un cuarto dio el mismo sol su encanto, fija en el segundo sin matar tu sed de poder asesinar sin manto, ni red, seguiré tu ímpetu postrado, allá donde vaya tu enseñanza me seguirá. El Castellano Raíz descubierta: Sueño, un haz subordinado hoy tuve una experiencia subjetiva al cansancio intuido de aquel retoño de lagartija salamanquesa de mi pared habitante de mis tiestos, la regué y corrió a detenerse vertical frente mis ojos, en aquella pared donde caza, detenida sin presura, yo acerqué mi mano tapándola por completo sin asustarse siguió inmóvil y pude acariciarla con cariño, empiezo, que no he terminado, enmudeció mi soliloquio confinado, abandoné mi voz, bajo el latir de tierra sangre huye, rojos carmines en avidez de rizados estambres, sobre las montañas y su blanco gineceo, esencias despiertan, palabras bullir en carne fundida de suelo en fértil, serena de aliento en bruma niña, madre de este gris anisado, con crispado horizonte, toda caída sin destello ni florida estampa que seca mi ala, iris de soturna carcoma mía en tejado de oscuridad, de tronco y su nido, vamos tejo, si yo creo que eres mío háblame de tus penas sin escapar, de tus romances oscuros a vientos de luna, piérdeme la compostura oxidada, haz que me lloren sin miedo tus hojas que yo deseo ser tu eterno amigo, compañero. En raíz descubierta que afila el tiempo, será mi cuerpo. El Castellano Cuervo de idea: Crispa su metal como fuente insoslayada del azar que vuela y corre destellando. Estridencia recta, dorada al gemido en hoz de guadaña, es una espera mi fiel apostado mañana, cumbre sin rizos de alba. Yerma, plácida, insostenida, mutable de verde caduco al sostén que su pecho hiende, erizos de senil ascua. Dioses anclados al servil gozo, consumado, me alzo que levanto, negras tardes de las tierras, salvaje canto en abismo prendido, soterrado. Ara en fulgor de combate con mi serio descampado, rige y exige la semilla al Diablo. Fiera de las fieras, compostura que sueña la guerra, fanales hogueras en colmenas y sus gentes. Oscura esta noche de oscuridad y umbría niebla que cuelga la luz. Miro la sombra, me desliza su estampa, ondas ténues en acristalada sien, lima ideas a la fugaz, encarnada siega. El Castellano Vena del cielo: Solitario rayo luz me arde ahora en el mirar ciego del sueño sin miedo sin embargo saboreo el viento, los cielos me poseen de nuevo sobre los años que ellos son, algo llega a la rosacruz de ayer y sus nueve caídas de sus ángeles despiertos en tu sueño me ves invernando dorando mis pelos de murciélago bailo el colchón de nubes que sostiene esta mi noche para desaparecer llorada la tierna cara saboreando una sombra más que me vuelve imperceptible muerto sabor de obscuridad sin faros ni luces ni fusiles que matan hermanos de su tierra y sangre crecieron los caminos y el rojo fuego versado brotó en flor de amapola venidera, dime qué debo hacer ¿Algo erróneo? No puedo volver atrás se sostiene aparte la fuerza que nadie alcanzará nada por cambiar todo está hecho algo que asalta aparte puedo volver y empezar de nuevo sin mí, sin vida, sin cuerpo sin lo que me ata a éste mundo mañana veo el futuro la destrucción del pasado quedará atrás. Corpus, anima, crescens sol refulsit, lux et patientiam meam scientiam florum, est vita nosotros no somos lo mismo la bondad sangra las venas gustos, deseos, vencer, arder sin perder aposta la partida esa que las hiladoras tejen momento del momento nacido absorbiendo el hilo del tiempo las piedras lloran flores el final es volver a empezar viendo y amando el ancla errada de mi lugar, continúo al cuervo que me vuelve más fuerte ave más inteligente de la faz poder de la misma energía en tormenta de conciencia siendo ese rayo solitario que partió todo inepto, inconsciente tormento. El Castellano Grito sin aire: Lijaban sus costillas un incendio de alambres ensortijados en hilos de sus tejidos, se abrían las vértebras de su cuaderna, que izaban vendas que el ojo viera, una popa con un niño de sueños por hacienda. Estaca zoomórfica de rienda y estela, con rastro de procesionaria del pino de la idea, olfateo su secuela sin hendirme en el barro, profano mi santa calavera, sin piedades ni conciencia, ataco la lejana búsqueda desde la sombra de mi materia. Mi fantasma es un afecto, innombrable sin fin de concavidades ilusas, donde Hamlet me conoce y no corre, aplomo de carne cercenada, sin alas de hombros, en la sartén de mi viejo Dante, me relamo el negro puerto, hasta encontrar mi negro cuervo, y soltar mi rienda para encontrar mi vida que desfalca mi esquela. El Castellano a 23-04-2017 Pelo de un pelo: Rezando por mí mismo, repitiendo mi segundo infinito de vocablo por si no sabéis se me acabó el vocabulario, infinito locuaz entre ávida espesura que cuaje entre corchos de ideas, resumo que coarto que venzo una atarralla en pulida sien de azabache, desgrano ávidas flores, en soliviares difusos cierro engranajes, estampo este listado en profundas sienes de mármol, caléndulas miles, margaritas que ni cuento válgame el invento, compases retuercen espirales, entre soliloquios fugaces, voy que vengo que estoy muerto, infinito se llama puerto, estoy venciendo, un crisol argénteo de malva de luna coja, es una lección subordinada, sin hueso, quiebro y apunto un embeleso nacarado, soy lobo y reviento por serlo, limaduras de carrascas patidifusas, en solares de mieses de cabezas de grama, ababol Joselito cuenta que se quedó sin sangre de tierra, sangre no es tristeza es salvavidas cuanto el fuste se invalida, gira mi vida, retuerce que lo mío es para siempre si no te taladra la mente te extasía las pupilas mi yerto tren siniestro, desangelada calma me atrapa, un fulgor crepita sin talla, como Soraya en la playa, don funesto entre ríos corajinados de lares insospechados, son mis hermanos, sangre de ojos, azares de rayarse en la línea, cielo reviento, hoy pariré un abrojo hasta que me haga libre, sombra de medio tonelaje, difusa suerte entre corceles, reino aliviado del insecto, sombra de abeja en la cumbre de mi ladrillo, quema mi hoguera un alarde, traspuestos acres de largas venas, venga que viniera mi quimera que la doy una colleja, resumo ya voy desnaciendo, en esta sopa de la que soy dueño. El Castellano a 22-04-2017 Sembrando altares de hueso: I Blándeme en mitad del campo, sólo allí que la encina enraíce mi carne, el hinojo lata al son el tambor de sus flores, la carrasca grite verdades del monte, vereda quieta, enarbolada, soledad disparada sin descanso, sólo allí reinará mi alma, en letras escritas en las hojas de vida, las lindes teñirán de rojo y negro, de tinta y sangre el resurgir del añil aliento dibujado de toda vida en color, del albor a la muerte en flor se alzará mi latido con su amor. II Renace en la piel, en el albor sin conciencia, hace más frío que antes sentido muerto, caído olvido yerto raíz del ser más callado que el invierno avanza camina a voz todo lo que he perdido polvo de estrellas, hierro de océanos piedra de montañas... hazme recordar alas cansadas cosas grises que te gustaba sentir mi amada así sabes horizontales que no puedo olvidar ejes verticales de conciencia sin dormir danza la primavera del lugar con mi soledad pintada en la sangre de mis ojos todo lo que veo teñido la ilusión cae en gotas derramadas cayendo congeladas desnudo mi cuerpo en la penumbra del segundo quieto raíces comiendo mis venas hojas de mi historia mustia, abatida sentido muerto viviendo por ver morir el momento momentos atrás que cae el recuerdo sin miedo, sin sentimiento todo hirviendo sólo este sarmiento de cuerpo esperando que juzguen a su alma libre de maldad quién estará allí quién vendrá a darme un camino que seguir solo en la oscuridad donde todo comienza las sombras me reconfortan y veo en luz mi vida para encontrarte algo que darte de dentro de mí. Un amor rugiendo en la boca de la estrella. III Diestro del mar a la montaña, visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas cual caricia de su jardinero que las ama el viento armado escala cual seco rayo su sol enturbiado se paran las oraciones Hipsípila dejó su crisálida en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales recolectando toda simiente desde todo confín al inerte sombrío albor, mientras su fría luz crece y camina sin franca tapia ni verja que detenga su escalar vuela vaga la libélula para posarse en su hombro recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte que lleva que trae a su castillo olvidado hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo un reino se mantendría vivo y no era el del humano ser Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión abarcando de la tierra a la lluvia cual rayo cortado de Sol su cabello los pájaros trinaban en su castillo hipsipila siempre vivirá como invencible Sol. El Castellano AMANTE FANTASMA 3: Amante fantasma Hablo desde esta sombra que me habita, un cielo noctámbulo me cuelga la caricia, mi vida que jamás se consume en desquicia, rajo este sol que visita tu retina, espacio derredor acaricio en agujas que te cuelgan el techo, flor con flor brilló nuestro corazón, una luna tejida por su alarido a galope del viento en mi mundo te alzo en piel de piedra crepitando tu rayo que me cuenta de tu vena y su carcoma muy lejos de la tierra hilvano tus ganas con destello furtivo de sed de abrojo cambio tu vida a mi antojo sí tu pecho en rojo, sabes quien soy soy fantasma que sólo tú ves flagrando el viento a tu merced, háblame del puerto y su negro sentimiento, háblame del cuervo, de tu alma sin cuerpo, ven, ven a mí veremos el amanecer en la sangre de mis ojos, acabaremos con el destino inerte que cruza mi suerte, ven de nuevo quiero verte, apoderarte, alimentarte de mis rosas desangradas, es por tu roce que mi sangre bulle y jamás de ti se esconde te siento en cada silencio seco, en cada eco de oscuridad que a mi espíritu sucede cómo no tenerte si por tu idioma me florece el verso, piel con alma simiente del atardecer, umbrío cae su sonido; Tu cuerda que afina el grillo y cigarra con su guitarra acantonando nuestro oído, es por ti que mi suplicio cae investido fiel a recorrer tu segunda vida, ninguna mentira me dijiste, el miedo ahuyentamos juntos de la mano, la noche llega de nuevo en tu pupila de esferas yertas y sus paraísos de hielo que cruzo al verte quiero que me sigas sonando eternamente la noche para todos los siglos que empieza nuestra condena sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos. II Hablemos hoy en plata de tiniebla, oración de tu sangre yerta, cumbre febril de hoguera quieta, ese cuervo descubrirás su poder, yo iré de tu mano, manso tu poder sembrado, aunque no entiendas no preguntes por qué sigo a tu lado, el puerto negro te llamó y sentiste el poder de tu pasado, nadie permitió que desembarcaras, capaz eras de romper la cuerda que sostiene las dimensiones, ni vivo ni muerto niega tu osadía, cruzaste la puerta de oscuros lirios, tu amor a la flor al creador conmovió, resoplo tijeras rojas en grises ideas, desenfundo mi filo, crepitan arduas espadas, respetaste la muerte y ella respetó tu vida. Crascita tu silvestría, entre forrajes y soles pudientes, desmenuza tu silencio, clavando yunques de paredes granates, el peldaño irá cuesta abajo, cabalga tus lindes despiertos, libérate de insectos que caminan, turbios azares me cuentan de tu devenir rizado al filo de la navaja. III Anochecer de mi vida, en tu patio de la araña, rezogan clarines esquivos, yo soy lira de alma consumada, vicisitud ensimismada de tu azar en semblanza, vivo flagrando tu azada, pulcritud entre cristales rotos esa soy, bruma en tu noche, claridad en tu día luz de cada siembra, arena del tiempo enclaustrado, vine deshojando recuerdos, hoy me diste voz, no seré yo tu perdición sino el camino a tu salvación, viviré mordiendo tus rosas que desangran tu amor, liviaré lo liviano, afligiré temor al miedo, seré aliento perdido descubierto, te abriré mi reino, las escarchas serán los colores, viviré besando tus flores, limaré abrojos nacientes, serás estaca del destino servir a tu alma sin nombre me alumbre, camino de mis flores desgranadas, sangre de tu reposo mi amada espina del señor. Förüq Raíz de sombra: Nací cuando se disolvió la sombra, era un patio de grises arañas, con oscuridad en cada flor de luz, rizaba y caracoleaba, una yedra su alba, se acostaba el sueño dormido, en sus ojeras de nácar de luna, gritaba la eternidad por una siembra esquiva que abría la espiga de versos carmín, una sangre de espera en ababol flameando es un sendero que abría el cuclillo en su nido de espinas, era su vida un soliviar donde soterrar su miedo a no volver, a brillar, temblaba mi cepa, un látigo de uva quieta, livio, liviano, forjado, labrado, superior es y era un campo de malvas de luna, yo tengo huerto de sombras que visitan soldados alados, mis flores de difunto, que abren sus soles en crepitar de amarillos tules, babéa alegre mi babosa avanza sin casa, que no sea mi tiesto, donde enraíza mi vida, límpido, es mi ávido deseo fulgurando un crepitar descorchado de mi luna de relojes, acababa de llegar a la cueva de förüq vampiro, allí donde las polillas no tenían ni quitina, tejía yo en mi tela asida la brepticia del amor a mi estirpe, desde mi muerta vida, al compás que marcó mi despedida, puliendo este hueso que me habita el corazón. El Castellano Tocar mi sonido: Condescendiente es mi solitud, abriendo un solo de arpa, no me cuelgo de estos forrajes nocturnos, es este crisantemo una corona de rey, comienzo mi desempeño hoy: Afila mis llantos vaporosos, errantes, taciturnos sin guantes ni sudarios de flores, abro mi pechera corren lagartijas transversales, quiebro el dorado corazón lo enfundo del iris patidifuso, hasta pintar la sonrisa en el cuenco sí ese que es mi cara, hoy llegaron mis Dioses sin ninguna secuela rizada, desde antaño tejido con el sabor de cepa enraizada, hablarán hoy mis sarmientos que escriben, del deseo en esfumino de estridente grillo, desangelado marca su sonido un oído ciego, un alacrán de azada traspuesta en sus patas, el párpado del cielo ya no se cree agujero repleto, imanta que asesina oscuridades sedientas, estoy rezando que oro a Lugh mi padre astro, Dios de las artes, este afán que me enciende la vela para que me encuentre mi fada gallega, soledad de entre mis pesares, mi voz oía renombrarme, espuelas gasta mi luna morena prendida de tinta, pregunta al aire, si no conozco mi avenida, vengo a renacer mi odio a encumbrarme de oscura ira por no ser tan del mundo como vosotros, yo soy lunático nací en la luna de quebrizos espectros y limaduras salvajes, lo siento que me perdonen porque viviré más que la vida. El Castellano Siembra de ocaso: Villanos, malandrines encorvados, me han querido robar el ánimo, con fuste y aliento marcho mis relojes con presura de segundos extasiados, yo vi su horizonte en dura y áspera semblanza deshojada, temblaba el azar entre los azares, una vida de quitina a la espera, mi aliento es pez de mi jardín de cristal, he servido a su péndulo, entre granates y engranajes danzo atrás el tiempo, sí ese, mi tiempo, que cuido con esmero, por si un día me llenase el estómago, flagro la versatilidad de mi siembra, cabalga las yemas de mis dedos, hilvano que voy sobre un abejorro, aunque no pique sigue siendo abejorrito, le imploro al verso me abra con presura una primavera de sabores entre árduos cipreses con sabor a luna, marca de silos azules entre siniestros anocheceres, amo a quien amo y yo el Castellano voy al molino de mi fadita, para llevarle una noche derretida a sus labios, cazaré el gamusino de sus parajes, avanzaré con paso lento y decidido al compás de lunas y soles en desventura, nacerá la hoguera, consumiendo todo lo que ya no rozará mi vida, decreto que estoy vivo, y que mi vida la arrastro para no ser santo ni demonio ni mal nacido, si no un hombre que tuvo voz y espíritu para ser alguien, desde la nada, desde las espinas que sangraban, vivió trece vidas que un hombre de su estatura podría vivir, hoy afilo mi alma válgame la compostura, que si vuelvo a Galicia se abre el cielo y la tierra para acoger lo que siento, que es más que un cebollino más que un tulipán amarillo, es mi arma, un corazón por letra, es sangre en hoguera tristeza se llama sangre en la poesía, robaré al tiempo sus besos del alba, mi amor gritará al sol que descienda y viva en tus ojos mi molinera fada. Llegaré por la rivera, llego de los molinos de abajo, buscando un atajo para llegar y hechizar el callejón de tu beso, entre rizadas ternuras desnochar ocasos, he venido a implorar perdón por mi inconsciencia vine a plañir mi alma, vine a besar tu aura, ríendo entre flores naciendo en rocío de mis latidos presos. El Castellano Alacritud extasiada: Negro anochecer, negra noche, negra oscuridad, ocaso incendiado azul llama del odio, oscuro sabor de brea, ven a mi reino soterrado, suplicio invernado de escarchas azules en extenuada primavera, del siniestro caracol con forma de corazón, es por mí que la noche tiñe en color, es de un ocaso rajado este cuchillo, es un sol mayor sostenido, que repleta el agujero del cielo, no mires mal esto no es un poema es un incendio, yo estoy ardiendo, el verso queda suelto prendido en ascua, no estoy escribiendo estoy desnaciendo, besos férreos, de incandescente fragor, estoy rizando la hoguera, soy guerrero ya muerto de la luz, voy que yo del fuego me alimento, este es mi reino, esta es mi vida, si no la entiendes sólo es porque eres lombriz y yo soy cuervo, hoy murió mi ilusión, tranquilos murió para que llegue una mejor, desde este flagrante caballito del Diablo, a la hormiga León que soy yo, el linde queda vestido de flores lloradas en extasía de grises arañas, habitaré mi colmena, siendo yo el señor que la mandó construir, este sol quedará cojo porque yo destelléo más agudo, cuando me pongo serio, ven a mi reino que no acaba ocupa el merecido lugar acepta a este rey de los condenados. El Castellano Voz apagada: Oscura noche me cuenta de su vítreo trasluz, cabalgado por extenuada sombra, es mi carcoma está despierta, yo condeno a los que no son de su estirpe, destellos malvas de luna, ahorcan su compostura, es por mi patio de la gris araña, por mi tejo de flamas, por mi fuente azul, y mi jardín de cristal, cuando yo me vaya seré tan chulo que me recordarán, este filo pulirá el metal, el pueblo gemirá una hoz y un martillo de tierra, hasta yo ser caléndula encumbrada, avanzaré por los senderos del alba, mi brillo será luz intransigente, yo seré eterno como una piedra, idependiente de lo que digan y digáis, cuervo soy grazno por el sol ferro apagado, yo voy que me siembro, soy hecho de mis propias cenizas, traigo muerte en vena cava mi talento no acaba, estoy tejido yo del miedo, soy más fuerte que el desvencijado alarido crepitado en eco de yacija con su espectro hablando en eco de su silencio, me casé con la parca negra. Vino a visitarme y la puse a dormir en mi cama, ente de otro ente soy voz de alma con voz taladrada dentro de otra voz, tengo que poseo dos almas en este mi cuerpo, por eso hay sombras que no entiendo en qué realidad me encuentro, soy Förüq y mi voz seré encargado de apagarla, El Castellano miles Dei lumen iris apolillado: Negra noche sostiene azules pilares de fuego, esencia de estaciones correr, abro esta tierra abierta, un latido se escucha bajo mis pies, hilvano que trenzo un destino florecido, diestro avanzo la floresta carnívora con su yaga de hormiguero, yedras me dan polvo de nácar, alzo mi malva de luna, en runas de mi tejo por florecer, abrirse puedan en rojos carmín, entre corajes de amapolas risueñas, renacidas, por el camino que lleva la vida, resoplo alambres y espirales, me clavan que nazco yo de un graznido que abre abril para mayo, negra sombra me lleva, descalzo entre flores de cuarzo, la tiniebla me pide carnet de identidad, yo vampiro de honra soy, cuervo poeta que me alimento de sangre, los versos son mis venas. El Castellano A la oscuridad: YO, CUERVO VAMPIRO, Rezo a mi Dios Luccifer me lleve con él pronto, bebo sangre, y zumo de frutos silvestres, soy ente vampiro duende, y es poco lo que sabes de mí porque no te voy a contar más. Empiezo: ODA A LA OSCURIDAD DIVINA BRUMA NEGRA expanden tus alas, cumbre de ojos cerrados, aullas tu silencio espectral, devorando lo que te pertenece, el fuego el disparo al plomazo de pólvora ensartado te retiras para volver siempre, hilvanas cabellos oscuros yo oscuro ente te amo, con las sombras, soy bombilla axfisiada´ que se ilumina si acaricias, camino avernos por el día soy vampiro lobo cuervo en las fiestas dueño y señor de la fauna de mi comarca AIRÓN es mi primo, mi mano me llama darknessito. El Castellano Araña de curso solar: Eres pilar sin margen ni curva, desventura resquebrajada por lindes despiertos, de tu divina compostura, tus ojos que acaso sombra cubre un latido donde se bañan los octubre, y quedan huérfanos los abriles, estoy sembrando en el oscuro märgen, una locura quieta entre espadas de cobre, entre limaduras que aturden, ojos esquivos dejarme ser, porque haré reino de imagen, no oséis medirme, soy bueno en lo que hago, si no esperar veinte años, fulgor crepita en el labio del astro, soy yo su lengua, bajo relamiendo mi alma, descubro que estoy sabroso, vendaval que soterra nichos para devolverlos a la vida en este soliviar barroco que me puede derrumbar a la llama fugaz que rige, avanza y consume mi vida a la tuya asida por los astros que son santos, oscura pila dorada al iris donde se baña tu alma pura acaso ella llevarme pudiera entre sus vientos desnudos, y mujeres en lencería blanca, hazme reino violaré al verso, entre sus alientos de florestas descuidadas, acaso ella no me hablara entre el jilguero y su cardito, entre la caléndula y su insectito, yo volara con ella lejos donde se oculta el alba, para demostrarla que yo libero su mirada por rayos de su aura imperecedera, fuente de alta frente, cumbre de riscos y valles, alguien acaso arrebatarmela puede, aunque Ovidio te de más flores quitarme nunca puede, ni aunque tiemblen mis huesos rectos y sangrientos, osarse en gris mi camino viene, te traígo golondrinas en suaves trazos, te traigo sueños en colmena, y sonrisa en luna venidera, anclada a esta sepultura, al resoplo trenzada mi cristalina esencia, en crepitar de estacas por clavos que llevo ardiendo en mi pecho, a este diáfano vacío vengo que voy llegando, caminan pensamientos de sus sombras colgados, esta osadía cumbre de epifanías, fuego de mi vida esto no es un arma, esto es la bomba atómica, la revolución comienza ahora este es un cuarto de mi araña, vino a plañir mi alma. El Castellano Por tu oscuro halo: Avanza como vidrio quebrado, privilegio ensortijado, haciendo polvos la idea, desnuda por océänos plâsticos, soy fulgente hasta decir basta, mi sombra pesa más que yo, trenzo candiles de brea para decir es mi letra, Dionisio me hizo apoderado, hoy no escribo estoy silvando, porque no me alzarán en marco ni será eterno mi mármol, dirá por este mar he llegado, y el azul acaso será azul por yo nombrarlo, viviré de la letra amarrado hasta que ella sostenerme pueda, haré juicio de esta arena, en escala a aquella estela, sangres me gotean los ojos de ver desnuda a Diosa Flora vistiendo de los campos la miel para cada sentido Margarita yo que nací hombre nada ningún averno, ningún paraíso cercenado ninguna deidad personal de tantas sardinas que adoran de boca pequeña podrán negar que yo asalte que yo recorra tu flor. Pregunta al aire ese que pasa y no es cobarde, si capaz soy de sembrar tu vida, he llegado y no he terminado de irme, voy que vengo de un solticio renombrado, soy oscuro, siento la fría caricia que oscuridad respira, FROM DAY LIGHT INTO A DARKNESS, THUNDER MY WORLD OF DREAMS, SURROUND MY DARKNESS SIDE. EL CASTELLANO Optimatrin: Decreto que soy único habitante de mi castillo de murciélagos, rey y señor estre espigas dobladas de tinta, por cimas mi voz se hace palabra Alguien me sigue la onda. hago brillo y luz de mi falcata, un ciempiés acompasado baja, Ente soy de mi patio demente de arañas, para servir sangre en vena que no acaba, soy enorme pero no me lo creo soberano de Castilla dueño residente deste castillo de sombras hábiles, encumbrado soy de la penumbra acuchillada, cuchillo de tierra me siembra mi espalda de Caín Soy descendiente de una sombra plateada y un murciélago de nácar . El castellano Optimotrun polillatum: Y la paranoya era que yo me encontraba atravesando una floresta salvaje Y avancé Hacia una zona de flores oscuras Y al atravesar aquello Botaron de la tierra Yedras carnivoras Que enredaron mis dos tobillos para tumbarme en unas Azucenas de la tarde que abren sus flores de noche Y dejarme anclado a la tierra para que lombrices con el paso de los meses hicieran compost con mi cuerpito Yo fui ávido, recto y afilado que hice un pacto con luccifer Y hoy soy el cuervo vampiro El más fuerte de su barrio. No pregunte porque sabe que es cierto. El Castellano Yacija servida: Desmenuzo el aliento voy por la parte de entregar sangre, encargado de esta acequia hasta mi dulce descanso entre caléndulas etéreas, traigo tinta en brea prendida, me alzo al nivel del cerro en su punta, porque yo mandé a mi exnovia aquí dije, te invito a que cojas tu persona y la lleves a la esquina mäs remota porque no deseo volver a verte en mi vida, no soporto tu persona, réquiem se afiló tras acicalarse entre el blanco de espigas recién nacidas, mi sendero se asfixiaba, resplandores dorados me acogen entre fragor de silos azules, es mi granero vil despensa del verso seco, fulgor entre sienes moradas, repleto mi candil de idea noctämbula, recogida, herida entre taciturnas voces que al eco amamantan, yo soy enorme si no lo ves o estás ciego o te doy envidia, estoy satisfecho con mi vida, conforme y el mejor que yo no apareció. el Castellano Optimatrun: Era un día nublado, se abrigaba todo al resguardo, se detuvo entre la grama miró como una hormiga llevaba con presura la simiente, pero yo me adentré en la esencia del hormiguero, vì una ulcera de la que brotaba sangre de tierra con sus profundidades y concavidades soy señor gobernante. El Castellano Resquemor quemado: Diestro, insoslayado, tejido en el haz acrisolado, despierto en la flamígera ascua, hilvanado en tremendo azar que desmenuza, coarta mi prendida desquicia, soy encargado de la construcción de esta acequia, si no soy grande lo demuestro, vida, yo no tengo vida, vive tú dentro mis ojos, transparente halo, belleza que pasa y no mira, estoy clavado de un vericueto verso, nueva generación mía que avanza, traspaso mi sombra con mi luz endógena, crispada, retorcida, vil ante cresterías dementes, soy yo cuervo vampiro desde el tiempo de mis ancestros, soy yo su hermano, ciprés ante el mundo por acuchillar con mi falcata, me siento solitario porque lo soy, y hago estätua con mi polilla de cemento, soy yo lo que ordena el tiento con mi brío hago reino. El Castellano Tijereta retorcida: Era de noche, miré mi soledad y me vi de su mano Por el otro lado, Soy inmortal pero conozco que hay cosas peores miro y avanzo, este mi abismo involucrado, Rezo Que resumo en oración resta de mi ávida sed un desempeño colgado de mi árbol flora que ahoga con quejumbrosa soga mi vello dorado fuego, sembrado yo del cuarzo cuidado que nazco me disfrazaré de lo que soy soy un muerto me despierto con sed de vida en cada arte, Que mi alma Siempre consume réquiem por mi tierra muerta yo llamo arte a mi tristeza, que sembrada llora, Vida yo no tengo Hoy confieso que ya estoy muerto, pero no me falta la vida , Me falta la alegría. El Castellano Réquiem bello: Hola me presento ante ustedes.-Abrojos soy cuervo nacido en castilla, y mi casa no es una astilla, mi tierra es inmortal azada, cumbre madre del paisaje sí ese no aquel, el de la belleza consumada, usted señorita es tan linda y bonito no eso es poco discúlpeme : -usted por qué es tan bonita que tu belleza hace nombre tu lindura se forja como las estátuas de bronce, soy cuervo poeta de siete autorías etiquetadas, sueño que soñó que él era la primavera, haciendo carne de Hombre del hierro, vikingo para servirla, mi oscuridad mi doncella escarlata. El Castellano Mi espada de cuarzo: miércoles, 16 de abril de 2014 editado 7-04-2017 Renuevo esta sangre yerta de versos de tintero, mi sangre apostada huye, fuego, sus ojos acrisolados, al tiento que me persigue agua, su boca, su lengua formosa, desnacerá esta hoguera dilecta, hielo, el destino, de mi sin vivir en verso, de una carcoma y una araña gris nació mi verso, en esta avenida de ángeles estrellados en sus estrellas, de mi vida en el borde de la hoja, para decir ella es preciosa, desde mi granate fuste postrado en solitud de espinos y de cardos, vida para yo decir vivo por este destino sin escribir, la vida escribe por mí, la zarza se come al rosal, el espino amarillo me envuelve en arrullo. Del río a la montaña ven pasar mi espada árboles antiguos, desta tierra yo vi crecer el te amo, más del río fue mas nadie tuvo lo que yo tuve, tuve fuerza, tuve valor, al grito al cielo teñido de espadas, hiel carmín de mi ayer, a ti hada de mi montaña , a ti duende de mi bosque, amo el sol de la mañana y el atardecer sediento, junto la noche que todo lo cubre yerto oda una noche de primavera, que el rocío fue lágrima, yo beberé todas las de ella mi mujer, no rizaré espinas, ellas me sostendrán mi humor vivo, desnacerán este beso en verso desdoblado, oda en este susurro de montaña, en este olmo viejo en retozo, en esta vida que me camina despacio, weche recordando a quien yo amo, sin musa ni testigo, queda escribir al viento que nunca fue traicionero, ni mi desespero cruzado, mi beso al cielo para quien me ama, cicuta dulce al enemigo. Estridente dolor e indiferencia a los que no son de mi estirpe. Una delicada flor cayó del cielo dijeron que tenia vida propia y sentía, pétalos blancos, nombre de mujer del cielo tuvo que ser, de ese chileno que me falta conocer, fe y fuerza derramaron mis arterias fuera del lugar por las avenidas de ángeles estrellados en estrellas y semáforos siempre verdes. Plantas mi fuerza, desde mi silvestría espiritual, a mi caléndula de fuego por sembrar, me baño en la fuente de las veinticuatro lenguas del Diablo, yo soy primer demonio consumado deste mi verso, yo crecí de una espiga de sangre, hoy nadie me detiene, me deslizo por el linde quieto, en ardor de señero dulce, flores su piel frágil y esquiva, corazón tornasol, al verso mi color, ojos madera de roble, ojos míos verde silvestre si no existe el término le invento el te quiero, abrojo de mi camino, hinojo de mi vera, caléndula arvensis de mi demora, plantago de esta siembra, amapola que naciste lejos de tu tierra dime ¿Por qué la veo tan bella? porque ella te cuida y te mima es flor del cielo con nombre de mujer, es alabado afecto que deberías mantener, lejos de ser bello, es hermoso, tanto tu corazón como el suyo, río de gotas en sus almas, sedientas, desnudas en la floresta, me enraízan la idea, hasta ser escalonada dicha que envuelve, nace, brota, crepita deste lugar deshecho sin ella a mi ternura rizada, carcomida, extasiada en sus flores de cuarzo, ella me ama, para vestir de azul traje mi aciago cielo de esferas yertas, entre dulces mariposas de algodón, y polillas malvas entre ocasos florecientes me alza, yo que vivo trepando escalas, he llegado al lugar que me pertenece y las flores desangradas que conformaron su ser, amo esta tierra, ama su tierra del rojo cielo al azul violeta nocturno del Sol a la Luna corrió esta pasión de renovarse en su pupila de amor sin saber qué salió, yo lo sé pero mejor el tiempo dirá, si realidad hace deseos la estrella fulgente y huérfana y mi vida cambia a mejor ¿qué es el hoy ? ¿qué es el ayer? un eterno fluir donde a su lado vencer. porque a su lado el mundo jamás me verá perecer, sólo eterno ser derritiendo risueñas estampas, porque estoy comenzando sólo llevo catorce años describiendo, que lucho que siembro que muero y renazco decreto que ella es mi novia chilena Margarita, y sé que a nadie le importa, a mí sí porque yo encontré lo que me pertenece, y me pertenece ser feliz para hacer estremecer este mundo impersonal con mi arma blandida, afilada, que es mi amor por ella mi dama. El Castellano Espectro: Espectro en el silencio: De silencio se rige mi canto, por las azucenas nocturnas y las flores de azabache el compás de un grillo me blande en el silencio que es mi cruel idioma y el de mis ancestros avanzo el campo de espinas sin final cuando la luna se acuesta reposo en tu pecho mi amada dama la noche se cierra en verso y yo estoy despierto acunando un rosario de madera trepando tu espalda cuando la luna se acuesta yo reposo en las flores me mezco de vivos colores un grito despierto y un alarido que cruza abismos sin pestañear todo por encontrar resquicios huecos de mi árbol de las cenizas mírame en claro de luna no soy tu pesadilla soy jardinero del umbral muerto vine por tu beso ese que el idioma de mi silencio calla y nace de la espiga un verso en granate oropel se afila mi caricia sientes fría mi visita el cuclillo mece en trino mi sino a la hora que el horizonte hace el amor con las flores dejando su rocío yo me alimento de tu ser por si vuelvo a vivir no te guardes sé mi comunión de estrellas y el infinito que quiero ver sé mi arco iris tornasol yo tendré luz en mis venas la sangre esquiva huirá de mí yo seré tu mundo en la sombra de la subrepticia amada entonándose en Sol mayor resplandeceré la cuerda de tu violín seré más que tu sombra aliento de muerte y resurrección en el fondo de un siniestro caracol con forma de un corazón mi nota será entonada por el viento y una nube lloveré para hacer el amor con las plantas seré resquicio taciturno del verso y su encanto reinaré a la hora que la oscuridad late y envuelve seré tu medio corazón un sino despierto del rayo de sol vine a quedarme a tu lado amor y el cielo para mí no se construyó de la tierra al fondo de una cueva se blande mi ser como ente de la penumbra que late y envuelve ramilletes de luna llevo en los bolsillos el origen sin final un susurro sin alzar un guiño por encontrar se desdobla mi estampa sin acabar soy paréntesis del destino enamorado crujido de tu puerta soy hoy por hoy espectro en el silencio latiendo despierto, volviendo al dulce final sin comienzo. Espectro ríe, aúlla su alarido crepitante, que hace temblar de deseo a su dama, era otra noche situada en la penumbra de la iglesia del pueblo, yacían las tres solitarias de la madrugada al tañer estridente de las campanas de bronce, despertaban los cuclillos de párpado tieso, y seguían el reposo en su nido, revoloteaba un murciélago myotis myotis con prodigioso quiebro de ala, rasgando sombras en aquel descampado húmedo que comía la niebla de la isla de Manx antigua Escocia, su eco encontraba objetivo en el pelo de la dama de Förüq y rizado se enroscaba en su cabello para decirla al oído : él es mi hermano, es vampiro. Te necesito mi dama, Elisalle, toma tu lugar merecido y sé la compañera eterna de tu vampiro castellano. Soy ente resplandeciente, afilado de una astilla, estoy hecho de mi propia costilla, Soy hueso de hierro, hoy cabalgo mi desvelo, fumo cigarrillos de tinta, asustando a mis palabras, mi realidad se retuerce, en un suspiro de mi hada y mi flor de caléndula, que ella me enraizó en mi pecho, soy oculto al ojo, atravieso paredes porque ellas no son más duras que yo, pido mis ilusiones escribiéndolas en mi árbol de las cenizas, soy duro porque recio es poco comparado conmigo, hablo y converso con mi demencial silencio, oscuridad que late y envuelve es doncella de vestido con malvas de luna, mi ser furtivo esclarecido pertenece a mi dama que debo despertar con un pacto de sangre Elisalle, crepitan mis visagras, esta soledad bautizada, desdoblan mis serenos Rizando los alambres para colgar estos mis versos, hoy hablé con un escarabajo verde, me contó que su familia esperaba el despertar de mis flores llevadas a adultas desde simiente bella durmiente robada a los campos en floresta desnuda insoslayable, para mi vida pertenecer y ser de una margarita, chirría el grillo de mi idea otro jardín muerto me consume mi eterna vida a mi jardinero del demonio Hipsípila no se me ha muerto ni un solo ser vegetal, en mis años sirviendo a su sed. Nadie ni yo mismo puedo ni quiero arrancar de mi vivir de espectro a mi dama musa amor de mi no-vida Margarita Elisalle. El Castellano Solitud espinada: Resquicio ténue, acompasado entre fulgor que crepita, que yo estoy nacido de una espiga, va que vence mi dulce tormento nacarado, entre colchones de luna, efímero pasa el minuto sin contar el segundo, noche cabalga este acre de solitud encontrada, ven, ven a mi espada, tú eres mi hombro, tú eres mi azada, donde encuentro besos del alba, espirales oxidadas me dictan que el camino se duerme en tus mejillas, es la hora, desnaceré por mi Sol, seré su hijo reclamando su luz, sembrándose en cada cuchillo de acre, porque él es mi padre, y la luna mi eterna madre, me deslizan los cardos con sus espinas recién nacidas, soy tantas cosas que siembro mis abrojos versados para que su filo adentre el recuerdo de quien me lee, porque este siglo parirá pocos con mi fuste y valía jamás dormida, voy que trenzo entre alambres mi idea que desdibuja, brumas grises, y escarchas azules, la ortiga me saluda y esta peineta de brujas acuchilla al viento que pasa y no sonríe todo lo que quiero es todo lo que necesito, todo lo que necesito es todo lo que amo, y lo que yo amo es todo lo que siento, soy fuego y mi novia es aire, es en esta acequia que mi tiempo consume a la espera, es por esta sangre que me crecen flores, soy un ser de tierra, y mi tierra es acincelada materia viva, canta amor entre estos cuchillos férreos porque de este romance oscuro hacen trilla de espigas, no abras mi compuerta si temes lo que salga de allí, me trepa la idea mi salamanquesa de hierro viejo, no puedes desvestir el suspiro, no puedes hacer tuyo mi ímpetu de carcoma, ni cabalgar puedes si no es conmigo. El Castellano Inconmensurable vileza perdida: Avanzo dentro de este tren de la noche, sombras por vías, fuego de fusiles iluminan, esta guerra perdida, esta desquicia recogida, suspiro rizado en azabache ven a mi hierro ven a mi hierro amor, eres mi espalda, eres mi hombro Margarita, si quieres saber eres mi vida, un beso que da la margarita con su florcita a la espiga que soy yo, alzo que levanto mi tinta, estoy dibujado, encumbrado de la fiera porque yo soy la fiera, ayer me ladraba un perro grande agresivo, me detuve, le miré a los ojos y acerqué mi mano a su cabeza dejó de ladrarme el animal, y comenzó a lamer mi mano, el respeto y ternura es universal, y a mi nadie me adiestra, muerdo y hago el amor con esta realidad, que si no es más complaciente, la penetro más fuerte, todo lo que quiero es todo lo que necesito, toodo lo que necesito es todo o que amo, y yo te amo María Margarita aunque decidas no seguir a mi lado usted señorita seguirá a mi lado hasta que yo muera.. Porque soy chulo y no voy a morir. El Castellano Grito soterrado: Desquicia, fiel cuchillo hiriente, recto filo que clava, su granate entre escarchas, el miedo no me conoce, yo soy más fuerte que él, yo siembro opacidades en flores de malva, la yedra me escala mi idea, porque soy hombre y ser de tono oscuro no se elige, no tengo alma por eso escribo, yo soy retorcido hasta un infinito apostado, nadie se rige al nivel de mi zapato porque tengo los pies enormes, dentro de mis brazos acuéstate, te bajaré la novena estrella de este mi tercer cielo, leones aquí leones allí, no puedes mentir en mitad de mis ojos, si no soy grande demuestro que puedo serlo, y no me vendo yo tengo siete libros de mi autoría, lo siento vidas de un día, soy escritor poeta ajeno a vuestra envidia, de que salgo a pasear voy con un libro de mi siembra, para tumbarme con una toalla en la floresta y leer mi libro, yo sé lo que valgo y no es un billete de reales como vosotros, yo soy hijo de un Dios que es mi padre, soy hijo de una Diosa que es mi madre, tengo un gato negro que es inmortal, y una hermana por la que asesino sin parpadear, yo conozco al miedo, y he deseado matar, yo estoy loco, he estado un año en un psiquiátrico, y no me avergüenzo. sólo digo maldita estampa estampa del Psiquiatra mío, que me llevó a ese lugar, la vida todo se lo cobra, y sin alegrarme de su parco final, ya no sigue con vida mi psiquiatra, la vida no es injusta conmigo eso es poco, yo soy un escritor surrealista, de pensamiento retorcido, yo camino solo al borde de la navaja, amo a María Margarita, he dejado con ella mi decencia, para volver a recuperarla, ella es eterna aunque no quiera, la amo hasta decir basta, si yo muero ella capaz de despertarme, mi sufrimiento es mío opinar de vuestra vida si es que tenéis. El Castellano Panal de idea: Espino amarillo de mi demora recto aromo entre cardos, entre hinojos del Sol deslumbrados, me visto de primer ababol florecido para ser de la abeja, y la abeja ser mía, entre estas guadañas de esparto, afilo que nazco, fulgor entre fulgores, de ojos calizos avanzo, cuerpo de arcilla hierro mi idea, estas espigas me dicen que quiere tener espinas su sed, estoy sentado entre una prima retama, esta primavera que me siembra yo que soy único poeta de su sangre de ojos, quién osado me compara, me blando al nivel de esta floresta desnuda, limo mis nervios con azada de carne de metal, el miedo grita de contemplarme avanzando, me Tumbé en la grama a pensar, me nació una abeja que escribe poesía, soy hijo de la Luna, única Diosa por Dioses haber sin contar, luna de guía soy yo su semilla, tengo ojos donde se acuesta la oscuridad, es mía soy de ella, como flor de su insecto que la poliniza. El Castellano Simiente de sangre: Tuerce quebrando este aliento, va reptando senderos, que el olvido alzó suyos, en vicisitud de savia elaborada saluda a su Sol, de su ávido granate que le vence, entiende de pasiones de sus flores, la floresta cuida y germina en su parcela, para ser del campo su felicidad, y él ser de su flor, en extasía de color, huye de su vida la tristeza seca, el escribe poemas a la belleza repleta, en candiles flamígeros a caricia de ojos, sí esos, sus ojos brotados de Tierra, descansa para seguir creando la primavera le sostiene la sangre, hasta tener el corazón lleno de simientes de su esposa del Sol esperando su muerte, para que su yerta sangre llore en flores de difunto. El Castellano Ávidez en labio de fuego: Efímero corre el segundo sin saludar sin despedirse, sin preguntar si todo sigue igual, avanza la manecilla de mi reloj, hoy es de esas noches yertas, que descubro mi tierra que late bajo mis pies. hay avidez en el subsuelo donde la sangre late, destartalados pilares que me alzan, recorrido de mi alarido que muerde al conocerte, he oído estaciones correr, mi carne se funde bajo tierra abierta, frente mis ojos nebulosas abren, crepitan, he nacido yo de su flamígera ascua, mi solferro blande su noble falcata, dentro mi carne la vida bulle, su caída resplandeciente, toda carrasca me dibuja al dorado tordo de este atardecer, el murciélago myotis me cuelga la idea, desde esta ojera férrea, hoy me comí el firmamento anidado en tu mirada aplomada, soy experto recio como un lobo, frío de segmentos cálidos de hielo, maestro de mi espada, escucha el brillar de mi navaja, yo soy descendiente del miedo, ámame como se ama sólo una vez, en el que nuestro color sea la piel, afilo el poder de este silencio, y te dicta que te volveré a ver. El CASTELLANO Vilo recto, forjado: Con alacridad serena de mis antaños dulces con pulcritud de espadas, vienes y me das una azada. Al barbecho claro me siembro, sacando terrones de mi eterno lecho, de una espina gemía el viento, y acabó llorando vida el cielo, trazos con ineptitud de luzarreros que no evitan la sombra, ella que la llevo agarrada a mi cadera, sombra profunda sin espuela. Fuera del tiempo, fuera de este grillo de tierra, afilo mi canto sin despedida, abrió el espejo su tierra engullendo lo que es de ella. Dura noche me sostiene su atadura de luna, resucito mi etéreo camino de esferas. Recto colchón mullido es mi enhebrada calma, que se acicala entre lenguas malvas. Vence este mi viejo amarillo, como sol de tierra se llama caléndula. El Castellano Infinito aciago sembrado: Recto vilo me aguarda esquinado con su canal infinito de campo estudiado, consumido en yerta flor deslumbrado, yo soy de una margarita de su floresta destapada, soy yo un ababol con cruz de tinta en sus pétalos carmesí bermellón, no puedo matar por mi tierra pero tampoco puedo desenterrar mis raíces, hoy estuve plantado frente a carritos de la dama que alzaban sus flores lilas, eran como éxtasis en caricia como beso dado a mis ojos en lengua de espinas blandas, caminé al mercadillo de mi localidad pregunté por caramelos de miel, tomé mi cafe solo doble con hielo y seguí caminando mi lustre jamás vencido, las malvas me floreaban por ser ya primavera los cebollinos se divisaban pero aún se encontraban fabricando su flor, para parirla en verano, bebo agua de la fuente frente al ayuntamiento, soy poeta de sus descampados, de sus molinillos y de sus charcos, soy indescriptible esencia acincelada en verso de carne y espiga, en esta higuera del demonio alzo trompetas de los ángeles con sus flores, y las calendulas silvestres me dictan que jamás acabaré de irme sin encontrar luz de tierra en ellas. El Castellano Sinestesia vertical: Corazón rojo encarnado río de flores desangrado en la arteria de esta ciudad junto aquel árbol que no fue sepultado aquí está mi cimiento mas vamos que en esto del querer soy diestro. Mas no experto como buen murciélago mi vuelo al cielo colgado cuando duermo despierto coherente cuerdo, no soy más que nadie y nadie es más que yo, todo es no creerse uno quién no es, y el amor pertenece a todo ser vivo sin más razón que salazón para qué ser solitario siempre hay alguien más solitario para qué ser torre alta y fuerte siempre llega la torre más alta y fuerte, lo cortés no quita lo valiente y mi esposa integridad a muerte y a diente así yo no sea gente que me importa soy único muerto en la sociedad dolente y si atrapo espejismos con la mente es para no sentirme ausente a amada sombra la deseo hasta en su ángel silente, en el amor no soy docente, si algo sé es que soy más que la nada filosofía mi entraña locura mi mente, y así más feliz de amarme a mí mismo y poder amar sin abismo porque mi gota de esencia prendió hasta su silencio y toda norma pero espejismo fantasía es y mi oscuridad sombra lejos de trampa ya la soñé incluso antes de conocerla y su voz me encanta quinto levanta tira de la manta. El Castellano Escarcha de luz: Hilvanando sentires de plata en estrofas cuarteadas, quién a acompañarme baja, mi yunque despierto se alza entre madrigueras del sueño, danzan las procesionarias en fila, queda desolado mi alfeñique que canta en el clavo esta vez, un retal con retrato de quien fui, las pupilas en orden caminan el horizonte del cielo, mi aljibe de cobre será sentido, es un nido de grama donde corretean versos de espuma, chirría la carcoma la madera de mi espalda donde sostengo la sombra de Caín, encumbrándose de la fiera se alza mi bella entera gritando por más oscuros sentimientos, ¿Puedes sentirlos? ¿Puedes sentirme? camino fuegos hasta complacer el ojo humano, destrenzo el sonido de los árboles, es un cuervo quien soy yo, es un alarido que alza la noche, por entre sillas desnudas del alba sin final ni comienzo, que sólo juega y ríe con las luces, despistando flores, entre ruego y plegaria mi lamento tornó crujido de mi mecedora, es una vid y un olivo que vive lejos ahora, una linde en cruz con señero, un agujero abierto es una herida abierta mi pozo con palabras en vez de agua. El Castellano Yunque despierto: Construyo mi silencio, esculpiendo bustos que no deseo, me rodean pensamientos como martillos sonámbulos quisiera dejar de ser yo quien hable que hablen ellos de su negra estación que se alimenta de mis sueños para volverlos pesadillas, hablé bueno ladré a mi amor que no existe, no me contestó su voz, me contestaron sus lágrimas por sus sueños no materializados, quisiera apoyar más que ladrar pero mi mundo volvió sortilegio de espinas, ni yo mismo puedo dejar este reflejo amargado que me habita, este corazón dejó su brillo su escolopendra huyó a un paraíso en el que no duele su mandíbula, mis ojos cansados ya no juegan con sus dolores, anclado al firmamento quedó este lamento que quiso ser poema . Entonan las riveras de mi sed, un crepitar en estruendo llamado, de almas sencillas, olvidadas, en dulces espinas de abrojos su lago férreo sensible al tacto, un momento danza atrás, y desperté para no saber quién ser. El Castellano Tierna fontana, marzo: Ríos que me tibian el corazón, eslabones de sangre, ¿Dónde está la paz, dónde está el amor? ríos de sangre se comen mis venas, cada tropiezo, otro borbotón, otro alfeñique para mirar, ¿dónde quedo yo? que el sol sea mi pena, cantando espero mi triunfo, se afila mi papel, crepita mi alma, tropiezo con la tiniebla, hoy navego sobre mis versos, aliento de la sombra de la creación, hijo de la luz y de la sombra, no acabaré de irme, no cesará mi terco aljibe, enamorado sin luz avanza parco el sonido, deslumbrado albor, desnudo mi árbol, hoy centellea mi rayo, para decir que yo aquí no he muerto, se viste mi sangre de caléndula y margarita por si vuelvo al desliz de mi vida, pasajera de un caudal que mi entraña mece, piel con piel, dolor con dolor, enamorado corazón, hoy avanzo sin mirar el color de mi flor, estoy latiendo en el umbral de los dos, mi sangre está llorando, el cruel desliz de la parca efímera, me siembro en los campos para perderla de vista, suenan los trigos, de la verde espiga al girasol se viste brotando mi amor, viene a plañir mi alma por el sendero sin prisa, se alza la dicha, mi ser crepita el alma, hoy me visto de espiga, y que el campo me enternezca al cuchillo dorado de la piedra caliza, hoy mi amor al albor gime por su caricia y que el alma dolorida entienda que ella Margarita es mi vida, por este siglo y los que me quedan, escrito yo en la piedra. Lima el albor mi nervio, aliento cruzado que cae tejido, la ilusión se hace nido, borbotones de sangre que crepitan, alcanzo la cima, el sentido cae dolorido, de vid y espino alcanzo el sonido, al compás de un famélico ciprés, mi alma dirá viviste, encontrando la flor por la que mi mundo se desviste, rayos a la aurora para su fiel investidura, flor de niebla que avanza mi umbral se desvanece, bullen las fuentes, el río es otro río de sangre más, lucen las mortajas coloradas, fiel desliz que cruza mi alma, desgañitándose el alba, el amor por parir una flor, elevado al rayo de sol, quién te viera quién te vio rasguñado tornasol se desangra mi campo del girasol, millas aparte mi nombre se blande, el beso me derrama las mejillas, en albor quedan las caricias, de la piel escritas, sentidas, danzan las estrellas, me vuelvo a ver en tu vida, donde el te amo formo bandera, y en tu ser queda, resquicios sin nombre que el ser come, la rosa y la espina gimen en tu nombre, avanzo el ser resguardado, sin franca escalo la tapia, a tu cuerpo me encaramo, hoy soy de ti como el pájaro a su nido, como la sed a su agua por beber, como el río a su montaña por descender, como el caracol a su mata por comer, crepito el fuego que me brota por tu corazón, soy yo sin más razón, tránsito veloz, tu calma y su verdor, me visto de malva gimiendo una runa en el sol, me anclas el gozo en la flor, me blande el coraje por el viento exclamo mi valor amarte sin condición. Desde mi umbral a la flor, cantas mi canción, te aúllo un caracol, mi vida tornó a mejor, irisado rayo de sol, una fuente y un diente un afilado canto irisado, hoy acepto mi destino porque muerto vivo si no te miro, tengo tu imagen enraizada en mí, es por mi sino que maldije, pero hoy después de tanto tengo el sendero labrado, mi cuclillo trina al infinito horizonte, mi ser se hace grande, mantenme afilándome en la piedra, hacia el centro me quedo exhausto. para pulirte del alabastro. El Castellano Hipsípila completo: Entre sierras y montañas de verdes y valles de ríos sangrientos, ven pasar la espada de Hipsipila árboles milenarios asolando a los caídos, ven lejos los astros prepotentes de sí mismos, desconocen el hijo del viento y el Sol que va por los senderos, ¿Dónde irá ese hombre? -Sólo él lo sabe, a una princesa vampiresa le prometió una flor de la montaña más remota y alejada pasada la Torre de Hércules. Con raíces la trajo, sin un solo pétalo perdido ni hoja caída, a la orilla del río la puso, a la orilla del río ella la quiso. Cada primavera iba a visitarla, cada primavera su flor de color distinto vistió. Un año notaron triste a su flor, extrañaba su montaña. Su amada le pidió piedras y tierra de donde fue encontrada, a si lo quiso, a sí sería. Al llegar a la montaña en el lugar de donde estaba la flor, allí una serpiente sabia encontró, cual ella le dijo: Si muere esa flor morirá tu alma, -¿Qué misterios entraña pues dicha hermosa flor? Es hija de los cielos como tú, contestó. Sí quieres saber más pregunta a la reina de las mariposas, que yo estoy tomando el sol. Cogió las piedras y tierra y marchó, en el camino una mariposa se posó en su hombro, le dijo al oído sígueme mi madre te espera en el bosque, allí fue, la reina de las mariposas, le dijo que esa flor fue de las más antiguas en crecer después de los helechos, tan antigua que tenía capacidad de sentir intacta como los humanos. De ella se despidió tras darla permiso para beber de su néctar. Rodeando la flor puso la tierra y las piedras, decidió tras el consejo de la serpiente y de la reina mariposa, visitar a la flor cada mañana. Su princesa también se alegró y del bosque un lobo para Hipsipila regaló, en amor juntos vivieron. Un día la flor se cerró, en su interior semillas latieron hasta caer a la tierra con las primeras lluvias; de cada una de ellas, brotaron plantas jóvenes con los colores del arco-iris en sus hojas, de cada semilla de esa antigua flor despertaron las hijas sidhe; hadas que cuidaron el bosque y cada arroyo, esa fue su leyenda, un cuervo un día en su ventana posó dijo con amplia voz: A la tercera luna llena vuestro mundo caerá en guerra solo el tejo milenario de las runas del padre Tuyo hipsipila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir Y a vuestro lado luchar el árbol inmortal solo pedirá un acertijo para ayudar mi nombre que es Förüq os ayudo por traerme sustento cada día desde que sigo a vuestro lobo del bosque de la sombra y el manantial eterno. Hipsipila, crisálida azogada, Reflejando su muda, Y a su dueño abandonarla para ver lámina de cielo emplomado, lejano y distante su reino de amor está Como su princesa por capturar, El pájaro único, igual a todos, Blandea en estiaje gris lánguido, Mientras llueve en el jardín inglés Bruñido su color añil. Vientre de hierro Donde crece su flor de difunto. Vaga libélula destinada Al estanque de la vida eterna. Camina, difumina, rige su cenit. Viejo lobo reclama A su enamorada luna Que le lleve, Tordo, de la oliva tu fuste Junto con el córvido tesoro De nueces, El duende su pipa humeando El esfumino del sonido del grillo. El reposo de castilla Sin preludio de su princesa Que no amará su tierra Si no a su hipsipila captor de su vida Alba más preciosa Que su anterior atavio triste Mira los ojos de zinc de su dragón Y la magia vuelve a su Amor. Fúlgido insecto primero en descubrir El estanque y al beber Dragón tornó su ser. Ahora le vendrá el reino De los valerosos hombres Él con ojos de fuego y sangre Mimetizarse puede y en voz Deslizarse, fúlgidas cabelleras Cual hombre del norte, Nada le oculta a su princesa Que ya Más no quiere seguir sus tareas de castillo Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará Al estanque de la vida eterna Un pensamiento divaga Del ser en que ella abrirá El albita de la cuerda Del grillo que marcará su son En violín y oro caracol Con siniestra forma de corazón. Grama fría en la aguja que mece, que sostiene la enhebrada parca de la mente que clama la muerte de la conciencia y su desdoblado humor. Gris el hálito crepitando que cayeron los templos de huesos mientras Hipsipila nacía de la fuente de la vida en reino inerte cobraba lugar él lloraba piedras de montañas subió los montes, los hielos derritió con paso lento y decidido a las plantas les dió voz, el reino del hombre cabalgó sin entender su religión que no era basada en el rayo de Sol Hipsipila cabalgó y cabalgó Sangrando su dolor en rocío de flor. Un día se detuvo en un castillo de las tierras del norte allí descubrió una princesa de ojos color tierra y unos cabellos color de su fulgurado Sol y su ilusión se encendió pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa para luego hacerla su compañera eterna compartiendo su secreto del manantial ningún reino pudo más que al de Hipsipila inmortal que a su castillo llevó que traía toda simiente vegetal y todo pájaro trinó Hipsipila siempre vivirá. Legaba su destino a Hipsipila la segunda luna nacarada, repleta en el ojo distante del castillo reino del inmortal albor nacido crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor el bosque de la sombra y el manantial con el que despertó aquel inmortal dragón era iluminado en golondrineras y yedras siniestras el lobo corría marcando sendero hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos un torcaz mensajero llegó al castillo con premisa de ofensa para hipsípila pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas contra ÉL denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen era el origen de todo lo visible ÉL, último guerrero de la luz ya ante el tejo guardíán presentado humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol sólo usted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo yerto ser que en ella descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida a cambio para acabar con ésta cruel injuria que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano -Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa sera escuchada ¿Cúal es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro que mora nuestras hojas? -Förüq es la respuesta, contestó Hipsipila tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre fue presuroso en compañía de su amada y su lobo a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba la cerradura del cerrajero universal llamado Hierro al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al únísono del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre se iba dibujando en corazón naciendo del agua abriéndose una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre dijo al despertar: Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe dueña de la sombra. Mundo salpicado de colores de líneas decadentes y sumisas al poder del linaje el reino del hombre se alzaba a la tercera luna como un pintor de batallas él estuvo allí combatiendo entre galeras y cañones de fuego los mares teñidos de rojo Hierro tuvo que combatir pero regresó a su castillo allí su mujer le esperó recordó quiénes fueron sus antepasados y un temor le invadía el denominado Diablo y su anterior existencia con el nombre de Caballito del Diablo vaga libélula que zigzagueaba buscando agua. Le esperaba su nueva oportunidad de servir a su padre darle un nieto en albor, la sangre de Hierro le aguardaba y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio trompetas de Higueras del Demonio aquella noche sin luna cabalgó la pasión de la victoria con todo el reino de fieras yertas a su lado codo con codo contra todo humano guerrero, los animales le ayudaban decía la leyenda, le prestaban sus ojos la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo. La pasión le envolvía aquella noche que su mujer se transformó en la verdadera Señora Hada Lhiannan Shee y el deseo cabalgó aquel Hipsipila en dragón de ojos de zinc como su nombre dragón volador voló adentrándose en el cielo encerrado de su mujer todos los murciélagos del mundo fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer nueve meses nueve días y nueve horas dieron para que naciera de Leannán-Sídhe la más bella hormiga León del mundo conocido esperando hacerse adulta y beber aquel hijo de Hipsipila del manantial ahora férreo de la eternidad, a espensas del ser futuro que avanzará de su muda la joven Hormiga León Nepa Grandis. Pasaron lunas pasaron soles mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal acompañó a sus padres al manantial y al beber fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón teniendo comienzo el reino de los inmortales Hipsipila y Leannán-Sídhe Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal del castillo de Hipsípila, el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta su segunda existencia sin condición hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo dragones volaban rojos amaneceres del cielo en este mundo sin el humano ser sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio los caracoles hacían carreras con meta el la planta que trajo Hipsipila de la montaña más remota pasada la Torre de Hércules los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones y torneos del reino de sus semejantes se daban regalos entre ellos los duendes celebraban coronación ahora en el bosque de la sombra y su río de sangre bañado por el manantial eterno. Suena el río, agua llevaba, alma de fada silva ella, bebía en la orilla alegre flor roja lloró su tierra, blanca cierva a fada triste cazador hiere su flecha, enhiesta espina gemía flor abierta brotó en yerba, fada herida ya descansa latiendo la parca negra, yace en helecho silente suspira su sangre yerta; Enamorado el helecho una flor mágica asienta, tambores suenan la tierra los duendes lloran su fada, ahora el helecho era ella, mueven la piedra ocultada cazador tropieza cerca, el río ya lo llevara, fada flor de helecho yerra duendes cobraron venganza, cantó lo que el bosque alberga, misterio de cierva fada. Fada flor de helecho inverna, cicutas toman la sangre veneno hacen, blanca cierva cuervos la cena discuten, cazador ya río lleva, lleva el río su latido, campanillas suena yerba duendes coronaban fada, fada su vida celebra los espinos la cuidaban; Flor de helecho fada bella. Enhiesta flor fue semilla, altiva plántula fue ella. Quién fuera ella, tan linda. Él fue y es, ella no yerra. Aún plántula fue fada. Valor, honor, sí fue cierta. Él aún duende a ella la ama. Ella la flor, no era yesca ellos cuatro siglos ''juntos''. Los dos sí saben, ''leyenda''. Aquel fauno cazador cayó al río, y el duende enamorado del hada preparaba su entrevista con Hipsípila debido y lanzado a revelar su secreto. Ya en el alfeizar de la ventana del castillo llamó con insistencia al cristal Hipsipila le vio e hizo entrar a qué se debe su honrada y grata visita señor duende -Pues traigo noticias importantes para usted de mi origen, mi único secreto de vida. Muy bien cuente sus nuevas si gusta -Pues resulta que le llevo soñando y todos mis sueños me indican que usted es el origen eterno de mi espíritu en cuerpo usted hipsipila fue y es mi siguiente vida le agradezco despertarme de la entraña de la tierra para poder descubrir con resurgir que mi vida no cayó conmigo, le pido con este mensaje cierto y verdadero que me otorgue permiso para beber de la fuente de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo así como usted luce apuesto, grande y recio cual hombre del Norte. Afirmativo fue el permiso de Hipsipila al señor duende resurgido desde del umbral, se iban hacia el manantial una semana más tarde de la visita, algo desconocía el duende enamorado y era la sorpresa que le aguardaba... Hipsipila cortó una rama con destino agua eterna para ser injertada en el helecho hada amada por el duende. Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogíó con una tinaja de cristal agua para la rama mientras el duende se decidía fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro fundido. La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como agradecimiento, allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho hada al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsipila: Gracias soy Lhiannan Shee dueña de las entrañas de la tierra, su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo, y quedó preñada Lhiannan shee dando a lúz a los trescientos treinta y tres días siguientes un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro. Corría de la vereda a la rambla castellana el inmortal hálito de quien bebíó de ese manantial de la vida, decidieron el duende y el hada Lhiannan Shee llamar a su hijo abejorro Genaro, él iba feliz cumpliendo recados de su madre como picar todas las flores del bosque sombrío y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad sin guerras, un día llegado el verano y su estiaje planificó Hipsípila un viaje de vacaciones junto con su señora hada Lheannan-Sídhe viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte allí cenaron y de la simpatía derramada el dragón Culebre mitad serpiente mitad duende se ofreció como escudero guardian del castillo y jardín de Hipsípila a cambio de alimento Hipsipila aceptó, aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe reveló a hipsipila que le esperaba incluso antes de conocerlo debido a que aquella antigua princesa que habitaba tenía el alma de la despertada Lhiannan Shee que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes necesitando volver a despertar eterna en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad regando el helecho con la flor de su hada y protegiéndolo de toda fiera debemos invitarle esposo Hipsipila a que vivan en nuestro castillo y el duende sea real jardinero tuyo. Así lo hicieron tras regresar con Culebre y todo el mundo deslumbró de felicidad. Canta mi sangre yerta, de agua eterna el hierro de mi tierra por sembrar, trayendo toda simiente hasta desde el umbral canta la amapola vieja, sangre del corazón carmesí, sueña mi semilla despertar, donde el muerto cave su vida, y mi cicuta triste, enraize el paraíso, de pieles sedientas y hojas muertas, corre mi otoño desde la vereda a la rambla, de la fuente eterna corre mi frío desde el infierno al río de esta alma por ganar, encina yerta de mi piel esquiva, beso de tierra y vid, beso de trigo y girasol, canta mi amada Leana en su mirar de cuchillo de espiga mi cante, de zarza y espina mi amor real como intangible nuestra eternidad, áspero y rígido, bravo y valiente, duro y endeble, metal y simiente, pan y niebla, niebla y bruma me desprende, desde la boca hasta el pecho, donde canta mi pasión sin despecho, vive esta sangre caliente, lumbre de mis tocones, nube del cielo por dibujar, a estampa de sed y viveza por entrañar, canta mi umbral, quiere tener soles y lunas sin gemir, invierno llegas, dibujando transparentes los miedos, avanzas cada campo sin permiso, helando hasta el hielo, oda de mi sangre yerta, por mi tierra me arde la siembra, y el beso queda escueto, parco el sentido enamora el hálito, de nuestro feliz mundo quién te viera marchar, vestida de olivo y centeno, de olivo y cebada, de trigo y espada mi guadaña, por la calma abrasas la esperanza, en maldición cantas tu canción, y los cuervos te rinde pleito de negra ala, de grazno escondido en cada roble, del humano yerto ser desde la piedra a la cueva abrasas oscuridad mi entraña, dibujas tu vívida estampa, donde el tiempo yace muerto, y solo los duendes te entienden, solo las hojas buscan su nueva vida, deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad, la dicha y la sombra por ganar, desde mi tierra encendida hasta la parca bonita, desde el cante a la maraña, te canta mi vida quieta este amor de la mañana en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara, suspira el rojo, quiere ser río de alma y arrojo, quiere nacer abrojo, el espino mece la espina de mi antojo, y la amapola amarilla, solo ella abre a la gran luz, horizonte de mi piel que quiebra como ayer, enamorado suspiro de frío, enamora mi hielo, donde duerme, donde reposa el amor de mi sangre yerta eterna. -Cantaba Hipsipila tras respirar los polvos de hada de Lhiannan Shee que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida El Castellano y Leannán-Sídhe Luna trece: XII Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro, pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento. Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas. Mas los dragones, del cielo sonámbulo te acarician. Cielo obtuso, de sueños fluorescentes, tú, de color líquido, solo templado con miradas intermitentes , por el tiempo de espera angosto. El murciélago baila con el colchón de tu luz, rasgando sombras, para reposar siendo una más. Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime, por qué te siento incluso estando solo. flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche; artifficie luzzae. Lucero de ciudad, rompiendo la obscuridad. La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más, recuerda que tus ojos tienen sangre recuerda el viento que aúlla mi nombre recuerda la luz que tiembla y cruje la noche en las pupilas recuerda que me hablaste de amor en el tiempo que cae muerto que pactamos con el hielo la vuelta del invierno, recuerda cada latido de oscuridad que llama a tus venas de humo recuérdame en la eternidad del beso, en cada rosa que robe tu cuerpo, recuerda que vivo para ti dando voz a la soledad asesina, la flor vive soñando que fue mariposa y abeja, vive durmiendo la semilla enamorada de la tierra para despertar y enamorarse del sol, clávame estas nubes de sangre en el hierro de mi destino, se me negó la luz encadenada a esta tierra sin cuerpo, solo tú me sientes en este camino que no lleva retorno solo espiral anhelada de renacer el tiempo ya no nos puede sostener camino buscando el frío en este calor que quema el alarido, te encontré perdido hoy vives un amor que sientes soplándote al oído, en la puerta del infierno caído, te casaste con la luna que reinaba en tu corazón, al viento le diste voz, a la lluvia la nombraste lágrimas de mi ayer, le diste ojos a la sombra para mirar, la espina caía herida, la caricia retornó a las polillas, la vida marcha deprisa cuando abras los ojos ya todo habrá cambiado solo encontrarás que seguiré a tu lado aguardando tu otoño y la caída de tus hojas, esperando que seas mi acompañante en los siglos y milenios que nos condenaron, encontrarás esta sed del cielo en cada silencio muerto, en cada raíz que grita en su tierra toma de la vida lo que quieras, siembra tu aliento en cada tierra, tú todo lo tienes yo solo soy una fantasma que sólo tú ves. El Castellano Rescoldo: JUNIO 2010 Con el susurro de la luz en cristal de gotas de agua pensamientos calidos me arropan tu compañía solo una vida solitaria desde aquella lejanía un sol pernocta durmiendo disfruta su luna con tacto terciopelo una vida de amor eterno Un caballero busca a su mujer la extraña avanza entre montañas de azores y valles de bosque y ríos dulces noche de amor entre nubes acolchadas con el frío de un mundo en sangre que estaba en guerra. Ahora su patria era su tierra en la hoguera. Se despierta frio y solo tras pintar con nostalgias recuerdos. y va el ancho río ya en sus llanuras años no recordaban su vida y explendor todo se termina comentó el sabio nadie le oyó la locura es lo único que conocemos infinito otro la estupidez concluyó pero uno saltó acaso no somos todos locos mira la guerra que nos mató. Miguel Esteban Martinez García. Cal y sones: Mástil recto de luz y sombra, devanando mi irisado, canto de frente y espina, surtidor de sombras que arregazan, es tu vida como un yelmo sin popa como un destierro de abrojo acompasado, era mi vela fiel estampa quieta, que asombra y la noche surca, poder que desquita y otorga, una fiel savia de ciprés, que desvela y alcanza, sigue la raíz de la palabra, que todo abarca, una nube y una planta, una desquicia y una avaricia de carcoma, ven ven a este barco, la noche que tiñe de estrella, fiel, congelada, de su campo ensartada, es un destino y un puente, es una hora yerta que nunca acaba, destello y crepitar del mañana, es mi miedo fugaz, de que no sea mejor que ayer, que la luz te bajé, que a tus labios llegué, tú allí yo aquí, el tiempo viene a desfallecer, mi Sol invencible muerde tu cuerpo, que se afila en mi deseo, ese por el que seré siempre tu caballero. El Castellano
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