sábado, 22 de junio de 2024

Ocaso del mirador

 






















OCASO DEL MIRADOR

Salta,
hoy sueña mi libertad
no ser de nadie,
ni de ella misma,
salta,
acoge mis razones,
que sean tu caída 
honda, abismática,
yo pagué un precio
jamás más alto que la vida,
en cambio,
respiro aquí de nuevo,
más rápido,
más profuso,
aquí en el mirador,
llegó la sangre,
su rey ocaso sanguíneo,
es el reset de la máquina,
vine a sentir primero,
que este centauro
comienza trifulca endógena,
ayúdate, estoy desnaciendo,
allá la tierra,
allá mi honda sepultura,
tengo que ir profundo,
donde cava agotado todo miedo,
ayúdate estoy ardiendo mi mente,
llevo tres días sin fumar
y qué, qué son quince años
de cigarrillo anclado a labio,
y ceniza de pulmón rebrillado,
corro por fuera, nada que decir,
porque si veo a mi Musa
ahora estoy preparado para besarla,
y de pálpito izar bandera
y negro puerto,
y que Valhalla,
abra, rebrille,
de colmillo a fulgor valiente,
es el valor.
Ecos una Sídhe,
un Hada reina toda oscuridad risueña,
buques me zarpan
quién me arrebata,
quién me puede
en este eco de eternidad
es mi destino, libre,
como río de fuego,
como ola en nube su brea.
Ya soy libre,
aún me llaman a combatir,
esta jornada asumo que no acaba.

Förüq y Leannán-Sídhe



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