jueves, 7 de septiembre de 2023

Luna magnética XIII Vera flamígera

 










I


¿Quién eres tú Migue?

Me preguntaron un día,

empecé a orar,

dentro muy dentro mía,

quizá pudiese responder

rápido, sin divagar,

segundos marchaban

cual guillotinas funestas,

respuesta digna

hijo de madre mujer,

e hijo de padre hombre,

sin referencia temporal

fue difícil blandir,

una larga travesía me trajo,

hijo de un siglo resplandeciente,

que mi alma bulle,

está ardiendo,

en mi ser la epopeya 

infranqueable de un tiempo

disuelto entre cascabeles y canicas,

infancia puede de bicho bichín,

entre sacar cardillos del asfalto y 

tejerlos a vivir en tiestos,

trompista esencial

y malabarista de curiosidades,

me preguntaron como arma arrojadija intuí

por lo que debía contestar con otra pregunta

cual gallego,

o explayarme insoslayable, 

indestructible,

¿Quién eres tú Migue?

-Soy lo que nunca serás,

porque nunca has sido ni tú mismo,

soy constructor de tiempos,

hijo del entretenimiento flamígero,

nacido de semilla, daga, y vientre de fuego,

por mi virtud, sombra y brazo de Caín,

que semilla toco,

semilla brota,

sé al noventa quien no soy,

ni trepa letras ni juntador de versos,

ni funambulista de vértigos en palabras,

ni filólogo,

ni asaltador de diccionarios,

tejí mi palabra

desde pubertad,

y que ella me haga hombre,

en presente,

socavaré laberintos,

saldré la crisálida

de la boca un dragón,

mi Musa me contestará

aunque no pueda,

rebrillaré noches

entre hormigones celestes,

soy una cuestión,

lo que varios entes,

o cabezas de grama,

nunca osarán ser,

mi fin es dedicarme a la agricultura,

para ello nací,

entre ascua y un oráculo

me revelaron mi designio,

crece cuanto quieras,

siembra tu aliento en las tierras,

todos hasta tú saben

para qué viniste a ser,

¿Quién eres tú Migue?

-Semilla de mis castos dioses en Tierra,

mi reino llegó como este mi momento.


Esteban Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

II

Amapola de fuego:


Fuiste rocío, lágrima de flor

que me caía las avenidas del corazón

eres flor que enraizó

en las soledades y oscuridades de mi alma,

pétalos deshojados

en la luna de tu sonrisa

que vertía su vergel de hielo,

mi cuerda de violín que afilaba la sinfonía

de nuestras estrellas bebidas

fuiste pozo donde bebí la esencia

vuelo tras vuelo en el que abrazarnos

y caminar juntos

sueños explotados en la lengua del deseo,

hoy las cortinas descansan de su lecho de espinas

hoy redes me atrapan la serenata de tus dedos

tus palabras de vino me sangraron la amapola

mi cielo tiñó de alba con tus labios

viérteme el suspiro de nácar

acampa mi niebla de espíritu que sujetas

hagamos temblar el silencio

hasta encontrar su idioma oculto

ese que nos trepa la espalda

flores de piel abriendo al rayo de sol

cielo de color que abre nuestro clamor

enredados en el viento que nos aúlla el corazón

piel de tu piel que ando a encontrarte el placer

luna de este cielo enardecido

que clava su plata en el vidrio de los ojos extraños

árboles que cuentan sus hojas de unión

en las redes del destino te beso

hasta volvernos fuentes

mi puente del olvido cae derrumbado

mi afluente rebosa de amor sentido

el río de gotas en sus almas

te cuenta mi secreto

como estas hojas al viento

te tararean mi sentimiento,

ven, ven conmigo bebe mi camino

túmbate en mis juncos

cántame la vuelta de mi cielo

derríteme la escarcha

asesina este color gris que anidó mi firmamento,

encuéntrame las fuerzas despiertas

para crearte de flores el reino,

para volar en nuestras alas de corazón

y surcar abismos

a vivir en la gota que moja la felicidad

de unión de dos,

de latencia de esta semilla que nos brotó la sangre,

eternidad de la espina y la rosa

alegría de la flor y el insecto que la besa,

latidos sin olvido.

Sueños con nuestro abrigo,

caricias que nos dibujan

que nos arañan las ganas

hoy me hago poema sin importar la letra

derrito mi hielo esperando ser río de tu desvelo,

esperando ser el primero

en sembrar tu locura del latido

tu fuego desbocado en cada surco

del corazón enamorado.



El Castellano y Leannán-Sídhe 2016 


III
¿Cuándo podremos enfrentar mirada? Preguntaba
al matiz insoslayable una espera ensortijada,
¿Qué ocurrirá tras semajante prodigio?
Mares turquesa surcarán hasta adentrar mi almoHada,
no habrá ya pajaritos afligidos suicidas,
ni gorriones estrellados en ventanales
ni golondrinas volando en picado,

los campos regirán esmeraldas sabores
la vida afilará bellezas
nada bien hecho desvanecerá
aljibes emanaran oro líquido,
no habrá ya despensas de olvido procaz,
huirán colmenas de espalda
de pensamientos vanos,
se vestirán todos colores de bellas ilusiones
la epopeya me surca
concederá comunión final de astros,
tuyos y míos,
estrellas por cielo, miles,
acogerán tu parpadeo,
entre pestañas y ojeras de luna,


puede ya pueda considerarme merecedor
tu cariño imantado,
y de llamar con brío e impetu
segundo paso nuestra contienda
y trébol en sueño despierto,
lo sé que verte quizá es merecerte,
inciso baila,
me enseñaron a luchar cuanto quiero,
y afirmo serás realidad en mi vida
el contrario no ciñe idea,
sí el plan de acercarme al punto más óptimo
vislumbres mi inocencia y bondad.
Sin ti soy, pero sin ti no quiero ser.



El Inocente

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