lunes, 25 de septiembre de 2023

LLUCIA EN AGRAZ DURMIENTE Agosto 2017

  

LLUCIA EN AGRAZ DURMIENTE

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Autor Miguel Esteban Martínez García

 

Flor de Sombra






Impetuoso campo de  mi celaje,
allende mis altas torres de belleza;
Inmobles rastros en piedra tumbados,
estos barbechos que me piensan;
Por almenas seculares,
remembranza en bastión,
de andariegos siglos,
me enhenchizan flores de sangre,
perduradora loma desgañitada;
Tráfago en mimbre cabalgo,
recama tu alma
como una losa sin frente,
ni gemelo tiznado,
por tener ajuar astro renombrado,
alzo mi quieta dicha
entre gentíos de mi oeste,
desvencijada suerte,
por azares de plomo y zinc,
fúlgidas cabelleras
norteñas en crestas
sin linde mutable,
acababa de irme
y no soy adorable,
es una fosa de recuerdos
ahogados en silencio,
vagaroso desdén
que me enjalbega
en cuerpo,
mi luna fija, vaporosa,
luz en libertad de mi regazo,
abismo cercenado,
de cálido espanto;
sosiego, quietud del bastardo,
regio Lugh meditando.
Sin mis vencejos
no brota esta fuente,
naturaleza cuando amarte
se vuelve arte.



El Castellano

 

Vida de la vida bajo tierra:

 

Tornadizo quebrar de la simiente

acaso el ojo de tierra no viese,

clepsidra en goteo,

del Nitrato de Chile

En este mes de la parra

y de la zarzamora,

sulfatos de cobre anidan

su violáceo vientre

que respira;

vida de la vida enhiesta,

mantillo sin raíz oscura,

viril anélido sin carcasa,

fértil embrujo de larva

y su hechizo que metamorféa,

sin aroma no preguntes más,

liras blanden su chirrío estacional,

que avasalla sin hacerse espíritu,

tojo clavado al viento;

Castilla tú lloras

dehesa sin letanas espinas,

de lanzas,

lo que vence mi inmortal yaga,

enjalma mi verde intelecto,

orvallo de mi rivera,

viaja mi idea,

callendo el Sol arriba,

desde lo alto,

un largo recodo sin franca,

vega compadecida,

que riega ésta enjuta,

en cal y cantos despierta

de su arcilla dolida,

Diosa zurda tu nombre caminas

más por donde el arriano

plañía, y plañía, plañía,

su seco llanto de corazón

esquilmado.

 

El Castellano

 

 

Nueva era recuerda:

 

 

Felicidad, el producto ha de ser creado,

creado para el consumo,

consumo es la marca de esta civilización,

producto basado en caducidad,

felicidad de venta en cadena,

estado mental basado en el material,

producir sueños e ilusiones,

esperanzas embotelladas con código de barras,

la alegría visual sea principio

de nuestro chip que incorporamos,

todo lo pensado que sea proceso de construcción,

atención nueva era está comenzando,

somos encargados de construir el futuro

sobre pasado de torres de humo,

el mañana abrirá al nuevo humano

llamado consumismo,

un abrir de sus manos en declive de su mente,

nosotros somos avance de la civilización,

nosotros somos herramienta

que lleva éxito en la mano de quien la lleva.

La revolución ha comenzado.

Nueva era para el mañana fabricado.

 

El Castellano

 

 

Genii locorum, todos despiertos

 

Vida que las montañas me respiran,

raíz en su abismo de hondo tajo,

aire bonito relátame mi destino,

subiré los montes y cerros,

alcanzaré mi soberbia

allá donde el alba despierta

y el linde vuelve vago,

plácido, ferviente,

sed de tallos

y savias que luz llena,

erigiéndose cumbres

y cimas de hervores

a la matutina belleza

que anida.

Y en el ser germina,

febril loma desdeñada

por rizos en apogeo

entre rayos que culminan,

desnuda hacienda ultrajada,

río de encina, cuervo nacido,

por lo que me quedó sin decir,

Wotan, Lugh, Morrighan,

ese veris perdida y encontrada,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

Genii locorum dioses ancestrales

abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad

sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo

el eterno resurgir en ti cierra

y comienza,

resurgiendo, abriendo camino,

escudo en fuego sembrado,

hueso del pagano,

me deberán cuanto yo he plasmado,

hierro al hierro,

fondo escueto

del vítreo traspuesto,

senda de la idea,

por ellos socarrada,

lucha, cuanto más arduo es el camino,

cuanto más se  abren las pruebas

más se hinchan las fuerzas,

sólo vencer en firmamento,

agujereado de huesos,

siembras que tiembla la luna.

3 claman los genii locorum

que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,

Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid poesía,

elevar mi canto

que yo con mis actos

os hago un manto,

Cernunnos comienza nuestra caza,

Candamvis alumbra esta montaña centelleando

el relámpago,

abriendo el cielo de nuestra bruma,

tejiendo nuestro amado ocaso,

que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,

ahora y siempre se escuche nuestro canto.

 

NOTA:

 

El Dagda (literalmente, “dios bueno”; en protocelta Dagodeiwos; en irlandés antiguo dag dia; en irlandés Daghdha /d??i/) es el dios principal de la mitología celta irlandesa, integrante de los Tuatha Dé Danann.

Aspecto y poderes

Las historias representan al Dagda como una figura de inmenso poder, armado con una enorme porra mágica. El extremo del arma podía matar a nueve hombres de un golpe, haciendo crujir sus huesos como guijarros bajo los cascos de un caballo, mientras que el mango podía devolver la vida a los muertos. El Dagda poseía además un arpa de roble llamada Uaithne con la que podía controlar el orden de las estaciones, así como interpretar otros acordes de efectos igualmente mágicos. El Dagda también está asociado a la abundancia, ya que se le atribuye la propiedad de un caldero mágico sin fondo con cuya comida podría saciar a todos los hombres de la Tierra.

Historia

El Dagda fue uno de los jefes de los Tuatha Dé Danann. Fue, además, amante de la diosa de la guerra, Morrigan, durante el Samhain, a cambio de un plan de batalla para los Tuatha Dé en la segunda batalla de Magh Tuireadh contra los Fomoreos.1 En el transcurso de ésta, el arpa le fue robada por sus enemigos, por lo que él, Ogma y Lugh fueron a buscarla a su campamento, recobrándola cuando interpretó en ella tres melodías mágicas que les permitieron salir indemnes de la cueva.

Tiempo después, los Tuatha Dé Danann fueron derrotados por los hijos de Milesius, antepasados de los irlandeses, y se retiraron al mundo subterráneo, viviendo en palacios construidos por el Dagda.

El Dagda fue progenitor de Bodb Dearg, Cermait, Midir, Aine, Angus y Brigit, así como hermano de Ogma.

 

Balar o Balor, es el nombre irlandés de un personaje de la mitología celta o también llamado el rey de los demonios. Pertenecía a la raza de dioses llamados los Fomoré. Poseía un ojo en la frente y otro en la parte posterior del cráneo, que era maligno y que habitualmente mantenía cerrado. Cuando lo abría, su mirada era mortal para aquel en quien la fijara. Esa mirada era el rayo.

Balar fue quien mató al rey de los Tuatha Dé Dannan, Nuada, durante la Segunda Batalla de Magh Tuiredh. Lug, queriendo vengar a Nuada, se aproximó a Balar (cuyo ojo maligno se había vuelto a cerrar después de matar a Nuada). Al darse cuenta que Lug se le acercaba intentó volverlo a abrir. Pero Lug fue más rápido, le lanzó una piedra con su onda, que le dio en el ojo maligno, atravesándole el cráneo. Balar cayó muerto de inmediato. Balar era abuelo materno de Lug, a pesar de lo cual murió a sus manos.

Morrigan, también conocida como Morrigu, es la diosa celta de la muerte y la destrucción. Se la representa generalmente con armadura y armas. Morrigan está presente en todas las guerras, tomando la forma de cuervo o coneja. Su papel en la guerra es infundir en los soldados la fuerza (y la ira) para combatir. Su nombre significa "Gran Reina" o "Reina Espectral". Morrigan también se puede traducir o encontrar escrito como Carrie o Carrigan.

Morrigan es la diosa de la guerra, y por lo tanto de la muerte. Pero también representa la renovación; la muerte que da a luz a una nueva vida, el amor y el deseo sexual. La vida y la muerte están muy unidas en el universo celta.

Morrigan es doncella, madre y viuda. Formaba una tríada de diosas, junto con sus hermanas,123 Badb y Macha, en ocasiones junto a Nemain, aunque en algunas fuentes se la describe como diosa triple, incluyendo a Bodbh y Macha como otras manifestaciones de Morrigan.

Esta diosa pertenece a los Tuatha Dé Danann, los seres mágicos que habitaron Irlanda antes que los irlandeses actuales.

 

Lug, Lugh o Lugus no es el dios supremo, sino un dios «sin función», porque tiene todas las funciones. Por esta razón también es conocido como: Samildanach o el múltiple artesano de la mitología celta, no solamente porque está en la cima de la jerarquía, sino porque además es pancéltico: es una de esas raras divinidades que, por lo que sabemos de los pueblos celtas, podemos encontrar en todos los panteones. Algunos estudiosos postulan que es homólogo al dios nórdico Loki, por el parecido entre los nombres y hechos como la muerte de Balder, equivalente al abuelo Balar de Lug, entre otras cosas.

Mitología celta

han sobrevivido, pero de éstas las más representadas parecen ser los genii locorum, dioses locales o tribales, de los cuales solo unos pocos fueron extensamente Según la mitología celta, Badb es una diosa de la guerra que podía transformarse en "cuervo". A veces es llamada Badb Catha ("Cuervo de la Guerra"). Se dice que puede también adquirir la forma de lobo

Para controlar el rumbo de la batalla, Badb provocaba confusión en los soldados para llevar a un desenlace favorable a sus deseos.

Junto con sus hermanas Morrigan y Macha forma una tríada de diosas de la guerra. Otras versiones dicen que Macha y Badb son personificaciones de la misma Morrigan, o simplemente nombres dados a ella.

En la mitología irlandesa, Dian Cécht (la antigua pronunciación irlandesa [d?i??n k?e?xt], también conocida como Cainte o Canta) era el dios de la curación, el sanador de los Tuatha Dé Danann. Él era el padre de Cu, Cethen y Cian. [1] Sus otros niños eran Miach, Airmed, Étan el poeta y Ochtriullach. [2] [3] Dian Cécht es descrito como un hijo del Dagda en el Dindsenchas. [4] A través de Cian, él también es el abuelo paterno de Lugh.

Cernunnos, en la mitología celta, es la deificación del animal macho cornudo. Dios relacionado con la fertilidad, la regeneración y divinidad de la abundancia y amo de los animales salvajes. Su rasgo más particular son los cuernos de ciervo. En las representaciones que se conservan, se le ve anciano, con orejas y cuernos de un ciervo, portando un torque al cuello y en la mano. Está a menudo acompañado por una serpiente con cabeza de carnero o simplemente, con cuernos, esta simbiosis simboliza fertilidad y renacimiento. En la tradición gaélica representa también virilidad y renovación.

En la religión galo-romana, Epona era un protector de caballos, de potros, de burros, y de mulas. Fue particularmente una diosa de la fertilidad, como lo demuestran sus atributos de patera, cornucopia, espigas y la presencia de potros en algunas esculturas. [1] Ella y sus caballos también podrían haber sido líderes del alma en el viaje después de la vida, con paralelos en Rhiannon del Mabinogion. [2] La adoración de Epona, "la única divinidad céltica en última instancia venerada en Roma misma" [3], fue difundida en el Imperio Romano entre el primer y tercer siglo AD; Esto es inusual para una deidad celta, la mayoría de los cuales estaban asociados con localidades específicas.

 

Fuente wikipedia.

 

El Castellano

 

 

Lares de equilibrio perfecto:

 

 

Coso mi atelier simétrico,

nacido entre ocasos vespertinos,

sí esos cuando la flor camina

con nombre de mujer.

Vidas en haz purpúreo

al argénteo astro;

invisibles senderos

sin sombra ni difusos lares

donde los afluentes

confrontan en tu ser,

sin brío no hay pureza,

sin pureza no hay sangre,

y qué yo no te daría,

acaso el silencio no fue esculpido,

por impulso del error,

raciones de arvejas consumidas,

por llamas de lúgubre hendidura,

Dioses míos yo cómo era,

bueno no me acuerdo,

seguiré con mi venda

hasta que ella me la destape,

secuéstrame en tus dignas alas

que yo vigilo

como vigía de nuestro sentir,

custodio d'este sin vivir sin tu ser,

no hay luto de espadas

que no se afilen solas.

sin sueños no soy hombre,

ya lo dijo alguien,

fusión del frenesí

hablando con su infinito a solas,

como cuando se siente amor

en la vida,

sólo una vez y perdura

como la letanía

de escarcha derretida,

yo no estoy despierto

he venido a asesinar al tiempo,

y que se cobren con él mis deudas,

sigilosas, etéreas,

hasta arrebatar su azada traspuesta.

Así mis esferas sean siempre verdiazules,

como la verde espiga  el agua

que la vuelve pasto.

 

 

 

 

El castellano

 

 

 

Manifiesto:

 

 

Hablaré en primera persona de lo que me ocupa el interés,

llevo desde el 2005 escribiendo de forma continuada por rachas y temporadas de los meses consecutivos hasta el presente, empecé con un estilo deprorable creyendo que obraba de una manera adecuada sin reflexionar lo realizado, no tardé en darme cuenta que poesía no era sólo agrupar vivencias de forma bonita , comencé una búsqueda en el dos mil nueve y cree este blog de facta non verba, donde registraba todo lo plasmado por mi persona, sigo en mi búsqueda personal de este desempeño sin saber hacerlo de ser considerado poeta, belleza es mi musa.

Razones, la concepción clásica de la poesía que sin la belleza e impresión de ella no es más que un escrito cualquier tema tratado, con lo que soy contrario a hablar soeces, sandeces, barbaridades al juicio u vulgaridades, sean del color que posean todo lo correcto lo amo, aunque por causas ajenas a mi poder no me entienda ni yo la idea de lo que quiero decir. Porque ya lo he dicho. Con los Dioses.

 

 

El Castellano

 

 

Lívida estampa:

Ataraxia sembrada:

 

Silencio de ojos.

Todo lo que descubro

un aliento ciego

lívida secuela

como un esbozo por dibujar,

abre mi latir como una sandía

de pecho  uña,

que cercenada estalla su grieta

en sangre del agua,

carmines me recorren

un postrero avance

de falanges griegas,

de mi sino desdentado,

quiero regar la vida de la flor,

engarzando quieto

diáfano espacio

el iris de mi bella natura

que está brillando

desde el ojo que enfunda

su suerte, que labrada es,

hoy los campos me visten de endrino,

para ser retozo que cruje

el desnudar de los antojos,

hoy pudo ser un día sin contar,

pero a ella la recordarán,

libre por ti soy, en rambla sin ribarzo,

sin Ribadeo,

esfumo que alcanzo

sones anclados a mis astros

que son santos,

una furia que engulle,

prosigue, consume, levanta,

destapa el embiste

de toda la tristeza que me abarca,

hasta que engulla esta enorme sombra

que me sigue

por siglos que gasta mi silvestre alma,

te hablaré como se habla al amor,

sin directriz

ni falso engaste,

que mi carne

no tiene baraja,

hoy clamaré

por esta mi ataraxia sembrada

en tierra castellana,

que vive que aguarda

mi dama fadita,

desde el rejuvenecer

que gasta.el cielo,

al sueño del contemplador,

hoy no bastó el silencio sin cauce

que no perdurase

lo que aguanta

el nervio despierto con sed,

alaba que encuentra

su razón nacida del tesón,

y sus labios besó,

con esperanza

de volver a encontrarlos,

por si desvanece

su solitud que se extiende,

igual que el forraje,

en tierra de nadie.

 

 

 

el Castellano

 

 

 

Trémulo des-voz:

 

 

Magnánimo arrecido silencio

desnudado, su violín enardecido,

aromos fusilados, nacidos

en yerta conciencia,

y el férreo son amanecido...

 

Sangre belleza en pureza,

me abre éste el pecho,

sí bemol de opaco pío,

anuda mi clara secuela,

de ufanos clarines violáceos.

 

Afuello que venzo

mi claro oscuro fuego,

arrastra y consume esta tierra negra,

mi sangre y mi bandera,

esencia de una savia elaborada.

 

Soy el que abre

del nuevo árbol

un santo olivo,

que da miel a mi

reina madre.

 

Por mi árbol deshojado

en su nuevo muérdago,

troquel del inerte acto;

Parasitario.

Runas en sabiduría,

malvas granates de simientes,

simbología d'este solferro,

oscuro y su cuervo.

En nogal con su nuez

del tiempo, abriendo,

desnaciendo la nueva era,

afilando su fragua.

Los balcones extasiaban

por sones al llamado

del vítreo tras luz,

trasnochado,

en ascuas cabalgado.

 

 

El Castellano

 

 

 

Libido sangrante:

 

 

El error en el infortunio ,

pilares carcomidos,

un silencio ocular

sotos vagos,

agujereados

por la hoz

de mi hermano ausente,

hermano de mi arado,

hermano de mi trilla,

voy acechando,

vigas de hierro y cobre,

profecía subterránea,

desde la vid al sarmiento

quebrado.

Sendero quieto,

brumeando,

luz libre,

atinajado,

brindaremos

abriendo portones

desta tela de araña,

infortunio sangrante,

bebido,

juramento firme,

recto como la vela diaria,

-Yo Miguel Esteban amaré a quien me ama,

destruiré a quien me odia,

gozar del ámbito umbrío,

lleno de opaquedades,

porque os iluminará un sol oscuro,

cuerpo frío, lívidas ventanas fijas,

desiertos soterrados, mudos,

vano fin hallaréis.

 

 

El Castellano

 

 

ESTAMBRE DE PELO:

 

Estambre de un pelo

cristal luciente, naciente,

vislumbrante,etéreo;

Entresijo de córvida ala,

vida de mi vida,

mi umbría sinestesia

asida, de un pelo de un pelo

mi ambrosía de raíz,

sinérgica en luz aguerrida,

candente, displicente

que evanescía por sotoventos,

de fugaces ideas,

de eternos avernos consumida

de un ascua que se afuella,

por vientos de éste mi norte

con astrolabio y agujas de mi madre

hilandera, sin otra red

que guiar mi parco destino,

por umbrales de colores en extasía,

mi azar difuso de la vid,

al enhiesto tallo mío brotado

con y sin causa,

entre primaveras que deshacían

los humores vivos,

vivaz ternura sembrada,

un castillo de firme cimiento

es mi ilusión,

como vendaval furtivo.

 

II

 

Imperios de ojos cerrados,

aguerrido albor, vestido

en sangre de brea,

yerta, flamígera, ascua prendida,

con injerto de las soledades

deste hombre,

en espíritu montado,

desnacida su alma

sin quieta estampa fría;

Desangelada,

procesos de procesionarias,

en quitina sulfurante,

de latido incesante,

sin alarde por caminar

y llevar sangre.

Venda que el ojo no vea

si es algodón

puede ser dama de colchón,

y su rima facil de tonto día

embelesado de néctar

y su ambrosía,

por las promesas fugaces

cumplidas y por cumplir,

voy que traigo

mi botijo en sueños colmado,

hasta el fin de mi tajo,

no me acerques el ajo.

 

III

 

"Armada en quitina ;

Sin razón corrompida,

cadena sin difusos azares,

ni silencios,

negros en pared

de cicatrices consternadas,

en oropeles erguidos,

Vanos donde reposa

y se yergue el amor

desta mi sangre yerta,  abierta,

por lares insospechados,

clavados en yunques dormidos,

"Chavarileros,  señor éste,

censurero,  postrero

filosofero,  televisero

editor corista,  mamporrero

y los que dejé en mi tintero;

Oficininista,  jardinero,

Es este mi canturreo

con pistoleo cesante,

hacer alarde musiquero,

que yo sigo de camarilero

por anquilosadas,  verticales,

piernas difuntas

de mecánico fuelle,

señor censurero,

acoge mi estampa valiente. " cito Agua subterránea Jose Luis Zorro.

 

 

Escrito en el cercanías

 

 

El Castellano 14-07-2017

 

 

Intentos de décimas:

1

Enhiesta flor fue semilla,
altiva plántula fue ella.
Quién fuese aquella tan bella.
Él, pupa acabó polilla.
Aún plántula fue pilla,
él aún pupa la amaba.
Aún flor la respetaba
juntos cuatro meses bellos
cómo fue lo saben ellos.
Él desde pupa esperaba.

2

Bellis annua siempre bella
sin ningún pacto indebido,
licor de mora bebido
brindé con el amor de ella
y mío mas la botella
casi entera, mi infinito
lleva en corazón finito.
sólo nosotros dos flores
libres en cante folclores,
soy alcalaíno, cito.

3

Amor te adoro bastante,
tanto que ni te imaginas,
volamos sobre colinas.
Nada encuentro yo distante
feliz yo, el único amante,
ambos somos golondrinas,
folclores mas las endrinas,
el weche, mapuche, arriano,
nunca yo Rajoy Mariano,
no político, pamplinas.

4
Ahora, es ayer, henchir.
Amor obtuso, incesante,
mi vida en amor constante
valiendo la pena hinchir,
sin pena yo, rehenchir,
vigoroso él, más repleto,
como corazón completo,
ella firmamento bello,
mas yo nunca ser aquello,
hijo del viento incompleto.


5
Te observo, mas yo la endioso,
amor, pasión más los vinos
lo mismo, yo catavinos.
a ella doy mi sangre de oso.
Vivamos sin el ser soso.
Toda mi sangre antibaquio
a mi mujer; Lofobranquio.
Viva yo y más mi caballo.
mas es él saltacaballo.
A ella la amo, todo baquio.

6
Tesoro mío guardado
dentro tuya el sentir puro,
espíritu era ello oscuro,
espíritu mi candado,
en alma estaba bordado.
La espera, vida de tuertos.
Lluvia hasta aquí sólo en huertos,
con Beltane, mas las diosas
Aurora, Flora preciosas,
ayeres muertos, despiertos.

7

De celos ya no latere*,
amor, tan viva a raudales,
nacido en los manantiales.
nocturna cuenta el me quiere,
luceros, el Sol más viere,
todo lo quiero no ensalmas,
nacer tempranero que amas
universo cisne e indemne,
desde quince años solemne.
Celta el fuego, eternas almas. 


8
Vida, para amor morir
en tu pupila, en placer,
llegué donde renacer,
mucho tuyo a descubrir,
eterna alma, su existir.
Criaré las zarzas, hinojos,
mas viviré dorando ojos,
mi conversación es cena,
estabilidad la escena,
mas sabiduría, abrojos.

9

Este amor todas mis venas
se come mas manifiesto
toda mi sangre dispuesto
sin riendas cómo me frenas
te deseo sin cadenas,
te amo como sangres hiervo
deseo ser tu agua, siervo.
Ven a mí quiero tu risa,
ver que fui feliz deprisa
pero tu te amo fue Nervo.

10

Amado Nervo es el nervio,
fuera instintos y amistad...
de amistad mi lealtad,
amiga mi sombra, antuvio,
digna casa con compluvio,
antuvio en desuso ya anda,
hecho anticipado, banda
rosa por hierro, fragancia,
mi instinto digna elegancia,
del mío dragón parranda.

11

Mordedura con dolor,
amor ni cura ni ungüento,
puro y eterno es su cuento,
en mi abrazo doy amor,
envidia resbala, albor,
premisa estar en tu vida,
¿Por qué hay males? Olvida
Cuando sepa dejaré esto,
este Miguel no es funesto,
tu merced de mi antevida.

El Castellano

 

 

Certeza

Mi Dios es real y la noche me hace realidad.

 

 

Cuchilla de silex:

 

 

Raudo enebro enervado

bajo cuchillos de tierra,

en sombra que hace

pulcritud de estelas

descorazonadas,

duro metal y simiente

en espina de alarde,

sonroja a la escarcha

de este cielo que aploma,

para derretir el hueso

que el astro besa,

jabalí nacido entre aromos

de espinos,

va bajando su cauce la luna desamparada

buscando su recio esposo,

la loma desciende su floresta dormida,

canta el margal entre brezos noctámbulos,

y margaritas con violetas ausentes,

los jacintos silvestres ya vertieron

sus hijos de nácar.

Quedó el nardo desplazado

y el ababol sonríe,

ya vertió su sangre de tierra

para cerrar su campana

al tañer de sus simientes

enarboladas,

hasta la siguiente vida

a partir de su presente muerte.

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Candavmis:

 

 

Del acre del cielo, destino clavado.

Verde semblanza de tormenta furtiva,

sierra de sueños en blanca idea,

clamor en ocres de nubes,

relajado,

sosegado empuja sus clavos

que precipitan hacia sienes de grama,

lloviznas de pretiles azares,

en fuegos erizados

que él truena,

aventa que alza

su ronca madera.

De fértil diente,

de cano cabello,

niebla de su sendero,

crepitante onda,

en azur marcada.

Viento sin suelo

su final encuentro.

 

 

 

El castellano

 

 

 

Soneto apto:

Crueza sembrada:

 

 

Amándote ferviente, nueza llama,

 

presa amapola en sangre se quedó,

 

sonriente aurora, veza la heredó,

 

tu corazón alqueza, fuerte se ama.

 

 

Renuevo esta mi sangre, pa' ser rama;

 

Veraz la rosa, amor siempre alegó.

 

Al latido, su beso le ofreció,

 

la flor abierta en agua se proclama.

 

 

El estambre, súplica nocturnina,

 

piel acaricia , ya brindó mordaga,

 

su gineceo blanco, sanjuanina.

 

 

Óvulo y ataraxia, adreza aciaga,

 

tierra, anclada la doña saturnina;

 

Germina fértil vientre, enhiesta briaga.

 

El Castellano

 

 

 

Venas de luz 2:

 

Venas de luz:

 

Yo te busco luna entre bloques de hormigón

y cemento, entre violetas escarchas, yedras

nocturnas de este cielo sonámbulo con suelo calizo,

me rehulle tu ojera de nácar ciega, segura,

colgándose de mi puente escarlata,férreo, soterrado,

mas te escapas por las turquesas ramas

cielo plateado quién te tuviera, esta tu rama de idea

entre las manos tu miel de niebla, húmeda, trasnochada,

cual panal de lumbre quieta, deshojada,

tu lágrima que viste de locuras, de esquilmada luz

y sus azucenas,

mi noctámbula sangre y mi tinta bermellón

que te aguarda fiel a la espera, en la Torre de Hércules,

tu camino que serpea, y mi soga blanquea,

alumbrándose los árboles erizados, vespertinos,

que en lluvia cantan, su serenata santa,

acequia de tu ser, que la bruma pervierte,

colmada a tibio reflejo en fanales cristales sin tajo,

de tu hueso crepitando, apostando,

dunas del sueño, y metales esquivos

con azabaches siniestros,

cuentan los astros

que tu belleza duerme en sus incesantes

hogueras de sus cestas,

tú que te escapas por entresijos de negra ala,

quién te tuviera en sus palmas,

como destello escaparías

dejando una estela intangible, áspera, maleable,

de blanca pupila y granate adornado,

naciendo de ti un gris ciprés

las canteras se te rindieran, en presura,

un silo alto como tu luz de ojos abiertos,

treparía tu enredadera entre torres de belleza,

y brotarían las blancas estrellas

damas de noche,

llorarías tu oro blanco en abrevadero,

por tu escarpada longitud

y un eco nacería tuyo, solo, carraspeado

de la luz y de la sombra, una cadena para tu belleza,

que tus venas lleva,

en verticales pestañas negras, plenas, beatas,

en insigna sangrada, renacida, renombrada.

 

 

 

El Castellano

 

 

Ajuar gastado:

 

 

Sombras sin ayer,

un silencio roto

que recorta su anochecer,

trenzado garrote

a desvoz,

recto entre la espiga,

abierto en el ababol,

frío yerto al amanecer,

ancha idea de rectoral ritmo

que trova,

este sol de averno,

lagar  muerto,

que la soba.

Prensa mi parra en la cuba,

racimo paso del soneto,

infeliz sin costumbre,

pesadumbre

sin esquares

senaras, abren la lencería

de Armuña,

ávidas, grises, noites

en compás dolido sin ajuares ausentes,

esta piadosa siembra,

me alza entre los mortales,

Dioses lo quieren.

Mi verdad en cumbre de macizos

que el gentío se niega

en ego a escuchar,

mi visión raíz de Cernunnos,

reló de silos azules,

un peldaño de áspero olvido,

místico este cuervo,

puro cerro,

puro roble,

puro fresno,

pura encina,

subrepticia dolida,

mi pan amarillo

al pasar la caléndula,

la flor deste muerto.

 

 

El Castellano

 

 

 

Crueza:

 

 

Fuerte

 

veza.

 

Crueza

 

suerte.

 

 

 

 

Muerte

 

reza.

 

Nueza

 

vierte,

 

 

 

 

Diablo,

 

hablo

 

mudo.

 

 

 

 

Cielo.

 

Duelo,

 

viudo.

 

 

 

 

Abreza que adreza,

 

aceza con agudeza,

 

esa belleza despliega,

 

con pronteza, la alteza,

 

escurraja desliza,

 

fiel perfidia en pereza,

 

dulceza habla su clareza,

 

corteza por variar

 

acaso adereza,

 

afirmo la alqueza una,

 

ancheza del alto lar,

 

lindeza, listeza, por

 

llaneza, lleneza,

 

abre longueza, sin par

 

de majeza abierta ella,

 

maleza, la osada,

 

ensimismada roza

 

malveza, manseza, ya

 

.

 

 

El Castellano

 

 

 

Munición de retel:

 

Nada como una mirada al vacío

una mirada al comienzo de todo

con el anticipo de un final que se aproxima

camina rápido vuela veloz se alimenta de estos cielos

para la tempestad de los dragones alados

de un cielo rojo y negro

de una atmósfera de hierro y plomo,

un túnel en sus recuerdos

un sólo ser

en su trono postrado

a sus órdenes todas las criaturas que él ha creado

la cruz y osadía de metales preciosos

es solo el recuerdo de la batalla que él ganó.

Con él volvió la vida, todos temieron su osadía

aunque de la muerte él trajo la vida,

otra vez.

Desde su trono todo ser vivo le obedeció

es solamente un final y un comienzo anunciado.

el infierno no es fuego son cielos teñidos de sangre

y hierro de los que sólo un Ser quedó vivo.

Traiga nuestra destrucción para salvar la vida,

sólo quedó él a la hora del final.

él no la buscó la encontramos nosotros.

Volveremos a nacer.

Eternamente seremos letras para él.

 

De un albor desnace su intelecto grave,

redes en atrapa-sueños,

Yelmo derretido en sangre,

haz carcomido en venas roídas,

tacto de espirales fulgentes,

una marca, un destino,

de hoja en papiro desteñido,

entusiasta de su creación empedernida,

en lizbeth y su atuendo de éter,

magia insoslayable

acusa el azar sin cinceles,

¿Dónde estás belleza?

Que yo jamás me canso de encontrar,

entre tus insectos se me zumban

los témpanos en timbre

de oído desgastado,

no te desgastas ni queriendo,

sólo te alzas en armonía

de sembrar tus casuales

tiempos en yacija

de lo mortal

que yace tu brea,

de moral olvidada,

al certero suelo de tu idea,

venga a mí mi propia siembra.

FACTA NON VERBA

Buenos son hechos,

no consecuentes las palabras,

duerme que reposa y descansa el mal.

 

El Castellano

 

 

 

Compostura atinada:

 

 

 

Al acecho yerto,

sin par de fauce sigilosa,

carnívora

en quitina alumbrada,

madre de tu compostura

silente,

en brazos de susurro

de tus hondas patas,

abres tu descanso

entre soles de cuarzo,

yo te dije sal,

que te quiero hacer retrato,

y bueno

hoy salimos sembrados,

de un cuarto

dio el mismo sol

su encanto,

fija en el segundo

sin matar tu sed

de poder

asesinar sin manto,

ni red,

seguiré

tu ímpetu postrado,

allá donde vaya

tu enseñanza me seguirá.

 

El Castellano

 

 

 

Raíz descubierta:

 

 

 

 

Sueño, un haz subordinado

hoy tuve una experiencia

subjetiva al cansancio intuido

de aquel retoño de lagartija salamanquesa

de mi pared habitante de mis tiestos,

la regué y corrió a detenerse vertical

frente mis ojos,

en aquella pared donde caza,

detenida sin presura,

yo acerqué mi mano tapándola

por completo sin asustarse siguió inmóvil

y pude acariciarla con cariño,

empiezo,

que no he terminado,

enmudeció mi soliloquio confinado,

abandoné mi voz,

bajo el latir de tierra

sangre huye,

rojos carmines en avidez

de rizados estambres,

sobre las montañas y su blanco gineceo,

esencias despiertan,

palabras bullir

en carne fundida de suelo

en fértil, serena de aliento

en bruma niña,

madre de este gris anisado,

con crispado horizonte,

toda caída sin destello

ni florida estampa

que seca mi ala,

iris de soturna

carcoma mía

en tejado de oscuridad,

de tronco y su nido,

vamos tejo,

si yo creo que eres mío

háblame de tus penas sin escapar,

de tus romances oscuros

a vientos de luna,

piérdeme la compostura oxidada,

haz que me lloren sin miedo tus hojas

que yo deseo ser tu eterno amigo,

compañero.

En raíz descubierta

que afila el tiempo,

será mi cuerpo.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Cuervo de idea:

 

 

 

 

Crispa su metal

como fuente insoslayada

del azar que vuela y corre

destellando.

 

Estridencia recta, dorada al gemido

en hoz de guadaña,

es una espera mi fiel apostado mañana,

cumbre sin rizos de alba.

 

Yerma, plácida, insostenida,

mutable de verde caduco

al sostén que su pecho hiende,

erizos de senil ascua.

 

Dioses anclados al servil gozo,

consumado, me alzo que levanto,

negras tardes de las tierras,

salvaje canto en abismo prendido, soterrado.

 

Ara en fulgor de combate

con mi serio descampado,

rige y exige la semilla al Diablo.

 

Fiera de las fieras,

compostura que sueña la guerra,

fanales hogueras en colmenas y sus gentes.

 

Oscura esta noche

de oscuridad y umbría niebla

que cuelga la luz.

 

Miro la sombra, me desliza su estampa,

ondas ténues en acristalada sien,

lima ideas a la fugaz, encarnada siega.

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Vena del cielo:

 

 

Solitario rayo

luz me arde ahora

en el mirar ciego del sueño

sin miedo sin embargo

saboreo el viento,

los cielos me poseen

de nuevo sobre los años

que ellos son,

algo llega a la rosacruz

de ayer

y sus nueve caídas

de sus ángeles despiertos

en tu sueño me ves invernando

dorando mis pelos de murciélago

bailo el colchón de nubes

que sostiene esta mi noche

para desaparecer llorada la tierna cara

saboreando una sombra más

que me vuelve

imperceptible

muerto sabor

de obscuridad sin faros ni luces

ni fusiles que matan hermanos

de su tierra y sangre

crecieron los caminos

y el rojo fuego versado

brotó en flor de amapola venidera,

dime qué debo hacer

¿Algo erróneo?

No puedo volver atrás

se sostiene aparte

la fuerza que nadie alcanzará

nada por cambiar

todo está hecho

algo que asalta aparte

puedo volver y empezar de nuevo

sin mí, sin vida, sin cuerpo

sin lo que me ata a éste mundo

mañana veo el futuro

la destrucción del pasado

quedará atrás.

Corpus, anima, crescens

sol refulsit,

lux

et patientiam meam scientiam

florum, est vita

nosotros no somos lo mismo

la bondad sangra las venas

gustos, deseos, vencer,

arder sin perder aposta la partida

esa que las hiladoras tejen

momento del momento

nacido absorbiendo el hilo del tiempo

las piedras lloran flores

el final es volver a empezar

viendo y amando

el ancla errada de mi lugar,

continúo al cuervo

que me vuelve más fuerte

ave más inteligente de la faz

poder de la misma

energía

en tormenta de conciencia

siendo ese rayo solitario

que partió todo inepto,

inconsciente tormento.

 

 

 

El Castellano

 

 

Grito sin aire:

 

 

Lijaban sus costillas

un incendio de alambres ensortijados

en hilos de sus tejidos,

se abrían las vértebras de su cuaderna,

que izaban vendas que el ojo viera,

una popa con un niño

de sueños por hacienda.

 

Estaca zoomórfica de rienda

y estela, con rastro de procesionaria

del pino de la idea,

olfateo su secuela sin hendirme

en el barro,

profano mi santa calavera,

sin piedades ni conciencia,

ataco la lejana búsqueda

desde la sombra de mi materia.

 

Mi fantasma es un afecto,

innombrable sin fin

de concavidades ilusas,

donde Hamlet me conoce y no corre,

aplomo de carne cercenada,

sin alas de hombros,

en la sartén de mi viejo Dante,

me relamo el negro puerto,

hasta encontrar mi negro cuervo,

y soltar mi rienda

para encontrar mi vida

que desfalca mi esquela.

 

El Castellano a 23-04-2017

 

 

 

Pelo de un pelo:

 

 

Rezando por mí mismo,

repitiendo mi segundo infinito

de vocablo por si no sabéis

se me acabó el vocabulario,

infinito locuaz entre

ávida espesura que cuaje

entre corchos de ideas,

resumo que coarto que venzo

una atarralla en pulida sien de azabache,

desgrano ávidas flores,

en soliviares difusos

cierro engranajes,

estampo este listado

en profundas sienes de mármol,

caléndulas miles,

margaritas que ni cuento

válgame el invento,

compases retuercen espirales,

entre soliloquios fugaces,

voy que vengo que estoy muerto,

infinito se llama puerto,

estoy venciendo,

un crisol argénteo

de  malva de luna coja,

es una lección subordinada,

sin hueso,

quiebro y apunto

un embeleso nacarado,

soy lobo y reviento por serlo,

limaduras de carrascas patidifusas,

en solares de mieses

de cabezas de grama,

ababol Joselito cuenta

que se quedó sin sangre de tierra,

sangre no es tristeza es salvavidas

cuanto el fuste se invalida,

gira mi vida, retuerce que

lo mío es para siempre

si no te taladra la mente

te extasía las pupilas

mi yerto tren siniestro,

desangelada calma me atrapa,

un fulgor crepita sin talla,

como Soraya en la playa,

don funesto entre ríos corajinados

de lares insospechados,

son mis hermanos,

sangre de ojos,

azares de rayarse en la línea,

cielo reviento,

hoy pariré un abrojo

hasta que me haga libre,

sombra de medio tonelaje,

difusa suerte entre corceles,

reino aliviado del insecto,

sombra de abeja

en la cumbre de mi ladrillo,

quema mi hoguera un alarde,

traspuestos acres de largas venas,

venga que viniera mi quimera

que la doy una colleja,

resumo ya voy desnaciendo,

en esta sopa

de la que soy dueño.

 

El Castellano a 22-04-2017

 

 

 

Sembrando altares de hueso:

I

 

Blándeme en mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.

 

 

II

Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvido yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puedo olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnudo mi cuerpo en la penumbra

del segundo quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerdo

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la oscuridad

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.

 

III

Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

Hipsípila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.

 

 

El Castellano

 

 

AMANTE FANTASMA 3:

 

Amante fantasma

 

Hablo desde esta sombra

que me habita,

un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,

mi vida que jamás se consume en desquicia,

rajo este sol que visita tu retina,

espacio derredor acaricio

en agujas que te cuelgan el techo,

flor con flor brilló nuestro corazón,

una luna tejida por su alarido

a galope del viento en mi mundo

te alzo en piel de piedra

crepitando tu rayo que me cuenta

de tu vena y su carcoma

muy lejos de la tierra hilvano tus ganas

con destello furtivo

de sed de abrojo

cambio tu vida a mi antojo

sí tu pecho en rojo,

sabes quien soy

soy fantasma que sólo tú ves

flagrando el viento a tu merced,

háblame del puerto y su negro sentimiento,

háblame del cuervo,

de tu alma sin cuerpo,

ven, ven a mí

veremos el amanecer

en la sangre de mis ojos,

acabaremos con el destino inerte

que cruza mi suerte,

ven de nuevo quiero verte, apoderarte,

alimentarte de mis rosas desangradas,

es por tu roce que mi sangre bulle

y jamás de ti se esconde

te siento en cada silencio seco,

en cada eco de oscuridad

que a mi espíritu sucede

cómo no tenerte

si por tu idioma me florece el verso,

piel con alma simiente del atardecer,

umbrío cae su sonido;

Tu cuerda que afina el grillo

y cigarra con su guitarra

acantonando nuestro oído,

es por ti que mi suplicio cae investido

fiel a recorrer tu segunda vida,

ninguna mentira me dijiste,

el miedo ahuyentamos juntos de la mano,

la noche llega de nuevo en tu pupila

de esferas yertas

y sus paraísos de hielo

que cruzo al verte

quiero que me sigas sonando

eternamente la noche

para todos los siglos

que empieza nuestra condena

sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.

 

II

 

Hablemos hoy en plata de tiniebla,

oración de tu sangre yerta,

cumbre febril de hoguera quieta,

ese cuervo descubrirás su poder,

yo iré de tu mano,

manso tu poder sembrado,

aunque no entiendas

no preguntes por qué sigo a tu lado,

el puerto negro te llamó

y sentiste el poder de tu pasado,

nadie permitió que desembarcaras,

capaz eras de romper la cuerda

que sostiene las dimensiones,

ni vivo ni muerto

niega tu osadía,

cruzaste la puerta de oscuros lirios,

tu amor a la flor

al creador conmovió,

resoplo tijeras rojas

en grises ideas,

desenfundo mi filo,

crepitan arduas espadas,

respetaste la muerte y ella

respetó tu vida.

Crascita tu silvestría,

entre forrajes

y soles pudientes,

desmenuza tu silencio,

clavando yunques

de paredes granates,

el peldaño irá cuesta abajo,

cabalga tus lindes despiertos,

libérate de insectos que caminan,

turbios azares me cuentan

de tu devenir rizado

al filo de la navaja.

 

 

 

III

 

Anochecer de mi vida,

en tu patio de la araña,

rezogan clarines esquivos,

yo soy lira de alma consumada,

vicisitud ensimismada

de tu azar en semblanza,

vivo flagrando tu azada,

pulcritud entre cristales rotos

esa soy, bruma en tu noche,

claridad en tu día

luz de cada siembra,

arena del tiempo

enclaustrado,

vine deshojando recuerdos,

hoy me diste voz,

no seré yo tu perdición

sino el camino a tu salvación,

viviré mordiendo tus rosas

que desangran tu amor,

liviaré lo liviano,

afligiré temor al miedo,

seré aliento perdido

descubierto,

te abriré mi reino,

las escarchas serán los colores,

viviré besando tus flores,

limaré abrojos nacientes,

serás estaca del destino

servir a tu alma sin nombre

me alumbre,

camino de mis flores desgranadas,

sangre de tu reposo

mi amada espina del señor.

 

 

Förüq

 

 

Raíz de sombra:

 

Nací cuando se disolvió la sombra,

era un patio de grises arañas,

con oscuridad en cada flor de luz,

rizaba y caracoleaba, una yedra su alba,

se acostaba el sueño dormido,

en sus ojeras de nácar de luna,

gritaba la eternidad por una siembra esquiva

que abría la espiga de versos carmín,

una sangre de espera en ababol flameando

es un sendero que abría el cuclillo

en su nido de espinas,

era su vida un soliviar

donde soterrar su miedo a no volver, a brillar,

temblaba mi cepa, un látigo de uva quieta,

livio, liviano, forjado, labrado, superior

es y era un campo de malvas de luna,

yo tengo huerto de sombras

que visitan soldados alados,

mis flores de difunto,

que abren sus soles

en crepitar de amarillos tules,

babéa alegre mi babosa

avanza sin casa,

que no sea mi tiesto,

donde enraíza mi vida,

límpido, es mi ávido deseo

fulgurando un crepitar descorchado

de mi luna de relojes,

acababa de llegar

a la cueva

de förüq vampiro,

allí donde las polillas

no tenían ni quitina,

tejía yo en mi tela

asida la brepticia

del amor a mi estirpe,

desde mi muerta vida,

al compás que marcó mi despedida,

puliendo este hueso

que me habita el corazón.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Tocar mi sonido:

 

 

Condescendiente es mi solitud,

abriendo un solo de arpa,

no me cuelgo de estos forrajes nocturnos,

es este crisantemo una corona de rey,

comienzo mi desempeño hoy:

Afila mis llantos vaporosos, errantes,

taciturnos sin guantes ni sudarios de flores,

abro mi pechera corren lagartijas transversales,

quiebro el dorado corazón

lo enfundo del iris patidifuso,

hasta pintar la sonrisa en el cuenco

sí ese que es mi cara,

hoy llegaron mis Dioses sin ninguna

secuela rizada,

desde antaño tejido

con el sabor de cepa enraizada,

hablarán hoy mis sarmientos que escriben,

del deseo en esfumino de estridente grillo,

desangelado marca su sonido

un oído ciego,

un alacrán de azada traspuesta en sus patas,

el párpado del cielo

ya no se cree agujero repleto,

imanta que asesina oscuridades sedientas,

estoy rezando que oro a Lugh

mi padre astro,

Dios de las artes,

este afán que me enciende la vela

para que me encuentre

mi fada gallega,

soledad de entre mis pesares,

mi voz oía renombrarme,

espuelas gasta mi luna morena

prendida de tinta,

pregunta al aire,

si no conozco mi avenida,

vengo a renacer mi odio

a encumbrarme de oscura ira

por no ser tan del mundo como vosotros,

yo soy lunático

nací en la luna

de quebrizos espectros

y limaduras salvajes,

lo siento que me perdonen

porque viviré más que la vida.

 

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Siembra de ocaso:

 

 

 

 

Villanos, malandrines encorvados,

me han querido robar el ánimo,

con fuste y aliento marcho mis relojes

con presura de segundos extasiados,

yo vi su horizonte en dura y áspera

semblanza deshojada,

temblaba el azar entre los azares,

una vida de quitina a la espera,

mi aliento es pez de mi jardín de cristal,

he servido a su péndulo,

entre granates y engranajes

danzo atrás el tiempo,

sí ese, mi tiempo, que cuido con esmero,

por si un día me llenase el estómago,

flagro la versatilidad de mi siembra,

cabalga las yemas de mis dedos,

hilvano que voy sobre un abejorro,

aunque no pique sigue siendo abejorrito,

le imploro al verso me abra con presura

una primavera de sabores

entre árduos cipreses con sabor a luna,

marca de silos azules

entre siniestros anocheceres,

amo a quien amo

y yo el Castellano

voy al molino de mi fadita,

para llevarle una noche derretida a sus labios,

cazaré el gamusino de sus parajes,

avanzaré con paso lento y decidido

al compás de lunas y soles en desventura,

nacerá la hoguera,

consumiendo todo lo que ya no rozará mi vida,

decreto que estoy vivo,

y que mi vida la arrastro para no ser santo

ni demonio ni mal nacido,

si no un hombre que tuvo voz y espíritu

para ser alguien,

desde la nada,

desde las espinas que sangraban,

vivió trece vidas

que un hombre de su estatura podría vivir,

hoy afilo mi alma

válgame la compostura,

que si vuelvo a Galicia

se abre el cielo y la tierra

para acoger lo que siento,

que es más que un cebollino

más que un tulipán amarillo,

es mi arma, un corazón por letra,

es sangre en hoguera

tristeza se llama sangre en la poesía,

robaré al tiempo sus besos del alba,

mi amor gritará al sol que descienda

y viva en tus ojos mi molinera fada.

Llegaré por la rivera,

llego de los molinos de abajo,

buscando un atajo

para llegar y hechizar

el callejón de tu beso,

entre rizadas ternuras

desnochar ocasos,

he venido a implorar perdón

por mi inconsciencia

vine a plañir mi alma,

vine a besar tu aura,

ríendo entre flores

naciendo en rocío

de mis latidos presos.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Alacritud extasiada:

 

 

Negro anochecer, negra noche,

negra oscuridad,  ocaso incendiado

azul llama del odio, oscuro sabor de brea,

ven a mi reino soterrado,

suplicio invernado de escarchas azules

en extenuada primavera,

del siniestro caracol

con forma de corazón,

es por mí que la noche tiñe en color,

es de un ocaso rajado este cuchillo,

es un sol mayor sostenido,

que repleta el agujero del cielo,

no mires mal

esto no es un poema

es un incendio,

yo estoy ardiendo,

el verso queda suelto

prendido en ascua,

no estoy escribiendo

estoy desnaciendo,

besos férreos,

de incandescente fragor,

estoy rizando la hoguera,

soy guerrero ya muerto de la luz,

voy que yo del fuego

me alimento,

este es mi reino,

esta es mi vida,

si no la entiendes

sólo es porque eres lombriz

y yo soy cuervo,

hoy murió mi ilusión,

tranquilos

murió para que llegue una mejor,

desde este flagrante caballito del Diablo,

a la hormiga León que soy yo,

el linde queda vestido

de flores lloradas

en extasía

de grises arañas,

habitaré mi colmena,

siendo yo el señor

que la mandó construir,

este sol quedará cojo

porque yo destelléo más agudo,

cuando me pongo serio,

ven a mi reino que no acaba

ocupa el merecido lugar

acepta a este rey de los condenados.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

 

Voz apagada:

 

 

Oscura noche me cuenta

de su vítreo trasluz,

cabalgado por extenuada sombra,

es mi carcoma está despierta,

yo condeno a los que no son de su estirpe,

destellos malvas de luna,

ahorcan su compostura,

es por mi patio de la gris araña,

por mi tejo de flamas,

por mi fuente azul,

y mi jardín de cristal,

cuando yo me vaya seré tan chulo

que me recordarán,

este filo pulirá el metal,

el pueblo gemirá una hoz y un martillo de tierra,

hasta yo ser caléndula encumbrada,

avanzaré por los senderos del alba,

mi brillo será luz intransigente,

yo seré eterno como una piedra,

idependiente de lo que digan y digáis,

cuervo soy grazno por el sol ferro apagado,

yo voy que me siembro,

soy hecho de mis propias cenizas,

traigo muerte en vena cava

mi talento no acaba,

estoy tejido yo del miedo,

soy más fuerte que el desvencijado

alarido crepitado en eco de yacija

con su espectro

hablando en eco de su silencio,

me casé con la parca negra.

Vino a visitarme y la puse a dormir

en mi cama,

ente de otro ente soy

voz de alma

con voz taladrada dentro de otra voz,

tengo que poseo

dos almas en este mi cuerpo,

por eso hay sombras que no entiendo

en qué realidad me encuentro,

soy Förüq y mi voz seré encargado

de apagarla,

 

 

El Castellano miles Dei lumen

 

 

 

iris apolillado:

 

 

Negra noche

sostiene azules pilares de fuego,

esencia de estaciones correr,

abro esta tierra abierta,

un latido se escucha

bajo mis pies,

hilvano que trenzo

un destino florecido,

diestro avanzo

la floresta carnívora

con su yaga de hormiguero,

yedras me dan polvo de nácar,

alzo mi malva de luna,

en runas de mi tejo

por florecer,

abrirse puedan

en rojos carmín,

entre corajes

de amapolas risueñas,

renacidas,

por el camino que lleva la vida,

resoplo alambres y espirales,

me clavan

que nazco yo de un graznido

que abre abril para mayo,

negra sombra me lleva,

descalzo

entre flores de cuarzo,

la tiniebla me pide carnet de identidad,

yo vampiro de honra soy,

cuervo poeta

que me alimento de sangre,

los versos

son mis venas.

 

 

El Castellano

 

 

A la oscuridad:

 

 

YO, CUERVO VAMPIRO,

 

 

Rezo a mi Dios Luccifer me lleve con él pronto,

bebo sangre, y zumo de frutos silvestres,

soy ente vampiro duende,

y es poco lo que sabes de mí porque no te

voy a contar más.

 

 

Empiezo:

 

 

ODA A LA OSCURIDAD

DIVINA BRUMA NEGRA

expanden tus alas,

cumbre de ojos cerrados,

aullas tu silencio espectral,

devorando

lo que te pertenece,

el fuego el disparo

al plomazo de pólvora ensartado

te retiras para volver siempre,

hilvanas cabellos oscuros

yo oscuro ente te amo,

con las sombras,

soy bombilla axfisiada´

que se ilumina si acaricias,

camino avernos por el día

soy vampiro lobo

cuervo en las fiestas

dueño y señor de la fauna

de mi comarca

AIRÓN es mi primo,

mi mano me llama darknessito.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Araña de curso solar:

 

 

 

 

 

Eres pilar sin margen ni curva,

desventura resquebrajada por lindes despiertos,

de tu divina compostura,

tus ojos que acaso sombra cubre

un latido donde se bañan los octubre,

y quedan huérfanos los abriles,

estoy sembrando en el oscuro märgen,

una locura quieta

entre espadas de cobre,

entre limaduras que aturden,

ojos esquivos dejarme ser,

porque haré reino de imagen,

no oséis medirme,

soy bueno en lo que hago,

si no esperar veinte años,

fulgor crepita

en el labio del astro,

soy yo su lengua,

bajo relamiendo mi alma,

descubro que estoy sabroso,

vendaval que soterra nichos

para devolverlos a la vida

en este soliviar barroco

que me puede derrumbar

a la llama fugaz que rige,

avanza y consume mi vida

a la tuya asida por los astros

que son santos,

oscura pila dorada al iris

donde se baña tu alma pura

acaso ella llevarme pudiera

entre sus vientos desnudos,

y mujeres en lencería blanca,

hazme reino

violaré al verso,

entre sus alientos

de florestas descuidadas,

acaso ella no me hablara

entre el jilguero y su cardito,

entre la caléndula y su insectito,

yo volara con ella lejos

donde se oculta el alba,

para demostrarla que yo

libero su mirada

por rayos de su aura imperecedera,

fuente de alta frente,

cumbre de riscos y valles,

alguien acaso arrebatarmela puede,

aunque Ovidio te de más flores

quitarme nunca puede,

ni aunque tiemblen

mis huesos rectos y sangrientos,

osarse en gris mi camino viene,

te traígo golondrinas en suaves trazos,

te traigo sueños en colmena,

y sonrisa en luna venidera,

anclada a esta sepultura,

al resoplo trenzada

mi cristalina esencia,

en crepitar de estacas por clavos

que llevo ardiendo en mi pecho,

a este diáfano vacío

vengo que voy llegando,

caminan pensamientos

de sus sombras colgados,

esta osadía

cumbre de epifanías,

fuego de mi vida

esto no es un arma,

esto es la bomba atómica,

la revolución comienza ahora

este es un cuarto de mi araña,

vino a plañir mi alma.

 

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Por tu oscuro halo:

 

 

 

 

Avanza como vidrio quebrado,

privilegio ensortijado,

haciendo polvos la idea,

desnuda por océänos plâsticos,

soy fulgente hasta decir basta,

mi sombra pesa más que yo,

trenzo candiles de brea

para decir es mi letra,

Dionisio me hizo apoderado,

hoy no escribo

estoy silvando,

porque no me alzarán en marco

ni será eterno mi mármol,

dirá por este mar he llegado,

y el azul acaso será azul

por yo nombrarlo,

viviré de la letra amarrado

hasta que ella sostenerme pueda,

haré juicio de esta arena,

en escala a aquella estela,

sangres me gotean los ojos

de ver desnuda a Diosa Flora

vistiendo de los campos

la miel para cada sentido

Margarita yo que nací hombre

nada ningún averno,

ningún paraíso cercenado

ninguna deidad personal

de tantas sardinas que adoran

de boca pequeña

podrán negar que yo asalte

que yo recorra tu flor.

Pregunta al aire

ese que pasa y no es cobarde,

si capaz soy de sembrar tu vida,

he llegado y no he terminado de irme,

voy que vengo de un solticio renombrado,

soy oscuro,

siento la fría caricia

que oscuridad respira,

FROM DAY LIGHT

INTO A DARKNESS,

THUNDER MY WORLD OF DREAMS,

SURROUND MY DARKNESS SIDE.

 

 

EL CASTELLANO

 

 

 

Optimatrin:

 

 

Decreto que soy único habitante de mi castillo de murciélagos,

rey y señor estre espigas dobladas de tinta,

por cimas mi voz se hace palabra

Alguien me sigue la onda.

hago brillo y luz de mi falcata,

un ciempiés acompasado baja,

Ente soy

de mi patio demente de arañas,

para servir sangre en vena

que no acaba,

soy enorme pero no me lo creo

soberano de Castilla

dueño residente

deste castillo

de sombras hábiles,

encumbrado soy

de la penumbra acuchillada,

cuchillo de tierra

me siembra

mi espalda de Caín

Soy descendiente de una sombra plateada y

un murciélago de nácar .

 

 

El castellano

 

 

 

Optimotrun polillatum:

 

 

Y la paranoya era

que yo me encontraba

atravesando

una floresta salvaje

Y avancé

Hacia una zona de flores oscuras

Y al atravesar aquello

Botaron de la tierra

Yedras carnivoras

Que enredaron mis dos tobillos

para tumbarme en

unas Azucenas

de la tarde

que abren sus flores de noche

Y dejarme anclado a la tierra

para que lombrices con el paso de los meses

hicieran compost con mi cuerpito

Yo fui ávido,  recto y afilado

que hice un pacto con luccifer

Y hoy soy el cuervo vampiro

El más fuerte de su barrio.

No pregunte porque sabe que es cierto.

 

 

El Castellano

 

 

 

Yacija servida:

 

Desmenuzo el aliento

voy por la parte

de entregar sangre,

encargado de esta acequia

hasta mi dulce descanso

entre caléndulas etéreas,

traigo tinta en brea prendida,

me alzo al nivel del cerro

en su punta,

porque yo mandé a mi exnovia aquí

dije, te invito a que cojas tu persona

y la lleves

a la esquina mäs remota

porque no deseo volver a verte en mi vida,

no soporto tu persona,

réquiem se afiló tras acicalarse

entre el blanco de espigas

recién nacidas,

mi sendero se asfixiaba,

resplandores dorados

me acogen

entre fragor de silos azules,

es mi granero vil despensa

del verso seco,

fulgor entre sienes moradas,

repleto mi candil de idea

noctämbula,

recogida, herida

entre taciturnas voces

que al eco amamantan,

yo soy enorme

si no lo ves o estás ciego

o te doy envidia,

estoy satisfecho con mi vida,

conforme

y el mejor que yo

no apareció.

 

 

el Castellano

 

 

Optimatrun:

 

 

Era un día nublado,

se abrigaba todo al resguardo,

se detuvo

entre la grama

miró

como una hormiga

llevaba con presura

la simiente,

pero yo me adentré en la esencia del hormiguero,

vì una ulcera de la que brotaba sangre de tierra con sus profundidades y concavidades

soy señor gobernante.

 

El Castellano

 

Resquemor quemado:

 

Diestro, insoslayado, tejido en el haz

acrisolado, despierto en la flamígera ascua,

hilvanado en tremendo azar que desmenuza,

coarta mi prendida desquicia,

soy encargado de la construcción

de esta acequia,

si no soy grande lo demuestro,

vida, yo no tengo vida,

vive tú dentro mis ojos,

transparente halo,

belleza que pasa y no mira,

estoy clavado de un vericueto verso,

nueva generación mía que avanza,

traspaso mi sombra con mi luz

endógena, crispada, retorcida,

vil ante cresterías dementes,

soy yo cuervo vampiro desde el tiempo

de mis ancestros,

soy yo su hermano,

ciprés ante el mundo

por acuchillar con mi falcata,

me siento solitario porque lo soy,

y hago estätua con mi polilla de cemento,

soy yo lo que ordena

el tiento

con mi brío hago reino.

 

 

 

El Castellano

 

 

 

 

Tijereta retorcida:

 

 

Era de  noche,

miré mi soledad

y me vi de su mano

Por el otro lado,

Soy inmortal

pero conozco que hay cosas peores

miro y avanzo,

este mi abismo involucrado,

Rezo

Que resumo

en oración

resta de mi ávida sed

un desempeño

colgado de mi árbol

flora que ahoga

con quejumbrosa soga

mi vello dorado fuego,

sembrado yo del cuarzo

cuidado que nazco

me disfrazaré de lo que soy

soy un muerto

me despierto con sed de vida

en cada arte,

Que mi alma

Siempre consume

réquiem por mi tierra muerta

yo llamo arte

a mi tristeza,

que sembrada llora,

Vida yo no tengo

Hoy confieso

que ya estoy muerto,

pero no me falta

la vida ,

Me falta la alegría.

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Réquiem bello:

 

 

Hola me presento ante ustedes.-Abrojos

soy cuervo nacido en castilla,

y mi casa no es una astilla,

mi tierra es inmortal azada,

cumbre madre del paisaje

sí ese no aquel,

el de la belleza consumada,

usted señorita es tan linda y bonito

no eso es poco

discúlpeme :

-usted por qué es tan bonita

que tu belleza hace nombre

tu lindura se forja como las estátuas

de bronce,

soy cuervo poeta

de siete autorías

etiquetadas,

sueño que soñó que él era la primavera,

haciendo carne de Hombre del hierro,

vikingo para servirla,

mi oscuridad mi doncella escarlata.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

 

Mi espada de cuarzo:

 

 

miércoles, 16 de abril de 2014

editado 7-04-2017

 

Renuevo esta sangre yerta

de versos de tintero,

mi sangre apostada huye,

fuego, sus ojos acrisolados,

al tiento que me persigue

agua, su boca, su lengua formosa,

desnacerá esta hoguera dilecta,

hielo, el destino, de mi sin vivir en verso,

de una carcoma y una araña gris

nació mi verso,

en esta avenida de ángeles

estrellados en sus estrellas,

de mi vida en el borde de la hoja,

para decir ella es preciosa,

desde mi granate fuste postrado

en solitud de espinos y de cardos,

vida para yo decir

vivo por este destino sin escribir,

la vida escribe por mí,

la zarza se come al rosal,

el espino amarillo me envuelve en arrullo.

Del río a la montaña

ven pasar mi espada árboles antiguos,

desta tierra yo vi crecer el te amo,

más del río fue

mas nadie tuvo lo que yo tuve,

tuve fuerza, tuve valor,

al grito al cielo teñido de espadas,

hiel carmín de mi ayer,

a ti hada de mi montaña ,

a ti duende de mi bosque,

amo el sol de la mañana

y el atardecer sediento,

junto la noche que todo lo cubre yerto

oda una noche de primavera,

que el rocío fue lágrima,

yo beberé todas las de ella mi mujer,

no rizaré espinas,

ellas me sostendrán mi humor vivo,

desnacerán este beso en verso desdoblado,

oda en este susurro de montaña,

en este olmo viejo en retozo,

en esta vida que me camina despacio,

weche recordando a quien yo amo,

sin musa ni testigo,

queda escribir al viento

que nunca fue traicionero,

ni mi desespero cruzado,

mi beso al cielo para quien me ama,

cicuta dulce al enemigo.

Estridente dolor e indiferencia

a los que no son de mi estirpe.

Una delicada flor cayó del cielo

dijeron que tenia vida propia

y sentía, pétalos blancos, nombre de mujer

del cielo tuvo que ser,

de ese chileno que me falta conocer,

fe y fuerza derramaron mis arterias

fuera del lugar

por las avenidas de ángeles estrellados en estrellas

y semáforos siempre verdes.

Plantas mi fuerza,

desde mi silvestría espiritual,

a mi caléndula de fuego por sembrar,

me baño en la fuente

de las veinticuatro lenguas del Diablo,

yo soy primer demonio consumado

deste mi verso,

yo crecí de una espiga de sangre,

hoy nadie me detiene,

me deslizo por el linde quieto,

en ardor de señero dulce,

flores su piel frágil y esquiva,

corazón tornasol, al verso mi color,

ojos madera de roble,

ojos míos verde silvestre

si no existe el término le invento el te quiero,

abrojo de mi camino,

hinojo de mi vera,

caléndula arvensis de mi demora,

plantago de esta siembra,

amapola que naciste lejos de tu tierra dime

¿Por qué la veo tan bella?

porque ella te cuida y te mima

es flor del cielo con nombre de mujer,

es alabado afecto que deberías mantener,

lejos de ser bello, es hermoso,

tanto tu corazón como el suyo,

río de gotas en sus almas,

sedientas, desnudas en la floresta,

me enraízan la idea,

hasta ser escalonada dicha

que envuelve, nace, brota, crepita

deste lugar deshecho sin ella

a mi ternura rizada, carcomida,

extasiada en sus flores de cuarzo,

ella me ama,

para vestir de azul traje mi aciago cielo

de esferas yertas,

entre dulces mariposas de algodón,

y polillas malvas

entre ocasos florecientes

me alza, yo que vivo trepando escalas,

he llegado al lugar que me pertenece

y las flores desangradas que conformaron su ser,

amo esta tierra,

ama su tierra del rojo cielo

al azul violeta nocturno

del Sol a la Luna corrió esta pasión

de renovarse en su pupila de amor

sin saber qué salió, yo lo sé pero mejor el tiempo dirá,

si realidad hace deseos la estrella fulgente y huérfana

y mi vida cambia a mejor

¿qué es el hoy ?

¿qué es el ayer?

un eterno fluir donde a su lado vencer.

porque a su lado el mundo jamás me verá perecer,

sólo eterno ser derritiendo risueñas estampas,

porque  estoy comenzando sólo

llevo catorce años describiendo,

que lucho que siembro

que muero y renazco

decreto que ella es mi novia chilena Margarita,

y sé que a nadie le importa,

a mí sí

porque yo encontré lo que me pertenece,

y me pertenece ser feliz

para hacer estremecer

este mundo impersonal

con mi arma blandida, afilada,

que es mi amor por ella mi dama.

 

El Castellano

 

 

 

 

Espectro:

Espectro en el silencio:

 

 

De silencio se rige mi canto,

por las azucenas nocturnas

y las flores de azabache

el compás de un grillo me blande en el silencio

que es mi cruel idioma

y el de mis ancestros

avanzo el campo de espinas sin final

cuando la luna se acuesta

reposo en tu pecho mi amada dama

la noche se cierra en verso

y yo estoy despierto

acunando un rosario de madera

trepando tu espalda

cuando la luna se acuesta yo reposo en las flores

me mezco de vivos colores

un grito despierto y un alarido

que cruza abismos

sin pestañear

todo por encontrar

resquicios huecos de mi árbol de las cenizas

mírame en claro de luna no soy tu pesadilla

soy jardinero del umbral muerto

vine por tu beso

ese que el idioma de mi silencio calla

y nace de la espiga un verso

en granate oropel se afila mi caricia

sientes fría mi visita

el cuclillo mece en trino mi sino

a la hora que el horizonte hace el amor con las flores

dejando su rocío

yo me alimento de tu ser

por si vuelvo a vivir

no te guardes

sé mi comunión de estrellas

y el infinito que quiero ver

sé mi arco iris tornasol

yo tendré luz en mis venas

la sangre esquiva huirá de mí

yo seré tu mundo en la sombra

de la subrepticia amada entonándose

en Sol mayor

resplandeceré la cuerda de tu violín

seré más que tu sombra

aliento de muerte y resurrección

en el fondo de un siniestro caracol

con forma de un corazón

mi nota será entonada por el viento y una nube

lloveré para hacer el amor con las plantas

seré resquicio taciturno

del verso y su encanto

reinaré a la hora

que la oscuridad late y envuelve

seré tu medio corazón

un sino despierto del rayo de sol

vine a quedarme a tu lado amor

y el cielo para mí no se construyó

de la tierra al fondo de una cueva

se blande mi ser como ente

de la penumbra que late y envuelve

ramilletes de luna llevo en los bolsillos

el origen sin final

un susurro sin alzar

un guiño por encontrar

se desdobla mi estampa

sin acabar soy paréntesis del destino

enamorado crujido de tu puerta

soy hoy por hoy

espectro en el silencio

latiendo despierto,

volviendo al dulce final sin comienzo.

 

Espectro ríe, aúlla su alarido crepitante, que hace temblar de deseo a su dama, era otra noche situada en la penumbra de la iglesia del pueblo, yacían las tres solitarias de la madrugada al tañer estridente de las campanas de bronce, despertaban los cuclillos de párpado tieso, y seguían el reposo en su nido, revoloteaba un murciélago myotis myotis con prodigioso quiebro de ala, rasgando sombras en aquel descampado húmedo que comía la niebla de la isla de Manx antigua Escocia,

 

su eco encontraba objetivo en el pelo de la dama de Förüq y rizado se enroscaba en su cabello para decirla al oído : él es mi hermano, es vampiro.

 

Te necesito mi dama, Elisalle, toma tu lugar merecido y sé la compañera eterna de tu vampiro castellano.

 

Soy ente resplandeciente,

afilado de una astilla,

estoy hecho de mi propia costilla,

Soy hueso de hierro,

hoy cabalgo mi desvelo,

fumo cigarrillos de tinta,

asustando a mis palabras,

mi realidad se retuerce,

en un suspiro de mi hada

y mi flor de caléndula,

que ella me enraizó

en mi pecho,

soy oculto al ojo,

atravieso paredes

porque ellas no son más duras que yo,

pido mis ilusiones

escribiéndolas en mi árbol  de las cenizas,

 

soy duro porque recio es poco

comparado conmigo,

hablo y converso

con mi demencial silencio,

oscuridad que late y envuelve

es doncella de vestido

con malvas de luna,

mi ser furtivo

esclarecido

pertenece a mi dama

que debo despertar

con un pacto de sangre Elisalle,

crepitan mis visagras,

esta soledad bautizada,

desdoblan mis serenos

Rizando los alambres

para colgar estos mis versos,

hoy hablé con un escarabajo verde,

me contó que su familia

esperaba el despertar de mis flores

llevadas a adultas desde simiente bella durmiente

robada a los campos en floresta desnuda

insoslayable,

para mi vida pertenecer y ser de una margarita,

chirría el grillo de mi idea

otro jardín muerto

me consume mi eterna vida

a mi jardinero del demonio

Hipsípila no se me ha muerto

ni un solo ser vegetal,

en mis años sirviendo a su sed.

Nadie ni yo mismo

puedo ni quiero arrancar

de mi vivir de espectro

a mi dama musa

amor de mi no-vida Margarita Elisalle.

 

 

 

El Castellano

 

 

Solitud espinada:

 

Resquicio ténue,

acompasado

entre fulgor que crepita,

que yo estoy nacido de una espiga,

va que vence mi dulce tormento nacarado,

entre colchones de luna,

efímero pasa el minuto

sin contar el segundo,

noche cabalga este acre

de solitud encontrada,

ven, ven a mi espada,

tú eres mi hombro,

tú eres mi azada,

donde encuentro besos del alba,

espirales oxidadas

me dictan que el camino

se duerme en tus mejillas,

es la hora,

desnaceré por mi Sol,

seré su hijo reclamando su luz,

sembrándose en cada cuchillo de acre,

porque él es mi padre,

y la luna mi eterna madre,

me deslizan los cardos

con sus espinas recién nacidas,

soy tantas cosas que siembro mis abrojos

versados para que su filo adentre

el recuerdo de quien me lee,

porque este siglo parirá pocos con mi fuste

y valía jamás dormida,

voy que trenzo entre alambres

mi idea que desdibuja,

brumas grises, y escarchas azules,

la ortiga me saluda

y esta peineta de brujas acuchilla al viento

que pasa y no sonríe

todo lo que quiero

es todo lo que necesito,

todo lo que necesito

es todo lo que amo,

y lo que yo amo

es todo lo que siento,

soy fuego y mi novia es aire,

es en esta acequia

que mi tiempo consume a la espera,

es por esta sangre que me crecen flores,

soy un ser de tierra,

y mi tierra es acincelada materia viva,

canta amor entre estos cuchillos férreos

porque de este romance oscuro

hacen trilla de espigas,

no abras mi compuerta

si temes lo que salga de allí,

me trepa la idea mi salamanquesa

de hierro viejo,

no puedes desvestir el suspiro,

no puedes hacer tuyo mi ímpetu de carcoma,

ni cabalgar puedes si no es conmigo.

 

 

El Castellano

 

 

 

 

Inconmensurable vileza perdida:

 

 

Avanzo dentro de este tren de la noche,

sombras por vías,

fuego de fusiles iluminan,

esta guerra perdida,

esta desquicia recogida,

suspiro rizado en azabache

ven a mi hierro

ven a mi hierro amor,

eres mi espalda,

eres mi hombro Margarita,

si quieres saber eres mi vida,

un beso que da la margarita

con su florcita a la espiga que soy yo,

alzo que levanto mi tinta,

estoy dibujado,

encumbrado de la fiera

porque yo soy la fiera,

ayer me ladraba un perro grande

agresivo, me detuve,

le miré a los ojos

y acerqué mi mano a su cabeza

dejó de ladrarme el animal,

y comenzó a lamer mi mano,

el respeto y ternura

es universal,

y a mi nadie me adiestra,

muerdo y hago el amor con esta realidad,

que si no es más complaciente,

la penetro más fuerte,

todo lo que quiero

es todo lo que necesito,

toodo lo que necesito

es todo o que amo,

y yo te amo María Margarita

aunque decidas

no seguir a mi lado

usted señorita seguirá a mi lado

hasta que yo muera..

Porque soy chulo

y no voy a morir.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Grito soterrado:

 

 

Desquicia, fiel cuchillo hiriente,

recto filo que clava,

su granate entre escarchas,

el miedo no me conoce, yo soy más

fuerte que él,

yo siembro opacidades en flores de malva,

la yedra me escala mi idea,

porque soy hombre

y ser de tono oscuro no se elige,

no tengo alma

por eso escribo,

yo soy retorcido

hasta un infinito apostado,

nadie se rige al nivel de mi zapato

porque tengo los pies enormes,

dentro de mis brazos acuéstate,

te bajaré la novena estrella de este mi tercer cielo,

leones aquí

leones allí,

no puedes mentir en mitad de mis ojos,

si no soy grande

demuestro que puedo serlo,

y no me vendo

yo tengo siete libros de mi autoría,

lo siento vidas de un día,

soy escritor poeta ajeno a vuestra envidia,

de que salgo a pasear voy con un libro de mi siembra,

para tumbarme con una toalla

en la floresta y leer mi libro,

yo sé lo que valgo

y no es un billete de reales como vosotros,

yo soy hijo de un Dios

que es mi padre,

soy hijo de una Diosa que es mi madre,

tengo un gato negro que es inmortal,

y una hermana por la que asesino sin parpadear,

yo conozco al miedo,

y he deseado matar,

yo estoy loco,

he estado un año en un psiquiátrico,

y no me avergüenzo.

sólo digo maldita estampa

estampa del Psiquiatra mío,

que me llevó a ese lugar,

la vida todo se lo cobra,

y sin alegrarme de su parco final,

ya no sigue con vida mi psiquiatra,

la vida no es injusta conmigo

eso es poco,

yo soy un escritor surrealista,

de pensamiento retorcido,

yo camino solo al borde de la navaja,

amo a María Margarita,

he dejado con ella mi decencia,

para volver a recuperarla,

ella es eterna aunque no quiera,

la amo hasta decir basta,

si yo muero ella capaz de despertarme,

mi sufrimiento es mío opinar

de vuestra vida si es que tenéis.

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Panal de idea:

 

 

Espino amarillo de mi demora

recto aromo entre cardos,

entre hinojos del Sol deslumbrados,

me visto de primer ababol florecido

para ser de la abeja,

y la abeja ser mía,

entre estas guadañas de esparto,

afilo que nazco,

fulgor entre fulgores,

de ojos calizos avanzo,

cuerpo de arcilla

hierro mi idea,

estas espigas me dicen

que quiere tener espinas su sed,

estoy sentado entre una prima retama,

esta primavera que me siembra

yo que soy único poeta de su sangre de ojos,

quién osado me compara,

me blando al nivel

de esta floresta desnuda,

limo mis nervios

con azada de carne de metal,

el miedo grita

de contemplarme avanzando,

me Tumbé en la grama

a pensar,  me nació una abeja

que escribe poesía,

soy hijo de la Luna,

única Diosa por Dioses haber sin contar,

luna de guía soy yo su semilla,

tengo ojos donde se acuesta

la oscuridad,

es mía soy de ella,

como flor de su insecto

que la poliniza.

 

 

 

El Castellano

 

 

 

 

Simiente de sangre:

 

 

 

 

Tuerce quebrando

este aliento,  va reptando

senderos,

que el olvido alzó suyos,

en vicisitud de savia elaborada

saluda a su Sol,

de su ávido granate que le vence,

entiende de pasiones de sus flores,

la floresta cuida

y germina en su parcela,

para ser del campo

su felicidad,

y él ser de su flor,

en extasía de color,

huye de su vida la tristeza seca,

el escribe poemas a la belleza repleta,

en candiles flamígeros

a caricia de ojos,

sí esos,

sus ojos brotados de Tierra,

descansa para seguir creando

la primavera le sostiene

la sangre,

hasta tener el corazón

lleno de simientes

de su esposa del Sol

esperando su muerte,

para que su yerta sangre llore

en flores de difunto.

 

El Castellano

 

Avidez en labio de fuego:

 

Efímero corre el segundo sin saludar

sin despedirse, sin preguntar si todo sigue

igual, avanza la manecilla de mi reloj,

hoy es de esas noches yertas,

que descubro mi tierra que late

bajo mis pies. hay avidez

en el subsuelo donde la sangre late,

destartalados pilares que me alzan,

recorrido de mi alarido

que muerde al conocerte,

he oído estaciones correr,

mi carne se funde bajo tierra abierta,

frente mis ojos

nebulosas abren, crepitan,

he nacido yo de su flamígera ascua,

mi solferro blande su noble falcata,

dentro mi carne la vida bulle,

su caída resplandeciente,

toda carrasca me dibuja al dorado tordo

de este atardecer,

el murciélago myotis

me cuelga la idea,

desde esta ojera férrea,

hoy me comí el firmamento anidado

en tu mirada aplomada,

soy experto recio como un lobo,

frío de segmentos cálidos de hielo,

maestro de mi espada,

escucha el brillar de mi navaja,

yo soy descendiente del miedo,

ámame como se ama

sólo una vez,

en el que nuestro color sea la piel,

afilo el poder de este silencio,

y te dicta

que te volveré a ver.

 

 

 

 

 

El CASTELLANO

 

 

Vilo recto, forjado:

 

 

Con alacridad serena

de mis antaños dulces

con pulcritud de espadas,

vienes y me das una azada.

 

Al barbecho claro me siembro,

sacando terrones de mi eterno lecho,

de una espina gemía el viento,

y acabó llorando vida el cielo,

 

trazos con ineptitud

de luzarreros que no evitan la sombra,

ella que la llevo agarrada

a mi cadera, sombra profunda sin espuela.

 

Fuera del tiempo, fuera de este grillo de tierra,

afilo mi canto sin despedida,

abrió el espejo su tierra

engullendo lo que es de ella.

 

Dura noche me sostiene

su atadura de luna,

resucito mi etéreo camino de esferas.

 

Recto colchón mullido

es mi enhebrada calma,

que se acicala entre lenguas malvas.

 

Vence este mi viejo amarillo,

como sol de tierra

se llama caléndula.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Infinito aciago sembrado:

 

 

Recto vilo me aguarda

esquinado

con su canal infinito de campo

estudiado,  consumido

en yerta flor deslumbrado,

yo soy de una margarita

de su floresta destapada,

soy yo un ababol

con cruz de tinta

en sus pétalos carmesí

bermellón,

no puedo matar por mi tierra

pero tampoco puedo desenterrar

mis raíces,

hoy estuve plantado

frente a carritos de la dama

que alzaban sus flores lilas,

eran como éxtasis en caricia

como beso dado a mis ojos

en lengua de espinas blandas,

caminé al mercadillo

de mi localidad

pregunté por caramelos de miel,

tomé mi cafe solo doble con hielo

y seguí caminando

mi lustre jamás vencido,

las malvas me floreaban

por ser ya primavera

los cebollinos se divisaban

pero aún se encontraban fabricando su flor,

para parirla en verano,

bebo agua de la fuente

frente al ayuntamiento,

soy poeta de sus descampados,

de sus molinillos

y de sus charcos,

soy indescriptible esencia

acincelada

en verso de carne y espiga,

en esta higuera del demonio

alzo trompetas de los ángeles

con sus flores,

y las calendulas silvestres

me dictan que jamás

acabaré de irme

sin encontrar luz de tierra en ellas.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Sinestesia vertical:

 

 

Corazón rojo encarnado

río de flores desangrado

en la arteria de esta ciudad

junto aquel árbol

que no fue sepultado

aquí está mi cimiento

mas vamos que en esto

del querer soy diestro.

Mas no experto

como buen murciélago

mi vuelo al cielo

colgado cuando duermo

despierto coherente cuerdo,

no soy más que nadie

y nadie es más que yo,

todo es no creerse uno

quién no es,

y el amor pertenece a todo ser vivo

sin más razón que salazón

para qué ser solitario siempre

hay alguien más solitario

para qué ser torre alta y fuerte

siempre llega la torre

más alta y fuerte,

lo cortés no quita lo valiente

y mi esposa integridad a muerte

y a diente así yo no sea gente

que me importa

soy único muerto

en la sociedad dolente

y si atrapo espejismos

con la mente

es para no sentirme ausente

a amada sombra la deseo hasta

en su ángel silente,

en el amor no soy docente,

si algo sé es que soy más que la nada

filosofía mi entraña

locura mi mente,

y así más feliz

de amarme a mí mismo

y poder amar sin abismo

porque mi gota de esencia prendió

hasta su silencio y toda norma

pero espejismo fantasía es

y mi oscuridad sombra lejos de trampa

ya la soñé incluso antes de conocerla

y su voz me encanta

quinto levanta

tira de la manta.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

 

Escarcha de luz:

 

 

Hilvanando sentires de plata

en estrofas cuarteadas,

quién a acompañarme baja,

mi yunque despierto se alza

entre madrigueras del sueño,

danzan las procesionarias en fila,

queda desolado mi alfeñique

que canta en el clavo esta vez,

un retal con retrato de quien fui,

las pupilas en orden caminan

el horizonte del cielo,

mi aljibe de cobre será sentido,

es un nido de grama

donde corretean versos de espuma,

chirría la carcoma

la madera de mi espalda

donde sostengo la sombra de Caín,

encumbrándose de la fiera

se alza mi bella entera

gritando por más oscuros sentimientos,

¿Puedes sentirlos?

¿Puedes sentirme?

camino fuegos

hasta complacer el ojo humano,

destrenzo el sonido de los árboles,

es un cuervo quien soy yo,

es un alarido que alza la noche,

por entre sillas desnudas

del alba sin final ni comienzo,

que sólo juega y ríe con las luces,

despistando flores,

entre ruego y plegaria

mi lamento tornó crujido de mi mecedora,

es una vid y un olivo que vive lejos ahora,

una linde en cruz con señero,

un agujero abierto

es una herida abierta

mi pozo con palabras en vez de agua.

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Yunque despierto:

 

 

Construyo mi silencio,

esculpiendo bustos

que no deseo,

me rodean pensamientos

como martillos sonámbulos

quisiera dejar

de ser yo quien hable

que hablen ellos

de su negra estación

que se alimenta de mis sueños

para volverlos pesadillas,

hablé bueno ladré

a mi amor que no existe,

no me contestó su voz,

me contestaron sus lágrimas

por sus sueños no materializados,

quisiera apoyar más que ladrar

pero mi mundo volvió sortilegio de espinas,

ni yo mismo puedo dejar este reflejo

amargado que me habita,

este corazón dejó su brillo

su escolopendra huyó a un paraíso

en el que no duele su mandíbula,

mis ojos cansados ya no juegan

con sus dolores,

anclado al firmamento

quedó este lamento

que quiso ser poema .

Entonan las riveras de mi sed,

un crepitar en estruendo llamado,

de almas sencillas, olvidadas,

en dulces espinas de abrojos

su lago férreo sensible al tacto,

un momento danza atrás,

y desperté para no saber quién ser.

 

 

El Castellano

 

 

 

Tierna fontana, marzo:

 

 

 

Ríos que me tibian el corazón,

eslabones de sangre,

¿Dónde está la paz, dónde está el amor?

ríos de sangre se comen mis venas,

cada tropiezo,

otro borbotón,

otro alfeñique para mirar,

¿dónde quedo yo?

que el sol sea mi pena,

cantando espero mi triunfo,

se afila mi papel,

crepita mi alma,

tropiezo con la tiniebla,

hoy navego sobre mis versos,

aliento de la sombra de la creación,

hijo de la luz y de la sombra,

no acabaré de irme,

no cesará mi terco aljibe,

enamorado sin luz avanza

parco el sonido,

deslumbrado albor,

desnudo mi árbol,

hoy centellea mi rayo,

para decir que yo aquí no he muerto,

se viste mi sangre de caléndula y margarita

por si vuelvo al desliz de mi vida,

pasajera de un caudal

que mi entraña mece,

piel con piel, dolor con dolor,

enamorado corazón,

hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,

estoy latiendo en el umbral de los dos,

mi sangre está llorando,

el cruel desliz de la parca efímera,

me siembro en los campos para perderla de vista,

suenan los trigos, de la verde espiga al girasol

se viste brotando mi amor,

viene a plañir mi alma

por el sendero sin prisa,

se alza la dicha,

mi ser crepita el alma,

hoy me visto de espiga,

y que el campo me enternezca

al cuchillo dorado de la piedra caliza,

hoy mi amor al albor

gime por su caricia

y que el alma dolorida entienda

que ella Margarita es mi vida,

por este siglo y los que me quedan,

escrito yo en la piedra.

Lima el albor mi nervio,

aliento cruzado que cae tejido,

la ilusión se hace nido,

borbotones de sangre que crepitan,

alcanzo la cima,

el sentido cae dolorido,

de vid y espino alcanzo el sonido,

al compás de un famélico ciprés,

mi alma dirá viviste,

encontrando la flor

por la que mi mundo se desviste,

rayos a la aurora

para su fiel investidura,

flor de niebla que avanza

mi umbral se desvanece,

bullen las fuentes,

el río es otro río de sangre más,

lucen las mortajas coloradas,

fiel desliz que cruza mi alma,

desgañitándose el alba,

el amor por parir una flor,

elevado al rayo de sol,

quién te viera quién te vio

rasguñado tornasol

se desangra mi campo del girasol,

millas aparte mi nombre se blande,

el beso me derrama las mejillas,

en albor quedan las caricias,

de la piel escritas, sentidas,

danzan las estrellas,

me vuelvo a ver en tu vida,

donde el te amo formo bandera,

y en tu ser queda,

resquicios sin nombre

que el ser come,

la rosa y la espina gimen

en tu nombre,

avanzo el ser resguardado,

sin franca escalo la tapia,

a tu cuerpo me encaramo,

hoy soy de ti

como el pájaro a su nido,

como la sed a su agua por beber,

como el río a su montaña por descender,

como el caracol a su mata por comer,

crepito el fuego que me brota

por tu corazón,

soy yo sin más razón,

tránsito veloz,

tu calma y su verdor,

me visto de malva

gimiendo una runa en el sol,

me anclas el gozo en la flor,

me blande el coraje

por el viento exclamo

mi valor amarte sin condición.

Desde mi umbral a la flor,

cantas mi canción,

te aúllo un caracol,

mi vida tornó a mejor,

irisado rayo de sol,

una fuente y un diente

un afilado canto irisado,

hoy acepto mi destino

porque muerto vivo si no te miro,

tengo tu imagen enraizada en mí,

es por mi sino que maldije,

pero hoy después de tanto

tengo el sendero labrado,

mi cuclillo trina al infinito horizonte,

mi ser se hace grande,

mantenme afilándome en la piedra,

hacia el centro me quedo exhausto.

para pulirte del alabastro.

 

 

El Castellano

 

Hipsípila completo:

 

 

Entre sierras y montañas

 

de verdes y valles de ríos sangrientos,

 

ven pasar la espada de Hipsipila

 

árboles milenarios

 

asolando a los caídos,

 

ven lejos los astros prepotentes

 

de sí mismos,

 

desconocen el hijo del viento y el Sol

 

que va por los senderos,

 

¿Dónde irá ese hombre?

 

-Sólo él lo sabe,

 

a una princesa vampiresa

 

le prometió una flor

 

de la montaña más remota y alejada

 

pasada la Torre de Hércules.

 

Con raíces la trajo,

 

sin un solo pétalo perdido

 

ni hoja caída,

 

a la orilla del río la puso,

 

a la orilla del río ella la quiso.

 

Cada primavera iba a visitarla,

 

cada primavera su flor

 

de color distinto vistió.

 

Un año notaron triste a su flor,

 

extrañaba su montaña.

 

Su amada le pidió piedras y tierra

 

de donde fue encontrada,

 

a si lo quiso, a sí sería.

 

Al llegar a la montaña

 

en el lugar de donde estaba la flor,

 

allí una serpiente sabia encontró,

 

cual ella le dijo:

 

Si muere esa flor morirá tu alma,

 

-¿Qué misterios entraña

 

pues dicha hermosa flor?

 

Es hija de los cielos como tú, contestó.

 

Sí quieres saber más pregunta

 

a la reina de las mariposas,

 

que yo estoy tomando el sol.

 

Cogió las piedras y tierra y marchó,

 

en el camino una mariposa

 

se posó en su hombro,

 

le dijo al oído

 

sígueme mi madre te espera en el bosque,

 

allí fue,

 

la reina de las mariposas,

 

le dijo que esa flor fue

 

de las más antiguas en crecer

 

después de los helechos,

 

tan antigua que tenía

 

capacidad de sentir intacta

 

como los humanos.

 

De ella se despidió

 

tras darla permiso

 

para beber de su néctar.

 

Rodeando la flor

 

puso la tierra y las piedras,

 

decidió tras el consejo

 

de la serpiente y de la reina mariposa,

 

visitar a la flor cada mañana.

 

Su princesa también se alegró

 

y del bosque un lobo para Hipsipila

 

regaló,

 

en amor juntos vivieron.

 

Un día la flor se cerró,

 

en su interior

 

semillas latieron hasta

 

caer a la tierra

 

con las primeras lluvias;

 

de cada una de ellas,

 

brotaron plantas jóvenes

 

con los colores del arco-iris en sus hojas,

 

de cada semilla

 

de esa antigua flor

 

despertaron las hijas sidhe;

 

hadas que cuidaron el bosque

 

y cada arroyo, esa fue su leyenda,

 

un cuervo un día en su ventana posó

 

dijo con amplia voz:

 

A la tercera luna llena

 

vuestro mundo caerá en guerra

 

solo el tejo milenario de las runas del padre

 

Tuyo hipsipila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir

 

Y a vuestro lado luchar

 

el árbol inmortal solo pedirá un acertijo

 

para ayudar mi nombre que es Förüq

 

os ayudo por traerme sustento cada día

 

desde que sigo a vuestro lobo del bosque

 

de la sombra y el manantial eterno.

 

 

Hipsipila, crisálida azogada,

 

Reflejando su muda,

 

Y a su dueño abandonarla

 

para ver lámina de cielo emplomado,

 

lejano y distante su reino de amor está

 

Como su princesa por capturar,

 

El pájaro único, igual a todos,

 

Blandea en estiaje gris lánguido,

 

Mientras llueve en el jardín inglés

 

Bruñido su color añil.

 

Vientre de hierro

 

Donde crece su flor de difunto.

 

Vaga libélula destinada

 

Al estanque de la vida eterna.

 

Camina, difumina, rige su cenit.

 

Viejo lobo reclama

 

A su enamorada luna

 

Que le lleve,

 

Tordo, de la oliva tu fuste

 

Junto con el córvido tesoro

 

De nueces,

 

El duende su pipa humeando

 

El esfumino del sonido del grillo.

 

El reposo de castilla

 

Sin preludio de su princesa

 

Que no amará su tierra

 

Si no a su hipsipila captor de su vida

 

Alba más preciosa

 

Que su anterior atavio triste

 

Mira los ojos de zinc de su dragón

 

Y la magia vuelve a su Amor.

 

Fúlgido insecto primero en descubrir

 

El estanque y al beber

 

Dragón tornó su ser.

 

Ahora le vendrá el reino

 

De los valerosos hombres

 

Él con ojos de fuego y sangre

 

Mimetizarse puede y en voz

 

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

 

Cual hombre del norte,

 

Nada le oculta a su princesa

 

Que ya Más no quiere

 

seguir sus tareas de castillo

 

Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará

 

Al estanque de la vida eterna

 

Un pensamiento divaga

 

Del ser en que ella abrirá

 

El albita de la cuerda

 

Del grillo que marcará su son

 

En violín y oro caracol

 

Con siniestra forma de corazón.

 

 

Grama fría

 

en la aguja que mece,

 

que sostiene la enhebrada parca

 

de la mente que clama

 

la muerte de la conciencia

 

y su desdoblado humor.

 

Gris el hálito crepitando

 

que cayeron los templos

 

de huesos mientras

 

Hipsipila nacía

 

de la fuente de la vida

 

en reino inerte cobraba lugar

 

él lloraba piedras de montañas

 

subió los montes,

 

los hielos derritió con paso lento y decidido

 

a las plantas les dió voz,

 

el reino del hombre cabalgó

 

sin entender su religión

 

que no era basada en el rayo de Sol

 

Hipsipila cabalgó y cabalgó

 

Sangrando su dolor en rocío de flor.

 

 

 

Un día se detuvo en un castillo

 

de las tierras del norte

 

allí descubrió una princesa

 

de ojos color tierra

 

y unos cabellos color de su fulgurado

 

Sol y su ilusión se encendió

 

pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa

 

para luego hacerla su compañera eterna

 

compartiendo su secreto del manantial

 

ningún reino pudo más que al

 

de Hipsipila inmortal que a su castillo llevó

 

que traía toda simiente vegetal

 

y todo pájaro trinó Hipsipila siempre vivirá.

 

 

 

Legaba su destino a Hipsipila la segunda

 

luna nacarada, repleta en el ojo distante

 

del castillo reino del inmortal albor nacido

 

crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor

 

el bosque de la sombra y el manantial

 

con el que despertó aquel inmortal dragón

 

era iluminado en golondrineras y yedras siniestras

 

el lobo corría marcando sendero

 

hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos

 

un torcaz mensajero llegó al castillo

 

con premisa de ofensa para hipsípila

 

pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte

 

si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas

 

contra ÉL denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio

 

sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen

 

era el origen de todo lo visible

 

ÉL, último guerrero de la luz

 

ya ante el tejo guardíán presentado

 

humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra

 

el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol

 

sólo usted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo yerto ser que en ella

 

descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida a cambio para acabar con ésta cruel injuria

 

que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano

 

-Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa sera escuchada

 

¿Cúal es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro

 

que mora nuestras hojas?

 

-Förüq es la respuesta, contestó Hipsipila

 

tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre

 

fue presuroso en compañía de su amada y su lobo

 

a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba la cerradura

 

del cerrajero universal llamado Hierro

 

al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al únísono

 

del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial

 

toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre se iba dibujando

 

en corazón naciendo del agua abriéndose

 

una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre

 

dijo al despertar:

 

Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe dueña de la sombra.

 

 

Mundo salpicado de colores

 

de líneas decadentes y sumisas

 

al poder del linaje

 

el reino del hombre se alzaba a la tercera luna

 

como un pintor de batallas

 

él estuvo allí combatiendo

 

entre galeras y cañones de fuego

 

los mares teñidos de rojo Hierro

 

tuvo que combatir pero regresó a su castillo

 

allí su mujer le esperó

 

recordó quiénes fueron sus antepasados

 

y un temor le invadía

 

el denominado Diablo y su anterior existencia

 

con el nombre de Caballito del Diablo

 

vaga libélula que zigzagueaba buscando agua.

 

Le esperaba su nueva oportunidad de servir

 

a su padre darle un nieto en albor,

 

la sangre de Hierro le aguardaba

 

y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio

 

trompetas de Higueras del Demonio

 

aquella noche sin luna

 

cabalgó la pasión de la victoria

 

con todo el reino de fieras yertas a su lado

 

codo con codo contra todo humano guerrero,

 

 

 

 

los animales le ayudaban decía la leyenda,

 

le prestaban sus ojos

 

la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.

 

 

 

 

La pasión le envolvía

 

aquella noche que su mujer se transformó

 

en la verdadera Señora Hada Lhiannan Shee

 

y el deseo cabalgó aquel Hipsipila en dragón de ojos de zinc

 

como su nombre dragón volador voló

 

adentrándose en el cielo encerrado de su mujer

 

todos los murciélagos del mundo

 

fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer

 

nueve meses nueve días y nueve horas

 

dieron para que naciera de Leannán-Sídhe

 

la más bella hormiga León del mundo conocido

 

esperando hacerse adulta y beber

 

aquel hijo de Hipsipila del manantial ahora férreo

 

de la eternidad,

 

a espensas del ser futuro que avanzará de su muda

 

la joven Hormiga León Nepa Grandis.

 

Pasaron lunas

 

pasaron soles

 

mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres

 

ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal

 

acompañó a sus padres al manantial

 

y al beber

 

fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando

 

finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón

 

teniendo comienzo el reino de los inmortales

 

Hipsipila y Leannán-Sídhe

 

 

Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera

 

de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal

 

del castillo de Hipsípila,

 

el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave

 

en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta

 

su segunda existencia sin condición

 

hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida

 

jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo

 

dragones volaban rojos amaneceres del cielo

 

en este mundo sin el humano ser

 

sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio

 

los caracoles hacían carreras con meta el la planta

 

que trajo Hipsipila de la montaña más remota

 

pasada la Torre de Hércules

 

los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones

 

y torneos del reino de sus semejantes

 

se daban regalos entre ellos

 

los duendes celebraban coronación ahora

 

en el bosque de la sombra y su río de sangre

 

bañado por el manantial eterno.

 

 

 

 

Suena el río, agua llevaba,

 

alma de fada silva ella,

 

bebía en la orilla alegre

 

flor roja lloró su tierra,

 

blanca cierva a fada triste

 

cazador hiere su flecha,

 

enhiesta espina gemía

 

flor abierta brotó en yerba,

 

fada herida ya descansa

 

latiendo la parca negra,

 

yace en helecho silente

 

suspira su sangre yerta;

 

Enamorado el helecho

 

una flor mágica asienta,

 

tambores suenan la tierra

 

los duendes lloran su fada,

 

ahora el helecho era ella,

 

mueven la piedra ocultada

 

cazador tropieza cerca,

 

el río ya lo llevara,

 

fada flor de helecho yerra

 

duendes cobraron venganza,

 

cantó lo que el bosque alberga,

 

misterio de cierva fada.

 

 

 

 

Fada flor de helecho inverna,

 

cicutas toman la sangre

 

veneno hacen, blanca cierva

 

cuervos la cena discuten,

 

cazador ya río lleva,

 

lleva el río su latido,

 

campanillas suena yerba

 

duendes coronaban fada,

 

fada su vida celebra

 

los espinos la cuidaban;

 

Flor de helecho fada bella.

 

 

 

 

 

Enhiesta flor fue semilla,

 

altiva plántula fue ella.

 

Quién fuera ella, tan linda.

 

Él fue y es, ella no yerra.

 

Aún plántula fue fada.

 

Valor, honor, sí fue cierta.

 

Él aún duende a ella la ama.

 

Ella la flor, no era yesca

 

ellos cuatro siglos ''juntos''.

 

 

 

 

Los dos sí saben, ''leyenda''.

 

 

 

 

Aquel fauno cazador cayó al río,

 

 

y el duende enamorado del hada

 

 

preparaba su entrevista con Hipsípila

 

 

debido y lanzado a revelar su secreto.

 

 

Ya en el alfeizar de la ventana del castillo

 

 

llamó con insistencia al cristal

 

 

Hipsipila le vio e hizo entrar

 

 

a qué se debe su honrada y grata visita

 

 

señor duende

 

 

-Pues traigo noticias importantes para usted

 

 

de mi origen, mi único secreto de vida.

 

 

Muy bien cuente sus nuevas si gusta

 

 

-Pues resulta que le llevo soñando

 

 

y todos mis sueños me indican que usted es el origen

 

 

eterno de mi espíritu en cuerpo

 

 

usted hipsipila fue y es mi siguiente vida

 

 

le agradezco despertarme de la entraña de la tierra

 

 

para poder descubrir con resurgir que mi vida

 

 

no cayó conmigo,

 

 

le pido con este mensaje cierto y verdadero

 

 

que me otorgue permiso para beber de la fuente

 

 

de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo así como usted luce

 

 

apuesto, grande y recio cual hombre del Norte.

 

 

 

 

 

 

Afirmativo fue el permiso de Hipsipila

 

al señor duende resurgido desde del umbral,

 

se iban hacia el manantial una semana más tarde

 

de la visita, algo desconocía el duende enamorado

 

y era la sorpresa que le aguardaba...

 

Hipsipila cortó una rama con destino agua eterna

 

para ser injertada en el helecho hada amada por el duende.

 

 

 

Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra

 

al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados

 

de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogíó con una tinaja de cristal

 

agua para la rama mientras el duende se decidía

 

fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales

 

sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio

 

y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal

 

hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro fundido.

 

 

 

La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto

 

o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas

 

era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como agradecimiento,

 

allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo

 

injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho hada

 

al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar

 

el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas

 

con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta

 

un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsipila:

 

Gracias soy Lhiannan Shee dueña de las entrañas de la tierra,

 

su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo,

 

y quedó preñada Lhiannan shee dando a lúz a los trescientos treinta y tres días siguientes

 

un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos

 

eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro.

 

 

 

Corría de la vereda a la rambla castellana

 

el inmortal hálito de quien bebíó de ese manantial de la vida,

 

decidieron el duende y el hada Lhiannan Shee

 

llamar a su hijo abejorro Genaro,

 

él iba feliz cumpliendo recados de su madre

 

como picar todas las flores del bosque sombrío

 

y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas

 

con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad

 

sin guerras,

 

un día llegado el verano y su estiaje

 

planificó Hipsípila un viaje de vacaciones

 

junto con su señora hada Lheannan-Sídhe

 

viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte

 

allí cenaron y de la simpatía derramada

 

el dragón Culebre mitad serpiente mitad duende

 

se ofreció como escudero guardian del castillo y jardín de Hipsípila

 

a cambio de alimento Hipsipila aceptó,

 

aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe

 

reveló a hipsipila que le esperaba incluso antes de conocerlo

 

debido a que aquella antigua princesa que habitaba

 

tenía el alma de la despertada Lhiannan Shee

 

que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque

 

mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo

 

hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes

 

necesitando volver a despertar eterna

 

en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste

 

el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad

 

regando el helecho con la flor de su hada

 

y protegiéndolo de toda fiera

 

debemos invitarle esposo Hipsipila a que vivan en nuestro castillo

 

y el duende sea real jardinero tuyo.

 

Así lo hicieron tras regresar con Culebre

 

y todo el mundo deslumbró de felicidad.

 

 

 

Canta mi sangre yerta,

 

de agua eterna

 

el hierro de mi tierra por sembrar,

 

trayendo toda simiente hasta desde el umbral

 

canta la amapola vieja,

 

sangre del corazón carmesí,

 

sueña mi semilla despertar,

 

donde el muerto cave su vida,

 

y mi cicuta triste,

 

enraize el paraíso,

 

de pieles sedientas

 

y hojas muertas,

 

corre mi otoño desde la vereda a la rambla,

 

de la fuente eterna

 

corre mi frío desde el infierno

 

al río de esta alma por ganar,

 

encina yerta de mi piel esquiva,

 

beso de tierra y vid,

 

beso de trigo y girasol,

 

canta mi amada Leana en su mirar

 

de cuchillo de espiga mi cante,

 

de zarza y espina mi amor

 

real como intangible nuestra eternidad,

 

áspero y rígido,

 

bravo y valiente,

 

duro y endeble,

 

metal y simiente,

 

pan y niebla,

 

niebla y bruma me desprende,

 

desde la boca hasta el pecho,

 

donde canta mi pasión sin despecho,

 

vive esta sangre caliente,

 

lumbre de mis tocones,

 

nube del cielo por dibujar,

 

a estampa de sed y viveza por entrañar,

 

canta mi umbral,

 

quiere tener soles y lunas sin gemir,

 

invierno llegas,

 

dibujando transparentes los miedos,

 

avanzas cada campo sin permiso,

 

helando hasta el hielo,

 

oda de mi sangre yerta,

 

por mi tierra me arde la siembra,

 

y el beso queda escueto,

 

parco el sentido enamora el hálito,

 

de nuestro feliz mundo

 

quién te viera marchar,

 

vestida de olivo y centeno,

 

de olivo y cebada,

 

de trigo y espada mi guadaña,

 

por la calma abrasas la esperanza,

 

en maldición cantas tu canción,

 

y los cuervos te rinde pleito de negra ala,

 

de grazno escondido en cada roble,

 

del humano yerto ser

 

desde la piedra a la cueva

 

abrasas oscuridad mi entraña,

 

dibujas tu vívida estampa,

 

donde el tiempo yace muerto,

 

y solo los duendes te entienden,

 

solo las hojas buscan su nueva vida,

 

deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,

 

la dicha y la sombra por ganar,

 

desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,

 

desde el cante a la maraña,

 

te canta mi vida quieta

 

este amor de la mañana

 

en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,

 

suspira el rojo,

 

quiere ser río de alma y arrojo,

 

quiere nacer abrojo,

 

el espino mece la espina de mi antojo,

 

y la amapola amarilla,

 

solo ella abre a la gran luz,

 

horizonte de mi piel que quiebra como ayer,

 

enamorado suspiro de frío,

 

enamora mi hielo,

 

donde duerme,

 

donde reposa el amor de mi sangre yerta eterna.

 

-Cantaba Hipsipila tras respirar los polvos de hada de Lhiannan Shee

 

que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida

 

 

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

 

Luna trece:

XII

 

Luna plateada de mi cielo,

en las noches

voy a tu encuentro,

pero te escondes

entre bloques

de hormigón y cemento.

Quiero verte,

pero incluso te escondes,

por las violetas ramas.

Mas los dragones,

del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso,

de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido,

solo templado

con miradas intermitentes ,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago baila

con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te siento incluso estando solo.

flores opaco reflejo

de luz violeta

incluso de noche;

artifficie luzzae.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene

para sentir que estás conmigo

otra vez más,

recuerda

que tus ojos tienen sangre

recuerda el viento

que aúlla mi nombre

recuerda la luz que tiembla

y cruje la noche en las pupilas

recuerda que me hablaste

de amor en el tiempo

que cae muerto

que pactamos con el hielo

la vuelta del invierno,

recuerda cada latido

de oscuridad

que llama a tus venas de humo

recuérdame en la eternidad del beso,

en cada rosa que robe tu cuerpo,

recuerda que vivo para ti

dando voz a la soledad asesina,

la flor vive soñando

que fue mariposa y abeja,

vive durmiendo la semilla

enamorada de la tierra

para despertar

y enamorarse del sol,

clávame estas nubes de sangre

en el hierro de mi destino,

se me negó la luz

encadenada a esta tierra sin cuerpo,

solo tú me sientes

en este camino

que no lleva retorno

solo espiral anhelada de renacer

el tiempo ya no nos puede sostener

camino buscando el frío

en este calor que quema el alarido,

te encontré perdido

hoy vives un amor

que sientes soplándote al oído,

en la puerta del infierno caído,

te casaste con la luna

que reinaba en tu corazón,

al viento le diste voz,

a la lluvia la nombraste

lágrimas de mi ayer,

le diste ojos

a la sombra para mirar,

la espina caía herida,

la caricia retornó a las polillas,

la vida marcha deprisa

cuando abras los ojos

ya todo habrá cambiado

solo encontrarás que seguiré a tu lado

aguardando tu otoño

y la caída de tus hojas,

esperando que seas mi acompañante

en los siglos y milenios

que nos condenaron,

encontrarás esta sed del cielo

en cada silencio muerto,

en cada raíz

que grita en su tierra

toma de la vida lo que quieras,

siembra tu aliento

en cada tierra,

tú todo lo tienes

yo solo soy una fantasma

que sólo tú ves.

 

 

El Castellano

 

 

 

Rescoldo:

JUNIO 2010

Con el susurro de la luz en cristal de gotas de

agua

pensamientos calidos me arropan tu compañía

solo una vida solitaria desde aquella lejanía

un sol pernocta durmiendo disfruta su luna

con tacto terciopelo una vida de amor eterno

Un caballero busca a su mujer la extraña

avanza entre montañas de azores

y valles de bosque y ríos dulces

noche de amor entre nubes acolchadas

con el frío de un mundo en sangre

que estaba en guerra.

Ahora su patria era su tierra en la hoguera.

Se despierta frio y solo tras pintar con nostalgias

recuerdos.

y va el ancho río ya en sus llanuras

años no recordaban su vida y explendor

todo se termina comentó el sabio nadie le oyó

la locura es lo único que conocemos infinito

otro la estupidez concluyó

pero uno saltó acaso no somos todos locos

mira la guerra que nos mató.

 

Miguel Esteban Martinez García.

 

 

 

 

Cal y sones:

 

 

Mástil recto de luz y sombra,

devanando mi irisado,

canto de frente y espina,

surtidor de sombras que arregazan,

es tu vida como un yelmo sin popa

como un destierro de abrojo acompasado,

era mi vela fiel estampa quieta,

que asombra y la noche surca,

poder que desquita y otorga,

una fiel savia de ciprés,

que desvela y alcanza,

sigue la raíz de la palabra,

que todo abarca,

una nube y una planta,

una desquicia y una avaricia de carcoma,

ven ven a este barco,

la noche que tiñe de estrella,

fiel, congelada, de su campo ensartada,

es un destino y un puente,

es una hora yerta que nunca acaba,

destello y crepitar del mañana,

es mi miedo fugaz,

de que no sea mejor que ayer,

que la luz te bajé,

que a tus labios llegué,

tú allí yo aquí,

el tiempo viene a desfallecer,

mi Sol invencible muerde tu cuerpo,

que se afila en mi deseo,

ese por el que seré

siempre tu caballero.

 

 

El Castellano

 

 

 

 

FIN

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