CONDENA DE SANGRE
Capítulo primero
Que trata sobre los
orígenes:
Era una noche oscura
de diciembre,
daban las tres de la
madrugada
en el reloj de la
iglesia del pueblo,
caía una helada de
invierno,
y en el cielo reinaba
una luna llena de invierno,
ella dormía en su
habitación
cobijada con dos
mantas,
la luz de aquella
luna iluminaba la penumbra de su cuarto,
como una sombra de
piel pálida se posó
en el alféizar de su
ventana,
con cautela deslizó
el cristal
y sigilosamente entró
en el cuarto,
podía oler la sangre
de su cuello que dormía,
puso su mano helada
en la boca de aquella chica,
que abrió sus ojos y
solo alcanzó a ver dos colmillos
relucientemente
blancos,
el miedo paralizó su
cuerpo.
Sintió un escalofrío
helado subiendo por su cuello.
Sobre este cielo,
reina mi amor quieto,
sobre los vientos y
mis nubes de versos,
clava mi colmillo tu
cuello,
bebe hasta saciar la
sed de mi adentro,
te descubro al vuelo
nocturno
y su dama de
oscuridad violeta,
pasado de un pasado
que nos hacía brillar
en el marco de la
ventana al acecho,
lento pierdes el
sentido,
vas sintiendo entrar
tu nueva vida,
la antigua solo te
crea nostalgia y rabia,
te adentra la mente
al reino de la sombra,
tu sed se vuelve
intensa,
sientes vacías tus
venas,
te levantas con la
luna, duermes con el sol,
soñando quien te
mordió,
las polillas y
murciélagos son tus compañeros,
te mudaste de morada
a ese túmulo perdido
y olvidado,
donde reposaban
guerreros antíguos,
solo la sangre te
despierta,
acechas en tu
oscuridad compañera,
la oscuridad es más
fuerte que tu alma condenada,
cambiaste tus
vestimentas por una capa negra,
que esta noche se
verá en rojo manchada,
tu interior lo sabe
tan bien como tú,
al acecho,a sí sea
una rama, o una ventana,
te despiertas fría
cada noche que revives tu pesadilla,
no hay lugar ni bar
donde calmar tu sed,
solo el cuello de
víctimas al anochecer,
la compasión y bondad
solo huyó de ti,
solo vive esa sed en
ti de tener sangre,
solo una condena te
marcó,
para todos y cada uno
de los siglos que te vinieron,
algunas noches
quedabas saciada
y no rematabas a tu
victima
solo la clavabas tu
condena en su muñeca,
y vampiro la volvías,
tu capa con los
deceníos ya parecía más rojo granate que negra,
te gustaba oler
aquella sangre seca y recordar
cada grito y soñar
con tu embrujo
y como venía a
despertarte, algún vampiro convertido
bajo tu colmillo,
tosías con espanto,
el frío y la humedad,
se apoderaron de tu
morada,
aquel túmulo, no
tenía nínguna criatura de sangre sana,
las polillas y
murciélagos volviste vampiros
para tu diversión,
sentiste miedo, tu
noche pasada cuando tuviste que matar
un cazavampiros
inexperto,
los tiempos no
entiendes,
como la gente cambió
su superstición,
por materialismo salvaje,
y a los vampiros como
tú mandaron a la fantasía y a la literatura,
tu única realidad
solo la entiende el demonio,
y a una bruja
invitaste a tu morada,
ella te trajo un
regalo pero no permitió que la mordieras,
y hoy extraña te
sientes con una amiga mortal
que cura tu soledad y
tu condena.
Era viernes, ella
ansiosa esperaba la llegada del sábado,
a las tres de la
madrugada había invitado de nuevo a su hogar
a su amiga mortal,
ella quedó en traer
comida y su puchero,
ella esperaba llegada
la noche del sábado
con ansiedad y
nervios,
como si nunca hubiese
conocido a su amiga,
sentía una extraña
sensación de deseo al mirarla,
le caía saliva por
sus colmillos al mirar su cuello,
se prometía a sí
misma no morderla,
pero su naturaleza la
torturaba cada vez que la veía,
aquella bruja
guardaba un secreto,
sus visitas eran
interesadas,
quería pedirle a su
amiga vampira
un favor que ella no
podría rechazar una vez conquistado su aprecio,
ella le pidió aquella
noche que se deslizase en la noche
y volase para morder
y matar a tres enemigos de aquella bruja,
los tres hombres que
denunciaron a la inquisición a su madre
y ella quedó huérfana
cuando quemaron a su madre bruja
en aquella hoguera de
la plaza del pueblo,
lo que la inquisición
no sabía,
que aquella bruja que
quemaron
ya estaba muerta y
condenada
pues vampira era,
y el fuego nada la
hizo,
vivió en la sombra
atormentando a los aldeanos que la creían muerta,
y ella misma fue
quien mordió y convirtió en vampiro a la a la que ahora
es la amiga vampira
de su hija.
La vampira sin poder
renegar de su naturaleza
pidió un precio
elevado por su trabajo,
y ese precio fue
que la bruja dejara y
permitiera ser mordida por sus colmillos
para ser amigas
eternamente siendo vampiras ambas,
la bruja aceptó su
nuevo camino y nueva vida
haciendo su pacto de
sangre aquella noche con la vampiresa.
Ella llevó un puchero
de sangre aquella noche,
sangre de animales
cazados en el bosque,
solo consiguió
despertar el apetito de su amiga vampiresa
el acuerdo estaba
hecho,
y hasta que no matase
a esos tres inquisidores no podría morderla el cuello,
se quedaron
platicando hasta el amanecer,
y entonces su amiga
se fue a su ataúd a dormir hasta la noche siguiente,
al despertar la noche
del domingo
una nota en tinta
escrita encontró,
quería los ojos de
sus enemigos en un tarro,
a sí quiso y a sí
sería,
aquella noche, se
puso sedienta,
corría veloz como una
sombra más,
el cielo corría un
helor muerto,
y una neblina que
cegaba hasta el sentido más despierto,
era la noche más
siniestra elegida para cumplir su encargo a su amiga,
tenía la dirección
apuntada con odio
de sus siguientes
victimas,
tenía ansiedad por
arrebatar aquellos ojos y dejar vacías aquellas venas,
se coló a través de
la ventana abierta de la recamara y despensa,
de aquella casa
lujosa de clérigo de victima,
ya olía su sangre
mientras avanzaba el pasillo,
una luz de una vela
la alertó
algo iba mal,
encontró al
inquisidor durmiendo con un ojo abierto en una mecedora,
una ballesta cargaba
en la mano de lo paranóico que era,
vió la sombra de la
vampiresa, y se hizo el dormido,
cuando ella sacó sus
colmillos relucientes aproximándose al acecho,
abrió los ojos el
cura y disparó su ballesta,
la vampira rápido y
veloz saltó y se enganchó en el techo frío,
al segundo después ya
tenía ensartado el cuello de su víctima,
que este maldecía
asfixiándose en latín antiguo,
a cada oración más
rabia sentía aquella criatura de la noche,
clavó sus colmillos
en los ojos,
y de un mordisco los
escupió en el tarro de cristal,
a continuación tachó
el primer nombre de su lista
con unas gotas de
sangre fresca,
minutos después ya se
encontraba volando
hacia la morada de su
amiga bruja en el bosque
tocó a su puerta,
ella contestó con dulce voz,
amiga te esperaba
temía que algo te hubiese pasado,
abrió la puerta y la
invitó a pasar,
Ven siéntate,
brindemos por esta noche siniestra tan bella,
la vampira sonrió
tenebrosamente luciendo sus colmillos manchados en sangre
agudos como agujas,
veo que mucha hambre
no tienes amiga jeje,
al momento sacó de la
capa el tarro con aquellos ojos frescos
con el nervio optico
intacto y el iris tenebrosamente en color,
como si aquellos ojos
siguieran con vida,
uno menos gritó
alegre la bruja,
te amo le dijo a la
vampiresa,
yo te amo más
contestó la vampiresa
al tiempo que caían
gotas de saliva por sus colmillos,
le encantaba desnudar
el cuello de su amiga con sus frías manos
a modo de caricia
tierna.
Te faltan cuatro ojos
más para morderme sobria y parca respondió,
lo sé, mañana más
pronto que tarde los tendrás,
al tiempo que
observaba como la bruja,
abría una rata con un
cuchillo
y metía dentro los
dos ojos,
a comer sombra misina
misina,
apareció corriendo
una gorda gata negra
de ojos amarillos
como de demonio,
ronroneó y se
restregó en las piernas de la invitada,
que contestó ¿puedo
morderla?
tan dulce, tierna y
sabrosa que se ve,
No contestó medio
enfadada
es mi gata y la amo
igual o tanto como a ti,
está bien dijo-
Cuando seas vampiresa tú misma querrás morderla
a esa morcilla peluda
con patas llamada sombra,
ambas rieron y
platicaron
hasta tarde en la
madrugada,
ya va a amanecer
amiga tengo que volver a mi túmulo,
no te preocupes amiga
mañana te hago una visita
para que me entregues
comida fresca para mi gata,
A sí será ambas se
despidieron con un abrazo tierno de hermandad,
llegó la vampiresa y
se tumbó en su ataúd.
Despertó a la noche
del lunes con retortijones de tripa
y una tos espantosa,
presentía una noche
fructuosa de caza,
pues las polillas y
murciélagos de su túmulo lucían su colmillos rojos
al anochecer, está es
la mía dijo y salió en busca de la siguiente dirección,
emocionada examinó la
fachada,
y vio que sería más
facil que la noche anterior,
veía una ventana que
daba directa al dormitorio
del segundo inquisidor,
un olor a sangre
excitaba su sed, y ya sigilosa estaba moviendo el cristal,
una vez dentro vió
col gusto y dulzura su alimento,
un cura obeso,
que estaba roncando
hartado de vino y carne,
puso su fría mano
tapando la boca y la nariz del clérigo
e insertó sus
colmillos en su cuello cual espadas,
siguió bebiendo una
hora larga de reloj
hasta que aquel
corazón dejó de latir,
a continuación,
cercenó las cuencas
de los ojos de aquel inquisidor
con precisión de
cirujano con sus colmillos prominentes,
escupió los ojos en
un tarro de cristal,
al tiempo que pensaba
se va a hinchar esa
gata obesa con otra rata rellena de cuatro ojos frescos,
se fue volando
riéndose a su siguiente dirección,
tras tachar el
segundo nombre de la lista,
ya había llegado a la
dirección,
esta vez era una casa
cuartel con mazmorra,
del alguacil
inquisidor,
no sabía que le
esperaba sorpresa aquella noche negra y yerta,
abrió la verja,
mordió al perro guardián que ya babeaba con sed de sangre,
abrió la puerta
principal que se encontraba rota y crujia,
el escalofrío de la
emoción recorría todo el cuerpo de la vampiresa,
encontró al alguacil
en su lecho ebrio de vino hasta el hartazgo,
esta vez arrancó los
dos ojos con sus uñas
que llevaban siglo y
medio sin conocer un corta uñas,
contuvo el grito de
desgarro metiendo la esquina de su capa
hasta el fondo de la
garganta de su víctima
depositó los ojos en
el tarro
y bebió hasta quedar
con dolor de tripa,
al ver que el corazón
del ciego alguacil dejó de latir,
saboreó un extraño
olor de sangre reciente y carne gangrenada,
siguió el rastro
hasta las mazmorras
y descubrió el horror
que las habitaba
eran las mazmorras de
la inquisición
en ellas descansaban
hombres encadenados gimiendo y maldiciendo de dolor,
veintiséis cuellos
mordió en aquel lugar,
después de llenar una
bota de piel que antiguamente guardaba vino,
con sangre de
arterías cercenadas,
ya tengo almuerzo
merienda, vianda, y ten ten pié para mañana,
pensaba satisfecha al
volar a casa de su amiga,
tocó su puerta de su
casa de bosque
una voz dulce
contestó
ya va cielo,
al abrir la puerta a
su amiga desnuda contempló,
estaba haciendo un
aquelarre y tenía un extraño olor en la entrepierna,
estoy trabajando
contestó la bruja,
pasa y acomódate
cielo,
y en que consiste tu
trabajo, preguntó con curiosidad la vampiresa
con la boca llena de
saliva de deseo,
he preparado un
unguento, tradicional que conocemos las brujas
para contactar con el
demonio
¿necesitas ayuda?
dijo la vampira,
no tranquila,
¿trajiste la comida
para sombra?
a sí es contestó
orgullosa,
bien sacó una rata de
un almanaque y la abrió en dos,
aquí tienes amor
a continuación metió
los cuatro ojos de relleno.
Sombra, Sombra misina
mis mis tu cena cariño,
salió corriendo con
dificultad por estar obesa aquella gata negra de ojos amarillos fijos,
se sobó en las
piernas de la amiga invitada y ronroneó de nuevo,
estas contenta he
sombra le has cogido cariño a mi amada amiga
miau contestó la gata
y se puso comer la rata rellena de ojos sangrantes,
terminó la rata
entera, y se quedó durmiendo en su alcoba pequeña
llena de pelos, y
raspas de peces del río y plumas,
esa hasta mañana no
despierta dijo la bruja riéndose a carcajada siniestra,
trato completo, debes
pagar el precio del acuerdo
dijo la vampiresa,
está bien contestó la
bruja,
que se untaba un
unguento con aroma a sabia y a yedra en su entrepierna,
¿Qué lleva eso?
preguntó asombrada
pues bien lleva
mandrágora, yedra y daturas de estramonio, machacadas a mortero,
Ammmm,
y eso qué efecto
tiene,
ayuda en la
adivinación,
y llama al demonio
con mi plegaria de odio,
está bien,
te ves rica y
deliciosa a sí desnuda,
si fuera hombre esta
noche te hacía cinco hijos,
la bruja río para sus
adentros,
está bien estoy
lista,
inclinó la cabeza
mostrando su cuello desnudo a la vampiresa,
se levantó de la
mecedora
reluciendo sus
colmillos
pasó la lengua por el
cuello de la bruja
y le susurró al oído,
dame tu muñeca,
para que seas vampira
tu corazón no bebe pararse
ni quedar sin sangre,
a continuación mordió
su muñeca,
cerró la ventana y
aquella noche se quedó en casa de su amiga,
amaneció y se durmió
en su cama abrazada a su amiga aquel día frío de invierno,
llegó la noche del
martes,
abrió sus ojitos,
emocionada vio que su amiga bruja
que ahora era vampira
estaba bebiendo con ansias toda la sangre de aquella bota
que llenó en las
mazmorras de la inquisición,
se acabó la sangre,
y más rápida que un
rayo la vio mordiendo una pata de su gata,
estaba segura de que
tu gata correría tu misma suerte
ambas rieron
plácidamente,
toca tu primera noche
de cacería amiga,
vamos, vamos dijo
emocionada,
al alcalde quiero
esta noche por cabrón,
esta bien chuparemos
las sangres del alcalde,
treparon el castillo
donde vivía
entraron por su
ventana y cada una eligió un lado del cuello,
ambas bebieron del
cuello del alcalde hasta quedar saciadas,
volaron a su refugio,
y la vampiresa le
suplicó a su amiga bruja vampira
que se mudase a vivir
con ella a su túmulo y que la daba permiso para llevar allí también
a su gata obesa
vampira,
pasaron la noche
platicando de cacerías y nuevos objetivos,
con la gata mordiendo
murciélagos más grandes que ratas
y ronroneando al lado
de su dueña,
llegó el sol y se
tumbaron en sus respectivos ataúdes,
esperando con sed su
nuevo anochecer eterno.
Fin Primer Capítulo
Segundo capítulo que
trata del amor que surge entre las dos amigas:
Erase ya un miércoles
nocturno, negro y yerto,
la niebla dibujaba
las tinieblas siniestras,
se podía respirar la
humedad en el ambiente,
aunque los caracoles
por ser invierno todavía no caminaban por la hierba húmeda,
platicando se
encontraban en el túmulo las dos amigas,
debatiendo la cena,
-Hoy amiga quiero que
me consientas,
hay un hombre del
pueblo que no me pagó mi trabajo de bruja
no me pagó la muerte
del hombre al que debía dinero este señor,
me costó eslomarme
escalando montañas pa conseguir
aquellas yerbas y el
sapo pa abrir y meterle el nombre
pa trabajar aquella
muerte,
de acuerdo le
chuparemos las sangres a ese moroso
¿Dónde vive?
a las afueras del
pueblo,
tiene una granja
donde cría gorrinos pa vender en el mercado,
está bien iremos pero
me prometí a mi misma no morder más animales,
su sangre me da
retortijones y empacha,
vale solo le vaciamos
el cuello,
y a su esposa también
por maruja chismosa.
La noche del
miércoles,
se tornaba larga y
deliciosa para las dos vampiresas,
ya volaban como dos
sombras en aquel cielo nocturno con niebla,
llegaron a la granja,
los gorrinos
roncaban,
bueno una gallina no
sienta mal a la tripa espérame,
una no fue suficiente
mordió 23 gallinas hasta tener retortijones,
abrieron la ventana
de la habitación,
y allí estaba el
deudor roncando en el lecho con su esposa,
¿ves que tiernamente
siniestro se ve nuestro trabajo?
Si mi cielo,
una mordió el cuello
del hombre otra el de las esposa,
algo macabro resultó
aquello,
de repente la boca de
la mujer que dormía empezó a brotar sangre,
la vampira inexperta
bruja había incado demasiado hondo sus colmillos
perforando la
garganta de su victima,
que bruja eres
contestó riéndose
al instante estaba chupando
la sangre de la boca,
para no
desperdiciarla,
tenían las dos bocas
juntas las dos amigas,
y una extraña
sensación de nervios sintieron las amigas,
en la oscuridad la
boca de una llegó a la boca de la otra,
y con la sangre
empezaron a besarse con pasión y deseo,
aquello les daba más
placer según pasaba el tiempo,
el corazón de sus
víctimas ya no latía y decidieron volverse al túmulo de su vivienda,
allí hablaron larga y
tendidamente como si nada hubiera ocurrido,
pero ambas amigas
sabían que habían sentido placer en aquel macabro beso de pasión
ya empezaba a
asomarse el sol,
y se metieron en sus
tumbas,
aun estaba la luna en
el cielo y apenas eran las cinco de la madrugada,
aún faltaba hora y
media para que saliese el astro rey,
se dieron el besito de
buenas noches y se acomodaron en sus respectivas tumbas,
te huele el aliento a
gallina amiga
jajaja es broma no te
enfades, te quiero,
yo también que
descanses bruja,
hacía años que no
hacía trabajos de bruja pero amaba que su amiga la llamara bruja,
aún podía sentir la
nostalgia de su vida pasada en su ser,
buenas noches amiga
hasta esta noche,
yo también te amo,
en la oscuridad del
túmulo habitado,
se oyó una tapa de
ataúd crujiendo al abrirse,
amiga amada puedo
dormir este día a tu lado,
es que la oscuridad
me da miedo dijo riéndose siniestramente,
ven bruja te hago un
lado en mi ataúd,
las dos juntas allí
durmieron en la misma tumba besándose toda la noche
y acariciándose sus
piernas,
besándose y haciendo
pequeños mordiscos mútuos en sus vaginas,
ambas acordaron al
llegar la noche del viernes,
que dormirían todo el
invierno juntas en el mismo ataúd,
la gata negra de ojos
amarillos sombra tenía muy mal aspecto había engordado 7 quilos
de beber noche tras
noche decenas de murciélagos hasta dejarlos vacíos,
a sí en amor y
ternura pasaron el invierno frío
hasta que una noche
de mayo ya se encontraban en su primera primavera sangrienta
que el amor y la
sangre altera.
FIN DEL SEGUNDO
CAPÍTULO
CONTINUARÁ
Tercer capítulo
Que trata sobre el
encuentro con la madre de la bruja vampiresa
Corría una noche de
primavera en aquel pueblo maldecido,
por las criaturas del
averno y su muerte sedienta,
despierta bruja, ya
es de noche,
ahi no que sueño, me
siento como si no hubiera comido en una semana,
mira, mira ha crecido
una seta enorme al lado de nuestra tumba,
ajá es una
macrolepiota tóxica,
con ella hacía
venenos de encargo cuando era bruja,
ahi cuando yo era
bruja,
que vida más perra
esta he acabado
durmiendo con una
vampira siendo yo misma otra vampira,
bueno estamos y somos
felices y comida no nos falta,
tienes razón pero
como sigamos a este rítmo vamos a beber a todos los del pueblo
y nos reclamaran
comida decenas de vampiros hambrientos,
bueno entonces iremos
a cazar esta noche al pueblo vecino,
hay unos cuellos que
duermen alegres el sueño del gorrino
esperando el san
martín de nuestros colmillos.
Si te soy sincera, el
pueblo vecino corría de leyendas,
que estaba condenado
y maldito por demonios,
a si es beberemos
sangres tres veces más ricas de personas poseidas,
amén a sí sea, te
aviso que esos demonios duermen despiertos,
no me metas miedo,
los demonios siempre
son amigos de las brujas,
diles que te dejen
morder su cuello a ver si son tus amigos,
deja el sarcasmo,
soy valiente y fuerte
y tengo hambre.
Venga vamos, espera
que le cojo un murciélago a mi gata sombra,
con tanta sangre de
murciélago va a coger una cirrosis tu gata obesa,
o una diabetes,- Que
va esta solo con los huesos fuertes, no está obesa,
sí, sí lo que tu
digas,
vamos,
ya estaban volando
juntas aquella noche de primavera,
llegaron al pueblo
vecino
y se encaramaron a
una ventana que estaba iluminada con luz de velas,
mira, que mal rollo
¿ves eso bruja? ese cura da más miedo con ese crucifijo que un cazavampiros,
esperemos que este de
espaldas amada y le ensartamos el cuello,
vale a sí lo
hicieron,
de un zarpazo tiraron
el crucifijo del cura al suelo,
que se encontraba en
medio de un exorcismo,
lentamente la sangre
del religioso dejó de brotar por su cuello,
lo hemos dejao seco,
vamos a por el poseído
de repente
contemplaron asombradas como el poseído se doblaba y retorcía
para balbucear sus
últimas palabras,
tu madre que
condenaron a la hoguera a demás de ser bruja era vampira,
y sigue alimentándose
en la oscuridad y la tiniebla,
para puede que este
pobre diablo tenga razón,
puede, pero ya
conoces al demonio que te cuenta la mentira más bonita
como que hay cerdos
con alas de murciélago
que vuelan y son
vampiros,
tranquila que si es
cierto
puedes comunicarte
con tu madre mentalmente y ella vendrá a verte,
escucharon un
chirrido en la ventana mientras vaciaban el cuello del poseído,
mira una vampiresa
como nosotras,
Madre eres tú,
si hija soy yo,
te he echado de menos
todos estos años vigilándote en la sombra,
te echo de menos
también
te amo madre,
veo que ahora eres
vampira también
si y acabé con los
tres hombres que te quemaron en la hoguera,
esa es mi hija
siempre supe que
tenías un corazón de guerrera,
tengo que irme hija
perdóname por hacerme pasar por bruja quemada,
no te preocupes mami,
siempre supe que volvería a verte.
Nosotras también nos
vamos ya pronto saldrá el sol.
FIN DEL TERCER
CAPÍTULO
CONTINUARÁ
CUARTO CAPÍTULO
Que trata sobre la
visita al túmulo del vampiro ermitaño Miguel, y la boda de las dos amantes
vampiresas.
Corría una noche
lluviosa de mayo,
cuando de repente
tocaron a la puerta del túmulo,
las dos vampiras se
encogieron del sobresalto llevaban dos décadas sin recibir una condenada
visita,
abrieron con cautela
la puerta,
¿quién llama?
preguntaron
. Soy el ermitaño
Miguel, aquel que vive por los siglos en la cueva del monte del regero del
gato.
Pase, pase bienvenido
sea llevamos mucho tiempo sin una visita cochinera,
adelante mi casa es
su casa,
póngase cómodo, que
le trae a bajar de su montaña,
Os cuento que llevan
decenas de siglos mis barbas bebiendo la sangre por mi,
vengo aterrado de
estar enterado que un cazavampiros llamado Juán Belmonte
ha llegado al pueblo
a investigar los ataques de nuestra amada familia,
que el demonio la
guarde en su seno y morada,
vengo a ponerlas en
aviso que no salgan a cazar solas,
ese cazavampiros
tiene los huevos mu gordos
y ya a pasado cepillo
a siete de los nuestros,
las invito a cenar
mañana a ambas a mi cueva para dialogar sobre el asunto,
no quiero ver
desaparecer a mis dos amadas vecinas que espío cuando me aburro
y se comen la boca y
las piernas con deseo y lujuria,
pero bueno ¿no le han
dicho que espiar está muy feo?
perdonadme pero con
tantos siglos uno ya se vuelve un poco verde,
no se preocupe con
gusto iremos mañana a la noche,
de a cuerdo las
espero ansioso,
y cuidado con los
caminos de la noche,
con esa estaca de
Juan Belmonte.
Cuidado tendremos,
nos vemos mañana,
chupe cuellos en paz
igual deseoso de
gusto las espero para tomar un cafelito y un vinito de sangre,
hasta una gitana
vieja me hizo una canción la del probe Migue
pero soy tímido y
solo la escucho cuando estoy triste,
llegó la noche de la
cena esperada y las vampiresas fueron a la cueva del reguero del gato
con su gata sombra,
bienvenidas sean a mi
humilde morada, pasen, pasen,
más guapas y no
despiertan esta noche,
jejé sí el amor nos
tiene con piel de lechuga y picores diurnos,
eso es bueno,
bien de cenar hay
gorrino vivo a chupar, sopa de rata de agua,
y la panadera del
pueblo recién secuestrada,
se veía bien dulce y
sabrosa aquella panadera amortajada con unas bragas rojas en la boca,
la rata para mi gata
sombra que está a dieta,
de acuerdo iré
sirviendo un vinito de sangre gran reserva traida de las mazmorras de la
inquisición,
serviré de tapa
lenguas humanas estofadas,
que rico y sabroso
huele que alimenta,
ya va esperénme sin
salir volando.
Se hartaron a cenar y
a beber, una estraña sensación de deseos sintieron ambas vampiresas
por aquel ermitaño
simpático y risueño llamado Miguel Capote,
antes de un parpadeo
estaban en su lecho desnudas bajo su embrujo,
cosa cierta porque
aquel vampiro era brujo druida,
hicieron el amor con
pasión y lujuria toda la noche,
y acordaron casarse
las dos con aquel ermitaño misterioso,
pasaron aquellos tres
meses tres días y tres horas
de prometidos cazando
y alimentándose juntos
hasta que llegó el
esperado día del casamiento,
fueron de invitados,
el conde Drácula de Transilvania su esposa Anacleta su sobrino Dante Romero,
un ciervo, un
centenar de vampiros murciélago, polillas vampiras de los 3 continentes
malditos,
duendes oscuros,
hadas asesinas, basiliscos y demás criaturas del averno,
sonaba el flamenco y
corría la sangre fresca por doquier,
el otoño siguiente
vivían su vida de casadas las dos vampiras amantes
eternamente
enamoradas y sedientas de sangre.
Fin del cuarto
capítulo
CONTINUARÁ
Quinto y penúltimo
capítulo
El amor eterno y
desenlace
Trata sobre la lucha
contra el cazavampiros Juán Belmonte y la adopción de un niño vampiro Rumano:
Caía ya una noche
lúgubre y cálida de junio,
se podía sentir un
hedor muerto en el ambiente,
las vampiresas se
encontraban alimentándose,
estaban en la granja
de un aldeano del pueblo,
este estaba obeso y
sano, de alimentarse de tanto puerco y gallina,
ambas tenían un
extraño presentimiento,
como si algo no fuese
a salir bien aquella noche,
sentían otra
presencia en aquella granja,
y a sí era, al salir
de la granja,
se encontraron con el
cazavampiros Juán Belmonte,
que llevaba una
estaca en la mano derecha
y un brazo musculoso,
se quedaron
paralizado con aquel cazavampiros,
como si hubieran
visto un fantasma tres veces muerto,
de repente se escuchó
un fuerte disparo,
y el cazavampiros
Juán Belmonte cayó desplomado,
se trataba del
ermitaño Miguel
que había acudido al
lugar con una escopeta
intenta dejarme de
nuevo sin esposas malnacido
desde la tumba, a
continuación Miguel
se encontraba mordiendo el cuello del
cazavampiros,
que se estaba
retorciendo como un gusano
en el suelo tras
recibir aquel disparo,
ese es nuestro esposo
dijeron las dos vampiresas aliviadas.
Caía ya larga la
noche,
y nuestras amigas
descansaban en su túmulo platicando,
aquella noche de
junio había sido muy intensa para las dos,
que ya se encontraban
en una tumba juntas
besándose con pasión
y lujuria,
llegó la noche
siguiente a aquel pueblo maldito sin nombre,
las dos vampiresas se
encontraban apenadas,
a ambas se les había
pasado ya el arroz
y a su edad jamás
podrían tener hijos,
tras pensarlo largo y
detenídamente
decidieron adoptar un
niño vampiro,
llegaron a la
decisión de que adoptarían al pequeño vampiro,
famoso por sus libros
infantiles,
aquel pequeño vampiro
era de Rumanía
y se llamaba Rudiger,
fueron al juzgado
vampiril rumano,
y tras unas largas
burocracias tenían los papeles de la adopción en su mano,
tuvieron que sobornar
al juez rumano
para conseguirlo,
le regalaron seis
botellas de sangre de vino gran reserva añeja,
y una maleta con el
cardenal de la inquisición Española
Bartolomé Diaz
Espartaco, se lo regalaros en una maleta de hierro,
con cerrojos y
murciélagos grabados,
aquella maleta tenía
agujeros a modo de respíradero.
Ya tenían al pequeño
Rudiger en casa,
y fue la mayor
alegría de su existencia,
jugaron al endemoniado y al ahorcado,
y salieron a cenar y
dar un paseo nocturno,
el verano estaba
llegando a la aldea maldita sin nombre,
ya pronto serían las
fiestas del pueblo.
Fin Del Quinto
Capítulo
CONTINUARÁ
Capítulo sexto,
capítulo final
Que trata sobre los
orígenes del pueblo vecino endemoniado.
Caía ya una noche de
calor y de grillos una noche de julio,
nuestras vampiresas
se habían despertado emocionadas,
veían a los
murciélagos y las polillas del túmulo gordas y babeando sangre,
vamos bruja esta es
nuestra noche hay comida hasta hartarse y son las fiestas del pueblo,
sí, sí sí quiero,
¿me sacas al baile?
¿me llevaras a
bailar?
Pero bruja somos
vampiras, no mortales,
Ya veo desde hace un
siglo y medio largo,
bueno algo podemos
hacer,
le pediremos a
nuestro esposo que deje la timidez y nos ponga la canción del probe Migue
que le escribieron,
ni hablar se escuchó
una voz tras la puerta,
hace una noche pa
asar la manteca y no quiero ponerme triste,
por fa, por fa,
bueno está bien pero
solo la pondré una vez,
sonaba ya la canción
en el gramófono,
Qué le pasará, qué le
estará pasando al probe Migue
que hace mucho tiempo
que no sale,
dice que se ha vuelto
ermitaño en su montaña,
que de ahi no quiere
más salir,
allí se hace su
cafelito hasta se toma él su vinito,
jajajaj ambas rieron
a carcajada siniestra,
es preciosa amor,
te describe hasta la
perfección,
bueno fuera la broma
o la quito,
jajaja no te enfades,
hoy iremos al pueblo
vecino,
algo oscuro y gordo
se está cociendo allí hay vampiros poseídos
que nos están
haciendo la competencia,
está bien, al rato se
encontraban volando al pueblo vecino,
fueron a la iglesia
del pueblo
que tenía escrito en
la puerta con sangre, pueblo propiedad
del demonio y Calvin
klein,
tienen sentido del
humor por lo menos nuestros amigos,
si, sí ya le entra a
uno mal rollo de verlo,
se escuchó una voz
que provenía del campanario,
bienvenidos pasen,
pasen
¿da mal rollo ves?
se puede venimos del
pueblo vecino
a exponer nuestro
problema vampiril,
está bien, pasad y
ponéos comodos,
pasaron a los
púlpitos de la iglesia,
y bajó del campanario
un vampiro anciano jorobado,
con la cara rajada,
me presento soy Odor
jorobado de Notredame para servirles,
como podrás ver soy
vampiro extranjero francés,
¿que les trae a mi
humilde morada?
Pues bien ultimamente
estamos teniendo problemas con vampiros endemoniados
de este pueblo que
nos hacen la competencia y nos dejan sin alimento,
está bien se acordará
lo siguiente el invierno y la primavera sera la veda abierta
para los vampiros de
vuestro pueblo, otoño y verano
será nuestra veda
para nuestro pueblo del demonio,
las dos estaciones
que tendréis vedadas tendréir que ir tirando de despensas de sangre
y sangre que halláis
almacenado en botellas, barriles y toneles.
Me parece justo,
una pregunta más y
nos marcharemos,
¿a qué se debe tanta
presencia del demonio en este pueblo?
Pues corre la
historia que san Miguel ARCÁNGEL
bajo del cielo en
septiebre porque se gastó todos los dineros en licor, casinos y prostitutas
bajó a hacer la
vendimia como todo buen hombre del señor,
y aprovechamos para
ensartarle los colmillos y volverlo vampiro,
desde entonces el
Arcángel vive en transilvania,
bajo el seudónimo del
conde Drácula ese es nuestro origen endemoniado,
sin san Miguel
luchando contra el demonio,
cientos de demonios
salieron y se apoderaron de todos los aldeanos del pueblo,
brindaron en sangre,
y todos se fueron a
dormir pues ya iba a salir el sol.
FINAL
El Castellano y Leana
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