Tácitamente
EL OJO MÁGICO
AUTOR:
.MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA.
LUGAR: LA
CAMPIÑA, MIRADOR DEL HENARES CASTILLA
ESPAÑA.
AGRADECIMIENTOS
Se trata de
la selección más completa y ambiciosa de todas las temporadas de mi escritura,
a ojo del autor y de Tierra; lo que creo más destacado, o que me importa más a
mí, sentimiento o significativo surreal o de romanticismo nuevo, natural, sin
infinitos manidos por cientos manos escriban igual o similar de tema concreto;
es mi obra ilustrada con algunos dibujos he realizado.
hablando en plata de tiniebla:
Agradecimientos
Quiero
agradecer en mi obra, a su eje o raíz salvaje
NANCY LUNAMAR SOLANO Musa de mis temporadas consecutivas de escritura desde 2008
A mi
familia entera, padre Agustín Martínez Hellín, madre Antonia García Cuesta,
Hermana Agustina Martínez García, Abuelos, tíos, primos o primeros amigos,
sobrino Killian Esteban May Martínez, agradezco a la vida hermosa por
permitirme gozarla con cinco sentidos y completas facultades, agradezco a quien
pueda ver y leer a través de mi Designio en sus manos, a una máxima, creer
tiene más validez que saber, Naturaleza mi creencia y religión. Atento Miguel
Esteban Martínez García.
AWEN
Prefacio:
Es
mi libro con el trabajo completo de varios años, impera en él un estilo de
plasmar surrealista, de escritura automática guiada por referentes propios de
absorción y adopción mía, mediante aprendizaje por medio de la lectura, eterno
buscador de plasmar correcto, en mi búsqueda y en mi trabajo habita la
concepción de lo que me parece bello para escribir en base a eso se surten las
imágenes como abrevadero de ideas ramificadas de lo que a ella atañe.
Ya
que la poesía sin impresión de belleza poesía acaso sería. Sin creerme poseedor
del castaño de las castañas de oro mi poesía y mi obra es fruto de consecutivas
temporadas seguidas de escritura durante dieciocho años. Un abrazo y gentil
saludo autor Miguel Esteban Martínez García
El
castellano.
Predilecta:
Resueno
en el borde
del papel
la condena
dilecta
que marca
un futuro
en
subrepticia subyugada
a la luz
vuelta oscuridad
del alma
deseos de sangre
que jamás
se cumplirán
solo la sed
de vida por gastar
besando en
la noche la sed
de vida
ganar
asesinando
creencia,
aliento y
latido
en la
oscuridad vuelta luz
un
silencioso lugar
sólo el
latido escapó,
el espejo
no refleja
lo que
reconozco
y mi vida
va quedando atrás
solo tu
mente atrayendo
para sentir
el aliento.
Deshaciendo
este frío
hojas y
hojas de pensamientos
van cayendo
cuando me
paré a mirar tus ojos
que ahora
no puedo borrar
ni en
oscuridad.
Te voy
viendo llegar,
tu calor y
corazón latiendo
estáticos
dueños
de su
tejida existencia,
te veo en
paciencia
y me voy
adueñando de tu pensar
mas que
sangre
quiero
cerca tu vida
para yo
sentirme con otra
que hasta
alma tiene,
y se va
desgastando el camino,
los pasos
trazados
se vuelven
ilusiones.
Un día
derretido,
el segundo
quedó en vacío eterno
sin
manipulación
de un ser
superior
no puedo
ayudarme
en este
frío y vacío espacio
cada noche
deseo
sentir tu amor
algún día
para
siempre.
Förüq
BELLEZA
OLVIDADA:
TINTA
Transito de
la perenne espina,
a la fugaz
rosa, y su fantasma azul,
gloria su
grandeza dónde;
clavado en
la mirada,
labré los
aires vino mi verso
como este
amor rugió,
y se
engendró dentro,
del mundo
ignorado, atento.
Cárcel de
imagen,
metáfora
tal vez,
escudriñar
ofrenda pudiese,
cual amparo
d` esta rienda,
mi sangre
sedienta clama
en el
supremo canto,
su
garganta, lengua de flor,
y eco de
luna semper,
las
mentiras sentidas no eran erróneas,
el pobre
arte, valorado fue,
duende
arcano, que siempre apremia,
y en
justicia arrebata,
el amor
mejor, y el ascua dolor,
cava hondo
y profundo,
quebranto,
en pío amanecido,
tantas
noches de alba en lo infinito yo te he esperado,
que ahora
dejar de hacerlo es impensado,
hay alma
florezca, de néctar y sangre, un sortilegio,
como
saltarín te picaría,
verso de
escudo,
o llama de
fuego, y grito mudo,
canta,
este mundo
ignorado,
canta la
profecía arcana,
amor es
respuesta amor es clave,
es llave
sempiterna,
el poder de
una luz flagrante
y que todo
llena,
razón para
creer,
oh flor
secreta, te llamara,
canta por
la belleza perpetua,
hasta
purísima estrella,
la noche
obscura velada,
sin aguas
inocentes,
te añoro
más que a la virtud,
ignota, no
enseñada,
de tus ojos
prendida,
astuta,
canta mi
pequeña, oscura ángel,
que mi
verso hoy,
no sea ni
libre ni blanco,
sea nuestro
para siempre...
Förüq
castellano Miguel Esteban
SERENATA
NOCTURNA 2009:
Escribiendo
estos versos a la serenata de
la noche
bañado por
el dulce susurro de hojas en
violeta por
la luna,
y ámbar de
ramas colmadas por la luz de
las farolas
me pregunto
cuando se apagarán las luces
de la
ciudad
y dejen su
protagonismo a los astros y
ángeles
nocturnos
cuando se
calentarán nuestros cuerpos
bailando al
fuego de una hoguera
la única
música que escuche sea tus te
quieros y
te amos al hablar en mi oído
cuando se
desprenderá este alma de mi
cuerpo para
acariciar y besar tu esencia
cuándo nos
fundiremos en un beso
y las
flores nazcan de tus cabellos
y las hadas
tus palabras que bailan, cantan
y vuelan
en mis
sentidos
cuándo mis
piernas se entenderán en tus
piernas
y nazca en
tu vientre mi amapola blanca
de opio y
las montañas de tus senos conozcan el
volar de
las
mariposas
de mis manos
cuando te
tendré tan cerca que podremos
comunicarnos
con
los ojos
mi corazón
salga corriendo de mi cuerpo
para
decirle al tuyo cuanto le siento.
V
y la luna
dicen quiere ser estrella pero
astros hay
perdidos en contar
donde luna
y sonrisa tuya solo hay una
Sol está
cansado de ser fuego y quiere ser
agua de tu
beso
la mariposa
quiere ser flor y la flor abeja,
yo de tu
cuerpo quiero ser el viento que te
acaricia y
rodea
de tus ojos
pestaña tuya
pero de tu
alma soy y quiero ser siempre
única y
solamente
tu alma
pájaro que
canta en tu ventana y pez que
nada entre
tus pies cuando te bañas en la
playa
gatito al
que acaricias y fiera contigo en la
cama
solamente
soy yo y soy yo el que te ama
eres tú la
doncella por la que esta alma
suspira
por la que
este cuerpo quiere hacerte mía
eres tú mi
vida
? ¿Qué
importa el tiempo y que pasen
lunas y
soles?
si yo en mi
corazón te tengo.
el
Castellano
Te vi
detrás de la estrella más brillante
del azul
nocturno eterno.
En el
suspiro de amor que corre y descansa
entre la
inmensidad de un parpadeo.
Entre la
oscuridad que alcanzó a ver
la belleza
de tus piernas.
Adentrándome
para reposar contigo,
siendo una
sombra más,
pero
especial para ti.
Te encontré
en mi sueño más cálido,
en el cielo
encerrado que liberé.
En la noche
que la luna baña tu cuerpo,
y en la
noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé
aunque fuese un día en la penumbra,
para así,
por fin, no olvidarte nunca.
La noche
con su aura de misticismo
nos
conducía hacia las puertas del deseo y la pasión
como algo
inevitable, como algo que tenía que pasar.
la
preciosidad de todos los factores
que
envolvían aquel lugar fue como
si hubiese
estado todo preparado para nosotros dos.
La luz de
la luna y de las estrellas incitaba
con su velo
de romanticismo a dejarse llevar,
a solo
escuchar lo que queríamos de verdad.
Nada
importaba, solo tú y yo y aquel momento.
Solos tú y
yo en ese instante mágico.
Solos tú y
yo sin importar lo anterior,
intercambiando
amor.
Tenía la
sensación de poder alzar la mano y tocar las estrellas
y
alcanzarlas para ti.
Tus ojitos
brillantes, el fuego de tus caricias pidiendo más.
Yo robando
a la noche cada minuto.
Galopando
en mi corcel, saboreando tus labios sabor de miel,
mi cabeza
queriendo detener ese instante para siempre,
la cámara
de fotos de mis ojos capturando todos los detalles.
Te
necesitaba, mas ya no aguantaba esta soledad
y me
llenaste de nuevo de ti con tu cariño sincero.
Y te volví
a sentir coraje y seguridad para luchar por lo que quiero de verdad
Volvió la
felicidad a mi ser, volví a ser.
Tan
importante es el ser, tan importante es el estar
Lucharé y
sé cómo ser ya que ya fui y no hay barrera que no pueda superar
y el deseo
que pedí esa noche a aquella estrella se cumplirá y me recordarás
Porque te
voy a dar momentos y recuerdos que nunca olvidarás
Un amore
sincero,
tú en mi
vida primero,
tu pelo
rizando mi suspiro eterno,
un mucho te
espero;
aquí como
viendo la mia vita,
qui está
finendo un minuto a la volta,
gira
definiendo este sentimiento;
es la
peonza,
de ésta mi
tierra,
solo un
momento y volví a nacer
al ver tu
vida cambiando con mi sonrisa;
haciendo
del gesto austero
un cambio
del tiempo.
Detente te
pido, para este soñador despierto,
de un
cambio de un momento.
La sonora
música del cielo
y dar paso
al sencillo gesto.
Sin oír un
lamento solo despierto,
despierto,
despierto de amor,
en mi mundo
alborotado que me pierdo,
y vuelvo a
encontrarme contigo en una vida.
Solo
escucha el momento del viento,
susurrando.
La dulce
palabra que mueve tu pelo;
tristeza
abandonó a mi ser para no saber
quien ser,
para no saber.
Este caos
de letras desorganizadas,
de una vida
en verso y de mi dulce tormento.
Para dormir
bajo tus brazos sin estar yo,
solo como
un reflejo de lo que soy fui,
quise, fui,
estaré, seguiré estando para ti.
Uniendo
palabras que no se pueden unir;
sensaciones
fugaces de cambios de humores,
de vidas
que se cruzan, pero con la esperanza
y la
locura, de una pasión viva;
la que me
pone nervioso con cada alago tuyo,
en los que
te olvidas de tus problemas.
Y vuelves a
engancharme en lo sencillo
de buscar
dentro de algo, que no se piensa, se siente,
y cada día
me alegra sentir cada aprecio tuyo.
Poeta del
viento a lo que me califico,
de no
hallar respuesta a algo tan caótico
como el
clima o la tempestad que me trajeron lo mejor
de ti y un
mundo para compartir.
Caótico
pero feliz, feliz porque tú eres la chica que siempre pedí,
y soñando
te viví.
El
Castellano
I
Hoy divisé
su halago
era como un
mar
densas
sombras
donde
perderse
en una
magna tiniebla
densa, como
relampagueando
soberanos
parpadeos
y las
sombras felices,
anhelantes
buscaban
en mi
pecho, lo habitase
su diosa
Oscuridad
sempiterna.
II
Aquel
sórdido
plano
espectral
era como un
nimbo
y dulce
laberinto
de noche
serena eterna,
luces que
se devoraban
a ellas,
quien
pudiese encontrar
allá una
verdad
creo se la
quedaba
brillaba
oscura
una luna
de Sol
desmantelado.
III
Divisé una
gota
de rocío
etérea
me dijo que
todo
amor amaba
más el romance,
que al amor
en sí mismo;
oh gota
humilde,
qué río te
bailase
qué avida
nube
te reposara
en la tierra, tú,
pequeña,
dulce y risueña
como Ninfa
de bello arrebol,
y candente
lágrima extraviada.
Förüq
IV
Tu suave
armonía
avanzo, que
es,
como un
pájaro perdido,
y flores de
escarcha
y fragancia
deleitosa,
diste
impulso a corazón
y alma,
hambrienta ola
de patrias
y claros ojos
a ti, en
noche calmosa
mi dulce
desvelo
acuesto,
amor, silencio
y celeste
resplandor.
V
Por solares
de tierra
fogosa
y macilenta
sobrepasa
en vuelo,
un Aquilón
invernal,
brotando
alaridos de
árboles
y
persianas, de aire
que silba y
feroz
ruje su
Campiña
Aquilón de
cítara,
y Lira
pudiente,
oh, de
naturaleza
incausada,
que
entusiasmas
como
nube
cargada a la tierra.
VI
Deslumbras
mi dulce fantasma
no huyas,
mi bonita,
incluso,
aunque hasta dudes
de quién tú
eres
levántame
de valles,
auroras y
solas almas
fugaces,
contigo álgido,
jamás voy
calmo,
de
temperamento y dicha
repleto, de
placer
de oscura
vida, sólo
te distingo
a ti,
mujer de
momentos,
y labios
amantes,
ansiosos.
VII
Eres
hermosa,
harta de
hermosa,
tu delito
es ser tan hermosa,
cual
cefirillo
de cobre y
platino,
entre
sombras te distingo,
y se
enciende la vastedad
de mi
corazón,
en alarde
siento
amarte,
y que la
noche se propaga
de tu
beldad
y
espléndidos laureles divinos.
VIII
Avanzas mi
mundo
dentro mía,
me posees,
te veo tan
bella tan inerte,
y a mi vaga
penumbra de sangre
te retiras
amor
piadoso exhalas
mi asombro
meces
bella,
bella, que en sueños
tu palabra
no meces
yo te miro,
te persigo,
desde la
sien más honda
hasta el
latido más fiero,
y tú sólo
apareces
como mar y
olas,
IX
como llorar
y encontrar
lágrimas,
háblame
Luna,
dime de tu
quehacer
no me dejes
como
hombre sin
relámpagos
ni sin la
amapola
candorosa
al fuego
brotada
sí, tú,
encarnación
de mi
deseo,
volvió
condena
de volver a
estar vivo
para
osarte, besarte, y susurrarte.
Förüq a
18-01-2023
I
A mitad de
los saludos
de
pseudónimo,
y sus
pañuelos azules;
viene un
alba blanquecina, pura,
en su
desnudo en cobre, sembrada,
con fiereza
y dureza maternal,
resiste
desde amor inmenso,
a la
llegada su redondo Sol,
blancas
sienes no habitan
su
amarillez dura, blanda,
viva, como
onda,
a sus
cercanías de paisaje,
ávido, sus
pececillos muerdo,
no se
extingue mi fogonazo
perenne,
de
sostenerme entre sus manos,
ella, de
límite rebelde.
II
Brota de mi
helecho, una araña
de cristal,
de vidrio afable,
su calidad
acuciada,
era mi
carne, o agua baja,
los montes,
de azul
nervioso, imantado,
llamas a lo
alto de sus senos,
turgentes,
corazón de
vivo ser;
y trueno
altivo,
de mejilla
alzada,
¿Me
propagas?
de cuerpo
parado, y aire fluyente,
de ilusión
toda luz,
de dicha en
mano,
miro tus
ojos de profunda vida,
y su enigma
de álamo,
besos que
no abandonan
sus frutos,
ni simientes,
sus blancas
estelas.
III
Quise saber
el misterio,
tu ciencia,
que me encandila,
de rubor me
avanza todo,
hasta la
frontera tu letra,
carnal de
astros y ávida pechera,
de flor, de
risco,
de hazaña,
tu bandera,
oh de piel,
y mano ciega,
secreta.
Que el
calor no esconde,
mi saeta
siempre verde,
puente,
fierro, o desliz honesto,
jauría
melífera,
mis lobos
en voces,
dulce, cuan
Tierra,
se afinca a
su semilla,
sí, de raíz
germinaste,
en mi
pecho, mi hada Leannán-Sídhe.
Förüq er-
lobo bohemio Esteban a 23-12-2022
FANTASÍA
NOCTURNAL I:
I
Presté mis
luceros, mis estrellas,
ansié
tornar donde todo crecía,
a lomos de
un caracol, yo avancé
fui
ascender la baja roca
mi contento
de anhelo irresistible,
mi mente
cambió giro, y advertido
pensé de mi
sed ardiente,
visité las
vislumbres, reflejos,
de féminas
en el llano,
me llegué a
imaginar como lobo
helado, ya
sin codicia de cielos refulgentes
ni
luminarias,
guían a
todos guerreros
al
Valhalla, aquel estupor indefinible,
me anublaba
la visión
de bruma en
alba, y de vapor
me vestía
iridiscente,
II
sombra
espesa, entre niebla,
luces, y mi
navío.
Se
descendió mi mísera ala,
de espíritu
transparente,
casi
invisible giraba el redor,
y la Tierra
el alma, tornaba
mi cabeza,
celeste que infernal
era lo
mismo,
de repente
ofrece un puro Sol,
verde, y de
belleza en cara,
de mi
revolución, mi caracol,
era bólido,
y el humano mísero,
un diente
afilado,
llama, que
alumbra cielos en cinta,
donde
contestan:
Vente,
somos eternal caricia.
III
Ay, mi
doncella púrpura,
de pupila
en Tierra fértil,
blandida,
de azur sueño profuso,
sé
invadida, más feliz
que quien
escribe,
de tu
blancura de sien escribir
yo, a besos
pueda.
Párpado
cual zorzal en espina
de zarza,
tu gloria toda,
mi oración
es al agradecer,
no es
plegaria de don funesto,
de
cefirillos valientes
me avanzas
fragante, caudalosa,
oh amor, de
espíritu en fuego,
de
silenciosa noche,
cándida el
alma en fuego, ejerciese.
Förüq a
22-12-2022
AVANZAR SU
ABISMO:
Soliloquio
confinado,
remontar
nueve años atrás
pautado,
sin directriz, ni engaste,
ni voces
parásitas yertas,
oh canto,
como la gente no canta,
todo olvido
desempolvado,
en ocasos
un alba sin fuente,
ni pozos,
aljibes almibarados,
todos los
amigos,
todas las
bellezas perdidas,
como se
engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de
testimonios muertos,
como
sucesiones de difuntos,
movidas por
engranajes,
oh toda la
vida,
sin esa
adolescencia robada
por señor
medicamento,
toda mi
vida te he soñado,
toda mi
vida te he aguardado,
como anhelo
y resguardo de tu pura voz,
imaginarte
no, lo siguiente a eso,
embeberte
en noches de humo,
y miles
cigarrillos,
del probe
diablo que yo soy,
cayendo en
nubes
que negrean
mis sentidos cromados,
orando por
mí mismo,
todo he
soñado
sin letal
lecho de olvido,
abrir tus
cerrojillos de resistencia,
volver
afable un destino
de nueve
llaves,
vestirte de
Ninfa, quimera,
reina no
quiero ya,
ser
realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco
si ves capricho,
mi designio
de alabarte de construirte a besos,
de
desdoblarme en dos dimensiones
para
poseerte entera desde alma, tu raíz,
no
necesito,
no deseo
ayuda,
ya se dictó
mi perdición,
que su
inversa es mi salvación,
como ying y
yang,
bien y mal
acrisolados,
si te
respiro no preguntes,
si te veo
no te gires,
por haber
prestado tu celada de Atenea,
porque
rebrillaré más que el fuego terso,
elemento
hermético
seré de un
disparo invencible,
y haberse
saldado todas mis deudas carnales,
sólo
entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni temple
ni pureza en calumnia,
osarán
comparación,
por la
blancura mi Musa Oscuridad,
por la
rectitud mi Sol fierro,
por la
pureza de madre Luna,
por mis
padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no moriré
en vida feliz,
si no
consigo destruir tus murallas,
ni abatir
padre espejismo,
necesito
sin engaño sangre,
para sentir
que yo poseo algo de ella,
fuera de la
línea sedienta
no hay
nada,
como
buscarte tras la estrella más lejana
encontrada,
cercana o lejana, según seas mirada,
al eco
sordo una voz noctámbula,
y su
resplandor en caverna,
apóstatas,
no juréis por este yerto,
que cruzó
el lago las almas desangradas,
obtuve allí
respuesta,
y no voy a
revelar aquel arcano ni solución,
a toda
incógnita camine, vuele, se arrastre,
o sea
inerte, tengo llave.
Förüq
Todo
abarca,
sin
desmenuzar lo cercano,
yo lo estoy
sintiendo,
por tu
lado,
es el
poder,
maestro de
una luz,
abarca
todos los cielos,
tú crees en
un enorme sirviente de la luz,
siempre en
mi diestra,
créeme esta
noche,
un universo
de luz,
poder que
abarca sobre la luz,
poder de la
luz,
siente,
siéntelo,
universo
toda luz,
una era en
fase y etapa,
abarco lo
que siento,
nunca
estará en mi poder,
tú y yo
esta noche
se visten
los astros,
vida, tú y
yo,
siente el
poder que acaricia y no hiende,
soy aquel
sirviente,
sirviente
la rauda luz,
otra luz
sobre el cielo,
es mi amor,
es mi alma tocando nota,
soy hijo mi
madre de la luz,
siénteme
ahora,
tú estás a
mi lado,
tú y yo
esta noche,
energía,
cosmos en
vena
es la
sinestesia elaborada,
oh
alborada,
vine por tu
voz
vine por tu
cromática luz,
lo siento,
hay un
poder que nos supera,
un primer
dios rojo,
un último
dios sin consumar,
lit c et
sumun canae,
venimos de
la vetusta olvidada,
lo sé es el
poder en llamas,
a lo alto,
sobre ello,
traigo manifiesto,
un amor que
no se consume,
un abarcar
recto,
sobre el
fuego,
no abandono
su llama,
perro de
caricias
y buen
pagano de la rama roja,
serpientes,
os llamo,
la lucha sigue viva,
puedes
sentirlo, tan grande que abacora,
y el
resquicio abandera,
luz ávida
sierpe
broncínea,
estrella de
guardería y ascua,
luz hermosa
y fragante,
sienta mi
alegría,
mi dicha y
mi condena.
Förüq
PALIDEZ
INAUDIBLE:
Era una joven noche,
caída ya
entre algodones de nubes,
y un hueso
de luna
por blandir
el horizonte,
de sucesos
famélicos,
miradas
fugaces,
y testigos
somnolientos.
Vencido el
atardecer
bajo oscura
premisa,
que todo
aliento encarcelaba,
inquietud
disparada
de fuste en
curiosidad,
suscitada
en envés
y lo más
profundo
del humano
anhelo,
entre
belleza y muerte,
locura o
razón sajada,
juventud
eterna,
mito o
paradoja en lucha
contra lo
caduco del ser,
instinto en
deseo servido
en cáliz
del mortal inmortal,
como juego
macabro,
en
inevitable curiosidad,
un ser
maldito,
condenado a
la vida eterna,
y su sed de
sangre
que le
envuelve,
soga tensa
de maldad eterna
que vive y
camina sigilosa
sin
condición de mera elección.
Sueños
encorsetados,
en nuestra
atracción
por ese
lado yerto
de ser
siempre en esta vida
condena
resarcida,
entre
oscuro granate,
y acecho de
ley
y
comprensión desconocidas,
que emerge
de historia
jamás
narrada,
y
seducciones finales,
de colmillo
y paradoja
terror
vecino.
Leía los
recovecos del alma
transparentados
en vivaces,
ávidos
rostros,
sin esta
sed
que batía
como rayo
de plomo mi
entraña,
convivía
oculto
al sentido
que relucía la vida,
por colmar
su caducidad,
el tiempo
jugaba
en mi caso
a otro juego,
como lucha
del tedio
y sombra de
buscar distinción,
para
regocijo
de no
repetir acto
y maniobra,
siglos
parecían inermes
frutas que
morder,
sabiendo
que mi final
no
llegaría.
Frívolo
llegaba el otoño,
que peras
del olmo eterno
dispensaba,
aparentes
los rostros,
satisfechos
parecían,
llegada la
hora yerta
de negrez,
oscura,
flotante,
algo
llamaba estridente,
era el
nuevo hambre de la caza.
Förüq
Danzaba mi
vida frívola, en medio de un otoño castellano,
era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba
aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces,
también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola
mirada destello fugaz de risa
desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.
No podrían
sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde
azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o
rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el
borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían
perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del
alma y sus huestes vidas;
resbalaban
por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se
fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más
vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas.
De
facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal
palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo
esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que
no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.
Förüq
Candidez y sentido
al servicio
de honores románticos,
no hubo
naterra,
que
cultivar más imaginación,
que virtud
en juicio,
todos
arribamos a la virtud,
orgullo y
perdición,
de jovial
inocencia,
sueños en
poesía
eran pulcra
vida misma,
oh
escenario pintoresco,
ungido en
feroces, pasionales
llamas.
De lánguido
temor efímero avanzaba,
hacedor de
tiempos faustos,
en los que
tejer ojos brillosos y anhelantes,
mérito
real, acostumbrado,
el
esforzado vilo condenado,
de
sortilegio claro,
rondando me
aferré a fundamentos de vida noctámbula
surreal;
de hora
parca solitaria que rebrillaba
la sed de
mi colmillo en tersitud de filo,
fantasmal
lucía el pertinaz sueño sanguinoso,
blandía su
deseo,
la tácita
recompensa amilanada,
héroe
tétrico del norte su silencio invernado,
no me
afinqué en ninguna carrera del vicio,
era día de
abyecta dicha florecida,
ruina de
muchos,
oh creer
cielo ganado,
mismo
techo,
que habita
una criatura tan hermosa y delicada,
ojos
expresivos como sangre en sed vampírica,
unas manos
que ni mejor pintor,
tratar
podría,
tez fría y
pálida,
cuan mármol
sonrojado,
recién
pulido,
su cabello
de realeza azabache,
peinarse
sólo en fuego pudiese,
su silueta
era perfil del paraíso,
asombrado
pregunté su cincel de nombre,
respondió:
-Förüq soy
Leannán-Sídhe señora hada Reina, dueña de la profundidad,
nocturnal.
El
Castellano Förüq
Asumo un
aniversario
digno de
recuerdo,
cumplo
trescientos treinta años
del
designio fausto del
Panida
trigo nacido,
en
comparativa soy un
mortal
inmortal jovial,
si existe
la eternidad
me
preguntaba al correr
de siglos
sin hallar
respuesta
válida
cadencia de
haber estado
en
existencia puede,
II
He conocido
sortilegios,
encantamientos
por los
que su
víctima cae en un
letargo de
sueño para
despertar a
los cien lustres siguientes.
Sostener la
carga del tiempo
nunca es
bastante,
oh,
transcurrir infinito
de la sed.
Alquimista
de sigilos
y silencios
esenciales,
un día
susurró mi Musa
que el amor
y la seguridad
eran
enemigos
mi
esperanza era total
pero no, mi
miedo a ser
feliz.
III
Musa Luna
sempiterna
era coqueta
y en ocasiones
hacía que
me muriera
de celos,
seguíamos
viéndonos a
escondidas
yo, humilde
descendiente
de
Candamvis
adorador de
Mercurio,
mi Sol
fierro,
anhelaba
cobrar mis
lágrimas
dulces vueltas
versos por
y para ella
siempre
veía a los celos
mordientes
viles viborillas
invencibles,
inextricables a mi temple.
La veía con
curiosidad,
como se ve
a un Fénix en una caverna,
como se
encuentra a un resplandor
admirable.
Mis ojos
iluminados
cual sed de
cuarzo
bajo sol
rebrillante.
Su tez era
radiante
como carne
recién modelada
yo como
alquimista de un recipiente
de sueños
inmutables,
como la
dicha y gloria la bañaban,
ya
acariciaba una noche memoriable,
al candor
de estrellas
y lunas
argentas,
la
profundidad su belleza imantada
yo era
incapaz describir en fúlgida palabra
asordinada.
contemplé
su pulido rostro
y papiros
azabache cual su mercurio,
en ojos
encendidos,
mi tristeza
ya era fugitiva,
un rayo de
fuego emanó
de la
admiración cautiva en mi pecho,
capaz de
concederme
en un
pálpito inmortal,
mi corazón
no cabía entre costillas,
tantos años
se materializaron,
de
ferviente amor por ella,
mi
no-estrella mi viva Doncella Escarlata.
Förüq
I
¿Qué
esperas, en el concilio de los caídos?
¿Esperanza
de redención?
Se derriten
las paredes
del sótano
de luz.
Su
habitación que esperan las almas
del placer.
Todo cuenta
y danza dantesco
el
sortilegio
de luna
soslayado.
Crepita el
devenir
deshojado,
su verdad
todo envuelve destellante
y
brilladora.
II
¿Qué
esperas lavar en esas habitaciones?
Puede, tus
fúlgidas respuestas.
Una salida
al sendero
inextricable;
todo lleva,
y nada de vuelta.
Volvemos a
comenzar.
Estruendoso
litigio
de lo que
la espera
indujo a
permanencia
en libro
perdido,
mi decencia
ahogada.
Escudos de
salvación
al amor
perpetuo.
III
Sin
solución avanzo,
Ventanas
como miradores
a un final
sin comienzo.
Final, sólo
de sembrar
simientes
en el corazón del sueño,
jamás
abierto
tu Sol
negreaba
como ascua
perenne.
Un millar
de leyendas
trashumantes,
me abarcan,
no canto canciones,
ni poemas.
IV
A una
fallecida,
la vida
sólo canta
y danza, a
la vida.
La muerte
sólo dicta
y mantiene
lo que es de ella.
Vida para
el vivo
muerte para
el muerto.
Por lo que
proclamo
cese y
automático
blandir de
mi viento solar
y semilla
ancestral.
No hay
alma,
no hay alma
aquí,
la mía
tiene el valor
de brindar
tu cara
a mi
rostro,
porque no
hay certeza,
para mí,
existas sin quererme.
V
Escalo tus
venas,
entre un
horizonte
de razones
heridoras
y lúgubres,
parcos, silencios sonoros
en el
callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso
sedoso,
todo hecho
de rocíos entre flores,
puedes
oírlo,
pregunto,
siendo
destino,
y barco
dirigido,
a donde
coronan cumbres
y sus
vastas nieves,
mi ánimo
que desplaza cerros,
y sus
frondas suaves,
no vine a
deshojar tu cielo,
sólo a
contemplar
que era
hoja mecida al aire,
colgada de
una tela de araña,
bajo la
mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en
hojas...
Sangre de
estrella,
oh, nácar
flamígero,
fuiste más
allá del suplicio dormido,
roca del
destino,
y puridad
de roce,
no te
bastaba incendiarme
de la
esencia más húmeda,
llegaste
amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo
siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos
huidizos y fulgentes,
desquieres
de barro y simiente,
a la sola
carne tu reflejo hoy canto,
beso de
trigo, y esparto,
en hoja de
celindo y madroño,
vine por tu
hinojo de abajo,
a
precipitarme exhausto.
Como
precipitación del ojo de tierra,
era mi
canto
como un
dulce abrojo,
y filoso
como la espina un majuelo,
almendra
rápida era este enjuto silencio,
vestido de
las rosas perras del escaramujo,
eres real,
plañe toda sinestesia,
me voy
retirando,
lamiéndote
como un paloduz,
sopesando
tu crin y brebaje,
no vine
ayer
si
asegurara
llegaré,
al saber
que te conoce.
Förüq
er-lobo bohemio
VI
Te busqué
detrás de la estrella
más
brillante del azul eterno.
En el
suspiro de amor que
corre y
descansa entre la
inmensidad
de un parpadeo.
Entre la
oscuridad que alcanzó
a ver la
belleza que envuelve
tus
piernas, adentrándome para
reposar
siendo una sombra más,
y te
encontré en mi sueño más
cálido, en
el cielo encerrado
que liberé.
En la noche que la
luna baña
tu cuerpo, y en la
noche que
mi amor corrió por
tus pechos.
Y te amé
aunque fuese un día
en la
penumbra.
Para así no
olvidarte nunca.
VII
Profecía de
una noche
que diluía
entre tu cabello,
siendo
fuerte como luna
semper, y
ángel dorado de espera,
hemos
venido del plateado halo,
disparando
alto,
hijos de
luna y signo azabache,
oh, símbolo
claro de visión, y vida,
lozanía,
que tengo tu carne,
y en alma
sembrado el otoño,
y la caída
de tus muslos,
entre mis
muslos,
de espadas,
y jornadas
como vetusta armonía,
cuenta el
divino laurel,
su soledad
última
de naipe y
candelabro,
sentado en
la tarde amedrentando espumas,
este sol
que ya cae,
oh, flor de
gozo, desprendida,
lampos de
mi acero,
vieran mi
yunque y forja sembrada,
esta sábana
que nuestra,
no me
acaba,
me iré sí,
sin pausa;
por muerte
sola,
sin casa,
sin cuerpo,
sol
amarillo, de otoñada bruma nocturna,
ala vieja
asidua, perenne,
nacer de
otoño erige y dice:
-Te quiero,
como ruego,
y voz de
vuelo herrador, y errante,
una luz
envuelve sempiterna, un septiembre,
donde la
lluvia eres tú.
VIII
Estallase
toda gloria
en aire
algún sortilegio claro,
danzando
mis apuntes
en torno un
fondo fantasmagórico,
reluciendo
nota sobre un cable puntiagudo,
la profecía
de cientos, miles,
constante,
de ágil hocico de riera,
hombre
desnudo y un sólo anhelo
como
cristal partido,
sonidos de
vida en campo perdido.
Flor de
barro haciendo reflejo,
destellos
en horizonte hacia
las nueve
puertas del Averno,
muchas
fuerzas sondeando,
corte sobre
una pala,
oh pies de
barro sobre la paja,
agrupando
oídos en bucles,
tumbando
retinas,
en el vado,
del mundo hecho,
músicas en
copas de hadas verdes,
voces de
muertos hendían,
surco y
sangre adormecida
oh local de
la armonía,
susurraba
yo a su orilla,
su historia
como río
crecido,
cocería
cintura,
entre
juncias y caléndulas,
reposar
segura violeta sombra de noche,
que traes
invicta, sonriente,
temblar,
donde yace y se inclina
el barbecho
dorado,
alzaba acre
de bien semilla
confesa,
prometida,
la victoria
de la luz se erigía flaca,
bancales
atrás,
la
dificultad no me arredra,
oscuro
patio, de ti bañado,
cuál precio
he de poner,
a sus
semillas.
IX
Mi mujer fantasma:
Mi ausente
estrella,
murmuro de
grito silencioso,
nota de
terso metal crispado,
un sigilo
de viento nocturno
descendido,
que sangra
tu voz
en verde
grama
de aullido
solar,
vespertina
estrella
que refulge
tu eco solaz,
llana entre
quejumbres,
alza tu
violácea brisa
ensortijada,
como blanca
aurora fugaz
entre
sienes
y aladas
razones de mi corazón
sin mi
pecho,
que tu luz
siembre mi carne
y germine
siendo flor de mi sierpe
hoy y
siempre alzaré mis rosas desangradas
sobre
Galatea
partirán
oscuros sones
mi hiel
bandera,
serás
tangible
como yesca
espera,
abre tu
espíritu de hielo,
retemblarán
negras caléndulas,
y rosas de
difuntos
entre
crisantemos
avalando tu
áureo nombre,
llorará tu
etéreo faz,
alzará tu
nombre yerto
que mi ser
injerto
orando a ti
mi dulce
amada fantasma,
viniste a
despertarme el invierno,
para ser
solsticio
de
eternidad sin nombre,
ni suplicio
irisado,
hoy por hoy
viniste
para ser siempre
sonrojando
mi
invectiva condena
de observar
el sonido de la noche
en tus
ojos,
vine a
coger tu mano,
y
descifrarte
como azul
enredadera,
late,
sé disparo
de plata,
inmortal
hacienda
en la que
vivir
siguiendo
la azur estela.
Te amo sin
manto ni rienda,
te brindé
mis flores
argentas, solitarias
desangradas
en tu tez serena.
Veré para
siempre, en cada siglo
el sonido
de la noche en tus ojos,
lividez
carmesí flamígera,
en nuestra
condena
que dictó
la posesión
de tu alma
certera;
para
siempre deslumbrar
que llegas
en otoño
para ser el
añil invierno
que me
desposee
y llena mi
vida
de ti mi
amante estrella fría,
mi dorada
ausencia repleta,
te
extrañaba
viniste mi
no-estrella,
que yo te
creo, tú me creas.
incendia mi
semblante
arderé el
abismo
para
sembrar allí
mis latidos
por ti confesos.
Miel de tu
sombra,
mi cariño,
un azar de
nueve venas razones.
Vivirán a
tu lado
todas mis
densas, sanguíneas
ilusiones.
Donde yace,
donde tu
magia,
es tu halo
intransigente
que esta
vida dictó
fuera mi
sangre,
certera
posesión
de tu alma
en comunión
de astro
padre
y luna
madre,
rizarán
ascuas
que
sembraré tu luz,
y tu alma
será carne.
Mi amante
fantasma
quiero
aceptes mi mano,
en sediento
compromiso,
azar
desvelado en despierto iris,
su sombra
de flor oscura.
Que yo amo.
Förüq a
26-12-2018
Por ti
labraré el día,
mi Luna
compañera,
mi Luna
aeterna,
oh, cuánta
sangre mía,
regó esta
mi soledad de tumba abierta,
que me
camina,
por el sol
de junio un mayo despachado,
avanzo,
abro el solo Parnaso,
mi sol ya
no luce cansado,
abren
dulces lirios negros,
el compás
mi destino atronador,
era un
capataz,
era un
sembradío del brillo primero,
un arpa y
un arma de carne
y verso,
beso tras beso,
un dulce
designio invernado,
hollín de
luz,
en esta
fosa cava mi amada,
tercer
lucero mi firmamento,
igual y
primero es,
sangre
negra de luna oscura,
por la
esencia azabache,
de nana y
cuna argenta,
soledad, oh
soledad d' este pobre diablo,
ungirás mi
dicha mañana,
que te
pierda,
hoy veré
esquelas por astros,
y oscuridad
fluirá
como bruma
siempre gris,
me atisba
sola idea,
velo de
tormenta
y nácar una
esquiva sonrisa
sin
volandera
ni ascua
desapagada
por lengua,
al olvido
perenne no danzo,
vida de una
vida bajo tierra,
me trajo,
a este filo
diamantino,
blando, de
tajo,
alto silo
de luna,
hoy te
canto,
que sin tu
penumbra venidera,
ni dormido
me alzo,
oh,
compañera,
no me
desampares camino
de escuela,
ni honda hoguera,
tu
inocencia,
oh, preñez
de sílaba,
polvorosa y
escarpada,
haz que
acabe con un beso libre,
lo que
nunca comencé.
Förüq
a 2-06-2021
De hecho,
no sólo la
observaba con atención,
aquella
doncella imbuía un eterno secreto,
capaz de
surcar llameantes abismos
y dejarlos
todos de matiz sanguinoso,
su mirada
tenía una luz inaudita,
cual sangre
de hadas cristalizada en ámbar.
Imaginaba
sus besos, del candor más hábil temperado;
sumergirse
en el mundo etéreo era hablar con ella,
llevarla
flores, como si estuviesen por extinguirse,
quería
Förüq compartir
con su
Escarlata toda su felicidad y admiración
cursaba,
como si tiempo no hubiese
debido para
él apenas transcurría
sólo su sed
llamaba a descubrir su secreto nocturnal
ella podía
desconocer,
de incierto
modo su letargo sin su compañía
tañía su
tercera campanada,
su palidez
ya se oía en el deseo su dama,
y su
testarudo turquesa de ojos hendía
su palpitar
hermoso.
Quise
llevarle luz como mensaje en una bella golondrina,
siempre
querré tu vera
como
designio manda Ares y Perséfone florezcan todas flores
al caer la
primavera;
su mirada y
belleza no eclipsaba hipnotizaba,
mas su
color y ternura de entraña enhechizaba,
hasta el
alma más helada.
Förüq
IX
Menguante
vestía la luna su traje,
una noche
sempiterna un diciembre;
la lluvia
acaecía en el rostro
más terso,
donde todo
acaecía
en la villa
su Campiña,
hubo un
festejo de alta alcurnia
allí se
presentó un viejo noble comunero,
brillaba
más su extravagancia cautiva
que su
nobleza,
él era
anhelante,
como
explorador observante
de la más
pura belleza otorgada,
su melena
era de un hombre arriado
las tierras
del norte,
sus ojos
encendían una curiosidad innoble,
por
determinar su fausto origen y linaje perdido,
brillaba en
ellos una llama oculta
de luz
congelada,
como del
mercurio atrapado en sus cuencas,
fijó su
fría mirada fija de admiración
en una
comensal que rizaba su cabello largo azabache,
era una
doncella de un castillo olvidado,
pasado el
puente vestigial, sobre el río tajo,
sus gestos
y desmanes extravagantes
y de
educación sin par ancestral,
pronto
llamaron la atención su doncella perdida,
invitada,
quedaron en
dar paseo bajo la luz de luna,
y los
candiles de aquella aldea,
pronto se
vieron en una conversación
de seres y
leyendas
de encantos
y sortilegios,
quedaron en
descifrar su acertijo de mirada
adivinando
lo que quería el uno del otro
en aquel
rayo de luna morena
ocurrió el
beso inextricable
uniendo
ambos sus colmillos.
Förüq
POR MI ÁLAMO
INSURECCIÓN 04\2016 Reedición:
I
Diestro
albor
de tiempo
nacido
algún día
retorcerán las flores
al mirar
los astros
lejos veo
mi cielo colgado
al trémulo
desliz nacarado
vuelvo
jinetes
muertos
se comen mi
tiempo
un día
caminaré por fuera
veré ajeno
el dolor
me carcome
el sentido
por el que
colgar flores al viento
me enamoré
de una Hadita
y hoy sólo
siento frío
que juega
naipes helados de mi sangre
mi Señora
Hada
diestro el
viento
se lleva lo
que siento
telarañas
ahogadas en tazas de café
sí esas que
nunca tomé
el paraíso
de lo sentido
queda
lejano
dulce cruel
estampa
al invento
deshojado,
abandonada
la razón
queda el
fuego vespertino
de todo
aquello que duró
como hoja
mecida en suspiro;
yermo
terreno investido
por el que
se descubre
yerto mi
pecho
me caminan
las soledades del hombre
ya sólo
quedan bailando mis tenues sueños
cogidos de
la mano de flores
mi pecho ya
cansado de abrirse
florece en
ababoles de sangre
mi pulso lo
caminan ilusiones
siempre se
podrá estar peor
que el muro
que divide las dos realidades
en mi
sótano de luz cuelgo pensamientos
y nacen
opacos colores
al
atardecer de la suerte
yo la amo
en verde
brotan mis
pesadillas asesinadas
hoy mi Sol
agotado llama a las nubes
releven su
acto
yo seguiré
buscando la flor lejana en la Solana
de su mar
perdido.
Iluminó mi
vida donde ya mis ilusiones
son un
manto de caricias por entregar mi tundra
despierta,
como
siempre me mantengo fiel a la luz
llamada
esperanza de poder cuidarla
y
protegerla hoy y siempre
por ella
armo mi égida y avanzada.
II
¿Que por
qué te adoro?
Porque ni
el azul de los mares y los ríos
se mide en
belleza anisada
como pura
llevas el alma
ni el
brillo del sol y de la luna blanden
ni poseen
tu ternura
como tu
piel madura
joya de
alabastro y de miel
tu almíbar
en ambrosía al son de tu mirada púrpura
me hago un
templo de mares y océanos
si lloran
de emoción enamorada
yo soy
océano
porque ni
el fuego de los volcanes
puede con
el de tu corazón
y el mío
mece enamorado
el sino de
un sembrador labrado
esperanza
que espera
la risa de
tus labios
pura. bella
ella es mi
azucena fría,
de la tarde
de mi corazón
que llora
que ríe
que se
deslumbra su calma de estrella inviolada
mi buque mi
navío
quiere
arribar
y jamás
naufragar
al son de
su fragua serena,
porque su
espíritu me clava
me blande
el verbo
y el verso
en silencio
ella es
Leannán-Sídhe mi acompañante en mi
naufragio
sereno
en lides de
su alma y esencia
una, pura
en terneza y pulcritud
soslayada.
III
Retiemblo
en un
tiempo
que no me
corresponde
agujas
inermes
al eco
sordo de oscuridad
flamígera
que late y
envuelve;
se
desdibuja mi horizonte
vestido de
guirnaldas
fugaces y
trompetas de los ángeles
el suspiro
cae derretido
por tus
labios mi señora hada
hoy avanzo
como ayer
no tengo
nada que perder
sólo tu
piel por enternecer
resquicios
del idioma del viento
crujiendo
persianas
y los
suplicios invernados
que cayeron
asesinados,
no puedo
elegir
llevo años
amándote
y no se
desvanece tu figura
llevo años
adorándote
y no se
desangra tu corazón
eres todo
lo que alcanzo
a soñar de
verdad
y en la
realidad me visto de sembrador
de tu
jardín de rosas
quiero ser
al que recuerdes
en brea y
espuela,
si no mis
sentimientos
por ti
plasmados en ámbar de Förüq
hoy por hoy
ayer por
ayer
te seguiré
perteneciendo
desde la
malva-luna,
al diente
de león celeste
abriendo yo
en la flor de Odín
dame un
firmamento
vestido de
tu sonrisa
dame un sol
y una luna
como tu mirada
que visto
de flores
de todas
las eras
dame una
salvación a mi alma
dame un
calor
que me
recorra la espalda
dame un
firmamento
para que
vivamos los dos allí
no puedo
descender
estoy en el
cielo desde que te insignia
y solo allí
encontré el idioma secreto
de los
pájaros al viento su nido sedoso
por ti se
desmochan
los árboles
tras el invierno
para que
resurjan cada primavera
con la
fuerza de un lucero
gente dice
que mi Sol ha muerto
mi dios de
dioses es invencible
te alzo mi
Sol
te aro en
albor
piel con
piel
corazón con
corazón
no me
faltará una razón
para
adorarte y mimarte como dicta
mi
sentimiento preso
estoy
esperando mi nueva vida
por ti
enardecida hasta que avance
y tu ser
abrace;
mientras
seguiré solo
como mi
pensamiento
y mi imagen
se
alimentará de tu vivo eclipse de párpados
soy yo
quien pidió el cielo en colores
para su
amada.
Mereció más
que albo traje de su azur
eternidad,
fuente de su serenidad
margen de
esquiva puridad
en su
mirar.
El
Castellano y Leannán-Sídhe a 11-12-2018
IV
Zarcillo su
campo:
Lúgubres
alegrías canto,
en tierra,
batalla y hondo campo,
feraz
siembra
en el campo
la espina,
zarcillos
por bandera,
hojas en
abanico caduco sepulcral,
al ojo de
la crueza la rosa,
de belleza
mortífera,
y
silvestres pestañas espinosas,
al pie de
jara te encuentro,
soñando
días venideros,
de presente
vanagloriado,
un destino,
su señero parco
me alumbre.
Canto con
bandoneón,
el crujido
de mi Álamo seco,
encarar de
azules caléndulas
su gloria
nunca más esquiva,
ronronear
entre mármol florecido,
y solas
calandrias vigías
de su rocío
permisivo.
Cedo
angosto paso
al alacrán
de su
tierra
y oro
virgen
de libertad
sin esquela,
carrasquillo
fugaz
que promete
verdor al monte,
sierras de
azores
y ocres en
guadaña de esparto,
camino mi
cruz
en escala
el infierno celeste,
rey sopor
calorífero,
tiñe que
aclara mi visión
sin nuevo
cierzo,
Soberano
Lugh del cielo asido,
todo
marcha, hacia mi corral
de muerto,
custodiado
por el arañal sempiterno,
ciño somero
umbral
de esta mi
vida bajo tierra,
sangre de
musgo me acicala
que
desnudas pizarras
acogen su
brío eterno,
bajo las
alas del río cuervo.
Un malear
entre nuevos sones
y erizos
secuaces de idea,
batalla
feroz sin luciérnaga
ni dormir
de faroles,
encuentro
la contienda
por
caracoles sonoros,
serranos y
blancos,
pesquisa de
reencarnación
en futuro
elemental,
soterraño,
guardián
de toda
flora en el campo
d' esta
espina.
El
Castellano
V
Alma sin
cuerpo, flagrante invierno:
Se
deslizaba azarosa
una tarde
de mayo,
abriendo
pulcras flores
entre
grados que blandía
el grillo
en su madriguera,
osada se
batía una lagartija
en la
piedra aposentada.
La tarde
cerraba danzando
suspiros
precoces,
entre
estambres.
El álamo
viejo
lucía un
tronco grueso
con hueco
donde amarilleaba el sol
del día,
mientras la
noche jugaba con sus ramas
y corazones
de hojas,
ya vencía
su sombra
miré su
fortaleza
como si sus
raíces gritaran
y pudiese
verlas
clamando
los años.
Te miré
sombra
por mi
ventana, sonreíste tímida
como si te
agazaparas en tus párpados
frente a
los míos,
miraste el
espejo de mi armario
sólo un día
dudaste de tu existencia
y tú
estabas, tú estabas tan radiante
como si un
aura te refulgiera,
sonreías a
tu vida
reflejo en
aquel espejo
porque en
realidad ya no te encontrabas
la vida te
brindó
reflejo,
mi risueña,
reluciente fantasma,
que aún ríe
y juega con la sombra.
Por ella no
tenerla.
Me miraste
y tus ojos
como
estacas me henchían
la soledad
acrisolada,
tu dulce
inocencia traspasaba la mirada,
cuántas
noches te soñé
cuántos
otoños te esperé,
tu alma sin
cuerpo,
tu sonrisa
tímida, desangelada,
yo sin
tenerte te amo,
como sólo
tú llenaste
mi espacio
vacío
de mi
soledad despertada,
te hablo
te dicto
que sólo tú
eres mi
invierno que llena mi vida.
El
Castellano
VI
Desde que vine
a vivir:
Ascua
irisada al tacto,
estoy
bailando sobre una estrella,
todas las
cosas que vienen ahora,
en soturna
claridad apagada,
hoy es el
ahora,
mañana es
para siempre,
mentes
acristaladas
en espejos
que les reflejan,
rompo mi
sumisión particular y generalizada
a esta
realidad mecida y dirigida en el ojo
sí ese de
su escuela, en seis mil millones
de mentiras
que caminan,
todo lo
visto quema mi retina,
por el ojo
de este cuervo
el tiempo
ya no me puede sostener,
volando
lejos donde la mente alcanza,
no tengo
creencia que estos tiempos
serán
mejores,
me
estrellan sus filos hirientes,
entre
lapsos de gentes
al parpadeo
me venzo,
hoy será
vendido al postor rendido,
extasía en
metal prendida,
todo lo que
pasó:
Estoy
soñando
el tiempo
que cerraba mis ojos,
retales que
cerrar y su Álamo blanco,
su jardín
azul, su fuente de cristal,
nada
desvanecerá al Miguel sin alas,
seco de
hoja de otoño
no me
llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,
ni mi
acristalada fuente,
ni el álamo
que no es mío ni su blanco
será mi
aura intransigente, seca a morir,
sobre los
años avanzo,
yo soy el
Sol,
lluvia cae
de nuevo este acre me cuenta
algo para
tu entendimiento,
cruzo los
cielos muy alto de nuevo,
soy el
humo,
yo soy la
piedra que te habla.
El
Castellano a 09-03-2017
VII
CEGADORA
SIEMBRA:
Bruma en su
gris sostenida,
azul
derretido en fugaz idea
sin soplo,
viento mordaz
de esta
acequia verdadera sostenida,
en sus
fanales mieses deshojadas,
cabalgo que
trenzo mi infinito soliviar
de labios
grises,
por esta
condena rizada
se alza que
avanza
mi
sepultada sed de abrojo dormido,
en esta
siembra traigo mi vida,
por caminos
y senderos olvidados
de los
dioses con sus plantas silvestres,
desde estos
insectos de mi verso encendido,
mensajeros
divinos
con espuela
de transparentes alas,
me declaro
que me proclamo
sirviente
encumbrado
de la única
belleza
dama
consumada Natura.
Soy yo su
Cuervo Förüq,
hasta la
pausa de mi tiempo
yo
cultivaré este agraz doliente
de mi
intelecto agudo,
desde el
retorcer de este alambre
para colgar
mi estampa rizada
de mi árbol
de las cenizas,
pidiendo me
de permiso
para yo ser
el mejor poeta
que parió
tierra y semilla
de mi
localidad,
mi sangre,
mi carne, mi espina,
mi aliento
de piedra,
mi luz, mi
araña y su carcoma tejida,
mi tierra,
mis campos,
mi Flora,
hasta ver
las auroras,
hasta
cabalgar retinas
en sangre
de sus ojos jamás complacientes,
destellearé
hasta la extasía de cristal,
hasta
habitar cada colmena de mis abejas,
en este
campo de víboras
traigo la
espada de tierra,
esperando
me forje el romo hierro,
cauce, en
mis venas.
El
Castellano
VIII
Cristal de
aire:
Acreciento,
voy menguando
al paso
ferviente de tu sola voz,
en agua
destilada, candente
cristal de
gotas sólidas,
cadena sin
mi nombre,
que
crascita entona
un yo te
desvestí
a mi helor
un cristal
que sublima en aire,
caracola
resistente
hiriente ,
vespertina a fragor
cual buque
emergiendo
de este
abismo llamado verbo,
coagula mi
aire
en
novecientas ascuas,
que flagran
tu sendero de luz,
cuál no dio
fuelle a tus alas,
mi amada
voz,
hacen nueve
formas,
nueve
cerrojillos de hielo,
en
novecientas nueve hojas
que
encierra
tu corazón
en mi agua´
siniestro
caracol
con mi
desvelo en hoz.
Inocente no
soy,
ni ángel,
ni vendido,
ni por
éxito mendigo,
el que no
me acepte es su problema,
yo sé quién
soy.
Miles dei
lumen,
Förüq Miles
dei lumen versus
littera,
fagro methafora
creavi
blandus,
laetitia
exspectare,
sed ardit.
Guerrero de
luz,
en verso
arde,
ardiendo
metáfora,
crea
caricia,
expectante
de la sed que arde,
novecientas
noventa y nueve hojas
esconden tu
asido ramillete
que esconde
tu cristal de viento,
hoy es por
mí
que
empecino
que soy
culpable
de alzar mi
cenit
en cúspide
inefable,
de esencia
que no llora,
dicta, que
sólo es tu voz.
Pureza en
vena dispuesta.
Una
asonancia predilecta,
pude
servir,
me quedé en
tu frazada
del juego
que como
todo juego
sólo abre
sólo
despliega la opción.
a perder
venciendo,
tu voz sólo
eso,
musaraña
cristalina,
de nácar y
espejo quebrado
con mi cruz
a lomos avanza.
El
Castellano
IX
SUEÑA LA
REPRESALIA:
Sangre
expiada,
ceniza
aparente
de quienes
eran,
incierto
azar de las armas,
oscuro
riesgo,
desdén del
tenebrio
encorajinado,
parca ilusa
que todo abarca,
sin oír a
los Dioses,
simas y
ríos que nos ignoran,
¿Qué campo
no me atestigua
en ocres
muertes
todo lo que
la tierra devora?
Esta avara
tierra
que relame
sus crines de plata;
Y su
destino no embellece,
justo de
ala nueva perenne.
En las
prósperas sienes
de
regocijo,
acogedora
sombra del blanco chopo
y este
opulento tejo,
que al
muérdago muerde
aguardando
convencer
a las tres
Hermanas de Negros Hilos
no me
hundan en el abismo.
Mi musa
cautiva toda de nieves
yo, de
bronce,
niega ser
de origen innoble
con ocho
lustros asidos
opresores,
púrpura
brillante,
esquiva,
pureza en
jaspe
de luna,
del arroyo
fugaz
bebe y el
viento revolotea
sus suaves
cabellos finos
fluctuantes,
se
encienden
mis tibias
cenizas
por amarla
a ella
lágrimas
sobre fértil vid
que
engalanan,
Valgio abre
y llora tu torrencial
desde tu
hogar caelis,
deja
fundirse contigo al Aquilón
cae tus
espejos deshaciendo rastrojos
cabalga tu
agua
por estos
estrechos campos.
Abstruso
tonelaje de mi pensamiento,
hosca
patria mística
de amor
furtivo,
trémulo de
lo que el querer quiso,
sin falso
engaste avanzo;
el poder
del cuervo siento
ese único
que visita mi jardín
a las
nueve.
Por oscuro
aflige
que ya no
es celestial,
ni aunque
el cielo fuera pardo.
Vetusto,
geométrico, áspero
mi desliz
absorbente
como un
torbellino,
que ya las
penas
de mi Álamo
desnudo
no llora
ni la
belleza refugia en esfinges
sus torres
que son de la tierra
como
señeros de vivos,
raudos
árboles enhiestos,
en su copa
que bebe al
tiempo.
El
Castellano
ESTOY
DESPERTANDO A LOS VERSOS:
Gloria
realidad;
beso de
ascua semper,
vive el
sueño flamígero,
cómo
negarlo si mi interior florece,
amamanta
esta vil ilusión,
apodera,
mece,
hiende,
hijos de la
simiente arriba,
desnudo son
en la penumbra,
que
admirarte es de siempre,
hueso, eje,
crujido
eterno
que el
sentido despierto,
asordinado
es ya
oh lustre
enervado,
vine del
traspuesto de abajo,
buscando
desnacer en hidromiel
y estado
quo,
fase de
admiración cursa mi sangre,
néctar
parco melífero,
alerta,
relamo mi suelo,
en tres,
despierta,
oh endógena
ola fluvial,
cauce de
éter.
Solo desliz
en azabache mecido,
es un
cuarzo verde
para
potenciar a las hadas,
me bailen
su agua
endiosada,
rocío
estelar surqué
tus
soberanas lumbres estelares
y hoy todos
mis muertos son santos;
te sirvo,
te amo, te necesito
colmar tu
atrio de caléndulas solares,
traerte la
flor de nuestra profecía
en mano
izquierda.
que no hace
falta que suenen todas las trompas de Babilonia,
una de mis
trompetas de los ángeles basta,
que siempre
que se vea una alborada,
siempre
vivirá Förüq Hipsípila
para buscar
y entregar una flor de Hércules
a su Musa
Amada.
Förüq a
28-11-2022
FUEGO:
El fuego
siempre ha sido elegido,
el fuego es
tan fuerte, que elegí creerle
sin culpa
aunque
hasta acepte
sea un
concepto inválido,
que me
asignaron aceptar,
elegí
creer,
aunque me
asignaran libertad
de no
hacerlo, lejos de idolatrar
un código
de leyes rige el sueño
de toda
sociedad,
pagar
varias veces por mismo error,
ni justo,
sí puede
eje de rebelión,
he venido a
desafiar mis propias creencias,
a fijar la
ley del orden
moral,
propio, se consumirá
en su
llama, todo lo que invita a sufrir
sin razón
haya cobrado ya.
Actuar
únicamente, bajo el principio,
lo que
dicta la bondad,
amar lo que
hago,
sobre todas
las cosas existen,
como premio
y castigo,
buscar lo
justo en cada inconveniente
encontrado,
la decencia sea juez universal,
tener, y
honrar aún no poder verlo ni sentirlo, a cada momento,
la Verdad y
su Poder de Fuego elemento hermético
Sol Fierro
Lvgvs
ARRULLO DE LUNA
UMBRÍA:
I
Aquellas
parcas sombras, truena la feraz noche
venían
densas creciendo,
que ni
permitían ya ver las cosas,
pisaba el
lindero dejaba el otoño entreabierto
no temas
amada que marchite
volveré a
bajar el Mesías de la flor
vista y
traída en noble influjo
los ojos
una bella golondrina,
como aurora
de puro amor
bajará
también el trueno relampagueando,
el abismo
inmensurable de acento en mano,
traeré mi
imaginación toda centauros
y con luz
abrigaré la idea más sencilla
dulce amor,
toda sueños feliz yo de hechizos
y tersas
corrientes,
umbrales
expone el ávido mundo,
fiero
instante y borré el olvido pudiente.
II
Magnífico
ademán aguarda
la bestia
esperanza
ocultando
estoques entre tiniebla magna,
dance mi
talle, que de hermosa
pudiera
adivinarte,
oh, de
rostro encendido
entre
centellas y aperos
de
decisiones fulminantes,
mi llanto
secas,
suspiro
bello de noche, serena, altanera,
la
esperanza es de altos cielos
virtud y
temeroso don precioso,
en sombría
torre brota y retumba
el tañer de
una campana
a su
bajera, corría un límpido arroyuelo,
de espuma
que camina y brilla
su
misteriosa figura que engulle toda.
III
De
melancolía hija
no la llamé
aún pudiendo
soledad
vine a
hablar contigo luna umbría,
amiga
amante, en cada sueño,
de ilusión
tu beldad hermana,
oh, de luz
viva sanguinosa o plateada,
tenue como
brillante,
te busco
sin consuelos,
sin
candilejas humanas,
llevaré tu
esfera
siempre
dentro de mi alma,
te busqué
entre nubes, vientos,
y ramajes,
siempre huías de mí
entre
edificios de ciudad y cantiles
sola
armonía llamé a tu pronta belleza,
ilusión,
que mis ojos en ti se vieron.
Förüq
Miguel Esteban Martínez García
MEMORIAS DEL
ESPEJO:
Estoy creando memorias
dentro del
corazón,
sublimar lo
correcto,
tantas
vidas de gato de arena
te he
esperado,
en este
horizonte traspuesto
surca lo
vivo, surca lo muerto
para
siempre;
es un canto
a la Oscura dama
doncella
sangre de Tierra,
tantas
eternidades cuesta un beso,
que se da a
cualquier desliz temporal,
un paso,
y hendí de
la sola voz
su éter,
oh sangre
del Eros,
diestro voy
por la segunda mano secreta
encima su
verdad endógena,
que
fantasía te desvelaste verdad,
de aspas
molinos,
y campiñas
de castillos y solas callejas
de hinojos
y brezos
flamantes,
sube a este
baile nuestro combate
deja suelto
el ajeno embate
debido ni
rival florezco,
solo a
consagrada conciencia apelo,
merecedor
todo el juego a perder venciendo,
y un
tablero que vuela y se esconde
en tu
voluntad,
perdona si
admirarte es para siempre,
tuyo soy
recuerda,
entre
tañido y víspera cincelada
sé lo que me gusta,
sé lo que
quiero
y no alzo
armas gratuito,
elegir ya
te elegí hace un siglo,
no me
conviene regodearme
de haber
obtenido más hijos que caricias,
invitación
sí
a obtener
la felicidad que me sobra
por ello
estoy preparado para amar
y no se
llamó duelo ni necesidad,
muéstrame
tu flor
sobre el
fuego,
sentiré tu
llama,
no eres tú,
no soy yo,
no te
dejaré surques el puente
dificultad
solo es un paso
para llegar
más lejos
y jamás
sola
ni en
aquella penumbra
que no veas
miedo ni de ti misma,
surco una
ofrenda
para
desvanecer el cristal y laberinto de espejos,
de condena
y espejismo surca mi visión.
en UNO awen
en TRES
Auge
en DOS tú y
yo.
Förüq
I
Noche, hoy
a tu velo de sosiego
me entrego,
te escribo
al crisol
estrellado
oh, cuántas
parcas estrellas acogen
mi canto de
penumbra nacido
recuerda el
sueño que tanto ansío
que
Oscuridad se acoge no se
vence, se
ama,
a tu velo nacarado
le hablo,
cuántas
nebulosas te adornaron,
para ser
noche, inmenso faro
de sosiego
imperturbable
de la
ceniza a la tierra oscura
dirijo mi
cantar,
pulcritud
de lunas, servid
humilde, os
elogio, sin sepulcral
prestancia,
me dais la vida necesito
día sin
enamorarse de la noche
no es día
ni romance.
II
Oh, cuánta
visión cegase
tu sábana
espectral, este grillo
te sublima
tu sabor,
un apoyo
inusitado granate,
oh púrpura
visión me acoges.
Voy rumbo
tu crisol
de valles
silentes, con mi humo
verde de
pluma estilográfica,
bajo la luz
de una vela,
oh, puridad
sola
vine por tu
voz
al ascua de
luna
llamo,
somos hijos
de signo
azabache,
Lunáticos a rebosar
crisoles
como relámpagos de Ares
en y bajo
tierra.
III
Oh noche
cromada,
te canto
dame pulcritud
de estela,
sola lumbre
descrita a
Musa Luna y
su mar
solanáceo,
vine de
nota baja blandiendo
esquelas y
señales efímeras
no me iré
sin gemirte,
oh, de
pureza y desvelo
energético,
te alabo,
bienvenido
otoño
a tu
fantasma carnal me entrego
y ella,
dulce tormento
insobornable
que une
su vuelo
complaciente,
que yo amo
su querencia
por y para
siempre.
Förüq
Esteban er lobo bohemio
NOVENA LUZ:
Tu voz:
Eres fuego
en el agua,
eres luz en
la noche,
calor en mi
alma de hielo,
amor en mi
mundo de ilusiones en viento,
noche de
eco entre imágenes,
pupilas
mirando pilares al cielo,
entre verde
y violeta de árboles,
ojos de
gato, tu gemido,
tímido y
feroz,
tu voz.
Entre
fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero
del segundo al pasar del minuto,
la seda del
sentimiento, en su carita del beso,
el piropo y
su carmín el despertar de su recuerdo,
acariciando
su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
siento sus
nervios, me atrapan enredándose contigo,
el momento
que dejó el silencio,
el tímido
beso con fuego en el interior, su dulce sabor.
Mariposas
recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo
solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
se sirve de
tu aliento, crea mi armonía,
cada
caricia te hace real.
Sostén mi
placer cada anochecer,
sé el
tiempo que nunca se fue,
sé mi
sonrisa y cada imagen que quiero ver,
detén este
instante para hacerlo real,
el sueño
hecho realidad, la historia sin final,
mi eterno
amor sin dudar,
corazón
carmesí como flor de abril,
navega mi
sensación.
Es un te
amo lo que me encanta escuchar,
los mil que
me quedan por decirte;
los que
nunca se irán,
agota y
naufraga mi voz, mujer,
que alcance
la tuya
y pueda
izar una profundidad,
enroscarnos
severos en aras un viento onírico,
desde la
espiga roja,
al paraíso
prendido de labios espumantes,
sostén
cariño, mi sola voz,
que no se
apague, y sí se incendie.
sea fiera
pero no muerda,
Tu voz sea
caracola,
como una
espiral que no me haga daño,
cuando
pueda sentirla,
sea anémona
azul
y amapola
de sangre de tierra,
que si ella
pide, pueda engarzarla aromos y estrellas,
sentir
pueda como simbiosis de nuestras lenguas,
cordial sin
traje luminoso,
alzada como
tú, sea la más bella,
origen y
flama de una estrella primera
Esteban
er-lobo bohemio Förüq
SÓLO UNA VEZ EN
VIDA:
Sólo una
vez en la vida
caricia
viene descrita como
trono tus
labios hendida,
fija, su
semejanza entono.
La Parca es
efímera
primera,
mecida la ola,
caracola
que mar entona su vera
entera que
el cielo queda, y enarbola.
Beso de tus
labios tejidos
suplicios
invernados del exceso,
avelo los
papeles, por derramar quicios.
Precipicios,
que a la llamada estabas en celo.
Avanza mi
quimera,
espera, que
te tiene balanza,
asa, dulce
organza en víspera.
Era un son
que su verso pasa.
Tiempo de
nosotros no se construyó a tiento;
lienzo tu
acuarela del viento,
intento a
quererte más si no venzo.
Lluvia
densa de un Sol fierro,
hierro en
ojo de tierra viérame apuesto la Llucia,
astucia fue
clavar semillas en corazón del sueño.
Suspira mi
mundo yerto;
injerto mi
amor que nunca expira,
exilia el
ascua azul, con mis ganas, atento.
Alimentando
los espíritus que le hablan,
entabla
resplandeciente fulgor de la centella cantando.
Forjar
poemas de mis venas,
acequias mi
sangre honran.
Gritarle al
mundo que no he muerto tarde.
FÖRÜQ a
18/12/2022
II
RIMARTE:
Señora hada
de oscuridad
encontrad
mi sangre sonora
añora mi
alma puridad,
aflorad mi
espíritu que llora.
Abacora
este silencio
precipicio,
que eres fuerte redentora.
conmemora
invernado suplicio;
resquicio
tenue, mi fría demora.
Suerte mía
que labrada no es,
sierpes
avanzan, su muerte,
verte en
mitad los helados naipes.
Quise darte
sentido, como fuego elegido,
nacido el
dulce tormento que hoy pise,
avise si
osadía es quererte decidido.
Diestro
avanzo sin par,
dispar,
palpitar nuestro.
Sangre
acaso fue de corazón bastante,
anhelante
como sangrante, púrpura, escarlata instante.
Sorda la
noche me cuelga, su araña gorda.
Förüq
III
CONCILIO YERTO:
Flor de
bruma alza el señor niebla,
puebla
estupor nacido en alarido de amor,
color son
estos muros rojos, que siembra,
aleja
dudas, no pregunta tu dolor.
Fulgurar el
astro mi esquema,
dilema ante
mi gato, su perdurar,
aguardar al
mirlo que puso tres nidos con yema,
quema el
son, sin su sombra agradar.
Esperar en
el concilio, los caídos,
redimidos
al ascua, donde alegar,
cegar la
luz a ojos insomnes, partidos.
Anhelado
furor inusitado su ala,
alzada su
saber, cosechado,
desesperado,
estas paredes no tienen respuesta alada.
Sempiterno
no busco lavar conciencia,
sapiencia
nada malo, sí erróneo, eterno.
Quise
entereza me ayudase
germinase
el dolor cual cisne.
Trenzado
albor, quema mi sin razón, acrisolado.
Förüq
castellano Miguel Esteban
IV
REVERBERAR FRÍA
SANGRE:
Resiste el
fugaz embate,
desate este
furia y trueno asiste,
insiste
claror bélico granate,
debate que
cuelga araña que viste.
Alza bien
de senda unida,
avenida que
su diosa calza.
Tardanza en
áspid relucida,
crecida
marea en vals de acechanza.
Final de
comienzo anunciado
viciado
sumun de profecía matinal,
mina era su
belleza y guiño acuciado.
Estupor, un
minero repiqueteo,
hormigueo,
como nervio silente pudor,
sudor, era
divisarme, sin suelo.
Suavidad de
escala y azabache su ala,
bala no era
saeta, ni su diana vanidad pérfida.
Resumo que
convenzo,
lienzo
queda mi sentimiento sumo.
Sedienta
espera de rosas de muerto, sed alenta.
Förüq
V
Ser como
Floresta:
Ser milagro
de acontecer regio,
valgio para
transmigrar y florecer;
anochecer
en vals de colegio,
contagio
nota en vena sin perecer.
Sol terso,
no es una destrucción,
armazón, es
perenne valor como una flor,
calor no
vence insomne, rienda del corazón,
aplicación
de letra, consumida, en acto de color.
Vine
hirviendo lunas, de azabache coaguladas,
hadas en
son terruño alma ciñe,
quise,
indecible, solo naturaleza, en venas afiladas,
suplicadas
razones, no más que mi dicha, no la pise.
Resumo sin
vencer, que me debes pedir que luche,
cure, cure
mi designio es más duro, que un duro,
luto, es
inmiscuir recto, sin tules,
azules mis
vellos, de arpa en mano de tuno.
Resoplo
solares, y vendavales,
soles de
una caida a lo hondo,
pongo,
lecho y vuelos de azores.
Sembré mi
coraje,
traje mío,
mi bondad desperté,
quebré azar
de tiempo como brebaje.
Recto
escalafón dorado, recto,
pecho al
beso nunca dado derecho,
hecho el
latido confeso.
Fuego en
hiel, mi amor valiente,
presente de
un ángel sin miedo.
Me llamas a
la lucha
escucha,
centauros solares concédeme.
Toda la
orquesta hoy reuno que jamás es poca.
Förüq
VI
Ascensión de
cobre:
Desde que
vine a vivir,
imperios de
ojos cerrados,
que lloran
hacía dentro,
tu
esplendor violáceo,
es como un
destello fugaz
como un
azur rebelándose,
no me digas
dime como
podré asaltarte,
una lumbre
plañía antes,
estoy
creando su ascua,
un Sol sí
yo soy,
designio
solar,
de humano
ser, por siempre
poesta un
eclipse del amor
un arte
muriendo por dentro,
mi
existencia saltando el fuego,
no digas de
la sal,
te respondo
vente, vente
y quédate
en mi interior,
mi mente
gira cual trompo pintado
de la
alegría sangra este amor.
Hoy para
hoy,
desvanecer
queda superior,
de este
tornasol,
alzo mi
rayo, mi fulgor,
en
frecuencia modulada,
a no ser
peor,
déjame
sucumbir en ti,
arando el
sino flamígero,
nuestra
sed,
sed de ti
vivo a morir.
Oh mi alma,
soy de ti,
fascinación
cursante,
resquicio
onírico,
para latir,
esta noche
de lágrimas caidas,
vine del
alto cerro, sonando altivo,
desangelado,
tu palabra
que me ama,
oh, sí, soy
feliz,
gamusino,
perdiz, lombriz,
en desfile,
en cúspide enarbolada,
llegaré
donde el querer dispuso,
¿Quién
afirma?
me revelaré
desde mi
imperio
de avidez
en labio de fuego,
consumado.
Förüq
VII Silvestre maestra:
¿De dónde
vienes volando?
Orquestando
vengo de mar allende,
aqueje mi
alteza va consumando,
aleteando
besos y espiras deje.
Motivo de
enamorado traigo en pecho,
hecho de
cobre y Sol vivo,
altivo va
derecho
lecho en
espinas y cardos pido.
¿Quién
vistió tu virgen Musa?
Tusa
belleza de valles y blancura de sién,
ayer fue
invicta y ella escribe, no acusa,
hucha en
fortuna era awen.
Alarido de
mi fugaz fuente,
vente al
combate desceñido,
nido será
la vanal inmundicia su frente
alente
voces puras de su flor gnido.
De cielo,
de mar de tierras viene turbado,
soldado de
su misma pechera, viene de alarde,
de fuste
sempiterno y sólo custodio alado.
Arde la
salvaje simiente,
gente huye
a su pecado, tarde;
pare, alto,
su estirpe, alimente.
Verbo de
enigmas eterno,
ermo del
galego desierto,
fierro y
figuras llenan el averno.
Fausto, su
verbo, y figura aposentado,
socavado,
su sueño no era infausto.
Altura que
yo vengo,
aliento y
desnacer de premura.
Oh de Musa
virgen pura, yo alabo.
Förüq
VIII
PLUBIA CORDIS
‘---lit et
summun canae,
miles Dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erit uxor mea.----‘
Plubia cordis, ardentissime cupere amôris
stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.
Diês, carpentum, accrêvî calôris.
Colôris, vita, venerâvî canôris.
Laetitia exspectâre, cupitum nostra.
Ostendi âlae, festînâvî blanditia.
Cropinquus, somnus, versus, littera.
Prôfêcî imus, creâvî blandus.
Bâsium dulcis, aqua pûrus.
Sânô anima,
fidus fruor.
Cupidus
somnus, flagrô metaphora,
suspirium
natura, amâvî ferventis.
Distantia
dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui
pûrus, sôlus cordis.
Callis
unus, sentido sensisensum.
Fôrmôsa
societas, contentum esse vêris.
Ignis,
dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.
T
TRADUCCIÓN
(Plubia cordis):
Lluvia
corazón, suspira por ti amor
estupor,
deseo, eterna alegría.
Día, noche,
crece calor-
Color, vida
venerada sinfonía.
Alegría
soñada, deseada nuestra.
Muestra
alas, acelera caricia.
Cercanía,
sueño, verso, letra.
Entra
profundo, crea sonrisa.
Beso dulce,
agua pura.
Cura alma,
sinceridad uso.
Deseoso
sueño, arde metáfora
suspira
esencia, amando fogoso.
Distancia
decreta olvido de razón.
Querer
puro, sólo corazón.
Vía una,
sentir.
Hermosa
compañía, contentarse primavera.
Fuego,
complaciendo instinto hermoso.
El
Castellano
IX INFERNUS SET CAEBLIS
Cercada
está mi alma tus beldades
edades
flamean tu sonrisa señora Hada
asombrada
vuelas de alas verdes,
Hades
responde, ansia mía rememorada.
Oh nuestro
tormento alegre
embebe de
tallo,
calo
decencia en vena agreste;
ensombrece
mi designio a soslayo.
Dulce,
pura, de purga llena
plena que
mi luna pulse,
desuse
ofrenda tan divina que no quema,
largueza
sin par, alma use.
No traiga
su amigo cristiano,
mano de
poder le otorga sin cuero,
cuerno
servil ofrezco cual gitano,
piano
servil es talento.
Gloria a tu
misteriosa,
gozosa
poesía runa de victoria,
vanagloria
es creer caelis ganado.
Vengo de tu
hinojo de abajo,
tajo de
regio verso tengo,
venzo a
Solar que oro trajo.
Fiel
designio cuestan espadas
azadas
sacan penas como dulce miel,
hiel
infortunio ya no es lazada.
Fuerza del
amor
clamor de
hadas, tuerza.
Razón y
artificio en hoguera,
madera, soy
ciprés poeta.
Criador de
mundo, mi semilla es valor.
Förüq
VI
Bato alas
de ángel,
pincel de
alma para la hoja
que se
alimenta de letra, y su
vida
sempiterna.
Tuve
plasmado mi sentir de vivir
hace más de
quince años
y tengo
treinta y tres,
y sin caer
de rodillas
no abandoné
la causa primigenia
el Amor,
creo con boca de
dragón,
calor de arte flamígero,
un sin
embargo, con nobleza
aún
envejezca el tiempo,
tengo eje,
coma y lugar
este amor
hace cielo terreno
y nubes que
llueven flores
pude
transcribir sepulcral
automático,
pero mi cuerpo muerto
VII
hasta
construirá la melodía
mi día
jamás será día si no
escribo el
sino y su vilo,
el son me
dijo: -Tú que vives
y sonríes,
hasta para que
el mundo
entienda el arte,
disfrázate
de cuervo, de brujo,
de
hechicero muerto, que tu
palabra sea
la sangre yerta
de la
condena por la que
siempre
vive tu amor,
cava sin
azada funesta,
saca penas
por temblores
construye
la orquesta, sus notas,
el Paraíso
donde vivan ojos
y mentes
solares;
VIII
avanza
vestido de soldado
eternamente
muerto, embebe
de la
tiniebla, que la letra
sea tu meta
y armada de
legiones,
acordes, saetas,
castillos,
y celadas, ejércitos
y
fortalezas silentes que
la
oscuridad florezca
cantando a
la luz más
pura,
vestida de brea
de cal y
arena como
una
caracola serena
entre
orillas argentas,
bosques en
la luna
jamás te
acobarde una
dificultad,
tu talento sólo
será
puente.
Esteban el
castellano
IX
BAJO EL SIGNO
LA LUNA AZABACHE:
I
Me llama en
la noche,
me acaricia
su recuerdo,
con sus
caricias desvanecerse
quiere;
y renacer
en la oscuridad
del ocaso
eterno.
Comprendiendo
y llevando dolor.
Yo sin
comprender su aparición.
Pero
recreando su alma viajera.
sueños
serán, pero cada día
la siento
más.
En la
belleza de imaginar
la
complazco con la sencilla palabra
de amor a
su alma
sin cuerpo.
Que me
acompaña
desde que
sufro por el querer.
II
Te busqué
detrás de la estrella
más
brillante del azul eterno.
En el
suspiro de amor
que corre y
descansa
entre la
inmensidad de un parpadeo.
Entre la
oscuridad que alcanzó
a ver la
belleza que envuelve
tus
imaginadas piernas,
adentrándome
para reposar
siendo una
sombra más.
Y te
encontré en mi sueño
más cálido,
en el cielo encerrado
que liberé.
En la noche
que mi amor corrió
en tu
flamígero seno,
y te amé
aunque fuese un día
en la
penumbra.
Para así no
olvidarte nunca.
III
Manantial
fulgente de inspiración
tu mirada
tierna sin compasión.
Matices de
esmeraldas
tu pupila
enfrentada con mi pupila.
La
golondrinera el aroma
de tu piel
frágil y esquiva,
con sus
amapolas amarillas
el color de
tu áureo.
Un piropo,
el suspiro
de mi amor
eterno.
Que corre
que escapa y vuelve
el
cosquilleo.
Tu boca con
mi boca bebiendo
del mismo
agua del deseo,
tu piel con
mi piel
avivando el
ascua
del
sentimiento preso.
IV
Resplandor
de auroras en los recovecos,
donde se
refugian mis ilusiones
en mi
pensamiento.
Tu tez
conoció mis manos
y mis manos
te moldearon para su recuerdo.
Eterna
batalla a la noche,
cuando noto
tu ausencia,
la noche
que galopa
y yo con
palabras sufridas,
de nuestra
vida sentida.
Ya no hay
felicidad entregada
con besos y
roce de nuestros cuerpos,
medida y
entregada,
ya no te
buscaré en esa nostalgia.
Me enamoré
de la vida
y nada me
falta
porque todo
me llena.
Te volviste
a pasear por mis sueños,
y en ellos
nos reconciliamos.
Vuelve a mí
el dulce tormento
para vivir
soñando
con el
recuerdo.
Y amarte
soñando despierto.
V
Noche en
vela de navegante
sin
destino,
noche
despertada,
por la
luna.
Y
acariciada por sonrisas de estrellas,
cercanas y
lejanas
según sean
miradas,
a través de
la copa de sangre
o con la
nostalgia del corazón.
Luz a la
vela que ilumina la pluma;
tinta de
ánima mezclada
con los
recuerdos de una vida a tu compañía,
pasada, con
hielo y fuego, con besos
huidizos y
fulgentes,
eternos y
efímeros,
con sueños
rotos,
y días de
amor
a la sombra
de tu reflejo,
disuelto
por el embiste del tiempo,
que partió
mi corazón en dos y un cuarto,
en el que
me alimenté de las rosas
y flores
desangradas.
La copa de
sangre
en recuerdo
de una
sonrisa que resplandeció.
VI
Amada mía
te escribo esta noche invernada
detrás de
la estrella apagada
que yo te
amo amada.
Luna mía,
tú mi flor que brilla
luces
bonita, estrellita mía
sólo tú
eres mi vida
runa
azabache mía,
jamás se
apagará tu boquita,
que llama a
la mía.
mía sólo
mía,
mi flor de
luna
sólo para
mí encendida.
Yo nací
para tus ojos,
madera de
los cipreses.
Yo sólo soy
escarabajito,
yo camino
despacito
de tu mano,
duermo contigo.
VII
Sólo soy lo
que tus ojos
dicen de
mí.
Sólo soy
amor, vivo en ti;
yo nací de
un rayo de sol,
dije soy
fuego sin más razón;
de mí la
sangre huyó,
yo sólo
viví como flor
al muerto
le di helor,
porque yo
viví solo, solo
como vive
la flor
pero ni
aroma tuve
ni tuve
color,
sólo tuve
polen carmín rojo,
que a la
tierra llegó.
VIII
Muerto
vivo, si no te miro;
luna muerta
vi encender
y a mí
llegó.
Para yo
decir viví, fui, amé,
reí, y con
su amor
digno
orgulloso sucumbí,
hasta de su
boca morí
pero un día
desperté
frío como
sol que fui
y ella huyó
de mí.
Así mi
condena
cuando yo
muero,
ella vive
por mí.
IX
Amada
inspiración lejana
o cercana,
según seas mirada,
del
interior embelesada
alma de mi
alma,
espíritu
sin nombre.
Destello
sin horizonte.
Luz atraída
cual estela indefinida,
venda que
el ojo no vea;
orilla de
mi barcaza,
sin
suspiro, ni terraza
cruel
hornaza,
letanía sin
lejanía.
Ni caricia
existe
sin manos
que te modelen cual arcilla,
lugar de mi
lugar sin hallar;
bello
templo tu mirar.
Ni beso
existe sin sentimiento inicial.
quién
afortunado
que en
mitad de la rima,
muriese
para no cesar.
X
Cuidarte,
un esmerilado sino,
sin cosecha
mortecina
ni
pensamiento enemigo,
soñarte, y
el sueño
la vida
trae,
acabar
hendido de la expectativa
llorar
savia atisbando ser sangre de tierra.
Abrazarte a
las tres de la madrugada,
sentir que
tu cariño me velaba,
contruir un
tiempo de sentimiento,
no de un
mero invento,
que se
inició y ha de acabar,
inicio sin
final propuse,
como
comienzo que abarca pero nunca inició.
Sangre de
inocencia,
es bondad
ciega,
voy
lamiendo tu cumbre,
sin
esperanza ni dulce futuro.
Pero con la
fortaleza
que yo soy
por siempre
la noche y
su rebelión
de esquema.
XI
Mirada
obtusa a la vela
y el
candelabro,
un borbotón
de densidades que caminan rebrotan,
como lienzo
inagotable,
una
conciencia fría de agua.
Me
desdoblo,
para
descarnar esta figura que me acecha,
y choca en
luz proyectándose
en
opacidad.
No tengo
sombra y cuando la veo,
siempre
digo que juré alcanzarla.
Matiz
insobornable
ganar tu
aprecio
sin
despedir,
esta
injuria inmortal,
de sed de
sangre.
XII
Adorar es
amar sin razón,
embeberte
hasta se llene el corazón.
Principio
de causa
es
construir casa por el tejado,
revivir
algo irracional,
que ni
sacia a la estúpida razón,
no veo
problema en darte todo,
porque es
sabido,
que entero
me siembras, tú.
Mi dulce
tormento.
El
Castellano
XIII
VORAZ DESTELLO:
Resplandor
de auroras en los recovecos,
donde se
refugian mis ilusiones en sueños.
Tu tez
conoció mis manos y mis manos te moldearon,
para su
recuerdo.
Eterna
batalla a la noche, cuando noto tu ausencia,
la noche
que galopa y yo sólo con la palabra sufrida
de nuestra
vida sentida.
Ya no hay
felicidad entregada con besos,
y roce, de
nuestros cuerpos,
Medida, y
entregada, ya no buscaré en esa nostalgia.
Me enamoré
de la vida y nada me falta,
porque todo
me llena.
Y túmi
bella, volviste a pasearte por mis sueños
Y en
sueños, nos reconciliamos.
Desperté, y
sentí de nuevo, el dulce tormento,
Para vivir
soñando con el recuerdo,
y amarte
soñando despierto.
Si me
marchito sin ti,
No me
quemes con letras indecisas,
porque
vives en mí,
y te daré
lo que pidas.
Si
permanezco, en tu recuerdo,
no me
quemes, no llames al olvido.
Si acaso me
dueles,
no es por
tus errores.
Es por tus
triunfos, sobre mi palpitar.
No me
quemes con una lágrima,
sólo con un
beso.
Si te
perdono y no vuelves,
no me
quemes, porque
el fuego no
se quema,
Se aviva.
Tu ausencia
consume mi alma.
Aumenta mi
llama,
No
preguntes por qué.
No me
quemes sin amor,
Porque no
eres mentira, eres pilar,
Pilar que
sostiene mi verdad,
Que, aunque
duelas,
Eres mi
amar, y no despertar.
No me
quemes.
Si vuelvo
no te guardes,
Porque vivo
de tus detalles.
No me
quemes, con amor silenciado,
Haz brillar
este fénix.
Sólo
calienta este corazón,
y te dará
su fuego sin medida.
Pero si
ves, que mi llama, está extinguida,
No me
guardes las cenizas,
échalas de
abono, a las rosas amarillas.
No me
quemes, porque me dejo quemar.
Soy fénix
arraigado a tu bondad.
Si el cielo
se cierra,
mirarétus
ojos, para tener mi cielo,
mi palpitar
te dirá,
que seguiré
a tu vera.
Si mis ojos
se cierran,
quiero
tenerte cerca,
y coger tu
mano,
sentir que
no eres
un sueño
que perdí.
Si
despierto te vivo.
Soñando te
sigo amando.
Cogiendo
cada estrella,
en una
letra para ti, tú la más bella.
Y el
firmamento se cierra,
sin tu
mirada tierna.
Mi deseo y
mi motivo para acariciarte.
Pasarán
lunas, pasarán soles,
y el sueño
volverá,
con cada
latido tuyo.
No te dejo
una flor, te dejo las semillas,
los frutos
de este amor.
Porque en
mi jardín sembraste,
Tu belleza
y bondad.
Porque me
llenas de verdad.
Puedo
describirte como mi vida giró a mejor,
con tu
sonrisa clavada, en mi mirar,
y el calor
de cada letra tuya, sentida.
Te quiero,
de verdad.
Siendo tus
nervios, que atrapan cada sentido tuyo,
cada lima,
que afila, tus pensamientos,
sería tu
imaginar constante, en amor de dos,
sueños de
un romance, correspondido,
Donde no
importaría quien se enamoró primero.
Ya estaría
atrapado en tus dulces suspiros de amor.
Y tus
ardientes palabras de ilusiones lanzadas.
Clavándose
en mi alma, lanzando a ti flores.
Estarían
mis poemas, y mi razón perdida, en tu corazón.
Siendo el
poeta, en tus ojos, el agua de tus besos,
el rocío,
en tu cabello, el fuego, de tu combustible.
El que
guarda, tus caricias, y hace inventario, de cada detalle.
El fiel, el
humilde y el noble, el sincero de sentimientos.
Simplemente
sería yo, brillando con tu amor.
Quien
invocóa la tempestad, de roce, de nuestros cuerpos.
Quien se
abre camino, galopando, en tus piernas,
Para
descansar, en tu boca, siendo hielo, y fuego a la vez.
Siendo
anhelo, escondido en corazón,
y corazón
encendido, en anhelos, cuando te veo.
Tu gemido
tímido y feroz, tu voz.
Ocaso, que
la luna baña, de azul, y azul vestido de traje,
de
estrellas, un firmamento, que convertimos en magia,
a fuego de
nuestros cuerpos, a viento, que transporta,
nuestros
jadeos que crecen, hasta juntarse en canción de lobos.
El
castellano
XIV
El sol
desciende algo va incorrecto,
creí
imberbe mi dolor,
creí asirme
henchido tu corazón,
siempre
amparé
lo que dijo
el tiempo,
mi vida
contigo siempre amparó...
Amor, oh
ese hueso de suerte
desvencijado
en pasión,
vida de la
vida de tu calor,
mi vida
para ti,
más que
cuatro aspas
dando
vuelta,
todo puede
su suerte,
oh dulce
suplicio invernado,
oh sueño de
arcángel,
tú sientes
mi secreto,
me alzo,
subiendo
mares y arrasando, desplazando cerros,
tu alma,
quizás más que una Quimera,
más que
raíz divina de semilla en Tierra.
Tu piel
inimaginada lluvia,
miel tu
agua angelical,
tu voz el
eterno secreto mi contento,
como
aventar girasoles
y sembrar
el rocío tu acento,
vengo del
suelo,
nadie me va
a detener,
jabré mi
tiesto, mi niña amapola,
mi diosa
antigua,
quién a ti
se mide,
me calló
cielo en tierra,
mi certeza,
mi amor de
espada,
permite
incendie tu mundo,
para
juntarnos mi amor verdadero,
Musa rocío
de Alba.
Miguel
Esteban Martínez García
XV
FLOR DE NIEBLA
ELOGIO:
Rocío es tu
lágrima obscura,
oh, granate
congelado,
es tu
palabra vestida de humedad,
voz
prismática
soles
cuarteados,
inequívoca,
luminosa,
brilladora,
que todo abarca,
herida y
manantio
fuente de
espejo,
llama
sostenida,
iris de tu
propia sombra,
exactitud
encarnada,
tu energía
irradias,
puñal de
crisoles,
y miradas
derretidas,
puñal de
jactancias
y amados
rayos,
espadas,
frutos y
simientes estelares
cosechas,
cúspide en
vértigo,
cavas
abismales dentelladas
de rubor
excelso,
oh rectitud
de ascua,
quise ver
través tu ojo de tierra,
Ostara, la
Brillante,
mi cristal
fugitivo,
destino
fértil,
diamantino
que baila en tus labios,
pétalos de
Ambrosía,
palabra
pura,
callada,
amor acaso fuese mía,
alzo
vientos y cierzo septentrionales,
viendo a
través esta tierra,
aire, luz,
mi saliva,
quieto de
existencia
clamor de
valles,
gloria
inasible,
tachonada
tus líricas huellas,
cruz y
sacramento mi ceniza,
tembloroso
de paso firme,
osadía o
impermeable letra,
ente de un
ente mi sangre,
vida de la
vida bajo tierra,
latido
rebelde a morir,
firme,
los duros
somos bronce,
aunque nos
derriben
es para
alzarnos más fuertes,
mundo hable
sus espinas,
que esta
vibración y ennergía
es
invencible.
Oh Sol
ferro
tu misma
luz, infinita melodía.
Förüq
er-lobo bohemio
XVI
Disuelto:
Muero por
un beso.
Vivo por un
querer,
cruel del
destino.
Condena de
una pasión,
que creó tu
pestañeo.
Al dejarme
ver,
tu cielo
encerrado;
fijamente
tres minutos,
Y morí con
tu pestañeo.
Demostró
que fui,
Importante,
para ti,
Y que a
pesar,
y muy a mi
pesar,
de los
problemas,
seguí en tu
mirada atrapado.
Hasta que
la aguja,
de aquel
reloj de pulso;
se paró, al
pasar ciento ochenta, segundos.
Mi cambio
de vida,
cuando
consumí,
Medio giro,
al decir,
siempre te
amaré.
LUNA AZUL:
Te amo no
sabes cuánto.
Cierro los
ojos y te veo.
Tu sonrisa
es el mayor de mis regalos,
tus dientes
son evanescentes, que hablan de como tú sientes.
No quiero
mi despertar si no es para verte a mi lado.
Acariciando
mi pelo, diciéndome al oído te amo.
Siento
cuando discutimos.
Y no lo
aguanto.
Vuelvo a
nacer cuando me dices te quiero.
A cada
instante pienso en ti.
Ahora ya
eres parte de mí.
El mundo me
parece un infierno si no estás a mi lado.
Tu cuerpo
es un dulce parnaso.
Estoy
preparado para amarte.
Veo que me
ves,
miro que me
miras,
amo que me
amas.
Sin ti no
soy yo,
sin ti
siento, que mi alma me abandona.
No quiero
decirte cosas bonitas para nada.
Sólo para
que veas, que me tienes loco,
Sí.
Que sacas
lo mejor de mí.
Que me has
alegrado la vida.
Sé que me
amas,
Sé que te
amo,
y que sin
ti, no soy yo.
Confío en
ti, porque tú lo haces, en mí.
Y no te
fallaré.
Sólo tienes
que ver, todos los días, cómo estoy sin otra vida,
y objetivo,
que hacerte
feliz.
Sin otro
encargo, que compartir contigo todo.
No quiero
perderte nunca, y eso requiere luchar, y dar lo mejor de mí,
para que
esto funcione.
Me
atormenta pensarlo,
que cada
día estoy más enganchado a ti,
que cada
día que amanece, mi amor por ti,
envanece.
No importa
nada, solo el final del camino,
que es
llenarte como me llenas.
Si te digo,
que sueño contigo, casi todas las noches,
No exagero,
hasta sueño despierto, cuando estoy contigo.
Por querer
soñar contigo, de ti yo me he enamorado.
Eres sueño,
eres mi dormir, tú lo eres todo, para mí.
Quieres
saber la verdad, me has alegrado la vida.
Has llenado
mis ojos de esperanza, de un futuro junto a ti.
Esto no es
un poema, es una hoguera de sentimientos,
que arden
en mi interior.
No soy
especial, soy de carne y hueso, y me muero por ti esa es mi debilidad.
Te deseo
y que mi cuerpo, te llama cada noche.
Que cada
parte de mi cuerpo, te extraña, cuando no estás conmigo.
Que cuando
me levanto, y no te veo, me pongo triste.
El ser
humano, nace. Ama, lucha, y muere.
Yo lucho,
te amo y me muero por ti.
Tú eres el
timón que guía mis pensamientos.
Eres mi
estrella en el firmamento,
El sol que
me vislumbra en cada mañana.
Y la luna
de mis noches color plata.
Acariciando
sueños, viviendo el recuerdo.
Como una
vida sin sentir, no la quiero,
En el
despertar de ilusiones en verso,
Todo es
bonito, todo es bello.
La
nostalgia crea su velo de dulce tormento,
para
quererte me basta imaginarte.
El velo de
traer el pasado al presente.
Cayó de mis
ojos, pero el corazón,
lo cogió,
de venda, para la rosa clavada,
Ninguna
lágrima, fue desperdiciada.
Ningún
beso, te olvidó, al alma de hielo, tu calor.
El hielo,
tiempo de insomnio, de sentimiento.
Calor, la
ilusión, que un día,
cayó por tu
mejilla;
Y evaporó
al rozar, tu boca, en sonrisa.
Frío, el
canto del viento, que llevó mi amor,
lejos de
este cuerpo, lejos de una vida.
Que, en
sangre de poeta, lloró por la avenida,
de ángeles
estrellados en estrellas,
y hadas, de
mariposa, sus alas,
que fueron
capturadas, por arañas.
Quien
dibujó el cielo, con colores, a su amada,
merecerá
algo más, que un traje,
de azul
tranquilidad.
En color de
dioses, y diosas, su eternidad.
Junto al
escrito del mundo vivo, que seguirá,
Aún, cuando
el cuerpo caiga, como la hoja,
caduca del
otoño.
cuando la
melodía, eleve al Creador.
La esencia,
de aquel pintor, escritor,
que pintaba
con la pluma, de su vida.
El
castellano
XVII
SENTIDO
DESCUBIERTO:
Ilusiones
traídas al presente.
Como la
niebla que trajo el viento,
de tus
iridiscentes palabras,
llevándome,
al abrir mis ojos, al mundo,
de sueños
sin vivir, de sentimientos.
Solo para
ti.
Experiencias
para compartir,
como
mensaje en una botella.
Que salió a
flote,
del lago de
la esperanza.
Sin
lágrimas te canto, y te escribo,
que desde
que volviste, eres lo más bello,
que pasó
por mi campo,
de amapolas
y maravillas.
De mi
palpitar, y memorias, de estrellas.
Para ser,
tus caricias, vivas y aradas.
No te vayas
compañera, acompáñame
En el viaje
a la felicidad, como lo hago yo,
déjame
dedicarte un cielo de sonrisas,
y cálidas
nubes de colores,
de besos
incipientes,
como el
fuego de tus ojos,
con el
poder de su mirada,
y el agua
manantial de tu boca.
Déjame
soñarte y amarte,
como si
nuestra circunstancia
hubiera
sido otra.
Déjame
decirte que declaro amor por ti,
que me
gustas, que no quiero idealizarte,
pero eres
lo más lindo que pasa por mi mente,
desde que
volviste y siempre.
Como un
beso en la amistad.
Vuelvo a
caer en tus alas de amor.
Cuando
ilusionas mi palpitar,
que te
busca para curar su dolor,
mi vida tú,
desde que apareciste, nuevo comienzo.
Amor de
siempre.
Cuando te
veo en cada letra,
y no puedo
evitar corresponderte.
Un alma que
te llama para sostener la esperanza.
No espero
que me creas porque sé que me sientes,
Solo
agradecerte tu huella creada en mi ser.
A fuego de
una ilusión en tu mirada quiero seguir
En tu
mirada quiero seguir viviendo.
No sufras
porque pienso que algo me arde dentro.
Nunca se
cerró el camino para ti.
Perdona a
este corazón de niño,
Que tuvo
que esperar a tu cariño,
Para
demostrarte que nunca murió su ilusión,
por ti.
Que nunca
te olvidó, porque clavaste,
con fuego
tú sentir, en mi interior.
Este
corazón que empezó a latir,
desde
conocer tu alma, en letras, como mi alma, en letras.
Emocionado,
porque develo, amor por ti.
Y es
correspondido.
Feliz por
ser tú, mi sueño,
por sentir,
que te pertenece, mi mejor sentimiento.
Con valor,
por sentir, lo que sientes.
Por ser
alma, de, y para tu alma,
por sentir
tu beso, y entregarme a ti.
Porque,
eres lo que deseo.
Y, de tu
beso, de amor,
Nació una
amapola, en el corazón.
Con valor,
para luchar por ti,
Y, por mí,
para
arroparte, con fuego, el sentimiento.
Para ser,
tu verso, tu vida, y tú, vida, mi sueño.
Me entrego
a ti, porque
ya que, mi
verso, corazón, cuerpo y pensamiento,
te llaman,
y dicen, que yo, te pertenezco.
Me quedo a
tu lado, pegado.
Para no
irme,
Siendo
completo, en el abrazo,
Tu sed, con
mi sed, juntando.
Me quedo a
tu lado, mi vida.
Porque me
he enamorado.
XVIII
Amante
fantasma:
Hablo desde
esta sombría llaga,
que me
habita desde dentro, por fuera,
un cielo
noctámbulo, me cuelga la caricia,
mi vida que
jamás se consume en desquicia,
rajo este
sol que visita tu retina,
espacio
derredor acaricio
en agujas
que te cuelgan el techo,
flor con
flor brilló nuestro corazón,
una luna
tejida por su alarido
a galope
del viento en mi mundo
te alzo en
piel de piedra
crepitando
tu rayo que me cuenta
de tu vena
y su carcoma
muy lejos
de la tierra hilvano tus ganas
con
destello furtivo
de sed de
abrojo
cambio tu
vida a mi antojo
sí tu pecho
en rojo,
sabes quién
soy,
soy
fantasma, que sólo tú ves
flagrando
el viento a tu merced,
háblame del
puerto y su negro sentimiento,
háblame del
cuervo,
de tu alma
sin cuerpo,
ven, ven a
mí
veremos el
amanecer
en la
sangre de mis ojos,
acabaremos
con el destino inerte
que cruza
mi suerte,
ven de
nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte
de mis rosas desangradas,
es por tu
roce que mi sangre bulle
y jamás de
ti se esconde
te siento
en cada silencio seco,
en cada eco
de oscuridad
que a mi
espíritu sucede
cómo no
tenerte
si por tu
idioma me florece el verso,
piel con
alma simiente del atardecer,
umbrío cae
su sonido;
Tu cuerda
que afina el grillo
y cigarra
con su guitarra
acantonando
nuestro oído,
es por ti
que mi suplicio cae investido
fiel a
recorrer tu segunda vida,
ninguna
mentira me dijiste,
el miedo
ahuyentamos juntos de la mano,
la noche
llega de nuevo en tu pupila
de esferas
yertas
y sus
paraísos de hielo
que cruzo
al verte
quiero que
me sigas sonando
eternamente
la noche
para todos
los siglos
que empieza
nuestra condena
sintiendo
hoy la lluvia bajo tus ojos.
II
Hablemos
hoy en plata de tiniebla,
oración de
tu sangre yerta,
cumbre
febril de hoguera quieta,
ese cuervo
descubrirás su poder,
yo iré de
tu mano,
manso tu
poder sembrado,
aunque no
entiendas
no
preguntes por qué sigo a tu lado,
el puerto
negro te llamó
y sentiste
el poder de tu pasado,
nadie
permitió que desembarcaras,
capaz eras
de romper la cuerda
que
sostiene las dimensiones,
ni vivo ni
muerto
niega tu
osadía,
cruzaste la
puerta de oscuros lirios,
tu amor a
la flor
al creador
conmovió,
resoplo
tijeras rojas
en grises
ideas,
desenfundo
mi filo,
crepitan
arduas espadas,
respetaste
la muerte y ella
respetó tu
vida.
Crascita tu
lozanía,
entre
forrajes
y soles
pudientes,
desmenuza
tu silencio,
clavando
yunques
de paredes
granates,
el peldaño
irá cuesta abajo,
cabalga tus
lindes despiertos,
libérate de
insectos que caminan,
turbios
azares me cuentan
de tu
devenir rizado
al filo de
la navaja.
III
Anochecer
de mi vida,
en tu patio
de la araña,
retozan
clarines esquivos,
yo soy lira
de alma consumada,
vicisitud
ensimismada
de tu azar
en semblanza,
vivo
flagrando tu azada,
pulcritud
entre cristales rotos
esa soy,
bruma en tu noche,
claridad en
tu día
luz de cada
siembra,
arena del
tiempo
enclaustrado,
vine
deshojando recuerdos,
hoy me
diste voz,
no seré yo
tu perdición
si no el
camino a tu salvación,
viviré
mordiendo tus rosas
que
desangran tu amor,
soliviaré
lo liviano,
afligiré
temor al miedo,
seré
aliento perdido
descubierto,
te abriré
mi reino,
las
escarchas serán los colores,
viviré
besando tus flores,
limaré
abrojos nacientes,
serás
estaca del destino
servir a tu
alma sin nombre
me alumbre,
camino de
mis flores desgranadas,
sangre de
tu reposo
mi amada
espina de luz y de sombra.
Förüq
MAGNIFICENCIA
RECTA:
I
Vista sin
tu jardín quema el día,
inciensos
incipientes sobre oro en vena
encima las
llamas violetas, noche sin luna,
jardín de
ocasos sin acierto, era un bosque
dentro del
cobre, bañado por ceniza.
Hinojo en
surco y laberinto de caléndulas,
jardín mal
parido, brotado
sin tu
blanco fantasma de luna, no debo avanzar,
Trenzas,
que cuelga la noche concisa,
de argenta
cantiga, mirar tu viejo salterío,
y el rostro
sin vela, sujeto el candelabro,
con blancos
misterios y tres naipes helados,
tapia en
piedra sembrada, musgo, y voraz hiedra
jardín
castellano, dulce, cantor,
sombra de
lobo viejo y dulces gayos ya dicen
lo que no
te diría yo.
Risa
memorable,
exigía un
almendro para dar nuevas hojas.
Cuando
dormí, soñé sin pulcra ilusión de palpar
era una
fontana de mi sangre que fluía dentro
mi
interior, rizadas abejas acudían a colmena
tras
bañarse en mi solaz fuente, ardiente mi sangre tenía
aquellos
visitantes dorados cargados de tu polen astral.
II
Era una
tarde de enero,
de sol
quemando el día
allá lo
alto el nacer del río Cuervo,
se escondía
por su cumbre,
requemando
reflejos.
en un valle
perdido,
fui por su
recuesto,
y su rumor
bajaba bravo,
cual
cascada al soto
no me
resonaban temores ni viles afrentas,
ya conozco
lo que no quiero,
mi llano
agreste reverbera,
y entre
pesares creció
yerguida mi
planta,
embebecido
llevaba el porte;
del más
tranquilo pecho, mi pecho,
cogió mi
rumbo un giro dentro su giro,
le llamaron
elipse
que yo por
humilde y pobre
jamás
disparé su incierta osadía
índigo,
rebelde,
convertida
en ascua
de seguro
crascitar
y oscuro
secreto,
defendida
de mis vientos
alzo su
tesitura
de azarosa
vida
en beldad
suprema,
clamé
trescientas
treinta y
tres veces,
los que
tuvieron suerte,
no vieron
su lengüita, la besaron,
no vieron
sus brazos, la abrazaron,
no osaron
su transparencia habitada, la abordaron;
moriré
donde nací,
mi patria,
mi hogar,
de cerros
mi confín,
sinfín de
álamos,
mi mar, mi
Musa,
apero su
cariño,
manado
arroyuelo,
vi fluir
cual voces de bronce y ágata,
duendes
alenté
bajo los
muros de mi cedro,
oh mis
pisadas eran eco,
solo y
desapagado,
como muere
una chicharra su sonido
de noche,
mismo hogar
de mis castos dioses.
III
Eternidad
besaba ya el lindero abierto,
acuciaba
una estrambótica oración,
de jardines
redentores,
y suaves
luciérnagas de letras,
pisaba
saboreando dulce
mi regio
abrojo,
tierra
abría sus párpados
de forrajes
venideros
que nadie
puso,
sólo dioses
sembraron,
me ofrece
cielo y herrumbre,
yo sólo
poseo fuego,
como mi
mano sustenta,
te admiro
tu silencio pedernal
de campo y
llanto,
mi risueña
viborilla
que yo amo,
que yo
admiro,
que yo
entrañaba,
de ruego y
esperanza nació el consuelo,
de verte
como breve destella
una
estrella apagada,
pero viva
al helor de supernova.
Mi corazón
que en repecho y afán
te canta y
entona
que te
honra.
Förüq a
27-01-2023
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
SED DE TI:
Tu verso y mi verso
tu azabache
y mi azur,
tus líneas
y las mías
oraciones
de ocaso y sol naciente,
unidas en
la más hermosa creación,
poesía de
color,
nacida de
dos corazones
que se unen
en un mismo ardimiento
en un solo
mar en un solo fragor
en una sola
felicidad
en una sola
alegría y sinfonía,
como trino
de todos pajarillos
del
castillo olvidado,
tú mi luna
yo tu Sol luciente,
tú mi
firmamento,
horizonte
de mis ancestros,
yo tu custodio,
tu
principito, y tú mi reina
tú mi amor,
y yo tu rayo de Sol oscuro,
tú mi
inspiración y mi Musa
tú mi amor
en lo difícil
a quien
admiro con el alma
y que
importa el tiempo de nadie,
cuando
vives aquí en mi corazón
siendo
flama que me quema de pasión
ascua
indestructible, latido a sola voz,
siendo mi
sonrisa
siendo mi
ilusión
siendo mi
esperanza
siendo hoy
como siempre mi palabra,
siendo todo
para mí
todo lo que
pedí
y hoy eres
realidad
eres mi
amor hecho verdad y sueño.
Förüq
er-lobo bohemio Esteban
EL VAMPIRO Y LA
FANTASMA:
Buscándote en el silencio.
Teñido de
estruendo crepuscular,
Buscándote
debajo de una piedra,
como en la
oscura siembra,
o en el
fondo de una cueva.
Doncella,
solloza el sortilegio.
En la flor
sin cortar,
como noche
de vela y tijera.
o en el
fondo del mar.
Navegar tu
cuerpo pintar lo silente.
En la nube
o fuera del cielo.
Jinetes
difuntos,
compás de
los tiempos,
sacrílego
amar sin alzar ni osar.
En lo que
se ve,
fuera la
línea,
y en lo que
solo se siente.
como rosa
de atardecer sangrando humo, y besos.
En el sueño
y en el recuerdo,
en mi
felicidad o en mi tormento.
sí doncella
en un cuerpo de mi cuerpo,
en mi llaga
esquiva rizando ascua
y su sabor
flamígero,
flor de
niebla y umbral.
Buscando,
te encontré lejos.
En este
punto sin partida ni retorno,
comienzo
sin final
ni vuelta
al fijo punto,
vine de la
sombra arribada,
besando tu
sábana bajo el azulete,
denso tu
éter,
compás de
espadas,
y fragantes
flores.
Ahora que
en letras te tengo
estás cerca
de ser mi vida
y yo tu
verso.
Bella,
vuelas libre doncella,
pero
retornando siempre a mi vera,
sol te
toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa
desvelada.
Viento te
lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de
libertad soñada.
Encerrada
en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste
atrás nubes de tormentos,
como sangre
yerta, desvelada,
rozando tu
destino me arrastras.
El manto de
las hojas te protege,
buscadora
de sueños y sortilegios,
de la
fronda de mis sentimientos.
Viviendo en
la ternura de la dulce mirada,
volando con
la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo
hasta que se oculta el alba,
y su crujir
de aurora indómita,
ángeles y
dragones arropo en el corazón.
Para tu
despertar, mi luz quisiera llevar,
y el verbo
pintar,
para
encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
teñido de
asideros de belleza rasgada,
cientos de
alegorías, para tu sonrisa.
Entre las
flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi
vida.
En la caída
color gris quedó,
color gris
quedó.
En la huida
el tiempo y la situación
que cortó
un camino en dos.
Vuela libre
la fantasma,
pidiendo
ser vista de nuevo.
Su esencia
ocaso del amor.
Me llama en
la noche,
me acaricia
su velo sempiterno,
viene
altiva en cada sueño, sierpes gloriosas
sus
cabellos,
Con sus
caricias, desvanecerse quiere,
renacer en
la oscuridad llameante
del ocaso
eterno.
Comprendiendo
y llevándose mi dolor.
Yo, sin
comprender su aparición, miré un espejo quebrado,
partió mi
soledad un crisol de parcas sombras,
.
Recreando
su alma viajera.
Sueños
serán, mas cada día la siento más,
desde su
crujido travieso
a su
manecita helada subiendo mi espalda.
En la
belleza de imaginar,
la
complazco con la sencilla palabra de amor
a su alma
sin cuerpo que yo por amar la amo.
Y ella que
me acompaña desde que sufro
por el
querer como pequeña ángel susurrante.
Fantasma o
fantasía,
me guarda
caricia,
sin saber
yo su razón.
Ella, hasta
dudando de su existir,
que yo por
amar, la amo.
Mas no sé
la razón de su compañía,
cuando el
reloj marca la una en madrugada.
Mas si
pudiese saber preferiría no saber,
quién es
preso de quién o si ella y yo,
somos
presos del querer.
Te vi
detrás de la estrella más brillante
del azul
nocturno eterno.
En el
suspiro de amor que corre y descansa
entre la
inmensidad de un parpadeo.
Entre la
oscuridad que alcanzó a ver
la belleza
que envuelve tus piernas.
Adentrándome
para reposar contigo,
siendo una
sombra más,
pero
especial para ti.
Te encontré
en mi sueño más cálido,
en el cielo
encerrado que liberé.
En la noche
que la luna baña tu cuerpo,
y en la
noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé
aunque fuese un día en la penumbra,
para así,
por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la
vida en mis ojos donde un día
se mide por
las veces que te imagino a mi compañía.
y una noche
la vida de mi corazón sin sueños.
No importa
que no te tenga,
no importa
que no te vea, porque te siento,
y te siento
más allá de donde acaba el firmamento,
en todo lo
bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde me di
cuenta que el sentimiento descansa,
no muere
como la flor sale en primavera.
No importa
que no te tenga.
Porque
después del invierno volverás a florecer,
te ame y a
mi pesar y a mi conciencia te liberé,
pero con el
saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te
amo a pesar de tus humores y tus huidas
porque a mí
no me engañas, yo soy para ti,
y muero si
no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,
por lo que
somos y por lo que seremos, nos queremos.
No vivo
viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor
prefiero sembrarlo a diario,
la luna de
guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.
Förüq
NÁCAR DE
ESTRELLA:
Escalo tus
venas,
entre un
horizonte
de razones
heridoras
y lúgubres,
parcos, silencios sonoros
en el
callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso
sedoso,
todo hecho
de rocíos entre flores,
puedes
oírlo,
pregunto,
siendo
destino,
y barco
dirigido,
a donde
coronan cumbres
y sus
vastas nieves,
mi ánimo
que desplaza cerros,
y sus
frondas suaves,
no vine a
deshojar tu cielo,
sólo a
contemplar
que era
hoja mecida al aire,
colgada de
una tela de araña,
bajo la
mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en
hojas...
Sangre de
estrella,
oh, nácar
flamígero,
fuiste más
allá del suplicio dormido,
roca del
destino,
y puridad
de roce,
no te
bastaba incendiarme
de la
esencia más húmeda,
llegaste
amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo
siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos
huidizos y fulgentes,
desquieres
de barro y simiente,
a la sola
carne tu reflejo hoy canto,
beso de
trigo, y esparto,
en hoja de
celindo y madroño,
vine por tu
hinojo de abajo,
a
precipitarme exhausto.
Como
precipitación del ojo de tierra,
era mi
canto
como un
dulce abrojo,
y filoso
como la espina un majuelo,
almendra
rápida era este enjuto silencio,
vestido de
las rosas perras del escaramujo,
eres real,
plañe toda sinestesia,
me voy
retirando,
lamiéndote
como un paloduz,
sopesando
tu crin y brebaje,
no vine
ayer
si
asegurara
llegaré,
al saber
que te conoce.
Förüq
er-lobo bohemio
VIRTUD
ECLÉCTICA:
Invitación,
nacida
endógena,
a embeber
de mi sangre pura,
en esta
sala los ángeles caídos
dulcemente
condenados,
ya perdidos
en un mundo,
solo
entiende el lugar
de escapes
y fugas de su soga,
salón del
reino perdido,
ofrezco
puridad de estela,
y vena en
ambrosía y néctar bañada,
qué buscas
en esta sala,
me
preguntas,
yo toda
respuesta encontré
y no fue
caer de nuevo,
necesitaba
más y más en día,
no buscaba
ambicionarme más,
si no
completarme, como la llenez era,
oh
sabiduría dispuesta,
no busqué
escape,
sólo pausar
tormento cosido
de negro
hilo,
intuyendo
que el otro lado era volver a empezar,
vida para
en vivo,
muerte no
se detiene,
dos semanas
en coma apuesto
porque si
se repiten,
no me
dejarán volver de nuevo,
qué buscas
reincido,
en esta
sala de los condenados llameantes,
llave,
solución al álgido tormento,
no hay
eternidad todo es volver a empezar,
sin voz,
sin letra,
sin vagido,
sin
rúbrica, sin cuerpo,
sin llama,
ni luz ni candil,
volver del
umbral
y empezar a
ser algo,
muerte,
vida, crujido,
color,
opacidad,
oxígeno,
savia,
simiente, aire,
agua tierra
o éter,
en esta
sala no quedan almas,
sí una,
llamada la Sola ánima,
Espectáculo,
Dante y
Baco, comulgan oratoria y baile,
suspiro
brotado,
oh mi
colmillo,
vine por la
voz de la Runa,
búscame
Musa,
te llevo
acechando
desde que
vine a vivir.
nunca sola
Musa escarlata,
porque vivo
de nuevo.
Förüq Lvgvs
Centauro:
Dos sonidos
mejor, que la sola voz,
que narra
empeño dictado,
era tiempo
insuficiente,
llegada la
hora,
llovía,
lentamente llovía,
en terreno
mojado desde
hace ciento
veinte minutos,
mi
escritorio gemía todo lo necesario,
dierum et
santuas,
Gloria al
divitia,
una tarde
venturosa,
algo antes
del día todos
los Santos
difuntos,
aquí en mi
yerto escritorio,
convencía
al Creador
mi alma en libreta,
que si no
me daba magnificencia exacta,
de
inspiración correcta le sacaba yo, el alma,
en magna
oratoria:
Leannán-Sídhe
te reza tu duende principito
abismal,
henchido
todo deseo conocido
y sin
conocer;
abro mi
corazón Señora hada,
estoy
creando para ti mi ofrenda,
para que se
retire al pairo lo que debe de allá irse.
Sobre tu
misterio,
honro y te
acicalen tu majestuosidad,
te escribe
el Hijo de la Luz,
oh,
tormento, pena en rogativa todo mal,
en entidad
multitudinaria,
que en
treinta y dos racimos me han tentado,
una mujer
de atónita escultura en belleza,
su porte,
vestido
azur,
tachonado
de estrellas granates,
como
guadañas en él bordadas,
sangrantes,
el cielo
llevaba en mano izquierda,
envalentonando
su corazón,
izquierda
corazón,
derecha
fuerza,
oh casto
Sol fierro,
era la
trompeta derribó las murallas de Jericó,
aquella
pequeña ángel armada,
tocaba mi
hombro,
en su
trompeta había un nombre forjado,
esculpido
como grabado,
NEC VINCERE
TENEBRAS, ET AMAT
Leí su
latín
que decía
Oscuridad no se vence, se ama,
en la mano
derecha aquella custodio,
sostenía un
papiro arremolinado,
me comentó
mi sentido, traspuesto
a mi
segunda oportunidad de servir
a dios sol
ferro LVGVS.
Fui
nombrado guardián la inspiración,
que debía
sembrar o depositar en cada raíz milenaria,
del Paraíso
Parnaso
devorado,
Olimpo
terrenal,
aquel
papiro era mi alma,
o llave
novena para poder seguir,
dando al
mundo poemas de mis venas.
Förüq
Centauro protector
11
diciembre 2021
ODA A UNA ROSA CORTADA:
Rosa de
beldad y pulcritud,
de belleza
en pétalo armada,
a ti te
hablo, a ti te canto,
tu belleza
es alegría del año,
Placer, tu
piedad que aflora
ser de ti
fragancia elegante,
humor de
sangre y carmín vivo,
temor de
tiempo que pasa y marchita.
Traje tu
muerte, a resucitar belleza innata,
a crear
viveza de otra vida en amor
a partir tu
sola muerte,
oh, es
eterna tu puridad risueña,
como el
agua te riega y dio esplendor
te llamo,
tú que escuchas y otorgas
a quien te
cuidó, mes por mes, flor tras flor,
nunca
morirás porque generas gratitud, y auge de sentir pleno.
Quise y
seré trovador, de tu sonrisa futura y presente,
que jamás
bonita, te cante el olvido disuelto,
afilaré
para ti mi guiño y beso transparente,
alentándote
a que crezcas del corazón nuevamente.
Por ti sea
ave Fénix la vida, y su amor excelso,
oh flor de
belleza,
quién vivir
tras tus pétalos pudiera,
como
escribir una nana para dormir un sueño despierto.
Al crisol
de besos y caricias,
entre fuego
y mieles;
de una
simpatía sin par
ni grillos
enjaulados.
Una belleza
pura,
del
interior nacida
como brota
candidez entre estambres,
de luz
sigilosa y atónita.
Como un
baile de astros
envueltos
en estelas fugaces azules,
la pluma
danzarina de una golondrina,
su metal
que trae en ala.
Alzado mece
un plenilunio
de silencio
profundo,
una raíz
que en su tierra grita
que todo
muere en silencio,
menos ella
raíz salvaje del rosal eterno,
llamado
verso.
FÖRÜQ
CASTELLANO MIGUEL ESTEBAN
PULSO
SIMÉTRICO:
Al arrope
de tu pecho,
calor en
almíbar del deseo,
tempestuoso
sentir en fragua,
siendo
calor, camino,
oscura
beldad, girando
en torno tu
vida,
que nada se
hace lejano,
un soplido
y nuestro
reino de ilusión
alcanzo,
veleta de
tres direcciones,
calor,
orgullo, deseo,
áurea
punción,
de cómo es
Arriba es abajo,
y mi ser se
distrajo,
un Sol, un
aspa, un amor
precioso y
brillante.
II
Sueño
despierto
tu bello
rostro,
guiño al
solo destino,
trashumante,
era que fue
descorchar
el latido
en una cepa
de vida
quise
contar los besos
y tus
cristales de pulso
de la
inocencia que lloraba
su belleza,
tu sonrisa
una aurora
por el
palpitar
del
sentimiento
que se
mece,
para sentir
que soy y seré
lo que
dicten tus ojos.
III
Y yo sólo
quiero, lo que quieras
así soñar
corresponderte,
vi el
amanecer y el atardecer
del bello
matiz
soñando el
azabache tus ojos
ese por el
que llora
toda noche.
Y mi amor
viajó del bosque a la montaña,
y la
montaña me hizo hombre.
Para poder
amarte.
Al voraz
destello, resplandor
de auroras
en los recovecos
donde se
refugian mis ilusiones
en sueños,
eterna
batalla a la noche,
cuando noto
tu ausencia
y la noche
que galopa,
y yo solo
con la
palabra sufrida,
de nuestra
vida sentida.
IV
URDIMBRE
ARGENTA:
Puedo
escribir todos mis pensamientos
y ninguno
podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no
quiere ser pensado,
ni si
quiera ser conocido,
sólo
sentido.
Yo te sentí
amor,
y por
querer pensarte
desapareciste
entre la tenue luz de luna, que me abrigaba.
Allí la
razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra
yerma.
Marchitó
aquella flor, que un día llamé amor.
Y ninguna
pudo ocupar su lugar.
Sólo la
hiedra brotó hasta tapar la luz, que me daba calor.
Pero yo te
sentí amor.
Y lo vuelvo
a hacer.
Cerré los
ojos y allí estabas.
Como si no
pudieses salir,
de mi
interior.
Como si
quisieras besarme
o decirme
algo.
Pero tú
bella en sueños
no hablas.
En sueños
no hablas.
Y nos
quedamos mirándonos
a ciegas.
Yo te
aviso, que en el bosque
De mi
mente, solo hay un camino,
Y es un
laberinto.
El final
lleva a despertar
y
enfrentarse con la realidad.
Pero tú
bella en sueños,
No me
hablas.
Y yo a
primera vista
me enamoré
de ti,
Por si
algún día acaso
el sueño se
cumple,
y ya, de
realidad me dices.
Te estaba
esperando;
siempre te
amé.
Logré lo
que soñaba,
logré
encontrar amor,
conseguí
felicidad en el pequeño,
y largo
momento.
No entendí
de ella sus lágrimas,
o quizás
sí.
Si su
felicidad fue la mía,
al revés
también sería,
al revés
también sería.
Y yo la
esperaba como
aquel día.
Pero con
otra compañía.
No lo
elegí, sin saberlo,
ella seguía
en mi camino.
La consolé
cuando llegó en lágrimas,
no me dijo
por qué.
Pero sentía
su dolor.
Tenía un
presente,
y no
soportaba la idea,
de quien
por ti sufre,
es quien te
quiere.
Y esa noche
lo que tenía.
Se esfumó
como suspiro,
de
oscuridad, del callejón conocido.
Esa noche
vinieron los jinetes del tiempo,
me mataron
en el sueño.
Pero el
sueño lo termino yo,
y mejor esa
noche solo me quedo
contigo
amor, y mejor,
muero con
tu calor,
para
terminar en ti, con el color,
de
caricias, y besos,
como un
romance que no acabó.
Buscándote
en el silencio.
Buscándote
debajo de una piedra,
o en el
fondo de una cueva.
En la flor
sin cortar,
o en el
fondo del mar.
En la nube
o fuera del cielo.
En lo que
se ve,
y en lo que
solo se siente.
En el sueño
y en el recuerdo.
En mi
felicidad, o en mi tormento.
Buscando,
te encontré lejos.
Ahora que
en letras te tengo;
estás cerca
de ser mi vida,
y yo, tu
verso.
Bella,
vuelas libre doncella,
sol te
toca, acaricia tus efímeras alas,
de mariposa
desvelada.
Viento te
lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de
libertad soñada.
Encerrada
en tu sangre, de lluvias pasadas,
dejaste
atrás nubes de tormentos.
Rozando tu
destino me arrastras.
El manto de
las hojas te protege,
buscadora
de sueños,
de la
fronda de mis sentimientos.
Viviendo en
la ternura de la dulce mirada,
volando con
la fuerza, de la palabra sincera.
Durmiendo
hasta que se oculta el alba,
ángeles y
dragones, arropo en el corazón.
Para tu
despertar, mi luz quisiera llevar,
Para
encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de
tonterías para tu sonrisa.
Entre las
flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi
vida.
En la caída
color gris, quedó,
color gris
quedó.
En la huida
el tiempo y la situación,
que cortó
un camino, en dos.
Vuela
libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia
mariposa del amor.
V
Amada
fantasma:
Me llama en
la noche,
me acaricia
su velo,
viene
altiva en cada sueño.
Con sus
caricias, desvanecerse quiere,
renacer en
la oscuridad del ocaso eterno.
Comprendiendo
y llevándose mi dolor.
Yo, sin
comprender su aparición.
Recreando
su alma viajera.
Sueños
serán, mas cada día la amo más.
En la
belleza de imaginar,
la
complazco con la sencilla palabra de amor,
a su alma
sin cuerpo.
Que me
acompaña desde que sufro
por el
querer.
Fantasma o
fantasía,
me guarda
caricia,
sin saber
yo, su razón.
Ella, hasta
dudando de su existir,
que yo por
amar, la amo.
Más no sé
la razón de su compañía,
cuando el
reloj marca la una en madrugada.
Más si
pudiese saber preferiría no saber,
quién es
preso de quién, o si ella, y yo,
Somos
presos del querer.
Te vi
detrás de la estrella más brillante
Del azul
nocturno eterno.
En el
suspiro de amo que corre, y descansa
Entre la
inmensidad de un parpadeo.
Entre la
oscuridad que alcanzó a ver,
la belleza
que envuelve tus piernas.
Adentrándome
para reposar contigo,
siendo una
sombra más,
pero
especial para ti.
Te encontré
en mi sueño más cálido,
en el cielo
encerrado que liberé.
En la
noche, que la luna baña tu cuerpo,
y en la
noche, que mi amor corrió por tus senos.
y te amé,
aunque fuese un día en la penumbra,
para así,
por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la
vida en mis ojos donde un día,
se mide,
por las veces que te imagino, a mi compañía.
Y una
noche, la vida de mi palpitar, sin sueños.
No importa
que no te tenga,
no importa
que no te vea, porque te siento,
y te siento
más allá, de donde acaba, el firmamento.
En todo lo
bello, en mi nostalgia, y en mi recuerdo.
Donde me di
cuenta que, el sentimiento descansa,
no muere
como la flor sale en primavera.
No importa,
que no te tenga.
Porque
después del invierno volverás a florecer,
Te amé, y a
mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,
Pero con el
saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te
amo a pesar de tus humores y tus huidas,
porque a mí
no me engañas, yo soy para ti,
y muero si
no me cuidas.
Porque te
entregué mi palpitar,
por lo que
somos
y por lo
que seremos, nos queremos.
No vivo
viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor,
prefiero sembrarlo a diario,
la luna de
guía, marcando a tu presencia, cada poema, y cada letra.
VI
SED DE REGUERO:
Manantial
fulgente de inspiración,
es tu
mirada tierna sin compasión.
Matices de
esmeraldas tu pupila
enfrentada
con mi pupila.
La
golondrinera el aroma,
de tu piel
frágil y esquiva,
con sus
amapolas amarillas,
el color de
tus cabellos.
Un piropo,
un suspiro,
de mi amor
eterno.
Irrefrenable
el deseo,
de, entre
tus afiladas, y moldeadas piernas.
Que corre,
que escapa, y vuelve el cosquilleo.
Tu boca
junto a mi boca bebiendo
la misma
agua, del deseo.
Tu piel,
con mi piel avivando,
el fuego
del sentimiento.
Aunque te
marchaste, sin cumplir mis anhelos,
me robaste
mi primer beso,
de niño que
nunca había sentido el amor.
Me dolió
que te marcharas,
A otro
país, sin despedida.
No te pude
decir que te amaba.
Pero si,
regalarte una rosa amarilla.
Supuse, que
te lo imaginabas.
Desde que
tu recuerdo, me acaricia,
siembro en
la misma maceta,
al último
suspiro de verano,
golondrineras
amarillas, y al igual
que espero
sus amarillas amapolas,
en
primavera.
Espero que
vuelvas, aunque sea, como mariposa,
o abeja, a
mi terraza,
acariciada
por los álamos,
y bañada
por el monte, de horizonte.
Espero.
Vida en
gris de la que tú, eres mi luna esperada.
Se cavan
surcos de ti, en mi alma soñadora,
por donde
fluye el solitario beso;
la tierna
caricia anhela ser algo más.
Mis ojos
quieren atraparte en su firmamento,
mis
sentimientos arroparte con fuego.
Pero yo
sólo te quiero a ti, mi vida en verso,
mi motivo
para ser solo tuyo, para no necesitar nada más.
Ser el
sueño hecho realidad, la felicidad de dos caminos
que se
cruzaron en el destino.
Tiempo para
esperar, vida para soñar,
cuando te
vi llegar provocaste mi despertar,
y ya no
quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.
Nos
merecemos algo más, en este papel, que jugamos,
saber si
nos amamos, si el deseo quiere ser pasajero,
el mío,
quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.
Sólo espera
su momento, el sueño para vida plena,
avanza
cruza cada noche el cielo azul de matices violetas,
siempre te
encuentra, la soledad me abandonó para poder servirte.
Ahora
avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.
Pero del
corazón nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,
el te
quiero.
El
pensamiento que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.
Todo lo que
me queda por decirte y lo que no te dije,
vida para
vivirte.
Avanza, no
se separa, no se aleja, te alcanza.
Porque eres
lo más hermoso de mi mundo,
camino que
surca nuestro antiguo paraíso.
Permanece
como el compás de mi pulso,
desde que
te conocí supe para lo que viví.
Fluye mi
vida por tu cauce, el camino de mi amor;
allí donde
viven por el querer alegrías.
Voy allí y
te encuentro dormida, al final del bosque,
te
encuentro soñando, con otros días de amores, profundos.
Como el
azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,
mi caricia
hace una pequeña sonrisa en tu rostro,
mientras
acercas tus labios para besar los míos,
y fundimos
nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas de
un amor, eterno, que devolvería vida,
para quitar
su despertar de melancolía.
El lobo
vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No quiso
volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
guiaban mi
alma a viajar, uniendo su ser, volaba hasta regresar.
Te necesito
más allá, de este sentido, que grita por tenerte.
Te necesito
más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
y a la vez
te adoro, en cada golpe de viento, y reflejo.
Me
encuentras, y tu recuerdo reciente, me besa,
Mientras no
puedo evitar recrearme,
en el deseo
y corresponderte.
Transparente
sentimiento, para sentirlo una vez más.
La noche
está llamando, moviendo su tranquilo velo,
a flor los
recuerdos, que te piensan, una vez y otra.
En la
soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,
maldita mi
suerte, que dejó que te fueras para soñarte.
Ahora, los
minutos me ganan sin ti, no quiero el cielo sin ti.
Como la
brisa a la mar, mi alma reclama tu compañía.
Cómo
encontrar sentido, en lo vivido, por su final,
si ya no
está.
Tú mi
noche, y mi día, quiero verte,
una vez
más,
Para así no
sentirte soledad en la oscuridad,
Tu reflejo
llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú estarás.
Hoy la
noche me llama una vez más, para soñar que a mi lado estás.
El tiempo
para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,
y no verte
llegar, para no verte llegar.
Amor dónde
estás, si te fuiste quién te podrá domar.
El
castellano
VII
Tu voz:
Eres fuego
en el agua,
eres luz en
la noche,
calor en mi
alma de hielo,
amor, en mi
mundo de ilusiones en viento,
Bésame,
al final de
este deseo de susurrarte,
acaríciame
con tus labios,
el
mordisquito en la oreja,
el susurro
en el cuello,
noche de
eco entre imágenes,
pupilas
mirando pilares al cielo,
entre verde
y violeta, de árboles.
Ojos de
gato, tu gemido,
tímido y
feroz.
Tu voz.
Entre
fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero
del segundo al pasar del minuto,
la seda del
sentimiento, en su carita del beso,
el piropo,
y su carmín,
el
despertar, de su recuerdo.
Acariciando,
su pelo,
siendo sus
ojos, siendo su boca,
Siento sus
nervios, me atrapan,
enredándose
contigo,
el momento,
que dejó el silencio,
el tímido
beso con fuego en el interior, su dulce sabor.
Mariposas
recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo,
solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
Se sirve de
tu aliento, crea mi armonía,
cada
caricia te hace real.
Sostén mi
placer cada anochecer,
sé el
tiempo que nunca se fue,
sé mi
sonrisa y cada imagen que, quiero ver,
detén este
instante, para hacerlo real.
El sueño
hecho realidad, la historia sin final.
Mi eterno
amor, sin dudar.
Corazón
carmesí, como flor de abril,
navega mi
sensación.
Es un te
amo lo que me encanta escuchar,
los mil,
que me quedan por decirte;
los que
nunca se irán.
El
castellano.
VIII
Latido:
Latido
constante, clavado en tu mirar,
Caer y
despertar en el incesante sueño,
De compañía
a tus efímeras y angeladas,
alas de tu
eterna alma.
En sinfonía
plena con mi sentir,
plausible
en verso y gesto
que arde en
tu corazón de fuego.
Aviva el
recuerdo creando presente
de este
soñador despierto,
para volver
a anhelarte mi amor eterno.
Susurro del
viento trayendo tu brisa,
a mi
sentido, despierto, cuando te veo.
Latidos al
compás de tu sentimiento,
Viendo la
vida en colores,
desde que
mi pensamiento invades.
Y vivo
colgado en tu pestañeo,
para ser el
poeta de tus ojos,
sencillos y
tiernos, vivos y aceitunados,
y corre mi
vida por tu cauce.
Donde el
río creado,
fueron mis
lágrimas de felicidad,
de sentirme
amado.
El
castellano
IX
CRISTAL DE
PULSO:
Inocencia
que se hace belleza,
Sonrisa que
ilumina el alba,
con el
gorgoje de los pajaritos.
Si el amor
no fue a buscarte;
tú fuiste a
encontrarlo.
Y yo sólo
quiero, lo que quieras,
y así soñar
corresponderte.
Vi el
amanecer y el anochecer,
del bello
matiz en tus ojos,
que
suspiraron.
Y mi amor
viajó del bosque,
a la
montaña y la montaña,
me hizo
hombre.
Para poder
amarte.
Hoy te vi
ayer me doliste:
Te veo y
reluzco que te quiero,
que por ti
me encuentro,
te miro y
mi mundo se vuelve loco,
te deseo y
mi sangre arde como fuego
sólo un
pensamiento: que yo nací para tus ojos.
No existe
reloj ni conteo que detenga este monumento.
Mi vida
pasa fugaz como el viento,
pero mi
palpitar, sabe, que te seguiré queriendo,
estoy
enloqueciendo, te veo en todas partes,
en mi cama,
bajo mis sabanas, en mi cuarto,
cuando
miro, de noche, las sombras dibujan, tu figura,
el viento,
me susurra tu voz,
las flores
me recuerdan tus labios,
el agua tus
besos, los rayos de sol tus cabellos,
tú eres mi
doncella yo soy tu bohemio.
Mi alma me
dice vive amando, muere luchando.
El coraje
de luchar por lo que uno quiere en la vida,
es lo que
da respeto.
Pero tú
tienes otro dueño de tu corazón,
el desánimo
me invade como olas,
golpeando
el acantilado, de mis pensamientos,
te llevo
dentro, de mi ser,
no sé vivir
sin ti, quisiera ser yo el que te abrace,
el que te
bese, el que te diga al oído
que solo tú
y solo yo, inseparables los dos.
Una
historia de realidad, imposible de contar,
Indeleble
en mi interior,
Ya no puedo
soportar otro día más sin llorar,
Sé que me
sigues queriendo,
Pero ya
pasó ahora solo queda el recuerdo,
Como un
boceto, que se dibuja, cuando cierro los ojos,
despojos de
aquel amor vivido,
como un
silbido llamando al olvido.
El
castellano
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
CATEDRAL DEL
LABERINTO ESMERALDA:
Era una
mansión abisal,
de tres
gárgolas vigías
custodiando
un laberinto inextricable
de la orden
el fuego su espejo;
guarida y
morada de corceles centauros,
la flor de
Hércules crecía de una luz
lejana,
sigilosa y eterna,
crecía de
aquel inframundo
un olmo
eterno guardián,
todo hojas
en ojos en llamas,
viborillas
por ramas.
Hidras y
Esfinges, como Medusas
avisaban
con su acecho yerto
del
peligro, refugiaba,
aquella
guarida maldita
que hasta
dioses temían surcar.
Aquel
bosque umbrío de laberinto,
era de
aguas azabache y brea encendida.
Poso de
almas errantes y jinetes difuntos,
todo servía
a la sed de sangre,
en esta
fortaleza se custodiaba
la llave de
la virtud jamás enseñada
mas
había...
FÖRÜQ
Miguel Esteban
II
Más había
un cerro
las almas
condenadas,
en su cima
era de nieve roja, sangre congelada
allá
germinaban las semillas del mal
y odio
resplandeciente, su deshielo
alimentaba
el río la Estrida tiniebla.
Toda bestia
aguardaba el regreso de Perséfone,
mujer de
Ares, Rey de aquel inframundo.
Así con
ella, recibir órdenes a cumplimentar
sobre la
tierra Numinosa, del humano ser.
La virtud
jamás enseñada, custodiada,
era tan
ambicionada por los héroes del mundo fértil
cual néctar
y ambrosía, los castos dioses.
Requería
aquel cerrojo del portón, de tres llaves,
sólo
conocidas por Perseo, un semi-dios,
había que
cercenar tres ramas de tres espinos
que allí
sangraban, áureos de plata, bronce,
y titanio,
si destino dictó y era semejante...
III
Semejante
empeño cuando se llega
a las
fauces del Averno,
este árbol
triple en espinas dorado
se esconde
del ímpetu errado
sólo el
nacido de la sangre de los dioses
es merecido
a ser guiado por el negro cisne
fácil es
bajar al Averno, ardua tarea
regresar y
escapar a las auras del cielo
las aguas
de los lagos estigios
y su río la
Estrida brotaban de esta guarida
que
misterios todos, acoge,
junto con
toda el agua abismal
nutre cada
pozo, también había una encina
turquesa,
donde se podía escuchar
los
fúnebres gritos de un cuervo blanco,
era morada
de almas errantes y espíritus
que sólo su
oscuridad abrigaba.
Quien
escribe ofrenda al sacrificio
la mitad de
su locura, extensa, habitada.
Förüq
castellano Miguel Esteban
IV
Arribo a
ofrendar mi designio
en cuña
demencial, su mayúscula mitad
a la tierra
Madre Tiniebla,
tierra
almas inconscientes, velan las muertes.
Allá en
venas de pedernal florido,
fondo de
idea mística, por anchas fauces
de siglos
dormidos, adentro al reino las Sombras
surco su
corriente de aguas vivas.
Se descubre
áureo templo, llama oculta,
la virtud
eternal, jamás enseñada;
cumbre de
lágrimas, y flora suelta,
de
bellísima cima y ribera
después de
la vida, y aquel Quimérico viaje;
después de
la travesía sendos castigos
florecía la
luz sigilosa como atónita
una
purificación otorgaba una sed de justicia
universal,
nunca llamada, sólo aparecida.
Poderoso
pensamiento en rayo de dioses, diosas.
Era esa
virtud cual misma puerta todo asigna.
Aquel mi
destino me asignaron mis hados
quedó
ampliamente saciado y cumplimentado.
Förüq
castellano Miguel Esteban
V
Era
difícil, intrincado, liado, enmarañado,
inextricable,
el cerrojillo de Perséfone
con el que
sellaba el Averno, y su laberinto
en espejos
de fuego terso y alarido vaporoso
todas
razones rebosaban aquel lugar;
su llenez
bastaba para anular a todas.
Incomprensible
giraba la virtud custodiada
como una
esmeralda araña tejiendo su tela
quedando
como sangre de sabiduría coagulada.
Un coro de
grillos aturdían a las Puertas
el eral
donde yacía aquella sabiduría
jamás
enseñada, sólo aguardada era,
por
designio los castos dioses.
Tarea
inmensa, en dificultad guiada,
TAREA
MILENARIA
Como
adentrar los hoyos del Sol
en busca lo
que nadie vio jamás,
aquella
áurea, sangre de estrella lejana
y cercana.
Förüq
Esteban er-lobo bohemio
VI
Llegó un
día olvidado, a aquella guarida
intransitable,
un vigía Centauro
llamado
Förüq, sediento, atravesó
el bosque
umbrío hasta el lago sangre
formaba el
pozo de AIRÓN, al beber,
se le
acercó una cierva blanca,
le dijo que
ella era la dama del río Sangre
y que su
intención era compartir
el secreto
de la virtud custodiada;
y así
volver a ser el Hada Señora,
Leannán-Sídhe,
dueña de todas Profundidades
le reveló a
aquel centauro Guardián
que el
cerrojillo aquella morada
sólo tenía
una llave que la formaban tres
y era el
amor más puro, y primigenio nacido
que era
como una llama líquida de esmeralda
y la poseía
la araña turquesa, en su
portón de
Tierra,
el
centauro, ayudó a la cierva Hada
y se
aliaron, para poseer aquella virtud
jamás
escrita hija de las tres potencias,
Förüq
VII
A través de
las oscuras llamas
del
inframundo terreno, guarida abisal;
como
Centauro, arrastro infortunios,
así como
sucesos caducos, despertó en mí
aquella
alianza con la cierva hada,
el poder
obtener todo lo que el Cosmos
me negó,
acordé compartir aquella virtud
y llave
purísima, eternal, con ella,
mi pinche
compañera Leana.
Voy rumbo a
abrir el portón de Tierra;
aquella
araña vigía turquesa,
era hija
del Soberano Júpiter,
planeé
finalmente sobornar con amor
mi
propuesta al llegar a ese abismo de Plutón
fue
brindarle nueva fortaleza, morada
el castillo umbrío y olvidado de Hipsípila
con
sustento absoluto diamante y felicidad.
No se negó
y solo pidió un acertijo:
-Sólo una
palabra otorga respuesta a mi pregunta.
¿Cuál es el
nombre?...
Castellano
Mercurio
VIII
¿Cuál es el
nombre nuestros ancestros pusieron
en el
idioma más antiguo, al pájaro misterioso
azabache
mora las ramas de nuestro tejo
milenario
maldito?
El Centauro
recordó que su nombre referenciaba
El color
aquel pájaro y el signo su luna
-Arriesgándose,
-Förüq, respondió
a la araña
turquesa con acierto.
Entonces le
otorgó localización
de las tres
ramas abrían aquel cerrojillo
de lo que
custodiaba, rama de cobre,
rama de
plata, y rama de titanio.
Al obtener
y desnudar aquella virtud,
se desveló
que era la belleza,
madre de
las hadas, y padre del arte,
reflejo e
impresión en poesía,
aquella
virtud nunca enseñada,
sólo
hablaba como demonio antiguo
cantando en
forma de Fénix
decidieron
el centauro y la Señora Hada
difundir
aquella virtud de belleza y poesía
por todo
mundo conocido, en pacto de tinta
y sangre.
IX
Aquel pacto
de tinta y sangre era vitalicio
consistía,
en difundir la virtud de belleza
y poesía en
forma escrita sobre los reinos
cubriese
los cielos y auras vivas,
en amor y
dedicación,
su
fidelidad y complicidad era inseparable,
el centauro
Förüq y la cierva hada Leannán
no
permitieron que reinos abisales
ni
criaturas errantes osaran tener la virtud
restringiéndola
a la llave de sangre viva.
Aquella
belleza escrita, era una virtud abierta
nunca
cerraba su lleneza ni quedaba completa
fueron
ellos custodios centinelas
del arte
escrito en poesía
fijando a
toda buena obra un amor
de
satisfacción y alegría indeleble.
De razones
virtuosas, y del alma heridoras.
Förüq y
Leannán-Sídhe
Vengo sin
palabras,
de una
lumbre celeste,
como fuego
quemando hasta la verde hoja,
cómo soñar,
y pintarte sin arma, sin lenguaje,
cómo hacer
notar sin quemarme del vulgo,
ser aire en
alegría encendido,
tierra de
forrajes extensos,
camino sin
mar, y sin roca de mundo cierto,
hacer
sentirte, sintiéndome,
sin las
dulces cualidades que hiere y expone
cada
primavera, preludio de tu posesión certera,
rosa azul
que vibra, en su claro oscuro matinal.
Pintarte lo
hondo, sin tristeza, sin trabajo,
sin
palabras,
profunda
noche sin luna, sin el criqueo
los
grillos, que arropan los oídos insomnes,
correr
hacia la madriguera, con todos campos en flores,
que en
júbilo puedas llamarme
criatura
hermana,
raíz de
silencio salvaje.
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
AVANZAR TU
ABISMO:
Soliloquio
confinado,
remontar
nueve años atrás
pautado,
sin directriz, ni engaste,
ni voces
parásitas yertas,
oh canto,
como lo gente no canta,
todo olvido
desempolvado,
en ocasos
un alba sin fuente,
ni pozos,
aljibes almibarados,
todos los
amigos,
todas las
bellezas perdidas,
como se
engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de
testimonios muertos,
como
sucesiones de difuntos,
movidas por
engranajes,
oh toda la
vida,
sin esa
adolescencia robada
por señor
medicamento,
toda mi
vida te he soñado,
toda mi
vida te he aguardado,
como anhelo
y resguardo de tu pura voz,
imaginarte
no, lo siguiente a eso,
embeberte
en noches de humo,
y miles
cigarrillos,
del probe
diablo que yo soy,
cayendo en
nubes
que negrean
mis sentidos cromados,
orando por
mí mismo,
todo he
soñado
sin letal
lecho de olvido,
abrir tus
cerrojillos de resistencia,
volver
afable un destino
de nueve
llaves,
vestirte de
Ninfa, quimera,
reina no
quiero ya,
ser
realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco
si ves capricho,
mi designio
de alabarte de construirte a besos,
de
desdoblarme en dos dimensiones
para
poseerte entera desde alma, tu raíz,
no
necesito,
no deseo
ayuda,
ya se dictó
mi perdición,
que su
inversa es mi salvación,
como ying y
yang,
bien y mal
acrisolados,
si te
respiro no preguntes,
si te veo
no te gires,
por haber
prestado tu celada de Atenea,
porque
rebrillaré más que el fuego terso,
elemento
hermético
seré de un
disparo invencible,
y haberse
saldado todas mis deudas carnales,
sólo
entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni temple
ni pureza en calumnia,
osarán
comparación,
por la
blancura mi Musa Oscuridad,
por la
rectitud mi Sol fierro,
por la
pureza de madre Luna,
por mis
padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no moriré
en vida feliz,
si no
consigo destruir tus murallas,
ni abatir
padre espejismo,
necesito
sin engaño sangre,
para sentir
que yo poseo algo de ella,
fuera de la
línea sedienta
no hay
nada,
como
buscarte tras la estrella más lejana
encontrada,
cercana o lejana, según seas mirada,
al eco
sordo una voz noctámbula,
y su
resplandor en caverna,
apóstatas,
no juréis por este yerto,
que cruzó
el lago las almas desangradas,
obtuve allí
respuesta,
y no voy a
revelar aquel arcano ni solución,
a toda
incógnita camine, vuele, se arrastre,
o sea
inerte, tengo clave.
Förüq
I
Brindaremos
en copa de sangre,
en alas
algún destino sordo,
rememorando
la resurrección
de la
plenitud del amor.
Llama de
viejo encanto,
emergiendo
una tarde de tinieblas.
Donde nadie
creyó a la ilusión,
recuerdo
afligido,
de toda
búsqueda un placer
ciego y
soslayado.
Apareciste
ahí, sí, liviana,
y
emergente,
como escama
de rubí indolente.
Ya no creí
mi corazón por piedra.
II
Ni a este,
morada de salitre,
mi pequeña,
ligera raíz
granate.
Humo tus
bellos labios,
que duerme.
Mi palabra
de árbol jovial,
hereda mi
negra sangre,
espuma de
otras cavernas.
Mirarte
como azul, dulce,
de
crepúsculo eterno,
resonante
en murciélagos,
y mariposas
nocturnas,
de ideas.
III
Mi desnudez
imprevista,
ya no
rueda.
Sobre tu
estandarte tierno.
Mi dura
frente sabe,
del furor
inusitado
en brillo
de ojos,
temiendo
perderte.
Verdad
posible,
en ardor,
ferviente, y alerta,
sin eje
oculto ni engaño,
de que necesidad, nunca hubo,
sí, frío y
ausencia
de terso
cariño,
ante, el
ser diferente.
IV
Agonía de
ave alta,
con soledad
que gemía.
Al frente
recto,
del destino
hiriente;
oscuros
días, parecían
vistas a un
futuro mejor.
Claridad
matinal,
de nueva
brea,
en nuevo
día de tabaco fugaz.
Día
generoso,
sin
zozobras
tenía el
ayer.
Pliegue
real,
duro, y
vivo sin miedo.
Förüq
castellano Miguel Esteban
DESVELO DULCE:
Sembrar
simientes estelares,
en arrojo
de albas fugaces, y fuentes,
tan nítidas
como destino resplandeciente,
efímero
como perpetua muerte,
entre
agujeros celestes de luz férrea, sigilosa
y
caminillos guarderías de estrellas y resquicios oníricos
donde
contigo refugiarme,
destello
flagrante mi sola dicha eternal,
que avanza
despierta, semilla y condena
,
al
despertar y verte lejos,
sin
ataduras, sin suplicio no sea adorarte,
ascuas
deseo pertinaz y hojas de vida llora mi beso,
castillos
en aire mis ganas que no se vencen,
de
apretarte, de sonrojarse, y vil arder;
cumplir tus
anhelos en sangre estridente
que porto y
me lleva sin posesión más que sangre,
por
tenacidades de un amor cantado de valle, metal, y anhelarte
hoguera del
sentido despierto, cuando quise y ahora
te amo,
que es
segura suerte y comienzo anunciado,
junto a ti,
blandir mi sendero, suerte y camino de ocasos,
especial y
brilladora, armónico
y
disonante, en sol mayor
de
segmentos cálidos de hielo,
tus
caricias, donde el sol te deja ser
oh, ternura
sin igual ni semejante,
cuál
ternura única,
adoración
me cursa, y suscita,
como
besarte y seguir besándose
no cerrar
mis ojos
porque
quiero seguir viéndote,
hasta mi
descorchar áureo de Simiente,
hasta dejar
huella por conocerte
en alma,
anhelo, y perenne latido feraz.
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
A
11/03/2022 reedición 15-10-2022
NOCHE DEL ALMA
OSCURA:
Apoteosis,
en crisálida
plañía la
vida yerta del alma,
destellaba
como saetas flamígeras,
atravesando
vacíos perplejos,
donde la
materia;
era la
Naturaleza de la no-vida,
danzaban
herrumbres de antaño,
sobre
ascuas,
donde
bebían jinetes difuntos,
era un
espacio que se expandía
su material
se creaba para acabar desintegrándose
así mismo y
generarse de nuevo avanzando,
la
hecatombe de almas errantes nunca llegaba;
estas sólo
avanzaban,
aquella
noche era festín de luciérnagas,
y semillas
estelares,
el amor
rejuvenecía
por
espirales ardientes,
y Musa
otorgaba su ababol de fuego
como sangre
de la tierra nueva, naciente,
toda sangre
tornaba granates profusos
que caía
como lluvia sus hermanas esmeraldas.
Era tiempo
suficiente para olvidarse de señas
y anzuelos,
todo si
quiere el destino, vendría
otorgado,
como se
nace y como se muere.
Sin fin de
cuestiones quedaban resueltas,
las
semillas germinaban solas,
la energía
oscura era más fuerte
que la
certeza que todo movía y unía los seres.
Fuego azul,
diestro que avanzaba según el sentido,
fuera
mirado,
un infinito
abierto
que era un
uno,
y un uno
que formaba un ocho abierto, sumando ambos
un nueve,
nueve vidas
d' este gato de arena.
Förüq
CRESCENDO:
I
Trama
mercurial de augural dicha
danza mi
sombra densa en cumbre de hoguera
cumbre de
Mercurio de áurico semblante
sudor en
seno, corre mi lágrima de ánima
como
destello furtivo, vengo a beberte
del brillo
alzado avanzo con estelar rienda;
electrificas
mis ojos, y amor de alto cielo,
que
purificas mi vida insurgente.
Conocerte a
mitad un fuego magno
su verbo
dorado, acaricio desvaneciéndome
como sierpe
de luna azabache
de rayo
argénteo tus quimeras entablo.
Fiel, me
protege mi admiración en afecto
recuerdo un
siempre a tu lado, validado,
en esquema
de capataz, vine a besarte,
sidérea
lumbre que destellea, sola,
sola, como
se multiplica la flor en primavera
ni osado,
puedo negar que subas
a mi
caballo solar, agitas mi denso, oscuro,
placer
flamígero, querría yo, regar
tus colores
hasta tornar ilusiones,
flores en
corazones.
¿Por qué me
despertaste Musa?
Förüq
castellano Miguel Esteban
II
Palabra
fuiste, de día, luz en labio,
calor de
raza fuente,
mañana
vernal, lluvia extremada.
eternidad
sin calzas, toda aojo
verbo de
raíz, amor en cúmulo,
feraz sien
acuartelada, túmulo de belleza.
Asegurases
mi tierra de azur suspiro
oh tu
fuego, el ser volviera a nacer,
inocencia
que naces belleza,
rubor de
Luz purpúrea al tacto,
tu sola
idea, de aire asido,
en tierra
de este humano invicto.
Surco esta
noche de luna creciente;
De luces
breves, en faroles como Ilamas.
Mar de
asfalto y brea, ¿Quién dijo?
Luna es
semper diosa, corazón en muerte,
que siempre
late.
Förüq
castellano Miguel Esteban
III
Hoy, un
enero que se marcha;
vengo de la
cumbre de lágrima, apostando alto
tras orar
en el baile mi llama,
oh, tinta
mi ánima, quise alzarte
mi dama
Hoguera, protegido yo
por tanto
caballo solar se ha visto;
miel de
fortuna, y afecto lunar tangible.
Crecí como
astro mortal en sus retinas
tierra,
madre de mi compostura,
nací
guerrero, alcé truenos luchando,
y ni muerto
dejaré esta batalla la vida trae.
Mi coraza
es cobre solar, mi dios,
es del
sanguinoso don jamás se concede,
mi diosa es
Luna, su signo azabache;
crepité
alto, como su energía
a su eco
fugaz me encaramo, en su campo
creció la
dicha, como corazón de amapola era.
Fui
concedido, a disputar, de ella, el gozo
como la
Luna argenta conocía,
él
guerrero, hijo del miedo, su padre.
Hablaba con
las flores, enamoraba hadas su paso,
quienes le
conocían opinaban que el Miedo
es en él el
valor, del metal más noble.
Förüq
24-01-2023
ÁNIMA SOLA:
Estirpe
como astro frío,
colgada
ala, o de armonía extasiada;
alto y liso
como corazón exprimido,
de fe
empírea melodiosa,
sin cargo
contagioso,
oh nada,
estrepitosa en cuerpo pletórico,
la luz
resoplaba en pecho ardiente,
claro como
oscuro de mundo su soslayo,
medalla en
beso de lágrima sanguinosa;
sangre
mineral de bajío corazón pétreo,
quise decir
lo sentido,
acabé más
simbólico que eterno,
sangre,
quizás, era sombra de ocaso malva
y su
purpúrea ilusión,
me quería
embeber su doncella escarlata,
socavé
flores de amarillas coronas,
todas
hicieron de tres musas una sola,
por las que
perder todo,
menos un
gato negro que no es mío,
oh, rayo
trueno de soledad que repicas mi espaldar,
pico de
labio, o crascitar fúnebre de espectro vivo,
río mi
sangre,
oh, carmín
de pozo del deseo,
vida, vida
que yo te
sentí,
oh
transcurrir un funesto abril,
que besé tu
amapola de fuego y mordí su suelo,
mandrágora
en vapores de esencia,
humo rojo
en tinta algún caballito del diablo escrito,
sangre,
sangre,
éter
carmín,
vine por tu
voz hundida en brea,
de mar y su
luna transitoria sujeta,
ahondé
profundidades
y silos
mercuriales,
quise de
Musa triple, lo indecible,
tuve
claridad en escala,
beso de
trigal y vid,
oh nitrato
primigenio,
vine a
romperme el tormento,
dulce que
condenado, bailaba cual trompo solo,
suspenso
que ahí bailaba mi pena,
que no era
ligera,
llegué por
riveras su fuego terso,
abajo que
subía
en su noche
de nadie,
muda y sola
ni de ella misma,
oh crisol
de espíritus y valles,
afrente la
sola concordia,
le
devolverá su espada,
clava, que
clavaré verso en su arteria angelical,
su cuello
bellísimo,
oh de vena
y acequia,
oh de
trino,
y bello
espasmo,
rebelde
como vampiri
un día
soleado,
a la mudez
última me alzo,
alzo mi
silencio anisado,
notas
solas,
dios del
diablo,
no hay
dios,
el diablo
eres tú,
ánima sola,
sola ánima,
ven te haré
valedera,
de Sol, de
espuma,
de nieve,
de agua,
su fierro
metal aferrado,
hierro luce
mi espada,
esta calma
otoñada,
me poseen
sinos
y trinos
como años me cayeron escritos,
por mis
dientes y filos de manos,
todo fue
más que llorar un verbo de todos.
Förüq
Esteban
TEMBLOR
REBRILLANTE:
Y escribo cinco parpadeos, y genuino,
remito al
primero vio tus ojos,
irradias,
que sobrepones,
en ojos
patria al Averno, tierra al Cielo,
mirada
tersa cual embrujo, te llenó
en torpeza
algún dibujo.
Lustrosa
brea en azabache tu cabello de realeza,
Oh
ingeniosa pagana,
como senda
lleva estela
de rauda
estrella.
Gimes culto
al amor
mis
sentidos infrahumanos,
de pureza
devota, de brillo, de filo,
de furor
jovial,
remito
nervioso a tu acento,
mar de mi
contento,
oh mis
suspiros de luna,
rompe ya
cristal amante fortuna,
franco yo
de carácter somero y doble,
lenguas de
distancia lloran en rocíos mis flores,
que sólo
imaginadas,
porque ser,
eres, vives y en mí resides,
consuelo,
así es, tú
la única que en tumba mía agarrarás flores.
Förüq
Esteban
Reedición:
Primera obra pública revista instituto Complutense de educación secundaria
Año
2006-2007
Noche
lúgubre y umbría
20
septiembre 2011 blog Facta non verba
A ti noche
oscura te escribo, oh gema azabache tu solo pálpito.
¿Por qué no
me das el sueño que tanto ansío, como flor y rocío en flor de mayo?
Paso noches
enteras de insomnio escribiendo poemas, deslices y tormentos dulces
encadenados, hasta
enloquecer
si solo loco he de quedar tres veces más solo y loco he de hallar, llevo ya
cinco días sin dormir, no veo ya luciérnagas ni ocasos de luna, y veo que se
van
mermando
mis facultades mentales en carrusel de norias y sogas rectas, y escribo frases
sin testigo cuerdo, sin sentido flamígero,
garabatos
en hojas de papel...
Me asomo a
la ventana mi cuarto parece yerto, y contemplo las sombras de la noche como
fantasmas,
deambulando
sin rumbo, no veo mi dama graja, sólo una sombra densa cuelga y flota del
techo.
Mientras,
apuro la botella de hinojo solar, esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza,
que suenan como crepitares con sus voces.
Me estoy
volviendo loco acaso Musa duda.
Sólo veo
sombras y figuras, como sábanas, que se dibujan en tu oscuridad como
demonios,
solos halos en escarcha fría, reflejos violetas ausentes.
Sólo los
gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche
lúgubre y oscura te escribo, que bajo tu protección de tu oscuridad mil cabales
difuminan,
ven salir
los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y
delito de acero y sangre.
A ti noche
lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no
entiendes de alaridos ni ángeles, ni de muerte, ni de fosas
selladas
con cal y tierra ni de fusilamientos de razones ausentes.
Un brillo
estertor te envuelve en comunión, de abismos y lúgubres destellos arriados.
Tú solo
ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu
oscuridad sempiterna oh, dame tu gloria.
EL
CASTELLANO
NOCHE LÚGUBRE Y
OSCURA
A ti noche
oscura te escribo
¿Por qué no
me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches
enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer
llevo ya 4 días sin dormir y veo que se van
mermando
mis facultades mentales y escribo frases sin sentido
garabatos
en hojas de papel.
Me asomo a
la ventana y contemplo las sombras de la noche
como
fantasmas deambulando sin rumbo
mientras
apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza
que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy
volviendo loco
sólo veo
sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los
gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche
lúgubre y oscura te escribo que sólo bajo tu protección
de tu
oscuridad ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y
delito de acero y sangre.
A ti noche
lúgubre y oscura te escribo
tú que no
entiendes de genocidios, ni de muerte, ni de fosas
comunes
selladas con cal y tierra, ni de fusilamientos.
Tú sólo
ciegas la luz del sol. Sólo el fuego y los fusiles iluminan
tu
oscuridad.
Segundo z
bachillerato
ESTEBAN EL
CASTELLANO
LAS DOS LUNAS
DE MUSA:
I.Luna
trece:
Luna
plateada de mi cielo,
en las
noches
voy a tu
encuentro,
pero te
escondes
entre
bloques
de hormigón
y cemento.
Quiero
verte,
pero
incluso te escondes,
por las
violetas ramas.
Mas los
dragones,
del cielo
sonámbulo te acarician.
Cielo
obtuso,
de sueños
fluorescentes,
tú, de
color líquido,
solo
templado
con miradas
intermitentes,
por el
tiempo de espera angosto.
El
murciélago baila
con el
colchón de tu luz,
rasgando
sombras,
para
reposar siendo una más.
Oscura
nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por qué te
siento incluso estando solo.
flores
opaco reflejo
de luz
violeta
incluso de
noche;
artifficieluzzae.
Lucero de
ciudad,
rompiendo
la obscuridad.
La noche se
detiene
para sentir
que estás conmigo
otra vez
más,
recuerda
que tus
ojos tienen sangre
recuerda el
viento
que aúlla
mi nombre
recuerda la
luz que tiembla
y cruje la
noche en las pupilas
recuerda
que me hablaste
de amor en
el tiempo
que cae
muerto
que
pactamos con el hielo
la vuelta
del invierno,
recuerda
cada latido
de
oscuridad
que llama a
tus venas de humo
recuérdame
en la eternidad del beso,
en cada
rosa que robe tu cuerpo,
recuerda
que vivo para ti
dando voz a
la soledad asesina,
la flor
vive soñando
que fue
mariposa y abeja,
vive
durmiendo la semilla
enamorada
de la tierra
para
despertar
y
enamorarse del sol,
clávame
estas nubes de sangre
en el
hierro de mi destino,
se me negó
la luz
encadenada
a esta tierra sin cuerpo,
solo tú me
sientes
en este
camino
que no
lleva retorno
solo
espiral anhelada de renacer
el tiempo
ya no nos puede sostener
camino
buscando el frío
en este
calor que quema el alarido,
te encontré
perdido
hoy vives
un amor
que sientes
soplándote al oído,
en la
puerta del infierno caído,
te casaste
con la luna
que reinaba
en tu corazón,
al viento
le diste voz,
a la lluvia
la nombraste
lágrimas de
mi ayer,
le diste
ojos
a la sombra
para mirar,
la espina
caía herida,
la caricia
retornó a las polillas,
la vida
marcha deprisa
cuando
abras los ojos
ya todo
habrá cambiado
solo
encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando
tu otoño
y la caída
de tus hojas,
esperando
que seas mi acompañante
en los
siglos y milenios
que nos
condenaron,
encontrarás
esta sed del cielo
en cada
silencio muerto,
en cada
raíz
que grita
en su tierra
toma de la
vida lo que quieras,
siembra tu
aliento
en cada
tierra,
tú todo lo
tienes
yo solo soy
una fantasma
que sólo tú
ves.
El
Castellano
III.Réquiemnº 3:
Los últimos
signos del viento.
Rige un sol
negro
con hoyos
donde comienza la oscuridad,
oscura
serpiente blande su cuarteada nota
en lira
acróstica insubordinada,
es su
templanza base poética demencial.
Hablando a
solas con mi interior
surge
diáfana voz por derredor,
voz en alma
condenada
por ver
hondas raíces rugir,
en
estruendo llamadas
hacia raudo
cardinal.
Sola voz
sin resquicio templado
del sonido
en si bemol,
se erizan
ascuas en pavesas a un viento
feraz.
Se
acuchillan las osadías
que
germinan en tierra de nadie.
Inusitado
fervor asolado,
por espadas
alzadas en manos,
guerra al
silencio feroz.
Pudieron
dar las tres de la madrugada
y un
escarabajo voló.
Una hoja
partió,
hija de la
soledad aclamada,
con caracol
sonoro hueco.
Es un solo
de cuerda
y alma
destensada,
una melodía
por la sangre olvidada,
un réquiem
por toda vida
finalizada
en sones de
grillos
danzando
con tenebrios,
y lúgubres
venas enraizadas
por tercera
y última vez.
Una
sinfonía donde yace el silencio
y yaga la
umbría luz
desertora
en mundanal zozobra.
Pasa,
danza, planea
febril
verde mosca en formol montada.
Es mi dicha
aplastarla
y quedar en
vigilia taciturna,
hasta
rendir aspas
y acostar
la sangre
ya nunca
más esquiva.
Hasta ver
las flores rendirse
con mi
cuerpo.
Förüq en
16-10-2018
MARIPOSA:
Los
murmurios son flores,
álgidas de
invierno,
como venas
azules de jacintos,
o tesoro
córvido
de urracas
matutinas,
tiempo
sobre el tiempo,
tosía mi
lobo afónico
tarde que
muere sobre la paja,
y el viento
mordido,
ascua que
queda sobre
mi densa
ojera,
cristalina,
he cogido
los montes con una mano
y mi hogar
de brujo con la otra,
no necesito
chopo de oro
ni un amor
me aguarde
sin sombra
de celos .
II
Mis
sedientas aflicciones
eran como
gusanos hilando sus capullos
de seda,
elevadas
hoy son mariposas verdes,
vuela mi
pena como Simiente rápida,
y cayendo
como lágrima negra
en espiga,
vuela libre
mi pena,
su esencia
de mariposa desvelada,
duelen las
lágrimas de bondad,
pero las
negras y malas lágrimas,
apuñalan
hasta arrancar el corazón.
Corazón
mío, como avispero
de muro
viejo, de pronto,
en él puse
señero,
Galería del
alma.
III
Presentó
ante ustedes.
Armados
abrojos
mi infernal
flor de alma
eternamente
jovial, y vivaz,
por fuente
abismal
de denso
pétalo,
dulcemente
amargo,
quise
declinar la tarde de sus ojos,
ser Pegaso,
caballo de madera,
mi frente
derretida gloriosa.
Infernal,
pálido fuego,
sin
Salvador en cepa,
ni figura
fulgurante,
de llamas y
lenguas azules,
cuenta de
cintura agitada,
sus alas,
tu esencia:
-Mariposa
del amor.
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
A lunes 7
febrero 2022
Bella,
vuelas libre doncella,
sol te
toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa
desvelada.
Viento te
lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de
libertad soñada.
Encerrada
en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste
atrás nubes de tormentos,
rozando tu
destino me arrastras.
El manto de
las hojas te protege,
buscadora
de sueños
de la
fronda de mis sentimientos.
Viviendo en
la ternura de la dulce mirada,
volando con
la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo
hasta que se oculta el alba,
ángeles y
dragones, arropo en el corazón.
Para tu
despertar, mi luz quisiera llevar,
para
encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de
tonterías para tu sonrisa.
Entre las
flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi
vida.
En la caída
color gris quedó,
color gris
quedó.
En la huida
el tiempo y la situación
que cortó
un camino en dos.
Vuela
libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia
mariposa del amor.
ESTEBAN
CASTELLANO
ESPADA
PUDIENTE:
Sorteo
principios
y vencejos,
torno unas
danzas de la Aurora,
me entregué
al sueño,
aguardando
su divina tez;
el Sol se
adelantó
y sobrevino
una colmada oscuridad,
llegué
primero que los Hados
a su
venerado encuentro.
Valgio
alumbre el anchuroso cielo escarpado,
nocturno de
doncella Escarlata,
oh, clara
agua emana mi frente,
mis manos
hacen germinar solas simientes,
del candor,
la tempestuosa furia,
abren rayos
espadas de Candamvis,
Zeus,
canta:
Oh gran Sol
que bajo tu candor,
iluminas
que abrigas Inmortales,
y a los
mortales vivos,
habitan las
auras vivas fértiles,
acoge mi
ofrecimiento,
a dignar en
tu nombre,
terso
Paraninfo yerto.-
Oh sola
tormenta,
presurosa
abre cabellos centellas,
y múltiples
repiqueteos,
de ascua en
rayo y cielo-terreno.
Förüq
castellano Miguel Esteban
PRISMAS EN
CALEIDOSCOPIO II:
PRISMAS EN
CALEIDOSCOPIO:
Oscuros,
negros, tibios
lirios en
sangre de brea;
Acolchadas
desquicias
en híbridas
campanas azules
de los
ángeles, yendo en borde,
siguiendo
círculos,
moviendo
espirales,
Vientos
noruegos me llevan
sin patria,
vencida por mitología.
Quicios de
lúgubre destelleo
en oscuro
límite tétrico
y sus
manseadas caminan,
hacen nido
sedoso
en moreras
del sueño;
Vida través
de una vida
dentro los
hoyos del Sol
que sudan,
sus notas de uvas.
Visitaré a
Cernunnos
en el seno
del bosque,
hablaré del
cuerno roto
y su sangre
que brama
flores de
helechos.
Quién
sembrará mi campiña;
estirados
mis soliviares
entre
azares que suerte corre.
Traspuesto
al mantillo
y su
compostaje silvestre
que solo se
mantiene;
Verano que
socava dormido
para
sepultar los cardos
que tierra
come
y levantar
la estación
de los
difuntos con hojas caídas.
Otoño sus
fríos que me despiertan,
terminando
de vivir el ocre
y su yerma
plácida
de tierras
sin brotes
en ventura
de savia fría.
II
Altivamente,
con pies de
veneración
no atina un
intelecto sumiso
tampoco él
encuentra su espacio;
yo sin
abrazarme, coge el infra sentido su reloj.
Mirar sin
ver hizo fuste,
regresos
serenos sin ausencia,
en estas
lindes
quiebra su
sentido
y esta
sube.
Su vacío
perplejo quieto es Ausencia
que
simboliza toda luna de escarcha,
parado de
sinestesia iba,
su granate
sanguíneo
que
sí
recuerda.
Amarrar el
acierto vehemente,
de
resucitar del del parco suelo
para
fusilar mis pendientes,
desarmando
la ira
sus dioses
subterráneos,
uniendo su
altivez cursante.
¿Se cree
usted viva?
Eso es que
no nos conocemos,
ya sumblimé
algún amarre,
y va el
ancho río
con paso
furtivo y decidido,
por apresar
de tu razón mi viva estampa,
muerta sin
ti.
III
JURISCONSULTO DE SOMBRA
Este mi
humilde canto,
pedernoso,
que blande,
que pregona
compás en arraigo.
Quimera a
tiempos
en puñal
pretencioso
de espigas
de idea.
Patria por
siempre sin sentar;
Fugitivo
sin amores,
surcos de
fugaz simiente.
II
Docto de tu
dulce vientre
tras fuego
de ababol,
entre
tierras de tus reflejas piernas.
Sed de mi
sangre,
renacer
acompañante,
aljibe sin
fondo a florecer tu entraña.
Amor de
pecho a espada
blancos que
el ser crestéa,
jurisconsulto
de este ser de espuela.
III
Redentora
hoz de labriego
soñador, en
soto de silvestre rambla,
febriles
rejas de esparto.
Pinos que
caracolean
el camino
de este fruto de ensueño,
antes que
morir sin amapola de fuego.
Creo, nazco
y completo
una flor de
la misma sombra
que trajo
en fruto de la primera mujer Eva.
El
Castellano
O DIVA GRATUM:
Mi diosa
centella,
que
deleitosa riges,
y
engrandecer mi nombre puedes,
o,
convertir en honras fúnebres,
mis
cortejos triunfales,
a ti dirijo
el labriego inquieto
de campo.
Te invoco
en su pulcritud de savia,
cual dueña
todos mares,
arrostras
dulce mi piélago batiente,
a tus
armas, todo imperio se desbarate,
mi lealtad
es albo traje,
no rinde al
garfio amenazante,
retroceden
y dejan amigos
y sus
ánforas vacías,
de
cicatrices y delitos
no limpiase
mi nombre,
de fraterna
sangre y mieles que Himeto,
me concede,
¿Temor
algún espejo suyo,
me contuvo?
Con el
incienso, y sinfonías,
ofrendo
sangre cándida, mi letra,
nunca el
falso juramento me precede,
oh tu
belleza de nuevo brillo,
más
hermosa, cuanto la ceniza has otorgado,
ídolo oh
materno signo,
dueña de
oro y nido,
por Quimera
tu susurro,
de límites
prescrito,
non
semperimbres...
Torrencial,
de nube acechas,
lluvia
sobre rastrojo terso,
tempestad,
o inerte hielo todo año,
combate tu
acento colorido,
jamás
cansado,
cuánto
Parcas crueles me han arrebatado,
pregunto a
lágrima de sol, llorando este,
mi lamento
blando,
loco
empeño,
hinchado de
viento,
osar
casarte, aflicción
con
altanero subsuelo,
prudente yo
de odio ajeno,
no llegará
día que este guerrero,
no mida a
su adversario,
indago mis
designios que abrigan,
sombra
huidiza,
cuándo.
Bebamos la
honra en dicha,
entonando
la alta lira,
a Calíope,
bajases al
cielo castellano,
soberana
Musa,
gimiéndome
lenta y eufórica melodía,
el concilio
cayó sembrado,
ilusión o
deseo,
mientras
seguiréamándote gritando callado.
Förüq
castellano MIguel Esteban
Ceremonia terruña:
Historia en
curso:
Tiempo que
era llanamente hondo,
como pozo
sin poso, ni fondo,
severamente
profundo,
como
fantasmal visita
sobre lazo
silencioso,
buscaba yo
tamborileo grave,
entre
hileras sordas
entre
nuevas flores
de
trompetas de los ángeles,
danzar
entre círculos de grama húmeda
y corajes
de aventar nuevas espigas
de olor a
yesco trébol rojo.
Hice una
hilera de guijarros;
preparé mi
propio templo
con torreón
y almena nueva,
un foso
bordeando y cuidando
mi nueva
siembra de ababoles,
templo
asilvestrado con urna para ofrenda
y depósito
nueva agua virginal,
era
suficiente de tiempo insuficiente
a nuevo
otoño que comenzaba,
con olor a
hojas de chopos arrebatadas,
y majuelos
agudos en espinas,
rebordes
cardillos de as damas
erigiéndose
tempranamente,
maduraban
los tomatillos del diablo,
solanumnigrum
que ni
caracoles resistían
sus
lustrosas hojas morder,
las colas
de zorro ya se divisaban aventando
terreno de
su nueva simiente,
afinaba mi
cuerda
tendido a
ras terreno,
sembrado a
pretil gesto,
como se
siembra una pipa,
y tarda
treinta y un años
que porto
en girar el sol,
carrasquillo
háblame,
que penas
traes de virgen encina.
Cuéntame
tus oscuros romances
con vientos
de luna,
y tus
flores de difunto casadas con Sol Ferro.
Dime a mí
que te cuido con esmero,
aguardando
tus flores de piedra
y tus
bellotas del mañana.
Árbol mío,
avanzo este
mi caduco corazón humano,
como
vampiro solar
me remarco,
un solo de
voz desangelada,
y volví a
honrarte,
de esta
nueva tierra.
A viento
pagano,
voz de alma
amada,
inamovible,
firme,
regia,
de raíz
arcana.
Tu rostro
en verdor
de hojas
afiladas llevas,
acaso igual
o semejante
a hermanas
blandes.
Río de
encinas y flora reborde,
amor de
tierra a lo que es
y crece en
ella,
vine por
vuestras voces,
jamás
marchiten vuestras notas,
de
longevidad imperial.
Förüq
castellano
II
Escribo al
señor cierzo
y su ola de
frío
un febrero
consumido,
entre
paticas de abeja,
y algún
diablo foráneo,
busca
encuentro
con su dama
hoguera,
somos los
guerreros,
ángeles de
la tierra,
tanto por
hacer,
qué se con
quien acabar,
acaricia tu
cabello,
ahondaré tu
flor y su pétalo,
algo cae y
se alza de nuevo,
auno un
destino precoz,
en tela de
araña,
de
caléndula
o flor
de Hércules te dibujo
un guiño,
capataz del
brillo primero;
transeúntes
helados
ya te
blanden mi caricia
en estrofa
de agua,
y aullido
solar,
punto y
aparte
No puedo
acabar esto si no es con un beso
de hendido
horizonte,
y mareas
colaterales
a un final
que vuelve a comenzar.
Apuesto un
divino laurel
a que en
tus hojas me vuelvo a ver;
como se ve
un lince de tu ternura
en la
ciudad,
eje de
voluntad
y tersura
de calmo sosiego,
vine
devorando sones,
llegaré
alto, donde el ser no alcanza,
despejando
nubes felices,
entre
cuarteados leones,
todo
llegará o entre bruma se irá,
ascua es mi
querer,
vestida de
brea
y oro azur,
el vestido
mi golondrina de metal,
entre
tierra y coraje
tu énfasis
de divina pluma dices,
que afliges
voluptuosa
venimos del
azul imantado,
dentro el
azabache cristalino,
somos
placeres risueños
de dama
Escarlata,
bailamos en
su púrpurea visión.
Traigo un
manifiesto Musa,
descendí
para no irme,
hasta el
fin del tiempo
y su
conclusión.
Y ni por
esa pesquisa,
podré huir
como empuja
el miedo al
cobarde.
Förüq
castellano er lobo-bohemio Esteban
Escuadra
bronce:
Ilusiones quemadas en papeles con tinta,
con los
sonidos sordos de un eco de imágenes
el amanecer
en sus ojos del cielo encerrado.
Silencio en
palabras que el despierto corazón duerme,
la mente
ciega las observa con su pensamiento claro
sus penas
bebidas del fondo de su copa de cerveza.
Sonrisa
arrancada a la luna de un viernes,
un secreto
en un gesto que su mirada grita.
El despiste
que convierte en ofensa el fallo;
Un
sentimiento distante que próxima te quiere.
El tiempo
que tarda en decir adiós al por qué gana,
ahora llora
la almohada al viento que no dijo nada.
Pensamientos
negros
Te sentí
amor y por querer pensarte
la realidad
silenció mis latidos;
Aquella
flor que llamada amor
ninguna más
bonita pudo ocupar su lugar.
Entre la
tenue luz de luna que me abrigaba
abrí la
puerta que me condujo al campo
de negros
lirios por el camino de ida sin regreso;
La cabra
rojiza los masticaba al compás de un si bemol;
Donde la
luz que me daba calor era ausente,
tras de sí
un sendero agrietado por el que fluía
el río de
las flores desangradas;
Hacían
ellas mi último aliento,
un yo te
perdí amor y se hizo la noche sin luna,
cesó aquel
si bemol.
Publicado
por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009
Podando
recuerdos para volver a amarte,
dolorosos
detalles caen y vuelvo a desearte
aquella mi
rosa que llama al frío pero resiste
cantando a
la víspera del invierno triste.
El ocaso
del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota de
rocío que se evapora con el sol en su visita
y la
sonrisa que resplandece sus labios los besa,
para
encontrarse con el te quiero el beso que alegra.
El fuego
del deseo se hacía con su compañía,
con el que
los besos y caricias recorrían su fantasía;
De deseo en
deseo transcurrió su vida y su anhelo
de cuidarla
para no perderla nunca y soñar despierto.
Con su
campo de derrotas y victorias en sus sueños
un nuevo
insomnio de sentimiento en sus recuerdos;
solos en el
encerrado mar del amor no demostrado
su amor
quiso ser fuerte y no caer olvidado.
Publicado
por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009
El ritmo de
tu cuerpo,
donde el
agua y la poesía
hacen el
amor.
El fondo de
tu mirada
el
manantial de esmeraldas.
El calor de
tus piernas,
El
terciopelo de tu piel.
La suavidad
de tus caricias
mi motivo
para viajar
allí donde
el te quiero
lo dices
sin hablar.
Lo que me
alegras
sólo con tu
existir.
Es todo lo
que significas para mí,
lo que me
haces sentir.
Es el agua
de tus besos.
Es el fuego
de tus labios.
Eres tú.
Eres tú mi
vida, mi luna.
Eres tú en
cada noche fría mi calor.
Eres tú la
chica que siempre soñé,
la chica
que siempre deseé,
la que
vivía en mi subconsciente
para cuando
apareciese
darla lo
mejor de mi existencia.
Deseos,
ilusiones, anhelos
definiendo
mis sentimientos.
En mis
recuerdos tus besos
sabor de
hiel.
Tú mi
motivo para soñar.
Tú mi
sueño, mi dormir y no despertar,
tú todo
para mí.
¿Por qué no
has aparecido
en mi vida
todavía?
cuando por
amor se quiere
a quien no
ama
y por soñar
se vive amando,
por amar se
vive soñando,
y el que
siente se miente
quiero mi
despertar y verte a mi lado
para sentir
que en un pasado
andé con la
botella en la boca
y no que
ella
chupó de mí
mi vida entera.
Publicado
por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009
Yo te sentí
Puedo
escribir todos mis pensamientos
y ninguno
podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no
quiere ser pensado,
ni si
quiera ser conocido,
sólo
sentido.
Yo te sentí
amor
y por
querer pensarte
desapareciste
entre la tenue luz de luna que me abrigaba.
Allí la
razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra
yerma
marchitó
aquella flor que un día llamé amor
y ninguna
pudo ocupar su lugar,
sólo la
hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.
Pero yo te
sentí amor.
Publicado
por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009
Tríptico trago
de agua:
Autor:
Miguel Esteban
Era como
pulcra onda
anisando un
sol de febrero
castizo que
llamaba a marzo,
escuché la
desquicia latiendo el suelo
y me
encontré una reluciente,
vieja
tuerca oxidada.
La sombra
padre
se escondía
entre manos anudadas
de sus
hijos,
llamando a
mis primeros pensamientos,
yunque
clavado en la pared
sin soto ni
caballo,
crecí en su
mitad
entre
baldes de plomo,
en
corriente de drenajes,
parlamentando
abren el
oído de pares;
nulidad de
pura interrogación
más vacío
en
ventanilla
de visión
de muchos,
yo gastado
aterricé
en
república de la sal.
Porteador
de interperie (intemperie)
regresaba
directo al rostro
en
destartalado invierno,
reunía el
campo
un
subastador de mi conciencia.
Ánimo
optativo de la región
en sueños
de malvas nubes,
calizo
terreno,
opulentos
pinos
en bocas de
hierro
acunando la
ilusión
de
esperanza.
Llamada
Musa doncella Escarlata,
Mineral
candente, raíz Salvaje Azur Purpúrea,
Luna
sempiterna...
De aullido
a la luna de plata
y su llanto
que envuelve la oscuridad semper.
Necesito
más de ella para poder ver,
de igual
manera sentir corazón en antorcha.
Förüq
castellano er-lobo bohemio Esteban
CANCIÓN DEL
VIVO MUERTO:
He cruzado
los tres mundos,
cabalgado
centenares de soles
a lomos un
crisol alado,
desiertos
me hundieron los cielos,
para
rubricarme flamígeros, existen dioses
como
existen necesidades que avalan
y avalan,
no hay templo para
Jinetes
difuntos.
Sembraron
cada uno de mis pasos;
de figura
regia, y arriada,
bastó un
soplo de lágrimas heladas,
sí, tengo
padre, por lo que tuve padre y madre,
final
depende de un principio
y principio
es ídem final.
Novecientas
muertes cuentan mi estampa,
oh Sol de
valles y Quimeras cual bestias anhelantes.
II hoja:
Cuanto
viví, bailé una serenata difunta,
Aquella fue
una noche tormentosa
cual
tempestiva que sus temores silbaba,
oh solar, y
campiña yerta
era el frío
y su ribera,
Aquilón
venía de hermano
que no
tuve.
Rugiendo
maderas, e idioma gemido
de solos
árboles,
solo como
océano venía
de astros
en cielo y caracolas
cual olas;
Oh, su
acento, era mercurial,
como
serenata una flor de difunto.
Recuerde,
su Sol ha muerto Esteban.
III hoja:
Entre
plomizo suelo
me pesaba
el espíritu
como pinar
excelso, majestuoso.
Venían los
relámpagos a mi vera
y a mi
diestra placer posaba
y sonreía;
pecho os
habla hundido
en escala
de tierra,
e ilusión
de cientos estorninos
entonces el
monte os besaba,
de tierra,
de vida, de cepa,
y
sarmiento, la esquiva espina
vestía al
endrino.
Mi trova en
hora solaz traía grillos
azules, y
oscuros ángeles de luz
como lo que
guía mi vida en muerte.
Förüq
castellano Miguel Esteban
2007 SÓTANO DE LUZ:
En la oscuridad de mi cuarto son tus recuerdos los que me
invaden, mis labios tiemblan y te llaman en silencio.
En la
oscuridad de mi cuarto es tu figura la que me acecha, la que me provoca y me
produce un caos febril de deseo y de pasión.
Pero tú no
estás, tú no estás, no estás.
Tu recuerdo
recorre todas mis neuronas con miles de imágenes, cada una añorando un pedazo
más de ti.
Agarro con
fuerza mi almohada pensando que eres tú y una tristeza comienza a invadirme,
lágrimas salen de mis ojos, en ellas se puede ver tu rostro reflejado en ellas.
Ardores me
entran en el pecho sé que no vendrás que nunca volveré a tenerte, que estás
ausente y mis lágrimas se convierten en lágrimas de sangre, ha estallado mi
corazón de una sobredosis de sangre.
Esteban el
castellano Er lobo bohemio
ÁUREO
SEMBLANTE:
Insumiso en
medio de quebradizos
saludos de
pseudónimo,
de sueños
rotos, y brechas de ánima,
como
pañuelos azures,
llegué al
inicio desnudo,
como
agitado bronce,
e inocencia
jovial de abrevadero,
a veces
pude resistir su amor,
otras caí
dividiéndome,
como
precipita una gota de mercurio,
llegó a mi
parda tersura
su imagen
de cuerpo sonoro.
Mismo amor
nunca pudo resultar frío
ni ausente,
pero el sol
me rompía
a calo
estridente y yacija de hierro,
paisaje que
no ardía ni se desvanecía iluminado,
era mi
añoranza,
quise sin
afilarme en hondos dientes,
si podía
generar montaña o cumbre de cerro,
jamás
infortunio
de mi
blancura que ya exigua no cantó,
de amarillo
vivo avancé
sin mirar
fijos temores
ni túmulos
de gargantas precoces,
amor es
rosa naciente
como Alba
de tersa fuente en rayos suaves,
oh de
astuto feraz ojo simiente,
equivocarme
se vertiese,
y el
pececillo de plata la mordiese,
sus peces
de colores besé
y entre
burbujas de besos no dados
avancé su
curso fluyente,
como nacer
de río cuervo,
sus labios
arrostré con fiereza tantas noches,
que nunca
tuvo fijeza de acabarse,
el viento
ya no lastima mi sola sien,
pasajero
fui de su destino,
sin
encontrar inicio ni final,
oh mi
pequeña dulce cual laberinto,
este
centauro solo atisba
que anhela
beber tu agua luminosa;
oh tu pluma
de golondrina azabache,
rebelde a
los límites,
brota mi
grillo de cristal verde,
cristal y
vidrio que parió sin tijera
la luz de
obscuridad.
Förüq
TERSIDAD DE FLAMA:
Veo una
escala áurea,
con
escalones broncíneos,
escalones
de repecho
en fuego
sembrado,
una estela
se abre de guía,
dirige que
no ciega,
oh bondad
acrisolada,
cenit del
fuego terso
como
pulcritud de filo en espada,
oh vil
niebla, abre camino,
vinimos
bajo el regio augurio,
de aspas y
nobles metales,
Oh Gimlé,
oh bajo
casta ancestral canto en tus aposentos,
oh salón de
fuego esmeralda,
de
rompiente serena,
y solo
halo,
vine a
vivir,
vine a
morir,
vine a
sembrarme como siembra el valiente,
vine a
cantarte,
oh Gimlé,
afrenta
quedará mi yerta sangre,
todo lo
descubierto en tu nombre,
oh casta
felicidad,
resplandeciente,
el miedo
jamás partió mi entraña
vine a
vencer vine a besar tu rocío de flor,
como Musa y
dulce hoguera,
el tiempo
ya no escapa,
todo lo
pensado arde ya,
en tu salón
me blando
como raíz y
fruto de ciprés milenario,
oh luz pura
que acoges e irradias
por la
blancura mi regia madre,
por la
nobleza mi casto padre,
cuántos
astros no alumbran tus cielos,
hoy vine a
vencer
oh Gimlé,
acoge este mi flamígero hierro
de Sol
fierro mi padre me sembró,
en escala,
número y orden,
tu bondad
justa en escala,
uno, no hay
hechicero ni hechicera
más fuerte
ni que herir pueda osar a quien te alaba,
dos no hay
poder oscurecer la razón mi sangre pueda,
tres no
existe temor ni miedo, me retiemble la calma.
Förüq
PRESTANCIA
FÉRREA:
I
Yérguete
nació la luz y la sombra
el hombre
se creó
para
ahuyentar la sombra
con su
llanto de sangre,
hoy que mi
lágrima
sea fértil
espada,
que riegue
e ilumine
asíídem el
abril
levanta los
muertos
y su
caléndula predilecta.
Nunca
maldigo mis lluvias
y a la
Santa noche,
riego mi
sombra, antítesis,
de lo que
espera mi persona.
II
He de
ascender,
he de
volver a navegar
el negro
puerto,
contar los
escalones de mi sótano de luz,
al tercer
día flamígero,
la piedra
será mi llave,
no mi
tumba,
Panida Hijo
del dios trigo,
tengo
lluvias y carne,
tengo
tormentas
y miedo
ausente,
Yérguete,
sucumbe,
a los
suelos, de la madre luz.
III
Ni me
arrodillo.
Ni vuelvo a
morir en pie, (como caí)
ni rezo sus
construcciones de huesos;
navego,
pido me escuchen mis dioses. oh Lvgvs
Cumbre son
de mi lágrima espada,
el mar, la
nube, el río designio de escritura,
baile de un
talismán,
oh, lucha
entre sombra y su llanto descendiente,
vencido no
he caído,
aunque me
derrote trescientas veces
sobre esta
tierra.
IV
En este
pedregal,
juro
sembraré flores
para no
volver a ver su destreza inerte,
oh, lágrima
esclava
ni lluvia,
mi
floración ruginosa
abarque
todo balde,
y sea
réquiem y mármol florido,
mi entraña,
todo esto,
ojos secos
de hombres,
ejército,
que el destino cercena en tres.
Postigo,
huerto y verbo decisivo.
V
He de
honrar la llana hueste
trae la
vida,
ávidos
ojos, vagido indeleble,
azar
intangible ruginoso,
en vapor
estela o cerrojo,
repitamos
los versos:
-Aereperennius
los duros
somos tierra,
no vendrán
a regar mis lágrimas de sangre,
ni mi
corazón será afluente
de besos de
brea,
sin
simiente no marchará mi parca vida
a otro
designio, a otra luz
sin mar ni
vestigio.
VI
Vine
haciendo ecuaciones
de
estorninos en vuelo.
Para saber
si agradé,
o sólo se
me unge lo que si cambio,
vuelvo a
renacer,
actualmente
solo llevo ocho casi nueve lustres
vivo otra
vez,
por un
crimen de flores no tañerán
campanas ni
catedrales de laberintos desdoblarán,
al margen
lo visto si no me acepta,
no es mi
estaca en pecho,
sólo sin
ser bastante
ella es mi
fuste, mi espada,
mi
sacrilegio
en pacto de
sangre,
mi hija de
Averno
mi coraza y
pechera que si vuelvo
sí a estar
vivo, la encuentro,
más allá de
boscajes inéditos
de ciencias
sin papeles
y sentidos
flamígeros.
VII
Sentido
sensisenssum,
formosa
societas,
hermosa
compañía
si esa que
nunca osé
debido
parece sólo se puede pagar
siendo
quien no soy,
delineante
suspiro
materia a
tierra,
uno allá
debe quedar lo que es de ella,
no límites
de cordura,
al seco
brillo avanzo
sensaciones
vuelan,
lo que no
te dije nunca te lo diré
quedará más
escrito que tu estampa y violín de luna,
no es justo
y qué, otro rayo cayó,
que te llene y lleve
es otra
cuestión.
VIII
Nacer para
vivir,
lo demás es
otra asignatura,
verte
despierto, cuándo,
contar con
apoyo,
sí, seis
farolas se bailan
sin tóxicos
ni brebajes,
solo decir
esta vida de jactancias puñales,
hasta aquí
me vio la cara raja,
no soy
ángel cualquiera,
rebelión
toma cauce,
orden y
mando,
tatuaje
puede ser cicatriz
pero alma
no sangra,
ni se
transmigra,
venga al
salón de los caídos.
IX
El festín
es elegir ser humano lastre,
o salvación
de papiro en llave,
llamado
amarse in radice veritas est,
todas las
mentiras eran correctas,
a mí nadie
me juzgará,
a tu
conciencia podrán preguntar,
soy
constructor de tiempos,
y sigo
firme
ni me voy
ni me iré
en parca
vida de esta existencia,
oh
diferencia clara.
Séquien no
soy.
Miles dei
lumen
mors erita
exora mea.
Förüq
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar
Guadalajara España
A 8/03/2022
CUANDO VIVE LA
MUSA DE UN POETA:
Cuando vive
se añora
infinitud de cultivos estelares,
cientos,
miles de perlas no llenan su sonrisa,
ni existe
rocío en flor osar cubra
la flor de
su dicha;
los mares y
océanos se pueden caminar
sólo al
tenerla vista,
las llamas
no arden,
habitan
tersura de sangre en pecho, valiente,
oscuridad
ilumina aventajada,
mas cuando
ella vive
qué podría
alegar un poeta,
conocerla
para que
rapsodas jamás enmudezcan
en
melancolía hija,
para que
mis versos solo canten flores
y vivos
colores.
Cómo negar
temor a sucumbir
sin
rubricar su rostro,
con un
jilguero como beso piador,
sin un
pétalo escueto
proclame su
guiño,
sin conocer
a su Musa
un poeta se
desvanece como el tiempo,
el silencio
se arma mil días mil espinas,
yo sólo te
quiero a ti
mi vida en
verso, mi amor valiente
de mil
fuentes y abrevaderos,
de la más
alta espiga
a la
caricia que retembla en tierra.
Sólo un
segundo basta
para
capturar una letra,
mil
eternidades para ser feliz sin ella.
Cuando mi
Musa vive en mí,
infiernos
no me acogen,
ni penas ni
tormentos habitan,
un sendero
abre y toma terreno,
rumbo a
soñarla de nuevo,
campos
germinan de oro trigo y girasol,
de verde
alfalfa y amarilla caléndula,
como rojo
ababol,
vivir sin
crear su sonrisa
es como no
hallar razones
para ser
feliz;
muerte es
del hombre vano,
temor
infausto,
suerte es
de un poeta
vivir en la
vida de su Musa.
Porque
vivirá siempre
como esta
mi letra quedará vista.
LIT C ET
SUMMUN CANAE
Förüq
A ORILLAS DEL FUEGO:
Después de
la vida, la materia
del mismo
calor que el mismo frío
color
naranja que amarillo
clavicordio
mudo que mismo latido ciego,
hormiguea
una ninfa envuelta
como
espiral de caracolas,
arriba del
astro despierto el sino
acompasado.
¿Cómo que vuela mi humilde Hada?
Si se
considera mía,
y su
libertad, ve un ideal
por
cumplimentar.
Caracol de
sangre que sí conozco mía, oh, osadía,
arrastrar
sucesos caducos
sobre
tersidad de piel honesta,
y
temperamento azul llamado Arte;
II
Mis hombros
sobre la paja
del bravo
día, no caen insumisos todavía
rehogo
palabras, solares, triangulares,
sobre un
tractor de nieve y barro,
llorar una
lágrima fija,
indecible
asunto
es como
perder venciendo
sin querer
perder Luna,
limones de
este fuego sobre el agua
y una
espada simbólica,
corazón
como ciruela
y su
corta-pichas habitante,
adiós de un
pañuelo de tela
con mi
nombre bordado.
III
Lluvia
densa de un sol fierro
invencible,
que aumenta
caer derrocado,
sin premio
no es astucia;
llamo al
Azur sarnoso,
oh noche,
te imploro,
pedazos
cual capazos,
tu hielo de
luna,
no
respondas, que igual obtendré
mi mesura
partida,
en oro,
plata, o bronce,
sidra,
gaseosa sintónica, o café sagrado,
del árbol
mi insomnio millonario.
Mi beso por
si acaso.
Förüq bajo
juramento a 1-12-2022
AGRESTE
ALEGRÍA:
Una clave
de Sol
y de su
contrario Luna sempiterna,
en un
silencio que llora el azabache,
expresando
que ella es mi univeso,
su dicha mi
semblanza parda,
sin ella no
hay belleza, no hay alma.
Quiere que
la desnude,
y consagre
sus pétalos iridiscentes,
como
sagrada es su piel de ambrosía.
Quiero
cruzar sus rayos
y telas
líquidas,
mis iris
que nacieron destinados a ella,
quise
acompasar sus estelas,
y halos de
luz que trepan
mis
retinas,
mi
sinfónico fulgor es su preciado quilataje,
compostaje
será mi cuerpo, la energía, su fragancia.
Será mi
copa su boca,
y
viceversa,
extasiado
de su nervio silente
enredaré su
lluvia con mi nieve.
El ocaso
quedará preñado de placer nacarado.
Las ganas
serán metáfora, concordia serán las almas.
Ella que
nació para verte,
felicidad
de raíz a cúspide,
en mi
pechera vas prendida
mi hiedra
estelar.
Sentirte
como te siento,
sin duda es
victoria diaria.
Suave la
floresta más pulcra por ti versada.
Reverbera
de agraz cima silvestre,
es temblar
mi alarido despierto
y ensoñarte
como se sueña un ideal,
eres la
altisonancia vestida de todas las flores.
Förüq el
año pasado
HIJA DE LAS
ESTRELLAS:
I
Intuyo que
el reino onírico,
tiene sus
propias directrices,
belleza
abismática, perpleja, preciosa de sí misma;
era aquella
noche de ayer, una visión vívida insuperable,
su tez
incomparable osar pudiese la muerte,
soñar
quisiera la vida,
observé el
crujir de mi latido
al divisar
la belleza vuelta forma
de un ojo
vuelto color y profundidad,
lejos de
todo lo hallado por mi ser,
no puedo
negar si narrarlo,
opaca la
dicha y asombro me causó.
Aquel ojo
femenino, se podría atribuir
a un ser
superior al humano ser,
no sé si
antes o después de su evolucionar constante
o olvidar
sus cauces en continuo,
era una
visión silente,
muda que su
bella ala,
casi se
escuchaba ensordecedora,
sé de este
mundo onírico posee patrones, ejes de vida y energía
con sus
sentidos alerta;
que escapan
al intelecto del ser,
y sólo se
puede frivolizar
con que
solo son sueños,
aquella
vista con mis ojos cerrados
de aquel
ojo atribuí femenino,
erizó mi
piel
su
parpadeo, daba al abrir un tono místico,
mágico como
un ojo de alpaca fundido
y su óxido
verde,
un gris
argento como del metal más noble
era sin
duda hija de la sangre de estrellas,
electrificaba
aquella ancestral mirada
era tan
profunda y bella
que uno se
sentía atraído hasta su centro,
no te
sentías vigilado,
sí
protegido
por mi
origen Pleyadiano.
Aquel ojo
femino parecía ver
toda la
eternidad repleta,
atravesaba
y casi
respirabas
y vívidas en su interior
de sólo
percibirlo en visión,
quise saber
desconociendo,
y darle
finalidad y origen
al
contenido mi visión,
lo siento
por ustedes
visualicé
otra dimensión lejana,
y abarqué
todo el poema de hoy
de mi Musa,
Leannán-
Sídhe señora Hada elemental,
reina de
las profundidades terrenas,
me
considero protegido,
no
vigilado,
pero
concibo,
que deseo
unir tinta y sangre
inspiración,
magia, y anhelo,
vida,
muerte, placer, dolor
con mi
percepción,
ella vive
detrás de mis sentidos,
Leannán-
Sídhe
virtud y
cauce afirmo,
de mi unión
prevalente,
con mi Musa
Doncella Escarlata.
Förüq
Te divisé, alegre caléndula.
De pétalos
juntos,
abrir y
enraizar mi corazón.
Mecer
fulgente tu amarilla corola,
entre el
granate interior mi pecho,
frágil como
cefirillo leve,
en mi pecho
como en cuello
de hechicera
mi Hada bella,
allí me
revolabas,
como al
fuego mi Sol ferro
brillabas
que encandilabas,
las
golondrinas de tu amor
naciente,
pulcro irisado, en cristalinos valles
y pozas,
fuentes y abrevaderos
cantoras me
danzaban.
Cuidando
guarnecida,
mi
semblante, fiel entre crisoles
y parcas
sombras desceñidas,
y amor en
pecho valiente,
purpúrea
inviolada
tu
simiente, y raíz en mi sangre
como un
soplido áureo y grito en vena
despliegas.
Tú de trono
en ferviente osadía,
sueño
memorable
te ungiese
en todas sedas
dejan en
color las flores
al último y
primer astro,
avisto tu
pléyades cercana
alzo tu
renacido empeño,
disparo a
mis sotos y perdigones enramados;
amor de
este duende,
tu
principito.
Siempre
para ti fuerte como aviva el fuelle,
sed de
soles relojes y razones intermitentes
lo que yo
te quiero ni nombre ni sello puede,
De rojo,
de sangre,
de noche
siempre,
tu húmedo
tajo floreciente,
anclas mi
dicha rebrotada, anima fidusfruor
beso tu
cicatriz para evaporarla
no existe
mal hendirme pueda
herida
abierta mi amor es bronce vine a ser
de tu vida,
¡Ay, flor
fulgente!
Te amo como
el sosiego canta.
Tu aureola
resplandeciente,
nacida de
aurora, y una bella sombra
y sonrojada
alba, purísima,
como el día
por ti
se desnuda,
abriendo tu flor eléctrica
que el
sosiego, feraz incuba,
oh dicha no
cabe su llenez de placer extenso
cuanto te
admiro.
Förüq
Alto como el sol,
es el poder
de la jornada divina,
sensaciones
atrás he vuelto a comenzar,
algo para
tu entendimiento,
calor en el
hoyo del Sol,
lo erróneo
es puridad de ascua,
el
esfuerzo, la vívida estampa,
la
reticencia que reincide en el eje,
la fuente,
oh la
fuente,
de
feracidad en nota
locura está
sobrepasada,
aposté mi
destino
a la vida
bohemia,
que mi amor
valía su quilataje,
en sombras
y deidades azadas,
al cuarto
paso,
se
vislumbra lo mágico,
a mi
derecha el valor de la nueva alborada,
el tercer
sentimiento,
sin razón
se avanza el abismo,
era un secreto y volví a despertar,
solo sin
apoyo en mano izquierda,
el eje, la
fontana parda mirada,
venimos del
precipicio sin nombre,
aquel que
nos vio nacer,
la única
perdición en mares y tierras
al honrado
ser,
placer
flamígero huella de astro terrestre,
oh, sola
vida,
erré mi
azabache pertinaz
y hoy tengo
fuelle y vela,
mi sueño sí
vive. vive
que vivirá
aún
desceñido mi corazón en ella rebrillará,
hilo de
negra madeja,
hermana de
negro hilo
acoge mi
son
estoy
despertando a los hijos
estoy
despertando a los lucientes,
era su
intelecto grave una nota,
mi Sídhe
vuelve a aquellos días nada te arredraba,
vive que
muere mi granate estantiga,
oh Sol de
soles
vuelve a dar la vida a quien te la honró a cada
mirada,
mi balanza
pesa más el arte llamado virtud de amor,
que lo
extenso acompaña
el terreno
plañido,
vine y me
quedaré sin miedo alguno,
en uno sé
quién soy,
en dos ardo
metáfora,
en tres oh
Mercurio en nuestro día
al frente,
combata mi
dicha susurra es invencible
como mi
alma bohemia.
Förüq er
lobo-bohemio
PERSÉFONE:
oh, de
virginal encanto,
del secreto
más pulcro tu origen,
vine yo
siguiéndote,
tú a galope
de una opacidad
te daba
forma,
arquetipo
de una figura en suelo,
quién
osado,
completase
tu opacidad de materia,
resquicio
de aliento de un sueño eras,
como
bosquejo contorno,
o relieve
inimaginado,
eras
reflejo suave
todos los
colores,
en tu
esencia sin carne,
sin cuerpo,
quise
peinarte sombra,
como el
movimiento te hacía,
y deshacía.
No
escapabas nunca,
sortilegio
eterno,
de este
mundo de espantos.
Resguardos
lumínicos
te acogían
y
disparaban, mutilándote,
yo cuanto
más me acercaba a ti
tú más te
alejabas,
quería
acariciarte sombra,
ser de tu
sangre,
amarte como
se ama,
al
imposible que belleza dicta,
y tus
labios siempre besa
y penetra,
oh parca
sombra,
quiero
vivir contigo,
como para
ti el tiempo es invento,
desliz te
capturase,
y te
guardase por los siglos fríos,
ardiente en
mi corazón que es piedra,
como mi
amor a Musa dicta desde tu orilla,
que dilema
es pensado,
por mi gato
ante el mirlo
que puso
tres nidos,
violeta
fulgor endiosado eres,
carne y
cuerpo de éter,
magia
insondable
sin peso ni
brida,
ni aljaba,
eres soga
todo cuerpo,
que
reflejas su erecta perdición de su color,
oh azul
índigo te surcase,
trasmutarías
hasta ser lo que ven en la luz las polillas,
oh almas
errantes,
paso a un
estado alado tras muerte,
mensajeras
de dioses en plano terreno,
he venido
contigo por el son sin tiempo,
a pactar
con mi condena,
a casarme
contigo mi perdición,
de todo lo
que vivo,
aliarme
contigo,
amada como
sirvo a Leana mi Señora Hada,
no me
enterrarán contigo,
pero te
alimentaré
de mi sudor
y lágrimas riego mi patio,
donde hasta
que muera traeré a mi araña,
toda
simiente vegetal,
desde el
baldío a la rambla deja el arroyo,
desde el
cerro bajo al monte del barbecho,
y cultivo,
deja vivir con acequia
al bonito
forraje
que nunca
muere,
porque como
yo siempre
crece y
crecerá de nuevo,
sea en esta
vida o no,
la
existencia.
Principito
tomando número y orden.
El
castellano y Leannán-Sídhe
Vengo a
deshojar mi sangre,
y abrir
estas puertas a un otoño,
flagrante,
hacer vibrar lo indecible.
He venido a
beber de tu sangre,
tu placer
en osadía interminable,
somos los
hijos de la sombra,
noche corre
una vez por siempre
su sendero
inabarcable.
Fresca y
galante, de silencio ajada,
suave como
nieve de la montaña
y viento de
luna
que se
extiende como joven grama.
Hojas
breves como su sed.
Era una
armonía vestida granate
como denso
humor insobornable.
II
Suspirando
su camino afable.
Somos hijos
de oscura rienda,
encargados
de servir estrellas,
en vena y
colmillo, su blanco filo.
Otorgados
del poder nocturnal,
su
concavidad presa.
Su clara
floresta de la noche,
en flores
violetas,
se lava su
herida, resurgiendo atónita,
una yaga de
malva.
Soterré mi
desquicia
en campo
abierto,
rizaba mi
pena un nunca más,
el cuervo
en mi hombro,
crascitaba:
Noche
siempre.
III
Me habló la
oscuridad
de su
premisa,
y de su
silencioso juramento,
de su verso
sinfónico,
con arpa
abismal.
Su trofeo
en rueda de telar azabache.
Como las
lágrimas enraizadas de Perséfone.
Mi divino
rito, se extendía
por sus
labios ardientes.
Euforia en
raíz, y padre tallo,
de gloria
al poseer un higo del diablo,
Rosa azur,
caléndula roja,
Enigma tu
velo retirado.
Yo pobre
diablo,
que acepta
siempre
hasta una
hija
del Averno
resplandeciente.
Förüq
Miguel Esteban
I
Y encumbró
su azor en mano
abrió del
viento sola ascua,
dejó su
chambergo
asido un
árbol sin nombre.
Era su
vacío
su nada
colgada.
Cincelado
un silencio bramaba,
lento,
en la
faldera un álamo triste
como su
barba.
Su lamento,
de negra
niebla fugaz,
y húmeda.
Hablaba con
su madrugada.
II hoja
Encendió
una estrella
de su
albor, pretendida,
ilusionado
como alborada
dulce, sin
esperpentos,
ni hollín
sus humos.
Vista la
anotada su Musa,
no pudo
cerrarse la paz ni la guerra.
No cedía su
terreno.
Mujeres y
el hastío de soledad
zarpaba
otros mares.
Como
últimos rosales
desposeídos.
III hoja
Madurez
junto al río
la Estrida,
dama
tiniebla,
que hacía
mito,
junto con
Hades
Perséfone y
Perseo.
Mi paz era
verdadera
como cuerpo
de leño
encendido
en fuego azul.
Dejé el río
mi canto
por montes
y cerro amilanado.
Poeta me
quite
mi capa de
frío fantasmal,
lo siento,
no ha nacido.
Förüq
Miguel Esteban Martínez García castellano
Yo soy el
que escribe su historia
Eres tú mi
amor
solo hay
fronteras
en el
mundo;
no hay
fronteras
en el
papel;
tengo
versos en
el
bolígrafo quiero
fundirme
soy el viento
soy el eco
de tus latidos
yo soy el
que vive en tu mirada
soy el
tiempo
soy el
espacio
soy tus
recuerdos
soy tu
alma.
EN MI
LIBRETA ESTÁ EL MUNDO
YO SOY SU
CREADOR.
Eres todo
lo que siento,
eres calor
de hielo rojo sanguinoso,
eres
distinción de Perseidas,
eres alada
magia de letra,
mi
encarnada Perséfone,
tantas
atribuciones podría
que tu
infinito bramaría escaso,
me encanta
saberte quien tú eres,
carne y
sangre de talento centello,
un cielo
extenso,
biología de
mi simbiosis de sangre
que
llamaron savia,
que para
nosotros dos
mi pluma y
espada,
le llamamos
Tinta
madre
reveladora.
I
Dorso mío
flor de
agua,
náufrago
del vasto abismo,
cumbre de
alto océano,
en alta
lanza mía, abate,
flancos de
pecho.
Abren mis
ojos, descorrían,
y alzaban
hondas visiones.
borboteaba
la sangre,
como río de
flores carmín,
desangrándose.
Un
estruendo de tormenta
por viento
Ábrego, llamada,
mandaba
iras del Euro,
y el Céfiro
luminoso.
Mezclar
cielo y terreno pudiera.
Y trae, una furia de armas
que viene
álgida.
II
Una furia
de mares en el Sol.
Rompiendo
vetas espumantes.
Haz de
aguas enmudecidas.
A los
bosques planto señero,
morada de
ninfas suaves,
sus áureos
cabellos.
Siervas de
Ceres
que no pide
agua salada de mares.
Mi arco
armado, y de saetas
razones
heridoras.
Voy
siguiendo manada
a pie de
tierra,
que se
abate triunfal.
III
Eneas sin
alma dolida,
alzado en
trance de sosiego en llamas,
y entre
dioses de la madre Tiniebla,
trata
resonante la umbría noche,
arrostrando
riscos como cíclopes,
alegrando
temores,
y sembrando
trabajos igual que campos,
que
trinchan los Sátiros.
Volandero
en avances
y cimas
como el cielo.
La fija
mirada un encono,
sin
desgracia, girando alma,
sin
oponente irrumpa
en retumbar
severo monte.
Förüq
castellano Esteban a 30/08/2020
POEMA A LA
ENEIDAD III, SUENA EL UMBRAL
Apolo te
llamo,
encendiendo
la profundidad
de mi rojo
ojo sangre,
sigo
instrucciones
amada
Sibila dictas,
descendiendo
y apoderando el reino
de todas
sombras,
Estigia mi
sangre,
a tu
oscuridad ofrendo,
al vítreo
trasluz, cristalino,
cosecho y
rebroto en este
tu campo de
lágrimas,
designio
atemporal tu pura magia,
rocío
obtengo
aunado en
fuego
de pulso en
agua
mis ojos de
astros,
antes del
tatir del tiempo
me alzo,
oh arteria
de la represalia,
oh,
manantial
remembrando
río de olvido difunto,
el Tártaro
incendio,
estoy
haciendo cimiento silencioso,
todos los
gritos desplegados.
Reina Dana,
tierra en
grandeza, tu bondad sembrada
en
fortaleza castellana, cumbre y morada,
operamos el
fulgor
en llama
del azabache,
doctrina de
rebelión,
resurgida,
dispuesta,
a victoria,
transmigración,
de alma;
que habla,
equilibrio
en revelación,
todo
espíritu que marco,
proyección
angélica
que cierra
vetusta
a día tres,
tercer mes,
despliegue
de la formación,
este Sol
ferro es la bendita
destrucción,
eje, cenit.
y destello fundamento,
al claror
bélico
de siembra
ancestral.
Trasfondo
templo
de esta
eneidad, flamígera.
Pinto su
alma densa
en castillo
de Apolo
en
trascender primero
hasta mi
honrosa muerte,
de hoja
caduca en otoño la raíz, soy yo,
de este
árbol, mi cuerpo.
Trompeta
mis ángeles, sonando. La guerra y batalla se ha fijado.
Poema a la
Eneidad IV:
Voy
subiendo, camino al reino de todas
sombras,
flamígeras, humeantes, poso
de almas
errantes, sigiloso, fugitivo
de cauce en
siglos de condena;
de rito y
gloria en hondos, castos dioses
que
curvaban mi firmamento; balacera,
por una
justicia esencial.
Abrazando
mi brotada, joven divinidad
ama,
doncella amapola,
de este
jardín umbrío, reino de sombras.
Sangre en
traza luminosa
su místico
sabor sanguíneo,
y belleza
suya imantada
por Estigia
Tiniebla dama señora oscura
Vine a
lomos de un erizo
a fundar
solar, y reino capaz
mis hijos
caracoles.
Förüq
castellano
POEMA A LA
ENEIDAD V:
Venas de la
piedra Estigia.
Como
lágrima en popa, fondeando
mi nave, su
llama oculta, oscura,
en ribera
de Hesperia, cumbre
de Apolo,
que hermoseaba Sibila,
alto trono
en caverna, de áureo templo,
abría mi
porvenir umbrío, bosque,
de Trivia,
fortaleza de mi llama pedernal.
Venía Eneas
en carro de fuego alado,
cima de
rito y cénit,
donde en
mito, se esculpe la muerte de,
Andrógeo;
Pasífa en febea pasión,
nefanda de
híbrido Minotauro;
aquel en
laborioso laberinto,
inextricable,
surcado, guiado por hilo,
por los
ciegos pasos de Ícaro.
Poema a la
Eneidad VI:
I
Adentro el
sombrío,
bosque
umbrío,
donde vive
y reinará siempre
diosa bruma
hermosa,
yo, con
púrpura celada,
en oscuras
riendas cinceladas,
avanzo por
el bosque de Trivia,
hasta
áureo, profuso Templo
de Apolo en
cumbre de Cumas,
defienden
procelosas fieras vespertinas,
de morar en
profunda cueva
de
Flagrante Sibila, tempestuosa.
Mi espíritu
en porvenir
indemne,
invencible toda lucha.
II
He venido a
tu Palacio,
por las
cuestas de abajo,
todo
cristal, hermoso, bello, Apolo,
hijo de
Zeus;
implorarte
yo milenario escriba,
iniquidad
en gloria,
mi fuerza,
que
implore, que presida mi fuerza,
con, junto
la Realeza de Estrella
la más
Bella,
y lluvia a
glorificar en relámpago,
esta mi
llave de palabra,
que prende
y abre portón,
verdadero
en la cima, cumbre de lágrima
su reina
Oscuridad,
solicito,
otorgues
favor y éxito,
para
desnudar,
su alma
bajo nueve cerrojillos
inextricables
se encuentra,
destino, y
mala rienda, blindaron,
auge en tu
fervor dorado pido,
de rama
roja como la sangre vengo,
rama de oro
vuestra que cercené,
y validó mi
historia en cobre.
III
Bajar al
averno,
así
trescientas, treinta y nueve,
veces más
heridor,
pretendo,
y provoco
la furia y ardor,
mi Sol
ferro padre,
derrita y
extienda
de
sentencia mi vuelta
a la Tierra
Numinosa,
mortal,
caduca.
Mi corazón
helado
ofrendo,
se complete
mi empeño
digno a
cobrar mi osadía.
Förüq
castellano Escriba Escita a 6-10-2020
Yo soy el
que escribe su historia
Eres tú mi
amor
Solo hay
fronteras
en el
mundo;
No hay
fronteras
en el
papel;
Tengo
versos en
el
bolígrafo quiero
fundirme
soy el viento
Soy el eco
de tus latidos
yo soy el
q. vive en tu mirada
Soy el
tiempo
Soy el
espacio
Soy tus
recuerdos
Soy tu alma
EN MI
LIBRETA ESTÁ EL MUNDO
YO SOY SU
CREADOR
Poema a la
Eneidad VII:
I
A través de
las oscuras llamas,
del
inframundo terreno,
arrastro
infortunios y sucesos caducos.
Como fiero
hierro al candor de yunque.
Voy rumbo a
abrir las puertas,
sagradas,
con fuerzas y valor,
arriado, de
hijo que soy
del
Soberano Júpiter,
a espaldas
queden mía, todos dardos,
envenenados.
E injurias
latientes.
Avanzo mi
umbral vivo-muerto,
y su
procelosa senda,
que se
desdibuja.
Ardiente
cual grande, mi deseo,
de abrir
portón
en abismo
de Plutón.
Que yo,
Mercurio romano,
no conozco
miedo, ni él en mí habita.
II
Los negros
cisnes
de Apolo me
conducen;
revelados
mis arcanos,
en dulces
tormentos,
y pesares
vencidos;
iluminoso
mi destino,
me precede,
adentrar
los umbríos bosques,
inalterables
del Averno,
mi sangre
de dioses rebrota en osadía,
de
melodiosa cítara,
con la que
entonara ofrendado,
ramo de oro
consagrado,
en
oscuridad al relucido Juno.
Escucha mi
súplica Proserpina.
III
Jardinero
soldado yo,
de toda
enervada sombra,
que avelas,
y proteges,
a Plutón tu
esposo
encarecido,
ruego,
que
imploraré,
paso y
permiso para volver,
victorioso
a las auras vivas.
Atravesar
tu bosque oscuro,
hasta valle
hendido de azabache,
tenebroso,
hendido en
Estrida tiniebla,
hija de su
madre abisal Oscuridad.
Oráculos y
altares me respondieron,
velando mi
empeño,
cruzar tus
densidades y oscuras, bellas fauces,
y listo,
sigiloso volver indemne acontecido.
No hay
hierro vivo que mi carne hendir pueda,
ni acero de
pecho que arredre a mi Señora Hada.
Förüq
castellano
Poema a la
Eneidad VIII:
I
Clarín
entona sin miedo,
repiqueteo
de oráculos.
Encender
sones marciales,
al ímpetu
de Miseno.
Mis ojos
alzo, escudriñando,
severa
tierra donde crece,
toda
miseria.
A los vivos
no se permite,
el paso al
bosque;
ni laguna
del Averno.
Trama de
misterios encuadra,
surcarla; y
a nívea tierra viva,
regresar.
Encendido
el muérdago traigo,
prendido,
en ofrenda a las divinidades,
del reino
de la muerte.
Brío de
lanza es mi arte,
claridad,
color abre,
y me
despliega.
II
Ofrenda
erguida en vetusto bosque,
a expensas
de segunda llave,
en guarida
de alimañas, obtener.
Así
encontrar segunda rama rebrotada,
en hojas de
cobre,
para una
vez cercenada;
disponer la
fuerza milenaria,
de la
virtud no enseñada.
Dos
torcaces vislumbró,
mi súplica
gozosa.
Ellas dos
fueron guía,
al espino
amarillo,
de madre
divina,
me
condujeron a orillas,
del
desierto embalse,
de penas,
como recuerdos,
ahogados en
silencioso poso,
el
codiciado espino, de alto viso,
fulgor
dorado, repleto en espinas ardientes,
en llamas.
III
Sus hojas
de cobre eran,
y poseían
de aquel espino,
la
sabiduría escrita,
jamás
encontrada.
Cercenada
la rama de hojas en cobre,
brotó, la
tercera rama áurea, con llave.
En oro era
su totalidad relucida,
cortada al
filo, candente falcata,
abriría el
portón,
de retorno
al mundo de la vida,
y su luz
que acaricia.
Ya en
abismo de guardianes errantes,
y almas
difuntas,
voy rumbo
al encuentro,
con el
Creador Universal.
Förüq
castellano Mercurio a 11-10-2020
Poema a la
Eneidad IX:
I
Todo he
previsto,
ya ante las
sagradas puertas,
del reino,
regiones inferiores,
donde
refluye el río Aqueronte;
de todas
las ánimas desangradas,
puertas
sagradas,
tibian el
paso a su castillo,
bordeado en
umbrío páramo
de la
Estrida,
mis arcanos
revelados
del seno la
honda tierra,
donde moran
sombras sin vida,
ante el
olmo gigante,
donde
anidan los sueños vanos,
señero a
puertas de Centauros,
y la Hidra
de Lerna,
la Quimera
arbolada de flamas,
Harpías de
viborillas,
sangrantes
en cabellos.
Es ésta la
morada de sombras,
del sueño y
la adormecedora noche,
en junta de
calladas sombras,
Me presento
en vuestros umbrales,
Con quien
me acompaña
Leannán-Sídhe
Reina señora Hada
Protectora
las profundidades abisales,
hija de
madre Oscuridad,
y una sed
de luz,
Padre
Creador de las deidades
existen
bajo tu, y nuestro amparo,
vengo a
obtener respuesta,
si la
muerte no me quiso en su lecho,
debido a
qué siguen tormentos
asidos en
dificultad,
quién soy
sé bien cierto,
y mi poder
no ha tomado ni ve, objetivo,
ni venganza
suficiente, merecedora tu gloria,
en este
Parnaso Olimpo abismal,
vine a
partir mi destino en tres mitades,
una mía,
dos, para ofrendar,
tu
protección, y favor,
los hados
están conmigo,
a ti rey de
todos los reyes,
todo
humildemente cuanto poseo,
no puede
compararse
a tu dicha
en conocimiento,
nada te he
pedido,
solo
ofrecido,
he venido a
servirte,
y en
primera instancia;ser tu Escribano,
hasta que
me enamoren las Parcas,
y abandone
todo lado, y frente.
Förüq
Dos sonidos
mejor, que la sola voz,
que narra
empeño dictado,
era tiempo
insuficiente,
llegada la
hora,
llovía,
lentamente llovía,
en terreno
mojado desde
hace ciento
veinte minutos,
mi
escritorio gemía todo lo necesario,
dierum et
santuas,
Gloria al
divitia,
una tarde
venturosa,
algo antes
del día todos
los Santos
difuntos,
aquí en mi
yerto escritorio,
convencía
al Creador
mi alma en libreta,
que si no
me daba magnificencia exacta,
de
inspiración correcta le sacaba yo, el alma,
en magna
oratoria:
Leannán-Sídhe
te reza tu duende principito
abismal,
henchido
todo deseo conocido
y sin
conocer;
abro mi
corazón Señora hada,
estoy
creando para ti mi ofrenda,
para que se
retire al pairo lo que debe de allá irse.
Sobre tu
misterio,
honro y te
acicalen tu majestuosidad,
te escribe
el Hijo de la Luz,
oh,
tormento, pena en rogativa todo mal,
en entidad
multitudinaria,
que en
treinta y dos racimos me han tentado,
una mujer
de atónita escultura en belleza,
su porte,
vestido
azur,
tachonado
de estrellas granates,
como
guadañas en él bordadas,
sangrantes,
el cielo
llevaba en mano izquierda,
envalentonando
su corazón,
izquierda
corazón,
derecha
fuerza,
oh casto
Sol fierro,
era la
trompeta derribó las murallas de Jericó,
aquella
pequeña ángel armada,
tocaba mi
hombro,
en su
trompeta había un nombre forjado,
esculpido
como grabado,
NEC VINCERE
TENEBRAS, ET AMAT
Leí su
latín
que decía
Oscuridad no se vence, se ama,
en la mano
derecha aquella custodio,
sostenía un
papiro arremolinado,
me comentó
mi sentido, traspuesto
a mi
segunda oportunidad de servir
a dios sol
ferro LVGVS.
Fui
nombrado guardián la inspiración,
que debía
sembrar o depositar en cada raíz milenaria,
del Paraíso
Parnaso
devorado,
Olimpo
terrenal,
aquel
papiro era mi alma,
o llave
novena para poder seguir,
dando al
mundo poemas de mis venas.
Förüq
LA ELEMENTAL:
Sangre
violeta, cultivada
en el seno
de la entraña,
ese soy yo,
tu humor trenzado,
sin tejer
palabras yertas, por tus ojos
fundidas;
más allá de
la montaña,
y del eco
eterno de un tiempo desvanecido
en flor de
niebla y umbral,
inspiración
sin nombre ni apellido
tu demonio
tejido, un principio sin final,
en el sino
que me destapó poeta del viento,
nazco sin
destino,
destellos
fugaces por conquistar,
en la
entraña de la ola de mar.
II
Oh, reina
Hada del bosque de las sombras
de la
profundidad,
llegó el
suplicio dormido,
de
enfrentarse a la Quimera despierta,
del bosque,
al manantial de inspiración,
tus besos
sembrados de pasional almíbar,
suspiro por
ti mi amor,
elevada
conciencia de creación al albor,
soy yo,
eres tú un reino vivo,
de ilusión
, camino y beldad.
Para el
mundo, venas de humo,
para mí, mi
realidad tejida en uno.
Piel y
verso sin razón,
elevado
amor, sí, nacido del rayo de Sol,
para poseer
mi alma y corazón,
desvaneciendo
mi dolor
brotada mi
lágrima carmín de fuego,
hacia todo
el resquicio, del alma y su flor.
III
Pura llama
mi sentir,
a congelar
el hálito silente
muerta la
sombra del horizonte
soy ruido
en el alma que te acampa
quien te
besa llegada la una y media
de la
madrugada,
tú llegada
de un confín,
a habitar
mi pecho y espalda,
es tiempo
de desvanecer el miedo,
a florecer,
llegado el momento,
un mundo en
tu vena;
tu hada
fiel de la sombra,
Leannán-Sídhe
somos tú y
yo, presos de desvanecer
el latido
colgado al cielo,
de habitar
el recuerdo en ilusiones y sueños
ardiendo.
Förüq 2017
DULCE
INVECTIVA:
I
Venido soy,
ángel hermano
considerado,
vuestra es semblanza
de antaño,
tuya grandeza
y miseria
nuestra,
a tierra
que sin ti,
todo
envilece.
Me has
traido sé, con mano izquierda
quiero
cantar tanto, todo,
lo que me
envilece.
Enviléceme
hermano,
verme
Custodio sin Paraíso
ni corazón,
criatura hermana,
imagen es
tu hermosura,
cantar a tu
gloria un vil
desaire
tras costilla en dolor,
llanto
ungido de sangre,
enviléceme
el ascua dolor
y mi
tierno, terco sollozo.
II
Vil sea el
discurso de mi vida,
que su nota
tornan invectiva
enviléceme
amor bienes y fortuna,
ingenio y
favor,
míos, esa
honra que me engaña,
y perderla
sea cual
gran
hazaña,
envilece
ángel mis contentos
y alegría,
que llevo colgados
cada pelo,
envilece
esta música.
que su
estruendo es,
tanta
verdad de instrumento,
envilece
cielo, mi tierra
que piso,
sin ella
mi
Escarlata y alma gemela.
III
Tanta
vileza me sea chica,
enviléceme
ángel de luz
mis méritos
que han sido,
de tanta
vileza, ruindad,
rómpase ya
del alma
su triste
sábana,
goce su
pena el mal, su desconsuelo,
hasta el
casto celo,
remedia el
pan en su hornada,
canten
canciones.
Me pregunta
afligida
¿Quién
puede dar, cuando no existe salida?
No basta
poder, toda gloria
siembra
rebeliones.
Förüq y
Leannán-Sídhe
TRIARII:
SONETO APTO:
19. CRUEZA
SEMBRADA:
Amándote
ferviente, nueza llama,
presa
amapola en sangre se quedó,
sonriente
aurora, veza la heredó,
tu corazón
alqueza, fuerte se ama.
Renuevo
esta mi sangre, pa' ser rama;
Veraz la
rosa, amor siempre alegó.
Al latido,
su beso le ofreció,
la flor
abierta en agua se proclama.
El
estambre, súplica nocturnina,
piel
acaricia, ya brindó mordaga,
su gineceo
blanco, sanjuanina.
Óvulo y
ataraxia, adreza aciaga,
tierra,
anclada la doña saturnina;
Germina
fértil vientre, enhiesta briaga.
Señero quieto:
Linde abierto sembrado por Dioses
de plantas
que sólo ellos pusieron
y que ven
exclamar su muerte
de silencio
gritado
lentamente
las estaciones.
Es este
campo que vive lejos
con señero
un señor de
señores
amor de
silvestres,
es
encargado de ver en flor
sus amores,
vence que
atraviesa
sólo su
mirada,
un jacinto
se yergue
de azules
botellas
sus besos
de rocío matutino,
matutinos
gritos postrados,
con el
hervor que reverdece las tierras,
de cal y
tierra arenisca,
de arcilla
al barro,
de la
pizarra al risco
de granito,
es una vida
mi estatua,
dulce, risueña,
sembrada,
albores
cruzados crepitando,
mi nido de
grama rehaciéndose,
entre
luceros anclados,
arriba mi
barco
estos
océanos y mares
de tierra,
que todo lo
rige
su materia,
desnace el
tiempo
abriendo el
brillo de mi falcata.
Fiera de
fieras
yo soy la
fiera,
desde las
piedras
a esta mi
hoguera.
El
Castellano
26. DESTELLEO DE ESTAMBRES:
Eran de
noches eclipsadas
un fértil
embrujo de sangre,
en los
jardines que el aura gasta,
y sus notas
de clarines reverdecidos,
un poema me
alzaba la dicha,
entre gatos
relamiéndose el hocico,
se
construían torres al clamor
y su
trasiego azulado,
serenidad
en rostro de mi aljibe
preñado,
sueños y vicisitudes alumbraba,
escalinatas
al sosiego mañanero
que todo
avanza.
Incólume,
ferviente desdén
entre
flores granates de sangre,
era mi
sueño cojo abajo los años
que
sembraban patios sin flores
sólo de
versos, al menos eso.
Un beso sin
mares de boca,
una caricia
sin pieles erizadas,
una escala
al infinito horizonte
sólo para
observar quieta mi desquicia,
como espina
que sin rosa no se afila.
Fulgores
efímeros, inusitados,
en
superficies de charcos migratorios,
era feliz
mi tordo rutilante
de mi
jardín, en el que lo pequeño
es
jactancioso y todo rige la ley suprema
de la
belleza desnuda,
con tez de
arcilla dolida.
27. GOLONDRINA DE METAL:
Una
golondrina de metal en el pecho,
tiempo
voraz, chirría en los bolsillos,
sin beso ni
susurro invisible,
sol ya se
blande imperceptible,
dirige tu
boca el ruidillo
que más no
me vence,
regazo sin
ti no pido,
tierra,
dolor, puede;
aquí sombra
ya sueña
mi líquido.
En humedad
alza tu nombre,
poema solar
acaso no llora
mi luna
XIII,
otro
corazón ajeno pido,
gualda
sangre
ruborizan
mis fieles caléndulas
por osarte,
despacio
como se cuelga
la luna de
una pestaña,
aletea mi
golondrina oscura de metal,
silencio
pronto es lágrima
ríe mi
cuclillo.
Es repleto
este humo,
casi vida,
casi color líquido,
casi filo
proscrito,
fondo,
agua, calma:
borde de tu
cardo de dama.
tus labios
de olvido
arribaba.
Tu forma
núbil
casi
ignorada
en el poso
de precipicio
particular,
osamenta de
este guerrero
de luz con
mirada fija
a incendiar
abismo
de
sortilegios
y código
sembrado
en luchar,
y morir es
y sea privilegio
de beso,
de ser
carne y sangre de tierra.
66. HONDO CREPITAR:
Voy por tus desangeladas, profusas luces.
Hierro que
me tiembla la osadía,
oxidado
resorte candente,
que
afuello;
relamen
linces del tamaño
tu
dispuesta ternura.
Hirsuta
ciencia tu tomo de tierra.
Acristalado
vence marea súbita
de ojos
realizados;
mi espada
no luce marchita
afila
latidos de mi corazón
ignoto,
ante tu ser, casi desnudo.
Orando
llegue revelado momento
de aspados
dientes
y destellos
secuaces.
II
Aruña mi
tierra una vez más
como un
grito en la vena,
como un
gemido perplejo
que brilla
el tiempo,
que empañó
tus vidrios
líbicos,
atemporales,
dispuestos,
sin margen,
sin curva, ni acervo.
Saliva en
aljibe de hondo deseo,
exasperado,
irisando crisoles
que jamás
marcharon;
beso y
muerdo tus orejas malvas
profanando
tu blancura primorosa,
en tus
piernas gemelas, semi-abiertas.
III
Mis
violáceas hojas marchas
raíces que
maúllan mi calma;
profundo el
zarpazo de amor
que me
afliges.
Osadía
acariciarte en destelleo
entre vela
y candelabro
avivado tu
hornillo de espejos
que
supinan.
galvanizada
garra llega
a arañar la
puerta;
rumor de
fiera vespertina.
Solo ante
tu sosegado
siempre
azul violín
que la
humedad
de tu
floresta,
nunca más
virginal,
entona.
67. PERPETUO DESMÁN:
Fragorosa
fuente
de hondas
sienes
punzantes.
Corrompen,
bullen,
la tibia
agua de sangre
cándidas de
tu mirada
hastiando,
rejuveneciendo
el infinito
enturbiado
que el
cielo sostiene en tus cejas.
Flagra,
flagrando
viene
marchando
vaporosa
suerte
entre sotos
perdidos
de joviales
tapiales.
Suya, suya
era la muerte
como plato
de cena
siempre
resplandeciente,
abría su
baraja
un helor de
diciembre.
Apocando
consentida
fuegos de
tres avernos
que ceñían
la nieve
de sus
piernas
sin desmán
gemelo.
Derritiéndose
como llama
en el hielo,
recodos
ocultos
y su
murciélago señor
en tules de
carne vestido,
granate
como brillo de rubí
le marcaba
como seña sin fecha,
ni
indeleble senda,
era hijo
del acero de su mirada,
endoselaba
su sentido
como el
soñar
y reclamo
de las flores
para ser
simientes.
Grazno
encendido de cada roble
caminaba su
destino hiriente,
horizonte
que se estiraba
y sonaba
con lluvias que taladraban,
como
soñaban los campos.
Apacienta
su visión serena,
oh, rauda,
pura flor
abres tu
hastial
como se
desliza la primavera
entre tus
dos montañas,
que velan
que aguardan
sin franca
ni verja.
Eres mi
vacío perplejo
que quepa y
florezca mi sangre.
Mar que
inerme
quiere
llenarse
sin libro
de esencias
ni oscuras
tinieblas;
quise ser
dueño del aire,
alzar
vagarosas ilusiones
como fieles
pilares,
castillos
que nadie tumbase,
pude ser
siempre
y hoy soy
lo arado hasta la fecha,
mortal
acicalándose el alma
que será
siempre.
68. VIDA TRUECA EN HERRUMBRE:
A este amor
de la
lumbre
mis ondas
líbicas
flamean,
esparcen
los aires,
en angosta
luz
intangible,
solamente
maleable
por la
sombra que se agazapa
y abarca mi
propia torre,
luz en
acorde de un fuego solaz,
irascible
en roce de fuelle.
Quién
amante de su espejo
silente,
umbral acrecentado
en lapso de
este tronco
que vaga
que forma
mi cuerpo.
Incólume
desdén
azaroso,
flagra que
vence
que guarda
sombra en su bolsillo.
Al
relámpago de idea
me alzo
asigno
sentido
a morir
en el trazo
y zarpazo
de un
verso.
Crestea en
raíz oscura
todo lo
sentido
más que su
lengua de fuego azul.
Luz fuera
en
simbiosis
del señor
padre
Rey de
reyes
padre
celestial
único al
hervor de estrellas,
Rey lucero
Rey Lorenzo
de días
que él
manda se tejan
de fotones
en estampida.
De rocíos
que cabalgan auroras de tierra
y savia
regentada.
Mi dios
entre dioses
¡Oh Lugh!
Padre
perfecto sin comienzo,
maestro,
dueño de la esencia de todo arte.
Guarda mi lugar
de tu
soldado Förüq
cuervo de
tierra
guerrero de
los tres umbrales,
vine a
dejar mi hueso
no me
esperarán vivos si vuelvo.
69. SOL CRECIENTE:
Destapa mi
tiniebla pura, tibia, serena,
Sol
refulxit umbra refulgens,
noche que
tus luces breves
duermen el
sosiego del asfalto,
plomiza, la
música de tus ojos,
funde sus
calores mi niebla matutina,
Sol de
trece estrellas
acoges tus
lenguas de amores,
fuegos
irisados a siempre reinar,
el camino
de la vida,
y sus
fauces sigilosas descienden,
camino de
esta bruma
que el
mundo extiende,
sin nombre
no te busco,
te
encuentro, en la cumbre
de toda
montaña,
en la
concavidad de tu luz que entraña,
desvelo del
despierto fundición de mares,
nacimiento
de desnacer nos alumbre,
la vida de
la solaz muerte,
amor
flagrante de lumbre,
vestigio en
ascua sin final
ni honda
luna secuaz,
odisea en
parajes de temprana escarcha,
oh sol de
soles
¿Por qué tu
osadía de seco tajo?
el nervio
de mi ballesta tensa
mi Dios sin
nombre sepulta
y aviva mi
grana brasa,
la tierra
cruzará un día tus fuegos
azules
despiertos,
tumulto de
quien te vio castizo,
el tiempo
se fuelló,
brotaron
entrañas de la tierra
sombras
densas que apabullaron,
sólo las
golondrinas danzaron
y las
mismas espinas me arrancaron
el corazón.
Sobre la
grama viene a descansar.
110. CANTA MI SANGRE YERTA:
Mi sangre
yerta, obra completa
III
Mi sangre
yerta esquiva, humeante;
canta mi
sangre yerta, granate,
el hierro
de mi tierra por sembrar,
canta la
amapola vieja, desvencijada;
sangre del
corazón carmesí, rubí excelso,
granate
lustre postrado.
Sueña mi
semilla despertar mi sepultura efímera,
donde el
muerto cave su vida,
y mi cicuta
triste, desprotegida
enraíce el
paraíso
de pieles
sedientas y bocas sobre una araña;
hojas
muertas, de mi vida escrita.
Corre mi
otoño desde la vereda a la rambla,
corre mi
frío desde el infierno
al río de
flores desangrado de esta alma por ganar.
Encina
yerta de mi piel esquiva, flamígera
beso de
tierra y vid dorada al beso;
beso de
trigo y girasol,
de cuchillo
de espiga mi cante,
de zarza y
espina mi amor
real como
intangible, áspero y rígido,
bravo y
valiente, duro y endeble,
metal y
simiente.
Pan y
niebla, bruma y cal,
mi carcoma
sedienta,
niebla y
bruma me desprende,
desde la
boca hasta el pecho,
donde canta
mi pasión sin despecho,
vive esta
sangre caliente,
lumbre de
mis tocones,
nube del
cielo por dibujar,
a estampa
de sed y viveza por entrañar,
canta mi
umbral,
quiere
tener soles y lunas sin gemir,
invierno
llegas,
dibujando
transparentes los miedos,
avanzas
cada campo sin permiso,
helando
hasta el sentido despierto,
oda de mi
sangre yerta, humeante, dolida;
por mi
tierra me arde la siembra,
y el beso
queda escueto,
parco lo
sentido enamora el hálito,
quién te
viera marchar,
vestida de
olivo y centeno,
de olivo y
cebada,
de trigo y
espada mi guadaña,
por la
calma abrasas la esperanza,
en
maldición cantas tu canción,
y los
cuervos te rinden pleito de negra ala,
de grazno
escondido en cada roble,
desde la
piedra a la cueva
abrasas
oscuridad mi entraña,
dibujas tu
vívida estampa,
donde el
tiempo yace muerto,
y solo las
sombras te entienden,
solo las
hojas buscan su nueva vida,
deste
sembradío de niebla me avanzas sin piedad,
la dicha y
el reflejo por ganar,
desde mi
tierra encendida, hasta la parca bonita,
desde el
cante a la maraña,
te canta mi
vida quieta
este amor
de la mañana
en tu
pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,
suspira el
rojo,
quiere ser
río de alma y arrojo,
quiere
nacer abrojo,
el espino
mece la espina de mi antojo,
y la
amapola amarilla,
sólo ella
abre a la gran luz,
horizonte
de mi piel que quiebra como ayer,
enamorado
suspiro de frío,
enamora mi
hielo,
donde
duerme,
donde
reposa
el amor de
mi sangre yerta,
flamígera,
apagada
dueña de mi
luz y de mi sombra,
transmigrada
a la espera,
de caudal y
cauce sin igual,
viviré
siempre yo en su siembra.
Vespertino
azar;
Sol de mis
soles,
era él
hálito transparente,
vida de una
vida en gota de agua.
Avanzo sin
calma
mi
existencia en un papel,
hoy no se
venderá
al postor
rendido.
Verá el
tiempo
que no pudo
conmigo,
ni
desdoblará clepsidra
de mi metal
furtivo.
Brotando mi
credo,
abriendo
tierras,
con orgullo
del fulminado ayer
que se
escapa en mis manos.
111. ETÉREO TU SOTO DE ALMA:
Halo
umbrío, vespertino salmo,
estela
naciente en pulcra unión,
cómo dos
rocíos se forman en la flor.
Pacto alado
mis falanges ensalman,
es por ti
que se abre el portón verdadero,
camino en
oración del semblante perdido
y ese por
conocer.
Orando por
mí mismo,
se abra el
yelmo,
y mi cauce
sea río de arteria,
en aleteo
fugaz prometido,
que
encarnan tus maderas,
reflejas
piernas.
Recta clave
de unión,
soterrada
mirada,
sin conocer
ni alzar te amo más,
pletórica,
onírica mar
de tu
efímera, socavada entraña,
por donde
flores aguardan
echan
ancla.
Última que
es primera espada
de aliento
y mi yermo,
te enraíza
como primor embelesado,
turmalina esencia,
mi soberana
musa cristalina,
mi arpegio
entonado
en lira de
mi carne,
mi índigo
sollozo,
por el que
nuestro castillo esbozo,
primogenea
verdad,
sombra de
idea,
hilvano,
trenzo mi zarpazo.
Limaré el
viento de nuestro deseo
ya se
alzará nuestro reflejo
el mundo en
un pulso de espejos,
umbría
latirá nuestra caricia,
cuántos
hielos murieron,
mi doncella
escarlata,
los dioses
dirán el tejer de nuestro destino,
pertinaz
fuga de tu ramaje
por rauda
estela que arde.
Dirán que
hoy vine a verte.
Si acaso
estuviese vivo que no niego,
morir por
dentro es como nacer dos veces
y mirarte
para que la belleza
de lo
bonito que tú colmas
desde que
el tiempo
me nombró
tu fiel sucesor,
de a tramo
y trecho voy manando,
abre mi
solaz llaga de tu azul
que quiero
fecundarlo,
besando tus
flores que entrañas,
quimera
despierta
Ostara de
mis nocturnos parajes,
vengo a
quedarme
necesito tu
verbo alumbrándome,
quizás
quiera amarte
algún día
para siempre.
Aunque yo
Castellano llegue tarde.
112. TIERRA
EN EL VIENTO:
Ingrata luz
sucumbe,
termina el
día.
Yunque
profano
en el
padecer abierto de junio,
porfiada
tinta
un ascua
candente,
estridencia
recta
del acento
de tu boca.
Fuí de un
mar hasta otro albor
buscando mi
yermo.
Le creí
inmutable,
lleno de
sueños,
viajé
cuantas primaveras
regalaron
mis ojos.
Tapia de
nadie
donde te vi
deshojándote,
donde todo
se alza fluyendo
imperecedera
parecías,
alumbrada
musa de mi carbón.
Nada se
alza,
todo es
vano.
Como un
buque,
como una
marejada,
como una
febril tormenta sorda,
como
relámpago en mitad de tu carne
como el
gris
que fue
lluvia de nube,
al fin en
tierra
me marcho
como las sombras,
deberán
recordarme amada
que tú,
crisálida cristalina
nunca
marchitas.
FÖRÜQ
A ELLA:
Voy por una
aurora pastora,
con cuántas
rosas se peina Galatea,
alzo astros
sobre su vertiente azul,
remolinos
verdes entre hojas y flores
arrebata el
tupido otoño,
ya en
invierno contesta su sol cansado,
de eterno
llanto se viste la primavera,
para
enervar de su tierra brotes y espinas,
su acento
que acompaña virtudes sujetas;
de libro y
dedo en destino,
mi
sempiterno don,
fúlgido
temperamento airoso
en amor de
lecho y afecto acompañado,
oh sol
negreando mi porte,
una tarde
lluviosa
sobre mi
empero,
arrobadas
sierpes eran ya mis vellos,
amistad que
procuras arremolinar
mis aojos y
perennes males
te contesto
no seas rápida ni fugaz
sólo sécomo
goces a mi vera,
de
tormentas conmovida
y locura
del ansia mía,
de lunas y
oros nos quedamos,
como
desnudo imán,
afilando su
polo oscuro diamantino,
oh
compañera mi alma de hoja
no
retrocedas,
no te
arredre nunca quiera robarte una palabra,
extenso
poder
de corazón
que aflora y te nombra,
no habrá
juramento vano,
ni poder te
torne ni otorgue recuerdo
de quien
apuesta su vida,
y destino
bohemio,
a encontrar
en ti lo que le tejió la Parca hilandera.
Förüq
TRANSPARENCIA
HABITADA:
Aquí me
quedo sin casa, sin pudor,
sin
vergüenza, sin intemperie,
sin
descampado de viento, otros sones
no me
tientan, sin cuerpo,
sin mi
transparencia violenta.
Me quedo
porque contigo lo tengo todo
y lo ajeno
se difumina a otro tiempo,
ausencias
habitadas, opacas de otros seres,
que dejan
huellas perecederas.
Ya no sé a
qué sabe una flor con tu nombre
ni si el
viento pasa y se despide.
El
sortilegio del destino se va cerrando,
y sus
espadas como cuchillas de dientes
que me
ruedan sentidos que a ti me ligan.
Avanzo sin
permiso
los campos
de abrojos
y cardos,
se agrieta el sendero
yo al
timón, del sentido de vida osada sin despedida
por esta
vez,
las
condenas siguientes
no alcanzo
a imaginar.
Solo quiero
lluvia precoz que reviva los charcos,
seguiré sin
elegir nada
mi destino
hinchándose,
como
cebolla un día en agua
como
apartar la vista
y seguir
viéndote,
no quiero
más vidas que sin la tuya
todas me
parecen inertes sucesiones
de difuntos
que no germinan.
Sólo suben
la escala.
El
Castellano a 2/01/2018
LLAVE:
Piedra-corazón:
No es una
piedra, es mi palpitar,
Su latido
cesó y en piedra cristalizó,
Ella lo
tiene en cuenco con agua,
A símil de
mascota que nunca muere.
Le sonríe
cada día, normal es mi palpitar,
No huye, es
piedra fiel a su amor.
Con
caricias sintió que palpitó,
Que fue su
inspiración, su amor y su dolor,
Pero en
piedra cristalizó, pudo darle calor,
Ya que nunca quiso mi dolor.
Esa
piedra-corazón fue músculo,
Pero murió
y ahora solo le queda esperar,
Esperar que el agua y el tiempo,
Le otorguen
musgo y sangre verde,
Que ablande
los cristalitos de su interior,
Y
resucitar.
Quizá algún
día cuando ella se olvide
Que es una
piedra, volverá su palpitar.
Pero yo ya
noté la ausencia
De vivir
sin corazón.
El
castellano
Rocío de
Sangre
Bitácora de
trabajo
Destello
Solar
Förüq
25/12/2022
ROCÍO DE
SANGRE:
I
Sobre un
rocío
en una
caléndula
vino a
reposar
mi alma.
sobre un
tiempo
que la
ilusion,
tornó
realidad,
me encontré
orando
en un alba
de ocasos
en un
infinito Solar,
era como
besar su letra
e Hidromiel
degustar.
II
El sabor de
bailar
con su
infinito a solas
afilar su
nota
y entonar
el trino
su
golondrina majestuosa
vivir para
volar
con ella
los siglos
que pasan y
no sonríen,
se besan.
Como soltar
riendas,
amarres, y
dirigir
un sueño
que cabalga
en atisbo
de lo surreal.
III
Cruzar el
derecho firmamento
fue ganar
su sonrisa
entre
mieles
de las
flores de Perseo
arrullar
sus ocasos
y servirle
uniones
y crisoles
fugaces,
rayos, y
capataces
de
estrellas y vorágines
sujetas,
era encender
su mirada
como
secuelas de
brillos
iridiscentes
al tacto
y abarcar
hasta donde no
imagina,
para protegerla.
Förüq
OSCURIDAD
GERMINA:
Nec vincere
tenebras, et amat.
Oscuridad
no se vence, se ama.
I
Azar
disuelto en viento;
vienes, te
lavas las manos
saturnales,
para
retomar tu color,
diosa en
horario
nocturno,
grande en
alas diurnas,
cuestan más
especias
que guiso
en final.
Granate
lustre postrado
a venal.
II
Jamás
vendida
sin apuesta
perdida
por mis
colmillos guerra al error que quise,
acrisolada
sombra de garabato
alzo mi
soleta
de buen
diablo en maceta,
oh, hervor
florido
y lunas de
magia prendidas,
acreciento
mi sed de ti,
un son de
grillos
perdidos,
no dispongo
de don de
gentío,
sí, redil
de carrasquillo.
III
Escúchame
crisol
de solana
luna,
planteo
nueva ascua,
de sentido
y llave
arcana,
indemne
yago,
que
descanso en mi castro.
¡Auge, mi
malva rosa!
Fulge que
desvencija mi astro,
era de
vanal inmundicia,
anisando el
astro,
lo habitado
en espejo,
dicha, uno,
dos, despejo.
IV
Con besos
por espigas,
y ángeles
habitantes
del vilo
noctámbulo,
ya lo digo,
no digas
hermana del
negro hilo,
que embebo,
y amo tu
intelecto,
espejismo roto
sabemos
desconociendo,
quien no
somos,
flama
afilo,
rutila la
acequia
que me
lleva.
V
Malva que
salvaguarda,
que hila
en patio su
araña,
se siembra,
que tiesto
apaña;
tu saliva
yo labro
que en
ámbar
encuentro
tu encanto,
atesoro, le
jabro.
Sí,
estampas en sangre,
resplandecen
que yo amo,
encumbrado
el son penal.
Vine de
abajo.
VI
Entre
fauces brillantes
y un
sarmiento de cobre,
sin
bombilla del sótano de luz
su penal.
Adjunto mis
honrados abrojos,
rebrote de
obscuridad
en el
arañal,
alguien
vendrá por mi simiente
para Rocío
Estelar.
Förüq
Esteban a 27/12/2022
FUENTE TU
ÁNIMA:
Virgínea
sombra casi tuya, casi mía,
etérea
cadena que amilanaba
a dos voces
purpúreas, purísimas,
albor en
simiente, franco,
inabarcable,
de esencia
en ascua
flamígera al tacto.
Lasciva
entre hondos secretos,
sierpe de
una mirada verde,
promesa en
ojos de rocío esmaltados;
romos
hierros en crepitar de albores
y ondas
extensas de inerme sostén.
Pulida
atraviesas mi tardío,
por sotos
de espuela
y carcoma
translúcida.
Tierna
sombra en transistor
me
desciendes,
en sienes
nativas de ti
océano
abierto
o tierra
madre sin numen de estela.
Coagulaba
yo sin fragor
cuantas
dichas tejidas me dictaban
su cruel
esperanza imberbe a ojos ignotos,
como aceros
ruginosos
en umbrío
páramo de monte
con bosque
implacable,
albo rizar
de sus enraizadas
espumas
verdes.
Heridor
azar de noche lisa,
por luna
espolvoreada,
escala de
un eco
que crujía
las ramas
de un
tiempo oxidado,
quiero tus
ojos sombríos
de luna
sempiterna
mi dama de
oscuridad tenue,
camuflada,
desangelada
abre tu
sombra
dejándome
adentrarla,
sin tus
hálitos
no vuelan
las golondrinas,
y mis
murciélagos
se recogen
del frío yerto
que peina
mi alma,
sangra mi
árbol
de este
horizonte palpable
mi caricia
en Sol mayor
que te
ilumine
y sea
certeza de fresca agua del azul
imantado
hasta
percepción, ilusión o vida.
Hereda que
transmigra, transmuta
mi sangre
malva.
Sotos sin
voz
de alaridos
en magnificencia
exacta de
este carbón y ascua de pluma.
El
Castellano
AUGE VENAL:
Un mundo
sin dolor,
mi dolor,
sin dolor mi ira,
ella quiere
hablar
sólo no hay
palabras,
para
describir esto que siente,
y yo lo
siento
es una voz
dentro mi alma,
es sangre
viva en mi mano,
todo lo que
no le dije brota,
la magia,
el fuego,
el valor,
coraje,
estoy
esperando su miel de silencio,
sin
aspilleras comienzo,
encima de
un blindado
mirando la
manecilla atronadora
de mi
reloj,
tres
disparos, tres segundos definen,
quién soy
yo,
honestidad,
confianza
cercanía,
usted lo es
todo para mí
estoy
cayendo en mi miedo destructor,
porque soy
feliz,
sí mátame,
debido es nuestra única diferencia,
jamás puedo
ni debo morir porque te amo,
y morir de
nuevo solo será contigo,
deja me
fusile tu parpadeo,
seguiré
dentro tuya hasta no haya fin,
resumo que
perdí venciendo su palabra,
su poder
angélico, me avanza, me domina,
quise
bajarle astros, luceros o estrellas
cuan otrora
llena el firmamento,
hoy por
ayer, mañana por para siempre,
si hago
balance
lo esencial
no se mira
se retuerce
y quiebra
el palpitar silente,
mi dolor,
mi fuego,
mi pasión,
sin dolor
mi ira,
era una
flor errante mi corazón,
ascua
invicta,
qué decir
mi luz,
lo siento
amada,
mi luz no
se apaga.
Förüq
Esteban er lobo bohemio
EL PROTEGIDO:
La vida se
pasa mejor en compañía.
Vida en un
día que seré espada.
Oh adorable
melodía.
Cierto,
como que el miedo
hace nula
la valentía,
y que el
cobarde puede por este volverse fiera inmunda,
y que el
amor llama al odio
como que
sin oscuridad,
nunca
habitaría luz,
venga que
estamos libres ya de utopía,
en
polaridad, en tiempo, visión carga sobrenatural,
te invoco
mi pequeña ángel,
dame mi
poema vestigial;
que haré
cima, como la hace el amor que siento por ti
si mi
persistencia llamó al coraje,
y el pavor
a mi resistencia avanzo desnudo,
oh
Valhalla,
soy tu
protegido,
oh Sol mi
padre,
cuando todo
lo que creo me defiende,
mundo teme,
se descarnó este elegido,
este
protegido,
cuanto yo
creo es mi fuerza,
por eso
creo en ti,
oh luna de
mis relojes,
sea mi
amparo en la lucha,
sea mi
densa niebla,
oh, saepe
mecum,
al primer
paso, sé invencible de ti misma,
al segundo
paso ama lo que tienes, nunca se irá si tú quieres,
a la
tercera zancada incendia lo que te duele,
haz llama
sinfónica todo lo que intenta dolerte,
el mundo no
se hizo para detenerse,
tampoco
brebaje existe para evitar su azada,
el
protegido no teme en virtud de su poder,
no hay dios
ni diosa, brujo ni bruja, capataz, ente, ni nada, pueda frenarle,
nadie es
más fuerte que él,
hoy viene a
llevar este manuscrito de sangre,
en tres
pasos:
Amar,
Admirar
Defender;
a fuego
garra y letra invoco al tercer orden y lugar a mi lado,
AERE
PERENNIUS,
en placer y
longevidad extensa
oh
advenediza siembra
imploro que
alzo tus cauces,
sonrío al
infausto,
sonrío al
impío, que nunca midió adversario,
para
planear lucha,
hemos
llegado del averno,
quién nos
ha de detener,
Fe, razón,
sensatez
oh Sol
invictus
mi
escudero.
Si la valía
de un hombre
se mide por
su fuerza
de sus
palabras nobles...
Calor se va
con frío.
Calidad
llama a mediocridad.
Balanza es
equilibrio,
suerte no
es azar
porque hoy
corroboré tu mentalismo,
cada ser
solo obtiene lo que merece,
bueno, malo
y extraordinario
principio
de causalidad,
gracias por
creer en mí
y que sin
nuestra historia
no sería
capaz de romper el suelo
a cabezazos
por luchar por lo que amo y quiero,
Uno que no
conozca tu cercanía,
bueno
intento conocer tu desempeño
y virtud
para poder pulirla juntos,
como es
arriba es abajo,
Suerte
igual a pena,
lucha de
contrarios
que en
naturaleza invierno hace verano
Y otoño
hace primavera, ya lo dijo alguien,
Sin
masculino no hay femenino se llaman
Y conjugan,
ni mil
máquinas podrán hacer una flor de luna como tú.
El hombre
nace, ama, lucha, y muere,
nací tres
veces de nueve madres,
te amé en
todas las vidas que nací.
Luché y
seguiré luchando
cada siglo
que empieza nuestra condena
a amarnos
eternamente.
Bajo
colmillo, sed, hambre, deseo, rabia,
maldición,
querencia de liberarse,
y la razón,
cada vez
nací para encontrarte,
y poder
decirte Lunamar yo tu Sol
siempre te
admiraré.
Así como lo
caduco del ser
llama a lo
perenne divino.
En un
tiempo pasado indeterminado,
que queda
hijo de niebla y sangre,
él estuvo
allí combatiendo,
una
protección otrora tan tangible,
que se
dictaba entre castos dioses,
que los
animales le prestaban sus miradas,
de ser
valido el Creador Universal,
pocos saben
su origen,
nada
cercano a él, Protegido, que sigue vivo.
Förüq
er-lobo bohemio
ALMA EN
LIBRETA:
Manantial fulgente de inspiación
tu mirada
tierna sin compasión.
Matices de
esmeraldas tu
pupila
enfrentada con mi pupila.
La
golondrinera el aroma
de tu piel
frágil y esquiva,
con sus
amapolas amarillas
el color de
tu pelo.
Un piropo,
el suspiro de mi amor.
Que corre,
que escapa y vuelve,
el
cosquilleo.
Tu boca con
mi boca bebiendo
del mismo
agua del deseo.
Tu piel con
mi piel avivando el fuego
del
sentimiento.
II
Resplandor
de auroras en los recovecos
donde se
refugian mis ilusiones en mi pensamiento.
Tu tez
conoció mis manos,
y mis manos
te modelaron
para su
recuerdo.
Eterna
batalla a la noche cuando noto
tu
ausencia, la noche que galopa y
yo con
palabras sufridas de nuestra vida sentida.
Ahora hay
felicidad entregada,
con besos
escritos
y roce de
nuestros cuerpos.
Me enamoré
de la vida, y nada me falta,
porque todo
me llena.
Te volviste
a pasear por mis sueños,
y en sueños
nos reconciliamos.
Vuelve a mí
el dulce Tormento, para
vivir
soñando con tu corazón,
y amarte
soñando despierto.
III
Si el cielo
se cierra
miraré tus
ojos,
mi corazón
te dirá,
que seguiré
a tu vera.
Si mis ojos
se cierran,
quiero
tenerte cerca,
para coger
tu mano,
y sentir que no eres un sueño que perdí.
Si
despierto te vivo,
soñando te
sigo amando,
cogiendo
cada estrella en una letra
para ti, tú
la más bella
y el firmamento se cierra sin tu mirada tierna.
Mi deseo y
mi motivo para acariciarte.
Pasarán
Lunas pasarán Soles y el sueño,
volverá,
con cada latido tuyo.
No te dejo
una flor te dejo las semillas,
los frutos
d' este amor.
Porque en
mi jardín sembraste belleza y bondad.
Porque me
llenas de verdad
puedo
describirte como mi vida giró a mejor
con tu
sonrisa clavada en mi mirar
y el calor
de cada letra tuya sentida
te quiero
de verdad.
Förüq
Gran luz,
sórdido
plano, tu mirar,
amarillo
brillo de tu amor,
como fuego
en sangre amamanta
tu belleza,
en rectitud de balanza
luz de tu
esencia,
brillo en
tersura de espada,
sangre de
fuego diestro
en tus
venas cauce de alma
de vida en
color,
mas atada a
tu tierra,
solitaria
de impronta serena
de tus
páramos,
amapola
amarilla
de montaña,
cumbre de filo
en
solitario nervio eléctrico,
reina hada
del bosque
de las sombras,
en tu
despertar mi luz quisiera llevar;
iluminas
espíritus olvidados
como
cosechadas esencias,
del corazón
más profundo
del bosque
umbrío surcas.
Mas tu
hermana sangrienta
roseta de
penitente
nace
debatiendo
qué color
vestirá su
flor de ocaso;
violeta de
reflejo
de luna
sempiterna,
manchada de
sombras
vestales
una ternura insurrecta
de amor a
la noche,
o rojo
sanguinoso
cual
granate hechizado
de corazón
de sangre
podado en
piedra bella
congelado...
Sea cual
sea
su manto en
revelación,
no olvida;
vestirse de
todos los colores
con el
negro más opaco como
tinta
azabache sobre papel
más puro,
de recuerdo
al fin
y el
resurgir, como el inicio
sin final
ni comienzo
llamaron
continuidad,
al
despliegue del pétalo amado.
Aún
sabiéndote
amante de
la soledad,
nuestra
compañera,
también
creces en familia,
de sangre
marcada
por
acequias que llevan
tu número y
orden,
tu insignia
recordando
que
quisiste tener corazón
y te ataron
a la tierra, oh, mi Hada;
hasta en
tierra muerta
creces,
para
aliviar tu pena
poco
necesitas,
tu belleza
alivia tu alma,
del viento
obtienes
tus
caricias,
de insectos
los besos,
y del
tiempo
el sustento
para tus semillas
de tus
urnas,
ciegas
nacen,
ciegas caen
a la tierra,
en la noche
de lluvia.
Un día de
primavera
a una
se le
ocurre el sueño de despertar,
pronto sus
hermanas
le siguen,
en belleza
de la vida
ves nacer y
morir,
espíritu de
reina
tu balanza
carnal,
tu entraña
amapola,
nadie te
odia,
muchos te
aman,
bendices la
casa si tú, gran luz,
floreces
amarilla
en la
rocalla.
Mas si tu
bendición
es ser
blanca y morada
das el
sueño
de la más
bella hada.
Si naces
roja y negra
das
tranquilidad y alegría
al espíritu
que en
guerra se encuentra,
si eres
roja
como el
carmín del deseo
tienes el
amor
del camino
que cruzan
las almas,
como tu
eternidad
en la
tierra
a la que te
ligas
y
esclavizas.
Quién te
daría ese nombre
de amor,
quién te
nombraría
desde la
antigüedad
planta de
la alegría,
quién
conoce tus secretos,
sólo quien
se funde
con tu
sangre,
quien ve tu
alegría
en la
primavera,
que te
cobija,
quien ama
la vida,
reina flor
te ve en la
tierra
y amada
musa tu belleza,
quién te
conociera,
quién te
conociera.
El
Castellano y Leannán-Sídhe
SENDERO
BRILLADOR:
Quise
honestidad,
como se
quiere a un sol de Julio,
el día mi
nacimiento,
tuve
pulcritud
en aspas
purísimas,
lo que la
verdad cantaba,
un Sol de
hierro nos alumbre,
y arda
inseguridades
como
temores existen,
no hace
falta preguntar,
sólo
afirmar
que yo te
quiero cuidar,
incluso en
los días más oscuros,
en esos que
no veas peligro,
ni de ti
misma;
vine
afirmando por cielos de arriba,
todo cuanto
yo creo
todo cuanto
puedo ofrecer
sin salir
malherido.
Era como un
inmiscuir recto,
sin molinos
gigantes castellanos,
quizá con
weches, de los soldados la tierra,
avancé
cordilleras,
avancé
sierras y sus valles espumantes,
todo lo que
vine a descubrir
que hay
posguerra inefable,
pasar a
segunda fase la lucha
porque
vivo,
y te esperé
desde que llevo estos ojos verdes,
de gato y
lucero que te sigue
hasta
encontrarte,
vine
buscando el azabache,
vine
buscando unos ojos madera de ciprés,
y no
desfalleceré ni vivo ni muerto,
hasta optar
iluminar su sonrisa
señorita.
Förüq
II
Cada día
miro el espejo,
todo lo que
dejo atrás,
miro el
peligro,
miro el
ocaso intangible,
mis
sentimientos como una piedra,
hoy en sus
ojos,
mañana los
dioses dirán
ella que
espera mi silencio
como néctar
ambarino,
yo con un
poder,
el poder
una sola voz,
todo bañado
mi silencio
que hoy
morderán sus labios,
mis
palabras en su mano,
brujo dime
cuál poder capaz,
cuál
energía quiebra mi honestidad,
sólo una
palabra
AMOR,
cuando
papeles me quiebran una lágrima,
sí vuelta
consecutiva,
mi alma
está hablando,
hoy llegada
la hora arderá la desquicia.
Si estoy
carcomido,
de entraña
a coraza en hierro montada,
protégeme
de la sombra
mi alma es
muerte,
no osa
comparación,
he
intentado acompañarte
y sabes
qué, que lo seguiré haciendo
porque
quiero preguntarte si deseas ser mi Musa.
cada vez te
he mostrado mis sentimientos,
azares de
fantasía risueña,
amadas
palabras que hablan entre ellas,
como mi
creencia sin ti se hace chica,
una tierra
rota,
donde mi
libertad al verte se suicida,
puedo
avanzar sobre el miedo,
lo cierto
me enseñaron a luchar por lo que quiero,
en asunto
concreto
has perdido
la guerra,
ganó el
miedo a ser feliz,
soy feliz
hay que
recapitular y rendir cuentas,
sendero
brillador
es llegar a
tu corazón.
er lobo
bohemio Förüq Esteban
COSANTES, EN
SANGRE ELEVARÉ MI CANTO AL CIELO:
I
Poeta sin
tiempo no expira,
Deirdre
palpitando siento.
Escriba
llaga lo antiguo
Deshaciendo
lo averiguo.
Deirdre
palpitando siento.
El
sentimiento es alado.
Vuelvo en
dicha desatado.
Deirdre
palpitando siento.
Miel de
dioses estado quo,
desangrar
rosa es inocuo.
Deirdre
palpitando siento.
Poeta sin
tiempo, alma expira,
Deirdre
palpitando siento.
II
Crece que
late amapola
Su sangre
enraíza roja.
Este el mío
corazón.
Vengo por
besar razón.
Su sangre
enraíza roja.
Vengo al
amar, por tu aliento.
Vengo a
morder tu ardimiento.
Su sangre
enraíza roja.
Fosa cava
mi azadón,
no era pena
era sazón.
Su sangre
enraíza roja.
Tierra y
sangre, la amapola.
Su sangre
enraíza roja.
III
En
horizonte sediento.
Deirdre
heroína mi dolor.
Hasta
llegar a las cimas.
Robé el
amor que amimas,
Deirdre
heroína mi dolor.
Ven amada,
liberemos,
quita
cadenas, volemos;
Deirdre
heroína mi dolor.
Del placer
entre calimas
envuelto,
pena redimas.
Deirdre
heroína mi dolor.
En
horizonte sediento,
Deirdre
heroína tu dolor.
IV
Al dulce
momento vuelto,
sajara
aullidos en luna.
De luz de
plata igualara.
Yo lobo
celta encumbrara,
sajara
aullidos en luna.
Yo antiguo
luz que cultivo,
Vine por
beso asertivo,
sajara
aullidos en luna.
Solamente
yo grande alzara.
Llevo
corazón en ara,
sajara
aullidos en luna.
De
adormideras envuelto,
sajara
aullidos en luna.
V
Las hadas
gimieron todas.
La raíz
grita, perpetua.
Este amor
eterno vale.
El dragón
verde sale,
la raíz
grita, perpetua.
Me
nombraron su escudero.
Rama roja
el duradero,
la raíz
grita, perpetua.
Yo espíritu
antiguo cale,
amigo del
duende exhale,
la raíz
grita, perpetua.
Leo la
naturaleza yerta,
la raíz
grita, perpetua.
VI
Ella me lo
dice, dicte.
Las raíces
gritan rectas.
Las hojas
se mueren recias.
El aire
asfixia herencias.
Las raíces
gritan rectas.
Los ríos
lloran sangrando.
Las almas
duermen orando.
Las raíces
gritan rectas.
Buscando
venganza sacias.
El ser
humano desprecias.
Las raíces
gritan rectas.
Depredador
asesina.
Las raíces
gritan rectas.
VII
Humano
asesina madre.
Todo lo que
no puede hablar.
Silencio
grita, maldice
y todo
muere predice.
Todo lo que
no puede hablar.
Este pájaro
de fuego.
Habita
espíritu luego.
Todo lo que
no puede hablar.
Demonio
hable, estigmatice.
Que habla
en poesía alunice.
Todo lo que
no puede hablar.
Idioma de
dioses fuertes.
Todo lo que
no puede hablar.
VIII
Flores aman
mariposas.
Como amores
imposibles.
Yo alcancé
tu alma y tu esencia.
Fundiera en
plañir, latencia.
Como amores
imposibles.
Y mil veces
más ardiente,
vengo
anclar mi descendiente.
Como amores
imposibles.
Guerrero de
complacencia,
el Ángel
dorado esencia.
Como amores
imposibles.
Sombras
luchando su lugar.
Como amores
imposibles.
IX
Demonios
convertidos ya.
Yo surcaré
el infierno yerto.
Y en la
muerte traeré ilesa,
amor nuevo,
será empresa.
Yo surcaré
el infierno yerto.
sentir que
tú serás mi par.
Aunque
tenga que destapar.
Yo surcaré
el infierno yerto.
A la
creación traviesa.
Escriba con
letra tiesa.
Yo surcaré
el infierno yerto.
Esta
amapola que canta.
Yo surcaré
el infierno yerto.
lit. C et
sumun canae,
Miles Dei
lumen,
Mea unguis
timor alum,
Mors erita
exora mea.
X
Tu amor ya
dentro latiendo.
Como la
savia de roble.
Vuelvo,
inicial sentimiento,
Vuelvo a
amarte sin el tiempo,
como la
savia de roble.
En este
lecho de antiguo
romance, tu
sangre bebo,
como la
savia de roble.
Mi sangre
te daré dulce.
Eternidad
en pupila.
Como la
savia de roble.
Muerte sin
cielo embebido.
Como la
savia de roble.
XI
Condena a
renacer libre,
En instante
eterno, muerto.
En segundo
estado bello,
de
transmigración de almas.
En instante
eterno, muerto.
En letras
rompo condena
Para yo,
ocupar mi lugar,
en instante
eterno, muerto.
Flor de
Odín caléndula era,
esposa de
mi Sol vivaz,
en instante
eterno, muerto.
Aun
mariposa en la vida.
En instante
eterno, muerto.
XII
Saber qué
flor encontrarte
Mi hada,
voy allí contigo.
Voy al
final, busque olvido,
veo, te
encuentro desnuda.
Mi hada,
voy allí contigo.
Mi caricia
te lo dice
Un te amo
por tu sonrisa.
Mi hada,
voy allí contigo.
Despierta
beso nacarado.
En instante
eterno, verso.
Mi hada,
voy allí contigo.
A verso
lanza y garra.
Mi hada,
voy allí contigo.
XIII
Rescato el
amor eterno,
nuevo en tu
corazón preso.
Fui, nací,
que agarré tu piel,
bebe
placer, vivo fuego,
nuevo en tu
corazón preso.
Tuve mi
vicio y el demonio,
quisieron a
golpes matar,
nuevo en tu
corazón preso.
Matar mi
inocencia linda.
Hoy he
venido a vencer, vida,
nuevo en tu
corazón preso.
Mi pasado
maldito, era.
nuevo en tu
corazón preso.
XIV
He venido a
aceptar a dios,
como fuerza
celeste, yerta.
Soy
rebelde; mi fe vive.
Hoy como
ayer luché eterno,
como fuerza
celeste, yerta.
Y tu calor,
tu amor fluye.
Tu rosa, tu
piel, tu seda,
como fuerza
celeste, yerta.
Tu bondad
pura, me besa,
Flores
crecieron invictas,
como fuerza
celeste, yerta.
Sol ilumina
oscuridad,
como fuerza
celeste, yerta.
xv
He venido a
unirme recto.
Como nadie
te ha hecho ser
Para
despojar al tiempo,
sus
ataduras febriles.
Como nadie
te ha hecho ser.
Eterno
morir en besos.
He vuelto y
el mundo hacer temblar.
Como nadie
te ha hecho ser.
Porque de
nuevo siento amor,
El corazón
siente fuego.
Como nadie
te ha hecho ser.
El alma
estalla en luz lisa.
Como nadie
te ha hecho ser.
XVI
El espíritu
habla fuera.
De las
sombras y te abraza.
La batalla
venida era.
De nuevo la
venceremos.
De las
sombras y te abraza.
A mí la
fuerza flamante,
A mí la
esperanza vivaz.
De las
sombras y te abraza.
A mí la
bendita luna.
Conmigo el
poder de dios Sol.
De las
sombras y te abraza.
A mí su
furia de fuego.
De las
sombras y te abraza.
XVII
Padre,
Conchobar Mac Nessa.
Como
serpiente antigua.
Eterno
viviré en tierra,
y cuando el
hombre se destruya.
Como
serpiente antigua.
Por
avaricia el mundo es,
seguir su
curso sin maldad.
Como
serpiente antigua.
Naturaleza
ilumina.
Los cielos
volverán rojos.
Como
serpiente antigua.
El cielo
llorará sangre.
Como
serpiente antigua.
XVIII
Los ríos
sangrientos lucen.
Y el eterno
resurgir, es.
Lo más
hermoso este mundo.
Es, paraíso
natural.
Y el eterno
resurgir, es.
Vengo a
amarte sin el tiempo.
Vengo a
crear en mi eternidad.
Y el eterno
resurgir, es.
Vengo a
caminar las aguas.
A romper
los hielos tersos.
Y el eterno
resurgir, es.
A fundirme
en fuegos, vivos.
Y el eterno
resurgir, es.
El
castellano Förüq
XIX
A
incendiarme apasionado ,
vengo a
destruir mis cadenas
y amarte
libre
como el
pájaro a su vuelo,
vengo a
destruir mis cadenas
yo pájaro
sin sus alas,
yo pez,
cortaron aletas,
vengo a
destruir mis cadenas
surcar la
travesía tuya,
en tormenta
tendré el agua,
vengo a
destruir mis cadenas
en tu
corazón sembraré yo,
vengo a
destruir mis cadenas.
XX
Ninfa mía
ven, conmigo
a esta
tierra de fuego azul,
luna mía
ilumíname,
amor mío,
sé mi amparo ,
a esta
tierra de fuego azul,
Dagda,
Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú, mi
amorosa Brigid
a esta
tierra de fuego azul,
elevar mi
canto al cielo,
arroparme
este fuego azur
a esta
tierra de fuego azul,
os pido
bendición,
a esta
tierra de fuego azul.
XXI
Cernunnos
caza al cazador,
Taranis
riega estas tierras
protege los
bosques quedan,
Epona diosa
alza y siembra,
Taranis
riega estas tierras,
a vosotros
con esta luz
que me
queda darme fuerzas
Taranis
riega estas tierras;
eterno voy
eterno muero,
sirviente
yo, guerrero antiguo
Taranis
riega estas tierras.
Los
dragones volverán a surcar el cielo
Taranis
riega estas tierras.
XXII
Serpientes
antiguas, llamo.
Estos mis
humildes cantos,
ya hacen
retemblar las tierras ,
rebrillarme
este amor siento.
Estos mis
humildes cantos,
amada mía
sé sombra
como yo soy
tu luz azur.
Estos mis
humildes cantos,
y la piedra
a su montaña,
como el
árbol a su tierra.
Estos mis
humildes cantos,
Ninfa, sé
mi amparo en lucha.
Estos mis
humildes cantos.
XXIII
Veremos,
nuevo amanecer,
la luz que
cegará todo.
no hay
miedo porque yo, te amo fiel,
aun ciego
mi amor es grande,
la luz que
cegará todo.
Como la
abeja de su flor,
no habrá
poder capaz, haga,
la luz que
cegará todo.
De tu
corazón, separar,
y aún tu
esclavo mi reina
la luz que
cegará todo.
Te haré la
mujer más feliz,
la luz que
cegará todo.
XXIV
Mi alma
seguirá el camino,
y eterna
tenerte feliz,
no
desampares el camino,
alza mi
fuerza en la lucha
y eterna
tenerte feliz,
y derribará
el mal en flor
que nos
quiso sangrar vida,
y eterna
tenerte feliz,
felicidad
sigue viva
como
amapola florece
y eterna
tenerte feliz,
te amo y lo
haré eternamente
y eterna
tenerte feliz.
El
Castellano y Leannán-Sídhe
FINAL
FLOR RAÍZ MI
CORAZÓN:
En este
manifiesto,
se expone e
incluye
todo en su
continente, u raíz de mi amor,
en el cual
se contiene todo lo que pude asimilar
a lo divino
y concepción de la escritura mi Musa o raíz salvaje,
desde mi
morar en Castilla su Campiña Mirador del Henares
río de la
localidad donde nascí.
Oh bosque
de jardín brillante donde yago,
asolando
verdades,
nunca
infranqueables,
sol de
solares que ilumina,
danza a mi
costado
y
espaldares,
viento del
Norte que lleva,
su aquilón
valiente
Oh padre
los vientos, mi padre,
mi amor,
duro endeble maleable,
vine y no
me iré
sin tejerme
Principito
valiente,
brillante,
de alta
Merced y luna una,
ese amor
mío bravo, ardiente,
moldura y
facha bajo yunque y celeste caracola,
vine
también andando soleares de Méjico,
su hoguera
y cuna,
designio de
dioses y auténticas pasiones,
desde la
tierra vengo
cosiendo
sentires de bronce,
y voces
milenarias su lengua,
rico no
fuere
si mis ojos
no tuvieran su conocimiento,
imberbe de
lustros,
y
quiméricos ángeles mortales,
mi divisar
desde efemérides
su sangre
de letra
que rompió
condena
y jamás fue
tristeza,
si no la
leo sentir no puedo,
costumbre
no es
pertinaz
constancia
abrir mares
y océanos
para
dedicarle unos suaves versos silenciosos,
bosque de
umbrío jardín,
es buscar
su alma,
me ampare y
devele,
somos los
designados,
fiel
designio austero
de que la
vida se pasa mejor en compañía,
redentor
sería si cambiase ápice de mi noble sentir,
vocablos
como únicas flores que acogen,
un mundo en
rubor
cruzar las
décadas animándola,
que no
merece un guiño
la dama
Escarlata,
merece un
beso de ojos,
cual década
hará de mi lectura
continua
desde 2008,
me
enseñaron a luchar por lo que quiero,
fe, hecho,
y condena
de que en
ella soy libre.
AWEN celta
(inspiración) a 13-02-2023
BITÁCORA
DESTELLO SOLAR
ROCÍO DE
SANGRE:
I
Mi Sol
alzado
del
poniente, al occidente,
bañada mi
senda de hinojo
por
escuchar el trueno
rojo, oh mi
torpe yugo
de beso
levantaré
medio
asedio nublado;
de vela en
tajo
mi verso al
Cristo
soldado.
Musa de
vestido negro
y de sombra
la saña.
II
Avanza que
tiembla
este
muchacho,
diez filas
pediste,
mercenario,
reales
cabales en caballo
te di,
rapaz de
oro en ala,
y falsario
deseo que pedí,
con
ejército de hinojos
lucho por
Castilla,
alzada en
nube mi lanza,
hito por
hito florece
el endrino,
su beso postrero,
a punta en
espada, ella,
cual flor
fiera.
III
Suave caos
de
quietud
estameña,
saco de la
tierra
la virtud
tronchada,
matinal
rocío en sima,
más
profunda
que el
murciélago
en vuelo
nocturno
a mi vergel
digo:
Memoria
embebecida
qué importa
si a ella,
amo.
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
I Hoja
Quién no
soy;
no soy
soldado, ni pacifista
ni gurú, ni
mago
trilero de
ilusiones,
sólo juego
con versos
de naipes
helados;
quizá,
puede, galantes ellos,
en
justicia, razón,
todo
ilumina, no soy
vengador,
ni adorador
los dioses,
amo el bien
común,
sembrado y al
mal
generalísimo, respeto
pero jamás
honro.
II Hoja
Amada
taimada mía
no me des
alma medida
y
racionada, vigor de fieras
enardecidas,
voy de ambición
noble a tu
redil
y guardería
de astros
humilde
como canta y trina
la
golondrina,
de fallo,
no regodeo,
ni inclino
menos al
elogio, amparo
por no
saber más mentiras nació.
III Hoja
Benigna que
tú eres
cátedra de
mar suave
y sereno de
Quimera
en mirada
que alento
nunca
espero su enfado
oh, cielo,
miel y almíbar
mis dioses
en stado quo
latidos me
requiebran
si me
diriges,
oh, mi
dulce verdad
escondida,
laberinto
de jazmines
imperiales.
De nocturna
sinfonía
tu frente
ni tu amor
me retires.
Förüq y
Leannán-Sídhe
AUGE DE ALMA:
Madre me
comentó
este sábado
moriré
que el domingo
reina
el Sol,
arriba los
cielos hay muchos reinos,
ninguno de
los hombres,
rezaré a mi
corona,
más de tres
mil máximas,
puedo oír
la grama crecer
más de kilómetros
hacen,
este
servidor los dioses
escucha
tronar el Ragnarok,
vientos del
norte me llevan
me llaman,
paganos y
serpientes antiguas
arriba mis
arcanos,
ecos del
silencio
ecos del
silencio en su profundidad,
viento
fuerte acoge
alza mi
espada zorro,
una
llamarada en vena me sucede,
adiós diré
a mi seguridad,
en boca mi
acero,
ni
centenares de hombres
arrebatarán
mi destino del mil centauro,
primero en
pie
último del
signo,
que hábil
quedará.
Heimdal
dice un
hermano la sola sangre
se alza y
nada queda indemne,
cuervo
blanco en hombro,
crascita
oh valhalla
tu momento ha llegado,
el dorado
palacio será tu lecho,
el titán ha
despertado,
oh Miles
dei lumen,
guerreros
la luz marchemos
asignados
al nuevo ocaso,
sobre
designio yerto dancemos,
Frida mira,
tus ojos son míos,
destino
sólo habita el corazón,
la múltiple
vida es suya,
me elevaré
quieran o
no quieran,
una sola
arpa mi mano,
Odín soy tu
ojo escondiste,
no más
primaveras
pintarán el
despertar
de
golondrinas envuelto,
he vuelto a
ti,
y este
sábado
me dijo
madre
cenaré con
Musa en el Valhalla,
la Valkirja
no estará celosa,
su amapola
de runa traigo,
que mi
designio
está claro,
relampagueando.
Förüq y
Leannán- Sídhe
INSOMNIO DE
AMOR 2008:
I
Mi soledad
sin descansar
soledad de
ángel sin alas.
Ojos
menudos de este cuerpo.
Ni cierran
a la noche
ni miran
otras albas;
de lados, y
resquicios, helados,
se miran
entre ellos,
fieles de
la gloria perdida,
entre
lágrimas fugaces
su vil
fortaleza
allá donde
se alejan tranquilos
sueños y
simientes
fardos, un
mar de tierra
recolectada,
sueños de
trece tractores
y una ciega
cosecha,
entre la
tierra por labrar.
II
Miro un
norte de metales
y peñascos
bordean
las piedras
y aperos
de
labranza,
no se
cierran estos ojos
de noche,
ni miran otros
lares de
peñas y sobornos,
oh, mi
dulce sueño huído
donde se
alejan tranquilos
miedos y
sueños
como
fértiles erales,
y sombras
densas de parral,
navego esta
tierra.
Espigas,
dulces testigos
mi alma
herida.
III
Miro otros
lados
de orugas,
y esparto
entre la
niebla, pinos,
caracolean
el bajo cerro
y
sotovento, entre fiero
acre de
vides entre escarchas
grises, mis
ilusiones,
limpias,
imperecederas.
Tierra,
insomnio eres
de amor,
simientes
escuderas
y ajos de
esperas
entre
patatal anhelante
una
noguera.
Entre
perales.
IV
Soto
verdecido de almendros
allí, un manzano creció,
limpio y
duro cual melón,
mordiente,
mis ojos me velan
un monte, y
un melocotón,
crují esta
sangre de hoja
como vil
sandía.
Despliego
estas cartas
de mi
corazón;
el insomnio
del agricultor sin azadón,
del jinete
sin corcel,
el insomnio
del bohemio
sin poema,
y sin naturaleza yerta.
V
Sin tierra
y sin tractor
un tiempo
herido sin apero,
un seco
sabor.
Mar de
tierras heladas
dura
sangre, dura savia,
y sin flor
ni temor;
viendo el
conejo,
pasearse
por el campo cultivado,
maltratado
por el tiempo
y la vida,
la pena
ocre brota
cual raíz
empedernida,
oh, de
noche seca y umbría
contemplo
mi cuerpo desnudo en penumbra.
VI
Pasa mis
nervios,
con gozoso
frío el arco,
de lunático
violín,
criqueando,
un sí bemol
transparente,
de lucido pio,
entre
perdices
y sus
perdigones viajeros,
sus
fantasmas cantaban
con
delirios de agonía
mi
sinfonía,
hiriendo
hasta el ansia
mía,
sentado en mi trilla,
no veía, ni
vergeles
ni oro en
fardos,
oh tierra,
los duros somos
de ti, como
el resto ceniza es.
VII
Va mi surco
hendido
que divide
un confín
de otro
confín, y pregunto,
por qué no
brotas
toda
simiente antes
se la coma
el importuno
pajarillo
piador,
voy camino,
miro el albor,
es puro mi
amor,
cual rambla
desemboca
en terco
aljibe mi honda
ilusión,
estoy
quemando mi adiós
porque te
volveré
a sembrar
de simiente,
mi parco
amor.
Förüq y
Leannán-Sídhe
LENGUA ESTELAR:
I
Miro y veo
el vidrio
intentar
perderse a sí mismo,
de
irrefutable saber
hago parte
e inciso
que si amas
cuidas
semejante
cuestión;
el tiempo
giraba como
veraz
trompo extasiado
un día osé
que alcanzaría
que sí,
todo anhelado
se obtenía
de un disparo
osé tres
disparos hacían uno,
verte,
quererte, cuidarte,
mi ente
sólo entonaba lira
en pluma, y
alas un Paraíso.
II
Verte de
frente a espalda,
no fue
funesto ni devenir,
desangelado;
fue afilar
colmillos
quedando
blanquecino filo,
incuestionable,
goteando
sanguíneo
deseo,
pronosticada
tú,
de hace
años
que llegas
en otoño,
afable tú,
para quedarte,
como ascua
imantada,
al alma
fugaz, sorpresiva,
rebelde,
como Rocío
estelar,
a la flor
sagrada.
Förüq
castellano Miguel Esteban
a
15.09.2022
III.
Mala clase
de sueño
que quita y
desquita,
luz
valiente d' este astro
oh, pena
sin fin
desquitar
coraje floreciente
ascua y
vela, del honor,
fue una
sempiterna luna,
que traía
sonrisa en encaje
que
creciente blandía
lirio de
espada tajante
oh negro
lirio, de obscuridad,
brillante,
noble sentir,
era éter,
sortilegio claro
y ávida
secuela, un río
de flores y
ángeles, entre ababoles
fuego en
tierra, la beldad tus piernas.
IV
Asciende la
litera, y letra,
este
antiguo romance escarlata,
de Puerta y
semblante viejo
comunero,
su castilla,
su casta y
trilla;
veneración
cercana,
que cursa
traje y calzas,
de cara
húmeda
y pétalo en
mejillas,
ojos cual
chisporroteo,
largo, oh
fuego su seda,
insignia
española calzo,
de orden
enraizada
cual vil
araña su tela.
V
De tardo
paso avanzo
al azur
alzo alabardas,
firme,
entre escalas subo
al Averno
resplandeciente,
que
brillante voy por Musa,
de grave
paso, y lira
en mano,
su caricia
da la tierra,
que traerme
no puede;
de lecho y
clave granate,
el verde,
soy yo,
trajín de
suelo que ordena,
me tumbé en
la grama
a pensar,
adoptó por
sembrarse
en mí un dulce
fantasma.
VI
Sus penas
eran largas
como
broncínea condena
tú, sólo me
ves castellano,
yo,
encadenada a la tierra
cabalga mi
esquela, y espuela,
recibe mi
manecita fría,
que treparé
tu placer,
como luz
que atraviesa,
severa y
afable pintaré
tus rosas
de sangre,
sobre
Galatea,
el miedo
será nuestro vasallo
entre
florestas desnudas,
y voces
enteras,
seremos
engalanando,
aliento
sembrado.
VII
Mi voluntad
es servirte
castellano,
como ama la flor
el campo,
blasones se
oscurezcan,
que nos
encontramos.
Yo, por
caballero errante,
te susurro
siempre mi
doncella
yo te amé
y volviste
para ser
granate y
rubí,
de condena
y sedoso
desenlace.
VIII
Habito los
honrados aposentos
la noche,
siempre
vine y te haré
ver el
sonido del ocaso,
su luna en
tus iris,
imantados, oh, sé mi dama
oh, sé mi
turquesa
enamorada,
siempre
a tu vera
taciturna;
yo estaré.
Salta, sube
a mi coraje,
mordiente,
santa, habita mi cuerpo.
IX
Ausencia de
luna
turbada,
vapor gris y azul
oh de luz
pálida,
aeterna, tu
mirada,
ágil y
denso, yo voy,
elevo y en
crescendo,
nube oscura
mi pecho,
no se vaya
compañera
para
siempre volver
a poseerme,
de claro cielo;
valles,
iluminados, chispas,
de reflejos
argentos me bañan,
alta torre,
que derrumba
alto pavor,
incausado por
tenaz
empeño.
Förüq y
Leannán-Sídhe a 29-03-2023
lugar-
Mirador del Henares la campiña Castilla
ODA AL SOL:
Gran Sol, magnífico de fulgor,
gran hervor
de rayos espadas,
eje y
cumbre de rebelión
salta,
sobre sienes
adentra,
hilvana hoyos de tus pulcras hogueras,
corazón y
llama enarbolada
viva
estrella.
Día
clavado; tu iris sediento sanguinoso
de azar
fúnebre y luz candorosa
en Vestal
iridiscente en flamas a lo alto,
a lo alto
brillas como crece el talento;
y en
cúspide abrazas y fulminas,
sembrado en
nuestro corazón,
hijos somos
de tu vientre helado de hierro,
rueda de
fuego, Lugh en tu gloria,
alzo mi
sentido y pesquisa de adorarte
germino
toda dicha padre de mi conocimiento,
alma de
rayo y lucero azur
mi señor,
mi dios, mi escudo y protección,
oidor, de
cuánto arte ha conocido, padre Supremo,
herrero,
artesano de la belleza no creada.
Escúchame
mientras te honren este,
el día de
mi Musa en armas;
ella,
arquitecta, concretista de mi sola dicha,
El invierno
se ha ido, nos dejó atrás,
oh esse
veris, Primavera, mi esposa
cénit de
grutas y precipicios mi ánimo mercurial,
los campos
están verdecidos y trinando en florestas hirientes,
que trae
Ostara y su caricia de divina nota
vals de
saturnina rienda,
de savia
que escala todo terreno, y fríos ya entreabiertos.
Toda la
tierra duerme en tu ausencia;
eje y tajo
eres de rebelión.
Incluso en
los mas decadentes tiempos
tu luz es
el camino,
aeterna
gloria, summun de vela y tijera,
para
aquellos que necesitan tu crepitar,
de
esperanza, amor, de brillo, de segadora calma,
relumbrando
en la noche, invicto irisado,
cual ángel
fierro de hierro.
Tu esposa
regentada por madre Luna,
una, como
ella, madre del sueño, ninguna.
Buscando
toda tu luz, toda oscuridad empuja,
te sé, me
sabes, ya no siento frío,
la Musa de
este poeta del viento vive.
La
primavera está aquí,
y días aún
más cegadores vendrán
los campos
están desnudos
su
transparencia ocupada,
vestidos de
celestial verde de lanzas
y pretiles
carros de savia terruña,
el ganado
en rediles y pastando
Enciendo
este mi valor, en tu honor,
Resurjas tu
vida de nuevo al mundo,
hasta
incendiarlo.
Mi lira te
cante la sola noche que traes flagrante,
entre
ímpetu fuerza y coraje
acepta
padre este mi amor valiente,
indestructible.
OH LUGUS
Solar y
poderoso,
Rey de
reyes
sol sobre
Nosotros, padre los dioses, hermoso
te pedimos
tu regreso
al alma incendiada,
en virtud
que te amima y habla,
que traigas
a nosotros la luz
y el calor
de tu vida.
Entre tus
aspas y rayos áureos,
tu luz
plena, bondadosa.
Trae nueva
la vida de nuevo a la tierra,
El don y
virtud de savia, sangre o los tres.
Trae de
nuevo la luz a la tierra.
y aleja la
saeta oscurA
impía, que
te retiembla la calma,
al alba más
preciosa.
Es tu
lumbre solar,
Maestro
encumbrado, sin rival,
del arte
que florece y en tus manos germina eternamente.
En nuestras
entrañas germinamos tu ocaso,
nosotros
los escribas sin tiempo vivo,
cabalgamos
todo tiempo difunto entre corceles difuntos,
guiados por
tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz flamígera
en
imprudente tacto.
AWEN!
Diestro
compás
ambivalente
en sol
mayor,
bruma de
idea socarrada.
Flamígero
desdén;
mar de
ascuas eres,
congelado
en llamas
de fuego
azul.
Horizonte
sin prisas
ni finitas
sendas
que jamás
meces,
que
arrostró
tu sudor de
rayo,
todos los
rostros
de abril
resplandeciente y puro.
Abre el
nuevo fervor de tu luciente.
Y su
solitario azar de relámpagos
de tu azur
hermoseando,
enclaustrado.
Vírgenes
encinas, y almendro de soto,
entre un
nogal
dependiente
de su sombra.
Al verdor
de inusitados pinos,
me
caracolea
la fronda
del monte. Musario cerro desnudo,
Espino
amarillo de mi dossier,
Caléndulas
solariegas
que
amarillean su silvestre ralea,
esposa
complaciente de Sol naciendo.
Brilla esta
infamia
de campo
abierto.
A esta
última lagartija
lanzo un
baquio seguro,
sin disfraz
ni apellido perenne.
Mudez
última
de sangrada
amapola.
Sanguínea
tormenta
de dureza
blanda
con agua de
mi terco aljibe
obtuso en
litigio de iris vespertino,
y su sangre
que baila
el suelo
terreno,
que en
culto a ti Lugh yo beso.
Y avanzo
como raíz de los dioses en la Tierra.
Hijo y
sirviente de Candavmis dios del Trueno.
Förüq
Reflexión:
Como el Sol
brilla en lo alto de los cielos,
es nuestro
deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,
y sus
virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,
en y con
manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en
luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en
este planeta que dirige y domina.
El
Castellano 29-04-2019
FINAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario