Palidez inaudible:
Era una joven noche,
Förüq
Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano, era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola mirada destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.
No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;
resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas.
De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.
Förüq
Candidez y sentido
Bendita danza de muertos,
azur e índiga sangre alzada,
miraba dentro su halo vestigial,
era como una orquesta de estambres su rostro,
perdido entre nubes de ocasos,
y el cobre solar,
augurios yertos sacudían
sones etéreos de arañas desveladas,
rizos de albas y acuciadas
supremacía angelada,
descubierta su zona umbría
oh primavera
vuelve Ostara con tu principito,
del rayo del acorde olvidado,
una maravilla en su jornada,
por habitaciones de respuestas incendiadas
hace eternidades llamaban
lanzo un baquio seguro,
escribo lleno de origen,
hoy,
a mi casa, su casa, nuestro reino,
entre zarzales de espina dulce avanzo,
auge de los valerosos hombres,
que tierra osan pisar y ella,
de saborear su huella,
estos, que jamás pisan cenizas que son iguales,
al regio Sol caudillo,
entre esquelas vorágines,
de ángeles estrellados en sus alas
tersitud mi espada,
voy rumbo la tiniebla magna como cada cual,
no hay miedo canta mi sangre yerta allí te encontraré
oh filo de polvo en aura,
vine blandiendo ríos
exhausto, no me verán las mesnadas,
ni mi azada,
saco alegrías como mares,
origen y fin bailan de la mano,
no temas Musa a quien cruzó dos meses la Estrida,
traeré tu flor de Hércules,
así cueste mi alma,
honraré alba y osaso,
sólo como un Solar puede,
brindando sangre y simiente,
Néctar y Ambrosía,
tierra y vida,
lluvia y calma.
He oído a tu espíritu,
no me iré sin complacer mi dicha,
de eternal lustre alzado,
moveré cerros y sus huestes,
destruiré el destino
si no te quiere conmigo,
este febrero excomulgado
señor de señores,
llama de hogueras
tú eres la pulcra Voz.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
IX
Ella se tumba conmigo,
no hay trono,
no hay lecho,
hay un lugar,
donde reposar la desquicia atónita
en nunca más, ningún lugar,
horizontes atrás
se pintan y desdibujan los laberintos,
ayúdame estoy encontrando en ti mi lugar,
la quinta magia,
el quinto poder
la sola pesquisa,
el quinto elemento,
más que cine,
es control,
es orden,
es sabor,
es compás,
llama que es sangre,
elevado amor,
sinfonía de vena
jamás perdida
ni encontrada,
oh de colmillos
verá esta noche
perder mi suplicio dormido,
ella susurra que entona a mi oído,
ayuda, ayúdame,
he ganado mi cordura
perdiendo el control,
asáltame,
abandera este miedo,
de no ser de nuevo crujido en tu muro,
y ventana flamígera tu descontrol,
corro contigo
fuera la línea sedienta,
tu sed soy yo
acaba tu decencia
de no ser más que sangre.
Förüq y Leannán-Sídhe a 21-06-2023
X
Te escuché- dijo Musa, la doncella de palidez inaudita,
una solemnidad hería hasta el oído sordo;
ya que todos contaron su versión,
también quiero hacerlo yo,
por qué la blancura me hace nombre,
entonces,
un relámpago de luz tersa
descendió la ventana,
aquella noche tormentosa
hasta posarse en el oscuro diván,
luz azur que envolvió,
se velaban las sombras del patio de la araña,
allí dos principes combatían
por el amor la doncella real Escarlata,
se escuchaba el blandir de sus espadas
y como crujían bajo las viejas torres,
rugidos estremecedores, del tembloroso pavor en esfuerzo,
corría aquel 1825 en que Rusia y Polonia encarnizaron
una batalla feraz que al pueblo agota,
estas cimas tormentosas,
se pierden entre nubes del nuevo ocaso,
un canto moldavo brillaba
y relinchaba su propia existencia
por aquel cristal de lago
inabarcable como azur espectral,
ninguna barquilla ni anzuelo,
jamás partió su vidrio,
este solo completamente sorprendido,
contesta entre animales salvajes
aquel estupor indefinido de canto claro,
en la ribera la Estrida
donde sangre fluyó sin mesura,
sangre guerrera lloró,
un compás de ojos azules mentirosos,
corrió el río,
de bala en pecho,
aquel que cruce el río
junto a él,
donde reposa despierto en aguas
el maldito doncel,
vampiro es.
F:orüq el Inocente
XI
Macabra sinfonía solícita
de ojos fantasmagóricos
oh mi pequeña fantasma era,
de cabeza cubierta
y bañada entera en sábana
purísima en blancura
que ni azulete pudiera,
dirigió su manecita helada
a mi hombro
y me susurró al oído,
Esteban su Sol ha muerto,
noche blande y ahora regirá siempre,
asustado me acerqué a la ventana,
y el temor se hizo realidad
de aquel susurro fantasmal,
blandía que coronaba
el cielo una luna negra
cual gema azabache.
Encendí una lumbre,
para evocar un réquiem,
a mi Sol Fierro,
yo, que le creía invencible,
como mi amor a mi pequeña fantasma
sembrada en sábana,
un grajo rechoncho
picoteó entonces mi ventana
y crascitó con amplio gorjeo,
-Noche semper
nunc sember imbres,
sempiternusa tenebras blanditia,
ya rematado yo,
un cuervo crascitando en latinajos,
bajé a hablar con mi pequeña siniestra,
avivé mi lumbre por si Oscuridad,
bajase a la hora mi escala con hambre,
cerré la ventana
calculando nada prodigioso me asombrase,
entonces escuché un alarido estridente,
como si raices eternas gritasen
velozmente entró un borbotón umbrío,
de sombras densas como nube de la más cargada tormenta,
cerré mis ojos
para obserbar el inicio de mi final,
mi inocencia no tenía miedo,
miré el espejo sobre mi taquillón,
y quebró brotando un millar de sombríos ojos,
vi mi rostro en uno de ellos,
lucía una piel pálida
y unos colmillos no podía encerrar mi boca,
era el inicio de mi condena
la chica besé en 2006 era un vampiro.
Y mi amante fantasma,
es el espectro de su anterior vida.
Förüq a 18-09-2023
El mortal inmortal renasce:
26 de julio 1836, Alzo mi advenedizo aniversario,
cumplo trescientos treinta y cuatro años,
el Ario Zahorí errante,
he visto llorar dieciocho siglos,
brotar ríos de sangre
la entraña de la Tierra
y mi sed de vida con ella,
riveras y árboles se creen más longevos
que quien habla de puño en pecho,
y colmillo resplandeciente,
tuve amores cual romances
proscritos, como fugaces,
blancos como carmesí la rosa más pulcra,
entre rizos de nogueras
enterré mi secreto maldito,
alguien pregunta si acaso no soy mortal,
hablase entonces apuesta,
si me vences mi condena es tuya,
larga eternidad me crece
en las barbas mi viejo ciprés
busqué los nueve sueños
en frasco de alquimista inmutable,
aquel desliz
me hizo asirme luna tras luna
a un ruego y duermevela
ningún ser osaría tolerar,
funesta historia
que un día en funesta senda nocturna,
se cruzó conmigo un gato negro de ojos sangre,
se paró y atravesó con su mirada abismal,
escuché el alarido
entre hojas me dictaron funesto susurro,
debes ir a la fuente alberga
el bosque umbrío
allí encontrarás a la Señora Hada
Leannán-Sídhe
dueña de la profundidad y toda sombra
brotada,
ella te dará misión.
Deberás ofrendarla
una gota tu sangre
y así tu colmillo
tras tu mordisco,
dará nueva senda.
Förüq y Leannán-Sídhe
XIII
Se deslizaba una noche danzarina,
un invierno deshojado
por entre candiles breves,
aquel febrero que ni un alma
se sujetaba en intemperie
del cierzo traspasaba la carne.
Yo era errante taciturno
quise saludar a mi Luna,
por todo año benigno,
En aquellas callejas
de los Santos de la humosa
escuché carcajadas
y jolgorío una moza
nada pude ver su causa
avancé hasta el punto más alto
de aquel pueblo,
un mirlo azabache
se posó
cerca donde estaba yo sentado,
entonces crascitó:
-Ella vendrá,
en toda aquella obscuridad
observé encenderse
una luz sigilosa
y estridente
provenía de la iglesia,
me acerqué
y su puerta abierta invitaba
a indagar,
entonces observé
una dama
sembrada en vestido blanco,
alrededor una hoguera
se giró
y fijamente me miró,
sus ojos eran de un azul verdoso y el centro granate sanguinoso,
le pregunté quién era
Me dijo soy Leannán-Sídhe
dueña de las entrañas de la penumbra,
sus ojos fijos en mí
me atraían cual sortilegio
irrefutable,
me puso la mano en mi hombro
y dijo seré tu Musa
por toda nuestra condena
de escuchar la noche
en nuestras pupilas;
nos besamos y mordió,
yo sentí mi nueva vida
fluir de sus colmillos.
Förüq y Leannán-Sídhe
CONDENA DE SANGRE
Capítulo primero
Que trata sobre los orígenes:
Era una noche oscura de diciembre,
daban las tres de la madrugada
en el reloj de la iglesia del pueblo,
caía una helada de invierno,
y en el cielo reinaba una luna llena de invierno,
ella dormía en su habitación
cobijada con dos mantas,
la luz de aquella luna iluminaba la penumbra de su cuarto,
como una sombra de piel pálida se posó
en el alféizar de su ventana,
con cautela deslizó el cristal
y sigilosamente entró en el cuarto,
podía oler la sangre de su cuello que dormía,
puso su mano helada en la boca de aquella chica,
que abrió sus ojos y solo alcanzó a ver dos colmillos
relucientemente blancos,
el miedo paralizó su cuerpo.
Sintió un escalofrío helado subiendo por su cuello.
Sobre este cielo, reina mi amor quieto,
sobre los vientos y mis nubes de versos,
clava mi colmillo tu cuello,
bebe hasta saciar la sed de mi adentro,
te descubro al vuelo nocturno
y su dama de oscuridad violeta,
pasado de un pasado que nos hacía brillar
en el marco de la ventana al acecho,
lento pierdes el sentido,
vas sintiendo entrar tu nueva vida,
la antigua solo te crea nostalgia y rabia,
te adentra la mente al reino de la sombra,
tu sed se vuelve intensa,
sientes vacías tus venas,
te levantas con la luna, duermes con el sol,
soñando quien te mordió,
las polillas y murciélagos son tus compañeros,
te mudaste de morada
a ese túmulo perdido y olvidado,
donde reposaban guerreros antíguos,
solo la sangre te despierta,
acechas en tu oscuridad compañera,
la oscuridad es más fuerte que tu alma condenada,
cambiaste tus vestimentas por una capa negra,
que esta noche se verá en rojo manchada,
tu interior lo sabe tan bien como tú,
al acecho,a sí sea una rama, o una ventana,
te despiertas fría cada noche que revives tu pesadilla,
no hay lugar ni bar donde calmar tu sed,
solo el cuello de víctimas al anochecer,
la compasión y bondad solo huyó de ti,
solo vive esa sed en ti de tener sangre,
solo una condena te marcó,
para todos y cada uno de los siglos que te vinieron,
algunas noches quedabas saciada
y no rematabas a tu victima
solo la clavabas tu condena en su muñeca,
y vampiro la volvías,
tu capa con los deceníos ya parecía más rojo granate que negra,
te gustaba oler aquella sangre seca y recordar
cada grito y soñar con tu embrujo
y como venía a despertarte, algún vampiro convertido
bajo tu colmillo,
tosías con espanto, el frío y la humedad,
se apoderaron de tu morada,
aquel túmulo, no tenía nínguna criatura de sangre sana,
las polillas y murciélagos volviste vampiros
para tu diversión,
sentiste miedo, tu noche pasada cuando tuviste que matar
un cazavampiros inexperto,
los tiempos no entiendes,
como la gente cambió su superstición,
por materialismo salvaje,
y a los vampiros como tú mandaron a la fantasía y a la literatura,
tu única realidad solo la entiende el demonio,
y a una bruja invitaste a tu morada,
ella te trajo un regalo pero no permitió que la mordieras,
y hoy extraña te sientes con una amiga mortal
que cura tu soledad y tu condena.
Era viernes, ella ansiosa esperaba la llegada del sábado,
a las tres de la madrugada había invitado de nuevo a su hogar
a su amiga mortal,
ella quedó en traer comida y su puchero,
ella esperaba llegada la noche del sábado
con ansiedad y nervios,
como si nunca hubiese conocido a su amiga,
sentía una extraña sensación de deseo al mirarla,
le caía saliva por sus colmillos al mirar su cuello,
se prometía a sí misma no morderla,
pero su naturaleza la torturaba cada vez que la veía,
aquella bruja guardaba un secreto,
sus visitas eran interesadas,
quería pedirle a su amiga vampira
un favor que ella no podría rechazar una vez conquistado su aprecio,
ella le pidió aquella noche que se deslizase en la noche
y volase para morder y matar a tres enemigos de aquella bruja,
los tres hombres que denunciaron a la inquisición a su madre
y ella quedó huérfana cuando quemaron a su madre bruja
en aquella hoguera de la plaza del pueblo,
lo que la inquisición no sabía,
que aquella bruja que quemaron
ya estaba muerta y condenada
pues vampira era,
y el fuego nada la hizo,
vivió en la sombra atormentando a los aldeanos que la creían muerta,
y ella misma fue quien mordió y convirtió en vampiro a la a la que ahora
es la amiga vampira de su hija.
La vampira sin poder renegar de su naturaleza
pidió un precio elevado por su trabajo,
y ese precio fue
que la bruja dejara y permitiera ser mordida por sus colmillos
para ser amigas eternamente siendo vampiras ambas,
la bruja aceptó su nuevo camino y nueva vida
haciendo su pacto de sangre aquella noche con la vampiresa.
Ella llevó un puchero de sangre aquella noche,
sangre de animales cazados en el bosque,
solo consiguió despertar el apetito de su amiga vampiresa
el acuerdo estaba hecho,
y hasta que no matase a esos tres inquisidores no podría morderla el cuello,
se quedaron platicando hasta el amanecer,
y entonces su amiga se fue a su ataúd a dormir hasta la noche siguiente,
al despertar la noche del domingo
una nota en tinta escrita encontró,
quería los ojos de sus enemigos en un tarro,
a sí quiso y a sí sería,
aquella noche, se puso sedienta,
corría veloz como una sombra más,
el cielo corría un helor muerto,
y una neblina que cegaba hasta el sentido más despierto,
era la noche más siniestra elegida para cumplir su encargo a su amiga,
tenía la dirección apuntada con odio
de sus siguientes victimas,
tenía ansiedad por arrebatar aquellos ojos y dejar vacías aquellas venas,
se coló a través de la ventana abierta de la recamara y despensa,
de aquella casa lujosa de clérigo de victima,
ya olía su sangre mientras avanzaba el pasillo,
una luz de una vela la alertó
algo iba mal,
encontró al inquisidor durmiendo con un ojo abierto en una mecedora,
una ballesta cargaba en la mano de lo paranóico que era,
vió la sombra de la vampiresa, y se hizo el dormido,
cuando ella sacó sus colmillos relucientes aproximándose al acecho,
abrió los ojos el cura y disparó su ballesta,
la vampira rápido y veloz saltó y se enganchó en el techo frío,
al segundo después ya tenía ensartado el cuello de su víctima,
que este maldecía asfixiándose en latín antiguo,
a cada oración más rabia sentía aquella criatura de la noche,
clavó sus colmillos en los ojos,
y de un mordisco los escupió en el tarro de cristal,
a continuación tachó el primer nombre de su lista
con unas gotas de sangre fresca,
minutos después ya se encontraba volando
hacia la morada de su amiga bruja en el bosque
tocó a su puerta, ella contestó con dulce voz,
amiga te esperaba temía que algo te hubiese pasado,
abrió la puerta y la invitó a pasar,
Ven siéntate, brindemos por esta noche siniestra tan bella,
la vampira sonrió tenebrosamente luciendo sus colmillos manchados en sangre
agudos como agujas,
veo que mucha hambre no tienes amiga jeje,
al momento sacó de la capa el tarro con aquellos ojos frescos
con el nervio optico intacto y el iris tenebrosamente en color,
como si aquellos ojos siguieran con vida,
uno menos gritó alegre la bruja,
te amo le dijo a la vampiresa,
yo te amo más contestó la vampiresa
al tiempo que caían gotas de saliva por sus colmillos,
le encantaba desnudar el cuello de su amiga con sus frías manos
a modo de caricia tierna.
Te faltan cuatro ojos más para morderme sobria y parca respondió,
lo sé, mañana más pronto que tarde los tendrás,
al tiempo que observaba como la bruja,
abría una rata con un cuchillo
y metía dentro los dos ojos,
a comer sombra misina misina,
apareció corriendo una gorda gata negra
de ojos amarillos como de demonio,
ronroneó y se restregó en las piernas de la invitada,
que contestó ¿puedo morderla?
tan dulce, tierna y sabrosa que se ve,
No contestó medio enfadada
es mi gata y la amo igual o tanto como a ti,
está bien dijo- Cuando seas vampiresa tú misma querrás morderla
a esa morcilla peluda con patas llamada sombra,
ambas rieron y platicaron
hasta tarde en la madrugada,
ya va a amanecer amiga tengo que volver a mi túmulo,
no te preocupes amiga mañana te hago una visita
para que me entregues comida fresca para mi gata,
A sí será ambas se despidieron con un abrazo tierno de hermandad,
llegó la vampiresa y se tumbó en su ataúd.
Despertó a la noche del lunes con retortijones de tripa
y una tos espantosa,
presentía una noche fructuosa de caza,
pues las polillas y murciélagos de su túmulo lucían su colmillos rojos
al anochecer, está es la mía dijo y salió en busca de la siguiente dirección,
emocionada examinó la fachada,
y vio que sería más facil que la noche anterior,
veía una ventana que daba directa al dormitorio
del segundo inquisidor,
un olor a sangre excitaba su sed, y ya sigilosa estaba moviendo el cristal,
una vez dentro vió col gusto y dulzura su alimento,
un cura obeso,
que estaba roncando hartado de vino y carne,
puso su fría mano tapando la boca y la nariz del clérigo
e insertó sus colmillos en su cuello cual espadas,
siguió bebiendo una hora larga de reloj
hasta que aquel corazón dejó de latir,
a continuación,
cercenó las cuencas de los ojos de aquel inquisidor
con precisión de cirujano con sus colmillos prominentes,
escupió los ojos en un tarro de cristal,
al tiempo que pensaba
se va a hinchar esa gata obesa con otra rata rellena de cuatro ojos frescos,
se fue volando riéndose a su siguiente dirección,
tras tachar el segundo nombre de la lista,
ya había llegado a la dirección,
esta vez era una casa cuartel con mazmorra,
del alguacil inquisidor,
no sabía que le esperaba sorpresa aquella noche negra y yerta,
abrió la verja, mordió al perro guardián que ya babeaba con sed de sangre,
abrió la puerta principal que se encontraba rota y crujia,
el escalofrío de la emoción recorría todo el cuerpo de la vampiresa,
encontró al alguacil en su lecho ebrio de vino hasta el hartazgo,
esta vez arrancó los dos ojos con sus uñas
que llevaban siglo y medio sin conocer un corta uñas,
contuvo el grito de desgarro metiendo la esquina de su capa
hasta el fondo de la garganta de su víctima
depositó los ojos en el tarro
y bebió hasta quedar con dolor de tripa,
al ver que el corazón del ciego alguacil dejó de latir,
saboreó un extraño olor de sangre reciente y carne gangrenada,
siguió el rastro hasta las mazmorras
y descubrió el horror que las habitaba
eran las mazmorras de la inquisición
en ellas descansaban hombres encadenados gimiendo y maldiciendo de dolor,
veintiséis cuellos mordió en aquel lugar,
después de llenar una bota de piel que antiguamente guardaba vino,
con sangre de arterías cercenadas,
ya tengo almuerzo merienda, vianda, y ten ten pié para mañana,
pensaba satisfecha al volar a casa de su amiga,
tocó su puerta de su casa de bosque
una voz dulce contestó
ya va cielo,
al abrir la puerta a su amiga desnuda contempló,
estaba haciendo un aquelarre y tenía un extraño olor en la entrepierna,
estoy trabajando contestó la bruja,
pasa y acomódate cielo,
y en que consiste tu trabajo, preguntó con curiosidad la vampiresa
con la boca llena de saliva de deseo,
he preparado un unguento, tradicional que conocemos las brujas
para contactar con el demonio
¿necesitas ayuda? dijo la vampira,
no tranquila,
¿trajiste la comida para sombra?
a sí es contestó orgullosa,
bien sacó una rata de un almanaque y la abrió en dos,
aquí tienes amor
a continuación metió los cuatro ojos de relleno.
Sombra, Sombra misina mis mis tu cena cariño,
salió corriendo con dificultad por estar obesa aquella gata negra de ojos amarillos fijos,
se sobó en las piernas de la amiga invitada y ronroneó de nuevo,
estas contenta he sombra le has cogido cariño a mi amada amiga
miau contestó la gata y se puso comer la rata rellena de ojos sangrantes,
terminó la rata entera, y se quedó durmiendo en su alcoba pequeña
llena de pelos, y raspas de peces del río y plumas,
esa hasta mañana no despierta dijo la bruja riéndose a carcajada siniestra,
trato completo, debes pagar el precio del acuerdo
dijo la vampiresa,
está bien contestó la bruja,
que se untaba un unguento con aroma a sabia y a yedra en su entrepierna,
¿Qué lleva eso? preguntó asombrada
pues bien lleva mandrágora, yedra y daturas de estramonio, machacadas a mortero,
Ammmm,
y eso qué efecto tiene,
ayuda en la adivinación,
y llama al demonio con mi plegaria de odio,
está bien,
te ves rica y deliciosa a sí desnuda,
si fuera hombre esta noche te hacía cinco hijos,
la bruja río para sus adentros,
está bien estoy lista,
inclinó la cabeza mostrando su cuello desnudo a la vampiresa,
se levantó de la mecedora
reluciendo sus colmillos
pasó la lengua por el cuello de la bruja
y le susurró al oído,
dame tu muñeca,
para que seas vampira tu corazón no bebe pararse
ni quedar sin sangre,
a continuación mordió su muñeca,
cerró la ventana y aquella noche se quedó en casa de su amiga,
amaneció y se durmió en su cama abrazada a su amiga aquel día frío de invierno,
llegó la noche del martes,
abrió sus ojitos, emocionada vio que su amiga bruja
que ahora era vampira estaba bebiendo con ansias toda la sangre de aquella bota
que llenó en las mazmorras de la inquisición,
se acabó la sangre,
y más rápida que un rayo la vio mordiendo una pata de su gata,
estaba segura de que tu gata correría tu misma suerte
ambas rieron plácidamente,
toca tu primera noche de cacería amiga,
vamos, vamos dijo emocionada,
al alcalde quiero esta noche por cabrón,
esta bien chuparemos las sangres del alcalde,
treparon el castillo donde vivía
entraron por su ventana y cada una eligió un lado del cuello,
ambas bebieron del cuello del alcalde hasta quedar saciadas,
volaron a su refugio,
y la vampiresa le suplicó a su amiga bruja vampira
que se mudase a vivir con ella a su túmulo y que la daba permiso para llevar allí también
a su gata obesa vampira,
pasaron la noche platicando de cacerías y nuevos objetivos,
con la gata mordiendo murciélagos más grandes que ratas
y ronroneando al lado de su dueña,
llegó el sol y se tumbaron en sus respectivos ataúdes,
esperando con sed su nuevo anochecer eterno.
Fin Primer Capítulo
Segundo capítulo que trata del amor que surge entre las dos amigas:
Erase ya un miércoles nocturno, negro y yerto,
la niebla dibujaba las tinieblas siniestras,
se podía respirar la humedad en el ambiente,
aunque los caracoles por ser invierno todavía no caminaban por la hierba húmeda,
platicando se encontraban en el túmulo las dos amigas,
debatiendo la cena,
-Hoy amiga quiero que me consientas,
hay un hombre del pueblo que no me pagó mi trabajo de bruja
no me pagó la muerte del hombre al que debía dinero este señor,
me costó eslomarme escalando montañas pa conseguir
aquellas yerbas y el sapo pa abrir y meterle el nombre
pa trabajar aquella muerte,
de acuerdo le chuparemos las sangres a ese moroso
¿Dónde vive?
a las afueras del pueblo,
tiene una granja donde cría gorrinos pa vender en el mercado,
está bien iremos pero me prometí a mi misma no morder más animales,
su sangre me da retortijones y empacha,
vale solo le vaciamos el cuello,
y a su esposa también por maruja chismosa.
La noche del miércoles,
se tornaba larga y deliciosa para las dos vampiresas,
ya volaban como dos sombras en aquel cielo nocturno con niebla,
llegaron a la granja,
los gorrinos roncaban,
bueno una gallina no sienta mal a la tripa espérame,
una no fue suficiente mordió 23 gallinas hasta tener retortijones,
abrieron la ventana de la habitación,
y allí estaba el deudor roncando en el lecho con su esposa,
¿ves que tiernamente siniestro se ve nuestro trabajo?
Si mi cielo,
una mordió el cuello del hombre otra el de las esposa,
algo macabro resultó aquello,
de repente la boca de la mujer que dormía empezó a brotar sangre,
la vampira inexperta bruja había incado demasiado hondo sus colmillos
perforando la garganta de su victima,
que bruja eres contestó riéndose
al instante estaba chupando la sangre de la boca,
para no desperdiciarla,
tenían las dos bocas juntas las dos amigas,
y una extraña sensación de nervios sintieron las amigas,
en la oscuridad la boca de una llegó a la boca de la otra,
y con la sangre empezaron a besarse con pasión y deseo,
aquello les daba más placer según pasaba el tiempo,
el corazón de sus víctimas ya no latía y decidieron volverse al túmulo de su vivienda,
allí hablaron larga y tendidamente como si nada hubiera ocurrido,
pero ambas amigas sabían que habían sentido placer en aquel macabro beso de pasión
ya empezaba a asomarse el sol,
y se metieron en sus tumbas,
aun estaba la luna en el cielo y apenas eran las cinco de la madrugada,
aún faltaba hora y media para que saliese el astro rey,
se dieron el besito de buenas noches y se acomodaron en sus respectivas tumbas,
te huele el aliento a gallina amiga
jajaja es broma no te enfades, te quiero,
yo también que descanses bruja,
hacía años que no hacía trabajos de bruja pero amaba que su amiga la llamara bruja,
aún podía sentir la nostalgia de su vida pasada en su ser,
buenas noches amiga hasta esta noche,
yo también te amo,
en la oscuridad del túmulo habitado,
se oyó una tapa de ataúd crujiendo al abrirse,
amiga amada puedo dormir este día a tu lado,
es que la oscuridad me da miedo dijo riéndose siniestramente,
ven bruja te hago un lado en mi ataúd,
las dos juntas allí durmieron en la misma tumba besándose toda la noche
y acariciándose sus piernas,
besándose y haciendo pequeños mordiscos mútuos en sus vaginas,
ambas acordaron al llegar la noche del viernes,
que dormirían todo el invierno juntas en el mismo ataúd,
la gata negra de ojos amarillos sombra tenía muy mal aspecto había engordado 7 quilos
de beber noche tras noche decenas de murciélagos hasta dejarlos vacíos,
a sí en amor y ternura pasaron el invierno frío
hasta que una noche de mayo ya se encontraban en su primera primavera sangrienta
que el amor y la sangre altera.
FIN DEL SEGUNDO CAPÍTULO
CONTINUARÁ
Tercer capítulo
Que trata sobre el encuentro con la madre de la bruja vampiresa
Corría una noche de primavera en aquel pueblo maldecido,
por las criaturas del averno y su muerte sedienta,
despierta bruja, ya es de noche,
ahi no que sueño, me siento como si no hubiera comido en una semana,
mira, mira ha crecido una seta enorme al lado de nuestra tumba,
ajá es una macrolepiota tóxica,
con ella hacía venenos de encargo cuando era bruja,
ahi cuando yo era bruja,
que vida más perra esta he acabado
durmiendo con una vampira siendo yo misma otra vampira,
bueno estamos y somos felices y comida no nos falta,
tienes razón pero como sigamos a este rítmo vamos a beber a todos los del pueblo
y nos reclamaran comida decenas de vampiros hambrientos,
bueno entonces iremos a cazar esta noche al pueblo vecino,
hay unos cuellos que duermen alegres el sueño del gorrino
esperando el san martín de nuestros colmillos.
Si te soy sincera, el pueblo vecino corría de leyendas,
que estaba condenado y maldito por demonios,
a si es beberemos sangres tres veces más ricas de personas poseidas,
amén a sí sea, te aviso que esos demonios duermen despiertos,
no me metas miedo,
los demonios siempre son amigos de las brujas,
diles que te dejen morder su cuello a ver si son tus amigos,
deja el sarcasmo,
soy valiente y fuerte y tengo hambre.
Venga vamos, espera que le cojo un murciélago a mi gata sombra,
con tanta sangre de murciélago va a coger una cirrosis tu gata obesa,
o una diabetes,- Que va esta solo con los huesos fuertes, no está obesa,
sí, sí lo que tu digas,
vamos,
ya estaban volando juntas aquella noche de primavera,
llegaron al pueblo vecino
y se encaramaron a una ventana que estaba iluminada con luz de velas,
mira, que mal rollo ¿ves eso bruja? ese cura da más miedo con ese crucifijo que un cazavampiros,
esperemos que este de espaldas amada y le ensartamos el cuello,
vale a sí lo hicieron,
de un zarpazo tiraron el crucifijo del cura al suelo,
que se encontraba en medio de un exorcismo,
lentamente la sangre del religioso dejó de brotar por su cuello,
lo hemos dejao seco, vamos a por el poseído
de repente contemplaron asombradas como el poseído se doblaba y retorcía
para balbucear sus últimas palabras,
tu madre que condenaron a la hoguera a demás de ser bruja era vampira,
y sigue alimentándose en la oscuridad y la tiniebla,
para puede que este pobre diablo tenga razón,
puede, pero ya conoces al demonio que te cuenta la mentira más bonita
como que hay cerdos con alas de murciélago
que vuelan y son vampiros,
tranquila que si es cierto
puedes comunicarte con tu madre mentalmente y ella vendrá a verte,
escucharon un chirrido en la ventana mientras vaciaban el cuello del poseído,
mira una vampiresa como nosotras,
Madre eres tú,
si hija soy yo,
te he echado de menos todos estos años vigilándote en la sombra,
te echo de menos también
te amo madre,
veo que ahora eres vampira también
si y acabé con los tres hombres que te quemaron en la hoguera,
esa es mi hija
siempre supe que tenías un corazón de guerrera,
tengo que irme hija perdóname por hacerme pasar por bruja quemada,
no te preocupes mami, siempre supe que volvería a verte.
Nosotras también nos vamos ya pronto saldrá el sol.
FIN DEL TERCER CAPÍTULO
CONTINUARÁ
CUARTO CAPÍTULO
Que trata sobre la visita al túmulo del vampiro ermitaño Miguel, y la boda de las dos amantes vampiresas.
Corría una noche lluviosa de mayo,
cuando de repente tocaron a la puerta del túmulo,
las dos vampiras se encogieron del sobresalto llevaban dos décadas sin recibir una condenada visita,
abrieron con cautela la puerta,
¿quién llama? preguntaron
. Soy el ermitaño Miguel, aquel que vive por los siglos en la cueva del monte del regero del gato.
Pase, pase bienvenido sea llevamos mucho tiempo sin una visita cochinera,
adelante mi casa es su casa,
póngase cómodo, que le trae a bajar de su montaña,
Os cuento que llevan decenas de siglos mis barbas bebiendo la sangre por mi,
vengo aterrado de estar enterado que un cazavampiros llamado Juán Belmonte
ha llegado al pueblo a investigar los ataques de nuestra amada familia,
que el demonio la guarde en su seno y morada,
vengo a ponerlas en aviso que no salgan a cazar solas,
ese cazavampiros tiene los huevos mu gordos
y ya a pasado cepillo a siete de los nuestros,
las invito a cenar mañana a ambas a mi cueva para dialogar sobre el asunto,
no quiero ver desaparecer a mis dos amadas vecinas que espío cuando me aburro
y se comen la boca y las piernas con deseo y lujuria,
pero bueno ¿no le han dicho que espiar está muy feo?
perdonadme pero con tantos siglos uno ya se vuelve un poco verde,
no se preocupe con gusto iremos mañana a la noche,
de a cuerdo las espero ansioso,
y cuidado con los caminos de la noche,
con esa estaca de Juan Belmonte.
Cuidado tendremos, nos vemos mañana,
chupe cuellos en paz
igual deseoso de gusto las espero para tomar un cafelito y un vinito de sangre,
hasta una gitana vieja me hizo una canción la del probe Migue
pero soy tímido y solo la escucho cuando estoy triste,
llegó la noche de la cena esperada y las vampiresas fueron a la cueva del reguero del gato
con su gata sombra,
bienvenidas sean a mi humilde morada, pasen, pasen,
más guapas y no despiertan esta noche,
jejé sí el amor nos tiene con piel de lechuga y picores diurnos,
eso es bueno,
bien de cenar hay gorrino vivo a chupar, sopa de rata de agua,
y la panadera del pueblo recién secuestrada,
se veía bien dulce y sabrosa aquella panadera amortajada con unas bragas rojas en la boca,
la rata para mi gata sombra que está a dieta,
de acuerdo iré sirviendo un vinito de sangre gran reserva traida de las mazmorras de la inquisición,
serviré de tapa lenguas humanas estofadas,
que rico y sabroso huele que alimenta,
ya va esperénme sin salir volando.
Se hartaron a cenar y a beber, una estraña sensación de deseos sintieron ambas vampiresas
por aquel ermitaño simpático y risueño llamado Miguel Capote,
antes de un parpadeo estaban en su lecho desnudas bajo su embrujo,
cosa cierta porque aquel vampiro era brujo druida,
hicieron el amor con pasión y lujuria toda la noche,
y acordaron casarse las dos con aquel ermitaño misterioso,
pasaron aquellos tres meses tres días y tres horas
de prometidos cazando y alimentándose juntos
hasta que llegó el esperado día del casamiento,
fueron de invitados, el conde Drácula de Transilvania su esposa Anacleta su sobrino Dante Romero,
un ciervo, un centenar de vampiros murciélago, polillas vampiras de los 3 continentes malditos,
duendes oscuros, hadas asesinas, basiliscos y demás criaturas del averno,
sonaba el flamenco y corría la sangre fresca por doquier,
el otoño siguiente vivían su vida de casadas las dos vampiras amantes
eternamente enamoradas y sedientas de sangre.
Fin del cuarto capítulo
CONTINUARÁ
Quinto y penúltimo capítulo
El amor eterno y desenlace
Trata sobre la lucha contra el cazavampiros Juán Belmonte y la adopción de un niño vampiro Rumano:
Caía ya una noche lúgubre y cálida de junio,
se podía sentir un hedor muerto en el ambiente,
las vampiresas se encontraban alimentándose,
estaban en la granja de un aldeano del pueblo,
este estaba obeso y sano, de alimentarse de tanto puerco y gallina,
ambas tenían un extraño presentimiento,
como si algo no fuese a salir bien aquella noche,
sentían otra presencia en aquella granja,
y a sí era, al salir de la granja,
se encontraron con el cazavampiros Juán Belmonte,
que llevaba una estaca en la mano derecha
y un brazo musculoso,
se quedaron paralizado con aquel cazavampiros,
como si hubieran visto un fantasma tres veces muerto,
de repente se escuchó un fuerte disparo,
y el cazavampiros Juán Belmonte cayó desplomado,
se trataba del ermitaño Miguel
que había acudido al lugar con una escopeta
intenta dejarme de nuevo sin esposas malnacido
desde la tumba, a continuación Miguel
se encontraba mordiendo el cuello del cazavampiros,
que se estaba retorciendo como un gusano
en el suelo tras recibir aquel disparo,
ese es nuestro esposo dijeron las dos vampiresas aliviadas.
Caía ya larga la noche,
y nuestras amigas descansaban en su túmulo platicando,
aquella noche de junio había sido muy intensa para las dos,
que ya se encontraban en una tumba juntas
besándose con pasión y lujuria,
llegó la noche siguiente a aquel pueblo maldito sin nombre,
las dos vampiresas se encontraban apenadas,
a ambas se les había pasado ya el arroz
y a su edad jamás podrían tener hijos,
tras pensarlo largo y detenídamente
decidieron adoptar un niño vampiro,
llegaron a la decisión de que adoptarían al pequeño vampiro,
famoso por sus libros infantiles,
aquel pequeño vampiro era de Rumanía
y se llamaba Rudiger,
fueron al juzgado vampiril rumano,
y tras unas largas burocracias tenían los papeles de la adopción en su mano,
tuvieron que sobornar al juez rumano
para conseguirlo,
le regalaron seis botellas de sangre de vino gran reserva añeja,
y una maleta con el cardenal de la inquisición Española
Bartolomé Diaz Espartaco, se lo regalaros en una maleta de hierro,
con cerrojos y murciélagos grabados,
aquella maleta tenía agujeros a modo de respíradero.
Ya tenían al pequeño Rudiger en casa,
y fue la mayor alegría de su existencia,
jugaron al endemoniado y al ahorcado,
y salieron a cenar y dar un paseo nocturno,
el verano estaba llegando a la aldea maldita sin nombre,
ya pronto serían las fiestas del pueblo.
Fin Del Quinto Capítulo
CONTINUARÁ
Capítulo sexto, capítulo Retrospectiva
Que trata sobre los orígenes del pueblo vecino endemoniado.
Caía ya una noche de calor y de grillos una noche de julio,
nuestras vampiresas se habían despertado emocionadas,
veían a los murciélagos y las polillas del túmulo gordas y babeando sangre,
vamos bruja esta es nuestra noche hay comida hasta hartarse y son las fiestas del pueblo,
sí, sí sí quiero,
¿me sacas al baile?
¿me llevaras a bailar?
Pero bruja somos vampiras, no mortales,
Ya veo desde hace un siglo y medio largo,
bueno algo podemos hacer,
le pediremos a nuestro esposo que deje la timidez y nos ponga la canción del probe Migue
que le escribieron,
ni hablar se escuchó una voz tras la puerta,
hace una noche pa asar la manteca y no quiero ponerme triste,
por fa, por fa,
bueno está bien pero solo la pondré una vez,
sonaba ya la canción en el gramófono,
Qué le pasará, qué le estará pasando al probe Migue
que hace mucho tiempo que no sale,
dice que se ha vuelto ermitaño en su montaña,
que de ahi no quiere más salir,
allí se hace su cafelito hasta se toma él su vinito,
jajajaj ambas rieron a carcajada siniestra,
es preciosa amor,
te describe hasta la perfección,
bueno fuera la broma o la quito,
jajaja no te enfades,
hoy iremos al pueblo vecino,
algo oscuro y gordo se está cociendo allí hay vampiros poseídos
que nos están haciendo la competencia,
está bien, al rato se encontraban volando al pueblo vecino,
fueron a la iglesia del pueblo
que tenía escrito en la puerta con sangre, pueblo propiedad
del demonio y Calvin klein,
tienen sentido del humor por lo menos nuestros amigos,
si, sí ya le entra a uno mal rollo de verlo,
se escuchó una voz que provenía del campanario,
bienvenidos pasen, pasen
¿da mal rollo ves?
se puede venimos del pueblo vecino
a exponer nuestro problema vampiril,
está bien, pasad y ponéos comodos,
pasaron a los púlpitos de la iglesia,
y bajó del campanario un vampiro anciano jorobado,
con la cara rajada,
me presento soy Odor jorobado de Notredame para servirles,
como podrás ver soy vampiro extranjero francés,
¿que les trae a mi humilde morada?
Pues bien ultimamente estamos teniendo problemas con vampiros endemoniados
de este pueblo que nos hacen la competencia y nos dejan sin alimento,
está bien se acordará lo siguiente el invierno y la primavera sera la veda abierta
para los vampiros de vuestro pueblo, otoño y verano
será nuestra veda para nuestro pueblo del demonio,
las dos estaciones que tendréis vedadas tendréir que ir tirando de despensas de sangre
y sangre que halláis almacenado en botellas, barriles y toneles.
Me parece justo,
una pregunta más y nos marcharemos,
¿a qué se debe tanta presencia del demonio en este pueblo?
Pues corre la historia que san Miguel ARCÁNGEL
bajo del cielo en septiebre porque se gastó todos los dineros en licor, casinos y prostitutas
bajó a hacer la vendimia como todo buen hombre del señor,
y aprovechamos para ensartarle los colmillos y volverlo vampiro,
desde entonces el Arcángel vive en transilvania,
bajo el seudónimo del conde Drácula ese es nuestro origen endemoniado,
sin san Miguel luchando contra el demonio,
cientos de demonios salieron y se apoderaron de todos los aldeanos del pueblo,
brindaron en sangre,
y todos se fueron a dormir pues ya iba a salir el sol.
CONTINUARÁ...
CAPÍTULO VII
Que trata sobre el linaje del imperio Vampiro y su sed mítica de sangre...
El mortal inmortal renace: 26 de julio 1836, Alzo mi advenedizo aniversario, cumplo trescientos treinta y cuatro años, el Ario Zahorí errante, he visto llorar dieciocho siglos, brotar ríos de sangre la entraña de la Tierra y mi sed de vida con ella, riveras y árboles se creen más longevos que quien habla de puño en pecho, y colmillo resplandeciente, tuve amores cual romances proscritos, como fugaces, blancos como carmesí la rosa más pulcra, entre rizos de nogueras enterré mi secreto maldito, alguien pregunta si acaso no soy mortal, hablase entonces apuesta, si me vences mi condena es tuya, larga eternidad me crece en las barbas mi viejo ciprés busqué los nueve sueños en frasco de alquimista inmutable, aquel desliz me hizo asirme luna tras luna a un ruego y duermevela ningún ser osaría tolerar, funesta historia que un día en funesta senda nocturna, se cruzó conmigo un gato negro de ojos sangre, se paró y atravesó con su mirada abismal, escuché el alarido entre hojas me dictaron funesto susurro, debes ir a la fuente alberga el bosque umbrío allí encontrarás a la Señora Hada
Leannán-Sídhe
dueña de la profundidad y toda sombra brotada, ella te dará misión.
Deberás ofrendarla una gota tu sangre y así tu colmillo tras tu mordisco, dará nueva senda.
Förüq y Leannán-Sídhe
Se deslizaba una noche danzarina, un invierno deshojado por entre candiles breves, aquel febrero que ni un alma se sujetaba en intemperie del cierzo traspasaba la carne.
Yo era errante taciturno quise saludar a mi Luna, por todo año benigno. En aquellas callejas
de los Santos de la humosa escuché carcajadas y jolgorío una moza nada pude ver su causa
avancé hasta el punto más alto de aquel pueblo, un mirlo azabache se posó cerca donde estaba yo sentado, entonces crascitó: -Ella vendrá, en toda aquella obscuridad observé encenderse una luz sigilosa y estridente provenía de la iglesia, me acerqué y su puerta abierta invitaba a indagar, entonces observé
una dama sembrada en vestido blanco, alrededor una hoguera se giró y fijamente me miró,
sus ojos eran de un azul verdoso y el centro granate sanguinoso, le pregunté quién era
Me dijo soy Leannán-Sídhe dueña de las entrañas de la penumbra, sus ojos fijos en mí me atraían cual sortilegio irrefutable, me puso la mano en mi hombro y dijo seré tu Musa por toda nuestra condena de escuchar la noche en nuestras pupilas; nos besamos y mordió, yo sentí mi nueva vida fluir de sus colmillos.
CAPÍTULO VIII
Que tata sobre un azar indeleble que imposible rige el amor utópico castellano por su señora Hada...
Ella se tumba conmigo, no hay trono, no hay lecho, hay un lugar, donde reposar la desquicia atónita en nunca más, ningún lugar horizontes atrás se pintan y desdibujan los laberintos, ayúdame estoy encontrando en ti mi lugar, la quinta magia, el quinto poder la sola pesquisa, el quinto elemento, más que cine, es control, es orden, es sabor, es compás, llama que es sangre, elevado amor, sinfonía de vena jamás perdida ni encontrada, oh de colmillos verá esta noche perder mi suplicio dormido,
ella susurra que entona a mi oído, ayuda, ayúdame, he ganado mi cordura
perdiendo el control, asáltame, abandera este miedo, de no ser de nuevo crujido en tu muro,
y ventana flamígera tu descontrol, corro contigo fuera la línea sedienta,
tu sed soy yo acaba tu decencia de no ser más que sangre.
Förüq y Leannán-Sídhe
Te escuché- dijo Musa, la doncella de palidez inaudita, una solemnidad hería hasta el oído sordo; ya que todos contaron su versión, también quiero hacerlo yo, por qué la blancura me hace nombre,
entonces, un relámpago de luz tersa
descendió la ventana, aquella noche tormentosa hasta posarse en el oscuro diván, luz azur que envolvió, se velaban las sombras del patio de la araña, allí dos príncipes combatían por el amor la doncella real Escarlata, se escuchaba el blandir de sus espadas y como crujían bajo las viejas torres,
rugidos estremecedores, del tembloroso pavor en esfuerzo, corría aquel 1825 en que Rusia y Polonia encarnizaron una batalla feraz que al pueblo agota,
estas cimas tormentosas, se pierden entre nubes del nuevo ocaso, un canto moldavo brillaba
y relinchaba su propia existencia por aquel cristal de lago inabarcable como azur espectral, ninguna barquilla ni anzuelo, jamás partió su vidrio, este solo completamente sorprendido, contesta entre animales salvajes aquel estupor indefinido de canto claro, en la ribera la Estrida donde sangre fluyó sin mesura, sangre guerrera lloró, un compás de ojos azules mentirosos, corrió el río, de bala en pecho,
aquel que cruce el río junto a él, donde reposa despierto en aguas el maldito doncel, vampiro es.
F:orüq el Inocente
CONTINUARÁ...
CAPÍTULO IX
Trata de reminiscencias en actual vida presente que validan mi sed...
Macabra sinfonía solícita de ojos fantasmagóricos oh mi pequeña fantasma era, de cabeza cubierta y bañada entera en sábana purísima en blancura que ni azulete pudiera, dirigió su manecita helada a mi hombro y me susurró al oído. Esteban su Sol ha muerto, noche blande y ahora regirá siempre, asustado me acerqué a la ventana, y el temor se hizo realidad de aquel susurro fantasmal, blandía que coronaba el cielo una luna negra cual gema azabache.
Encendí una lumbre, para evocar un réquiem, a mi Sol Fierro, yo, que le creía invencible, como mi amor a mi pequeña fantasma sembrada en sábana, un grajo rechoncho
picoteó entonces mi ventana y crascitó con amplio gorjeo,
-Noche semper
nunc semper imbres, sempiternusa tenebras blanditia, ya rematado yo, un cuervo crascitando en latinajos, bajé a hablar con mi pequeña siniestra, avivé mi lumbre por si Oscuridad, bajase a la hora mi escala con hambre, cerré la ventana calculando nada prodigioso me asombrase, entonces escuché un alarido estridente, como si raíces eternas gritasen velozmente entró un borbotón umbrío,
de sombras densas como nube de la más cargada tormenta, cerré mis ojos para observar el inicio de mi final, mi inocencia no tenía miedo, miré el espejo sobre mi taquillón, y quebró brotando un millar de sombríos ojos, vi mi rostro en uno de ellos, lucía una piel pálida y unos colmillos no podía encerrar mi boca, era el inicio de mi condena la chica besé en 2006 era un vampiro. Y mi amante fantasma, es el espectro de su anterior vida.
Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano, era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola mirada destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.
No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;
resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas.
De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.
Förüq
FINAL
- ardido - arrestado - arriesgado - arriscado - arrojado - atrevido - audaz - bárbaro - héroe - imprudente - intrépido
- arriesgado, atrevido, osado, audaz, imprudente, irreflexivo, aventurado
Mecha de oscuridad:
Vengo que vuelvo
de un silencio, profundo,
de un vacío completo,
traigo para sembrar
un ascua melífera,
del seno las arduas estrellas
que llevo
que cuelgan de mis ojos cual arañas,
una vid de vida
en seno esta anublada, azul
escarcha,
todo colmaba el ímpetu de suspirar
sin brasa diestra,
ni compás ambivalente,
sobre estos treinta años que
y que no me sostienen,
porque aún no me hicieron nacer,
sobre los lustres que ya no son,
anudando galaxias
y su cobre perpetuado de sólida luz
inmaterial,
electrificas mi mirada
como aljibe rebosante de ilusión líquida,
toda esta sed que vive el pasado,
y en bruma cegada,
muestra,
que tiende tu rosa helada,
embebida de pétalos de espectrales
sábanas purísimas,
nací en vez primera sin terminar,
y no fui ni abeja ni vencejo,
para poderte acompañar,
era de un eral sujeto,
como membrillo de un árbol sin escuela,
y pera de chopo milenario,
todo cruzaba mi relente
y acabé tendido
en mi osadía de seco tajo
llamándose gloria
para acabar conociéndote.
como dije en primera vez:
mecha de luz:
-Vuelvo de tu vacío repleto,
anidando cobre de galaxias,
desde luego aún no hace treinta años
que nací allí;
en vez primera sin terminar,
vida húmeda y animosa,
alzado a luces de alba sin acabar,
vino tu silencio conmigo sin ti,
como alto arbusto fragoroso,
me paseó mi jardín
como un mordisco
y un beso sonoro deslizando
que suyo me jabra hendiendo la tierra,
una boca de metal de pala,
que abre zanja.
tu alma de recto augurio,
o ave como futuro de hibernación,
ave nocturna
en tablilla de azabache,
como puro origen inmiscuido,
nulidad insobornable,
traición de hechizo
y nota de caligrafía desangelada,
mudez última de relámpago,
pluma de mi ojo abierto,
soledad infinita de mi despierto,
como fe sin cargos
rueda mi vertiente,
siempre relevada por dios sollozo,
palanca usé con la puerta de Plutón,
alcé el margen
de rebelión sanguínea de los dioses,
cielo asido el vil manifiesto de relámpago
surqué, gloria vespertina de héroe,
Cocitus cantando su aire
de oscuridad iluminada
clavando negras riveras, hundiendo
y desplazando los montes;
lago estigio me alimenta el latido,
y mi férrea sangre
directa a superar lo inabarcable,
tu rama vestigios de plata corté
del cóncavo bosque en tu acre,
creció en su lugar segunda rama,
de titanio,
que conseguí cercenar rotundo
y hoy llevo clavadas sus hojas,
en dos talones fundidos,
columna y cadera,
con todas sus espinas de titanio
sujetando cada diente mío.
bajar al averno es sencillo,
subir los aires en altos cielos,
nadie pudo;
yo allí voy a mitad camino.
El castellano
Förüq Er-lobo bohemio
El Castellano y Leana
Sangre:
Amada mía te escribo,
esta noche invernada,
detrás de la noche y de la estrella apagada,
que yo te amo amada.
Luna mía, tú mi flor que brilla,
luces bonita, estrellita mía
sólo tú eres mi vida,
linda mía, jamás se apagará tu boquita,
que llama a la mía,
mía, solo mía,
mi flor de luna.
Solo para mí encendida,
Yo nací para tus ojos,
madera de los cipreses,
yo solo soy escarabajito
que de tu mano caminas despacito
de tu mano abrazado duermo contigo.
II
Sólo soy lo que tus ojos dicen de mí,
solo soy amor, vivo en ti,
yo, nací del rayo de sol,
dije soy fuego sin más razón,
de mí hasta la sangre huyó,
yo, solo viví como vive la flor,
al muerto le di helor,
porque yo viví solo, solo
como vive, la flor,
pero ni aroma tuve,
ni tuve color,
solo tuve rojo polen carmín
de mi sangre sin venas
nació un yo te amo amor
que a la tierra llegó.
El Castellano y Leana.
III
Muerto vivo si no te miro,
luna muerta vi encender,
y a mí llegó para yo decir,
viví, fui, amé, reí, y con su amor,
digno, orgulloso,
viví.
Hasta de su boca
morí.
Pero un sábado desperté,
frío,como Sol que fui,
y ella, huyó de mí.
Así mi condena cuando
yo muero ella vive por mí.
El Castellano y Leana.
IV
Sangre, sangre
color añil,
vida. vida para yo decir
he aquí mi sangre,
y aquí muerto viví.
El Castellano y Leana.
V
Vive en la inmensidad
del azul eterno
para ver este cielo
que encierro yo,
aquí vencí yo.
Aquí solo,
solo,
busqué morir.
Pero eterno viví.
El Castellano y Leana
VI
De este cementerio vengo,
pero yo no he muerto,
yo de este cementerio,
traigo la flor,
pero así la flor
fue muerta por amor.
El Castellano y Leana
VII
Quién fuese verso
para ser verbo.
Quién fuese poema
para la más bella besar.
Quién
fuese locura
para con ella
loco de amor
amándola,
sanar.
Yo la vi para loco de amor
Decir, que lombriz feliz morí.
VIII
Ven, ven a mí,
yo nada, ni frío,
ni hielo, puedo ser,
sin ti,
yo tu ausencia llamé infierno,
tu beso llamé parca,
tu amor llamé Satán
pero yo solo soy
el único llamado Dios
que reinó
en tu corazón.
El Castellano y Leana
IX
Cielo tengo si yo te veo,
Vida si yo te tengo,
Sangre, sin ti, yo no tengo,
yo todo lo tengo,
tu amor alimento,
yo corazón tengo,
pero allí solo vive tu recuerdo.
El CASTELLANO Y LEANA
IX
Cielo tengo si yo te veo,
Vida si yo te tengo,
Sangre, sin ti, yo no tengo,
yo todo lo tengo,
tu amor alimento,
yo corazón tengo,
pero allí solo vive tu recuerdo.
El Castellano
X
Locura despierta
locura quieta,
venda,
mi ojo que no vea,
y la vela prenda.
Copa que mi sangre llena,
yo vengo del nacido sin nombre,
que olvidó que perdió todo,
pero le llamaron amor.
El Castellano y Leana
XII
Bendito aquel que muere en el verso,
bendito aquel que muere ardiendo,
porque amor es fuego,
hoguera el corazón,
porque yo sé de esto,
porque sé que duele,
porque yo viví amando,
amé amando,
amé cuando un otoño
aquí morí enamorado.
El Castellano y Leana
XIV
Yo nací, amé, amo, luché, lucho,
viví, vivo,
morí, muero.
Poeta soy, poeta fui,
escribí, escribo,
fui verso, soy poema,
pero la verdad viví escribiendo y me llamaron
hombre enamorado.
El Castellano
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