sábado, 18 de mayo de 2024

RAÍZ

 Raíz:




Tibio resplandor dorado
mi aura escapa de mi cuerpo
para no saber quién ser
el ababol del camino clama
por enternecer la primavera
a rojo carmesí cuando la tierra estalla
en flores ellas dejan su río de sangre
allí donde el olmo viejo
crepitando mi sentido estaré
me nace una espiga de la mirada
a la hora que se acuesta una malva
viste el colorín su trino
la caléndula cierra sus flores en verso
a la hora que el tejo exhala por el tiempo
transcurrido hueso viejo
y su tornasol afilado
hoy es tiempo de colgar sus flores al viento
por si llora mi cielo cuelgo ramilletes
en chopos silentes que la vida
vio colgar de mis pupilas
al dulce trigo en verde olivo
que mi ser yace más que vivo
mi ser es primavera
a la hora que su caricia blande entera
mi tierra,
primero flor o planta verdadera, y su entraña abre
al esplendor de un estambre
rosa si espina
no es rosa ni vida sin dificultad,
y se eleva mi lumbre quieta
río de sangre que me crece las arterias su fuente
por soñar soñé y me enraizó la flor
y que la flor sólo sea la flor, belleza sin umbral
de amor o dolor.
Porque jamás mil máquinas podrán hacer
una flor y elevado mece su amor
por la verde grama naturaleza
en casa y numen superior
que se afila de mis ojos
la trilla oxidada
por el ancho largo
trepó y escaló su cielo el ciego ramilletero,
al fiel desliz me hallaba
esperando adoptar su sabiduría
en pedernal de mi nicho florido
que reverbera en cada pétalo
sucesos caducos de ser
y otros de arder y trascender
en cada hoja, en cada raíz
cada grito bajo tierra
de su fiel testigo estático
anclado gozo terreno
quedando quien fui
y la tierra que seré.

El Castellano



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