domingo, 5 de noviembre de 2023

ULTIMÁTUM

  








I

Diancech escucha

por evitar la destrucción

de tal belleza.

Me vio hecho tierra

su gloriosa certeza,

nacido y apostado

a lágrimas dadas

a emoción, ofrendada,

por montes y consagradas aras,

esparcido,

aquel su acento divino.

 

 

II

Por airado viento,

mi rústica diosa.

Aumentar mi bien,

que vive ante mis ojos,

a su lado marchó,

al compás me marco,

grillo que es la bendita, 

masiva poda

del rosal canino.

Mi evangelio.

Apresura mi tiempo

sin velo.

 

III

Al fondo marchó

entonando pudiera

sobresalto de oír

tatido y rúbrica.

Indeleble tu placer,

dicta el Risco,

el filo de la trilla,

mi ara vestigial

dirige, oh, Flora,

deja de perseguir fieras aladas,

el numen y fiero,

 

 

IV

llegó a tu mando,

a sembrar nervio dulce,

en extasía todo tu almíbar generado.

Nunca pudiera poner fin 

a mi lloro gemido,

estoy gozando,

jamás sufriendo,

corriendo falda

de su alto monte cincelado.

 

V

Atada a mi corazón,
te diviso serena

cercana a toda ilusión,

que plañe, que vuela

oh, ultimátum de alma

despierta, que luce mi elegía

en mis manos grises y labios escarlata,

ajadas de calor humano.

Mi pena ya no bogaba ahogada.

Afán insobornable dicta,

harapo no es mi creencia,

creer tiene más peso que el dogma.

Oh, brillo terso,

la luz intransigente, ya luce granate,

sublimada, goteando

colores y crisoles,

resplandecientes 

como duro bronce.

Entre un mar de gentes y bocas grises.

 

VI

Desdén de pocas sombras,

te han erigido,

alzar vetusta mi nave de tinta y sangre

al hoyo frío del Sol,

a ese fondo sin poso, ni fría vena,

un sopor celestial,

que baña esencias

y corajes toda flor que mi sangre no miente,

belleza, belleza eres

sin verte, un miedo avanza,

no se detiene de pensamiento que estás muerta,

cumbre de flor

mi pecho enraizado.

Vespertino iris encandilado.

Luz, quién te atrapase,

acariciándote para darte gusto,

y arrullo de esquema y estela cual lágrima de estrella.

 

 

VII

Rasgo mi futuro,

entre runas y malvas azures

y le dejó pintarse

sus lunas,

con mis manos ambivalentes.

Lava y ceniza,

es mi cariño profuso,

la sola ternura la Sponsa, su Principito,

todos mis solos otoños, como retoños

donde sus noctambules,

gimen que tú llegas, como un coraje de flor iridiscente,

a traer diligencia de letra entre corona 

y duermevela de candelabro

como canta y respira

la Reina noche,

me surges a borbotones púrpuras,

y de azules golondrinas,

un colchón de luz,

rasgándome el febril vuelo,

de murciélago castellano,

sí, soy yo.

Mi esperanza;

como brilla la última luz oscura,

se llama Musa Escarlata,

que quiero besar

y honroso rezar.

 

 VIII

Sale mi espíritu vivo, encendido

buscando tu pura llama

viva y excelente,

concisos mis ojos

encarecidos de lo vivido,

el mal siente y profesa,

ya no ha de ser mío,

de calor, sendero afable

y color movido,

presente de memoria ciega

oh, faustos raudales

de vil terneza ensoñada, primor

de ascua y acequia,

de bien derretido, sin salida-


IX

Yo ausente de ti,

cómo has de valerme,

si de vida voy que muero ya en ti,

ni gozo diferente blande,

a este sentido intransigente,

espero otro día de noche temprana,

reñida luce mi porfía,

te quiero hasta tercero desespero,

oh mi dulce prenda conjurada,

de hermosísma Ninfa,

y términos cual dioses,

labro embebecido,

escúchame cantando,

entre estas hileras de rastrojos en llamas,

ya este señero, cual piedra erguida,

oh la sola mujer que amo en pesquisa,

Ninfa Musa,

mi pequeña ángel

no fío lo que no poseo,

ni conocida planta ceso resguardo,

Dafne por mi razón llorada,

escurecía bullendo

mi lágrima múltiple que ya regaba,

hincando toda tierra.


Förüq

 

Förüq carpetano castellano

X




I
Atada a mi corazón,
te diviso serena

cercana a toda ilusión,
que plañe, que vuela
oh, ultimátum de alma
despierta, que luce mi elegía
en mis manos grises y labios escarlata,
ajadas de calor humano.
Mi pena ya no bogaba ahogada.
Afán insobornable dicta,
harapo no es mi creencia,
creer tiene más peso que el dogma.
Oh, brillo terso,
la luz intransigente, ya luce granate,
sublimada, goteando
colores y crisoles,
resplandecientes 
como duro bronce.
Entre un mar de gentes y bocas grises.

II
Desdén de pocas sombras,
te han erigido,
alzar vetusta mi nave de tinta y sangre
al hoyo frío del Sol,
a ese fondo sin poso, ni fría vena,
un sopor celestial,
que baña esencias
y corajes toda flor que mi sangre no miente,
belleza, belleza eres
sin verte, un miedo avanza,
no se detiene de pensamiento que estás muerta,
cumbre de flor
mi pecho enraizado.
Vespertino iris encandilado.
Luz, quién te atrapase,
acariciándote para darte gusto,
y arrullo de esquema y estela cual lágrima de estrella.


III
Rasgo mi futuro,
entre runas y malvas azures
y le dejó pintarse
sus lunas,
con mis manos ambivalentes.
Lava y ceniza,
es mi cariño profuso,
la sola ternura la Sponsa, su Principito,
todos mis solos otoños, como retoños
donde sus noctambules,
gimen que tú llegas, como un coraje de flor iridiscente,
a traer diligencia de letra entre corona 
y duermevela de candelabro
como canta y respira
la Reina noche,
me surges a borbotones púrpuras,
y de azules golondrinas,
un colchón de luz,
rasgándome el febril vuelo,
de murciélago castellano,
sí, soy yo.
Mi esperanza;
como brilla la última luz oscura,
se llama Musa Escarlata,
que quiero besar
y honroso rezar.


Förüq

IV



















I
Cimbreante mece mi arrullo
por esas lomas despejadas
tu bello, salvaje cuerpo
imaginado, que sólo
pensarlo cielo no vislumbro
muerte, resurrección,
y resurgir de pulcra suerte
que empenacha
tu baile de faldeo.
Mi viento norteño y Aquilón
me bailas
de agua ondulante.

II
Oh, puro deseo,
avienta esta sed
que granate ya es.
Como agua roja siseante;
oquedad de rubor
no se pide a destino faustamente.
Raigambre que límpida
acoge mis muslos
dolidos de ángel desertor,
invisible mi remanso
sin abocarle ternura,
A veces estremecido
en cuarto luminoso
sin compañía ni botijo de sangre.


III
Amor, pon mi vida
en la mesa,
sin muerte
como venturosa primavera.
Que mis vellos
sean hijos jacintos silvestres
de botellitas de flores azules.
Te creo,
en espera, pasé todas las estadías
del ser silente.
Vigor de tanto sentirte
alzo que sin nada en posesión,
mi vida presente
atisbo es tuya 
mi buena vampira.


Förüq
 

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