viernes, 24 de noviembre de 2023

FRONTERA TU SEDA

 










 





No, no quiero ver la luz del día,
su contorno, ni silueta melancólica,
no debo más sufrir
por la luz fría,
ni labios grises acogen ni acampan,
de luz en madrugada,
de intranquilo ceño,
te cantara con el viento,
que necesito tu sangre,
tu cálida melodía de piel,
el abrazo de un ángel,
era yo de alto,
un bosquejo,
de dios completo,
besos de valles y antepasados:
espejo un paisaje fluído,
de compañía cantando,
luna lúcida y semblante sempiterno,
floto sin nota ni risa perpétua,
fugitivo, de cristal todo ojos
y falanges de caricias rutilantes,
silencio de forma
y crujido al quererse,
hoy hircana, ígnea,
de piel en sed todas flores,
de mar espumoso, intangible,
sueño, en mitad
un cuarto de alguien,
jardín leve, musical,
eran tus reflejas piernas de paraíso,
soledad pareja sin playa
ni destrozo cardinal,
atónito, que yo amo,
te amo en mitad lo oscuro,
un día de lluvia insistente,
y era sueño candoroso,
que bellísima
en mi cuarto duermes,
mi sueño.



Förüq y Leannán-Sídhe


II
Acaricia esta vil mirada
flamígera, vestida de arreboles
y sedas verdes,
un solo gemía a un cuarto luna morena,
quería verla
mas se escondía por bloques de hormigón y cemento,
las violetas ramas ocultaban su faz
entre un guiño y un ala,
fulgente apareció
en alto cielo de nadie,
era como una profunda sonrisa helada
entre alta ojera enfundada,
atinaban sones
como nervios fugaces,
quise mecerla,
sondear hasta arrullarla,
como gato maullando,
encima tejado a cielo desnudo,
un día inequívoco,
brilló un dragón
y la desquicia devoró,
mi alma ardía
entre un repiqueteo
de caracol maestro,
sobre la hora que lentamente
cojeaba una luciérnaga 
de mí para ella,
sobre bosque mágico imantado,
lleno mis premisas valientes,
besaban, sus pies de oscura doncella
de ella sus pies de jara,
de luna, de mar azabache,
y sola ansia,
entre coraje floreciente
dibujaba flores en tapial
mi mármol florido,

aullé hondo,
como si mi querer fuese
cantar a esta luna creciente
me habita entre pecho y espaldar,
quise besarla
como se besa por primera vez,
una luz que bailaba atónita,
fragante y sedosa,
aterciopelada,
era oh una sangre de musgo,
sobre una piedra,
caricia de ojos,
que llora mi emoción,
de morderte el sentido,
delineante
y capturarte
para jamás soltar tu mano,
mi Escarlata valiente,
mi amada entre haz
cumbre, y mortaja florida,
un eje, mi arquitecta
entre tú y yo,
algo existe inegable,
como entonarte y me respondes
mentalmente,
llama a eso locura
que mi locura reverbera
y mi dicha
es tenerte siempre
en éter vil energía
y placer exhausto,
a través la sombra tuya miré,
y pude elucubrar
mi dicha
mi alma,
mi honra
que en ti se bañan,
orden diligencia
disciplina,
bailo tu agua,
hasta bailes la mía
hasta el fin los días
que debo entonar la última melodía
la danza final.
Eje, surco y divinidad
mi primera carta
me sientas y embebas
el alma pura
que sedienta se libera.



Förüq y Leannán-Sídhe

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