AGOSTO 2013
Cuando escribo
vive el alma
en la palabra nunca dicha,
cuando te leo
encuentro sentido
a la flor que nace dentro
hoy te veo
donde ayer no tenía ojos
hoy te encuentro
en esta piedra-corazón
que fue estrella
el verso se abre
brota esta sangre
olvido que es tristeza
olvido que perdí el camino
olvido que viví
hasta que te vi
amapola del destino.
No quiero despertar del sueño
del que en otra vida te conocí.
Muero por un beso,
vivo por tu querer
sueño del que te llama mi piel,
dulce susurro
en el arrullo de tu cielo,
llamo al instinto
que despierto
bebió de tu cuerpo.
No hace falta
encadenarme
para ser tu sombra
para ser aullido
y lumbre en tu camino.
Sólo nos vimos
y nuestras almas jugaron
a abrazarse sin tiempo,
condena de tu pestañeo
entrega en calor que guarda,
giro en tu sentido
amarte sin razón
solo corazón.
En alas de la pasión,
te encontré
donde gritaba el amor.
De tu boca la fuente
si tan siquiera, pudiera
adornar tus afluentes
engalanar de tu piel
las flores y tu sabor.
Si tan solo tus parajes
me recordasen infiernos
y pasiones.
Si solo tus cauces
navegasen mis manos.
Si solo entre tus juncos
me encontrase.
Amaría lo que ya amo
tu sencillez sin disfraces
tu calor entre el sol
y una nube,
amarte entre el viento
y la brisa
dibujarte la sonrisa.
Nunca sería tarde
nunca dejaría el sueño
sin ser tapiz de tu pelo,
Si tan solo pudiese
dibujarte un cielo
solo para nosotros dos,
tan solo buscaría
el poema para acariciarte
sin prisa tus ojos de oliva.
Despertaría los jazmines
y azahares mecidos
los lirios en tu cuerpo,
entre tempestades
nacerían suspiros salvajes.
De nuestras almas hoguera
de tu hoja quieta
mi verdad que tiembla,
mirarme en la noche
sedienta
que tu lengua diga tuya
y tuya la ternura,
mía la ambrosía.
EL CASTELLANO Y LEANNÁN-SÍDHE
EL CASTELLANO Y LEANNÁN-SÍDHE
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