Flor de Ambrosía, néctar de sangre
Autor Miguel Esteban Martínez García
Prefacio:
Él; nacido de una madre que era un castillo
Y llamado
el castellano, förüq Esteban er-lobo bohemio
Miguel Esteban
Todos los escritos y poemas, y contenido
entero de este libro antológico, selección de poesía propia desde albores mi
particular desempeño en tejer la letra de una pasión de artista vivencial y
vocacional llamada virtud del arte en escritura de poesía en verso desde versos
prosaicos, a verso reducido, yo el autor dueño y sembrador de mi propio cementerio,
están y son obra de quien habla.
El muerto inmortal autor:
Miguel Esteban Martínez García
Trata de una selección y recorrido por mi
poesía de mi primera y última temporada de escritura, poemas y escritos, que
nunca vieron la luz.
Förüq castellano er-lobo bohemio
Autor todo el contenido en este libro
hijo, antología personal:
Flor de Ambrosía, néctar de sangre
Contenido
Olmo de
espíritu,
tercerillas y serventesios:
Catalepsia
oda a leannán
sídhe
musa:
Inmenso
placer secuaz, inefable:
Jamás mil máquinas podrán hacer una
flor:
Deirdre
reina mi dolor, cosantes:
Recorrí un palmo
de tierra sembrada,
como un lazo silencioso,
erguía,
era suficiente
para completar
el fondo fantasmal.
Hice una cumbre
con las piedras de labranza
hileras de rastrojos
me surcaban.
Vestía su pliegue
nuevas cintas de esparto.
Más allá de juncos
y yerbas jóvenes.
Márgenes atrás
seguía viendo campos
y pulgas arrinconadas,
agrupándose en soga
harinosa.
Su pecho, un buen trabajo
como dos cinceles
apuntaban,
su tez serena asilvestrada,
su tierra de mirada,
lo siento,
no la cambio por nada.
Fluía todo campo por sus ojos.
Su cabello de realeza
inimaginada.
Peinarse en fino no
pudiese.
Azabache mortal,
y destellos de Lilith
o sombra de Eva.
noche cenagosa que se pega
en mi palabra.
Sus orígenes de corriente
por tierras de fuego,
huérfanas.
Por capas de agua abajo
reflexionaba años halagüeños
confirmaba mi cable,
férrea unión, palmo a trecho,
cruzar la vida terrestre
fue encontrarla.
Mujer de viejas flores
rebrotadas,
con gotas de rocío
su brillo cristalino,
igual que dones de lluvia
relumbraban su cuerpo.
Tiempo en piel
sobre mis pies de paja,
sobre el barro
la tierra fértil,
con hocico de riera
cruzaba sotos perdidos.
Surqué su reflejo
de años esperando,
su flor de tierra
le otorgó su iris.
Mi pala de vida
ya no tenía que sacar
más terrones tristes.
Hundido entre caléndulas
mi voz parecía
tocar el arpa de su acento,
como insobornable
miel de su voz,
a reposar fabuloso marjal,
era su torso sembrado.
En juncias,
barbecho de Artemisa.
Förüq castellano
Silenciosa, insomne,
en la línea de un mar de grama,
donde brilla y reluce un
silencio
y un poste de luz sigilosa
y atónita,
como tubería hundida del cielo
a ras terreno,
en tripa de estaño, y venas de cobre
risa matutina del alba.
Canales hundidos de nueve
zanjas
hace trescientos kilómetros
no los veo,
verdor que se espesa
entre espalderas de joven
parral,
como terrestre ajuar de lluvia,
entre el duro calizo de
cieno y tierra,
una glándula en milla arcillosa,
vibrando insinuante toda raíz terrena.
Lámparas entre el campo
de luna sola,
lucen las luciérnagas,
como ecos solos
que holgazanean erizos
seniles
buscando caracoles.
Contra la roca y cerro bajo
entierra drenador seco,
a encogerse como ventilador
quemado de savia,
cielos que remolinean miles
estorninos
de torvo ceño,
lanzo mi atarralla
al río Mundo,
estira tersura
pegajoso pulgar
hincando cebo grueso
de hígado en cebo
esperando cangrejo ávido,
adentrase en su perdición de trampa,
ataque de jaula perfecta
anudada en reluciente
alambre,
luego entrará seguro
del fondo del río,
como réquiem
por los cosechadores del
agua
los cangrejos cantarán.
Ya se hundía silo dorado
de fardos de nueva cebada,
centeno lucía como ola fracturada,
en rojizo de labriego era
su eral,
oficio ya veía trilladora oxidada,
y la molineta de la acequia
surtía agua
al canal y río de riego,
la simiente del arado
esperaba ya ser enterrada,
sin mortaja
en el terreno ataúd
su nueva temporal vida.
Förüq castellano
ODA ARENGOSA:
Viejo gris
oh viejo gris,
te escribo
te canto viejo
gris,
tu canción me arde
dentro,
gamle grá
mi alma partirá
sé que eres honra
antigua,
honra olvidada
Ó Odín.
Ó Valhalla,
camino libre
tus aposentos,
vivo que camino
libre, muerto,
te hablo oh
olvidado,
oh esquivo
viejo gris alumbrado,
recto hacia la
tiniebla
junta tu ser
con mi alma en llamas,
oh anhelado,
viejo gris difunto,
Oscuridad se
vence
no se ama
Oscuridad no se
vence, se ama
nec vincere,
tenebras et amat,
ven, ven, arde.
Ven a este
infinito remanso
donde se bañan las almas
mi infinito
tu sonriente
halo esquivo
ya no plañe
mi granate oh
viejo sepulcro gris
oh viejo tapial
deslumbrado,
luz, luz me
atraviesa ahora
yo, carne de
espada,
yo vivo y
defiendo
mi soñar de muerto,
oh Odín mi padre
creador de todo
cuanto existe,
Oh Valhala, mi
jardín
con dicha bailo,
con honra me baño
en el lago del
pozo Airón,
mi hermano
Ares,
soy yo ímpetu
soy solana de
esta vanguardia,
ven a mí viejo gris,
perdí mi ojo que
arrojé al pozo
pozo de ánimas yertas
se escuchará mi acorde
en Sol mi
sangre,
sí SolFerro me
blandiste regio, seguro
ante la muerte
dame a mi
mujer.
Förüq castellano
HALO DE ENTUMIDA ALMA:
Al sentido
intransigente
mi tinta
escudo,
era mi corral
umbrío
de flores
llanas
en pétalo armadas,
como azares que
lluvia
plañe segura sus
corolas,
claro entre el
oscuro
rojizo terreno,
redil de un
patio de estrellas,
a mi entumida
alma canto,
esta soledad
acristalada
que me crece como
musgo
en la piedra de
mi corazón.
Voces yertas
sequedad
en tierra
escuchaban,
regué su sed,
atisbo cómo será la vida en
centro
mi globo
estrella luminaria del día,
si acaso su
lumbre sola se sostiene
ingrávida cómo que viaja,
el hueso de
luna su esposa
por mares de
arena
su magnético mirar
partida la
sombra que me acompaña,
resumí en cáliz mi aposento
en sangre nueva
y borbotón yacente,
no es por mí mi halo baja a
rodearte
este pájaro me habita
desde soto de
carne
a hacer nido en
razón ausente
en tormento
dulce dormido,
tres monedas mi
suerte acuñada
por ti
por mí
por el rifle
poesía.
Mi contento
brotaba
como
germin-arte la fuente,
implacable éter naciente,
auras
revolotean púrpura violácea
vil abrazar mi
azul
en oscuro
cuarto vestido en tul,
verdiamarilla
la sola lagartija
me fascinaba.
Manso alacrán soberano
con la araña lobo lycosa
lycosa
tarántula maternal,
del zorzal al
colorín
del verdecillo
al verderón
del pardillo al
canario de cimbrel,
del herrerillo
al matemático estornino,
hoy tu piel
diviso
para por fin
hacer nido sedoso,
en tu placer
y humedad
permisiva.
Förüq castellano
NEBLINA INDISCERNIBLE:
Al eco cobrizo anisado:
avanzo que trenzo
la soga mi destino
agrietado;
traigo la sola voz de los
campos,
arrida en la vid de Ferento,
en el cuervo a hombro de
Lugh.
Llora mi luna un halo de
azabache mortal
por ojera extensa
y Soto indiscernible,
un vuelo entre corral de
astros
en esta caverna abisal
donde repiqueteo
de agujeros celestes
es fondo fantasmagórico.
En el moral del sueño y su hoja malva,
por violetas fulgores me
alzo
y sus raíces crisoles, blandidos.
Como cuchillos de hondo
mango.
Tierra, ay de ella, de sus
voces durmientes.
Que me cuelgan azares, en
vena y conciencia filosa,
árida de tez en flamas, insoslayable.
Te llamo mi pequeña, oscura ángel.
Vengo a decirte que te beso
más hondo que mi tinta
llaneando,
la estela.
Honda, mi encarnada
secuela.
Que alza me quieres y
quiero
enervar hasta profusas
luces de intelecto grave.
II
Compás del iris el verde mi
intransigente
destello en tus alas mi
amor,
que no es de nadie
ni mío,
sin pulcritud acaso me
doliese.
Zarpó tu impás de nueve letras,
nueve monedas en estas
vetas,
no ladro por debido tus
ocasos
que tu oscura ala me
desciendes
y afirmo que tus acaso
no me oscurecen
ni en tenebroso
umbral me rigen.
Ni envuelven.
El destino por ensordecer
y a mi vera
tejerte la flor de Ambrosía
el néctar
de verdor en ascua antigua
de un agua mis dioses
en lluvia Ostara plañe segura.
Voy por tu tercer cielo
en tercera cumbre,
tercera hoja la sangre
me porta en vena de
arteria.
III
Al eco ciego de mi sol de
plomo,
Alto en palpitar de crin
cobriza
un febrero adusto, entre la
miel extranjera.
El crascitar lisonjero de
nueva brea
que ya no me zarpa indemne
acontecida.
Esperando no me criqueen
todos grillos
del tejido terrestre.
Mi Soto asoleado de acequia
servil,
los tres lustres portados.
Un encender añil de toda luz
en eje sediento,
en cadencia descorchada.
Silbando, cantando
en el poste de telégrafo.
Yo, grajo reverberante,
nazco cada poema
del suplicio invernado,
mi corona por candelabro
entre el calendular de mi
parcela
o Soto desangelado,
sin caras ni cruces.
Mi amor que sí existe sin réplica,
ni indecencia, sobornar
no pudiese
sin perder mi hacienda.
Dilema de mi negro gato
ante el mirlo
que puso tres nidos.
Förüq castellano
Un silencio yerto,
Injerto orando;
Se abre esta noche
Un velo silente por
ensordecer,
Reflejos de resplandecer,
Lejos de esta tierra,
En este frío de ayer,
Su sol muerto, que era
invencible,
Pasos de silencio roto,
Abre una espiga bermellón
Destello,
Un respiro, un latido
Envilece mi procesión de fuego,
Cristales que se rompen,
Bisagras que se doblan,
Esta noche
De la nube de antes de
ayer,
Todo se alza
Para llegar a ver,
Recorta este hálito de tierra,
Un suspiro ciego de hiel,
Llega para enloquecer,
Mi sangre que tiene sed,
He salido del infierno,
Quién me va a detener,
Sombras que gritan,
Hielo que sostiene,
Mi cruz del horizonte,
Por descender,
Afilo mis colmillos
Hoy se verán morder,
Esta ventana de sed,
Rebotan los tiempos,
Muriendo,
Diáfano espacio
De ausencia brillando
Su infinito parco de
cristal,
Llegaba otra primavera,
Sin celda de madera
Chirriando su carcoma
Que mordía este cielo
Con su moneda
Que brilla mi idea,
Esta tierra late,
Esta mi sangre fluye,
Cabalgo este acre torcido,
Recorren florestas
Naciendo, brotando
Fundiéndose con tierra abierta,
Soles lloran escarcha.
Del nacer crepitando,
Te juro que avanzo
Hasta ser esencia de río
Granate de mi lustre
colgado,
Debo aguardar
Debo escuchar
Este patio,
Hablando con la araña,
Que caza bellezas,
Un día recordará mi tiempo
Que fue mío,
Dejará de estar perdido,
Y este poema me dará de comer,
Por tener dos mil cien,
Creciendo en sus ramas
De sangre negra,
Ay la tierra,
Sí esta tierra
Que me vio crecer,
Por la que siembro
Mi flor de viento,
Desnaciendo el tiempo
Que lloró mi ojo,
Siendo de tierra y para
ella,
Abro que domino
Esta ceniza que me lleva.
Clama la flor, abeja del
lugar por gritar.
- Ven, toma mi néctar,
Déjame compartir mi vuelo contigo.
Réquiem por la flor, oda por
la Quimera
Con su mariquita, sauce caído,
Cobijado tejo, crepitando:
- tú eres primavera.
Olmo viejo en retozo,
Quebrado por la aguja
silente
De la carcoma.
El cadillo miente, mientras
el abrojo
Clava el sentido, quiere la
amapola
Ser la alegría del lugar.
Cuando el brezo enraíza
El alma de sangre
Por derramar mi cuerpo
yerto
En la navaja, mientras
La lavanda amamanta la
abeja,
Y abejorro que llamé Genaro.
Amaranto el firmamento
Llórame una estrella
Y su hueso de luna que
Rompa firmamentos
En auroras,
Que venza colgándolas
De las pestañas,
Y mientras las pupilas
En sombra abren su cueva
En la clamada verdad.
El castellano.
Soñé, te viví, te besé,
Te anhelé, te abracé, te sostuve,
Te mecí en mis brazos,
Te acurruqué, te di de mis labios
De beber; hice tus piernas
Recorrer en pasión,
Te viví desde pies a cabeza
Y siento decirte algo:
- que no me gustó, me encantó,
Me emborrachó, me drogó,
Si acaso, hubiese
posibilidad
De que yo no estuviese
muerto
Sería por tu recuerdo, amor.
El castellano.
De este cementerio viviente
Que me dejen ser la flor,
Que por lo menos
A un muerto da calor;
Y al difunto, la caléndula su luz,
Adorada, nacida del rayo de
Sol.
Quien te quiere, te quiso y
Te querrá desde este corazón muerto
Te amo en albor flor tras
flor,
Elevado resquicio de
caricia
De diosa Ostara
En resquemor de primavera
Cardos brillando en espina
De dolor, desde mi nicho
Pido mi nicho de espinas y
de cardos
Cuando llegue el momento
Si no a mi no me entierran
en este cementerio del que vengo
Y que la parca fría venga a por mí que este hombre
Ya ha muerto y su último suspiro
Fue un yo te sentí amor
Voy a tu encuentro.
El castellano.
Diente de león por clamar
El prado yerto,
Donde lo vivo son las
plantas silvestres
Incluso el cardo de las
damas, las malvas,
Las piedras agujereando el
terreno
Molinillos al viento, por
gemir caléndulas silvestres y
Papaver hibridum, amapolas
roheas, sangrando
Borbotones de sangre de
tierra, por brotar
llantenes plantago, por
llenar el campo de espigas con flores,
Todo escarabajo gozando de
la flor
Cómo decir que la flor sea sólo la flor,
Si del reino animal es
templo, hogar y morada
Donde todo empieza y todo
acaba.
Quimeras en envidia miran
tus ojos
Y luego miran las
estrellas,
Una sabia dice y afirma:
son mejores
Y más bonitos
Sus ojos que ardieron los
luceros,
Vidas de tu entraña alborada, que el oro no
es oro
Sin mirar tu corazón;
Corren las amapolas, de tu sangre
arden en hoguera
Incombustible, plena,
yerta, indescriptible esencia.
El castellano.
Golondrinera frágil, esquiva,
Reina luz del bosque de las
sombras
Con tus amapolas amarillas,
Los luceros del cielo.
Por poblar jancitos
silvestres, tragopogones,
Amapolas por doquier
Amando la primavera entera
En un mundo que cae
disuelto
En espinas de cardo y
alhajas
De flores de todos los
colores,
Mi templo, mi casa, mi
hogar, mi albor,
Sin alcanzar las plantas
silvestres
Por poblar este mundo
silvestre por mirar
Y dan ganas de tumbarse
Y ser la flor de muerto
porque me tumbaría
Para que me crezcan las
malvas
Y mi cuerpo críe malvas y cicutas rojas
Y negras de tinta y sangre
Mi condenada bandera.
El castellano.
Estampa quieta,
Tejida en el umbral
silente,
Nacido de las sombras
Y sus benditas estampas
De damas de noche,
La flor blanca estrellada;
Cantan tambores de la
tierra.
Y los grillos afinando el
violín están.
Las Quimeras tienen el te
quiero tatuado a fragua
De la flor que sea flor,
belleza creada del rayo de Sol
Y su albor mecido por
dioses, acariciado por Ostara
El humor de primavera
cuelga de las faldas
Mientras mujeres hilvanan
Y trenzan sus cabellos en
oro fino de seda.
Yo soy un humilde escriba
de la flor de difunto
Caléndula oficinal,
Por la que el muerto
Encuentra luz.
El castellano.
Bebo de aquel cáliz antiguo Siento las
estrellas
Buscando la respuesta para
ser feliz.
En la planta en albor que
crece del rayo de Sol,
Sabiendo un secreto de
druida de que si miras el Sol
Al amanecer minutos y
minutos todas las plantas en flor silvestres
Brillan incluso más fulgentes que el rey
lucero,
Todo lo colma su brillo, la
tierra deja paso a toda vida en color,
A través de la caricia nos trae
Lugh.
Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca
gris
Que apareció tras mirar fijamente
preguntando
A una flor de difunto me
comentó
Que podría indicarme de la tierra
Donde todo es libre, no hay
dinero, todo vive por suprema
Ley natural, sin miedo ni
odio.
Le pregunté a la lombriz que dónde quedaba aquel lugar,
Y me dijo con amplia voz:
- bajo tierra.
El castellano.
Monte elevado en el
horizonte,
Brezo, encina, carrasca,
esparto, espino,
Todo crece en albor sin
preocupación suprema
Nada más que seguir viviendo y
echar generaciones.
Hoy me desperté y contemplé la ciudad con todos
Los edificios grises, como
sus gentes
Todo pasa de tierra y
aquella que me dijo la lombriz
Boca gris me espera, así tenga que estar mi cuerpo
Frío, caído de hoja en otoño, no espero vivir eternamente
Ni ser festín de gusanos tempranamente.
Yo acabaré por entender la mentalidad
de aquella lombriz
De su tierra, que no hay
preocupaciones,
Fue el ser humano el que
inventó el dinero
Y la esclavitud que trajo.
El castellano.
Amapola silvestre,
Llévate mi sangre a las entrañas del inframundo
Así como tus pétalos elevan la sangre de los suelos,
Que tus raíces me conduzcan al tercer
reino.
Oh, espino amarillo, que
bajo tus espinas
Han visto infinitud de cal
varios nacer los montes
Y senderos, que todos
llevan al mismo sitio
A perderse en el elevado
espino de tu luz.
Oh elevado, cuál sería tu misterio
Para dejar a este escriba
absorto.
Brezo silvestre, sin miedo,
tras el olivo
Te vi crecer, y una Quimera
cerró junto con el verso
De la Caléndula arvenses que tapó con sus pétalos
En cuña, al caer la luna al
cielo.
A ti Genaro, abejorro de mi
jardín
Te extraño y echo de menos, bonito.
El castellano.
Corre trémulo a des voz el
cosquilleo silente,
Que avanza, que recorre tus
piernas en ambrosía y miel de dioses
Junto con tu aura y alma de
dulzura sacada de raíz de la tierra, mi hada
Ni una flor se te cayó, ni un pétalo dañó, agarraste enraizada con
albor
Y tú tragopogón, duende, el mismo destino
de rey silvestre te espero
Y aguardo en mi maceta, ya
que en lo que llevo viviendo
Ni una planta se me ha
muerto con mi don,
Hasta amapolas comunes
vieron florecer mis macetas,
Hasta Quimeras de
manzanilla gorda, hinojos, brezos, jancitos silvestres,
Crié como un dios creador, dador de vida incluso de la humilde
semilla
De la caléndula oficinales.
El castellano.
Encina del rayo crepitante,
de mi ser llorando,
Hojas escritas en sangre,
enraizando sentidos sin descubrir
Amando inertes actos,
incluyendo, dichos sabidos
Y en desuso.
Su condición asesina de la estampa en
soledad
Y pena de procesionaria
Todo avanza en un sentido
mientras yo me detengo a mirar
El cuervo que me persigue
por poeta maldito, extraño mi casa,
Este ataúd es frío de tiempo muerto.
Este ingreso y ni siquiera
puedo encender un cigarrillo
Para quemar estos
pensamientos parcos y yertos
Como mi cerebro en esta
lata de sardinas,
De cuarta planta de suspirar
de Alcalá de Henares,
Donde nací y casi me sostiene
eternamente la silente muerte.
El castellano.
Mi vida te escribo como
gota que va a los mares
Tú que fuiste altiva, ningún humano te pisó
Los dioses honraste y te
honraron
Desde el cerro al abismo,
tocado y acariciado
Donde todo surca la
oscuridad madre
Y dama de noche sin
afectarle el cielo
De la yerta amapola de luna
desangrada
Y su estramonio vestido de
gala de estrellas.
Todos bailando en la fiesta
de los no importados
Menos la rosa y el clavel
masculino
Que tiraron abajo el telón para comenzar la gala
Y el baile ganó la datura con la dormidera
Por sus trompetas de los ángeles abriendo al clamor.
El castellano
Majuelo, un dulce espino,
Vespertino linde quieto,
Sembrado de horizonte,
Vago nublo,
Inmortal concordia entre
cielo y terreno.
Suave nube rígida,
Que férrea late
Su llanto en premisa,
El verdor desliza el acre,
Y su ágil sendero de savia voraz,
Era un invierno de cierzo
presente,
Magarzas y coronas de reyes
Cogían fuerza
En floración perpetua,
Ruginosa que abría Ostara
En dulce primavera
insoslayada.
Volvía entre un tañer de yedra
Y azuladas campanillas
ipomea,
Era tiempo suficiente
Para su regato cristalino,
Un son entre ángeles y quimeras
Bailando entre flores,
Estaban lloviendo
Pesquisas y tormentos,
Ya nada me atormentaba
hasta los cielos.
Esperaba mi despertar de la
datura
Y en boca mi enemigo
Con lo concurrido
Ya nada me inquieta
Esta paz diáfana hallada
Es insobornable de propia
hacienda.
El castellano
Ídem
trasnochado:
Abro esta acuarela terrestre,
Pinceles mundanales
Que creen que vencen,
Es la hora, cuelgo esta soledad
La pongo a bailar,
Entre peinetas de brujas
Que tengo secas,
Abren mis costillas
Erosionadas de humos fugaces,
Desvalijan blancas ideas,
Un ajuar de esferas rotas,
En este diáfano
cuarto
De ausencia habitada y ocupada
Por mi negro gato,
Desploma mi cloro
La z de mi verde mosca,
Relampaguea mi costado,
Sin sonido ni crepitar interior,
Gotea mi retina
Por un bostezo que tiembla,
Grajean mis pestañas
Un halo presidiario
De esta negra noche,
No tengo araña
Ella me tiene a mí,
Un cordel sin boca
De un evanescer sin sed,
No gasto el punto a mi secuela,
Hoguera es tan común
Que quedará
a la espera,
Abro mi blindada generación
yerta,
Una caja donde duerme
Donde reposa mi sangre caliente,
Friega mi suerte
La preciosa baldosa
Donde lentamente sucumbe
Mi talento ausente,
Por esta sed demente,
Vive que vivirá
siempre
Mi temple resplandeciente,
Mi amor en un tiesto pongo al frente,
Florean semblanzas ocultas
Que trae mi difusa mente,
Yo valgo lo que no vale la cuantía
Hasta estirar mi claro
Cavando mi fosa.
Buscando, encontré
Al que me buscó
en un papel,
Dije no fui yo
Fue aquel que se casó
con el ayer,
Enclaustra este eje de rama,
Porque llorará
savia
Que exclama estoy llorando
Una pletina en oropel,
Hasta yo envejecer.
El castellano
Niebla sonora:
cielo no me juzgues,
Pero sí
me gustas
Y mil desánimos
me invaden
Como amar una utopía,
Enamorarse de una nube
Que surca el azul celeste
De propia vida,
Apagar fuego echando más leña,
Ver una quimera de piel
En imposible caudal
Ambrosíaco,
Ver la luz sin tener ojos,
Enamorarse de una lagartija
De mi jardín
y esperar
Que me hable cada día...
Pisar un abrojo
Y saborear dulce
Como imaginar la miel
De tu cuerpo.
Escuchar la niebla del sonido
Es todo lo que siento
Vals de nirvana
Si mi doncella mi boca
Adentra su boca,
Sí de
trece veleros
Trece estrellas de luceros
Que es el amor
Que te proceso
Me ayudarías
A amarte
¿Hasta
mi honda sepultura?
Llamas de amarte profundas en tus ojos
Un tiempo
De locura en la vida
Llamas de amor
Me sirvan llamas de amor
Me soplan llamas de amor en tus brazos
Te ardo
Llamas de amor
Avisa llegues bien a destino
Profundo en tus ojos
Llamas de amor.
Bosque de jardín
umbrío:
En
el bosque de tus ojos quiero perderme.
En
el campo celestial de tu mirada
Vivo
y quiero vivir, siempre.
Del
paraíso de tu cuerpo,
Soy
caricia de lluvia,
Soy
melodía de viento,
Soy
te amo sin tiempo.
Porque
de tu corazón, soy eterno,
Y
tu amor es lo más bello,
Y
caigo en el sueño
En que abres tus pétalos para mí
Bajo
aquel árbol del deseo,
Y
crecen las flores
Y
el lago emana
De
la belleza de tu alma
De
las violetas y amapolas,
Del
jardín de la alegría,
Eres
tú la ninfa mía.
Y
las flores de malva tienen envidia,
Las
rosas celosas crearon sus espinas
Porque
mi amor fue para ti.
Las
campanillas más sencillas,
Crearon
en flores sus voces,
En
notas de amor al que llaman
Y
buscan trepando y enredándose,
En
la maleza y la piedra,
El
helecho en duelo
Rechazó la flor y la semilla,
A
esperas de ganar tu amor,
Con
sus hojitas en belleza
Que
se despliegan como un caracol.
Las
droseras ansiosas
Su
trampa desplegó
En
son de atraparte
En
sus dulces gotitas de néctar.
El
musgo enamorado así se quedó,
Pequeñito y suave como el terciopelo,
Para
acariciar tus pies y sonreír
Con
la lluvia y el agua.
Donde
la belladona cantaba
Y
de la luna se creía preferida,
Abrió su amapola azul y negra
La
adormidera,
Siendo
el sueño de las hadas,
Su
prima la golondrinera,
Su
amapola amarilla,
Fuego
del bosque de las sombras
Liberó su ninfa con una gota de rocío,
Con
ella llegó la primavera,
Contigo
ninfa mía llegó la belleza,
Y
tú amor en alas de mariposa,
Abrigaste
cada sueño,
Arropaste
cada pensamiento,
Y
ahora no sólo eres mi amor,
También la más
linda flor de mi sentimiento.
Nunca
marchitarás porque si pasa, desaceré yo.
Gran
luz, gran luz al conocerte.
Cabalga
un sueño hermoso en los albores,
Cruzando
el mar, su alma está.
Su
casa, su amor y su hogar
En
el corazón de su doncella está.
Guerrero
niño, vasallo nombrado del
amor.
Gran
luz en su reino, creado de ilusión,
De
fuego incombustible su interior.
Cabalga
su amor, su doncella más cerca está.
Crecen
las flores, en los alrededores están.
Deleitadas
y coloradas,
Dejando
en pétalos
su complicidad,
Para
el romance que viendo están.
Mientras
va el río
de colores
Con
paso lento y decidido.
En
besos de gotitas,
Que
dan vida a las almas al pasar.
Llora
una plantita con una gota de rocío.
-¿qué pena tienes tú plantita,
Tú que eres linda y la luz y el río
Te
besa y acaricia cada día?
-mariposa
quisiera ser,
¡Mariposa
quisiera ser!
Volar
a la otra orilla
Y
a mi amada Quimera,
Que
está
solita, poder besar.
Al
viento le pido cada día
Que
traiga sus semillas,
Para que con las mías,
Abandonemos
la soledad.
El
castellano
Urdimbre
argenta:
Puedo
escribir todos mis pensamientos
Y
ninguno podrá
reflejar mis sentimientos,
El
amor no quiere ser pensado,
Ni
si quiera ser conocido,
Sólo sentido.
Yo
te sentí
amor
Y
por querer pensarte
Desapareciste
entre la tenue luz de luna que me
abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como
tierra yerma
Marchitó aquella flor que un día llamé amor
Y
ninguna pudo ocupar su lugar,
Sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.
Pero
yo te sentí
amor.
Y
lo vuelvo a hacer.
Cerré los ojos y allí estabas,
Como
si no pudieses salir
De
mi interior.
Como
si quisieras besarme
O
decirme algo.
Pero
tú
bella en sueños
No
hablas.
En
sueños
no hablas.
Y
nos quedamos mirándonos
A ciegas.
Yo
te aviso que en el bosque
De
mi mente solo hay un camino,
Y
es un laberinto.
El
final lleva a despertar
Y
enfrentarse con la realidad.
Pero
tú
bella en sueños,
No
me hablas.
Y
yo a primera vista
Me
enamoré
de ti,
Por
si algún
día
acaso
El
sueño
se cumple,
Y
ya de realidad me dices,
Te
estaba esperando
Siempre
te amé.
Logré lo que soñaba,
Logré encontrar amor,
Conseguí felicidad en el pequeño
Y
largo momento.
No
entendí
de ella sus lágrimas,
O
quizás
sí.
Si
su felicidad fue la mía,
Al
revés
también
sería.
Al
revés
también
sería.
Y
yo la esperaba como
Aquel
día.
Pero
con otra compañía.
No
lo elegí,
sin saberlo
Ella
seguía
en mi camino.
La
consolé
cuando llegó
en lágrimas,
No
me dijo por qué,
Pero
sentía
su dolor.
Tenía un presente,
Y
no soportaba la idea
De
quien por ti sufre
Es
quien te quiere.
Y
esa noche lo que tenía,
Se
esfumó
como suspiro
De
oscuridad del callejón conocido.
Esa
noche vinieron los jinetes del tiempo,
Me
mataron en el sueño,
Pero
el sueño
lo termino yo,
Y
mejor esa noche solo me quedo
Contigo
amor y mejor,
Muero
con tu calor
Para
terminar en ti con el color
De
caricias y besos
Como
un romance que no acabó.
Buscándote en el silencio.
Buscándote debajo de una piedra,
O
en el fondo de una cueva.
En
la flor sin cortar,
O
en el fondo del mar.
En
la nube o fuera del cielo.
En
lo que se ve,
Y
en lo que solo se siente.
En
el sueño
y en el recuerdo,
En
mi felicidad o en mi tormento.
Buscando,
te encontré
lejos.
Ahora que en letras te tengo
Estás cerca de ser mi vida
Y
yo, tu verso.
Bella,
vuelas libre doncella,
Sol
te toca, acaricia tus efímeras alas
De
mariposa desvelada.
Viento
te lleva, allí donde el amor creó,
Reflejo
de libertad soñada.
Encerrada
en tu sangre de lluvias pasadas,
Dejaste
atrás
nubes de tormentos,
Rozando
tu destino me arrastras.
El
manto de las hojas te protege,
Buscadora
de sueños
De
la fronda de mis sentimientos.
Viviendo
en la ternura de la dulce mirada,
Volando
con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo
hasta que se oculta el alba,
Ángeles
y dragones arropo en el corazón.
Para
tu despertar, mi luz quisiera llevar,
Para
encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
Cientos
de tonterías
para tu sonrisa.
Entre
las flores de miel y azúcar que
forman tu piel,
Pintando
mi vida.
En
la caída
color gris quedó,
Color
gris quedó.
En
la huida el tiempo y la situación
Que
cortó
un camino en dos.
Vuela
libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su
esencia mariposa del amor.
Me
llama en la noche,
Me
acaricia su velo,
Viene
altiva en cada sueño.
Con
sus caricias, desvanecerse quiere,
Renacer
en la oscuridad del ocaso eterno.
Comprendiendo
y llevándose
mi dolor.
Yo,
sin comprender su aparición.
Recreando
su alma viajera.
Sueños serán, mas cada día la amo más.
En
la belleza de imaginar,
La
complazco con la sencilla palabra de amor
A
su alma sin cuerpo.
Que
me acompaña
desde que sufro
Por
el querer.
Fantasma
o fantasía,
Me
guarda caricia,
Sin
saber yo su razón.
Ella,
hasta dudando de su existir,
Que
yo por amar, la amo.
Más no sé la razón de su compañía,
Cuando
el reloj marca la una en madrugada.
Más si pudiese saber preferiría no saber,
Quién es preso de quién o si ella y yo,
Somos
presos del querer.
Te
vi detrás
de la estrella más brillante
Del
azul nocturno eterno.
En
el suspiro de amor que corre y descansa
Entre
la inmensidad de un parpadeo.
Entre
la oscuridad que alcanzó a ver
La
belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
Siendo
una sombra más,
Pero
especial para ti.
Te
encontré
en mi sueño
más
cálido,
En
el cielo encerrado que liberé.
En
la noche que la luna baña tu cuerpo,
Y
en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y
te amé
aunque fuese un día en la penumbra,
Para
así,
por fin, no olvidarte nunca.
Es
solo la vida en mis ojos donde un día
Se
mide por las veces que te imagino a mi
compañía.
Y
una noche la vida de mi palpitar sin sueños.
No
importa que no te tenga,
No
importa que no te vea, porque te siento,
Y
te siento más
allá
de donde acaba el firmamento,
En
todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde
me di cuenta que el sentimiento
descansa,
No
muere como la flor sale en primavera.
No
importa que no te tenga.
Porque
después
del invierno volverás a florecer,
Te
ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,
Pero
con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque
te amo a pesar de tus humores y tus huidas
Porque
a mí
no me engañas,
yo soy para ti,
Y
muero si no me cuidas. Porque te entregué mi palpitar,
Por
lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.
No
vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
Y
tu amor prefiero sembrarlo a diario,
La
luna de guía
marcando a tu presencia cada poema y cada letra.
Noche lúgubre y umbría:
A
ti noche oscura te escribo.
¿Por
qué
no me das el sueño que tanto
ansío?
Paso
noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta enloquecer, llevo ya cinco
días
sin dormir y veo que se van mermando mis
facultades mentales y escribo frases sin sentido,
Garabatos
en hojas de papel.
Me
asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
Deambulando
sin rumbo.
Mientras
apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
Mi
cabeza que suenan como delirios con sus
voces.
Me
estoy volviendo loco.
Solo
veo sombras y figuras que se dibujan en
tu oscuridad como demonios.
Sólo los gatos y lechuzas
salen a cazar como los murciélagos.
A
ti noche lúgubre
y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad
Ven
salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos.
De
muerte y delito de acero y sangre.
A
ti noche lúgubre
y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte
ni de fosas comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas la luz del sol
y solo el fuego y los fusiles iluminan
Tu
oscuridad.
El
castellano
Sed de reguero:
Manantial
fulgente de inspiración,
Es
tu mirada tierna sin compasión.
Matices
de esmeraldas tu pupila
Enfrentada
con mi pupila.
La
golondrinera el aroma
De
tu piel frágil
y esquiva,
Con
sus amapolas amarillas
El
color de tus cabellos.
Un
piropo, un suspiro
De
mi amor eterno.
Irrefrenable
el deseo,
De
entre tus afiladas y moldeadas piernas.
Que
corre, que escapa y vuelve el
cosquilleo.
Tu
boca junto a mi boca bebiendo
Del
mismo agua del deseo.
Tu
piel con mi piel avivando
El
fuego del sentimiento.
Aunque
te marchaste, sin cumplir mis anhelos,
Me
robaste mi primer beso
De
niño que nunca había sentido el amor.
Me
dolió que te marcharas
A
otro país
sin despedida.
No
te pude decir que te amaba,
Pero
si regalarte una rosa amarilla.
Supuse que te lo imaginabas.
Desde que tú recuerdo me acaricia,
Siembro
en la misma jardinera,
Al
último
suspiro de verano,
Golondrineras
amarillas y al igual que espero
Sus
amarillas amapolas en primavera.
Espero que vuelvas aunque sea como mariposa
O
abeja a mi terraza acariciada por los álamos
Y
bañada
por el monte de horizonte.
Espero.
Vida
en gris de la que tú eres mi luna esperada.
Se
cavan surcos de ti en mi alma soñadora,
Por
donde fluye el solitario beso;
La
tierna caricia anhela ser algo más.
Mis
ojos quieren atraparte en su firmamento,
Mis
sentimientos arroparte con fuego.
Pero
yo sólo
te quiero a ti, mi vida en verso,
Mi
motivo para ser solo tuyo, para no necesitar nada más.
Ser
el sueño
hecho realidad, la felicidad de dos caminos
Que
se cruzaron en el destino.
Tiempo
para esperar, vida para soñar,
Cuando
te vi llegar provocaste mi despertar,
Y
ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.
Nos
merecemos algo más en este papel
que jugamos,
Saber
si nos amamos, si el deseo quiere ser pasajero,
El
mío
quiere hacerse eterno y ser tu sustento,
Sólo espera su momento, el
sueño
para vida plena,
Avanza
cruza cada noche el cielo azul de matices violetas,
Siempre
te encuentra, la soledad me abandonó para poder servirte.
Ahora
avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.
Pero
del corazón
nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,
El
te quiero.
El
pensamiento que paraliza cuando te veo,
la sensación
del amor.
Todo
lo que me queda por decirte y lo que no te dije,
Vida
para vivirte.
Avanza,
no se separa, no se aleja, te alcanza.
Porque
eres lo más
hermoso de mi mundo,
Camino que surca nuestro antiguo paraíso.
Permanece
como el compás
de mi pulso,
Desde que te conocí supe para lo que viví.
Fluye
mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;
Allí donde viven por el querer
alegrías.
Voy
allí
y te encuentro dormida, al final del bosque,
Te
encuentro soñando,
con otros días
de amores profundos.
Como
el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,
Mi
caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,
Mientras
acercas tus labios para besar los míos,
Y
fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas
de un amor eterno que devolvería vida,
Para
quitar su despertar de melancolía.
El
lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No
quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
Guiaban
mi alma a viajar, uniendo su ser volaba hasta regresar.
Te
necesito más
allá
de este sentido que grita por tenerte,
Te
necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
Y
a la vez te adoro, en cada golpe de viento y reflejo.
Me
encuentras, y tu recuerdo reciente me besa,
Mientras
no puedo evitar recrearme
En
el deseo y corresponderte.
Transparente
sentimiento para sentirlo una vez más.
La
noche está
llamando, moviendo su tranquilo velo,
A
flor los recuerdos, que te piensan, una
vez y otra.
En
la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,
Maldita
mi suerte, que dejó que te fueras para soñarte.
Ahora,
los minutos me ganan sin ti, no quiero el cielo sin ti.
Como
la brisa a la mar, mi alma reclama tu compañía,
Cómo encontrar sentido en lo
vivido por su final, si ya no está.
Tú mi noche y mi día, quiero verte una vez más,
Para
así
no sentirte soledad en la oscuridad,
Tu
reflejo llegará, allí donde se encuentre mi
felicidad, tú
estarás.
Hoy
la noche me llama una vez más, para soñar que a mi lado estás.
El
tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,
Y
no verte llegar, para no verte llegar.
Amor
dónde
estás,
si te fuiste quién te podrá domar.
El
castellano
Noche velada:
Luna
plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,
Pero
te escondes entre bloques de hormigón y cemento.
Quiero
verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.
Mas
los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo
obtuso, de sueños fluorescentes,
Tú, de color líquido, solo templado con
miradas intermitentes,
Por
el tiempo de espera angosto.
El
murciélago
baila con el colchón de tu luz,
Rasgando
sombras,
Para
reposar siendo una más.
Oscura
nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
Por
qué
te busco incluso estando solo.
Flores
opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;
Artificie
luzca.
Lucero
de ciudad,
Rompiendo
la obscuridad.
La
noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,
Humo,
humo, humo.
De
tierra a ceniza llamando,
Le
ganó
el cigarro y el trago,
Recuerda que tus ojos tienen sangre
Y
también
se emborrachan.
Cállate sólo eres una fantasma que yo sólo veo.
El
castellano
Ceguera:
No
lo veo, pero yo también lo estoy sintiendo,
Esto
no es sólo
lo que siento, es un simple lamento,
De
no hacer todo lo posible porque me sientas en este momento.
Por
darme a mi momento, sin haber parado a pensar cómo iba el tuyo,
Quiero
compartir que mi base de existir fuiste
tú
desde conocerte y verte,
Esta
es mi vida con la enfermedad mía de la ceguera.
Decirla que la amo aún así de no poder verla, no se
vaya de mi lado.
Entre
noches de humo y suspiros de minutos,
Busco
tu aroma en mi piel entre el calor de mi cama;
Tu
sabor en vasos de agua.
Vivo
muriendo en el oasis de tu compañía,
En
tus recuerdos, esperando la arena de tu piel para adéntrame.
La
luna perpetua de noches en vela de navegante,
Sin
mar ni tierra, ni final, solo con un duelo al tiempo de tempestad.
Ya
olvido quién
soy para adaptarme a un tiempo que no me
corresponde,
Soñando noches de miel,
despertando nubes de nostalgias,
Acercándome a ti al cerrar los
ojos alejándome
en la tristeza,
Nadando
un océano
sin saber nadar, navegando a la deriva en tus piernas.
Adentrándome en tu vida sin
querer, donde ya se juntó mí querer con el tuyo,
El
halagar cala dentro y profundo, llora la distancia;
Comienza
el despertar de los tambores, llamando a los soldados de la tierra.
Con
el susurro de la luz en cristal de gotas de agua,
Pensamientos
cálidos
me arropan tu compañía,
Solo
una vida solitaria desde aquella lejanía;
Un
sol pernocta durmiendo disfruta su luna
Con
tacto terciopelo una vida de amor eterno
Un
caballero busca a su mujer la extraña.
Avanza
entre montañas
de azores
Y
valles de bosque y ríos dulces,
Noche
de amor entre nubes acolchadas
Con
el frío
de un mundo en sangre que estaba en
guerra.
Ahora
su patria era su tierra en la hoguera.
Se
despierta frío
y solo tras pintar con nostalgias recuerdos.
El
castellano
Tu voz:
Eres
fuego en el agua,
Eres
luz en la noche,
Calor
en mi alma de hielo,
Amor
en mi mundo de ilusiones en viento,
Bésame al final de este deseo
de chincharte,
Acaríciame con tus labios,
El
mordisquito en la oreja,
El
susurro en el cuello,
Noche
de eco entre imágenes,
Pupilas
mirando pilares al cielo,
Entre
verde y violeta de árboles,
Ojos
de gato, tu gemido,
Tímido y feroz,
Tu
voz.
Entre
fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
Lo
efímero
del segundo al pasar del minuto,
La
seda del sentimiento, en su carita del beso,
El
piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,
Acariciando
su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
Siento
sus nervios, me atrapan enredándose contigo,
El
momento que dejó el silencio,
El
tímido
beso con fuego en el interior, su dulce sabor.
Mariposas
recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo solos los dos, tiempo
de infinito, sensible el instinto,
Se
sirve de tu aliento, crea mi armonía,
Cada
caricia te hace real.
Sostén mi placer cada anochecer,
Sé el tiempo que nunca se fue,
Sé mi sonrisa y cada
imagen que quiero ver,
Detén este instante para
hacerlo real,
El
sueño
hecho realidad, la historia sin final,
Mi
eterno amor, sin dudar,
Corazón carmesí, como flor de abril,
Navega
mi sensación.
Es
un te amo lo que me encanta escuchar,
Los
mil que me quedan por decirte;
Los que nunca se irán.
El
castellano.
Los pequeños detalles:
Una nube de tranquilidad me cobija mientras observo
el paisaje. El caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado de la
piedra caliza, que resiste el embiste del viento y las lluvias; la lagartija
tomando el sol está, tuerce la cabeza y cierra un ojito, aprovechando los
últimos
rayos de sol; el escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes patas,
tropieza y vuelca quedándose varios minutos intentando ponerse derecho;
mientras, se despierta uno de los dos grandes murciélagos, que aquella cámara de la gran casa rústica, ocupaban.
Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de
los pinos.
Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con caseta para las
gallinas; frambuesas y arándanos, en un pequeño huerto al lado de la
puerta, un pequeño estanque de azulejos en el aljibe, donde nadan
tres carpas y un barbo, oscurece y el joven rapaz, de cernícalo primilla, del palomero
oscuro de la casa, se lanza a por un pequeño ratón de campo, que andaba
merodeando, buscando algún resto de harina o de grano.
Con los primeros rayos de sol, la mariposa de
bellos colores azulados, dando sus aleatorios vuelos en busca de flores de
lavanda, es atrapada por el pequeño mochuelo, que salta del
agujero de aquella antigua encina.
Avanza el día con el volar de un salto
de un saltamontes, al criquear de un grillo cebollero bajo el frescor de su
madriguera, bajo una atocha de esparto, ya dorada, a mis pasos bordeando las
vides, detengo mi visión en un diente de león que paseaba una doncella
escarlata, o mariquita; buscando pulgones que comer, voy hasta el roquedal con
una trilladora oxidada, que vio mucho oficio, se descubre un bello lagarto
ocelado, que asustadizo rehúye mis pasos, un alacrán camina lento su despiste,
sin alerta, por la piedra, y una araña lobo lycosa lycosa, le
lanza fulminante mordedura sin defensa del aguijonazo del alacrán, todo sigue su curso
instintivo, de silvestre ecosistema, donde ni la culebra bastarda se molesta en
bufarme, ávida
busca nuevo escondrijo; todo sigue la supremacía del devenir de las
estaciones, y genética de condiciones, que todo animalito sigue sin
recelo.
El castellano
Latido:
Latido
constante, clavado en tu mirar,
Caer
y despertar en el incesante sueño,
De
compañía
a tus efímeras
y angeladas
Alas
de tu eterna alma.
En
sinfonía
plena con mi sentir,
Plausible
en verso y gesto
Que
arde en tu corazón de fuego.
Aviva
el recuerdo creando presente
De
este soñador
despierto,
Para
volver a anhelarte mi amor eterno.
Susurro
del viento trayendo tu brisa
A
mi sentido despierto cuando te veo.
Latidos
al compás
de tu sentimiento,
Viendo
la vida en colores,
Desde que mi pensamiento invades.
Y
vivo colgado en tu pestañeo,
Para
ser el poeta de tus ojos,
Sencillos
y tiernos, vivos y aceitunados,
Y
corre mi vida por tu cauce.
Donde
el río
creado,
Fueron
mis lágrimas
de felicidad,
De
sentirme amado.
El
castellano
Ser de esencia:
Soy
sólo
lo que tus ojos
Dictaron
para tu corazón.
Soy
sombra, reflejo y luz sin otra razón.
Soy
verdad, ilusión, camino y mentira,
Soy
amor.
Soy
tantas cosas, pero para ti
Lo que sólo tú quieras.
Deseo
de nuestras almas risueñas.
Pasión de espíritu que sujetas,
Sólo tú eres vida para el telar de
mis letras.
Surges
como viento, despertando el dragón
Iluso
y generoso, cálido y tierno,
Del
interior de mi sentimiento.
Sangra
versos humeantes para ti.
Sueño angelado de amor sencillo
y entregado.
Y
te recuerdo con este beso a tu imagen
Que
camina bajo la farola iluminando el ayer.
Mi
palpitar por el hilo del sentimiento sostienes.
Y
caí
y me enredé
en tus caricias,
Reales
o escritas para sentir
Que
sólo
soy lo que tus ojos y corazón,
Marquen
para ti,
Esperando
algo más que un beso ser.
El
castellano
Cristal de
pulso:
Inocencia que se hace belleza,
Sonrisa que ilumina el alba,
Con
el gorgoje de los pajaritos.
Si
el amor no fue a buscarte;
Tú fuiste a encontrarlo.
Y
yo sólo
quiero lo que quieras,
Y
así
soñar
corresponderte.
Vi
el amanecer y el anochecer
Del
bello matiz en tus ojos
Que
suspiraron.
Y
mi amor viajó
del bosque
A
la montaña
y la montaña
Me
hizo hombre
Para
poder amarte.
Voraz destello:
Resplandor
de auroras en los recovecos,
Donde
se refugian mis ilusiones en sueños.
Tu
tez conoció
mis manos y mis manos te moldearon
Para
su recuerdo.
Eterna
batalla a la noche, cuando noto tu ausencia,
La
noche que galopa y yo sólo con la palabra sufrida
De
nuestra vida sentida.
Ya
no hay felicidad entregada con besos
Y
roce de nuestros cuerpos,
Medida
y entregada, ya no buscaré en esa nostalgia.
Me
enamoré
de la vida y nada me falta,
Porque
todo me llena.
Y
tú
mi bella, volviste a pasearte por mis sueños
Y
en sueños
nos reconciliamos.
Desperté y sentí de nuevo el dulce
tormento,
Para
vivir soñando
con el recuerdo,
Y
amarte soñando
despierto.
Si
me marchito sin ti,
No
me quemes con letras indecisas,
Porque
vives en mí
Y
te daré
lo que pidas.
Si
permanezco en tu recuerdo,
No
me quemes, no llames al olvido.
Si
acaso me dueles
No
es por tus errores.
Es
por tus triunfos, sobre mi palpitar.
No
me quemes con una lágrima,
Sólo con un beso.
Si
te perdono y no vuelves,
No
me quemes, porque
El
fuego no se quema
Se
aviva.
Tu
ausencia consume mi alma.
Aumenta
mi llama,
No
preguntes por qué.
No
me quemes sin amor,
Porque
no eres mentira, eres pilar,
Pilar que sostiene mi verdad,
Que
aunque duelas,
Eres
mi amar y no despertar.
No
me quemes.
Si
vuelvo no te guardes,
Porque
vivo de tus detalles.
No
me quemes, con amor silenciado,
Haz
brillar este fénix.
Sólo calienta este corazón,
Y
te dará
su fuego sin medida.
Pero
si ves que mi llama está extinguida,
No
me guardes las cenizas
Échalas
de abono a las rosas amarillas.
No
me quemes, porque me dejo quemar,
Soy
fénix
arraigado a tu bondad.
Si
el cielo se cierra,
Miraré tus ojos para tener mi
cielo,
Mi
palpitar te dirá
Que
seguiré
a tu vera.
Si
mis ojos se cierran
Quiero
tenerte cerca
Y,
coger tu mano,
Sentir que no eres
Un
sueño que perdí.
Si
despierto te vivo,
Soñando te sigo amando.
Cogiendo
cada estrella
En
una letra para ti, tú la más bella.
Y
el firmamento se cierra
Sin
tu mirada tierna.
Mi
deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán lunas, pasarán soles,
Y
el sueño
volverá,
Con
cada latido tuyo.
No
te dejo una flor, te dejo las semillas,
Los
frutos de este amor.
Porque
en mi jardín
sembraste,
Tu
belleza y bondad.
Porque
me llenas de verdad.
Puedo
describirte como mi vida giró a mejor,
Con
tu sonrisa clavada en mi mirar,
Y
el calor de cada letra tuya sentida.
Te
quiero de verdad.
Siendo
tus nervios que atrapan cada sentido
tuyo,
Cada
lima que afila tus pensamientos,
Sería tu imaginar constante en
amor de dos,
Sueños de un romance
correspondido,
Donde
no importaría
quien se enamoró primero.
Ya
estaría
atrapado en tus dulces suspiros de amor,
Y
tus ardientes palabras de ilusiones lanzadas.
Clavándose en mi alma, lanzándote flores,
Estarían mis poemas y mi razón perdida en tu corazón.
Siendo
el poeta en tus ojos, el agua de tus besos,
El
rocío
en tu cabello, el fuego de tu combustible.
El que guarda tus caricias y hace inventario de
cada detalle.
El
fiel, el humilde y el noble, el sincero de sentimientos.
Simplemente
sería
yo, brillando con tu amor.
Quien
invocó
a la tempestad de roce de nuestros cuerpos.
Quien
se abre camino galopando en tus piernas,
Para
descansar en tu boca, siendo hielo y fuego a la vez.
Siendo
anhelo escondido en corazón,
Y
corazón
encendido en anhelos cuando te veo.
Tu
gemido tímido
y feroz, tu voz.
Ocaso que la luna baña de azul, y azul vestido
de traje,
De
estrellas, un firmamento que convertimos
en magia,
A
fuego de nuestros cuerpos, a viento que
transporta
Nuestros
jadeos que crecen, hasta juntarse en
canción
de lobos.
El
castellano
Sentir
traspuesto:
Noche
en vela de navegante, sin destino.
Noche
despertada por la luna, acariciada
Por
sonrisas de estrellas.
Cercanas
y lejanas, según sean miradas.
A
través
de la copa de licor,
O
con la nostalgia del corazón.
Luz
a la vela que ilumina la pluma.
Tinta
de ánima,
mezclada con los recuerdos
De
una vida a tu compañía, pasada,
Con
hielo y fuego, con besos huidizos y efímeros,
Fulgentes
y eternos.
Con
sueños
rotos y días
de amor
A
la sombra de tu reflejo,
Disuelto
por el embiste del tiempo
Que
partió
mi palpitar en dos
Y
cada trozo llorando con clamor.
Tiempo
en el que me alimenté
De
las flores y rosas que te regalé,
Y que ya secaron como nuestro amor.
Si
en el camino, se cerró nuestra puerta,
La
del olvido no se construyó.
En
su lugar la espina clavada en el corazón,
De
un tiempo que fue mejor.
Esta
copa de licor en tu honor mi amor.
En
recuerdo de una sonrisa que resplandeció.
El
castellano
Piedra-corazón:
No
es una piedra, es mi palpitar,
Su
latido cesó
y en piedra cristalizó,
Ella
lo tiene en cuenco con agua,
A
símil
de mascota que nunca muere.
Le
sonríe
cada día,
normal es mi palpitar,
No
huye, es piedra fiel a su amor.
Con
caricias sintió que palpitó,
Que
fue su inspiración, su amor y su dolor,
Pero
en piedra cristalizó, pudo darle calor,
Ya que nunca quiso mi dolor.
Esa
piedra-corazón
fue músculo,
Pero
murió
y ahora solo le queda esperar,
Esperar que el agua y el tiempo,
Le
otorguen musgo y sangre verde,
Que
ablande los cristalitos de su interior,
Y
resucitar.
Quizá algún día cuando ella se olvide
Que
es una piedra, volverá su palpitar.
Pero
yo ya noté
la ausencia
De
vivir sin corazón.
El
castellano
Desvelo dulce:
Café a la una y once de la
noche,
Despiertos
los murciélagos,
Raspando
sombras,
Bailando
a la luz de las farolas.
La
ciudad que no duerme,
Mi
mente volando, siguiéndote,
Enredándome en tu pelo,
Atravesando
la luz incandescente,
Como
buen murciélago
mi vuelo,
Cazando
letras para tu sentido despierto.
Sorbo
de un café
con leche y con hielo,
Anhelos
y sueños
de un amor eterno.
En
aroma de café
a la compañía
de una leannán
sídhe,
Leannán sídhe del reino idílico el mío nocturno,
Tu
fuego el día
de mi noche,
Quémame porque me dejo quemar,
Soy
fénix
esperando resucitar.
Con
brea de estrella un corazón puro,
Con
oro y plata
Los
reflejos de la noche en la ciudad.
Como
buen murciélago
mi vuelo,
Enredándome en tu pelo.
Vívido desliz:
Muero por un beso
Vivo por un querer
Cruel del destino
Condena de una pasión
Que creó tu pestañeo
Al dejarme ver
Tu cielo encerrado
Fijamente tres minutos,
Y morí con tu pestañeo.
Demostró que fui
Importante para ti
Y que a pesar y muy
A mi pesar de los problemas
Seguí en tu mirada atrapado
Hasta que la aguja
De aquel reloj de pulso
Se paró al pasar
Ciento ochenta segundos
Mi cambio de vida
Cuando consumí
Medio giro al decir:
-siempre te amaré.
II
Enciendo maquinaria
De este tiempo disuelto,
En pétalos de éter y formol,
Desangra la rosa secreta,
Y un estambre rige,
Destello que precipita,
El albor.
Calidez de ilusión,
Y araña que arrastra,
Tejiendo el eterno sentimiento.
Yo que arrastro
Mis aciertos,
Como desnudo sol.
Una noche cualquiera,
Y activé el engranaje
Mi reloj de pulso.
III
Mi carmesí caléndula,
Fijó su pestañeo
En mi camino de destino.
Alumbraba un candil
Dormido, una luna llena
De enero.
Era tiempo suficiente
Para huir y quedarse.
En la boca formaba
Toda sombra de opacidad.
Destrenzaba un halo
Sujeto de una lágrima
Pasajera, un segundo más,
Y devoró el dulce tormento.
IV
Giré entonces la tuerca
De mi corazón oxidado,
Por tantos aullidos nacarados,
Y su ente femenino
Me atisbó un beso
A mi alma.
Era el crepitar de la llama,
Que mandabas como loba
Y como luna se prendiesen
Todos los colores
De mis sueños
Consumiendo mi tiempo abierto,
Que completo el giro,
Dictó la vuelta
Al inicio del sentimiento preso
Que sin retorno
Siempre te amaré.
El castellano förüq
Luna azul:
Te
amo no sabes cuánto.
Cierro
los ojos y te veo.
Tu
sonrisa es el mayor de mis regalos,
Tus
dientes son evanescentes, que hablan de como tú sientes.
No
quiero mi despertar si no es para verte a mi lado
Acariciando
mi pelo, diciéndome al oído te amo.
Siento
cuando discutimos
Y
no lo aguanto.
Vuelvo
a nacer cuando me dices te quiero.
A
cada instante pienso en ti.
Ahora
ya eres parte de mí.
El
mundo me parece un infierno si no estás a mi lado.
Tu
cuerpo es un dulce bocado.
Estoy
preparado para amarte.
Veo que me ves,
Miro que me miras,
Amo que me amas.
Sin
ti no soy yo,
Sin
ti que mi alma me abandona.
No
quiero decirte cosas bonitas para nada.
Sólo para que veas
que me tienes loco,
Sí
Que
sacas lo mejor de mí,
Que
me has alegrado la vida.
Sé que me amas,
Sé que te amo, y que
Sin
ti no soy yo.
Confío en ti porque tú lo haces en mí.
Y
no te fallaré.
Sólo tienes que ver todos los días cómo estoy sin otra vida y
objetivo
Que
hacerte feliz.
Sin
otro objetivo que compartir contigo
todo.
No
quiero perderte nunca y eso requiere luchar y dar lo mejor de mí
Para que esto funcione.
Me
atormenta pensarlo.
Que
cada día
estoy más
enganchado a ti,
Que
cada día que amanece mi amor por ti crece.
No
importa nada solo el final del camino,
Que
es llenarte como me llenas.
Si
te digo que sueño contigo casi todas las
noches
No
exagero hasta sueño despierto cuando estoy contigo.
Por
querer soñar
contigo de ti yo me he enamorado.
Eres
sueño
eres mi dormir, tú lo eres todo para mí
Quieres
saber la verdad, me has alegrado la vida.
Has
llenado mis ojos de esperanza, de un futuro junto a ti.
Esto
no es un poema, es una hoguera de sentimientos
que arden en mi interior.
No
soy especial, soy de carne y hueso, y me muero por ti esa es mi debilidad.
Te
deseo y que mi cuerpo te llama cada
noche,
Que
cada parte de mi cuerpo te extraña cuando no estás conmigo.
Que
cuando me levanto y no te veo me pongo triste.
El
ser humano nace. Ama, lucha, y muere.
Yo
lucho, te amo y me muero por ti.
Tú eres el timón que guía mis pensamientos,
Eres
mi estrella en el firmamento,
El
sol que me vislumbra en cada mañana.
Y
la luna de mis noches color plata.
Acariciando
sueños,
viviendo el recuerdo
Como
una vida sin sentir, no la quiero,
En
el despertar de ilusiones en verso,
Todo
es bonito, todo es bello.
La
nostalgia crea su velo de dulce tormento,
Para
quererte me basta imaginarte,
El
velo de traer el pasado al presente,
Cayó de mis ojos pero el corazón,
Lo
cogió
de venda para la rosa clavada,
Ninguna
lágrima
fue desperdiciada,
Ningún beso te olvidó, al alma de hielo tu
calor.
El
hielo, tiempo de insomnio de sentimiento,
Calor,
la ilusión que un día
Cayó por tu mejilla
Y
evaporó
al rozar tu boca en sonrisa.
Frío el canto del viento que llevó mi amor,
Lejos
de este cuerpo, lejos de una vida
Que
en sangre de poeta lloró por la avenida,
De
ángeles
estrellados en estrellas,
Y
hadas, de mariposa sus alas,
Que
fueron capturadas por arañas.
Quien
dibujó
el cielo con colores a su amada,
Merecerá algo más que un traje
De
azul tranquilidad.
En
color de dioses y diosas su eternidad,
Junto
al escrito del mundo vivo, que seguirá,
Aún cuando el cuerpo caiga
como la hoja
Caduca
del otoño,
Cuando
la melodía
eleve al creador
La
esencia de aquel pintor, escritor
Que
pintaba con la pluma de su vida.
El
castellano
Regodeo:
Si
fuese constructor te hacía un océano;
Pero
de momento sólo
te puedo ofrecer ver mis ojos.
Si
fuese piloto subiría a tu ventana, para soplarte al oído;
Pero
de momento sólo
puedo leerte.
Pero
de momento sólo
puedo soñar que estoy sorprendiéndote.
Si
frío
viniese te abrazaría para sentirlo juntos y que se fuese;
Pero
ahora,
Sólo puedo disfrutarlo solo.
Hoy
morí
al despertar y no verte;
Pero
ya me acostumbré al frío
Y
perdóname
pero me gusta.
Sé quien fui;
Fui
un pintor
De
lo que hay detrás de los sentidos.
Lo
siento.
No
puedo amarte porque ya te amo
Porque
sólo
eres un sueño
Lejano
y cercano.
Te
busco y no te encuentro
En
este mundo actual,
Del que sólo te busco a ti amor
sencillo.
Flor
de sentimientos y deseos.
Eres
realidad eso dijeron pero mi cabeza te negó.
Malos
momentos no hubo,
Mala
vida ya no hay, solo hay,
Solo
hay un te quiero
A
palo seco y bebido sin hielo.
Busco
tu existir como un beso,
Busco
tu felicidad,
Tu
bondad ya la encontré
En
esta realidad,
En
la que se miente
Y
niega que haya existido.
Esta
realidad dice que no ha existido,
Su
eje mi sentimiento,
Su
composición
mi palpitar ahumado
Despierto;
Que
ya no late;
También se niega a sí mismo
Dice que no existe;
Que
ahí
tengo una roca.
Pero
¡miente,
miente, miente!
Sigue
queriendo como ayer.
Nuestro
mundo se olvidó de que
existió;
En
realidad nadie podrá saber si existimos
Y
si ''este ban''co se puede atracar y es real
Si
te vas y silencias los recuerdos
Porque
no sabré
si fueron solamente sueños.
Sentido
descubierto:
Ilusiones
traídas
al presente
Como
la niebla que trajo el viento
De
tus iridiscentes palabras
Llevándome al abrir mis ojos al
mundo
De
sueños
sin vivir, de sentimientos
Solo
para ti. Experiencias para compartir
Como
mensaje en una botella
Que
salió
a flote del lago de la esperanza,
Sin
lágrimas
te canto, y te escribo,
Que
desde que volviste, eres lo más bello
Que
pasó
por mi campo de amapolas amarillas
De
mi palpitar, y memorias de estrellas.
Para
ser tus caricias vivas y aradas.
No
te vayas compañera, acompáñame
En
el viaje a la felicidad, como lo hago yo,
Déjame dedicarte un cielo de
sonrisas,
Y
cálidas
nubes de colores,
De
besos incipientes,
Como
el fuego de tus ojos,
Con
el poder de su mirada,
Y
el agua manantial de tu boca.
Déjame soñarte y amarte,
Como
si nuestra circunstancia
Hubiera
sido otra.
Déjame decirte que declaro amor por ti,
Que
me gustas, que no quiero idealizarte
Pero
eres lo más
lindo que pasa por mi mente,
Desde que volviste y siempre.
Como
un beso en la amistad.
Vuelvo
a caer en tus alas de amor.
Cuando
ilusionas mi palpitar
Que
te busca para curar su dolor,
Mi
vida tú,
desde que apareciste, nuevo comienzo
Amor
de siempre
Cuando
te veo en cada letra,
Y
no puedo evitar corresponderte,
Un
alma que te llama para sostener la
esperanza.
No
espero que me creas porque sé que me sientes,
Solo
agradecerte tu huella creada en mi ser.
A
fuego de una ilusión en tu mirada quiero seguir
En
tu mirada quiero seguir viviendo.
No
sufras porque pienso que algo me arde dentro.
Nunca
se cerró
el camino para ti.
Perdona
a este corazón
de niño,
Que
tuvo que esperar a tu cariño,
Para
demostrarte que nunca murió su ilusión
Por
ti.
Que
nunca te olvidó, porque clavaste
Con
fuego tú
sentir en mi interior.
Este
corazón que empezó a latir
Desde
conocer tu alma en letras, como mi alma en letras.
Emocionado,
porque develo amor por ti,
Y
es correspondido.
Feliz
por ser tú
mí
sueño,
Por
sentir que te pertenece mi mejor
sentimiento.
Con
valor, por sentir lo que sientes,
Por
ser alma, de y para tu alma,
Por
sentir tú
beso y entregarme a ti.
Porque
eres lo que deseo.
Y
de tu beso de amor,
Nació una amapola en el corazón.
Con
valor para luchar por ti
Y
por mí,
Para
arroparte con fuego el sentimiento.
Para
ser tu verso, tu vida y tú, vida, mi sueño.
Me
entrego a ti, porque
Ya
que, mi verso, corazón, cuerpo y pensamiento
Te
llaman, y dicen que yo te pertenezco.
Me
quedo a tu ladito pegado.
Para
no irme,
Siendo
completo en el abrazo,
Tu
sed con mi sed juntando.
Me
quedo a tu lado mi vida.
Porque
me he enamorado.
Destino
expuesto:
Déjame ser yo.
Yo,
quien te quiera,
Yo,
quien a ti aspire
Vivo
y afortunado música
Para
tu sentido.
Yo,
el que tus labios admire,
El que en tu ser suspire.
El
poeta que te escribe y vive,
Afortunado,
Por
la música
de tus sentidos.
De
tu corazón
enamorado,
El que en tu ser suspire y
En
tu pecho se adormile
El que en tus ojos se mire y
Tus
alientos respiren,
Con
tu dulce susurro a mis sueños cobije.
Quiero
sentirme poeta de ti,
Que
con tus cálidos
besos
En
el edén
me imagine,
Poeta
de ti ilusionado.
Déjame recorrerte,
Como
si el tiempo no hubiese.
Que
tu cuerpo con el mío
Se
mezclen en un fuego ardiente
Y
se confundan en uno,
Vivir
en tu mirada,
Serían mis dulces palabras,
Pues
no mas son reflejo
De
la altura de tu alma.
De
una amapola
Mi
amor para una doncella,
Viva
y eterna,
Dulce
y risueña.
En
esta noche otoñada,
En que las primeras lluvias
Fueron
alegrías
despejadas,
Caen
tímidas
en mi ventana
Y me recuerdan a ti,
Mi
tierna doncella, mi bella,
Mi
eternamente dulce y risueña,
Como
sonrisa de altares en primavera
Altares
de estrellas a la luz de luciérnagas,
Como
rojas amapolas en la pradera,
Y en lo alto, el cielo lleno de estrellas,
Campanillas
por miles,
Únicos
testigos de nuestros amores juveniles,
En
el anochecer de plata tu sentir para mí mieles,
Esperando que de tus labios broten los sonidos
Que
me dicen que me quieres,
Y así quiero pasarme las noches,
Y los días, vida mía.
Pues
sin ti las noches son frías,
Y los días un mar de melancolía,
Solo
soñando
y sintiendo tú esencia muy cerca de mí
Sólo te quiero a ti en mi día.
Como
la más
cálida
sonrisa tierna,
Sólo es amor a ti mi bella.
__________________
Miel de sombra:
Solo
tú
lo que yo más anhelo
Lo que yo espero y quiero,
Siento que todo lo tierno
Todo
lo que en mí provocas
Lo que en mí cautivas
Todo
lo que me haces sentir
Todo
lo que
Me
hace vivir dentro de ti
Para
solo servir y ser de ti
Amor
sincero
Algo
dulce y bello
Como
miel de tus labios
Solo
tú
y sólo
yo
Inseparables
los dos amor
Lo que por ti
Crece
y me arropa y protege
Me
crezco y derrito
En
tu dulce fuego
Sólo tú como oxígeno y agua,
Para
mi vida
Luchando
y sintiendo
Que
sin ti ahora no sería;
Te
has ganado cada pedacito de mí,
Solo
tú
Con
la que sueño amor completo,
Solo
tú
y solo yo
Haciendo que viva nuestro dulce ensueño
Porque
yo en ti pienso, en ti vivo
De
ti soy y quiero ser,
Porque
has conquistado con tu dulzura
Cada
espacio de mi piel
Me
fundo con tus letras,
Para
ser tuyo
Y sentir
que mi mundo es tuyo,
Para que me creas humildemente que
Solo
tú
eres mi mundo
Donde
quiero vivir,
Donde
no hay palabras para describir
Lo que me haces sentir
Porque
desean cumplirse en hechos
Todos
y cada uno de nuestros versos
Perdóname porque te estoy
queriendo
Por
querer soñar
contigo,
De
ti yo me he enamorado.
Puedes
sentirlo,
Para
ti mi amor soñado
Puedo
sentirlo.
En
el camino
Se
abrió
una puerta,
Tras
ella
Todas
las flores
Hermosas
y bellas,
Puedo
sentirlo, es amor.
Puedes
sentirme, he vencido.
Laureado
Con
amor sencillo y entregado,
Puedo
sentirte,
Siéntelo amor mío hemos vencido,
Mi
palpitar has conquistado,
Ya
te tengo en mi sangre,
Y en mi esencia, libre,
De
la que te has adueñado,
Que
sueña
con tenerte bajo mi piel.
Mi
boca quiere el agua de tu boca,
En
mi palpitar has entrado,
Para
amarlo y respetarlo.
Te
quiero y necesito a mi lado,
Como
la leannán
sídhe
de leannán
sídhes
Que
eres para mí,
porque te adoro.
El
rey de reyes que soy,
Desde que tu amor me has entregado.
Y te amo más allá del tiempo,
Más allá del espacio y de una
distancia
Que
se deshace,
Desde que te tengo dentro.
Muy
dentro.
Eso
me hace saber que estoy vivo
Y que vivo
De
cada flor que te forma.
Toda
tú
eres belleza
Leannán sídhe mía.
De
ti enamorado.
Vivo,
dichoso y orgulloso
Sintiendo,
te estoy amando.
Y tú sientes lo mismo,
A tu lado quiero estar
Con
nuestras legiones de poemas,
El
cielo nos hemos ganado,
Con
la bondad y belleza
De
nuestra alma,
Nos
hemos conquistado
Para
una eternidad.
A ti mi amor, mi lealtad.
Me
acerco a ti al sentir cada letra,
Voy
subiendo besando tu esencia,
Me
entrego porque hoy, ayer y mañana;
Decreto que eres lo más lindo.
Me
acaricias y caigo rendido,
Sintiéndote y soñándote de noche.
Al
día
tu fragancia de alegría
Del
recuerdo presente del amor ganado,
De
tu bondad arropando mi sentimiento.
Y
vuelvo a caer en tu cuerpo,
Viendo
mi añoranza
crecer
Viendo
el fuego en mí arder.
Para
tuyo ser, quien te guarda
Cada
anochecer un beso
Donde
tú
lo imaginas, gracias a ti
Gracias
a ti, mi vida, porque has hecho volar
A
este corazón que el tuyo vive, puro.
Más puro que agua de manantial,
De
esmeraldas y esperanzas que cada día
Sueñan con vivirte,
Con
tomar la miel de tus labios,
Miel
de todas las flores que este amor ha
creado.
Te
abrazo fuerte para seguir a tu lado,
Para que me sientas, que a tu lado,
Me
quedo tumbado, a ti besando.
Porque
yazco que en nuestro sueño,
Vivo
cálido,
libre y amado
Fielmente
enamorado y sin dudas
Me
entrego, porque mi palpitar
No
piensa, siente y te quiere
Un
beso a ti en esta noche,
Mi
palpitar encarnado.
Dulce
como melodía
de viento
Que
acaricia y mece tu pelo
Como
sonrisa cálida
de amanecer
En
tus ojos despiertos y soñados
Nubes
sosteniendo ilusiones, sueños.
Me
acerco a tu vida porque la mía
Es
la tuya y tu dulzura entra,
Y
cala más
allá
de donde alcanzo a entender,
Traspasa
mi piel para ser de mi amor
Sueño con tocarte, con besarte
De
tu piel ser reflejo de deseo,
Bonito
y bello, todo lo que en mí,
Alimenta
este deseo de cálido fuego,
Con
fuego, en verso de alma y sentimiento
De
amor a este sueño, que nos
unió
en un destino,
Uno
solo, amarnos sin tiempo, sin espacio
Ni
medida de lo alcanzable por el pensamiento,
Porque
lo nuestro es tierno,
Nace
del sentimiento, de dos corazones
Que
arden deseándose
y empiezan a amarse.
Para
ti mi beso de amor esta noche y cada noche,
Para que sepas
que a cada instante
Te
vivo y pienso, en esto no soy experto
Pero
me gusta decirte lo que exhalo
Y que te voy queriendo
Mucho
más
de lo que puedo
Eres
ahora mi poesía,
Eres
mi amor, ya no hay barreras,
Hay
ilusiones y metas,
Sin
tristeza, sin melancolía.
Solo
mi alma y cuerpo, entero
Para
quererte y sentirte cada día,
Como
lo más
bonito, lo más
bello,
Tenerte
conmigo vaya donde vaya
Mi
amor, mi alma gemela
Solo
tú
Solo
para ti este poeta
Del que tú eres su música,
Su
poesía,
y su musa linda, tierna.
Te
busqué
Desde
lo más
profundo del corazón
Acompañando cada latido mío,
Siendo
llama de sentimiento
Abrazando
cada sueño,
cada pensamiento.
En
la noche todo mi ser te acompaña,
Para
dormir contigo abrazado,
Sintiendo
el calor y cariño de tus caricias,
Tus
besos,
Que
guardo
Junto
cada deseo de amor,
Correspondido,
Del que somos dueños,
Y
la luna tiene envidia de tu belleza,
Te
deja su flor y velo
Cuando
se oculta tras las nubes,
Siendo
cómplice
de nuestro amor,
Y
no se sustentan nuestras letras
De
la belleza del firmamento
De
estrellas, si no, de lo bello,
De
nuestra alma y cuerpo,
De
nuestra luz en el corazón
Que
nos atrae,
Siendo
celosa toda la belleza,
Del
cielo, porque a tu lado
No
hay nada más
lindo y tierno,
Vuelvo
a mirar dentro de ti
Me
alegra contemplar que ahí vivo,
Como
en mí,
dentro vives,
Irrefrenable
el deseo,
Por
cuidar cada palabra de amor,
Por
seguir correspondiéndote amor.
Decirte que gozas de toda mi admiración,
Que
nuestros versos
Son
reflejos de nuestros sentimientos.
A
ti te entrego cada letra
Salida
de este corazón,
Cada
suspiro de amor
Y
mi vida en verso
De
la que eres guía, vida mía,
Para
ti cada día,
de mi sentir que es el tuyo.
Vivo
para amarte y cuidarte,
Quiero
besarte.
Te
pertenece cada latido escrito,
Y
este corazón
humilde,
Que
se volvió
de oro
Por
amarte.
Porque
soy de ti, para ti
Tuyo
y siempre tuyo,
Eternamente
enamorado de tui.
Enamorado
hasta los huesos,
Me
tienes, amor.
Viviéndote en un sueño,
De
todos los colores.
A
tu lado me tienes,
Fiel
e ilusionado,
Felizmente
apasionado.
Feliz,
mi vida,
Porque
te encontré.
Y
hoy,
Me
encuentro amándote.
Sintiéndote,
En
cada palabra sincera,
Que
sale de tu alma.
Contigo,
mi vida.
Ven
amor, ven conmigo
Quédate, quédate conmigo
Ven,
acompáñame
a este sueño
A
la tierra de fuego
Del
amor eterno,
De
la pasión,
A
este amor por el verso,
Soñándote cada día,
Amándote noche y día,
Así estoy yo,
Casándome con la poesía.
Queriéndote más cada día,
Madurez
poética
frase estúpida
es,
Pero
amarte amor, vida mía, es arte.
Ven,
ven conmigo
Suéñame, víveme, siénteme
Escríbeme, porque en vida, en
verso,
Te
amo,
Te
digo. Y a los cielos grito
Que
no solo lo digo,
Lo
siento,
Necesidad
tengo
De
estar aquí,
para ti,
Exprimiendo
el corazón,
Sangrando
mis versos para ti,
Porque
en mi sangre pena no hay ya.
Hay
amor, ilusión,
de alma
Que
se volvió
tuya.
Dime que me amas como haces,
Como
sientes, porque yo también
Te
amo y te acompaño,
Rompiendo
esta ventana de distancia,
Para que me sientas tuyo en cada verso,
Cada
letra, palabra, caricia, sonrisa,
Amanecer,
anochecer,
Minuto,
segundo y hora,
Momento,
instante, brillo y reflejo,
Verso,
canción,
ilusión,
sentido,
Sentimiento,
animal, mito, leyenda y realidad.
Porque
en todo lo bello te veo,
Enamorado
me insuflo.
Acompáñame se mi calor
En
nuestra tierra de fuego.
Porque
yo siempre a tu lado estaré.
Amor,
te encontré
Y aquí estoy, entero y completo
De
tu amor felizmente apasionado,
Para
nuestro amor
En
verso de alma y cuerpo,
De
ti, mi musa
Que
en mí
habitas como diosa
Yo,
tu poeta tierno,
Dedicándote mis más nobles versos
Porque
este amor me llena,
Vida
mía
Y
me da alas y fuerza
Para
volar a tu lado
Y
decirte cuanto te amo
De
nuevo aquí
para ti,
Sin
tiempo, sin nervios
Solo
mi palpitar abierto,
Sintiendo,
Viviendo
este sueño
Y
este mundo que hemos creado,
Desde que nuestros caminos
Se
han juntado.
Musa
mía,
Te
quiero a mi lado,
Tu
piel con mi piel juntando,
Ver
tu más
linda sonrisa
El
brillo de tus ojitos
Con
mis caricias
Son
miles de sueños
Por
compartir
Todos
los que creas en mí
Solo
con tu existir,
Con
ver tu amor
Cada
día
para mí,
Todo
el amor
Que
salga de este corazón
Que
te ama, que te añora,
Solo
para ti,
Solo
para ti mi leannán sídhe, mi tierna.
Donde
nuestros caminos se juntaron
Plantamos
todas las semillas,
Las
flores como letras,
De
nuestros sentimientos
En
armonía
de siempre querernos,
Y
así
te amo,
Cada
día
más
dentro,
Llenando
mi palpitar,
Todo
mi ser de lo más lindo
Que
alguien puede sentir
Y
eso es amor a ti leannán sídhe,
Amor
a todo lo que te hace ser,
Y
ser soy más
tuyo
Que
las gotitas de agua a las nubes,
Me
encanta sorprenderte
No
te preocupes
Porque
un día
no halles mi verso
Es
porque estoy sintiendo y construyendo
Como
sorprenderte al día siguiente.
Sueño contigo amor,
Mi
amor correspondido.
Culpable
soy,
Culpable
soy
De
amarte tan locamente
Como
tú
lo haces,
Como
tú
me haces, sentir.
Deslizándome por tu piel,
Trepando
el árbol
del deseo,
Para
darte su fruto,
Que
no es otro
Que
mi palpitar a ti amarrado.
Sintiendo
tus versos voy cayendo
En
dulce éxtasis.
Nirvana
de un alma que siente
Viajar
al mundo de tu alma,
De
amor y calma,
Del
dulce suspiro en cada letra.
Voy
bajando,
Besando
tu cuerpo,
Me
detengo un momento
Para
decirte que te voy queriendo,
Y
queriendo me pierdo en tus besos.
Tuyo
soy, siénteme
tuyo.
Tú mi más lindo fuego de amor.
La
luz que me alumbra el camino
Para
llegar a tu corazón
Que mío.
Amor
de dos, sueño
de dos,
Ilusión y deseo de dos.
Viendo
mi vida cambiar
Con
tu caminar,
Junto
al mío,
Por
el sendero del amor dulce y tierno.
Fuego
con fuego,
Nuestro
sentimiento creciendo.
Amor
con amor,
Felicidad que no se romperá.
Todo
mi sentir gracias a ti,
Contigo
voy descubriendo
Que
puedo amar de verdad.
Que
los versos saliendo solos del corazón están,
Para
envolverte en seda de cariño
Y
azúcar
para comerte entera despacito.
Somos
fuertes,
Lo
sincero guía
nuestras almas
Que
se juntan en armonía.
Pisando
el suelo y viviendo en el cielo.
Desde que tu vida en la mía entró.
Una
sinfonía,
Una
eterna dulce sonrisa
Al
despertar y sentirte
Más allá de esta tierra.
Muy
cerca, muy cerca mía,
En
mi esencia a la que tú
Y
solo tú
acompañas
Y
cuidas,
Al
edén
la elevas.
Has
hecho brillar a este hombre
De
corazón
de niño
Que
vive tu amor,
Sintiéndolo y sintiéndose libre.
Razón inmiscuida:
Amar
tu corazón
mi pasión,
Imaginar
el susurro de tu voz en mi oído,
El
te amo brotado a fuego de un sentimiento.
Con
amor un recuerdo tuyo, inmortal en mi interior.
Con
amor una sonrisa que brilla con
resplandor,
Con
sueños
en los que tú, amor,
Estás a mí alrededor.
Con
fuego, mi mirada a tú, mi tierna,
Mi
admirada bella doncella.
Mis
besos en versos, van a ser realidad en tus labios.
Mis
caricias, escritas en tu piel, van a ser vistas.
Mis
deseos de pasar mi vida a tu lado,
Es
todo lo quiero, lo que un te amo ha significado.
Puedo
verte si cierro mis ojos,
Tú como ninfa que de mí se ha enamorado,
Yo
como dragón
y druida que cuida
Tu
campo de flores, camuflado.
El que te ama y te espera con el alma entera.
Y
pasan lunas, soles y estrellas,
Y
solo crece el sentimiento.
Te
cuido con mimo, con cariño hago abrir tus pétalos,
Con
cariño
me das tu polen de mariposa,
Tú esencia más hermosa.
Y
vuelvo a rozar los surcos de tus hojas,
En
ellas noto un te quiero,
Las
lindas venas de tus alas.
En
colores de alegría, de matices de tu belleza,
De
calor y vida, todo lo que de tu alma
nace.
Y
el río
de sentimientos, sueños y lágrimas de felicidad,
Donde
su cauce y corriente, llega profundo, avanza sin pausa.
Solo
por el valle del paraíso creado, de tus detalles,
Como
flores, en él,
naciendo en los amaneceres,
Duros
y fieles testigos, los besos y sueños.
De
este amor, porque alcanzamos la estrella
Y
la derretimos con esta pasión de enamorados,
Creando
el agua para la vida de dicha,
En
una sencilla sonrisa, en una tierna mirada,
En
la sincera palabra, que unió dos destinos,
En
un solo recorrido
-encontrarnos
siempre unidos.
El
castellano
Azabache de
vida:
Y las noches
No
son noches
Contigo
amor,
Son
fuego,
Calor
de cuerpo,
Beso
del deseo,
Y
caricia del roce
De
tu sentimiento,
El
viento travieso
Tu
fragancia
Me
quiere traer,
Las
nubes
El
agua
De
tu boca,
Y
la luna,
La
luna
Tu
mayor sonrisa.
Cada
verso
Se
funde dentro
De
tu cuerpo.
Tu
mirada
Me
vuelve
Leoncito
tierno.
A
besos de amor
Viajo
por cada paraíso
De
tu piel,
Complazco
El
juego
Del
fuego ardiendo,
Me
mezclo
En
alma
De
fiera y guerrero,
Para
dar placer
A
cada parte tuya
Que
me deshace.
Como
verte e imaginarte
Bañada por mí
Desde que la luna
Visita,
Hasta que el sol
Acaricia.
Y
soy yo
Entero,
amor,
Enamorado
de tu amor.
Viviendo
De
cada detalle
Que
a mi ser
Complace,
A
mi palpitar derrite
Y
no hay
Quien
me quite,
De
decirte
Cada
día
Cuanto
te amo.
Tu
sonrisa
Es
un regalo,
Tu
cuerpo
Un
dulce pecado,
Y
tu amor
Es
sin duda
Vida
mía,
Mi
mayor bendición.
Porque
te amo.
El
castellano
Serenata
nocturna:
Escribiendo
estos versos a la serenata de la noche
Bañado por el dulce susurro de
hojas en violeta por la luna,
Y ámbar de ramas colmadas por
la luz de las farolas
Me
pregunto cuándo
se apagarán
las luces de la ciudad
Y
dejen su protagonismo a los astros y ángeles nocturnos
Cuando
se calentarán
nuestros cuerpos bailando al fuego de una hoguera
Y
la única
música que acuche sea tus te quieres y te amos al
hablar en mi oído
Cuando
se desprenderá esta alma de mi cuerpo para acariciar y besar tú esencia;
Cuándo nos fundiremos en un
beso
Y
las flores nazcan de tus cabellos
Y
las hadas tus palabras, que bailan,
cantan y vuelan
En
mis sentidos;
Cuando
mis piernas se enredaran en tus piernas,
Y
nazca en tu vientre mi amapola blanca adormidera,
Y
las montañas
de tus senos conozcan el volar de las
Mariposas
de mis manos,
Cuándo te tendré tan cerca que podremos comunicarnos con
Los
ojos.
Y
mi palpitar salga corriendo de mi cuerpo para decirle al tuyo cuanto le pongo
en mimo.
Y
la luna, dicen quiere ser estrella, pero astros hay perdidos en contar;
Donde
luna y sonrisa tuya solo hay una,
Sol
está
cansado de ser fuego, y quiere ser agua de tu beso
La
mariposa quiere ser flor, y la flor abeja,
Yo
de tu cuerpo quiero ser el viento, que te acaricia y rodea
De
tus ojos pestaña tuya,
Pero
de tu alma soy y quiero ser siempre única y solamente
Tu
alma.
Pájaro que canta en tu ventana, y pez que nada entre tus pies cuando te bañas en la playa,
Gatito
al que acaricias y fiera contigo en la cama.
Solamente
soy yo y soy yo el que te ama
Eres
tú
la doncella por la que esta alma
suspira,
Por
la que este cuerpo quiere hacerte mía
Eres
tú
mi vida,
Y ¿qué importa el tiempo, y que pasen lunas y soles?
Si
yo en mi palpitar te tengo.
El
castellano
Plañe tu sonrisa:
Cuando
miro tu boca,
Creas
en mí
el fuego que desea y desea
Besarte
a la luz de la luna,
Y
tus dientes de estrellas,
De
esa noche en la que tu amor y el mío
Serán uno solo,
Bailando
a la hoguera de piel y piel,
Fuego
y fuego de pasión,
Incontrolable,
sintiendo el cielo,
Y
en tu boquita el océano,
En
tus ojos el universo,
Que
esos ojitos marrones que tú tienes,
No
son de este mundo, valen severas razones.
En
tu bosque quiero perderme,
Y
querida falta mi tocón de roble.
Te
veo más
allá,
Volando
en versos en mi palpitar
Y
en todo lo bonito y bello,
Porque
leannán
sídhe
mía,
Tan
linda y tierna sólo quedas tú en la tierra,
Y
te espero y quiero, aquí estoy yo te amo,
Porque
a tu amor me entrego,
Ya que solo tú volviste a mi palpitar
completo.
Mi
vida en cada latido mío tú y solo tú.
Eres
todo en lo que yo pienso
Y
por ti el más
precioso y bonito amor
Tengo
y exprofeso.
Contigo
mi vida quiero vivir la vida,
Quiero
quedarme siempre junto a ti
Eso
es lo que más deseo porque te quiero.
Naciste
para ser el amor de mi vida,
La
más
linda flor en mí nacida,
Yo
nací
para amarte con locura y sin medida
Y
para acariciarte piel con piel
O
en mi sentimiento y pensamiento
Hasta
el final de mis días.
Te
amo y te adoro,
Beso,
beso, beso, donde tú quieras.
Siempre
juntos, y este amor sólo crece
Porque
tú
eres dulce y nos amamos con pasión,
Y
tú
eres todo de lo que se alegra mi
palpitar,
Porque
te amo ausente en la razón.
Quiero
dibujar una sonrisa en ti cada día de mi vida.
Cierto
es, de lo sincero nace el sentimiento.
Eres
mi mejor amanecer y el más cálido sueño,
El
más
sabroso beso en tacita de café,
Tu
amor mi combustible, el mío,
Todo
lo que contigo hallaría,
Y
tú
eres mucho más que un sueño,
Eres
alma de mi alma, fuego,
Luz,
eres mi salud, mi reír por ser feliz, mi soñar,
Al
imaginar tu piel con la mía,
Eres
mi delicia, tú mi más tierna caricia,
Lo que siempre esperé y recé al cielo que llegase a mi vida.
Te
amo hadita.
Siempre
estaré
enamorado de ti porque es muy fuerte lo
que dentro acuno,
Te
amo y me pones tan alegre al leerte cada palabra tuya
Y
saber que me amas,
Es
lo más
lindo que se puede sentir en esta vida mía,
Que
cada día
se sustenta de amarte.
Mas
amarte cada día se vuelve arte.
El
castellano
Sedienta línea:
Eres
mi mundo,
En
tus ojos me pierdo
Y
vivo inspirado,
Orgulloso
y plenamente enamorado,
En
tus ojos viven mis deseos
Que
cada día
sueñan
Con
rozar tus labios
Y
fuego, fuego enciendes dentro
Fuego
eres, como luz de amor,
En
mí
vives,
Te
quiero y me quieres,
Y
cómo
puedo rechazar tus flores,
Si
en mi palpitar
Con
tu amor crecen y crecen.
Te
siento en cada hojita de hierba,
En
cada piedra, hoja, árbol, rosa
Y
en cada trozo de vida
Que
habita este planeta.
En
cada río
de colores
Que
en mí
dentro fluye
Cuando
tu imagen
Mis
ojos y sentimiento recorren.
Y que le voy a hacer
Si
me he enamorado,
Si
de tu boca y lengua
Soy
un apasionado,
Si
esas piernas tuyas
Guardan
una estufa ardiendo,
Mi
amor pleno te entrego,
El
mar en un beso,
En
una caricia una flor sencilla,
En
una mirada el cielo,
Y
en mi palpitar,
Nuestro
universo mágico,
Y
yo de ti confieso
Que
guardo cada detalle,
Cada
sonrisa, beso que me lanzas
Y
la más
tierna
Y
delicada mirada
Cada
palabra nacida
De
tu pura alma,
Más cada día entera me ama,
Y
yo enamorado te
Y
te amo sincero y pleno,
Esperando que mi beso de fuego
Llegue
dentro muy dentro.
Del que te ama con toda el alma.
Esteban
Infinitud de éter:
Te
amo más
allá
del sentimiento,
Más allá del corazón porque te amo,
En
esencia, en alma y conciencia,
En
ser y piel, en beso y caricia,
Cosquilla
y sonrisa, mirada, verso,
Letra,
poema, sueño,
suspiro,
Susurro
de amor que corre y vuela
A
tu ladito mi amor
Para
ser tu calor, para envolverte en seda
De
leannán
sídhe
y miel de abeja,
De
flor de fuego la tierra,
Y
te quiero así
como eres entera,
Linda
y tierna siempre, siempre a sí
Mi
leannán
sídhe,
si la locura es la única forma
Decente
de amar y a la vez la más dolorosa,
Te
amo con locura amor pero sin dolor
Porque
hoy de tus labios brotó el te amo,
Y que entera de mí y para mí eres y te entregas,
Llueva
o haga sol, frío o calor,
Porque
tu amor es fiel y verdadero
Y
mi amor reflejo de tu sentimiento
Y
de todo lo que yo por ti
Mi
bella, mi amada,
Mi
gatita traviesa,
En
estrellas el brillo de tus ojitos
Que
me dicen que me amas.
En
violeta de luna el color de tu alma,
Que tan bella y cercana,
Y
puedo alzar la mano y acariciarla
Porque
me ama.
Si
los ángeles
discutieran en el cielo
Quien
se merece alas por la bondad de su alma,
Ganarías por mayoría plena.
Ven
amor, ven conmigo mi cielo te espera,
Mi
fuego te llama,
Mas
esta llama nunca se apaga,
No
quiero el firmamento sin ti,
No
quiero ver si no es tu sonrisa y boca
Para
besarla.
Y
si el cielo se apaga me queda tu mirada.
Y
si en la tierra se acabara el agua,
Viviría siempre del agua de tu
boca,
A
beso suave y dulce que riegue mi alma.
Del que te ama y te ama,
Tu
esteban fiel y tierno como hoy, ayer y mañana,
Solo
de ti y para ti, pues enamorado estoy
Y
enamorado grito y siento que te amo,
Y que lo haré hasta que el cuerpo
Caiga
como hoja de álamo en otoño.
El
castellano
Sonrisa alba:
Más allá del suspiro de amor que se eleva al cielo,
Y
al viento grita que de ti me enamorado
Como
madera en fuego me consumo sin tu aliento;
Y
vuelvo a nacer cuando me dices te quiero,
Si
yo tu sol tú
mi amada luna,
Y
lucero de este firmamento
En
el que vuelan tus te quieres y corren
nuestros besos,
Los
versos se tiñen
en color cual flores vistosas
En
velo de armonía y serenidad
que crea tu sentimiento y el mío
Fundiéndose en gotitas de rocío que forman un río
El
de pasión
y ternura que mecen tus labios,
En
tus ojitos el bosque encantado en el que
vivo
En
cual tus pestañas en arbolitos,
Tu
piel es mi arena de playa cual mi caricia correrá amada.
Y
te quiero noche, día y a cada instante de mi vida
Como
mariposita que vuela de pelito en pelito
mío.
Si
hace frío,
me calientas más que un
abrigo,
Pues
tu alma y corazón son fuego de mi fuego
Y
vida para este sentimiento y amor eterno.
A
tu lado se cierra el infierno de la soledad
Y
crecen flores y mariposas de amor
Creando
paraíso
en alma de guerrero
Que
lucha y lucha dándote placer y gusto,
En
cada parte y refugio,
De
tu ser, y ser eres todo lo tierno y lindo,
Leannán sídhe, doncella y leannán sídhe, de este reino
En
llama de pasión y amor,
Que
noche a noche te llama.
Noche
a noche, en sueños se entrega a tu alma,
Pues
cada día,
ansía
conquistarla, y amarla más;
Y
tu mirada no es de este mundo,
Porque
a mí
me mata,
Cual
néctar
bebido de tu boca,
Energía para acabar fundido, en
el fuego de tus piernas,
A
pedazos de vida, te entrego cada destello y secreto,
De
este amor que late en verso
Y
sin ti sería
el poema, de un muerto a una polilla,
Te
amo hadita
Quiero
vivir en este fuego, pues dentro,
A
este amor tan grande, que yo por ti mezo.
Mi
vida, mi amada, mi tierna y adorada,
Mi
inspiración
y mi alma,
Eres
y serás
siempre tú,
Lo
más
hermoso de mi mundo tú.
El
castellano
Devenir de
crisol:
Mi
sol, mi mariposa, mi estrella, mi luz,
Mi
calor, mi mundo y te cojo de la mano
Y
no te suelto por qué contigo corazoncillo
Quiero
recorrer esta vida y ser de ti
Todo
lo que eres para mí porque te amo con ternura,
Te
amo con cariño,
te amo con pasión,
Te
amo de corazón.
Eres
tú
mi vida, mi pasión, mi novia dulce y tierna
Que
de mi ser y sueños se ha apoderado
Y
me encanta más
cada día que pasa.
Jamás soltaré tu mano corazoncito,
Porque
moriría
una parte de mí,
Porque
ya eres la mitad de mi alma,
Te
amo,
tan dentro de mí
Que
si sonríes
se alegra mi vida.
A
ti me entrego en alma, cuerpo, corazón, piel,
Pensamiento,
sentimiento, siempre y para siempre
Porque
te amo con toda el alma.
Por
qué
eres tan tierna,
Por
qué
eres mi amor completo,
Mi
alma deseada y todo lo que
Todo
lo que un te amo ha significado
Tu
mirada linda y tierna en amor tu palabra,
Que
enamora y paraliza cada parte de mi vida y alma.
Amar
así
amor verdadero, solo para ti,
Contigo
mi vida hasta el final de mis días
Amándote con locura
Amor
completo, contigo mi vida
Siempre
fiel y apasionado,
Enamorado.
Mi
linda y tierna, mi musa, mi ninfa,
Mi
mariposita, mi vida y mi estrellita
Te
quiero y amo con locura
Desde
donde sale el sol
Hasta
donde la luna se acuesta en tu mirada.
Y
pedí un deseo encontrar un amor
verdadero
Que
fuese real y sincero, noble y completo,
Que
me correspondiese en completo sentimiento.
Y
la vida, o el destino, me regalaron tu sonrisa
Tu
mirada y tu amor que cada día me llena y complementa
Que
me hace subir al cielo repostar dándote
un beso
Y
volver a subir al cielo con cada te amo brotado
De
tus preciosos labios.
Y
contigo se encendió esta llama del deseo
Que
creí apagada en vida de
sufrimiento,
Tu
amor trajo mi mejor sonrisa y la bondad infinita
De
mi palpitar para entregarme a ti
Sin
condiciones ni medidas, sin restricciones
A
ti me entrego completo como soy y pertenezco,
Pues
tu corazón con el mío, son un tesoro de amor
Único y precioso, brillante
y adorable
Y
cálido y apasionado cual
llama incombustible
Que
arde dentro, y te
En
cada golpe de viento y reflejo,
Pues
desde que despierto cada sentido tiene
tu esencia
Pues
el amor de tu alma me ha poseído.
¿Quieres saber una verdad
como un templo?
Que
si piensas en mí lo más seguro y probable
Que
yo me encuentre pensando en ti,
Porque
eso hago a cada momento,
Desde que sale el sol e incluso
Cuando
te beso en sueños.
Cuando
me alimento de tu boca y muero en tus piernas,
Y
mis manos se funden por tu torso en caricias,
Tus
flores abres para mí,
Yo
en pincel pinto tu cuerpo en colores vivos y alegres,
Solo
con recorrerlo con mi mente.
Y
me tienes de ti como vasallo y guerrero de tu amor,
Pues
tu felicidad para mí es lo más sagrado,
Pues
de corazón yo te amo.
El
castellano
Dictó el ara de sangre:
Más de este cielo eres tú el lucero,
Eres
tú la estrellita y la nube el
viento
Por
donde fluye el viento y mi beso,
Mi
te quiero y te espero,
Mi
amor y mi verso,
Que
en grito de guerrero
Te
recuerda que de mi amor
Todo
para ti es sincero
Pues
yo te quiero,
Pues
yo te amo y te adoro,
Y
eres tú mi cielo.
La que me alegra cada día
Y
me hace mantenerme
En
pie hasta el final de mis días,
Solo
tu amor me hizo libre,
Pues
libre tu corazón
Para
amarlo en entrega fiel
Y
sincera, pues mi único interés
Que
mueve es amarte, mas amarte y amarte
Más cada día que pase,
Y que pase el tiempo,
Que
este corazón y amor, es sincero
Y
este latido de fuego jamás consumirá
El
amor que yo por ti pongo en tiesto.
Y
te encuentro en todo lo bonito que veo
Como
una lluvia de hojas
En
este corazón que vuela alto,
Desde que vive en tus manos.
Soy
de ti, de ti enamorado.
Esteban
Quiebro
luminoso:
Eres
tu mi tierna, mi bella, mi leannán sídhe,
Mi
ninfa, mi doncella, mi bella, mi leannán sídhe,
Mi
amada, mi estrella, mi sueño,
Mi
dormir y no despertar más contigo
Vivo
soñando en amor, en un
amor que cabalga
Hecho
realidad, pues de tu alma es mi alma
Y
mi verso solo describe la belleza de tu mirar.
En
este mundo que me pierdo y me vuelvo a
encontrar
Mirando
tus ojitos en despertar
Sueño tu beso, sueño tu caricia por todo mi
cuerpo,
Y
tu abrazo con mi abrazo, largo y duradero,
Cálido y tierno.
En
esta tierra de fuego, nuestro beso
Se
unió en un solo deseo,
Ser
siempre completos en este amor verdadero,
Ser
de la pasión fuego,
Y
del verso amor incondicional e incontrolable.
El
agua de tu boca tener,
Ver
contigo el amanecer,
Arropar
cada noche mi sueño con tu compañía
Que
me arropes en tus alas de amor
Y
volar lejos de este sitio terrenal
A
un mundo mágico en el que solo existan
Tus
besos y tus caricias,
Donde
tus te quieres y te amos
Nazcan
como flores en la tierra,
Y
nuestros sentimientos sean los dragones
Que
protegen nuestra historia de amor.
En
ti pienso, contigo sueño y muero en pasión de fuego,
Vivo
cada verso, y te entrego la esencia
De
mi sentimiento, que vuela, que corre a tu lado
Para
amarte y amarte besarte, mirarte y acariciarte,
Llueven
rosas y en pétalos envuelven este corazón
Que
orgulloso y enamorado
Grita que te quiere y ama,
Más allá de este mundo y razón alguna
Pues
te amo de corazón
Y
ese fuego de amor no le hace falta explicación
Pues
se demuestra y se demuestra sólo con amor,
De
tu felicidad es pasión
Para
ser tú sustento y tú aliento
Más yo a ti te
Y
te miro pura y hermosa cual diosa.
Si
de la naturaleza fueras leannán sídhe
Todas
las flores te servirían
Y
cada pajarito cantaría a tu ventana,
Las
fieras serían tiernas solo con tu
mirada.
Tu
esencia me llevó a tu lado
Para
quedarme contigo esta y cada vida,
Mas
de ti soy tu esclavo y tu amado,
Tu
eternamente guerrero enamorado,
El
de la palabra dulce y apasionada
Que
dedica y dedica a la grandeza de tu alma.
De
este paraíso de amor,
El
río que da vida a las almas en color se volvió,
Y
la vida cantó su canción de amor
A
esta suerte de artesanos de la pasión,
Más de tu cielo soy guardián y redentor,
Soy
lluvia y cada gotita que te riega,
Mi
Quimera amada que en un pétalo
Dejaste
escrito que me amabas y querías
Y que lo harías siempre y para siempre,
Aquello
me convirtió en luciérnaga eterna
Para
posarme en tus hojas
Para
siempre ser tu luz y tu amor,
Tu
calor y tu ilusión tu amor y tu pasión,
Soy
yo tu amor, tu poeta, tu novio, tu guerrero,
Y
el que va a estar a tu lado a cada
minuto,
Vida
y segundo, siempre, siempre, siempre
En
tu corazón y a tu alrededor
Pues
de tu cuerpo, seré cada flor,
Y
tú de mi vida eres y serás cada ilusión,
Cada
deseo, sueño y pasión,
Eres
mi palpitar, soy tu amor,
Tuyo,
tuyo a cada instante y minuto
Pues
de alma y corazón, te amo
Ninfa,
mariposita, doncella,
Mi
dulce, bella y tierna, mi diosa,
Leannán sídhe y leannán sídhe eres y serás siempre
Mi
felicidad, amor y pasión, mi todo,
Mi
amor verdadero y completo
Y
lo que más me alegra,
Que
eres mi amor
Correspondido
Pues
tu corazón y el mío
Forman
siempre un mismo latido.
Tú mi anhelo fraguado.
El
castellano
Propósito:
Cómo soltar tu mano.
Si
es algo que ni lo quiero
Hacer
ni pienso,
Cómo hacerlo si tu alma
Se
ha apoderado
De
cada espacio de mi palpitar
Y
latido, te cuido amor como mi deseo,
Sueño, sentimiento,
Pasión y verso en fuego,
Pues
esos ojitos
Que
tú tienes son luceros
De
mi más profundo
Mar
de sentimientos
Y
cálidas ilusiones
Como
besarte
Y
mirarlos fijamente
Minutos
y minutos para decirte
Cuanto
te amo,
Tu
sonrisa empieza a desplegarse,
Amada
ya la horda,
Como
tu maravilla.
Y
tu corazón me cautiva
Y
me toca y toca
El
amor de mi alma soñadora.
En
esta aurora
Cual
tus besos y boca
Danzarán por los astros de mi
boca,
Mi
mar de ojos
Y
tu bosque de ojos
Se
fundirán en un horizonte
El
de promesas de amor
Y
una pasión sin igual.
De
mis entrañas nace este te quiero
Y
verso, solo completo
Cuando
riegue tu corazón
En
amor y por tus ojitos
E
interior sea recorrido,
Pues
este es mi camino
Ser
feliz y feliz
Siendo
yo tu dulce susurro
Y
caricia de amor en tu oído.
Extraño tu cuerpo,
Extraño tu boca, tu caricia,
La
melodía de tu boquita
En
mi vida escuchada,
El
brillo de tu mirada
Encendida
e ilusionada
Por
cada palabra de mi alma
Para
tu alma brotada.
La
danza de mi fiera
Por
tus piernas,
Y
caer rendido en tus alas.
Más tú a mí me amas
Y
si me extrañas dímelo,
Dímelo cada día
Que
presuroso correré en auxilio
Con
mi amor y cariño.
Pues
solo contigo noto en mi palpitar,
El
brillo y luz
De
este fuego de amor
Y
pasión que consume
Creando
cada día
Nueva
y nueva ilusión.
Y
soy completo sólo con tu amor,
Soy
feliz solo con tu mirar
Y
enamorado de ver tu sonrisa brillar.
Soy
de ti como jaguar
A
la selva de tu mirar,
Como
pirata al tesoro
De
tu interior.
Como
planta bella
Al
jardín de tu corazón,
Y
pez que vive en el agua de tu boca,
Druida
de tu sonrisa
Y
guerrero fiero de tu alma.
Soy
yo quien te ama y te ama
Quien
nunca te dejará.
Y
sé que sientes estas palabras
Porque
son sinceras.
Ámame sin reservas
Que
este corazoncito
Nunca
se irá de tu ladito.
Luz
de vida, luz de mi vida,
Corazón de mi palpitar,
Musa
y alma de mi inspiración,
A
ti me entrego en esplendor,
A
ti me entrego sin dolor,
Sólo con expectación
De
ver brillar tu corazón
Con
el fuego de la más cálida
Palabra
emanada pues de mi mundo
Eres
tú mi calma,
Mi
fiera, mi tierna, mi dulce
Mi
amada, y tú ninfa, mariposita
Vuelas
y vuelas en la belleza
De
mi imaginación,
En
lo dulce y sensual de mi interior,
Recorres
cada paraje de la piel
Posándote y erizando cada
vello,
Mas
de tu amor no soy plebeyo
Me
nombraste guardián y protector,
Y único heredero de tu amor.
Tus
alas coloreadas en brillo de colores
La
sinestesia de un paraíso,
Lo
mágico y soñado, lo místico y profano,
Siendo
zarza y zorzal anidando
Es
su vientre, rosa de penitente y duende
Que
en tus senos se duerme,
Yo
todo lo que sueñas y deseas
De
ti todo lo que tú quieras,
Pues
abrazado en tus alas vivo,
Y
vuelo, elevándome en amor eterno,
Recorriendo
contigo cada sueño,
Siendo
con tu amor inmortal.
Con
tu beso sería dios de tu reino,
Pues
en sangre, verso y sentimiento,
Te
daría todo lo que soy y pinto.
El
castellano
Servir angelado:
A
tu corazón sirvo, mi diosa, mi
tierna, mi preciosa,
En
tu boca vive el te quiero más lindo y tierno que
espero
Y
espero en anhelo como tu beso.
En
tus manos viven las caricias deseadas,
En
tu cuerpo mis besos en suaves y dulces cosquillas,
Para que sientas mi cielo, en tus ojos el brillo
Que
indica que sabes que te quiero, en mi palpitar, alma
E
interior el te espero escrito junto con el te amo a fuego.
De
este cielo tú y solo tú ninfa mía eres la dueña y alegría.
Pues
disipaste la melancolía ahuyentaste el dolor con
solo,
Decir
aquí te espera un corazón que te quiere, que te ama,
Este
corazón que late, siente y piensa que de ti,
Toda
la eternidad enamorado estará, te correspondo con fuego
Te
complazco con flores de sentimientos, y caricias
Al
velo de tu cuerpo más yo a ti te miro y abstengo herir,
Pues
tus ojos saben que no miento pues este
amor
Es
sincero y completo, de tu ser vida, risa y amanecer,
De
mi eterna felicidad y río de colores creado
Solo
de lagrimas de emoción y amor de sentirme amado,
Bajo
tus brazos, y vivo en tus ojos por tus pestañas
Trepo
para enredarme en las flores de tu cabello,
Y
soy tu poeta fiel y tierno,
Soy
solo lo que yo por ti rizaría, más de ti vivo un sueño
Sueño y deseo mágico y precioso que jamás creí que llegaría,
Porque
te siento dentro mía y respondes a mis sentires,
Hasta tus besos aun no estando tu boca junto a la mía,
Porque
yo a ti amor te capturé y te domé y orgulloso complacido
De
cada latido escrito, te confieso que
llegó el momento
Pues
te tengo dentro muy dentro fundida con la esencia
De
la melodía de mi alma traviesa y
viajera
La que a mi pensamiento y sentimiento da
lenguaje y vida,
Corres
por mi sangre calentando todo mi cuerpo
Y
lo siento, tu amor
Por
todo el cuerpo,
Tu
sonrisa ilumina mi vida,
Tus
ojitos atravesarme con fuego pueden,
Y
tus lindas y bellas piernas cabalgando encima de mi cuerpo,
Bajo
traje azul de estrellas y fuego de nuestros cuerpos,
De
fuego al fuego, y agua al agua de nuestra boca,
Te
amo y lo haré siempre mientras esta vida
mía me deje
Servirte
el amor y felicidad que de mi
corazoncito, para el tuyo,
Rebosa
por cada rincón de mi ser, y ser soy más tuyo
Que
las nubes al cielo pues es mirarlo y te convalido.
Ya que cumpliste mi deseo existes y me amas con
el alma entera,
Fiel
y sincera, linda y tierna, tú mi amada leannán sídhe.
El
castellano
Pesquisa flamígera:
Sentirte
es cuando mi palpitar
De
tu alma se viste,
Vivirte
es recorrer cada beso tuyo,
Sonrisa
y caricia,
Hasta
feliz, amado,
Dichoso
y apasionado
En
mi pecho dormirte.
Tenerte
es ver ese amor
Que
sientes
En
tus ojitos reflejado,
Bellos
y alegres,
Tiernos
y dulces.
Cual
nubes de colores
Mis
sentimientos pasan
A
llover en tu ventana y mirada.
Mi
te amo entra dentro y profundo,
Cual
raíz de rosa
En
la tierra mojada.
Y
tú mi vida eres preciosa.
No
basta regalarte una rosa.
Si
no amarte toda la vida,
Porque
mereces eso
Y
mil cariños más de alma.
De
tus besos
Quiero
tener mi aliento,
De
tu cuerpo,
El
combustible
Para
este fuego.
Tú amada florecita
Eres
de mí,
Cada
despertar alegre,
Sintiendo que me amas
Y que seguro estarás soñando
O
pensando en mí,
Porque
en mi palpitar
Has
escrito mil refugios,
Y
tatuado cada verso tuyo.
En
mi cuerpo
Tus
caricias has dibujado,
Eres
de mi vida lo más bonito
Que
jamás logré imaginar o alcanzar
Pues
me amas y te amo de verdad
Y
es un sueño hecho realidad.
Pues
tus latidos los oigo
Y junto a los míos,
Tu
alma, mi alma ha conquistado.
Y
juntas, como nosotros
Viven
amándose
Y
en fuego a cada momento.
El
castellano
Vida en tu vals:
De
mi felicidad
Eres
la que guía cada sonrisa
Y
hace brillar este corazoncito
Que
a tu lado amor mío
Te
daría el paraíso,
Mi
boca el fuego
De
beso y beso
Dulce
y tierno,
Cálido y apasionado,
Que
se alargaría
Minutos
y minutos
Hasta
llegar incluso
A
una noche entera
Dándote besitos
Y
mirando al fuego
De
tus ojitos.
Mi
caricia quiere viajar
Por
la arena de tu piel
Y
repostar en el oasis
De
tus bellas piernas.
Te
quiero más como eres
Una
pasión entera,
Mi
musa linda y tierna,
La que este corazoncito
Quiere
y acelera.
La que me besa y besa
En
cada sueño,
En
el que tengo un cielo
El
de tu amor y fuego
Hasta
cuando duermo.
Y
te amo pues de la belleza
Y
bondad de tu alma
Me
has enamorado.
No
me puedo imaginar
Un
mundo sin ti
Aunque
no lo creas
Porque
es contigo
Con
quien quiero pasar
Cada
día de mi vida.
Y
aunque esto
No
parezca un poema
Son
mis sentimientos,
Que
de ti y para ti
Son
y serán siempre bellos
Porque
te quiero.
Y
te amo hasta el final del tiempo.
Mi
ninfa, y preciosa.
Mi
bella y mi amada,
Mi
leannán sídhe.
Mi
gatita y fiera,
Mi
adorada florecita
Quimera.
Siempre
contigo quien de corazón
Y
alma te ama yo.
El
castellano
Sanguinoso añil:
Pluvia
del corazón, ardiente deseo de amor
Con
asombro, el deseo, la alegría sempiternas.
Un
día, un carruaje, acrecí de calor.
Color,
vida, veneraba cantar.
Que
esperar a que la alegría, nuestro deseo.
Me
mostró las alas, que hizo atractivo prisa.
Cropinquus,
el sueño, el verso, la letra.
Su
salida se fueron vamos, hemos creado poca fe.
Base
es dulce, el agua pura.
Alma
sano, leal me gusta.
Deseosos
de un sueño profundo, la metáfora, plaga,
Naturaleza
suspiro, me encantaba hasta que hierva.
Decidido
a distancia olvide lo pensado.
Quería puro, el único del corazón.
Bosque
o sendero, sensisensum sentido.
La
sociedad hermosa, para que se contente
con las verdades.
El
fuego, cogió un apetito nuestro,
hermoso.
El
castellano
Ilusiones en
mano:
Quisiera
tenerte en mi pecho,
Decirte
al oído cada latido.
Acurrucarme
en tu ombligo,
Acariciar
tu pelo,
Y
mirarte bello todo un mundo
Por
descubrir en tus ojos.
Quiero
vivir de tus sonrisas,
Beber
de tus besos,
Estar
contigo hasta que el tiempo
Sea
solo una forma de nombrar,
De
ti un parpadeo pues contigo
Sería este fugaz y querría
Más y más tiempo contigo hasta
No
despegarme de ti un minuto,
Ni
soltar tu mano,
Pues
a besitos recorrerías mi mundo
Y
yo el tuyo.
Como
no conjugar, las mil formas
Que
tiene un te amo, cuando verte
Lo
ha provocado, y sentirte
Lo
ha tatuado.
Puedo
escribirte un mundo
Pero
prefiero vivirlo y sentirlo
Contigo,
contigo, solo contigo
Más yo soy sólo tuyo,
Y
tú solo mía, la que crea
Esta
sonrisa y las mil
Que
a tu lado verías.
Puedo
recorrerte al cerrar los ojitos,
Puedo
amarte de un millón de formas,
Porque
la más importante,
Es
la que te queda más dentro
Y
esa es amarte de alma.
Porque
aclaro que tu alma
Está juntita con la mía y mi esencia,
Te
vuelvo a decir te amo mi bella,
Porque
voy a dormir soñando contigo.
Y
es muy bonito dormirme pensando en ti.
Porque más cerca el momento
En
el que lo haga a ti abrazadito
Dándote besitos toda la
noche.
El
castellano
Grana de espiga
en pecho:
Son
tus sentimientos
Un
tesoro de amor,
Son
tus labios
Un
arma tierna,
Pues
tu palabra
La
hacen bella,
Son
tus manos
Arpas
del tacto,
Pues
con ellas
La
caricia se vuelve
Melodía de mi placer,
Es
tu sincera alma,
El
valor y coraje
Ganado
en batalla,
En
la que de este amor
Ganamos
los dos.
Es
tu sonrisa
Un
horizonte de astros,
Cometas
de mi cariño,
Ilusión de trovador.
Es
tu beso un vuelo
A
un mundo
Anterior
al nuestro,
Para
finalmente
Y
felizmente
Vivir
en un romance,
Antiguo.
Es
caer en lecho
De
amor y pasión,
De
rosas y velas
En
una cabaña
Junto
al río,
Pues
el marrón
De
tus ojitos la cabaña,
Y
el azul y verde
De
los míos,
El
agua de ese río.
Desde que te conocí
No
he sentido frío.
He
vivido con fuego
En
cada latido,
Y
te amo
Con
suspiro y suspiro,
Y
haciendo al cielo
Mi
pedido,
Vivir
pronto
Mirando
tus ojitos
Junto
a los míos.
El
castellano
Concavidad
presa:
Soy
fuego con tu aliento de amor vivo,
Me
deslizo por tu suspiro para decirte
Cuanto
te admiro,
Cuanto
me derrite un gemido,
Tengo
tanto que agradecerte,
Gracias
a ti vuelvo a sonreír y a ser feliz,
Eres
mi vida estrellita mía.
Escribiéndote mi poema de los
sentimientos
Que
este amor por ti de mi alma emana.
Para que ni una noche extrañes mi cariño
Y
amor sincero pues te amo
Y
te quiero con el corazón entero.
Más, nunca soltaré tu mano,
Nunca
Nunca
No
hace falta que te lo diga
Porque
sabes la respuesta
Y
es que quiero pasar mi vida entera
contigo
Y
muero esperando que llegue ese momento
Juntos
de la mano sueño sin fin.
Tus
ojitos con los míos en fuego de mirada
Tus
labios y los míos
Llenándose de agua de un paraíso
El
de nuestro amor mágico
De
tierra de hadas
Y
fuego de dragones.
Mas
del verso a tu amor y mío
Sobran
explicaciones pues el te amo
Se
ha tatuado en tu corazoncito,
En
sueño te vivo despierto,
En
verso te admiro en inspiración,
Que
provoca tu amor en mí
Junto
el deseo bonito y divino,
Dulce
y sencillo, tierno y lindo,
Como
de tu boca el besito.
Junto
a ti quiero matar cada minuto,
Arrebatar
al destino cada detalle bonito contigo.
Y
tener vida y sueños para crear y realizar
contigo.
Tú mi amor, yo tu amor, y tu
fiel guerrero
En
verso y fuego, en caricia y deseo
Que
recorre tu cuerpo,
Tú mi sueño, tú todo lo que quiero contigo
Amor
completo,
Contigo
solo un camino sentirte y amarte
Hasta
acabar el universo a besos por todo tu cuerpo.
Tú mi amor soberbio.
Yo
tu poeta tierno.
El
castellano
Mirar su magia
esencial:
Lo
mágico de nuestro amor
Cabalga
en besos
De
lluvias de primavera
Que
dan vida a la tierra.
Crean
y dibujan la tierna caricia
Que
derrite hasta el hielo
De
heladas de invierno,
Durmiendo
tú en mí pecho,
Yo
acariciando tu pelo.
En
tus ojos el fuego
Por
el que este corazón
Late
en suspiro al verte.
Estas
manos que ansían tocarte,
Este
cuerpo que en su piel
Quiere
sentirte.
Mas
del amor eres amor,
Del
sueño pasión.
Eres
tú entera la más linda flor bella.
Aquella que con su amor
En
todo mi interior ha enraizado,
Para
ser la única que mi mundo
Entero
ha cambiado.
Pues
de mi mundo te has apoderado,
Mi
vida amor, sólo tú has cambiado.
Contigo
amor sincero,
Amor
tierno, amor completo y verdadero,
De
verso y sentimiento,
De
corazón, cuerpo y sentimiento.
Yo
entero y con todo lo que tengo,
A
tu corazón y cuerpo me entrego.
Mi
palpitar y amor cada día te entrego.
Pues
de mí alma eres alma,
De
mi amor eres tú y solo tú amor.
Luz
de corazón, luz de vida,
Luz
de mi vida.
Te
amo como eres tierna y linda.
Yo
como caracolito que se alimenta
De
tus hojas más tú eres mi florecita tierna.
Prometo
siempre amarte,
De
mi vida cuidarte con amor y pasión,
Tenerte
consentida mi vida,
Pues
te quiero besar y acariciar cada día,
Ahí donde lo imaginas.
Te
sueño incluso sin sueño,
Porque
soñando vivo despierto,
Más tú de un sueño y deseo te hiciste
realidad,
Y
ahora mi amor a ti es mi única verdad.
Ahora
solo tú mi anhelo,
Eres
mi felicidad.
Mi
despertar enamorado,
Y
acostarme durmiendo en tu soñar
Y
palpitar, te honro de verdad.
El
castellano
Tablero
de existencia:
Otro
día más.
Otro
día menos.
Horas,
minutos, segundos
Pasan.
Decisiones,
esperanzas, vidas truncadas.
Gentes
luchando por cambiar el hastío.
Luchando
por cambiar la rutina.
Peones
de este juego de ajedrez.
Sólo avanzan en un sentido,
Alimentándose de lo que encuentran en su camino
Que
avanza sin retroceder hasta llegar al final del tablero.
Unos
ansían convertirse al llegar ahí en otras fichas más poderosas,
Para
seguir comiendo a otras gentes.
Pero
otros acaban siendo comidos por la torre, la
que juzga sus vidas.
Sentir en bruto:
Flor
de luz en este linde donde corta mi sendero.
Vidas
paralelas que avanzan, entrecruzándose cuando duerme el sol.
Fiel
reflejo de mi amor que te doy en sueños.
Intermitentes
sentimientos como ánimos en ánimas inanimadas.
Flores
amarillas de espinos creciendo en este desierto embalse de recuerdos regados
con amor.
Labios que sangran palabras de vino.
Pulmones que respiran cigarrillos en un cielo enterrado.
Manantial
subterráneo donde quedé encerrado.
Gritos
por eco, pensamientos retumbantes en mi cabeza, reflectantes de mi existencia.
Quisiera
escapar de este pozo quisiera que tú me rescataras.
Que
tú me ayudaras y me besaras
pero eso no depende de mí porque ya me amas con toda
El
alma.
Semanas
pasan y el olvido me va matando con su cruel instrumento, a golpes de silencio
Me
voy consumiendo, sin sentir tu aliento,
Te
espero fumándome lo que queda de mi cerebro.
Bebiéndome lo que me queda de hígado y comiendo todas las
flores que te regalo en letras.
Contando
mis recuerdos para volver a amarte,
Me
pierdo en tus detalles y vuelvo a desearte.
¿Cómo estar triste? Si siempre
te tengo presente.
¿Cómo ser débil? Si tu amor me hizo ser
fuerte.
Es
el ocaso del tiempo que me dispara,
Derrotas
y victorias en este campo de batalla.
Una
sonrisa y un beso recogieron mi alma
Junto
con un te quiero sincero esa fue tu arma.
Mi
pensamiento vi volar junto a ti
Desde
el momento en que te conocí.
Con
mis besos y caricias tu cuerpo recorrí.
Mi
pasión mantenerte viva dentro de
mí.
Contigo
en mi vida, se encendió el fuego del deseo
Y
de deseo en deseo encontré mi anhelo,
El
insomnio de este vivo sentimiento
No
perderte nunca para soñar despierto.
Y
a si cada día volver a amarte y
desearte.
Tus
besos riegan los rosales de mi palpitar,
Lo
llenan en flor, alimentan esta ilusión.
En
tu mirada deseos como los míos,
Fieles
reflejos de cómo somos,
De
lo que queremos.
Momentos que vivimos,
Recuerdos
inolvidables llaman a un presente,
A
una historia que separados no tendría sentido,
Sólo sería un injusto desenlace para
todo lo que hemos luchado.
Y
luchado en contra de la dificultad, de las dudas, del futuro.
Y que ahora no me lo imagino si no es para
compartirlo contigo.
Sentida senda:
La
noche con su aura de misticismo.
Nos
conducía hacia las puertas del
deseo, y la pasión,
Como
algo inevitable, como algo que tenía que pasar.
La
preciosidad de todos los factores,
Que
envolvían aquel lugar, fue como
Si
hubiese estado todo preparado para nosotros dos.
La
luz de la luna, y de las estrellas incitaba
Con
su velo de romanticismo, a dejarse llevar,
A
solo escuchar lo que queríamos de verdad.*
Nada
importaba, solo tú y yo, y aquel momento.
Solos
tú y yo, en ese instante mágico.
Solos
tú y yo, sin importar lo
anterior,
Intercambiando
amor.
Tenía la sensación de poder alzar la mano y
tocar las estrellas*
Y
alcanzarlas para ti.
Tus
ojitos brillantes, el fuego de tus caricias pidiendo más.
Yo
robando a la noche cada minuto.
Galopando
en mi corcel, saboreando tus labios sabor de miel,*
Mi
cabeza queriendo detener ese instante, para siempre,
La
cámara de fotos, de mis ojos,
capturando todos los detalles.
Te
necesitaba, mas ya no aguantaba esta soledad*
Y
me llenaste de nuevo de ti, con tu cariño sincero.
Y
te volví a sentir, coraje y
seguridad, para luchar por lo que quiero
de verdad.
Volvió la felicidad a mi ser,
volví a ser.
Tan
importante es el ser, tan importante es el estar.
Lucharé y sé cómo ser, ya que ya fui, y no hay barrera, que no pueda
superar
Y
el deseo que pedí esa noche, a aquella
estrella, se cumplirá y me recordarás.
Porque
te voy a dar momentos, y recuerdos que
nunca olvidarás.
Desliz pasajero:
Déjame ser quien guarde tus
besos,
Quien
comparta tus alegrías,
El que cree horizontes contigo,
El que al cerrar tus ojitos veas.
Déjame cumplir todos tus
deseos
Como
anhelos de que otra realidad es posible,
Hacerte
feliz es lo que pide mi alma,
No
quiero que te vayas sólo que veas
Que
sin ti no soy,
Que
sin ti no quiero ser,
Que
sin ti,
Sin
ti no podría vivir.
Me
duele el pecho sólo de pensar en no volverte
a ver, mi alma.
Enamorarte
lo pide mi palpitar,
Capturarte
en mi retina, mis ojos,
No
puedo, ni quiero olvidarte, porque te necesito,
Y
no me puedo imaginar una vida sin ti, aunque no lo creas
Pero
se alegra mi alma, sólo de verte sonreir.
Porque
existes en mi mundo.
Porque
eres mi mundo.
Vida
en color de tormentas de arena,
Polvo
de almas errantes jinetes del tiempo,
Ocasos
de un tiempo de alba en lo infinito.
Qué cosa mejor, que tu te quiero;
El
suave duelo del te espero,
El
desespero y me desespero
En
el suspiro del cielo.
Si
el querer quiso y el poder no pudo
Nada
se opondrá,
Todo
se verá y quedará,
Nada
se irá en la azada;
Se
cavan surcos de mí en tu alma
Nunca
para desgarrarla ni dolerla.
Solo
para acariciarte.
Viento
azul de este cielo nocturno
Quien
viera tus ojos siguiendo mi marchar
Solo
sombras en mi camino para buscarte
Sentimientos que recobran fuerza
No
te vayas de mi lado
Sentido
de luz compañera
Vuelve
Como
lluvia roja de besos carmín de tus labios
Como
cielo encerrado de tus ojos
Cielo que liberado nunca me abandonará
Cielo
desconocido cielo sin domar
Fiel
compañera de día y de noche
Fuego
como yo solo avanzando en un sentido
Yo
contemplando el abismo
Nunca
cayendo ya que tengo apoyo firme
Tú mi apoyo
Mi
motivo para soñar alto para vivir intenso
Meloso
tormento de todos los matices
Para
sentirme cuerdo, en un mundo de locos,
Pero
quién soy yo sin tu calor de
palabras;
Sin
tus sentimientos sinceros que me
enamoran
Que
ilusiona y paraliza,
La
vida de este pomposo corazón que te habla;
Ansía todo lo que salga del tuyo,
Porque
este ya comienza a sangrar.
Ya
te dio su lado.
Solo
es para disfrutarlo en vida
No
vivo esperando tierra
Lloro
viviendo amarte,
Para
soñarte vida para morirte
placer.
Quien
da más, solo tiempo, todo llegará, o se irá
Naipes
del tarot helado
En
la hoguera de cartas flameantes al viento,
En
este oscuro firmamento
Del
azul sediento teñido de espadas
Como
pasión nunca matar cariño,
Solo
aumentarlo cada día.
Sentido oculto:
Vida
para morir en tus ojos,
Amor
para odiar lo malo de esta vida, que destruye,
Y
se come por dentro mi noble corazón
Sólo un segundo de ansiedad,
tiempo que corre marcha atrás,
Un
miedo aflora:
Cómo perder tu mirada fijada
en mí con cariño sincero,
Como
el peor castigo,
Condena
inimaginable, que solo pensarlo, solo pensarlo de observarlo,
Un
pozo de miedos, y pensamientos negativos, aflora en mi irracionalidad.
Caes
en él y te levantas en minutos,
pero el miedo avanza;
Te
paraliza,
Te
domina,
Como
equilibrio de fuerzas para vivirte intensamente;
Para
soñarte.
Solo
el deseo de conservarme en tu deseo sublime de ilusión;
Un
sueño como deseo,
Compartir
nuestros caminos, ganará, ganará
Para
esta vida.
Felicidad
eterna; más allá, de estas funciones
vitales mías
Está la posesión de tu alma,
Tu
recuerdo,
Tu
esencia capturada por cada sentido despierto cuando te miro,
Cuando
te leo,
Cuando
te pienso,
Cuando
te asomo,
Cuando
te deseo;
Allí está mi felicidad.
Allí estás tú.
Sendero
despierto:
Voy
allí y te encuentro dormida, al
final del bosque,
Te
encuentro soñando, con otros días de amores profundos.
Como
el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,
Mi
caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,
Mientras
acercas tus labios para besar los míos,
Y
fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas
de un amor eterno que devolvería vida, para quitar su
despertar de melancolía.
El
lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No
quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
Guiaban
mi alma a viajar, uniendo su ser volaba hasta regresar.
Te
necesito más allá de este sentido que grita por tenerte,
Te
necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
Y
a la vez te hablo, en cada golpe de viento y reflejo.
Me
encuentras, y tu recuerdo reciente me besa, mientras no puedo evitar recrearme
en el deseo y corresponderte.
Para
esta vida mía, la estremece,
La
atrae a su lado como algo inevitable,
En
tus ojos quiero perderme.
Para
encontrarme con el momento inolvidable.
Sentido
despierto cuando te veo,
Imparable
en mi vocabulario el piropeo,
Como
el entrañable y dulce deseo,
Te
veo tan cerca y a la vez tan lejos.
Escojo
tu sendero, yo como tu destello en el secreto,
Voy
con el manto de tu compañía, allí donde se oculta el día.
Allí donde nuestro calor se
refugia.
Allí donde mi alma no cesa la
lucha para ganar tu dicha.
Con
los miedos guardados en un rincón,
El
sueño solitario no me abandonó,
Con
su antigua ilusión envejeció, su imagen viva guardó.
De
él decían que solo quería comprender al amor;
Del
verso a la canción, así hablaba el corazón,
Tras
una flor la conoció y le preguntó:
¿Qué eres amor?
No,
solo nací del rayo de sol.
Intrigante
sensación.
Nadie
te posee, pero todos quieren encontrarte.
Hoy
fui más allá y te besé, y así en mi interior tenerte.
Como
un paréntesis del destino, su
recuerdo siempre quedó.
Tu
amor es lo sagrado a lo que aspiro,
Tu
dulce complemento entrando en mi vida,
El
día para tener los besos de
tu firmamento,
Noche
para regar las rosas de tu alma.
Cumplir
mi deseo, me esfuerzo en mantener tu aprecio.
Tu
mirada con mis ojos recorrer,
Ver
contigo el amanecer.
Arropar
tu cariño con cada detalle.
Sostener
en cada noche tu sueño en mi pecho.
Ilusión como íntimo tesoro de dulzura,
Vivir
cruzando nuestro existir.
Navegando
en el horizonte de mí destino,
Buscando
tu sonrisa en cada amanecer,
Velando
el tiempo de cada anochecer.
Llamándote en silencio con cada
recuerdo,
Volviendo
siempre al comienzo del sentimiento,
Dejándome llevar por el dulce
tormento,
Conteniendo
las palabras en el viento.
Ya
quiere caer el lamento, dejar libre el intento,
Verte
llegar, el silencio deshacerlo.
Saborear
tu piel bajo las sábanas,
La
miel de tus labios tener,
Hacer
tus piernas estremecer.
Endulzar
el momento con una caricia,
Compartir
día a día, abrazándote en la noche,
Sólo con tu amor ya no sería pobre,
Solo
tú te quiero, se eleva en mi
cielo,
Mi
dulce sustento que quiero.
Mi
palpitar quiere navegar hoy por tu interior,
Sentir
cada flor que forma tu piel,
Tener
tu aroma como velo que embriaga.
Quiero
quitarte la ropa, besarte, que me
sientas dentro,
Recorrerte
en cada caricia, hacerte sentir, oírte gemir.
Quiero
mi despertar para verte llegar.
Amanece
y tu silueta recorre sus últimos instantes en mi sueño,
Tenerte
cerca cada noche y en mi interior los días,
Ser
tu compañía, alagarte con mis letras,
entregarme como te entregas.
Cuantos
besos soñados y mil abrazos no
dados,
Noches
para esperar, vida para alcanzarte.
Y
sentirte, mi motivo para enamorarme,
El
momento de tener tu esencia más allá de donde acaba el sentido.
El
castellano
3 Premisa arde:
Cada
deseo una ilusión,
Cada
ilusión una fantasía,
Cada
fantasía una esperanza,
Cada
esperanza una promesa,
Cada
promesa un juramento,
Cada
juramento una palabra,
Cada
palabra...y cada palabra,
Un
millón de pensamientos,
Un
poder inmortal,
Capaz
de crear revoluciones,
De
crear o de destruir de vencer
O
de morir en el olvido,
Capaz
de hacer enloquecer o de desnudar,
De
amar o de odiar,
De
sepultar o de consolar,
De
hacer llorar o sudar,
De
amenazar o de perdonar.
Una
palabra es lo más importante
Cuando
sale de un corazón noble
Y
tiene un par de valores que la respalden
Te
quiero es mi palabra.
Esteban
el castellano
7 Tierna secuela:
En
la oscuridad de mi cuarto son tus recuerdos los
que me invaden, mis labios tiemblan y te alumbran.
Te
llaman en silencio.
En
la oscuridad de mi cuarto es tu figura la
que me acecha, la que me provoca,
me alza.
Produce
un caos febril de deseo y de pasión.
Pero
tú no estás, tú no estás, no estás.
Tu
recuerdo recorre todas mis neuronas con miles de imágenes, cada una añorando un
Pedazo
más de ti.
Agarro
con fuerza mi almohada pensando que eres
tú y una tristeza comienza a
invadirme,
Lágrimas salen de mis ojos,
en ellas se puede ver tu rostro reflejado en ellas.
Ardores
me entran en el pecho sé que no vendrás que
nunca volveré a tenerte, que estás
Ausente
y mis lágrimas se convierten en lágrimas de sangre, ha
estallado mi palpitar de
Una
sobredosis de sangre.
Esteban
el castellano er lobo bohemio
Mañana
fría
en la que aventar
espigas recién
brotadas
al revuelo de una mariposa vigía
floreposeando todo el doquier
ensimismado.
Suelo ario que se blandía
sin atisbo de despedida.
Larva que soñaba
volar
sobre alas de mariposa cabalgada.
Etéreo
desliz de fronda suave;
que espartos abrían
rajando tierra
en calima de cerro viejo.
Las jaras en abanico
se apoderaban del terreno,
al transcurrir
de los caracoles sonoros
judíos,
blancos.
Soto de perdigones
entre insectos inherentes
afilan ideas mi paso.
Abría
el cielo un febrero
un carrusel de luciérnagas por estrellas
del techo la concavidad
presa o caverna abisal
de horizonte helado.
Los pinos caracoleaban
cada vado
entre secuaces
carrasquillos de flor en piedra,
romeros entre tomillos
atisban como señero
el cerro bajo.
Torreones de álamos
acicalaban al viento
sones de nuevas nieves
fugaces.
Daturas y tomatillos
del diablo, hacían
distinción
entre nuevo verdor
de retama que ya en flor
amarilleaba.
Ya asomaba todo vástago
de simiente
del invierno casi gastado.
Ababoles ya sonreían sus dientecillos
de suaves hojas
en jóvenes
plántulas.
Lucían
incluso espinas
señores
cardos
y breves cardillos de las damas.
Vorágine terruña:
Hijos de la niebla,
regresad sueños
dulces
sin áspero
corpiño
ni denso verde, espumoso moral,
como ensueños
caracoleados
que no disipan
en bravo pecho
de gloria tranquila en cerro.
Disipada bruma que años no regresa,
cada momento caminante,
de silenciosa fuente,
y ceño
anhelante,
de ávida
inocencia
entorchada conciencia
que vuela lides
monótonas
y seguras,
donde noches escapan,
como el corazón
endurecido
pierde visión
de luz,
era un huerto de luna
en la campiña,
de ortigas y forrajes
entre zarzales y tomillos,
entre brezos y espargasminas,
con fuente de añil
transparencia líquida,
entre esperanzas que alma titubeaba,
servil de días
rojizos,
que no se llevaba su paz
ni tempestad enfurecida.
Al pie de un jaral
que ni el tiempo doliente
con él
puede ni sepulte
umbral plácido
de fértil
viña que el río Tajo
escala cumbre,
poco antes que el río Sorbe
a su mujer encuentre.
Iniquidad en blasón
de noble comunero,
que ni desenraizarse,
ni matar por su tierra puede.
Förüq castellano
10
olvido:
Olvido.
Olvidarte
nunca podré.
Nunca
te podre separar de mí.
Estas
en mis sueños, en mis
Noches
más frías y en las más
Calientes.
Como
una manta que me abriga y me arropa
Cuando
me descubro solo.
Como
mi sombra.
Como
mi reflejo.
Olvido
¿por qué nunca te encuentro?
Será porque no te busco porque
Vendería todos los mañanas
Por
un ayer junto a ti amor.
Ya
sé que soy inmaduro,
Pero
te quiero y lo sabes.
Si
ahora no lo ves ya lo verás.
Pero
mi tiempo ya pasó
Como
guillotina
Que
partió mi palpitar en dos
Para
darte una mitad.
Olvido.
Olvidarte
nunca podré.
Siempre
te amaré.
Esteban
el castellano
16
Primavera:
A
ti te escribo primavera,
Tú que llenas de vida el campo.
Pones
los campos en flor y verde.
Tiñéndolos de color.
Los
pájaros silvestres anidan en
Las
ramas de tus arboles, dan de comer a sus pachoncillos
Y
trinan como nunca antes del alba y después.
Los
animalitos nocturnos también salen a cazar
,
murciélagos, mochuelos y lechuzas
más en esta época
Que
hay más vida y alimento.
Los
erizos salen de su letargo invernal a cazar caracoles e insectos,
Y
frutas silvestres.
A
ti primavera te canto que llenas de vida
el campo tiñéndolo
De
color y vida.
Esteban
el castellano
17
Poema al alba:
A
ti te escribo que con los gorjeos de los
pájaros
Ven
salir tus primeros rayos de sol que
iluminan la tierra
Y
los campos.
A
ti te canto luz del alba.
Ruiseñores, jilgueros y demás pájaros silvestres gorgojan
minutos
Antes
de ver tus rayos.
Yo
veo tus amaneceres azulados y tus puestas de sol rojizas nunca
Me
he perdido una.
Quizás soy un loco bohemio que no duerme porque está enamorado
De
tu naturaleza.
Esteban
el castellano
I
Subrepticia
Ese
mi único secreto,
Revelado
entre celdas de leche
Y
rosas de sanatorio.
Su
encuentro en estadía de larva,
O
alma anclada en forma de éter,
Forma
concisa,
Fuego
en lágrimas mi sangre,
A
dulce mordisco
Te
di de beber de mi índice.
Hoy,
perfección intangible, onírica
Del
mundo propio del sueño,
Belleza
lejos de mundo conocido.
Fuente
los cielos, candor de dragones,
Rizados
en todos los colores,
Nube
de evolución, granate profundo de
ojos,
Partida
de sed sanguínea,
Ser
perfecto, cómo llamarte,
Que
al volar, te dije
Vuelve
cuando quieras,
No
voy a intentar capturarte.
Förüq castellano
II
Espiral de
reposo
Soliviando,
viene bregando,
Un
azar tangible epicúreo,
Adoctrinado
al hervor de la verde cepa.
Raíces al templo del mañana,
Vistas
a lo que nunca dio causa
Y
siempre estuvo y está.
Inmiscuido
como ascua besa
Su
final de ceniza.
Empíreo, cromado sentimiento
De
conciencia filosa.
Quizá algún día vuelvas,
Subrepticia
hermosa,
Quizá más crecida
Tras
alimentarte de los cielos,
Y
su bruma del gris encorajinado
Y
su zinc y su plomo.
Puedes
escuchar los sones.
Se
afila el clamor
Entre
trompetas
De
todos los ángeles.
Förüq castellano
III
Atisbo de nácar
Noche
de colores enervados
De
rienda alzada como vetusta estela
Coloreada
por oscuridad sempiterna
Que
todo atisbo envuelve.
Es
el son sanguíneo del sigilo
Alzo,
que dirijo sus resplandores
Consecutivos,
es un latido de tierra,
Repicar
de los fusiles,
Y
sus hocicos al horizonte cantando
Un
inmiscuir de la brea
Y
su pólvora encendida.
El
dormitar de faroles
Y
su réplica de luz intransigente
Vuelve
al pozo sin poso,
Es
mi sola alegría descorchada,
Entre
la caricia de mi guardia.
Mi
cielo en repiqueteo de colores
Que
difuminan la densa oscuridad
De
la noche.
Förüq castellano
Canto triunfal:
lloraba la tierra
Un
aquilón de noviembre,
Enfurecido.
Llueve,
lentamente llueve,
El
cielo blandía feraz carcajada.
Era
tiempo insuficiente.
Lloraba
Ostara, derritiendo
Su
guiño terreno,
Encantaba
que encandilaba
Majestuosa
tempestad alada.
Tibia
desangelada, era ella
Era
diosa, era lluvia.
De
febriles cauces sanguinosos,
La
flor de Odín hermoseaba,
Ya
lucía sonrisa líquida.
Al
resplandor nocturnal que asomaba.
Su
oración entre espinos y
carrascas,
Brillaba
la furia de la deidad,
Como
ráfagas de estrellas
Insobornables.
El
castellano förüq
Obtuso marjal:
Plañía la tierra
Su
bermellón acequia
Como
un eco ciego
Entre
forrajes breves,
Y
savias precoces.
Un
camino encegado abría surco
Por
vid y barrizal
Se
abría el claro marjal.
Amarilleaban
yerbas
Afilando
el sentir del monte.
Brilla
la sangre verde
Resplandor
de cuchillo calizo,
Silbaban
lágrimas de atochas,
Y
acompañan los brezos de fuego,
Jaras
entonan su estridencia recta.
Por
verde augurio de falsa avena.
Venzo
que avanzo el caduco forraje,
Suave
bruma gris,
Ya
dicta,
Muerta
la estela luminosa,
Desplegaba
opacidad su manto,
Para
el sueño del resplandecer,
Y
su mortecina sed.
El
castellano förüq
Filosa ataraxia:
emblanquecía por cielo extenso
La
llaga nuestro gris,
Destellaba
la mortal premura,
Un
paréntesis sin sol ni soslayo.
Diáfano sótano de luz,
Donde
bailaba tu esencia eternal,
De
trémulo discurso llameante,
Que
abría surco de nueva llama.
Desnuda estaba la imperial
concordia
Quedaba
comenzar la revolución,
En
aras de aria tierra,
Alzando
las vestales hispanas,
Sones
que llaman a la tierra,
En
febril tamborilear magno.
Soldados,
guerreros,
Guerreros,
soldados,
Escuchad
mi canto.
Förüq el castellano
Acompañada gloria armada,
Esta
mi alma ameraba,
De
mi ambición llena,
Tornando
nuestra.
Desvencijo
flagrante reguero
Que
arma escuda,
Sola,
sola la venidera amapola,
Por
almenas
De
cúspides, de higueras del
demonio.
Oh
señora, mi dulce miseria no
basta,
Cuan
procelosa espina se agita,
Nido
y seda en torre virginal medrosa,
Asustadiza
sien no huía
Discernible,
Era
tiempo de alzar abrojos,
En
tu almíbar de vientre.
Abriese
cielo, en hondo tajo,
Parlando
la unión
De
dos gotas del mismo deseo,
Ven,
que yo iré,
A
derretir el hielo del éter,
Floreciente
inmiscúyete,
Cielo
y terreno en eterna alianza,
Construiré mi casa
Con
un jocoso pino del averno
Sedoso,
entre surcos de heno,
Y
barrizal dorado,
Tejas
de alabastro,
Y
cimientos sanguinosos
De
arcilla mi piel,
El
cuchillo calizo,
Será ventana
De
este sentir, travieso,
Arrullarte
la canción de tractorcito,
En
tus nidos de jara y jazmín,
Tus
idólatras piernas
Que
ni en terneza de soles pudientes
Conozco,
Crueza
blande, sí la osada,
Suave
mirada del ocaso,
Entre
ojeras de luna,
Y
nublos de noviembre,
Sin
esculpir tu cuerpo
No
me marcho,
Pero
tampoco te creo
A
semejanza del interés rodero
Que
confluye,
Te
hago mía y a diferencia,
Debido
no soy adorable,
Ni
sombra poseo ni hálito,
Ignominioso,
Por
si dicen que vivo,
Sólo es porque te miro,
Y
me miras musa del alba mía.
Esteban
el castellano
Olmo de espíritu,
tercerillas y serventesios:
hadas, sátiros auras, ninfas solas
Aromos
fragantes entre olmos recios
Como
si hubiesen erguido corolas,
Flores,
magarzas, ababilles necios.
Coronas
de rey; alto ahondo
El
canto, no destilado,
En
remembranza escondo.
Antigua
extasía blande,
Como
besar a mi musa
Sin
tenerla vista, agrande.
Junto
al zarzo no pregunto;
A
espiga si sangre acaso
Fue
bastante, duro asunto.
Dulce
recuerdo plasmado, aquel, tieso
Palpitante
su magia por semblanza,
Temblarme
pudiera el recuerdo ileso.
Inimaginable
nido en templanza.
De
telégrafo tu impronta
Belleza
la inmiscúyete,
El
blasón lámina monta.
El
placer de antaño lira
Que
mi letra sin escribir
Era
tuya, la eterna pira.
Por
idearla, delirio entra,
De
recuerdo, lo pregunto,
No,
mejor la lira encuentra.
Y
se me pasa que pacté con velo
Quererte
siempre, y bailar las estelas
Resplandeciente,
errante no te celo.
Mercurio
fecundes, quasi nave. Hielas.
El
castellano y leannán-sídhe
Nocturnidad en colmillo:
llameantes pesquisas
De
acariciar tu éter sediento
Noctámbulo,
Preciosa
de magia insobornable,
Quién pudiera besar
Tú honda alma incuestionable,
Cuando
tú escribes musa,
Los
destellos dejan de ser secuaces,
Las
mariposas no se aplastan
Embeben
tus manos
Por
mí encauzadas.
Entiendo
la secuencia
Tu
rocío suave permisivo,
Sólo dicta que perpetúa fragancia
De
nuestra secreta flor.
No
llegaré porque sí lo haré
A
colmar el atrio castellano,
Con
mi dicha floreciente
Mi
sentido a escribirte
Mi
sentido a difundirme
En
la beldad tu entraña
En
ese alarido despierto que clama,
Algunos
cambian
Mi
amor por ti es más duro que el bronce,
Horda
madre de las brujas
Yo
por oscuridad,
Compararte
pudiera
Obstara
diosa triple que entonas los campos
Prendiendo
en flor los campos,
Yo
por la flor sea la flor
No
osaría compararte
Pero
si mi musa es raíz salvaje
Yo
abro cielo terreno
Y
si no soy raíz de los dioses sus
hermanos versos,
Yo
no soy hombre soy hartazgo de bestia
E-nominada
porque la amo
Sin
febril demarcación cuerda,
Si
me arrebatan su espina en mi pechera,
No
habrá piedad existente
Porque
la verdad de las cosas
A
veces es su contrario en puridad,
Como
es arriba canto
Porque
igual ídem es abajo,
Vivir
es más complejo
Y
fácil morir,
Con
lo que morir de gusto
Es
vivir de gusto contigo,
Necio
sería que no niego,
Si
pierdo sin vencer,
Ganarte
el cariño es lema,
Reverbera
mi palabra de alabastro,
En
fuente de ópalo tu regia sangre,
He
vencido ya creo escribiendo
Mi
una de sangre de la madrugada,
Ay
de los que pueden morir dije,
Bienvenida
a su nuevo mundo,
Porque
naciste golondrina para la eternidad
Única, remembrada pero en
condena:
-jamás sola porque vivo,
Förüq el castellano
21
Contigo sangre
refulge:
Te
ensalzo mi divina amapola,
Por
cuántos pétalos
Te
hicieron esfinge de sangre,
Enardece
a mi espiga
Que
dorada te acompaña,
Mi
céfiro que en tu seno
Acoges,
Mi
sol blandía
Entre
pajarillos
Sones
sobre trinos
De
cabeza púrpura,
Belleza
te tuviera secuestrada,
Yo,
con mi áureo espino en mano,
Puras
tus alas,
Nosotros,
Carne
y cuerpo de tinta en pluma,
Coloso
atemporal,
De
rayos en perpleja simiente,
Osadía mi amapola,
Traer
derecha en frente,
La
llameante lira de occidente,
Al
instante, nítida y luciente
Me
traes dique inspiraciones,
Por
aureola y tu flor secuaz.
Mi
vida mi sangre
Bermellón morada,
Te
desnudo mi brisa desconocida,
Por
mi jazmín
Que
ámbares completa,
Tu
belleza cuidaba,
Entre
los bastiones
Que
mi cordura cercaba,
Enramada
hasta cintura,
En
mi jardín soberano y delicado,
Beso
tu brillo de tierra,
Mi
amapola.
El
castellano, förüq
Preámbulo derramado:
Devanados
de un destino
Fundado
en el vals
Mi
propio engranaje,
Místico, áspero,
En
flor de supremacía
Donde
ninfas musas
Bailan,
Destino
insumiso,
Parco,
Vestido
mi precoz precipitación,
Como
gota de rocío
Resbala
del precipicio su flor,
A
lomos de un caracol
Me
pregunto
Si
acaso vivir
Tiene
sujeción a la vida,
Y
la cuerda es de bronce.
Seguiré acontecido
Mi
suerte ausente,
Amándote al silencio
Que
cerraba los ojos,
Y
seguía preguntando,
Si
mi ilusión
Colmaba
la expectativa,
Ojos
del metal noble,
Fuego
al hierro
Que
mi camino ablanda,
Fecundador
de mitos y desgracias
Mi
reverberar de nombre,
Solo,
traspuesto,
Al
océano impredecible,
Como
capataz musa,
De
tu huerto de estrellas,
Por
corralillo
Y
redil de estelas
Y destellos
indiscernibles,
Voy
rumbo al ímpetu
De
solana luna
Y
su guiño me cuelga,
Sí acabaré de irme
Dejando
alto mi estandarte.
Förüq castellano
Catalepsia oda a
leannán
sídhe
musa:
Catatonia
madre de impresión superior,
Que
encumbras musa y te encumbra de este nicho de bronce,
Lápida con flor de silencio,
Oh
catatonía,
Flor
de muerto de esquela en sangre viva,
Yerto
circulaba de aflicción,
En
oscuro tapial primero,
Al
insubordino universal,
Señero por señal,
De
mis signos yertos vitales,
Te
ensalzo sangre,
Que
amurallo tus sones vestigios os,
Piramidales,
Titánico siembro,
El
numen victorioso
Mi
gesta,
Vestal
de cuervo förüq,
Su
madre oscuridad, sacerdotisa.
Del
tercer orden las cosas habidas,
Dilucidadas
extensas.
Queda
solear, este solar,
De
letra perdida
Hasta
atronar mi vuelta a la novena espada,
Que
el guerrero miedo,
Me
conocerá.
Para
cantar mi victoria
De
todo parco lugar.
Silencio regenerado:
Saeta, saeta bella,
Saeta
parca,
Saeta
ilusa, saeta inocente,
Es
el final del show
Saeta
madre encumbradora
De
toda mentira enclaustrada,
Yo
te amo saeta,
Saeta
alada,
Saeta
heridora,
Saeta
encausada,
Saeta
parca,
Saeta
celestial,
Saeta
infernal,
Saeta
canta,
Que
mis ojos sean tus ojos,
Saeta
que mis manos sean tus manos,
Esta
cruel noche un diciembre,
Que
yo soñaba estaba escribiendo,
Un
canto a tu cabello de oscuridad,
Saeta
mística,
Saeta
horrida y hermosa,
Tu
beldad piramidal,
Se
estrechen caminos,
El
cielo se abra para escucharte
Mi
saeta esquiva,
Mi
saeta complaciente,
Como
es arriba es abajo canto,
Seguir
peones vuestro circo,
Que
este trovador
De
campo llano,
Sabe
quién es y de donde llegó,
Ahora
te odian saeta,
Ahora
te aman saeta alada,
Me
diriges por el parnaso sin final,
O
me quitas hasta la vestidura
Más pesada,
Volemos
abismos amada,
Volemos
cimas inefables cariño,
Hasta
donde se oculta el sol por el este,
Sociedad
de creer o no creer
Yo
elegí creerte saeta
Y
hoy sigo en la cepa
Esta
vida que me cabalga la estampa,
Cerros
intransigentes
Molinillos
al fragor de vientos voraces,
Esparto
entre las jaras y solas carrascas
Brezos
soleados por flores ausentes
Un
invierno que se desdibuja solo,
Saeta
amada elévame en tus alas
Yo
vine por el son recto,
Blandiéndome de un hinojo solar,
Esta
vida que sin ti
Saeta
la creería una dulce mentira,
Por
la que morir
Y
no morir por una crueldad
Impuesta
por el ajeno
Que
nunca
Nunca
serás tú
Mi
amada saeta,
Esta
existencia
Que
se dobla y niega a sí misma
Para
decir que yo soy el rey
Que
yo soy el cuchillo,
Que
yo soy el proceder
Inmiscúyete,
Otra
vez yo sé quién soy mundo
Este
es mi manifiesto y
El
de mi saeta bella mi espada,
Mi
vida,
Mi
indecencia,
Mi
crueldad de espira,
Mi
corralillo espectros yertos,
Era
y es
El
hipocritus dejará su vestido,
El
trigo limpio
Será trigo limpio
Ahora
y siempre,
Espiga
y cante
Hasta
rodeado
Mi
padre trigo.
Vengo
de las espigas de abajo,
Asolando
verdades,
Mi
panida amada,
Por
la saeta olvidada,
Se
despertará
Por
los que venimos
Del
trigo limpio.
Volando
sobre parajes
Entre
tierras de añil barbecho
Y
su azada de viento
Mi
solaz saeta entre cardos
De
todo fértil sendero
Que
lleva al infierno.
El
castellano förüq
Dicha azur:
Adentro
esta bruma azul de mi contento,
Avanzo
estas flores del invierno,
Por
árboles desnudos y sus
cantos,
Yaciente
mi sed de nuevo,
Florido
cierzo,
Primoroso
veo y beso mi sañudo suelo,
Lumbre
sin sol
En
que la luna no aparece,
Presurosa
de melancólica siembra,
Una
estrella emblanquece
Por
cielo extenso,
Y
en lluvia derrama que desgrana
La
vejez de la grama vieja del camino,
Custodiado
por la señora malva;
Acrecienta
mi linde vago por majuelos perennes
Y
solas zarzas,
Lágrimas de mi tristura,
Regocijo
de varios,
Ya
que antiguo son,
Solo
mi leana ablandaba mi lira.
Amores
ponderables
Mi
ser no rehúya,
Desquicias
mayores, otros
Oigan
en retirada,
A
murmurio grave me alzo,
En
esta tela de araña
Y
la luz de alborada
Me
tiende en extasía.
Förüq el castellano
Vientecillo elucubrado:
Rompe el melancólico fulgor
El
sol en corazón
Que
la niebla un diciembre
Difumina
en son,
Yo
bogaba difuso
Como
primavera lozana luciente,
Suspiro,
oh tempestuoso recuerdo
Mis
flores marchaban,
Suspiro
de pasión
Vino
arrebatarme mi desventura,
Desde
navío en reposo,
Cuanto
no veas
Acuérdate del agua hermosa,
Tanto
en alma
Como
en popa de nave,
El
cielo carmesí me embravece,
Surcando
bonanza,
Acuérdate alma de mí,
Viva
fortuna,
Que
de boca invoca,
Musa
transparente
Su
dulce porte,
Semblante
de arma en dueño,
Oh
sueño,
Contigo
tantas veces,
Despacio,
o desvarío,
Cómo alzarte y cantarte
lleno,
Sin
flores ni pajaritos impíos
Sin
caléndulas azules,
Locura
de dulce armonía,
Lumbre
en astro de numen mía,
Agrava
como amarte
Derritiéndonos en la nieve.
Cielo,
suelo y anhelo
De
hojas arrebatadas,
Crujidos
de mis tumbas yertas, abiertas,
Dones
de sufrimiento desploma,
Sombría yacija de cuna,
Cruel
aroma
Estiran
las rosas de muerto,
Y
no lo claman vanas
De
aliento divino,
Quebranto
de sosiego anclado
A
la fría tierra
De
este diciembre
Que
viento ardoroso
Aclama
en soberana lucha.
Förüq castellano
Tremola
Vestida
de invierno oscuro,
De
un renacer exhausto
Honda
amapola matutina
Sus
ojos en bella profecía,
Brillantísima, pura
Como
rayo náufrago
De
bravo firmamento,
Eco
de destrucción o, ¿la luz?
II
A
lo alto del cerro
Blandía un sol hermoso,
A
las lucidas sempiternas
Paseas
mi valle umbrío
De
deshojado albor
Solo
con mi pecho
Enardecido
túmulo en beso sembrado.
Primorosa
tú
En
sol bella a espalda.
III
A
lluvia que derramas
Este
mercurial aliento,
Y
su eclipse
Vívido cada trece años
Reino
de sombras
Minúsculo por cielo extenso,
Noche
que me acrecientas
El
campo melancólico
Que
embelleces deliciosa.
IV
Ponderaba
que te soñaba,
Mi
tristura por llanura,
Por
extasiados vértices filosos,
Me
exacerbaba
Solitud
prolífica
En
verte mi verde
Turquesa
armonía,
A
tu murmurio suave
Encono,
rijo y alzo tesitura.
V
Dicha
intangible me coses,
Dicha
mayor sin retirada
No
habrá, no habrá
Porque
nací,
viví,
Supe
para lo que nací,
Amando
soñé osar amarte
Y
hoy desde mi muerte
Sueño que sigo soñando
Tu
interior en amor resplandecerte.
VI
Camino
recto ante la luz
Cuan
gran sortilegio ofrecerte,
Entre
la belleza
De
grandes páramos solitarios
De
vetustos soliviares,
De
parajes de vid y encina,
De
caracoleados pinos jocosos,
Brezos
entre esparto
De
precoces cerros.
VII
Y
baldíos bordeados y adentrados
Por
caléndulas arvenses.
Más tarde por ababilles
Flamígeros,
Oh
sangre de tierra,
Oh
sangre de sol,
He
venido a embeberte
Y
ofrecerte alma,
Vida.
VIII
Negra
es mi alma,
Negro
es mi amor oscuro,
Negra
es mi creencia,
Negra
es mi vida
Negro
es mi dolor,
Negra
es mi esencia,
Negro
mi canto en sangre y brea.
Negra
blande mi desquicia.
Negra
oscuridad, nec vincere tenebras et amat.
IX
Enredarse
mis cantos,
Por
baja tierra pudieran,
Sólo tú musa
A
osar mi repecho atreves,
En
maravilla enraizada
Atenta,
de fecunda esencia
Soberana
Huy
criatura
Que
me bajas la aurora beligerante.
El
castellano förüq
Inmenso placer secuaz, inefable:
Clama ante la aurora,
Presurosa
aura intranquila,
Ardua
la dicha exclama,
Que
si por querer fuera
Igualara
el agua de los montes
Que
subiendo, baja,
Afilo
este mi solo intelecto
Por
muralla que no cierro
Desvela
el clamor de la intranquila rosa,
Quién a igualar mi dicha baja,
Furor
ostentado de la piedra frigia,
Va
mi reguero desnudo
Por
musario cerro,
Su
cernícalo avizor vigía,
Milano
señor en soberano cardo,
Luces
del alba
Plañen sus rayos
De
nueva alborada,
Ven,
agita la guardia,
Conmensurable
acequia
Mi
sangre estrena,
Voy
por piedad avistada,
Luna
habla,
Destello
de noche febril
Que
otro año más no enfriaba.
Imperios
de ojos cerrados
En
nocturnidad encegada,
Franca
tapia de espejo
Y
su beligerante reflejo.
Amima
mi viborilla,
Secuaz
tu alma sólo destrenzo,
Tiempo,
hálito voraz
Que
enciende calor presto
De
caballero,
A
su dama hoguera,
Corriendo
por fuera el granate,
Sanguinoso,
Por
escalas a este placer inmenso,
Esfera
tu secuela
En
faz instintivo,
Desaprendido,
Rumbo
al carmesí insobornable,
Destino
dicte quedarme
En
tu nube intangible,
En
vaporoso éter, tu magia,
Hoy
vine a besarte,
Y
a desprenderme,
De
tu cauce en tu cuello
Aliviarte,
Bronce
en ala y su verdor
De
óxido que rige,
Que
envanece,
Que
resplandece.
Anhelándote.
Förüq castellano
Conocer
lo valedero
La
esencia cristalina,
Hinco
tu magia
Que
me ciernes hondísima,
Profunda
mirada secuencial,
Difiero,
reitero,
Lo
rápido comenzado
Entre
dos personas únicas
No
es agua sobre oro de aceite,
Ni
efímero, volátil, veleidoso,
De
hoja de otoño
Mecida
en voraz viento servil,
Grazno
que crascita
Esta
sola dicha acompañada,
Vals
en réquiem, vanguardia propia,
O
avanzada
Afilo
mi celada de intelecto
En
un, dos, retembló,
Fuego
al través en encuentro;
Que
dos personas
Inherentes
Se
prestan sus ojos recíprocamente,
Disculpas
damisela,
En
el negror del fuego,
Siento
decirla que su mirada no conozco,
Y
sin sangre turbia
Afirmo
que voy al tercer aposento
Sin
secuela, su vitral, en tercer orden,
No
desquito ni despego,
Lo
que rápido comienza
Ni
en estruendoso crepitar de astro
Se
condensa en agua pretil,
Sublima
y forja
El
nuevo bronce encausado,
Del
abismo en destino,
Cantando,
buena obra sin mil razones
Mi
égida sin cumbre de ego errático,
Quién a acompañarme baja
Subiendo
la estela sembrada
Por
ella hadita damisela,
Pregunto,
Acaso
se pide fuego si lees
Y
su alma prende vigor a lo descubierto,
Fuego
azul denomino, su lente
Que
no habrá dioses del averno
Que
me lo arrebaten,
De
todas como amo mi destino
Más amo aparezca una turquesa
En
mi camino.
El
castellano förüq
Esteban
el castellano
Jamás mil máquinas podrán hacer una
flor:
Quién
fuera sombra para acompañarte
el día
y cada día
durmiendo de noche contigo, quién fuera viento para acariciarte
hasta el recuerdo,
y mi alegría
hoy descansa en tu pelo, palabras al tiempo que nunca fue mío
pero hoy quiero hacerme poema en tu boca, ser mensaje en una botella
que renació
a flote en el lago de mi esperanza tu nombre con el mío
escrito, iridiscente beso en el ocaso
que tarareó
flores de tu piel inverna, sangre de mi sangre que hierve.
Te vi detrás
de la estrella más
brillante del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa entre la inmensidad de un parpadeo.
Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor en mi mundo de ilusiones en viento, ilusiones traídas
al presente
como la niebla que trajo la brisa
de tus iridiscentes palabras llevándome al abrir mis
ojos al mundo
de sueños
sin vivir, de sentimientos
solo para ti. Experiencias para compartir, si el cielo se cierra,
Miraré
tus ojos para tener mi cielo,
mi corazón
te dirá
que seguiré
a tu vera.
Si mis ojos se cierran
quiero tenerte cerca
y, coger tu mano,
sentir que no eres
un sueño
que perdí.
Si despierto te vivo,
soñando
te sigo amando.
Cogiendo cada estrella
en una letra para ti, tú
la más
bella.
Y el firmamento se cierra
sin tu mirada tierna.
Mi deseo y mi motivo para acariciarte. Pasarán lunas pasarán
soles,
y el sueño
volverá,
con cada latido tuyo.
No te dejo una flor, te dejo las semillas, los frutos de este amor.
Porque en mi jardín
sembraste,
tu belleza y bondad.
Porque me llenas de verdad.
Puedo describirte como mi vida giró a mejor, con tu
sonrisa clavada en mi mirar, pupila tuya que mira mi caminar
como un mundo sin sentir no lo quiero, cierro mis ojos y dentro te veo
de tus pestañas
me suenan las campanas para tu parpadeo susurrarte el beso segundo que me corre
transverso
de este azul que nos bebe las caricias jamás mil máquinas
podrán
hacer una flor y en el latido quedó cada siembra de tu
amor hoy te canto sin dolor
que te quiero ver en todo lo bello
que cruza mi firmamento
coger tu mano caminar infiernos surcar cada bosque a perdernos
que después
del invierno quiero verte venir a florecer mi alma y aliento
sin sentido no estar a tu vera
y volver a sentir contigo,
estar en eterna primavera.
Matar mi pena con una flecha de tu lengua hoy cabalgando el viento de tu voz
quiero despertar en ti nuestra pasión, lunas ciegas y
violetas colgantes de cielos
fluorescentes
quiero clavar al cielo un latido
quiero despojarme de sombras y gritos
que muerden mi pasado
quiero caminar tu piel como babosa
a encontrar tu mata hermosa,
quiebro el tiempo que nos sintió
rosas azules arden en horizontes perdidos flores de sangre gotean esencia de tu
belleza mirada tierna y angelada
sonrisa que me tiembla el deseo ardiendo
de cocinar a lumbre de mi rama
con tu estufita ardiendo,
muero por un beso,
muero por perderme en tu pelo como murciélago, condena de tu
pestañeo
que me dejó
ver que yo vivía
en tus fogones de ojos marrones,
mi luna dame tu luz siempre
nunca se apagará
tu imagen en mi mente,
eso siento cada tiempo que bebo tu cuerpo llenar mis flores de sangre
y reventar al viento el amor que llevo dentro.
Ii
Tallo prendido del
calor de tu amor, destello violáceo del astro bebido,
hilo que mece la zarzamora de mi destino, nube que nuestro invierno desvanece
en el latido del violín
sin tiempo,
en el baúl
de tu recuerdo
con tu pétalo
despierto
con el beso a aquel cielo descuelgo camino tu río de sabores
las dunas de tus piernas se pierden en arena gime el segundo y el tiempo cae
sordo noche que los minutos se hacen testigo de tus cielos bellos,
de tus ojos de luna limando mi escarcha, a las tuyas que me acechan la
templanza, el matojo reposa su cruel silencio
el hierro tiempla la espada,
la fuerza se vuelve sombra eterna, alma de voz eternamente enamorada,
Sus estrellas, cantan,
la dama se vuelve blanca dama de noche
sus semillas me cuelgan los nervios
en las arterias enardecidas que me surcas,
vid de mi vida a veinticuatro flores de sangre,
mi tierra olvidada niebla
camina nuestros transeúntes
riega tu solana de vida
y tu lengua me tienta.
Suave recorro tus labios de rosa,
quemo la azúcar
enraízo
tu piel de arena,
te lucen las estrellas y gatos nos acampan el alma, tiembla mi rama te descubre
lo perplejo
y de tu campo como el silencio
me vuelvo grillo de tu pelo,
ojos en tus ojos de olivo,
mi vida que me acaricias la viveza acechando mi hora quieta
te hago un vestido a caricias,
nuestro bosque reverbera lo oculto y sentido
así
el idioma cae en las pestañas del silbido, blanca dama mía
ámame
ahora
que el tiempo no es mío
que mi suspiro solo es suspiro si te miro, sángrame los espejos con
lluvia carmín
del recuerdo, perdamos los bosquejos
entre yedras que nos escalan los cuerpos vueltos ovillos de fuego,
raspa el cielo fluorescente mi murciélago
que encuentra la polilla de tu cuello,
a cada luna que te espero entera,
a cada sombra que te tiembla,
cada parpadeo que descubro nuestro encuentro, en ese árbol
está
mi aliento de agua
en esa piedra reposa mi fuego
en esa montaña
vive mi sentimiento,
por las hojas al viento
habla nuestro secreto,
en cada latido de aliento que te pienso,
en cada distancia vuelta océano de tus mares, vuelta pena de
mora,
tejen mis notas de tormenta
mi humor llevado en las sangres del río, amarte como si la noche
fueras tú,
mi bella reina hada.
Miguel
Esteban Martínez García
Germinarte:
Hierros me forman propia reja,
Que oxidan mi vieja calma,
Orna de un atrio
Que beben las estrellas
Pudorosas y ponientes,
Que trepan escalas
Que habla la noche que no calla,
Entre coraje blando,
Y palpitar de sombras perennes
De estirado violáceo ramaje,
Se dibuja un aliento
De purpúreo silencio espectral,
Por campanas suaves de terso bronce,
Clamor al tañer la magia duradera
Vestida de yedra y solo espíritu,
Era un atrio que se entonaba
Como saetas vanas bailaban
Festejando en el patio los condenados,
Como fiero designio
Abre en estribillo,
Como fondo sin poso
Del mal que se atribuye
Sin solución,
Como caos en vena que se desata,
En vertiginosa densa bruma
Que desplaza los cerros,
Y preceden negras formas
Que los descienden,
Oh luminosa parca
Quién te viera vestida
Como viste un almendro,
Su vernal lozanía saludando
A Ostara,
Manto de añil florido,
Nublo de ritmo pausado,
Así como espina da la rosa
El combate al iris
Gira la mariposa,
Gloria que achica
Simientes fecundas
Que enraízan
Y a la tierra conceden
Magna sentencia recíproca.
Förüq el castellano
Vagaroso
A mi quimera despierto,
Soy yo, la impalpable idea,
Yerto oasis
De cal y sosiego,
Como se abre la noche
Y en su mitad me hallo,
De espectral rivera,
Y nimbo pasajero
Infrecuente,
En su mitad despierto,
Imagen servil en proyector
Al exterior, de cuánto
no ha conocido
Y es vil reflejo,
Como carcoma crujiendo en mecedora,
Un evaporar constante
En sidérea lumbre
Las ascuas de mi obsesión
Por ver a mi quimera,
Niebla que no huye,
Y de belleza indemne
Clara tempestad alada
Su manto de nocturnal
Oscuridad en prestancia
Que mis párpados tienden,
Vela de reloj con su martilleo
En yunque despierto
Son mis altas nubes
Chubascos de vida aplomada,
En vals de mi ánimo mercurial por osar
Su nana espectral.
Ella me regaló su fábula de grillo en jaula,
Semper, hornillo de centellas,
Mi sortilegio canta,
Que su imagen ya acecha,
Silueta y sombra de alma,
Yo defiendo y soy dueño
De mi creación,
Limbo de sus pupilas
Es su noche que abre
Y suena en la opacidad
De materia sus ojos;
Místico su sendero
En adorarla descienda,
Cielo
En diosa larva,
Inspiración sempiterna,
Al redil de ascuas apelo,
Este hondo viaje
El sonido de la noche
Que se desviste
En su candelabro
Que tiene por mirada,
Si acaso la conociera...
La tierra portaría secuela
De belleza inviolada
Y temple en la carrasquilla mi pecho,
Magia sin forma,
Ni cumbres desangeladas
Ya no suenan
Por cuerno ni bramido roto,
Un helado trecho
Surco a traerla mi rosa de hielo,
Que tornó hecho.
Förüq el castellano
La mansión del rayo:
Temerosa compuerta
Abre de los cielos
Una senda violácea
Como dosel afilado
De azulado, bajo firmamento,
Despierta el capataz del brillo primero,
Bajo sábanas de ardorosa niebla
densa,
De cumbre los cerros fugitiva,
A su lado ella;
Oscura perfectísima fantasía,
Feraz sierpe remansa de ternura,
Quiebre mi canto
Fausto destino punible,
De ingenuo rostro
Inamovible,
La bondad por esquela
Dulce bayoneta,
Entre sus laureles sedosos
Vine a recostarme
De esta ambición que gira y mece.
De excelsa siembra resplandeciente,
La sien en hondo surco
De mortal numen
Poema del labrar
Ardua indecencia,
La posada de nubes trashumantes,
Y vasos de estelas
Vorágines,
Dulcísimo corazón sin morada.
Llama un olvido
De gloria brotada,
Laúdes por alba y flor
hermosa,
Repiqueteo de la centella
Que no deja huella
Ni fanal fuego en tierra,
Truenos ya silban
El otoñal vientre del cielo,
Entre gris solapado de negror mortecino,
Que apela nueva vida.
Venga a la posada del harto resplandor
Como mar en monte
Su rompiente puedes escuchar,
Y azulado en aire
Sentir tu corazón por cielo.
El castellano förüq
Al profundo encono
Rijo que me alzo
En plenilunio ostentoso
El voraz gemido grave
Luctuoso crascitar
De mi voz grave
Un encontrar abierto el parnaso,
Y en su agua de lago
El negro cisne
Del rubio Apolo,
Pedir peras a un secuaz olmo
Fue tirar moneda al pozo del pozo
Los deseos,
Me devolvió casamiento
Con mi quimera leona,
Un lustre mío se estiraba
Como un cerco de carbono,
En absoluto diamantino,
Como lágrima apodada
Sin poder precipitar
De aquella estrella diamante
Que llamé amor.
Como una ablación cardíaca,
Del corazón que marchó
Al otro paraninfo yerto.
Un descender primero
Del hálito mercurial
Un sondear con su alma
Para volver a bucear
El fondo su mirada cristalina,
Ella no abacora, no hostiga
Mi incansable ánimo
De grillo en jaula.
Sembré de flores mi patio
Soñando atraer
Su esencial mariposa
De alma,
Salterio es mi hondo gamusino,
De notas y rendija
De oro y platino,
Un empeño de mi dulce miseria,
Oh cristal sonoro,
Oh cuanto yo, deseo mi turquesa
De nido y oleaje
De azada y piel acanelada,
Pidiera agua al monte,
Sueño y aroma de valle,
Mi tersura que suena firme
Como silencio
En la sed de la tierra,
Musa mía mi ofrenda
Para que seas melodía
Del agua mi vida.
Förüq el castellano
Es esta hora,
Ceñida la espera
Que aguarda,
Como dulce oruguilla
La hoja recorre su boca,
Vengo del son sin tiempo
Rogando al crujir
De mi mecedora
Me deje escuchar el silencio,
Así sea húmedo o seco,
Si el sonido audible
Gime lo que el silencio calla,
O es como sed de tierra
Que todo devora
Llegada esta hora,
Perpetuo blinco
La espalda que mece mi alma
Y en su floresta desnuda
Ahincó alas que posan sus
estambres,
Entre ruego y brillantez,
Hablé con su gineceo
Me contó que la flor
Solo deseaba ser la flor,
No osar posesión,
Y en sus pétalos yo posé un beso,
Me devolvió ella la flor,
Un eco sordo de lo que yo esperaba
Descubrir cómo cantaba
El resplandor inviolable
Lo que la belleza era,
Un piropo melodioso
Del silencio volviendo sonido,
Como la negrez escarlata
Presurosa bailaba siendo y tornando
Musa del alba,
Sortilegio en vals de Dante,
Y oscuro armónico,
Entonado sólo al inicio de los
tiempos,
Allá donde encendieron
Todos los hoyos del sol
Sus eternales ascuas,
Que lloran prendiendo
Espacios y distancias.
El castellano förüq
He ido este día
A silbar
La sonrisa alba
De la aurora,
Este otoño
Que arrastra aquilones
Y prende cielos en cinta
Abriendo cierzos
Incansables.
Acordeón de viento voraz
Entre ramajes
Después desnudos.
Irisados rayos
De un sol en aspas
De luz sembrado.
He venido a despertar
Esta primavera invisible
De mi suerte,
Por las hojas
De mi olmo arrebatado
Y la horrida sombra
Que el nogal ya no cobija.
Lloró mi suspiro
A la corola mi flor de Odín,
Su oro luciente en pétalos,
Acompasó y no quedó
Vano mi clamor,
Mi férreo ciprés me erguía
De esta tierra muerta
Su verde militar
Plagado de sueños,
No había jancitos silvestres
Sin rebrotar sus cebollitas
En hojas.
Era límpida estación
Del sueño imperturbable.
Era un orar
De nueva vida
Entre hojas fallecidas
Y nuevos brotes nacientes,
Un correr del reguero del cielo,
Forjando nuevo hogar fuerte
A toda raíz,
Moviendo cerros,
Desplazando el ocre,
Atisbado suelo
Que ya de sed no perece,
Y ninfas velan
Nueva sinfonía de agua,
Entre sus venas ya terruños,
Y profundos silos azules
De profundos sueños verdecidos.
A la mortecina tormenta
Alíviate bonita
Que por cerros, montes y valles
Descienda ya, tu solo llanto
Acompañado de vida
Entre raíces
Que forrajes plantaron
Los dioses.
El castellano förüq
Ruego del metal noble:
Me alza tu acento,
Esta sombría noche
Que todo en halo envuelve,
Tu esplendente voz
En rúbrica quiero amimar,
Entre valle umbrío
Y mi jardín noctámbulo,
Mis ojos que tristeza
Ya no amancillan,
Solo en pulcra honrosa
Alegría
Destellan,
Por este campo
De honda llanura
Sin tristura
Extasiados sigan bravos
Por ti mis sentidos,
Esta puridad en estela
Recelosa,
En luz clara,
Ruginosa
Tu alma noble pareciera
Vino de las pléyades,
Reclino mi espíritu
Para ofrecerte la gloria
De las flores como pureza
Rindiera entre divino laurel
Y alisos que abarcan ya
Los caminos,
Contigo voy al junquillo
Que mi delirio ya sólo
imagino,
Te amo como el primer vagido
De un niño a la primera luz
Heridora y afilada.
Tu sonar siento
En nido mi cuclillo,
En la bajera la encina
Prendido el fecundo lirio,
Te siento como noche hermosa
Que la ilumina una tormenta,
Emperras sólo tú
Mi musa en armas,
La dicha que mi razón
No quebranta,
Muerto el sentido misterioso,
Loable en tomo azabache
Beso el mirto e hinojo
De esta suerte,
Si adorarte fuera bastante
Cercenaría este universo
En tangente
Desliz para encontrarte
Y en trísquela
La inmortalidad encumbrarte
Por las veces finitas
Que en espiral renacen
Para volver a eclipsarme
De ternura incesante me irradias
Cantora en faz sin duelo,
Vienes sólo tú
Vestida de amapola,
En un capullo tu aura bebo,
Embriagado, feliz,
Trino, blandiendo
Brillador deseo valedero.
Förüq el castellano
Sentimiento
labrado:
Viento,
viento bonito
Lleva
al cielo cada escrito
Arropa
este amor en mi cuerpo
En
mi corazón te llevo
Hadita
de mi sentimiento
Noche
hoy en tu sosiego me encuentro entre nubes violetas
Y
el cristal luminoso
De
esta luna de invierno
Bañan mi cuerpo tus latidos
Sordos
de oscuridad
Y
a este cielo sonámbulo
Lanzo
mis ilusiones al viento
Siento
tu caricia de alma
Y
te bebes mi calma
Despierta
esta rosa sangrienta y su aroma de romance antiguo atraviesa el pecho tu
amapola eterna primavera
Cuando
mis ojos te ven entera cada sentido despierto
Como
fiera al acecho de tu latido hoy en tu bosque me pierdo
Tu
imagen surca mis sueños
Como
cada noche que siento tu beso
Y
como me cuidas,
Como
soy yo tu alegría
Mi
vida vistes de amanecida dicha,
Hoy
la hierba escala mi montaña
La
lluvia germina todas mis semillas
De
pasión y fuego,
Donde
entero me entrego
Al
placer que muerde
Y
envuelve en Quimeras,
Como
sencilla tu sonrisa
Y
tierna tu caricia,
Ya
no hay súplicas
Solo
felicidad desbordando mis cauces,
Te
sostengo fuerte en mis brazos
Para
nunca soltarte
Para
eterno tenerte
Si
por soñar soñé acabar con la soledad fría y escarcha de esta
melancolía
Llegaste
tú a mi vida
Como
cada noche siento tu melodía
Y
me acompañas cada día,
Salió el sol después de la tormenta
Y
ame tu esencia
Regando
mi interior tu voz de alma amada
Tú bella y dorada calma,
Rompí las cadenas que me
anclaban al pasado para luchar por mis sueños y alcanzarlos, entendí el idioma del silencio
Y
hoy contigo
Lento
construyo mis escaleras al cielo,
Este
firmamento clama de azul sediento, ermitaño en su montaña del sentimiento
El
amor jamás salió de su cuerpo,
De
él decían que quería comprender al amor, tras
una flor la conoció y la preguntó
Qué eres, amor,
No
solo nací de esta flor
Tu
inocencia me enamoró,
Curaré tus heridas de dolor viviré de tu amor.
Vuelvo
a este dulce tormento buscando llenar de amor el cielo, labrando el campo de tu
alma
Y
bella mi amada
Te
bajaré las estrellas para que
puedas acariciarlas, estas flores cantan la canción
Que
te enamora el corazón
Vuelvo
a luchar como ayer
Con
tu amor jamás desfalleceré
Eterno
en tus alas viviré.
El
castellano y leannan-sidhe
Azar relegado:
Navego
los límites de tu silencio
Tu
luna, reina mi cielo
En
este horizonte de ilusiones y sueños
Tus
besos florecen mis recuerdos
Las
mariposas de tu piel tersa de seda acaricio eterno el momento que escapa entre
tus labios cuando brota el te quiero
Y
en mis ojos te encuentro,
Donde
me enseñaste a vivir el momento
Porque
nada es para siempre
Escribo
el sentimiento
Ese
que me hace amarte despierto
Este
viaje sin retorno
Me
hace buscarte cada noche
Para
que tu amor surque mi sangre
Y
mis sueños de tu mano puedan
acariciar
Lento
muerdo el placer preso
Y
la lluvia envuelve nuestros cuerpos
Recorro
tus parajes, me pierdo en tu bosque este fuego late en esplendor
Encuentro
tu dorado amor
Oigo
los aullidos del corazón
Atrapo
mis flores de pasión
Quiero
y te quiero en cada amanecer
Donde
agradezco cada aliento
Cada
suspiro que asesina al tiempo
Y
da vida a mi sentimiento
Mi
eternidad alcanzo acariciando tu cielo, entero me entrego como el calor de un
lucero, sintiendo tu amor latiendo,
Avanzando
tu cuerpo como quimera de pasión y fuego,
Condenando
al tiempo
A
morir en nuestro pestañeo con un beso, encontrando
el lenguaje del alma en cada verso, cabalgando juntos cada firmamento,
Flor
de sangre naciendo en mi pecho
Clamando
este amor que te profeso,
Cálido, el momento, de
desnudar mi alma
Mi
bella, amada, una flor en tu mirada
Vuela
libre, doncella, tu esencia mariposa del amor,
En
mi interior quedaste
De
mi ser te adueñaste
Puedo
sentir como tú sientes
En
cada pensamiento vives,
A
tu lado siento desvanecerse el dolor
Este
ardor de pasión jamás me abandonó,
Hoy
agradezco que me arropases en tus alas
Para
nunca soltarme
Para
abrigarme cada noche fría
Por
ser mi eterna compañía
Y
locura del ansía mía,
Tu
amor mi sinfonía
Como
tu beso de cada día
Fiel
me entrego a la caricia,
Mi
amor sin descanso
Incesante
fluye el verso por tu abrazo,
A
tus pies me encuentro
Esta
mi sangre te entrego
Este
fuego late en cada beso,
Germinaste
dentro todas estas semillas de amor eterno,
Hoy
hadita te canto a la orejita
Encuentro
tierna tu sonrisa
En
cada flor encuentro la belleza amanecida
En
tus labios descrita, en tu piel mi caricia
En
tu corazón siente mi brisa
Como
me hago lluvia y río
En
cada silencio que rompemos juntos
Como
juntos nos verán hasta el fin del tiempo.
El
castellano y leannan-sidhe
Corro a observar
El vago nublo
Del invierno de mi suerte,
Tras él, el brillante sol
Reluce de nuevo,
Una fuente de retozos azules,
Y caléndulas,
Flores de Odín
Bordeadas por espinos
O majuelos silvestres,
Un aspa de luz y de frío vil sordo,
Oh de luz, y de frío
Era mi azul desquicia yerta,
Oh cuan abarca mi ineptitud
Entre señeros dulces
Y crueles ramajes de idea,
Oh de luz, y de frío
Era mi azul miedo.
Ámbar blando arredra
cantando
De sol y de frío era mi oscuro invierno,
Partido,
Quebrado entre destellos de flora,
Y sus flores sujetas,
Encontrase siguiera
Amigos entre los insectos
Vendría por mí el solo halo
De soledad que amilano,
Vil milano
Hermano mi cernícalo avizor,
Por altas torres y agrestes sendas
Que arregazan caracoleando,
Oh mi ámbar
De luz y de frío
Sangre del tiempo, petrificado,
Por musario cerro
Voy con azor en mano
En busca de la insigne
Perdiz huidiza mi dulce tormento.
Oh mi suerte, sombra de agua
Oh mi luz, y de frío mi
insignia pasajera.
Förüq el castellano
Noche silenciosa umbría,
De negrez adjunta;
Al crujir del halo
Que destella su pulcritud en estela,
Coraje por violetas ausentes
Y flores yescas alumbradas
Por la dulce luna casi llena de enero,
Mis falanges ensalman
El sendero inencontrable
Hasta el portón verdadero
De nueve cerrojillos infranqueables,
Orando por mí mismo se abra
Esta insepulta tierra
Que me sostiene,
Mi semblante perdido
Jamás abra el yelmo,
En clave de unión
Se abra el aleteo fugaz prometido,
Que encarnan tus maderas reflejas piernas,
Un sopor y obtuve tu anhelado sabor
De tierra nueva virgen,
Como letal aleación de
savia y raíz
Formando tronco y hojas esbeltos,
Como dos rocíos se forman en tu sonrisa,
Como te enraíza el sórdido éter embelesado,
Dictando retorno
De mi primorosa,
Mi musa cristalina;
Soberana en turmalina esencia,
Umbría vivirá nuestra caricia,
Por el vespertino cauce
De río en arteria,
Bajo que encumbro
El placer nacarado, insubordinado,
Rumbo a la tercera estrella
Que osó mirarte
Colmando tú de lo bello, lo bonito
Este parco horizonte asiduo.
Entonando en primor
La lira toda mi carne.
Es adorarte ferviente.
Förüq el castellano
Niebla encorajinada:
cielo de tu amor que acaricio,
En
el suspiro del tiempo desvanecido, en cada luna que te encuentro,
En
cada vida que te siento.
Cómo no hacerlo si vives
dentro,
Si
cada minuto lo vuelves tierno. Vuelo con este sentimiento de fuego,
Cabalgo
el firmamento,
Encontrando
el verso despierto.
Como
estas ganas de devorarte lento,
Que
sientas el deseo morder tu cuello,
Y
la sangre de cada flor de piel y verso. Donde el agua y la poesía
Hacen
el amor con tu cuerpo.
En
este campo de sentimiento
La
sangre de la tierra vistió de amapolas, cada beso de
amor sin tiempo.
El
bronce deja su cuchillo
A
las espigas del cielo.
Hierro
baña la sangre de este
guerrero,
Vivo
y muerto por tus suspiros.
De
tu corazón preso, guardián de cada latido, redentor
en el silencio frío.
Amante
serpiente en el calor de la ilusión que te dibuja en mi mente.
Siempre
presente, a la hora que la oscuridad late y envuelve.
Donde
te volviste mi bendición,
Realidad,
abrigo y latido
De
la inspiración invencible.
Como
invencible dios sol, que toda vida rige. Amada hada, esposa de este mío sentir,
Acompañante de cada vuelo
fulgente.
Tu
semilla de amor germinaste en mi pecho, amapola roja y negra, sangre y tinta
Que
cada verso expresa sin descanso.
Fluyendo
como el río que brota en almas a su
paso. Voz amante de tu presencia en mi mente,
Donde
el te amo cada noche se siente.
Cura
de soledad y maravilla hasta la muerte. Donde mis rosas dejarán su sangre.
Nunca
dejaré de escribir al amor,
A
esta pasión de tenerte,
A
cada luna que de malva el cielo me tiñe,
A
todas las flores sencillas donde te veo,
Donde
descubrirás que este duende te será fiel,
Y
a cada semilla que nace pone tu nombre,
Donde
encontró su latido noble,
Y
mil veces más fuerte
Lento
se apodera de tu bosque.
Las
campanillas en flor le oyen
Y
distingue el espíritu de cada árbol,
En
cada pequeña vida a dios encuentra,
Donde
la armonía la acaricia el idioma
oculto
De
las hojas al viento.
Como
el abrazo de la yedra al árbol
Y
el beso del rocío primero a las flores del
campo.
En
paz me siento en mi entorno,
Y
en la ciudad muero lento.
Bendita
la vida por darme tu amor,
Por
darme ojos para ver cada vida en color, siente esta caricia sin dolor
Observa
que de mí el cielo se apiadó,
Donde
sin envidia ni mal
Eterno
vivo, como poeta sin tiempo en tu recuerdo, voy allí lejos de este mundo,
Donde
empieza nuestro bosque sin destino,
Donde
libre, todo sigue su espiral sagrada,
El
ciclo de la vida y la muerte,
El
resurgir del agua, la sangre y de la tierra.
Amada
te canto, de tu mano siempre mi te amo, contigo siento la fuerza
De
la tierra, el agua, el viento, el fuego, y la magia que en arrullo acarician mi
cuerpo,
Contigo
no temo a ningún abismo, infierno, ni
tormento,
A
ti te debo cada verso.
El
castellano y leannan-sidhe
Acogía perturbador pensamiento
En tristeza, errático mío,
Infortunio, todo dormido ceño,
Mi sangre colmaba
Lóbrega y repleta,
Sobre la frente de nublos negros
Que encogidos, no lloraban.
Era gris mi despedida
De noche tranquila, relucida,
Noche azulada, indebida,
De destello desvelado,
Y pilares al cielo en hondo tributo,
Y carros llevando agua imantada
De grises leviatanes.
Sombra de hombro incierta,
Arrastra vendavales furtivos,
En espiral sobrecogedora,
Y sones de blanca nocturna luna,
Lánguido mi pecho ya profuso,
Se alzara
A desmembrar el eterno desliz
De luz anclada
En vals y alas,
Pequeña mariposa nocturna,
Gira la espiral
Su terror escondido,
Embebiendo el ingrato desvelo,
Fulgor de sus círculos errantes,
Quimera desangelada
De vago destino caduco,
Derredor intranquilo enreda,
Misteriosa negrez
Sin partitura de blanca seda,
Frenesí que jamás se separa de mí.
Coloso de su imán final
De lisonjera luz,
Del candil que atraviesa
Toda dama oscuridad,
Como su cuerpecito leve, frágil,
Tembloroso
Que ardió en su atracción final
A la llama en luz intransigente.
Förüq el castellano
Vuelvo,
sin caminar
ni fronda,
resquicios
de mi soledad
crepitan,
su falta
de cariño
externo,
porque mi soledad
atónita
grita,
nada buscaba;
sólo
volví
porque nadie me buscaba,
como un azar sin venas
ni razones buscadas,
estoy para ti
sin yo estar,
no tengo ojos
ni respiros
de pez de cara muerta,
una generación
ciega
abre que sulfura
sin oxígeno.
Era bastante
y no acabé
por huir,
bastante
era tiempo escaso,
inimaginada tez
serena en néctar
tu sola dulzura,
te busqué
en un papel,
respondió
tu carmín
del beso de ayer,
sin inicio de final,
sin ser último
para ser primero,
un escarpar
de mi ausencia habitada
en torres y almenas
de incandescente, lóbrega,
quietud profanada.
El final depende del principio
dijeron,
por lo que tu último
beso
empieza
en la eternidad
del sentimiento.
El castellano
Hálito reverbera:
Renuevo
esta mi sangre,
Tengo
tus ojos fijos en mi horizonte,
A
cada luna nocturna
Que
pido proteja tu amor en mi cuerpo, amaneciendo despierto
El
deseo de enredarme en tu cabello,
La
pasión rugiendo besar tu cuello,
desvaneciéndose el tormento,
encontrando el manantial de esmeraldas en tu cuerpo
Sirviendo
al placer preso
Rezando
a la noche oscura
Encontrarte
en cada parpadeo,
Sintiendo
el fuego arder dentro, vistiendo mi piel de tus deseos,
Como
íntimo tesoro de ternura
cuidarte hasta el fin del tiempo que muerde, hasta eterno tenerte
Donde
tu esencia surque mi sangre,
Y
el velo de fuego destape,
Donde
sin verte sigo soñándote,
Como
inevitable besarte,
Y
entre tu boca encontrarme,
Donde
por amarte me resucitaste,
Y
la flecha certera me atravesó el pecho para el latido nunca sacarte,
Para
verte cada día en mi mente
Como
siempre tan resplandeciente,
Mi
anhelo queriendo siempre sorprenderte, mi felicidad encontrándote dulce radiante, si
escribir solo sé escribir
Lo
que dice el corazón
Y
siempre sabrás que suspira por ti amor,
mi bendición mi locura de pasión,
Mi
florecer en rojo tornasol,
Viendo
el arco-iris de la ilusión,
Viendo
desvanecerse cada día mi dolor, encontrando de
tus pechos las perlas amor, avanzando tus cauces
Llegando
a tu océano de ilusión,
Abrigando
tu interior con mi calor, protegiéndote por ser mi tesoro,
Mi
cielo estrellado y cada rayo de sol
Que
me acaricia,
Siendo
bella princesa de mí reino,
Siendo
entera bella,
Siendo
de amada tan preciosa como destello en tu mirada, cálida ilusionada
Donde
mi calma se vuelve tu agua,
Y
naufrago en tu playa.
Me
encuentro preso en tu tela de araña,
Siento
cálida la sábana,
Me
pierdo en cada noche que mi alma te extraña como necesitarte mi esperanza,
Como
mi campo en flor sembraste cada flora silvestre,
Como
solo tú ahuyentaste cada recuerdo
triste, vengo a desafiar a esta inspiración
Con
tu corazón invencible,
Donde
de sentirte mi mundo, rojo volviste, donde mi amor te encuentra y te desviste,
quiero perderme en tus secretos
Recorrer
tus parajes para renacer
Como
amapola en tu piel,
Donde
viviré de tu placer,
Donde
solo necesitaré de tu amor para vivir,
A
cada luna estridente que encuentro
El
verso solitario navegando la sangre
Y
vuelo a abrazarte,
Y
como paréntesis del destino
De
mi interior te adueñaste.
El
castellano y leannan-sidhe
Era un inmiscuir recto,
doblando sonidos de papel,
un precipitar gota a gota
en carne sin franca ni verja,
era la imagen sonora,
el color tangible al tacto,
tu sola voz,
tu voz,
arte del fulgor sin armas,
solo palabras,
sólo
vidas en color,
y tus fragancias.
Hoy sin ayer palpado,
sin soga ni carrusel
que atavía
la libre expresión
del alma que reverdece.
Un hinojo solar
y un sollozo resplandeciente,
amimando el sentido despierto,
tu frío
era sublimación
del metal en sangre,
una vuelta y volver a encontrarte.
Quiero tu nombre en el pecho,
aplastar pestañas
de mentira,
abrir bocas a frágiles,
febriles
lombrices azules
de mis ideas.
Capturar el idioma del azabache
y sus rayos negros;
germinar en barro de algún beso
al candor de este frío
en viento moteado
entre gritos de niebla
embeberme de la sangre de piedra,
con implicado, áspero
musgo erizado
este pez de ámbar
que fluye
a concavidades del sueño sin gemir.
Mitad invencible de tus muslos férreos
lluvia de mi tierra
en cal y canto segura.
Pólvora
o besos púrpura
ágata
de esta turquesa cristalina
de infinita veta viva,
que yo quiero.
Y quiero tu sinestesia arrobada
entre mis deseos llanos
de cumbre y nueva orden
de seguir sorprendiéndote,
trueque vital
como espiral en simbiosis
de su principio y su final.
El Castellano
Elegía encaminada:
poeta sin tiempo,
Escriba
antiguo
Deshaciendo
el sentimiento,
Vuelvo
a caer en tus ojos
Miel
de dioses,
Vuelvo
a desangrar la rosa,
Crece
la amapola
Su
sangre enraíza,
Este
el mío corazón,
Vengo
a por tu beso,
Vengo
a por tu aliento,
Vengo
a morder tu cuello,
Jinetes
del tiempo
Muertos
En
este horizonte sediento,
Escalé la montaña
Hasta
llegar al cielo
Robé allí tu amor eterno,
Ven
amada mía
Rompamos
las cadenas
Del
placer
En
gemidos envuelto,
Volvamos
Al
dulce momento nacarado
De
aullidos a la luna de luz de plata,
Yo
lobo celta
Yo
antiguo,
Vine
a por tu beso solamente
Me
llevé tu corazón
De
adormideras envuelto,
Las
hadas gimieron,
Este
amor eterno,
El
dragón verde
Me
nombró su escudero,
Yo
de la rama roja
Yo
espíritu antiguo
Amigo
de hadas,
Leo
la naturaleza,
Ella
me dice
Las
raíces gritan
Las
hojas mueren,
El
aire se asfixia,
Los
ríos lloran,
Las
almas duermen
Buscando
venganza
El
ser humano,
Depredador
Asesina
a su madre y raíces dicen
Todo
lo que no puede hablar
En
silencio grita
Pero
todo muere en silencio.
Este
pájaro de fuego
Habita
mi cuerpo
Demonio
antiguo
Que
habla en poesía,
Idioma
de dioses,
Flores
amando mariposas
Como
amores imposibles
Yo
alcancé tu alma y esencia,
Yo
fundí mi latido
Y
mil veces más fuerte
Vengo
a derrotar al tormento,
Guerrero
de mil batallas del abismo,
Ángel dorado allí abajo
Luchando
con legión de sombras
Y
demonios convertidos a fe,
Yo
surcaré el infierno
Y
en la muerte traeré
Tu
amor de nuevo,
Serás mi esposa
Aunque
tenga que revelarme
A
la creación,
Escriba
con el demonio dentro,
Lit. C et sumun canae,
Miles
dei lumen,
Mea
unguis timor alum,
Mors
erita exora mea.
Esta
amapola canta,
Tu
amor dentro late
Como
sabia de roble,
Vuelvo
al inicio del sentimiento,
Vuelvo
a amarte sin tiempo,
En
este lecho de antiguo romance
Tu
sangre beberé
Mi
sangre te daré,
Eternidad
en mi pupila,
Muerte
sin cielo,
Condena
a renacer
En
segundo estado
De
transmigración de las almas,
En
letras rompo mi condena
Para
ocupar mi lugar merecido,
Aun
mariposa en siguiente vida
Sabré en que flor encontrarte
Mi
hada,
Voy
allí voy al final del bosque
del olvido
Y
te encuentro desnuda
Mi
caricia te dice
Un
te amo
Tu
sonrisa despierta el beso
En
instante eterno,
A
verso lanza y garra,
Rescaté el amor eterno,
Nací de nuevo en tu corazón preso,
Agarré tu piel
Bebí el placer
Respiré el fuego
Probé el vicio y el demonio
Quisieron
a golpes
Matar
mi inocencia
Hoy
he venido a vencer
Mi
pasado maldito,
He
venido a aceptar a dios
Como
fuerza celeste,
Aún rebelde mi fe nunca murió
Hoy
como ayer luché
Y
tu calor tu amor
Tú rosa, tu piel, tú seda,
Tu
bondad pura, me regó,
Flores
crecieron en esta mía entraña,
El
sol iluminó la oscuridad maldita,
He
venido a casarme contigo,
A
hacerte mía
Como
nadie te ha hecho
A
despojar al tiempo de sus ataduras,
A eterno
morir en tus besos,
He
vuelto y el mundo temblará
Porque
de nuevo siento amor,
El
corazón siente fuego,
El
alma estalla en luz de lucero,
El
espíritu habla más allá
De
sombras y te abraza,
La
batalla como la primera venida
Será dura pero de nuevo
venceremos,
A
mí la fuerza,
A
mí la esperanza de la nueva
lucha,
A
mí la bendición de diosa luna,
A
mí el poder de dios sol
A
mí su furia de fuego,
Maldigo
a quien destruye este planeta,
Maldigo
a quien destruye a diosa flora y a madre natura,
Jamás mis manos mataron un
animalito, como celta en armonía vivo
Con
la naturaleza de dios padre, conchabar Mac Nessa dentro
Hoy
tú poder siento,
Como
serpiente antigua
Eterno
viviré en esta tierra,
Y
cuando el hombre se destruya
Por
avaricia el mundo seguirá su curso sin él y la naturaleza apoderará
Las
ciudades
No
habrá ningún ser tan dañino
Como
el hombre,
Los
cielos se volverán rojos
El
cielo llorará sangre,
Los
ríos sangrientos envenenarán
Y
el eterno resurgir vendrá,
Lo
más hermoso de este mundo
Es
el paraíso de la naturaleza
Pero
para el hombre lo más hermoso es el oro y el
dinero demonio,
Vengo
a amarte sin tiempo,
Vengo
a crear mi eternidad en el cielo
Como
en la tierra,
Vengo
a caminar las aguas
A
romper los hielos,
A
fundirme en fuegos,
A
incendiarme de pasión en tus ojos, vengo a
destruir mis cadenas
Y
amarte libre
Como
el pájaro a su vuelo,
Yo
pájaro sin alas,
Yo
pez que cortaron sus aletas,
Yo
hombre,
Que
jamás pudieron cortar su
libertad,
A
galeón cruzaré la travesía de tus piernas, en
tormenta tendré el agua de tu boca,
En
caricias prenderé esta hoguera,
En
tu corazón sembraré la amapola
Eterna
del amor que quema,
Ninfa
mía ven conmigo
A
esta tierra de fuego,
Luna
mía ilumíname el camino,
Sé mi amparo,
Sé mi abrigo en noches de
humo,
Dada,
balar, morirán, Lugh,
Y
tú mi amada Brígith.
Elevar
mi canto al cielo,
Arroparme
este fuego
Que
dentro tengo
En
fe os sirvo como druida antiguo, os pido bendición,
Artes
dame tu fuerza,
Cernunos
caza al cazador, táranos riega estas tierras
Salva
los pocos bosques que quedan,
Peona
diosa de la naturaleza sálvala del hombre, ofrezco
este humilde canto
A
todos vosotros con esta luz
Que
me queda darme fuerzas
En
este amor que comienza,
Eterno
vivo eterno muero,
Eterno
sirvo yo guerrero antiguo
Yo
druida de la rama roja celta.
Los
dragones volverán a surcar el cielo
Y
no habrá clemencia para el mal,
Serpientes
antiguas la lucha sigue viva.
Este
mi humilde canto
Temblará en la tierra,
Iluminadme
este amor que siento
Y
que de mi alma se apodera,
Amada
mía sé mi sombra
Como
yo soy tu luz y tu calor,
Sé entera mía como el pez a su río,
Y
la piedra a su montaña,
Sé mía como el árbol a su tierra
Y
el ciprés a sus muertos que vela,
Sé mi amparo en la batalla
Hoy
de nuevo como ayer
Juntos
veremos el nuevo amanecer,
Y
la luz que cegará la tierra,
No
hay miedo porque te amé y te amo, aun ciego mi
amor
Te
seguirá perteneciendo
Como
la abeja a su flor,
No
habrá poder
Que
pueda separar mi alma
De
tu corazón,
Eterno
te serviré
Aún tu esclavo mi reina
Te
haré la mujer más feliz del mundo aún en la muerte
Mi
alma seguirá el camino a encontrarte y
eterna tenerte,
No
me desampares el camino duro,
Sé mi fuerza en la lucha
Nuestro
amor ganará
Y
derribará el mal
Que
nos quiso sangrar
Y
en vida condenar,
La
felicidad sigue viva como la amapola florece cada junio en el camino te amo y
lo haré
Aún tenga que enfrentarme al
mundo.
El
castellano y leannán-sídhe
Deirdre reina mi
dolor, cosantes:
Deirdre reina mi dolor; cosantes:
I
Poeta
sin tiempo no expira,
Deirdre
palpitando siento.
Escriba llaga lo antiguo
Deshaciendo
lo averiguo.
Deirdre palpitando siento.
El sentimiento es alado.
Vuelvo en dicha desatado.
Deirdre palpitando siento.
Miel de dioses estado quo,
Desangrar rosa es inocuo.
Deirdre palpitando siento.
Poeta sin tiempo, alma expira,
Deirdre palpitando siento.
II
Crece que late amapola
Su sangre enraíza roja.
Este el mío corazón.
Vengo por besar razón.
Su sangre enraíza roja.
Vengo al amar, por tu aliento.
Vengo a morder tu ardimiento.
Su sangre enraíza roja.
Fosa cava mi azadón,
No era pena era sazón.
Su sangre enraíza roja.
Tierra y sangre, la amapola.
Su sangre enraíza roja.
III
En horizonte sediento.
Deirdre heroína mi dolor.
Hasta llegar a las cimas.
Robé el amor que amimas,
Deirdre heroína mi dolor.
Ven amada, liberemos,
Quita cadenas, volemos;
Deirdre heroína mi dolor.
Del placer entre calimas
Envuelto, pena redimas.
Deirdre heroína mi dolor.
En horizonte sediento,
Deirdre heroína tu dolor.
IV
Al dulce momento vuelto,
sajara aullidos
en luna.
De luz de plata igualara.
Yo lobo celta encumbrara,
sajara aullidos
en luna.
Yo antiguo luz que cultivo,
Vine por beso asertivo,
sajara aullidos
en luna.
Solamente yo grande alzara.
Llevo corazón en ara,
sajara aullidos
en luna.
De adormideras envuelto,
Sajara aullidos en
luna.
V
las hadas gimieron todas.
La raíz grita, perpetua.
Este amor eterno vale.
El dragón verde sale,
la raíz grita, perpetua.
Me nombraron su escudero.
Rama roja el duradero,
la raíz grita, perpetua.
Yo espíritu antiguo cale,
Amigo del duende exhale,
la raíz grita, perpetua.
Leo la naturaleza yerta,
La raíz grita, perpetua.
VI
ella me lo dice, dicte.
Las raíces gritan rectas.
Las hojas se mueren recias.
El aire asfixia herencias.
Las raíces gritan rectas.
Los ríos lloran sangrando.
Las almas duermen orando.
Las raíces gritan rectas.
Buscando venganza sacias.
El ser humano desprecias.
Las raíces gritan rectas.
Depredador asesina.
Las raíces gritan rectas.
VII
Humano asesina madre.
Todo lo que no puede
hablar.
Silencio grita, maldice
Y todo muere predice.
Todo lo que no puede hablar.
Este pájaro de fuego.
Habita espíritu luego.
Todo lo que no puede hablar.
Demonio hable, estigmatice.
Que habla en poesía alunice.
Todo lo que no puede hablar.
Idioma de dioses fuertes.
Todo lo que no puede hablar.
VIII
Flores aman mariposas.
Como amores imposibles.
Yo alcancé tu alma y tu esencia.
Fundiera en plañir, latencia.
Como amores imposibles.
Y mil veces más ardiente,
Vengo anclar mi
descendiente.
Como amores imposibles.
Guerrero de complacencia,
El ángel dorado esencia.
Como amores imposibles.
Sombras luchando su lugar.
Como amores imposibles.
IX
Demonios convertidos ya.
Yo surcaré el infierno yerto.
Y en la muerte traeré ilesa,
Amor nuevo, será empresa.
Yo surcaré el infierno yerto.
Sentir que tú serás mi par.
Aunque tenga que destapar.
Yo surcaré el infierno yerto.
A la creación traviesa.
Escriba con letra tiesa.
Yo surcaré el infierno yerto.
Esta amapola que canta.
Yo surcaré el infierno yerto.
El castellano y leannán-sídhe
Lit. C et sumun canae,
Miles dei lumen,
Mea unguis timor alum,
Mors erita exora mea.
Dulceza en
claror:
¿Lo
recuerdas?
Cuando creíamos
Dentro del ser haber
Encontrado algo.
Recuerdo que los días
Están hechos,
Mantente.
¿Recuerdas
un vivir al filo de la navaja?
Tentando la suerte nuestra circunstancia
Que nos unió
Como agua y oro de aceite.
Recuerdo a veces
Llorábamos a las
flores,
Y otras nos sonreían.
¿Recuerdas
el evanescer interior
Que se apoderaba del firmamento,
Y descendían
astros a mecernos?
Recuerdo tu sonrisa pura,
Inocencia de escala,
Un desear estar contigo,
Para volver todo hacerte brillar,
¿Crees
amor huido que algo haya cambiado?
Dilucido que seguirás
siendo
La misma piedra de melodía,
De eco presuroso,
Que se adentraba en mis ojos,
Para inaccesible habitarme,
Como canción
sepulcral
E infinito reverberante,
Que me erizaba la piel
Completando mi existencia
De palmo a trecho
Voy manando,
Y aunque hoy piedra
Del rayo encegado,
Dicha en mi pecho quedaste,
Dicha en mi alma blandiste,
Por qué yo te conocí
Porque yo tuve que sentirte,
Como agua de rocío
Y destino plañidero,
Incluso hoy en sueños,
te sigo viendo,
Brea de estrella en carne de la belleza,
Pupila de mi pupila
Por el tiempo helada,
He venido hoy a desafiar a mi dulce
tormento,
Si tenerte te tengo dentro,
Si quererte sigue en vela y cañón,
Mi naipe y última
carta,
No se reveló.
¿Ves
que algo haya cambiado reitero?
Sí, que hoy en día
Duermo con tu recuerdo etéreo
inimaginado,
Y no con tu piel y carne de estrella.
Esteban er-lobo bohemio
Blándeme en mitad
del campo,
Sólo
allí
que la encina enraíce
mi carne,
El hinojo lata al son el
tambor de sus flores,
La carrasca grite verdades
del monte,
Vereda quieta, enarbolada,
Soledad disparada sin
descanso,
Sólo
allí
reinará
mi alma,
En letras escritas en las
hojas de vida,
Las lindes teñirán de rojo y
negro,
De tinta y sangre el
resurgir del añil
Aliento dibujado de toda
vida en color,
Del albor a la muerte en
flor
Se alzará mi latido con
su amor.
II
Renace en la piel,
En el albor sin conciencia,
Hace más frío que antes
Sentido muerto, caído
Olvido yerto
Raíz
del ser
Más
callado que el invierno
Avanza camina a voz
Todo lo que he perdido
Polvo de estrellas, hierro
de océanos
Piedra de montañas...
Hazme recordar alas
cansadas
Cosas grises que te gustaba
sentir
Mi amada así sabes
Horizontales que no puedo
olvidar
Ejes verticales de
conciencia
Sin dormir
Danza la primavera del
lugar
Con mi soledad pintada
En la sangre de mis ojos
Todo lo que veo teñido
La ilusión cae en gotas
derramadas
Cayendo congeladas
Desnudo mi cuerpo en la
penumbra
Del segundo quieto,
Raíces,
comiendo mis venas
Hojas de mi historia, mustia, abatida,
Sentido muerto,
Viviendo, por ver morir el momento.
Momentos atrás,
que cae el recuerdo,
Sin miedo, Sin sentimiento,
Todo hirviendo;
Sólo
este sarmiento de cuerpo,
Esperando, que juzguen a su alma
Libre de maldad.
Quién estará allí,
Quién
vendrá,
A
darme un camino que seguir.
Solo en la oscuridad,
Donde todo comienza,
Las sombras me reconfortan
Y veo en luz mi vida,
Para encontrarte.
Algo que darte de dentro de
mí.
Un amor rugiendo, en la boca de la estrella.
III
Diestro del mar a la montaña,
Visten sus flores coloradas, orgullosas y sentidas,
Cual caricia, de su jardinero que las
ama.
El viento armado escala, cual seco rayo;
Su sol enturbiado, se paran las oraciones.
Hipsípila
dejó
su crisálida,
En un caballo alado,
Recorre sierras y sus
manantiales,
Recolectando toda simiente,
Desde todo confín,
Al inerte sombrío albor,
Mientras su fría luz crece,
Y
camina
Sin franca tapia, ni verja,
Que detenga su escalar;
Vuela vaga, la libélula para
posarse en su hombro.
Recio brazo arrido, ninguna simiente cae, a su lado inerte.
Que lleva, que trae,
A su castillo olvidado.
Hechiceros de todos los
reinos, desvelaban que sólo
Un reino,
Se mantendría vivo,
Y no era el del humano ser.
Hipsípila
cabalgaba por naturaleza su religión,
Abarcando de la tierra, a la lluvia.
Cual rayo cortado de Sol, su cabello.
Los pájaros trinaban
en su castillo.
Hipsípila siempre
vivirá,
como invencible Sol.
El castellano
Solitario bogo,
Aterido soplo de la montaña,
Pastor de tus astros,
Torres de nidos de tu saliva,
Perfilada tu sombra me acompasa,
Mi sayal remiendo
Entre sedas
De moreras de ensueño,
Olvidos me trepan por enredaderas,
Tarde en la tarde mi esperanza vive,
Si soñase
volaría
a tu vera.
Sol este de oro
Ciñe
mi álamo
negro
Y su esmeralda araña,
Cumbre te nombra
En la saeta mi oscura golondrina azabache,
Traerte conmigo siempre
Eternidad risueña,
melosa
Sangre de mis dioses.
Señora
tú
de silencios
Y sepulcrales vértigos,
No amansa mi fosa
La dulce azada de metal soporífera,
Carne y cuerpo
Mi rigidez de pluma,
Lírico
trasnochar.
Claro cristal entre paisajes,
Ceniza de recuerdo
Es ella, recuerda,
Aire desnudo fama de estrella
Inviolada,
Mi musa bella,
Un azar flamígero
Que no pido ni alumbro,
No espera
Ni las aguas de tiempo inmenso,
Jamás
complacen.
Ay día,
rosario terco,
Deja ya la gloria,
Grandeza en amor
Se llamó
belleza,
Lastimada mi carne desvelada.
Gusano soy
Que hila su capullo,
Tejiendo desde sentir interior,
Mi vida en serenatas blancas
Levantaré,
Su fronda,
Inabarcable vergel primoroso,
Cuenta mi linaje
Alas ignoradas de mi pecho.
No podrán
tapar en vida
Mi silencio que aflora.
El castellano
Terca mi sangre,
Tiempo del frío
río
Inmenso, todo dado en espinas
Su rivera,
Por ciega neblina bajo
Con tabaco precoz,
Pienso,
Todo he soñado
Para el letal lecho del olvido.
Mi temor sorprendido
Alega que no existe;
Vida o belleza,
Ala o metal cansado,
Gloria de grandeza, ¿Dónde?
Mi tabaco de neblina
Ahonda, penetra y surca
La esmaltada silueta de tu figura,
Por mi caricia ruda
Y el agua afligida,
Admirarte yo cual fugaz garuma,
Anisado vive el cielo,
Nuestra blanca estrella
Mineral candente
Refulge su luz desnuda,
Por vespertino son
De todo lo que tiembla
Como abanico de mi pluma.
El castellano
El Principio estaba en la Colina.
Un hecho,
Claridad de brea encendida,
O, transparencia de pez de
cristal.
Timón
enfurecido
Que tormenta iracunda tizna,
Cuervo en el alma
Mi ser alzo, prendo,
Mi idea luce
Cual hollín
de azabache tuviera,
Gragea mi voz un crascitar
De mi señor
Baco,
Persona de garabato nombro a sombra latiente,
Acaso opacidad de materia cuidase,
Sacrificador mi tiento.
Sonetada su parda sepultura.
Falte mi ley, sonará la albilla.
Diablo aguador mi buen Luciente;
Cordobán,
recuerdo de soleta,
No me faltará
maceta,
Parnaso que ya cae asaetado,
Cisnes negros,
De Apolo,
Cuidados como vellón descendía su grajo.
Misario monte yo he sembrado.
Yo, pensamiento y porfía guardo,
Me los retiemble
El Sol lucido,
Ninguno estribe
Mi mesura,
Señora,
valerme quiera,
Ni peligroso
El tiempo Bárbaro
se me pareciera.
Förüq
Insondable, la luz
De tu impalpable seña,
Guiño
áureo
al latido,
Insubordinado, labrado
En madero de este hierro,
Ya dejó
de ser infamia tornasola
En ascua de piel borrosa.
Ensueño
alado te alzo
Mi musa en estridencia recta,
Develada, reveladora senda
Dictas que afliges voluptuosa
Cuan cerilla arrostra mi alma,
Rebulle tu sueño
alado
De golondrina azabache,
No perturba mi paso
Tu luminoso azar encorajinado,
En sones del capataz del brillo primero.
Arde no se colma mi vaso,
Al cantoral
Fraguo férreo
lazo,
Indivisible alianza, comunión
De ambos argentos astros,
Como entrelazan alba y ocaso,
Pura seda mi correr
De atleta precipitado,
Arrostró
Mi piedra espectral,
Tu brisa ya nunca más fría.
Alumbró
mi sien
El fractal de frágil
leño.
Y desveló
que todo es y fue
Más
que un sueño.
Enmudecida siembra tu garganta
Lamo la tierra boca a tramo,
Tu raíz
salvaje me toca,
Como verde planta a tu corazón invoca,
Silvestre y musical nuestra rosa azul canta,
Henchido de tu voz voy
Mi doncella escarlata.
El castellano
Oración
a la misa del alba,
Revuela una golondrina,
Esquiva los ramajes
Amenizados del fresno,
Abre monótona
brisa
Una caricia de tierra
Por el misario cerro,
Carrascas afilan allí
Sus flores de piedra
Para dar sus bellotas,
Ya escondida la luna de seda,
Aumenta un zorzal su trino,
Sube entre rayos de sol
La espuma de un desnudo álamo,
A su raíz
un precoz mamón
Sonríe
al iris de nueva luz,
Un grillo chirría
su nota
En melancolía
por nuevo cierzo,
La encina secular
No pierde atisbo de rigor
En follaje,
Como nervudo verde
Que no llora,
La retama grita al esparto
Que su amarillo impera,
Plegaria entre verdades del monte
Un nuevo esplendor
Canta la paz sepulcral del campo,
Como luminaria entre río reverdecido
En tapiz de terruño arado,
Aria dolida en arrebol
De sollozo verde,
Lento abre su retoño la tierra.
Entre vid de nueva espera.
El castellano
Quiero mantener
Mi suerte segura,
Como hondas imágenes
En frío
lacustre.
Agua de
labriego sordo.
Eco en árbol
de sigiloso azar.
Hombre al menos
En terrazgo seguro
Al pie de bandoneón,
Clavando cigarra
A su escarcha afligida,
Manos trabajen
La melodía
A tu voz morena.
Primor en viento
De mi sepulcral prestancia,
Tierra o ceniza
Eternal mármol
turbado
De vida atada a tu vida
Y perseverante esencia.
Árbol
de luz y acento,
Revuelo a tu son
El mundo no trasplante.
Dulces sueños
Sones flamígeros
te aguarden
En su seno.
Suelo en miel
De nota obscura,
Guerra, oh gran momento,
Rizar mis ascuas al viento,
Hoja que tu filial enmarca,
Verdecido mamón
yesca,
Invadido por substancia
De tu irisada voz en letra fraguada.
Resonancia de altivos lares,
Fecundos...
Llevo verdecida mi sangre,
Asaltando el trigo mis ojos,
Palabra con sonido
Eterna herida
Resuena que sigo en ti
Como aromo de flor
Y curva pitanza corva,
Redimido a la abeja
El avispero ya no zigzaguea,
Abre cariño
tu senda,
Nácar
dispuesto y frágil
Al candor de mi cóncava vena.
Para cosechar mi pena, mi cruz
Y mi condena.
El castellano
Abre esponjada la tierra
un candil flamígero
en calvero de líquida
lumbre.
Sonetada parda
de misericordia sonora,
al pretil gesto
que anticipa el Samhain
de febrero
y su nueva primavera celta
en arteria, son y vena.
Sonrisa alba por tu tez serena,
y la mañana
cansada
nuevamente vestida
del pétalo
y caricia lisonjera,
al día
de ninguno,
o de todos,
imperecedero afán
surca los cielos de nuevo en mis manos,
ferviente clarea
el lago que frunce
su espiral atónita
descorchada,
inmiscuida chirría
la navaja,
un eclipsar en sol cansado
de tanto destellar,
voy por los sotos solares
y sus hogueras, lumbres líquidas
que el ojo celeste jamás parpadea en vano,
un descubrir al capataz de siembra solar,
un abanico tornasol de sus simientes,
era la desquicia yerta
que la belleza plañía,
recodos del hondo aquelarre
y sus venas
ya férreas,
oro y sangre,
plomo y brea,
espiga y cante
la irisada guadaña
que avanza,
un cerro y un eje tuerto,
todo lo que la tierra
abrió
en gloria,
maraña
desangelada
del ritmo huérfano,
tiempo y viento suficiente
para derramar
una lágrima
en la aguja silente
del lugar,
percusión
luminaria
en aras de espadas milenarias,
un señero
meloso
un faz de luna imperecedera,
abrí
la puerta de negros
lirios,
al compás
de un sí bemol,
al transparente pío enjaulado,
hacían
ellas mi última
nota,
las flores de osadía
llorando un río
de sangre,
era el desvanecer de la idea,
el desnacer en abismo,
indolente,
un yo te sentí
amor,
y volví
a caer en la cuenta
de un sin vivir en vida,
de sombras grises
y hechizos de ojos fugaces,
labios míos
en copla fúnebre,
sí
esa que no existe,
y es baile difunto,
dulces sonrisas,
obnubiladas entre espigas rojas
de Júpiter,
mi guerra que no acaba sin atisbo
de comenzar aún,
al murmurio luminoso,
que abren las cicatrices
del tiempo angosto,
buscándote
en la noche,
gritos de un silencio
que exonera
mirando la cuerda
que sostiene el palpitar,
preso de la noche;
en ternura de caída
escuchando
mi alma crepitando
la señal
de mi insignia
desvelada,
mi destilación
siente aparte,
destruyéndome
brillando,
yo soy mi destino,
quién
se atreve
a cambiar su color,
sólo
me dijeron
planeaban alinear la belleza de la sangre,
y poesía fuera sed
de transcurrir
entre dolor y palabras bellas de vida,
despertar semillas en el corazón del sueño
planteaba yo,
un sonar de eterna esquela,
atemporal o sin tiempo
de dejar de ser poder,
poder de sangre, bella,
granate, carmín
al beber
por labios derretidos en extasía de placer,
el poder sanguinoso
que arredra y eleva a nueva vida,
transfusión
elaborada,
de hematíes
insomnes,
sed que no yaga ni descansa,
yace en secuaz manto
que su vida
irremediablemente
me evanesce.
Förüq castellano
INVERTEBRADO:
Lámina
del cielo
Tu gris en estiaje
Ángel
del cielo teje
Macabra sinfonía
Lluvia se derrama aplomada
Por su guiño
de ala,
Por venas cavas, su quitina,
Estrechas vías
consumidas
En atroz entrega
Del mensaje del cielo,
Sangre de tierra en zigzag,
Río
de caudal
Por arterias de arañas,
Por acariciar la flor del iris,
Un barco y una vela
Un puerto y una quimera,
Una vida de aciaga solar siembra,
Verso saciado cabalga
El colchón
etéreo del aire,
Hasta anclarse en vals,
Sueña
el viento ser capturado,
Atrápalo
en tu mano
Y en la otra derrámate como gota,
Precipita tu esencia bebe del cáliz
La llaga de nuestro vino,
Infinito remansado en cuña de estambre,
Es un ojo de tierra,
Es una espera,
Unas inmortales fauces,
La canción
con la que bailan las flores,
Un cariño
de flamígera
estrella,
Un armazón
dorado de escarabajo,
Una casa de caracol,
Ven, ven conmigo soy aullido,
Una entrega de cuarzo llorado,
Un cuchillo de sílex
afilado,
En el trillar del campo,
Soy mis venas naciendo en un charco,
Un sorbo y soy fuego en tu mano,
Gimo
y corro el vasto templo
De mi perdida religión,
Viendo el devenir venir
Cruzarse, deshacerse, alzarse
Para acabar siendo tierra
Del inerte azar profuso,
Mi tinta se bebe un rayo solar
En patita de un caballito del diablo,
Mi vaga libélula
de mi suerte,
Para que siempre viva
Esta hormiga león
Siendo mi cosecha más que tus besos,
Más
que tus rayos de sol,
Siendo yo del camino y el camino ser de mí,
Irisada vida en son de mis tambores
De insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.
El castellano
Mariposa nocturna,
Amiga de las noches
Que escapadas revolotean en las luces,
Mariposa blanca, blanca nube,
blanca
muerte,
Cristalino rastro,
Polvo de
estrellas,
Transmigración
de las almas,
Vuela mi conciencia,
Descansa y juega con mi luz,
Esta noche mi alma es tuya
Blanca dama alada,
Aboca tu perdición
en mi sendero,
Olvida tu atracción lumínica,
Las estrellas nunca se pueden alcanzar
Bonita, ni la luz capturar.
II
Canto carraspeado, estirando el calor
Por surcos y grietas de un rayo solar,
Termómetro
yerto,
estirado
De todo espíritu
muerto,
Rejón
de grados tu cuerda de cigarra,
Cada simple vida de la nota sujetas,
Por un campo que haces tuyo cantando,
Que necesitaste medio siglo
Para florecer en voz,
Al viento que te dio garra
Y cimitarra,
Tu libertad es incuestionable,
Agarrada a un profundo horizonte,
Cuando el astro rey hierve,
Tú crascitas el canto de día
Porque la noche te puede,
Para el relevo del único grillo,
Que afila el cuchillo del silencio
Su fiel gemido sin nombre ni reino.
III
Armazón
de quitina,
acorazado,
Capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,
Escarabajo de todo ámbito y lugar,
Tan variado como único al mirar,
Desde la flor al desván,
Tus voraces
fauces desde el árbol
a la flor,
Desde el desecho al coraje vivo,
Suerte desde el descender de tu larva
Al evanescer de tu metamorfosis,
Azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,
Vida de calma y pulcritud,
Apetito que no cesa,
Muerte que no detiene,
Ni elemento ni realidad que no ocupes
Del reino animal
Rey insecto desde Egipto a Castilla
Con su gorgojo de la encina,
Desde un continente a ningún lugar
Donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.
IV
Cuatro riendas aladas
Un mundo asesino de ojos,
Corazón
en pareja,
Planear infinito por umbrales de luz y agua,
Un reposo de la noche en un ser vivo,
Colores de osadía
por los que la belleza pinta tu cuerpo,
Caballito del diablo,
Libélula
zigzagueante en esfera de mandíbula
Espuela infernal del ser que acechas,
Mensajero del cielo,
Astilla con alas de la puerta que abre la vida.
V
Ambrosía
de ser vivo sagrado,
Oficios y tareas consumados,
Albañil
efímero
tu dicha de genes elaborados,
Quién
a ti te osase,
Tu esencia tu labor de escuela,
Miel de tu panal donde forjas hermandad con la
Flor,
Tu tejer de los campos recogiendo,
Siendo supervivencia de casi toda planta
Tu legado Himenóptera
familia
Tanto depredadores como recolectores
Abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,
En defensa de lo que amas.
VI
Reina araña
de esta tierra de conejos,
Ocho patas acecho de los campos,
Maternal hasta llevar tu prole en el lomo,
Araña
lobo capaz de enfrentarse
Con el alacrán
y siempre ganar,
Al acecho desde tu madriguera,
Un hoyo donde vivir a la espera del despistado,
Tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra
Tarántula
licosa.
VII
Danza mi álveo
una sonatina
De hormigas famélicas
Quieren alimentar a sus reinas aladas,
Con semillas danzarinas
En busca de su nueva vida,
Yo Quimera quiero mi vida contigo,
Para alimentar tu alma con versos,
Nacidos del fuego en fundición de verbos,
Recorro tu existencia
De la que soy tu hormiga león
Del signo que me vio
nacer,
La constelación
del cisne,
Quiero que sientas orgullo
De que soy tu hombre
Así no te dé un libro
Te doy sangre para que escribas trece,
Has demostrado belleza por tu fuente,
Me verás
eclosionar de mi etérea
crisálida,
Mi motivo para escribir a la naturaleza
Descubrirás
porque soy animal de verdad.
VIII
Muerte disimulada, hasta detener tus funciones
vitales,
Antiguo ser en evolución detenida de
insectos primeros,
Ágil
correteas mis pensamientos,
Muerdes mi azúcar
desvelada,
habitante de las sobras de cocina,
Habitante donde haya humedad,
Como un río
que habitas corriendo,
Como lepisma pececillo de plata,
Tu longevidad mayor que la de un gato,
Destello de que lo tuyo es perpetuo.
IX
Moscardito
Me besó
la mano,
Era muy cariñoso
Eso fue porque eres bueno
Moscardito lo es más,
él
sólo
pica flores,
ni lleva veneno
Él
sabía
que siempre,
He
querido ser de su raza,
Amor mío
reencarnarás
si lo deseas,
Osado aquel que posee su vida
Sin preocupación
suprema
Que no sea picar la flor,
Ser soldado alado,
Dueño
del mensaje del superior,
Visitar las plantas que dioses sembraron
Con ardor,
Difundir la supremacía
Que trae y lleva la vida en caricia,
Cabalgar los vientos a merced,
Ser transeúnte de florestas y campos
encumbrados,
Llevar mensaje a cada flor,
Sin despedida,
Enamorarse de la despensa de la primavera,
Besar sin cesar,
Amar sin dañar,
Tener condición
Para seguirla de por vida,
Yo rezo cada día
Que si muero yo renazca como moscardeo
Mosca abejorro, que hoy confundió mi mano
Con una flor,
Amo como él
la flor,
Porque antes fue ella, que el animal,
Que soy yo,
Cuando nací,
ella ya existía,
Con su azar de conquistar la tierra.
El castellano
Oropel:
Mi pequeña ángel,
Que tan brillante
Brillo de metal noble
Querías ser,
Quien te descubrió
Retozando todo el panteón
Mis padres fui yo,
Ángel
pequeño
de luz
De ojos esquivos
Y mirada endiosada
Pura entre las puridades fijadas del
hombre,
Renombre como oro fino de luz,
Tu piel serena
Jamás esculpida o
modelada,
Quién a acompañarte
conmigo baja,
Oh oro tierno
Carne de maravilla,
Trenzada tú en
el infierno
O paraíso perdido.
Mantente a mi lado,
Oremos a la belleza del mundo
Que es tu madre,
Mantente,
Descubriremos a mí
me parió
una sombra,
Y a ti una estela alada,
Mi pletina de oropel
Mi pequeña ángel,
Sálvame
Sálvame de este
averno terreno,
Donde como es arriba
Solo es igual abajo,
Trenza mi sendero por tu encanto
Sembrado,
Madre del metal cromado fueres,
Bella insignia de metal celeste,
Dorada fuere tu apellido,
Vamos al submundo de los condenados
Ese que su patio
Y jardín eterno es franco.
De nuestro paraíso
perdido olvidado
Pandemónium,
Crucemos extasiados los umbrales silentes,
Con abismos nacarados,
Mi pequeña ángel
bebamos de nuestra mano,
Oropel bello, bella quimera,
Que reluces más que un
alumbramiento,
Todo mi ser ofrezco
Para me enraíces
oropel
La panida mi corazón
Con tu amor que es y será
mi rosa secreta,
Oro noble te volveré
desde dentro, hacia afuera,
Manjar de mis dioses yo su progenitor
Solo encausado,
Crucemos la línea
De este submundo los condenados perfectos,
Musa volviste
De una recia lágrima,
Oropel tu letra,
Vestidura seda los oros,
Vayamos al fin del mundo
A ocupar nuestro merecido lugar,
Yo raíz mis hijos
dioses sembré
Hagamos la luna nuestra señora.
Y al sol nuestra guarda,
Pequeño espíritu
mío,
Quién te colmó
de belleza,
Que dorada respondías,
Quién te vistió
cromada tu carita,
Desvestiremos al viento con nuestros
gemidos,
Ardiendo,
Por Venus, Júpiter,
Ares y Atenea
A ti te olvidaron, tú
la más
bella.
Esteban castellano er-lobo bohemio
HONROSO TIBIO
PULSO:
Grave, y sonrío
Entre la gravedad de lo efímero,
El castillo, el soliviar vetusto,
Graves aras de sonrojos
Al terruño,
Un dulce claro oscuro,
Tu boca diáfana, perjuro,
Gravedad del insecto insulso,
Un halago, un pulso,
Enjambre de bellezas en tu nombre
Quieto, sin arrullo,
Cristal de humo partiendo minutos,
Por qué árbol mío,
La proporción de tu aire
Que alejas,
Grave sin sueño alguno.
Hondo soto, inconmensurada hacienda,
Trilla que trillaron los hombres
Antes yo nacer,
Y ahora tantas luchas te siguen.
Tu pasión por un crimen de flores
Y altas rosas,
Corría un otoño plástico
Por la vereda y la rambla enajenada,
Sortilegios de hierros azarosos
Y pulcras vides sanguíneas,
Alta te quiero ver como la noche,
Y esa luz difusa, vertida en lengua
De castiza fuente soslayada,
Cincelando con tus manos los altares
De huesos que pertenecen.
Como pez sencillo de milagro
Que tu boca sea musa, mi rosario.
El castellano
Cuanto te acercas a mí
miedo intuyo somero sin rivera
a estar cerca,
mas cuanto te alejas
miedo a estar sin mí alegas,
dijo un librillo,
franca tu vera destrenzo,
viva esta espuela,
horizonte vasto me acercas
como lloverte amor sin cesar,
paraísos
yertos sin
escalas
ni vals terreno,
puridad acaso bastó
como lobo de orejas afiladas
sin aullar no era lobo,
me acerqué
hocico
e irremediable
contestó
un azar de tres caras
y nueve venas razones,
como derribar la franca tapia
verja de nueve cerrojillos iridiscentes,
los ángeles
valientes morían
primero
sin ascua eterna
ni mármol
florido,
quizá
puede como alimento
de vano murmurio,
hoy oso al por mayor
reminiscencias al recto lado,
acompañar
tu furor de armas,
desde nimbo pasajero,
y desquicias propias trasmutadas,
al impetuoso servir de la llaga,
pléyades
cercanas como resoplar la luz
y capturarla a ojos fríos,
indicio que su halo dicta
inspiración
a raudal,
halo indiscernible
que casi saborea confines,
de sosegada dicha insobornable,
miedo a tu cercanía cuando caminas lejos,
miedo a tu lejanía
cuando cerca
brillas en faz y luna imperecedera,
arrobando mi haz luminoso sin brida
ni correa,
As de trece tréboles
de cuatro aspas,
era mi vida sin contar,
un brote de cruel infortunio desaconsejado,
semilla o tiesto espontáneo,
a nadie cambio,
ni dolor ni regia tristura
porque hoy me blanden
poeta raíz
de dioses,
quién
soy ellos y yo lo saben,
y seguimos sin tener miedo,
en esta trinchera del verbo onírico,
incuestionable
hervor de primaveras desnudas,
y solas saetas en busca de una vida
que mejor, peor, no niego,
qué
mejor que un absoluto diamantino,
en esencia mineral candente,
cristal de sus pulsos
que no niego ni me arrebatan
a estigma puro revalidado
en azoteas caducas,
y ojos suaves un abril doliente,
era lo mismo,
que perder venciendo,
aojo que el buen ojo curo,
insignia las estrellas quedan muy cercanas,
si nos llaman a la lucha,
puede defienda mi patio
debido no es mío.
Divagaciones aparte,
pregunté
al eco de sombra,
si quererla como uña a carne,
iluminaría
mi pluma
saturnina,
hoy quedé
en darla un besito
como la imaginación
no osaba,
miel de afortunar, y tremendo desliz
en número
y orden,
como afeitar bombilla
broma, como lamer hacienda sin construirse,
en serio pongo balanza,
y un kilo mis sueños
pesan más
que cien kilos
mis ilusiones,
amar, amarte, en este ente intransigente
me lleva sin anchas calzas
es flagrante,
como el cimiento del verso
es tu letra,
lo fidedigno, que me hace parte
del transcurrir minúsculo
en vida caduca que nos desliza el destino,
no hace falta amarre para osar,
ni buscar luz, cuando ya eres parte de mí...
El castellano Förüq
PUPILA TIERRA
ENERVA:
Planicies serenas del azul imantado,
por surcos de febril labriego
como barca entre trillas se deslizan,
espigas y fauces grises , de nublos
voraces.
Carros con aperos
entre terrazos quietos;
su nueva siembra.
Riveras atrás
y acres en verdor
de nueva grama,
endrinos y espinos
aislados entre hondo campo,
de pinos y caricias suaves
de joven matorral.
La vid desplegaba su nombre de vida.
Cardos brillaban en espinas erguidos,
saludando a nuevo cierzo
que se alejaba.
Sones en caminillos de hormigas,
el sol medía
de la llaga sus hormigueros.
Romeros afilan la suerte del sendero,
que como una rama precoz
pronto, verde rodeaba.
Cristales de roca entre el suelo cálido.
Latido férreo
de tierra arcillosa
el escarabajo negro paseaba,
y lombrices purpúreas
no asomaban,
el raso donde el pardillo
y el verderón
jugaban
su genética
de vida,
perdigones entre codornices
sonsacaban el linde,
donde viborilla y culebras
hacían
honor
de tranquilo serpear.
Era bastante el sueño precoz
casi saludando nueva veris
por el tronar de ojos suaves
ya no sonaban en sienes acristaladas
ni hacían
bajo de pensamientos pobres.
Fertilidad en raudal,
como espasmo que generación abre;
giraba la torcaz
buscando cobijar
y al cielo abarcar.
El cielo que morado lloraba,
el gris del nublo la tierra asumía
en aljibe y abrevadero.
Mi son minero, me pulía la sangre,
en estalactita y veta, el bordear
mi vena.
De mi semblante pardo
no cambio nada.
Todo me lleva a lomo un caballito del diablo
que por sierras mis rúbricas deja.
A mi sol broncíneo, saludo.
entre simientes frías
esperando
ser nueva vida en color.
Del fuste a la Oliva,
al tordo redondo de olivo señor.
Memoria fría, discernible:
Viene, se descubre
como clara sábana
espectral
bajo el azulete,
viene sin rienda ni corcel,
este dulce invierno
jamás
dormido,
vive tras todos los reflejos parcos,
tras todos los resquicios tibios
de solitud, y viven
sus sombras
de opacidad de materia
como caricias
que mecen sus cabellos.
Era la hora,
fría
mi cama;
no había
eco de palabra,
ni pensamiento ágil,
que en vaho no quedara,
miré
el espejo,
me sonrió
un crujido seco
que mi soledad
cada invierno me acompañaba,
a veces creí
tocar el ruido
como si su compañía
me besara,
o fuese cruzar este plano existencial
y atravesar precipicios de mismas,
solas imágenes,
estáticas yertas
en esta vida que se miente
y niega que otra existe paralela,
con otro plano secuencial,
otras imágenes,
otra realidad superpuesta
a nuestro discernir,
una escala del éter
como el mundo onírico
tiene su mundo y sonido propio
inaudible al exterior del sueño,
formas, colores, entes
que imagino en el poder errático
de mi mente,
avanzo
con una araña
converso,
y recuerdo los fantasmas de mi rosa,
cuántos
sueños cobijaban
sus pétalos,
como un hervor
en abanico,
y rocíos
que dejaban estrellas
en madrugada,
todo se juntaba en querer
lo que no se puede poseer
como la belleza tímida,
escondida en unos labios de mujer,
así
sus estambres
de mi rosa
que recuerdo con recelo
protegidos por pétalos
como sábanas
arropando su corazón.
Trazos magnos
que no abaten el frío
de este invierno,
un cariño
de esquela,
y sus tijeretas retiradas,
augurios largos en vals
de áurea
fragancia suave,
hoy escribo a los fantasmas de mi rosa,
sólo
ella que de bella
dejó
herida en mi memoria,
perpetua, doliente
e incandescente,
como un inmiscuir recto
finalizando el primer mes del año,
sabiendo que otra rosa
ocupará
su lugar en el rosal,
la flor por mis castos dioses
que sólo
sea la flor,
belleza nacida del rayo de sol,
así
como la luz
ni la estrella
se pueden capturar,
las flores de la belleza
siempre han
y deben de estar.
Förüq el castellano
Sepulcro
en cobre
Al panteón
de mis escritos hoy escribo
de luto efímero
en memoria,
vida remota atisbo sin sien acuartelada,
caléndula
y rosa canina
pintarán
su estirpe
de historia incrédula
jamás
cincelada,
al reluchar indemne
polvo de metal estriben,
y de lirio en cuello que nacieron,
de espanto en puerta,
aliento y yugo fidedigno,
en pusilánime
destino,
en cuerda que míseramente
gozaba,
puertas sin desquicia atónita,
en umbrales carmines de besos
sin corral ni ascua sembrada,
pedí
sus alas
yo que de sol desnudo descendía,
dócil,
de grajo en mano fecundo,
inocente, de justicia ausente,
presuroso cerca mis verduras afables,
no se alejaban ya,
de tierra y rayos fragorosos,
lides eternas ya os abrazo,
Castilla dividida
por cumbres enojosas,
jamás
creadas,
alzaban mis sentires terruños,
fango de simientes yertas,
ojos al patio socavado
de iracunda hacienda de letra.
Destino magnífico
cercenado
de mi mente penitente
y mis ángeles
custodios,
arte deslumbraba que regocijaba,
condenas del poder y la mentira,
beldad ya me asombres.
Padrón
de cielo en terrestre escala,
tumba al igual de socarrada
sola idea,
ya nunca más
esquiva,
miel de mis dioses
y vespertina alma,
penetré
yo, su muro
de eternal silencio,
y mi mármol
florido gemía,
en las llagas solares
sus hoyos rectos
ay que vil no me apresa
pomposa letra que me corona,
y dolor desciende.
Glorias miro y exclamo:
-¿Dónde?
Ornaba mi sepulcro
dulces abrojos versados,
memorias de
fantasía
erguía
mi pluma de antorcha,
austero en bóvedas
mi sentido inerme
ceñido
divino laurel
en universo en arco y saeta
crepitante olvido,
perdurable halago
en formol mi verso.
Embargado reinaba el suelo,
pálida
luz descorchada,
presentaba la espina
en mi corazón
que lívida
me lo arrancaba,
maraña
atroz
que tu divino acento
Musa, mi alma imploraba.
Förüq
castellano
Hueso, eje:
Huebra, yunta, barbecho,
acre, cadente, copa de vieja encina,
plañidera lozana, hilanderas,
yugada,
sembradío, huero, huera, yesca,
materia muy seca, azumbre anisada.
I
Avanza mi alma yerta,
un encono trashumante,
que viste todos los campos
de mozas plañideras
que visten
el azul inmenso inefable
todos los cielos terrenos,
estiran las señoras
damas hilanderas
la nieve todos los cerros
del tremendo espacio inconmensurable,
afilan viejas encinas sus henchidas
copas,
un verde espumoso dentado,
y sus flores de tierra
que dan las bellotas del mañana,
barbecho por tres años
esperando
sea huebra bajo yunta
acre cadente como lozana espiga
casada con el ababol vespertino de
primavera
que trae Ostara tempranamente,
alivio mi yesca tierra
de materia muy seca,
como ascua que plañe
segura
nueva vida de seca leña,
sé cariño
mi moza amante
allá donde lloran las
flores,
sé cariño
mi señora moza
de alma joven,
honores consagren mi sagrada cepa,
Dionisio le pedí
permiso,
con fuste Ambrosíaco
de nueva sangre,
aunque mi sed prefiera
media azumbre anisada,
de anís seco
que por meloso lo elijo dulce
como canta mi carajillo,
y me habla de espíritu
en alza,
entre mi sembradío
de penas y tormentos,
huera pena,
huero camino de ella,
mi larga sombra que no se detiene,
como terreno de yugada por dolor.
Förüq
el castellano
Referencias:
Mi
palpitar y pensamiento.
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