lunes, 11 de julio de 2022

Primavera tu hoguera Original

 

Primavera tu hoguera:

 





marzo 09, 2021

 

I

Tu solo espíritu

de alto cielo,

preside mi honrosa vida.

Feraz raíz insobornable

como dicha falaz incuestionable

devienes primavera.

En joviales muslos

y lozanas alegrías.

Levísima, poderosa, atónita,

en alas mi Golondrina.

Alzas que me sublevas

a beber de tu fuente inarrable.

Rayo celeste, vital,

frente la tierra, todo cánticos.

Crear tu azul gloria,

es soñarla, como sueña la orugüilla

volar en alas montadas.

Azul, verde, amarilla tu sonrisa,

seno turgente mío erizado

donde te guardo.

 

 

II

Me palpitas de rubor

a espada rompiendo,

esquelas y señales, sin esquemas

avanzo este humo de bolígrafo.

Mi árbol en piel saturas,

lentamente, como llueve sobre

noche de suelo mojado.

Cargado voy en verde savia,

pujante de tu hálito

fugaz, repentino, ingobernable,

como luz derretida,

y agua batiente.

Como piedra o calor esponjado.

Permite te escriba,

vomo se habla a la muerte,

para enamorarla.

 

 

III

Suspirante desliz estrellado,

aristas como filos un rubor

franqueza, de honorable sabor.

Embeberte, es de liminal

vértigo de espadas.

Atrevida, de hermosa, sensible azada,

sacas mis penas y alegría se erige,

de este tu muchacho desnudo,

que jura te amó

un día en penumbra

para así, por fín,

no perderte nunca.

Arena vívida de vergüenza

ausente, melodioso tu amor.

No aplaco, le custodio,

como mi vara de nardo

en lecho marino.

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

Tu lozanía presa Variante de Primavera tu hoguera

Tu alba de sábana,
tu solo espíritu
de alto cielo,
preside mi honrosa vida.
Feraz raíz insobornable
como falaz dicha sin cuestionar,
devienes lozana.
En joviales muslos
y serranas alegrías.
Levísima, poderosa, atónita,
en alas mi golondrina.
Alzas que me sublevas
a beber de tu fuente inabarcable.
Rayo celeste, vital,
frente a la tierra, todo cánticos.
Crear tu azur gloria,
es ensoñarla, como sueña la oruguilla,
volar en alas montadas.
Azul, verde, amarilla tu sonrisa,
seno turgente erizado,
que te aguarda.
Me palpitas de rubor
a espada rompiendo.
Signos y señales, 
sin esquemas ni recta directriz.
Avanzo este humo de bolígrafo.
Mi árbol en piel saturas,
lentamente, como llueve sobre
noche de suelo mojado.
Cargado voy en verde savia,
pujante de tu hálito
fugaz, repentino, ingobernable,
como luz derretida,
y agua batiente.
Como piedra o calor esponjado.
Permite te escriba,
como se habla a la muerte,
para enamorarla.
Suspirante desliz estrellado,
aristas como filos un rubor
franqueza, de honorable sabor.
Embeberte, es de liminal vértigo
de espadas.
Atrevida de hermosa, sensible azada,
sacas mis penas y alegría se erige,
de este muchacho desnudo,
que jura te amó
un día en penumbra,
para así, por fin, 
no perderte nunca.
Arena vívida de vergüenza
ausente, melodioso tu amor.
No aplaco, le custodio,
como mi vara de nardo,
en lecho marino.


Förüq castellano Miguel Esteban




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