viernes, 31 de marzo de 2023

Relato Sangre Yerta



Relato Sangre yerta:































Capítulo primero:



Era una noche oscura de diciembre,



daban las tres de la madrugada



en el reloj de la iglesia del pueblo,



caía una helada de invierno,



y en el cielo reinaba una luna llena de invierno,



ella dormía en su habitación



cobijada con dos mantas,



la luz de aquella luna iluminaba la penumbra de su cuarto,



como una sombra de piel pálida se posó



en el alféizar de su ventana,



con cautela deslizó el cristal



y sigilosamente entró en el cuarto,



podía oler la sangre de su cuello que dormía,



puso su mano helada en la boca de aquella chica,



que abrió sus ojos y solo alcanzó a ver dos colmillos



relucientemente blancos,



el miedo paralizó su cuerpo.



Sintió un escalofrío helado subiendo por su cuello.



Sobre este cielo, reina mi amor quieto,



sobre los vientos y mis nubes de versos,



clava mi colmillo tu cuello,



bebe hasta saciar la sed de mi adentro,



te descubro al vuelo nocturno



y su dama de oscuridad violeta,



pasado de un pasado que nos hacía brillar



en el marco de la ventana al acecho,



lento pierdes el sentido,



vas sintiendo entrar tu nueva vida,



la antigua solo te crea nostalgia y rabia,



te adentra la mente al reino de la sombra,



tu sed se vuelve intensa,



sientes vacías tus venas,



te levantas con la luna, duermes con el sol,



soñando quien te mordió,



las polillas y murciélagos son tus compañeros,



te mudaste de morada



a ese túmulo perdido y olvidado,



donde reposaban guerreros antiguos,



solo la sangre te despierta,



acechas en tu oscuridad compañera,



la oscuridad es más fuerte que tu alma condenada,



cambiaste tus vestimentas por una capa negra,



que esta noche se verá en rojo manchada,



tu interior lo sabe tan bien como tú,



al acecho, así sea una rama, o una ventana,



te despiertas fría cada noche que revives tu pesadilla,



no hay lugar ni bar donde calmar tu sed,



solo el cuello de víctimas al anochecer,



la compasión y bondad solo huyó de ti,



solo vive esa sed en ti de tener sangre,



solo una condena te marcó,



para todos y cada uno de los siglos que te vinieron,



algunas noches quedabas saciada



y no rematabas a tu víctima



solo la clavabas tu condena en su muñeca,



y vampiro la volvías,



tu capa con los decenios ya parecía más rojo granate que negra,



te gustaba oler aquella sangre seca y recordar



cada grito y soñar con tu embrujo



y como venía a despertarte, algún vampiro convertido



bajo tu colmillo,



tosías con espanto, el frío y la humedad,



se apoderaron de tu morada,



aquel túmulo, no tenía ninguna criatura de sangre sana,



las polillas y murciélagos volviste vampiros



para tu diversión,



sentiste miedo, tu noche pasada cuando tuviste que matar



un cazavampiros, inexperto.



Los tiempos no entiendes,



como la gente, cambió su superstición,



por materialismo salvaje,



y a los vampiros como tú mandaron a la fantasía y a la literatura,



tu única realidad solo la entiende el demonio,



y a una bruja invitaste a tu morada,



ella te trajo un regalo, pero no permitió que la mordieras,



y hoy extraña te sientes con una amiga mortal



que cura tu soledad y tu condena.



Era viernes, ella ansiosa esperaba la llegada del sábado,



a las tres de la madrugada había invitado de nuevo a su hogar



a su amiga mortal,



ella quedó en traer comida y su puchero,



ella esperaba llegada la noche del sábado



con ansiedad y nervios,



como si nunca hubiese conocido a su amiga,



sentía una extraña sensación de deseo al mirarla,



le caía saliva por sus colmillos al mirar su cuello,



se prometía a sí misma no morderla,



pero su naturaleza la torturaba cada vez que la veía,



aquella bruja guardaba un secreto,



sus visitas eran interesadas,



quería pedirle a su amiga vampira



un favor que ella no podría rechazar una vez conquistado su aprecio,



ella le pidió aquella noche que se deslizase en la noche



y volase para morder y matar a tres enemigos de aquella bruja,



los tres hombres que denunciaron a la inquisición a su madre



y ella quedó huérfana cuando quemaron a su madre bruja



en aquella hoguera de la plaza del pueblo,



lo que la inquisición no sabía,



que aquella bruja que quemaron



ya estaba muerta y condenada



pues vampira era,



y el fuego nada la hizo,



vivió en la sombra atormentando a los aldeanos que la creían muerta,



y ella misma fue quien mordió y convirtió en vampiro a la a la que ahora



es la amiga vampira de su hija.



La vampira sin poder renegar de su naturaleza



pidió un precio elevado por su trabajo,



y ese precio fue



que la bruja dejara y permitiera ser mordida por sus colmillos



para ser amigas eternamente siendo vampiras ambas,



la bruja aceptó su nuevo camino y nueva vida



haciendo su pacto de sangre aquella noche con la vampiresa.



Ella llevó un puchero de sangre aquella noche,



sangre de animales cazados en el bosque,



solo consiguió despertar el apetito de su amiga vampiresa



el acuerdo estaba hecho,



y hasta que no matase a esos tres inquisidores no podría morderla el cuello,



se quedaron platicando hasta el amanecer,



y entonces su amiga se fue a su ataúd a dormir hasta la noche siguiente,



al despertar la noche del domingo



una nota en tinta escrita encontró,



quería los ojos de sus enemigos en un tarro,



a sí quiso y a sí sería,



aquella noche, se puso sedienta,



corría veloz como una sombra más,



el cielo corría un helor muerto,



y una neblina que cegaba hasta el sentido más despierto,



era la noche más siniestra elegida para cumplir su encargo a su amiga,



tenía la dirección apuntada con odio



de sus siguientes víctimas,



tenía ansiedad por arrebatar aquellos ojos y dejar vacías aquellas venas,



se coló a través de la ventana abierta de la recamara y despensa,



de aquella casa lujosa de clérigo de víctima,



ya olía su sangre mientras avanzaba el pasillo,



una luz de una vela la alertó



algo iba mal,



encontró al inquisidor durmiendo con un ojo abierto en una mecedora,



una ballesta cargaba en la mano de lo paranoico que era,



vió la sombra de la vampiresa, y se hizo el dormido,



cuando ella sacó sus colmillos relucientes aproximándose al acecho,



abrió los ojos el cura y disparó su ballesta,



la vampira rápido y veloz saltó y se enganchó en el techo frío,



al segundo después ya tenía ensartado el cuello de su víctima,



que este maldecía asfixiándose en latín antiguo,



a cada oración más rabia sentía aquella criatura de la noche,



clavó sus colmillos en los ojos,



y de un mordisco los escupió en el tarro de cristal,



a continuación, tachó el primer nombre de su lista



con unas gotas de sangre fresca,



minutos después ya se encontraba volando



hacia la morada de su amiga bruja en el bosque



tocó a su puerta, ella contestó con dulce voz,



amiga te esperaba temía que algo te hubiese pasado,



abrió la puerta y la invitó a pasar,



Ven siéntate, brindemos por esta noche siniestra tan bella,



la vampira sonrió tenebrosamente luciendo sus colmillos manchados en sangre



agudos como agujas,



veo que mucha hambre no tienes amiga jeje,



al momento sacó de la capa el tarro con aquellos ojos frescos



con el nervio óptico intacto y el iris tenebrosamente en color,



como si aquellos ojos siguieran con vida,



uno menos gritó alegre la bruja,



te amo le dijo a la vampiresa,



yo te amo más contestó la vampiresa



al tiempo que caían gotas de saliva por sus colmillos,



le encantaba desnudar el cuello de su amiga con sus frías manos



a modo de caricia tierna.



Te faltan cuatro ojos más para morderme sobria y parca respondió,



lo sé, mañana más pronto que tarde los tendrás,



al tiempo que observaba como la bruja,



abría una rata con un cuchillo



y metía dentro los dos ojos,



a comer Sombra misina, misina,



apareció corriendo una gorda gata negra



de ojos amarillos como de demonio,



ronroneó y se restregó en las piernas de la invitada,



que contestó ¿puedo morderla?



tan dulce, tierna y sabrosa que se ve,



No contestó medio enfadada



es mi gata y la amo, igual o tanto como a ti,



está bien dijo- Cuando seas vampiresa tú misma querrás morderla



a esa morcilla peluda con patas llamada sombra,



ambas rieron y conversaron



hasta tarde en la madrugada,



ya va a amanecer amiga tengo que volver a mi túmulo,



no te preocupes amiga mañana te hago una visita



para que me entregues comida fresca para mi gata,



A sí será ambas se despidieron con un abrazo tierno de hermandad,



llegó la vampiresa y se tumbó en su ataúd.



Despertó a la noche del lunes con retortijones de tripa



y una tos espantosa,



presentía una noche fructuosa de caza,



pues las polillas y murciélagos de su túmulo lucían sus colmillos rojos,



al anochecer, está es la mía dijo y salió en busca de la siguiente dirección,



emocionada examinó la fachada,



y vio que sería más fácil que la noche anterior,



veía una ventana que daba directa al dormitorio



del segundo inquisidor,



un olor a sangre excitaba su sed, y ya sigilosa estaba moviendo el cristal,



una vez dentro vio col gusto y dulzura su alimento,



un cura obeso,



que estaba roncando hartado de vino y carne,



puso su fría mano tapando la boca y la nariz del clérigo



e insertó sus colmillos en su cuello cual espadas,



siguió bebiendo una hora larga de reloj



hasta que aquel corazón dejó de latir,



a continuación,



cercenó las cuencas de los ojos de aquel inquisidor



con precisión de cirujano con sus colmillos prominentes,



escupió los ojos en un tarro de cristal,



al tiempo que pensaba



se va a hinchar esa gata obesa con otra rata rellena de cuatro ojos frescos,



se fue volando, riéndose, a su siguiente dirección,



tras tachar el segundo nombre de la lista,



ya había llegado a la dirección,



esta vez era una casa cuartel con mazmorra,



del alguacil inquisidor,



no sabía que le esperaba sorpresa aquella noche negra y yerta,



abrió la verja, mordió al perro guardián que ya babeaba con sed de sangre,



abrió la puerta principal que se encontraba rota y crujía,



el escalofrío de la emoción recorría todo el cuerpo de la vampiresa,



encontró al alguacil en su lecho ebrio de vino hasta el hartazgo,



esta vez arrancó los dos ojos con sus uñas



que llevaban siglo y medio sin conocer un corta uñas,



contuvo el grito de desgarro metiendo la esquina de su capa



hasta el fondo de la garganta de su víctima



depositó los ojos en el tarro



y bebió hasta quedar con dolor de tripa,



al ver que el corazón del ciego alguacil dejó de latir,



saboreó un extraño olor de sangre reciente y carne gangrenada,



siguió el rastro hasta las mazmorras



y descubrió el horror que las habitaba



eran las mazmorras de la inquisición



en ellas descansaban hombres encadenados gimiendo y maldiciendo de dolor,



veintiséis cuellos, mordió en aquel lugar,



después de llenar una bota de piel que antiguamente guardaba vino,



con sangre de arterías cercenadas,



ya tengo almuerzo merienda, vianda, y ten ten pie, para mañana,



pensaba satisfecha al volar a casa de su amiga,



tocó su puerta de su casa de bosque



una voz dulce contestó



ya va cielo,



al abrir la puerta a su amiga desnuda contempló,



estaba haciendo un aquelarre y tenía un extraño olor en la entrepierna,



estoy trabajando contestó la bruja,



pasa y acomódate cielo,



y en que consiste tu trabajo, preguntócon curiosidad la vampiresa



con la boca llena de saliva de deseo,



he preparado un ungüento, tradicional que conocemos las brujas



para contactar con el demonio



¿necesitas ayuda? dijo la vampira,



no tranquila,



¿trajiste la comida para sombra?



así es, contestó orgullosa,



bien sacó una rata de un almanaque y la abrió en dos,



aquí tienes amor



a continuación, metió los cuatro ojos de relleno.



Sombra, Sombra



Misina, mis mis,



tu cena cariño,



salió corriendo con dificultad por estar obesa aquella gata negra de ojos amarillos fijos,



se sobó en las piernas de la amiga invitada y ronroneó de nuevo,



estás contenta e sombra, le has cogido cariño a mi amada amiga,



miau contestó la gata y se puso a comer la rata rellena de ojos sangrantes,



terminó la rata entera, y se quedó durmiendo en su alcoba pequeña



llena de pelos, y raspas de peces del río y plumas,



esa hasta mañana no despierta dijo la bruja riéndose a carcajada siniestra,



trato completo, debes pagar el precio del acuerdo



dijo la vampiresa,



está bien contestó la bruja,



que se untaba un ungüento con aroma a sabia y a yedra en su entrepierna,



¿Qué lleva eso? preguntó asombrada



pues bien lleva mandrágora, yedra y daturas de estramonio, machacadas a mortero,



Am,



y eso qué efecto tiene,



ayuda en la adivinación,



y llama al demonio con mi plegaria de odio,



está bien,



te ves rica y deliciosa a sí desnuda,



si fuera hombre esta noche te hacía cinco hijos,



la bruja río para sus adentros,



está bien estoy lista,



inclinó la cabeza mostrando su cuello desnudo a la vampiresa,



se levantó de la mecedora



reluciendo sus colmillos



pasó la lengua por el cuello de la bruja



y le susurró al oído,



dame tu muñeca,



para que seas vampira tu corazón no bebe pararse



ni quedar sin sangre,



acontinuación, mordió su muñeca,



cerró la ventana y aquella noche se quedó en casa de su amiga,



amaneció y se durmió en su cama abrazada a su amiga aquel día frío de invierno,



llegó la noche del martes,



abrió sus ojitos, emocionada vio que su amiga bruja



que ahora era vampira estaba bebiendo con ansias toda la sangre de aquella bota



que llenó en las mazmorras de la inquisición,



se acabó la sangre,



y más rápida que un rayo la vio mordiendo una pata de su gata,



estaba segura de que tu gata correría tu misma suerte



ambas rieron plácidamente,



toca tu primera noche de cacería amiga,



vamos, vamos dijo emocionada,



al alcalde quiero esta noche por cabrón,



está bien, chuparemos las sangres del alcalde,



treparon el castillo donde vivía



entraron por su ventana y cada una eligió un lado del cuello,



ambas bebieron del cuello del alcalde hasta quedar saciadas,



volaron a su refugio,



y la vampiresa le suplicó a su amiga bruja vampira



que se mudase a vivir con ella a su túmulo y que la daba permiso para llevar allí también



a su gata obesa vampira,



pasaron la noche platicando de cacerías y nuevos objetivos,



con la gata mordiendo murciélagos más grandes que ratas



y ronroneando al lado de su dueña,



llegó el sol y se tumbaron en sus respectivos ataúdes,



esperando con sed su nuevo anochecer eterno.







Fin Primer Capítulo



Segundo capítulo que trata del amor que surge entre las dos amigas:







Erase ya un miércoles nocturno, negro y yerto,



la niebla dibujaba las tinieblas siniestras,



se podía respirar la humedad en el ambiente,



aunque los caracoles por ser invierno todavía no caminaban por la hierba húmeda,



platicando se encontraban en el túmulo las dos amigas,



debatiendo la cena,



-Hoy amiga quiero que me consientas,



hay un hombre del pueblo que no me pagó mi trabajo de bruja



no me pagó,



la muerte del hombre al que debía dinero este señor,



me costó desplomar, escalando montañas para conseguir



aquellas yerbas y el sapo pa’abrir y meterle el nombre



pa’ trabajar aquella muerte,



de acuerdo le chuparemos la sangre a ese moroso



¿Dónde vive?



-A las afueras del pueblo,



tiene una granja donde cría gorrinos para vender en el mercado,



está bien iremos, pero me prometí a mí misma no morder más animales,



su sangre me da retortijones y empacha,



vale solo le vaciamos el cuello,



y a su esposa también por maruja, chismosa.



La noche del miércoles,



se tornaba larga y deliciosa para las dos vampiresas,



ya volaban como dos sombras en aquel cielo nocturno con niebla,



llegaron a la granja,



los gorrinos roncaban,



bueno una gallina no sienta mal a la tripa espérame,



una no fue suficiente mordió veintitrés gallinas hasta tener retortijones,



abrieron la ventana de la habitación,



y allí estaba el deudor roncando en el lecho con su esposa,



¿ves que tiernamente siniestro se ve nuestro trabajo?



Si mi cielo,



una mordió el cuello del hombre otra el de la esposa,



algo macabro resultó aquello,



de repente la boca de la mujer que dormía empezó a brotar sangre,



la vampira inexperta bruja había hincado demasiado hondo sus colmillos



perforando la garganta de su víctima,



que bruja eres contestó riéndose



al instante estaba chupando la sangre de la boca,



para no desperdiciarla,



tenían las dos bocas juntas las dos amigas,



y una extraña sensación de nervios sintieron las amigas,



en la oscuridad la boca de una llegó a la boca de la otra,



y con la sangre empezaron a besarse con pasión y deseo,



aquello les daba más placer según pasaba el tiempo,



el corazón de sus víctimas ya no latía y decidieron volverse al túmulo de su vivienda,



allí hablaron larga y tendidamente como si nada hubiera ocurrido,



pero ambas amigas sabían que habían sentido placer en aquel macabro beso de pasión



ya empezaba a asomarse el sol,



y se metieron en sus tumbas,



aun estaba la luna en el cielo y apenas eran las cinco de la madrugada,



aún faltaba hora y media para que saliese el astro rey,



se dieron el besito de buenas noches y se acomodaron en sus respectivas tumbas,



te huele el aliento a gallina amiga



jajaja es broma no te enfades, te quiero,



yo también que descanses bruja,



hacía años que no hacía trabajos de bruja, pero amaba que su amiga la llamara bruja,



aún podía sentir la nostalgia de su vida pasada en su ser,



buenas noches amiga hasta esta noche,



yo también te amo,



en la oscuridad del túmulo habitado,



se oyó una tapa de ataúd crujiendo al abrirse,



amiga amada puedo dormir este día a tu lado,



es que la oscuridad me da miedo dijo riéndose siniestramente,



ven bruja te hago un lado en mi ataúd,



las dos juntas allí durmieron en la misma tumba besándose toda la noche



y acariciándose sus piernas,



besándose y haciendo pequeños mordiscos mutuos en sus vaginas,



ambas acordaron al llegar la noche del viernes,



que dormirían todo el invierno juntas en el mismo ataúd,



la gata negra de ojos amarillos sombra tenía muy mal aspecto había engordado 7 quilos



de beber noche tras noche decenas de murciélagos hasta dejarlos vacíos,



así en amor y ternura pasaron el invierno frío



hasta que una noche de mayo ya se encontraban en su primera primavera sangrienta



que el amor y la sangre altera.







FIN DEL SEGUNDO CAPÍTULO







CONTINUARÁ







Tercer capítulo



Que trata sobre el encuentro con la madre de la bruja vampiresa



Corría una noche de primavera en aquel pueblo maldecido,



por las criaturas del averno y su muerte sedienta,



despierta bruja, ya es de noche,



ahi no que sueño, me siento como si no hubiera comido en una semana,



mira, mira ha crecido una seta enorme al lado de nuestra tumba,



ajá es una macrolepiota tóxica,



con ella hacía venenos de encargo cuando era bruja,



ahí cuando yo era bruja,



qué vida, más perra esta,



he acabado



durmiendo con una vampira siendo yo misma otra vampira,



bueno estamos y somos felices y comida no nos falta,



tienes razón pero como sigamos a este ritmo vamos a beber a todos los del pueblo



y nos reclamarán comida decenas de vampiros hambrientos,



bueno entonces iremos a cazar esta noche al pueblo vecino,



hay unos cuellos que duermen alegres el sueño del gorrino



esperando el san Martín de nuestros colmillos.



Si te soy sincera, el pueblo vecino corría de leyendas,



que estaba condenado y maldito por demonios,



a si es beberemos sangres tres veces más ricas de personas poseídas,



amén a sí sea, te aviso que esos demonios duermen despiertos,



no me metas miedo,



los demonios siempre son amigos de las brujas,



diles que te dejen morder su cuello a ver si son tus amigos,



deja el sarcasmo,



soy valiente y fuerte y tengo hambre.



Venga vamos, espera que le cojo un murciélago a mi gata sombra,



con tanta sangre de murciélago va a coger una cirrosis tu gata obesa,



o una diabetes, -Que va esta solo con los huesos fuertes, no está obesa,



sí, sí lo que tu digas,



vamos,



ya estaban volando juntas aquella noche de primavera,



llegaron al pueblo vecino



y se encaramaron a una ventana que estaba iluminada con luz de velas,



mira, que mal rollo ¿ves eso bruja? ese cura da más miedo con ese crucifijo que un cazavampiros,



esperemos que este de espaldas amada y le ensartamos el cuello,



vale a sí lo hicieron,



de un zarpazo tiraron el crucifijo del cura al suelo,



que se encontraba en medio de un exorcismo,



lentamente la sangre del religioso dejó de brotar por su cuello,



lo hemos dejado seco, vamos a por el poseído



de repente contemplaron asombradas como el poseído se doblaba y retorcía



para balbucear sus últimas palabras,



tu madre que condenaron a la hoguera además de ser bruja era vampira,



y sigue alimentándose en la oscuridad y la tiniebla,



para puede que este pobre diablo tenga razón,



puede, pero ya conoces al demonio que te cuenta la mentira más bonita



como que hay cerdos con alas de murciélago



que vuelan y son vampiros,



tranquila que si es cierto



puedes comunicarte con tu madre mentalmente y ella vendrá a verte,



escucharon un chirrido en la ventana mientras vaciaban el cuello del poseído,



mira una vampiresa como nosotras,



Madre eres tú,



si hija soy yo,



te he echado de menos todos estos años vigilándote en la sombra,



te echo de menos también



te amo madre,



veo que ahora eres vampira también



si y acabé con los tres hombres que te quemaron en la hoguera,



esa es mi hija



siempre supe que tenías un corazón de guerrera,



tengo que irme hija perdóname por hacerme pasar por bruja quemada,



no te preocupes mami, siempre supe que volvería a verte.



Nosotras también nos vamos ya pronto saldrá el sol.



FIN DEL TERCER CAPÍTULO



CONTINUARÁ











CUARTO CAPÍTULO







Que trata sobre la visita al túmulo del vampiro ermitaño Miguel, y la boda de las dos amantes vampiresas.







Corría una noche lluviosa de mayo,



cuando de repente tocaron a la puerta del túmulo,



las dos vampiras se encogieron del sobresalto llevaban dos décadas sin recibir una condenada visita,



abrieron con cautela la puerta,



¿Quién llama? Preguntaron.



. Soy el ermitaño Miguel, aquel que vive por los siglos en la cueva del monte del reguero del gato.



Pase, pase bienvenido sea llevamos mucho tiempo sin una visita cochinera,



adelante mi casa es su casa,



póngase cómodo, que le trae a bajar de su montaña,



Os cuento que llevan decenas de siglos mis barbas bebiendo la sangre por mí,



vengo aterrado de estar enterado que un cazavampiros llamado Juan Belmonte



ha llegado al pueblo a investigar los ataques de nuestra amada familia,



que el demonio la guarde en su seno y morada,



vengo a ponerlas en aviso que no salgan a cazar solas,



ese cazavampiros tiene los huevos mu gordos



y ya a pasado cepillo a siete de los nuestros,



las invito a cenar mañana a ambas a mi cueva para dialogar sobre el asunto,



no quiero ver desaparecer a mis dos amadas vecinas que espío cuando me aburro



y se comen la boca y las piernas con deseo y lujuria,



pero bueno ¿no le han dicho que espiar está muy feo?



Perdonadme, pero con tantos siglos uno ya se vuelve un poco verde,



no se preocupe con gusto iremos mañana a la noche,



de acuerdo las espero ansioso,



y cuidado con los caminos de la noche,



con esa estaca de Juan Belmonte.



Cuidado tendremos, nos vemos mañana,



chupe cuellos en paz



igual deseoso de gusto las espero para tomar un cafelito y un vinito de sangre,



hasta una gitana vieja me hizo una canción la del probe Migue



pero soy tímido y solo la escucho cuando estoy triste,



llegó la noche de la cena esperada y las vampiresas fueron a la cueva del reguero del gato



con su gata sombra,



bienvenidas sean a mi humilde morada, pasen, pasen,



más guapas y no despiertan esta noche,



jaja sí, el amor nos tiene con piel de lechuga y picores diurnos,



eso es bueno,



bien de cenar hay gorrino vivo a chupar, sopa de rata de agua,



y la panadera del pueblo recién secuestrada,



se veía bien dulce y sabrosa aquella panadera amortajada con unas bragas rojas en la boca,



la rata para mi gata sombra que está a dieta,



de acuerdo iré sirviendo un vinito de sangre gran reserva traída de las mazmorras de la inquisición,



serviré de tapa lenguas humanas estofadas,



que rico y sabroso huele que alimenta,



ya va espérenme sin salir volando.



Se hartaron a cenar y a beber, una extraña sensación de deseos, sintieron ambas vampiresas



por aquel ermitaño simpático y risueño llamado Miguel Capote,



antes de un parpadeo estaban en su lecho desnudas bajo su embrujo,



cosa cierta porque aquel vampiro era brujo druida,



hicieron el amor con pasión y lujuria toda la noche,



y acordaron casarse las dos con aquel ermitaño misterioso,



pasaron aquellos tres meses tres días y tres horas



de prometidos cazando y alimentándose juntos



hasta que llegó el esperado día del casamiento,



fueron de invitados, el conde Drácula de Transilvania su esposa Anacleta su sobrino Dante Romero,



un ciervo, un centenar de vampiros murciélago, polillas vampiras de los 3 continentes malditos,



duendes oscuros, hadas asesinas, basiliscos y demás criaturas del averno,



sonaba el flamenco y corría la sangre fresca por doquier,



el otoño siguiente vivían su vida de casadas las dos vampiras amantes



eternamente enamoradas y sedientas de sangre.



Fin del cuarto capítulo







CONTINUARÁ







Quinto y penúltimo capítulo







El amor eterno y desenlace



Trata sobre la lucha contra el cazavampiros Juan Belmonte y la adopción de un niño vampiro rumano:







Caía ya una noche lúgubre y cálida de junio,



se podía sentir un hedor muerto en el ambiente,



las vampiresas se encontraban alimentándose,



estaban en la granja de un aldeano del pueblo,



este estaba obeso y sano, de alimentarse de tanto puerco y gallina,



ambas tenían un extraño presentimiento,



como si algo no fuese a salir bien aquella noche,



sentían otra presencia en aquella granja,



y a sí era, al salir de la granja,



se encontraron con el cazavampiros Juan Belmonte,



que llevaba una estaca en la mano derecha



y un brazo musculoso,



se quedaron paralizado con aquel cazavampiros,



como si hubieran visto un fantasma tres veces muerto,



de repente se escuchó un fuerte disparo,



y el cazavampiros Juan Belmonte cayódesplomado,



se trataba del ermitaño Miguel



que había acudido al lugar con una escopeta



intenta dejarme de nuevo sin esposas malnacido



desde la tumba, después,



Miguel se encontraba mordiendo el cuello del cazavampiros,



que se estaba retorciendo como un gusano



en el suelo tras recibir aquel disparo,



ese es nuestro esposo dijeron las dos vampiresas aliviadas.



Caía ya larga la noche,



y nuestras amigas descansaban en su túmulo platicando,



aquella noche de junio había sido muy intensa para las dos,



que ya se encontraban en una tumba juntas



besándose con pasión y lujuria,



llegó la noche siguiente a aquel pueblo maldito sin nombre,



las dos vampiresas se encontraban apenadas,



a ambas se les había pasado ya el arroz



y a su edad jamás podrían tener hijos,



tras pensarlo largo y detenidamente



decidieron adoptar un niño vampiro,



llegaron a la decisión de que adoptarían al pequeño vampiro,



famoso por sus libros infantiles,



aquel pequeño vampiro era de Rumanía



y se llamaba Rudiger,



fueron al juzgado vampiril rumano,



y tras unas largas burocracias tenían los papeles de la adopción en su mano,



tuvieron que sobornar al juez rumano



para conseguirlo,



le regalaron seis botellas de sangre de vino gran reserva añeja,



y una maleta con el cardenal de la inquisición española



Bartolomé Diaz Espartaco, se lo regalaros en una maleta de hierro,



con cerrojos y murciélagos grabados,



aquella maleta tenía agujeros a modo de respiradero.



Ya tenían al pequeño Rudiger en casa,



y fue la mayor alegría de su existencia,



jugaron al endemoniado y al ahorcado,



y salieron a cenar y dar un paseo nocturno,



el verano estaba llegando a la aldea maldita sin nombre,



ya pronto serían las fiestas del pueblo.







Fin Del Quinto Capítulo







CONTINUARÁ























Capítulo sexto, capítulo final



Que trata sobre los orígenes del pueblo vecino endemoniado.







Caía ya una noche de calor y de grillos una noche de julio,



nuestras vampiresas se habían despertado emocionadas,



veían a los murciélagos y las polillas del túmulo gordas y babeando sangre,



vamos bruja esta es nuestra noche hay comida hasta hartarse y son las fiestas del pueblo,



sí, sí, sí, quiero,



¿Me sacas al baile?



¿Me llevarás a bailar?



Pero bruja somos vampiras, no mortales,



Ya veo desde hace un siglo y medio largo,



bueno algo podemos hacer,



le pediremos a nuestro esposo que deje la timidez y nos ponga la canción del probe Migue



que le escribieron,



ni hablar se escuchó una voz tras la puerta,



hace una noche pa’ asar la manteca y no quiero ponerme triste,



por fa, por fa,



bueno está bien pero solo la pondré una vez,



sonaba ya la canción en el gramófono,



Qué le pasará, qué le estará pasando al probe Migue



que hace mucho tiempo que no sale,



dice que se ha vuelto ermitaño en su montaña,



que de ahí no quiere más salir,



allí se hace su cafelito hasta se toma él su vinito;



ambas rieron a carcajada siniestra,



es preciosa amor,



te describe hasta la perfección,



bueno fuera la broma o la quito,



jajaja no te enfades,



hoy iremos al pueblo vecino,



algo oscuro y gordo se está cociendo allí hay vampiros poseídos



que nos están haciendo la competencia,



está bien, al rato se encontraban volando al pueblo vecino,



fueron a la iglesia del pueblo



que tenía escrito en la puerta con sangre, pueblo propiedad



del demonio y Calvin Caín,



tienen sentido del humor por lo menos nuestros amigos,



si, sí ya le entra a uno mal rollo de verlo,



se escuchó una voz que provenía del campanario,



bienvenidos pasen, pasen



¿Da mal rollo ves?



se puede venimos del pueblo vecino



a exponer nuestro problema vampiresco,



está bien, pasad y poneros cómodos,



pasaron a los púlpitos de la iglesia,



y bajó del campanario un vampiro anciano jorobado,



con la cara rajada,



me presento soy Odor, jorobado de Notredame para servirles,



como podrás ver soy vampiro extranjero francés,



¿Qué les trae a mi humilde morada?



Pues bien, últimamente estamos teniendo problemas con vampiros endemoniados



de este pueblo que nos hacen la competencia y nos dejan sin alimento,



está bien se acordará lo siguiente el invierno y la primavera será la veda abierta



para los vampiros de vuestro pueblo, otoño y verano



será nuestra veda para nuestro pueblo del demonio,



las dos estaciones que tendréis vedadas tendréis que ir tirando de despensas de sangre



y sangre que halláis almacenado en botellas, barriles y toneles.



Me parece justo,



una pregunta más y nos marcharemos,



¿A qué se debe tanta presencia del demonio en este pueblo?



Pues corre la historia que san Miguel ARCÁNGEL



bajo del cielo en septiembre porque se gastó todos los dineros en licor, casinos y prostitutas



bajó a hacer la vendimia como todo buen hombre del señor,



y aprovechamos para ensartarle los colmillos y volverlo vampiro,



desde entonces el Arcángel vive en Transilvania,



bajo el seudónimo de conde Drácula ese es nuestro origen endemoniado,



sin san Miguel luchando contra el demonio,



cientos de demonios salieron y se apoderaron de todos los aldeanos del pueblo,



brindaron en sangre,



y todos se fueron a dormir pues ya iba a salir el sol.


FIN CAPÍTULO SEXTO

CONTINUARÁ


CAPÍTULO SÉPTIMO
Que trata sobre el origen de la condena de sangre:





Palidez inaudible:


Era una joven noche, 

caída ya entre algodones de nubes, 
y un hueso de luna 
por blandir el horizonte, 
de sucesos famélicos, 
miradas fugaces, 
y testigos somnolientos. 
Vencido el atardecer 
bajo oscura premisa, 
que todo aliento encarcelaba, 
inquietud disparada 
de fuste en curiosidad, 
suscitada en envés 
y lo más profundo 
del humano anhelo, 
entre belleza y muerte, 
locura o razón sajada, 
juventud eterna, 
mito o paradoja en lucha 
contra lo caduco del ser, 
instinto en deseo servido 
en cáliz del mortal inmortal, 
como juego macabro, 
en inevitable curiosidad, 
un ser maldito, 
condenado a la vida eterna, 
y su sed de sangre 
que le envuelve, 
soga tensa de maldad eterna 
que vive y camina sigilosa 
sin condición de mera elección. 
Sueños encorsetados, 
en nuestra atracción 
por ese lado yerto 
de ser siempre en esta vida 
condena resarcida, 
entre oscuro granate, 
y acecho de ley 
y comprensión desconocidas, 
que emerge de historia 
jamás narrada, 
y seducciones finales, 
de colmillo y paradoja 
terror vecino. 
Leía los recovecos del alma 
transparentados en vivaces, 
ávidos rostros, 
sin esta sed 
que batía como rayo 
de plomo mi entraña, 
convivía oculto 
al sentido que relucía la vida, 
por colmar su caducidad, 
el tiempo jugaba 
en mi caso a otro juego, 
como lucha del tedio 
y sombra de buscar distinción, 
para regocijo 
de no repetir acto 
y maniobra, 
siglos parecían inermes 
frutas que morder, 
sabiendo que mi final 
no llegaría. 
Frívolo llegaba el otoño, 
que peras del olmo eterno 
dispensaba, 
aparentes los rostros, 
satisfechos parecían, 
llegada la hora yerta 
de negrez, oscura, 
flotante, 
algo llamaba estridente, 
era el nuevo hambre de la caza.


Förüq

Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano,  era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola mirada  destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.

No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;

resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas. 

De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.


Förüq




 Candidez y sentido

al servicio de honores románticos,
no hubo na terra,
que cultivar más imaginación,
que virtud en juicio,
todos arribamos a la virtud,
orgullo y perdición,
de jovial inocencia,
sueños en poesía
eran pulcra vida misma,
oh escenario pintoresco,
ungido en feroces, pasionales
llamas.
De lánguido temor efímero avanzaba,
hacedor de tiempos faustos,
en los que tejer ojos brillosos y anhelantes,
mérito real, acostumbrado,
el esforzado vilo condenado,
de sortilegio claro,
rondando me aferré a fundamentos de vida noctámbula
surreal;
de hora parca solitaria que rebrillaba
la sed de mi colmillo en tersitud de filo,
fantasmal lucía el pertinaz sueño sanguinoso,
blandía su deseo,
la tácita recompensa amilanada,
héroe tétrico del norte su silencio invernado,
no me afinqué en ninguna carrera del vicio,
era día de abyecta dicha florecida,
ruina de muchos,
oh creer cielo ganado,
mismo techo,
que habita una criatura tan hermosa y delicada,
ojos expresivos como sangre en sed vampírica,
unas manos que ni mejor pintor,
tratar podría,
tez fría y pálida,
cuan mármol sonrojado,
recién pulido,
su cabello de realeza azabache,
peinarse sólo en fuego pudiese,
su silueta era perfil del paraíso,
asombrado pregunté su cincel de nombre,
respondió:
-Förüq soy Leannán-Sídhe señora hada Reina, dueña de la profundidad, 
nocturnal.



El Castellano Förüq



Asumo un aniversario
digno de recuerdo,

cumplo trescientos treinta años
del designio fausto del
Panida trigo nacido,
en comparativa soy un
mortal inmortal jovial,
si existe la eternidad
me preguntaba al correr
de siglos sin hallar
respuesta válida
cadencia de haber estado 
en existencia puede,

II
He conocido sortilegios,
encantamientos por los
que su víctima cae en un
letargo de sueño para
despertar a los cien lustres siguientes.
Sostener la carga del tiempo
nunca es bastante,
oh, transcurrir infinito
de la sed.
Alquimista de sigilos
y silencios esenciales,
un día susurró mi Musa
que el amor y la seguridad 
eran enemigos
mi esperanza era total
pero no, mi miedo a ser
feliz.


III
Musa Luna sempiterna
era coqueta y en ocasiones
hacía que me muriera
de celos, seguíamos 
viéndonos a escondidas
yo, humilde descendiente
de Candamvis
adorador de Mercurio, 
mi Sol fierro,
anhelaba cobrar mis
lágrimas dulces vueltas
versos por y para ella
siempre veía a los celos
mordientes viles viborillas
invencibles, inextricables a mi temple.



La veía con curiosidad,
como se ve a un Fénix en una caverna,
como se encuentra a un resplandor
admirable.
Mis ojos iluminados
cual sed de cuarzo
bajo sol rebrillante.
Su tez era radiante 
como carne recién modelada
yo como alquimista de un recipiente
de sueños inmutables,
como la dicha y gloria la bañaban,
ya acariciaba una noche memoriable,
al candor de estrellas
y lunas argentas,
la profundidad su belleza imantada
yo era incapaz describir en fúlgida palabra
asordinada.
contemplé su pulido rostro
y papiros azabache cual su mercurio,
en ojos encendidos,
mi tristeza ya era fugitiva,
un rayo de fuego emanó
de la admiración cautiva en mi pecho,
capaz de concederme
en un pálpito inmortal,
mi corazón no cabía entre costillas,
tantos años se materializaron,
de ferviente amor por ella,
mi no-estrella mi viva Doncella Escarlata.



Förüq





CONTINUARÁ

Capítulo octavo

Que trata sobre el resurgir de la Condena sedienta de Sangre.

Amante fantasma:

 

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Hablo desde esta sombra

que me habita,

un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,

mi vida que jamás se consume en desquicia,

rajo este sol que visita tu retina,

espacio derredor acaricio

en agujas que te cuelgan el techo,

flor con flor brilló nuestro corazón,

una luna tejida por su alarido

a galope del viento en mi mundo

te alzo en piel de piedra

crepitando tu rayo que me cuenta

de tu vena y su carcoma

muy lejos de la tierra hilvano tus ganas

con destello furtivo

de sed de abrojo

cambio tu vida a mi antojo

sí tu pecho en rojo,

sabes quién soy

soy fantasma que sólo tú ves

flagrando el viento a tu merced,

háblame del puerto y su negro sentimiento,

háblame del cuervo,

de tu alma sin cuerpo,

ven, ven a mí

veremos el amanecer

en la sangre de mis ojos,

acabaremos con el destino inerte

que cruza mi suerte,

ven de nuevo quiero verte, apoderarte,

alimentarte de mis rosas desangradas,

es por tu roce que mi sangre bulle

y jamás de ti se esconde

te siento en cada silencio seco,

en cada eco de oscuridad

que a mi espíritu sucede

cómo no tenerte

si por tu idioma me florece el verso,

piel con alma simiente del atardecer,

umbrío cae su sonido;

Tu cuerda que afina el grillo

y cigarra con su guitarra

acantonando nuestro oído,

es por ti que mi suplicio cae investido

fiel a recorrer tu segunda vida,

ninguna mentira me dijiste,

el miedo ahuyentamos juntos de la mano,

la noche llega de nuevo en tu pupila

de esferas yertas

y sus paraísos de hielo

que cruzo al verte

quiero que me sigas sonando

eternamente la noche

para todos los siglos

que empieza nuestra condena

sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.

 

 

 

II

 

Hablemos hoy en plata de tiniebla,

oración de tu sangre yerta,

cumbre febril de hoguera quieta,

ese cuervo descubrirás su poder,

yo iré de tu mano,

manso tu poder sembrado,

aunque no entiendas

no preguntes por qué sigo a tu lado,

el puerto negro te llamó

y sentiste el poder de tu pasado,

nadie permitió que desembarcaras,

capaz eras de romper la cuerda

que sostiene las dimensiones,

ni vivo ni muerto

niega tu osadía,

cruzaste la puerta de oscuros lirios,

tu amor a la flor

al creador conmovió,

resoplo tijeras rojas

en grises ideas,

desenfundo mi filo,

crepitan arduas espadas,

respetaste la muerte y ella

respetó tu vida.

Crascita tu lozanía,

entre forrajes

y soles pudientes,

desmenuza tu silencio,

clavando yunques

de paredes granates,

el peldaño irá cuesta abajo,

cabalga tus lindes despiertos,

libérate de insectos que caminan,

turbios azares me cuentan

de tu devenir rizado

al filo de la navaja.

 

 

 

 

III

 

Anochecer de mi vida,

en tu patio de la araña,

rezogan clarines esquivos,

yo soy lira de alma consumada,

vicisitud ensimismada

de tu azar en semblanza,

vivo flagrando tu azada,

pulcritud entre cristales rotos

esa soy, bruma en tu noche,

claridad en tu día

luz de cada siembra,

arena del tiempo

enclaustrado,

vine deshojando recuerdos,

hoy me diste voz,

no seré yo tu perdición

sino el camino a tu salvación,

viviré mordiendo tus rosas

que desangran tu amor,

liviaré lo liviano,

afligiré temor al miedo,

seré aliento perdido

descubierto,

te abriré mi reino,

las escarchas serán los colores,

viviré besando tus flores,

limaré abrojos nacientes,

serás estaca del destino

servir a tu alma sin nombre

me alumbre,

camino de mis flores desgranadas,

sangre de tu reposo

mi amada espina del señor.

 

 

Förüq

 

 

 

Yo reposo despierto:
No hay texto alternativo automático disponible.

 

Danzo con el Diablo y bebo sangre,

soy mío y de la sangre,

sirvo muerte en vena cava,

ven a mi reino que no se acaba,

soy ente

en hueso de muerte,

vampiro de honra y muestra,

por ese colmillo

la madera quedaría

en yunque de calcio,

tengo novia y qué

otros se apropian de una lombriz con mandíbula,

la sangre me llama

como cuarto oscuro sediento

de una vela,

hoy por mí

mañana por mi sed yerta,

nadie me alcanza

con mis alas oscuras,

de azabache de noche

soterrada,

me encumbro de lo vivo

porque soy

señor muerto-vivo.

 

II

 

Rompo saco los ejes

de esta imaginación en campana,

yunques despiertos me clavan

que llegó mi momento,

taciturno lustre oxidado,

alas en bronce agujereado,

es por mí es por ti

que dicta este haz, apolillado,

polvo en el viento

sombra desterrada,

el alma de un cuervo,

un granate dirige esta mi sed,

hasta ser color de ayer clavado,

al limpio, seco, duro faz ensartado

cabalgo que avanzo

y sombras me acompañan

esta visión serena, opaca, angelada,

siendo directriz fusilada,

que late el cuello de la penumbra,

cuando oscuridad llama

estoy sembrando objetivo

de mi postrada calma.

 

III

 

Tiempo que se oxida

en este vilo,

eternidad azogada

en negras tijeras,

es el tiempo

de mis murciélagos emergiendo

de las sombras y su madre,

se estira otra primavera

por mi avenida,

me mordieron

y no me arrepiento

de mi nueva vida que tiento,

oscuros silos me acogen

donde sembrar alaridos

de vidas traspuestas

a mi fría caricia,

soy ente de otro ente,

mi sombra me quiere,

yo la digo que un día la alcanzaré,

que muy lejos no vaya,

avanzo que trenzo

el tiempo de mi suspiro helado,

para no tener alma

ni espíritu de hielo,

sólo una sed de vida

por repletar,

de un horizonte al hierro

encontrado,

de una arteria

hago río de sangre

en mi adentro.

 

El Castellano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Förüq breve recopilación:

 

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Hablo desde esta sombra

que me habita,

un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,

mi vida que jamás se consume en desquicia,

rajo este sol que visita tu retina,

espacio derredor acaricio

en agujas que te cuelgan el techo,

flor con flor brilló nuestro corazón,

una luna tejida por su alarido

a galope del viento en mi mundo

te alzo en piel de piedra

crepitando tu rayo que me cuenta

de tu vena y su carcoma

muy lejos de la tierra hilvano tus ganas

con destello furtivo

de sed de abrojo

cambio tu vida a mi antojo

sí tu pecho en rojo,

sabes quién soy

soy fantasma que sólo tú ves

flagrando el viento a tu merced,

háblame del puerto y su negro sentimiento,

háblame del cuervo,

de tu alma sin cuerpo,

ven, ven a mí

veremos el amanecer

en la sangre de mis ojos,

acabaremos con el destino inerte

que cruza mi suerte,

ven de nuevo quiero verte, apoderarte,

alimentarte de mis rosas desangradas,

es por tu roce que mi sangre bulle

y jamás de ti se esconde

te siento en cada silencio seco,

en cada eco de oscuridad

que a mi espíritu sucede

cómo no tenerte

si por tu idioma me florece el verso,

piel con alma simiente del atardecer,

umbrío cae su sonido;

Tu cuerda que afina el grillo

y cigarra con su guitarra

acantonando nuestro oído,

es por ti que mi suplicio cae investido

fiel a recorrer tu segunda vida,

ninguna mentira me dijiste,

el miedo ahuyentamos juntos de la mano,

la noche llega de nuevo en tu pupila

de esferas yertas

y sus paraísos de hielo

que cruzo al verte

quiero que me sigas sonando

eternamente la noche

para todos los siglos

que empieza nuestra condena

sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.

 

 

 

Förüq

 

 

 

II

 

 

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Tumbado el horizonte

se acuesta mi ilusión,

este mundo arde en un verso,

la decencia queda volcada,

la gente se pierde en el alambre

que sujeta el verso,

mirada a la tijera

y que suene la campana,

todos mis sueños quedaron amados detrás,

yermo el terreno mecía un alarido

por la tierra que no estaba muerta,

vuelo sin suplicio dormido,

la acequia mi sangre lleva,

pierdo el control por quemarme con su luz,

resumen de lo vivido en la esfera de su retina

más que un crujido de mi ventana,

al viento le pido me acerque su latido,

camino por fuera del límite,

anudado el tiempo y sus cuchillas doradas,

sol tras sol, día tras día,

todo lo haría para que te quedaras en mi vida,

graznando viene la noche

por el círculo dibujado por la luna

se cava la llegada del día,

desde el lugar que yo amé antes,

te escucho gritar,

la oscuridad me sostiene

con su manto templado,

vuelo al alfeizar,

tu habitación muerde mi pupila,

el tiempo me vio nacer cuervo,

jamás rendido desde una torre a otra

exclamaba el perdón de los Dioses

por alimentarme de sangre,

llegada la hora

que luciérnagas cuelgan noches en los robles,

se abría el reguero de mi sed de abrojo,

la araña tejía su cena,

yo te esperaba como cada noche,

los minutos derretidos en mi colmillo,

granate albor se deslizaba por la tercera campanada,

tibio, parco, sumiso, el sentido,

se vencía mi sed de nuevo,

concluida la estampa de la sombra,

que araña cada grito en su cama,

danzando mi calma.

Hoy no será una noche cualquiera,

se prende la hoguera,

la sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento

yo no me acuesto,

limo mis nervios con acero,

la lluvia canta en mis oídos,

será otro amanecer violeta postrado,

mírame soy el alba de tu amanecer

hoy no me verán perecer,

mírame voy por ti.

Soy Förüq.

 

 

III

 

Estupor nacido

tus brazos no están lejanos

a través de los tiempos

todo lo que siento

es un ramillete de estrellas

esperándote en la cruel avenida

de ángeles estrellados en sus caricias

puedes verme caer en mi subrepticia

vida que para en vivo

y me deja verte

resumen de lo vivido

cuando la noche comienza a sonar

yo vengo por el camino de las espinas

hoy que no se bendiga

me mantendré esperando

con mi soledad por ti

ecos de un tiempo

que se desvanece en el vértice

si ese por el que colgar mis ilusiones

gana el horizonte

yo era más viejo a la entrada

de las nuevas visiones

yo cambiaba el tiempo

en la hoguera

al parpadeo estaba besándote

al fulgor crepitando la estrella

en amor latidos sordos de penumbra

me cuelgan las pestañas

todo te lo di

y te di más que nada

me enraizan las malvas en mi nicho

hoy seré yo quien muerda tu cuello

al son de la luna seré el vampiro despierto

a través del tren de la noche

atravieso zarzas y cardos

hasta llegar a tu ventana

el azabache es llorado de nuevo

queda tu corazón de cuarzo

la noche se mueve

mis grillos cantan un réquiem por la flor

se despierta un cuclillo en amor

eres mi fuerza, eres mi hombro

me deslizaré en tu cuarto

cuando las sábanas arropen tu cuerpo

y yo beberé de ti el sentido

hálito de vida en hierro

esta noche de primavera

que corría hacia atrás

seré espectro en oración

hasta llegar a tu puerta

y devolverte a la nueva vida

tiempos negros me trepan

cuando su eco sordo

baila en mis pestañas

me fumo un cigarrillo

a la hora que lechuzas despiertan

se oye el resquemor de tu ventana

mis colmillos brillan

tú dormida sientes frío desde tu cuello

a tu sentido

visiones de tu nueva vida

te entran despiertas

y yo ya no estoy en tu cuarto

por las violetas nocturnas

recorres la grama de tu patio

comienzas a explorar tus nuevos sentidos

y escuchas en tu cabeza

bienvenida a mi mundo.

 

 

 

Förüq

 

 

 

 

IV

 

Resueno

en el borde del papel

la condena dilecta

que marca un futuro

en subrepticia subyugada

a la luz vuelta oscuridad

del alma deseos de sangre

que jamás se cumplirán

solo la sed de vida por gastar

besando en la noche la sed

de vida ganar

asesinando creencia,

aliento y latido

en la oscuridad vuelta luz

un silencioso lugar

sólo el latido escapó,

el espejo no refleja

lo que reconozco

y mi vida va quedando atrás

solo tu mente atrayendo

para sentir el aliento.

Deshaciendo este frío

hojas y hojas de pensamientos

van cayendo

cuando me paré a mirar tus ojos

que ahora no puedo borrar

ni en oscuridad.

Te voy viendo llegar,

tu calor y corazón latiendo

estáticos dueños

de su tejida existencia,

te veo en paciencia

y me voy adueñando de tu pensar

mas que sangre

quiero cerca tu vida

para yo sentirme con otra

que hasta alma tiene,

y se va desgastando el camino,

los pasos trazados

se vuelven ilusiones.

Un día derretido,

el segundo quedó en vacío eterno

sin manipulación

de un ser superior

no puedo ayudarme

en este frío y vacío espacio

cada noche

deseo sentir tu amor

algún día

para siempre.

 

Förüq

 

 

V

 

Avanzo despierto

las sombras por carretera

del mundo inerte

que vive en la sangre

por brotar yertas espinas

grazna el cuervo del lugar

y los altares gotean

sangrando murciélagos

ojos ausentes de sus ojos

que juzgan en su mentira superficial

qué necesitas

cuando todo suena a final

y el circo de la sociedad mece

y teje tu actividad

rojos al mirar

guerreros del abismo soñados

no cielo para vivir

eterna batalla espiritual

del interior de la tierra

llueve de nuevo

nubes se derriten

plano elevado en vida

único libre de acto y pensamiento

al océano de hierro y construcción

solo un deseo que se pudra en albor

y el resurgir venga

brillando sangres

mas lombrices maldiciéndose

por haber acabado su hogar,

desaparece y viene la oscura noche

a pesadilla mece el sonámbulo devenir

de quién me habla en mi cabeza

diáfano cuarto donde se clava

el sembrado silencio

donde el respiro cuelgo del techo

crujiendo paredes el sentido

me nubla los ojos

hay algo que me llama

es el hambre de la caza.

 

Förüq

 

VI

 

Iba la tiniebla bajando mi escala,

iba vestida como florece una roca

de anchas y hondas calzas,

desertora de la mundanal zozobra

que me acusaba,

bajaba y se preguntaba si la luz estaba con hambre,

entonces abrí la ventana y apareció su madre,

azogada, cansada de ocultar la luna,

abrió sus oscuros párpados

y una espectral sonrisa se dibujó en su cara,

para decirme: -Esteban su Sol ha muerto.

¿cómo?

Entonces encendí una lumbre,

y lentamente devoró aquella madre oscuridad,

mientras yo escribía una elegía,

posó mi ventana un cuervo,

que dijo: -Noche siempre.

entonces un vil recuerdo de mi Sol

cruzó mi mente,

yo que le creí invencible

ahora la luna era una esfera negra,

un espectro se colaba por mi ventana

era una mujer sembrada en sábana,

me acarició el hombro con su manecita helada,

ella que dudaba más de su existencia

que la propia duda,

entonces miré mi imagen en el espejo

y la imagen me devoró el rostro,

ahora lucía una piel pálida

como la arena

y unos colmillos que atravesarían la madera,

era el inicio de mi condena.

 

Förüq

 

 

VII

Mi polilla desvencijada

nace del espejo que crepita

una boca de esfera y su artificio,

revoloteos en torno a la bombilla

que más quisiera ser ella la estrella

que te atrae

tu noctámbula sed

de espinas blandidas,

un viento lunar se reposa

en mi ventana,

siega del mar oscuro

que todo tiñe de malva nocturno,

hoy estoy aquí

ante ustedes cigarros

para latir

y que vuestro color

sea expulsado,

recibo que acuso

ponlo en mi pierna

caminaré el infierno

por si consigo pagarlo

con mi sangre algún día,

serrana se torna mi almohada

de su musgo y lozano rostro,

por el canto de este caracol

que ya no late se quedó seco

en su intento,

es una luna menguante

y su aguacero litigio áspero,

un iris y un prisma lejano

es mi hombría un surco

en mi jardín de cementerio

por el estío rígido

y sus cristales de hueso

de un sol

que le enfadaba su luz.

 

 

El Castellano

 

VIII

Seco y duro, seco y umbrío,

corría el linde quieto

por la arboleda despejada

daban las tres y treinta

de la madrugada que se marcha

por oscuro diván de la sombra,

un espejo tímido sonaba,

el reloj paraba,

con un grito de estrella,

su alcoba fría en la que despertaba,

no quedaba viento de palabra,

ni pensamiento ágil que en eco no quedara,

lanzó aquel espejo contra el suelo,

y rápidamente sangró un borbotón de sombras,

se abría la noche y sus quimeras despiertas,

brotaba de su ceniza de pulmón,

el irisado que la oscuridad clama,

quedando para siempre

su alcoba fría y vacía,

sombra de aquel que sonaba una noche

que ya escapa.

 

El Castellano



Fin capítulo octavo

CONTINUARÁ


CAPÍTULO NOVENO DESENLACE

De hecho,

no sólo la observaba con atención,

aquella doncella imbuía un eterno secreto,

capaz de surcar llameantes abismos

y dejarlos todos de matiz sanguinoso,

su mirada tenía una luz inaudita,

cual sangre de hadas cristalizada en ámbar.

Imaginaba sus besos, del candor más hábil temperado;

sumergirse en el mundo etéreo era hablar con ella,

llevarla flores, como si estuviesen por extinguirse,

quería Förüq compartir

con su Escarlata toda su felicidad y admiración

cursaba, como si tiempo no hubiese

debido para él apenas transcurría

sólo su sed llamaba a descubrir su secreto nocturnal

ella podía desconocer,

de incierto modo su letargo sin su compañía

tañía su tercera campanada,

su palidez ya se oía en el deseo su dama,

y su testarudo turquesa de ojos hendía

su palpitar hermoso.

Quise llevarle luz como mensaje en una bella golondrina,

siempre querré tu vera

como designio manda Ares y Perséfone florezcan todas flores

al caer la primavera;

su mirada y belleza no eclipsaba hipnotizaba,

mas su color y ternura de entraña enhechizaba,

hasta el alma más helada.


Förüq


IX

Menguante vestía la luna su traje,

una noche sempiterna un diciembre;

la lluvia acaecía en el rostro

más terso,

donde todo acaecía

en la villa su Campiña,

hubo un festejo de alta alcurnia

allí se presentó un viejo noble comunero,

brillaba más su extravagancia cautiva

que su nobleza,

él era anhelante,

como explorador observante

de la más pura belleza otorgada,

su melena era de un hombre arriado

las tierras del norte,

sus ojos encendían una curiosidad innoble,

por determinar su fausto origen y linaje perdido,

brillaba en ellos una llama oculta

de luz congelada,

como del mercurio atrapado en sus cuencas,

fijó su fría mirada fija de admiración

en una comensal que rizaba su cabello largo azabache,

era una doncella de un castillo olvidado,

pasado el puente vestigial, sobre el río tajo,

sus gestos y desmanes extravagantes

y de educación sin par ancestral,

pronto llamaron la atención su doncella perdida,

invitada,

quedaron en dar paseo bajo la luz de luna,

y los candiles de aquella aldea,

pronto se vieron en una conversación

de seres y leyendas

de encantos y sortilegios,

quedaron en descifrar su acertijo de mirada

adivinando lo que quería el uno del otro

en aquel rayo de luna morena

ocurrió el beso inextricable

uniendo ambos sus colmillos.


Förüq

CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA:


Era una mansión abisal,

de tres gárgolas vigías

custodiando un laberinto inextricable

de la orden el fuego su espejo;

guarida y morada de corceles centauros,

la flor de Hércules crecía de una luz

lejana, sigilosa y eterna,

crecía de aquel inframundo

un olmo eterno guardián,

todo hojas en ojos en llamas,

viborillas por ramas.

Hidras y Esfinges, como Medusas

avisaban con su acecho yerto

del peligro, refugiaba,

aquella guarida maldita

que hasta dioses temían surcar.

Aquel bosque umbrío de laberinto,

era de aguas azabache y brea encendida.

Poso de almas errantes y jinetes difuntos,

todo servía a la sed de sangre,

en esta fortaleza se custodiaba

la llave de la virtud jamás enseñada


mas había...

FÖRÜQ Miguel Esteban


 II


Más había un cerro

las almas condenadas,

en su cima era de nieve roja, sangre congelada

allá germinaban las semillas del mal

y odio resplandeciente, su deshielo

alimentaba el río la Estrida tiniebla.

Toda bestia aguardaba el regreso de Perséfone,

mujer de Ares, Rey de aquel inframundo.

Así con ella, recibir órdenes a cumplimentar

sobre la tierra Numinosa, del humano ser.

La virtud jamás enseñada, custodiada,

era tan ambicionada por los héroes del mundo fértil

cual néctar y ambrosía, los castos dioses.

Requería aquel cerrojo del portón, de tres llaves,

sólo conocidas por Perseo, un semi-dios,

había que cercenar tres ramas de tres espinos

que allí sangraban, áureos de plata, bronce,

y titanio, si destino dictó y era semejante...


III


Semejante empeño cuando se llega

a las fauces del Averno,

este árbol triple en espinas dorado

se esconde del ímpetu errado

sólo el nacido de la sangre de los dioses

es merecido a ser guiado por el negro cisne

fácil es bajar al Averno, ardua tarea

regresar y escapar a las auras del cielo

las aguas de los lagos estigios

y su río la Estrida brotaban de esta guarida

que misterios todos, acoge,

junto con toda el agua abismal

nutre cada pozo, también había una encina

turquesa, donde se podía escuchar

los fúnebres gritos de un cuervo blanco,

era morada de almas errantes y espíritus

que sólo su oscuridad abrigaba.

Quien escribe ofrenda al sacrificio

la mitad de su locura, extensa, habitada.



Förüq castellano Miguel Esteban


IV


Arribo a ofrendar mi designio

en cuña demencial, su mayúscula mitad

a la tierra Madre Tiniebla,

tierra almas inconscientes, velan las muertes.

Allá en venas de pedernal florido,

fondo de idea mística, por anchas fauces

de siglos dormidos, adentro al reino las Sombras

surco su corriente de aguas vivas.

Se descubre áureo templo, llama oculta,

la virtud eternal, jamás enseñada;

cumbre de lágrimas, y flora suelta,

de bellísima cima y ribera

después de la vida, y aquel Quimérico viaje;

después de la travesía sendos castigos

florecía la luz sigilosa como atónita

una purificación otorgaba una sed de justicia

universal, nunca llamada, sólo aparecida.

Poderoso pensamiento en rayo de dioses, diosas.

Era esa virtud cual misma puerta todo asigna.

Aquel mi destino me asignaron mis hados

quedó ampliamente saciado y cumplimentado.


Förüq castellano Miguel Esteban


V

Era difícil, intrincado, liado, enmarañado,

inextricable, el cerrojillo de Perséfone

con el que sellaba el Averno, y su laberinto

en espejos de fuego terso y alarido vaporoso

todas razones rebosaban aquel lugar;

su llenez bastaba para anular a todas.

Incomprensible giraba la virtud custodiada

como una esmeralda araña tejiendo su tela

quedando como sangre de sabiduría coagulada.

Un coro de grillos aturdían a las Puertas

el eral donde yacía aquella sabiduría

jamás enseñada, sólo aguardada era,

por designio los castos dioses.

Tarea inmensa, en dificultad guiada,

TAREA MILENARIA

Como adentrar los hoyos del Sol 

en busca lo que nadie vio jamás,

aquella áurea, sangre de estrella lejana

y cercana. 


Förüq Esteban er-lobo bohemio


VI

Llegó un día olvidado, a aquella guarida

intransitable, un vigía Centauro

llamado Förüq, sediento, atravesó

el bosque umbrío hasta el lago sangre

formaba el pozo de AIRÓN, al beber,

se le acercó una cierva blanca,

le dijo que ella era la dama del río Sangre

y que su intención era compartir

el secreto de la virtud custodiada;

y así volver a ser el Hada Señora,

Leannán-Sídhe, dueña de todas Profundidades

le reveló a aquel centauro Guardián

que el cerrojillo aquella morada

sólo tenía una llave que la formaban tres

y era el amor más puro, y primigenio nacido

que era como una llama líquida de esmeralda

y la poseía la araña turquesa, en su

portón de Tierra,

el centauro, ayudó a la cierva Hada

y se aliaron, para poseer aquella virtud

jamás escrita hija de las tres potencias,


Förüq


VII


A través de las oscuras llamas

del inframundo terreno, guarida abisal;

como Centauro, arrastro infortunios,

así como sucesos caducos, despertó en mí

aquella alianza con la cierva hada,

el poder obtener todo lo que el Cosmos

me negó, acordé compartir aquella virtud

y llave purísima, eternal, con ella,

mi pinche compañera Leana.

Voy rumbo a abrir el portón de Tierra;

aquella araña vigía turquesa,

era hija del Soberano Júpiter,

planeé finalmente sobornar con amor

mi propuesta al llegar a ese abismo de Plutón

fue brindarle nueva fortaleza, morada

el  castillo umbrío y olvidado de Hipsípila

con sustento absoluto diamante y felicidad.

No se negó y solo pidió un acertijo:

-Sólo una palabra otorga respuesta a mi pregunta.

¿Cuál es el nombre?...


Castellano Mercurio


VIII


¿Cuál es el nombre nuestros ancestros pusieron

en el idioma más antiguo, al pájaro misterioso

azabache mora las ramas de nuestro tejo

milenario maldito?

El Centauro recordó que su nombre referenciaba

El color aquel pájaro y el signo su luna

-Arriesgándose, -Förüq, respondió

a la araña turquesa con acierto.

Entonces le otorgó localización

de las tres ramas abrían aquel cerrojillo

de lo que custodiaba, rama de cobre,

rama de plata, y rama de titanio.

Al obtener y desnudar aquella virtud,

se desveló que era la belleza,

madre de las hadas, y padre del arte,

reflejo e impresión en poesía,

aquella virtud nunca enseñada,

sólo hablaba como demonio antiguo

cantando en forma de Fénix

decidieron el centauro y la Señora Hada

difundir aquella virtud de belleza y poesía

por todo mundo conocido, en pacto de tinta

y sangre.


IX

Aquel pacto de tinta y sangre era vitalicio

consistía, en difundir la virtud de belleza

y poesía en forma escrita sobre los reinos

cubriese los cielos y auras vivas,

en amor y dedicación,

su fidelidad y complicidad era inseparable,

el centauro Förüq y  la cierva hada Leannán

no permitieron que reinos abisales

ni criaturas errantes osaran tener la virtud

restringiéndola a la llave de sangre viva.

Aquella belleza escrita, era una virtud abierta

nunca cerraba su lleneza ni quedaba completa

fueron ellos custodios centinelas

del arte escrito en poesía

fijando a toda buena obra un amor

de satisfacción y alegría indeleble.

De razones virtuosas, y del alma heridoras.


Förüq y Leannán-Sídhe



I
¿Qué esperas, en el concilio de los caídos?
¿Esperanza de redención?
Se derriten las paredes
del sótano de luz.
Su habitación que esperan las almas
del placer.
Todo cuenta y danza dantesco
el sortilegio
de luna soslayado.
Crepita el devenir
deshojado,
su verdad todo envuelve destellante
y brilladora.


II
¿Qué esperas lavar en esas habitaciones?
Puede, tus fúlgidas respuestas.
Una salida al sendero
inextricable;
todo lleva, y nada de vuelta.
Volvemos a comenzar.
Estruendoso litigio
de lo que la espera
indujo a permanencia
en libro perdido,
mi decencia ahogada.
Escudos de salvación
al amor perpetuo.

III
Sin solución avanzo,
Ventanas como miradores
a un final sin comienzo.
Final, sólo de sembrar
simientes en el corazón del sueño,
jamás abierto
tu Sol negreaba
como ascua perenne.
Un millar de leyendas 
trashumantes,
me abarcan, no canto canciones,
ni poemas.

IV
A una fallecida,
la vida sólo canta
y danza, a la vida.
La muerte sólo dicta 
y mantiene lo que es de ella.
Vida para el vivo
muerte para el muerto.
Por lo que proclamo
cese y automático
blandir de mi viento solar
y semilla ancestral.
No hay alma,
no hay alma aquí,
la mía tiene el valor
de brindar tu cara
a mi rostro,
porque no hay certeza,
para mí, existas sin quererme.

V

Escalo tus venas,
entre un horizonte
de razones heridoras
y lúgubres, parcos, silencios sonoros
en el callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso sedoso,
todo hecho de rocíos entre flores,
puedes oírlo,
pregunto,
siendo destino,
y barco dirigido,
a donde coronan cumbres
y sus vastas nieves,
mi ánimo que desplaza cerros,
y sus frondas suaves,
no vine a deshojar tu cielo,
sólo a contemplar
que era hoja mecida al aire,
colgada de una tela de araña,
bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en hojas...
Sangre de estrella,
oh, nácar flamígero,
fuiste más allá del suplicio dormido,
roca del destino,
y puridad de roce,
no te bastaba incendiarme
de la esencia más húmeda,
llegaste amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos huidizos y fulgentes,
desquieres de barro y simiente,
a la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso de trigo, y esparto,
en hoja de celindo y madroño,
vine por tu hinojo de abajo,
a precipitarme exhausto.
Como precipitación del ojo de tierra,
era mi canto
como un dulce abrojo,
y filoso como la espina un majuelo,
almendra rápida era este enjuto silencio,
vestido de las rosas perras del escaramujo,
eres real, plañe toda sinestesia,
me voy retirando,
lamiéndote como un paloduz,
sopesando tu crin y brebaje,
no vine ayer
si asegurara
llegaré,
al saber que te conoce.

Förüq er-lobo bohemio

VI

Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno.
En el suspiro de amor que
corre y descansa entre la
inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó
a ver la belleza que envuelve
tus piernas, adentrándome para
reposar siendo una sombra más,
y te encontré en mi sueño más
cálido, en el cielo encerrado
que liberé. En la noche que la
luna baña tu cuerpo, y en la
noche que mi amor corrió por
tus pechos.
Y te amé aunque fuese un día
en la penumbra.
Para así no olvidarte nunca.

VII
Profecía de una noche
que diluía entre tu cabello,
siendo fuerte como luna
semper, y ángel dorado de espera,
hemos venido del plateado halo,
disparando alto,
hijos de luna y signo azabache,
oh, símbolo claro de visión, y vida,
lozanía, que tengo tu carne,
y en alma sembrado el otoño,
y la caída de tus muslos,
entre mis muslos,
de espadas,
y jornadas como vetusta armonía,
cuenta el divino laurel,
su soledad última
de naipe y candelabro,
sentado en la tarde amedrentando espumas,
este sol que ya cae,
oh, flor de gozo, desprendida,
lampos de mi acero,
vieran mi yunque y forja sembrada,
esta sábana que nuestra,
no me acaba,
me iré sí, sin pausa;
por muerte sola,
sin casa, sin cuerpo,
sol amarillo, de otoñada bruma nocturna,
ala vieja asidua, perenne,
nacer de otoño erige y dice:
-Te quiero, como ruego,
y voz de vuelo herrador, y errante,
una luz envuelve sempiterna, un septiembre,
donde la lluvia eres tú.

VIII

Estallase toda gloria
en aire algún sortilegio claro,
danzando mis apuntes
en torno un fondo fantasmagórico,
reluciendo nota sobre un cable puntiagudo,
la profecía de cientos, miles,
constante, de ágil hocico de riera,
hombre desnudo y un sólo anhelo
como cristal partido,
sonidos de vida en campo perdido.
Flor de barro haciendo reflejo,
destellos en horizonte hacia
las nueve puertas del Averno,
muchas fuerzas sondeando,
corte sobre una pala,
oh pies de barro sobre la paja,
agrupando oídos en bucles,
tumbando retinas,
en el vado, del mundo hecho,
músicas en copas de hadas verdes,
voces de muertos hendían,
surco y sangre adormecida
oh local de la armonía,
susurraba yo a su orilla,
su historia
como río crecido,
cocería cintura,
entre juncias y caléndulas,
reposar segura violeta sombra de noche,
que traes invicta, sonriente,
temblar, donde yace y se inclina
el barbecho dorado,
alzaba acre de bien semilla
confesa, prometida,
la victoria de la luz se erigía flaca,
bancales atrás,
la dificultad no me arredra,
oscuro patio, de ti bañado,
cuál precio he de poner,
a sus semillas.

IX
 Mi mujer fantasma:

Mi ausente estrella,
murmuro de grito silencioso,
nota de terso metal crispado,
un sigilo de viento nocturno
descendido,
que sangra tu voz
en verde grama
de aullido solar,
vespertina estrella
que refulge tu eco solaz,
llana entre quejumbres,
alza tu violácea brisa
ensortijada,
como blanca aurora fugaz
entre sienes
y aladas razones de mi corazón
sin mi pecho,
que tu luz siembre mi carne
y germine siendo flor de mi sierpe
hoy y siempre alzaré mis rosas desangradas
sobre Galatea
partirán oscuros sones
mi hiel bandera,
serás tangible
como yesca espera,
abre tu espíritu de hielo,
retemblarán negras caléndulas,
y rosas de difuntos
entre crisantemos
avalando tu áureo nombre,
llorará tu etéreo faz,
alzará tu nombre yerto
que mi ser injerto
orando a ti
mi dulce amada fantasma,
viniste a despertarme el invierno,
para ser solsticio
de eternidad sin nombre,
ni suplicio irisado,
hoy por hoy
viniste para ser siempre
sonrojando
mi invectiva condena
de observar el sonido de la noche
en tus ojos,
vine a coger tu mano,
y descifrarte
como azul enredadera,
late,
sé disparo de plata,
inmortal hacienda
en la que vivir
siguiendo la azur estela.
Te amo sin manto ni rienda,
te brindé
mis flores argentas, solitarias
desangradas en tu tez serena.
Veré para siempre, en cada siglo
el sonido de la noche en tus ojos,
lividez carmesí flamígera,
en nuestra condena
que dictó la posesión
de tu alma certera;
para siempre deslumbrar
que llegas en otoño
para ser el añil invierno
que me desposee
y llena mi vida
de ti mi amante estrella fría,
mi dorada ausencia repleta,
te extrañaba
viniste mi no-estrella,
que yo te creo, tú me creas.
incendia mi semblante
arderé el abismo
para sembrar allí
mis latidos por ti confesos.
Miel de tu sombra,
mi cariño,
un azar de nueve venas razones.
Vivirán a tu lado
todas mis densas, sanguíneas
ilusiones.
Donde yace,
donde tu magia,
es tu halo intransigente
que esta vida dictó
fuera mi sangre,
certera posesión
de tu alma en comunión
de astro padre
y luna madre,
rizarán ascuas
que sembraré tu luz,
y tu alma será carne.
Mi amante fantasma
quiero aceptes mi mano,
en sediento compromiso,
azar desvelado en despierto iris,
su sombra de flor oscura.
Que yo amo.

Förüq a 26-12-2018

Por ti labraré el día,
mi Luna compañera,
mi Luna aeterna,
oh, cuánta sangre mía,
regó esta mi soledad de tumba abierta,
que me camina,
por el sol de junio un mayo despachado,
avanzo, abro el solo Parnaso,
mi sol ya no luce cansado,
abren dulces lirios negros,
el compás mi destino atronador,
era un capataz,
era un sembradío del brillo primero,
un arpa y un arma de carne
y verso, beso tras beso,
un dulce designio invernado,
hollín de luz,
en esta fosa cava mi amada,
tercer lucero mi firmamento,
igual y primero es,
sangre negra de luna oscura,
por la esencia azabache,
de nana y cuna argenta,
soledad, oh soledad d' este pobre diablo,
ungirás mi dicha mañana,
que te pierda,
hoy veré esquelas por astros,
y oscuridad fluirá
como bruma siempre gris,
me atisba sola idea,
velo de tormenta
y nácar una esquiva sonrisa
sin volandera
ni ascua desapagada
por lengua,
al olvido perenne no danzo,
vida de una vida bajo tierra,
me trajo,
a este filo diamantino, 
blando, de tajo,
alto silo de luna,
hoy te canto,
que sin tu penumbra venidera,
ni dormido me alzo,
oh, compañera,
no me desampares camino 
de escuela, ni honda hoguera,
tu inocencia,
oh, preñez de sílaba,
polvorosa y escarpada,
haz que acabe con un beso libre,
lo que nunca comencé.


Förüq



FINAL

Sanguinoso, solícito

   LLego desde la fúlgida sangre, desde la espiral, enterrada en lo más profundo del corazón de la tierra, desbordadas van ya mis venas, que...