Relato Sangre yerta:








Capítulo primero:
Era una noche oscura de diciembre,
daban las tres de la madrugada
en el reloj de la iglesia del pueblo,
caía una helada de invierno,
y en el cielo reinaba una luna llena de invierno,
ella dormía en su habitación
cobijada con dos mantas,
la luz de aquella luna iluminaba la penumbra de su cuarto,
como una sombra de piel pálida se posó
en el alféizar de su ventana,
con cautela deslizó el cristal
y sigilosamente entró en el cuarto,
podía oler la sangre de su cuello que dormía,
puso su mano helada en la boca de aquella chica,
que abrió sus ojos y solo alcanzó a ver dos colmillos
relucientemente blancos,
el miedo paralizó su cuerpo.
Sintió un escalofrío helado subiendo por su cuello.
Sobre este cielo, reina mi amor quieto,
sobre los vientos y mis nubes de versos,
clava mi colmillo tu cuello,
bebe hasta saciar la sed de mi adentro,
te descubro al vuelo nocturno
y su dama de oscuridad violeta,
pasado de un pasado que nos hacía brillar
en el marco de la ventana al acecho,
lento pierdes el sentido,
vas sintiendo entrar tu nueva vida,
la antigua solo te crea nostalgia y rabia,
te adentra la mente al reino de la sombra,
tu sed se vuelve intensa,
sientes vacías tus venas,
te levantas con la luna, duermes con el sol,
soñando quien te mordió,
las polillas y murciélagos son tus compañeros,
te mudaste de morada
a ese túmulo perdido y olvidado,
donde reposaban guerreros antiguos,
solo la sangre te despierta,
acechas en tu oscuridad compañera,
la oscuridad es más fuerte que tu alma condenada,
cambiaste tus vestimentas por una capa negra,
que esta noche se verá en rojo manchada,
tu interior lo sabe tan bien como tú,
al acecho, así sea una rama, o una ventana,
te despiertas fría cada noche que revives tu pesadilla,
no hay lugar ni bar donde calmar tu sed,
solo el cuello de víctimas al anochecer,
la compasión y bondad solo huyó de ti,
solo vive esa sed en ti de tener sangre,
solo una condena te marcó,
para todos y cada uno de los siglos que te vinieron,
algunas noches quedabas saciada
y no rematabas a tu víctima
solo la clavabas tu condena en su muñeca,
y vampiro la volvías,
tu capa con los decenios ya parecía más rojo granate que negra,
te gustaba oler aquella sangre seca y recordar
cada grito y soñar con tu embrujo
y como venía a despertarte, algún vampiro convertido
bajo tu colmillo,
tosías con espanto, el frío y la humedad,
se apoderaron de tu morada,
aquel túmulo, no tenía ninguna criatura de sangre sana,
las polillas y murciélagos volviste vampiros
para tu diversión,
sentiste miedo, tu noche pasada cuando tuviste que matar
un cazavampiros, inexperto.
Los tiempos no entiendes,
como la gente, cambió su superstición,
por materialismo salvaje,
y a los vampiros como tú mandaron a la fantasía y a la literatura,
tu única realidad solo la entiende el demonio,
y a una bruja invitaste a tu morada,
ella te trajo un regalo, pero no permitió que la mordieras,
y hoy extraña te sientes con una amiga mortal
que cura tu soledad y tu condena.
Era viernes, ella ansiosa esperaba la llegada del sábado,
a las tres de la madrugada había invitado de nuevo a su hogar
a su amiga mortal,
ella quedó en traer comida y su puchero,
ella esperaba llegada la noche del sábado
con ansiedad y nervios,
como si nunca hubiese conocido a su amiga,
sentía una extraña sensación de deseo al mirarla,
le caía saliva por sus colmillos al mirar su cuello,
se prometía a sí misma no morderla,
pero su naturaleza la torturaba cada vez que la veía,
aquella bruja guardaba un secreto,
sus visitas eran interesadas,
quería pedirle a su amiga vampira
un favor que ella no podría rechazar una vez conquistado su aprecio,
ella le pidió aquella noche que se deslizase en la noche
y volase para morder y matar a tres enemigos de aquella bruja,
los tres hombres que denunciaron a la inquisición a su madre
y ella quedó huérfana cuando quemaron a su madre bruja
en aquella hoguera de la plaza del pueblo,
lo que la inquisición no sabía,
que aquella bruja que quemaron
ya estaba muerta y condenada
pues vampira era,
y el fuego nada la hizo,
vivió en la sombra atormentando a los aldeanos que la creían muerta,
y ella misma fue quien mordió y convirtió en vampiro a la a la que ahora
es la amiga vampira de su hija.
La vampira sin poder renegar de su naturaleza
pidió un precio elevado por su trabajo,
y ese precio fue
que la bruja dejara y permitiera ser mordida por sus colmillos
para ser amigas eternamente siendo vampiras ambas,
la bruja aceptó su nuevo camino y nueva vida
haciendo su pacto de sangre aquella noche con la vampiresa.
Ella llevó un puchero de sangre aquella noche,
sangre de animales cazados en el bosque,
solo consiguió despertar el apetito de su amiga vampiresa
el acuerdo estaba hecho,
y hasta que no matase a esos tres inquisidores no podría morderla el cuello,
se quedaron platicando hasta el amanecer,
y entonces su amiga se fue a su ataúd a dormir hasta la noche siguiente,
al despertar la noche del domingo
una nota en tinta escrita encontró,
quería los ojos de sus enemigos en un tarro,
a sí quiso y a sí sería,
aquella noche, se puso sedienta,
corría veloz como una sombra más,
el cielo corría un helor muerto,
y una neblina que cegaba hasta el sentido más despierto,
era la noche más siniestra elegida para cumplir su encargo a su amiga,
tenía la dirección apuntada con odio
de sus siguientes víctimas,
tenía ansiedad por arrebatar aquellos ojos y dejar vacías aquellas venas,
se coló a través de la ventana abierta de la recamara y despensa,
de aquella casa lujosa de clérigo de víctima,
ya olía su sangre mientras avanzaba el pasillo,
una luz de una vela la alertó
algo iba mal,
encontró al inquisidor durmiendo con un ojo abierto en una mecedora,
una ballesta cargaba en la mano de lo paranoico que era,
vió la sombra de la vampiresa, y se hizo el dormido,
cuando ella sacó sus colmillos relucientes aproximándose al acecho,
abrió los ojos el cura y disparó su ballesta,
la vampira rápido y veloz saltó y se enganchó en el techo frío,
al segundo después ya tenía ensartado el cuello de su víctima,
que este maldecía asfixiándose en latín antiguo,
a cada oración más rabia sentía aquella criatura de la noche,
clavó sus colmillos en los ojos,
y de un mordisco los escupió en el tarro de cristal,
a continuación, tachó el primer nombre de su lista
con unas gotas de sangre fresca,
minutos después ya se encontraba volando
hacia la morada de su amiga bruja en el bosque
tocó a su puerta, ella contestó con dulce voz,
amiga te esperaba temía que algo te hubiese pasado,
abrió la puerta y la invitó a pasar,
Ven siéntate, brindemos por esta noche siniestra tan bella,
la vampira sonrió tenebrosamente luciendo sus colmillos manchados en sangre
agudos como agujas,
veo que mucha hambre no tienes amiga jeje,
al momento sacó de la capa el tarro con aquellos ojos frescos
con el nervio óptico intacto y el iris tenebrosamente en color,
como si aquellos ojos siguieran con vida,
uno menos gritó alegre la bruja,
te amo le dijo a la vampiresa,
yo te amo más contestó la vampiresa
al tiempo que caían gotas de saliva por sus colmillos,
le encantaba desnudar el cuello de su amiga con sus frías manos
a modo de caricia tierna.
Te faltan cuatro ojos más para morderme sobria y parca respondió,
lo sé, mañana más pronto que tarde los tendrás,
al tiempo que observaba como la bruja,
abría una rata con un cuchillo
y metía dentro los dos ojos,
a comer Sombra misina, misina,
apareció corriendo una gorda gata negra
de ojos amarillos como de demonio,
ronroneó y se restregó en las piernas de la invitada,
que contestó ¿puedo morderla?
tan dulce, tierna y sabrosa que se ve,
No contestó medio enfadada
es mi gata y la amo, igual o tanto como a ti,
está bien dijo- Cuando seas vampiresa tú misma querrás morderla
a esa morcilla peluda con patas llamada sombra,
ambas rieron y conversaron
hasta tarde en la madrugada,
ya va a amanecer amiga tengo que volver a mi túmulo,
no te preocupes amiga mañana te hago una visita
para que me entregues comida fresca para mi gata,
A sí será ambas se despidieron con un abrazo tierno de hermandad,
llegó la vampiresa y se tumbó en su ataúd.
Despertó a la noche del lunes con retortijones de tripa
y una tos espantosa,
presentía una noche fructuosa de caza,
pues las polillas y murciélagos de su túmulo lucían sus colmillos rojos,
al anochecer, está es la mía dijo y salió en busca de la siguiente dirección,
emocionada examinó la fachada,
y vio que sería más fácil que la noche anterior,
veía una ventana que daba directa al dormitorio
del segundo inquisidor,
un olor a sangre excitaba su sed, y ya sigilosa estaba moviendo el cristal,
una vez dentro vio col gusto y dulzura su alimento,
un cura obeso,
que estaba roncando hartado de vino y carne,
puso su fría mano tapando la boca y la nariz del clérigo
e insertó sus colmillos en su cuello cual espadas,
siguió bebiendo una hora larga de reloj
hasta que aquel corazón dejó de latir,
a continuación,
cercenó las cuencas de los ojos de aquel inquisidor
con precisión de cirujano con sus colmillos prominentes,
escupió los ojos en un tarro de cristal,
al tiempo que pensaba
se va a hinchar esa gata obesa con otra rata rellena de cuatro ojos frescos,
se fue volando, riéndose, a su siguiente dirección,
tras tachar el segundo nombre de la lista,
ya había llegado a la dirección,
esta vez era una casa cuartel con mazmorra,
del alguacil inquisidor,
no sabía que le esperaba sorpresa aquella noche negra y yerta,
abrió la verja, mordió al perro guardián que ya babeaba con sed de sangre,
abrió la puerta principal que se encontraba rota y crujía,
el escalofrío de la emoción recorría todo el cuerpo de la vampiresa,
encontró al alguacil en su lecho ebrio de vino hasta el hartazgo,
esta vez arrancó los dos ojos con sus uñas
que llevaban siglo y medio sin conocer un corta uñas,
contuvo el grito de desgarro metiendo la esquina de su capa
hasta el fondo de la garganta de su víctima
depositó los ojos en el tarro
y bebió hasta quedar con dolor de tripa,
al ver que el corazón del ciego alguacil dejó de latir,
saboreó un extraño olor de sangre reciente y carne gangrenada,
siguió el rastro hasta las mazmorras
y descubrió el horror que las habitaba
eran las mazmorras de la inquisición
en ellas descansaban hombres encadenados gimiendo y maldiciendo de dolor,
veintiséis cuellos, mordió en aquel lugar,
después de llenar una bota de piel que antiguamente guardaba vino,
con sangre de arterías cercenadas,
ya tengo almuerzo merienda, vianda, y ten ten pie, para mañana,
pensaba satisfecha al volar a casa de su amiga,
tocó su puerta de su casa de bosque
una voz dulce contestó
ya va cielo,
al abrir la puerta a su amiga desnuda contempló,
estaba haciendo un aquelarre y tenía un extraño olor en la entrepierna,
estoy trabajando contestó la bruja,
pasa y acomódate cielo,
y en que consiste tu trabajo, preguntócon curiosidad la vampiresa
con la boca llena de saliva de deseo,
he preparado un ungüento, tradicional que conocemos las brujas
para contactar con el demonio
¿necesitas ayuda? dijo la vampira,
no tranquila,
¿trajiste la comida para sombra?
así es, contestó orgullosa,
bien sacó una rata de un almanaque y la abrió en dos,
aquí tienes amor
a continuación, metió los cuatro ojos de relleno.
Sombra, Sombra
Misina, mis mis,
tu cena cariño,
salió corriendo con dificultad por estar obesa aquella gata negra de ojos amarillos fijos,
se sobó en las piernas de la amiga invitada y ronroneó de nuevo,
estás contenta e sombra, le has cogido cariño a mi amada amiga,
miau contestó la gata y se puso a comer la rata rellena de ojos sangrantes,
terminó la rata entera, y se quedó durmiendo en su alcoba pequeña
llena de pelos, y raspas de peces del río y plumas,
esa hasta mañana no despierta dijo la bruja riéndose a carcajada siniestra,
trato completo, debes pagar el precio del acuerdo
dijo la vampiresa,
está bien contestó la bruja,
que se untaba un ungüento con aroma a sabia y a yedra en su entrepierna,
¿Qué lleva eso? preguntó asombrada
pues bien lleva mandrágora, yedra y daturas de estramonio, machacadas a mortero,
Am,
y eso qué efecto tiene,
ayuda en la adivinación,
y llama al demonio con mi plegaria de odio,
está bien,
te ves rica y deliciosa a sí desnuda,
si fuera hombre esta noche te hacía cinco hijos,
la bruja río para sus adentros,
está bien estoy lista,
inclinó la cabeza mostrando su cuello desnudo a la vampiresa,
se levantó de la mecedora
reluciendo sus colmillos
pasó la lengua por el cuello de la bruja
y le susurró al oído,
dame tu muñeca,
para que seas vampira tu corazón no bebe pararse
ni quedar sin sangre,
acontinuación, mordió su muñeca,
cerró la ventana y aquella noche se quedó en casa de su amiga,
amaneció y se durmió en su cama abrazada a su amiga aquel día frío de invierno,
llegó la noche del martes,
abrió sus ojitos, emocionada vio que su amiga bruja
que ahora era vampira estaba bebiendo con ansias toda la sangre de aquella bota
que llenó en las mazmorras de la inquisición,
se acabó la sangre,
y más rápida que un rayo la vio mordiendo una pata de su gata,
estaba segura de que tu gata correría tu misma suerte
ambas rieron plácidamente,
toca tu primera noche de cacería amiga,
vamos, vamos dijo emocionada,
al alcalde quiero esta noche por cabrón,
está bien, chuparemos las sangres del alcalde,
treparon el castillo donde vivía
entraron por su ventana y cada una eligió un lado del cuello,
ambas bebieron del cuello del alcalde hasta quedar saciadas,
volaron a su refugio,
y la vampiresa le suplicó a su amiga bruja vampira
que se mudase a vivir con ella a su túmulo y que la daba permiso para llevar allí también
a su gata obesa vampira,
pasaron la noche platicando de cacerías y nuevos objetivos,
con la gata mordiendo murciélagos más grandes que ratas
y ronroneando al lado de su dueña,
llegó el sol y se tumbaron en sus respectivos ataúdes,
esperando con sed su nuevo anochecer eterno.
Fin Primer Capítulo
Segundo capítulo que trata del amor que surge entre las dos amigas:
Erase ya un miércoles nocturno, negro y yerto,
la niebla dibujaba las tinieblas siniestras,
se podía respirar la humedad en el ambiente,
aunque los caracoles por ser invierno todavía no caminaban por la hierba húmeda,
platicando se encontraban en el túmulo las dos amigas,
debatiendo la cena,
-Hoy amiga quiero que me consientas,
hay un hombre del pueblo que no me pagó mi trabajo de bruja
no me pagó,
la muerte del hombre al que debía dinero este señor,
me costó desplomar, escalando montañas para conseguir
aquellas yerbas y el sapo pa’abrir y meterle el nombre
pa’ trabajar aquella muerte,
de acuerdo le chuparemos la sangre a ese moroso
¿Dónde vive?
-A las afueras del pueblo,
tiene una granja donde cría gorrinos para vender en el mercado,
está bien iremos, pero me prometí a mí misma no morder más animales,
su sangre me da retortijones y empacha,
vale solo le vaciamos el cuello,
y a su esposa también por maruja, chismosa.
La noche del miércoles,
se tornaba larga y deliciosa para las dos vampiresas,
ya volaban como dos sombras en aquel cielo nocturno con niebla,
llegaron a la granja,
los gorrinos roncaban,
bueno una gallina no sienta mal a la tripa espérame,
una no fue suficiente mordió veintitrés gallinas hasta tener retortijones,
abrieron la ventana de la habitación,
y allí estaba el deudor roncando en el lecho con su esposa,
¿ves que tiernamente siniestro se ve nuestro trabajo?
Si mi cielo,
una mordió el cuello del hombre otra el de la esposa,
algo macabro resultó aquello,
de repente la boca de la mujer que dormía empezó a brotar sangre,
la vampira inexperta bruja había hincado demasiado hondo sus colmillos
perforando la garganta de su víctima,
que bruja eres contestó riéndose
al instante estaba chupando la sangre de la boca,
para no desperdiciarla,
tenían las dos bocas juntas las dos amigas,
y una extraña sensación de nervios sintieron las amigas,
en la oscuridad la boca de una llegó a la boca de la otra,
y con la sangre empezaron a besarse con pasión y deseo,
aquello les daba más placer según pasaba el tiempo,
el corazón de sus víctimas ya no latía y decidieron volverse al túmulo de su vivienda,
allí hablaron larga y tendidamente como si nada hubiera ocurrido,
pero ambas amigas sabían que habían sentido placer en aquel macabro beso de pasión
ya empezaba a asomarse el sol,
y se metieron en sus tumbas,
aun estaba la luna en el cielo y apenas eran las cinco de la madrugada,
aún faltaba hora y media para que saliese el astro rey,
se dieron el besito de buenas noches y se acomodaron en sus respectivas tumbas,
te huele el aliento a gallina amiga
jajaja es broma no te enfades, te quiero,
yo también que descanses bruja,
hacía años que no hacía trabajos de bruja, pero amaba que su amiga la llamara bruja,
aún podía sentir la nostalgia de su vida pasada en su ser,
buenas noches amiga hasta esta noche,
yo también te amo,
en la oscuridad del túmulo habitado,
se oyó una tapa de ataúd crujiendo al abrirse,
amiga amada puedo dormir este día a tu lado,
es que la oscuridad me da miedo dijo riéndose siniestramente,
ven bruja te hago un lado en mi ataúd,
las dos juntas allí durmieron en la misma tumba besándose toda la noche
y acariciándose sus piernas,
besándose y haciendo pequeños mordiscos mutuos en sus vaginas,
ambas acordaron al llegar la noche del viernes,
que dormirían todo el invierno juntas en el mismo ataúd,
la gata negra de ojos amarillos sombra tenía muy mal aspecto había engordado 7 quilos
de beber noche tras noche decenas de murciélagos hasta dejarlos vacíos,
así en amor y ternura pasaron el invierno frío
hasta que una noche de mayo ya se encontraban en su primera primavera sangrienta
que el amor y la sangre altera.
FIN DEL SEGUNDO CAPÍTULO
CONTINUARÁ
Tercer capítulo
Que trata sobre el encuentro con la madre de la bruja vampiresa
Corría una noche de primavera en aquel pueblo maldecido,
por las criaturas del averno y su muerte sedienta,
despierta bruja, ya es de noche,
ahi no que sueño, me siento como si no hubiera comido en una semana,
mira, mira ha crecido una seta enorme al lado de nuestra tumba,
ajá es una macrolepiota tóxica,
con ella hacía venenos de encargo cuando era bruja,
ahí cuando yo era bruja,
qué vida, más perra esta,
he acabado
durmiendo con una vampira siendo yo misma otra vampira,
bueno estamos y somos felices y comida no nos falta,
tienes razón pero como sigamos a este ritmo vamos a beber a todos los del pueblo
y nos reclamarán comida decenas de vampiros hambrientos,
bueno entonces iremos a cazar esta noche al pueblo vecino,
hay unos cuellos que duermen alegres el sueño del gorrino
esperando el san Martín de nuestros colmillos.
Si te soy sincera, el pueblo vecino corría de leyendas,
que estaba condenado y maldito por demonios,
a si es beberemos sangres tres veces más ricas de personas poseídas,
amén a sí sea, te aviso que esos demonios duermen despiertos,
no me metas miedo,
los demonios siempre son amigos de las brujas,
diles que te dejen morder su cuello a ver si son tus amigos,
deja el sarcasmo,
soy valiente y fuerte y tengo hambre.
Venga vamos, espera que le cojo un murciélago a mi gata sombra,
con tanta sangre de murciélago va a coger una cirrosis tu gata obesa,
o una diabetes, -Que va esta solo con los huesos fuertes, no está obesa,
sí, sí lo que tu digas,
vamos,
ya estaban volando juntas aquella noche de primavera,
llegaron al pueblo vecino
y se encaramaron a una ventana que estaba iluminada con luz de velas,
mira, que mal rollo ¿ves eso bruja? ese cura da más miedo con ese crucifijo que un cazavampiros,
esperemos que este de espaldas amada y le ensartamos el cuello,
vale a sí lo hicieron,
de un zarpazo tiraron el crucifijo del cura al suelo,
que se encontraba en medio de un exorcismo,
lentamente la sangre del religioso dejó de brotar por su cuello,
lo hemos dejado seco, vamos a por el poseído
de repente contemplaron asombradas como el poseído se doblaba y retorcía
para balbucear sus últimas palabras,
tu madre que condenaron a la hoguera además de ser bruja era vampira,
y sigue alimentándose en la oscuridad y la tiniebla,
para puede que este pobre diablo tenga razón,
puede, pero ya conoces al demonio que te cuenta la mentira más bonita
como que hay cerdos con alas de murciélago
que vuelan y son vampiros,
tranquila que si es cierto
puedes comunicarte con tu madre mentalmente y ella vendrá a verte,
escucharon un chirrido en la ventana mientras vaciaban el cuello del poseído,
mira una vampiresa como nosotras,
Madre eres tú,
si hija soy yo,
te he echado de menos todos estos años vigilándote en la sombra,
te echo de menos también
te amo madre,
veo que ahora eres vampira también
si y acabé con los tres hombres que te quemaron en la hoguera,
esa es mi hija
siempre supe que tenías un corazón de guerrera,
tengo que irme hija perdóname por hacerme pasar por bruja quemada,
no te preocupes mami, siempre supe que volvería a verte.
Nosotras también nos vamos ya pronto saldrá el sol.
FIN DEL TERCER CAPÍTULO
CONTINUARÁ
CUARTO CAPÍTULO
Que trata sobre la visita al túmulo del vampiro ermitaño Miguel, y la boda de las dos amantes vampiresas.
Corría una noche lluviosa de mayo,
cuando de repente tocaron a la puerta del túmulo,
las dos vampiras se encogieron del sobresalto llevaban dos décadas sin recibir una condenada visita,
abrieron con cautela la puerta,
¿Quién llama? Preguntaron.
. Soy el ermitaño Miguel, aquel que vive por los siglos en la cueva del monte del reguero del gato.
Pase, pase bienvenido sea llevamos mucho tiempo sin una visita cochinera,
adelante mi casa es su casa,
póngase cómodo, que le trae a bajar de su montaña,
Os cuento que llevan decenas de siglos mis barbas bebiendo la sangre por mí,
vengo aterrado de estar enterado que un cazavampiros llamado Juan Belmonte
ha llegado al pueblo a investigar los ataques de nuestra amada familia,
que el demonio la guarde en su seno y morada,
vengo a ponerlas en aviso que no salgan a cazar solas,
ese cazavampiros tiene los huevos mu gordos
y ya a pasado cepillo a siete de los nuestros,
las invito a cenar mañana a ambas a mi cueva para dialogar sobre el asunto,
no quiero ver desaparecer a mis dos amadas vecinas que espío cuando me aburro
y se comen la boca y las piernas con deseo y lujuria,
pero bueno ¿no le han dicho que espiar está muy feo?
Perdonadme, pero con tantos siglos uno ya se vuelve un poco verde,
no se preocupe con gusto iremos mañana a la noche,
de acuerdo las espero ansioso,
y cuidado con los caminos de la noche,
con esa estaca de Juan Belmonte.
Cuidado tendremos, nos vemos mañana,
chupe cuellos en paz
igual deseoso de gusto las espero para tomar un cafelito y un vinito de sangre,
hasta una gitana vieja me hizo una canción la del probe Migue
pero soy tímido y solo la escucho cuando estoy triste,
llegó la noche de la cena esperada y las vampiresas fueron a la cueva del reguero del gato
con su gata sombra,
bienvenidas sean a mi humilde morada, pasen, pasen,
más guapas y no despiertan esta noche,
jaja sí, el amor nos tiene con piel de lechuga y picores diurnos,
eso es bueno,
bien de cenar hay gorrino vivo a chupar, sopa de rata de agua,
y la panadera del pueblo recién secuestrada,
se veía bien dulce y sabrosa aquella panadera amortajada con unas bragas rojas en la boca,
la rata para mi gata sombra que está a dieta,
de acuerdo iré sirviendo un vinito de sangre gran reserva traída de las mazmorras de la inquisición,
serviré de tapa lenguas humanas estofadas,
que rico y sabroso huele que alimenta,
ya va espérenme sin salir volando.
Se hartaron a cenar y a beber, una extraña sensación de deseos, sintieron ambas vampiresas
por aquel ermitaño simpático y risueño llamado Miguel Capote,
antes de un parpadeo estaban en su lecho desnudas bajo su embrujo,
cosa cierta porque aquel vampiro era brujo druida,
hicieron el amor con pasión y lujuria toda la noche,
y acordaron casarse las dos con aquel ermitaño misterioso,
pasaron aquellos tres meses tres días y tres horas
de prometidos cazando y alimentándose juntos
hasta que llegó el esperado día del casamiento,
fueron de invitados, el conde Drácula de Transilvania su esposa Anacleta su sobrino Dante Romero,
un ciervo, un centenar de vampiros murciélago, polillas vampiras de los 3 continentes malditos,
duendes oscuros, hadas asesinas, basiliscos y demás criaturas del averno,
sonaba el flamenco y corría la sangre fresca por doquier,
el otoño siguiente vivían su vida de casadas las dos vampiras amantes
eternamente enamoradas y sedientas de sangre.
Fin del cuarto capítulo
CONTINUARÁ
Quinto y penúltimo capítulo
El amor eterno y desenlace
Trata sobre la lucha contra el cazavampiros Juan Belmonte y la adopción de un niño vampiro rumano:
Caía ya una noche lúgubre y cálida de junio,
se podía sentir un hedor muerto en el ambiente,
las vampiresas se encontraban alimentándose,
estaban en la granja de un aldeano del pueblo,
este estaba obeso y sano, de alimentarse de tanto puerco y gallina,
ambas tenían un extraño presentimiento,
como si algo no fuese a salir bien aquella noche,
sentían otra presencia en aquella granja,
y a sí era, al salir de la granja,
se encontraron con el cazavampiros Juan Belmonte,
que llevaba una estaca en la mano derecha
y un brazo musculoso,
se quedaron paralizado con aquel cazavampiros,
como si hubieran visto un fantasma tres veces muerto,
de repente se escuchó un fuerte disparo,
y el cazavampiros Juan Belmonte cayódesplomado,
se trataba del ermitaño Miguel
que había acudido al lugar con una escopeta
intenta dejarme de nuevo sin esposas malnacido
desde la tumba, después,
Miguel se encontraba mordiendo el cuello del cazavampiros,
que se estaba retorciendo como un gusano
en el suelo tras recibir aquel disparo,
ese es nuestro esposo dijeron las dos vampiresas aliviadas.
Caía ya larga la noche,
y nuestras amigas descansaban en su túmulo platicando,
aquella noche de junio había sido muy intensa para las dos,
que ya se encontraban en una tumba juntas
besándose con pasión y lujuria,
llegó la noche siguiente a aquel pueblo maldito sin nombre,
las dos vampiresas se encontraban apenadas,
a ambas se les había pasado ya el arroz
y a su edad jamás podrían tener hijos,
tras pensarlo largo y detenidamente
decidieron adoptar un niño vampiro,
llegaron a la decisión de que adoptarían al pequeño vampiro,
famoso por sus libros infantiles,
aquel pequeño vampiro era de Rumanía
y se llamaba Rudiger,
fueron al juzgado vampiril rumano,
y tras unas largas burocracias tenían los papeles de la adopción en su mano,
tuvieron que sobornar al juez rumano
para conseguirlo,
le regalaron seis botellas de sangre de vino gran reserva añeja,
y una maleta con el cardenal de la inquisición española
Bartolomé Diaz Espartaco, se lo regalaros en una maleta de hierro,
con cerrojos y murciélagos grabados,
aquella maleta tenía agujeros a modo de respiradero.
Ya tenían al pequeño Rudiger en casa,
y fue la mayor alegría de su existencia,
jugaron al endemoniado y al ahorcado,
y salieron a cenar y dar un paseo nocturno,
el verano estaba llegando a la aldea maldita sin nombre,
ya pronto serían las fiestas del pueblo.
Fin Del Quinto Capítulo
CONTINUARÁ
Capítulo sexto, capítulo final
Que trata sobre los orígenes del pueblo vecino endemoniado.
Caía ya una noche de calor y de grillos una noche de julio,
nuestras vampiresas se habían despertado emocionadas,
veían a los murciélagos y las polillas del túmulo gordas y babeando sangre,
vamos bruja esta es nuestra noche hay comida hasta hartarse y son las fiestas del pueblo,
sí, sí, sí, quiero,
¿Me sacas al baile?
¿Me llevarás a bailar?
Pero bruja somos vampiras, no mortales,
Ya veo desde hace un siglo y medio largo,
bueno algo podemos hacer,
le pediremos a nuestro esposo que deje la timidez y nos ponga la canción del probe Migue
que le escribieron,
ni hablar se escuchó una voz tras la puerta,
hace una noche pa’ asar la manteca y no quiero ponerme triste,
por fa, por fa,
bueno está bien pero solo la pondré una vez,
sonaba ya la canción en el gramófono,
Qué le pasará, qué le estará pasando al probe Migue
que hace mucho tiempo que no sale,
dice que se ha vuelto ermitaño en su montaña,
que de ahí no quiere más salir,
allí se hace su cafelito hasta se toma él su vinito;
ambas rieron a carcajada siniestra,
es preciosa amor,
te describe hasta la perfección,
bueno fuera la broma o la quito,
jajaja no te enfades,
hoy iremos al pueblo vecino,
algo oscuro y gordo se está cociendo allí hay vampiros poseídos
que nos están haciendo la competencia,
está bien, al rato se encontraban volando al pueblo vecino,
fueron a la iglesia del pueblo
que tenía escrito en la puerta con sangre, pueblo propiedad
del demonio y Calvin Caín,
tienen sentido del humor por lo menos nuestros amigos,
si, sí ya le entra a uno mal rollo de verlo,
se escuchó una voz que provenía del campanario,
bienvenidos pasen, pasen
¿Da mal rollo ves?
se puede venimos del pueblo vecino
a exponer nuestro problema vampiresco,
está bien, pasad y poneros cómodos,
pasaron a los púlpitos de la iglesia,
y bajó del campanario un vampiro anciano jorobado,
con la cara rajada,
me presento soy Odor, jorobado de Notredame para servirles,
como podrás ver soy vampiro extranjero francés,
¿Qué les trae a mi humilde morada?
Pues bien, últimamente estamos teniendo problemas con vampiros endemoniados
de este pueblo que nos hacen la competencia y nos dejan sin alimento,
está bien se acordará lo siguiente el invierno y la primavera será la veda abierta
para los vampiros de vuestro pueblo, otoño y verano
será nuestra veda para nuestro pueblo del demonio,
las dos estaciones que tendréis vedadas tendréis que ir tirando de despensas de sangre
y sangre que halláis almacenado en botellas, barriles y toneles.
Me parece justo,
una pregunta más y nos marcharemos,
¿A qué se debe tanta presencia del demonio en este pueblo?
Pues corre la historia que san Miguel ARCÁNGEL
bajo del cielo en septiembre porque se gastó todos los dineros en licor, casinos y prostitutas
bajó a hacer la vendimia como todo buen hombre del señor,
y aprovechamos para ensartarle los colmillos y volverlo vampiro,
desde entonces el Arcángel vive en Transilvania,
bajo el seudónimo de conde Drácula ese es nuestro origen endemoniado,
sin san Miguel luchando contra el demonio,
cientos de demonios salieron y se apoderaron de todos los aldeanos del pueblo,
brindaron en sangre,
y todos se fueron a dormir pues ya iba a salir el sol.
FIN CAPÍTULO SEXTO
CAPÍTULO SÉPTIMO
Palidez inaudible:
Era una joven noche,
Förüq
Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano, era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola mirada destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.
No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;
resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas.
De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.
Förüq
Candidez y sentido
CONTINUARÁ
Capítulo octavo
Que trata sobre el resurgir de la Condena sedienta de Sangre.
Amante fantasma:
Hablo desde esta sombra
que me habita,
un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,
mi vida que jamás se consume en desquicia,
rajo este sol que visita tu retina,
espacio derredor acaricio
en agujas que te cuelgan el techo,
flor con flor brilló nuestro corazón,
una luna tejida por su alarido
a galope del viento en mi mundo
te alzo en piel de piedra
crepitando tu rayo que me cuenta
de tu vena y su carcoma
muy lejos de la tierra hilvano tus ganas
con destello furtivo
de sed de abrojo
cambio tu vida a mi antojo
sí tu pecho en rojo,
sabes quién soy
soy fantasma que sólo tú ves
flagrando el viento a tu merced,
háblame del puerto y su negro sentimiento,
háblame del cuervo,
de tu alma sin cuerpo,
ven, ven a mí
veremos el amanecer
en la sangre de mis ojos,
acabaremos con el destino inerte
que cruza mi suerte,
ven de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte de mis rosas desangradas,
es por tu roce que mi sangre bulle
y jamás de ti se esconde
te siento en cada silencio seco,
en cada eco de oscuridad
que a mi espíritu sucede
cómo no tenerte
si por tu idioma me florece el verso,
piel con alma simiente del atardecer,
umbrío cae su sonido;
Tu cuerda que afina el grillo
y cigarra con su guitarra
acantonando nuestro oído,
es por ti que mi suplicio cae investido
fiel a recorrer tu segunda vida,
ninguna mentira me dijiste,
el miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la noche llega de nuevo en tu pupila
de esferas yertas
y sus paraísos de hielo
que cruzo al verte
quiero que me sigas sonando
eternamente la noche
para todos los siglos
que empieza nuestra condena
sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.
II
Hablemos hoy en plata de tiniebla,
oración de tu sangre yerta,
cumbre febril de hoguera quieta,
ese cuervo descubrirás su poder,
yo iré de tu mano,
manso tu poder sembrado,
aunque no entiendas
no preguntes por qué sigo a tu lado,
el puerto negro te llamó
y sentiste el poder de tu pasado,
nadie permitió que desembarcaras,
capaz eras de romper la cuerda
que sostiene las dimensiones,
ni vivo ni muerto
niega tu osadía,
cruzaste la puerta de oscuros lirios,
tu amor a la flor
al creador conmovió,
resoplo tijeras rojas
en grises ideas,
desenfundo mi filo,
crepitan arduas espadas,
respetaste la muerte y ella
respetó tu vida.
Crascita tu lozanía,
entre forrajes
y soles pudientes,
desmenuza tu silencio,
clavando yunques
de paredes granates,
el peldaño irá cuesta abajo,
cabalga tus lindes despiertos,
libérate de insectos que caminan,
turbios azares me cuentan
de tu devenir rizado
al filo de la navaja.
III
Anochecer de mi vida,
en tu patio de la araña,
rezogan clarines esquivos,
yo soy lira de alma consumada,
vicisitud ensimismada
de tu azar en semblanza,
vivo flagrando tu azada,
pulcritud entre cristales rotos
esa soy, bruma en tu noche,
claridad en tu día
luz de cada siembra,
arena del tiempo
enclaustrado,
vine deshojando recuerdos,
hoy me diste voz,
no seré yo tu perdición
sino el camino a tu salvación,
viviré mordiendo tus rosas
que desangran tu amor,
liviaré lo liviano,
afligiré temor al miedo,
seré aliento perdido
descubierto,
te abriré mi reino,
las escarchas serán los colores,
viviré besando tus flores,
limaré abrojos nacientes,
serás estaca del destino
servir a tu alma sin nombre
me alumbre,
camino de mis flores desgranadas,
sangre de tu reposo
mi amada espina del señor.
Förüq
Danzo con el Diablo y bebo sangre,
soy mío y de la sangre,
sirvo muerte en vena cava,
ven a mi reino que no se acaba,
soy ente
en hueso de muerte,
vampiro de honra y muestra,
por ese colmillo
la madera quedaría
en yunque de calcio,
tengo novia y qué
otros se apropian de una lombriz con mandíbula,
la sangre me llama
como cuarto oscuro sediento
de una vela,
hoy por mí
mañana por mi sed yerta,
nadie me alcanza
con mis alas oscuras,
de azabache de noche
soterrada,
me encumbro de lo vivo
porque soy
señor muerto-vivo.
II
Rompo saco los ejes
de esta imaginación en campana,
yunques despiertos me clavan
que llegó mi momento,
taciturno lustre oxidado,
alas en bronce agujereado,
es por mí es por ti
que dicta este haz, apolillado,
polvo en el viento
sombra desterrada,
el alma de un cuervo,
un granate dirige esta mi sed,
hasta ser color de ayer clavado,
al limpio, seco, duro faz ensartado
cabalgo que avanzo
y sombras me acompañan
esta visión serena, opaca, angelada,
siendo directriz fusilada,
que late el cuello de la penumbra,
cuando oscuridad llama
estoy sembrando objetivo
de mi postrada calma.
III
Tiempo que se oxida
en este vilo,
eternidad azogada
en negras tijeras,
es el tiempo
de mis murciélagos emergiendo
de las sombras y su madre,
se estira otra primavera
por mi avenida,
me mordieron
y no me arrepiento
de mi nueva vida que tiento,
oscuros silos me acogen
donde sembrar alaridos
de vidas traspuestas
a mi fría caricia,
soy ente de otro ente,
mi sombra me quiere,
yo la digo que un día la alcanzaré,
que muy lejos no vaya,
avanzo que trenzo
el tiempo de mi suspiro helado,
para no tener alma
ni espíritu de hielo,
sólo una sed de vida
por repletar,
de un horizonte al hierro
encontrado,
de una arteria
hago río de sangre
en mi adentro.
El Castellano
Förüq breve recopilación:
Hablo desde esta sombra
que me habita,
un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,
mi vida que jamás se consume en desquicia,
rajo este sol que visita tu retina,
espacio derredor acaricio
en agujas que te cuelgan el techo,
flor con flor brilló nuestro corazón,
una luna tejida por su alarido
a galope del viento en mi mundo
te alzo en piel de piedra
crepitando tu rayo que me cuenta
de tu vena y su carcoma
muy lejos de la tierra hilvano tus ganas
con destello furtivo
de sed de abrojo
cambio tu vida a mi antojo
sí tu pecho en rojo,
sabes quién soy
soy fantasma que sólo tú ves
flagrando el viento a tu merced,
háblame del puerto y su negro sentimiento,
háblame del cuervo,
de tu alma sin cuerpo,
ven, ven a mí
veremos el amanecer
en la sangre de mis ojos,
acabaremos con el destino inerte
que cruza mi suerte,
ven de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte de mis rosas desangradas,
es por tu roce que mi sangre bulle
y jamás de ti se esconde
te siento en cada silencio seco,
en cada eco de oscuridad
que a mi espíritu sucede
cómo no tenerte
si por tu idioma me florece el verso,
piel con alma simiente del atardecer,
umbrío cae su sonido;
Tu cuerda que afina el grillo
y cigarra con su guitarra
acantonando nuestro oído,
es por ti que mi suplicio cae investido
fiel a recorrer tu segunda vida,
ninguna mentira me dijiste,
el miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la noche llega de nuevo en tu pupila
de esferas yertas
y sus paraísos de hielo
que cruzo al verte
quiero que me sigas sonando
eternamente la noche
para todos los siglos
que empieza nuestra condena
sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.
Förüq
II
Tumbado el horizonte
se acuesta mi ilusión,
este mundo arde en un verso,
la decencia queda volcada,
la gente se pierde en el alambre
que sujeta el verso,
mirada a la tijera
y que suene la campana,
todos mis sueños quedaron amados detrás,
yermo el terreno mecía un alarido
por la tierra que no estaba muerta,
vuelo sin suplicio dormido,
la acequia mi sangre lleva,
pierdo el control por quemarme con su luz,
resumen de lo vivido en la esfera de su retina
más que un crujido de mi ventana,
al viento le pido me acerque su latido,
camino por fuera del límite,
anudado el tiempo y sus cuchillas doradas,
sol tras sol, día tras día,
todo lo haría para que te quedaras en mi vida,
graznando viene la noche
por el círculo dibujado por la luna
se cava la llegada del día,
desde el lugar que yo amé antes,
te escucho gritar,
la oscuridad me sostiene
con su manto templado,
vuelo al alfeizar,
tu habitación muerde mi pupila,
el tiempo me vio nacer cuervo,
jamás rendido desde una torre a otra
exclamaba el perdón de los Dioses
por alimentarme de sangre,
llegada la hora
que luciérnagas cuelgan noches en los robles,
se abría el reguero de mi sed de abrojo,
la araña tejía su cena,
yo te esperaba como cada noche,
los minutos derretidos en mi colmillo,
granate albor se deslizaba por la tercera campanada,
tibio, parco, sumiso, el sentido,
se vencía mi sed de nuevo,
concluida la estampa de la sombra,
que araña cada grito en su cama,
danzando mi calma.
Hoy no será una noche cualquiera,
se prende la hoguera,
la sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento
yo no me acuesto,
limo mis nervios con acero,
la lluvia canta en mis oídos,
será otro amanecer violeta postrado,
mírame soy el alba de tu amanecer
hoy no me verán perecer,
mírame voy por ti.
Soy Förüq.
III
Estupor nacido
tus brazos no están lejanos
a través de los tiempos
todo lo que siento
es un ramillete de estrellas
esperándote en la cruel avenida
de ángeles estrellados en sus caricias
puedes verme caer en mi subrepticia
vida que para en vivo
y me deja verte
resumen de lo vivido
cuando la noche comienza a sonar
yo vengo por el camino de las espinas
hoy que no se bendiga
me mantendré esperando
con mi soledad por ti
ecos de un tiempo
que se desvanece en el vértice
si ese por el que colgar mis ilusiones
gana el horizonte
yo era más viejo a la entrada
de las nuevas visiones
yo cambiaba el tiempo
en la hoguera
al parpadeo estaba besándote
al fulgor crepitando la estrella
en amor latidos sordos de penumbra
me cuelgan las pestañas
todo te lo di
y te di más que nada
me enraizan las malvas en mi nicho
hoy seré yo quien muerda tu cuello
al son de la luna seré el vampiro despierto
a través del tren de la noche
atravieso zarzas y cardos
hasta llegar a tu ventana
el azabache es llorado de nuevo
queda tu corazón de cuarzo
la noche se mueve
mis grillos cantan un réquiem por la flor
se despierta un cuclillo en amor
eres mi fuerza, eres mi hombro
me deslizaré en tu cuarto
cuando las sábanas arropen tu cuerpo
y yo beberé de ti el sentido
hálito de vida en hierro
esta noche de primavera
que corría hacia atrás
seré espectro en oración
hasta llegar a tu puerta
y devolverte a la nueva vida
tiempos negros me trepan
cuando su eco sordo
baila en mis pestañas
me fumo un cigarrillo
a la hora que lechuzas despiertan
se oye el resquemor de tu ventana
mis colmillos brillan
tú dormida sientes frío desde tu cuello
a tu sentido
visiones de tu nueva vida
te entran despiertas
y yo ya no estoy en tu cuarto
por las violetas nocturnas
recorres la grama de tu patio
comienzas a explorar tus nuevos sentidos
y escuchas en tu cabeza
bienvenida a mi mundo.
Förüq
IV
Resueno
en el borde del papel
la condena dilecta
que marca un futuro
en subrepticia subyugada
a la luz vuelta oscuridad
del alma deseos de sangre
que jamás se cumplirán
solo la sed de vida por gastar
besando en la noche la sed
de vida ganar
asesinando creencia,
aliento y latido
en la oscuridad vuelta luz
un silencioso lugar
sólo el latido escapó,
el espejo no refleja
lo que reconozco
y mi vida va quedando atrás
solo tu mente atrayendo
para sentir el aliento.
Deshaciendo este frío
hojas y hojas de pensamientos
van cayendo
cuando me paré a mirar tus ojos
que ahora no puedo borrar
ni en oscuridad.
Te voy viendo llegar,
tu calor y corazón latiendo
estáticos dueños
de su tejida existencia,
te veo en paciencia
y me voy adueñando de tu pensar
mas que sangre
quiero cerca tu vida
para yo sentirme con otra
que hasta alma tiene,
y se va desgastando el camino,
los pasos trazados
se vuelven ilusiones.
Un día derretido,
el segundo quedó en vacío eterno
sin manipulación
de un ser superior
no puedo ayudarme
en este frío y vacío espacio
cada noche
deseo sentir tu amor
algún día
para siempre.
Förüq
V
Avanzo despierto
las sombras por carretera
del mundo inerte
que vive en la sangre
por brotar yertas espinas
grazna el cuervo del lugar
y los altares gotean
sangrando murciélagos
ojos ausentes de sus ojos
que juzgan en su mentira superficial
qué necesitas
cuando todo suena a final
y el circo de la sociedad mece
y teje tu actividad
rojos al mirar
guerreros del abismo soñados
no cielo para vivir
eterna batalla espiritual
del interior de la tierra
llueve de nuevo
nubes se derriten
plano elevado en vida
único libre de acto y pensamiento
al océano de hierro y construcción
solo un deseo que se pudra en albor
y el resurgir venga
brillando sangres
mas lombrices maldiciéndose
por haber acabado su hogar,
desaparece y viene la oscura noche
a pesadilla mece el sonámbulo devenir
de quién me habla en mi cabeza
diáfano cuarto donde se clava
el sembrado silencio
donde el respiro cuelgo del techo
crujiendo paredes el sentido
me nubla los ojos
hay algo que me llama
es el hambre de la caza.
Förüq
VI
Iba la tiniebla bajando mi escala,
iba vestida como florece una roca
de anchas y hondas calzas,
desertora de la mundanal zozobra
que me acusaba,
bajaba y se preguntaba si la luz estaba con hambre,
entonces abrí la ventana y apareció su madre,
azogada, cansada de ocultar la luna,
abrió sus oscuros párpados
y una espectral sonrisa se dibujó en su cara,
para decirme: -Esteban su Sol ha muerto.
¿cómo?
Entonces encendí una lumbre,
y lentamente devoró aquella madre oscuridad,
mientras yo escribía una elegía,
posó mi ventana un cuervo,
que dijo: -Noche siempre.
entonces un vil recuerdo de mi Sol
cruzó mi mente,
yo que le creí invencible
ahora la luna era una esfera negra,
un espectro se colaba por mi ventana
era una mujer sembrada en sábana,
me acarició el hombro con su manecita helada,
ella que dudaba más de su existencia
que la propia duda,
entonces miré mi imagen en el espejo
y la imagen me devoró el rostro,
ahora lucía una piel pálida
como la arena
y unos colmillos que atravesarían la madera,
era el inicio de mi condena.
Förüq
VII
Mi polilla desvencijada
nace del espejo que crepita
una boca de esfera y su artificio,
revoloteos en torno a la bombilla
que más quisiera ser ella la estrella
que te atrae
tu noctámbula sed
de espinas blandidas,
un viento lunar se reposa
en mi ventana,
siega del mar oscuro
que todo tiñe de malva nocturno,
hoy estoy aquí
ante ustedes cigarros
para latir
y que vuestro color
sea expulsado,
recibo que acuso
ponlo en mi pierna
caminaré el infierno
por si consigo pagarlo
con mi sangre algún día,
serrana se torna mi almohada
de su musgo y lozano rostro,
por el canto de este caracol
que ya no late se quedó seco
en su intento,
es una luna menguante
y su aguacero litigio áspero,
un iris y un prisma lejano
es mi hombría un surco
en mi jardín de cementerio
por el estío rígido
y sus cristales de hueso
de un sol
que le enfadaba su luz.
El Castellano
VIII
Seco y duro, seco y umbrío,
corría el linde quieto
por la arboleda despejada
daban las tres y treinta
de la madrugada que se marcha
por oscuro diván de la sombra,
un espejo tímido sonaba,
el reloj paraba,
con un grito de estrella,
su alcoba fría en la que despertaba,
no quedaba viento de palabra,
ni pensamiento ágil que en eco no quedara,
lanzó aquel espejo contra el suelo,
y rápidamente sangró un borbotón de sombras,
se abría la noche y sus quimeras despiertas,
brotaba de su ceniza de pulmón,
el irisado que la oscuridad clama,
quedando para siempre
su alcoba fría y vacía,
sombra de aquel que sonaba una noche
que ya escapa.
El Castellano
Fin capítulo octavo
CONTINUARÁ
CAPÍTULO NOVENO DESENLACE
De hecho,
no sólo la observaba con atención,
aquella doncella imbuía un eterno secreto,
capaz de surcar llameantes abismos
y dejarlos todos de matiz sanguinoso,
su mirada tenía una luz inaudita,
cual sangre de hadas cristalizada en ámbar.
Imaginaba sus besos, del candor más hábil temperado;
sumergirse en el mundo etéreo era hablar con ella,
llevarla flores, como si estuviesen por extinguirse,
quería Förüq compartir
con su Escarlata toda su felicidad y admiración
cursaba, como si tiempo no hubiese
debido para él apenas transcurría
sólo su sed llamaba a descubrir su secreto nocturnal
ella podía desconocer,
de incierto modo su letargo sin su compañía
tañía su tercera campanada,
su palidez ya se oía en el deseo su dama,
y su testarudo turquesa de ojos hendía
su palpitar hermoso.
Quise llevarle luz como mensaje en una bella golondrina,
siempre querré tu vera
como designio manda Ares y Perséfone florezcan todas flores
al caer la primavera;
su mirada y belleza no eclipsaba hipnotizaba,
mas su color y ternura de entraña enhechizaba,
hasta el alma más helada.
Förüq
IX
Menguante vestía la luna su traje,
una noche sempiterna un diciembre;
la lluvia acaecía en el rostro
más terso,
donde todo acaecía
en la villa su Campiña,
hubo un festejo de alta alcurnia
allí se presentó un viejo noble comunero,
brillaba más su extravagancia cautiva
que su nobleza,
él era anhelante,
como explorador observante
de la más pura belleza otorgada,
su melena era de un hombre arriado
las tierras del norte,
sus ojos encendían una curiosidad innoble,
por determinar su fausto origen y linaje perdido,
brillaba en ellos una llama oculta
de luz congelada,
como del mercurio atrapado en sus cuencas,
fijó su fría mirada fija de admiración
en una comensal que rizaba su cabello largo azabache,
era una doncella de un castillo olvidado,
pasado el puente vestigial, sobre el río tajo,
sus gestos y desmanes extravagantes
y de educación sin par ancestral,
pronto llamaron la atención su doncella perdida,
invitada,
quedaron en dar paseo bajo la luz de luna,
y los candiles de aquella aldea,
pronto se vieron en una conversación
de seres y leyendas
de encantos y sortilegios,
quedaron en descifrar su acertijo de mirada
adivinando lo que quería el uno del otro
en aquel rayo de luna morena
ocurrió el beso inextricable
uniendo ambos sus colmillos.
Förüq
CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA:
Era una mansión abisal,
de tres gárgolas vigías
custodiando un laberinto inextricable
de la orden el fuego su espejo;
guarida y morada de corceles centauros,
la flor de Hércules crecía de una luz
lejana, sigilosa y eterna,
crecía de aquel inframundo
un olmo eterno guardián,
todo hojas en ojos en llamas,
viborillas por ramas.
Hidras y Esfinges, como Medusas
avisaban con su acecho yerto
del peligro, refugiaba,
aquella guarida maldita
que hasta dioses temían surcar.
Aquel bosque umbrío de laberinto,
era de aguas azabache y brea encendida.
Poso de almas errantes y jinetes difuntos,
todo servía a la sed de sangre,
en esta fortaleza se custodiaba
la llave de la virtud jamás enseñada
mas había...
FÖRÜQ Miguel Esteban
II
Más había un cerro
las almas condenadas,
en su cima era de nieve roja, sangre congelada
allá germinaban las semillas del mal
y odio resplandeciente, su deshielo
alimentaba el río la Estrida tiniebla.
Toda bestia aguardaba el regreso de Perséfone,
mujer de Ares, Rey de aquel inframundo.
Así con ella, recibir órdenes a cumplimentar
sobre la tierra Numinosa, del humano ser.
La virtud jamás enseñada, custodiada,
era tan ambicionada por los héroes del mundo fértil
cual néctar y ambrosía, los castos dioses.
Requería aquel cerrojo del portón, de tres llaves,
sólo conocidas por Perseo, un semi-dios,
había que cercenar tres ramas de tres espinos
que allí sangraban, áureos de plata, bronce,
y titanio, si destino dictó y era semejante...
III
Semejante empeño cuando se llega
a las fauces del Averno,
este árbol triple en espinas dorado
se esconde del ímpetu errado
sólo el nacido de la sangre de los dioses
es merecido a ser guiado por el negro cisne
fácil es bajar al Averno, ardua tarea
regresar y escapar a las auras del cielo
las aguas de los lagos estigios
y su río la Estrida brotaban de esta guarida
que misterios todos, acoge,
junto con toda el agua abismal
nutre cada pozo, también había una encina
turquesa, donde se podía escuchar
los fúnebres gritos de un cuervo blanco,
era morada de almas errantes y espíritus
que sólo su oscuridad abrigaba.
Quien escribe ofrenda al sacrificio
la mitad de su locura, extensa, habitada.
Förüq castellano Miguel Esteban
IV
Arribo a ofrendar mi designio
en cuña demencial, su mayúscula mitad
a la tierra Madre Tiniebla,
tierra almas inconscientes, velan las muertes.
Allá en venas de pedernal florido,
fondo de idea mística, por anchas fauces
de siglos dormidos, adentro al reino las Sombras
surco su corriente de aguas vivas.
Se descubre áureo templo, llama oculta,
la virtud eternal, jamás enseñada;
cumbre de lágrimas, y flora suelta,
de bellísima cima y ribera
después de la vida, y aquel Quimérico viaje;
después de la travesía sendos castigos
florecía la luz sigilosa como atónita
una purificación otorgaba una sed de justicia
universal, nunca llamada, sólo aparecida.
Poderoso pensamiento en rayo de dioses, diosas.
Era esa virtud cual misma puerta todo asigna.
Aquel mi destino me asignaron mis hados
quedó ampliamente saciado y cumplimentado.
Förüq castellano Miguel Esteban
V
Era difícil, intrincado, liado, enmarañado,
inextricable, el cerrojillo de Perséfone
con el que sellaba el Averno, y su laberinto
en espejos de fuego terso y alarido vaporoso
todas razones rebosaban aquel lugar;
su llenez bastaba para anular a todas.
Incomprensible giraba la virtud custodiada
como una esmeralda araña tejiendo su tela
quedando como sangre de sabiduría coagulada.
Un coro de grillos aturdían a las Puertas
el eral donde yacía aquella sabiduría
jamás enseñada, sólo aguardada era,
por designio los castos dioses.
Tarea inmensa, en dificultad guiada,
TAREA MILENARIA
Como adentrar los hoyos del Sol
en busca lo que nadie vio jamás,
aquella áurea, sangre de estrella lejana
y cercana.
Förüq Esteban er-lobo bohemio
VI
Llegó un día olvidado, a aquella guarida
intransitable, un vigía Centauro
llamado Förüq, sediento, atravesó
el bosque umbrío hasta el lago sangre
formaba el pozo de AIRÓN, al beber,
se le acercó una cierva blanca,
le dijo que ella era la dama del río Sangre
y que su intención era compartir
el secreto de la virtud custodiada;
y así volver a ser el Hada Señora,
Leannán-Sídhe, dueña de todas Profundidades
le reveló a aquel centauro Guardián
que el cerrojillo aquella morada
sólo tenía una llave que la formaban tres
y era el amor más puro, y primigenio nacido
que era como una llama líquida de esmeralda
y la poseía la araña turquesa, en su
portón de Tierra,
el centauro, ayudó a la cierva Hada
y se aliaron, para poseer aquella virtud
jamás escrita hija de las tres potencias,
Förüq
VII
A través de las oscuras llamas
del inframundo terreno, guarida abisal;
como Centauro, arrastro infortunios,
así como sucesos caducos, despertó en mí
aquella alianza con la cierva hada,
el poder obtener todo lo que el Cosmos
me negó, acordé compartir aquella virtud
y llave purísima, eternal, con ella,
mi pinche compañera Leana.
Voy rumbo a abrir el portón de Tierra;
aquella araña vigía turquesa,
era hija del Soberano Júpiter,
planeé finalmente sobornar con amor
mi propuesta al llegar a ese abismo de Plutón
fue brindarle nueva fortaleza, morada
el castillo umbrío y olvidado de Hipsípila
con sustento absoluto diamante y felicidad.
No se negó y solo pidió un acertijo:
-Sólo una palabra otorga respuesta a mi pregunta.
¿Cuál es el nombre?...
Castellano Mercurio
VIII
¿Cuál es el nombre nuestros ancestros pusieron
en el idioma más antiguo, al pájaro misterioso
azabache mora las ramas de nuestro tejo
milenario maldito?
El Centauro recordó que su nombre referenciaba
El color aquel pájaro y el signo su luna
-Arriesgándose, -Förüq, respondió
a la araña turquesa con acierto.
Entonces le otorgó localización
de las tres ramas abrían aquel cerrojillo
de lo que custodiaba, rama de cobre,
rama de plata, y rama de titanio.
Al obtener y desnudar aquella virtud,
se desveló que era la belleza,
madre de las hadas, y padre del arte,
reflejo e impresión en poesía,
aquella virtud nunca enseñada,
sólo hablaba como demonio antiguo
cantando en forma de Fénix
decidieron el centauro y la Señora Hada
difundir aquella virtud de belleza y poesía
por todo mundo conocido, en pacto de tinta
y sangre.
IX
Aquel pacto de tinta y sangre era vitalicio
consistía, en difundir la virtud de belleza
y poesía en forma escrita sobre los reinos
cubriese los cielos y auras vivas,
en amor y dedicación,
su fidelidad y complicidad era inseparable,
el centauro Förüq y la cierva hada Leannán
no permitieron que reinos abisales
ni criaturas errantes osaran tener la virtud
restringiéndola a la llave de sangre viva.
Aquella belleza escrita, era una virtud abierta
nunca cerraba su lleneza ni quedaba completa
fueron ellos custodios centinelas
del arte escrito en poesía
fijando a toda buena obra un amor
de satisfacción y alegría indeleble.
De razones virtuosas, y del alma heridoras.
Förüq y Leannán-Sídhe
FINAL