viernes, 24 de marzo de 2023

Coincidente sentir

 







Barcos entre la niebla
navengan sentidos
navegan mis sentires de cromo,
entre espadas al aire
y ocasos liban las flores,
honrosas, frondosas y eternas,
zarparé con mis sueños
ilusos y férreos,
cual salvajes y argentos,
sigo el son y sones,
mi padre,
mi Sol mayor,
tantas coronas lanzadas 
a profundidades.
Tantas vidas en filo
su vil instante,
artes llaman,
que no hay victoria 
si no se derriba el puente dimensional,
venimos de la altura en flamas,
a lo alto no se veía nada
tan alto que el árbol era arbusto,
alma,
vid de cepa y esquiva semblanza,
dentro mi tierra
no había amor,
había sólo eco eterno
sin voz ni imagen
todo era un solo color
como viaje dentro un azabache lleno,
la conciencia
durmió,
en su paz que era sepulcro,
preguntó allá la coma
por su punto vivo,
desperté mi misión no estaba completa,
aunque me llamaran los hados
mercuriales,
no podía ni debía irme,
mi voz volvió sola
sin apenas memoria
no era de sangre ni tristeza,
tanto quise describir de aquel viaje,
que tal desaire
no podría ni asumir el mundo conocido,
la paz sepulcral
y la servicial prestancia
al servicio la única verdad
llamada diosa
llamada oscuridad impuesta,
madre de toda luz al despertar,
sin alma, sin cuerpo, sin vida,
sólo el despertar la parca muerte,
sin ver ningún tul,
ni color era mágico
lirios negros 
del mar de Hades,
intuidos armonía sin querencia
sólo una paz de no hallar nada
sólo aquel color intuido,
ni intereses existen por volver a la vida,
oh fuente extasía,
sólo te advierto
si vuelvo a ti
tiembla, mi luz no se apaga,
mi alma está condenada
y no es a tus brazos,
ni a una estrella apagada,
coincidiré
y sembrado y fuerte
blandiré mi pecho
y no rendiré cuentas
asumo que volveré a morir,
pero mis flores seguirán creciendo
para ella mi amada 
quizá sin granate redentor,
quizá sin letras ambiguas,
desde que vine a vivir
sigo con el mismo objetivo,
quién merece mi gloria de Paraíso terreno,
matarme dos veces no se puede,
entre tiesto y coraje revelo un arcano,
nacimos para morir
o muertos viviendo hemos de quedar,
cúspide mi amor tangible,
ababol azul,
te sientes en mira del ojo mágico,
debido te faltó entablar
que palabra cierta
porque también me amas sin querer,
y queriendo pedí un deseo
VIVIR
el resto conoces me falta un deseo
precio,
la vida la inventaron para condenarse,
sin ti no queda nada,
ni esa deidad color azabache
que todo plañe y envuelve
porque solo existe ella
por lo que no hay nada
somos destino a volver al origen
de luz, Madre Obscuridad,
para volver a despertar eternamente.




Förüq y Leannán-Sídhe

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