TIERRA
NUMINOSA, MI ÉGIDA Y CELADA
ANTOLOGÍA
Flor
de sangre
Mayo
2009
Es
el ritmo de tu cuerpo, donde el agua
y
la poesía hacen el amor.
Es
el fondo de tu mirada un manantial de
esmeraldas.
Es
el calor de tus piernas.
Es
el terciopelo de tu piel.
Es
la suavidad de tus caricias.
Es
lo que dices sin hablar.
Es
todo lo que significas para mí,
lo
que me haces sentir.
Lo
que me hace seguir adelante
y
robarle al tiempo cada minuto cuando
estoy
contigo.
Es
el agua de tus besos.
Es
el fuego de tus labios.
Es
el aura de tus cabellos que mueven mis
caricias.
Eres
tú.
Eres
tú.
Eres
tú mi vida, mi sol.
Eres
tú en cada noche fría mi calor.
Eres
tú la chica que siempre soñé,
la
chica que siempre deseé,
la
que vivía en mi subconsciente para
cuando
apareciese darla lo mejor de mi.
Eres
la dueña de mi corazón.
Deseos,
anhelos, ilusiones definiendo mis
sentimientos.
Por
qué sí por qué no ardiente pasión.
Por
ansia mi atracción.
De
tus palabras viví, soñé y me alimenté.
Con
la dificultad no murieron las
esperanzas.
En
mis recuerdos tus besos sabor de miel.
Tú
mi motivo para soñar.
Tú
sueño, tú mi dormir, tú todo para mi.
Tú
mi alma como agua que se va al mar.
Te
vas perdiendo en este caos de existencia.
Ya
me abandonas, ya me dejas hundirme en
la
mediocridad.
Tu
silencio se hace estridente y te ganan los
llantos.
Tú
que quisiste volar por encima de los
mortales
y
ahora te quedas sin fuerzas.
Cómo
salvarte de este silencio, de esta falta
de
inspiración,
de
esta depresión.
Quisiera
verte altiva como cuando escribí mi
primer
poema
que
veías un mundo por comerte, llena de
ilusión
y vida.
Yo
no me hundiré aunque haya gente que te
quiera
ver hundida,
alma
mía seguiré y luchare para verte como
siempre,
dando lo mejor de mi.
Tú
mi aliento de vida, tú mi vínculo
con
el creador yo, tu servidor.
La
dificultad es un salto de longitud más con
el
que batir mi marca.
Quisiérais
un poema, quizás solo tenga uno
el
primero de este lema.
Pero
todo llegará.
Yo
quiero , yo puedo, yo te veo aquí.
Al
alcance de mi mano.
Y
no me rendiré. ¡Nunca! Ya que quiero ser
escritor.
Éste
soy yo con defectos y virtudes no
busco
dinero ni aceptación,
solo
hacer todo lo posible por alcanzar mis
sueños,
sin
importarme lo que se ponga en mi
camino
porque lo sortearé.
Soy
un papel en blanco que se irá llenando
de
obras preciosas,
con
19 años no veo nada perdido, qué son dos
meses,
Un
escritor no se hace en dos mil meses.
Un
saludo a todos.
Tablero
de existencia:
Otro
día más.
Otro
día menos.
Horas,
minutos, segundos
pasan.
Decisiones,
esperanzas, vidas truncadas.
Gentes
luchando por cambiar el hastío.
Luchando
por cambiar la rutina.
Peones
de este juego de ajedrez.
Sólo
avanzan en un sentido,
alimentándose
de lo que encuentran en su
camino
que
avanza sin retroceder hasta llegar al
final
del tablero.
Unos
ansían convertirse al llegar ahí en
otras
fichas más poderosas,
para
seguir comiendo a otras gentes.
pero
otros acaban siendo comidos por la
torre,
la que juzga sus vidas.
Insomnio
de amor:
Mi
soledad sin descansos.
Ojos
asolados de un cuerpo recto.
No
se cierran por los ocasos.
Ni
miran otros lados
donde
se alejan crepitando.
Deslices
ausentes de trece veleros.
Que
navegan en el inmenso
Océano
de tu flor.
Navegando
con la brújula
De
tu palpitación,
tu
dulzura de astrolabio.
Limpios
y duros yunques
desvelados.
Mis
ojos miran un monte
de
metales y fríos peñascos.
donde
mi cuerpo afila sus venas.
Consulta
naipes helados.
el
tarot de mi dicha y sentimiento
los
martillos entre mi sien cantaban
y
soñaban como un taladro
sobre
un réquiem sonámbulo
y
despierto de seis días sin dormir.
El
insomnio de este marinero del negro puerto.
Sin
mar y sin barco.
El
insomnio del caballero sin escudero.
El
insomnio del jinete sin caballo.
El
insomnio del bohemio maltratado
por
el tiempo y la vida.
El
insomnio del soldado en la trinchera
esperando,
viendo la muerte
pasearse
por el campo de batalla
la
noche me llama temblando
escalofríos
me hacen temblar con alarido interno.
¿Qué
quiere de mí, qué quiere de mí, amor?
Nadie
responde.
Voces
de muerte cesaron.
Sólo
un resplandor en el cielo se vio,
fue
mi amor que escapó de mi cuerpo
y
se llevó mi alma.
La
pena negra como el carbón brota
Como
cenizas que se consumen quemando mi sangre.
Alquitrán
brota por mis venas.
Después
del Fuego de nuestro amor
quedaron
las cenizas sin apagar.
Soledad
¿Qué pena tienes?
Que
oscureces y nublas mi pensamiento.
¿Qué
quieres de mí?
Que
me maltratas sin descanso.
Noche
lúgubre y umbría.
Contemplando
mi cuerpo desnudo
en
la penumbra.
Pasa
mis nervios, con gozoso frío,
el
arco de lunático violín.
Los
fantasmas de mi cabeza cantaban
con
delirios de agonía mi melodía,
agujereando
mi ansia viva, aumentando mi ira cada día.
Muerte
ya vienes a por mí y no perdonas.
Muerto
en la soledad de mí cuarto.
Sin
más compañía que un rosario y un viejo crucifijo
Dios
me ha dado de lado y ha permitido que me convierta
en
un muerto en vida.
Va
mi barca por el largo río
que
divide un confín de otro sinfín y me pregunto:
¿Por
qué me agotas con las penas que requiere el corazón?.
¿Por
qué me haces sentir que no te merezco?,
Que
soy un ser despreciable del cual rehuyes.
Me
miro al espejo y no me reconozco te has llevado mi alma.
¿Qué
motivo tienes para hacerme daño?,
Y
maltratar mi pensamiento y mi corazón.
Que
es puro como el agua del manantial de la vida.
Quiero
morir a tu vera.
Quiero
ser el que te despierte con un beso.
Juntos
de la mano.
Sueño
sin fin
Sueño
del que no quiero mi despertar.
Si
amar es sufrir yo he muerto por ti mil veces
y
he resucitado otras quinientas.
Recuérdame
por lo que fui no por
lo
que soy ahora y el monstruo en el que me he convertido.
Sólo
tú puedes avivar este fuego.
Pero
tú no entiendes de amor.
Juegas
y maltratas este corazón de pobre enamorado.
Sólo
entiendes de desprecio hipocresía y falsas ilusiones.
Para
ti todo esto es un juego,
un
amor que me absorbe por dentro y se come mis venas.
Que
contamina mi sangre y mi pensamiento,
que
me hace ser un muerto en vida.
Un
muerto sonámbulo con
vino
por sangre y pulmones llenos de humo de
noches
enteras sonámbulas fumando
cigarrillos
del diablo.
En
la oscuridad de mi cuarto te oígo hablar
,
voy a abrazarte pero solo eres humo
y
te esfumas sin permiso.
¡Ay
amor, ay amor!
Nunca
podré olvidarte.
Quizás
tendré que vivir con esta daga punzándome la razón.
No
entiendo ¿Qué he hecho yo para merecer
el
mayor de los alaridos?
Que
es tu desprecio y tu falta.
Hacia
esto que llevo dentro y me corrompe hasta sin razón.
No
creíste que mis sentimientos eran tan duros y limpios
como
el agua del pozo de los sueños
al
que lancé moneda pidiendo tu amor.
¿Qué
quiere de mí, amor? Que juegas
Y
maltratas a este pobre amor.
¿Qué
quieres de mí?
En
la lápida pone aquí yace mi amor por ti.
Quemaste
mi corazón con tus palabras.
Que
fueron trozos de metralla que tengo clavadas en el pecho.
Te
amo como las flores al campo.
Te
amo como los pájaros a los arboles.
Te
amo como los peces al agua.
¡TE
AMO! sin perderme en un ocaso,
naciendo
en la floresta desnuda,
que
riza y descubre
que
abre mis sones
quejumbrosos
en ternura infernal,
y
lo haré hasta que la muerte me lleve y cuando este muerto
mi
corazón seguirá llamando, gritando tu nombre entre malvas
y
buscándote sin parar hasta que
volvamos
a caminar,
como
al que le han arrebatado un trozo de ser,
y
se ahoga en su soledad.
Pero
no sé cómo hacer que creas a este filo enamorado.
Que
pasa noches en vela llamándote
¡Pero
tú no vienes y no vienes, no vienes, no vienes!
Y
tú no vienes, no vienes, no vienes.
AY
qué dolor más fuerte encuentro yo
que
dolor más fuerte siento yo en mi corazón.
Seguramente
porque te estoy queriendo ausente en la razón.
Loco
de amor.
Locura
de amor.
Hoguera
de sentimiento
Insomnio
de amor.
Mi
soledad cansada.
Sueños
chicos.
Sólo
ven un horizonte.
Tus
labios son como pétalos acolchados de sangre...
Se
divisa tierra en esta larga travesía hacia
Las
entrañas y los confines de tu amor.
La
tierra prometida.
Que
si la encuentro te doy mi vida.
El
Castellano
JUNIO
2009
Tus
besos riegan los rosales de mi corazón,
lo
llenan en flor, alimentan esta ilusión.
En
tu mirada deseos como los míos,
fieles
reflejos de cómo somos,
de
lo que queremos.
Momentos
que vivimos,
recuerdos
inolvidables llaman a un presente,
a
una historia que separados no tendría sentido,
sólo
sería un injusto desenlace para todo lo que
hemos
luchado.
Y
luchado en contra de la dificultad, de las dudas,
del
futuro.
Y
que ahora no me lo imagino si no es para
compartirlo
contigo.
OCTUBRE
2009
Libreta:
Bajo
aquel árbol,
justo
debajo de aquella piedra y ladrillo
con
aquel cristal roto;
encima
de un puente con un ruedo de arena
en
obras esperando,
que
aquel árbol nunca sea sepultado
por
asfalto y hormigón;
sólo
recordado por aquella huella de
zapatilla
presionada
en la arcilla pulida de tu piel;
bajo
él, el río de las flores desangradas
y
el llavero del que falta mi llave
que
abre aquellas puertas del cielo
liberando
tu alma,
esa
llave la tengo yo;
en
mi llavero del día y de la noche
junto
al peluche de una serpiente
de
amarillos ojos y cuerpo verde amarillo,
siendo
custodiada por el águila bicéfala
de
un llavero que pone Toledo
con
cabeza en metal y tinta del jaguar
que
protege mi corazón con tu historia,
tu
tiempo, tu espacio, tus recuerdos
tu
ayer y hoy, tu dormir y despertar,
tua
vita in memories and love.
Yo
theend and begins,
themanwhohaveshout,
theblack
and light,
the
red and yourblood,
thenight
and day.
Yo
el mundo escrito en mi libreta,
yo
bolígrafo macizo de plata y humo rojo,
yo
el agua de tus ojos,
el
vino de tus besos,
yo
el demonio encerrado en versos y
palabras
no
dichas;
escritas.
Escritos
que jamás
podrán
descifrarse y entender:
Un
canto al horizonte que sólo llegará
cuando
llegue el final
y
las trompetas derriben los muros de hojas
de
papel
donde
crece el árbol de mis raíces;
donde
te escondí;
para
nunca dar a la luz
la
luz de esta realidad
que
sois todos vosotros atrapados
en
la fantasía del mundo,
de
una novela sin tinta,
sólo
de imágenes.
En
mi libreta duerme el mundo
yo
soy
su
creador.
Y
este es vuestro eterno despertar
en
papeles en blanco
que
uso para liar mis cigarrillos.
Yo
escribo la Historia
que
es mi gran novela sin tinta;
imágenes,
formas, figuras, personas,
lugares,
reales;
viviendo,
alimentándose, fornicando,
existiendo
en
ésta,
la
única,
y
verdadera realidad
de
dos dimensiones.
Yo
dirijo sus vidas.
Soy
tiempo, soy espacio, soy alma de otro
ser,
que
guarda
en
una mente ,
y
corazón todos vuestros recuerdos.
Soy
el dueño de mi propio cementerio.
El
Castellano
FEBRERO
2010
Un
cuento de 1997:
Erase
una vez un ruiseñor y una serpiente que sólo tenían un ojo cada uno y llevaban
viviendo mucho tiempo en la misma casa en paz y armonía. Pero un día que
invitaron al ruiseñor a una boda éste le dijo a la serpiente:
-Me
han invitado a una boda y no me gustaría ir con un solo ojo ¡Sé buena y
préstame el tuyo! mañana te lo devolveré.
Y
la serpiente le hizo el favor. Y prestó su ojo al ruiseñor y se pudo ir a la
boda con dos ojos.
Pero
al día siguiente el ruiseñor no quiso devolverle a la serpiente el ojo y juró
que se vengaría de él.
¡Inténtalo
si quieres!-dijo el ruiseñor. Luego cantó:
Construiré
mi nido en ese árbol tan alto que jamás conseguirás alcanzarlo.
y
luego pasó una semana y se vengó del ruiseñor;
le
convirtió en murciélago el cual volaba con una correa de cinturón atado a una
pata con la que chocaba y chocaba.
El
Castellano
Podando
recuerdos para volver a amarte,
dolorosos
detalles caen y vuelvo a desearte
ella
mi rosa que llama al frío pero resiste
cantando
a la víspera del invierno triste.
El
ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota
de rocío que se evapora con el sol que visita.
La
sonrisa que resplandece sus labios besa
al
encontrarse con el te quiero el beso que espera.
El
fuego del deseo se hacía con su compañía,
en
la que besos y caricias recorrían su fantasía;
De
deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo
de
cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.
Con
su campo de derrotas y victorias en sus sueños
un
nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;
solos
en el encerrado mar del amor no demostrado
su
amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.
Soledad
¿qué pena tienes?
Que
oscureces y nublas mi pensamiento.
¿Qué
quieres de mí?
Que
me maltratas sin descanso.
Noche
lúgubre y umbría,
sin
tu compañía.
Caminando
por el sendero distante
del
verso asonante sin encontrarle,
serpenteando
por la arena de tu piel;
Escribiendo
un te quiero
mi
mensaje con un beso
del
paraíso atrapado en lo escueto
de
un terceto que ya no es.
Camino
por tu piel donde me perdí
me
encontré con el placer al que serví;
Allí
una flor con una nota: hoy te sentí
y
volví a caer en la rima tonta de un sin vivir.
Puedo
escribir todos mis pensamientos
y
ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el
amor no quiere ser pensado,
ni
si quiera ser conocido,
sólo
sentido.
Yo
te sentí amor
y
por querer pensarte
desapareciste
entre la ténue luz de luna que me abrigaba.
Allí
la razón apagó los latidos de un corazón.
Como
tierra yerma
marchitó
aquella flor que un día llamé amor;
nunca
murió porque fuiste tú Rosal.
Ninguna
pudo ocupar su lugar,
sólo
la hiedra brotó hasta tapar
aquella
luz que me daba calor.
Pero
yo te sentí amor.
Camino
arrastrando mis errores,
camino
con la mirada perdida
como
si este mundo fuese ajeno a mí,
pero
a la vez necesitando de él.
Para
sentir emociones,
para
seguir sufriendo y aprendiendo
para
disfrutar recibir y dar.
Pero
mi felicidad no se basa
en
que me admiren, si no
en
valorarme yo,
cosa
que todavía no he aprendido.
El
tiempo pasa
y
me siento vacío.
Para
valorarme necesito
que
me valores,
este
sentimiento no ha muerto
y
sólo con tu amor sentí amor propio
sólo
con tu amor sentí que estaba vivo
sólo
contigo mi rosal.
¿Qué
quiero yo?,¿qué quieres tú?
¿Quién
soy yo?,¿quién eres tú?
Seres
distintos pero a la vez corruptibles
y
semejantes en lo malo.
¿La
casualidad unió nuestros caminos,
o
estaba todo planeado y pensado?
¿Ésto
es amor o sólo obsesión por no perder
lo
que me llena de ti breves instantes?
¿Es
sentimiento o solo pasión desenfrenada?
¿Te
necesito o sólo te extraño?
No
lo sé mientras tanto seguiré amandote en silencio.
Un
día me dijiste que el amor lo curaría todo,
nunca
pensé que fuese a ser la causa de todos mis males.
Déjame
ser quien guarde tus besos,
quien
comparta tus alegrías,
el
que cree horizontes contigo,
el
que al cerrar tus ojitos veas.
Déjame
cumplir todos tus deseos
como
anhelos de que otra realidad es posible,
hacerte
feliz es lo que pide mi alma.
Enamorarte
lo pide mi corazón,
capturarte
en mi retina mis ojos,
pero
yo, yo te quiero a ti y me duele que no lo veas.
No
puedo, ni quiero olvidarte porque te necesito,
y
no me puedo imaginar una vida sin ti aunque no lo creas.
No
quiero que te vayas sólo que veas
que
sin ti no soy,
que
sin ti no quiero ser,
que
sin ti,
sin
ti no podría vivir.
Me
duele el pecho sólo de pensar en no volverte a ver,
me
duele el corazón cuando dudas de mi.
Pero
se alegra mi alma sólo de verte sonreir.
Porque
existes en mi mundo.
Porque
eres mi mundo.
Porque
lo que te dije aquella noche al oído
después
de aquellas tres horas era:
Te
quiero y no te voy a dejar escapar,
quiero
estar contigo.
Y
me di cuenta que lo sentía desde hace mucho
y
no me atrevía a decírtelo
porque
al despertar igual lo olvidarías.
A
mi me detiene el miedo a volver
A
ser feliz porque te daría toda
mi
alma, hasta mi sangre.
Me
entregaría como nunca;
Solo
tu felicidad me podría hacer feliz;
Existes
en mi mundo
Quizás
he construido
un
muro de cigarros y hojas de papel
En
torno a lo que siento y pienso
Para
no mostrar mi debilidad
Esa
debilidad es que te amo y
Que
sin tu amor me consumo,
que
puedo vivir sin ti
pero
no mejor;
me
he dado cuenta en estos meses.
Por
eso no te llamé después de tanto;
-Porque
te necesito
Mis
sentimientos son muy claros
en
mi interior pero me da miedo mostrarlos
cuanto
desearía oírte un te quiero
para
lanzarme a coger el tren hacia
tu
escondido corazón
y
demostrarte todo esto que siento.
Todas
las sensaciones que se pasiaron por mi cabeza
después
de volver a verte,
el
volver a sentir tus besos, tu cuerpo,
volver
a oír tu voz,
volver
a perderme en el océano de tu mirada
todavía
sigo sin encontrarme
estaré
tocado pero no hundido
tú
llegaste a mi vida para hacer que sintiese amor
que
supiese lo que es ser +feliz que un desliz.
Para
que agarrase la vida y luchase por algo,
para
abrirme los ojos y hacerme sentir
que
no era supffferrior a los demás
tengo
tantas cosas que agradecerte que no sabría
ni
por donde empezar:
-Voy
a ser y quiero ser ¿Por qué no ser?
El
único al que recuerdes,
toda
tu vida por hacerte sentir
cosas
tan hermosas que solo de evocarlas
se
te pasen los pensamientos tristes,
y
puedas recrearte en que has vivido intensamente,
quiero
llenarte de mí como tú me has llenado
de
ti,
Amor
¿qué es amor?
¿Un
estado mental de felicidad?
¿Algo
físico que genera atracción de dos personas?
¿Lo
que te hace temblar cuando ves a tu rosal
de
carne y curvas de mujer?
¿Lo
que te acelera el corazón, lo que te hace
volar
y soñar despierto?
Y
me pregunto:
¿Qué
es el amor?
No
lo sé pero si de algo estoy seguro es de que te amo
como
sed de amaranto esquivo.
MARZO
2010
Un
besito:
Muero
por un beso
vivo
por un querer
cruel
del destino
condena
de una pasión
que
creó tu pestañeo
al
dejarme ver
tu
cielo encerrado
fijamente
tres minutos,
y
morí con tu pestañeo.
Demostró
que fui
importante
para ti
y
que a pesar y muy
a
mi pesar de los problemas
seguí
en tu mirada atrapado
hasta
que la aguja
de
aquel reloj de pulso
se
paró al pasar 180 segundos
mi
cambio de vida
cuando
consumí
medio
giro al decir:
-Siempre
te amaré.
ABRIL
2010
Nada
como una mirada al vacío
una
mirada al comienzo de todo
con
el anticipo de un final que se aproxima
camina
rápido vuela veloz se alimenta de estos
cielos
para
la tempestad de los dragones alados
de
un cielo rojo y negro
de
una atmósfera de hierro, un túnel en sus
recuerdos
un
solo ser
en
su trono postrado
a
sus órdenes todas las criaturas que él ha creado
la
cruz de metales preciosos
es
solo el recuerdo de la batalla que ganó;
con
él volvió la vida todos temieron su osadía
aunque
de la muerte el trajo la vida otra vez.
desde
su trono todo ser vivo le obedeció
es
solamente un final y un comienzo anunciado.
el
infierno no es fuego son cielos teñidos de
sangre
y
hierro de los que sólo un Ser quedó vivo.
Traiga
nuestra destrucción para salvar la vida
sólo
quedó él a la hora del final.
él
no la buscó la encontramos nosotros.
Volveremos
a nacer.
Eternamente
seremos letras para él.
MAYO
2010
Viento
azul de este cielo nocturno
quien
viera tus ojos siguiendo mi marchar
solo
sombras en mi camino para buscarte
sentimientos
que recobran fuerza
no
te vayas de mi lado
sentido
de luz compañera
vuelve
como
lluvia roja de besos carmín de tus labios
como
cielo encerrado de tus ojos
cielo
que liberado nunca me abandonará
cielo
desconocido cielo sin domar
fiel
compañera de dia y de noche
fuego
como yo solo avanzando en un sentido,
yo
contemplando el abismo
nunca
cayendo ya que tengo apoyo firme
tú
mi apoyo
mi
motivo para soñar alto para vivir intenso
meloso
tormento de todos los matices
para
sentirme cuerdo en un mundo de locos,
pero
quien soy yo sin tu calor de palabras
sin
tus sentimientos sinceros que me enamoran
que
ilusiona y paraliza
la
vida de este pomposo corazón que te habla
ansía
todo lo que salga del tuyo
porque
este ya comienza a sangrar.
Ya
te dio su lado
nunca
esperé que lo guardases en caja de
madera
Solo
es para disfrutarlo en vida
no
vivo esperando tierra
lloro
viviendo amarte
para
soñarte vida para morirte placer
quien
da más solo tiempo todo llegará o se ira
naipes
del tarot helado
en
la hoguera de cartas flameantes al viento
en
este oscuro firmamento
del
azul sediento teñido de espadas
como
pasión nunca matar cariño
solo
aumentarlo cada día.
solo
decirte que no se cuando seré digno de ti
porque
no sé cuando me respetaré a mí.
JUNIO
2010
Con
el susurro de la luz en cristal de gotas de
agua
pensamientos
cálidos me arropan tu compañía
solo
una vida solitaria desde aquella lejanía
un
sol pernocta durmiendo disfruta su luna
con
tacto terciopelo una vida de amor eterno
Un
caballero busca a su mujer la extraña
avanza
entre montañas de azores
y
valles de bosque y ríos dulces
noche
de amor entre nubes acolchadas
con
el frío de un mundo en sangre
que
estaba en guerra.
Ahora
su patria era su tierra en la hoguera.
Se
despierta frio y solo tras pintar con nostalgias
recuerdos.
y
va el ancho río ya en sus llanuras
años
no recordaban su vida y esplendor
todo
se termina comentó el sabio nadie le oyó
la
locura es lo único que conocemos infinito
otro
la estupidez concluyó
pero
uno saltó acaso no somos todos locos
mira
la guerra que nos mató.
Miguel
Esteban Martínez García.
JULIO
2010
Una
nube de tranquilidad me cobija mientras
observo
el paisaje;
el
caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado
de
la piedra caliza, que resiste el embiste del
viento
y las lluvias;
la
lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y
cierra
un ojito aprovechando los últimos rayos de
sol;
el
escarabajo de tierra camina lento con sus
fuertes
patas, tropieza y vuelca quedándose
varios
minutos intentando ponerse derecho;
mientras,
se despierta uno de los dos grandes
murciélagos,
que aquella cámara de la gran casa
rústica
ocupaban.
Amapolas
y amarillos de espinos, con el verdor de
los
pinos.
Vides
para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con
caseta
para las gallinas;
frambuesas
y arándanos, en un pequeño huerto al
lado
de la puerta,
un
pequeño estanque de azulejos en el aljibe,
donde
nadan cuatro carpas y un barbo,
oscurece
y el joven rapaz de cernícalo primilla del
palomero
oscuro de la casa,
se
lanza a por un pequeño ratón de campo, que
andaba
merodeando, buscando algún resto de
harina
o de grano.
La
mariposa de bellos colores azulados, dando
sus
aleatorios vuelos, en busca de flores de
lavanda
es atrapada por el pequeño mochuelo,
que
salta del agujero de aquella antigua encina.
AGOSTO
2010
Navegando
en el horizonte de mi destino,
buscando
tu sonrisa en cada amanecer,
velando
el tiempo de cada anochecer.
Llamándote
en silencio con cada recuerdo,
volviendo
siempre al comienzo del sentimiento,
dejándome
llevar por el dulce tormento,
conteniendo
las palabras en el viento.
Ya
quiere caer el lamento, dejar libre el intento,
verte
llegar, el silencio deshacerlo.
Saborear
tu piel bajo las sábanas,
la
miel de tus labios tener,
hacer
tus piernas estremecer.
Endulzar
el momento con una caricia,
compartir
día a día, abrazándote en la noche,
sólo
con tu amor ya no sería pobre,
solo
tu te quiero se eleva en mi cielo,
mi
dulce sustento que quiero.
Mi
corazón quiere navegar hoy por tu interior,
sentir
cada flor que forma tu piel,
tener
tu aroma como velo que embriaga.
Quiero
quitarte la ropa, besarte, que me sientas
dentro,
recorrerte
en cada caricia, hacerte sentir, oírte
gemir.
Quiero
mi despertar para verte llegar.
Viene
acariciando, ella,
con
sus palabras altivas,
desvanecerse
quiere, con letras solitarias.
En
sus ojitos los luceros,
por
sus labios, disfruta el piropo.
Despeinarla
con caricias piden sus manos.
El
dulce golpe de su voz quiero escuchar,
dificil
de olvidar, todo por ganar.
Creo
que la quiero.
Pues
díselo.
Calma
para llegar,
por
poder luchar y no abandonar.
A
veces, invade mi pensamiento,
y
más deseo crea su recuerdo.
Pienso
que no estaré a gusto hasta que no la diga
lo
que siento.
SEPTIEMBRE
2010
Vida
en gris de la que tú eres mi luna esperada.
Se
cavan surcos de ti en mi alma soñadora,
por
donde fluye el solitario beso;
la
tierna caricia anhela ser algo más.
Mis
ojos quieren atraparte en su firmamento,
mis
sentimientos arroparte con fuego.
Pero
yo sólo te quiero a ti, mi vida en verso,
mi
motivo para ser solo tuyo, para no necesitar
nada
más.
Ser
el sueño hecho realidad, la felicidad de dos
caminos
que
se cruzaron en el destino.
Tiempo
para esperar, vida para soñar,
cuando
te vi llegar provocaste mi despertar,
y
ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero
amar.
Nos
merecemos algo más en este papel que
jugamos,
saber
si nos amamos, si el deseo quiere ser
pasajero,
el
mío quiere hacerse eterno y ser tu sustento,
solo
espera su momento, el sueño para vida
plena,
avanza
cruza cada noche el cielo azul de matices
violetas,
siempre
te encuentra, la soledad me abandonó
para
poder servirte.
Ahora
avanza la duda, el temor, si realmente te
merezco.
Pero
del corazón nace mi valor, lo sincero el dulce
te
espero,
el
te quiero.
El
pensamiento que paraliza cuando te veo, la
sensación
del amor.
Todo
lo que me queda por decirte y lo que no te
dije,
vida
para vivirte.
Avanza,
no se separa, no se aleja, te alcanza
porque
eres lo más hermoso de mi mundo,
camino
que surca nuestro antiguo paraíso.
Permanece
como el compás de mi pulso.
Desde
que te conocí supe para lo que viví.
Fluye
mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;
Allí
donde viven por querer alegrías.
Escojo
tu sendero, yo como tu destello en el
secreto,
voy
con el manto de tu compañía, allí donde se
oculta
el día.
Allí
donde nuestro calor se refugia.
Allí
donde mi alma no cesa la lucha para ganar tu
dicha.
Con
los miedos guardados en un rincón,
el
sueño solitario no me abandonó,
con
su antigua ilusión envejeció, su imagen viva
guardó.
De
él decían que solo quería comprender al amor;
Del
verso a la canción, así hablaba el corazón,
Tras
una flor la conoció y le preguntó:
¿Qué
eres amor?
Intrigante
sensación.
Nadie
te posee, pero todos quieren encontrarte,
hoy
fui más allá y te besé, pará en mi interior
capturarte.
OCTUBRE
2010
Voy
allí y te encuentro dormida, al final del
bosque,
te
encuentro soñando, con otros días de amores
profundos.
Como
el azul del cielo que a tu lado te hacía
brillar,
mi
caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,
mientras
acercas tus labios para besar los míos,
y
fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas
de un amor eterno que devolvería vida,
para
quitar su despertar de melancolía.
El
lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó,
para
ver el mundo.
No
quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y
tiernas,
guiaban
mi alma a viajar, uniendo su ser volaba
hasta
regresar.
Te
necesito más allá de este sentido que grita por
tenerte,
te
necesito más que el fuego a la madera, gritó mi
vida
por tenerte,
y
a la vez te siento, en cada golpe de viento y
reflejo.
Me
encuentras, y tu recuerdo reciente me besa,
mientras
no puedo evitar recrearme en el deseo y
corresponderte.
DICIEMBRE
2010
Spero
che qui' tui seiconvertita en una bella
fiorina;
Su
naturaleza el mar de abril,
lo
frío y húmedo de los montes y cordilleras,
la
oscuridad y la tiniebla de una cueva
entre
hermanos murciélagos.
Hermanos
por vivir y existir en la naturaleza
agua
y tierra entre surcos de barbecho,
dormir
al ocaso del día,
el
alba cuando el gallo nota cambio de luz.
Dar
de comer a los galgos y sacar las ovejas
dormir
con una lumbre,
despertar
con tu sonrisa,
fumar
tumbado en la hierba del monte,
ver
amaneceres y lunas de hechicería.
Cosecha
y agua de aljibe;
Mis
besos sin final solo salvajes y libres tuyos y
míos
experiencias
pasadas, sueños serán,
sueños
serán.
Y
se irán, pero tú me despertaste;
cada
día si estuvieras, un romance,
un
eterno sueño apasionado vivir a tu lado
crear
pasado para contar,
hijos
bueno cuando lo pidas con dos, dos
hermanillos
que jueguen.
yo
quiero darte lo que quieras coger de mí, soy
leo
soy generoso,
también
serpiente sabia,
lobo
que baja a la ciudad,
pero
que en sueños siempre vive en libertad.
.
Miguel
Esteban Martínez García
FEBRERO
2011
Vida
vuelve, amor va y viene,
sueño
se fue y pesadilla también,
por
culpa de quién.
Seguiré
amándote en silencio dulce melodía.
Seguiré
recordándote a pesar del tiempo,
seguiré
en vilo buscándote en mi vía;
Voy
a por ti ya lo sabes,
solo
te quiero ver feliz,
aunque
mi sonrisa sea fea y desgastada,
conserva
la esencia de niño pillo.
Agoreros
no me pueden, sólo mi conciencia:
No
está tranquila sin perdón
de
a quien alguna vez por inmaduro pude hacer
daño.
Sin
amor no hay vida y sin vida no hay muerte.
Solo
sé que cuando me llegue alguien sonreirá,
y
otros llorarán, de momento me apetece seguir
viviendo;
Como
el resto de la gente pero sin envidia ni odio
sin
principio ni final
solo
un puntito que no sé cuándo llegará.
A
la mierda quien llamó barroco a mi estilo;
este
corazón late noble pero fugaz.
ABRIL
2011
Volver
al eterno sueño de una pasión vivida.
Del
amor que cura sin marca la herida.
Aventura
del taciturno que busca el idilio;
se
pierde en la forma, encuentra el vello fino.
Busca
en letras belleza, cuando ella lo es y era.
Algo
sencillo y declaración de amor consentida.
Tormentosa
pero reconfortante la espera.
Esperaba,
calma en su ventana,
tiempo
atrás vino una escarcha,
a
ella la veía fiel en su mirada,
su
palabra sincera la cobijaba,
de
terceras alimañas con envidia.
Un
argumento y todo era sencillo,
ya
fuese realidad o fantasía,
no
se perdía en un camino.
Nostalgia
llenó su amor de letra prohibida,
de
anochecer que ansiaba un mundo sin ira.
Ella
no quiso ver una mirada vacía.
Frío
y calor se desearon y surgió el beso,
llegó
el viento.
MAYO
2011
Me
quedo en tus palabras,
en
tu cielo de relojes de arenas.
Allí
lucho contra las olas del olvido,
de
un mar que no te dejó llevar.
Lucho
por la promesa de luchar,
luchar
por lo que se siente,
porque
quise negar que te amaba de verdad,
y
ahora cada vez te necesito más.
No
es solo mirar atrás,
es
querer lo que vendrá.
Aunque
me falle la salud,
este
corazón no se parará
recogiendo
lo que me das
dándote
de día en día algo más.
Y
te vuelvo a sentir,
quiero
volver junto a ti.
JUNIO
2011
Cuatro
cartas y diez monedas
Vivo
para ti; sueño por un devenir.
Como
es arriba es abajo,
pudo
ser mi pacto,
pero
aún no estoy condenado.
Fidelidad
a quien me protege.
Sesenta
y siete suman; un pasado.
Doce
reyes de salud, tres monedas,
un
cáliz de vida eterna, una espada.
Para
el mundo un sentido, para lo que vendrá,
muchos;
pudo ser, vino y se fue.
Sesenta
y siete suman,
cuatro
cartas y diez monedas de cinco.
No
quise saber, solo sumé y escribí,
(50+17=67,
6+7=13)
aunque
no entiendas esto no quieras saber
cómo
persiguen los números,
ni
cómo las letras se enredan por eso
vivo
para mi, pero sueño con tu venir.
Julio
2011
Cerré
los ojos y allí estabas,
como
si no pudieses salir
de
mi interior.
Como
si quisieras besarme
o
decirme algo.
Pero
tú bella en sueños
no
hablas.
En
sueños no hablas.
y
nos quedamos mirándonos
a
ciegas.
Yo
te aviso que en el bosque
de
mi mente solo hay un camino,
y
es un laberinto.
El
final lleva a despertar
y
enfrentarse con la realidad.
Pero
tú bella en sueños,
no
me hablas.
Y
yo a primera vista
me
enamoré de ti,
por
si algún día acaso
el
sueño se cumple,
y
ya de realidad me dices,
te
estaba esperando
siempre
te ame.
SEPTIEMBRE
2011
Permanece
en mí.
Resplandor
de auroras en los recovecos,
donde
se refugian mis ilusiones en sueños.
Tu
tez conoció mis manos y mis manos te
moldearon
para
su recuerdo.
Eterna
batalla a la noche, cuando noto tu
ausencia,
la
noche que galopa y yo sólo con la palabra
sufrida
de
nuestra vida sentida.
Ya
no hay felicidad entregada con besos
y
roce de nuestros cuerpos,
medida
y entregada, ya no buscaré en esa
nostalgia.
Me
enamoré de la vida y nada me falta,
porque
todo me llena.
Y
tú mi bella, volviste a pasearte por mis sueños
y
en sueños nos reconciliamos.
Desperté
y sentí de nuevo el dulce tormento,
para
vivir soñando con el recuerdo,
y
amarte soñando despierto.
hoy
te vi ayer me doliste;
estoy
enloqueciendo, te veo en todas partes,
en
mi cama, bajo mis sabanas, en mi cuarto,
cuando
miro de noche, las sombras dibujan tu
figura,
el
viento me susurra tu voz,
las
flores me recuerdan tus labios,
el
agua tus besos, los rayos de sol tus cabellos,
tú
eres mi doncella yo soy tu bohemio.
Mi
alma me dice vive amando, muere luchando.
El
coraje de luchar por lo que uno quiere en la
vida,
es
lo que da respeto.
El
Castellano
Soy
beso del ayer
Soy
sólo lo que tus ojos
dictaron
para tu corazón.
Soy
sombra, reflejo y luz sin otra razón.
Soy
verdad, ilusión, camino y mentira,
soy
amor.
Soy
tantas cosas, pero para ti
lo
que sólo tú quieras.
Deseo
de nuestras almas risueñas.
Pasión
de espíritu que sujetas,
sólo
tú eres vida para el telar de mis letras.
Surges
como viento, despertando el dragón
iluso
y generoso, cálido y tierno,
del
interior de mi sentimiento.
Sangra
versos humeantes para ti.
Sueño
angelado de amor sencillo y
entregado.
Y
te recuerdo con este beso a tu imagen
que
camina bajo la farola iluminando el
ayer.
Mi
palpitar por el hilo del sentimiento
sostienes.
Y
caí y me enredé en tus caricias,
reales
o escritas para sentir que sólo soy
lo
que tus ojos y corazón,
marquen
para ti,
esperando
algo más que un beso ser.
El
Castellano
OCTUBRE
2011
Déjame
ser yo.
yo,
quien te quiera,
yo,
quien a ti aspire
vivo
y afortunado música
para
tu sentido.
Yo,
el que tus labios admire,
el
que en tu ser suspire.
El
poeta que te escribe y vive,
afortunado,
por
la música de tus sentidos.
De
tu corazón enamorado,
el
que en tu ser suspire y
en
tu pecho se adormile
el
que en tus ojos se mire y
tus
alientos respire,
con
tu dulce susurro a mis sueños cobije.
Quiero
sentirme poeta de ti,
que
con tus cálidos besos
en
el edén me imagine,
poeta
de ti ilusionado.
Déjame
recorrerte,
como
si el tiempo no hubiese.
Que
tu cuerpo con el mío
se
mezclen en un fuego ardiente
y
se confundan en uno,
vivir
en tu mirada,
serían
mis dulces palabras,
pues
no mas son reflejo
de
la altura de tu alma.
De
una amapola
mi
amor para una doncella,
viva
y eterna,
dulce
y risueña.
En
esta noche otoñada,
en
que las primeras lluvias
fueron
alegrías despejadas,
caen
tímidas en mi ventana
y
me recuerdan a ti,
mi
tierna doncella, mi bella,
mi
eternamente dulce y risueña,
como
sonrisa de altares en primavera
altares
de estrellas a la luz de luciérnagas,
como
rojas amapolas en la pradera,
y
en lo alto...
El
cielo lleno de estrellas,
campanillas
por miles,
únicos
testigos de nuestros amores juveniles,
en
el anochecer de plata tu sentir para mí mieles,
esperando
que de tus labios broten los sonidos
que
me dicen que me quieres,
y
así quiero pasarme las noches,
y
los días, vida mía.
pues
sin ti las noches son frías,
y
los días un mar de melancolía,
solo
soñando y sintiendo tu esencia muy cerca
mía,
sólo
te quiero a ti en mi día.
Como
la más cálida sonrisa tierna,
sólo
es amor a ti mi bella.
Piedra-corazón:
No
es una piedra, es mi corazón,
su
latido cesó y en piedra cristalizó,
ella
lo tiene en cuenco con agua,
a
símil de mascota que nunca muere.
Le
sonríe cada día, normal es mi corazón,
no
huye, es piedra fiel a su amor.
Con
caricias sintió que palpitó,
que
fué su inspiración, su amor y su dolor,
pero
en piedra cristalizó, pudo darle calor,
ya
que nunca quiso mi dolor.
Esa
piedra-corazón fue músculo,
pero
murió y ahora solo le queda esperar,
esperar
que el agua y el tiempo,
le
otorguen musgo y sangre verde,
que
ablande los cristalitos de su interior,
y
resucitar.
Quizá
algún día cuando ella se olvide
que
es una piedra, volverá su palpitar.
Pero
yo ya noté la ausencia
de
vivir sin corazón.
El
Castellano
NOVIEMBRE
2011
Día
y noche al compás de una melodía
de
sueños por vivir ilusiones por cumplir,
de
los besos de tu boca vivir
amar
cada parte de ti
como
despertar de primavera
a
toda vida bella,
Mirar
en tus ojos y mirada
el
fuego de amor que me acompaña,
sentir
que dentro de ti
brilla
un corazón que late por mí.
Bailar
a la luna nuestros cuerpos
unidos
en uno por pasión.
Y
alma con alma corazón sin dolor,
beso
de la más linda flor que eres tú,
beso
en esta noche que te siento
en
alma verso y sentimiento.
Y
puedo entregarte todo mi amor,
Si
no sintiese no escribiría,
y
si no te sintiese no viviría,
sería
cuerpo sin rumbo,
alma
sin motivo de escribir,
porque
tu amor me llena,
te
alcanzo una estrella
para
que sientas que de mis versos
eres
tú la dueña, mi más linda y tierna.
Si
soy tu poeta, tú eres mi reina,
mi
inspiración eterna.
QUIERO
beber de tu boca y cuello,
hacerte
mía a cada momento.
Con
cariño hacerte vivir el cielo,
y
por la noche el calor del fuego.
Si
tenerte te tengo, quererte te quiero
y
amarte lo estoy haciendo,
puedo
sentir y con orgullo decir
tú
mi vida en verso,
el
amor que esperaría una y diecisiete vidas
flor
y pasión del romance antiguo
que
repetiría cada día y vida.
Siente
este beso y caricia
porque
sincero es el verso.
Sincero
es el amor que tengo
cada
vez que te leo y siento.
Porque
tu amor me eleva
y
me hace ser guerrero inmortal
de
la sonrisa plena
de
tu corazón sin igual.
Ámame,
siénteme, quiéreme
escríbeme,
derríteme, soy tuyo sin dudar.
El
Castellano
Gran
luz, gran luz al conocerte.
Cabalga
un sueño hermoso en los albores,
cruzando
el mar, su alma está.
Su
casa, su amor y su hogar
en
el corazón de su doncella está.
Guerrero
niño, vasallo nombrado del amor.
Gran
luz en su reino, creado de ilusión,
de
fuego incombustible su interior.
Cabalga
su amor, su doncella más cerca está.
Crecen
las flores, en los alrededores están.
Deleitadas
y coloradas,
dejando
en pétalos su complicidad,
para
el romance que viendo están.
Mientras
va el río de colores
con
paso lento y decidido.
En
besos de gotitas,
que
dan vida a las almas al pasar.
LLora
una plantita con una gota de rocío.
-¿Qué
pena tienes tú plantita,
tú
que eres linda y la luz y el río
te
besa y acaricia cada día?
-Mariposa
quisiera ser,
¡¡Mariposa
quisiera ser!!
Volar
a la otra orilla
y
a mi amada margarita,
que
está solita, poder besar.
Al
viento le pido cada día
que
traiga sus semillas,
para
que con las mías,
abandonemos
la soledad.
El
Castellano
DICIEMBRE
2011
Tablero
de existencia
Otro
día más.
Otro
día menos.
Horas,
minutos, segundos
pasan.
Decisiones,
esperanzas, vidas truncadas.
Gentes
luchando por cambiar el hastío.
Luchando
por cambiar la rutina.
Peones
de este juego de ajedrez.
Sólo
avanzan en un sentido,
alimentándose
de lo que encuentran en su camino
que
avanza sin retroceder hasta llegar al final del
tablero.
Unos
ansían convertirse al llegar ahí en otras
fichas
más poderosas,
para
seguir comiendo a otras gentes.
pero
otros acaban siendo comidos por la torre, la
que
juzga sus vidas.
Flor
de luz en este linde donde corta mi sendero.
Vidas
paralelas que avanzan, entre cruzandose
cuando
duerme el sol.
Fiel
reflejo de mi amor que te doy en sueños.
Intermitentes
sentimientos como ánimos en
ánimas
inanimadas.
Flores
amarillas de espinos creciendo en este
desierto
embalse de recuerdos regados con amor.
Labios
que sangran palabras de vino.
Pulmones
que respiran cigarrillos en un cielo
enterrado.
Manantial
subterráneo donde quedé encerrado.
Gritos
por eco, pensamientos retumbantes en mi
cabeza,
reflectantes de mi existencia.
Quisiera
escapar de este pozo quisiera que tú me
rescataras.
Que
tu me ayudaras y me besaras pero eso no
depende
de mi porque ya me amas con toda el
alma.
Semanas
pasan y el olvido me va matando con su
cruel
instrumento, a golpes de silencio me voy
consumiendo,
sin sentir tu aliento,
te
espero fumándome lo que queda de mi cerebro.
Bebiéndome
lo que me queda de hígado y
comiendo
todas las flores que te regalo en letras.
ENERO
2012
En
gota tras gota la esencia de una vida,
que
célula tras célula conforman millones de vidas
en
una sola, completa, viva,
que
toma agua para estar viva,
a
sí volver a formar células de agua,
cuál
de ellas despertó tu belleza,
cuál
de tantos cromosomas
creó
tus facciones y piel de azahar,
esa
que me atrae,
o
fue acaso la belleza de tu alma
la
que fue moldeando desde niña
la
belleza futura de tu cuerpo
por
el que suspira cada uno de mis instintos,
acaso
estos deseos
fueron
concebidos antes de conocerte
y
tu cara fue reflejo de belleza
universal
anhelada,
acaso
tus labios vieron en los mios lo mismo
o
preferiste primero lo abstracto
de
los sentimientos de un corazón
que
en suspiros te habló,
al
imaginar el roce de tu cuerpo,
al
ver en tu mirada todas las flores
de
la primavera olvidada
esa
por la que las hadas cultivaban
hechizos
de luna plateada en palabras,
y
los gatos entre tus piernas ronroneaban.
Acaso
el cielo sería más azul
si
lo mirara través de tu mirada,
el
frío no sería frio si tus manos me calentaran.
Y
la canción sería eterna
si
por tus labios fluyera ávida y tierna,
acaso
soy yo quien despertó tu ternura
o
la experiencia tuya de años y años de vida
sin
sentir de tu corazón hablase maldad alguna.
Si
tengo que dudar hasta de la duda
estaría
seguro que hasta mi duda
es
sincera porque al amarte encontré mi verdad
y
es que tú tienes todo lo que de verdad mi alma
anhela,
y
por tu amor lucharé hasta que muera.
FEBRERO
2012
ROSA
DEL JARDÍN ETERNO
Viento
nocturno alarido de sangre
en
verso de sombras deambulando,
momento
que danza marcha atrás
en
inmensidad de un tiempo fijo
atado
a tu recuerdo suplicante
con
el ruido del ritual,
en
pétalos deshojados,
por
caricias que danzan tus labios.
Misterio
en oscuridad
de
un latido intenso,
sinistraliedad
en dolor recordado,
matado
a golpes de humo,
y
tatuajes en sangre de vino
y
dulces tormentos,
rosa
abre tus pétalos al viento,
susurra
que no desapareciste
para
no volver a florecer,
sé
eterna como inmensidad
de
firmamento de estrella congelada.
Vuelve
a nacer como quien te vio
un
sueño muerto recorrer.
Despliega
en hojas tus secretos
esos
que llaman al ocaso del silencio.
Haz
florecer este jardín sangriento,
vuelve
azules las amapolas que habitaron
el
recuerdo de tu beso,
por
no poder tenerlo de nuevo,
por
no poder sostenerte en brazos de nuevo,
no
mueras en el etéreo recuerdo
vive,
vive por siempre
hada
azul en mi cuerpo.
Llévame
allí donde se oculta el miedo.
Donde
el cielo llore tus pétalos,
donde
tu aroma provoque sueño mágico,
cual
sangre de blanca adormidera,
por
tus venas fluirá eterno mi verso,
Si
amarilla te veo recordaré
que
por tu cuerpo deseé el fuego del paraíso.
Que
en tus ojos encontré
el
bosque mágico encantado.
Ven
que te haré princesa,
ven
que te haré reina.
Ámame
como al que te lleva
siglos
y siglos esperándote.
Pues
no solo beberé de ti, tu esencia,
si
no del lecho
del
eterno romance te coronaré,
a
ti me entregaré.
Buscaré
el sueño en recuerdo de vida pasada,
ese
que te esperaba para morderte y eterna
tenerte.
Fuiste
y serás siempre
quien
me despertó y me despierte,
aunque
este no sea mi cuerpo,
siempre
descubrirás que renací para
encontrarte
de nuevo.
Tú
mi amor eterno,
en
beso que recorre todo tu cuerpo
tendrás
mi alarido gritando en silencio
que
te encontré y te encontraré de nuevo.
Siglos
y siglos esperándote en silencio.
El
Castellano
MARZO
2012
Sé
el tiempo que nunca se fue,
sé
mi luz
en
este sendero nocturno
como
el río
y
su agua en arrullo,
como
el viento
y
su gemido travieso,
sé
energía sin materia,
sé
amor sin mesura,
belleza
sin dolor
sé
ternura en fuego prendida.
Eternidad
en tus ojos,
mi
vida capturada,
por
tus deseos atravesada.
Sé
mi alma, mi esencia
de
tu amor envuelta,
de
la primavera sé vida
polen
y flor de mariposa.
Sé
tú misma
porque
eres preciosa.
Mi
ninfa, flor y mariposa,
mi
hermosa y bella doncella,
sé
agua del beso,
calor
en el abrazo,
haz
de este amor
un
sueño en color,
duerme
conmigo y despierta
a
este corazón
que
duerme contigo más allá
de
lo sentido,
pues
de pasión es placer
de
tu querer es ver el mío
tu
imagen cada segundo recorrer,
tu
cuerpo cada rincón de mi cuerpo
hace
estremecer,
para
sentirte bajo mi piel,
hacer
de tu corazón y el mío
un
sólo latido.
Eso
es tenerte a ti en mi vida
sentir
el cielo cada día.
ABRIL
2012
Y
el artesano en su taller pintaba,
en
versos de sangre sus amapolas
para
la pasión de su alma,
bailase
la espada.
Volase
su hada,
para
posar en los labios su beso.
Amapolas
nacieron entre rosas,
claveles,
clavelinas,
malvas
silvestres,
musgo,
violetas
hiedra
con venas de sangre,
trébol,
campanillas,
pensamientos,
margaritas
y
florecillas silvestres
cada
cual más variada.
Su
hada sílfide cuidaba,
cada
pétalo y hojita dañada
de
su jardín de amor,
la
dejó vivir allí en felicidad,
a
cambio de su pasión, inspiración y su fidelidad.
Cada
noche su sueño de tiernos besos llenó,
de
húmedo nectar de deseo
de
sus alitas pequeñas
de
bella mariposa nocturna mostradas.
Su
pluma guio,
la
naturaleza y amor sus notas
en
melodía hermosa no conocida.
De
sus versos un piropo para llegar a ella,
la
felicidad completa.
Cuando
el alma adquiere cuerpo dentro del
cuerpo,
allí
estaba ella,
vestida
de doncella para su canto y danza
de
belleza a la luna mostrar,
fuera
del cuerpo,
como
espíritu nocturno de enamorada su ritual,
bailando
en la flor
de
jardín de su humano amor,
de
estambre en estambre el cáliz y la flor
cerrando
para dormir y despertar,
nueva
vida a la siguiente primavera.
El
Castellano
MAYO
2012
Entre
montañas de azores y valles de ríos dulces,
ven
pasar mi espada árboles antíguos
cobijando
a los caídos,
ven
lejos los astros orgullosos de sí mismos,
desconocen
el hijo de un dios que va por los
caminos,
dónde
irá ese hombre, sólo él lo sabe,
a
una ninfa le prometió una flor de la montaña
más
remota.
Con
raíces la trajo sin un solo pétalo perdido,
a
la orilla del río la puso, a la orilla del río ella lo
quiso.
Cada
primavera iba a visitarla.
Cada
primavera su flor de color distinto vistió.
Un
año notó triste a su flor, extrañaba su montaña.
Su
ninfa le pidió piedras y tierra de donde fue
encontrada,
a
si lo quiso, a sí sería,
al
llegar a la montaña en el lugar de donde estaba
la
flor,
allí
una serpiente sabia encontró, cual ella le dijo:
si
muere esa flor morirá tu alma,
-¿Qué
misterios entraña pues dicha hermosa flor?
Es
hija de los cielos como tú, contestó.
Sí
quieres saber más pregunta a la reina de las
mariposas,
que
yo estoy tomando el sol.
Cogió
las piedras y tierra y marchó,
en
el camino una mariposa se posó en su hombro,
le
dijo al oído sígueme mi madre te espera en el
bosque,
allí
fue, la reina de las mariposas, le dijo que esa
flor
fue
de las más antiguas en crecer después de los
helechos,
tan
antigua que tenía capacidad de sentir intacta
como
los humanos.
De
ella se despidió tras darla permiso para beber
de
su néctar.
Rodeando
la flor puso la tierra y las piedras,
decidió
tras el consejo de la serpiente y de la reina
mariposa,
Visitar
a la flor cada mañana,
su
ninfa también se alegró y de él se enamoró,
en
amor juntos vivieron, un día la flor se cerró,
en
su interior semillas vieron nacer; de cada una
de
ellas,
la
jerarquía de las hadas, ese fue su origen.
El
Castellano
JUNIO
2012
Una
flor vino del cielo
a
la puerta de este mundo.
De
sombras libró
los
sentimientos puros de corazón,
la
señora de las flores silvestres
la
adornó del color de la noche.
Luz
de luceros caía a ella
sangre
de oro, polvo de estrella
quién
era la más bella
dormida
su nota suspira
única
dama de la noche
gustaba
la flor llamarse
a
quien en sueños la visitase
llave
de este mundo
con
el mundo de lo inerte
para
quién guiándose
por
su nota dulce
tocarla
osase; la visión
de
espíritu suplicante,
blanco
vestía, en traje luminoso
sus
pétalos abiertos al valle,
de
la niebla y la hierba,
valle
de árboles cantores
y
nereidas como hogueras,
de
bellas súcubos en las cuevas,
rezando
los guerreros de ojos rojos,
de
druidas los lobos,
y
de las sílfides los pastos y rebaños,
las
margaritas y las hiedras
que
las ramas trepan.
De
las salamandras de fuego el hierro,
y
de ninfas el agua,
dioses
combatiendo por el cielo,
mientras
reyes celtas
con
el deber de serpientes
poblar
la tierra
como
aconsejaba la tradición.
Para
en prosperidad reinar.
Si
en sueños llega la 1:30
bien
vistosa te veo,
bien
dulce te siento,
bien
fiel te oígo dentro,
si
nací ciego para verte con el corazón,
si
no todo en la vida, vida mía
con
los ojos se ve,
dime
sombra por qué has enamorado
cada
parte de mi ser,
si
existes por qué insistes
en
transmitirme como sientes
si
ya dentro vives,
si
ya de ti me tienes,
si
ya has asesinado mi soledad
y
feliz voy a vivir contigo la eternidad.
El
Castellano
JULIO
2012
Fuego
de tus ojos, bosque eterno ardiendo,
ojos
aroma de roble, ojos grano de café,
ojos
aceitunados de olivo, ojos madera de pino,
ojos
tierra de cultivo, ojos tuyos donde vivo,
ojos
infierno de amor, tu mirada y su calor,
ojos
tiernos y prendidos, ojos de noche y de
infinito,
ojos
de brillo, de ilusión, que me tiene perdido,
ojitos
tuyos de grillo, ojos sencillos y vivos,
con
su paraíso escondido, con su cielo encerrado,
en
ellos las nubes de mi ilusión,
con
la llama de nuestra pasión.
Tú
cuerpo formado con todas las flores
desangradas,
tu
piel tersa de mariposa de seda,
pétalo
de rosa amarilla, aroma de vodka,
tus
besos vino de Dionisio que dan vida
a
esta alma mitad artística mitad trágica
con
sus años soñando que aparecieras.
Y
de un lance pesqué mis sueños, me fundí
contigo,
mi
mariposa, mi princesa, mi reina, mi hada,
mi
bella amada, mi diosa y mi musa,
de
mi cariño la florecita tierna, mi bella Margarita.
Verso
y entraña, del suspiro la maraña,
anhelo,
felicidad tocando el cielo,
nota
tras nota, un compás de tus gemidos,
deseo
traído por el viento,
estrellas
que acarician tus pupilas,
envidia
de aire que roza tu pelo,
envidia
de la lluvia que moja tu cuerpo,
de
los árboles que te dan sombra,
de
la mascota que te lame con tus caricias,
celos
del hombre que te mira, del sol que te
admira,
celos
de mis ojos por verte tan bella.
Amor
de destellos, de centellas por caricias,
de
hada tus orejitas, de cuarzo tu sonrisa,
luz
brotada de tu alma, melodía antigua nacida,
noche
contigo su fuego azul,
canción
de lobos nuestros latidos,
luna
volviendose estrella para bañarte de aura,
Energía
fluyendo por la piel
en
agua de tormenta meciéndose.
El
aullido y el dulce retroceso, se dispara el placer
muerdo
tu piel y acabo vencido entre la rosa.
Gota
de rocío que se evapora con el sol en su
visita,
una
caricia con un beso el despertar contigo,
un
te quiero sincero y un te amo amado,
un
chupetón acalorado, una sonrisa
y
a vestirse de tus caricias.
Amor
sin tiempo, amor completo, sencillo y eterno,
apasionado
y bello, amor de tus ojos,
designio
de unir nuestro camino y caminar juntos
la
vida,
cabalgando
sueños y saborearlos hechos
realidades.
Tu
corazón, mi corazón, dos mitades un solo
latido
de pasión.
Vuelve
la línea melosa esa que te siente tan
preciosa.
Alma
con alma pureza sin control,
nuestro
universo llenándose de calor,
amapola
nacida en el pecho,
con
valor para luchar por ti y por mi,
con
fuerza enraizada, del sentimiento suas
semillas,
bendiciones
de diosa Flora, regadas por Zeus y
diosa
Aurora.
Tu
cuerpo cual droga,
tu
recuerdo placer estremeciendo que recorre mi
cuerpo,
sentidos
despiertos cuando te miro,
tu
imagen navegando mi latido,
mi
verso con el tuyo como beso con beso en uno
fundido.
Mi
promesa junto a ti unir mi vida
y
cuando al cuerpo le toque caer como hoja
caduca
de otoño,
en
otra vida volvernos a unir.
Corazón
frágil muerto si te lastimo,
muerto
si soltamos nuestras manos en este
destino,
vivo
en tus ojos amor de dioses y tierra de flores,
vivo
en alas de tu amor a sabiendas que soy tu
consentido,
vivo
feliz y duermo cada noche en tu ombligo.
Mi
beso para terminar este escrito,
caricia
que te recorre el sentido.
Siempre
y para siempre tuyo Esteban.
AGOSTO
2012
De
tus besos nacen espigas de agua,
de
tu corazón crece sin cesar la zarzamora
mis
sentimientos acechando sus moras
cada
latido que a mí diriges mil explosiones
en
fragancias y esencias, mil piropos mecen tus
labios,
mis
ilusiones se alimentan de tus sueños,
el
camino trazado lo bordean las amapolas
envidiosas
de nuestra pasión, hablan entre ellas,
encadenadas
a la tierra quisieran tener tus bellas
piernas,
rojas
de amor quisieran tener tu corazón,
y
su copa tu bello interior.
Los
primeros rayos de la aurora me traen
mil
destellos donde desde lo simple de una flor
surge
la esencia.
Donde
una gota de tu amor bastó para incendiar
mis
ojos,
donde
te siento en cada letra y tu piel se hace
seda.
El
ciprés protege a las almas que en la tierra
tienen
su segunda vida,
Airón
tiene su lago donde oculta la puerta del
abismo.
Si
miras mis ojos puedes ver el acantilado,
las
olas y el océano con nuestras ilusiones
navegando.
Voy
allí a nuestro bosque mágico,
plácida
dormida te encuentro en la torre,
el
dragón está borracho,
acaricio
tu vestido y lo muerdo despacio,
te
despiertas y me ves,
pero
te haces la dormida hasta el momento del
beso
en tu piel.
Me
coges la mano y guías su recorrido,
el
árbol se despierta y lentamente giramos
envolviéndonos
en besos, enredando nuestras
piernas.
Despierto
del sueño y lentamente te siento,
de
mi interior no te has ido,
pero
tu bella en sueños no hablas,
en
sueños no hablas y nos quedamos
besándonos
a ciegas,
si
un día se vuelve a cumplir el sueño te dije
siempre
te amaré,
y
con esa confesión sabrás como encontrarme
porque
ahora vivo en tu corazón.
El
Castellano
SEPTIEMBRE
2012
Te
quiero como las flores al campo
y
la enredadera a su soporte
amándote
caballero y guerrero es mi porte
vuelvo
a tenerte en mi horizonte
azul
sediento de tus besos
y
piel que arde como ascua
de
tu recuerdo mantengo
las
palabras eternas en el viento
y
me visto de tus pestañeos
soy
el mochuelo de tu olivo
y
la serpiente de tu piedra
soy
quien te posee entera
eres
tú sueño y pasión
cazadora
furtiva de mis latidos
la
que acompaña
de
su mano mi camino
y
lo ando contigo
hasta
el fin del abismo
y
si el amor lo cura todo
tú
me has sanado y salvado
me
mantengo a tu lado
como
el murciélago a su cueva
y
el árbol a su tierra
siempre
viva esta hoguera
veo
tu cuerpo y mi deseo
se
vuelve salvaje
te
oigo cantar tu te amo
cada
noche con tu abrazo
si
he nacido para protegerte
cuidarte
y amarte que mejor
que
escuchar tus latidos dentro
y
tener tu esencia
más
allá de donde acaba el sentido
y
mi sentido es en tus ojos
mantenerme
vivo
si
tengo el aura dorada o morada
no
es problema
en
tu interior tengo mi morada
hogar
y danza
de
nuestras almas en espiral.
El
dragón celta
viviendo
dentro del tronco
del
árbol de la vida
el
cáliz de sangre
que
da alas de mariposa
para
volar contigo mi hada
la
espada siniestra mi libertad
y
con ella me nombraron caballero
de
tu bondad
mineral
verde del dragón
esencia
de fuego en el corazón
lobo
blanco acariciando tus piernas
flor
cantante
visión
de espíritu suplicante
valle
de bruma
flores
blancas iluminando
abriéndose
en semillas
viaje
a un paraje de los andes
weche
a grito eterno
lit
et summuncanae
el
mensaje que en sueños
me
trae el ángel negro de ojos rojos
viendo
celebrar la victoria
de
la batalla del abismo
único
con alas doradas
me
veo allí abajo
entre
soldados vestidos
como
sombras
gran
luz del arca se abre
en
el campo de batalla
flechas
certeras contra alados
otra
victoria
me
toca resucitar a caídos
para
que formen en mis filas
una
flor que no es de este mundo
veo
abrirse en mi interior
desde
ese sueño
la
voz de un alma que me ama
cuido
a mis fantasmas
energía
violeta me absorbe en el sueño
y
veo la creación de la vida en la tierra
veo
vampiros en mi cueva
y
ángeles negros a la par
recuerdo
mi primer sueño místico
cielo
rojo teñido de hierro
y
espadas un druida en la montaña
que
se eleva al cielo como cruz
veo
un trono
y
como criaturas pasean la oscuridad
ante
la silla de piedra
se
difumina
aparece
una esfinge en el cielo
y
un dragón con alas y cabeza de insecto
camino
el bosque de noche
y
veo en el suelo una entrada con escaleras
bajo
y entro a una cripta
llena
de columnas y una tumba abierta
dentro
una mujer morena
preciosa
sentada de rodillas
me
mira piel tersa y blanca
pelo
azabache mirada castaña
no
deja de mirarme
la
digo ¿puedo ayudarte?
de
repente la veo con vestido blanco
a
la orilla del río
empieza
a dolerme la cabeza
y
despierto aun a sí
sigo
teniendo su voz dentro
cuando
estoy despierto.
El
Castellano
OCTUBRE
2012
Resurjo
de estas cenizas
que
me consumieron
alimento
a este pájaro de fuego
que
me habita
espíritu
que surge entre hojas
y
hojas de papel escritas
entre
versos de sangre
y
amapolas con pupilas negras,
vuelvo
la hierba rojo carmesí a mi paso
vuelvo
tus labios rosas terciopelo
a
deseo de adentrarme dentro,
avanzo
las flores de tu cuerpo
hasta
morder tu cuello,
vuelvo
al comienzo de este sentimiento
y
echo leña a este fuego.
Noche
plateada y nublada
pensando
en tu preciosa cara,
quiero
los dos árboles de tus ojos,
quiero
su tierra de paraíso que guardan
y
sustentan fijos en mi mirada,
quiero
fundirme con tu saliva
en
beso eterno
con
la luna de testigo
y
las ramas cantando al viento,
quiero
que la lluvia nos cubra
y
naveguemos a besos nuestros cuerpos.
Quiero
abrazarte sin tiempo ni final,
quiero
que me llames amor si gustas
porque
yo ya te siento como tal ,
mi
tierna, mi dulce, mi enamorada,
mi
Jessica de la noche en su tierna cara.
Recorro
tu cuerpo en sueño
y
acaricio con mi sentimiento
cada
tesoro tuyo.
De
ilusiones se sustentan mis versos
y
las palabras mías nunca se las lleva el viento
porque
poesía es idioma de los dioses
y
cada palabra es reflejo
de
este corazón que te habla
en
letras deshago el abecedario
y
construyo mi hogar y templo eterno,
a
ti mi princesa te quiero de musa
si
tu corazón gusta.
En
eternidad te dejo un momento tierno
en
el que le canto al color de tu cabello,
y
entro directo por tus ojos a abrazar tu corazón.
Vuela
este pájaro de fuego
fénix
resurgiendo cual demonio
que
siglos espera ocupar
su
lugar merecido en el cielo,
quiero
tu amor domar y tu corazón habitar,
decidido
estoy a en tu vida entrar
a
lanza y letra, a que seas mi lucero y mi estrella,
yo
solo quiero amar
pero
decidido y convencido
que
quiero amarte a ti.
Te
dejo este beso travieso
y
caricia que recorre tu cuerpo
te
dejo mi verso y beso,
abro
este corazón
exponiéndolo
a que lo lastimen,
pero
si tengo que sufrir dolor
solo
quiero uno
el
tuyo amor.
El
Castellano
NOVIEMBRE
2012
Luna
azul, luna siniestra te ilumina, caminas al filo
de
la navaja
el
sendero luce su cuchillo dorado al anochecer
la
luz se la traga la tierra en soledad y penumbra
te
escucho llamarme entre la hierba recién mojada
Te
encuentro tumbada y tu recuerdo reciente me
besa
quedando
el amor envuelto en mi entraña
escalo
tu espalda como araña y como lobo
muerdo
tus piernas te brindo mi daga
la
noche tiembla entre gemido y gemido a la luna
azul.
El
Castellano
DICIEMBRE
2012
Sangre
en pétalos de rosas mordidas,
caricias
de piel estremecidas,
luna
sin sol, sol sin luna
en
esta noche que solo brilla en el cielo
tu
amor fulgente y ardiente,
tus
minutos parecen horas,
y
tus besos el inicio de mis latidos
del
pecho anclados y a tu luz sumisos,
el
momento de despojar la esencia de lo simple,
se
construye como el deseo avanza,
corriendo,
mordiendo, en placer sucumbiendo,
trepo
tu cuerpo y como salamandra de fuego,
tu
placer excito, tu piel derrito,
hasta
ser dos quimeras de fuego
enganchadas
a su trance de amor eterno.
El
rey lucero baña de añil tu cuerpo,
y
en tus ojos encuentro el campo celestial
donde
vivir siendo tu guerrero hasta morir.
Avanzo
el campo de amapolas
de
ilusiones nacidas como la caricia
al
sentir tu cuerpo pidiendo por el beso,
dulce
y puro se lo sirvo,
como
agua de arroyo y rama brotando en savia.
Lejos
de este mundo empieza el nuestro
de
pasión y verso,
de
ternura e insomnio de sentimiento,
el
latido se complace a encontrarte salvaje,
y
el unísono es nuestro latir de dos corazones
en
un mismo sentimiento anclados,
a
florecer de nuestra boca los te amos,
verso
tras beso eterno viviré este amor a tu lado,
mi
hada, mi dama, mi bella amada,
tu
mirar es mi morada,
en
tu interior la bella calma,
para
soñarte cada noche
y
verte a mi lado en mi almohada.
Tu
pierna a mí abrazada,
despierto
pero al cerrar mis ojos te sigo viendo,
y
lo que siento,
es
que conmigo de amarte tanto dentro de mi
corazón,
te
di hogar y templo,
surqué
tu esencia y la encadené a mi pecho,
viviendo
vivirte,
amando
amarte,
siénteme
porque siento como tu sientes,
amo
que me ames y a la mañana el despertar
y
a mi lado sentirte,
no
sueltes mi mano porque yo nunca lo haré,
porque
nunca morirá el recuerdo,
nunca
sentiré tan hermoso,
y
nunca podré verme sin tu amor ni tu cuerpo,
pues
antes aquí mi cuerpo quedará muerto,
si
muerto es sentir el mayor vacío por dentro,
cuando
solo tu corazón
es
complemento perfecto de este fuego,
y
ardiendo me declaro tuyo
como
la nube a su cielo
y
como mi boca a tu boca en beso sin tiempo
y
placer derritiendo el momento,
siempre
a tu lado mi florecita,
mi
margarita.
ENERO
2013
Amanecer
despierto
en
este horizonte de fuego,
como
demonio antiguo
avanzo
tu cuerpo
en
tu pupila me deslumbro
sigo
el camino de las rosas
en
sangre su esencia de amor
me
ahogo en el dulce tormento
que
desvelaron tus labios,
tus
caricias arropan mi sentimiento,
como
condena
no
encontrarte de nuevo
en
este arrullo no huyo
en
los latidos estallo
y
la estrella quema el desvelo
de
noches y noches soñando tu cuerpo,
hoy
en tus mares fluyo,
hoy
de tu calma me apodero
para
nunca más ser sombra del pasado,
como
la malva enraíza la tierra yerma
en
tu recuerdo entierro
mi
mayor ilusión
esa
que nunca te abandonó,
si
miras dentro de tu interior
allí
estaré amor entonando
mi
canción de amor
a
las lunas sempiternas
que
envolvieron tu ausencia corazón,
soledad
con oscuridad
clama
la espina de mi corazón ,
en
la roja sábana de tu calor
quiero
anidar mi ilusión,
anhelos
como cuchillos clavados
en
el cielo de recuerdos
horizonte
gris que baña
este
el mío cuerpo
a
la cuarta campanada de las doce
en
su mirada tiembla el mañana
quiere
tu sonrisa amanecida
en
mis labios descrita
como
los rayos de sol de tus cabellos
y
los pajaritos cantarán
en
nuestra ventana
trayendo
los amores imposibles
que
separados nunca soltaron
el
primer desvelo de sangre
enamorada
del corazón,
hoy
canto a esta sangre mi dolor,
años
pasan despacio
a
golpes de silencio luchando
con
la templanza
luchando
a golpe de olvido
separando
nuestro destino
que
se unió por un beso
y
donde no llegué a entender
perdí
las flores de tu piel,
caballero
sediento en las batallas del ayer
como
el inicio del sentimiento
vuela
y gira por mi mente
como
encontrarte siempre resplandeciente,
he
venido a hierro a matar este silencio
he
venido a beber las amapolas de tus labios
a
decirte que recuerdo el sabor a fresa
de
tu pintalabios,
a
que en mis noches
quiero
sacarte de mis ojos para tenerte,
y
la sabana fría se viste de tu melodía
llega
el violeta en su caricia
su
voz del alma hecha súplica
de
tu caricia,
grillete
y cadena de mi espíritu
a
amarte eternamente
hasta
el final del latido
donde
mi silencio se haga eco eterno
de
tu recuerdo,
y
la hiedra y cicutas envuelvan mi cuerpo
aquí
quedará escrito este amor
que
en dificultad
y
sin saber años y años de tu mirar
late
igual que ayer
por
ver junto a mí tu caminar.
Te
amo quizás sea algo
que
nunca cambiará.
??????
???????? ?? ?????
???????
?? ??? ?? ????????.
Como
el entrañable verso
tu
miel obtengo
este
firmamento de amapolas
dibuja
su dulce tormento,
gime
un placer en malva envuelto
taciturno
de tu piel
el
sueño en su refugio,
siembro
mis flores
arando
tu alma
arañando
tu calma
vistiendo
de amor tu entraña,
en
esta hora se desliza
suave
la sabana
y
en su nube
bebo
cada gota de agua
de
tu boca,
me
duermo en tu arrullo
por
tus senderos fluyo,
voy
al campo del placer despierto
estallo
el sentimiento
fundiéndome
en tu cuerpo,
siendo
serpiente de tu arena
de
tu espalda enredadera
lamo
tu caricia tierna,
bebo
de tu cuello mi reina,
rasga
la sombra
en
el violeta de la rama,
lucen
las estrellas
en
sosiego a la luna de plata
que
en violeta deja su espada
los
árboles cantan con el viento
en
sus veredas
donde
el grillo de galán
cantaba
a la noche su ranchera,
encuentro
plácida la sonrisa
tu
pupila nunca descrita
encierra
tu cielo de ilusión
que
quiero domar
acompáñame este sueño,
sé
mi luz en el camino,
la
esperanza de junto a ti
mirarme
en tu corazón
bello
y bueno sin razón
donde
el mundo jamás
apagó
la esperanza de su ilusión
unirme
en el fin del tiempo
a
tu alma corazón,
cabalgo
contigo los trazos de un destino
que
incluso en soledad y dolor
siempre
dependió de mirarme en tus ojos
flor
de amor,
con
la gota de luz en su ventana
jamás
abandonó a su inspiración
calma
de su dolor
el
sueño solitario jamás abandonó
de
él se decía que solo quería comprender al amor,
verso
tras verso la conoció
flor
de inspiración
prendió
en fuego el pecho
y
nunca le abandonó,
baila
la rosa con el clavel
afilándose
el nervio de amor indomable,
desbordándose
el reguero de la sangre
y
su calor, desangrándose de tu piel
cada
flor que te forma y conforma
llegando
al éxtasis del placer
llorado
en tus labios
segundo
tras segundo el tiempo muerto
vio
vencer el amor eterno
donde
dos corazones
se
fundieron a la noche en el silencio
estridente
de su amor,
donde
el cielo se abrió
para
dar paso al rojo
como
por tu lindo cuerpo mi atracción,
condenado
el tiempo me visto de tu recuerdo,
donde
horas pasan de largo
pero
cada noche se repite
mi
dulce tormento
de
en mi mente verte sin necesitar tenerte,
como
un paréntesis del destino
tu
imagen siempre quedó
como
el beso robó mi alma
declarando
que te llevaste contigo
medio
corazón,
desafiando
a este cielo
por
no poder tener tu cuerpo,
por
no poder tener tu beso de nuevo
hoy
como ayer aquí quedará escrita mi sangre
en
cada amanecer
y
si algún día te vuelvo a ver
sabré
que hice bien en seguir vivo
como
ilusión de volver a tener
el
brillo en tus ojitos
como
aquel anochecer.
Pregunta
al mundo
si
en mi interior te olvidé
si
las noches que te soñé
no
pedí al cielo que se cumpliese piel con piel,
te
amo mi pequeña rosa amarilla del ayer,
clamo
en la tristeza de mi ser
suplicando
a este universo volverte a ver
y
quizás un día en el camino inesperado
nuestros
corazones encadenar
sabiendo
que vendería cada mañana
por
un ayer contigo amor,
solo
sé que sigo vivo
por
este dolor de años y años
sin
el arrullo de tu voz
sin
sentirme afortunado por tenerte a mi lado,
no
dejaré nunca el agua correr,
si
un día te vuelvo a ver
te
seguiré perteneciendo como ayer.
Y
hoy como ayer
en
tu corazón quiero renacer
a
flor de fuego y piel.
FEBRERO
2013
Viento,
viento bonito
lleva
al cielo cada escrito
arropa
este amor en mi cuerpo
en
mi corazón te llevo
hadita
de mi sentimiento
noche
hoy en tu sosiego me encuentro
entre
nubes violetas
y
el cristal luminoso
de
esta luna de invierno
bañan
mi cuerpo tus latidos
sordos
de oscuridad
y
a este cielo sonámbulo
lanzo
mis ilusiones al viento
siento
tu caricia de alma
y
te bebes mi calma
despierta
esta rosa sangrienta
y
su aroma de romance antiguo
atraviesa
el pecho tu amapola
eterna
primavera
cuando
mis ojos te ven entera
cada
sentido despierto
como
fiera al acecho de tu latido
hoy
en tu bosque me pierdo
tu
imagen surca mis sueños
como
cada noche que siento tu beso
y
como me cuidas,
como
soy yo tu alegría
mi
vida vistes de amanecida dicha,
hoy
la hierba escala mi montaña
la
lluvia germina todas mis semillas
de
pasión y fuego,
donde
entero me entrego
al
placer que muerde
y
envuelve en margaritas,
como
sencilla tu sonrisa
y
tierna tu caricia,
ya
no hay súplicas
solo
felicidad desbordando mis cauces,
te
sostengo fuerte en mis brazos
para
nunca soltarte
para
eterno tenerte
si
por soñar soñé acabar con la soledad fría
y
escarcha de esta melancolía
llegaste
tú a mi vida
como
cada noche siento tu melodía
y
me acompañas cada día,
salió
el sol después de la tormenta
y
ame tu esencia
regando
mi interior tu voz de alma amada
tu
bella y dorada calma,
rompí
las cadenas que me anclaban al pasado
para
luchar por mis sueños y alcanzarlos,
entendí
el idioma del silencio
y
hoy contigo
lento
construyo mis escaleras al cielo,
este
firmamento clama de azul sediento,
ermitaño
en su montaña del sentimiento
el
amor jamás salió de su cuerpo,
de
él decían que quería comprender al amor,
tras
una flor la conoció y la preguntó
qué
eres, amor,
no
solo nací de esta flor
tu
inocencia me enamoró,
curaré
tus heridas de dolor
viviré
de tu amor.
Vuelvo
a este dulce tormento
buscando
llenar de amor el cielo,
labrando
el campo de tu alma
y
bella mi amada
te
bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas,
estas
flores cantan la canción
que
te enamora el corazón
vuelvo
a luchar como ayer
con
tu amor jamás desfalleceré
eterno
en tus alas viviré.
Sangre
y verso
mi
dulce tormento
ruge
mi calma
por
verte a ti mi princesa
a
cada momento,
quiero
regar de amor tu cuerpo
que
sientas rugir la pasión en tu cuello
besar
todas las amapolas
de
tu cuerpo
cantar
a este horizonte
la
vuelta del amor a mi cuerpo,
quiero
ser tu bella calma
tu
verde esperanza
la
locura de tu corazón
quiero
a fuego morder cada flor
que
forma tu cuerpo,
si
por soñar soñé en besarte sin tiempo
en
tu fuego quedé preso
viendo
la amapola florecer del pecho,
a
esta luna que solo pido
el
calor de tu cuerpo
pido
domar tu ternura
como
fuego con fuego
crece
el calor
me
lleno de piropos para tu corazón
cuando
solo tú quedaste como esperanza
para
salvar este el mío corazón
que
sangró en la avenida
de
ángeles estrellados en estrellas
y
árboles cantando al viento su amor,
en
este mundo perdóname
porque
solo quiero tu calor
llenar
de rojo tu ilusión
quién
pinto el cielo en colores a su amada,
merecerá
la eternidad en su mirada
como
azul sediento que afila su sentimiento,
escudero
de tu latido
dando
fuerza al amor sentido,
quiero
vivir en tu latido
que
sientas que te cuido
noble
ilusión de este corazoncito,
mi
cielo gris prendiste en llamas,
gracias
a ti porque tus ojitos se fijaron en mí,
ámame
sin tiempo
siente
esta inspiración sin tiempo
donde
el alma exclama su amor al viento,
y
como pasión no sostenida
me
pierdo en tus secretos,
te
ofrezco mi cielo
solo
tú lo cuidarás con esmero
quimera
de mi fuego,
mi
sentimiento despierto
mi
estrella en el camino inesperado
que
unió nuestro sentir
en
la eternidad del amor indomable
que
quiero sembrar,
como
a mi lado quiero tu caminar
hasta
en amor podernos juntar,
luz
compañera
fuego
de este latido en flor,
no
me abandones,
junta
tu ilusión en mi pecho,
bebe
de mi cuerpo,
en
este momento te siento
ardiendo
dentro
mi
flor de invierno,
llorando
el tiempo
deseando
juntarme a ti eterno,
como
cada amanecer que quiero encontrarte
acariciando
mi pelo
ronroneando
en mi pecho
donde
sin ternura no hay sentimiento
y
donde sin tu mirada muero,
en
llamas te abrigo en mi pecho
siente
esta sangre en verso
que
enamorada mi boca pide tu beso,
pudiendo
ser y siendo tú
mi
maravilla y salvación
como
melodía de amor
canto
en tu corazón
esperando
unir mi latido al tuyo corazón,
guerrero
de tus batallas
seré
en este cielo
que
solo pido tu amor
por
ser tú mi dulce y tierno deseo,
como
sabrás empiezo amarte
en
cada noche que los luceros te envidian
de
bonita como linda flor nunca descrita,
a
cada día que tus cabellos
como
rayos de sol quiero sentir
entre
mis dedos
y
pintar tus labios a besos
sentir
tu aliento preso del sentimiento
que
araña tu cuerpo
despojando
de su silencio el tormento
de
no saber como pedir
y
acariciar tu mano ç
princesa
ardiendo
de
mi sentimiento
por
ti siempre en rosas y fuego envuelto,
sienteme
avanzando tu cuerpo
hoy
tu sangre fluyo
donde
quiero vivir tu calor
y
quemarme mil veces en tu pasión
de
mil luceros,
si
querer quiero sentirte
como
tormenta de pasión
e
incendio de mi corazón
si
de tierna te deseo
como
estas ilusiones
germinan
en amapolas de sangre
mi
corazón si de valor lucharé
por
tu amor bello corazón
queriendo
juntar mi calor contigo
hasta
morir de placer en tus labios
como
pétalos de rosas
siendo
abeja de tu miel
y
enredadera que abraza tu piel
siendo
quimera de piel verso
y
entraña como entrañable
encontrarte
en mi presente
que
solo pido al cielo
me
vista de flores cada recuerdo,
donde
princesa de fuego
reina
de este sentimiento preso
queriendo
habitar por siembre
el
latido de tu corazoncito
como
en verso te dejo
este
besito.
MARZO
2013
Semilla
tras semilla nace la dicha,
en
tu pupila musita mi vida.
Hoguera
encendida, verso, beso y canto,
al
horizonte mi encanto.
Vuelo
libre, escribo,
siento
tu susurro en mi oído.
Ven,
ven conmigo.
A
través de las colinas, sierras y ríos
surca
mi alma el camino.
Bosque,
bosque encantado y bonito
vengo
a ofrecerte mi aullido.
Mi
hada de voz encantada,
dentro
de mi alma tu esencia amada.
Visten
las hojas tu cuerpo,
en
las flores tu melodía encuentro.
Quiero
cumplir tus deseos
como
la lluvia hace el amor con las plantas,
que
nunca estés triste,
quiero
tener tu canto siempre alto
y
de flores tu manto.
Detengamos
el tiempo cada noche
en
nuestro regazo,
para
sentir eterno el abrazo.
Donde
la luna abrigará el recuerdo.
Quiero
seguir tu trance día a día
para
encontrar dulce la caricia
y
el beso de fuego, ardiendo en el labio.
Te
siento a mi lado,
fluye
la ternura por tu piel
y
en tus ojos me vuelvo a ver.
Cada
sentido despierto,
gimiendo
el alarido,
soñando
tu mundo cada día me encuentro.
Feliz
el alma de que seas mi amada,
tu
dulce primavera riega mi sangre.
Te
descubro en cada pensamiento,
devolviendo
la alegría de nuevo.
Libre
en tus alas permanezco,
viendo
el amor enraizar dentro.
Libre
el intento abordo tus secretos,
me
pierdo en tus besos,
alcanzo
la flor del helecho,
surco
la puerta de tu reino.
Bienvenido
tu calor a mi cuerpo
y
la inspiración de fuego.
Muerta
la hora, viste la calma de tu alma,
protectora,
compañera.
Mi
dulce dama, mi enamorada,
mi
sentir en la montaña,
me
casé con tu latido escrito
y
aquí como ayer
darán
los jazmines
el
aroma a cada letra
nacida
de tus jardines.
Vuelas
libre mariposa del amor
en
mi pecho te posaste
volviéndolo
hermosa flor,
hoy
te canto que feliz,
de
la vida y de ti,
me
siento enamorado.
Hoguera
en el círculo de piedra,
danzan
las estrellas,
la
luna y su polvo de nieve,
alegre,
crea el sosiego del firmamento.
En
fuego, corazón de mi corazón,
jardín
de color,
de
deseo prendido en tu calor.
Seguirá
el destello su camino
de
alma viajante.
Hasta
en cada raíz siempre encontrarte.
Pensativa
mi hada entre las hojas,
se
acercarán a ella las mariposas.
Atraparé
el verso sin descanso,
siempre
de su flor hallaran sus tesoros
mis
manos.
Corre
el placer libre por el monte,
de
flores campestres vestirán las ilusiones.
La
piel tersa de seda encontrará los labios
y
sus besos de estrella.
A
cada luna reina y sol invencible,
orgullosos
los astros
lejos
se estrechan la mano.
Entre
silenciosa oscuridad
ven
el violeta de la sombra
estos
ojos de insecto
que
cambian de color el cielo.
Si
el amor me dejara
bien
sabe mi alma
que
me quedaré con cada flor
que
siembren mis manos.
Altivos
los ángeles con sus halos
volverán
a sembrar la vida como antaño.
Beso
tras beso en tus pestañas vivo,
brillo
amanecido,
de
ilusión en tu bosque de ojos.
Vuelvo
a vivir de tus deseos
y
en verde se dibujan mis sueños,
como
esperanza esperando
vestir
mis flores de calma.
El
sosiego viene de la noche compañera
a
cada latido sordo,
a
cada eco de ternura
sembrada
entera.
Cruzaré
cada camino sin retorno
hasta
libre el espíritu
ser
uno más entre vidas libres.
Servirá
mi canto para desvanecer el llanto,
encontraré
de mi hada cada noche el encanto.
Prepararán
los indios su amaranto.
Seguiré
la estela de la luz viajera,
descansaré
en el remanso de la era.
Verá
la semilla mi resurrección
y
el resurgir de cada sangre de letra.
Crecerán
las amapolas al borde de mi camino
los
cardillos silvestres abandonarán sus espinas.
Abrigaré
el amor del pecho
en
mi viaje a encontrarte.
En
mi viaje a encontrarme,
en
el azul celeste
y
la madera de los árboles.
En
el viento y el rayo de sol primero,
donde
gracias a ti encuentro la fuerza
para
seguir escribiendo,
muerta
la espera,
veré
crecer de mi amor la siembra.
ABRIL
2013
No
sabría decir cuántas veces había estado allí, sentado, sintiendo como todo a su
alrededor se desvanecía, escuchando a la ciudad respirar, sentado en aquel
banco de madrugada donde tuvo su primer beso. Se entretenía viendo las luces de
la ciudad y aquel semáforo verde, amarillo, rojo, rojo, verde, amarillo,
esperando en aquel banco a su amor que se marchó, una de esas noches una
polilla se le posó y le dijo: -Ella vendrá, él creyó estar alucinando. Lo que
él no sabía es que él ya estaba muerto.
Alegría,
gozosa, fría, amarilla,
se
siente tu caricia
cuando
el corazón en ardor
pinta
y pone rostro al amor
en
su color.
Flor
de luz en este linde creció,
sinfonía
de su juventud.
Pétalos
del color del sol.
Certero
reflejo de tu ser
clavaste
en mi tierra de calma.
Arriba,
altiva,
a
sí como eres
quiero
sentirte cada día,
a
sí como tu reguero de ilusión
me
colmó
y
cada noche me arropó,
a
sí como tierna, ilusionada
encontré
tu voz.
Podrán
pasar semanas a la distancia
pero
tu hechizo ya está en el alma
arraigado.
En
mi armonía
te
adueñaste de cada palabra,
este
duende soledad vestía
como
azul noche sin brisa.
Ahora
me acompañas
siendo
cómplice y sombra
de
mi alegría.
Entre
montañas de azores y valles de ríos dulces, ven pasar mi espada árboles
antiguos
cobijando
a los caídos, ven lejos los astros orgullosos de sí mismos, desconocen el hijo
del viento que va por los caminos, ¿Dónde irá ese hombre?, sólo él lo sabe, a
una sidhe le prometió una flor de la montaña más remota.
Con
raíces la trajo sin un solo pétalo perdido, a la orilla del río la puso, a la
orilla del río ella lo quiso. Cada primavera iba a visitarla, cada primavera su
flor de color distinto vistió.
Un
año notó triste a su flor, extrañaba su montaña. Su hada le pidió piedras y
tierra de donde fue encontrada, a si lo quiso, a sí sería.
Al
llegar a la montaña en el lugar de donde estaba la flor, allí una serpiente
sabia encontró, cual ella le dijo:
Si
muere esa flor morirá tu alma,
-¿Qué
misterios entraña pues dicha hermosa flor?
Es
hija de los cielos como tú, contestó. Sí quieres saber más pregunta a la reina
de las mariposas, que yo estoy tomando el sol.
Cogió
las piedras y tierra y marchó, en el camino una mariposa se posó en su hombro,
le
dijo al oído sígueme mi madre te espera en el bosque, allí fue, la reina de las
mariposas, le dijo que esa flor fue de las más antiguas en crecer después de
los helechos,
tan
antigua que tenía capacidad de sentir intacta como los humanos.
De
ella se despidió tras darla permiso para beber de su néctar.
Rodeando
la flor puso la tierra y las piedras, decidió tras el consejo de la serpiente y
de la reina mariposa, visitar a la flor cada mañana.
Su
hada también se alegró y de él se enamoró, en amor juntos vivieron.
Un
día la flor se cerró,
en
su interior semillas latieron hasta caer a la tierra con las primeras lluvias;
de
cada una de ellas, brotaron plantas jóvenes con los colores del arco-iris en
sus hojas,
de
cada semilla de esa antigua flor despertaron las hijas sidhe;
hadas
que cuidaron el bosque y cada arroyo, ese fue su origen.
MAYO
2013
¿Ves
que algo halla cambiado?
veo
que eres la misma piedra de silencio
que
en mineral de sangre brota.
Y
tú yedra de campanas taciturnas
¿Qué
esperas de esta existencia?
Acariciar
el recuerdo
clavar
la tierra con un beso
ser
expresión de algo que no cambió
y
fue polvo del polvo.
Y
tú voz de sangre ¿Qué buscas en el amor?
Busco
esencia tras la forma
reflejo
y destello de rayo de sol
busco
calor y espejo de vida en ardor.
Quizás
sonrisa y su caricia.
¿Ves
como nada ha cambiado?
Sigo
amándote porque tienes
todo
lo que no puedo tener.
Indómito
palpitar entre noches que dibujan tu silueta,
entre
suspiros que exaltan tu belleza invernada.
Recuerdos
del frío que te tenía yerta, a mí abrazada.
Cada
caricia que sentía tu piel de flores repleta,
cada
beso que sentía la lluvia nacer de tus labios.
Ahora
es tu sombra la que me guarda,
la
que en cada sueño se acurruca en mi almohada.
Es
tu mirada algo más, es hoguera que ahuyenta mis fríos,
es
brillo y bosque que habité, es donde quiero renacer.
Ecos
de tu ternura aún me bañan, aún acampan mi alma
y
es en esta calma donde veo que mi corazón te ama.
Vistió
la estrella su estela arropando nuestro amanecer.
Este
fuego no se apagó, se alimentó de tus latidos sembrados.
Entre
mis jardines de sangre mi amor surcó,
entre
mis ojos deslumbró y mi ilusión tocó
hondo,
quedando todos mis anhelos en tu mirada atrapados.
JUNIO
2013
Descuelgo
en tus alas
mi
impetuoso servir a tu cantar.
Me
adueño de aquel néctar
desvelo
de tu silueta.
Donde
derrama
el
sueño enarbolado de mi calma
que
atrapa clamor de fulgores.
Entre
tus pupilas que musitan
quédate
siempre.
Descampado
de ilusiones donde naces
y
mi interior floreces.
Oh
flor de embeleso,
cristal
de tu aliento,
corren
puras tus aguas
en
los suspiros
donde
no encuentro olvido.
Sólo
reflejos de tus ojos
a
cada hora que se cuela en mi ventana.
Quiero
perderme en tu inspiración,
clavar
un firmamento con tu sabor,
ser
viento que te lleva lo que siento,
ser
piel de esencia en tu cuerpo,
rayo
que rompe el silencio.
Para
tus ojos quizás
solo
poeta enamorado,
letra
en tu cariño,
jardín
en tus recuerdos,
quizás
sólo quiera ser yo en tu sonrisa.
Camino
tu cielo sin prisa,
me
dibujo óleo de tu aliento.
Un
nudo de tu destino,
una
gota de luz que acampa tu alma.
Quiero
ser un latir en tu mirada.
Corre
el beso, se afila el verso.
Desafío
a este silencio.
Cierro
mis ojos y dentro te veo,
sólo
sueño
y
tu destello se vuelve maravilla
en
sus pétalos iridiscentes.
En
tus pupilas se disuelve mi vida,
vida.
Te
bebes mis nervios
y
entre jardines noctámbulos amanezco.
Surcando
tu cabello azabache,
vendiendo
mis mañanas
por
el ayer a tu lado acurrucado.
Efímero
el segundo
descansa
en tu parpadeo.
Cruzando
el río de mi adentro te veo,
dando
vida al dulce tormento,
ese
que me tiene pintándote de ternura
un
firmamento,
del
color de tu alma pura.
De
tus labios tomo la dulzura,
remolino
de cariño te vas volviendo,
cuando
tu cuerpo manantial secreto
observa
como el agua y la poesía
hacen
el amor.
JULIO
2013
Desde
un confín a otro confín,
sueña
nuestro beso tu voz añil.
Resplandece
la hoja quieta,
vive
la sílaba en tu boca inquieta
dulce
la espera es del agua,
y
del agua nació tu lengua.
Respira
la noche trenzada a tu pelo,
un
calor que quiso ser hielo.
De
azul viento bebí tu aliento
firmamento
de amor sediento,
escaleras
a tu cielo mueve el velo
despierto
el placer te celo.
Tu
piel, esquiva sangre de pétalo,
destello
tierno de tu halo.
Refugio
tu corazón, de mi sueño
donde
el sentimiento pone empeño.
Desde
tu latido al mío,
una
flor a la orilla del río.
Desde
que te conocí
eres
la mejor locura que sentí.
Quiero
ser el viento que te besa,
quiero
ser la noche que te sueña.
Desde
hoy hasta siempre,
desde
hoy quiero ser lumbre.
Ven:
Creo
en la noche de tus labios
que
de un latir deshojaron
un
tímido beso de amor exhalado.
Me
veo en la noche de tus ojos
donde
camina el mar
de
los suspiros convencidos
en
sueño y deseo envuelto,
en
alma llamando a mi llama.
Me
pierdo en la noche de tu pelo
moldeando
caracolas mis dedos,
te
beso siendo dueño de tu lengua,
te
acaricio en el recuerdo,
me
quedo en tus raíces
de
piel y encanto,
de
colores el cielo de tu noche
que
guardo,
como
roce de tus labios.
Creo
en la noche de los sueños
que
contigo se cumplieron,
por
eso creo en tu noche
por
todas aquellas noches
que
nos robamos sin derroche.
Creo
en el momento
que
venció eterno.
Renaciendo
en cada luna
que
pensábamos nuestra.
Como
runa a la pregunta de tu ternura,
como
sendero sin cordura,
viendo
que dulce, eres pétalo,
y
víctima de nuestro ensueño alzado.
Hoy
sin prisa avanzo tu río
siendo
sombra de tejo,
y
entero ciprés clavado a tu cielo.
Hoy
no encuentro desdén
donde
acabar el beso, sólo ven,
se
mi noche otra vez.
AGOSTO
2013
Cuando
escribo
vive
el alma
en
la palabra nunca dicha,
cuando
te leo
encuentro
sentido
a
la flor que nace dentro
hoy
te veo
donde
ayer no tenía ojos
hoy
te encuentro
en
esta piedra-corazón
que
fue estrella
el
verso se abre
brota
esta sangre
olvido
que es tristeza
olvido
que perdí el camino
olvido
que viví
hasta
que te vi
amapola
del destino.
No
quiero despertar del sueño
del
que en otra vida te conocí.
Muero
por un beso,
vivo
por tu querer
sueño
del que te llama mi piel,
dulce
susurro
en
el arrullo de tu cielo,
llamo
al instinto
que
despierto
bebió
de tu cuerpo.
No
hace falta
encadenarme
para
ser tu sombra
para
ser aullido
y
lumbre en tu camino.
Sólo
nos vimos
y
nuestras almas jugaron
a
abrazarse sin tiempo,
condena
de tu pestañeo
entrega
en calor que guarda,
giro
en tu sentido
amarte
sin razón
solo
corazón.
En
alas de la pasión,
te
encontré
donde
gritaba el amor.
De
tu boca la fuente
si
tan siquiera pudiera
adornar
tus afluentes
engalanar
de tu piel
las
flores y tu sabor.
Si
tan solo tus parajes
me
recordasen infiernos
y
pasiones.
Si
solo tus cauces
navegasen
mis manos.
Si
solo entre tus juncos
me
encontrase.
Amaría
lo que ya amo
tu
sencillez sin disfraces
tu
calor entre el sol
y
una nube,
amarte
entre el viento
y
la brisa
dibujarte
la sonrisa.
Nunca
sería tarde
nunca
dejaría el sueño
sin
ser tapiz de tu pelo,
Si
tan solo pudiese
dibujarte
un cielo
solo
para nosotros dos,
tan
solo buscaría
el
poema para acariciarte
sin
prisa tus ojos de oliva.
Despertaría
los jazmines
y
azahares mecidos
los
lirios en tu cuerpo,
entre
tempestades
nacerían
suspiros salvajes.
De
nuestras almas hoguera
de
tu hoja quieta
mi
verdad que tiembla,
mirarme
en la noche
sedienta
que
tu lengua diga tuya
y
tuya la ternura,
mía
la ambrosía.
SEPTIEMBRE
2013
Romance:
Suena
el río, agua llevaba,
alma
de reina silva ella,
bebía
en la orilla alegre
flor
roja lloró su tierra,
blanca
cierva un hada triste
cazador
hiere su flecha,
inhiesta
espina gemía
flor
abierta brotó en la hierba,
hada
herida ya descansa
latiendo
la parca negra,
yace
en helecho silente
suspira
su sangre yerta;
Enamorado
el helecho
una
flor mágica asienta,
alma
quieta, llega al agua,
tambores
suenan la tierra
los
duendes lloran su reina
ahora
el helecho era ella,
mueven
la piedra ocultada
cazador
tropieza cerca,
el
río ya lo llevaba,
hada
flor de helecho no hierra
duendes
cobraron venganza,
cantó
lo que el bosque alberga
misterio
de su cierva hada.
Hada
flor de helecho inverna,
cicutas
toman la sangre
veneno
hacen, blanca cierva
cuervos
la cena discuten,
cazador
en agua envuelta
lleva
el río su latido,
campanillas
suena la hierba
duendes
coronaban su hada,
hada
su vida celebra
los
espinos la cuidaban;
Flor
de helecho reina bella.
-
Halle
donde me halle,
crecerá
del viento
la
semilla en su valle.
La
hoja muda criará
retoños
del ciprés,
mi
sol dormirá.
El
pececillo de plata
correrá,
morderá,
el
azúcar de mi sonata.
La
dulce cicuta triste
mi
piel enraizará,
mi
alma dirá viviste.
La
nube llorará
mi
grama mojada,
el
sueño perdurará.
Luna
de plata sempiterna
y
su réquiem elevado,
mi
montaña de nieve eterna.
El
río llevará un latido,
nacerán
las gotas,
mi
árbol será sentido.
Olmo
viejo en retozo,
raíz
de su padre,
alma
anclada en gozo.
Almendro
de invierno,
sombra
de abeja
deshace
mi infierno.
Caracol
de mi camino,
encuentra
la mata,
olvida
el romero su destino.
Tierra
viví para sembrarte
mi
aliento ciego,
brotado
para nunca olvidarte.
Golondrina
de solsticio,
vuela
tu fuego en círculo,
que
tus ojos sean mi vicio.
Amapola
de rojo,
sangra
mi tierra a tu antojo,
ama
mi sed de arrojo.
Cielo
pequeño alcánzame
mágico
el sonido,
tiene
el viento quien le reclame.
Olivo
de sembradío,
trigal
de sentido,
naranjo
de mi regadío.
Salamanquesa
de pared
bebe
de mis plantas
tu
sed.
Helecho
de bosque sombrío
alegra
el verso seco,
luce
la golondrinera su brío.
Hada
de mi zarzamora,
tu
pena vuelta mora,
espino
amarillo de mi demora.
Hierro
luce mi espada
esta
calma otoñada
mi
vida de tu savia preñada.
Salvaje
canto de la madrugada,
grillo
de galán de noche,
blanca
dama de noche, su flor estrellada.
Hinojo
al fuego,
semilla
de sol latiendo
mi
curativo ruego.
Abrojo
de campo,
celoso
canto de silencio,
muerto
en vilo mi tiempo.
Surco
de piel labrada,
saco
de mis esperanzas,
placer
de aquella parada.
Ola
de mar que llega
caracola
que entona
en
sal y arena.
Vid
de mi quimera,
uva
pasa en la espera,
flor
abierta de primavera.
Pozo
de mi recuerdo,
en
verde musgo un fantasma
de
lo vivido muerdo.
Corazón
te abrí,
te
sentí,
y
voló un colibrí.
OCTUBRE
2013
Este
duende soledad vestía,
como
azul noche sin brisa
en
el párpado quedó
cada
rasguño a la luna de caramelo,
hoy
te siento despojada mi noche
de
lamentos vividos
hoy
mi pena te encuentra serena
en
mi sangre de tierra
hoy
los juncos mecen
orillas
y yerbas de tu monte
cuerpo
divino, olivos
de
nuestro paraíso extinto,
hiedra
que me trepas
las
ganas despiertas,
camino
sin prisa
las
avenidas de ángeles
estrellados
en estrellas,
el
asfalto enmudece las palabras bebidas
los
semáforos me caminan las soledades,
el
hielo se siente cada noche
en
la ciudad sin nombre
en
los trajes caminantes,
en
los gorriones de migas de pan
en
los pasos que me llevan a verte
en
las calles de mi mente
echo
laberinto de peldaños
para
alcanzar tu amor,
para
comer tu sabor,
conduzco
mi camino sin retorno
mordiendo
tu sombra pasajera,
el
mañana nunca llega
la
noche se apodera de cristales en luna
espero
en la estación de tu beso,
el
matojo vierte flores blancas
entre
niebla naciente que desdibuja cuerpos
canciones
sin tiempo
palabras
a un viento que nunca
nunca
fue traicionero
poeta
del viento a lo que me califico
de
no encontrar razón
a
la tempestad de más que trajo
tu
aliento bendecido
en
cada flor y en cada árbol
de
mi pasión,
hoy
tus nubes son manjares,
los
ríos llevan mi calor,
la
cueva se abre al clamor,
estoy
clavado en mi arteria de vida
bebiendo
la sinfonía,
buscando
mi futuro
en
las hojas de pétalos dormidos,
quién
eres tú que acechas el sentimiento
la
guerra tornó de invierno
el
corazón soñó el verso
el
latido caminó los edificios
las
grises verdades caían por los afluentes
los
refugios fueron templo en tu piel,
lo
vivido se derrumbó como torres de papel,
desperté
del eterno sueño que me encadenaba,
mi
esencia hablaba de tu flor encontrada
porque
sí por qué no
ardiente
corazón,
el
sí bemol transparente pío
lunática
cuerda de mi violín afilada
confín
de mi confín que vuelo
hasta
llegar a ti,
destino
encontrado errores comidos
errores
perdidos en el camino
resurgir
en las alas blancas de la ilusión
que
mece y mece, en cada piropo que te engrandece,
fuego
donde te veo
y
el sentido despierto se hace fíbula en tu vestido,
destello
de nuestro astro soslayado,
luces
oscuras que pierden tus caminos,
avenidas
de tu lengua descubiertas
cielo
de piedras vuelto alfiler de mi albor,
rosas
acampan el alma
al
viento le cuelgo el sentir
de
mariposas nocturnas volándote las luces,
las
farolas me tiemblan
la
ciudad se me vuelve laberinto sin salida
y
huyo al campo de tu cuerpo,
huyo
en mi silencio
con
un poema y una letra de tu boca
lluvia
cae visten mis latidos
profecías
de tus caricias,
en
los cipreses muertos que velan,
arañas
mías que cazan tus mariposas,
déjame
caer en el amor que vuelve de tu piel
déjame
amar nuestro verdadero amanecer
sin
importar nada más que tus pupilas
en
mis calles perdidas.
Resplandor
templado
en
el calor ilusionado
tus
flores conocieron mis manos
y
mis manos te dibujaron
tempestad
de tus latidos
brotando
la acacia del sentimiento
en
mi montaña de fríos
pupila
de tu pupila
que
me mira
allí
donde el grito
corre
transverso
quisiera
hablarte del miedo perdido
del
suspiro que vuela a abrazarte
estas
nubes me sangran
y
tus alas me caen
evaporando
el aliento.
Luna
de tus caricias en vela quieta
cielo
de mis sombras
obtuso,
vertical,
cae
el alarido
en
la habitación oscura
que
la fiebre te siente
el
humo desdibuja tu silueta
es
el abrazo
cuando
te espero
y
la almohada se vuelve
lecho
de cardos sin tu presencia
sangra
el aliento
dragones
y riendas
con
sentido a encontrarte
a
través de sombras que hablan
de
un destino encontrado
en
tu flor de pieles.
Hielo
erguido
noche
con tu abrigo
allí
donde las estrellas derretidas
caen
por las pestañas sentidas
nervios
punzantes
la
pócima del clamor
que
te bebe el cuerpo
allí
donde nada dice el tiempo
y
la brisa trae párpados en guiños
grazna
el cuervo un piropo sostenido
todo
se vuelve cuerda y soga
para
treparte
ya
no hay pesadilla
solo
caricia y camino de flores
para
besarte
las
zarzas me clavan
los
deseos con tu nombre.
NOVIEMBRE
2013
Plubiaamôris
Plubiacordis,
ardentissimecupereamóris
stupóris,
dêsíderium, sempiternusalaetitia.
Diês,
carpentum, accrêvîcalôris.
Colôris,
vita, venerâvîcanôris.
Laetitia
exspectâre, cupitumnostra.
Ostendiâlae,
festînâvîblanditia.
Cropinquus,
somnus, versus, littera.
Prôfêcîimus,
creâvîblandus.
Bâsiumdulcis,
aquapûrus.
Sânô
anima, fidusfruor.
Cupidussomnus,
flagrômetaphora,
suspirium
natura, amâvîferventis.
Distantiadêstinâvîdediscocôgitâtum.
Voluipûrus,
sôluscordis.
Callisunus,
sentido sensisensum.
Fôrmôsa
societas, contentumessevêris.
Ignis,
dêlectônosterappetîtusfôrmôsus.
El
Castellano
Lluvia
amor
Lluvia
corazón, suspira por ti amor
estupor,
deseo, eterna alegría.
Día,
noche, crece calor.
Color,
vida, venerada sinfonía.
Alegría
soñada, deseada nuestra.
Muestra
alas, acelera caricia.
Cercanía,
sueño, verso, letra.
Entra
profundo, crea sonrisa.
Beso
dulce, agua pura.
Cura
alma, sinceridad uso.
Deseoso
sueño, arde metáfora
suspira
esencia, amando fogoso.
Distancia
decreta olvido de razón.
Querer
puro, solo corazón.
Vía
una(vida mía), sentir.
Hermosa
compañía, contentarse primavera.
Fuego,
complaciendo instinto hermoso.
Miguel
Esteban Martínez García
DICIEMBRE
2013
¿Por
qué brillas amor en la noche que todo lo cubre de negro,
por
qué tu nombre me llama
y
resalta tu bella silueta alada?,
¿Por
qué tu voz me suena del río a la montaña?
¿Por
qué me brillas en esta oscuridad que te resalta?,
y
te amo más que a mi sangre mi bruja.
Te
amo más que a una lagartija azul,
te
amo más que a un erizo blanco y a un gamusino dorado,
eres
mi culebrita ardiente yo tu fiel para enroscarme contigo,
te
veo desde el cielo al violeta eterno,
ardiente
de embrujo duermo a tu lado siendo duende,
eres
flor silvestre y luna morena
eres
mi vida entera, lo más bonito que tengo
y
todo lo que alcancé a soñar fuiste tú mi reina,
ven,
ven aquí mi reina, mi fantasma tierna,
mi
aullido a la luna llena,
la
luz de mi noche negra,
quemaré
esta tierra para regir mi reino de sangre y letra,
ven
a mí mi primavera quieta, mi violeta yerta,
mi
amada mi vida entera,
te
haré la corona de cardillos silvestres,
la
crineja te la haré de hojas,
el
pañuelo de seda fina y tela de araña
ven
ven a mi vera mi preciosa mi loba,
mi
amada fiera, aúllo al cielo de tus besos,
clamo
a la sangre de mis versos
que
eres lo más bonito de mi mundo
tú
mi vida solo tú eres mi mundo.
Dulce
simiente:
Del
monte a la montaña,
del
valle a mi río
de
sangre pasa mi río
de
sangre de un amor que se comió mi miedo
de
un amor que fue lo más grande en mi vida
que
mi sentimiento sea gigante,
y
mi arteria se hinche del beso de calor y amor,
cuando
amarte se hace arte,
y
todo pierde el sentido
y
el miedo solo avanza en un sentido
perderte
como castigo inimaginable,
y
mi demonio te hace alarde
te
consume en mi mente,
te
desprende,
nace
verde para ser simiente,
y
mi gota de sangre es suficiente
para
rajar el cielo a grito,
para
derramar mi amor de mi pluma
y
áspera piel esquiva caliente,
sigo
en esta orilla de mi razón
de
mi respiración,
muerto
vivo si camino sin tu latido,
tu
guerrero muerto que renació eterno,
porque
eterno nace el guerrero
y
eterno murió el guerrero,
cultivándote
el amor dentro,
a
beso de espada y hierro,
a
beso de hoguera y verso
hasta
la dulce muerte
te
verá mi dulce sangre dentro
tan
dentro que cavaste mi abismo
para
llenarlo de flores
hasta
que el tiempo deje de rodar,
te
amo flor del campo a los árboles
del
viento al cielo
me
quedo mil veces contigo adentro,
muerto
en mi suspiro
nazco
de mi hoja de cardo
para
ser el ermitaño que siempre soñé
el
amor de mi piel
siempre
te seguirá cantando como ayer,
hoy
te vuelvo a ver,
cruzas
mi vida para tu ser flor
sin
secar ni despedida fría,
fuego
de enero o de cuando llegue nuestro tiempo
de
momento solo quiero seguir viviendo,
robando
al cielo tu aliento
llorando
las nubes
y
prendiendo fuego al cielo,
siendo
duende y guerrero eterno,
despertar
cada día
para
despertar a la vera de mi amor eterno,
de
mi esposa sin miedos
para
verla brillar como luna de mi cielo
y
flor de invierno.
El
Castellano
ENERO
2014
Respondes
del viento a mi montaña,
del
sol a la luna, abres tu flor en la espesura,
ven
a mí vestida de hojitas,
ven
te haré morada de ramitas,
enamorada
vestirán las flores tu calma,
este
amor de la mañana dibujarán
pasión
nuestras flores,
ardiendo
en el sol me encuentro,
enamorado
mi corazón a dentro.
hipnotizado
hasta mi sentido más despierto,
dulce
muerdo tu cuello,
esta
noche que vivo en tu ventana,
por
verte morena tan bella,
te
amo entera,
hermosa
hasta decir basta,
hermosa
desde tus piernas a tu cabeza morena,
desde
tus ojos que a mí me miran,
desde
mi reino a la montaña,
desde
el abismo al cielo yerto,
eres
mi amor sediento,
mi
frío y calor de invierno,
eres
tú lo que yo amo,
lo
que yo tengo dentro,
lo
que enamora mi latido
y
solo puedo decir que yo a ti te amo
mi
vida.
El
Castellano
Manifiesto
de mi amor de sangre:
Dime
noche si yo fallé en soñarla,
dime
amapola si el amor huyó de mi camino,
cuando
abriste tu flor lejos de la tierra que tú querías.
Árbol
mío, por qué tus hojas me cuentan que yo fallé,
no
habría manera de saber,
solo
una travesía sentir
y
siento que sentí,
entonces
el amor no huyó de mí
lo
atrapé, sentí que la distancia se hizo bruma
y
viento gris
donde
tu corazón brillaba
y
cada noche lo encontré.
Dime
río si en tu fluir no llevas lo que escribo,
cada
gota me cuenta de seguir buscando la belleza,
dime
hada si yo fallé en ofrecerte de beber mi esencia,
dime
oscuridad
si
me envolviste en tus negras alas
para
que dejase de soñar.
Decidme
antepasados si mi destino
no
está atado a errores de un pasado lejano.
Solo
siento que siento y a tu lado me encuentro,
en
mi sentir sintiendo
que
mi felicidad y mi amor a ti te lo debo.
Libre
el intento, mi amor de cuento,
dime
árbol por qué tus hojas me cuentan que yo fallé,
me
consumí en mi propia sangre de arrojo,
donde
el abismo teñí de rojo
dime
flor por qué fuiste tú y solo tú el amor.
Te
invento de un latido disuelto,
cuando
surcas mi sangre como flor de cristal.
Oh
esperanza mía,
alma
desnuda como besos de aurora,
solo
sé que vivo y puedo amar,
puedo
amar la caricia de tu voz
y
llevar esta melodía a surcar océanos
hasta
encontrarte.
Puedo
dormir, prefiero soñar
y
si los sueños, sueños son,
eres
un sueño que puedo acariciar,
eres
sueño de un cielo
y
alguien que puede entregarse
a
un devenir que nunca me perteneció
llamado
amor.
Devenir
que busco en mis flores de calma
sin
sentido si no puedo compartirlo contigo,
solo
sé que vivo por este latido
que
a veces siento extinto,
mas
cuando resurge surca infiernos y abismos
hasta
acurrucarse en tu cariño.
Si
en tus ojos veo el cielo encerrado que quiero
que
no te extrañe
que
mi melodía quiera conquistarlo.
Pasaron
esos quince días
pero
el suspiro no se desvaneció
y
como la esperanza es lo último que se pierde
no
quiero perderte amor.
Amor
tú vives en mi corazón
diga
lo que yo diga.
Allí
encuentro mi paraíso en flor
en
tu bondad que allí grita.
Allí
estás, muy dentro de mí
Aún
recuerdo el último beso,
recorriendo
entre flores un universo.
Tengo
templo en ti
tengo
todo lo que deseo por ti.
Dulce
así fue como tus labios recorrí
y
el universo lo creaste para mí.
En
ti he desbordado lo que siento,
¡Eres
agua luz y sol!
Dulce,
fue tu amor en primavera,plena
Sólo
encuentro que sin ti me desvanezco,
enamorado
suspiró por ti mi aliento.
En
ti encontré el canto,
en
mis labios bebí tu llanto,
ya
no sé quién fui luna,
sólo
a tu lado encontré el encanto.
Llené
mi corazón de tu aliento fresco,
y
te abrigué con caricias tiernas.
Como
Lucero de invierno, todo tierno,
temeroso
al frío, te abrigué amor mío.
Te
llené de besos, entre tu rostro y tu cuello,
como
dormir a un niño, me velaba tu sueño.
Entre
espigas tumbamos nuestros cuerpos,
el
río fue testigo de aquel calor de cariño.
Entre
caricia y caricia sentí caminar el cielo sin prisa.
Entre
las hadas y los duendes,
como
la corriente de ese silencioso río,
entre
mariposas y rosas.
Como
las abejas a la miel, así lamías mi piel,
entre
el viento y el frío,
así
entre mis brazos amor mío.
Fue
hermoso sentir entre beso y beso florecer tu piel.
De
tu mano caminaba cada paso,
mientras
tus caricias hacían latir mi agitado pecho.
En
tu regazo me encontraba,
contando
las estrellas para saber cuánto me querías.
Ver
florecer tu ser,
cada
segundo se agotaba el tiempo del regreso,
pero
tan hermoso, saber que era nuestra primera vez.
No
había duda de mi amor,
te
demostraba al paso cuánto te quería.
Saber
que todo lo bueno tiene un final,
en
el recuerdo como en el presente
este
amor quedó latente.
Me
enseñaste el lenguaje de las aves, de las flores,
me
enseñaste amarte.
El
tiempo no regresa,
nuestro
amor fue del pasado,
regresó
a nuestro presente, y aquí está presente,
Me
pintaste en el alma tu nombre.
Te
guarde dentro de mi corazón como tesoro silvestre,
pero
tu nombre se repite en mi mente siempre.
El
presente se tiñe de esta pasión
de
encontrarte en todo lo bello que surca mi mente.
A
la orilla del camino del río, bebíamos una copa de vino,
repitiendo
siempre el amor que sentimos.
Siempre
vivirás en mí, como yo viviré en ti
nada
cambiará eso, triunfo en lo sentido,
amor
en lo vivido, sueño encontrarme en tu latido.
Como
mariposa floreciente
revoloteando
en tus sentimientos,
eres
mío, segura estoy de eso, castellano
lo
vivido, lo sentido, tiempo recorrido,
nunca
irá al olvido, te amo mi niño.
Como
final feliz me quedaré ilusionado en tu nido
porque
nada borrará lo que sentimos.
Si
algo quiero de ti son tus besos,
si
algo quiero sentir es tu cuerpo,
si
volviera a repetir me conformo con tu regreso,
porque
de ti, todo lo tengo.
Nuestro
amor no tiene final,
el
final ni siquiera la muerte,
venimos
del ayer, y volveremos a ser en cada tiempo,
porque
tu alma está escrita con mi nombre
y
tu nombre grabado dentro de mí,
Amante
de Luna, amante de ti soy,
jamás
voy a olvidar como me has amado mi Lucero hoy,
Quedaré
en tu recuerdo, quedarás en el mío,
pero
nunca olvidaras que antes de amar a otra,
primero
fuiste mío
Te
amo amado mío.
Ángel
abre tus alas, llévame contigo hasta tu ventana
ven,
ven a mí rosca tu rabito en mi cama
abrázame
entre tus brazos dame tus besitos
treparé
tu espalda
treparé
tu espalda te besaré hasta el amanecer mi rana fiel,
besaré
tus labios para saborear tu miel,
seré
abeja picando tu flor añil,
seré
lluvia, sol, luna y anochecer seré fuego en tu piel,
me
abrigaré a tu cuerpo para encontrar tu calor,
me
haré un traje de tus besos y caricias,
caminaré
de tu mano cada infierno
hasta
vivir en nuestra montaña de amor
construiremos
juntos nuestro panal,
seremos
abejas de nuestra misma miel
del
río a la montaña del bosque a la niebla
de
la arena a la ola del mar
camina
nuestro amor
de
dos corazones con un solo latido,
de
dos almas con un mismo destino y pasado
me
esconderé entre tus sabanas cada amanecer,
para
sentir que eres parte de mi propio ser
seré
duende de tu jardín
caminaremos
juntos
amaremos
el sol y las estrellas
en
el día seré la brisa, y por la noche tu luna bella,
y
al amanecer seré tu estrella
seremos
lobos de la luna
que
todo lo viste de plata
serás
tú mi noche yo tu día
seré
tu hadita, la más bonita
con
mi dulzura te llenaré siempre
serás
como eres mi vida entera
mi
flor de estrella
mi
amada tierna
te
amo del bosque a la montaña.
Con
tus caricias me haré un vestido,
y
con mis besos llegaré hasta el cielo,
del
cielo a su nube,
del
sol de cada mañana
eres
tú mi horizonte de amor sin igual.
serás
mi ángel el que me alzó entre sus alas
donde
los malos jamás me alcancen,
te
protegeré de caracoles y babosas malvadas,
serás
mi única flor que me enraizaste el corazón
caminemos
juntos entre las nubes,
donde
halla otro mundo que no nos asuste
viviremos
del aire y nuestro amor
te
amo corazón.
Yergue
mi espíritu tu dulce amor,
a
cada luna nocturna que te pienso,
en
cada flor que te veo
pintando
mi ternura de tu color.
Siente
mi abrazo a cada noche
que
viajo a tu lado.
Mi
piel tus besos bañaron.
Siempre
y para siempre
en
el recuerdo tenerte.
Camino
a encontrarte,
en
mis sueños estás presente
pero
tú bella en sueños no hablas
y
me quedé mirándote en la almohada.
Ruge
la pasión por tenerte
a
ti mi corazón.
El
horizonte pintamos a caricias y besos,
de
la mano surcamos el bosque
y
hoy en el arrullo de tus lindes
acampo
mis ilusiones.
Por
juntos cantar a la mañana del verso,
tu
viento azul acaricia mis soles,
encuentro
las nubes febriles.
Mi
alma con un parpadeo desvistes.
Gira
en espiral el sentimiento
enraizado
dentro.
A
suspiros de un tiempo desvanecido
donde
me encontré
y
tus labios en beso eterno robé.
Caricia
tras caricia vive la esencia
en
fuego prendida.
Bosque
de tus ojos donde me pierdo
en
su mirada cálida, ilusionada,
de
miel y flores.
Dame
vida en ellos,
quiero
cuidar todos tus rincones,
sentirnos
salvajes,
rendirnos
ante la lluvia de nuestros deseos.
Vengo
a derrotar al tiempo,
a
casarme con tu pensamiento,
a
vivir del agua de tus besos,
amada
hada, vestirán tus hojas mi calma
a
cada luna sempiterna
al
igual que siempre
durará
tu amor en mi entraña.
Araña
la hora de sentirte dulce dama.
En
su albor despiertan nuestras veredas,
donde
poder florecer en primavera
con
el sol en nuestro regazo.
Sentados
bajo el árbol de nuestro sentimiento
viendo
al cielo acogernos en sus alas,
bajo
el trino de pequeños pájaros
seguiré
tus pasos,
te
sostendré siempre en mis brazos.
Reina
hada de este paraíso en flor,
a
este cielo nocturno clamo por ti mi amor,
flor
de inspiración calma de todo dolor,
nuestro
bosque en vida se tiñe de tu color.
Trazo
con paso firme
el
sendero del sentimiento,
deteniendo
el tiempo que juntos nos verá
en
cada firmamento,
desvaneciendo
la bruma de soledad
con
tu verso de encanto,
juntos
cantando en cada árbol.
Sintiendo
mágico el momento
navego
tu esencia mi doncella,
en
tus pétalos mi primavera,
en
tus labios mi fortuna entera.
Surco
tu camino de rosas y zarzamoras,
dibujo
del corazón su sonrisa tierna.
Siento
la dicha de que seas mi compañera,
como
abrazo que detiene el tiempo a su paso
te
sostengo fuerte en mi regazo.
El
beso se vuelve rocío de tus flores
donde
no hay final sin comienzo,
encuentro
mi amor despierto.
Latiendo
por ti el verso
donde
mis girasoles siguen la luna
de
tu encanto a la noche sonriente,
en
la que cada caricia que envuelve se siente.
Cultivando
para ti todas las flores de los valles.
El
agua naciente brota en la boca de tus deseos
y
espejos dorados reflejan la luz
que
lanzan mis deseos.
En
cada estrella que pido tu beso,
en
cada firmamento que quiero llenar de amor el viento.
Hadita
de mis sueños, inspiración de fuego,
tu
aliento voz de alma amada tu bella entraña.
Como
entrañable encontrarte siempre
donde
el silencio deja eco de amor eterno,
el
verso coge lanza de bronce
atravesando
el cielo.
Donde
la amapola nace del sentimiento sincero,
donde
cada flor silvestre abre en los albores,
donde
suenan de la tierra los tambores,
donde
los amaneceres los dibujan tu sonrisa
frente
a mi prendida
y
tu boquita cerca de la mía.
Este
sueño solitario lo dibujó
con
tu color de corazón con corazón.
Alma
cantando sin dolor.
Recuerdos
de tu néctar me bañan
y
me muestran con hojitas el camino a encontrarte,
donde
nuestra esencia se junta en caricias
y
el amor reverbera en esplendor,
donde
flor con flor te entrego mi corazón.
Sigo
tejiendo este sentimiento despierto
viviendo
en tus pestañas
llenando
de ilusión tu mirada.
Rezando
a esta luna de plata que la calma araña,
encontrándote
en el sol de la mañana
que
su luz me baña.
Como
pintor dibujo corazones en tu piel
a
besos donde te robo la miel.
Me
enseñaste a tejer mi silencio
que
en letras el tiempo detuvieron
hasta
vernos juntos de nuevo.
Como
la luna al cielo y el agua a su cauce
duermo
en tus labios flor de flores,
pétalos
de mis ilusiones.
Y
llueve corazón al cielo mi canción
trepo
este arco-iris para volar fuera contigo
a
otro mundo al del sueño que nos envolvió
y
todas nuestras rosas de azul eterno volvió.
Fluye
como lo intrépido
de
mi calma derramada.
Acostándose
en el verde del espíritu
creció
la voz pausada,
la
amada sinfonía en el alma anidada.
En
la esencia transversa a la esencia
que
me empuja y me mueve
hiriéronla
las agujas de tiempo
que
no cambió el susurro
de
un destino escrito.
Blanco,
blanco, hoy tus muros avanzo,
si
por llamarte inspiración
te
volviste ojos en mis ojos
y
alas de un vuelo lejano
donde
nacen los sueños.
Allí
donde en el abismo de imágenes dispersas
te
hablo rompiendo cristales de bruma
que
separan nuestros cuerpos.
Dónde
se juntará el hielo con el viento
para
crear una flor del cielo
como
la que pienso cuando inundas mi pupila
y
no te desvaneces ni con el parpadeo.
Cuándo
por llamarte amor
me
atravesaste el sentido
de
morir en tus besos.
Fue
en aquel segundo
que
no fue contado por el reloj,
en
aquel latido que corrió veloz.
Piel
con piel florecimos alma,
nuestras
rosas de papel.
Llenamos
los cántaros con ilusiones
de
rayos de sol,
sacamos
a la luna de plata su sonrisa.
Hoy
te hago poema
sin
pensar qué dirá la letra.
Hoy
me condeno en tus labios
flor
de pétalos.
Surco
un final sin comienzo
como
carretera a tu tierra de verde emblema.
Bebo
tu agua mi hada tierna,
en
tu fluir me vuelvo tu gota gemela.
Caricia
del desvelo de tu silueta.
Surcas
mi vida sin prisa,
a
la noche siento tu brisa.
Me
pronuncias en mi silencio
alimentando
mi deseo.
Tú,
espejo de bosque eterno.
Tu
te amo fiel de embeleso
a
cada luna que te espero.
Hadita
de la montaña
una
flor en tu mirada,
bondad
y ternura te acompaña,
corazón
dulce, miel de dioses,
cabello
azabache
luna
de mis noches,
india
coqueta reina de mi hoguera,
florecita
de mi jardín,
esposa
de este duende
amándole
sin fin,
juntaremos
nuestros latidos de nuevo
hasta
el fin del tiempo.
Mi
luz, mi compañera viajante,
mi
mariposa tierna
déjame
cuidar tus alitas
y
cuerpecito de tela,
déjame
encontrarte a la noche
y
a la mañana
dándome
tus besitos que me riegan.
Déjame
echar fuego a esta hoguera,
abrigar
tu alma entera,
sembrar
mis flores de amor
en
tu alma verdadera.
Quiero
perderme en tu bosque de ojos,
ojitos
marrones que valen millones
y
encontrarme tierno besándote.
Aunque
nos envidien
y
quieran separarnos
mi
esencia jamás partirá de tu lado
soy
tuyo y te amo.
Regazos
de cielo
que
me acogen en su seno.
Entre
cuchillos de yerba
descansa
mi cuerpo,
junto
al pozo del recuerdo
amándote
despierto en sueños.
Como
duende en tu jardín
y
pájaro en su rama,
vestirán
las estrellas mi calma,
la
hora romperá el reloj
y
este pulso encontrará tu beso
en
la distancia de un parpadeo a otro,
roto.
Encontrarán
mis manos tus mariposas
y
mi amor tu placer,
en
la primavera de mi vid,
en
el otoño de mi olivo,
en
el sol y el silencio de su luz,
en
el viento y escarcha
de
la luna invernada.
Presos
los labios
suspirarán
por ti,el te amo
y
los pájaros confundirán el mar
con
el cielo
a
cada noche que te encuentro.
Amada
hada de mis besos,
la
noche verá nuestros cuerpos
enroscados
como serpientes.
Te
escribo que sin ti no veo ni flores
ni
lindes donde viven mis ilusiones,
por
vernos felices,
por
juntos vernos libres.
Río
de mi esperanza
envuélveme
en tus latidos febriles
de
locura y pasión.
Vuélveme
gota de lluvia
y
remanso de ternura.
Seré
melodía del viento,
rocío
de estrella en tu boca,
de
tu piel las flores desangradas
que
te conforman,
de
tu fuego la madera,
tu
ilusión verdadera,
seré
yo acariciando tu cabello
enredado
en tu pelo seré yo
dando
placer a tu cuerpo
cada
noche sedienta.
Serán
nuestras ganas hoguera,
tus
caricias la luna entera,
viviré
de lo bonito del brillo en tus ojos.
Pintará
tu sonrisa mi anhelo
enamorado
de tus huesos.
Hasta
cada amanecer eterno tener
de
tu pupila frente a mi pupila prendida.
Las
flores del bosque crearán nuestro lecho.
Regaremos
la semilla de nuestro amor
con
cariño para siempre juntos desearnos
como
el agua a su nube,
la
montaña a su piedra,
la
hierba a la pradera,
la
abeja a su colmena
y
el árbol a su tierra.
Serás
mi vida entera.
Serás
mi amada sin prisa,
mi
ternura despierta,
serás
mi amor en la montaña,
serás
mi alma,
que
por ti clama,
yo
tu araña, esa que te atrapa,
seré
tu mundo y tu monte,
seré
amor en tu piel con horizonte,
seré
yo en tu vida,
seré
tu amor,
tu
único y verdadero amor,
serás
mi esposa a sí llore al cielo.
Me
abrigaré con tu cuerpo,
te
daré mi sangre y amor
hasta
yo quedar yerto.
El
Castellano y Leannán-Sídhe
FEBRERO
2014
Por
la amapola de tu cuerpo
Amada
mía flor de mi desvelo,
adorada
sinfonía mía tu voz temblando
el
viento de mi deseo.
Avanzo
tu cuerpo a alarido despierto,
vuelo
contigo, voy allí donde mi latido queda disuelto,
te
amo en mi campo,
me
creciste las flores en mis arterias,
hoy
junto a mi amaneces sin importar distancia,
te
amo hasta decir basta,
te
recorro toda la piel a jauría despierta,
te
adoro en mi mundo que quedó yerto,
te
adoro, te amo, te necesito, te extraño, te quiero,
eres
mi mundo entero,.
eres
mi mundo de flores de colores,
eres
mi locura despierta y yerta
que
mi sangre atisba,
en
este río eres gota amada,
eres
mi vida entera,
eres
mi sentir del río a la montaña.
eres
mi vivir en la cueva de tus piernas,
eres
mi travesía por los dos montes de tu cuerpo,
eres
mi amar y no despertar,
eres
mi sueño y mi dormir,
eres
todo lo que amo,
eres
mi esposa bella,
mi
amada tierna.
El
Castellano
Revive
esta sangre, desliza su hierro,
amor
sediento marcó a latido feroz,
en
la avenida de su arteria,
resurgió,
como
resurge el fénix en su cueva,
para
ocupar su lugar merecido en el cielo,
despierto
clavó su latido,
en
la flor yerta y despierta,
que
se vestía de deseo,
que
temblaba al mirarla,
rosa,
rosa mía,
tus
pétalos al cielo,
tu
cuerpo paraliza,
tu
vida me domina,
recorre
tu sangre mi amor despierto,
sueño
y a tu lado amanezco,
caminas
conmigo,
vives
conmigo sin ti me desvanezco,
mi
cielo crujes mi luna de invierno,
amamantas
mi pasión,
y
el alarido tuerce su lujuria
corre
avanza recorre las piernas de la ambrosía,
demuestro
mi valía,
muerdo
este amor quieto,
de
hombre nuevo me visto,
te
encuentro y tu ilusión bebo,
tu
cuerpo amanezco,
tus
ojos, tus ojos,
tu
pelo, tu boca, tu cuerpo,
me
dominan el sentimiento,
vengo
a casarme con tu aliento,
a
vivir a tu lado hasta que mi cuerpo
quede
yerto.
El
Castellano
Siembro
tu amor,
en
tu corazón sin igual,
avanzo
tu cuerpo sediento,
amo
tus ojos
tu
boca tu cabello,
te
amo a ti entera mi mujer
te
amo a ti mi esposa,
mi
ayer y mi hoy,
todo
lo que deseo
en
ti lo encontré,
te
amo sin igual mi flor,
mi
luna morena,
mi
hada encantada,
mi
amada, mi tierna
mi
enamorada,
te
deseo de la tierra al cielo,
te
quiero conquistar
más
y más que digas mi nombre al despertar,
y
yo te responda te amo de verdad.
El
Castellano
Yerto
de amor:
Renuevo
esta dulce sangre,
amo
mi amapola morena,
mi
flor de luna preciosa,
mi
quimera inquita,
mi
locura despierta,
mi
mandrágora con piernas morenas,
mi
hada risueña mi morir de gusto en la montaña,
vivo
eterno como guerrero despierto,
como
demonio sembrado,
como
amor sin igual que quemó el infierno,
con
su lujuria de pasión.
Hoy
desperté y morí en su cuerpo,
recorrí
mi deseo,
fui
duende en su cueva,
caminé
su mata como una babosa tierna,
fui
el único que robó su corazón en su vida de existencia,
fui
yo su único hombre capaz de luchar
y
dar su vida por su corazón,
fui
yo su esposo que nació del sol,
fue
ella mi esposa luna,
mi
flor de ternura,
mi
locura desde el invierno hasta el otoño.
Mi
amor corre frío rápido y veloz
tiene
alma de vampiro condenado,
la
amo hasta decir basta,
y
hasta mi día que me lleve la parca,
vera
este mundo que me es ausente
como
pintó su corazón
con
todas las flores del valle,
muerte
a este mundo
si
no entiende este amor que me quema
y
corrompe mi sangre.
El
Castellano
MARZO
2014
Sangre:
Amada
mía te escribo,
esta
noche invernada,
detrás
de la noche y de la estrella apagada,
que
yo te amo amada,.
Luna
mía, tú mi flor que brilla,
luces
bonita, estrellita mía
sólo
tú eres mi vida,
linda
mía, jamás se apagará tu boquita,
que
llama a la mía,
mía,
solo mía,
mi
flor de luna.
Solo
para mí encendida,
Yo
nací para tus ojos,
madera
de los cipreses,
yo
solo soy escarabajito
que
de tu mano caminas despacito
de
tu mano abrazado duermo contigo.
II
Sólo
soy lo que tus ojos dicen de mí,
solo
soy amor, vivo en ti,
yo,
nací del rayo de sol,
dije
soy fuego sin más razón,
de
mí hasta la sangre huyó,
yo,
solo viví como vive la flor,
al
muerto le di helor,
porque
yo viví solo, solo
como
vive la flor,
pero
ni aroma tuve,
ni
tuve color,
solo
tuve rojo polen carmín
de
mi sangre sin venas
nació
un yo te amo amor
que
a la tierra llegó.
El
Castellano y Leana.
III
Muerto
vivo si o te miro,
luna
muerta vi encender,
y
a mí llegó para yo decir,
viví,
fui, amé, reí,y con su amor,
digno,
orgulloso,
viví.
Hasta
de su boca
morí.
Pero
un sábado desperté,
frío,como
Sol que fui,
y
ella, huyó de mí.
Así
mi condena cuando
yo
muero ella vive por mí.
El
Castellano y Leana.
IV
Sangre,
sangre
color
añil,
vida.
vida para yo decir
he
aquí mi sangre,
y
aquí muerto viví.
El
Castellano y Leana.
V
Vive
en la inmensidad
del
azul eterno
para
ver este cielo
que
encierro yo,
aquí
vencí yo.
Aquí
solo,
solo,
busqué
morir.
Pero
eterno viví.
El
Castellano y Leana
VI
De
este cementerio vengo,
pero
yo no he muerto,
yo
de este cementerio,
traigo
la flor,
pero
así la flor
fue
muerta por amor.
El
Castellano y Leana
VII
Quién
fuese verso
para
ser verbo.
Quién
fuese poema
para
la más bella besar.
Quién
fuese
locura
para
con ella
loco
de amor
amándola,
sanar.
Yo
la vi para loco de amor
decir
que lombriz feliz morí.
VIII
Ven,
ven a mí,
yo
nada, ni frío,
ni
hielo, puedo ser,
sin
ti,
yo
tu ausencia llamé infierno,
tu
beso llamé parca,
tu
amor llamé Satán
pero
yo solo soy
el
único llamado Dios
que
reinó
en
tu corazón.
El
Castellano y Leana
IX
Cielo
tengo si yo te veo,
Vida
si yo te tengo,
Sangre,
sin ti, yo no tengo,
yo
todo lo tengo,
tu
amor alimento,
yo
corazón tengo,
pero
allí solo vive tu recuerdo.
El
CASTELLANO Y LEANA
............................................................
CONTINUARÁ..............................................................
.......................................
IX
Cielo
tengo si yo te veo,
Vida
si yo te tengo,
Sangre,
sin ti, yo no tengo,
yo
todo lo tengo,
tu
amor alimento,
yo
corazón tengo,
pero
allí solo vive tu recuerdo.
El
Castellano
X
Locura
despierta
locura
quieta,
venda,
mi
ojo que no vea,
y
la vela prenda.
Copa
que mi sangre llena,
yo
vengo del nacido sin nombre,
que
olvidó que perdió todo,
pero
le llamaron amor.
El
Castellano y Leana
XII
Bendito
aquel que muere en el verso,
bendito
aquel que muere ardiendo,
porque
amor es fuego,
hoguera
el corazón,
porque
yo sé de esto,
porque
sé que duele,
porque
yo viví amando,
amé
amando,
amé
cuando un otoño
aquí
morí enamorado.
El
Castellano y Leana
XIV
Yo
nací, amé, amo, luché, lucho,
viví,
vivo,
morí,
muero.
Poeta
soy, poeta fui,
escribí,
escribo,
fui
verso, soy poema,
pero
la verdad viví escribiendo y me llamaron
hombre
enamorado.
El
Castellano
ABRIL
2014
Encierro:
Sangre,
sangre color añil, sangre yerta, sangre muerta
aquí
quedará mi sangre en letra.
Vida,Vida
para morir.
Quién
aquel que muere en mitad de una metáfora,
quién
aquel que vive muerto.
Heme
yo aquí este hombre,
vino
por sangre,
tabaco
por pulmones,
demonio
amado en la sangre,
muerte
al tirano,
muerte
a los verdugos que me encerraron en el siquiátrico.
Yo
aquí quedé muerto,
y
mil veces muerto,
te
seguiré amando mujer,
estoy
enfermo,
mi
corazón murió con este encierro,
te
escribo con la sangre de mi corazón que yo te amo,
y
siempre te amaré,
a
ti mujer, , mi enamorada,
la
mujer de mi vida,
mi
infinito y mi todo.
El
Castellano y Leaqnnan-Sídhe
JUNIO
2014
Décima:
Enhiesta
flor fue semilla,
altiva
plántula fue ella.
Quién
fuera ella, tan bella.
Él
en pupa fue polilla.
Aún
plántula fue pilla,
él
aún pupa la amaba.
Aún
flor la respetaba
juntos
cuatro meses bellos
cómo
fue lo saben ellos.
Él
en pupa la esperaba.
El
Castellano y Leannánsídhe
JULIO
2014
Flor
de Helecho (romance):
Suena
el río, agua llevaba,
alma
de fada silva ella,
bebía
en la orilla alegre
flor
roja lloró su tierra,
blanca
cierva a fada triste
cazador
hiere su flecha,
enhiesta
espina gemía
flor
abierta brotó en yerba,
fada
herida ya descansa
latiendo
la parca negra,
yace
en helecho silente
suspira
su sangre yerta;
Enamorado
el helecho
una
flor mágica asienta,
tambores
suenan la tierra
los
duendes lloran su fada,
ahora
el helecho era ella,
mueven
la piedra ocultada
cazador
tropieza cerca,
el
río ya lo llevara,
fada
flor de helecho yerra
duendes
cobraron venganza,
cantó
lo que el bosque alberga,
misterio
de cierva fada.
Fada
flor de helecho inverna,
cicutas
toman la sangre
veneno
hacen, blanca cierva
cuervos
la cena discuten,
cazador
ya río lleva,
lleva
el río su latido,
campanillas
suena yerba
duendes
coronaban fada,
fada
su vida celebra
los
espinos la cuidaban;
Flor
de helecho fada bella.
Enhiesta
flor fue semilla,
altiva
plántula fue ella.
Quién
fuera ella, tan linda.
Él
fue y es, ella no yerra.
Aún
plántula fue fada.
Valor,
honor, sí fue cierta.
Él
aún duende a ella la ama.
Ella
la flor, no era yesca
ellos
cuatro siglos ''juntos''.
Los
dos sí saben, ''leyenda''.
El
Castellano y Leannán-Sídhe
MIGUEL
ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
AGOSTO
2014
Que
allá donde camines, te sigo,
queriendo
con mis manos alcanzar tal cual meta.
Mis
cuadros delatan mi ternura,
mis
tonos claros inspiran calma,
palpamos
su textura saboreando
mis
colores...
Son
cuadros serenos, cuadros surreales,
cuadros
completos de auroras y amaneceres,
junto
con la noche en color,
son
cuadros y dibujos llenos de nostalgia
y
de pureza
por
la razón de no poder ser igual uno de otro.
Rosal
mío de sangre o amarillo gran luz,
la
hiedra nunca tapará tu calor y amor,
un
luna anochecida me espera,
un
beso o dos en tus ojitos, una caricia
en
tu hombro, pelo, brazo, espalda,
mil
masajes, besos donde desees.
Vida
para vivir contigo,
sin
prisa te como tus hojas como los caracoles,
o
como el gorrión que vi en la puerta del sol
comíendo
una flor de la plaza,
yo
me como todos tus pétalos
como
salamanquesa mi reptil favorito,
trepo
tu cuerpo,
te
doy cariño, comprensión, amor, conversación eterna,
toda
mi esencia,
espíritu
solo una vida,
alma
completa conocimiento y renace,
te
amo mi única amiga o si lo prefieres te quiero
que
unica mente para ti significan lo mismo.
Esteban
el Castellano
SEPTIEMBRE
2014
Una
nube de tranquilidad me cobija mientras observo el paisaje;
el
caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado de la piedra caliza, que
resiste el embiste del viento y las lluvias;
la
lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y cierra un ojito aprovechando
los últimos rayos de sol;
el
escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes patas, tropieza y vuelca
quedándose varios minutos intentando ponerse derecho;
mientras,
se despierta uno de los dos grandes murciélagos, que aquella cámara de la gran
casa rústica ocupaban.
Amapolas
y amarillos de espinos, con el verdor de los pinos.
Vides
para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con caseta para las gallinas;
frambuesas
y arándanos, en un pequeño huerto al lado de la puerta,
un
pequeño estanque de azulejos en el aljibe, donde nadan tres carpas y un barbo,
oscurece
y el joven rapaz de cernícalo primilla del palomero oscuro de la casa,
se
lanza a por un pequeño ratón de campo, que andaba merodeando, buscando algún
resto de harina o de grano.
Con
los primeros rayos de sol, la mariposa de bellos colores azulados, dando sus
aleatorios vuelos en busca de flores de lavanda, es atrapada por el pequeño
mochuelo, que salta del agujero de aquella antigua encina.
El
Castellano
OCTUBRE
2014
Tu
vida corre en un sentido
cual
corriente de río,
yo
lago infinito de ojos de esmeralda,
venimos
del ayer
más
antiguo que los hombres,
de
ese mundo que son nuestros
los
cuatro elementos de la tierra,
cuando
en este planeta era no-vida
ya
estábamos toda mi familia
de
duendes y gnomos
preparando
las condiciones ideales
para
la vida,
nosotros
amados y temidos
desde
la antigüedad,
ellos
me llaman yo respondo,
cierro
los ojos y os veo
a
ti de sombrero verde y barba gnomo,
os
daré lo mejor de mí familia,
he
sabido que era de vuestra familia desde
antes
del 2010, naturaleza amada
desde
mi infancia
hasta
hoy,
jamás
mis manos mataron un animal
benébolo.
amo
toda vida y me siento en armonía,
Culebre
no eres malo solo
serpiente
con alas de murciélago,
basilisco
guarda tesoros duende tu interior,
si
vosotros duendes sois malos
retrocedéis
en vuestra evolución,
mi
evolución espiritual va a la par,
mas
con la señora yedra
me
liquido a mi acosadora.
Y
eterno amar a mi señora hada.
u
Alma gemela.
El
Castellano
NOVIEMBRE
2014
Por
si tus dos rosas de labios
preguntan
de una tenue invisible atmósfera,
que
ni espíritu y alma parecen hallar
que
sepan que tus ojos la pueden incendiar,
¿Cómo
vive esa flor? que a punto de lanza
despliega
su inteligencia de habitar
hasta
el infinito la morada del creador,
jamás
imaginé a mi caléndula bailar sobre el volcán
do
mi son, calendario de mi armazón.
¿Tienes
fuego para el cigarrillo?
-¿Te
vale con el de mis ojos?
Labios
me sangran tu voz,
adorado
a tu piel tornasol,
tu
mirada; qué no alcanzaría yo,
desde
la oscuridad al hueso
desde
la piedra en el cielo
satélite
de nuestro amor,
amor
del lobo cruzando el puente
de
su pasión la sangre adornado albor,
mis
ojos verdes te traen confusión
montañas
trepan hasta escalar tu caminar
incendiado
home clamando al sacrificio
de
la polución luminar de esta ciudad
que
no dejan a este hueso de luna brillar,
pido
permiso como tú sabes
para
habitar a fuego tu corazón
mas
lo salvaje en mí solo es caudal
de
mi inundación de sangre,
que
mora mi habitar, danza en el lugar,
hasta
como yo la muerte burlar
y
más mofa y no paro de respirar
para
habitar la risa dura y desvelada
que
tu sonrisa para enamorar al silencio
y
a nuestro único maestro en la poesía
que
murió con el nombre de Vida.
¿Y
qué pasa? -La vida, te amo en mi día.
El
Castellano
DICIEMBRE
2014
Lumbre:
Eterna
batalla a la noche
cuando
noto tu ausencia
sólo
que llegue la una
fría
y yerta media
para
sentirte, a si en sueños no hables
bella
en sueños te besé
para
siempre recordarte
ahora
que sé tu nombre nada me vale
tanto
han visto mis ojos
que
éste mundo me arde
y
nunca me abandonarás
en
mi corazón te di templo
solo
llamarte y me duele
para
qué buscar fuera lo que ya tengo
para
qué una vida
en
la que no me dolías
bella
hasta el horizonte.
Su
naturaleza el mar de abril,
lo
frío y húmedo de los montes y cordilleras,
la
oscuridad y la tiniebla de una cueva
entre
hermanos murciélagos.
Hermanos
por vivir y existir en la naturaleza
agua
y tierra entre surcos de barbecho,
dormir
al ocaso del día,
el
alba cuando el gallo nota cambio de luz.
Dormir
con una lumbre,
despertar
con tu sonrisa,
fumar
tumbado en la hierba del monte,
ver
amaneceres y lunas de hechicería.
Cosecha
y agua de aljibe;
Mis
besos sin final solo salvajes y libres
tuyos
y míos
experiencias
pasadas,
sueños
serán,
sueños
serán.
Y
se irán, pero tú me despertaste;
cada
día si estuvieras, un romance,
Serpiente
sabia que sabe la nada,
lobo
que baja a la ciudad,
pero
que en sueños siempre vive en libertad.
El
Castellano
Sinestesia
vertical:
Corazón
rojo encarnado
río
de flores desangrado
en
la arteria de esta ciudad
junto
aquel árbol
que
no fue sepultado
aquí
está mi cimiento
mas
vamos que en esto
del
querer soy diestro.
Mas
no experto
como
buen murciélago
mi
vuelo al cielo
colgado
cuando duermo
despierto
coherente cuerdo,
no
soy más que nadie
y
nadie es más que yo,
todo
es no creerse uno
quién
no es,
y
el amor pertenece a todo ser vivo
sin
más razón que salazón
para
qué ser solitario siempre
hay
alguien más solitario
para
qué ser torre alta y fuerte
siempre
llega la torre
más
alta y fuerte,
lo
cortés no quita lo valiente
y
mi esposa integridad a muerte
y
a diente así yo no sea gente
que
me importa
soy
único muerto
en
la sociedad doliente
y
si atrapo espejismos
con
la mente
es
para no sentirme ausente
a
amada sombra la deseo hasta
en
su ángel silente,
en
el amor no soy docente,
si
algo sé es que soy más que la nada
filosofía
mi entraña
locura
mi mente,
y
así más feliz
de
amarme a mí mismo
y
poder amar sin abismo
porque
mi gota de esencia prendió
hasta
su silencio y toda norma
pero
espejismo fantasía es
y
mi oscuridad sombra lejos de trampa
ya
la soñé incluso antes de conocerla
y
su voz me encanta
quinto
levanta
tira
de la manta.
El
Castellano
Autor
Miguel Esteban Martínez García
LUGAR:
La Campiña España Castilla
Tomo
segundo
LECTURA
Obras:
EXIMIA
FLOR DE CENIZA
Eximio:
ilustre,
excelente, notable, magnífico, eminente, destacado, insigne, relevante,
sobresaliente, superior
Antónimos:
insignificante, inapreciable
Diccionario
de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe:
eximir
dispensar,
exonerar, librar, perdonar, exceptuar, excluir, indultar, agraciar
Antónimos:
obligar, responsabilizar, acusar
'eximio'
aparece también en las siguientes entradas:
afamado - cimero - ilustre - insigne
EXIMIA
FLOR DE CENIZA:
Limitada
siembra, de los que venimos de la urna de arcilla;
o
flor de tierra, añiles fervientes inmiscuye,
de
salmo en raíces, mi una dicha,
mundo
en partición de yacijas terrenas,
piedra
y luz es azotea en España tela de araña,
redimido
compás de los que no son de mi estirpe,
o
íntimo metal soy descendiente de mi Sol.
Luz
adjunta mi musa, derramó en virtud,
A
sincera vista; discurso de su alma.
como
poliedro en la solana que muda crisálida,
vamos
marchamos hacia la ausencia repleta,
o
al ánimo para siempre,
mi
localidad en luna de oro,
bañada
en sempiterno campo lírico,
defiendo
al ídolo castellano de su encina,
o
infierno de paraíso terreno,
flor
del monte eximio de entre las ánimas,
brillantez
de corona perpleja luciente,
como
arribar del barco esencial que trae alimento
a
todo espíritu que yaga en su padre tiempo,
lírica
naciente de sus pétalos de ceniza,
alimaña
enraizada con espiral armada,
llave
del portón de madre tiniebla.
Pan
y estrella de mi panida olvidada,
palpar
vigoroso de orador inmiscuyendo,
certera
sentencia relegada,
como
cosecha de mi huerto de propia campiña,
anuncio
que llegó la primavera
de
este soldado,
abrió
su primera margarita,
en
patio de la araña
abriendo
borbotones que alineaban suspiros
de
la tierra germinada, en ciclo de muerte y resurrección
del
planeta o estrella apagada,
mi
dulce miseria,
la
llamé eximia flor de ceniza en pétalos de carmesí persona.
primavera
del hombre vivo-muerto,
camino
a su ínsula radiante.
Alegoría
desdichada soy;
de
Sol que desnudo canta,
para
un mundo de cabezas de grama en dossier,
y
cebollinos que caminan,
resistencia
particular del otro fuego azul,
tomo
un anís en la posada del sueño,
que
soñé visitaba Valparaíso.
Donde
están los cardos,
anido
allá los sones de alma,
y
se abre y trasciende el campo de poesía,
con
poemas augurales.
De
gotas puras,
o
lágrimas apodadas sin poder precipitar,
como
sembrar de voz el aire
y
ver que llora lluvia la virgen de la cueva.
Förüq
Castellano
Abeja
de tu arpa silenciosa:
Ardorosa
retina,
en
frente un sol tímido
de
centelleante rocío permisivo,
alborada
con viento furtivo
de
nueva alborada forjada;
pupila
en abanico cual veleta,
pura
rosa entre mis cristales,
de
cal y sosiego,
borbotón
espantado
en
brea encendida.
Ver
florecer tu silueta enamorada,
herida
de absoluto diamante.
Desdicha
en astro palpitante
entre
sus piernas gemelas,
congela
este desliz inmiscuido
que
quiso ser dentro de tu ser,
adelante
mi lozana castellana,
de
albor intocable,
y
sonrisa numinosa,
ardor
en pecho amante
que
sienten apretadas las mariposas de tierra
de
mi carne;
llagado
mi deseo
de
cruel infortunio desaconsejado,
no
retiro y no alzo mi osadía
en
cuchilla de quimera entre mis manos.
aljófares
destrenzan almíbares
en
escalas de hielo,
con
mis fauces entre sus labios,
oh
sonrojada nota,
instante
de negro cielo, y negro día,
voy
rumbo su carmesí terciopelo,
luna
no cae ni su azúcar ni sus flores de café.
Agarro
tu tempestad,
afiebrado,
frío gané el pulso del olvido,
rompí
sus esquemas,
y
no viví terror que te fueras y no volvieras,
abeja
yo que vuela su fatiga animosa,
de
plañir nueva siembra,
estridente
mi porfía,
escondía
la umbría,
sombra
fugaz entre mi frente.
Entre
que avance
su
dimensión del pez muerto,
y
su desnudez violenta
sin
atisbo de nácar ni alta ojera enfundada.
Espiga
en los cuarteles terrenos,
de
mi vestida primavera primordial.
Förüq
Castellano
Indemne
acontecido:
Salir
ileso
de
tu hechizo que metamorfosea,
prendido
de tu arcano fuego,
horadando
todos mis resquicios tenues,
lúgubres;
destellando
por más de ti.
Tu
obscuridad me está llamando,
de
nuevo sin mi otro, sin mí, él mismo,
inundar
de luz tu abismo,
con
la lluvia de mi Sol;
candor
en raíz que precipita,
mi
arpa luce su vástago simiente,
que
del albor a mi albo traje,
nadie
negará que yo te ame,
sea
como fuere, y el destino mande.
Semblante
distendido,
enajenado
mi lobo ártico.
Danzo,
danzo como espectro ante la luz
beso
mi suelo de nuevo.
Florecen
mis ganas de beberte
y
dejar rastro de flores.
En
combustión, que cede y retrocede
con
besos en la madrugada escueta.
Guardo
retales y tus halos
flamígeros
al tacto.
Espero
mi fábula
de
grillo en jaula.
Déjame
ser yo esta noche,
que
de Mercurio haré islote.
Dormiré
su profunda ojera,
desnaciéndote,
surcaré mares
de
pecho en boca,
hasta
anidar náufrago de tus impases.
Diamantinos,
absolutos,
perplejos,
conjugados,
vespertinos,
incendiados,
acompasadas
hendiduras
traspuestas
al solo cóncavo,
de
la cresta de tu mirada.
Buenas
obras se le pide
a
tu soldado.
Colmaré
tu atrio
hasta
resplandecer
tu
una dicha, amante.
Förüq
Castellano
La
esencia:
Hueso,
eje:
Mercurio
Ninfas ardoroso mi sueño,
desceñida,
Apolo, campiña Liris, río silencioso,
liberta,
parco asiduo adorador de los dioses,
imbuido
en recia doctrina,
Júpiter
Estigia diosa púrpura.
La
esencia:
Mercurio
tus
barbas zigzaguean
el
plomo de nobles relámpagos
metales
irisados en fundido tacto.
padre
dios del brillo primero
sin
descendencia,
oh,
tu filo insondable,
por
el que visualizo
ardua
Musa de tu rivera fecunda,
ardoroso
mi sueño,
eres
tú quien lo desempeña
y
otorga.
Desceñido
vals
de
mil antorchas
a
Apolo lanzo
mi
baquio seguro,
candente
de mi ser, estela,
campiña
lucen
los
pechos de mi diosa amada Venus,
con
su río silencioso
hace
mella en el Liris, mi esencia,
Liberta
mi oscura Ninfa,
musa
que proceso rito y culto,
parco,
asiduo,
adorador
en hondo terreno
mis
dioses del averno,
que
beso para tocar el cielo,
como
es arriba, es abajo canto;
imbuido
en recta filosa doctrina
de
venas razones
amar
la oscuridad
sin
condiciones,
por
Júpiter, no hay guerra
finalizada
sin comenzar,
tengo
duro, limpio abismo con portón
abierto
de inspiratoria doncella escarlata,
llamada
volver a comenzar,
diosa
púrpura sólo ella mi musa.
Förüq
Castellano
Silencio
en tu hielo de ojos:
Sonatina
extensa, yerta,
envellonada;
flagro que venzo
un
son cobrizo,
del
metal noble,
sin
margen, ni acerbo, ni curva,
un
solo de quebradiza arpa lira,
mi
ser no delira, te ama,
con
ropa tu intelecto,
en
flores de tu vestido solariego,
traspuesta
tú,
por
los sucesos difuntos ave negra nocturnal prestancia,
voy
hacia la décimo octava estrella
que
son dos nueves en llamas.
Sin
franca, tapia, ni verja,
es
un Sol inmiscuido
de
onda ojera de luna argenta;
es
mi sino,
carrusel,
infranqueable de espinosas,
aspas
de lucientes,
y
su luz que ciega,
es
un cantar al crisol de reina musa,
es
un heliotropo sondear;
buscando
a Leannán-Sídhe,
por
concavidades de su hogar,
por
astrales límites de su unión
sujeta
sangre,
de
mi erizada savia.
Förüq
FLAMEAR,
Destellatoria, OCITÁNUL:
He
bailado en tu obscuridad,
para
poder sonetar
nuestra
propia luz.
Flamear
constante de tu nitidez
de
estrella endiosada, incipiente,
flagrante,
absorta de atónito atuendo,
dilucidado
expuesto,
acreciente
mi beso
con
el tuyo dado
a
mi puridad
de
imagen Solar,
avanzo
tu alma
el
silencio es más lunático
que
su reversa palabra Ocitánul,
es
un resquicio...
Tibia,
desangelada,
de
tu musa belleza
y
mensaje empíreo
de
tu sola alma,
debo
decirla
que
ya no más sola,
tengo
sentido vívido,
y
tus falanges lo sostienen
musa
golondrina
abeja
de mi caléndula de pecho
trenzo
el azabache
que
nos llora la noche,
para
despertar a mi lobo.
Luna
en constancia sempiterna
te
vuelco en tus cuencas ondulantes
de
tus manos abiertas.
Ven,
ven a mí
deja
tu cena romántica
para
mi póstuma celada y su égida
de
Zeus y Atenea.
Tu
querubín
yace
que yaga en un tiesto,
capaz
de germinar en flor
el
tulipán amarillo vetusto del destierro,
alzo
que seré referente
magno
de mis castos dioses
en
la tierra castellano,
su
sangre mi tinta;
Raíz
de ellos y CernunnosCandavmis,
Ó
VALHALLA
venga
musa a pasear
mi
yermo arcano,
encuentro
que sigo tu estela luminaria
de
aquí a Mercurio,
exacerbo,
a diosa Venus,
y
mi dios Gemineye
con
ojo sangriento,
me
dirige,
que
soy yo solamente su sirviente,
nacido
de la novena estrella y su telaraña destellatoria,
eres
tú musa
digno
afán de tercera constelación,
vengo
con mi canasto
en
clepsidra que plañe la comunión
certera
de tu pluma
y
nuestros astros,
sonríe
plena mi condena,
y
el ripio
para
quien se guíe
y
cabalgue definición,
señor
de yertos fantasmas
cabalgando
los cielos,
caballos
espectrales
de
claros relinchos azures,
hálito
de hielo bésame;
cabalgaré
tu sonrisa
doncella
escarlata,
quiebra
mi arpa
con
mis manos sobre mi pechera,
AERE
PERENNIUS.
Más
duro que el bronce,
quién
me destierra
si
yo soy de tierra
y
ella es mía,
inmortal,
etérea hacienda,
los
duros somos tierra
los
demás ceniza.
Mi
Sol es invencible,
baja
e imanta mi Luna de plata
que
eres tú Musa.
Förüq
Sacerdote
de Musa:
Silencio
me extirpa del vulgo profano
mis
cantos olvidarte jamás pueden,
Musa,
sacerdote
yo de las Ninfas Musas,
coronada
implora tu gloria,
desdén
que amancilla los mortales,
espejo
inmiscuya,
tu
beldad piramidal
.
Doncellas
hadas y Sátiros me escuchen
entre
el bosque de reina sombría,
mi
bardo imperio implore que presida
a
la izquierda de mis castos dioses;
Zéfiros
de tu alma me acaricien la forja,
tempestuoso
ímpetu de solana pulcritud;
ungida
en tus mares de manos que escriben,
mi
árbol alegre lluvias preludia,
sobre
la faz de esta espada,
campo
de primavera rigurosa
con
sus pretiles gestos sin azada furiosa.
Turbio
dispongo el alma de la piedra Frigia,
sol
humilde me acompase,
púrpura
naciente tu sayal desciende,
vid
de hondo señero de Falerno,
su
umbría sombra en racimo cultiva densa,
a
pie de honroso pueblo.
El
Castellano
Halo
chirría:
Hoja,
dime tus devenires
desde
un otoño caduco,
a
tus mil aullidos de árbol.
Entre
resquicios opacos, umbríos, lúgubres;
sin
luminaria fidedigna;
avanzada
de una tenue luz difusa
y
un crujido seco, funámbulo
de
oídos precoces,
un
solo de arpa y volví a ser
un
chasquido en la ventana
puerta
de este mundo
con
el halo de mi vívida fantasma
sonámbula, habitada en todo estridente
reflejo,
llamado invierno.
Förüq
Castellano
Poema
de 2012:
Gran
luz, amarillo brillo de tu amor,
luz
de tu esencia, sangre de fuego en tus venas
de
vida en color, mas atada a tu tierra,
solitaria
de tus páramos,
amapola
amarilla de montaña,
reina
hada del bosque de las sombras,
en
tu despertar iluminas espíritus olvidados
del
corazón más profundo del bosque.
Mas
tu hermana sangrienta roseta de penitente
nace
debatiendo qué color vestirá su flor
violeta
de reflejo de luna,
manchada
de sombras de amor a la noche,
o
rojo cual granate hechizado de corazón de sangre congelado,
sea
cual sea su manto, no olvida;
vestirse
de todos los colores
con
el negro más opaco,
de
recuerdo al fin y el resurgir,
al
comienzo del pétalo amado.
Aún
sabiéndote amante de la soledad
también
creces en familia,
de
sangre marcada tu insignia
recordando
que quisiste tener corazón
y
te ataron a la tierra,
hasta
en tierra muerta creces,
para
aliviar tu pena poco necesitas,
tu
belleza alivia tu alma,
del
viento obtienes tus caricias,
de
insectos los besos, y del tiempo
el
sustento para tus semillas de tus urnas,
ciegas
nacen, ciegas caen a la tierra, en la noche de lluvia.
Un
día de primavera a una
se
le ocurre el sueño de despertar,
pronto
sus hermanas le siguen,
en
belleza de la vida ves nacer y morir,
espíritu
de reina tu entraña amapola,
nadie
te odia, muchos te aman,
bendices
la casa si tú, gran luz,
floreces
amarilla en la rocalla.
Mas
si tu bendición es ser blanca y morada
das
el sueño de la más bella hada.
Si
naces roja y negra das tranquilidad y alegría
al
espíritu que en guerra se encuentra,
si
eres roja como el carmín del deseo
tienes
el amor del camino que cruzan las almas,
como
tu eternidad en la tierra
a
la que te ligas y esclavizas.
Quién
te daría ese nombre de amor,
quién
te nombraría desde la antigüedad
planta
de la alegría,
quién
conoce tus secretos,
sólo
quien se funde con tu sangre,
quien
ve tu alegría en la primavera,
que
te cobija,
quien
ama la vida,
reina
flor te ve en la tierra
y
amada musa tu belleza,
quién
te conociera, quién te conociera.
El
Castellano
Outsider:
Es
mi oficio,
un
desempeño,
tangible,
armonioso,
y
epicúreo.
Bronce
de mi sangre belleza
¿Oh
dulce sangre!
sanguinoso
destello
carmín,
bermellón.
Empíreo
azar indeleble,
madre
y padre de musas,
rito
y constancia
fiel
prestancia,
litigio
iridiscente incendiado de brea,
azabache
nacido de oscura retina,
amor
al arte es falacia
es
honrada servidumbre
a
los dioses, mis padres,
mi
ruginosa letra endemoniada.
Sangre
sin cristo ni espuela,
es
azar de siete telarañas,
candil
que se enciende,
es
endógena inspiración,
inmiscuida,
soy
sirviente escribano
del
fulgente hálito ambrosíaco,
azar
de nueve barcos
bajo
océano de tinta roja,
un
beso y un epitafio,
una
bandera de sangre y brea.
una
desquicia resuelta,
una
moneda de nueve caras;
un
despertar y lamer hacienda,
es
el ninfo rey Arte.
mi
desempeño a diosa letra,
mi
oficio y mi yermo,
mi
cementerio,
y
mi hospitalillo maldito.
Suerte
del aojo enfundado.
Es
un grito bajo tierra.
Soy
outsider,
camino
fuera de la línea,
os
compadezco vidas cepas de un día.
Yo
muerte siembro
y
lo bonito que me florece.
El
Castellano
---.T
Elogio
en sombra:
Sin
mi otro, él mismo,
primerizo
hexámetro
en
miles largos
de
centésimas
en
broncíneo
invocando
mi falange griega,
insoslayable
argento
tejiendo
mi póstuma égida.
Musa
o ardua estela vislumbré
en
arcano fuego,
tengo
miedo de ser perfecto para ella.
Sin
y con cumbre
en
arduo intelecto
mi
Sol mayor blande
cenit
d'esta idea
por
cuantas cóleras desvencijada,
mis
herramientas cabales
dictan
muerta
mi araña,
paredes
para mi yacija y su sombra
alumbrada,
esquiva,
por
piadosas ninfas
muestra
lo que perdura.
Otros
jáctense de páginas que han escrito,
ni
me rozan en vil osadía,
manifiesta.
No
habré inquirido
declinación
laboriosa
en
afán de romper sintaxis.
He
profesado a mi musa de agua
que
soy su aguja esquiva.
Ni
sargento ni venas de Horacio fui
ni
filólogo ni malabarista de letras,
Ciego
y quebrantado,
labré
mi verso
todos
los meses,
desde
cruel insomnio aplacado
que
despertó mi quimera
quebriza
de ocho patas
aquel
2005 que comencé
a
ser alguien con mi existencia a espaldas.
Rostros
y mis notas.
Vanas
apariencias que anidan.
Alacrán
manso y ciempiés soberano,
mirto
e hinojo que hace monte.
Tus
pies de jara.
Cierra
muralla.
Hacedor
que invoca su río,
Heráclito
de intangible astro,
llorando
mi amor, por cuánto espero,
por
cuanto he conocido,
las
tres armas, el guerrero
reminiscencia
en laberinto de sus espejos.
Serán
ascuas
corazón
y sequedad de piedra.
Tiento
de cuanta ceniza yo amo,
pensamiento,
muerte
o
proclamo;
tinta
servil de amarse a sí mismo.
El
Castellano
A
Calíope:
Recto
escalafón
dorado
al beso no dado.
¡Oh!
Calíope;
baja
imploro
te
estoy construyendo
un
cielo dorado a ras terreno.
Madre
ancestro de musas,
figurados
y primigenios.
Estuco
tu mirada de puro cuarzo
y
tu semblante de estrella inviolada
avanzo
tu esmeralda de mujer cristalina,
beso
tus pies descalzos Musa.
Necesito
colmar tu atrio
de
caléndulas solariegas y rosas de muerto,
abriendo
fragancia de mujer desnuda
al
Paraninfo yerto
Castellano.
Yo
Raíz de los dioses en la Tierra.
Tú
mi Flor.
Förüq
Castellano
CONTRA
MI CIRCUNSTANCIA:
Guía
de mi calendario
en
atroz
desmembramiento
de soles
llamados
días de noche yerta
y
sin reseña avanza mi letra,
es
un vaso de sidra y una espera,
fiel
eterno mañana
en
el que dejar
lo
que jamás haré hoy,
definido
en boca gris
de
darme al vulgo,
y
que seis millones de bocas
escriban
similar
o
casi igual a mis sarmientos,
sí
directamente me preocupa
porque
yo soy lo que escribo
y
no acepto copias baratas de este ser,
seré
mejor que el silencio
enarbolando
astros, plantas y sus verbos
de
imágenes por raíces,
lo
siento mundo no soy de vuestra sociedad,
no
necesito vuestro material
ni
vuestras fábricas de ciudad,
construcción
haciendo progreso
de
la BocaGris,
para
que todo lo pensado
esté
en proceso de construcción,
fábrica
deja mi felicidad
en
manos del viento,
que
mi poema es incendio,
deja
mi destino yo soy de tierra,
y
esta es mi eterna cepa
ahogando
el rol
tejido
del social humánimal.
Soy
lo que escribo repito,
como
viaje sin rumbo,
un
vertical azote de mis velas en marcha,
un
siniestro vértice un silencio mundo,
unos
ojos que hablan
y
se responden entre tubos,
estoy
cantando en la tubería,
estoy
rozando mi osadía.
para
consumir mi envoltura
de
tela de araña,
mi
sonatina despierta
mi
soga quieta del árbol de mi sueño,
enarenado
mi lobo de hierro,
queda
satinada mi estrella de agua,
ardiendo
mi sentido,
siendo
esto nada más
que
una bomba atómica.
Una
retina escalada,
un
cruce de dos estrellas,
en
vastedad atropellada,
del
ser, una rigidez de árbol
buscando
su simpleza de savia,
un
insecto y su corona,
un
pergamino mi escrito,
abriendo
este angosto camino,
en
alguna parte que eriza la piel,
fuego
del hielo me valgo,
de
mi maullido de pájaro,
entonando
mi pianola de sílaba,
todo
cambiaba,
resumen
de mi vida,
nació
y está empezando a soñar
desde
su muerte.
El
Castellano
AGUA:
Eslabón
vasto, ardido, deslizado,
un
iris de gota que a ti te llega,
marcha
tenue, compás de tu eterna huida
que
te marca y da vida,
fulgente
fuente en infinitud de bocas
que
tu ser desprende,
de
su nombre y su alambre,
irisado
canto de nubes derretidas,
comunión
de trinos,
un
beso a la tierra que deja herida,
límite
de árboles y sus soles,
siembra
de azul,
despensa
de tu saliva,
hoy
buscaba belleza y belleza eres tú,
río
corre directo a tu nacer
río
levántate,
jamás
te canse tu desnacer,
efímero
latido de tierra,
tú
vena del cielo,
una
solar llaga del gris,
un
hogar, cuna de mi tempestad,
para
ser agua inmortal elemento
capaz
de crear y destruir,
de
vivir siempre tejiendo la realidad,
alcanza,
desvela que te debo esta existencia,
sin
saberte nada existiera,
equilibrio
que en tus vasos juega
para
estallar en creación llamada vida.
ALMA
EN YACIJA:
Mañana
será mi vida
una
sábana sobre mi calor humano
inerte
en acto de no portar nada
si
no fiel materia asida
si
mi forma acaso tuviera,
si
yo no la creara,
si
no fuera contorno de mi forma
esta
sábana muerta
se
creería que portara amor,
dulce
aleteo ingrávido al peso,
tiempos
de cambio palabras a un silencio que muerde,
estoy
esperando las nuevas visiones,
con
mi canasta de limones,
estoy
aguardando la caricia de las sábanas,
como
recipiente de quiebro de sueño,
quisiera
escribir un poema con varias ramas,
anclado
en una idea que se difumina
la
identidad de ser ella,
palabras
inertes que quieren ser hechos
y
tener movimientos,
a
un profuso mar me muevo,
siente
mi devaneo,
llegó
mi momento
de
nada carezco soy real,
soy
de la tela de araña soy tejido que me lleva,
noche,
noche te encuentro en mí,
fiel
yacija del destierro de mi sombra,
versos
nacidos de una única cerveza,
buena
praxis de mi romance eterno con la luna,
lunático
por venir de estar con ella en su ático de Madrid,
no
te esfuerces jamás podré ser realista
y
describir sin ser parte del asunto,
claramente
porque soy yo el asunto,
a
formar, en orden,
este
es mi rifle esta es mi vida,
por
la que sirvo y ejecuto un placer nacarado,
como
fruto de estrellas,
¿el
hueso?
Es
que no encontré un motivo claro para escribir,
solo
fue y será escribir.
BROTADO:
Silba
centella,
como
enhiesta espina afilada
en
son de tañer
del
pozo llamado guitarra
con
voz pasajera,
fugaz
cual angosta siembra
perpetua
de otoño,
una
muerte trenzada
a
su fin de ser origen
de
toda vida vegetal,
la
muerte de la flor
en
comienzo de la vida
sin
la semilla
no
iniciara
ningún
azar profuso
de
sangre, quitina, savia
sin
alimento
no
hay energía
ni
este maldito duende
podría
escribir sin alimentarse
del
hielo ardiente;
es
un árbol
es
una crisálida
de
ser este mi cuerpo,
que
al tuyo invita
a
su devenir irisado,
de
sus canales de riego,
mi
realidad se baña en mis ojos,
sin
ellos sólo hablaría la oscuridad
de
su negra ala,
lo
siento me temo
que
por conseguir ser completo
he
cambiado de lleno,
con
mis manos hice una fosa
para
plantar un ciprés
como
el que plantó tu madre,
y
ha consumido en su llama
miles
de años de mi pasado,
siento
deciros mundo
que
soy completo
que
he nacido,
nació
un ser perfecto
de
su crisálida.
HE
NACIDO
He
nacido por un principio
libre
de causa, lleno en virtud de fin,
ser
completo en alma, espíritu y cuerpo,
sin
atisbo de superioridad
al
resto de semejantes
jamás
iguales,
diferencia
marcada por mi demonio interior
denominado
luz de virtud.
Que
brota de mi ser
desarrollando
yo su intensidad,
el
talento como el nombre más ambiguo
de
la realidad,
semilla
muerta digna que debe ser empapada por el esfuerzo,
dedicación
y entrega nuestra
ceñida
por la esencia del don supremo Sabiduría.
La
vida es de quien la lleva y esta es mi reflexión contra todos vosotros.
CROMÁTICO
AZAR:
Bienvenido
a su cuaderno,
es
una hoja de chopo,
mecida
en vaivén de viento vocal,
un
profuso devenir de entraña
que
tu ser admira, desentraña
cual
iris cromático en escala,
es
su cuerpo de mujer un hogar
para
tus ojos, como una armónica
sus
encantados labios.
Un
linde y una cepa que te gobierna.
Inmortal
yaga, su ilusión
que
te cuelga cual araña,
cristales
rotos de tu ser
espejos
de un ayer sembrado
en
piel.
El
sentido se difumina
en
su boca de estrella
para
el hoy ser ayer
y
el ayer ser aciago sueño
cubierto
en verde hiel.
Es
mi casa su casa
su
entraña un nido
y
mi espada.
Solar
siembra de mi mañana.
Es
un canal irisado de sangre
fanal
la espera
en
la que cuidaré nuestro jardín
y
meceré flores
para
por si ella muere antes
que
no muera la belleza con ella.
El
Castellano
BRILLO
DE NOCHE:
El
sino lanzó un grito a la montaña, contestó un eco con amplia voz
Que
sorprendió mi anhelo
siendo
una luz en el vasto ciprés
que
a la luna alcanza
preguntando
por mis yedras en maceta del alba,
un
silo y un olvido despertó de su nicho,
cantando
con la flor un latido desertor queriendo pedirte caricia eternamente .
Encerrada
en iris violáceo la flor corría el sueño estertor,
el
sol cambió su amanecer por la tibieza y suavidad de su flor,
siendo
esposa del sol, caléndula en ojos
que
marcados traen un irisado tornasol llamado amor.
Un
ocaso se alzaba en guiño a cada noche que la flor cerraba en verso sus pétalos
afilado
el cuclillo de la noche
besando
una luna de cuerda,
una
inmundicia cantaba su siniestro grillo
del
calor de muerto,
despertando
la siniestralidad agujereada
del
hueso,
un
camino eterno con acequia de la sangre que lleva en araña del sentimiento
y
un difuso vértice de dos gotas de unión
que
se juntaban exclamando
como
rocío del molinillo diente de león
para
volar con el viento juntas nuestras vidas en vaso retorcido de destino .
El
Castellano
ROSA
DEL AMANECER:
Abejas
del alba,
en
un cielo desplomado,
que
rige su cenit dorado,
un
albor que se dirige a la maravilla,
esperpéntica,
despeinada por rayos
de
solar afán y entrega,
un
camino se retuerce en el iris
para
la tierra ser sólo de su tierra,
un
carruaje de estrellas desmembradas,
y
sus violetas nocturnas a cuestas,
es
hora es ahora
que
la acequia bulle mi sangre,
en
la sombra una espera,
vuelan
las avispas del medio día,
con
sus emplomados trajes,
es
la escena un salón de actos,
es
una aciaga siembra
de
vuestras mentes retorcidas,
de
lombrices esparcidas,
panal
eterno de la idea,
se
asoma, se afila en alambre
de
lengua, de palabra que azoga,
mi
tenue soga,
mi
inmortal sequía,
por
el chopo viejo que vive lejos
se
clava mi estaca en tierra,
para
que sea de su pueblo la primavera.
Con
ímpetu y desgaste
que
viva siempre este alambre.
El
Castellano
ENHIESTA
MALVA:
Y
que mi sentir no se esfume en vano
donde
las frases son emociones que palpitan
un
calor llamado arte
la
tristeza que quiso llevar una duda
será
que esta vida vale la pena¿?
el
amor sí existe
está
colgando de tus mejillas efímeras,
para
darle un sentido a mi existir
aquello
que no ha muerto en la eternidad hará cuchillo
así
mi alma alto cante, su destino alumbre
será
mi dulce muerte rechazada en el vaivén
que
llevó a la tiniebla mi verso
este
mundo está habitado
por
el reino muerto y el reino vivo
yo
muerto sostengo,
mi
sino de cuervo Förüq
y
que nos sobre una explicación
la
sed de sangre me alza en albor
mi
reino muerto por una amatista por enraizar
y
un azabache por llorar
es
una clase de fantasma la mía
un
eco sordo por alcanzar
siéntelo
es
sangre en tus ojos
la
noche palpita sin derroche vida de su azabache
un
cuclillo despierta a otro cuclillo
un
ejército despierta
alerta.
El
castellano
Mi
rosa
Por
la malva-rosa.
INFRA-REALIDAD
DEL HIELO:
Hilvano
mi sentido de una araña,
tejida
su tela de una gota,
esa
gota que palpa infinitos,
que
crea y destruye,
la
supervivencia del ojo,
me
mantengo esperando para el brillo,
y
quizás el sonido de un grillo,
todo
acaba donde el todo comienza,
vive
esta rosa de hielo,
y
este granate de sangre me vence,
opaca
suma de tus parpadeos
hacia
la sombra,
que
es una eterna, infinita
madre
de ausencias y sus tejados,
contémplame
allí aullando
extasiado
en una siembra de nácar,
quiero
vivir hoy en las etiquetas,
en
los maullidos sin gato,
ser
abeja para zumbar los oídos por despertar,
que
me odien por fin por ser quien no soy,
un
alarido estremecido,
un
temblor de tierra,
un
carnal fuego que no se vence a sí mismo,
ser
por fin entraña y hueso,
que
mi corazón me suba por mi garganta
para
que diga que yo te amo.
El
Castellano
SOY:
Tiempo,
invento deslizado
como
hoguera que consume y su horizontal avenida,
como
rosa marchita de otoño,
como
hoja al devenir de un árbol tejido
de
sus escarpias sucesos, un devenir
que
corre avanza mecido en el olvido de sus huesos
por
retornar las semillas y su vida,
fanales
despensas de un silencio mutilado,
lejana
la distancia todo se acoge en uno,
un
viento, un pájaro, un aliento, una espera,
un
suspiro, un destino, una creencia,
una
raíz, una tierra, un dueño
sí
el que me lleva los pasos,
su
cuchillo dorado que se alza sobre tu rendija,
justo
tráeme la luz este mar de cielo
que
me absorbe,
desciende
sobre mí su ocaso puro, limpio, violáceo,
como
una ventana para pintar
lo
que late y se encuentra detrás de mis sentidos,
un
destello que me alumbre,
un
iris tuyo que me examine,
camino
el límite de la existencia,
capaz
de morir por una palabra,
mi
noche comienza a sonar,
y
mi olvido de sueño aún no comienza
no
inicia su palpitar,
este
agujero lo cavé con mis brazos,
esta
fosa desnacerá para iniciar más vidas,
flores
por réquiem, abejas por elegía,
mi
semblanza yerta
vuelta
dicha,
un
tiempo como bucle eterno
en
el que nada podrá dejar de ser lo que es,
yo
soy carne de palabra,
soy
quien soy y esta es mi plegaria.
LIT
ET SUMMUN CANAE.
El
Castellano
SON
DE GRILLO :
Clarín
entona sin miedo,
todo
lo que siento arriba del astro recuérdame
su
violácea arpa del sentido, tejido yo del hierro,
y
una escarpia desnuda que anuda,
que
desvela mi yunque, mi eje,
apenas
dormido yerto el tiempo que te conoció,
arriba
muy cerca de la letra dorada,
y
su escarcha de silencio senil,
eres
más que donde alcanza mi palabra,
un
yugo, un arco y una flecha,
una
vena trenzada por la sangre consumida
que
te lleva que te encuentra,
león
aquí león allí en mi corazón,
hilvanas
mi calor del fuego,
se
funde mi abismo zarzas por ascuas,
Sol
por luna dentro de mis ojos te encontrarás,
allí
solo habita la luz como quimera una,
que
te destapa en sueños,
si
por soñarte te hiciste realidad mi bella,
una
vez en la vida el tiempo se derretirá,
y
nuestros labios beberá,
vuelvo
a vivir por ti,
vuelvo
a descubrir justo la vida,
matando
mi soledad, aumentando el día,
amor
que me volviste libre
y
elegí amarte
hasta
donde cerraban los ojos de la noche,
mi
miedo se alimentaba de sus paticas,
yo
quiero quedarme contigo
hasta
que mi pecho lata abierto,
subiendo
cumbres anclando mi sombra,
hasta
que la tierra se coma los cardos tras el estío,
hasta
que las flores rendidas dejen su belleza,
en
son de elevado amor,
que
asesine los silos de oscuridad,
que
descienda lo perpetuo
y
quede asido el cielo
hasta
que la imagen sea sonido,
y
mi deseo traspase las puertas de tu destino,
solo
allí reinará lo sentido.
El
Castellano
TEJIDA
REALIDAD:
Estaba
buscando por algo de luz,
dentro
de este abismo nacarado,
como
brazo de esta realidad desdoblada,
no
esperé más le prendí fuego,
y
un surco se abrió paso
entre
espejos crepitantes,
entre
puntas hirvientes,
y
sus curvos ejes,
que
hacían de la noche una sola,
comía
su adentro, estallaba nuestro encuentro,
por
soles consumidos,
por
vértices y sus filos,
el
sendero comía sus espinos,
por
mi vida repoblada,
que
buscaba tus nubes de azúcar,
encuentra
tu miel y mi subrepticia,
por
toda la noche sin despedida,
se
alza nuestra caricia,
como
árbol sin hoja dormida la sinestesia,
queda
iridiscencia del beso,
quedan
las espinas de mi piel,
un
hervor de hiel,
un
destino sin cuchillos,
un
devenir que no vino ni se fue,
llórame
el azabache de tu noche,
pinta
en tus ojos conmigo el fin del tiempo,
detén
este instante para hacerlo real,
ven
conmigo soy tu despertar,
aúlla
al hueso de la luna
que
parió una flor de cripta y su helecho,
era
cuesta abajo mi lluvia
desplomada,
hábil tenaza ,arde y no avanza,
por
todo lo que quiso ser en trémulo desliz,
era
nuestro campamento de estrellas
por
luciérnagas,
estoy
desaprendiendo a escribir
y
eso es bueno,
mi
piel que hiberna en verano,
para
abrir su cauce y el reguero
al
Sol de invierno.
El
Castellano
UMBRA
DE PIEL:
Flagrante
piel desnuda en su redondez,
infinito
con cumbre y desnivel,
aullido
a media voz,
un
golpe de viento, un primor
de
desnuda arena en pie modelado
por
tu carne de mujer,
yo
soy para el viento otro crujido
de
su fuente de voces,
de
temblores en seno de su carne de ciruela,
prevenido
avanzo como un soplido,
me
diluyo en agua siendo tu ávida tez serena
como
virgen nieve de canela,
suave
mi mano nació para tu piano,
al
frente me hago presente,
no
hay ilusión que se consuma en olvido,
así
no hay esperanza que no me vuelva un ovillo,
si
estás tejida con hilos de sinuoso frenesí,
silencio
envolviendo este mi cuerpo,
sólo
por escalar mi vida,
sombra
del color, sombra al fin,
era
plena primaria,
tímida
y risueña,
era
mi naufragio en tu arena,
una
veleta y su aspa,
desperté
y aún seguía tu esencia,
de
piel sin piel ni ropa,
destapando
una caricia lejana,
por
el laberinto que te conforma
hacia
la sombra que me da forma,
te
espero mi preciosa.
El
Castellano
IRIS
VESPERTINO:
Avidez
estallada, corre un presente
sus
oscuros lindes la eternidad conoce,
me
basta con ser su despierto pliegue,
existencia
al fin sin más ser
que
todo lo que desemboca mi creencia,
que
se estira, se dobla y conforma
en
surcos de labrada consonancia,
por
todo lo que avanza,
siendo
de la tierra más que una estática sombra,
siendo
todo lo que quiero ser
es
más que un capazo de su vendimia,
más
que un panal de labios grises,
es
un mundo y yo soy su pétalo,
es
un río y soy su gota,
al
trémulo ciprés me cuelgo,
para
asir mis palabras al cielo,
es
por su lago que mi esperanza navega
sus
oscuros soles en llamas,
en
mi vida solo hubo un abismo para condenarme
y
es al fuego de sus labios,
su
veneno en mis ojos bulle mi retina,
blancos,
amarillos. azules
los
tules de su escarcha,
círculos
de luz, veta de mi mente,
se
conforma, se desnuda la piel en sinuosa forma
el
viento que es como un almanaque
y
un cofre,
el
destino mío irisado se vence,
acoge
mi ansia plena,
mi
álamo saltó, tembló,
era
yo, como un furtivo fuego de tierra,
era
mi vena una primavera,
era
mi vida como solaz yaga,
que
sólo quiero compartir con ella
mi
señora bella,
la
extasía de mi ilusión verdadera.
El
Castellano
VIDA
DONDE YAGO:
Colgado
del tiempo,
expuesto,
vulnerable
a
un cambio de su viento,
sí
todo lo que siento
me
mece colgado de tu iris opaco,
por
mi retina escarlata
nazco
para desnacer en tu cuarto,
para
abocarme a mi destino
sin
final en el cual te amo,
como
flor de todas mis flores
cual
rosa oxidada,
mi
pasión que corre, avanza
jamás
se para
es
como lagartija
postrada
al Sol de tu amor,
mi
vida va desvaneciendo
en
son del profeta oscuro,
hielos
fugaces,
desiertos
transparentes,
ilusiones
crepitantes,
quiero
permanecer en la guardia
de
tu sentimiento
no
soy espejismo de viento
yo
lato y te envuelvo
para
crecer
amaneciendo
tu deseo,
sólo
eres tú,
nada
que yo pueda criticar,
porque
como florecita delicada
mueres
y te agotas si no te cuido,
llegó
mi abismo
en
el que loco de amor
cuelgo
mis miedos de mi ciprés
que
en silos dorados
almacenan
el querer de las estrellas
en
verticales puntas
deja
cristales del alba,
no
puedo acabar mis pasos enamorados,
que
te pertenecen,
como
rayos de tormenta,
y
mis venas quietas,
por
tu salud abandono a mi ser,
por
tu sonrisa y qué no daría yo,
es
mi vida al fin y al cabo de Finisterre
es
mi desquicia yerta
que
asesino pero es mala yerba,
no
estoy perdido
porque
eres mi sentido
para
mi segunda vida
no
renuncio, no retrocedo,
no
me achanto, no abandono,
no
doy nada por perdido
te
amo en este infinito
del
que cuelgo
y
mi palabra
es
siempre.
El
Castellano
SONATINA
YERTA:
Cabálgalas
así puras, redondas, irisadas,
oscuras
mis letras en sonatina,
destápalas
al viento que mueren por unos besos,
desterrados
en son antiguo, quemado,
derramado
en sed del vino,
esperando
dormido se alce tu boca
por
todos mis sueños perdidos
como
cerrojillos en vena gris,
brota
mi sangre siendo de la tierra
fiel
fuente y su simiente plena, verdadera,
amor,
el tiempo no nos puede sostener,
acaba
como eternidad doblada con ganas de más y más
muertes
en caricia helada,
redondas,
verdes, suaves,
caminan
como corceles sin redil
mis
manos buscando y buscando
le
regocije una armada palabra,
no
busco estrellas porque tus ojos guardan mi firmamento,
en
un granate perdido en un hielo derretido
en
un suspiro y un guiño,
ya
me cansan los abismos por recorrer,
junto
y sólo junto a ti quiero yo perecer,
encuéntralas
a ellas como el pasar del tiempo
en
un piano de madera, como llama eterna de nota
y
fuste, de ansia y apetito voraz,
de
mi carcoma y su crujido,
de
mi grillo y sus grados,
es
por tu cuerpo vida,
que
las letras se me rinden en mi alta ojera
de
nácar.
El
Castellano
DEVENIR
ESTALLADO:
Llegó
el día,
se
colgó el agravio
en
el árbol de las cenizas,
era
mi ceniza como un cielo
ceniciento,
enjutado de paredes,
era
un viento de alambre
y
sus espirales que mecen
nervios
cual lindes,
despiertos,
desvelados,
ven
a por mí en esta cepa
que
llora tu nombre,
yo
fui tu hombre
más
el destino me clavó
otro
yerto horizonte,
otra
nube de cenizas,
otra
máscara que nunca elegí,
otra
planta y otra flor,
no
puedo deshacer mis pasos,
ni
construir nuestra casa por el tejado,
en
fin me basta con tejer
nuestro
lago,
nuestro
infinito remanso
donde
Yago,
donde
en su espina ardo,
Consumiéndome
en tu aliento.
El
Castellano
DESTINO
IRISADO:
Eternidad
para dañarme,
dejándome
caer
nunca
signifiqué más y menos
que
dolor
afila
tu nervio
dejándome
a solas,
sólo
encontrarás
que
perdiste tu hoguera
sostenme
los ojos cansados
con
su Malva-Cruz
nada
cambia
todo
retrocede
todo
corre y se desvanece
canta,
ríe, corre,
yo
no volveré,
mi
tierra trabajaré
para
cavar mi dulce espera
amaré
mi polvo,
me
sembraré en cada hoguera,
rayo
irisado me descubre
llegaré
a deshojar la muerte
y
su cuna,
desde
este nicho
tela
de araña
al
submundo de los condenados
donde
yago,
mi
herida si no cicatrizara
será
un recuerdo de que existes
llamándote
dolor,
vuelo
esta oscura noche
buscando
calmar mi sed
siendo
consciente
que
no volveré a vivir
como
cuando estaba vivo
mis
pulmones llenos de humo
de
noches enteras
fumando
cigarrillos en boca del Diablo,
para
ser yo
el
más grande espejo
de
esta soledad deseada
desde
antaño destino infundado,
me
alimento de todas las flores
que
no te he regalado
y
nunca te regalaré
cierra
tu persiana hoy no te veré,
soñé
tanto que por soñar
me
llamaron ruego y estirado,
demente
su hueso me llamó despecho.
El
Castellano
MAULLIDO
DE PÁJARO:
Una
nota y un horizonte
una
secuela y una desmembrada caricia,
se
afila el viento y sople, sople mi adentro,
esta
vida me cuesta la sed,
y
quizás sólo quizás una yerta bienvenida,
por
la solar acequia planto mi beso,
a
un ababol de mi hueso,
es
por el perpendicular recibo
que
acuso mi piel expandiendo,
trance
de mi endiosada calma,
y
paz de espíritu que sujeto,
quedando
mi gota frenética sin cauce
esta
mañana que lo lejano
se
torna cercano,
blandido
mi cuello en su hoguera,
queda
sembrar allí mi primavera,
y
mi primer beso de siembra,
Bramando
por ella mi cabellera,
como
fiel retorno de las polillas,
habitándome
en mis semillas,
es
por ellas que mi umbral bulle a la fuga,
ella
que lanzada, decidida
abandona
de su ser el recto abismo
para
llegar su alarido
a
un destino y un techo,
tejido
por c la araña que nos lleva,
tejiendo
nuestra vida
de
Violeta y malva.
Un
fenetro para el desespero,
un
puente para superar
la
dificultad,
en
malla dorada,
en
granate humor de sangre doblado,
es
por esta luna de venas,
es
por este pájaro de maullido,
es
por todo lo que vino a ser
y
marchó crujiendo
crepitando,
desnaciendo.
El
Castellano
DEMONIO
DE FLOR:
Que
el arte es un demonio con palabra de alas,
una
fuerza inmortal que sacude la entraña,
en
alborada muestra su zarpa,
siendo
del viento su grazno escondido,
viviendo
la sed en destartalada acequia de hiel,
un
réquiem y una elegía por todo aquel
que
sus venas zarpó,
para
anclarse en su honda sien,
camuflado
de espiga
no
hace falta que yo diga,
todo
es y será de la caricia
al
profuso horizonte de espina,
por
su derretida cima viaja mi idea,
encontrando
un manantial de sangre,
perdida
su costumbre,
queda
renacer en el ocaso eterno,
que
si vuelvo de nuevo
vuestro
aliento se comerá hacia dentro,
para
esta abeja ser del viento.
Y
el viento ser aullido
de
lobo sediento en alambrada de piel,
cavando
su azada,
derretido
suplicio repetido,
en
infinito que cuelga,
grita,
desenfunda mi vocabulario yermo,
cual
emplomado soldado,
fuente
de abrevadero de la sílaba
pronunciada
robada, deshabitada,
es
de la solariega vega que mi Sol
contra
el mundo es eternidad.
Canto
viejo, canto de surco y simiente
lo
estoy diciendo que no espero a mi yerto,
digno
arte de admirarte
que
si es para siempre
yo
soy más que tu amante,
a
la tierra va
a
la tierra va mi aliento de serpiente ,
que
se ahoga que se deshace
este
verano silente.
El
Castellano
ABROJO
CONSUMADO:
Defiendo
entre torres de humo,
al
rápido destello veloz me despido,
palabras
atrincheradas hueso despierto,
encrucijada
entre flores de piel,
hiberno
este sentimiento
que
me desgarra la sangre,
siendo
rayo añil consecuencia en llama,
crepitan
de los sones los tambores,
mi
brazo está para la lucha,
tejido
mi sino está del abrojo
una
cruel espina su medio para viajar,
soy
de este campo como la fuente
de
su encina, soy yo al menos
como
mi amado zorzal
como
un pájaro en su rama
que
el viento le cuenta
de
sus alas cansadas,
como
un cielo sin techo,
como
un tejado sin teja,
como
umbral sin muerte ni acto,
despertar
en la cueva de luciérnagas,
despertar
solo y frío para sentirme en dicha
elaborada,
agradecido porque estoy vivo,
mi
palabra cual escarabajo verde hoja,
como
precipicio de montaña
que
ríe que escala su altura difuminada,
es
de agua su rima consumada,
siendo
yo el último hombre en pie
blandiendo
su armada palabra
que
avanza, no para,
se
consume en eternidad arrancada,
a
esta luna de plata que gime auroras,
de
sus pestañas escarlata,
un
secreto bebido
un
halo irisado,
de
esta meseta milenaria,
siendo
mi alma una flama de lumbre,
un
carruaje que lo lleva la noche,
mi
ser que a tu alma abrace y alumbre,
porque
a veces me consumo,
y
si no estoy muerto
que
venga a por mi la divina falacia
porque
mala hierba nunca muere
y
en este nicho de vida
me
desvelo fiel Abrojo yerto, consumado.
El
Castellano
FUENTE
EXTASÍA:
Cercenas
esta hoja ilesa,
la
niña de mi verso si acaso pudiera
sangrar
este cielo,
y
su avenida en estruendo quejumbroso
sonido,
al menos
un
espasmo,
una
lengua de nervio,
una
acequia de sangre
es
el hombre
si
al menos fuese hombre,
fiel
testerazo ensartado de bestia
caminan
las sangres,
y
nadie vendrá a vengar a los hermanos,
desfallezco,
exploto
en pétalos bermellón,
soy
de mí
preso
de una historia que nadie me escribió a mí,
rayo
colapsado y su vertiginoso alambre,
es
una avenida esta fuente mía
en un páramo rojo
en
un gozo olvidado,
así
la mina que se destapa,
ardiendo
la pena dorada,
por
quien la siembra,
por
su azada maestra,
desquicia
fina en teja, con tejado
en
alma de ángel por cadenas,
destierro
enjutado
en
duro, desvelado canto de tierra seca
bañada
su era en sangre de cepa,
hay
un olivo que vive lejos,
hay
un señero y estaca de linde quieto,
por
los sorbos que me robó la siega,
viento,
viento, labrado,
de
letra y estalactita
de
surco y olmo doblado mi tinta.
Hierve
mi fuente niña.
El
Castellano
PIEL
DE LOBO:
Torre
elevada,
afán
y su vanguardia
cosechada,
escriba
antiguo
deshaciéndose,
escuchando
el
latido disuelto,
en
esfera de brillo,
un
sentido alarido,
vuelto
aullido,
esta
noche carcomida,
que
debe escapar,
viento
al crujido,
yaciente
del seno de la ola,
en
la boca de la loba,
la
flor que se desploma,
la
vida que aguarda,
este
verano de fuego,
y
su canción de grillo y cigarra,
desterrada,
es
por ti es por mí,
que
el destino no aguanta,
Sol
mío invencible,
como
lluvia de cielo,
aire
aire alcanza a tu hijo,
de
profundo monte,
de
hoz y guadaña
se
teje tu molino,
la
amapola, la margarita, la espiga,
el
tridente de la estrella tejida,
ven,
ven a mí,
por
estas hojas por su filo,
abriendo
mi cuchillo,
cortaré
mi sino,
aguardaré
al fiel vivo,
en
esta tierra,
en
esta hoguera,
quemándose
mi quimera quieta.
El
Castellano
SILENCIO
ESPINADO
Mantenme
afuera,
sí,
dentro de la luz,
fuera
de la noche,
las
estrellas
colgadas
en
racimos a la espera,
solo
sólo yo para ti,
crepita
mi hueso
esta
escarcha deshojada,
por
venas del humo
de
mi escuela,
por
donde se acaba
el
suplicio
y
yerta la luna
destapa
sus
besos de malva,
por
ende este duende
comienza
la
libertad de la sombra,
cayendo
de nuevo
su
araña está,
granate
lustre de sed
por
avivar
una
vez en la existencia
el
mar mi sobriedad caminará,
de
la mano
tambores
de tierra quebrando,
por
su camino dorado,
el
sueño y su telaraña rizada,
aúlla
el camino de la zarza
y
destapa
la
soledad con capa,
de
desertora entraña,
de
una vida en la espina,
y
su cúspide labrada,
es
por el sol
que
nace mi albor,
resplandeciente
como fulgente
mordiendo
mi suerte
es
de la luz el siglo resplandeciente,
fuerte
siempre fuerte
avivo
esta lumbre,
giras
evanescente
acoges
mi fuente
que
en gris y verde,
en
verde, azul y gris,
las
muertes bulle,
para
ser un linde y un campo,
un
abrojo y un manto,
un
despertar en amaranto.
El
Castellano
OTRO
DIÁLOGO:
Saeta
alada,
vuela
y corre,
se
alza y descubre
por
ende de mi torre,
ríe
en su ser
en
sosiego
borbotón
sanguíneo
desprende,
de
sus alas jamás cansadas,
amplia
carcajada
y
gira su mira
hacia
mi vida
nada
puedo negar,
nada
puedo defender
el
ocaso se alza en vértigo,
no
puedo empezar de nuevo
y
volverme a equivocar,
este
mundo se disuelve
sin
empezar,
sin
acabar,
quién
vendrá a sostenerme
esta
cuerda se rompe,
puedo
ver mi ilusión,
puedo
ver lo que no he hecho,
justo
es mi vida,
rehaciéndose,
buscando
el sol
para
brotar en espinas,
y
estallar en luz
un
brillo deformado,
un
ocaso purpúreo de mi alma,
un
opaco punto de mi verso,
estampado,
cual
fulgente pintura cromada
en
tintes de un ayer imperfecto,
yo
creo en ti, yo creo en mí,
nada
correcto se puede hacer
porque
nadie nos corrige
nadie
nos importa más
que
tú y que yo,
pupila
nacida de sombras
pupila
recta y serena
como
el azul
de
un océano y su puerto,
como
nuestro
hicimos
el fin del tiempo.
El
Castellano
HUESO
DE LUZ:
Sueño
estos
lindes destartalados
esta
bruma
y
su violeta nocturna
de
un ocaso que se destapa
y
llama y llama,
a
amplio fogonazo su luz
por
los candiles que juegan y ríen
luz
de consuelo,
se
prende un horizonte de huesos
por
piel,
vereda
abierta del ayer,
nazco,
subo y escalo
la
hiedra por mi árbol queda,
tu
dulce silueta resoplada,
un
camino una vid y un olivo,
un
apuñalado trigo,
el
momento vuela consigo,
fiel
tapia caída
reverdecer
de mi martillo
resplandece
esta luna quieta
de
tu ombligo,
cabalgo
por el suplicio,
avanzo
mi enervado delirio,
hoy
no pudo ser un día cualquiera
en
mi tijera,
se
dibujó la esfera perfecta,
y
el susurro de plata corrió sus yardas
y
sus escuadras,
brillo
de sol, luz de ver el cielo,
de
ver un difuso hielo derritiendo,
alzando
la puerta a tu alma
que
tenías sin pestillo,
espero
para el momento
de
cenar tu noche,
mi
refugio, mi despistado destino
y
su hueso crepitando
sobre
el último tren
que
lleva mi vida
reverbero
el canto
porque
sin ti no encuentro noche,
ni
nido, ni lluvia vuelta poesía
de
tu bello cuerpo,
sí,
eres todo lo que siento
más
que un umbral
llorando
de cuarzo
más
que una cama de tu regazo
porque
eres mi hombro
eres
mi trazo,
y
mi mente al resguardo,
niebla
y sangre de marzo
en
hoguera de rosa de la tarde,
en
la vida que te habla
eres
más que un puñado de pétalos,
más
que estrellas de este techo
que
cuelga
y
derrama llegada la hora.
El
Castellano
BEHOLDER,
CONTEMPLADOR:
Ahora
que el día se ha ido,
ahora
que navego letras
absorto
a la espera
de
una nueva palabra
capaz
de crear revolución
capaz
de hundirse y resurgir.
De
flotar y deshacerse
en
mundanal ruido de sueño,
temblando
su frío sentido,
un
recipiente y un vaso de muerte,
una
visión y una explosión
de
todo lo que prevalece,
de
todo lo que incapaz perece,
un
maullido de tejado,
un
siniestro azar de suerte,
esperé
y esperé y todo lo negué
como
este verano frío y helado
que
todo lo inexistente surqué,
que
mi destino se doblaba en mi sien,
era
un día en solar negro,
era
como un tenebrio que camina,
como
una poza sin aljibe,
como
una hora cronometrada sin reloj,
era
una súplica teñida de sed,
un
grillo y un aguacero despierto de sol,
una
montaña sin hielo,
un
glaciar sin temperatura,
un
brazo sin alcanzar,
una
tormenta sin sonar,
era
la vida una caricia en mano helada
sin
sangre sin nombre,
mutable
horizonte sin linde
un
pájaro de cemento que aturde,
una
noche callejera
y
olvidada en la tela de araña,
era
tu surco algo más
era
vena era rabia desplomada
en
el barrio de la quimera despierta,
quizás
hoy quizás mañana
jamás
prenderás mi alzada palabra
en
otra alma en otro nombre
porque
esta es mi lumbre,
esta
es mi estaca.
El
Castellano
NIEBLA
DE FLOR PROFANADA:
Voy
serpeando la tierra,
mis
pasos que jamás yerran,
jamás
altivos cercenan,
una
estaca en mi corazón
que
conseguí separarla un día,
un
hondo surco labrado
de
sangre desvalida
me
azogó profusa y hondamente,
pero
ya no te siento dolor,
quizás
tu vago recuerdo profano,
para
llegar,
para
deshacer tu sendero,
de
áspero color
y
sus azafranes amarillos
de
la tarde,
ya
no caigo
por
tus amplios lindes
de
niebla y cuchillo,
aquí
en mi alma
se
yergue el umbral,
la
sombra me abandona
para
besar,
espíritu
de agua dime
si
el devenir de mi vida sostienes,
por
qué angosto lo atrincheras
en
diáfano cuarto umbrío,
yo
que horizontal vago,
por
encontrar un día
el
vertical disparo
de
mi enhiesto ciprés
con
verdes refranes de hojas
con
acrisolados
cristales
de savia
a
su altura quiero yo blandirme,
velando
a mis muertos abrojos,
devorando
la calma de sotos,
ansiando
la voz que me habla
la
voz que yerta me domina,
preparé
un lecho de cardos
para
llegado el día
escribir
un epitafio
que
ponga, que diga
heme
yo brotado de la espina
aquí
yace, aquí reposa
todo
el amor que sentí un día,
y
esta estaca
conseguí
arrancármela
en
su día.
El
Castellano
RENACIENDO
MI OJO DE TIERRA:
Diestro
empeño asolado
en
fanal infinito de campo,
eres
miembro de brillo,
inmortal
crisálida azogada,
un
grito y su descampado,
lluvia
y solariega rambla de vida
abarcarte
no pudiera,
dónde
acaba dónde comienza
tu
verdad única,
compás
del silente grillo que te alza,
pero
jamás te alcanza,
del
pájaro a tu rama tu balanza,
tu
araña de acequia me abrasa,
para
ser plural la templanza,
suave
tu nube forjada,
naciente
tu acompasada azada,
vida
de la muerte sembrada,
eterno
réquiem de naturaleza amada,
en
vasija en cántaro que emana
crea,
seca y rellena
una
sangre de etérea tierra
como
vena de la era,
mi
fiel estampa quieta,
acabando
la montaña en llana vega,
acabando
el río en otro plural
llamado
vida otro umbral tejido
perdido
en abismo líquido,
retazos
de encinas que me respiran.
Ababoles
que caminan
destello
fugaz que todo lo que nace
una
difusa luz sucumbe,
para
dispersar más muertes erguidas,
siempre
en arduo silencio de despedida,
tenebrosa
y umbría su caricia
que
la tierra llena,
que
la tierra devora,
para
ser otra sombra,
otra
estática vida
en
otra boca,
en
otra araña que lleva
su
flama,
el
acecho yerto jamás descubierto,
hasta
llegado su momento,
hoy
puedo verlo
mañana
jamás podré negarlo
ni
catalogarlo de aleatorio azar
todo
tiene su razón y su causa imposible de negar,
para
yo ser de la tierra y la tierra ser de mí
mi
sangre que porto
en
vasija de éste cuerpo,
no
pude elegir ser otra vida,
ni
tener longevidad imperial
de
árbol y su carcoma,
mi
tiempo avanza angosto
por
descubrir la luz que riega el páramo
en
solar entrega
diluyéndose
fluyendo como rayos ondulantes
que
descubren flores
y
el campo afligido tiñe de ocres
con
un estío subordinado
al
renacer y evanescer de la sed.
El
Castellano
SER
DE TIERRA:
Es
más que triste
que
esté contento
porque
estoy cantando
porque
eres rama
porque
eres gesta que prevalece
porque
se agitan los mares,
y
salvada de ellos
se
alza Castilla
desde
su espiga marchita,
fiel
de lumbre, eterna hoguera,
sus
pasos, castañas en el fuego,
forjando
en uno de sobriedad
avivo
el manantial,
los jornaleros tendremos que desfallecer,
alameda
mía,
sangre
en mis venas no falta,
se
forjará mi noche en la azá.
Hoy
sólo somos cimientos
mañana
torres de sangre y tierra,
de
puñal y rama
nuestra
verdad,
que
claman fusiles,
de
gente en estas tierras encumbradas,
este
es mi rifle, esta es mi vida,
no
me pisarán las rosas del alba,
garantía
de mis ojos
que
sangrarán los cerrojos,
hay
que aprender sobre torres de tierra
aprender
cultura,
para
saber luchar,
para
saber defender,
los
valores los cinceles,
las
plantas de la vid al olivo
del
grano al granero del ayer,
y
a sí jamás naufragar,
porque
esta tierra cuesta vidas,
y
los hambrientos se los come su entraña,
de
esparto y fuente mina
mi
sierra que camina,
muerta
jamás arrastra pena,
violín
de cuchillo,
sueño
en vergel de sangre,
mi
tierra por la razón,
no
se agota la espuela,
miles
de respiros valientes
troceando
nuestra miseria
para
ser del pueblo
y
el pueblo ser de su tierra.
El
Castellano
SUEÑO
EXTENDIDO:
Presentes
sucesiones de difuntos.
Quevedo
El
cielo como granate yerto,
expandido
¿Cómo? con sus cristales por colores,
mansamente
no me amanso.
algunos
yertos que caminan
ansían
la doblez de mi destino,
sábanas
mojadas un olor a humano,
saldrá
el sol no con más ganas que ayer,
para
sujetar este calor,
vidas
que ansían otro destello de vida
tras
su estancia en breve instancia de caducidad,
que
teje su organismo,
mundo
no me negarás la visión
por
este sueño extendido
de
mi jardín de mujer,
sin
necesidad de podar escalo sus ramas
abordando
su infinita sed,
arde
mi cuerpo fiel verano,
quisiera
ser río y fuente de montaña,
quisiera
ser tantas cosas que sólo elegí una,
la
que no elegí,
si
no dos células y su vientre,
mis
naipes se van desvelando
una
baraja helada de sangre,
un
destino y un cauce,
mi
vida que elige electrificar su cobre,
en
círculos la polilla
vampiresa
de mi ropa,
destino
avocado a su perdición,
estamparse
y quemarse en la bombilla,
luego
pregúntame por qué tanto buscar la luz,
perdido
sosteniendo tu puerta,
el
monstruo de tu armario tiene miedo,
quiero
devorarte
lentamente.
El
Castellano
ALGÚN
ALIENTO:
Tú
eres mi ventana volada,
eres
cielo y fuga de escarcha,
un
segundo y un desespero
fumando
mi cigarro,
hasta
el tiempo de volver a caer en tu cuerpo,
mantenme
estas cuerdas,
mantén
estas esperanzas,
te
vuelves real color
suplicio
de rosa gris,
anhelante
caricia de tus puertos,
una
gota, un oscuro linde,
un
respiro de fiel accidente,
momento
que se retuerce,
amor
demostrado y dolido,
vida
de mi sentido,
ufano
beso y tiemblo,
carne
de esencia, alma plena,
estallido
y borbotón de luz,
no
eres mala liendre,
eres
demasiado buena para beber de mi sangre,
eres
un puente de destino
y
un alambre rizado,
eres
mi sueño en el pasto,
eres
flor que se renueva
jamás
seca,
eres
sueño y camino recorrido,
eres
mi ansia que por si vivo
jamás
podrás destruir nuestra rosa,
te
amo más que dos palabras
es
un nombre a nuestro idilio
jamás
perdido mi amapola.
El
Castellano
ABROJO
EN MI DESTELLO:
A
veces roto,
a
veces nuevo
ecos
de este horizonte profuso,
nueva
era comienza,
escalando
mis aguas,
justo
mi vida está empezando
ruptura
para ser libre
silencio
envolvente
gira
mi mente,
no
Dios el Demonio eres tú,
Dios
del demonio
en
este linde por el calor sujeto,
estados
febriles
de
quebrada conciencia,
tus
mentiras son lejanas,
de
un océano abierto,
muchas
noches te esperé
muchas
lágrimas se perdieron
vida
aparte,
creo
que ya debo irme
dejar
esta espina de corazón ,
prenderme
en el olvidado brillo,
encontrar
la luz del astro,
olvidar
a mi umbrío ,
una
despedida que me cuelga
la
Copa de cerveza,
no
bebo pero por un día
no
me voy a condenar
más
de lo sentido,
más
de lo vivido
apelo
al olvido,
y
su cruel instrumento,
a
golpes parados,
melancolía
déjate no la conozco,
locura
nada esa es pasajera
como
humilde tijera,
buscando,
buscando
olvidé
cómo se escribe
un
poema,
dejar
de escribir es como morir
demostraré
a este verano
que
mi tierra de la parcela
llorará
flores,
mi
combate cincel de arte,
aquello
que mi magia sucede
porque
tengo sangre,
mi
calor mi rojo humor,
ya
no soy el mismo reflejo
no
soy aquel vendido
soy
destello de mí mismo,
fiel
abrojo será tarde.
Para
derretir todo lo existente.
El
Castellano
FLOS
UMBRA FLOR DE SOMBRA:
Está
en la lluvia,
ella
es Dios,
de
ojos abiertos atraviesa
un
profuso soliviar,
de
flores,
de
vivos colores,
escrito
sin mentiras su nombre,
era
un hombre
vendiéndose
a otro hombre
que
lo volviera hecho y acto
de
material afán de éxito,
pero
la naturaleza no se puede cambiar,
el
artista no nace,
no
se hace,
nace
y se hace deshaciéndose a sí,
igual
que un pre-bonsái
por
podar y desmochar su alma
hojas
mías quedaron mustias y abatidas
de
haberme rendido al sentir de describir
a
un amor furtivo que me acechaba
a
un sentir interior que me dominaba,
caí
como gota de agua,
y
el estruendo me partió la vista,
ahora
soy tallo nuevo de persona,
podando
y podando,
destruyendo
para poder crear
para
acariciar este Sol
que
retuerce , soslaya, pule, amamanta
el
hierro de mi entraña,
el
miedo no me para
el
dolor por ser dolor se acaba,
siento
que siento,
amo
a la mujer que amo,
tallada
en cuarzo,
al
final seré el último hombre en pie,
cada
verso que lanzar al viento
como
fiel testigo cuchillo
de
perder la realidad,
justo
a la derecha,
recto
para ser erróneo,
sigiloso
para hacer ruido,
noche,
alas blancas
es
de ti el tiempo afilado
astros,
diáfanos siglos
caducidad
de la ciencia
caducidad
de su conciencia,
verde
monte para rodar,
azul
cielo para atravesar,
siembra
para ver la flor llegar,
beso
para el placer amansar.
Me
estoy perdiendo de verdad,
tengo
que fumigar.
El
Castellano
CUANDO
LA LLUVIA CAE ABAJO:
La
libertad está tejida
de
flechas al horizonte
devanan
duros, limpios,
cristales
ahogados en profunda sien,
surtidor
de velas de los mares,
fuegos
en lumbre eterna
por
los senderos que labró
el
astro verdadero,
inconsciente
avenida
mi
ser viaja en sinfonía ausente
de
tristeza y su carcoma
todas
las expectativas
son
vivencias
para
el vivo
todo
cambia
para
lanzarlo
y
nunca olvidarlo
sólo
ser es el reto,
lejos
de leones
lejos
de sombras cada día,
cada
emoción
por
mirar
dentro
de lo que no se ve,
se
siente
promesas
que
vuelven en boomeran
rescoldos
de vegetales escombros
el
pasado se abre en alta simiente
un
día amarás decir
es
alguien a quien tengo a mi lado
para
resurgir de la hoguera
en
honda tierra,
y
mi ceniza lo siento esta noche
crepitará
al viento
que
no hay mayor portento
que
haber conocido
un
día su sustento,
que
mi alma escapa de mi cuerpo
para
abrazarse al firmamento,
mi
lumbre ya avivada
prenderá
el cielo
todo
lo que siento
indómita
expresión del tiempo
al
que estoy sujeto
en
oscura torre
que
yergue mi adentro,
fuera
de la noche
dentro
de la luz
en
veda azul
en
vega de solitud
dentro
donde tu interés
te
miente
donde
mis brazos se alzan
asumiendo
la eternidad
de
mi sendero,
la
eternidad del azul del cielo,
donde desde hace siglos
te
espero.
El
Castellano
SEMPERVIVENS:
Modelo
con cincel de viento
las
manos de una caricia,
la
vida de mi abeja subrepticia
cómo
definirla no sabría.
Estreno
un nuevo Julio
una
gota sedienta de su estío,
fuera
del momento
que
mi vida se vuelve luz,
mi
vena siempreviva se yergue
acariciando
a mi Sol,
que
este mes me vio nacer,
viento,
viento bonito
llévame
en tus alas
de
vidas labradas,
quiero
que me muerda mi amapola,
que
se destape tu lecho,
y
me dejes apoderarlo,
para
siempre volar
como
mitad de poema,
que
las aguas surca,
para
fortalecer el riego de mi tierra,
con
sangre de hierro,
tu
fiel desespero,
renace
mi araña Lichtter
tejiendo
mi existencia
en
mitad del verso
hoy
por ti, siempre por ti
LhiannanShee,
se
quedó llana y profunda
la
cuenca de tu visión,
siendo
hondo destello enfundado,
mi
calvero y sus ríos de sombra,
sigo
por la línea goteante
de
nuestro suplicio,
me
pende la mirada tu ventana,
mientras
hilvanas libre tus cabellos
de
rizos de cielo,
los
cuadros de mi creencia los conoces
mi
veleta, mi Sol, mi flor,
mi
árbol, un puente a encontrarte
una
vida,
juntarme,
en proceso que rige,
que
estalla en dos rayos de tormenta,
te
quiero, te necesito,
el
Sol dice lo que me susurras,
mi
cigarra laboraba
el
sentir de una esfera
que
canta dentro mi alma,
de
un grillo el soneto,
de
tu cuello el cristal de cuarzo,
de
mí la lluvia en tu agraz de marzo,
mi
concepto será ejemplo,
avanzaré
por mi sentido puente.
Nuestro
destino cruzaré.
El
Castellano
APIUM:
El
barbecho de la espiga,
la
mar me trae la ola,
la
montaña me trae la cascada
mis
ojos llevan el color de siglos
de
floresta destapada,
mi
tierra se lleva mi espada,
el aire mi aullido
hondo,
redondo
crujiendo
en las aguas,
mi
vida lo siente
lleva
sangre en las venas,
arterias
de ángeles
estrellados
en su eco
alzado
a la Estrella,
sostenme
en las bocas
que
mi silencio reverbera,
mi
montaña bonita será sentida,
mi
Santa flor en la boca de la abeja,
que
mi vida maneja,
tráeme
los pinos de los montes,
el
aire de las cumbres,
tráeme
tu boca para nacer en ella,
sigo
a Lucifer
bueno
él me sigue a mí,
cosas
peores habrá
como
abrir y entornar la puerta
para
que pase la maldad,
siento
decirte que arrastro mis demonios creados,
para
enterrarlos en el campo,
al
lado de un sigilo de chopo,
que
a sí estén de ojos abiertos,
no
me enloquecerán más,
estoy
hecho de miedo,
soy
de hielo
más
fuerte que el don austero,
palabras
sepultadas en mi zanja,
mis
padres y mi gato son inmortales,
¿por
qué me llevaste padre a la ciudad?
que
lento muero aquí,
sin
sentir el viento de mi campo,
sin
mis flores y su aroma
a
vendavales desnudos,
estos
árboles de cemento
no
suenan con el aire,
ni
estos cristales atraen abejas,
aléjame
de rejas,
salva
mi muerte
que
es del monte.
El
Castellano
CORAZA
DE TIERRA:
Abrasa
mi vida, esquiva es
esta
piel de caricia
estoy
ardiendo, aviva mi resquemor
en
este mundo que se retuerce
y
envilece entre sus venas razones
la
realidad como lirio de negro pétalo
sólo
un sendero por abarcar
llamado
vida.
Del
astro Rey de sí mismo
a
la caléndula de tierra,
su
esposa efímera.
Avanza
mi subrepticia,
entre
páramos deshojados
y
sus hojas por gentes.
Espiga
flagrante, sentido granate
por
mis ojos he visto nacer
los
genes de tierra,
por
mis ojos he visto morir mi amor
que
mi pecho yergue
yedras
brotaron tapando su calor.
Mi
Sol me enraizó
mi
ilusión se diluyó,
una
flor de sangre brotó
llenando
mi vacío interior,
mi
amor por su reino vegetal
me
mordió.
Ahora
sólo encuentro
tranquilidad
y sosiego
en
las vidas que siembro.
En
mis diablos de flores.
Hasta
yo morir
a
la altura de los montes.
El
Castellano
Blándeme:
En
mitad del campo,
sólo
allí que la encina enraíce mi carne,
el
hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la
carrasca grite verdades del monte,
vereda
quieta, enarbolada,
soledad
disparada sin descanso,
sólo
allí reinará mi alma,
en
letras escritas en las hojas de vida,
las
lindes teñirán de rojo y negro,
de
tinta y sangre el resurgir del añil
aliento
dibujado de toda vida en color,
del
albor a la muerte en flor
se
alzará mi latido con su amor.
El
Castellano y Leannán-Sídhe
Renace
en la piel,
en
el albor sin conciencia,
hace
más frío que antes
sentido
muerto, caído
olvido
yerto
raíz
del ser
más
callado que el invierno
avanza
camina a voz
todo
lo que he perdido
polvo
de estrellas, hierro de océanos
piedra
de montañas...
hazme
recordar alas cansadas
cosas
grises que te gustaba sentir
mi
amada así sabes
horizontales
que no puedo olvidar
ejes
verticales de conciencia
sin
dormir
danza
la primavera del lugar
con
mi soledad pintada
en
la sangre de mis ojos
todo
lo que veo teñido
la
ilusión cae en gotas derramadas
cayendo
congeladas
desnudo
mi cuerpo en la penumbra
del
segundo quieto
raíces
comiendo mis venas
hojas
de mi historia mustia, abatida
sentido
muerto
viviendo
por ver morir el momento
momentos
atrás que cae el recuerdo
sin
miedo, sin sentimiento
todo
hirviendo
sólo
este sarmiento de cuerpo
esperando
que juzguen a su alma
libre
de maldad
quién
estará allí
quién
vendrá a darme un camino que seguir
solo
en la oscuridad
donde
todo comienza
las
sombras me reconfortan
y
veo en luz mi vida
para
encontrarte
algo
que darte de dentro de mí.
Un
amor rugiendo en la boca de la estrella.
El
Castellano y Leannán-Sídhe
Diestro
del mar a la montaña,
visten
sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual
caricia de su jardinero que las ama
el
viento armado escala cual seco rayo
su
sol enturbiado se paran las oraciones
hipsipila
dejó su crisálida
en
un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando
toda simiente desde todo confín
al
inerte sombrío albor,
mientras
su fría luz crece y camina
sin
franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela
vaga la libélula para posarse en su hombro
recio
brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que
lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros
de todos los reinos desvelaban que sólo
un
reino se mantendría vivo
y
no era el del humano ser
Hipsipila
cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando
de la tierra a la lluvia
cual
rayo cortado de Sol su cabello
los
pájaros trinaban en su castillo
hipsipila
siempre vivirá como invencible Sol.
El
Castellano y Leannán-Sídhe
Flor
de Bradomín:
Partir
me alcance un día,
he de visitar el prado
que
yo por Bradomín
nunca
he visitado,
he
de colgarme
de
la flor serena
un
día lluvioso
a
colgar mi estandarte,
vive,
nació y deslumbró,
deberéis
guardarme el vilo,
que
yo partiré este humo,
quebraré
la voz del eco,
soñaré
que estaba despierto,
mi
simiente sacará su cuchillo para sembrarse
sola
como se destapa la primera
gota
de rocío que tiembla
el
Sol que visita,
esta
la haré generación seca
en
pergamino de hoguera,
mi
letra caerá en el ojo
desde
el infinito parco de este abrojo,
el
altiplano enjutado,
dirá
que me debéis cuanto yo
Arriano
he plasmado,
y
este granate será mi lustre recordado,
es
y será mi casa,
el
esfumino en coro de grillos,
aullando
bisagra,
a
la luna que escarcha,
hazme
libre luna,
saca
mi alta ojera con tu luz,
abre
mi campo
al
murciélago señor,
acaso
mi espada mi tiempo no blandiera,
me
encumbro de la fiera,
para
ser quimera a la espera,
mi
Leannán dicta
yo
converso
que
desde su estampa
al
hada infernal de esta
yerta
conciencia,
resurgiré
de
la espina dorsal
de
este cuervo Förüq
que
me habita,
el
ser que me lleva
cantará
soñará
que
es y será otra primavera
para
enloquecer desde ingenua siembra,
graznará
el solar del fresno quieto
abrirá
el despertar de esta gris araña
entre
agujeros de la idea
soterrada,
descubierta, alzada
entre
sierras y barbechos
despierta,
riza, besa, evapora
esta
sangre de tierra
que
es mi amapola del pecho
anclada,
versada, cálida, cariñosa,
abierta
entre grietas que palpitan,
fulgente,
displicente, dispara que flagra,
sentimiento
de esta azada
que
es mi vida
al
borde de la flor
de
caléndula
que
es esta realidad tejida
y
su floresta que riego desde
que
el verso me escribió
a
mí la felicidad.
El
Castellano,
Señero
quieto:
Linde
abierto sembrado por Dioses
de
plantas que sólo ellos pusieron
y
que ven exclamar su muerte
de
silencio gritado
lentamente
las estaciones.
Es
este campo que vive lejos
con
señero
un
señor de señores
amor
de silvestres,
es
encargado de ver en flor
sus
amores,
vence
que atraviesa
sólo
su mirada,
un
jacinto se yergue
de
azules botellas
sus
besos de rocío matutino,
matutinos
gritos postrados,
con
el hervor que reverdece las tierras,
de
cal y tierra arenisca,
de
arcilla al barro,
de
la pizarra al risco
de
granito,
es
una vida mi estatua,
dulce, risueña,
sembrada,
albores
cruzados crepitando,
mi
nido de grama rehaciéndose,
entre
luceros anclados,
arriba
mi barco
estos
océanos y mares
de
tierra,
que
todo lo rige
su
materia,
desnace
el tiempo
abriendo
el brillo de mi falcata.
Fiera
de fieras
yo
soy la fiera,
desde
las piedras
a
esta mi hoguera.
El
Castellano
Aciago,
recto vilo quemado:
Cantares
quebradizos
se
alzan entre aciagas esferas
de
la palabra inexistente,
entre
sones terrazgos
que
sí puede,
llevarme
la espuela,
entre
la mente que afila,
que
pule mi sangre oxidada,
por
el puente de venas de mis manos,
diestro
al compás que muerde
yo
sí estoy hablando
tú
no estás escuchando,
esta
vida asida en un tiesto,
por
encajes sin alba
por
encuentros fugaces
en
mi averno tejido,
entre
estos soles de trapo
que
me levantan las flores,
avanza
la flojera del día
que
llega a su final,
volviendo
madrugada de espadas,
quiero
contarte hasta tres,
mi
aliento que no sabe contar al tuyo
pero
sabe que cuentas con él,
yo
que ni segura tengo mi muerte,
colgaré
destinos
de
sus ramas de fresno,
mi
piedra será estatua,
no
seré yo quien hable si no ella,
el
verde musgo llorará el sino dentado,
esta
vida de espectro
no
me dará de lado,
de
un solsticio me haré un cuarto,
entre
mis líneas habitarán espasmos
de
ideas ausentes,
de
fríos hielos de soledad congelada,
liberaré
este reino enfuscado
cual
vicio cual tierra sin dueño
de
crear nuevos palabros
que
serán hijos de la nada,
cabalgada,
soterrada
en
infinito de la siembra alzada.
El
Castellano
Soles
de cuarzo:
Libero
vendavales furtivos,
acampo
la idea en tremenda pradera
descolocada,
mansa, abierta
en
florestas húmedas de rocío
tempranero,
sólo allí tengo nido,
entre
trinos que excomulgan mi deseo,
como
atardecer rojizo sin sangre
acaso
es, envoltura dispuesta,
rezo
que acompaso la franca vida
de
mi caléndula del camino,
resumo
que coarto su vida verdadera,
luz
de los campos, luz de mi campo
acaso
fuese mío,
aquí
solo hundido mordiendo este papel,
traigo
que quiebro tormentas en nido,
culebras
del sonido perdido,
me
desatan yugos de esparto,
arde
la simiente mía,
entre
clavos ardiendo,
entre
amapolas dulces, risueñas sin cruz,
se
desmenuzan abrojos
de
mi soledad carcomida,
a
la que entablo soliloquio
en
cama, con ella sin ella soy el mismo,
verdades
atrás qué necesito,
si
el mundo me hizo completo,
quizás
aburrirla a ella mi pena,
nacida
en cuarentena,
avanza
mi siega,
esta
vida mía vale la pena,
rezogo
brillos de metal
cuando
deja de serlo,
y
crispa al viento
lo
que llevo dentro,
más
que un tarro de miel
y
unas flores asesinadas,
un
corazón que sube por la garganta,
a
decirla a ella que no se vaya,
usted
es mi compañera.
De
estos siglos que me quedan,
eres
la carcoma de mi madera,
hasta
ser lanza,
estaca
que somete al viento,
en
aullidos, en graznidos dolidos,
en
enjambres con reina.
Por
ahora a tu lado
soy
azada que socava mi camino,
sacando
terrones de lamentos
para
sembrar tu amor
que
Dioses me indican
que
tendría que estar ciego,
para
negar que eres más de lo que siento,
como
veleta que le falta lo principal,
para
no ser dirección que marca,
una
flor plañía a mi vera,
que
le faltaba su insectito
que
la besara sin diligencia,
así
la belleza nunca completa,
recto
escalafón retorcido al beso,
unión
de dos, como escala sin peldaño
rampa
no sería,
me
encumbro de la fiera para ser yo
la
fiera, de esta mi pradera,
se
afila mi vida quieta,
entre
soles que cuelgan,
y
colores que lloran,
despierto
para entregarla
a
ella mi cardillo de la dama
para
que me lo devuelva
cuando
me una a ella,
como
se unen dos gotas
del
mismo agua,
como
se desgrana el molinillo
cuando
saluda el viento.
El
Castellano
Linde
quieto abierto:
Derecho
firmamento
entre
filos de gentes,
es
una piedra que camina,
piedra
aventurera,
seca
y umbría,
reposa
y duerme
cantares
del linde,
centellea
rayos irisados
se
riza con los besos de lluvia,
acaso
quiso ser otra,
ella
tan yerma, tan plácida,
imperecedera,
cerrada
como se cierran
los
rayos de luna,
acantonada,
de estéril estampa,
dejas
muda alabanza,
el
día que te hice de voz,
piedra
bella, sola,
estridente
sin patio de sonido,
y
esta voz que te di
voz
dorada como tu piel de minera,
como
un soto sin perdices,
avanzabas
solo tú,
la
vida quieta,
sembrándote
allí por donde anduvieras,
al
candor de piedra única
igual
a la siguiente y a la anterior,
sin
afán superior
hasta
que este poeta te dio voz,
como
flores que sin color
acaso
fuesen,
un
despertar en brazos de cieno,
un
respirar de la montaña,
un
cuchillo calizo que afilan
erosiones
de las eras,
latido
férreo, sangre de mineral,
o
compostura de arenas,
piedra
de mi casa,
piedra
de tu casa,
la
tierra.
II
Piedra
potencia eterna,
nacida
como nace una estrella,
cumbre
de filos por bandera,
hogar,
cobijo y morada
de
lagartijas que cuelgan tus venas,
colchón
de rayos de sol,
asolada
tu espera
por
quien te dio voz,
lideras
tu guerra sin cuartel,
antes
de yo nacer,
tú
dabas alientos al suelo
sin
importar pertenecer,
siempre
fuiste
siempre
eras su piel,
de
la cantera, al nicho,
del
mausoleo, al caserón viejo,
del
silo al castillo,
tu
fortaleza empedernida,
tu
aval de honda certera,
Siempre
estabas
siempre
estuviste,
como
río a su voz del mar,
osado
no fui yo
quien
te encontró,
solo
fui encargado
de
darte moción verdadera
ojalá
pudieses contestarme
mi
piedrita bella.
III
Devuélveme
a tu vida eterna,
del
soto a tu quimera verdadera,
clávame
la oscuridad de tu cueva,
en
esta esfera pulida sin espera,
risco
de tu sien enarbolada,
millones
de hijos
esencia
desnuda de tu alma pura,
techo
sin compostura
del
ser invertebrado,
techumbre
que pizarra llora,
su
azabache de cristal,
tu
sangre de fuego y agua
que
nunca te alcanza
sólo
partirte puede,
grieta
de helada, tus filamentos
que
encaran tu azar de vida sin dueño
a
tu sangre de musgo me cuelgo,
en
verde musgo tu fantasma muerdo,
vida
de herramienta,
azar
de la idea,
al
paraje que te conforma
al
que sostienes su vida
siendo
el suelo techo de esta hacienda,
si
tuvieses dolores todos gritarían
que
se acabase la muerte en la tierra.
El
Castellano
Es
un fuste:
Quiero
deslumbrar mi camino,
ayen
de estas víboras que caminan,
palpitar
el látigo enfoscado
de
sedientos corazones.
Entre
sangres fugaces afilo
esta
vida en grana marcada,
deshojada,
por cuanto he conocido,
más
que tristes metales lascivos.
Caparazón
este el mío inerte,
vestido
de marzos seniles,
agota,
coarta la esquela
de
mi memoria perturbada.
Camino
sin camino
por
donde se oculta el este,
veo
la flor que desviste,
entre
pétalos su iris difunto, perturbable.
Te
construyo sin verja, franca,
tapia
ni acantonado te hago
a
imagen y semejanza del aire.
Que
pasa y mira,
que
mira pero no descubre,
que
nací dueño de tu avenida.
A
este sol ferro cuelgo agravios,
ofensas
que desvanecen,
como
la noche devora lo que es suyo.
El
Castellano
Azabache
de ojos:
Ojos
direccionados
a
esta luna de azabache,
el
tejer de una gota de savia
plañía
la desesperanza fría.
Siniestro
compás mece,
en
acorde clavado
a
este invierno estirado,
al
estallar de bombilla me cuelgo.
Curvo
escalafón riza besos
de
unión de cicuta y sangre,
yermo,
plácido, envuelto
en
sembradíos de oscuridad.
Quisiera
que hablaran mis retinas,
de
encuentros fugaces
al
temblor de esos filos
que
la dama oscura blande.
Gira
presto a enraizar mi sangre,
con
destellos de espuma
que
las tierras bullen.
Yerma,
extasía de verdes
por
solitudes heridas
una
cercenada tajada,
Retiembla
mi destino
al
cabalgar de soles,
fiel
estampida de semblanza.
El
Castellano
Flor
de destino:
Ama
de esta casa, el alma fría,
de
mundos retorcidos,
ingrávidos
al peso de flores,
destartalado,
por gentiles gestos,
azares
difusos de mi reino,
saludando
a la quema del rastrojo,
un
iris por desenclavar,
corona
de caléndulas
en
soles por doblar,
al
rayo seco, tornado en gesta
y
sus candilejas fulguradas,
ríe
y pasa, pasa y ríe esta espada,
hendiduras
febriles
de
mis verdes ojos
entre
sus cauces la verde grana,
la
verde espiga,
un
romance del labrador
con
su granate amapola,
llora
sangre de aquellas santas,
esquiva
de obreras guirnaldas,
se
cava en rayos seculares del rey astro,
Estallando
de luz su rocío primero.
Cuarto
para sembrarte:
Duro,
seco, estridente,
irusorio
destello
al
matiz de soles abiertos,
estoy
empezando,
alago,
avanzo este cuarto
este
cuarto de arañas,
repleto,
lleno por escuadras
afilo
el verbo
preparado,
despierto,
granate
complaciente
a
este lustre olvidado,
quiebra
marzo,
estampida
en blancas sienes,
réquiem
en osadía,
en
marca de astros,
luz
intransigente,
fulgor
entre
tus manecitas
heladas,
miro
atrás
nada
reverdece el horizonte,
todo
son raíces del hombre,
me
cuelgan lunas
ojeras
sin alba,
quiebro
esta ilusión
me
afila su espada,
cómo
huir
de
los que no me conocen
si
nunca me conocerán,
me
clava la estrella
un
tenor en escala mayor,
gimen
flores por abrir,
el
sol hiela de nuevo,
rizo
sorpresas en tus cabellos,
libero
el león,
me
muevo,
suceden
grises
a
mis penas,
escarchadas,
desvanecidas,
derretidas en claro oscuro,
por
lo que dejó de ser,
llevo
que traigo,
resoplos
y arterias
en
este jarrón de sangre,
hasta
que caigan dementes azares,
y
sus cruces bienaventuradas
de
tu carne,
de
mi lumbre,
de
este alambre.
El
Castellano
Tierra
perdida:
Limo,
sostengo, agito
la
vena enardecida mía,
destapa
al fuego en círculo,
retiembla
destinos ciegos
en
crueles, parcos horizontes
sin
orificio,
destrenzo
el nervio de hierro,
repto
avenidas sin salida,
voy
y vengo cantando
esto
es tierra perdida,
correcto,
en el ojo
y
soterrada vía del hambre,
nazco
que broté de semilla,
estiro
que alzo
sangre
en caricia,
marcho
sin mirar atrás
esto
es tierra perdida,
ocaso
malva derrite mi vida,
en
ríos sin despedida,
en
sábanas de escarcha fría,
correcto
es
tierra perdida,
nada
es súplica advenida,
fulgor
entre sienes de carcoma,
festín
de arañas grises,
nada
me detiene,
avanzo,
el sol me cuenta
que
es tierra perdida,
cae
la tela tejida,
fiel
al descanso de mi subrepticia,
gimen
tiempos rizados al ascua,
cantan
malas yerbas
sin
perfidia
que
esto es tierra perdida.
Yo
contesto
dorado
al fulgente metal
que
es mi vida,
es
pasión, es luz,
es
calor,
este
es mi rifle
esta
es mi vida,
granate
al escape
lustre
postrado al rejuvenecer
del
marco,
yo
no estoy colgado,
venzo
que avanzo,
resumo,
coarto,
me
descubro a la luz templado,
todo
dicta
que
yo voy
que
yo vengo
por
tierra perdida,
resplandores
sujetos,
acuartelados
en énfasis,
porque
desconocen su sino
madre
de
esta
tierra perdida.
El
Castellano
Extasía
de cristal:
Penumbra
arrebolada,
hija
de la sombra asolada,
temple
de maraña,
tejida
araña dormida,
sol
en su trapo desnudo,
ven
a mi cabeza
retuerce
mi idea
que
se encadena
sumisa
a noble premisa,
no
puedo parar
no
hay tiempo de pensamiento
sólo
escribir duro, seco, limpio
como
agua de este río.
Sentido
volviendo a la vida,
mi
espíritu está creciendo,
tantas
luces sin alba
tantos
astros sin noche
es
muy tarde,
nunca
para volver
al
origen de savia,
desnudo
en este reloj
mirando
este cementerio
alzarse,
enarbolarse
de
la nada y su infinito de cristal,
estoy
dolido
que
tú te lo has creído
si
me quiebro
es
para renacer
quemando
mentiras,
liberando
fieras,
roto
al tiempo
entero
al fragor
de
mi espada,
no
tiene vuelta atrás,
océanos
abiertos me llevan
a
flote de nuevos sueños,
rizado
a la espera
engalanando
mi quimera,
desiertos
abiertos
en
cal viva,
mantenme
el amor quieto
subiendo
montañas deshechas,
viviendo
el brillo sin estrella,
ojo
de un ojo labrado
mantengo
mi esencia
en
joya de noche
miro
dentro
y
todo retuerce de nuevo
dame
tu mano,
descubre
mi reino perdido
a
encontrarse en tu mejilla,
háblame
de tus vidas
de
tus alas en mi extasía,
sólo
allí despacio
latirá
su osadía
líbrame
amiga
de
cerrojos
y
sus cerrojillos dorados,
exasperados,
esta
noche seré luz de hoguera
y
tu cobija quieta,
el
único sin miedo
a
decir lo que siento,
carrusel
sin engranajes
caballo
sin jinete
tormenta
sin nube,
beso
donde no lo imaginas,
sólo
yo contra el mundo
abriéndome
de la tierra
siendo
alma en disparo
certero,
agudo, estridente,
como
la voz que no se pierde,
yo
nací albor
nací
para ser tu amor
no
me pierdo,
estallo
osadías repletas
solitudes
que trepan
cruzo
líneas
de
estos cuatro días
que
clava tu voz
desmigajando
miedos
porque
yo soy el miedo,
batallas
aparte
soy
tu planta silvestre
amando
su tierra
más
que a su sangre,
mi
esencia verdadera.
El
Castellano
Cornucopia
de tierra:
No
rebotan los tiempos llorando,
en
escalas a ese cielo anhelado,
voy
que viajo
y
bajo mis plantas
la
tierra brota, rehúye, fluye,
todo
me alza
sobre
torres sembradas
y
sus trompetas abiertas,
desenfundo
esta esencia
de
estaciones correr,
hogueras
profundas
en
lágrimas de lluvia,
plantada
mi compostura,
me
crepitan las montañas,
los
cuervos me rinden pleitesía.
Ante
estos ojos
el
ávido brillo
de
oscuras alas,
frente
mi carne
fuego
enraíza
esta
noble falcata,
encinas
me enraízan
el
dorado anochecer,
noche
oscura
entre
espectros de letras,
el
día derretirá mis flores,
trepando
mis venas de encaje,
mi
azada será sangre
no
más cuerpo y carne de metal,
al
erizado filo
clavaré
sentidos despiertos,
mi
letra será invencible,
en
flameante rebosante inspiración
parida
de un rayo de sol,
ay
la tierra que me clava la siembra,
ay
sol ferro,
yo
te hablo
al
fulgor de venas
al
calor de llama azul,
tú
invencible
como
la palabra te formó,
extasía
lumínica
en
candor de lunas aulladas,
ven
a mi pecho,
te
daré asilo,
desgrana
este silo,
que
mis manos hablen colores,
solo
ante la adversidad
esta
negra noche que huye
enjaula
su oscura sombra
donde
la letanía esconde
sus
garras de cristal,
quedando
repleto este umbral,
he
oído llamar
llamar
tus sangres de luz,
a
violetas nebulosas
sin
cauce
empotradas
en sagradas espirales,
busqué
tu vida eterna,
me
contestaron inviernos
desmochando
brotes extenuados
de
tiempos atravesados
por
tu espada eterna,
fuente
fría
que
llena dulce la fontana,
la
vieja luna sonríe,
lo
efímero será áspero y duro,
a
la caída de este plomo,
se
levantarán estatuas de barro,
tu
lobo vestirá el sincero metal
por
ser de hierro,
hasta
su aullido de plata
a
la noche sempiterna,
y
sus enredaderas malvas,
campo
este de víboras nacido,
por
un surco repto,
y
el alacrán me saluda,
soy
yo tiempo olvidado,
resplandores
de
este patio de grillos,
me
cuelga la corona de caracoles,
por
todas mis lumbres
abiertas
de
caléndulas solariegas,
más
que hoy
no
espero nada,
porque
yo siembro lo perfecto,
me
responden sus voces del suelo,
al
intransigente destello
me
parto, me quiebro,
hasta
dar mi voz
a
estos campos
y
sus sotos perdidos
encontrados
en cada sangre.
El
Castellano
Ondas
mecen:
Me
cruzan las vías
del
tren de la noche,
abierto,
caracoleado,
en
peregrinaje de estrellas
y
sus halos,
este
insomne caballero
de
tu sonrisa nacarado,
arrebolado
entre tus brazos lejanos,
una
hoja precipita
al
tañer de campanas
en
garganta de lluvia,
no
hay invierno sin frío
ni
frío sin invierno,
vuelta
atrás estoy vivo,
una
vez en la vida
curva
de espejos
entre
verdes y ocres,
quién
dijo que no tuviera esperanzas,
pálpito
fugaz de estrella marchado,
el
amarillo viste mis flores,
color
efímero, sin despedida,
entre
un patio de ojos
y
sus carcomas solariegas,
danza
este caballito sin diablo,
al
cuartel de la cucaracha
van
los ojerosos grillos,
todo
cuelga de un hilo de lana,
horas
minutos
para
hacerme libre,
termíname
tú porque yo no puedo,
este
alfiler parco, sobrio
como
él mismo,
entre
circo de huecos sones
danzan
los vellos de mi piel,
por
el agujereado brillo de luna
cuento
notas perdidas
y
el filo de esta mi cuerda
hasta
latir con ella
y
su desnuda poesía
con
cuerpo de mujer,
lejos
de la tierra,
entre
un soñar del viento,
se
destapa mi cordura
le
florean pensamientos
fieles
ecos en iris despierto,
dulces
ondas como dulces sirenas
enamoradas,
de
este marinero sin mar
llamado
verso,
al
senil aleteo de la polilla,
el
invierno nace de un cubito de hielo,
que
avanza ya su noche
sin
pedir permiso,
al
vapor de sienes heladas,
entre
un coraje acorazado
de
haber realizado una buena siembra
me
marcho.
El
Castellano
Filo
sonriente:
Agudo
filo nacido
mi
destino.
Recuérdame
en la tijera
desdoblando
la espera,
hoy
por hoy
mañana
por ayer
el
frío en la piel,
de
estas cuchillas
sonrientes,
y
su esperanza
carcomida,
acabada
en
hoguera.
Miénteme
aparte
ancla
en gozo
el
violín de mi idea,
corriendo
por fuera
marchando
lanzas
de
tierra
y
el tiempo
solo,
hinchado, dormido.
Rehullo
de mi pasado
que
se clava
en
mis brazos.
Mírame
aparte
del
punto y su silencio
seco.
Esta
vida en el centro
de
una margarita,
miro
su caricia
en
pétalo de brea
arde
mi sinfonía
deshace
la lejanía
hasta
ser ese lejano
carrusel
de estrellas
por
boca.
Vida
por mi vida,
y
yo qué no daría,
a
este cielo desplomado
de
fieles compases
oxidados,
es
por su plomo
que
a veces plomo,
a
veces más alzado
que
las cumbres,
entre
regueros y ramblas
libero
mi azada,
en
cuerpo de sangre y vena,
no
conozco a Pena,
entre
su alta ojera
clavo
una letra,
abre
la acequia
destartalada
en honda esencia,
allí
donde graznan cuervos
su
lenguaje de madera,
soy
yo a la espera,
abriendo
mi destino
en
esferas puras, plenas
ay
la tierra
vive
esta dorada
escolopendra,
sucesos
de huesos
arde
la compostura
afila
su beso de miel,
todo
queda en yacija,
derramada
hiel,
entre
grietas iluminadas
del
iris insomne
soterrando
verdades,
completando
liberando
sus cavidades
y
su dama oscura
naciendo
la noche
que
ya vuela,
entre
testimonios del pueblo,
que
pertenece a la tierra
y
sólo esta a su materia.
El
Castellano
Vieja
escuela sembrada:
Cierra
los ojos
es
nuestra creencia,
por
la que no hay
rosa
sin espina,
línea
de destino,
déjame
sembrar luz
en
la retina,
que
caiga mi gota
quebrada,
viviendo
tus memorias
lejos
de la letanía
enroscada,
crepitan
los labios grises
entre
crujidos por despertar
leones
del nuevo día,
Noche,
noche
tus
minutos erizados vencen
pasan
las horas
y
las horas
la
misma pesadilla tejida,
en
vilo en vela
de
navegante sin mar
sin
barco, sin puerto,
viviré
una vez más
esta
soledad del párpado
despierto,
muy
alto, muy hondo,
todo
se retuerce en sol mayor,
hasta
la cima
me
verán cabalgar,
resume
este papel
un
furor oxidado,
soy
yo, soy yo su raíz
que
ni yo mismo entiendo
dichos
soterrados en alma difusa
en
corazones sedientos
su
fría caricia entre espadas
ni
yo hago empeño solariego
ay
la tierra perdida de tu raíz
quien
osado sólo la viera
de
viva materia rompiéndose
sucumbiendo
sobre los filos hirientes
hondas
espumas
riéndo
en camino vivo,
en
un sentido
con
bordes de rosas y cebollinos
y
senda de espinos fugaces al alba,
brotando
imperecederos
que
enriquecen los pliegues sembrados
de
esta mi sonrisa
de
esta voz en calma y en tormenta
de
desnudos sigilos
que
te nombra y nombra
si
no estás lo hace sin cuenta
Poeta
Haces
la ruta sin pena ni sangre
que
no sea portada en tus venas
de
solana hacia el sol
en
un ovillo giras en tornasol
allí
donde sus esposas
amarillean
y tu sien gotean
en
canto al amor
alzado
en rayo de Thor
será
un caracol
cuando
nos vamos
solos
sin nosotros
con
o sin Dios
nació
un vespertino albor
ocultando
el dolor
secando
lo que plañía
la
sin razón
Se
duda entre las cosas
por
la vaciedad de las cosas vacuas
de
fátuos alambres en fanal
hoguera
del hambre
de
oblícuas espinas
y
los nuevos castillos
que
sin su castellano chozas son
destruimos
si
nos miramos
vencer
o vencer otra vez
Oh
raíz
ay
de tu tierra que te vio nacer
qué
guardas
en
tus bases en las grietas
que
te clavan que estiran
tus
lágrimas del ayer
que
no nos dejas ir
por
caminos distintos
a
los limpios valles de oscuridad
reposo
y sosiego que clava el camino
¿Será
cómo es
por
siglos
de
siglos?
De
este tiempo oxidado
que
latirá el son
con
forma de tu siniestro corazón.
El
Castellano
Cristal
silvestre:
Ámame
como se ama a la vida,
porque
te amo en caricia
sin
despedida,
tú
que eres como la noche
en
subrepticia,
yo
contemplador extasiado,
por
el fulgor que se abre paso,
Fin
del diario,
este
es el momento,
que
se queda para descubrir
la
expectativa
del
vivo hacia la vida,
todo
cambia y yo lanzo
mi
destello sembrado en mis ojos,
susurros
en letargo
abiertos
al destino parco
estoy
en tierras de la luna,
abriendo,
tornando bella
su
distancia,
todo
sembrado
de
quien yo era,
esta
mi raíz que canta
plena,
sacada,
cortada
de su tierra,
para
nunca olvidar,
alzada
a tormentas del tiempo
y
su etéreo desliz envuelto,
en
las calles
de
los sueños rotos
un
pasado que dejo atrás
estoy
joven para estas nuevas visiones,
existencia
clavada,
al
crepitar enroscado entre arterias
de
alambres,
y
su perfección
erizados
gritos liberados
hay
que pagar el precio
de
ser mejor que este talento,
avanzo
lento,
me
abro por el fuego,
y
no hay sangre que no me deje
envuelto,
miro
dentro de tus ojos
buscando
mi respuesta,
el
sol se está enterrando en tus cabellos,
lima
este nervio
que
llegó su escarcha
siempre
aparte,
siempre
en alarde,
hasta
yo encontrarte
encontrarme
yo
en
los sotos de tu voz
hasta
ser yo el alarido con nombre
de
sol, ser por siempre
ser
para siempre,
ser
siempre,
y
Siempre llevar mis apellidos,
Siempre
quemándome
en
resquemor intransigente,
precisión
de mi duende
llamado
amarte.
ARTE,
condenada
mi sombra,
a
este precipicio
que
despeña la letra,
a
través del umbrío páramo
de
esta piel y su yermo bosque de vida,
sigo
la estela
vocecilla,
elevada sin razón,
porque
sí me sobra corazón,
soy
yo mi murciélago de nácar,
vuelo
que giro el infra-sentido terrestre,
y
me quedo en vilo,
es
glorioso este sino,
haciendo
el amor con los sentidos
en
el saco desdoblado,
de
mi realidad soterrada,
destapo
que descubro malvas
del
sueño taciturno
que
conduce a contemplarte,
bajo
el sigilo de mi araña,
y
su tela irisada,
en
extasía de espejos carcomidos
sin
dueño,
que
no sea sinestesia
del
cuadro de visión
llamado
visión enardecida,
por
la que mi ciprés
tiene
tacto a caricia desnuda
y
mis caléndulas caminan
con
sabor a deseos de rubor.
El
Castellano
Quiebro
en dicha descrita:
Muero
por un beso
aquel
sembrado dirá que vivo
vivo
por un querer
cruel
del destino
condena
de una pasión
que
creó tu pestañeo
al
dejarme ver
tu
cielo encerrado
ese
que liberado
jamás
me abandonará,
fijamente
tres minutos,
y
morí con tu pestañeo.
Demostró
que fui y soy
importante
para ti
y
que a pesar y muy
a
mi pesar de los problemas
problema
no es mi apellido,
seguí
en tu mirada atrapado
hasta
que la aguja
de
aquel reloj de pulso
se
paró al pasar ciento ochenta segundos
mi
cambio de vida
cuando
consumí
medio
giro al decir
siempre
te amaré.
De
este resquicio vivo
yo
traigo la flor,
en
competencia
de
ilusión que marcó
esta
hoguera sin pena,
eres
tú soy yo,
flamígera
condena,
por
el párpado del cielo,
por
mi astro soslayado,
que
yo sólo encuentro cielo
en
tu mirar encandilado,
soy
un muerto con vida
si
no te tengo,
y
este firmamento
se
me cierra seco,
muchas
cosas erróneas
en
mi vida
que
no hay tiempo para la sombra,
no
hay tiempo para tristeza,
ni
para la vida quieta,
porque
todo resume
en
buscarte a ti
mi
vida completa,
si
este corazón es un tiesto,
quiere
y te quiere a tu persona,
enraizada,
plena,
resplandeciente,
como
el brillo,
como
el halo,
de
tu limpia, dura
sonrisa
de perlas
en
océano de resurrección
descubierta
en dicha,
mía,
mía sin despedida.
El
Castellano
Tordo
acompasado:
En
el océano de este mundo
abierto
al cielo,
vive
el cuervo,
por
el desvencijado respiro mío
avanza,
mece y sostiene
un
tiempo en réquiem de espadas,
por
aquellas voces que sordas
laten,
se descubren, alzan,
se
quiebran al paso de altares de hueso
por
mis atardeceres de murciélago
voy
ciego al calor del astro,
siente
mi caricia de pájaro
esta
vida en un verso,
alzando
nuestra luna de acanto
y
alabastro gimiendo el ocaso,
azabaches
ensortijados, derretidos, extasiados
por
el sendero despierto,
por
el cauce que trae la vida, la mía,
ojos
en resplandores dorados al tacto
de
mi astro soslayado,
mi
azar es sembrado
vida
de vida
late
esta caricia
no
hay retroceso ni regreso
todo
está bajo tierras germinando
por
la rosa de su pelo,
tu
sangre me colmó en beso,
nuestro
cielo de amarantos
fiel
al respiro que alcanzó a ver
la
belleza en noches de miel,
respira
abre en ambrosía mi vida,
en
este horizonte dormido
quiero
ser de la piel resquicio,
que
no me sientan perdido,
quiero
ser Siempre tu sonido que acompasa
que
clava olvidos
en
despertares rizados que consumen
la
retina y sus astros,
todo
lo que anhelo es la verdad en silvestre flor,
tu
eco alto que no hay pájaro sin nido,
esta
noche será distinta,
el
comienzo empieza ahora,
mi
sueño de araña
que
todo lo tejido
recompensa
trae a lo sentido,
un
avance de mi sangre,
ven
al nirvana del ruido,
anticipa
nuestro solsticio,
Yo
que amo en mimbre de esparto
y
verde espiga de trigo,
fiel
comando el suplicio
de
los valles de mi sombra
displicente,
enamorada.
Encumbrada.
Sostenla
sostenme de la pestaña,
me
nacerá un alba,
marcho
través del hielo,
su
azul en la mirada,
estoy
sembrando mi escarcha,
y
que venga y queme
este
laborado tiempo,
que
yo nací del viento,
alguien
está llamando
oscuro
este romance
entre
las malvas del cielo,
se
escucha mi nombre,
tengo
que cerrar este hielo,
colgando
mi estampa
del
árbol de las cenizas,
y
que nazcan ojos de tierra
de
este hueso,
que
seguiré soñando
que
fue sólo eso
un
sueño en despierto umbral
de
mi alma y su protectorado.
El
Castellano
Cercenada
razón:
Ilusoria,
despierta, vespertina,
trepando
lúgubre escala,
iris
destartalado, ansiado
cubierto
de cromáticos azares,
por
un metal afilado va venciendo
a
este brillo irisado vestido
de
crueles destellos,
raspados
destellos
de
todo lo que dejó de ser,
reflejos
sin nombre
ilusiones
de este alambre,
rizado
con hilos que gotean sangre,
despierta
mi pesadilla
queda
asomar la dicha
y
mostrar esta araña,
fulgor
desnudo al fragor
de
transparentes cristales
que
enamoran los hielos
que
febrero siembra abiertos,
si
estoy despierto se equivocan,
nazco
que traigo
un
cesto lleno de sueños,
se
derrite mi estampa
quieta
colgada del árbol
donde
hago peticiones,
y
que este forraje
se
desprenda de mi humor,
no
me desalienta,
he
crecido para brotar
más
duro y recio
que
el esparto del monte,
traigo
mortandad de idea,
en
letra extasiada
al
filo de verticales escarpias,
soy
yo encargado de esta acequia,
que
ni el más osado
pedirá
que se calle,
alzo
su valía
en
desgranada espiga
que
rompe mi silencio seco,
si
no soy gente lo demuestro,
enseño
a mi tinta
a
no pertenecer
a
este mundo de yertos,
mejor
que qué cosa
mejor
que la opaca suma
de
alientos que se creen
tener
originalidad,
de
su umbral
prendo
a cerilla
todo
sembrado a diario
de
vacía voz,
yo
repleto no soy yo,
soy
su extasía floreciente
de
imagen y su prima
clavada
en alfiler sin cabeza,
como
un grito de letra,
y
mordisco de fiera,
que
deslicen décadas
que
seguiré siendo yo mismo
entre
grietas, entre esferas
quebradas
y su olor
a
flores desnudas,
que
yo sé lo que hago
si
no ni lo haría,
noche
corría marcha atrás
esperaré
su madrugada
soy
taciturno con huerto de luna,
y
siembro un quién contra mí,
estoy
brotando,
no
hay miedo yo soy el miedo,
fiera
de esta hoguera,
llamada
esperanza,
tengo
una llave
y
no soy cerrajero,
abro
este corazón
y
despierto su dragón,
hasta
acabar de una tajada
con
mi sana razón.
El
Castellano
Cruzada
ojera de luna:
Había
sentido
Bravura
repleta
no
tengo ojos
tengo
lágrimas de cristal
al
iris en belleza consumada
nadie
te alza
tomas
tu lugar merecido
jamás
colmada
siempre
rebosada
de
lo bello a lo mejor
sembrado
ojo por este ojo
me
late me arde una simiente
para
el campo de tu alma
vida
yo vida no tengo
si
no se dirige en mirada
a
mi letanía, certera amapola
desde
el 2008
jamás
en súplica mecida
por
este arrojo
en
mi pecho sembrado,
viva
y descubierta en este tajo
repleto
de lo bello a lo bonito
de
su interior decretado,
yo
hombre de sangre
siembro
este sortilegio
de
espadas por si llego
a
su alma
y
liberar libro sus ataduras,
por
soñar soñó la primavera
que
mis flores eran de ella
yo
reviento y exclamo
que
son de amapola bella
mi
maestra en furor de espigas
nacida
solo
tengo un corazón
y
es suyo mi dama,
dama
blanca
doncella
escarchada
de
esta vida a esta mi viña,
yo
dulce muero despacio
por
llenarla de esta dicha,
seguiré
en pie porque ella
sigue
viva enraizada en este latir
para
yo con amplia voz decir
sin
ella no hay vida ella es mi vida,
El
Castellano
Negra
noche sostiene:
A
veces me rompo,
a
veces me pierdo,
y
el mundo reverbera,
se
extingue
por
oscuras alas
enlutadas,
quieto,
más
tranquilo
que
un yerto,
hago
mis miradas
a
su pasado,
no
me asustan
sus
dulces espantos,
estoy
nacido
del
hierro de mi idea,
labrado
al fulgor
transparente
de
mis campos
de
soledades,
es
por este tiesto
que
jamás abandono
lo
que siento,
y
que mi flor
en
vena me muerda,
trepe
por mi vera,
hasta
sentir que yo
estoy
encumbrado de la fiera,
justo
aquí justo allí
sólo
para servir,
rayos
y azares
de
consecuencias,
como
flores cabalgando estaciones,
al
iris lunático sembrado,
hasta
atravesar su corazón de cuarzo,
es
por este azabache
por
el que vive la noche,
suena
de nuevo mi caligrafía,
y
para esta lluvia
todo
valía,
soterrado
mi latido
queda
decir
que
consumado
estallaré
sin cuantía
borbotones
que
sangren esta luz
intransigente,
el
Sol afligido
me
nombrará su allegado,
hasta
sangrar
retinas
indiferentes,
hasta
cabalgar sienes
y
alientos helados
de
espantos,
hasta
yo trepar
de
mis arañas en sus cuartos,
enterrando
esta noche negra
dando
inicio a mi condena
de
vivir por ella,
porque
valdrá la pena.
El
Castellano
Las
vidas que traigo yo:
Era
esta araña
como
un Sol ferro con casa,
era
como un encontrarse sin despedida,
por
qué,
porque
yo empiezo esta obra,
camino
destrenzo este campo,
me
desmigajan a mí
sus
flores extasiadas de difunto,
para
decirme
que
lo suyo es de todas las estaciones,
como
hacer el amor
con
azares alados y soldados de los campos,
que
su simiente no es vida de un día,
yo
digno de admiración
digo
que me adopten
pues
soy familiar
así
no tenga savia
tengo
sangre carmín
y
mi simiente escrita
dura
lo mismo que dura
la
tierra sosteniendo vida,
desnazco
de la hoguera
al
crepitar del rayo luminoso
no
soy como él invencible,
pero
me cincelo mas recto y recio
que
un hierro de carne,
sotoventos
atrás
las
montañas hablan con la gente,
que
sin ciudad no hay gobernante,
sin
poesía no hay mundo ni creado ni
ni
por crear,
más
duro que los montes,
cabalgo
esta letra
flamígera,
extasiada,
al
son de una espuela escrita en bronce,
digna
del brillante metal puro,
para
yo decir yo aquí
me
he curtido y tejido duro.
El
Castellano
Oscuro
haz, luz sembrada:
Larga
sombra me abarca,
larga
sombra me abraza,
larga
sombra que me envuelve
yo
quisiera meterla en un mundo más bello,
yo
quisiera librarla de hielos que aguardan,
quisiera
retornar a un mundo que era negro
sumergirme
más profundo que los mares
y
encontrar mis verdades,
yo
quisiera fundirme fraguas de hierro
ser
justicia izada de ser en luz intensa
pero
ya no siento nada,
asolada
mi estirpe con nombre agujereado,
yo
camino descalzo sin miedo ni quietud,
sin
estos clavos que me impusieron
camino
lejos, lejos sin mi nombre
por
si despierta mi azada
con
la que sepultar al Miguel Esteban
que
no nació todavía,
por
si una dicha me aguarda,
no
osarán en buscar portentos
a
esta larga sombra que avanza,
no
cambio sus males
solo
servirla flores silvestres
así
enamorada torne princesa de profundidades
hada
dueña de la sombra,
hada
fiel de embeleso en umbrales
por
tragar esta mi tierra
que
me avanza la despedida,
cuántos
pájaros volaron
para
ser único pájaro enfundado en trino,
rajado,
ultrajado,
cuantas
notas se escucharon
hasta
ser estrofa de agua
por
todos los que estuvieron,
al
acecho yerto de esta sombra mía,
que
no posee medida,
solo
una senda deshaciendo lo trazado,
al
firme astro alzo mi perplejo
por
toda oscuridad que fusiló mi partida,
me
apodero de este jardín
de
mi sangre sembrado,
para
latir en espejo asomado,
y
que viva siempre, siempre
esta
sombra fría, vacía, llena en soledades,
completa
sin tapiales, hueca de mi carne,
despeñada
en vivencias soterradas,
que
yo alzaré para sembrar en ella
esta
vida que yo le debo a ella,
para
que viva siempre mi luz
tejida
con ella,
hasta
erizarla
y
que me responda
cuando
nombre a la belleza.
Que
sin ella queda sin aliento.
El
Castellano
Agua
de arteria:
Déjame
mirarte dentro de mis ojos
que
yo limpio, sereno, yo pena ya no arrojo
hornea
este fiel abrojo
que
ya no sienta el pecho en rojo,
libre
ajado de suave caricia
de
endeble espina
solo
te creará cosquilla.
Por
estos lares insospechado,
por
estos surcos sembrado,
de
boca, pecho y guadaña,
sin
su hoguera no es quien era,
déjame
latir a espera
de
vivir dentro de ti
como
vives dentro de estos ajuares
de
gato de hombre dichoso escarpado,
como
siembra y su despertar en mayo,
libérame
de ser quien no soy,
porque
seré agudo, afilado
rizado
como metáfora
en
flecha de silencio,
yo
por ti seré quien quiero ser,
tu
orgullo tu inocente servidor
que
solo posee estos ramilletes versados,
abriendo
al verdor de todos los campos
hasta
llenar tu dicha
del
color de las flores de valle,
para
vivir en esa orilla
en
esa casita del río
llamado
tu corazón mi señorita linda
mi
amiga no puedo embellecer
la
belleza es usted.
El
Castellano
Solitudes,
procesionarias descendientes:
Alma
vuela entre aciagas espadas,
de
flamígeros astros
y
su radiante, desnuda compostura,
ancla
etéreo gozo
cuando
soy de mi sombra
y
la sombra es de mí
como
proyección de mi luz,
como
condena a ser siempre yo,
quien
partió su destino por la mitad
para
disfrutar por doble vez,
devuélveme
a la vida
me
siento más vivo que ella,
puedo
sentir un puente de la distancia,
alzo
radiantes esferas
el
sueño y su verdad
entre
solitudes heladas,
su
fuego azul y mi enervada amplitud,
lluvia
cae y sólo puedo soñar que soy gota
para
deslizarme para fluir
esperando
evaporación,
ángeles
atrás soy más pleno
que
la sangre en mi vena,
esperando
que mi sombra
se
haga luz y su luz centellee a borbotones,
de
que soy pleno, digno, como el crepitar del rayo,
como
el gemido de la tormenta,
como
una vida relamiéndose el alma,
cuánto
tengo, cuánto deseo
pregunta
si me falta algo
a
mi estampa repleta, recia,
materializada
de mí,
clávame
filos y luces
yo
soy la noche,
siente
la noche de mí,
sin
astros, sin lunas argénteas,
soy
la noche de mi recipiente de sangre,
cruel
metamorfosis
de
crisálida superior llamada carne,
brotarán
simientes
brotarán
estos rayos de aura,
todo
lo que sembré en mi interior
brotará
abriendo mi virtud descendiente,
mi
bondad,
la
gentileza en aspas,
el
fuego de pasión,
la
máquina de este corazón,
hago
libre el dulce suplicio invernado,
y
su tormento nacarado,
mi
poder intangible,
mi
soledad incombustible,
yo
quiero decir:
-Hay
luz en mi hogar.
Océanos
abiertos donde resurgir,
todos
los días que te esperé
hasta
hoy decir:
Te
seguiré esperando
porque
sin ti no puedo finalizar
no
puedo salir,
de
esta metamorfosis ni de esta larva,
la
que no se arrepentirá en los jamases
de
devorarte completa mi mujer,
y
algo que elegir
de
esta edad que no se elige
el
sosiego, la calma
que
perderás conmigo,
para
yo sembrarte la felicidad,
energía
de este tren de suspiros
y
procesionarias.
El
Castellano
Hombre
lejano yo:
Hoy
abre su pupila
una
mirada energizada,
abre
mi retina mi profunda luz,
clavando
en mi mitad
una
serena claridad
radiante,
profusa, abierta,
mi
destino danza en las sombras
mi
ser de luz estalla al fragor
de
esta luna apagada
y
su eclipse de penumbra,
de
umbral nacido
en
madre oscuridad,
y
su latido que alcanza el soñar,
de
mi vieja escuela,
párpado
en ocasos sembrados,
cabalgo
a la novena estrella
por
si yo la alzo a ella,
recuerda
tu creencia,
desnudo
su ámbito en mi hoguera,
abre
la puerta,
pasará
mi resguardo efímero,
su
disparo de letra,
surcaré
tu infierno,
te
rescataré
en
un beso,
sí
yo seré grande como el sol,
mi
cuclillo te dirá
sentidos
granates me trepan,
porque
soy mentira,
soy
tu mentira rizada
de
que no puedes ser feliz,
y que este alma lata,
necesito
el brillo,
romper
la línea,
avanzar
mis filas,
seré
resquemor y sangre de espiga
en
tu pelo,
seré
yo sin prejuicio,
orgullo,
beldad y mentira,
realidad
y sueño en la grieta
de
tu razón,
seré
afilado como el corazón,
orgullo,
honor de este clavo
sin
tijereta de espejos
sin
casa, sin caracol
que
no sea amarte sin razón
porque
mi razón soñó
desde
que te encontró,
al
fragor de ascuas preguntó
si
el destino clavó
y
yo desentierro hasta el miedo,
por
qué no puedo osar su furor espigado,
por
qué mundo
por
qué me tengo que conformar
con
ser hombre de lejanía
que
siembra sus silencios
en
su huerto de luces y rayos
de
luna, seré el espejo derretido
carne
de imagen consentida,
acércame
la caricia,
mi
mundo desvanece en letanía,
quema
mi petición fumando el cigarro,
y
que esta ventana me arranque el alba,
espectro
soy
del
vivo silencio enjaulado,
mi
ternura consume el Sol,
por
esta reja,
por
esta cerca,
por
este tapial,
mi
yedra nace
para
más alto escalar,
esta
fiel atadura cristalina
sulfura,
visita la inquieta estampa
azogada
en énfasis de su compostura,
para
nunca olvidar
para
nunca más pronunciar
mi
propia lejanía.
El
Castellano
Brotando
de raíz:
Dentro
miro, florece el álveo,
un
iris marcado, trenzado en espiras
fuego
y su volátil marca de luz,
si
nacer acaso partirse pueda,
sería
una hoguera de purpúreas
y negras llamas, sería un camino denso,
como
el crepitar de la forja
duro
y endeble, maleable y quebradizo,
fulgente
y voraz,
al
encuentro de mi nuevo crepitar,
y
volver a nacer del fuego
con
su lengua que me sostiene
como
la primavera a las flores,
desnazco
hoy para volver a morir
y
crearme de la nada,
ni
la espada más aguda podrá
guardarme
el filo,
agudo
y ágil, duro de escarpia helada,
ojo
de mi ojo,
carne
de mi azada,
sol
de los campos,
agujero
de luz,
alma
sin nombre ni alarde,
lo
siento mundo
soy
invencible,
de
mi pestaña nació una nube
lloró
tinta, mi sangre esquiva,
he
creado vida
sembré
un alarido de simiente,
le
contestaron el verdor y énfasis
floreciendo
silvestres caléndulas
un
latido me alza
partiendo
sombras,
soy
pleno, completo,
y
nombre puse a ellas,
tenían
sabor a bellas hadas,
brilla
este agujero del cielo,
cuelgo
mis suspiros en verso
acaso
bajaran,
pozo
de mis recuerdos
en
verde musgo
mi
fantasma muerdo,
de
una espiga floreció su vida,
de
una espiga traigo la sangre,
de
una espiga ríe el granate,
ocasos
ocres, misterios en copas azules,
me
bebe su cuello
la
esencia erizada,
la
belleza desmenuzada,
por
el dragón de mi fría fuente,
no
me verá caer la lluvia,
sólo
ella y a su poder
alzo
esta tinaja,
inmortal
me lleva la acequia,
su
verde limpio, sus florestas destapadas,
me
bailan rizándose en mi pecho,
sus
venas labradas
entre
su cuerpo de tierra,
no
me pisarán nunca jamás
mis
luces sembradas
de
mis caléndulas arvensis,
mis
silvestres flores de difunto
con
las que recuerdo
que
la vida
es
más corta
que
el paso de la muerte.
El
Castellano
Acampado
macizo, verso y entraña:
Señor
sentido granate,
violeta
malva
de
este sueño cabalgado,
vuelvo
a ser yo
en
la sombra de tu corazón,
quieto
en las aguas
silvestres
aguas
vida
para ser libre,
miradas
a un pasado
que
se hunde
que
emerge en las bocas
era
yo ese yunque atravesado
de
este alma que no elegí.
Compostura
arde
el
ojo y cabeza de la aguja,
compitiendo
conmigo
destrenzando
la sangre
de
este horizonte estirado,
parco, exasperado,
todo
cuelga del astro,
yo
no estoy despierto,
esta
vida derrite
mi
osadía de cuervo,
por
lo que quedó sin decir,
tus
mentiras eran erróneas
de
un océano abierto,
este
lo cruza mi hombro.
Este
invierno grita en frío,
mi
vida comienza a sonar,
todo
empieza hoy,
mentiras
lejanas
verdades
silenciadas,
vida
del humo en esta espada,
en
esta esfera desdoblada
soy
yo quien habla,
de
sus lagartijas refugiadas,
estoy
haciendo
una
creación del rayo de sol,
atravesado
por mi línea,
esculpiendo
abrojos,
de
clavos ilusorios,
Yo
hablé con el fuego
dijo
estoy creando sombras,
sigo
vivo en esta hoguera,
con
este destino criminal
de
crear el demonio que baila,
rodeando
mi cara,
este
crisol de cuchillo
y
esta escarpia acrisola,
encargado
soy
de
abrir la acequia
sí
de mi tiempo,
a
veces quieto,
a
veces sin vuelta atrás.
Nací
de una almendra
estoy
más estable
que
una semilla,
sin
brotes de mí.
Dime
árbol mío
si
todo lo di
en
qué fallé
yo
nada esperé
y
solo tuve cariño de una sombra,
que
me habla en poesía.
Seguiré
mi curso sin mi nombre,
y
que mi sangre sea que abre
en
claridad de todas
las
flores del valle.
La
vida se pasa mejor en compañía
si
no es así
que
el arte me envuelva
en
su ala caída,
yo
fiel lo elevaré,
alzaré
fines y comienzos
de
su letra y piel,
lloveré
noches con poesía,
sembraré
versos como puñales,
la
sed querrá beberme a mí.
Ni
superior más que la perfección
yo
tendré,
estallaré
el gozo
en
la retina
de
mi despierto Lucifer,
para
esta vida
y
todos mis gritos
que
vengan.
Yo
seré el árbol de mis cenizas
alzado, enarbolado.
Sagrado.
El
Castellano
Sangre,
timón y vela:
Aguardo,
tiempo atrás
mi
sombra volvía luz,
esperando
el momento de nuevo,
de
cruzar la línea
dentro
de la noche otra vez,
todo
lo anhelado
todo
lo cruzado
frente
a mis ojos está,
detengo
el horizonte
agoto
espirales, sueño alto,
todo
lo conseguí en su mano,
aguja
de esta aguja que abre,
y
soñó conmigo su primavera,
que
era la primera,
hablaba
la margarita,
bajo
estos pies
tierra
siente,
bajo
los pies la sombra
latiendo
está,
lejos
cruzo la senda
y
el nervio se afila cual cuchillo,
metales
de metales hieren, voltean
este
surco labrado del ansia,
un
soplo y se difuminó
un
soplo y se dibujó
su
estampa quieta, etérea, inamovible,
cual
ascua de llama que no se consume,
carne
sin carne
sólo
piel de mi deseo, perpetuo
avanzaba
sin aspa
me
encontré con mi templanza
era
mi camino
era
mi ascua.
II
Esta
es la luz, siéntela
lanzándose
afuera,
cruza
mi barrera
polvo
de estrellas,
cada
día estampa quieta,
cree,
viva esta materia,
quédate,
mueve líneas,
avanza
filas,
nunca
te dejaré marchar,
vida
para el vivo
y
nunca morirás,
no
te lo permito
mejorará
tu huella escrita
vivirá
este haz,
cada
día, cada momento
eres
lo que siento
algo
para nunca olvidarlo,
escalando
este sol,
corriendo
este alma
espejos
y cristales tiernos,
un
cuarzo de lustre olvidado,
pasados,
años atrás,
un
día amarás decir
he
resurgido de mis cenizas
de
quien yo era,
buscando
paz,
sosiego
rizado cabalgo,
nada
torna lejano
resurgiendo
contigo,
palabra
y torna vida
esta
jara de azares traspuestos,
al
brillo a esta escarcha que me habita,
es
el final del miedo desenterrado,
morderé
la estrella,
perderé
mi control
encontraré
mi camino
dentro
de la luz
fuera
de la noche,
rompiendo,
quebrando,
alzando,
alzándome,
y
no me detendrás sin tus brazos,
mantenme
fuera, nunca podrás
sin
tus brazos
sin
tu abrazo.
III
Estados
de tu mente,
que
estoy esperando resplandezcan,
muchas
noches
en
vela, con timón y pluma,
todo
comienza a sonar,
la
lluvia baja arriba,
es
la vía que la mentira se marcha,
camino
mi manera
estudio
el ocaso,
comienza,
se abre la tijera del cielo
para
ser hoy todo lo que quiero,
me
mantendré a solas por ti,
así
me lo clava la sangre,
que
aguarda
que
dibuja todos los cuadros
de
mi creencia,
de
mi serenidad,
no
puedo ver el blanco sin ti,
todas
las retinas para mirar,
pero
solo este corazón
para
sentir.
El
Castellano
Retina
de ocaso sostenido:
Febrero
2016
No
me desanimé,
estoy
flotando hasta la luna,
mi
soledad está comiendo mi tiempo nervioso,
y
por la mano estoy caminando solo esta tierra.
Un
cuchillo de hierro se eleva,
para
estos sentimientos sueltos.
Oscura
mi vida,
con
ella nada de ella es posible
en
mi mente
esta
clase de locura
corriendo
por
luchando
por el acero,
descubre
mi falta
desatendiendo
mi muelle,
una
vez más
no
me despiertes
sólo
recuerda lo que dije,
no
me despiertes
no
puedo sentir en este silencio,
si
usted está allí,
estoy
muerto.
Nunca
ha sido tan fuerte,
sólo
recuerda quien envié,
solo
recuerda quien era yo.
No
me rompas,
La
luna, las estrellas que estoy tocando,
para
descubrirme
para
descubrir que no me siento de nuevo,
soy
dulce perdida
en
mi camino,
descubro
que estoy muerto.
Levántenme
hasta los insensibles,
abajo
orando los cielos,
el
producto es mi vida silenciosa
hasta
las noches oscuras
de
dolores,
la
única diferencia entre tú y yo
me
siento en la noche oscura
porque
mis ojos no se abren
y
ver mi vida en negro,
estoy
muerto por este tiempo silencioso,
respalda
tus sentimientos,
no
camino más tiempo,
y
miro mi tiempo,
disparar
y disparar la luz.
Sólo
tú eres sólo yo,
la
línea es para siempre,
en
sumisión,
ardiendo
el infierno
rodeando
mi vida otra vez,
ocaso
acolchado de la primavera,
es
hora del grito otra vez,
para
este cielo,
todas
las esperanzas que llegan a la tierra,
río
de mi sentido,
ángel
congelado
yo
soy el hombre
hermosas
mentiras de ti
crece
tu corazón
dentro
de mi cabeza,
nacido
de nuevo,
llama
a mi puerto para cerrar,
tú
eres mi mar y mi barco,
alcance
silencioso, imaginas todo,
travesía
cerca, un cauce de sangre
estoy
comenzando ésta,
puede
sostener mis brazos,
la
noche vuelve a sonar,
mi
tiempo de matar el dulce tormento
de
dolor,
y
mi ternura flotando por,
actualizo
mi destino,
yo
soy para siempre,
soy
tu calor
estoy
caminando por tu calle,
abiertos
estos cielos y su calma,
volar
otra vez dentro de mi cerebro,
se
bebe sangre
por
mi vampiro en la vena
ojos
bonitos,
hermosa
boca
es
tiempo para la eternidad,
yo
soy para siempre,
pasado
mi tiempo en la piedra,
ojo
roto en el hielo,
mis
ojos en el fuego,
queman
el cielo de nuevo,
voy
a su aliento,
voy
a su fuerza,
ojo
ciego
mi
silencioso sueño de ti,
mi
espíritu vuela de nuevo,
agua,
fuego, tierra, viento
mi
alma está creando un nuevo reino,
lleno,
sombras caminan sin parar
es
mi poder de la luz
dentro
de esta noche.
Permiso,
siempre lo haré en tu sangre.
El
Castellano
Umbral
al destierro:
La
sombra salta,
se
acurruca en el crujido
de
este hueso,
nace
un campo de espinas
dentro
mi último filo proscrito,
y
se va a las filas,
sonriente
fulgor entre sienes,
sopla
y sopla
no
borrarás mi sombra,
se
construye el puente
de
los ojos abiertos,
espinas
atrás te recuerdo,
puedes
encontrarme
en
la sangre sin vena,
en
el café de mi destino iluso,
sopla
y sopla
no
alcanzarás mi oscuridad,
alzo
este mi parco latido,
cumbre
tras cumbre deshojado,
clavando
su rosa y su cuchillo,
estampas
del viento
entre
párpados del aire,
vente
a la negra estación,
este
invierno azul se escapa,
entre
pájaros dormidos,
entre
riñones de nubes,
y
soles de cerilla,
abro
esta legaña
justo
para llegar
donde
el tiempo acaba,
y
se marca la noche sin luna,
un
descampado en el cielo,
una
espiga
y
una flor de sangre,
complemento
perfecto
de
este alarde,
una
nota fugaz,
al
compás de un transparente trino,
arde
un sí bemol,
barreras
esquivas
y
su caracol de espejos,
mátame
silencio si puedes
ya
estoy muerto clavado en tu vientre,
azoga
un vibrar de la soga,
otro
miedo que colgar
sí
del pescuezo,
temple
de mi sinfonía,
el
frío me está llevando
este
laborar sin panal
me
deshace,
quién
viene a esta rueda,
llamada
incógnita,
atraviesa
conmigo
el
centro de la llama,
abrirán
centellas
sus
pestañas iridiscentes,
por
toboganes de luces desteñidas,
tantas
mentiras eran cercanas,
adiós
color, adiós flor,
apuñalo
tus lucientes
hasta
encontrar retinas de ojos navegantes,
esos
por los que el brillo está desnudo,
y
la razón vive en un capullo.
El
Castellano
Crisol
afilado:
Un
iris vespertino
que
huye, escapa, se esconde
entre
fugaces simas
que
acrisola.
Late
en compás de labriegos
marchados
del aura,
de
su iris compañero
sortilegio
de destellos sin alba,
listado
irisado de surcos de latido
militancia
fulgente entre rayos
de
enervado tornasol,
naciendo
su vena tornasola,
como
parpadeo de cuchillos
en
el que habitar tu mirada,
algo
que anclar a tu sonrisa,
sin
prisa sin ancla
mas
que esta letra,
más
que unos ojos de infinito horizonte,
es
un amor que resplandece,
y
por tus labios crece,
cumbre
de mi filo
bastión
de solares
donde
el sol eres tú
mi
férreo astro
Que
yo soy hijo del mar
de
tu boca,
rezando
en el borde
del
renglón,
cantando
con un cuclillo
que
si la tierra se hunde
y
el mar se cierra
viviré
en tu entraña,
como
olmo de tu margen húmedo.
entre
solitudes fervientes
y
acuarelas de cielo
elevaré
mi te amo
por
si baja y seas tú
quien
lo escuche,
atravieso
océanos
déjame
ser como el último intento de la ola,
y
sembrar tu tez con mis versos de espuma,
afila
mi limadura,
salta
un corcel de vientos escarchados,
un
destino sin piel ni tela
un
marco alzarme
en
su corazón desvencijado,
ser
como el rocío primero
en
quedarme en sus labios.
El
Castellano
Aura
acompasada:
Azar
provocado,
algún
día despertaré
para
construirme a tu lado.
La
tierra plañirá
soles
descalzos
a
llenar con la imagen
de
tu vera,
los
ocres abandonados
lucirán
verdes,
rayos
de esperanza
habitarán
los ojos
del
lobo amor,
las
fauces sigilosas
saciarán
el hambre
de
firmamentos sin ocaso,
el
ser crecerá como espiga
que
florece a tu lado,
no
habrá dicha sin caricia.
Ni
versos sin corazón,
mi
sangre clama
que
fada,
mujer
de flores silvestres,
mi
ser te ama y llama
en
hoguera
de
retina encumbrada,
entre
los campos
que
la razón tiñó
en
flor,
por
si despacio
enraizaran
tu ilusión,
deslumbran
auras
bellas irisadas
al
fragor de ondas
bailando
tu interior,
me
derrito este día
para
alzar un grito
de
azul espada
hasta
cortar el cielo
en
colores a mi amada.
El
Castellano
Drama
en azabache:
Subordinado
al silencio
esculpido,
es una torre
donde
colgaban mis sueños
rizando
versos,
abiertos
en oscuros caminillos,
y
dulces pestañas insomnes,
era
una jauría abriendo
sus
fauces,
un
crepitar sin trino,
afilando
un estornino,
soñaba
la ola
que
el rompiente
acaba
en su azul espuma,
jugaban
mis dolores
en
un patio de perdices,
babeaba
el caracol
pleno
como si no tuviera
preocupación,
mientras
marchaba la helada
los
parajes que dejan
vellos
como escarpias,
allá
donde caléndulas silvestres
dejan
el amarillo del suelo,
hormigas
contentas
por
la cosecha pasada,
un
mirlo que es amigo mío,
dice
que el cielo siempre
es
el mismo,
el
solar de la era
escampa
sus brotes del verde
asesinando
a los ocres,
al
resurgir de las estaciones,
quise
sembrarme
como
se siembran
las
malezas solas,
como
una plántula era
aguardando
mi primavera,
que
me regocijase
la
paz y el sosiego
de
sentirme con vida
en
este planeta tierra,
mejor
que vivir estando muerto
y
que lombrices cuiden mis versos,
muero
estando vivo
sembrando
mi aliento
allá
donde miro,
y
que alambres cuelguen
esquelas
ajenas
que
sé donde voy
y
no es rumbo a fallecer,
recuerde
el tiempo
sus
espirales afligidas
y
estas cuchillas
que
trasquilan la temperatura
de
este invierno
que
no nací olvidado.
El
olvido fue que se olvidó
a
sí mismo,
y
era de grama el nido,
sostenido
este granate
de
párpado azabache
era
o no es, el silencio
de
mi noche.
El
Castellano
Rizada
espira:
Afilada
esta araña
esparce
el verso de espuma,
entre
una fiel madriguera
de
la letra y una despedida yerta,
acicala
sílabas,
en
el hervor de la sombra,
puede
verse el ocaso nacarado,
arrastrándose
la idea,
vengo
sediento
por
el oscuro túnel,
que
todo se hace verdad,
una
alimaña me brota la garganta,
hilvana
que hilvana
mi
sentir preso de la montaña,
al
verdor de enebros
y
sotos sin lengua,
todo
lo dije y no dije nada,
congelada
la mañana
quedaba
construir un paso
furtivo
del cielo que sujetaba,
llegaba
la hora
de
enterrar mis abrojos,
por
si despertaran de ojos verdes,
blanca
la idea conoció
un
suspiro de tres caras,
estaba
en el bando equivocado,
el
cigarro se consumía sonriendo,
el
frío era frío por así verlo,
todo
se retorcía
y
quería volver a comenzar,
vamos
eres libre,
eres
brotado de mi aliento,
si
tienes suerte no te enterrarán
ojos
incautos en su pozo de olvido,
puedes
oír y soñar
como
sueñan las fuentes
que
son boca,
como
la primavera sueña
que
las flores son sus hijas,
levántate
y alza estas penas
y
su recámara,
que
estamos casi a un mes
de
conocer la flor,
de
mantener a la derecha la vida,
de
romper la línea,
te
encontré, desgañitada la siembra,
era
un partir sin mirar atrás,
brazos
de hoguera
con
el ascua rizándote la cabellera.
Oscura
luz goteándome la tez,
un
segundo de largo
y
sonó un redondeado afligido
entonaban
entre alambres
las
sonatinas y su amarilla fauces.
El
Castellano
Carne
de metal:
Estridente,
vuela
que en su compás
se
borra, verde zozobra
al
caos que ahoga,
fulgurada,
metálica
clavos
que ahonda,
sensación
del cloro
deslizado,
en
un patio de cristal,
escondidos
gritos
avocan
su perdición
de
humo,
entre
colchones
del
sueño
que
llaman
a
la siembra
de
los cuerpos rendidos,
etéreas
sábanas
que
portan profusa forma
sin
ser más que ella,
todo
viene y se va
rumbo
al destino informe
de
la saeta dormida,
clavo
este ciempiés
de
una almohada,
yerta
iracunda
despierta
mi gripe
y
su migraña,
algo
que alimentar
bocas
aparte,
habrá
que hinchar
el
pétalo de su flor,
a
sílaba, verso, entraña,
me
sobresalta su mirada,
hay
que encender el ascua,
este
fuelle de vida
aún
me cuesta la estampa,
enamorado
fuelle inusitado,
cabalgo
hoy el astro,
encierro
rayos en un jarro,
para
esta tierra yerma,
helada,
germinen
mis simientes
enamoradas
y
enraícen sueños por cumplir,
al
sueño del estornino,
grajee
mi pico corvo,
corvino
de cuervo ensamblado,
ven
a mi manera,
la
adelfa muere
al
crepitar de la yedra,
y
la oscura campánula del día
abre
con azucenas de otro campo,
este
surco que lleva mi sangre
se
vence y me vence,
cogeré
del tiempo la azada,
y
sacaré terrones de disgustos
que
tornaban y me acompañaban,
no
había elixir sin ella, mi pena,
soslayada,
tentaciones
me
cuelgan de las pestañas
de
mi inocencia,
otra
licencia
a
conducir las carreteras
de
mis versos,
fiel
enjambre de pasajeros
de
los campos
de
la idea.
El
Castellano
Vida
de hielo ardiente:
Horizonte
de la caída de este solferro
a
reinar como una falcata de rayos afilados,
hondos
ojos fijos en solariega planicie,
donde
frías juegan moteadas las flores de invierno,
el
reposo de la vida que se fue a dormir,
como
un río de luz brotaba la escarcha,
un
diciembre tardío saludaba
con
sus manos heladas,
acariciando
estos campos redondos
de
cardos y caléndulas silvestres,
era
un día de hacer manteca,
a
mí el frío me hacía sentir vivo,
en
este soliviar traigo mi espada,
pongo
a sentir la tierra a mis versos,
que
con cepillos de grama joven
se
blanquea mi calzado,
viajo
en mi mente
por
el cuchillo calizo de la piedra
del
caserón terrazgo, abandonado
que
posee mi padre,
rodeado
por el fervor de pinos de monte,
donde
próximas hacían nido las atochas,
a
perdigones que son de la tierra
como
la montaña a su roca,
cosas
talladas puras como amaneceres
pulidos
sin grises hojas,
ola
rota mecen mis pasos
de
un mar olvidado del que cepas anclan
sueños
de vida,
del
terreno en el que grillos esperan
el
frío en sus agujeros
y
su despertar para morir al acoplarse
a
la melodía que teje la vida.
Avanzo
en este campo de víboras
para
ser yo como mochuelo recogido en su olivo,
como
mis pasos gorjean las carrascas,
todo
mi mundo reverdece
para
mí siempre es primavera,
y
mi bravura llora flores por mis venas,
hasta
tener del cielo
la
malva del alba
hasta
trepar las yedras del profuso claro oscuro,
del
cielo y su luna cuarteada de platas auroras,
me
nacieron simientes silbadas,
y
mis ojos enraizaron el campo.
El
Castellano
Forja
de mi sangre:
Avanzo
esta tierra abierta,
sangre
y lágrimas,
hundió
sus zarpas,
el
honor de la vieja luz,
vieja
urdimbre
en
venas de cristal,
venga
a construir
la
casa abierta de niebla,
abra
su puerta de oscuridad
es
mi mente,
que
como un azadón,
hunde
entre altos tallos
de
mis pensamientos,
muchos
días
que
me pensé sembrado,
pasó
mi negro caballo,
brillaba
este pantano,
entre
recuerdos de un alba
en
que no dolían
y
hacían flor,
lengua
de metal
hundía
sacaba terrones
para
oxigenar mi dolor,
anclé
mi sombra,
la
puse a dormir
entre
la grama,
brezos
y caléndulas la acompañaban,
barriendo
los campos despertó
esta
alma sonámbula,
con
el zumbar de abejas caminantes,
con
el soñar de las flores
que
eran mariposas,
avanza
mi surco,
cava
mi padre recto como su azada,
y
los veintisiete años que nos distancian,
es
su trabajo su azada,
que
alimentarnos desde la ciudad puede,
sueñan
mis versos
que
fueron construidos para luchar
luchar
contra la sangre del hastío interior,
flores
que brillaban sin desesperanza,
altas
miras en sus estambres,
un
polen de estrellas despiertas,
la
miel de este intelecto
que
abre sus grilletes,
que
asoma sus brotes
a
la ternura del cariño sembrado
por
venas de mi misma sangre,
amo
esta vida
como
no amarte padre
si
tú me sembraste.
El
Castellano
Sangre
de ojos:
II
Lámina
del cielo
tu
gris en estiaje
ángel
del cielo teje
macabra
sinfonía
lluvia
se derrama aplomada
por
su guiño de ala,
por
venas cavas, su quitina,
estrechas
vías consumidas
en
atroz entrega
del
mensaje del cielo,
sangre
de tierra en zigzag,
río
de caudal
por
arterias de arañas,
por
acariciar la flor del iris,
un
barco y una vela
un
puerto y una quimera,
una
vida de aciaga solar siembra,
verso
saciado cabalga
el
colchón etéreo del aire,
hasta
anclarse en valse,
sueña
el viento ser capturado,
atrápalo
en tu mano
y
en la otra derrámate como gota,
precipita
tu esencia bebe del cáliz
la
yaga de nuestro vino,
infinito
remansado en cuña de estambre,
es
un ojo de tierra,
es
una espera,
una
inmortales fauces,
la
canción con la que bailan las flores,
un
cariño de flamígera estrella,
un
armazón dorado de escarabajo,
una
casa de caracol,
ven,
ven conmigo soy aullido,
una
entrega de cuarzo llorado,
un
cuchillo de sílex afilado,
en
el trillar del campo,
soy
mis venas naciendo en un charco,
un
sorbo y soy fuego en tu mano,
gimo
y corro el vasto templo
de
mi perdida religión,
viendo
el devenir venir
cruzarse,
deshacerse, alzarse
para
acabar siendo tierra
del
inerte azar profuso,
mi
tinta se bebe un rayo solar
en
patita de un caballito del diablo,
mi
vaga libélula de mi suerte,
para
que siempre viva
esta
hormiga león
siendo
mi cosecha más que tus besos,
más
que tus rayos de sol,
siendo
yo del camino y el camino ser de mí,
irisada
vida en son de mis tambores
de
insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.
El
Castellano
III
Seco
y duro, seco y umbrío,
corría
el linde quieto
por
la arboleda despejada
daban
las tres y treinta
de
la madrugada que se marcha
por
oscuro diván de la sombra,
un
espejo tímido sonaba,
el
reloj paraba,
con
un grito de estrella,
su
alcoba fría en la que despertaba,
no
quedaba viento de palabra,
ni
pensamiento ágil que en eco no quedara,
lanzó
aquel espejo contra el suelo,
y
rápidamente sangró un borbotón de sombras,
se
abría la noche y sus quimeras despiertas,
brotaba
de su ceniza de pulmón,
el
irisado que la oscuridad clama,
quedando
para siempre
su
alcoba fría y vacía,
sombra
de aquel que sonaba una noche
que
ya escapa.
El
Castellano
IV
Fantasma
del tiempo:
Indivisible
fulgor ostentado
resquicio
opaco de la luz
con
sabor a fase de luna.
Invierno
de los ojos veloz
en
una gota de llama de vela
fuego
del fuego creado ensimismado
quiero
arder lo malo de la maldad
cuando
sin sombra ataca
el
humor de la sangre existente
si
voz tiene cuál fuese dicho ente
hablándote
desde la arteria
donde
el cuerpo helado busca
y
te busca verdad sin pestañeo ni apellido
sin
venas surca la ola tibia y oscura
que
nació sin viento ni mareada razón
de
océano de versos
camino
sin recorrido en yerto color
fulgente
de la estación sin mente
entresijo
de la mecedora
que
sensación sola la mueve
con
indicio de que la oscuridad me puede
fuerzas
que escapan
a
la razón del entendimiento
resguardo
de luz que por verla doblega
a
la insensata dicha escondida
que
grita y se engrilla en aquella orilla
distante,
que une y divide
ignorantes
y sumisos bordes
de
lo que existe por soñarlo
suspiro
ese suspiro del hastío
y
estío de mi río
escapándose
a mi legible saber
un
vencedor encontrado
círculo
perfecto del equilibrio
en
la locura nacido
en
la frialdad del respiro mecido
yo
te tuve, te sostuve
en
la risa que dio llanto
en
el llanto que dio risa
sin
motivo ni razón encausada
allí
donde la emoción era transparente
ni
necesitaba conciencia para ser
solamente
armonía que nadie te describe
porque
fui yo quien te tuve
brevemente
pero tu recuerdo pasará mi muerte
frío
recuerdo de honrarte tan malamente
sin
saber describirte
indiferente
si vuelvo a encontrarte
porque
eres lo más inusual,
te
buscan y imposible de encontrar te vuelves
de
la suerte llamada casualidad viniste.
Vengo
del nacido sin nombre
del
que hace lumbre del alarde del hombre
del
espíritu parásito engendrado
y
el veneno de mi sangre
te
llegó a donde el camino se abre
a
infinitas escaleras interminables
donde
el surrealista se raya la mente
que
del caso cuelga el Sol en cruz
en
la pared del diáfano enervado calmo cuarto
marcando
las marcas de los arañazos de su luz
que
en negro dio su astenia quietud
horarios
de su ser perdidos
en
un atardecer que ya fue
en
el azabache de mi bolsillo
sus
sombras que recorren mi pasillo
me
entretienen para ser fusiladas
al
encender la luz,
no
puedo creer el encontrarte aquí
inerte
arte del único poema que vale
por
no tener nada comparable
beso
mis sueños que el oscuro espíritu
por
no tener color arde
no
quiero darte a entender
ni
que seas adjetivo ni valoración
solo
lo inerte de lanzarte al río y donde llegues
o
lo creativo de guardarte en una caja
y
enterrarte en el jardín,
para
que te crezcan malvas,
es
interesante que no llegues a materia
sólo
a eternidad de quien te leerá
en
mis sucesivas muertes,
tenue
destello, elaborado albor
nacido
del rayo de sol,
y
la noche que ya calló
en
las pestañas del amor
milenarios
son los espejos de los astros
que
dictan y laten en caricia
esa
fría cuchilla que se clava
dándote
finalidad y fin.
FIN
Miguel
Esteban Martínez García a 19-02-2015
Pseudónimo:
El Castellano
Grave
soliviar:
Miles
dei lumen lit c et summuncanae versus
litterafagromethaforacreaviblanduslaetitiaexspectare sed ardit
Es
mi vida
un
agraz durmiente,
medicamentoso,
encumbrado
por
cimas de mi subrepticia,
por
escalas del alba
yo
soy siempre
yo
soy para siempre,
como
relámpago que se aboga
al
nivel de tierra,
como
una espiga granate y azabache,
en
tinta y sangre nacida,
mi
nombre que no se mide
ni
deslizarse puede,
es
su arma el verso
su
impronta y su insignia sagrada,
conocidos
miles,
hombres
él mismo
gentes
que darían su aliento
y
su mano por él,
solo
habitan para ser contados
en
su mano izquierda
de
ambidiestro,
brota
nace y brilla,
yo
soy cuervo poeta
y
no saco ojos,
los
hincho con belleza
que
despliega en poemas
que
lloran con mi sangre,
el
crujir de mi carcoma.
el
erguir de mis flores
de
jacinto silvestre cada marzo
y
su Llúcia elevada
que
muerde sentidos,
yo
estoy completo
y
nada ni nadie
me
parte el pecho
solo
sólo, acampado,
acompañado
de mi extensa sombra
de
2043 poemas sembrados
en
mi patio de mi gris araña,
nadie
quién contra mí
;el
destello lo hago bello,
seguiré
durmiendo
que
estaba despierto
hasta
despertar mis cuclillos
de
este soliviar de mis abrojos
versados,
nadie
me calla
al
abrir sus altas ojeras de nácar
la
primavera resplandeciente
de
este sembrado 2017.
El
Castellano
Sepultada
Llúcia en agraz durmiente:
Se
acicalan las Llúcia de marzo,
en
febril inicio de la primavera,
que
yo te amo Ostara,
algunos
rayos fugaces
que
han crecido,
entre
verdes sienes del camino,
ese
que me lleva a verte
mi
flor silvestre,
hendida
de ondas del alba,
sepultada
de brillos
imperecederos
en fragor
de
ávidos destinos recorridos,
desnudos
de quejumbrosas voces,
un
musgo naranja renaciendo,
entre
filamentos verdes
que
hacen de su piel esperanza viva,
de
este arbol centenario
de
mi semblanza,
no
serán mis chopos cantores,
ni
mi enervado ciprés silente
su
calma abandonara,
acuchillando
al viento que espera respuesta,
recuérdame,
estoy
sembrando mi vida,
todo
lo que espero es maravilla,
me
acaba este sendero y su colina,
riveras
de mi Arlanza,
compás
de mi fortaleza,
mi
ejército se alza,
arañas
de sus telas,
furtivas
segadoras de mi idea,
trepando
mis entrañas,
mis
telas grises que son de ellas.
antes
que griten mis sierras rojas
de
mi carne,
antes
que el tiempo
haga
casa de mi cuerpo yerto,
yo
seguiré hacia la luz,
el
milagro de mi profunda gesta,
cumbre
servil de fecunda primavera,
filo
ardiente que brota,
entre
siegas blancas
de
profusa, verde melena,
al
borde de mi vena
subo
que traigo una azucena
junto
mi malva y su viola de campana,
la
cuenca que no es,
la
visión que no viera,
justo
esta generación que comienza,
justo
es vida,
es
mi verde hogar,
es
mi credo,
son
mis hojas verticales
en
papeles de sangre y savia,
arderá
mi caseta.
en
ojos de suspiro padre,
en
venda que el ojo no vea,
enséñame
tu Dios
le
pondré a reñir con los míos,
no
me iré aunque quieran mieses,
permanecerán
mis caléndulas
echando
hijas de piel y tierra
cada
primavera sembrada por su amarillo,
me
nacerá la ilusión verdadera,
seré
dueño de esta quimera,
y
baja que canta
por
riveras de mi suerte,
el
hondo espino de mis dolores,
queriéndose
como abejas
a
las flores,
Estoy
soñando
el
tiempo que cerraba mis ojos,
retales
que cerrar y su olmo blanco,
su
jardín azul, su fuente de cristal,
nada
desvanecerá al Miguel sin alas,
seco
de hoja de otoño
no
me llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,
ni
mi acristalada fuente,
ni
el olmo que no es mío ni su blanco
será
mi aura intransigente seca a morir,
sobre
los años avanzo,
yo
soy el Sol.
El
Castellano
Señero
quieto:
Linde
abierto sembrado por Dioses
de
plantas que sólo ellos pusieron
y
que ven exclamar su muerte
de
silencio gritado
lentamente
las estaciones.
Es
este campo que vive lejos
con
señero
un
señor de señores
amor
de silvestres,
es
encargado de ver en flor
sus
amores,
vence
que atraviesa
sólo
su mirada,
un
jacinto se yergue
de
azules botellas
sus
besos de rocío matutino,
matutinos
gritos postrados,
con
el hervor que reverdece las tierras,
de
cal y tierra arenisca,
de
arcilla al barro,
de
la pizarra al risco
de
granito,
es
una vida mi estatua,
dulce, risueña,
sembrada,
albores
cruzados crepitando,
mi
nido de grama rehaciéndose,
entre
luceros anclados,
arriba
mi barco
estos
océanos y mares
de
tierra,
que
todo lo rige
su
materia,
desnace
el tiempo
abriendo
el brillo de mi falcata.
Fiera
de fieras
yo
soy la fiera,
desde
las piedras
a
esta mi hoguera.
El
Castellano
Ávido
camino en piel:
Aciago
vilo descorchado
en
canal aciago infinito
destapado
en sangre
de
campo,
él, a veces
sonriente
a
veces abatido
en
su recogimiento
de
verdes espadas,
viajaba
su idea
como
una viborilla
jamás
vencida,
siempre
con fugaz
aleteo
entre estambres.
Vencía
cada primavera
al
ocre del paisaje,
por
cerros era padre
por
llanos fiel hijo
de
compostura olvidada,
por
copas de árboles
brindo
esta suerte,
encontrada, cabalgada
por
los besos
que
puedo dar a mi dama,
que
entre forrajes
avanza
a
desenterrar
mi
espada,
nuestro
coraje sembrado
entre
mis espuelas.
En
los bravos halos
de
estrellas apagadas.
Naciendo
una
para
que brille a ella
mi
amada.
Esta
negra noche
que
avanza
mordiéndose
la cola,
entre
luna argéntea
deslizada
por
sus filos
de
pestañas
acuesta
al alba.
El
Castellano
Aciago,
recto vilo quemado:
Cantares
quebradizos
se
alzan entre aciagas esferas
de
la palabra inexistente,
entre
sones terrazgos
que
sí puede,
llevarme
la espuela,
entre
la mente que afila,
que
pule mi sangre oxidada,
por
el puente de venas de mis manos,
diestro
al compás que muerde
yo
sí estoy hablando
tú
no estás escuchando,
esta
vida asida en un tiesto,
por
encajes sin alba
por
encuentros fugaces
en
mi averno tejido,
entre
estos soles de trapo
que
me levantan las flores,
avanza
la flojera del día
que
llega a su final,
volviendo
madrugada de espadas,
quiero
contarte hasta tres,
mi
aliento que no sabe contar al tuyo
pero
sabe que cuentas con él,
yo
que ni segura tengo mi muerte,
colgaré
destinos
de
sus ramas de fresno,
mi
piedra será estatua,
no
seré yo quien hable si no ella,
el
verde musgo llorará el sino dentado,
esta
vida de espectro
no
me dará de lado,
de
un solsticio me haré un cuarto,
entre
mis líneas habitarán espasmos
de
ideas ausentes,
de
fríos hielos de soledad congelada,
liberaré
este reino enfuscado
cual
vicio cual tierra sin dueño
de
crear nuevos palabros
que
serán hijos de la nada,
cabalgada,
soterrada
en
infinito de la siembra alzada.
El
Castellano
Linde
quieto abierto:
Derecho
firmamento
entre
filos de gentes,
es
una piedra que camina,
piedra
aventurera,
seca
y umbría,
reposa
y duerme
cantares
del linde,
centellea
rayos irisados
se
riza con los besos de lluvia,
acaso
quiso ser otra,
ella
tan yerma, tan plácida,
imperecedera,
cerrada
como se cierran
los
rayos de luna,
acantonada,
de estéril estampa,
dejas
muda alabanza,
el
día que te hice de voz,
piedra
bella, sola,
estridente
sin patio de sonido,
y
esta voz que te di
voz
dorada como tu piel de minera,
como
un soto sin perdices,
avanzabas
solo tú,
la
vida quieta,
sembrándote
allí por donde anduvieras,
al
candor de piedra única
igual
a la siguiente y a la anterior,
sin
afán superior
hasta
que este poeta te dio voz,
como
flores que sin color
acaso
fuesen,
un
despertar en brazos de cieno,
un
respirar de la montaña,
un
cuchillo calizo que afilan
erosiones
de las eras,
latido
férreo, sangre de mineral,
o
compostura de arenas,
piedra
de mi casa,
piedra
de tu casa,
la
tierra.
II
Piedra
potencia eterna,
nacida
como nace una estrella,
cumbre
de filos por bandera,
hogar,
cobijo y morada
de
lagartijas que cuelgan tus venas,
colchón
de rayos de sol,
asolada
tu espera
por
quien te dio voz,
lideras
tu guerra sin cuartel,
antes
de yo nacer,
tú
dabas alientos al suelo
sin
importar pertenecer,
siempre
fuiste
siempre
eras su piel,
de
la cantera, al nicho,
del
mausoleo, al caserón viejo,
del
silo al castillo,
tu
fortaleza empedernida,
tu
aval de honda certera,
Siempre
estabas
siempre
estuviste,
como
río a su voz del mar,
osado
no fui yo
quien
te encontró,
solo
fui encargado
de
darte moción verdadera
ojalá
pudieses contestarme
mi
piedrita bella.
III
Devuélveme
a tu vida eterna,
del
soto a tu quimera verdadera,
clávame
la oscuridad de tu cueva,
en
esta esfera pulida sin espera,
risco
de tu sien enarbolada,
millones
de hijos
esencia
desnuda de tu alma pura,
techo
sin compostura
del
ser invertebrado,
techumbre
que pizarra llora,
su
azabache de cristal,
tu
sangre de fuego y agua
que
nunca te alcanza
sólo
partirte puede,
grieta
de helada, tus filamentos
que
encaran tu azar de vida sin dueño
a
tu sangre de musgo me cuelgo,
en
verde musgo tu fantasma muerdo,
vida
de herramienta,
azar
de la idea,
al
paraje que te conforma
al
que sostienes su vida
siendo
el suelo techo de esta hacienda,
si
tuvieses dolores todos gritarían
que
se acabase la muerte en la tierra.
El
Castellano
Flor
de destino:
Requiebro
olas en fragor de colmenas
alzadas,
sembradas en horizontes yertos,
al
fugaz aleteo de la luz,
en
fulgor de sombras erizadas,
todo
lo sentido más que un haz carcomido,
fiebre
en destello de mis astros,
todo
lo dicho más que un cielo sin aurora,
más
que una navaja de filos
por
pestañas,
hilvano
que trenzo
la
sangre dormida,
es
una cabaña de cielo
donde
cobijo sueños y quebradizos,
en
la cabaña
que
Dioses abandonaron,
siembro
escarchas de hiel,
todo
lo que me dijeron es una verdad,
allí
donde la puso el hombre,
bajar
acaso puede,
grazna
mi vida una vez más,
trenes
pasan por estas sierras de nubes,
el
destino informe ya cansado se apiada,
toboganes
de esta bruma gris
me
cuentan, me dictan,
del
sentir de la maraña,
hasta
que lleguen mis flores
del
mañana,
entre
el palpitar de azucenas
frías
de la tarde,
pataleó
el latir exhausto
del
silvestre del azul
del
sueño, del racimo de mi jacinto,
extraviado,
un
sol de invierno que ya se marcha,
por
cuencos serranos
por
alientos en carne de colores,
abriendo
rectas sienes
el
crepitar de los vientos,
bienvenido
a mi mundo,
yo
no estoy despierto.
II
Ama
de esta casa, el alma fría,
de
mundos retorcidos,
ingrávidos
al peso de flores,
destartalado,
por gentiles gestos,
azares
difusos de mi reino,
saludando
a la quema del rastrojo,
un
iris por desenclavar,
corona
de caléndulas
en
soles por doblar,
al
rayo seco, tornado en gesta
y
sus candilejas fulguradas,
ríe
y pasa, pasa y ríe esta espada,
hendiduras
febriles
de
mis verdes ojos
entre
sus cauces la verde grana,
la
verde espiga,
un
romance del labrador
con
su granate amapola,
llora
sangre de aquellas santas,
esquiva
de obreras guirnaldas,
se
cava en rayos seculares del rey astro,
Estallando
de luz su rocío primero.
III
Resplandece
el día,
entre
zarzas salvajes y sus espinas,
duerme
que dormita un sueño enhebrado
en
blanca cordillera, entre grillos
que
aterran saetas dormidas,
al
trinar de los cardos
en
estepas cabalgadas
de
verdes y sus trampas
entre
erizos de campánulas
que
ya no amarillean,
gimen
abrojos el suelo que los vio nacer,
llegado
el día del topillo
y
su cernícalo que le da digna muerte,
entre
este patio de arañas grises
descubro
que me hincho de colores
estacionales,
perennes, mutables, caducos
en
crepitar de savia y duende,
se
blande, se rige,
se
descubre que todo duerme.
El Castellano
Cuarto
para sembrarte:
Duro,
seco, estridente,
ilusorio
destello
al
matiz de soles abiertos,
estoy
empezando,
alago,
avanzo este cuarto
este
cuarto de arañas,
repleto,
lleno por escuadras
afilo
el verbo
preparado,
despierto,
granate
complaciente
a
este lustre olvidado,
quiebra
marzo,
estampida
en blancas sienes,
réquiem
en osadía,
en
marca de astros,
luz
intransigente,
fulgor
entre
tus manecitas
heladas,
miro
atrás
nada
reverdece el horizonte,
todo
son raíces del hombre,
me
cuelgan lunas
ojeras
sin alba,
quiebro
esta ilusión
me
afila su espada,
cómo
huir
de
los que no me conocen
si
nunca me conocerán,
me
clava la estrella
un
tenor en escala mayor,
gimen
flores por abrir,
el
sol hiela de nuevo,
rizo
sorpresas en tus cabellos,
libero
el león,
me
muevo,
suceden
grises
a
mis penas,
escarchadas,
desvanecidas,
derretidas en claro oscuro,
por
lo que dejó de ser,
llevo
que traigo,
resoplos
y arterias
en
este jarrón de sangre,
hasta
que caigan dementes azares,
y
sus cruces bienaventuradas
de
tu carne,
de
mi lumbre,
de
este alambre.
El
Castellano
Aciago
compostaje:
Tantas
veces quebrado
como
solía ser yo antes,
escalando
esta vida,
lejos
donde reverdecen cielos,
silvestre
en tus aguas,
mirada
al pasado que me forma,
se
termina mi savia,
incomparable
dicha,
sujeta
al astro soslayado,
hermanas
del fuego deslumbrado,
recto
afilado en esta solitud
del
hueso,
entre
blancas sienes,
entre
doradas rosas sin alba,
avanza
mi camino fiel de sombra,
aguardando
el brillo,
no
es una mentira lo sentido,
parado
en espera,
deshojando
besos del ayer,
de
nuevo es mi manera
por
la guardia de mis cipreses,
por
la desnudez de estas flores
abiertas
al color de invierno,
fulgor
desangelado,
despierto
acres
hermanados
de letanía súplica,
hoy
surcaré su boca,
me
desnacerán dolidas simientes
volarán
mis polillas del este,
crecerán
tejos sin horizonte,
entre
cerros de alarde,
espargasminas
enraizarán mi carne,
al
techo de esta cueva
brotarán
destellos en luciérnaga,
para
yo beber mi aciaga espera.
Resoplo
agravios en señales,
tiempos
agujereados
en
mentiras lejanas
laureadas
de todo lo que avanza,
brillan
hilos por perecer,
arañas
trenzadas al amanecer,
no
puedo perecer,
me
blanden este iris por enternecer,
brechas
llamadas a desaparecer,
retiemblan
pupilas en noches fugaces
en
todo lo que llegué a ver,
diestro
aliento en hiel
torcida
en extasía de secos metales,
un
Sol un Dios
despiértame
el dragón,
vestiré
en pétalos al albor,
gemiré
noches sin luna,
soterraré
este cuarto en luz asida,
vendrán
a mí estrellas enardecidas,
todo
acabará en uno,
un
brillo, un relámpago, un son,
un
cuarteado corazón,
renegaré
de acabar,
tejeré
construiré llegaré por puertas
a
prender este destino sujeto,
en
el parpadeo del suceso
soy
hierro tajante,
afilada
en cercenada espada
de
un tiempo que me perteneció,
soy
espíritu, espectro sin nombre
anclado
a este devenir postrado
resurge
firme su aliento,
entre
abrojos de idea,
nunca
resignado
siente
el color de su noche,
el
hálito de caracol,
en
su caléndula sostenida,
por
su vida alientos hacen súplica,
aguanté,
resistiré, me fundiré
con
la acidez de mi tierra
asolada,
destapada,
colmada,
exasperada,
entre
tañer de crisoles en capa,
gobernaré
haré
reino,
tomaré
guardia de este mi camino,
al
aguardar de mis rayos
de
vivencias dibujadas,
al
resoplo del tres,
al
dormir del nueve,
nadie
me impedirá que me teja
grande.
El
Castellano
Tierra
perdida:
Limo,
sostengo, agito
la
vena enardecida mía,
destapa
al fuego en círculo,
retiembla
destinos ciegos
en
crueles, parcos horizontes
sin
orificio,
destrenzo
el nervio de hierro,
repto
avenidas sin salida,
voy
y vengo cantando
esto
es tierra perdida,
correcto,
en el ojo
y
soterrada vía del hambre,
nazco
que broté de semilla,
estiro
que alzo
sangre
en caricia,
marcho
sin mirar atrás
esto
es tierra perdida,
ocaso
malva derrite mi vida,
en
ríos sin despedida,
en
sábanas de escarcha fría,
correcto
es
tierra perdida,
nada
es súplica advenida,
fulgor
entre sienes de carcoma,
festín
de arañas grises,
nada
me detiene,
avanzo,
el sol me cuenta
que
es tierra perdida,
cae
la tela tejida,
fiel
al descanso de mi subrepticia,
gimen
tiempos rizados al ascua,
cantan
malas yerbas
sin
perfidia
que
esto es tierra perdida.
Yo
contesto
dorado
al fulgente metal
que
es mi vida,
es
pasión, es luz,
es
calor,
este
es mi rifle
esta
es mi vida,
granate
al escape
lustre
postrado al rejuvenecer
del
marco,
yo
no estoy colgado,
venzo
que avanzo,
resumo,
coarto,
me
descubro a la luz templado,
todo
dicta
que
yo voy
que
yo vengo
por
tierra perdida,
resplandores
sujetos,
acuartelados
en énfasis,
porque
desconocen su sino
madre
de
esta
tierra perdida.
El
Castellano
Dicha
insoslayable, flagrando vértice:
Envejezco
este hálito
resquebrajan
esencias enamoradas
en
este patio de estrellas,
por
esta vida en doncel consumado,
al
resplandor listado venzo
otra
primavera nublado,
por
este ángel soterrado no me alzan,
no
me niegan la inconmensurable pestaña,
abierta
a fulgores en lata,
despeño
las ideas sin anclarlas,
me
vuelve loco abrir mi baraja,
por
esta sangre pesos en oro valen,
su
quilataje postrero al tacto,
más
quisiera mi sanguijuela
no
acabar ebria,
resumo
que coarto venas
en
canales de riego,
soy
maestro sin título
del
desvanecimiento extasiado,
y
que venga por mi letra
la
parca efímera
que
mi idea es eterna,
caracola
de tierra vence
esta
sinestesia
de
joven biznaga maniatada,
reitero
en mi sepulcro
el
tiempo no es mío,
venga a mí su ladera,
seré
anillo para mi quimera,
un
animal de este reino
por
desenterrar.
Que
me acabe el viento
que
yo no puedo,
seguiré
escribiendo
por
arterias razones,
por
pensamientos túneles
que
esta noche venceré
a
la sola una de la madrugada.
Y
su lagartija rizada.
El
Castellano
Antaño
de vida:
Eres
pilar sin margen ni curva,
de
tu divina compostura,
tus
ojos que acaso sombra cubre
un
latido donde se bañan los octubre,
vendaval
que entierra nichos
para
devolverlos a la vida
en
este soliviar barroco
que
me puede derrumbar
a
la llama fugaz que rige,
avanza
y consume mi vida
a
la tuya asida por los astros
que
son santos,
oscura
pila dorada al iris
donde
se baña tu alma pura
acaso
ella llevarme pudiera
entre
sus vientos desnudos,
entre
sus alientos
de
florestas descuidadas,
acaso
ella no me hablara
entre
el jilguero y su cardillo,
entre
la caléndula y su insectito,
yo
volara con ella lejos
donde
se oculta el alba,
para
demostrarla que yo
libero
tu mirada
por
rayos de su aura imperecedera,
fuente
de alta frente,
cumbre
de riscos y valles,
alguien
acaso arrebatármela puede,
aunque
Ovidio te de más flores
quitarme
nunca puede,
ni
aunque tiemblen
mis
huesos rectos y sangrientos,
osarse
en gris mi camino viene,
te
traígo golondrinas en suaves trazos,
te
traigo sueños en colmena,
y
sonrisa en luna venidera,
anclada
a esta sepultura,
al
resoplo trenzada
mi
cristalina esencia,
en
crepitar de estacas por clavos
que
llevo ardiendo en mi pecho,
a
este diáfano vacío
vengo
que voy llegando,
caminan
pensamientos
de
sus sombras colgados,
esta
osadía
que
ya avanza como vidrio quebrado,
haciendo
polvos la idea,
porque
no me alzarán en marco
ni
será eterno mi mármol,
dirá
por este mar he llegado,
y
el azul acaso será azul
por
yo nombrarlo,
viviré
de la letra amarrado
hasta
que ella sostenerme pueda,
haré
juicio de esta arena,
en
escala a aquella estela,
sangres
me gotean los ojos
de
ver desnuda a Diosa Flora
vistiendo
de los campos
la
miel para cada sentido
mi
amapola yo que nací hombre
nada
ningún averno,
ningún
paraíso cercenado
ninguna
deidad personal
de
tantas sardinas que adoran
de
boca pequeña
podrán
negar que yo asalte
que
yo recorra tu flor.
El
Castellano
Alevosía
sin mirada:
Avanzo
el patio de mi araña
y
su soledad acrisolada,
no
dejes de mirarme
en
la cumbre de este ciprés,
cernícalos
atrás
soy
puro como pizarra
sin
pulir sin enmascarar,
dirijo
mi acequia por lares
descubiertos,
insospechados,
en
suplicios dormidos
reino
el astro,
te
debo más
que
lo que no puedo alzar,
por
sostenerme el cruel devenir,
danza
el momento
de
tu caracola y su iris,
en
arena rasguñada,
al
tarot helado de tus naipes
de
mujer, afilada mi idea
queda
navegar el vaso de agua,
encumbrarme
de la fiera,
sujetar
esta quimera,
porque
estos sentimientos encauzan,
traspasan
la sangre filtran mi insolencia,
si
soy hombre de verbo
y
escribo parco silencio deshojado
en
papel de vida
rizado
en aliento renegado a morir,
sólo
hay una petición
de
rayo en alba postrado,
es
contar sonrisas a tu lado,
venceré
tormentas
de
destino caracoleado,
por
el último rayo,
déjame
demostrarte esta sangre
este
hálito que absorbe
y
traspasa pieles sedientas,
es
una tela un vello erizado
en
penumbra,
por
el que abandono mi nombre,
y
que mi corazón suba
y
hable por mi garganta,
este
tiempo de cuchillos
con
los que haré un bocadillo,
y
que me dejes ser tu lejana miel,
no
conozco el frío
destapa
tus cartas
caeré
rendido para honrarlas,
porque
sólo una vez en la vida,
se
puede conseguir todo
lo
que uno desea
y
que me arranquen como mala hierba
que
el mundo
se
quedará sin destino solaz,
sin
rayos de luna,
sin
huerto de estrellas,
porque
yo sin ti
pierdo
hasta la cordura,
y
que me juzguen ojos
y
vidas de un día,
que
yo sin prisa enamoraré
corceles
de viento,
desmenuzaré
crisoles
abriré
molinos por sus aspas
hasta
yo quedarme
en
tu vereda fugaz,
con
solapa honda, dura,
siempre
con destino
de
envolver tu aura bella,
listada,
estridente
al
crepitar de todos mis espejos,
mi
pianola
desviste
surcos
para
cantar el sentido alerta
y
que nada escape de la hoguera,
este
cuclillo trinará
que
si fuese cuervito
viviría
en la noche
de
tu mirada serena.
El
Castellano
Ondas
mecen:
Me
cruzan las vías
del
tren de la noche,
abierto,
caracoleado,
en
peregrinaje de estrellas
y
sus halos,
este
insomne caballero
de
tu sonrisa nacarado,
arrebolado
entre tus brazos lejanos,
una
hoja precipita
al
tañer de campanas
en
garganta de lluvia,
no
hay invierno sin frío
ni
frío sin invierno,
vuelta
atrás estoy vivo,
una
vez en la vida
curva
de espejos
entre
verdes y ocres,
quién
dijo que no tuviera esperanzas,
pálpito
fugaz de estrella marchado,
el
amarillo viste mis flores,
color
efímero, sin despedida,
entre
un patio de ojos
y
sus carcomas solariegas,
danza
este caballito sin diablo,
al
cuartel de la cucaracha
van
los ojerosos grillos,
todo
cuelga de un hilo de lana,
horas
minutos
para
hacerme libre,
termíname
tú porque yo no puedo,
este
alfiler parco, sobrio
como
él mismo,
entre
circo de huecos sones
danzan
los vellos de mi piel,
por
el agujereado brillo de luna
cuento
notas perdidas
y
el filo de esta mi cuerda
hasta
latir con ella
y
su desnuda poesía
con
cuerpo de mujer,
lejos
de la tierra,
entre
un soñar del viento,
se
destapa mi cordura
le
florean pensamientos
fieles
ecos en iris despierto,
dulces
ondas como dulces sirenas
enamoradas,
de
este marinero sin mar
llamado
verso,
al
senil aleteo de la polilla,
el
invierno nace de un cubito de hielo,
que
avanza ya su noche
sin
pedir permiso,
al
vapor de sienes heladas,
entre
un coraje acorazado
de
haber realizado una buena siembra
me
marcho.
El
Castellano
Filo
sonriente:
Agudo
filo nacido
mi
destino.
Recuérdame
en la tijera
desdoblando
la espera,
hoy
por hoy
mañana
por ayer
el
frío en la piel,
de
estas cuchillas
sonrientes,
y
su esperanza
carcomida,
acabada
en
hoguera.
Miénteme
aparte
ancla
en gozo
el
violín de mi idea,
corriendo
por fuera
marchando
lanzas
de
tierra
y
el tiempo
solo,
hinchado, dormido.
Rehúyo
de mi pasado
que
se clava
en
mis brazos.
Mírame
aparte
del
punto y su silencio
seco.
Esta
vida en el centro
de
una margarita,
miro
su caricia
en
pétalo de brea
arde
mi sinfonía
deshace
la lejanía
hasta
ser ese lejano
carrusel
de estrellas
por
boca.
Vida
por mi vida,
y
yo qué no daría,
a
este cielo desplomado
de
fieles compases
oxidados,
es
por su plomo
que
a veces plomo,
a
veces más alzado
que
las cumbres,
entre
regueros y ramblas
libero
mi azada,
en
cuerpo de sangre y vena,
no
conozco a Pena,
entre
su alta ojera
clavo
una letra,
abre
la acequia
destartalada
en honda esencia,
allí
donde graznan cuervos
su
lenguaje de madera,
soy
yo a la espera,
abriendo
mi destino
en
esferas puras, plenas
ay
la tierra
vive
esta dorada
escolopendra,
sucesos
de huesos
arde
la compostura
afila
su beso de miel,
todo
queda en yacija,
derramada
hiel,
entre
grietas iluminadas
del
iris insomne
soterrando
verdades,
completando
liberando
sus cavidades
y
su dama oscura
naciendo
la noche
que
ya vuela,
entre
testimonios del pueblo,
que
pertenece a la tierra
y
sólo esta a su materia.
El
Castellano
Vieja
escuela sembrada:
Cierra
los ojos
es
nuestra creencia,
por
la que no hay
rosa
sin espina,
línea
de destino,
déjame
sembrar luz
en
la retina,
que
caiga mi gota
quebrada,
viviendo
tus memorias
lejos
de la letanía
enroscada,
crepitan
los labios grises
entre
crujidos por despertar
leones
del nuevo día,
Noche,
noche
tus
minutos erizados vencen
pasan
las horas
y
las horas
la
misma pesadilla tejida,
en
vilo en vela
de
navegante sin mar
sin
barco, sin puerto,
viviré
una vez más
esta
soledad del párpado
despierto,
muy
alto, muy hondo,
todo
se retuerce en sol mayor,
hasta
la cima
me
verán cabalgar,
resume
este papel
un
furor oxidado,
soy
yo, soy yo su raíz
que
ni yo mismo entiendo
dichos
soterrados en alma difusa
en
corazones sedientos
su
fría caricia entre espadas
ni
yo hago empeño solariego
ay
la tierra perdida de tu raíz
quien
osado sólo la viera
de
viva materia rompiéndose
sucumbiendo
sobre los filos hirientes
hondas
espumas
riéndo
en camino vivo,
en
un sentido
con
bordes de rosas y cebollinos
y
senda de espinos fugaces al alba,
brotando
imperecederos
que
enriquecen los pliegues sembrados
de
esta mi sonrisa
de
esta voz en calma y en tormenta
de
desnudos sigilos
que
te nombra y nombra
si
no estás lo hace sin cuenta
Poeta
Haces
la ruta sin pena ni sangre
que
no sea portada en tus venas
de
solana hacia el sol
en
un ovillo giras en tornasol
allí
donde sus esposas
amarillean
y tu sien gotean
en
canto al amor
alzado
en rayo de Thor
será
un caracol
cuando
nos vamos
solos
sin nosotros
con
o sin Dios
nació
un vespertino albor
ocultando
el dolor
secando
lo que plañía
la
sin razón
Se
duda entre las cosas
por
la vaciedad de las cosas vacuas
de
fatuos alambres en fanal
hoguera
del hambre
de
oblicuas espinas
y
los nuevos castillos
que
sin su castellano chozas son
destruimos
si
nos miramos
vencer
o vencer otra vez
Oh
raíz
ay
de tu tierra que te vio nacer
qué
guardas
en
tus bases en las grietas
que
te clavan que estiran
tus
lágrimas del ayer
que
no nos dejas ir
por
caminos distintos
a
los limpios valles de oscuridad
reposo
y sosiego que clava el camino
¿Será
cómo es
por
siglos
de
siglos?
De
este tiempo oxidado
que
latirá el son
con
forma de tu siniestro corazón.
El
Castellano
Cristal
silvestre:
Ámame
como se ama a la vida,
porque
te amo en caricia
sin
despedida,
tú
que eres como la noche
en
subrepticia,
yo
contemplador extasiado,
por
el fulgor que se abre paso,
Fin
del diario;
este
es el momento,
que
se queda para descubrir
la
expectativa
del
vivo hacia la vida,
todo
cambia y yo lanzo
mi
destello sembrado en mis ojos,
susurros
en letargo
abiertos
al destino parco
estoy
en tierras de la luna,
abriendo,
tornando bella
su
distancia,
todo
sembrado
de
quien yo era,
esta
mi raíz que canta
plena,
sacada,
cortada
de su tierra,
para
nunca olvidar,
alzada
a tormentas del tiempo
y
su etéreo desliz envuelto,
en
las calles
de
los sueños rotos
un
pasado que dejo atrás
estoy
joven para estas nuevas visiones,
existencia
clavada,
al
crepitar enroscado entre arterias
de
alambres,
y
su perfección
erizados
gritos liberados
hay
que pagar el precio
de
ser mejor que este talento,
avanzo
lento,
me
abro por el fuego,
y
no hay sangre que no me deje
envuelto,
miro
dentro de tus ojos
buscando
mi respuesta,
el
sol se está enterrando en tus cabellos,
lima
este nervio
que
llegó su escarcha
siempre
aparte,
siempre
en alarde,
hasta
yo encontrarte
encontrarme
yo
en
los sotos de tu voz
hasta
ser yo el alarido con nombre
de
sol, ser por siempre
ser
para siempre,
ser
siempre,
y
Siempre llevar mis apellidos,
Siempre
quemándome
en
resquemor intransigente,
precisión
de mi duende
llamado
amarte.
ARTE,
condenada
mi sombra,
a
este precipicio
que
despeña la letra,
a
través del umbrío páramo
de
esta piel y su yermo bosque de vida,
sigo
la estela
vocecilla,
elevada sin razón,
porque
sí me sobra corazón,
soy
yo mi murciélago de nácar,
vuelo
que giro el infra-sentido terrestre,
y
me quedo en vilo,
es
glorioso este sino,
haciendo
el amor con los sentidos
en
el saco desdoblado,
de
mi realidad soterrada,
destapo
que descubro malvas
del
sueño taciturno
que
conduce a contemplarte,
bajo
el sigilo de mi araña,
y
su tela irisada,
en
extasía de espejos carcomidos
sin
dueño,
que
no sea sinestesia
del
cuadro de visión
llamado
visión enardecida,
por
la que mi ciprés
tiene
tacto a caricia desnuda
y
mis caléndulas caminan
con
sabor a deseos de rubor.
El
Castellano
Quiebro
en dicha descrita:
Muero
por un beso
aquel
sembrado dirá que vivo
vivo
por un querer
cruel
del destino
condena
de una pasión
que
creó tu pestañeo
al
dejarme ver
tu
cielo encerrado
ese
que liberado
jamás
me abandonará,
fijamente
tres minutos,
y
morí con tu pestañeo.
Demostró
que fui y soy
importante
para ti
y
que a pesar y muy
a
mi pesar de los problemas
problema
no es mi apellido,
seguí
en tu mirada atrapado
hasta
que la aguja
de
aquel reloj de pulso
se
paró al pasar ciento ochenta segundos
mi
cambio de vida
cuando
consumí
medio
giro al decir
siempre
te amaré.
De
este resquicio vivo
yo
traigo la flor,
en
competencia
de
ilusión que marcó
esta
hoguera sin pena,
eres
tú soy yo,
flamígera
condena,
por
el párpado del cielo,
por
mi astro soslayado,
que
yo sólo encuentro cielo
en
tu mirar encandilado,
soy
un muerto con vida
si
no te tengo,
y
este firmamento
se
me cierra seco,
muchas
cosas erróneas
en
mi vida
que
no hay tiempo para la sombra,
no
hay tiempo para tristeza,
ni
para la vida quieta,
porque
todo resume
en
buscarte a ti
mi
vida completa,
si
este corazón es un tiesto,
quiere
y te quiere a tu persona,
enraizada,
plena,
resplandeciente,
como
el brillo,
como
el halo,
de
tu limpia, dura
sonrisa
de perlas
en
océano de resurrección
mi
ababol amapola
descubierta
en dicha,
mía,
mía sin despedida.
El
Castellano
Solariega
atarraya:
Verdades,
verdades floridas
sólo
para ser feliz,
es
un surco, engalanado
este
forraje vertido,
quieto,
bravo
al
desdén que marcó
su
mirada en mi sien,
por
este horizonte
me
alzo con cazamariposas,
al
azar de capturar sueños
que
derraman sentires rizados,
cromados
al tacto,
lancé
mi atarraya
al
río de mi alma
y
no para capturar cangrejos,
sólo
para sentir que mi alma
porta
versos que nadan
en
serena compostura encumbrada,
si
no nací ayer nazco hoy
de
esta tela,
un
destino, besar su entraña,
alborada,
vestida
de valles dulces
que
hacen gestas dolientes
y
su escarcha enamorada
que
porta su sangre,
soy
su leopardo
soy
su cielo ausente
por
el que fijo y clavo sueños
jamás
corrientes,
mi
ser es lluvia
soy
cómo un ruego
de
la montaña,
quiero
ser yo
su
aliento de fuego,
el
idioma de una piedra,
su
fiel compostura despierta
porque
si me visto de cordero
solo
soy su lobo
para
lamer más que su cuerpo,
y
brotarme dentro,
era
o no era
fue
continente de la belleza,
lágrimas
de mis Dioses despiertos
porque
ella es mi compañera
hasta
fijar esta sangre
en
fila en orden
para
sentir la vida
y
su sediento horizonte,
soy
de ella como la lluvia
a
mis plantas
vistiendo
a este señor destino
de
traje,
acompañando
esta araña
que
teje mis sentires por ella
mi
ruptura de mi sino,
porque
ella es mi camino.
El
Castellano
Cercenada
razón:
Ilusoria,
despierta, vespertina,
trepando
lúgubre escala,
iris
destartalado, ansiado
cubierto
de cromáticos azares,
por
un metal afilado va venciendo
a
este brillo irisado vestido
de
crueles destellos,
raspados
destellos
de
todo lo que dejó de ser,
reflejos
sin nombre
ilusiones
de este alambre,
rizado
con hilos que gotean sangre,
despierta
mi pesadilla
queda
asomar la dicha
y
mostrar esta araña,
fulgor
desnudo al fragor
de
transparentes cristales
que
enamoran los hielos
que
febrero siembra abiertos,
si
estoy despierto se equivocan,
nazco
que traigo
un
cesto lleno de sueños,
se
derrite mi estampa
quieta
colgada del árbol
donde
hago peticiones,
y
que este forraje
se
desprenda de mi humor,
no
me desalienta,
he
crecido para brotar
más
duro y recio
que
el esparto del monte,
traigo
mortandad de idea,
en
letra extasiada
al
filo de verticales escarpias,
soy
yo encargado de esta acequia,
que
ni el más osado
pedirá
que se calle,
alzo
su valía
en
desgranada espiga
que
rompe mi silencio seco,
si
no soy gente lo demuestro,
enseño
a mi tinta
a
no pertenecer
a
este mundo de yertos,
mejor
que qué cosa
mejor
que la opaca suma
de
alientos que se creen
tener
originalidad,
de
su umbral
prendo
a cerilla
todo
sembrado a diario
de
vacía voz,
yo
repleto no soy yo,
soy
su extasía floreciente
de
imagen y su prima
clavada
en alfiler sin cabeza,
como
un grito de letra,
y
mordisco de fiera,
que
deslicen décadas
que
seguiré siendo yo mismo
entre
grietas, entre esferas
quebradas
y su olor
a
flores desnudas,
que
yo sé lo que hago
si
no ni lo haría,
noche
corría marcha atrás
esperaré
su madrugada
soy
taciturno con huerto de luna,
y
siembro un quién contra mí,
estoy
brotando,
no
hay miedo yo soy el miedo,
fiera
de esta hoguera,
llamada
esperanza,
tengo
una llave
y
no soy cerrajero,
abro
este corazón
y
despierto su dragón,
hasta
acabar de una tajada
con
mi sana razón.
El
Castellano
Arácnida:
Había
sentido
Bravura
repleta
no
tengo ojos
tengo
lágrimas de cristal
al
iris en belleza consumada
nadie
te alza
tomas
tu lugar merecido
jamás
colmada
siempre
rebosada
de
lo bello a lo mejor
sembrado
ojo por este ojo
me
late me arde una simiente
para
el campo de tu alma
vida
yo vida no tengo
si
no se dirige en mirada
a
mi letanía certera suscitada
desde
el 2008
jamás
en súplica mecida
por
este arrojo
en
mi pecho sembrado,
viva
y descubierta en este tajo
repleto
de lo bello a lo bonito
de
su interior decretado,
yo
hombre de sangre
siembro
este sortilegio
de
espadas por si llego
a
su alma
y
liberar libro sus ataduras,
por
soñar soñó la primavera
que
mis flores eran de ella
yo
reviento y exclamo
que
son de argenta bella
mi
maestra en furor de espigas
nacida
solo
tengo un corazón
y
es suyo mi dama,
dama
blanca
doncella
escarchada
de
esta vida a esta mi viña,
yo
dulce muero despacio
por
llenarla de esta dicha,
seguiré
en pie porque ella
sigue
viva enraizada en este latir
para
yo con amplia voz decir
sin
ella no hay vida ella es mi vida,
El
Castellano
Solar
entre clavos:
Iris
deslizado
entre
grises hastíos
que
me hacen hombre,
hombre
en fin
de
tijeras y clavos
iridiscentes,
no
cambio mi estampa,
entre
verdes fulgores
a
todo lo que crepita
sin
nombre,
agujereada
tela
estos
años dulces de cuervo,
con
ineptitud de sangre,
forrajes
me tiñen la vista
enferma,
para
no saber quien ser,
solamente
ser
un
crujido
de
mi parca mecedora,
que
lenta acampa y cabalga
flores
de tiempo en mi espalda,
es
una noche que grita
que
se acabó la luz,
obscura
tiniebla
del
compás marcado
entre
mi coraje y mi blanca piel,
como
un párpado desnudo,
y
una alimaña de verbo despierto,
quise
conocer a mi descendido
aliento
entre nubes de plomo,
mi
diestro zigzag
mostraba
sus pestañas somnolientas,
con
el ardor de mil fuentes,
cabalgo
esta hendidura
abotonando
mi deseo
con
solapa y tapa dura,
gentes
que ya destierro
y
no cabalgan mi idea,
venzo
mi granate iluso,
otra
despedida
que
clavar sin elevada desquicia,
rosácea
calma nacida,
entre
un tejer de arañas,
vendrá
a mí la dulce quimera
enardecida,
que
viva
hará
caricia
a
todas las albas
de
mis letras despiertas.
El
Castellano
Soliviar
barroco:
Próvida
estampa
que
corre, aletea mi profuso alivio
que
juega mi mal,
huida
de quienes no me conocen
porque
nunca me conocerán,
algo
que ni yo mismo hago empeño
puesto
que tomo lo que no me dan
con
mi esfuerzo,
y
no deseo lo que no tengo
porque
me enseñaron
a
amar lo que tengo
por
eso no tengo más
que
mi silencio,
porque
de amar algo
lo
acabas perdiendo,
la
mujer que siga siendo mujer
para
completar a este animal
que
me tejieron,
cavo
en mi jardín una fosa
para
envolver con oro fino mis escritos,
por
si un día despiertan
y
me llaman papá,
les
dejé una receta de cocina
junto
a ellos:
Hacer
una hoguera
y
meter en una maceta envidia,
hipocresía,
odio en mundanal caricia,
mal
ojo de deseo,
mentiras,
juicios malsanos
y
dejar la maceta en el fuego
999
segundos,
con
eso estarán alimentados
el
resto de siglos que me quedan.
Mundanal
zozobra que acuso,
acabaré
pagando su recibo
en
sangre,
todo
lo lejano
como
un soliviar de mentir más agudo
buscando
vencer a la aguda aguja
decretada
en espacio,
hoy
seguiré mi curso sin mi nombre
por
si consigo empalar a mi etiqueta
que
brilla y reluce más gorda que yo
que
ya parezco medio espectro de mi silencio,
un
réquiem se blande entre mis huesos
que
ya no crujen,
están
plenos, hinchados porque saben
que
durarán más que yo.
Y
yo duraré nueve vidas de gato de arena,
por
ser lo que soy
un
rival de mí mismo,
llego
a mi abismo.
El
Castellano
Camino
de escarcha:
Mantenme
en destilación,
es
este un real camino,
un
abejorro que vive lejos
y
posa siempre en las flores,
como
quietudes de las estaciones,
resquicios
de real amante
de
sus estambres,
abierta
mi blanca estación,
y
su escarcha que inverna,
verdadero
amor a tu flor,
camino
los lindes del verso
por
si acaso descubro
su
polen ese que dejan tus ojos,
caminos
de grava,
rajada
caricia de helada vida,
entra
en mi granero del sueño,
entre
este manto
de
lo que se alza sin dueño.
Corre
mi amor
por
veredas de torcaces,
y
perdigones entre espartos
del
monte.
agrieta
el linde a mi paso,
necesito
acompañarlo de tus pasos,
en
religiosa procesión
de
anhelos clavados,
en
este baldío
se
riza mi sino,
en
compañía de la espiga,
que
siembra mi guadaña,
respiro
la jara,
y
se abre la añoranza
entre
espinos clavados sin ala,
tiembla
este granate de sangre,
rezando
a este Sol de invierno,
me
dé el fulgor de estrellas,
risueña
mi dama
trenzando
sus cabellos,
entre
esta solitud
que
ya nunca nos separa.
El
Castellano
Ramblas
de sueño:
Resumo
que venzo
agravios
y destellos flamígeros.
Hago
diestro empeño
en
esta casa de arañas
Por
la grieta del álamo blanco,
arañas
grises me cuentan
de
la estación perdida
entre
hilos y retales
del
hambre.
Escribo
a este reposo
que
hace el amor
con
las heridas del chopo,
grieta
acicalada
por
entre notas
del
viento y su calma,
sueños
temblorosos
crepita
su carne de madera,
al
calor que retuerce
el
astro verdadero.
La
tierra deja cicatrices heladas,
se
yergue la caléndula
en
complacencia de espíritus
de
carne de arena.
Es
mi torre una estatua bella,
fulgores
rizados entre blancas sienes,
con
el sigilo de carcoma
vendo
mi ayer que se desploma,
Agujerea, crepita,
chirría
mi
yunque despierto
clavando
este pertinaz dolor,
que
si lo sacara cantara de un amor
entre
venas.
Parto
el cristal de mi suerte
por
si afilo mi destino,
mi
existencia queda en invierno
alamán
del nervio
ese
que pasa la puerta
del
negro lirio,
mi
alma partiendo almendras,
desde
mi sol dibujado
a
esta luna de azúcar,
Soy
reflejo de mi sombra
un
esmero de la tinta,
si
mi vida fuera papel
No
habría tinta
para
escribir
lo
fuerte
que
late sin balde ,
al
suelo de la encina
abre
sus fauces
la
hormiga león,
tiempo
burlado por cortezas
vivas,
desprendida
mi
soledad, vuelve
el
oscuro, tenue soldado
alado, este suplicio abotonado.
El
Castellano
Registro
soterrado:
Resopla,
para y se piensa,
por
pensarse
nació
una lombriz azulada,
buscaba
su escondrijo húmedo
de
la idea,
se
aleteaba
como
gusano floreciente
haciendo
alarde,
él
sentado en el trigo
de
su verso
no
se vio la espalda
llena
de abejas
de
pensamientos típicos
de
su vida parada,
como
reposo de barcas.
El
puerto rancheaba
oscuros
rayos,
era
el letargo de su espera
cabalgada
su vergüenza
no
más románticos cigarros
todos
se tornaban
en
el uno idéntico
llamado
vicio,
el
alacrán de su mente
corría
feliz o eso creía,
sin
tener nadie que lo pisara,
surcos
se abrían
en
el barbecho soñado
de
su dama
que
ya era imagen de hoguera,
yerma
vida la estampa
que
colgaba del poste,
un
señero quieto se afilaba
con
el viento.
Beba
sus penas
en
taza de café a temperatura
de
la helada que rondaba
lo
bonito detenido,
eche
el anzuelo en el lago realidad
por
si muerde la quimera
Diosa
enajenada virtud de virtudes,
arrastré
mi pan de celiaco
por
su cara y mordí su boca
con
suavidad sin dientes,
quería
navegar su lengua
otra
noche tiznada
de
reposos dementes,
cogí
las riendas de mi azar
desbocado,
rumbo a sus piernas,
amaneció
la dicha de estar acompañado,
al
último suplicio del espectro engalanado,
gira
mi cabeza
que
sale un estornino de mi barba,
era
este un acre de calaveras
que
vestir,
estaba
la sonrisa
de
todos los tonos sentimentales
de
la cara larga,
avanza
que da vida
mi
escolopendra patidifusa
del
millón de espantos,
era
un patio de orugas
el
caminado por mi salvaje esperpento
difuminado,
un
rincón donde clavar la lanza
que
nunca sonríe,
caminan
dentro, caminan fuera,
más
patas que ojos,
sentido
inerte de la fiera
por
tornar polilla,
y
sus pavimentos de la estrella
acolchada
de ella
mi
almohada.
El
Castellano
Cauce
en flor:
Inconcluso
azar
flor
de azahares
en
estos cauces
de
venas hirientes
parco
compás silente,
estalactitas
de este amor
fulgente, evanescente,
con
surco de mi sangre
caliente.
Su
hechizo de piel
que
me abruma la hiel.
Colorines
me silban
su
quietud,
colorada, furtiva
en
la pulcritud
de
sus mejillas
al
alba de mis deseos
nacidas.
Enajenada
mi estrella
queda
sembrar el cielo
con
margaritas,
y
vestir el astro de traje
para
nuestro encuentro
que
viene y avanza
mi
adentro
queriendo
y siendo
el
primero.
Un
flamígero capítulo
de
mi sanguínea vida
al
fragor de simientes
que
germinan
nuestro
ensortijado cauce
de
nuestro albor,
engalanado
en
un molinillo diente de león.
El
Castellano
Brillante
oscuridad:
Despedía
el día
la
porfía de una melodía
una
balada por Belcebú,
el
pasillo se abría
cruzaba
las calles heladas
de
enero y su cuero,
danzaban
las sombras
entre
el descampado
donde
las casas eran malas yerbas,
malas
por qué
acaso
lo bueno es el humo
de
un coche,
cuando
ellas en primavera,
arrastran
las penas
con
su fragancia
a
mujeres desnudas,
miro
dentro de mí
pregunto
por qué todo
torna
azabache,
habitan
cuervos mis ojos,
ya
no hay precipicios
en
mi mente,
que
se dibuja de ladrillo,
miro
al cielo
que
todo parece una cueva,
acaso
ya bajas,
sigue
tu curso de Dios personal,
que
te seguirá cómodo,
el
bajo cero ciñe su lustre,
mi
sentimiento afligido
hoy
canta con mis dolores,
con
rezos fugaces
alargando
la noche
teñida
en el ojo de mi despierto,
porque
me cansa
esta
febril, verde, emplomada
mosca
impuesta medicamentosa,
hombre
en el acre oscuro
por
encontrar mi decencia,
estoy
colgando del párpado
de
la quietud noctámbula,
yo
no estoy escribiendo,
soy
un vuelo
sí
de murciélago,
vendo
mis mañanas
por
un ayer construido a su lado.
Es
como el hueso
de
un poema imaginario.
El
Castellano
Azar
sin venas:
Fiel
reflejo estridente,
los
cuadros de tu vida
danzan
entre las baldosas,
entre
acorchados pasos
todo
va quedando atrás.
Un
ocaso florecido
de
espadas en sigilo,
tiempos
huecos
en
lúgubre caricia.
Acaso
la luna es luna
o
alguien despierta
y
la pinta.
Cerrojillos
en destierro
de
este silo de oscuridad,
avanza
que imanta
el
día y su prisa
por
alzar su despedida,
gritos
secos se mueven
tras
el ventanal,
sangre
que coagula
entre
compases
de
malas yerbas
de
mi patio.
Es
un mirlo negro
que
me visita
siempre
vestido igual
estrujé
las vidas
del
gato de arena que soy.
Suicidios
de cardos
corren
el patio
se
riza durmiendo
mi
gato negro.
La
soledad me ama
más
que a su estampa
vuela
y reposa
mi
fiel añoranza,
reverdecer
mi ilusión,
socavar
con sucesos,
así como besos
de
este azar
que
no siempre
se
pinta negro.
Acuchillar
esta realidad
con
mi suerte de seguir vivo
para
tomar con mi esfuerzo
lo
que no me dan.
El
Castellano
Campo
de espigas:
Miro
mi soledad
desde
el otro lado
donde
las sombras nacen
y
crujen en las paredes,
caminillos
del pececillo
de
plata, acurrucada
mi
sien
abre
los lindes
del
sueño retirado.
Es
un desfile
la
luz del astro
intransigente
sabe
que no tiene
mejor
en su empeño,
se
riza mi idea
sabiéndome
cuervo,
adentro
el nueve
y
el tres sacude.
Vive
este caracol
con
casa de espejos
habito
el espejo
estoy
escribiendo en él,
que
un día
las
imágenes harán
dulce
sinfonía,
los
sonidos serán
colores
derretidos.
Mi
casa será una hoguera
mi
luz será invencible.
Seré
yo el encargado
de
cabalgar los tiempos,
el
olvido dejará
sus
cerrojillos
entre
un manto
de
abrojos lucidos.
Las
hojas llorarán
baladas
estridentes,
mi
letra rozará
la
perfección
de
las décadas
florecientes.
Siente
el poder
del
cuadro
de
la oscuridad .
Afílame
el cuchillo
hiriente,
tejidas
las arañas
de
mi carne,
atraviesa
esta grieta
de
la realidad
que
no llora flores,
sólo
lleva en tules
almas
y su ciego campo
de
espigas.
El
Castellano
Piel
labrada:
Surco
de noche
ya
se retira
sonando
el día
y
sus rosas heladas
de
invierno,
iris
matutino
clamado
en
este fiel olivo,
surca
mi sangre
entre
verticales filos,
mi
gris vencido del alba
serena, más desnuda
que
la transparencia
que
el azul afila.
Se
clava este verde
militar
de ciprés
como
cuchillo enervado,
y
su canto
en
estos sigilos de chopo,
cargo
mi revolver
naciente
del verso
por
un sol de plumas
cae
fusilado el aliento,
algo
que clavar
al
firmamento
héroe
del norte
de
mi silencio.
Fantasmas
del
imperio perdido
su
bandera del tiempo
dormido.
Fúlgidos
nervios
cabalgan
los acres
de
esta trinchera
donde
mantengo alerta.
Jauría
de sienes hendidas,
con
fauces somnolientas
quise
ser siempre
con
esta mente,
profundicé
el idioma
de
la flor,
hablé
con la tierra,
aún
guarda mis abrojos
sembrados.
Entre
brotes verdes,
impacientados,
aguardan
el bravo
crepitar
de la tormenta,
y
sus besos azules.
Ahonda
esta vida
silos
del demonio,
simientes
oscuras
de
malas yerbas.
En
este campo yermo
crece
mi ilusión
que
no me siembren
el
dolor,
seré
como la flor
soñaré
con las piedras,
reiré
con abejas,
jugaré
con el viento
como
la vida grita.
Ahora
que la mañana
consume
los suspiros
ahogados,
ahora
que el cielo
luce
sus corceles dorados.
Es
por esta pizarra
que
me habla el río
me
habla qué más
que
ser agua.
Deslices
anudados
entre
corajes florecientes.
El
Castellano
Guardado
en un cajón:
A
veces me rompo
a
veces soy grieta
de
estas paredes heladas
de
corazón.
Seguro
para escalar
mi
vida una vez más.
Quieto
en las aguas
que
suena mi pasado
miradas
atrás
hoy
soy nuevo.
Se
puede escuchar
el
crepitar de este hielo,
el
sonido palpita,
congelado
un brillo,
de
humo descorchado.
Garras
de esta vida
en
el filo de su destino
enmascarado,
y
su camino de azul caricia,
me
aguardo del fuego
soy
destello de hielo
me
derrito por una flor
que
habita los campos
porque
sus semillas
las
ponen los Dioses.
Enraíza
a fuego
este
corazón.
El
día mío ya suena
y
la sombra se retira
a
donde puede jugar.
La
mentira queda lejana
espero
el tiempo
para
derretir mi alma
en
sus brazos,
y
encontrar fieles
testimonios
olvidados
de
edad desplomada,
su
nueva visión caída
tiempos
cambian,
en
esta fosa de palabras
rescato
afecto alumbrado,
resquebraja
la
palabra amor.
Sólo
soy unos ojos
con
funciones vitales
esperando
el encuentro
y
tener carne.
Hasta
abandonar
el
espejismo doblado
en
profusa imagen
de
lo que anhelo
encontrar.
Se
consume mi cigarro,
en
este grado bajo cero
de
libreta.
Habita
una estrella
la
mirada,
una
babosa
su
lengua dorada,
con
su luz que arrastra.
A
la floresta ausente
destapada,
el
reposo de la vida
bajo
invierno.
En
el que vuela
mi
demonio arte.
Mi
corazón que late
encerrado
en un cajón,
llorando
flores
por
todo aquello
que
no muere
es
este río frío,
desborda
las letras
rompiendo
sus cadenas,
amando
libre
desnaciendo
mis colores
por
amor al arte
hasta
la muerte.
El
Castellano
Fulgurado
sino:
Era
un día que se podía rezar
a
la estrella mayor,
como
si una babosa metálica
se
tratara,
busco
en este astro una razón
abro
a su luz mi creación,
que
me cuente
de
sus paticas que recorren
los
campos tiñendo de ocre,
de
su insípida lengua
que
me recorre,
un
hogar lejano donde descansar,
una
novena puerta a transmigrar,
creeme
de nuevo si te digo
que
soy tu hijo adoptivo,
nacido
de estas cuchillas de trillar,
un
verbo un suplicio despierto,
cruzo
la era solariega
buscando
quien yo era,
miro
al muro sí ese que dibuja mi mente,
miro
a la montaña,
recuerdo
que yo soy la montaña,
navego
este mar de grama
de
esparto y tomillo, tiznada la jara,
sí
vivo en Guadalajara,
como
cuervo adoptado de Castilla,
avanza
mi meseteño aliento,
aúlla
que aúllo cual lobo de hierro,
una
noche sin despedida de invierno,
avanzo
a la llamada de mi averno,
está
ardiendo en el cielo,
mi
musa belleza,
hasta
que se materialice
en
mi única florecilla,
llevo
mi canasta de melocotones
a
ella mi gitana,
arrojo
dulce abrojo
la
quiero en rojo
a
veces en blanco como prima
de
la pureza,
sí
esa que endereza,
hoy
es un día teñido de espadas,
baja
mi azul despertando a mi araña,
que
hilvano y me hilvana
cual
maraña de sábana de su tela,
no
nadie entiende
por
qué cruzo la espera
fumando
el cigarro del minuto sujeto,
mis
ojos ardiendo el juego
de
su fuego de mujer,
ciegos
pálpitos
crujen
su negra pupila,
yo
no estoy despierto
ella
tiene de ausente su presencia,
cuervo
soy esperaré su noche
noche
negra alza tu sombra lúgubre,
yo
cabalgaré tu sien saltando
tus
oscuras fauces,
hoy
lanzo tu tenue honda,
afilo
este cuchillo a ver si canta
junto
a mi iris vespertino
su
crimen de pasión y de flores,
hasta
que se duerman
los
campos conmigo.
El
Castellano
Vuelta
al inicio:
Es
del tiempo
la
incombustible hoguera
consume
la tierra
en
perfecta esfera
se
alza un maullido
desertor.
Gatos
que suenan
como
alambres
en
casas sin teja
ni
tejado.
Soñé
un día
su
contorno
su
silueta
me
arrebató
el
sueño
diciéndome
y
corroborando
su
espejismo.
Sol
oscuro
en
días claros,
humedece
mi piel
una
áspera lija,
soy
de madera
de
ciprés.
Soy
hijo del Sol
de
hierro
y
de la luna de acero.
Soy
yo el encargado
de
partir el viento,
yo
que abrí
mi
destino en dos mitades,
una
para sacrificar
en
ofrenda
si
se cumplen mis deseos.
Soy
de la tierra
una
espiga.
Hijo
del Sol de invierno,
ardiendo
en hoguera,
del
cielo
su
quimera despierta.
Oye
mi respiro
me
tiene miedo la fiera.
De
este panal
de
mundo no soy larva,
soy
abejorro mayor
sin
reina,
hago
énfasis
de
esta siembra.
De
la tierra
soy
flameante espada,
torbellino
de este mar
angosto.
Espuma
de estas caricias
al
alba,
crepita
sobre una araña
este
fulgor,
Torbellino
señor
de
rosas sin sangre
y
sin cortar.
Como
cruel indulto
a
la belleza
por
encumbrar.
De
hojas y espinas nació
este
tallo
que
ama de verdad.
Que
muere en el suplicio
de
su despierto tormento
dulce, ensangrentado,
envuelto
nacarado.
El
Castellano
Sigilo
de sobriedad:
Fauces
amarillas. El humo de su tabaco seco, cuelga de su blanca sien. Bocas de agudos
filos, nada por todo. Tomaba su café de grano recién molido como si goteara del
árbol del insomnio. Era un hombre chapado de años. Dormía cuando tenía sueño.
Comía cuando tenía hambre. Amaba más a las flores de su jardín que a las
personas. La amargura no conocía si no se hubiese casado con ella. Su bigote
recto comía por él. Era apuesto, pero le asustaba mirarse al espejo y
contemplar que el tiempo podía más. Su diálogo era más parco que una tabla
agarrada bajo yunque. No amaba el dinero y sólo lo empleaba en gastarlo para
necesidades básicas. Hablaba con sus flores y lo extraño era que le respondían
dentro de su cabeza, consecuencia de la soledad avanzada. Seguía la ley del ojo
por ojo si le daban amor. Devolvía lo mismo, pero en cuanto al odio, éste, le
temía. Gustaba sentarse en su mecedora en el jardín y acercar comida a córvidos
negros como azabache y observarles . Era un hombre pleno y hacía honor a su
vida, amando lo sencillo, cogiendo su armonía en la mano que sostenía su
cigarrillo y que blanqueaba ya su bigote. Con la paz en su soledad, feliz de
contentarse en su memoria de cuántos conoció, cambiaba luz en su medianía
exacerbada. Afilaba tostadas en miel rebosadas, en su desayuno. Sabía estirar
el tiempo como si no existiese. Su simpatía de ignorantes era apreciada por
todos los que le medían.
Una
mañana, en que regaba su patio como si la sed fuera suya, al acercarse al
tupido seto, escuchó unos maullidos leves, estridentes y que venían de una
camada de gatitos, arañando ,aún en ceguera precoz, en busca de su madre. Su
alma de viejo aguerrido se enterneció. Miró a los recién nacidos y sin dudar,
sin tener agresividad de la gata madre, se acercó a tomar a uno de ellos, él
único de color negro y se hizo el propósito de adoptarlo con todo lo que ello
implicaba. Sus hermanos eran blancos, moteados y en manchas negras. El gato
negro elegido, resultó ser el más inteligente que muchas personas que conocía.
Lo llamó Blackie.
Blackie
se quedaba pegado al cristal de la ventana, gruñendo, deseando lanzarse a por
los cuervitos que su dueño alimentaba.
El
Castellano
Sangre
de musgo:
Trae
este viento
memorias
perdidas
del
tiempo olvidado.
Trae
sangre de los Dioses,
en
muérdagos lucientes,
sangre
en flor del musgo
por
vivas piedras tejen,
espíritus
en árboles mecen,
traigo
estas vidas
traigo
grietas en mi destino,
mi
bravura que muerde el suelo,
desenterrando
su falcata,
sin
oxidar que es mi espíritu
para
luchar,
voz
que me hiende la entraña,
al
trueno es ella que silba,
de
sus lamentos
vueltos
testimonio
de
lo que se convierte
la
materia,
y
su resurgir de tierra,
me
avanzan los montes,
me
beben los ríos,
para
gritar este latido,
que
no morirá ni estando muerto,
tiempos
perdidos
llevo
en una mano
en
otra golpea
la
voz de mi poesía,
y
sus negras nubes de tormenta,
blandiendo
su hacha de guerra,
bruma
de su gris naciente,
ojos
de la noche,
que
sigue este lobo de hierro,
gritos
en la espesura alimañas
se
afilan la entraña,
fuego
traigo que yo no deseo,
y
fui a la bella fuente,
donde
se bañan las almas,
carroña
salvaje será mi enemigo,
y
sus carnes cantarán con mi espada,
este
sol me engendró de hijo,
estoy
hecho de tierra y luz,
que
mire la carne
que
miren ojos que quieren mirar,
el
armamento de este temporal,
lucharé
por todo aquello
que
amaré,
lo
que amo será mi guía,
para
nunca caer,
deshojaré
las ramas de mi tiempo,
y
en este cabalgar nocturno,
la
novena estrella arroparé,
el
tiempo conmigo volverá a nacer,
si
es que no lo hizo ya,
mi
cuerpo es la forja
dentro
llevo la espada,
al
tibio resplandor
sigue
en pie mi batalla.
El
Castellano
Vida
de hielo ardiente:
Horizonte
de la caída de este solferro
a
reinar como una falcata de rayos afilados,
hondos
ojos fijos en solariega planicie,
donde
frías juegan moteadas las flores de invierno,
el
reposo de la vida que se fue a dormir,
como
un río de luz brotaba la escarcha,
un
diciembre tardío saludaba
con
sus manos heladas,
acariciando
estos campos redondos
de
cardos y caléndulas silvestres,
era
un día de hacer manteca,
a
mí el frío me hacía sentir vivo,
en
este soliviar traigo mi espada,
pongo
a sentir la tierra a mis versos,
que
con cepillos de grama joven
se
blanquea mi calzado,
viajo
en mi mente
por
el cuchillo calizo de la piedra
del
caserón terrazgo abandonado
que
posee mi padre,
rodeado
por el fervor de pinos de monte,
donde
próximas hacían nido las atochas,
a
perdigones que son de la tierra
como
la montaña a su roca,
cosas
talladas puras como amaneceres
pulidos
sin grises hojas,
ola
rota mecen mis pasos
de
un mar olvidado del que cepas anclan
sueños
de vida,
del
terreno en el que grillos esperan
el
frío en sus agujeros
y
su despertar para morir al acoplarse
a
la melodía que teje la vida.
Avanzo
en este campo de víboras
para
ser yo como mochuelo recogido en su olivo,
como
mis pasos gorjean las carrascas,
todo
mi mundo reverdece
para
mí siempre es primavera,
y
mi bravura llora flores por mis venas,
hasta
tener del cielo
la
malva del alba
hasta
trepar las yedras del profuso claro oscuro,
del
cielo y su luna cuarteada de platas auroras,
me
nacieron simientes silbadas,
y
mis ojos enraizaron el campo.
El
Castellano
Trilla
mi idea:
Canta
mi cuclillo canta,
picotea
en mi cabeza,
entra
al silo de mi idea,
donde
telarañas
coagulan
mis pensamientos,
abre
esta puerta hacia mi oscuridad,
allí
donde negros ratones
cobijan
con fijos ojos
mi
sueño sin desempolvar,
me
conduje por escalas
donde
colgaban brillantes ojos
sin
pestañear,
arriba
donde se acumulaban los sacos,
un
murciélago despertaba,
era
como una sombra que flotaba
entre
llenos agujeros de aire,
sombra
con alas,
la
guadaña estaba recta
pareciera
que me esperara,
la
trilla afilada,
era
nueva de esta primavera
el
grano no vio su oficio,
respirad
este olor a trigo muerto,
habitantes
de mi silo,
hasta
la araña teje con tesón
su
geométrica hambre,
pardas
motas salpican las paredes
por
las que corre pegada la salamanquesa,
grietas
vivas por este frío infernal,
arriba
la sangre parecía evaporarse,
sólo
quedaba yo
y
esa sombra colgada del techo.
El
Castellano
Soles
de cuarzo:
Libero
vendavales furtivos,
acampo
la idea en tremenda pradera
descolocada,
mansa, abierta
en
florestas húmedas de rocío
tempranero,
sólo allí tengo nido,
entre
trinos que excomulgan mi deseo,
como
atardecer rojizo sin sangre
acaso
es, envoltura dispuesta,
rezo
que acompaso la franca vida
de
mi caléndula del camino,
resumo
que coarto su vida verdadera,
luz
de los campos, luz de mi campo
acaso
fuese mío,
aquí
solo hundido mordiendo este papel,
traigo
que quiebro tormentas en nido,
culebras
del sonido perdido,
me
desatan yugos de esparto,
arde
la simiente mía,
entre
clavos ardiendo,
entre
amapolas dulces, risueñas sin cruz,
se
desmenuzan abrojos
de
mi soledad carcomida,
a
la que entablo soliloquio
en
cama, con ella sin ella soy el mismo,
verdades
atrás qué necesito,
si
el mundo me hizo completo,
quizás
aburrirla a ella mi pena,
nacida
en cuarentena,
avanza
mi siega,
esta
vida mía vale la pena,
rezogo
brillos de metal
cuando
deja de serlo,
y
crispa al viento
lo
que llevo dentro,
más
que un tarro de miel
y
unas flores asesinadas,
un
corazón que sube por la garganta,
a
decirla a ella QUE no se vaya
usted
es mi compañera.
De
estos siglos que me quedan,
eres
la carcoma de mi madera,
hasta
ser lanza,
estaca
que somete al viento,
en
aullidos, en graznidos dolidos,
en
enjambres con reina.
Por
ahora a tu lado
soy
azada que socava mi camino,
sacando
terrones de lamentos
para
sembrar tu amor
que
Dioses me indican
que
tendría que estar ciego,
para
negar que eres más de lo que siento,
como
veleta que le falta lo principal,
para
no ser dirección que marca,
una
flor plañía a mi vera,
que
le faltaba su insectito
que
la besara sin diligencia,
así
la belleza nunca completa,
recto
escalafón retorcido al beso,
unión
de dos, como escala sin peldaño
rampa
no sería,
me
encumbro de la fiera para ser yo
la
fiera, de esta mi pradera,
se
afila mi vida quieta,
entre
soles que cuelgan,
y
colores que lloran,
despierto
para entregarla
a
ella mi cardillo de la dama
para
que me lo devuelva
cuando
me una a ella,
como
se unen dos gotas
del
mismo agua,
como
se desgrana el molinillo
cuando
saluda el viento.
El
Castellano
Carmesí
inefable:
Turbado
yaga mi espíritu,
sin
voz yace mi gran momento,
puridad
en crisálida perpetua,
oh,
lacónica eternidad,
no
te temo ya
ni
tu crisol de hálito
me
vence en inmortal secuela,
recto
ganaré a la luz,
por
su ceniza coronada,
cantaré
hasta el etéreo vuelo,
me
trasplantará el viento obscuro,
metálico
azar,
erigiré
un árbol de brea,
en
mitad del todopoderoso silencio,
mi
flor no sucumbirá,
ni
mi verso armado
será
litigio de crin en ascua.
Filial
prestancia,
que
nadie trepa mi solo nombre,
por
cantos obtuso,
en
sangre
suceden
labriegos
fecundos.
Terrazgo
de mi amor atado,
canto
a mis generales,
despejen
el camino,
y
entre férreos cipreses
me
avalen.
Tanta
herida precedida,
tanta
voz que muere,
sin
soto de almíbar,
pena
que no muere,
son
este de mi bronce en ala
de
un repecho carmesí,
soledad,
mi
gloria tan fuerte.
Azucena
helada de mi tarde,
resuena
en ti
un
azar indeleble
para
indicar sin sonido,
que
tengo corazón y cielo
atrapados
en un solo verso.
Olvido
sin espejo,
mantuvo
suerte segura;
luz
sin día ni ojos
fue
perfidia en otro astro,
azul,
paz,
cuchillo
que mi vida hiendes,
a
cercenar toda oscura alegría.
Förüq
Castellano
Severidad
enfilada:
Nota:
“Porque
el silencio poético es un alto grado de silencio; él es el que nos libra de lo
opaco de los signos y de las torpezas de la lengua. No es un silencio vacío, es
un silencio excesivamente
lleno
y hasta desbordante de sentidos silenciosos: un silencio trascendental.”
Luis
Armenta Malpica
tercer
incluido entre el signo y el sentido
“estado
T”, el cual no es potencial ni actual sino ambos “la mayor parte de los sucesos
son indecibles.
Y
más inexpresables que cualquier otra cosa son las obras de arte” (Cartas a un
joven poeta, 1906).
Armenta
Malpica, Luis. “La poética del silencio”. Armas y letras. Revista de la
Universidad Autónoma de Nuevo León 52-53, 2006. 16-14.
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Severidad
enfilada:
Destino
desvencijo.
Como
un borbotón de sangre.
Suspiro
rápido y hondo,
entraña
amilano,
todo
me lleva
sin
redil ni correa;
a
verme en el ojo de tu espíritu,
sí,
resquicio parco, opaco, en tu voz,
en
un patio de trincheras
y
entes esferas, al crisol
de
valles y venas,
en
el recital jamás yerto de tu verso,
cauce
perdido descubierto
entre
sótano de luz injerto,
en
la pupila del lugar mágico,
riera
en rambla
donde
crece mi amapola
de
pecho abierto,
tu
vida la saboreo despacio,
entre
regio y mi coraje en flor
de
nuevo cierzo;
tu
sangre sabe bien,
alma
invernada buscando
horizonte
en mente concisa
y
como no llega a destaparse
eterna
dormida avanzo su esquela.
La
veo en mis sueños,
resquicios
oníricos del ser claveteado,
de
vidas mías lejanas al tranvía etéreo.
¿Cómo
no hay?
No
hay nada que negar
nada
que perseguir
que
todo arte nace del sentido inerte inaudible,
en
manos del destino me encuentro
y
me encanta el momento
de
verme en el ojo de tu silencio
recordando
mi universo de astringente azur sarnoso,
tu
voz, amada luz en mitad el reino tenebroso
donde
allí sólo canta mi oscuridad.
Alma
de fuego encandilada,
estridencia
seca, armoniosa,
velo
de sigilo
tu
suspiro, nada más.
El
tiempo es correcto
para
la revolución; jamás mil máquinas
podrán
hacer una bendita flor,
Densidad
recta
en
rienda plumosa lamo esta mi pluma estilográfica,
resguardo
en Caja de Pandora es mi alma sin espora.
Cinceles
celestiales, un soto veleidoso,
donde
sembrar el final sin comienzo anunciado,
por
esculpir, tu contorno,
con
vistas a tu verbo;
divina
tez a blancura helada
por
deshojar mi fiel recogimiento.
Así
me perdí yo
buscando
tantos años
el
abrigo
de
tu amada voz,
haciendo
que mi difunta
cobre
su vida.
El
Castellano
Soliviar
llano:
A
las aguas de mi memoria
primoroso
apelo,
a
tener yo un alma como rambla inmensa,
desapagada,
un
tiempo sin días de cobijo alado,
rosario
suyo por terco no incendio,
sueño
en aras de corcel virgen en grandeza develada,
sudario
sonrojado,
metal
beleño todo olvido,
arrebujo
sin mesurar vil posible
que
por ella mi cruz y mi condena,
deslizan
mi viva aflicción
de
amor a propia ascua en la tierra,
sorprendido,
letal no pienso,
neblina
y fortuna
grandeza,
gloria no gastan,
voy
por epitafio soslayado,
remembra
cautiva mi soledad infecunda,
alejar
vida y belleza cuándo,
rosales
míos crían ajos
cebollinos
y puerros acuso,
tonada
de mi sayal remiendo,
en
boca de santo astro.
Peregrina
de azar inamovible;
en
alba de seda,
viste
su dicha inmaculada,
insinuante
su figura.
Sonora
ella de silencios perpetuos,
oro
de riveras
y
burgalesas conciencias,
sendero
atisbo
voy
largo su densidad llana
aria agraria,
luminaria
bajo luna de signo azabache,
luminaria
gitana sólo su mirada,
mi
repecho no fulmino,
ni
faldeo,
arboleda
de mundo monótono,
distinción
no apremia,
ni
estrella viola
su
espuma de ceniza larga,
como
lírica paz
se
llamó magia.
El
Castellano
Canto
de luz fecunda:
Imperecedera
faz,
en
haz luminoso indeleble,
río
de tinta terrena,
insubordinada
cava mi azada,
sacando
olvidos de la piedra,
anisados
reflejos que hienden la carne
como
el Sol me clava sus espejos en los ojos,
vítreo
desliz enarenado,
es
un sol bajo tierra,
hierro
de vestido del acero infra-humano
que
porto,
soñé
desvestir mis sueños como sueño de flores
aguardando
su fecundidad de nuevas muertes,
perpetuidad
a flote,
en
sima de raudales,
pila
sacra bajo tierra hierro de estrella,
claridad
del destierro
en
relámpago de veta azabache,
voy
sacando penas por olvidos,
azadón
saca terrones a cal y canto,
es
mi alma quien se destapa
que
una vez en la vida se dispara
una
soterrada vía sola, pierde el relente.
En
manos de silenciosa vívida estampa,
y
su desnudo de ángel custodio,
encenderé
las novecientas noventa y nueve velas
del
averno,
para
encontrar lo que me pertenece
y
siempre se me negó,
paz
sin guerra...
Que
va, otro día se venda.
crisol
anidado en tus labios de mujer inmutable,
un
deshielo y el cielo me trajo de nuevo,
sobre
la luz monto mi corcel de viento,
allá
donde la tierra es éter incoloro,
y
la suerte es de metal,
de
los árboles al bosque
de
la sombra carne y cuerpo
de
chirrío estacional,
y
sus muros de venas
gira
mi peonza,
trompo
vivísimo,
de
aurora incipiente,
montaña
o preludio,
el
gris se extingue,
luminosa
mi trinchera erguida,
con
desnudo bronce,
que
no es más duro que yo.
Förüq
el Castellano a 17-04-2019
Espinelas:
1
Enhiesta
flor fue semilla,
altiva
plántula fue ella.
Quién
fuese aquella tan bella.
Él,
pupa acabó polilla.
Aún
plántula fue pilla,
él
aún pupa la amaba.
Aún
flor la respetaba
juntos
cuatro meses bellos
cómo
fue lo saben ellos.
Él
desde pupa esperaba.
2
Bellisannua
siempre bella
sin
ningún pacto indebido,
licor
de mora bebido
brindé
yo por amor de ella
y
mío mas la botella
casi
entera, mi infinito
lleva
en corazón finito.
sólo
nosotros dos flores
libres
en cante folclores,
soy
alcalaíno, cito.
3
Amor
te adoro bastante,
tanto
que ni te imaginas,
volamos
sobre colinas.
Nada
encuentro yo distante
feliz
yo, el único amante,
ambos
somos golondrinas,
folclores
mas las endrinas,
el
weche, mapuche, arriano,
nunca
solar artesiano,
no
hay destino en las neblinas.
4
Ahora,
es ayer, henchir.
Amor
obtuso, incesante,
mi
vida en valor constante
valiendo
la pena hinchir,
sin
pena yo, rehenchir,
vigoroso,
parco, regio,
como
corazón de arpegio,
ella
firmamento mella,
mas
yo nunca ser aquella,
hijo
del viento, bastante.
5
Te
observo, mas yo la endioso,
amor,
pasión más los vinos
lo
mismo, yo catavinos.
a
ella doy mi sangre de oso.
Vivamos
sin el ser soso.
Toda
mi sangre antibaquio
a
mi mujer; Lofobranquio.
Viva
yo y más mi caballo.
mas
es él saltacaballo.
A
ella la amo, todo baquio.
6
Tesoro
mío guardado
dentro
tuya el sentir puro,
espíritu
era ello oscuro,
espíritu
mi candado,
en
alma estaba bordado.
La
espera, vida gallega.
Lluvia
hasta aquí las allega,
Beltane,
una, mas las diosas
Aurora,
Flora preciosas
su
ayer muerto, entalega.
7
De
celos ya no latere*,
amor,
tan viva a raudales,
nacido
en los manantiales.
nocturna
cuenta el me quiere,
luceros,
el Sol mas mi ere,
todo
lo quiero en las calmas,
nacer
temprano, los ensalmas,
universo
cisne e indemne,
desde
quince años solemne.
Celta
el fuego, hace reales.
8
Vida,
para amor, morir
en
tu pupila, en placer,
llegué
donde renacer,
mucho
tuyo a descubrir,
eterna
alma, su existir.
Criaré
las zarzas, hinojos,
mas
viviré dorando ojos,
mi
conversación es cena,
estabilidad
la escena,
mas
sabiduría, abrojos.
9
Este
amor todas mis venas
se
come mas manifiesto
toda
mi sangre dispuesto
sin
riendas cómo me frenas
te
deseo sin cadenas,
te
amo como sangres hiervo
deseo
ser tu agua, siervo.
Ven
a mí quiero tu risa,
ver
que fui feliz deprisa
pero
tu te amo fue FERVO.
10
Amado
Nervo es el nervio,
fuera
instintos y amistad...
de
amistad mi lealtad,
amiga
mi sombra, antuvio,
digna
casa con compluvio,
antuvio
en desuso ya anda,
hecho
anticipado, banda
rosa
por hierro, fragancia,
mi
instinto digna elegancia,
del
mío dragón parranda.
11
Mordedura
con dolor,
amor
ni cura ni ungüento,
puro
y eterno es su cuento,
en
mi abrazo le doy color,
envidia
resbala, albor,
premisa
estar en tu vida,
porque
no hay razón, anida,
cuándo
sepa dejaré esto,
este
Miguel no es funesto,
tu
merced de mi embestida.
El
Castellano
Remanso
y su era:
Avanza
manso
un
hontanal
de
gramas frescas,
deshilacha
al durmiente hombre,
se
retira mece y avanza
su
calvero expuesto
de
su semblanza,
una
dama cual blanca cierva
bebía,
bebía del vientre
que
emana la fuente,
plañía
un ababol solitario
del
camino, que la rambla sigue,
fiel,
duro testimonio sacude
su
cuchillo calizo,
huye,
huye el tábano por el monte
buscando
algún depósito de sangre,
el
brezo se apoderó limpio
de
un raspado testimonio
la
tierra devora lo que es de ella
para
ser mi sangre
su
eterna ofrenda,
por
descampados fugaces
corría
mi alma,
como
fiel testerazo de hombre,
la
espiga rendida,
saludaba
a la oliva,
siendo
del viento
esta
fiel niña
que
nunca descubre a quien pasa,
sólo,
solo ante ti
me
acuerdo de la primavera,
me
levanta un sol helado de verano,
para
ser mi hoguera
una
fuente niña
que
desliza, siente, y no consume
mis
labios de pradera,
siendo
este pasto
mi
infinito remanso,
que
me habla de la ceniza del fresno,
de
la nieve del álamo,
de
la sombra de esta abeja,
y
su testimonio deja,
entre
almendros con sabor a metal,
y
encinas sin gorrino,
hoy
avanzo el barbecho
para
enfrentar mi sino,
a
ver si contesta
la
brava dama lluvia
que
es Dios.
El
Castellano
Alborea
el otro lado:
Destello
que blanquea,
lechoso,
estira un seto
en
semicírculo,
la
retama amarillea
oscuro
el agua
de
soto sin fondo
en
cuchillo en haz de cauce,
compongo
el suelo,
con
un hueso en mandíbula
pereza
coarta la raíz
en
mitades que caminan
desencajadas.
Anidaba
un cortavientos
la
franca entre rendijas
que
se ocultaban bajo paja,
decencia
que iluminaba el sol,
patio
largo del atardecer
lleno
de harina.
Escuché
a mis heridas
por
francos capullos segados,
caídos
asisten a ungirse
yazco
en una hoja roja,
camino
por mi corazón,
exime
aliento
una
raíz salvaje no sostenida
se
deslizaba un rosario
con
aflicción del marjal
cubierto
por la flor.
Como
febril estera
y
larvas sujetas
en
yunques iluminados por savia;
era
mi vida el precio
de
estas semillas.
El
Castellano
Tañer
de hiedra:
Cerro
gordo de henchidas horas,
marcha
lenta sin subrepticia,
pesadumbre
del porvenir
sin
hojas ni otoño de vastos
suelos
empedernidos,
en
este rincón deslizado
un
senil canto que abre paso
tras
espirales en cuencas de flor,
de
floresta blanda,
húmeda
donde la maravilla
será
villa,
Yunquera
llanos fueron
sotos
sin perdigones,
pero
de fuente
de
lo que fue siempre
matiz
destellado,
ultrajadas
sin abrigo,
en
este mausoleo de tiempo
que
se pierde sin visiones
vientos
sin azares de infelicidad
ni
ajuares de inamovible primavera,
donde
lo único inamovible
es
todo lo que siento por ti,
como
un carrusel sin soga,
ni
cuerda que atañe,
desde
esta urdimbre
anclada,
armada, hondonada,
dónde
mi manso destello
de
esta asolada cuesta abajo
que
avanzo
por
la vera
verdes,
un
ojo que endoseló,
sin
compostura
mi
dulce cicuta
secular
es mi enredadera,
mi
sentir sin espera
su
blanca ojera de nácar
de
rosas y crispadas espinas
flojas,
absurdo,
burdo, doncel
en
sandez segura
tapiz
sin fusionar
dichas
ni agravios
extiendo
mi locura
¿Alguien
duda de mi campiña?
Con
murria
de
escurrajas,
cuenta
ni azada
sin
sostener este descanso
que
lo dicho tiende,
todo
recuerdo de lo que alma tengo,
y
recuerde mi cordura,
que
Úbeda tiene monte
y
yo blando su horizonte,
sin
alarde
hago
corral de lluvia.
El
Castellano
Sombra
desnuda:
Yermo
terreno del sueño,
un
trillado verso avanza
entre
espejos y cristales,
fieles
aullidos desvalidos
entre
semillas sin iris del mal,
entre
corceles del fuego,
entre
sonrisas fugaces.
Es
todo lo que siento
un
canto de piedra,
un
río desplomado
mi
fiel apostada cordura
que
viene por enjutos
ojos
hirientes
hasta
avanzar los besos
de
labios grises
y
sus fanales colmenas destapadas,
no
quiero repetir estos destellos fugaces
ni
herir por mis alambres
tejido
mi atrapa-sueños
queda
mi parca vida
desnuda
con el hastío
que
asesino de esta manera,
volando
mi dulce murciélago de nácar
entre
este amor
de
estrella me alzo,
es
glorioso este canto,
reducto
en lúgubre sigilo
es
esta inspiración,
tentación
de ángel desertor
de
morir,
justo
la vida
acabará
negándose a finalizar,
soy
yo la salud
de
la una solitaria de la madrugada,
conquistado
el cortejo de la noche,
me
cuelgo de mi profanado latido
por
estos cordones de hueso
vive
y viviré mejor
que
mi traje funesto,
limará
esta sin razón los ocres
hasta
lucirlos verdes brotes,
hasta
acabar rendida la caricia
por
estos espasmos de cobre,
mi
destino teñirá las vivencias
por
solares complacientes
y
lugares dignos de altos sueños,
esta
araña dejará crías
por
poemas
en
escarchas mutiladas
en
este hierro candente
y
el incendio de mis hielos,
como
dijo el grande
no
acabaré de irme,
ni
estas solapas fundirán
en
tristezas secas,
la
sombra será mi mujer,
cambiaré
el prisma de ver,
y
ahora la luz será
la
dama siniestra,
por
si un día acabo de irme
solo
espero
haber
podido contagiar mi locura
que
ya es rápida,
desborda
sus cauces,
brotando
en espinas insomnes
el
abrir de las compuertas
a
ese abismo sin dueño
donde
besan los azules
ese
nido de malvas,
que
mi ser desprende dominando,
sombras
miles en este carruaje vespertino
de
mi sangre,
mi
río de colores
de
almas en sus gotas ferviente,
atado
a este sentir,
que
late,
que
sueña
la
carcoma de mi estampa.
El
Castellano
Suspiro
en tierra:
Flor
silvestre a ti te escribo esta lápida de mi latido
tú
que me das la paz que yo necesito
haces
mecer mi amor en tu floresta
cuando
flores de margarita cobijan lo que necesito
mi
vida gira en una flor de caléndula
avanza
mi vida en un sentido hacia el sol como ellas
se
siente abrigado mi pecho
que
canta por soledades su te quiero
no
más montañas oscuras por escalar
no
más súplicas por dibujar
todo
se mece en una caricia
todo
cuelga del alambre
por
ver si te tengo hambre
y
tus besos me acompañan
fieles
testigos desvelados
de
todo lo que fui y soy para ti
así
como una cascada que bulle hacia arriba
un
cielo encerrado en mi pecho
un
canto de tus labios
en
verde espiga y girasol
un
despertar entre pétalos
un
parpadeo que me lleva a verte
un
abrazo que me lleva a tenerte
es
sólo la vida de la flor
y
que la flor solo sea la flor
elevado
albor
cuando
mis pupilas se llenan de tu amor
solo
allí amada mía
reinará
la flor
y
no solo al muerto dará calor
tu
sangre se fundirá en polen carmín
tu
vida gritará a mi vida
para
encontrarla
florecida
de los más bellos versos
sin
dolor
sólo
cantándote
mi
amor.
Oh
elevada flor de mi amor
a
ti te canto sin dolor
que
mi ser es primavera
cuando
mis ojos te ven entera
y
mi Dios es la lluvia
está
cayendo ahora
como
el invierno se desvanece
es
mi tiempo ahora
los
cielos tiño de malva
mi
vida reverbera
llegó
la hora es primavera
con
el trino de los pájaros
se
blande mi espíritu
al
son del tambor de los grillos,
quieren
un templo para mi flor
ojos
aceitunados cuentan
de
los giros de mi alma
al
albor de su corazón
ojos
de sus ojos donde me encuentro
en
amor, bailando en sus pestañas
alzándola
en beso
un
continente despierto
un
mundo y un océano
un
hada y un cuervo
un
día de mi vida
por
si vuelvo
a
la vida al viento le pido
que
mi boca conozca su boca
y
mis ojos
sean
más que abrojos
mi
beso sea tempestad
y
mis labios fuego encendido
para
encontrarla a ella
que
mi cuerpo siga su estela
y
para mi muerte
que
ponga yo amé
y
aún en este descanso sigo luchando
porque
la volveré a ver y yo con ella
en
amor estaré.
Me
encuentro trenzando la flor de azabache
sí
esa que llora la noche
por
encontrarla a ella tan bella
cantan
los cuclillos y los nocturnos grillos
se
tiñe mi horizonte de jacintos
y
yo a mi mujer la hago un nido
de
pétalos de caléndula
por
si vivo que ella sea mi flor
y
al sol cantar nuestro elevado amor
sólo
soy yo cantando mi epitafio al hueso de la luna
volviendo
azul el alba
para
que reine la noche sempiterna
y
entonces volver a verla
encendida
de traje de estrellas fugaces
es
por ella por la que se eriza mi piel y corre mi sangre
mi
caudal se llena con su amor
y
almendros me acampan en flor
desde
el verde trigo al verde olivo se mece mi sino
y
es encontrarme con ella en un latido
al
viento le pido viento bonito siémbrame en su pálpito
y
así con el mío jamás verá un suplicio dormido
ojos
de cuarzo corazón de granate
acércate
te alcanzo una estrella
para
que brille nuestro corazón en esfera
y
esta amor no será una noche más por su azabache
brillará
un reino para los dos
el
cielo se vestirá de los más bellos colores
cuclillos
entonarán sus sones
los
murciélagos bailarán rasgando sombras
y
yo amada margarita en tu flor estaré
pintando
con mi sangre este amor de mi hiel
y
aliento que juntó a ti no verá su desvanecer
y
sí hoy es un día para luchar
por
las ilusiones fugaces prometidas
mi
piel encendida que con la tuya late
en
la más tierna caricia
quedando
por dibujar mi subrepticia
esta
noche encendida
que
dibuja y reina mi vida.
III
Amada
te escribo mi piel en piedra
que
este latido es más que fugaz de estrella,
viste
y desviste mi vida,
el
verso coagula mi sangre
hasta
ser mineral de piedra cuando muera,
en
este corral de rosas crece mi ilusión verdadera,
alzarte,
rodearte, elevarte en mis brazos,
ganará
a esta noche yerta,
tejida
vestida en vilo de espera,
para
ser yo el encargado de esta acequia
que
riega con tus besos
esta
elevada floresta.
Donde
Margaritas cantan
que
es por ellas que el destino nuestro se acuesta,
vivo
para vencer este horizonte estirado,
vivo
para vivir en tus besos desgañitados,
para
sembrar el curso con mi sombra,
con
mi divina fantasma que habla
como
tú hablas mi amor,
mi
amada,
hoy
me raja la noche la entraña
para
clavarme todo el polen
de
nuestro amor,
nacarado,
embestido, dibujado, anhelado, florecido
aliento
por aliento,
sangre
por venas,
hasta
morir en tus piernas,
yo
soy mi lápida,
esta
primavera que comienza a avanzar,
resumo
que coarto este tren
por
lares insospechados de tu vida
hasta
llegar a una Araucanía lejana,
donde
se acuesta el sol con la tierra,
donde
las nieves que lloran las montañas
viven
renaciendo, bullendo, deslizando
manantiales
de hierro y cobre
de
su sangre de tierra y fuego de volcán,
viviré
hasta que un abejorro siembre mi nombre
en
todas las flores de tus campos,
seré
dichoso orgulloso,
como
soy en esta parca existencia taciturna,
por
la que me lloras amor noches sin alba
por
tus granates de ojos,
es
por mis versos nacientes
que
el cielo abandona la tierra,
para
vivir siempre, por siempre y para siempre,
en
tu sonrisa dulce, nacarada
porque
yo nací amada
para
ser tu primavera,
tu
sonrisa verdadera,
y
el hombre que dio su sangre
para
luchar por su margarita
hasta
tenerla en vena,
nadie
puede ni podrá contra nosotros,
el
tiempo estirará sus azules pétalos,
solo
para decir:
Miguel
nació, vivió, conoció
y
dijo que su vida
no
era vida si no podía entregársela
a
ella mi flor
su
única mujer de sus amores silvestres.
El
Castellano
No
tengo amigos ni enemigos,
sólo
confío en mi alma y su capacidad,
el
que alimenta su espíritu no teme al mundo,
deja
que arda este en su materialismo,
en
sus falacias que intentan dirigir la espiritualidad
de
su ''dios'' personal,
yo
encontré mi libertad
me
baño en sus fuentes
para
ser mejor en cada cosa que hago,
sin
lucro ni ambición que no sea ser afilado como espada,
hasta
cortar toda sumisión,
nada
espero, nada quiero, nada deseo todo lo tengo
dejo
que brille mi espíritu,
así
es y será hasta el fin del tiempo,
del
que coja su azada.
El
Castellano
Iris
de campo:
Adormidera
pulcra entre la retama,
amapola
esquiva sangre de la tierra
nacías
lejos de la tierra que tú querías;
la
fe mudó sus caricias
sobrecogido
el triguero espárrago.
Serpeo
el camino de Humanes,
el
reino florido por tejer,
jacintos
de botellitas azules
recuestan
gramas del lindero
entre
espinos amarillos del olvido
yo
hablo con zarzamoras de rivera
del
Henares.
Corrihuelas
abren nuevos sentidos
bajo
sauces y olmos viejos
grajean
tordos la vida del endrino,
caracoles
que trepan el abismo
de
savia recia, dura.
El
alacrán pasea la represa
cuando
la araña lycosa encuentra presa.
Espartos
y retamas
prenden
su verdor al monte.
Cardos
y cardillos de dama
tiñen
blandiendo su horizonte
anual.
Cadillos
invaden el yermo,
de
hinojos y dispersos plantagos,
boquitas
de dragón, perritos
que
juegan con el viento.
Un
ligero testero acoge raíz
a
una flor de Odín
caléndula
silvestre
flor
de difunto que resiste
entre
embistes de tiempo,
y
heladas grises.
El
Castellano
Si
a la sombra canté:
No
indagues el azar
que
su relente tizna
a
ojos indomables.
No
luce la flor siempre
ni
la casi viva yedra,
juventud
y fortuna visten
como
sombras huidizas
cual
Escita sobrecogido
entre
mares y el aquilón;
bebe
de la fuente virginal
que
la sierpe es honda vigía.
El
mar de encinas
nos
sobrepasa.
Las
olas de tierra
son
infranqueables
no
vistas de alpaca
tu
parda sepultura
los
más duros son tierra,
el
resto afilada ceniza.
Traspasa
tu rienda
sé
jinete de caballo muerto.
No
dejes caminar a gusanos
cada
cual busque y encuentre su lugar.
Por
los siglos que llevamos
Nunca
es bastante,
por
amores dignos, pierde el hombre.
Aboco
empeño que desafía
mi
dorada, encontrada, mediocridad;
contenta
ella sin miseria.
Azota
el poderoso viento
mi
erguido pino,
mi
torre altanera jamás vencida
cae
en estrépito para nueva siembra erigirse.
Júpiter
dame ásperos inviernos
floreceré
tus pies
con
dignas rosas del atardecer.
No
hay mal perpetuo
despiértame
la musa de su sueño,
báilame
la llama en vela recta.
Tiende
el suspiro en el patio de mi araña.
El
Castellano
Carne
espectral:
Incauto
silencio verde,
ignorando
que la rosa
no
ha muerto siempre,
antesala
sin espera ni consulta
donde
muerte pasea,
enorme
llama en fondo de frío,
ojo
helado fijo en labios ardientes,
enjambre
solapado
a
mis trescientos treinta y tres vidrios
de
alma que gasto.
Hermosa
ni roca te parió viva,
deshechas
las estelas
queda
asirse esplendoroso
al
metal que ruge.
Mareas
de afrecho
visten
savias lloviznas
que
avivan su verde intransigente,
ángel
lánguido voz revierte
surcos
en iris pervierte,
quedaba
alto nacido del hierro,
el
norte que soñaba el viento
fruncía
de aojos la vestida noche
y
su cenicienta espectral
de
las maravilladas flores de difunto
acrisoladas
en soles pudientes
hechos
de silencio.
lúgubres
hendiduras del sueño
y
el vientre escamado
de
la lagartija
que
yo amé,
y
seguiré perdido amando
porque
yo existo.
El
Castellano
Azares
de lluvia:
Avanzo
el día sufriendo con la luz,
escribiendo
mi cuaderno
encima
de una mesa de pino,
simple,
ruda,
como
ella misma.
Hacia
el ocaso del nueve,
la
cerviz descansaba sobre el rastrojo,
una
carrasca enervaba sus flores de piedra,
era
suficiente descansado el recodo,
abría
el cielo un llanto
de
llovizna asilvestrada de Abril.
Suave
se esponjaba la oscura tierra,
la
viborilla ahondaba su refugio
bajo
la severa piedra,
era
un tomillo afilado nuevo
de
esta rigurosa primavera,
el
solar lucía su verdor
de
ángeles cazando lagartijas.
Diestro
mi ser dudaba si llamar
al
gamusino de escritura,
la
cocina de baldosas
invitaba
a merodear por algo de cafeína
era
redondo el tiempo que alzar clavos
y
unir galaxias sobre tejado de aspas,
un
día cualquiera;
sin
mozas en la vista,
era
bastante y no se sujetaba mi pensamiento
de
vanidades cualquiera.
Angosto
trepaba el tejado de mis densas ilusiones,
atravesar
raudales sujetando azabaches del cielo,
estirar
la luz y bajar la luna,
era
un puñado de estrellas apagadas
y
volví a sufrir y endoselar cantando,
un
reguero tieso de savia
y
el vergel se encendía
clamando
la desquicia
de
que no duraría la siguiente estación,
sigo
las ondas del charco
deslizando
en él su solo reflejo,
rambla
sin margen repleta
de
esta lluvia sin cuartel,
un
río me desquita de fluir
como
lombriz azulada purpúrea al tacto,
es
un recuerdo a mi río Henares
en
localidad natal surcada,
un
solitario flamígero pensar,
y
cambio todos los lugares por ninguno,
que
es lo mismo,
cimientos
absolutos de oscura tierra,
en
tímpanos calizos me sostengo,
como
esparto del bronce,
y
brezo desnudo sin soslayar herida,
el
vals terreno me envuelve
y
vuelvo a saltar el pretil gesto de Ostara,
anudando
el ombligo de la tarde
con
la ojera de la noche.
Förüq
El Castellano
Son
del ascua:
He
venido por los sones sin tiempo,
resuenan
todos en lo alto de la torre,
indico
fiel muro
que
acuartela voz sin muerte ni memoria,
bronce
a lo alto,
pureza
inmiscuida en áspero esplendor.
Risa
sin agua, tiempo con sonido,
eternidad
azogaba sin corazón
ni
anchas calzas finitas,
el
cielo cayendo turbado está.
Voz
con muerte oí e hice caso,
penumbra
de vendaval obscuro,
hálito
perenne de triunfo en luz segura,
mi
culebra, mi sola flor, un campo soterraño
armado
en cantos, solapado,
viperina
falaz un soto
al
que me trasplante,
dulce
miel de tosca celda,
filial
que enmarca,
sangre
sin latido del suelo terreno,
raíz
de terrestre prestancia,
clavo
instante, cabeza abajo
de
la vida de este mundo,
tajo
recto aguardo,
con
la verdad profusa de cuánto he amado,
espiga
de tinta bebiendo la luz,
de
su ardor erizado,
crisol
a raudo, puro odio,
eternidad
sin voz,
agreste
reverbera,
empapada
en substancia.
no
tendrá que aullar como los presos,
oh
dignidad serena,
cuervos
de muerte me caen los ojos,
reloj
de alma y alba en despido,
como
rubí dentro del zarcillo,
me
senté en un junquillo,
y
me entregó un zorzal su ovillo,
hiedra
de espíritu suplicante
trepando
quinto cestillo
mi
torre anublada de hondo cielo,
sombras
miro, me miran todas,
mi
cántaro es como el de Dagda
ni
fin ni repleto,
viaje
eterno,
al
encumbrar todo
de
nuevo rocío.
Ababoles
me cuentan
que
todo se alza y rige
gracias
a raíces primas.
Förüq
Castellano
Tiempo
en floración ruginosa:
Una
flor que es flor
en
mitad de tu tiempo,
floración
que vino de raíz del averno,
escalando
al cielo,
pluma
en tinta
de
servil vid de Ferento,
albor
en cernícalo vigía
primo
del vilano señor,
mariposa
metálica que revuela
desde
soto carmesí de tus muslos
desplegando
su lengua furtiva por tu dulce
vientre
de nieve,
corola
de un silencio húmedo,
como
si flor en palabra
nunca
hubiese sido,
trampa
de arañas en serviciales rosas
de
la aurora más funesta, clavada la hora.
Curvatura
morada de mi verde sueño,
corazón
despierto o mudo
de
grito sordo en el pecho,
amor
de rayo empeño asolado.
venas
en azur sobre tierra,
un
destierro de la esencia intangible
al
beso y ala vaga de sol minúsculo.
Rebelde
en tierra resumen edificado,
sin
vigilia feroz me despoblaba,
inmaculado
fuego,
terrible
y compasivo,
tú
amapola,
crecida
en luna de mi huero camino,
labrador
de arduo sendero,
lebrela
tú musa de mi gana acaudalada,
pez
de hilo es este instinto,
a
veces parco, a veces sumiso,
azul
lento en flor de viento,
oval
de campana tu concavidad en bóveda.
Mariposa
negra que poema trae en ala,
gota
de luz colmando el astro,
mariposa
negra solar,
mariposa
de muerte sembrando
orugas
de vida nueva,
azur
todo espejo,
de
un tiempo que ya calla,
y
todo frío, termina.
Förüq
Castellano
Oda
al Sol, musa en armas:
Gran
Sol, gran hervor de rayos espadas
día
clavado; tu iris sediento sanguinoso
en
Vestal iridiscente en flamas a lo alto,
a
lo alto brillas como crece el talento
sembrado
en nuestro corazón,
rueda
de fuego, Lugh en tu gloria,
germino
toda dicha padre de mi conocimiento,
oidor,
de cuánto arte ha conocido, padre Supremo.
Escúchame
mientras te honren este,
el
día de mi musa en armas.
El
invierno se ha ido, nos dejo atrás,
los
campos están verdecidos y cantando en flores
que
trae Ostara y su caricia de divina nota
de
savia que escala todo terreno, y fríos ya lejanos,
Toda
la tierra duerme en tu ausencia.
Incluso
en los mas oscuros tiempos
tu
luz es el camino
para
aquellos que necesitan un faro
de
esperanza, de brillo, de sosiego,
relumbrando
en la noche.
Tu
esposa regentada por madre Luna,
buscando
toda tu luz, toda oscuridad empuja,
La
primavera está aquí, y días aunmas cálidos vendrán
los
campos están desnudos y vestidos de celestial verde de lanzas
y
el ganado pastando.
Encendemos
estas velas en tu honor,
Regreses
la vida de nuevo al mundo.
Mi
lira te cante la sola noche que traes flagrante.
OH
LUGUS
Solar
y poderoso,
sol
sobre nosotros, te pedimos
tu
regreso al alma incendiada,
en
virtud que te amima y habla,
que
traigas a nosotros la luz
y
el calor de tu vida.
Trae
de nuevo la vida de nuevo a la tierra.
Trae
de nuevo la luz a la tierra.
y
aleja la saeta oscura que te retiembla la calma,
al
alba más preciosa,
Maestro
encumbrado
del
arte que florece
y
en nuestras entrañas germinamos,
nosotros
los escribas
cabalgamos
todo tiempo difunto,
guiados
por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz.
AWEN!
Diestro
compás
en
sol mayor,
bruma
de idea socarrada.
Flamígero
desdén;
congelado
en ascuas
de
fuego azul.
Horizonte
sin prisas
que
arrostró
todos
los rostros
de
abril.
Abre
el nuevo fervor de tu luciente.
Y
su solitario azar de relámpagos
de
tu azur hermoseando,
enclaustrado.
Vírgenes
encinas, y almendro de soto,
entre
un nogal
dependiente
de su sombra.
Al
verdor de inusitados pinos,
me
caracolea
la
fronda del monte. Musario cerro desnudo,
Espino
amarillo de mi dossier,
Caléndulas
solariegas
que
amarillean su silvestre ralea,
esposa
complaciente de Sol naciendo.
Brilla
esta infamia
de
campo abierto.
A
esta última lagartija
lanzo
un baquio seguro,
sin
disfraz ni apellido perenne.
Mudez
última
de
sangrada amapola.
Sanguínea
tormenta
de
dureza blanda
con
agua de mi terco aljibe
obtuso
en litigio de iris vespertino,
y
su sangre que baila
el
suelo terreno,
que
en culto a ti Lugh yo beso.
Y
avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.
Hijo
y sirviente de Candavmis dios del Trueno.
Förüq
Reflexión:
Como
el Sol brilla en lo alto de los cielos,
es
nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,
y
sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,
en
y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón
regentada en luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar
de vida en este planeta que dirige y domina.
El
Castellano 29-04-2019
Sol
ferro a tu gloria, compilación:
Voy
por tus desangeladas, profusas luces.
Hierro
que me tiembla la osadía,
oxidado
resorte candente,
que
afuello;
relamen
linces del tamaño
tu
dispuesta ternura.
Hirsuta
ciencia tu tomo de tierra.
Acristalado
vence marea súbita
de
ojos realizados;
mi
espada no luce marchita
afila
latidos de mi corazón
ignoto,
ante tu ser, casi desnudo.
Orando
llegue revelado momento
de
aspados dientes
y
destellos secuaces.
II
Aruña
mi tierra una vez más
como
un grito en la vena,
como
un gemido perplejo
que
brilla el tiempo,
que
empañó
tus
vidrios líbicos,
atemporales,
dispuestos,
sin
margen, sin curva, ni acervo.
Saliva
en aljibe de hondo deseo,
exasperado,
irisando crisoles
que
jamás marcharon;
beso
y muerdo tus orejas malvas
profanando
tu blancura primorosa,
en
tus piernas gemelas, semi-abiertas.
III
Mis
violáceas hojas marchas
raíces
que maúllan mi calma;
profundo
el zarpazo de amor
que
me afliges.
Osadía
acariciarte en destellatoria
entre
vela y candelabro
avivado
tu hornillo de espejos
supinales.
galvanizada
garra llega
a
arañar la puerta;
rumor
de fiera vespertina.
Solo
ante tu sosegado
siempre
azul violín
que
la humedad
de
tu floresta,
nunca
más virginal,
entona.
IV
Despierta,
flamea nuevo cierzo
por
tus sotos de rincones sedosos,
humedad
permisiva blanden
al
desnudar tus mieles
entre
tu piel serena;
abejas
mías
dejar
que la flor duerma.
Corajes
florecientes
en
ocaso que el alba lanza.
Desde
la luz del día
hasta
dentro la oscuridad
más
densa que late y envuelve.
V
Sus
cerrojillos tersos yo beso
en
esmero amilanado de erizar sus nervios
a
flor de candor estrellado, navego que avanzo,
tus
filos de rubores aplacados,
esta
luna entre mi tierra y mi solferro
una
vez que su luz perdure mi hierro.
Placer
enarbolado, en lustre de acanto,
ya
mi querer no es piedra rodera
ni
de osadía alabastro,
fuera
de la batalla,
tersura
que gemía la espera.
Mi
piel de quimera,
inimaginada
senda,
es
un hálito y su verbo
una
escala y nuestra escuadra.
Al
placer preso
de
sonido extinto.
VI
Retiembla
el agua
un
haz sobre espada,
inabarcable
sentido
sigue,
ahonda fiel
su
rendición
en
estallido del tesón.
melodiosa
sierpe
en
un vals del gemido
secundando
el alarido
sembrado
en su interior.
VII
Fuentecilla
parece mi noche oscura,
fuentecilla
retozona,
y
de verdes lamentos quejumbrosa
como
sombra leve de mi pájaro piador
que
acuesta a dormir su entraña.
Sombras
largas que descubren
el
canto los lisonjeros grillos.
Blancura
y azabache descansa en la arcilla
el
nido mi golondrina.
Al
fresco respiro de mi chopo soñador
lanzo
un severo destello argento.
Longevidad
imperial cercenada
como
retazo de persistente
carcoma
manida a mi verde intelecto
grave;
embaucaría
sin tenerla
todos
mis instintos,
todos
mis impulsos.
VIII
Canta
, canta mi pena azul
sin
ocre zozobra.
Abre
el verde ramaje ,
a
la espesura de mi idea.
Entre
un camino serpeaba
como
culebrilla de un destino azaroso.
El
murciélago castellano
rasgaba
bailando, ladeando
el
cielo mullido
de
levedad de colchón sin luz.
En
sintonía opaca que rodeaba
y
acariciaba.
El
cielo abría su sangre a la noche.
Un
sopor de estrellas
que
en este invierno no tardaban,
y
el rudo vigía ciprés soportaba .
IX
Bajo
tenue luz de luna
que
los sentidos arrugaba
y
mi fiero ciprés de lanza colgaba.
Avanzaba
por el camino
los
álamos,
como
un sendero
en
cal de maderos cenizos,
rumbo
al Valhalla.
Alumbrado
, rememorado,
anhelado
por
todo guerrero .
Era
un olmo frente la tapia
de
un cementerio
en
Fuente la higuera.
Caminillos
de hormigas dispersaban,
desplazaban
los vástagos
de
forrajes venideros.
El
Castellano
Tangencial,
severo, recto
a
este sol ferro fiero
de
luna pavorosa descolorida.
Rey
astro de cielos huérfanos;
soliviaré
su fervor
por
albas depuestas,
hijas
de rayos derretidos,
un
eco del hombre resuene alto
en
esta umbría noche
que
sangre previa
ya
desvaneció.
Campo
de raices en negra visión
y
viborillas temblorosas.
Carne
y cuerpo de metal
es
mi azada mordiendo la tierra.
¿Cuántos
ángeles disolvieron el vuelo?
En
son de la belleza tornasola
en
quietud reverdeciendo
estas
selvas de sombra.
La
llamada del guerrero.
La
llamada de su espada zorro,
a
su silbido forjado.
No
es lugar plácido tras la vida,
no
es esto, es aquello,
a
cuántos insultaron los cielos.
A
cuántos a su alma sobornaron
llegado
el cristal de espejos,
y
su laberinto de reflejos.
Soles
cromáticos de escalas
intangibles
de luz,
y
sus rayos acuartelados.
Llévame
en tu estela irisada,
yo
me mediré con el Rayo de Zeus.
De
letal sonrisa azur,
bailaré
sorteando su electricidad.
Acostaré,
ceñiré sotos
de
vientos arrebolados,
en
espirales.
Apolo
me dará su brazo,
pondré
a bailar Valquirias
en
la fiesta de los condenados
a
siempre vivir.
El
Castellano
Cuerno
sonoro,
cuerno
vivo,
cuerno
hueco
brillo
frío templado,
vive
tu osadía la bravura,
osamenta
quebrada,
viertes
tu sangre,
dando
brío a la fuerza,
tu
luz no tiene rienda,
tu
puñal me dio
vida,
y
a Quoth el cuervo,
tu
fiel agonía,
late,
sangre fluye,
corre
el lobo que soy
bailé
entre serpientes
altura
desbocada
he
oído alzarse
almas
bajo la tierra,
arde
regio solferro,
oscuras
alas blanden
sus
filos de alba.
Regentan
iris
la
lucha que reinará.
Habla
desde la leyenda
el
origen de Iberia,
quién
espantará
mis
gritos entre ruinas,
desciende
su poder
somos
los otros,
canción
de una piedra,
férreo
el destino,
amplia
senda
honro
mis dioses
abridme
el camino,
surcarán
abiertos
libres
vivos;
oda
por esta tierra en llamas
por
esta tierra en trizas.
Ahogarán
alientos
bajo
el dios del Trueno
ávidos
guerreros resplandecen,
raíz
de plomo
incandescente.
El
castellano
Avanzas
el campo
de
mi irrigada sien,
cara
por cara,
ojo
por ojo de este abrojo;
Destino
ciego de mi celaje,
bronco
mar de trasiego
al
broncíneo lar
encorajinado,
nacido
de
un pelo de un pelo,
rescoldo
socavado
un
acre sin pestaña hiriente,
vistas
tras los espejos
para
ser libre,
y
enraizar este Sol ferro
que
rehúye, desnuda las nubes.
Es
un viento solar que me encara,
y
afila mis fauces
que
desencajan el tiempo
que
ya marchó.
Pude
venir a vivir
en
la ola de luz serena,
el
relámpago me alzó en compasión.
Pude
renacer
pero
no soy adorable,
desde
estos acres
traigo
la
flor de difunto
soslayada,
sembrado
el tiento
queda
resurgir del azabache,
y
bailar sones de grillos
con
sus raíces del mañana.
El
Castellano
Magnánimo
arrecido silencio
desnudado,
su violín enardecido,
aromos
fusilados, nacidos
en
yerta conciencia,
y
el férreo son amanecido...
Sangre
belleza en pureza,
me
abre éste el pecho,
sí
bemol de opaco pío,
anuda
mi clara secuela,
de
ufanos clarines violáceos.
Afuello
que venzo
mi
claro oscuro fuego,
arrastra
y consume esta tierra negra,
mi
sangre y mi bandera,
esencia
de una savia elaborada.
Soy
el que abre
del
nuevo árbol
un
santo olivo,
que
da miel a mi
reina
madre.
Por
mi árbol deshojado
en
su nuevo muérdago,
troquel
del inerte acto;
Parasitario.
Runas
en sabiduría,
malvas
granates de simientes,
simbología
d'estesolferro,
oscuro
y su cuervo.
En
nogal con su nuez
del
tiempo, abriendo,
desnaciendo
la nueva era,
afilando
su fragua.
Los
balcones extasiaban
por
sones al llamado
del
vítreo tras luz,
trasnochado,
en
ascuas cabalgado.
El
Castellano
Oscura
noche me cuenta
de
su vítreo trasluz,
cabalgado
por extenuada sombra,
es
mi carcoma está despierta,
yo
condeno a los que no son de su estirpe,
destellos
malvas de luna,
ahorcan
su compostura,
es
por mi patio de la gris araña,
por
mi tejo de flamas,
por
mi fuente azul,
y
mi jardín de cristal,
cuando
yo me vaya seré tan chulo
que
me recordarán,
este
filo pulirá el metal,
el
pueblo gemirá una hoz y un martillo de tierra,
hasta
yo ser caléndula encumbrada,
avanzaré
por los senderos del alba,
mi
brillo será luz intransigente,
yo
seré eterno como una piedra,
idependiente
de lo que digan y digáis,
cuervo
soy grazno por el sol ferro apagado,
yo
voy que me siembro,
soy
hecho de mis propias cenizas,
traigo
muerte en vena cava
mi
talento no acaba,
estoy
tejido yo del miedo,
soy
más fuerte que el desvencijado
alarido
crepitado en eco de yacija
con
su espectro
hablando
en eco de su silencio,
me
casé con la parca negra.
Vino
a visitarme y la puse a dormir
en
mi cama,
ente
de otro ente soy
voz
de alma
con
voz taladrada dentro de otra voz,
tengo
que poseo
dos
almas en este mi cuerpo,
por
eso hay sombras que no entiendo
en
qué realidad me encuentro,
soy
Förüq y mi voz seré encargado
de
apagarla,
El
Castellano miles Dei lumen
rey
y señor de su castillo
Efímero
corre el segundo sin saludar
sin
despedirse, sin preguntar si todo sigue
igual,
avanza la manecilla de mi reloj,
hoy
es de esas noches yertas,
que
descubro mi tierra que late
bajo
mis pies. hay avidez
en
el subsuelo donde la sangre late,
destartalados
pilares que me alzan,
recorrido
de mi alarido
que
muerde al conocerte,
he
oído estaciones correr,
mi
carne se funde bajo tierra abierta,
frente
mis ojos
nebulosas
abren, crepitan,
he
nacido yo de su flamígera ascua,
mi
solferro blande su noble falcata,
dentro
mi carne la vida bulle,
su
caída resplandeciente,
toda
carrasca me dibuja al dorado tordo
de
este atardecer,
el
murciélago myotis
me
cuelga la idea,
desde
esta ojera férrea,
hoy
me comí el firmamento anidado
en
tu mirada aplomada,
soy
experto recio como un lobo,
frío
de segmentos cálidos de hielo,
maestro
de mi espada,
escucha
el brillar de mi navaja,
yo
soy descendiente del miedo,
ámame
como se ama
sólo
una vez,
en
el que nuestro color sea la piel,
afilo
el poder de este silencio,
y
te dicta
que
te volveré a ver.
El
CASTELLANO
Quiero
deslumbrar mi camino,
ayen
de estas víboras que caminan,
palpitar
el látigo enfoscado
de
sedientos corazones.
Entre
sangres fugaces afilo
esta
vida en grana marcada,
deshojada,
por cuanto he conocido,
más
que tristes metales lascivos.
Caparazón
este el mío inerte,
vestido
de marzos seniles,
agota,
coarta la esquela
de
mi memoria perturbada.
Camino
sin camino
por
donde se oculta el este,
veo
la flor que desviste,
entre
pétalos su iris difunto, imperturbable.
Te
construyo sin verja, franca,
tapia
ni acantonado te hago
a
imagen y semejanza del aire.
Que
pasa y mira,
que
mira pero no descubre,
que
nací dueño de tu avenida.
A
este sol ferro cuelgo agravios,
ofensas
que desvanecen,
como
la noche devora lo que es suyo.
El
Castellano
No
rebotan los tiempos llorando,
en
escalas a ese cielo anhelado,
voy
que viajo
y
bajo mis plantas
la
tierra brota, rehúye, fluye,
todo
me alza
sobre
torres sembradas
y
sus trompetas abiertas,
desenfundo
esta esencia
de
estaciones correr,
hogueras
profundas
en
lágrimas de lluvia,
plantada
mi compostura,
me
crepitan las montañas,
los
cuervos me rinden pleitesía.
Ante
estos ojos
el
ávido brillo
de
oscuras alas,
frente
mi carne
fuego
enraíza
esta
noble falcata,
encinas
me enraízan
el
dorado anochecer,
noche
oscura
entre
espectros de letras,
el
día derretirá mis flores,
trepando
mis venas de encaje,
mi
azada será sangre
no
más cuerpo y carne de metal,
al
erizado filo
clavaré
sentidos despiertos,
mi
letra será invencible,
en
flamante rebosante inspiración
parida
de un rayo de sol,
ay
la tierra que me clava la siembra,
ay
sol ferro,
yo
te hablo
al
fulgor de venas
al
calor de llama azul,
tú
invencible
como
la palabra te formó,
extasía
lumínica
en
candor de lunas aulladas,
ven
a mi pecho,
te
daré asilo,
desgrana
este silo,
que
mis manos hablen colores,
solo
ante la adversidad
esta
negra noche que huye
enjaula
su oscura sombra
donde
la letanía esconde
sus
garras de cristal,
quedando
repleto este umbral,
he
oído llamar
llamar
tus sangres de luz,
a
violetas nebulosas
sin
cauce
empotradas
en sagradas espirales,
busqué
tu vida eterna,
me
contestaron inviernos
desmochando
brotes extenuados
de
tiempos atravesados
por
tu espada eterna,
fuente
fría
que
llena dulce la fontana,
la
vieja luna sonríe,
lo
efímero será áspero y duro,
a
la caída de este plomo,
se
levantarán estatuas de barro,
tu
lobo vestirá el sincero metal
por
ser de hierro,
hasta
su aullido de plata
a
la noche sempiterna,
y
sus enredaderas malvas,
campo
este de víboras nacido,
por
un surco repto,
y
el alacrán me saluda,
soy
yo tiempo olvidado,
resplandores
de
este patio de grillos,
me
cuelga la corona de caracoles,
por
todas mis lumbres
abiertas
de
caléndulas solariegas,
más
que hoy
no
espero nada,
porque
yo siembro lo perfecto,
me
responden sus voces del suelo,
al
intransigente destello
me
parto, me quiebro,
hasta
dar mi voz
a
estos campos
y
sus sotos perdidos
encontrados
en cada sangre.
El
Castellano
Era
esta araña
como
un Sol ferro con casa,
era
como un encontrarse sin despedida,
por
qué,
porque
yo empiezo esta obra,
camino
destrenzo este campo,
me
desmigajan a mí
sus
flores extasiadas de difunto,
para
decirme
que
lo suyo es de todas las estaciones,
como
hacer el amor
con
azares alados y soldados de los campos,
que
su simiente no es vida de un día,
yo
digno de admiración
digo
que me adopten
pues
soy familiar
así
no tenga savia
tengo
sangre carmín
y
mi simiente escrita
dura
lo mismo que dura
la
tierra sosteniendo vida,
desnazco
de la hoguera
al
crepitar del rayo luminoso
no
soy como él invencible,
pero
me cincelo mas recto y recio
que
un hierro de carne,
soto-vientos
atrás
las
montañas hablan con la gente,
que
sin ciudad no hay gobernante,
sin
poesía no hay mundo ni creado ni
ni
por crear,
más
duro que los montes,
cabalgo
esta letra
flamígera,
extasiada,
al
son de una espuela escrita en bronce,
digna
del brillante metal puro,
para
yo decir yo aquí
me
he curtido y tejido duro.
El
Castellano
Horizonte
de la caída de este solferro
a
reinar como una falcata de rayos afilados,
hondos
ojos fijos en solariega planicie,
donde
frías juegan moteadas las flores de invierno,
el
reposo de la vida que se fue a dormir,
como
un río de luz brotaba la escarcha,
un
diciembre tardío saludaba
con
sus manos heladas,
acariciando
estos campos redondos
de
cardos y caléndulas silvestres,
era
un día de hacer manteca,
a
mí el frío me hacía sentir vivo,
en
este soliviar traigo mi espada,
pongo
a sentir la tierra a mis versos,
que
con cepillos de grama joven
se
blanquea mi calzado,
viajo
en mi mente
por
el cuchillo calizo de la piedra
del
caserón terruño abandonado
que
posee mi padre,
rodeado
por el fervor de pinos de monte,
donde
próximas hacían nido las atochas,
a
perdigones que son de la tierra
como
la montaña a su roca,
cosas
talladas puras como amaneceres
pulidos
sin grises hojas,
ola
rota mecen mis pasos
de
un mar olvidado del que cepas anclan
sueños
de vida,
del
terreno en el que grillos esperan
el
frío en sus agujeros
y
su despertar para morir al acoplarse
a
la melodía que teje la vida.
Avanzo
en este campo de víboras
para
ser yo como mochuelo recogido en su olivo,
como
mis pasos gorjean las carrascas,
todo
mi mundo reverdece
para
mí siempre es primavera,
y
mi bravura llora flores por mis venas,
hasta
tener del cielo
la
malva del alba
hasta
trepar las yedras del profuso claro oscuro,
del
cielo y su luna cuarteada de platas auroras,
me
nacieron simientes silbadas,
y
mis ojos enraizaron el campo.
El
Castellano
DOCTRINA
DE INMORTALIDAD:
Este
es mi reino,
este
es mi camino, mi elección,
devoción,
al
uno, al Sol.
Mi
guerra mi señor.
Antorcha
de sola libertad,
reguero
tu luz.
Camino
de la virtud,
ascua
perenne,
tu
amada verdad,
forja
de mi sangre,
destino
atronador,
tu
inmortal destello
iridiscente
al alma en guerra,
somos
los hombres muertos bailando
en
tu corazón.
Clama
esta nuestra Legión de Luz
un
son férreo,
a
lo alto los cielos,
Padre
Creador te imploro mi humilde servicio
a
tus Falanges cromadas de creación.
Alzo
mi recia vida a mi sola espada
nacida
y sellada por tu tesón,
En
tus hoyos crepita mi dicha Sol Señor.
Tráeme
que besaré tu Luz.
A
ti rindo mis cenizas
y
perpetuidad de alma.
Guíame
amado,
a
incendiar en reino de las sombras
con
tu amor,
es
mi reverencia, es mi servicio,
osar
mi entrega al lado mis castos dioses,
Padre
tú de ellos,
mi
amor, mi Sol, mi veneración,
soy
tu hijo,
destellado
te amo,
desde
albor cantado,
al
origen de tu hierro en mi sangre.
Hoy
es siempre por ti,
ángel
en tierra
estruendo
ciego,
de
la vida de tu ceniza,
Sol
dador de hálito exuberante,
mi
campiña,
mi
suelo y mi cielo,
mi
salvación sólo tú señor.
Förüq
Castellano
Cauce
en rectitud:
Empeño
asolado,
flamante
compostura
en
fanal infinito
de
las flores del campo,
del
ababol al dulce hinojo
diestro
me dirijo hacia la suerte,
por
coraza mi pecho,
por
yelmo mi palabra,
un
fiel reflejo por escudo,
es
todo lo que pudo la armada razón,
es
todo lo que llegó
al
río de las almas de mis venas,
dulce
estampa de agua,
a
vid de trigo y girasol,
la
novena estrella me cabalga,
todo
oscuro linde de mi vergüenza deslumbrada.
Ojo
de mi ojo, viva siempre la virtud del aojo.
Vida
de mi zarza quieta, de cristal en espinas
que
su hielo en sangre me temerá;
una
fiel hoguera de rizada ascua perenne,
rastrojo
al fuego de mi quimera, sola su verdad,
es
mi sed verdadera,
escarpada
cumbre del hombre,
y
su dicha en esquela,
yo
lato sin nombre,
allá
donde el astro esconde;
sentencio
a mi olvido
a
no volver jamás,
a
este recipiente
de
sangre que porto,
que
hace cumbre,
resisto
aleatorio,
en
este panal de esbozos,
me
enraízo lejos de este mundo,
me
desdoblo en dos dimensiones,
las
vidas de un día que me enjuicien
que
mi camino no termina, comienza cada día,
en
seno de espiral armada;
montaña,
yo soy la montaña,
el
Juez Supremo ya me dictó mi sendero,
que
yo me he ganado,
que
yo he tejido,
y
que las lombrices
sigan
siendo lombrices,
que
yo sé donde dirigir mi vuelo
de
cuervo poeta,
mi
semblanza tejida
camina
sobre una araña,
boca
sin besos,
en
cuarto umbrío,
me
teje ella Litcher la llamo, a mi fiel araña,
un
destino, pulcritud de estela alma,
un
encuentro sembrado,
letra
que complace mi tejado,
resbalarán
las aguas,
mi
navío fue llamado al negro puerto,
siniestro
yo el comandante
sigo
mi noche
que
ahuyenta que se estampa,
mi
letra quedará en mitad de tierra,
porque
toda materia
es
y será polvo de tierra,
un
rezo y un ruego
para
que sean iguales a mí
cuando
me toque zarpar
al
otro puerto blanco,
sin
retorno cristalino,
ni
rayos irisados.
Sólo
un campo de zarcillos
y
rosas caninas que destapan auroras,
semblantes
del ser que fue alguien,
quien
quiso ser...
El
Castellano
Destello
incesante Tornasola:
Sangre,
pájaro, sombra luna. muerte en vaso de cobre, flor, estambre, lágrima, opacidad
serena oscura, tristeza sola, destello incesante, contagioso azar inmiscuido,
terco estruendo, vicisitud labrada...
Empiezo.
Desdén
flamígero encorsetado,
en
sangre de puridad, de alma o cristal en vaso
de
alma y su terco sueño que era forma,
vicisitud
o estela,
estambre
y flor masculina,
luna
de muerte oscura en yacija,
y
su opacidad serena,
de
argenta guillotina
cercenando
al tiempo suelto y libre,
su
oscura lágrima
de
muerte en recipiente de cobre,
sombra
y su noguera nunca ruginosa
de
raíces en pulcritud de soledad de savia.
Esencia
en vals superior,
como
ninguna hoja se retira del árbol
sin
motivo elevado.
Tristeza
caprichosa como pájaro caminante,
y
espíritu en captura de azulada raíz
azul
hermosea la vicisitud labrada.
Pureza
de sangre su única campiña
yerto
sentido,
de
tuerto ojo sembrado,
sonaba
el repicar del taladro,
como
un clavo hendiendo otro clavo,
y
una astilla sacando otra estaca,
azar
alado,
en
litigio de iris sediento,
era
yo como cristal
de
transparencia habitada
agradeciendo
a mi musa de agua,
su
fábula del pájaro y la flor,
despierto
otra vida
que
empezaba a soñar mi vida
a
partir de mi presente muerte.
Y
su vaporoso candor de estela,
un
tambor sonaba mi tierra
abría
del suelo una lira sobre un arpa
conjugando
resonancia crispada
en
cuerda y engranaje maldito
como
una peineta de brujas afilando
el
violín destino, que dictó
que
abandono, sin haber comenzado,
y
empiezo sin saber continuar,
porque
acaso
¿hablo
yo?,
¿O
despierto sin haber dormido?
ni
conocimiento,
seguiré
indemne acontecido,
sin
dejar de ser correcto,
jactaros
del libre
os
hace más esclavos,
perseguir
sin incendiar vuestra casa del mal,
os
lloverá lo cosechado,
se
ama la virtud
la
bondad destellada hace arder el odio,
y
este en contrario resta luz cuando se le ampara.
Förüq
Castellano
Secuencia
presa en ''Arañal'':
Plantado
mi solo eco,
que
abría mayo hasta marzo,
dictaba
que hermoseaba,
amor
en virtud.
De
mi dama cantada,
versos
sublimes encontraba
bañándose
en el pozo de Airón.
Su
edad rezaba mi ignorancia.
Evanesciera
el susurro de toda lira.
Recuerdo
vagando
que
Apolo me deja solo,
y
yo con mi arrida sien.
Derramo
que riego mi pecho
y
su yunque en vello,
me
hollaba la fatiga de mi neurología,
y
su esplendor se retira;
encanto
recordaba de mi ferviente
musa
de mis dos umbrales,
uno
cuerdo, otro mejor.
Mustio
el dolor se arrugaba la frente,
atónito
que danzaba perplejo.
Invencible
Castilla me aguarda.
De
foráneos no queda ni simiente,
de
insurgentes mi bayoneta,
don
funesto de letra bastarda,
preso
y yerto ahincó mi historia,
sepulcral
victoria me retenga
de
mi guarda, la Gloria.
Förüq
Castellano
EXTASÍA
FUERA DEL TIEMPO:
Operación
cero,
preparado
para destrucción completa.
Temblando
ruido agresivo
supresores
activos,
hostilidad
caótica
controlador
inactivo,
ctrl.alt.delete
mente
eliminada,
extasía
fijada,
dominación
eleva la distorsión;
extinta
clase,
energía
nunca muere.
Raza
real avenga el paso,
controla
el ruido ahora,
real
es terror en el hueso,
juntos:
-Guerra
al error,
guerra
en la boca de locura,
nadie
viene a morir hoy.
Tropas
de la luna
blanden
metal oscuro.
Más
duro que el resto del tributo,
pura
luz sellada;
fase
helada en un dos tres segundos;
vidas
en el ojo de una aguja
sistema
sobre saturado
dirigiendo
bajo tierra,
era
del resplandor metálico.
Mortífera
debilidad
perfección
dicta
destruid
el defecto.
Vandalismo
ordena
descanse
el tributo enajenado.
Llanto
de la guerra crispada,
sórdida
esencia implícita,
tercera
fase encendida,
fuerza
canta
ciega
su falta,
exterminio
en vena férrea,
faroles
dormidos
esperanza
difunta,
cobres
almas anidan
sigilo
deslizado
por
entes de éter.
Energía,
niveles óptimos.
Conquistar
y destruir es lema,
pasado
rueda
el
olvido del tiempo.
Es
hora de estremecer;
por
un alma disuelta en electricidad,
fase
oscura dispuesta,
era
lumínica comienza decadencia,
telégrafos
disponen alaridos en cópula
sobre
postes de pino muerto.
Escarpias
frías
sostienen
pensamientos,
nueva
era decreta,
hoy
es mañana tejido en fábrica
de
herramienta llamada éxito,
ilusión
en cadena
para
realidad de quien la estrena.
vanguardia:
nombre
femenino
1.
Parte
de un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera,
por delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.
"el
escuadrón ganó la batalla gracias a la avanzada de la vanguardia"
2.
Minoría
que extrema las tendencias ideológicas, políticas, literarias, artísticas,
etc., de un grupo o movimiento más numeroso, o que anticipa las que después
irán ganando adeptos.
"el
cubismo y el surrealismo son dos tendencias de la vanguardia de principios de
siglo"
sinónimos: avanzada
El
Castellano 14-08-2018
I
Vanguardia
Oh
vanguardia, tu azar,
no
cabe en un hilo,
hendida,
alzada,
de
enhiesta flecha, clavada,
un
ojal que surte grietas
en
estas quietas esperanzas,
bañan
y se bañan,
vuestras
destrenzadas
primaveras.
II
Ocaso
rendido
Ajuar
del astro sostenido,
suspiro
a media tinta,
del
profuso, profano, pagano
horizonte
malva y su abrojo lanzado,
clavado
en el verdor
de
mis silos,
otra
noche traspuesta,
que
se me escapa
por
la rendija, entre barrotes helados,
de
mi cortina.
III
Cañaveral
prendido
Ríos
bajan, dulces aromos
al
frescor de albas derretidas,
fluye,
vence su iris de plata,
espumas
de blancos chopos
cabalgadas.
Frente
de húmedas azadas,
lágrimas
saciadas
del
verdor de campos
cual
guadañas,
y
su casa será eterno sollozo
de
hadas.
IV
Canto
enterrado
Por
ti mi alma,
cuervos
rinden pleitesía de negra ala,
acequias
no son grises yagas,
yo
quien te da sangre,
tú
mi hoguera que ni quimeras
alcanzan,
rendida
jamás,
me
alzas mi palabra
por
cielos de espinas labradas,
siempre
te quiero
verte
florecer en este jardín de rosas
tus
lindas alas,
de
esta espiga te traigo la caricia,
de
esta vida mi tiempo fusilado
sin
despedida.
V
Soterrada
vía
Alza
resume y coarta
mi
acequia verdadera,
sobre
este famélico tren de espejos,
danza
mi brío con fuerza e ímpetu
va
que viene , desgasta,
la
rienda enroscada en la espuela
de
mi saliva verdadera,
como
un azote de la noche
y
su vieja escuela sangrando yagas de luz
silenciada
en el regio hastío
de
este rey lucero descansando su frío resplandor,
entre
sus corajes sembrados.
VI
Sol
de cristal
Oh
lugh, invencible al crisol
de
tus lenguas travesadas
fiel
carrusel de rayos sin secuela
de
su rizada espera,
blanca
luz de tu vera,
entre
compases que hielan,
a
tu vespertino canto derriten, despiertan
tus
mil llamas liberadas,
desnaces
a la noche que aguarda,
oh
Sol de mis soles,
acoge
este iridiscente canto
en
tu seno en mi pecho que te aguardo,
al
fragor de serpientes frías,
al
valor de fieras enardecidas,
bajo
y bajaré para alcanzarte.
VII
Bocas
de espuma
Libero
ásperos aguaceros, vientos
de
mi pueblo desierto,
me
conducen a verte
mujer
de flores entre horizontes
que
escapan fugaces,
entre
olas de colores,
yo
con la ineptitud de estos antaños,
míos,
dulces, inconclusos, repletos
en
vasija de dolor sabor hondo
y
alegría elaborada,
en
campañas de etéreas travesías
donde
el final eres tú,
un
pétalo, una fuente y un ovillo.
VIII
Libero
el nueve
Osadía
de cerrojillos ciegos,
entre
brillos asmáticos del corredor,
por
este aspa, por este candado
vendo
que regalo mi dicha consumada,
ojo
del buen cazador,
matemático
placer enjaulado,
por
ojos abiertos,
por
un pañuelo, donde secaba lágrimas
la
hilandera,
destino
abierto a la única primavera.
Afilaba
surcos de hogueras
al
final de la contienda,
mi
letra y la parca efímera,
como
pez en tierra.
IX
Del
famélico trigo nacido
Reza
que escapa, su luz en una botella,
al
ocre deslizado se abría,
un
parpadeo de la espiga,
un
estupor que abriga,
y
la rima fácil de tonto día,
liberarse
puede de toda sangre
y
ser hasta arena de la tierra,
de
la espiga venidera nacido,
sólo
al astro entiende,
desmenuza
sus cuchillos,
afila
su vida como aspa
enamorada
de su tierra.
El
Castellano
I:
Mitad
luz,
mitad
descampado oscuro
hondo
esquivo tajo rutilante,
se
besaban dos sombras
apuñalando
su violeta.
Dulce,
postrado
de
retina escarchada.
Vida
de una vida asolando.
II:
Fragor
de estallido,
por
almas crepitan su sentido,
angosto
al paso del tiempo
en
calizo terreno despojado,
dueño
de la tela
y
el vellocino de esta araña.
III:
Dos
muelles se querían,
sobre
silla dorada
saltaban
alto como el nombre,
dando
de sí la extensión
del
aire.
IV
Infinito
cerrado a solas,
desdén
consumado
del
colapsado ocaso sembrado,
vida
de tu saliva que fluya,
fértil
lluvia bajo mis pies,
piedras
y su aliento perpetuo,
estrellas
levantan.
V:
Cristalina
de fuego
que
deshace frentes
purpúreos
ojos dementes,
descubierto
haz
soterrada
esta desquicia
yerta,
iluminada
de
visión clara.
VI:
Vorágines
de trasiego,
una
letra en la hoguera.
Sangre
de mi quimera,
abre
llorando
que
blanquea
su
nueva tierra.
VII:
Ensordecida
siega
del
mañana;
sudor
que acampa,
espiga
y su filo de alba.
VIII:
Perdida
media noche
al
furor de candores,
esquiva
levantaba
por
cuantos resquicios,
su
soledad habitaba.
IX:
Hilvanando
suspiros
en
rejas, rectas porfiadas,
sus
ademanes suaves creados,
flagrando
ajuares disparados,
supervivencia
temida de la caricia.
El
Castellano
1
Erase
una noche fría
de
invierno.
Las
lechuzas estaban recogidas,
lluvia
caía al suelo,
la
niebla y la bruma
eran
intensas,
sólo
una sombra caminaba
por
la calle,
era
la muerte.
2
Cuando
la luna sale los vampiros
y
los murciélagos están cazando.
Era
la noche yerta,
los
ataúdes se abrían,
pero
sólo
para
que entrasen los cuerpos
de
la epidemia
que
asolaba a la ciudad.
3
La
vida del gusano Juan
era
muy sencilla.
Él
vivía dentro de una almendra
y
tenía suficiente comida
para
hacerse adulto
y
hacer la metamorfosis
a
los meses siguientes.
La
hizo y nació
de
la pupa un hombre
con
vocación política.
4
Era
la noche
de
los gusanos
todos
estaban bebiendo
licor
de hojas en la cantina.
Pero
un escarabajo encadenó la puerta
de
la cantina
y
la prendió fuego
con
todos los gusanos dentro,
los
escarabajos
recogieron
la carne braseada
y
tuvieron despensa llena
para
pasar el invierno.
5
Soslayada
la flor del cielo,
abría
los caminos de la vida eterna,
una
polilla como una hoja de adelfa
caminaba
el cielo,
corrió
hacia la luz estrella
con
ímpetu y brío
hasta
estamparse en ella,
se
formó entonces
el
hueso de luna
que
todos vemos.
6
Era
una noche
de
cristales rotos,
los
lentes míos cansados
reposaban
sobre el escritorio,
miré
al espejo no reconocí
al
que estaba sentado,
pregunté
¿Quién está ahí?
Aturdida
contestó una voz:
Soy
el que nunca serás,
porque
siempre has sido yo mismo.
7
Eco
sordo
en
alta voz
resurgía
entre
la ceniza de su cigarrillo,
no
tenía manera de saber
sólo
apostaba
al
nivel de la montaña,
quiso
conocer
pero
una mala oración
se
llevó su tormento dulce
a
la entraña del frío áspid.
8
Belleza
si acaso estuvieses forjada,
quién
sería tu padre
quién
tu madre,
inconmensurable
por
infinitud de sendas
ella
abrió sus párpados
viendo
su reflejo en el lago,
sólo
de la impresión
acudieron
todos los peces de colores
a
besar su imagen,
llevándola
a su profundidad.
9
Se
retozaba
por
acres difusos,
donde
vuelan
polillas
de las tierras,
de
una flor
nació
una polilla de cemento
con
la esencia
de
las ciudades
que
dijo la oscuridad por poder
te
puede pero la realidad
es
que me supera.
el
Castellano
I
A
ese mirlo, mirlo único;
Córvido
negro de profundo ojo
que
picotea y escarba mi idea.
Que
crascita su estirpe,
dejadle
mi patio cada mañana
rubor
de cristalina ala,
sólo
hasta que no me queden ideas
que
son como lombrices cristalinas
nacidas
del agua de mi frente.
De
esta enjuta tierra me camina
el
alacrán.
Un
campo de sierpes y torcaces
de
grises ceños al ocaso del día
que
entre mantas y saetas
se
acuesta un sol ciego.
Audaz
mirlo que ahuyentas
mis
espadas.
Tordo
entre espinas arreboladas
haz
que se acueste mi mañana
bajo
tus alas.
No
me destrenzará la osadía
temprana,
ni el día terminará
de
llegar.
Tu
risueña pitanza en corvo pico
ultrajada;
Vine por tus voces
desenterrando
abrojos y señales
uniendo
el fin del día
con
el fin de la noche
como
tú quiero vivir,
termina
mi idea.
El
Castellano
II
Brota
la rosa furtiva,
hinojos
al fuego de sol
expanden
ojos viendo
inusitada
encina que me respira,
por
ende se agita el olmo secuaz,
avanzo
el camino de los cardos densos
todo
lo que veo crece sin más importar
ababoles
en rojo granate tinta
de
tierra sin despedida
sangre
en vereda en verdad
al
chopo viejo defino mi ida
abrojos
difuminan la verdad,
enclaustrada
savia la reverdecerá
esa
que llegado el verano desvanecerá
crepita
el suelo en color
añil
el canto, digno encanto
se
viste de espiga
a
la malva tornasol
escucho
la súplica
de
toda espina que mece mi vida
reposa
el colorín
por
las margaritas abiertas
nacerían
mis te quiero
y
los molinillos al viento
acamparían
el sentido
y
el aliento silvestre nacido
al
estramonio seco
canta
su renacer de simiente
para
el verano y el otoño
brotar
sus trompetas de los ángeles
en
vida y fulgor
por
la ortiga que su hoja pincha
mecería
mi vista
con
el poder de acariciarte
el
pensamiento
por
más que avanzo
el
cardo llena mi visión
el
camino sin final ni retorno
lleva
a encontrarte
por
los cuclillos nacidos
por
la cepa de vino
por
el olivar vetusto al sembradío
acampa
y despliega mi sino
de
trigo y centeno visto
la
acequia mi sangre lleva
con
el fin de inundar los campos
de
mi verso que es mi sangre
diestro
compás de espada
lleva
la cicuta
al
brotar de un cebollino se muestra
fiel
la floresta
por
el ciprés que los muertos vela
se
duermen los siglos
y
la morera dulce torna
al
trinar de pardillos
visten
los castaños de indias
hoja
nueva
el
umbral silente cocina el hueso demente
a
la vista del Sol
la
lagartija está
el
tragopogon luce su flor
para
su posterior de su simiente dispersión
hogueras
cándidas al sol
tienen
las caléndulas arvensis
en
su flor
siendo
flores de difunto de los caminos
por
la que los muertos bailan en su luz
del
pino avanza la procesionaria,
mientras
violetas nocturnas
dan
nombre y honor a flor
los
plantago que tienen su flor de su espiga
fieles
estambres enamorados
de
la vertical caricia
ven
llegar sus soldados alados
infinitud
de vidas en color
con
flores regadas por la primavera
que
mi sangre y de todo lo vivo
altera
y mece en alegría
y
sutil caricia de vida
su
fiel avenida
del
sol y la sombra nacida
lluvias
despiertan el sueño
de
toda simiente caída
brotando
mi vida en lluvia
de
este abril que tardío marcea.
El
Castellano
III
TORDO
ACOMPASADO:
En
el océano de este mundo
abierto
al cielo,
vive
el cuervo,
por
el desvencijado respiro mío
avanza,
mece y sostiene
un
tiempo en réquiem de espadas,
por
aquellas voces que sordas
laten,
se descubren, alzan,
se
quiebran al paso de altares de hueso
por
mis atardeceres de murciélago
voy
ciego al calor del astro,
siente
mi caricia de pájaro
esta
vida en un verso,
alzando
nuestra luna de acanto
y
alabastro gimiendo el ocaso,
azabaches
ensortijados, derretidos, extasiados
por
el sendero despierto,
por
el cauce que trae la vida, la mía,
ojos
en resplandores dorados al tacto
de
mi astro soslayado,
mi
azar es sembrado
vida
de vida
late
esta caricia
no
hay retroceso ni regreso
todo
está bajo tierras germinando
por
la rosa de su pelo,
tu
sangre me colmó en beso,
nuestro
cielo de amarantos
fiel
al respiro que alcanzó a ver
la
belleza en noches de miel,
respira
abre en ambrosía mi vida,
en
este horizonte dormido
quiero
ser de la piel resquicio,
que
no me sientan perdido,
quiero
ser Siempre tu sonido que acompasa
que
clava olvidos
en
despertares rizados que consumen
la
retina y sus astros,
todo
lo que anhelo es la verdad en silvestre flor,
tu
eco alto que no hay pájaro sin nido,
esta
noche será distinta,
el
comienzo empieza ahora,
mi
sueño de araña
que
todo lo tejido
recompensa
trae a lo sentido,
un
avance de mi sangre,
ven
al nirvana del ruido,
anticipa
nuestro solsticio,
Yo
que amo en mimbre de esparto
y
verde espiga de trigo,
fiel
comando el suplicio
de
los valles de mi sombra
displicente,
enamorada.
Encumbrada.
Sostenla,
sostenme de la pestaña,
me
nacerá un alba,
marcho,
a través del hielo,
su
azul en la mirada,
estoy
sembrando mi escarcha,
y
que venga y queme
este
laborado tiempo,
que
yo nací del viento,
alguien
está llamando
oscuro
este romance entre las malvas del cielo,
se
escucha mi nombre,
tengo
que cerrar este hielo,
colgando
mi estampa
del
árbol de las cenizas,
y
que nazcan ojos de tierra
de
este hueso,
que
seguiré soñando
que
fue sólo eso
un
sueño en despierto umbral
de
mi alma y su protectorado.
El
Castellano
INVERTEBRADO;
ORIGINAL 7-09-2016:
INVERTEBRADO,
REINOS:
Lámina
del cielo
tu
gris en estiaje
ángel
del cielo teje
macabra
sinfonía
lluvia
se derrama aplomada
por
su guiño de ala,
por
venas cavas, su quitina,
estrechas
vías consumidas
en
atroz entrega
del
mensaje del cielo,
sangre
de tierra en zigzag,
río
de caudal
por
arterias de arañas,
por
acariciar la flor del iris,
un
barco y una vela
un
puerto y una quimera,
una
vida de aciaga solar siembra,
verso
saciado cabalga
el
colchón etéreo del aire,
hasta
anclarse en valse,
sueña
el viento ser capturado,
atrápalo
en tu mano
y
en la otra derrámate como gota,
precipita
tu esencia bebe del cáliz
la
yaga de nuestro vino,
infinito
remansado en cuña de estambre,
es
un ojo de tierra,
es
una espera,
una
inmortal fáuce,
la
canción con la que bailan las flores,
un
cariño de flamígera estrella,
un
armazón dorado de escarabajo,
una
casa de caracol,
ven,
ven conmigo soy aullido,
una
entrega de cuarzo llorado,
un
cuchillo de sílex afilado,
en
el trillar del campo,
soy
mis venas naciendo en un charco,
un
sorbo y soy fuego en tu mano,
gimo
y corro el vasto templo
de
mi perdida religión,
viendo
el devenir venir
cruzarse,
deshacerse, alzarse
para
acabar siendo tierra
del
inerte azar profuso,
mi
tinta se bebe un rayo solar
en
patita de un caballito del diablo,
mi
vaga libélula de mi suerte,
para
que siempre viva
esta
hormiga león
siendo
mi cosecha más que tus besos,
más
que tus rayos de sol,
siendo
yo del camino y el camino ser de mí,
irisada
vida en son de mis tambores
de
insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.
El
Castellano
Mariposa
nocturna,
amiga
de las noches
que
escapadas revolotean en las luces,
mariposa
blanca, blanca nube, blanca muerte,
cristalino
rastro,
polvo
de estrellas,
Transmigración
de las almas,
Vuela
mi conciencia,
descansa
y juega con mi luz,
esta
noche mi alma es tuya
blanca
dama alada,
avoca
tu perdición en mi sendero,
olvida
tu atracción lumínica,
las
estrellas nunca se pueden alcanzar
bonita
ni la luz capturar.
II
Canto
carraspeado, estirando el calor
por
surcos y grietas de un rayo solar,
termómetro
yerto, estirado
de
todo espíritu muerto,
rejón
de grados tu cuerda de cigarra,
cada
simple vida de la nota sujetas,
por
un campo que haces tuyo cantando,
que
necesitaste medio siglo
para
florecer en voz,
al
viento que te dio garra
y
cimitarra,
tu
libertad es incuestionable,
agarrada
a un profundo horizonte,
cuando
el astro rey hierve,
tu
crascitas el canto de día
porque
la noche te puede,
para
el relevo del único grillo
que
afila el cuchillo del silencio
su
fiel gemido sin nombre ni reino.
III
Armazón
de quitina, acorazado
capaz
de avanzar con sus patas, guardando alas,
escarabajo
de todo ámbito y lugar,
tan
variado como único al mirar,
desde
la flor al desván,
tu
vorázfauce desde el árbol a la flor,
desde
el desecho al coraje vivo,
suerte
desde el descender de tu larva
al
evanescer de tu metamorfósis,
azar
profuso reconocido en belleza de tu carcasa,
vida
de calma y pulcritud,
apetito
que no cesa,
muerte
que no detiene,
ni
elemento ni realidad que no ocupes
del
reino animal
Rey
insecto desde Egipto a Castilla
con
su gorgojo de la encina,
desde
un continente a ningún lugar
donde
no se encuentre tu nombre de Escarabajo.
IV
Cuatro
riendas aladas
un
mundo asesino de ojos,
corazón
en pareja,
planear
infinito por umbrales de luz y agua,
un
reposo de la noche en un ser vivo,
colores
de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,
caballito
del diablo,
libélula
zigzagueante en esfera de mandíbula
espuela
infernal del ser que acechas,
mensajero
del cielo,
astilla
con alas de la puerta que abre la vida.
V
Ambrosía
de ser vivo sagrado,
oficios
y tareas consumados,
albañil
efímero tu dicha de genes elaborados,
quién
a ti te osase,
tu
esencia tu labor de escuela,
miel
de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,
tu
tejer de los campos recogiendo,
siendo
supervivencia de casi toda planta
tu
legado Hymenóptera familia
tanto
depredadores como recolectores
abeja
que ante el peligro osas quitar tu vida,
en
defensa de lo que amas.
VI
Reina
araña de esta tierra de conejos,
ocho
patas acecho de los campos,
maternal
hasta llevar tu prole en el lomo,
araña
lobo capaz de enfrentarse
con
el alacrán y siempre ganar,
al
acecho desde tu madriguera,
un
hoyo donde vivir a la espera del despistado,
tranquilidad
serena te sujeta por ser de tierra
tarántula
lycosalycosa.
VII
Danza
mi alvéo una sonatina
de
hormigas famélicas
quieren
alimentar a sus reinas aladas,
con
semillas danzarinas
en
busca de su nueva vida,
yo
margarita quiero mi vida contigo,
para
alimentar tu alma con versos,
nacidos
del fuego en fundición de verbos,
recorro
tu existencia
de
la que soy tu hormiga león
del
signo que me vió nacer,
la
constelación del cisne,
quiero
que sientas orgullo
de
que soy tu hombre
asi
no te dé un libro
te
doy sangre para que escribas trece,
has
demostrado belleza por tu fuente,
me
verás eclosionar de mi etérea crisálida,
mi
motivo para escribir a la naturaleza
descubrirás
porque soy animal de verdad.
VIII
Muerte
disimulada, hasta detener tus funciones vitales,
antiguo
ser en evolución detenida de insectos primeros,
ágil
correteas mis pensamientos,
muerdes
mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,
habitante
donde haya humedad,
como
un río que habitas corriendo,
como
lepisma pececillo de plata,
tu
longevidad mayor que la de un gato,
destello
de que lo tuyo es perpetuo.
Moscardito
IX:
Me
besó la mano,
era
muy cariñoso
eso
fue porque eres bueno
moscardito
lo es más él sólo pica flores ni lleva veneno
él
sabía que siempre he querido ser de su raza,
amor
mío reencarnarás si lo deseas,
osado
aquel que posee su vida
sin
preocupación suprema
que
no sea picar la flor,
ser
soldado alado
dueño
del mensaje del superior,
visitar
las plantas que Dioses sembraron
con
ardor, difundir la supremacía
que
trae y lleva la vida en caricia,
cabalgar
los vientos a merced,
ser
transeunte de florestas y campos encumbrados,
llevar
mensaje a cada flor sin despedida,
enamorarse
de la despensa de la primavera,
besar
sin cesar,
amar
sin dañar,
tener
condición
para
seguirla de por vida,
yo
rezo cada día
que
si muero yo renazca como moscardito
mosca
abejorro que hoy confundió mi mano
con
una flor,
amo
como él la flor
porque
antes fue ella que el animal,
que
soy yo,
cuando
nací ella ya existía
con
su azar de conquistar la tierra.
El
Castellano
Rosa
de los tiempos:
Verde
rosa proscrita
abre
del tiempo verdades
que
inflaman la oscura noche,
al
flamear del angosto
su
espina cierne,
hojas
del tiempo se cierran
rizando,
caracoleando
una
espiral malva,
vetustos
testigos
estambres
del fuego
y
de las sombras nacidos,
osadía
violeta
entre
raíces de siglos,
ascua
que arde deseos,
crepitan
pétalos
encajados,
una realidad
sin
techo dorado
firmamento
anudado
por
cuanto ha conocido,
no
llegó su marchitar de brea,
guiños
al viento descubre,
mira
y se sonríe,
en
aquel diáfano cuarto
de
estrellas sin encarnar.
Claro
oscuro de su prendida suerte,
alumbraba
lo inerte,
entrometiéndose
por rejas
de
momentos tenues,
sotos
sin hueso regentaba,
vagos
lindes sin estatua,
ni
otras flores
que
su belleza empañaran,
soledad
perpleja del devenir,
aguzada
torpe sin rostro
ni
desdén devorado,
clama
silbidos
que
colman de noches
y
sus vestigios,
abriendo
estelas
tejiendo
sus casitas
de
arañas que flotaban
como
lunas tendidas
del
techo de su caverna flor.
Desnudando
tristezas
llamando
al oro
del
alba
y
su recto oasis de Sol.
El
Castellano
Flagraré
tu ascua:
Ven
poeta a mi yermo,
arcano
es este sentir azabache,
descubierto
entre álamos
que
blanquean
y
un sol oscuro de invierno,
un
sol muerto con hoyos crepitantes.
Que
nubes negrean su muerte
entre
caracoles de faroles
y
luces difusas agrietadas,
por
adoquines ermitaños.
Ven
vida a mis flores rutilantes
umbra
fragorosa de sombras de nubes
por
corceles suaves te escondes
por
hormigones de leche
y
sus canosos cristales seniles
tu
polvo de estrellas viertes,
más
de lo que he perdido eres;
voy
soñando mi linde despierto
cal
entre cantos de espera
entreabiertas
sus esferas yertas.
Estas
calles de diciembre se encienden,
como
perro ladrando de noche,
mientras
tanto te busco, luna dulce;
entre
tus mieles luminosas que viertes,
entre
cuchillos yertos de asfalto que florecen lágrimas,
y
gravas secuaces al fervor de silos yacentes,
el
soto mío perviertes en aspas de nueva lumbre,
los
edificios suenan
a
nanas sonámbulas, con tus pasos desangelados
camino
mi azotea,
mientras
tus altas ojeras cuelgas.
Una
fosa es mi palabra,
que
soterra ideas
cual
tordos que grama escarban,
verdes
espigas, es un perfil angosto,
espolvoreado,
pudiese
yo retornar al otro lado
y
seguir indemne,
acontecido
del suplicio investido
no
lo sé.
Mientras
seguiré crujiendo
sonidos
secos, ellos que ululan, descorchando sueños
en
vals de toda carcoma del sentido nacido,
su
río desangrado de flores que fluyen
de
sentidos dentados en haz purpúreo
y
su afligido azar de venas razones,
yo
te busco luna por cuanto yo he conocido
por
silos de arena blanda,
por
coches y entramadas inertes
que
jamás desvanecen,
por
cristales hirientes
y
su reflejo ámbar,
tu
idioma secuestrado me desciendes,
días
festivos danzaron huyendo
como
ecuaciones de estorninos
jamás
fugaces.
Terminaste
de escuchar mi ruego
sin
escapar,
te
escondes cuando te busco
entre
verdes ramas ,
y
violetas flores
bajo
luz de oscuridad
artificial
ciudad,
edificios
que no aúllan con el viento,
venas
roídas entre encajes grises,
capas
de noche humeante,
por
cuanto he conocido,
por
cuanto he huido
para
encontrarte.
Mi
flor de tormenta irisada
mi
éter y su magia soslayada,
un
torbellino sintiéndome en la luz,
madre
de toda penumbra subversiva,
no
sé el por qué de lo sentido,
un
silencioso ruego,
no
puedo ayudarme,
sabiendo
quien eres.
Relámpago
asido soy
que
ama verdadero sólo una vez en vida
una
vez para siempre,
una
vez por todos sus destellos afligidos,
lo
sentido es más que un carrusel de estrellas,
más
que tu sonrisa venidera,
he
perdido venciendo,
ámame
como una luz parca y efímera,
como
un estruendo en mitad del fuego,
he
venido a vivir en tu yacimiento de pecho,
deberán
desenterrarme
cual
raicita en tu vientre protegida,
hoy
es por mí porque siempre es por ti,
imploro
piedad me brindes mi poema solar,
serviré
aseguro a tu ser
dama
de mineral candente,
por
los tiempos difuntos,
porque
usted valora mi terco empeño
de
soslayar nuestro verbo,
arrullando
en comunión de astros
tu
tez en piel serena, tu miel de dioses dispuesta,
parto
de un respeto que no cabe en mi pecho
señorita
de once umbrales que quebraste,
no
figures límite,
por
no tener yo, no tengo ni vergüenza
será
abanico de mi pluma esta entrega,
sirviendo,
disponiendo,
su
munición en una letra
omega
fin que es principio de causa,
de
señal que aguarda la vuelta al comienzo del sentimiento,
y
su fiel tormento nacarado,
volviendo
a comenzar, conociendo
que
el camino no lleva retorno.
Ni
opción a besarte musa.
Sólo
amarte como platónica ascua ilusionada
por
quererte y admirarte
como
el alma eriza
al
leer tu esencia
mi
doncella escarlata.
El
Castellano
Grillo
IX COMPLETO:
Clareando
su lividez
por
sotos vastos, reales,
mi
río navega.
Soliviando
su bandoneón
dirige,
blande mi grillo
el
afilar de su tercera cuerda.
Entre
el suelo de un ciprés enhiesto,
rigen
blandamente espigas rojas,
jóvenes,
juguetonas
como
si tuviesen sangre
para
sonreír
al
viento que pasa
y
no atraviesa.
Reposa
que aguarda el cráneo
la
tierra.
Ay
la tierra, hay de ella,
sombras
que complacen y acervan
la
mansa espera.
Soliviar
vetusto
que
Ninfas y Sátiros pastorean.
II
Es
un tejado llorando por la piedra,
con
acequia desnuda de canalón;
un
cimiento que plañe la helada,
y
le agrieta el tiempo que ya no escapa.
Sauce
triste, abatido, con portón
al
mundo del grillo.
Entre
blanda grama
fenece
que acicala su alma.
Entre
un arpa estacional,
y
panales de ambrosía.
A
la lluvia primera
abre
su fiel Parnaso devorado
entre
caracoles sonoros.
Grita
la raíz acrisolada en ámbar
de
intelecto mayor.
Cúspide
de serena esfinge,
y
dolmen de divina pluma.
III
El
grillo único pidió un deseo
al
manantial eterno de Hipsípila,
y
fue no sucumbir
tras
el acople, todo sonó
en
manantío, y lo inerte
reposó
su voz, de nuevo.
Para
siempre.
Soledad
dantesca de umbría
melodía,
extendida por el Baco imperio
regentado
por el claro de luna,
donde
fluía su sangre de luz,
rojiza.
IV
Solar
afán, solar entrega,
llegas
que dictas tu pertenencia;
tu
arraigo de hiladora,
hermana
de negro hilo,
traes
que cobijas mi jardín florido.
Mi
grillo luce de nuevo
su
primavera luciente
en
lira de su candor de estrella.
Es
su centígrado
que
tu lustre musa engrandece.
Un
solo marcó el ascua irisada,
por
su reposo en madriguera;
un
deseo concedido él cantaba alegre,
a
su musa del Alba.
Albilla
más hermosa,
clareada
sólo por sus pétalos de mujer fecunda.
V
Era
un patio sombrío
con
mi vena de acequia reverberando.
Un
jardinero a la araña de su rosa;
la
protegiera,
la
cuidara como besaba la luna Sempiterna,
con
tus labios de mujer serena.
Desliz
en nácar, pétalos de tus falanges me hablan, marcando,
asignando,
el vívido resplandor
envuelto,
aterciopelado.
Envolvió
mi vida, tus latidos flamantes
de
estela considerada.
VI
Avancé
mi yermo,
con
mi grillo en mi bolsillo,
divisé
en umbrío, frondoso parral,
mi
secuela descendiente,
Hipsípila
me protegía.
Pude
abrir una nota
al
astro mayor,
de
armónica congelada.
Desnudabas
musa mi latir
que
sólo su premisa abarca.
VII
Ahondaba
que saltaba,
el
ímpetu de carcoma cromada,
al
resplandor de su tacto,
y
quizá su matrimonio
en
unión con su oscuro astro,
blandía
a la séptima sílaba,
luna
que busqué por sombra y abismo
en
esquela.
Era
un disparo y azogué
lo
que el cosmos me negaba.
VIII
Fui
dichoso, me enaltecía
mi
soledad pulcra arrebolada.
Espejaba
ella el vestido a mi mujer verdadera.
No
brillaba mi sola desquicia,
era
lugar y tiempo suficiente;
para
ser de la tierra enhiesta espiga.
Ella
mi única amapola
Reina
del jardín de Hipsípila.
Un
soto y un llano;
desperté
del bolsillo su oro trasnochado.
IX
Blándeme
Oscuridad,
en
tu acero,y ala de pecho.
Que
canten azabaches
tu
magia del cinco
labrado
este año.
Afortunado
avanzo mi pulso
por
candelabro este mayo.
Mi
cenit por rectitud
del
alma mía.
Un
último acorde y me encontré
en
la pluma tu arpa,
mi
Ninfa que obligas no fenezca
el
grillo que me da frenesí.
El
Castellano
Aderezada
estela clara,
poema
reeditado 15 de mayo 2013:
Indómito
palpitar entre noches
que
dibujan tu silueta,
y
aguardan mi renacer del asfalto sembrado,
entre
suspiros que exaltan tu belleza invernada.
Fiel
de caricia acuchillada
carmines
sedosos te recorren que acampan.
Recuerdos
del frío
que
te tenía yerta, a mí abrazada
como
somnífero azar indeleble,
Cada
caricia que sentía tu piel de flores repleta,
cada
beso que sentía la lluvia nacer de tus labios.
Ahora
es tu sombra la que me guarda,
la
que en cada sueño se acurruca en mi almohada.
Es
tu mirada algo estridente, es hoguera
que
ahuyenta mis fríos,
es
brillo y bosque que habité,
es
donde quiero renacer.
Bajo
aquel árbol de ciudad
que
no fue sepultado por asfalto
ni
hormigones de leche.
Ecos
de tu ternura aún me bañan,
aún
acampan mi alma
y
es en esta calma
donde
veo que mi corazón te ama.
Vistió
la estrella su estela
arropando
nuestro amanecer.
Este
fuego no se alineó,
se
alimentó de tus latidos sembrados.
Entre
mis jardines de sangre
mi
amor surcó,
entre
mis ojos deslumbró y mi ilusión tocó;
hondo,
quedando todos mis anhelos
en
tu mirada atrapados.
Halos
de tu indeleble trazo,
aguardando
mi rizar de ascua
y
sigo por mi sendero de polilla,
vengo
que atravieso
tu
carnal umbral irisado
en
lente mi oscuro astro invencible,
placer
que del hielo desciende.
Solo
abrigado en tu nieve
que
ya no más oscura, late.
Al
resguardo de mi escudo afilo que desnazco,
tantos
suplicios invernados
que
no sé dónde alzo
dónde
me acabo.
Un
querubín me colmó el atrio,
dispuse
mi defensa
en
estampa de un tiempo que me cambió el rostro.
Hoy
es por ti que no es necesario
te
apellides Taggore
seguiré
sin conocer tu sembrado nombre
para
este castellano fragor
descalzo
de su tierra
y
talones fundidos,
serás
dama oscura que agrieta el azabache
de
su entraña,
y
viste que derrama su esencia
en
negra alma como un silo de umbra.
Es
despavorido lo que alcancé a soñar.
pudo
ser más mi señora hada dueña de la sombra
que
cabalga toda esquela
del
tiempo preso,
un
latido desertor
clama
el son de mi rebelión
resurgir
venda que el ojo no vea
me
apodero de tu número flamígero,
vendrá,
que no se irá
mi
devenir del ayer difunto,
bailo,
baila mi vela,
dictando
que tu iris de letra
me
regenera,
y
reposo mi estridencia recta,
para
combatir a la izquierda tu cariño estrellado,
mineral
al candor
de
secuencia tangencial,
y
ala que te partes en tu pecho,
desnudando
quizá algo más.
Quedando
raíz salvaje
en
atisbo de argento nácar que te beso.
Musa
ardua de sentencia clara,
y
amor de todos mis dioses del averno.
Föruq
Castellano
El
Castellano y Leannán-Sídhe
Réquiem
blande:
Mi
razón hace cumbre y risco
en
la soledad de tus ojos,
nacidos
para el solo armónico
tu
mirada.
Ella
que nació
del
borde sereno intangible,
letra
irisada cual ascua incendiaria
en
un soto grama seca,
esto
no fue hablar por hablar,
mi
soto reverdece,
es
como sombra de paraíso y su verde yelmo,
negra
es desquicia,
negro
es azar,
hoy
tuve mal augurio
encontré
mi futuro ababol
ya
difunto,
ocupado,
roído y dado en vil sentencia
sin
abrir él,
su
capullo era casa de una tijereta ya severa,
feliz
ella,
corta-pichas
directo a donde más me dolió,
se
comió mi ababol
antes
de poder desplegar su flor,
como
si cortan la rosa
al
jardinero que la cuidó con esmero,
mi
razón enlutada
ya
no era mi cordura en una amapola,
era
mi desdicha en una tijereta,
he
venido hoy, corriendo alto,
donde
mi alma yaga
su
cruel injuria de no ser de lo rodero semejante,
vine
por sus voces en risco de humildad,
quise
descorchar estrellas por sus halos,
vestir
lunas y asignarlas colores.
Como
sola nace el alba más preciosa
hija
del Sol y su esposa,
fui
directo a beberme tu luz musa,
soñando
que reposaba despierto
toda
senda hacia la novena
constelación
de tu sonrisa,
abarqué
mi solo Mercurio,
sublimé
la escarcha tu esencia,
el
éter quedó tañendo.
Escuché
mi astro susurrar
tu
nombre que no conozco,
a
la ausencia dilucidada
llorar
imágenes,
de
colores difuntos perpetuados
en
eco tu apostada mirada.
Las
luces gimieron todas
en
escalas un placer soslayado,
sin
barrotes ni celdas
un
albor, una fe sin ciencia
de
que es posible
vivir
colmando lo bonito
tomándote
por ejemplo.
E
CastellanoFörüq
FINAL
TIERRA NUMINOSA MI ÉGIDA Y CELADA
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