domingo, 9 de abril de 2023

TIERRA NUMINOSA, MI ÉGIDA Y CELADA 2019

 










TIERRA NUMINOSA, MI ÉGIDA Y CELADA

 

ANTOLOGÍA

 

Flor de sangre

 

Mayo 2009

 

Es el ritmo de tu cuerpo, donde el agua

y la poesía hacen el amor.

Es el fondo de tu mirada un manantial de

esmeraldas.

Es el calor de tus piernas.

Es el terciopelo de tu piel.

Es la suavidad de tus caricias.

Es lo que dices sin hablar.

Es todo lo que significas para mí,

lo que me haces sentir.

Lo que me hace seguir adelante

y robarle al tiempo cada minuto cuando

estoy contigo.

Es el agua de tus besos.

Es el fuego de tus labios.

Es el aura de tus cabellos que mueven mis

caricias.

Eres tú.

Eres tú.

Eres tú mi vida, mi sol.

Eres tú en cada noche fría mi calor.

Eres tú la chica que siempre soñé,

la chica que siempre deseé,

la que vivía en mi subconsciente para

cuando apareciese darla lo mejor de mi.

Eres la dueña de mi corazón.

Deseos, anhelos, ilusiones definiendo mis

sentimientos.

Por qué sí por qué no ardiente pasión.

Por ansia mi atracción.

De tus palabras viví, soñé y me alimenté.

Con la dificultad no murieron las

esperanzas.

En mis recuerdos tus besos sabor de miel.

Tú mi motivo para soñar.

Tú sueño, tú mi dormir, tú todo para mi.

Tú mi alma como agua que se va al mar.

Te vas perdiendo en este caos de existencia.

Ya me abandonas, ya me dejas hundirme en

la mediocridad.

Tu silencio se hace estridente y te ganan los

llantos.

Tú que quisiste volar por encima de los

mortales

y ahora te quedas sin fuerzas.

Cómo salvarte de este silencio, de esta falta

de inspiración,

de esta depresión.

Quisiera verte altiva como cuando escribí mi

primer poema

que veías un mundo por comerte, llena de

ilusión y vida.

Yo no me hundiré aunque haya gente que te

quiera ver hundida,

alma mía seguiré y luchare para verte como

siempre, dando lo mejor de mi.

Tú mi aliento de vida, tú mi vínculo

con el creador yo, tu servidor.

La dificultad es un salto de longitud más con

el que batir mi marca.

Quisiérais un poema, quizás solo tenga uno

el primero de este lema.

Pero todo llegará.

Yo quiero , yo puedo, yo te veo aquí.

Al alcance de mi mano.

Y no me rendiré. ¡Nunca! Ya que quiero ser

escritor.

Éste soy yo con defectos y virtudes no

busco dinero ni aceptación,

solo hacer todo lo posible por alcanzar mis

sueños,

sin importarme lo que se ponga en mi

camino porque lo sortearé.

Soy un papel en blanco que se irá llenando

de obras preciosas,

con 19 años no veo nada perdido, qué son dos

 

meses,

Un escritor no se hace en dos mil meses.

Un saludo a todos.

 

Tablero de existencia:

 

Otro día más.

Otro día menos.

Horas, minutos, segundos

pasan.

Decisiones, esperanzas, vidas truncadas.

Gentes luchando por cambiar el hastío.

Luchando por cambiar la rutina.

Peones de este juego de ajedrez.

Sólo avanzan en un sentido,

alimentándose de lo que encuentran en su

camino

que avanza sin retroceder hasta llegar al

final del tablero.

Unos ansían convertirse al llegar ahí en

otras fichas más poderosas,

para seguir comiendo a otras gentes.

pero otros acaban siendo comidos por la

torre, la que juzga sus vidas.

 

Insomnio de amor:

 

Mi soledad sin descansos.

Ojos asolados de un cuerpo recto.

No se cierran por los ocasos.

Ni miran otros lados

donde se alejan crepitando.

Deslices ausentes de trece veleros.

Que navegan en el inmenso

Océano de tu flor.

Navegando con la brújula

De tu palpitación,

tu dulzura de astrolabio.

Limpios y duros yunques

desvelados.

Mis ojos miran un monte

de metales y fríos peñascos.

donde mi cuerpo afila sus venas.

Consulta naipes helados.

el tarot de mi dicha y sentimiento

los martillos entre mi sien cantaban

y soñaban como un taladro

sobre un réquiem sonámbulo

y despierto de seis días sin dormir.

El insomnio de este marinero del negro puerto.

Sin mar y sin barco.

El insomnio del caballero sin escudero.

El insomnio del jinete sin caballo.

El insomnio del bohemio maltratado

por el tiempo y la vida.

El insomnio del soldado en la trinchera

esperando, viendo la muerte

pasearse por el campo de batalla

la noche me llama temblando

escalofríos me hacen temblar con alarido interno.

¿Qué quiere de mí, qué quiere de mí, amor?

Nadie responde.

Voces de muerte cesaron.

Sólo un resplandor en el cielo se vio,

fue mi amor que escapó de mi cuerpo

y se llevó mi alma.

La pena negra como el carbón brota

Como cenizas que se consumen quemando mi sangre.

Alquitrán brota por mis venas.

Después del Fuego de nuestro amor

quedaron las cenizas sin apagar.

Soledad ¿Qué pena tienes?

Que oscureces y nublas mi pensamiento.

¿Qué quieres de mí?

Que me maltratas sin descanso.

Noche lúgubre y umbría.

Contemplando mi cuerpo desnudo

en la penumbra.

Pasa mis nervios, con gozoso frío,

el arco de lunático violín.

Los fantasmas de mi cabeza cantaban

con delirios de agonía mi melodía,

agujereando mi ansia viva, aumentando mi ira cada día.

Muerte ya vienes a por mí y no perdonas.

Muerto en la soledad de mí cuarto.

Sin más compañía que un rosario y un viejo crucifijo

Dios me ha dado de lado y ha permitido que me convierta

en un muerto en vida.

Va mi barca por el largo río

que divide un confín de otro sinfín y me pregunto:

¿Por qué me agotas con las penas que requiere el corazón?.

¿Por qué me haces sentir que no te merezco?,

Que soy un ser despreciable del cual rehuyes.

Me miro al espejo y no me reconozco te has llevado mi alma.

¿Qué motivo tienes para hacerme daño?,

Y maltratar mi pensamiento y mi corazón.

Que es puro como el agua del manantial de la vida.

Quiero morir a tu vera.

Quiero ser el que te despierte con un beso.

Juntos de la mano.

Sueño sin fin

Sueño del que no quiero mi despertar.

Si amar es sufrir yo he muerto por ti mil veces

y he resucitado otras quinientas.

Recuérdame por lo que fui no por

lo que soy ahora y el monstruo en el que me he convertido.

Sólo tú puedes avivar este fuego.

Pero tú no entiendes de amor.

Juegas y maltratas este corazón de pobre enamorado.

Sólo entiendes de desprecio hipocresía y falsas ilusiones.

Para ti todo esto es un juego,

un amor que me absorbe por dentro y se come mis venas.

Que contamina mi sangre y mi pensamiento,

que me hace ser un muerto en vida.

Un muerto sonámbulo con

vino por sangre y pulmones llenos de humo de

noches enteras sonámbulas fumando

cigarrillos del diablo.

En la oscuridad de mi cuarto te oígo hablar

, voy a abrazarte pero solo eres humo

y te esfumas sin permiso.

¡Ay amor, ay amor!

Nunca podré olvidarte.

Quizás tendré que vivir con esta daga punzándome la razón.

No entiendo ¿Qué he hecho yo para merecer

el mayor de los alaridos?

Que es tu desprecio y tu falta.

Hacia esto que llevo dentro y me corrompe hasta sin razón.

No creíste que mis sentimientos eran tan duros y limpios

como el agua del pozo de los sueños

al que lancé moneda pidiendo tu amor.

¿Qué quiere de mí, amor? Que juegas

Y maltratas a este pobre amor.

¿Qué quieres de mí?

En la lápida pone aquí yace mi amor por ti.

Quemaste mi corazón con tus palabras.

Que fueron trozos de metralla que tengo clavadas en el pecho.

Te amo como las flores al campo.

Te amo como los pájaros a los arboles.

Te amo como los peces al agua.

¡TE AMO! sin perderme en un ocaso,

naciendo en la floresta desnuda,

que riza y descubre

que abre mis sones

quejumbrosos en ternura infernal,

y lo haré hasta que la muerte me lleve y cuando este muerto

mi corazón seguirá llamando, gritando tu nombre entre malvas

y buscándote sin parar hasta que

volvamos a caminar,

como al que le han arrebatado un trozo de ser,

y se ahoga en su soledad.

Pero no sé cómo hacer que creas a este filo enamorado.

Que pasa noches en vela llamándote

¡Pero tú no vienes y no vienes, no vienes, no vienes!

Y tú no vienes, no vienes, no vienes.

AY qué dolor más fuerte encuentro yo

que dolor más fuerte siento yo en mi corazón.

Seguramente porque te estoy queriendo ausente en la razón.

Loco de amor.

Locura de amor.

Hoguera de sentimiento

Insomnio de amor.

Mi soledad cansada.

Sueños chicos.

Sólo ven un horizonte.

Tus labios son como pétalos acolchados de sangre...

Se divisa tierra en esta larga travesía hacia

Las entrañas y los confines de tu amor.

La tierra prometida.

Que si la encuentro te doy mi vida.

 

 

El Castellano

 

JUNIO 2009

 

Tus besos riegan los rosales de mi corazón,

lo llenan en flor, alimentan esta ilusión.

En tu mirada deseos como los míos,

fieles reflejos de cómo somos,

de lo que queremos.

Momentos que vivimos,

recuerdos inolvidables llaman a un presente,

a una historia que separados no tendría sentido,

sólo sería un injusto desenlace para todo lo que

hemos luchado.

Y luchado en contra de la dificultad, de las dudas,

del futuro.

Y que ahora no me lo imagino si no es para

compartirlo contigo.

 

OCTUBRE 2009

 

Libreta:

 

Bajo aquel árbol,

justo debajo de aquella piedra y ladrillo

con aquel cristal roto;

encima de un puente con un ruedo de arena

en obras esperando,

que aquel árbol nunca sea sepultado

por asfalto y hormigón;

sólo recordado por aquella huella de

zapatilla

presionada en la arcilla pulida de tu piel;

bajo él, el río de las flores desangradas

y el llavero del que falta mi llave

que abre aquellas puertas del cielo

liberando tu alma,

esa llave la tengo yo;

en mi llavero del día y de la noche

junto al peluche de una serpiente

de amarillos ojos y cuerpo verde amarillo,

siendo custodiada por el águila bicéfala

de un llavero que pone Toledo

con cabeza en metal y tinta del jaguar

que protege mi corazón con tu historia,

tu tiempo, tu espacio, tus recuerdos

tu ayer y hoy, tu dormir y despertar,

tua vita in memories and love.

Yo theend and begins,

themanwhohaveshout,

theblack and light,

the red and yourblood,

thenight and day.

Yo el mundo escrito en mi libreta,

yo bolígrafo macizo de plata y humo rojo,

yo el agua de tus ojos,

el vino de tus besos,

yo el demonio encerrado en versos y

palabras

no dichas;

escritas.

Escritos que jamás

podrán descifrarse y entender:

Un canto al horizonte que sólo llegará

cuando llegue el final

y las trompetas derriben los muros de hojas

de papel

donde crece el árbol de mis raíces;

donde te escondí;

para nunca dar a la luz

la luz de esta realidad

que sois todos vosotros atrapados

en la fantasía del mundo,

de una novela sin tinta,

sólo de imágenes.

En mi libreta duerme el mundo

yo

soy

su

creador.

Y este es vuestro eterno despertar

en papeles en blanco

que uso para liar mis cigarrillos.

Yo escribo la Historia

que es mi gran novela sin tinta;

imágenes, formas, figuras, personas,

lugares, reales;

viviendo, alimentándose, fornicando,

existiendo

en ésta,

la única,

y verdadera realidad

de dos dimensiones.

Yo dirijo sus vidas.

Soy tiempo, soy espacio, soy alma de otro

ser,

que guarda

en una mente ,

y corazón todos vuestros recuerdos.

Soy el dueño de mi propio cementerio.

 

El Castellano

 

FEBRERO 2010

 

Un cuento de 1997:

 

Erase una vez un ruiseñor y una serpiente que sólo tenían un ojo cada uno y llevaban viviendo mucho tiempo en la misma casa en paz y armonía. Pero un día que invitaron al ruiseñor a una boda éste le dijo a la serpiente:

 

-Me han invitado a una boda y no me gustaría ir con un solo ojo ¡Sé buena y préstame el tuyo! mañana te lo devolveré.

 

Y la serpiente le hizo el favor. Y prestó su ojo al ruiseñor y se pudo ir a la boda con dos ojos.

 

Pero al día siguiente el ruiseñor no quiso devolverle a la serpiente el ojo y juró que se vengaría de él.

 

¡Inténtalo si quieres!-dijo el ruiseñor. Luego cantó:

 

Construiré mi nido en ese árbol tan alto que jamás conseguirás alcanzarlo.

 

y luego pasó una semana y se vengó del ruiseñor;

 

le convirtió en murciélago el cual volaba con una correa de cinturón atado a una pata con la que chocaba y chocaba.

 

El Castellano

 

Podando recuerdos para volver a amarte,

dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte

ella mi rosa que llama al frío pero resiste

cantando a la víspera del invierno triste.

 

El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;

gota de rocío que se evapora con el sol que visita.

La sonrisa que resplandece sus labios besa

al encontrarse con el te quiero el beso que espera.

 

El fuego del deseo se hacía con su compañía,

en la que besos y caricias recorrían su fantasía;

De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo

de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.

 

Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños

un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;

solos en el encerrado mar del amor no demostrado

su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.

 

Soledad ¿qué pena tienes?

Que oscureces y nublas mi pensamiento.

¿Qué quieres de mí?

Que me maltratas sin descanso.

Noche lúgubre y umbría,

sin tu compañía.

 

Caminando por el sendero distante

del verso asonante sin encontrarle,

serpenteando por la arena de tu piel;

 

Escribiendo un te quiero

mi mensaje con un beso

del paraíso atrapado en lo escueto

de un terceto que ya no es.

 

Camino por tu piel donde me perdí

me encontré con el placer al que serví;

Allí una flor con una nota: hoy te sentí

y volví a caer en la rima tonta de un sin vivir.

 

Puedo escribir todos mis pensamientos

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor

y por querer pensarte

desapareciste entre la ténue luz de luna que me abrigaba.

Allí la razón apagó los latidos de un corazón.

Como tierra yerma

marchitó aquella flor que un día llamé amor;

nunca murió porque fuiste tú Rosal.

Ninguna pudo ocupar su lugar,

sólo la hiedra brotó hasta tapar

aquella luz que me daba calor.

Pero yo te sentí amor.

Camino arrastrando mis errores,

camino con la mirada perdida

como si este mundo fuese ajeno a mí,

pero a la vez necesitando de él.

Para sentir emociones,

para seguir sufriendo y aprendiendo

para disfrutar recibir y dar.

 

Pero mi felicidad no se basa

en que me admiren, si no

en valorarme yo,

cosa que todavía no he aprendido.

El tiempo pasa

y me siento vacío.

 

Para valorarme necesito

que me valores,

este sentimiento no ha muerto

y sólo con tu amor sentí amor propio

sólo con tu amor sentí que estaba vivo

sólo contigo mi rosal.

 

 

¿Qué quiero yo?,¿qué quieres tú?

¿Quién soy yo?,¿quién eres tú?

Seres distintos pero a la vez corruptibles

y semejantes en lo malo.

¿La casualidad unió nuestros caminos,

o estaba todo planeado y pensado?

¿Ésto es amor o sólo obsesión por no perder

lo que me llena de ti breves instantes?

¿Es sentimiento o solo pasión desenfrenada?

¿Te necesito o sólo te extraño?

No lo sé mientras tanto seguiré amandote en silencio.

 

Un día me dijiste que el amor lo curaría todo,

nunca pensé que fuese a ser la causa de todos mis males.

 

 

Déjame ser quien guarde tus besos,

quien comparta tus alegrías,

el que cree horizontes contigo,

el que al cerrar tus ojitos veas.

Déjame cumplir todos tus deseos

como anhelos de que otra realidad es posible,

hacerte feliz es lo que pide mi alma.

Enamorarte lo pide mi corazón,

capturarte en mi retina mis ojos,

pero yo, yo te quiero a ti y me duele que no lo veas.

No puedo, ni quiero olvidarte porque te necesito,

y no me puedo imaginar una vida sin ti aunque no lo creas.

No quiero que te vayas sólo que veas

que sin ti no soy,

que sin ti no quiero ser,

que sin ti,

sin ti no podría vivir.

Me duele el pecho sólo de pensar en no volverte a ver,

me duele el corazón cuando dudas de mi.

Pero se alegra mi alma sólo de verte sonreir.

Porque existes en mi mundo.

Porque eres mi mundo.

Porque lo que te dije aquella noche al oído

después de aquellas tres horas era:

Te quiero y no te voy a dejar escapar,

quiero estar contigo.

Y me di cuenta que lo sentía desde hace mucho

y no me atrevía a decírtelo

porque al despertar igual lo olvidarías.

 

 

A mi me detiene el miedo a volver

A ser feliz porque te daría toda

mi alma, hasta mi sangre.

 

Me entregaría como nunca;

Solo tu felicidad me podría hacer feliz;

 

Existes en mi mundo

Quizás he construido

un muro de cigarros y hojas de papel

En torno a lo que siento y pienso

Para no mostrar mi debilidad

Esa debilidad es que te amo y

Que sin tu amor me consumo,

 

que puedo vivir sin ti

pero no mejor;

me he dado cuenta en estos meses.

Por eso no te llamé después de tanto;

-Porque te necesito

Mis sentimientos son muy claros

en mi interior pero me da miedo mostrarlos

cuanto desearía oírte un te quiero

para lanzarme a coger el tren hacia

tu escondido corazón

y demostrarte todo esto que siento.

 

Todas las sensaciones que se pasiaron por mi cabeza

después de volver a verte,

el volver a sentir tus besos, tu cuerpo,

volver a oír tu voz,

volver a perderme en el océano de tu mirada

todavía sigo sin encontrarme

 

estaré tocado pero no hundido

tú llegaste a mi vida para hacer que sintiese amor

que supiese lo que es ser +feliz que un desliz.

Para que agarrase la vida y luchase por algo,

para abrirme los ojos y hacerme sentir

que no era supffferrior a los demás

tengo tantas cosas que agradecerte que no sabría

ni por donde empezar:

 

-Voy a ser y quiero ser ¿Por qué no ser?

El único al que recuerdes,

toda tu vida por hacerte sentir

cosas tan hermosas que solo de evocarlas

se te pasen los pensamientos tristes,

y puedas recrearte en que has vivido intensamente,

quiero llenarte de mí como tú me has llenado

de ti,

 

Amor ¿qué es amor?

¿Un estado mental de felicidad?

¿Algo físico que genera atracción de dos personas?

¿Lo que te hace temblar cuando ves a tu rosal

de carne y curvas de mujer?

¿Lo que te acelera el corazón, lo que te hace

volar y soñar despierto?

Y me pregunto:

¿Qué es el amor?

No lo sé pero si de algo estoy seguro es de que te amo

como sed de amaranto esquivo.

 

MARZO 2010

 

Un besito:

 

Muero por un beso

vivo por un querer

cruel del destino

condena de una pasión

que creó tu pestañeo

al dejarme ver

tu cielo encerrado

fijamente tres minutos,

y morí con tu pestañeo.

Demostró que fui

 

importante para ti

y que a pesar y muy

a mi pesar de los problemas

seguí en tu mirada atrapado

hasta que la aguja

de aquel reloj de pulso

se paró al pasar 180 segundos

mi cambio de vida

cuando consumí

medio giro al decir:

-Siempre te amaré.

 

ABRIL 2010

 

Nada como una mirada al vacío

una mirada al comienzo de todo

con el anticipo de un final que se aproxima

camina rápido vuela veloz se alimenta de estos

cielos

para la tempestad de los dragones alados

de un cielo rojo y negro

de una atmósfera de hierro, un túnel en sus

recuerdos

un solo ser

en su trono postrado

a sus órdenes todas las criaturas que él ha creado

la cruz de metales preciosos

es solo el recuerdo de la batalla que ganó;

con él volvió la vida todos temieron su osadía

aunque de la muerte el trajo la vida otra vez.

desde su trono todo ser vivo le obedeció

es solamente un final y un comienzo anunciado.

el infierno no es fuego son cielos teñidos de

sangre

y hierro de los que sólo un Ser quedó vivo.

Traiga nuestra destrucción para salvar la vida

sólo quedó él a la hora del final.

él no la buscó la encontramos nosotros.

Volveremos a nacer.

Eternamente seremos letras para él.

 

MAYO 2010

 

Viento azul de este cielo nocturno

quien viera tus ojos siguiendo mi marchar

solo sombras en mi camino para buscarte

sentimientos que recobran fuerza

no te vayas de mi lado

sentido de luz compañera

vuelve

como lluvia roja de besos carmín de tus labios

como cielo encerrado de tus ojos

cielo que liberado nunca me abandonará

cielo desconocido cielo sin domar

fiel compañera de dia y de noche

fuego como yo solo avanzando en un sentido,

yo contemplando el abismo

nunca cayendo ya que tengo apoyo firme

tú mi apoyo

mi motivo para soñar alto para vivir intenso

meloso tormento de todos los matices

para sentirme cuerdo en un mundo de locos,

pero quien soy yo sin tu calor de palabras

sin tus sentimientos sinceros que me enamoran

que ilusiona y paraliza

la vida de este pomposo corazón que te habla

ansía todo lo que salga del tuyo

porque este ya comienza a sangrar.

Ya te dio su lado

nunca esperé que lo guardases en caja de

madera

Solo es para disfrutarlo en vida

no vivo esperando tierra

lloro viviendo amarte

para soñarte vida para morirte placer

quien da más solo tiempo todo llegará o se ira

naipes del tarot helado

en la hoguera de cartas flameantes al viento

en este oscuro firmamento

del azul sediento teñido de espadas

como pasión nunca matar cariño

solo aumentarlo cada día.

solo decirte que no se cuando seré digno de ti

porque no sé cuando me respetaré a mí.

 

 

JUNIO 2010

 

Con el susurro de la luz en cristal de gotas de

agua

pensamientos cálidos me arropan tu compañía

solo una vida solitaria desde aquella lejanía

un sol pernocta durmiendo disfruta su luna

con tacto terciopelo una vida de amor eterno

Un caballero busca a su mujer la extraña

avanza entre montañas de azores

y valles de bosque y ríos dulces

noche de amor entre nubes acolchadas

con el frío de un mundo en sangre

que estaba en guerra.

Ahora su patria era su tierra en la hoguera.

Se despierta frio y solo tras pintar con nostalgias

recuerdos.

y va el ancho río ya en sus llanuras

años no recordaban su vida y esplendor

todo se termina comentó el sabio nadie le oyó

la locura es lo único que conocemos infinito

otro la estupidez concluyó

pero uno saltó acaso no somos todos locos

 

mira la guerra que nos mató.

Miguel Esteban Martínez García.

 

JULIO 2010

 

Una nube de tranquilidad me cobija mientras

observo el paisaje;

el caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado

de la piedra caliza, que resiste el embiste del

viento y las lluvias;

la lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y

cierra un ojito aprovechando los últimos rayos de

sol;

el escarabajo de tierra camina lento con sus

fuertes patas, tropieza y vuelca quedándose

varios minutos intentando ponerse derecho;

mientras, se despierta uno de los dos grandes

murciélagos, que aquella cámara de la gran casa

rústica ocupaban.

Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de

los pinos.

Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con

caseta para las gallinas;

frambuesas y arándanos, en un pequeño huerto al

lado de la puerta,

un pequeño estanque de azulejos en el aljibe,

donde nadan cuatro carpas y un barbo,

oscurece y el joven rapaz de cernícalo primilla del

palomero oscuro de la casa,

se lanza a por un pequeño ratón de campo, que

andaba merodeando, buscando algún resto de

harina o de grano.

La mariposa de bellos colores azulados, dando

sus aleatorios vuelos, en busca de flores de

lavanda es atrapada por el pequeño mochuelo,

que salta del agujero de aquella antigua encina.

 

AGOSTO 2010

 

Navegando en el horizonte de mi destino,

buscando tu sonrisa en cada amanecer,

velando el tiempo de cada anochecer.

Llamándote en silencio con cada recuerdo,

volviendo siempre al comienzo del sentimiento,

dejándome llevar por el dulce tormento,

conteniendo las palabras en el viento.

Ya quiere caer el lamento, dejar libre el intento,

verte llegar, el silencio deshacerlo.

Saborear tu piel bajo las sábanas,

la miel de tus labios tener,

hacer tus piernas estremecer.

Endulzar el momento con una caricia,

compartir día a día, abrazándote en la noche,

sólo con tu amor ya no sería pobre,

solo tu te quiero se eleva en mi cielo,

mi dulce sustento que quiero.

Mi corazón quiere navegar hoy por tu interior,

sentir cada flor que forma tu piel,

tener tu aroma como velo que embriaga.

Quiero quitarte la ropa, besarte, que me sientas

dentro,

recorrerte en cada caricia, hacerte sentir, oírte

gemir.

Quiero mi despertar para verte llegar.

Viene acariciando, ella,

con sus palabras altivas,

desvanecerse quiere, con letras solitarias.

En sus ojitos los luceros,

por sus labios, disfruta el piropo.

Despeinarla con caricias piden sus manos.

El dulce golpe de su voz quiero escuchar,

dificil de olvidar, todo por ganar.

Creo que la quiero.

Pues díselo.

Calma para llegar,

por poder luchar y no abandonar.

A veces, invade mi pensamiento,

y más deseo crea su recuerdo.

 

Pienso que no estaré a gusto hasta que no la diga

lo que siento.

 

SEPTIEMBRE 2010

 

Vida en gris de la que tú eres mi luna esperada.

Se cavan surcos de ti en mi alma soñadora,

por donde fluye el solitario beso;

la tierna caricia anhela ser algo más.

Mis ojos quieren atraparte en su firmamento,

mis sentimientos arroparte con fuego.

Pero yo sólo te quiero a ti, mi vida en verso,

mi motivo para ser solo tuyo, para no necesitar

nada más.

Ser el sueño hecho realidad, la felicidad de dos

caminos

que se cruzaron en el destino.

Tiempo para esperar, vida para soñar,

cuando te vi llegar provocaste mi despertar,

y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero

amar.

Nos merecemos algo más en este papel que

jugamos,

saber si nos amamos, si el deseo quiere ser

pasajero,

el mío quiere hacerse eterno y ser tu sustento,

 

solo espera su momento, el sueño para vida

plena,

avanza cruza cada noche el cielo azul de matices

violetas,

siempre te encuentra, la soledad me abandonó

para poder servirte.

Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te

merezco.

Pero del corazón nace mi valor, lo sincero el dulce

te espero,

el te quiero.

El pensamiento que paraliza cuando te veo, la

sensación del amor.

Todo lo que me queda por decirte y lo que no te

dije,

vida para vivirte.

Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza

porque eres lo más hermoso de mi mundo,

camino que surca nuestro antiguo paraíso.

Permanece como el compás de mi pulso.

Desde que te conocí supe para lo que viví.

Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;

Allí donde viven por querer alegrías.

Escojo tu sendero, yo como tu destello en el

secreto,

 

voy con el manto de tu compañía, allí donde se

oculta el día.

Allí donde nuestro calor se refugia.

Allí donde mi alma no cesa la lucha para ganar tu

dicha.

Con los miedos guardados en un rincón,

el sueño solitario no me abandonó,

con su antigua ilusión envejeció, su imagen viva

guardó.

De él decían que solo quería comprender al amor;

Del verso a la canción, así hablaba el corazón,

Tras una flor la conoció y le preguntó:

¿Qué eres amor?

Intrigante sensación.

Nadie te posee, pero todos quieren encontrarte,

hoy fui más allá y te besé, pará en mi interior

capturarte.

 

OCTUBRE 2010

 

Voy allí y te encuentro dormida, al final del

bosque,

te encuentro soñando, con otros días de amores

profundos.

 

Como el azul del cielo que a tu lado te hacía

brillar,

mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,

mientras acercas tus labios para besar los míos,

y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.

Vistas de un amor eterno que devolvería vida,

para quitar su despertar de melancolía.

El lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó,

para ver el mundo.

No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y

tiernas,

guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser volaba

hasta regresar.

Te necesito más allá de este sentido que grita por

tenerte,

te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi

vida por tenerte,

y a la vez te siento, en cada golpe de viento y

reflejo.

Me encuentras, y tu recuerdo reciente me besa,

mientras no puedo evitar recrearme en el deseo y

corresponderte.

 

DICIEMBRE 2010

 

Spero che qui' tui seiconvertita en una bella

fiorina;

 

Su naturaleza el mar de abril,

lo frío y húmedo de los montes y cordilleras,

la oscuridad y la tiniebla de una cueva

entre hermanos murciélagos.

Hermanos por vivir y existir en la naturaleza

agua y tierra entre surcos de barbecho,

dormir al ocaso del día,

el alba cuando el gallo nota cambio de luz.

Dar de comer a los galgos y sacar las ovejas

dormir con una lumbre,

despertar con tu sonrisa,

fumar tumbado en la hierba del monte,

ver amaneceres y lunas de hechicería.

Cosecha y agua de aljibe;

Mis besos sin final solo salvajes y libres tuyos y

míos

experiencias pasadas, sueños serán,

sueños serán.

Y se irán, pero tú me despertaste;

cada día si estuvieras, un romance,

un eterno sueño apasionado vivir a tu lado

crear pasado para contar,

hijos bueno cuando lo pidas con dos, dos

hermanillos que jueguen.

yo quiero darte lo que quieras coger de mí, soy

leo soy generoso,

también serpiente sabia,

lobo que baja a la ciudad,

pero que en sueños siempre vive en libertad.

.

Miguel Esteban Martínez García

 

FEBRERO 2011

 

Vida vuelve, amor va y viene,

sueño se fue y pesadilla también,

por culpa de quién.

Seguiré amándote en silencio dulce melodía.

Seguiré recordándote a pesar del tiempo,

seguiré en vilo buscándote en mi vía;

Voy a por ti ya lo sabes,

solo te quiero ver feliz,

 

aunque mi sonrisa sea fea y desgastada,

conserva la esencia de niño pillo.

Agoreros no me pueden, sólo mi conciencia:

No está tranquila sin perdón

de a quien alguna vez por inmaduro pude hacer

daño.

Sin amor no hay vida y sin vida no hay muerte.

Solo sé que cuando me llegue alguien sonreirá,

y otros llorarán, de momento me apetece seguir

viviendo;

Como el resto de la gente pero sin envidia ni odio

sin principio ni final

solo un puntito que no sé cuándo llegará.

A la mierda quien llamó barroco a mi estilo;

este corazón late noble pero fugaz.

 

ABRIL 2011

 

Volver al eterno sueño de una pasión vivida.

Del amor que cura sin marca la herida.

Aventura del taciturno que busca el idilio;

se pierde en la forma, encuentra el vello fino.

 

Busca en letras belleza, cuando ella lo es y era.

Algo sencillo y declaración de amor consentida.

Tormentosa pero reconfortante la espera.

Esperaba, calma en su ventana,

tiempo atrás vino una escarcha,

a ella la veía fiel en su mirada,

su palabra sincera la cobijaba,

de terceras alimañas con envidia.

Un argumento y todo era sencillo,

ya fuese realidad o fantasía,

no se perdía en un camino.

Nostalgia llenó su amor de letra prohibida,

de anochecer que ansiaba un mundo sin ira.

Ella no quiso ver una mirada vacía.

Frío y calor se desearon y surgió el beso,

llegó el viento.

 

MAYO 2011

 

Me quedo en tus palabras,

en tu cielo de relojes de arenas.

Allí lucho contra las olas del olvido,

de un mar que no te dejó llevar.

Lucho por la promesa de luchar,

luchar por lo que se siente,

 

porque quise negar que te amaba de verdad,

y ahora cada vez te necesito más.

No es solo mirar atrás,

es querer lo que vendrá.

Aunque me falle la salud,

este corazón no se parará

recogiendo lo que me das

dándote de día en día algo más.

Y te vuelvo a sentir,

quiero volver junto a ti.

 

JUNIO 2011

 

Cuatro cartas y diez monedas

Vivo para ti; sueño por un devenir.

Como es arriba es abajo,

pudo ser mi pacto,

pero aún no estoy condenado.

Fidelidad a quien me protege.

Sesenta y siete suman; un pasado.

Doce reyes de salud, tres monedas,

un cáliz de vida eterna, una espada.

 

Para el mundo un sentido, para lo que vendrá,

muchos; pudo ser, vino y se fue.

Sesenta y siete suman,

cuatro cartas y diez monedas de cinco.

No quise saber, solo sumé y escribí,

(50+17=67, 6+7=13)

aunque no entiendas esto no quieras saber

cómo persiguen los números,

ni cómo las letras se enredan por eso

vivo para mi, pero sueño con tu venir.

Julio 2011

Cerré los ojos y allí estabas,

como si no pudieses salir

de mi interior.

Como si quisieras besarme

o decirme algo.

Pero tú bella en sueños

no hablas.

En sueños no hablas.

y nos quedamos mirándonos

a ciegas.

Yo te aviso que en el bosque

 

de mi mente solo hay un camino,

y es un laberinto.

El final lleva a despertar

y enfrentarse con la realidad.

Pero tú bella en sueños,

no me hablas.

Y yo a primera vista

me enamoré de ti,

por si algún día acaso

el sueño se cumple,

y ya de realidad me dices,

te estaba esperando

siempre te ame.

 

SEPTIEMBRE 2011

 

Permanece en mí.

Resplandor de auroras en los recovecos,

donde se refugian mis ilusiones en sueños.

Tu tez conoció mis manos y mis manos te

moldearon

para su recuerdo.

Eterna batalla a la noche, cuando noto tu

ausencia,

la noche que galopa y yo sólo con la palabra

sufrida

 

de nuestra vida sentida.

Ya no hay felicidad entregada con besos

y roce de nuestros cuerpos,

medida y entregada, ya no buscaré en esa

nostalgia.

Me enamoré de la vida y nada me falta,

porque todo me llena.

Y tú mi bella, volviste a pasearte por mis sueños

y en sueños nos reconciliamos.

Desperté y sentí de nuevo el dulce tormento,

para vivir soñando con el recuerdo,

y amarte soñando despierto.

hoy te vi ayer me doliste;

estoy enloqueciendo, te veo en todas partes,

en mi cama, bajo mis sabanas, en mi cuarto,

cuando miro de noche, las sombras dibujan tu

figura,

el viento me susurra tu voz,

las flores me recuerdan tus labios,

el agua tus besos, los rayos de sol tus cabellos,

tú eres mi doncella yo soy tu bohemio.

Mi alma me dice vive amando, muere luchando.

El coraje de luchar por lo que uno quiere en la

vida,

es lo que da respeto.

 

El Castellano

 

Soy beso del ayer

Soy sólo lo que tus ojos

dictaron para tu corazón.

Soy sombra, reflejo y luz sin otra razón.

Soy verdad, ilusión, camino y mentira,

soy amor.

Soy tantas cosas, pero para ti

lo que sólo tú quieras.

Deseo de nuestras almas risueñas.

Pasión de espíritu que sujetas,

sólo tú eres vida para el telar de mis letras.

Surges como viento, despertando el dragón

iluso y generoso, cálido y tierno,

del interior de mi sentimiento.

Sangra versos humeantes para ti.

 

Sueño angelado de amor sencillo y

entregado.

Y te recuerdo con este beso a tu imagen

que camina bajo la farola iluminando el

ayer.

Mi palpitar por el hilo del sentimiento

sostienes.

Y caí y me enredé en tus caricias,

reales o escritas para sentir que sólo soy

lo que tus ojos y corazón,

marquen para ti,

esperando algo más que un beso ser.

 

El Castellano

 

OCTUBRE 2011

 

Déjame ser yo.

yo, quien te quiera,

yo, quien a ti aspire

vivo y afortunado música

para tu sentido.

 

Yo, el que tus labios admire,

el que en tu ser suspire.

El poeta que te escribe y vive,

afortunado,

por la música de tus sentidos.

De tu corazón enamorado,

el que en tu ser suspire y

en tu pecho se adormile

el que en tus ojos se mire y

tus alientos respire,

con tu dulce susurro a mis sueños cobije.

Quiero sentirme poeta de ti,

que con tus cálidos besos

en el edén me imagine,

poeta de ti ilusionado.

Déjame recorrerte,

como si el tiempo no hubiese.

Que tu cuerpo con el mío

se mezclen en un fuego ardiente

y se confundan en uno,

vivir en tu mirada,

serían mis dulces palabras,

pues no mas son reflejo

de la altura de tu alma.

De una amapola

mi amor para una doncella,

viva y eterna,

dulce y risueña.

En esta noche otoñada,

en que las primeras lluvias

fueron alegrías despejadas,

caen tímidas en mi ventana

y me recuerdan a ti,

mi tierna doncella, mi bella,

mi eternamente dulce y risueña,

como sonrisa de altares en primavera

altares de estrellas a la luz de luciérnagas,

como rojas amapolas en la pradera,

y en lo alto...

El cielo lleno de estrellas,

campanillas por miles,

únicos testigos de nuestros amores juveniles,

en el anochecer de plata tu sentir para mí mieles,

esperando que de tus labios broten los sonidos

que me dicen que me quieres,

y así quiero pasarme las noches,

y los días, vida mía.

pues sin ti las noches son frías,

y los días un mar de melancolía,

solo soñando y sintiendo tu esencia muy cerca

mía,

sólo te quiero a ti en mi día.

Como la más cálida sonrisa tierna,

sólo es amor a ti mi bella.

 

Piedra-corazón:

 

No es una piedra, es mi corazón,

su latido cesó y en piedra cristalizó,

ella lo tiene en cuenco con agua,

a símil de mascota que nunca muere.

Le sonríe cada día, normal es mi corazón,

no huye, es piedra fiel a su amor.

Con caricias sintió que palpitó,

que fué su inspiración, su amor y su dolor,

pero en piedra cristalizó, pudo darle calor,

ya que nunca quiso mi dolor.

Esa piedra-corazón fue músculo,

pero murió y ahora solo le queda esperar,

esperar que el agua y el tiempo,

le otorguen musgo y sangre verde,

que ablande los cristalitos de su interior,

y resucitar.

Quizá algún día cuando ella se olvide

que es una piedra, volverá su palpitar.

Pero yo ya noté la ausencia

de vivir sin corazón.

 

El Castellano

 

NOVIEMBRE 2011

 

Día y noche al compás de una melodía

de sueños por vivir ilusiones por cumplir,

de los besos de tu boca vivir

amar cada parte de ti

como despertar de primavera

a toda vida bella,

Mirar en tus ojos y mirada

el fuego de amor que me acompaña,

sentir que dentro de ti

brilla un corazón que late por mí.

Bailar a la luna nuestros cuerpos

unidos en uno por pasión.

Y alma con alma corazón sin dolor,

beso de la más linda flor que eres tú,

beso en esta noche que te siento

en alma verso y sentimiento.

Y puedo entregarte todo mi amor,

Si no sintiese no escribiría,

y si no te sintiese no viviría,

sería cuerpo sin rumbo,

alma sin motivo de escribir,

porque tu amor me llena,

te alcanzo una estrella

para que sientas que de mis versos

eres tú la dueña, mi más linda y tierna.

Si soy tu poeta, tú eres mi reina,

mi inspiración eterna.

QUIERO beber de tu boca y cuello,

hacerte mía a cada momento.

Con cariño hacerte vivir el cielo,

y por la noche el calor del fuego.

Si tenerte te tengo, quererte te quiero

y amarte lo estoy haciendo,

puedo sentir y con orgullo decir

tú mi vida en verso,

el amor que esperaría una y diecisiete vidas

flor y pasión del romance antiguo

que repetiría cada día y vida.

Siente este beso y caricia

porque sincero es el verso.

Sincero es el amor que tengo

cada vez que te leo y siento.

Porque tu amor me eleva

y me hace ser guerrero inmortal

de la sonrisa plena

de tu corazón sin igual.

Ámame, siénteme, quiéreme

escríbeme, derríteme, soy tuyo sin dudar.

 

El Castellano

 

Gran luz, gran luz al conocerte.

Cabalga un sueño hermoso en los albores,

cruzando el mar, su alma está.

Su casa, su amor y su hogar

en el corazón de su doncella está.

Guerrero niño, vasallo nombrado del amor.

Gran luz en su reino, creado de ilusión,

de fuego incombustible su interior.

Cabalga su amor, su doncella más cerca está.

Crecen las flores, en los alrededores están.

Deleitadas y coloradas,

dejando en pétalos su complicidad,

para el romance que viendo están.

Mientras va el río de colores

con paso lento y decidido.

En besos de gotitas,

que dan vida a las almas al pasar.

LLora una plantita con una gota de rocío.

-¿Qué pena tienes tú plantita,

tú que eres linda y la luz y el río

 

te besa y acaricia cada día?

-Mariposa quisiera ser,

¡¡Mariposa quisiera ser!!

Volar a la otra orilla

y a mi amada margarita,

que está solita, poder besar.

Al viento le pido cada día

que traiga sus semillas,

para que con las mías,

abandonemos la soledad.

El Castellano

DICIEMBRE 2011

Tablero de existencia

Otro día más.

Otro día menos.

Horas, minutos, segundos

pasan.

Decisiones, esperanzas, vidas truncadas.

Gentes luchando por cambiar el hastío.

Luchando por cambiar la rutina.

Peones de este juego de ajedrez.

Sólo avanzan en un sentido,

 

alimentándose de lo que encuentran en su camino

que avanza sin retroceder hasta llegar al final del

tablero.

Unos ansían convertirse al llegar ahí en otras

fichas más poderosas,

para seguir comiendo a otras gentes.

pero otros acaban siendo comidos por la torre, la

que juzga sus vidas.

Flor de luz en este linde donde corta mi sendero.

Vidas paralelas que avanzan, entre cruzandose

cuando duerme el sol.

Fiel reflejo de mi amor que te doy en sueños.

Intermitentes sentimientos como ánimos en

ánimas inanimadas.

Flores amarillas de espinos creciendo en este

desierto embalse de recuerdos regados con amor.

Labios que sangran palabras de vino.

Pulmones que respiran cigarrillos en un cielo

enterrado.

Manantial subterráneo donde quedé encerrado.

Gritos por eco, pensamientos retumbantes en mi

cabeza, reflectantes de mi existencia.

Quisiera escapar de este pozo quisiera que tú me

rescataras.

Que tu me ayudaras y me besaras pero eso no

depende de mi porque ya me amas con toda el

alma.

 

Semanas pasan y el olvido me va matando con su

cruel instrumento, a golpes de silencio me voy

consumiendo, sin sentir tu aliento,

te espero fumándome lo que queda de mi cerebro.

Bebiéndome lo que me queda de hígado y

comiendo todas las flores que te regalo en letras.

 

ENERO 2012

 

En gota tras gota la esencia de una vida,

que célula tras célula conforman millones de vidas

en una sola, completa, viva,

que toma agua para estar viva,

a sí volver a formar células de agua,

cuál de ellas despertó tu belleza,

cuál de tantos cromosomas

creó tus facciones y piel de azahar,

esa que me atrae,

o fue acaso la belleza de tu alma

la que fue moldeando desde niña

la belleza futura de tu cuerpo

por el que suspira cada uno de mis instintos,

acaso estos deseos

fueron concebidos antes de conocerte

y tu cara fue reflejo de belleza

universal anhelada,

acaso tus labios vieron en los mios lo mismo

o preferiste primero lo abstracto

 

de los sentimientos de un corazón

que en suspiros te habló,

al imaginar el roce de tu cuerpo,

al ver en tu mirada todas las flores

de la primavera olvidada

esa por la que las hadas cultivaban

hechizos de luna plateada en palabras,

y los gatos entre tus piernas ronroneaban.

Acaso el cielo sería más azul

si lo mirara través de tu mirada,

el frío no sería frio si tus manos me calentaran.

Y la canción sería eterna

si por tus labios fluyera ávida y tierna,

acaso soy yo quien despertó tu ternura

o la experiencia tuya de años y años de vida

sin sentir de tu corazón hablase maldad alguna.

Si tengo que dudar hasta de la duda

estaría seguro que hasta mi duda

es sincera porque al amarte encontré mi verdad

y es que tú tienes todo lo que de verdad mi alma

anhela,

y por tu amor lucharé hasta que muera.

 

FEBRERO 2012

 

ROSA DEL JARDÍN ETERNO

 

Viento nocturno alarido de sangre

en verso de sombras deambulando,

momento que danza marcha atrás

en inmensidad de un tiempo fijo

atado a tu recuerdo suplicante

con el ruido del ritual,

en pétalos deshojados,

por caricias que danzan tus labios.

Misterio en oscuridad

de un latido intenso,

sinistraliedad en dolor recordado,

matado a golpes de humo,

y tatuajes en sangre de vino

y dulces tormentos,

rosa abre tus pétalos al viento,

susurra que no desapareciste

para no volver a florecer,

sé eterna como inmensidad

de firmamento de estrella congelada.

Vuelve a nacer como quien te vio

un sueño muerto recorrer.

Despliega en hojas tus secretos

esos que llaman al ocaso del silencio.

Haz florecer este jardín sangriento,

vuelve azules las amapolas que habitaron

el recuerdo de tu beso,

por no poder tenerlo de nuevo,

por no poder sostenerte en brazos de nuevo,

no mueras en el etéreo recuerdo

 

vive, vive por siempre

hada azul en mi cuerpo.

Llévame allí donde se oculta el miedo.

Donde el cielo llore tus pétalos,

donde tu aroma provoque sueño mágico,

cual sangre de blanca adormidera,

por tus venas fluirá eterno mi verso,

Si amarilla te veo recordaré

que por tu cuerpo deseé el fuego del paraíso.

Que en tus ojos encontré

el bosque mágico encantado.

Ven que te haré princesa,

ven que te haré reina.

Ámame como al que te lleva

siglos y siglos esperándote.

Pues no solo beberé de ti, tu esencia,

si no del lecho

del eterno romance te coronaré,

a ti me entregaré.

Buscaré el sueño en recuerdo de vida pasada,

ese que te esperaba para morderte y eterna

tenerte.

Fuiste y serás siempre

quien me despertó y me despierte,

aunque este no sea mi cuerpo,

siempre descubrirás que renací para

encontrarte de nuevo.

Tú mi amor eterno,

en beso que recorre todo tu cuerpo

tendrás mi alarido gritando en silencio

 

que te encontré y te encontraré de nuevo.

Siglos y siglos esperándote en silencio.

 

El Castellano

 

MARZO 2012

Sé el tiempo que nunca se fue,

sé mi luz

en este sendero nocturno

como el río

y su agua en arrullo,

como el viento

y su gemido travieso,

sé energía sin materia,

sé amor sin mesura,

belleza sin dolor

sé ternura en fuego prendida.

Eternidad en tus ojos,

mi vida capturada,

por tus deseos atravesada.

Sé mi alma, mi esencia

de tu amor envuelta,

de la primavera sé vida

polen y flor de mariposa.

Sé tú misma

porque eres preciosa.

 

Mi ninfa, flor y mariposa,

mi hermosa y bella doncella,

sé agua del beso,

calor en el abrazo,

haz de este amor

un sueño en color,

duerme conmigo y despierta

a este corazón

que duerme contigo más allá

de lo sentido,

pues de pasión es placer

de tu querer es ver el mío

tu imagen cada segundo recorrer,

tu cuerpo cada rincón de mi cuerpo

hace estremecer,

para sentirte bajo mi piel,

hacer de tu corazón y el mío

un sólo latido.

Eso es tenerte a ti en mi vida

sentir el cielo cada día.

 

ABRIL 2012

 

Y el artesano en su taller pintaba,

en versos de sangre sus amapolas

para la pasión de su alma,

bailase la espada.

Volase su hada,

para posar en los labios su beso.

Amapolas nacieron entre rosas,

claveles, clavelinas,

malvas silvestres,

musgo, violetas

hiedra con venas de sangre,

trébol, campanillas,

pensamientos, margaritas

y florecillas silvestres

cada cual más variada.

Su hada sílfide cuidaba,

cada pétalo y hojita dañada

de su jardín de amor,

la dejó vivir allí en felicidad,

a cambio de su pasión, inspiración y su fidelidad.

Cada noche su sueño de tiernos besos llenó,

de húmedo nectar de deseo

de sus alitas pequeñas

de bella mariposa nocturna mostradas.

Su pluma guio,

la naturaleza y amor sus notas

en melodía hermosa no conocida.

De sus versos un piropo para llegar a ella,

la felicidad completa.

Cuando el alma adquiere cuerpo dentro del

cuerpo,

allí estaba ella,

vestida de doncella para su canto y danza

 

de belleza a la luna mostrar,

fuera del cuerpo,

como espíritu nocturno de enamorada su ritual,

bailando en la flor

de jardín de su humano amor,

de estambre en estambre el cáliz y la flor

cerrando para dormir y despertar,

nueva vida a la siguiente primavera.

El Castellano

 

MAYO 2012

 

Entre montañas de azores y valles de ríos dulces,

ven pasar mi espada árboles antíguos

cobijando a los caídos,

ven lejos los astros orgullosos de sí mismos,

desconocen el hijo de un dios que va por los

caminos,

dónde irá ese hombre, sólo él lo sabe,

a una ninfa le prometió una flor de la montaña

más remota.

Con raíces la trajo sin un solo pétalo perdido,

a la orilla del río la puso, a la orilla del río ella lo

quiso.

Cada primavera iba a visitarla.

Cada primavera su flor de color distinto vistió.

Un año notó triste a su flor, extrañaba su montaña.

Su ninfa le pidió piedras y tierra de donde fue

encontrada,

a si lo quiso, a sí sería,

al llegar a la montaña en el lugar de donde estaba

la flor,

allí una serpiente sabia encontró, cual ella le dijo:

si muere esa flor morirá tu alma,

-¿Qué misterios entraña pues dicha hermosa flor?

Es hija de los cielos como tú, contestó.

Sí quieres saber más pregunta a la reina de las

mariposas,

que yo estoy tomando el sol.

Cogió las piedras y tierra y marchó,

en el camino una mariposa se posó en su hombro,

le dijo al oído sígueme mi madre te espera en el

bosque,

allí fue, la reina de las mariposas, le dijo que esa

flor

fue de las más antiguas en crecer después de los

helechos,

tan antigua que tenía capacidad de sentir intacta

como los humanos.

De ella se despidió tras darla permiso para beber

de su néctar.

Rodeando la flor puso la tierra y las piedras,

decidió tras el consejo de la serpiente y de la reina

mariposa,

Visitar a la flor cada mañana,

su ninfa también se alegró y de él se enamoró,

en amor juntos vivieron, un día la flor se cerró,

en su interior semillas vieron nacer; de cada una

de ellas,

la jerarquía de las hadas, ese fue su origen.

 

El Castellano

 

JUNIO 2012

 

Una flor vino del cielo

a la puerta de este mundo.

De sombras libró

los sentimientos puros de corazón,

la señora de las flores silvestres

la adornó del color de la noche.

Luz de luceros caía a ella

sangre de oro, polvo de estrella

quién era la más bella

dormida su nota suspira

única dama de la noche

gustaba la flor llamarse

a quien en sueños la visitase

llave de este mundo

 

con el mundo de lo inerte

para quién guiándose

por su nota dulce

tocarla osase; la visión

de espíritu suplicante,

blanco vestía, en traje luminoso

sus pétalos abiertos al valle,

de la niebla y la hierba,

valle de árboles cantores

y nereidas como hogueras,

de bellas súcubos en las cuevas,

rezando los guerreros de ojos rojos,

de druidas los lobos,

y de las sílfides los pastos y rebaños,

las margaritas y las hiedras

que las ramas trepan.

De las salamandras de fuego el hierro,

y de ninfas el agua,

dioses combatiendo por el cielo,

mientras reyes celtas

con el deber de serpientes

poblar la tierra

como aconsejaba la tradición.

Para en prosperidad reinar.

Si en sueños llega la 1:30

bien vistosa te veo,

bien dulce te siento,

bien fiel te oígo dentro,

si nací ciego para verte con el corazón,

si no todo en la vida, vida mía

 

con los ojos se ve,

dime sombra por qué has enamorado

cada parte de mi ser,

si existes por qué insistes

en transmitirme como sientes

si ya dentro vives,

si ya de ti me tienes,

si ya has asesinado mi soledad

y feliz voy a vivir contigo la eternidad.

 

El Castellano

 

JULIO 2012

 

Fuego de tus ojos, bosque eterno ardiendo,

ojos aroma de roble, ojos grano de café,

ojos aceitunados de olivo, ojos madera de pino,

ojos tierra de cultivo, ojos tuyos donde vivo,

ojos infierno de amor, tu mirada y su calor,

ojos tiernos y prendidos, ojos de noche y de

infinito,

ojos de brillo, de ilusión, que me tiene perdido,

ojitos tuyos de grillo, ojos sencillos y vivos,

con su paraíso escondido, con su cielo encerrado,

en ellos las nubes de mi ilusión,

con la llama de nuestra pasión.

 

Tú cuerpo formado con todas las flores

desangradas,

tu piel tersa de mariposa de seda,

pétalo de rosa amarilla, aroma de vodka,

tus besos vino de Dionisio que dan vida

a esta alma mitad artística mitad trágica

con sus años soñando que aparecieras.

Y de un lance pesqué mis sueños, me fundí

contigo,

mi mariposa, mi princesa, mi reina, mi hada,

mi bella amada, mi diosa y mi musa,

de mi cariño la florecita tierna, mi bella Margarita.

Verso y entraña, del suspiro la maraña,

anhelo, felicidad tocando el cielo,

nota tras nota, un compás de tus gemidos,

deseo traído por el viento,

estrellas que acarician tus pupilas,

envidia de aire que roza tu pelo,

envidia de la lluvia que moja tu cuerpo,

de los árboles que te dan sombra,

de la mascota que te lame con tus caricias,

celos del hombre que te mira, del sol que te

admira,

celos de mis ojos por verte tan bella.

Amor de destellos, de centellas por caricias,

de hada tus orejitas, de cuarzo tu sonrisa,

luz brotada de tu alma, melodía antigua nacida,

noche contigo su fuego azul,

canción de lobos nuestros latidos,

luna volviendose estrella para bañarte de aura,

 

Energía fluyendo por la piel

en agua de tormenta meciéndose.

El aullido y el dulce retroceso, se dispara el placer

muerdo tu piel y acabo vencido entre la rosa.

Gota de rocío que se evapora con el sol en su

visita,

una caricia con un beso el despertar contigo,

un te quiero sincero y un te amo amado,

un chupetón acalorado, una sonrisa

y a vestirse de tus caricias.

Amor sin tiempo, amor completo, sencillo y eterno,

apasionado y bello, amor de tus ojos,

designio de unir nuestro camino y caminar juntos

la vida,

cabalgando sueños y saborearlos hechos

realidades.

Tu corazón, mi corazón, dos mitades un solo

latido de pasión.

Vuelve la línea melosa esa que te siente tan

preciosa.

Alma con alma pureza sin control,

nuestro universo llenándose de calor,

amapola nacida en el pecho,

con valor para luchar por ti y por mi,

con fuerza enraizada, del sentimiento suas

semillas,

bendiciones de diosa Flora, regadas por Zeus y

diosa Aurora.

Tu cuerpo cual droga,

tu recuerdo placer estremeciendo que recorre mi

cuerpo,

sentidos despiertos cuando te miro,

tu imagen navegando mi latido,

mi verso con el tuyo como beso con beso en uno

fundido.

Mi promesa junto a ti unir mi vida

y cuando al cuerpo le toque caer como hoja

caduca de otoño,

en otra vida volvernos a unir.

Corazón frágil muerto si te lastimo,

muerto si soltamos nuestras manos en este

destino,

vivo en tus ojos amor de dioses y tierra de flores,

vivo en alas de tu amor a sabiendas que soy tu

consentido,

vivo feliz y duermo cada noche en tu ombligo.

Mi beso para terminar este escrito,

caricia que te recorre el sentido.

Siempre y para siempre tuyo Esteban.

 

AGOSTO 2012

 

De tus besos nacen espigas de agua,

de tu corazón crece sin cesar la zarzamora

mis sentimientos acechando sus moras

cada latido que a mí diriges mil explosiones

 

en fragancias y esencias, mil piropos mecen tus

labios,

mis ilusiones se alimentan de tus sueños,

el camino trazado lo bordean las amapolas

envidiosas de nuestra pasión, hablan entre ellas,

encadenadas a la tierra quisieran tener tus bellas

piernas,

rojas de amor quisieran tener tu corazón,

y su copa tu bello interior.

Los primeros rayos de la aurora me traen

mil destellos donde desde lo simple de una flor

surge la esencia.

Donde una gota de tu amor bastó para incendiar

mis ojos,

donde te siento en cada letra y tu piel se hace

seda.

El ciprés protege a las almas que en la tierra

tienen su segunda vida,

Airón tiene su lago donde oculta la puerta del

abismo.

Si miras mis ojos puedes ver el acantilado,

las olas y el océano con nuestras ilusiones

navegando.

Voy allí a nuestro bosque mágico,

plácida dormida te encuentro en la torre,

el dragón está borracho,

acaricio tu vestido y lo muerdo despacio,

te despiertas y me ves,

pero te haces la dormida hasta el momento del

beso en tu piel.

 

Me coges la mano y guías su recorrido,

el árbol se despierta y lentamente giramos

envolviéndonos en besos, enredando nuestras

piernas.

Despierto del sueño y lentamente te siento,

de mi interior no te has ido,

pero tu bella en sueños no hablas,

en sueños no hablas y nos quedamos

besándonos a ciegas,

si un día se vuelve a cumplir el sueño te dije

siempre te amaré,

y con esa confesión sabrás como encontrarme

porque ahora vivo en tu corazón.

 

El Castellano

 

SEPTIEMBRE 2012

 

Te quiero como las flores al campo

y la enredadera a su soporte

amándote caballero y guerrero es mi porte

vuelvo a tenerte en mi horizonte

azul sediento de tus besos

y piel que arde como ascua

de tu recuerdo mantengo

las palabras eternas en el viento

 

y me visto de tus pestañeos

soy el mochuelo de tu olivo

y la serpiente de tu piedra

soy quien te posee entera

eres tú sueño y pasión

cazadora furtiva de mis latidos

la que acompaña

de su mano mi camino

y lo ando contigo

hasta el fin del abismo

y si el amor lo cura todo

tú me has sanado y salvado

me mantengo a tu lado

como el murciélago a su cueva

y el árbol a su tierra

siempre viva esta hoguera

veo tu cuerpo y mi deseo

se vuelve salvaje

te oigo cantar tu te amo

cada noche con tu abrazo

si he nacido para protegerte

cuidarte y amarte que mejor

que escuchar tus latidos dentro

y tener tu esencia

más allá de donde acaba el sentido

y mi sentido es en tus ojos

mantenerme vivo

si tengo el aura dorada o morada

no es problema

en tu interior tengo mi morada

hogar y danza

de nuestras almas en espiral.

El dragón celta

viviendo dentro del tronco

del árbol de la vida

el cáliz de sangre

que da alas de mariposa

para volar contigo mi hada

la espada siniestra mi libertad

y con ella me nombraron caballero

de tu bondad

mineral verde del dragón

esencia de fuego en el corazón

lobo blanco acariciando tus piernas

flor cantante

visión de espíritu suplicante

valle de bruma

flores blancas iluminando

abriéndose en semillas

viaje a un paraje de los andes

weche a grito eterno

lit et summuncanae

el mensaje que en sueños

me trae el ángel negro de ojos rojos

viendo celebrar la victoria

de la batalla del abismo

único con alas doradas

me veo allí abajo

entre soldados vestidos

como sombras

 

gran luz del arca se abre

en el campo de batalla

flechas certeras contra alados

otra victoria

me toca resucitar a caídos

para que formen en mis filas

una flor que no es de este mundo

veo abrirse en mi interior

desde ese sueño

la voz de un alma que me ama

cuido a mis fantasmas

energía violeta me absorbe en el sueño

y veo la creación de la vida en la tierra

veo vampiros en mi cueva

y ángeles negros a la par

recuerdo mi primer sueño místico

cielo rojo teñido de hierro

y espadas un druida en la montaña

que se eleva al cielo como cruz

veo un trono

y como criaturas pasean la oscuridad

ante la silla de piedra

se difumina

aparece una esfinge en el cielo

y un dragón con alas y cabeza de insecto

camino el bosque de noche

y veo en el suelo una entrada con escaleras

bajo y entro a una cripta

llena de columnas y una tumba abierta

dentro una mujer morena

 

preciosa sentada de rodillas

me mira piel tersa y blanca

pelo azabache mirada castaña

no deja de mirarme

la digo ¿puedo ayudarte?

de repente la veo con vestido blanco

a la orilla del río

empieza a dolerme la cabeza

y despierto aun a sí

sigo teniendo su voz dentro

cuando estoy despierto.

 

El Castellano

 

OCTUBRE 2012

 

Resurjo de estas cenizas

que me consumieron

alimento a este pájaro de fuego

que me habita

espíritu que surge entre hojas

y hojas de papel escritas

entre versos de sangre

y amapolas con pupilas negras,

vuelvo la hierba rojo carmesí a mi paso

 

vuelvo tus labios rosas terciopelo

a deseo de adentrarme dentro,

avanzo las flores de tu cuerpo

hasta morder tu cuello,

vuelvo al comienzo de este sentimiento

y echo leña a este fuego.

Noche plateada y nublada

pensando en tu preciosa cara,

quiero los dos árboles de tus ojos,

quiero su tierra de paraíso que guardan

y sustentan fijos en mi mirada,

quiero fundirme con tu saliva

en beso eterno

con la luna de testigo

y las ramas cantando al viento,

quiero que la lluvia nos cubra

y naveguemos a besos nuestros cuerpos.

Quiero abrazarte sin tiempo ni final,

quiero que me llames amor si gustas

porque yo ya te siento como tal ,

mi tierna, mi dulce, mi enamorada,

mi Jessica de la noche en su tierna cara.

Recorro tu cuerpo en sueño

y acaricio con mi sentimiento

cada tesoro tuyo.

De ilusiones se sustentan mis versos

y las palabras mías nunca se las lleva el viento

porque poesía es idioma de los dioses

y cada palabra es reflejo

de este corazón que te habla

 

en letras deshago el abecedario

y construyo mi hogar y templo eterno,

a ti mi princesa te quiero de musa

si tu corazón gusta.

En eternidad te dejo un momento tierno

en el que le canto al color de tu cabello,

y entro directo por tus ojos a abrazar tu corazón.

Vuela este pájaro de fuego

fénix resurgiendo cual demonio

que siglos espera ocupar

su lugar merecido en el cielo,

quiero tu amor domar y tu corazón habitar,

decidido estoy a en tu vida entrar

a lanza y letra, a que seas mi lucero y mi estrella,

yo solo quiero amar

pero decidido y convencido

que quiero amarte a ti.

Te dejo este beso travieso

y caricia que recorre tu cuerpo

te dejo mi verso y beso,

abro este corazón

exponiéndolo a que lo lastimen,

pero si tengo que sufrir dolor

solo quiero uno

el tuyo amor.

El Castellano

 

NOVIEMBRE 2012

Luna azul, luna siniestra te ilumina, caminas al filo

de la navaja

el sendero luce su cuchillo dorado al anochecer

la luz se la traga la tierra en soledad y penumbra

te escucho llamarme entre la hierba recién mojada

Te encuentro tumbada y tu recuerdo reciente me

besa

quedando el amor envuelto en mi entraña

escalo tu espalda como araña y como lobo

muerdo tus piernas te brindo mi daga

la noche tiembla entre gemido y gemido a la luna

azul.

El Castellano

 

DICIEMBRE 2012

 

Sangre en pétalos de rosas mordidas,

caricias de piel estremecidas,

 

luna sin sol, sol sin luna

en esta noche que solo brilla en el cielo

tu amor fulgente y ardiente,

tus minutos parecen horas,

y tus besos el inicio de mis latidos

del pecho anclados y a tu luz sumisos,

el momento de despojar la esencia de lo simple,

se construye como el deseo avanza,

corriendo, mordiendo, en placer sucumbiendo,

trepo tu cuerpo y como salamandra de fuego,

tu placer excito, tu piel derrito,

hasta ser dos quimeras de fuego

enganchadas a su trance de amor eterno.

El rey lucero baña de añil tu cuerpo,

y en tus ojos encuentro el campo celestial

donde vivir siendo tu guerrero hasta morir.

Avanzo el campo de amapolas

de ilusiones nacidas como la caricia

al sentir tu cuerpo pidiendo por el beso,

dulce y puro se lo sirvo,

como agua de arroyo y rama brotando en savia.

Lejos de este mundo empieza el nuestro

de pasión y verso,

de ternura e insomnio de sentimiento,

el latido se complace a encontrarte salvaje,

y el unísono es nuestro latir de dos corazones

en un mismo sentimiento anclados,

a florecer de nuestra boca los te amos,

verso tras beso eterno viviré este amor a tu lado,

mi hada, mi dama, mi bella amada,

 

tu mirar es mi morada,

en tu interior la bella calma,

para soñarte cada noche

y verte a mi lado en mi almohada.

Tu pierna a mí abrazada,

despierto pero al cerrar mis ojos te sigo viendo,

y lo que siento,

es que conmigo de amarte tanto dentro de mi

corazón,

te di hogar y templo,

surqué tu esencia y la encadené a mi pecho,

viviendo vivirte,

amando amarte,

siénteme porque siento como tu sientes,

amo que me ames y a la mañana el despertar

y a mi lado sentirte,

no sueltes mi mano porque yo nunca lo haré,

porque nunca morirá el recuerdo,

nunca sentiré tan hermoso,

y nunca podré verme sin tu amor ni tu cuerpo,

pues antes aquí mi cuerpo quedará muerto,

si muerto es sentir el mayor vacío por dentro,

cuando solo tu corazón

es complemento perfecto de este fuego,

y ardiendo me declaro tuyo

como la nube a su cielo

y como mi boca a tu boca en beso sin tiempo

y placer derritiendo el momento,

siempre a tu lado mi florecita,

mi margarita.

 

ENERO 2013

 

Amanecer despierto

en este horizonte de fuego,

como demonio antiguo

avanzo tu cuerpo

en tu pupila me deslumbro

sigo el camino de las rosas

en sangre su esencia de amor

me ahogo en el dulce tormento

que desvelaron tus labios,

tus caricias arropan mi sentimiento,

como condena

no encontrarte de nuevo

en este arrullo no huyo

en los latidos estallo

y la estrella quema el desvelo

de noches y noches soñando tu cuerpo,

hoy en tus mares fluyo,

hoy de tu calma me apodero

para nunca más ser sombra del pasado,

como la malva enraíza la tierra yerma

en tu recuerdo entierro

mi mayor ilusión

esa que nunca te abandonó,

si miras dentro de tu interior

allí estaré amor entonando

mi canción de amor

a las lunas sempiternas

que envolvieron tu ausencia corazón,

soledad con oscuridad

clama la espina de mi corazón ,

en la roja sábana de tu calor

quiero anidar mi ilusión,

anhelos como cuchillos clavados

en el cielo de recuerdos

horizonte gris que baña

este el mío cuerpo

a la cuarta campanada de las doce

en su mirada tiembla el mañana

quiere tu sonrisa amanecida

en mis labios descrita

como los rayos de sol de tus cabellos

y los pajaritos cantarán

en nuestra ventana

trayendo los amores imposibles

que separados nunca soltaron

el primer desvelo de sangre

enamorada del corazón,

hoy canto a esta sangre mi dolor,

años pasan despacio

a golpes de silencio luchando

con la templanza

luchando a golpe de olvido

separando nuestro destino

que se unió por un beso

y donde no llegué a entender

perdí las flores de tu piel,

caballero sediento en las batallas del ayer

como el inicio del sentimiento

vuela y gira por mi mente

como encontrarte siempre resplandeciente,

he venido a hierro a matar este silencio

he venido a beber las amapolas de tus labios

a decirte que recuerdo el sabor a fresa

de tu pintalabios,

a que en mis noches

quiero sacarte de mis ojos para tenerte,

y la sabana fría se viste de tu melodía

llega el violeta en su caricia

su voz del alma hecha súplica

de tu caricia,

grillete y cadena de mi espíritu

a amarte eternamente

hasta el final del latido

donde mi silencio se haga eco eterno

de tu recuerdo,

y la hiedra y cicutas envuelvan mi cuerpo

aquí quedará escrito este amor

que en dificultad

y sin saber años y años de tu mirar

late igual que ayer

por ver junto a mí tu caminar.

Te amo quizás sea algo

que nunca cambiará.

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Como el entrañable verso

tu miel obtengo

este firmamento de amapolas

dibuja su dulce tormento,

gime un placer en malva envuelto

taciturno de tu piel

el sueño en su refugio,

siembro mis flores

arando tu alma

arañando tu calma

vistiendo de amor tu entraña,

en esta hora se desliza

suave la sabana

y en su nube

bebo cada gota de agua

de tu boca,

me duermo en tu arrullo

por tus senderos fluyo,

voy al campo del placer despierto

estallo el sentimiento

fundiéndome en tu cuerpo,

siendo serpiente de tu arena

de tu espalda enredadera

lamo tu caricia tierna,

bebo de tu cuello mi reina,

rasga la sombra

en el violeta de la rama,

lucen las estrellas

en sosiego a la luna de plata

que en violeta deja su espada

los árboles cantan con el viento

en sus veredas

donde el grillo de galán

cantaba a la noche su ranchera,

encuentro plácida la sonrisa

tu pupila nunca descrita

encierra tu cielo de ilusión

que quiero domar

acompáñame  este sueño,

sé mi luz en el camino,

la esperanza de junto a ti

mirarme en tu corazón

bello y bueno sin razón

donde el mundo jamás

apagó la esperanza de su ilusión

unirme en el fin del tiempo

a tu alma corazón,

cabalgo contigo los trazos de un destino

que incluso en soledad y dolor

siempre dependió de mirarme en tus ojos

flor de amor,

con la gota de luz en su ventana

jamás abandonó a su inspiración

calma de su dolor

el sueño solitario jamás abandonó

de él se decía que solo quería comprender al amor,

verso tras verso la conoció

flor de inspiración

prendió en fuego el pecho

y nunca le abandonó,

baila la rosa con el clavel

afilándose el nervio de amor indomable,

desbordándose el reguero de la sangre

y su calor, desangrándose de tu piel

cada flor que te forma y conforma

llegando al éxtasis del placer

llorado en tus labios

segundo tras segundo el tiempo muerto

vio vencer el amor eterno

donde dos corazones

se fundieron a la noche en el silencio

estridente de su amor,

donde el cielo se abrió

para dar paso al rojo

como por tu lindo cuerpo mi atracción,

condenado el tiempo me visto de tu recuerdo,

donde horas pasan de largo

pero cada noche se repite

mi dulce tormento

de en mi mente verte sin necesitar tenerte,

como un paréntesis del destino

tu imagen siempre quedó

como el beso robó mi alma

declarando que te llevaste contigo

medio corazón,

desafiando a este cielo

por no poder tener tu cuerpo,

por no poder tener tu beso de nuevo

hoy como ayer aquí quedará escrita mi sangre

en cada amanecer

y si algún día te vuelvo a ver

sabré que hice bien en seguir vivo

como ilusión de volver a tener

el brillo en tus ojitos

como aquel anochecer.

Pregunta al mundo

si en mi interior te olvidé

si las noches que te soñé

no pedí al cielo que se cumpliese piel con piel,

te amo mi pequeña rosa amarilla del ayer,

clamo en la tristeza de mi ser

suplicando a este universo volverte a ver

y quizás un día en el camino inesperado

nuestros corazones encadenar

sabiendo que vendería cada mañana

por un ayer contigo amor,

solo sé que sigo vivo

por este dolor de años y años

sin el arrullo de tu voz

sin sentirme afortunado por tenerte a mi lado,

no dejaré nunca el agua correr,

si un día te vuelvo a ver

te seguiré perteneciendo como ayer.

Y hoy como ayer

en tu corazón quiero renacer

a flor de fuego y piel.

 

 

 

FEBRERO 2013

 

Viento, viento bonito

lleva al cielo cada escrito

arropa este amor en mi cuerpo

en mi corazón te llevo

hadita de mi sentimiento

noche hoy en tu sosiego me encuentro

entre nubes violetas

y el cristal luminoso

de esta luna de invierno

bañan mi cuerpo tus latidos

sordos de oscuridad

y a este cielo sonámbulo

lanzo mis ilusiones al viento

siento tu caricia de alma

y te bebes mi calma

despierta esta rosa sangrienta

y su aroma de romance antiguo

atraviesa el pecho tu amapola

eterna primavera

cuando mis ojos te ven entera

cada sentido despierto

como fiera al acecho de tu latido

hoy en tu bosque me pierdo

tu imagen surca mis sueños

como cada noche que siento tu beso

y como me cuidas,

como soy yo tu alegría

mi vida vistes de amanecida dicha,

hoy la hierba escala mi montaña

la lluvia germina todas mis semillas

de pasión y fuego,

donde entero me entrego

al placer que muerde

y envuelve en margaritas,

como sencilla tu sonrisa

y tierna tu caricia,

ya no hay súplicas

solo felicidad desbordando mis cauces,

te sostengo fuerte en mis brazos

para nunca soltarte

para eterno tenerte

si por soñar soñé acabar con la soledad fría

y escarcha de esta melancolía

llegaste tú a mi vida

como cada noche siento tu melodía

y me acompañas cada día,

salió el sol después de la tormenta

y ame tu esencia

regando mi interior tu voz de alma amada

tu bella y dorada calma,

rompí las cadenas que me anclaban al pasado

para luchar por mis sueños y alcanzarlos,

entendí el idioma del silencio

y hoy contigo

lento construyo mis escaleras al cielo,

este firmamento clama de azul sediento,

ermitaño en su montaña del sentimiento

el amor jamás salió de su cuerpo,

de él decían que quería comprender al amor,

tras una flor la conoció y la preguntó

qué eres, amor,

no solo nací de esta flor

tu inocencia me enamoró,

curaré tus heridas de dolor

viviré de tu amor.

Vuelvo a este dulce tormento

buscando llenar de amor el cielo,

labrando el campo de tu alma

y bella mi amada

te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas,

estas flores cantan la canción

que te enamora el corazón

vuelvo a luchar como ayer

con tu amor jamás desfalleceré

eterno en tus alas viviré.

 

 

Sangre y verso

mi dulce tormento

ruge mi calma

por verte a ti mi princesa

a cada momento,

quiero regar de amor tu cuerpo

que sientas rugir la pasión en tu cuello

besar todas las amapolas

de tu cuerpo

cantar a este horizonte

la vuelta del amor a mi cuerpo,

quiero ser tu bella calma

tu verde esperanza

la locura de tu corazón

quiero a fuego morder cada flor

que forma tu cuerpo,

si por soñar soñé en besarte sin tiempo

en tu fuego quedé preso

viendo la amapola florecer del pecho,

a esta luna que solo pido

el calor de tu cuerpo

pido domar tu ternura

como fuego con fuego

crece el calor

me lleno de piropos para tu corazón

cuando solo tú quedaste como esperanza

para salvar este el mío corazón

que sangró en la avenida

de ángeles estrellados en estrellas

y árboles cantando al viento su amor,

en este mundo perdóname

porque solo quiero tu calor

llenar de rojo tu ilusión

quién pinto el cielo en colores a su amada,

merecerá la eternidad en su mirada

como azul sediento que afila su sentimiento,

escudero de tu latido

dando fuerza al amor sentido,

quiero vivir en tu latido

que sientas que te cuido

noble ilusión de este corazoncito,

mi cielo gris prendiste en llamas,

gracias a ti porque tus ojitos se fijaron en mí,

ámame sin tiempo

siente esta inspiración sin tiempo

donde el alma exclama su amor al viento,

y como pasión no sostenida

me pierdo en tus secretos,

te ofrezco mi cielo

solo tú lo cuidarás con esmero

quimera de mi fuego,

mi sentimiento despierto

mi estrella en el camino inesperado

que unió nuestro sentir

en la eternidad del amor indomable

que quiero sembrar,

como a mi lado quiero tu caminar

hasta en amor podernos juntar,

luz compañera

fuego de este latido en flor,

no me abandones,

junta tu ilusión en mi pecho,

bebe de mi cuerpo,

en este momento te siento

ardiendo dentro

mi flor de invierno,

llorando el tiempo

deseando juntarme a ti eterno,

como cada amanecer que quiero encontrarte

acariciando mi pelo

ronroneando en mi pecho

donde sin ternura no hay sentimiento

y donde sin tu mirada muero,

en llamas te abrigo en mi pecho

siente esta sangre en verso

que enamorada mi boca pide tu beso,

pudiendo ser y siendo tú

mi maravilla y salvación

como melodía de amor

canto en tu corazón

esperando unir mi latido al tuyo corazón,

guerrero de tus batallas

seré en este cielo

que solo pido tu amor

por ser tú mi dulce y tierno deseo,

como sabrás empiezo amarte

en cada noche que los luceros te envidian

de bonita como linda flor nunca descrita,

a cada día que tus cabellos

como rayos de sol quiero sentir

entre mis dedos

y pintar tus labios a besos

sentir tu aliento preso del sentimiento

que araña tu cuerpo

despojando de su silencio el tormento

de no saber como pedir

y acariciar tu mano ç

princesa ardiendo

de mi sentimiento

por ti siempre en rosas y fuego envuelto,

sienteme avanzando tu cuerpo

hoy tu sangre fluyo

donde quiero vivir tu calor

y quemarme mil veces en tu pasión

de mil luceros,

si querer quiero sentirte

como tormenta de pasión

e incendio de mi corazón

si de tierna te deseo

como estas ilusiones

germinan en amapolas de sangre

mi corazón si de valor lucharé

por tu amor bello corazón

queriendo juntar mi calor contigo

hasta morir de placer en tus labios

como pétalos de rosas

siendo abeja de tu miel

y enredadera que abraza tu piel

siendo quimera de piel verso

y entraña como entrañable

encontrarte en mi presente

que solo pido al cielo

me vista de flores cada recuerdo,

donde princesa de fuego

reina de este sentimiento preso

queriendo habitar por siembre

el latido de tu corazoncito

como en verso te dejo

este besito.

 

 

 

MARZO 2013

 

 

Semilla tras semilla nace la dicha,

en tu pupila musita mi vida.

Hoguera encendida, verso, beso y canto,

al horizonte mi encanto.

Vuelo libre, escribo,

siento tu susurro en mi oído.

Ven, ven conmigo.

A través de las colinas, sierras y ríos

surca mi alma el camino.

Bosque, bosque encantado y bonito

vengo a ofrecerte mi aullido.

Mi hada de voz encantada,

dentro de mi alma tu esencia amada.

Visten las hojas tu cuerpo,

en las flores tu melodía encuentro.

Quiero cumplir tus deseos

como la lluvia hace el amor con las plantas,

que nunca estés triste,

quiero tener tu canto siempre alto

y de flores tu manto.

Detengamos el tiempo cada noche

en nuestro regazo,

para sentir eterno el abrazo.

Donde la luna abrigará el recuerdo.

Quiero seguir tu trance día a día

para encontrar dulce la caricia

y el beso de fuego, ardiendo en el labio.

Te siento a mi lado,

fluye la ternura por tu piel

y en tus ojos me vuelvo a ver.

Cada sentido despierto,

gimiendo el alarido,

soñando tu mundo cada día me encuentro.

Feliz el alma de que seas mi amada,

tu dulce primavera riega mi sangre.

Te descubro en cada pensamiento,

devolviendo la alegría de nuevo.

Libre en tus alas permanezco,

viendo el amor enraizar dentro.

Libre el intento abordo tus secretos,

me pierdo en tus besos,

alcanzo la flor del helecho,

surco la puerta de tu reino.

Bienvenido tu calor a mi cuerpo

y la inspiración de fuego.

Muerta la hora, viste la calma de tu alma,

protectora, compañera.

Mi dulce dama, mi enamorada,

mi sentir en la montaña,

me casé con tu latido escrito

y aquí como ayer

darán los jazmines

el aroma a cada letra

nacida de tus jardines.

Vuelas libre mariposa del amor

en mi pecho te posaste

volviéndolo hermosa flor,

hoy te canto que feliz,

de la vida y de ti,

me siento enamorado.

 

 

 

Hoguera en el círculo de piedra,

danzan las estrellas,

la luna y su polvo de nieve,

alegre, crea el sosiego del firmamento.

En fuego, corazón de mi corazón,

jardín de color,

de deseo prendido en tu calor.

Seguirá el destello su camino

de alma viajante.

Hasta en cada raíz siempre encontrarte.

Pensativa mi hada entre las hojas,

se acercarán a ella las mariposas.

Atraparé el verso sin descanso,

siempre de su flor hallaran sus tesoros

mis manos.

Corre el placer libre por el monte,

de flores campestres vestirán las ilusiones.

La piel tersa de seda encontrará los labios

y sus besos de estrella.

A cada luna reina y sol invencible,

orgullosos los astros

lejos se estrechan la mano.

Entre silenciosa oscuridad

ven el violeta de la sombra

estos ojos de insecto

que cambian de color el cielo.

Si el amor me dejara

bien sabe mi alma

que me quedaré con cada flor

que siembren mis manos.

Altivos los ángeles con sus halos

volverán a sembrar la vida como antaño.

Beso tras beso en tus pestañas vivo,

brillo amanecido,

de ilusión en tu bosque de ojos.

Vuelvo a vivir de tus deseos

y en verde se dibujan mis sueños,

como esperanza esperando

vestir mis flores de calma.

El sosiego viene de la noche compañera

a cada latido sordo,

a cada eco de ternura

sembrada entera.

Cruzaré cada camino sin retorno

hasta libre el espíritu

ser uno más entre vidas libres.

Servirá mi canto para desvanecer el llanto,

encontraré de mi hada cada noche el encanto.

Prepararán los indios su amaranto.

Seguiré la estela de la luz viajera,

descansaré en el remanso de la era.

Verá la semilla mi resurrección

y el resurgir de cada sangre de letra.

Crecerán las amapolas al borde de mi camino

los cardillos silvestres abandonarán sus espinas.

Abrigaré el amor del pecho

en mi viaje a encontrarte.

En mi viaje a encontrarme,

en el azul celeste

y la madera de los árboles.

En el viento y el rayo de sol primero,

donde gracias a ti encuentro la fuerza

para seguir escribiendo,

muerta la espera,

veré crecer de mi amor la siembra.

 

 

 

 

 

ABRIL 2013

 

 

No sabría decir cuántas veces había estado allí, sentado, sintiendo como todo a su alrededor se desvanecía, escuchando a la ciudad respirar, sentado en aquel banco de madrugada donde tuvo su primer beso. Se entretenía viendo las luces de la ciudad y aquel semáforo verde, amarillo, rojo, rojo, verde, amarillo, esperando en aquel banco a su amor que se marchó, una de esas noches una polilla se le posó y le dijo: -Ella vendrá, él creyó estar alucinando. Lo que él no sabía es que él ya estaba muerto.

 

 

Alegría, gozosa, fría, amarilla,

se siente tu caricia

cuando el corazón en ardor

pinta y pone rostro al amor

en su color.

Flor de luz en este linde creció,

sinfonía de su juventud.

Pétalos del color del sol.

Certero reflejo de tu ser

clavaste en mi tierra de calma.

Arriba, altiva,

a sí como eres

quiero sentirte cada día,

a sí como tu reguero de ilusión

me colmó

y cada noche me arropó,

a sí como tierna, ilusionada

encontré tu voz.

Podrán pasar semanas a la distancia

pero tu hechizo ya está en el alma

arraigado.

En mi armonía

te adueñaste de cada palabra,

este duende soledad vestía

como azul noche sin brisa.

Ahora me acompañas

siendo cómplice y sombra

de mi alegría.

 

 

 

Entre montañas de azores y valles de ríos dulces, ven pasar mi espada árboles antiguos

cobijando a los caídos, ven lejos los astros orgullosos de sí mismos, desconocen el hijo del viento que va por los caminos, ¿Dónde irá ese hombre?, sólo él lo sabe, a una sidhe le prometió una flor de la montaña más remota.

Con raíces la trajo sin un solo pétalo perdido, a la orilla del río la puso, a la orilla del río ella lo quiso. Cada primavera iba a visitarla, cada primavera su flor de color distinto vistió.

Un año notó triste a su flor, extrañaba su montaña. Su hada le pidió piedras y tierra de donde fue encontrada, a si lo quiso, a sí sería.

Al llegar a la montaña en el lugar de donde estaba la flor, allí una serpiente sabia encontró, cual ella le dijo:

Si muere esa flor morirá tu alma,

-¿Qué misterios entraña pues dicha hermosa flor?

Es hija de los cielos como tú, contestó. Sí quieres saber más pregunta a la reina de las mariposas, que yo estoy tomando el sol.

Cogió las piedras y tierra y marchó, en el camino una mariposa se posó en su hombro,

le dijo al oído sígueme mi madre te espera en el bosque, allí fue, la reina de las mariposas, le dijo que esa flor fue de las más antiguas en crecer después de los helechos,

tan antigua que tenía capacidad de sentir intacta como los humanos.

De ella se despidió tras darla permiso para beber de su néctar.

Rodeando la flor puso la tierra y las piedras, decidió tras el consejo de la serpiente y de la reina mariposa, visitar a la flor cada mañana.

Su hada también se alegró y de él se enamoró, en amor juntos vivieron.

Un día la flor se cerró,

en su interior semillas latieron hasta caer a la tierra con las primeras lluvias;

de cada una de ellas, brotaron plantas jóvenes con los colores del arco-iris en sus hojas,

de cada semilla de esa antigua flor despertaron las hijas sidhe;

hadas que cuidaron el bosque y cada arroyo, ese fue su origen.

 

 

MAYO 2013

 

¿Ves que algo halla cambiado?

veo que eres la misma piedra de silencio

que en mineral de sangre brota.

Y tú yedra de campanas taciturnas

¿Qué esperas de esta existencia?

Acariciar el recuerdo

clavar la tierra con un beso

ser expresión de algo que no cambió

y fue polvo del polvo.

Y tú voz de sangre ¿Qué buscas en el amor?

Busco esencia tras la forma

reflejo y destello de rayo de sol

busco calor y espejo de vida en ardor.

Quizás sonrisa y su caricia.

¿Ves como nada ha cambiado?

Sigo amándote porque tienes

todo lo que no puedo tener.

 

Indómito palpitar entre noches que dibujan tu silueta,

entre suspiros que exaltan tu belleza invernada.

Recuerdos del frío que te tenía yerta, a mí abrazada.

Cada caricia que sentía tu piel de flores repleta,

 

cada beso que sentía la lluvia nacer de tus labios.

Ahora es tu sombra la que me guarda,

la que en cada sueño se acurruca en mi almohada.

Es tu mirada algo más, es hoguera que ahuyenta mis fríos,

 

es brillo y bosque que habité, es donde quiero renacer.

Ecos de tu ternura aún me bañan, aún acampan mi alma

y es en esta calma donde veo que mi corazón te ama.

Vistió la estrella su estela arropando nuestro amanecer.

 

Este fuego no se apagó, se alimentó de tus latidos sembrados.

Entre mis jardines de sangre mi amor surcó,

entre mis ojos deslumbró y mi ilusión tocó

hondo, quedando todos mis anhelos en tu mirada atrapados.

 

 

JUNIO 2013

 

 

Descuelgo en tus alas

mi impetuoso servir a tu cantar.

Me adueño de aquel néctar

desvelo de tu silueta.

Donde derrama

el sueño enarbolado de mi calma

que atrapa clamor de fulgores.

Entre tus pupilas que musitan

quédate siempre.

Descampado de ilusiones donde naces

y mi interior floreces.

Oh flor de embeleso,

cristal de tu aliento,

corren puras tus aguas

en los suspiros

donde no encuentro olvido.

Sólo reflejos de tus ojos

a cada hora que se cuela en mi ventana.

Quiero perderme en tu inspiración,

clavar un firmamento con tu sabor,

ser viento que te lleva lo que siento,

ser piel de esencia en tu cuerpo,

rayo que rompe el silencio.

Para tus ojos quizás

solo poeta enamorado,

letra en tu cariño,

jardín en tus recuerdos,

quizás sólo quiera ser yo en tu sonrisa.

Camino tu cielo sin prisa,

me dibujo óleo de tu aliento.

Un nudo de tu destino,

una gota de luz que acampa tu alma.

Quiero ser un latir en tu mirada.

 

 

Corre el beso, se afila el verso.

Desafío a este silencio.

Cierro mis ojos y dentro te veo,

sólo sueño

y tu destello se vuelve maravilla

en sus pétalos iridiscentes.

En tus pupilas se disuelve mi vida,

vida.

Te bebes mis nervios

y entre jardines noctámbulos amanezco.

Surcando tu cabello azabache,

vendiendo mis mañanas

por el ayer a tu lado acurrucado.

Efímero el segundo

descansa en tu parpadeo.

Cruzando el río de mi adentro te veo,

dando vida al dulce tormento,

ese que me tiene pintándote de ternura

un firmamento,

del color de tu alma pura.

De tus labios tomo la dulzura,

remolino de cariño te vas volviendo,

cuando tu cuerpo manantial secreto

observa como el agua y la poesía

hacen el amor.

 

 

JULIO 2013

 

Desde un confín a otro confín,

sueña nuestro beso tu voz añil.

Resplandece la hoja quieta,

vive la sílaba en tu boca inquieta

dulce la espera es del agua,

y del agua nació tu lengua.

Respira la noche trenzada a tu pelo,

un calor que quiso ser hielo.

De azul viento bebí tu aliento

firmamento de amor sediento,

escaleras a tu cielo mueve el velo

despierto el placer te celo.

Tu piel, esquiva sangre de pétalo,

destello tierno de tu halo.

Refugio tu corazón, de mi sueño

donde el sentimiento pone empeño.

Desde tu latido al mío,

una flor a la orilla del río.

Desde que te conocí

eres la mejor locura que sentí.

Quiero ser el viento que te besa,

quiero ser la noche que te sueña.

Desde hoy hasta siempre,

desde hoy quiero ser lumbre.

 

 

Ven:

 

Creo en la noche de tus labios

que de un latir deshojaron

un tímido beso de amor exhalado.

Me veo en la noche de tus ojos

donde camina el mar

de los suspiros convencidos

en sueño y deseo envuelto,

en alma llamando a mi llama.

Me pierdo en la noche de tu pelo

moldeando caracolas mis dedos,

te beso siendo dueño de tu lengua,

te acaricio en el recuerdo,

me quedo en tus raíces

de piel y encanto,

de colores el cielo de tu noche

que guardo,

como roce de tus labios.

Creo en la noche de los sueños

que contigo se cumplieron,

por eso creo en tu noche

por todas aquellas noches

que nos robamos sin derroche.

Creo en el momento

que venció eterno.

Renaciendo en cada luna

que pensábamos nuestra.

Como runa a la pregunta de tu ternura,

como sendero sin cordura,

viendo que dulce, eres pétalo,

y víctima de nuestro ensueño alzado.

Hoy sin prisa avanzo tu río

siendo sombra de tejo,

y entero ciprés clavado a tu cielo.

Hoy no encuentro desdén

donde acabar el beso, sólo ven,

se mi noche otra vez.

 

 

 

AGOSTO 2013

 

Cuando escribo

vive el alma

en la palabra nunca dicha,

cuando te leo

encuentro sentido

a la flor que nace dentro

hoy te veo

donde ayer no tenía ojos

hoy te encuentro

en esta piedra-corazón

que fue estrella

el verso se abre

brota esta sangre

olvido que es tristeza

olvido que perdí el camino

olvido que viví

hasta que te vi

amapola del destino.

No quiero despertar del sueño

del que en otra vida te conocí.

Muero por un beso,

vivo por tu querer

sueño del que te llama mi piel,

dulce susurro

en el arrullo de tu cielo,

llamo al instinto

que despierto

bebió de tu cuerpo.

No hace falta

encadenarme

para ser tu sombra

para ser aullido

y lumbre en tu camino.

Sólo nos vimos

y nuestras almas jugaron

a abrazarse sin tiempo,

condena de tu pestañeo

entrega en calor que guarda,

giro en tu sentido

amarte sin razón

solo corazón.

En alas de la pasión,

te encontré

donde gritaba el amor.

 

 

De tu boca la fuente

si tan siquiera pudiera

adornar tus afluentes

engalanar de tu piel

las flores y tu sabor.

Si tan solo tus parajes

me recordasen infiernos

y pasiones.

Si solo tus cauces

navegasen mis manos.

Si solo entre tus juncos

me encontrase.

Amaría lo que ya amo

tu sencillez sin disfraces

tu calor entre el sol

y una nube,

amarte entre el viento

y la brisa

dibujarte la sonrisa.

Nunca sería tarde

nunca dejaría el sueño

sin ser tapiz de tu pelo,

Si tan solo pudiese

dibujarte un cielo

solo para nosotros dos,

tan solo buscaría

el poema para acariciarte

sin prisa tus ojos de oliva.

Despertaría los jazmines

y azahares mecidos

los lirios en tu cuerpo,

entre tempestades

nacerían suspiros salvajes.

De nuestras almas hoguera

de tu hoja quieta

mi verdad que tiembla,

mirarme en la noche

sedienta

que tu lengua diga tuya

y tuya la ternura,

mía la ambrosía.

 

 

SEPTIEMBRE 2013

 

Romance:

 

Suena el río, agua llevaba,

alma de reina silva ella,

bebía en la orilla alegre

flor roja lloró su tierra,

blanca cierva un hada triste

cazador hiere su flecha,

inhiesta espina gemía

flor abierta brotó en la hierba,

hada herida ya descansa

latiendo la parca negra,

yace en helecho silente

suspira su sangre yerta;

Enamorado el helecho

una flor mágica asienta,

alma quieta, llega al agua,

tambores suenan la tierra

los duendes lloran su reina

ahora el helecho era ella,

mueven la piedra ocultada

cazador tropieza cerca,

el río ya lo llevaba,

hada flor de helecho no hierra

duendes cobraron venganza,

cantó lo que el bosque alberga

misterio de su cierva hada.

 

Hada flor de helecho inverna,

cicutas toman la sangre

veneno hacen, blanca cierva

cuervos la cena discuten,

cazador en agua envuelta

lleva el río su latido,

campanillas suena la hierba

duendes coronaban su hada,

hada su vida celebra

los espinos la cuidaban;

Flor de helecho reina bella.

 

-

Halle donde me halle,

crecerá del viento

la semilla en su valle.

 

La hoja muda criará

retoños del ciprés,

mi sol dormirá.

 

El pececillo de plata

correrá, morderá,

el azúcar de mi sonata.

 

 

La dulce cicuta triste

mi piel enraizará,

mi alma dirá viviste.

 

La nube llorará

mi grama mojada,

el sueño perdurará.

 

Luna de plata sempiterna

y su réquiem elevado,

mi montaña de nieve eterna.

 

 

El río llevará un latido,

nacerán las gotas,

mi árbol será sentido.

 

Olmo viejo en retozo,

raíz de su padre,

alma anclada en gozo.

 

Almendro de invierno,

sombra de abeja

deshace mi infierno.

 

 

Caracol de mi camino,

encuentra la mata,

olvida el romero su destino.

 

Tierra viví para sembrarte

mi aliento ciego,

brotado para nunca olvidarte.

 

Golondrina de solsticio,

vuela tu fuego en círculo,

que tus ojos sean mi vicio.

 

 

Amapola de rojo,

sangra mi tierra a tu antojo,

ama mi sed de arrojo.

 

Cielo pequeño alcánzame

mágico el sonido,

tiene el viento quien le reclame.

 

Olivo de sembradío,

trigal de sentido,

naranjo de mi regadío.

 

 

 

Salamanquesa de pared

bebe de mis plantas

tu sed.

 

Helecho de bosque sombrío

alegra el verso seco,

luce la golondrinera su brío.

 

Hada de mi zarzamora,

tu pena vuelta mora,

espino amarillo de mi demora.

 

 

 

Hierro luce mi espada

esta calma otoñada

mi vida de tu savia preñada.

 

Salvaje canto de la madrugada,

grillo de galán de noche,

blanca dama de noche, su flor estrellada.

 

Hinojo al fuego,

semilla de sol latiendo

mi curativo ruego.

 

 

 

Abrojo de campo,

celoso canto de silencio,

muerto en vilo mi tiempo.

 

Surco de piel labrada,

saco de mis esperanzas,

placer de aquella parada.

 

Ola de mar que llega

caracola que entona

en sal y arena.

 

 

 

Vid de mi quimera,

uva pasa en la espera,

flor abierta de primavera.

 

Pozo de mi recuerdo,

en verde musgo un fantasma

de lo vivido muerdo.

 

Corazón te abrí,

te sentí,

y voló un colibrí.

 

 

OCTUBRE 2013

 

Este duende soledad vestía,

como azul noche sin brisa

en el párpado quedó

cada rasguño a la luna de caramelo,

hoy te siento despojada mi noche

de lamentos vividos

hoy mi pena te encuentra serena

en mi sangre de tierra

hoy los juncos mecen

orillas y yerbas de tu monte

cuerpo divino, olivos

de nuestro paraíso extinto,

hiedra que me trepas

las ganas despiertas,

camino sin prisa

las avenidas de ángeles

estrellados en estrellas,

el asfalto enmudece las palabras bebidas

los semáforos me caminan las soledades,

el hielo se siente cada noche

en la ciudad sin nombre

en los trajes caminantes,

en los gorriones de migas de pan

en los pasos que me llevan a verte

en las calles de mi mente

echo laberinto de peldaños

para alcanzar tu amor,

para comer tu sabor,

conduzco mi camino sin retorno

mordiendo tu sombra pasajera,

el mañana nunca llega

la noche se apodera de cristales en luna

espero en la estación de tu beso,

el matojo vierte flores blancas

entre niebla naciente que desdibuja cuerpos

canciones sin tiempo

palabras a un viento que nunca

nunca fue traicionero

poeta del viento a lo que me califico

de no encontrar razón

a la tempestad de más que trajo

tu aliento bendecido

en cada flor y en cada árbol

de mi pasión,

hoy tus nubes son manjares,

los ríos llevan mi calor,

la cueva se abre al clamor,

estoy clavado en mi arteria de vida

bebiendo la sinfonía,

buscando mi futuro

en las hojas de pétalos dormidos,

quién eres tú que acechas el sentimiento

la guerra tornó de invierno

el corazón soñó el verso

el latido caminó los edificios

las grises verdades caían por los afluentes

los refugios fueron templo en tu piel,

lo vivido se derrumbó como torres de papel,

desperté del eterno sueño que me encadenaba,

mi esencia hablaba de tu flor encontrada

porque sí por qué no

ardiente corazón,

el sí bemol transparente pío

lunática cuerda de mi violín afilada

confín de mi confín que vuelo

hasta llegar a ti,

destino encontrado errores comidos

errores perdidos en el camino

resurgir en las alas blancas de la ilusión

que mece y mece, en cada piropo que te engrandece,

fuego donde te veo

y el sentido despierto se hace fíbula en tu vestido,

destello de nuestro astro soslayado,

luces oscuras que pierden tus caminos,

avenidas de tu lengua descubiertas

cielo de piedras vuelto alfiler de mi albor,

rosas acampan el alma

al viento le cuelgo el sentir

de mariposas nocturnas volándote las luces,

las farolas me tiemblan

la ciudad se me vuelve laberinto sin salida

y huyo al campo de tu cuerpo,

huyo en mi silencio

con un poema y una letra de tu boca

lluvia cae visten mis latidos

profecías de tus caricias,

en los cipreses muertos que velan,

arañas mías que cazan tus mariposas,

déjame caer en el amor que vuelve de tu piel

déjame amar nuestro verdadero amanecer

sin importar nada más que tus pupilas

en mis calles perdidas.

 

 

Resplandor templado

en el calor ilusionado

tus flores conocieron mis manos

y mis manos te dibujaron

tempestad de tus latidos

brotando la acacia del sentimiento

en mi montaña de fríos

pupila de tu pupila

que me mira

allí donde el grito

corre transverso

quisiera hablarte del miedo perdido

del suspiro que vuela a abrazarte

estas nubes me sangran

y tus alas me caen

evaporando el aliento.

 

Luna de tus caricias en vela quieta

cielo de mis sombras

obtuso, vertical,

cae el alarido

en la habitación oscura

que la fiebre te siente

el humo desdibuja tu silueta

es el abrazo

cuando te espero

y la almohada se vuelve

lecho de cardos sin tu presencia

sangra el aliento

dragones y riendas

con sentido a encontrarte

a través de sombras que hablan

de un destino encontrado

en tu flor de pieles.

 

Hielo erguido

noche con tu abrigo

allí donde las estrellas derretidas

caen por las pestañas sentidas

nervios punzantes

la pócima del clamor

que te bebe el cuerpo

allí donde nada dice el tiempo

y la brisa trae párpados en guiños

grazna el cuervo un piropo sostenido

todo se vuelve cuerda y soga

para treparte

ya no hay pesadilla

solo caricia y camino de flores

para besarte

las zarzas me clavan

los deseos con tu nombre.

 

 

NOVIEMBRE 2013

 

 

Plubiaamôris

 

Plubiacordis, ardentissimecupereamóris

stupóris, dêsíderium, sempiternusalaetitia.

Diês, carpentum, accrêvîcalôris.

Colôris, vita, venerâvîcanôris.

 

 

Laetitia exspectâre, cupitumnostra.

Ostendiâlae, festînâvîblanditia.

Cropinquus, somnus, versus, littera.

Prôfêcîimus, creâvîblandus.

 

 

Bâsiumdulcis, aquapûrus.

Sânô anima, fidusfruor.

Cupidussomnus, flagrômetaphora,

 

 

suspirium natura, amâvîferventis.

Distantiadêstinâvîdediscocôgitâtum.

Voluipûrus, sôluscordis.

 

Callisunus, sentido sensisensum.

Fôrmôsa societas, contentumessevêris.

Ignis, dêlectônosterappetîtusfôrmôsus.

 

 

El Castellano

 

 

Lluvia amor

 

 

Lluvia corazón, suspira por ti amor

estupor, deseo, eterna alegría.

Día, noche, crece calor.

Color, vida, venerada sinfonía.

 

 

Alegría soñada, deseada nuestra.

Muestra alas, acelera caricia.

Cercanía, sueño, verso, letra.

Entra profundo, crea sonrisa.

 

 

Beso dulce, agua pura.

Cura alma, sinceridad uso.

Deseoso sueño, arde metáfora

 

 

suspira esencia, amando fogoso.

Distancia decreta olvido de razón.

Querer puro, solo corazón.

 

 

Vía una(vida mía), sentir.

Hermosa compañía, contentarse primavera.

Fuego, complaciendo instinto hermoso.

 

 

Miguel Esteban Martínez García

 

DICIEMBRE 2013

 

 

¿Por qué brillas amor en la noche que todo lo cubre de negro,

por qué tu nombre me llama

y resalta tu bella silueta alada?,

¿Por qué tu voz me suena del río a la montaña?

¿Por qué me brillas en esta oscuridad que te resalta?,

y te amo más que a mi sangre mi bruja.

Te amo más que a una lagartija azul,

te amo más que a un erizo blanco y a un gamusino dorado,

eres mi culebrita ardiente yo tu fiel para enroscarme contigo,

 

te veo desde el cielo al violeta eterno,

ardiente de embrujo duermo a tu lado siendo duende,

eres flor silvestre y luna morena

eres mi vida entera, lo más bonito que tengo

y todo lo que alcancé a soñar fuiste tú mi reina,

ven, ven aquí mi reina, mi fantasma tierna,

mi aullido a la luna llena,

la luz de mi noche negra,

quemaré esta tierra para regir mi reino de sangre y letra,

 

 

ven a mí mi primavera quieta, mi violeta yerta,

mi amada mi vida entera,

te haré la corona de cardillos silvestres,

la crineja te la haré de hojas,

el pañuelo de seda fina y tela de araña

ven ven a mi vera mi preciosa mi loba,

mi amada fiera, aúllo al cielo de tus besos,

clamo a la sangre de mis versos

que eres lo más bonito de mi mundo

tú mi vida solo tú eres mi mundo.

 

 

Dulce simiente:

 

Del monte a la montaña,

del valle a mi río

de sangre pasa mi río

de sangre de un amor que se comió mi miedo

de un amor que fue lo más grande en mi vida

que mi sentimiento sea gigante,

y mi arteria se hinche del beso de calor y amor,

cuando amarte se hace arte,

y todo pierde el sentido

y el miedo solo avanza en un sentido

perderte como castigo inimaginable,

y mi demonio te hace alarde

te consume en mi mente,

te desprende,

nace verde para ser simiente,

y mi gota de sangre es suficiente

para rajar el cielo a grito,

para derramar mi amor de mi pluma

y áspera piel esquiva caliente,

sigo en esta orilla de mi razón

de mi respiración,

muerto vivo si camino sin tu latido,

tu guerrero muerto que renació eterno,

porque eterno nace el guerrero

y eterno murió el guerrero,

cultivándote el amor dentro,

a beso de espada y hierro,

a beso de hoguera y verso

hasta la dulce muerte

te verá mi dulce sangre dentro

tan dentro que cavaste mi abismo

para llenarlo de flores

hasta que el tiempo deje de rodar,

te amo flor del campo a los árboles

del viento al cielo

me quedo mil veces contigo adentro,

muerto en mi suspiro

nazco de mi hoja de cardo

para ser el ermitaño que siempre soñé

el amor de mi piel

siempre te seguirá cantando como ayer,

hoy te vuelvo a ver,

cruzas mi vida para tu ser flor

sin secar ni despedida fría,

fuego de enero o de cuando llegue nuestro tiempo

de momento solo quiero seguir viviendo,

robando al cielo tu aliento

llorando las nubes

y prendiendo fuego al cielo,

siendo duende y guerrero eterno,

despertar cada día

para despertar a la vera de mi amor eterno,

de mi esposa sin miedos

para verla brillar como luna de mi cielo

y flor de invierno.

 

 

 

El Castellano

 

ENERO 2014

 

Respondes del viento a mi montaña,

del sol a la luna, abres tu flor en la espesura,

ven a mí vestida de hojitas,

ven te haré morada de ramitas,

enamorada vestirán las flores tu calma,

este amor de la mañana dibujarán

pasión nuestras flores,

ardiendo en el sol me encuentro,

enamorado mi corazón a dentro.

hipnotizado hasta mi sentido más despierto,

dulce muerdo tu cuello,

esta noche que vivo en tu ventana,

por verte morena tan bella,

te amo entera,

hermosa hasta decir basta,

hermosa desde tus piernas a tu cabeza morena,

desde tus ojos que a mí me miran,

desde mi reino a la montaña,

desde el abismo al cielo yerto,

eres mi amor sediento,

mi frío y calor de invierno,

eres tú lo que yo amo,

lo que yo tengo dentro,

lo que enamora mi latido

y solo puedo decir que yo a ti te amo

mi vida.

 

 

El Castellano

 

Manifiesto de mi amor de sangre:

 

Dime noche si yo fallé en soñarla,

dime amapola si el amor huyó de mi camino,

cuando abriste tu flor lejos de la tierra que tú querías.

Árbol mío, por qué tus hojas me cuentan que yo fallé,

no habría manera de saber,

solo una travesía sentir

y siento que sentí,

entonces el amor no huyó de mí

lo atrapé, sentí que la distancia se hizo bruma

y viento gris

donde tu corazón brillaba

y cada noche lo encontré.

Dime río si en tu fluir no llevas lo que escribo,

cada gota me cuenta de seguir buscando la belleza,

dime hada si yo fallé en ofrecerte de beber mi esencia,

dime oscuridad

si me envolviste en tus negras alas

para que dejase de soñar.

Decidme antepasados si mi destino

no está atado a errores de un pasado lejano.

Solo siento que siento y a tu lado me encuentro,

en mi sentir sintiendo

que mi felicidad y mi amor a ti te lo debo.

Libre el intento, mi amor de cuento,

dime árbol por qué tus hojas me cuentan que yo fallé,

me consumí en mi propia sangre de arrojo,

donde el abismo teñí de rojo

dime flor por qué fuiste tú y solo tú el amor.

Te invento de un latido disuelto,

cuando surcas mi sangre como flor de cristal.

Oh esperanza mía,

alma desnuda como besos de aurora,

solo sé que vivo y puedo amar,

puedo amar la caricia de tu voz

y llevar esta melodía a surcar océanos

hasta encontrarte.

Puedo dormir, prefiero soñar

y si los sueños, sueños son,

eres un sueño que puedo acariciar,

eres sueño de un cielo

y alguien que puede entregarse

a un devenir que nunca me perteneció

llamado amor.

Devenir que busco en mis flores de calma

sin sentido si no puedo compartirlo contigo,

solo sé que vivo por este latido

que a veces siento extinto,

mas cuando resurge surca infiernos y abismos

hasta acurrucarse en tu cariño.

Si en tus ojos veo el cielo encerrado que quiero

que no te extrañe

que mi melodía quiera conquistarlo.

Pasaron esos quince días

pero el suspiro no se desvaneció

y como la esperanza es lo último que se pierde

no quiero perderte amor.

Amor tú vives en mi corazón

diga lo que yo diga.

Allí encuentro mi paraíso en flor

en tu bondad que allí grita.

Allí estás, muy dentro de mí

Aún recuerdo el último beso,

recorriendo entre flores un universo.

Tengo templo en ti

tengo todo lo que deseo por ti.

Dulce así fue como tus labios recorrí

y el universo lo creaste para mí.

En ti he desbordado lo que siento,

¡Eres agua luz y sol!

Dulce, fue tu amor en primavera,plena

Sólo encuentro que sin ti me desvanezco,

enamorado suspiró por ti mi aliento.

En ti encontré el canto,

en mis labios bebí tu llanto,

ya no sé quién fui luna,

sólo a tu lado encontré el encanto.

Llené mi corazón de tu aliento fresco,

y te abrigué con caricias tiernas.

Como Lucero de invierno, todo tierno,

temeroso al frío, te abrigué amor mío.

Te llené de besos, entre tu rostro y tu cuello,

como dormir a un niño, me velaba tu sueño.

Entre espigas tumbamos nuestros cuerpos,

el río fue testigo de aquel calor de cariño.

Entre caricia y caricia sentí caminar el cielo sin prisa.

Entre las hadas y los duendes,

como la corriente de ese silencioso río,

entre mariposas y rosas.

Como las abejas a la miel, así lamías mi piel,

entre el viento y el frío,

así entre mis brazos amor mío.

Fue hermoso sentir entre beso y beso florecer tu piel.

De tu mano caminaba cada paso,

mientras tus caricias hacían latir mi agitado pecho.

En tu regazo me encontraba,

contando las estrellas para saber cuánto me querías.

Ver florecer tu ser,

cada segundo se agotaba el tiempo del regreso,

pero tan hermoso, saber que era nuestra primera vez.

No había duda de mi amor,

te demostraba al paso cuánto te quería.

Saber que todo lo bueno tiene un final,

en el recuerdo como en el presente

este amor quedó latente.

Me enseñaste el lenguaje de las aves, de las flores,

me enseñaste amarte.

El tiempo no regresa,

nuestro amor fue del pasado,

regresó a nuestro presente, y aquí está presente,

Me pintaste en el alma tu nombre.

Te guarde dentro de mi corazón como tesoro silvestre,

pero tu nombre se repite en mi mente siempre.

El presente se tiñe de esta pasión

de encontrarte en todo lo bello que surca mi mente.

A la orilla del camino del río, bebíamos una copa de vino,

repitiendo siempre el amor que sentimos.

Siempre vivirás en mí, como yo viviré en ti

nada cambiará eso, triunfo en lo sentido,

amor en lo vivido, sueño encontrarme en tu latido.

Como mariposa floreciente

revoloteando en tus sentimientos,

eres mío, segura estoy de eso, castellano

lo vivido, lo sentido, tiempo recorrido,

nunca irá al olvido, te amo mi niño.

Como final feliz me quedaré ilusionado en tu nido

porque nada borrará lo que sentimos.

Si algo quiero de ti son tus besos,

si algo quiero sentir es tu cuerpo,

si volviera a repetir me conformo con tu regreso,

porque de ti, todo lo tengo.

Nuestro amor no tiene final,

el final ni siquiera la muerte,

venimos del ayer, y volveremos a ser en cada tiempo,

porque tu alma está escrita con mi nombre

y tu nombre grabado dentro de mí,

Amante de Luna, amante de ti soy,

jamás voy a olvidar como me has amado mi Lucero hoy,

Quedaré en tu recuerdo, quedarás en el mío,

pero nunca olvidaras que antes de amar a otra,

primero fuiste mío

Te amo amado mío.

Ángel abre tus alas, llévame contigo hasta tu ventana

ven, ven a mí rosca tu rabito en mi cama

abrázame entre tus brazos dame tus besitos

treparé tu espalda

treparé tu espalda te besaré hasta el amanecer mi rana fiel,

besaré tus labios para saborear tu miel,

seré abeja picando tu flor añil,

seré lluvia, sol, luna y anochecer seré fuego en tu piel,

me abrigaré a tu cuerpo para encontrar tu calor,

me haré un traje de tus besos y caricias,

caminaré de tu mano cada infierno

hasta vivir en nuestra montaña de amor

construiremos juntos nuestro panal,

seremos abejas de nuestra misma miel

del río a la montaña del bosque a la niebla

de la arena a la ola del mar

camina nuestro amor

de dos corazones con un solo latido,

de dos almas con un mismo destino y pasado

me esconderé entre tus sabanas cada amanecer,

para sentir que eres parte de mi propio ser

seré duende de tu jardín

caminaremos juntos

amaremos el sol y las estrellas

en el día seré la brisa, y por la noche tu luna bella,

y al amanecer seré tu estrella

seremos lobos de la luna

que todo lo viste de plata

serás tú mi noche yo tu día

seré tu hadita, la más bonita

con mi dulzura te llenaré siempre

serás como eres mi vida entera

mi flor de estrella

mi amada tierna

te amo del bosque a la montaña.

Con tus caricias me haré un vestido,

y con mis besos llegaré hasta el cielo,

del cielo a su nube,

del sol de cada mañana

eres tú mi horizonte de amor sin igual.

serás mi ángel el que me alzó entre sus alas

donde los malos jamás me alcancen,

te protegeré de caracoles y babosas malvadas,

serás mi única flor que me enraizaste el corazón

caminemos juntos entre las nubes,

donde halla otro mundo que no nos asuste

viviremos del aire y nuestro amor

te amo corazón.

Yergue mi espíritu tu dulce amor,

a cada luna nocturna que te pienso,

en cada flor que te veo

pintando mi ternura de tu color.

Siente mi abrazo a cada noche

que viajo a tu lado.

Mi piel tus besos bañaron.

Siempre y para siempre

en el recuerdo tenerte.

Camino a encontrarte,

en mis sueños estás presente

pero tú bella en sueños no hablas

y me quedé mirándote en la almohada.

Ruge la pasión por tenerte

a ti mi corazón.

El horizonte pintamos a caricias y besos,

de la mano surcamos el bosque

y hoy en el arrullo de tus lindes

acampo mis ilusiones.

Por juntos cantar a la mañana del verso,

tu viento azul acaricia mis soles,

encuentro las nubes febriles.

Mi alma con un parpadeo desvistes.

Gira en espiral el sentimiento

enraizado dentro.

A suspiros de un tiempo desvanecido

donde me encontré

y tus labios en beso eterno robé.

Caricia tras caricia vive la esencia

en fuego prendida.

Bosque de tus ojos donde me pierdo

en su mirada cálida, ilusionada,

de miel y flores.

Dame vida en ellos,

quiero cuidar todos tus rincones,

sentirnos salvajes,

rendirnos ante la lluvia de nuestros deseos.

Vengo a derrotar al tiempo,

a casarme con tu pensamiento,

a vivir del agua de tus besos,

amada hada, vestirán tus hojas mi calma

a cada luna sempiterna

al igual que siempre

durará tu amor en mi entraña.

Araña la hora de sentirte dulce dama.

En su albor despiertan nuestras veredas,

donde poder florecer en primavera

con el sol en nuestro regazo.

Sentados bajo el árbol de nuestro sentimiento

viendo al cielo acogernos en sus alas,

bajo el trino de pequeños pájaros

seguiré tus pasos,

te sostendré siempre en mis brazos.

Reina hada de este paraíso en flor,

a este cielo nocturno clamo por ti mi amor,

flor de inspiración calma de todo dolor,

nuestro bosque en vida se tiñe de tu color.

Trazo con paso firme

el sendero del sentimiento,

deteniendo el tiempo que juntos nos verá

en cada firmamento,

desvaneciendo la bruma de soledad

con tu verso de encanto,

juntos cantando en cada árbol.

Sintiendo mágico el momento

navego tu esencia mi doncella,

en tus pétalos mi primavera,

en tus labios mi fortuna entera.

Surco tu camino de rosas y zarzamoras,

dibujo del corazón su sonrisa tierna.

Siento la dicha de que seas mi compañera,

como abrazo que detiene el tiempo a su paso

te sostengo fuerte en mi regazo.

El beso se vuelve rocío de tus flores

donde no hay final sin comienzo,

encuentro mi amor despierto.

Latiendo por ti el verso

donde mis girasoles siguen la luna

de tu encanto a la noche sonriente,

en la que cada caricia que envuelve se siente.

Cultivando para ti todas las flores de los valles.

El agua naciente brota en la boca de tus deseos

y espejos dorados reflejan la luz

que lanzan mis deseos.

En cada estrella que pido tu beso,

en cada firmamento que quiero llenar de amor el viento.

Hadita de mis sueños, inspiración de fuego,

tu aliento voz de alma amada tu bella entraña.

Como entrañable encontrarte siempre

donde el silencio deja eco de amor eterno,

el verso coge lanza de bronce

atravesando el cielo.

Donde la amapola nace del sentimiento sincero,

donde cada flor silvestre abre en los albores,

donde suenan de la tierra los tambores,

donde los amaneceres los dibujan tu sonrisa

frente a mi prendida

y tu boquita cerca de la mía.

Este sueño solitario lo dibujó

con tu color de corazón con corazón.

Alma cantando sin dolor.

Recuerdos de tu néctar me bañan

y me muestran con hojitas el camino a encontrarte,

donde nuestra esencia se junta en caricias

y el amor reverbera en esplendor,

donde flor con flor te entrego mi corazón.

Sigo tejiendo este sentimiento despierto

viviendo en tus pestañas

llenando de ilusión tu mirada.

Rezando a esta luna de plata que la calma araña,

encontrándote en el sol de la mañana

que su luz me baña.

Como pintor dibujo corazones en tu piel

a besos donde te robo la miel.

Me enseñaste a tejer mi silencio

que en letras el tiempo detuvieron

hasta vernos juntos de nuevo.

Como la luna al cielo y el agua a su cauce

duermo en tus labios flor de flores,

pétalos de mis ilusiones.

Y llueve corazón al cielo mi canción

trepo este arco-iris para volar fuera contigo

a otro mundo al del sueño que nos envolvió

y todas nuestras rosas de azul eterno volvió.

Fluye como lo intrépido

de mi calma derramada.

Acostándose en el verde del espíritu

creció la voz pausada,

la amada sinfonía en el alma anidada.

En la esencia transversa a la esencia

que me empuja y me mueve

hiriéronla las agujas de tiempo

que no cambió el susurro

de un destino escrito.

Blanco, blanco, hoy tus muros avanzo,

si por llamarte inspiración

te volviste ojos en mis ojos

y alas de un vuelo lejano

donde nacen los sueños.

Allí donde en el abismo de imágenes dispersas

te hablo rompiendo cristales de bruma

que separan nuestros cuerpos.

Dónde se juntará el hielo con el viento

para crear una flor del cielo

como la que pienso cuando inundas mi pupila

y no te desvaneces ni con el parpadeo.

Cuándo por llamarte amor

me atravesaste el sentido

de morir en tus besos.

Fue en aquel segundo

que no fue contado por el reloj,

en aquel latido que corrió veloz.

Piel con piel florecimos alma,

nuestras rosas de papel.

Llenamos los cántaros con ilusiones

de rayos de sol,

sacamos a la luna de plata su sonrisa.

Hoy te hago poema

sin pensar qué dirá la letra.

Hoy me condeno en tus labios

flor de pétalos.

Surco un final sin comienzo

como carretera a tu tierra de verde emblema.

Bebo tu agua mi hada tierna,

en tu fluir me vuelvo tu gota gemela.

Caricia del desvelo de tu silueta.

Surcas mi vida sin prisa,

a la noche siento tu brisa.

Me pronuncias en mi silencio

alimentando mi deseo.

Tú, espejo de bosque eterno.

Tu te amo fiel de embeleso

a cada luna que te espero.

Hadita de la montaña

una flor en tu mirada,

bondad y ternura te acompaña,

corazón dulce, miel de dioses,

cabello azabache

luna de mis noches,

india coqueta reina de mi hoguera,

florecita de mi jardín,

esposa de este duende

amándole sin fin,

juntaremos nuestros latidos de nuevo

hasta el fin del tiempo.

Mi luz, mi compañera viajante,

mi mariposa tierna

déjame cuidar tus alitas

y cuerpecito de tela,

déjame encontrarte a la noche

y a la mañana

dándome tus besitos que me riegan.

Déjame echar fuego a esta hoguera,

abrigar tu alma entera,

sembrar mis flores de amor

en tu alma verdadera.

Quiero perderme en tu bosque de ojos,

ojitos marrones que valen millones

y encontrarme tierno besándote.

Aunque nos envidien

y quieran separarnos

mi esencia jamás partirá de tu lado

soy tuyo y te amo.

Regazos de cielo

que me acogen en su seno.

Entre cuchillos de yerba

descansa mi cuerpo,

junto al pozo del recuerdo

amándote despierto en sueños.

Como duende en tu jardín

y pájaro en su rama,

vestirán las estrellas mi calma,

la hora romperá el reloj

y este pulso encontrará tu beso

en la distancia de un parpadeo a otro,

roto.

Encontrarán mis manos tus mariposas

y mi amor tu placer,

en la primavera de mi vid,

en el otoño de mi olivo,

en el sol y el silencio de su luz,

en el viento y escarcha

de la luna invernada.

Presos los labios

suspirarán por ti,el te amo

y los pájaros confundirán el mar

con el cielo

a cada noche que te encuentro.

Amada hada de mis besos,

la noche verá nuestros cuerpos

enroscados como serpientes.

Te escribo que sin ti no veo ni flores

ni lindes donde viven mis ilusiones,

por vernos felices,

por juntos vernos libres.

Río de mi esperanza

envuélveme en tus latidos febriles

de locura y pasión.

Vuélveme gota de lluvia

y remanso de ternura.

Seré melodía del viento,

rocío de estrella en tu boca,

de tu piel las flores desangradas

que te conforman,

de tu fuego la madera,

tu ilusión verdadera,

seré yo acariciando tu cabello

enredado en tu pelo seré yo

dando placer a tu cuerpo

cada noche sedienta.

Serán nuestras ganas hoguera,

tus caricias la luna entera,

viviré de lo bonito del brillo en tus ojos.

Pintará tu sonrisa mi anhelo

enamorado de tus huesos.

Hasta cada amanecer eterno tener

de tu pupila frente a mi pupila prendida.

Las flores del bosque crearán nuestro lecho.

Regaremos la semilla de nuestro amor

con cariño para siempre juntos desearnos

como el agua a su nube,

la montaña a su piedra,

la hierba a la pradera,

la abeja a su colmena

y el árbol a su tierra.

Serás mi vida entera.

Serás mi amada sin prisa,

mi ternura despierta,

serás mi amor en la montaña,

serás mi alma,

que por ti clama,

yo tu araña, esa que te atrapa,

seré tu mundo y tu monte,

seré amor en tu piel con horizonte,

seré yo en tu vida,

seré tu amor,

tu único y verdadero amor,

serás mi esposa a sí llore al cielo.

Me abrigaré con tu cuerpo,

te daré mi sangre y amor

hasta yo quedar yerto.

 

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

 

FEBRERO 2014

 

Por la amapola de tu cuerpo

Amada mía flor de mi desvelo,

adorada sinfonía mía tu voz temblando

el viento de mi deseo.

Avanzo tu cuerpo a alarido despierto,

vuelo contigo, voy allí donde mi latido queda disuelto,

te amo en mi campo,

me creciste las flores en mis arterias,

hoy junto a mi amaneces sin importar distancia,

te amo hasta decir basta,

te recorro toda la piel a jauría despierta,

te adoro en mi mundo que quedó yerto,

te adoro, te amo, te necesito, te extraño, te quiero,

eres mi mundo entero,.

eres mi mundo de flores de colores,

eres mi locura despierta y yerta

que mi sangre atisba,

en este río eres gota amada,

eres mi vida entera,

eres mi sentir del río a la montaña.

eres mi vivir en la cueva de tus piernas,

eres mi travesía por los dos montes de tu cuerpo,

eres mi amar y no despertar,

eres mi sueño y mi dormir,

eres todo lo que amo,

eres mi esposa bella,

mi amada tierna.

 

 

 

El Castellano

 

Revive esta sangre, desliza su hierro,

amor sediento marcó a latido feroz,

en la avenida de su arteria,

resurgió,

como resurge el fénix en su cueva,

para ocupar su lugar merecido en el cielo,

despierto clavó su latido,

en la flor yerta y despierta,

que se vestía de deseo,

que temblaba al mirarla,

rosa, rosa mía,

tus pétalos al cielo,

tu cuerpo paraliza,

tu vida me domina,

recorre tu sangre mi amor despierto,

sueño y a tu lado amanezco,

caminas conmigo,

vives conmigo sin ti me desvanezco,

mi cielo crujes mi luna de invierno,

amamantas mi pasión,

y el alarido tuerce su lujuria

corre avanza recorre las piernas de la ambrosía,

demuestro mi valía,

muerdo este amor quieto,

de hombre nuevo me visto,

te encuentro y tu ilusión bebo,

tu cuerpo amanezco,

tus ojos, tus ojos,

tu pelo, tu boca, tu cuerpo,

me dominan el sentimiento,

vengo a casarme con tu aliento,

a vivir a tu lado hasta que mi cuerpo

quede yerto.

 

El Castellano

 

Siembro tu amor,

en tu corazón sin igual,

avanzo tu cuerpo sediento,

amo tus ojos

tu boca tu cabello,

te amo a ti entera mi mujer

te amo a ti mi esposa,

mi ayer y mi hoy,

todo lo que deseo

en ti lo encontré,

te amo sin igual mi flor,

mi luna morena,

mi hada encantada,

mi amada, mi tierna

mi enamorada,

te deseo de la tierra al cielo,

te quiero conquistar

más y más que digas mi nombre al despertar,

y yo te responda te amo de verdad.

 

El Castellano

 

Yerto de amor:

 

Renuevo esta dulce sangre,

amo mi amapola morena,

mi flor de luna preciosa,

mi quimera inquita,

mi locura despierta,

mi mandrágora con piernas morenas,

mi hada risueña mi morir de gusto en la montaña,

vivo eterno como guerrero despierto,

como demonio sembrado,

como amor sin igual que quemó el infierno,

con su lujuria de pasión.

Hoy desperté y morí en su cuerpo,

recorrí mi deseo,

fui duende en su cueva,

caminé su mata como una babosa tierna,

fui el único que robó su corazón en su vida de existencia,

fui yo su único hombre capaz de luchar

y dar su vida por su corazón,

fui yo su esposo que nació del sol,

fue ella mi esposa luna,

mi flor de ternura,

mi locura desde el invierno hasta el otoño.

Mi amor corre frío rápido y veloz

tiene alma de vampiro condenado,

la amo hasta decir basta,

y hasta mi día que me lleve la parca,

vera este mundo que me es ausente

como pintó su corazón

con todas las flores del valle,

muerte a este mundo

si no entiende este amor que me quema

y corrompe mi sangre.

 

 

 

El Castellano

 

MARZO 2014

 

Sangre:

 

Amada mía te escribo,

esta noche invernada,

detrás de la noche y de la estrella apagada,

que yo te amo amada,.

Luna mía, tú mi flor que brilla,

luces bonita, estrellita mía

sólo tú eres mi vida,

linda mía, jamás se apagará tu boquita,

que llama a la mía,

mía, solo mía,

mi flor de luna.

Solo para mí encendida,

Yo nací para tus ojos,

madera de los cipreses,

yo solo soy escarabajito

que de tu mano caminas despacito

de tu mano abrazado duermo contigo.

 

II

 

Sólo soy lo que tus ojos dicen de mí,

solo soy amor, vivo en ti,

yo, nací del rayo de sol,

dije soy fuego sin más razón,

de mí hasta la sangre huyó,

yo, solo viví como vive la flor,

al muerto le di helor,

porque yo viví solo, solo

como vive la flor,

pero ni aroma tuve,

ni tuve color,

solo tuve rojo polen carmín

de mi sangre sin venas

nació un yo te amo amor

que a la tierra llegó.

El Castellano y Leana.

 

III

Muerto vivo si o te miro,

luna muerta vi encender,

y a mí llegó para yo decir,

viví, fui, amé, reí,y con su amor,

digno, orgulloso,

viví.

Hasta de su boca

morí.

Pero un sábado desperté,

frío,como Sol que fui,

y ella, huyó de mí.

Así mi condena cuando

yo muero ella vive por mí.

 

El Castellano y Leana.

 

 

IV

 

Sangre, sangre

color añil,

vida. vida para yo decir

he aquí mi sangre,

y aquí muerto viví.

 

El Castellano y Leana.

 

 

 

V

 

Vive en la inmensidad

del azul eterno

para ver este cielo

que encierro yo,

aquí vencí yo.

Aquí solo,

solo,

busqué morir.

Pero eterno viví.

 

 

El Castellano y Leana

 

 

VI

 

 

De este cementerio vengo,

pero yo no he muerto,

yo de este cementerio,

traigo la flor,

pero así la flor

fue muerta por amor.

El Castellano y Leana

 

 

VII

Quién fuese verso

para ser verbo.

Quién fuese poema

para la más bella besar.

Quién

fuese locura

para con ella

loco de amor

amándola,

sanar.

Yo la vi para loco de amor

decir que lombriz feliz morí.

 

 

VIII

Ven, ven a mí,

yo nada, ni frío,

ni hielo, puedo ser,

sin ti,

yo tu ausencia llamé infierno,

tu beso llamé parca,

tu amor llamé Satán

pero yo solo soy

el único llamado Dios

que reinó

en tu corazón.

El Castellano y Leana

 

IX

 

Cielo tengo si yo te veo,

Vida si yo te tengo,

Sangre, sin ti, yo no tengo,

yo todo lo tengo,

tu amor alimento,

yo corazón tengo,

pero allí solo vive tu recuerdo.

El CASTELLANO Y LEANA

 

 

 

............................................................

CONTINUARÁ..............................................................

.......................................

 

 

IX

 

 

Cielo tengo si yo te veo,

Vida si yo te tengo,

Sangre, sin ti, yo no tengo,

yo todo lo tengo,

tu amor alimento,

yo corazón tengo,

pero allí solo vive tu recuerdo.

El Castellano

 

 

X

Locura despierta

locura quieta,

venda,

mi ojo que no vea,

y la vela prenda.

Copa que mi sangre llena,

yo vengo del nacido sin nombre,

que olvidó que perdió todo,

pero le llamaron amor.

 

 

El Castellano y Leana

 

 

XII

 

Bendito aquel que muere en el verso,

bendito aquel que muere ardiendo,

porque amor es fuego,

hoguera el corazón,

porque yo sé de esto,

porque sé que duele,

porque yo viví amando,

amé amando,

amé cuando un otoño

aquí morí enamorado.

 

El Castellano y Leana

 

 

XIV

Yo nací, amé, amo, luché, lucho,

viví, vivo,

morí, muero.

Poeta soy, poeta fui,

escribí, escribo,

fui verso, soy poema,

pero la verdad viví escribiendo y me llamaron

hombre enamorado.

 

El Castellano

 

ABRIL 2014

 

Encierro:

Sangre, sangre color añil, sangre yerta, sangre muerta

aquí quedará mi sangre en letra.

Vida,Vida para morir.

Quién aquel que muere en mitad de una metáfora,

quién aquel que vive muerto.

Heme yo aquí este hombre,

vino por sangre,

tabaco por pulmones,

demonio amado en la sangre,

muerte al tirano,

muerte a los verdugos que me encerraron en el siquiátrico.

Yo aquí quedé muerto,

y mil veces muerto,

te seguiré amando mujer,

estoy enfermo,

mi corazón murió con este encierro,

te escribo con la sangre de mi corazón que yo te amo,

y siempre te amaré,

a ti mujer, , mi enamorada,

la mujer de mi vida,

mi infinito y mi todo.

 

El Castellano y Leaqnnan-Sídhe

 

JUNIO 2014

 

Décima:

 

Enhiesta flor fue semilla,

altiva plántula fue ella.

Quién fuera ella, tan bella.

Él en pupa fue polilla.

Aún plántula fue pilla,

él aún pupa la amaba.

Aún flor la respetaba

juntos cuatro meses bellos

cómo fue lo saben ellos.

Él en pupa la esperaba.

 

El Castellano y Leannánsídhe

 

JULIO 2014

 

Flor de Helecho (romance):

 

Suena el río, agua llevaba,

alma de fada silva ella,

bebía en la orilla alegre

flor roja lloró su tierra,

blanca cierva a fada triste

cazador hiere su flecha,

enhiesta espina gemía

flor abierta brotó en yerba,

fada herida ya descansa

latiendo la parca negra,

yace en helecho silente

suspira su sangre yerta;

Enamorado el helecho

una flor mágica asienta,

tambores suenan la tierra

los duendes lloran su fada,

ahora el helecho era ella,

mueven la piedra ocultada

cazador tropieza cerca,

el río ya lo llevara,

fada flor de helecho yerra

duendes cobraron venganza,

cantó lo que el bosque alberga,

misterio de cierva fada.

 

Fada flor de helecho inverna,

cicutas toman la sangre

veneno hacen, blanca cierva

cuervos la cena discuten,

cazador ya río lleva,

lleva el río su latido,

campanillas suena yerba

duendes coronaban fada,

fada su vida celebra

los espinos la cuidaban;

Flor de helecho fada bella.

 

 

Enhiesta flor fue semilla,

altiva plántula fue ella.

Quién fuera ella, tan linda.

Él fue y es, ella no yerra.

Aún plántula fue fada.

Valor, honor, sí fue cierta.

Él aún duende a ella la ama.

Ella la flor, no era yesca

ellos cuatro siglos ''juntos''.

 

Los dos sí saben, ''leyenda''.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

 

AGOSTO 2014

 

Que allá donde camines, te sigo,

queriendo con mis manos alcanzar tal cual meta.

Mis cuadros delatan mi ternura,

mis tonos claros inspiran calma,

palpamos su textura saboreando

 

mis colores...

Son cuadros serenos, cuadros surreales,

cuadros completos de auroras y amaneceres,

junto con la noche en color,

son cuadros y dibujos llenos de nostalgia

y de pureza

por la razón de no poder ser igual uno de otro.

 

 

Rosal mío de sangre o amarillo gran luz,

la hiedra nunca tapará tu calor y amor,

un luna anochecida me espera,

un beso o dos en tus ojitos, una caricia

en tu hombro, pelo, brazo, espalda,

mil masajes, besos donde desees.

Vida para vivir contigo,

sin prisa te como tus hojas como los caracoles,

o como el gorrión que vi en la puerta del sol

comíendo una flor de la plaza,

yo me como todos tus pétalos

como salamanquesa mi reptil favorito,

trepo tu cuerpo,

te doy cariño, comprensión, amor, conversación eterna,

toda mi esencia,

espíritu solo una vida,

alma completa conocimiento y renace,

te amo mi única amiga o si lo prefieres te quiero

que unica mente para ti significan lo mismo.

 

Esteban el Castellano

 

SEPTIEMBRE 2014

 

Una nube de tranquilidad me cobija mientras observo el paisaje;

el caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado de la piedra caliza, que resiste el embiste del viento y las lluvias;

la lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y cierra un ojito aprovechando los últimos rayos de sol;

el escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes patas, tropieza y vuelca quedándose varios minutos intentando ponerse derecho;

mientras, se despierta uno de los dos grandes murciélagos, que aquella cámara de la gran casa rústica ocupaban.

Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de los pinos.

Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con caseta para las gallinas;

frambuesas y arándanos, en un pequeño huerto al lado de la puerta,

un pequeño estanque de azulejos en el aljibe, donde nadan tres carpas y un barbo,

oscurece y el joven rapaz de cernícalo primilla del palomero oscuro de la casa,

se lanza a por un pequeño ratón de campo, que andaba merodeando, buscando algún resto de harina o de grano.

Con los primeros rayos de sol, la mariposa de bellos colores azulados, dando sus aleatorios vuelos en busca de flores de lavanda, es atrapada por el pequeño mochuelo, que salta del agujero de aquella antigua encina.

 

El Castellano

 

OCTUBRE 2014

 

Tu vida corre en un sentido

cual corriente de río,

yo lago infinito de ojos de esmeralda,

venimos del ayer

más antiguo que los hombres,

de ese mundo que son nuestros

los cuatro elementos de la tierra,

cuando en este planeta era no-vida

ya estábamos toda mi familia

de duendes y gnomos

preparando las condiciones ideales

para la vida,

nosotros amados y temidos

desde la antigüedad,

ellos me llaman yo respondo,

cierro los ojos y os veo

a ti de sombrero verde y barba gnomo,

os daré lo mejor de mí familia,

he sabido que era de vuestra familia desde

antes del 2010, naturaleza amada

desde mi infancia

hasta hoy,

jamás mis manos mataron un animal

benébolo.

amo toda vida y me siento en armonía,

Culebre no eres malo solo

serpiente con alas de murciélago,

basilisco guarda tesoros duende tu interior,

si vosotros duendes sois malos

retrocedéis en vuestra evolución,

mi evolución espiritual va a la par,

mas con la señora yedra

me liquido a mi acosadora.

Y eterno amar a mi señora hada.

u Alma gemela.

 

El Castellano

 

NOVIEMBRE 2014

 

Por si tus dos rosas de labios

preguntan de una tenue invisible atmósfera,

que ni espíritu y alma parecen hallar

que sepan que tus ojos la pueden incendiar,

 

¿Cómo vive esa flor? que a punto de lanza

despliega su inteligencia de habitar

hasta el infinito la morada del creador,

jamás imaginé a mi caléndula bailar sobre el volcán

do mi son, calendario de mi armazón.

 

¿Tienes fuego para el cigarrillo?

-¿Te vale con el de mis ojos?

Labios me sangran tu voz,

adorado a tu piel tornasol,

 

tu mirada; qué no alcanzaría yo,

desde la oscuridad al hueso

desde la piedra en el cielo

satélite de nuestro amor,

amor del lobo cruzando el puente

de su pasión la sangre adornado albor,

 

mis ojos verdes te traen confusión

montañas trepan hasta escalar tu caminar

incendiado home clamando al sacrificio

de la polución luminar de esta ciudad

que no dejan a este hueso de luna brillar,

 

 

pido permiso como tú sabes

para habitar a fuego tu corazón

mas lo salvaje en mí solo es caudal

de mi inundación de sangre,

 

que mora mi habitar, danza en el lugar,

hasta como yo la muerte burlar

y más mofa y no paro de respirar

para habitar la risa dura y desvelada

 

que tu sonrisa para enamorar al silencio

y a nuestro único maestro en la poesía

que murió con el nombre de Vida.

¿Y qué pasa? -La vida, te amo en mi día.

 

El Castellano

 

DICIEMBRE 2014

 

Lumbre:

 

Eterna batalla a la noche

cuando noto tu ausencia

sólo que llegue la una

fría y yerta media

para sentirte, a si en sueños no hables

bella en sueños te besé

para siempre recordarte

ahora que sé tu nombre nada me vale

tanto han visto mis ojos

que éste mundo me arde

y nunca me abandonarás

en mi corazón te di templo

solo llamarte y me duele

para qué buscar fuera lo que ya tengo

para qué una vida

en la que no me dolías

bella hasta el horizonte.

Su naturaleza el mar de abril,

lo frío y húmedo de los montes y cordilleras,

la oscuridad y la tiniebla de una cueva

entre hermanos murciélagos.

Hermanos por vivir y existir en la naturaleza

agua y tierra entre surcos de barbecho,

dormir al ocaso del día,

el alba cuando el gallo nota cambio de luz.

Dormir con una lumbre,

despertar con tu sonrisa,

fumar tumbado en la hierba del monte,

ver amaneceres y lunas de hechicería.

Cosecha y agua de aljibe;

Mis besos sin final solo salvajes y libres

tuyos y míos

experiencias pasadas,

sueños serán,

sueños serán.

Y se irán, pero tú me despertaste;

cada día si estuvieras, un romance,

Serpiente sabia que sabe la nada,

lobo que baja a la ciudad,

pero que en sueños siempre vive en libertad.

 

El Castellano

 

Sinestesia vertical:

 

Corazón rojo encarnado

río de flores desangrado

en la arteria de esta ciudad

junto aquel árbol

que no fue sepultado

aquí está mi cimiento

mas vamos que en esto

del querer soy diestro.

Mas no experto

como buen murciélago

mi vuelo al cielo

colgado cuando duermo

despierto coherente cuerdo,

no soy más que nadie

y nadie es más que yo,

todo es no creerse uno

quién no es,

y el amor pertenece a todo ser vivo

sin más razón que salazón

para qué ser solitario siempre

hay alguien más solitario

para qué ser torre alta y fuerte

siempre llega la torre

más alta y fuerte,

lo cortés no quita lo valiente

y mi esposa integridad a muerte

y a diente así yo no sea gente

que me importa

soy único muerto

en la sociedad doliente

y si atrapo espejismos

con la mente

es para no sentirme ausente

a amada sombra la deseo hasta

en su ángel silente,

en el amor no soy docente,

si algo sé es que soy más que la nada

filosofía mi entraña

locura mi mente,

y así más feliz

de amarme a mí mismo

y poder amar sin abismo

porque mi gota de esencia prendió

hasta su silencio y toda norma

pero espejismo fantasía es

y mi oscuridad sombra lejos de trampa

ya la soñé incluso antes de conocerla

y su voz me encanta

quinto levanta

tira de la manta.

 

El Castellano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Autor Miguel Esteban Martínez García

 

LUGAR: La Campiña España Castilla

 

 

Tomo segundo

 

LECTURA

Obras:

 

EXIMIA FLOR DE CENIZA

 

Eximio:

 

ilustre, excelente, notable, magnífico, eminente, destacado, insigne, relevante, sobresaliente, superior

Antónimos: insignificante, inapreciable

 

Diccionario de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe:

eximir

dispensar, exonerar, librar, perdonar, exceptuar, excluir, indultar, agraciar

Antónimos: obligar, responsabilizar, acusar

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afamado  - cimero - ilustre - insigne

 

EXIMIA FLOR DE CENIZA:

 

Limitada siembra, de los que venimos de la urna de arcilla;

o flor de tierra, añiles fervientes inmiscuye,

de salmo en raíces, mi una dicha,

mundo en partición de yacijas terrenas,

piedra y luz es azotea en España tela de araña,

redimido compás de los que no son de mi estirpe,

o íntimo metal soy descendiente de mi Sol.

Luz adjunta mi musa,  derramó en virtud,

A sincera vista; discurso de su alma.

como poliedro en la solana que muda crisálida,

vamos marchamos hacia la ausencia repleta,

o al ánimo para siempre,

mi localidad en luna de oro,

bañada en sempiterno campo lírico,

defiendo al ídolo castellano de su encina,

o infierno de paraíso terreno,

flor del monte eximio de entre las ánimas,

brillantez de corona perpleja luciente,

como arribar del barco esencial que trae alimento

a todo espíritu que yaga en su padre tiempo,

lírica naciente de sus pétalos de ceniza,

alimaña enraizada con espiral armada,

llave del portón de madre tiniebla.

Pan y estrella de mi panida olvidada,

palpar vigoroso de orador inmiscuyendo,

certera sentencia relegada,

como cosecha de mi huerto de propia campiña,

anuncio que llegó la primavera

de este soldado,

abrió su primera margarita,

en patio de la araña

abriendo borbotones que alineaban suspiros

de la tierra germinada, en ciclo de muerte y resurrección

del planeta o estrella apagada,

mi dulce miseria,

la llamé eximia flor de ceniza en pétalos de carmesí persona.

primavera del hombre vivo-muerto,

camino a su ínsula radiante.

Alegoría desdichada soy;

de Sol que desnudo canta,

para un mundo de cabezas de grama en dossier,

y cebollinos que caminan,

resistencia particular del otro fuego azul,

tomo un anís en la  posada del sueño,

que soñé visitaba Valparaíso.

Donde están los cardos,

anido allá los sones de alma,

y se abre y trasciende el campo de poesía,

con poemas augurales.

De gotas puras,

o lágrimas apodadas sin poder precipitar,

como sembrar de voz el aire

y ver que llora lluvia la virgen de la cueva.

 

Förüq Castellano

 

 

 

 

 

Abeja de tu arpa silenciosa:

 

Ardorosa retina,

en frente un sol tímido

de centelleante rocío permisivo,

alborada con viento furtivo

de nueva alborada forjada;

pupila en abanico cual veleta,

pura rosa entre mis cristales,

de cal y sosiego,

borbotón espantado

en brea encendida.

Ver florecer tu silueta enamorada,

herida de absoluto diamante.

Desdicha en astro palpitante

entre sus piernas gemelas,

congela este desliz inmiscuido

que quiso ser dentro de tu ser,

adelante mi lozana castellana,

de albor intocable,

y sonrisa numinosa,

ardor en pecho amante

que sienten apretadas las mariposas de tierra

de mi carne;

llagado mi deseo

de cruel infortunio desaconsejado,

no retiro y no alzo mi osadía

en cuchilla de quimera entre mis manos.

aljófares destrenzan almíbares

en escalas de hielo,

con mis fauces entre sus labios,

oh sonrojada nota,

instante de negro cielo, y negro día,

voy rumbo su carmesí terciopelo,

luna no cae ni su azúcar ni sus flores de café.

Agarro tu tempestad,

afiebrado, frío gané el pulso del olvido,

rompí sus esquemas,

y no viví terror que te fueras y no volvieras,

abeja yo que vuela su fatiga animosa,

de plañir nueva siembra,

estridente mi porfía,

escondía la umbría,

sombra fugaz entre mi frente.

Entre que avance

su dimensión del pez muerto,

y su desnudez violenta

sin atisbo de nácar ni alta ojera enfundada.

Espiga en los cuarteles terrenos,

de mi vestida primavera primordial.

 

 

Förüq Castellano

 

Indemne acontecido:

 

Salir ileso

de tu hechizo que metamorfosea,

prendido de tu arcano fuego,

horadando todos mis resquicios tenues,

lúgubres;

destellando por más de ti.

Tu obscuridad me está llamando,

de nuevo sin mi otro, sin mí, él mismo,

inundar de luz tu abismo,

con la lluvia de mi Sol;

candor en raíz que precipita,

mi arpa luce su vástago simiente,

que del albor a mi albo traje,

nadie negará que yo te ame,

sea como fuere, y el destino mande.

Semblante distendido,

enajenado mi lobo ártico.

Danzo, danzo como espectro ante la luz

beso mi suelo de nuevo.

Florecen mis ganas de beberte

y dejar rastro de flores.

En combustión, que cede y retrocede

con besos en la madrugada escueta.

Guardo retales y tus halos

flamígeros al tacto.

Espero mi fábula

de grillo en jaula.

Déjame ser yo esta noche,

que de Mercurio haré islote.

Dormiré su profunda ojera,

desnaciéndote, surcaré mares

de pecho en boca,

hasta anidar náufrago de tus impases.

Diamantinos, absolutos,

perplejos, conjugados,

vespertinos, incendiados,

acompasadas hendiduras

traspuestas al solo cóncavo,

de la cresta de tu mirada.

Buenas obras se le pide

a tu soldado.

Colmaré tu atrio

hasta resplandecer

tu una dicha, amante.

 

Förüq Castellano

 

 

La esencia:

 

Hueso, eje:

Mercurio Ninfas ardoroso mi sueño,

desceñida, Apolo, campiña Liris, río silencioso,

liberta, parco asiduo adorador de los dioses,

imbuido en recia doctrina,

Júpiter Estigia diosa púrpura.

 

La esencia:

 

Mercurio

tus barbas zigzaguean

el plomo de nobles relámpagos

metales irisados en fundido tacto.

padre dios del brillo primero

sin descendencia,

oh, tu filo insondable,

por el que visualizo

ardua Musa de tu rivera fecunda,

ardoroso mi sueño,

eres tú quien lo desempeña

y otorga.

Desceñido vals

de mil antorchas

a Apolo lanzo

mi baquio seguro,

candente de mi ser, estela,

campiña lucen

los pechos de mi diosa amada Venus,

con su río silencioso

hace mella en el Liris, mi esencia,

Liberta mi oscura Ninfa,

musa que proceso rito y culto,

parco, asiduo,

adorador en hondo terreno

mis dioses del averno,

que beso para tocar el cielo,

como es arriba, es abajo canto;

imbuido en recta filosa doctrina

de venas razones

amar la oscuridad

sin condiciones,

por Júpiter, no hay guerra

finalizada sin comenzar,

tengo duro, limpio abismo con portón

abierto de inspiratoria doncella escarlata,

llamada volver a comenzar,

diosa púrpura sólo ella mi musa.

 

 

Förüq Castellano

 

 

Silencio en tu hielo de ojos:

 

Sonatina extensa, yerta,

envellonada; flagro que venzo

un son cobrizo,

del metal noble,

sin margen, ni acerbo, ni curva,

un solo de quebradiza arpa lira,

mi ser no delira, te ama,

con ropa tu intelecto,

en flores de tu vestido solariego,

traspuesta tú,

por los sucesos difuntos ave negra nocturnal prestancia,

voy hacia la décimo octava estrella

que son dos nueves en llamas.

Sin franca, tapia, ni verja,

es un Sol inmiscuido

de onda ojera de luna argenta;

es mi sino,

carrusel, infranqueable de espinosas,

aspas de lucientes,

y su luz que ciega,

es un cantar al crisol de reina musa,

es un heliotropo sondear;

buscando a Leannán-Sídhe,

por concavidades de su hogar,

por astrales límites de su unión

sujeta sangre,

de mi erizada savia.

 

Förüq

 

 

FLAMEAR, Destellatoria, OCITÁNUL:

 

He bailado en tu obscuridad,

para poder sonetar

nuestra propia luz.

Flamear constante de tu nitidez

de estrella endiosada, incipiente,

flagrante, absorta de atónito atuendo,

dilucidado expuesto,

acreciente mi beso

con el tuyo dado

a mi puridad

de imagen Solar,

avanzo tu alma

el silencio es más lunático

que su reversa palabra Ocitánul,

es un resquicio...

Tibia, desangelada,

de tu musa belleza

y mensaje empíreo

de tu sola alma,

debo decirla

que ya no más sola,

tengo sentido vívido,

y tus falanges lo sostienen

musa golondrina

abeja de mi caléndula de pecho

trenzo el azabache

que nos llora la noche,

para despertar a mi lobo.

Luna en constancia sempiterna

te vuelco en tus cuencas ondulantes

de tus manos abiertas.

Ven, ven a mí

deja tu cena romántica

para mi póstuma celada y su égida

de Zeus y Atenea.

Tu querubín

yace que yaga en un tiesto,

capaz de germinar en flor

el tulipán amarillo vetusto del destierro,

alzo que seré referente

magno de mis castos dioses

en la tierra castellano,

su sangre mi tinta;

Raíz de ellos y  CernunnosCandavmis,

Ó VALHALLA

venga musa a pasear

mi yermo arcano,

encuentro que sigo tu estela luminaria

de aquí a Mercurio,

exacerbo, a diosa Venus,

y mi dios Gemineye

con ojo sangriento,

me dirige,

que soy yo solamente su sirviente,

nacido de la novena estrella y su telaraña destellatoria,

eres tú musa

digno afán de tercera constelación,

vengo con mi canasto

en clepsidra que plañe la comunión

certera de tu pluma

y nuestros astros,

sonríe plena mi condena,

y el ripio

para quien se guíe

y cabalgue definición,

señor de yertos fantasmas

cabalgando los cielos,

caballos espectrales

de claros relinchos azures,

hálito de hielo bésame;

cabalgaré tu sonrisa

doncella escarlata,

quiebra mi arpa

con mis manos sobre mi pechera,

AERE PERENNIUS.

Más duro que el bronce,

quién me destierra

si yo soy de tierra

y ella es mía,

inmortal, etérea hacienda,

los duros somos tierra

los demás ceniza.

Mi Sol es invencible,

baja e imanta mi Luna de plata

que eres tú Musa.

 

Förüq

 

Sacerdote de Musa:

 

Silencio me extirpa del vulgo profano

mis cantos olvidarte jamás pueden,

Musa,

sacerdote yo de las Ninfas Musas,

coronada implora tu gloria,

desdén que amancilla los mortales,

espejo inmiscuya,

tu beldad piramidal

.

Doncellas hadas y Sátiros me escuchen

entre el bosque de reina sombría,

mi bardo imperio implore que presida

a la izquierda de mis castos dioses;

Zéfiros de tu alma me acaricien la forja,

tempestuoso ímpetu de solana pulcritud;

ungida en tus mares de manos que escriben,

mi árbol alegre lluvias preludia,

sobre la faz de esta espada,

campo de primavera rigurosa

con sus pretiles gestos sin azada furiosa.

Turbio dispongo el alma de la piedra Frigia,

sol humilde me acompase,

púrpura naciente tu sayal desciende,

vid de hondo señero de Falerno,

su umbría sombra en racimo cultiva densa,

a pie de honroso pueblo.

 

 

El Castellano

 

Halo chirría:

 

Hoja, dime tus devenires

desde un otoño caduco,

a tus mil aullidos de árbol.

Entre resquicios opacos, umbríos, lúgubres;

sin luminaria fidedigna;

avanzada de una tenue luz difusa

y un crujido seco, funámbulo

de oídos precoces,

un solo de arpa y volví a ser

un chasquido en la ventana

puerta de este mundo

con el halo de mi vívida fantasma

sonámbula,  habitada en todo estridente

reflejo, llamado invierno.

 

Förüq Castellano

 

Poema de 2012:

 

Gran luz, amarillo brillo de tu amor,

luz de tu esencia, sangre de fuego en tus venas

de vida en color, mas atada a tu tierra,

solitaria de tus páramos,

amapola amarilla de montaña,

reina hada del bosque de las sombras,

en tu despertar iluminas espíritus olvidados

del corazón más profundo del bosque.

Mas tu hermana sangrienta roseta de penitente

nace debatiendo qué color vestirá su flor

violeta de reflejo de luna,

manchada de sombras de amor a la noche,

o rojo cual granate hechizado de corazón de sangre congelado,

sea cual sea su manto, no olvida;

vestirse de todos los colores

con el negro más opaco,

de recuerdo al fin y el resurgir,

al comienzo del pétalo amado.

Aún sabiéndote amante de la soledad

también creces en familia,

de sangre marcada tu insignia

recordando que quisiste tener corazón

y te ataron a la tierra,

hasta en tierra muerta creces,

para aliviar tu pena poco necesitas,

tu belleza alivia tu alma,

del viento obtienes tus caricias,

de insectos los besos, y del tiempo

el sustento para tus semillas de tus urnas,

ciegas nacen, ciegas caen a la tierra, en la noche de lluvia.

Un día de primavera a una

se le ocurre el sueño de despertar,

pronto sus hermanas le siguen,

en belleza de la vida ves nacer y morir,

espíritu de reina tu entraña amapola,

nadie te odia, muchos te aman,

bendices la casa si tú, gran luz,

floreces amarilla en la rocalla.

Mas si tu bendición es ser blanca y morada

das el sueño de la más bella hada.

Si naces roja y negra das tranquilidad y alegría

al espíritu que en guerra se encuentra,

si eres roja como el carmín del deseo

tienes el amor del camino que cruzan las almas,

como tu eternidad en la tierra

a la que te ligas y esclavizas.

Quién te daría ese nombre de amor,

quién te nombraría desde la antigüedad

planta de la alegría,

quién conoce tus secretos,

sólo quien se funde con tu sangre,

quien ve tu alegría en la primavera,

que te cobija,

quien ama la vida,

reina flor te ve en la tierra

y amada musa tu belleza,

quién te conociera, quién te conociera.

 

 

 

El Castellano

 

Outsider:

 

Es mi oficio,

un desempeño,

tangible, armonioso,

y epicúreo.

Bronce de mi sangre belleza

¿Oh dulce sangre!

sanguinoso destello

carmín, bermellón.

Empíreo azar indeleble,

madre y padre de musas,

rito y constancia

fiel prestancia,

litigio iridiscente incendiado de brea,

azabache nacido de oscura retina,

amor al arte es falacia

es honrada servidumbre

a los dioses, mis padres,

mi ruginosa letra endemoniada.

Sangre sin cristo ni espuela,

es azar de siete telarañas,

candil que se enciende,

es endógena inspiración,

inmiscuida,

soy sirviente escribano

del fulgente hálito ambrosíaco,

azar de nueve barcos

bajo océano de tinta roja,

un beso y un epitafio,

una bandera de sangre y brea.

una desquicia resuelta,

una moneda de nueve caras;

un despertar y lamer hacienda,

es el ninfo rey Arte.

mi desempeño a diosa letra,

mi oficio y mi yermo,

mi cementerio,

y mi hospitalillo maldito.

Suerte del aojo enfundado.

Es un grito bajo tierra.

Soy outsider,

camino fuera de la línea,

os compadezco vidas cepas de un día.

Yo muerte siembro

y lo bonito que me florece.

 

El Castellano

 

 

---.T

Elogio en sombra:

 

Sin mi otro, él mismo,

primerizo hexámetro

en miles largos

de centésimas

en broncíneo

invocando mi falange griega,

insoslayable argento

tejiendo mi póstuma égida.

Musa o ardua estela vislumbré

en arcano fuego,

tengo miedo de ser perfecto para ella.

Sin y con cumbre

en arduo intelecto

mi Sol mayor blande

cenit d'esta idea

por cuantas cóleras desvencijada,

mis herramientas cabales

dictan

muerta mi araña,

paredes para mi yacija y su sombra

alumbrada, esquiva,

por piadosas ninfas

muestra lo que perdura.

Otros jáctense de páginas que han escrito,

ni me rozan en vil osadía,

manifiesta.

No habré inquirido

declinación laboriosa

en afán de romper sintaxis.

He profesado a mi musa de agua

que soy su aguja esquiva.

Ni sargento ni venas de Horacio fui

ni filólogo ni malabarista de letras,

Ciego y quebrantado,

labré mi verso

todos los meses,

desde cruel insomnio aplacado

que despertó mi quimera

quebriza de ocho patas

aquel 2005 que comencé

a ser alguien con mi existencia a espaldas.

Rostros y mis notas.

Vanas apariencias que anidan.

Alacrán manso y ciempiés soberano,

mirto e hinojo que hace monte.

Tus pies de jara.

Cierra muralla.

Hacedor que invoca su río,

Heráclito de intangible astro,

llorando mi amor, por cuánto espero,

por cuanto he conocido,

las tres armas, el guerrero

reminiscencia en laberinto de sus espejos.

Serán ascuas

corazón y sequedad de piedra.

Tiento de cuanta ceniza yo amo,

pensamiento, muerte

o proclamo;

tinta servil de amarse a sí mismo.

 

 

El Castellano

 

A Calíope:

 

Recto escalafón

dorado al beso no dado.

¡Oh! Calíope;

baja imploro

te estoy construyendo

un cielo dorado a ras terreno.

Madre ancestro de musas,

figurados y primigenios.

Estuco tu mirada de puro cuarzo

y tu semblante de estrella inviolada

avanzo tu esmeralda de mujer cristalina,

beso tus pies descalzos Musa.

Necesito colmar tu atrio

de caléndulas solariegas y rosas de muerto,

abriendo fragancia de mujer desnuda

al Paraninfo yerto

Castellano.

Yo Raíz de los dioses en la Tierra.

Tú mi Flor.

 

Förüq Castellano

 

 

CONTRA MI CIRCUNSTANCIA:

 

Guía de mi calendario

en atroz

desmembramiento de soles

llamados días de noche yerta

y sin reseña avanza mi letra,

es un vaso de sidra y una espera,

fiel eterno mañana

en el que dejar

lo que jamás haré hoy,

definido en boca gris

de darme al vulgo,

y que seis millones de bocas

escriban similar

o casi igual a mis sarmientos,

sí directamente me preocupa

porque yo soy lo que escribo

y no acepto copias baratas de este ser,

seré mejor que el silencio

enarbolando astros, plantas y sus verbos

de imágenes por raíces,

lo siento mundo no soy de vuestra sociedad,

no necesito vuestro material

ni vuestras fábricas de ciudad,

construcción haciendo progreso

de la BocaGris,

para que todo lo pensado

esté en proceso de construcción,

fábrica deja mi felicidad

en manos del viento,

que mi poema es incendio,

deja mi destino yo soy de tierra,

y esta es mi eterna cepa

ahogando el rol

tejido del social humánimal.

Soy lo que escribo repito,

como viaje sin rumbo,

un vertical azote de mis velas en marcha,

un siniestro vértice un silencio mundo,

unos ojos que hablan

y se responden entre tubos,

estoy cantando en la tubería,

estoy rozando mi osadía.

para consumir mi envoltura

de tela de araña,

mi sonatina despierta

mi soga quieta del árbol de mi sueño,

enarenado mi lobo de hierro,

queda satinada mi estrella de agua,

ardiendo mi sentido,

siendo esto nada más

que una bomba atómica.

Una retina escalada,

un cruce de dos estrellas,

en vastedad atropellada,

del ser, una rigidez de árbol

buscando su simpleza de savia,

un insecto y su corona,

un pergamino mi escrito,

abriendo este angosto camino,

en alguna parte que eriza la piel,

fuego del hielo me valgo,

de mi maullido de pájaro,

entonando mi pianola de sílaba,

todo cambiaba,

resumen de mi vida,

nació y está empezando a soñar

desde su muerte.

 

El Castellano

 

 

AGUA:

 

Eslabón vasto, ardido, deslizado,

un iris de gota que a ti te llega,

marcha tenue, compás de tu eterna huida

que te marca y da vida,

fulgente fuente en infinitud de bocas

que tu ser desprende,

de su nombre y su alambre,

irisado canto de nubes derretidas,

comunión de trinos,

un beso a la tierra que deja herida,

límite de árboles y sus soles,

siembra de azul,

despensa de tu saliva,

hoy buscaba belleza y belleza eres tú,

río corre directo a tu nacer

río levántate,

jamás te canse tu desnacer,

efímero latido de tierra,

tú vena del cielo,

una solar llaga del gris,

un hogar, cuna de mi tempestad,

para ser agua inmortal elemento

capaz de crear y destruir,

de vivir siempre tejiendo la realidad,

alcanza, desvela que te debo esta existencia,

sin saberte nada existiera,

equilibrio que en tus vasos juega

para estallar en creación llamada vida.

 

 

ALMA EN YACIJA:

 

Mañana será mi vida

una sábana sobre mi calor humano

inerte en acto de no portar nada

si no fiel materia asida

si mi forma acaso tuviera,

si yo no la creara,

si no fuera contorno de mi forma

esta sábana muerta

se creería que portara amor,

dulce aleteo ingrávido al peso,

tiempos de cambio palabras a un silencio que muerde,

estoy esperando las nuevas visiones,

con mi canasta de limones,

estoy aguardando la caricia de las sábanas,

como recipiente de quiebro de sueño,

quisiera escribir un poema con varias ramas,

anclado en una idea que se difumina

la identidad de ser ella,

palabras inertes que quieren ser hechos

y tener movimientos,

a un profuso mar me muevo,

siente mi devaneo,

llegó mi momento

de nada carezco soy real,

soy de la tela de araña soy tejido que me lleva,

noche, noche te encuentro en mí,

fiel yacija del destierro de mi sombra,

versos nacidos de una única cerveza,

buena praxis de mi romance eterno con la luna,

lunático por venir de estar con ella en su ático de Madrid,

no te esfuerces jamás podré ser realista

y describir sin ser parte del asunto,

claramente porque soy yo el asunto,

a formar, en orden,

este es mi rifle esta es mi vida,

por la que sirvo y ejecuto un placer nacarado,

como fruto de estrellas,

¿el hueso?

Es que no encontré un motivo claro para escribir,

solo fue y será escribir.

 

BROTADO:

 

Silba centella,

como enhiesta espina afilada

en son de tañer

del pozo llamado guitarra

con voz pasajera,

fugaz cual angosta siembra

perpetua de otoño,

una muerte trenzada

a su fin de ser origen

de toda vida vegetal,

la muerte de la flor

en comienzo de la vida

sin la semilla

no iniciara

ningún azar profuso

de sangre, quitina, savia

sin alimento

no hay energía

ni este maldito duende

podría escribir sin alimentarse

del hielo ardiente;

es un árbol

es una crisálida

de ser este mi cuerpo,

que al tuyo invita

a su devenir irisado,

de sus canales de riego,

mi realidad se baña en mis ojos,

sin ellos sólo hablaría la oscuridad

de su negra ala,

lo siento me temo

que por conseguir ser completo

he cambiado de lleno,

con mis manos hice una fosa

para plantar un ciprés

como el que plantó tu madre,

y ha consumido en su llama

miles de años de mi pasado,

siento deciros mundo

que soy completo

que he nacido,

nació un ser perfecto

de su crisálida.

 

HE NACIDO

 

He nacido por un principio

libre de causa,  lleno en virtud de fin,

ser completo en alma,  espíritu y cuerpo,

sin atisbo de superioridad

al resto de semejantes

jamás iguales,

diferencia marcada por mi demonio interior

denominado luz de virtud.

Que brota de mi ser

desarrollando yo su intensidad,

el talento como el nombre más ambiguo

de la realidad,

semilla muerta digna que debe ser empapada por el esfuerzo,

dedicación y entrega nuestra

ceñida por la esencia del don supremo Sabiduría.

La vida es de quien la lleva y esta es mi reflexión contra todos vosotros.

 

 

CROMÁTICO AZAR:

 

Bienvenido a su cuaderno,

es una hoja de chopo,

mecida en vaivén de viento vocal,

un profuso devenir de entraña

que tu ser admira, desentraña

cual iris cromático en escala,

es su cuerpo de mujer un hogar

para tus ojos, como una armónica

sus encantados labios.

Un linde y una cepa que te gobierna.

Inmortal yaga, su ilusión

que te cuelga cual araña,

cristales rotos de tu ser

espejos de un ayer sembrado

en piel.

El sentido se difumina

en su boca de estrella

para el hoy ser ayer

y el ayer ser aciago sueño

cubierto en verde hiel.

Es mi casa su casa

su entraña un nido

y mi espada.

Solar siembra de mi mañana.

Es un canal irisado de sangre

fanal la espera

en la que cuidaré nuestro jardín

y meceré flores

para por si ella muere antes

que no muera la belleza con ella.

 

El Castellano

 

BRILLO DE NOCHE:

 

El sino lanzó un grito a la montaña, contestó un eco con amplia voz

Que sorprendió mi anhelo

siendo una luz en el vasto ciprés

que a la luna alcanza

preguntando por mis yedras en maceta del alba,

un silo y un olvido despertó de su nicho,

cantando con la flor un latido desertor queriendo pedirte caricia eternamente .

Encerrada en iris violáceo la flor corría el sueño estertor,

el sol cambió su amanecer por la tibieza y suavidad de su flor,

siendo esposa del sol, caléndula en ojos

que marcados traen un irisado tornasol llamado amor.

Un ocaso se alzaba en guiño a cada noche que la flor cerraba en verso sus pétalos

afilado el cuclillo de la noche

besando una luna de cuerda,

una inmundicia cantaba su siniestro grillo

del calor de muerto,

despertando la siniestralidad agujereada

del hueso,

un camino eterno con acequia de la sangre que lleva en araña del sentimiento

y un difuso vértice de dos gotas de unión

que se juntaban exclamando

como rocío del molinillo diente de león

para volar con el viento juntas nuestras vidas en vaso retorcido de destino .

 

 

 

El Castellano

 

 

ROSA DEL AMANECER:

 

Abejas del alba,

en un cielo desplomado,

que rige su cenit dorado,

un albor que se dirige a la maravilla,

esperpéntica, despeinada por rayos

de solar afán y entrega,

un camino se retuerce en el iris

para la tierra ser sólo de su tierra,

un carruaje de estrellas desmembradas,

y sus violetas nocturnas a cuestas,

es hora es ahora

que la acequia bulle mi sangre,

en la sombra una espera,

vuelan las avispas del medio día,

con sus emplomados trajes,

es la escena un salón de actos,

es una aciaga siembra

de vuestras mentes retorcidas,

de lombrices esparcidas,

panal eterno de la idea,

se asoma, se afila en alambre

de lengua, de palabra que azoga,

mi tenue soga,

mi inmortal sequía,

por el chopo viejo que vive lejos

se clava mi estaca en tierra,

para que sea de su pueblo la primavera.

Con ímpetu y desgaste

que viva siempre este alambre.

 

El Castellano

 

ENHIESTA MALVA:

 

Y que mi sentir no se esfume en vano

donde las frases son emociones que palpitan

un calor llamado arte

la tristeza que quiso llevar una duda

será que esta vida vale la pena¿?

el amor sí existe

está colgando de tus mejillas efímeras,

para darle un sentido a mi existir

aquello que no ha muerto en la eternidad hará cuchillo

así mi alma alto cante, su destino alumbre

será mi dulce muerte rechazada en el vaivén

que llevó a la tiniebla mi verso

este mundo está habitado

por el reino muerto y el reino vivo

yo muerto sostengo,

mi sino de cuervo Förüq

y que nos sobre una explicación

la sed de sangre me alza en albor

mi reino muerto por una amatista por enraizar

y un azabache por llorar

es una clase de fantasma la mía

un eco sordo por alcanzar

siéntelo

es sangre en tus ojos

la noche palpita sin derroche vida de su azabache

un cuclillo despierta a otro cuclillo

un ejército despierta

alerta.

El castellano

Mi rosa

Por la malva-rosa.

 

 

INFRA-REALIDAD DEL HIELO:

 

Hilvano mi sentido de una araña,

tejida su tela de una gota,

esa gota que palpa infinitos,

que crea y destruye,

la supervivencia del ojo,

me mantengo esperando para el brillo,

y quizás el sonido de un grillo,

todo acaba donde el todo comienza,

vive esta rosa de hielo,

y este granate de sangre me vence,

opaca suma de tus parpadeos

hacia la sombra,

que es una eterna, infinita

madre de ausencias y sus tejados,

contémplame allí aullando

extasiado en una siembra de nácar,

quiero vivir hoy en las etiquetas,

en los maullidos sin gato,

ser abeja para zumbar los oídos por despertar,

que me odien por fin por ser quien no soy,

un alarido estremecido,

un temblor de tierra,

un carnal fuego que no se vence a sí mismo,

ser por fin entraña y hueso,

que mi corazón me suba por mi garganta

para que diga que yo te amo.

 

El Castellano

 

SOY:

 

Tiempo, invento deslizado

como hoguera que consume y su horizontal avenida,

como rosa marchita de otoño,

como hoja al devenir de un árbol tejido

de sus escarpias sucesos, un devenir

que corre avanza mecido en el olvido de sus huesos

por retornar las semillas y su vida,

fanales despensas de un silencio mutilado,

lejana la distancia todo se acoge en uno,

un viento, un pájaro, un aliento, una espera,

un suspiro, un destino, una creencia,

una raíz, una tierra, un dueño

sí el que me lleva los pasos,

su cuchillo dorado que se alza sobre tu rendija,

justo tráeme la luz  este mar de cielo

que me absorbe,

desciende sobre mí su ocaso puro, limpio, violáceo,

como una ventana para pintar

lo que late y se encuentra detrás de mis sentidos,

un destello que me alumbre,

un iris tuyo que me examine,

camino el límite de la existencia,

capaz de morir por una palabra,

mi noche comienza a sonar,

y mi olvido de sueño aún no comienza

no inicia su palpitar,

este agujero lo cavé con mis brazos,

esta fosa desnacerá para iniciar más vidas,

flores por réquiem, abejas por elegía,

mi semblanza yerta

vuelta dicha,

un tiempo como bucle eterno

en el que nada podrá dejar de ser lo que es,

yo soy carne de palabra,

soy quien soy y esta es mi plegaria.

LIT ET SUMMUN CANAE.

 

El Castellano

 

SON DE GRILLO :

 

Clarín entona sin miedo,

todo lo que siento arriba del astro recuérdame

su violácea arpa del sentido, tejido yo del hierro,

y una escarpia desnuda que anuda,

que desvela mi yunque, mi eje,

apenas dormido yerto el tiempo que te conoció,

arriba muy cerca de la letra dorada,

y su escarcha de silencio senil,

eres más que donde alcanza mi palabra,

un yugo, un arco y una flecha,

una vena trenzada por la sangre consumida

que te lleva que te encuentra,

león aquí león allí en mi corazón,

hilvanas mi calor del fuego,

se funde mi abismo zarzas por ascuas,

Sol por luna dentro de mis ojos te encontrarás,

allí solo habita la luz como quimera una,

que te destapa en sueños,

si por soñarte te hiciste realidad mi bella,

una vez en la vida el tiempo se derretirá,

y nuestros labios beberá,

vuelvo a vivir por ti,

vuelvo a descubrir justo la vida,

matando mi soledad, aumentando el día,

amor que me volviste libre

y elegí amarte

hasta donde cerraban los ojos de la noche,

mi miedo se alimentaba de sus paticas,

yo quiero quedarme contigo

hasta que mi pecho lata abierto,

subiendo cumbres anclando mi sombra,

hasta que la tierra se coma los cardos tras el estío,

hasta que las flores rendidas dejen su belleza,

en son de elevado amor,

que asesine los silos de oscuridad,

que descienda lo perpetuo

y quede asido el cielo

hasta que la imagen sea sonido,

y mi deseo traspase las puertas de tu destino,

solo allí reinará lo sentido.

 

El Castellano

 

TEJIDA REALIDAD:

 

Estaba buscando por algo de luz,

dentro de este abismo nacarado,

como brazo de esta realidad desdoblada,

no esperé más le prendí fuego,

y un surco se abrió paso

entre espejos crepitantes,

entre puntas hirvientes,

y sus curvos ejes,

que hacían de la noche una sola,

comía su adentro, estallaba nuestro encuentro,

por soles consumidos,

por vértices y sus filos,

el sendero comía sus espinos,

por mi vida repoblada,

que buscaba tus nubes de azúcar,

encuentra tu miel y mi subrepticia,

por toda la noche sin despedida,

se alza nuestra caricia,

como árbol sin hoja dormida la sinestesia,

queda iridiscencia del beso,

quedan las espinas de mi piel,

un hervor de hiel,

un destino sin cuchillos,

un devenir que no vino ni se fue,

llórame el azabache de tu noche,

pinta en tus ojos conmigo el fin del tiempo,

detén este instante para hacerlo real,

ven conmigo soy tu despertar,

aúlla al hueso de la luna

que parió una flor de cripta y su helecho,

era cuesta abajo mi lluvia

desplomada, hábil tenaza ,arde y no avanza,

por todo lo que quiso ser en trémulo desliz,

era nuestro campamento de estrellas

por luciérnagas,

estoy desaprendiendo a escribir

y eso es bueno,

mi piel que hiberna en verano,

para abrir su cauce y el reguero

al Sol de invierno.

 

El Castellano

 

UMBRA DE PIEL:

 

Flagrante piel desnuda en su redondez,

infinito con cumbre y desnivel,

aullido a media voz,

un golpe de viento, un primor

de desnuda arena en pie modelado

por tu carne de mujer,

yo soy para el viento otro crujido

de su fuente de voces,

de temblores en seno de su carne de ciruela,

prevenido avanzo como un soplido,

me diluyo en agua siendo tu ávida tez serena

como virgen nieve de canela,

suave mi mano nació para tu piano,

al frente me hago presente,

no hay ilusión que se consuma en olvido,

así no hay esperanza que no me vuelva un ovillo,

si estás tejida con hilos de sinuoso frenesí,

silencio envolviendo este mi cuerpo,

sólo por escalar mi vida,

sombra del color, sombra al fin,

era plena primaria,

tímida y risueña,

era mi naufragio en tu arena,

una veleta y su aspa,

desperté y aún seguía tu esencia,

de piel sin piel ni ropa,

destapando una caricia lejana,

por el laberinto que te conforma

hacia la sombra que me da forma,

te espero mi preciosa.

 

El Castellano

 

IRIS VESPERTINO:

 

Avidez estallada, corre un presente

sus oscuros lindes la eternidad conoce,

me basta con ser su despierto pliegue,

existencia al fin sin más ser

que todo lo que desemboca mi creencia,

que se estira, se dobla y conforma

en surcos de labrada consonancia,

por todo lo que avanza,

siendo de la tierra más que una estática sombra,

siendo todo lo que quiero ser

es más que un capazo de su vendimia,

más que un panal de labios grises,

es un mundo y yo soy su pétalo,

es un río y soy su gota,

al trémulo ciprés me cuelgo,

para asir mis palabras al cielo,

es por su lago que mi esperanza navega

sus oscuros soles en llamas,

en mi vida solo hubo un abismo para condenarme

y es al fuego de sus labios,

su veneno en mis ojos bulle mi retina,

blancos, amarillos. azules

los tules de su escarcha,

círculos de luz, veta de mi mente,

se conforma, se desnuda la piel en sinuosa forma

el viento que es como un almanaque

y un cofre,

el destino mío irisado se vence,

acoge mi ansia plena,

mi álamo saltó, tembló,

era yo, como un furtivo fuego de tierra,

era mi vena una primavera,

era mi vida como solaz yaga,

que sólo quiero compartir con ella

mi señora bella,

la extasía de mi ilusión verdadera.

 

El Castellano

 

VIDA DONDE YAGO:

 

Colgado del tiempo,

expuesto, vulnerable

a un cambio de su viento,

sí todo lo que siento

me mece colgado de tu iris opaco,

por mi retina escarlata

nazco para desnacer en tu cuarto,

para abocarme a mi destino

sin final en el cual te amo,

como flor de todas mis flores

cual rosa oxidada,

mi pasión que corre, avanza

jamás se para

es como lagartija

postrada al Sol de tu amor,

mi vida va desvaneciendo

en son del profeta oscuro,

hielos fugaces,

desiertos transparentes,

ilusiones crepitantes,

quiero permanecer en la guardia

de tu sentimiento

no soy espejismo de viento

yo lato y te envuelvo

para crecer

amaneciendo tu deseo,

sólo eres tú,

nada que yo pueda criticar,

porque como florecita delicada

mueres y te agotas si no te cuido,

llegó mi abismo

en el que loco de amor

cuelgo mis miedos de mi ciprés

que en silos dorados

almacenan el querer de las estrellas

en verticales puntas

deja cristales del alba,

no puedo acabar mis pasos enamorados,

que te pertenecen,

como rayos de tormenta,

y mis venas quietas,

por tu salud abandono a mi ser,

por tu sonrisa y qué no daría yo,

es mi vida al fin y al cabo de Finisterre

es mi desquicia yerta

que asesino pero es mala yerba,

no estoy perdido

porque eres mi sentido

para mi segunda vida

no renuncio, no retrocedo,

no me achanto, no abandono,

no doy nada por perdido

te amo en este infinito

del que cuelgo

y mi palabra

es siempre.

 

El Castellano

 

SONATINA YERTA:

 

Cabálgalas así puras, redondas, irisadas,

oscuras mis letras en sonatina,

destápalas al viento que mueren por unos besos,

desterrados en son antiguo, quemado,

derramado en sed del vino,

esperando dormido se alce tu boca

por todos mis sueños perdidos

como cerrojillos en vena gris,

brota mi sangre siendo de la tierra

fiel fuente y su simiente plena, verdadera,

amor, el tiempo no nos puede sostener,

acaba como eternidad doblada con ganas de más y más

muertes en caricia helada,

redondas, verdes, suaves,

caminan como corceles sin redil

mis manos buscando y buscando

le regocije una armada palabra,

no busco estrellas porque tus ojos guardan mi firmamento,

en un granate perdido en un hielo derretido

en un suspiro y un guiño,

ya me cansan los abismos por recorrer,

junto y sólo junto a ti quiero yo perecer,

encuéntralas a ellas como el pasar del tiempo

en un piano de madera, como llama eterna de nota

y fuste, de ansia y apetito voraz,

de mi carcoma y su crujido,

de mi grillo y sus grados,

es por tu cuerpo vida,

que las letras se me rinden en mi alta ojera

de nácar.

 

El Castellano

 

DEVENIR ESTALLADO:

 

Llegó el día,

se colgó el agravio

en el árbol de las cenizas,

era mi ceniza como un cielo

ceniciento, enjutado de paredes,

era un viento de alambre

y sus espirales que mecen

nervios cual lindes,

despiertos, desvelados,

ven a por mí en esta cepa

que llora tu nombre,

yo fui tu hombre

más el destino me clavó

otro yerto horizonte,

otra nube de cenizas,

otra máscara que nunca elegí,

otra planta y otra flor,

no puedo deshacer mis pasos,

ni construir nuestra casa por el tejado,

en fin me basta con tejer

nuestro lago,

nuestro infinito remanso

donde Yago,

donde en su espina ardo,

Consumiéndome en tu aliento.

 

 

El Castellano

 

 

DESTINO IRISADO:

 

Eternidad para dañarme,

dejándome caer

nunca signifiqué más y menos

que dolor

afila tu nervio

dejándome a solas,

sólo encontrarás

que perdiste tu hoguera

sostenme los ojos cansados

con su Malva-Cruz

nada cambia

todo retrocede

todo corre y se desvanece

canta, ríe, corre,

yo no volveré,

mi tierra trabajaré

para cavar mi dulce espera

amaré mi polvo,

me sembraré en cada hoguera,

rayo irisado me descubre

llegaré a deshojar la muerte

y su cuna,

desde este nicho

tela de araña

al submundo de los condenados

donde yago,

mi herida si no  cicatrizara

será un recuerdo de que existes

llamándote dolor,

vuelo esta oscura noche

buscando calmar mi sed

siendo consciente

que no volveré a vivir

como cuando estaba vivo

mis pulmones llenos de humo

de noches enteras

fumando cigarrillos en boca del Diablo,

para ser yo

el más grande espejo

de esta soledad deseada

desde antaño destino infundado,

me alimento de todas las flores

que no te he regalado

y nunca te regalaré

cierra tu persiana hoy no te veré,

soñé tanto que por soñar

me llamaron ruego y estirado,

demente su hueso me llamó despecho.

 

El Castellano

 

 

MAULLIDO DE PÁJARO:

 

Una nota y un horizonte

una secuela y una desmembrada caricia,

se afila el viento y sople, sople mi adentro,

esta vida me cuesta la sed,

y quizás sólo quizás una yerta bienvenida,

por la solar acequia planto mi beso,

a un ababol de mi hueso,

es por el perpendicular recibo

que acuso mi piel expandiendo,

trance de mi endiosada calma,

y paz de espíritu que sujeto,

quedando mi gota frenética sin cauce

esta mañana que lo lejano

se torna cercano,

blandido mi cuello en su hoguera,

queda sembrar allí mi primavera,

y mi primer beso de siembra,

Bramando por ella mi cabellera,

como fiel retorno de las polillas,

habitándome en mis semillas,

es por ellas que mi umbral bulle a la fuga,

ella que lanzada, decidida

abandona de su ser el recto abismo

para llegar su alarido

a un destino y un techo,

tejido por c la araña que nos lleva,

tejiendo nuestra vida

de Violeta y malva.

Un fenetro para el desespero,

un puente para superar

la dificultad,

en malla dorada,

en granate humor de sangre doblado,

es por esta luna de venas,

es por este pájaro de maullido,

es por todo lo que vino a ser

y marchó crujiendo

crepitando, desnaciendo.

 

El Castellano

 

DEMONIO DE FLOR:

 

Que el arte es un demonio con palabra de alas,

una fuerza inmortal que sacude la entraña,

en alborada muestra su zarpa,

siendo del viento su grazno escondido,

viviendo la sed en destartalada acequia de hiel,

un réquiem y una elegía por todo aquel

que sus venas zarpó,

para anclarse en su honda sien,

camuflado de espiga

no hace falta que yo diga,

todo es y será de la caricia

al profuso horizonte de espina,

por su derretida cima viaja mi idea,

encontrando un manantial de sangre,

perdida su costumbre,

queda renacer en el ocaso eterno,

que si vuelvo de nuevo

vuestro aliento se comerá hacia dentro,

para esta abeja ser del viento.

Y el viento ser aullido

de lobo sediento en alambrada de piel,

cavando su azada,

derretido suplicio repetido,

en infinito que cuelga,

grita, desenfunda mi vocabulario yermo,

cual emplomado soldado,

fuente de abrevadero de la sílaba

pronunciada robada, deshabitada,

es de la solariega vega que mi Sol

contra el mundo es eternidad.

Canto viejo, canto de surco y simiente

lo estoy diciendo que no espero a mi yerto,

digno arte de admirarte

que si es para siempre

yo soy más que tu amante,

a la tierra va

a la tierra va mi aliento de serpiente ,

que se ahoga que se deshace

este verano silente.

 

El Castellano

 

ABROJO CONSUMADO:

 

Defiendo entre torres de humo,

al rápido destello veloz me despido,

palabras atrincheradas hueso despierto,

encrucijada entre flores de piel,

hiberno este sentimiento

que me desgarra la sangre,

siendo rayo añil consecuencia en llama,

crepitan de los sones los tambores,

mi brazo está para la lucha,

tejido mi sino está del abrojo

una cruel espina su medio para viajar,

soy de este campo como la fuente

de su encina, soy yo al menos

como mi amado zorzal

como un pájaro en su rama

que el viento le cuenta

de sus alas cansadas,

como un cielo sin techo,

como un tejado sin teja,

como umbral sin muerte ni acto,

despertar en la cueva de luciérnagas,

despertar solo y frío para sentirme en dicha

elaborada, agradecido porque estoy vivo,

mi palabra cual escarabajo verde hoja,

como precipicio de montaña

que ríe que escala su altura difuminada,

es de agua su rima consumada,

siendo yo el último hombre en pie

blandiendo su armada palabra

que avanza, no para,

se consume en eternidad arrancada,

a esta luna de plata que gime auroras,

de sus pestañas escarlata,

un secreto bebido

un halo irisado,

de esta meseta milenaria,

siendo mi alma una flama de lumbre,

un carruaje que lo lleva la noche,

mi ser que a tu alma abrace y alumbre,

porque a veces me consumo,

y si no estoy muerto

que venga a por mi la divina falacia

porque mala hierba nunca muere

y en este nicho de vida

me desvelo fiel Abrojo yerto, consumado.

 

El Castellano

 

FUENTE EXTASÍA:

 

Cercenas esta hoja ilesa,

la niña de mi verso si acaso pudiera

sangrar este cielo,

y su avenida en estruendo quejumbroso

sonido, al menos

un espasmo,

una lengua de nervio,

una acequia de sangre

es el hombre

si al menos fuese hombre,

fiel testerazo ensartado de bestia

caminan las sangres,

y nadie vendrá a vengar a los hermanos,

desfallezco,

exploto en pétalos bermellón,

soy de mí

preso de una historia que nadie me escribió a mí,

rayo colapsado y su vertiginoso alambre,

es una avenida esta fuente mía

en  un páramo rojo

en un gozo olvidado,

así la mina que se destapa,

ardiendo la pena dorada,

por quien la siembra,

por su azada maestra,

desquicia fina en teja, con tejado

en alma de ángel por cadenas,

destierro enjutado

en duro, desvelado canto de tierra seca

bañada su era en sangre de cepa,

hay un olivo que vive lejos,

hay un señero y estaca de linde quieto,

por los sorbos que me robó la siega,

viento, viento, labrado,

de letra y estalactita

de surco y olmo doblado mi tinta.

Hierve mi fuente niña.

 

El Castellano

 

PIEL DE LOBO:

 

Torre elevada,

afán y su vanguardia

cosechada,

escriba antiguo

deshaciéndose,

escuchando

el latido disuelto,

en esfera de brillo,

un sentido alarido,

vuelto aullido,

esta noche carcomida,

que debe escapar,

viento al crujido,

yaciente del seno de la ola,

en la boca de la loba,

la flor que se desploma,

la vida que aguarda,

este verano de fuego,

y su canción de grillo y cigarra,

desterrada,

es por ti es por mí,

que el destino no aguanta,

Sol mío invencible,

como lluvia de cielo,

aire aire alcanza a tu hijo,

de profundo monte,

de hoz y guadaña

se teje tu molino,

la amapola, la margarita, la espiga,

el tridente de la estrella tejida,

ven, ven a mí,

por estas hojas por su filo,

abriendo mi cuchillo,

cortaré mi sino,

aguardaré al fiel vivo,

en esta tierra,

en esta hoguera,

quemándose mi quimera quieta.

 

El Castellano

 

SILENCIO ESPINADO

 

Mantenme afuera,

sí, dentro de la luz,

fuera de la noche,

las estrellas

colgadas

en racimos a la espera,

solo sólo yo para ti,

crepita mi hueso

esta escarcha deshojada,

por venas del humo

de mi escuela,

por donde se acaba

el suplicio

y yerta la luna

destapa

sus besos de malva,

por ende este duende

comienza

la libertad de la sombra,

cayendo de nuevo

su araña está,

granate lustre de sed

por avivar

una vez en la existencia

el mar mi sobriedad caminará,

de la mano

tambores de tierra quebrando,

por su camino dorado,

el sueño y su telaraña rizada,

aúlla el camino de la zarza

y destapa

la soledad con capa,

de desertora entraña,

de una vida en la espina,

y su cúspide labrada,

es por el sol

que nace mi albor,

resplandeciente como fulgente

mordiendo mi suerte

es de la luz el siglo resplandeciente,

fuerte siempre fuerte

avivo esta lumbre,

giras evanescente

acoges mi fuente

que en gris y verde,

en verde, azul y gris,

las muertes bulle,

para ser un linde y un campo,

un abrojo y un manto,

un despertar en amaranto.

 

 

 

El Castellano

 

OTRO DIÁLOGO:

 

Saeta alada,

vuela y corre,

se alza y descubre

por ende de mi torre,

ríe en su ser

en sosiego

borbotón sanguíneo

desprende,

de sus alas jamás cansadas,

amplia carcajada

y gira su mira

hacia mi vida

nada puedo negar,

nada puedo defender

el ocaso se alza en vértigo,

no puedo empezar de nuevo

y volverme a equivocar,

este mundo se disuelve

sin empezar,

sin acabar,

quién vendrá a sostenerme

esta cuerda se rompe,

puedo ver mi ilusión,

puedo ver lo que no he hecho,

justo es mi vida,

rehaciéndose,

buscando el sol

para brotar en espinas,

y estallar en luz

un brillo deformado,

un ocaso purpúreo de mi alma,

un opaco punto de mi verso,

estampado,

cual fulgente pintura cromada

en tintes de un ayer imperfecto,

yo creo en ti, yo creo en mí,

nada correcto se puede hacer

porque nadie nos corrige

nadie nos importa más

que tú y que yo,

pupila nacida de sombras

pupila recta y serena

como el azul

de un océano y su puerto,

como nuestro

hicimos el fin del tiempo.

 

El Castellano

 

HUESO DE LUZ:

 

Sueño

estos lindes destartalados

esta bruma

y su violeta nocturna

de un ocaso que se destapa

y llama y llama,

a amplio fogonazo su luz

por los candiles que juegan y ríen

luz de consuelo,

se prende un horizonte de huesos

por piel,

vereda abierta del ayer,

nazco, subo y escalo

la hiedra por mi árbol queda,

tu dulce silueta resoplada,

un camino una vid y un olivo,

un apuñalado trigo,

el momento vuela consigo,

fiel tapia caída

reverdecer de mi martillo

resplandece esta luna quieta

de tu ombligo,

cabalgo por el suplicio,

avanzo mi enervado delirio,

hoy no pudo ser un día cualquiera

en mi tijera,

se dibujó la esfera perfecta,

y el susurro de plata corrió sus yardas

y sus escuadras,

brillo de sol, luz de ver el cielo,

de ver un difuso hielo derritiendo,

alzando la puerta a tu alma

que tenías sin pestillo,

espero para el momento

de cenar tu noche,

mi refugio, mi despistado destino

y su hueso crepitando

sobre el último tren

que lleva mi vida

reverbero el canto

porque sin ti no encuentro noche,

ni nido, ni lluvia vuelta poesía

de tu bello cuerpo,

sí, eres todo lo que siento

más que un umbral

llorando de cuarzo

más que una cama de tu regazo

porque eres mi hombro

eres mi trazo,

y mi mente al resguardo,

niebla y sangre de marzo

en hoguera de rosa de la tarde,

en la vida que te habla

eres más que un puñado de pétalos,

más que estrellas de este techo

que cuelga

y derrama llegada la hora.

 

El Castellano

 

BEHOLDER, CONTEMPLADOR:

 

Ahora que el día se ha ido,

ahora que navego letras

absorto a la espera

de una nueva palabra

capaz de crear revolución

capaz de hundirse y resurgir.

De flotar y deshacerse

en mundanal ruido de sueño,

temblando su frío sentido,

un recipiente y un vaso de muerte,

una visión y una explosión

de todo lo que prevalece,

de todo lo que incapaz perece,

un maullido de tejado,

un siniestro azar de suerte,

esperé y esperé y todo lo negué

como este verano frío y helado

que todo lo inexistente surqué,

que mi destino se doblaba en mi sien,

era un día en solar negro,

era como un tenebrio que camina,

como una poza sin aljibe,

como una hora cronometrada sin reloj,

era una súplica teñida de sed,

un grillo y un aguacero despierto de sol,

una montaña sin hielo,

un glaciar sin temperatura,

un brazo sin alcanzar,

una tormenta sin sonar,

era la vida una caricia en mano helada

sin sangre sin nombre,

mutable horizonte sin linde

un pájaro de cemento que aturde,

una noche callejera

y olvidada en la tela de araña,

era tu surco algo más

era vena era rabia desplomada

en el barrio de la quimera despierta,

quizás hoy quizás mañana

jamás prenderás mi alzada palabra

en otra alma en otro nombre

porque esta es mi lumbre,

esta es mi estaca.

 

El Castellano

 

NIEBLA DE FLOR PROFANADA:

 

Voy serpeando la tierra,

mis pasos que jamás yerran,

jamás altivos cercenan,

una estaca en mi corazón

que conseguí separarla un día,

un hondo surco labrado

de sangre desvalida

me azogó profusa y hondamente,

pero ya no te siento dolor,

quizás tu vago recuerdo profano,

para llegar,

para deshacer tu sendero,

de áspero color

y sus azafranes amarillos

de la tarde,

ya no caigo

por tus amplios lindes

de niebla y cuchillo,

aquí en mi alma

se yergue el umbral,

la sombra me abandona

para besar,

espíritu de agua dime

si el devenir de mi vida sostienes,

por qué angosto lo atrincheras

en diáfano cuarto umbrío,

yo que horizontal vago,

por encontrar un día

el vertical disparo

de mi enhiesto ciprés

con verdes refranes de hojas

con acrisolados

cristales de savia

a su altura quiero yo blandirme,

velando a mis muertos abrojos,

devorando la calma de sotos,

ansiando la voz que me habla

la voz que yerta me domina,

preparé un lecho de cardos

para llegado el día

escribir un epitafio

que ponga, que diga

heme yo brotado de la espina

aquí yace, aquí reposa

todo el amor que sentí un día,

y esta estaca

conseguí arrancármela

en su día.

 

El Castellano

 

RENACIENDO MI OJO DE TIERRA:

 

Diestro empeño asolado

en fanal infinito de campo,

eres miembro de brillo,

inmortal crisálida azogada,

un grito y su descampado,

lluvia y solariega rambla de vida

abarcarte no pudiera,

dónde acaba dónde comienza

tu verdad única,

compás del silente grillo que te alza,

pero jamás te alcanza,

del pájaro a tu rama tu balanza,

tu araña de acequia me abrasa,

para ser plural la templanza,

suave tu nube forjada,

naciente tu acompasada azada,

vida de la muerte sembrada,

eterno réquiem de naturaleza amada,

en vasija en cántaro que emana

crea, seca y rellena

una sangre de etérea tierra

como vena de la era,

mi fiel estampa quieta,

acabando la montaña en llana vega,

acabando el río en otro plural

llamado vida otro umbral tejido

perdido en abismo líquido,

retazos de encinas que me respiran.

Ababoles que caminan

destello fugaz que todo lo que nace

una difusa luz sucumbe,

para dispersar más muertes erguidas,

siempre en arduo silencio de despedida,

tenebrosa y umbría su caricia

que la tierra llena,

que la tierra devora,

para ser otra sombra,

otra estática vida

en otra boca,

en otra araña que lleva

su flama,

el acecho yerto jamás descubierto,

hasta llegado su momento,

hoy puedo verlo

mañana jamás podré negarlo

ni catalogarlo de aleatorio azar

todo tiene su razón y su causa imposible de negar,

para yo ser de la tierra y la tierra ser de mí

mi sangre que porto

en vasija de éste cuerpo,

no pude elegir ser otra vida,

ni tener longevidad imperial

de árbol y su carcoma,

mi tiempo avanza angosto

por descubrir la luz que riega el páramo

en solar entrega

diluyéndose fluyendo como rayos ondulantes

que descubren flores

y el campo afligido tiñe de ocres

con un estío subordinado

al renacer y evanescer de la sed.

 

El Castellano

 

SER DE TIERRA:

 

Es más que triste

que esté contento

porque estoy cantando

porque eres rama

porque eres gesta que prevalece

porque se agitan los mares,

y salvada de ellos

se alza Castilla

desde su espiga marchita,

fiel de lumbre, eterna hoguera,

sus pasos, castañas en el fuego,

forjando en uno de sobriedad

avivo el manantial,

los  jornaleros tendremos que desfallecer,

alameda mía,

sangre en mis venas no falta,

se forjará mi noche en la azá.

Hoy sólo somos cimientos

mañana torres de sangre y tierra,

de puñal y rama

nuestra verdad,

que claman fusiles,

de gente en estas tierras encumbradas,

este es mi rifle, esta es mi vida,

no me pisarán las rosas del alba,

garantía de mis ojos

que sangrarán los cerrojos,

hay que aprender sobre torres de tierra

aprender cultura,

para saber luchar,

para saber defender,

los valores los cinceles,

las plantas de la vid al olivo

del grano al granero del ayer,

y a sí jamás naufragar,

porque esta tierra cuesta vidas,

y los hambrientos se los come su entraña,

de esparto y fuente mina

mi sierra que camina,

muerta jamás arrastra pena,

violín de cuchillo,

sueño en vergel de sangre,

mi tierra por la razón,

no se agota la espuela,

miles de respiros valientes

troceando nuestra miseria

para ser del pueblo

y el pueblo ser de su tierra.

 

El Castellano

 

SUEÑO EXTENDIDO:

 

Presentes sucesiones de difuntos.

Quevedo

 

El cielo como granate yerto,

expandido ¿Cómo? con sus cristales por colores,

mansamente no me amanso.

algunos yertos que caminan

ansían la doblez de mi destino,

sábanas mojadas un olor a humano,

saldrá el sol no con más ganas que ayer,

para sujetar este calor,

vidas que ansían otro destello de vida

tras su estancia en breve instancia de caducidad,

que teje su organismo,

mundo no me  negarás la visión

por este sueño extendido

de mi jardín de mujer,

sin necesidad de podar escalo sus ramas

abordando su infinita sed,

arde mi cuerpo fiel verano,

quisiera ser río y fuente de montaña,

quisiera ser tantas cosas que sólo elegí una,

la que no elegí,

si no dos células y su vientre,

mis naipes se van desvelando

una baraja helada de sangre,

un destino y un cauce,

mi vida que elige electrificar su cobre,

en círculos la polilla

vampiresa de mi ropa,

destino avocado a su perdición,

estamparse y quemarse en la bombilla,

luego pregúntame por qué tanto buscar la luz,

perdido sosteniendo tu puerta,

el monstruo de tu armario tiene miedo,

quiero devorarte

lentamente.

 

 

El Castellano

 

 

ALGÚN ALIENTO:

 

Tú eres mi ventana volada,

eres cielo y fuga de escarcha,

un segundo y un desespero

fumando mi cigarro,

hasta el tiempo de volver a caer en tu cuerpo,

mantenme estas cuerdas,

mantén estas esperanzas,

te vuelves real color

suplicio de rosa gris,

anhelante caricia de tus puertos,

una gota, un oscuro linde,

un respiro de fiel accidente,

momento que se retuerce,

amor demostrado y dolido,

vida de mi sentido,

ufano beso y tiemblo,

carne de esencia, alma plena,

estallido y borbotón de luz,

no eres mala liendre,

eres demasiado buena para beber de mi sangre,

eres un puente de destino

y un alambre rizado,

eres mi sueño en el pasto,

eres flor que se renueva

jamás seca,

eres sueño y camino recorrido,

eres mi ansia que por si vivo

jamás podrás destruir nuestra rosa,

te amo más que dos palabras

es un nombre a nuestro idilio

jamás perdido mi amapola.

 

 

 

El Castellano

 

 

ABROJO EN MI DESTELLO:

 

A veces roto,

a veces nuevo

ecos de este horizonte profuso,

nueva era comienza,

escalando mis aguas,

justo mi vida está empezando

ruptura para ser libre

silencio envolvente

gira mi mente,

no Dios el Demonio eres tú,

Dios del demonio

en este linde por el calor sujeto,

estados febriles

de quebrada conciencia,

tus mentiras son lejanas,

de un océano abierto,

muchas noches te esperé

muchas lágrimas se perdieron

vida aparte,

creo que ya debo irme

dejar esta espina de corazón ,

prenderme en el olvidado brillo,

encontrar la luz del astro,

olvidar a mi umbrío ,

una despedida que me cuelga

la Copa de cerveza,

no bebo pero por un día

no me voy a condenar

más de lo sentido,

más de lo vivido

apelo al olvido,

y su cruel instrumento,

a golpes parados,

melancolía déjate no la conozco,

locura nada esa es pasajera

como humilde tijera,

buscando, buscando

olvidé cómo se escribe

un poema,

dejar de escribir es como morir

demostraré a este verano

que mi tierra de la parcela

llorará flores,

mi combate cincel de arte,

aquello que mi magia sucede

porque tengo sangre,

mi calor mi rojo humor,

ya no soy el mismo reflejo

no soy aquel vendido

soy destello de mí mismo,

fiel abrojo será tarde.

Para derretir todo lo existente.

 

 

El Castellano

 

 

FLOS UMBRA FLOR DE SOMBRA:

 

Está en la lluvia,

ella es Dios,

de ojos abiertos atraviesa

un profuso soliviar,

de flores,

de vivos colores,

escrito sin mentiras su nombre,

era un hombre

vendiéndose a otro hombre

que lo volviera hecho y acto

de material afán de éxito,

pero la naturaleza no se puede cambiar,

el artista no nace,

no se hace,

nace y se hace deshaciéndose a sí,

igual que un pre-bonsái

por podar y desmochar su alma

hojas mías quedaron mustias y abatidas

de haberme rendido al sentir de describir

a un amor furtivo que me acechaba

a un sentir interior que me dominaba,

caí como gota de agua,

y el estruendo me partió la vista,

ahora soy tallo nuevo de persona,

podando y podando,

destruyendo para poder crear

para acariciar este Sol

que retuerce , soslaya, pule, amamanta

el hierro de mi entraña,

el miedo no me para

el dolor por ser dolor se acaba,

siento que siento,

amo a la mujer que amo,

tallada en cuarzo,

al final seré el último hombre en pie,

cada verso que lanzar al viento

como fiel testigo cuchillo

de perder la realidad,

justo a la derecha,

recto para ser erróneo,

sigiloso para hacer ruido,

noche, alas blancas

es de ti el tiempo afilado

astros, diáfanos siglos

caducidad de la ciencia

caducidad de su conciencia,

verde monte para rodar,

azul cielo para atravesar,

siembra para ver la flor llegar,

beso para el placer amansar.

Me estoy perdiendo de verdad,

tengo que fumigar.

 

El Castellano

 

 

CUANDO LA LLUVIA CAE ABAJO:

 

La libertad está tejida

de flechas al horizonte

devanan duros, limpios,

cristales ahogados en profunda sien,

surtidor de velas de los mares,

fuegos en lumbre eterna

por los senderos que labró

el astro verdadero,

inconsciente avenida

mi ser viaja en sinfonía ausente

de tristeza y su carcoma

todas las expectativas

son vivencias

para el vivo

todo cambia

para lanzarlo

y nunca olvidarlo

sólo ser es el reto,

lejos de leones

lejos de sombras cada día,

cada emoción

por mirar

dentro de lo que no se ve,

se siente

promesas

que vuelven en boomeran

rescoldos de vegetales escombros

el pasado se abre en alta simiente

un día amarás decir

es alguien a quien tengo a mi lado

para resurgir de la hoguera

en honda tierra,

y mi ceniza lo siento esta noche

crepitará al viento

que no hay mayor portento

que haber conocido

un día su sustento,

que mi alma escapa de mi cuerpo

para abrazarse al firmamento,

mi lumbre ya avivada

prenderá el cielo

todo lo que siento

indómita expresión del tiempo

al que estoy sujeto

en oscura torre

que yergue mi adentro,

fuera de la noche

dentro de la luz

en veda azul

en vega de solitud

dentro donde tu interés

te miente

donde mis brazos se alzan

asumiendo la eternidad

de mi sendero,

la eternidad del azul del cielo,

donde  desde hace siglos

te espero.

 

 

 

El Castellano

 

 

SEMPERVIVENS:

 

Modelo con cincel de viento

las manos de una caricia,

la vida de mi abeja subrepticia

cómo definirla no sabría.

Estreno un nuevo Julio

una gota sedienta de su estío,

fuera del momento

que mi vida se vuelve luz,

mi vena siempreviva se yergue

acariciando a mi Sol,

que este mes me vio nacer,

viento, viento bonito

llévame en tus alas

de vidas labradas,

quiero que me muerda mi amapola,

que se destape tu lecho,

y me dejes apoderarlo,

para siempre volar

como mitad de poema,

que las aguas surca,

para fortalecer el riego de mi tierra,

con sangre de hierro,

tu fiel desespero,

renace mi araña Lichtter

tejiendo mi existencia

en mitad del verso

hoy por ti, siempre por ti

LhiannanShee,

se quedó llana y profunda

la cuenca de tu visión,

siendo hondo destello enfundado,

mi calvero y sus ríos de sombra,

sigo por la línea goteante

de nuestro suplicio,

me pende la mirada tu ventana,

mientras hilvanas libre tus cabellos

de rizos de cielo,

los cuadros de mi creencia los conoces

mi veleta, mi Sol, mi flor,

mi árbol, un puente a encontrarte

una vida,

juntarme, en proceso que rige,

que estalla en dos rayos de tormenta,

te quiero, te necesito,

el Sol dice lo que me susurras,

mi cigarra laboraba

el sentir de una esfera

que canta dentro mi alma,

de un grillo el soneto,

de tu cuello el cristal de cuarzo,

de mí la lluvia en tu agraz de marzo,

mi concepto será ejemplo,

avanzaré por mi sentido puente.

Nuestro destino cruzaré.

 

El Castellano

 

 

APIUM:

 

El barbecho de la espiga,

la mar me trae la ola,

la montaña me trae la cascada

mis ojos llevan el color de siglos

de floresta destapada,

mi tierra se lleva mi espada,

el  aire mi aullido

hondo, redondo

crujiendo en las aguas,

mi vida lo siente

lleva sangre en las venas,

arterias de ángeles

estrellados en su eco

alzado a la Estrella,

sostenme en las bocas

que mi silencio reverbera,

mi montaña bonita será sentida,

mi Santa flor en la boca de la abeja,

que mi vida maneja,

tráeme los pinos de los montes,

el aire de las cumbres,

tráeme tu boca para nacer en ella,

sigo a Lucifer

bueno él me sigue a mí,

cosas peores habrá

como abrir y entornar la puerta

para que pase la maldad,

siento decirte que arrastro mis demonios creados,

para enterrarlos en el campo,

al lado de un sigilo de chopo,

que a sí estén de ojos abiertos,

no me enloquecerán más,

estoy hecho de miedo,

soy de hielo

más fuerte que el don austero,

palabras sepultadas en mi zanja,

mis padres y mi gato son inmortales,

¿por qué me llevaste padre a la ciudad?

que lento muero aquí,

sin sentir el viento de mi campo,

sin mis flores y su aroma

a vendavales desnudos,

estos árboles de cemento

no suenan con el aire,

ni estos cristales atraen abejas,

aléjame de rejas,

salva mi muerte

que es del monte.

 

 

El Castellano

 

 

CORAZA DE TIERRA:

 

Abrasa mi vida, esquiva es

esta piel de caricia

estoy ardiendo, aviva mi resquemor

en este mundo que se retuerce

y envilece entre sus venas razones

la realidad como lirio de negro pétalo

sólo un sendero por abarcar

llamado vida.

Del astro Rey de sí mismo

a la caléndula de tierra,

su esposa efímera.

Avanza mi subrepticia,

entre páramos deshojados

y sus hojas por gentes.

Espiga flagrante, sentido granate

por mis ojos he visto nacer

los genes de tierra,

por mis ojos he visto morir mi amor

que mi pecho yergue

yedras brotaron tapando su calor.

Mi Sol me enraizó

mi ilusión se diluyó,

una flor de sangre brotó

llenando mi vacío interior,

mi amor por su reino vegetal

me mordió.

Ahora sólo encuentro

tranquilidad y sosiego

en las vidas que siembro.

En mis diablos de flores.

Hasta yo morir

a la altura de los montes.

 

El Castellano

 

Blándeme:

 

En mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.

El Castellano y Leannán-Sídhe

Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvido yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puedo olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnudo mi cuerpo en la penumbra

del segundo quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerdo

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la oscuridad

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.

El Castellano y Leannán-Sídhe

Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

hipsipila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

Flor de Bradomín:

 

Partir me alcance un día,

he  de visitar el prado

que yo por Bradomín

nunca he visitado,

he de colgarme

de la flor serena

un día lluvioso

a colgar mi estandarte,

vive, nació y deslumbró,

deberéis guardarme el vilo,

que yo partiré este humo,

quebraré la voz del eco,

soñaré que estaba despierto,

mi simiente sacará su cuchillo para sembrarse

sola como se destapa la primera

gota de rocío que tiembla

el Sol que visita,

esta la haré generación seca

en pergamino de hoguera,

mi letra caerá en el ojo

desde el infinito parco de este abrojo,

el altiplano enjutado,

dirá que me debéis cuanto yo

Arriano he plasmado,

y este granate será mi lustre recordado,

es y será mi casa,

el esfumino en coro de grillos,

aullando bisagra,

a la luna que escarcha,

hazme libre luna,

saca mi alta ojera con tu luz,

abre mi campo

al murciélago señor,

acaso mi espada mi tiempo no blandiera,

me encumbro de la fiera,

para ser quimera a la espera,

mi Leannán dicta

yo converso

que desde su estampa

al hada infernal de esta

yerta conciencia,

resurgiré

de la espina dorsal

de este cuervo Förüq

que me habita,

el ser que me lleva

cantará soñará

que es y será  otra primavera

para enloquecer desde ingenua siembra,

graznará el solar del fresno quieto

abrirá el despertar de esta gris araña

entre agujeros de la idea

soterrada, descubierta, alzada

entre sierras y barbechos

despierta, riza, besa, evapora

esta sangre de tierra

que es mi amapola del pecho

anclada, versada, cálida, cariñosa,

abierta entre grietas que palpitan,

fulgente, displicente, dispara que flagra,

sentimiento de esta azada

que es mi vida

al borde de la flor

de caléndula

que es esta realidad tejida

y su floresta que riego desde

que el verso me escribió

a mí la felicidad.

 

El Castellano,

 

Señero quieto:

 

Linde abierto sembrado por Dioses

de plantas que sólo ellos pusieron

y que ven exclamar su muerte

de silencio gritado

lentamente las estaciones.

Es este campo que vive lejos

con señero

un señor de señores

amor de silvestres,

es encargado de ver en flor

sus amores,

vence que atraviesa

sólo su mirada,

un jacinto se yergue

de azules botellas

sus besos de rocío matutino,

matutinos gritos postrados,

con el hervor que reverdece las tierras,

de cal y tierra arenisca,

de arcilla al barro,

de la pizarra al risco

de granito,

es una vida mi estatua,

dulce,  risueña,  sembrada,

albores cruzados crepitando,

mi nido de grama rehaciéndose,

entre luceros anclados,

arriba mi barco

estos océanos y mares

de tierra,

que todo lo rige

su materia,

desnace el tiempo

abriendo el brillo de mi falcata.

Fiera de fieras

yo soy la fiera,

desde las piedras

a esta mi hoguera.

 

El Castellano

 

Aciago, recto vilo quemado:

 

Cantares quebradizos

se alzan entre aciagas esferas

de la palabra inexistente,

entre sones terrazgos

que sí puede,

llevarme la espuela,

entre la mente que afila,

que pule mi sangre oxidada,

por el puente de venas de mis manos,

diestro al compás que muerde

yo sí estoy hablando

tú no estás escuchando,

esta vida asida en un tiesto,

por encajes sin alba

por encuentros fugaces

en mi averno tejido,

entre estos soles de trapo

que me levantan las flores,

avanza la flojera del día

que llega a su final,

volviendo madrugada de espadas,

quiero contarte hasta tres,

mi aliento que no sabe contar al tuyo

pero sabe que cuentas con él,

yo que ni segura tengo mi muerte,

colgaré destinos

de sus ramas de fresno,

mi piedra será estatua,

no seré yo quien hable si no ella,

el verde musgo llorará el sino dentado,

esta vida de espectro

no me dará de lado,

de un solsticio me haré un cuarto,

entre mis líneas habitarán espasmos

de ideas ausentes,

de fríos hielos de soledad congelada,

liberaré este reino enfuscado

cual vicio cual tierra sin dueño

de crear nuevos palabros

que serán hijos de la nada,

cabalgada, soterrada

en infinito de la siembra alzada.

 

 

El Castellano

 

 

Soles de cuarzo:

 

Libero vendavales furtivos,

acampo la idea en tremenda pradera

descolocada, mansa, abierta

en florestas húmedas de rocío

tempranero, sólo allí tengo nido,

entre trinos que excomulgan mi deseo,

como atardecer rojizo sin sangre

acaso es, envoltura dispuesta,

rezo que acompaso la franca vida

de mi caléndula del camino,

resumo que coarto su vida verdadera,

luz de los campos, luz de mi campo

acaso fuese mío,

aquí solo hundido mordiendo este papel,

traigo que quiebro tormentas en nido,

culebras del sonido perdido,

me desatan yugos de esparto,

arde la simiente mía,

entre clavos ardiendo,

entre amapolas dulces, risueñas sin cruz,

se desmenuzan abrojos

de mi soledad carcomida,

a la que entablo soliloquio

en cama, con ella sin ella soy el mismo,

verdades atrás qué necesito,

si el mundo me hizo completo,

quizás aburrirla a ella mi pena,

nacida en cuarentena,

avanza mi siega,

esta vida mía vale la pena,

rezogo brillos de metal

cuando deja de serlo,

y crispa al viento

lo que llevo dentro,

más que un tarro de miel

y unas flores asesinadas,

un corazón que sube por la garganta,

a decirla a ella que no se vaya,

usted es mi compañera.

De estos siglos que me quedan,

eres la carcoma de mi madera,

hasta ser lanza,

estaca que somete al viento,

en aullidos, en graznidos dolidos,

en enjambres con reina.

Por ahora a tu lado

soy azada que socava mi camino,

sacando terrones de lamentos

para sembrar tu amor

que Dioses me indican

que tendría que estar ciego,

para negar que eres más de lo que siento,

como veleta que le falta lo principal,

para no ser dirección que marca,

una flor plañía a mi vera,

que le faltaba su insectito

que la besara sin diligencia,

así la belleza nunca completa,

recto escalafón retorcido al beso,

unión de dos, como escala sin peldaño

rampa no sería,

me encumbro de la fiera para ser yo

la fiera, de esta mi pradera,

se afila mi vida quieta,

entre soles que cuelgan,

y colores que lloran,

despierto para entregarla

a ella mi cardillo de la dama

para que me lo devuelva

cuando me una a ella,

como se unen dos gotas

del mismo agua,

como se desgrana el molinillo

cuando saluda el viento.

 

El Castellano

 

 

Linde quieto abierto:

 

Derecho firmamento

entre filos de gentes,

es una piedra que camina,

piedra aventurera,

seca y umbría,

reposa y duerme

cantares del linde,

centellea rayos irisados

se riza con los besos de lluvia,

acaso quiso ser otra,

ella tan yerma, tan plácida,

imperecedera,

cerrada como se cierran

los rayos de luna,

acantonada, de estéril estampa,

dejas muda alabanza,

el día que te hice de voz,

piedra bella, sola,

estridente sin patio de sonido,

y esta voz que te di

voz dorada como tu piel de minera,

como un soto sin perdices,

avanzabas solo tú,

la vida quieta,

sembrándote allí por donde anduvieras,

al candor de piedra única

igual a la siguiente y a la anterior,

sin afán superior

hasta que este poeta te dio voz,

como flores que sin color

acaso fuesen,

un despertar en brazos de cieno,

un respirar de la montaña,

un cuchillo calizo que afilan

erosiones de las eras,

latido férreo, sangre de mineral,

o compostura de arenas,

piedra de mi casa,

piedra de tu casa,

la tierra.

 

II

Piedra potencia eterna,

nacida como nace una estrella,

cumbre de filos por bandera,

hogar, cobijo y morada

de lagartijas que cuelgan tus venas,

colchón de rayos de sol,

asolada tu espera

por quien te dio voz,

lideras tu guerra sin cuartel,

antes de yo nacer,

tú dabas alientos al suelo

sin importar pertenecer,

siempre fuiste

siempre eras su piel,

de la cantera, al nicho,

del mausoleo, al caserón viejo,

del silo al castillo,

tu fortaleza empedernida,

tu aval de honda certera,

Siempre estabas

siempre estuviste,

como río a su voz del mar,

osado no fui yo

quien te encontró,

solo fui encargado

de darte moción verdadera

ojalá pudieses contestarme

mi piedrita bella.

 

III

Devuélveme a tu vida eterna,

del soto a tu quimera verdadera,

clávame la oscuridad de tu cueva,

en esta esfera pulida sin espera,

risco de tu sien enarbolada,

millones de hijos

esencia desnuda de tu alma pura,

techo sin compostura

del ser invertebrado,

techumbre que pizarra llora,

su azabache de cristal,

tu sangre de fuego y agua

que nunca te alcanza

sólo partirte puede,

grieta de helada, tus filamentos

que encaran tu azar de vida sin dueño

a tu sangre de musgo me cuelgo,

en verde musgo tu fantasma muerdo,

vida de herramienta,

azar de la idea,

al paraje que te conforma

al que sostienes su vida

siendo el suelo techo de esta hacienda,

si tuvieses dolores todos gritarían

que se acabase la muerte en la tierra.

 

El Castellano

 

Es un fuste:

 

Quiero deslumbrar mi camino,

ayen de estas víboras que caminan,

palpitar el látigo enfoscado

de sedientos corazones.

 

Entre sangres fugaces afilo

esta vida en grana marcada,

deshojada, por cuanto he conocido,

más que tristes metales lascivos.

 

Caparazón este el mío inerte,

vestido de marzos seniles,

agota, coarta la esquela

de mi memoria perturbada.

 

Camino sin camino

por donde se oculta el este,

veo la flor que desviste,

entre pétalos su iris difunto, perturbable.

 

Te construyo sin verja, franca,

tapia ni acantonado te hago

a imagen y semejanza del aire.

 

Que pasa y mira,

que mira pero no descubre,

que nací dueño de tu avenida.

 

A este sol ferro  cuelgo agravios,

ofensas que desvanecen,

como la noche devora lo que es suyo.

 

 

El Castellano

 

Azabache de ojos:

 

Ojos direccionados

a esta luna de azabache,

el tejer de una gota de savia

plañía la desesperanza fría.

 

Siniestro compás mece,

en acorde clavado

a este invierno estirado,

al estallar de bombilla me cuelgo.

 

Curvo escalafón riza besos

de unión de cicuta y sangre,

yermo, plácido, envuelto

en sembradíos de oscuridad.

 

Quisiera que hablaran mis retinas,

de encuentros fugaces

al temblor de esos filos

que la dama oscura blande.

 

Gira presto a enraizar mi sangre,

con destellos de espuma

que las tierras bullen.

 

Yerma, extasía de verdes

por solitudes heridas

una cercenada tajada,

 

Retiembla mi destino

al cabalgar de soles,

fiel estampida de semblanza.

 

El Castellano

 

Flor de destino:

 

Ama de esta casa, el alma fría,

de mundos retorcidos,

ingrávidos al peso de flores,

destartalado, por gentiles gestos,

azares difusos de mi reino,

saludando a la quema del rastrojo,

un iris por desenclavar,

corona de caléndulas

en soles por doblar,

al rayo seco, tornado en gesta

y sus candilejas fulguradas,

ríe y pasa, pasa y ríe esta espada,

hendiduras febriles

de mis verdes ojos

entre sus cauces la verde grana,

la verde espiga,

un romance del labrador

con su granate amapola,

llora sangre de aquellas santas,

esquiva de obreras guirnaldas,

se cava en rayos seculares del rey astro,

Estallando de luz su rocío primero.

 

 

Cuarto para sembrarte:

 

Duro, seco, estridente,

irusorio destello

al matiz de soles abiertos,

estoy empezando,

alago, avanzo este cuarto

este cuarto de arañas,

repleto, lleno por escuadras

afilo el verbo

preparado, despierto,

granate complaciente

a este lustre olvidado,

quiebra marzo,

estampida en blancas sienes,

réquiem en osadía,

en marca de astros,

luz intransigente,

fulgor

entre tus manecitas

heladas,

miro atrás

nada reverdece el horizonte,

todo son raíces del hombre,

me cuelgan lunas

ojeras sin alba,

quiebro esta ilusión

me afila su espada,

cómo huir

de los que no me conocen

si nunca me conocerán,

me clava la estrella

un tenor en escala mayor,

gimen flores por abrir,

el sol hiela de nuevo,

rizo sorpresas en tus cabellos,

libero el león,

me muevo,

suceden grises

a mis penas,

escarchadas, desvanecidas,

derretidas  en claro oscuro,

por lo que dejó de ser,

llevo que traigo,

resoplos y arterias

en este jarrón de sangre,

hasta que caigan dementes azares,

y sus cruces bienaventuradas

de tu carne,

de mi lumbre,

de este alambre.

 

El Castellano

 

Tierra perdida:

 

Limo, sostengo, agito

la vena enardecida mía,

destapa al fuego en círculo,

retiembla destinos ciegos

en crueles, parcos horizontes

sin orificio,

destrenzo el nervio de hierro,

repto avenidas sin salida,

voy y vengo cantando

esto es tierra perdida,

correcto, en el ojo

y soterrada vía del hambre,

nazco que broté de semilla,

estiro que alzo

sangre en caricia,

marcho sin mirar atrás

esto es tierra perdida,

ocaso malva derrite mi vida,

en ríos sin despedida,

en sábanas de escarcha fría,

correcto

es tierra perdida,

nada es súplica advenida,

fulgor entre sienes de carcoma,

festín de arañas grises,

nada me detiene,

avanzo, el sol me cuenta

que es tierra perdida,

cae la tela tejida,

fiel al descanso de mi subrepticia,

gimen tiempos rizados al ascua,

cantan malas yerbas

sin perfidia

que esto es tierra perdida.

Yo contesto

dorado al fulgente metal

que es mi vida,

es pasión, es luz,

es calor,

este es mi rifle

esta es mi vida,

granate al escape

lustre postrado al rejuvenecer

del marco,

yo no estoy colgado,

venzo que avanzo,

resumo, coarto,

me descubro a la luz templado,

todo dicta

que yo voy

que yo vengo

por tierra perdida,

resplandores sujetos,

acuartelados en énfasis,

porque desconocen su sino

madre de

esta tierra perdida.

 

El Castellano

 

Extasía de cristal:

 

Penumbra arrebolada,

hija de la sombra asolada,

temple de maraña,

tejida araña dormida,

sol en su trapo desnudo,

ven a mi cabeza

retuerce mi idea

que se encadena

sumisa a noble premisa,

no puedo parar

no hay tiempo de pensamiento

sólo escribir duro, seco, limpio

como agua de este río.

Sentido volviendo a la vida,

mi espíritu está creciendo,

tantas luces sin alba

tantos astros sin noche

es muy tarde,

nunca para volver

al origen de savia,

desnudo en este reloj

mirando este cementerio

alzarse, enarbolarse

de la nada y su infinito de cristal,

estoy dolido

que tú te lo has creído

si me quiebro

es para renacer

quemando mentiras,

liberando fieras,

roto al tiempo

entero al fragor

de mi espada,

no tiene vuelta atrás,

océanos abiertos me llevan

a flote de nuevos sueños,

rizado a la espera

engalanando mi quimera,

desiertos abiertos

en cal viva,

mantenme el amor quieto

subiendo montañas deshechas,

viviendo el brillo sin estrella,

ojo de un ojo labrado

mantengo mi esencia

en joya de noche

miro dentro

y todo retuerce de nuevo

dame tu mano,

descubre mi reino perdido

a encontrarse en tu mejilla,

háblame de tus vidas

de tus alas en mi extasía,

sólo allí despacio

latirá su osadía

líbrame amiga

de cerrojos

y sus cerrojillos dorados,

exasperados,

esta noche seré luz de hoguera

y tu cobija quieta,

el único sin miedo

a decir lo que siento,

carrusel sin engranajes

caballo sin jinete

tormenta sin nube,

beso donde no lo imaginas,

sólo yo contra el mundo

abriéndome de la tierra

siendo alma en disparo

certero, agudo, estridente,

como la voz que no se pierde,

yo nací albor

nací para ser tu amor

no me pierdo,

estallo osadías repletas

solitudes que trepan

cruzo líneas

de estos cuatro días

que clava tu voz

desmigajando miedos

porque yo soy el miedo,

batallas aparte

soy tu planta silvestre

amando su tierra

más que a su sangre,

mi esencia verdadera.

 

El Castellano

 

Cornucopia de tierra:

 

No rebotan los tiempos llorando,

en escalas a ese cielo anhelado,

voy que viajo

y bajo mis plantas

la tierra brota, rehúye, fluye,

todo me alza

sobre torres sembradas

y sus trompetas abiertas,

desenfundo esta esencia

de estaciones correr,

hogueras profundas

en lágrimas de lluvia,

plantada mi compostura,

me crepitan las montañas,

los cuervos me rinden pleitesía.

Ante estos ojos

el ávido brillo

de oscuras alas,

frente mi carne

fuego enraíza

esta noble falcata,

encinas me enraízan

el dorado anochecer,

noche oscura

entre espectros de letras,

el día derretirá mis flores,

trepando mis venas de encaje,

mi azada será sangre

no más cuerpo y carne de metal,

al erizado filo

clavaré sentidos despiertos,

mi letra será invencible,

en flameante rebosante inspiración

parida de un rayo de sol,

ay la tierra que me clava la siembra,

ay sol ferro,

yo te hablo

al fulgor de venas

al calor de llama azul,

tú invencible

como la palabra te formó,

extasía lumínica

en candor de lunas aulladas,

ven a mi pecho,

te daré asilo,

desgrana este silo,

que mis manos hablen colores,

solo ante la adversidad

esta negra noche que huye

enjaula su oscura sombra

donde la letanía esconde

sus garras de cristal,

quedando repleto este umbral,

he oído llamar

llamar tus sangres de luz,

a violetas nebulosas

sin cauce

empotradas en sagradas espirales,

busqué tu vida eterna,

me contestaron inviernos

desmochando brotes extenuados

de tiempos atravesados

por tu espada eterna,

fuente fría

que llena dulce la fontana,

la vieja luna sonríe,

lo efímero será áspero y duro,

a la caída de este plomo,

se levantarán estatuas de barro,

tu lobo vestirá el sincero metal

por ser de hierro,

hasta su aullido de plata

a la noche sempiterna,

y sus enredaderas malvas,

campo este de víboras nacido,

por un surco repto,

y el alacrán me saluda,

soy yo tiempo olvidado,

resplandores

de este patio de grillos,

me cuelga la corona de caracoles,

por todas mis lumbres

abiertas

de caléndulas solariegas,

más que hoy

no espero nada,

porque yo siembro lo perfecto,

me responden sus voces del suelo,

al intransigente destello

me parto, me quiebro,

hasta dar mi voz

a estos campos

y sus sotos perdidos

encontrados en cada sangre.

 

El Castellano

 

Ondas mecen:

 

Me cruzan las vías

del tren de la noche,

abierto, caracoleado,

en peregrinaje de estrellas

y sus halos,

este insomne caballero

de tu sonrisa nacarado,

arrebolado entre tus brazos lejanos,

una hoja precipita

al tañer de campanas

en garganta de lluvia,

no hay invierno sin frío

ni frío sin invierno,

vuelta atrás estoy vivo,

una vez en la vida

curva de espejos

entre verdes y ocres,

quién dijo que no tuviera esperanzas,

pálpito fugaz de estrella marchado,

el amarillo viste mis flores,

color efímero, sin despedida,

entre un patio de ojos

y sus carcomas solariegas,

danza este caballito sin diablo,

al cuartel de la cucaracha

van los ojerosos grillos,

todo cuelga de un hilo de lana,

horas minutos

para hacerme libre,

termíname tú porque yo no puedo,

este alfiler parco, sobrio

como él mismo,

entre circo de huecos sones

danzan los vellos de mi piel,

por el agujereado brillo de luna

cuento notas perdidas

y el filo de esta mi cuerda

hasta latir con ella

y su desnuda poesía

con cuerpo de mujer,

lejos de la tierra,

entre un soñar del viento,

se destapa mi cordura

le florean pensamientos

fieles ecos en iris despierto,

dulces ondas como dulces sirenas

enamoradas,

de este marinero sin mar

llamado verso,

al senil aleteo de la polilla,

el invierno nace de un cubito de hielo,

que avanza ya su noche

sin pedir permiso,

al vapor de sienes heladas,

entre un coraje acorazado

de haber realizado una buena siembra

me marcho.

 

El Castellano

 

Filo sonriente:

 

Agudo filo nacido

mi destino.

Recuérdame en la tijera

desdoblando la espera,

hoy por hoy

mañana por ayer

el frío en la piel,

de estas cuchillas

sonrientes,

y su esperanza

carcomida, acabada

en hoguera.

Miénteme aparte

ancla en gozo

el violín de mi idea,

corriendo por fuera

marchando lanzas

de tierra

y el tiempo

solo, hinchado, dormido.

Rehullo de mi pasado

que se clava

en mis brazos.

Mírame aparte

del punto y su silencio

seco.

Esta vida en el centro

de una margarita,

miro su caricia

en pétalo de brea

arde mi sinfonía

deshace la lejanía

hasta ser ese lejano

carrusel de estrellas

por boca.

Vida por mi vida,

y yo qué no daría,

a este cielo desplomado

de fieles compases

oxidados,

es por su plomo

que a veces plomo,

a veces más alzado

que las cumbres,

entre regueros y ramblas

libero mi azada,

en cuerpo de sangre y vena,

no conozco a Pena,

entre su alta ojera

clavo una letra,

abre la acequia

destartalada en honda esencia,

allí donde graznan cuervos

su lenguaje de madera,

soy yo a la espera,

abriendo mi destino

en esferas puras, plenas

ay la tierra

vive esta dorada

escolopendra,

sucesos de huesos

arde la compostura

afila su beso de miel,

todo queda en yacija,

derramada hiel,

entre grietas iluminadas

del iris insomne

soterrando verdades,

completando

liberando sus cavidades

y su dama oscura

naciendo la noche

que ya vuela,

entre testimonios del pueblo,

que pertenece a la tierra

y sólo esta a su materia.

 

El Castellano

 

Vieja escuela sembrada:

 

Cierra los ojos

es nuestra creencia,

por la que no hay

rosa sin espina,

línea de destino,

déjame sembrar luz

en la retina,

que caiga mi gota

quebrada,

viviendo tus memorias

lejos de la letanía

enroscada,

crepitan los labios grises

entre crujidos por despertar

leones del nuevo día,

Noche, noche

tus minutos erizados vencen

pasan las horas

y las horas

la misma pesadilla tejida,

en vilo en vela

de navegante sin mar

sin barco, sin puerto,

viviré una vez más

esta soledad del párpado

despierto,

muy alto, muy hondo,

todo se retuerce en sol mayor,

hasta la cima

me verán cabalgar,

resume este papel

un furor oxidado,

soy yo, soy yo su raíz

que ni yo mismo entiendo

dichos soterrados en alma difusa

en corazones sedientos

su fría caricia entre espadas

ni yo hago empeño solariego

ay la tierra perdida de tu raíz

quien osado sólo la viera

de viva materia rompiéndose

sucumbiendo sobre los filos hirientes

hondas espumas

riéndo en camino vivo,

en un sentido

con bordes de rosas y cebollinos

y senda de espinos fugaces al alba,

brotando imperecederos

que enriquecen los pliegues sembrados

de esta mi sonrisa

de esta voz en calma y en tormenta

de desnudos sigilos

que te nombra y nombra

si no estás lo hace sin cuenta

Poeta

Haces la ruta sin pena ni sangre

que no sea portada en tus venas

de solana hacia el sol

en un ovillo giras en tornasol

allí donde sus esposas

amarillean y tu sien gotean

en canto al amor

alzado en rayo de Thor

será un caracol

cuando nos vamos

solos sin nosotros

con o sin Dios

nació un vespertino albor

ocultando el dolor

secando lo que plañía

la sin razón

Se duda entre las cosas

por la vaciedad de las cosas vacuas

de fátuos alambres en fanal

hoguera del hambre

de oblícuas espinas

y los nuevos castillos

que sin su castellano chozas son

destruimos

si nos miramos

vencer o vencer otra vez

Oh raíz

ay de tu tierra que te vio nacer

qué guardas

en tus bases en las grietas

que te clavan que estiran

tus lágrimas del ayer

que no nos dejas ir

por caminos distintos

a los limpios valles de oscuridad

reposo y sosiego que clava el camino

¿Será cómo es

por siglos

de siglos?

 

De este tiempo oxidado

que latirá el son

con forma de tu siniestro corazón.

 

El Castellano

 

Cristal silvestre:

 

Ámame como se ama a la vida,

porque te amo en caricia

sin despedida,

tú que eres como la noche

en subrepticia,

yo contemplador extasiado,

por el fulgor que se abre paso,

Fin del diario,

 

este es el momento,

que se queda para descubrir

la expectativa

del vivo hacia la vida,

todo cambia y yo lanzo

mi destello sembrado en mis ojos,

susurros en letargo

abiertos al destino parco

estoy en tierras de la luna,

abriendo, tornando bella

su distancia,

todo sembrado

de quien yo era,

esta mi raíz que canta

plena, sacada,

cortada de su tierra,

para nunca olvidar,

alzada a tormentas del tiempo

y su etéreo desliz envuelto,

en las calles

de los sueños rotos

un pasado que dejo atrás

estoy joven para estas nuevas visiones,

existencia clavada,

al crepitar enroscado entre arterias

de alambres,

y su perfección

erizados gritos liberados

hay que pagar el precio

de ser mejor que este talento,

avanzo lento,

me abro por el fuego,

y no hay sangre que no me deje

envuelto,

miro dentro de tus ojos

buscando mi respuesta,

el sol se está enterrando en tus cabellos,

lima este nervio

que llegó su escarcha

siempre aparte,

siempre en alarde,

hasta yo encontrarte

encontrarme yo

en los sotos de tu voz

hasta ser yo el alarido con nombre

de sol, ser por siempre

ser para siempre,

ser siempre,

y Siempre llevar mis apellidos,

Siempre quemándome

en resquemor intransigente,

precisión de mi duende

llamado amarte.

ARTE,

condenada mi sombra,

a este precipicio

que despeña la letra,

a través del umbrío páramo

de esta piel y su yermo bosque de vida,

sigo la estela

vocecilla, elevada sin razón,

porque sí me sobra corazón,

soy yo mi murciélago de nácar,

vuelo que giro el infra-sentido terrestre,

y me quedo en vilo,

es glorioso este sino,

haciendo el amor con los sentidos

en el saco desdoblado,

de mi realidad soterrada,

destapo que descubro malvas

del sueño taciturno

que conduce a contemplarte,

bajo el sigilo de mi araña,

y su tela irisada,

en extasía de espejos carcomidos

sin dueño,

que no sea sinestesia

del cuadro de visión

llamado visión enardecida,

por la que mi ciprés

tiene tacto a caricia desnuda

y mis caléndulas caminan

con sabor a deseos de rubor.

 

El Castellano

 

Quiebro en dicha descrita:

 

Muero por un beso

aquel sembrado dirá que vivo

vivo por un querer

cruel del destino

condena de una pasión

que creó tu pestañeo

al dejarme ver

tu cielo encerrado

ese que liberado

jamás me abandonará,

fijamente tres minutos,

y morí con tu pestañeo.

Demostró que fui y soy

importante para ti

y que a pesar y muy

a mi pesar de los problemas

problema no es mi apellido,

seguí en tu mirada atrapado

hasta que la aguja

de aquel reloj de pulso

se paró al pasar ciento ochenta segundos

mi cambio de vida

cuando consumí

medio giro al decir

siempre te amaré.

De este resquicio vivo

yo traigo la flor,

en competencia

de ilusión que marcó

esta hoguera sin pena,

eres tú soy yo,

flamígera condena,

por el párpado del cielo,

por mi astro soslayado,

que yo sólo encuentro cielo

en tu mirar encandilado,

soy un muerto con vida

si no te tengo,

y este firmamento

se me cierra seco,

muchas cosas erróneas

en mi vida

que no hay tiempo para la sombra,

no hay tiempo para tristeza,

ni para la vida quieta,

porque todo resume

en buscarte a ti

mi vida completa,

si este corazón es un tiesto,

quiere y te quiere a tu persona,

enraizada, plena,

resplandeciente,

como el brillo,

como el halo,

de tu limpia, dura

sonrisa de perlas

en océano de resurrección

descubierta en dicha,

mía, mía sin despedida.

 

El Castellano

 

Tordo acompasado:

 

En el océano de este mundo

abierto al cielo,

vive el cuervo,

por el desvencijado respiro mío

avanza, mece y sostiene

un tiempo en réquiem de espadas,

por aquellas voces que sordas

laten, se descubren, alzan,

se quiebran al paso de altares de hueso

por mis atardeceres de murciélago

voy ciego al calor del astro,

siente mi caricia de pájaro

esta vida en un verso,

alzando nuestra luna de acanto

y alabastro gimiendo el ocaso,

azabaches ensortijados, derretidos, extasiados

por el sendero despierto,

por el cauce que trae la vida, la mía,

ojos en resplandores dorados al tacto

de mi astro soslayado,

mi azar es sembrado

vida de vida

late esta caricia

no hay retroceso ni regreso

todo está bajo tierras germinando

por la rosa de su pelo,

tu sangre me colmó en beso,

nuestro cielo de amarantos

fiel al respiro que alcanzó a ver

la belleza en noches de miel,

respira abre en ambrosía mi vida,

en este horizonte dormido

quiero ser de la piel resquicio,

que no me sientan perdido,

quiero ser Siempre tu sonido que acompasa

que clava olvidos

en despertares rizados que consumen

la retina y sus astros,

todo lo que anhelo es la verdad en silvestre flor,

tu eco alto que no hay pájaro sin nido,

esta noche será distinta,

el comienzo empieza ahora,

mi sueño de araña

que todo lo tejido

recompensa trae a lo sentido,

un avance de mi sangre,

ven al nirvana del ruido,

anticipa nuestro solsticio,

Yo que amo en mimbre de esparto

y verde espiga de trigo,

fiel comando el suplicio

de los valles de mi sombra

displicente, enamorada.

Encumbrada.

Sostenla sostenme de la pestaña,

me nacerá un alba,

marcho través del hielo,

su azul en la mirada,

estoy sembrando mi escarcha,

y que venga y queme

este laborado tiempo,

que yo nací del viento,

alguien está llamando

oscuro este romance

entre las malvas del cielo,

se escucha mi nombre,

tengo que cerrar este hielo,

colgando mi estampa

del árbol de las cenizas,

y que nazcan ojos de tierra

de este hueso,

que seguiré soñando

que fue sólo eso

un sueño en despierto umbral

de mi alma y su protectorado.

 

El Castellano

 

Cercenada razón:

 

Ilusoria, despierta, vespertina,

trepando lúgubre escala,

iris destartalado, ansiado

cubierto de cromáticos azares,

por un metal afilado va venciendo

a este brillo irisado vestido

de crueles destellos,

raspados destellos

de todo lo que dejó de ser,

reflejos sin nombre

ilusiones de este alambre,

rizado con hilos que gotean sangre,

despierta mi pesadilla

queda asomar la dicha

y mostrar esta araña,

fulgor desnudo al fragor

de transparentes cristales

que enamoran los hielos

que febrero siembra abiertos,

si estoy despierto se equivocan,

nazco que traigo

un cesto lleno de sueños,

se derrite mi estampa

quieta colgada del árbol

donde hago peticiones,

y que este forraje

se desprenda de mi humor,

no me desalienta,

he crecido para brotar

más duro y recio

que el esparto del monte,

traigo mortandad de idea,

en letra extasiada

al filo de verticales escarpias,

soy yo encargado de esta acequia,

que ni el más osado

pedirá que se calle,

alzo su valía

en desgranada espiga

que rompe mi silencio seco,

si no soy gente lo demuestro,

enseño a mi tinta

a no pertenecer

a este mundo de yertos,

mejor que qué cosa

mejor que la opaca suma

de alientos que se creen

tener originalidad,

de su umbral

prendo a cerilla

todo sembrado a diario

de vacía voz,

yo repleto no soy yo,

soy su extasía floreciente

de imagen y su prima

clavada en alfiler sin cabeza,

como un grito de letra,

y mordisco de fiera,

que deslicen décadas

que seguiré siendo yo mismo

entre grietas, entre esferas

quebradas y su olor

a flores desnudas,

que yo sé lo que hago

si no ni lo haría,

noche corría marcha atrás

esperaré su madrugada

soy taciturno con huerto de luna,

y siembro un quién contra mí,

estoy brotando,

no hay miedo yo soy el miedo,

fiera de esta hoguera,

llamada esperanza,

tengo una llave

y no soy cerrajero,

abro este corazón

y despierto su dragón,

hasta acabar de una tajada

con mi sana razón.

 

El Castellano

 

Cruzada ojera de luna:

 

Había sentido

Bravura repleta

no tengo ojos

tengo lágrimas de cristal

al iris en belleza consumada

nadie te alza

tomas tu lugar merecido

jamás colmada

siempre rebosada

de lo bello a lo mejor

sembrado ojo por este ojo

me late me arde una simiente

para el campo de tu alma

vida yo vida no tengo

si no se dirige en mirada

a mi letanía, certera amapola

desde el 2008

jamás en súplica mecida

por este arrojo

en mi pecho sembrado,

viva y descubierta en este tajo

repleto de lo bello a lo bonito

de su interior decretado,

yo hombre de sangre

siembro este sortilegio

de espadas por si llego

a su alma

y liberar libro sus ataduras,

por soñar soñó la primavera

que mis flores eran de ella

yo reviento y exclamo

que son de amapola bella

mi maestra en furor de espigas

nacida

solo tengo un corazón

y es suyo mi dama,

dama blanca

doncella escarchada

de esta vida a esta mi viña,

yo dulce muero despacio

por llenarla de esta dicha,

seguiré en pie porque ella

sigue viva enraizada en este latir

para yo con amplia voz decir

sin ella no hay vida ella es mi vida,

 

El Castellano

 

 

Negra noche sostiene:

 

A veces me rompo,

a veces me pierdo,

y el mundo reverbera,

se extingue

por oscuras alas

enlutadas,

quieto,

más tranquilo

que un yerto,

hago mis miradas

a su pasado,

no me asustan

sus dulces espantos,

estoy nacido

del hierro de mi idea,

labrado al fulgor

transparente

de mis campos

de soledades,

es por este tiesto

que jamás abandono

lo que siento,

y que mi flor

en vena me muerda,

trepe por mi vera,

hasta sentir que yo

estoy encumbrado de la fiera,

justo aquí justo allí

sólo para servir,

rayos y azares

de consecuencias,

como flores cabalgando estaciones,

al iris lunático sembrado,

hasta atravesar su corazón de cuarzo,

es por este azabache

por el que vive la noche,

suena de nuevo mi caligrafía,

y para esta lluvia

todo valía,

soterrado mi latido

queda decir

que consumado

estallaré sin cuantía

borbotones

que sangren esta luz

intransigente,

el Sol afligido

me nombrará su allegado,

hasta sangrar

retinas indiferentes,

hasta cabalgar sienes

y alientos helados

de espantos,

hasta yo trepar

de mis arañas en sus cuartos,

enterrando esta noche negra

dando inicio a mi condena

de vivir por ella,

porque valdrá la pena.

 

El Castellano

 

 

Las vidas que traigo yo:

 

Era esta araña

como un Sol ferro con casa,

era como un encontrarse sin despedida,

por qué,

porque yo empiezo esta obra,

camino destrenzo este campo,

me desmigajan a mí

sus flores extasiadas de difunto,

para decirme

que lo suyo es de todas las estaciones,

como hacer el amor

con azares alados y soldados de los campos,

que su simiente no es vida de un día,

yo digno de admiración

digo que me adopten

pues soy familiar

así no tenga savia

tengo sangre carmín

y mi simiente escrita

dura lo mismo que dura

la tierra sosteniendo vida,

desnazco de la hoguera

al crepitar del rayo luminoso

no soy como él invencible,

pero me cincelo mas recto y recio

que un hierro de carne,

sotoventos atrás

las montañas hablan con la gente,

que sin ciudad no hay gobernante,

sin poesía no hay mundo ni creado ni

ni por crear,

más duro que los montes,

cabalgo esta letra

flamígera, extasiada,

al son de una espuela escrita en bronce,

digna del brillante metal puro,

para yo decir yo aquí

me he curtido y tejido duro.

 

El Castellano

 

Oscuro haz, luz sembrada:

 

Larga sombra me abarca,

larga sombra me abraza,

larga sombra que me envuelve

yo quisiera meterla en un mundo más bello,

yo quisiera librarla de hielos que aguardan,

quisiera retornar a un mundo que era negro

sumergirme más profundo que los mares

y encontrar mis verdades,

yo quisiera fundirme fraguas de hierro

ser justicia izada de ser en luz intensa

pero ya no siento nada,

asolada mi estirpe con nombre agujereado,

yo camino descalzo sin miedo ni quietud,

sin estos clavos que me impusieron

camino lejos, lejos sin mi nombre

por si despierta mi azada

con la que sepultar al Miguel Esteban

que no nació todavía,

por si una dicha me aguarda,

no osarán en buscar portentos

a esta larga sombra que avanza,

no cambio sus males

solo servirla flores silvestres

así enamorada torne princesa de profundidades

hada dueña de la sombra,

hada fiel de embeleso en umbrales

por tragar esta mi tierra

que me avanza la despedida,

cuántos pájaros volaron

para ser único pájaro enfundado en trino,

rajado, ultrajado,

cuantas notas se escucharon

hasta ser estrofa de agua

por todos los que estuvieron,

al acecho yerto de esta sombra mía,

que no posee medida,

solo una senda deshaciendo lo trazado,

al firme astro alzo mi perplejo

por toda oscuridad que fusiló mi partida,

me apodero de este jardín

de mi sangre  sembrado,

para latir en espejo asomado,

y que viva siempre, siempre

esta sombra fría, vacía, llena en soledades,

completa sin tapiales, hueca de mi carne,

despeñada en vivencias soterradas,

que yo alzaré para sembrar en ella

esta vida que yo le debo a ella,

para que viva siempre mi luz

tejida con ella,

hasta erizarla

y que me responda

cuando nombre a la belleza.

Que sin ella queda sin aliento.

 

El Castellano

 

Agua de arteria:

 

Déjame mirarte dentro de mis ojos

que yo limpio, sereno, yo pena ya no arrojo

hornea este fiel abrojo

que ya no sienta el pecho en rojo,

libre ajado de suave caricia

de endeble espina

solo te creará cosquilla.

Por estos lares insospechado,

por estos surcos sembrado,

de boca, pecho y guadaña,

sin su hoguera no es quien era,

déjame latir a espera

de vivir dentro de ti

como vives dentro de estos ajuares

de gato de hombre dichoso escarpado,

como siembra y su despertar en mayo,

libérame de ser quien no soy,

porque seré agudo, afilado

rizado como metáfora

en flecha de silencio,

yo por ti seré quien quiero ser,

tu orgullo tu inocente servidor

que solo posee estos ramilletes versados,

abriendo al verdor de todos los campos

hasta llenar tu dicha

del color de las flores de valle,

para vivir en esa orilla

en esa casita del río

llamado tu corazón mi señorita linda

mi amiga no puedo embellecer

la belleza es usted.

 

El Castellano

 

Solitudes, procesionarias descendientes:

 

Alma vuela entre aciagas espadas,

de flamígeros astros

y su radiante, desnuda compostura,

ancla etéreo gozo

cuando soy de mi sombra

y la sombra es de mí

como proyección de mi luz,

como condena a ser siempre yo,

quien partió su destino por la mitad

para disfrutar por doble vez,

devuélveme a la vida

me siento más vivo que ella,

puedo sentir un puente de la distancia,

alzo radiantes esferas

el sueño y su verdad

entre solitudes heladas,

su fuego azul y mi enervada amplitud,

lluvia cae y sólo puedo soñar que soy gota

para deslizarme para fluir

esperando evaporación,

ángeles atrás soy más pleno

que la sangre en mi vena,

esperando que mi sombra

se haga luz y su luz centellee a borbotones,

de que soy pleno, digno, como el crepitar del rayo,

como el gemido de la tormenta,

como una vida relamiéndose el alma,

cuánto tengo, cuánto deseo

pregunta si me falta algo

a mi estampa repleta, recia,

materializada de mí,

clávame filos y luces

yo soy la noche,

siente la noche de mí,

sin astros, sin lunas argénteas,

soy la noche de mi recipiente de sangre,

cruel metamorfosis

de crisálida superior llamada carne,

brotarán simientes

brotarán estos rayos de aura,

todo lo que sembré en mi interior

brotará abriendo mi virtud descendiente,

mi bondad,

la gentileza en aspas,

el fuego de pasión,

la máquina de este corazón,

hago libre el dulce suplicio invernado,

y su tormento nacarado,

mi poder intangible,

mi soledad incombustible,

yo quiero decir:

-Hay luz en mi hogar.

Océanos abiertos donde resurgir,

todos los días que te esperé

hasta hoy decir:

Te seguiré esperando

porque sin ti no puedo finalizar

no puedo salir,

de esta metamorfosis ni de esta larva,

la que no se arrepentirá en los jamases

de devorarte completa mi mujer,

y algo que elegir

de esta edad que no se elige

el sosiego, la calma

que perderás conmigo,

para yo sembrarte la felicidad,

energía de este tren de suspiros

y procesionarias.

 

 

El Castellano

 

Hombre lejano yo:

 

Hoy abre su pupila

una mirada energizada,

abre mi retina mi profunda luz,

clavando en mi mitad

una serena claridad

radiante, profusa, abierta,

mi destino danza en las sombras

mi ser de luz estalla al fragor

de esta luna apagada

y su eclipse de penumbra,

de umbral nacido

en madre oscuridad,

y su latido que alcanza el soñar,

de mi vieja escuela,

párpado en ocasos sembrados,

cabalgo a la novena estrella

por si yo la alzo a ella,

recuerda tu creencia,

desnudo su ámbito en mi hoguera,

abre la puerta,

pasará mi resguardo efímero,

su disparo de letra,

surcaré tu infierno,

te rescataré

en un beso,

sí yo seré grande como el sol,

mi cuclillo te dirá

sentidos granates me trepan,

porque soy mentira,

soy tu mentira rizada

de que no puedes ser feliz,

y  que este alma lata,

necesito el brillo,

romper la línea,

avanzar mis filas,

seré resquemor y sangre de espiga

en tu pelo,

seré yo sin prejuicio,

orgullo, beldad y mentira,

realidad y sueño en la grieta

de tu razón,

seré afilado como el corazón,

orgullo, honor de este clavo

sin tijereta de espejos

sin casa, sin caracol

que no sea amarte sin razón

porque mi razón soñó

desde que te encontró,

al fragor de ascuas preguntó

si el destino clavó

y yo desentierro hasta el miedo,

por qué no puedo osar su furor espigado,

por qué mundo

por qué me tengo que conformar

con ser hombre de lejanía

que siembra sus silencios

en su huerto de luces y rayos

de luna, seré el espejo derretido

carne de imagen consentida,

acércame la caricia,

mi mundo desvanece en letanía,

quema mi petición fumando el cigarro,

y que esta ventana me arranque el alba,

espectro soy

del vivo silencio enjaulado,

mi ternura consume el Sol,

por esta reja,

por esta cerca,

por este tapial,

mi yedra nace

para más alto escalar,

esta fiel atadura cristalina

sulfura, visita la inquieta estampa

azogada en énfasis de su compostura,

para nunca olvidar

para nunca más pronunciar

mi propia lejanía.

 

El Castellano

 

Brotando de raíz:

 

Dentro miro, florece el álveo,

un iris marcado, trenzado en espiras

fuego y su volátil marca de luz,

si nacer acaso partirse pueda,

sería una hoguera de purpúreas

y  negras llamas, sería un camino denso,

como el crepitar de la forja

duro y endeble, maleable y quebradizo,

fulgente y voraz,

al encuentro de mi nuevo crepitar,

y volver a nacer del fuego

con su lengua que me sostiene

como la primavera a las flores,

desnazco hoy para volver a morir

y crearme de la nada,

ni la espada más aguda podrá

guardarme el filo,

agudo y ágil, duro de escarpia helada,

ojo de mi ojo,

carne de mi azada,

sol de los campos,

agujero de luz,

alma sin nombre ni alarde,

lo siento mundo

soy invencible,

de mi pestaña nació una nube

lloró tinta, mi sangre esquiva,

he creado vida

sembré un alarido de simiente,

le contestaron el verdor y énfasis

floreciendo silvestres caléndulas

un latido me alza

partiendo sombras,

soy pleno, completo,

y nombre puse a ellas,

tenían sabor a bellas hadas,

brilla este agujero del cielo,

cuelgo mis suspiros en verso

acaso bajaran,

pozo de mis recuerdos

en verde musgo

mi fantasma muerdo,

de una espiga floreció su vida,

de una espiga traigo la sangre,

de una espiga ríe el granate,

ocasos ocres, misterios en copas azules,

me bebe su cuello

la esencia erizada,

la belleza desmenuzada,

por el dragón de mi fría fuente,

no me verá caer la lluvia,

sólo ella y a su poder

alzo esta tinaja,

inmortal me lleva la acequia,

su verde limpio, sus florestas destapadas,

me bailan rizándose en mi pecho,

sus venas labradas

entre su cuerpo de tierra,

no me pisarán nunca jamás

mis luces sembradas

de mis caléndulas arvensis,

mis silvestres flores de difunto

con las que recuerdo

que la vida

es más corta

que el paso de la muerte.

 

El Castellano

 

Acampado macizo, verso y entraña:

 

Señor sentido granate,

violeta malva

de este sueño cabalgado,

vuelvo a ser yo

en la sombra de tu corazón,

quieto en las aguas

silvestres aguas

vida para ser libre,

miradas a un pasado

que se hunde

que emerge en las bocas

era yo ese yunque atravesado

de este alma que no elegí.

Compostura arde

el ojo y cabeza de la aguja,

compitiendo conmigo

destrenzando la sangre

de este horizonte estirado,

parco,  exasperado,

todo cuelga del astro,

yo no estoy despierto,

esta vida derrite

mi osadía de cuervo,

por lo que quedó sin decir,

tus mentiras eran erróneas

de un océano abierto,

este lo cruza mi hombro.

Este invierno grita en frío,

mi vida comienza a sonar,

todo empieza hoy,

mentiras lejanas

verdades silenciadas,

vida del humo en esta espada,

en esta esfera desdoblada

soy yo quien habla,

de sus lagartijas refugiadas,

estoy haciendo

una creación del rayo de sol,

atravesado por mi línea,

esculpiendo abrojos,

de clavos ilusorios,

Yo hablé con el fuego

dijo estoy creando sombras,

sigo vivo en esta hoguera,

con este destino criminal

de crear el demonio que baila,

rodeando mi cara,

este crisol de cuchillo

y esta escarpia acrisola,

encargado soy

de abrir la acequia

sí de mi tiempo,

a veces quieto,

a veces sin vuelta atrás.

Nací de una almendra

estoy más estable

que una semilla,

sin brotes de mí.

Dime árbol mío

si todo lo di

en qué fallé

yo nada esperé

y solo tuve cariño de una sombra,

que me habla en poesía.

Seguiré mi curso sin mi nombre,

y que mi sangre sea que abre

en claridad de todas

las flores del valle.

La vida se pasa mejor en compañía

si no es así

que el arte me envuelva

en su ala caída,

yo fiel lo elevaré,

alzaré fines y comienzos

de su letra y piel,

lloveré noches con poesía,

sembraré versos como puñales,

la sed querrá beberme a mí.

Ni superior más que la perfección

yo tendré,

estallaré el gozo

en la retina

de mi despierto Lucifer,

para esta vida

y todos mis gritos

que vengan.

Yo seré el árbol de mis cenizas

alzado,  enarbolado.

Sagrado.

 

El Castellano

 

 

Sangre, timón y vela:

 

Aguardo, tiempo atrás

mi sombra volvía luz,

esperando el momento de nuevo,

de cruzar la línea

dentro de la noche otra vez,

todo lo anhelado

todo lo cruzado

frente a mis ojos está,

detengo el horizonte

agoto espirales, sueño alto,

todo lo conseguí en su mano,

aguja de esta aguja que abre,

y soñó conmigo su primavera,

que era la primera,

hablaba la margarita,

bajo estos pies

tierra siente,

bajo los pies la sombra

latiendo está,

lejos cruzo la senda

y el nervio se afila cual cuchillo,

metales de metales hieren, voltean

este surco labrado del ansia,

un soplo y se difuminó

un soplo y se dibujó

su estampa quieta, etérea, inamovible,

cual ascua de llama que no se consume,

carne sin carne

sólo piel de mi deseo, perpetuo

avanzaba sin aspa

me encontré con mi templanza

era mi camino

era mi ascua.

 

 

II

Esta es la luz, siéntela

lanzándose afuera,

cruza mi barrera

polvo de estrellas,

cada día estampa quieta,

cree, viva esta materia,

quédate, mueve líneas,

avanza filas,

nunca te dejaré marchar,

vida para el vivo

y nunca morirás,

no te lo permito

mejorará tu huella escrita

vivirá este haz,

cada día, cada momento

eres lo que siento

algo para nunca olvidarlo,

escalando este sol,

corriendo este alma

espejos y cristales tiernos,

un cuarzo de lustre olvidado,

pasados, años atrás,

un día amarás decir

he resurgido de mis cenizas

de quien yo era,

buscando paz,

sosiego rizado cabalgo,

nada torna lejano

resurgiendo contigo,

palabra y torna vida

esta jara de azares traspuestos,

al brillo a esta escarcha que me habita,

es el final del miedo desenterrado,

morderé la estrella,

perderé mi control

encontraré mi camino

dentro de la luz

fuera de la noche,

rompiendo, quebrando,

alzando, alzándome,

y no me detendrás sin tus brazos,

mantenme fuera, nunca podrás

sin tus brazos

sin tu abrazo.

 

III

Estados de tu mente,

que estoy esperando resplandezcan,

muchas noches

en vela, con timón y pluma,

todo comienza a sonar,

la lluvia baja arriba,

es la vía que la mentira se marcha,

camino mi manera

estudio el ocaso,

comienza, se abre la tijera del cielo

para ser hoy todo lo que quiero,

me mantendré a solas por ti,

así me lo clava la sangre,

que aguarda

que dibuja todos los cuadros

de mi creencia,

de mi serenidad,

no puedo ver el blanco sin ti,

todas las retinas para mirar,

pero solo este corazón

para sentir.

 

El Castellano

 

 

Retina de ocaso sostenido:

Febrero 2016

 

No me desanimé,

estoy flotando hasta la luna,

mi soledad está comiendo mi tiempo nervioso,

y por la mano estoy caminando solo esta tierra.

Un cuchillo de hierro se eleva,

para estos sentimientos sueltos.

Oscura mi vida,

con ella nada de ella es posible

en mi mente

esta clase de locura

corriendo por

luchando por el acero,

descubre mi falta

desatendiendo mi muelle,

una vez más

no me despiertes

sólo recuerda lo que dije,

no me despiertes

no puedo sentir en este silencio,

si usted está allí,

estoy muerto.

Nunca ha sido tan fuerte,

sólo recuerda quien envié,

solo recuerda quien era yo.

No me rompas,

La luna, las estrellas que estoy tocando,

para descubrirme

para descubrir que no me siento de nuevo,

soy dulce perdida

en mi camino,

descubro que estoy muerto.

Levántenme hasta los insensibles,

abajo orando los cielos,

el producto es mi vida silenciosa

hasta las noches oscuras

de dolores,

la única diferencia entre tú y yo

me siento en la noche oscura

porque mis ojos no se abren

y ver mi vida en negro,

estoy muerto por este tiempo silencioso,

respalda tus sentimientos,

no camino más tiempo,

y miro mi tiempo,

disparar y disparar la luz.

Sólo tú eres sólo yo,

la línea es para siempre,

en sumisión,

ardiendo el infierno

rodeando mi vida otra vez,

ocaso acolchado de la primavera,

es hora del grito otra vez,

para este cielo,

todas las esperanzas que llegan a la tierra,

río de mi sentido,

ángel congelado

yo soy el hombre

hermosas mentiras de ti

crece tu corazón

dentro de mi cabeza,

nacido de nuevo,

llama a mi puerto para cerrar,

tú eres mi mar y mi barco,

alcance silencioso, imaginas todo,

travesía cerca, un cauce de sangre

estoy comenzando ésta,

puede sostener mis brazos,

la noche vuelve a sonar,

mi tiempo de matar el dulce tormento

de dolor,

y mi ternura flotando por,

actualizo mi destino,

yo soy para siempre,

soy tu calor

estoy caminando por tu calle,

abiertos estos cielos y su calma,

volar otra vez dentro de mi cerebro,

se bebe sangre

por mi vampiro en la vena

ojos bonitos,

hermosa boca

es tiempo para la eternidad,

yo soy para siempre,

pasado mi tiempo en la piedra,

ojo roto en el hielo,

mis ojos en el fuego,

queman el cielo de nuevo,

voy a su aliento,

voy a su fuerza,

ojo ciego

mi silencioso sueño de ti,

mi espíritu vuela de nuevo,

agua, fuego, tierra, viento

mi alma está creando un nuevo reino,

lleno, sombras caminan sin parar

es mi poder de la luz

dentro de esta noche.

Permiso, siempre lo haré en tu sangre.

 

El Castellano

 

Umbral al destierro:

 

La sombra salta,

se acurruca en el crujido

de este hueso,

nace un campo de espinas

dentro mi último filo proscrito,

y se va a las filas,

sonriente fulgor entre sienes,

sopla y sopla

no borrarás mi sombra,

se construye el puente

de los ojos abiertos,

espinas atrás te recuerdo,

puedes encontrarme

en la sangre sin vena,

en el café de mi destino iluso,

sopla y sopla

no alcanzarás mi oscuridad,

alzo este mi parco latido,

cumbre tras cumbre deshojado,

clavando su rosa y su cuchillo,

estampas del viento

entre párpados del aire,

vente a la negra estación,

este invierno azul se escapa,

entre pájaros dormidos,

entre riñones de nubes,

y soles de cerilla,

abro esta legaña

justo para llegar

donde el tiempo acaba,

y se marca la noche sin luna,

un descampado en el cielo,

una espiga

y una flor de sangre,

complemento perfecto

de este alarde,

una nota fugaz,

al compás de un transparente trino,

arde un sí bemol,

barreras esquivas

y su caracol de espejos,

mátame silencio si puedes

ya estoy muerto clavado en tu vientre,

azoga un vibrar de la soga,

otro miedo que colgar

sí del pescuezo,

temple de mi sinfonía,

el frío me está llevando

este laborar sin panal

me deshace,

quién viene a esta rueda,

llamada incógnita,

atraviesa conmigo

el centro de la llama,

abrirán centellas

sus pestañas iridiscentes,

por toboganes de luces desteñidas,

tantas mentiras eran cercanas,

adiós color, adiós flor,

apuñalo tus lucientes

hasta encontrar retinas de ojos navegantes,

esos por los que el brillo está desnudo,

y la razón vive en un capullo.

 

El Castellano

 

Crisol afilado:

 

Un iris vespertino

que huye, escapa, se esconde

entre fugaces simas

que acrisola.

Late en compás de labriegos

marchados del aura,

de su iris compañero

sortilegio de destellos sin alba,

listado irisado de surcos de latido

militancia fulgente entre rayos

de enervado tornasol,

naciendo su vena tornasola,

como parpadeo de cuchillos

en el que habitar tu mirada,

algo que anclar a tu sonrisa,

sin prisa sin ancla

mas que esta letra,

más que unos ojos de infinito horizonte,

es un amor que resplandece,

y por tus labios crece,

cumbre de mi filo

bastión de solares

donde el sol eres tú

mi férreo astro

Que yo soy hijo del mar

de tu boca,

rezando en el borde

del renglón,

cantando con un cuclillo

que si la tierra se hunde

y el mar se cierra

viviré en tu entraña,

como olmo de tu margen húmedo.

entre solitudes fervientes

y acuarelas de cielo

elevaré mi te amo

por si baja y seas tú

quien lo escuche,

atravieso océanos

déjame ser como el último intento de la ola,

y sembrar tu tez con mis versos de espuma,

afila mi limadura,

salta un corcel de vientos escarchados,

un destino sin piel ni tela

un marco alzarme

en su corazón desvencijado,

ser como el rocío primero

en quedarme en sus labios.

 

 

El Castellano

 

 

Aura acompasada:

 

Azar provocado,

algún día despertaré

para construirme a tu lado.

La tierra plañirá

soles descalzos

a llenar con la imagen

de tu vera,

los ocres abandonados

lucirán verdes,

rayos de esperanza

habitarán los ojos

del lobo amor,

las fauces sigilosas

saciarán el hambre

de firmamentos sin ocaso,

el ser crecerá como espiga

que florece a tu lado,

no habrá dicha sin caricia.

Ni versos sin corazón,

mi sangre clama

que fada,

mujer de flores silvestres,

mi ser te ama y llama

en hoguera

de retina encumbrada,

entre los campos

que la razón tiñó

en flor,

por si despacio

enraizaran tu ilusión,

deslumbran

auras bellas irisadas

al fragor de ondas

bailando tu interior,

me derrito este día

para alzar un grito

de azul espada

hasta cortar el cielo

en colores a mi amada.

 

El Castellano

 

Drama en azabache:

 

Subordinado al silencio

esculpido, es una torre

donde colgaban mis sueños

rizando versos,

abiertos en oscuros caminillos,

y dulces pestañas insomnes,

era una jauría abriendo

sus fauces,

un crepitar sin trino,

afilando un estornino,

soñaba la ola

que el rompiente

acaba en su azul espuma,

jugaban mis dolores

en un patio de perdices,

babeaba el caracol

pleno como si no tuviera

preocupación,

mientras marchaba la helada

los parajes que dejan

vellos como escarpias,

allá donde caléndulas silvestres

dejan el amarillo del suelo,

hormigas contentas

por la cosecha pasada,

un mirlo que es amigo mío,

dice que el cielo siempre

es el mismo,

el solar de la era

escampa sus brotes del verde

asesinando a los ocres,

al resurgir de las estaciones,

quise sembrarme

como se siembran

las malezas solas,

como una plántula era

aguardando mi primavera,

que me regocijase

la paz y el sosiego

de sentirme con vida

en este planeta tierra,

mejor que vivir estando muerto

y que lombrices cuiden mis versos,

muero estando vivo

sembrando mi aliento

allá donde miro,

y que alambres cuelguen

esquelas ajenas

que sé donde voy

y no es rumbo a fallecer,

recuerde el tiempo

sus espirales afligidas

y estas cuchillas

que trasquilan la temperatura

de este invierno

que no nací olvidado.

El olvido fue que se olvidó

a sí mismo,

y era de grama el nido,

sostenido este granate

de párpado azabache

era o no es, el silencio

de mi noche.

 

El Castellano

 

Rizada espira:

 

Afilada esta araña

esparce el verso de espuma,

entre una fiel madriguera

de la letra y una despedida yerta,

acicala sílabas,

en el hervor de la sombra,

puede verse el ocaso nacarado,

arrastrándose la idea,

vengo sediento

por el oscuro túnel,

que todo se hace verdad,

una alimaña me brota la garganta,

hilvana que hilvana

mi sentir preso de la montaña,

al verdor de enebros

y sotos sin lengua,

todo lo dije y no dije nada,

congelada la mañana

quedaba construir un paso

furtivo del cielo que sujetaba,

llegaba la hora

de enterrar mis abrojos,

por si despertaran de ojos verdes,

blanca la idea conoció

un suspiro de tres caras,

estaba en el bando equivocado,

el cigarro se consumía sonriendo,

el frío era frío por así verlo,

todo se retorcía

y quería volver a comenzar,

vamos eres libre,

eres brotado de mi aliento,

si tienes suerte no te enterrarán

ojos incautos en su pozo de olvido,

puedes oír y soñar

como sueñan las fuentes

que son boca,

como la primavera sueña

que las flores son sus hijas,

levántate y alza estas penas

y su recámara,

que estamos casi a un mes

de conocer la flor,

de mantener a la derecha la vida,

de romper la línea,

te encontré, desgañitada la siembra,

era un partir sin mirar atrás,

brazos de hoguera

con el ascua rizándote la cabellera.

Oscura luz goteándome la tez,

un segundo de largo

y sonó un redondeado afligido

entonaban entre alambres

las sonatinas y su amarilla fauces.

 

El Castellano

 

Carne de metal:

 

Estridente,

vuela que en su compás

se borra, verde zozobra

al caos que ahoga,

fulgurada, metálica

clavos que ahonda,

sensación del cloro

deslizado,

en un patio de cristal,

escondidos gritos

avocan su perdición

de humo,

entre colchones

del sueño

que llaman

a la siembra

de los cuerpos rendidos,

etéreas sábanas

que portan profusa forma

sin ser más que ella,

todo viene y se va

rumbo al destino informe

de la saeta dormida,

clavo este ciempiés

de una almohada,

yerta iracunda

despierta mi gripe

y su migraña,

algo que alimentar

bocas aparte,

habrá que hinchar

el pétalo de su flor,

a sílaba, verso, entraña,

me sobresalta su mirada,

hay que encender el ascua,

este fuelle de vida

aún me cuesta la estampa,

enamorado fuelle inusitado,

cabalgo hoy el astro,

encierro rayos en un jarro,

para esta tierra yerma,

helada,

germinen mis simientes

enamoradas

y enraícen sueños por cumplir,

al sueño del estornino,

grajee mi pico corvo,

corvino de cuervo ensamblado,

ven a mi manera,

la adelfa muere

al crepitar de la yedra,

y la oscura campánula del día

abre con azucenas de otro campo,

este surco que lleva mi sangre

se vence y me vence,

cogeré del tiempo la azada,

y sacaré terrones de disgustos

que tornaban y me acompañaban,

no había elixir sin ella, mi pena,

soslayada,

tentaciones

me cuelgan de las pestañas

de mi inocencia,

otra licencia

a conducir las carreteras

de mis versos,

fiel enjambre de pasajeros

de los campos

de la idea.

 

El Castellano

 

Vida de hielo ardiente:

 

Horizonte de la caída de este solferro

a reinar como una falcata de rayos afilados,

hondos ojos fijos en solariega planicie,

donde frías juegan moteadas las flores de invierno,

el reposo de la vida que se fue a dormir,

como un río de luz brotaba la escarcha,

un diciembre tardío saludaba

con sus manos heladas,

acariciando estos campos redondos

de cardos y caléndulas silvestres,

era un día de hacer manteca,

a mí el frío me hacía sentir vivo,

en este soliviar traigo mi espada,

pongo a sentir la tierra a mis versos,

que con cepillos de grama joven

se blanquea mi calzado,

viajo en mi mente

por el cuchillo calizo de la piedra

del caserón terrazgo, abandonado

que posee mi padre,

rodeado por el fervor de pinos de monte,

donde próximas hacían nido las atochas,

a perdigones que son de la tierra

como la montaña a su roca,

cosas talladas puras como amaneceres

pulidos sin grises hojas,

ola rota mecen mis pasos

de un mar olvidado del que cepas anclan

sueños de vida,

del terreno en el que grillos esperan

el frío en sus agujeros

y su despertar para morir al acoplarse

a la melodía que teje la vida.

Avanzo en este campo de víboras

para ser yo como mochuelo recogido en su olivo,

como mis pasos gorjean las carrascas,

todo mi mundo reverdece

para mí siempre es primavera,

y mi bravura llora flores por mis venas,

hasta tener del cielo

la malva del alba

hasta trepar las yedras del profuso claro oscuro,

del cielo y su luna cuarteada de platas auroras,

me nacieron simientes silbadas,

y mis ojos enraizaron el campo.

 

El Castellano

 

Forja de mi sangre:

 

Avanzo esta tierra abierta,

sangre y lágrimas,

hundió sus zarpas,

el honor de la vieja luz,

vieja urdimbre

en venas de cristal,

venga a construir

la casa abierta de niebla,

abra su puerta de oscuridad

es mi mente,

que como un azadón,

hunde entre altos tallos

de mis pensamientos,

muchos días

que me pensé sembrado,

pasó mi negro caballo,

brillaba este pantano,

entre recuerdos de un alba

en que no dolían

y hacían flor,

lengua de metal

hundía sacaba terrones

para oxigenar mi dolor,

anclé mi sombra,

la puse a dormir

entre la grama,

brezos y caléndulas la acompañaban,

barriendo los campos despertó

esta alma sonámbula,

con el zumbar de abejas caminantes,

con el soñar de las flores

que eran mariposas,

avanza mi surco,

cava mi padre recto como su azada,

y los veintisiete años que nos distancian,

es su trabajo su azada,

que alimentarnos desde la ciudad puede,

sueñan mis versos

que fueron construidos para luchar

luchar contra la sangre del hastío interior,

flores que brillaban sin desesperanza,

altas miras en sus estambres,

un polen de estrellas despiertas,

la miel de este intelecto

que abre sus grilletes,

que asoma sus brotes

a la ternura del cariño sembrado

por venas de mi misma sangre,

amo esta vida

como no amarte padre

si tú me sembraste.

 

El Castellano

 

Sangre de ojos:

 

II

Lámina del cielo

tu gris en estiaje

ángel del cielo teje

macabra sinfonía

lluvia se derrama aplomada

por su guiño de ala,

por venas cavas, su quitina,

estrechas vías consumidas

en atroz entrega

del mensaje del cielo,

sangre de tierra en zigzag,

río de caudal

por arterias de arañas,

por acariciar la flor del iris,

un barco y una vela

un puerto y una quimera,

una vida de aciaga solar siembra,

verso saciado cabalga

el colchón etéreo del aire,

hasta anclarse en valse,

sueña el viento ser capturado,

atrápalo en tu mano

y en la otra derrámate como gota,

precipita tu esencia bebe del cáliz

la yaga de nuestro vino,

infinito remansado en cuña de estambre,

es un ojo de tierra,

es una espera,

una inmortales fauces,

la canción con la que bailan las flores,

un cariño de flamígera estrella,

un armazón dorado de escarabajo,

una casa de caracol,

ven, ven conmigo soy aullido,

una entrega de cuarzo llorado,

un cuchillo de sílex afilado,

en el trillar del campo,

soy mis venas naciendo en un charco,

un sorbo y soy fuego en tu mano,

gimo y corro el vasto templo

de mi perdida religión,

viendo el devenir venir

cruzarse, deshacerse, alzarse

para acabar siendo tierra

del inerte azar profuso,

mi tinta se bebe un rayo solar

en patita de un caballito del diablo,

mi vaga libélula de mi suerte,

para que siempre viva

esta hormiga león

siendo mi cosecha más que tus besos,

más que tus rayos de sol,

siendo yo del camino y el camino ser de mí,

irisada vida en son de mis tambores

de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.

 

El Castellano

 

 

III

 

Seco y duro, seco y umbrío,

corría el linde quieto

por la arboleda despejada

daban las tres y treinta

de la madrugada que se marcha

por oscuro diván de la sombra,

un espejo tímido sonaba,

el reloj paraba,

con un grito de estrella,

su alcoba fría en la que despertaba,

no quedaba viento de palabra,

ni pensamiento ágil que en eco no quedara,

lanzó aquel espejo contra el suelo,

y rápidamente sangró un borbotón de sombras,

se abría la noche y sus quimeras despiertas,

brotaba de su ceniza de pulmón,

el irisado que la oscuridad clama,

quedando para siempre

su alcoba fría y vacía,

sombra de aquel que sonaba una noche

que ya escapa.

 

El Castellano

 

 

IV

 

Fantasma del tiempo:

 

Indivisible fulgor ostentado

resquicio opaco de la luz

con sabor a fase de luna.

Invierno de los ojos veloz

en una gota de llama de vela

fuego del fuego creado ensimismado

quiero arder lo malo de la maldad

cuando sin sombra ataca

el humor de la sangre existente

si voz tiene cuál fuese dicho ente

hablándote desde la arteria

donde el cuerpo helado busca

y te busca verdad sin pestañeo ni apellido

sin venas surca la ola tibia y oscura

que nació sin viento ni mareada razón

de océano de versos

camino sin recorrido en yerto color

fulgente de la estación sin mente

entresijo de la mecedora

que sensación sola la mueve

con indicio de que la oscuridad me puede

fuerzas que escapan

a la razón del entendimiento

resguardo de luz que por verla doblega

a la insensata dicha escondida

que grita y se engrilla en aquella orilla

distante, que une y divide

ignorantes y sumisos bordes

de lo que existe por soñarlo

suspiro ese suspiro del hastío

y estío de mi río

escapándose a mi legible saber

un vencedor encontrado

círculo perfecto del equilibrio

en la locura nacido

en la frialdad del respiro mecido

yo te tuve, te sostuve

en la risa que dio llanto

en el llanto que dio risa

sin motivo ni razón encausada

allí donde la emoción era transparente

ni necesitaba conciencia para ser

solamente armonía que nadie te describe

porque fui yo quien te tuve

brevemente pero tu recuerdo pasará mi muerte

frío recuerdo de honrarte tan malamente

sin saber describirte

indiferente si vuelvo a encontrarte

porque eres lo más inusual,

te buscan y imposible de encontrar te vuelves

de la suerte llamada casualidad viniste.

Vengo del nacido sin nombre

del que hace lumbre del alarde del hombre

del espíritu parásito engendrado

y el veneno de mi sangre

te llegó a donde el camino se abre

a infinitas escaleras interminables

donde el surrealista se raya la mente

que del caso cuelga el Sol en cruz

en la pared del diáfano enervado calmo cuarto

marcando las marcas de los arañazos de su luz

que en negro dio su astenia quietud

horarios de su ser perdidos

en un atardecer que ya fue

en el azabache de mi bolsillo

sus sombras que recorren mi pasillo

me entretienen para ser fusiladas

al encender la luz,

no puedo creer el encontrarte aquí

inerte arte del único poema que vale

por no tener nada comparable

beso mis sueños que el oscuro espíritu

por no tener color arde

no quiero darte a entender

ni que seas adjetivo ni valoración

solo lo inerte de lanzarte al río y donde llegues

o lo creativo de guardarte en una caja

y enterrarte en el jardín,

para que te crezcan malvas,

es interesante que no llegues a materia

sólo a eternidad de quien te leerá

en mis sucesivas muertes,

tenue destello, elaborado albor

nacido del rayo de sol,

y la noche que ya calló

en las pestañas del amor

milenarios son los espejos de los astros

que dictan y laten en caricia

esa fría cuchilla que se clava

dándote finalidad y fin.

 

FIN

 

Miguel Esteban Martínez García a 19-02-2015

 

Pseudónimo: El Castellano

 

 

 

Grave soliviar:

 

Miles dei lumen lit c et summuncanae versus litterafagromethaforacreaviblanduslaetitiaexspectare sed ardit

 

 

Es mi vida

un agraz durmiente,

medicamentoso, encumbrado

por cimas de mi subrepticia,

por escalas del alba

yo soy siempre

yo soy para siempre,

como relámpago que se aboga

al nivel de tierra,

como una espiga granate y azabache,

en tinta y sangre nacida,

mi nombre que no se mide

ni deslizarse puede,

es su arma el verso

su impronta y su insignia sagrada,

conocidos miles,

hombres él mismo

gentes que darían su aliento

y su mano por él,

solo habitan para ser contados

en su mano izquierda

de ambidiestro,

brota nace y brilla,

yo soy cuervo poeta

y no saco ojos,

los hincho con belleza

que despliega en poemas

que lloran con mi sangre,

el crujir de mi carcoma.

el erguir de mis flores

de jacinto silvestre cada marzo

y su Llúcia elevada

que muerde sentidos,

yo estoy completo

y nada ni nadie

me parte el pecho

solo sólo, acampado,

acompañado de mi extensa sombra

de 2043 poemas sembrados

en mi patio de mi gris araña,

nadie quién contra mí

;el destello lo hago bello,

seguiré durmiendo

que estaba despierto

hasta despertar mis cuclillos

de este soliviar de mis abrojos

versados,

nadie me calla

al abrir sus altas ojeras de nácar

la primavera resplandeciente

de este sembrado 2017.

 

El Castellano

 

Sepultada Llúcia en agraz durmiente:

 

Se acicalan las Llúcia de marzo,

en febril inicio de la primavera,

que yo te amo Ostara,

algunos rayos fugaces

que han crecido,

entre verdes sienes del camino,

ese que me lleva a verte

mi flor silvestre,

hendida de ondas del alba,

sepultada de brillos

imperecederos en fragor

de ávidos destinos recorridos,

desnudos de quejumbrosas voces,

un musgo naranja renaciendo,

entre filamentos verdes

que hacen de su piel esperanza viva,

de este arbol centenario

de mi semblanza,

no serán mis chopos cantores,

ni mi enervado ciprés silente

su calma abandonara,

acuchillando al viento que espera respuesta,

recuérdame,

estoy sembrando mi vida,

todo lo que espero es maravilla,

me acaba este sendero y su colina,

riveras de mi Arlanza,

compás de mi fortaleza,

mi ejército se alza,

arañas de sus telas,

furtivas segadoras de mi idea,

trepando mis entrañas,

mis telas grises que son de ellas.

antes que griten mis sierras rojas

de mi carne,

antes que el tiempo

haga casa de mi cuerpo yerto,

yo seguiré hacia la luz,

el milagro de mi profunda gesta,

cumbre servil de fecunda primavera,

filo ardiente que brota,

entre siegas blancas

de profusa, verde melena,

al borde de mi vena

subo que traigo una azucena

junto mi malva y su viola de campana,

la cuenca que no es,

la visión que no viera,

justo esta generación que comienza,

justo es vida,

es mi verde hogar,

es mi credo,

son mis hojas verticales

en papeles de sangre y savia,

arderá mi caseta.

en ojos de suspiro padre,

en venda que el ojo no vea,

enséñame tu Dios

le pondré a reñir con los míos,

no me iré aunque quieran mieses,

permanecerán mis caléndulas

echando hijas de piel y tierra

cada primavera sembrada por su amarillo,

me nacerá la ilusión verdadera,

seré dueño de esta quimera,

y baja que canta

por riveras de mi suerte,

el hondo espino de mis dolores,

queriéndose como abejas

a las flores,

Estoy soñando

el tiempo que cerraba mis ojos,

retales que cerrar y su olmo blanco,

su jardín azul, su fuente de cristal,

nada desvanecerá al Miguel sin alas,

seco de hoja de otoño

no me llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,

ni mi acristalada fuente,

ni el olmo que no es mío ni su blanco

será mi aura intransigente seca a morir,

sobre los años avanzo,

yo soy el Sol.

 

 

El Castellano

 

 

Señero quieto:

 

Linde abierto sembrado por Dioses

de plantas que sólo ellos pusieron

y que ven exclamar su muerte

de silencio gritado

lentamente las estaciones.

Es este campo que vive lejos

con señero

un señor de señores

amor de silvestres,

es encargado de ver en flor

sus amores,

vence que atraviesa

sólo su mirada,

un jacinto se yergue

de azules botellas

sus besos de rocío matutino,

matutinos gritos postrados,

con el hervor que reverdece las tierras,

de cal y tierra arenisca,

de arcilla al barro,

de la pizarra al risco

de granito,

es una vida mi estatua,

dulce,  risueña,  sembrada,

albores cruzados crepitando,

mi nido de grama rehaciéndose,

entre luceros anclados,

arriba mi barco

estos océanos y mares

de tierra,

que todo lo rige

su materia,

desnace el tiempo

abriendo el brillo de mi falcata.

Fiera de fieras

yo soy la fiera,

desde las piedras

a esta mi hoguera.

 

El Castellano

 

Ávido camino en piel:

 

Aciago vilo descorchado

en canal aciago infinito

destapado en sangre

de campo,

él,  a veces  sonriente

a veces abatido

en su recogimiento

de verdes espadas,

viajaba su idea

como una viborilla

jamás vencida,

siempre con fugaz

aleteo entre estambres.

Vencía cada primavera

al ocre del paisaje,

por cerros era padre

por llanos fiel hijo

de compostura olvidada,

por copas de árboles

brindo esta suerte,

encontrada,  cabalgada

por los besos

que puedo dar a mi dama,

que entre forrajes

avanza

a desenterrar

mi espada,

nuestro coraje sembrado

entre mis espuelas.

En los bravos halos

de estrellas apagadas.

Naciendo una

para que brille a ella

mi amada.

Esta negra noche

que avanza

mordiéndose la cola,

entre luna argéntea

deslizada

por sus filos

de pestañas

acuesta al alba.

 

El Castellano

 

Aciago, recto vilo quemado:

 

Cantares quebradizos

se alzan entre aciagas esferas

de la palabra inexistente,

entre sones terrazgos

que sí puede,

llevarme la espuela,

entre la mente que afila,

que pule mi sangre oxidada,

por el puente de venas de mis manos,

diestro al compás que muerde

yo sí estoy hablando

tú no estás escuchando,

esta vida asida en un tiesto,

por encajes sin alba

por encuentros fugaces

en mi averno tejido,

entre estos soles de trapo

que me levantan las flores,

avanza la flojera del día

que llega a su final,

volviendo madrugada de espadas,

quiero contarte hasta tres,

mi aliento que no sabe contar al tuyo

pero sabe que cuentas con él,

yo que ni segura tengo mi muerte,

colgaré destinos

de sus ramas de fresno,

mi piedra será estatua,

no seré yo quien hable si no ella,

el verde musgo llorará el sino dentado,

esta vida de espectro

no me dará de lado,

de un solsticio me haré un cuarto,

entre mis líneas habitarán espasmos

de ideas ausentes,

de fríos hielos de soledad congelada,

liberaré este reino enfuscado

cual vicio cual tierra sin dueño

de crear nuevos palabros

que serán hijos de la nada,

cabalgada, soterrada

en infinito de la siembra alzada.

 

El Castellano

 

Linde quieto abierto:

 

Derecho firmamento

entre filos de gentes,

es una piedra que camina,

piedra aventurera,

seca y umbría,

reposa y duerme

cantares del linde,

centellea rayos irisados

se riza con los besos de lluvia,

acaso quiso ser otra,

ella tan yerma, tan plácida,

imperecedera,

cerrada como se cierran

los rayos de luna,

acantonada, de estéril estampa,

dejas muda alabanza,

el día que te hice de voz,

piedra bella, sola,

estridente sin patio de sonido,

y esta voz que te di

voz dorada como tu piel de minera,

como un soto sin perdices,

avanzabas solo tú,

la vida quieta,

sembrándote allí por donde anduvieras,

al candor de piedra única

igual a la siguiente y a la anterior,

sin afán superior

hasta que este poeta te dio voz,

como flores que sin color

acaso fuesen,

un despertar en brazos de cieno,

un respirar de la montaña,

un cuchillo calizo que afilan

erosiones de las eras,

latido férreo, sangre de mineral,

o compostura de arenas,

piedra de mi casa,

piedra de tu casa,

la tierra.

 

II

Piedra potencia eterna,

nacida como nace una estrella,

cumbre de filos por bandera,

hogar, cobijo y morada

de lagartijas que cuelgan tus venas,

colchón de rayos de sol,

asolada tu espera

por quien te dio voz,

lideras tu guerra sin cuartel,

antes de yo nacer,

tú dabas alientos al suelo

sin importar pertenecer,

siempre fuiste

siempre eras su piel,

de la cantera, al nicho,

del mausoleo, al caserón viejo,

del silo al castillo,

tu fortaleza empedernida,

tu aval de honda certera,

Siempre estabas

siempre estuviste,

como río a su voz del mar,

osado no fui yo

quien te encontró,

solo fui encargado

de darte moción verdadera

ojalá pudieses contestarme

mi piedrita bella.

 

III

Devuélveme a tu vida eterna,

del soto a tu quimera verdadera,

clávame la oscuridad de tu cueva,

en esta esfera pulida sin espera,

risco de tu sien enarbolada,

millones de hijos

esencia desnuda de tu alma pura,

techo sin compostura

del ser invertebrado,

techumbre que pizarra llora,

su azabache de cristal,

tu sangre de fuego y agua

que nunca te alcanza

sólo partirte puede,

grieta de helada, tus filamentos

que encaran tu azar de vida sin dueño

a tu sangre de musgo me cuelgo,

en verde musgo tu fantasma muerdo,

vida de herramienta,

azar de la idea,

al paraje que te conforma

al que sostienes su vida

siendo el suelo techo de esta hacienda,

si tuvieses dolores todos gritarían

que se acabase la muerte en la tierra.

 

El Castellano

 

Flor de destino:

 

Requiebro olas en fragor de colmenas

alzadas, sembradas en horizontes yertos,

al fugaz aleteo de la luz,

en fulgor de sombras erizadas,

todo lo sentido más que un haz carcomido,

fiebre en destello de mis astros,

todo lo dicho más que un cielo sin aurora,

más que una navaja de filos

por pestañas,

hilvano que trenzo

la sangre dormida,

es una cabaña de cielo

donde cobijo sueños y quebradizos,

en la cabaña

que Dioses abandonaron,

siembro escarchas de hiel,

todo lo que me dijeron es una verdad,

allí donde la puso el hombre,

bajar acaso puede,

grazna mi vida una vez más,

trenes pasan por estas sierras de nubes,

el destino informe ya cansado se apiada,

toboganes de esta bruma gris

me cuentan, me dictan,

del sentir de la maraña,

hasta que lleguen mis flores

del mañana,

entre el palpitar de azucenas

frías de la tarde,

pataleó el latir exhausto

del silvestre del azul

del sueño, del racimo de mi jacinto,

extraviado,

un sol de invierno que ya se marcha,

por cuencos serranos

por alientos en carne de colores,

abriendo rectas sienes

el crepitar de los vientos,

bienvenido a mi mundo,

yo no estoy despierto.

 

 

II

 

Ama de esta casa, el alma fría,

de mundos retorcidos,

ingrávidos al peso de flores,

destartalado, por gentiles gestos,

azares difusos de mi reino,

saludando a la quema del rastrojo,

un iris por desenclavar,

corona de caléndulas

en soles por doblar,

al rayo seco, tornado en gesta

y sus candilejas fulguradas,

ríe y pasa, pasa y ríe esta espada,

hendiduras febriles

de mis verdes ojos

entre sus cauces la verde grana,

la verde espiga,

un romance del labrador

con su granate amapola,

llora sangre de aquellas santas,

esquiva de obreras guirnaldas,

se cava en rayos seculares del rey astro,

Estallando de luz su rocío primero.

 

III

 

Resplandece el día,

entre zarzas salvajes y sus espinas,

duerme que dormita un sueño enhebrado

en blanca cordillera, entre grillos

que aterran saetas dormidas,

al trinar de los cardos

en estepas cabalgadas

de verdes y sus trampas

entre erizos de campánulas

que ya no amarillean,

gimen abrojos el suelo que los vio nacer,

llegado el día del topillo

y su cernícalo que le da digna muerte,

entre este patio de arañas grises

descubro que me hincho de colores

estacionales, perennes, mutables, caducos

en crepitar de savia y duende,

se blande, se rige,

se descubre que todo duerme.

 

 

El  Castellano

 

Cuarto para sembrarte:

 

Duro, seco, estridente,

ilusorio destello

al matiz de soles abiertos,

estoy empezando,

alago, avanzo este cuarto

este cuarto de arañas,

repleto, lleno por escuadras

afilo el verbo

preparado, despierto,

granate complaciente

a este lustre olvidado,

quiebra marzo,

estampida en blancas sienes,

réquiem en osadía,

en marca de astros,

luz intransigente,

fulgor

entre tus manecitas

heladas,

miro atrás

nada reverdece el horizonte,

todo son raíces del hombre,

me cuelgan lunas

ojeras sin alba,

quiebro esta ilusión

me afila su espada,

cómo huir

de los que no me conocen

si nunca me conocerán,

me clava la estrella

un tenor en escala mayor,

gimen flores por abrir,

el sol hiela de nuevo,

rizo sorpresas en tus cabellos,

libero el león,

me muevo,

suceden grises

a mis penas,

escarchadas, desvanecidas,

derretidas  en claro oscuro,

por lo que dejó de ser,

llevo que traigo,

resoplos y arterias

en este jarrón de sangre,

hasta que caigan dementes azares,

y sus cruces bienaventuradas

de tu carne,

de mi lumbre,

de este alambre.

 

El Castellano

 

Aciago compostaje:

 

Tantas veces quebrado

como solía ser yo antes,

escalando esta vida,

lejos donde reverdecen cielos,

silvestre en tus aguas,

mirada al pasado que me forma,

se termina mi savia,

incomparable dicha,

sujeta al astro soslayado,

hermanas del fuego deslumbrado,

recto afilado en esta solitud

del hueso,

entre blancas sienes,

entre doradas rosas sin alba,

avanza mi camino fiel de sombra,

aguardando el brillo,

no es una mentira lo sentido,

parado en espera,

deshojando besos del ayer,

de nuevo es mi manera

por la guardia de mis cipreses,

por la desnudez de estas flores

abiertas al color de invierno,

fulgor desangelado,

despierto acres

hermanados de letanía súplica,

hoy surcaré su boca,

me desnacerán dolidas simientes

volarán mis polillas del este,

crecerán tejos sin horizonte,

entre cerros de alarde,

espargasminas enraizarán mi carne,

al techo de esta cueva

brotarán destellos en luciérnaga,

para yo beber mi aciaga espera.

Resoplo agravios en señales,

tiempos agujereados

en mentiras lejanas

laureadas de todo lo que avanza,

brillan hilos por perecer,

arañas trenzadas al amanecer,

no puedo perecer,

me blanden este iris por enternecer,

brechas llamadas a desaparecer,

retiemblan pupilas en noches fugaces

en todo lo que llegué a ver,

diestro aliento en hiel

torcida en extasía de secos metales,

un Sol un Dios

despiértame el dragón,

vestiré en pétalos al albor,

gemiré noches sin luna,

soterraré este cuarto en luz asida,

vendrán a mí estrellas enardecidas,

todo acabará en uno,

un brillo, un relámpago, un son,

un cuarteado corazón,

renegaré de acabar,

tejeré construiré llegaré por puertas

a prender este destino sujeto,

en el parpadeo del suceso

soy hierro tajante,

afilada en cercenada espada

de un tiempo que me perteneció,

soy espíritu, espectro sin nombre

anclado a este devenir postrado

resurge firme su aliento,

entre abrojos de idea,

nunca resignado

siente el color de su noche,

el hálito de caracol,

en su caléndula sostenida,

por su vida alientos hacen súplica,

aguanté, resistiré, me fundiré

con la acidez de mi tierra

asolada, destapada,

colmada, exasperada,

entre tañer de crisoles en capa,

gobernaré

haré reino,

tomaré guardia de este mi camino,

al aguardar de mis rayos

de vivencias dibujadas,

al resoplo del tres,

al dormir del nueve,

nadie me impedirá que me teja

grande.

 

El Castellano

 

Tierra perdida:

 

Limo, sostengo, agito

la vena enardecida mía,

destapa al fuego en círculo,

retiembla destinos ciegos

en crueles, parcos horizontes

sin orificio,

destrenzo el nervio de hierro,

repto avenidas sin salida,

voy y vengo cantando

esto es tierra perdida,

correcto, en el ojo

y soterrada vía del hambre,

nazco que broté de semilla,

estiro que alzo

sangre en caricia,

marcho sin mirar atrás

esto es tierra perdida,

ocaso malva derrite mi vida,

en ríos sin despedida,

en sábanas de escarcha fría,

correcto

es tierra perdida,

nada es súplica advenida,

fulgor entre sienes de carcoma,

festín de arañas grises,

nada me detiene,

avanzo, el sol me cuenta

que es tierra perdida,

cae la tela tejida,

fiel al descanso de mi subrepticia,

gimen tiempos rizados al ascua,

cantan malas yerbas

sin perfidia

que esto es tierra perdida.

Yo contesto

dorado al fulgente metal

que es mi vida,

es pasión, es luz,

es calor,

este es mi rifle

esta es mi vida,

granate al escape

lustre postrado al rejuvenecer

del marco,

yo no estoy colgado,

venzo que avanzo,

resumo, coarto,

me descubro a la luz templado,

todo dicta

que yo voy

que yo vengo

por tierra perdida,

resplandores sujetos,

acuartelados en énfasis,

porque desconocen su sino

madre de

esta tierra perdida.

 

El Castellano

 

Dicha insoslayable, flagrando vértice:

 

Envejezco este hálito

resquebrajan esencias enamoradas

en este patio de estrellas,

por esta vida en doncel consumado,

al resplandor listado venzo

otra primavera nublado,

por este ángel soterrado no me alzan,

no me niegan la inconmensurable pestaña,

abierta a fulgores en lata,

despeño las ideas sin anclarlas,

me vuelve loco abrir mi baraja,

por esta sangre pesos en oro valen,

su quilataje postrero al tacto,

más quisiera mi sanguijuela

no acabar ebria,

resumo que coarto venas

en canales de riego,

soy maestro sin título

del desvanecimiento extasiado,

y que venga por mi letra

la parca efímera

que mi idea es eterna,

caracola de tierra vence

esta sinestesia

de joven biznaga maniatada,

reitero en mi sepulcro

el tiempo no es mío,

venga  a mí su ladera,

seré anillo para mi quimera,

un animal de este reino

por desenterrar.

Que me acabe el viento

que yo no puedo,

seguiré escribiendo

por arterias razones,

por pensamientos túneles

que esta noche venceré

a la sola una de la madrugada.

Y su lagartija rizada.

 

El Castellano

 

Antaño de vida:

 

Eres pilar sin margen ni curva,

de tu divina compostura,

tus ojos que acaso sombra cubre

un latido donde se bañan los octubre,

vendaval que entierra nichos

para devolverlos a la vida

en este soliviar barroco

que me puede derrumbar

a la llama fugaz que rige,

avanza y consume mi vida

a la tuya asida por los astros

que son santos,

oscura pila dorada al iris

donde se baña tu alma pura

acaso ella llevarme pudiera

entre sus vientos desnudos,

entre sus alientos

de florestas descuidadas,

acaso ella no me hablara

entre el jilguero y su cardillo,

entre la caléndula y su insectito,

yo volara con ella lejos

donde se oculta el alba,

para demostrarla que yo

libero tu mirada

por rayos de su aura imperecedera,

fuente de alta frente,

cumbre de riscos y valles,

alguien acaso arrebatármela puede,

aunque Ovidio te de más flores

quitarme nunca puede,

ni aunque tiemblen

mis huesos rectos y sangrientos,

osarse en gris mi camino viene,

te traígo golondrinas en suaves trazos,

te traigo sueños en colmena,

y sonrisa en luna venidera,

anclada a esta sepultura,

al resoplo trenzada

mi cristalina esencia,

en crepitar de estacas por clavos

que llevo ardiendo en mi pecho,

a este diáfano vacío

vengo que voy llegando,

caminan pensamientos

de sus sombras colgados,

esta osadía

que ya avanza como vidrio quebrado,

haciendo polvos la idea,

porque no me alzarán en marco

ni será eterno mi mármol,

dirá por este mar he llegado,

y el azul acaso será azul

por yo nombrarlo,

viviré de la letra amarrado

hasta que ella sostenerme pueda,

haré juicio de esta arena,

en escala a aquella estela,

sangres me gotean los ojos

de ver desnuda a Diosa Flora

vistiendo de los campos

la miel para cada sentido

mi amapola yo que nací hombre

nada ningún averno,

ningún paraíso cercenado

ninguna deidad personal

de tantas sardinas que adoran

de boca pequeña

podrán negar que yo asalte

que yo recorra tu flor.

 

El Castellano

 

Alevosía sin mirada:

 

Avanzo el patio de mi araña

y su soledad acrisolada,

no dejes de mirarme

en la cumbre de este ciprés,

cernícalos atrás

soy puro como pizarra

sin pulir sin enmascarar,

dirijo mi acequia por lares

descubiertos, insospechados,

en suplicios dormidos

reino el astro,

te debo más

que lo que no puedo alzar,

por sostenerme el cruel devenir,

danza el momento

de tu caracola y su iris,

en arena rasguñada,

al tarot helado de tus naipes

de mujer, afilada mi idea

queda navegar el vaso de agua,

encumbrarme de  la fiera,

sujetar esta quimera,

porque estos sentimientos encauzan,

traspasan la sangre filtran mi insolencia,

si soy hombre de verbo

y escribo parco silencio deshojado

en papel de vida

rizado en aliento renegado a morir,

sólo hay una petición

de rayo en alba postrado,

es contar sonrisas a tu lado,

venceré tormentas

de destino caracoleado,

por el último rayo,

déjame demostrarte esta sangre

este hálito que absorbe

y traspasa pieles sedientas,

es una tela un vello erizado

en penumbra,

por el que abandono mi nombre,

y que mi corazón suba

y hable por mi garganta,

este tiempo de cuchillos

con los que haré un bocadillo,

y que me dejes ser  tu lejana miel,

no conozco el frío

destapa tus cartas

caeré rendido para honrarlas,

porque sólo una vez en la vida,

se puede conseguir todo

lo que uno desea

y que me arranquen como mala hierba

que el mundo

se quedará sin destino solaz,

sin rayos de luna,

sin huerto de estrellas,

porque yo sin ti

pierdo hasta la cordura,

y que me juzguen ojos

y vidas de un día,

que yo sin prisa enamoraré

corceles de viento,

desmenuzaré crisoles

abriré molinos por sus aspas

hasta yo quedarme

en tu vereda fugaz,

con solapa honda, dura,

siempre con destino

de envolver tu aura bella,

listada, estridente

al crepitar de todos mis espejos,

mi pianola

desviste surcos

para cantar el sentido alerta

y que nada escape de la hoguera,

este cuclillo trinará

que si fuese cuervito

viviría en la noche

de tu mirada serena.

 

El Castellano

 

Ondas mecen:

 

Me cruzan las vías

del tren de la noche,

abierto, caracoleado,

en peregrinaje de estrellas

y sus halos,

este insomne caballero

de tu sonrisa nacarado,

arrebolado entre tus brazos lejanos,

una hoja precipita

al tañer de campanas

en garganta de lluvia,

no hay invierno sin frío

ni frío sin invierno,

vuelta atrás estoy vivo,

una vez en la vida

curva de espejos

entre verdes y ocres,

quién dijo que no tuviera esperanzas,

pálpito fugaz de estrella marchado,

el amarillo viste mis flores,

color efímero, sin despedida,

entre un patio de ojos

y sus carcomas solariegas,

danza este caballito sin diablo,

al cuartel de la cucaracha

van los ojerosos grillos,

todo cuelga de un hilo de lana,

horas minutos

para hacerme libre,

termíname tú porque yo no puedo,

este alfiler parco, sobrio

como él mismo,

entre circo de huecos sones

danzan los vellos de mi piel,

por el agujereado brillo de luna

cuento notas perdidas

y el filo de esta mi cuerda

hasta latir con ella

y su desnuda poesía

con cuerpo de mujer,

lejos de la tierra,

entre un soñar del viento,

se destapa mi cordura

le florean pensamientos

fieles ecos en iris despierto,

dulces ondas como dulces sirenas

enamoradas,

de este marinero sin mar

llamado verso,

al senil aleteo de la polilla,

el invierno nace de un cubito de hielo,

que avanza ya su noche

sin pedir permiso,

al vapor de sienes heladas,

entre un coraje acorazado

de haber realizado una buena siembra

me marcho.

 

El Castellano

 

Filo sonriente:

 

Agudo filo nacido

mi destino.

Recuérdame en la tijera

desdoblando la espera,

hoy por hoy

mañana por ayer

el frío en la piel,

de estas cuchillas

sonrientes,

y su esperanza

carcomida, acabada

en hoguera.

Miénteme aparte

ancla en gozo

el violín de mi idea,

corriendo por fuera

marchando lanzas

de tierra

y el tiempo

solo, hinchado, dormido.

Rehúyo de mi pasado

que se clava

en mis brazos.

Mírame aparte

del punto y su silencio

seco.

Esta vida en el centro

de una margarita,

miro su caricia

en pétalo de brea

arde mi sinfonía

deshace la lejanía

hasta ser ese lejano

carrusel de estrellas

por boca.

Vida por mi vida,

y yo qué no daría,

a este cielo desplomado

de fieles compases

oxidados,

es por su plomo

que a veces plomo,

a veces más alzado

que las cumbres,

entre regueros y ramblas

libero mi azada,

en cuerpo de sangre y vena,

no conozco a Pena,

entre su alta ojera

clavo una letra,

abre la acequia

destartalada en honda esencia,

allí donde graznan cuervos

su lenguaje de madera,

soy yo a la espera,

abriendo mi destino

en esferas puras, plenas

ay la tierra

vive esta dorada

escolopendra,

sucesos de huesos

arde la compostura

afila su beso de miel,

todo queda en yacija,

derramada hiel,

entre grietas iluminadas

del iris insomne

soterrando verdades,

completando

liberando sus cavidades

y su dama oscura

naciendo la noche

que ya vuela,

entre testimonios del pueblo,

que pertenece a la tierra

y sólo esta a su materia.

 

El Castellano

 

Vieja escuela sembrada:

 

Cierra los ojos

es nuestra creencia,

por la que no hay

rosa sin espina,

línea de destino,

déjame sembrar luz

en la retina,

que caiga mi gota

quebrada,

viviendo tus memorias

lejos de la letanía

enroscada,

crepitan los labios grises

entre crujidos por despertar

leones del nuevo día,

Noche, noche

tus minutos erizados vencen

pasan las horas

y las horas

la misma pesadilla tejida,

en vilo en vela

de navegante sin mar

sin barco, sin puerto,

viviré una vez más

esta soledad del párpado

despierto,

muy alto, muy hondo,

todo se retuerce en sol mayor,

hasta la cima

me verán cabalgar,

resume este papel

un furor oxidado,

soy yo, soy yo su raíz

que ni yo mismo entiendo

dichos soterrados en alma difusa

en corazones sedientos

su fría caricia entre espadas

ni yo hago empeño solariego

ay la tierra perdida de tu raíz

quien osado sólo la viera

de viva materia rompiéndose

sucumbiendo sobre los filos hirientes

hondas espumas

riéndo en camino vivo,

en un sentido

con bordes de rosas y cebollinos

y senda de espinos fugaces al alba,

brotando imperecederos

que enriquecen los pliegues sembrados

de esta mi sonrisa

de esta voz en calma y en tormenta

de desnudos sigilos

que te nombra y nombra

si no estás lo hace sin cuenta

Poeta

Haces la ruta sin pena ni sangre

que no sea portada en tus venas

de solana hacia el sol

en un ovillo giras en tornasol

allí donde sus esposas

amarillean y tu sien gotean

en canto al amor

alzado en rayo de Thor

será un caracol

cuando nos vamos

solos sin nosotros

con o sin Dios

nació un vespertino albor

ocultando el dolor

secando lo que plañía

la sin razón

Se duda entre las cosas

por la vaciedad de las cosas vacuas

de fatuos alambres en fanal

hoguera del hambre

de oblicuas espinas

y los nuevos castillos

que sin su castellano chozas son

destruimos

si nos miramos

vencer o vencer otra vez

Oh raíz

ay de tu tierra que te vio nacer

qué guardas

en tus bases en las grietas

que te clavan que estiran

tus lágrimas del ayer

que no nos dejas ir

por caminos distintos

a los limpios valles de oscuridad

reposo y sosiego que clava el camino

¿Será cómo es

por siglos

de siglos?

De este tiempo oxidado

que latirá el son

con forma de tu siniestro corazón.

 

El Castellano

 

Cristal silvestre:

 

Ámame como se ama a la vida,

porque te amo en caricia

sin despedida,

tú que eres como la noche

en subrepticia,

yo contemplador extasiado,

por el fulgor que se abre paso,

Fin del diario;

 

este es el momento,

que se queda para descubrir

la expectativa

del vivo hacia la vida,

todo cambia y yo lanzo

mi destello sembrado en mis ojos,

susurros en letargo

abiertos al destino parco

estoy en tierras de la luna,

abriendo, tornando bella

su distancia,

todo sembrado

de quien yo era,

esta mi raíz que canta

plena, sacada,

cortada de su tierra,

para nunca olvidar,

alzada a tormentas del tiempo

y su etéreo desliz envuelto,

en las calles

de los sueños rotos

un pasado que dejo atrás

estoy joven para estas nuevas visiones,

existencia clavada,

al crepitar enroscado entre arterias

de alambres,

y su perfección

erizados gritos liberados

hay que pagar el precio

de ser mejor que este talento,

avanzo lento,

me abro por el fuego,

y no hay sangre que no me deje

envuelto,

miro dentro de tus ojos

buscando mi respuesta,

el sol se está enterrando en tus cabellos,

lima este nervio

que llegó su escarcha

siempre aparte,

siempre en alarde,

hasta yo encontrarte

encontrarme yo

en los sotos de tu voz

hasta ser yo el alarido con nombre

de sol, ser por siempre

ser para siempre,

ser siempre,

y Siempre llevar mis apellidos,

Siempre quemándome

en resquemor intransigente,

precisión de mi duende

llamado amarte.

ARTE,

condenada mi sombra,

a este precipicio

que despeña la letra,

a través del umbrío páramo

de esta piel y su yermo bosque de vida,

sigo la estela

vocecilla, elevada sin razón,

porque sí me sobra corazón,

soy yo mi murciélago de nácar,

vuelo que giro el infra-sentido terrestre,

y me quedo en vilo,

es glorioso este sino,

haciendo el amor con los sentidos

en el saco desdoblado,

de mi realidad soterrada,

destapo que descubro malvas

del sueño taciturno

que conduce a contemplarte,

bajo el sigilo de mi araña,

y su tela irisada,

en extasía de espejos carcomidos

sin dueño,

que no sea sinestesia

del cuadro de visión

llamado visión enardecida,

por la que mi ciprés

tiene tacto a caricia desnuda

y mis caléndulas caminan

con sabor a deseos de rubor.

 

El Castellano

 

Quiebro en dicha descrita:

 

Muero por un beso

aquel sembrado dirá que vivo

vivo por un querer

cruel del destino

condena de una pasión

que creó tu pestañeo

al dejarme ver

tu cielo encerrado

ese que liberado

jamás me abandonará,

fijamente tres minutos,

y morí con tu pestañeo.

Demostró que fui y soy

importante para ti

y que a pesar y muy

a mi pesar de los problemas

problema no es mi apellido,

seguí en tu mirada atrapado

hasta que la aguja

de aquel reloj de pulso

se paró al pasar ciento ochenta segundos

mi cambio de vida

cuando consumí

medio giro al decir

siempre te amaré.

De este resquicio vivo

yo traigo la flor,

en competencia

de ilusión que marcó

esta hoguera sin pena,

eres tú soy yo,

flamígera condena,

por el párpado del cielo,

por mi astro soslayado,

que yo sólo encuentro cielo

en tu mirar encandilado,

soy un muerto con vida

si no te tengo,

y este firmamento

se me cierra seco,

muchas cosas erróneas

en mi vida

que no hay tiempo para la sombra,

no hay tiempo para tristeza,

ni para la vida quieta,

porque todo resume

en buscarte a ti

mi vida completa,

si este corazón es un tiesto,

quiere y te quiere a tu persona,

enraizada, plena,

resplandeciente,

como el brillo,

como el halo,

de tu limpia, dura

sonrisa de perlas

en océano de resurrección

mi ababol amapola

descubierta en dicha,

mía, mía sin despedida.

 

El Castellano

 

Solariega atarraya:

 

Verdades, verdades floridas

sólo para ser feliz,

es un surco, engalanado

este forraje vertido,

quieto, bravo

al desdén que marcó

su mirada en mi sien,

por este horizonte

me alzo con cazamariposas,

al azar de capturar sueños

que derraman sentires rizados,

cromados al tacto,

lancé mi atarraya

al río de mi alma

y no para capturar cangrejos,

sólo para sentir que mi alma

porta versos que nadan

en serena compostura encumbrada,

si no nací ayer nazco  hoy

de esta tela,

un destino, besar su entraña,

alborada,

vestida de valles dulces

que hacen gestas dolientes

y su escarcha enamorada

que porta su sangre,

soy su leopardo

soy su cielo ausente

por el que fijo y clavo sueños

jamás corrientes,

mi ser es lluvia

soy cómo un ruego

de la montaña,

quiero ser yo

su aliento de fuego,

el idioma de una piedra,

su fiel compostura despierta

porque si me visto de cordero

solo soy su lobo

para lamer más que su cuerpo,

y brotarme dentro,

era o no era

fue continente de la belleza,

lágrimas de mis Dioses despiertos

porque ella es mi compañera

hasta fijar esta sangre

en fila en orden

para sentir la vida

y su sediento horizonte,

soy de ella como la lluvia

a mis plantas

vistiendo a este señor destino

de traje,

acompañando esta araña

que teje mis sentires por ella

mi ruptura de mi sino,

porque ella es mi camino.

 

El Castellano

 

 

Cercenada razón:

 

Ilusoria, despierta, vespertina,

trepando lúgubre escala,

iris destartalado, ansiado

cubierto de cromáticos azares,

por un metal afilado va venciendo

a este brillo irisado vestido

de crueles destellos,

raspados destellos

de todo lo que dejó de ser,

reflejos sin nombre

ilusiones de este alambre,

rizado con hilos que gotean sangre,

despierta mi pesadilla

queda asomar la dicha

y mostrar esta araña,

fulgor desnudo al fragor

de transparentes cristales

que enamoran los hielos

que febrero siembra abiertos,

si estoy despierto se equivocan,

nazco que traigo

un cesto lleno de sueños,

se derrite mi estampa

quieta colgada del árbol

donde hago peticiones,

y que este forraje

se desprenda de mi humor,

no me desalienta,

he crecido para brotar

más duro y recio

que el esparto del monte,

traigo mortandad de idea,

en letra extasiada

al filo de verticales escarpias,

soy yo encargado de esta acequia,

que ni el más osado

pedirá que se calle,

alzo su valía

en desgranada espiga

que rompe mi silencio seco,

si no soy gente lo demuestro,

enseño a mi tinta

a no pertenecer

a este mundo de yertos,

mejor que qué cosa

mejor que la opaca suma

de alientos que se creen

tener originalidad,

de su umbral

prendo a cerilla

todo sembrado a diario

de vacía voz,

yo repleto no soy yo,

soy su extasía floreciente

de imagen y su prima

clavada en alfiler sin cabeza,

como un grito de letra,

y mordisco de fiera,

que deslicen décadas

que seguiré siendo yo mismo

entre grietas, entre esferas

quebradas y su olor

a flores desnudas,

que yo sé lo que hago

si no ni lo haría,

noche corría marcha atrás

esperaré su madrugada

soy taciturno con huerto de luna,

y siembro un quién contra mí,

estoy brotando,

no hay miedo yo soy el miedo,

fiera de esta hoguera,

llamada esperanza,

tengo una llave

y no soy cerrajero,

abro este corazón

y despierto su dragón,

hasta acabar de una tajada

con mi sana razón.

 

El Castellano

 

Arácnida:

 

Había sentido

Bravura repleta

no tengo ojos

tengo lágrimas de cristal

al iris en belleza consumada

nadie te alza

tomas tu lugar merecido

jamás colmada

siempre rebosada

de lo bello a lo mejor

sembrado ojo por este ojo

me late me arde una simiente

para el campo de tu alma

vida yo vida no tengo

si no se dirige en mirada

a mi letanía certera suscitada

desde el 2008

jamás en súplica mecida

por este arrojo

en mi pecho sembrado,

viva y descubierta en este tajo

repleto de lo bello a lo bonito

de su interior decretado,

yo hombre de sangre

siembro este sortilegio

de espadas por si llego

a su alma

y liberar libro sus ataduras,

por soñar soñó la primavera

que mis flores eran de ella

yo reviento y exclamo

que son de argenta bella

mi maestra en furor de espigas

nacida

solo tengo un corazón

y es suyo mi dama,

dama blanca

doncella escarchada

de esta vida a esta mi viña,

yo dulce muero despacio

por llenarla de esta dicha,

seguiré en pie porque ella

sigue viva enraizada en este latir

para yo con amplia voz decir

sin ella no hay vida ella es mi vida,

 

El Castellano

 

 

Solar entre clavos:

 

Iris deslizado

entre grises hastíos

que me hacen hombre,

hombre en fin

de tijeras y clavos

iridiscentes,

no cambio mi estampa,

entre verdes fulgores

a todo lo que crepita

sin nombre,

agujereada tela

estos años dulces de cuervo,

con ineptitud de  sangre,

forrajes me tiñen la vista

enferma,

para no saber quien ser,

solamente ser

un crujido

de mi parca mecedora,

que lenta acampa y cabalga

flores de tiempo en mi espalda,

es una noche que grita

que se acabó la luz,

obscura tiniebla

del compás marcado

entre mi coraje y mi blanca piel,

como un párpado desnudo,

y una alimaña de verbo despierto,

quise conocer a mi descendido

aliento entre nubes de plomo,

mi diestro zigzag

mostraba sus pestañas somnolientas,

con el ardor de mil fuentes,

cabalgo esta hendidura

abotonando mi deseo

con solapa y tapa dura,

gentes que ya destierro

y no cabalgan mi idea,

venzo mi granate iluso,

otra despedida

que clavar sin elevada desquicia,

rosácea calma nacida,

entre un tejer de arañas,

vendrá a mí la dulce quimera

enardecida,

que viva

hará caricia

a todas las albas

de mis letras despiertas.

 

El Castellano

 

Soliviar barroco:

 

Próvida estampa

que corre, aletea mi profuso alivio

que juega mi mal,

huida de quienes no me conocen

porque nunca me conocerán,

algo que ni yo mismo hago empeño

puesto que tomo lo que no me dan

con mi esfuerzo,

y no deseo lo que no tengo

porque me enseñaron

a amar lo que tengo

por eso no tengo más

que mi silencio,

porque de amar algo

lo acabas perdiendo,

la mujer que siga siendo mujer

para completar a este animal

que me tejieron,

cavo en mi jardín una fosa

para envolver con oro fino mis escritos,

por si un día despiertan

y me llaman papá,

les dejé una receta de cocina

junto a ellos:

Hacer una hoguera

y meter en una maceta envidia,

hipocresía, odio en mundanal caricia,

mal ojo de deseo,

mentiras, juicios malsanos

y dejar la maceta en el fuego

999 segundos,

con eso estarán alimentados

el resto de siglos que me quedan.

Mundanal zozobra que acuso,

acabaré pagando su recibo

en sangre,

todo lo lejano

como un soliviar de mentir más agudo

buscando vencer a la aguda aguja

decretada en espacio,

hoy seguiré mi curso sin mi nombre

por si consigo empalar a mi etiqueta

que brilla y reluce más gorda que yo

que ya parezco medio espectro de mi silencio,

un réquiem se blande entre mis huesos

que ya no crujen,

están plenos, hinchados porque saben

que durarán más que yo.

Y yo duraré nueve vidas de gato de arena,

por ser lo que soy

un rival de mí mismo,

llego a mi abismo.

 

El Castellano

 

Camino de escarcha:

 

Mantenme en destilación,

es este un real camino,

un abejorro que vive lejos

y posa siempre en las flores,

como quietudes de las estaciones,

resquicios de real amante

de sus estambres,

abierta mi blanca estación,

y su escarcha que inverna,

verdadero amor a tu flor,

camino los lindes del verso

por si acaso descubro

su polen ese que dejan tus ojos,

caminos de grava,

rajada caricia de helada vida,

entra en mi granero del sueño,

entre este manto

de lo que se alza sin dueño.

Corre mi amor

por veredas de torcaces,

y perdigones entre espartos

del monte.

agrieta el linde a mi paso,

necesito acompañarlo de tus pasos,

en religiosa procesión

de anhelos clavados,

en este baldío

se riza mi sino,

en compañía de la espiga,

que siembra mi guadaña,

respiro la jara,

y se abre la añoranza

entre espinos clavados sin ala,

tiembla este granate de sangre,

rezando a este Sol de invierno,

me dé el fulgor de estrellas,

risueña mi dama

trenzando sus cabellos,

entre esta solitud

que ya nunca nos separa.

 

El Castellano

 

Ramblas de sueño:

 

Resumo que venzo

agravios y destellos flamígeros.

Hago diestro empeño

en esta casa de arañas

Por la grieta del álamo blanco,

arañas grises me cuentan

de la estación perdida

entre hilos y retales

del hambre.

Escribo a este reposo

que hace el amor

con las heridas del chopo,

grieta acicalada

por entre notas

del viento y su calma,

sueños temblorosos

crepita su carne de madera,

al calor que retuerce

el astro verdadero.

La tierra deja cicatrices heladas,

se yergue la caléndula

en complacencia de espíritus

de carne de arena.

Es mi torre una estatua bella,

fulgores rizados entre blancas sienes,

con el sigilo de carcoma

vendo mi ayer que se desploma,

Agujerea,  crepita,  chirría

mi yunque despierto

clavando este pertinaz dolor,

que si lo sacara cantara de un amor

entre venas.

Parto el cristal de mi suerte

por si afilo mi destino,

mi existencia queda en invierno

alamán del nervio

ese que pasa la puerta

del negro lirio,

mi alma partiendo almendras,

desde mi sol dibujado

a esta luna de azúcar,

Soy reflejo de mi sombra

un esmero de la tinta,

si mi vida fuera papel

No habría  tinta

para escribir

lo fuerte

que late sin balde ,

al suelo de la encina

abre sus fauces

la hormiga león,

tiempo burlado por cortezas

vivas, desprendida

mi soledad,  vuelve

el oscuro,  tenue soldado

alado,  este suplicio abotonado.

 

 

El Castellano

 

 

Registro soterrado:

 

Resopla, para y se piensa,

por pensarse

nació una lombriz azulada,

buscaba su escondrijo húmedo

de la idea,

se aleteaba

como gusano floreciente

haciendo alarde,

él sentado en el trigo

de su verso

no se vio la espalda

llena de abejas

de pensamientos típicos

de su vida parada,

como reposo de barcas.

El puerto rancheaba

oscuros rayos,

era el letargo de su espera

cabalgada su vergüenza

no más románticos cigarros

todos se tornaban

en el uno idéntico

llamado vicio,

el alacrán de su mente

corría feliz o eso creía,

sin tener nadie que lo pisara,

surcos se abrían

en el barbecho soñado

de su dama

que ya era imagen de hoguera,

yerma vida la estampa

que colgaba del poste,

un señero quieto se afilaba

con el viento.

Beba sus penas

en taza de café a temperatura

de la helada que rondaba

lo bonito detenido,

eche el anzuelo en el lago realidad

por si muerde la quimera

Diosa enajenada virtud de virtudes,

arrastré mi pan de celiaco

por su cara y mordí su boca

con suavidad sin dientes,

quería navegar su lengua

otra noche tiznada

de reposos dementes,

cogí las riendas de mi azar

desbocado, rumbo a sus piernas,

amaneció la dicha de estar acompañado,

al último suplicio del espectro engalanado,

gira mi cabeza

que sale un estornino de mi barba,

era este un acre de calaveras

que vestir,

estaba la sonrisa

de todos los tonos sentimentales

de la cara larga,

avanza que da vida

mi escolopendra patidifusa

del millón de espantos,

era un patio de orugas

el caminado por mi salvaje esperpento

difuminado,

un rincón donde clavar la lanza

que nunca sonríe,

caminan dentro, caminan fuera,

más patas que ojos,

sentido inerte de la fiera

por tornar polilla,

y sus pavimentos de la estrella

acolchada de ella

mi almohada.

 

El Castellano

 

Cauce en flor:

 

Inconcluso azar

flor de azahares

en estos cauces

de venas hirientes

parco compás silente,

estalactitas de este amor

fulgente,  evanescente,

con surco de mi sangre

caliente.

Su hechizo de piel

que me abruma la hiel.

Colorines me silban

su quietud,

colorada,  furtiva

en la pulcritud

de sus mejillas

al alba de mis deseos

nacidas.

Enajenada mi estrella

queda sembrar el cielo

con margaritas,

y vestir el astro de traje

para nuestro encuentro

que viene y avanza

mi adentro

queriendo y siendo

el primero.

Un flamígero capítulo

de mi sanguínea vida

al fragor de simientes

que germinan

nuestro ensortijado cauce

de nuestro albor,

engalanado

en un molinillo diente de león.

 

El Castellano

 

Brillante oscuridad:

 

Despedía el día

la porfía de una melodía

una balada por Belcebú,

el pasillo se abría

cruzaba las calles heladas

de enero y su cuero,

danzaban las sombras

entre el descampado

donde las casas eran malas yerbas,

malas por qué

acaso lo bueno es el humo

de un coche,

cuando ellas en primavera,

arrastran las penas

con su fragancia

a mujeres desnudas,

miro dentro de mí

pregunto por qué todo

torna azabache,

habitan cuervos mis ojos,

ya no hay precipicios

en mi mente,

que se dibuja de ladrillo,

miro al cielo

que todo parece una cueva,

acaso ya bajas,

sigue tu curso de Dios personal,

que te seguirá cómodo,

el bajo cero ciñe su lustre,

mi sentimiento afligido

hoy canta con mis dolores,

con rezos fugaces

alargando la noche

teñida en el ojo de mi despierto,

porque me cansa

esta febril, verde, emplomada

mosca impuesta medicamentosa,

hombre en el acre oscuro

por encontrar mi decencia,

estoy colgando del párpado

de la quietud noctámbula,

yo no estoy escribiendo,

soy un vuelo

sí de murciélago,

vendo mis mañanas

por un ayer construido a su lado.

Es como el hueso

de un poema imaginario.

 

El Castellano

 

Azar sin venas:

 

Fiel reflejo estridente,

los cuadros de tu vida

danzan entre las baldosas,

entre acorchados pasos

todo va quedando atrás.

Un ocaso florecido

de espadas en sigilo,

tiempos huecos

en lúgubre caricia.

Acaso la luna es luna

o alguien despierta

y la pinta.

Cerrojillos en destierro

de este silo de oscuridad,

avanza que imanta

el día y su prisa

por alzar su despedida,

gritos secos se mueven

tras el ventanal,

sangre que coagula

entre compases

de malas yerbas

de mi patio.

Es un mirlo negro

que me visita

siempre vestido igual

estrujé las vidas

del gato de arena que soy.

Suicidios de cardos

corren el patio

se riza durmiendo

mi gato negro.

La soledad me ama

más que a su estampa

vuela y reposa

mi fiel añoranza,

reverdecer mi ilusión,

socavar con sucesos,

así  como besos

de este azar

que no siempre

se pinta negro.

Acuchillar esta realidad

con mi suerte de seguir vivo

para tomar con mi esfuerzo

lo que no me dan.

 

El Castellano

 

Campo de espigas:

 

Miro mi soledad

desde el otro lado

donde las sombras nacen

y crujen en las paredes,

caminillos del pececillo

de plata,  acurrucada

mi sien

abre los lindes

del sueño retirado.

Es un desfile

la luz del astro

intransigente

sabe que no tiene

mejor en su empeño,

se riza mi idea

sabiéndome cuervo,

adentro el nueve

y el tres sacude.

Vive este caracol

con casa de espejos

habito el espejo

estoy escribiendo en él,

que un día

las imágenes harán

dulce sinfonía,

los sonidos serán

colores derretidos.

Mi casa será una hoguera

mi luz será invencible.

Seré yo el encargado

de cabalgar los tiempos,

el olvido dejará

sus cerrojillos

entre un manto

de abrojos lucidos.

Las hojas llorarán

baladas estridentes,

mi letra rozará

la perfección

de las décadas

florecientes.

Siente el poder

del cuadro

de la oscuridad .

Afílame el cuchillo

hiriente,

tejidas las arañas

de mi carne,

atraviesa esta grieta

de la realidad

que no llora flores,

sólo lleva en tules

almas y su ciego campo

de espigas.

 

El Castellano

 

Piel labrada:

 

Surco de noche

ya se retira

sonando el día

y sus rosas heladas

de invierno,

iris matutino

clamado

en este fiel olivo,

surca mi sangre

entre verticales filos,

mi gris vencido del alba

serena,  más desnuda

que la transparencia

que el azul afila.

Se clava este verde

militar de ciprés

como cuchillo enervado,

y su canto

en estos sigilos de chopo,

cargo mi revolver

naciente del verso

por un sol de plumas

cae fusilado el aliento,

algo que clavar

al firmamento

héroe del norte

de mi silencio.

Fantasmas

del imperio perdido

su bandera del tiempo

dormido.

Fúlgidos nervios

cabalgan los acres

de esta trinchera

donde mantengo alerta.

Jauría de sienes hendidas,

con fauces somnolientas

quise ser siempre

con esta mente,

profundicé el idioma

de la flor,

hablé con la tierra,

aún guarda mis abrojos

sembrados.

Entre brotes verdes,

impacientados,

aguardan el bravo

crepitar de la tormenta,

y sus besos azules.

Ahonda esta vida

silos del demonio,

simientes oscuras

de malas yerbas.

En este campo yermo

crece mi ilusión

que no me siembren

el dolor,

seré como la flor

soñaré con las piedras,

reiré con abejas,

jugaré con el viento

como la vida grita.

Ahora que la mañana

consume los suspiros

ahogados,

ahora que el cielo

luce sus corceles dorados.

Es por esta pizarra

que me habla el río

me habla qué más

que ser agua.

Deslices anudados

entre corajes florecientes.

 

El Castellano

 

Guardado en un cajón:

 

A veces me rompo

a veces soy grieta

de estas paredes heladas

de corazón.

Seguro para escalar

mi vida una vez más.

Quieto en las aguas

que suena mi pasado

miradas atrás

hoy soy nuevo.

Se puede escuchar

el crepitar de este hielo,

el sonido palpita,

congelado un brillo,

de humo descorchado.

Garras de esta vida

en el filo de su destino

enmascarado,

y su camino de azul caricia,

me aguardo del fuego

soy destello de hielo

me derrito por una flor

que habita los campos

porque sus semillas

las ponen los Dioses.

Enraíza a fuego

este corazón.

El día mío ya suena

y la sombra se retira

a donde puede jugar.

La mentira queda lejana

espero el tiempo

para derretir mi alma

en sus brazos,

y encontrar fieles

testimonios olvidados

de edad desplomada,

su nueva visión caída

tiempos cambian,

en esta fosa de palabras

rescato afecto alumbrado,

resquebraja

la palabra amor.

Sólo soy unos ojos

con funciones vitales

esperando el encuentro

y tener carne.

Hasta abandonar

el espejismo doblado

en profusa imagen

de lo que anhelo

encontrar.

Se consume mi cigarro,

en este grado bajo cero

de libreta.

Habita una estrella

la mirada,

una babosa

su lengua dorada,

con su luz que arrastra.

A la floresta ausente

destapada,

el reposo de la vida

bajo invierno.

En el que vuela

mi demonio arte.

Mi corazón que late

encerrado en un cajón,

llorando flores

por todo aquello

que no muere

es este río frío,

desborda las letras

rompiendo sus cadenas,

amando libre

desnaciendo mis colores

por amor al arte

hasta la muerte.

 

El Castellano

 

Fulgurado sino:

 

Era un día que se podía rezar

a la estrella mayor,

como si una babosa metálica

se tratara,

busco en este astro una razón

abro a su luz mi creación,

que me cuente

de sus paticas que recorren

los campos tiñendo de ocre,

de su insípida lengua

que me recorre,

un hogar lejano donde descansar,

una novena puerta a transmigrar,

creeme de nuevo si te digo

que soy tu hijo adoptivo,

nacido de estas cuchillas de trillar,

un verbo un suplicio despierto,

cruzo la era solariega

buscando quien yo era,

miro al muro sí ese que dibuja mi mente,

miro a la montaña,

recuerdo que yo soy la montaña,

navego este mar de grama

de esparto y tomillo, tiznada la jara,

sí vivo en Guadalajara,

como cuervo adoptado de Castilla,

avanza mi meseteño aliento,

aúlla que aúllo cual lobo de hierro,

una noche sin despedida de invierno,

avanzo a la llamada de mi averno,

está ardiendo en el cielo,

mi musa belleza,

hasta que se materialice

en mi única florecilla,

llevo mi canasta de melocotones

a ella mi gitana,

arrojo dulce abrojo

la quiero en rojo

a veces en blanco como prima

de la pureza,

sí esa que endereza,

hoy es un día teñido de espadas,

baja mi azul despertando a mi araña,

que hilvano y me hilvana

cual maraña de sábana de su tela,

no nadie entiende

por qué cruzo la espera

fumando el cigarro del minuto sujeto,

mis ojos ardiendo el juego

de su fuego de mujer,

ciegos pálpitos

crujen su negra pupila,

yo no estoy despierto

ella tiene de ausente su presencia,

cuervo soy esperaré su noche

noche negra alza tu sombra lúgubre,

yo cabalgaré tu sien saltando

tus oscuras fauces,

hoy lanzo tu tenue honda,

afilo este cuchillo a ver si canta

junto a mi iris vespertino

su crimen de pasión y de flores,

hasta que se duerman

los campos conmigo.

 

El Castellano

 

Vuelta al inicio:

 

Es del tiempo

la incombustible hoguera

consume la tierra

en perfecta esfera

se alza un maullido

desertor.

Gatos que suenan

como alambres

en casas sin teja

ni tejado.

Soñé un día

su contorno

su silueta

me arrebató

el sueño

diciéndome

y corroborando

su espejismo.

Sol oscuro

en días claros,

humedece mi piel

una áspera lija,

soy de madera

de ciprés.

Soy hijo del Sol

de hierro

y de la luna de acero.

Soy yo el encargado

de partir el viento,

yo que abrí

mi destino en dos mitades,

una para sacrificar

en ofrenda

si se cumplen mis deseos.

Soy de la tierra

una espiga.

Hijo del Sol de invierno,

ardiendo en hoguera,

del cielo

su quimera despierta.

Oye mi respiro

me tiene miedo la fiera.

De este panal

de mundo no soy larva,

soy abejorro mayor

sin reina,

hago énfasis

de esta siembra.

De la tierra

soy flameante espada,

torbellino de este mar

angosto.

Espuma de estas caricias

al alba,

crepita sobre una araña

este fulgor,

Torbellino señor

de rosas sin sangre

y sin cortar.

Como cruel indulto

a la belleza

por encumbrar.

De hojas y espinas nació

este tallo

que ama de verdad.

Que muere en el suplicio

de su despierto tormento

dulce,  ensangrentado,

envuelto nacarado.

 

El Castellano

 

Sigilo de sobriedad:

 

Fauces amarillas. El humo de su tabaco seco, cuelga de su blanca sien. Bocas de agudos filos, nada por todo. Tomaba su café de grano recién molido como si goteara del árbol del insomnio. Era un hombre chapado de años. Dormía cuando tenía sueño. Comía cuando tenía hambre. Amaba más a las flores de su jardín que a las personas. La amargura no conocía si no se hubiese casado con ella. Su bigote recto comía por él. Era apuesto, pero le asustaba mirarse al espejo y contemplar que el tiempo podía más. Su diálogo era más parco que una tabla agarrada bajo yunque. No amaba el dinero y sólo lo empleaba en gastarlo para necesidades básicas. Hablaba con sus flores y lo extraño era que le respondían dentro de su cabeza, consecuencia de la soledad avanzada. Seguía la ley del ojo por ojo si le daban amor. Devolvía lo mismo, pero en cuanto al odio, éste, le temía. Gustaba sentarse en su mecedora en el jardín y acercar comida a córvidos negros como azabache y observarles . Era un hombre pleno y hacía honor a su vida, amando lo sencillo, cogiendo su armonía en la mano que sostenía su cigarrillo y que blanqueaba ya su bigote. Con la paz en su soledad, feliz de contentarse en su memoria de cuántos conoció, cambiaba luz en su medianía exacerbada. Afilaba tostadas en miel rebosadas, en su desayuno. Sabía estirar el tiempo como si no existiese. Su simpatía de ignorantes era apreciada por todos los que le medían.

Una mañana, en que regaba su patio como si la sed fuera suya, al acercarse al tupido seto, escuchó unos maullidos leves, estridentes y que venían de una camada de gatitos, arañando ,aún en ceguera precoz, en busca de su madre. Su alma de viejo aguerrido se enterneció. Miró a los recién nacidos y sin dudar, sin tener agresividad de la gata madre, se acercó a tomar a uno de ellos, él único de color negro y se hizo el propósito de adoptarlo con todo lo que ello implicaba. Sus hermanos eran blancos, moteados y en manchas negras. El gato negro elegido, resultó ser el más inteligente que muchas personas que conocía. Lo llamó Blackie.

Blackie se quedaba pegado al cristal de la ventana, gruñendo, deseando lanzarse a por los cuervitos que su dueño alimentaba.

 

El Castellano

 

Sangre de musgo:

 

Trae este viento

memorias perdidas

del tiempo olvidado.

Trae sangre de los Dioses,

en muérdagos lucientes,

sangre en flor del musgo

por vivas piedras tejen,

espíritus en árboles mecen,

traigo estas vidas

traigo grietas en mi destino,

mi bravura que muerde el suelo,

desenterrando su falcata,

sin oxidar que es mi espíritu

para luchar,

voz que me hiende la entraña,

al trueno es ella que silba,

de sus lamentos

vueltos testimonio

de lo que se convierte

la materia,

y su resurgir de tierra,

me avanzan los montes,

me beben los ríos,

para gritar este latido,

que no morirá ni estando muerto,

tiempos perdidos

llevo en una mano

en otra golpea

la voz de mi poesía,

y sus negras nubes de tormenta,

blandiendo su hacha de guerra,

bruma de su gris naciente,

ojos de la noche,

que sigue este lobo de hierro,

gritos en la espesura alimañas

se afilan la entraña,

fuego traigo que yo no deseo,

y fui a la bella fuente,

donde se bañan las almas,

carroña salvaje será mi enemigo,

y sus carnes cantarán con mi espada,

este sol me engendró de hijo,

estoy hecho de tierra y luz,

que mire la carne

que miren ojos que quieren mirar,

el armamento de este temporal,

lucharé por todo aquello

que amaré,

lo que amo será mi guía,

para nunca caer,

deshojaré las ramas de mi tiempo,

y en este cabalgar nocturno,

la novena estrella arroparé,

el tiempo conmigo volverá a nacer,

si es que no lo hizo ya,

mi cuerpo es la forja

dentro llevo la espada,

al tibio resplandor

sigue en pie mi batalla.

 

El Castellano

 

Vida de hielo ardiente:

 

Horizonte de la caída de este solferro

a reinar como una falcata de rayos afilados,

hondos ojos fijos en solariega planicie,

donde frías juegan moteadas las flores de invierno,

el reposo de la vida que se fue a dormir,

como un río de luz brotaba la escarcha,

un diciembre tardío saludaba

con sus manos heladas,

acariciando estos campos redondos

de cardos y caléndulas silvestres,

era un día de hacer manteca,

a mí el frío me hacía sentir vivo,

en este soliviar traigo mi espada,

pongo a sentir la tierra a mis versos,

que con cepillos de grama joven

se blanquea mi calzado,

viajo en mi mente

por el cuchillo calizo de la piedra

del caserón terrazgo abandonado

que posee mi padre,

rodeado por el fervor de pinos de monte,

donde próximas hacían nido las atochas,

a perdigones que son de la tierra

como la montaña a su roca,

cosas talladas puras como amaneceres

pulidos sin grises hojas,

ola rota mecen mis pasos

de un mar olvidado del que cepas anclan

sueños de vida,

del terreno en el que grillos esperan

el frío en sus agujeros

y su despertar para morir al acoplarse

a la melodía que teje la vida.

Avanzo en este campo de víboras

para ser yo como mochuelo recogido en su olivo,

como mis pasos gorjean las carrascas,

todo mi mundo reverdece

para mí siempre es primavera,

y mi bravura llora flores por mis venas,

hasta tener del cielo

la malva del alba

hasta trepar las yedras del profuso claro oscuro,

del cielo y su luna cuarteada de platas auroras,

me nacieron simientes silbadas,

y mis ojos enraizaron el campo.

 

El Castellano

 

Trilla mi idea:

 

Canta mi cuclillo canta,

picotea en mi cabeza,

entra al silo de mi idea,

donde telarañas

coagulan mis pensamientos,

abre esta puerta hacia mi oscuridad,

allí donde negros ratones

cobijan con fijos ojos

mi sueño sin desempolvar,

me conduje por escalas

donde colgaban brillantes ojos

sin pestañear,

arriba donde se acumulaban los sacos,

un murciélago despertaba,

era como una sombra que flotaba

entre llenos agujeros de aire,

sombra con alas,

la guadaña estaba recta

pareciera que me esperara,

la trilla afilada,

era nueva de esta primavera

el grano no vio su oficio,

respirad este olor a trigo muerto,

habitantes de mi silo,

hasta la araña teje con tesón

su geométrica hambre,

pardas motas salpican las paredes

por las que corre pegada la salamanquesa,

grietas vivas por este frío infernal,

arriba la sangre parecía evaporarse,

sólo quedaba yo

y esa sombra colgada del techo.

 

El Castellano

 

Soles de cuarzo:

 

Libero vendavales furtivos,

acampo la idea en tremenda pradera

descolocada, mansa, abierta

en florestas húmedas de rocío

tempranero, sólo allí tengo nido,

entre trinos que excomulgan mi deseo,

como atardecer rojizo sin sangre

acaso es, envoltura dispuesta,

rezo que acompaso la franca vida

de mi caléndula del camino,

resumo que coarto su vida verdadera,

luz de los campos, luz de mi campo

acaso fuese mío,

aquí solo hundido mordiendo este papel,

traigo que quiebro tormentas en nido,

culebras del sonido perdido,

me desatan yugos de esparto,

arde la simiente mía,

entre clavos ardiendo,

entre amapolas dulces, risueñas sin cruz,

se desmenuzan abrojos

de mi soledad carcomida,

a la que entablo soliloquio

en cama, con ella sin ella soy el mismo,

verdades atrás qué necesito,

si el mundo me hizo completo,

quizás aburrirla a ella mi pena,

nacida en cuarentena,

avanza mi siega,

esta vida mía vale la pena,

rezogo brillos de metal

cuando deja de serlo,

y crispa al viento

lo que llevo dentro,

más que un tarro de miel

y unas flores asesinadas,

un corazón que sube por la garganta,

a decirla a ella QUE no se vaya

usted es mi compañera.

De estos siglos que me quedan,

eres la carcoma de mi madera,

hasta ser lanza,

estaca que somete al viento,

en aullidos, en graznidos dolidos,

en enjambres con reina.

Por ahora a tu lado

soy azada que socava mi camino,

sacando terrones de lamentos

para sembrar tu amor

que Dioses me indican

que tendría que estar ciego,

para negar que eres más de lo que siento,

como veleta que le falta lo principal,

para no ser dirección que marca,

una flor plañía a mi vera,

que le faltaba su insectito

que la besara sin diligencia,

así la belleza nunca completa,

recto escalafón retorcido al beso,

unión de dos, como escala sin peldaño

rampa no sería,

me encumbro de la fiera para ser yo

la fiera, de esta mi pradera,

se afila mi vida quieta,

entre soles que cuelgan,

y colores que lloran,

despierto para entregarla

a ella mi cardillo de la dama

para que me lo devuelva

cuando me una a ella,

como se unen dos gotas

del mismo agua,

como se desgrana el molinillo

cuando saluda el viento.

 

El Castellano

 

Carmesí inefable:

 

Turbado yaga mi espíritu,

sin voz yace mi gran momento,

puridad en crisálida perpetua,

oh, lacónica eternidad,

no te temo ya

ni tu crisol de hálito

me vence en inmortal secuela,

recto ganaré a la luz,

por su ceniza coronada,

cantaré hasta el etéreo vuelo,

me trasplantará el viento obscuro,

metálico azar,

erigiré un árbol de brea,

en mitad del todopoderoso silencio,

mi flor no sucumbirá,

ni mi verso armado

será litigio de crin en ascua.

Filial prestancia,

que nadie trepa mi solo nombre,

por cantos obtuso,

en sangre

suceden labriegos

fecundos.

Terrazgo de mi amor atado,

canto a mis generales,

despejen el camino,

y entre férreos cipreses

me avalen.

Tanta herida precedida,

tanta voz que muere,

sin soto de almíbar,

pena que no muere,

son este de mi bronce en ala

de un repecho carmesí,

soledad,

mi gloria tan fuerte.

Azucena helada de mi tarde,

resuena en ti

un azar indeleble

para indicar sin sonido,

que tengo corazón y cielo

atrapados en un solo verso.

Olvido sin espejo,

mantuvo suerte segura;

luz sin día ni ojos

fue perfidia en otro astro,

azul, paz,

cuchillo que mi vida hiendes,

a cercenar toda oscura alegría.

 

Förüq Castellano

 

Severidad enfilada:

 

Nota:

 

“Porque el silencio poético es un alto grado de silencio; él es el que nos libra de lo opaco de los signos y de las torpezas de la lengua. No es un silencio vacío, es un silencio excesivamente

 

lleno y hasta desbordante de sentidos silenciosos: un silencio trascendental.”

Luis Armenta Malpica

tercer incluido entre el signo y el sentido

 

“estado T”, el cual no es potencial ni actual sino ambos “la mayor parte de los sucesos son indecibles.

 

Y más inexpresables que cualquier otra cosa son las obras de arte” (Cartas a un joven poeta, 1906).

 

Armenta Malpica, Luis. “La poética del silencio”. Armas y letras. Revista de la Universidad Autónoma de Nuevo León 52-53, 2006. 16-14.

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Severidad enfilada:

 

Destino desvencijo.

Como un borbotón de sangre.

Suspiro rápido y hondo,

entraña amilano,

todo me lleva

sin redil ni correa;

a verme en el ojo de tu espíritu,

sí, resquicio parco, opaco, en tu voz,

en un patio de trincheras

y entes esferas, al crisol

de valles y venas,

en el recital jamás yerto de tu verso,

cauce perdido descubierto

entre sótano de luz injerto,

en la pupila del lugar mágico,

riera en rambla

donde crece mi amapola

de pecho abierto,

tu vida la saboreo despacio,

entre regio y mi coraje en flor

de nuevo cierzo;

tu sangre sabe bien,

alma invernada buscando

horizonte en mente concisa

y como no llega a destaparse

eterna dormida avanzo su esquela.

La veo en mis sueños,

resquicios oníricos del ser claveteado,

de vidas mías lejanas al tranvía etéreo.

¿Cómo no hay?

No hay nada que negar

nada que perseguir

que todo arte nace del sentido inerte inaudible,

en manos del destino me encuentro

y me encanta el momento

de verme en el ojo de tu silencio

recordando mi universo de astringente azur sarnoso,

tu voz, amada luz en mitad el reino tenebroso

donde allí sólo canta mi oscuridad.

Alma de fuego encandilada,

estridencia seca, armoniosa,

velo de sigilo

tu suspiro, nada más.

El tiempo es correcto

para la revolución; jamás mil máquinas

podrán hacer una bendita flor,

Densidad recta

en rienda plumosa lamo esta mi pluma estilográfica,

resguardo en Caja de Pandora es mi alma sin espora.

Cinceles celestiales, un soto veleidoso,

donde sembrar el final sin comienzo anunciado,

por esculpir, tu contorno,

con vistas a tu verbo;

divina tez a blancura helada

por deshojar mi fiel recogimiento.

Así me perdí yo

buscando tantos años

el abrigo

de tu amada voz,

haciendo que mi difunta

cobre su vida.

 

El Castellano

 

Soliviar llano:

 

A las aguas de mi memoria

primoroso apelo,

a tener yo un alma como rambla inmensa,

desapagada,

un tiempo sin días de cobijo alado,

rosario suyo por terco no incendio,

sueño en aras de corcel virgen en grandeza develada,

sudario sonrojado,

metal beleño todo olvido,

arrebujo sin mesurar vil  posible

que por ella mi cruz y mi condena,

deslizan mi viva aflicción

de amor a propia ascua en la tierra,

sorprendido, letal no pienso,

neblina y fortuna

grandeza, gloria no gastan,

voy por epitafio soslayado,

remembra cautiva mi soledad infecunda,

alejar vida y belleza cuándo,

rosales míos crían ajos

cebollinos y puerros acuso,

tonada de mi sayal remiendo,

en boca de santo astro.

Peregrina de azar inamovible;

en alba de seda,

viste su dicha inmaculada,

insinuante su figura.

Sonora ella de silencios perpetuos,

oro de riveras

y burgalesas conciencias,

sendero atisbo

voy largo su densidad llana

aria  agraria,

luminaria bajo luna de signo azabache,

luminaria gitana sólo su mirada,

mi repecho no fulmino,

ni faldeo,

arboleda de mundo monótono,

distinción no apremia,

ni estrella viola

su espuma de ceniza larga,

 

como lírica paz

se llamó magia.

 

 

El Castellano

 

Canto de luz fecunda:

 

Imperecedera faz,

en haz luminoso indeleble,

río de tinta terrena,

insubordinada cava mi azada,

sacando olvidos de la piedra,

anisados reflejos que hienden la carne

como el Sol me clava sus espejos en los ojos,

vítreo desliz  enarenado,

es un sol bajo tierra,

hierro de vestido del acero infra-humano

que porto,

soñé desvestir mis sueños como sueño de flores

aguardando su fecundidad de nuevas muertes,

perpetuidad a flote,

en sima de raudales,

pila sacra bajo tierra hierro de estrella,

claridad del destierro

en relámpago de veta azabache,

voy sacando penas por olvidos,

azadón saca terrones a cal y canto,

es mi alma quien se destapa

que una vez en la vida se dispara

una soterrada vía sola, pierde el relente.

En manos de silenciosa vívida estampa,

y su desnudo de ángel custodio,

encenderé las novecientas noventa y nueve velas

del averno,

para encontrar lo que me pertenece

y siempre se me negó,

paz sin guerra...

Que va, otro día se venda.

crisol anidado en tus labios de mujer inmutable,

un deshielo y el cielo me trajo de nuevo,

sobre la luz monto mi corcel de viento,

allá donde la tierra es éter incoloro,

y la suerte es de metal,

de los árboles al bosque

de la sombra carne y cuerpo

de chirrío estacional,

y sus muros de venas

gira mi peonza,

trompo vivísimo,

de aurora incipiente,

montaña o preludio,

el gris se extingue,

luminosa mi trinchera erguida,

con desnudo bronce,

que no es más duro que yo.

 

Förüq el Castellano a 17-04-2019

 

Espinelas:

 

1

Enhiesta flor fue semilla,

altiva plántula fue ella.

Quién fuese aquella tan bella.

Él, pupa acabó polilla.

Aún plántula fue pilla,

él aún pupa la amaba.

Aún flor la respetaba

juntos cuatro meses bellos

cómo fue lo saben ellos.

Él desde pupa esperaba.

 

2

Bellisannua siempre bella

sin ningún pacto indebido,

licor de mora bebido

brindé yo por amor de ella

y mío mas la botella

casi entera, mi infinito

lleva en corazón finito.

sólo nosotros dos flores

libres en cante folclores,

soy alcalaíno, cito.

 

 

3

Amor te adoro bastante,

tanto que ni te imaginas,

volamos sobre colinas.

Nada encuentro yo distante

feliz yo, el único amante,

ambos somos golondrinas,

folclores mas las endrinas,

el weche, mapuche, arriano,

nunca solar artesiano,

no hay destino en las neblinas.

 

4

Ahora, es ayer, henchir.

Amor obtuso, incesante,

mi vida en valor constante

valiendo la pena hinchir,

sin pena yo, rehenchir,

vigoroso, parco, regio,

como corazón de arpegio,

ella firmamento mella,

mas yo nunca ser aquella,

hijo del viento, bastante.

 

5

Te observo, mas yo la endioso,

amor, pasión más los vinos

lo mismo, yo catavinos.

a ella doy mi sangre de oso.

Vivamos sin el ser soso.

Toda mi sangre antibaquio

a mi mujer; Lofobranquio.

Viva yo y más mi caballo.

mas es él saltacaballo.

A ella la amo, todo baquio.

6

Tesoro mío guardado

dentro tuya el sentir puro,

espíritu era ello oscuro,

espíritu mi candado,

en alma estaba bordado.

La espera, vida gallega.

Lluvia hasta aquí las allega,

Beltane, una, mas las diosas

Aurora, Flora preciosas

su  ayer muerto, entalega.

 

7

 

De celos ya no latere*,

amor, tan viva a raudales,

nacido en los manantiales.

nocturna cuenta el me quiere,

luceros, el Sol mas mi ere,

todo lo quiero en las calmas,

nacer temprano, los ensalmas,

universo cisne e indemne,

desde quince años solemne.

Celta el fuego, hace reales.

 

8

 

Vida, para amor, morir

en tu pupila, en placer,

llegué donde renacer,

mucho tuyo a descubrir,

eterna alma, su existir.

Criaré las zarzas, hinojos,

mas viviré dorando ojos,

mi conversación es cena,

estabilidad la escena,

mas sabiduría, abrojos.

 

9

 

Este amor todas mis venas

se come mas manifiesto

toda mi sangre dispuesto

sin riendas cómo me frenas

te deseo sin cadenas,

te amo como sangres hiervo

deseo ser tu agua, siervo.

Ven a mí quiero tu risa,

ver que fui feliz deprisa

pero tu te amo fue FERVO.

 

10

Amado Nervo es el nervio,

fuera instintos y amistad...

de amistad mi lealtad,

amiga mi sombra, antuvio,

digna casa con compluvio,

antuvio en desuso ya anda,

hecho anticipado, banda

rosa por hierro, fragancia,

mi instinto digna elegancia,

del mío dragón parranda.

 

 

 

11

 

Mordedura con dolor,

amor ni cura ni ungüento,

puro y eterno es su cuento,

en mi abrazo le doy color,

envidia resbala, albor,

premisa estar en tu vida,

porque no hay razón, anida,

cuándo sepa dejaré esto,

este Miguel no es funesto,

tu merced de mi embestida.

 

El Castellano

 

Remanso y su era:

 

Avanza manso

un hontanal

de gramas frescas,

deshilacha al durmiente hombre,

se retira mece y avanza

su calvero expuesto

de su semblanza,

una dama cual blanca cierva

bebía, bebía del vientre

que emana la fuente,

plañía un ababol solitario

del camino, que la rambla sigue,

fiel, duro testimonio sacude

su cuchillo calizo,

huye, huye el tábano por el monte

buscando algún depósito de sangre,

el brezo se apoderó limpio

de un raspado testimonio

la tierra devora lo que es de ella

para ser mi sangre

su eterna ofrenda,

por descampados fugaces

corría mi alma,

como fiel testerazo de hombre,

la espiga rendida,

saludaba a la oliva,

siendo del viento

esta fiel niña

que nunca descubre a quien pasa,

sólo, solo ante ti

me acuerdo de la primavera,

me levanta un sol helado de verano,

para ser mi hoguera

una fuente niña

que desliza, siente, y no consume

mis labios de pradera,

siendo este pasto

mi infinito remanso,

que me habla de la ceniza del fresno,

de la nieve del álamo,

de la sombra de esta abeja,

y su testimonio deja,

entre almendros con sabor a metal,

y encinas sin gorrino,

hoy avanzo el barbecho

para enfrentar mi sino,

a ver si contesta

la brava dama lluvia

que es Dios.

 

El Castellano

 

Alborea el otro lado:

 

Destello que blanquea,

lechoso, estira un seto

en semicírculo,

la retama amarillea

oscuro el agua

de soto sin fondo

en cuchillo en haz de cauce,

compongo el suelo,

con un hueso en mandíbula

pereza coarta la raíz

en mitades que caminan

desencajadas.

Anidaba un cortavientos

la franca entre rendijas

que se ocultaban bajo paja,

decencia que iluminaba el sol,

patio largo del atardecer

lleno de harina.

Escuché a mis heridas

por francos capullos segados,

caídos asisten a ungirse

yazco en una hoja roja,

camino por mi corazón,

exime aliento

una raíz salvaje no sostenida

se deslizaba un rosario

con aflicción del marjal

cubierto por la flor.

Como febril estera

y larvas sujetas

en yunques iluminados por savia;

era mi vida el precio

de estas semillas.

 

El Castellano

 

Tañer de hiedra:

 

Cerro gordo de henchidas horas,

marcha lenta sin subrepticia,

pesadumbre del porvenir

sin hojas ni otoño de vastos

suelos empedernidos,

en este rincón deslizado

un senil canto que abre paso

tras espirales en cuencas de flor,

de floresta blanda,

húmeda donde la maravilla

será villa,

Yunquera llanos fueron

sotos sin perdigones,

pero de fuente

de lo que fue siempre

matiz destellado,

ultrajadas sin abrigo,

en este mausoleo de tiempo

que se pierde sin visiones

vientos sin azares de infelicidad

ni ajuares de inamovible primavera,

donde lo único inamovible

es todo lo que siento por ti,

como un carrusel sin soga,

ni cuerda que atañe,

desde esta urdimbre

anclada, armada, hondonada,

dónde mi manso destello

de esta asolada cuesta abajo

que avanzo

por la vera

verdes,

un ojo que endoseló,

sin compostura

mi dulce cicuta

secular es mi enredadera,

mi sentir sin espera

su blanca ojera de nácar

de rosas y crispadas espinas

flojas,

absurdo, burdo, doncel

en sandez segura

tapiz sin fusionar

dichas ni agravios

extiendo mi locura

¿Alguien duda de mi campiña?

Con murria

de escurrajas,

cuenta ni azada

sin sostener este descanso

que lo dicho tiende,

todo recuerdo de lo que alma tengo,

y recuerde mi cordura,

que Úbeda tiene monte

y yo blando su horizonte,

sin alarde

hago corral de lluvia.

 

El Castellano

 

Sombra desnuda:

 

Yermo terreno del sueño,

un trillado verso avanza

entre espejos y cristales,

fieles aullidos desvalidos

entre semillas sin iris del mal,

entre corceles del fuego,

entre sonrisas fugaces.

Es todo lo que siento

un canto de piedra,

un río desplomado

mi fiel apostada cordura

que viene por enjutos

ojos hirientes

hasta avanzar los besos

de labios grises

y sus fanales colmenas destapadas,

no quiero repetir estos destellos fugaces

ni herir por mis alambres

tejido mi atrapa-sueños

queda mi parca vida

desnuda con el hastío

que asesino de esta manera,

volando mi dulce murciélago de nácar

entre este amor

de estrella me alzo,

es glorioso este canto,

reducto en lúgubre sigilo

es esta inspiración,

tentación de ángel desertor

de morir,

justo la vida

acabará negándose a finalizar,

soy yo la salud

de la una solitaria de la madrugada,

conquistado el cortejo de la noche,

me cuelgo de mi profanado latido

por estos cordones de hueso

vive y viviré mejor

que mi traje funesto,

limará esta sin razón los ocres

hasta lucirlos verdes brotes,

hasta acabar rendida la caricia

por estos espasmos de cobre,

mi destino teñirá las vivencias

por solares complacientes

y lugares dignos de altos sueños,

esta araña dejará crías

por poemas

en escarchas mutiladas

en este hierro candente

y el incendio de mis hielos,

como dijo el grande

no acabaré de irme,

ni estas solapas fundirán

en tristezas secas,

la sombra será mi mujer,

cambiaré el prisma de ver,

y ahora la luz será

la dama siniestra,

por si un día acabo de irme

solo espero

haber podido contagiar mi locura

que ya es rápida,

desborda sus cauces,

brotando en espinas insomnes

el abrir de las compuertas

a ese abismo sin dueño

donde besan los azules

ese nido de malvas,

que mi ser desprende dominando,

sombras miles en este carruaje vespertino

de mi sangre,

mi río de colores

de almas en sus gotas ferviente,

atado a este sentir,

que late,

que sueña

la carcoma de mi estampa.

 

 

El Castellano

 

Suspiro en tierra:

 

Flor silvestre a ti te escribo esta lápida de mi latido

tú que me das la paz que yo necesito

haces mecer mi amor en tu floresta

cuando flores de margarita cobijan lo que necesito

mi vida gira en una flor de caléndula

avanza mi vida en un sentido hacia el sol como ellas

se siente abrigado mi pecho

que canta por soledades su te quiero

no más montañas oscuras por escalar

no más súplicas por dibujar

todo se mece en una caricia

todo cuelga del alambre

por ver si te tengo hambre

y tus besos me acompañan

fieles testigos desvelados

de todo lo que fui y soy para ti

así como una cascada que bulle hacia arriba

un cielo encerrado en mi pecho

un canto de tus labios

en verde espiga y girasol

un despertar entre pétalos

un parpadeo que me lleva a verte

un abrazo que me lleva a tenerte

es sólo la vida de la flor

y que la flor solo sea la flor

elevado albor

cuando mis pupilas se llenan de tu amor

solo allí amada mía

reinará la flor

y no solo al muerto dará calor

tu sangre se fundirá en polen carmín

tu vida gritará a mi vida

para encontrarla

florecida de los más bellos versos

sin dolor

sólo cantándote

mi amor.

Oh elevada flor de mi amor

a ti te canto sin dolor

que mi ser es primavera

cuando mis ojos te ven entera

y mi Dios es la lluvia

está cayendo ahora

como el invierno se desvanece

es mi tiempo ahora

los cielos tiño de malva

mi vida reverbera

llegó la hora es primavera

con el trino de los pájaros

se blande mi espíritu

al son del tambor de los grillos,

quieren un templo para mi flor

ojos aceitunados cuentan

de los giros de mi alma

al albor de su corazón

ojos de sus ojos donde me encuentro

en amor, bailando en sus pestañas

alzándola en beso

un continente despierto

un mundo y un océano

un hada y un cuervo

un día de mi vida

por si vuelvo

a la vida al viento le pido

que mi boca conozca su boca

y mis ojos

sean más que abrojos

mi beso sea tempestad

y mis labios fuego encendido

para encontrarla a ella

que mi cuerpo siga su estela

y para mi muerte

que ponga yo amé

y aún en este descanso sigo luchando

porque la volveré a ver y yo con ella

en amor estaré.

 

Me encuentro trenzando la flor de azabache

sí esa que llora la noche

por encontrarla a ella tan bella

cantan los cuclillos y los nocturnos grillos

se tiñe mi horizonte de jacintos

y yo a mi mujer la hago un nido

de pétalos de caléndula

por si vivo que ella sea mi flor

y al sol cantar nuestro elevado amor

sólo soy yo cantando mi epitafio al hueso de la luna

volviendo azul el alba

para que reine la noche sempiterna

y entonces volver a verla

encendida de traje de estrellas fugaces

es por ella por la que se eriza mi piel y corre mi sangre

mi caudal se llena con su amor

y almendros me acampan en flor

desde el verde trigo al verde olivo se mece mi sino

y es encontrarme con ella en un latido

al viento le pido viento bonito siémbrame en su pálpito

y así con el mío jamás verá un suplicio dormido

ojos de cuarzo corazón de granate

acércate te alcanzo una estrella

para que brille nuestro corazón en esfera

y esta amor no será una noche más por su azabache

brillará un reino para los dos

el cielo se vestirá de los más bellos colores

cuclillos entonarán sus sones

los murciélagos bailarán rasgando sombras

y yo amada margarita en tu flor estaré

pintando con mi sangre este amor de mi hiel

y aliento que juntó a ti no verá su desvanecer

y sí hoy es un día para luchar

por las ilusiones fugaces prometidas

mi piel encendida que con la tuya late

en la más tierna caricia

quedando por dibujar mi subrepticia

esta noche encendida

que dibuja y reina mi vida.

 

III

 

Amada te escribo mi piel en piedra

que este latido es más que fugaz de estrella,

viste y desviste mi vida,

el verso coagula mi sangre

hasta ser mineral de piedra cuando muera,

en este corral de rosas crece mi ilusión verdadera,

alzarte, rodearte, elevarte en mis brazos,

ganará a esta noche yerta,

tejida vestida en vilo de espera,

para ser yo el encargado de esta acequia

que riega con tus besos

esta elevada floresta.

Donde Margaritas cantan

que es por ellas que el destino nuestro se acuesta,

vivo para vencer este horizonte estirado,

vivo para vivir en tus besos desgañitados,

para sembrar el curso con mi sombra,

con mi divina fantasma que habla

como tú hablas mi amor,

mi amada,

hoy me raja la noche la entraña

para clavarme todo el polen

de nuestro amor,

nacarado, embestido, dibujado, anhelado, florecido

aliento por aliento,

sangre por venas,

hasta morir en tus piernas,

yo soy mi lápida,

esta primavera que comienza a avanzar,

resumo que coarto este tren

por lares insospechados de tu vida

hasta llegar a una Araucanía lejana,

donde se acuesta el sol con la tierra,

donde las nieves que lloran las montañas

viven renaciendo, bullendo, deslizando

manantiales de hierro y cobre

de su sangre de tierra y fuego de volcán,

viviré hasta que un abejorro siembre mi nombre

en todas las flores de tus campos,

seré dichoso orgulloso,

como soy en esta parca existencia taciturna,

por la que me lloras amor noches sin alba

por tus granates de ojos,

es por mis versos nacientes

que el cielo abandona la tierra,

para vivir siempre, por siempre y para siempre,

en tu sonrisa dulce, nacarada

porque yo nací amada

para ser tu primavera,

tu sonrisa verdadera,

y el hombre que dio su sangre

para luchar por su margarita

hasta tenerla en vena,

nadie puede ni podrá contra nosotros,

el tiempo estirará sus azules pétalos,

solo para decir:

Miguel nació, vivió, conoció

y dijo que su vida

no era vida si no podía entregársela

a ella mi flor

su única mujer de sus amores silvestres.

 

El Castellano

 

No tengo amigos ni enemigos,

sólo confío en mi alma y su capacidad,

el que alimenta su espíritu no teme al mundo,

deja que arda este en su materialismo,

en sus falacias que intentan dirigir la espiritualidad

de su ''dios'' personal,

yo encontré mi libertad

me baño en sus fuentes

para ser mejor en cada cosa que hago,

sin lucro ni ambición que no sea ser afilado como espada,

hasta cortar toda sumisión,

nada espero, nada quiero, nada deseo todo lo tengo

dejo que brille mi espíritu,

así es y será hasta el fin del tiempo,

del que coja su azada.

 

El Castellano

 

Iris de campo:

 

Adormidera pulcra entre la retama,

amapola esquiva sangre de la tierra

nacías lejos de la tierra que tú querías;

la fe mudó sus caricias

sobrecogido el triguero espárrago.

Serpeo el camino de Humanes,

el reino florido por tejer,

jacintos de botellitas azules

recuestan gramas del lindero

entre espinos amarillos del olvido

yo hablo con zarzamoras de rivera

del Henares.

Corrihuelas abren nuevos sentidos

bajo sauces y olmos viejos

grajean tordos la vida del endrino,

caracoles que trepan el abismo

de savia recia, dura.

El alacrán pasea la represa

cuando la araña lycosa encuentra presa.

Espartos y retamas

prenden su verdor al monte.

Cardos y cardillos de dama

tiñen blandiendo su horizonte

anual.

Cadillos invaden el yermo,

de hinojos y dispersos plantagos,

boquitas de dragón, perritos

que juegan con el viento.

Un ligero testero acoge raíz

a una flor de Odín

caléndula silvestre

flor de difunto que resiste

entre embistes de tiempo,

y heladas grises.

 

El Castellano

 

Si a la sombra canté:

 

No indagues el azar

que su relente tizna

a ojos indomables.

No luce la flor siempre

ni la casi viva yedra,

juventud y fortuna visten

como sombras huidizas

cual Escita sobrecogido

entre mares y el aquilón;

bebe de la fuente virginal

que la sierpe es honda vigía.

El mar de encinas

nos sobrepasa.

Las olas de tierra

son infranqueables

no vistas de alpaca

tu parda sepultura

los más duros son tierra,

el resto afilada ceniza.

Traspasa tu rienda

sé jinete de caballo muerto.

No dejes caminar a gusanos

cada cual busque y encuentre su lugar.

Por los siglos que llevamos

Nunca es bastante,

por amores dignos, pierde el hombre.

Aboco empeño que desafía

mi dorada, encontrada, mediocridad;

contenta ella sin miseria.

Azota el poderoso viento

mi erguido pino,

mi torre altanera jamás vencida

cae en estrépito para nueva siembra erigirse.

Júpiter dame ásperos inviernos

floreceré tus pies

con dignas rosas del atardecer.

No hay mal perpetuo

despiértame la musa de su sueño,

báilame la llama en vela recta.

Tiende el suspiro en el patio de mi araña.

 

El Castellano

 

Carne espectral:

 

Incauto silencio verde,

ignorando que la rosa

no ha muerto siempre,

antesala sin espera ni consulta

donde muerte pasea,

enorme llama en fondo de frío,

ojo helado fijo en labios ardientes,

enjambre solapado

a mis trescientos treinta y tres vidrios

de alma que gasto.

Hermosa ni roca te parió viva,

deshechas las estelas

queda asirse esplendoroso

al metal que ruge.

Mareas de afrecho

visten savias lloviznas

que avivan su verde intransigente,

ángel lánguido voz revierte

surcos en iris pervierte,

quedaba alto nacido del hierro,

el norte que soñaba el viento

fruncía de aojos la vestida noche

y su cenicienta espectral

de las maravilladas flores de difunto

acrisoladas en soles pudientes

hechos de silencio.

lúgubres hendiduras del sueño

y el vientre escamado

de la lagartija

que yo amé,

y seguiré perdido amando

porque yo existo.

 

El Castellano

 

Azares de lluvia:

 

Avanzo el día sufriendo con la luz,

escribiendo mi cuaderno

encima de una mesa de pino,

simple, ruda,

como ella misma.

Hacia el ocaso del nueve,

la cerviz descansaba sobre el rastrojo,

una carrasca enervaba sus flores de piedra,

era suficiente descansado el recodo,

abría el cielo un llanto

de llovizna asilvestrada de Abril.

Suave se esponjaba la oscura tierra,

la viborilla ahondaba su refugio

bajo la severa piedra,

era un tomillo afilado nuevo

de esta rigurosa primavera,

el solar lucía su verdor

de ángeles cazando lagartijas.

Diestro mi ser dudaba si llamar

al gamusino de escritura,

la cocina de baldosas

invitaba a merodear por algo de cafeína

era redondo el tiempo que alzar clavos

y unir galaxias sobre tejado de aspas,

un día cualquiera;

sin mozas en la vista,

era bastante y no se sujetaba mi pensamiento

de vanidades cualquiera.

Angosto trepaba el tejado de mis densas ilusiones,

atravesar raudales sujetando azabaches del cielo,

estirar la luz y bajar la luna,

era un puñado de estrellas apagadas

y volví a sufrir y endoselar cantando,

un reguero tieso de savia

y el vergel se encendía

clamando la desquicia

de que no duraría la siguiente estación,

sigo las ondas del charco

deslizando en él su solo reflejo,

rambla sin margen repleta

de esta lluvia sin cuartel,

un río me desquita de fluir

como lombriz azulada purpúrea al tacto,

es un recuerdo a mi río Henares

en localidad natal surcada,

un solitario flamígero pensar,

y cambio todos los lugares por ninguno,

que es lo mismo,

cimientos absolutos de oscura tierra,

en tímpanos calizos me sostengo,

como esparto del bronce,

y brezo desnudo sin soslayar herida,

el vals terreno me envuelve

y vuelvo a saltar el pretil gesto de Ostara,

anudando el ombligo de la tarde

con la ojera de la noche.

 

 

 

Förüq El Castellano

 

Son del ascua:

 

He venido por los sones sin tiempo,

resuenan todos en lo alto de la torre,

indico fiel muro

que acuartela voz sin muerte ni memoria,

bronce a lo alto,

pureza inmiscuida en áspero esplendor.

Risa sin agua, tiempo con sonido,

eternidad azogaba sin corazón

ni anchas calzas finitas,

el cielo cayendo turbado está.

Voz con muerte oí e hice caso,

penumbra de vendaval obscuro,

hálito perenne de triunfo en luz segura,

mi culebra, mi sola flor, un campo soterraño

armado en cantos, solapado,

viperina falaz un soto

al que me trasplante,

dulce miel de tosca celda,

filial que enmarca,

sangre sin latido del suelo terreno,

raíz de terrestre prestancia,

clavo instante, cabeza abajo

de la vida de este mundo,

tajo recto aguardo,

con la verdad profusa de cuánto he amado,

espiga de tinta bebiendo la luz,

de su ardor erizado,

crisol a raudo, puro odio,

eternidad sin voz,

agreste reverbera,

empapada en substancia.

no tendrá que aullar como los presos,

oh dignidad serena,

cuervos de muerte me caen los ojos,

reloj de alma y alba en despido,

como rubí dentro del zarcillo,

me senté en un junquillo,

y me entregó un zorzal su ovillo,

hiedra de espíritu suplicante

trepando quinto cestillo

mi torre anublada de hondo cielo,

sombras miro, me miran todas,

mi cántaro es como el de Dagda

ni fin ni repleto,

viaje eterno,

al encumbrar todo

de nuevo rocío.

Ababoles me cuentan

que todo se alza y rige

gracias a raíces primas.

 

Förüq Castellano

Tiempo en floración ruginosa:

 

Una flor que es flor

en mitad de tu tiempo,

floración que vino de raíz del averno,

escalando al cielo,

pluma en tinta

de servil vid de Ferento,

albor en cernícalo vigía

primo del vilano señor,

mariposa metálica que revuela

desde soto carmesí de tus muslos

desplegando su lengua furtiva por tu dulce

vientre de nieve,

corola de un silencio húmedo,

como si flor en palabra

nunca hubiese sido,

trampa de arañas en serviciales rosas

de la aurora más funesta, clavada la hora.

Curvatura morada de mi verde sueño,

corazón despierto o mudo

de grito sordo en el pecho,

amor de rayo empeño asolado.

venas en azur sobre tierra,

un destierro de la esencia intangible

al beso y ala vaga de sol minúsculo.

Rebelde en tierra resumen edificado,

sin vigilia feroz me despoblaba,

inmaculado fuego,

terrible y compasivo,

tú amapola,

crecida en luna de mi huero camino,

labrador de arduo sendero,

lebrela tú musa de mi gana acaudalada,

pez de hilo es este instinto,

a veces parco, a veces sumiso,

azul lento en flor de viento,

oval de campana tu concavidad en bóveda.

Mariposa negra que poema trae en ala,

gota de luz colmando el astro,

mariposa negra solar,

mariposa de muerte sembrando

orugas de vida nueva,

azur todo espejo,

de un tiempo que ya calla,

y todo frío, termina.

 

 

Förüq Castellano

 

Oda al Sol, musa en armas:

 

 

Gran Sol, gran hervor de rayos espadas

día clavado; tu iris sediento sanguinoso

en Vestal iridiscente en flamas a lo alto,

a lo alto brillas como crece el talento

sembrado en nuestro corazón,

rueda de fuego, Lugh en tu gloria,

germino toda dicha padre de mi conocimiento,

oidor, de cuánto arte ha conocido, padre Supremo.

Escúchame mientras te honren este,

el día de mi musa en armas.

 

El invierno se ha ido, nos dejo atrás,

los campos están verdecidos y cantando en flores

que trae Ostara y su caricia de divina nota

de savia que escala todo terreno,  y fríos ya lejanos,

Toda la tierra duerme en tu ausencia.

 

Incluso en los mas oscuros tiempos

tu luz es el camino

para aquellos que necesitan un faro

de esperanza, de brillo, de sosiego,

relumbrando en la noche.

Tu esposa regentada por madre Luna,

buscando toda tu luz, toda oscuridad empuja,

 

La primavera está aquí, y días aunmas cálidos vendrán

los campos están desnudos y vestidos de celestial verde de lanzas

y el ganado pastando.

 

Encendemos estas velas en tu honor,

Regreses la vida de nuevo al mundo.

Mi lira te cante la sola noche que traes flagrante.

 

OH LUGUS

Solar y poderoso,

sol sobre nosotros, te pedimos

tu regreso al alma incendiada,

en virtud que te amima y habla,

que traigas a nosotros la luz

y el calor de tu vida.

 

Trae de nuevo la vida de nuevo a la tierra.

Trae de nuevo la luz a la tierra.

y aleja la saeta oscura que te retiembla la calma,

al alba más preciosa,

Maestro encumbrado

del arte que florece

y en nuestras entrañas germinamos,

nosotros los escribas

cabalgamos todo tiempo difunto,

guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz.

AWEN!

 

Diestro compás

en sol mayor,

bruma de idea socarrada.

Flamígero desdén;

congelado en ascuas

de fuego azul.

Horizonte sin prisas

que arrostró

todos los rostros

de abril.

Abre el nuevo fervor de tu luciente.

Y su solitario azar de relámpagos

de tu azur hermoseando,

enclaustrado.

Vírgenes encinas, y almendro de soto,

entre un nogal

dependiente de su sombra.

Al verdor de inusitados pinos,

me caracolea

la fronda del monte. Musario cerro desnudo,

Espino amarillo de mi dossier,

Caléndulas solariegas

que amarillean su silvestre ralea,

esposa complaciente de Sol naciendo.

Brilla esta infamia

de campo abierto.

A esta última lagartija

lanzo un baquio seguro,

sin disfraz ni apellido perenne.

Mudez última

de sangrada amapola.

Sanguínea tormenta

de dureza blanda

con agua de mi terco aljibe

obtuso en litigio de iris vespertino,

y su sangre que baila

el suelo terreno,

que en culto a ti Lugh yo beso.

Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.

Hijo y sirviente de Candavmis dios del Trueno.

Förüq

 

Reflexión:

Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,

es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,

y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,

en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.

 

El Castellano 29-04-2019

 

Sol ferro a tu gloria, compilación:

 

Voy por tus desangeladas,  profusas luces.

Hierro que me tiembla la osadía,

oxidado resorte candente,

que afuello;

relamen linces del tamaño

tu dispuesta ternura.

Hirsuta ciencia tu tomo de tierra.

Acristalado vence marea súbita

de ojos realizados;

mi espada no luce marchita

afila latidos de mi corazón

ignoto,  ante tu ser,  casi desnudo.

Orando llegue revelado momento

de aspados dientes

y destellos secuaces.

 

II

 

Aruña mi tierra una vez más

como un grito en la vena,

como un gemido perplejo

que brilla el tiempo,

que empañó

tus vidrios líbicos,

atemporales,  dispuestos,

sin margen,  sin curva,  ni acervo.

Saliva en aljibe de hondo deseo,

exasperado,  irisando crisoles

que jamás marcharon;

beso y muerdo tus orejas malvas

profanando tu blancura primorosa,

en tus piernas gemelas,  semi-abiertas.

 

 

III

 

Mis violáceas hojas marchas

raíces que maúllan mi calma;

profundo el zarpazo de amor

que me afliges.

Osadía acariciarte en destellatoria

entre vela y candelabro

avivado tu hornillo de espejos

supinales.

galvanizada garra llega

a arañar la puerta;

rumor de fiera vespertina.

Solo ante tu sosegado

siempre azul violín

que la humedad

de tu floresta,

nunca más virginal,

entona.

 

IV

 

Despierta, flamea nuevo cierzo

por tus sotos de rincones sedosos,

humedad permisiva blanden

al desnudar tus mieles

entre tu piel serena;

abejas mías

dejar que la flor duerma.

Corajes florecientes

en ocaso que el alba lanza.

Desde la luz del día

hasta dentro la oscuridad

más densa que late y envuelve.

 

 

V

 

Sus cerrojillos tersos yo beso

en esmero amilanado de erizar sus nervios

a flor de candor estrellado, navego que avanzo,

tus filos de rubores aplacados,

esta luna entre mi tierra y mi solferro

una vez que su luz perdure mi hierro.

Placer enarbolado, en lustre de acanto,

ya mi querer no es piedra rodera

ni de osadía alabastro,

fuera de la batalla,

tersura que gemía la espera.

Mi piel de quimera,

inimaginada senda,

es un hálito y su verbo

una escala y nuestra escuadra.

Al placer preso

de sonido extinto.

 

 

VI

 

Retiembla el agua

un haz sobre espada,

inabarcable sentido

sigue, ahonda fiel

su rendición

en estallido del tesón.

melodiosa sierpe

en un vals del gemido

secundando el alarido

sembrado en su interior.

 

VII

 

Fuentecilla parece mi noche oscura,

fuentecilla retozona,

y de verdes lamentos quejumbrosa

como sombra leve de mi pájaro piador

que acuesta a dormir su entraña.

Sombras largas que descubren

el canto los lisonjeros grillos.

Blancura y azabache descansa en la arcilla

el nido mi golondrina.

Al fresco respiro de mi chopo soñador

lanzo un severo destello argento.

Longevidad imperial cercenada

como retazo de persistente

carcoma manida a mi verde intelecto

grave;

embaucaría sin tenerla

todos mis instintos,

todos mis impulsos.

 

 

VIII

 

Canta , canta mi pena azul

sin ocre zozobra.

Abre el verde ramaje ,

a la espesura de mi idea.

Entre un camino serpeaba

como culebrilla de un destino azaroso.

El murciélago castellano

rasgaba bailando,  ladeando

el cielo mullido

de levedad de colchón sin luz.

En sintonía opaca que rodeaba

y acariciaba.

El cielo abría su sangre a la noche.

Un sopor de estrellas

que en este invierno no tardaban,

y el rudo vigía  ciprés soportaba .

 

 

IX

 

Bajo tenue luz de luna

que los sentidos arrugaba

y mi fiero ciprés de lanza colgaba.

Avanzaba por el camino

los álamos,

como un sendero

en cal de maderos cenizos,

rumbo al Valhalla.

Alumbrado , rememorado,

anhelado

por todo guerrero .

Era un olmo frente la tapia

de un cementerio

en Fuente la higuera.

Caminillos de hormigas dispersaban,

desplazaban los vástagos

de forrajes venideros.

 

 

El Castellano

 

Tangencial, severo, recto

a este sol ferro fiero

de luna pavorosa descolorida.

Rey astro de cielos huérfanos;

soliviaré su fervor

por albas depuestas,

hijas de rayos derretidos,

un eco del hombre resuene alto

en esta umbría noche

que sangre previa

ya desvaneció.

Campo de raices en negra visión

y viborillas temblorosas.

Carne y cuerpo de metal

es mi azada mordiendo la tierra.

¿Cuántos ángeles disolvieron el vuelo?

En son de la belleza tornasola

en quietud reverdeciendo

estas selvas de sombra.

La llamada del guerrero.

La llamada de su espada zorro,

a su silbido forjado.

No es lugar plácido tras la vida,

no es esto, es aquello,

a cuántos insultaron los cielos.

A cuántos a su alma sobornaron

llegado el cristal de espejos,

y su laberinto de reflejos.

Soles cromáticos de escalas

intangibles de luz,

y sus rayos acuartelados.

Llévame en tu estela irisada,

yo me mediré con el Rayo de Zeus.

De letal sonrisa azur,

bailaré sorteando su electricidad.

Acostaré, ceñiré sotos

de vientos arrebolados,

en espirales.

Apolo me dará su brazo,

pondré a bailar Valquirias

en la fiesta de los condenados

a siempre vivir.

 

 

 

El Castellano

 

Cuerno sonoro,

cuerno vivo,

cuerno hueco

brillo frío templado,

vive tu osadía la bravura,

osamenta quebrada,

viertes tu sangre,

dando brío a la fuerza,

tu luz no tiene rienda,

tu puñal me dio

vida,

y a Quoth el cuervo,

tu fiel agonía,

late, sangre fluye,

corre el lobo que soy

bailé entre serpientes

altura desbocada

he oído alzarse

almas bajo la tierra,

arde regio solferro,

oscuras alas blanden

sus filos de alba.

Regentan iris

la lucha que reinará.

Habla desde la leyenda

el origen de Iberia,

quién espantará

mis gritos entre ruinas,

desciende su poder

somos los otros,

canción de una piedra,

férreo el destino,

amplia senda

honro mis dioses

abridme el camino,

surcarán abiertos

libres vivos;

oda por esta tierra en llamas

por esta tierra en trizas.

Ahogarán alientos

bajo el dios del Trueno

ávidos guerreros resplandecen,

raíz de plomo

incandescente.

 

El castellano

 

 

Avanzas el campo

de mi irrigada sien,

cara por cara,

ojo por ojo de este abrojo;

Destino ciego de mi celaje,

bronco mar de trasiego

al broncíneo lar

encorajinado, nacido

de un pelo de un pelo,

rescoldo socavado

un acre sin pestaña hiriente,

vistas tras los espejos

para ser libre,

y enraizar este Sol ferro

que rehúye, desnuda las nubes.

Es un viento solar que me encara,

y afila mis fauces

que desencajan el tiempo

que ya marchó.

Pude venir a vivir

en la ola de luz serena,

el relámpago me alzó en compasión.

Pude renacer

pero no soy adorable,

desde estos acres

traigo

la flor de difunto

soslayada,

sembrado el tiento

queda resurgir del azabache,

y bailar sones de grillos

con sus raíces del mañana.

 

 

 

El Castellano

 

Magnánimo arrecido silencio

desnudado, su violín enardecido,

aromos fusilados, nacidos

en yerta conciencia,

y el férreo son amanecido...

 

Sangre belleza en pureza,

me abre éste el pecho,

sí bemol de opaco pío,

anuda mi clara secuela,

de ufanos clarines violáceos.

 

Afuello que venzo

mi claro oscuro fuego,

arrastra y consume esta tierra negra,

mi sangre y mi bandera,

esencia de una savia elaborada.

 

Soy el que abre

del nuevo árbol

un santo olivo,

que da miel a mi

reina madre.

 

Por mi árbol deshojado

en su nuevo muérdago,

troquel del inerte acto;

Parasitario.

Runas en sabiduría,

malvas granates de simientes,

simbología d'estesolferro,

oscuro y su cuervo.

En nogal con su nuez

del tiempo, abriendo,

desnaciendo la nueva era,

afilando su fragua.

Los balcones extasiaban

por sones al llamado

del vítreo tras luz,

trasnochado,

en ascuas cabalgado.

 

 

El Castellano

 

Oscura noche me cuenta

de su vítreo trasluz,

cabalgado por extenuada sombra,

es mi carcoma está despierta,

yo condeno a los que no son de su estirpe,

destellos malvas de luna,

ahorcan su compostura,

es por mi patio de la gris araña,

por mi tejo de flamas,

por mi fuente azul,

y mi jardín de cristal,

cuando yo me vaya seré tan chulo

que me recordarán,

este filo pulirá el metal,

el pueblo gemirá una hoz y un martillo de tierra,

hasta yo ser caléndula encumbrada,

avanzaré por los senderos del alba,

mi brillo será luz intransigente,

yo seré eterno como una piedra,

idependiente de lo que digan y digáis,

cuervo soy grazno por el sol ferro apagado,

yo voy que me siembro,

soy hecho de mis propias cenizas,

traigo muerte en vena cava

mi talento no acaba,

estoy tejido yo del miedo,

soy más fuerte que el desvencijado

alarido crepitado en eco de yacija

con su espectro

hablando en eco de su silencio,

me casé con la parca negra.

Vino a visitarme y la puse a dormir

en mi cama,

ente de otro ente soy

voz de alma

con voz taladrada dentro de otra voz,

tengo que poseo

dos almas en este mi cuerpo,

por eso hay sombras que no entiendo

en qué realidad me encuentro,

soy Förüq y mi voz seré encargado

de apagarla,

 

 

El Castellano miles Dei lumen

rey y señor de su castillo

 

 

Efímero corre el segundo sin saludar

sin despedirse, sin preguntar si todo sigue

igual, avanza la manecilla de mi reloj,

hoy es de esas noches yertas,

que descubro mi tierra que late

bajo mis pies. hay avidez

en el subsuelo donde la sangre late,

destartalados pilares que me alzan,

recorrido de mi alarido

que muerde al conocerte,

he oído estaciones correr,

mi carne se funde bajo tierra abierta,

frente mis ojos

nebulosas abren, crepitan,

he nacido yo de su flamígera ascua,

mi solferro blande su noble falcata,

dentro mi carne la vida bulle,

su caída resplandeciente,

toda carrasca me dibuja al dorado tordo

de este atardecer,

el murciélago myotis

me cuelga la idea,

desde esta ojera férrea,

hoy me comí el firmamento anidado

en tu mirada aplomada,

soy experto recio como un lobo,

frío de segmentos cálidos de hielo,

maestro de mi espada,

escucha el brillar de mi navaja,

yo soy descendiente del miedo,

ámame como se ama

sólo una vez,

en el que nuestro color sea la piel,

afilo el poder de este silencio,

y te dicta

que te volveré a ver.

 

El CASTELLANO

 

Quiero deslumbrar mi camino,

ayen de estas víboras que caminan,

palpitar el látigo enfoscado

de sedientos corazones.

 

Entre sangres fugaces afilo

esta vida en grana marcada,

deshojada, por cuanto he conocido,

más que tristes metales lascivos.

 

Caparazón este el mío inerte,

vestido de marzos seniles,

agota, coarta la esquela

de mi memoria perturbada.

 

Camino sin camino

por donde se oculta el este,

veo la flor que desviste,

entre pétalos su iris difunto, imperturbable.

 

Te construyo sin verja, franca,

tapia ni acantonado te hago

a imagen y semejanza del aire.

 

Que pasa y mira,

que mira pero no descubre,

que nací dueño de tu avenida.

 

A este sol ferro  cuelgo agravios,

ofensas que desvanecen,

como la noche devora lo que es suyo.

 

 

El Castellano

 

No rebotan los tiempos llorando,

en escalas a ese cielo anhelado,

voy que viajo

y bajo mis plantas

la tierra brota, rehúye, fluye,

todo me alza

sobre torres sembradas

y sus trompetas abiertas,

desenfundo esta esencia

de estaciones correr,

hogueras profundas

en lágrimas de lluvia,

plantada mi compostura,

me crepitan las montañas,

los cuervos me rinden pleitesía.

Ante estos ojos

el ávido brillo

de oscuras alas,

frente mi carne

fuego enraíza

esta noble falcata,

encinas me enraízan

el dorado anochecer,

noche oscura

entre espectros de letras,

el día derretirá mis flores,

trepando mis venas de encaje,

mi azada será sangre

no más cuerpo y carne de metal,

al erizado filo

clavaré sentidos despiertos,

mi letra será invencible,

en flamante rebosante inspiración

parida de un rayo de sol,

ay la tierra que me clava la siembra,

ay sol ferro,

yo te hablo

al fulgor de venas

al calor de llama azul,

tú invencible

como la palabra te formó,

extasía lumínica

en candor de lunas aulladas,

ven a mi pecho,

te daré asilo,

desgrana este silo,

que mis manos hablen colores,

solo ante la adversidad

esta negra noche que huye

enjaula su oscura sombra

donde la letanía esconde

sus garras de cristal,

quedando repleto este umbral,

he oído llamar

llamar tus sangres de luz,

a violetas nebulosas

sin cauce

empotradas en sagradas espirales,

busqué tu vida eterna,

me contestaron inviernos

desmochando brotes extenuados

de tiempos atravesados

por tu espada eterna,

fuente fría

que llena dulce la fontana,

la vieja luna sonríe,

lo efímero será áspero y duro,

a la caída de este plomo,

se levantarán estatuas de barro,

tu lobo vestirá el sincero metal

por ser de hierro,

hasta su aullido de plata

a la noche sempiterna,

y sus enredaderas malvas,

campo este de víboras nacido,

por un surco repto,

y el alacrán me saluda,

soy yo tiempo olvidado,

resplandores

de este patio de grillos,

me cuelga la corona de caracoles,

por todas mis lumbres

abiertas

de caléndulas solariegas,

más que hoy

no espero nada,

porque yo siembro lo perfecto,

me responden sus voces del suelo,

al intransigente destello

me parto, me quiebro,

hasta dar mi voz

a estos campos

y sus sotos perdidos

encontrados en cada sangre.

 

El Castellano

 

Era esta araña

como un Sol ferro con casa,

era como un encontrarse sin despedida,

por qué,

porque yo empiezo esta obra,

camino destrenzo este campo,

me desmigajan a mí

sus flores extasiadas de difunto,

para decirme

que lo suyo es de todas las estaciones,

como hacer el amor

con azares alados y soldados de los campos,

que su simiente no es vida de un día,

yo digno de admiración

digo que me adopten

pues soy familiar

así no tenga savia

tengo sangre carmín

y mi simiente escrita

dura lo mismo que dura

la tierra sosteniendo vida,

desnazco de la hoguera

al crepitar del rayo luminoso

no soy como él invencible,

pero me cincelo mas recto y recio

que un hierro de carne,

soto-vientos atrás

las montañas hablan con la gente,

que sin ciudad no hay gobernante,

sin poesía no hay mundo ni creado ni

ni por crear,

más duro que los montes,

cabalgo esta letra

flamígera, extasiada,

al son de una espuela escrita en bronce,

digna del brillante metal puro,

para yo decir yo aquí

me he curtido y tejido duro.

 

 

 

 

 

El Castellano

 

Horizonte de la caída de este solferro

a reinar como una falcata de rayos afilados,

hondos ojos fijos en solariega planicie,

donde frías juegan moteadas las flores de invierno,

el reposo de la vida que se fue a dormir,

como un río de luz brotaba la escarcha,

un diciembre tardío saludaba

con sus manos heladas,

acariciando estos campos redondos

de cardos y caléndulas silvestres,

era un día de hacer manteca,

a mí el frío me hacía sentir vivo,

en este soliviar traigo mi espada,

pongo a sentir la tierra a mis versos,

que con cepillos de grama joven

se blanquea mi calzado,

viajo en mi mente

por el cuchillo calizo de la piedra

del caserón terruño abandonado

que posee mi padre,

rodeado por el fervor de pinos de monte,

donde próximas hacían nido las atochas,

a perdigones que son de la tierra

como la montaña a su roca,

cosas talladas puras como amaneceres

pulidos sin grises hojas,

ola rota mecen mis pasos

de un mar olvidado del que cepas anclan

sueños de vida,

del terreno en el que grillos esperan

el frío en sus agujeros

y su despertar para morir al acoplarse

a la melodía que teje la vida.

Avanzo en este campo de víboras

para ser yo como mochuelo recogido en su olivo,

como mis pasos gorjean las carrascas,

todo mi mundo reverdece

para mí siempre es primavera,

y mi bravura llora flores por mis venas,

hasta tener del cielo

la malva del alba

hasta trepar las yedras del profuso claro oscuro,

del cielo y su luna cuarteada de platas auroras,

me nacieron simientes silbadas,

y mis ojos enraizaron el campo.

 

El Castellano

 

 

DOCTRINA DE INMORTALIDAD:

 

Este es mi reino,

este es mi camino, mi elección,

devoción,

al uno, al Sol.

Mi guerra mi señor.

Antorcha de sola libertad,

reguero tu luz.

Camino de la virtud,

ascua perenne,

tu amada verdad,

forja de mi sangre,

destino atronador,

tu inmortal destello

iridiscente al alma en guerra,

somos los hombres muertos bailando

en tu corazón.

Clama esta nuestra Legión de Luz

un son férreo,

a lo alto los cielos,

Padre Creador te imploro mi humilde servicio

a tus Falanges cromadas de creación.

Alzo mi recia vida a mi sola espada

nacida y sellada por tu tesón,

En tus hoyos crepita mi dicha Sol Señor.

Tráeme que besaré tu Luz.

A ti rindo mis cenizas

y perpetuidad de alma.

Guíame amado,

a incendiar en reino de las sombras

con tu amor,

es mi reverencia, es mi servicio,

osar mi entrega al lado mis castos dioses,

Padre tú de ellos,

mi amor, mi Sol, mi veneración,

soy tu hijo,

destellado te amo,

desde albor cantado,

al origen de tu hierro en mi sangre.

Hoy es siempre por ti,

ángel en tierra

estruendo ciego,

de la vida de tu ceniza,

Sol dador de hálito exuberante,

mi campiña,

mi suelo y mi cielo,

mi salvación sólo tú señor.

 

Förüq Castellano

 

Cauce en rectitud:

 

Empeño asolado,

flamante compostura

en fanal infinito

de las flores del campo,

del ababol al dulce hinojo

diestro me dirijo hacia la suerte,

por coraza mi pecho,

por yelmo mi palabra,

un fiel reflejo por escudo,

es todo lo que pudo la armada  razón,

es todo lo que llegó

al río de las almas de mis venas,

dulce estampa de agua,

a vid de trigo y girasol,

la novena estrella me cabalga,

todo oscuro linde de mi vergüenza deslumbrada.

Ojo de mi ojo, viva siempre la virtud del aojo.

Vida de mi zarza quieta, de cristal en espinas

que su hielo en sangre me temerá;

una fiel hoguera de rizada ascua perenne,

rastrojo al fuego de mi quimera, sola su verdad,

es mi sed verdadera,

escarpada cumbre del hombre,

y su dicha en esquela,

yo lato sin nombre,

allá donde el astro esconde;

sentencio a mi olvido

a no volver jamás,

a este recipiente

de sangre que porto,

que hace cumbre,

resisto aleatorio,

en este panal de esbozos,

me enraízo lejos de este mundo,

me desdoblo en dos dimensiones,

las vidas de un día que me enjuicien

que mi camino no termina, comienza cada día,

en seno de espiral armada;

montaña, yo soy la montaña,

el Juez Supremo ya me dictó mi sendero,

que yo me he ganado,

que yo he tejido,

y que las lombrices

sigan siendo lombrices,

que yo sé donde dirigir mi vuelo

de cuervo poeta,

mi semblanza tejida

camina sobre una araña,

boca sin besos,

en cuarto umbrío,

me teje ella Litcher la llamo, a mi fiel araña,

un destino, pulcritud de estela alma,

un encuentro sembrado,

letra que complace mi tejado,

resbalarán las aguas,

mi navío fue llamado al negro puerto,

siniestro yo el comandante

sigo mi noche

que ahuyenta que se estampa,

mi letra quedará en mitad de tierra,

porque toda materia

es y será polvo de tierra,

un rezo y un ruego

para que sean iguales a mí

cuando me toque zarpar

al otro puerto blanco,

sin retorno cristalino,

ni rayos irisados.

Sólo un campo de zarcillos

y rosas caninas que destapan auroras,

semblantes del ser que fue alguien,

quien quiso ser...

 

El Castellano

 

Destello incesante Tornasola:

Sangre, pájaro, sombra luna. muerte en vaso de cobre, flor, estambre, lágrima, opacidad serena oscura, tristeza sola, destello incesante, contagioso azar inmiscuido, terco estruendo, vicisitud labrada...

 

 

Empiezo.

Desdén flamígero encorsetado,

en sangre de puridad, de alma o cristal en vaso

de alma y su terco sueño que era forma,

vicisitud o estela,

estambre y flor masculina,

luna de muerte oscura en yacija,

y su opacidad serena,

de argenta guillotina

cercenando al tiempo suelto y libre,

su oscura lágrima

de muerte en recipiente de cobre,

sombra y su noguera nunca ruginosa

de raíces en pulcritud de soledad de savia.

Esencia en vals superior,

como ninguna hoja se retira del árbol

sin motivo elevado.

Tristeza caprichosa como pájaro caminante,

y espíritu en captura de azulada raíz

azul hermosea la vicisitud labrada.

Pureza de sangre su única campiña

yerto sentido,

de tuerto ojo sembrado,

sonaba el repicar del taladro,

como un clavo hendiendo otro clavo,

y una astilla sacando otra estaca,

azar alado,

en litigio de iris sediento,

era yo como cristal

de transparencia habitada

agradeciendo a mi musa de agua,

su fábula del pájaro y la flor,

despierto otra vida

que empezaba a soñar mi vida

a partir de mi presente muerte.

Y su vaporoso candor de estela,

un tambor sonaba mi tierra

abría del suelo una lira sobre un arpa

conjugando resonancia crispada

en cuerda y engranaje maldito

como una peineta de brujas afilando

el violín destino, que dictó

que abandono, sin haber comenzado,

y empiezo sin saber continuar,

porque acaso

¿hablo yo?,

¿O despierto sin haber dormido?

ni conocimiento,

seguiré indemne acontecido,

sin dejar de ser correcto,

jactaros del libre

os hace más esclavos,

perseguir sin incendiar vuestra casa del mal,

os lloverá lo cosechado,

se ama la virtud

la bondad destellada hace arder el odio,

y este en contrario resta luz cuando se le ampara.

 

 

Förüq Castellano

 

Secuencia presa en ''Arañal'':

 

Plantado mi solo eco,

que abría mayo hasta marzo,

dictaba que hermoseaba,

amor en virtud.

 

De mi dama cantada,

versos sublimes encontraba

bañándose en el pozo de Airón.

Su edad rezaba mi ignorancia.

 

Evanesciera el susurro de toda lira.

Recuerdo vagando

que Apolo me deja solo,

y yo con mi arrida sien.

 

Derramo que riego mi pecho

y su yunque en vello,

me hollaba la fatiga de mi neurología,

y su esplendor se retira;

 

encanto recordaba de mi ferviente

musa de mis dos umbrales,

uno cuerdo, otro mejor.

 

Mustio el dolor se arrugaba la frente,

atónito que danzaba perplejo.

Invencible Castilla me aguarda.

 

De foráneos no queda ni simiente,

de insurgentes mi bayoneta,

don funesto de letra bastarda,

 

preso y yerto ahincó mi historia,

sepulcral victoria me retenga

 

de mi guarda, la Gloria.

 

 

Förüq Castellano

 

 

EXTASÍA FUERA DEL TIEMPO:

 

Operación cero,

preparado para destrucción completa.

Temblando ruido agresivo

supresores activos,

hostilidad caótica

controlador inactivo,

ctrl.alt.delete

mente eliminada,

extasía fijada,

dominación eleva la distorsión;

extinta clase,

energía nunca muere.

Raza real avenga el paso,

controla el ruido ahora,

real es terror en el hueso,

juntos:

-Guerra al error,

guerra en la boca de locura,

nadie viene a morir hoy.

Tropas de la luna

blanden metal oscuro.

Más duro que el resto del tributo,

pura luz sellada;

fase helada en un dos tres segundos;

vidas en el ojo de una aguja

sistema sobre saturado

dirigiendo bajo tierra,

era del resplandor metálico.

Mortífera debilidad

perfección dicta

destruid el defecto.

Vandalismo ordena

descanse el tributo enajenado.

Llanto de la guerra crispada,

sórdida esencia implícita,

tercera fase encendida,

fuerza canta

ciega su falta,

exterminio en vena férrea,

faroles dormidos

esperanza difunta,

cobres almas anidan

sigilo deslizado

por entes de éter.

Energía, niveles óptimos.

Conquistar y destruir es lema,

pasado rueda

el olvido del tiempo.

Es hora de estremecer;

por un alma disuelta en electricidad,

fase oscura dispuesta,

era lumínica comienza decadencia,

telégrafos disponen alaridos en cópula

sobre postes de pino muerto.

Escarpias frías

sostienen pensamientos,

nueva era decreta,

hoy es mañana tejido en fábrica

de herramienta llamada éxito,

ilusión en cadena

para realidad de quien la estrena.

 

 

vanguardia:

nombre femenino

1.

Parte de un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.

"el escuadrón ganó la batalla gracias a la avanzada de la vanguardia"

2.

Minoría que extrema las tendencias ideológicas, políticas, literarias, artísticas, etc., de un grupo o movimiento más numeroso, o que anticipa las que después irán ganando adeptos.

"el cubismo y el surrealismo son dos tendencias de la vanguardia de principios de siglo"

sinónimos:            avanzada

 

El Castellano 14-08-2018

 

 

I

Vanguardia

 

Oh vanguardia, tu azar,

no cabe en un hilo,

hendida, alzada,

de enhiesta flecha, clavada,

un ojal que surte grietas

en estas quietas esperanzas,

bañan y se bañan,

vuestras destrenzadas

primaveras.

 

II

Ocaso rendido

 

Ajuar del astro sostenido,

suspiro a media tinta,

del profuso, profano, pagano

horizonte malva y su abrojo lanzado,

clavado en el verdor

de mis silos,

otra noche traspuesta,

que se me escapa

por la rendija, entre barrotes helados,

de mi cortina.

 

III

Cañaveral prendido

 

Ríos bajan, dulces aromos

al frescor de albas derretidas,

fluye, vence su iris de plata,

espumas de blancos chopos

cabalgadas.

Frente de húmedas azadas,

lágrimas saciadas

del verdor de campos

cual guadañas,

y su casa será eterno sollozo

de hadas.

 

IV

Canto enterrado

 

Por ti mi alma,

cuervos rinden pleitesía de negra ala,

acequias no son grises yagas,

yo quien te da sangre,

tú mi hoguera que ni quimeras

alcanzan,

rendida jamás,

me alzas mi palabra

por cielos de espinas labradas,

siempre te quiero

verte florecer en este jardín de rosas

tus lindas alas,

de esta espiga te traigo la caricia,

de esta vida mi tiempo fusilado

sin despedida.

 

V

Soterrada vía

 

Alza resume y coarta

mi acequia verdadera,

sobre este famélico tren de espejos,

danza mi brío con fuerza e ímpetu

va que viene , desgasta,

la rienda enroscada en la espuela

de mi saliva verdadera,

como un azote de la noche

y su vieja escuela sangrando yagas de luz

silenciada en el regio hastío

de este rey lucero descansando su frío resplandor,

entre sus corajes sembrados.

 

 

VI

Sol de cristal

 

Oh lugh, invencible al crisol

de tus lenguas travesadas

fiel carrusel de rayos sin secuela

de su rizada espera,

blanca luz de tu vera,

entre compases que hielan,

a tu vespertino canto derriten, despiertan

tus mil llamas liberadas,

desnaces a la noche que aguarda,

oh Sol de mis soles,

acoge este iridiscente canto

en tu seno en mi pecho que te aguardo,

al fragor de serpientes frías,

al valor de fieras enardecidas,

bajo y bajaré para alcanzarte.

 

 

 

VII

Bocas de espuma

 

Libero ásperos aguaceros, vientos

de mi pueblo desierto,

me conducen a verte

mujer de flores entre horizontes

que escapan fugaces,

entre olas de colores,

yo con la ineptitud de estos antaños,

míos, dulces, inconclusos, repletos

en vasija de dolor sabor hondo

y alegría elaborada,

en campañas de etéreas travesías

donde el final eres tú,

un pétalo, una fuente y un ovillo.

 

 

VIII

Libero el nueve

 

Osadía de cerrojillos ciegos,

entre brillos asmáticos del corredor,

por este aspa, por este candado

vendo que regalo mi dicha consumada,

ojo del buen cazador,

matemático placer enjaulado,

por ojos abiertos,

por un pañuelo, donde secaba lágrimas

la hilandera,

destino abierto a la única primavera.

Afilaba surcos de hogueras

al final de la contienda,

mi letra y la parca efímera,

como pez en tierra.

 

 

IX

Del famélico trigo nacido

 

Reza que escapa, su luz en una botella,

al ocre deslizado se abría,

un parpadeo de la espiga,

un estupor que abriga,

y la rima fácil de tonto día,

liberarse puede de toda sangre

y ser hasta arena de la tierra,

de la espiga venidera nacido,

sólo al astro entiende,

desmenuza sus cuchillos,

afila su vida como aspa

enamorada de su tierra.

 

 

 

 

 

El Castellano

 

I:

 

Mitad luz,

mitad descampado oscuro

hondo esquivo tajo rutilante,

se besaban dos sombras

apuñalando su violeta.

Dulce, postrado

de retina escarchada.

Vida de una vida asolando.

 

II:

 

Fragor de estallido,

por almas crepitan su sentido,

angosto al paso del tiempo

en calizo terreno despojado,

dueño de la tela

y el vellocino de esta araña.

 

III:

 

Dos muelles se querían,

sobre silla dorada

saltaban alto como el nombre,

dando de sí la extensión

del aire.

 

IV

 

Infinito cerrado a solas,

desdén consumado

del colapsado ocaso sembrado,

vida de tu saliva que fluya,

fértil lluvia bajo mis pies,

piedras y su aliento perpetuo,

estrellas levantan.

 

 

V:

 

Cristalina de fuego

que deshace frentes

purpúreos ojos dementes,

descubierto haz

soterrada esta desquicia

yerta, iluminada

de visión clara.

 

 

 

VI:

Vorágines de trasiego,

una letra en la hoguera.

Sangre de mi quimera,

abre llorando

que blanquea

su nueva tierra.

 

 

VII:

 

Ensordecida siega

del mañana;

sudor que acampa,

espiga y su filo de alba.

 

VIII:

 

Perdida media noche

al furor de candores,

esquiva levantaba

por cuantos resquicios,

su soledad habitaba.

 

 

IX:

 

Hilvanando suspiros

en rejas, rectas porfiadas,

sus ademanes suaves creados,

flagrando ajuares disparados,

supervivencia temida de la caricia.

 

 

 

El Castellano

 

 

 

1

Erase una noche fría

de invierno.

Las lechuzas estaban recogidas,

lluvia caía al suelo,

la niebla y la bruma

eran intensas,

sólo una sombra caminaba

por la calle,

era la muerte.

 

2

Cuando la luna sale los vampiros

y los murciélagos están cazando.

Era la noche yerta,

los ataúdes se abrían,

pero sólo

para que entrasen los cuerpos

de la epidemia

que asolaba a la ciudad.

 

3

La vida del gusano Juan

era muy sencilla.

Él vivía dentro de una almendra

y tenía suficiente comida

para hacerse adulto

y  hacer la metamorfosis

a los meses siguientes.

La hizo y nació

de la pupa un hombre

con vocación política.

 

4

Era la noche

de los gusanos

todos estaban bebiendo

licor de hojas en la cantina.

Pero un escarabajo encadenó la puerta

de la cantina

y la prendió fuego

con todos los gusanos dentro,

los escarabajos

recogieron la carne braseada

y tuvieron despensa llena

para pasar el invierno.

 

5

Soslayada la flor del cielo,

abría los caminos de la vida eterna,

una polilla como una hoja de adelfa

caminaba el cielo,

corrió hacia la luz estrella

con ímpetu y brío

hasta estamparse en ella,

se formó entonces

el hueso de luna

que todos vemos.

 

6

Era una noche

de cristales rotos,

los lentes míos cansados

reposaban sobre el escritorio,

miré al espejo no reconocí

al que estaba sentado,

pregunté ¿Quién está ahí?

Aturdida contestó una voz:

Soy el que nunca serás,

porque siempre has sido yo mismo.

 

 

7

Eco sordo

en alta voz

resurgía

entre la ceniza de su cigarrillo,

no tenía manera de saber

sólo apostaba

al nivel de la montaña,

quiso conocer

pero una mala oración

se llevó su tormento dulce

a la entraña del frío áspid.

 

 

8

Belleza si acaso estuvieses forjada,

quién sería tu padre

quién tu madre,

inconmensurable

por infinitud de sendas

ella abrió sus párpados

viendo su reflejo en el lago,

sólo de la impresión

acudieron todos los peces de colores

a besar su imagen,

llevándola a su profundidad.

 

 

9

Se retozaba

por acres difusos,

donde vuelan

polillas de las tierras,

de una flor

nació una polilla de cemento

con la esencia

de las  ciudades

que dijo la oscuridad por poder

te puede pero la realidad

es que me supera.

 

 

 

el Castellano

 

I

A ese mirlo, mirlo único;

Córvido negro de profundo ojo

que picotea y escarba mi idea.

Que crascita su estirpe,

dejadle mi patio cada mañana

rubor de cristalina ala,

sólo hasta que no me queden ideas

que son como lombrices cristalinas

nacidas del agua de mi frente.

De esta enjuta tierra me camina

el alacrán.

Un campo de sierpes y torcaces

de grises ceños al ocaso del día

que entre mantas y saetas

se acuesta un sol ciego.

Audaz mirlo que ahuyentas

mis espadas.

Tordo entre espinas arreboladas

haz que se acueste mi mañana

bajo tus alas.

No me destrenzará la osadía

temprana, ni el día terminará

de llegar.

Tu risueña pitanza en corvo pico

ultrajada; Vine por tus voces

desenterrando abrojos y señales

uniendo el fin del día

con el fin de la noche

como tú quiero vivir,

termina mi idea.

 

 

 

El Castellano

 

II

Brota la rosa furtiva,

hinojos al fuego de sol

expanden ojos viendo

inusitada encina que me respira,

por ende se agita el olmo secuaz,

avanzo el camino de los cardos densos

todo lo que veo crece sin más importar

ababoles en rojo granate tinta

de tierra sin despedida

sangre en vereda en verdad

al chopo viejo defino mi ida

abrojos difuminan la verdad,

enclaustrada savia la reverdecerá

esa que llegado el verano desvanecerá

crepita el suelo en color

añil el canto, digno encanto

se viste de espiga

a la malva tornasol

escucho la súplica

de toda espina que mece mi vida

reposa el colorín

por las margaritas abiertas

nacerían mis te quiero

y los molinillos al viento

acamparían el sentido

y el aliento silvestre nacido

al estramonio seco

canta su renacer de simiente

para el verano y el otoño

brotar sus trompetas de los ángeles

en vida y fulgor

por la ortiga que su hoja pincha

mecería mi vista

con el poder de acariciarte

el pensamiento

por más que avanzo

el cardo llena mi visión

el camino sin final ni retorno

lleva a encontrarte

por los cuclillos nacidos

por la cepa de vino

por el olivar vetusto al sembradío

acampa y despliega mi sino

de trigo y centeno visto

la acequia mi sangre lleva

con el fin de inundar los campos

de mi verso que es mi sangre

diestro compás de espada

lleva la cicuta

al brotar de un cebollino se muestra

fiel la floresta

por el ciprés que los muertos vela

se duermen los siglos

y la morera dulce torna

al trinar de pardillos

visten los castaños de indias

hoja nueva

el umbral silente cocina el hueso demente

a la vista del Sol

la lagartija está

el tragopogon luce su flor

para su posterior de su simiente dispersión

hogueras cándidas al sol

tienen las caléndulas arvensis

en su flor

siendo flores de difunto de los caminos

por la que los muertos bailan en su luz

del pino avanza la procesionaria,

mientras violetas nocturnas

dan nombre y honor a flor

los plantago que tienen su flor de su espiga

fieles estambres enamorados

de la vertical caricia

ven llegar sus soldados alados

infinitud de vidas en color

con flores regadas por la primavera

que mi sangre y de todo lo vivo

altera y mece en alegría

y sutil caricia de vida

su fiel avenida

del sol y la sombra nacida

lluvias despiertan el sueño

de toda simiente caída

brotando mi vida en lluvia

de este abril que tardío marcea.

 

 

El Castellano

 

III

TORDO ACOMPASADO:

 

En el océano de este mundo

abierto al cielo,

vive el cuervo,

por el desvencijado respiro mío

avanza, mece y sostiene

un tiempo en réquiem de espadas,

por aquellas voces que sordas

laten, se descubren, alzan,

se quiebran al paso de altares de hueso

por mis atardeceres de murciélago

voy ciego al calor del astro,

siente mi caricia de pájaro

esta vida en un verso,

alzando nuestra luna de acanto

y alabastro gimiendo el ocaso,

azabaches ensortijados, derretidos, extasiados

por el sendero despierto,

por el cauce que trae la vida, la mía,

ojos en resplandores dorados al tacto

de mi astro soslayado,

mi azar es sembrado

vida de vida

late esta caricia

no hay retroceso ni regreso

todo está bajo tierras germinando

por la rosa de su pelo,

tu sangre me colmó en beso,

nuestro cielo de amarantos

fiel al respiro que alcanzó a ver

la belleza en noches de miel,

respira abre en ambrosía mi vida,

en este horizonte dormido

quiero ser de la piel resquicio,

que no me sientan perdido,

quiero ser Siempre tu sonido que acompasa

que clava olvidos

en despertares rizados que consumen

la retina y sus astros,

todo lo que anhelo es la verdad en silvestre flor,

tu eco alto que no hay pájaro sin nido,

esta noche será distinta,

el comienzo empieza ahora,

mi sueño de araña

que todo lo tejido

recompensa trae a lo sentido,

un avance de mi sangre,

ven al nirvana del ruido,

anticipa nuestro solsticio,

Yo que amo en mimbre de esparto

y verde espiga de trigo,

fiel comando el suplicio

de los valles de mi sombra

displicente, enamorada.

Encumbrada.

Sostenla, sostenme de la pestaña,

me nacerá un alba,

marcho, a través del hielo,

su azul en la mirada,

estoy sembrando mi escarcha,

y que venga y queme

este laborado tiempo,

que yo nací del viento,

alguien está llamando

oscuro este romance entre las malvas del cielo,

se escucha mi nombre,

tengo que cerrar este hielo,

colgando mi estampa

del árbol de las cenizas,

y que nazcan ojos de tierra

de este hueso,

que seguiré soñando

que fue sólo eso

un sueño en despierto umbral

de mi alma y su protectorado.

 

 

 

El Castellano

 

INVERTEBRADO; ORIGINAL 7-09-2016:

 

INVERTEBRADO, REINOS:

 

Lámina del cielo

tu gris en estiaje

ángel del cielo teje

macabra sinfonía

lluvia se derrama aplomada

por su guiño de ala,

por venas cavas, su quitina,

estrechas vías consumidas

en atroz entrega

del mensaje del cielo,

sangre de tierra en zigzag,

río de caudal

por arterias de arañas,

por acariciar la flor del iris,

un barco y una vela

un puerto y una quimera,

una vida de aciaga solar siembra,

verso saciado cabalga

el colchón etéreo del aire,

hasta anclarse en valse,

sueña el viento ser capturado,

atrápalo en tu mano

y en la otra derrámate como gota,

precipita tu esencia bebe del cáliz

la yaga de nuestro vino,

infinito remansado en cuña de estambre,

es un ojo de tierra,

es una espera,

una inmortal fáuce,

la canción con la que bailan las flores,

un cariño de flamígera estrella,

un armazón dorado de escarabajo,

una casa de caracol,

ven, ven conmigo soy aullido,

una entrega de cuarzo llorado,

un cuchillo de sílex afilado,

en el trillar del campo,

soy mis venas naciendo en un charco,

un sorbo y soy fuego en tu mano,

gimo y corro el vasto templo

de mi perdida religión,

viendo el devenir venir

cruzarse, deshacerse, alzarse

para acabar siendo tierra

del inerte azar profuso,

mi tinta se bebe un rayo solar

en patita de un caballito del diablo,

mi vaga libélula de mi suerte,

para que siempre viva

esta hormiga león

siendo mi cosecha más que tus besos,

más que tus rayos de sol,

siendo yo del camino y el camino ser de mí,

irisada vida en son de mis tambores

de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.

 

 

 

El Castellano

 

Mariposa nocturna,

amiga de las noches

que escapadas revolotean en las luces,

mariposa blanca,  blanca nube,  blanca muerte,

cristalino rastro,

polvo de estrellas,

Transmigración de las almas,

Vuela mi conciencia,

descansa y juega con mi luz,

esta noche mi alma es tuya

blanca dama alada,

avoca tu perdición en mi sendero,

olvida tu atracción lumínica,

las estrellas nunca se pueden alcanzar

bonita ni la luz capturar.

 

II

 

 

Canto carraspeado, estirando el calor

por surcos y grietas de un rayo solar,

termómetro yerto, estirado

de todo espíritu muerto,

rejón de grados tu cuerda de cigarra,

cada simple vida de la nota sujetas,

por un campo que haces tuyo cantando,

que necesitaste medio siglo

para florecer en voz,

al viento que te dio garra

y cimitarra,

tu libertad es incuestionable,

agarrada a un profundo horizonte,

cuando el astro rey hierve,

tu crascitas el canto de día

porque la noche te puede,

para el relevo del único grillo

que afila el cuchillo del silencio

su fiel gemido sin nombre ni reino.

 

III

 

 

Armazón de quitina, acorazado

capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,

escarabajo de todo ámbito y lugar,

tan variado como único al mirar,

desde la flor al desván,

tu vorázfauce desde el árbol  a la flor,

desde el desecho al coraje vivo,

suerte desde el descender de tu larva

al evanescer de tu metamorfósis,

azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,

vida de calma y pulcritud,

apetito que no cesa,

muerte que no detiene,

ni elemento ni realidad que no ocupes

del reino animal

Rey insecto desde Egipto a Castilla

con su gorgojo de la encina,

desde un continente a ningún lugar

donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.

 

IV

 

 

Cuatro riendas aladas

un mundo asesino de ojos,

corazón en pareja,

planear infinito por umbrales de luz y agua,

un reposo de la noche en un ser vivo,

colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,

caballito del diablo,

libélula zigzagueante en esfera de mandíbula

espuela infernal del ser que acechas,

mensajero del cielo,

astilla con alas de la puerta que abre la vida.

 

V

 

 

Ambrosía de ser vivo sagrado,

oficios y tareas consumados,

albañil efímero tu dicha de genes elaborados,

quién a ti te osase,

tu esencia tu labor de escuela,

miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,

tu tejer de los campos recogiendo,

siendo supervivencia de casi toda planta

tu legado Hymenóptera familia

tanto depredadores como recolectores

abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,

en defensa de lo que amas.

 

VI

 

 

Reina araña de esta tierra de conejos,

ocho patas acecho de los campos,

maternal hasta llevar tu prole en el lomo,

araña lobo capaz de enfrentarse

con el alacrán y siempre ganar,

al acecho desde tu madriguera,

un hoyo donde vivir a la espera del despistado,

tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra

tarántula lycosalycosa.

 

VII

 

Danza mi alvéo una sonatina

de hormigas famélicas

quieren alimentar a sus reinas aladas,

con semillas danzarinas

en busca de su nueva vida,

yo margarita quiero mi vida contigo,

para alimentar tu alma con versos,

nacidos del fuego en fundición de verbos,

recorro tu existencia

de la que soy tu hormiga león

del signo que me vió nacer,

la constelación del cisne,

quiero que sientas orgullo

de que soy tu hombre

asi no te dé un libro

te doy sangre para que escribas trece,

has demostrado belleza por tu fuente,

me verás eclosionar de mi etérea crisálida,

mi motivo para escribir a la naturaleza

descubrirás porque soy animal de verdad.

 

VIII

 

Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales,

antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros,

ágil correteas mis pensamientos,

muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,

habitante donde haya humedad,

como un río que habitas corriendo,

como lepisma pececillo de plata,

tu longevidad mayor que la de un gato,

destello de que lo tuyo es perpetuo.

 

Moscardito IX:

 

Me besó la mano,

era muy cariñoso

 

eso fue porque eres bueno

moscardito lo es más él sólo pica flores ni lleva veneno

él sabía que siempre he querido ser de su raza,

amor mío reencarnarás si lo deseas,

 

osado aquel que posee su vida

sin preocupación suprema

que no sea picar la flor,

ser soldado alado

dueño del mensaje del superior,

visitar las plantas que Dioses sembraron

con ardor, difundir la supremacía

que trae y lleva la vida en caricia,

cabalgar los vientos a merced,

ser transeunte de florestas y campos encumbrados,

llevar mensaje a cada flor sin despedida,

enamorarse de la despensa de la primavera,

besar sin cesar,

amar sin dañar,

tener condición

para seguirla de por vida,

yo rezo cada día

que si muero yo renazca como moscardito

mosca abejorro que hoy confundió mi mano

con una flor,

amo como él la flor

porque antes fue ella que el animal,

que soy yo,

cuando nací ella ya existía

con su azar de conquistar la tierra.

 

 

 

El Castellano

 

Rosa de los tiempos:

 

Verde rosa proscrita

abre del tiempo verdades

que inflaman la oscura noche,

al flamear del angosto

su espina cierne,

hojas del tiempo se cierran

rizando, caracoleando

una espiral malva,

vetustos testigos

estambres del fuego

y de las sombras nacidos,

osadía violeta

entre raíces de siglos,

ascua que arde deseos,

crepitan pétalos

encajados, una realidad

sin techo dorado

firmamento anudado

por cuanto ha conocido,

no llegó su marchitar de brea,

guiños al viento descubre,

mira y se sonríe,

en aquel diáfano cuarto

de estrellas sin encarnar.

Claro oscuro de su prendida suerte,

alumbraba lo inerte,

entrometiéndose por rejas

de momentos tenues,

sotos sin hueso regentaba,

vagos lindes sin estatua,

ni otras flores

que su belleza empañaran,

soledad perpleja del devenir,

aguzada torpe sin rostro

ni desdén devorado,

clama silbidos

que colman de noches

y sus vestigios,

abriendo estelas

tejiendo sus casitas

de arañas que flotaban

como lunas tendidas

del techo de su caverna flor.

Desnudando tristezas

llamando al oro

del alba

y su recto oasis de Sol.

 

El Castellano

 

Flagraré tu ascua:

 

Ven poeta a mi yermo,

arcano es este sentir azabache,

descubierto entre álamos

que blanquean

y un sol oscuro de invierno,

un sol muerto con hoyos crepitantes.

Que nubes negrean su muerte

entre caracoles de faroles

y luces difusas agrietadas,

por adoquines ermitaños.

Ven vida a mis flores rutilantes

umbra fragorosa de sombras de nubes

por corceles suaves te escondes

por hormigones de leche

y sus canosos cristales seniles

tu polvo de estrellas viertes,

más de lo que he perdido eres;

voy soñando mi linde despierto

cal entre cantos de espera

entreabiertas sus esferas yertas.

Estas calles de diciembre se encienden,

como perro ladrando de noche,

mientras tanto te busco, luna dulce;

entre tus mieles luminosas que viertes,

entre cuchillos yertos de asfalto que florecen lágrimas,

y gravas secuaces al fervor de silos yacentes,

el soto mío perviertes en aspas de nueva lumbre,

los edificios suenan

a nanas sonámbulas, con tus pasos desangelados

camino mi azotea,

mientras tus altas ojeras cuelgas.

Una fosa es mi palabra,

que soterra ideas

cual tordos que grama escarban,

verdes espigas, es un perfil angosto,

espolvoreado,

pudiese yo retornar al otro lado

y seguir indemne,

acontecido del suplicio investido

no lo sé.

Mientras seguiré crujiendo

sonidos secos, ellos que ululan, descorchando sueños

en vals de toda carcoma del sentido nacido,

su río desangrado de flores que fluyen

de sentidos dentados en haz purpúreo

y su afligido azar de venas razones,

yo te busco luna por cuanto yo he conocido

por silos de arena blanda,

por coches y entramadas inertes

que jamás desvanecen,

por cristales hirientes

y su reflejo ámbar,

tu idioma secuestrado me desciendes,

días festivos danzaron huyendo

como ecuaciones de estorninos

jamás fugaces.

Terminaste de escuchar mi ruego

sin escapar,

te escondes cuando te busco

entre verdes ramas ,

y violetas flores

bajo luz de oscuridad

artificial ciudad,

edificios que no aúllan con el viento,

venas roídas entre encajes grises,

capas de noche humeante,

por cuanto he conocido,

por cuanto he huido

para encontrarte.

Mi flor de tormenta irisada

mi éter y su magia soslayada,

un torbellino sintiéndome en la luz,

madre de toda penumbra subversiva,

no sé el por qué de lo sentido,

un silencioso ruego,

no puedo ayudarme,

sabiendo quien eres.

Relámpago asido soy

que ama verdadero sólo una vez en vida

una vez para siempre,

una vez por todos sus destellos afligidos,

lo sentido es más que un carrusel de estrellas,

más que tu sonrisa venidera,

he perdido venciendo,

ámame como una luz parca y efímera,

como un estruendo en mitad del fuego,

he venido a vivir en tu yacimiento de pecho,

deberán desenterrarme

cual raicita en tu vientre protegida,

hoy es por mí porque siempre es por ti,

imploro piedad me brindes mi poema solar,

serviré aseguro a tu ser

dama de mineral candente,

por los tiempos difuntos,

porque usted valora mi terco empeño

de soslayar nuestro verbo,

arrullando en comunión de astros

tu tez en piel serena, tu miel de dioses dispuesta,

parto de un respeto que no cabe en mi pecho

señorita de once umbrales que quebraste,

no figures límite,

por no tener yo, no tengo ni vergüenza

será abanico de mi pluma esta entrega,

sirviendo, disponiendo,

su munición en una letra

omega fin que es principio de causa,

de señal que aguarda la vuelta al comienzo del sentimiento,

y su fiel tormento nacarado,

volviendo a comenzar, conociendo

que el camino no lleva retorno.

Ni opción a besarte musa.

Sólo amarte como platónica ascua ilusionada

por quererte y admirarte

como el alma eriza

al leer tu esencia

mi doncella escarlata.

 

El Castellano

 

 

Grillo IX COMPLETO:

 

Clareando su lividez

por sotos vastos, reales,

mi río navega.

Soliviando su bandoneón

dirige, blande mi grillo

el afilar de su tercera cuerda.

Entre el suelo de un ciprés enhiesto,

rigen blandamente espigas rojas,

jóvenes, juguetonas

como si tuviesen sangre

para sonreír

al viento que pasa

y no atraviesa.

Reposa que aguarda el cráneo

la tierra.

Ay la tierra, hay de ella,

sombras que complacen y acervan

la mansa espera.

Soliviar vetusto

que Ninfas y Sátiros pastorean.

 

 

II

 

Es un tejado llorando por la piedra,

con acequia desnuda de canalón;

un cimiento que plañe la helada,

y le agrieta el tiempo que ya no escapa.

Sauce triste, abatido, con portón

al mundo del grillo.

Entre blanda grama

fenece que acicala su alma.

Entre un arpa estacional,

y panales de ambrosía.

A la lluvia primera

abre su fiel Parnaso devorado

entre caracoles sonoros.

Grita la raíz acrisolada en ámbar

de intelecto mayor.

Cúspide de serena esfinge,

y dolmen de divina pluma.

 

 

III

 

El grillo único pidió un deseo

al manantial eterno de Hipsípila,

y fue no sucumbir

tras el acople, todo sonó

en manantío, y lo inerte

reposó su voz, de nuevo.

Para siempre.

Soledad dantesca de umbría

melodía, extendida por el Baco imperio

regentado por el claro de luna,

donde fluía su sangre de luz,

rojiza.

 

 

 

IV

 

Solar afán, solar entrega,

llegas que dictas tu pertenencia;

tu arraigo de hiladora,

hermana de negro hilo,

traes que cobijas mi jardín florido.

Mi grillo luce de nuevo

su primavera luciente

en lira de su candor de estrella.

Es su centígrado

que tu lustre musa engrandece.

Un solo marcó el ascua irisada,

por su reposo en madriguera;

un deseo concedido él cantaba alegre,

a su musa del Alba.

Albilla más hermosa,

clareada sólo por sus pétalos de mujer fecunda.

 

 

 

V

 

Era un patio sombrío

con mi vena de acequia reverberando.

Un jardinero a la araña de su rosa;

la protegiera,

la cuidara como besaba la luna Sempiterna,

con tus labios de mujer serena.

Desliz en nácar, pétalos de tus falanges me hablan, marcando,

asignando, el vívido resplandor

envuelto, aterciopelado.

Envolvió mi vida, tus latidos flamantes

de estela considerada.

 

 

 

VI

 

Avancé mi yermo,

con mi grillo en mi bolsillo,

divisé en umbrío, frondoso parral,

mi secuela descendiente,

Hipsípila me protegía.

Pude abrir una nota

al astro mayor,

de armónica congelada.

Desnudabas musa mi latir

que sólo su premisa abarca.

 

 

VII

 

Ahondaba que saltaba,

el ímpetu de carcoma cromada,

al resplandor de su tacto,

y quizá su matrimonio

en unión con su oscuro astro,

blandía a la séptima sílaba,

luna que busqué por sombra y abismo

en esquela.

Era un disparo y azogué

lo que el cosmos me negaba.

 

 

VIII

 

Fui dichoso, me enaltecía

mi soledad pulcra arrebolada.

Espejaba ella el vestido a mi mujer verdadera.

No brillaba mi sola desquicia,

era lugar y tiempo suficiente;

para ser de la tierra enhiesta espiga.

Ella mi única amapola

Reina del jardín de Hipsípila.

Un soto y un llano;

desperté del bolsillo su oro trasnochado.

 

 

IX

 

Blándeme Oscuridad,

en tu acero,y  ala de pecho.

Que canten azabaches

tu magia del cinco

labrado este año.

Afortunado avanzo mi pulso

por candelabro este mayo.

Mi cenit por rectitud

del alma mía.

Un último acorde y me encontré

en la pluma tu arpa,

mi Ninfa que obligas no fenezca

el grillo que me da frenesí.

 

 

El Castellano

 

 

Aderezada estela clara,

poema reeditado 15 de mayo 2013:

 

Indómito palpitar entre noches

que dibujan tu silueta,

y aguardan mi renacer del asfalto sembrado,

entre suspiros que exaltan tu belleza invernada.

Fiel de caricia acuchillada

carmines sedosos te recorren que acampan.

Recuerdos del frío

que te tenía yerta, a mí abrazada

como somnífero azar indeleble,

Cada caricia que sentía tu piel de flores repleta,

 

 

cada beso que sentía la lluvia nacer de tus labios.

Ahora es tu sombra la que me guarda,

la que en cada sueño se acurruca en mi almohada.

Es tu mirada algo estridente, es hoguera

que ahuyenta mis fríos,

 

 

es brillo y bosque que habité,

es donde quiero renacer.

Bajo aquel árbol de ciudad

que no fue sepultado por asfalto

ni hormigones de leche.

Ecos de tu ternura aún me bañan,

aún acampan mi alma

y es en esta calma

donde veo que mi corazón te ama.

Vistió la estrella su estela

arropando nuestro amanecer.

 

 

Este fuego no se alineó,

se alimentó de tus latidos sembrados.

Entre mis jardines de sangre

mi amor surcó,

entre mis ojos deslumbró y mi ilusión tocó;

hondo, quedando todos mis anhelos

en tu mirada atrapados.

Halos de tu indeleble trazo,

aguardando mi rizar de ascua

y sigo por mi sendero de polilla,

vengo que atravieso

tu carnal umbral irisado

en lente mi oscuro astro invencible,

placer que del hielo desciende.

Solo abrigado en tu nieve

que ya no más oscura, late.

Al resguardo de mi escudo afilo que desnazco,

tantos suplicios invernados

que no sé dónde alzo

dónde me acabo.

Un querubín me colmó el atrio,

dispuse mi defensa

en estampa de un tiempo que me cambió el rostro.

Hoy es por ti que no es necesario

te apellides Taggore

seguiré sin conocer tu sembrado nombre

para este castellano fragor

descalzo de su tierra

y talones fundidos,

serás dama oscura que agrieta el azabache

de su entraña,

y viste que derrama su esencia

en negra alma como un silo de umbra.

Es despavorido lo que alcancé a soñar.

pudo ser más mi señora hada dueña de la sombra

que cabalga toda esquela

del tiempo preso,

un latido desertor

clama el son de mi rebelión

resurgir venda que el ojo no vea

me apodero de tu número flamígero,

vendrá, que no se irá

mi devenir del ayer difunto,

bailo, baila mi vela,

dictando que tu iris de letra

me regenera,

y reposo mi estridencia recta,

para combatir a la izquierda tu cariño estrellado,

mineral al candor

de secuencia tangencial,

y ala que te partes en tu pecho,

desnudando quizá algo más.

Quedando raíz salvaje

en atisbo de argento nácar que te beso.

Musa ardua de sentencia clara,

y amor de todos mis dioses del averno.

 

 

 

Föruq Castellano

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

Réquiem blande:

 

Mi razón hace cumbre y risco

en la soledad de tus ojos,

nacidos para el solo armónico

tu mirada.

Ella que nació

del borde sereno intangible,

letra irisada cual ascua incendiaria

en un soto grama seca,

esto no fue hablar por hablar,

mi soto reverdece,

es como sombra de paraíso y su verde yelmo,

negra es desquicia,

negro es azar,

hoy tuve mal augurio

encontré mi futuro ababol

ya difunto,

ocupado, roído y dado en vil sentencia

sin abrir él,

su capullo era casa de una tijereta ya severa,

feliz ella,

corta-pichas directo a donde más me dolió,

se comió mi ababol

antes de poder desplegar su flor,

como si cortan la rosa

al jardinero que la cuidó con esmero,

mi razón enlutada

ya no era mi cordura en una amapola,

era mi desdicha en una tijereta,

he venido hoy, corriendo alto,

donde mi alma yaga

su cruel injuria de no ser de lo rodero semejante,

vine por sus voces en risco de humildad,

quise descorchar estrellas por sus halos,

vestir lunas y asignarlas colores.

Como sola nace el alba más preciosa

hija del Sol y su esposa,

fui directo a beberme tu luz musa,

soñando que reposaba despierto

toda senda hacia la novena

constelación de tu sonrisa,

abarqué mi solo Mercurio,

sublimé la escarcha tu esencia,

el éter quedó tañendo.

Escuché mi astro susurrar

tu nombre que no conozco,

a la ausencia dilucidada

llorar imágenes,

de colores difuntos perpetuados

en eco tu apostada mirada.

Las luces gimieron todas

en escalas un placer soslayado,

sin barrotes ni celdas

un albor, una fe sin ciencia

de que es posible

vivir colmando lo bonito

tomándote por ejemplo.

 

 

 

E CastellanoFörüq

 

FINAL TIERRA NUMINOSA MI ÉGIDA Y CELADA

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