sábado, 21 de enero de 2023

Castilla






 

I

Grito a las dos castillas,

allá por ende, se juntan,

y funden en una Tierra,

la gran Gaia, Castilla,

de gracia grabada en sombra parca,

esa gracia es tan etérea,

que ningún castellano puede declararla,

ni afincarla, ella vive de

sus raíces, de la simiente

eterna que se da cuando

se bautiza a sus criaturas,

flores parejas tañen los

campos, como esparto,

y corrihuelas, como tomillo,

y romero castellano,

de brezo, a lavanda,

de espliego, a la malva sincera.



II

Yo no entiendo a las gentes,

sí de albas en cultivares

las casas no me hablan

tras el viento,

sí los montes y cerros,

que se cruzan en faldas

y en lomas y campiñas,

se unen, me hablan sus

fantasmas y piedras,

como el silencio canta,

borbotones de sangre pétrea

el ababol compañero que todos

aman, y el conejito amarillo

vive mi hinojo solar,

entre carrizos y forrajes,

entre el severo cardo.



III

Historias que el olvido alzó suyas

sigo su trino y gorjeo

solares y mesetas soberanas,

alza mi madre Tierra Castilla,

el son de una golondrina,

y el arpa bajo una encina,

vine vistiendo de brea,

como la morera de moras maduras,

vine del son de una acequia

afilando falsas avenas,

y espigas como rosas perras,

no me dejará el carrasquillo,

hablarles a ustedes,

como lo hace conmigo un jacinto silvestre.




Förüq castellano Miguel Esteban

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