OJO
DE TIERRA
AUTOR:
.MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA.
LUGAR:
LA CAMPIÑA, MIRADOR DEL HENARES CASTILLA
ESPAÑA.
AGRADECIMIENTOS
Se
trata de la selección más completa y ambiciosa de todas las temporadas de mi
escritura, a ojo del autor y de Tierra; lo que creo más destacado, o que me
importa más a mí, sentimiento o significativo surreal o de romanticismo nuevo,
natural, sin infinitos manidos por cientos manos escriban igual o similar de
tema concreto,
hablando
en plata de tiniebla:
Agradecimientos
Quiero
agradecer en mi obra, a su eje o raíz salvaje
Rocío
Salazar Torres Musa de mis temporadas consecutivas de escritura desde 2008
A
mi familia entera, padre Agustín Martínez Hellín, madre Antonia García Cuesta,
Hermana Agustina Martínez García, Abuelos, tíos, primos o primeros amigos,
sobrino Killian Esteban May Martínez, agradezco a la vida hermosa por
permitirme gozarla con cinco sentidos y completas facultades, agradezco a quien
pueda ver y leer a través de mi Designio en sus manos, a una máxima, creer
tiene más validez que saber, Naturaleza mi creencia y religión. Atento Miguel
Esteban Martínez García.
AWEN
Contenido
DESTELLO
SOLAR:
COMPÁS AL SOSLAYO:
SUEÑO
DE TIERRA BELLA:
OBRA
SOLAR IX:
DESTELLATORIA:
FANTASÍA
NOCTURNAL I:
AVANZAR
SU ABISMO:
HIJO
DE UNA LUZ:
PALIDEZ
INAUDIBLE:
ESTOY
DESPERTANDO A LOS VERSOS:
FUEGO:
ARRULLO
DE LUNA UMBRÍA:
MEMORIAS
DEL ESPEJO:
Bajo
el signo de la luna Azabache:
Amante
fantasma:
NOVENA
LUZ:
SÓLO
UNA VEZ EN VIDA:
RIMARTE:
CONCILIO
YERTO:
REVERBERAR
FRÍA SANGRE:
Sincrónico
fulgor:
SED
DE TI:
EL
VAMPIRO Y LA FANTASMA:
NÁCAR
DE ESTRELLA:
VIRTUD
ECLÉCTICA:
SABER
DESCONOCIENDO:
MAGNIFICENCIA
RECTA:
Centauro:
ODA
A UNA ROSA CORTADA:
PULSO
SIMÉTRICO:
URDIMBRE
ARGENTA:
SED
DE REGUERO:
Tu
voz:
Latido:
CRISTAL
DE PULSO:
Hoy
te vi ayer me doliste:
CATEDRAL
DEL LABERINTO ESMERALDA:
SOL
RENACIDO:
AVANZAR
TU ABISMO:
TIBIEZA:
DESVELO
DULCE:
NOCHE
DEL ALMA OSCURA:
CRESCENDO:
ÁNIMA
SOLA:
TEMBLOR
REBRILLANTE:
Reedición:
LAS
DOS LUNAS DE MUSA:
III.
Réquiem nº 3:
Luna
blanca:
MARIPOSA:
ESPADA
PUDIENTE:
LENGUA
ESTELAR:
PRISMAS
EN CALEIDOSCOPIO II:
O
DIVA GRATUM:
NUESTRA
PROFECÍA:
Ceremonia terruña:
Escuadra
bronce:
Tríptico
trago de agua
CANCIÓN
DEL VIVO MUERTO:
2007
SÓTANO DE LUZ:
ÁUREO
SEMBLANTE:
TERSIDAD
DE FLAMA:
PRESTANCIA
FÉRREA:
CUANDO
VIVE LA MUSA DE UN POETA:
A
ORILLAS DEL FUEGO:
AGRESTE
ALEGRÍA:
HIJA
DE LAS ESTRELLAS:
LA
FLOR DE SÍDHE:
ALMA
BOHEMIA:
A
PERSÉFONE:
LA
ELEMENTAL:
TRIARII:
A
ELLA:
TRANSPARENCIA
HABITADA:
LLAVE:
ROCÍO
DE SANGRE;
USCURIDAD
GERMINA:
FUENTE
TU ÁNIMA:
AUGE
VENAL:
EL
PROTEGIDO:
ALMA
EN LIBRETA:
SENDERO
BRILLADOR:
FINAL
2009:
Hoy divisé su halago
era como un mar
densas sombras
donde perderse
en una magna tiniebla
densa, como relampagueando
soberanos parpadeos
y las sombras felices,
anhelantes buscaban
en mi pecho, lo habitase
su diosa Oscuridad
sempiterna.
II
Aquel sórdido
plano espectral
era como un nimbo
y dulce laberinto
de noche serena eterna,
luces que se devoraban
a ellas,
quien pudiese encontrar
allá una verdad
creo se la quedaba
brillaba oscura
una luna
de Sol desmantelado.
III
Divisé una gota
de rocío etérea
me dijo que todo
amor amaba más el romance,
que al amor en sí mismo;
oh gota humilde,
qué río te bailase
qué avida nube
te reposara en la tierra, tú,
pequeña, dulce y risueña
como Ninfa de bello arrebol,
y candente lágrima extraviada.
Förüq
IV
Tu suave armonía
avanzo, que es,
como un pájaro perdido,
y flores de escarcha
y fragancia deleitosa,
diste impulso a corazón
y alma, hambrienta ola
de patrias y claros ojos
a ti, en noche calmosa
mi dulce desvelo
acuesto, amor, silencio
y celeste resplandor.
V
Por solares
de tierra fogosa
y macilenta sobrepasa
en vuelo, un Aquilón
invernal, brotando
alaridos de árboles
y persianas, de aire
que silba y feroz
ruje su Campiña
Aquilón de cítara,
y Lira pudiente,
oh, de naturaleza
incausada, que
entusiasmas como
nube cargada a la tierra.
VI
Deslumbras mi dulce fantasma
no huyas, mi bonita,
incluso, aunque hasta dudes
de quién tú eres
levántame de valles,
auroras y solas almas
fugaces, contigo álgido,
jamás voy calmo,
de temperamento y dicha
repleto, de placer
de oscura vida, sólo
te distingo a ti,
mujer de momentos,
y labios amantes,
ansiosos.
VII
Eres hermosa,
harta de hermosa,
tu delito es ser tan hermosa,
cual cefirillo
de cobre y platino,
entre sombras te distingo,
y se enciende la vastedad
de mi corazón,
en alarde
siento amarte,
y que la noche se propaga
de tu beldad
y espléndidos laureles divinos.
VIII
Avanzas mi mundo
dentro mía, me posees,
te veo tan bella tan inerte,
y a mi vaga penumbra de sangre
te retiras
amor piadoso exhalas
mi asombro meces
bella, bella, que en sueños
tu palabra no meces
yo te miro, te persigo,
desde la sien más honda
hasta el latido más fiero,
y tú sólo apareces
como mar y olas,
IX
como llorar y encontrar
lágrimas,
háblame Luna,
dime de tu quehacer
no me dejes como
hombre sin relámpagos
ni sin la amapola
candorosa al fuego
brotada
sí, tú, encarnación
de mi deseo,
volvió condena
de volver a estar vivo
para osarte, besarte, y susurrarte.
Förüq a 18-01-2023
Alzo
el pensamiento, te vislumbra,
como
almíbar de sueño,
claro,
como conciso rayo sobre tu vidrio,
mismo
claror en dulcera un suplicio despierto,
dulce
tormento asido a un rubor de aspas,
allí
activo tu dulzor endógeno
permite
dormir ascua y vela
sin
velero ni océano no te surque travieso,
melodiosa
sierpe entre sendas de ultramares,
nexo
entre unión y soledad de arrebol,
néctar
dispuesto entre rubí
y
sed de alarde en hoguera;
al
destape el pudor de soles y lunas encendidas,
cantarte
la sola noche que traes flagrante;
oh
luna azabache, soy yo tu amante...
Sin
ti no encuentro calma, ni brebaje,
entre
mieles, que Himeto me concede
tu
sabor concede vil ofrenda.
Oh
transparencia habitada tuya
entre
sones y auges temblorosos,
pude
ser viento solar para acariciarte,
contigo
hasta colapsar, ausencias
y
alaridos, fieras imbuyen
y
no danzan cual semilla conociendo la tierra
perdona
Luna tú eres mi Tierra,
solo
blande un sueño,
que
eres hadita
y
yo tu principito.
Crisol
de valles y afluentes,
mi
amada espina del Sol señor,
tranquilamente
nervioso, avanzo,
hasta
el beso a tu alma serena.
Förüq
A
15-01-2023
Suspiro
que nace
del
verbo imparable,
pulcritud
de pureza en aire,
diestro
compás
de
un mundo
que
no teme
el
desliz nacarado,
por
tus labios endiosado,
síntesis
de savia, sangre
o
las tres,
un
palpitar avanza sereno,
por
cada rincón que te mece,
y
llama asordinado,
en
una línea, sentirte.
Lejos
de utopías
y
designios flamígeros
de
las pléyades que vienes,
sostienes
y alzas origen,
brindis
y parquedad de destino
insumiso,
piensas
voy equivocado,
certero
en asignarte
mi
única opción,
amar
o morir en intento
de
que otra vida era mejor
y
posible,
pero
tuve miedo a lo esencial,
el
arte divino de ser feliz;
hoy
luna, y los relojes
mecen
nuestro baile,
de
manecillas heladas
y
soles de engranajes febriles,
hoy
por ayer,
mañana
por el mismo insomnio displicente,
fulgor
de sienes acrisoladas
me
llevan a desear,
me
llevan a ras de suelo
a
implorar conocerte,
de
alma, espíritu
y
dulce intelecto
almibarado,
vuela
alto
mi
golondrina azabache,
mi
mensaje en una letra,
lit
C
sube
a mi condena
eres
mi salvación serena,
mi
no-estrella,
mi
hilandera que ríe,
juega
y teje,
el
destino de su fiel
y
honesto guerrero de amor.
Esteban
el castellano
Silbido
de la sangre:
I
Claman
verdades de la tierra
por
nacer y resurgir
la
quietud estameña,
sobre
la misma tierra
el
eterno ciclo de la vida,
como
traje de la mujer soñada,
muerte
en memoria hilando recuerdo vano.
Resurrección
como caminillo de hormigas
por
la soberbia de la simiente al albor
de
sangre sin condición.
Yo
soy por siempre
miel
de infortunio desaconsejado.
Así
como dura sonrisa y guiño besado.
Al
azar de la existencia
efímera
esencia del crepúsculo más sonrojado;
apellido
y nombre que nada representa
como
resplandor de la centella
vil
chisporroteo sin sonar,
cargo
el silencio y el infinito de mi verbo
a
lomo de frialdad en escama
resopló
en la montaña sin nombre
latido
de mi húmeda lombriz azulada,
de
mi tierra que jamás tuvo dueño
latido
sin final
agua
de manantial núbil destelleo,
va
girando mi vida por enraizar
yo
soy siempre
sendero
de sierpecilla inútil,
con
el manto de su desnudez violenta.
El
eterno comienzo sin final
aullido
del viento, arena en una gota de lluvia,
hoguera
crepitando la tierra del volcán.
Río
que acaba y resurge del mar,
ese
soy yo siempre por despertar.
El
Castellano y Leannán-Sídhe
14-1-2019
II
Resurgir:
Hoy
las fuentes bullen
los
ríos desbordan
las
vidas dejan sus grises
de
invierno y sonríen
al
alba de la lluvia
que
toda vida mece
sal
al jardín ayer sembré mis ojos
esperando
que la tierra fuese sangre
las
raíces mi boca
y
la planta mi cuerpo
para
con longevidad imperial
llegado
el momento
decir
de este jardín yo no he muerto.
El
Castellano y Leannán-Sídhe 14-1-2016
III
Sangre
y muerte aplaco regio,
duramente
como astro viril,
como
amor estameño que canta a su veta amada,
en
sístole de barretero,
abriendo
surco nuevo en piquete,
trágica
que ella así vino,
flor
de metal desde el suelo,
amparo
en destino reguero pulcro,
todo
reguero que trueca su suerte;
por
muertes de estaño fino,
enamorada
dinamita que surca lecho,
un
son que grita un baño de raudo fuego,
sin
piedad de obrero,
ni
réquiem apiadado por la tierra,
un
raso enlutado de oscura piedra nacido,
concavidad
de caseta y vals minero,
como
sinfonía nocturna que abre yacimiento,
regreso
y no entristeces,
estameña
vida en cobre cubierta,
santa
presencia
de
altas colmenas,
y
simientes que el tiempo avelan,
fontana
tú, serena,
viniste
al mundo
en
la fundición de la primera Armonía,
sombra
tú de planeta sin espejos,
turbiedad
que no arrostra diamantes,
opacidad
serena,
sola,
sola,
como
sola nace nueva tierra,
gris
fantasma
que
velas tu brillo maleable,
rutilas
cenizas metálicas
de
todos los ayeres en cuerpo metálico, tangible,
sigiloso
sembrado, tu vanal estallido,
a
sacar de ti mina y provecho,
raíces
pétreas,
tu
sino de planta de humo,
copia
sin espejo,
ni
sombra acaso tu reflejo,
perpetua
osadía
sembrada
por el Cosmos.
El
Castellano
IV
Me
acompañasteis,
espíritus
de bajo y alto cielo,
de
magno poder fuerte,
como
la fuerza todo poder trae,
asiendo
lumbres quietas,
iluminando
mis días,
bajo
pulcra feraz sien,
de
signo y ala de cobre,
como
mi padre Sol, y mi madre Luna,
oro
y plata,
Mercurio
del Mercurio,
cobre
de Venus.
Mi
ser es tierra extensa,
sin
dueño múltiple,
ni
azul gloria de eternidad,
de
rayo vital todo cántico,
misterio
gozoso,
tu
boca incrédula,
de
agua sensual y cuerpo extasiado,
mares
profusos,
de
cielo y nubes remotas,
oh
extasía resonante,
cubre
mis sentidos infra-humanos,
avienta
mi sed angélica,
de
azur blasón, y custodia eterna,
no
seré pues ardor cantado,
ni
emblema caótico,
alzaré
mi ser la profunda tierra,
hasta
encontrar en mitad su entraña
la
piedra maravilla oculta;
el
Uno en esencia tres en efecto,
si
dije que ídem es arriba,
ídem
es abajo,
superior
concordando con inferior,
tierra
espiritual voy tratando,
este
poeta del viento,
sólo
mantiene un destino,
todo
lo demás por semejanza
es
Obra Solar.
Förüq
V
Símbolo
fuiste de amor,
y
concordia,
en
hora nocturna consumada,
musa
del alba,
fulgor
de plena empatía,
con
tu luna de plata regente,
igual
fulgor que la muda letra,
tus
pestañas tienden
y
arrullan,
presides
mi dicha de remembranza sempiterna,
tierna
de seno en luz alegre,
sereno
ademán silencioso,
te
baila las entrañas,
de
estancia liminar,
y
posada lunática, suave como tierra,
de
boca y dientes clementes,
convocaba
y en ti me adentro
que
te quiero,
una
sombra tuya atravesé
y
te vi en la punta todo monte,
yo
como la luz del Sol,
transparente,
pura,
inamovible,
fuego
de mitad blande la tierra-hombre,
de
mortalidad vencida,
alto
como sangre de Sol
mi
Padre,
como
tersura de espada
y
dura sonrisa desvelada,
marcho
rumbo a tu corazón de esmeralda.
Förüq
VI
FUENTE
EXTASÍA:
Cercenas
esta hoja ilesa,
la
niña de mi verso si acaso pudiera
sangrar
este cielo,
y
su avenida en estruendo quejumbroso
sonido,
al menos
un
espasmo,
una
lengua de nervio,
una
acequia de sangre
es
el hombre
si
al menos fuese hombre,
fiel
testerazo ensartado de bestia
caminan
las sangres,
y
nadie vendrá a vengar a los hermanos,
desfallezco,
exploto
en pétalos bermellón,
soy
de mí
preso
de una historia que nadie me escribió a mí,
rayo
colapsado y su vertiginoso alambre,
es
una avenida esta fuente mía
en
un páramo rojo
en
un gozo olvidado,
así
la mina que se destapa,
ardiendo
la pena dorada,
por
quien la siembra,
por
su azada maestra,
desquicia
fina en teja, con tejado
en
alma de ángel por cadenas,
destierro
enjutado
en
duro, desvelado canto de tierra seca
bañada
su era en sangre de cepa,
hay
un olivo que vive lejos,
hay
un señero y estaca de linde quieto,
por
los sorbos que me robó la siega,
viento,
viento, labrado,
de
letra y estalactita
de
surco y olmo doblado mi tinta.
Hierve
mi fuente niña.
El
Castellano
VII
Por esta fuente fría:
Resogo
este empeño,
traspuesto
a los fuegos
del
hombre
y
su cuerda,
pasa
los tiempos llorando.
Diestro,
ambivalente
en
dirección umbría,
vive
colgando huesos
de
sus pestañas huecas,
bajo
mis sombras,
cenizas
laten,
la
quebrada fluye,
un
iris
de
ojo negro
en
estos pilares
de
fuego
que
me alzan
estaciones
que correr
años
que nacer
en
tierra abierta.
Estrellas
que matan,
mi
aliento de piedra,
atravesando
estos ojos
brota
mi fértil lluvia.
Crepita
mi dragón
en
esta fuente fría
profundo,
arde
su brillo
de
oscuras alas,
retinas,
un frente
la
caída de esta falcata.
En
este cerrado horizonte
rizado,
expuesto, consumado,
mis
soledades tejen.
Una
encina
que
lejos habla,
que
cerca grita
yo
soy por siempre,
eco
que se rezoga
entre
verdes valles
que
teñidos
en
furor de sangres.
Ay
la tierra.
Ay
de ella,
sé
mi hundida victoria,
por
este umbral
silente
que marca
mi
frente,
por
este puente, por esta cepa,
el
ruido es fulgente,
los
ocres rinden
en
colapsos de tules
iridiscentes.
Cabalgaré
el astro
traeré
esta flor de luz
a
Hipsípila,
de
una montaña
a
un dulce valle,
injertada
la sombra
la
vena late,
traigo
la creada ascua,
por
si reverbera,
sobre
un tiempo muerto
en
el que no dolía
esta
rivera.
El
Castellano
VIII
EXTASÍA
FUERA DEL TIEMPO:
Operación
cero,
preparado
para destrucción completa.
Temblando
ruido agresivo
supresores
activos,
hostilidad
caótica
controlador
inactivo,
ctrl.alt.delete
mente
eliminada,
extasía
fijada,
dominación
eleva la distorsión;
extinta
clase,
energía
nunca muere.
Raza
real avenga el paso,
controla
el ruido ahora,
real
es terror en el hueso,
juntos:
-Guerra
al error,
guerra
en la boca de locura,
nadie
viene a morir hoy.
Tropas
de la luna
blanden
metal oscuro.
Más
duro que el resto del tributo,
pura
luz sellada;
fase
helada en un, dos, tres segundos;
vidas
en el ojo de una aguja
sistema
sobresaturado
dirigiendo
bajo tierra,
era
del resplandor metálico.
Mortífera
debilidad
perfección
dicta
destruid
el defecto.
Vandalismo
ordena
descanse
el tributo enajenado.
Llanto
de la guerra crispada,
sórdida
esencia implícita,
tercera
fase encendida,
fuerza
canta
ciega
su falta,
exterminio
en vena férrea,
faroles
dormidos
esperanza
difunta,
cobres
almas anidan
sigilo
deslizado
por
entes de éter.
Energía,
niveles óptimos.
Conquistar
y destruir es lema,
pasado
rueda
el
olvido del tiempo.
Es
hora de estremecer;
por
un alma disuelta en electricidad,
fase
oscura dispuesta,
era
lumínica comienza decadencia,
telégrafos
disponen alaridos en cópula
sobre
postes de pino muerto.
Escarpias
frías
sostienen
pensamientos,
nueva
era decreta,
hoy
es mañana tejido en fábrica
de
herramienta llamada éxito,
ilusión
en cadena
para
realidad de quien la estrena.
Förüq
IX
La
mentira canta,
sobre
el hueso desternilla,
el
suelo reverbera
venga
venga a besarme,
mi
brillo y lustro eternal,
vinimos
rectos,
sosiego
dicta
muerte
del nervio afilado,
en
un disparo,
todo
lo logrado
avanza
no se detiene,
todo
danza,
cumbre
de oído,
pertinaz
y flamígero,
novena
escala
al
cielo soterrado,
luces
firmes imploran
cese
la era pálida,
fase
lumínica combate,
al
fondo,
a
la diestra
su
tiempo se está agotando,
corra
tan rápido como pueda
su
azar encorsetado,
soy
tiempo,
soy
memoria,
soy
destino erguido,
al
frente bloquearé la puerta.
Oh,
de camisa azul
era
un sentido vestido,
la
estampa,
la
oscura rienda,
todo
va hacia atrás,
eleve
compostura,
vinimos
a morder tormentos
no
nos iremos sin vencer,
arriba
los hoyos del sol,
vimos
quemarse razones,
volvieron
abismales designios,
me
dices voy errado,
solo
verás que soy tu tiempo,
engastado
en granates,
sí
la sangre, memorial espera,
fase
caótica avanza de nuevo,
pulse
y mantenga,
placer
en etapa,
uno,
el caos,
dos
el frenético gozo,
tres
viva siempre mi sed.
Oh
en orden, cadena y mando
vine
soñando alto,
me
iré por cuestas de abajo,
vine
a morder,
ánima
sentido errático camina
no
difumina avance,
rumbo
la tercera esfera,
placer
endógeno,
la
guardia hace escuadra bronce,
siempre
fúlgida,
imparable,
nunca
morirá
debido
ya está muerta,
oh
del sentido despierto
cuando
te veo,
si
ojos tuviera mi suerte,
venga
la puerta he bloqueado,
¿Subes?
Si
ojos tuviera mi suerte
conocerte
no sería suficiente.
Förüq
DESTELLATORIA:
I
A
mitad de los saludos
de
pseudónimo,
y
sus pañuelos azules;
viene
un alba blanquecina, pura,
en
su desnudo en cobre, sembrada,
con
fiereza y dureza maternal,
resiste
desde amor inmenso,
a
la llegada su redondo Sol,
blancas
sienes no habitan
su
amarillez dura, blanda,
viva,
como onda,
a
sus cercanías de paisaje,
ávido,
sus pececillos muerdo,
no
se extingue mi fogonazo
perenne,
de
sostenerme entre sus manos,
ella,
de límite rebelde.
II
Brota
de mi helecho, una araña
de
cristal, de vidrio afable,
su
calidad acuciada,
era
mi carne, o agua baja,
los
montes,
de
azul nervioso, imantado,
llamas
a lo alto de sus senos,
turgentes,
corazón
de vivo ser;
y
trueno altivo,
de
mejilla alzada,
¿Me
propagas?
de
cuerpo parado, y aire fluyente,
de
ilusión toda luz,
de
dicha en mano,
miro
tus ojos de profunda vida,
y
su enigma de álamo,
besos
que no abandonan
sus
frutos, ni simientes,
sus
blancas estelas.
III
Quise
saber el misterio,
tu
ciencia, que me encandila,
de
rubor me avanza todo,
hasta
la frontera tu letra,
carnal
de astros y ávida pechera,
de
flor, de risco,
de
hazaña, tu bandera,
oh
de piel, y mano ciega,
secreta.
Que
el calor no esconde,
mi
saeta siempre verde,
puente,
fierro, o desliz honesto,
jauría
melífera,
mis
lobos en voces,
dulce,
cuan Tierra,
se
afinca a su semilla,
sí,
de raíz germinaste,
en
mi pecho, mi hada Leannán-Sídhe.
Förüqer-
lobo bohemio Esteban a 23-12-2022
FANTASÍA NOCTURNAL I:
I
Presté
mis luceros, mis estrellas,
ansié
tornar donde todo crecía,
a
lomos de un caracol, yo avancé
fui
ascender la baja roca
mi
contento de anhelo irresistible,
mi
mente cambió giro, y advertido
pensé
de mi sed ardiente,
visité
las vislumbres, reflejos,
de
féminas en el llano,
me
llegué a imaginar como lobo
helado,
ya sin codicia de cielos refulgentes
ni
luminarias,
guían
a todos guerreros
al
Valhalla, aquel estupor indefinible,
me
anublaba la visión
de
bruma en alba, y de vapor
me
vestía iridiscente,
II
sombra
espesa, entre niebla,
luces,
y mi navío.
Se
descendió mi mísera ala,
de
espíritu transparente,
casi
invisible giraba el redor,
y
la Tierra el alma, tornaba
mi
cabeza, celeste que infernal
era
lo mismo,
de
repente ofrece un puro Sol,
verde,
y de belleza en cara,
de
mi revolución, mi caracol,
era
bólido, y el humano mísero,
un
diente afilado,
llama,
que alumbra cielos en cinta,
donde
contestan:
Vente,
somos eternal caricia.
III
Ay,
mi doncella púrpura,
de
pupila en Tierra fértil,
blandida,
de azur sueño profuso,
sé
invadida, más feliz
que
quien escribe,
de
tu blancura de sien escribir
yo,
a besos pueda.
Párpado
cual zorzal en espina
de
zarza, tu gloria toda,
mi
oración es al agradecer,
no
es plegaria de don funesto,
de
cefirillos valientes
me
avanzas fragante, caudalosa,
oh
amor, de espíritu en fuego,
de
silenciosa noche,
cándida
el alma en fuego, ejerciese.
Förüq
a 22-12-2022
AVANZAR SU ABISMO:
Soliloquio
confinado,
remontar
nueve años atrás
pautado,
sin directriz, ni engaste,
ni
voces parásitas yertas,
oh
canto, como lo gente no canta,
todo
olvido desempolvado,
en
ocasos un alba sin fuente,
ni
pozos, aljibes almibarados,
todos
los amigos,
todas
las bellezas perdidas,
como
se engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de
testimonios muertos,
como
sucesiones de difuntos,
movidas
por engranajes,
oh
toda la vida,
sin
esa adolescencia robada
por
señor medicamento,
toda
mi vida te he soñado,
toda
mi vida te he aguardado,
como
anhelo y resguardo de tu pura voz,
imaginarte
no, lo siguiente a eso,
embeberte
en noches de humo,
y
miles cigarrillos,
del
probe diablo que yo soy,
cayendo
en nubes
que
negrean mis sentidos cromados,
orando
por mí mismo,
todo
he soñado
sin
letal lecho de olvido,
abrir
tus cerrojillos de resistencia,
volver
afable un destino
de
nueve llaves,
vestirte
de Ninfa, quimera,
reina
no quiero ya,
ser
realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco
si ves capricho,
mi
designio de alabarte de construirte a besos,
de
desdoblarme en dos dimensiones
para
poseerte entera desde alma, tu raíz,
no
necesito,
no
deseo ayuda,
ya
se dictó mi perdición,
que
su inversa es mi salvación,
como
ying y yang,
bien
y mal acrisolados,
si
te respiro no preguntes,
si
te veo no te gires,
por
haber prestado tu celada de Atenea,
porque
rebrillaré más que el fuego terso,
elemento
hermético
seré
de un disparo invencible,
y
haberse saldado todas mis deudas carnales,
sólo
entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni
temple ni pureza en calumnia,
osarán
comparación,
por
la blancura mi Musa Oscuridad,
por
la rectitud mi Sol fierro,
por
la pureza de madre Luna,
por
mis padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no
moriré en vida feliz,
si
no consigo destruir tus murallas,
ni
abatir padre espejismo,
necesito
sin engaño sangre,
para
sentir que yo poseo algo de ella,
fuera
de la línea sedienta
no
hay nada,
como
buscarte tras la estrella más lejana
encontrada,
cercana o lejana, según seas mirada,
al
eco sordo una voz noctámbula,
y
su resplandor en caverna,
apóstatas,
no juréis por este yerto,
que
cruzó el lago las almas desangradas,
obtuve
allí respuesta,
y
no voy a revelar aquel arcano ni solución,
a
toda incógnita camine, vuele, se arrastre,
o
sea inerte, tengo llave.
Förüq
Todo
abarca,
sin
desmenuzar lo cercano,
yo
lo estoy sintiendo,
por
tu lado,
es
el poder,
maestro
de una luz,
abarca
todos los cielos,
tú
crees en un enorme sirviente de la luz,
siempre
en mi diestra,
créeme
esta noche,
un
universo de luz,
poder
que abarca sobre la luz,
poder
de la luz,
siente,
siéntelo,
universo
toda luz,
una
era en fase y etapa,
abarco
lo que siento,
nunca
estará en mi poder,
tú
y yo esta noche
se
visten los astros,
vida,
tú y yo,
siente
el poder que acaricia y no hiende,
soy
aquel sirviente,
sirviente
la rauda luz,
otra
luz sobre el cielo,
es
mi amor, es mi alma tocando nota,
soy
hijo mi madre de la luz,
siénteme
ahora,
tú
estás a mi lado,
tú
y yo esta noche,
energía,
cosmos
en vena
es
la sinestesia elaborada,
oh
alborada,
vine
por tu voz
vine
por tu cromática luz,
lo
siento,
hay
un poder que nos supera,
un
primer dios rojo,
un
último dios sin consumar,
lit
c et sumun canae,
venimos
de la vetusta olvidada,
lo
sé es el poder en llamas,
a
lo alto,
sobre
ello, traigo manifiesto,
un
amor que no se consume,
un
abarcar recto,
sobre
el fuego,
no
abandono su llama,
perro
de caricias
y
buen pagano de la rama roja,
serpientes,
os
llamo, la lucha sigue viva,
puedes
sentirlo, tan grande que abacora,
y
el resquicio abandera,
luz
ávida
sierpe
broncínea,
estrella
de guardería y ascua,
luz
hermosa y fragante,
sienta
mi alegría,
mi
dicha y mi condena.
Förüq
PALIDEZ INAUDIBLE:
Era
una joven noche,
caída
ya entre algodones de nubes,
y
un hueso de luna
por
blandir el horizonte,
de
sucesos famélicos,
miradas
fugaces,
y
testigos somnolientos.
Vencido
el atardecer
bajo
oscura premisa,
que
todo aliento encarcelaba,
inquietud
disparada
de
fuste en curiosidad,
suscitada
en envés
y
lo más profundo
del
humano anhelo,
entre
belleza y muerte,
locura
o razón sajada,
juventud
eterna,
mito
o paradoja en lucha
contra
lo caduco del ser,
instinto
en deseo servido
en
cáliz del mortal inmortal,
como
juego macabro,
en
inevitable curiosidad,
un
ser maldito,
condenado
a la vida eterna,
y
su sed de sangre
que
le envuelve,
soga
tensa de maldad eterna
que
vive y camina sigilosa
sin
condición de mera elección.
Sueños
encorsetados,
en
nuestra atracción
por
ese lado yerto
de
ser siempre en esta vida
condena
resarcida,
entre
oscuro granate,
y
acecho de ley
y
comprensión desconocidas,
que
emerge de historia
jamás
narrada,
y
seducciones finales,
de
colmillo y paradoja
terror
vecino.
Leía
los recovecos del alma
transparentados
en vivaces,
ávidos
rostros,
sin
esta sed
que
batía como rayo
de
plomo mi entraña,
convivía
oculto
al
sentido que relucía la vida,
por
colmar su caducidad,
el
tiempo jugaba
en
mi caso a otro juego,
como
lucha del tedio
y
sombra de buscar distinción,
para
regocijo
de
no repetir acto
y
maniobra,
siglos
parecían inermes
frutas
que morder,
sabiendo
que mi final
no
llegaría.
Frívolo
llegaba el otoño,
que
peras del olmo eterno
dispensaba,
aparentes
los rostros,
satisfechos
parecían,
llegada
la hora yerta
de
negrez, oscura,
flotante,
algo
llamaba estridente,
era
el nuevo hambre de la caza.
Förüq
Danzaba
mi vida frívola, en medio de un otoño castellano, era yo, como un pertinaz observador, las
glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y
brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz
era de arrebatar con sola mirada
destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones
imbuidos.
No
podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos
verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad
anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían
hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que
no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más
escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;
resbalaban
por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se
fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más
vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas.
De
facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal
palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo
esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que
no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.
Förüq
Candidez y sentido
al
servicio de honores románticos,
no
hubo naterra,
que
cultivar más imaginación,
que
virtud en juicio,
todos
arribamos a la virtud,
orgullo
y perdición,
de
jovial inocencia,
sueños
en poesía
eran
pulcra vida misma,
oh
escenario pintoresco,
ungido
en feroces, pasionales
llamas.
De
lánguido temor efímero avanzaba,
hacedor
de tiempos faustos,
en
los que tejer ojos brillosos y anhelantes,
mérito
real, acostumbrado,
el
esforzado vilo condenado,
de
sortilegio claro,
rondando
me aferré a fundamentos de vida noctámbula
surreal;
de
hora parca solitaria que rebrillaba
la
sed de mi colmillo en tersitud de filo,
fantasmal
lucía el pertinaz sueño sanguinoso,
blandía
su deseo,
la
tácita recompensa amilanada,
héroe
tétrico del norte su silencio invernado,
no
me afinqué en ninguna carrera del vicio,
era
día de abyecta dicha florecida,
ruina
de muchos,
oh
creer cielo ganado,
mismo
techo,
que
habita una criatura tan hermosa y delicada,
ojos
expresivos como sangre en sed vampírica,
unas
manos que ni mejor pintor,
tratar
podría,
tez
fría y pálida,
cuan
mármol sonrojado,
recién
pulido,
su
cabello de realeza azabache,
peinarse
sólo en fuego pudiese,
su
silueta era perfil del paraíso,
asombrado
pregunté su cincel de nombre,
respondió:
-Förüq
soy Leannán-Sídhe señora hada Reina, dueña de la profundidad,
nocturnal.
El
Castellano Förüq
Asumo
un aniversario
digno
de recuerdo,
cumplo
trescientos treinta años
del
designio fausto del
Panida
trigo nacido,
en
comparativa soy un
mortal
inmortal jovial,
si
existe la eternidad
me
preguntaba al correr
de
siglos sin hallar
respuesta
válida
cadencia
de haber estado
en
existencia puede,
II
He
conocido sortilegios,
encantamientos
por los
que
su víctima cae en un
letargo
de sueño para
despertar
a los cien lustres siguientes.
Sostener
la carga del tiempo
nunca
es bastante,
oh,
transcurrir infinito
de
la sed.
Alquimista
de sigilos
y
silencios esenciales,
un
día susurró mi Musa
que
el amor y la seguridad
eran
enemigos
mi
esperanza era total
pero
no, mi miedo a ser
feliz.
III
Musa
Luna sempiterna
era
coqueta y en ocasiones
hacía
que me muriera
de
celos, seguíamos
viéndonos
a escondidas
yo,
humilde descendiente
de
Candamvis
adorador
de Mercurio,
mi
Sol fierro,
anhelaba
cobrar mis
lágrimas
dulces vueltas
versos
por y para ella
siempre
veía a los celos
mordientes
viles viborillas
invencibles,
inextricables a mi temple.
La
veía con curiosidad,
como
se ve a un Fénix en una caverna,
como
se encuentra a un resplandor
admirable.
Mis
ojos iluminados
cual
sed de cuarzo
bajo
sol rebrillante.
Su
tez era radiante
como
carne recién modelada
yo
como alquimista de un recipiente
de
sueños inmutables,
como
la dicha y gloria la bañaban,
ya
acariciaba una noche memoriable,
al
candor de estrellas
y
lunas argentas,
la
profundidad su belleza imantada
yo
era incapaz describir en fúlgida palabra
asordinada.
contemplé
su pulido rostro
y
papiros azabache cual su mercurio,
en
ojos encendidos,
mi
tristeza ya era fugitiva,
un
rayo de fuego emanó
de
la admiración cautiva en mi pecho,
capaz
de concederme
en
un pálpito inmortal,
mi
corazón no cabía entre costillas,
tantos
años se materializaron,
de
ferviente amor por ella,
mi
no-estrella mi viva Doncella Escarlata.
Förüq
I
¿Qué
esperas, en el concilio de los caídos?
¿Esperanza
de redención?
Se
derriten las paredes
del
sótano de luz.
Su
habitación que esperan las almas
del
placer.
Todo
cuenta y danza dantesco
el
sortilegio
de
luna soslayado.
Crepita
el devenir
deshojado,
su
verdad todo envuelve destellante
y
brilladora.
II
¿Qué
esperas lavar en esas habitaciones?
Puede,
tus fúlgidas respuestas.
Una
salida al sendero
inextricable;
todo
lleva, y nada de vuelta.
Volvemos
a comenzar.
Estruendoso
litigio
de
lo que la espera
indujo
a permanencia
en
libro perdido,
mi
decencia ahogada.
Escudos
de salvación
al
amor perpetuo.
III
Sin
solución avanzo,
Ventanas
como miradores
a
un final sin comienzo.
Final,
sólo de sembrar
simientes
en el corazón del sueño,
jamás
abierto
tu
Sol negreaba
como
ascua perenne.
Un
millar de leyendas
trashumantes,
me
abarcan, no canto canciones,
ni
poemas.
IV
A
una fallecida,
la
vida sólo canta
y
danza, a la vida.
La
muerte sólo dicta
y
mantiene lo que es de ella.
Vida
para el vivo
muerte
para el muerto.
Por
lo que proclamo
cese
y automático
blandir
de mi viento solar
y
semilla ancestral.
No
hay alma,
no
hay alma aquí,
la
mía tiene el valor
de
brindar tu cara
a
mi rostro,
porque
no hay certeza,
para
mí, existas sin quererme.
V
Escalo
tus venas,
entre
un horizonte
de
razones heridoras
y
lúgubres, parcos, silencios sonoros
en
el callejón de mi mente sigue habiendo
un
paraíso sedoso,
todo
hecho de rocíos entre flores,
puedes
oírlo,
pregunto,
siendo
destino,
y
barco dirigido,
a
donde coronan cumbres
y
sus vastas nieves,
mi
ánimo que desplaza cerros,
y
sus frondas suaves,
no
vine a deshojar tu cielo,
sólo
a contemplar
que
era hoja mecida al aire,
colgada
de una tela de araña,
bajo
la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó
en hojas...
Sangre
de estrella,
oh,
nácar flamígero,
fuiste
más allá del suplicio dormido,
roca
del destino,
y
puridad de roce,
no
te bastaba incendiarme
de
la esencia más húmeda,
llegaste
amilanarme de carne a hueso,
y
hoy lo siento no me quedan penas,
sí
quizá,
besos
huidizos y fulgentes,
desquieres
de barro y simiente,
a
la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso
de trigo, y esparto,
en
hoja de celindo y madroño,
vine
por tu hinojo de abajo,
a
precipitarme exhausto.
Como
precipitación del ojo de tierra,
era
mi canto
como
un dulce abrojo,
y
filoso como la espina un majuelo,
almendra
rápida era este enjuto silencio,
vestido
de las rosas perras del escaramujo,
eres
real, plañe toda sinestesia,
me
voy retirando,
lamiéndote
como un paloduz,
sopesando
tu crin y brebaje,
no
vine ayer
si
asegurara
llegaré,
al
saber que te conoce.
Förüqer-lobo
bohemio
VI
Te
busqué detrás de la estrella
más
brillante del azul eterno.
En
el suspiro de amor que
corre
y descansa entre la
inmensidad
de un parpadeo.
Entre
la oscuridad que alcanzó
a
ver la belleza que envuelve
tus
piernas, adentrándome para
reposar
siendo una sombra más,
y
te encontré en mi sueño más
cálido,
en el cielo encerrado
que
liberé. En la noche que la
luna
baña tu cuerpo, y en la
noche
que mi amor corrió por
tus
pechos.
Y
te amé aunque fuese un día
en
la penumbra.
Para
así no olvidarte nunca.
VII
Profecía
de una noche
que
diluía entre tu cabello,
siendo
fuerte como luna
semper,
y ángel dorado de espera,
hemos
venido del plateado halo,
disparando
alto,
hijos
de luna y signo azabache,
oh,
símbolo claro de visión, y vida,
lozanía,
que tengo tu carne,
y
en alma sembrado el otoño,
y
la caída de tus muslos,
entre
mis muslos,
de
espadas,
y
jornadas como vetusta armonía,
cuenta
el divino laurel,
su
soledad última
de
naipe y candelabro,
sentado
en la tarde amedrentando espumas,
este
sol que ya cae,
oh,
flor de gozo, desprendida,
lampos
de mi acero,
vieran
mi yunque y forja sembrada,
esta
sábana que nuestra,
no
me acaba,
me
iré sí, sin pausa;
por
muerte sola,
sin
casa, sin cuerpo,
sol
amarillo, de otoñada bruma nocturna,
ala
vieja asidua, perenne,
nacer
de otoño erige y dice:
-Te
quiero, como ruego,
y
voz de vuelo herrador, y errante,
una
luz envuelve sempiterna, un septiembre,
donde
la lluvia eres tú.
VIII
Estallase
toda gloria
en
aire algún sortilegio claro,
danzando
mis apuntes
en
torno un fondo fantasmagórico,
reluciendo
nota sobre un cable puntiagudo,
la
profecía de cientos, miles,
constante,
de ágil hocico de riera,
hombre
desnudo y un sólo anhelo
como
cristal partido,
sonidos
de vida en campo perdido.
Flor
de barro haciendo reflejo,
destellos
en horizonte hacia
las
nueve puertas del Averno,
muchas
fuerzas sondeando,
corte
sobre una pala,
oh
pies de barro sobre la paja,
agrupando
oídos en bucles,
tumbando
retinas,
en
el vado, del mundo hecho,
músicas
en copas de hadas verdes,
voces
de muertos hendían,
surco
y sangre adormecida
oh
local de la armonía,
susurraba
yo a su orilla,
su
historia
como
río crecido,
cocería
cintura,
entre
juncias y caléndulas,
reposar
segura violeta sombra de noche,
que
traes invicta, sonriente,
temblar,
donde yace y se inclina
el
barbecho dorado,
alzaba
acre de bien semilla
confesa,
prometida,
la
victoria de la luz se erigía flaca,
bancales
atrás,
la
dificultad no me arredra,
oscuro
patio, de ti bañado,
cuál
precio he de poner,
a
sus semillas.
IX
Mi mujer fantasma:
Mi
ausente estrella,
murmuro
de grito silencioso,
nota
de terso metal crispado,
un
sigilo de viento nocturno
descendido,
que
sangra tu voz
en
verde grama
de
aullido solar,
vespertina
estrella
que
refulge tu eco solaz,
llana
entre quejumbres,
alza
tu violácea brisa
ensortijada,
como
blanca aurora fugaz
entre
sienes
y
aladas razones de mi corazón
sin
mi pecho,
que
tu luz siembre mi carne
y
germine siendo flor de mi sierpe
hoy
y siempre alzaré mis rosas desangradas
sobre
Galatea
partirán
oscuros sones
mi
hiel bandera,
serás
tangible
como
yesca espera,
abre
tu espíritu de hielo,
retemblarán
negras caléndulas,
y
rosas de difuntos
entre
crisantemos
avalando
tu áureo nombre,
llorará
tu etéreo faz,
alzará
tu nombre yerto
que
mi ser injerto
orando
a ti
mi
dulce amada fantasma,
viniste
a despertarme el invierno,
para
ser solsticio
de
eternidad sin nombre,
ni
suplicio irisado,
hoy
por hoy
viniste
para ser siempre
sonrojando
mi
invectiva condena
de
observar el sonido de la noche
en
tus ojos,
vine
a coger tu mano,
y
descifrarte
como
azul enredadera,
late,
sé
disparo de plata,
inmortal
hacienda
en
la que vivir
siguiendo
la azur estela.
Te
amo sin manto ni rienda,
te
brindé
mis
flores argentas, solitarias
desangradas
en tu tez serena.
Veré
para siempre, en cada siglo
el
sonido de la noche en tus ojos,
lividez
carmesí flamígera,
en
nuestra condena
que
dictó la posesión
de
tu alma certera;
para
siempre deslumbrar
que
llegas en otoño
para
ser el añil invierno
que
me desposee
y
llena mi vida
de
ti mi amante estrella fría,
mi
dorada ausencia repleta,
te
extrañaba
viniste
mi no-estrella,
que
yo te creo, tú me creas.
incendia
mi semblante
arderé
el abismo
para
sembrar allí
mis
latidos por ti confesos.
Miel
de tu sombra,
mi
cariño,
un
azar de nueve venas razones.
Vivirán
a tu lado
todas
mis densas, sanguíneas
ilusiones.
Donde
yace,
donde
tu magia,
es
tu halo intransigente
que
esta vida dictó
fuera
mi sangre,
certera
posesión
de
tu alma en comunión
de
astro padre
y
luna madre,
rizarán
ascuas
que
sembraré tu luz,
y
tu alma será carne.
Mi
amante fantasma
quiero
aceptes mi mano,
en
sediento compromiso,
azar
desvelado en despierto iris,
su
sombra de flor oscura.
Que
yo amo.
Förüq
a 26-12-2018
Amante
fantasma:
Hablemos
hoy en plata de tiniebla,
oración
de tu sangre yerta,
cumbre
febril de hoguera quieta,
ese
cuervo descubrirás su poder,
yo
iré de tu mano,
manso
tu poder sembrado,
aunque
no entiendas
no
preguntes por qué sigo a tu lado,
el
puerto negro te llamó
y
sentiste el poder de tu pasado,
nadie
permitió que desembarcaras,
capaz
eras de romper la cuerda
que
sostiene las dimensiones,
ni
vivo ni muerto
niega
tu osadía,
cruzaste
la puerta de oscuros lirios,
tu
amor a la flor
al
creador conmovió,
resoplo
tijeras rojas
en
grises ideas,
desenfundo
mi filo,
crepitan
arduas espadas,
respetaste
la muerte y ella
respetó
tu vida.
Crascita
tu lozanía,
entre
forrajes
y
soles pudientes,
desmenuza
tu silencio,
clavando
yunques
de
paredes granates,
el
peldaño irá cuesta abajo,
cabalga
tus lindes despiertos,
libérate
de insectos que caminan,
turbios
azares me cuentan
de
tu devenir rizado
al
filo de la navaja.
III
Anochecer
de mi vida,
en
tu patio de la araña,
retozan
clarines esquivos,
yo
soy lira de alma consumada,
vicisitud
ensimismada
de
tu azar en semblanza,
vivo
flagrando tu azada,
pulcritud
entre cristales rotos
esa
soy, bruma en tu noche,
claridad
en tu día
luz
de cada siembra,
arena
del tiempo
enclaustrado,
vine
deshojando recuerdos,
hoy
me diste voz,
no
seré yo tu perdición
sino
el camino a tu salvación,
viviré
mordiendo tus rosas
que
desangran tu amor,
soliviaré
lo liviano,
afligiré
temor al miedo,
seré
aliento perdido
descubierto,
te
abriré mi reino,
las
escarchas serán los colores,
viviré
besando tus flores,
limaré
abrojos nacientes,
serás
estaca del destino
servir
a tu alma sin nombre
me
alumbre,
camino
de mis flores desgranadas,
sangre
de tu reposo
mi
amada espina de sombra.
Förüq
Miguel Esteban
Luna
blanca:
En diáfana soledad
donde
mi cuarto criquea y clarea,
tus
anhelos y esperada sonrisa,
me
aturden tus labios y lengüita vista.
mis
serenas ilusiones tiemblan y afloran;
como
mis labios por cazar tus labios,
no
hay nada en el aire ahora,
En
oscuridad rebrillante de mi lúgubre cuarto,
es
tu figura la que me acecha,
qué
provocarme acaso puede, oh caos febril,
deseo
pertinaz tu fragor,
oh
estrella inviolada,
pretensión
infausta
es violar esta, acampar sin brújula
ni
rumbo, sólo adentrarme para no querer salir,
tu lúmina esperanzada me recorre,
cada
vena y arteria,
un
placer de ayer,
es
hoy dictado a la milicia,
tu
estampa recorre todas mis neuronas ancladas,
un
río tus flores angeladas me cubre,
agarro
con estridencia mi almohada,
pensando
que eres tú,
en
cada noche mi luz, mi ida mi avenida,
y
una fría luz
comienza
a invadirme,
acabo
que sabiendo no eres tú,
y
unos ardores me escalan,
en
ellos pude ver cuán te quiero,
y
desespero, sólo sé que tenerte te tendré,
estando
ausente mi suerte,
destino
parco que dictará verte.
Piel
con piel,
flor
con flor,
hasta
que estas lágrimas de sangre,
sean
mi sangre de tierra,
ababoles
flamígeros,
carmines
del deseo estertor.
Por
ti labraré el día,
mi
Luna compañera,
mi
Luna aeterna,
oh,
cuánta sangre mía,
regó
esta mi soledad de tumba abierta,
que
me camina,
por
el sol de junio un mayo despachado,
avanzo,
abro el solo Parnaso,
mi
sol ya no luce cansado,
abren
dulces lirios negros,
el
compás mi destino atronador,
era
un capataz,
era
un sembradío del brillo primero,
un
arpa y un arma de carne
y
verso, beso tras beso,
un
dulce designio invernado,
hollín
de luz,
en
esta fosa cava mi amada,
tercer
lucero mi firmamento,
igual
y primero es,
sangre
negra de luna oscura,
por
la esencia azabache,
de
nana y cuna argenta,
soledad,
oh soledad d' este pobre diablo,
ungirás
mi dicha mañana,
que
te pierda,
hoy
veré esquelas por astros,
y
oscuridad fluirá
como
bruma siempre gris,
me
atisba sola idea,
velo
de tormenta
y
nácar una esquiva sonrisa
sin
volandera
ni
ascua desapagada
por
lengua,
al
olvido perenne no danzo,
vida
de una vida bajo tierra,
me
trajo,
a
este filo diamantino,
blando,
de tajo,
alto
silo de luna,
hoy
te canto,
que
sin tu penumbra venidera,
ni
dormido me alzo,
oh,
compañera,
no
me desampares camino
de
escuela, ni honda hoguera,
tu
inocencia,
oh,
preñez de sílaba,
polvorosa
y escarpada,
haz
que acabe con un beso libre,
lo
que nunca comencé.
Förüq
a 2-06-2021
De
hecho,
no
sólo la observaba con atención,
aquella
doncella imbuía un eterno secreto,
capaz
de surcar llameantes abismos
y
dejarlos todos de matiz sanguinoso,
su
mirada tenía una luz inaudita,
cual
sangre de hadas cristalizada en ámbar.
Imaginaba
sus besos, del candor más hábil temperado;
sumergirse
en el mundo etéreo era hablar con ella,
llevarla
flores, como si estuviesen por extinguirse,
quería
Förüq compartir
con
su Escarlata toda su felicidad y admiración
cursaba,
como si tiempo no hubiese
debido
para él apenas transcurría
sólo
su sed llamaba a descubrir su secreto nocturnal
ella
podía desconocer,
de
incierto modo su letargo sin su compañía
tañía
su tercera campanada,
su
palidez ya se oía en el deseo su dama,
y
su testarudo turquesa de ojos hendía
su
palpitar hermoso.
Quise
llevarle luz como mensaje en una bella golondrina,
siempre
querré tu vera
como
designio manda Ares y Perséfone florezcan todas flores
al
caer la primavera;
su
mirada y belleza no eclipsaba hipnotizaba,
mas
su color y ternura de entraña enhechizaba,
hasta
el alma más helada.
Förüq
IX
Menguante
vestía la luna su traje,
una
noche sempiterna un diciembre;
la
lluvia acaecía en el rostro
más
terso,
donde
todo acaecía
en
la villa su Campiña,
hubo
un festejo de alta alcurnia
allí
se presentó un viejo noble comunero,
brillaba
más su extravagancia cautiva
que
su nobleza,
él
era anhelante,
como
explorador observante
de
la más pura belleza otorgada,
su
melena era de un hombre arriado
las
tierras del norte,
sus
ojos encendían una curiosidad innoble,
por
determinar su fausto origen y linaje perdido,
brillaba
en ellos una llama oculta
de
luz congelada,
como
del mercurio atrapado en sus cuencas,
fijó
su fría mirada fija de admiración
en
una comensal que rizaba su cabello largo azabache,
era
una doncella de un castillo olvidado,
pasado
el puente vestigial, sobre el río tajo,
sus
gestos y desmanes extravagantes
y
de educación sin par ancestral,
pronto
llamaron la atención su doncella perdida,
invitada,
quedaron
en dar paseo bajo la luz de luna,
y
los candiles de aquella aldea,
pronto
se vieron en una conversación
de
seres y leyendas
de
encantos y sortilegios,
quedaron
en descifrar su acertijo de mirada
adivinando
lo que quería el uno del otro
en
aquel rayo de luna morena
ocurrió
el beso inextricable
uniendo
ambos sus colmillos.
Förüq
ESTOY DESPERTANDO A LOS
VERSOS:
Gloria
realidad;
beso
de ascua semper,
vive
el sueño flamígero,
cómo
negarlo si mi interior florece,
amamanta
esta vil ilusión,
apodera,
mece,
hiende,
hijos
de la simiente arriba,
desnudo
son en la penumbra,
que
admirarte es de siempre,
hueso,
eje,
crujido
eterno
que
el sentido despierto,
asordinado
es ya
oh
lustre enervado,
vine
del traspuesto de abajo,
buscando
desnacer en hidromiel
y
estado quo,
fase
de admiración cursa mi sangre,
néctar
parco melífero,
alerta,
relamo mi suelo,
en
tres,
despierta,
oh
endógena ola fluvial,
cauce
de éter.
Solo
desliz en azabache mecido,
es
un cuarzo verde
para
potenciar a las hadas,
me
bailen su agua
endiosada,
rocío
estelar surqué
tus
soberanas lumbres estelares
y
hoy todos mis muertos son santos;
te
sirvo, te amo, te necesito
colmar
tu atrio de caléndulas solares,
traerte
la flor de nuestra profecía
en
mano izquierda.
que
no hace falta que suenen todas las trompas de Babilonia,
una
de mis trompetas de los ángeles basta,
que
siempre que se vea una alborada,
siempre
vivirá Förüq Hipsípila
para
buscar y entregar una flor de Hércules
a
su Musa Amada.
Förüq
a 28-11-2022
FUEGO:
El
fuego siempre ha sido elegido,
el
fuego es tan fuerte, que elegí creerle
sin
culpa
aunque
hasta acepte
sea
un concepto inválido,
que
me asignaron aceptar,
elegí
creer,
aunque
me asignaran libertad
de
no hacerlo, lejos de idolatrar
un
código de leyes rige el sueño
de
toda sociedad,
pagar
varias veces por mismo error,
ni
justo,
sí
puede eje de rebelión,
he
venido a desafiar mis propias creencias,
a
fijar la ley del orden
moral,
propio, se consumirá
en
su llama, todo lo que invita a sufrir
sin
razón haya cobrado ya.
Actuar
únicamente, bajo el principio,
lo
que dicta la bondad,
amar
lo que hago,
sobre
todas las cosas existen,
como
premio y castigo,
buscar
lo justo en cada inconveniente
encontrado,
la decencia sea juez universal,
tener,
y honrar aún no poder verlo ni sentirlo, a cada momento,
la
Verdad y su Poder de Fuego elemento hermético
Sol
Fierro Lvgvs
ARRULLO DE LUNA UMBRÍA:
I
Aquellas
parcas sombras, truena la feraz noche
venían
densas creciendo,
que
ni permitían ya ver las cosas,
pisaba
el lindero dejaba el otoño entreabierto
no
temas amada que marchite
volveré
a bajar el Mesías de la flor
vista
y traída en noble influjo
los
ojos una bella golondrina,
como
aurora de puro amor
bajará
también el trueno relampagueando,
el
abismo inmensurable de acento en mano,
traeré
mi imaginación toda centauros
y
con luz abrigaré la idea más sencilla
dulce
amor, toda sueños feliz yo de hechizos
y
tersas corrientes,
umbrales
expone el ávido mundo,
fiero
instante y borré el olvido pudiente.
II
Magnífico
ademán aguarda
la
bestia esperanza
ocultando
estoques entre tiniebla magna,
dance
mi talle, que de hermosa
pudiera
adivinarte,
oh,
de rostro encendido
entre
centellas y aperos
de
decisiones fulminantes,
mi
llanto secas,
suspiro
bello de noche, serena, altanera,
la
esperanza es de altos cielos
virtud
y temeroso don precioso,
en
sombría torre brota y retumba
el
tañer de una campana
a
su bajera, corría un límpido arroyuelo,
de
espuma que camina y brilla
su
misteriosa figura que engulle toda.
III
De
melancolía hija
no
la llamé aún pudiendo
soledad
vine
a hablar contigo luna umbría,
amiga
amante, en cada sueño,
de
ilusión tu beldad hermana,
oh,
de luz viva sanguinosa o plateada,
tenue
como brillante,
te
busco sin consuelos,
sin
candilejas humanas,
llevaré
tu esfera
siempre
dentro de mi alma,
te
busqué entre nubes, vientos,
y
ramajes, siempre huías de mí
entre
edificios de ciudad y cantiles
sola
armonía llamé a tu pronta belleza,
ilusión,
que mis ojos en ti se vieron.
Förüq
Miguel Esteban Martínez García
MEMORIAS DEL ESPEJO:
Estoy
creando memorias
dentro
del corazón,
sublimar
lo correcto,
tantas
vidas de gato de arena
te
he esperado,
en
este horizonte traspuesto
surca
lo vivo, surca lo muerto
para
siempre;
es
un canto a la Oscura dama
doncella
sangre de Tierra,
tantas
eternidades cuesta un beso,
que
se da a cualquier desliz temporal,
un
paso,
y
hendí de la sola voz
su
éter,
oh
sangre del Eros,
diestro
voy por la segunda mano secreta
encima
su verdad endógena,
que
fantasía te desvelaste verdad,
de
aspas molinos,
y
campiñas de castillos y solas callejas
de
hinojos y brezos
flamantes,
sube
a este baile nuestro combate
deja
suelto el ajeno embate
debido
ni rival florezco,
solo
a consagrada conciencia apelo,
merecedor
todo el juego a perder venciendo,
y
un tablero que vuela y se esconde
en
tu voluntad,
perdona
si admirarte es para siempre,
tuyo
soy recuerda,
entre
tañido y víspera cincelada
sé lo que me gusta,
sé
lo que quiero
y
no alzo armas gratuito,
elegir
ya te elegí hace un siglo,
no
me conviene regodearme
de
haber obtenido más hijos que caricias,
invitación
sí
a
obtener la felicidad que me sobra
por
ello estoy preparado para amar
y
no se llamó duelo ni necesidad,
muéstrame
tu flor
sobre
el fuego,
sentiré
tu llama,
no
eres tú,
no
soy yo,
no
te dejaré surques el puente
dificultad
solo es un paso
para
llegar más lejos
y
jamás sola
ni
en aquella penumbra
que
no veas miedo ni de ti misma,
surco
una ofrenda
para
desvanecer el cristal y laberinto de espejos,
de
condena y espejismo surca mi visión.
en
UNO awen
en
TRES Auge
en
DOS tú y yo.
Förüq
I
Noche,
hoy a tu velo de sosiego
me
entrego, te escribo
al
crisol estrellado
oh,
cuántas parcas estrellas acogen
mi
canto de penumbra nacido
recuerda
el sueño que tanto ansío
que
Oscuridad se acoge no se
vence,
se ama,
a
tu velo nacarado le hablo,
cuántas
nebulosas te adornaron,
para
ser noche, inmenso faro
de
sosiego imperturbable
de
la ceniza a la tierra oscura
dirijo
mi cantar,
pulcritud
de lunas, servid
humilde,
os elogio, sin sepulcral
prestancia,
me dais la vida necesito
día
sin enamorarse de la noche
no
es día ni romance.
II
Oh,
cuánta visión cegase
tu
sábana espectral, este grillo
te
sublima tu sabor,
un
apoyo inusitado granate,
oh
púrpura visión me acoges.
Voy
rumbo tu crisol
de
valles silentes, con mi humo
verde
de pluma estilográfica,
bajo
la luz de una vela,
oh,
puridad sola
vine
por tu voz
al
ascua de luna
llamo,
somos
hijos de signo
azabache,
Lunáticos a rebosar
crisoles
como relámpagos de Ares
en
y bajo tierra.
III
Oh
noche cromada,
te
canto dame pulcritud
de
estela, sola lumbre
descrita
a Musa Luna y
su
mar solanáceo,
vine
de nota baja blandiendo
esquelas
y señales efímeras
no
me iré sin gemirte,
oh,
de pureza y desvelo
energético,
te alabo,
bienvenido
otoño
a
tu fantasma carnal me entrego
y
ella, dulce tormento
insobornable
que une
su
vuelo complaciente,
que
yo amo su querencia
por
y para siempre.
Förüq
Esteban er lobo bohemio
BAJO EL SIGNO DE LUNA AZABACHE:
I
Me
llama en la noche,
me
acaricia su recuerdo,
con
sus caricias desvanecerse
quiere;
y
renacer en la oscuridad
del
ocaso eterno.
Comprendiendo
y llevando dolor.
Yo
sin comprender su aparición.
Pero
recreando su alma viajera.
sueños
serán, pero cada día
la
siento más.
En
la belleza de imaginar
la
complazco con la sencilla palabra
de
amor a su alma
sin
cuerpo.
Que
me acompaña
desde
que sufro por el querer.
II
Te
busqué detrás de la estrella
más
brillante del azul eterno.
En
el suspiro de amor
que
corre y descansa
entre
la inmensidad de un parpadeo.
Entre
la oscuridad que alcanzó
a
ver la belleza que envuelve
tus
imaginadas piernas,
adentrándome
para reposar
siendo
una sombra más.
Y
te encontré en mi sueño
más
cálido, en el cielo encerrado
que
liberé.
En
la noche que mi amor corrió
en
tu flamígero seno,
y
te amé aunque fuese un día
en
la penumbra.
Para
así no olvidarte nunca.
III
Manantial
fulgente de inspiración
tu
mirada tierna sin compasión.
Matices
de esmeraldas
tu
pupila enfrentada con mi pupila.
La
golondrinera el aroma
de
tu piel frágil y esquiva,
con
sus amapolas amarillas
el
color de tu áureo.
Un
piropo, el suspiro
de
mi amor eterno.
Que
corre que escapa y vuelve
el
cosquilleo.
Tu
boca con mi boca bebiendo
del
mismo agua del deseo,
tu
piel con mi piel
avivando
el ascua
del
sentimiento preso.
IV
Resplandor
de auroras en los recovecos,
donde
se refugian mis ilusiones
en
mi pensamiento.
Tu
tez conoció mis manos
y
mis manos te moldearon para su recuerdo.
Eterna
batalla a la noche,
cuando
noto tu ausencia,
la
noche que galopa
y
yo con palabras sufridas,
de
nuestra vida sentida.
Ya
no hay felicidad entregada
con
besos y roce de nuestros cuerpos,
medida
y entregada,
ya
no te buscaré en esa nostalgia.
Me
enamoré de la vida
y
nada me falta
porque
todo me llena.
Te
volviste a pasear por mis sueños,
y
en ellos nos reconciliamos.
Vuelve
a mí el dulce tormento
para
vivir soñando
con
el recuerdo.
Y
amarte soñando despierto.
V
Noche
en vela de navegante
sin
destino,
noche
despertada,
por
la luna.
Y
acariciada por sonrisas de estrellas,
cercanas
y lejanas
según
sean miradas,
a
través de la copa de sangre
o
con la nostalgia del corazón.
Luz
a la vela que ilumina la pluma;
tinta
de ánima mezclada
con
los recuerdos de una vida a tu compañía,
pasada,
con hielo y fuego, con besos
huidizos
y fulgentes,
eternos
y efímeros,
con
sueños rotos,
y
días de amor
a
la sombra de tu reflejo,
disuelto
por el embiste del tiempo,
que
partió mi corazón en dos y un cuarto,
en
el que me alimenté de las rosas
y
flores desangradas.
La
copa de sangre
en
recuerdo
de
una sonrisa que resplandeció.
VI
Amada
mía te escribo esta noche invernada
detrás
de la estrella apagada
que
yo te amo amada.
Luna
mía, tú mi flor que brilla
luces
bonita, estrellita mía
sólo
tú eres mi vida
runa
azabache mía,
jamás
se apagará tu boquita,
que
llama a la mía.
mía
sólo mía,
mi
flor de luna
sólo
para mí encendida.
Yo
nací para tus ojos,
madera
de los cipreses.
Yo
sólo soy escarabajito,
yo
camino despacito
de
tu mano, duermo contigo.
VII
Sólo
soy lo que tus ojos
dicen
de mí.
Sólo
soy amor, vivo en ti;
yo
nací de un rayo de sol,
dije
soy fuego sin más razón;
de
mí la sangre huyó,
yo
sólo viví como flor
al
muerto le di helor,
porque
yo viví solo, solo
como
vive la flor
pero
ni aroma tuve
ni
tuve color,
sólo
tuve polen carmín rojo,
que
a la tierra llegó.
VIII
Muerto
vivo, si no te miro;
luna
muerta vi encender
y
a mí llegó.
Para
yo decir viví, fui, amé,
reí,
y con su amor
digno
orgulloso sucumbí,
hasta
de su boca morí
pero
un día desperté
frío
como sol que fui
y
ella huyó de mí.
Así
mi condena
cuando
yo muero,
ella
vive por mí.
IX
Amada
inspiración lejana
o
cercana, según seas mirada,
del
interior embelesada
alma
de mi alma,
espíritu
sin nombre.
Destello
sin horizonte.
Luz
atraída cual estela indefinida,
venda
que el ojo no vea;
orilla
de mi barcaza,
sin
suspiro, ni terraza
cruel
hornaza,
letanía
sin lejanía.
Ni
caricia existe
sin
manos que te modelen cual arcilla,
lugar
de mi lugar sin hallar;
bello
templo tu mirar.
Ni
beso existe sin sentimiento inicial.
quién
afortunado
que
en mitad de la rima,
muriese
para no cesar.
X
Cuidarte,
un esmerilado sino,
sin
cosecha mortecina
ni
pensamiento enemigo,
soñarte,
y el sueño
la
vida trae,
acabar
hendido de la expectativa
llorar
savia atisbando ser sangre de tierra.
Abrazarte
a las tres de la madrugada,
sentir
que tu cariño me velaba,
construir
un tiempo de sentimiento,
no
de un mero invento,
que
se inició y ha de acabar,
inicio
sin final propuse,
como
comienzo que abarca pero nunca inició.
Sangre
de inocencia,
es
bondad ciega,
voy
lamiendo tu cumbre,
sin
esperanza ni dulce futuro.
Pero
con la fortaleza
que
yo soy por siempre
la
noche y su rebelión
de
esquema.
XI
Mirada
obtusa a la vela
y
el candelabro,
un
borbotón de densidades que caminan rebrotan,
como
lienzo inagotable,
una
conciencia fría de agua.
Me
desdoblo,
para
descarnar esta figura que me acecha,
y
choca en luz proyectándose
en
opacidad.
No
tengo sombra y cuando la veo,
siempre
digo que juré alcanzarla.
Matiz
insobornable
ganar
tu aprecio
sin
despedir,
esta
injuria inmortal,
de
sed de sangre.
XII
Adorar
es amar sin razón,
embeberte
hasta se llene el corazón.
Principio
de causa
es
construir casa por el tejado,
revivir
algo irracional,
que
ni sacia a la estúpida razón,
no
veo problema en darte todo,
porque
es sabido,
que
entero me siembras, tú.
Mi
dulce tormento.
El
Castellano
XIII
VORAZ DESTELLO:
Resplandor
de auroras en los recovecos,
donde
se refugian mis ilusiones en sueños.
Tu
tez conoció mis manos y mis manos te moldearon,
para
su recuerdo.
Eterna
batalla a la noche, cuando noto tu ausencia,
la
noche que galopa y yo sólo con la palabra sufrida
de
nuestra vida sentida.
Ya
no hay felicidad entregada con besos,
y
roce, de nuestros cuerpos,
Medida,
y entregada, ya no buscaré en esa nostalgia.
Me
enamoré de la vida y nada me falta,
porque
todo me llena.
Y
tú mi bella, volviste a pasearte por mis sueños
Y
en sueños, nos reconciliamos.
Desperté,
y sentí de nuevo, el dulce tormento,
Para
vivir soñando con el recuerdo,
y
amarte soñando despierto.
Si
me marchito sin ti,
No
me quemes con letras indecisas,
porque
vives en mí,
y
te daré lo que pidas.
Si
permanezco, en tu recuerdo,
no
me quemes, no llames al olvido.
Si
acaso me dueles,
no
es por tus errores.
Es
por tus triunfos, sobre mi palpitar.
No
me quemes con una lágrima,
sólo
con un beso.
Si
te perdono y no vuelves,
no
me quemes, porque
el
fuego no se quema,
Se
aviva.
Tu
ausencia consume mi alma.
Aumenta
mi llama,
No
preguntes por qué.
No
me quemes sin amor,
Porque
no eres mentira, eres pilar,
Pilar
que sostiene mi verdad,
Que,
aunque duelas,
Eres
mi amar, y no despertar.
No
me quemes.
Si
vuelvo no te guardes,
Porque
vivo de tus detalles.
No
me quemes, con amor silenciado,
Haz
brillar este fénix.
Sólo
calienta este corazón,
y
te dará su fuego sin medida.
Pero
si ves, que mi llama, está extinguida,
No
me guardes las cenizas,
échalas
de abono, a las rosas amarillas.
No
me quemes, porque me dejo quemar.
Soy
fénix arraigado a tu bondad.
Si
el cielo se cierra,
miraré
tus ojos, para tener mi cielo,
mi
palpitar te dirá,
que
seguiré tu vera.
Si
mis ojos se cierran,
quiero
tenerte cerca,
y
coger tu mano,
sentir
que no eres
un
sueño que perdí.
Si
despierto te vivo.
Soñando
te sigo amando.
Cogiendo
cada estrella,
en
una letra para ti, tú la más bella.
Y
el firmamento se cierra,
sin
tu mirada tierna.
Mi
deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán
lunas, pasarán soles,
y
el sueño volverá,
con
cada latido tuyo.
No
te dejo una flor, te dejo las semillas,
los
frutos de este amor.
Porque
en mi jardín sembraste,
Tu
belleza y bondad.
Porque
me llenas de verdad.
Puedo
describirte como mi vida giró a mejor,
con
tu sonrisa clavada, en mi mirar,
y
el calor de cada letra tuya, sentida.
Te
quiero, de verdad.
Siendo
tus nervios, que atrapan cada sentido tuyo,
cada
lima, que afila, tus pensamientos,
sería
tu imaginar constante, en amor de dos,
sueños
de un romance, correspondido,
Donde
no importaría quien se enamoró primero.
Ya
estaría atrapado en tus dulces suspiros de amor.
Y
tus ardientes palabras de ilusiones lanzadas.
Clavándose
en mi alma, lanzándote flores.
Estarían
mis poemas, y mi razón perdida, en tu corazón.
Siendo
el poeta, en tus ojos, el agua de tus besos,
el
rocío, en tu cabello, el fuego, de tu combustible.
El
que guarda, tus caricias, y hace inventario, de cada detalle.
El
fiel, el humilde y el noble, el sincero de sentimientos.
Simplemente
sería yo, brillando con tu amor.
Quien
invocó a la tempestad, de roce, de nuestros cuerpos.
Quien
se abre camino, galopando, en tus piernas,
Para
descansar, en tu boca, siendo hielo, y fuego a la vez.
Siendo
anhelo, escondido en corazón,
y
corazón encendido, en anhelos, cuando te veo.
Tu
gemido tímido y feroz, tu voz.
Ocaso,
que la luna baña, de azul, y azul vestido de traje,
de
estrellas, un firmamento, que convertimos en magia,
a
fuego de nuestros cuerpos, a viento, que transporta,
nuestros
jadeos que crecen, hasta juntarse en canción de lobos.
El
castellano
XIV
El
sol desciende algo va incorrecto,
creí
imberbe mi dolor,
creí
asirme henchido tu corazón,
siempre
amparé
lo
que dijo el tiempo,
mi
vida contigo siempre amparó...
Amor,
oh ese hueso de suerte
desvencijado
en pasión,
vida
de la vida de tu calor,
mi
vida para ti,
más
que cuatro aspas
dando
vuelta,
todo
puede su suerte,
oh
dulce suplicio invernado,
oh
sueño de arcángel,
tú
sientes mi secreto,
me
alzo,
subiendo
mares y arrasando, desplazando cerros,
tu
alma, quizás más que una Quimera,
más
que raíz divina de semilla en Tierra.
Tu
piel inimaginada lluvia,
miel
tu agua angelical,
tu
voz el eterno secreto mi contento,
como
aventar girasoles
y
sembrar el rocío tu acento,
vengo
del suelo,
nadie
me va a detener,
jabrí
mi tiesto, mi niña amapola,
mi
diosa antigua,
quién
a ti se mide,
me
calló cielo en tierra,
mi
certeza,
mi
amor de espada,
permite
incendie tu mundo,
para
juntarnos mi amor verdadero,
Musa
rocío de Alba.
Miguel
Esteban Martínez García
XV
FLOR
DE NIEBLA ELOGIO:
Rocío
es tu lágrima obscura,
oh,
granate congelado,
es
tu palabra vestida de humedad,
voz
prismática
soles
cuarteados,
inequívoca,
luminosa,
brilladora,
que todo abarca,
herida
y manantío
fuente
de espejo,
llama
sostenida,
iris
de tu propia sombra,
exactitud
encarnada,
tu
energía irradias,
puñal
de crisoles,
y
miradas derretidas,
puñal
de jactancias
y
amados rayos,
espadas,
frutos
y simientes estelares
cosechas,
cúspide
en vértigo,
cavas
abismales dentelladas
de
rubor excelso,
oh
rectitud de ascua,
quise
ver través tu ojo de tierra,
Ostara,
la Brillante,
mi
cristal fugitivo,
destino
fértil,
diamantino
que baila en tus labios,
pétalos
de Ambrosía,
palabra
pura,
callada,
amor acaso fuese mía,
alzo
vientos y cierzo septentrionales,
viendo
a través esta tierra,
aire,
luz, mi saliva,
quieto
de existencia
clamor
de valles,
gloria
inasible,
tachonada
tus líricas huellas,
cruz
y sacramento mi ceniza,
tembloroso
de paso firme,
osadía
o impermeable letra,
ente
de un ente mi sangre,
vida
de la vida bajo tierra,
latido
rebelde a morir,
firme,
los
duros somos bronce,
aunque
nos derriben
es
para alzarnos más fuertes,
mundo
hable sus espinas,
que
esta vibración y energía
es
invencible.
Oh
Sol ferro
tu
misma luz, infinita melodía.
Förüq
er-lobo bohemio
XVI
Disuelto:
Muero
por un beso.
Vivo
por un querer,
cruel
del destino.
Condena
de una pasión,
que
creó tu pestañeo.
Al
dejarme ver,
tu
cielo encerrado;
fijamente
tres minutos,
Y
morí con tu pestañeo.
Demostró
que fui,
Importante,
para ti,
Y
que a pesar,
y
muy a mi pesar,
de
los problemas,
seguí
en tu mirada atrapado.
Hasta
que la aguja,
de
aquel reloj de pulso;
se
paró, al pasar ciento ochenta, segundos.
Mi
cambio de vida,
cuando
consumí,
Medio
giro, al decir,
siempre
te amaré.
LUNA
AZUL:
Te
amo no sabes cuánto.
Cierro
los ojos y te veo.
Tus
dientes son evanescentes, que hablan de como tú sientes.
No
quiero mi despertar si no es para verte a mi lado.
Acariciando
mi pelo, diciéndome al oído te amo.
Siento
cuando discutimos.
Y
no lo aguanto.
Vuelvo
a nacer cuando me dices te quiero.
A
cada instante pienso en ti.
Ahora
ya eres parte de mí.
El
mundo me parece un infierno si no estás a mi lado.
Tu
cuerpo es un dulce parnaso.
Estoy
preparado para amarte.
Veo
que me ves,
miro
que me miras,
amo
que me amas.
Sin
ti no soy yo,
sin
ti siento, que mi alma me abandona.
No
quiero decirte cosas bonitas para nada.
Sólo
para que veas, que me tienes loco,
Sí.
Que
sacas lo mejor de mí.
Que
me has alegrado la vida.
Sé
que me amas,
Sé
que te amo,
y
que sin ti, no soy yo.
Confío
en ti, porque tú lo haces, en mí.
Y
no te fallaré.
Sólo
tienes que ver, todos los días, cómo estoy sin otra vida,
y
objetivo,
que
hacerte feliz.
Sin
otro encargo, que compartir contigo todo.
No
quiero perderte nunca, y eso requiere luchar, y dar lo mejor de mí,
para
que esto funcione.
Me
atormenta pensarlo,
que
cada día estoy más enganchado a ti,
que
cada día que amanece, mi amor por ti,
envanece.
No
importa nada, solo el final del camino,
que
es llenarte como me llenas.
Si
te digo, que sueño contigo, casi todas las noches,
No
exagero, hasta sueño despierto, cuando estoy contigo.
Por
querer soñar contigo, de ti yo me he enamorado.
Eres
sueño, eres mi dormir, tú lo eres todo, para mí.
Quieres
saber la verdad, me has alegrado la vida.
Has
llenado mis ojos de esperanza, de un futuro junto a ti.
Esto
no es un poema, es una hoguera de sentimientos,
que
arden en mi interior.
No
soy especial, soy de carne y hueso, y me muero por ti esa es mi debilidad.
Te
deseo y que mi cuerpo, te llama cada
noche.
Que
cada parte de mi cuerpo, te extraña, cuando no estás conmigo.
Que
cuando me levanto, y no te veo, me pongo triste.
El
ser humano, nace. Ama, lucha, y muere.
Yo
lucho, te amo y me muero por ti.
Tú
eres el timón que guía mis pensamientos.
Eres
mi estrella en el firmamento,
El
sol que me vislumbra en cada mañana.
Y
la luna de mis noches color plata.
Acariciando
sueños, viviendo el recuerdo.
Como
una vida sin sentir, no la quiero,
En
el despertar de ilusiones en verso,
Todo
es bonito, todo es bello.
La
nostalgia crea su velo de dulce tormento,
para
quererte me basta imaginarte.
El
velo de traer el pasado al presente.
Cayó
de mis ojos, pero el corazón,
lo
cogió, de venda, para la rosa clavada,
Ninguna
lágrima, fue desperdiciada.
Ningún
beso, te olvidó, al alma de hielo, tu calor.
El
hielo, tiempo de insomnio, de sentimiento.
Calor,
la ilusión, que un día,
cayó
por tu mejilla;
Y
evaporó al rozar, tu boca, en sonrisa.
Frío,
el canto del viento, que llevó mi amor,
lejos
de este cuerpo, lejos de una vida.
Que,
en sangre de poeta, lloró por la avenida,
de
ángeles estrellados en estrellas,
y
hadas, de mariposa, sus alas,
que
fueron capturadas, por arañas.
Quien
dibujó el cielo, con colores, a su amada,
merecerá
algo más, que un traje,
de
azul tranquilidad.
En
color de dioses, y diosas, su eternidad.
Junto
al escrito del mundo vivo, que seguirá,
Aún,
cuando el cuerpo caiga, como la hoja,
caduca
del otoño.
cuando
la melodía, eleve al Creador.
La
esencia, de aquel pintor, escritor,
que
pintaba con la pluma, de su vida.
El
castellano
XVII
SENTIDO
DESCUBIERTO:
Ilusiones
traídas al presente.
Como
la niebla que trajo el viento,
de
tus iridiscentes palabras,
llevándome,
al abrir mis ojos, al mundo,
de
sueños sin vivir, de sentimientos.
Solo
para ti.
Experiencias
para compartir,
como
mensaje en una botella.
Que
salió a flote,
del
lago de la esperanza.
Sin
lágrimas te canto, y te escribo,
que
desde que volviste, eres lo más bello,
que
pasó por mi campo,
de
amapolas y maravillas.
De
mi palpitar, y memorias, de estrellas.
Para
ser, tus caricias, vivas y aradas.
No
te vayas compañera, acompáñame
En
el viaje a la felicidad, como lo hago yo,
déjame
dedicarte un cielo de sonrisas,
y
cálidas nubes de colores,
de
besos incipientes,
como
el fuego de tus ojos,
con
el poder de su mirada,
y
el agua manantial de tu boca.
Déjame
soñarte y amarte,
como
si nuestra circunstancia
hubiera
sido otra.
Déjame
decirte que declaro amor por ti,
que
me gustas, que no quiero idealizarte,
pero
eres lo más lindo que pasa por mi mente,
desde
que volviste y siempre.
Como
un beso en la amistad.
Vuelvo
a caer en tus alas de amor.
Cuando
ilusionas mi palpitar,
que
te busca para curar su dolor,
mi
vida tú, desde que apareciste, nuevo comienzo.
Amor
de siempre.
Cuando
te veo en cada letra,
y
no puedo evitar corresponderte.
Un
alma que te llama para sostener la esperanza.
No
espero que me creas porque sé que me sientes,
Solo
agradecerte tu huella creada en mi ser.
A
fuego de una ilusión en tu mirada quiero seguir
En
tu mirada quiero seguir viviendo.
No
sufras porque pienso que algo me arde dentro.
Nunca
se cerró el camino para ti.
Perdona
a este corazón de niño,
Que
tuvo que esperar a tu cariño,
Para
demostrarte que nunca murió su ilusión,
por
ti.
Que
nunca te olvidó, porque clavaste,
con
fuego tú sentir, en mi interior.
Este
corazón que empezó a latir,
desde
conocer tu alma, en letras, como mi alma, en letras.
Emocionado,
porque develo, amor por ti.
Y
es correspondido.
Feliz
por ser tú, mi sueño,
por
sentir, que te pertenece, mi mejor sentimiento.
Con
valor, por sentir, lo que sientes.
Por
ser alma, de, y para tu alma,
por
sentir tu beso, y entregarme a ti.
Porque,
eres lo que deseo.
Y,
de tu beso, de amor,
Nació
una amapola, en el corazón.
Con
valor, para luchar por ti,
Y,
por mí,
para
arroparte, con fuego, el sentimiento.
Para
ser, tu verso, tu vida, y tú, vida, mi sueño.
Me
entrego a ti, porque
ya
que, mi verso, corazón, cuerpo y pensamiento,
te
llaman, y dicen, que yo, te pertenezco.
Me
quedo a tu lado, pegado.
Para
no irme,
Siendo
completo, en el abrazo,
Tu
sed, con mi sed, juntando.
Me
quedo a tu lado, mi vida.
Porque
me he enamorado.
NOVENA LUZ:
Tu
voz:
Eres
fuego en el agua,
eres
luz en la noche,
calor
en mi alma de hielo,
amor
en mi mundo de ilusiones en viento,
noche
de eco entre imágenes,
pupilas
mirando pilares al cielo,
entre
verde y violeta de árboles,
ojos
de gato, tu gemido,
tímido
y feroz,
tu
voz.
Entre
fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo
efímero del segundo al pasar del minuto,
la
seda del sentimiento, en su carita del beso,
el
piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,
acariciando
su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
siento
sus nervios, me atrapan enredándose contigo,
el
momento que dejó el silencio,
el
tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.
Mariposas
recorriendo cada paraje de la piel.
Tú
y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
se
sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada
caricia te hace real.
Sostén
mi placer cada anochecer,
sé
el tiempo que nunca se fue,
sé
mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,
detén
este instante para hacerlo real,
el
sueño hecho realidad, la historia sin final,
mi
eterno amor sin dudar,
corazón
carmesí como flor de abril,
navega
mi sensación.
Es
un te amo lo que me encanta escuchar,
los
mil que me quedan por decirte;
los
que nunca se irán,
agota
y naufraga mi voz, mujer,
que
alcance la tuya
y
pueda izar una profundidad,
enroscarnos
severos en aras un viento onírico,
desde
la espiga roja,
al
paraíso prendido de labios espumantes,
sostén
cariño, mi sola voz,
que
no se apague, y sí se incendie.
sea
fiera pero no muerda,
Tu
voz sea caracola,
como
una espiral que no me haga daño,
cuando
pueda sentirla,
sea
anémona azul
y
amapola de sangre de tierra,
que
si ella pide, pueda engarzarla aromos y estrellas,
sentir
pueda como simbiosis de nuestras lenguas,
cordial
sin traje luminoso,
alzada
como tú, sea la más bella,
origen
y flama de una estrella primera
Esteban
er-lobo bohemio Förüq
SÓLO UNA VEZ EN VIDA:
Sólo
una vez en la vida
caricia
viene descrita como
trono
tus labios hendida,
fija,
su semejanza entono.
La
Parca es efímera
primera,
mecida la ola,
caracola
que mar entona su vera
entera
que el cielo queda, y enarbola.
Beso
de tus labios tejidos
suplicios
invernados del exceso,
avelo
los papeles, por derramar quicios.
Precipicios,
que a la llamada estabas en celo.
Avanza
mi quimera,
espera,
que te tiene balanza,
asa,
dulce organza en víspera.
Era
un son que su verso pasa.
Tiempo
de nosotros no se construyó a tiento;
lienzo
tu acuarela del viento,
intento
a quererte más si no venzo.
Lluvia
densa de un Sol fierro,
hierro
en ojo de tierra viérame apuesto la Llucia,
astucia
fue clavar semillas en corazón del sueño.
Suspira
mi mundo yerto;
injerto
mi amor que nunca expira,
exilia
el ascua azul, con mis ganas, atento.
Alimentando
los espíritus que le hablan,
entabla
resplandeciente fulgor de la centella cantando.
Forjar
poemas de mis venas,
acequias
mi sangre honran.
Gritarle
al mundo que no he muerto tarde.
FÖRÜQ
a 18/12/2022
RIMARTE:
Señora
hada de oscuridad
encontrad
mi sangre sonora
añora
mi alma puridad,
aflorad
mi espíritu que llora.
Abacora
este silencio
precipicio,
que eres fuerte redentora.
conmemora
invernado suplicio;
resquicio
tenue, mi fría demora.
Suerte
mía que labrada no es,
sierpes
avanzan, su muerte,
verte
en mitad los helados naipes.
Quise
darte sentido, como fuego elegido,
nacido
el dulce tormento que hoy pise,
avise
si osadía es quererte decidido.
Diestro
avanzo sin par,
dispar,
palpitar nuestro.
Sangre
acaso fue de corazón bastante,
anhelante
como sangrante, púrpura, escarlata instante.
Sorda
la noche me cuelga, su araña gorda.
Förüq
CONCILIO YERTO:
Flor
de bruma alza el señor niebla,
puebla
estupor nacido en alarido de amor,
color
son estos muros rojos, que siembra,
aleja
dudas, no pregunta tu dolor.
Fulgurar
el astro mi esquema,
dilema
ante mi gato, su perdurar,
aguardar
al mirlo que puso tres nidos con yema,
quema
el son, sin su sombra agradar.
Esperar
en el concilio, los caídos,
redimidos
al ascua, donde alegar,
cegar
la luz a ojos insomnes, partidos.
Anhelado
furor inusitado su ala,
alzada
su saber, cosechado,
desesperado,
estas paredes no tienen respuesta alada.
Sempiterno
no busco lavar conciencia,
sapiencia
nada malo, sí erróneo, eterno.
Quise
entereza me ayudase
germinase
el dolor cual cisne.
Trenzado
albor, quema mi sin razón, acrisolado.
Förüq
castellano Miguel Esteban
Resiste
el fugaz embate,
desate
este furia y trueno asiste,
insiste
claror bélico granate,
debate
que cuelga araña que viste.
Alza
bien de senda unida,
avenida
que su diosa calza.
Tardanza
en áspid relucida,
crecida
marea en vals de acechanza.
Final
de comienzo anunciado
viciado
sumun de profecía matinal,
mina
era su belleza y guiño acuciado.
Estupor,
un minero repiqueteo,
hormigueo,
como nervio silente pudor,
sudor,
era divisarme, sin suelo.
Suavidad
de escala y azabache su ala,
bala
no era saeta, ni su diana vanidad pérfida.
Resumo
que convenzo,
lienzo
queda mi sentimiento sumo.
Sedienta
espera de rosas de muerto, sed alienta.
Förüq
SED DE TI:
Tu
verso y mi verso
tu
azabache y mi azur,
tus
líneas y las mías
oraciones
de ocaso y sol naciente,
unidas
en la más hermosa creación,
poesía
de color,
nacida
de dos corazones
que
se unen en un mismo ardimiento
en
un solo mar en un solo fragor
en
una sola felicidad
en
una sola alegría y sinfonía,
como
trino de todos pajarillos
del
castillo olvidado,
tú
mi luna yo tu Sol luciente,
tú
mi firmamento,
horizonte
de mis ancestros,
yo tu custodio,
tu
principito, y tú mi reina
tú
mi amor, y yo tu rayo de Sol oscuro,
tú
mi inspiración y mi Musa
tú
mi amor en lo difícil
a
quien admiro con el alma
y
que importa el tiempo de nadie,
cuando
vives aquí en mi corazón
siendo
flama que me quema de pasión
ascua
indestructible, latido a sola voz,
siendo
mi sonrisa
siendo
mi ilusión
siendo
mi esperanza
siendo
hoy como siempre mi palabra,
siendo
todo para mí
todo
lo que pedí
y
hoy eres realidad
eres
mi amor hecho verdad y sueño.
Förüq
er-lobo bohemio Esteban
EL VAMPIRO Y LA FANTASMA:
Buscándote
en el silencio.
Teñido
de estruendo crepuscular,
Buscándote
debajo de una piedra,
como
en la oscura siembra,
o
en el fondo de una cueva.
Doncella,
solloza el sortilegio.
En
la flor sin cortar,
como
noche de vela y tijera.
o
en el fondo del mar.
Navegar
tu cuerpo pintar lo silente.
En
la nube o fuera del cielo.
Jinetes
difuntos,
compás
de los tiempos,
sacrílego
amar sin alzar ni osar.
En
lo que se ve,
fuera
la línea,
y
en lo que solo se siente.
como
rosa de atardecer sangrando humo, y besos.
En
el sueño y en el recuerdo,
en
mi felicidad o en mi tormento.
sí
doncella en un cuerpo de mi cuerpo,
en
mi llaga esquiva rizando ascua
y
su sabor flamígero,
flor
de niebla y umbral.
Buscando,
te encontré lejos.
En
este punto sin partida ni retorno,
comienzo
sin final
ni
vuelta al fijo punto,
vine
de la sombra arribada,
besando
tu sábana bajo el azulete,
denso
tu éter,
compás
de espadas,
y
fragantes flores.
Ahora
que en letras te tengo
estás
cerca de ser mi vida
y
yo tu verso.
Bella,
vuelas libre doncella,
pero
retornando siempre a mi vera,
sol
te toca, acaricia tus efímeras alas
de
mariposa desvelada.
Viento
te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo
de libertad soñada.
Encerrada
en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste
atrás nubes de tormentos,
como
sangre yerta, desvelada,
rozando
tu destino me arrastras.
El
manto de las hojas te protege,
buscadora
de sueños y sortilegios,
de
la fronda de mis sentimientos.
Viviendo
en la ternura de la dulce mirada,
volando
con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo
hasta que se oculta el alba,
y
su crujir de aurora indómita,
ángeles
y dragones arropo en el corazón.
Para
tu despertar, mi luz quisiera llevar,
y
el verbo pintar,
para
encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
teñido
de asideros de belleza rasgada,
cientos
de alegorías, para tu sonrisa.
Entre
las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando
mi vida.
En
la caída color gris quedó,
color
gris quedó.
En
la huida el tiempo y la situación
que
cortó un camino en dos.
Vuela
libre la fantasma,
pidiendo
ser vista de nuevo.
Su
esencia ocaso del amor.
Me
llama en la noche,
me
acaricia su velo sempiterno,
viene
altiva en cada sueño, sierpes gloriosas
sus
cabellos,
Con
sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer
en la oscuridad llameante
del
ocaso eterno.
Comprendiendo
y llevándose mi dolor.
Yo,
sin comprender su aparición, miré un espejo quebrado,
partió
mi soledad un crisol de parcas sombras,
.
Recreando
su alma viajera.
Sueños
serán, mas cada día la siento más,
desde
su crujido travieso
a
su manecita helada subiendo mi espalda.
En
la belleza de imaginar,
la
complazco con la sencilla palabra de amor
a
su alma sin cuerpo que yo por amar la amo.
Y
ella que me acompaña desde que sufro
por
el querer como pequeña ángel susurrante.
Fantasma
o fantasía,
me
guarda caricia,
sin
saber yo su razón.
Ella,
hasta dudando de su existir,
que
yo por amar, la amo.
Mas
no sé la razón de su compañía,
cuando
el reloj marca la una en madrugada.
Mas
si pudiese saber preferiría no saber,
quién
es preso de quién o si ella y yo,
somos
presos del querer.
Te
vi detrás de la estrella más brillante
del
azul nocturno eterno.
En
el suspiro de amor que corre y descansa
entre
la inmensidad de un parpadeo.
Entre
la oscuridad que alcanzó a ver
la
belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome
para reposar contigo,
siendo
una sombra más,
pero
especial para ti.
Te
encontré en mi sueño más cálido,
en
el cielo encerrado que liberé.
En
la noche que la luna baña tu cuerpo,
y
en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y
te amé aunque fuese un día en la penumbra,
para
así, por fin, no olvidarte nunca.
Es
solo la vida en mis ojos donde un día
se
mide por las veces que te imagino a mi compañía.
y
una noche la vida de mi corazón sin sueños.
No
importa que no te tenga,
no
importa que no te vea, porque te siento,
y
te siento más allá de donde acaba el firmamento,
en
todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde
me di cuenta que el sentimiento descansa,
no
muere como la flor sale en primavera.
No
importa que no te tenga.
Porque
después del invierno volverás a florecer,
te
ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,
pero
con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque
te amo a pesar de tus humores y tus huidas
porque
a mí no me engañas, yo soy para ti,
y
muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,
por
lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.
No
vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y
tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la
luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.
Förüq
NÁCAR DE ESTRELLA:
Escalo
tus venas,
entre
un horizonte
de
razones heridoras
y
lúgubres, parcos, silencios sonoros
en
el callejón de mi mente sigue habiendo
un
paraíso sedoso,
todo
hecho de rocíos entre flores,
puedes
oírlo,
pregunto,
siendo
destino,
y
barco dirigido,
a
donde coronan cumbres
y
sus vastas nieves,
mi
ánimo que desplaza cerros,
y
sus frondas suaves,
no
vine a deshojar tu cielo,
sólo
a contemplar
que
era hoja mecida al aire,
colgada
de una tela de araña,
bajo
la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó
en hojas...
Sangre
de estrella,
oh,
nácar flamígero,
fuiste
más allá del suplicio dormido,
roca
del destino,
y
puridad de roce,
no
te bastaba incendiarme
de
la esencia más húmeda,
llegaste
amilanarme de carne a hueso,
y
hoy lo siento no me quedan penas,
sí
quizá,
besos
huidizos y fulgentes,
desquieres
de barro y simiente,
a
la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso
de trigo, y esparto,
en
hoja de celindo y madroño,
vine
por tu hinojo de abajo,
a
precipitarme exhausto.
Como
precipitación del ojo de tierra,
era
mi canto
como
un dulce abrojo,
y
filoso como la espina un majuelo,
almendra
rápida era este enjuto silencio,
vestido
de las rosas perras del escaramujo,
eres
real, plañe toda sinestesia,
me
voy retirando,
lamiéndote
como un paloduz,
sopesando
tu crin y brebaje,
no
vine ayer
si
asegurara
llegaré,
al
saber que te conoce.
Förüq
er-lobo bohemio
VIRTUD ECLÉCTICA:
Invitación,
nacida
endógena,
a
embeber de mi sangre pura,
en
esta sala los ángeles caídos
dulcemente
condenados,
ya
perdidos en un mundo,
solo
entiende el lugar
de
escapes y fugas de su soga,
salón
del reino perdido,
ofrezco
puridad de estela,
y
vena en ambrosía y néctar bañada,
qué
buscas en esta sala,
me
preguntas,
yo
toda respuesta encontré
y
no fue caer de nuevo,
necesitaba
más y más en día,
no
buscaba ambicionarme más,
si
no completarme, como la llenez era,
oh
sabiduría dispuesta,
no
busqué escape,
sólo
pausar tormento cosido
de
negro hilo,
intuyendo
que el otro lado era volver a empezar,
vida
para en vivo,
muerte
no se detiene,
dos
semanas en coma apuesto
porque
si se repiten,
no
me dejarán volver de nuevo,
qué
buscas reincido,
en
esta sala de los condenados llameantes,
llave,
solución al álgido tormento,
no
hay eternidad todo es volver a empezar,
sin
voz, sin letra,
sin
vagido,
sin
rúbrica, sin cuerpo,
sin
llama, ni luz ni candil,
volver
del umbral
y empezar
a ser algo,
muerte,
vida, crujido,
color,
opacidad,
oxígeno,
savia,
simiente, aire,
agua
tierra o éter,
en
esta sala no quedan almas,
sí
una, llamada la Sola ánima,
Espectáculo,
Dante
y Baco, comulgan oratoria y baile,
suspiro
brotado,
oh
mi colmillo,
vine
por la voz de la Runa,
búscame
Musa,
te
llevo acechando
desde
que vine a vivir.
nunca
sola Musa escarlata,
porque
vivo de nuevo.
Förüq
Lvgvs
SABER DESCONOCIENDO:
I
Viento
claro,
secretamente
afila
mis
huesos rectos.
en
sueños pregunta
una
clausurada vena,
de
una cicatriz causó
ardorosa
luz,
yo
que soñando
me
veía
como
un duro fénix,
desafiando
la
dureza en penumbra,
como
áureo navío en tierra.
Miraba
la luz en la sola voz,
sin
cuerpo,
sin
idea de gota de sangre,
clamor
de fuego,
prendiendo
y contagiando,
a
disolver noches sin color.
En
seriedad de baldío
y
húmedo ribazo,
sin
lengua de mar,
sin
boca en luna creciente,
volar
no era nota
ni
música abismal,
anidar
a ciegas tu placer,
contemplo
viva
la
piedra de ilusión,
que
eriza,
era
ser en ocaso
donde
nace la sensación,
ser
esencia,
sin
más razón,
perplejidad
nativa,
permite
sea tu extrañeza
sea
rebelde en causa
ocupar
mi destino,
beber
lo que te hace ser vida,
azul
armonioso,
en
tu pecho,
ritual
fúnebre
cada
noche
por
yo ser hijo del sol,
sentir
tu luz diosa,
atravesarme
de carne a sentido,
sentirte
luna eres diosa,
diosa
en caricia luminosa,
más
allá del sentido inerme conocido,
ser
de ti y en ti refulgente nido,
tu
hombre,
sangrando
planetas,
llorando
estrellas,
afinando
tus estelas,
serenamente,
alzado
en mito.
Imposible
o eterno,
azar
tangible,
lumbre
en agua tu deseo,
hervidero
en sangre del mundo,
servirte
verdades arruinadas,
de
saber quién no soy,
alzar
en vuelo
pájaros
condenados.
Resueno
tu orilla sin saberla,
sabor
en firmeza
un
azur ingobernable,
purísimo,
lejos
de ojos
y
tormentas pensadas por la claridad
todo
día,
extrañeza
de párpado
en
la noche,
y
amarte más allá
de
donde alcanzo a explicar.
Förüq
castellano
II
En
el bosque de tus ojos,
quiero
perderme,
saber
desconociendo,
tu
honda, pura risa,
verme
en tus ojos,
y
escuchar tu sentimiento,
como
fuerza inextinguible,
que
me atrae a tu cercanía,
ser
para ti,
fuego,
elemento hermético,
ser
en ti cariño,
sin
cuerpo, sin palabra,
sin
manos que moldean,
tu
cauce,
y
tu cauce,
saberte
soñando,
que
me guardas
que
me atesoras lugar en pecho.
Los
ángeles dije
no
conocemos el miedo,
y
el recuerdo,
será
más valedero,
que
lo que no cabe en manos,
ganarte
el cariño,
no
era misión,
necesitarte,
más
allá de esta sangre,
sí,
era mi única ilusión,
que
se ramificaba,
en
ríos cristalinos,
y
todos los lirios de valle.
Lo
cierto,
sentido
de seguir escribiendo,
sigue
habiendo.
Como
saber que te seguiré queriendo.
III
Viento
de una mar silenciosa,
espuma
en aire de alguna ola,
tierra
de destino distinto,
en
verdes resplandores
que
el sol tímido clava.
Tarde
ardiente, en sed sin águilas brillantes,
ni
granates líquidos,
beso
último en resplandor,
de
gotitas en color su paso,
verte
remota, sin nota ni despedida,
ritual
presuroso era,
un
corazón transparente,
como
piedra rutilando sombra de cristal.
Era
un viento azul,
de
instantánea precoz,
un
poniente de dulce soto,
que
se podía navegar
la
primera luz en tu tierra de ojos.
Signo
y énfasis de labio secreto,
fronda
viva de sierpe en amor,
sólo
era tu lengua.
Förüq
castellano Miguel Esteban
IV
El
Infierno está lleno de buenas razones:
Por
todas ellas,
avanzo,
avanzo a quemarme,
toda
tu belleza diluida
en
una hoja viva en invierno,
tiempo
de presentar mi cuchillo,
de
único vigía tu amor,
mi
color de ojos
como
frío en gota azul,
minutos
de una rosa
que
expande en mi pecho,
y
no cesa,
su
estadía,
de
fiebre en sed espinal,
como
lentitud en una súplica que tiembla,
quiere
a un sol libérrimo,
mi
tibieza jamás ha pisado,
por
ello bajo el cristal,
de
una ventana difusa,
yo
la he abandonado,
y
no me llenan jactancias ni razones,
por
certeza que la comenzaba a querer,
como
nadie pudo,
no
por ello,
el
miedo a ser feliz incesante fue más fuerte,
que
luna azul de enero,
un
invierno dibujado,
que
cruza mi mente y mi relente,
no
pude negarme a bajar de su tren inmensurable,
para
abrazar a mi soledad y pedirla disculpas,
en
mi desnudez de estrella congelada.
Débil
asunto traspuesto
a
una noche de hoguera oscura
que
todo avanza y en fuego pulcro,
de
aspas llameantes el índigo sabor,
devora
de su luz dormida.
A
pluma fría y limo de suelo,
me
despedí como se despide un Sol,
arredrado
pero jamás vencido,
quieto,
solo,
y
a fondo,
concedido,
en
frío rayo,
luz
como talco
de
servil muerte,
noche
de cera,
que
en letanía,
llevaba
mi esencia lejos,
donde
no habitaba luz en el sueño,
eternamente
despierto.
como
demonio de traje y vestimenta que le hace,
sí,
que le hace invisible de un camino acompañado
de
una mentira verdadera,
Y
una verdad falsa,
falsedad
de una verdad es desear estar solo,
porque
me despedí
como
se despide, un caballero,
pidiendo
permiso,
que
fue concedido.
Förüq
castellano Miguel Esteban
Sé
desconociendo,
cuánto
alcanza mi ignorar,
como
blanca arena,
que
cubre tu tez,
de
piel serena,
de
orilla en lloro,
bañada
la ninfa,
mi
río roja sangre corre,
sólo
sé que no hay infortunio,
ni
dulce espanto,
ni
tampoco dulce tormento,
pueda
evitar que de un modo cierto,
siga
yo, a tu lado,
cuidando
tu cariño encausado.
Sí
tengo clave para despertar en trino,
todo
morar de árboles,
fugitivo
mi Sol,
de
luz en esta noche invernada,
escaso,
en
medio invernal,
tu
voz templada,
de
oscura fuente,
y
en mitad tus piernas,
vívida
amapola,
que
no escapa,
nieve
fría acabó en agua de superficie, tierra,
clara
memoria aquellos tres días nevando,
como
presente arder,
y
alegría que no enturbia,
sano
morir no siento,
oh
mi hermosísima,
de
alegre lloro la vida,
cuál
daño sin sangre entumida,
alto
pino, alto roble,
imperial
encina de flor de piedra,
como
manada luciente,
y
mis vellos en pecho riza,
oh
tu plata centrada y fina,
como
lágrima en cristal de estrella,
tu
acento,
la
más suave brisa.
regia
armonía,
tus
labios tumben,
y
este viento de sueño fecundes,
y
en tiernas flores susurres.
Förüq
castellano Miguel Esteban
Hablo
de la ejecución,
satisfactoria,
de la quinta magia,
contra
el lujo,
de
opulentos materiales,
alzo
Mirtos y violetas
a
cultivar su zendo mar,
otras
flores me esparcen
por
entre sus cerros y riberas,
de
divino laurel cante el pecho,
sol
de follaje,
mi
techo ancestral no quiebre ventura,
tumulto
que poco vive bien,
de
colmillos afilados,
lindes
de vecinos campos te imploran,
Baco
enseña notas a Ninfas atentas,
de
la tranquilidad del ánimo,
Odi
profanum vulgus...
Quiere
la soga de un azar
que
un hombre más que otro tierras cultive,
y
compita otro consecutivo,
dan
más brillo virtudes nobles,
a
necesidad no ve distinciones,
ni
a mancebo ni alcurnia noble
a
todos pone espalda en frente,
trinos
y cantos de pajarillos
ni
complejas cítaras igualan,
en
habitación solitaria y apartada,
dialogo
con la yerta clara,
germinan
aquí lágrimas incapaces,
no
disimulo mi amor por Musa en la mirada,
cuando
lo que brilla es el alma;
cuando
lo que vibra es el arma,
cómo
temer más a una fantasía
que
a la vida, y su urna,
lo
que tiembla es el amor,
sinuoso
y valedero
el
pulcro hastío
que
afilo,
por
a ella mi doncella adentrarla.
Förüq
castellano Miguel Esteban
Tangencial,
severo, recto
a
este sol ferro fiero
de
luna pavorosa descolorida.
Rey
astro de cielos huérfanos;
soliviaré
su fervor
por
albas depuestas,
hijas
de rayos derretidos,
un
eco del hombre resuene alto
en
esta umbría noche
que
sangre previa
ya
desvaneció.
Campo
de raíces en negra visión
y
viborillas temblorosas.
Carne
y cuerpo de metal
es
mi azada mordiendo la tierra.
¿Cuántos
ángeles disolvieron el vuelo?
En
son de la belleza tornasola
en
quietud reverdeciendo
estas
selvas de sombra.
La
llamada del guerrero.
La
llamada de su espada zorro,
a
su silbido forjado.
No
es lugar plácido tras la vida,
no
es esto, es aquello,
a
cuántos insultaron los cielos.
A
cuántos a su alma sobornaron
llegado
el cristal de espejos,
y
su laberinto de reflejos.
Soles
cromáticos de escalas
intangibles
de luz,
y
sus rayos acuartelados.
Llévame
en tu estela irisada,
yo
me mediré con el Rayo de Zeus.
De
letal sonrisa azur,
bailaré
sorteando su electricidad.
Acostaré,
ceñiré sotos
de
vientos arrebolados,
en
espirales.
Apolo
me dará su brazo,
pondré
a bailar Valquirias
en
la fiesta de los condenados
a
siempre vivir.
El
Castellano
MAGNIFICENCIA RECTA:
Vista
sin tu jardín quema el día,
inciensos
incipientes sobre oro en vena
encima
las llamas violetas, noche sin luna,
jardín
de ocasos sin acierto, era un bosque
dentro
del cobre, bañado por ceniza.
Hinojo
en surco y laberinto de caléndulas,
jardín
mal parido, brotado
sin
tu blanco fantasma de luna, no debo avanzar,
Trenzas,
que cuelga la noche concisa,
de
argenta cantiga, mirar tu viejo salterío,
y
el rostro sin vela, sujeto el candelabro,
con
blancos misterios y tres naipes helados,
tapia
en piedra sembrada, musgo, y voraz hiedra
jardín
castellano, dulce, cantor,
sombra
de lobo viejo y dulces gayos ya dicen
lo
que no te diría yo.
Risa
memorable,
exigía
un almendro para dar nuevas hojas.
Cuando
dormí, soñé sin pulcra ilusión de palpar
era
una fontana de mi sangre que fluía dentro
mi
interior, rizadas abejas acudían a colmena
tras
bañarse en mi solaz fuente, ardiente mi sangre tenía
aquellos
visitantes dorados cargados de tu polen astral.
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar Guadalajara España
A
27 enero 2022
Centauro:
Dos
sonidos mejor, que la sola voz,
que
narra empeño dictado,
era
tiempo insuficiente,
llegada
la hora,
llovía,
lentamente llovía,
en
terreno mojado desde
hace
ciento veinte minutos,
mi
escritorio gemía todo lo necesario,
dierum
et santuas,
Gloria
al divitia,
una
tarde venturosa,
algo
antes del día todos
los
Santos difuntos,
aquí
en mi yerto escritorio,
convencía
al Creador
mi alma en libreta,
que
si no me daba magnificencia exacta,
de
inspiración correcta le sacaba yo, el alma,
en
magna oratoria:
Leannán-Sídhe
te reza tu duende principito
abismal,
henchido
todo deseo conocido
y
sin conocer;
abro
mi corazón Señora hada,
estoy
creando para ti mi ofrenda,
para
que se retire al pairo lo que debe de allá irse.
Sobre
tu misterio,
honro
y te acicalen tu majestuosidad,
te
escribe el Hijo de la Luz,
oh,
tormento, pena en rogativa todo mal,
en
entidad multitudinaria,
que
en treinta y dos racimos me han tentado,
una
mujer de atónita escultura en belleza,
su
porte,
vestido
azur,
tachonado
de estrellas granates,
como
guadañas en él bordadas,
sangrantes,
el
cielo llevaba en mano izquierda,
envalentonando
su corazón,
izquierda
corazón,
derecha
fuerza,
oh
casto Sol fierro,
era
la trompeta derribó las murallas de Jericó,
aquella
pequeña ángel armada,
tocaba
mi hombro,
en
su trompeta había un nombre forjado,
esculpido
como grabado,
NEC
VINCERE TENEBRAS, ET AMAT
Leí
su latín
que
decía Oscuridad no se vence, se ama,
en
la mano derecha aquella custodio,
sostenía
un papiro arremolinado,
me
comentó mi sentido, traspuesto
a
mi segunda oportunidad de servir
a
dios sol ferro LVGVS.
Fui
nombrado guardián la inspiración,
que
debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,
del
Paraíso
Parnaso
devorado,
Olimpo
terrenal,
aquel
papiro era mi alma,
o
llave novena para poder seguir,
dando
al mundo poemas de mis venas.
Förüq
Centauro protector
11
diciembre 2021
ODA A UNA ROSA CORTADA:
Rosa
de beldad y pulcritud,
de
belleza en pétalo armada,
a
ti te hablo, a ti te canto,
tu
belleza es alegría del año,
Placer,
tu piedad que aflora
ser
de ti fragancia elegante,
humor
de sangre y carmín vivo,
temor
de tiempo que pasa y marchita.
Traje
tu muerte, a resucitar belleza innata,
a
crear viveza de otra vida en amor
a
partir tu sola muerte,
oh,
es eterna tu puridad risueña,
como
el agua te riega y dio esplendor
te
llamo, tú que escuchas y otorgas
a
quien te cuidó, mes por mes, flor tras flor,
nunca
morirás porque generas gratitud, y auge de sentir pleno.
Quise
y seré trovador, de tu sonrisa futura y presente,
que
jamás bonita, te cante el olvido disuelto,
afilaré
para ti mi guiño y beso transparente,
alentándote
a que crezcas del corazón nuevamente.
Por
ti sea ave Fénix la vida, y su amor excelso,
oh
flor de belleza,
quién
vivir tras tus pétalos pudiera,
como
escribir una nana para dormir un sueño despierto.
Al
crisol de besos y caricias,
entre
fuego y mieles;
de
una simpatía sin par
ni
grillos enjaulados.
Una
belleza pura,
del
interior nacida
como
brota candidez entre estambres,
de
luz sigilosa y atónita.
Como
un baile de astros
envueltos
en estelas fugaces azules,
la
pluma danzarina de una golondrina,
su
metal que trae en ala.
Alzado
mece un plenilunio
de
silencio profundo,
una
raíz que en su tierra grita
que
todo muere en silencio,
menos
ella raíz salvaje del rosal eterno,
llamado
verso.
FÖRÜQ
CASTELLANO MIGUEL ESTEBAN
PULSO SIMÉTRICO:
Al
arrope de tu pecho,
calor
en almíbar del deseo,
tempestuoso
sentir en fragua,
siendo
calor, camino,
oscura
beldad, girando
en
torno tu vida,
que
nada se hace lejano,
un
soplido
y
nuestro reino de ilusión
alcanzo,
veleta
de tres direcciones,
calor,
orgullo, deseo,
áurea
punción,
de
cómo es Arriba es abajo,
y
mi ser se distrajo,
un
Sol, un aspa, un amor
precioso
y brillante.
II
Sueño
despierto
tu
bello rostro,
guiño
al solo destino,
trashumante,
era que fue
descorchar
el latido
en
una cepa de vida
quise
contar los besos
y
tus cristales de pulso
de
la inocencia que lloraba
su
belleza, tu sonrisa
una
aurora
por
el palpitar
del
sentimiento
que
se mece,
para
sentir que soy y seré
lo
que dicten tus ojos.
III
Y
yo sólo quiero, lo que quieras
así
soñar corresponderte,
vi
el amanecer y el atardecer
del
bello matiz
soñando
el azabache tus ojos
ese
por el que llora
toda
noche.
Y
mi amor viajó del bosque a la montaña,
y
la montaña me hizo hombre.
Para
poder amarte.
Al
voraz destello, resplandor
de
auroras en los recovecos
donde
se refugian mis ilusiones
en
sueños,
eterna
batalla a la noche,
cuando
noto tu ausencia
y
la noche que galopa,
y
yo solo
con
la palabra sufrida,
de
nuestra vida sentida.
IV
URDIMBRE
ARGENTA:
Puedo
escribir todos mis pensamientos
y
ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el
amor no quiere ser pensado,
ni
si quiera ser conocido,
sólo
sentido.
Yo
te sentí amor,
y
por querer pensarte
desapareciste
entre la tenue luz de luna, que me abrigaba.
Allí
la razón apagó los latidos de un corazón.
Como
tierra yerma.
Marchitó
aquella flor, que un día llamé amor.
Y
ninguna pudo ocupar su lugar.
Sólo
la hiedra brotó hasta tapar la luz, que me daba calor.
Pero
yo te sentí amor.
Y
lo vuelvo a hacer.
Cerré
los ojos y allí estabas.
Como
si no pudieses salir,
de
mi interior.
Como
si quisieras besarme
o
decirme algo.
Pero
tú bella en sueños
no
hablas.
En
sueños no hablas.
Y
nos quedamos mirándonos
a
ciegas.
Yo
te aviso, que en el bosque
De
mi mente, solo hay un camino,
Y
es un laberinto.
El
final lleva a despertar
y
enfrentarse con la realidad.
Pero
tú bella en sueños,
No
me hablas.
Y
yo a primera vista
me
enamoré de ti,
Por
si algún día acaso
el
sueño se cumple,
y
ya, de realidad me dices.
Te
estaba esperando;
siempre
te amé.
Logré
lo que soñaba,
logré
encontrar amor,
conseguí
felicidad en el pequeño,
y
largo momento.
No
entendí de ella sus lágrimas,
o
quizás sí.
Si
su felicidad fue la mía,
al
revés también sería,
al
revés también sería.
Y
yo la esperaba como
aquel
día.
Pero
con otra compañía.
No
lo elegí, sin saberlo,
ella
seguía en mi camino.
La
consolé cuando llegó en lágrimas,
no
me dijo por qué.
Pero
sentía su dolor.
Tenía
un presente,
y
no soportaba la idea,
de
quien por ti sufre,
es
quien te quiere.
Y
esa noche lo que tenía.
Se
esfumó como suspiro,
de
oscuridad, del callejón conocido.
Esa
noche vinieron los jinetes del tiempo,
me
mataron en el sueño.
Pero
el sueño lo termino yo,
y
mejor esa noche solo me quedo
contigo
amor, y mejor,
muero
con tu calor,
para
terminar en ti, con el color,
de
caricias, y besos,
como
un romance que no acabó.
Buscándote
en el silencio.
Buscándote
debajo de una piedra,
o
en el fondo de una cueva.
En
la flor sin cortar,
o
en el fondo del mar.
En
la nube o fuera del cielo.
En
lo que se ve,
y
en lo que solo se siente.
En
el sueño y en el recuerdo.
En
mi felicidad, o en mi tormento.
Buscando,
te encontré lejos.
Ahora
que en letras te tengo;
estás
cerca de ser mi vida,
y
yo, tu verso.
Bella,
vuelas libre doncella,
sol
te toca, acaricia tus efímeras alas,
de
mariposa desvelada.
Viento
te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo
de libertad soñada.
Encerrada
en tu sangre, de lluvias pasadas,
dejaste
atrás nubes de tormentos.
Rozando
tu destino me arrastras.
El
manto de las hojas te protege,
buscadora
de sueños,
de
la fronda de mis sentimientos.
Viviendo
en la ternura de la dulce mirada,
volando
con la fuerza, de la palabra sincera.
Durmiendo
hasta que se oculta el alba,
ángeles
y dragones, arropo en el corazón.
Para
tu despertar, mi luz quisiera llevar,
Para
encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos
de tonterías para tu sonrisa.
Entre
las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando
mi vida.
En
la caída color gris, quedó,
color
gris quedó.
En
la huida el tiempo y la situación,
que
cortó un camino, en dos.
Vuela
libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su
esencia mariposa del amor.
V
Amada
fantasma:
Me
llama en la noche,
me
acaricia su velo,
viene
altiva en cada sueño.
Con
sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer
en la oscuridad del ocaso eterno.
Comprendiendo
y llevándose mi dolor.
Yo,
sin comprender su aparición.
Recreando
su alma viajera.
Sueños
serán, mas cada día la amo más.
En
la belleza de imaginar,
la
complazco con la sencilla palabra de amor,
a
su alma sin cuerpo.
Que
me acompaña desde que sufro
por
el querer.
Fantasma
o fantasía,
me
guarda caricia,
sin
saber yo, su razón.
Ella,
hasta dudando de su existir,
que
yo por amar, la amo.
Más
no sé la razón de su compañía,
cuando
el reloj marca la una en madrugada.
Más
si pudiese saber preferiría no saber,
quién
es preso de quién, o si ella, y yo,
Somos
presos del querer.
Te
vi detrás de la estrella más brillante
Del
azul nocturno eterno.
En
el suspiro de amo que corre, y descansa
Entre
la inmensidad de un parpadeo.
Entre
la oscuridad que alcanzó a ver,
la
belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome
para reposar contigo,
siendo
una sombra más,
pero
especial para ti.
Te
encontré en mi sueño más cálido,
en
el cielo encerrado que liberé.
En
la noche, que la luna baña tu cuerpo,
y
en la noche, que mi amor corrió por tus senos.
y
te amé, aunque fuese un día en la penumbra,
para
así, por fin, no olvidarte nunca.
Es
solo la vida en mis ojos donde un día,
se
mide, por las veces que te imagino, a mi compañía.
Y
una noche, la vida de mi palpitar, sin sueños.
No
importa que no te tenga,
no
importa que no te vea, porque te siento,
y
te siento más allá, de donde acaba, el firmamento.
En
todo lo bello, en mi nostalgia, y en mi recuerdo.
Donde
me di cuenta que, el sentimiento descansa,
no
muere como la flor sale en primavera.
No
importa, que no te tenga.
Porque
después del invierno volverás a florecer,
Te
amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,
Pero
con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque
te amo a pesar de tus humores y tus huidas,
porque
a mí no me engañas, yo soy para ti,
y
muero si no me cuidas.
Porque
te entregué mi palpitar,
por
lo que somos
y
por lo que seremos, nos queremos.
No
vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y
tu amor, prefiero sembrarlo a diario,
la
luna de guía, marcando a tu presencia, cada poema, y cada letra.
VI
SED
DE REGUERO:
Manantial
fulgente de inspiración,
es
tu mirada tierna sin compasión.
Matices
de esmeraldas tu pupila
enfrentada
con mi pupila.
La
golondrinera el aroma,
de
tu piel frágil y esquiva,
con
sus amapolas amarillas,
el
color de tus cabellos.
Un
piropo, un suspiro,
de
mi amor eterno.
Irrefrenable
el deseo,
de,
entre tus afiladas, y moldeadas piernas.
Que
corre, que escapa, y vuelve el cosquilleo.
Tu
boca junto a mi boca bebiendo
la
misma agua, del deseo.
Tu
piel, con mi piel avivando,
el
fuego del sentimiento.
Aunque
te marchaste, sin cumplir mis anhelos,
me
robaste mi primer beso,
de
niño que nunca había sentido el amor.
Me
dolió que te marcharas,
A
otro país, sin despedida.
No
te pude decir que te amaba.
Pero
si, regalarte una rosa amarilla.
Supuse,
que te lo imaginabas.
Desde
que tu recuerdo, me acaricia,
siembro
en la misma maceta,
al
último suspiro de verano,
golondrineras
amarillas, y al igual
que
espero sus amarillas amapolas,
en
primavera.
Espero
que vuelvas, aunque sea, como mariposa,
o
abeja, a mi terraza,
acariciada
por los álamos,
y
bañada por el monte, de horizonte.
Espero.
Vida
en gris de la que tú, eres mi luna esperada.
Se
cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,
por
donde fluye el solitario beso;
la
tierna caricia anhela ser algo más.
Mis
ojos quieren atraparte en su firmamento,
mis
sentimientos arroparte con fuego.
Pero
yo sólo te quiero a ti, mi vida en verso,
mi
motivo para ser solo tuyo, para no necesitar nada más.
Ser
el sueño hecho realidad, la felicidad de dos caminos
que
se cruzaron en el destino.
Tiempo
para esperar, vida para soñar,
cuando
te vi llegar provocaste mi despertar,
y
ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.
Nos
merecemos algo más, en este papel, que jugamos,
saber
si nos amamos, si el deseo quiere ser pasajero,
el
mío, quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.
Sólo
espera su momento, el sueño para vida plena,
avanza
cruza cada noche el cielo azul de matices violetas,
siempre
te encuentra, la soledad me abandonó para poder servirte.
Ahora
avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.
Pero
del corazón nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,
el
te quiero.
El
pensamiento que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.
Todo
lo que me queda por decirte y lo que no te dije,
vida
para vivirte.
Avanza,
no se separa, no se aleja, te alcanza.
Porque
eres lo más hermoso de mi mundo,
camino
que surca nuestro antiguo paraíso.
Permanece
como el compás de mi pulso,
desde
que te conocí supe para lo que viví.
Fluye
mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;
allí
donde viven por el querer alegrías.
Voy
allí y te encuentro dormida, al final del bosque,
te
encuentro soñando, con otros días de amores, profundos.
Como
el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,
mi
caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,
mientras
acercas tus labios para besar los míos,
y
fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas
de un amor, eterno, que devolvería vida,
para
quitar su despertar de melancolía.
El
lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No
quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
guiaban
mi alma a viajar, uniendo su ser, volaba hasta regresar.
Te
necesito más allá, de este sentido, que grita por tenerte.
Te
necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
y
a la vez te adoro, en cada golpe de viento, y reflejo.
Me
encuentras, y tu recuerdo reciente, me besa,
Mientras
no puedo evitar recrearme,
en
el deseo y corresponderte.
Transparente
sentimiento, para sentirlo una vez más.
La
noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,
a
flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.
En
la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,
maldita
mi suerte, que dejó que te fueras para soñarte.
Ahora,
los minutos me ganan sin ti, no quiero el cielo sin ti.
Como
la brisa a la mar, mi alma reclama tu compañía.
Cómo
encontrar sentido, en lo vivido, por su final,
si
ya no está.
Tú
mi noche, y mi día, quiero verte,
una
vez más,
Para
así no sentirte soledad en la oscuridad,
Tu
reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú estarás.
Hoy
la noche me llama una vez más, para soñar que a mi lado estás.
El
tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,
y
no verte llegar, para no verte llegar.
Amor
dónde estás, si te fuiste quién te podrá domar.
El
castellano
VII
Tu
voz:
Eres
fuego en el agua,
eres
luz en la noche,
calor
en mi alma de hielo,
amor,
en mi mundo de ilusiones en viento,
Bésame,
al
final de este deseo de susurrarte,
acaríciame
con tus labios,
el
mordisquito en la oreja,
el
susurro en el cuello,
noche
de eco entre imágenes,
pupilas
mirando pilares al cielo,
entre
verde y violeta, de árboles.
Ojos
de gato, tu gemido,
tímido
y feroz.
Tu
voz.
Entre
fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo
efímero del segundo al pasar del minuto,
la
seda del sentimiento, en su carita del beso,
el
piropo, y su carmín,
el
despertar, de su recuerdo.
Acariciando,
su pelo,
siendo
sus ojos, siendo su boca,
Siento
sus nervios, me atrapan,
enredándose
contigo,
el
momento, que dejó el silencio,
el
tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.
Mariposas
recorriendo cada paraje de la piel.
Tú
y yo, solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
Se
sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada
caricia te hace real.
Sostén
mi placer cada anochecer,
sé
el tiempo que nunca se fue,
sé
mi sonrisa y cada imagen que, quiero ver,
detén
este instante, para hacerlo real.
El
sueño hecho realidad, la historia sin final.
Mi
eterno amor, sin dudar.
Corazón
carmesí, como flor de abril,
navega
mi sensación.
Es
un te amo lo que me encanta escuchar,
los
mil, que me quedan por decirte;
los
que nunca se irán.
El
castellano.
VIII
Latido:
Latido
constante, clavado en tu mirar,
Caer
y despertar en el incesante sueño,
De
compañía a tus efímeras y angeladas,
alas
de tu eterna alma.
En
sinfonía plena con mi sentir,
plausible
en verso y gesto
que
arde en tu corazón de fuego.
Aviva
el recuerdo creando presente
de
este soñador despierto,
para
volver a anhelarte mi amor eterno.
Susurro
del viento trayendo tu brisa,
a
mi sentido, despierto, cuando te veo.
Latidos
al compás de tu sentimiento,
Viendo
la vida en colores,
desde
que mi pensamiento invades.
Y
vivo colgado en tu pestañeo,
para
ser el poeta de tus ojos,
sencillos
y tiernos, vivos y aceitunados,
y
corre mi vida por tu cauce.
Donde
el río creado,
fueron
mis lágrimas de felicidad,
de
sentirme amado.
El
castellano
IX
CRISTAL
DE PULSO:
Inocencia
que se hace belleza,
Sonrisa
que ilumina el alba,
con
el gorgoje de los pajaritos.
Si
el amor no fue a buscarte;
tú
fuiste a encontrarlo.
Y
yo sólo quiero, lo que quieras,
y
así soñar corresponderte.
Vi
el amanecer y el anochecer,
del
bello matiz en tus ojos,
que
suspiraron.
Y
mi amor viajó del bosque,
a
la montaña y la montaña,
me
hizo hombre.
Para
poder amarte.
Hoy
te vi ayer me doliste:
Te
veo y reluzco que te quiero,
que
por ti me encuentro,
te
miro y mi mundo se vuelve loco,
te
deseo y mi sangre arde como fuego
sólo
un pensamiento: que yo nací para tus ojos.
No
existe reloj ni conteo que detenga este monumento.
Mi
vida pasa fugaz como el viento,
pero
mi palpitar, sabe, que te seguiré queriendo,
estoy
enloqueciendo, te veo en todas partes,
en
mi cama, bajo mis sabanas, en mi cuarto,
cuando
miro, de noche, las sombras dibujan, tu figura,
el
viento, me susurra tu voz,
las
flores me recuerdan tus labios,
el
agua tus besos, los rayos de sol tus cabellos,
tú
eres mi doncella yo soy tu bohemio.
Mi
alma me dice vive amando, muere luchando.
El
coraje de luchar por lo que uno quiere en la vida,
es
lo que da respeto.
Pero
tú tienes otro dueño de tu corazón,
el
desánimo me invade como olas,
golpeando
el acantilado, de mis pensamientos,
te
llevo dentro, de mi ser,
no
sé vivir sin ti, quisiera ser yo el que te abrace,
el
que te bese, el que te diga al oído
que
solo tú y solo yo, inseparables los dos.
Una
historia de realidad, imposible de contar,
Indeleble
en mi interior,
Ya
no puedo soportar otro día más sin llorar,
Sé
que me sigues queriendo,
Pero
ya pasó ahora solo queda el recuerdo,
Como
un boceto, que se dibuja, cuando cierro los ojos,
despojos
de aquel amor vivido,
como
un silbido llamando al olvido.
El
castellano
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA:
Era
una mansión abisal,
de
tres gárgolas vigías
custodiando
un laberinto inextricable
de
la orden el fuego su espejo;
guarida
y morada de corceles centauros,
la
flor de Hércules crecía de una luz
lejana,
sigilosa y eterna,
crecía
de aquel inframundo
un
olmo eterno guardián,
todo
hojas en ojos en llamas,
viborillas
por ramas.
Hidras
y Esfinges, como Medusas
avisaban
con su acecho yerto
del
peligro, refugiaba,
aquella
guarida maldita
que
hasta dioses temían surcar.
Aquel
bosque umbrío de laberinto,
era
de aguas azabache y brea encendida.
Poso
de almas errantes y jinetes difuntos,
todo
servía a la sed de sangre,
en
esta fortaleza se custodiaba
la
llave de la virtud jamás enseñada
mas
había...
FÖRÜQ
Miguel Esteban
II
Más
había un cerro
las
almas condenadas,
en
su cima era de nieve roja, sangre congelada
allá
germinaban las semillas del mal
y
odio resplandeciente, su deshielo
alimentaba
el río la Estrida tiniebla.
Toda
bestia aguardaba el regreso de Perséfone,
mujer
de Ares, Rey de aquel inframundo.
Así
con ella, recibir órdenes a cumplimentar
sobre
la tierra Numinosa, del humano ser.
La
virtud jamás enseñada, custodiada,
era
tan ambicionada por los héroes del mundo fértil
cual
néctar y ambrosía, los castos dioses.
Requería
aquel cerrojo del portón, de tres llaves,
sólo
conocidas por Perseo, un semi-dios,
había
que cercenar tres ramas de tres espinos
que
allí sangraban, áureos de plata, bronce,
y
titanio, si destino dictó y era semejante...
III
Semejante
empeño cuando se llega
a
las fauces del Averno,
este
árbol triple en espinas dorado
se
esconde del ímpetu errado
sólo
el nacido de la sangre de los dioses
es
merecido a ser guiado por el negro cisne
fácil
es bajar al Averno, ardua tarea
regresar
y escapar a las auras del cielo
las
aguas de los lagos estigios
y
su río la Estrida brotaban de esta guarida
que
misterios todos, acoge,
junto
con toda el agua abismal
nutre
cada pozo, también había una encina
turquesa,
donde se podía escuchar
los
fúnebres gritos de un cuervo blanco,
era
morada de almas errantes y espíritus
que
sólo su oscuridad abrigaba.
Quien
escribe ofrenda al sacrificio
la
mitad de su locura, extensa, habitada.
Förüq
castellano Miguel Esteban
IV
Arribo
a ofrendar mi designio
en
cuña demencial, su mayúscula mitad
a
la tierra Madre Tiniebla,
tierra
almas inconscientes, velan las muertes.
Allá
en venas de pedernal florido,
fondo
de idea mística, por anchas fauces
de
siglos dormidos, adentro al reino las Sombras
surco
su corriente de aguas vivas.
Se
descubre áureo templo, llama oculta,
la
virtud eternal, jamás enseñada;
cumbre
de lágrimas, y flora suelta,
de
bellísima cima y ribera
después
de la vida, y aquel Quimérico viaje;
después
de la travesía sendos castigos
florecía
la luz sigilosa como atónita
una
purificación otorgaba una sed de justicia
universal,
nunca llamada, sólo aparecida.
Poderoso
pensamiento en rayo de dioses, diosas.
Era
esa virtud cual misma puerta todo asigna.
Aquel
mi destino me asignaron mis hados
quedó
ampliamente saciado y cumplimentado.
Förüq
castellano Miguel Esteban
V
Era
difícil, intrincado, liado, enmarañado,
inextricable,
el cerrojillo de Perséfone
con
el que sellaba el Averno, y su laberinto
en
espejos de fuego terso y alarido vaporoso
todas
razones rebosaban aquel lugar;
su
llenez bastaba para anular a todas.
Incomprensible
giraba la virtud custodiada
como
una esmeralda araña tejiendo su tela
quedando
como sangre de sabiduría coagulada.
Un
coro de grillos aturdían a las Puertas
el
eral donde yacía aquella sabiduría
jamás
enseñada, sólo aguardada era,
por
designio los castos dioses.
Tarea
inmensa, en dificultad guiada,
TAREA
MILENARIA
Como
adentrar los hoyos del Sol
en
busca lo que nadie vio jamás,
aquella
áurea, sangre de estrella lejana
y
cercana.
Förüq
Esteban er-lobo bohemio
VI
Llegó
un día olvidado, a aquella guarida
intransitable,
un vigía Centauro
llamado
Förüq, sediento, atravesó
el
bosque umbrío hasta el lago sangre
formaba
el pozo de AIRÓN, al beber,
se
le acercó una cierva blanca,
le
dijo que ella era la dama del río Sangre
y
que su intención era compartir
el
secreto de la virtud custodiada;
y
así volver a ser el Hada Señora,
Leannán-Sídhe,
dueña de todas Profundidades
le
reveló a aquel centauro Guardián
que
el cerrojillo aquella morada
sólo
tenía una llave que la formaban tres
y
era el amor más puro, y primigenio nacido
que
era como una llama líquida de esmeralda
y
la poseía la araña turquesa, en su
portón
de Tierra,
el
centauro, ayudó a la cierva Hada
y
se aliaron, para poseer aquella virtud
jamás
escrita hija de las tres potencias,
Förüq
VII
A
través de las oscuras llamas
del
inframundo terreno, guarida abisal;
como
Centauro, arrastro infortunios,
así
como sucesos caducos, despertó en mí
aquella
alianza con la cierva hada,
el
poder obtener todo lo que el Cosmos
me
negó, acordé compartir aquella virtud
y
llave purísima, eternal, con ella,
mi
pinche compañera Leana.
Voy
rumbo a abrir el portón de Tierra;
aquella
araña vigía turquesa,
era
hija del Soberano Júpiter,
planeé
finalmente sobornar con amor
mi
propuesta al llegar a ese abismo de Plutón
fue
brindarle nueva fortaleza, morada
el castillo umbrío y olvidado de Hipsípila
con
sustento absoluto diamante y felicidad.
No
se negó y solo pidió un acertijo:
-Sólo
una palabra otorga respuesta a mi pregunta.
¿Cuál
es el nombre?...
Castellano
Mercurio
VIII
¿Cuál
es el nombre nuestros ancestros pusieron
en
el idioma más antiguo, al pájaro misterioso
azabache
mora las ramas de nuestro tejo
milenario
maldito?
El
Centauro recordó que su nombre referenciaba
El
color aquel pájaro y el signo su luna
-Arriesgándose,
-Förüq, respondió
a
la araña turquesa con acierto.
Entonces
le otorgó localización
de
las tres ramas abrían aquel cerrojillo
de
lo que custodiaba, rama de cobre,
rama
de plata, y rama de titanio.
Al
obtener y desnudar aquella virtud,
se
desveló que era la belleza,
madre
de las hadas, y padre del arte,
reflejo
e impresión en poesía,
aquella
virtud nunca enseñada,
sólo
hablaba como demonio antiguo
cantando
en forma de Fénix
decidieron
el centauro y la Señora Hada
difundir
aquella virtud de belleza y poesía
por
todo mundo conocido, en pacto de tinta
y
sangre.
IX
Aquel
pacto de tinta y sangre era vitalicio
consistía,
en difundir la virtud de belleza
y
poesía en forma escrita sobre los reinos
cubriese
los cielos y auras vivas,
en
amor y dedicación,
su
fidelidad y complicidad era inseparable,
el
centauro Förüqy la cierva hada Leannán
no
permitieron que reinos abisales
ni
criaturas errantes osaran tener la virtud
restringiéndola
a la llave de sangre viva.
Aquella
belleza escrita, era una virtud abierta
nunca
cerraba su lleneza ni quedaba completa
fueron
ellos custodios centinelas
del
arte escrito en poesía
fijando
a toda buena obra un amor
de
satisfacción y alegría indeleble.
De
razones virtuosas, y del alma heridoras.
Förüq
y Leannán-Sídhe
SOL RENACIDO:
Vengo
sin palabras,
de
una lumbre celeste,
como
fuego quemando hasta la verde hoja,
cómo
soñar, y pintarte sin arma, sin lenguaje,
cómo
hacer notar sin quemarme del vulgo,
ser
aire en alegría encendido,
tierra
de forrajes extensos,
camino
sin mar, y sin roca de mundo cierto,
hacer
sentirte, sintiéndome,
sin
las dulces cualidades que hiere y expone
cada
primavera, preludio de tu posesión certera,
rosa
azul que vibra, en su claro oscuro matinal.
Pintarte
lo hondo, sin tristeza, sin trabajo,
sin
palabras,
profunda
noche sin luna, sin el criqueo
los
grillos, que arropan los oídos insomnes,
correr
hacia la madriguera, con todos campos en flores,
que
en júbilo puedas llamarme
criatura
hermana,
raíz
de silencio salvaje.
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
AVANZAR TU ABISMO:
Soliloquio
confinado,
remontar
nueve años atrás
pautado,
sin directriz, ni engaste,
ni
voces parásitas yertas,
oh
canto, como lo gente no canta,
todo
olvido desempolvado,
en
ocasos un alba sin fuente,
ni
pozos, aljibes almibarados,
todos
los amigos,
todas
las bellezas perdidas,
como
se engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de
testimonios muertos,
como
sucesiones de difuntos,
movidas
por engranajes,
oh
toda la vida,
sin
esa adolescencia robada
por
señor medicamento,
toda
mi vida te he soñado,
toda
mi vida te he aguardado,
como
anhelo y resguardo de tu pura voz,
imaginarte
no, lo siguiente a eso,
embeberte
en noches de humo,
y
miles cigarrillos,
del
probe diablo que yo soy,
cayendo
en nubes
que
negrean mis sentidos cromados,
orando
por mí mismo,
todo
he soñado
sin
letal lecho de olvido,
abrir
tus cerrojillos de resistencia,
volver
afable un destino
de
nueve llaves,
vestirte
de Ninfa, quimera,
reina
no quiero ya,
ser
realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco
si ves capricho,
mi
designio de alabarte de construirte a besos,
de
desdoblarme en dos dimensiones
para
poseerte entera desde alma, tu raíz,
no
necesito,
no
deseo ayuda,
ya
se dictó mi perdición,
que
su inversa es mi salvación,
como
ying y yang,
bien
y mal acrisolados,
si
te respiro no preguntes,
si
te veo no te gires,
por
haber prestado tu celada de Atenea,
porque
rebrillaré más que el fuego terso,
elemento
hermético
seré
de un disparo invencible,
y
haberse saldado todas mis deudas carnales,
sólo
entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni
temple ni pureza en calumnia,
osarán
comparación,
por
la blancura mi Musa Oscuridad,
por
la rectitud mi Sol fierro,
por
la pureza de madre Luna,
por
mis padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no
moriré en vida feliz,
si
no consigo destruir tus murallas,
ni
abatir padre espejismo,
necesito
sin engaño sangre,
para
sentir que yo poseo algo de ella,
fuera
de la línea sedienta
no
hay nada,
como
buscarte tras la estrella más lejana
encontrada,
cercana o lejana, según seas mirada,
al
eco sordo una voz noctámbula,
y
su resplandor en caverna,
apóstatas,
no juréis por este yerto,
que
cruzó el lago las almas desangradas,
obtuve
allí respuesta,
y
no voy a revelar aquel arcano ni solución,
a
toda incógnita camine, vuele, se arrastre,
o
sea inerte, tengo clave.
Förüq
TIBIEZA:
I
Brindaremos
en copa de sangre,
en
alas algún destino sordo,
rememorando
la resurrección
de
la plenitud del amor.
Llama
de viejo encanto,
emergiendo
una tarde de tinieblas.
Donde
nadie creyó a la ilusión,
recuerdo
afligido,
de
toda búsqueda un placer
ciego
y soslayado.
Apareciste
ahí, sí, liviana,
y
emergente,
como
escama de rubí indolente.
Ya
no creí mi corazón por piedra.
II
Ni
a este, morada de salitre,
mi
pequeña,
ligera
raíz granate.
Humo
tus bellos labios,
que
duerme.
Mi
palabra de árbol jovial,
hereda
mi negra sangre,
espuma
de otras cavernas.
Mirarte
como azul, dulce,
de
crepúsculo eterno,
resonante
en murciélagos,
y
mariposas nocturnas,
de
ideas.
III
Mi
desnudez imprevista,
ya
no rueda.
Sobre
tu estandarte tierno.
Mi
dura frente sabe,
del
furor inusitado
en
brillo de ojos,
temiendo
perderte.
Verdad
posible,
en
ardor, ferviente, y alerta,
sin
eje oculto ni engaño,
de de necesidad, nunca hubo,
sí,
frío y ausencia
de
terso cariño,
ante,
el ser diferente.
IV
Agonía
de ave alta,
con
soledad que gemía.
Al
frente recto,
del
destino hiriente;
oscuros
días, parecían
vistas
a un futuro mejor.
Claridad
matinal,
de
nueva brea,
en
nuevo día de tabaco fugaz.
Día
generoso,
sin
zozobras
tenía
el ayer.
Pliegue
real,
duro,
y vivo sin miedo.
Förüq
castellano Miguel Esteban
DESVELO DULCE:
Sembrar
simientes estelares,
en
arrojo de albas fugaces, y fuentes,
tan
nítidas como destino resplandeciente,
efímero
como perpetua muerte,
entre
agujeros celestes de luz férrea, sigilosa
y
caminillos guarderías de estrellas y resquicios oníricos
donde
contigo refugiarme,
destello
flagrante mi sola dicha eternal,
que
avanza despierta, semilla y condena
,
al
despertar y verte lejos,
sin
ataduras, sin suplicio no sea adorarte,
ascuas
deseo pertinaz y hojas de vida llora mi beso,
castillos
en aire mis ganas que no se vencen,
de
apretarte, de sonrojarse, y vil arder;
cumplir
tus anhelos en sangre estridente
que
porto y me lleva sin posesión más que sangre,
por
tenacidades de un amor cantado de valle, metal, y anhelarte
hoguera
del sentido despierto, cuando quise y ahora
te amo,
que
es segura suerte y comienzo anunciado,
junto
a ti, blandir mi sendero, suerte y camino de ocasos,
especial
y brilladora, armónico
y
disonante, en sol mayor
de
segmentos cálidos de hielo,
tus
caricias, donde el sol te deja ser
oh,
ternura sin igual ni semejante,
cuál
ternura única,
adoración
me cursa, y suscita,
como
besarte y seguir besándose
no
cerrar mis ojos
porque
quiero seguir viéndote,
hasta
mi descorchar áureo de Simiente,
hasta
dejar huella por conocerte
en
alma, anhelo, y perenne latido feraz.
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
A
11/03/2022 reedición 15-10-2022
Apoteosis,
en crisálida
plañía
la vida yerta del alma,
destellaba
como saetas flamígeras,
atravesando
vacíos perplejos,
donde
la materia;
era
la Naturaleza de la no-vida,
danzaban
herrumbres de antaño,
sobre
ascuas,
donde
bebían jinetes difuntos,
era
un espacio que se expandía
su
material se creaba para acabar desintegrándose
así
mismo y generarse de nuevo avanzando,
la
hecatombe de almas errantes nunca llegaba;
estas
sólo avanzaban,
aquella
noche era festín de luciérnagas,
y
semillas estelares,
el
amor rejuvenecía
por
espirales ardientes,
y
Musa otorgaba su ababol de fuego
como
sangre de la tierra nueva, naciente,
toda
sangre tornaba granates profusos
que
caía como lluvia sus hermanas esmeraldas.
Era
tiempo suficiente para olvidarse de señas
y
anzuelos,
todo
si quiere el destino, vendría
otorgado,
como
se nace y como se muere.
Sin
fin de cuestiones quedaban resueltas,
las
semillas germinaban solas,
la
energía oscura era más fuerte
que
la certeza que todo movía y unía los seres.
Fuego
azul, diestro que avanzaba según el sentido,
fuera
mirado,
un
infinito abierto
que
era un uno,
y
un uno que formaba un ocho abierto, sumando ambos
un
nueve,
nueve
vidas d' este gato de arena.
Förüq
CRESCENDO:
Trama
mercurial de augural dicha
danza
mi sombra densa en cumbre de hoguera
cumbre
de Mercurio de áurico semblante
sudor
en seno, corre mi lágrima de ánima
como
destello furtivo, vengo a beberte
del
brillo alzado avanzo con estelar rienda;
electrificas
mis ojos, y amor de alto cielo,
que
purificas mi vida insurgente.
Conocerte
a mitad un fuego magno
su
verbo dorado, acaricio desvaneciéndome
como
sierpe de luna azabache
de
rayo argénteo tus quimeras entablo.
Fiel,
me protege mi admiración en afecto
recuerdo
un siempre a tu lado, validado,
en
esquema de capataz, vine a besarte,
sidérea
lumbre que destellea, sola,
sola,
como se multiplica la flor en primavera
ni
osado, puedo negar que subas
a
mi caballo solar, agitas mi denso, oscuro,
placer
flamígero, querría yo, regar
tus
colores hasta tornar ilusiones,
flores
en corazones.
¿Por
qué me despertaste Musa?
Förüq
castellano Miguel Esteban
II
Palabra
fuiste, de día, luz en labio,
calor
de raza fuente,
mañana
vernal, lluvia extremada.
eternidad
sin calzas, toda aojo
verbo
de raíz, amor en cúmulo,
feraz
sien acuartelada, túmulo de belleza.
Asegurases
mi tierra de azur suspiro
oh
tu fuego, el ser volviera a nacer,
inocencia
que naces belleza,
rubor
de Luz purpúrea al tacto,
tu
sola idea, de aire asido,
en
tierra de este humano invicto.
Surco
esta noche de luna creciente;
De
luces breves, en faroles como Ilamas.
Mar
de asfalto y brea, ¿Quién dijo?
Luna
es semper diosa, corazón en muerte,
que
siempre late.
Förüq
castellano Miguel Esteban
ÁNIMA SOLA:
Estirpe
como astro frío,
colgada
ala, o de armonía extasiada;
alto
y liso como corazón exprimido,
de
fe empírea melodiosa,
sin
cargo contagioso,
oh
nada, estrepitosa en cuerpo pletórico,
la
luz resoplaba en pecho ardiente,
claro
como oscuro de mundo su soslayo,
medalla
en beso de lágrima sanguinosa;
sangre
mineral de bajío corazón pétreo,
quise
decir lo sentido,
acabé
más simbólico que eterno,
sangre,
quizás, era sombra de ocaso malva
y
su purpúrea ilusión,
me
quería embeber su doncella escarlata,
socavé
flores de amarillas coronas,
todas
hicieron de tres musas una sola,
por
las que perder todo,
menos
un gato negro que no es mío,
oh,
rayo trueno de soledad que repicas mi espaldar,
pico
de labio, o crascitar fúnebre de espectro vivo,
río
mi sangre,
oh,
carmín de pozo del deseo,
vida,
vida
que
yo te sentí,
oh
transcurrir un funesto abril,
que
besé tu amapola de fuego y mordí su suelo,
mandrágora
en vapores de esencia,
humo
rojo en tinta algún caballito del diablo escrito,
sangre,
sangre,
éter
carmín,
vine
por tu voz hundida en brea,
de
mar y su luna transitoria sujeta,
ahondé
profundidades
y
silos mercuriales,
quise
de Musa triple, lo indecible,
tuve
claridad en escala,
beso
de trigal y vid,
oh
nitrato primigenio,
vine
a romperme el tormento,
dulce
que condenado, bailaba cual trompo solo,
suspenso
que ahí bailaba mi pena,
que
no era ligera,
llegué
por riveras su fuego terso,
abajo
que subía
en
su noche de nadie,
muda
y sola ni de ella misma,
oh
crisol de espíritus y valles,
afrente
la sola concordia,
le
devolverá su espada,
clava,
que clavaré verso en su arteria angelical,
su
cuello bellísimo,
oh
de vena y acequia,
oh
de trino,
y
bello espasmo,
rebelde
como vampiri
un
día soleado,
a
la mudez última me alzo,
alzo
mi silencio anisado,
notas
solas,
dios
del diablo,
no
hay dios,
el
diablo eres tú,
ánima
sola,
sola
ánima,
ven
te haré valedera,
de
Sol, de espuma,
de
nieve, de agua,
su
fierro metal aferrado,
hierro
luce mi espada,
esta
calma otoñada,
me
poseen sinos
y
trinos como años me cayeron escritos,
por
mis dientes y filos de manos,
todo
fue más que llorar un verbo de todos.
Förüq
Esteban
TEMBLOR REBRILLANTE:
Y
escribo cinco parpadeos, y genuino,
remito
al primero vio tus ojos,
irradias,
que sobrepones,
en
ojos patria al Averno, tierra al Cielo,
mirada
tersa cual embrujo, te llenó
en
torpeza algún dibujo.
Lustrosa
brea en azabache tu cabello de realeza,
Oh
ingeniosa pagana,
como
senda lleva estela
de
rauda estrella.
Gimes
culto al amor
mis
sentidos infrahumanos,
de
pureza devota, de brillo, de filo,
de
furor jovial,
remito
nervioso a tu acento,
mar
de mi contento,
oh
mis suspiros de luna,
rompe
ya cristal amante fortuna,
franco
yo de carácter somero y doble,
lenguas
de distancia lloran en rocíos mis flores,
que
sólo imaginadas,
porque
ser, eres, vives y en mí resides,
consuelo,
así
es, tú la única que en tumba mía agarrarás flores.
Förüq
Esteban
Reedición:
Primera
obra pública revista instituto Complutense de educación secundaria
Año
2006-2007
Noche
lúgubre y umbría
20
septiembre 2011 blog Facta non verba
A
ti noche oscura te escribo, oh gema azabache tu solo pálpito.
¿Por
qué no me das el sueño que tanto ansío, como flor y rocío en flor de mayo?
Paso
noches enteras de insomnio escribiendo poemas, deslices y tormentos dulces
encadenados, hasta
enloquecer
si solo loco he de quedar tres veces más solo y loco he de hallar, llevo ya
cinco días sin dormir, no veo ya luciérnagas ni ocasos de luna, y veo que se
van
mermando
mis facultades mentales en carrusel de norias y sogas rectas, y escribo frases
sin testigo cuerdo, sin sentido flamígero,
garabatos
en hojas de papel...
Me
asomo a la ventana mi cuarto parece yerto, y contemplo las sombras de la noche
como fantasmas,
deambulando
sin rumbo, no veo mi dama graja, sólo una sombra densa cuelga y flota del
techo.
Mientras,
apuro la botella de hinojo solar, esperando matar esos fantasmas de
mi
cabeza, que suenan como crepitares con sus voces.
Me
estoy volviendo loco acaso Musa duda.
Sólo
veo sombras y figuras, como sábanas, que se dibujan en tu oscuridad como
demonios,
solos halos en escarcha fría, reflejos violetas ausentes.
Sólo
los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A
ti noche lúgubre y oscura te escribo, que bajo tu protección de tu oscuridad
mil cabales difuminan,
ven
salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de
muerte y delito de acero y sangre.
A
ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú
que no entiendes de alaridos ni ángeles, ni de muerte, ni de fosas
selladas
con cal y tierra ni de fusilamientos de razones ausentes.
Un
brillo estertor te envuelve en comunión, de abismos y lúgubres destellos
arriados.
Tú
solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu
oscuridad sempiterna oh, dame tu gloria.
EL
CASTELLANO
NOCHE
LÚGUBRE Y OSCURA
A
ti noche oscura te escribo
¿Por
qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso
noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer
llevo ya 4 días sin dormir y veo que se van
mermando
mis facultades mentales y escribo frases sin sentido
garabatos
en hojas de papel.
Me
asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche
como
fantasmas deambulando sin rumbo
mientras
apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi
cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me
estoy volviendo loco
sólo
veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo
los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A
ti noche lúgubre y oscura te escribo que sólo bajo tu protección
de
tu oscuridad ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de
muerte y delito de acero y sangre.
A
ti noche lúgubre y oscura te escribo
tú
que no entiendes de genocidios, ni de muerte, ni de fosas
comunes
selladas con cal y tierra, ni de fusilamientos.
Tú
sólo ciegas la luz del sol. Sólo el fuego y los fusiles iluminan
tu
oscuridad.
Segundo
z bachillerato
ESTEBAN
EL CASTELLANO
LAS DOS LUNAS DE MUSA:
I.Luna
trece:
Luna
plateada de mi cielo,
en
las noches
voy
a tu encuentro,
pero
te escondes
entre
bloques
de
hormigón y cemento.
Quiero
verte,
pero
incluso te escondes,
por
las violetas ramas.
Mas
los dragones,
del
cielo sonámbulo te acarician.
Cielo
obtuso,
de
sueños fluorescentes,
tú,
de color líquido,
solo
templado
con
miradas intermitentes,
por
el tiempo de espera angosto.
El
murciélago baila
con
el colchón de tu luz,
rasgando
sombras,
para
reposar siendo una más.
Oscura
nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por
qué te siento incluso estando solo.
flores
opaco reflejo
de
luz violeta
incluso
de noche;
artifficieluzzae.
Lucero
de ciudad,
rompiendo
la obscuridad.
La
noche se detiene
para
sentir que estás conmigo
otra
vez más,
recuerda
que
tus ojos tienen sangre
recuerda
el viento
que
aúlla mi nombre
recuerda
la luz que tiembla
y
cruje la noche en las pupilas
recuerda
que me hablaste
de
amor en el tiempo
que
cae muerto
que
pactamos con el hielo
la
vuelta del invierno,
recuerda
cada latido
de
oscuridad
que
llama a tus venas de humo
recuérdame
en la eternidad del beso,
en
cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda
que vivo para ti
dando
voz a la soledad asesina,
la
flor vive soñando
que
fue mariposa y abeja,
vive
durmiendo la semilla
enamorada
de la tierra
para
despertar
y
enamorarse del sol,
clávame
estas nubes de sangre
en
el hierro de mi destino,
se
me negó la luz
encadenada
a esta tierra sin cuerpo,
solo
tú me sientes
en
este camino
que
no lleva retorno
solo
espiral anhelada de renacer
el
tiempo ya no nos puede sostener
camino
buscando el frío
en
este calor que quema el alarido,
te
encontré perdido
hoy
vives un amor
que
sientes soplándote al oído,
en
la puerta del infierno caído,
te
casaste con la luna
que
reinaba en tu corazón,
al
viento le diste voz,
a
la lluvia la nombraste
lágrimas
de mi ayer,
le
diste ojos
a
la sombra para mirar,
la
espina caía herida,
la
caricia retornó a las polillas,
la
vida marcha deprisa
cuando
abras los ojos
ya
todo habrá cambiado
solo
encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando
tu otoño
y
la caída de tus hojas,
esperando
que seas mi acompañante
en
los siglos y milenios
que
nos condenaron,
encontrarás
esta sed del cielo
en
cada silencio muerto,
en
cada raíz
que
grita en su tierra
toma
de la vida lo que quieras,
siembra
tu aliento
en
cada tierra,
tú
todo lo tienes
yo
solo soy una fantasma
que
sólo tú ves.
El
Castellano
III.Réquiemnº 3:
Los
últimos signos del viento.
Rige
un sol negro
con
hoyos donde comienza la oscuridad,
oscura
serpiente blande su cuarteada nota
en
lira acróstica insubordinada,
es
su templanza base poética demencial.
Hablando
a solas con mi interior
surge
diáfana voz por derredor,
voz
en alma condenada
por
ver hondas raíces rugir,
en
estruendo llamadas
hacia
raudo cardinal.
Sola
voz sin resquicio templado
del
sonido en si bemol,
se
erizan ascuas en pavesas a un viento
feraz.
Se
acuchillan las osadías
que
germinan en tierra de nadie.
Inusitado
fervor asolado,
por
espadas alzadas en manos,
guerra
al silencio feroz.
Pudieron
dar las tres de la madrugada
y
un escarabajo voló.
Una
hoja partió,
hija
de la soledad aclamada,
con
caracol sonoro hueco.
Es
un solo de cuerda
y
alma destensada,
una
melodía por la sangre olvidada,
un
réquiem por toda vida
finalizada
en
sones de grillos
danzando
con tenebrios,
y
lúgubres venas enraizadas
por
tercera y última vez.
Una
sinfonía donde yace el silencio
y
yaga la umbría luz
desertora
en mundanal zozobra.
Pasa,
danza, planea
febril
verde mosca en formol montada.
Es
mi dicha aplastarla
y
quedar en vigilia taciturna,
hasta
rendir aspas
y
acostar la sangre
ya
nunca más esquiva.
Hasta
ver las flores rendirse
con
mi cuerpo.
Förüq
en 16-10-2018
MARIPOSA:
Los
murmurios son flores,
álgidas
de invierno,
como
venas azules de jacintos,
o
tesoro córvido
de
urracas matutinas,
tiempo
sobre el tiempo,
tosía
mi lobo afónico
tarde
que muere sobre la paja,
y
el viento mordido,
ascua
que queda sobre
mi
densa ojera,
cristalina,
he
cogido los montes con una mano
y
mi hogar de brujo con la otra,
no
necesito chopo de oro
ni
un amor me aguarde
sin
sombra de celos .
II
Mis
sedientas aflicciones
eran
como gusanos hilando sus capullos
de
seda,
elevadas
hoy son mariposas verdes,
vuela
mi pena como Simiente rápida,
y
cayendo como lágrima negra
en
espiga,
vuela
libre mi pena,
su
esencia de mariposa desvelada,
duelen
las lágrimas de bondad,
pero
las negras y malas lágrimas,
apuñalan
hasta arrancar el corazón.
Corazón
mío, como avispero
de
muro viejo, de pronto,
en
él puse señero,
Galería
del alma.
III
Presentó
ante ustedes.
Armados
abrojos
mi
infernal flor de alma
eternamente
jovial, y vivaz,
por
fuente abismal
de
denso pétalo,
dulcemente
amargo,
quise
declinar la tarde de sus ojos,
ser
Pegaso, caballo de madera,
mi
frente derretida gloriosa.
Infernal,
pálido fuego,
sin
Salvador en cepa,
ni
figura fulgurante,
de
llamas y lenguas azules,
cuenta
de cintura agitada,
sus
alas,
tu
esencia:
-Mariposa
del amor.
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
A
lunes 7 febrero 2022
Bella,
vuelas libre doncella,
sol
te toca, acaricia tus efímeras alas
de
mariposa desvelada.
Viento
te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo
de libertad soñada.
Encerrada
en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste
atrás nubes de tormentos,
rozando
tu destino me arrastras.
El
manto de las hojas te protege,
buscadora
de sueños
de
la fronda de mis sentimientos.
Viviendo
en la ternura de la dulce mirada,
volando
con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo
hasta que se oculta el alba,
ángeles
y dragones, arropo en el corazón.
Para
tu despertar, mi luz quisiera llevar,
para
encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos
de tonterías para tu sonrisa.
Entre
las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando
mi vida.
En
la caída color gris quedó,
color
gris quedó.
En
la huida el tiempo y la situación
que
cortó un camino en dos.
Vuela
libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su
esencia mariposa del amor.
ESTEBAN
CASTELLANO
ESPADA PUDIENTE:
Sorteo
principios
y
vencejos,
torno
unas danzas de la Aurora,
me
entregué al sueño,
aguardando
su divina tez;
el
Sol se adelantó
y
sobrevino una colmada oscuridad,
llegué
primero que los Hados
a
su venerado encuentro.
Valgio
alumbre el anchuroso cielo escarpado,
nocturno
de doncella Escarlata,
oh,
clara agua emana mi frente,
mis
manos hacen germinar solas simientes,
del
candor, la tempestuosa furia,
abren
rayos espadas de Candamvis,
Zeus,
canta:
Oh
gran Sol que bajo tu candor,
iluminas
que abrigas Inmortales,
y
a los mortales vivos,
habitan
las auras vivas fértiles,
acoge
mi ofrecimiento,
a
dignar en tu nombre,
terso
Paraninfo yerto.-
Oh
sola tormenta,
presurosa
abre cabellos centellas,
y
múltiples repiqueteos,
de
ascua en rayo y cielo-terreno.
Förüq
castellano Miguel Esteban
LENGUA ESTELAR:
I
Miro
y veo el vidrio
intentar
perderse a sí mismo,
de
irrefutable saber
hago
parte e inciso
que
si amas cuidas
semejante
cuestión;
el
tiempo giraba como
veraz
trompo extasiado
un
día osé que alcanzaría
que
sí, todo anhelado
se
obtenía de un disparo
osé
tres disparos hacían uno,
verte,
quererte, cuidarte,
mi
ente sólo entonaba lira
en
pluma, y alas un Paraíso.
II
Verte
de frente a espalda,
no
fue funesto ni devenir,
desangelado;
fue
afilar colmillos
quedando
blanquecino filo,
incuestionable,
goteando
sanguíneo
deseo,
pronosticada
tú,
de
hace años
que
llegas en otoño,
afable
tú, para quedarte,
como
ascua imantada,
al
alma fugaz, sorpresiva,
rebelde,
como
Rocío estelar,
a
la flor sagrada.
Förüq
castellano Miguel Esteban
a
15.09.2022
lugar-
Mirador del Henares la campiña Castilla
PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO II:
PRISMAS
EN CALEIDOSCOPIO:
Oscuros,
negros, tibios
lirios
en sangre de brea;
Acolchadas
desquicias
en
híbridas campanas azules
de
los ángeles, yendo en borde,
siguiendo
círculos,
moviendo
espirales,
Vientos
noruegos me llevan
sin
patria, vencida por mitología.
Quicios
de lúgubre destelleo
en
oscuro límite tétrico
y
sus manseadas caminan,
hacen
nido sedoso
en
moreras del sueño;
Vida
través de una vida
dentro
los hoyos del Sol
que
sudan, sus notas de uvas.
Visitaré
a Cernunnos
en
el seno del bosque,
hablaré
del cuerno roto
y
su sangre que brama
flores
de helechos.
Quién
sembrará mi campiña;
estirados
mis soliviares
entre
azares que suerte corre.
Traspuesto
al mantillo
y
su compostaje silvestre
que
solo se mantiene;
Verano
que socava dormido
para
sepultar los cardos
que
tierra come
y
levantar la estación
de
los difuntos con hojas caídas.
Otoño
sus fríos que me despiertan,
terminando
de vivir el ocre
y
su yerma plácida
de
tierras sin brotes
en
ventura de savia fría.
II
Altivamente,
con
pies de veneración
no
atina un intelecto sumiso
tampoco
él encuentra su espacio;
yo
sin abrazarme, coge el infra sentido su reloj.
Mirar
sin ver hizo fuste,
regresos
serenos sin ausencia,
en
estas lindes
quiebra
su sentido
y
esta sube.
Su
vacío perplejo quieto es Ausencia
que
simboliza toda luna de escarcha,
parado
de sinestesia iba,
su
granate sanguíneo
que
sí
recuerda.
Amarrar
el acierto vehemente,
de
resucitar del del parco suelo
para
fusilar mis pendientes,
desarmando
la ira
sus
dioses subterráneos,
uniendo
su altivez cursante.
¿Se
cree usted viva?
Eso
es que no nos conocemos,
ya
sumblimé algún amarre,
y
va el ancho río
con
paso furtivo y decidido,
por
apresar de tu razón mi viva estampa,
muerta
sin ti.
III
JURISCONSULTO DE SOMBRA
Este
mi humilde canto,
pedernoso,
que blande,
que
pregona compás en arraigo.
Quimera
a tiempos
en
puñal pretencioso
de
espigas de idea.
Patria
por siempre sin sentar;
Fugitivo
sin amores,
surcos
de fugaz simiente.
II
Docto
de tu dulce vientre
tras
fuego de ababol,
entre
tierras de tus reflejas piernas.
Sed
de mi sangre,
renacer
acompañante,
aljibe
sin fondo a florecer tu entraña.
Amor
de pecho a espada
blancos
que el ser crestéa,
jurisconsulto
de este ser de espuela.
III
Redentora
hoz de labriego
soñador,
en soto de silvestre rambla,
febriles
rejas de esparto.
Pinos
que caracolean
el
camino de este fruto de ensueño,
antes
que morir sin amapola de fuego.
Creo,
nazco y completo
una
flor de la misma sombra
que
trajo en fruto de la primera mujer Eva.
El
Castellano
O DIVA GRATUM:
Mi
diosa centella,
que
deleitosa riges,
y
engrandecer mi nombre puedes,
o,
convertir en honras fúnebres,
mis
cortejos triunfales,
a
ti dirijo el labriego inquieto
de
campo.
Te
invoco en su pulcritud de savia,
cual
dueña todos mares,
arrostras
dulce mi piélago batiente,
a
tus armas, todo imperio se desbarate,
mi
lealtad es albo traje,
no
rinde al garfio amenazante,
retroceden
y dejan amigos
y
sus ánforas vacías,
de
cicatrices y delitos
no
limpiase mi nombre,
de
fraterna sangre y mieles que Himeto,
me
concede,
¿Temor
algún espejo suyo,
me
contuvo?
Con
el incienso, y sinfonías,
ofrendo
sangre cándida, mi letra,
nunca
el falso juramento me precede,
oh
tu belleza de nuevo brillo,
más
hermosa, cuanto la ceniza has otorgado,
ídolo
oh materno signo,
dueña
de oro y nido,
por
Quimera tu susurro,
de
límites prescrito,
non
semperimbres...
Torrencial,
de nube acechas,
lluvia
sobre rastrojo terso,
tempestad,
o inerte hielo todo año,
combate
tu acento colorido,
jamás
cansado,
cuánto
Parcas crueles me han arrebatado,
pregunto
a lágrima de sol, llorando este,
mi
lamento blando,
loco
empeño,
hinchado
de viento,
osar
casarte, aflicción
con
altanero subsuelo,
prudente
yo de odio ajeno,
no
llegará día que este guerrero,
no
mida a su adversario,
indago
mis designios que abrigan,
sombra
huidiza,
cuándo.
Bebamos
la honra en dicha,
entonando
la alta lira,
a
Calíope,
bajases
al cielo castellano,
soberana
Musa,
gimiéndome
lenta y eufórica melodía,
el
concilio cayó sembrado,
ilusión
o deseo,
mientras
seguiréamándote gritando callado.
Förüq
castellano MIguel Esteban
NUESTRA PROFECÍA:
Ceremonia terruña:
Historia
en curso:
Tiempo
que era llanamente hondo,
como
pozo sin poso, ni fondo,
severamente
profundo,
como
fantasmal visita
sobre
lazo silencioso,
buscaba
yo tamborileo grave,
entre
hileras sordas
entre
nuevas flores
de
trompetas de los ángeles,
danzar
entre círculos de grama húmeda
y
corajes de aventar nuevas espigas
de
olor a yesco trébol rojo.
Hice
una hilera de guijarros;
preparé
mi propio templo
con
torreón y almena nueva,
un
foso bordeando y cuidando
mi
nueva siembra de ababoles,
templo
asilvestrado con urna para ofrenda
y
depósito nueva agua virginal,
era
suficiente de tiempo insuficiente
a
nuevo otoño que comenzaba,
con
olor a hojas de chopos arrebatadas,
y
majuelos agudos en espinas,
rebordes
cardillos de as damas
erigiéndose
tempranamente,
maduraban
los tomatillos del diablo,
solanumnigrum
que
ni caracoles resistían
sus
lustrosas hojas morder,
las
colas de zorro ya se divisaban aventando
terreno
de su nueva simiente,
afinaba
mi cuerda
tendido
a ras terreno,
sembrado
a pretil gesto,
como
se siembra una pipa,
y
tarda treinta y un años
que
porto en girar el sol,
carrasquillo
háblame,
que
penas traes de virgen encina.
Cuéntame
tus oscuros romances
con
vientos de luna,
y
tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.
Dime
a mí que te cuido con esmero,
aguardando
tus flores de piedra
y
tus bellotas del mañana.
Árbol
mío,
avanzo
este mi caduco corazón humano,
como
vampiro solar
me
remarco,
un
solo de voz desangelada,
y
volví a honrarte,
de
esta nueva tierra.
A
viento pagano,
voz
de alma amada,
inamovible,
firme,
regia,
de
raíz arcana.
Tu
rostro en verdor
de
hojas afiladas llevas,
acaso
igual o semejante
a
hermanas blandes.
Río
de encinas y flora reborde,
amor
de tierra a lo que es
y
crece en ella,
vine
por vuestras voces,
jamás
marchiten vuestras notas,
de
longevidad imperial.
Förüq
castellano
Escuadra bronce:
Ilusiones
quemadas en papeles con tinta,
con
los sonidos sordos de un eco de imágenes
el
amanecer en sus ojos del cielo encerrado.
Silencio
en palabras que el despierto corazón duerme,
la
mente ciega las observa con su pensamiento claro
sus
penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.
Sonrisa
arrancada a la luna de un viernes,
un
secreto en un gesto que su mirada grita.
El
despiste que convierte en ofensa el fallo;
Un
sentimiento distante que próxima te quiere.
El
tiempo que tarda en decir adiós al por qué gana,
ahora
llora la almohada al viento que no dijo nada.
Pensamientos
negros
Te
sentí amor y por querer pensarte
la
realidad silenció mis latidos;
Aquella
flor que llamada amor
ninguna
más bonita pudo ocupar su lugar.
Entre
la tenue luz de luna que me abrigaba
abrí
la puerta que me condujo al campo
de
negros lirios por el camino de ida sin regreso;
La
cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;
Donde
la luz que me daba calor era ausente,
tras
de sí un sendero agrietado por el que fluía
el
río de las flores desangradas;
Hacían
ellas mi último aliento,
un
yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,
cesó
aquel si bemol.
Publicado
por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009
Podando
recuerdos para volver a amarte,
dolorosos
detalles caen y vuelvo a desearte
aquella
mi rosa que llama al frío pero resiste
cantando
a la víspera del invierno triste.
El
ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota
de rocío que se evapora con el sol en su visita
y
la sonrisa que resplandece sus labios los besa,
para
encontrarse con el te quiero el beso que alegra.
El
fuego del deseo se hacía con su compañía,
con
el que los besos y caricias recorrían su fantasía;
De
deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo
de
cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.
Con
su campo de derrotas y victorias en sus sueños
un
nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;
solos
en el encerrado mar del amor no demostrado
su
amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.
Publicado
por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009
El
ritmo de tu cuerpo,
donde
el agua y la poesía
hacen
el amor.
El
fondo de tu mirada
el
manantial de esmeraldas.
El
calor de tus piernas,
El
terciopelo de tu piel.
La
suavidad de tus caricias
mi
motivo para viajar
allí
donde el te quiero
lo
dices sin hablar.
Lo
que me alegras
sólo
con tu existir.
Es
todo lo que significas para mí,
lo
que me haces sentir.
Es
el agua de tus besos.
Es
el fuego de tus labios.
Eres
tú.
Eres
tú mi vida, mi luna.
Eres
tú en cada noche fría mi calor.
Eres
tú la chica que siempre soñé,
la
chica que siempre deseé,
la
que vivía en mi subconsciente
para
cuando apareciese
darla
lo mejor de mi existencia.
Deseos,
ilusiones, anhelos
definiendo
mis sentimientos.
En
mis recuerdos tus besos
sabor
de hiel.
Tú
mi motivo para soñar.
Tú
mi sueño, mi dormir y no despertar,
tú
todo para mí.
¿Por
qué no has aparecido
en
mi vida todavía?
cuando
por amor se quiere
a
quien no ama
y
por soñar se vive amando,
por
amar se vive soñando,
y
el que siente se miente
quiero
mi despertar y verte a mi lado
para
sentir que en un pasado
andé
con la botella en la boca
y
no que ella
chupó
de mí mi vida entera.
Publicado
por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009
Yo
te sentí
Puedo
escribir todos mis pensamientos
y
ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el
amor no quiere ser pensado,
ni
si quiera ser conocido,
sólo
sentido.
Yo
te sentí amor
y
por querer pensarte
desapareciste
entre la tenue luz de luna que me abrigaba.
Allí
la razón apagó los latidos de un corazón.
Como
tierra yerma
marchitó
aquella flor que un día llamé amor
y
ninguna pudo ocupar su lugar,
sólo
la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.
Pero
yo te sentí amor.
Publicado
por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009
Tríptico
trago de agua:
Autor:
Miguel Esteban
Era
como pulcra onda
anisando
un sol de febrero
castizo
que llamaba a marzo,
escuché
la desquicia latiendo el suelo
y
me encontré una reluciente,
vieja
tuerca oxidada.
La
sombra padre
se
escondía entre manos anudadas
de
sus hijos,
llamando
a mis primeros pensamientos,
yunque
clavado en la pared
sin
soto ni caballo,
crecí
en su mitad
entre
baldes de plomo,
en
corriente de drenajes,
parlamentando
abren
el oído de pares;
nulidad
de pura interrogación
más
vacío
en
ventanilla
de
visión de muchos,
yo
gastado aterricé
en
república de la sal.
Porteador
de interperie (intemperie)
regresaba
directo al rostro
en
destartalado invierno,
reunía
el campo
un
subastador de mi conciencia.
Ánimo
optativo de la región
en
sueños de malvas nubes,
calizo
terreno,
opulentos
pinos
en
bocas de hierro
acunando
la ilusión
de
esperanza.
Llamada
Musa doncella Escarlata,
Mineral
candente, raíz Salvaje Azur Purpúrea,
Luna
sempiterna...
De
aullido a la luna de plata
y
su llanto que envuelve la oscuridad semper.
Necesito
más de ella para poder ver,
de
igual manera sentir corazón en antorcha.
Förüq
castellano er-lobo bohemio Esteban
He
cruzado los tres mundos,
cabalgado
centenares de soles
a
lomos un crisol alado,
desiertos
me hundieron los cielos,
para
rubricarme flamígeros, existen dioses
como
existen necesidades que avalan
y
avalan, no hay templo para
Jinetes
difuntos.
Sembraron
cada uno de mis pasos;
de
figura regia, y arriada,
bastó
un soplo de lágrimas heladas,
sí,
tengo padre, por lo que tuve padre y madre,
final
depende de un principio
y
principio es ídem final.
Novecientas
muertes cuentan mi estampa,
oh
Sol de valles y Quimeras cual bestias anhelantes.
II
hoja:
Cuanto
viví, bailé una serenata difunta,
Aquista
fue una noche tormentosa
cual
tempestiva que sus temores silbaba,
oh
solar, y campiña yerta
era
el frío y su ribera,
Aquilón
venía de hermano
que
no tuve.
Rugiendo
maderas, e idioma gemido
de
solos árboles,
solo
como océano venía
de
astros en cielo y caracolas
cual
olas;
Oh,
su acento, era mercurial,
como
serenata una flor de difunto.
Recuerde,
su Sol ha muerto Esteban.
III
hoja:
Entre
plomizo suelo
me
pesaba el espíritu
como
pinar excelso, majestuoso.
Venían
los relámpagos a mi vera
y
a mi diestra placer posaba
y
sonreía;
pecho
os habla hundido
en
escala de tierra,
e
ilusión de cientos estorninos
entonces
el monte os besaba,
de
tierra, de vida, de cepa,
y
sarmiento, la esquiva espina
vestía
al endrino.
Mi
trova en hora solaz traía grillos
azules,
y oscuros ángeles de luz
como
lo que guía mi vida en muerte.
Förüq
castellano Miguel Esteban
2007 SÓTANO DE LUZ:
En
la oscuridad de mi cuarto son tus recuerdos los que me invaden, mis labios
tiemblan y te llaman en silencio.
En
la oscuridad de mi cuarto es tu figura la que me acecha, la que me provoca y me
produce un caos febril de deseo y de pasión.
Pero
tú no estás, tú no estás, no estás.
Tu
recuerdo recorre todas mis neuronas con miles de imágenes, cada una añorando un
pedazo más de ti.
Agarro
con fuerza mi almohada pensando que eres tú y una tristeza comienza a
invadirme, lágrimas salen de mis ojos, en ellas se puede ver tu rostro
reflejado en ellas.
Ardores
me entran en el pecho sé que no vendrás que nunca volveré a tenerte, que estás
ausente y mis lágrimas se convierten en lágrimas de sangre, ha estallado mi
corazón de una sobredosis de sangre.
Esteban
el castellano Er lobo bohemio
ÁUREO SEMBLANTE:
Insumiso
en medio de quebradizos
saludos
de pseudónimo,
de
sueños rotos, y brechas de ánima,
como
pañuelos azures,
llegué
al inicio desnudo,
como
agitado bronce,
e
inocencia jovial de abrevadero,
a
veces pude resistir su amor,
otras
caí dividiéndome,
como
precipita una gota de mercurio,
llegó
a mi parda tersura
su
imagen de cuerpo sonoro.
Mismo
amor nunca pudo resultar frío
ni
ausente,
pero
el sol me rompía
a
calo estridente y yacija de hierro,
paisaje
que no ardía ni se desvanecía iluminado,
era
mi añoranza,
quise
sin afilarme en hondos dientes,
si
podía generar montaña o cumbre de cerro,
jamás
infortunio
de
mi blancura que ya exigua no cantó,
de
amarillo vivo avancé
sin
mirar fijos temores
ni
túmulos de gargantas precoces,
amor
es rosa naciente
como
Alba de tersa fuente en rayos suaves,
oh
de astuto feraz ojo simiente,
equivocarme
se vertiese,
y
el pececillo de plata la mordiese,
sus
peces de colores besé
y
entre burbujas de besos no dados
avancé
su curso fluyente,
como
nacer de río cuervo,
sus
labios arrostré con fiereza tantas noches,
que
nunca tuvo fijeza de acabarse,
el
viento ya no lastima mi sola sien,
pasajero
fui de su destino,
sin
encontrar inicio ni final,
oh
mi pequeña dulce cual laberinto,
este
centauro solo atisba
que
anhela beber tu agua luminosa;
oh
tu pluma de golondrina azabache,
rebelde
a los límites,
brota
mi grillo de cristal verde,
cristal
y vidrio que parió sin tijera
la
luz de obscuridad.
Förüq
TERSIDAD DE FLAMA:
Veo
una escala áurea,
con
escalones broncíneos,
escalones
de repecho
en
fuego sembrado,
una
estela se abre de guía,
dirige
que no ciega,
oh
bondad acrisolada,
cenit
del fuego terso
como
pulcritud de filo en espada,
oh
vil niebla, abre camino,
vinimos
bajo el regio augurio,
de
aspas y nobles metales,
Oh
Gimlé,
oh
bajo casta ancestral canto en tus aposentos,
oh
salón de fuego esmeralda,
de
rompiente serena,
y
solo halo,
vine
a vivir,
vine
a morir,
vine
a sembrarme como siembra el valiente,
vine
a cantarte,
oh
Gimlé,
afrenta
quedará mi yerta sangre,
todo
lo descubierto en tu nombre,
oh
casta felicidad,
resplandeciente,
el
miedo jamás partió mi entraña
vine
a vencer vine a besar tu rocío de flor,
como
Musa y dulce hoguera,
el
tiempo ya no escapa,
todo
lo pensado arde ya,
en
tu salón me blando
como
raíz y fruto de ciprés milenario,
oh
luz pura que acoges e irradias
por
la blancura mi regia madre,
por
la nobleza mi casto padre,
cuántos
astros no alumbran tus cielos,
hoy
vine a vencer
oh
Gimlé, acoge este mi flamígero hierro
de
Sol fierro mi padre me sembró,
en
escala, número y orden,
tu
bondad justa en escala,
uno,
no hay hechicero ni hechicera
más
fuerte ni que herir pueda osar a quien te alaba,
dos
no hay poder oscurecer la razón mi sangre pueda,
tres
no existe temor ni miedo, me retiemble la calma.
Förüq
PRESTANCIA FÉRREA:
I
Yérguete
nació la luz y la sombra
el
hombre se creó
para
ahuyentar la sombra
con
su llanto de sangre,
hoy
que mi lágrima
sea
fértil espada,
que
riegue e ilumine
asíídem
el abril
levanta
los muertos
y
su caléndula predilecta.
Nunca
maldigo mis lluvias
y
a la Santa noche,
riego
mi sombra, antítesis,
de
lo que espera mi persona.
II
He
de ascender,
he
de volver a navegar
el
negro puerto,
contar
los escalones de mi sótano de luz,
al
tercer día flamígero,
la
piedra será mi llave,
no
mi tumba,
Panida
Hijo del dios trigo,
tengo
lluvias y carne,
tengo
tormentas
y
miedo ausente,
Yérguete,
sucumbe,
a
los suelos, de la madre luz.
III
Ni
me arrodillo.
Ni
vuelvo a morir en pie, (como caí)
ni
rezo sus construcciones de huesos;
navego,
pido me escuchen mis dioses. oh Lvgvs
Cumbre
son de mi lágrima espada,
el
mar, la nube, el río designio de escritura,
baile
de un talismán,
oh,
lucha entre sombra y su llanto descendiente,
vencido
no he caído,
aunque
me derrote trescientas veces
sobre
esta tierra.
IV
En
este pedregal,
juro
sembraré flores
para
no volver a ver su destreza inerte,
oh,
lágrima esclava
ni
lluvia,
mi
floración ruginosa
abarque
todo balde,
y
sea réquiem y mármol florido,
mi
entraña, todo esto,
ojos
secos de hombres,
ejército,
que el destino cercena en tres.
Postigo,
huerto y verbo decisivo.
V
He
de honrar la llana hueste
trae
la vida,
ávidos
ojos, vagido indeleble,
azar
intangible ruginoso,
en
vapor estela o cerrojo,
repitamos
los versos:
-Aereperennius
los
duros somos tierra,
no
vendrán a regar mis lágrimas de sangre,
ni
mi corazón será afluente
de
besos de brea,
sin
simiente no marchará mi parca vida
a
otro designio, a otra luz
sin
mar ni vestigio.
VI
Vine
haciendo ecuaciones
de
estorninos en vuelo.
Para
saber si agradé,
o
sólo se me unge lo que si cambio,
vuelvo
a renacer,
actualmente
solo llevo ocho casi nueve lustres
vivo
otra vez,
por
un crimen de flores no tañerán
campanas
ni catedrales de laberintos desdoblarán,
al
margen lo visto si no me acepta,
no
es mi estaca en pecho,
sólo
sin ser bastante
ella
es mi fuste, mi espada,
mi
sacrilegio
en
pacto de sangre,
mi
hija de Averno
mi
coraza y pechera que si vuelvo
sí
a estar vivo, la encuentro,
más
allá de boscajes inéditos
de
ciencias sin papeles
y
sentidos flamígeros.
VII
Sentido
sensisenssum,
formosa
societas,
hermosa
compañía
si
esa que nunca osé
debido
parece sólo se puede pagar
siendo
quien no soy,
delineante
suspiro
materia
a tierra,
uno
allá debe quedar lo que es de ella,
no
límites de cordura,
al
seco brillo avanzo
sensaciones
vuelan,
lo
que no te dije nunca te lo diré
quedará
más escrito que tu estampa y violín de luna,
no
es justo y qué, otro rayo cayó,
que
te llene y lleve
es
otra cuestión.
VIII
Nacer
para vivir,
lo
demás es otra asignatura,
verte
despierto, cuándo,
contar
con apoyo,
sí,
seis farolas se bailan
sin
tóxicos ni brebajes,
solo
decir esta vida de jactancias puñales,
hasta
aquí me vio la cara raja,
no
soy ángel cualquiera,
rebelión
toma cauce,
orden
y mando,
tatuaje
puede ser cicatriz
pero
alma no sangra,
ni
se transmigra,
venga
al salón de los caídos.
IX
El
festín es elegir ser humano lastre,
o
salvación de papiro en llave,
llamado
amarse in radice veritas est,
todas
las mentiras eran correctas,
a
mí nadie me juzgará,
a
tu conciencia podrán preguntar,
soy
constructor de tiempos,
y
sigo firme
ni
me voy ni me iré
en
parca vida de esta existencia,
oh
diferencia clara.
Séquien
no soy.
Miles
dei lumen
mors
erita exora mea.
Förüq
Förüq
castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar
Guadalajara España
A
8/03/2022
CUANDO VIVE LA MUSA DE UN POETA:
Cuando
vive
se
añora infinitud de cultivos estelares,
cientos,
miles de perlas no llenan su sonrisa,
ni
existe rocío en flor osar cubra
la
flor de su dicha;
los
mares y océanos se pueden caminar
sólo
al tenerla vista,
las
llamas no arden,
habitan
tersura de sangre en pecho, valiente,
oscuridad
ilumina aventajada,
mas
cuando ella vive
qué
podría alegar un poeta,
conocerla
para
que rapsodas jamás enmudezcan
en
melancolía hija,
para
que mis versos solo canten flores
y
vivos colores.
Cómo
negar temor a sucumbir
sin
rubricar su rostro,
con
un jilguero como beso piador,
sin
un pétalo escueto
proclame
su guiño,
sin
conocer a su Musa
un
poeta se desvanece como el tiempo,
el
silencio se arma mil días mil espinas,
yo
sólo te quiero a ti
mi
vida en verso, mi amor valiente
de
mil fuentes y abrevaderos,
de
la más alta espiga
a
la caricia que retembla en tierra.
Sólo
un segundo basta
para
capturar una letra,
mil
eternidades para ser feliz sin ella.
Cuando
mi Musa vive en mí,
infiernos
no me acogen,
ni
penas ni tormentos habitan,
un
sendero abre y toma terreno,
rumbo
a soñarla de nuevo,
campos
germinan de oro trigo y girasol,
de
verde alfalfa y amarilla caléndula,
como
rojo ababol,
vivir
sin crear su sonrisa
es
como no hallar razones
para
ser feliz;
muerte
es del hombre vano,
temor
infausto,
suerte
es de un poeta
vivir
en la vida de su Musa.
Porque
vivirá siempre
como
esta mi letra quedará vista.
LIT
C ET SUMMUN CANAE
Förüq
A ORILLAS DEL FUEGO:
Después
de la vida, la materia
del
mismo calor que el mismo frío
color
naranja que amarillo
clavicordio
mudo que mismo latido ciego,
hormiguea
una ninfa envuelta
como
espiral de caracolas,
arriba
del astro despierto el sino
acompasado.
¿Cómo que vuela mi humilde Hada?
Si
se considera mía,
y
su libertad, ve un ideal
por
cumplimentar.
Caracol
de sangre que sí conozco mía, oh, osadía,
arrastrar
sucesos caducos
sobre
tersidad de piel honesta,
y
temperamento azul llamado Arte;
II
Mis
hombros sobre la paja
del
bravo día, no caen insumisos todavía
rehogo
palabras, solares, triangulares,
sobre
un tractor de nieve y barro,
llorar
una lágrima fija,
indecible
asunto
es
como perder venciendo
sin
querer perder Luna,
limones
de este fuego sobre el agua
y
una espada simbólica,
corazón
como ciruela
y
su corta-pichas habitante,
adiós
de un pañuelo de tela
con
mi nombre bordado.
III
Lluvia
densa de un sol fierro
invencible,
que
aumenta caer derrocado,
sin
premio no es astucia;
llamo
al Azur sarnoso,
oh
noche, te imploro,
pedazos
cual capazos,
tu
hielo de luna,
no
respondas, que igual obtendré
mi
mesura partida,
en
oro, plata, o bronce,
sidra,
gaseosa sintónica, o café sagrado,
del
árbol mi insomnio millonario.
Mi
beso por si acaso.
AGRESTE ALEGRÍA:
Una
clave de Sol
y
de su contrario Luna sempiterna,
en
un silencio que llora el azabache,
expresando
que ella es mi univeso,
su
dicha mi semblanza parda,
sin
ella no hay belleza, no hay alma.
Quiere
que la desnude,
y
consagre sus pétalos iridiscentes,
como
sagrada es su piel de ambrosía.
Quiero
cruzar sus rayos
y
telas líquidas,
mis
iris que nacieron destinados a ella,
quise
acompasar sus estelas,
y
halos de luz que trepan
mis
retinas,
mi
sinfónico fulgor es su preciado quilataje,
compostaje
será mi cuerpo, la energía, su fragancia.
Será
mi copa su boca,
y
viceversa,
extasiado
de su nervio silente
enredaré
su lluvia con mi nieve.
El
ocaso quedará preñado de placer nacarado.
Las
ganas serán metáfora, concordia serán las almas.
Ella
que nació para verte,
felicidad
de raíz a cúspide,
en
mi pechera vas prendida
mi
hiedra estelar.
Sentirte
como te siento,
sin
duda es victoria diaria.
Suave
la floresta más pulcra por ti versada.
Reverbera
de agraz cima silvestre,
es
temblar mi alarido despierto
y
ensoñarte como se sueña un ideal,
eres
la altisonancia vestida de todas las flores.
Förüq
el año pasado
HIJA DE LAS ESTRELLAS:
I
Intuyo
que el reino onírico,
tiene
sus propias directrices,
belleza
abismática, perpleja, preciosa de sí misma;
era
aquella noche de ayer, una visión vívida insuperable,
su
tez incomparable osar pudiese la muerte,
soñar
quisiera la vida,
observé
el crujir de mi latido
al
divisar la belleza vuelta forma
de
un ojo vuelto color y profundidad,
lejos
de todo lo hallado por mi ser,
no
puedo negar si narrarlo,
opaca
la dicha y asombro me causó.
Aquel
ojo femenino, se podría atribuir
a
un ser superior al humano ser,
no
sé si antes o después de su evolucionar constante
o
olvidar sus cauces en continuo,
era
una visión silente,
muda
que su bella ala,
casi
se escuchaba ensordecedora,
sé
de este mundo onírico posee patrones, ejes de vida y energía
con
sus sentidos alerta;
que
escapan al intelecto del ser,
y
sólo se puede frivolizar
con
que solo son sueños,
aquella
vista con mis ojos cerrados
de
aquel ojo atribuí femenino,
erizó
mi piel
su
parpadeo, daba al abrir un tono místico,
mágico
como un ojo de alpaca fundido
y
su óxido verde,
un
gris argento como del metal más noble
era
sin duda hija de la sangre de estrellas,
electrificaba
aquella ancestral mirada
era
tan profunda y bella
que
uno se sentía atraído hasta su centro,
no
te sentías vigilado,
sí
protegido
por
mi origen Pleyadiano.
Aquel
ojo femino parecía ver
toda
la eternidad repleta,
atravesaba
y casi
respirabas
y vívidas en su interior
de
sólo percibirlo en visión,
quise
saber desconociendo,
y
darle finalidad y origen
al
contenido mi visión,
lo
siento por ustedes
visualicé
otra dimensión lejana,
y
abarqué todo el poema de hoy
de
mi Musa,
Leannán-
Sídhe señora Hada elemental,
reina
de las profundidades terrenas,
me
considero protegido,
no
vigilado,
pero
concibo,
que
deseo unir tinta y sangre
inspiración,
magia, y anhelo,
vida,
muerte, placer, dolor
con
mi percepción,
ella
vive detrás de mis sentidos,
Leannán-
Sídhe
virtud
y cauce afirmo,
de
mi unión prevalente,
con
mi Musa Doncella Escarlata.
Förüq
LA FLOR DE SÍDHE:
Te
divisé, alegre caléndula.
De
pétalos juntos,
abrir
y enraizar mi corazón.
Mecer
fulgente tu amarilla corola,
entre
el granate interior mi pecho,
frágil
como cefirillo leve,
en
mi pecho como en cuello
de
hechicera mi Hada bella,
allí
me revolabas,
como
al fuego mi Sol ferro
brillabas
que encandilabas,
las
golondrinas de tu amor
naciente,
pulcro irisado, en cristalinos valles
y
pozas, fuentes y abrevaderos
cantoras
me danzaban.
Cuidando
guarnecida,
mi
semblante, fiel entre crisoles
y
parcas sombras desceñidas,
y
amor en pecho valiente,
purpúrea
inviolada
tu
simiente, y raíz en mi sangre
como
un soplido áureo y grito en vena
despliegas.
Tú
de trono en ferviente osadía,
sueño
memorable
te
ungiese en todas sedas
dejan
en color las flores
al
último y primer astro,
avisto
tu pléyades cercana
alzo
tu renacido empeño,
disparo
a mis sotos y perdigones enramados;
amor
de este duende,
tu
principito.
Siempre
para ti fuerte como aviva el fuelle,
sed
de soles relojes y razones intermitentes
lo
que yo te quiero ni nombre ni sello puede,
De
rojo,
de
sangre,
de
noche siempre,
tu
húmedo tajo floreciente,
anclas
mi dicha rebrotada, anima fidusfruor
beso
tu cicatriz para evaporarla
no
existe mal hendirme pueda
herida
abierta mi amor es bronce vine a ser
de
tu vida,
¡Ay,
flor fulgente!
Te
amo como el sosiego canta.
Tu
aureola resplandeciente,
nacida
de aurora, y una bella sombra
y
sonrojada alba, purísima,
como
el día por ti
se
desnuda, abriendo tu flor eléctrica
que
el sosiego, feraz incuba,
oh
dicha no cabe su llenez de placer extenso
cuanto
te admiro.
Förüq
ALMA BOHEMIA:
Alto
como el sol,
es
el poder de la jornada divina,
sensaciones
atrás he vuelto a comenzar,
algo
para tu entendimiento,
calor
en el hoyo del Sol,
lo
erróneo es puridad de ascua,
el
esfuerzo, la vívida estampa,
la
reticencia que reincide en el eje,
la
fuente,
oh
la fuente,
de
feracidad en nota
locura
está sobrepasada,
aposté
mi destino
a
la vida bohemia,
que
mi amor valía su quilataje,
en
sombras y deidades azadas,
al
cuarto paso,
se
vislumbra lo mágico,
a
mi derecha el valor de la nueva alborada,
el
tercer sentimiento,
sin
razón se avanza el abismo,
era un secreto y volví a despertar,
solo
sin apoyo en mano izquierda,
el
eje, la fontana parda mirada,
venimos
del precipicio sin nombre,
aquel
que nos vio nacer,
la
única perdición en mares y tierras
al
honrado ser,
placer
flamígero huella de astro terrestre,
oh,
sola vida,
erré
mi azabache pertinaz
y
hoy tengo fuelle y vela,
mi
sueño sí
vive.
vive que vivirá
aún
desceñido mi corazón en ella rebrillará,
hilo
de negra madeja,
hermana
de negro hilo
acoge
mi son
estoy
despertando a los hijos
estoy
despertando a los lucientes,
era
su intelecto grave una nota,
mi
Sídhe vuelve a aquellos días nada te arredraba,
vive
que muere mi granate estantiga,
oh
Sol de soles
vuelve a dar la vida a quien te la honró a cada
mirada,
mi
balanza pesa más el arte llamado virtud de amor,
que
lo extenso acompaña
el
terreno plañido,
vine
y me quedaré sin miedo alguno,
en
uno sé quién soy,
en
dos ardo metáfora,
en
tres oh Mercurio en nuestro día
al
frente,
combata
mi dicha susurra es invencible
como
mi alma bohemia.
Förüq
er lobo-bohemio
A PERSÉFONE:
oh,
de virginal encanto,
del
secreto más pulcro tu origen,
vine
yo siguiéndote,
tú
a galope de una opacidad
te
daba forma,
arquetipo
de una figura en suelo,
quién
osado,
completase
tu opacidad de materia,
resquicio
de aliento de un sueño eras,
como
bosquejo contorno,
o
relieve inimaginado,
eras
reflejo suave
todos
los colores,
en
tu esencia sin carne,
sin
cuerpo,
quise
peinarte sombra,
como
el movimiento te hacía,
y
deshacía.
No
escapabas nunca,
sortilegio
eterno,
de
este mundo de espantos.
Resguardos
lumínicos
te
acogían
y
disparaban, mutilándote,
yo
cuanto más me acercaba a ti
tú
más te alejabas,
quería
acariciarte sombra,
ser
de tu sangre,
amarte
como se ama,
al
imposible que belleza dicta,
y
tus labios siempre besa
y
penetra,
oh
parca sombra,
quiero
vivir contigo,
como
para ti el tiempo es invento,
desliz
te capturase,
y
te guardase por los siglos fríos,
ardiente
en mi corazón que es piedra,
como
mi amor a Musa dicta desde tu orilla,
que
dilema es pensado,
por
mi gato ante el mirlo
que
puso tres nidos,
violeta
fulgor endiosado eres,
carne
y cuerpo de éter,
magia
insondable
sin
peso ni brida,
ni
aljaba,
eres
soga todo cuerpo,
que
reflejas su erecta perdición de su color,
oh
azul índigo te surcase,
trasmutarías
hasta ser lo que ven en la luz las polillas,
oh
almas errantes,
paso
a un estado alado tras muerte,
mensajeras
de dioses en plano terreno,
he
venido contigo por el son sin tiempo,
a
pactar con mi condena,
a
casarme contigo mi perdición,
de
todo lo que vivo,
aliarme
contigo,
amada
como sirvo a Leana mi Señora Hada,
no
me enterrarán contigo,
pero
te alimentaré
de
mi sudor y lágrimas riego mi patio,
donde
hasta que muera traeré a mi araña,
toda
simiente vegetal,
desde
el baldío a la rambla deja el arroyo,
desde
el cerro bajo al monte del barbecho,
y
cultivo, deja vivir con acequia
al
bonito forraje
que
nunca muere,
porque
como yo siempre
crece
y crecerá de nuevo,
sea
en esta vida o no,
la
existencia.
El
castellano y Leannán-Sídhe
Vengo
a deshojar mi sangre,
y
abrir estas puertas a un otoño,
flagrante,
hacer vibrar lo indecible.
He
venido a beber de tu sangre,
tu
placer en osadía interminable,
somos
los hijos de la sombra,
noche
corre una vez por siempre
su
sendero inabarcable.
Fresca
y galante, de silencio ajada,
suave
como nieve de la montaña
y
viento de luna
que
se extiende como joven grama.
Hojas
breves como su sed.
Era
una armonía vestida granate
como
denso humor insobornable.
II
Suspirando
su camino afable.
Somos
hijos de oscura rienda,
encargados
de servir estrellas,
en
vena y colmillo, su blanco filo.
Otorgados
del poder nocturnal,
su
concavidad presa.
Su
clara floresta de la noche,
en
flores violetas,
se
lava su herida, resurgiendo atónita,
una
yaga de malva.
Soterré
mi desquicia
en
campo abierto,
rizaba
mi pena un nunca más,
el
cuervo en mi hombro,
crascitaba:
Noche
siempre.
III
Me
habló la oscuridad
de
su premisa,
y
de su silencioso juramento,
de
su verso sinfónico,
con
arpa abismal.
Su
trofeo en rueda de telar azabache.
Como
las lágrimas enraizadas de Perséfone.
Mi
divino rito, se extendía
por
sus labios ardientes.
Euforia
en raíz, y padre tallo,
de
gloria al poseer un higo del diablo,
Rosa
azur, caléndula roja,
Enigma
tu velo retirado.
Yo
pobre diablo,
que
acepta siempre
hasta
una hija
del
Averno resplandeciente.
Förüq
Miguel Esteban
I
Y
encumbró su azor en mano
abrió
del viento sola ascua,
dejó
su chambergo
asido
un árbol sin nombre.
Era
su vacío
su
nada colgada.
Cincelado
un silencio bramaba,
lento,
en
la faldera un álamo triste
como
su barba.
Su
lamento,
de
negra niebla fugaz,
y
húmeda.
Hablaba
con su madrugada.
II
hoja
Encendió
una estrella
de
su albor, pretendida,
ilusionado
como alborada
dulce,
sin esperpentos,
ni
hollín sus humos.
Vista
la anotada su Musa,
no
pudo cerrarse la paz ni la guerra.
No
cedía su terreno.
Mujeres
y el hastío de soledad
zarpaba
otros mares.
Como
últimos rosales
desposeídos.
III
hoja
Madurez
junto al río
la
Estrida,
dama
tiniebla,
que
hacía mito,
junto
con Hades
Perséfone
y Perseo.
Mi
paz era verdadera
como
cuerpo de leño
encendido
en fuego azul.
Dejé
el río mi canto
por
montes y cerro amilanado.
Poeta
me quite
mi
capa de frío fantasmal,
lo
siento, no ha nacido.
Förüq
Miguel Esteban Martínez García castellano
Yo
soy el que escribe su historia
Eres
tú mi amor
solo
hay fronteras
en
el mundo;
no
hay fronteras
en
el papel;
tengo
versos en
el
bolígrafo quiero
fundirme
soy el viento
soy
el eco de tus latidos
yo
soy el que vive en tu mirada
soy
el tiempo
soy
el espacio
soy
tus recuerdos
soy
tu alma.
EN
MI LIBRETA ESTÁ EL MUNDO
YO
SOY SU CREADOR.
Eres
todo lo que siento,
eres
calor de hielo rojo sanguinoso,
eres
distinción de Perseidas,
eres
alada magia de letra,
mi
encarnada Perséfone,
tantas
atribuciones podría
que
tu infinito bramaría escaso,
me
encanta saberte quien tú eres,
carne
y sangre de talento centello,
un
cielo extenso,
biología
de mi simbiosis de sangre
que
llamaron savia,
que
para nosotros dos
mi
pluma y espada,
le
llamamos Tinta
madre
reveladora.
I
Dorso
mío
flor
de agua,
náufrago
del vasto abismo,
cumbre
de alto océano,
en
alta lanza mía, abate,
flancos
de pecho.
Abren
mis ojos, descorrían,
y
alzaban hondas visiones.
borboteaba
la sangre,
como
río de flores carmín,
desangrándose.
Un
estruendo de tormenta
por
viento Ábrego, llamada,
mandaba
iras del Euro,
y
el Céfiro luminoso.
Mezclar
cielo y terreno pudiera.
Y trae, una furia de armas
que
viene álgida.
II
Una
furia de mares en el Sol.
Rompiendo
vetas espumantes.
Haz
de aguas enmudecidas.
A
los bosques planto señero,
morada
de ninfas suaves,
sus
áureos cabellos.
Siervas
de Ceres
que
no pide agua salada de mares.
Mi
arco armado, y de saetas
razones
heridoras.
Voy
siguiendo manada
a
pie de tierra,
que
se abate triunfal.
III
Eneas
sin alma dolida,
alzado
en trance de sosiego en llamas,
y
entre dioses de la madre Tiniebla,
trata
resonante la umbría noche,
arrostrando
riscos como cíclopes,
alegrando
temores,
y
sembrando trabajos igual que campos,
que
trinchan los Sátiros.
Volandero
en avances
y cimas
como el cielo.
La
fija mirada un encono,
sin
desgracia, girando alma,
sin
oponente irrumpa
en
retumbar severo monte.
Förüq
castellano Esteban a 30/08/2020
POEMA A LA ENEIDAD III, SUENA EL UMBRAL
Apolo
te llamo,
encendiendo
la profundidad
de
mi rojo ojo sangre,
sigo
instrucciones
amada
Sibila dictas,
descendiendo
y apoderando el reino
de
todas sombras,
Estigia
mi sangre,
a
tu oscuridad ofrendo,
al
vítreo trasluz, cristalino,
cosecho
y rebroto en este
tu
campo de lágrimas,
designio
atemporal tu pura magia,
rocío
obtengo
aunado
en fuego
de
pulso en agua
mis
ojos de astros,
antes
del tatir del tiempo
me
alzo,
oh
arteria de la represalia,
oh,
manantial
remembrando
río de olvido difunto,
el
Tártaro incendio,
estoy
haciendo cimiento silencioso,
todos
los gritos desplegados.
Reina
Dana,
tierra
en grandeza, tu bondad sembrada
en
fortaleza castellana, cumbre y morada,
operamos
el fulgor
en
llama del azabache,
doctrina
de rebelión,
resurgida,
dispuesta,
a
victoria,
transmigración,
de alma;
que
habla,
equilibrio
en revelación,
todo
espíritu que marco,
proyección
angélica
que
cierra vetusta
a
día tres, tercer mes,
despliegue
de la formación,
este
Sol ferro es la bendita
destrucción,
eje,
cenit. y destello fundamento,
al
claror bélico
de
siembra ancestral.
Trasfondo
templo
de
esta eneidad, flamígera.
Pinto
su alma densa
en
castillo de Apolo
en
trascender primero
hasta
mi honrosa muerte,
de
hoja caduca en otoño la raíz, soy yo,
de
este árbol, mi cuerpo.
Trompeta
mis ángeles, sonando. La guerra y batalla se ha fijado.
Poema a la Eneidad IV:
Voy
subiendo, camino al reino de todas
sombras,
flamígeras, humeantes, poso
de
almas errantes, sigiloso, fugitivo
de
cauce en siglos de condena;
de
rito y gloria en hondos, castos dioses
que
curvaban mi firmamento; balacera,
por
una justicia esencial.
Abrazando
mi brotada, joven divinidad
ama,
doncella amapola,
de
este jardín umbrío, reino de sombras.
Sangre
en traza luminosa
su
místico sabor sanguíneo,
y
belleza suya imantada
por
Estigia Tiniebla dama señora oscura
Vine
a lomos de un erizo
a
fundar solar, y reino capaz
mis
hijos caracoles.
Förüq
castellano
POEMA A LA ENEIDAD V:
Venas
de la piedra Estigia.
Como
lágrima en popa, fondeando
mi
nave, su llama oculta, oscura,
en
ribera de Hesperia, cumbre
de
Apolo, que hermoseaba Sibila,
alto
trono en caverna, de áureo templo,
abría
mi porvenir umbrío, bosque,
de
Trivia, fortaleza de mi llama pedernal.
Venía
Eneas en carro de fuego alado,
cima
de rito y cénit,
donde
en mito, se esculpe la muerte de,
Andrógeo;
Pasífa en febea pasión,
nefanda
de híbrido Minotauro;
aquel
en laborioso laberinto,
inextricable,
surcado, guiado por hilo,
por
los ciegos pasos de Ícaro.
Poema a la Eneidad VI:
I
Adentro
el sombrío,
bosque
umbrío,
donde
vive y reinará siempre
diosa
bruma hermosa,
yo,
con púrpura celada,
en
oscuras riendas cinceladas,
avanzo
por el bosque de Trivia,
hasta
áureo, profuso Templo
de
Apolo en cumbre de Cumas,
defienden
procelosas fieras vespertinas,
de
morar en profunda cueva
de
Flagrante Sibila, tempestuosa.
Mi
espíritu en porvenir
indemne,
invencible toda lucha.
II
He
venido a tu Palacio,
por
las cuestas de abajo,
todo
cristal, hermoso, bello, Apolo,
hijo
de Zeus;
implorarte
yo milenario escriba,
iniquidad
en gloria,
mi
fuerza,
que
implore, que presida mi fuerza,
con,
junto la Realeza de Estrella
la
más Bella,
y
lluvia a glorificar en relámpago,
esta
mi llave de palabra,
que
prende y abre portón,
verdadero
en la cima, cumbre de lágrima
su
reina Oscuridad,
solicito,
otorgues
favor y éxito,
para
desnudar,
su
alma bajo nueve cerrojillos
inextricables
se encuentra,
destino,
y mala rienda, blindaron,
auge
en tu fervor dorado pido,
de
rama roja como la sangre vengo,
rama
de oro vuestra que cercené,
y
validó mi historia en cobre.
III
Bajar
al averno,
así
trescientas, treinta y nueve,
veces
más heridor,
pretendo,
y
provoco la furia y ardor,
mi
Sol ferro padre,
derrita
y extienda
de
sentencia mi vuelta
a
la Tierra Numinosa,
mortal,
caduca.
Mi
corazón helado
ofrendo,
se
complete mi empeño
digno
a cobrar mi osadía.
Förüq
castellano Escriba Escita a 6-10-2020
Yo
soy el que escribe su historia
Eres
tú mi amor
Solo
hay fronteras
en
el mundo;
No
hay fronteras
en
el papel;
Tengo
versos en
el
bolígrafo quiero
fundirme
soy el viento
Soy
el eco de tus latidos
yo
soy el q. vive en tu mirada
Soy
el tiempo
Soy
el espacio
Soy
tus recuerdos
Soy
tu alma
EN
MI LIBRETA ESTÁ EL MUNDO
YO
SOY SU CREADOR
Poema a la Eneidad VII:
I
A
través de las oscuras llamas,
del
inframundo terreno,
arrastro
infortunios y sucesos caducos.
Como
fiero hierro al candor de yunque.
Voy
rumbo a abrir las puertas,
sagradas,
con fuerzas y valor,
arriado,
de hijo que soy
del
Soberano Júpiter,
a
espaldas queden mía, todos dardos,
envenenados.
E
injurias latientes.
Avanzo
mi umbral vivo-muerto,
y
su procelosa senda,
que
se desdibuja.
Ardiente
cual grande, mi deseo,
de
abrir portón
en
abismo de Plutón.
Que
yo, Mercurio romano,
no
conozco miedo, ni él en mí habita.
II
Los
negros cisnes
de
Apolo me conducen;
revelados
mis arcanos,
en
dulces tormentos,
y
pesares vencidos;
iluminoso
mi destino,
me
precede,
adentrar
los umbríos bosques,
inalterables
del Averno,
mi
sangre de dioses rebrota en osadía,
de
melodiosa cítara,
con
la que entonara ofrendado,
ramo
de oro consagrado,
en
oscuridad al relucido Juno.
Escucha
mi súplica Proserpina.
III
Jardinero
soldado yo,
de
toda enervada sombra,
que
avelas, y proteges,
a
Plutón tu esposo
encarecido,
ruego,
que
imploraré,
paso
y permiso para volver,
victorioso
a las auras vivas.
Atravesar
tu bosque oscuro,
hasta
valle hendido de azabache,
tenebroso,
hendido
en Estrida tiniebla,
hija
de su madre abisal Oscuridad.
Oráculos
y altares me respondieron,
velando
mi empeño,
cruzar
tus densidades y oscuras, bellas fauces,
y
listo, sigiloso volver indemne acontecido.
No
hay hierro vivo que mi carne hendir pueda,
ni
acero de pecho que arredre a mi Señora Hada.
Förüq
castellano
I
Clarín
entona sin miedo,
repiqueteo
de oráculos.
Encender
sones marciales,
al
ímpetu de Miseno.
Mis
ojos alzo, escudriñando,
severa
tierra donde crece,
toda
miseria.
A
los vivos no se permite,
el
paso al bosque;
ni
laguna del Averno.
Trama
de misterios encuadra,
surcarla;
y a nívea tierra viva,
regresar.
Encendido
el muérdago traigo,
prendido,
en ofrenda a las divinidades,
del
reino de la muerte.
Brío
de lanza es mi arte,
claridad,
color abre,
y
me despliega.
II
Ofrenda
erguida en vetusto bosque,
a
expensas de segunda llave,
en
guarida de alimañas, obtener.
Así
encontrar segunda rama rebrotada,
en
hojas de cobre,
para
una vez cercenada;
disponer
la fuerza milenaria,
de
la virtud no enseñada.
Dos
torcaces vislumbró,
mi
súplica gozosa.
Ellas
dos fueron guía,
al
espino amarillo,
de
madre divina,
me
condujeron a orillas,
del
desierto embalse,
de
penas, como recuerdos,
ahogados
en silencioso poso,
el
codiciado espino, de alto viso,
fulgor
dorado, repleto en espinas ardientes,
en
llamas.
III
Sus
hojas de cobre eran,
y
poseían de aquel espino,
la
sabiduría escrita,
jamás
encontrada.
Cercenada
la rama de hojas en cobre,
brotó,
la tercera rama áurea, con llave.
En
oro era su totalidad relucida,
cortada
al filo, candente falcata,
abriría
el portón,
de
retorno al mundo de la vida,
y
su luz que acaricia.
Ya
en abismo de guardianes errantes,
y
almas difuntas,
voy
rumbo al encuentro,
con
el Creador Universal.
Förüq
castellano Mercurio a 11-10-2020
Poema a la Eneidad IX:
I
Todo
he previsto,
ya
ante las sagradas puertas,
del
reino, regiones inferiores,
donde
refluye el río Aqueronte;
de
todas las ánimas desangradas,
puertas
sagradas,
tibian
el paso a su castillo,
bordeado
en umbrío páramo
de
la Estrida,
mis
arcanos revelados
del
seno la honda tierra,
donde
moran sombras sin vida,
ante
el olmo gigante,
donde
anidan los sueños vanos,
señero
a puertas de Centauros,
y
la Hidra de Lerna,
la
Quimera arbolada de flamas,
Harpías
de viborillas,
sangrantes
en cabellos.
Es
ésta la morada de sombras,
del
sueño y la adormecedora noche,
en
junta de calladas sombras,
Me
presento en vuestros umbrales,
Con
quien me acompaña
Leannán-Sídhe
Reina señora Hada
Protectora
las profundidades abisales,
hija
de madre Oscuridad,
y
una sed de luz,
Padre
Creador de las deidades
existen
bajo tu, y nuestro amparo,
vengo
a obtener respuesta,
si
la muerte no me quiso en su lecho,
debido
a qué siguen tormentos
asidos
en dificultad,
quién
soy sé bien cierto,
y
mi poder no ha tomado ni ve, objetivo,
ni
venganza suficiente, merecedora tu gloria,
en
este Parnaso Olimpo abismal,
vine
a partir mi destino en tres mitades,
una
mía, dos, para ofrendar,
tu
protección, y favor,
los
hados están conmigo,
a
ti rey de todos los reyes,
todo
humildemente cuanto poseo,
no
puede compararse
a
tu dicha en conocimiento,
nada
te he pedido,
solo
ofrecido,
he
venido a servirte,
y
en primera instancia;ser tu Escribano,
hasta
que me enamoren las Parcas,
y
abandone todo lado, y frente.
Förüq
Dos
sonidos mejor, que la sola voz,
que
narra empeño dictado,
era
tiempo insuficiente,
llegada
la hora,
llovía,
lentamente llovía,
en
terreno mojado desde
hace
ciento veinte minutos,
mi
escritorio gemía todo lo necesario,
dierum
et santuas,
Gloria
al divitia,
una
tarde venturosa,
algo
antes del día todos
los
Santos difuntos,
aquí
en mi yerto escritorio,
convencía
al Creador
mi alma en libreta,
que
si no me daba magnificencia exacta,
de
inspiración correcta le sacaba yo, el alma,
en
magna oratoria:
Leannán-Sídhe
te reza tu duende principito
abismal,
henchido
todo deseo conocido
y
sin conocer;
abro
mi corazón Señora hada,
estoy
creando para ti mi ofrenda,
para
que se retire al pairo lo que debe de allá irse.
Sobre
tu misterio,
honro
y te acicalen tu majestuosidad,
te
escribe el Hijo de la Luz,
oh,
tormento, pena en rogativa todo mal,
en
entidad multitudinaria,
que
en treinta y dos racimos me han tentado,
una
mujer de atónita escultura en belleza,
su
porte,
vestido
azur,
tachonado
de estrellas granates,
como
guadañas en él bordadas,
sangrantes,
el
cielo llevaba en mano izquierda,
envalentonando
su corazón,
izquierda
corazón,
derecha
fuerza,
oh
casto Sol fierro,
era
la trompeta derribó las murallas de Jericó,
aquella
pequeña ángel armada,
tocaba
mi hombro,
en
su trompeta había un nombre forjado,
esculpido
como grabado,
NEC
VINCERE TENEBRAS, ET AMAT
Leí
su latín
que
decía Oscuridad no se vence, se ama,
en
la mano derecha aquella custodio,
sostenía
un papiro arremolinado,
me
comentó mi sentido, traspuesto
a
mi segunda oportunidad de servir
a
dios sol ferro LVGVS.
Fui
nombrado guardián la inspiración,
que
debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,
del
Paraíso
Parnaso
devorado,
Olimpo
terrenal,
aquel
papiro era mi alma,
o
llave novena para poder seguir,
dando
al mundo poemas de mis venas.
Förüq
LA
ELEMENTAL:
Sangre
violeta, cultivada
en
el seno de la entraña,
ese
soy yo, tu humor trenzado,
sin
tejer palabras yertas, por tus ojos
fundidas;
más
allá de la montaña,
y
del eco eterno de un tiempo desvanecido
en
flor de niebla y umbral,
inspiración
sin nombre ni apellido
tu
demonio tejido, un principio sin final,
en
el sino que me destapó poeta del viento,
nazco
sin destino,
destellos
fugaces por conquistar,
en
la entraña de la ola de mar.
II
Oh,
reina Hada del bosque de las sombras
de
la profundidad,
llegó
el suplicio dormido,
de
enfrentarse a la Quimera despierta,
del
bosque, al manantial de inspiración,
tus
besos sembrados de pasional almíbar,
suspiro
por ti mi amor,
elevada
conciencia de creación al albor,
soy
yo, eres tú un reino vivo,
de
ilusión , camino y beldad.
Para
el mundo, venas de humo,
para
mí, mi realidad tejida en uno.
Piel
y verso sin razón,
elevado
amor, sí, nacido del rayo de Sol,
para
poseer mi alma y corazón,
desvaneciendo
mi dolor
brotada
mi lágrima carmín de fuego,
hacia
todo el resquicio, del alma y su flor.
III
Pura
llama mi sentir,
a
congelar el hálito silente
muerta
la sombra del horizonte
soy
ruido en el alma que te acampa
quien
te besa llegada la una y media
de
la madrugada,
tú
llegada de un confín,
a
habitar mi pecho y espalda,
es
tiempo de desvanecer el miedo,
a
florecer, llegado el momento,
un
mundo en tu vena;
tu
hada fiel de la sombra,
Leannán-Sídhe
somos
tú y yo, presos de desvanecer
el
latido colgado al cielo,
de
habitar el recuerdo en ilusiones y sueños
ardiendo.
Förüq
2017
TRIARII:
SONETO
APTO:
19.
CRUEZA SEMBRADA:
Amándote
ferviente, nueza llama,
presa
amapola en sangre se quedó,
sonriente
aurora, veza la heredó,
tu
corazón alqueza, fuerte se ama.
Renuevo
esta mi sangre, pa' ser rama;
Veraz
la rosa, amor siempre alegó.
Al
latido, su beso le ofreció,
la
flor abierta en agua se proclama.
El
estambre, súplica nocturnina,
piel
acaricia, ya brindó mordaga,
su
gineceo blanco, sanjuanina.
Óvulo
y ataraxia, adreza aciaga,
tierra,
anclada la doña saturnina;
Germina
fértil vientre, enhiesta briaga.
Señero
quieto:
Linde
abierto sembrado por Dioses
de
plantas que sólo ellos pusieron
y
que ven exclamar su muerte
de
silencio gritado
lentamente
las estaciones.
Es
este campo que vive lejos
con
señero
un
señor de señores
amor
de silvestres,
es
encargado de ver en flor
sus
amores,
vence
que atraviesa
sólo
su mirada,
un
jacinto se yergue
de
azules botellas
sus
besos de rocío matutino,
matutinos
gritos postrados,
con
el hervor que reverdece las tierras,
de
cal y tierra arenisca,
de
arcilla al barro,
de
la pizarra al risco
de
granito,
es
una vida mi estatua,
dulce, risueña,
sembrada,
albores
cruzados crepitando,
mi
nido de grama rehaciéndose,
entre
luceros anclados,
arriba
mi barco
estos
océanos y mares
de
tierra,
que
todo lo rige
su
materia,
desnace
el tiempo
abriendo
el brillo de mi falcata.
Fiera
de fieras
yo
soy la fiera,
desde
las piedras
a
esta mi hoguera.
El
Castellano
26. DESTELLEO DE ESTAMBRES:
Eran
de noches eclipsadas
un
fértil embrujo de sangre,
en
los jardines que el aura gasta,
y
sus notas de clarines reverdecidos,
un
poema me alzaba la dicha,
entre
gatos relamiéndose el hocico,
se
construían torres al clamor
y
su trasiego azulado,
serenidad
en rostro de mi aljibe
preñado,
sueños y vicisitudes alumbraba,
escalinatas
al sosiego mañanero
que
todo avanza.
Incólume,
ferviente desdén
entre
flores granates de sangre,
era
mi sueño cojo abajo los años
que
sembraban patios sin flores
sólo
de versos, al menos eso.
Un
beso sin mares de boca,
una
caricia sin pieles erizadas,
una
escala al infinito horizonte
sólo
para observar quieta mi desquicia,
como
espina que sin rosa no se afila.
Fulgores
efímeros, inusitados,
en
superficies de charcos migratorios,
era
feliz mi tordo rutilante
de
mi jardín, en el que lo pequeño
es
jactancioso y todo rige la ley suprema
de
la belleza desnuda,
con
tez de arcilla dolida.
27. GOLONDRINA DE METAL:
Una
golondrina de metal en el pecho,
tiempo
voraz, chirría en los bolsillos,
sin
beso ni susurro invisible,
sol
ya se blande imperceptible,
dirige
tu boca el ruidillo
que
más no me vence,
regazo
sin ti no pido,
tierra,
dolor, puede;
aquí
sombra ya sueña
mi
líquido.
En
humedad alza tu nombre,
poema
solar acaso no llora
mi
luna XIII,
otro
corazón ajeno pido,
gualda
sangre
ruborizan
mis fieles caléndulas
por
osarte,
despacio
como se cuelga
la
luna de una pestaña,
aletea
mi golondrina oscura de metal,
silencio
pronto es lágrima
ríe
mi cuclillo.
Es
repleto este humo,
casi
vida, casi color líquido,
casi
filo proscrito,
fondo,
agua, calma:
borde
de tu cardo de dama.
tus
labios de olvido
arribaba.
Tu
forma núbil
casi
ignorada
en
el poso de precipicio
particular,
osamenta
de este guerrero
de
luz con mirada fija
a
incendiar abismo
de
sortilegios
y
código sembrado
en
luchar,
y
morir es y sea privilegio
de
beso,
de
ser carne y sangre de tierra.
66. HONDO CREPITAR:
Voy
por tus desangeladas, profusas luces.
Hierro
que me tiembla la osadía,
oxidado
resorte candente,
que
afuello;
relamen
linces del tamaño
tu
dispuesta ternura.
Hirsuta
ciencia tu tomo de tierra.
Acristalado
vence marea súbita
de
ojos realizados;
mi
espada no luce marchita
afila
latidos de mi corazón
ignoto,
ante tu ser, casi desnudo.
Orando
llegue revelado momento
de
aspados dientes
y
destellos secuaces.
II
Aruña
mi tierra una vez más
como
un grito en la vena,
como
un gemido perplejo
que
brilla el tiempo,
que
empañó
tus
vidrios líbicos,
atemporales,
dispuestos,
sin
margen, sin curva, ni acervo.
Saliva
en aljibe de hondo deseo,
exasperado,
irisando crisoles
que
jamás marcharon;
beso
y muerdo tus orejas malvas
profanando
tu blancura primorosa,
en
tus piernas gemelas, semi-abiertas.
III
Mis
violáceas hojas marchas
raíces
que maúllan mi calma;
profundo
el zarpazo de amor
que
me afliges.
Osadía
acariciarte en destelleo
entre
vela y candelabro
avivado
tu hornillo de espejos
que
supinan.
galvanizada
garra llega
a
arañar la puerta;
rumor
de fiera vespertina.
Solo
ante tu sosegado
siempre
azul violín
que
la humedad
de
tu floresta,
nunca
más virginal,
entona.
67. PERPETUO DESMÁN:
Fragorosa
fuente
de
hondas sienes
punzantes.
Corrompen,
bullen,
la
tibia agua de sangre
cándidas
de tu mirada
hastiando,
rejuveneciendo
el
infinito enturbiado
que
el cielo sostiene en tus cejas.
Flagra,
flagrando
viene
marchando
vaporosa
suerte
entre
sotos perdidos
de
joviales tapiales.
Suya,
suya era la muerte
como
plato de cena
siempre
resplandeciente,
abría
su baraja
un
helor de diciembre.
Apocando
consentida
fuegos
de tres avernos
que
ceñían la nieve
de
sus piernas
sin
desmán gemelo.
Derritiéndose
como
llama en el hielo,
recodos
ocultos
y
su murciélago señor
en
tules de carne vestido,
granate
como brillo de rubí
le
marcaba como seña sin fecha,
ni
indeleble senda,
era
hijo del acero de su mirada,
endoselaba
su sentido
como
el soñar
y
reclamo de las flores
para
ser simientes.
Grazno
encendido de cada roble
caminaba
su destino hiriente,
horizonte
que se estiraba
y
sonaba con lluvias que taladraban,
como
soñaban los campos.
Apacienta
su visión serena,
oh,
rauda, pura flor
abres
tu hastial
como
se desliza la primavera
entre
tus dos montañas,
que
velan que aguardan
sin
franca ni verja.
Eres
mi vacío perplejo
que
quepa y florezca mi sangre.
Mar
que inerme
quiere
llenarse
sin
libro de esencias
ni
oscuras tinieblas;
quise
ser dueño del aire,
alzar
vagarosas ilusiones
como
fieles pilares,
castillos
que nadie tumbase,
pude
ser siempre
y
hoy soy lo arado hasta la fecha,
mortal
acicalándose el alma
que
será siempre.
68. VIDA TRUECA EN HERRUMBRE:
A
este amor
de
la lumbre
mis
ondas líbicas
flamean,
esparcen
los aires,
en
angosta luz
intangible,
solamente
maleable
por
la sombra que se agazapa
y
abarca mi propia torre,
luz
en acorde de un fuego solaz,
irascible
en roce de fuelle.
Quién
amante de su espejo
silente,
umbral acrecentado
en
lapso de este tronco
que
vaga
que
forma mi cuerpo.
Incólume
desdén
azaroso,
flagra
que vence
que
guarda sombra en su bolsillo.
Al
relámpago de idea
me
alzo
asigno
sentido
a
morir
en
el trazo y zarpazo
de
un verso.
Crestea
en raíz oscura
todo
lo sentido
más
que su lengua de fuego azul.
Luz
fuera
en
simbiosis
del
señor padre
Rey
de reyes
padre
celestial
único
al hervor de estrellas,
Rey
lucero
Rey
Lorenzo de días
que
él manda se tejan
de
fotones en estampida.
De
rocíos que cabalgan auroras de tierra
y
savia regentada.
Mi
dios entre dioses
¡Oh
Lugh!
Padre
perfecto sin comienzo,
maestro,
dueño de la esencia de todo arte.
Guarda mi lugar
de
tu soldado Förüq
cuervo
de tierra
guerrero
de los tres umbrales,
vine
a dejar mi hueso
no
me esperarán vivos si vuelvo.
69. SOL CRECIENTE:
Destapa
mi tiniebla pura, tibia, serena,
Sol
refulxit umbra refulgens,
noche
que tus luces breves
duermen
el sosiego del asfalto,
plomiza,
la música de tus ojos,
funde
sus calores mi niebla matutina,
Sol
de trece estrellas
acoges
tus lenguas de amores,
fuegos
irisados a siempre reinar,
el
camino de la vida,
y
sus fauces sigilosas descienden,
camino
de esta bruma
que
el mundo extiende,
sin
nombre no te busco,
te
encuentro, en la cumbre
de
toda montaña,
en
la concavidad de tu luz que entraña,
desvelo
del despierto fundición de mares,
nacimiento
de desnacer nos alumbre,
la
vida de la solaz muerte,
amor
flagrante de lumbre,
vestigio
en ascua sin final
ni
honda luna secuaz,
odisea
en parajes de temprana escarcha,
oh
sol de soles
¿Por
qué tu osadía de seco tajo?
el
nervio de mi ballesta tensa
mi
Dios sin nombre sepulta
y
aviva mi grana brasa,
la
tierra cruzará un día tus fuegos
azules
despiertos,
tumulto
de quien te vio castizo,
el
tiempo se fuelló,
brotaron
entrañas de la tierra
sombras
densas que apabullaron,
sólo
las golondrinas danzaron
y
las mismas espinas me arrancaron
el
corazón.
Sobre
la grama viene a descansar.
110. CANTA MI SANGRE YERTA:
Mi
sangre yerta, obra completa
III
Mi
sangre yerta esquiva, humeante;
canta
mi sangre yerta, granate,
el
hierro de mi tierra por sembrar,
canta
la amapola vieja, desvencijada;
sangre
del corazón carmesí, rubí excelso,
granate
lustre postrado.
Sueña
mi semilla despertar mi sepultura efímera,
donde
el muerto cave su vida,
y
mi cicuta triste, desprotegida
enraíce
el paraíso
de
pieles sedientas y bocas sobre una araña;
hojas
muertas, de mi vida escrita.
Corre
mi otoño desde la vereda a la rambla,
corre
mi frío desde el infierno
al
río de flores desangrado de esta alma por ganar.
Encina
yerta de mi piel esquiva, flamígera
beso
de tierra y vid dorada al beso;
beso
de trigo y girasol,
de
cuchillo de espiga mi cante,
de
zarza y espina mi amor
real
como intangible, áspero y rígido,
bravo
y valiente, duro y endeble,
metal
y simiente.
Pan
y niebla, bruma y cal,
mi
carcoma sedienta,
niebla
y bruma me desprende,
desde
la boca hasta el pecho,
donde
canta mi pasión sin despecho,
vive
esta sangre caliente,
lumbre
de mis tocones,
nube
del cielo por dibujar,
a
estampa de sed y viveza por entrañar,
canta
mi umbral,
quiere
tener soles y lunas sin gemir,
invierno
llegas,
dibujando
transparentes los miedos,
avanzas
cada campo sin permiso,
helando
hasta el sentido despierto,
oda
de mi sangre yerta, humeante, dolida;
por
mi tierra me arde la siembra,
y
el beso queda escueto,
parco
lo sentido enamora el hálito,
quién
te viera marchar,
vestida
de olivo y centeno,
de
olivo y cebada,
de
trigo y espada mi guadaña,
por
la calma abrasas la esperanza,
en
maldición cantas tu canción,
y
los cuervos te rinden pleito de negra ala,
de
grazno escondido en cada roble,
desde
la piedra a la cueva
abrasas
oscuridad mi entraña,
dibujas
tu vívida estampa,
donde
el tiempo yace muerto,
y
solo las sombras te entienden,
solo
las hojas buscan su nueva vida,
deste
sembradío de niebla me avanzas sin piedad,
la
dicha y el reflejo por ganar,
desde
mi tierra encendida, hasta la parca bonita,
desde
el cante a la maraña,
te
canta mi vida quieta
este
amor de la mañana
en
tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,
suspira
el rojo,
quiere
ser río de alma y arrojo,
quiere
nacer abrojo,
el
espino mece la espina de mi antojo,
y
la amapola amarilla,
sólo
ella abre a la gran luz,
horizonte
de mi piel que quiebra como ayer,
enamorado
suspiro de frío,
enamora
mi hielo,
donde
duerme,
donde
reposa
el
amor de mi sangre yerta,
flamígera,
apagada
dueña
de mi luz y de mi sombra,
transmigrada
a la espera,
de
caudal y cauce sin igual,
viviré
siempre yo en su siembra.
Vespertino
azar;
Sol
de mis soles,
era
él hálito transparente,
vida
de una vida en gota de agua.
Avanzo
sin calma
mi
existencia en un papel,
hoy
no se venderá
al
postor rendido.
Verá
el tiempo
que
no pudo conmigo,
ni
desdoblará clepsidra
de
mi metal furtivo.
Brotando
mi credo,
abriendo
tierras,
con
orgullo del fulminado ayer
que
se escapa en mis manos.
Halo
umbrío, vespertino salmo,
estela
naciente en pulcra unión,
cómo
dos rocíos se forman en la flor.
Pacto
alado mis falanges ensalman,
es
por ti que se abre el portón verdadero,
camino
en oración del semblante perdido
y
ese por conocer.
Orando
por mí mismo,
se
abra el yelmo,
y
mi cauce sea río de arteria,
en
aleteo fugaz prometido,
que
encarnan tus maderas,
reflejas
piernas.
Recta
clave de unión,
soterrada
mirada,
sin
conocer ni alzar te amo más,
pletórica,
onírica mar
de
tu efímera, socavada entraña,
por
donde flores aguardan
echan
ancla.
Última
que es primera espada
de
aliento y mi yermo,
te
enraíza como primor embelesado,
turmalina esencia,
mi
soberana musa cristalina,
mi
arpegio entonado
en
lira de mi carne,
mi
índigo sollozo,
por
el que nuestro castillo esbozo,
primogenea
verdad,
sombra
de idea,
hilvano,
trenzo mi zarpazo.
Limaré
el viento de nuestro deseo
ya
se alzará nuestro reflejo
el
mundo en un pulso de espejos,
umbría
latirá nuestra caricia,
cuántos
hielos murieron,
mi
doncella escarlata,
los
dioses dirán el tejer de nuestro destino,
pertinaz
fuga de tu ramaje
por
rauda estela que arde.
Dirán
que hoy vine a verte.
Si
acaso estuviese vivo que no niego,
morir
por dentro es como nacer dos veces
y
mirarte para que la belleza
de
lo bonito que tú colmas
desde
que el tiempo
me
nombró tu fiel sucesor,
de
a tramo y trecho voy manando,
abre
mi solaz llaga de tu azul
que
quiero fecundarlo,
besando
tus flores que entrañas,
quimera
despierta
Ostara
de mis nocturnos parajes,
vengo
a quedarme
necesito
tu verbo alumbrándome,
quizás
quiera amarte
algún
día para siempre.
Aunque
yo Castellano llegue tarde.
112. TIERRA EN EL VIENTO:
Ingrata
luz sucumbe,
termina
el día.
Yunque
profano
en
el padecer abierto de junio,
porfiada
tinta
un
ascua candente,
estridencia
recta
del
acento de tu boca.
Fuí
de un mar hasta otro albor
buscando
mi yermo.
Le
creí inmutable,
lleno
de sueños,
viajé
cuantas primaveras
regalaron
mis ojos.
Tapia
de nadie
donde
te vi deshojándote,
donde
todo se alza fluyendo
imperecedera
parecías,
alumbrada
musa de mi carbón.
Nada
se alza,
todo
es vano.
Como
un buque,
como
una marejada,
como
una febril tormenta sorda,
como
relámpago en mitad de tu carne
como
el gris
que
fue lluvia de nube,
al
fin en tierra
me
marcho como las sombras,
deberán
recordarme amada
que
tú, crisálida cristalina
nunca
marchitas.
FÖRÜQ
A ELLA:
Voy
por una aurora pastora,
con
cuántas rosas se peina Galatea,
alzo
astros sobre su vertiente azul,
remolinos
verdes entre hojas y flores
arrebata
el tupido otoño,
ya
en invierno contesta su sol cansado,
de
eterno llanto se viste la primavera,
para
enervar de su tierra brotes y espinas,
su
acento que acompaña virtudes sujetas;
de
libro y dedo en destino,
mi
sempiterno don,
fúlgido
temperamento airoso
en
amor de lecho y afecto acompañado,
oh
sol negreando mi porte,
una
tarde lluviosa
sobre
mi empero,
arrobadas
sierpes eran ya mis vellos,
amistad
que procuras arremolinar
mis
aojos y perennes males
te
contesto no seas rápida ni fugaz
sólo
sécomo goces a mi vera,
de
tormentas conmovida
y
locura del ansia mía,
de
lunas y oros nos quedamos,
como
desnudo imán,
afilando
su polo oscuro diamantino,
oh
compañera mi alma de hoja
no
retrocedas,
no
te arredre nunca quiera robarte una palabra,
extenso
poder
de
corazón que aflora y te nombra,
no
habrá juramento vano,
ni
poder te torne ni otorgue recuerdo
de
quien apuesta su vida,
y
destino bohemio,
a
encontrar en ti lo que le tejió la Parca hilandera.
Förüq
TRANSPARENCIA HABITADA:
Aquí
me quedo sin casa, sin pudor,
sin
vergüenza, sin intemperie,
sin
descampado de viento, otros sones
no
me tientan, sin cuerpo,
sin
mi transparencia violenta.
Me
quedo porque contigo lo tengo todo
y
lo ajeno se difumina a otro tiempo,
ausencias
habitadas, opacas de otros seres,
que
dejan huellas perecederas.
Ya
no sé a qué sabe una flor con tu nombre
ni
si el viento pasa y se despide.
El
sortilegio del destino se va cerrando,
y
sus espadas como cuchillas de dientes
que
me ruedan sentidos que a ti me ligan.
Avanzo
sin permiso
los
campos de abrojos
y
cardos, se agrieta el sendero
yo
al timón, del sentido de vida osada sin despedida
por
esta vez,
las
condenas siguientes
no
alcanzo a imaginar.
Solo
quiero lluvia precoz que reviva los charcos,
seguiré
sin elegir nada
mi
destino hinchándose,
como
cebolla un día en agua
como
apartar la vista
y
seguir viéndote,
no
quiero más vidas que sin la tuya
todas
me parecen inertes sucesiones
de
difuntos que no germinan.
Sólo
suben la escala.
El
Castellano a 2/01/2018
LLAVE:
Piedra-corazón:
No
es una piedra, es mi palpitar,
Su
latido cesó y en piedra cristalizó,
Ella
lo tiene en cuenco con agua,
A
símil de mascota que nunca muere.
Le
sonríe cada día, normal es mi palpitar,
No
huye, es piedra fiel a su amor.
Con
caricias sintió que palpitó,
Que
fue su inspiración, su amor y su dolor,
Pero
en piedra cristalizó, pudo darle calor,
Ya que nunca quiso mi dolor.
Esa
piedra-corazón fue músculo,
Pero
murió y ahora solo le queda esperar,
Esperar que el agua y el tiempo,
Le
otorguen musgo y sangre verde,
Que
ablande los cristalitos de su interior,
Y
resucitar.
Quizá
algún día cuando ella se olvide
Que
es una piedra, volverá su palpitar.
Pero
yo ya noté la ausencia
De
vivir sin corazón.
El
castellano
PLUBIA CORDIS:
‘---lit
et summun canae,
miles
Dei lumen,
mea
unguis timor malum,
mors
erit uxor mea.-‘
Plubia
cordis, ardentissime cupere amôris
stupóris,
dêsîderium, sempiternusa laetitia.
Diês,
carpentum, accrêvî calôris.
Colôris,
vita, venerâvî canôris.
Laetitia
exspectâre, cupitum nostra.
Ostendi
âlae, festînâvî blanditia.
Cropinquus,
somnus, versus, littera.
Prôfêcî
imus, creâvî blandus.
Bâsium
dulcis, aqua pûrus.
Sânô
anima, fidus fruor.
Cupidus
somnus, flagrô metaphora,
suspirium
natura, amâvî ferventis.
Distantia
dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui
pûrus, sôlus cordis.
Callis
unus, sentido sensisensum.
Fôrmôsa
societas, contentum esse vêris.
Ignis,
dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.
TRADUCCIÓN (Plubia cordis):
Lluvia
corazón
Suspira
por ti amor
Estupor,
deseo,
Eterna
alegría.
Día,
noche,
Crece
calor-
Color,
vida
Venerada
sinfonía.
Alegría
soñada,
Deseada
nuestra.
Muestra
alas,
Acelera
caricia.
Cercanía,
sueño,
Verso,
letra.
Entra
profundo,
Crea
sonrisa.
Beso
dulce, agua pura.
Cura
alma, sinceridad uso.
Deseoso
sueño,
Arde
metáfora
Suspira
esencia, amando fogoso.
Distancia
decreta
Olvido
de razón.
Querer
puro, sóo corazón.
Vía
una, sentir.
Hermosa
compañía,
Contentarse
primavera.
Fuego,
complaciendo
Instinto
hermoso.
El
Castellano
Rocío de Sangre
Bitácora
de trabajo
Destello
Solar
Förüq
25/12/2022
ROCÍO
DE SANGRE:
I
Sobre
un rocío
en
una caléndula
vino
a reposar
mi
alma.
sobre
un
tiempo
que
la ilusion,
tornó
realidad,
me
encontré orando
en
un alba de ocasos
en
un infinito Solar,
era
como besar su letra
e
Hidromiel
degustar.
II
El
sabor de bailar
con
su infinito a solas
afilar
su nota
y
entonar el trino
su
golondrina majestuosa
vivir
para volar
con
ella los siglos
que
pasan y no sonríen,
se
besan.
Como
soltar riendas,
amarres,
y dirigir
un
sueño que cabalga
en
atisbo de lo surreal.
III
Cruzar
el derecho firmamento
fue
ganar su sonrisa
entre
mieles
de
las flores de Perseo
arrullar
sus ocasos
y
servirle uniones
y
crisoles fugaces,
rayos,
y capataces
de
estrellas y vorágines
sujetas,
era encender
su
mirada como
secuelas
de brillos
iridiscentes
al tacto
y
abarcar hasta donde no
imagina,
para protegerla.
Förüq
OSCURIDAD GERMINA:
Necvinceretenebras,
et amat.
Oscuridad
no se vence, se ama.
I
Azar
disuelto en viento;
vienes,
te lavas las manos
saturnales,
para
retomar tu color,
diosa
en horario
nocturno,
grande
en alas diurnas,
cuestan
más especias
que
guiso en final.
Granate
lustre postrado
a
venal.
II
Jamás
vendida
sin
apuesta perdida
por
mis colmillos guerra al error que quise,
acrisolada
sombra de garabato
alzo
mi soleta
de
buen diablo en maceta,
oh,
hervor florido
y
lunas de magia prendidas,
acreciento
mi sed de ti,
un
son de grillos
perdidos,
no dispongo
de
don de gentío,
sí,
redil de carrasquillo.
III
Escúchame
crisol
de
solana luna,
planteo
nueva ascua,
de
sentido y llave
arcana,
indemne
yago,
que
descanso en mi castro.
¡Auge,
mi malva rosa!
Fulge
que desvencija mi astro,
era
de vanal inmundicia,
anisando
el astro,
lo
habitado en espejo,
dicha,
uno, dos, despejo.
IV
Con
besos por espigas,
y
ángeles habitantes
del
vilo noctámbulo,
ya
lo digo, no digas
hermana
del negro hilo,
que
embebo,
y
amo tu intelecto,
espejismo roto
sabemos
desconociendo,
quien
no somos,
flama
afilo,
rutila
la acequia
que
me lleva.
V
Malva
que salvaguarda,
que
hila
en
patio su araña,
se
siembra,
que
tiesto apaña;
tu
saliva yo labro
que
en ámbar
encuentro
tu encanto,
atesoro,
le jabro.
Sí,
estampas en sangre,
resplandecen
que
yo amo,
encumbrado
el son penal.
Vine
de abajo.
VI
Entre
fauces brillantes
y
un sarmiento de cobre,
sin
bombilla del sótano de luz
su
penal.
Adjunto
mis honrados abrojos,
rebrote
de obscuridad
en
el arañal,
alguien
vendrá por mi simiente
para
Rocío Estelar.
Förüq
Esteban a 27/12/2022
FUENTE TU ÁNIMA:
Virgínea
sombra casi tuya, casi mía,
etérea
cadena que amilanaba
a
dos voces purpúreas, purísimas,
albor
en simiente, franco,
inabarcable,
de esencia
en
ascua flamígera al tacto.
Lasciva
entre hondos secretos,
sierpe
de una mirada verde,
promesa
en ojos de rocío esmaltados;
romos
hierros en crepitar de albores
y
ondas extensas de inerme sostén.
Pulida
atraviesas mi tardío,
por
sotos de espuela
y
carcoma translúcida.
Tierna
sombra en transistor
me
desciendes,
en
sienes nativas de ti
océano
abierto
o
tierra madre sin numen de estela.
Coagulaba
yo sin fragor
cuantas
dichas tejidas me dictaban
su
cruel esperanza imberbe a ojos ignotos,
como
aceros ruginosos
en
umbrío páramo de monte
con
bosque implacable,
albo
rizar de sus enraizadas
espumas
verdes.
Heridor
azar de noche lisa,
por
luna espolvoreada,
escala
de un eco
que
crujía las ramas
de
un tiempo oxidado,
quiero
tus ojos sombríos
de
luna sempiterna
mi
dama de oscuridad tenue,
camuflada,
desangelada
abre
tu sombra
dejándome
adentrarla,
sin
tus hálitos
no
vuelan las golondrinas,
y
mis murciélagos
se
recogen del frío yerto
que
peina mi alma,
sangra
mi árbol
de
este horizonte palpable
mi
caricia en Sol mayor
que
te ilumine
y
sea certeza de fresca agua del azul
imantado
hasta
percepción, ilusión o vida.
Hereda
que transmigra, transmuta
mi
sangre malva.
Sotos
sin voz
de
alaridos en magnificencia
exacta
de este carbón y ascua de pluma.
El
Castellano
AUGE VENAL:
Un
mundo sin dolor,
mi
dolor, sin dolor mi ira,
ella
quiere hablar
sólo
no hay palabras,
para
describir esto que siente,
y
yo lo siento
es
una voz dentro mi alma,
es
sangre viva en mi mano,
todo
lo que no le dije brota,
la
magia, el fuego,
el
valor, coraje,
estoy
esperando su miel de silencio,
sin
aspilleras comienzo,
encima
de un blindado
mirando
la manecilla atronadora
de
mi reloj,
tres
disparos, tres segundos definen,
quién
soy yo,
honestidad,
confianza
cercanía,
usted
lo es todo para mí
estoy
cayendo en mi miedo destructor,
porque
soy feliz,
sí
mátame, debido es nuestra única diferencia,
jamás
puedo ni debo morir porque te amo,
y
morir de nuevo solo será contigo,
deja
me fusile tu parpadeo,
seguiré
dentro tuya hasta no haya fin,
resumo
que perdí venciendo su palabra,
su
poder angélico, me avanza, me domina,
quise
bajarle astros, luceros o estrellas
cuan
otrora llena el firmamento,
hoy
por ayer, mañana por para siempre,
si
hago balance
lo
esencial no se mira
se
retuerce
y
quiebra el palpitar silente,
mi
dolor,
mi
fuego, mi pasión,
sin
dolor mi ira,
era
una flor errante mi corazón,
ascua
invicta,
qué
decir mi luz,
lo
siento amada,
mi
luz no se apaga.
Förüq
Esteban er lobo bohemio
EL PROTEGIDO:
La
vida se pasa mejor en compañía.
Vida
en un día que seré espada.
Oh
adorable melodía.
Cierto,
como que el miedo
hace
nula la valentía,
y
que el cobarde puede por este volverse fiera inmunda,
y
que el amor llama al odio
como
que sin oscuridad,
nunca
habitaría luz,
venga
que estamos libres ya de utopía,
en
polaridad, en tiempo, visión carga sobrenatural,
te
invoco mi pequeña ángel,
dame
mi poema vestigial;
que
haré cima, como la hace el amor que siento por ti
si
mi persistencia llamó al coraje,
y
el pavor a mi resistencia avanzo desnudo,
oh
Valhalla,
soy
tu protegido,
oh
Sol mi padre,
cuando
todo lo que creo me defiende,
mundo
teme, se descarnó este elegido,
este
protegido,
cuanto
yo creo es mi fuerza,
por
eso creo en ti,
oh
luna de mis relojes,
sea
mi amparo en la lucha,
sea
mi densa niebla,
oh,
saepe mecum,
al
primer paso, sé invencible de ti misma,
al
segundo paso ama lo que tienes, nunca se irá si tú quieres,
a
la tercera zancada incendia lo que te duele,
haz
llama sinfónica todo lo que intenta dolerte,
el
mundo no se hizo para detenerse,
tampoco
brebaje existe para evitar su azada,
el
protegido no teme en virtud de su poder,
no
hay dios ni diosa, brujo ni bruja, capataz, ente, ni nada, pueda frenarle,
nadie
es más fuerte que él,
hoy
viene a llevar este manuscrito de sangre,
en
tres pasos:
Amar,
Admirar
Defender;
a
fuego garra y letra invoco al tercer orden y lugar a mi lado,
AERE
PERENNIUS,
VINIMOS
A VENCER,
VINIMOS
A MORIR,
en
placer y longevidad extensa
oh
advenediza siembra
imploro
que alzo tus cauces,
sonrío
al infausto,
sonrío
al impío, que nunca midió adversario,
para
planear lucha,
hemos
llegado del averno,
quién
nos ha de detener,
Fe,
razón, sensatez
oh
Sol invictus
mi
escudero.
Si
la valía de un hombre
se
mide por su fuerza
de
sus palabras nobles...
Calor
se va con frío.
Calidad
llama a mediocridad.
Balanza
es equilibrio,
suerte
no es azar
porque
hoy corroboré tu mentalismo,
cada
ser solo obtiene lo que merece,
bueno,
malo y extraordinario
principio
de causalidad,
gracias
por creer en mí
y
que sin nuestra historia
no
sería capaz de romper el suelo
a
cabezazos por luchar por lo que amo y quiero,
Uno
que no conozca tu cercanía,
bueno
intento conocer tu desempeño
y
virtud para poder pulirla juntos,
como
es arriba es abajo,
Suerte
igual a pena,
lucha
de contrarios
que
en naturaleza invierno hace verano
Y
otoño hace primavera, ya lo dijo alguien,
Sin
masculino no hay femenino se llaman
Y
conjugan,
ni
mil máquinas podrán hacer una flor de luna como tú.
El
hombre nace, ama, lucha, y muere,
nací
tres veces de nueve madres,
te
amé en todas las vidas que nací.
Luché
y seguiré luchando
cada
siglo que empieza nuestra condena
a
amarnos eternamente.
Bajo
colmillo, sed, hambre, deseo, rabia,
maldición,
querencia de liberarse,
y
la razón,
cada
vez nací para encontrarte,
y
poder decirte Lunamar yo tu Sol
siempre
te admiraré.
Así
como lo caduco del ser
llama
a lo perenne divino.
En
un tiempo pasado indeterminado,
que
queda hijo de niebla y sangre,
él
estuvo allí combatiendo,
una
protección otrora tan tangible,
que
se dictaba entre castos dioses,
que
los animales le prestaban sus miradas,
de
ser valido el Creador Universal,
pocos
saben su origen,
nada
cercano a él, Protegido, que sigue vivo.
Förüq
er-lobo bohemio
Manantial fulgente de inspiación
tu
mirada tierna sin compasión.
Matices
de esmeraldas tu
pupila
enfrentada con mi pupila.
La
golondrinera el aroma
de
tu piel frágil y esquiva,
con
sus amapolas amarillas
el
color de tu pelo.
Un
piropo, el suspiro de mi amor.
Que
corre, que escapa y vuelve,
el
cosquilleo.
Tu
boca con mi boca bebiendo
del
mismo agua del deseo.
Tu
piel con mi piel avivando el fuego
del
sentimiento.
II
Resplandor
de auroras en los recovecos
donde
se refugian mis ilusiones en mi pensamiento.
Tu
tez conoció mis manos,
y
mis manos te modelaron
para
su recuerdo.
Eterna
batalla a la noche cuando noto
tu
ausencia, la noche que galopa y
yo
con palabras sufridas de nuestra vida sentida.
Ahora
hay felicidad entregada,
con
besos escritos
y
roce de nuestros cuerpos.
Me
enamoré de la vida, y nada me falta,
porque
todo me llena.
Te
volviste a pasear por mis sueños,
y
en sueños nos reconciliamos.
Vuelve
a mí el dulce Tormento, para
vivir
soñando con tu corazón,
y
amarte soñando despierto.
III
Si
el cielo se cierra
miraré
tus ojos,
mi
corazón te dirá,
que
seguiré a tu vera.
Si
mis ojos se cierran,
quiero
tenerte cerca,
para
coger tu mano,
y sentir que no eres un sueño que perdí.
Si
despierto te vivo,
soñando
te sigo amando,
cogiendo
cada estrella en una letra
para
ti, tú la más bella
y el firmamento se cierra sin tu mirada tierna.
Mi
deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán
Lunas pasarán Soles y el sueño,
volverá,
con cada latido tuyo.
No
te dejo una flor te dejo las semillas,
los
frutos d' este amor.
Porque
en mi jardín sembraste belleza y bondad.
Porque
me llenas de verdad
puedo
describirte como mi vida giró a mejor
con
tu sonrisa clavada en mi mirar
y
el calor de cada letra tuya sentida
te
quiero de verdad.
Förüq
Gran
luz,
sórdido
plano, tu mirar,
amarillo
brillo de tu amor,
como
fuego en sangre amamanta
tu
belleza, en rectitud de balanza
luz
de tu esencia,
brillo
en tersura de espada,
sangre
de fuego diestro
en
tus venas cauce de alma
de
vida en color,
mas
atada a tu tierra,
solitaria
de impronta serena
de
tus páramos,
amapola
amarilla
de
montaña, cumbre de filo
en
solitario nervio eléctrico,
reina
hada
del
bosque de las sombras,
en
tu despertar mi luz quisiera llevar;
iluminas
espíritus olvidados
como
cosechadas esencias,
del
corazón más profundo
del
bosque umbrío surcas.
Mas
tu hermana sangrienta
roseta
de penitente
nace
debatiendo
qué color
vestirá
su flor de ocaso;
violeta
de reflejo
de
luna sempiterna,
manchada
de sombras
vestales
una ternura insurrecta
de
amor a la noche,
o
rojo sanguinoso
cual
granate hechizado
de
corazón de sangre
podado
en piedra bella
congelado...
Sea
cual sea
su
manto en revelación,
no
olvida;
vestirse
de todos los colores
con
el negro más opaco como
tinta
azabache sobre papel
más
puro,
de
recuerdo al fin
y
el resurgir, como el inicio
sin
final ni comienzo
llamaron
continuidad,
al
despliegue del pétalo amado.
Aún
sabiéndote
amante
de la soledad,
nuestra
compañera,
también
creces en familia,
de
sangre marcada
por
acequias que llevan
tu
número y orden,
tu
insignia
recordando
que
quisiste tener corazón
y
te ataron a la tierra, oh, mi Hada;
hasta
en tierra muerta
creces,
para
aliviar tu pena
poco
necesitas,
tu
belleza alivia tu alma,
del
viento obtienes
tus
caricias,
de
insectos los besos,
y
del tiempo
el
sustento para tus semillas
de
tus urnas,
ciegas
nacen,
ciegas
caen a la tierra,
en
la noche de lluvia.
Un
día de primavera
a
una
se
le ocurre el sueño de despertar,
pronto
sus hermanas
le
siguen,
en
belleza de la vida
ves
nacer y morir,
espíritu
de reina
tu
balanza carnal,
tu
entraña amapola,
nadie
te odia,
muchos
te aman,
bendices
la casa si tú, gran luz,
floreces
amarilla
en
la rocalla.
Mas
si tu bendición
es
ser blanca y morada
das
el sueño
de
la más bella hada.
Si
naces roja y negra
das
tranquilidad y alegría
al
espíritu
que
en guerra se encuentra,
si
eres roja
como
el carmín del deseo
tienes
el amor
del
camino
que
cruzan las almas,
como
tu eternidad
en
la tierra
a
la que te ligas
y
esclavizas.
Quién
te daría ese nombre
de
amor,
quién
te nombraría
desde
la antigüedad
planta
de la alegría,
quién
conoce tus secretos,
sólo
quien se funde
con
tu sangre,
quien
ve tu alegría
en
la primavera,
que
te cobija,
quien
ama la vida,
reina
flor
te
ve en la tierra
y
amada musa tu belleza,
quién
te conociera,
quién
te conociera.
El
Castellano y Leannán-Sídhe
SENDERO BRILLADOR:
Quise
honestidad,
como
se quiere a un sol de Julio,
el
día mi nacimiento,
tuve
pulcritud
en
aspas purísimas,
lo
que la verdad cantaba,
un
Sol de hierro nos alumbre,
y
arda inseguridades
como
temores existen,
no
hace falta preguntar,
sólo
afirmar
que
yo te quiero cuidar,
incluso
en los días más oscuros,
en
esos que no veas peligro,
ni
de ti misma;
vine
afirmando por cielos de arriba,
todo
cuanto yo creo
todo
cuanto puedo ofrecer
sin
salir malherido.
Era
como un inmiscuir recto,
sin
molinos gigantes castellanos,
quizá
con weches, de los soldados la tierra,
avancé
cordilleras,
avancé
sierras y sus valles espumantes,
todo
lo que vine a descubrir
que
hay posguerra inefable,
pasar
a segunda fase la lucha
porque
vivo,
y
te esperé desde que llevo estos ojos verdes,
de
gato y lucero que te sigue
hasta
encontrarte,
vine
buscando el azabache,
vine
buscando unos ojos madera de ciprés,
y
no desfalleceré ni vivo ni muerto,
hasta
optar iluminar su sonrisa
señorita.
Förüq
II
Cada
día miro el espejo,
todo
lo que dejo atrás,
miro
el peligro,
miro
el ocaso intangible,
mis
sentimientos como una piedra,
hoy
en sus ojos,
mañana
los dioses dirán
ella
que espera mi silencio
como
néctar ambarino,
yo
con un poder,
el
poder una sola voz,
todo
bañado mi silencio
que
hoy morderán sus labios,
mis
palabras en su mano,
brujo
dime cuál poder capaz,
cuál
energía quiebra mi honestidad,
sólo
una palabra
AMOR,
cuando
papeles me quiebran una lágrima,
sí
vuelta consecutiva,
mi
alma está hablando,
hoy
llegada la hora arderá la desquicia.
Si
estoy carcomido,
de
entraña a coraza en hierro montada,
protégeme
de la sombra
mi
alma es muerte,
no
osa comparación,
he
intentado acompañarte
y
sabes qué, que lo seguiré haciendo
porque
quiero preguntarte si deseas ser mi Musa.
cada
vez te he mostrado mis sentimientos,
azares
de fantasía risueña,
amadas
palabras que hablan entre ellas,
como
mi creencia sin ti se hace chica,
una
tierra rota,
donde
mi libertad al verte se suicida,
puedo
avanzar sobre el miedo,
lo
cierto me enseñaron a luchar por lo que quiero,
en
asunto concreto
has
perdido la guerra,
ganó
el miedo a ser feliz,
soy
feliz
hay
que recapitular y rendir cuentas,
sendero
brillador
es
llegar a tu corazón.
er
lobo bohemio Förüq Esteban
FINAL 2009
I
Viento
azul de este cielo nocturno
quien
viera tus ojos
siguiendo
mi marchar
sólo
sombras en mi camino
para
buscarte
sentimientos
que recobran fuerza;
no
te vayas de mi lado,
sentido
de luz compañera,
vuelve
como una luz de alborada;
como
lluvia roja, de besos carmin de tus labios,
como
cielo encerrado de tus ojos,
que
me poseen;
cielo,
que liberado nunca me abandonará;
cielo
desconocido, cielo sin domar,
fiel
compañera de día y de noche,
fuego
como yo, sólo avanzando en un sentido,
yo,
contemplando el abismo,
nunca
cayendo, ya que tengo apoyo firme,
tú
mi apoyo
mi
motivo para soñar alto,
para
vivir intenso
meloso
tormento de todos los matices
para
sentirme cuerdo,
en
un mundo de locos,
pero
quién soy yo,
sin
tu calor de palabras
sin
tus sentimientos sinceros,
que
me enamoran,
que
ilusiona, y paraliza
la
vida de este ponposo corazon que te habla.
Ansía
todo lo que salga del tuyo,
porque
este, ya comienza a sangrar.
Ya
te dio su lado.
Solo
es para disfrutarlo en vida
no
vivo esperando tierra,
lloro
viviendo amarte
para
soñarte vida, para morirte placer,
quién
da más, sólo tiempo,
todo
llegará, o se ira;
naipes
del tarot helado,
en
la hoguera de cartas flameantes al viento,
en
este oscuro firmamento
del
azul sediento, teñido de espadas,
como
pasión nunca matar cariño,
sólo
aumentarlo cada día.
II
Vida
para morir en tus ojos,
amor
para odiar lo malo de esta vida que destruye
y
se come por dentro mi noble corazón,
sólo
un segundo de ansiedad,
tiempo
que corre marcha atrás,
un
miedo aflora:
cómo
perder tu mirada, fijada en mí
con
cariño sincero,
como
el peor castigo,
condena
inimaginable,
que
sólo pensarlo, sólo pensarlo, de observarlo,
un
pozo de miedos, y pensamientos negativos,
aflora
en mi irracionalidad.
Cáes
en él, y te levantas en minutos,
pero
el miedo avanza;
te
paraliza,
te
domina,
como
equilibrio de fuerzas,
para
vivirte intensamente;
para
soñarte.
Sólo
el deseo de conservarme en tu deseo sublime de ilusión;
Un
sueño como deseo,
compartir
nuestros caminos, ganará, ganará,
para
esta vida.
felicidad
eterna; más allá de estas funciones vitales mías,
está
la posesión de tu alma,
tu
recuerdo,
tu
esencia capturada por cada sentido despierto, cuando te miro,
cuando
te leo,
cuando
te pienso,
cuando
te siento,
cuando
te deseo;
Allí
está mi felicidad.
Allí
estás tú.
III
Voy
allí y te encuentro dormida, al final del bosque,
te
encuentro soñando, con otros días de amores profundos.
Como
el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,
mi
caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,
mientras
acercas tus labios para besar los míos,
y
fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas
de un amor eterno que devolvería vida, para quitar su despertar de melancolía.
El
lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No
quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
guiaban
mi alma a viajar, uniendo su ser volaba hasta regresar.
Te
necesito más allá de este sentido que grita por tenerte,
te
necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
y
a la vez te siento, en cada golpe de viento y reflejo.
Me
encuentras, y tu recuerdo reciente me besa, mientras no puedo evitar recrearme
en el deseo y corresponderte.
IV
Para
esta vida mía, la estremece,
la
atrae a su lado como algo inevitable,
En
tus ojos quiero perderme.
Para
encontrarme con el momento inolvidable.
Sentido
despierto cuando te veo,
imparable
en mi vocabulario el piropeo,
como
el entrañable y dulce deseo,
te
veo tan cerca y a la vez tan lejos.
Escojo
tu sendero, yo como tu destello en el secreto,
voy
con el manto de tu compañía, allí donde se oculta el día.
Allí
donde nuestro calor se refugia.
Allí
donde mi alma no cesa la lucha para ganar tu dicha.
Con
los miedos guardados en un rincón,
el
sueño solitario no me abandonó,
con
su antigua ilusión envejeció, su imagen viva guardó.
De
él decían que solo quería comprender al amor;
Del
verso a la canción, así hablaba el corazón,
Tras
una flor la conoció y le preguntó:
¿Qué
eres amor?
No,
solo nací del rayo de sol.
Intrigante
sensación.
Nadie
te posee, pero todos quieren encontrarte.
Hoy
fui más allá y te besé, y así en mi interior tenerte.
Como
un paréntesis del destino, su recuerdo siempre quedó.
Tu
amor es lo sagrado a lo que aspiro,
tu
dulce complemento entrando en mi vida,
el
día para tener los besos de tu firmamento,
noche
para regar las rosas de tu alma.
Cumplir
mi deseo, me esfuerzo en mantener tu aprecio.
Tu
mirada con mis ojos recorrer,
ver
contigo el amanecer.
Arropar
tu cariño con cada detalle.
Sostener
en cada noche tu sueño en mi pecho.
Ilusión
como íntimo tesoro de dulzura,
vivir
cruzando nuestro existir.
V
Navegando
en el horizonte de mi destino,
buscando
tu sonrisa en cada amanecer,
velando
el tiempo de cada anochecer.
Llamándote
en silencio con cada recuerdo,
volviendo
siempre al comienzo del sentimiento,
dejándome
llevar por el dulce tormento,
conteniendo
las palabras en el viento.
Ya
quiere caer el lamento, dejar libre el intento,
verte
llegar, el silencio deshacerlo.
Saborear
tu piel bajo las sábanas,
la
miel de tus labios tener,
hacer
tus piernas estremecer.
Endulzar
el momento con una caricia,
compartir
día a día, abrazándote en la noche,
sólo
con tu amor ya no sería pobre,
sólo
tu te quiero, se eleva en mi cielo,
mi
dulce sustento que quiero.
Mi
corazón quiere navegar hoy por tu interior,
sentir
cada flor que forma tu piel,
tener
tu aroma como velo que embriaga.
Quiero
quitarte la ropa, besarte, que me sientas dentro,
recorrerte
en cada caricia, hacerte sentir, oirte gemir.
Quiero
mi despertar para verte llegar.
Amanece
y tu silueta recorre sus últimos instantes en mi sueño,
tenerte
cerca cada noche y en mi interior los días,
ser
tu compañía, halagarte con mis letras, entregarme como te entregas.
Cuantos
besos soñados y mil abrazos no dados,
noches
para esperar, vida para alcanzarte.
Y
sentirte, mi motivo para enamorarme,
el
momento de tener tu esencia más allá de donde acaba el sentido.
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