lunes, 30 de octubre de 2023

A SU ENTIDAD






 IMPRONTA REVERDECIDA:

 

Unge el vespertino roce

de tu ausencia habitada,

una viperina falaz de siembra,

allá donde el silencio transmuta

la sosegada vida de mis falanges

rutilantes, un alambre de búsqueda incesante,

de tus mares de boca

mi nectar dispuesto,

miel de Dioses que encajan

mi sinestesia elaborada,

más quisiera apelar a lo innato

de mi naturaleza,

que llamaron pureza,

luces de sueños rotos por enmarcar,

ahondonada de las nuevas visiones,

tiempos cambian,

palabras a la fosa,

yo estoy esperando mi panal

de sombras de idea

sólo tu saliva verdadera

mece mi extasía,

por ende seguiré encargado

de esta acequia

dura, absorta de entregarme

al hendir de esta mi azada

darkness and magic

poder del sueño desagerado,

que nunca he alcanzado,

mira mi camino

soslayando

las rosas de la aurora,

entregando pleitesía

a tu señora mirada,

no te guardes

si vuelve este mi vencejo,

afilaré mi sombra

para entrar en la tuya.

 

 

El Castellano

 

 

LADO DE MI PUENTE:

 

Quédase austero

el pretil gesto

de ávidas secuelas,

rupturas d'esta compuerta,

de altura traspuesta

me alumbra esta ausencia

habitada, inducida,

paladeando mi dulce yerto,

conforte de volver a verte,

mampuesto en febril idea;

Apacibilidad de tu seña

y armoniosa senda,

me infundes arte de amarte,

hasta el diminutivo de mi término

castillo.

Por lo que de castro

soy castreño,

andariego,

que morir niega,

perduradora onda

de tu entraña,

clamor exaltado

en visiones de Quimera;

que resuene alto

bajo el asfalto,

que vine a tejerme exhausto

torres con callejas

me nacieron,

en amores

del dulce amargo hiel,

fuente fría y negra

de vivos troncos,

sentenciados;

sed como viva esta empresa

de brasas,

amargas piedras

del lenguaje,

hondo tallo

pronunciado sin base

ni escueta prenda,

Luna no te nombro

porque mañana cuarto mengüante

entro en rito,

confunde mi luz

tu hermosura

en voz y gesto

abismo pedercioso

preñado de paz,

sosiego de mi armadura serena.

Mieses que arrullan

colmenas de nidos

de cobres nativos.

 

El Castellano

 

ZANJA DE CARRIL:

 

Marzo que abrilea

y abril marcea, al dueto

de la sed universal

de su helor que duerme

en heladas;

Ando que me encuentro

perdío en un Sol

de agosto que espera

a su esposa

en cuarto menguante.

Yo seguiré buscando

el almendro de las almendras

de oro, mientras de mi empeño

socavaré a mi tardío

Castellano y su Leannán Sídhe

de su madre conciencia.

Avanzaré su cerca sin permiso

a poner nuevo estandarte

y despertar

al Miguel Esteban

que no nació todavía.

Guardarme el vilo

porque yo no estoy despierto.

Volveré con mis principios numerados.

Si quieres más de ellos,

dí consumido,

en zona yerta y su tierra

viva-muerta.

Donde desterré a mis abrojos,

y enterré mis escritos

con pauta alimenticia

por si despertaran

subsisten estando

nacidos del miedo

como yo estoy hecho de miedo.

 

El Castellano

 

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:

 

Oscuros, negros, tibios

lirios en sangre de brea;

Acolchadas desquicias

en híbridas campanas azules

de los ángeles, yendo en borde,

siguiendo círculos,

moviendo espirales,

Vientos noruegos me llevan

sin patria, vencida por mitología.

Quicios de lúgubre destelléo

en oscuro límite tétrico

y sus mansedades caminan,

hacen nido sedoso

en moreras del sueño;

Vida través de una vida

dentro los hoyos del Sol

que sudan, sus notas de uvas.

Visitaré a Cernunnos

en el seno del bosque,

hablaré del cuerno roto

y su sangre que brama

flores de helechos.

Quién sembrará mi campiña;

estirados mis soliviares

entre azares que suerte corre.

Traspuesto al mantillo

y su compostaje silvestre

que solo se mantiene;

Verano que socava dormido

para sepultar los cardos

que tierra come

y levantar la estación

de los difuntos con hojas caídas.

Otoño sus fríos que me despiertan,

terminando de vivir el ocre

y su yerma plácida

de tierras sin brotes

en ventura de savia fría.

 

El Castellano

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