I.Amante fantasma:
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Hablo desde esta sombra
que me habita,
un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,
mi vida que jamás se consume en desquicia,
rajo este sol que visita tu retina,
espacio derredor acaricio
en agujas que te cuelgan el techo,
flor con flor brilló nuestro corazón,
una luna tejida por su alarido
a galope del viento en mi mundo
te alzo en piel de piedra
crepitando tu rayo que me cuenta
de tu vena y su carcoma
muy lejos de la tierra hilvano tus ganas
con destello furtivo
de sed de abrojo
cambio tu vida a mi antojo
sí tu pecho en rojo,
sabes quien soy
soy fantasma que sólo tú ves
flagrando el viento a tu merced,
háblame del puerto y su negro sentimiento,
háblame del cuervo,
de tu alma sin cuerpo,
ven, ven a mí
veremos el amanecer
en la sangre de mis ojos,
acabaremos con el destino inerte
que cruza mi suerte,
ven de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte de mis rosas desangradas,
es por tu roce que mi sangre bulle
y jamás de ti se esconde
te siento en cada silencio seco,
en cada eco de oscuridad
que a mi espíritu sucede
cómo no tenerte
si por tu idioma me florece el verso,
piel con alma simiente del atardecer,
umbrío cae su sonido;
Tu cuerda que afina el grillo
y cigarra con su guitarra
acantonando nuestro oído,
es por ti que mi suplicio cae investido
fiel a recorrer tu segunda vida,
ninguna mentira me dijiste,
el miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la noche llega de nuevo en tu pupila
de esferas yertas
y sus paraísos de hielo
que cruzo al verte
quiero que me sigas sonando
eternamente la noche
para todos los siglos
que empieza nuestra condena
sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.
II
Hablemos hoy en plata de tiniebla,
oración de tu sangre yerta,
cumbre febril de hoguera quieta,
ese cuervo descubrirás su poder,
yo iré de tu mano,
manso tu poder sembrado,
aunque no entiendas
no preguntes por qué sigo a tu lado,
el puerto negro te llamó
y sentiste el poder de tu pasado,
nadie permitió que desembarcaras,
capaz eras de romper la cuerda
que sostiene las dimensiones,
ni vivo ni muerto
niega tu osadía,
cruzaste la puerta de oscuros lirios,
tu amor a la flor
al creador conmovió,
resoplo tijeras rojas
en grises ideas,
desenfundo mi filo,
crepitan arduas espadas,
respetaste la muerte y ella
respetó tu vida.
Crascita tu lozanía,
entre forrajes
y soles pudientes,
desmenuza tu silencio,
clavando yunques
de paredes granates,
el peldaño irá cuesta abajo,
cabalga tus lindes despiertos,
libérate de insectos que caminan,
turbios azares me cuentan
de tu devenir rizado
al filo de la navaja.
III
Anochecer de mi vida,
en tu patio de la araña,
rezogan clarines esquivos,
yo soy lira de alma consumada,
vicisitud ensimismada
de tu azar en semblanza,
vivo flagrando tu azada,
pulcritud entre cristales rotos
esa soy, bruma en tu noche,
claridad en tu día
luz de cada siembra,
arena del tiempo
enclaustrado,
vine deshojando recuerdos,
hoy me diste voz,
no seré yo tu perdición
sino el camino a tu salvación,
viviré mordiendo tus rosas
que desangran tu amor,
liviaré lo liviano,
afligiré temor al miedo,
seré aliento perdido
descubierto,
te abriré mi reino,
las escarchas serán los colores,
viviré besando tus flores,
limaré abrojos nacientes,
serás estaca del destino
servir a tu alma sin nombre
me alumbre,
camino de mis flores desgranadas,
sangre de tu reposo
mi amada espina de sombra.
Förüq
TIERRA EN EL VIENTO
Autor Miguel Esteban Martínez García
LUGAR:
MIRADOR DEL HENARES, GUADALAJARA ESPAÑA
I.TRILLA MI IDEA:
Canta mi cuclillo canta,
picotea en mi cabeza,
entra al silo de mi idea,
donde telarañas
coagulan mis pensamientos,
abre esta puerta hacia mi oscuridad,
allí donde negros ratones
cobijan con fijos ojos
mi sueño sin desempolvar,
me conduje por escalas
donde colgaban brillantes ojos
sin pestañear,
arriba donde se acumulaban los sacos,
un murciélago despertaba,
era como una sombra que flotaba
entre llenos agujeros de aire,
sombra con alas,
la guadaña estaba recta
pareciera que me esperara,
la trilla afilada,
era nueva de esta primavera
el grano no vio su oficio,
respirad este olor a trigo muerto,
habitantes de mi silo,
hasta la araña teje con tesón
su geométrica hambre,
pardas motas salpican las paredes
por las que corre pegada la salamanquesa,
grietas vivas por este frío infernal,
arriba la sangre parecía evaporarse,
sólo quedaba yo
y esa sombra colgada del techo.
El Castellano
II.LILIT:
Hija de la noche así te llamo
un
sabor digno del amaranto
que
la luna encierra tu canto
entre
oscuros reclamos te vistes de encanto
los
grillos lloran tu nombre
en
esfera de azabache te haces certera
el
viento es tu incipiente respiro
incesante,
desvencijado halo de sangre
despiertas
por el latido que llora tu nombre
por
el que la polilla es reina de la estrella
ese
que plañía la noche
cuando
la sombra se hace eterna
gimes
en las fuentes de primavera
un
beso de horizonte malva
el
espíritu lleva tu nombre grabado
como
desvelo consumado,
aire
es tu apellido engalanado
a
la novena estrella sin luna caminas
tu
vida no entiende de clasificaciones
sólo
tú reinas la noche
cuando
el sueño hace el amor con los dormidos
ries
y lloras con la lluvia
la
tormenta es tu carcajada
al
latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el
día por tú tenerlos tan claros ciega
las
ondas en el agitada agua
mecen
tus rizos
un
sueño despierto del fulgor y la belleza
te
engendró a imagen de la centella olvidada
tu
ser respira ambrosía amada
perdición
de muchos
orgullo
y alabanza por mí
que
soy más fuerte que el mal
que
juega, corre y cosquillea
con
tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían
su ancla
lobo
de día cuervo de noche
que
en tu ser se acurruca
y
al sol desnuda
resplandor
de almas fugaces
nuestro
baile
vespertina
perdición si amanece el sol
quiero
ser de ti como el murciélago
a
su rincón,
volar
contigo como si el mundo no importara
despertar
para abrazar otra noche
en
la que girar
y
en tu mirada encontrar fuego de astros
por
dibujar y mi vida contigo sembrar
musa
incipiente del artista
alma
amada que se funde
prejuicio,
mentira y verdad
ababol
sembrado
tu
corazón sin igual.
El
Castellano
III.LILIT II:

Hija de la tempestad
así te llamo, sin voz ensordecida.
Que la luna encierra tu canto
en estelas que riegan los cielos,
los grillos lloran tu nombre
cual inocente azabache sembrado;
el viento es tu incipiente respiro,
sangre llorando
despiertas por el cobre
ese que llora la noche
gimes en las fuentes de primavera
destinos en abrevadero insoslayable.
El espíritu lleva tu nombre grabado
Por cuantas raíces, tu sendero brillaron,
aire es tu apellido engalanado
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ríes y lloras con la lluvia
despertando brumas voraces
que el alma secuestran;
la tormenta es tu carcajada,
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada agua
mecen tus rizos, espirales imantadas
en las que vive el arte.
Un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile, blandiendo espadas;
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón.
Volar contigo como si el mundo no importara,
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar.
Musa floreciente si arte arde su suerte,
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.
El Castellano
IV.Alma sin cuerpo, flagrante invierno:
Se deslizaba azarosa
una tarde de mayo,
abriendo pulcras flores
entre grados que blandía
el grillo en su madriguera,
osada se batía una lagartija
en la piedra aposentada.
La tarde cerraba danzando
suspiros precoces,
entre estambres.
El olmo viejo
lucía un tronco grueso
con hueco donde
amarilleaba el sol
del día,
mientras la noche jugaba con sus ramas
y corazones de hojas,
ya vencía su sombra
miré su fortaleza
como si sus raíces gritaran
y pudiese verlas
clamando los años.
Te miré sombra
por mi ventana, sonreíste tímida
como si te agazaparas en tus párpados
frente a los míos,
miraste el espejo de mi armario
sólo un día dudaste de tu existencia
y tú estabas, tú estabas tan radiante
como si un aura te refulgiera,
sonreías a tu vida
reflejo en aquel espejo
porque en realidad ya no te encontrabas
la vida te brindó
reflejo,
mi risueña, reluciente fantasma,
que aún ríe y juega con la sombra.
Por ella no tenerla.
Me miraste y tus ojos
como estacas me henchían
la soledad acrisolada,
tu dulce inocencia traspasaba la mirada,
cuántas noches te soñé
cuántos otoños te esperé,
tu alma sin cuerpo,
tu sonrisa tímida, desangelada,
yo sin tenerte te amo,
como sólo tú llenaste
mi espacio vacío
de mi soledad despertada,
te hablo
te dicto
que sólo tú
eres mi invierno que llena mi vida.
El Castellano
V.BRILLANTE OSCURIDAD:

Despedía el día
la porfía de una melodía
una balada por Belcebú,
el pasillo se abría
cruzaba las calles heladas
de enero y su cuero,
danzaban las sombras
entre el descampado
donde las casas eran malas yerbas,
malas por qué
acaso lo bueno es el humo
de un coche,
cuando ellas en primavera,
arrastran las penas
con su fragancia
a mujeres desnudas,
miro dentro de mí
pregunto por qué todo
torna azabache,
habitan cuervos mis ojos,
ya no hay precipicios
en mi mente,
que se dibuja de ladrillo,
miro al cielo
que todo parece una cueva,
acaso ya bajas,
sigue tu curso de Dios personal,
que te seguirá cómodo,
el bajo cero ciñe su lustre,
mi sentimiento afligido
hoy canta con mis dolores,
con rezos fugaces
alargando la noche
teñida en el ojo de mi despierto,
porque me cansa
esta fébril, verde, emplomada
mosca impuesta medicamentosa,
hombre en el acre oscuro
por encontrar mi decencia,
estoy colgando del párpado
de la quietud noctámbula,
yo no estoy escribiendo,
soy un vuelo
sí de murciélago,
vendo mis mañanas
por un ayer construido a su lado.
Es como el hueso
de un poema imaginario.
El Castellano
VI.SENDERO DE POLILLA:

Era una noche dormida
al fervor de blancas sienes,
y luciérnagas de faroles,
cipreses cabalgaban
negros tules
de oscuridad rizada,
dentro de los ojos del gato
me miraba,
buscaba encontrar
respuesta a mi soledad
enarbolada,
salía de un agujero
de un árbol
un murciélago,
yo le pregunté
si sobrevivir
le bastaba para ser feliz,
me afirmó que con su pancita llena
lo era y siguió su vuelta
acuchillando al viento con sus alas,
pensé en el humano ser
que nunca le basta lo que tiene
siempre quiere más.
Sombras se acurrucaban a mi lado
en aquel banco,
daban los grados negativos
aquel invierno excomulgado,
corrió mi soledad al otro lado,
era incompleta
yo de pensamiento y sentimiento
estoy enamorado,
y esa mujer me corresponde
y la amo como a la noche
y su velo de sosiego,
yo reboso por los poros
el amor al arte escrito,
nadie me arrancará
a ninguno de mis dos amores,
seguí la enseñanza del murciélago,
abrí los ojos y miré dentro
lo que siento y yo tengo,
dos pilares como un templo,
avanzaré despierto mi sendero,
noche, oh noche
hoy en tu velo me siento,
a ti me entrego,
abrázame como hijo de tu luna,
llévame en compañía,
por tus claros de luz escondida,
abre el tiempo
del suplicio del día derretido,
abriga el sendero de tu polilla
que como yo busca su nueva vida.
el Castellano
VII.Dos sombras:
Soledad arregazaba
blandía sus brazos amilanados
en los que recostarse
a soñar la casa en el mar
con procesiones de sardinas
que sirvieran desayuno
con leche de las vacas
dibujadas celestes,
árboles en fronda volátil
tenebrosas líneas de horizonte
como cuerdas de violines
afinando nervios de nubes malvas.
Se querían dos sombras
como evanescer líquido, templado
de rocío por savia y tierra
y su desvanecer,
como flores a la alta espina
sirven su dolor.
Belleza oxidada,
ellas dos sombras
con camino de piel,
abriendo de la noche
gema profunda de lenguas azules,
era un camino el alba
para subir y descender,
ellas luz querían tornar,
vestidas de ásperas ondas
impalpables,
seguras sin obstáculo
eternas,
crispaban el tiempo
y se querían sin envejecer,
fría segura que su alma se iba,
suya, cristal vaporoso
de amarillo viejo,
su entrecejo deseoso,
querían entre noches
de gatos fugaces
por tejados colindantes
que anudaban rayos de luna,
su tristeza era pura
se anidaba en sus cabellos,
seca, entre sus cuerpos etéreos
la ausencia hacía verdad de idea
trasnochada,
su soledad muerta
de insectos ranqueados,
asida de purpúrea pluma
y lunas enajenadas
con cristales lucientes
en navíos de tinta,
perpetua osadía
de ser luz,
como silencio
de Dioses relumbrados,
y su oro vegetal,
como ásperas rocas
destacadas, cerradas
al molino de noche,
se querían dos sombras
inertes
pero vivas al fuego
y carrusel de estrellas
pudorosas y ponientes,
su quietud sin color,
su amor por unirse
como dos gotas al helor.
Como dos voces se unen
en un solo corazón.
El Castellano
VIII.Eco de ayer vestido:
Honrada tibia luz caída,
pasaba
y me ungía este sol puesto
una
mañana amarilla, vestida de invierno
y
su frío azul, encendía mi cigarro
y
un humo y un eco envolvía
un
hueco que dejó abisal la última helada,
carretas
deslizaban las nubes
abriendo
el vientre helado del cielo
este
Sol tímido de invierno
parecía
asustado sin ocaso
ni
pájaros fantasmales
que
le hicieran nido.
Me
cobijaba la sombra de un ciprés enhiesto,
abría
las puertas de gramas voraces,
lirios
negros franqueaban mi verja
de
pensamientos que se amontonaban
en
la puerta, rezaba a mi Sol
que
no me hundiese la primavera
como
si él eligiese esta sequía
que
la tierra llora y quiebra sus entrañas
vestidas,
el viento era más fuerte que yo,
llevando
y sujetando el iris de nuevo cierzo,
crascitaba
por ramaje de mi muerto brevemente nogal
de
sombra densa cobijando tenebrios,
bajo
sus hojas caídas.
Portón
de tiniebla, el paso de su oscura raíz,
despertando
el devenir
rompiendo
el nicho de la primavera futura.
El
Castellano
IX.Invernando:
Camino
la sierra
y
labriego empedernido,
afilan
cintas de esparto
y
jocosos pinos bordean el monte,
era
ella caminaba siendo mujer de húmedas hojas
y
gramas recién nacidas
anudadas
a la cintura,
era
tiempo suficiente
para
el recodo de un fondo fantasmal,
estallaba
el acre que pisaba
palmo
a trecho,
ribazos
se despertaban sin alba
dejé
un lugar ramificado,
más
allá de juncos
y
fardos de nueva cosecha,
sin
ir más lejos
abría
la tierra vieja invernando
su
ombligo de invierno
la
carrasca de hoja inmoble afinaba
sus
dientes de hojas
que
el viento pasa y respira.
Campo
lejano por cualquier parte
sentir
que dejaría plisado
por
encontrarse con tus ojos,
pecho
de paja nueva silo dormido
de
hondo surco y barrizal,
oscilando
el filamento de un severo cardo,
entre
caracoles mutantes, judíos blancos,
dejé
mi traje a reverdecer ortigas y orugas seculares.
entre
la joven hierba y el rojo trébol
del
sendero,
recojo
mi árbol del mañana y me marcho.
El
Castellano
X.PANIDA DEL AZUR:
Saeta de prisma,
enardecida amante solar.
Reminiscencia en umbra
alegoría de carnal flor.
Lejana entraña de hoz
letanía viste que exuda
su sátiro perfume.
Salmo de noche,
voz mitad alma la tuya.
Elogio de estambre
¿Cuántas voces acallaste?
Eufórico vientre ardiente,
soy yo hacedor de luna fija;
claror que fulge, fragua
estertor verso solitario.
Este será muro de mi alma
con enredadera de torre y almena.
Dejaré mis versos
en oscuro parral,
es hora vacía mi casa
huí, dejé mi alma con mi gato,
salí por gotas de lluvia,
las más frescas,
las primeras caídas.
Mi alma salió en mi busca
habló y preguntó
a la araña de mi patio,
cual dijo estaba tejiendo
digna tela su visión no pude cazar.
Preguntó al caracol:
-Al fondo ´
del verde a la derecha puede estar ,
allí le encontró
tumbado en la grama
hablando con una malva
estaba pidiendo algo de azur brillante,
¿Dónde estabas ente mío de alma?
Te extrañaba,
Fuí por comida para tí,
-No me dejes más sola,
sin mí no tienes voz
sin ti no tengo vida,
ni la rosa en cruz su despedida.
El Castellano
XI.Fragor, clase de fantasma:
Cuervo
guerrero de los tres umbrales.
Morí en mitad de un verso
sin acabarlo,
desnací etéreo,
abrí vorágines perplejas
de pureza repleta,
hoy abro eternidad
y todo lo que ésta llama.
Responden azares roídos
como grillos
extendidos, de sonido carcomido,
tras catorce años
de énfasis en venas
de mi desempeño
y funesto azar,
soy libre,
para deshacer este tiempo
y hacer hijos al gemido
dejando un eco
de sopor inmundo
de surcar infierno
y traer mi laurel encendido
por cuántas égidas
me entonaron invencible,
siempre seré castreño
digno a suerte incendiar,
desvelo el secreto de mi arduo oficio,
poesía
consecución de imágenes
de principio a final.
Poesía; soporífera luz en mi sangre,
titán que resistiré vivo
o muerto debo de quedar.
Destino haz con halo inmundo
puerta al reino
de dioses
sin acabar,
Parnaso flamígero en lumbre desnuda
al dictado de arpas, violas, violines,
clarines, organillos, ninfas, Sátiros,
hadas, quimeras, dragones brujos de naturaleza
desvencijada,
duende, elementales de toda orden,
nereidas, súcubos,
quimeristas de primera,
avanzo mi propia espuela,
centauros,
milesianos,
Dagda, Balar, Morrighan,
Lugh,
quodi pragma,
alzado hoy
pureza rauda,
resumo venzo coarto
con mi flor de Hércules en mano,
este mundo,
que desvela todo sentido difunto,
los dos mundos
el mundo vivo y el mundo muerto,
habitan ambos el mismo terreno,
mundo de leyenda,
este mundo,
empezamos a juntarnos
antes que nacierais
eternidad
sólo un eje
surcar de la perfección
el umbral,
senderos en un viaje
por el destino sellado.
Mi clase
mi clase es de fantasma,
los dos mundos
el mundo vivo
y el mundo muerto
están comenzando
a no existir en el mismo espacio,
plasmar correcto
ley.
Rajar la existencia
del sol mayor,
surcar sus venas
y arrebatarle el corazón,
buscadores de certezas
tres hilanderas
nueve sentidos
tres dimensiones
vive mi hoja
yo no decido
mi hoja decide quede completa,
los colores, el gris,
el fuego, mi cigarrillo,
los susurros,
el ruido,
la luz,
la sombra,
la oscuridad bendita,
lo oscuro, la noche,
lo perpetuo
el sonido del verbo,
habla mi azabache,
mi escudo,
el sistema,
las murallas,
las fortalezas
el amor a la poesía
es más que tu insulsa vivencia.
Brillo, destello,
pulcritud de estela,
destierro de vuestra miseria,
lo visto,
lo nacido
lo vivo-muerto
retemblaré
que mi sino dicto,
silencio el final alumbrado
es sólo sangre en mis ojos.
El Castellano a
06-08-2018,
XII.Albo espíritu azogado:
Abrí
las rojas puertas
del
fantasma de mi corazón,
despertaron
grises leviatanes
como
agujas sin cabeza ni redil
era
él un fantasma puro, impío
un
último respiro alzó
a
mi cabeza,
y
caí de rodillas
a
otro mar
a
otro mar
el
suyo sin calma
ni
espumas purpureas,
abrí
esta vez las ventanas de mi pecho
esta
vez como si alguien las sujetara
en
mi propiedad
de
fría carne,
un
pulmón marchó a una rivera,
el
otro perdido marchó
a
otra con mi espíritu,
quedaba
mi cuerpo como frío, desierto
páramo
sin espacio sujeto
donde
anclar señero de luz
mi
pecho, el otro espacio
de
mí desierto
oscuro
como opacidad
de
noche de soto sin luna
sin
luciérnagas del cielo,
sin
fusiles que clavan su plomo,
sin
faroles ni lucientes
provocados
encumbrados
como
este vacío que ya cansado
no
más habita mi espejo de alma,
mi
pecho partido enraizó
la
mejor flor que la vida
pudo
darme
como
espina para clavar la espina
de
mi vida y asir
cielo
y tierra en marea
de
primaverales caricias
albos
ojos fijos
en
auroras que marcan
al
violácea arpa de mi despertar
creyendo
sus ojos un sueño
para
habitar.
El
Castellano
ESPIGA DE AGUA:

Con el filo y brillo reluciente
está la espada,
blandiendo surcos
en fosas funerarias.
A lo que su empeño sucede.
Quilla de un flagrante monte
surcado por el metal
de hilo de cobre,
sonaba con el viento
haciendo temblar calaveras
en lo alto de aquel poste de
telégrafo.
El viento tenía estridencia
y lamento seco.
Digno a desatar quimeras y bestias
rectas.
Capaz de dar voz a lo inerte de
la vida.
II Hoja:
Allí plantado como se siembra
una pipa
me encontré, detuve el sonido
entre escalas y cielos
soterrados.
Planté una pila de lluvia sobre
marzo,
contestó entre gramófonos la
tierra;
una melodía jamás interpretada
y jamás semejante o similar
a haberla escuchado una vez.
Era como un maullido entre
gramas
y bocas sedientas.
Como cerrar y esperar que la
compuerta secara,
como desplomar semillas
y aventar espigas;
plantado como una sola
de carne y tinta
que la espera viola.
El Castellano
XIII.Amante fantasma:
Hablo
desde esta sombra
que
me habita,
un
cielo noctámbulo me cuelga la caricia,
mi
vida que jamás se consume en desquicia,
rajo
este sol que visita tu retina,
espacio
derredor acaricio
en
agujas que te cuelgan el techo,
flor
con flor brilló nuestro corazón,
una
luna tejida por su alarido
a
galope del viento en mi mundo
te
alzo en piel de piedra
crepitando
tu rayo que me cuenta
de
tu vena y su carcoma
muy
lejos de la tierra hilvano tus ganas
con
destello furtivo
de
sed de abrojo
cambio
tu vida a mi antojo
sí
tu pecho en rojo,
sabes
quien soy
soy
fantasma que sólo tú ves
flagrando
el viento a tu merced,
háblame
del puerto y su negro sentimiento,
háblame
del cuervo,
de
tu alma sin cuerpo,
ven,
ven a mí
veremos
el amanecer
en
la sangre de mis ojos,
acabaremos
con el destino inerte
que
cruza mi suerte,
ven
de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte
de mis rosas desangradas,
es
por tu roce que mi sangre bulle
y
jamás de ti se esconde
te
siento en cada silencio seco,
en
cada eco de oscuridad
que
a mi espíritu sucede
cómo
no tenerte
si
por tu idioma me florece el verso,
piel
con alma simiente del atardecer,
umbrío
cae su sonido;
Tu
cuerda que afina el grillo
y
cigarra con su guitarra
acantonando
nuestro oído,
es
por ti que mi suplicio cae investido
fiel
a recorrer tu segunda vida,
ninguna
mentira me dijiste,
el
miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la
noche llega de nuevo en tu pupila
de
esferas yertas
y
sus paraísos de hielo
que
cruzo al verte
quiero
que me sigas sonando
eternamente
la noche
para
todos los siglos
que
empieza nuestra condena
sintiendo
hoy la lluvia bajo tus ojos.
II
Hablemos
hoy en plata de tiniebla,
oración
de tu sangre yerta,
cumbre
febril de hoguera quieta,
ese
cuervo descubrirás su poder,
yo
iré de tu mano,
manso
tu poder sembrado,
aunque
no entiendas
no
preguntes por qué sigo a tu lado,
el
puerto negro te llamó
y
sentiste el poder de tu pasado,
nadie
permitió que desembarcaras,
capaz
eras de romper la cuerda
que
sostiene las dimensiones,
ni
vivo ni muerto
niega
tu osadía,
cruzaste
la puerta de oscuros lirios,
tu
amor a la flor
al
creador conmovió,
resoplo
tijeras rojas
en
grises ideas,
desenfundo
mi filo,
crepitan
arduas espadas,
respetaste
la muerte y ella
respetó
tu vida.
Crascita
tu lozanía,
entre
forrajes
y
soles pudientes,
desmenuza
tu silencio,
clavando
yunques
de
paredes granates,
el
peldaño irá cuesta abajo,
cabalga
tus lindes despiertos,
libérate
de insectos que caminan,
turbios
azares me cuentan
de
tu devenir rizado
al
filo de la navaja.
III
Anochecer
de mi vida,
en
tu patio de la araña,
rezogan
clarines esquivos,
yo
soy lira de alma consumada,
vicisitud
ensimismada
de
tu azar en semblanza,
vivo
flagrando tu azada,
pulcritud
entre cristales rotos
esa
soy, bruma en tu noche,
claridad
en tu día
luz
de cada siembra,
arena
del tiempo
enclaustrado,
vine
deshojando recuerdos,
hoy
me diste voz,
no
seré yo tu perdición
sino
el camino a tu salvación,
viviré
mordiendo tus rosas
que
desangran tu amor,
liviaré
lo liviano,
afligiré
temor al miedo,
seré
aliento perdido
descubierto,
te
abriré mi reino,
las
escarchas serán los colores,
viviré
besando tus flores,
limaré
abrojos nacientes,
serás
estaca del destino
servir
a tu alma sin nombre
me
alumbre,
camino
de mis flores desgranadas,
sangre
de tu reposo
mi
amada espina de sombra.
Förüq
XIV.Yo reposo despierto:
Insumisa, quieta luz con bordes,
que repele cristales huecos
y desplaza a su entraña.
Vivos , hondos, carnales rojos
a la amarillez plena
de la esperanza,
seca, abierta de ojo profundo
con iris encendido
en vivo verde
como la sangre del esparto.
Tu mimbre
que profana y sienta
sombras de agua.
Luz de bermellón energía
por pasiones fugaces
de labios rotos
y besos en el aire .
Nunca disueltos
los rudos huesos
del conocimiento,
entre voces perdidas
fecundas la dicha
del tiempo atormentado.
II cuartilla
Vuela tu intelecto
haciendo nidos
en nubes del cielo.
Somera sin obstáculo.
Infinito, despacio , perece
a tu lado .
Luz de infrecuente secuencia
trinos de blancura primorosa
abres;
rugiendo tu azul disparo.
Si acaso el sol fuese tu hoguera
desnacerías en el umbral
de su invencible ascua.
Luz con tu onda
exterminas azabaches
de sombras
que la noche nunca acaban.
Umbrales tejidos
quedan iluminados
al fragor de tu dorado amor,
carne de la bondad atravesaras
quedaría el corazón
como llena ciruela.
II
Rompo
saco los ejes
de
esta imaginación en campana,
yunques
despiertos me clavan
que
llegó mi momento,
taciturno
lustre oxidado,
alas
en bronce agujereado,
es
por mí es por ti
que
dicta este haz, apolillado,
polvo
en el viento
sombra
desterrada,
el
alma de un cuervo,
un
granate dirige esta mi sed,
hasta
ser color de ayer clavado,
al
limpio, seco, duro faz ensartado
cabalgo
que avanzo
y
sombras me acompañan
esta
visión serena, opaca, desangelada,
siendo
directriz fusilada,
que
late el cuello de la penumbra,
cuando
oscuridad llama
estoy
sembrando objetivo
de
mi postrada calma.
III
Tiempo
que se oxida
en
este vilo,
eternidad
azogada
en
negras tijeras,
es
el tiempo
de
mis murciélagos emergiendo
de
las sombras y su madre,
se
estira otra primavera
por
mi avenida,
me
mordieron
y
no me arrepiento
de
mi nueva vida que tiento,
oscuros
silos me acogen
donde
sembrar alaridos
de
vidas traspuestas
a
mi fría caricia,
soy
ente de otro ente,
mi
sombra me quiere,
yo
la digo que un día la alcanzaré,
que
muy lejos no vaya,
avanzo
que trenzo
el
tiempo de mi suspiro helado,
para
no tener alma
ni
espíritu de hielo,
sólo
una sed de vida
por
repletar,
de
un horizonte al hierro
encontrado,
de
una arteria
hago
río de sangre
en
mi adentro.
El
Castellano
XV.Förüq breve recopilación,
Hablo
desde esta sombra
que
me habita,
un
cielo noctámbulo me cuelga la caricia,
mi
vida que jamás se consume en desquicia,
rajo
este sol que visita tu retina,
espacio
derredor acaricio
en
agujas que te cuelgan el techo,
flor
con flor brilló nuestro corazón,
una
luna tejida por su alarido
a
galope del viento en mi mundo
te
alzo en piel de piedra
crepitando
tu rayo que me cuenta
de
tu vena y su carcoma
muy
lejos de la tierra hilvano tus ganas
con
destello furtivo
de
sed de abrojo
cambio
tu vida a mi antojo
sí
tu pecho en rojo,
sabes
quién soy
soy
fantasma que sólo tú ves
flagrando
el viento a tu merced,
háblame
del puerto y su negro sentimiento,
háblame
del cuervo,
de
tu alma sin cuerpo,
ven,
ven a mí
veremos
el amanecer
en
la sangre de mis ojos,
acabaremos
con el destino inerte
que
cruza mi suerte,
ven
de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte
de mis rosas desangradas,
es
por tu roce que mi sangre bulle
y
jamás de ti se esconde
te
siento en cada silencio seco,
en
cada eco de oscuridad
que
a mi espíritu sucede
cómo
no tenerte
si
por tu idioma me florece el verso,
piel
con alma simiente del atardecer,
umbrío
cae su sonido;
Tu
cuerda que afina el grillo
y
cigarra con su guitarra
acantonando
nuestro oído,
es
por ti que mi suplicio cae investido
fiel
a recorrer tu segunda vida,
ninguna
mentira me dijiste,
el
miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la
noche llega de nuevo en tu pupila
de
esferas yertas
y
sus paraísos de hielo
que
cruzo al verte
quiero
que me sigas sonando
eternamente
la noche
para
todos los siglos
que
empieza nuestra condena
sintiendo
hoy la lluvia bajo tus ojos.
Förüq
II
Tumbado
el horizonte
se
acuesta mi ilusión,
este
mundo arde en un verso,
la
decencia queda volcada,
la
gente se pierde en el alambre
que
sujeta el verso,
mirada
a la tijera
y
que suene la campana,
todos
mis sueños quedaron amados detrás,
yermo
el terreno mecía un alarido
por
la tierra que no estaba muerta,
vuelo
sin suplicio dormido,
la
acequia mi sangre lleva,
pierdo
el control por quemarme con su luz,
resumen
de lo vivido en la esfera de su retina
más
que un crujido de mi ventana,
al
viento le pido me acerque su latido,
camino
por fuera del límite,
anudado
el tiempo y sus cuchillas doradas,
sol
tras sol, día tras día,
todo
lo haría para que te quedaras en mi vida,
graznando
viene la noche
por
el círculo dibujado por la luna
se
cava la llegada del día,
desde
el lugar que yo amé antes,
te
escucho gritar,
la
oscuridad me sostiene
con
su manto templado,
vuelo
al alfeizar,
tu
habitación muerde mi pupila,
el
tiempo me vio nacer cuervo,
jamás
rendido desde una torre a otra
exclamaba
el perdón de los Dioses
por
alimentarme de sangre,
llegada
la hora
que
luciérnagas cuelgan noches en los robles,
se
abría el reguero de mi sed de abrojo,
la
araña tejía su cena,
yo
te esperaba como cada noche,
los
minutos derretidos en mi colmillo,
granate
albor se deslizaba por la tercera campanada,
tibio,
parco, sumiso, el sentido,
se
vencía mi sed de nuevo,
concluida
la estampa de la sombra,
que
araña cada grito en su cama,
danzando
mi calma.
Hoy
no será una noche cualquiera,
se
prende la hoguera,
la
sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento
yo
no me acuesto,
limo
mis nervios con acero,
la
lluvia canta en mis oídos,
será
otro amanecer violeta postrado,
mírame
soy el alba de tu amanecer
hoy
no me verán perecer,
mírame
voy por ti.
Soy
förüq.
III
Estupor
nacido
tus
brazos no están lejanos
a
través de los tiempos
todo
lo que siento
es
un ramillete de estrellas
esperándote
en la cruel avenida
de
ángeles estrellados en sus caricias
puedes
verme caer en mi subrepticia
vida
que para en vivo
y
me deja verte
resumen
de lo vivido
cuando
la noche comienza a sonar
yo
vengo por el camino de las espinas
hoy
que no se bendiga
me
mantendré esperando
con
mi soledad por ti
ecos
de un tiempo
que
se desvanece en el vértice
si
ese por el que colgar mis ilusiones
gana
el horizonte
yo
era más viejo a la entrada
de
las nuevas visiones
yo
cambiaba el tiempo
en
la hoguera
al
parpadeo estaba besándote
al
fulgor crepitando la estrella
en
amor latidos sordos de penumbra
me
cuelgan las pestañas
todo
te lo di
y
te di más que nada
me
enraizan las malvas en mi nicho
hoy
seré yo quien muerda tu cuello
al
son de la luna seré el vampiro despierto
a
través del tren de la noche
atravieso
zarzas y cardos
hasta
llegar a tu ventana
el
azabache es llorado de nuevo
queda
tu corazón de cuarzo
la
noche se mueve
mis
grillos cantan un réquiem por la flor
se
despierta un cuclillo en amor
eres
mi fuerza, eres mi hombro
me
deslizaré en tu cuarto
cuando
las sábanas arropen tu cuerpo
y
yo beberé de ti el sentido
hálito
de vida en hierro
esta
noche de primavera
que
corría hacia atrás
seré
espectro en oración
hasta
llegar a tu puerta
y
devolverte a la nueva vida
tiempos
negros me trepan
cuando
su eco sordo
baila
en mis pestañas
me
fumo un cigarrillo
a
la hora que lechuzas despiertan
se
oye el resquemor de tu ventana
mis
colmillos brillan
tú
dormida sientes frío desde tu cuello
a
tu sentido
visiones
de tu nueva vida
te
entran despiertas
y
yo ya no estoy en tu cuarto
por
las violetas nocturnas
recorres
la grama de tu patio
comienzas
a explorar tus nuevos sentidos
y
escuchas en tu cabeza
bienvenida
a mi mundo.
Förüq
IV
Resueno
en
el borde del papel
la
condena dilecta
que
marca un futuro
en
subrepticia subyugada
a
la luz vuelta oscuridad
del
alma deseos de sangre
que
jamás se cumplirán
solo
la sed de vida por gastar
besando
en la noche la sed
de
vida ganar
asesinando
creencia,
aliento
y latido
en
la oscuridad vuelta luz
un
silencioso lugar
sólo
el latido escapó,
el
espejo no refleja
lo
que reconozco
y
mi vida va quedando atrás
solo
tu mente atrayendo
para
sentir el aliento.
Deshaciendo
este frío
hojas
y hojas de pensamientos
van
cayendo
cuando
me paré a mirar tus ojos
que
ahora no puedo borrar
ni
en oscuridad.
Te
voy viendo llegar,
tu
calor y corazón latiendo
estáticos
dueños
de
su tejida existencia,
te
veo en paciencia
y
me voy adueñando de tu pensar
mas
que sangre
quiero
cerca tu vida
para
yo sentirme con otra
que
hasta alma tiene,
y
se va desgastando el camino,
los
pasos trazados
se
vuelven ilusiones.
Un
día derretido,
el
segundo quedó en vacío eterno
sin
manipulación
de
un ser superior
no
puedo ayudarme
en
este frío y vacío espacio
cada
noche
deseo
sentir tu amor
algún
día
para
siempre.
Förüq
V
Avanzo
despierto
las
sombras por carretera
del
mundo inerte
que
vive en la sangre
por
brotar yertas espinas
grazna
el cuervo del lugar
y
los altares gotean
sangrando
murciélagos
ojos
ausentes de sus ojos
que
juzgan en su mentira superficial
qué
necesitas
cuando
todo suena a final
y
el circo de la sociedad mece
y
teje tu actividad
rojos
al mirar
guerreros
del abismo soñados
no
cielo para vivir
eterna
batalla espiritual
del
interior de la tierra
llueve
de nuevo
nubes
se derriten
plano
elevado en vida
único
libre de acto y pensamiento
al
océano de hierro y construcción
solo
un deseo que se pudra en albor
y
el resurgir venga
brillando
sangres
mas
lombrices maldiciéndose
por
haber acabado su hogar,
desaparece
y viene la oscura noche
a
pesadilla mece el sonámbulo devenir
de
quién me habla en mi cabeza
diáfano
cuarto donde se clava
el
sembrado silencio
donde
el respiro cuelgo del techo
crujiendo
paredes el sentido
me
nubla los ojos
hay
algo que me llama
es
el hambre de la caza.
Förüq
VI
Iba
la tiniebla bajando mi escala,
iba
vestida como florece una roca
de
anchas y hondas calzas,
desertora
de la mundanal zozobra
que
me acusaba,
bajaba
y se preguntaba si la luz estaba con hambre,
entonces
abrí la ventana y apareció su madre,
azogada,
cansada de ocultar la luna,
abrió
sus oscuros párpados
y
una espectral sonrisa se dibujó en su cara,
para
decirme: -Esteban su Sol ha muerto.
¿cómo?
Entonces
encendí una lumbre,
y
lentamente devoró aquella madre oscuridad,
mientras
yo escribía una elegía,
posó
mi ventana un cuervo,
que
dijo: -Noche siempre.
entonces
un vil recuerdo de mi Sol
cruzó
mi mente,
yo
que le creí invencible
ahora
la luna era una esfera negra,
un
espectro se colaba por mi ventana
era
una mujer sembrada en sábana,
me
acarició el hombro con su manecita helada,
ella
que dudaba más de su existencia
que
la propia duda,
entonces
miré mi imagen en el espejo
y
la imagen me devoró el rostro,
ahora
lucía una piel pálida
como
la arena
y
unos colmillos que atravesarían la madera,
era
el inicio de mi condena.
Förüq
VII
Mi
polilla desvencijada
nace
del espejo que crepita
una
boca de esfera y su artificio,
revoloteos
en torno a la bombilla
que
más quisiera ser ella la estrella
que
te atrae
tu
noctámbula sed
de
espinas blandidas,
un
viento lunar se reposa
en
mi ventana,
siega
del mar oscuro
que
todo tiñe de malva nocturno,
hoy
estoy aquí
ante
ustedes cigarros
para
latir
y
que vuestro color
sea
expulsado,
recibo
que acuso
ponlo
en mi pierna
caminaré
el infierno
por
si consigo pagarlo
con
mi sangre algún día,
serrana
se torna mi almohada
de
su musgo y lozano rostro,
por
el canto de este caracol
que
ya no late se quedó seco
en
su intento,
es
una luna menguante
y
su aguacero litigio áspero,
un
iris y un prisma lejano
es
mi hombría un surco
en
mi jardín de cementerio
por
el estío rígido
y
sus cristales de hueso
de
un sol
que
le enfadaba su luz.
El
Castellano
VIII
Seco
y duro, seco y umbrío,
corría
el linde quieto
por
la arboleda despejada
daban
las tres y treinta
de
la madrugada que se marcha
por
oscuro diván de la sombra,
un
espejo tímido sonaba,
el
reloj paraba,
con
un grito de estrella,
su
alcoba fría en la que despertaba,
no
quedaba viento de palabra,
ni
pensamiento ágil que en eco no quedara,
lanzó
aquel espejo contra el suelo,
y
rápidamente sangró un borbotón de sombras,
se
abría la noche y sus quimeras despiertas,
brotaba
de su ceniza de pulmón,
el
irisado que la oscuridad clama,
quedando
para siempre
su
alcoba fría y vacía,
sombra
de aquel que sonaba una noche
que
ya escapa.
El
Castellano
IX
Una flor vino del cielo
a la puerta de este mundo.
De sombras libró
los sentimientos puros de corazón,
la señora de las flores silvestres
la adornó del color de la noche.
Luz de luceros caía a ella
sangre de oro, polvo de estrella
dormida, su nota suspira
única dama de la noche
gustaba la flor llamarse
llave de este mundo
con el mundo de lo inerte
la visión
de espíritu suplicante,
blanco vestía, en traje luminoso
sus pétalos abiertos al valle,
de la niebla y la bruma,
valle de árboles cantores.
Bien vistosa te veo,
bien dulce te siento,
bien fiel te oigo dentro,
si nací ciego para verte con el corazón,
si no todo en la vida, vida mía
con los ojos se ve,
dime sombra por qué has enamorado
cada parte de mi ser,
si existes por qué insistes
en transmitirme como sientes
si ya dentro vives,
si ya de ti me tienes,
si ya has asesinado mi soledad
y feliz voy a vivir contigo la serenidad.
Con hueso y fuste un fiel desespero,
vio reinar el cielo
única dama de noche desvelada
por ella azucenas nocturnas
su pelo, acampaban,
en oro y sangre
se alzaba este lobo,
trémulo desliz nacarado
fuego en la piel
hierro fulgente de estrella en los ojos,
me acompaña tu latido fiel de la noche
que cierras con un beso al horizonte,
con garra y letra inspiras este ser,
por el camino de nunca volver,
eco sordo de oscuridad
mece tu mirada,
al viento que aúlla tu nombre
hada fiel de la sombra
que tu Hipsípila te llama,
cuando todo lo suyo es para siempre
un tiempo que se resquebraja dormido,
la puerta de este mundo no encontraste cerrada
hoy te amo retorciendo tu esencia en mi cuerpo
se congeló la maldad
derrota su caricia brilló mi bondad
refugio de tu latido con el mío
a las flores por abrir en mayo
es nuestra comunión de estrellas
es mi vida en la floresta
donde enarbolar
tu belleza sin igual,
allí solo allí que entone mi grillo,
abriendo un suplicio de todo lo vivo.
El Castellano
XVI.LA UNA DE POLVO:
Se podan mis recuerdos
saberes presos,
por el linde despiertos,
vida de vida en flagrante estrella,
si por querer pensarte
jamás desapareciste,
mi Malva-Luna
en Brea quieta, encendida,
disparos de un tiempo fulgurado,
mi sendero ya no corría agrietado,
miedos asesinados
de como solía ser
destellos fugaces acampan
mi destierro por las venas de tu alma,
silencio carcomido por olas de nuestro mar.
Pensamientos negros ya no me clavan,
ni hiedras me escalan
tapando mi luz fulgente.
No es tiempo de muerte,
mis cuchillos ya no laten hirientes
hermanos del fuego ahora son.
Al compás de un Sol mayor.
El Castellano
martes, 31 de mayo de 2016
Perpetua una,
por el bajel del alma,
bajaba recorrida,
por entre encajes olvidados
me descubría,
el caballo del ansia mía,
donde empezaba a abrir
en sus piedras de ojos negros,
y la cabellera levita
por altas ramas,
donde acaba el sueño
taciturno de su sonrisa helada,
voy allí sembrando ojos
en sus labios áridos,
no me apetece seguir sufriendo
para ello sirvo mi aliento,
donde acaba lo que siempre
creí conocer más me detuve a envejecer
sin mecer alas cansadas,
el horizonte me cuelga la rama,
y yo loco callado pienso
en un tiempo que me apetecía recorrer
tus simientes azules,
en un mundo que mis labios, cierra
tornándolos grises,
la idea vuela eterna del estado mental
por conquistar,
esta es mi vida
, esta es mi suerte,
pregunta a mi orificio demente,
que dispara por mi boca
la locura quieta que mía te arropa ,
haciendo cálida la estrella
de mi popa
y mi ángel sangrando versos de hielo,
en el tibio, ancho, escurrido desliz
que me llevó a contarte mi verdad,
por la que quedaba frágil,
vulnerable sostenido yo
en un destino incierto
del comienzo del Alba a mi insomnio
que me da energía.
Que fiel asesinó la caricia,
en cama de ojos en alfiler
y patadas del sueño,
crujiendo mi ser en una araña,
llegó el tiempo de escalar
por si un día abandono
será cuando me vuelva polvo.
El Castellano
XVII.Desde que vine a vivir:
Imperios
de ojos cerrados:
Páramo
del verso solitario, decapitado
buscando
el encuentro
y
su soledad que mece riza y concluye
momentos
de la fuerza universal
menú
de la disponibilidad de vida
mi
lluvia sube redonda tu cara perpleja
podemos
salvar lo regio del reino que cae y vuela
soy
uno, rey de sí mismo sin atisbo
desde
el fantasma que vengo
todo
crecía ardiendo
no
tengo miedo a su pirámide
ni
su ojo absorbente de mí mismo,
tú
piensas tu resguardo
en
la radio hablan de nosotros
te
incitan su teatro de vidas manejadas
el
amor a la flor me lleva,
cabalga
mi iris consumido
a
lo onírico de mi conciencia
Orando
por mí mismo
mientras
muero quiero dejar absorto el tiempo,
agujerearlo,
estirarlo, romperlo
en
la rebeldía que asesina la vida material
inconcluso
en este mundo
no
puedo volver eternidades atrás
deberé
guardarme a mi existencia tejida
pero
sin asumirme o doblegarme a ella
nada
que negar en silencio seco
nada
que defender
solo
una parte soy del eslabón
nada
de mensaje
nada
que decir
nadie
a quien impresionar
es
mi vida nada más
puedo
empezar mi historia de nuevo
por
mis amores típicos
de
ser humano insignificante
nada
que arder, nada que cambiar
todo
puede suceder,
los
errores no se pueden quemar
a
quién le importará
carnes
pensantes me dan igual
el
Juez Supremo me dirá
a
mi Conciencia de ser humano
le
hago un templo
la
verdad compañera sin ti
buscando
más razón
del
amor del Sol,
en
comunión sangrando lunas
en
armonía de esferas de años fríos
vívidas
estrellas que todo lo imaginado
viene
de ellas
hasta
este astro apagado en vida
que
arde por dentro
su
ser llamado planeta Tierra
sabes
que puedo
pero
no volver de nuevo.
El
Castellano a 09-03-2015
XVIII.Siembra del pensamiento:
Asustado
no estoy
el
miedo perdió su cobijo
los
dioses de mi cabeza
reinos
de su locura
inhabitada,
extensa,
auspiciada
inteligible
puedo
bajar por el cansancio
escribir
un mundo muerto
creciendo,
buscando verticalidad
en
la sabiduría de mi verdad
ausente
el día desde mi hogar
busco
lo inconsciente del sueño
que
pierde esperando
esas
profundidades del hálito de vida
por
despertar la semilla
de
la sembrada humildad
qué
solo yo veo y me basta
piensas
que estás salvado
mentes
blindadas
en
la luz de la conciencia
unificadora
que dicta
el
retorno al único origen
voy
escalando estas nubes
de
mi mente
considerando
brillos los sentidos
costando
y pagando el pasado
tiempo
que despierta y roba el sigilo
caminante
de la sombra
grito
a la mente que me habla
pudiendo
florecer
una
y mil siglos más
la
bruma teje su limitada ascensión
que
subyugada y difuminada en la sociedad
material,
empedrada de su cementerio
llamado
hogar basado en la mentira
el
cerco se estrecha ahorcando al gobernante
del
aire
y
los ineptos millones de ausentes
pájaros
voladores que creídos pensantes
ven
como los dirigen
sumidos
en directrices de hormigueros
y
el libre tiene la cabeza a líneas
de
horizontes superpuestos
en
laberintos de lo perfecto
que
la elevada conciencia
te
tiene de paraíso en lo insignificante
que
marca su autenticidad
y
se hace risco en la eternidad.
El
Castellano a 09-03-2015
XIX.Desde que vine a vivir:
Ascua
irisada al tacto,
estoy
bailando sobre una estrella,
todas
las cosas que vienen ahora,
en
soturna claridad apagada,
hoy
es el ahora,
mañana
es para siempre,
mentes
acristaladas
en
espejos que les reflejan,
rompo
mi sumisión particular y generalizada
a
esta realidad mecida y dirigida en el ojo
sí
ese de su escuela, en seis mil millones
de
mentiras que caminan,
todo
lo visto quema mi retina,
por
el ojo de este cuervo
el
tiempo ya no me puede sostener,
volando
lejos donde la mente alcanza,
no
tengo creencia que estos tiempos
serán
mejores,
me
estrellan sus filos hirientes,
entre
lapsos de gentes
al
parpadeo me venzo,
hoy
será vendido al postor rendido,
extasía
en metal prendida,
todo
lo que pasó:
Estoy
soñando
el
tiempo que cerraba mis ojos,
retales
que cerrar y su olmo blanco,
su
jardín azul, su fuente de cristal,
nada
desvanecerá al Miguel sin alas,
seco
de hoja de otoño
no
me llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,
ni
mi acristalada fuente,
ni
el olmo que no es mío ni su blanco
será
mi aura intransigente, seca a morir,
sobre
los años avanzo,
yo
soy el Sol,
lluvia
cae de nuevo este acre me cuenta
algo
para tu entendimiento,
cruzo
los cielos muy alto de nuevo,
soy
el humo,
yo
soy la piedra que te habla.
El
Castellano a 09-03-2017
XX.CEGADORA SIEMBRA:

Bruma en su gris sostenida,
azul derretido en fugaz idea
sin soplo, viento mordaz
de esta acequia verdadera sostenida,
en sus fanales mieses deshojadas,
cabalgo que trenzo mi infinito soliviar
de labios grises,
por esta condena rizada
se alza que avanza
mi sepultada sed de abrojo dormido,
en esta siembra traigo mi vida,
por caminos y senderos olvidados
de los Dioses con sus plantas silvestres,
desde estos insectos de mi verso encendido,
mensajeros divinos
con espuela de transparentes alas,
me declaro que me proclamo
sirviente encumbrado
de la única belleza
dama consumada Natura.
Soy yo su Cuervo Förüq,
hasta la pausa de mi tiempo
yo cultivaré este agraz doliente
de mi intelecto agudo,
desde el retorcer de este alambre
para colgar mi estampa rizada
de mi árbol de las cenizas,
pidiendo me de permiso
para yo ser el mejor poeta
que parió tierra y semilla,
mi sangre, mi carne, mi espina,
mi aliento de piedra,
mi luz, mi araña y su carcoma tejida,
mi tierra,
mis campos,
mi Flora,
hasta ver las auroras,
hasta cabalgar retinas
en sangre de sus ojos jamás complacientes,
destellearé hasta la extasía de cristal,
hasta habitar cada colmena de mis abejas,
en este campo de víboras
traigo la espada de tierra,
esperando me forje el romo hierro,
cauce, en mis venas.
El Castellano
XXI.Cristal de aire:
Acreciento,
voy menguando
al paso
ferviente de tu sola voz,
en agua
destilada, candente
cristal
de gotas sólidas,
cadena
sin mi nombre,
que
crascita entona
un yo te
desvestí
a mi
helor
un
cristal que sublima en aire,
caracola
resistente
hiriente
, vespertina a fragor
cual
buque emergiendo
d'este
abismo llamado verbo,
coagula
mi aire
en
novecientas ascuas,
que
flagran tu sendero de luz,
cuál no
dio fuelle a tus alas,
mi amada
voz,
hacen
nueve formas,
nueve
cerrojillos de hielo,
en
novecientas nueve hojas
que
encierra
tu
corazón en mi agua´
siniestro
caracol
con mi
desvelo en hoz.
Inocente
no soy,
ni
ángel,
ni
vendido,
ni por
éxito mendigo,
el que
no me acepte es su problema,
yo sé
quién soy.
Miles
dei lumen,
Förüq
Miles dei lumen versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia exspectare
sed ardit.
Guerrero
de luz,
en verso
arde,
ardiendo
metáfora,
crea
caricia,
expectante
de la sed que arde,
novecientas
noventa y nueve hojas
esconden
tu asido ramillete
que
esconde tu cristal de viento,
hoy es
por mí
que
empecino
que soy
culpable
de alzar
mi cenit
en
cúspide inefable,
de esencia
que no llora,
dicta,
que sólo es tu voz .
Pureza
en vena dispuesta.
Una
asonancia predilecta,
pude
servir,
me quedé
en tu frazada
del
juego
que como
todo juego
sólo
abre
sólo
despliega la opción.
a perder
venciendo,
tu voz sólo
eso,
musaraña
cristalina,
de nácar
y espejo quebrado
con mi
cruz a lomos avanzo.
El Castellano
XXII.SUEÑA LA REPRESALIA:
Sangre expiada,
ceniza aparente
de quienes eran,
incierto azar de las armas,
oscuro riesgo,
desdén del tenebrio
encorajinado,
parca ilusa que todo abarca,
sin oír a los Dioses,
simas y ríos que nos ignoran,
¿Qué campo no me atestigua
en ocres muertes
todo lo que la tierra devora?
Esta avara tierra
que relame sus crines de plata;
Y su destino no embellece,
justo de ala nueva perenne.
En las prósperas sienes
de regocijo,
acogedora sombra del blanco chopo
y este opulento tejo,
que al muérdago muerde
aguardando convencer
a las tres Hermanas de Negros Hilos
no me hundan en el abismo.
Mi musa cautiva toda de nieves
yo, de bronce,
niega ser de origen innoble
con ocho lustros asidos
opresores,
púrpura brillante,
esquiva,
pureza en jaspe
de luna,
del arroyo fugaz
bebe y el viento revolotea
sus suaves cabellos finos
fluctuantes,
se encienden
mis tibias cenizas
por amarla a ella
lágrimas sobre fértil vid
que engalanan,
Valgio abre y llora tu torrencial
desde tu hogar caelis,
deja fundirse contigo al Aquilón
cae tus espejos deshaciendo rastrojos
cabalga tu agua
por estos estrechos campos.
Abstruso tonelaje de mi pensamiento,
hosca patria mística
de amor furtivo,
trémulo de lo que el querer quiso,
sin falso engaste avanzo;
el poder del cuervo siento
ese único que visita mi jardín
a las nueve.
Por oscuro aflige
que ya no es celestial,
ni aunque el cielo fuera pardo.
Vetusto, geométrico, áspero
mi desliz absorbente
como un torbellino,
que ya las penas
de mi olmo desnudo
no llora
ni la belleza refugia en esfinges
sus torres que son de la tierra
como señeros de vivos,
raudos árboles enhiestos,
en su copa
que bebe al tiempo.
El Castellano
XXIII.Guardería de estrellas:

Ronquidos del mal dormido
y su visceral entrada,
quiere abrir la madrugada
guarderías vacías
de los gatos que cuelgan las estrellas,
inaugura el oscuro vivero
su cultivo de alas oscuras,
la noche cierra en vals,
su latido desnudo
que la penumbra sostiene,
aquí en el margen
del infinito horizonte
me cuenta la saeta de su sed de cielo,
oiga sombra desterrada,
encuentre mi latido nacido
esta noche que tus hermanas
se alzan bajo esta luna de hueso,
todo dibujas lúgubre
el color muerto se te descubre,
desde el cielo a la tierra
bañas todo yermo,
violeta horizonte que se retira
quedan sus mil fuegos
luciérnagas que al alba morirán,
noche nadie te quiere entender,
solo los faroles y fusiles
iluminan tus venas negras de oscuridad,
tú que sólo ciegas la luz del astro,
arrastrando su luna
con correas tiradas por los trescientos
caballos difuntos,
jinetes del tiempo me avanzan
la compostura,
muertos se enfrentan
por mantener su ciclo eterno
su espuela raspa el hueso,
la noche que cabalga con ellos,
corredores fantasma del viento,
oscuridad que no entiende
de maldades del hombre,
miro todo bajo la noche en mis ojos,
solo sombras caminantes y figuras
se forman en su prisma de aberración
sempiterna,
apuro mi botella
esperando ahogar esos fantasmas
de mi cabeza que suenan estridentes
con sus voces,
es un caldo malva de tristezas,
fosas de mi pensamiento
que abren al caer la noche,
enterrando lo vivido al día,
afilo estas mis venas,
esperando brille mi carne
y esta luz de vela se haga fuerte
y toda abominación espante,
todo avanza deslizando su hueso
es a esta hora sin el sol
que mis pesadillas
toman voz y materia,
puliendo este escarabajo de oro
me verá el devenir eterno
hasta el crepitar descansado
y su cruz de nuevo día.
Es una cruz, un origen
la vela y el candelabro que marcho.
Entumece visión su huella ausente,
aludido encumbra el párpado mío,
deseos en tierra soterraños,
avanzan los años
y se siente se exacerba ella su belleza
es dueña,
avanza sin rival ni reseña,
si su alma acaso me duela,
encuentro mi verso soldado,
por un mundo que cae en harapo,
es clase de fantasma que gasto,
es sangre en mis ojos,
el ruido,
la siembra,
los colores,
la verdad,
las mentiras,
el sol
mi astro,
la entrada, el portal,
la vida, mi secuencia
pureza soledad acritud extensa.
vine a romper el hielo en su frente,
el gris,
las fuentes,
la calma,
la esencia
que es brillo
que es fulgor destapado,
desaconsejado destello crispado,
cariño
la secuela,
fantasma de primavera.
Ario yo, en similitud sembrada
cadena de ausencia
arrastra mi alma renegada,
las luces, el orgullo,
abruma mi ser
su historia de plata,
porque la vive entera mi persona,
y de su ente no me puedo desterrar,
si cesa su alma
cesa mi sentido
y aliento forjaría veleidoso
como escalar la sombra de mi parra,
como hacer casa sin tejado,
abandonaría todo menos a mi ser.
En mi guardería propia de estrellas
para ella, mi calma
de espíritu en botella.
El Castellano
XXIV.Acuchillada osadía:
Descendiente fulgor entre grises sienes,
humores
de tierna fontana precipitada,
es
mi jauría de estrellas que la sed
vence,
conforma, infinito panal ahogado,
que
vence y me vence,
este
granate frustrado avanza
su
extasía de cristal,
forma
y conforma un lustre yerto,
ardiendo
entre cerillas
de
momentos intransigentes,
me
proclama mi verso
entre
manada de lobos
el
padre del lobo de hierro,
aullando
su temperamento de metal,
entre
sierras madres de ríos dulces,
y
de florestas destapadas,
yo
tiempo, vencí al doliente tormento,
entre
clavos y yunques despiertos
clavé
mi aliento,
soñando
que te soñaba
se
alzaba mi tiento,
acaso
yo no estoy durmiendo,
necesito
la superficie
de
los guerreros alzados,
represalias
de caras muertas,
salta,
salta mi abismo,
este
es el sonido de mi escopeta de cristal,
esta
clase es de fantasma,
vivo
si yo escribo,
parco,
tibio mi Dios de mis Dioses
solo
entre estas cuchillas de gentes,
inmortalidad
asolada descendiendo
entre
sombras de oscuridad madre,
cuando
todo indica
que
la oscuridad te supera,
no
hay soledad asesina,
porque
me gusta hasta mi cuerpo,
en
este otoño que los ocres
lucen
el suelo
y
llega el reverdecer del cielo,
en
pie llegó el momento
y
atravesar este viento todo lo que siento,
hasta
ser de la vida
el
victorioso esperpento
que
acuchilló su osadía.
El
Castellano
XXV.OSADÍA EN TRAJE:
Aguzaré en ramas de viento,
que la solaz, yaga en mi intelecto,
atravesaré con mi plomo,
cada siembra que mi ser derrama,
hasta volverla metal noble
de postrero envejecimiento,
quiero la apreciación
quiero la insignia
de este mundo que escapa
que huidizo deletrea
su énfasis de costumbre cómoda,
yo no soy de ojos cualquiera,
así el fuego me resquebraja
la hoz y el martillo
clavado en la esencia del pueblo,
no tengo superior ni inferior ni igual,
debate mi Dios entre las sombras,
si dotar a mi esfera de un poder que convenza,
y consuma en retina ajena,
siglos dormidos de fuste y escarchas de
parpadeos,
no nací para este social mundo,
podéis quedároslo,
mis pensamientos ojalá
algún día solo le importen a mi vida,
y la boca de los seres cierre
y abra sólo la Sabiduría
que tierna, yerma y estática
avanza entre torres de tierra de las que vengo,
los juicios todos queden vanos sin ella,
esta es mi vida que me sujeta,
que vence y plena
desangra de la estrella su pestaña,
un soliloquio que hablo solo,
y sí mundo de cabezas de grama
estoy satisfecho
porque amo mi destino,
que si nazco no le cambio,
a la bastarda opinión decrezco,
cuál el ojo único,
cuál el listón que tumbar,
se siente si le gusta a mi Narciso
es mi poema perfecto,
tenga el fuste y de belleza inciso,
cabalgar mi estaca porque valgo,
no como vosotros que miráis
únicamente lo que tengo,
tengo esta vida esta pluma de tinta infinita,
y a ver quién me alcanza,
quien detiene mi latido de sangre y tierra,
que seguirá escribiendo hasta que muera,
ser mejor que este silencio es mi meta,
y recuerde este tiempo bastardo que nada detiene,
y otorga como arrebata,
mis guerreros en pie,
a formar azadas del bien,
marchen mis cuchillas de recuerdo,
por acabar con desquicias funestas,
fundirá mi aliento por escalas con el cielo,
mis castillos en el aire,
dirán de verdad siempre vive
y vivirá este Castellano,
derretido el cuarzo
gemirá el tiempo terminando este mundo
como todo termina
incluso el latido
final feliz no puedo dictar en sentencia
a esta esfera,
leyes naturales existen
como diosas certezas,
finalizo este escrito sin tristezas,
me pusieron en su sitio bellezas,
desafío a lo que me rodea
a desnudar si es verdadero
porque eternamente solo
que mal acompañado,
salto, salto, santo mi abismo,
entender que nazco con cada poema
puliendo sombras,
hasta hablar por tuberías nacientes
de mis cauces de sangre,
lo siento mi Sol
mi inspiración será mejor
que la envidia que corroe,
que la competencia de mi suerte
solo una razón
porque busco ser perfecto.
Lit et summun canae.
El más viejo de la vetusta.
El Castellano
XXVI.Luna trece:
Luna plateada de mi cielo,
en
las noches
voy
a tu encuentro,
pero
te escondes
entre
bloques
de
hormigón y cemento.
Quiero
verte,
pero
incluso te escondes,
por
las violetas ramas.
Mas
los dragones,
del
cielo sonámbulo te acarician.
Cielo
obtuso,
de
sueños fluorescentes,
tú,
de color líquido,
solo
templado
con
miradas intermitentes,
por
el tiempo de espera angosto.
El
murciélago baila
con
el colchón de tu luz,
rasgando
sombras,
para
reposar siendo una más.
Oscura
nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por
qué te siento incluso estando solo.
flores
opaco reflejo
de
luz violeta
incluso
de noche;
artifficie
luzzae.
Lucero
de ciudad,
rompiendo
la obscuridad.
La
noche se detiene
para
sentir que estás conmigo
otra
vez más,
recuerda
que
tus ojos tienen sangre
recuerda
el viento
que
aúlla mi nombre
recuerda
la luz que tiembla
y
cruje la noche en las pupilas
recuerda
que me hablaste
de
amor en el tiempo
que
cae muerto
que
pactamos con el hielo
la
vuelta del invierno,
recuerda
cada latido
de
oscuridad
que
llama a tus venas de humo
recuérdame
en la eternidad del beso,
en
cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda
que vivo para ti
dando
voz a la soledad asesina,
la
flor vive soñando
que
fue mariposa y abeja,
vive
durmiendo la semilla
enamorada
de la tierra
para
despertar
y
enamorarse del sol,
clávame
estas nubes de sangre
en
el hierro de mi destino,
se
me negó la luz
encadenada
a esta tierra sin cuerpo,
solo
tú me sientes
en
este camino
que
no lleva retorno
solo
espiral anhelada de renacer
el
tiempo ya no nos puede sostener
camino
buscando el frío
en
este calor que quema el alarido,
te
encontré perdido
hoy
vives un amor
que
sientes soplándote al oído,
en
la puerta del infierno caído,
te
casaste con la luna
que
reinaba en tu corazón,
al
viento le diste voz,
a
la lluvia la nombraste
lágrimas
de mi ayer,
le
diste ojos
a
la sombra para mirar,
la
espina caía herida,
la
caricia retornó a las polillas,
la
vida marcha deprisa
cuando
abras los ojos
ya
todo habrá cambiado
solo
encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando
tu otoño
y
la caída de tus hojas,
esperando
que seas mi acompañante
en
los siglos y milenios
que
nos condenaron,
encontrarás
esta sed del cielo
en
cada silencio muerto,
en
cada raíz
que
grita en su tierra
toma
de la vida lo que quieras,
siembra
tu aliento
en
cada tierra,
tú
todo lo tienes
yo
solo soy una fantasma
que
sólo tú ves.
El
Castellano
XXVII.HEMATÍES:
Recto metal pudiente,
rige directriz
en este mundo de espejos irascibles,
de avaras ondas líbicas
que sedujeron el troquel
de mi soporífera piel.
Bajo tus compases desnudos
de pureza indómita.
Ojos flamígeros
con verde intransigente
desdoblado oasis
al candor escalado
en llamas, en escalas a tu fría luz.
Crestea el ser de espuela,
adoraciones férreas,
dispuestas en lágrima del fuego,
voy al nido de tus sombras
mi parra ya afilada bajo sombra madre
enhiesta dirige mi compostura
armada de pulcro silencio.
Desnudo en la penumbra
mis ojos limando
tu tenebroso violín,
parca mi destino,
ensombreciendo, anidando
este mi cariño dispuesto,
suave,
extensión del sórdido plano espectral.
Voy ya por mi nube rígida
densa tu oscura sedienta sangre,
reguero inmutable,
avanza la densa lencería de tu belleza,
no, no desvanezca tu honda mirada,
así me gusta a mí.
Senderos exterminados
que quisieron imponerse
sin tu querer.
Alojo la turquesa que te reflecta
mi cristalina musa,
solo ante el mundo
¿Y qué?
acaso osa compararme lo rodero,
transmigro mi ser en digna crisálida
fortificada,
buscando renacer
en colmena de esencias,
estoy cayendo
acaso no quiero,
subir descendiendo el generoso placer.
Sostenme aparte
donde nadie pueda verme,
seré tu suerte.
Herejía dulce saberte,
guiando mis abrojos
que me preceden,
me gusta saber quién eres.
Hematite cuando coagula mi sangre.
El Castellano
XXVIII.Ocaso florido:

Por
la solariega vega del alma bullo,
jamás
yo de sus brillos acrisolados
rehuyó,
yo
que en fiel hueso calizo me siembro,
y
crepito con su Sol mayor,
voy
hecho de lluvia
del
páramo su desventura,
las
mentiras son erróneas
de
todas mis caricias al cielo abierto,
la
noche que empieza a sonar a mi Vera,
mantengo
la quietud en alabada
sombra
engalanada,
cae
mi vida y de nuevo te siento
cerca
muy cercana,
en
tus campos nazco como hombre nuevo,
soy
el crujido en tu ventana,
fiel
abeja que a tu flor regenta,
enamorado
suspiro de viento,
tu
fiel sustento,
marco
inamovible del desespero,
verbo
y adjetivo de solar afán
en
primavera que corre y lleva,
que
abre y desgasta,
mi
verdad que eres real,
y
no un aliento de humo
dame
una salvación,
y
de la arista un primor,
en
este solar muéstrame lo que pasó,
quiero
ser aullido de viento,
solar
empeño en tu piel canela,
dame
vida que yo iré a tu vera,
una
tentación que espera,
no
hay miedo a esta hoguera,
este
mundo habitado por fantasmas
de
la gran ciudad,
me
cuelgo en sus faroles
en
alas de murciélago vivo,
hago
entender
a
este cielo de tijera descienda
su
violeta pintado de Malva-Luna
clamando
la vuelta de su fugitivo ocaso,
sin
soles lejanos,
héroe
del norte de tu boca,
mi
cálido corazón hirviendo
con
tu alzado amor,
mi
beso de azahar que te necesito,
siente
mi vuelta y su retroceso
a
nuestra estrella,
no
estoy perdiéndome,
me
gusta tu hablar, me gusta tu respirar,
estoy
dispuesto contigo a soñar,
estoy
viendo al hombre mirar a otro hombre,
estoy
haciendo de la bruma parir una sombra,
el
hoy no entiende de vender a este anónimo,
le
necesita para conquistar el mañana,
haciendo
la línea que separe,
ven
amor toma mi mano
deshacemos
nuestros pasos al andar,
acunando
campos de lirios,
dejame
nacer bajo la luz del Sol,
mi
respiro que mandó al cielo,
cruza
conmigo la era,
estallando
esferas,
hasta
que nuestro cuerpo brote en flores,
por
los pétalos de nuestras caricias
deshojadas.
El
Castellano
XXIX.Surco de alma:

Dentro
de la luz, fuera de la noche
y
su oscuridad que sujeta,
estoy
en el sueño,
estoy
a lomos de mi araña
descubriendo
mi pasado
que
voy dejando atrás,
un
tren escucho desasirse
es
mi existencia
en
tal crujido de sangre y aire
abrirse.
Ventanas transparentes
dejan
mis reflejos ausentes,
busco
por más
noches
en vela de navegante
sin
mar ni final,
yo
amo la virtud
mi
ser desnace en alas quejumbrosas
de
creación,
de
soles por ilusiones,
cumbres
febriles, bosques dementes,
sombras
amadas al acecho,
este
es mi pecho,
resquicios
de árboles
soy
ciprés
soy
guerrero de mí mismo,
era
o no era, sin abismo,
mi
tardío cabalgó estrellas
por
puentes,
ríos
y sus afluentes,
gramas
por sienes descubrió,
un
horizonte perdido
un
mar de cal y canto,
era
esta araña mi medio de vida,
una
oración, un ruego
de
que no me abandone,
cristales
rotos brotan un haz de sombras
es
una clase de fantasma la mía,
no
se consumía,
las
mentiras eran erróneas
detrás
de mi escudo
donde
todo arde,
el
tiempo es un saco
nunca
cambia
sólo
cambia su contenido,
una
vez la sombra brotó de mi carne
sentí
su abrigo de frío
quise
sonar la noche
quise
ser sigilo oscuro,
taciturno
del silencio,
mi
vía buscaba la luz
para
abrazarla,
me
abrió los ojos el mundo
desnudando
mi esencia
de
pronto mi bondad iluminó mi pecho
y
hoy soy dichoso, pleno, completo,
por
saber que soy bueno,
con
esto diferente a mi exterior,
y
no hay mal
que
no sucumbe
a
mi cuchillo de luz
llamado
virtud del justo.
El
Castellano
XXX.Carcoma del sentido:

Araña
el segundo colgado de la pared,
junto
con la pesadilla matutina
que
me hace esquivo y falto de tu piel
naufraga
el barco sin océano
del
rosario que acompañó años y años
de
investida locura sin culpa causada
resquicio
tibio, veloz estampa de hiel
cruel
caracol que avanza en un sentido
y
no es volverte a ver
días
cayeron por goteo
tierras
lejanas, sufridas
sin
hueso ni secreto vivido
sol
a sol elevado amor
preso
de aquel día que fuiste musa del alba
y
las nubes tornaron de color
el
cielo lloró rocas duras y encogidas
como
este corazón que hoy te habla sin dolor
avancé
paredes subiendo peldaños
las
puertas cerraron tu vista
el
techo se volvió universo paralelo
los
fantasmas seguían a dueto el verso
y
solamente quedo algo por decir
cuadros
de estirada realidad sin cielo
único
demonio interior me habla
dónde
quedó tu marca
tu
océano para que navegara
tus
años que me eran indiferentes
hoy
son cuchillo de tu bien
fuego
vespertino quema la tinta de mi sangre,
sentado
en la silla del destino
mi
valor mi honor lo injusto del sabor,
lo
vivido sin catalogarlo en ofensa
libre
por amor pero para ti otro calificativo,
juicios
ajenos me resbalan
soy
yo como yo he querido
ni
envidio, ni deseo,
ni
quiero la ajena sombra
construir
puentes en mi corazón
escaleras
que lleguen al sudor de la creación
vida
sin vida elevada estima
para
llegar a la cima
que
es que lo escrito
un
ser lo recuerde
y
vea mi mente que arde
por
la voz de acompañante
mujer
ausente.
El
Castellano
XXXI.EXTASÍA FUERA DEL TIEMPO:
Operación
cero,
preparado
para destrucción completa.
Temblando
ruido agresivo
supresores
activos,
hostilidad
caótica
controlador
inactivo,
ctrl.alt.delete
mente
eliminada,
extasía
fijada,
dominación
eleva la distorsión;
extinta
clase,
energía
nunca muere.
Raza
real avenga el paso,
controla
el ruido ahora,
real es
terror en el hueso,
juntos:
-Guerra
al error,
guerra
en la boca de locura,
nadie
viene a morir hoy.
Tropas
de la luna
blanden
metal oscuro.
Más duro
que el resto del tributo,
pura luz
sellada;
fase
helada en un dos tres segundos;
vidas en
el ojo de una aguja
sistema
sobresaturado
dirigiendo
bajo tierra,
era del
resplandor metálico.
Mortífera
debilidad
perfección
dicta
destruid
el defecto.
Vandalismo
ordena
descanse
el tributo enajenado.
Llanto
de la guerra crispada,
sórdida
esencia implícita,
tercera
fase encendida,
fuerza
canta
ciega su
falta,
exterminio
en vena férrea,
faroles
dormidos
esperanza
difunta,
cobres
almas anidan
sigilo
deslizado
por
entes de éter.
Energía,
niveles óptimos.
Conquistar
y destruir es lema,
pasado
rueda
el
olvido del tiempo.
Es hora
de estremecer;
por un
alma disuelta en electricidad,
fase
oscura dispuesta,
era
lumínica comienza decadencia,
telégrafos
disponen alaridos en cópula
sobre
postes de pino muerto.
Escarpias
frías
sostienen
pensamientos,
nueva
era decreta,
hoy es
mañana tejido en fábrica
de
herramienta llamada éxito,
ilusión
en cadena
para
realidad de quien la estrena.
vanguardia
nombre
femenino
1.
Parte de
un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por
delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.
"el
escuadrón ganó la batalla gracias a la avanzada de la vanguardia"
2.
Minoría
que extrema las tendencias ideológicas, políticas, literarias, artísticas,
etc., de un grupo o movimiento más numeroso, o que anticipa las que después
irán ganando adeptos.
"el
cubismo y el surrealismo son dos tendencias de la vanguardia de principios de
siglo"
El
Castellano 14-08-2018
XXXII.Luna de lobo:
Luna sempiterna
Luna
plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,
pero
te escondes entre bloques de hormigón y cemento.
Quiero
verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.
Mas
los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo
obtuso, de sueños fluorescentes,
tú,
de color líquido, solo templado con miradas intermitentes,
por
el tiempo de espera angosto.
El
murciélago baila con el colchón de tu luz,
rasgando
sombras,
para
reposar siendo una más.
Oscura
nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por
qué te siento incluso estando solo.
flores
opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;
artificie
luzzae.
Lucero
de ciudad,
rompiendo
la obscuridad.
La
noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,
noche
está llamando moviendo su tranquilo velo, noche llama una vez más
para
sentir que a mi lado estás,
recuerda
que tus ojos tienen sangre
recuerda
el viento que aúlla mi nombre
recuerda
la luz que tiembla y cruje la noche en las pupilas
recuerda
que me hablaste de amor en el tiempo que cae muerto
que
pactamos con el hielo la vuelta del invierno,
recuerda
cada latido de oscuridad que llama a tus venas de humo
recuérdame
en la eternidad del beso, en cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda
que vivo para ti dando voz a la soledad asesina,
la
flor vive soñando que fue mariposa y abeja,
vive
durmiendo la semilla enamorada de la tierra para despertar
y
enamorarse del sol,
clávame
estas nubes de sangre en el hierro de mi destino,
se
me negó la luz encadenada a esta tierra sin cuerpo,
solo
tú me sientes en este camino que no lleva retorno
solo
espiral anhelada de renacer
el
tiempo ya no nos puede sostener
camino
buscando el frío en este calor que quema el alarido,
en
la puerta del infierno caído,
al
viento le diste voz,
a
la lluvia la nombraste lágrimas de mi ayer,
le
diste ojos a la sombra para mirar,
el
cuervo te dio sus ojos,
la
espina caía herida, la caricia retornó a las polillas,
la
vida marcha deprisa cuando abras los ojos ya todo habrá cambiado
solo
encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando
tu otoño y la caída de tus hojas,
esperando
que seas mi acompañante en los siglos y milenios que nos condenaron,
encontrarás
esta sed del cielo en cada silencio muerto,
en
cada raíz que grita en su tierra
toma
de la vida lo que quieras, siembra tu aliento en cada tierra,
tú
todo lo tienes yo solo soy una fantasma que sólo tú ves.
El
Castellano
XXXIII.Criaturas en el alba:
Alba marcada sin aurora,
luz
en inocencia de flor silvestre
al
pálido fulgor de estrella
sobrecogida.
Cristal
puro de oscura mano,
Nacen
virginales céfiros
ruedan
laderas suaves
que
grama blanquea,
destino
de esta infame senda,
vivir
acabar sorbo de postrer respiro.
Azur
marcado nacidas estas criaturas vespertinas
de
celeste insignia.
Por
cuántos labores los ojos desplegaron,
secuelas
flagran y caracolean,
soterrada
la ventura,
un
prado arrancado a la semilla,
una
dicha conmensurable,
ajuar
lumínico de espíritu,
árbol
de ceniza vestido.
Destellaba
la rosa-cruz rendida,
sus
nueve caídas.
Sotos
sin prisa arañando la retina;
calma
de Dios personal
y
sus heridas.
Imperios
de ojos cerrados,
aguerrido
albor, vestido
en
sangre de brea,
yerta,
flamígera, ascua prendida.
Injerto
de toda soledad anquilosada,
sin
quieta estampa fría,
procesos
de procesionarias
en
quitina sulfuran
que
ellas caminan.
Mariposa
negra y gris de ademán
nocturna
venda que el ojo
no
vea.
Abre
el mundo
un
soturno caballito del diablo,
estas
criaturas esparcen destellos febriles
son
sensibles al tacto
y
desvanecen entre ocasos,
destierro
en hierro de sangre,
sus
almas duelen
sus
vidas huyen.
El
Castellano
XXXIV.Raíz de albor:

Broza
esculpo,
sus
pinceles verde azules,
idea,
hazme temblar la espera,
que
tu voz dolida sea lengua en azabache
de
otra noche que ya escapa,
y
su vena escarpe por cristales
de
vítreo haz,
réquiem
blandido en un cielo de espadas,
anudada
en tu cintura desnuda,
áspera,
erizada ella,
mi
idea,
combatiendo
ocasos leves
que
te dibujaron,
caos
febril de plateada rienda,
estrellas
miles la amparan.
Su
muda vaga entre cardillos de la dama
y
su vestido amarillo
de
rayos acrisolados;
alto
templo de erizos seculares,
caracoles
avanzan seniles
profundo
tallo,
bella
eres.
Bella
en sueños no me hablas
yo
me quedé mirándote
para
decirte:
-Si
te encuentro, nunca te marcharás.
Desdén
en este mundo de secretos,
en
este mundo de demonios
buscando
paz,
cazador
corriendo la noche,
por
la vana luz
cabalga
el cielo,
un
aullido,
llanto
de un lobo,
miseria
enraizada,
cada
triunfo una escarcha
en
hoja escondida,
que
a la mañana verás morir.
Abrazo
mi calma podando,
desmochando
lo
que mi espíritu yergue,
forrajes
miles acampan el corazón férreo,
mi
vena coagula
al
sentir mi idea
que
al ser pensado el camino
no
abandona dictado sentimiento,
cinceles
esculpen mis manos
que
siembran este beso etéreo
por
tu caracola.
El
Castellano
XXXV.Frontera de la letra:
Se
enervaba el sonido del tambor dificultad, soterraña vista sin aspilleras
refugio de luz bajo la tierra. Voló sin visión mi vencejo de arena, seguía
levitando en el aire mi fantasma, encallecida la soberbia entre paneles de
plomo, refresca la idea. Frío se miraba enlucido, sentado entre pilares de
fuego, escribano de la estación meditando, esmaltada la mañana en ruptura del
hielo, y sus rosas huecas. Sí me arrastré por la miel del beso esperando andar,
madre viuda de ausencia ocupada, mi sombra hecha padre entre bruma y humo de
tinta, rastrojo que viaja al hoyo del sol. Me blandía mi estima al peso del
hierro, hacia la frontera de escritura, nulidad deslizaba la ventanilla.
Desvestido
hueso, mineral candente
avanzando
por un carril que marzo
bañaba
sexual,
trinchera
con centinela
aspirando
humo de bruma,
entre
amapolas nucas,
surcos
de honor afilaban espigas,
el
forraje decía quién más fuerte.
baldío
encrespando la suerte,
ojal de
tiempo florecido
del
yerto mejor,
sentir
entre la roca esperanzado,
luminosis
despertando.
Me tumbé
entre la dorada grama
me
creció un espectro
que
hablaba silencio,
y amaba
sin importar su verdad.
Abierta
zanja, abandonada sien,
era un
miedo atroz
tejido a
no tener mejor.
Noche
silo de oscuridad
destapada,
traspasas
mi
ventana entre espejos
tu voz
se hace la dormida.
Carruajes
malvas del sueño
taciturno
entre las espigas.
Fuegos y
fusiles iluminan
tu dama
de oscuridad
amanecida
por soles
que bajo
ella
parecen
de trapo.
Canto a
tus pestañas morenas,
alcanzando
tu osadía
de
oscura dama.
Llora mi
azabache
por
tener piel de arena
y brotes
de la noche.
Por
estos nidos carcomidos,
mis
abejas construyen
sus
panales.
En
fúnebres procesiones
de todo
lo que dejó de ser
y así
descolgar
de esta
araña la eternidad
entre
sogas de mi calor humano.
Verdes
ojos míos,
verde
trigo
de mi
verde sino.
La noche
quiere
ahogarse
en mis ojos,
que su
sonido
visten y
desvisten
por
carcomas,
del
mutilado iris insomne.
Es sólo
sangre en tus ojos.
Telaraña
de vorágine,
araña
descendiente de turbios lares,
de
lúgubres pensamientos
de etéreas
raíces en punta.
Blanco
sueño devorado
al
compás de cuclillos nocturnos;
en ondas
de listadas cadenas.
A la
esclavitud del latido
encorvado
trino,
es el
final dictado
de la
oscuridad;
la era
lumínica
comienza
de esta esfera.
El
Castellano
XXXVI.Corazón de agua:
Hondo
conjuro,
poesía
de tu voz
que
se hace meseta,
sobremesa
de cabales,
reniego
al cincel abrupto
de
transparencia líquida.
Un
osar que llama a la puerta,
se
visten quimeras:
verso
arde y conjuga el beso,
por
cuanto he conocido
es
insuficiente.
No
me alzaron
camaleones
con mi nombre,
amplio
silencio
secunde
largueza,
como
día de recta hoja,
piélago
frondoso,
perenne
estampa alzándose
en
marejada de fértil tierra.
Recia infancia
en
linderos de semillas regaladas
por
las que nazcan hombres de hueso,
flor
en mi entraña parda y austera.
Dura
piedra todo corazón,
lustrales
colores
hasta
el desnudo cielo de zinc
y
su verde tallo que no palpita,
no
deja su hondo manso lustre
en
sortilegio de su espejo
que
yo místico sueño.
Me
desconozco
en
este sueño que la letra
me
tejía buscando luz
entre
la bruma,
encontré
mi corazón de agua,
nadando,
casi despertando,
mi
leño sin cruz podada,
llegué
a la oscura nodriza madre,
la
tierra.
El
Castellano
XXXVII.Son de
mí:
Destellos de luna
que llora su azabache
blande el grillo su sino
a la hora que luce la azucena
amarilla
sus galas perfumadas
se duerme la lagartija en su refugio
un grillo caza un autillo
me bebo mi copa de vino
el sonido duerme
otra noche estrellada
baila la llama
de mi vela
sera otra noche en vilo
contando mi insomnio despierto
el hueso de la luna brillará
su mística oración
de la penumbra llena
cuando mi yedra
trepó a tu ventana
esta noche de primavera
y el colchón de tu cama
no te vale
para guardar lo que por ti
siento
hace más frío que antes
o eso creo
seguiré mirando el reloj
a ver si se hace el día
y la luna me guiña un nuevo día.
Son juegos de luna
que otra noche
en mi lago se verá reflejada
el agua me cuenta de tu
cristalina alma
que yo por ella colgaría
mi traje de estrellas
el azabache que llora la noche
se agota mientras miro mi
almohada
será otra noche
que sienta frío en mi cama
el cristal se empaña
mi Dios está en la lluvia
cae de nuevo de la vereda a la
rambla
la soledad se hace cuarto en mi
cama
la cortina por la luna
cae iluminada
otra noche destapada
que cuento los minutos marcha
atrás
de mi insomnio desvelado
una noche que corren
mis cicatrices silentes
y el sonido de los nocturnos
grillos
se blande lejos
por crear un horizonte
cuando la zarzamora rige en
espinas
su amor a la luna de plata
crujía mi alambre
que sostenía cobarde mi noche
son juegos dementes
del sueño taciturno
que quiero alcanzar
mi ventana está iluminada
será otra noche colgando de su
hueso
por un despertar siniestro
de la pesadilla cabalgada
sosteniendo mi cigarro
me prendo el alma
por cumplir un sueño
que me hizo taciturno de tu
sonrisa
que encendió tu amada voz
hoy soy simplemente yo
el que ha venido a dejarte un
beso
quiero que me esperes por si
vuelvo
a dejarte mi corazón entero.
Nueva generación de lo escrito
que junto clama por la vida
se afila en el alambre
el sentir de una mariposa
todo lo sentido cae marcha atrás
se derrite en el cristal de mi
ventana
por si vuelvo guárdame un beso
yo dibujaré el resto
ilusiones ardiendo en la llama
altivas voces perdidas
vestidas de sueños rotos
oye mi súplica
rompiendo el momento
deshaciendo la noche
que corre por mi reloj de cuarzo
entona el son de un grillo
despierto
hoy por hoy ayer por ayer
sigo siendo el mismo
o he cambiado
no lo sé miraré
el alba y su encanto
otra noche que cuelgo esperando
de tu pestañeo
todo por decir
y no dije nada
nunca podrás sentir esta soledad
fría
que late su caricia
amamántame un camino a
encontrarte
soy yo rezando al hueso de la
luna
que vuelva el antes
todo se enarbola regio
en la tela de araña
reconozco
que he caído en el ayer
que me dibujó feliz
el puerto negro
hoy luce de nuevo
fuego intransigente que arde mi
mente
segundo dormido deslizado
por un tiempo inerte
no será una noche
esperando mi muerte
por si tengo suerte
y bajo tus labios me mece
que sepas que yo por ti
deshojaría el horizonte
y el azul del cielo
dejaría su sangre
resumo en el borde del papel
mi latir preso de tu firmamento
para acampar a hierro un beso
yunque sonámbulo
sin dormir que me mira
y yo nazco en su sonrisa
para nacer el nuevo día
sin tu vida con mi vida prendida
cabalgo un ocaso
hasta llegar a la novena
estrella
y henchir allí mi corazón de
nuevo
como en un comienzo
mis grillos latieron de nuevo
el frío de mi corazón
ardiendo al cielo
el sentir preso
que me hace desearte entero
mi casa mi hogar y mi templo
lo guardas en tu pecho
cuchillas afilan el sentido
que vendrá a rodearte por si
vivo
y por si vuelvo a tus brazos de
nuevo.
Que sepas lo mucho que yo te
quiero
y el cielo se cierra
sin tu sonrisa tierna
mi Sol está muerto
también murió
la luna de invierno
bajo tu pestañeo
que yo entero lo quiero
es el momento, es el tiempo
de clavar al firmamento
lo que yo por ti siento
y por la mortaja gris yo quedar
despierto
nunca olvides lo sentido
que nunca se tornará lejano
sueños disparados por la boca de
la estrella
nunca me olvides
no siempre todo lo bueno tiene
un final
mi amor por ti
quedó en mi corazón sin apagar
y que el mundo gire y se estampe
que yo a ti en mi corazón
te tengo clavada a espina de
sangre
esperando mi suerte
que un día yo vuelva a verte,
destellos en el horizonte
baila un día que te mezca mi
caricia
buscando la eternidad
te encontré a ti de nuevo
y mi mi charco se hizo abismo
de todo lo vivido y sentido
que sin ti quiebra y carece de
sentido
espero volver a la vida algún
día
y que mi cielo de malva-rosas se
tiña.
El Castellano
XXXVIII.NOCHE
LÚGUBRE Y UMBRÍA:
20 septiembre 2011
A ti noche oscura te
escribo.
¿Por qué no me das el
sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de
insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer, llevo ya
cinco días sin dormir y veo que se van
mermando mis
facultades mentales y escribo frases sin sentido,
garabatos en hojas de
papel.
Me asomo a la ventana
y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo.
Mientras apuro la
botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan
como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo
loco.
Solo veo sombras y
figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas
salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y
oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad
ven salir los ladrones
y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de
acero y sangre.
A ti noche lúgubre y
oscura te escribo.
Tú que no entiendes de
genocidios ni de muerte ni de fosas
comunes selladas con
cal y tierra ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas la luz
del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.
EL CASTELLANO
XXXIX.Ruido en el silencio:
Lloro
soluciones
caminos
opuestos
a
verdades encontradas
ojos
desparramados en las venas
de
mi no pertenencia
a
ninguna ventana de existencia
asumida
en alas de un motivo
que
haga correcta la dirección
en
esta piedra viva llamada tierra
donde
todos los ángeles cayeron
solo
voy contigo
desde
que vine a vivir
escucho
el ruido del silencio
crepitar
en la llama de la luz
sin
conocerte conozco tus defectos
absortos,
plenos, derramados en virtudes
somos
lo mismo quizá
un
camino dominar energía
servir
empleando la perfección
tú
no puedes oír mi voz
te
hablo a pesar de no ser tu dios
desde
este lugar sumiso
donde
todo es lo mismo
veo
caminar en mentira cabalgada la ciudad
elegí
el suelo mirar
lo
que crecía me hizo brillar
ideología
ser yo mismo
allí
donde te acaricia la palabra sin mirar
maestra
la ley natural
que
amo compañera
creencia
más allá de la elevada conciencia
eclipse
de mis soles de ojos
que
te miran fascinados
para
ser el último hombre
ningún
resurgir,
ya
quemé todos mis errores
cauteloso
mi destino de nuevo hombre
carreteras
del perdón sin motivo
uno
luchando contra lo que le hace
no
ser uno mismo
intrusos
en los cielos
me
llamaron llorando la verdad
obligación
de acabar con el demonio
de
uno mismo
invencible
del silencio
escalo
la tierra
uno
amo la noche
dos
amo la ley del dios Sol.
El
Castellano a 07-03-2015
II
Poza
del ruido en el silencio
gonde
gotea y cae absorto el péndulo,
pulso
en la noche,
noria
febril de esquilmada razón,
espinas
de corazones
que
ya no sangran lunas de ataduras
ni
huellas de números.
Plomo
y verdín tan cercano
como
tu sonrisa pulcra, afilada
en
la piedra generosa que eres ahora
como
regazo fuera del regazo
mineral
lírico, ambiguo, galaico
como
el pazo y su signo
denyto
el muérdago y su tejo.
Tranvía
que caricia enjoya
cautela
de luz brava.
Estabas
tú en esa cautela
llorando
soluciones sin agravios
sólo
estelas en señales.
Senderos
abren opuestos a soluciones
encontradas.
Expandidos
los ojos en las venas
de
no pertenecer a nada
que
haya existido.
Sumisión
en alas de un motivo
que
haga correcta la dirección.
De
mi libertad recta.
Melodía
de ruido en el silencio;
llamas
arden su luz.
Con
la conciencia de un expresidiario acuno
que
nazco en este lugar sumiso,
donde
todo es lo mismo.
Desde
que vine a vivir sólo voy contigo.
Las
corrihuelas en flor bailaron,
no
se hicieron para damas
de
silla y oficina.
Tallo
regio de lápices,
no
se diseñó para volar
como
pluma estilográfica.
Muerte
presente, cristal de mi rostro discreto,
eternidad
azogada del mañana.
Ven,
ven por mí, me estoy disolviendo
como
asfalto en cloro.
Juega
cariño con mis labios;
no
están diseñados
y
si se conocen es entre ellos;
abre
y fecunda el cáliz
de
mi sueño
ahora
que caigo hacia arriba.
Como
escama y espina áspera, marca
del
final de los tiempos.
El
Castellano a 07-03-2018
Ruido de nirvana:
Es solo ruido
en
las hendiduras de mi calavera,
un
iris doblado del nirvana,
un
hastío florecido,
es
una calma de mi dios solo,
un
panal infinito de belleza,
fatal
hoguera consumiendo,
desmembramiento
de soles,
entre
fulgores amarillos,
que
el nocturno, sujeta,
sangre
de acequias perdidas,
felicidad
enjaulada
que
algo me cuenta
de
sus tulipanes amarillos,
por
crisantemos helados
viaja
mi esencia,
una
noche que silba,
cantando
con árboles difuntos de otoño,
es
una vida de mi araña destapada,
un
tejer sin estrella,
un
álamo que ya no vive lejos,
derramada,
acostada, nacida esta parca,
hoy
yo sí estoy hablando,
mi
sentido yerto desconcertando,
que
era un ajuar de gotas del alba,
era
un caminar somnoliento
por
la carne de metal de esta azada,
quién
fuese silvestre como una planta
en
este mundo que se envilece,
destierros
forzados de la locura de la ciudad,
escarchas
dolientes entre mis sienes
que
azogan solares póstumos
de
mi serenidad alcanzada,
es
un firmamento para cabalgar a voces
que
lo mío es para siempre,
como
un candor fulgente
en
estas hogueras
que
el aliento helado, de la vida cuecen,
era
la cara oculta del espejo
un
aullido de la fiera
que
el tiempo arrastra
entre
punzones enajenados,
avanzando
la caducidad del hombre,
era
mi suerte una rueda
y
una hélice que no volvía,
era
este tiempo como la dimensión
del
pez muerto,
clavando
cuchillos al éxtasis
de
la creación ensimismada,
ardor
de los mil fuegos
deseo
haciendo bandera,
hoy
no me arrebatarán nada
ni
el destino que todo se adueña y lleva,
cruje
mi calavera,
haciendo
sonar este silencio duro,
desnudo
mi chopo
queda
ser como el rocío primero
para
besar sus labios de mujer verdadera,
un
viaje por su fantasía,
estoy
flotando en sus olas,
disfrutame
estoy volviendo realidad
nuestro
sueño,
reinando
este corazón,
siendo
austero como un jarrón lleno en ilusión,
siendo
caballero de tu dura sonrisa desvelada,
que
acapara y acampa
el
alma de mi polilla de cemento.
El
Castellano
XL.Redención sagrada:

Cuando
los ángeles desertan a morir,
en
los ojos de otros ojos
estás
buscándome,
me
despierto;
los
dioses celebran
un
silencio sepulcral.
Colores
me evocan de la nada,
ruido
cómplice aborda
como
navío tiznado al 2025
senderos
del mar de tierra
que
abre mi lengua en tu guarida de boca.
Melodiosa
suerte de la máquina de tu cuerpo,
tonos
sobrios, vespertinos
absorben
la mirada como filo inexpugnable.
Absorto
cae el tiempo en tu sangrada candente
azada
dispuesta, es tu verbo un franquear de desvelos,
que
respiran estrellas fratricidas.
Es
un solo cuarteado en siglas,
los
soplos resplandecen vibran al son de nueva grama.
Sombras
inmobles cuentan de tu respiro
infranqueable,
por jóvenes tapiales
de
tu inexorable, florido, grandioso desvelo
de
metales,
cobres
anidan campanas de media noche
aguardando
el surgir de lo sepultado.
No
frena la sintonía de tu saliva, una,
ensueños
duermen llamando se cumplan los anhelos,
cuando
los ángeles desertan a morir
tu
mirada se enciende, abismos silenciosos se prenden,
tu
voz se hace palabra.
Me
sigues te sigo cariño de ternura dispuesto,
luz
enraíza tu alma, efímera en mi mano,
vuelve
a mí una paz que ni los nichos toleran.
contratiempo
por fuelle,
magarzas
de otoño,
corona
de reyes en primavera,
etéreas
hojas a solas peregrinas,
dejando
embriones por verso,
capataz
de siembra única,
al
compás liberando golondrinas,
punto
de Sol a ciegas,
es
mi mente surcando brumas grises
que
me acercaron.
Vagido
indeleble,
fúlgido
yo destellaba tu sien sin marca,
caliente
al arrimo de mi ser,
valedera
fuga sin ocaso,
un
caracol en un verso montado, arrastrando:
sacado
del pecho
como
heraldo sin desquicia semblanza,
corriente
arrastrando cadenas de errores,
fruto
de libertad
y
conciencia sellada a ciegas.
Comiendo
raíces por hechos
en
fruto divino insoslayable,
frío
de noche
bañando
la casa de lo eterno
llamada
diosa de tu entraña
mi
musa bella.
El
Castellano
XLI.Palabra sin boca:

Deshojo
mi momento
para
abrir la puerta helada
de
un infierno flagrante,
me
entablo y conozco al insomnio
y
su hermano,
avanzo
despierto un linde quieto
del
pensamiento ensordecido,
tapias
derrumban
azares
de ojos abiertos
y
parpadeos veloces,
resquicios
oníricos
que
dormir es para el vivo
agua
en sequía.
Resumo
que venzo
quimeras
ultrajadas
y
anillos sin manos,
después
de mi vida
sangre
en los ojos acaso queda,
resguardo
al vil enfrentamiento
padre
de mi conciencia enclaustrada,
otros
tiempos mejores
ya
no sueño,
todos
marcharon sin balde
dancé
en la oscuridad de mi mente
y
vengo a verte.
Sigo
de frente
ocasos
dejaron su malva rosa
a
su suerte,
pensamientos
casaron su negro
con
el color de la tierra
sin
germinar
sin
brotar simientes frías
que
suerte canta nanas.
Granate
lustre postrado
que
fue desertor,
afilo
mi colmillo
hematite
nace dispuesto.
Es
una sombra que fue destino,
abierta
a la altura de fauces
y
su hocico,
es
la generación del pez muerto,
carpas
de personas bogan sin aire,
otras
aman lombrices con mandíbula.
Yo
amé una lagartija
hasta
que tiempo quiso,
desquicia
febril no traigo,
por
un pantano soterrado
nadaba
mi sentimiento,
recurso
de memoria
no
era ausente,
ni
se avivaba como lumbre.
Directo
al patíbulo de la suerte
fueron
las venas y su sangre procesionaria,
un
marzo que corrió sin verte,
metal
de espera intransigente,
acaso
soy gente,
seguiré
sin preguntar a mi mente
todo
sea que conteste,
un
camaleón fugado
de
quien yo era.
Agresivo
sí
hasta la muerte,
sé
quien soy y si vienen por mí
no
seré yo su suerte,
lit
C et summun canae,
miles
dei lumen
apostado
y recto a vencer,
insectos
caminan su linaje
respiros
blanden peces en tierra,
alto
alto como sendero a la nube
me
vio nacer
el
mundo y su mente ausente,
bondad
relucía sin prisa
quién
afortunado la asesina,
¿acaso
yo no estoy durmiendo?
parada
en el bosque demente
que
mi hambre vierte,
llegó
el momento
divisaré
mi juramento despierto
porque
soy humano
vivo
muerto.
Förüq
04-03-2018
XLII.CEPAS DE UN DÍA:
Sangre que tiene bordes,
coraje
espectral de imposible azar,
como
pez dorado rige el sentido.
Día
o respiro, fugaz aleteo sin calma;
acto
que baila en bigote del pez gato.
Es
en esta suerte la vida del bastardo,
flancos
ocres tiñen el linde
por
sombras vanas que arregazan
la
prisa del estambre.
Cómo
se tejió la expectativa
acaso
fue sin semilla.
Al
párpado encumbrado
azoto
que lanzo
un
generoso transporte,
aire
o humo, acaso eso.
Espectral
brisa que cubre,
fresca
flor en soto sin nube.
Vivir
en muerte batiente
tender
tierra y escribir sangre
a
la Rosa.
Igual
se aventaja el agua sin forma,
de
viejo silencio,
de
final desempeño
como
prender la estrella
en
su mismo fuego.
Abrir
la tierra y sembrarse
eso
trae nuestras vidas milenarias
de
rebeldes índigos.
Diferencia
ensordecida, muda y ciega,
impalpable,
insensible,
inmutable,
insoslayable,
reverdecida,
engrandecida,
incuestionable,
regencia
sostenida,
con
lo que os determina
a
ustedes abrojos vidas de un día.
El
Castellanoº
XLIII.Espiga de agua:
Con
el filo y brillo reluciente
está
la espada,
blandiendo
surcos
en
fosas funerarias.
A
lo que su empeño sucede.
Quilla
de un flagrante monte
surcado
por el metal
de
hilo de cobre,
sonaba
con el viento
haciendo
temblar calaveras
en
lo alto de aquel poste de telégrafo.
El
viento tenía estridencia
y
lamento seco.
Digno
a desatar quimeras y bestias rectas.
Capaz
de dar voz a lo inerte de la vida.
II
Hoja:
Allí
plantado como se siembra una pipa
me
encontré, detuve el sonido
entre
escalas y cielos soterrados.
Planté
una pila de lluvia sobre marzo,
contestó
entre gramófonos la tierra;
una
melodía jamás interpretada
y
jamás semejante o similar
a
haberla escuchado una vez.
Era
como un maullido entre gramas
y
bocas sedientas.
Como
cerrar y esperar que la compuerta secara,
como
desplomar semillas
y
aventar espigas;
plantado
como una sola
de
carne y tinta
que
la espera viola.
El
Castellano
XLIV.AZUR DESNACIENDO:
Esencia intangible,
no hubo na terra,
que ni dioses
osaban mirarla,
ni albergarla;
ella sollozaba,
cual flores, incredulidad
brotaba.
Ella era encargada
de sembrar en ellas,
rocío perplejo
que en suelos germina.
Pureza
en venas;
lo que la perfección era.
Crisol insostenido
por cauces febriles;
inteligencia
en mares secos;
abejas de ideas,
colmenas
con intelectos graves.
II
Que cubre valles y peñas
inusitadas
y sus penas ahorca;
su misterio
enhechiza toda alma
quién arrullarla sin dañarla pueda,
será dueño de la llave
que encierra a la virtud
no enseñada.
III
Cae la noche,
sobre ingrávido
lecho de mi juventud
acostando luna de cuarzo
entre áspero frío.
Cuerpo mineral candente
quieto en pantanos de tela,
retorcidos sus destellos
en esta nube de leche;
el fango fragoroso gira,
imploro a esta luna que ame,
y el morado cielo ladea
mi sangre verde.
es por este escarabajo
que llega el verbo.
Soledad, soledad tus pulcras alas
que vencen auroras de adoración.
Aurora funesta clavada la hora
vorágine o trasiego
LUZ que ignora
si acaso nace.
Tu liso, amarillo barco,
de oscuro torso.
Tus infinitos beso
dime corazón al apoyo
de tus párpados.
Cuál profunda verdad
en esta espectral rivera
de ondas líbicas.
Espuma densa
de océano de ideas entregado.
Profusa ascua invencible
es mi dolor que más no quiere
retirarse;
que sentencias invade todo ojos
montaña de hojarasca;
cristal de pulsos
que tu imagen toca.
Suspiro fresco
en labio extinto de sombra
día que no se encuentra,
su densa forma.
Cuerpo con agua de estrella;
querer vivo que llega al aire,
tiende y espera.
La muerte que renace
por fuegos de brea
en el aire.
Abren batientes pétalos
de viejo silencio esquilmado
estallado esplendoroso.
Acurrucados sobre un lecho
que la brisa abre;
trocados rayos de sol
esquivos, en plano de verde follaje
por azur causados.
Astuta golondrina encontrando
la dócil rama.
Mundo sin mentira
de la vida,
se abre este mi manantial,
reluciente de esmeraldas, desposeído.
Y todo siente:
-Que la sangre miente.
IV
Terruño ojo victorioso
aplaca sus arpas irascibles
estrujando abismos dolorosos,
petrificados.
Reniega la boca vegetal
casi viva
promesas en frente de violetas.
Cantan amando el claror
lírico, estremecido
coágulo de viento
en cientos de porciones
esta luna quieta
que semejanza quiere.
Descubierta la zona umbría
donde yago de yacer.
V
Aplasta mi sombra
contra sí misma
derrumbando opacidades
de granates profundos,
ballesta, súbito forjada
a tu entraña.
Derrite mar de boca
que pide extensa
negra noche
y sus espectrales corceles.
Tiembla que rueda
paz, orgullo bello.
El desliz, ráyame firme;
conservo mis principios
numerados.
Reluce mi roce pulido;
entre-cielo asido;
palpita mi iluminada tristeza,
haciendo camino.
Vendrá mi torvo grajo
se constatará mi lucero roto.
Turba mi aliento
bajo mi pecho la quiero
con montes limpios
enturbiados por sarmientos.
Delinean este viento.
Lividez plena,
fuga el desaliento
con todos los jirones
de mis ascuas.
Diáfano, ancho, repleto
a trote primerizo.
No cabalgarás,
no cabalgarás si no es conmigo.
Cabalga, cabalga
el llano, que sólo a mí lado
cabalgarás;
cabalga que sólo a mí encontrarás.
El Castellano
cabalga con su espada en mano
todo tu llano.
Hasta divisar todo lo que amo.
Sembrada el alba
que apacigua
la noche que negrea
en estela conmociona
mi luna extensa
que bajo ella,
siempre
estoy en taciturno hechizo
contigo y mi falcata.
VI
Embeberme la luz
sin forma en ojos distantes
luz de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre.
Yo besé las amapolas de los campos,
buscando me embebieran
la forma que como eco
apagaba.
Heridora en cascada
se aposentaba mi bondad
aquietan aguas longevas
la feroz sien
que me dio mi padre.
Nota:
Embeberme la LUZ
sin forma en ojos distantes
LUZ de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre,
yo besé las amapolas
de los campos
y heridoras en cascada
me entregaron sus hijas.
Nacidas tras yo sembrarlas
esta primera lluvia de septiembre 2018.
VII
Cuchillo que tu voz asesta;
mi pecho sin coraza hiende.
Camino mi desvelo enjaulado,
cuenta atrás de la tierra quieta
y sus grillos asolados.
Oh me olvidaba.
Esto es la resurrección.
Indemne entre losas
de azur firmamento.
Respiro entre rosas
las espigas por llegar.
Dilata los verdes la tierra
sosegada dicha trasiega,
un día cenizo
de esta la otra primavera.
Estoy escuchando semi recto
el retemblar de hojas huecas
sobre la gravedad
de un arroyuelo que fluctúa
cauce entre la copa
de árboles;
sobre semi vacío cristal
con limpia brisas
encima de un blindado
cantaba, dictaba
antiguo sargento
su presionar, disparar
como hueco
en la ausencia del polvo.
VIII
Abrid la ensenada al capataz
del brillo primero.
Tímida la floresta
escondía sus amapolas.
Núbiles gestos danzaban
la cabeza en loma
que silvestre evanescía
el coraje de la flor.
Vuelto mujer por Ostara.
Patio de perdices
que soslayaba
entre el quejido
de carrascas afiladas.
IX
Hacían sus hojas
mi última espada.
A mi izquierda
el peso
de su hierro estable.
Sibila destrenzabas
tu cándido mirar,
en fraguas de belleza,
inviolada.
En tus altos,
profundos
ojos de ámbar.
Luna que en fractura
recorre mi tejado de alma.
El Castellano
XLV.IRIS EN OJO DE SANGRE:

Vena del cielo:
Solitario rayo estertor;
siniestra umbra,
escala la cuchilla
de tres arañas colgando,
hoy es por mí
nunca quede huella,
destino en azar hendido,
lleno, repleto, asido
en el origen primigenio,
madre ella del color,
asume este sentido yerto,
agujereado en haz luminoso,
nitidez en halo
de nocturnal visión
derritiendo,
devorando astillas primas
de subrepticia enhebrada,
padre flamígero del fuego soy,
elemento hermético
de tres sentidos,
arder, conquistar, consumir,
estelas abren runa clave
Gemineye,
sangre de este ojo,
perplejo soliviar
en azur abriendo pulcritud
inabarcable,
inicio de sabiduría en vena,
muerde,
acaba esta espera,
raudal extenso de pura visión
en certeza
de sentido superior,
cristalina esencia
descendiente
sin parpadeo fugaz,
crisol de valles
y gramas feroces,
deslices del afán superior,
dar sentido a mi vida,
ojo de sangre calzo,
cabalgo anquilosado designio.
Ancestro del lobo único soy,
perplejo sentir asido
del diablo en simiente,
primer ángel caído consumado,
errático vuelo soterrado,
magia del silencio encumbrado.
Visión, y sueño,
indescriptible con lenguaje.
Si te ocurre lo mismo
no eres capaz de usar razón
y ordenarte abrir los ojos
y dejar de ver;
como un corzo paralizado
por un lobo estarías,
imposible por sensación
hacer desaparecer lo que observé,
por extasía, incredulidad oxigenada,
belleza en percepción,
la pureza en sueño
en imagen mental
que escapa a todo,
vi el azur
por decirte aproximándome,
en un ojo femenino
lejos de este mundo
y de todo lo conocido
o descrito,
fué una sinestesia recta,
sin ser más que tocar el color
de la Oscuridad nacida
a ojos cerrados,
sumisa, displicente,
involucrada en crear
sonido del vacío absoluto,
sigo perplejo y asustado.
Es lo trascendental del infinito,
como ver el origen
del color formándose en un ojo.
El azur, el verde turquesa,
y azul mahón
no te puedo decir más
que esa belleza no me cabe en el pecho,
por algo sigo viviendo
no hay azar enraizado,
hay perfección.
Luz me arde ahora
en el mirar ciego del sueño
sin miedo sin embargo
saboreo el viento,
los cielos me poseen
de nuevo sobre los años
que ellos son,
algo llega a la rosacruz
de ayer
y sus nueve caídas
de sus ángeles despiertos
en tu sueño me ves invernando
dorando mis pelos de murciélago
bailo el colchón de nubes
que sostiene esta mi noche
para desaparecer llorada la tierna cara
saboreando una sombra más
que me vuelve
imperceptible
muerto sabor
de obscuridad sin faros ni luces
ni fusiles que matan hermanos
de su tierra y sangre
crecieron los caminos
y el rojo fuego versado
brotó en flor de amapola venidera,
dime qué debo hacer
¿Algo erróneo?
No puedo volver atrás
se sostiene aparte
la fuerza que nadie alcanzará
nada por cambiar
todo está hecho
algo que asalta aparte
puedo volver y empezar de nuevo
sin mí, sin vida, sin cuerpo
sin lo que me ata a éste mundo
mañana veo el futuro
la destrucción del pasado
quedará atrás.
Corpus, anima, crescens
sol refulsit,
lux
et patientiam meam scientiam
florum, est vita
nosotros no somos lo mismo
la bondad sangra las venas
gustos, deseos, vencer,
arder sin perder aposta la partida
esa que las hiladoras tejen
momento del momento
nacido absorbiendo el hilo del tiempo
las piedras lloran flores
el final es volver a empezar
viendo y amando
el ancla errada de mi lugar,
continúo al cuervo
que me vuelve más fuerte
ave más inteligente de la faz
poder de la misma
energía
en tormenta de conciencia
siendo ese rayo solitario
que partió todo inepto,
inconsciente tormento.
El Castellano
XLVI.MARGEN BRUTO:

Vagido
azar indeleble
quebradizo
como abrir
la nuez
del tiempo líquido.
Sostenme
al arrimo de mi pecho,
no
idéntico, no pretende ser
fuerte,
encorajinado, denso palpitar
en
soberbia luz destellando,
supervivencia
en retórica translúcida
rayo y
secuela de impávida nota.
Azogue
de medrosas secuelas,
abiertas
de azar hondo y arcano,
silencio;
entonar diviso
todas
las trompetas de los ángeles
un prado
flamígero
en miles
lenguas ababoles.
sangre
de tierra transmigrando pudores,
por
cuanto mi fecunda indecencia
llegó a
conocer en disparo,
en disparo
propio
en nuca
del siniestro azabache,
fronteriza
rivera de álveos
y
azucenas nocturnas.
Florece
una paradoja exiliada;
susurro
en tinta roja
no ceso
de cantar para escucharte.
Estruendosa
quimera
en
inteligencia seca,
secuaz
de millares pensantes,
camino
de zarza y endrino
camino
de vida y un sino,
fuente,
abrevadero virginal
descorchado,
símil destilado,
por
cientos renacuajos ideas.
Rebelde
soga a mi condición en una encina,
vaivén
en veleta con el viento
raudal
trenzado, en mimbre cabalgo
veleidoso,
regio, espina sangrante,
tránsfugo
renegado a morir,
rebelde
índigo de 1989;
hidalguía
desdeñada por tierras
y
cuchillos de espigas,
con
ocres carraspeados
aguardando
ababoles matutinos
semblantes
esparcidos
como entes
rutilantes a la espera
de haber
nacido.
Encumbrada
la libertad
de nacer
sin parcela;
resumen
de vida de una vida
bajo
tierra.
Rumbo a
zarpar
la vía
astral
que todo
lo acontecido
es la
historia de un muerto.
Ajeno
seré cuando silencio
deje de
ser concepto poético,
como
azul duelo de espadas
que
separa toda naturaleza humana.
Tu vida
mi golondrina
nueve
cerrojillos
azures
de tres llaves
hoy
abriste uno
de los
indescifrables,
anhelante,
deseoso,
inescrutable
rindo mi
oscura dicha
sin
desliz condenado.
Fuego
soy.
Elemento
compasivo.
El
Castellano
XLVII.DENSO HALO NOCTURNAL:
Fuentecilla
parece mi noche oscura,
fuentecilla
retozona,
y de
verdes lamentos quejumbrosa
como
sombra leve de mi pájaro piador
que
acuesta a dormir su entraña.
Sombras
largas que descubren
el canto
los lisonjeros grillos.
Blancura
y azabache descansa en la arcilla
el nido
mi golondrina.
Al
fresco respiro de mi chopo soñador
lanzo un
severo destello argento.
Longevidad
imperial cercenada
como
retazo de persistente
carcoma
manida a mi verde intelecto
grave;
embaucaría
sin tenerla
todos
mis instintos,
todos
mis impulsos.
II
cuartilla
Canta ,
canta mi pena azul
sin ocre
zozobra.
Abre el
verde ramaje,
a la
espesura de mi idea.
Entre un
camino serpeaba
como
culebrilla de un destino azaroso.
El
murciélago castellano
rasgaba
bailando, ladeando
el cielo
mullido
de
levedad de colchón sin luz.
En
sintonía opaca que rodeaba
y
acariciaba.
El cielo
abría su sangre a la noche.
Un sopor
de estrellas
que en
este verano no tardaban,
y el
rudo vigía ciprés soportaba.
III
cuartilla
Bajo tenue
luz de luna
que los
sentidos arrugaba,
y mi
fiero ciprés de lanza colgaba.
Avanzaba
por el camino
los
álamos,
como un
sendero
en cal
de maderos cenizos,
rumbo al
Valhala.
Alumbrado
, rememorado,
anhelado
por todo
guerrero .
Era un
olmo frente la tapia
de un
cementerio
en
Fuente la higuera.
Caminillos
de hormigas dispersaban,
desplazaban
los vástagos
de
forrajes venideros.
El
Castellano
XLVIII.TU AGUA CIEGA (SANGRE)
Afilo
hasta pulir el filo
de tu
sonrisa yacente,
entre mi
pecho de piedra;
sonríe a
tu agua que no se piensa,
ataraxia
momentánea
en
sangre esquiva verde,
plomo
largo de idea batiente,
cesando
terco y fructuoso aljibe
donde se
almidona la sed de tu cicuta,
surco
cielos extensos
de golondrinas
cromáticas,
esperando
ponerlas nombre.
Acantonado
se estría mi respiro,
cromo
que abre el tiempo,
por
nubes de besos de zinc,
acrisolado
mejor extasiado
el
vértigo en lienzo
sin
melodía ocre.
Desnaceré
y no
acabaré de irme
sin
regentar
tus
reflejos muslos férreos
en musgo
de caricia anhelante,
de abrir
la noche
dentro
de tu párpado cerrado,
abierto
a dulce relámpago
de mi
color áureo.
Albino
se ciñe mi sino
preguntando
si un alba
me
oscureció el cabello,
acaso
sueño,
perpetuidad
de constelaciones
y raudas
estelas
que
guardo en mis bolsillos,
ninfa,
pléyade, musa
de
acuartelados suspiros
entona
tu arpa notas de agua,
abiertas
al iris.
Abeja de
esta mi escritura dicta,
tejer la
celda,
y el polen
será la letra,
cuál la
reina oscura
que
quiera miel de flor sonrojada
que
espera,
tibieza
en sueño de metal,
hematíe
sanguíneo
que tu
surco devela
y avanza
en punta de lanza.
Llamada
prosa a 23-08-2018
El
Castellano
XLIX.MEMORIAL VETUSTO:
Despierto mi criatura;
tú no comprendes lo que yo te quiero,
por tus manos hacen nido las sedas;
falanges silentes, cumbres
de cuanto mi placer dispuso
asúmelo todo
en tu pavorosa grieta
de brillos fugaces
y transeúntes luciérnagas.
Lucífago apodera
tu nitidez severa.
El poder pudo
lo que el querer expuso.
Osada no es mocita
pero oro antiguo luce
en conocimiento.
Que a imaginación prende fuego.
II cuartilla
Luz de la sombra
de tu carnal espera,
anida golondrina
mis campestres manos.
No habrá retroceso
ni vuelta de hoja
sin enraizar nuestra alma.
En vértigo cobijado,
sublima mi dicha:
junta conmigo tu vera.
Rito de Sol y ambrosía
de padre Lugh.
Perversión esquiva, llamada
en retazos de cumbres flamígeras.
Apasionada dame tu voz.
III cuartilla
Anatema me anuncias
por tu opio en letra.
Todo es negro,
hasta el amor.
Júrame la vuelta de una lluvia
de tu boca.
Mi arco es ballesta.
Ausencia llama por sí sola,
a exigir unión del eje
y la orna.
Cuerpo de metal,
agua de su espiral.
Pureza consecuente
deslices y febriles osadías.
En plantilla de sangre.
El Castellano
L.CORNUCOPIA DE ESPEJOS SEVEROS:
Manso río de tu frente
tu tenaz blancura duerme.
Confía mi raudo deseo
a todos los dioses.
Vides ut alta...
Piélago ferviente
tu dulce entraña nace.
Vientos hondaban irritados
fértiles voces
acepta que en el campo de Marte
sembré tu dicha.
Abrojo puse en rinconcillo ofrecido.
Nireo empujando
su hermosa lanza ciega,
brillan de Pirro
encendidas flechas voladoras,
este rigor blanco y desnuda,
que aguza
favorita Perséfone,
aguas puras avanza Nearco,
soberana musa Calíope,
no baja.
Cadenciosa lira abre los cielos
en funestas auroras.
Melodía descende caelo,
y riega los bosques de Bancio.
Expresión de mi deseo en espejismo
oírla,
en todos bosques
y arroyuelos
eterniza.
Esta fatídica región,
de dioses dirigiendo mortales.
Yo por ellos
y mi obra
estoy que beso el suelo.
El Castellano
LI.SOPLO DE CONJURO:
Veo color de certeza,
color a la esmeralda,
por follaje caduco
de ilusión adusto
en noche silenciada;
halagüeña tiende
su cuerpo, negras dichas
como el tiempo no llora;
en albo espíritu
en suelo sin hallar
bosques y sus frondas suaves.
Pliegues de sombras
bañan sus pestañas,
nítida y hosca
lejos ve en flor
mi sendero castellano.
II cuartilla
La espera sonríe
lecho de tristes ecos
y encajes de apenadas auroras.
Dulce cicuta al rayo acrisolado.
Puro mi aire
de luz enrojecida.
Vistas en colas de lagartija.
En ojos de araña,
no se valla,
conjuro sopla
en alas negras.
Vivaz tordo
en busca de lombriz
de idea anhelada.
Nubes de éter
en agua ardiente sin agua
ni limbos profusos.
III cuartilla
Verde transparencia
en canal llano
por arroyos fluye
sin balde;
quejumbroso término
de mi amparo.
Camino a relumbrado
misterio,
adoré la llanura muerta
que mis fuerzas, aviva.
Tardía arranca oscura arboleda.
Sombra sin esperanza,
casi viva,
muerta la precoz flor.
Amima la pupila ciega,
descanso sin ancha lengua
sobre tus pulcros muslos
ensortijados.
El Castellano
LII.LUCIENTE LLAMA:
Escita levantas,
de insigne pasajero gesto.
Mi dulzura de cólera nacida,
cantad mis años dulces
a Diana,
entre boscajes
y frondas suaves.
Donde el torvo cielo no amenaza;
Allí se blanda
mi ser recto
de conciencia pura,
cantos se erijan
de verdad desnuda.
Sombra de saetas vanas.
Sangra, luz viva, altiva,
nada sin tus honores consagre
el viento de plenilunio.
Ceñidas las verdes sombras
de las hiedras arrancando
liras al pueblo fragoroso.
Vieja entraña lacerada,
escucha el reverdecer
de la sagrada cepa.
Sin honores no hay versos
ni comensales.
Cuál la vigorosa, valerosa
Quimera
que el ser no enrosque
llegada la hora.
a 06-09-2017
II
Era tu entraña en flor,
un misterioso relato que ostentaba
la vaguedad de tu música;
tu pureza, apaciguada.
Suspiro de tus dulces fauces
notas sublimes
de tu espíritu cristalino
mi oscura golondrina
que hermosea tu entraña enervada
delicada sangre que da vida
al penetrante sarmiento.
Belleza tú, de altivo rayo
de lo bonito repleta tu hermosura,
``palabriñas mimosas e sentidas.´´
Así eres tú.
Río y caudal de poesía
que serena caes a alterar mi sentido.
El Castellano a 30-08-2018
III
Quiero ya los fríos vernales
que los tapen tus caricias;
mullidas en piedad lisonjera.
Por cuantas secuelas
arrostraban indelebles mis trazos
de rieras desangeladas,
a cal y canto fervientes
solas, solas
como cuando se siembra la tierra
y crece en su rivera
la amapola
que abriendo abril,
juega y mece
tus labios carmesí.
Negra celada duerme mi otoño.
Negro iris conculca
secuencia inamovible.
Fúlgido astro cabalgo.
Satinando tus besos
en luz destinados.
El Castellano a 31/08/2018
LIII.AGUA SOCARRADA, ELÍPTICA TRAVESÍA:

Analizo la luz en tu mirada,
leo flagrante tu alma.
Horno de fuego lleno,
como pisar un abrojo
y blando sabor degustar,
estampido del trueno atribuyo,
rebelión venciendo,
ya se escuchan rumores sordos,
precursores de tempestades.
Torrentes sin cauce
la turba desemboca a mi senda,
yo soy como las vigas de Himeto
no preguntes más.
Que ya mi amada labra la columna
que me cincela.
Heredero he sido de cuanto he servido.
El múrice me guarda
servil en mi travesía
por mar Laconio
cielo, inspiración, canto
corre anhelo voraz.
este mi sepulcro reverdezco
hollando lindes,
preguntando a Prometeo,
sin sobornar a Carón resignado,
el Leteo ni descendientes
traspasar mi puente pueden.
Chispeante tu cielo,
su rubor satisfecho oso al por mayor.
Instantes melosos veo
en su colmena de labios.
Mariposas nocturnas,
poso de almas condenadas.
Orados recursos en vigilia
que enseña cátedra tu silencio,
estruendosos llamados
a cosechar en gotas tu alma.
Sólo ordeno, mande sí
pero no me despiertes
porque no conozco ni miedo
para luchar por lo que quiero.
Acoge el cimiento
coloso que ando disponiendo,
prosigo,
póstuma súplica
ésta que logra calmar de Plutón su ira.
Gerión y Ticio
la onda Estigia aplacan.
la raza Danaica no se acobarda
ni su madre Dana
devela el secreto
por el que soy preso
reo capaz de incendiar
abismos que rutilan sombras
si así combato mi incierta suerte
por la que arriesgo sin miedo
de ganarte el cariño.
FIN
El Castellano
Lugh Solar y Poderoso,
jamás a ti te hable el olvido disuelto,
ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,
digno a abatir el rayo,
noble melancolía por tu madre difunta
Tailtiu,
en el alto cielo,
tu grandeza
sea reguero de oro.
La tierra secunda en nueva cosecha
por talentos colmados a florecer,
viento sonoro guarda tu hermosura
Rey Padre,
El páramo yerto perecerá
en ámbar blando
de aroma besando tu frescor
de vida nueva.
Abatirá la sombría dulzura la tierra,
ilumina mi pluma al honrarte,
suspiro de mi estruendo crepuscular;
nombro al pájaro misterioso
que te pertenece
cuervo que otorga el anochecer,
Sicut nubes, quasi naves,
velut umbra.
Años pasan yo busco mi recto yermo,
triste aflicción por aquel tomo de tierra
como las sombras vaporosas.
A ti Creador de luz,
acógeme, pinta esta mi noche negra,
amigo de imagen solar,
soy por cuantos Soles he nacido.
Por sosiego de tierras ignoradas
dame su gloria.
Camino afable con tu candor a seguir,
blasón yo no pido
ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,
en tierra a cabalgar
y deslumbrar.
Lughnasadh, Lammas, abro celebración
para generar nueva vida
en cosecha nueva
limpiando en tu nombre Lugh,
toda tierra.
El Castellano
III.Réquiem nº 3:
Los
últimos signos del viento.
Rige
un sol negro
con
hoyos donde comienza la oscuridad,
oscura
serpiente blande su cuarteada nota
en
lira acróstica insubordinada,
es su
templanza base poética demencial.
Hablando
a solas con mi interior
surge
diáfana voz por derredor,
voz
en alma condenada
por
ver hondas raíces rugir,
en
estruendo llamadas
hacia
raudo cardinal.
Sola
voz sin resquicio templado
del
sonido en sí bemol,
se
erizan ascuas en pavesas a un viento
feraz.
Se
acuchillan las osadías
que
germinan en tierra de nadie.
Inusitado
fervor asolado,
por
espadas alzadas en manos,
guerra
al silencio feroz.
Pudieron
dar las tres de la madrugada
y un
escarabajo voló.
Una
hoja partió,
hija
de la soledad aclamada,
con
caracol sonoro hueco.
Es un
solo de cuerda
y alma
destensada,
una
melodía por la sangre olvidada,
un
réquiem por toda vida
finalizada
en
sones de grillos
danzando
con tenebrios,
y
lúgubres venas enraizadas
por
tercera y última vez.
Una
sinfonía donde yace el silencio
y
yaga la umbría luz
desertora
en mundanal zozobra.
Pasa,
danza, planea
febril
verde mosca en formol montada.
Es mi
dicha aplastarla
y
quedar en vigilia taciturna,
hasta
rendir aspas
y
acostar la sangre
ya
nunca más esquiva.
Hasta
ver las flores rendirse
con
mi cuerpo.
Förüq
en 16-10-2018
FINAL
Miguel
Esteban Martínez García
Pseudónimo:
El Castellano, Förüq
Tabla de contenido
II. LILIT: Hija de
la noche así te llamo
IV. Alma sin cuerpo, flagrante invierno:
XI. Fragor, clase de fantasma:
XVI. LA UNA DE POLVO:
Se podan mis recuerdos
XVIII. Siembra del pensamiento:
XXIII. Guardería
de estrellas:
Descendiente fulgor
entre grises sienes,
XXV. OSADÍA EN TRAJE:
Aguzaré en ramas de viento,
XXVI. Luna trece: Luna
plateada de mi cielo,
XXXI. EXTASÍA FUERA DEL TIEMPO:
XXXII. Luna de lobo:
Luna sempiterna
XXXIII. Criaturas en el alba: Alba marcada sin aurora,
XXXVIII. NOCHE
LÚGUBRE Y UMBRÍA: 20 septiembre 2011
XLII. CEPAS DE UN DÍA:
Sangre que tiene bordes,
XLVIII. TU AGUA CIEGA (SANGRE)
XLIX. MEMORIAL VETUSTO:
Despierto mi criatura;
L. CORNUCOPIA DE ESPEJOS SEVEROS: Manso río de tu frente
LI. SOPLO DE CONJURO:
Veo color de certeza,
LII. LUCIENTE LLAMA: Escita levantas,
LIII. AGUA SOCARRADA, ELÍPTICA
TRAVESÍA:
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