martes, 23 de agosto de 2022

Polilla de cemento

 


 

 

 

POLILLA DE CEMENTO

 

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Miguel Esteban Martínez García

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PRÓLOGO:

 

“fuerza y brío danzan en mi espalda"
Miguel Esteban Martínez García


Un poder único radica en la obra de Miguel Esteban, son suaves trazos que van afilando los aspectos de su plena realidad, en ocasiones enigmática y que nace de una posición visionante y encajada para ese truque vital del artista con su entorno. Se podría llamar claridad y firmeza.

Estas dos formalidades auxilian la construcción de todos los poemas; son lienzos cargados de un infinito e interminable establecimiento con el juego pasional que queda alterado entre la belleza de los ángulos construidos. Hablaríamos ahí de un humanismo fruto de las semillas cordiales que se imprimen desde la serenidad.

Ese reposo, en ocasiones vuela hacia la huida del marco espacial y se produce como una transfusión de trazos que, en su evanescencia, velan para llegar a un alimentado simbolismo que se fusiona con la propia vida del autor. En definitiva una poesía de alto desarrollo plástico que interpresa sueños y perspectivas conexionadas con ese azar que es la vida desmenuzada. Un bello intento de formalizar distintas interpretaciones de la materia. El sustrato es magia personal y pulcramente pulida para un poemario de sonidos únicos.

(luzyabsenta)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AUSTERO ESQUELETO

 

Solamente yo solo cantando

entre mis soledades,

cumbre verde de este enjambre,

un espejo de ventana

que suena ardiente

su cristal caliente,

vine a cortar el tiempo

en dos mitades,

una para anclar al gozo

de lo que fue posible,

fumando mi cigarrillo de tinta

por voladas avenidas,

pajarraco es este talento,

se viste para visitar

mi agraz durmiente,

venga o no venga mi suerte,

a dos voces cruzo los montes,

este lobo jamás sentirá pena

por serlo,

cenizas fugaces

hierros nacientes,

este margen de curso solar,

mi crepitante aleluya,

partir me alumbre allá

donde el Sol no se pone

y mi espiral vive

desde antes de la edad del cobre

es mi alambre,

es un cabello de venus

esta arañuela,

doncel jamás postrero

mi señor esqueleto,

muerte que no perdonas,

eternidad azogada,

demente entre ocasos

y líneas dobladas,

entre estos almendros sin flor

comienza el latir del otoño seco,

promesas de miel

traen abejas

yo por hombre

no puedo prometer

más que lo que podré alcanzar

con certeza dibujada,

ilusión me llama,

letras responden

entre mi cuerpo rosáceo amanecido,

si acaso este latido

luz no prefiere,

mi oscura dama

teñirá el azul celeste,

por estas profusas abejas

que me cruzan la mente

y todo lo que conocieron mis ojos

dirá que volví a verte.

Debido a esta faz

jamás desencajada por la que el cielo

es por los siglos gris

vive siempre y para siempre

su haz.

 

 

ODA DE SOMBRA NOCTURNA

Noche silo de oscuridad

destapada, traspasas

mi ventana entre espejos

tu voz se hace la dormida.

Carruajes malvas del sueño

taciturno entre las espigas.

Fuegos y fusiles iluminan

tu dama de oscuridad,

amanecida por soles

que bajo ella

parecen de trapo.

 

Canto a tus pestañas morenas 

a tu iris deslizado

entre colchones sonámbulos

te clavo este guiño

a tu dama de sosiego.

 

Por este hueso único

desangro a mi murciélago.

Altas, profundas esferas

gimen luciérnagas.

El otoño tupido

se acuesta con mantas 

de hojas arrebatadas,

árboles desnudos

que descansan,

ya no hacen el amor

con el viento,

persianas de un tiempo oxidado,

al abrigo la vida contra el frío

de la luz.

Escarchas de punta

lloran las avenidas

victoriosas de la noche

que todo devora

y mece lentamente

con su ojo de sombra.

 

ARAÑA DESCOLGADA


Telaraña de vorágine,

araña descendiente

de turbios, de lúgubres pensamientos,

de etéreas raíces en punta,

blanco sueño devorado

al compás de cuclillos nocturnos,

de ondas en listadas cadenas

a la esclavitud del latido,

en corvado trino,

es el final dictado

de la oscuridad,

la era lumínica comienza

de esta esfera,

entre sogas de mi calor humano

verdes estos ojos

verde trigo de mi verde sino.

La noche  quiere ahogarse en mis ojos,

que su sonido visten y desvisten

por carcomas

del mutilado iris insomne.

Es sólo sangre en tus ojos,

es sólo mi vena

alcanzando tu osadía

de oscura dama.

Llora mi azabache

por tener piel de arena

y brotes azules de la noche,

por estos nidos carcomidos

mis abejas

tejen sus panales,

en fúnebres procesiones

de todo lo que dejó de ser

y así descolgar de esta araña

la eternidad.

 

 

SÍSTOLE DE BRUMA

 

Veleidoso y regio

si el soñar del son

el grillo acaso trae

vestidas de caléndulas solariegas

son mis quijadas recios cerrojos

que de tanto reír el último

se han desencajado,

el cielo los astros bellos,

la luna y su organza

acaso son cielo, astros y luna,

o son nuestros ojos que nos engañan

astros por luciérnagas

cielo por agua,

luna por ventana,

nuestro techo de esta cueva

llamada planeta,

el infra-terrestre corazón me abruma

la espalda donde llevo mitos y leyendas

de un mundo que fue mejor,

donde no se enjuiciaba por religión

a los que se tejían grandes,

y los Dioses eran Dioses

perfectos reflejos de cada necesidad de hombre

y de sus cosas que no se explicaban,

se imaginaban,

no como ahora que sólo sirve un Único Dios

para la venganza de los pueblos,

seguiré mi curso sin el hombre

que se ha perdido

en las máquinas tragaperras de todo índole.

A ver si me vence mi preocupación formal

por la estética de mi poesía barroca,

o al menos eso creo que sea mi desempeño,

porque nunca he defendido contrario a la belleza,

que ahoga, resume, coarta

mi saliva verdadera,

retorciendo un infinito de imágenes laboradas,

por el don Supremo Arte.

 

SOTERRADA VÍA

Resquicio

un agujero sin salida

hablando entre tubos

subterránea vía del hambre

y su sabor alas de bronce

por el oscuro jardín

me muevo

y demuestro

que lo que poseo

lo vuelvo

diestro empeño poseso

del noveno cielo

y su soturna escalera

que demuestro

no es más que un acertijo

de lagartija de pared,

y se siente

jamás me creo poseedor

de la castaña del castaño de oro

con lo que prevalezco

en gritar difuso y difuso,

profundo y profundo,

hasta estar tan enterrado

que nadie me entiende,

hasta el fin de la nube

estoy esperando

el camino de mi carretera

con mi tren sobre una acequia,

si no soy persona lo demuestro,

sobre un pilar de imagen

que me hacía militancia seca,

una losa

sobre una mariposa de cemento,

una cama de sábanas de algodón

con su polilla eterna descansando

sí Marián

me avanza tu profusa luna

cabalgando astros,

ven ven a mí

tengo tu néctar que deseas

por eso valgo

hechos de ratas sumergiendo

por lo que soy único

devaneos del tiempo

en profuso caracol

y su casa de espejos,

puedo ver los hechos

colgados del techo,

día a día me alimento

de tu aliento

sobreviviendo más allá

de la escala que mide a las personas

por sus empleos

qué he conseguido yo

me preguntas

pues 1861 bocetos de poesía

infra realista

y sí orgulloso estoy

de mi carcoma,

orgulloso de mis abrojos nacidos,

si me detengo

es para seguir creando

cual hora mortis nostrae.

 

 

SOTURNO CABALLITO DEL DIABLO

 

Lejos de la tierra cruzo la senda,

donde amanece la sombra,

hombre, hombre de luces y tijeras,

hombre de bien al menos,

a veces algo que entender

navegando dentro de la luz

un cuchillo del negro puerto

porque yo no caigo ni muerto,

ni es mi soturna vía,

un espejo estridente sin sangre,

amo la noche sí y ella me ama a mí,

un velo de sosiego, calma 

y enervada súplica nacarada,

es su juego es mi baile entre estrellas,

y grillos que se marchan

por ser otoño,

como un pez en tierra

intento escapar de la tierra

y respirar en mi medio

cuando aleteo 

y solo giro sobre mí mismo,

una estampa, escrito yo en cobre,

sonido si al menos fuese sonido,

muerte al lamento y al diario

sea de la temática que quiera

una garra, una sombra,

un océano abierto

se necesita caer despierto,

un trance de momento,

y la lluvia cae de nuevo,

el terreno se vence,

la luna se sacude la vergüenza,

mi aljibe jamás se secará

si lo hace ya no estaré

para sacarle su oro de verso,

cromado,

un rayo, una cumbre

y finalizó mi osadía

entre cerrojillos desempolvados,

tengo sed, de liberarme de mi mal

y volverme más que un talento,

más que lo que no he elegido,

ser del viento y que el viento sea mío,

esperando cabalgar

mi caballito del diablo emplomado.

 

SOLIVIAR

 

Próvida estampa

que corre, aletea mi profuso alivio

que juega mi mal,

huida de quienes no me conocen

porque nunca me conocerán,

algo que ni yo mismo hago empeño

puesto que tomo lo que no me dan

con mi esfuerzo,

y no deseo lo que no tengo

porque me enseñaron

a amar lo que tengo

por eso no tengo más

que mi silencio,

porque de amar algo

lo acabas perdiendo,

la mujer que siga siendo mujer

para completar a este animal

que me tejieron,

cavo en mi jardín una fosa

para envolver con oro fino mis escritos,

por si un día despiertan

y me llaman papá,

les dejé una receta de cocina

junto a ellos:

Hacer una hoguera

y meter en una maceta envidia,

hipocresía, odio en mundanal caricia,

mal ojo de deseo,

mentiras, juicios malsanos

y dejar la maceta en el fuego

999 segundos,

con eso estarán alimentados

el resto de siglos que me quedan.

Mundanal zozobra que acuso,

acabaré pagando su recibo

en sangre,

todo lo lejano

como un soliviar de mentir más agudo

buscando vencer a la aguda aguja

decretada en espacio,

hoy seguiré mi curso sin mi nombre

por si consigo empalar a mi etiqueta

que brilla y reluce más gorda que yo

que ya parezco medio espectro de mi silencio,

un réquiem se blande entre mis huesos

que ya no crujen,

están plenos, hinchados porque saben

que durarán más que yo.

Y yo duraré nueve vidas de gato de arena,

por ser lo que soy

un rival de mí mismo,

llego a mi abismo.

 

CRASCITA LA BELLEZA

Un rayo de Sol

iris de su párpado

cabalga el albor

de un cielo de plomo

la belleza abre sus alas de amor

se desliza el sueño en color

por los que estuvieron y nunca estarán

cicatrices carmín mecen los ojos

de un tiempo desvanecido,

tejidos en el esfumino

del estridente grillo

por un horizonte de sangre

se forma, gotea y sostiene

lo que el ser alcanzó a ver

pálpitos de estrella que dibuja la floresta

yo lloré sobre una montaña

allí sostuve mi alma colmada

fuego que destapaba

la libertad del hombre era pintada

sobre ascuas del miedo volátil

que avanza nunca para

hacia más lejos de la novena estrella

iba la conquista destellos fugaces del ser

cobijaban mis manos

el reino vivo lloraba en mitad de la mar

su pena que crujía con las olas

ecos de su destino informe

ojos de sus ojos que en cristales bañan

su osadía de cerrojos

la tierra en silencio grita lo que ella habita

baila y juega en inocencia

un fulgor se abría pasó del cielo

tormentas ceñían su pensamiento

hijo del rayo conquistaba su corazón

un resplandor de la nube se abrió

su vida clamaba perdón

por su alma sentía insuficiente su respirar

por esperar, una flor abrió en la montaña

paciencia le dijo no hay razón

para la belleza ella nace encausada sin más

así el cauce de tus actos abrirá

en besos carmín cuando tu destino tome forma

crepitando su felicidad, cabalgando

más lejos de donde se ocultaba el alba

cada planta despertaba con él siguiendo

el camino del amanecer

sus miedos quemó en una hoguera

y de sus cenizas surgió la belleza

con forma de mujer, ardían sus ojos

con el candor del Sol

ni la caléndula más bella alzaba el color

de sus cabellos,

un cuervo posó en su hombro

y le dijo: -Ha llegado tu momento.

Es la hora de bajar el firmamento,

y tomar tu lugar hasta tu desvanecimiento.

 

UN CHARCO SANGRE

 

Corría un otoño plástico

por la vereda y la rambla de la espina,

era un cristal de luna gimiendo

en su cristal de arena,

nacía mi quimera despierta

ojo de su ojo que avanza,

una pestaña líquida,

fusión de espejos en ascuas

etéreas, flamígeras llamas

soñando que eran incendio,

era un agraz perdido,

un sin vivir tejido,

consecución de ocaso prendido,

muchas lágrimas terminaron por irse,

por perderse en la tierra de nunca,

estaba colgado de su cruz,

encumbrado de la fiera,

dormido de la tiniebla,

era o no era llegó su primavera,

alzaba besos al viento,

como despliegues oníricos

de una profusa recolecta,

y que su reflejo no hiriese más,

sembraré en el tiempo

un soliviar en intelecto,

por si responde su eco,

yo estaré despierto,

soy loco experto,

de que me acabe este horizonte sediento,

por si vuelvo no traeré mi cesta de limones,

traeré sentires, traeré un destino renovado,

que yo si puedo

el mundo deshace en mi mano,

condenando a los que no son de mi extirpe,

aullaré por si desciende mi rosa-malva,

y que luces me pueblen los cuencos,

fuego quien me viera marchar,

la arista desdobla,

cuelgo a la pulga de un pelo,

me caso con mi desespero,

Sol mío yo cómo era,

este ojo surrealista me desdobla,

y subo su araña,

porque yo no tengo superior ni nombre,

que yo haya elegido,

soy un cuaderno de cabeza y manos

en pluma de humo de mi diablo,

porque se siente

sé lo que valgo,

y es más que un billete de reales

como el resto de seres que caminan,

mi subrepticia a veces fiera

a veces esquiva me domina

y esto no es un poema

es un charco en yacija

de sangre mía.

 

SONANDO MI LUNA

 

Sobre un lejano tren

marcha mi noche

un respiro del azabache

un horizonte profuso de cuarzo

el pulso se detiene

en nube acolchada de plomo

yo no estoy hablando

tú no estás escuchando,

este hierro que llora la luna

es mi profunda espada,

ceñida en albor de soles,

son estos humores que sangran flores,

el destino me clavó una máscara,

me dictó su iris que abandonara,

pero un guerrero sin luchar que va,

manténme afuera

dentro de la luz de tus brazos,

un abismo me veo caminar,

hace más frío que antes,

el Sol arde más,

dentro de madre luz,

sálvame de mi penumbra particular,

dentro de la noche

se desliza, avanza, nace y muere

el plomo de este cuervo poeta Förüq,

está ardiendo en los cielos,

ha vuelto a crepitar su mentira Diosa poesía.

 

CRISOL

 

Un crisol de cuchillo,

una hija de mi Sol nacida,

llamada poesía,

centelleaba por su llanto,

abría las compuertas

para incendiar al abismo,

y pedir a su madre oscuridad,

a esto se alzaba un héroe inmortal,

Hípsipila nacido de una libélula

y del agua de la fuente eterna,

ojos de zinc cuerpo aguerrido

con los mil vellos de fuego

ojos y fuego de su origen

del dragón volador,

cabalgó y cabalgó,

surcando estepas, bosques

y ríos de valles dulces

en una orilla encontró

una bella doncella de cabellos de rayo de sol,

Brigid se llamaba,

estuvieron día y noche conversando,

se atrajeron y el río vio su unión

de la que tras el embarazo

nació un hada mitad sombra mitad luz,

a la que llamaron Leannán,

tras su unión el padre de Brigid Dios Sol

otorgó los poderes de la tierra

a Hipsipila inmortal,

que a su morar llevaba

que traía toda simiente vegetal,

de aquellas vidas en las que su castillo se hundía

en su profundidad.

 

 

FÖRÜQ BREVE RECOPILACIÓN (NUEVE ENTREGAS)

 

I

 

Hablo desde esta sombra

que me habita,

un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,

mi vida que jamás se consume en desquicia,

rajo este sol que visita tu retina,

espacio derredor acaricio

en agujas que te cuelgan el techo,

flor con flor brilló nuestro corazón,

una luna tejida por su alarido

a galope del viento en mi mundo

te alzo en piel de piedra

crepitando tu rayo que me cuenta

de tu vena y su carcoma

muy lejos de la tierra hilvano tus ganas

con destello furtivo

de sed de abrojo

cambio tu vida a mi antojo

sí tu pecho en rojo,

sabes quien soy

soy fantasma que sólo tú ves

flagrando el viento a tu merced,

háblame del puerto y su negro sentimiento,

háblame del cuervo,

de tu alma sin cuerpo,

ven, ven a mí

veremos el amanecer

en la sangre de mis ojos,

acabaremos con el destino inerte

que cruza mi suerte,

ven de nuevo quiero verte, apoderarte,

alimentarte de mis rosas desangradas,

es por tu roce que mi sangre bulle

y jamás de ti se esconde

te siento en cada silencio seco,

en cada eco de oscuridad

que a mi espíritu sucede

cómo no tenerte

si por tu idioma me florece el verso,

piel con alma simiente del atardecer,

umbrío cae su sonido;

Tu cuerda que afina el grillo

y cigarra con su guitarra

acantonando nuestro oído,

es por ti que mi suplicio cae investido

fiel a recorrer tu segunda vida,

ninguna mentira me dijiste,

el miedo ahuyentamos juntos de la mano,

la noche llega de nuevo en tu pupila

de esferas yertas

y sus paraísos de hielo

que cruzo al verte

quiero que me sigas sonando

eternamente la noche

para todos los siglos

que empieza nuestra condena

sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.

 

II

 

Tumbado el horizonte

se acuesta mi ilusión,

este mundo arde en un verso,

la decencia queda volcada,

la gente se pierde en el alambre

que sujeta el verso,

mirada a la tijera

y que suene la campana,

todos mis sueños quedaron amados detrás,

yermo el terreno mecía un alarido

por la tierra que no estaba muerta,

vuelo sin suplicio dormido,

la acequia mi sangre lleva,

pierdo el control por quemarme con su luz,

resumen de lo vivido en la esfera de su retina

más que un crujido de mi ventana,

al viento le pido me acerque su latido,

camino por fuera del límite,

anudado el tiempo y sus cuchillas doradas,

sol tras sol, día tras día,

todo lo haría para que te quedaras en mi vida,

graznando viene la noche

por el círculo dibujado por la luna

se cava la llegada del día,

desde el lugar que yo amé antes,

te escucho gritar,

la oscuridad me sostiene

con su manto templado,

vuelo al alfeizar,

tu habitación muerde mi pupila,

el tiempo me vio nacer cuervo,

jamás rendido desde una torre a otra

exclamaba el perdón de los Dioses

por alimentarme de sangre,

llegada la hora

que luciérnagas cuelgan noches en los robles,

se abría el reguero de mi sed de abrojo,

la araña tejía su cena,

yo te esperaba como cada noche,

los minutos derretidos en mi colmillo,

granate albor se deslizaba por la tercera campanada,

tibio, parco, sumiso, el sentido,

se vencía mi sed de nuevo,

concluida la estampa de la sombra,

que araña cada grito en su cama,

danzando mi calma.

Hoy no será una noche cualquiera,

se prende la hoguera,

la sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento

yo no me acuesto,

limo mis nervios con acero,

la lluvia canta en mis oídos,

será otro amanecer violeta postrado,

mírame soy el alba de tu amanecer

hoy no me verán perecer,

mírame voy por ti.

 

III

 

Estupor nacido

tus brazos no están lejanos

a través de los tiempos

todo lo que siento

es un ramillete de estrellas

esperándote en la cruel avenida

de ángeles estrellados en sus caricias

puedes verme caer en mi subrepticia

vida que para en vivo

y me deja verte

resumen de lo vivido

cuando la noche comienza a sonar

yo vengo por el camino de las espinas

hoy que no se bendiga

me mantendré esperando

con mi soledad por ti

ecos de un tiempo

que se desvanece en el vértice

si ese por el que colgar mis ilusiones

gana el horizonte

yo era más viejo a la entrada

de las nuevas visiones

yo cambiaba el tiempo

en la hoguera

al parpadeo estaba besándote

al fulgor crepitando la estrella

en amor latidos sordos de penumbra

me cuelgan las pestañas

todo te lo di

y te di más que nada

me enraízan las malvas en mi nicho

hoy seré yo quien muerda tu cuello

al son de la luna seré el vampiro despierto

a través del tren de la noche

atravieso zarzas y cardos

hasta llegar a tu ventana

el azabache es llorado de nuevo

queda tu corazón de cuarzo

la noche se mueve

mis grillos cantan un réquiem por la flor

se despierta un cuclillo en amor

eres mi fuerza, eres mi hombro

me deslizaré en tu cuarto

cuando las sábanas arropen tu cuerpo

y yo beberé de ti el sentido

hálito de vida en hierro

esta noche de primavera

que corría hacia atrás

seré espectro en oración

hasta llegar a tu puerta

y devolverte a la nueva vida

tiempos negros me trepan

cuando su eco sordo

baila en mis pestañas

me fumo un cigarrillo

a la hora que lechuzas despiertan

se oye el resquemor de tu ventana

mis colmillos brillan

tú dormida sientes frío desde tu cuello

a tu sentido

visiones de tu nueva vida

te entran despiertas

y yo ya no estoy en tu cuarto

por las violetas nocturnas

recorres la grama de tu patio

comienzas a explorar tus nuevos sentidos

y escuchas en tu cabeza

bienvenida a mi mundo.

IV

Resueno

en el borde del papel

la condena dilecta

que marca un futuro

en subrepticia subyugada

a la luz vuelta oscuridad

del alma deseos de sangre

que jamás se cumplirán

solo la sed de vida por gastar

besando en la noche la sed

de vida ganar

asesinando creencia,

aliento y latido

en la oscuridad vuelta luz

un silencioso lugar

sólo el latido escapó,

el espejo no refleja

lo que reconozco

y mi vida va quedando atrás

solo tu mente atrayendo

para sentir el aliento.

Deshaciendo este frío

hojas y hojas de pensamientos

van cayendo

cuando me paré a mirar tus ojos

que ahora no puedo borrar

ni en oscuridad.

Te voy viendo llegar,

tu calor y corazón latiendo

estáticos dueños

de su tejida existencia,

te veo en paciencia

y me voy adueñando de tu pensar

mas que sangre

quiero cerca tu vida

para yo sentirme con otra

que hasta alma tiene,

y se va desgastando el camino,

los pasos trazados

se vuelven ilusiones.

Un día derretido,

el segundo quedó en vacío eterno

sin manipulación

de un ser superior

no puedo ayudarme

en este frío y vacío espacio

cada noche

deseo sentir tu amor

algún día

para siempre.

 

V

 

Avanzo despierto

las sombras por carretera

del mundo inerte

que vive en la sangre

por brotar yertas espinas

grazna el cuervo del lugar

y los altares gotean

sangrando murciélagos

ojos ausentes de sus ojos

que juzgan en su mentira superficial

qué necesitas

cuando todo suena a final

y el circo de la sociedad mece

y teje tu actividad

rojos al mirar

guerreros del abismo soñados

no cielo para vivir

eterna batalla espiritual

del interior de la tierra

llueve de nuevo

nubes se derriten

plano elevado en vida

único libre de acto y pensamiento

al océano de hierro y construcción

solo un deseo que se pudra en albor

y el resurgir venga

brillando sangres

mas lombrices maldiciéndose

por haber acabado su hogar,

desaparece y viene la oscura noche

a pesadilla mece el sonámbulo devenir

de quién me habla en mi cabeza

diáfano cuarto donde se clava

el sembrado silencio

donde el respiro cuelgo del techo

crujiendo paredes el sentido

me nubla los ojos

hay algo que me llama

es el hambre de la caza.

 

VI

 

Iba la tiniebla bajando mi escala,

iba vestida como florece una roca

de anchas y hondas calzas,

desertora de la mundanal zozobra

que me acusaba,

bajaba y se preguntaba si la luz estaba con hambre,

entonces abrí la ventana y apareció su madre,

azogada, cansada de ocultar la luna,

abrió sus oscuros párpados

y una espectral sonrisa se dibujó en su cara,

para decirme: -Esteban su Sol ha muerto.

¿cómo?

Entonces encendí una lumbre,

y lentamente devoró aquella madre oscuridad,

mientras yo escribía una elegía,

posó mi ventana un cuervo,

que dijo: -Noche siempre.

entonces un vil recuerdo de mi Sol

cruzó mi mente,

yo que le creí invencible

ahora la luna era una esfera negra,

un espectro se colaba por mi ventana

era una mujer sembrada en sábana,

me acarició el hombro con su manecita helada,

ella que dudaba más de su existencia

que la propia duda,

entonces miré mi imagen en el espejo

y la imagen me devoró el rostro,

ahora lucía una piel pálida

como la arena

y unos colmillos que atravesarían la madera,

era el inicio de mi condena.

 

VII

Mi polilla desvencijada

nace del espejo que crepita

una boca de esfera y su artificio,

revoloteos en torno a la bombilla

que más quisiera ser ella la estrella

que te atrae

tu noctámbula sed

de espinas blandidas,

un viento lunar se reposa

en mi ventana,

siega del mar oscuro

que todo tiñe de malva nocturno,

hoy estoy aquí

ante ustedes cigarros

para latir

y que vuestro color

sea expulsado,

recibo que acuso

ponlo en mi pierna

caminaré el infierno

por si consigo pagarlo

con mi sangre algún día,

serrana se torna mi almohada

de su musgo y lozano rostro,

por el canto de este caracol

que ya no late se quedó seco

en su intento,

es una luna menguante

y su aguacero litigio áspero,

un iris y un prisma lejano

es mi hombría un surco

en mi jardín de cementerio

por el estío rígido

y sus cristales de hueso

de un sol

que le enfadaba su luz.

 

VIII

Seco y duro, seco y umbrío,

corría el linde quieto

por la arboleda despejada

daban las tres y treinta

de la madrugada que se marcha

por oscuro diván de la sombra,

un espejo tímido sonaba,

el reloj paraba,

con un grito de estrella,

su alcoba fría en la que despertaba,

no quedaba viento de palabra,

ni pensamiento agil que en eco no quedara,

lanzó aquel espejo contra el suelo,

y rápidamente sangró un borbotón de sombras,

se abría la noche y sus quimeras despiertas,

brotaba de su ceniza de pulmón,

el irisado que la oscuridad clama,

quedando para siempre

su alcoba fría y vacía,

sombra de aquel que sonaba una noche

que ya escapa.

IX

Una flor vino del cielo

a la puerta de este mundo.

De sombras libró

los sentimientos puros de corazón,

la señora de las flores silvestres

la adornó del color de la noche.

Luz de luceros caía a ella

sangre de oro, polvo de estrella

quién era la más bella

dormida su nota suspira

única dama de la noche

gustaba la flor llamarse

llave de este mundo

con el mundo de lo inerte

la visión

de espíritu suplicante,

blanco vestía, en traje luminoso

sus pétalos abiertos al valle,

de la niebla y la bruma,

valle de árboles cantores

y nereidas como hogueras,

de bellas súcubos en las cuevas,

rezando los guerreros de ojos rojos,

de druidas los lobos,

y de las sílfides los prados,

las margaritas y las hiedras

que las ramas trepan.

De las salamandras de fuego el hierro,

y de ninfas el agua,

dioses combatiendo por el cielo,

mientras reyes celtas

con el deber de serpientes

poblar la tierra

como aconsejaba la tradición.

Para en prosperidad reinar.

Si en sueños llega la 1:30

bien vistosa te veo,

bien dulce te siento,

bien fiel te oígo dentro,

si nací ciego para verte con el corazón,

si no todo en la vida vida mía

con los ojos se ve,

dime sombra por qué has enamorado

cada parte de mi ser,

si existes por qué insistes

en transmitirme como sientes

si ya dentro vives,

si ya de ti me tienes,

si ya has asesinado mi soledad

y feliz voy a vivir contigo la eternidad.

Con hueso y fuste un fiel desespero,

vio reinar el cielo

única dama de noche desvelada

por ella azucenas nocturnas

su pelo acampaban,

en oro y sangre

se alzaba este lobo

por encontrar la paz en su mundo,

trémulo desliz nacarado

fuego en la piel

hierro fulgente de estrella en los ojos,

me acompaña tu latido fiel de la noche

que cierras con un beso al horizonte,

con garra y letra inspiras este ser,

por el camino de nunca volver,

eco sordo de oscuridad

mece tu mirada,

al viento que aúlla tu nombre

hada fiel de la sombra

que tu Hipsípila te llama,

cuando todo lo suyo es para siempre

un tiempo que se resquebraja dormido,

la puerta de este mundo no encontraste cerrada

hoy te amo retorciendo tu esencia en mi cuerpo

se congeló la maldad

derrota su caricia brilló mi bondad

refugio de tu latido con el mío

a las flores por abrir en mayo

es nuestra comunión de estrellas

es mi vida en la floresta

donde enarbolar

tu belleza sin igual,

allí solo allí que entone mi grillo,

abriendo un suplicio de todo lo vivo.

 

ESCARCHA DE LUZ

 

Hilvanando sentires de plata

en estrofas cuarteadas,

quién a acompañarme baja,

mi yunque despierto se alza

entre madrigueras del sueño,

danzan las procesionarias en fila,

queda desolado mi alfeñique

que canta en el clavo esta vez,

un retal con retrato de quien fui,

las pupilas en orden caminan

el horizonte del cielo,

mi aljibe de cobre será sentido,

es un nido de grama

donde corretean versos de espuma,

chirría la carcoma

la madera de mi espalda

donde sostengo la sombra de Caín,

encumbrándose de la fiera

se alza mi bella entera

gritando por más oscuros sentimientos,

¿Puedes sentirlos?

¿Puedes sentirme?

camino fuegos

hasta complacer el ojo humano,

destrenzo el sonido de los árboles,

es un cuervo quien soy yo,

es un alarido que alza la noche,

por entre sillas desnudas

del alba sin final ni comienzo,

que sólo juega y ríe con las luces,

despistando flores,

entre ruego y plegaria

mi lamento tornó crujido de mi mecedora,

es una vid y un olivo que vive lejos ahora,

una linde en cruz con señero,

un agujero abierto

es una herida abierta

mi pozo con palabras en vez de agua.

 

 

 YUNQUE DESPIERTO

Construyo mi silencio,

esculpiendo bustos

que no deseo,

me rodean pensamientos

como martillos sonámbulos

quisiera dejar

de ser yo quien hable

que hablen ellos

de su negra estación

que se alimenta de mis sueños

para volverlos pesadillas,

hablé bueno ladré

a mi amor que no existe,

no me contestó su voz,

me contestaron sus lágrimas

por sus sueños no materializados,

quisiera apoyar más que ladrar

pero mi mundo volvió sortilegio de espinas,

ni yo mismo puedo dejar este reflejo

amargado que me habita,

este corazón dejó su brillo

su escolopendra huyó a un paraíso

en el que no duele su mandíbula,

mis ojos cansados ya no juegan

con sus dolores,

anclado al firmamento

quedó este lamento

que quiso ser poema .

Entonan las riveras de mi sed,

un crepitar en estruendo llamado,

de almas sencillas, olvidadas,

en dulces espinas de abrojos

su lago férreo sensible al tacto,

un momento danza atrás,

y desperté para no saber quién ser.

 

SIMIENTE DE ALMA

 

Hijo de la sombra repleta y de la luz

avanzo firme en un sentido,

cuando mi sol duerme yo estoy despierto

y te ansío para florecer el viento mi humor vivo,

por si vivo jamás celdas podrán silenciar mi trino,

que se alza sobre los mortales,

meciendo versos en paz y sosiego,

dignos de los altos hombres,

afilándose mi muerte sobre la grama,

no pedirá que calle,

este trino que se blande,

fiel testigo de mi sino,

que en amor vence sobre lo desolado efímero,

hálito hilvanado desde un confín al astro crepitando en albor,

hoy soy yo elevado corazón,

bajo relamiéndome el alma de cal y brillo,

cruzando firme mi sendero que lleva a verte mi amor eterno,

retales afilados cáen desdoblados,

se dibuja mi silueta en la penumbra,

oscuro opaco de tu vítreo trasluz,

dime por qué sombra no te alcanzo y te abrazo,

fiel compañera débil en la oscura tiniebla,

se mece en luz mi vida

para descubrir eterno el sonido,

desmochado mi nido,

desmigájame en partes,

mantén con vida este corazón que te habla,

estoy medio vivo, mantén mis miedos aparte,

sólo tú cruzas mi mente,

en este nicho de vida voy cavando mi dulce muerte,

para resurgir llegada la hora en flor de niebla y trigal,

pasada una vereda corriendo por la rambla

se mece mi vida entera,

encima de los fusiles mi alma deslumbra,

sólo la oscuridad entiende de sus crímenes,

me ciega la luz del sol al que amo con ardor,

destellos al fulgor que bajo de la montaña a la tierra

rigiéndome en amor, esperanza oculta

hasta fundirme en tornasol,

de la sierra a mi valle  luce mi talle

vestido de caléndula y ababol va mi cuerpo

entonado en un caracol,

la línea de mi historia

la describen horizontes y visiones dentro de mis ojos,

va mi alma en destierro buscando su amada,

me mantengo seguro pues Margarita,

tu persona entraña el amor y el reino que quiero,

sueños atrás estoy contigo

una vez más,

afilándose mi verbo en el ramaje del alma,

que clama que sólo contigo

este guerrero partiría su alma.

 

 

LLUEVE MI SER

 

Habrá un silencio ocre,

la pianola de mis dedos

escupirá versos de cobre,

la tierra cerrará en valse

escurriendo por tus labios

mi ahogada serenata.

Abrirá mi colchón marino

una sábana de algas,

para naufragar flores y rosas

el alba conjugará besos de mi sed,

encumbrando mi anochecer,

cantará mi martillo,

sobre el yunque sonámbulo

de mi cuerpo.

Se afilarán mis cuerdas vocales

para cantar:

UN HORIZONTE INMENSO

un cielo emplomado, 

ella es Dios es lluvia, 

es preciosa sonata 

de hojas bailando 

el origen de savia 

ha estado oculta 

su bondad, por miedo 

a que puedan hacerla daño 

por creerla debilidad, 

siempre aplomada 

por venas razones 

que enjuician 

y la apresan 

por quien ella no es 

así se decidió 

por la vía rápida 

ser única, ser sólo la mejor 

porque no tenía rival 

ni semejante 

ella era lluvia,

lágrima de los Dioses,

cuchillos de raíces,

la única bendición,

la única destrucción,

eres portal de vida,

eres más que tristeza del cielo gris,

eres un motivo para vivir

para nosotros los seres de tierra.

 

 

QUIÉN TE TUVIERA

Estabas y no estabas,

estabas en el viento

que roza las sienes,

estabas en las hojas de los árboles,

lejana y cercana

según seas mirada,

me acariciabas la mirada,

te alzabas por cumbres nevadas

y cuchillos de grama

te gritaban,

te encontrabas en la margarita

sencilla del prado,

cuando la flor te posee entera

y no hallas más brazos

para jugar,

ríes y lloras sin parar,

la tristeza tornas

con melancolía

de quien te observa plena

como un rayo de luna,

como un horizonte malva

estampado en estrellas,

como un río y una mar,

no giras,

eres belleza sin igual.

Eres madre de la naturaleza,

principio y causa

de toda era

desencadenante perfecto

en eterna hoguera,

un ojo de un cuervo

te observa,

siendo de la noche

quimera bella,

siendo del día

laborado panal de abeja,

eres realidad

estás en silvestres aguas,

en la fiel madera

del árbol que te lleva,

eres agua de la rosa,

sudor de todo amor,

estás en la cueva

latiendo su estalactita,

en cada corazón vivo

y en cada azar de muerte,

eres sonido de viento,

sonido de trino,

una senda incontable de todo camino,

estás y eres fuego, elemento vivo

en la simiente y en cada alma que te yergue,

estás en cada palmo de tierra,

en cada siembra,

en la simiente que espera,

estás en cada planta

hasta brotar en mi garganta

cuando intento plasmar poesía,

estás en todo lo creado, por manos

del Creador Universal,

Belleza eres madre de este planeta

y del humano ser

acaso siguiera.

 

UN NIDO DE GRAMA

Cuánto afán se midió en la estrella

donde el tiempo amansa y se acurruca,

es un afán perpétuo que deslizan los temblores

de las femes sus cabellos,

no fue azar ni ternura cabe

por la sombra que tiñe verde

mi cansado amor,

cuál charco se vende a mis lágrimas,

por una grieta acababa yo de irme,

cuando nació de mi poema una escolopendra,

escaleras a mi Sol carcomido en busca

de un crujido invierno,

de mi desvalido sueño

por el que dejar algo más que mis ojos claros

al mirarle,

voy con mi canasta de limones

allí donde las mozas trenzan sus ilusiones,

mi caracol tiene su canto afilado

por los soldados que violan espigas,

soldados alados dónde irán,

una casa se construye para que viva siempre

la ventana pedigüeña del hijo.

profuso monte desvalido

del olmo que vive lejos,

es mi savia un poder de dar vida a mis injertos

poblados,

una furia que atraviesa

mi vena de luz,

donde juega y baila mi amado murciélago,

en su colchón de luna.

 

ALJIBE DE COBRE

Mi timón es una cárcel,

mi vela es mi mano,

un dulce enjambre de estrellas,

una sacudida sin despedida,

doblando, desdoblando mi avenida,

ya no te amo subrepticia,

el origen de mi Sol,

quedará en imaginado

surco de su haz,

viva que vive mi caracol,

es un canto naranja,

es una entrega de rama lejana,

un hotel del cielo en mis dedos,

es un paraíso sin piso,

hoy agito hoy cuelgo

mi decencia y su amapola,

nazco del precipicio,

dolmen de mi escudo,

de mis ancestros esculpidos,

escritos en bronce,

fieles cuchillas del linde sin dueño,

espíritu de mi árbol,

sosténme bravo

en este desempeño,

que rebanaré el viento,

alcanzaré el sonido,

fulgurado brillo

mi compás que marca

la Guitarra de Gerardo Diego,

mi pozo y su aljibe,

con aire por alas,

con abejas por palomas,

será una casa

para las golondrinas

este azar

de entre los mortales,

caminará mi dicha,

su gozo

fumando mi cigarrillo.

 

CAMINO DE TIERRA

 

Empeño asolado

al fanal infinito

de las flores del campo

diestro me dirijo hacia la muerte,

por coraza mi pecho,

por yelmo mi palabra,

un fiel reflejo por escudo,

es todo lo que pudo la sin razón,

es todo lo que llegó

al río de las almas,

dulce estampa de agua

la novena estrella me cabalga,

oscuro linde de mi vergüenza deslumbrada.

ojo de mi ojo,

vida de mi zarza quieta,

una fiel hoguera

rastrojo al fuego de mi quimera,

es mi sed verdadera,

escarpada cumbre del hombre,

yo lato sin nombre,

sentencio a mi olvido

a no volver jamás,

a este recipiente

de sangre que porto,

resisto aleatorio,

en este panal de escombros,

me enraízo lejos de este mundo,

me desdoblo en dos dimensiones,

las vidas de un día que me enjuicien

que mi camino no termina,

montaña, yo soy la montaña,

el Juez Supremo ya me dictó mi sendero,

que yo me he ganado,

que yo he tejido,

y que las lombrices

sigan siendo lombrices,

que yo sé donde dirigir mi vuelo

de cuervo poeta,

mi semblanza única

camina sobre una araña,

boca sin besos,

en cuarto umbrío,

me teje ella Litcher la llamo,

un destino,

un encuentro sembrado,

letra que complace mi tejado,

resbalarán las aguas,

mi navío fue llamado al negro puerto,

siniestro yo el comandante

sigo mi noche

que ahuyenta que se estampa,

mi letra quedará en mitad de tierra,

porque toda materia

es y será polvo de tierra,

un rezo y un ruego

para que sean iguales a mí

cuando me toque zarpar

al otro puerto blanco,

sin retorno.

 

 

OJO DE UN OJO LABRADO

 

Arde, miel elaborada

al afán sin mesura

se desmembró mi atadura

desde la luz del día

dentro de la oscuridad

me vuelvo a ver brillar,

el camino de la zarza mece la espina,

destino teje mi araña,

un ojo dentro de un ojo,

un rasguño de gato negro sí el mío.

No puedes mentirme dentro de mis ojos

donde se encienden más de cien fuegos,

los albores quedan cojos,

crepitan los ayeres en rojo,

voy surcando mi vida quieta,

para deslumbrar

relumbrando mi hoguera,

queda la esperanza

que mi vida tejió entera,

sinos y demonios

arropo en la mirada

hasta colmar la bravura repleta,

todo lo que vio fue mi quimera primera,

por si brillo en el lucero quédate, sujétame

que me sostiene ella,

caminos al fuego del resplandor dorado

tornado en ilusión hoy surco tu amor,

y créeme me blande tu calor,

por este astro mío que ya no luce apagado,

es de nuevo el tiempo de la construcción

dentro mis ojos,

trabajando en la mina,

por cavar hacia tu corazón

suena el túnel al albor,

canto en la tubería,

grillos me acampan las pestañas,

para tu oído mi te amo quiero llevar,

bravo y condenado

a tu corazón atravesar

cual flecha siniestra de esta ballesta,

que mi boca dirige a tu entraña bella,

vive mi araña, por el telar de sus letras

se rige mi poesía,

puedes habitar mis ojos

donde el piropo arde sin mesura

su compostura,

eso sí no puedes escaparte,

avanzo para traerte de un brazo

fiel a mi regazo,

mi vida se dibuja de un trazo,

infiernos y abismos destruyo a la par,

hilvano mis ilusiones

para dejarlas cocinándose,

la luna me contagia su sonrisa,

cuantas noches la vi en duelo,

por su vida daría yo mi vida,

yo alzaría en mi pecho su bandera,

la noche que reina

desaparecen mis tormentos,

estrellas en el cielo brillan su cruel reflejo,

para gobernar tu bella calma

hoy por hoy, ahora por ahora

mis lágrimas cayeron germinando

en flores de luna,

no me llores de nuevo,

reza por mí,

el silencio deshacerlo

reinas tú lo alto del cielo

por las noches alzas mi firmamento

a ti te acompaña mi lamento,

servir flores silvestres en este jardín de rosas,

alzame bello un sonido te devuelvo su eco escrito,

puedes ver a través de mis ojos

que el firmamento cae cojo

por mis retinas se dibuja sangre

y nuestro mundo en rojo,

te avanzo el sentimiento en arrojo,

loba luna llórame una flor de luna,

la noche que llora su azabache

su cielo tiñe de malva

no me pisarán ni muerto

nuestras rosas del alba

para, se acuesta y mece

su azucena nocturna

que crepita doble el nombre de la luna

condenas atrás me rige la libertad

lunamante de decirte,

que locura por ti sólo hay una

como luna solo existes tú

y tu espiga que en luz habla,

bañada por astros a tu espera,

por si vivo y vuelvo a nacer

que sepas que tú reinas mi camino

del verso y su plata

por el añil de tu canto

y mi certeza

que yo te amo.

 

 

TIERNA FONTANA

 

Ríos que me tibian el corazón,

eslabones de sangre,

¿Dónde está la paz, dónde está el amor?

ríos de sangre se comen mis venas,

cada tropiezo,

otro borbotón,

otro alfeñique para mirar,

¿dónde quedo yo?

que el sol sea mi pena,

cantando espero mi triunfo,

se afila mi papel,

crepita mi alma,

tropiezo con la tiniebla,

hoy navego sobre mis versos,

aliento de la sombra de la creación,

hijo de la luz y de la sombra,

no acabaré de irme,

no cesará mi terco aljibe,

enamorado sin luz avanza

parco el sonido,

deslumbrado albor,

desnudo mi árbol,

hoy centellea mi rayo,

para decir que yo aquí no he muerto,

se viste mi sangre de caléndula y margarita

por si vuelvo al desliz de mi vida,

pasajera de un caudal

que mi entraña mece,

piel con piel, dolor con dolor,

enamorado corazón,

hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,

estoy latiendo en el umbral de los dos,

mi sangre está llorando,

el cruel desliz de la parca efímera,

me siembro en los campos para perderla de vista,

suenan los trigos, de la verde espiga al girasol

se viste brotando mi amor,

viene a plañir mi alma

por el sendero sin prisa,

se alza la dicha,

mi ser crepita el alma,

hoy me visto de espiga,

y que el campo me enternezca

al cuchillo dorado de la piedra caliza,

hoy mi amor al albor

gime por su caricia

y que el alma dolorida entienda

que ella Margarita es mi vida,

por este siglo y los que me quedan,

escrito yo en la piedra.

Lima el albor mi nervio,

aliento cruzado que cae tejido,

la ilusión se hace nido,

borbotones de sangre que crepitan,

alcanzo la cima,

el sentido cae dolorido,

de vid y espino alcanzo el sonido,

al compás de un famélico ciprés,

mi alma dirá viviste,

encontrando la flor

por la que mi mundo se desviste,

rayos a la aurora

para su fiel investidura,

flor de niebla que avanza

mi umbral se desvanece,

bullen las fuentes,

el río es otro río de sangre más,

lucen las mortajas coloradas,

fiel desliz que cruza mi alma,

desgañitándose el alba,

el amor por parir una flor,

elevado al rayo de sol,

quién te viera quién te vio

rasguñado tornasol

se desangra mi campo del girasol,

millas aparte mi nombre se blande,

el beso me derrama las mejillas,

en albor quedan las caricias,

de la piel escritas, sentidas,

danzan las estrellas,

me vuelvo a ver en tu vida,

donde el te amo formo bandera,

y en tu ser queda,

resquicios sin nombre

que el ser come,

la rosa y la espina gimen

en tu nombre,

avanzo el ser resguardado,

sin franca escalo la tapia,

a tu cuerpo me encaramo,

hoy soy de ti

como el pájaro a su nido,

como la sed a su agua por beber,

como el río a su montaña por descender,

como el caracol a su mata por comer,

crepito el fuego que me brota

por tu corazón,

soy yo sin más razón,

tránsito veloz,

tu calma y su verdor,

me visto de malva

gimiendo una runa en el sol,

me anclas el gozo en la flor,

me blande el coraje

por el viento exclamo

mi valor amarte sin condición.

Desde mi umbral a la flor,

cantas mi canción,

te aúllo un caracol,

mi vida tornó a mejor,

irisado rayo de sol,

una fuente y un diente

un afilado canto irisado,

hoy acepto mi destino

porque muerto vivo si no te miro,

tengo tu imagen enraizada en mí,

es por mi sino que maldije,

pero hoy después de tanto

tengo el sendero labrado,

mi cuclillo trina al infinito horizonte,

mi ser se hace grande,

mantenme afilándome en la piedra,

hacia el centro me quedo exhausto.

para pulirte del alabastro.

LILIT SOMBRA DE EVA

Hija de la noche así te llamo

un sabor digno del amaranto

que la luna encierra tu canto

entre oscuros reclamos te vistes de encanto

los grillos lloran tu nombre

en esfera de azabache te haces certera

el viento es tu incipiente respiro

incesante, desvencijado halo de sangre

despiertas por el latido que llora tu nombre

por el que la polilla es reina de la estrella

ese que plañía la noche

cuando la sombra se hace eterna

gimes en las fuentes de primavera

un beso de horizonte malva

el espíritu lleva tu nombre grabado

como desvelo consumado,

aire es tu apellido engalanado

a la novena estrella sin luna caminas

tu vida no entiende de clasificaciones

sólo tú reinas la noche

cuando el sueño hace el amor con los dormidos

ries y lloras con la lluvia

la tormenta es tu carcajada

al latido sordo de oscuridad abres tus ojos

el día por tú tenerlos tan claros ciega

las ondas en el agitada agua

mecen tus rizos

un sueño despierto del fulgor y la belleza

te engendró a imagen de la centella olvidada

tu ser respira ambrosía amada

perdición de muchos

orgullo y alabanza por mí

que soy más fuerte que el mal

que juega, corre y cosquillea

con tu entraña sí esa por la que mis buques

dejarían su ancla

lobo de día cuervo de noche

que en tu ser se acurruca

y al sol desnuda

resplandor de almas fugaces

nuestro baile

vespertina perdición si amanece el sol

quiero ser de ti como el murciélago

a su rincón,

volar contigo como si el mundo no importara

despertar para abrazar otra noche

en la que girar

y en tu mirada encontrar fuego de astros

por dibujar y mi vida contigo sembrar

musa incipiente del artista

alma amada que se funde

prejuicio, mentira y verdad

ababol sembrado

tu corazón sin igual.

 

HIPSIPILA COMPLETO

Entre sierras y montañas

de verdes y valles de ríos sangrientos,

ven pasar la espada de Hipsipila

árboles milenarios

asolando a los caídos,

ven lejos los astros prepotentes

de sí mismos,

desconocen el hijo del viento y el Sol

que va por los senderos,

¿Dónde irá ese hombre?

-Sólo él lo sabe,

a una princesa vampiresa

le prometió una flor

de la montaña más remota y alejada

pasada la Torre de Hércules.

Con raíces la trajo,

sin un solo pétalo perdido

ni hoja caída,

a la orilla del río la puso,

a la orilla del río ella la quiso.

Cada primavera iba a visitarla,

cada primavera su flor

de color distinto vistió.

Un año notaron triste a su flor,

extrañaba su montaña.

Su amada le pidió piedras y tierra

de donde fue encontrada,

a si lo quiso, a sí sería.

Al llegar a la montaña

en el lugar de donde estaba la flor,

allí una serpiente sabia encontró,

cual ella le dijo:

Si muere esa flor morirá tu alma,

-¿Qué misterios entraña

pues dicha hermosa flor?

Es hija de los cielos como tú, contestó.

Sí quieres saber más pregunta

a la reina de las mariposas,

que yo estoy tomando el sol.

Cogió las piedras y tierra y marchó,

en el camino una mariposa

se posó en su hombro,

le dijo al oído

sígueme mi madre te espera en el bosque,

allí fue,

la reina de las mariposas,

le dijo que esa flor fue

de las más antiguas en crecer

después de los helechos,

tan antigua que tenía

capacidad de sentir intacta

como los humanos.

De ella se despidió

tras darla permiso

para beber de su néctar.

Rodeando la flor

puso la tierra y las piedras,

decidió tras el consejo

de la serpiente y de la reina mariposa,

visitar a la flor cada mañana.

Su princesa también se alegró

y del bosque un lobo para Hipsipila

regaló,

en amor juntos vivieron.

Un día la flor se cerró,

en su interior

semillas latieron hasta

caer a la tierra

con las primeras lluvias;

de cada una de ellas,

brotaron plantas jóvenes

con los colores del arco-iris en sus hojas,

de cada semilla

de esa antigua flor

despertaron las hijas sidhe;

hadas que cuidaron el bosque

y cada arroyo, esa fue su leyenda,

un cuervo un día en su ventana posó

dijo con amplia voz:

A la tercera luna llena

vuestro mundo caerá en guerra

solo el tejo milenario de las runas del padre

tuyo Hipsipila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir

y a vuestro lado luchar

el árbol inmortal solo pedirá un acertijo

para ayudar mi nombre que es Förüq

os ayudo por traerme sustento cada día

desde que sigo a vuestro lobo del bosque

de la sombra y el manantial eterno.

Hipsipila, crisálida azogada,

reflejando su muda,

y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo emplomado,

lejano y distante su reino de amor está

como su princesa por capturar,

el pájaro único, igual a todos,

blandea en estiaje gris lánguido,

mientras llueve en el jardín inglés

bruñido su color añil.

Vientre de hierro

donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

a su enamorada luna

que le lleve,

tordo, de la oliva tu fuste

junto con el córvido tesoro

de nueces,

el duende su pipa humeando

el esfumino del sonido del grillo.

El reposo de Castilla

sin preludio de su princesa

que no amará su tierra

si no a su Hipsipila captor de su vida

alba más preciosa

que su anterior atavio triste

mira los ojos de zinc de su dragón

y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgido insecto primero en descubrir

el estanque y al beber

dragón tornó su ser.

Ahora le vendrá el reino

de los valerosos hombres

él con ojos de fuego y sangre

mimetizarse puede y en voz

deslizarse, fúlgidas cabelleras

cual hombre del norte,

nada le oculta a su princesa

que ya más no quiere

seguir sus tareas de castillo

ella quiere casarse con su dragón

locuaz inmortal que le guiará

al estanque de la vida eterna

un pensamiento divaga

del ser en que ella abrirá

el albita de la cuerda

del grillo que marcará su son

en violín y oro caracol

con siniestra forma de corazón.

Grama fría

en la aguja que mece,

que sostiene la enhebrada parca

de la mente que clama

la muerte de la conciencia

y su desdoblado humor.

Gris el hálito crepitando

que cayeron los templos

de huesos mientras

Hipsipila nacía

de la fuente de la vida

en reino inerte cobraba lugar

él lloraba piedras de montañas

subió los montes,

los hielos derritió con paso lento y decidido

a las plantas les dió voz,

el reino del hombre cabalgó

sin entender su religión

que no era basada en el rayo de Sol

Hipsipila cabalgó y cabalgó

Sangrando su dolor en rocío de flor.

Un día se detuvo en un castillo

de las tierras del norte

allí descubrió una princesa

de ojos color tierra

y unos cabellos color de su fulgurado

Sol y su ilusión se encendió

pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa

para luego hacerla su compañera eterna

compartiendo su secreto del manantial

ningún reino pudo más que al

de Hipsipila inmortal que a su castillo llevó

que traía toda simiente vegetal

y todo pájaro trinó Hipsipila siempre vivirá.

Legaba su destino a Hipsipila la segunda

luna nacarada, repleta en el ojo distante

del castillo reino del inmortal albor nacido

crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor

el bosque de la sombra y el manantial

con el que despertó aquel inmortal dragón

era iluminado en golondrineras y yedras siniestras

el lobo corría marcando sendero

hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos

un torcaz mensajero llegó al castillo

con premisa de ofensa para hipsípila

pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte

si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas

contra ÉL denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio

sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen

era el origen de todo lo visible

ÉL, último guerrero de la luz

ya ante el tejo guardíán presentado

humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra

el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol

sólo usted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar

todo yerto ser que en ella

descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida a cambio para acabar con ésta cruel injuria

que nos azoga el alma y amenaza avanza

no descansa de la sinrazón del humano

-Sólo una respuesta tiene mi pregunta

y su recompensa será escuchada

¿Cuál es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro

que mora nuestras hojas?

- Förüq es la respuesta, contestó Hipsipila

tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre

fue presuroso en compañía de su amada y su lobo

a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba la cerradura

del cerrajero universal llamado Hierro

al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al únísono

del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial

toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre se iba dibujando

en corazón naciendo del agua abriéndose

una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre

dijo al despertar:

Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe dueña de la sombra.

Mundo salpicado de colores

de líneas decadentes y sumisas

al poder del linaje

el reino del hombre se alzaba a la tercera luna

como un pintor de batallas

él estuvo allí combatiendo

entre galeras y cañones de fuego

los mares teñidos de rojo Hierro

tuvo que combatir pero regresó a su castillo

allí su mujer le esperó

recordó quiénes fueron sus antepasados

y un temor le invadía

el denominado Diablo y su anterior existencia

con el nombre de Caballito del Diablo

vaga libélula que zigzagueaba buscando agua.

Le esperaba su nueva oportunidad de servir

a su padre darle un nieto en albor,

la sangre de Hierro le aguardaba

y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio

trompetas de Higueras del Demonio

aquella noche sin luna

cabalgó la pasión de la victoria

con todo el reino de fieras yertas a su lado

codo con codo contra todo humano guerrero

los animales le ayudaban decía la leyenda,

le prestaban sus ojos

la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.

La pasión le envolvía

aquella noche que su mujer se transformó

en la verdadera Señora Hada Lhiannan Shee

y el deseo cabalgó aquel Hipsipila en dragón de ojos de zinc

como su nombre dragón volador voló

adentrándose en el cielo encerrado de su mujer

todos los murciélagos del mundo

fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer

nueve meses nueve días y nueve horas

dieron para que naciera de Leannán-Sídhe

la más bella hormiga León del mundo conocido

esperando hacerse adulta y beber

aquel hijo de Hipsipila del manantial ahora férreo

de la eternidad,

a espensas del ser futuro que avanzará de su muda

la joven Hormiga León Nepa Grandis.

Pasaron lunas

pasaron soles

mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres

ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal

acompañó a sus padres al manantial

y al beber

fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando

finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón

teniendo comienzo el reino de los inmortales

~

Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera

de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal

del castillo de Hipsípila,

el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave

en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta

su segunda existencia sin condición

hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida

jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo

dragones volaban rojos amaneceres del cielo

en este mundo sin el humano ser

sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio

los caracoles hacían carreras con meta el la planta

que trajo Hipsipila de la montaña más remota

pasada la Torre de Hércules

los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones

y torneos del reino de sus semejantes

se daban regalos entre ellos

los duendes celebraban coronación ahora

en el bosque de la sombra y su río de sangre

bañado por el manantial eterno.

Suena el río, agua llevaba,

alma de fada silva ella,

bebía en la orilla alegre

flor roja lloró su tierra,

blanca cierva a fada triste

cazador hiere su flecha,

enhiesta espina gemía

flor abierta brotó en yerba,

fada herida ya descansa

latiendo la parca negra,

yace en helecho silente

suspira su sangre yerta;

Enamorado el helecho

una flor mágica asienta,

tambores suenan la tierra

los duendes lloran su fada,

ahora el helecho era ella,

mueven la piedra ocultada

cazador tropieza cerca,

el río ya lo llevara,

fada flor de helecho yerra

duendes cobraron venganza,

cantó lo que el bosque alberga,

misterio de cierva fada.

Fada flor de helecho inverna,

cicutas toman la sangre

veneno hacen, blanca cierva

cuervos la cena discuten,

cazador ya río lleva,

lleva el río su latido,

campanillas suena yerba

duendes coronaban fada,

fada su vida celebra

los espinos la cuidaban;

Flor de helecho fada bella.

Enhiesta flor fue semilla,

altiva plántula fue ella.

Quién fuera ella, tan linda.

Él fue y es, ella no yerra.

Aún plántula fue fada.

Valor, honor, sí fue cierta.

Él aún duende a ella la ama.

Ella la flor, no era yesca

ellos cuatro siglos ''juntos''.

Los dos sí saben, ''leyenda''.

Aquel fauno cazador cayó al río,

y el duende enamorado del hada

preparaba su entrevista con Hipsípila

debido y lanzado a revelar su secreto.

Ya en el alfeizar de la ventana del castillo

llamó con insistencia al cristal

Hipsipila le vio e hizo entrar

a qué se debe su honrada y grata visita

señor duende

-Pues traigo noticias importantes para usted

de mi origen, mi único secreto de vida.

Muy bien cuente sus nuevas si gusta

-Pues resulta que le llevo soñando

y todos mis sueños me indican que usted es el origen

eterno de mi espíritu en cuerpo

usted Hipsipila fue y es mi siguiente vida

le agradezco despertarme de la entraña de la tierra

para poder descubrir con resurgir que mi vida

no cayó conmigo,

le pido con este mensaje cierto y verdadero

que me otorgue permiso para beber de la fuente

de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo así como usted luce

apuesto, grande y recio cual hombre del Norte.

 

~

Afirmativo fue el permiso de Hipsipila

al señor duende resurgido desde del umbral,

se iban hacia el manantial una semana más tarde

de la visita, algo desconocía el duende enamorado

y era la sorpresa que le aguardaba...

Hipsipila cortó una rama con destino agua eterna

para ser injertada en el helecho hada amada por el duende.

Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra

al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados

de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogíó con una tinaja de cristal

agua para la rama mientras el duende se decidía

fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales

sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio

y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal

hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro fundido.

La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto

o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas

era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como agradecimiento,

allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo

injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho hada

al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar

el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas

con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta

un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsipila:

Gracias soy Lhiannan Shee dueña de las entrañas de la tierra,

su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo,

y quedó preñada Lhiannan shee dando a lúz a los trescientos treinta y tres días siguientes

un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos

eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro.

Corría de la vereda a la rambla castellana

el inmortal hálito de quien bebió de ese manantial de la vida,

decidieron el duende y el hada Lhiannan Shee

llamar a su hijo abejorro Genaro,

él iba feliz cumpliendo recados de su madre

como picar todas las flores del bosque sombrío

y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas

con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad

sin guerras,

un día llegado el verano y su estiaje

planificó Hipsípila un viaje de vacaciones

junto con su señora hada Lheannan-Sídhe

viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte

allí cenaron y de la simpatía derramada

el dragón Culebre mitad serpiente mitad duende

se ofreció como escudero guardian del castillo y jardín de Hipsípila

a cambio de alimento Hipsipila aceptó,

aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe

reveló a hipsipila que le esperaba incluso antes de conocerlo

debido a que aquella antigua princesa que habitaba

tenía el alma de la despertada Lhiannan Shee

que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque

mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo

hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes

necesitando volver a despertar eterna

en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste

el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad

regando el helecho con la flor de su hada

y protegiéndolo de toda fiera

debemos invitarle esposo Hipsipila a que vivan en nuestro castillo

y el duende sea real jardinero tuyo.

Así lo hicieron tras regresar con Culebre

y todo el mundo deslumbró de felicidad.

Canta mi sangre yerta,

de agua eterna

el hierro de mi tierra por sembrar,

trayendo toda simiente hasta desde el umbral

canta la amapola vieja,

sangre del corazón carmesí,

sueña mi semilla despertar,

donde el muerto cave su vida,

y mi cicuta triste,

enraize el paraíso,

de pieles sedientas

y hojas muertas,

corre mi otoño desde la vereda a la rambla,

de la fuente eterna

corre mi frío desde el infierno

al río de esta alma por ganar,

encina yerta de mi piel esquiva,

beso de tierra y vid,

beso de trigo y girasol,

canta mi amada Leana en su mirar

de cuchillo de espiga mi cante,

de zarza y espina mi amor

real como intangible nuestra eternidad,

áspero y rígido,

bravo y valiente,

duro y endeble,

metal y simiente,

pan y niebla,

niebla y bruma me desprende,

desde la boca hasta el pecho,

donde canta mi pasión sin despecho,

vive esta sangre caliente,

lumbre de mis tocones,

nube del cielo por dibujar,

a estampa de sed y viveza por entrañar,

canta mi umbral,

quiere tener soles y lunas sin gemir,

invierno llegas,

dibujando transparentes los miedos,

avanzas cada campo sin permiso,

helando hasta el hielo,

oda de mi sangre yerta,

por mi tierra me arde la siembra,

y el beso queda escueto,

parco el sentido enamora el hálito,

de nuestro feliz mundo

quién te viera marchar,

vestida de olivo y centeno,

de olivo y cebada,

de trigo y espada mi guadaña,

por la calma abrasas la esperanza,

en maldición cantas tu canción,

y los cuervos te rinde pleito de negra ala,

de grazno escondido en cada roble,

del humano yerto ser

desde la piedra a la cueva

abrasas oscuridad mi entraña,

dibujas tu vívida estampa,

donde el tiempo yace muerto,

y solo los duendes te entienden,

solo las hojas buscan su nueva vida,

deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,

la dicha y la sombra por ganar,

desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,

desde el cante a la maraña,

te canta mi vida quieta

este amor de la mañana

en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,

suspira el rojo,

quiere ser río de alma y arrojo,

quiere nacer abrojo,

el espino mece la espina de mi antojo,

y la amapola amarilla,

solo ella abre a la gran luz,

horizonte de mi piel que quiebra como ayer,

enamorado suspiro de frío,

enamora mi hielo,

donde duerme,

donde reposa el amor de mi sangre eterna.

-Cantaba Hipsipila tras respirar los polvos de hada de Lhiannan Shee

que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida

 

 

CUCHILLO DE DOBLE CARA

Tú mi ventana volada,

un cristal que escapaba,

recto hacia el frío,

nazco del suplicio,

no erró mi destino,

se iba alimentando mi camino,

entre yedras desoladas

y su escarcha helada,

era una nueva era,

en la que alzar alas rotas,

y enraizar en esta copa de sangre,

un monte dividido,

un ínfimo horizonte derretido

en azar de lo que prevalece,

un iris y su magia nocturna,

sin razón cabalgada a la novena luna,

titubeaba mi dolor en mi sien,

un despojo pulido hasta que relució,

despojo de mi alma que no quería

que no toleraba parásitos,

era una voz dentro de mi voz,

yo la amé sin importar su naturaleza,

hoy la pido permiso para que me deje descubrirme,

encontrarme desde el hueso a la cabala del muerto,

abierto mi pecho, un despierto retuerto,

no calculo eso es del experto,

subvierto mi agua en este desierto,

advierto a las vidas de un día que mi alma revierto,

y mi ser divierto,

el sentido opaco injerto,

hasta mi dicha pervierto,

quedando mi cauce abierto,

aúllo a mi lobaluna para que siempre sea mía,

preludio de mi posesión certera,

como mi amada Leannan quimera,

de sombra ramificada,

eterna rama asida a mi vida,

paralela entre dos ríos,

entre dos realidades,

razón y locura

una buena y otra estupenda,

hasta juntar en eclipse

las dos dimensiones de quien quiero ser

en un abrojo.

 

PANAL DESLUMBRADO

Nirvana definición de ruido

enjambre en oasis de mies

adolorida hasta morir en almas,

urdimbres en fulgor

por lo que sólo ocurre

pasado el amanecer del cuervo

un río ungido, unido en avenida

corpórea es por esta sangre

que el destino se cuelga de arañas,

porque no puedo estar ni un día

sin escribir silencio gritado

por estas manos,

la vanguardia que quede

para los que no son barrocos,

"fumando espero

a la margarita que yo más quiero" frase cogida que no es mía,

Porque soy incapaz

de continuar mi vida de poeta sin ella

sin ella mi musa,

porque solo tengo una musa

que es la belleza,

que es ella.

Sin ti,

sin ti hace un mal tiempo que sujeta,

las flores caen mustias abatidas,

el cielo llora chuzos de punta,

sin ti el cielo se cierra,

y el paraíso pide entrada,

el infierno queda pequeño,

la vida se viste un traje en gris lánguido,

el sol deja de brillar,

ahora ciega la vista,

sin ti los árboles crecen hacia abajo,

el mar luce un traje carmesí,

el mundo conocido brota en espinas,

sin ti yo no tengo vida,

el aire se come mis pulmones,

mis tripas se comen entre ellas,

sin ti no hay alegría

en mi ser

que casi viste de negro,

de todo lo que me haces falta,

de todo lo que te echo de menos,

el horizonte queda corto,

para expresar todo lo que te necesito,

muero en silencio como un olmo viejo,

eres mi vida de un trazo,

y te quiero en mi regazo.

Puedo escribir a tus ojos

la cumbre enésima de nuestra teja, 

la flor del miedo de que cambies tu parecer

en tu circunstancia de aquellos dos meses 

ya paro porque no depende de mí 

la vida es apostar

no rescato mi pena

porque si creo en un futuro

a tu santo lado

Creo en ti

no creo en el destino, 

puedo mostrarte mi desespero

por el que jamás voy a perder

sin intentarlo

porque te amo y eres mía 

Si no lo fueras te aplaudiría 

me estoy consumiendo

y lo sabes.

 

ENCINA SIN HOJA

Tiempo nacido

algún día retorcerán las flores

vivos amaneceres crepitantes

al mirar los astros

lejos veo mi cielo colgado

al trémulo desliz nacarado vuelvo

jinetes muertos se comen mi tiempo

un día caminaré por fuera

veré ajeno el dolor

me carcome el sentido

por el que colgar flores al viento

me enamoré de un espejismo

y hoy sólo siento frío

que juega naipes helados de mi sangre

diestro el viento se lleva lo que siento

telarañas ahogadas en tazas de café

sí esas que nunca tomé con ella

el paraíso de lo sentido

queda lejano como un iris sin vena

dulce cruel estampa

al invento deshojado,

abandonada la razón del periódico helado

queda el fuego vespertino

de todo aquello que duró

lo que el tiempo hace parpadeo

yermo terreno investido

por el que se descubre yerto mi pecho

en la penumbra desnudo mi sino vespertino

me caminan las soledades del hombre

como muertes de mi Encina

ya sólo quedan bailando mis tenues sueños

cogidos de la mano de flores

mi pecho ya cansado de abrirse

florece en ababoles de sangre

mi pulso lo caminan ilusiones

siempre se podrá estar peor

en mi sótano de luz cuelgo pensamientos

y nacen opacos colores

al atardecer de la suerte

brotan mis pesadillas asesinadas

hoy mi Sol agotado llama a las nubes

releven su acto

yo seguiré buscando la flor lejana

hasta tornarla más cercana que mi alma

que ilumine mi vida donde ya mis ilusiones

son un manto de caricias por entregar

como siempre me mantengo fiel a la luz

llamada esperanza.

Luz de virtud a mi encina deshojada,

es un sonido que avanza temblando

por acequias descolgadas del acto,

Encina mía dime qué hice

para perder tus hojas,

invento deslizado

mi dulce sangrado,

es por mi avenida

que la luz se adapta a la forma de la sombra

de su araña,

el oscuro camino renace y deslumbra

por hechos de bondad,

llama mi puerta un reflejo de quien fui,

no contesto yo, será otro camaleón

con mi nombre.

 

POLILLA DE CEMENTO

 

I

 

Mi cabalgada desventura

en el pecho de mujer que hiendes

es una solapa dura,

que se presta en manos

del aire y de los rosarios,

es un hospital un barco

donde intentaron curar mi cordura,

y no me retraigo,

traigo mis sepulcros etéreos

a zarpar venas de encaje,

de eternas piedras y voladuras,

que fea dibuja mi araña,

rajo y asomo por entre un horizonte tuerto,

las cofias de este milenario otoño,

ir y nacer,

si nacer partirse pudiera,

como la abeja tejer la miel ocurriera,

acabo de irme y no me he ido,

siguen mis corceles de viento jugando,

ríen mis dolores que se desnudan

por torres de líquidas palabras,

entre esmerilados lobos lunáticos

soplan las abejas sonado en Z mayor,

carcajadas serenas en esencia de flores ausentes,

traigo, que llevo a este viento

mi néctar profano del tiempo fusilado,

mi gato de arena maúlla en tejados sin techo ni teja,

cristales me empañan la visión

de nueva era

el tiempo siempre es el mismo

cambia sólo su contenido,

que es de bocas de grama el nido.

 

POEMAS INICIO 2016

 

I

 

Blándeme en mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.

 

II

Hálito silente

yo creo en ella

porque su piel demuestra

que los sueños se cumplen.

Volamos juntos al viento

como molinillo diente de león.

Hoy la vereda canta nuestra canción

dos corazones en un mismo latido unidos al unísono

Su carita que llama a la mía

de su cuerpo es mi caricia

por ella el piropo jamás escrito

solo desvelado en su oído

Sólo al viento le pido viento bonito

mantenme en su destino.

Que de lo vivido muerdo su corazoncito.

Weche tengo en mì la fuerza

escrita corriendo como puma gris

de sus Andes por sus campos

sus margaritas que mi te quiero

no sólo su nombre llevan e incitan

en caricia ella me quiere

del ababol a la verde espiga

Yo la quiero a ella mi margarita.

Sentido yerto:

Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvido yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puedo olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnudo mi cuerpo en la penumbra

del segundo quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerdo

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la oscuridad

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.

 

Aguerrido albor

Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

hipsipila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.

 

Final con comienzo

 

Retina escarlata,

su ojo de niebla

y bruma que avanza

donde corta mi flor de luz

el sendero,

esposa del Sol al mirar

lumbre quieta, retina abierta

muerte final con comienzo

en alabado fin de existir

y quebrar el tiempo

conquistando el terreno.

Sangrando raíces que gritan,

aullando hojas al viento,

pintando su dispersión eterna

como sustento y cobijo

de toda vida

mecido del insecto al mamífero

desde el helecho

al alto árbol

hoy canto para ti

vida vegetal.

Mi caricia te sembrará

una y mil vidas más.

Flor de tierra

Fuego en el agua de su mirada

de los vientos auspiciada,

la ceniza consumía su carne

ardía sin mesura su compostura

naufragó valles y sus caricias

su bandera fue de su vena acequia

molinillos fugaces sus pestañas

de él se enamoraban las hadas

de ella la primavera entera

con cabellos del rayo de Sol nacidos

ojos de tierra sin lugar era bella

clamaba su voz la cima de la montaña

descendió abismos

para anclar su esencia en la belleza

que late y envuelve su huella

conquistada en miel

su ambrosía

gemía la caricia

para brotar altares de hueso

y murciélagos de sangre

lloraba piedras en sabiduría prendidas

la bondad alzaba en servicial entrega

su fuerza era de su amor hoguera

él lloraba flores para ella su amada

su verbo a veces tornaba carmín

en pétalos de silvestres rosas desangradas

su voz germinaba la tierra a su paso

el amor a la tierra no le detuvo

ni sostuvo en fracaso,

encontró con ella el amor

que le fue negado llorando espinas

y si sus abrojos nacieron no fue

más que para rajar el viento

difuminando el tiempo en estaca

de eternidad con fuente y manantial

anclado gozo en armonía

bailando de la mano y naciendo del alba

jamás capturada

pupila enfrentada

que mecía

que gritaba

siempre te amaré Valkyrja mía.

Quimera quieta

Umbrío, tibio,

al resguardo de voz habitada

serena, llena de luz

en este linde

donde corta mi sendero

y florece mi sombrero

al viento

ojos llenos de paz,

sendero atravesado

en árboles de sosiego

encontrados

en hálito congelado,

lumbre quieta se dibuja,

espino amarillo que clavas al guiño,

calor de mi calor,

cauce de mi sangre displicente

desde la montaña al valle

luce mi traje

para encontrarte

vestida de Sol y caléndula

mi bella Valkyrja

resplandor dorado

al trasluz de tu amor,

granate mi sed de tu cuello

al destape

mi río de calma y arrojo

en réquiem por la rajada tierra

en albor de la centella

colmando su belleza

donde mi carcoma quieta

mira y avanza

sintiéndose en armonía plena,

yo fumándome un cigarro

en la piedra de tu belleza,

quién te alzara voz

entre los campos en flor,

fuego de tu fuego sin mas razón,

ciprés que clama protección

para sus muertos que vela

tejo morador de siglos y cobijo,

ababol de versos de piel y abrojos,

desde la verde espiga

a la mora sin espina

y su zarza esquiva

hoy te veo como eres

y perdona

me apasiona

ser guerrero de nuestra luz

donde avanza mi quimera

y mi pasión poseerte entera.

 

Tierra en el viento

Quieto silencio investido

doblado en el filo de la hoja

ese umbral que corta mi calma

avanza en un sentido

rápido, veloz el resguardo de tu

amada voz

encontrada cercana

donde estática enhebra la silente parca

fluye de un confín a otro confín

yendo mi barca atravesando el brillo

al compás del sí bemol mi traslúcido pío

y su suplicio en la carcoma

que recorre mi horizonte

infinito pintado en el borde de la ola

en la espiral de la araña y su tela

la flor de difunto abre su luz

al resplandor del cielo

que cae emplomado

Se corta mi alma para aullar

en la centella

quemándose en su hoguera

hoy el viento lleva nuestro nombre

mi árbol será sentido

en cada flor de niebla

la bruma su color gris dejará

en este jardín de mundo viví

para sembrar mi aliento

que cayó como tierra en el viento.

 

Silbido de la centella

Claman verdades de la tierra

por nacer y resurgir

el eterno ciclo de la vida, muerte

y resurrección de la simiente al albor

de sangre sin condición

yo soy por siempre

Así como dura sonrisa y guiño

al azar de la existencia

efímera esencia

apellido y nombre que nada representa

como resplandor de la centella

cargo el silencio y el infinito de mi verbo

resopló en la montaña sin nombre

de mi tierra que jamás tuvo dueño

latido sin final

agua de manantial

va girando mi vida por enrraizar

yo soy siempre

el eterno comienzo sin final

aullido del viento

hoguera crepitando la tierra del volcán

Río que acaba y resurje del mar

ese soy yo por despertar.

Resurgir

 

Hoy las fuentes bullen

los ríos desbordan

las vidas dejan sus grises

de invierno y sonrien

al alba de la lluvia

que toda vida mece

sal al jardín ayer sembré mis ojos

esperando que la tierra fuese sangre

las raíces mi boca

y la planta mi cuerpo

para con longevidad imperial

llegado el momento

decir de este jardín yo no he muerto.

 

REINOS

I

 

Mariposa nocturna,

amiga de las noches

que escapadas revolotean en las luces,

mariposa blanca,  blanca nube,  blanca muerte,

cristalino rastro,

polvo de estrellas,

Transmigración de las almas,

Vuela mi conciencia,

descansa y juega con mi luz,

esta noche mi alma es tuya

blanca dama alada,

avoca tu perdición en mi sendero,

olvida tu atracción lumínica,

las estrellas nunca se pueden alcanzar

bonita ni la luz capturar.

 

II

 

Canto carraspeado, estirando el calor

por surcos y grietas de un rayo solar,

termómetro yerto, estirado

de todo espíritu muerto,

rejón de grados tu cuerda de cigarra,

cada simple vida de la nota sujetas,

por un campo que haces tuyo cantando,

que necesitaste medio siglo

para florecer en voz,

al viento que te dio garra

y cimitarra,

tu libertad es incuestionable,

agarrada a un profundo horizonte,

cuando el astro rey hierve,

tu crascitas el canto de día

porque la noche te puede,

para el relevo del único grillo

que afila el cuchillo del silencio

su fiel gemido sin nombre ni reino.

III

 

Armazón de quitina, acorazado

capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,

escarabajo de todo ámbito y lugar,

tan variado como único al mirar,

desde la flor al desván,

tu voraz fauce desde el árbol  a la flor,

desde el desecho al coraje vivo,

suerte desde el descender de tu larva

al evanescer de tu metamorfosis,

azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,

vida de calma y pulcritud,

apetito que no cesa,

muerte que no detiene,

ni elemento ni realidad que no ocupes

del reino animal

Rey insecto desde Egipto a Castilla

con su gorgojo de la encina,

desde un continente a ningún lugar

donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.

IV

 

Cuatro riendas aladas

un mundo asesino de ojos,

corazón en pareja,

planear infinito por umbrales de luz y agua,

un reposo de la noche en un ser vivo,

colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,

caballito del diablo,

libélula zigzagueante en esfera de mandíbula

espuela infernal del ser que acechas,

mensajero del cielo,

astilla con alas de la puerta que abre la vida.

V

 

Ambrosía de ser vivo sagrado,

oficios y tareas consumados,

albañil efímero tu dicha de genes elaborados,

quién a ti te osase,

tu esencia tu labor de escuela,

miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,

tu tejer de los campos recogiendo,

siendo supervivencia de casi toda planta

tu legado Hymenóptera familia

tanto depredadores como recolectores

abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,

en defensa de lo que amas.

VI

 

Reina araña de esta tierra de conejos,

ocho patas acecho de los campos,

maternal hasta llevar tu prole en el lomo,

araña lobo capaz de enfrentarse

con el alacrán y siempre ganar,

al acecho desde tu madriguera,

un hoyo donde vivir a la espera del despistado,

tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra

tarántula lycosa lycosa.

VII

 

Danza mi alvéo una sonatina

de hormigas famélicas

quieren alimentar a sus reinas aladas,

con semillas danzarinas

en busca de su nueva vida,

yo margarita quiero mi vida contigo,

para alimentar tu alma con versos,

nacidos del fuego en fundición de verbos,

recorro tu existencia

de la que soy tu hormiga león

del signo que me vió nacer,

la constelación del cisne,

quiero que sientas orgullo

de que soy tu hombre

asi no te dé un libro

te doy sangre para que escribas trece,

has demostrado belleza por tu fuente,

me verás eclosionar de mi etérea crisálida,

mi motivo para escribir a la naturaleza

descubrirás porque soy animal de verdad.

VIII

 

Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales,

antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros,

ágil correteas mis pensamientos,

muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,

habitante donde haya humedad,

como un río que habitas corriendo,

como lepisma pececillo de plata,

tu longevidad mayor que la de un gato,

destello de que lo tuyo es perpetuo.


SINO

 

Temblor un hechizo de sangre,

un color, un elevado suplicio,

desliza, recorre un abismo de plata

y nácar, gime el tiempo descalzo

por avenidas estampadas en espadas,

tiempo sujeto en eje etéreo,

carcomido en hiel,

suspiro trémulo avanza, yerra, se encuentra,

en boca de dragón recto, displicente,

llama en hielo de compás,

por el que abandonar todo menos la fuerza

que guía, dirige todo azar de vida y contrario,

el encuentro acelerado para encontrar

fuego en el agua de la mar,

dentro de tus ojos,

dentro de mi cabeza un gato negro

sí el mío,

pasea tu desvelo

como el color de mi suplicio

en yerta madre de todo

como este guerrero de la luz sabe

que sin ella nada existiera,

yo paseo ciudades que negrean,

y humean fósiles del intra-terrestre

astro soslayado y apagado

que pisamos desde memoria

y razón cabalgada.

Jinetes del tiempo muertos caen

 en este horizonte sediento

piel con piel,

beso con beso

nace un verso.

Me reuní con aquella lombriz boca gris

si quería yo saber de mi devenir

contesté yo que sujeto al destino estaba,

yo que indomable y sumiso amo mi camino,

sí mañana voy allí donde dices,

a la tierra que todo es libre

y me despedí.

Tras aquella razón que di

a aquel ser.

Yo amo mi condena y a mí sería

al que tendrían que pagar para quitármela

sin mi sufrimiento no sería quien soy

y sí señor sé quien soy,

tú sigue tu rol tejido feliz

y déjame tranquilo es mi sino

ser atípico

lejos de andar de flor en flor

cultivo cada flor

y a sí elevado amor

asido al rojo horizonte

por conquistar y mi color llevar,

hablo con mis pensamientos

de más allá y otro lado,

orilla por llegar

allí sombras y saetas

alcanzan a deslumbrar

cuando hipsipila nació

el ojo de este vampiro

bien contemplándolo estaba.

 

HIELO DE MIRADA

 

Abro las puertas de mi mente

hacia desembocaduras heladas,

y tierras del hielo donde todo acaba,

una sonrisa congelada con una llave de hielo

en mis manos, es sólo un recorrido,

todo empieza,

tu vida hoy no es lejana,

ni esta tristeza es del alma,

hoy mi sangre se derrama

floreciendo la amapola de tu cuerpo,

ese por el que siempre pierdo,

¿cómo de helada mi vida?

descansa en las compuertas del ayer,

nada se cierra la muerte está lanzada,

escapa de sus redes tejidas,

mis pensamientos se hacen contigo,

latidos de lágrima descongelada,

muy bonito, muy bello,

un paraíso lejano oscuro,

navega mi barca de una orilla

a su confín de despedida,

aciago témpano donde florece el viento,

por un trino hasta el crepitar del sonido,

una danza de hojas de otoño,

un suspiro de cobre,

tu cabello que me electrifica mi tacto,

soy fuerte sin alabastro

soy fuerte sin noche de azabache

soy fuerte por la memoria del invierno,

que se acurruca en tiempo eterno,

ventana reflejo de máscara.

mentiras de que estás viva sombra de Eva,

granate de tu mirada,

sangre de fresno con tus cenizas,

muerte te beberé entera

para que abandones mi botella,

pudo decir todo y se quedó en lo hondo

como cigarra que tarda cuarenta años

en dejar de ser larva.

 

NOCHE EN SANGRE

 

Un reposo de luz,

una mandíbula sigilosa

de ojos enigmáticos

las criaturas de la noche

meras fauces del sigilo lumínico,

en luna de runas,

en bosques de la sombra,

como abanicos de oscuridad,

abocada a silenciosos instintos,

es por ellas que el infierno es una caricia

si la perdición la porta la vida,

un granate sanguíneo,

un evanescer de la sed,

oculta por rincones del alba,

en la cruz que cada ser vivo zozobra

con su destino,

es por el Sol que el mundo se amansa,

abriendo supervivencia

en grito nocturno,

a lo largo de los tiempos,

un carnívoro suplicio de las estrellas,

una vorágine en su gala mayor,

un apetito feroz,

un descender de la carne en ojos de nácar,

es por lo oculto que se descubre

el devenir del destino inerte,

y mi azar difuso de la sangre.

 

SIGILO DE CIPRÉS

 

Gime mi astilla,

en pulcritud de clavos,

versados yunques de mi estío,

mi casa es el viento,

la sangre mi electricidad,

qué puedo decir,

qué puedo hacer,

tuerca de mi piel,

para encontrar placer,

y que el grillo afile su violín,

en este calor silencioso

por el que volverme sudor

en tu cuerpo de mujer,

seguiré cantando en la tubería

de tu sien.

Una vida que no fue mía

porque la llevo a cuestas,

deslumbrando osadías

noches negras,

de cabezas de cerilla,

y humo de tabaco del diablo,

quizás mi único amigo se llama Lucifer,

por eso estoy digno

porque siempre responde

sin necesitar hacerle reclamo ni oración,

aplico la ley del ojo por ojo y abrojo por abrojo,

satisfecho sí porque tengo un tesoro,

digno como el plomo

de balín que disparar,

así es mi palabra,

una imagen a cuestas de otra imagen,

telarañas para atrapar,

voy a leer poetas yertos como Gerardo Diego

a ver que me imprimen, permiso.

Yo pensaba en mis cinceles,

para estampar mis versos,

fumándome mis pensamientos,

en alcobas vacías de invierno,

siendo una claridad de estrella

y sus rayos altos, profundos, ondulados,

mi otoño de hojas derramadas,

mi primavera que nunca se fue

porque siempre vuelve, gracias Pablo Neruda,

mi fronda sin quiosco amado,

una torre honda, parca, de silvestre azada,

para volar no hace falta lanzarse por la ventana

como hice,

un azar iluso se viste de redención,

por la onda de tu voz,

por el cuchillo de mi hoz,

mi profecía de una borrasca nacerá como alta nube,

que una nube es colchón de la luna,

por eso el viento es mi padre,

fumaré mis abrojos versados,

llegando entre valles de azores

y ríos dulces,

un verde militar de ciprés,

el color de mi sonrisa,

alzada entre los mortales,

mi topo único llamado mesías,

de evanescentes sandalias,

cima tras cima encuentro la sombra,

hasta anclarme a su lágrima de malva.

no sé acabar tendré que volver a empezar,

mi estandarte de arte que prefiero cerrado

como lumbre en horno de mi suerte,

es por mi mente que a veces demente

a veces único hombre,

una espiral que corre y se mece.

 

TIEMPO LABRADO

 

Retiemblo el ojal del cielo,

por la lluvia desnuda en trasparente,

deslizado iris del azul,

rendida en plenitud

reposando en tejados

la fábrica teje en mi trastero

una vida en avenida de soles

sin ser color ni artificio de viento

su humo,

quiere ser materia de alambre

que retuerce da forma

porque por eso es imagen

por adoptar forma profusa,

como una caracola que sin casa

sólo sería al menos babosa

de pleamar,

sonar en el seno de la ola es vital

para esta vida que sujeto,

ya no me llenan astros

ni medias tintas de vanguardia,

estoy aquí para latir ante ustedes abrojos,

mis hijos creados,

os enterrarán en el olvido,

ojos incautos,

yo seré el último en osadía

que daré mi sangre por vosotros,

protegerme de soberbia

porque a veces me creo poseedor de la astilla única,

otras más desnudo que la transparencia,

ser jauría de cristales,

de que gané al aliento impersonal

de las gentes,

estoy aquí para desfallecer,

hundirme y crearme de la nada,

soy vuestro recipiente colmando el alma

con el Dionisio de la palabra,

mi espiral única y sagrada

como pescadilla que se muerde la cola

llamada arte,

sólo mi fulgente fuente

por mis simientes

por las que sembrar mi aliento

en cada tierra,

hasta que golondrinas me eternicen,

hasta que los truenos sean mi romántica muerte,

y el pájaro único lleve mi canto,

por sierras de amaranto,

por lozanías,

y ojos sin pueblo,

ojos sin ser más que tiempo

de eternidad conquistada,

hasta que me recuerde el siglo

que tuve mente para ser alguien.

 

 

JAURÍA

 

Tenías un abanico que el viento presionaba

tu horizonte bello de miras como es tu cara

modelada de la arcilla, esa por la que soy alfarero al besarte,

me rindió tu valle enamorando la tez de mi torso

crepitando en mi caballo soñando que tu fondo se podía

alcanzar, colmar para ser carne con carne,

una historia interminable un voy que vengo y me quedo,

sin prisa el cielo cayó en tus pestañas sumisas,

yo sostengo la sombra de Caín con mi cuerpo,

porque nos contaron la historia del revés,

las semillas en ofrenda ganaron al cordero,

porque lo más sencillo es más bello que lo complejo,

porque la agricultura es sangre de esfuerzo,

el pastoreo un mero paseo,

hoy las auroras descansan en tus pupilas,

por las que el cielo es azul y el bosque verde,

en tu ser retorcías mi saliva como fuente inagotable,

por silos de nuestra lengua,

hoy fue el brotar de una espina honda,

en mil espinas erizadas que la piel sostienen,

tus caricias fueron sentidas como dulces mariposas

desveladas, el viento un quehacer del firmamento,

es tu cuerpo mujer más que mi suspiro despierto,

un éxtasis en ambrosía de panales,

mi montaña febril fue derrumbada,

en caos por quien fue la existencia de esa montaña,

no quise ser tan grande pero aquella montaña que fui.

brilla por otras cualidades,

mi corazón desvalido has revivido,

hoy no siento soledad fría,

porque me has hecho tan feliz que me gusta mi propia compañía,

ya que jamás deseo lo que no tengo y mi vida entrego

a las tres hilanderas del destino,

eres todo lo que alcancé a soñar

y que en ti descubrí.

eres de mí como soy de ti,

al igual que rayo de la tormenta

tú eres mi nube bella,

tantas cosas que quisiera ser

que soy yo mismo para darte mi esencia

en atisbo de nácar, en cristal perfecto

ese por el que eres medio reflejo de todo lo que amo,

como un aullido y jauría cazando en tu cuerpo.

 

 

LOBO ÁRTICO

 

Seguiré cantando al mar de tierra

como la cigarra primera,

todas las veces que me mataron

renaci con más fuerza que un titán

para que jamás me pisen las rosas del alba,

porque este guerrero está en esta tierra

de marionetas para ser libre seguir sufriendo

y aprendiendo desvalijando el tiempo

que en sus ojos latía tristeza,

áspera su vida de añoranza

jamás partió su pecho la desesperanza

si lo hizo fue para reconstruirse de sus pedazos,

así como fuegos de fanales lumbres

quemaban burdas sin razones,

por un corcel de viento

cabalgaba su sentimiento,

por venas razones para levantarse

y seguir luchando,

a lomos de su lobo ártico,

no te venzas,

quien muere guerrero,

vuelve a nacer guerrero

y así seguirá siendo.

 

AZAR PROVOCADO

 

Un palmo de tierra ,

millones de bestias bailando,

un festín de sus cuerpos embrutecidos,

riendo mi lobo emplomado,

por si su luna bajaba acariciarle,

famélico mi río de espuma,

cabecea , acorta y dirige

mi piel de cobre,

con su néctar que manadas desean,

mi torso que no se afligía

ni el mármol vencía,

como una torre mi estatua era,

a la altura que sobrecogía mi alma,

era sólo una mi calma ,

con panales de las abejas

de sus caminos,

transeúntes polvorientos de los campos,

recto este cuervo

contra el mal hacer de la lombriz,

la esencia no cambia

así que seguiré escribiendo

tan mal como empecé,

no lo creo

creo que el alma es un recipiente

que hay que completar con belleza

y sabiduría,

el pan de mi día,

que burdos no alcanzan,

mis ojos amansan,

al tránsito veloz de mi fantasma,

mis techos plasma,

con la seriedad de una balanza,

se colapsa mi esperanza,

por oscuros lindes desvalidos

y sus azucenas amarillas de la tarde,

en un cofre descansa,  reposa

lo que sobró de mi vida lastimosa,

como un maullido sin gato,

nació,  caminó mi estatua

era mi suerte empedernida.

 

DILUÍDO AZAR

 

Entra a mi registro, mi sombra huye complaciente,

es un son y su carcelero mimbre del sueño,

un alambre guardia de mi canción que se cuelga

por techos de humo, por caballitos del diablo vivos,

es quizá un septiembre que empiezo a deslizarlo por mis ojales,

un rastro en cal viva aullentada en sosa caústica,

era quizás mi vida un sobre de estampas reflejos de unas imágenes,

quizás solo soy todo lo que veo,

un cuarto de este trastero un cobre de este viento,

con mi canasta de limones destrenzo un mundo entero,

para acompañar a mi flor, que no sienta sola su alma quieta,

por todo el que estampa su sangre en vena,

por el grito fugaz, pasajero de un segundo y su desespero,

sigo tejiendo al filo del ladrillo,

una casa sin caseta un tejado sin cielo,

qué más pues una lluvia en este estiaje,

residente de mi ciruela soy,

con corazón de melocotón y lo siento

por el que no le guste la fruta,

pepinillos del diablo me estallan en la razón,

un desvelado canto siniestro por mi amor,

ese que envuelto avanza hasta quemar mi sinrazón,

hasta llenar la despensa de esta hormiga león,

florecían mis dolores en mis sienes

sí esos dolores míos que se querían

como rosas violadas desnudándose

buscando las espinas de sus ramas,

era un patio de gramas una red que teje mi sangre,

mis dolores que se querían como jóvenes muchachas,

al encuentro de sus navegantes sin mar ni cielo,

era mi destino más que un navío,

de pertrechos y azares de pesca,

era como un iris que se eclipsaba,

y lanzaba su ballesta a ciegas,

es un tejo que vive lejos

como la fuente de su álamo,

quise preguntar a mi suerte si existía,

si era real y verdadera,

y me contestó que existía

según como la vieran los ojos

de quien la tuviera.

 

CAL Y TIERRA TU PIEL SERENA

 

Suavizas mi baja mar,

entre corales de mi cuerpo tu cuerpo,

un erizo de mar camina serio,

es el azogue de marea alta,

un vestido te hice con una caracola,

por si acaso llegase mi sombra y mi ola,

hola cómo estás te pregunta al zarpar

mi navío fugaz,en tu profundidad desvalido,

viene con una nécora de mi cabeza,

a elevar su ancla, a sembrarse de viento

sí esa su vela, que ya no será más ojera,

es una hacienda diagnosticada herencia

que entona en cal y arena

la estrofa, goteante qui est la de mare,

un diente de león se asoma

por el paseo marítimo de los navegantes de las tierras,

cruzando tu abanico con caricias del alba,

esa tan preciosa que de bella plañía aureolas,

venga que vinieras, vaya que te quedes,

y vuelvas verdes mis tardes grises,

esta sí esta no ardiente tu velo de corazón,

que sí alcanzo y si hasta allí llego

pregunto si puedo beber un beso tuyo

para hacerlo mío,

lo siento pero sonrío.

 

 

CUERVO

 

Por ti crascita mi voz un día desempolvado,

que el cuervo me ungió la entraña,

oscura de negra onda pitanza corva,

es por este ser que se abre mi ala de noche,

un día mal parado,

a solas con mi endeble osadía,

Siempre, un pico de grajo rehúye,

mi cruel infortunio concebido,

nunca la vida que he tenido ha podido

esconder, escarbar un plenilunio,

mi pensamiento que sea hueso esta vez,

de azar desvelado, profusa mente,

destino de su color de ala,

por mi siembra que trascienda mi araña,

que genere dicha enmarcada,

no un funesto desapego,

quise ser siempre, el cuervo mi ser aliente

porque fui nunca por siempre,

imita, dirige la senda que antaño fue mía,

un corvo destello,

en rastro de azabache,

áspera templanza cruel la disonancia

que te llena en alabanza,

pobre mi despedida porque no existe,

brota mi día que sin querer encendiste,

no tengo elección, me queda una ilusión

llena en borbotón de esperanza,

se llama Gracias.

Gracias a ti que la pena bebiste

de mi vena socavada honda,

en acequia que mi sangre lleva,

pudo ser hoy el día más feliz que sentí,

miré mi soledad zarpada

en compañía del río,

y sólo sentí alegría,

sólo dije el mundo se hundirá

cuando el color oscuro

me impida pensar

por no tener hálito ni humor

y este río seguirá navegando sin final

tuve más que su agua que me forma

tuve su idea y mi ser se alza

para saltar su montaña

de todo quien que le quiera ver hundido,

exclama un buen grito:

- YO SOY LIBRE.

 

ROZAGANTE CURSO

 

Resplandece, se afila en solapa

era un brillo,  una incesante gota,

que destrenzaba el silencio de sus manos,

solo quizás quiso ser más

que una gota de luz,

Infinito se llama nada ,

es un océano donde navega

un vacío completo por auroras,

no quiere soles ni lunas,

ni ser reflejo de nada conocido,

es un grito sin voz,

un desvellonado canto de oscuridad,

una exposición fulgente al camino

de quien lo llamó como su contrario

Todo,  el vacío es un infinito la nada

es más que una sombra de la materia,

de ese otro infinito repleto,

me hiela la idea haberlo dicho todo,

por también pensar que no dije nada,

el frio de este Sol me abrasa la conciencia,

me queda este viento para expandirme,

y ser obtuso corcel sin sangre por pena,

fue como cavar una sepultura,

sí a este mar que nunca muere

sólo crece,  con profuso horizonte,

un pensamiento se alzaba como simiente,

es mi suerte un azar de azares,

estoy casi trinando por sentir mi vida

completa lleno su recipiente sin tristeza

seca que ya no porta mi sangre,

estoy dichoso,  consumado mi gozo

del hielo de mi desvelo por ser

momentáneamente feliz como las lombrices

que caminan,  a ver quién pueda contagiarlo.

 

 

ESMERILADO LOBO MÍO

Hora superflua era ella,

era la madrugada,

como fiel desquicia

que avanzaba lenta

a cansar los ojos de quien la viera,

comiendo sus mieses,

por delantera,

sí esas mieses

que no brotan en profundas espinas

del día, necesitan el remanso de los ojos cansados,

durmientes que las vean con su corazón,

y los grises no serán verdes,

ni azules, ni blancos

donde el sueño escapa en elevados sones,

en caricia del minuto,

el descanso de su paréntesis,

una noche que me cuelga las ramas,

una despedida del mirar voraz,

hoy mi infinita calma mieles,

orando yo porque no despierte su lobo

que me odia que solo destapa mi dolor,

no perdona aquel día que el vacío fue altura,

y viene a devorar lo cosechado

diciendo que es un derroche de mi tiempo,

yo le contesto que mi vida es del ser que la lleva,

y así lleve sin privacidad

desde que inventaron el internet,

el que se tiene que perdonar soy yo.

 

PLUBIA CORDIS

 

Fuelle del viento,

irascible, despojado,

del alambre crepitante,

es del hombre este difuso cielo,

me levanté y fui a saludar

a mi Sol.

Le pregunté si su luz

quemaba más al mirar

que en su época que lucía más vertical,

si esa luz no quemara jugaría con ella

en mis ojos,

que hoy lucen

como fuentes desvalidas

de mis lentes,

un marco, un hartazgo del mirar,

lo que sólo se siente,

aquello que mi flor brilló,

por ser yo abeja,

un irisado cristal del viento,

un devenir que quiere estrellarse,

un sentido de fuego,

por nacer de la tierra de fuego,

ser mensaje liminal

lo siento porque la palabra acabo de crearla,

la colina será inmortal mina,

pariente del destello de este hierro,

y la meseta que quema se ahoga

con mi siembra del mañana fabricado,

los elementos contando la magia son seis

dispuestos, la cumbre de mi grillo,

Padre que me protege,

de cigarras que no cantan con motivo

creación que me labra la idea,

diré con impetuosa fama:

De la montaña, al valle de niebla,

pasando por ríos dulces de aurora,

ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,

lluvia de corazón plubia amôris,

flagrando su eterna consecuencia,

de ser libre y silvestre como las aguas.

No me cansé pero tengo que terminar

lo que empecé, un beso al ayer

un erizar de mi piel.

 

 

ESCALERA DE MI CABEZA

 

Veleidoso afirmo que es de la piel

un precipicio, un acústico canto,

un soñar que la era, era primavera,

firme en su escalafón,

el miedo no le acompasó,

de él dijeron que quiso comprender

el amor por un tiempo de grillos,

que le vio desfallecer

en su tijera y en su espejo,

retornó la caricia al hielo,

un profuso momento,

y abrió su corazón por el sentir

de su esquilmado caparazón,

no quiso ser babosa ni caracol,

sólo elevarse por encima de lo mortal,

elevado al hueso de lo que avanza sin permiso,

el son se abría para destapar su cambio,

de allegado remanso que caía difuminado,

embelesado, por todas las palabras como colores,

por mis venas razones que recuerda esta escarcha

de verano brillando el Sol arriba,

el interrogante seguirá siendo interrogante,

porque el miedo es el único resquicio que paraliza,

es una carpa en tierra y su respiro,

es un abismo para soñar,

que tenía el poder de tornar fuego su mirar,

lo mejor que de los sueños no se puede vivir,

o sí, porque soy escritor, o llevo doce años

intentando serlo,

el tiempo no se construyó para abandonar

a primera de cambio y soñó la primavera,

que era una ventana abierta,

por todo lo que marchó y quedó el recuerdo

de que llegó ojalá recuerde mi flor,

que no tengo vergüenza y el miedo no me frena,

por ser mal consejero sólo quise no incomodar,

y mi eterna duda ganó

por considerarme peor que el silencio,

y andar con mi autoestima tirada

durmiendo en el colchón del tiempo.

Que como no es mío te lo regalo entero.


POR MADRE LUZ

Resoplo

en un horizonte de verbos,

una sábana

donde yace aquel sin nombre,

como desmembramiento de soles,

y sus cabañas del cielo,

un sueño precipitado,

cae desplomado

sus imágenes consumieron

comiendo su adentro,

hasta ser al menos recuerdo

que fue sueño,

gracias por abandonarme,

ya no queda prendido horizonte

ni tu ser asido,

queda mi seca soledad

como siempre,

y siempre fue y es vacío

que me enerva,

estoy preparado

para entrar a la oscuridad

y allí buscar a mi alma,

vendré de allí

como un rescoldo de quien fui,

resumen de lo vivido

este mundo es una ilusión

que sólo trata de cambiarte,

seguiré consumiendo mi vela a la luna,

alzaré mi espada

para ver si el viento canta,

estaré afilado

con mi madre luz,

esposa del Creador Universal.

 

RIZADA METÁFORA

 

Mañana será epitafio sin nombre,

una deidad vaporosa en alambre,

una alta ojera de nácar caerá

por el descendido horizonte del hombre,

será su suerte una llama sin aurora,

flama de inmortal discordia,

un beso atrapado en etérea yacija,

un granate verso inconcluso

que encadena la vida de quien la lleva,

hombre al menos por tener valor de ser hombre,

poema sí por tener imágenes para bastar a la belleza,

para hacer lo diminuto gigante,

y lo gigante magia de silencio,

es un aliento, un hálito y un verbo,

una tijereta en esta ciruela,

donde se derrama la idea,

mas si no alcanzas a dar impresión de belleza

jamás serás poeta,

serás narrador de tus diarios

de insulsa existencia sin afán superior

que no sea lamer tu conciencia,

de este nicho traigo la lombriz,

estaba en su tierra recogidita, feliz ella,

aquí en esta tierra sembré mi verso,

esperando que se abra

y sea inmortalidad de alta esfera trenzada,

por quien la sostiene sea quizás eso

una deidad con nombre.

 

NUEVA ERA

 

Felicidad, el producto ha de ser creado,

creado para el consumo,

consumo es la marca de esta civilización,

producto basado en caducidad,

felicidad de venta en cadena,

estado mental basado en el material,

producir sueños e ilusiones,

esperanzas embotelladas con código de barras,

la alegría visual sea principio

de nuestro chip que incorporamos,

todo lo pensado que sea proceso de construcción,

atención nueva era está comenzando,

somos encargados de construir el futuro

sobre pasado de torres de humo,

el mañana abrirá al nuevo humano

llamado consumismo,

un abrir de sus manos en declive de su mente,

nosotros somos avance de la civilización,

nosotros somos herramienta

que lleva éxito en la mano de quien la lleva.

La revolución ha comenzado.

Nueva era para el mañana fabricado.

 

REMANSO Y SU ERA

 

Avanza mansa

una hontana

de gramas frescas,

deshilacha al durmiente hombre,

se retira mece y avanza

su calvero expuesto

de su semblanza,

una dama cual blanca cierva

bebía, bebía del vientre

que emana la fuente,

plañía un ababol solitario

del camino, que la rambla sigue,

fiel, duro testimonio sacude

su cuchillo calizo,

huye, huye el tábano por el monte

buscando algún depósito de sangre,

el brezo se apoderó limpio

de un raspado testimonio

la tierra devora lo que es de ella

para ser mi sangre

su eterna ofrenda,

por descampados fugaces

corría mi alma,

como fiel testerazo de hombre,

la espiga rendida,

saludaba a la oliva,

siendo del viento

esta fiel niña

que nunca descubre a quien pasa,

sólo, solo ante ti

me acuerdo de la primavera,

me levanta un sol helado de verano,

para ser mi hoguera

una fuente niña

que desliza, siente, y no consume

mis labios de pradera,

siendo este pasto

mi infinito remanso,

que me habla de la ceniza del fresno,

de la nieve del álamo,

de la sombra de esta abeja,

y su testimonio deja,

entre almendros con sabor a metal,

y encinas sin gorrino,

hoy avanzo el barbecho

para enfrentar mi sino,

a ver si contesta

la brava dama lluvia

que es Dios.

 

 

 

CUCHILLO DE SOMBRA

Un charco gris,

un cielo rojo,

coagula mi fuente por destellos del alba,

se anuda el quejido de la montaña,

un sapo de oro y tierra

avanza entre olivos de azúcar,

vicisitud labrada,

sí allí en el charco gris,

y en el cielo rojo,

es un cangrejo de río esta hábil tenaza,

prosigue, avanza, en escarpia helada,

a veces roto, a veces nuevo,

este iris que me gobierna,

pregunta a mis ojos de duende,

si su dolor fue pasajero,

hinca tu sombra en mi sombra,

arrástrame la vida,

es como una espiga,

es más fugaz que una despedida,

abre la puerta del negro lirio,

susurra a este viento todo lo que siento,

aquí y ahora que mi cuclillo descansa,

yedras de esta maceta que se acicalan,

es un túnel y una mina,

una desgañitada caricia,

hijo de la tormenta,

canta el rayo,

acaso me ves muerto,

yo soy el encargado de abrir la compuerta

para regar el tiempo,

no busques más en mi aliento vago,

porque no sirvo más que a mi alma,

así me cueste la espada,

seguiré en pie en esta azada.

 

 

SALTA

 

Resoplo agravios y señales,

beso tus dedos suaves,

me fio de la caléndula descendiente del astro

y de su razón, es una tierra y abre un son,

por solares mansos se acicala mi espera,

que no es del tiempo si no esfera,

en blanca ala rota,

afila sus dientes con quejidos

de estrella y la solar yaga que quema

transeúntes y sus cuerpos de carcoma,

todo quedó dicho falta reverdecer el dicho,

y que suene quebrada mi pianola,

es por mí es por ti que las vidas hacen cola,

despropósitos comerciantes en lengua de barro,

es un grillo que se mudó y vive cerca,

es un iris torrencial

en esquela de una nube,

salta, salta, salta ahoga la bruma,

detén el párpado de la luna,

el miedo no se construyó para el humano,

por eso tantas guerras,

soldados que temen a la falta de armas,

las máquinas se crearon para cercenar el sudor,

hoy no se hizo para el ayer,

ni la luz para dar oscuridad,

salta, salta, salta, quema tu vida

porque jamás volverá a ser altura,

entonces no saltes porque tienes que aceptar

que no vivirás mejor que cuando querías saltar,

este fuego de dolor vive, asalta cada vida,

como que te has creído que no vas a seguir sufriendo,

diestro empeño de herramienta difusa,

puedes verlo jamás tendrás valor para luchar por tus sueños,

me retiro cansado a mi nicho

para al siguiente alba,

luchar para abandonar este bicho.

 

RAMBLA

 

I

 

Cal y son de tambores de tierra

en litio que lleva una palabra desmembrada,

este cielo de tijera abandona su espera dorada,

para ser del viento su última sierra,

enjutada siega de la emoción sembrada,

es del hierro la fanal abeja,

con flor de eterna, deslizada que hiela,

un trance de carnal estrella labrada,

un linde quieto, vida en su huella, y solar llama que yerra

yaga de terreno dolido que la lluvia  deja herida,

sangrando, des-naciendo, borrándose, jamás cierra,

suena mi miseria entre azares difusos,

de agua y vino quedan obtusos, patidifusos,

lobo de hierro alzándose desde mi entraña,

vestida en cal y arena, el despertar de su tela,

un álamo que vive lejos, una acequia que me riega,

siendo del infierno en tierra su inmortal vela.

II

 

Tejido horizonte en mar de soles,

un irisado de grillos sacudiendo nocturnas ilusiones,

es del viento el cante de mi piel y su vello erizo,

del campo este cadillo que miente deliberadamente,

para ser el río un océano a lomos de nube,

es por ti que mi libélula ya no es caballito de otro,

la amapola común no dejará de ser sangre de tierra,

así se abra esta quemada por el estío,

renacerá, volverá a brotar cada primavera,

que la flor goza entera,

dicha y gozo de este duende en su mirar,

una casa pintada por habitar, que tu sombra y la mía

retocen por juntarse porque no te voy a abandonar,

mis yedras del alba recorrerán el muro

en vertical gancho por alcanzar la estrella y su amante.

 

III

Son mis abrojos renaciendo, y sus maullidos de pájaro,

es una luna profeta cuando mi ser reverbera,

no hay mal flor que no me haga más fuerte,

ni alambre rizado que no desdoble mi suerte,

en esta noble rambla el verso encuentro

con sabor a metal,

y su profecía en verde militar,

por mi ciprés valiente es que bulle, se decide

el inframundo de los amores,

llorándome azabaches en galas mayores,

sí esas que desnudas sus niñas

alzan a esta fuente-mina,

vítores de semblanza y áspera añoranza

de blanca y profunda sien,

jamás podrás mentir dentro de mis ojos de tierra.

 


TRAJE DE OSADÍA

 

Aguzaré en ramas de viento,

la solaz yaga de mi intelecto,

atravesaré con mi plomo,

cada siembra que mi ser derrama,

hasta volverla metal noble

de postrero envejecimiento,

quiero la apreciación

quiero la insignia

de este mundo que escapa

que huidizo deletrea

su énfasis de costumbre cómoda,

yo no soy de ojos cualquiera,

así el fuego me resquebraja

la hoz y el martillo

clavado en la esencia del pueblo,

no tengo superior ni inferior ni igual,

debate mi Dios entre las sombras,

si dotar a mi esfera de un poder que convenza,

y consuma en retina ajena,

siglos dormidos de fuste y escarchas de parpadeos,

no nací para este social mundo,

podéis quedároslo,

mis pensamientos ojalá

algún día solo le importen a mi vida,

y la boca de los seres cierre

y abra sólo la Sabiduría

que tierna, yerma y estática

avanza entre torres de tierra de las que vengo,

los juicios todos queden vanos sin ella,

esta es mi vida que me sujeta,

que vence y plena

desangra de la estrella su pestaña,

un soliloquio que hablo solo,

y sí mundo de cabezas de grama

estoy satisfecho

porque amo mi destino,

que si nazco no le cambio,

a la bastarda opinión decrezco,

cuál el ojo único,

cuál el listón que tumbar,

se siente si le gusta a mi Narciso

es mi poema perfecto,

tenga el fuste y de belleza inciso,

cabalgar mi estaca porque valgo,

no como vosotros que miráis

únicamente lo que tengo,

tengo esta vida esta pluma de tinta infinita,

y haber quién me alcanza,

quien detiene mi latido de sangre y tierra,

que seguirá escribiendo hasta que muera,

ser mejor que este silencio es mi meta,

y recuerde este tiempo bastardo que nada detiene,

y otorga como arrebata,

mis guerreros en pie,

a formar azadas del bien,

marchen mis cuchillas de recuerdo,

por acabar con desquicias funestas,

fundirá mi aliento por escalas con el cielo,

mis castillos en el aire,

dirán de verdad siempre vive

y vivirá este Castellano,

derretido el cuarzo

gemirá el tiempo terminando este mundo

como todo termina

incluso el latido

final feliz no puedo dictar en sentencia

a esta esfera,

leyes naturales existen

como Diosas certezas,

finalizo este escrito sin tristezas,

me pusieron en su sitio bellezas,

desafío a lo que me rodea

a desnudar si es verdadero

porque eternamente solo

que mal acompañado,

salto, salto, santo mi abismo,

entender que nazco con cada poema

puliendo sombras,

hasta hablar por tuberías nacientes

de mis cauces de sangre,

lo siento mi Sol

mi inspiración será mejor

que la envidia que corroe,

que la competencia de mi suerte

solo una razón

porque busco ser perfecto.

 

 

CARACOL SERRANO

 

Espíritu dichoso labrado

fulgente resplandor arrebolado,

mieses en colmena,

al verdor de fuentes

el sol compitió con este globo verde,

enjaulado, le nacieron

opacos rayos de tierras,

en su condición brillaron

blancas sienes regentadas.

Espigas compitieron

con lanzas de rayos,

argénteas manos caricia brindaron,

solares sin sol, que Ares riega con almas,

acequias de sangre de tierra,

ababol ensimismado,

al calor del Dios lucero,

ese que cabalga en luz montado, los cielos,

plomo de sus hijas

precipitando llantos grises,

que los verdes del suelo reflejan con alegrías,

entre una flor y un abrojo acaso nacería,

son y sones

suenan de la tierra sus tambores,

albas ocres me acogen fieles,

al candor y fuego,

al estruendo y amor,

de este mi Sol,

porque yo moriré cuando él muera,

mi letra dorará desdoblada mi compostura,

que respirará mientras pueda,

réquiem por esta tierra parca,

elegía por todas las almas que en ella descansan,

surco de vid y centeno,

surco de olivo y girasol,

la grama del monte con verde intransigente,

el río de almas en sus gotas,

viaja por valles y empeños dulces,

entre montañas de azores y cuervos

yo vine por sus voces,

vine destapando fulgor entre fulgores,

me reñí entre del tiempo sus leones,

avanzando lapsos muertos,

abrazando jinetes entre mármoles del sueño,

me descubrió la ausencia

que torné bella

con el calor y palabra

de mi morena fada,

entre sierras y bosques

entre asolados pulmones de savia,

que predican que Galicia

siempre brillará verde,

así como un día leí

que sin poesía no hay ciudad,

sin sangre en el corazón

no hay poesía, contesto yo,

entre brumas acrisoladas

y luz coronada entre reyes,

vivirán siempre mis ilusiones.

 

 

VOLVIENDO A LA VIDA

 

Se escondió la verdad

en los cielos

aventurados

de espasmos de cobre,

tal como la puso en tierras

el hombre,

hay dos realidades

la real y la ficticia,

pero la verdad nadie la sabe

por si un día aparece

que ponga   a cada cual

en su lugar,

en esta tierra de conejos

acaso hay español verdadero,

el español antiguo

y el español moderno

como decía Lope de Vega

cuál el de plata

cuál el de cobre

no lo sé

mientras tanto seguiré

muriéndome en mi bronce

de cuerpo

por si despierto

y me doy cuenta

de lo que trata este sueño,

llueven chuzos de plomo

regando cabezas de grama,

es un nido mi intelecto

que lo siento,

no está completo,

mecánico es el infierno

en horizontes de prismas necios,

no me enfrento

jamás a un contrario

y a un similar menos

porque no tengo,

perdonadme por hablar

con mis pensamientos

una zona aparte

de mi cerebro

que riega el frío de mi corazón

naciendo silos de oscuridad

vuelos aparte

muevo mis heladas cartas

porque llegó el tiempo

de sorprender a mi tardío,

que entierra en soturnas vías

la hiél de esta desquicia

que chupa mis venas,

y tarda, mece y descubre

un ojo de su ojo

crepitando, naciendo el umbral

que tanto busco

en esta muerte,

en esta dulce vida ficticia,

soñada

porque nunca me iré

porque jamás elegí venir

ni comenzar solariego trayecto

vivencias para los vivos

donde está el amor,

donde está el odio

que mata,

tiene casa,

dueño acaso tiene

o se presenta sólo

sin llamar a la puerta

es un infinito esta nada

susurros blandidos en casa

sin techo ni tejado con teja

vamos, mi cuerpo,

mi azar de que seas al menos

mejor que la vivencia

porque yo escribo

para asesinar mi tedio

a diferencia de los entregados

a la vivencia de su voz amor,

esta voz es fea

con lo que busco realidades paralelas

a formar en verso

ese es mi desempeño

buscar un adjetivo correcto

es como intentar

aplastar una mariposa con una rueda

y te digo que seguirá viva

esta polilla de cemento.

 

 

TAÑEN SENTIRES DE CROMO

 

Erizada mi cordura,

tañen cascabeles

de cordones necios,

que yo por envidia tengo

al que no tiene tinta ni tintero,

sin mal tiene

al de arriba ni al de abajo,

venga la historia al más rico

y al más pobre,

la muerte no distingue

de barroca sepultura,

campanas del cielo

me llaman a medias voces,

un canto de sirena

que atraviesa la tierra,

cual tierra de mi polo opuesto

me atrae su marea,

estas soledades vienen

y me acompañan,

por entre sarmientos fugaces,

cordeles en plata

de mi bella fada,

mi mujer hada,

en embistes quieren

vestirla en seda mis manos,

acogerla en mi fuego

que no quema

mi destapada palabra,

mares rojos, sangres

de humores voraces.

Voy a vestir nuestro cielo de traje,

elevaré el azul de los mares,

porque ella es mujer

de infinitos horizontes y valles,

el verde esperanza de sus campos

me dio la suya,

quiero juntar tierra y cielo

y volverla a besar

como se besa de verdad,

como se abandona por tiempo

el alma en el aliento,

y no existe, no hay

percepción de éste,

porque quien vistió de flores

el corazón de su amada

merecerá más que el azul eterno

del cielo en su mirada.

 

 

PROFUNDA OJERA DE NÁCAR

 

Tiempo obtuso

cordero eterno degollado,

fiel carruaje de estrellas

desmembradas,

sigilo de olmo viejo,

vorágine centelleante

entre espirales del sueño iluso,

torcido manto de flores

y sus estaciones

que nunca se fueron

porque siempre estuvieron,

avanzo parco mi sendero

que me tejieron mis huesos,

fieles alambres consumidos

de mi torpeza viril,

si pudieran cantar los caracoles

enamorarían

besando a las plantas,

mi tenue voz deshojada

avanza entre espinas retorcidas,

y sube por escalones a una luna de tela,

siniestro buque navega

por cordones y nudos marineros

al puerto negro,

oscuridad presura mi canto

que crascita,

que esmerila mi aguda torre

de blanca rima,

aprisiona, vence y derrama

por agitadas sierras

la cumbre de mi ladrillo postrado,

es mi polilla de cemento un fiel,

esfumado aviso

de hacia donde alcanzo a llegar,

para deshacer mi sangre

en semblanzas bellas de azabache,

la noche cabalga

hundiéndose en mi sien,

este otoño plástico

que se comió medio lapso

el verano apoderado,

rima mi fada naciendo

del abrazo de mis brazos,

si no soy gallego como ella

lo demuestro,

me adentro por solares quietos

de mi silvestre vida,

quito sus corpiños

me acurruco en su regazo,

no seré yo quien diga

que ella es mi vida de un trazo,

vuelvo al inicio

de mi dulce tormento

por el que soy poeta del viento,

al que lanzo mis besos secos,

tengo una pizarra

en colgante de mi fada,

tengo su corazón dentro el mío,

hay valor para volver a nacer honesto

en este tiesto,

demuestro la sangre en este recipiente,

escaleras en las que se pierde mi mente,

alguien duda que es mi suerte,

voy que vengo que yo juro

que vuelvo a verte mi fadita bella,

sembraré mis abrojos

por el reguero del gato,

Castilla es mi barco

con sus paisajes trillados de encina,

ocres patios

donde Dioses juegan los barbechos

y los llanos

yo sé lo que quiero cariño,

yo sé por lo que lucho,

yo sé la torre que defiendo,

porque soy único hombre que sabe

y valora quien es,

de un monte a una espiga

de una torcaz a un gamusino

yo muerto no vivo

porque estás tú

en mi camino.

 

ARGOS DE ESTRELLAS

 

Túrbase esta luz

habitante de mis lares,

entre crujidos dolientes

prendido mi Sol

queda henchida mi clara sombra,

entre mis cuencos derrama,

la verdad deshojada,

cumbres de filos,

estrellas de este surcado cielo,

quisiera labrar las nubes de tus labios,

hacer surcos de mí en tus ribarzos

que el campo se me clave,

que tu vida me arranque de esta tierra,

fada, fadita morena,

es la hora labraré mi siembra,

vestirán tus cabellos

este viento manchego,

surcará mi azada tu barbecho gallego,

présaga tierra en dicha,

en alcanzada, desnudada caricia

que eclipsa y se eclipsa,

por nudos de hiedra,

por abrazos de savia,

luna morena, luna de piel

y sábanas de mujer,

humilde mi celo te envuelve,

vive, este huésped de Arganza

vid que tres álamos ciñe,

yedra mujer

que los chopos trepa,

entre riberas me tumbo a sosegar,

el cristalino riego de mi sangre,

va el río Mundo desconociendo sus pasos,

quién te puso tal nombre digno

Oh gran río, entre mis tierras de cuchillos

calizos de Albacete

tu rúbrica transparente dejas,

desnudos tus juncos el Segura te acompaña,

pájaros dormidos entre árboles nacidos,

hacen tus aguas el amor con estos habitantes,

con mis yunques combatientes,

clavo estos sentires,

esperando abrir el fruto del amanecer,

esperando mi vida por enternecer,

allí donde el sol no se pone,

reluce mi túmulo

estigmata del sentido,

iris en fulgor de astros en cadenas,

era o no era

me tocó rajar mi crisálida de cuerpo,

para que hable mi alma

que te ama mi fada gallega,

mi ser de vida quieta

rompe sus cadenas

naciendo un hombre de mí

que te mueve las montañas

hasta encontrar de tu boca

el te quiero,

mi fiel desespero

que conociéndote te espero,

con el calor de un lucero

mi fiel cuerpo de espejos,

iris en sangre del sentimiento,

broté de mi sombra,

buscando esa luz plena,

verdadera,

vives ya en mi sangre cariño,

por si un día despierto en este camino

que viva siempre nuestro cebollino.

Y nuestro jacinto ofrezca su ramillete

a la noche que envuelve.

 

SILO DE MI SIEMBRA

 

Prendido en hiel de un abismo,

desdoblado compás y su sino,

crujiendo el alba más preciosa,

por esquinas del cielo de nácar,

es esta escarcha un fiel carruaje

desmembrado entre corceles ciegos,

cabalgada cordura entre cristales,

entre espejos ardiendo,

un calor entre calores,

una vida que ni sí misma

se deja atrás.

Avanza, mece, y se deshace

corre vengo por ti,

traigo entre lirios del campo

mi silvestre trigo,

traéme tu voz, traéme tu vida,

estoy moliendo mis azares,

haciendo surcos en mi alma verdadera,

trilla, trillando tu sentir morena,

esta espada que es una quimera,

entre juncos desnudos,

entre pizarras y cuchillos

alzo que vuelvo a nacer entre hierro,

luchando por la luz que me corresponde,

desnace esta era,

entre de mi siembra la espera,

por esta cerca el campo

que dueño acaso tuviera,

ni inspiración cabe con barreras,

la idea quiere marchar ensimismada,

por riendas de un caballito del diablo,

una desventura en plomo

un mar de esferas es todo lo que siento,

por si pudiera manifiesto,

que el gris teñido de bruma,

abandona su sepultura,

vuelvo a mi gusto muerto,

la sombra que me envuelve

preside, rige, y desnuda mi alma,

para ser por fin rosa de sangre,

vestida en azules trajes nocturnos,

mi semblanza a este ocaso

que mi voz sucede.

Entre espartos de mi iris,

por alfileres sembrando

clavos del campo,

anochece siendo de día

resplandece la una ausente,

y gozo la soledad de mi suerte,

sintiendo por fin dicha

por fin alegría

descubriendo este horizonte

por mares de sentir que valgo,

y que sí puedo

que lo vuelvo bello,

hasta en tus molinos que amanezco,

silos oscuros por yedras que te alcanzan,

es mi siembra una locura quieta,

es mi compostura de primera,

por la que clavo a mi destino

este abismo de tinta

encendido.

 

 

POR MI CIEGO SOL

 

Suena por lindes

mi crepitante metal,

por mares

que visten de azul traje,

migajas de mi sueño

siempre quietas

en fulgor de anillos desvelados

por rompientes,

vengo de aquel nacido sin nombre

en carreteras tangentes

a mi suerte,

en precipicios desdoblados hacia arriba,

tanto me estimó el mundo

que nací completo

entre brumas nacientes

y soles enajenados,

tiempos cambiantes,

palabras a la fosa

no necesitamos afecto,

necesitamos llevarnos

sobre torres de tiempo dormido,

sí ese que despierta entre leones

de existencia de tierras,

despiértame la flor

entre surcos de tu barro,

mi estatua en arcilla quedó

de la más bizarra caricia,

si el tiempo desnacer pudiera,

si de flores te trajera mi corona,

sería el reposo un partir

la muerte un instante,

de la eternidad,

haciendo surco grabado en tinta

su rúbrica,

desdén nacido,

surco de vida

en fulgor de grillos,

es por mi gato de arena

que desnudo al tiempo

en mi yacija,

a través de espacios

se desvencija

esta mirada entre semillas de odio

que nunca riego,

entre simiente del mal ajeno

va mi barca bordeando los paisajes

en cal y canto

nace un dulce amaranto

de mi fiel desquicia

germinado su manto,

granjea mi aliento

por desnudar mi solariego talento,

de la vid tallo de sarmiento,

¿Qué eternidades

se prestan a mi temprana vida?

Pues la que voy labrando con mis manos,

fénix de este ciego,

mi Sol con tardanza

de un día con vida

y renacer entre súplica,

mis caléndulas cantaban

por encajes del alba,

lloraban mis crisantemos

de la mañana,

para sonreír

a mis azucenas de la tarde

su amarilla fáuce naciente

un beso sirvo a este calor de otoño

hasta que tumbe

las hojas de mi vida

esquiva, escondida.

 


NUEVE SIMIENTES (Parte I)

 

I

 

Halle donde me halle,

crecerá del viento

la semilla en su valle.

 

La hoja muda criará

retoños del ciprés,

mi sol dormirá.

 

El pececillo de plata

correrá, morderá,

el azúcar de mi sonata.

 

II

 

La dulce cicuta triste

mi piel enraizará,

mi alma dirá viviste.

 

La nube llorará

mi grama mojada,

el sueño perdurará.

 

Luna de plata sempiterna

y su réquiem elevado,

mi montaña de nieve eterna.

 

III

 

El río llevará un latido,

nacerán las gotas,

mi árbol será sentido.

 

Olmo viejo en retozo,

raíz de su padre,

alma anclada en gozo.

 

Almendro de invierno,

sombra de abeja

deshace mi infierno.

 

IV

 

Caracol de mi camino,

encuentra la mata,

olvida el romero su destino.

 

Tierra viví para sembrarte

mi aliento ciego,

brotado para nunca olvidarte.

 

Golondrina de solsticio,

vuela tu fuego en círculo,

que tus ojos sean mi vicio.

 

V

 

Amapola de rojo,

sangra mi tierra a tu antojo,

ama mi sed de arrojo.

 

Cielo pequeño alcánzame

mágico el sonido,

tiene el viento quien le reclame.

 

Olivo de sembradío,

trigal de sentido,

naranjo de mi regadío.

 

VI

 

Salamanquesa de pared

bebe de mis plantas

tu sed.

 

Helecho de bosque sombrío

alegra el verso seco,

luce la golondrinera su brío.

 

Hada de mi zarzamora,

tu pena vuelta mora,

espino amarillo de mi demora.

 

VII

 

Hierro luce mi espada

esta calma otoñada

mi vida de tu savia preñada.

 

Salvaje canto de la madrugada,

grillo de galán de noche,

blanca dama de noche, su flor estrellada.

 

Hinojo al fuego,

semilla de sol latiendo

mi curativo ruego.

 

VIII

 

Abrojo de campo,

celoso canto de silencio,

muerto en vilo mi tiempo.

 

Surco de piel labrada,

saco de mis esperanzas,

placer de aquella parada.

 

Ola de mar que llega

caracola que entona

en sal y arena.

 

IX

 

Vid de mi quimera,

uva pasa en la espera,

flor abierta de primavera.

 

Pozo de mi recuerdo,

en verde musgo un fantasma

de lo vivido muerdo.

 

Corazón te abrí,

te sentí,

y voló un colibrí.

 

 

NUEVE SIMIENTES (Parte II)

 

I

 

Recto mi sombra y este servidor,

he soñado altos mundos,

sueños extraños dirán

 

los sueños sueños serán,

pero cada día la vivo más

a si sea otra dimensión

 

mi hada vuelta realidad,

he perjurado, he gritado, he odiado,

HE PERJURADO

 

II

 

mandé al demonio a todo,

y lo único que quedó fue mi fe

inmutable desde mi viaje a Escocia del 2004.

 

La vida cae, como otoño entra,

hilos teje la araña del destino

encontrarte fue mi sino .

 

Rima perecedera,

muéstrame el camino,

todo arte lo cocino.

 

III

 

Venga a mi la ladera.

artesano del arte cansino,

desde joven sin cultivar el borroso vicio.

 

Ven ven a mi vera,

artesana de lo no sano,

amada araña lobo.

 

Nada de música pachanguera,

ni El Cano podría con este luciente,

como todo guerrero de la luz que vino.

 

IV

 

Cómo va mi regadera,

mejor que la pradera

y ladera en primavera.

 

Quiero vivir en los nombres sin peladera

ni etiqueta yo Caín,

agricultor de todo lo silvestre.

 

El primer hombre fue deus

imagen de sí creando y disfrutando

de lo creado como el Sol.

 

V

 

Cómo hago para saber que vivo sigo

pues robo una semilla a mi camino,

y siempre nace y digo eterno vivo.

 

Resquicios de mi padre Sol

y su hijo con su cuervo en el brazo izquierdo

mas su sabiduría es saberse cuerdo.

 

más pelo dorado de Sol a Sol,

al cielo mi amor seguimos luchando

el arte de vivir mas la nuestra amando.

 

VI

 

Diáfano espacio vida de mi vida,

suerte y bendición advenida,

la vida para en vivo.

 

Rico el vivo pobre el muerto,

se me escapó el pasado

entre agujas silentes de tiempo.

 

Soy el que soy y aprendí a amar

al pasado aplaudo por llevarse

por arrancar mis malas yerbas.

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VII

 

Caléndula del lugar

esposa del sol

más sangre su mirar.

 

Hierba del podador sin igual

al cielo su caminar

cuando de cada mes es floral.

 

Quien te viera caminar,

mi terraza tu morar,

de tu difunto eternidad.

 

VIII

 

Silvestre mi ida,

en la piel acogida

sangre de tierra mi dicha.

 

Amapola común,

joven creces y hoy te divisé,

de mi maceta su summun.

 

Vera tuya

un joven ciprés de semilla,

como joven ternura.

 

IX

 

De la magia del mundo

la singular aventura,

de ser dueño de la vida.

 

De montañés el talle

mas del valle mi traje,

del abrojo mi sonrojo.

 

 Quimera de mi destino

esta vida que tiene de vampiresa

mi sangre de planta silvestre del camino.

 

 

NUEVE SIMIENTES (Parte III)

 

I

 

Camino sin linde ni desvelo

las trompetas de los ángeles cayeron

de mi florero al que vida apelo.

 

Flor de luz del lindero

nunca yerto fiel desvelo

mi acequia sangre en arteria primero.

 

Desierto embalse de augurios yertos

embiste mi flor que viste

en frutos de higueras de diablos.

 

 

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II

 

Sangrante olvido jamás bebido

golpes de silencio

la razón van consumiendo en mi camino.

 

Tierno amor mecido, flagrante

como armónica endiosada disonante

como juventud elevada, auspiciada en la retina.

 

Ojo con ojo tu vista alegra mi antojo

quemo mi pasado para ser eterno presente

hoy con hoy mi corazón abre del amor mi pecho en rojo.

 

III

 

Resquicio tenue veloz

es el resguardo de tu amada voz

por grama acabar mi hoz.

 

Diente de león Tragopogon

molinillo gigante fulgente

brota, nace de nuestro fulgor.

 

Soy el muerto que ves

eternamente brotando en vida sus recolectadas

simientes inertes.

 

IV

 

Busco en la tierra el calor

sí ese el de la flor,

ciempiés amigo mío, de tu jardín no picador.

 

Satansdán le llamo

a ti mi Valkyria te proclamo

que ya tu felicidad se ha acabado.

 

Hinojo ardes mi tiesto,

Foeniculum vulgare manifiesto:

Que no hay siembra mía que tierra tenga estático color funesto.

 

V

 

Polvo soy, polvo de estrella seré

a mi amada diosa hasta mi muerte amaré

guardian del jardín seré.

 

Es nuestra promesa

arroparnos en vivos colores

sea en esta vida o no la existencia.

 

Viva presencia opaca violeta morada

de noche constatada ausente

hasta que la trajo de presente el amor de mi triunfal estacada

 

VI

 

Retiro lo anterior dicho de mi sonrisa

sólo tengo una y es mía.

Qué el tiempo goce lo que me ha arrancado..

 

Nada tengo por seguro ni la muerte acuso

toda fija creencia puede caer de plomo

pero esta mi relación, mi desempeño me hincha mi Narciso.

 

A sí el interés mueva la tierra

no lo veo en mi fada

de su boca tengo el céfiro de ella mi bella.

 

VII

 

Al final de los días, del silencio

marcado tiempo de gozo estallado

voy allí amando mi dulce suplicio.

 

El final comienzo de todo

Sol naciendo el nuevo día

mi mirada fija naciendo del lobo.

 

Quién nos recordará la pérfida

por eso lucho

con paso lento decidido sin desidia.

 

VIII

 

Ortiga de mi camino que muerde

el sentido oblicuo,

perpendicular de verde.

 

Esposa del Sol de cultivo

años en albor sin suplicio

que no sea tu mudar de floración.

 

Meconopsis cámbrica el amarillo

tu luz de amapola Golondrinera

del bosque de sombra nacido.

 

IX

 

Peineta de brujas

vuestro fruto clavando el aire

poeta del viento este al que le hablas.

 

Espino amarillo de mi desierto embalse

de recuerdos ahogados

muertos, sepultados que ya no hacen bache.

 

Amando amarte papaver rhoeas

amapola de mi camino en sangre de tierra

éste es mi ojo de tierras.

 

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NUEVE SIMIENTES (Parte IV)

 

I

 

He nacido libre de causa,

camina está procesionaria,

hasta su metamorfosis en piel y vena mía quema.

 

Resplandor sin suplicio invernado,

mi campo parnaso devorado,

pairo al que se va lo que tiene que ir.

 

Fuente extasía de mi verbo,

solaz yaga del gris que recuerdo,

vencerá mi abismo desnudando gramas.

 

II

 

Cabalgada sin razón

alumbrado mi corazón,

era o no era vengo de la enajenada estrella.

 

Resumen de lo vivido

en el margen de mi tulipán amarillo,

le creció luz en cada ribera de su sangre.

 

Lanzó besos al aire,

le contestaron los aromas de flores,

corre, avanza el compás del alba.

 

III

 

Qué no diera el fuego

si su empeño fuera ser justo

soy del viento y el viento es mío.

 

Deshojo mi ternura disimulada,

hago del río un puerto,

a navegar mis ilusiones y mis recuerdos.

 

Recto escalafón sin hueso,

dorando este precipicio del terceto,

sí mi mundo, sí mi cielo, luzco que soy completo.

 

IV

 

Mi inspiración desvelo doliéndome

que es mi Sol nacido fulgente resplandeciente,

invencible que nadie puede con esta brava fuente.

 

Dios entre Dioses, resquemor de luciones,

dragoncito llamado por este manso,

Blanus Cinereus por la vida encumbrado.

 

Mi solaz quiere mi agraz intelecto

con su buena memoria mejor recurso de tontos,

soturna vía me recorre porque mi riqueza es mi palabra.

 

V

 

Vente cariño entre esposas de este sol

recoge mi siega por labriegos de mi era,

mi amor corrió por la ensenada.

 

yerma, plácida, destapada,

viaja esta lumbre consumiendo, devorando opacidades,

suerte brotada en vasta caricia estallada.

 

Al don Austero y su insignia pasajero,

postrero deja mi aliento

en letra retorcía, en verso suplicaba mi cuchilla.

 

VI

 

Hueso, espina nacida sin beso,

como carpa en tierra

bebía que creía que el aire era su cielo.

 

Fulgor intransigente amor del odio

elevado, aprecio alumbrado,

yo amo a quien me odia, si su odio me hace ser mejor.

 

Insurrección del pensamiento,

globos sanguíneos corredores de mi retal

por el que mi araña es lustre cuando tejer el sentir se dijo.

 

VII

 

Fiel desvisto mi hiel

entre mis espinas de piel,

viene mi quimera.

 

Va por horizontales desquicias,

abriendo estáticas sienes sin prisas,

cabezas por cebollinos, ojos por ajos.

 

Todo lo vivido es más que de la tierra,

un jacinto, porque la vida es Lana de mi tela,

hoy mi fada tomó tierra y mi zanja cierra.

 

VIII

 

Granate, tiento de sangre caliente,

lucho por lo que considero mío

mi destino no es mío.

 

Por lo que quien estuvo

es libre de marchar cuando quiera,

tules en abrazos sin corpiño.

 

vela que mi ojo encienda

venda que mi ojo no vea,

porque quiero deshacer a la imagen.

 

IX

 

Por no creerme,

a esta mi fada a mi vera,

la llamé sueño.

 

Y mi sueño ardió siendo realidad

vente, vente

que he colgado de un árbol mi soledad.

 

Lo siento no he escrito un poema,

he detonado en esta guerra

mi bomba atómica.

 

 

NUEVE SIMIENTES (PARTE V)


I

 

Brotada mi euforia

detona la memoria de mi sangre,

consumida sin ángel ni aurora.

 

Resumen de lo vivido

todo contado en abismo enardecido,

felicidad estática, soy Hipsípila nacido.

 

Redención de las represalias,

soy feliz yo mismo,

cultivando mi novia flor.

 

 

II

 

Diestro empeño asolado

en fanal infinito de las flores del campo,

arde su compostura en otra sombra,

 

Infinita, regia enarbolada

esta abeja, panal de estrella,

era y es mi novia bella.

 

No caeré en araña redes,

soy feliz por fin quiera o no quiera,

mi espejismo real es, doy mi vida por ella.

 

 

III

 

Resplandor dorado,

un cielo de quimera ultrajado,

alba sin hueso fulgente mi ardor nacarado.

 

Trance, calma se rindió mi era,

despertada al fragor de batalla,

sembrada tierra era mi poema.

 

Noche que viene a mí

todo suena como si no fuera yo,

desaparece oscura nebulosa de vítreo trasluz.

 

 

IV

 

Susurro de luz,

acequia de mi sangre que llama,

por qué te siento incluso estando solo.

 

Flores opaco reflejo de luz violeta al beso,

sólo estoy recordando,

sólo soy fantasma que sólo tú ves,

 

Noche te llamo en esta sepultura,

-Tú todo lo tienes,

siembra tu latido en cada tierra.

 

 

V

 

Rayo crepitante, metal precipitado,

irisado estertor de horizontes fugaces,

ven a mí, me parto.

 

Pasado de mi pasado que me arde,

estoy abriendo mi nueva generación.

granate de mi lustre postrado.

 

Vid de mi vida,

sarmiento de mi cobre alzado,

uva pasa en letanía, azar de esperanza.

 

 

 

VI

 

Nunca me verán desvanecer,

un universo por enternecer,

es mi momento se me verá evanescer.

 

Veo las llamas, todo cambia la realidad,

mi sentido yerto llama a su verdad,

se desdibuja la claridad.

 

Un día, yo me alzaré

estas sombras consumiré,

el iris apuñalaré, desnaceré.

 

 

VII

 

Un camino se abre ramblas nacen,

es mi acequia de sangre, mis versos reverdecen,

sonidos lejanos, mira mi vida sus latidos no perecen.

 

Frío brota, está renaciendo mi ojo de tierra,

mantenme fuera, fuera, dentro de la luz en abrazos de sierra,

en el ojo de la caléndula y su tacto a seda que mi alma aberra.

 

Lluvia cae de nuevo, todo debe marchar,

mi beso cuelga de un hilo por acampar,

otra vez, luna con sabor a mujer sin aplacar.

 

 

 

VIII

 

Noche vuelvo a ti, reloj que estampo,

miro el espejo me disgusta el marco

mi imagen que cada vez detesto alcanzo.

 

El espejo lo tiro al suelo,

un millar de sombras brotan con grajeo,

devoran mi imagen hasta no quedar ni hueso.

 

Oscuridad ferviente, mi alma un latido,

acaso de aquel que una noche fue sonido,

rompiendo y reviviendo el hambre de la noche y su sino.

 

 

IX

 

Tierra me llama,

tierra me llena con su llama,

mi ser en flor ama.

 

Mi acecho yerto jamás descubierto,

carcoma de mis luces presidiarias, mi pecho abierto,

un réquiem es mi poema pero no he muerto.

 

Compás de silente grillo,

era y es un solo de mi brillo,

una vez en la vida comeré su hoja cual caracolillo.

 

 

 

El Castellano Evasto Tellano 14-11-2016

 

 

NUEVE SIMIENTES (PARTE VI)

 

I

No estoy en peligro,

yo soy el peligro,

de este fuego nacido.

 

Se desdobla mi idea,

yo soy libre, tijeretas atrás

nazco de una ciruela.

 

Mi suplicio es vencido,

sin hueso ni eje,

estalla mi trompo carcomido.

 

II

Sueña esta amapola

que no fue sangre de tierra,

que fue mariposa y abeja.

 

Al fragor de silos

espinas hirientes consumen,

violan lamentos vespertinos.

 

Descendiente de la luz y de la sombra,

hermano, dame tu abrojo consumado,

será mi letra mi horca.

 

III

Parca efímera que desvisto,

de hombre luciente me visto,

nuevo por fuera sombra y noche por dentro.

 

Crepita este patio

en el café de poetas yertos me encuentro

mis soledades hablan de sus puñales por sembrar.

 

Oscuro es el fulgor,

quemado por no tener mejor,

miro al cielo ¿Puedes bajar mi ilusión?

 

IV

Dominado, apoderado, espina al mando,

lata de conservas en la que desnazco,

insurrección en este recipiente.

 

Corredor de las represalias soy,

al destino mío emborracho hoy

con nueve litros de absenta.

 

Aguja hiriente brilla mi ser resplandeciente,

amo esta vida de cara muerta,

vive que muere este sol naciente.

 

V

Granate trashumante,

seguidor del diablo embotellado,

acaso no se dibujó esta vida demente.

 

De escritor surrealista,

con su ojo de prisma

cual arista febril idealista.

 

Cerrajero universal

con casa sin cerraduras,

perfección inmortal.

 

 

VI

Caminante de fríos hielos

perdonen que me ría primero,

realidad de ratas sumergiendo.

 

Solsticio bisiesto por apostar,

es mi Sol mi religiosidad

un Dios como miles de años le vieron pasar.

 

Esta es mi vida esta es mi azada,

soy funesto clavo en la sangre

esta empalizada postrada.

 

VII

Era mi suerte como un retel de cangrejos,

era mi amor como una ataraya,

pero se fastidiaron soy hombre como años lejos.

 

Fumando mi cigarrillo

no miro de su ceniza su caminillo,

me asusta ser brujo cuervo certero.

 

Puertas dos para atrás

al pasado una ventana sin cuerda,

veintisiete años de rebelión mirarás.

 

VIII

Pureza éxtasis en vena,

nirvana en escritura trasquilada,

talento que a diario me reta.

 

Disfruta estos sueños,

no tengo miedo,

yo estoy hecho de miedo.

 

Estoy flotando en las olas,

siendo evidente sonará mi diente,

entre sal y arena de caracolas.

 

 

IX

Entre montañas de azores

y valles de ríos dulces,

mis versos serán de grama un nido.

 

Abriré de mi mujer sus cerrojillos,

el placer navegará

por sus muslos como molinillos.

 

He nacido soy perfecto,

por algo soy completo con el amor a mi flor

que en mi corazón se clava directo.

 

 

 

El Castellano Evasto Tellano a 15-11-2016

 

 

 

 

NUEVE SIMIENTES (PARTE VII)

 

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I

Pensamientos cabalgan

muletas desordenadas

insomnio del padre arrendado.

 

Violeta dicta de su ausencia

avalentada, distancia, orfanato,

de estrellas un prisma de viento.

 

Caleidoscopio de azares

mis retinas son, dormí en la grama,

me nació un fantasma que ama de verdad.

 

 

II

 

Ventanas de el último tren

mi vida inmersa sobre raíles

solariegos campos me mueven la sonrisa.

 

Verdor al candor de regueros,

molinillos me llevan,

estatua de quien fui.

 

Colorín no tuerzas

tu alita en reverencia

a quien gobierna aquel.

 

 

III

Esperando para el nuevo siglo

me creo que llegaré

con mi cigarro en la mano.

 

Azures queman azucenas de mi tarde,

desafiando a esta araña estoy,

soy helor de cielos derretidos escarchas de este ayer.

 

Pude pero yo soy único,

yo elegí nacer en Castilla

y ser padre de mi chulería.

 

 

IV

Respiro que te miro María Margarita,

perdona pero contaré

en esta obra maestra,

 

que me hiciste feliz cuatro años casi

y los que nos quedan,

espejo para ser común,

 

respira mi imagen entre sus cristales

porque es otro hombre,

no es mi imagen, me desconozco.

 

V

Cuervos de pitanza corva

fieles grajos de la luz que se oculta,

nocturno graznido que mi alma crascita.

 

Negra ala color de todos los colores

en curva espalda forjado,

alienta que nunca más fallaré a mi mujer.

 

Mujer de las flores silvestres,

cuida mi cebollino que no es mío,

lo adopté de tus campos por si la flor osase.

 

VI

Fuente desnuda, bullir de adjetivas voces,

extasía entre palabras mortales,

semblanza silvestre por molinos del alba.

 

Mi pueblo sin ser mío es y está

en Albacete traigo que llevo,

mi cuchillo por veredas de encinas dormidas.

 

Mundo, un río con saliva de amores furtivos,

sueña que esta tierra en ocres abre,

su despertar la cigarra a este mundo de grillos.

 

 

VII

Novio de la noche soy,

abrazo arcoiris cromáticos de todo lo que vino a ser

y se fue, amo su oscuridad.

 

Amo su desliz nacarado y sus gemidos de viento,

en persianas y hojas sin tinta sólo con vida,

ambi-diestra suerte vapor de candores.

 

Es mi letra una espiga roja de mi sangre que porta,

abre mi rabia, saldrán mis lobos,

nació mi espiga roja y negra sangre y tinta que espera.

 

 

VIII

Paréntesis es mi destino,

mi vida una coma

que llora que tiene miedo.

 

A que llegue y sea un punto final,

yo que soy hijo del Sol,

mi hermana que es hija de la luna.

 

Mi madre que es eterna

y mi padre su eterno acompañante,

vida te amo porque intenté quitarte mi latido.

 

 

 

 

IX

Arrepentido por no llegar ni a insecto,

ningún animal odia su vida,

yo no la odié, odié este mundo.

 

Y lo sigo odiando,

algunas personas no tendrían,

no deberían haber nacido.

 

Camino por este mundo,

sendero de penas de abortos

porque hablan y respiran.

 

 

 

Evasto Tellano El Castellano a 15-11-2016

 

NUEVE SIMIENTES (PARTE VIII)

 

I

Soy lunático

para el mundo secreto no es,

ayer la luna estaba cerca en su viaje.

 

Tan cerca que tardará

veinte años o más,

en volver tan cerca.

 

Hoy salí,

a ver que se contaba,

seguía llena, plena, no se fue corriendo.

 

II

Corvino deseo,

añil etéreo demuestro,

mi sangre que porto nunca fue tan granate.

 

Purpúreo galope de este nocturno cielo,

ascuas delante me gusta sentirte,

frío también no me olvido Marián.

 

Mujer seas de Drácula,

él no me llega ni a la espuela,

oscuro, tenue desliz pasajero.

 

 

III

Estoy con la mejor flor que la vida

pudo darme, porque ella camina,

mis semillas espero.

 

Espero de comer me den un día,

para algo mi cabeza las expulsó,

un saturnino grito se escuchó.

 

Vida sedada la mía,

se pudo vivir bien o vivir mal,

zombí me eligieron a mí.

 

 

IV

Ojo no me quejo

porque soy completo,

por lo menos estos médicos,

 

del demonio me dejan vivir,

sartén de astros este el mío,

jamas impedido, ni cojo ni lisiado,

 

se llevó mi apetito,

cuando vuelva,

el puñetazo mío se lleva.

 

 

V

Príncipe de qué reino pregunto,

el mío responde una voz,

sin imaginación,

 

no tendría yo divertimento,

es el abrojo una mala yerba

incluso nacido del baldío seco campo.

 

Yo elevé su canto,

le adopté como hijo,

incluso un libro denominé a su destierro.

 

 

VI

Me queda aún no me quedé en blanco,

dudas o afirmas quimera que yo valgo,

bipolar como una pila,

 

me paríó este mundo demente,

ausente incluso sin fuste el que escribe,

los Dioses me libren.

 

Quién el ignorante

que le creyó uno solo,

con tantos soles, tantos firmamentos.

 

 

 

VII

Seguimos, tantos luceros, planetas que no están yertos,

más lunas que dedos en dos manos,

uno solo no daría a basto para reinar el universo,

 

Menos aún con tanta gilipollez humana,

que le cambia el nombre,

y mata en su apellido.

 

Hierro mío en mis piernas forjado

no doy detalles,

pero camino gracias a él.

 

 

VIII

Si el materialismo fuese literal

amo el material por el que estoy formado,

incluso reconstruido el hueso orgánico que me sostiene.

 

Pero la estupidez humana

amó el material artificial,

jamás el materíal que los hace personas.

 

Hoz de mi martillo,

no voy a hablar de política,

de eso me libro pero soy republicano de derechas.

 

 

 

 

IX

Soy el verdadero sirviente

de mi Dios,

quieres verlo, mira al cielo es mi Sol.

 

Ya me repito con él pero yo lo amo

hasta decir basta,

pregunto, qué sería sin él,

 

Pues la tiniebla ganaría a las tres en raya, y la sombra única reinara,

la luz quedaría subordinada a vivir como luces de ciudad,

hasta la podredumbre divulgada por cielo mar y aire.

 

 

 

 

Evasto Tellano El Castellano a 15-11-2016

 

 

 

 

 

NUEVE SIMIENTES (PARTE IX)

 

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I

Halle donde se halle,

se encontrará siempre en el viento

mi talle.

 

Lo siento el mundo me demostró

que inmortal soy,

lejos de delirio yo soy el delirio, piensA.

 

Zarpa mi vena esta noche solitaria,

avanza que frena alimento mi añoranza,

yo soy pura templanza.

 

 

 

II

Lejos desobedezco al que recomendó,

al que desaconsejó

no creerse uno quien no es.

 

Si fuese yo sería solo

y solamente un cacho de carnaza fresca,

pero con mi intelecto soy mucho más.

 

Estoy hecho de una siembra divina,

soy primer demonio consumado

escriba.

 

 

 

III

Sopla mi sombra a ver donde llega,

hoy conocí que ya me condené,

no tengo alma.

 

Pasé  debajo de una puerta mecánica,

de esas que se abren solas

cuando alguien se acerca y siguió cerrada.

 

Repetidos intentos y no se abría,

igual que desconocer mi imagen en un espejo,

perdí mi aliento.

 

 

IV

Y qué me gusta estar muerto,

perdí el hambre para alimentos,

un chiste que dudo que sea por estar volviéndome vampiro.

 

Porque ya soy vampiro,

y voy a terminar mi escrito

con mi nombre verdadero de Förüq.

 

Sigo que sigo perdido,

alguien vendrá a volar conmigo,

es mi sino maldito aceptar a este ser que me lleva.

 

 

V

No voy a repetir palabras,

creo que la longitud de mi vocabulario

se acaba.

 

Aliento helado,

con sabor a siglos de olvido,

hago frente a esta voz de sangre.

 

Yerto pero jamás frustrado,

no estoy hipnotizado,

juego que apuesto la noble creación.

 

 

VI

El mundo es tuyo pienso,

que va solo lo dicen en una canción

de hardcore.

 

Voy a formalizarme

y tratar de escribir un poema de los míos,

voy a ello.

 

Lucho por esta carcoma

y por la araña que se dejó

en el túnel.

 

 

VII

Me creo palabras de tenebrios,

sueños de mis sueños,

cuchillas que esmerilan mi voz.

 

Dime donde se esconde

aparte de en casa del conde,

mi talento enardecido.

 

Casa de arañas un tejer

en esta España tela de araña,

poco original que va repito araña.

 

 

VIII

Colina de mi agraz doblado,

un murciélago hermano,

y la pèsadilla tiene paticas y cabeza.

 

No pierdo el lustre,

chistera con la creatividad de dueña,

vendrá a mí su fortuna verdadera,

 

acaso no se acuesta

no, un surrealista no duerme hasta dejar

completas sus obras.

 

 

IX

Aliento de mi creación,

verso humeante en acción,

tejiendo me vio

 

tararear un son siniestro,

sones crepitan mis tambores,

despierta la vida de su muerte.

 

Estoy que vine a rubricar

mi clase que es de fantasma,

Muerdo y me debéis cuanto yo he escrito.

 

 

 

Förüq a 16-11-2016

 

 

CAPA DE ESPADA

 

 

Granate frustrado, represalias del azul

bienvenido a la dimensión del pez muerto,

horizonte que acuesta sus ganas

de vencer a las malvas,

camino líneas, muevo en espirales

mi ficha del tablero,

esa que soy,

que no quiero

ser un número del oro,

otoño llegas dominando tu compostura,

en ocres afilados el sueño de árboles,

para sentir hacen falta venas,

lustre de mi sed de abrojos

caminan mis sentimientos,

por ojos desvelados me voy consumiendo,

acaso flor con piernas

ramillete con brazos

la ternura me descubre,

con este doctor cincel me acuesto en sus cumbres,

mi humana necedad

mi viril latido,

tejida entre sombras parcas mi necesidad

de cielos grises,

de mantos sin alas, este suave abismo

que los Dioses han dado a su cristal,

a su copa y a su pez,

un bruto compás cabe

entre barcas del sueño,

sí ese en el que yo era quien no soy,

lo siento he crecido hoy,

lejos de urracas y de gatos furtivos,

mi sino se puso feliz,

no necesité nada

todo lo encontré.

Altiveces bajas profusos encuentros,

es una cama de la estrella

mi agotada quimera

que seguirá viva hasta que muera,

desdichado es el fulgor por no tener mejor,

enredo de esta maraña

lo sentido es para siempre mi fada

el bullir de esta mi sangre,

el desconcierto de mi voz presidente,

que hoy encuentro suplicio,

en este tormento llamado poesía,

tormento por no haber más bello desempeño

que servir a la belleza,

mi juez supremo santo,

el fiscal de mi alma se encuentra borracho,

fuerza y brío danzan en mi espada

apostada con mi brazo diestro,

tal guadaña que corta la palabra,

tal réquiem sin yugo ni sombra,

que todo alcanza,

digna, plena consume mi alabanza,

tejido yo de su araña,

me trepo el desván del tiempo,

en este horizonte sediento,

mi apenas cruzado cuarto de siglo,

que por volver a nacer regalo,

un arco y una flecha certera

es más que mi vida quieta,

es sudor de mi alma

que sangra rosas a mi amada

por la que existe la poesía

porque me siento vivo, efusivo

y puedo escribir estas perdices oscuras,

sin tenebrios ni a tristeza sujetas,

la libertad con fuste de creación,

es ella más que musa es sentimiento furtivo

que me domina,

luciendo esta endrina.

 

 

 

SOMBRA DESNUDA

 

Yermo terreno del sueño,

un trillado verso avanza

entre espejos y cristales,

fieles aullidos desvalidos

entre semillas sin iris del mal,

entre corceles del fuego,

entre sonrisas fugaces.

Es todo lo que siento

un canto de piedra,

un río desplomado

mi fiel apostada cordura

que viene por enjutos

ojos hirientes

hasta avanzar los besos

de labios grises

y sus fanales colmenas destapadas,

no quiero repetir estos destellos fugaces

ni herir por mis alambres

tejido mi atrapa-sueños

queda mi parca vida

desnuda con el hastío

que asesino de esta manera,

volando mi dulce murciélago de nácar

entre este amor

de estrella me alzo,

es glorioso este canto,

reducto en lúgubre sigilo

es esta inspiración,

tentación de ángel desertor

de morir,

justo la vida

acabará negándose a finalizar,

soy yo la salud

de la una solitaria de la madrugada,

conquistado el cortejo de la noche,

me cuelgo de mi profanado latido

por estos cordones de hueso

vive y viviré mejor

que mi traje funesto,

limará esta sin razón los ocres

hasta lucirlos verdes brotes,

hasta acabar rendida la caricia

por estos espasmos de cobre,

mi destino teñirá las vivencias

por solares complacientes

y lugares dignos de altos sueños,

esta araña dejará crías

por poemas

en escarchas mutiladas

en este hierro candente

y el incendio de mis hielos,

como dijo el grande

no acabaré de irme,

ni estas solapas fundirán

en tristezas secas,

la sombra será mi mujer,

cambiaré el prisma de ver,

y ahora la luz será

la dama siniestra,

por si un día acabo de irme

solo espero

haber podido contagiar mi locura

que ya es rápida,

desborda sus cauces,

brotando en espinas insomnes

el abrir de las compuertas

a ese abismo sin dueño

donde besan los azules

ese nido de malvas,

que mi ser desprende dominando,

sombras miles en este carruaje vespertino

de mi sangre,

mi río de colores

de almas en sus gotas ferviente,

atado a este sentir,

que late,

que sueña

la carcoma de mi estampa.

 

 

 

MALDITA UNA

 

Bello alto claro de mi silencio,

cumbre sin lomo, torre espinada

de mi única belleza,

con su pájarillo que pregunta:

¿Por aquí? Es por allá bonito,

estoy creado y soy perfecto,

hasta mi mala suerte

y mis defectos son perfectos,

resumen de lo vivido

en esta esfera escrita se encuentra,

hoy no es un día cualquiera,

ninguna bruja está de fiesta,

ningún muerto no sabe que ya está muerto,

flor, vista, vida, lozanía, fuente, verso, letra,

color, sabor un desencuentro con mi inspiración,

recto escalafón, augurio exterior,

un patio para esta oscuridad,

cercanía, sueño que no recuerdo,

yo era mejor que mi voz,

un ciempiés, casado con una tijereta,

mi dulce estampa cromada,

un iris de plata, una escala al abismo interior,

era o no era estoy hablando con mi quimera,

mundo atención,

esta es mi vida, esta es mi religión

este es mi rifle sí señor.

Resumo en esta botella que llevo,

que no me vence ni la araña de mi recuerdo,

soy feliz o intento serlo,

soy la duración de la madrugada

sí en mis ojos,

soy el verdadero maestro de mi vida,

por encumbrar mi propia salida,

por construir mi futuro tejado,

letanía trenzada sobre un caracol de mármol,

aunque no me acuerde quien yo era,

a este mundo un disparo de mi siembra,

lobo furtivo en este coto

llamado tejida realidad de sangre,

es un amanecer sonriente

es una luna de hueso,

un destino ciego sin ventanas,

un desespero, un hielo, un desnacer cabalgado,

un verbo, un adjetivo derretido, es mi palabra,

un monstruo, un pajarraco, una alimaña desempolvada,

es mi vida una de la mañana, es mortaja,

no conozco el peligro,

yo soy el peligro, arde, arde, arde

he venido a ganar.

Soy la una de la madrugada.

 

 

 

SED DE LUZ, ILUMINADA PUPILA

 

Entra en mi aciaga noche

entre estos vítores ardientes,

que me condenan.

Clamores sedientos

deslizan los humores,

deslizadas gentes

por las calles de noviembre,

acaso esta deidad

cosas buenas no prefiere

que nos manda a sufrir

por todo lo que ampara.

Avanzo por mis olivos del sueño,

entre estas nubes acostadas,

y sus retorcidos alambres que me chillan,

un viento torcido de otoño,

desvencijada sien,

abierta al resplandor

de la inerte luz.

Es un dolor nacido

entre espigas estridentes.

Flagrante por pupilas

sin ser ojos

si no un reducto anclado

donde acaba mi mundo.

Solo puedo escribir

gracias a mis ojos

todo lo visto

me sangra la idea

y sus árboles de venas razones,

con su realidad que va secando.

Ven, si no vienes

desvanezco entre los leones

de esta realidad pasajera,

que come y me come

los sueños gritados, desvencijados,

meto en este jarrón

rayos de sol

para liberarlos

cuando la oscuridad eterna

me alcance.

 

 

CLAVEL Y ROSA

 

Temprana noche por tu arbolada

roja y verde tu siega en figura,

opaca suma de tus sonrisas desveladas,

lugar seco de tus esquinas,

lugar frío de mis salivas,

no me he rendido,

no te has rendido

esta noche vuelta mañana,

entre dos cipreses del sueño

entre esta puerta a vencer

sí en tu lengua.

Oscuro se me torna el día

que a su plomo llamo noche,

precipicio desbancado,

aullido forjado,

he vuelto a vivir en tus labios,

alguna vez me fui, pregunto,

sombras febriles

mares que plañen mis abrojos,

me acicalo el alma,

hasta besarte la calma,

me encuentro digno

en este hoy teñido de azules espadas,

bajé mi escala

acaso no brilla esta araña,

entre mis descampados bruñidos

se alza mi dama de noche

al blanco desnudo

alzo mi timidez sonora,

por  ser ella mi señora,

era un paraíso desmigajado

en alvéos que lloran flores,

mi árbol, mi flor, mi amor

por qué gané en derredor,

mi esperanza surcó sus valles

al otoño le dí mi flor,

busqué lo que callaba el mundo,

y ella apareció,

llevo surcándola años

mi fiel desventura de imágenes,

cabalgo su voz,

hoy es todo indefinible esencia

modulada,

destapada al fragor de mis buques,

ella es hoy

mi dicha.

 

 

ÉXTASIS

 

Resumo por esta visión

cuantos antaños yo he nacido,

sereno derrumbo marcos,

ventanas acrisoladas

de ayeres de espuma.

En este campo de luna

yo he vivido,

cada respiro un océano de olvido

un soñar entre leones

un caminar entre fugaces sienes,

somos los que somos

y cambiamos algunos,

hago mis promesas de barro,

mi latido esquilma el miedo,

tijeretas atrás y nazco de la ciruela

mi hombría se encarcela

entre fanales labios de hoguera,

lago donde se baña mi suerte,

hoy y siempre mordí mi estrella

vengo en llamas prendido,

es esta quimera una hoja quieta,

sopla sopla mi alma llena,

polvo del polvo,

una senda mi silencio quema,

horizontes verticales

ratas sumergiéndose,

granates estallados, gramas que caminan,

voy por las calles de noviembre,

ahogando sus rincones afilados,

estas calles me saben a humo,

estas gentes desconocidas

parece que las mueven

y arrastran en un sentido,

todo es fuerte

pero la oscuridad es más fuerte,

panales de esta luz intransigente,

luces intermitentes,

sudores de semáforo,

me cuelgo de un escaparate,

todo está fabricado,

y en proceso de construcción,

hasta el hoy podrá venderse

en tinta y pluma,

en imagen y con solapa dura,

una ventana sin cristal,

un agujero sin salida,

tambores de mi sueño,

relojes sin maquinaria

soles guiados por cuerdas,

el infinito es ahora,

lucen mis espirales siniestras,

ancladas a este azabache,

es hoy el día,

brotada mi subrepticia,

deshojan mis esperanzas

caminillos de plata,

recta duda erizada en mis besos de hiel,

trasquilado mi lobo

queda una certeza despierta,

alimenta cariño esta mi esfera,

pierdo el control

me avasallo

en mi piel de agasajo,

he nacido para esto,

que sea bueno o malo no pregunto,

porque escribo para mí,

estas certezas mías de escalas

cómo medir el arte,

sólo comparándolo con un similar,

poco más porque jamás medirse puede en virtud

ni en talento ambiguo florecido,

era un abismo descorchado,

un tren que cruzaba mi noche,

hasta alzarme sin derroche,

entre sus navajas que me apuñalan

los versos

que sangran carmines,

y nacen cuervos que muerden,

era una polilla de cemento

que nació aleteando

estos pavimentos de mi sueño

augurando la cremación

de mis labios

en otros ojos.

 

 

SINCERA COMUNIÓN DE FILOS

 


Trepo el angosto filo

de mi torre desdentada,

era un rubor de estrella

solitaria, negra, hiriente

lanzó su espada,

fulgor brillado entre sienes,

plomo de nube

esta tarde ceniza fue,

chuzos de vida,

estáticos frentes del verde,

un carruaje de otoño

que no se vence,

ardua torre mi pasión desmedida,

entre sus curvas de encaje,

brillo de mujer sin engranaje,

limo mi nervio

por fulgores de sangre,

hierve, hierve

soy hombre

pienso que fugaces atrás

si el planeta hubiese nacido un día

esquilmado en seres

solo con ella y yo

la supervivencia del ser humano

estaría a buen recaudo,

vida de mi feudo

mis abrojos nacientes

fuente en extasía que mi letra abría,

granate lustre olvidado,

mi locura a buen recaudo,

es negro este río en tinta marcado,

cumbres de punta y filos

derechos a estas cuchillas de versos,

horizontes malvas clavan

lloran flores el sentir de la belleza,

que mis ojos sangra

una lágrima como el brotar de una luz pasajera,

como enraizar tu imagen en la retina,

un sentir para toda la vida,

el admirar arde con gasolina,

tu imagen recorre cada parte

y a veces recorro los parajes de la soledad,

sólo encuentro que no los quiero

porque yo te conocí,

y sin ti,

sin ti el cielo y la tierra se juntan

y no hay espacio ni oxígeno para vivir,

los mares caen de las nubes,

el gris se perpetúa,

no hay belleza en mis ojos sin ti,

todo luciría de ocre,

mis sentimientos no tendrían cauce,

el aburrimiento sería pleno,

no habría moción para levantarme en la mañana,

ni tendría estas ganas de ser mejor sin ti,

mi perdición mi bálsamo de lo sentido,

eres mi flamígera llama,

un fósforo y mi hoguera,

mi destapada quimera quieta,

con nombre de flor,

con azares y suertes

entre mis ganas de saberme tu último hombre,

trémulo fuste entre sarmiento y vid,

mi azada me alza hombre de bien,

diestro mi coraje para ser yo

no necesito traje,

hilvano mis venas porque yo soy sangre,

gracias mis Dioses

hoy soy invencible,

el amor con Margarita me desviste,

hasta ser carne de poema en su lengua,

yo soy de ella,

y ella es mía,

como una comunión explosiva

de luz y estrella nacida.

Sin ella para mí no hay belleza,

no hay vida.

Estoy enamorado

y siembro mi campo.

 

 

 

ELEGÍA A LA VIDA

 


Ven a estas flores,

descuelga su belleza por derredores,

rompe la luz del día con tus dientes,

sangra entre mis cejas tus carnales abejas,

recorre conmigo mi ciprés muerto,

rompe a dura carcajada este silencio,

nacerá esta sangre de tierra

un lilio de mi bonanza,

el aire susurrará amores de semblanza,

llórame esta mi luna argentea,

ven conmigo por este panal de añoranza,

raja esta tierra entre tus almas rosas,

bebe la esencia que mi ser gotea,

enciende con tu boca mi llama,

desciende entre estos pajarillos del alba,

yo soy Sol tú eres mi luna mujer,

esbozada de antaños fugaces que me crecen

me crecen las venas porque mi dolor

es y será que antes que yo no te irás

así el funesto azar dicte,

yo no podré vivir sin ti esperando mi otra orilla,

vuestro Dios me habrá de perdonar

nos iremos el mismo día

a zarpar los encajes y entre negras visiones,

apagaremos los colores,

raja mi entraña adolorida,

alimenta los peces de mi piel,

lima mis asperezas, de mis venas certezas,

que yo te estoy amando como se tiene al tiempo

en una mano y a la vida en la otra,

no te vayas jamás de mi lado,

dancemos estrellas cogidos de la mano,

tráeme tus aromos de los campos,

no hay ya dolor decidí hoy llevarte cada día

desde que las aguas nos separen,

desde que las tierras siembren,

una flor para que recuerdes que te seguiré amando,

malva de mi sueño un firmamento sediento,

escarba mi mandíbula para rogar al inframundo,

que de mí se apiade,

vivirá siempre y para siempre,

esta nuestra malvarosa

de nuestro amor sanguíneo bermellón,

me brotarán los verdes los azules reirán su eternidad,

esta injusticia ya no será abriré el universo

lloraré al Juez Supremo si no me da solución

será él quien me tenga que perdonar.

 

 

 

 

CARACOLAS DE PIEL

 

 

Sobre mi alma

traigo la dicha,

ya no duerme atormentada,

yo que pregunté al alma espumosa de la rosa,

crecí entre tu verde helecho vida mía,

ajada mi sombra deslumbraba,

hilvana que hilvanaba,

caracolas que esta tierra alimentaba,

trae tu alma a esta colmena,

destapa tus sangres,

tiembla estas luces del alba,

por tu saturnino aliento

clavo mi abrojo,

esperando el viento toque su violín,

a esta escarcha de noviembre

a esta comunión de celos

trepo los hielos,

es el momento de alzarse de la tierra,

encumbrarse de la fiera,

yo soy la fiera,

y mi granate lustre postrado

luce ya esquilmado,

respiro en esta fosa,

por este orificio un cielo,

una vena del azul,

soy yo alguien lo preguntaba,

un despertar frío entre mi otoño sin flores,

graznidos entre mi árbol desnudo,

puertas a mi pasado,

puertas a un destino carcoma de mi sino,

un escombro a la pura dedicación,

mi mundo detrás de un olivo,

cantó mi abismo

de su gota de luz,

de su incendio en estampida,

ya no hay flores, palabras ni tallos,

temblando están mis años,

quisiera sembrarlos,

y tocar el arpa de tu sueño,

rendir horizontes

entre estas malvas fugaces

lamer el cielo

hasta encontrarme preso de tu boca.

 

FLOR DE DIFUNTO

 


Cáléndula joven del camino,

vieja de la senda que lleva a tu casa,

ardor de luz brotado entre florestas hirientes,

alza tus pétalos comunión de insectos,

por estos solitarios caminos

que me llevan a verte

alzas en pitanza

tu verde semblanza,

de la tierra vida en añoranza,

fulgor entre tus sienes,

darás de flor simientes,

así demostrarás que no hay tierra

sin flor así no importe estación,

María oro, flor de los difuntos,

luz entre luces del alba,

sostenme la caricia en tu flor,

que me creo abeja por un día,

álzate entre cardos y malvas que te rodean,

demuestra que eres única,

que ni caracoles osan morderte por tu savia fuerte,

señero silvestre donde los haya,

oro luciente entre engranajes verdes,

espera a tu ababol compañero

que tú sigues dando flor

sin ser primavera entre despertares y albores

de vidas y sus trinos,

navegas mi alma esta mañana

glorificando mi tierra yerma,

te aman mis ojos, te admiran latidos precoces,

eres más que silvestre flor

eres una vida precoz de luz,

si pudieras ser mujer yo sería tu eterno acompañante,

colmas la belleza de lo sencillo

eres mi alegría del camino,

pasarán fugaces las generaciones

y brotarás cualquier terreno

que el reposo tornó sin construcción,

para que tú grites

que la belleza también tiene casa

contigo,

Calendula arvensis

 

 

UNA DE SANGRE

 

Arte supremo,

el sol mi Sol,

amar, la vida,

sentir

la estrella,

sentido sentir,

la luna,

sentimiento,

fugaces atrás

veo,

sonido,

quizás dentro,

la poesía

playa de sangre,

mar adentro,

latido

de la parca

efímero,

ceniza,

mi sentimiento,

era o es

llegó el momento,

ven revélate,

puedes tomar

tu lugar

dentro de mi cabeza,

verdad,

mentira

todo se acoge en uno,

arráncame de raíz,

mi tiesto es la poesía,

humo

la sombra,

oscuridad me llama,

no estoy en peligro,

yo soy el peligro,

te escucho

gritar quien soy yo,

yo soy tu pasado

tu presente

y tu futuro,

el tren de la noche

me persigue,

lunas atrás

el sonido arañaba,

el cristal gemía,

la oscuridad se retorcía,

mi azabache lloraba,

crepitaba la aguja

de mi reloj,

dormía el astro,

me encontré con la  una,

las alimañas vivían,

se rizaba el segundo

entre arañas grises,

todo parecía

renunciar a la luz del día,

vi mi poder vencer,

me gusta más la madrugada

que la luz siguiente al alba,

la una no será más la sola una,

la acompañaré

será la una acompañada

de la madrugada,

mi sonrisa taciturna desvelada.

 

 

 

LIME ESTA ARAÑA

 

Limé el tiempo se abrió

estremecieron fulgores mansos,

mordí el viento

aboqué aromas de florestas húmedas

a un límpido reposo

digno de altas flores,

yo construí el engranaje de mi silencio

latido de este el mío verbo,

hojas atrás no murió mi ímpetu,

cabalgó horas de hastío rey del tormento,

un cebollino nombré caballero de mi poesía

transhumante.

Diestro compás silente me reí de la muerte,

pétalos atrás no caí sin simiente

era o no mi dulce suerte,

rajando al silencio clavándole

fugaces muertes para otros ojos

para otros esbozos dementes,

ritmo cadente al fragor de nanas aterciopeladas,

en verde musgo un fantasma de lo vivido muerdo,

abrigué mi latido me tocó vivir

en casa del surrealismo,

un trance desdoblado de boca abierta,

siendo esta escritura un pez de eterna cola,

satisfecho cuándo

no dejaré de escribir ni aunque muera,

alguien lo pregunta,

no me cansa esta limadura,

abro la puerta del cerrajero universal

por si algo suena,

una serpiente preguntó

si era yo real acaso tú lo eres o te acabo de pensar,

vente al lago de la vida eterna

mataremos a Hipsípila

que luce senil y arrogante,

carpa respira en tierra creyó que la tierra era su cielo,

un ocaso perdido,

una luz difunta,

entre el verdor de los pinos

una lustre sombra camina,

jilguero que en su cardillo posa,

bola que no sé dónde anclarla,

vida en mi tiesto

si no soy planta lo demuestro,

luce de risa mi esqueleto,

raspas atrás alimento este don funesto,

ventanas rotas,cristales calientes

todos los cuadros de tu vida

volviéndose polvo,

todos tus héroes vueltos pasto,

infinito remanso

cúspide de mi alma hiriente,

sones quiebran tambores,

abeja de mi panal yo quiero tu flor

tengo el aguijón,

viviendo para el momento,

nací mejor que la estática muda

de esta araña infernal,

entre estos jardines del alba

nací vencejo

como toda existencia tuve infancia

con mis animalitos que encontraba

feliz fui,

crecí y tomé del mundo

gustos como disgustos,

a mi sufrimiento

lo puse con marco en mi habitación.

saqué mis clavos con otros clavos,

y qué, fui malo y bueno,

este planeta acaso no obliga,

reí lloré al fin dije

estoy vivo, que venga el mejor que yo

que yo mejoro lo mío,

consumí solariegas planicies del polvo,

pero no fui pelo ni pelusa,

me gusta lo que me gusta,

azares precoces de mi destino

desnudo en oscuros puertos sin salida,

indemne tras estamparme

de precipicios al ardor de cinco silos,

era o no era soy el mayor egoísta cobarde,

pero amo mi estampa porque sólo yo la llevo,

qué remedio mejor vendido

ninguno,

déjame ser veleta de este negro puerto,

flagra mis espinas de hierro,

seré mejor que yo mismo

conforme mande el tiempo,

llórame estas nubes de otoño,

que me arde este cuarto de siglo,

disfruté y lloró mi abismo,

dame los puntos cardinales

de tu cuerpo

seré reflejo y tormenta perfecta,

perdí el norte en mi poema

llegaré derretido el horizonte

a tu casa cabaña del cielo

lloraré metales y simientes

hasta que zarpes mis mares.

 

 

FUENTE-MINA

 


Irremediable

con la ineptitud

de mis años dulces,

mis alientos de mozo,

cascabel de víboras uniformadas,

y sus bodas de azúcar

que la historia resume

en vuelos del único pájaro,

momentos de etéreo aire

balanceado en persianas de sucesos,

levedades plomizas me alzan la vista,

lo sencillo seguirá siendo bello

sin describirlo,

años fugaces hieren y agrietan

la madera de mi viejo chopo,

heridas vueltas casa de arañas

grises arañas,

frente de escarchas del alba,

miles espumas cabalgan

crines peinadas,

es mi azar esta pluma,

nunca cansada alza que prende

entre aciagas espadas

caminillos de flores

desnudando colores

mudando ocres por amarillos tules,

ya no camina, vuela

entre esferas coloradas se acicala

rellena su sed entre cosas vanas,

es mi camino de flores

por el que derrumbo a tesón

miedos vestidos de traje de lino y algodón,

no nací para el miedo

ni él nació para habitarme el pecho,

sigo señales

miro nubes,

camino líneas,

dibujo círculos como espirales,

verticales mis agujas mueven

nazco del hierro en mi pecho montado,

tumbo el gris de este otoño,

sí estoy enamorado,

venga para mí

su dulce secuela,

quiero ser feliz

y equivocarme

para poder salir triunfante,

sotos de su boca me llevan a verla

campos de ocre solitud,

mi esperanza avanza ramblas

y senderos con final en ella,

guadaña mi siega verá la trilla,

de esta villa traje la hoz

de trigo y espargamina

mi martillo germina

vientos del pueblo,

verso de puñalada,

pueblo que no puede considerarse

por no poderse gobernar en unidad

el pueblo es pueblo por ser plural.

Si sus vientos llevaron a mi tocayo

yo soy poeta de una caléndula,

belleza única musa

si no la hay no hay poesía,

diosa dueña de la luz y de la sombra,

hacedora de la verdad alumbrada

como de la más retorcida metáfora

que la oculta pareciendo mentira bien fundada,

mares de tierras olas de campos al verdor de espumas,

quién apagara este fuego,

y callará esta quimera maldita,

soy su mochuelo

ella es mi olivo,

nacerán mis venas

y estas acequias darán mi sangre

a las tierras.

 

 

CIELO DE LAS PLANTAS


Insolente,

descendiente

de mis ojeras

mutiladas de nácar,

cumbre de mis filos hirientes,

alzarme puede

entre las sábanas

libre al fragor de silos dormidos

es mi cama un nido,

sueños cruzados me despiertan,

¿Acaso no estoy dormido?

Escribo, veleidoso, regio

como si mi tinta me diese de comer,

libero ocasos,

me llegan altas noches sin auroras,

sin latidos que su dama siembra,

es por esta esfera

que la realidad se desdobla

me nace coja,

limando mis asperezas

abrigo este corazón de espino,

amo a quien amo

y no me nació del vino,

así sea guerrero de la luz

amo la oscuridad sabiendo

y creyéndola primera causa

porque de su estático límite

nació la creación ensimismada luz,

consentida donde las haya,

nada la frena,

sólo la densa materia,

pulcritud de su infinita fuerza

madre de metáforas

como conocimiento,

espíritu y destrenzada alma,

yo también te doy tu don divino

de madre redentora

cumbre de visión suprema,

mi fe solar es invencible

por eso te amo

sobre las sombras madre

de la bondad redentora,

afila mi duelo de espadas

en esta noche lunática

que calma las fieras,

ven a por mi tu poeta maldito te llama,

desde este infinito

a las flores trasnochadas del campo,

creación nacida entre sangre

¿Te piensas que soy cobarde?

esta encina que me respira

me dicta así haya muerto mi ciprés

no me guardará rencor supremo

lo cuidé cuatro años,

no brotará entre ardores de la mañana,

pero también habrá

un cielo para las plantas,

ya no podré cuidarlo de rayos secos

ni arrebatarle sudores con agua de riego,

me duele,

ya en la noche que siempre es la misma

no como el día dividido,

mañana y tarde

no hay altos en la noche

para ella siempre es tarde

con prisa avanza desvelada

haciendo el amor

con los que duermen,

a mí no me vence su latido maldito

soy buen vampiro consentido,

flechas de mi intelecto grave

entre mi agraz  lúcido despertado,

trémulo a des-voz un garrote-vil

cuenta sus troqueles corriendo

el tiempo de su castigo,

nunca más grazna un cuervo gritando,

afilaré este verso,

que se irá soñando,

por limpias paredes

de esta calma que envuelve,

deshoja, igual que enraíza mi calavera,

escucha.

Oscuridad me ganó la apuesta,

pero sé que mañana saldrá el sol

y no tendrá piedad con ella,

mejoraré a golpes

cual piedra que se rompe

brillando en minerales,

el desespero no ganará mi partida,

yo tallaré, yo limaré, yo construiré,

yo sembraré, yo labraré un poema bello,

brillando mis hirientes cuchillas,

cantando con gatos en tejados,

volando con estos pájaros de otoño

su destino mudo

susurrando versos

al sueño de las flores.

 

 

BELLEZA

 


Ruge mi vida

con impetuosa saliva,

un desdén de mares afilados,

cose que hila esta malva sensitiva,

azures sarnosos que avanzan

al latir  fieles compases destapados

de mi escondida idea,

belleza eres,

balanza sin yacija

acaso la muerte conoces

que incluso la tornas bella,

mira la ventana al infierno,

el parpadeo oscuro de la luz.

tú que definirte nadie podría,

ni el más inteligente

ni el más ignorante,

cumbre de ideales,

pólvora de sensaciones,

bendices sin perdonar,

es tu prisma un ocaso

de esta realidad que se pierde,

atraviesa tu puñal absorto

hiende mi carne,

solo encontraré que brotará mi cuerpo

todas las flores de los campos,

tu cúspide sin hallar,

cumbre tuya se llama planeta Tierra

abismo centelleante hasta perder la cordura,

madre del acto,

belleza deidad suprema,

nadie la mata solo se la llama

y no siempre responde,

déjame tu azul manto

una noche bailaré con lobos

hablaré de amor con mi quimera,

el miedo me conocerá,

amada mía belleza de las flores

sángrame un horizonte de colores,

deshoja mis infinitas espirales,

haz que me crea como los mortales,

para blandir nuestro nombre entre nubes,

cabalgarán mis corceles,

yo no seré yo así como tú eres distinta

para cada retina,

hada infernal

como leviathán celestial,

tú no entiendes de las maldades del hombre,

sólo pintas de la realidad todos los colores.

 

 

FERVIENTE PALABRA DESCENDIENTE

 

Yo hablé con mi amor que sentía celos,

acaso no sería más preocupante

que no los sintiera,

mirando al cielo de noche

hablé con mi amor que no existía,

aturdida me contestó una voz sin despedida,

acaso bajar puede,

mi Sol dormía,

acaso se rindiera el solitario horizonte,

pregunté a la estrella

aquella que el hombre deseos pide,

¿A caso bajar amor puedes?

limpios mares de azul traje cabalgan,

solapas precipitadas donde todo fluye,

riendo con mis lobos dolores,

un infinito que eleva flores,

altiva contestó mi voz,

que era como un crujir de caléndulas,

mi obsesión verdadera,

siente el veneno de mis piernas,

siente mi latido seco,

en esta estrella que se desploma,

vente amor conmigo,

envenena mi intelecto,

que yo solo piense en ti hasta cuando en cama desvanezco,

te espero amor,

te espero ahora.

La iluminación comienza a fallar,

las delicias juegan en tus muslos,

siempre te esperaré

porque quiero que vuelvas a decir:

-Nunca te vayas Migue,

mi contraseña,

nuestra palabra mágica es -amor

filos ardientes, complacientes,

que deshojan nuestro árbol,

en magnitud de escalas a un cielo,

que arde en tus labios de mujer,

es el tiempo del compromiso olvidado,

yo soy poeta del viento por ti nombrado,

tú eres mi aroma de floresta desnuda destapado,

mi azar mutilado,

mi hielo acompañado,

por el fragor de mi astro encarcelado.

 

 

REAL SEMÁFORO

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Somos humanos seres

o somos sentidos humanos,

quién nos dice que nuestro ojo

sea el superior de esta realidad

o si solo es realidad bajo nuestro prisma

particular, quién sujeta los colores

de lo que vemos,

o el verde es azul y el azul es verde,

voy al ejemplo del animal sencillo

la abeja y su realidad malva,

acaso nuestro ojo no nos engaña

y nuestra piel no es de otro color,

como amalgama surrealista

de colores entre vello y piel,

entre cabello y uña,

nos creemos superiores de esta realidad

pero acaso no somos un caso particular,

hasta el ojo de un gato

tejerá su infinito de cristal

en otra tonalidad,

nuestros sentidos

puede que nos tengan engañados,

y la evolución se equivocó con nosotros,

si es que acaso la hubo

o todos seguimos iguales

desde que llegamos,

puede incluso valer más la realidad

de otros seres que nos ven azules,

el color es únicamente color

porque lo vemos bajo nuestra visión

o es relativo a los animales visuales

con los que juega,

sus caminos del rojo que es gris

los colores que atraviesan los ojos del murciélago,

que aunque poco tienen oficio furtivo,

a imaginar la visión del caracol,

lamiendo su extasía húmeda alimenticia,

es nuestra realidad superior

o a los ojos de Dioses

somos un infinito de colores,

yo voy orgulloso portando mi piel azul,

hasta juntar mi tacto relativo

con mi cromática mujer de infinita turquesa.

 

 

 

 

 

El Castellano

 

 

ACUCHILLADA OSADÍA

 

Descendiente fulgor entre grises sienes,

humores de tierna fontana precipitada,

es mi jauría de estrellas que la sed

vence, conforma, infinito panal ahogado,

que vence y me vence,

este granate frustrado avanza

su extasía de cristal,

forma y conforma un lustre yerto,

ardiendo entre cerillas

de momentos intransigentes,

me proclama mi verso

entre manada de lobos

el padre del lobo de hierro,

aullando su temperamento de metal,

entre sierras madres de ríos dulces,

y de florestas destapadas,

yo tiempo, vencí al doliente tormento,

entre clavos y yunques despiertos

clavé mi aliento,

soñando que te soñaba

se alzaba mi tiento,

acaso yo no estoy durmiendo,

necesito la superficie

de los guerreros alzados,

represalias de caras muertas,

salta, salta mi abismo,

este es el sonido de mi escopeta de cristal,

esta clase es de fantasma,

vivo si yo escribo,

parco, tibio mi Dios de mis Dioses

solo entre estas cuchillas de gentes,

inmortalidad asolada descendiendo

entre sombras de oscuridad madre,

cuando todo indica

que la oscuridad te supera,

no hay soledad asesina,

porque me gusta hasta mi cuerpo,

en este otoño que los ocres

lucen el suelo

y llega el reverdecer del cielo,

en pie llegó el momento

y atravesar este viento todo lo que siento,

hasta ser de la vida

el victorioso esperpento

que acuchilló su osadía.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

RUIDO DE NIRVANA

 

Es solo ruido

en las hendiduras de mi calavera,

un iris doblado del nirvana,

un hastío florecido,

es una calma de mi Dios solo,

un panal infinito de belleza,

fatal hoguera consumiendo,

desmembramiento de soles,

entre fulgores amarillos,

que el nocturno sujeta,

sangre de acequias perdidas,

felicidad enjaulada

que algo me cuenta

de sus tulipanes amarillos,

por crisantemos helados

viaja mi esencia,

una noche que silba,

cantando con árboles difuntos de otoño,

es una vida de mi araña destapada,

un tejer sin estrella,

un álamo que ya no vive lejos,

derramada, acostada, nacida esta parca,

hoy yo sí estoy hablando,

mi sentido yerto desconcertando,

que era un ajuar de gotas del alba,

era un caminar somnoliento

por la carne de metal de esta azada,

quién fuese silvestre como una planta

en este mundo que se envilece,

destierros forzados de la locura de la ciudad,

escarchas dolientes entre mis sienes

que azogan solares póstumos

de mi serenidad alcanzada,

es un firmamento para cabalgar a voces

que lo mío es para siempre,

como un candor fulgente

en estas hogueras

que el aliento helado de la vida cuecen,

era la cara oculta del espejo

un aullido de la fiera

que el tiempo arrastra

entre punzones enajenados,

avanzando la caducidad del hombre,

era mi suerte una rueda

y una hélice que no volvía,

era este tiempo como la dimensión

del pez muerto,

clavando cuchillos al éxtasis

de la creación ensimismada,

ardor de los mil fuegos

deseo haciendo bandera,

hoy no me arrebatarán nada

ni el destino que todo se adueña y lleva,

cruje mi calavera,

haciendo sonar este silencio duro,

desnudo mi chopo

queda ser como el rocío primero

para besar sus labios de mujer verdadera,

un viaje por su fantasía,

estoy flotando en sus olas,

disfrutame estoy volviendo realidad

nuestro sueño,

reinando este corazón,

siendo austero como un jarrón lleno en ilusión,

siendo caballero de tu dura sonrisa desvelada,

que acapara y acampa

el alma de mi polilla de cemento.

 

 

 

El Castellano

 

 

OTRO BESO

 

Mañana saldrá el sol si yo miro tus ojos,

el mundo se hará pequeño

solo para que nos conozcamos,

tiraré la moneda al pozo de oro,

contestarán sus doradas gotas,

que los sueños hay que vivirlos

para que sean realidad,

al verdor del monte

sembraré dulces vericuetos,

para que diluyan escarchas hirientes,

y sus blancos de sabor a nube,

se rizarán cumbres

dolerán sigilos del álamo,

dejando su nieve

en fusión de escalas al cielo,

eternos alambres alumbrados

por el sol y su desquicia,

me llorarán los ríos nuestras gotas de unión,

tu alma pura, colorada será como mi alma,

intransigente comunión, destellos sin calma,

ganaré la batalla,

la noche será mi criada,

la luna rajará crisoles en estampa helada,

las estrellas me arroparán la sábana,

amor yo nuestra primera noche

no seré hombre,

se destaparán los reinos olvidados

seré el rey animal gobernando tu cuerpo,

mi ciprés tendrá sabor a mujer desnuda,

todo lo teñirá el rojo bermellón,

al tañer de nuestras almas en hoguera,

las sombras se unirán todas

hasta vivir en tus cabellos,

yo pasados los siglos

volveré a vivir para pedirte otro beso.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

CHARCO DE CIELO

 

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Corre, rasura mis venas

esta escarcha helada

que la noche solidifica su latido

inerte, yermo, plácido,

compases de la luz que fue negada,

avanzan mis sienes pidiendo

su blanca primavera,

su tez insegura

en almendros de invierno,

hoja sin hoja ilesa, afilada al sonar,

que las campanas noctámbulas tañen,

su infinito de cristal,

sus flores de sangre gimiendo

un tiempo que se va,

su alta espina profunda

desvanece en negras torres hirientes,

cabalga esta noche de cristales,

ya avanzan los soles nacientes,

con sus filos de luz dolientes,

cuadrado azar entre colchones,

vida difuminada entre rosas salvajes,

un canto desliza su quietud de cerilla,

consumida la idea oculta y su subrepticia,

esa que deshojaré la margarita

en caricia, abriré los estambres del cielo,

cantaré con mis grillos

que estoy loco por ella,

¿Algún viejo ruiseñor lo niega?,

Soy cuclillo desvencijado de mi silencio mudo,

ese por el que surco los parajes

y en su cuerpo tengo nido,

lustre postrado en mullido párpado del cielo,

llueve mi adentro otras vidas en las que nací

despierto, desvelando que nací

para vencer al ocaso parco,

ambivalente charco por el que

esto no es un poema

es un charco de mi sangre coagulado,

hasta que broten mis simientes

de áureos rayos a la vida eterna de la letra.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

OASIS SIN AGUA

 

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Era tarde y no fue más que pronto,

una noche gritando que era de día,

mentira que tanto izada

murió siendo verdad,

transparencia que fue color negro,

la suma de todo color,

contrarios confrontados en unidad,

de ser todo y no ser nada,

agua evaporada para ser arena,

aguarda mi espiral un canto de caracola,

serena que llama y entona,

un sonido de mar ausente por ser de tierra,

hoja muda, estornudo en cal y canto,

fue un disparo a la luna pasajera,

sangró su alta ojera,

un rayo solar que atraviesa la idea,

una carcoma y ni idea,

silbido a esta luna morena,

responden serenatas de plata,

vine a afilar mi canto

entre estos jarrones de barro,

es mi sed enclaustrada abierta, destapada,

al cáos febril de noche me unto,

sin laúd sin más arma que mis manos,

destrenzo de la oscuridad su cuerda,

infinito se llama ahora,

infierno unas vacaciones de la vida,

un azote corre sin voz,

enjaulado grillo demente,

cantando a la libertad en el psiquiátrico,

princesas escarlata de la vanidad

que muerde y asfixia

tirando sus trenzas

escondiendo mi hombría

no sea que la dañen,

nació y desnació en el día de la bestia,

solo solo acompañado

se abre el umbral

cuelgo de la tercera estampa quieta

mía enardecida en áspera flaqueza,

este sol ya nada me cuenta,

buscaré otro fulgor,

otra sien otro infinito cobarde que navegar,

¿Que si quiero decir algo?

Tienes razón ni dije ni quiero decir nada,

seguiré navegando mi mar enajenado

por si algo alcanzo

por diversión hasta vivir ahogado.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

CIELO SIN LUZ Y SIN PALABRAS

 

 

He sido carne, luz abierta en dos partes,

un borbotón sangrante, estrella sin combustible,

y otra mi ángel iluminado desertando a morir,

sólo he sido espectro del vivo silencio,

condenado, una flor de difunto aguardando,

me condenaron a ser deseo,

un interrogante sin solución,

sin otro cuerpo, sin otra luz,

sin otra carne, quedó solo

mi infinito atropellado,

camino sin piel, aura doblada,

un canto de alma que no derretirá,

no poseerá otros labios

ni otra estela, sólo una esquela,

quedaré como eterna culebra,

quedaré sangrando cielos de luces

y sonrisas fulgentes

al color gris que late y envuelve,

mi árbol perdió su última hoja

que era mi vida,

hoy no encuentro

hoy me veo solo vagando

este cielo y sus cristales sin hueso,

diestro empeño asolado en vencer

a este mármol.

Seré luz en cristal de gotas sin alba,

carne sin otra carne,

como ciruela sin hueso,

como árbol sin hoja ni fruto,

no es árbol, caminaré el sendero ausente

para encontrar lo que me fue arrebatado,

ya que se arrancó mi corazón

como mala yerba, lo bueno que sus espinas

no fallecerán de sus manos.

 

 

 

 

 

El Castellano

 

 

LATIDO SEMBRADO

 

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Solo, acompañado de una doncella escarlata

que me late y envuelve mi fascinación,

este día vuelto noche sólo por ella,

 

no tengo piel soy agua de su saliva,

rocío de su comunión de estrellas

trashumantes, plácido rasguño de rosa,

 

yo no tengo sombra, no tengo aliento

ni alma puesto que soy vampiro

de su silencio,

 

alzo mis cuchillas de luz, coronas vestidas

de fugaces caricias al alba forjada,

edificios hirientes de mi amor etéreo,

 

canto alto que ella me hace

sentir eterno,

como el cuchillo inmortal de su silencio,

 

cargo mi luz para atravesar su corazón,

disparo, su alma es mi blanco,

mi párpado de la noche llora por su beso escrito,

 

rizada saliva verdadera,

estas rosas del alba cantan

que si admirarte es para siempre,

 

seré guardián de todos los latidos punzantes,

porque solo tú sembraste la belleza,

hasta colmarla de infinitos sonrientes

 

que mis ojos lloran,

pintando la veneración a lo que en silencio

trepa y escala 

la caléndula enraizada en mi corazón.

 

sigo y seguiré tu camino

que me lleva por el cielo,

corto el aliento de la noche,

 

al despertar de mis sentidos resplandecientes,

no me despiertes,

eres mi sueño de penumbra y sus formas de mujer.

Late mi caracol siniestro con la forma de corazón.

 

 

 

 

El Castellano

 

BRUMA DEL GRIS

 

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Camino este cielo

y su bruma gris que se desprende,

es un ojo soterrado en nubes,

vuelvo por si me pierdo,

camino  mi alma con su gris despeñado,

se creyó ella que era mi cielo,

pero ¿Dónde estaba Dios?

Estaba dormitabundo

contando gotas plomizas

en su colchón mullido

de nubes de algodón,

a lenguas descendía esta bruma

que mi alma  abrazaba tan profundo

como si fuese ella,

mi Sol dormía acostando su luz,

cabalgando un iris emplomado

del otoño y sus precipitaciones,

el azul estaba cansado,

le crecían barbas canas en longitud

de ocasos perdidos,

era un cielo que parecía cosecha lánguida

del blanco almidonado,

transparentes cuchillas

del frío que atravesaba los huesos,

era un descender de la vida,

toboganes de nubes estas escaleras

a un cielo ocupado,

barrera sangrante de sus mil fuentes

agua colorada en su ventana,

esfumino del aliento de las deidades,

lengua fría que lluvia desliza,

sembradío del gris

por altas torres del humo de agua,

niebla encapotada, azul difuminado

con traje de senil eternidad

con sus nieves del techo llorando,

blanquecino lánguido gris

aullando sus cuchillos de viento,

camino me venzo en estas nubes

para llorar con ellas

hasta que descansen y salga mi Dios,

salga el señor Sol rey celestial y ponga orden,

para que puedan desfilar sus rayos,

y la luz vuelva a ser completa asesinando

esta bruma gris que apodera todo

del cielo a la tierra.

 

 

 

 

VIDA SIN ALIENTO

 

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Mi sombra desterrada 

como fiel mutismo agónico 

de la luz a carcajada, 

esta yacija de cuerpo 

sostiene famélica 

una jauría desenjaulada 

que aúlla y me aúlla 

su desvanecimiento 

como el retorcer 

de un cielo de alambres 

es un pensar complicado 

para mis bostezos, 

cuna de la llama 

que arden mis ojos, 

mi forma que insegura huye 

dejando atrás mi cuerpo inerte 

esperando al nuevo día 

que lo llamé su café 

de la mañana, 

es un horizonte siniestro 

sin aurora 

el cerrar 

de mis párpados vespertinos, 

la noche que el sueño imanta, 

cae como el Sol 

en flor va cerrando, 

religiosa y enfática 

la luna danza 

con mis ideas otra noche 

que seré taciturno sin taza 

más que mi cigarro, 

mi desvelo provocado 

de enésima noche 

en la que dejo a todo de lado 

para escribir con mi sangre violeta 

todo lo que deseo a mi vera 

y todo lo que conforme dejo se marche 

de mi tintero consumado, 

un austero gesto 

y brota cual fuente 

de las veintisiete lenguas 

de este diablo, 

para el mundo un mensaje 

soy experto no me drogo, 

a veces no me entiendo ni yo 

pienso que me nacen borbotones 

surrealistas, 

sin estas aristas de versos 

sentir no podría, 

hirientes filos de la acequia 

que mi voz lleva, 

hoy no será Dios 

porque en mi reloj ya es mañana, 

dulce cumbre enajenada, 

verticales azogues 

que siguen en estela 

el camino desventurado 

de mi insomnio desvelado, 

diestro compás helado 

a un cuarto para las tres marcado, 

marcado en austera ley del lobo, 

el mundo no es mío 

hoy la noche sí, 

eso pienso cada noche 

alguna vez será verdad 

aunque sea para siempre, 

liebre dormida de mi día, 

monte de estrellas, 

negros trajes visten su osadía, 

comuniones en fuegos fugaces 

espinos de hogueras al alba 

del ocaso naciente, 

hoy cabalgo 

sin ti no es cabalgar, 

la soledad me abraza 

le canta mi calma 

que jamás me siento solo 

aunque ella se haga materia, 

desgañitado grito al arrojo 

de esta cacerola 

porque lo siento 

lo mío es para siempre.

 

 

 

El Castellano

 

 

OCASO DEL VIOLETA

 

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Nacido en estiaje

gris, pálido, estremecido,

cruza del cielo

su relente sediento

y sus dulces corceles

azules.

Para ser del viento

un alma

con destino clavado,

siendo mi carne

fuente de todas las flores,

fatal abrevadero

de su erguida muerte.

Es por este soñar

incesante,

que los pájaros anidan

su descanso.

Cenit de mi sangre

tallada

cincel abrupto

de mi escarcha

corre mis nieves

con impetuosa saliva

desangrada;

Siembra mía

que te acapara vestida

de mis deseos

que te desvisten,

fuego sanguíneo

me alzo

como se alzan las cumbres

desde mis abrojos

de piel

hasta ocasos nacientes

de tu húmeda cueva.

Mi ser

siendo primavera

de tus ciruelas.

Un canto de eternidad

deslizada,

soterrada,

de la soturna vía

que me lleva

por hondos parajes

de la carcoma

crepitante,

me vence mi aullido

de nácar.

Anochece que es poco

el cielo cuelga

su sangre,

las nubes parecen

carne.

Se riza, se insinúa

esta escala del iris,

me destapa,

su honda ojera

cruzada.

 

 

El Castellano

 

 

CUERVO SIEMPRE

 

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Destinos nacientes

al fervor lumínico

me expando

entre árboles

de verdes filos

perennes,

al fragor

del ardiente otoño

renaciendo,

al vapor

de soles sin sombrero.

Llueve mi ser

esta entraña surcada

en simbiosis desvencijada,

cuatro cipreses me clavan

la visión serena

de que soy insignificante

ante su longevidad

imperial.

Retorcidas mis ramas

se alzan

al latido desertor

de este hiriente

tejo que escribe

sus runas de Odín

con su sangre de tierra,

al resplandor

de este parásito longevo,

que es mi pluma.

Rizados bosques

de helechos

que me trepan

con sus rizomas

mi fría idea.

Al colapso de gramas

por gentes,

metáfora de su vida

comparada en duración

con este ciprés silente

que tengo enfrente,

este cielo está brotando

su oro que ciega mi vista,

aún ciego escribiría

que vino a plañir

mi alma

entre sus filos

por soledades

complacientes.

Yo cuervo poeta

estoy entre pilares

de mi obtuso,

antiguo, existencial

hogar enraizado,

mis venas

que soterradas

pueden ser raíces

de mi espíritu

por descender yo

de mi padre árbol

y mi madre Tierra

esto no es más

que mi corvido

tesoro de letras

ojalá algún día

broten en flores

estaré en la santa cumbre,

allí,

donde los sanguíneos versos,

se vuelven materia,

yo soy un tercio de mi vida

en floración,

porque allá

donde me encuentren

soy primavera

en compañía de mi amada

Margarita.

 

 

RAÍZ MADRE

 

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Hoy canto a la raíz madre,

cuna de tantas fosas,

sepulturas olvidadas,

letanías en cumbre

de estas cicutas de tinta,

raíz madre de caras sempiternas,

hijas raíces

que bailan con la muerte,

raíz del metal

en honda lápida,

raíz madre alza tus huesos,

llora quebrando fulgores,

levanta tus ríos de polvo,

canta con hermanos cuervos

que quieres tener sangre,

madre de las madres

levántate de la tierra

donde yaces dormida,

escucha del tiempo la súplica,

corre al lado de la lagartija,

cráneos rotos,

sombras del ayer latentes,

silencio que tu ansia recorre

al anochecer,

suspiros en halo

en hondo lamento

de la sed del fuego,

abren al caer

entre árboles te puedo ver

tu rizada simiente,

el sonido de un ayer,

acompasa latiendo

tu párpado de nocturno chirrío,

eres la voz perdida

de la grama recién cortada,

un graznido y su pico de espada,

eres anterior a la vida

eres del inicio de los ancestros,

cuando girabas bailando

con la oscuridad,

eres raíz arpegio de la muerte,

afilas su guadaña de cristal,

a tu diestro diente

no hay nada que no sucumbe,

conservas del pueblo

pasos en cal y tierra,

las voces de quienes fueron siempre,

tu voz es su legado en piedra,

desde la espiral eterna

y sus brazos del rey astro,

desentierro antepasados

levanta raíz madre,

canta tus olvidos de tierra,

peregrina de latidos nacientes,

irisado de sigilos

de tus blancos árboles,

despertar de los huesos

filo de infinitos hirientes,

azada eterna,

de calizas lanzas,

acompañadas de silos durmientes

en la granja de las almas,

despertar de todos los despertares

eres sólo tú,

raíz madre.

 

 

 

 

TALLO PADRE

 

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Responde tallo padre,

su resplandor de cuchillas,

hojas en fervor

de sienes enterradas,

alzadas en transparentes hilos

de realidad abierta,

al corazón de tierra,

realidades que respiran

sus poros de savia,

senderos para caminar el sol,

hálito del gris aguacero,

entre colchones de cielo,

halla perdido el eje hueso,

tus fuentes del verde,

soledades crepitantes,

entre mares de arena,

zahorí de umbríos páramos,

bosques alzados de la sombra,

a ti te vuelvo a llamar

padre tallo,

clava tu sinestesia vertical

del verde y los matices

de todas las eras,

en tu nombre alza espíritus a respirar,

esta larga noche que se alza,

desmocha tu cumbre

atraviesa el cielo padre de los brotes,

escucha el latir del horizonte,

bajo tu clorofila

las hogueras subsistirán,

siembra de las ramas

infinitos cuchillos

sonoros al amor de los vientos,

esposo tú de la raíz madre,

acoge la súplica

de tu hijo hombre,

acuchilla al movimiento,,

empala matices del azul llanto,

ya no necesito escalas,

no llores ya soy tu cuervo,

tú eres mi cumbre,

vertical sigilo te abraza,

tus venas de madera extasiada,

hogar y templo de mi devoción eres,

sustento de animal hambriento,

cobijo y morada hasta del simple insecto,

tu crujido sostendrá el tiempo,

como imperial crisálida

de tus frondas nacientes,

levanta y corre

padre tallo.

 

 

EL CAMPO DEL ÁSPID

 

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Es un monte de víboras 

el que escalo,

monte de víboras

entre el áspero esparto,

campo del áspid 

sin obra de mano santa.

allí hasta el sabio alacrán 

se esconde hondo,

allí donde escarcha

sudor no amaga,

tierra, hogar sin encontrar,

tierra donde culebra hace nombre,

como maldito es santo para ellas,

y su maldad innata,

sangre que habla 

bajo bosques de piedras,

sangre fría arde en el suelo

de la penumbra rizada,

arterias de arena

colmillos del tiempo,

sed de la simple vida

por derredor

solo grita y bufa su ardor,

lo más doloroso

que vi que soy serpiente

en un campo de víboras del señor,

sus hondas sienes me avanzan la visión,

no más yagas me cegarán el camino,

no se detendrá mi sendero oculto,

sobre las ruinas

el tiempo me guiará 

el sonido me acompañará,

y jamás se borrará mi nombre,

el mundo gris escuchará sus quejidos,

el más fuerte no llegará,

el horizonte partirá

en tres lágrimas,

cada una para acabar 

la sed de la anterior,

he podido escuchar 

sus latidos de tierra,

he escuchado sus voces 

bajo tierra,

escalo este monte de víboras,

el miedo descubro lo tienen ellas,

gramas quiebran al pasar,

es la canción del viento,

en mi sien perdida,

enciendo mis ojos,

sólo hay una avenida,

caminos perdidos

de vida eterna,

lo siento hoy no me llegó el día,

he renacido,

hoy murió toda

murió toda mi antigua escritura.

 

 

FINAL

 

 






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