viernes, 19 de agosto de 2022

Ultimátum brillador

 




I
Atada a mi corazón,
te diviso serena
cercana a toda ilusión,
que plañe, que vuela
oh, ultimátum de alma
despierta, que luce mi elegía
en mis manos grises y labios escarlata,
ajadas de calor humano.
Mi pena ya no bogaba ahogada.
Afán insobornable dicta,
harapo no es mi creencia,
creer tiene más peso que el dogma.
Oh, brillo terso,
la luz intransigente, ya luce granate,
sublimada, goteando
colores y crisoles,
resplandecientes 
como duro bronce.
Entre un mar de gentes y bocas grises.

II
Desdén de pocas sombras,
te han erigido,
alzar vetusta mi nave de tinta y sangre
al hoyo frío del Sol,
a ese fondo sin poso, ni fría vena,
un sopor celestial,
que baña esencias
y corajes toda flor que mi sangre no miente,
belleza, belleza eres
sin verte, un miedo avanza,
no se detiene de pensamiento que estás muerta,
cumbre de flor
mi pecho enraizado.
Vespertino iris encandilado.
Luz, quién te atrapase,
acariciándote para darte gusto,
y arrullo de esquema y estela cual lágrima de estrella.


III
Rasgo mi futuro,
entre runas y malvas azures
y le dejó pintarse
sus lunas,
con mis manos ambivalentes.
Lava y ceniza,
es mi cariño profuso,
la sola ternura la Sponsa, su Principito,
todos mis solos otoños, como retoños
donde sus noctambules,
gimen que tú llegas, como un coraje de flor iridiscente,
a traer diligencia de letra entre corona 
y duermevela de candelabro
como canta y respira
la Reina noche,
me surges a borbotones púrpuras,
y de azules golondrinas,
un colchón de luz,
rasgándome el febril vuelo,
de murciélago castellano,
sí, soy yo.
Mi esperanza;
como brilla la última luz oscura,
se llama Musa Escarlata,
que quiero besar
y honroso rezar.


Förüq

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