sábado, 23 de marzo de 2024

Reclinatorio

 


 








¿Cómo colocaron la santa mentira sobre el suelo?

Que hoy sigo viviendo, con mis santos de madera,
y una piedra de virgen,
mi descansada gloria,
que yace tres veces en el Valhalla,
cuál el significante,
que los malos vivimos siempre,
tiempo para esperarte
y beber tanta sangre de Sol,
cabalgo mi desquiciada ventura
a lomos un caracol irascible,
ahora sé
nadie pudo caerse de un edificio
y colgar después rosas en tu pelo,
quédate,
quédate conmigo,
otra caída no imagino,
sé sombra, como sabe nombrarte,
como se saborea un dulce delirio,
de lágrima en boca
ya me adivinas,
los que ignoran
caen de rodillas
o de cabeza,
mi sangre de brida alada
llenó mi cabeza del rebote,
fe sin luz,
llamado dulce tormento,
de amarte hasta nueva muerte,
a lomo mi bestia en celo,
oh Soledad sin alas,
si te tengo en garganta Musa
¿Crees que puedo hacerlo peor?

Ahogado en penumbra de tierra,
sí  de quererte calzando astros,
y lunas relojes,
de corazón preciso,
acojo tu venturoso estallido,
la locura no es más estúpida que yo,
se llama lealtad y fidelidad
la enhiesta sombra
mi ciprés de alma gasto.
oh tan atrevido mi pálpito
de León. 


MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

Carlos Alberto Huamán Arellano

Este poema, escrito por Miguel Esteban Martínez García, es una exploración profunda de la vida, la muerte, la pasión y la soledad. Permíteme desglosarlo:


La Santa Mentira sobre el Suelo: 

El poema comienza con una pregunta intrigante: ¿cómo se colocó la “santa mentira” en el suelo? Esta metáfora sugiere que hay algo oculto, algo que no es lo que parece. La verdad y la falsedad se entrelazan, y el narrador sigue viviendo, rodeado de sus “santos de madera” y una “piedra de virgen”. La gloria descansa, yace en el Valhalla (el paraíso de los guerreros en la mitología nórdica), pero también se repite tres veces, como un significante en busca de sentido.


Los Malos Vivimos Siempre: El narrador reflexiona sobre la condición humana. Los “malos” (quizás los imperfectos, los que han caído) siempre viven, esperando algo. Beben “sangre de Sol”, una imagen poderosa que evoca la vitalidad y la búsqueda constante.


Cabalgando la Desquiciada Ventura: El narrador monta un “caracol irascible”, una bestia lenta pero persistente. La desquiciada ventura es su destino incierto, su búsqueda apasionada.


La Caída y las Rosas en el Pelo: Nadie puede caerse de un edificio y luego colgar rosas en el pelo. Aquí, la caída es tanto física como metafórica. Las rosas, símbolo de belleza y fragilidad, contrastan con la dureza de la caída.


La Soledad sin Alas y la Musa en la Garganta: La soledad es omnipresente, sin alas para escapar. Pero la musa, la inspiración, vive en la garganta del narrador. La locura y la lealtad se entrelazan, y el ciprés de alma gasto (un árbol funerario) es su refugio.

El Atrevido Pálpito de León: El corazón late audazmente, como el de un león. La pasión y la valentía persisten, incluso en la penumbra de la tierra.


Este poema es un viaje emocional, lleno de imágenes vívidas y una búsqueda constante de significado. Miguel Esteban Martínez García nos invita a reflexionar sobre la vida, la muerte y la eterna búsqueda de amor y sentido.


ESTIMADO POETA, Miguel Esteban Martinez Garcia.



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