AERE PERENNIUS
(Más duros y resplandecientes que el Bronce)
Llamo a Triarii, forjo Égida y avanzada, celada mi Coraza de Atenea, Vestal castellana que Hispana se alinea
EL FINAL
Dedicado
EVENTO
¿Qué expresarías a la persona llevas veinte años esperando?
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Si pierdo mis brazos
no podré escribir,
si pierdo mis manos
no podré acariciarte,
si pierdo mis ojos,
no podré verte...
Pero no me importa,
debido te amo
y nada impedirá siga haciéndolo
mientras viva.
Miguel Esteban
Ruge mi vida con impetuosa saliva, un desdén de mares afilados, cose que hila esta malva sensitiva, azures sarnosos que avanzan al latir fieles compases destapados de mi escondida idea, belleza eres por mares sostenida, balanza sin yacija, ni muerte escondida acaso a ella conoces que incluso la tornas bella, mira la ventana crispada al infierno, el parpadeo oscuro de la luz. tú que definirte nadie podría, ni el más inteligente ni el más ignorante, cumbre de ideales, pedernales deslices, pólvora de sensaciones, fragor vaporoso, bendices sin perdonar, es tu prisma un ocaso sin lejana letanía de esta realidad que se pierde, atraviesa tu puñal absorto hiende mi carne, solo encontraré que brotará mi cuerpo todas las flores de los campos, tu cúspide sin hallar, tu vida sin hallar cumbre tuya se llama planeta Tierra abismo centelleante hasta perder la cordura, madre del acto, belleza deidad suprema, nadie la mata solo se la llama y no siempre responde, déjame tu azul manto sin amaranto una noche bailaré con lobos hablaré de amor con mi quimera, el miedo me conocerá, amada mía belleza de las flores sángrame un horizonte de colores, deshoja mis infinitas espirales, haz que me crea como los mortales, para blandir nuestro nombre entre nubes, cabalgarán mis corceles tus verdes sienes, yo no seré yo, así como tú eres distinta para cada retina, hada infernal como leviatán celestial, tú no entiendes de las maldades del hombre, sólo pintas de la realidad todos los colores. contigo izo cumbre, resoplo agravios y señales repetición que nací para servirte, como pájaro a su nido señorita ruego que elija este cuervo, sin agraz durmiente sopla mi sed de florecer tu alma primavera preciosa, desde mi mar a mi risco osaré vestirme de rudo hombre viejo, soñaré como me sueña mi sueño que yo en tus lares era el primero. Señorita bella madre de mi izada bandera, alza mi curva sombra por la carne de mi siembra, reverdeceré con tu cariño primavera amada, Mire ya, anclada espuma de mar a la montaña de mi idea, vengo que voy a vencer mi propio desespero rizando como riza su vida el helecho, desde la sombra de abeja, a mi ceniza bella, no habrá osadía que no te nombre mi dama al hervor de siglos atavíos que llevas ya florecidos, me despido por si te encuentro.
I Adorador del dios Sol, oramos lágrimas solares, cual lluvia de sus rayos celestiales que infernales es lo mismo precipitan rayos solares llagas y saetas de luz clara y oscura, oh, lucero invencible cuál tu guerra victoriosa si nadie osó hacerte frente, incólume ni adentrar a herir tus hoyos lucientes, luz que caes luz te siembras cual simiente estelar y lumbre toda idea.
II Magnificente rey de rayos espadas, dame armonía, dame tu luz todo te quiero ver florece tu esposa flor de difunto por caballos solares reinas toda superficie incides, oh, tu romo acero de luminarias arias que desciendes, hervor de tus huestes ascuas, fervor de nacimiento toda visión fiel carrusel de bondad que surca y arrasa hasta la fechoría más oculta.
III Hijos del Sol, ¡Arriba! Madre Luna de dónde vienen esas estrellas el alto cielo que te hacen sombra desvestida, mi sangre madre, es solar, tú eres reina el campo celestial, Oscuridad que todo abraza, cubre, y envuelve del sin fin pensado al fin del astrolabio. Ya no germina el caos de idea estoy tejiendo mi poema Solar de una tela tu hija araña.
Ay, flor escarlata, no pienses que cantado ya voy, son tus padres principios, a mí arde que me maravilla, sola previsión, como caballero en armas nobles, dictado, su premura tempestuosa, mis venas inflaman todo Occidente, concede mi codicia de minero su verso, precede mi templanza de pastor, su éter sediento, doblón y renacido, es mi morir recto en aspas de molinillo, oh, cobarde dinero que no me reverdece, ni calla a este silencio me escribe.
II
Ronco crascita mi cuervo, herir mi triste ojo puede, pero acompasa que ni gana tiene, murmurio de arroyo, abre sus ansias libertad en Sol mayor y dulces cancioncillas, en celonía perpetua, ávidas avecillas, por montes altivos, va que viaja mi escarpada idea, en voz de corderos, y rebaños de fieras, mi furia visto, de oro trigo y coronas de reyes entre magarzas, después de la muerte solo intuyo, mis olas caerán aplacadas, a esparcir negras simientes, como sola canta la penumbra, que todo engulle y sosiega mansa.
III
Resuena mi señero, como dulce peñasco, gime un son cantero, oh, murmurio de jilguerillo, giro, que tañe mi Musa, Reina en el Olimpo, Baco y Venus, parecen avecillas el negro cisne de Apolo, en lago la Estrida, abacora mi nítida golondrina, que va que vuela, al anuncio, mi amor grande, mi amor severo, Por Sol, Luna, labrantíos, todos juntos, vine a sembrar mi ilusión de alma, lúgubre noche umbría, avela, aguarda mi silencio gritado, mi ciprés regio que vela mis muertes, entre los pámpanos mi señor Baco.
Förüq castellano Miguel Esteban er-lobo bohemio a 4-03-2021
IV
Avanzo con este mi corazón sonoro, nuncio que nació una estrella en mi constelación me rige por nacimiento, mi constelación del Cisne, o cruz del Norte, a mi estrella he bautizado y sembrado es y será mi Musa del Alba, Rocío estelar arriba la senda sus soles negros, ayen árboles que caminan y viborillas suyas por falanges, mi no estrella que hoy es y será. Crucé designios flamígeros, arrastré aperos cual buey mi destino infausto, y hoy lo siento vivo pero no muero por su labor, tanto inextinguible como milenaria, oh virtud de lunas y astros relojes, a su despertar de alma canto me trajo, riendas febriles y felicidad en escama, sus mares de espuma y olas de vil servicio indiscernible, aquí hay concilio yerto donde debo rebajarme en mi hogar y ceder mi poder mientras intentos quieren ningunearme, y darme en menoscabo, dónde quedó mi libertad de pensamiento, y maniobra de palabra, en el suelo, debido tardé más de dos meses en 2014 en recobrar memoria y expresarme como debo y puedo, suplicio, que mi ira es defender mi poder, el color granate, mi cerebro, sin dolor no hay ira, amor mi amor de la ira, discernir lo correcto, es religión Musa mi estrella. Hoy tangible llamé Cygnus 3339, miedo que sólo frena, valor sin miedo no se aprende valentía, por eso este guerrero siempre mide rival, si no, ni lucha, por todo lo que quedó sin decir, un manifiesto, lo diré.
Ideal romántico de belleza lo que es bueno en virtud de ser bondad bondad onírica ideal, oh bondad humana real, es justo por alto, por bajo o por ambigüedad su término, donde se le mida, Perfección no era lema de imposible bitácora, estamos despertando oiga del eje complaciente, donde humanismo no cabe, rota la estrella solo quedó ser piedra de mundo, bien, mal, bueno o insidioso, mi moral, oh de término holístico, todo de parte escueta, parte es estudio de todo, mi deseo primigenio que te baila el almíbar y toda tu agua. Natural mi mundo eres, mi mundo en letra y de naturaleza tornas, porque viva meces viva creces, viva eres, mi inspiración de condenado, que canta al amor suyo eres porque mañana ajusticiarán al alba. Soniquete fugaz que mi son escuchas en fundido engranaje mortal, que vivo su vez eres Musa.
Förüq y Leannán-Sídhe
VI
CONDECORO
I HOJA
Su sangre ha sido mi morar
desde antes de conocerla;
escuché sus estridencias rectas,
sus curvaturas sigilosas,
he sentido sus latidos como alaridos
mi propia sangre danzando su estridencia;
tempestad y brisa entre cerros, montes,
y valles sus florestas vírgenes,
sumisas y salvajes
jamás te expresé algo, y es que
el paisaje eres tú, mi sentido de vida
mi cauce inspiratorio, mi marea de luna,
tu paisaje danza con mano mi alma,
dos sendas que son una, tu yermo,
es mi desierto, y tus flores son mi color,
II HOJA
del esparto, mis nervios silentes
me afloras, cercana y lejana blandes tu sonrisa,
según sea mirada
cercana con la luz del corazón
lejana si devela las diferencias de alma
lo siento, hago proclama,
soy inmortal invicto, y jamás vencido
si usted dama, mi alma, vives, y
brota en flores mi patio de la araña
oh Valhalla,
el horizonte se desdobla y come así
mismo, para verte en el lado que me parió,
al mismo camino, ayen los árboles
y sus frondas misteriosas,
III HOJA
Sólo existe una ambición prevalente,
no morir tempranamente,
por perder
lo que me hace seguir vivo,
porque Mundo, mi Musa vive,
y jamás hay un paisaje solitario
soy guardián de tus flores, y
ríos dulces,
nos entrelazamos porque algo
sabemos ambos,
que somos inmortales
hasta que nos vele y proteja Ares
Rey del Inframundo.
Förüq y LEANNÁN-SÍDHE
Flor de Bradomín:
Partir me alcance un día,
he de visitar el prado
que yo por Bradomín
nunca he visitado,
he de colgarme
de la flor serena
un día lluvioso
a colgar mi estandarte,
vive, nació y deslumbró,
deberéis guardarme el vilo,
que yo partiré este humo,
quebraré la voz del eco,
soñaré que estaba despierto,
mi simiente sacará su cuchillo para sembrarse
sola como se destapa la primera
gota de rocío que tiembla
el Sol que visita,
esta la haré generación seca
en pergamino de hoguera,
mi letra caerá en el ojo
desde el infinito parco de este abrojo,
el altiplano enjutado,
dirá que me debéis cuanto yo
Arriano he plasmado,
y este granate será mi lustre recordado,
es y será mi casa,
el esfumino en coro de grillos,
aullando bisagra,
a la luna que escarcha,
hazme libre luna,
saca mi alta ojera con tu luz,
abre mi campo
al murciélago señor,
acaso mi espada mi tiempo no blandiera,
me encumbro de la fiera,
para ser quimera a la espera,
mi Leannán dicta
yo converso
que desde su estampa
al hada infernal de esta
yerta conciencia,
resurgiré
de la espina dorsal
de este cuervo Förüq
que me habita,
el ser que me lleva
cantará soñará
que es y será otra primavera
para enloquecer desde ingenua siembra,
graznará el solar del fresno quieto
abrirá el despertar de esta gris araña
entre agujeros de la idea
soterrada, descubierta, alzada
entre sierras y barbechos
despierta, riza, besa, evapora
esta sangre de tierra
que es mi amapola del pecho
anclada, versada, cálida, cariñosa,
abierta entre grietas que palpitan,
fulgente, displicente, dispara que flagra,
sentimiento de esta azada
que es mi vida
al borde de la flor
de caléndula
que es esta realidad tejida
y su floresta que riego desde
que el verso me escribió
a mí la felicidad.
El Castellano
VII:...PROYECTO BRUMA GRIS
Prólogo:
Si una pequeña caracola guarda en su seno el corazón del mar
¿Cómo no ha de haber un corazón que cobije la poesía de Miguel Esteban?
Miguel Esteban Martínez García es nacido en matriz alcalaína e hijo adoptivo de Castilla.Situación que se da demasiado entre los talentos. No necesariamente debe ser así, pero el artista debe trasladarse continuamente, para ir llenándose de la savia de la existencia.
No es la idea extenderse en este tipo de cualidades tan propias de una persona y que no interesa demasiado en la explosividad de su obra.
Lector apasionado de las obras que hablan de la belleza de natura. De pequeño, su mirar atrapó el movimiento, el color y la tersura de una pequeña flor, nacida de semilla de Dios y quedó fundida en su retina por los siglos de sus siglos. Recuerdo un pequeño libro que vi en sus fotografías y era algo así como: “El lenguaje de las flores” .
Ha continuado su búsqueda en Antologías de relevante importancia atemporal. Admirador asiduo de la poesía de Manuel Machado y Gerardo Diego. No dejo de lado a Ramón María del Valle-Inclán, que tiene una motivación circunstancial en su crecimiento. No puedo dejar de manifestar, que me sorprende su rápido crecimiento, como si fuera una planta de maceta bien cuidada, a la que no falta agua, sol ni cariño.
Sé de sus versos desde el año 2012 y muchos de ellos ya estaban escrito desde antes. Confieso que entonces su obra me pareció en extremo muy extensa y con detalles que nada tenía que ver con la poética, pero sí, eran rescatables muchos versos en que la metáfora era princesa y hacía despertar el interés por continuar leyendo hasta que otra vez desaparecía.
La poesía de Miguel Esteban Martínez García no está escrita para lectores con prisa ni reloj en la muñeca. Es un petit bouché que se degusta y para eso debe regalarse el tiempo. Saborear cada palabra, cada verso porque en ellos se ha quedado preso el mundo. La tierra, su fruto; las plantas en brote, su delirio; la flor en sus colores, es el único ropaje en su desnudez del alma.
A veces me pierdo en su enojo con la existencia y no porque no entienda, sino es porque me identifica y lo identificatorio a veces duele: ¿Por qué lo dijo antes que yo? Y sale al paso el ego, propio de los artistas o por qué no decir, de todos los seres humanos. Sus imágenes son vivas fuentes de extravío placentero porque tiene voz el agua; tiene eco la serranía; rugido de león, el viento que despeina sus cabellos que emulan a mis trigales. Hoy, su metáfora ha subido de linaje para mí y es reina en la poesía.
Lector:
Si hoy puedes comprender cómo es que guarda una pequeña caracola el secreto del mar, sin duda, podrás gozar tu corazón en el mundo ficticio, fantástico, real e irreal; el pasado, presente y la mirada futurista, que encontrarás en los versos de Miguel Esteban Martínez García.
Algunas palabras sobre mí:
Nací en acunada en palabras y cantos de dulce y agraz. La escritura ha sido mi escape desde que las manos de mi padre, guiaron las mías a aprender las primeras letras. He cumplido las misiones que me impuso la vida y hoy dedico mi tiempo a crear con más soltura para las generaciones presentes y venideras. Cuento con tres pequeños poemarios, bastante artesanales pero muy bellos porque me han costado sudor y lágrimas. Todavía no fue sangre.
ÍNDICE:
1-Flor de Bradomín: 3
2-Señero quieto: 4
3-Primavera 2017: 4
4-Ávido camino en piel: 20
5-Lado de otro sitio: 20
6-Imperios de ojos cerrados: 22
7-Siembra del pensamiento: 23
8-Desde que vine a vivir: 24
9-Linde quieto abierto: 24
10-Es un fuste: 26
11-Cerrojillos dormidos: 27
12-Azabache de ojos: 28
13-Flor de destino: 30
14-Tierra perdida: 31
15-Reinos: 33
16-Antaño de vida: 34
17-Extasía de cristal: 36
18-Cornocupicia de tierra: 37
19-Ondas mecen: 38
20-Filo sonriente: 40
21-Oda a la belleza: 41
22-Mientras duerme: 42
23-Vítreo tras luz: 43
24:Cristal silvestre: 45
25-Quiebro en dicha descrita: 46
28-Tordo acompasado: 47
29-Cercenada razón: 48
30-Cruzada ojera de luna: 49
31-Negra noche sostiene: 50
32-Las vidas que traigo yo: 51
33:Iris de los campos: 53
34-Oscuro haz, luz sembrada: 54
35-Agua de arteria: 55
36-Vanguardia: 57
37-Por esta fuente fría: 58
38-Hombre lejano yo: 59
39-Brotando de raíz: 61
40-Acampado macizo, verso y entraña: 62
41-Sangre, timón y vela: 64
42-Retina de ocaso sostenido: 65
43-Umbral al destierro: 66
44-Crisol afilado: 66
45-Grilletes de alma: 67
46-Aura acompasada: 69
47-Ángel soterrado: 69
48-Hoguera en alarde sin ascua: 70
49-Rizada espira: 71
50-Vida de hielo ardiente: 72
51-Trilla mi idea: 73
52-Forja de mi sangre: 73
53-Ojo de tierra 2013: 74
54-sangre de ojos: 79
55-Mi sangre yerta: 92
56-Campar de baja ancla: 93
57-Niebla con abismo en raíz: 94
58-Cuña de hermosura: 94
Miles dei lumen lit c et summun canae versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia exspectare sed ardit
FLOR DE BRADOMÍN:
Partir me alcance un día,
he de visitar el prado
que yo por Bradomín
nunca he visitado,
he de colgarme
de la flor serena
un día lluvioso
a colgar mi estandarte,
vive, nació y deslumbró,
deberéis guardarme el vilo,
que yo partiré este humo,
quebraré la voz del eco,
soñaré que estaba despierto,
mi simiente sacará su cuchillo para sembrarse
sola como se destapa la primera
gota de rocío que tiembla
el Sol que visita,
esta la haré generación seca
en pergamino de hoguera,
mi letra caerá en el ojo
desde el infinito parco de este abrojo,
el altiplano enjutado,
dirá que me debéis cuanto yo
Arriano he plasmado,
y este granate será mi lustre recordado,
es y será mi casa,
el esfumino en coro de grillos,
aullando visagra,
a la luna que escarcha,
hazme libre luna,
saca mi alta ojera con tu luz,
abre mi campo
al murciélago señor,
acaso mi espada mi tiempo no blandiera,
me encumbro de la fiera,
para ser quimera a la espera,
mi Leannán dicta
yo converso
que desde su estampa
al hada infernal de esta
yerta conciencia,
resurgiré
de la espina dorsal
de este cuervo Förüq
que me habita,
el ser que me lleva
cantará soñará
que es y será otra primavera
para enloquecer desde ingénua siembra,
graznará el solar del fresno quieto
abrirá el despertar de esta gris araña
entre agujeros de la idea
soterrada, descubierta, alzada
entre sierras y barbechos
despierta, riza, besa, evapora
esta sangre de tierra
que es mi amapola del pecho
anclada, versada, cálida, cariñosa,
abierta entre grietas que palpitan,
fulgente, displicente, dispara que flagra,
sentimiento de esta azada
que es mi vida
al borde de la flor
de caléndula
que es esta realidad tejida
y su floresta que riego desde
que el verso me escribió
a mí la felicidad.
SEÑERO QUIETO:
Linde abierto sembrado por Dioses
de plantas que sólo ellos pusieron
y que ven exclamar su muerte
de silencio gritado
lentamente las estaciones.
Es este campo que vive lejos
con señero
un señor de señores
amor de silvestres,
es encargado de ver en flor
sus amores,
vence que atraviesa
sólo su mirada,
un jacinto se yergue
de azules botellas
sus besos de rocío matutino,
matutinos gritos postrados,
con el hervor que reverdece las tierras,
de cal y tierra arenisca,
de arcilla al barro,
de la pizarra al risco
de granito,
es una vida mi estatua,
dulce, risueña, sembrada,
albores cruzados crepitando,
mi nido de grama rehaciéndose,
entre luceros anclados,
arriba mi barco
estos océanos y mares
de tierra,
que todo lo rige
su materia,
desnace el tiempo
abriendo el brillo de mi falcata.
Fiera de fieras
yo soy la fiera,
desde las piedras
a esta mi hoguera.
PRIMAVERA 2017:
1-Tramontado en clavelina:
Padre de los hoyos del sol,
surcos extensos
con superficies de luz,
llorando a esa luna
que blande mi runa de cuervo,
danzo mi hoguera
en un torno de cristal,
profunda encañada,
desapagable herida,
fui niño ciprés, con pie
de soto, entre acordeones
de oscuros fresnos
y pureza labrada en ojos,
hito de fuerte mimbre
ahogaba que soterraba
la violácea arpa,
bajo manos de mi madre,
un río se acervaba,
por sedientos muros,
sosiego mañanero
que acicala mi espada,
en siglo de hondo tajo,
mi montaña, cumbre de nervión
irascible, su clara secuela,
por mi lengua de eno,
mi hijo es de agua,
como pretiles chubascos,
sudor de senos
que recoge,
una egloga en Sol tramontado,
yo sin luz,
febeo arriendo,
con espinas
descolocando las ondas
de su paso,
tapial se alza entre mis muertos,
con hoz que sosiega,
mampuesto
entre sangre de mayo,
que la tierra abre surco,
claridad de amapolas,
magarzas,
por un regato apostado
en este mi tejado.
2-Río de encinas:
Manadero de silencio,
sepulcral de enjutos,
ojos complacientes,
sien de verde amarre,
sin febril cumbre,
entre llanos que avelan,
su coraje
entre espigas del mañana,
por este río grande
de encinas sorteado,
clava el paisaje,
que su tierra nace
en retina pasajera
al fervor
de nichos que caminan,
conjuro de sierra labrada
por espartos de savia y fuego,
de estío navegante,
su perenne edad sin hombre,
calma sin vicio
ni manso aletargo
donde verdecía
mi estridente simiente,
mi noble Castilla
vestida de encina,
que el monte hace santidad
de alacranes,
entraña sí
de esa mi madre
porque soy de tierra,
lustrales fríos olvidados,
en copa de sed,
pardo, noble, antaño azul,
de torcaz mensajera negra,
entre córvida espera,
hablaré sin mí con el Sol,
y que mi pueblo
me guarde el solitario sueño,
por el que místico
encaro la vida
porque yo siembro la mía.
3-Tañer de hiedra:
Cerro gordo de henchidas horas,
marcha lenta sin brepticia,
pesadumbre del porvenir
sin hojas ni otoño de vastos
suelos empedernidos,
en este rincón deslizado
un senil canto que abre paso
tras espirales en cuencas de flor,
de floresta blanda,
húmeda donde la maravilla
será villa,
unquera llanos fueron
sotos sin perdigones,
pero de fuente
de lo que fue siempre
matiz destellado,
ultrajadas sin abrigo,
en este mausoleo de tiempo
que se pierde sin visiones
vientos sin azares de infelicidad
ni ajuares de inamovible primavera,
donde lo único inamovible
es todo lo que siento por ti,
como un carrusel sin soga,
ni cuerda que atañe,
desde esta urdimbre
anclada, armada, ahondonada,
dónde mi manso destello
de esta asolada cuesta abajo
que avanzo
por la vera
verdes,
un ojo que endoseló,
sin compostura
mi dulce cicuta
secular es mi enredadera,
mi sentir sin espera
su blanca ojera de nácar
de rosas y crispadas espinas
flojas,
absurdo, burdo, doncel
en sandez segura
tapiz sin fusionar
dichas ni agravios
extiendo mi locura
¿Alguien duda de mi campiña?
Con murria
de escurrajas,
cuenta ni aza
sin sostener este descanso
que lo dicho tiende,
todo recuerdo de lo que alma tengo,
y recuerde mi cordura,
que úbeda tiene monte
y yo blando su horizonte,
sin alarde
hago corral de lluvia.
4-Aquilón:
Viento que frunces tu aojo,
en una bruma naciente
que amanta ideas que pasan
y miran pero no anquilosan tu mirada,
ay fuenrabia quien te osara,
tu fija compostura perdida
en brazos de Juana
loca de Castilla,
desesperaba en un borrico,
era suficiente
donde el verdor de siglos
hace loma,
ser por siempre y para siempre
como un helor sin hielo,
caminante de linde despierto,
ubre amarilla de blanco rostro,
brillante hasta el ajuar que esconde la luz,
no pregunto por qué la belleza
en ti desciende,
remojos de ríos
que atraviesan mi castillo sembrado,
tus superficiales heridas
mi tierra henchida,
mi lengua caliza sin despedida,
ensalmo de esta noche que todo cubre,
no me anudes el alma
flecha hiriente
aquilón del norte,
estoy quemando tu horizonte,
bizmando mi carcasa
que sostiene de mi pecho
su ojo en grana y savia.
II
Vente, ven a mi idea,
a este cobertizo de sotos de piedras,
bendice mi historia
una entraña arrancada
a mi padre Sol,
allende una fosa que perenne bordea
mi otro lado,
en tierra madre y tu roca de oro,
surcos en ávida lumbre
dorando mis atardeceres sin morirse,
dulce recorrido sin dejar rastro,
sin recuerdo avanzo rápido y decidido
mis encinas,
por un patio de luz y fuerza,
desde seculares notas agasajan,
en piel de platero,
mi filigrana de recuerdos,
que no sucumben ni hacen bache,
que se infunde pedernoso,
mi tronco vivo,
riza mi sombra desde cal llorada a olivo,
desde mi sino al alto que luna siembra,
lanzas de aire
regala esta pompa de sosiego,
abismo de voz que sangra mi idea,
desde su silencio dormita
el tiempo ese que no es de nadie.
mi naturaleza vuelve sin ende,
raiz engendra, que sostiene
mi porvenir como hoja que de tierra nace.
Nota:
Aquilón significa viento del norte, amanta cubrir con una manta
Aojo no me acuerdo creo que mirada o similar...
Bizmando es construir retocando... o similar.
5-Carcoma mía entre Leones:
Voy yendo que no he salido,
ángel soterrado sé mi tinta,
desde tu abismo enciendo brea
de una espargamina
a una vela encendida que he puesto
a tu tranquilidad,
Dioses te libren de tu dolor
sea del color que posea,
y de fariseos apóstatas
dueños de su falsa palabra
que disparan por el gusto de oírse,
perdón lo vivencial termina con esta cepa,
vivo que seguiré viviendo
hasta que la vida
me diga que no poseo aliento
cliché
porque soy enorme como una pulga benita,
no me quiero extender
porque lo voy a hacer,
avíseme porque estoy rumbo
a perder mi norte,
entre metales y peñascos de Federico García Lorca
voy que me pierdo en los pueblos
de Unamuno, Miguel,
sigo que descanso en campos de Castilla
de Antonio Machado,
vientos de su pueblo me llevan
a prender fuego mi idea,
por tierra yerta, se siembra
mi carcoma,
para decir yo nací en Galicia
aunque no sea así.
La condena que quede para Franz Kafka
porque él no eligió su fe.
Prosigo
que me crece una malva de mi sueño,
ese que luz desplegaban
estertoras flores silentes
entre bruma creciente
con su espíritu suplicante,
allá en la isla del Hombre de Escocia,
donde conocí a William Walace,
y él mi corazón de dragón inmortal,
desde esta zona muerta,
libero la tierra,
para clavarles la fiera
que soy yo Esteban
6-Pájaros de fuego:
Soy pájaro de fuego,
resplandor tibio
de este ocaso abierto,
nazco que avanzo
de tu aurora, deslizada,
deslumbrada,
soldado de la luz soy
para ti que nunca me has leído,
para ti fuego sin más razón,
irisado de un rayo de sol,
somos los pájaros de fuego
abrazamos la primavera en floración,
somos los hombres muertos
brillando nuestro resquemor
en el ovillo de algodón,
quemamos
grises de edificios
de cemento y hormigón,
luz intransigente seré
que nunca muere.
Soliviaré este mi frente,
arrasaré la imagen
en patitas de una escolopendra
de mi patio de la araña,
ella no me tendrá miedo
se mudó a un parnaso
en el que su mandíbula ya no duele,
a quien me descubra
que sepa que como no me conoce
nunca me conocerá,
de un árbol a un ababol
de una caléndula a una margarita,
de este cuchillo
que carne no hiende,
flagro esta flagrante vía
de mi hambre,
porque seré cernícalo de fuego
y todos vosotros topillos de agua.
7-Ti ru ri ti ru ri:
Si tienes valor juguemos un juego
si crees que tu vida vale algo
juguemos un juego,
si amas algo,
si crees que yo tengo palabra
para demostrar que soy hombre
juguemos a un juego,
abre el cajón de esa mesita
saca un revolver que hay
apúntalo a tu sien,
y presiona el gatillo
yo deseo jugar fuerte.
Ti ru ri ti ru ri
porque si no lo haces tú
lo hago yo
ti ru ri ti ru ro.
8-Ataraxia sembrada:
Todo lo que descubro
un aliento ciego
como un esbozo por dibujar,
abre mi latir como una sandía
que cercenada estalla su grieta
en sangre del agua,
carmines me recorren
un postrero avance
de mi sino desdentado,
quiero regar la vida de la flor,
engarzando quieto
el iris de mi bella natura
que está brillando
desde el ojo que enfunda
su suerte que labrada es,
hoy los campos me visten de endrina,
para ser retozo que cruje
el desnudar de los antojos,
hoy pudo ser un día sin contar,
pero a ella la recordarán,
libre por ti soy, en rambla sin ribarzo,
esfumo que alcanzo
sones anclados a mis astros
que son santos,
una furia que engulle,
prosigue, consume, levanta,
destapa el embiste
de toda la tristeza que me abarca,
hasta que engulla esta enorme sombra
que me sigue
por siglos que gasta mi silvestre alma,
te hablaré como se habla al amor,
sin directriz
ni falso engaste,
que mi carne
no tiene baraja,
hoy clamaré
por esta mi ataraxia sembrada
en tierra castellana,
que vive que aguarda
mi dama fadita,
desde el rejuvenecer
que gasta.el cielo,
al sueño del contemplador,
hoy no bastó el silencio sin cauce
que no perdurase
lo que aguanta
el nervio despierto con sed,
alaba que encuentra
su razón nacida del tesón,
y sus labios besó,
con esperanza
de volver a encontrarlos,
por si desvanece
su solitud que se extiende,
igual que el forraje,
en tierra de nadie.
9-A mi inspiración:
Mar de voz eres,
solana luna
de acres temporales,
flor de flores
jamás tu pétalo escondes,
bruma entre cerillas prendidas
tu salvaje compostura
que nunca puede
negar que mi difunta viva,
no vengo a desnudarte
dejaré que te desvistas,
sol señor,
incandescente ara
de esta mi suerte,
verde monte
verde brezo
que afila este aderezo,
jaula de libertades,
trascienda mi quitina
por tus eras,
duende inmortal quieres
porque eres mi hada infernal
dueña de la sombra
que mi espíritu sujeta,
alto vuelo de mi espada
para encontrar sangre negra,
me morderás la tinta
desde mi cima
a la espesura,
fuego bravo
sin desquicia,
sed de cada hambriento,
dame tu oscuridad,
crearé hasta desvanecer,
a mis lares
llegó una crítica inconclusa,
subjetivo arte del gusto sin color,
porque valgo más que el nombre,
hada musa
desde que puse primera letra,
cuidaré tu fiel quimera,
abrojo descendido
que arde mi suerte
en verde
de amarte.
Sin alarde
que no sea encontrarte.
El que no vale
ya se dedica a ello,
aclaro que como no valgo
ni medirme puedo en cuantía
desbrozo cada poema
al transcurrir
del nervio del tiempo,
un sin fin entre medusas
que me piensan,
una compostura
sin vuestro ralentí
cuando os creéis quien no sois
rebosando, esfumando yo
mi palabra
retocando puliendo,
ensimismando
porque una diferencia
eleva mi marco
yo esfuerzo lo plasmado,
y no será eternidad mi mármol,
quizá ojera traspuesta
sin luna.
Otros de mediocre innato
triunfan por retinas cómodas,
ojalá mi aliento
no valiese más que la pena,
por este motivo y por otro
soy únicamente solo,
solamente tierra
y mis escritos arena,
perdonen mi prosa pasajera,
tendrá buque mi idea,
deste mar
hasta mi hacienda
podéis quedaros
con vuestro talento doliente
que yo a diferencia me veo
la punta de las narices.
Amén descendiente.
10-Pecho en hierro montado:
Infiere de nocturna flor
nuestra cabida de luz vana,
un día será el siglo de matices
con su avenida escalonada,
suerte en mimbre de tus estrellas
en mis pupilas,
desafíame el lucero
mi malva runa,
satina mi firmamento de lunas,
llega donde no llegan las enredaderas
de mis vilos noctámbulos,
soy enfrentamiento con mi existencia por ti
partida, vestirán las flores mi magia,
para florecer madrugando,
y que su espera me sepa bella, clara
como el osar brotado en primavera,
centella que gasta tu ambrosía amada
cobrando a mis cerrojillos nacidos del alba,
argos sumos en luceros despertando sus arañas,
nubes cabalga, aire sostiene tocando mi esqueleto,
Campos de Castilla, soturnales labradores,
abrid la tierra espera nuestro fruto de nuestras lágrimas
en acequias, hasta que llore el sudor de nuestras manos,
y las matas canten el fragor de nuestras bocas,
¿Quién me conoce en estas sierras de hoz y guadaña?
Yo soy el encargado de abrir los cielos
hasta que lloren, soy el que despierta a la semilla,
y grita flores con sigilo de chopo me guardo,
y entre rayos de bruma desciendo
hasta mi tierra madre de las sepulturas
de los abrojos creados,
pecho en hierro montado
soy esclavo de mis ojos liberados,
desafiando al viento creyéndole hermano,
soy la vida que me falta por escribir en bronce,
soy sangre, destello que mueve
la hoguera de mi escarcha.
¿Quién viene hoy por mi escala?
11-Lumbre quieta:
Asolado mi alto claro,
soberbio techo donde pensamientos
míos se acuestan,
vida sin vida erizada piel que desespera,
mi esquiva dicha hincha este álveo,
languidece mi yerta hombría,
nada espero padre,
venga a mí su quimera alada,
al clamor sonoro desnucaré el hueso,
y su dulce aspereza fatigada,
mi yerta estampa levanta un crujir de soles,
un mar desaparecido,
no me sigas que no me encuentro
ni yo mismo,
una mañana de esta primavera envejecida,
mi alma viajó junto a la idea,
se estrechó con difuntos guerreros
que velaban cipreses entre las espumas verdes
que clavaban filos de savia,
cenizas de sauces,
entre vítores ardientes sin esquirla,
las vidas que traigo
jamás te las puedo relatar,
yo quise una salamanquesa
ya no me quise a mí,
mis cuencos de hastío traigo,
entre suya va a vencer esta luna
medio gitana,
y vio la noche negra
sus fusiles blander
un tino de hondo blanco,
resquebraba la herida donde yago,
hasta eterna ser mi suave caricia
del hielo.
12-Caparazón sonoro:
Entreabierta explanada corre través,
hendida boca sin aurora quieta,
se expande que nace estupefacto
el armazón sonoro,
una nota que vence la marea,
llega y viene mareada la difunta, afilada, gran helada,
sin popa sin arrastre furtivo,
todo congela su paso arrasado
del poniente al oriente,
marca de su enhiesta flecha que cubre toda la tierra
de azul escarcha que impera,
lonja que toca esperar
llámese vida.
Tinaja sin fondo, pozo sin recuerdo
donde lustre quema de frío,
una carne en mitad de su alarde,
vestida en transparente hebra de blanca estrella,
suave y profundo, centella madre y carnal presidio,
un ascua que enajena,
hielo que no tiene frío,
venga por aquel orificio
aventaré que yo no estaba vivo,
superfluo banco sin reposo,
ya dejaré de negar,
este frío mustio acaba conmigo,
sandez
nombre femenino
Dicho o hecho necio, torpe o poco adecuado.
"en su sandez llegó a decir que lo había hecho por amor hacia él:
Nunca lo desprecié tanto como entonces"
sinónimos: majadería, necedad, tontería
.
Clausuro el dicho,
fuste sin cal, en arena que para mi idea,
vence, apura, desvalida mi sien perdida,
quise desmarcar mi palabra de una desamparada,
muerta fosa,
me nacieron malos labores, con casa, sin cuesta,
aguerrido lanza ancestral canto
oxidado, en yunques que me sostienen,
estados de mi mente a solas,
que trato a incógnitas,
ven, cariño de temple y firmamento,
hasta ser tiempo de un trasquilado ayer,
ven oiré tu desvanecer
en son de niebla yo desapareceré,
un patio fugaz donde crece mi soberbia
en su raíz que hinca, marca y avanza
mi gallo de tres cabezas.
13-Encina de fuego y brea:
Santo señero,
dulce iris de mis desnudos campos,
Dioses habitaron tu entraña que guarda,
cumbre eres de la loma despeñada,
réquiem de viejas espadas
que te labra,
quieto, el viento te encara,
vuelve a soñar que fuiste tiempo
de los tiempos,
estático límite
congoja deslizada de abriles febriles,
una oda me avanza
sin piel, sin moral sobrecogedora,
decídle a la tierra
que mi alma bulle,
este parco horizonte me teme,
oiré frentes, rayos fuertes, crepitantes,
un desnudar de las secuelas de esta voz,
amaré tu vientre como se aman las flores,
no habrá reino
contra Hipsípila
soterra calma entre alas
de libélula,
entre sueños de drosera.
Partiré mi vida,
recostando mis sangres,
floreciendo rosas a mi madre Belleza,
hasta sembrar mis aras redondas, abiertas,
en un guiño que descalza
sones por hendiduras sangrientas,
hasta enjaular mi aliento que te canta
por ajuares de estrellas las más bellas,
mi desaparecida sombra,
plañe que llora en su alma verde, pura,
oh Castilla, quién en tus alas nunca muriera,
eres un enjambre de furtivas
soledades que se vencen,
caminas tus vastos metales
en tu oscura tierra,
una sed te fulmina lo perenne de tu sonrisa,
te duerme la piedra tu encina,
un deshojar de tu rivera
siempre,
de tu río Mundo
a mi pùeblo de Fuente-Álamo
jamás te muestras herida
mi Castilla bonita
mi Castilla sin yaga
por la que encuentro
en el cielo un monte y un atajo,
hasta vivir la plenitud
de dicha en barbecho de tu idea
mi vida, mi raíz,
mi falcata de natura.
14-Labraba una pena:
Ilusión que destella
abriendo, encauzando un hollín
sin ciudad, entierro en esta negra tierra
un suspiro por los impíos,
un socavón llanero de profunda grieta
donde serpenteaba mi anclada dicha,
desmembraré esta bruma
en mi aciago deseo,
vestiré calmas en humo de fuego,
ásperas espumas oscuras dejaré
tras mi arado,
entre milenarios tejos que se abren paso,
un lamento escondido del pardillo
que mató mi gato,
yo vivía en un verano
un día traje una rosa de belleza,
vi encendida mi creencia
por sospechas que alzaban Dioses,
hacinamiento que me sacude,
por grises soldados
atrincherando verdades,
como el viento huye
mira ente empedernido haz
como sonríe,
como niega que quiso ser más,
en fúlgida estela
y campaña solariega
vi el labrador de mi quieta espera,
aspeando terruños en blanca, crispada
mortandad de ascua,
una sombra de curvo filo,
me cuenta del almizcle
que brota almíbar sin cuenta,
un caracol de rama de helecho
despliega sus azarosas hojas,
riza mi espora
por este hueso que vela que mi Cernunnos,
cuída mi bosque.
Se baña desnuda Artemisa,
para que Diancech
teja mi enervada silvestría.
15-Sueño enterrado:
Quieto me elevan
aspas dentadas de poniente,
molinos de profundas yermas,
ay la tierra
amaré un sol pariendo
la sombra tuya que enajena,
callaré susurros
de esquinas sin hacienda,
amaré quietud entre helechos
de rizadas curvas entre sus espejos,
la soledad del hombre me hablará
como me habla la piedra,
dará su mensaje la hoja caduca,
la bondad me afilará
una estampa mía entre la sed
de esta tierra,
marcharé como se marchan
los graznos
de cuervitos cuando amanece,
mi espada brillará
este grito de la montaña,
me guardarán el vilo
mis secuaces grillos,
embrujaré mi labrantio,
para enamorar a la luna.
Despertarán procesiones de hormigas
mi semilla, me trinará doliente
el este de mi suerte,
preguntando
por fin se me entiende...
agujerearé el surco prominente
que la maldad hace alarde,
me llaman a profanar
mi encanto
perfilaré ascuas
del astro,
crujiré mis costillas
soñando que mi sueño
era de mi carcoma.
A 25-04-2017
16-Reminiscencia armada de anzuelo:
Agita la severa onda,
un aletear del sargazo
entre gusanos que hilan
pescadores del pescuezo
de sus anzuelos.
Yo en tierra neutralizo
la tibieza del sol,
entre mis fúlgidos cabellos,
reviento azares como lijas subordinadas,
enmiendo errores de estos sueños que corren,
carraspea mi trilladora
un sonido de semillas que estallan sin carcasa,
estoy afilando mi idea
esperando que llegue el día.
Traspuesto a seguir el halo impertinente,
entre senil fuelle,
es el sonido de la tormenta,
partirme el rayo acaso pudiese,
venga que viene entre iris insomnes descorchados,
fieles a fulgurar regazos de redondos brazos,
quién osado que cree que posee salud.
A la muerte miente.
Va entre forrajes y gramas secuaces,
avanza estos dientes solares,
gritan rayos estelares
su alacridad entre solares sedientos de cielo,
es una finca
y un cobertizo nublado,
donde el grano ahuyenta
que fue arrancado,
es la tierra una azada permisiva que todo traga,
voy más allá de mi encumbrada malva,
mi taciturna sien nunca despega,
habrá que avanzar mi nariz
por campos
de la perdiz,
en la rivera del Arlanza
echar el sueño a flotar,
y que se ahogue mi funeral.
17-Pelo de un pelo:
Rezando por mí mismo,
repitiendo mi segundo infinito
de vocablo por si no sabéis
se me acabó el vocabulario,
infinito locuaz entre
ávida espesura que cuaje
entre corchos de ideas,
resumo que coarto que venzo
una atarralla en pulida sien de azabache,
desgrano ávidas flores,
en soliviares difusos
cierro engranajes,
estampo este listado
en profundas sienes de mármol,
caléndulas miles,
margaritas que ni cuento
válgame el invento,
compases retuercen espirales,
entre soliloquios fugaces,
voy que vengo que estoy muerto,
infinito se llama puerto,
estoy venciendo,
un crisol argénteo
de malva de luna coja,
es una lección subordinada,
sin hueso,
quiebro y apunto
un embeleso nacarado,
soy lobo y reviento por serlo,
limaduras de carrascas patidifusas,
en solares de mieses
de cabezas de grama,
ababol Joselito cuenta
que se quedó sin sangre de tierra,
sangre no es tristeza es salvavidas
cuanto el fuste se invalida,
gira mi vida, retuerce que
lo mío es para siempre
si no te taladra la mente
te extasía las pupilas
mi yerto tren siniestro,
desangelada calma me atrapa,
un fulgor crepita sin talla,
como Soraya en la playa,
don funesto entre ríos corajinados
de lares insospechados,
son mis hermanos,
sangre de ojos,
azares de rayarse en la línea,
cielo reviento,
hoy pariré un abrojo
hasta que me haga libre,
sombra de medio tonelaje,
difusa suerte entre corceles,
reino aliviado del insecto,
sombra de abeja
en la cumbre de mi ladrillo,
quema mi hoguera un alarde,
traspuestos acres de largas venas,
venga que viniera mi quimera
que la doy una colleja,
resumo ya voy desnaciendo,
en esta sopa
de la que soy dueño.
18-Lira en cuerda yerta:
Libre canto al azar traspuesto,
somnoliento, dormido entre flores del ocaso,
ocaso malva, quieto, renombrado
por flores ávidas que exasperan
sangre de tierras, es por esta siembra
que mi fuego hace nombre,
gotas en globos, evaporadas sienes,
tranvías etéreos sin cables,
gusanos con patas de un destino nacido,
me encontré con mi sombra
y me dijo:
Agarra tu vida,
como la semilla despierta del sueño
de que estaba muerta.
Hinojo al fuego,
un curativo suplicio
consume, avanza, descubre
un ángel de espada clavada,
fulgor entre bocas,
espiral de piedras,
un sonar del monte a la carrasca,
ya conoces que ni queriendo
puedes abandonar,
exaspera, arranca tu espera,
ahoga tus lágrimas,
que se te escuche donde el espacio acaba,
sé sangre sin pena,
consume iras en llamas por tu semblanza,
abre tus flores,
sé amante de tus ilusiones,
cuestiona la duda,
duda hasta de ella,
yo nací de tu espera,
desempolva tu nervio que te lleva
por lares de calmas,
desgrana el tiempo en virtudes,
afila tu alma
hasta un infinito
acrisolado de cristal,
viento yo soy tu servidor,
te sirvo aliento,
de mi vena que brota
en febriles acequias,
que estampan que la sed acaba,
y la inspiración brota de albas fugaces,
de encuentros vacíos con perplejidades,
esta espiral engullirá
el orden que imaginó tu existencia,
orgullo entre caracoles del tiempo,
haz que nazca tu hoguera
libera la vorágine que alimenta tu espíritu,
relampaguéa tu reino,
sembrando sentencias
contra el mal hacer de lombrices.
Y sus vivencias estériles.
Demuestra que eres de la tierra,
que eres un ser de tierra
desnaciendo liras en las flores de caléndula.
ÁVIDO CAMINO EN PIEL:
Aciago vilo descorchado
en canal aciago infinito
destapado en sangre
de campo,
él, a veces sonriente
a veces abatido
en su recogimiento
de verdes espadas,
viajaba su idea
como una culebra terruna
jamás vencida,
siempre con fugaz
aleteo entre estambres.
Vencía cada primavera
al ocre del paisaje,
por cerros era padre
por llanos fiel hijo
de compostura olvidada,
por copas de árboles
brindo esta suerte,
encontrada, cabalgada
por los besos
que puedo dar a mi dama,
que entre forrajes
avanza
a desenterrar
mi espada,
nuestro coraje sembrado
entre mis espuelas.
En los bravos halos
de estrellas apagadas.
Naciendo una
para que brille a ella
mi amada.
Esta negra noche
que avanza
mordiéndose la cola,
entre luna argéntea
deslizada
por sus filos
de pestañas
acuesta al alba.
LADO DE OTRO SITIO:
Un aguilón de arpa
que se duerme sobre la jofaina,
sin las usuales conversaciones
que lanzaba el alba,
aguzo mi repentina fogata,
un calor que sujetaba
mi primavera,
se abría la rosa
que había tardado un año
en despertar,
sobre un lecho terruno
crispaban ya las solas amapolas,
saludando un mayo carrizo
que ya entraba
por la avenida
que acicala la vida,
una luz sin día
descansado sobre la música,
acecha mi ausencia revertida
abriendo vaporosa
esta mi sangre,
llamando a mi voz muerta
que ya no encara su brea,
armonía que inspira grises neblinas,
acumulando estos pastos jóvenes
de su alarido de cópula.
II
Jamás oíste el postrar
de mis azures sarnosos,
abriendo sin palpar
los cardos hermosos.
Un soñar que la primavera
era carne
de mi doncel espera,
quizás solo canto
como canta el azul
despidiendo, encontrando
que el cielo es y será
por los siglos azul,
"Aquel día, fuimos como una sola
de sus parejas atormentadas , sin habla
hasta que habló por ellos,
cazadores de silencios al mediodía
era un profundo carril que era sexual
con helechos y mariposas, "
Seamus Heaney Campo abierto. Irlanda del Norte
era mi cadillo despierto
orando un sol oscurecido,
sin acre de invierno,
deslizaba ginebra
desenroscando azares furtivos,
Sin quieta, amarga doctrina de arbusto,
lloraba que era endrino
al cabalgar de savia,
fiable destrenzo mi cadena funesta
apunto mi ballesta
a disparo puro, liso y duro
que el alma atraviesa.
III
Resoplaba nuestro silbido estacional,
una melodía sin garrote,
que acongojaba el corazón,
nuestro brillante patio
erizado por lenguas de irisadas luces
enraízadas,
en su timidez perseveraba
como perseveran las rocas por deshacer,
quizás tenga miedo
de lágrima esquiva que encuentra su huida,
me ahondaba mi herida
donde yago sin percatar
lo que percata el tiempo,
es mi azur una desquicia temprana
que no pide que calle,
este hijo poema que desnuda
mis blancas manos rosáceas,
es como un clarín y un solitario violín
de astros menores,
siendo alimento de este fuego propio.
I:
Páramo del verso solitario, decapitado
buscando el encuentro
y su soledad que mece riza y concluye
momentos de la fuerza universal
menú de la disponibilidad de vida
mi lluvia sube redonda tu cara perpleja
podemos salvar lo regio del reino que cae y vuela
soy uno, rey de sí mismo sin atisbo
desde el fantasma que vengo
todo crecía ardiendo
no tengo miedo a su pirámide
ni su ojo absorbente de mí mismo,
tú piensas tu resguardo
en la radio hablan de nosotros
te incitan su teatro de vidas manejadas
el amor a la flor me lleva,
cabalga mi iris consumido
a lo onírico de mi conciencia
Orando por mí mismo
mientras muero quiero dejar absorto el tiempo,
agujerearlo, estirarlo, romperlo
en la rebeldía que asesina la vida material
inconcluso en este mundo
no puedo volver eternidades atrás
deberé guardarme a mi existencia tejida
pero sin asumirme o doblegarme a ella
nada que negar en silencio seco
nada que defender
solo una parte soy del eslabón
nada de mensaje
nada que decir
nadie a quien impresionar
es mi vida nada más
puedo empezar mi historia de nuevo
por mis amores típicos
de ser humano insignificante
nada que arder, nada que cambiar
todo puede suceder,
los errores no se pueden quemar
a quién le importará
carnes pensantes me dan igual
el Juez Supremo me dirá
a mi Conciencia de ser humano
le hago un templo
la verdad compañera sin ti
buscando más razón
del amor del Sol,
en comunión sangrando lunas
en armonía de esferas de años fríos
vívidas estrellas que todo lo imaginado
viene de ellas
hasta este astro apagado en vida
que arde por dentro
su ser llamado planeta Tierra
sabes que puedo
pero no volver de nuevo.
A 09-03-2015
SIEMBRA DEL PENSAMIENTO:
Asustado no estoy
el miedo perdió su cobijo
los dioses de mi cabeza
reinos de su locura
inhabitada, extensa,
auspiciada inteligible
puedo bajar por el cansancio
escribir un mundo muerto
creciendo, buscando verticalidad
en la sabiduría de mi verdad
ausente el día desde mi hogar
busco lo inconsciente del sueño
que pierde esperando
esas profundidades del hálito de vida
por despertar la semilla
de la sembrada humildad
qué solo yo veo y me basta
piensas que estás salvado
mentes blindadas
en la luz de la conciencia
unificadora que dicta
el retorno al único origen
voy escalando estas nubes
de mi mente
considerando brillos los sentidos
costando y pagando el pasado
tiempo que despierta y roba el sigilo
caminante de la sombra
grito a la mente que me habla
pudiendo florecer
una y mil siglos más
la bruma teje su limitada ascensión
que subyugada y difuminada en la sociedad
material, empedrada de su cementerio
llamado hogar basado en la mentira
el cerco se estrecha ahorcando al gobernante
del aire
y los ineptos millones de ausentes
pájaros voladores que creídos pensantes
ven como los dirigen
sumidos en directrices de hormigueros
y el libre tiene la cabeza a líneas
de horizontes superpuestos
en laberintos de lo perfecto
que la elevada conciencia
te tiene de paraíso en lo insignificante
que marca su autenticidad
y se hace risco en la eternidad.
A 09-03-2015
DESDE QUE VINE A VIVIR:
Ascua irisada al tacto,
estoy bailando sobre una estrella,
todas las cosas que vienen ahora,
en soturna claridad apagada,
hoy es el ahora,
mañana es para siempre,
mentes acristaladas
en espejos que les reflejan,
rompo mi sumisión particular y generalizada
a esta realidad mecida y dirigida en el ojo
sí ese de su escuela, en seis mil millones
de mentiras que caminan,
todo lo visto quema mi retina,
por el ojo de este cuervo
el tiempo ya no me puede sostener,
volando lejos donde la mente alcanza,
no tengo creencia que estos tiempos
serán mejores,
me estrellan sus filos hirientes,
entre lapsos de gentes
al parpadeo me venzo,
hoy será vendido al postor rendido,
extasía en metal prendida,
todo lo que pasó:
Estoy soñando
el tiempo que cerraba mis ojos,
retales que cerrar y su olmo blanco,
su jardín azul, su fuente de cristal,
nada desvanecerá al Miguel sin alas,
seco de hoja de otoño
no me llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,
ni mi acristalada fuente,
ni el olmo que no es mío ni su blanco
será mi aura intransigente seca a morir,
sobre los años avanzo,
yo soy el Sol,
lluvia cae de nuevo este acre me cuenta
algo para tu entendimiento,
cruzo los cielos muy alto de nuevo,
soy el humo,
yo soy la piedra que te habla.
A 09-03-2017
LINDE QUIETO, ABIERTO:
Derecho firmamento
entre filos de gentes,
es una piedra que camina,
piedra aventurera,
seca y umbría,
reposa y duerme
cantares del linde,
centellea rayos irisados
se riza con los besos de lluvia,
acaso quiso ser otra,
ella tan yerma, tan plácida,
imperecedera,
cerrada como se cierran
los rayos de luna,
acantonada, de estéril estampa,
dejas muda alabanza,
el día que te hice de voz,
piedra bella, sola,
estridente sin patio de sonido,
y esta voz que te di
voz dorada como tu piel de minera,
como un soto sin perdices,
avanzabas solo tú,
la vida quieta,
sembrándote allí por donde anduvieras,
al candor de piedra única
igual a la siguiente y a la anterior,
sin afán superior
hasta que este poeta te dio voz,
como flores que sin color
acaso fuesen,
un despertar en brazos de cieno,
un respirar de la montaña,
un cuchillo calizo que afilan
erosiones de las eras,
latido férreo, sangre de mineral,
o compostura de arenas,
piedra de mi casa,
piedra de tu casa,
la tierra.
II
Piedra potencia eterna,
nacida como nace una estrella,
cumbre de filos por bandera,
hogar, cobijo y morada
de lagartijas que cuelgan tus venas,
colchón de rayos de sol,
asolada tu espera
por quien te dio voz,
lideras tu guerra sin cuartel,
antes de yo nacer,
tú dabas alientos al suelo
sin importar pertenecer,
siempre fuiste
siempre eras su piel,
de la cantera, al nicho,
del mausoleo, al caserón viejo,
del silo al castillo,
tu fortaleza empedernida,
tu aval de honda certera,
Siempre estabas
siempre estuviste,
como río a su voz del mar,
osado no fui yo
quien te encontró,
solo fui encargado
de darte moción verdadera
ojalá pudieses contestarme
mi piedrita bella.
III
Devuélveme a tu vida eterna,
del soto a tu quimera verdadera,
clávame la oscuridad de tu cueva,
en esta esfera pulida sin espera,
risco de tu sien enarbolada,
millones de hijos
esencia desnuda de tu alma pura,
techo sin compostura
del ser invertebrado,
techumbre que pizarra llora,
su azabache de cristal,
tu sangre de fuego y agua
que nunca te alcanza
sólo partirte puede,
grieta de helada, tus filamentos
que encaran tu azar de vida sin dueño
a tu sangre de musgo me cuelgo,
en verde musgo tu fantasma muerdo,
vida de herramienta,
azar de la idea,
al paraje que te conforma
al que sostienes su vida
siendo el suelo techo de esta hacienda,
si tuvieses dolores todos gritarían
que se acabase la muerte en la tierra.
ES UN FUSTE:
Quiero deslumbrar mi camino,
ayen de estas víboras que caminan,
palpitar el látigo enfustado
de sedientos corazones.
Entre sangres fugaces afilo
esta vida en grana marcada,
deshojada, por cuanto he conocido,
más que tristes metales lascivos.
Caparazón este el mío inerte,
vestido de marzos seniles,
agota, coarta la esquela
de mi memoria perturbada.
Camino sin camino
por donde se oculta el este,
veo la flor que desviste,
entre pétalos su iris difunto, inperturbable.
Te construyo sin verja, franca,
tapia ni acantonado te hago
a imagen y semejanza del aire.
Que pasa y mira,
que mira pero no descubre,
que nací dueño de tu avenida.
A este sol ferro cuelgo agravios,
ofensas que desvanecen,
como la noche devora lo que es suyo.
CERROJILLOS DORMIDOS:
Rubor cristalino,
deshoja esta nieve de chopo,
liman vientres
mientras envejezco
el matiz liberado
entre fuelles de viento,
una escala al cielo,
un sortilegio
en clavos sedientos
aclaman sones
sus verdaderas razones,
me acicalan procesiones
en hálitos de perfectas oraciones,
hoy verá el día
izarse, levantarse
su raíz de tiempos lúgubres,
desparramo que fluyo
por ataraxias desmenuzadas
en solanas de lunas
y sus mares
bajo yunque,
se clavan sienes
al verdor de pinos,
y sus consecuencias de yemas,
un verbo despuebla mis santos astros,
coagula mi pensar
entre trenes fulgurados,
solapados del ayer difunto,
rizando lo que siento
por repetirme
es más que mi don funesto,
un dialogar si encontrase oyente,
un hervor de mi recta frente,
noche sin llegar,
vienes y perviertes,
mi osadía vestida
de placajes sin hacienda
de viento,
rayos sin luna
y oscuras rúbricas
sin luz de vela,
enfrento mi brava espera
por si baja Ostara
y se duerme en mis flores de caléndula,
hoy es por mí guíame hasta ti,
bajo el relámpago asido
a tormenta sin cresta,
paran mis relojes
por atar segundos
de espera quieta,
ven a mi cabaña del cielo
y bebamos nubes,
desliza y enmaraña
tus hilos de cabellos,
extenuando mi yerta clara
en mi siembra directa
a finalizar mi escritura
de este Abril del 2017.
AZABACHE DE OJOS:
Ojos direccionados
a esta luna de azabache,
el tejer de una gota de savia
plañía la desesperanza fría.
Siniestro compás mece,
en acorde clavado
a este invierno estirado,
al estallar de bombilla me cuelgo.
Curvo escalafón riza besos
de unión de cicuta y sangre,
yermo, plácido, envuelto
en sembradíos de oscuridad.
Quisiera que hablaran mis retinas,
de encuentros fugaces
al temblor de esos filos
que la dama oscura blande.
Gira presto a enraízar mi sangre,
con destellos de espuma
que las tierras bullen.
Yerma, extasía de verdes
por solitudes heridas
una cercenada tajada,
Retiembla mi destino
al cabalgar de soles,
fiel estampida de semblanza.
FLOR DE DESTINO:
Requiebro olas en fragor de colmenas
alzadas, sembradas en horizontes yertos,
al fugaz aleteo de la luz,
en fulgor de sombras erizadas,
todo lo sentido más que un haz carcomido,
fiebre en destello de mis astros,
todo lo dicho más que un cielo sin aurora,
más que una navaja de filos
por pestañas,
hilvano que trenzo
la sangre dormida,
es una cabaña de cielo
donde cobijo sueños y quebrizos,
en la cabaña
que Dioses abandonaron,
siembro escarchas de hiel,
todo lo que me dijeron es una verdad,
allí donde la puso el hombre,
bajar acaso puede,
grazna mi vida una vez más,
trenes pasan por estas sierras de nubes,
el destino informe ya cansado se apiada,
toboganes de esta bruma gris
me cuentan, me dictan,
del sentir de la maraña,
hasta que lleguen mis flores
del mañana,
entre el palpitar de azucenas
frías de la tarde,
pataleó el latir exhausto
de la silvestría del azul
del sueño, del racimo de mi jacinto,
extraviado,
un sol de invierno que ya se marcha,
por cuencos serranos
por alientos en carne de colores,
abriendo rectas sienes
el crepitar de los vientos,
bienvenido a mi mundo,
yo no estoy despierto.
II
Ama de esta casa, el alma fría,
de mundos retorcidos,
ingrávidos al peso de flores,
destartalado, por gentiles gestos,
azares difusos de mi reino,
saludando a la quema del rastrojo,
un iris por desenclavar,
corona de caléndulas
en soles por doblar,
al rayo seco, tornado en gesta
y sus candilejas fulguradas,
ríe y pasa, pasa y ríe esta espada,
hendiduras febriles
de mis verdes ojos
entre sus cauces la verde grana,
la verde espiga,
un romance del labrador
con su granate amapola,
llora sangre de aquellas santas,
esquiva de obreras guirnaldas,
se cava en rayos seculares del rey astro,
Estallando de luz su rocío primero.
III
Resplandece el día,
entre zarzas salvajes y sus espinas,
duerme que dormita un sueño enhebrado
en blanca cordillera, entre grillos
que soterran saetas dormidas,
al trinar de los cardos
en estepas cabalgadas
de verdes y sus trampas
entre erizos de campanulas
que ya no amarillean,
gimen abrojos el suelo que los vio nacer,
llegado el día del topillo
y su cernícalo que le da digna muerte,
entre este patio de arañas grises
descubro que me hincho de colores
estacionales, perennes, mutables, caducos
en crepitar de savia y duende,
se blande, se rige,
se descubre que todo duerme.
TIERRA PERDIDA:
Limo, sostengo, agito
la vena enardecida mía,
destapa al fuego en círculo,
retiembla destinos ciegos
en crueles, parcos horizontes
sin orificio,
destrenzo el nervio de hierro,
repto avenidas sin salida,
voy y vengo cantando
esto es tierra perdida,
correcto, en el ojo
y soterrada vía del hambre,
nazco que broté de semilla,
estiro que alzo
sangre en caricia,
marcho sin mirar atrás
esto es tierra perdida,
ocaso malva derrite mi vida,
en ríos sin despedida,
en sábanas de escarcha fría,
correcto
es tierra perdida,
nada es súplica advenida,
fulgor entre sienes de carcoma,
festín de arañas grises,
nada me detiene,
avanzo, el sol me cuenta
que es tierra perdida,
cae la tela tejida,
fiel al descanso de mi subrepticia,
gimen tiempos rizados al ascua,
cantan malas yerbas
sin perfidia
que esto es tierra perdida.
Yo contesto
dorado al fulgente metal
que es mi vida,
es pasión, es luz,
es calor,
este es mi rifle
esta es mi vida,
granate al escape
lustre postrado al rejuvenecer
del marco,
yo no estoy colgado,
venzo que avanzo,
resumo, coarto,
me descubro a la luz templado,
todo dicta
que yo voy
que yo vengo
por tierra perdida,
resplandores sujetos,
acuartelados en énfasis,
porque desconocen su sino
madre de
esta tierra perdida.
REINOS:
Mariposa nocturna,
amiga de las noches
que escapadas revolotean en las luces,
mariposa blanca, blanca nube, blanca muerte,
cristalino rastro,
polvo de estrellas,
Transmigración de las almas,
Vuela mi conciencia,
descansa y juega con mi luz,
esta noche mi alma es tuya
blanca dama alada,
avoca tu perdición en mi sendero,
olvida tu atracción lumínica,
las estrellas nunca se pueden alcanzar
bonita ni la luz capturar.
II
Canto carraspeado, estirando el calor
por surcos y grietas de un rayo solar,
termómetro yerto, estirado
de todo espíritu muerto,
rejón de grados tu cuerda de cigarra,
cada simple vida de la nota sujetas,
por un campo que haces tuyo cantando,
que necesitaste medio siglo
para florecer en voz,
al viento que te dio garra
y cimitarra,
tu libertad es incuestionable,
agarrada a un profundo horizonte,
cuando el astro rey hierve,
tu crascitas el canto de día
porque la noche te puede,
para el relevo del único grillo
que afila el cuchillo del silencio
su fiel gemido sin nombre ni reino.
III
Armazón de quitina, acorazado
capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,
escarabajo de todo ámbito y lugar,
tan variado como único al mirar,
desde la flor al desván,
tu voráz fauce desde el árbol a la flor,
desde el desecho al coraje vivo,
suerte desde el descender de tu larva
al evanescer de tu metamorfósis,
azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,
vida de calma y pulcritud,
apetito que no cesa,
muerte que no detiene,
ni elemento ni realidad que no ocupes
del reino animal
Rey insecto desde Egipto a Castilla
con su gorgojo de la encina,
desde un continente a ningún lugar
donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.
IV
Cuatro riendas aladas
un mundo asesino de ojos,
corazón en pareja,
planear infinito por umbrales de luz y agua,
un reposo de la noche en un ser vivo,
colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,
caballito del diablo,
libélula zigzagueante en esfera de mandíbula
espuela infernal del ser que acechas,
mensajero del cielo,
astilla con alas de la puerta que abre la vida.
V
Ambrosía de ser vivo sagrado,
oficios y tareas consumados,
albañil efímero tu dicha de genes elaborados,
quién a ti te osase,
tu esencia tu labor de escuela,
miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,
tu tejer de los campos recogiendo,
siendo supervivencia de casi toda planta
tu legado Hymenóptera familia
tanto depredadores como recolectores
abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,
en defensa de lo que amas.
VI
Reina araña de esta tierra de conejos,
ocho patas acecho de los campos,
maternal hasta llevar tu prole en el lomo,
araña lobo capaz de enfrentarse
con el alacrán y siempre ganar,
al acecho desde tu madriguera,
un hoyo donde vivir a la espera del despistado,
tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra
tarántula lycosa lycosa.
VII
Danza mi alvéo una sonatina
de hormigas famélicas
quieren alimentar a sus reinas aladas,
con semillas danzarinas
en busca de su nueva vida,
yo margarita quiero mi vida contigo,
para alimentar tu alma con versos,
nacidos del fuego en fundición de verbos,
recorro tu existencia
de la que soy tu hormiga león
del signo que me vió nacer,
la constelación del cisne,
quiero que sientas orgullo
de que soy tu hombre
asi no te dé un libro
te doy sangre para que escribas trece,
has demostrado belleza por tu fuente,
me verás eclosionar de mi etérea crisálida,
mi motivo para escribir a la naturaleza
descubrirás porque soy animal de verdad.
VIII
Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales,
antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros,
ágil correteas mis pensamientos,
muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,
habitante donde haya humedad,
como un río que habitas corriendo,
como lepisma pececillo de plata,
tu longevidad mayor que la de un gato,
destello de que lo tuyo es perpetuo.
IX
Moscardito
Me besó la mano,
era muy cariñoso
eso fue porque eres bueno
moscardito lo es más él sólo pica flores ni lleva veneno
él sabía que siempre he querido ser de su raza,
amor mío reencarnarás si lo deseas,
osado aquel que posee su vida
sin preocupación suprema
que no sea picar la flor,
ser soldado alado
dueño del mensaje del superior,
visitar las plantas que Dioses sembraron
con ardor, difundir la supremacía
que trae y lleva la vida en caricia,
cabalgar los vientos a merced,
ser transeunte de florestas y campos encumbrados,
llevar mensaje a cada flor sin despedida,
enamorarse de la despensa de la primavera,
besar sin cesar,
amar sin dañar,
tener condición
para seguirla de por vida,
yo rezo cada día
que si muero yo renazca como moscardito
mosca abejorro que hoy confundió mi mano
con una flor,
amo como él la flor
porque antes fue ella que el animal,
que soy yo,
cuando nací ella ya existía
con su azar de conquistar la tierra.
ANTAÑO DE VIDA:
Eres pilar sin margen ni curva,
de tu divina compostura,
tus ojos que acaso sombra cubre
un latido donde se bañan los octubre,
vendaval que soterra nichos
para devolverlos a la vida
en este soliviar barroco
que me puede derrumbar
a la llama fugaz que rige,
avanza y consume mi vida
a la tuya asida por los astros
que son santos,
oscura pila dorada al iris
donde se baña tu alma pura
acaso ella llevarme pudiera
entre sus vientos desnudos,
entre sus alientos
de florestas descuidadas,
acaso ella no me hablara
entre el jilguero y su cardito,
entre la caléndula y su insectito,
yo volara con ella lejos
donde se oculta el alba,
para demostrarla que yo
libero tu mirada
por rayos de su aura imperecedera,
fuente de alta frente,
cumbre de riscos y valles,
alguien acaso arrebatarmela puede,
aunque Ovidio te de más flores
quitarme nunca puede,
ni aunque tiemblen
mis huesos rectos y sangrientos,
osarse en gris mi camino viene,
te traígo golondrinas en suaves trazos,
te traigo sueños en colmena,
y sonrisa en luna venidera,
anclada a esta sepultura,
al resoplo trenzada
mi cristalina esencia,
en crepitar de estacas por clavos
que llevo ardiendo en mi pecho,
a este diáfano vacío
vengo que voy llegando,
caminan pensamientos
de sus sombras colgados,
esta osadía
que ya avanza como vidrio quebrado,
haciendo polvos la idea,
porque no me alzarán en marco
ni será eterno mi mármol,
dirá por este mar he llegado,
y el azul acaso será azul
por yo nombrarlo,
viviré de la letra amarrado
hasta que ella sostenerme pueda,
haré juicio de esta arena,
en escala a aquella estela,
sangres me gotean los ojos
de ver desnuda a Diosa Flora
vistiendo de los campos
la miel para cada sentido
Margarita yo que nací hombre
nada ningún averno,
ningún paraíso cercenado
ninguna deidad personal
de tantas sardinas que adoran
de boca pequeña
podrán negar que yo asalte
que yo recorra tu flor.
EXTASÍA DE CRISTAL:
Penumbra arrebolada,
hija de la sombra asolada,
temple de maraña,
tejida araña dormida,
sol en su trapo desnudo,
ven a mi cabeza
retuerce mi idea
que se encadena
sumisa a noble premisa,
no puedo parar
no hay tiempo de pensamiento
sólo escribir duro, seco, limpio
como agua de este río.
Sentido volviendo a la vida,
mi espíritu está creciendo,
tantas luces sin alba
tantos astros sin noche
es muy tarde,
nunca para volver
al origen de savia,
desnudo en este reloj
mirando este cementerio
alzarse, enarbolarse
de la nada y su infinito de cristal,
estoy dolido
que tú te lo has creído
si me quiebro
es para renacer
quemando mentiras,
liberando fieras,
roto al tiempo
entero al fragor
de mi espada,
no tiene vuelta atrás,
océanos abiertos me llevan
a flote de nuevos sueños,
rizado a la espera
engalanando mi quimera,
desiertos abiertos
en cal viva,
manténme el amor quieto
subiendo montañas deshechas,
viviendo el brillo sin estrella,
ojo de un ojo labrado
mantengo mi esencia
en joya de noche
miro dentro
y todo retuerce de nuevo
dame tu mano,
descubre mi reino perdido
a encontrarse en tu mejilla,
háblame de tus vidas
de tus alas en mi extasía,
sólo allí despacio
latirá su osadía
líbrame amiga
de cerrojos
y sus cerrojillos dorados,
exasperados,
esta noche seré luz de hoguera
y tu cobija quieta,
el único sin miedo
a decir lo que siento,
carrusel sin engranajes
caballo sin jinete
tormenta sin nube,
beso donde no lo imaginas,
sólo yo contra el mundo
abriéndome de la tierra
siendo alma en disparo
certero, agudo, estridente,
como la voz que no se pierde,
yo nací albor
nací para ser tu amor
no me pierdo,
estallo osadías repletas
solitudes que trepan
cruzo líneas
de estos cuatro días
que clava tu voz
desmigajando miedos
porque yo soy el miedo,
batallas aparte
soy tu planta silvestre
amando su tierra
más que a su sangre,
mi esencia verdadera.
CORNOCUPICIA DE TIERRA:
No rebotan los tiempos llorando,
en escalas a ese cielo anhelado,
voy que viajo
y bajo mis plantas
la tierra brota, rehuye, fluye,
todo me alza
sobre torres sembradas
y sus trompetas abiertas,
desenfundo esta esencia
de estaciones correr,
hogueras profundas
en lágrimas de lluvia,
plantada mi compostura,
me crepitan las montañas,
los cuervos me rinden pleitesía.
Ante estos ojos
el ávido brillo
de oscuras alas,
frente mi carne
fuego enraíza
esta noble falcata,
encinas me enraizan
el dorado anochecer,
noche oscura
entre espectros de letras,
el día derretirá mis flores,
trepando mis venas de encaje,
mi azada será sangre
no más cuerpo y carne de metal,
al erizado filo
clavaré sentidos despiertos,
mi letra será invencible,
en flameante rebosante inspiración
parida de un rayo de sol,
ay la tierra que me clava la siembra,
ay sol ferro,
yo te hablo
al fulgor de venas
al calor de llama azul,
tú invencible
como la palabra te formó,
extasía lumínica
en candor de lunas aulladas,
ven a mi pecho,
te daré asilo,
desgrana este silo,
que mis manos hablen colores,
solo ante la adversidad
esta negra noche que huye
enjaula su oscura sombra
donde la letanía esconde
sus garras de cristal,
quedando repleto este umbral,
he oído llamar
llamar tus sangres de luz,
a violetas nebulosas
sin cauce
empotradas en sagradas espirales,
busqué tu vida eterna,
me contestaron inviernos
desmochando brotes extenuados
de tiempos atravesados
por tu espada eterna,
fuente fría
que llena dulce la fontana,
la vieja luna sonríe,
lo efímero será áspero y duro,
a la caída de este plomo,
se levantarán estatuas de barro,
tu lobo vestirá el sincero metal
por ser de hierro,
hasta su aullido de plata
a la noche sempiterna,
y sus enredaderas malvas,
campo este de víboras nacido,
por un surco repto,
y el alacrán me saluda,
soy yo tiempo olvidado,
resplandores
de este patio de grillos,
me cuelga la corona de caracoles,
por todas mis lumbres
abiertas
de caléndulas solariegas,
más que hoy
no espero nada,
porque yo siembro lo perfecto,
me responden sus voces del suelo,
al intransigente destello
me parto, me quiebro,
hasta dar mi voz
a estos campos
y sus sotos perdidos
encontrados en cada sangre.
ONDAS MECEN:
Me cruzan las vías
del tren de la noche,
abierto, caracoleado,
en peregrinaje de estrellas
y sus halos,
este insomne caballero
de tu sonrisa nacarado,
arrebolado entre tus brazos lejanos,
una hoja precipita
al tañer de campanas
en garganta de lluvia,
no hay invierno sin frío
ni frío sin invierno,
vuelta atrás estoy vivo,
una vez en la vida
curva de espejos
entre verdes y ocres,
quién dijo que no tuviera esperanzas,
pálpito fugaz de estrella marchado,
el amarillo viste mis flores,
color efímero, sin despedida,
entre un patio de ojos
y sus carcomas solariegas,
danza este caballito sin diablo,
al cuartel de la cucaracha
van los ojerosos grillos,
todo cuelga de un hilo de lana,
horas minutos
para hacerme libre,
termíname tú porque yo no puedo,
este alfiler parco, sobrio
como él mismo,
entre circo de huecos sones
danzan los vellos de mi piel,
por el agujereado brillo de luna
cuento notas perdidas
y el filo de esta mi cuerda
hasta latir con ella
y su desnuda poesía
con cuerpo de mujer,
lejos de la tierra,
entre un soñar del viento,
se destapa mi cordura
le florean pensamientos
fieles ecos en iris despierto,
dulces ondas como dulces sirenas
enamoradas,
de este marinero sin mar
llamado verso,
al senil aleteo de la polilla,
el invierno nace de un cubito de hielo,
que avanza ya su noche
sin pedir permiso,
al vapor de sienes heladas,
entre un coraje acorazado
de haber realizado una buena siembra
me marcho.
FILO SONRIENTE:
Agudo filo nacido
mi destino.
Recuérdame en la tijera
desdoblando la espera,
hoy por hoy
mañana por ayer
el frío en la piel,
de estas cuchillas
sonrientes,
y su esperanza
carcomida, acabada
en hoguera.
Miénteme aparte
ancla en gozo
el violín de mi idea,
corriendo por fuera
marchando lanzas
de tierra
y el tiempo
solo, hinchado, dormido.
Rehullo de mi pasado
que se clava
en mis brazos.
Mírame aparte
del punto y su silencio
seco.
Esta vida en el centro
de una margarita,
miro su caricia
en pétalo de brea
arde mi sinfonía
deshace la lejanía
hasta ser ese lejano
carrusel de estrellas
por boca.
Vida por mi vida,
y yo qué no daría,
a este cielo desplomado
de fieles compases
oxidados,
es por su plomo
que a veces plomo,
a veces más alzado
que las cumbres,
entre regueros y ramblas
libero mi azada,
en cuerpo de sangre y vena,
no conozco a Pena,
entre su alta ojera
clavo una letra,
abre la acequia
destartalada en honda esencia,
allí donde graznan cuervos
su lenguaje de madera,
soy yo a la espera,
abriendo mi destino
en esferas puras, plenas
ay la tierra
vive esta dorada
escolopendra,
sucesos de huesos
arde la compostura
afila su beso de miel,
todo queda en yacija,
derramada hiel,
entre grietas iluminadas
del iris insomne
soterrando verdades,
completando
liberando sus cavidades
y su dama oscura
naciendo la noche
que ya vuela,
entre testimonios del pueblo,
que pertenece a la tierra
y sólo esta a su materia.
ODA A LA BELLEZA:
Ruge mi vida
con impetuosa saliva,
un desdén de mares afilados,
cose que hila esta malva sensitiva,
azures sarnosos que avanzan
al latir fieles compases destapados
de mi escondida idea,
belleza eres por mares insostenida,
balanza sin yacija, ni muerte escondida
acaso a ella conoces
que incluso la tornas bella,
mira la ventana crispada al infierno,
el parpadeo oscuro de la luz.
tú que definirte nadie podría,
ni el más inteligente
ni el más ignorante,
cumbre de ideales, pedernales deslices,
pólvora de sensaciones, fragor vaporoso,
bendices sin perdonar,
es tu prisma un ocaso sin lejana letanía
de esta realidad que se pierde,
atraviesa tu puñal absorto
hiende mi carne,
solo encontraré que brotará mi cuerpo
todas las flores de los campos,
tu cúspide sin hallar, tu vida sin hallar
cumbre tuya se llama planeta Tierra
abismo centelleante hasta perder la cordura,
madre del acto,
belleza deidad suprema,
nadie la mata solo se la llama
y no siempre responde,
déjame tu azul manto sin amaranto
una noche bailaré con lobos
hablaré de amor con mi quimera,
el miedo me conocerá,
amada mía belleza de las flores
sángrame un horizonte de colores,
deshoja mis infinitas espirales,
haz que me crea como los mortales,
para blandir nuestro nombre entre nubes,
cabalgarán mis corceles tus verdes sienes,
yo no seré yo, así como tú eres distinta
para cada retina,
hada infernal
como leviathán celestial,
tú no entiendes de las maldades del hombre,
sólo pintas de la realidad todos los colores.
contigo hizo cumbre,
resoplo agravios y señales
repetición
que nací para servirte,
como pájaro a su nido
señorita ruego
que elija este cuervo,
sin agraz durmiente
sopla mi sed de florecer tu alma
primavera preciosa,
desde mi mar a mi risco
osaré vestirme
de rudo hombre viejo,
soñaré como me sueña mi sueño
que yo en tus lares era el primero.
Señorita bella madre de mi izada bandera,
alza mi curva sombra
por la carne de mi siembra,
reverdeceré con tu cariño
primavera amada,
Mireya anclada de mar
a la montaña de mi idea,
vengo que voy a vencer mi propio desespero
rizando como riza su vida el helecho,
desde la sombra de abeja,
a mi ceniza bella,
no habrá osadía que no te nombre
mi dama al hervor de siglos
antaños que llevas ya florecidos,
me despido por si te encuentro
A 28-04-2017
MIENTRAS DUERME:
Vestida en tules azules
bajo sábanas de flores
sus sueños son de naturaleza colores
yo que avanzo despierto el campo de malvas y abrojos
que su boca resguardan
al calor de un lucero.
Yo que quisiera ser invierno cuando ella descansa
y así acariciarla en organza
viento viento bonito quisiera tener sus sueños
de campos floridos descansando
de árboles brotando en hojas
su nueva vida
cuando ella es primavera
yo soy invierno para mecerla en mi tela
y así siempre vivirá nuestra hoguera.
Mientras descansa
los montes abandonan sus atavios ocres
la rosa silvestre alza los brotes bajo sus espinas
su piel me camina el recuerdo de su sonrisa
cuando ella duerme el amor me avanza me habita
cuando ella descansa mi mundo se detiene
para pensar que yo soy su cobija
y que la podré alzar en besos al despertar.
II
El azul del cielo la deja su vestido
de astros en violeta prendido
en malvas de sueños
por despertar yo en su boca
y teñir las gramas en flor
mientras ella descansa
la vida reposa enterrada,
para con el albor de simiente
rajar la tierra
animando a sus compañeras
oh! primavera quién te alzara
y el albor trenzado
de tu lengua sostuviera
es tiempo de morir hoy
por las ilusiones
fugaces prometidas
de escalar el viento que te lleve mis flores
en higueras del demonio displicentes
es hoy el día de vestirme de espinas
para luchar por tus caricias.
III
Avanza mi invierno por desmochar
nubes de infiernos,
quimeras sentidas por un crimen de flores
lloran los campos de Castilla,
al compás de un sí bemol mi traslúcido pío
avanza mi árbol de sangre prendido,
hasta llegar a su nido,
mientras ella duerme se despiertan los buhitos
esperando, latiendo la parca efímera de invierno
que me dibujará invencible con su aliento,
quién soy yo
solo un pintor que dibuja firmamentos
y su sed de elevados cimientos
desde su boca a su pelo escalando su adentro
soy yo quien su boca aguarda su beso
yo fui quien mereció más que un traje de azul eterno
fui yo quien pintó de las flores silvestres
el cielo a mi amada,
esperando que mi cosecha
haga su vida plena
bajo mis caricias a su piel sedienta.
VÍTREO TRAS LUZ:
Primavera te ofrezco mi vida entera
Mi humilde canto sonará en el borde del papel
allí solo allí donde los miedos se hacen sulfatos
el escribir cae rendido ante
tus mejillas carmesí
te bajo los firmamentos del cielo colgado
para que sepas cuanto yo te amo
hálito de luz que se consume
para tornar explosión de lo sentido
porque antes de conocerte ya te miro
y perdona si admirarte es para siempre tuyo soy
desde este albor cruzado
a mis hojas de amaranto
inmenso con tu amor
este capataz de su jardín
te ofrece pasar su vida a tu lado.
Vitreo tras luz II:
Vítreo trasluz dime
por qué la siento incluso estando solo
porque los besos de las azucenas nocturnas me saben a poco
si ella no está conmigo Sol bonito si ella es primavera
yo quisiera ser el novio de Ostara
para acariciarla mi vida quieta
decidme Dioses qué he hecho yo
para merecer vuestro mayor castigo
que es vivir con esta locura sembrada
de viernes a lunes
decídme si vuestro mayor regalo
es de su sonrisa halo
y de su mejilla mi caricia es tornarla visita
cuando este mundo me sabe a tan poco
si no fuese por vuestro manto florido
de abril a agosto investido
da igual que corras te amo entera primavera.
Vitreo tras luz III:
Me mantengo caliente
en el fuego del lucero
esperando encontrar
el albor de tu amor
viajo en cada boca de lluvia
hasta tu boca
hasta llegar al invierno frío
que te sostuvo dormida hasta el otoño
oh pequeña oh endiosada primavera
sin tu caricia no soy nada
avanzo mi camino despierto
buscando la parca sin hueso
voy allí donde toda vida
viene tejida del cielo
tu amor encuentro
a lo que me respondes me quedé dormida
el bosque a la vereda por tu rambla
avanzas quieta abriendo
y desplegando en flor toda vida quieta
coges mi vida la sostienes plena
desde este humano albor
hasta donde el vivo cava su vida
yo te honro a ti primavera
mi preciosa entera
hasta que un día
pasados los siglos
mi conciencia caiga estática yerta.
CRISTAL SILVESTRE:
Ámame como se ama a la vida,
porque te amo en caricia
sin despedida,
tú que eres como la noche
en subrepticia,
yo contemplador extasiado,
por el fulgor que se abre paso,
Fin del diario,
este es el momento,
que se queda para descubrir
la expectativa
del vivo hacia la vida,
todo cambia y yo lanzo
mi destello sembrado en mis ojos,
susurros en letargo
abiertos al destino parco
estoy en tierras de la luna,
abriendo, tornando bella
su distancia,
todo sembrado
de quien yo era,
esta mi raíz que canta
plena, sacada,
cortada de su tierra,
para nunca olvidar,
alzada a tormentas del tiempo
y su etéreo desliz envuelto,
en las calles
de los sueños rotos
un pasado que dejo atrás
estoy joven para estas nuevas visiones,
existencia clavada,
al crepitar enroscado entre arterias
de alambres,
y su perfección
erizados gritos liberados
hay que pagar el precio
de ser mejor que este talento,
avanzo lento,
me abro por el fuego,
y no hay sangre que no me deje
envuelto,
miro dentro de tus ojos
buscando mi respuesta,
el sol se está enterrando en tus cabellos,
lima este nervio
que llegó su escarcha
siempre aparte,
siempre en alarde,
hasta yo encontrarte
encontrarme yo
en los sotos de tu voz
hasta ser yo el alarido con nombre
de sol, ser por siempre
ser para siempre,
ser siempre,
y Siempre llevar mis apellidos,
Siempre quemándome
en resquemor intransigente,
precisión de mi duende
llamado amarte.
ARTE,
condenada mi sombra,
a este precipicio
que despeña la letra,
a través del umbrío páramo
de esta piel y su yermo bosque de vida,
sigo la estela
vocecilla, elevada sin razón,
porque sí me sobra corazón,
soy yo mi murciélago de nácar,
vuelo que giro el infra-sentido terrestre,
y me quedo en vilo,
es glorioso este sino,
haciendo el amor con los sentidos
en el saco desdoblado,
de mi realidad soterrada,
destapo que descubro malvas
del sueño taciturno
que conduce a contemplarte,
bajo el sigilo de mi araña,
y su tela irisada,
en extasía de espejos carcomidos
sin dueño,
que no sea sinestesia
del cuadro de visión
llamado visión enardecida,
por la que mi ciprés
tiene tacto a caricia desnuda
y mis caléndulas caminan
con sabor a deseos de rubor.
QUIEBRO EN DICHA DESCRITA:
Muero por un beso
aquel sembrado dirá que vivo
vivo por un querer
cruel del destino
condena de una pasión
que creó tu pestañeo
al dejarme ver
tu cielo encerrado
ese que liberado
jamás me abandonará,
fijamente tres minutos,
y morí con tu pestañeo.
Demostró que fui y soy
importante para ti
y que a pesar y muy
a mi pesar de los problemas
problema no es mi apellido,
seguí en tu mirada atrapado
hasta que la aguja
de aquel reloj de pulso
se paró al pasar ciento ochenta segundos
mi cambio de vida
cuando consumí
medio giro al decir
siempre te amaré.
De este resquicio vivo
yo traigo la flor,
en competencia
de ilusión que marcó
esta hoguera sin pena,
eres tú soy yo,
flamígera condena,
por el párpado del cielo,
por mi astro soslayado,
que yo sólo encuentro cielo
en tu mirar encandilado,
soy un muerto con vida
si no te tengo,
y este firmamento
se me cierra seco,
muchas cosas erróneas
en mi vida
que no hay tiempo para la sombra,
no hay tiempo para tristeza,
ni para la vida quieta,
porque todo resume
en buscarte a ti
mi vida completa,
si este corazón es un tiesto,
quiere y te quiere a tu persona,
enraizada, plena,
resplandeciente,
como el brillo,
como el halo,
de tu limpia, dura
sonrisa de perlas
en océano de resurrección
mi Margarita
descubierta en dicha,
mía, mía sin despedida.
TORDO ACOMPASADO:
En el océano de este mundo
abierto al cielo,
vive el cuervo,
por el desvencijado respiro mío
avanza, mece y sostiene
un tiempo en réquiem de espadas,
por aquellas voces que sordas
laten, se descubren, alzan,
se quiebran al paso de altares de hueso
por mis atardeceres de murciélago
voy ciego al calor del astro,
siente mi caricia de pájaro
esta vida en un verso,
alzando nuestra luna de acanto
y alabastro gimiendo el ocaso,
azabaches ensortijados, derretidos, extasiados
por el sendero despierto,
por el cauce que trae la vida, la mía,
ojos en resplandores dorados al tacto
de mi astro soslayado,
mi azar es sembrado
vida de vida
late esta caricia
no hay retroceso ni regreso
todo está bajo tierras germinando
por la rosa de su pelo,
tu sangre me colmó en beso,
nuestro cielo de amarantos
fiel al respiro que alcanzó a ver
la belleza en noches de miel,
respira abre en ambrosía mi vida,
en este horizonte dormido
quiero ser de la piel resquicio,
que no me sientan perdido,
quiero ser Siempre tu sonido que acompasa
que clava olvidos
en despertares rizados que consumen
la retina y sus astros,
todo lo que anhelo es la verdad en silvestre flor,
tu eco alto que no hay pájaro sin nido,
esta noche será distinta,
el comienzo empieza ahora,
mi sueño de araña
que todo lo tejido
recompensa trae a lo sentido,
un avance de mi sangre,
ven al nirvana del ruido,
anticipa nuestro solsticio,
Yo que amo en mimbre de esparto
y verde espiga de trigo,
fiel comando el suplicio
de los valles de mi sombra
displicente, enamorada.
Encumbrada.
Sostenla sostenme de la pestaña,
me nacerá un alba,
marcho através del hielo,
su azul en la mirada,
estoy sembrando mi escarcha,
y que venga y queme
este laborado tiempo,
que yo nací del viento,
alguien está llamando
oscuro este romance
entre las malvas del cielo,
se escucha mi nombre,
tengo que cerrar este hielo,
colgando mi estampa
del árbol de las cenizas,
y que nazcan ojos de tierra
de este hueso,
que seguiré soñando
que fue sólo eso
un sueño en despierto umbral
de mi alma y su protectorado.
CERCENADA RAZÓN:
Ilusoria, despierta, vespertina,
trepando lúgubre escala,
iris destartalado, ansiado
cubierto de cromáticos azares,
por un metal afilado va venciendo
a este brillo irisado vestido
de crueles destellos,
raspados destellos
de todo lo que dejó de ser,
reflejos sin nombre
ilusiones de este alambre,
rizado con hilos que gotean sangre,
despierta mi pesadilla
queda asomar la dicha
y mostrar esta araña,
fulgor desnudo al fragor
de transparentes cristales
que enamoran los hielos
que febrero siembra abiertos,
si estoy despierto se equivocan,
nazco que traigo
un cesto lleno de sueños,
se derrite mi estampa
quieta colgada del árbol
donde hago peticiones,
y que este forraje
se desprenda de mi humor,
no me desalienta,
he crecido para brotar
más duro y recio
que el esparto del monte,
traigo mortandad de idea,
en letra extasiada
al filo de verticales escarpias,
soy yo encargado de esta acequia,
que ni el más osado
pedirá que se calle,
alzo su valía
en desgranada espiga
que rompe mi silencio seco,
si no soy gente lo demuestro,
enseño a mi tinta
a no pertenecer
a este mundo de yertos,
mejor que qué cosa
mejor que la opaca suma
de alientos que se creen
tener originalidad,
de su umbral
prendo a cerilla
todo sembrado a diario
de vacía voz,
yo repleto no soy yo,
soy su extasía floreciente
de imagen y su prima
clavada en alfiler sin cabeza,
como un grito de letra,
y mordisco de fiera,
que deslicen décadas
que seguiré siendo yo mismo
entre grietas, entre esferas
quebradas y su olor
a flores desnudas,
que yo sé lo que hago
si no ni lo haría,
noche corría marcha atrás
esperaré su madrugada
soy taciturno con huerto de luna,
y siembro un quién contra mí,
estoy brotando,
no hay miedo yo soy el miedo,
fiera de esta hoguera,
llamada esperanza,
tengo una llave
y no soy cerrajero,
abro este corazón
y despierto su dragón,
hasta acabar de una tajada
con mi sana razón.
CRUZADA OJERA DE LUNA:
Había sentido
Bravura repleta
no tengo ojos
tengo lágrimas de cristal
al iris en belleza consumada
nadie te alza
tomas tu lugar merecido
jamas colmada
siempre rebosada
de lo bello a lo mejor
sembrado ojo por este ojo
me late me arde una simiente
para el campo de tu alma
vida yo vida no tengo
si no se dirige en mirada
a mi letana certera margarita
desde el 2008
jamás en súplica mecida
por este arrojo
en mi pecho sembrado,
viva y descubierta en este tajo
repleto de lo bello a lo bonito
de su interior decretado,
yo hombre de sangre
siembro este sortilegio
de espadas por si llego
a su alma
y liberar libro sus ataduras,
por soñar soñó la primavera
que mis flores eran de ella
yo reviento y exclamo
que son de Margarita bella
mi maestra en furor de espigas
nacida
solo tengo un corazón
y es suyo mi dama,
dama blanca
doncella escarchada
de esta vida a esta mi viña,
yo dulce muero despacio
por llenarla de esta dicha,
seguiré en pie porque ella
sigue viva enraizada en este latir
para yo con amplia voz decir
sin ella no hay vida ella es mi vida.
Negra noche sostiene.
A veces me rompo,
a veces me pierdo,
y el mundo reverbera,
se extingue
por oscuras alas
enlutadas,
quieto,
más tranquilo
que un yerto,
hago mis miradas
a su pasado,
no me asustan
sus dulces espantos,
estoy nacido
del hierro de mi idea,
labrado al fulgor
transparente
de mis campos
de soledades,
es por este tiesto
que jamás abandono
lo que siento,
y que mi margarita
en vena me muerda,
trepe por mi vera,
hasta sentir que yo
estoy encumbrado de la fiera,
justo aquí justo allí
sólo para servir,
rayos y azares
de consecuencias,
como flores cabalgando estaciones,
al iris lunático sembrado,
hasta atravesar su corazón de cuarzo,
es por este azabache
por el que vive la noche,
suena de nuevo mi caligrafía,
y para esta lluvia
todo valía,
soterrado mi latido
queda decir
que consumado
estallaré sin cuantía
borbotones
que sangren esta luz
intransigente,
el Sol afligido
me nombrará su allegado,
hasta sangrar
retinas indiferentes,
hasta cabalgar sienes
y alientos helados
de espantos,
hasta yo trepar
de mis arañas en sus cuartos,
enterrando esta noche negra
dando inicio a mi condena
de vivir por ella,
porque valdrá la pena.
LAS VIDAS QUE TRAIGO YO:
Era esta araña
como un Sol ferro con casa,
era como un encontrarse sin despedida,
por qué,
porque yo empiezo esta obra,
camino destrenzo este campo,
me desmigajan a mí
sus flores extasiadas de difunto,
para decirme
que lo suyo es de todas las estaciones,
como hacer el amor
con azares alados y soldados de los campos,
que su simiente no es vida de un día,
yo digno de admiración
digo que me adopten
pues soy familiar
así no tenga savia
tengo sangre carmín
y mi simiente escrita
dura lo mismo que dura
la tierra sosteniendo vida,
desnazco de la hoguera
al crepitar del rayo luminoso
no soy como él invencible,
pero me cincelo mas recto y recio
que un hierro de carne,
sotoventos atrás
las montañas hablan con la gente,
que sin ciudad no hay gobernante,
sin poesía no hay mundo ni creado ni
ni por crear,
más duro que los montes,
cabalgo esta letra
flamígera, extasiada,
al son de una espuela escrita en bronce,
digna del brillante metal puro,
para yo decir yo aquí
me he curtido y tejido duro.
IRIS DE LOS CAMPOS:
Edición febrero 2017 original febrero 2016
Adormidera pulcra,
Amapola esquiva
nacías lejos de la tierra
que tú querías
la fe mudó sus caricias
el reino venía tejido
del destino florido
en la gesta del jacinto
en la flor abierta de la primavera
voló mi corazón a tu nido
derramada esperanza vistió
el por qué de un adiós
el lirio abrió al color
y la grama abrió en flor
flor de sangre
que regeneraba
el dolido destino
por la azucena
caminaba su olvido,
fiel del suspiro nacido
quedar el te amo en vilo
la orquídea colorada
aguardaba la fiel ordenanza
cuando un jardinero de versos
dejó su estampa en el papel
un colorín elevó su trino
para que un zorzal
lo alzara en su nido
todas las esperanzas
colmadas de un grillo,
al compás de tu paso
seguía la amapola en duelo
lejos de su tierra
que vio nacer el cielo,
caléndulas esposas del sol
se abrían a la sonrisa
de tu calma amanecida
para yo trenzarte
un beso en la mejilla
quedando las campanillas dormidas,
y las margaritas enrojecidas,
un te amo ardía.
El ascua se encendía
quedaba la sinfonía
de un tordo que visita,
el cielo abría
a sus coloridos jardines
plenos mudaba el grillo de sinfonía
la rosa colorada
dejaba su beso por si acaso
el viento llevara algo,
se hilaba un verso
para el cantar complejo
del baile de la rosa y el clavel masculino
mecida la sonrisa al viento
nacía la basta floresta de los patios
y entre sus escondidos lares un trébol
vertía cuatro hojas
al compás del Sol en su visita,
todo al resguardo de la bella caricia
y la ilusión dormida
que brillaba en tus retinas,
para yo dormirme
dentro de tus ojos.
Abriendo mis flores en son,
ese que hacía brillar los campos
en verde y marrón de un caracol,
relucía el brillo de un brezo,
desplegando su color
un tomillo en albor
por el plantago en flor,
todo lo que dejo
es todo lo que amo,
recuérdame en la flor
del cardo de la dama
me alzo a la altura de la rama
y el espliego amanece conmigo
para el romance del laurel
y el encuentro de la malva con la abeja,
todo el cielo se despeja,
canta la piedra en aspereza
que la vida se torna repleta,
de lo sencillo del musgo
al verde estramonio
con sus trompetas de los ángeles,
rueda la caricia que tu piel divisa,
el campo sin franca tapia ni verja
es dorado por mis sueños
que corren de la vereda a la rambla
fiel de esperanza
la azucena nocturna en flores marcha,
el olivo prendido de olivas
la encina sus bellotas mece
para el tejo guardar su muérdago,
la noche que llora azabache
y ojos de luciérnagas
todo queda prendido
del suelo en duelo
blandiéndose la luna sempiterna de nuevo
y mi verso alzando el vuelo,
queriendo acariciarte de nuevo
la noche que solo conoce la noche
tus ojos que solo conocen tus ojos
por los sueños nacidos vuelan los molinillos,
el monte deja a las carrascas
blandir el horizonte,
las flores a la abeja fabricar su miel,
la tierra se come a los cardos tras el verano,
la adormidera tu piel suscita
llegado el otoño y su caricia
fieles manzanillas abren sus margaritas
y los cardos en espinas
dejan paso a los jilgueros
del campo abierto para regar Ostara tus besos
se anuda un grillo y mi brillo
abriendo una flor
con forma de corazón
dejando paso a nuestro amor.
Con el sigilo de blancos álamos
al verdor de frescos pinos
se cierran todos los caminos
por si acaso vivo que sepa ella
que blindado a la cepa es mi sino,
en estas simientes
en estas verdes sienes
alzo mi latido,
que de madreselva fue vino,
y alzado parto mi destino,
hasta vivir en la mitad
de flor de esta caléndula sostenida,
enraízada en mi pecho,
que no canta
reverbera en esta fuente fría,
anhelando de Margarita su caricia,
porque no tiene despedida,
al fragor del ascua
jamás desquita su bella sinfonía,
de raíces y colores de albas,
hasta ser amada
por grises arañas.
OSCURO HAZ, LUZ SEMBRADA:
Larga sombra me abarca,
larga sombra me abraza,
larga sombra que me envuelve
yo quisiera meterla en un mundo más bello,
yo quisiera librarla de hielos que aguardan,
quisiera retornar a un mundo que era negro
sumergirme más profundo que los mares
y encontrar mis verdades,
yo quisiera fundirme fraguas de hierro
ser justicia izada de ser en luz intensa
pero ya no siento nada,
asolada mi estirpe con nombre agujereado,
yo camino descalzo sin miedo ni quietud,
sin estos clavos que me impusieron
camino lejos, lejos sin mi nombre
por si despierta mi azada
con la que sepultar al Miguel Esteban
que no nació todavía,
por si una dicha me aguarda,
no osarán en buscar portentos
a esta larga sombra que avanza,
no cambio sus males
solo servirla flores silvestres
así enamorada torne princesa de profundidades
hada dueña de la sombra,
hada fiel de embeleso en umbrales
por tragar esta mi tierra
que me avanza la despedida,
cuántos pájaros volaron
para ser único pájaro enfundado en trino,
rajado, ultrajado,
cuantas notas se escucharon
hasta ser estrofa de agua
por todos los que estuvieron,
al acecho yerto de esta sombra mía,
que no posee medida,
solo una senda deshaciendo lo trazado,
al firme astro alzo mi perplejo
por toda oscuridad que fusiló mi partida,
me apodero de este jardín
de mi sangre sembrado,
para latir en espejo asomado,
y que viva siempre siempre
esta sombra fría, vacía, llena en soledades,
completa sin tapiales, hueca de mi carne,
despeñada en vivencias soterradas,
que yo alzaré para sembrar en ella
esta vida que yo le debo a ella,
para que viva siempre mi luz
tejida con ella,
hasta erizarla
y que me responda
cuando nombre a la belleza.
Que sin ella queda sin aliento.
AGUA DE ARTERIA:
Déjame mirarte dentro de mis ojos
que yo limpio, sereno, yo pena ya no arrojo
hornea este fiel abrojo
que ya no sienta el pecho en rojo,
libre ajado de suave caricia
de endeble espina
solo te creará cosquilla.
Por estos lares insospechado,
por estos surcos sembrado,
de boca, pecho y guadaña,
sin su hoguera no es quien era,
déjame latir a espera
de vivir dentro de ti
como vives dentro de estos ajuares
de gato de hombre dichoso escarpado,
como siembra y su despertar en mayo,
libérame de ser quien no soy,
porque seré agudo, afilado
rizado como metáfora
en flecha de silencio,
yo por ti seré quien quiero ser,
tu orgullo tu inocente servidor
que solo posee estos ramilletes versados,
abriendo al verdor de todos los campos
hasta llenar tu dicha
del color de las flores de valle,
para vivir en esa orilla
en esa casita del río
llamado tu corazón mi señorita linda
mi amiga no puedo embellecer
la belleza es usted.
VANGUARDIA:
I
Vanguardia
Oh vanguardia, tu azar,
no cabe en un hilo,
hendida, alzada,
de enhiesta flecha, clavada,
un ojal que surte grietas
en estas quietas esperanzas,
bañan y se bañan,
vuestras destrenzadas
primaveras.
II
Ocaso rendido
Ajuar del astro sostenido,
suspiro a media tinta,
del profuso, profano, pagano
horizonte malva y su abrojo lanzado,
clavado en el verdor
de mis silos,
otra noche traspuesta,
que se me escapa
por la rendija, entre barrotes helados,
de mi cortina.
III
Cañaveral prendido
Ríos bajan, dulces aromos
al frescor de albas derretidas,
fluye, vence su iris de plata,
espumas de blancos chopos
cabalgadas.
Frente de húmedas azadas,
lágrimas saciadas
del verdor de campos
cual guadañas,
y su casa será eterno sollozo
de hadas.
IV
Canto enterrado
Por ti mi alma,
cuervos rinden pleitesía de negra ala,
acequias no son grises yagas,
yo quien te da sangre,
tú mi hoguera que ni quimeras
alcanzan,
rendida jamás,
me alzas mi palabra
por cielos de espinas labradas,
siempre te quiero
verte florecer en este jardín de rosas
tus lindas alas,
de esta espiga te traigo la caricia,
de esta vida mi tiempo fusilado
sin despedida.
V
Soterrada vía
Alza resume y coharta
mi acequia verdadera,
sobre este famélico tren de espejos,
danza mi brío con fuerza e ímpetu
va que viene , desgasta,
la rienda enroscada en la espuela
de mi saliva verdadera,
como un azote de la noche
y su vieja escuela sangrando yagas de luz
silenciada en el regio hastío
de este rey lucero descansando su frío resplandor,
entre sus corajes sembrados.
VI
Sol de cristal
Oh lugh, invencible al crisol
de tus lenguas travesadas
fiel carrusel de rayos sin secuela
de su rizada espera,
blanca luz de tu vera,
entre compases que hielan,
a tu vespertino canto derriten, despiertan
tus mil llamas liberadas,
desnaces a la noche que aguarda,
oh Sol de mis soles,
acoge este iridiscente canto
en tu seno en mi pecho que te aguardo,
al fragor de serpientes frías,
al valor de fieras enardecidas,
bajo y bajaré para alcanzarte.
VII
Bocas de espuma
Libero ásperos aguaceros, vientos
de mi pueblo desierto,
me conducen a verte
mujer de flores entre horizontes
que escapan fugaces,
entre olas de colores,
yo con la ineptitud de estos antaños,
míos, dulces, inconclusos, repletos
en vasija de dolor sabor hondo
y alegría elaborada,
en campañas de etéreas travesías
donde el final eres tú,
un pétalo, una fuente y un ovillo.
VIII
Libero el nueve
Osadía de cerrojillos ciegos,
entre brillos asmáticos del corredor,
por este aspa, por este candado
vendo que regalo mi dicha consumada,
ojo del buen cazador,
matemático placer enjaulado,
por ojos abiertos,
por un pañuelo, donde secaba lágrimas
la hilandera,
destino abierto a la única primavera.
Afilaba surcos de hogueras
al final de la contienda,
mi letra y la parca efímera,
como pez en tierra.
IX
Del famélico trigo nacido
Reza que escapa, su luz en una botella,
al ocre deslizado se abría,
un parpadeo de la espiga,
un estupor que abriga,
y la rima fácil de tonto día,
liberarse puede de toda sangre
y ser hasta arena de la tierra,
de la espiga venidera nacido,
sólo al astro entiende,
desmenuza sus cuchillos,
afila su vida como aspa
enamorada de su tierra.
POR ESTA FUENTE FRÍA:
Resogo este empeño,
traspuesto a los fuegos
del hombre
y su cuerda,
pasa los tiempos llorando.
Diestro, ambivalente
en dirección umbría,
vive colgando huesos
de sus pestañas huecas,
bajo mis sombras,
cenizas laten,
la quebrada fluye,
un iris
de ojo negro
en estos pilares
de fuego
que me alzan
estaciones que correr
años que nacer
en tierra abierta.
Estrellas que matan,
mi aliento de piedra,
atravesando estos ojos
brota mi fértil lluvia.
Crepita mi dragón
en esta fuente fría
profundo,
arde su brillo
de oscuras alas,
retinas, un frente
la caída de esta falcata.
En este cerrado horizonte
rizado, expuesto, consumado,
mis soledades tejen.
Una encina
que lejos habla,
que cerca grita
yo soy por siempre,
eco que se rezoga
entre verdes valles
que teñidos
en furor de sangres.
Ay la tierra.
Ay de ella,
sé mi hundida victoria,
por este umbral
silente que marca
mi frente,
por este puente, por esta cepa,
el ruido es fulgente,
los ocres rinden
en colapsos de tules
iriscentes.
Cabalgaré el astro
traeré esta flor de luz
a Hipsípila,
de una montaña
a un dulce valle,
injertada la sombra
la vena late,
traigo la creada ascua,
por si reverbera,
sobre un tiempo muerto
en el que no dolía
esta rivera.
HOMBRE LEJANO YO:
Hoy abre su pupila
una mirada energizada,
abre mi retina mi profunda luz,
clavando en mi mitad
una serena claridad
radiante, profusa, abierta,
mi destino danza en las sombras
mi ser de luz estalla al fragor
de esta luna apagada
y su eclipse de penumbra,
de umbral nacido
en madre oscuridad,
y su latido que alcanza el soñar,
de mi vieja escuela,
párpado en ocasos sembrados,
cabalgo a la novena estrella
por si yo la alzo a ella,
recuerda tu creencia,
desnudo su ámbito en mi hoguera,
abre la puerta,
pasará mi resguardo efímero,
su disparo de letra,
surcaré tu infierno,
te rescataré
en un beso,
sí yo seré grande como el sol,
mi cuclillo te dirá
sentidos granates me trepan,
porque soy mentira,
soy tu mentira rizada
de que no puedes ser feliz,
y que este alma lata,
necesito el brillo,
romper la línea,
avanzar mis filas,
seré resquemor y sangre de espiga
en tu pelo,
seré yo sin prejuicio,
orgullo, beldad y mentira,
realidad y sueño en la grieta
de tu razón,
seré afilado como el corazón,
orgullo, honor de este clavo
sin tijereta de espejos
sin casa, sin caracol
que no sea amarte sin razón
porque mi razón soñó
desde que te encontró,
al fragor de ascuas preguntó
si el destino clavó
y yo desentierro hasta el miedo,
por qué no puedo osar su furor espigado,
por qué mundo
por qué me tengo que conformar
con ser hombre de lejanía
que siembra sus silencios
en su huerto de luces y rayos
de luna, seré el espejo derretido
carne de imagen consentida,
acércame la caricia,
mi mundo desvanece en letanía,
quema mi petición fumando el cigarro,
y que esta ventana me arranque el alba,
espectro soy
del vivo silencio enjaulado,
mi ternura consume el Sol,
por esta reja,
por esta cerca,
por este tapial,
mi yedra nace
para más alto escalar,
esta fiel atadura cristalina
sulfura, visita la inquieta estampa
azogada en énfasis de su compostura,
para nunca olvidar
para nunca más pronunciar
mi propia lejanía.
BROTANDO DE RAÍZ:
Dentro miro, florece el álveo,
un iris marcado, trenzado en espiras
fuego y su volátil marca de luz,
si nacer acaso partirse pueda,
sería una hoguera de purpúreas
y negras llamas, sería un camino denso,
como el crepitar de la forja
duro y endeble, maleable y quebradizo,
fulgente y voraz,
al encuentro de mi nuevo crepitar,
y volver a nacer del fuego
con su lengua que me sostiene
como la primavera a las flores,
desnazco hoy para volver a morir
y crearme de la nada,
ni la espada más aguda podrá
guardarme el filo,
agudo y ágil, duro de escarpia helada,
ojo de mi ojo,
carne de mi azada,
sol de los campos,
agujero de luz,
alma sin nombre ni alarde,
lo siento mundo
soy invencible,
de mi pestaña nació una nube
lloró tinta, mi sangre esquiva,
he creado vida
sembré un alarido de simiente,
le contestaron el verdor y énfasis
floreciendo silvestres caléndulas
un latido me alza
partiendo sombras,
soy pleno, completo,
y nombre puse a ellas,
tenían sabor a bellas hadas,
brilla este agujero del cielo,
cuelgo mis suspiros en verso
acaso bajaran,
pozo de mis recuerdos
en verde musgo
mi fantasma muerdo,
de una espiga floreció su vida,
de una espiga traigo la sangre,
de una espiga ríe el granate,
ocasos ocres, misterios en copas azules,
me bebe su cuello
la esencia erizada,
la belleza desmenuzada,
por el dragón de mi fría fuente,
no me verá caer la lluvia,
sólo ella y a su poder
alzo esta tinaja,
inmortal me lleva la acequia,
su verde limpio, sus florestas destapadas,
me bailan rizándose en mi pecho,
sus venas labradas
entre su cuerpo de tierra,
no me pisarán nunca jamás
mis luces sembradas
de mis caléndulas arvensis,
mis silvestres flores de difunto
con las que recuerdo
que la vida
es más corta
que el paso de la muerte.
ACAMPADO MACIZO, VERSO Y ENTRAÑA
Señor sentido granate,
violeta malva
de este sueño cabalgado,
vuelvo a ser yo
en la sombra de tu corazón,
quieto en las aguas
silvestres aguas
vida para ser libre,
miradas a un pasado
que se hunde
que emerge en las bocas
era yo ese yunque atravesado
de este alma que no elegí.
Compostura arde
el ojo y cabeza de la aguja,
compitiendo conmigo
destrenzando la sangre
de este horizonte estirado,
parco, exasperado,
todo cuelga del astro,
yo no estoy despierto,
esta vida derrite
mi osadía de cuervo,
por lo que quedó sin decir,
tus mentiras eran erroneas
de un océano abierto,
este lo cruza mi hombro.
Este invierno grita en frío,
mi vida comienza a sonar,
todo empieza hoy,
mentiras lejanas
verdades silenciadas,
vida del humo en esta espada,
en esta esfera desdoblada
soy yo quien habla,
de sus lagartijas refugiadas,
estoy haciendo
una creacion del rayo de sol,
atravesado por mi línea,
esculpiendo abrojos,
de clavos irisorios,
Yo hablé con el fuego
dijo estoy creando sombras,
sigo vivo en esta hoguera,
con este destino criminal
de crear el demonio que baila,
rodeando mi cara,
este crisol de cuchillo
y esta escarpia acrisola,
encargado soy
de abrir la acequia
sí de mi tiempo,
a veces quieto,
a veces sin vuelta atrás.
Nací de una almendra
estoy más estable
que una semilla,
sin brotes de mí.
Dime árbol mío
si todo lo dí
en qué fallé
yo nada esperé
y solo tuve cariño de una sombra,
que me habla en poesía.
Seguiré mi curso sin mi nombre,
y que mi sangre sea que abre
en claridad de todas
las flores del valle.
La vida se pasa mejor en compañía
si no es así
que el arte me envuelva
en su ala caída,
yo fiel lo elevaré,
alzaré fines y comienzos
de su letra y piel,
lloveré noches con poesía,
sembraré versos como puñales,
la sed querrá beberme a mí.
Ni superior más que la perfección
yo tendré,
estallaré el gozo
en la retina
de mi despierto Lucifer,
para esta vida
y todos mis gritos
que vengan.
Yo seré el árbol de mis cenizas
alzado, enarbolado.
Sagrado.
SANGRE, TIMÓN Y VELA:
Aguardo, tiempo atrás
mi sombra volvía luz,
esperando el momento de nuevo,
de cruzar la línea
dentro de la noche otra vez,
todo lo anhelado
todo lo cruzado
frente a mis ojos está,
detengo el horizonte
agoto espirales, sueño alto,
todo lo conseguí en su mano,
aguja de esta aguja que abre,
y soñó conmigo su primavera,
que era la primera,
hablaba la margarita,
bajo estos pies
tierra siente,
bajo los pies la sombra
latiendo está,
lejos cruzo la senda
y el nervio se afila cual cuchillo,
metales de metales hieren, voltean
este surco labrado del ansia,
un soplo y se difuminó
un soplo y se dibujó
su estampa quieta, etérea, inamovible,
cual ascua de llama que no se consume,
carne sin carne
sólo piel de mi deseo, perpétuo
avanzaba sin aspa
me encontré con mi templanza
era mi camino
era mi ascua.
II
Esta es la luz, siéntela
lanzándose afuera,
cruza mi barrera
polvo de estrellas,
cada día estampa quieta,
cree, viva esta materia,
quédate, mueve líneas,
avanza filas,
nunca te dejaré marchar,
vida para el vivo
y nunca morirás,
no te lo permito
mejorará tu huella escrita
vivirá este haz,
cada día, cada momento
eres lo que siento
algo para nunca olvidarlo,
escalando este sol,
corriendo este alma
espejos y cristales tiernos,
un cuarzo de lustre olvidado,
pasados, antaños atrás,
un día amarás decir
he resurgido de mis cenizas
de quien yo era,
buscando paz,
sosiego rizado cabalgo,
nada torna lejano
resurgiendo contigo,
palabra y torna vida
esta azahara de azares traspuestos,
al brillo a esta escarcha que me habita,
es el final del miedo desenterrado,
morderé la estrella,
perderé mi control
encontraré mi camino
dentro de la luz
fuera de la noche,
rompiendo, quebrando,
alzando, alzándome,
y no me detendrás sin tus brazos,
mantenme fuera, nunca podrás
sin tus brazos
sin tu abrazo.
III
Estados de tu mente,
que estoy esperando resplandezcan,
muchas noches
en vela, con timón y pluma,
todo comienza a sonar,
la lluvia baja arriba,
es la vía que la mentira se marcha,
camino mi manera
estudio el ocaso,
comienza, se abre la tijera del cielo
para ser hoy todo lo que quiero,
me mantendré a solas por ti,
así me lo clava la sangre,
que aguarda
que dibuja todos los cuadros
de mi creencia,
de mi serenidad,
no puedo ver el blanco sin ti,
todas las retinas para mirar,
pero solo este corazón
para sentir.
RETINA DE OCASO SOSTENIDO:
Febrero 2016
No me desanimé,
estoy flotando hasta la luna,
mi soledad está comiendo mi tiempo nervioso,
y por la mano estoy caminando solo esta tierra.
Un cuchillo de hierro se eleva,
para estos sentimientos sueltos.
Oscura mi vida,
con ella nada de ella es posible
en mi mente
esta clase de locura
corriendo por
luchando por el acero,
descubre mi falta
desatendiendo mi muelle,
una vez más
no me despiertes
sólo recuerda lo que dije,
no me despiertes
no puedo sentir en este silencio,
si usted está allí,
estoy muerto.
Nunca ha sido tan fuerte,
sólo recuerda quien envié,
solo recuerda quien era yo
No me rompas,
La luna, las estrellas que estoy tocando,
para descubrirme
para descubrir que no me siento de nuevo,
soy dulce perdida
en mi camino,
descubro que estoy muerto.
Levántenme hasta los insensibles,
abajo orando los cielos,
el producto es mi vida silenciosa
hasta las noches oscuras
de dolores,
la única diferencia entre tú y yo
me siento en la noche oscura
porque mis ojos no se abren
y ver mi vida en negro,
estoy muerto por este tiempo silencioso,
respalda tus sentimientos,
no camino más tiempo,
y miro mi tiempo,
disparar y disparar la luz.
Sólo tú eres sólo yo,
la línea es para siempre,
en sumisión,
ardiendo el infierno
rodeando mi vida otra vez,
ocaso acolchado de la primavera,
es hora del grito otra vez,
para este cielo,
todas las esperanzas que llegan a la tierra,
río de mi sentido,
ángel congelado
yo soy el hombre
hermosas mentiras de ti
crece tu corazón
dentro de mi cabeza,
nacido de nuevo,
llama a mi puerto para cerrar,
tú eres mi mar y mi barco,
alcance silencioso, imaginas todo,
travesía cerca, un cauce de sangre
estoy comenzando ésta,
puede sostener mis brazos,
la noche vuelve a sonar,
mi tiempo de matar el dulce tormento
de dolor,
y mi ternura flotando por,
actualizo mi destino,
yo soy para siempre,
soy tu calor
estoy caminando por tu calle,
abiertos estos cielos y su calma,
volar otra vez dentro de mi cerebro,
se bebe sangre
por mi vampiro en la vena
ojos bonitos,
hermosa boca
es tiempo para la eternidad,
yo soy para siempre,
pasado mi tiempo en la piedra,
ojo roto en el hielo,
mis ojos en el fuego,
queman el cielo de nuevo,
voy a su aliento,
voy a su fuerza,
ojo ciego
mi silencioso sueño de ti,
mi espíritu vuela de nuevo,
agua, fuego, tierra, viento
mi alma está creando un nuevo reino,
lleno, sombras caminan sin parar
es mi poder de la luz
dentro de esta noche.
perdón siempre lo haré en tu sangre.
En 2015 original escrito en inglés.
UMBRAL AL DESTIERRO:
La sombra salta,
se acurruca en el crujido
de este hueso,
nace un campo de espinas
dentro mi último filo proscrito,
y se va a las filas,
sonriente fulgor entre sienes,
sopla y sopla
no borrarás mi sombra,
se construye el puente
de los ojos abiertos,
espinas atrás te recuerdo,
puedes encontrarme
en la sangre sin vena,
en el café de mi destino iluso,
sopla y sopla
no alcanzarás mi oscuridad,
alzo este mi parco latido,
cumbre tras cumbre deshojado,
clavando su rosa y su cuchillo,
estampas del viento
entre párpados del aire,
vente a la negra estación,
este invierno azul se escapa,
entre pájaros dormidos,
entre riñones de nubes,
y soles de cerilla,
abro esta legaña
justo para llegar
donde el tiempo acaba,
y se marca la noche sin luna,
un descampado en el cielo,
una espiga
y una flor de sangre,
complemento perfecto
de este alarde,
una nota fugaz,
al compás de un transparente trino,
arde un sí bemol,
barreras esquivas
y su caracol de espejos,
mátame silencio si puedes
ya estoy muerto clavado en tu vientre,
azoga un vibrar de la soga,
otro miedo que colgar
sí del pescuezo,
temple de mi sinfonía,
el frío me está llevando
este laborar sin panal
me deshace,
quién viene a esta rueda,
llamada incógnita,
atraviesa conmigo
el centro de la llama,
abrirán centellas
sus pestañas iridiscentes,
por toboganes de luces desteñidas,
tantas mentiras eran cercanas,
adiós color, adiós flor,
apuñalo tus lucientes
hasta encontrar retinas de ojos navegantes,
esos por los que el brillo está desnudo,
y la razón vive en un capullo.
CRISOL AFILADO:
Un iris vespertino
que huye, escapa, se esconde
entre fugaces simas
que acrisola.
Late en compás de labriegos
marchados del aura,
de su iris compañero
sortilegio de destellos sin alba,
listado irisado de surcos de latido
militancia fulgente entre rayos
de enerbado tornasol,
naciendo su vena tornasola,
como parpadeo de cuchillos
en el que habitar tu mirada,
algo que anclar a tu sonrisa,
sin prisa sin ancla
mas que esta letra,
más que unos ojos de infinito horizonte,
es un amor que resplandece,
y por tus labios crece,
cumbre de mi filo
bastión de solares
donde el sol eres tú
mi Lobaluna.
Que yo soy hijo del mar
de tu boca,
rezando en el borde
del renglón,
cantando con un cuclillo
que si la tierra se hunde
y el mar se cierra
viviré en tu entraña,
como olmo de tu márgen húmedo.
entre solitudes fervientes
y acuarelas de cielo
elevaré mi te amo
por si baja y seas tú
quien lo escuche,
atravieso océanos
dejame ser como el último intento de la ola,
y sembrar tu tez con mis versos de espuma,
afila mi limadura,
salta un corcel de vientos escarchados,
un destino sin piel ni tela
un marco alzarme
en su corazón desvencijado,
ser como el rocío primero
en quedarme en sus labios.
GRILLETES DE ALMA:
30 de enero de 2013 a las 11:00- ·
Amanecer despierto
en este horizonte de fuego,
como demonio antiguo
avanzo tu cuerpo
en tu pupila me deslumbro
sigo el camino de las rosas
en sangre su esencia de amor
me ahogo en el dulce tormento
que desvelaron tus labios,
tus caricias arropan mi sentimiento,
como condena
no encontrarte de nuevo
en este arrullo no huyo
en los latidos estallo
y la estrella quema el desvelo
de noches y noches soñando tu cuerpo,
hoy en tus mares fluyo,
hoy de tu calma me apodero
para nunca más ser sombra del pasado,
como la malva enraiza la tierra yerma
en tu recuerdo entierro
mi mayor ilusión
esa que nunca te abandonó,
si miras dentro de tu interior
allí estaré amor entonando
mi canción de amor
a las lunas sempiternas
que envolvieron tu ausencia corazón,
soledad con oscuridad
clama la espina de mi corazón ,
en la roja sábana de tu calor
quiero anidar mi ilusión,
anhelos como cuchillos clavados
en el cielo de recuerdos
horizonte gris que baña
este el mío cuerpo
a la cuarta campanada de las doce
en su mirada tiembla el mañana
quiere tu sonrisa amanecida
en mis labios descrita
como los rayos de sol de tus cabellos
y los pajarritos cantarán
en nuestra ventana
trayendo los amores imposibles
que separados nunca soltaron
el primer desvelo de sangre
enamorada del corazón,
hoy canto a esta sangre mi dolor,
años pasan despacio
a golpes de silencio luchando
con la templanza
luchando a golpe de olvido
separando nuestro destino
que se unió por un beso
y donde no llegué a entender
perdí las flores de tu piel,
caballero sediento en las batallas del ayer
como el inicio del sentimiento
vuela y gira por mi mente
como encontrarte siempre resplandeciente,
he venido a hierro a matar este silencio
he venido a beber las amapolas de tus labios
a decirte que recuerdo el sabor a fresa
de tu pintalabios,
a que en mis noches
quiero sacarte de mis ojos para tenerte,
y la sabana fría se viste de tu melodía
llega el violeta en su caricia
su voz del alma hecha súplica
de tu caricia,
grillete y cadena de mi espíritu
a amarte eternamente
hasta el final del latido
donde mi silencio se haga eco eterno
de tu recuerdo,
y la hiedra y cicutas envuelvan mi cuerpo
aquí quedará escrito este amor
que en dificultad
y sin saber años y años de tu mirar
late igual que ayer
por ver junto a mí tu caminar.
Te amo quizás sea algo
que nunca cambiará.
നുന്ചാ അസുമിര്ഇ മി ഫൈനല്
പൊര്ഖുഎ ടെ അമോ ടെ വെര്ദാദ്.
AURA ACOMPASADA:
Azar provocado,
algún día despertaré
para construirme a tu lado.
La tierra plañirá
soles descalzos
a llenar con la imagen
de tu vera,
los ocres abandonados
lucirán verdes,
rayos de esperanza
habitarán los ojos
del lobo amor,
las fauces sigilosas
saciarán el hambre
de firmamentos sin ocaso,
el ser crecerá como espiga
que florece a tu lado,
no habrá dicha sin caricia.
Ni versos sin corazón,
mi sangre clama
que fada,
mujer de flores silvestres,
mi ser te ama y llama
en hoguera
de retina encumbrada,
entre los campos
que la razón tiñó
en flor,
por si despacio
enraízaran tu ilusión,
deslumbran
auras bellas irisadas
al fragor de ondas
bailando tu interior,
me derrito este día
para alzar un grito
de azul espada
hasta cortar el cielo
a mi amada fada.
ÁNGEL SOTERRADO:
Fiel compás en tierra desvencijada
ojos en llamas, clavícula listada,
alas en cobre ancladas,
soturna puerta
de la inocencia marcada,
en sal y cal derrama
lágrimas de oscuridad asolada,
una espera en la que cae el sueño,
desvalidos sentidos ciegos,
idea luminosa que se acerca,
clavos en rojo de vida,
cuadros de felicidad perdida,
aberración con patas cabrías,
guardián de los ojos de la libertad,
tiempo descendido marcha atrás,
dignidad en las profundidades
del hombre, y su cueva
de ojos grises,
es un sentido que ya no agitan
las alas,
murciélagos errantes
en atisbo de libertad,
ojos de polilla sin la era lumínica,
se expande un sombrío
caballito del diablo,
la oscuridad reina ahora
en las fauces
del tiempo dormido.
HOGUERA EN ALARDE SIN ASCUA:
Brazos del tiempo, lejanos
un iris abierto a la escarcha escarlata,
brillos encendidos de un ayer
y su tijereta subordinada,
sujeto a la sombra
de su cadáver de luz,
no puedo creer este invierno
que se esfuma helando el miedo,
lluvia cayendo hacia arriba,
se afila mi avenida,
qué es lo que comienza,
otro grito excomulgado
afila la grieta de mi pared,
estados de mi línea a solas,
cremación de lo vivido en una hoja,
mi ciego sol
ya no se alza en su albor,
nubes volvieron
al destierro de mi despierto,
romance oscuro entre nubes de plomo,
soy libre y cada noche que vence
a la siguiente,
soplos de sangre férrea caricia,
atrás estoy alzándome
una vez en la vida,
generación ciega
rinde tu bandera
mi linde no posee dueño,
lo que crece vaporea su eje en libertad,
las abejas son servidoras de las flores,
la montaña escala y raja
al horizonte pulido de aspas,
firmamento recto en ocaso de malvas,
puedo escuchar
el laborar de los molinos del alba,
por mi silo noctámbulo dormido
se alza el trino
de mi vieja escuela,
caminando por las calles de enero
de este año nuevo redondo,
un crepitar sin transeúntes
sudores de semáforos,
escaparates de sienes rizadas,
destilerías en venas,
compás de las gentes
tejidas en alambres,
cómo cerrar el oscuro suplicio,
habrá que volver a comenzar,
abro el sendero
se ciñe mi espiga
en flor de caricia desangelada,
en tu mentira yo estoy
y voy a estar hasta el fin
del señor tiempo.
RIZADA ESPIRA:
Afilada esta araña
esparce el verso de espuma,
entre una fiel madriguera
de la letra y una despedida yerta,
acicala sílabas,
en el herbor de la sombra,
puede verse el ocaso nacarado,
arrastrándose la idea,
vengo sediento
por el oscuro túnel,
que todo se hace verdad,
una alimaña me brota la garganta,
hilvana que hilvana
mi sentir preso de la montaña,
al verdor de enebros
y sotos sin lengua,
todo lo dije y no dije nada,
congelada la mañana
quedaba construir un paso
furtivo del cielo que sujetaba,
llegaba la hora
de enterrar mis abrojos,
por si despertaran de ojos verdes,
blanca la idea conoció
un suspiro de tres caras,
estaba en el bando equivocado,
el cigarro se consumía sonriendo,
el frío era frío por así verlo,
todo se retorcía
y quería volver a comenzar,
vamos eres libre,
eres brotado de mi aliento,
si tienes suerte no te enterrarán
ojos incáutos en su pozo de olvido,
puedes oír y soñar
como sueñan las fuentes
que son boca,
como la primavera sueña
que las flores son sus hijas,
levántate y alza estas penas
y su recámara,
que estamos casi a un mes
de conocer la flor,
de mantener a la derecha la vida,
de romper la línea,
te encontré, desgañitada la siembra,
era un partir sin mirar atrás,
brazos de hoguera
con el ascua rizándote la cabellera.
Oscura luz goteándome la tez,
un segundo de largo
y sonó un redondeado afligido
entonaban entre alambres
las sonatinas y su amarilla fauce.
VIDA DE HIELO ARDIENTE:
Horizonte de la caída de este solferro
a reinar como una falcata de rayos afilados,
hondos ojos fijos en solariega planicie,
donde frías juegan moteadas las flores de invierno,
el reposo de la vida que se fue a dormir,
como un río de luz brotaba la escarcha,
un diciembre tardío saludaba
con sus manos heladas,
acariciando estos campos redondos
de cardos y caléndulas silvestres,
era un día de hacer manteca,
a mí el frío me hacía sentir vivo,
en este soliviar traigo mi espada,
pongo a sentir la tierra a mis versos,
que con cepillos de grama joven
se blanquea mi calzado,
viajo en mi mente
por el cuchillo calizo de la piedra
del caserón terruno abandonado
que posee mi padre,
rodeado por el fervor de pinos de monte,
donde próximas hacían nido las atochas,
a perdigones que son de la tierra
como la montaña a su roca,
cosas talladas puras como amaneceres
pulidos sin grises hojas,
ola rota mecen mis pasos
de un mar olvidado del que cepas anclan
sueños de vida,
del terreno en el que grillos esperan
el frío en sus agujeros
y su despertar para morir al acoplarse
a la melodía que teje la vida.
Avanzo en este campo de víboras
para ser yo como mochuelo recogido en su olivo,
como mis pasos gorgojean las carrascas,
todo mi mundo reverdece
para mí siempre es primavera,
y mi bravura llora flores por mis venas,
hasta tener del cielo
la malva del alba
hasta trepar las yedras del profuso claro oscuro,
del cielo y su luna cuarteada de platas auroras,
me nacieron simientes silbadas,
y mis ojos enraizaron el campo.
TRILLA MI IDEA:
Canta mi cuclillo canta,
picotea en mi cabeza,
entra al silo de mi idea,
donde telarañas
coagulan mis pensamientos,
abre esta puerta hacia mi oscuridad,
allí donde negros ratones
cobijan con fijos ojos
mi sueño sin desempolvar,
me conduje por escalas
donde colgaban brillantes ojos
sin pestañear,
arriba donde se acumulaban los sacos,
un murciélago despertaba,
era como una sombra que flotaba
entre llenos agujeros de aire,
sombra con alas,
la guadaña estaba recta
pareciera que me esperara,
la trilla afilada,
era nueva de esta primavera
el grano no vio su oficio,
respirad este olor a trigo muerto,
habitantes de mi silo,
hasta la araña teje con tesón
su geométrica hambre,
pardas motas salpican las paredes
por las que corre pegada la salamanquesa,
grietas vivas por este frío infernal,
arriba la sangre parecía evaporarse,
sólo quedaba yo
y esa sombra colgada del techo.
FORJA DE MI SANGRE:
Avanzo esta tierra abierta,
sangre y lágrimas,
hundió sus zarpas,
el honor de la vieja luz,
vieja urdimbre
en venas de cristal,
venga a construir
la casa abierta de niebla,
abra su puerta de oscuridad
es mi mente,
que como un azadón,
hunde entre altos tallos
de mis pensamientos,
muchos días
que me pensé sembrado,
pasó mi negro caballo,
brillaba este pantano,
entre recuerdos de un alba
en que no dolían
y hacían flor,
lengua de metal
hundía sacaba terrones
para oxigenar mi dolor,
anclé mi sombra,
la puse a dormir
entre la grama,
brezos y caléndulas la acompañaban,
barriendo los campos despertó
esta alma sonámbula,
con el zumbar de abejas caminantes,
con el soñar de las flores
que eran mariposas,
avanza mi surco,
cava mi padre recto como su azada,
y los veintisiete años que nos distancian,
es su trabajo su azada,
que alimentarnos desde la ciudad puede,
sueñan mis versos
que fueron construidos para luchar
luchar contra la sangre del hastío interior,
flores que brillaban sin desesperanza,
altas miras en sus estambres,
un polen de estrellas despiertas,
la miel de este intelecto
que abre sus grilletes,
que asoma sus brotes
a la ternura del cariño sembrado
por venas de mi misma sangre,
amo esta vida
como no amarte padre
si tú me sembraste.
OJO DE TIERRA 2013:
Un silencio yerto,
se abre esta noche
por ensordecer,
reflejos de resplandecer,
en este frío de ayer,
pasos de silencio roto,
abre una espiga
un respiro, un latido
envilece mi procesión de fuego,
cristales que se rompen,
visagras que se doblan,
esta noche
de la nube de antes de ayer,
todo se alza
para llegar a ver,
recorta este hálito de tierra,
un suspiro ciego de hiel,
llega para enloquecer
mi sangre que tiene sed,
he salido del infierno,
quién me va a detener,
sombras que gritan,
hielo que sostiene,
mi cruz del horizonte,
por descender,
afilo mis colmillos
hoy se verán morder,
esta ventana de sed,
rebotan los tiempos,
muriendo,
diáfano espacio
de ausencia brillando
su infinito parco de cristal,
llegaba otra primavera,
sin celda de madera
chirriando su carcoma
que mordía este cielo
con su moneda
que brilla mi idea,
esta tierra late,
esta mi sangre fluye,
cabalgo este acre torcido,
recorren florestas
naciendo, brotando
fundiéndose con tierra abierta,
soles lloran escarcha.
del nacer crepitando,
te juro que avanzo
hasta ser esencia de río
granate de mi lustre colgado,
debo aguardar
debo escuchar
este patio,
hablando con la araña,
que caza bellezas,
un día recordará mi tiempo
que fue mío,
dejará de estar perdido,
y este poema me dará de comer,
por tener dos mil cien,
creciendo en sus ramas
de sangre negra,
ay la tierra,
sí esta tierra
que me vio crecer,
por la que siembro
mi flor de viento,
desnaciendo el tiempo
que lloró mi ojo,
siendo de tierra y para ella,
abro que domino
esta ceniza que me lleva.
Clama la flor, abeja del lugar por gritar.
- Ven, toma mi néctar,
déjame compartir mi vuelo contigo.
Réquiem por la flor, oda por la margarita
con su mariquita, sauce caído,
cobijado tejo, crepitando:
- tú eres primavera.
Olmo viejo en retozo,
quebrado por la aguja silente
de la carcoma.
El cadillo miente, mientras el abrojo
clava el sentido, quiere la amapola
ser la alegría del lugar.
Cuando el brezo enraíza
el alma de sangre
por derramar mi cuerpo yerto
en la navaja, mientras
la lavanda amamanta la abeja,
y abejorro que llamé genaro.
Amaranto el firmamento
llórame una estrella
y su hueso de luna que
rompa firmamentos
en auroras,
que venza colgándolas
de las pestañas,
y mientras las pupilas
en sombra abren su cueva
en la clamada verdad.
Soñé, te viví, te besé,
te anhelé, te abracé, te sostuve,
te mecí en mis brazos,
te acurruqué, te dí de mis labios
de beber; hice tus piernas
recorrer en pasión,
te viví desde pies a cabeza
y siento decirte algo:
- que no me gustó, me encantó,
me emborrachó, me drogó,
si acaso, hubiese posibilidad
de que yo no estuviese muerto
sería por tu recuerdo, amor.
De este cementerio viviente
que me dejen ser la flor,
que por lo menos
a un muerto da calor;
y al difunto, la caléndula su luz,
adorada, nacida del rayo de Sol.
Quien te quiere, te quiso y
te querrá desde este corazón muerto
te amo en albor flor tras flor,
elevado resquicio de caricia
de Diosa Ostara
en resquemor de primavera
cardos brillando en espina
de dolor, desde mi nicho
pido mi nicho de espinas y de cardos
cuando llegue el momento
si no a mi no me entierran en este cementerio del que vengo
y que la parca fría venga a por mí que este hombre
ya ha muerto y su último suspiro
fue un yo te sentí amor
voy a tu encuentro.
Diente de león por clamar
el prado yerto,
donde lo vivo son las plantas silvestres
incluso el cardo de las damas, las malvas,
las piedras agujereando el terreno
molinillos al viento, por gemir caléndulas silvestres y
papaver hibridum, amapolas roheas sangrando
borbotones de sangre de tierra por brotar
plantago por llenar el campo de espigas con flores,
todo escarabajo gozando de la flor
cómo decir que la flor sea sólo la flor,
si del reino animal es templo, hogar y morada
donde todo empieza y todo acaba.
Margaritas en envidia miran tus ojos
y luego miran las estrellas,
una sabia dice y afirma: son mejores
y más bonitos
sus ojos que ardieron los luceros,
vidas de tu entraña alborada, que el oro no es oro
sin mirar tu corazón;
Corren las amapolas, de tu sangre arden en hoguera
Las margaritas tienen el te quiero tatuado a fragua
de la flor que sea flor, belleza creada del rayo de Sol
y su albor mecido por dioses, acariciado por Ostara
el humor de primavera cuelga de las faldas
mientras mujeres hilvan
y trenzan sus cabellos en oro fino de seda.
Yo soy un humilde escriba de la flor de difunto
caléndula officinalis,
por la que el muerto
encuentra luz.
Bebo de quel cáliz antiguo siento las estrellas
buscando la respuesta para ser feliz.
En la planta en albor que crece del rayo de Sol,
sabiendo un secreto de druida de que si miras el Sol
al amanecer minutos y minutos todas las plantas en flor silvestres
brillan incluso más fulgente que el rey lucero,
todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,
a través de la caricia nos trae Lugh.
Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris
que apareció tras mirar fijamente preguntando
a una flor de difunto me comentó
que podría indicarme de la tierra
donde todo es libre, no hay dinero, todo vive por suprema
ley natural, sin miedo ni odio.
Le pregunté a la lombriz que dónde quedaba aquel lugar,
y me dijo con amplia voz:
- bajo tierra.
Monte elevado en el horizonte,
brezo, encina, carrasca, esparto, espino,
todo crece en albor sin preocupación suprema
nada más que seguir viviendo y echar generaciones.
Hoy me desperté y contemplé la ciudad con todos
los edificios grises, como sus gentes
todo pasa de tierra y aquella que me dijo la lombriz
boca gris me espera, así tenga que estar mi cuerpo
frío, caído de hoja en otoño, no espero vivir eternamente
ni ser festín de gusanos tempranamente.
Yo acabaré por entender la mentalidad de aquella lombriz
de su tierra, que no hay preocupaciones,
fue el ser humano el que inventó el dinero
y la esclavitud que trajo.
Amapola silvestre,
llévate mi sangre a las entrañas del inframundo
así como tus pétalos elevan la sangre de los suelos,
que tus raíces me conduzcan al tercer reino.
Ooh, espino amarillo, que bajo tus espinas
han visto infinitud de cal varios nacer los montes
y senderos, que todos llevan al mismo sitio
a perderse en el elevado espino de tu luz.
Ooh elevado, cuál sería tu misterio
para dejar a este escriba absorto.
Brezo silvestre, sin miedo, tras el olivo
te vi crecer, y una margarita cerró junto con el verso
de la caléndula arvensis que tapó con sus pétalos
en cuña, al caer la luna al cielo.
A tí genaro, abejorro de mi jardín
te extrano y echo de menos, bonito.
Corre trémulo a desvoz el cosquilleo silente,
que avanza, que recorre tus piernas en ambrosía y miel de dioses
junto con tu aura y alma de dulzura sacada de raíz de la tierra, mi hada
ni una flor se te cayó, ni un pétalo dañó, agarraste enraízada con albor
y tú tragopogón, duende, el mismo destino de rey silvestre te espero
y aguardo en mi maceeta, ya que en lo que llevo viviendo
ni una planta se me ha muerto con mi don,
hasta amapolas comunes vieron florecer mis macetas,
hasta margaritas de manzanilla gorda, hinojos, brezos, jacintos silvestres,
crié como un dios creador, dador de vida incluso de la humilde semilla
de la calendula officinalis.
Encina del rayo crepitante, de mi ser llorando,
hojas escritas en sangre, enraizando sentidos sin descubrir
amando inertes actos incluyendo dichos sabidos
y en desuso.
Su condición asesina de la estampa en soledad
y pena de procesionaria
todo avanza en un sentido mientras yo me detengo a mirar
el cuervo que me persigue por poeta maldito, extraño mi casa,
este ataud es frío de tiempo muerto.
Este ingreso y ni siquiera puedo encender un cigarrillo
para quemar estos pensamientos parcos y yertos
como mi cerebro en esta lata de sardinas,
de cuarta planta de suspital de Alcalá de Henares,
donde nací y casi me sostiene eternamente la silente muerte.
Mi vida te escribo como gota que va a los mares
tú que fuiste altiva, ningún humano te pisó
los dioses honraste y te honraron
desde el cerro al abismo, tocado y acariciado
donde todo surca la oscuridad madre
y dama de noche sin afectarle el cielo
de la yerta amapola de luna desangrada
y su estramonio vestido de gala de estrellas.
Todos bailando en la fiesta de los no importados
menos la rosa y el clavel masculino
que tiraron abajo el telón para comenzar la gala
y el baile ganó la datura con la dormidera
por sus trompetas de los ángeles abriendo al clamor.
SANGRE DE OJOS:
Fauces amarillas
el humo de su tabaco seco
cuelga de su blanca sien.
Bocas de agudos filos
nada por todo.
Tomaba su café
de grano recién molido.
Como si goteara del árbol
del insomnio.
Era un hombre chapado de antaños,
dormía cuando tenía sueño,
comía cuando tenía hambre,
amaba más las flores de su jardín
que a las personas,
la amargura no conocía
si no se hubiese casado con ella,
su bigote recto comía por él,
era apuesto
pero le asustaba mirarse al espejo
y contemplar que el tiempo
podía más que él,
de diálogo era más parco que una tabla
agarrada bajo yunque,
no amaba el dinero
que sólo empleaba en gastarlo
en necesidades básicas
hablaba con sus flores,
lo extraño que le respondían en su cabeza,
consecuencia de la soledad avanzada,
seguía la ley del ojo por ojo
si le daban amor devolvía lo mismo,
en cuanto a odio este le temía.
Le gustaba sentarse en su mecedora
en su jardín y acercar comida
a córvidos negros como azabache
y obserbarles ,
era pleno, hacía honor a su vida
amando lo sencillo
cogiendo su armonía en una mano
con su cigarrillo
que blanqueaba ya su bigote.
II
Lámina del cielo
tu gris en estiaje
ángel del cielo teje
macabra sinfonía
lluvia se derrama aplomada
por su guiño de ala,
por venas cavas, su quitina,
estrechas vías consumidas
en atroz entrega
del mensaje del cielo,
sangre de tierra en zigzag,
río de caudal
por arterias de arañas,
por acariciar la flor del iris,
un barco y una vela
un puerto y una quimera,
una vida de aciaga solar siembra,
verso saciado cabalga
el colchón etéreo del aire,
hasta anclarse en valse,
sueña el viento ser capturado,
atrápalo en tu mano
y en la otra derrámate como gota,
precipita tu esencia bebe del cáliz
la yaga de nuestro vino,
infinito remansado en cuña de estambre,
es un ojo de tierra,
es una espera,
una inmortal fáuce,
la canción con la que bailan las flores,
un cariño de flamígera estrella,
un armazón dorado de escarabajo,
una casa de caracol,
ven, ven conmigo soy aullido,
una entrega de cuarzo llorado,
un cuchillo de silex afilado,
en el trillar del campo,
soy mis venas naciendo en un charco,
un sorbo y soy fuego en tu mano,
gimo y corro el vasto templo
de mi perdida religión,
viendo el devenir venir
cruzarse, deshacerse, alzarse
para acabar siendo tierra
del inerte azar profuso,
mi tinta se bebe un rayo solar
en patita de un caballito del diablo,
mi vaga libélula de mi suerte,
para que siempre viva
esta hormíga león
siendo mi cosecha más que tus besos,
más que tus rayos de sol,
siendo yo del camino y el camino ser de mí,
irisada vida en son de mis tambores
de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.
III
Seco y duro, seco y umbrío,
corría el linde quieto
por la arboleda despejada
daban las tres y treinta
de la madrugada que se marcha
por oscuro diván de la sombra,
un espejo tímido sonaba,
el reloj paraba,
con un grito de estrella,
su alcoba fría en la que despertaba,
no quedaba viento de palabra,
ni pensamiento agil que en eco no quedara,
lanzó aquel espejo contra el suelo,
y rápidamente sangró un borbotón de sombras,
se abría la noche y sus quimeras despiertas,
brotaba de su ceniza de pulmón,
el irisado que la oscuridad clama,
quedando para siempre
su alcoba fría y vacía,
sombra de aquel que sonaba una noche
que ya escapa.
IV
Fantasma del tiempo:
Indivisible fulgor ostentado
resquicio opaco de la luz
con sabor a fase de luna.
Invierno de los ojos veloz
en una gota de llama de vela
fuego del fuego creado ensimismado
quiero arder lo malo de la maldad
cuando sin sombra ataca
el humor de la sangre existente
si voz tiene cuál fuese dicho ente
hablándote desde la arteria
donde el cuerpo helado busca
y te busca verdad sin pestañeo ni apellido
sin venas surca la ola tibia y oscura
que nació sin viento ni mareada razón
de océano de versos
camino sin recorrido en yerto color
fulgente de la estación sin mente
entresijo de la mecedora
que sensación sola la mueve
con indicio de que la oscuridad me puede
fuerzas que escapan
a la razón del entendimiento
resguardo de luz que por verla doblega
a la insensata dicha escondida
que grita y se engrilla en aquella orilla
distante, que une y divide
ignorantes y sumisos bordes
de lo que existe por soñarlo
suspiro ese suspiro del hastío
y estío de mi río
escapándose a mi legible saber
un vencedor encontrado
círculo perfecto del equilibrio
en la locura nacido
en la frialdad del respiro mecido
yo te tuve, te sostuve
en la risa que dio llanto
en el llanto que dio risa
sin motivo ni razón encausada
allí donde la emoción era transparente
ni necesitaba conciencia para ser
solamente armonía que nadie te describe
porque fui yo quien te tuve
brevemente pero tu recuerdo pasará mi muerte
frío recuerdo de honrarte tan malamente
sin saber describirte
indiferente si vuelvo a encontrarte
porque eres lo más inusual,
te buscan y imposible de encontrar te vuelves
de la suerte llamada casualidad viniste.
Vengo del nacido sin nombre
del que hace lumbre del alarde del hombre
del espíritu parásito engendrado
y el veneno de mi sangre
te llegó a donde el camino se abre
a infinitas escaleras interminables
donde el surrealista se raya la mente
que del caso cuelga el Sol en cruz
en la pared del diáfano enervado calmo cuarto
marcando las marcas de los arañazos de su luz
que en negro dio su astenia quietud
horarios de su ser perdidos
en un atardecer que ya fue
en el azabache de mi bolsillo
sus sombras que recorren mi pasillo
me entretienen para ser fusiladas
al encender la luz,
no puedo creer el encontrarte aquí
inerte arte del único poema que vale
por no tener nada comparable
beso mis sueños que el oscuro espíritu
por no tener color arde
no quiero darte a entender
ni que seas adjetivo ni valoración
solo lo inerte de lanzarte al río y donde llegues
o lo creativo de guardarte en una caja
y enterrarte en el jardín,
para que te crezcan malvas,
es interesante que no llegues a materia
sólo a eternidad de quien te leerá
en mis sucesivas muertes,
ténue destello, elaborado albor
nacido del rayo de sol,
y la noche que ya calló
en las pestañas del amor
milenarios son los espejos de los astros
que dictan y laten en caricia
esa fría cuchilla que se clava
dándote finalidad y fin.
FIN
Miguel Esteban Martínez García a 19-02-2015
Pseudónimo: El Castellano
V
Te busqué voz:
Todo me lleva al cauce,
que te dibuja displicente
allí donde la muerte
se siente imaginada
puesto que ni la belleza simple
la piensa, ni imagina
ya que es de la enfermedad invento
no la voy a dar creativo alimento.
Inspiración lejana,
para encontrar la esencia de su ser
eterna eres ni muerte te veo
fuente nocturna, o diurna
o ninguna, surges a amplia voz
a latidos no puedo contenerte
y el que no sabe
ya está viviendo de ello,
el mundo nos es ajeno,
calma de tu calma invernada,
diáfana quietud
de tu silencio sembrado,
en el barbecho de mi pecho,
regadío del olvido
que a imposible crece
para letra ser
y beber la sidra de tu piel,
que ni la manzana prohibida
Eva la pudo morder,
iridiscente canto sin ser canto,
voy buscando belleza
habrá que darle ritmo
a lo inerte de la suerte,
aljibe donde encontrarte
bebiéndote en el tejo
de alabada montaña perdida,
que en sus arroyos y arrullos
me tumbé a mirarte,
me nació del helecho un curvo hecho,
con boca gris me dijo:
-Lucha que todo ser vivo tiene un motivo,
sólo le faltó decir
que del barro fui creado
mi tejo amado enamorado de la nube,
soñando su imposible beso
viéndola única porque todas son iguales,
menos cuando la atmósfera se cabrea,
manantial de los manantiales
los ríos del cielo
donde en espejo se hace eterno
para regar los campos que Castilla
dibujó a vid y Encina.
VI
Brepticia:
Desgarrado, desaconsejado,
al mal intencionado intento
de sacarte provecho
noche de brepticia
que traes flagrante,
camino sanguíneo
oculta intención
de elevarte a los cielos
en espiritualidad sagrada
donde los reyes lanzaron
sus coronas denigrantes a lagunas yertas
de tus profundidades,
olvidadas,
sociedad de creer o no creer,
yo amo lo oculto
mas inspiración lejos de éste mundo,
elegí creer
yo lejos de creerte te sueño Demonio,
Dios es una chica y tú eres un hombre
con lo que único que respondes
te hago caso gran sabio
mas me entrego
con un deseo ciego
que me da inspiración
si no es confusión
el norte círculos de piedras adoradas,
el este de cosacos borrachos
de éste continente.
Contigo dentro demonio de literatura
locura de tu verso,
yo ya estoy muerto
designio poeta maldito
que en su locura
vive del yerto suplicio de tu posesión
sin mundo cuerdo
eres bueno y Luz tu belleza
te denomino brepticia de la noche
estado entre velas y tijeras,
entre espejos e invocaciones a símbolos
y tu estrella me proclama
que se equivocan
viniste a esta tierra
pero no eres de éste mundo
quisieron leyendas hacerte
y atribuirte el mal de todos
a invenciones y metáforas
serpiente,
dragón que el arcángel te mandó al subsuelo
yo te sirvo flor de conocimiento
te digo que el mundo siga con sus mentiras
de sociedad impuesta
que la iluminación
viene de tu boca
y todo éste planeta tierra
tiene miedo a saber la verdad
a metáforas padres la empleo
por la belleza olvidada
por la rosa secreta
y los sueños y deseos consumidos
en el rocío
tu llamada me llama
mientras las damas hilvanan
los hilos de seda en sus cabellos.
Desgastado tiempo que entre velas e incienso
tú estabas con ojos abiertos
clamando por complacer a éste ser
un alma en larva me trajiste adorado
voz para ser inspiración
le dije vuelve cuando quieras
no voy a intentar capturarte
y de rosas negras
anoche soñé con ese único
secreto mío
de espada solitario en mi mano,
el de entregarme al amaranto de la naturaleza,
cambio me trajo
hoy sigo en contacto así sea onírico
con ella, la perfección no escrita.
Resquicios de su existir
que a mí vino para ser yo su eterno aprendiz
para mí único secreto y verdad
de que tengo una pasión,
lejana de este mundo me habla
el ser perfecto y su inicial reclamo insecto
que mi sangre dio a luz su verdad
y mi duda de mi origen,
de mi objetivo vital
que ricen su lengua
lombrices grises de ciudad
que yo en mi tierra compito contra mí mismo
a escritos sin suerte espero a mi dama
y ella lo sabe por eso no la nombro
porque no la conozco
y quiero conocerla.
VII
Microrelatos:
Erase una noche fría de invierno.
Las lechuzas estaban recogidas, lluvia caía al suelo, la niebla y la bruma eran intensas, sólo una sombra caminaba por la calle, era la muerte.
Cuando la luna sale los vampiros y los murciélagos están cazando.
Era la noche yerta, los ataúdes se abrían, pero solo para que entrasen los cuerpos de la epidemia que asolaba a la ciudad.
La vida del gusano Juan era muy sencilla. Él vivía dentro de una almendra y tenía suficiente comida para hacerse adulto y hacer la metamorfosis a los meses siguientes.
La hizo y nació de la pupa un hombre con vocación política.
Era la noche de los gusanos todos estaban bebiendo licor de hojas en la cantina.
Pero un escarabajo encadenó la puerta de la cantina y la prendió fuego con todos los gusanos dentro, los escarabajos recogieron la carne braseada y tuvieron despensa llena para pasar el invierno.
Soslayada la flor del cielo, abría los caminos de la vida eterna, una polilla como una hoja de adelfa caminaba el cielo corrió hacia la luz estrella con ímpetu y brío hasta estamparse en ella, se formó entonces el hueso de luna que todos vemos.
Era una noche de cristales rotos, los lentes míos cansados reposaban sobre el escritorio, miré al espejo no reconocí al que estaba sentado, pregunté ¿Quién está ahí? Aturdida contestó una voz: Soy el que nunca serás, porque siempre has sido yo mismo.
Eco sordo en alta voz resurgía entre la ceniza de su cigarrillo, no tenía manera de saber sólo apostaba al nivel de la montaña, quiso conocer pero una mala oración se llevó su tormento dulce a la entraña del frío áspid.
Belleza si acaso estuvieses forjada, quién sería tu padre quién tu madre, inconmensurable por infinitud de sendas ella abrió sus parpados viendo su reflejo en el lago, sólo de la impresión acudieron todos los peces de colores a besar su imagen, llevándola a su profundidad.
Se rezoga por acres difusos, donde vuelan polillas de las tierras, de una flor nació una polilla de cemento con la esencia de las ciudades que dijo la oscuridad por poder te puede pero la realidad es que me supera.
VIII
Odas sembradas:
Duero
Grita mi estupor y cuchillos
hieren volteando
una boca que la onda mece
flameando.
Se duerme la costilla
en el altiplano enjutado
de hayas y fresnos
recuerda su geología
únicamente saboreada
por el soñar de los picos,
virginal cuna del Duero
con tus curvas en rotonda
de castizas fuentes y abrevaderos,
dulce azada de agua
que bascula el sentir
de la enamorada palabra,
por cimas tu voz se hace meseta
haciendo el amor
con los pájaros dormidos,
templo y morada
de la cepa que a ti te alcanza,
agua furtiva corre por tu era
y reposa en tu infinita onda,
que se riza, que se insinúa
en vaporizadas Torres de belleza,
que en tu alma anidan,
sortilegio de rosa y clavel
cenit del dolmen tallado,
quién a ti en la vastedad del ser
en su pecho te lleva prendido
el fuego en fanal hoguera
en anchos panales de tus abejas.
Cuentan de la vida del chopo
tus diez mil espumas,
que por sierras
tu rúbrica dejas,
navegante con alas azules
el terreno que jamás te vence,
secretos de amantes
tus aguas llevan
haciendo bullir el inframundo
de los amores y sus galas mayores,
agitas con sangre terruna
el candil que abre en espiga,
anudando en tu cintura
tu idioma olvidado
pasando años fugaces por tu campo,
rodeando en ortiga
el triguero espárrago,
girando de la vid tu capazo
y sus manos,
haciendo de tu Vera
un Dionisio que al tiempo fermenta
tus besos de tierra.
Arlanza:
Arlanza cubres tus olas
de infinita seda
con el palpitar de olmos secuaces,
al verdor de frescos, jóvenes
álamos en pulcritud
de cenizas de fresnos avanzas,
quién en tus aguas
te lleva de espuelas
por tus solas riveras,
sin ocre con verde aliento,
te elevas de entre tierra de muertos,
deshojas tus notas dulces,
entre crepitar de martillos secos,
inertes en sed del más fuerte,
tu agua sin palabras,
tu agua sin vergüenzas,
sin rubores de plata
y sus nieves de espuma,
haces bullir inframundos de amantes,
romances con tus robles,
nadie te sostiene
tu olvido deslizado,
solo lindes quietos
osan acariciarte para siempre,
tú, tú imperecedera ante la muerte,
eterna suerte,
yo estoy contigo,
magistral obra no creada,
idioma oculto de tu haya,
espiga líquida donde las haya,
senil canto de cigarra
cuna del grillo en su sangre del atardecer,
acaso te alcanzan.
Cumbre eres sin filo ni cima,
rebosar de la vida sin prisa,
hoguera sin ascua,
calor de los seres que amparas,
descampado
porque el campo eres tú,
fulgor entre verdes sienes,
savia dulce de vida,
qué milagro a ti te llenó de vida,
o ya estabas en ella perdida
para ser envidia del Creador,
ciencia sin papeles
libro de tierra,
onda de segada curva
pulcritud de espadas al alba
sin principio ni final
sólo tú alzas la luz,
en esperanza de los que cayeron
en tu huerto donde descansan
las almas.
Río cuervo:
Río cuervo de pitanza corva
Vestido del risco tu nacimiento
negro en tu soledad de azabache,
tu soledad acristalada
por luces del monte,
tu idea reguero
que mi sangre lleva,
de enebro acincelado
tu cuerpo,
que se hunde y flota
de la roca
tu eternidad azogada,
huyes y ríes con carrascas,
sin quedar graznando
tu alegría.
Tu cuerpo de aguas sin ceniza
que la tierra llora,
recorres mi infancia lejana
sí esa que nunca acaba,
para yo ser del monte
y el monte ser mío
como piedra a su gamusino,
eres de la tierra
un dulce sino,
caracoleas tu rizada vida
de monte y estepa,
de árbol y raíz de tierra,
eres más que sístole
de romance que el alma enerva
con tus negras alas,
entre tus lenguas de plata
bañas la fauna
que a ti te alcanza,
por fresnos y hayas
riges tu templanza,
verdadera, que viste,
que enamora
ojos que te hablan,
abre amor tus pizarras
construiré mi casa
por el tejado de tus aguas,
para decir:
Yo aquí vine a vivir
bajo las alas del río cuervo.
Castilla:
Perduradora onda,
en cresterías
de la honda voz nacida,
tu profundo soto
de altas torres enfundado,
me esmalta la idea
con fragor de risueñas carrascas
las soledades del hombre ultrajadas,
agarrado a dulce señero inmóvil,
al pelaje esmaltan quebrizos
colmillos de umbrío tomo.
Cal y tierra entre follaje
de mi sierra,
pardas vidas me avanzan,
una oda al sendero
y su vida despierta
entre ojos de azores y sus ocres,
se siente, se añora,
se enraíza,
esto es Castilla,
esto es el flamear de una cerilla
de sangre henchida,
linde quieto de tierra madre,
por solares tu voz se despeña,
sosiego que tu linde oculta,
lumbre de entrañas
en quietudes de escarcha,
lento fuego ciego
de sonrisas del alba,
quédate, libérame este haz eterno,
quédese mi piel segura
al retorcer del castillo de Almansa,
honda tumba para tu belleza desvencijada,
entre piedras, y caracoles de astros
tu espada,
patio en sobriedad de tu tarde,
robusta flor entre Ermitas del mañana,
un talle del pueblo
sembrado por tu cúspide naciente,
sueño en fruto
carmesí sangrante
de tu corazón de amapola venidera,
dorada al cantar de espigas
y su mañana,
honduras de vidas
labradas cepas de sarmientos,
acoge en tu alma
este fiel ofrecimiento,
Castilla mi tierra, mi vida,
mi eterna semilla enamorada.
Fiel disparo entre acordeones
de encinas afligidas,
un marco difuso entre colchones de grama,
perdiz entre perdigones viajeros,
voy a tu encuentro,
me hablan fuentes y abrevaderos,
como tus tierras
hacen el amor con parajes dormidos,
respiro tus frías cuchillas
que entre clavos me marcan su herida,
fiel de caricia bebo la sombra
en tu calma sin despedida,
un trino quiebra el silencio
en blanca dama me avanza tu cebada,
un calor presto de caballero
a su dama hoguera,
servil entre abejas
y sus mieles alcarreñas,
tejida, lista,
vaporeada tu siembra
por antaños cobijan tus azadas
solariegas.
Galicia llama quebrada:
Galicia cásate conmigo,
te ofrezco mi sangre.
Amo la tierra y la tuya
es mi sueño verde y gris.
Tu esencia se retoza en mi cuerpo,
tu ausencia lo ahoga y quema
desde dentro hacia afuera,
Tus bosques siempre verdes,
a tu fértil suelo,
encumbrado por los siglos de tus celtas
círculos de piedras,
con sus espirales nacientes
de sus megalitos,
de la cueva a tu montaña
va que viaja mi entraña,
entre ocasos sonrientes,
hasta tus helechos nacientes,
al arrullo de tus montes,
calzo espuelas
y sus arroyos florecientes,
al canto rodado
me alzo con el valor de las gotas
de su río, almas en latencia perdida,
de montañés mi talle,
en ausencia de roble carcomido
por el tiempo y su yaga ardiente,
infinito remanso sangrante
de la tierra que no posee dueño
tan sólo habitante,
Galicia ella es candor,
al fragor de silos dormidos,
al tiempo que reverbera
sonidos de humo y de agua,
entre crujidos de esta carcoma naciente
que ama y te desea mi Galicia bella
poesía de un tejado verde y azul
de árbol y mar quebrando,
tus costas y su muerte paseando,
hasta donde llega perdido
mi pensamiento
para darte un beso
de cal y arena entona esta caracola
sobre tus espumas
balanceando el pulso
del acantilado y tu hueso de espuma
al romper tu ola,
porque nacer no se elige
ni dónde ni ábside
al cielo le pido rompa la tierra
que si vuelvo a nacer,
yo nazca de tu entraña
Galicia bella.
IX
Cáléndula joven del camino,
vieja de la senda que lleva a tu casa,
ardor de luz brotado entre florestas hirientes,
alza tus pétalos comunión de insectos,
por estos solitarios caminos
que me llevan a verte
alzas en pitanza
tu verde semblanza,
de la tierra vida en añoranza,
fulgor entre tus sienes,
darás de flor simientes,
así demostrarás que no hay tierra
sin flor así no importe estación,
María oro, flor de los difuntos,
luz entre luces del alba,
sostenme la caricia en tu flor,
que me creo abeja por un día,
álzate entre cardos y malvas que te rodean,
demuestra que eres única,
que ni caracoles osan morderte por tu savia fuerte,
señero silvestre donde los haya,
oro luciente entre engranajes verdes,
espera a tu ababol compañero
que tú sigues dando flor
sin ser primavera entre despertares y albores
de vidas y sus trinos,
navegas mi alma esta mañana
glorificando mi tierra yerma,
te aman mis ojos, te admiran latidos precoces,
eres más que silvestre flor
eres una vida precoz de luz,
si pudieras ser mujer yo sería tu eterno acompañante,
colmas la belleza de lo sencillo
eres mi alegría del camino,
pasarán fugaces las generaciones
y brotarás cualquier terreno
que el reposo tornó sin construcción,
para que tú grites
que la belleza también tiene casa
contigo,
Calendula arvensis
MI SANGRE YERTA re-edición
Mi sangre yerta:
Canta mi sangre yerta,
el hierro de mi tierra por sembrar,
un embrujo desta hacienda,
canta la amapola vieja,
sangre del corazón carmesí,
sueña mi semilla despertar,
donde el muerto cave su vida,
y mi cicuta triste,
enraíce el paraíso,
de pieles sedientas en entrañas despiertas
y hojas muertas camino de savia dura,
corre mi otoño desde la vereda a la rambla,
corre mi frío desde el infierno
al río de esta alma por ganar,
encina yerta de mi piel esquiva, florecida,
beso de tierra y vid,
beso de trigo y girasol,
de cuchillo de espiga mi cante,
de zarza y espina mi amor
real como intangible,
áspero y rígido,
bravo y valiente,
duro y endeble,
metal y simiente,
pan y niebla,
niebla y bruma me desprende,
desde la boca hasta el pecho,
donde canta mi pasión sin despecho,
vive esta sangre caliente,
lumbre de mis tocones,
nube del cielo por dibujar
en rígida estela rendida,
a estampa de sed y viveza por entrañar,
canta mi umbral,
quiere tener soles y lunas sin gemir,
invierno llegas,
dibujando transparentes los miedos,
avanzas cada campo sin permiso,
helando hasta el hielo,
oda de mi sangre yerta,
por mi tierra me arde la siembra,
desde mi opaca siega
y el beso queda escueto,
parco el sentido enamora el hálito,
quién te viera marchar,
vestida de olivo y centeno,
de olivo y cebada,
de trigo y espada mi guadaña,
donde dibuja el suelo mi cama,
por la calma abrasas la esperanza,
en maldición cantas tu canción,
y los cuervos te rinden pleito de negra ala,
de grazno escondido en cada roble,
crascita desde la piedra a la cueva
abrasas oscuridad mi entraña,
dibujas tu vívida estampa,
donde el tiempo yace muerto,
y sólo los duendes te entienden,
sólo las hojas buscan su nueva vida,
deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,
la dicha y la sombra por ganar,
desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,
desde el cante a la maraña,
te canta mi vida quieta
este amor de la mañana
en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,
suspira el rojo,
quiere ser río de alma y arrojo,
quiere nacer abrojo,
el espino mece la espina de mi antojo,
y la amapola amarilla,
sólo ella abre a la gran luz,
horizonte de mi piel que quiebra como ayer,
enamorado suspiro de frío,
enamora mi hielo,
donde duerme,
donde reposa el amor de mi sangre yerta.
Esperando en rojo su siembra.
re-edición poema escrito en 2013.
CAMPAR DE BAJA ANCLA:
Desnúdate mi Sol,
inexhausto prende mi brote,
fuente que mi alma cubre.
Endeble vénceme,
que llore jardines
en los abrevaderos de la flor,
golondrinas de tu solsticio
me vuelan los círculos,
perenne vía de fuego
en soliviares vetustos,
remedo en lago
que mi espíritu atañe
el gozo.
Ese raudo seno
de canales
aciagas siembras.
Saeta de lira y fanal espera,
muerto ende,
inmortal yacija inerte,
es mi pecho que el dolmen
descubre,
roba mi oficio de grito enervado
la salamanquesa esquiva
de mi pared,
por la línea
abre la ventana
y mira el infierno
otra vez,
mi parra
sí marchita mi idea,
de verde sien,
mi cuba de cuerpo
enajenada,
soñadera mi azada
de vena incrédula.
este mi racimo sonoro,
con señuelo de oro,
apostado mi loro,
quiere cornear el toro,
afán de un pelo de un pelo
que hace poro,
no diré hielo
diré que asesina
a tono de francachelo.
NIEBLA CON ABISMO EN RAÍZ:
Va brezando un excelso, filamentoso
soto sin pérdida de memoria,
junto a esta ducal maravilla,
atrasa mi sosegada flecha,
de esta mi anclada araucana
que goza.
Esta soterrada, primaveral gris lluviosa,
un cristal de espejo,
sin pecho no me borres, no me borres.
Redonda pleamar de tierra,
con su propio mar
en el que sujeta el pinar angosto,
se espeja sin contar
mi flor de difunto,
de este patio sin muerte,
donde hasta el más efímero insecto,
nace y crece,
de una loma sin carcoma,
a un infinito que se ahoga
trenza parca mi soga.
Hondo rasgón,
violeta al tacto,
es mi oración carriza
sin cuerda ni cadena,
de mi perdida marea,
En la umbría nace mi cicuta virosa,
adormidera compañera
del linde sin sembrar,
luna madre de Lugh soberano,
encuentra su cuervo en su castaño,
estribo sin llano
un real cerro
de rivera del antaño tajo,
salpicando este corazón por piedra,
con mi dicha
que se acuesta y briza,
mi profunda raíz de tomo,
con negro abismo despejado,
centelleando.
CUÑA DE HERMOSURA:
Acuña cautiva un linde
que expande la perfídia,
y un sosiego desvelado incuba.
Crisol místico,
en onda sobrenatural,
de rústico anhelo,
venciendo esta cuna del cielo,
campo, campo santo
hay en mi olvido,
que marca que agranda,
su molde de arena,
por dehesa que extiende
el amor del hombre,
siglos que me borran los pasos.
Cantara mi pecho
su solaz yaga,
que entraña,
causa de esta flecha que ya
no duele más,
se fue
por la cristalina bóveda,
que la noche escapa.
Nava de pico curvo
en agraz durmiente,
desde Cuenca a su río Cuervo,
nace mi río de vena que vente
a su fuente donde yago,
mi infinito remanso,
por el que disparo,
descarnado no guardo amparo,
Ávila cumbre de bocas eres,
ojos de tus congojas soledades,
Plasensia de mi alto claro
donde escapa mi marco.
Mocedad febril que cobijo,
extraño con látigo
de extensa enredadera,
hasta destapar la lógica
de todo lo burdo absurdo
que mi vello eriza
por pelirubio.
FINAL DEL LIBRO
VIII
Pecho en hierro montado:
Infiere de nocturna flor
nuestra cabida de luz vana,
un día será el siglo de matices
con su avenida escalonada,
suerte en mimbre de tus estrellas
en mis pupilas,
desafíame el lucero
mi malva runa,
satina mi firmamento de lunas,
llega donde no llegan las enredaderas
de mis vilos noctámbulos,
soy enfrentamiento con mi existencia por ti
partida, vestirán las flores mi magia,
para florecer madrugando,
y que su espera me sepa bella, clara
como el osar brotado en primavera,
centella que gasta tu ambrosía amada
cobrando a mis cerrojillos nacidos del alba,
argos sumos en luceros despertando sus arañas,
nubes cabalga, aire sostiene tocando mi esqueleto,
Campos de Castilla, soturnales labradores,
abrid la tierra espera nuestro fruto de nuestras lágrimas
en acequias, hasta que llore el sudor de nuestras manos,
y las matas canten el fragor de nuestras bocas,
¿Quién me conoce en estas sierras de hoz y guadaña?
Yo soy el encargado de abrir los cielos
hasta que lloren, soy el que despierta a la semilla,