sábado, 13 de mayo de 2023

Rosa penitente


 




I

Húmeda sombra de rocío
despierta mi sien como
campana florida al raso
y su gloria fierra de sol
caldoso, vieja senda que afila
atónita, mi parco caminar,
transeúnte, vestida de sementera
entre el cardo y la tímida ortiga
iba su vals dividido de azules
cristalinos del ocaso,
una luna se blandía detrás
los sortilegios espectrales
gemía la noche,
de oración rupestre y campesina,
del vuelo riza la cotovía
su alba sin día;
virtud olvidada, donde te bañas.
Húmedo aire de los verdes herbales.


II
Ahí vi una flor la misma tarde
por la verde sombra la parra,
como si paseando mi casaca
de guerrero, girara el rebaño
mis albos colmillos, empezaban
a brillar su sed,

esquilas lentas sonaban
ante un sol vestido de muerte,
fuente fría que despierta
mi dragón, dioses qué hice
yo, para cobijar vuestro
mayor castigo.

Sin pena ni subterfugio
límpido, avanzo
sin serenatas, ni estrellas
ni amores caldeados
al ascua milenaria


III
Leyenda que canta a mi pie
y penitente Ambrosía, re tiembla
la dicha, ya nunca ausente;
trino de cristal y voz valiente
vinimos a perder venciendo
y nadie preguntó el para qué,

solamente para ser leyenda
de aquel penitente
que leva unha rosa
de claro vidrio
de cristal Salvaje.


Förüq y Leannán-Sídhe



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realeza de estrella