domingo, 21 de mayo de 2023

JERARQUÍA





















MAYO 2012

 

Entre montañas de azores y valles de ríos dulces,

ven pasar mi espada árboles antíguos

cobijando a los caídos,

ven lejos los astros orgullosos de sí mismos,

desconocen el hijo de un dios que va por los

caminos,

dónde irá ese hombre, sólo él lo sabe,

a una ninfa le prometió una flor de la montaña

más remota.

Con raíces la trajo sin un solo pétalo perdido,

a la orilla del río la puso, a la orilla del río ella lo

quiso.

Cada primavera iba a visitarla.

Cada primavera su flor de color distinto vistió.

Un año notó triste a su flor, extrañaba su montaña.

Su ninfa le pidió piedras y tierra de donde fue

encontrada,

a si lo quiso, a sí sería,

al llegar a la montaña en el lugar de donde estaba

la flor,

allí una serpiente sabia encontró, cual ella le dijo:

si muere esa flor morirá tu alma,

-¿Qué misterios entraña pues dicha hermosa flor?

Es hija de los cielos como tú, contestó.

Sí quieres saber más pregunta a la reina de las

mariposas,

que yo estoy tomando el sol.

Cogió las piedras y tierra y marchó,

en el camino una mariposa se posó en su hombro,

le dijo al oído sígueme mi madre te espera en el

bosque,

allí fue, la reina de las mariposas, le dijo que esa

flor

fue de las más antiguas en crecer después de los

helechos,

tan antigua que tenía capacidad de sentir intacta

como los humanos.

De ella se despidió tras darla permiso para beber

de su néctar.

Rodeando la flor puso la tierra y las piedras,

decidió tras el consejo de la serpiente y de la reina

mariposa,

Visitar a la flor cada mañana,

su ninfa también se alegró y de él se enamoró,

en amor juntos vivieron, un día la flor se cerró,

en su interior semillas vieron nacer; de cada una

de ellas,

la jerarquía de las hadas, ese fue su origen.

 

El Castellano


ABRIL 2013

Entre montañas de azores y valles de ríos dulces, ven pasar mi espada árboles antiguos

cobijando a los caídos, ven lejos los astros orgullosos de sí mismos, desconocen el hijo del viento que va por los caminos, ¿Dónde irá ese hombre?, sólo él lo sabe, a una sidhe le prometió una flor de la montaña más remota.

Con raíces la trajo sin un solo pétalo perdido, a la orilla del río la puso, a la orilla del río ella lo quiso. Cada primavera iba a visitarla, cada primavera su flor de color distinto vistió.

Un año notó triste a su flor, extrañaba su montaña. Su hada le pidió piedras y tierra de donde fue encontrada, a si lo quiso, a sí sería.

Al llegar a la montaña en el lugar de donde estaba la flor, allí una serpiente sabia encontró, cual ella le dijo:

Si muere esa flor morirá tu alma,

-¿Qué misterios entraña pues dicha hermosa flor?

Es hija de los cielos como tú, contestó. Sí quieres saber más pregunta a la reina de las mariposas, que yo estoy tomando el sol.

Cogió las piedras y tierra y marchó, en el camino una mariposa se posó en su hombro,

le dijo al oído sígueme mi madre te espera en el bosque, allí fue, la reina de las mariposas, le dijo que esa flor fue de las más antiguas en crecer después de los helechos,

tan antigua que tenía capacidad de sentir intacta como los humanos.

De ella se despidió tras darla permiso para beber de su néctar.

Rodeando la flor puso la tierra y las piedras, decidió tras el consejo de la serpiente y de la reina mariposa, visitar a la flor cada mañana.

Su hada también se alegró y de él se enamoró, en amor juntos vivieron.

Un día la flor se cerró,

en su interior semillas latieron hasta caer a la tierra con las primeras lluvias;

de cada una de ellas, brotaron plantas jóvenes con los colores del arco-iris en sus hojas,

de cada semilla de esa antigua flor despertaron las hijas sidhe;

hadas que cuidaron el bosque y cada arroyo, ese fue su origen.

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