domingo, 28 de mayo de 2023

Lvgvs




















De: Miguel Esteban Martínez García autor
Fecha: 8 sep. 2020 8:11 a. m.
Asunto: [BUENAS OBRAS SON AMORES, NO, BUENAS RAZONES] Guardia dorada






Lugus:

Oh lugh, invencible al crisol
de tus lenguas travesadas
fiel carrusel de rayos sin secuela
de su rizada espera,
blanca luz de tu vera,
entre compases que hielan,
a tu vespertino canto derriten, despiertan
tus mil llamas liberadas,
desnaces a la noche que aguarda,
oh Sol de mis soles,
acoge este iridiscente canto
en tu seno en mi pecho que te aguardo,
al fragor de serpientes frías,
al valor de fieras enardecidas,
bajo y bajaré para alcanzarte.


El rey lucero,
todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,
a través de la caricia nos trae Lugh.
Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris
que apareció tras mirar fijamente preguntando
a una flor de difunto me comentó
que podría indicarme de la tierra
donde todo es libre


Lugh
mi padre astro,
Dios de las artes,
este afán que me enciende la vela
para que me encuentre


luna madre de Lugh soberano,
encuentra su cuervo en su castaño,
estribo sin llano
un real cerro
de rivera del antaño tajo,
salpicando este corazón por piedra,
con mi dicha
que se acuesta y briza,
mi profunda raíz de tomo,
con negro abismo despejado,
centelleando.



Wotan, Lugh, Morrighan,
ese veris perdida y encontrada,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
Genii locorum dioses ancestrales
abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad
sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo
el eterno resurgir en ti cierra
y comienza,
resurgiendo, abriendo camino,
escudo en fuego sembrado,
hueso del pagano,
me deberán cuanto yo he plasmado,
hierro al hierro,
fondo escueto
del vítreo traspuesto,
senda de la idea,
por ellos socarrada,
lucha, cuanto más arduo es el camino,
cuanto más se abren las pruebas
más se hinchan las fuerzas,
sólo vencer en firmamento,
agujereado de huesos,
siembras que tiembla la luna.
3 claman los genii locorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.



Regio Lugh meditando.
Sin mis vencejos
no brota esta fuente.




Abren montes

sucios de azul sereno,

deslumbra un fulgor.
Dios del destino,
dios de luz y del fuego diestro,
doradas sierpes bajan el acecho
flamígero.
sí o no mi lucero,
afrenta amanece,
antepasados servid al viento
de vuestros hijos.
No hay bajeza por recorrer,
raya la senda
cristal hondo, que lluvia mezca.
Renovado filo incierto,
entra luz en círculo
piedras de mi padre Lugh
escrita la noche,
ancho dilata diáfana derrota
cae a mis pies.
Vieja honra goza nuestra libertad,
tumulto en casta recio,
esquilas límpidas las mías
en luz de mi Sol padre,
titilan tersos
los verdes de tierra
espejando joviales reflejos,
dios de fuego y de toda Iberia,
desde portal del bosque
de Cernunos,
Candavmmis abre los cielos
velo de tormentas,
apacienta bella, tu recta belleza,
sobre mi haz
fiero, funde mi luciente,
a avivar el trueno.
A galopes de oscuridad
magnánima.
Dios de brillo terso,
En este otero mi alma despertará.
Aciago comienzo de sangre
en grito ceremonial,
ondas pulcras cantará,
dilatando cauce de gran Airón.
¿Vendré ya a la luna?
Ya filo de alba,
pura tiembla mi brisa nocturna
aprende mi resto del mañana.






Lugh Solar y Poderoso,

jamás a ti te hable el olvido disuelto,

ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,
digno a abatir el rayo,
noble melancolía por tu madre difunta
Tailtiu,
en el alto cielo,
tu grandeza
sea reguero de oro.
La tierra secunda en nueva cosecha
por talentos colmados a florecer,
viento sonoro guarda tu hermosura
Rey Padre,
El páramo yerto perecerá
en ámbar blando
de aroma besando tu frescor
de vida nueva.
Abatirá la sombría dulzura la tierra,
ilumina mi pluma al honrarte,
suspiro de mi estruendo crepuscular;
nombro al pájaro misterioso
que te pertenece
cuervo que otorga el anochecer,
Sicut nubes, quasi naves,
velut umbra.
Años pasan yo busco mi recto yermo,
triste aflicción por aquel tomo de tierra
como las sombras vaporosas.
A ti Creador de luz,
acógeme, pinta esta mi noche negra,
amigo de imagen solar,
soy por cuantos Soles he nacido.
Por sosiego de tierras ignoradas
dame su gloria.
Camino afable con tu candor a seguir,
blasón yo no pido
ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,
en tierra a cabalgar
y deslumbrar.
Lughnasadh, Lammas, abro celebración
para generar nueva vida
en cosecha nueva
limpiando en tu nombre Lugh,
toda tierra.



Oh gran dios del Olimpo celta,
Lugus señor,
tu espada cenit de todos los talentos,
oh gran Sol,
divinidad de tierra,
tu sola estirpe encumbrada.
Patrón de artesanía,
amplísimo espectro, padre de las virtudes,
gran brujo, sabio cuervo,
aquel que te sigue por doquiera,
iluminoso, blanco
cuervo tú.
oh padre,
abre ya en savia nueva tierra,
también te llamó el Cesar a ti, Mercurio,
llegara tu culto para Lughnasad.
Solo uno; dios del Sol tú,
oh Lugh.








El Castellano

Oda al Sol:


Gran Sol, gran hervor de rayos espadas
día clavado; tu iris sediento sanguinoso
en Vestal iridiscente en flamas a lo alto,
a lo alto brillas como crece el talento
sembrado en nuestro corazón,
rueda de fuego, Lugh en tu gloria,
germino toda dicha padre de mi conocimiento,
oidor, de cuánto arte ha conocido, padre Supremo.
Escúchame mientras te honren este,
el día de mi musa en armas.

El invierno se ha ido, nos dejó atrás,
los campos están verdecidos y cantando en flores
que trae Ostara y su caricia de divina nota
de savia que escala todo terreno, y fríos ya lejanos,
Toda la tierra duerme en tu ausencia.

Incluso en los mas oscuros tiempos
tu luz es el camino
para aquellos que necesitan un faro
de esperanza, de brillo, de sosiego,
relumbrando en la noche.
Tu esposa regentada por madre Luna,
buscando toda tu luz, toda oscuridad empuja,

La primavera está aquí, y días aún más cálidos vendrán
los campos están desnudos y vestidos de celestial verde de lanzas
y el ganado pastando.

Encendemos estas velas en tu honor,
Regreses la vida de nuevo al mundo.
Mi lira te cante la sola noche que traes flagrante.

OH LUGUS
Solar y poderoso,
sol sobre nosotros, te pedimos
tu regreso al alma incendiada,
en virtud que te amima y habla,
que traigas a nosotros la luz
y el calor de tu vida.

Trae de nuevo la vida de nuevo a la tierra.
Trae de nuevo la luz a la tierra.
y aleja la saeta oscura que te retiembla la calma,
al alba más preciosa.

Maestro encumbrado
del arte que florece
y en nuestras entrañas germinamos,
nosotros los escribas
cabalgamos todo tiempo difunto,
guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz.
AWEN!


Diestro compás
en sol mayor,
bruma de idea socarrada.
Flamígero desdén;
congelado en ascuas
de fuego azul.
Horizonte sin prisas
que arrostró
todos los rostros
de abril.
Abre el nuevo fervor de tu luciente.
Y su solitario azar de relámpagos
de tu azur hermoseando,
enclaustrado.
Vírgenes encinas, y almendro de soto,
entre un nogal
dependiente de su sombra.
Al verdor de inusitados pinos,
me caracolea
la fronda del monte. Musario cerro desnudo,
Espino amarillo de mi dossier,
Caléndulas solariegas
que amarillean su silvestre ralea,
esposa complaciente de Sol naciendo.
Brilla esta infamia
de campo abierto.
A esta última lagartija
lanzo un baquio seguro,
sin disfraz ni apellido perenne.
Mudez última
de sangrada amapola.
Sanguínea tormenta
de dureza blanda
con agua de mi terco aljibe
obtuso en litigio de iris vespertino,
y su sangre que baila
el suelo terreno,
que en culto a ti Lugh yo beso.
Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.
Hijo y sirviente de Candavmis dios del Trueno.

Förüq

Reflexión:
Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,
es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,
y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,
en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.


El Castellano 29-04-2019


LUGH








31-07-2017

Vida que las montañas me respiran,
raíz en su abismo de hondo tajo,
aire bonito relátame mi destino,
subiré los montes y cerros,
alcanzaré mi soberbia
allá donde el alba despierta
y el linde vuelve vago,
plácido, ferviente,
sed de tallos
y savias que luz llena,
erigiéndose cumbres
y cimas de hervores
a la matutina belleza
que anida.
Y en el ser germina,
febril loma desdeñada
por rizos en apogéo
entre rayos que culminan,
desnuda hacienda ultrajada,
río de encina, cuervo nacido,
por lo que me quedó sin decir,
Wotan, Lugh, Morrighan,
ese veris perdida y encontrada,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
Genii locorum dioses ancestrales
abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad
sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo
el eterno resurgir en ti cierra
y comienza,
resurgiendo, abriendo camino,
escudo en fuego sembrado,
hueso del pagano,
me deberán cuanto yo he plasmado,
hierro al hierro,
fondo escueto
del vítreo traspuesto,
senda de la idea,
por ellos socarrada,
lucha, cuanto más árduo es el camino,
cuanto más se abren las pruebas
más se hinchan las fuerzas,
sólo vencer en firmamento,
agujereado de huesos,
siembras que tiembla la luna.
3 claman los genii locorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.

NOTA:


El Dagda (literalmente, “dios bueno”; en protocelta Dagodeiwos; en irlandés antiguo dag dia; en irlandés Daghdha /dˠəi/) es el dios principal de la mitología celta irlandesa, integrante de los Tuatha Dé Danann.
Aspecto y poderes
Las historias representan al Dagda como una figura de inmenso poder, armado con una enorme porra mágica. El extremo del arma podía matar a nueve hombres de un golpe, haciendo crujir sus huesos como guijarros bajo los cascos de un caballo, mientras que el mango podía devolver la vida a los muertos. El Dagda poseía además un arpa de roble llamada Uaithne con la que podía controlar el orden de las estaciones, así como interpretar otros acordes de efectos igualmente mágicos. El Dagda también está asociado a la abundancia, ya que se le atribuye la propiedad de un caldero mágico sin fondo con cuya comida podría saciar a todos los hombres de la Tierra.
Historia
El Dagda fue uno de los jefes de los Tuatha Dé Danann. Fue, además, amante de la diosa de la guerra, Morrigan, durante el Samhain, a cambio de un plan de batalla para los Tuatha Dé en la segunda batalla de Magh Tuireadh contra los Fomoreos.1 En el transcurso de ésta, el arpa le fue robada por sus enemigos, por lo que él, Ogma y Lugh fueron a buscarla a su campamento, recobrándola cuando interpretó en ella tres melodías mágicas que les permitieron salir indemnes de la cueva.
Tiempo después, los Tuatha Dé Danann fueron derrotados por los hijos de Milesius, antepasados de los irlandeses, y se retiraron al mundo subterráneo, viviendo en palacios construidos por el Dagda.
El Dagda fue progenitor de Bodb Dearg, Cermait, Midir, Aine, Angus y Brigit, así como hermano de Ogma.

Balar o Balor, es el nombre irlandés de un personaje de la mitología celta o también llamado el rey de los demonios. Pertenecía a la raza de dioses llamados los Fomoré. Poseía un ojo en la frente y otro en la parte posterior del cráneo, que era maligno y que habitualmente mantenía cerrado. Cuando lo abría, su mirada era mortal para aquel en quien la fijara. Esa mirada era el rayo.
Balar fue quien mató al rey de los Tuatha Dé Dannan, Nuada, durante la Segunda Batalla de Magh Tuiredh. Lug, queriendo vengar a Nuada, se aproximó a Balar (cuyo ojo maligno se había vuelto a cerrar después de matar a Nuada). Al darse cuenta que Lug se le acercaba intentó volverlo a abrir. Pero Lug fue más rápido, le lanzó una piedra con su onda, que le dio en el ojo maligno, atravesándole el cráneo. Balar cayó muerto de inmediato. Balar era abuelo materno de Lug, a pesar de lo cual murió a sus manos.
Morrigan, también conocida como Morrigu, es la diosa celta de la muerte y la destrucción. Se la representa generalmente con armadura y armas. Morrigan está presente en todas las guerras, tomando la forma de cuervo o coneja. Su papel en la guerra es infundir en los soldados la fuerza (y la ira) para combatir. Su nombre significa "Gran Reina" o "Reina Espectral". Morrigan también se puede traducir o encontrar escrito como Carrie o Carrigan.
Morrigan es la diosa de la guerra, y por lo tanto de la muerte. Pero también representa la renovación; la muerte que da a luz a una nueva vida, el amor y el deseo sexual. La vida y la muerte están muy unidas en el universo celta.
Morrigan es doncella, madre y viuda. Formaba una tríada de diosas, junto con sus hermanas,123 Badb y Macha, en ocasiones junto a Nemain, aunque en algunas fuentes se la describe como diosa triple, incluyendo a Bodbh y Macha como otras manifestaciones de Morrigan.
Esta diosa pertenece a los Tuatha Dé Danann, los seres mágicos que habitaron Irlanda antes que los irlandeses actuales.


Lug, Lugh o Lugus no es el dios supremo, sino un dios «sin función», porque tiene todas las funciones. Por esta razón también es conocido como: Samildanach o el múltiple artesano de la mitología celta, no solamente porque está en la cima de la jerarquía, sino porque además es pancéltico: es una de esas raras divinidades que, por lo que sabemos de los pueblos celtas, podemos encontrar en todos los panteones. Algunos estudiosos postulan que es homólogo al dios nórdico Loki, por el parecido entre los nombres y hechos como la muerte de Balder, equivalente al abuelo Balar de Lug, entre otras cosas.
Mitología celta
han sobrevivido, pero de éstas las más representadas parecen ser los genii locorum, dioses locales o tribales, de los cuales solo unos pocos fueron extensamente Según la mitología celta, Badb es una diosa de la guerra que podía transformarse en "cuervo". A veces es llamada Badb Catha ("Cuervo de la Guerra"). Se dice que puede también adquirir la forma de lobo
Para controlar el rumbo de la batalla, Badb provocaba confusión en los soldados para llevar a un desenlace favorable a sus deseos.
Junto con sus hermanas Morrigan y Macha forma una tríada de diosas de la guerra. Otras versiones dicen que Macha y Badb son personificaciones de la misma Morrigan, o simplemente nombres dados a ella.
En la mitología irlandesa, Dian Cécht (la antigua pronunciación irlandesa [dʲiːən kʲeːxt], también conocida como Cainte o Canta) era el dios de la curación, el sanador de los Tuatha Dé Danann. Él era el padre de Cu, Cethen y Cian. [1] Sus otros niños eran Miach, Airmed, Étan el poeta y Ochtriullach. [2] [3] Dian Cécht es descrito como un hijo del Dagda en el Dindsenchas. [4] A través de Cian, él también es el abuelo paterno de Lugh.
Cernunnos, en la mitología celta, es la deificación del animal macho cornudo. Dios relacionado con la fertilidad, la regeneración y divinidad de la abundancia y amo de los animales salvajes. Su rasgo más particular son los cuernos de ciervo. En las representaciones que se conservan, se le ve anciano, con orejas y cuernos de un ciervo, portando un torque al cuello y en la mano. Está a menudo acompañado por una serpiente con cabeza de carnero o simplemente, con cuernos, esta simbiosis simboliza fertilidad y renacimiento. En la tradición gaélica representa también virilidad y renovación.
En la religión galo-romana, Epona era un protector de caballos, de potros, de burros, y de mulas. Fue particularmente una diosa de la fertilidad, como lo demuestran sus atributos de patera, cornucopia, espigas y la presencia de potros en algunas esculturas. [1] Ella y sus caballos también podrían haber sido líderes del alma en el viaje después de la vida, con paralelos en Rhiannon del Mabinogion. [2] La adoración de Epona, "la única divinidad céltica en última instancia venerada en Roma misma" [3], fue difundida en el Imperio Romano entre el primer y tercer siglo AD; Esto es inusual para una deidad celta, la mayoría de los cuales estaban asociados con localidades específicas.

Fuente wikipedia.
El Castellano


II

08-2017






Impetuoso campo de mi celaje,
allende mis altas torres de belleza;
Inmobles rastros en piedra tumbados,
estos barbechos que me piensan;
Por almenas seculares,
remembranza en bastión,
de andariegos siglos,
me enhenchizan flores de sangre,
perduradora loma desgañitada;
Tráfago en mimbre cabalgo,
recama tu alma
como una losa sin frente,
ni gemelo tiznado,
por tener ajuar astro renombrado,
alzo mi quieta dicha
entre gentíos de mi oeste,
desvencijada suerte,
por azares de plomo y zinc,
fúlgidas cabelleras
norteñas en crestas
sin linde mutable,
acababa de irme
y no soy adorable,
es una fosa de recuerdos
ahogados en silencio,
vagaroso desdén
que me enjalbega
en cuerpo,
mi luna fija, vaporosa,
luz en libertad de mi regazo,
abismo cercenado,
de cálido espanto;
sosiego, quietud del bastardo,
regio Lugh meditando.
Sin mis vencejos
no brota esta fuente,
naturaleza cuando amarte
se vuelve arte.



El Castellano


III
10-04-2018

Abren montes

sucios de azul sereno,

deslumbra un fulgor.
Dios del destino,
dios de luz y del fuego diestro,
doradas sierpes bajan el acecho
flamígero.
sí o no mi lucero,
afrenta amanece,
antepasados servid al viento
de vuestros hijos.
No hay bajeza por recorrer,
raya la senda
cristal hondo, que lluvia mezca.
Renovado filo incierto,
entra luz en círculo
piedras de mi padre Lugh
escrita la noche,
ancho dilata diáfana derrota
cae a mis pies.
Vieja honra goza nuestra libertad,
tumulto en casta recio,
esquilas límpidas las mías
en luz de mi Sol padre,
titilan tersos
los verdes de tierra
espejando joviales reflejos,
dios de fuego y de toda Iberia,
desde portal del bosque
de Cernunos,
Candavmmis abre los cielos
velo de tormentas,
apacienta bella, tu recta belleza,
sobre mi haz
fiero, funde mi luciente,
a avivar el trueno.
A galopes de oscuridad
magnánima.
Dios de brillo terso,
En este otero mi alma despertará.
Aciago comienzo de sangre
en grito ceremonial,
ondas pulcras cantará,
dilatando cauce de gran Airón.
¿Vendré ya a la luna?
Ya filo de alba,
pura tiembla mi brisa nocturna
aprende mi resto del mañana.






El Castellano





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Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor para BUENAS OBRAS SON AMORES, NO, BUENAS RAZONES el 9/08/2020 03:11:00 p. m.

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