domingo, 28 de mayo de 2023

Rige un Sol negro, obra completa










I

Ay, flor escarlata,
no pienses que cantado ya voy,
son tus padres principios,
a mí arde que me maravilla,
sola previsión,
como caballero en armas nobles,
dictado, su premura tempestuosa,
mis venas inflaman todo Occidente,
concede mi codicia de minero su verso,
precede mi templanza de pastor,
su éter sediento,
doblón y renacido,
es mi morir recto en aspas de molinillo,
oh, cobarde dinero que no me reverdece,
ni calla a este silencio me escribe.


II

Ronco crascita mi cuervo,
herir mi triste ojo puede,
pero acompasa que ni gana tiene,
murmurio de arroyo, abre sus ansias
libertad en Sol mayor
y dulces cancioncillas,
en celonía perpetua,
ávidas avecillas,
por montes altivos,
va que viaja mi escarpada idea,
en voz de corderos,
y rebaños de fieras,
mi furia visto,
de oro trigo y coronas de reyes
entre magarzas,
después de la muerte solo intuyo,
mis olas caerán aplacadas,
a esparcir negras simientes,
como sola canta la penumbra,
que todo engulle y sosiega mansa.

III


Resuena mi señero,
como dulce peñasco,
gime un son cantero,
oh, murmurio de jilguerillo,
giro, que tañe mi Musa,
Reina en el Olimpo,
Baco y Venus, parecen avecillas
el negro cisne de Apolo,
en lago la Estrida,
abacora mi nítida golondrina,
que va que vuela, al anuncio,
mi amor grande,
mi amor severo,
Por Sol, Luna, labrantíos, todos juntos,
vine a sembrar mi ilusión de alma,
lúgubre noche umbría,
avela, aguarda mi silencio gritado,
mi ciprés regio que vela mis muertes,
entre los pámpanos mi señor Baco.




Förüq castellano Miguel Esteban er-lobo bohemio a 4-03-2021




IV

Avanzo con este mi corazón sonoro,
nuncio que nació una estrella
en mi constelación me rige por nacimiento,
mi constelación del Cisne, o cruz del Norte,
a mi estrella he bautizado y sembrado
es y será mi Musa del Alba,
Raíz estelar arriba la senda sus soles negros,
ayen árboles que caminan
y viborillas suyas por falanges,
mi no estrella que hoy es y será.
Crucé designios flamígeros,
arrastré aperos cual buey mi destino infausto,
y hoy lo siento vivo pero no muero por su labor,
tanto inextinguible como milenaria,
oh virtud de lunas y astros relojes,
a su despertar de alma canto me trajo,
riendas febriles y felicidad en escama,
sus mares de espuma y olas
de vil servicio indiscernible,
aquí hay concilio yerto
donde debo rebajarme en mi hogar
y ceder mi poder
mientras intentos quieren ningunearme,
y darme en menoscabo,
dónde quedó mi libertad de pensamiento,
y maniobra de palabra,
en el suelo, debido tardé más de dos meses
en 2014 en recobrar memoria
y expresarme como debo y puedo,
suplicio, que mi ira es defender mi poder,
el color granate, mi cerebro,
sin dolor no hay ira,
amor mi amor de la ira,
discernir lo correcto,
es religión
Musa mi estrella.
Hoy tangible
llamé Cygnus 3339,
miedo que sólo frena,
valor sin miedo no se aprende valentía,
por eso este guerrero siempre mide rival,
si no, ni lucha,
por todo lo que quedó sin decir,
un manifiesto,
lo diré.

Förüq D.a.r

V




V

Eje, hueso:

Ideal belleza
Perfección
Humanismo
Naturaleza
Deseo primigenio
término holístico


Ideal romántico
de belleza
lo que es bueno
en virtud de ser bondad
bondad onírica ideal,
oh bondad humana real,
es justo por alto,
por bajo o por ambigüedad su término,
donde se le mida,
Perfección no era lema
de imposible bitácora,
estamos despertando oiga
del eje complaciente,
donde humanismo no cabe,
rota la estrella
solo quedó ser piedra de mundo,
bien, mal, bueno o insidioso,
mi moral,
oh de término holístico,
todo de parte escueta,
parte es estudio de todo,
mi deseo primigenio 
que te baila el almíbar
y toda tu agua.
Natural mi mundo eres,
mi mundo en letra
y de naturaleza tornas,
porque viva meces
viva creces,
viva eres,
mi inspiración de condenado,
que canta al amor suyo eres
porque mañana ajusticiarán al alba.
Soniquete fugaz
que mi son escuchas en fundido engranaje mortal,
que vivo su vez eres Musa.


Förüq y Leannán-Sídhe


VI

CONDECORO


I HOJA

Su sangre ha sido mi morar

desde antes de conocerla;

escuché sus estridencias rectas,

sus curvaturas sigilosas,

he sentido sus latidos como alaridos

mi propia sangre danzando su estridencia;

tempestad y brisa entre cerros, montes,

y valles sus florestas vírgenes,

sumisas y salvajes

jamás  te expresé algo, y es que

el paisaje eres tú, mi sentido de vida

mi cauce inspiratorio, mi marea de luna,

tu paisaje danza con mano mi alma,

dos sendas que son una, tu yermo,

es mi desierto, y tus flores son mi color,


II HOJA

del esparto, mis nervios silentes

me afloras, cercana y lejana blandes tu sonrisa,

según sea mirada

cercana con la luz del corazón

lejana si devela las diferencias de alma

lo siento, hago proclama,

soy inmortal invicto, y jamás vencido

si usted dama, mi alma, vives, y

brota en flores mi patio de la araña

oh Valhalla,

el horizonte se desdobla y come así

mismo, para verte en el lado que me parió,

al mismo camino, ayen los árboles

y sus frondas misteriosas,


III HOJA


Sólo existe una ambición prevalente,

no morir tempranamente,

por perder

lo que me hace seguir vivo,

porque Mundo, mi Musa vive,

y jamás hay un paisaje solitario

soy guardián de tus flores, y

ríos dulces,

nos entrelazamos porque algo

sabemos ambos,

que somos inmortales 

hasta que nos vele y proteja Ares

Rey del Inframundo.


Förüq y LEANNÁN-SÍDHE

Flor de Bradomín:


Partir me alcance un día,

he  de visitar el prado

que yo por Bradomín

nunca he visitado,

he de colgarme

de la flor serena

un día lluvioso

a colgar mi estandarte,

vive, nació y deslumbró,

deberéis guardarme el vilo,

que yo partiré este humo,

quebraré la voz del eco,

soñaré que estaba despierto,

mi simiente sacará su cuchillo para sembrarse

sola como se destapa la primera

gota de rocío que tiembla

el Sol que visita,

esta la haré generación seca

en pergamino de hoguera,

mi letra caerá en el ojo

desde el infinito parco de este abrojo,

el altiplano enjutado,

dirá que me debéis cuanto yo

Arriano he plasmado,

y este granate será mi lustre recordado,

es y será mi casa,

el esfumino en coro de grillos,

aullando bisagra,

a la luna que escarcha,

hazme libre luna,

saca mi alta ojera con tu luz,

abre mi campo

al murciélago señor,

acaso mi espada mi tiempo no blandiera,

me encumbro de la fiera,

para ser quimera a la espera,

mi Leannán dicta

yo converso

que desde su estampa

al hada infernal de esta

yerta conciencia,

resurgiré

de la espina dorsal

de este cuervo Förüq

que me habita,

el ser que me lleva

cantará soñará

que es y será  otra primavera

para enloquecer desde ingenua siembra,

graznará el solar del fresno quieto

abrirá el despertar de esta gris araña

entre agujeros de la idea

soterrada, descubierta, alzada

entre sierras y barbechos

despierta, riza, besa, evapora

esta sangre de tierra

que es mi amapola del pecho

anclada, versada, cálida, cariñosa,

abierta entre grietas que palpitan,

fulgente, displicente, dispara que flagra,

sentimiento de esta azada

que es mi vida

al borde de la flor

de caléndula

que es esta realidad tejida

y su floresta que riego desde

que el verso me escribió

a mí la felicidad.



El Castellano

VII:...PROYECTO BRUMA GRIS




Prólogo:


Si una pequeña caracola guarda en su seno el corazón del mar

¿Cómo no ha de haber un corazón que cobije la poesía de Miguel Esteban?

Miguel Esteban Martínez García es nacido en matriz alcalaína e hijo adoptivo de Castilla.Situación que se da demasiado entre los talentos. No necesariamente debe ser así, pero el artista debe trasladarse continuamente, para ir llenándose de la savia de la existencia.

No es la idea extenderse en este tipo de cualidades tan propias de una persona y que no interesa demasiado en la explosividad de su obra.

Lector apasionado de las obras que hablan de la belleza de natura. De pequeño, su mirar atrapó el movimiento, el color y la tersura de una pequeña flor, nacida de semilla de Dios y quedó fundida en su retina por los siglos de sus siglos. Recuerdo un pequeño libro que vi en sus fotografías y era algo así como: “El lenguaje de las flores” .

Ha continuado su búsqueda en Antologías de relevante importancia atemporal. Admirador asiduo de la poesía de Manuel Machado y Gerardo Diego. No dejo de lado a Ramón María del Valle-Inclán, que tiene una motivación circunstancial en su crecimiento. No puedo dejar de manifestar, que me sorprende su rápido crecimiento, como si fuera una planta de maceta bien cuidada, a la que no falta agua, sol ni cariño.

Sé de sus versos desde el año 2012 y muchos de ellos ya estaban escrito desde antes. Confieso que entonces su obra me pareció en extremo muy extensa y con detalles que nada tenía que ver con la poética, pero sí, eran rescatables muchos versos en que la metáfora era princesa y hacía despertar el interés por continuar leyendo hasta que otra vez desaparecía.

La poesía de Miguel Esteban Martínez García no está escrita para lectores con prisa ni reloj en la muñeca. Es un petit bouché que se degusta y para eso debe regalarse el tiempo. Saborear cada palabra, cada verso porque en ellos se ha quedado preso el mundo. La tierra, su fruto; las plantas en brote, su delirio; la flor en sus colores, es el único ropaje en su desnudez del alma.

A veces me pierdo en su enojo con la existencia y no porque no entienda, sino es porque me identifica y lo identificatorio a veces duele: ¿Por qué lo dijo antes que yo? Y sale al paso el ego, propio de los artistas o por qué no decir, de todos los seres humanos. Sus imágenes son vivas fuentes de extravío placentero porque tiene voz el agua; tiene eco la serranía; rugido de león, el viento que despeina sus cabellos que emulan a mis trigales. Hoy, su metáfora ha subido de linaje para mí y es reina en la poesía.

Lector:

Si hoy puedes comprender cómo es que guarda una pequeña caracola el secreto del mar, sin duda, podrás gozar tu corazón en el mundo ficticio, fantástico, real e irreal; el pasado, presente y la mirada futurista, que encontrarás en los versos de Miguel Esteban Martínez García.

Algunas palabras sobre mí:

Nací en acunada en palabras y cantos de dulce y agraz. La escritura ha sido mi escape desde que las manos de mi padre, guiaron las mías a aprender las primeras letras. He cumplido las misiones que me impuso la vida y hoy dedico mi tiempo a crear con más soltura para las generaciones presentes y venideras. Cuento con tres pequeños poemarios, bastante artesanales pero muy bellos porque me han costado sudor y lágrimas. Todavía no fue sangre.



ÍNDICE:


1-Flor de Bradomín: 3

2-Señero quieto:  4

3-Primavera 2017: 4

4-Ávido camino en piel: 20

5-Lado de otro sitio: 20

6-Imperios de ojos cerrados: 22

7-Siembra del pensamiento: 23

8-Desde que vine a vivir: 24

9-Linde quieto abierto: 24

10-Es un fuste: 26

11-Cerrojillos dormidos: 27

12-Azabache de ojos: 28

13-Flor de destino: 30

14-Tierra perdida: 31

15-Reinos: 33

16-Antaño de vida: 34

17-Extasía de cristal: 36

18-Cornocupicia de tierra: 37

19-Ondas mecen: 38

20-Filo sonriente: 40

21-Oda a la belleza: 41

22-Mientras duerme: 42

23-Vítreo tras luz: 43

24:Cristal silvestre: 45

25-Quiebro en dicha descrita: 46

28-Tordo acompasado: 47

29-Cercenada razón: 48

30-Cruzada ojera de luna: 49

31-Negra noche sostiene: 50

32-Las vidas que traigo yo: 51

33:Iris de los campos: 53

34-Oscuro haz, luz sembrada: 54

35-Agua de arteria: 55

36-Vanguardia: 57

37-Por esta fuente fría: 58

38-Hombre lejano yo: 59

39-Brotando de raíz: 61

40-Acampado macizo, verso y entraña: 62

41-Sangre, timón y vela: 64

42-Retina de ocaso sostenido: 65

43-Umbral al destierro: 66

44-Crisol afilado: 66

45-Grilletes de alma: 67

46-Aura acompasada: 69

47-Ángel soterrado: 69

48-Hoguera en alarde sin ascua: 70

49-Rizada espira: 71

50-Vida de hielo ardiente: 72

51-Trilla mi idea: 73

52-Forja de mi sangre: 73

53-Ojo de tierra 2013: 74

54-sangre de ojos: 79

55-Mi sangre yerta: 92

56-Campar de baja ancla: 93

57-Niebla con abismo en raíz: 94

58-Cuña de hermosura: 94

































Miles dei lumen lit c et summun canae versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia exspectare sed ardit


FLOR DE BRADOMÍN:


Partir me alcance un día,

he  de visitar el prado

que yo por Bradomín

nunca he visitado,

he de colgarme

de la flor serena

un día lluvioso

a colgar mi estandarte,

vive, nació y deslumbró,

deberéis guardarme el vilo,

que yo partiré este humo,

quebraré la voz del eco,

soñaré que estaba despierto,

mi simiente sacará su cuchillo para sembrarse

sola como se destapa la primera

gota de rocío que tiembla

el Sol que visita,

esta la haré generación seca

en pergamino de hoguera,

mi letra caerá en el ojo

desde el infinito parco de este abrojo,

el altiplano enjutado,

dirá que me debéis cuanto yo

Arriano he plasmado,

y este granate será mi lustre recordado,

es y será mi casa,

el esfumino en coro de grillos,

aullando visagra,

a la luna que escarcha,

hazme libre luna,

saca mi alta ojera con tu luz,

abre mi campo

al murciélago señor,

acaso mi espada mi tiempo no blandiera,

me encumbro de la fiera,

para ser quimera a la espera,

mi Leannán dicta

yo converso

que desde su estampa

al hada infernal de esta

yerta conciencia,

resurgiré

de la espina dorsal

de este cuervo Förüq

que me habita,

el ser que me lleva

cantará soñará

que es y será  otra primavera

para enloquecer desde ingénua siembra,

graznará el solar del fresno quieto

abrirá el despertar de esta gris araña

entre agujeros de la idea

soterrada, descubierta, alzada

entre sierras y barbechos

despierta, riza, besa, evapora

esta sangre de tierra

que es mi amapola del pecho

anclada, versada, cálida, cariñosa,

abierta entre grietas que palpitan,

fulgente, displicente, dispara que flagra,

sentimiento de esta azada

que es mi vida

al borde de la flor

de caléndula

que es esta realidad tejida

y su floresta que riego desde

que el verso me escribió

a mí la felicidad.



SEÑERO QUIETO:


Linde abierto sembrado por Dioses

de plantas que sólo ellos pusieron

y que ven exclamar su muerte

de silencio gritado

lentamente las estaciones.

Es este campo que vive lejos

con señero

un señor de señores

amor de silvestres,

es encargado de ver en flor

sus amores,

vence que atraviesa

sólo su mirada,

un jacinto se yergue

de azules botellas

sus besos de rocío matutino,

matutinos gritos postrados,

con el hervor que reverdece las tierras,

de cal y tierra arenisca,

de arcilla al barro,

de la pizarra al risco

de granito,

es una vida mi estatua,

dulce,  risueña,  sembrada,

albores cruzados crepitando,

mi nido de grama rehaciéndose,

entre luceros anclados,

arriba mi barco

estos océanos y mares

de tierra,

que todo lo rige

su materia,

desnace el tiempo

abriendo el brillo de mi falcata.

Fiera de fieras

yo soy la fiera,

desde las piedras

a esta mi hoguera.



PRIMAVERA 2017:


1-Tramontado en clavelina:



Padre de los hoyos del sol,

surcos extensos

con superficies de luz,

llorando a esa luna

que blande mi runa de cuervo,

danzo mi hoguera

en un torno de cristal,

profunda encañada,

desapagable herida,

fui niño ciprés, con pie

de soto, entre acordeones

de oscuros fresnos

y pureza labrada en ojos,

hito de fuerte mimbre

ahogaba que soterraba

la violácea arpa,

bajo manos de mi madre,

un río se acervaba,

por sedientos muros,

sosiego mañanero

que acicala mi espada,

en siglo de hondo tajo,

mi montaña, cumbre de nervión

irascible, su clara secuela,

por mi lengua de eno,

mi hijo es de agua,

como pretiles chubascos,

sudor de senos

que recoge,

una egloga en Sol tramontado,

yo sin luz,

febeo arriendo,

con espinas

descolocando las ondas

de su paso,

tapial se alza entre mis muertos,

con hoz que sosiega,

mampuesto

entre sangre de mayo,

que la tierra abre surco,

claridad de amapolas,

magarzas,

por un regato apostado

en este mi tejado.



2-Río de encinas:




Manadero de silencio,

sepulcral de enjutos,

ojos complacientes,

sien de verde amarre,

sin febril cumbre,

entre llanos que avelan,

su coraje

entre espigas del mañana,

por este río grande

de encinas sorteado,

clava el paisaje,

que su tierra nace

en retina pasajera

al fervor

de nichos que caminan,

conjuro de sierra labrada

por espartos de savia y fuego,

de estío navegante,

su perenne edad sin hombre,

calma sin vicio

ni manso aletargo

donde verdecía

mi estridente simiente,

mi noble Castilla

vestida de encina,

que el monte hace santidad

de alacranes,

entraña sí

de esa mi madre

porque soy de tierra,

lustrales fríos olvidados,

en copa de sed,

pardo, noble, antaño azul,

de torcaz mensajera negra,

entre córvida espera,

hablaré sin mí con el Sol,

y que mi pueblo

me guarde el solitario sueño,

por el que místico

encaro la vida

porque yo siembro la mía.




3-Tañer de hiedra:


Cerro gordo de henchidas horas,

marcha lenta sin brepticia,

pesadumbre del porvenir

sin hojas ni otoño de vastos

suelos empedernidos,

en este rincón deslizado

un senil canto que abre paso

tras espirales en cuencas de flor,

de floresta blanda,

húmeda donde la maravilla

será villa,

unquera llanos fueron

sotos sin perdigones,

pero de fuente 

de lo que fue siempre

matiz destellado,

ultrajadas sin abrigo,

en este mausoleo de tiempo

que se pierde sin visiones

vientos sin azares de infelicidad

ni ajuares de inamovible primavera,

donde lo único inamovible

es todo lo que siento por ti,

como un carrusel sin soga,

ni cuerda que atañe,

desde esta urdimbre

anclada, armada, ahondonada,

dónde mi manso destello

de esta asolada cuesta abajo

que avanzo

por la vera

verdes,

un ojo que endoseló,

sin compostura

mi dulce cicuta

secular es mi enredadera,

mi sentir sin espera

su blanca ojera de nácar

de rosas y crispadas espinas

flojas,

absurdo, burdo, doncel

en sandez segura

tapiz sin fusionar

dichas ni agravios

extiendo mi locura

¿Alguien duda de mi campiña?

Con murria

de escurrajas,

cuenta ni aza

sin sostener este descanso

que lo dicho tiende,

todo recuerdo de lo que alma tengo,

y recuerde mi cordura,

que úbeda tiene monte

y yo blando su horizonte,

sin alarde

hago corral de lluvia.




4-Aquilón:


Viento que frunces tu aojo,

en una bruma naciente

que amanta ideas que pasan

y miran pero no anquilosan tu mirada,

ay fuenrabia quien te osara,

tu fija compostura perdida

en brazos de Juana

loca de Castilla,

desesperaba en un borrico,

era suficiente

donde el verdor de siglos

hace loma,

ser por siempre y para siempre

como un helor sin hielo,

caminante de linde despierto,

ubre amarilla de blanco rostro,

brillante hasta el ajuar que esconde la luz,

no pregunto por qué la belleza

en ti desciende,

remojos de ríos

que atraviesan mi castillo sembrado,

tus superficiales heridas

mi tierra henchida,

mi lengua caliza sin despedida,

ensalmo de esta noche que todo cubre,

no me anudes el alma

flecha hiriente

aquilón del norte,

estoy quemando tu horizonte,

bizmando mi carcasa

que sostiene de mi pecho

su ojo en grana y savia.


II


Vente, ven a mi idea,

a este cobertizo de sotos de piedras,

bendice mi historia

una entraña arrancada

a mi padre Sol,

allende una fosa que perenne bordea

mi otro lado,

en tierra madre y tu roca de oro,

surcos en ávida lumbre

dorando mis atardeceres sin morirse,

dulce recorrido sin dejar rastro,

sin recuerdo avanzo rápido y decidido

mis encinas,

por un patio de luz y fuerza,

desde seculares notas agasajan,

en piel de platero,

mi filigrana de recuerdos,

que no sucumben ni hacen bache,

que se infunde pedernoso,

mi tronco vivo,

riza mi sombra desde cal llorada a olivo,

desde mi sino al alto que luna siembra,

lanzas de aire

regala esta pompa de sosiego,

abismo de voz que sangra mi idea,

desde su silencio dormita

el tiempo ese que no es de nadie.

mi naturaleza vuelve sin ende,

raiz engendra, que sostiene

mi porvenir como hoja que de tierra nace.



Nota:

Aquilón significa viento del norte, amanta cubrir con una manta

Aojo no me acuerdo creo que mirada o similar...

Bizmando es construir retocando... o similar.




5-Carcoma mía entre Leones:


Voy yendo que no he salido,

ángel soterrado sé mi tinta,

desde tu abismo enciendo brea

de una espargamina

a una vela encendida que he puesto

a tu tranquilidad,

Dioses te libren de tu dolor

sea del color que posea,

y de fariseos apóstatas

dueños de su falsa palabra

que disparan por el gusto de oírse,

perdón lo vivencial termina con esta cepa,

vivo que seguiré viviendo

hasta que la vida

me diga que no poseo aliento

cliché

porque soy enorme como una pulga benita,

no me quiero extender

porque lo voy a hacer,

avíseme porque estoy rumbo 

a perder mi norte,

entre metales y peñascos de Federico García Lorca

voy que me pierdo en los pueblos

de Unamuno, Miguel,

sigo que descanso en campos de Castilla

de Antonio Machado,

vientos de su pueblo me llevan

a prender fuego mi idea,

por tierra yerta, se siembra

mi carcoma,

para decir yo nací en Galicia

aunque no sea así.

La condena que quede para Franz Kafka

porque él no eligió su fe.

Prosigo

que me crece una malva de mi sueño,

ese que luz desplegaban

estertoras flores silentes

entre bruma creciente

con su espíritu suplicante,

allá en la isla del Hombre de Escocia,

donde conocí a William Walace, 

y él mi corazón de dragón inmortal,

desde esta zona muerta,

libero la tierra,

para clavarles la fiera

que soy yo Esteban 



6-Pájaros de fuego:



Soy pájaro de fuego,

resplandor tibio

de este ocaso abierto,

nazco que avanzo

de tu aurora, deslizada,

deslumbrada,

soldado de la luz soy

para ti que nunca me has leído,

para ti fuego sin más razón,

irisado de un rayo de sol,

somos los pájaros de fuego

abrazamos la primavera en floración,

somos los hombres muertos

brillando nuestro resquemor

en el ovillo de algodón,

quemamos

grises de edificios

de cemento y hormigón,

luz intransigente seré

que nunca muere.

Soliviaré este mi frente,

arrasaré la imagen

en patitas de una escolopendra

de mi patio de la araña,

ella no me tendrá miedo

se mudó a un parnaso

en el que su mandíbula ya no duele,

a quien me descubra

que sepa que como no me conoce

nunca me conocerá,

de un árbol a un ababol

de una caléndula a una margarita,

de este cuchillo

que carne no hiende,

flagro esta flagrante vía

de mi hambre,

porque seré cernícalo de fuego

y todos vosotros topillos de agua.




7-Ti ru ri ti ru ri:


Si tienes valor juguemos un juego

si crees que tu vida vale algo

juguemos un juego,

si amas algo,

si crees que yo tengo palabra

para demostrar que soy hombre

juguemos a un juego,

abre el cajón de esa mesita

saca un revolver que hay

apúntalo a tu sien,

y presiona el gatillo

yo deseo jugar fuerte.

Ti ru ri ti ru ri

porque si no lo haces tú

lo hago yo

ti ru ri ti ru ro.



8-Ataraxia sembrada:



Todo lo que descubro 

un aliento ciego 

como un esbozo por dibujar,

abre mi latir como una sandía

que cercenada estalla su grieta

en sangre del agua,

carmines me recorren

un postrero avance

de mi sino desdentado,

quiero regar la vida de la flor,

engarzando quieto

el iris de mi bella natura

que está brillando

desde el ojo que enfunda

su suerte que labrada es,

hoy los campos me visten de endrina,

para ser retozo que cruje

el desnudar de los antojos,

hoy pudo ser un día sin contar,

pero a ella la recordarán,

libre por ti soy, en rambla sin ribarzo,

esfumo que alcanzo

sones anclados a mis astros

que son santos,

una furia que engulle,

prosigue, consume, levanta,

destapa el embiste 

de toda la tristeza que me abarca,

hasta que engulla esta enorme sombra

que me sigue

por siglos que gasta mi silvestre alma,

te hablaré como se habla al amor,

sin directriz

ni falso engaste,

que mi carne

no tiene baraja,

hoy clamaré

por esta mi ataraxia sembrada

en tierra castellana,

que vive que aguarda

mi dama fadita,

desde el rejuvenecer 

que gasta.el cielo,

al sueño del contemplador,

hoy no bastó el silencio sin cauce

que no perdurase

lo que aguanta

el nervio despierto con sed,

alaba que encuentra

su razón nacida del tesón,

y sus labios besó,

con esperanza

de volver a encontrarlos,

por si desvanece

su solitud que se extiende,

igual que el forraje,

en tierra de nadie.



9-A mi inspiración:



Mar de voz eres,

solana luna

de acres temporales,

flor de flores

jamás tu pétalo escondes,

bruma entre cerillas prendidas

tu salvaje compostura

que nunca puede

negar que mi difunta viva,

no vengo a desnudarte

dejaré que te desvistas,

sol señor,

incandescente ara

de esta mi suerte,

verde monte

verde brezo

que afila este aderezo,

jaula de libertades,

trascienda mi quitina

por tus eras,

duende inmortal quieres

porque eres mi hada infernal

dueña de la sombra

que mi espíritu sujeta,

alto vuelo de mi espada

para encontrar sangre  negra,

me morderás la tinta

desde mi cima

a la espesura,

fuego bravo

sin desquicia,

sed de cada hambriento,

dame tu oscuridad,

crearé hasta desvanecer,

a mis lares

llegó una crítica inconclusa,

subjetivo arte del gusto sin color,

porque valgo más que el nombre,

hada musa

desde que puse primera letra,

cuidaré tu fiel quimera,

abrojo descendido

que arde mi suerte

en verde

de amarte.

Sin alarde

que no sea encontrarte.

El que no vale

ya se dedica a ello,

aclaro que como no valgo

ni medirme puedo en cuantía

desbrozo cada poema

al transcurrir

del nervio del tiempo,

un sin fin entre medusas

que me piensan,

una compostura

sin vuestro ralentí

cuando os creéis quien no sois

rebosando, esfumando yo

mi palabra

retocando puliendo,

ensimismando

porque una diferencia

eleva mi marco

yo esfuerzo lo plasmado,

y no será eternidad mi mármol,

quizá ojera traspuesta

sin luna.

Otros de mediocre innato

triunfan por retinas cómodas,

ojalá mi aliento

no valiese más que la pena,

por este motivo y por otro

soy únicamente solo,

solamente tierra

y mis escritos arena,

perdonen mi prosa pasajera,

tendrá buque mi idea,

deste mar

hasta mi hacienda

podéis quedaros

con vuestro talento doliente

que yo a diferencia me veo

la punta de las narices.

Amén descendiente.



10-Pecho en hierro montado:


Infiere de nocturna flor

nuestra cabida de luz vana,

un día será el siglo de matices

con su avenida escalonada,

suerte en mimbre de tus estrellas

en mis pupilas,

desafíame el lucero

mi malva runa,

satina mi firmamento de lunas,

llega donde no llegan las enredaderas

de mis vilos noctámbulos,

soy enfrentamiento con mi existencia por ti

partida, vestirán las flores mi magia,

para florecer madrugando,

y que su espera me sepa bella, clara

como el osar brotado en primavera,

centella que gasta tu ambrosía amada

cobrando a mis cerrojillos nacidos del alba,

argos sumos en luceros despertando sus arañas,

nubes cabalga, aire sostiene tocando mi esqueleto,

Campos de Castilla, soturnales labradores,

abrid la tierra espera nuestro fruto de nuestras lágrimas

en acequias, hasta que llore el sudor de nuestras manos,

y las matas canten el fragor de nuestras bocas,

¿Quién me conoce en estas sierras de hoz y guadaña?

Yo soy el encargado de abrir los cielos

hasta que lloren, soy el que despierta a la semilla,

y grita flores con sigilo de chopo me guardo,

y entre rayos de bruma desciendo

hasta mi tierra madre de las sepulturas

de los abrojos creados,

pecho en hierro montado

soy esclavo de mis ojos liberados,

desafiando al viento creyéndole hermano,

soy la vida que me falta por escribir en bronce,

soy sangre, destello que mueve

la hoguera de mi escarcha.

¿Quién viene hoy por mi escala?



11-Lumbre quieta:


Asolado mi alto claro,

soberbio techo donde pensamientos

míos se acuestan,

vida sin vida erizada piel que desespera,

mi esquiva dicha hincha este álveo,

languidece mi yerta hombría,

nada espero padre,

venga a mí su quimera alada,

al clamor sonoro desnucaré el hueso,

y su dulce aspereza fatigada,

mi yerta estampa levanta un crujir de soles,

un mar desaparecido,

no me sigas que no me encuentro

ni yo mismo,

una mañana de esta primavera envejecida,

mi alma viajó junto a la idea,

se estrechó con difuntos guerreros

que velaban cipreses entre las espumas verdes

que clavaban filos de savia,

cenizas de sauces,

entre vítores ardientes sin esquirla,

las vidas que traigo

jamás te las puedo relatar,

yo quise una salamanquesa

ya no me quise a mí,

mis cuencos de hastío traigo,

entre suya va a vencer esta luna

medio gitana,

y vio la noche negra

sus fusiles blander

un tino de hondo blanco,

resquebraba la herida donde yago,

hasta eterna ser mi suave caricia

del hielo.



12-Caparazón sonoro:



Entreabierta explanada corre través,

hendida boca sin aurora quieta,

se expande que nace estupefacto

el armazón sonoro,

una nota que vence la marea,

llega y viene mareada la difunta, afilada, gran helada,

sin popa sin arrastre furtivo,

todo congela su paso arrasado

del poniente al oriente,

marca de su enhiesta flecha que cubre toda  la tierra

de azul escarcha que impera,

lonja que toca esperar

llámese vida.

Tinaja sin fondo, pozo sin recuerdo

donde lustre quema de frío,

una carne en mitad de su alarde,

vestida en transparente hebra de blanca estrella,

suave y profundo, centella madre y carnal presidio,

un ascua que enajena,

hielo que no tiene frío,

venga por aquel orificio

aventaré que yo no estaba vivo,

superfluo  banco sin reposo,

ya dejaré de negar,

este frío mustio acaba conmigo,

sandez


nombre femenino

Dicho o hecho necio, torpe o poco adecuado.

"en su sandez llegó a decir que lo había hecho por amor hacia él: 

Nunca lo desprecié tanto como entonces"


sinónimos: majadería, necedad, tontería

.

Clausuro el dicho,

fuste sin cal, en arena que para mi idea,

vence, apura, desvalida mi sien perdida,

quise desmarcar mi palabra de una desamparada,

muerta fosa,

me nacieron malos labores, con casa, sin cuesta,

aguerrido lanza ancestral canto

oxidado, en yunques que me sostienen,

estados de mi mente a solas,

que trato a incógnitas,

ven, cariño de temple y firmamento,

hasta ser tiempo de un trasquilado ayer,

ven oiré tu desvanecer

en son de niebla yo desapareceré,

un patio fugaz donde crece mi soberbia

en su raíz que hinca, marca y avanza

mi gallo de tres cabezas.




13-Encina de fuego y brea:


Santo señero, 

dulce iris de mis desnudos campos,

Dioses habitaron tu entraña que guarda,

cumbre eres de la loma despeñada,

réquiem de viejas espadas

que te labra,

quieto, el viento te encara,

vuelve a soñar que fuiste tiempo

de los tiempos,

estático límite

congoja deslizada de abriles febriles,

una oda me avanza

sin piel, sin moral sobrecogedora,

decídle a la tierra

que mi alma bulle,

este parco horizonte me teme,

oiré frentes, rayos fuertes, crepitantes,

un desnudar de las secuelas de esta voz,

amaré tu vientre como se aman las flores,

no habrá reino

contra Hipsípila

soterra calma entre alas

de libélula,

entre sueños de drosera.

Partiré mi vida,

recostando mis sangres,

floreciendo rosas a mi madre Belleza,

hasta sembrar mis aras redondas, abiertas,

en un guiño que descalza

sones por hendiduras sangrientas,

hasta enjaular mi aliento que te canta

por ajuares de estrellas las más bellas,

mi desaparecida sombra,

plañe que llora en su alma verde, pura,

oh Castilla, quién en tus alas nunca muriera,

eres un enjambre de furtivas 

soledades que se vencen,

caminas tus  vastos metales

en tu oscura tierra,

una sed te fulmina lo perenne de tu sonrisa,

te duerme la piedra tu encina,

un deshojar de tu rivera

siempre,

de tu río Mundo

a mi pùeblo de Fuente-Álamo

jamás te muestras herida

mi Castilla bonita

mi Castilla sin yaga

por la que encuentro

en el cielo un monte y un atajo,

hasta vivir la plenitud

de dicha en barbecho de tu idea

mi vida, mi raíz,

mi falcata de natura.



14-Labraba una pena:


Ilusión que destella

abriendo, encauzando un hollín

sin ciudad, entierro en esta negra tierra

un suspiro por los impíos,

un socavón llanero de profunda grieta

donde serpenteaba mi anclada dicha,

desmembraré esta bruma

en mi aciago deseo,

vestiré calmas en humo de fuego,

ásperas espumas oscuras dejaré

tras mi arado,

entre milenarios tejos que se abren paso,

un lamento escondido del pardillo

que mató mi gato,

yo vivía en un verano

un día traje una rosa de belleza,

vi encendida mi creencia

por sospechas que alzaban Dioses,

hacinamiento que me sacude,

por grises soldados

atrincherando verdades,

como el viento huye

mira ente empedernido haz

como sonríe,

como niega que quiso ser más,

en fúlgida estela

y campaña solariega

vi el labrador de mi quieta espera,

aspeando terruños en blanca, crispada

mortandad de ascua,

una sombra de curvo filo,

me cuenta del almizcle

que brota almíbar sin cuenta,

un caracol de rama de helecho

despliega sus azarosas hojas,

riza mi espora

por este hueso que vela que mi Cernunnos,

cuída mi bosque.

Se baña desnuda Artemisa,

para que Diancech

teja mi enervada silvestría.



15-Sueño enterrado:


Quieto me elevan 

aspas dentadas de poniente,

molinos de profundas yermas,

ay la tierra

amaré un sol pariendo

la sombra tuya que enajena,

callaré susurros

de esquinas sin hacienda,

amaré quietud entre helechos

de rizadas curvas entre sus espejos,

la soledad del hombre me hablará

como me habla la piedra,

dará su mensaje la hoja caduca,

la bondad me afilará

una estampa mía entre la sed

de esta tierra,

marcharé como se marchan

los graznos

de cuervitos cuando amanece,

mi espada brillará

este grito de la montaña,

me guardarán el vilo

mis secuaces grillos,

embrujaré mi labrantio,

para enamorar a la luna.

Despertarán procesiones de hormigas

mi semilla, me trinará doliente

el este de mi suerte,

preguntando

por fin se me entiende...

agujerearé el surco prominente

que la maldad hace alarde,

me llaman a profanar

mi encanto

perfilaré ascuas

del astro,

crujiré mis costillas

soñando que mi sueño

era de mi carcoma.


A 25-04-2017


16-Reminiscencia armada de anzuelo:


Agita la severa onda,

un aletear del sargazo

entre gusanos que hilan

pescadores del pescuezo

de sus anzuelos.



Yo en tierra neutralizo

la tibieza del sol,

entre mis fúlgidos cabellos,

reviento azares como lijas subordinadas,

enmiendo errores de estos sueños que corren,

carraspea mi trilladora

un sonido de semillas que estallan sin carcasa,

estoy afilando mi idea

esperando que llegue el día.



Traspuesto a seguir el halo impertinente,

entre senil fuelle,

es el sonido de la tormenta,

partirme el rayo acaso pudiese,

venga que viene entre iris insomnes  descorchados,

fieles a fulgurar regazos de redondos brazos,

quién osado que cree que posee salud.

A la muerte miente.




Va entre forrajes y gramas secuaces,

avanza estos dientes solares,

gritan rayos estelares

su alacridad entre solares sedientos de cielo,

es una finca

y un cobertizo nublado,

donde el grano ahuyenta

que fue arrancado,

es la tierra una azada permisiva que todo traga,

voy más allá de mi encumbrada malva,

mi taciturna sien nunca despega,

habrá que avanzar mi nariz

por campos

de la perdiz,

en la rivera del Arlanza

echar el sueño a flotar,

y que se ahogue mi funeral.




17-Pelo de un pelo:


Rezando por mí mismo,

repitiendo mi segundo infinito

de vocablo por si no sabéis

se me acabó el vocabulario,

infinito locuaz entre

ávida espesura que cuaje

entre corchos de ideas,

resumo que coarto que venzo

una atarralla en pulida sien de azabache,

desgrano ávidas flores,

en soliviares difusos

cierro engranajes,

estampo este listado

en profundas sienes de mármol,

caléndulas miles,

margaritas que ni cuento

válgame el invento,

compases retuercen espirales,

entre soliloquios fugaces,

voy que vengo que estoy muerto,

infinito se llama puerto,

estoy venciendo,

un crisol argénteo

de  malva de luna coja,

es una lección subordinada,

sin hueso,

quiebro y apunto

un embeleso nacarado,

soy lobo y reviento por serlo,

limaduras de carrascas patidifusas,

en solares de mieses

de cabezas de grama,

ababol Joselito cuenta

que se quedó sin sangre de tierra,

sangre no es tristeza es salvavidas

cuanto el fuste se invalida,

gira mi vida, retuerce que

lo mío es para siempre

si no te taladra la mente

te extasía las pupilas

mi yerto tren siniestro,

desangelada calma me atrapa,

un fulgor crepita sin talla,

como Soraya en la playa,

don funesto entre ríos corajinados

de lares insospechados,

son mis hermanos,

sangre de ojos,

azares de rayarse en la línea,

cielo reviento,

hoy pariré un abrojo

hasta que me haga libre,

sombra de medio tonelaje,

difusa suerte entre corceles,

reino aliviado del insecto,

sombra de abeja

en la cumbre de mi ladrillo,

quema mi hoguera un alarde,

traspuestos acres de largas venas,

venga que viniera mi quimera

que la doy una colleja,

resumo ya voy desnaciendo,

en esta sopa

de la que soy dueño.



18-Lira en cuerda yerta:



Libre canto al azar traspuesto,

somnoliento, dormido entre flores del ocaso,

ocaso malva, quieto, renombrado

por flores ávidas que exasperan

sangre de tierras, es por esta siembra

que mi fuego hace nombre,

gotas en globos, evaporadas sienes,

tranvías etéreos sin cables,

gusanos con patas de un destino nacido,

me encontré con mi sombra

y me dijo:

Agarra tu vida,

como la semilla despierta del sueño

de que estaba muerta.

Hinojo al fuego,

un curativo suplicio

consume, avanza, descubre

un ángel de espada clavada,

fulgor entre bocas,

espiral de piedras,

un sonar del monte a la carrasca,

ya conoces que ni queriendo

puedes abandonar,

exaspera, arranca tu espera,

ahoga tus lágrimas,

que se te escuche donde el espacio acaba,

sé sangre sin pena,

consume iras en llamas por tu semblanza,

abre tus flores,

sé amante de tus ilusiones,

cuestiona la duda,

duda hasta de ella,

yo nací de tu espera,

desempolva tu nervio que te lleva

por lares de calmas,

desgrana el tiempo en virtudes,

afila tu alma

hasta un infinito

acrisolado de cristal,

viento yo soy tu servidor,

te sirvo aliento,

de mi vena que brota

en febriles acequias,

que estampan que la sed acaba,

y la inspiración brota de albas fugaces,

de encuentros vacíos con perplejidades,

esta espiral engullirá

el orden que imaginó tu existencia,

orgullo entre caracoles del tiempo,

haz que nazca tu hoguera

libera la vorágine que alimenta tu espíritu,

relampaguéa tu reino,

sembrando sentencias

contra el mal hacer de lombrices.

Y sus vivencias estériles.

Demuestra que eres de la tierra,

que eres un ser de tierra

desnaciendo liras en las flores de caléndula.




ÁVIDO CAMINO EN PIEL:


Aciago vilo descorchado

en canal aciago infinito

destapado en sangre

de campo,

él,  a veces  sonriente

a veces abatido

en su recogimiento

de verdes espadas,

viajaba su idea

como una culebra terruna

jamás vencida,

siempre con fugaz


aleteo entre estambres.

Vencía cada primavera

al ocre del paisaje,

por cerros era padre

por llanos fiel hijo

de compostura olvidada,

por copas de árboles

brindo esta suerte,

encontrada,  cabalgada

por los besos

que puedo dar a mi dama,

que entre forrajes

avanza

a desenterrar

mi espada,

nuestro coraje sembrado

entre mis espuelas.

En los bravos halos

de estrellas apagadas.

Naciendo una

para que brille a ella

mi amada.

Esta negra noche

que avanza

mordiéndose la cola,

entre luna argéntea

deslizada

por sus filos

de pestañas

acuesta al alba.



LADO DE OTRO SITIO:



Un aguilón de arpa

que se duerme sobre la jofaina,

sin las usuales conversaciones

que lanzaba el alba,

aguzo mi repentina fogata,

un calor que sujetaba

mi primavera,

se abría la rosa

que había tardado un año

en despertar,

sobre un lecho terruno

crispaban ya las solas amapolas,

saludando un mayo carrizo

que ya entraba

por la avenida

que acicala la vida,

una luz sin día

descansado sobre la música,

acecha mi ausencia revertida

abriendo vaporosa

esta mi sangre,

llamando a mi voz muerta

que ya no encara su brea,

armonía que inspira grises neblinas,

acumulando estos pastos jóvenes

de su alarido de cópula.



II

Jamás oíste el postrar

de mis azures sarnosos, 

abriendo sin palpar

los cardos hermosos. 


Un soñar que la primavera 

era carne

de mi doncel espera, 

quizás solo canto

como canta el azul

despidiendo,  encontrando

que el cielo es y será 

por los siglos azul, 


"Aquel día,  fuimos como una sola

de sus parejas atormentadas , sin habla

hasta que habló por ellos, 

cazadores de silencios al mediodía

era un profundo carril que era sexual

con helechos y mariposas, " 

Seamus Heaney Campo abierto. Irlanda del Norte


era mi cadillo despierto

orando un sol oscurecido, 

sin acre de invierno, 

deslizaba ginebra

desenroscando azares furtivos, 

Sin quieta,  amarga doctrina de arbusto, 

lloraba que era endrino

al cabalgar de savia, 

fiable destrenzo mi cadena funesta

apunto mi ballesta

a disparo puro,  liso y duro

que el alma atraviesa. 


III


Resoplaba nuestro silbido estacional,

una melodía sin garrote,

que acongojaba el corazón,

nuestro brillante patio

erizado por lenguas de irisadas luces

enraízadas,

en su timidez perseveraba

como perseveran las rocas por deshacer,

quizás tenga miedo

de lágrima esquiva que encuentra su huida,

me ahondaba mi herida

donde yago sin percatar

lo que percata el tiempo,

es mi azur una desquicia temprana

que no pide que calle,

este hijo poema que desnuda

mis blancas manos rosáceas,

es como un clarín y un solitario violín

de astros menores,

siendo alimento de este fuego propio.



I:


Páramo del verso solitario, decapitado

buscando el encuentro

y su soledad que mece riza y concluye

momentos de la fuerza universal

menú de la disponibilidad de vida

mi lluvia sube redonda tu cara perpleja

podemos salvar lo regio del reino que cae y vuela

soy uno, rey de sí mismo sin atisbo

desde el fantasma que vengo

todo crecía ardiendo

no tengo miedo a su pirámide

ni su ojo absorbente de mí mismo,

tú piensas tu resguardo

en la radio hablan de nosotros

te incitan su teatro de vidas manejadas

el amor a la flor me lleva,

cabalga mi iris consumido

a lo onírico de mi conciencia

Orando por mí mismo

mientras muero quiero dejar absorto el tiempo,

agujerearlo, estirarlo, romperlo

en la rebeldía que asesina la vida material

inconcluso en este mundo

no puedo volver eternidades atrás

deberé guardarme a mi existencia tejida

pero sin asumirme o doblegarme a ella

nada que negar en silencio seco

nada que defender

solo una parte soy del eslabón

nada de mensaje

nada que decir

nadie a quien impresionar

es mi vida nada más

puedo empezar mi historia de nuevo

por mis amores típicos

de ser humano insignificante

nada que arder, nada que cambiar

todo puede suceder,

los errores no se pueden quemar

a quién le importará

carnes pensantes me dan igual

el Juez Supremo me dirá

a mi Conciencia de ser humano

le hago un templo

la verdad compañera sin ti

buscando más razón

del amor del Sol,

en comunión sangrando lunas

en armonía de esferas de años fríos

vívidas estrellas que todo lo imaginado

viene de ellas

hasta este astro apagado en vida

que arde por dentro

su ser llamado planeta Tierra

sabes que puedo

pero no volver de nuevo.



A 09-03-2015





SIEMBRA DEL PENSAMIENTO:


Asustado no estoy

el miedo perdió su cobijo

los dioses de mi cabeza

reinos de su locura

inhabitada, extensa,

auspiciada inteligible

puedo bajar por el cansancio

escribir un mundo muerto

creciendo, buscando verticalidad

en la sabiduría de mi verdad

ausente el día desde mi hogar

busco lo inconsciente del sueño

que pierde esperando

esas profundidades del hálito de vida

por despertar la semilla

de la sembrada humildad

qué solo yo veo y me basta

piensas que estás salvado

mentes blindadas

en la luz de la conciencia

unificadora que dicta

el retorno al único origen

voy escalando estas nubes

de mi mente

considerando brillos los sentidos

costando y pagando el pasado

tiempo que despierta y roba el sigilo

caminante de la sombra

grito a la mente que me habla

pudiendo florecer 

una y mil siglos más

la bruma teje su limitada ascensión

que subyugada y difuminada en la sociedad

material, empedrada de su cementerio

llamado hogar basado en la mentira

el cerco se estrecha ahorcando al gobernante

del aire

y los ineptos millones de ausentes

pájaros voladores que creídos pensantes

ven como los dirigen

sumidos en directrices de hormigueros

y el libre tiene la cabeza a líneas

de horizontes superpuestos

en laberintos de lo perfecto

que la elevada conciencia

te tiene de paraíso en lo insignificante

que marca su autenticidad

y se hace risco en la eternidad.


A 09-03-2015



DESDE QUE VINE A VIVIR:


Ascua irisada al tacto,

estoy bailando sobre una estrella,

todas las cosas que vienen ahora,

en soturna claridad apagada,

hoy es el ahora,

mañana es para siempre,

mentes acristaladas

en espejos que les reflejan,

rompo mi sumisión particular y generalizada

a esta realidad mecida y dirigida en el ojo

sí ese de su escuela, en seis mil millones

de mentiras que caminan,

todo lo visto quema mi retina,

por el ojo de este cuervo

el tiempo ya no me puede sostener,

volando lejos donde la mente alcanza,

no tengo creencia que estos tiempos

serán mejores,

me estrellan sus filos hirientes,

entre lapsos de gentes 

al parpadeo me venzo,

hoy será vendido al postor rendido,

extasía en metal prendida,

todo lo que pasó:

Estoy soñando 

el tiempo que cerraba mis ojos,

retales que cerrar y su olmo blanco,

su jardín azul, su fuente de cristal,

nada desvanecerá al Miguel sin alas,

seco de hoja de otoño

no me llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,

ni mi acristalada fuente,

ni el olmo que no es mío ni su blanco

será mi aura intransigente seca a morir,

sobre los años avanzo,

yo soy el Sol,

lluvia cae de nuevo este acre me cuenta

algo para tu entendimiento,

cruzo los cielos muy alto de nuevo,

soy el humo,

yo soy la piedra que te habla.



A 09-03-2017


LINDE QUIETO, ABIERTO:



Derecho firmamento

entre filos de gentes,

es una piedra que camina,

piedra aventurera,

seca y umbría,

reposa y duerme

cantares del linde,

centellea rayos irisados

se riza con los besos de lluvia,

acaso quiso ser otra,

ella tan yerma, tan plácida,

imperecedera,

cerrada como se cierran

los rayos de luna,

acantonada, de estéril estampa,

dejas muda alabanza,

el día que te hice de voz,

piedra bella, sola,

estridente sin patio de sonido,

y esta voz que te di

voz dorada como tu piel de minera,

como un soto sin perdices,

avanzabas solo tú,

la vida quieta,

sembrándote allí por donde anduvieras,

al candor de piedra única

igual a la siguiente y a la anterior,

sin afán superior

hasta que este poeta te dio voz,

como flores que sin color

acaso fuesen,

un despertar en brazos de cieno,

un respirar de la montaña,

un cuchillo calizo que afilan

erosiones de las eras,

latido férreo, sangre de mineral,

o compostura de arenas,

piedra de mi casa,

piedra de tu casa,

la tierra.


II

Piedra potencia eterna, 

nacida como nace una estrella, 

cumbre de filos por bandera, 

hogar, cobijo y morada

de lagartijas que cuelgan tus venas, 

colchón de rayos de sol, 

asolada tu espera

por quien te dio voz, 

lideras tu guerra sin cuartel, 

antes de yo nacer, 

tú dabas alientos al suelo

sin importar pertenecer, 

siempre fuiste

siempre eras su piel, 

de la cantera, al nicho, 

del mausoleo, al caserón viejo, 

del silo al castillo, 

tu fortaleza empedernida, 

tu aval de honda certera, 

Siempre estabas

siempre estuviste, 

como río a su voz del mar, 

osado no fui yo

quien te encontró, 

solo fui encargado

de darte moción verdadera 

ojalá pudieses contestarme

mi piedrita bella. 


III

Devuélveme a tu vida eterna,

del soto a tu quimera verdadera,

clávame la oscuridad de tu cueva,

en esta esfera pulida sin espera,

risco de tu sien enarbolada,

millones de hijos

esencia desnuda de tu alma pura,

techo sin compostura

del ser invertebrado,

techumbre que pizarra llora,

su azabache de cristal,

tu sangre de fuego y agua

que nunca te alcanza

sólo partirte puede,

grieta de helada, tus filamentos

que encaran tu azar de vida sin dueño

a tu sangre de musgo me cuelgo,

en verde musgo tu fantasma muerdo,

vida de herramienta,

azar de la idea,

al paraje que te conforma

al que sostienes su vida

siendo el suelo techo de esta hacienda,

si tuvieses dolores todos gritarían

que se acabase la muerte en la tierra.



ES UN FUSTE:


Quiero deslumbrar mi camino,

ayen de estas víboras que caminan,

palpitar el látigo enfustado

de sedientos corazones.


Entre sangres fugaces afilo

esta vida en grana marcada,

deshojada, por cuanto he conocido,

más que tristes metales lascivos.


Caparazón este el mío inerte,

vestido de marzos seniles,

agota, coarta la esquela

de mi memoria perturbada.


Camino sin camino

por donde se oculta el este,

veo la flor que desviste,

entre pétalos su iris difunto, inperturbable.


Te construyo sin verja, franca,

tapia ni acantonado te hago

a imagen y semejanza del aire.


Que pasa y mira,

que mira pero no descubre,

que nací dueño de tu avenida.


A este sol ferro  cuelgo agravios,

ofensas que desvanecen,

como la noche devora lo que es suyo.



CERROJILLOS DORMIDOS:



Rubor cristalino,

deshoja esta nieve de chopo,

liman vientres

mientras envejezco

el matiz liberado

entre fuelles de viento,

una escala al cielo,

un sortilegio

en clavos sedientos

aclaman sones

sus verdaderas razones,

me acicalan procesiones

en hálitos de perfectas oraciones,

hoy verá el día

izarse, levantarse

su raíz de tiempos lúgubres,

desparramo que fluyo

por ataraxias desmenuzadas

en solanas de lunas

y sus mares

bajo yunque,

se clavan sienes

al verdor de pinos,

y sus consecuencias de yemas,

un verbo despuebla mis santos astros,

coagula mi pensar

entre trenes fulgurados,

solapados del ayer difunto,

rizando lo que siento

por repetirme

es más que mi don funesto,

un dialogar si encontrase oyente,

un hervor de mi recta frente,

noche sin llegar,

vienes y perviertes,

mi osadía vestida

de placajes sin hacienda

de viento,

rayos sin luna

y oscuras rúbricas

sin luz de vela,

enfrento mi brava espera

por si baja Ostara

y se duerme en mis flores de caléndula,

hoy es por mí guíame hasta ti,

bajo el relámpago asido

a tormenta sin cresta,

paran mis relojes

por atar segundos

de espera quieta,

ven a mi cabaña del cielo

y bebamos nubes,

desliza y enmaraña

tus hilos de cabellos,

extenuando mi yerta clara

en mi siembra directa

a finalizar mi escritura

de este Abril del 2017.



AZABACHE DE OJOS:


Ojos direccionados

a esta luna de azabache,

el tejer de una gota de savia

plañía la desesperanza fría.


Siniestro compás mece,

en acorde clavado

a este invierno estirado,

al estallar de bombilla me cuelgo.


Curvo escalafón riza besos

de unión de cicuta y sangre,

yermo, plácido, envuelto

en sembradíos de oscuridad.


Quisiera que hablaran mis retinas,

de encuentros fugaces

al temblor de esos filos

que la dama oscura blande.


Gira presto a enraízar mi sangre,

con destellos de espuma

que las tierras bullen.


Yerma, extasía de verdes

por solitudes heridas

una cercenada tajada,


Retiembla mi destino

al cabalgar de soles,

fiel estampida de semblanza.




FLOR DE DESTINO:


Requiebro olas en fragor de colmenas

alzadas, sembradas en horizontes yertos,

al fugaz aleteo de la luz,

en fulgor de sombras erizadas,

todo lo sentido más que un haz carcomido,

fiebre en destello de mis astros,

todo lo dicho más que un cielo sin aurora,

más que una navaja de filos

por pestañas,

hilvano que trenzo

la sangre dormida,

es una cabaña de cielo

donde cobijo sueños y quebrizos,

en la cabaña

que Dioses abandonaron,

siembro escarchas de hiel,

todo lo que me dijeron es una verdad,

allí donde la puso el hombre,

bajar acaso puede,

grazna mi vida una vez más,

trenes pasan por estas sierras de nubes,

el destino informe ya cansado se apiada,

toboganes de esta bruma gris

me cuentan, me dictan,

del sentir de la maraña,

hasta que lleguen mis flores

del mañana,

entre el palpitar de azucenas

frías de la tarde,

pataleó el latir exhausto

de la silvestría del azul

del sueño, del racimo de mi jacinto,

extraviado,

un sol de invierno que ya se marcha,

por cuencos serranos

por alientos en carne de colores,

abriendo rectas sienes

el crepitar de los vientos,

bienvenido a mi mundo,

yo no estoy despierto.



II


Ama de esta casa, el alma fría,

de mundos retorcidos,

ingrávidos al peso de flores,

destartalado, por gentiles gestos,

azares difusos de mi reino,

saludando a la quema del rastrojo,

un iris por desenclavar,

corona de caléndulas

en soles por doblar,

al rayo seco, tornado en gesta

y sus candilejas fulguradas,

ríe y pasa, pasa y ríe esta espada,

hendiduras febriles

de mis verdes ojos

entre sus cauces la verde grana,

la verde espiga,

un romance del labrador

con su granate amapola,

llora sangre de aquellas santas,

esquiva de obreras guirnaldas,

se cava en rayos seculares del rey astro,

Estallando de luz su rocío primero.



III


Resplandece el día,

entre zarzas salvajes y sus espinas,

duerme que dormita un sueño enhebrado

en blanca cordillera, entre grillos

que soterran saetas dormidas,

al trinar de los cardos

en estepas cabalgadas

de verdes y sus trampas

entre erizos de campanulas

que ya no amarillean,

gimen abrojos el suelo que los vio nacer,

llegado el día del topillo

y su cernícalo que le da digna muerte,

entre este patio de arañas grises

descubro que me hincho de colores

estacionales, perennes, mutables, caducos

en crepitar de savia y duende,

se blande, se rige,

se descubre que todo duerme.



TIERRA PERDIDA:


Limo, sostengo, agito

la vena enardecida mía,

destapa al fuego en círculo,

retiembla destinos ciegos

en crueles, parcos horizontes

sin orificio,

destrenzo el nervio de hierro,

repto avenidas sin salida,

voy y vengo cantando

esto es tierra perdida,

correcto, en el ojo

y soterrada vía del hambre,

nazco que broté de semilla,

estiro que alzo

sangre en caricia,

marcho sin mirar atrás

esto es tierra perdida,

ocaso malva derrite mi vida,

en ríos sin despedida,

en sábanas de escarcha fría,

correcto

es tierra perdida,

nada es súplica advenida,

fulgor entre sienes de carcoma,

festín de arañas grises,

nada me detiene,

avanzo, el sol me cuenta

que es tierra perdida,

cae la tela tejida,

fiel al descanso de mi subrepticia,

gimen tiempos rizados al ascua,

cantan malas yerbas

sin perfidia

que esto es tierra perdida.

Yo contesto

dorado al fulgente metal

que es mi vida,

es pasión, es luz,

es calor,

este es mi rifle

esta es mi vida,

granate al escape

lustre postrado al rejuvenecer

del marco,

yo no estoy colgado,

venzo que avanzo,

resumo, coarto,

me descubro a la luz templado,

todo dicta

que yo voy

que yo vengo

por tierra perdida,

resplandores sujetos,

acuartelados en énfasis,

porque desconocen su sino

madre de

esta tierra perdida.



REINOS:


Mariposa nocturna,

amiga de las noches

que escapadas revolotean en las luces,

mariposa blanca,  blanca nube,  blanca muerte,

cristalino rastro,

polvo de estrellas,

Transmigración de las almas,

Vuela mi conciencia,

descansa y juega con mi luz,

esta noche mi alma es tuya

blanca dama alada,

avoca tu perdición en mi sendero,

olvida tu atracción lumínica,

las estrellas nunca se pueden alcanzar

bonita ni la luz capturar.


II


Canto carraspeado, estirando el calor

por surcos y grietas de un rayo solar,

termómetro yerto, estirado

de todo espíritu muerto,

rejón de grados tu cuerda de cigarra,

cada simple vida de la nota sujetas,

por un campo que haces tuyo cantando,

que necesitaste medio siglo

para florecer en voz,

al viento que te dio garra

y cimitarra,

tu libertad es incuestionable,

agarrada a un profundo horizonte,

cuando el astro rey hierve,

tu crascitas el canto de día

porque la noche te puede,

para el relevo del único grillo

que afila el cuchillo del silencio

su fiel gemido sin nombre ni reino.


III


Armazón de quitina, acorazado

capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,

escarabajo de todo ámbito y lugar,

tan variado como único al mirar,

desde la flor al desván,

tu voráz fauce desde el árbol  a la flor,

desde el desecho al coraje vivo,

suerte desde el descender de tu larva

al evanescer de tu metamorfósis,

azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,

vida de calma y pulcritud,

apetito que no cesa,

muerte que no detiene,

ni elemento ni realidad que no ocupes

del reino animal

Rey insecto desde Egipto a Castilla

con su gorgojo de la encina,

desde un continente a ningún lugar

donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.


IV



Cuatro riendas aladas

un mundo asesino de ojos,

corazón en pareja,

planear infinito por umbrales de luz y agua,

un reposo de la noche en un ser vivo,

colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,

caballito del diablo,

libélula zigzagueante en esfera de mandíbula

espuela infernal del ser que acechas,

mensajero del cielo,

astilla con alas de la puerta que abre la vida.


V



Ambrosía de ser vivo sagrado,

oficios y tareas consumados,

albañil efímero tu dicha de genes elaborados,

quién a ti te osase,

tu esencia tu labor de escuela,

miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,

tu tejer de los campos recogiendo,

siendo supervivencia de casi toda planta

tu legado Hymenóptera familia

tanto depredadores como recolectores

abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,

en defensa de lo que amas.


VI



Reina araña de esta tierra de conejos,

ocho patas acecho de los campos,

maternal hasta llevar tu prole en el lomo,

araña lobo capaz de enfrentarse

con el alacrán y siempre ganar,

al acecho desde tu madriguera,

un hoyo donde vivir a la espera del despistado,

tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra

tarántula lycosa lycosa.


VII



Danza mi alvéo una sonatina

de hormigas famélicas

quieren alimentar a sus reinas aladas,

con semillas danzarinas

en busca de su nueva vida,

yo margarita quiero mi vida contigo,

para alimentar tu alma con versos,

nacidos del fuego en fundición de verbos,

recorro tu existencia

de la que soy tu hormiga león

del signo que me vió nacer,

la constelación del cisne,

quiero que sientas orgullo

de que soy tu hombre

asi no te dé un libro

te doy sangre para que escribas trece,

has demostrado belleza por tu fuente,

me verás eclosionar de mi etérea crisálida,

mi motivo para escribir a la naturaleza

descubrirás porque soy animal de verdad.



VIII


Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales,

antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros,

ágil correteas mis pensamientos,

muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,

habitante donde haya humedad,

como un río que habitas corriendo,

como lepisma pececillo de plata,

tu longevidad mayor que la de un gato,

destello de que lo tuyo es perpetuo.


IX

Moscardito


Me besó la mano,

era muy cariñoso

eso fue porque eres bueno

moscardito lo es más él sólo pica flores ni lleva veneno

él sabía que siempre he querido ser de su raza,

amor mío reencarnarás si lo deseas,


osado aquel que posee su vida

sin preocupación suprema

que no sea picar la flor,

ser soldado alado

dueño del mensaje del superior,

visitar las plantas que Dioses sembraron

con ardor, difundir la supremacía

que trae y lleva la vida en caricia,

cabalgar los vientos a merced,

ser transeunte de florestas y campos encumbrados,

llevar mensaje a cada flor sin despedida,

enamorarse de la despensa de la primavera,

besar sin cesar,

amar sin dañar,

tener condición

para seguirla de por vida,

yo rezo cada día

que si muero yo renazca como moscardito

mosca abejorro que hoy confundió mi mano

con una flor,

amo como él la flor

porque antes fue ella que el animal,

que soy yo,

cuando nací ella ya existía

con su azar de conquistar la tierra.




ANTAÑO DE VIDA:


Eres pilar sin margen ni curva,

de tu divina compostura,

tus ojos que acaso sombra cubre

un latido donde se bañan los octubre,

vendaval que soterra nichos

para devolverlos a la vida

en este soliviar barroco

que me puede derrumbar

a la llama fugaz que rige,

avanza y consume mi vida

a la tuya asida por los astros

que son santos,

oscura pila dorada al iris

donde se baña tu alma pura

acaso ella llevarme pudiera

entre sus vientos desnudos,

entre sus alientos

de florestas descuidadas,

acaso ella no me hablara

entre el jilguero y su cardito,

entre la caléndula y su insectito,

yo volara con ella lejos

donde se oculta el alba,

para demostrarla que yo

libero tu mirada

por rayos de su aura imperecedera,

fuente de alta frente,

cumbre de riscos y valles,

alguien acaso arrebatarmela puede,

aunque Ovidio te de más flores

quitarme nunca puede,

ni aunque tiemblen

mis huesos rectos y sangrientos,

osarse en gris mi camino viene,

te traígo golondrinas en suaves trazos,

te traigo sueños en colmena,

y sonrisa en luna venidera,

anclada a esta sepultura,

al resoplo trenzada

mi cristalina esencia,

en crepitar de estacas por clavos

que llevo ardiendo en mi pecho,

a este diáfano vacío

vengo que voy llegando,

caminan pensamientos

de sus sombras colgados,

esta osadía

que ya avanza como vidrio quebrado,

haciendo polvos la idea,

porque no me alzarán en marco

ni será eterno mi mármol,

dirá por este mar he llegado,

y el azul acaso será azul

por yo nombrarlo,

viviré de la letra amarrado

hasta que ella sostenerme pueda,

haré juicio de esta arena,

en escala a aquella estela,

sangres me gotean los ojos

de ver desnuda a Diosa Flora

vistiendo de los campos

la miel para cada sentido

Margarita yo que nací hombre

nada ningún averno,

ningún paraíso cercenado

ninguna deidad personal

de tantas sardinas que adoran

de boca pequeña

podrán negar que yo asalte

que yo recorra tu flor.



EXTASÍA DE CRISTAL:


Penumbra arrebolada,

hija de la sombra asolada,

temple de maraña,

tejida araña dormida,

sol en su trapo desnudo,

ven a mi cabeza

retuerce mi idea

que se encadena

sumisa a noble premisa,

no puedo parar

no hay tiempo de pensamiento

sólo escribir duro, seco, limpio

como agua de este río.

Sentido volviendo a la vida,

mi espíritu está creciendo,

tantas luces sin alba

tantos astros sin noche

es muy tarde,

nunca para volver

al origen de savia,

desnudo en este reloj

mirando este cementerio

alzarse, enarbolarse

de la nada y su infinito de cristal,

estoy dolido

que tú te lo has creído

si me quiebro

es para renacer

quemando mentiras,

liberando fieras,

roto al tiempo

entero al fragor

de mi espada,

no tiene vuelta atrás,

océanos abiertos me llevan

a flote de nuevos sueños,

rizado a la espera

engalanando mi quimera,

desiertos abiertos

en cal viva,

manténme el amor quieto

subiendo montañas deshechas,

viviendo el brillo sin estrella,

ojo de un ojo labrado

mantengo mi esencia

en joya de noche

miro dentro

y todo retuerce de nuevo

dame tu mano,

descubre mi reino perdido

a encontrarse en tu mejilla,

háblame de tus vidas

de tus alas en mi extasía,

sólo allí despacio

latirá su osadía

líbrame amiga

de cerrojos

y sus cerrojillos dorados,

exasperados,

esta noche seré luz de hoguera

y tu cobija quieta,

el único sin miedo

a decir lo que siento,

carrusel sin engranajes

caballo sin jinete

tormenta sin nube,

beso donde no lo imaginas,

sólo yo contra el mundo

abriéndome de la tierra

siendo alma en disparo

certero, agudo, estridente,

como la voz que no se pierde,

yo nací albor

nací para ser tu amor

no me pierdo,

estallo osadías repletas

solitudes que trepan

cruzo líneas

de estos cuatro días

que clava tu voz

desmigajando miedos

porque yo soy el miedo,

batallas aparte

soy tu planta silvestre

amando su tierra

más que a su sangre,

mi esencia verdadera.



CORNOCUPICIA DE TIERRA:


No rebotan los tiempos llorando,

en escalas a ese cielo anhelado,

voy que viajo

y bajo mis plantas

la tierra brota, rehuye, fluye,

todo me alza

sobre torres sembradas

y sus trompetas abiertas,

desenfundo esta esencia

de estaciones correr,

hogueras profundas

en lágrimas de lluvia,

plantada mi compostura,

me crepitan las montañas,

los cuervos me rinden pleitesía.

Ante estos ojos

el ávido brillo

de oscuras alas,

frente mi carne

fuego enraíza

esta noble falcata,

encinas me enraizan

el dorado anochecer,

noche oscura

entre espectros de letras,

el día derretirá mis flores,

trepando mis venas de encaje,

mi azada será sangre

no más cuerpo y carne de metal,

al erizado filo

clavaré sentidos despiertos,

mi letra será invencible,

en flameante rebosante inspiración

parida de un rayo de sol,

ay la tierra que me clava la siembra,

ay sol ferro,

yo te hablo

al fulgor de venas

al calor de llama azul,

tú invencible

como la palabra te formó,

extasía lumínica

en candor de lunas aulladas,

ven a mi pecho,

te daré asilo,

desgrana este silo,

que mis manos hablen colores,

solo ante la adversidad

esta negra noche que huye

enjaula su oscura sombra

donde la letanía esconde

sus garras de cristal,

quedando repleto este umbral,

he oído llamar

llamar tus sangres de luz,

a violetas nebulosas

sin cauce

empotradas en sagradas espirales,

busqué tu vida eterna,

me contestaron inviernos

desmochando brotes extenuados

de tiempos atravesados

por tu espada eterna,

fuente fría

que llena dulce la fontana,

la vieja luna sonríe,

lo efímero será áspero y duro,

a la caída de este plomo,

se levantarán estatuas de barro,

tu lobo vestirá el sincero metal

por ser de hierro,

hasta su aullido de plata

a la noche sempiterna,

y sus enredaderas malvas,

campo este de víboras nacido,

por un surco repto,

y el alacrán me saluda,

soy yo tiempo olvidado,

resplandores

de este patio de grillos,

me cuelga la corona de caracoles,

por todas mis lumbres

abiertas

de caléndulas solariegas,

más que hoy

no espero nada,

porque yo siembro lo perfecto,

me responden sus voces del suelo,

al intransigente destello

me parto, me quiebro,

hasta dar mi voz

a estos campos

y sus sotos perdidos

encontrados en cada sangre.



ONDAS MECEN:


Me cruzan las vías

del tren de la noche,

abierto, caracoleado,

en peregrinaje de estrellas

y sus halos,

este insomne caballero

de tu sonrisa nacarado,

arrebolado entre tus brazos lejanos,

una hoja precipita

al tañer de campanas

en garganta de lluvia,

no hay invierno sin frío

ni frío sin invierno,

vuelta atrás estoy vivo,

una vez en la vida

curva de espejos

entre verdes y ocres,

quién dijo que no tuviera esperanzas,

pálpito fugaz de estrella marchado,

el amarillo viste mis flores,

color efímero, sin despedida,

entre un patio de ojos

y sus carcomas solariegas,

danza este caballito sin diablo,

al cuartel de la cucaracha

van los ojerosos grillos,

todo cuelga de un hilo de lana,

horas minutos

para hacerme libre,

termíname tú porque yo no puedo,

este alfiler parco, sobrio

como él mismo,

entre circo de huecos sones

danzan los vellos de mi piel,

por el agujereado brillo de luna

cuento notas perdidas

y el filo de esta mi cuerda

hasta latir con ella

y su desnuda poesía

con cuerpo de mujer,

lejos de la tierra,

entre un soñar del viento,

se destapa mi cordura

le florean pensamientos

fieles ecos en iris despierto,

dulces ondas como dulces sirenas

enamoradas,

de este marinero sin mar

llamado verso,

al senil aleteo de la polilla,

el invierno nace de un cubito de hielo,

que avanza ya su noche

sin pedir permiso,

al vapor de sienes heladas,

entre un coraje acorazado

de haber realizado una buena siembra

me marcho.




FILO SONRIENTE:


Agudo filo nacido

mi destino.

Recuérdame en la tijera

desdoblando la espera,

hoy por hoy

mañana por ayer

el frío en la piel,

de estas cuchillas

sonrientes,

y su esperanza

carcomida, acabada

en hoguera.

Miénteme aparte

ancla en gozo

el violín de mi idea,

corriendo por fuera

marchando lanzas

de tierra

y el tiempo

solo, hinchado, dormido.

Rehullo de mi pasado

que se clava

en mis brazos.

Mírame aparte

del punto y su silencio

seco.

Esta vida en el centro

de una margarita,

miro su caricia

en pétalo de brea

arde mi sinfonía

deshace la lejanía

hasta ser ese lejano

carrusel de estrellas

por boca.

Vida por mi vida,

y yo qué no daría,

a este cielo desplomado

de fieles compases

oxidados,

es por su plomo

que a veces plomo,

a veces más alzado

que las cumbres,

entre regueros y ramblas

libero mi azada,

en cuerpo de sangre y vena,

no conozco a Pena,

entre su alta ojera

clavo una letra,

abre la acequia

destartalada en honda esencia,

allí donde graznan cuervos

su lenguaje de madera,

soy yo a la espera,

abriendo mi destino

en esferas puras, plenas

ay la tierra

vive esta dorada

escolopendra,

sucesos de huesos

arde la compostura

afila su beso de miel,

todo queda en yacija,

derramada hiel,

entre grietas iluminadas

del iris insomne

soterrando verdades,

completando

liberando sus cavidades

y su dama oscura

naciendo la noche

que ya vuela,

entre testimonios del pueblo,

que pertenece a la tierra

y sólo esta a su materia.


ODA A LA BELLEZA:



Ruge mi vida

con impetuosa saliva,

un desdén de mares afilados,

cose que hila esta malva sensitiva,

azures sarnosos que avanzan

al latir fieles compases destapados

de mi escondida idea,

belleza eres por mares insostenida,

balanza sin yacija, ni muerte escondida

acaso a ella conoces

que incluso la tornas bella,

mira la ventana crispada al infierno,

el parpadeo oscuro de la luz.

tú que definirte nadie podría,

ni el más inteligente

ni el más ignorante,

cumbre de ideales, pedernales deslices,

pólvora de sensaciones, fragor vaporoso,

bendices sin perdonar,

es tu prisma un ocaso sin lejana letanía

de esta realidad que se pierde,

atraviesa tu puñal absorto

hiende mi carne,

solo encontraré que brotará mi cuerpo

todas las flores de los campos,

tu cúspide sin hallar, tu vida sin hallar

cumbre tuya se llama planeta Tierra

abismo centelleante hasta perder la cordura,

madre del acto,

belleza deidad suprema,

nadie la mata solo se la llama

y no siempre responde,

déjame tu azul manto sin amaranto

una noche bailaré con lobos

hablaré de amor con mi quimera,

el miedo me conocerá,

amada mía belleza de las flores

sángrame un horizonte de colores,

deshoja mis infinitas espirales,

haz que me crea como los mortales,

para blandir nuestro nombre entre nubes,

cabalgarán mis corceles tus verdes sienes,

yo no seré yo, así como tú eres distinta

para cada retina,

hada infernal

como leviathán celestial,

tú no entiendes de las maldades del hombre,

sólo pintas de la realidad todos los colores.

contigo hizo cumbre,

resoplo agravios y señales

repetición

que nací para servirte,

como pájaro a su nido

señorita ruego

que elija este cuervo,

sin agraz durmiente

sopla mi sed de florecer tu alma

primavera preciosa,

desde mi mar a mi risco

osaré vestirme

de rudo hombre viejo,

soñaré como me sueña mi sueño

que yo en tus lares era el primero.

Señorita bella madre de mi izada bandera,

alza mi curva sombra

por la carne de mi siembra,

reverdeceré con tu cariño

primavera amada,

Mireya anclada de mar

a la montaña de mi idea,

vengo que voy a vencer mi propio desespero

rizando como riza su vida el helecho,

desde la sombra de abeja,

a mi ceniza bella,

no habrá osadía que no te nombre

mi dama al hervor de siglos

antaños que llevas ya florecidos,

me despido por si te encuentro



A 28-04-2017



MIENTRAS DUERME:


Vestida en tules azules

bajo sábanas de flores

sus sueños son de naturaleza colores

yo que avanzo despierto el campo de malvas y abrojos

que su boca resguardan

al calor de un lucero.

Yo que quisiera ser invierno cuando ella descansa

y así acariciarla en organza

viento viento bonito quisiera tener sus sueños

de campos floridos descansando

de árboles brotando en hojas

su nueva vida

cuando ella es primavera

yo soy invierno para mecerla en mi tela

y así siempre vivirá nuestra hoguera.

Mientras descansa

los montes abandonan sus atavios ocres

la rosa silvestre alza los brotes bajo sus espinas

su piel me camina el recuerdo de su sonrisa

cuando ella duerme el amor me avanza me habita

cuando ella descansa mi mundo se detiene

para pensar que yo soy su cobija

y que la podré alzar en besos al despertar.



II

El azul del cielo la deja su vestido

de astros en violeta prendido

en malvas de sueños

por despertar yo en su boca

y teñir las gramas en flor

mientras ella descansa

la vida reposa enterrada,

para con el albor de simiente

rajar la tierra

animando a sus compañeras

oh! primavera quién te alzara

y el albor trenzado

de tu lengua sostuviera

es tiempo de morir hoy

por las ilusiones

fugaces prometidas

de escalar el viento que te lleve mis flores

en higueras del demonio displicentes

es hoy el día de vestirme de espinas

para luchar por tus caricias.


III

Avanza mi invierno por desmochar

nubes de infiernos,

quimeras sentidas por un crimen de flores

lloran los campos de Castilla,

al compás de un sí bemol mi traslúcido pío

avanza mi árbol de sangre prendido,

hasta llegar a su nido,

mientras ella duerme se despiertan los buhitos

esperando, latiendo la parca efímera de invierno

que me dibujará invencible con su aliento,

quién soy yo

solo un pintor que dibuja firmamentos

y su sed de elevados cimientos

desde su boca a su pelo escalando su adentro

soy yo quien su boca aguarda su beso

yo fui quien mereció más que un traje de azul eterno

fui yo quien pintó de las flores silvestres

el cielo a mi amada,

esperando que mi cosecha

haga su vida plena

bajo mis caricias a su piel sedienta.



VÍTREO TRAS LUZ:


Primavera te ofrezco mi vida entera

Mi humilde canto sonará en el borde del papel

allí solo allí donde los miedos se hacen sulfatos

el escribir cae rendido ante

tus mejillas carmesí

te bajo los firmamentos del cielo colgado

para que sepas cuanto yo te amo

hálito de luz que se consume

para tornar explosión de lo sentido

porque antes de conocerte ya te miro

y perdona si admirarte es para siempre tuyo soy

desde este albor cruzado

a mis hojas de amaranto

inmenso con tu amor

este capataz de su jardín

te ofrece pasar su vida a tu lado.

 


Vitreo tras luz II:


Vítreo trasluz dime

por qué la siento incluso estando solo

porque los besos de las azucenas nocturnas me saben a poco

si ella no está conmigo Sol bonito si ella es primavera

yo quisiera ser el novio de Ostara

para acariciarla mi vida quieta

decidme Dioses qué he hecho yo

para merecer vuestro mayor castigo

que es vivir con esta locura sembrada

de viernes a lunes

decídme si vuestro mayor regalo

es de su sonrisa halo

y de su mejilla mi caricia es tornarla visita

cuando este mundo me sabe a tan poco

si no fuese por vuestro manto florido

de abril a agosto investido

da igual que corras te amo entera primavera.

 


Vitreo tras luz III:


Me mantengo caliente

en el fuego del lucero

esperando encontrar

el albor de tu amor

viajo en cada boca de lluvia

hasta tu boca

hasta llegar al invierno frío

que te sostuvo dormida hasta el otoño

oh pequeña oh endiosada primavera

sin tu caricia no soy nada

avanzo mi camino despierto

buscando la parca sin hueso

voy allí donde toda vida

viene tejida del cielo

tu amor encuentro

a lo que me respondes me quedé dormida

el bosque a la vereda por tu rambla

avanzas quieta abriendo

y desplegando en flor toda vida quieta

coges mi vida la sostienes plena

desde este humano albor

hasta donde el vivo cava su vida

yo te honro a ti primavera

mi preciosa entera

hasta que un día

pasados los siglos

mi conciencia caiga estática yerta.



CRISTAL SILVESTRE:


Ámame como se ama a la vida,

porque te amo en caricia

sin despedida,

tú que eres como la noche

en subrepticia,

yo contemplador extasiado,

por el fulgor que se abre paso,

Fin del diario,


este es el momento,

que se queda para descubrir

la expectativa

del vivo hacia la vida,

todo cambia y yo lanzo

mi destello sembrado en mis ojos,

susurros en letargo

abiertos al destino parco

estoy en tierras de la luna,

abriendo, tornando bella

su distancia,

todo sembrado

de quien yo era,

esta mi raíz que canta

plena, sacada,

cortada de su tierra,

para nunca olvidar,

alzada a tormentas del tiempo

y su etéreo desliz envuelto,

en las calles

de los sueños rotos

un pasado que dejo atrás

estoy joven para estas nuevas visiones,

existencia clavada,

al crepitar enroscado entre arterias

de alambres,

y su perfección

erizados gritos liberados

hay que pagar el precio

de ser mejor que este talento,

avanzo lento,

me abro por el fuego,

y no hay sangre que no me deje

envuelto,

miro dentro de tus ojos

buscando mi respuesta,

el sol se está enterrando en tus cabellos,

lima este nervio

que llegó su escarcha

siempre aparte,

siempre en alarde,

hasta yo encontrarte

encontrarme yo

en los sotos de tu voz

hasta ser yo el alarido con nombre

de sol, ser por siempre

ser para siempre,

ser siempre,

y Siempre llevar mis apellidos,

Siempre quemándome

en resquemor intransigente,

precisión de mi duende

llamado amarte.

ARTE,

condenada mi sombra,

a este precipicio

que despeña la letra,

a través del umbrío páramo

de esta piel y su yermo bosque de vida,

sigo la estela

vocecilla, elevada sin razón,

porque sí me sobra corazón,

soy yo mi murciélago de nácar,

vuelo que giro el infra-sentido terrestre,

y me quedo en vilo,

es glorioso este sino,

haciendo el amor con los sentidos

en el saco desdoblado,

de mi realidad soterrada,

destapo que descubro malvas

del sueño taciturno

que conduce a contemplarte,

bajo el sigilo de mi araña,

y su tela irisada,

en extasía de espejos carcomidos

sin dueño,

que no sea sinestesia

del cuadro de visión

llamado visión enardecida,

por la que mi ciprés

tiene tacto a caricia desnuda

y mis caléndulas caminan

con sabor a deseos de rubor.






QUIEBRO EN DICHA DESCRITA:


Muero por un beso

aquel sembrado dirá que vivo

vivo por un querer

cruel del destino

condena de una pasión

que creó tu pestañeo

al dejarme ver

tu cielo encerrado

ese que liberado

jamás me abandonará,

fijamente tres minutos,

y morí con tu pestañeo.

Demostró que fui y soy

importante para ti

y que a pesar y muy

a mi pesar de los problemas

problema no es mi apellido,

seguí en tu mirada atrapado

hasta que la aguja

de aquel reloj de pulso

se paró al pasar ciento ochenta segundos

mi cambio de vida

cuando consumí

medio giro al decir

siempre te amaré.

De este resquicio vivo

yo traigo la flor,

en competencia

de ilusión que marcó

esta hoguera sin pena,

eres tú soy yo,

flamígera condena,

por el párpado del cielo,

por mi astro soslayado,

que yo sólo encuentro cielo

en tu mirar encandilado,

soy un muerto con vida

si no te tengo,

y este firmamento

se me cierra seco,

muchas cosas erróneas

en mi vida 

que no hay tiempo para la sombra,

no hay tiempo para tristeza,

ni para la vida quieta,

porque todo resume

en buscarte a ti

mi vida completa,

si este corazón es un tiesto,

quiere y te quiere a tu persona,

enraizada, plena,

resplandeciente,

como el brillo,

como el halo,

de tu limpia, dura

sonrisa de perlas

en océano de resurrección

mi Margarita

descubierta en dicha,

mía, mía sin despedida.



TORDO ACOMPASADO:


En el océano de este mundo

abierto al cielo,

vive el cuervo,

por el desvencijado respiro mío

avanza, mece y sostiene

un tiempo en réquiem de espadas,

por aquellas voces que sordas

laten, se descubren, alzan,

se quiebran al paso de altares de hueso

por mis atardeceres de murciélago

voy ciego al calor del astro,

siente mi caricia de pájaro

esta vida en un verso,

alzando nuestra luna de acanto

y alabastro gimiendo el ocaso,

azabaches ensortijados, derretidos, extasiados

por el sendero despierto,

por el cauce que trae la vida, la mía,

ojos en resplandores dorados al tacto

de mi astro soslayado, 

mi azar es sembrado

vida de vida

late esta caricia

no hay retroceso ni regreso

todo está bajo tierras germinando

por la rosa de su pelo,

tu sangre me colmó en beso,

nuestro cielo de amarantos

fiel al respiro que alcanzó a ver

la belleza en noches de miel,

respira abre en ambrosía mi vida,

en este horizonte dormido

quiero ser de la piel resquicio,

que no me sientan perdido,

quiero ser Siempre tu sonido que acompasa

que clava olvidos

en despertares rizados que consumen

la retina y sus astros,

todo lo que anhelo es la verdad en silvestre flor,

tu eco alto que no hay pájaro sin nido,

esta noche será distinta,

el comienzo empieza ahora,

mi sueño de araña

que todo lo tejido

recompensa trae a lo sentido,

un avance de mi sangre,

ven al nirvana del ruido,

anticipa nuestro solsticio,

Yo que amo en mimbre de esparto

y verde espiga de trigo,

fiel comando el suplicio

de los valles de mi sombra

displicente, enamorada.

Encumbrada.

Sostenla sostenme de la pestaña,

me nacerá un alba,

marcho através del hielo,

su azul en la mirada,

estoy sembrando mi escarcha,

y que venga y queme

este laborado tiempo,

que yo nací del viento,

alguien está llamando

oscuro este romance 

entre las malvas del cielo,

se escucha mi nombre,

tengo que cerrar este hielo,

colgando mi estampa

del árbol de las cenizas,

y que nazcan ojos de tierra

de este hueso,

que seguiré soñando

que fue sólo eso

un sueño en despierto umbral

de mi alma y su protectorado.



CERCENADA RAZÓN:


Ilusoria, despierta, vespertina,

trepando lúgubre escala,

iris destartalado, ansiado

cubierto de cromáticos azares,

por un metal afilado va venciendo

a este brillo irisado vestido

de crueles destellos,

raspados destellos

de todo lo que dejó de ser,

reflejos sin nombre

ilusiones de este alambre,

rizado con hilos que gotean sangre,

despierta mi pesadilla

queda asomar la dicha

y mostrar esta araña,

fulgor desnudo al fragor

de transparentes cristales

que enamoran los hielos

que febrero siembra abiertos,

si estoy despierto se equivocan,

nazco que traigo

un cesto lleno de sueños,

se derrite mi estampa

quieta colgada del árbol

donde hago peticiones,

y que este forraje

se desprenda de mi humor,

no me desalienta,

he crecido para brotar

más duro y recio

que el esparto del monte,

traigo mortandad de idea,

en letra extasiada

al filo de verticales escarpias,

soy yo encargado de esta acequia,

que ni el más osado

pedirá que se calle,

alzo su valía

en desgranada espiga

que rompe mi silencio seco,

si no soy gente lo demuestro,

enseño a mi tinta

a no pertenecer

a este mundo de yertos,

mejor que qué cosa

mejor que la opaca suma

de alientos que se creen

tener originalidad,

de su umbral

prendo a cerilla

todo sembrado a diario

de vacía voz,

yo repleto no soy yo,

soy su extasía floreciente

de imagen y su prima

clavada en alfiler sin cabeza,

como un grito de letra,

y mordisco de fiera,

que deslicen décadas

que seguiré siendo yo mismo

entre grietas, entre esferas

quebradas y su olor

a flores desnudas,

que yo sé lo que hago

si no ni lo haría,

noche corría marcha atrás

esperaré su madrugada

soy taciturno con huerto de luna,

y siembro un quién contra mí,

estoy brotando,

no hay miedo yo soy el miedo,

fiera de esta hoguera,

llamada esperanza,

tengo una llave

y no soy cerrajero,

abro este corazón

y despierto su dragón,

hasta acabar de una tajada

con mi sana razón.



CRUZADA OJERA DE LUNA:



Había sentido

Bravura repleta 

no tengo ojos 

tengo lágrimas de cristal 

al iris en belleza consumada 

nadie te alza 

tomas tu lugar merecido 

jamas colmada 

siempre rebosada 

de lo bello a lo mejor 

sembrado ojo por este ojo 

me late me arde una simiente 

para el campo de tu alma 

vida yo vida no tengo 

si no se dirige en mirada 

a mi letana certera margarita 

desde el 2008 

jamás en súplica mecida 

por este arrojo 

en mi pecho sembrado,

viva y descubierta en este tajo 

repleto de lo bello a lo bonito 

de su interior decretado, 

yo hombre de sangre 

siembro este sortilegio 

de espadas por si llego 

a su alma 

y liberar libro sus ataduras, 

por soñar soñó la primavera 

que mis flores eran de ella 

yo reviento y exclamo 

que son de Margarita bella 

mi maestra en furor de espigas 

nacida 

solo tengo un corazón 

y es suyo mi dama, 

dama blanca 

doncella escarchada 

de esta vida a esta mi viña, 

yo dulce muero despacio 

por llenarla de esta dicha, 

seguiré en pie porque ella 

sigue viva enraizada en este latir

para yo con amplia voz decir

sin ella no hay vida ella es mi vida. 

Negra noche sostiene.

A veces me rompo,

a veces me pierdo,

y el mundo reverbera,

se extingue

por oscuras alas

enlutadas,

quieto, 

más tranquilo

que un yerto,

hago mis miradas

a su pasado,

no me asustan

sus dulces espantos,

estoy nacido

del hierro de mi idea,

labrado al fulgor

transparente

de mis campos

de soledades,

es por este tiesto

que jamás abandono

lo que siento,

y que mi margarita

en vena me muerda,

trepe por mi vera,

hasta sentir que yo

estoy encumbrado de la fiera,

justo aquí justo allí

sólo para servir,

rayos y azares

de consecuencias,

como flores cabalgando estaciones,

al iris lunático sembrado,

hasta atravesar su corazón de cuarzo,

es por este azabache

por el que vive la noche,

suena de nuevo mi caligrafía,

y para esta lluvia

todo valía,

soterrado mi latido

queda decir

que consumado

estallaré sin cuantía

borbotones

que sangren esta luz

intransigente,

el Sol afligido

me nombrará su allegado,

hasta sangrar

retinas indiferentes,

hasta cabalgar sienes

y alientos helados

de espantos,

hasta yo trepar

de mis arañas en sus cuartos,

enterrando esta noche negra

dando inicio a mi condena

de vivir por ella,

porque valdrá la pena.




LAS VIDAS QUE TRAIGO YO:


Era esta araña

como un Sol ferro con casa,

era como un encontrarse sin despedida,

por qué,

porque yo empiezo esta obra,

camino destrenzo este campo,

me desmigajan a mí

sus flores extasiadas de difunto,

para decirme

que lo suyo es de todas las estaciones,

como hacer el amor

con azares alados y soldados de los campos,

que su simiente no es vida de un día,

yo digno de admiración

digo que me adopten

pues soy familiar

así no tenga savia

tengo sangre carmín

y mi simiente escrita

dura lo mismo que dura

la tierra sosteniendo vida,

desnazco de la hoguera

al crepitar del rayo luminoso

no soy como él invencible,

pero me cincelo mas recto y recio

que un hierro de carne,

sotoventos atrás

las montañas hablan con la gente,

que sin ciudad no hay gobernante,

sin poesía no hay mundo ni creado ni

ni por crear,

más duro que los montes,

cabalgo esta letra

flamígera, extasiada,

al son de una espuela escrita en bronce,

digna del brillante metal puro,

para yo decir yo aquí

me he curtido y tejido duro.




IRIS DE LOS CAMPOS:



Edición febrero 2017 original febrero 2016


Adormidera pulcra,

Amapola esquiva 

nacías lejos de la tierra 

que tú querías

la fe mudó sus caricias 

el reino venía tejido 

del destino florido

en la gesta del jacinto 

en la flor abierta de la primavera

voló mi corazón a tu nido 

derramada esperanza vistió

el por qué de un adiós

el lirio abrió al color 

y la grama abrió en flor

flor de sangre 

que regeneraba 

el dolido destino

por la azucena 

caminaba su olvido,

fiel del suspiro nacido

quedar el te amo en vilo

la orquídea colorada 

aguardaba la fiel ordenanza

cuando un jardinero de versos 

dejó su estampa en el papel

un colorín elevó su trino

para que un zorzal 

lo alzara en su nido

todas las esperanzas 

colmadas de un grillo,

al compás de tu paso

seguía la amapola en duelo

lejos de su tierra 

que vio nacer el cielo,

caléndulas esposas del sol 

se abrían a la sonrisa

de tu calma amanecida

para yo trenzarte 

un beso en la mejilla

quedando las campanillas dormidas,

y las margaritas enrojecidas,

un te amo ardía.

El ascua se encendía

quedaba la sinfonía 

de un tordo que visita,

el cielo abría 

a sus coloridos jardines

plenos mudaba el grillo de sinfonía

la rosa colorada 

dejaba su beso por si acaso 

el viento llevara algo, 

se hilaba un verso

para el cantar complejo

del baile de la rosa y el clavel masculino

mecida la sonrisa al viento

nacía la basta floresta de los patios

y entre sus escondidos lares un trébol

vertía cuatro hojas 

al compás del Sol en su visita,

todo al resguardo de la bella caricia

y la ilusión dormida

que brillaba en tus retinas,

para yo dormirme 

dentro de tus ojos.

Abriendo mis flores en son,

ese que hacía brillar los campos 

en verde y marrón de un caracol,

relucía el brillo de un brezo,

desplegando su color

un tomillo en albor

por el plantago en flor,

todo lo que dejo

es todo lo que amo,

recuérdame en la flor

del cardo de la dama

me alzo a la altura de la rama

y el espliego amanece conmigo

para el romance del laurel 

y el encuentro de la malva con la abeja,

todo el cielo se despeja,

canta la piedra en aspereza

que la vida se torna repleta,

de lo sencillo del musgo

al verde estramonio 

con sus trompetas de los ángeles,

rueda la caricia que tu piel divisa,

el campo sin franca tapia ni verja

es dorado por mis sueños 

que corren de la vereda a la rambla

fiel de esperanza

la azucena nocturna en flores marcha,

el olivo prendido de olivas

la encina sus bellotas mece

para el tejo guardar su muérdago,

la noche que llora azabache

y ojos de luciérnagas

todo queda prendido

del suelo en duelo

blandiéndose la luna sempiterna de nuevo

y mi verso alzando el vuelo,

queriendo acariciarte de nuevo

la noche que solo conoce la noche

tus ojos que solo conocen tus ojos

por los sueños nacidos vuelan los molinillos,

el monte deja a las carrascas 

blandir el horizonte,

las flores a la abeja fabricar su miel,

la tierra se come a los cardos tras el verano,

la adormidera tu piel suscita

llegado el otoño y su caricia

fieles manzanillas abren sus margaritas

y los cardos en espinas 

dejan paso a los jilgueros

del campo abierto para regar Ostara tus besos

se anuda un grillo y mi brillo

abriendo una flor

con forma de corazón

dejando paso a nuestro amor.

Con el sigilo de blancos álamos

al verdor de frescos pinos

se cierran todos los caminos

por si acaso vivo que sepa ella

que blindado a la cepa es mi sino,

en estas simientes

en estas verdes sienes 

alzo mi latido,

que de madreselva fue vino,

y alzado parto mi destino,

hasta vivir en la mitad

de flor de esta caléndula sostenida,

enraízada en mi pecho,

que no canta 

reverbera en esta fuente fría,

anhelando de Margarita su caricia,

porque no tiene despedida,

al fragor del ascua

jamás desquita su bella sinfonía,

de raíces y colores de albas,

hasta ser amada

por grises arañas.




OSCURO HAZ, LUZ SEMBRADA:


Larga sombra me abarca,

larga sombra me abraza,

larga sombra que me envuelve

yo quisiera meterla en un mundo más bello,

yo quisiera librarla de hielos que aguardan,

quisiera retornar a un mundo que era negro

sumergirme más profundo que los mares

y encontrar mis verdades,

yo quisiera fundirme fraguas de hierro

ser justicia izada de ser en luz intensa

pero ya no siento nada,

asolada mi estirpe con nombre agujereado,

yo camino descalzo sin miedo ni quietud,

sin estos clavos que me impusieron

camino lejos, lejos sin mi nombre

por si despierta mi azada

con la que sepultar al Miguel Esteban

que no nació todavía,

por si una dicha me aguarda,

no osarán en buscar portentos

a esta larga sombra que avanza,

no cambio sus males

solo servirla flores silvestres

así enamorada torne princesa de profundidades

hada dueña de la sombra,

hada fiel de embeleso en umbrales

por tragar esta mi tierra

que me avanza la despedida,

cuántos pájaros volaron

para ser único pájaro enfundado en trino,

rajado, ultrajado,

cuantas notas se escucharon

hasta ser estrofa de agua

por todos los que estuvieron,

al acecho yerto de esta sombra mía,

que no posee medida,

solo una senda deshaciendo lo trazado,

al firme astro alzo mi perplejo

por toda oscuridad que fusiló mi partida,

me apodero de este jardín

de mi sangre  sembrado,

para latir en espejo asomado,

y que viva siempre siempre

esta sombra fría, vacía, llena en soledades,

completa sin tapiales, hueca de mi carne,

despeñada en vivencias soterradas,

que yo alzaré para sembrar en ella

esta vida que yo le debo a ella,

para que viva siempre mi luz

tejida con ella,

hasta erizarla

y que me responda

cuando nombre a la belleza.

Que sin ella queda sin aliento.




AGUA DE ARTERIA:


Déjame mirarte dentro de mis ojos

que yo limpio, sereno, yo pena ya no arrojo

hornea este fiel abrojo

que ya no sienta el pecho en rojo,

libre ajado de suave caricia

de endeble espina

solo te creará cosquilla.

Por estos lares insospechado,

por estos surcos sembrado,

de boca, pecho y guadaña,

sin su hoguera no es quien era,

déjame latir a espera

de vivir dentro de ti

como vives dentro de estos ajuares

de gato de hombre dichoso escarpado,

como siembra y su despertar en mayo,

libérame de ser quien no soy,

porque seré agudo, afilado

rizado como metáfora

en flecha de silencio,

yo por ti seré quien quiero ser,

tu orgullo tu inocente servidor

que solo posee estos ramilletes versados,

abriendo al verdor de todos los campos

hasta llenar tu dicha

del color de las flores de valle,

para vivir en esa orilla

en esa casita del río

llamado tu corazón mi señorita linda

mi amiga no puedo embellecer

la belleza es usted.




VANGUARDIA:


I

Vanguardia


Oh vanguardia, tu azar,

no cabe en un hilo,

hendida, alzada,

de enhiesta flecha, clavada,

un ojal que surte grietas

en estas quietas esperanzas,

bañan y se bañan,

vuestras destrenzadas

primaveras.


II

Ocaso rendido


Ajuar del astro sostenido,

suspiro a media tinta,

del profuso, profano, pagano

horizonte malva y su abrojo lanzado,

clavado en el verdor

de mis silos,

otra noche traspuesta,

que se me escapa

por la rendija, entre barrotes helados,

de mi cortina.


III

Cañaveral prendido


Ríos bajan, dulces aromos

al frescor de albas derretidas,

fluye, vence su iris de plata,

espumas de blancos chopos

cabalgadas.

Frente de húmedas azadas,

lágrimas saciadas

del verdor de campos

cual guadañas,

y su casa será eterno sollozo

de hadas.


IV

Canto enterrado


Por ti mi alma,

cuervos rinden pleitesía de negra ala,

acequias no son grises yagas,

yo quien te da sangre,

tú mi hoguera que ni quimeras

alcanzan,

rendida jamás,

me alzas mi palabra

por cielos de espinas labradas,

siempre te quiero

verte florecer en este jardín de rosas

tus lindas alas,

de esta espiga te traigo la caricia,

de esta vida mi tiempo fusilado

sin despedida.


V

Soterrada vía


Alza resume y coharta

mi acequia verdadera,

sobre este famélico tren de espejos,

danza mi brío con fuerza e ímpetu

va que viene , desgasta,

la rienda enroscada en la espuela

de mi saliva verdadera,

como un azote de la noche

y su vieja escuela sangrando yagas de luz

silenciada en el regio hastío

de este rey lucero descansando su frío resplandor,

entre sus corajes sembrados.



VI

Sol de cristal


Oh lugh, invencible al crisol

de tus lenguas travesadas

fiel carrusel de rayos sin secuela

de su rizada espera,

blanca luz de tu vera,

entre compases que hielan,

a tu vespertino canto derriten, despiertan

tus mil llamas liberadas,

desnaces a la noche que aguarda,

oh Sol de mis soles,

acoge este iridiscente canto

en tu seno en mi pecho que te aguardo,

al fragor de serpientes frías,

al valor de fieras enardecidas,

bajo y bajaré para alcanzarte.




VII

Bocas de espuma


Libero ásperos aguaceros, vientos

de mi pueblo desierto,

me conducen a verte

mujer de flores entre horizontes

que escapan fugaces,

entre olas de colores,

yo con la ineptitud de estos antaños,

míos, dulces, inconclusos, repletos

en vasija de dolor sabor hondo

y alegría elaborada,

en campañas de etéreas travesías

donde el final eres tú,

un pétalo, una fuente y un ovillo.



VIII

Libero el nueve


Osadía de cerrojillos ciegos,

entre brillos asmáticos del corredor,

por este aspa, por este candado

vendo que regalo mi dicha consumada,

ojo del buen cazador,

matemático placer enjaulado,

por ojos abiertos,

por un pañuelo, donde secaba lágrimas

la hilandera,

destino abierto a la única primavera.

Afilaba surcos de hogueras

al final de la contienda,

mi letra y la parca efímera,

como pez en tierra.



IX

Del famélico trigo nacido


Reza que escapa, su luz en una botella,

al ocre deslizado se abría,

un parpadeo de la espiga,

un estupor que abriga,

y la rima fácil de tonto día,

liberarse puede de toda sangre

y ser hasta arena de la tierra,

de la espiga venidera nacido,

sólo al astro entiende,

desmenuza sus cuchillos,

afila su vida como aspa

enamorada de su tierra.



POR ESTA FUENTE FRÍA:


Resogo este empeño,

traspuesto a los fuegos

del hombre

y su cuerda,

pasa los tiempos llorando.


Diestro, ambivalente

en dirección umbría,

vive colgando huesos

de sus pestañas huecas,

bajo mis sombras,

cenizas laten,

la quebrada fluye,

un iris

de ojo negro

en estos pilares

de fuego

que me alzan

estaciones que correr

años que nacer

en tierra abierta.

Estrellas que matan,

mi aliento de piedra,

atravesando estos ojos

brota mi fértil lluvia.

Crepita mi dragón

en esta fuente fría

profundo,

arde su brillo

de oscuras alas,

retinas, un frente

la caída de esta falcata.

En este cerrado horizonte

rizado, expuesto, consumado,

mis soledades tejen.

Una encina

que lejos habla,

que cerca grita

yo soy por siempre,

eco que se rezoga

entre verdes valles

que teñidos

en furor de sangres.

Ay la tierra.

Ay de ella,

sé mi hundida victoria,

por este umbral

silente que marca

mi frente,

por este puente, por esta cepa,

el ruido es fulgente,

los ocres rinden

en colapsos de tules

iriscentes.

Cabalgaré el astro

traeré esta flor de luz

a Hipsípila,

de una montaña

a un dulce valle,

injertada la sombra

la vena late,

traigo la creada ascua,

por si reverbera,

sobre un tiempo muerto

en el que no dolía

esta rivera.




HOMBRE LEJANO YO:


Hoy abre su pupila

una mirada energizada,

abre mi retina mi profunda luz,

clavando en mi mitad

una serena claridad

radiante, profusa, abierta,

mi destino danza en las sombras

mi ser de luz estalla al fragor

de esta luna apagada

y su eclipse de penumbra,

de umbral nacido

en madre oscuridad,

y su latido que alcanza el soñar,

de mi vieja escuela,

párpado en ocasos sembrados,

cabalgo a la novena estrella

por si yo la alzo a ella,

recuerda tu creencia,

desnudo su ámbito en mi hoguera,

abre la puerta,

pasará mi resguardo efímero,

su disparo de letra,

surcaré tu infierno,

te rescataré

en un beso,

sí yo seré grande como el sol,

mi cuclillo te dirá

sentidos granates me trepan,

porque soy mentira,

soy tu mentira rizada

de que no puedes ser feliz,

y  que este alma lata,

necesito el brillo,

romper la línea,

avanzar mis filas,

seré resquemor y sangre de espiga

en tu pelo,

seré yo sin prejuicio,

orgullo, beldad y mentira,

realidad y sueño en la grieta

de tu razón,

seré afilado como el corazón,

orgullo, honor de este clavo

sin tijereta de espejos

sin casa, sin caracol

que no sea amarte sin razón

porque mi razón soñó

desde que te encontró,

al fragor de ascuas preguntó

si el destino clavó

y yo desentierro hasta el miedo,

por qué no puedo osar su furor espigado,

por qué mundo

por qué me tengo que conformar

con ser hombre de lejanía

que siembra sus silencios

en su huerto de luces y rayos

de luna, seré el espejo derretido

carne de imagen consentida,

acércame la caricia,

mi mundo desvanece en letanía,

quema mi petición fumando el cigarro,

y que esta ventana me arranque el alba,

espectro soy

del vivo silencio enjaulado,

mi ternura consume el Sol,

por esta reja,

por esta cerca,

por este tapial,

mi yedra nace

para más alto escalar,

esta fiel atadura cristalina

sulfura, visita la inquieta estampa

azogada en énfasis de su compostura,

para nunca olvidar

para nunca más pronunciar

mi propia lejanía.




BROTANDO DE RAÍZ:



Dentro miro, florece el álveo,

un iris marcado, trenzado en espiras

fuego y su volátil marca de luz,

si nacer acaso partirse pueda,

sería una hoguera de purpúreas

y  negras llamas, sería un camino denso,

como el crepitar de la forja

duro y endeble, maleable y quebradizo,

fulgente y voraz,

al encuentro de mi nuevo crepitar,

y volver a nacer del fuego

con su lengua que me sostiene

como la primavera a las flores,

desnazco hoy para volver a morir

y crearme de la nada,

ni la espada más aguda podrá

guardarme el filo,

agudo y ágil, duro de escarpia helada,

ojo de mi ojo,

carne de mi azada,

sol de los campos,

agujero de luz,

alma sin nombre ni alarde,

lo siento mundo

soy invencible,

de mi pestaña nació una nube

lloró tinta, mi sangre esquiva,

he creado vida

sembré un alarido de simiente,

le contestaron el verdor y énfasis

floreciendo silvestres caléndulas

un latido me alza

partiendo sombras,

soy pleno, completo,

y nombre puse a ellas,

tenían sabor a bellas hadas,

brilla este agujero del cielo,

cuelgo mis suspiros en verso

acaso bajaran,

pozo de mis recuerdos

en verde musgo

mi fantasma muerdo,

de una espiga floreció su vida,

de una espiga traigo la sangre,

de una espiga ríe el granate,

ocasos ocres, misterios en copas azules,

me bebe su cuello

la esencia erizada,

la belleza desmenuzada,

por el dragón de mi fría fuente,

no me verá caer la lluvia,

sólo ella y a su poder

alzo esta tinaja,

inmortal me lleva la acequia,

su verde limpio, sus florestas destapadas,

me bailan rizándose en mi pecho,

sus venas labradas

entre su cuerpo de tierra,

no me pisarán nunca jamás

mis luces sembradas

de mis caléndulas arvensis,

mis silvestres flores de difunto

con las que recuerdo 

que la vida

es más corta

que el paso de la muerte.





ACAMPADO MACIZO, VERSO Y ENTRAÑA


Señor sentido granate,

violeta malva

de este sueño cabalgado,

vuelvo a ser yo

en la sombra de tu corazón,

quieto en las aguas

silvestres aguas

vida para ser libre,

miradas a un pasado

que se hunde

que emerge en las bocas

era yo ese yunque atravesado

de este alma que no elegí.

Compostura arde

el ojo y cabeza de la aguja,

compitiendo conmigo

destrenzando la sangre

de este horizonte estirado,

parco,  exasperado,

todo cuelga del astro,

yo no estoy despierto,

esta vida derrite

mi osadía de cuervo,

por lo que quedó sin decir,

tus mentiras eran erroneas

de un océano abierto,

este lo cruza mi hombro.

Este invierno grita en frío,

mi vida comienza a sonar,

todo empieza hoy,

mentiras lejanas

verdades silenciadas,

vida del humo en esta espada,

en esta esfera desdoblada

soy yo quien habla,

de sus lagartijas refugiadas,

estoy haciendo

una creacion del rayo de sol,

atravesado por mi línea,

esculpiendo abrojos,

de clavos irisorios,

Yo hablé con el fuego

dijo estoy creando sombras,

sigo vivo en esta hoguera,

con este destino criminal

de crear el demonio que baila,

rodeando mi cara,

este crisol de cuchillo

y esta escarpia acrisola,

encargado soy

de abrir la acequia

sí de mi tiempo,

a veces quieto,

a veces sin vuelta atrás.

Nací de una almendra

estoy más estable

que una semilla,

sin brotes de mí.

Dime árbol mío

si todo lo dí

en qué fallé

yo nada esperé

y solo tuve cariño de una sombra,

que me habla en poesía.

Seguiré mi curso sin mi nombre,

y que mi sangre sea que abre

en claridad de todas

las flores del valle.

La vida se pasa mejor en compañía

si no es así

que el arte me envuelva

en su ala caída,

yo fiel lo elevaré,

alzaré fines y comienzos

de su letra y piel,

lloveré noches con poesía,

sembraré versos como puñales,

la sed querrá beberme a mí.

Ni superior más que la perfección

yo tendré,

estallaré el gozo

en la retina

de mi despierto Lucifer,

para esta vida

y todos mis gritos

que vengan.

Yo seré el árbol de mis cenizas

alzado,  enarbolado.

Sagrado.



SANGRE, TIMÓN Y VELA:


Aguardo, tiempo atrás

mi sombra volvía luz,

esperando el momento de nuevo,

de cruzar la línea

dentro de la noche otra vez,

todo lo anhelado

todo lo cruzado

frente a mis ojos está,

detengo el horizonte

agoto espirales, sueño alto,

todo lo conseguí en su mano,

aguja de esta aguja que abre,

y soñó conmigo su primavera,

que era la primera,

hablaba la margarita,

bajo estos pies

tierra siente,

bajo los pies la sombra

latiendo está,

lejos cruzo la senda

y el nervio se afila cual cuchillo,

metales de metales hieren, voltean

este surco labrado del ansia,

un soplo y se difuminó

un soplo y se dibujó

su estampa quieta, etérea, inamovible,

cual ascua de llama que no se consume,

carne sin carne

sólo piel de mi deseo, perpétuo

avanzaba sin aspa

me encontré con mi templanza

era mi camino

era mi ascua.



II

Esta es la luz, siéntela

lanzándose afuera,

cruza mi barrera

polvo de estrellas,

cada día estampa quieta,

cree, viva esta materia,

quédate, mueve líneas,

avanza filas,

nunca te dejaré marchar,

vida para el vivo

y nunca morirás,

no te lo permito

mejorará tu huella escrita

vivirá este haz,

cada día, cada momento

eres lo que siento

algo para nunca olvidarlo,

escalando este sol,

corriendo este alma

espejos y cristales tiernos,

un cuarzo de lustre olvidado,

pasados, antaños atrás,

un día amarás decir

he resurgido de mis cenizas

de quien yo era,

buscando paz,

sosiego rizado cabalgo,

nada torna lejano

resurgiendo contigo,

palabra y torna vida

esta azahara de azares traspuestos,

al brillo a esta escarcha que me habita,

es el final del miedo desenterrado,

morderé la estrella,

perderé mi control

encontraré mi camino

dentro de la luz

fuera de la noche,

rompiendo, quebrando,

alzando, alzándome,

y no me detendrás sin tus brazos,

mantenme fuera, nunca podrás

sin tus brazos

sin tu abrazo.




III

Estados de tu mente,

que estoy esperando resplandezcan,

muchas noches

en vela, con timón y pluma,

todo comienza a sonar,

la lluvia baja arriba,

es la vía que la mentira se marcha,

camino mi manera

estudio el ocaso,

comienza, se abre la tijera del cielo

para ser hoy todo lo que quiero,

me mantendré a solas por ti,

así me lo clava la sangre,

que aguarda

que dibuja todos los cuadros

de mi creencia,

de mi serenidad,

no puedo ver el blanco sin ti,

todas las retinas para mirar,

pero solo este corazón

para sentir.




RETINA DE OCASO SOSTENIDO:

Febrero 2016



No me desanimé,

estoy flotando hasta la luna,

mi soledad está comiendo mi tiempo nervioso,

y por la mano estoy caminando solo esta tierra.

Un cuchillo de hierro se eleva,

para estos sentimientos sueltos.

Oscura mi vida,

con ella nada de ella es posible

en mi mente

esta clase de locura

corriendo por

luchando por el acero,

descubre mi falta

desatendiendo mi muelle,

una vez más

no me despiertes

sólo recuerda lo que dije,

no me despiertes

no puedo sentir en este silencio,

si usted está allí,

estoy muerto.

Nunca ha sido tan fuerte,

sólo recuerda quien envié,

solo recuerda quien era yo

No me rompas,

La luna, las estrellas que estoy tocando,

para descubrirme

para descubrir que no me siento de nuevo,

soy dulce perdida

en mi camino,

descubro que estoy muerto.

Levántenme hasta los insensibles,

abajo orando los cielos,

el producto es mi vida silenciosa

hasta las noches oscuras

de dolores,

la única diferencia entre tú y yo

me siento en la noche oscura

porque mis ojos no se abren

y ver mi vida en negro,

estoy muerto por este tiempo silencioso,

respalda tus sentimientos,

no camino más tiempo,

y miro mi tiempo,

disparar y disparar la luz.

Sólo tú eres sólo yo,

la línea es para siempre,

en sumisión,

ardiendo el infierno

rodeando mi vida otra vez,

ocaso acolchado de la primavera,

es hora del grito otra vez,

para este cielo,

todas las esperanzas que llegan a la tierra,

río de mi sentido,

ángel congelado

yo soy el hombre

hermosas mentiras de ti

crece tu corazón

dentro de mi cabeza,

nacido de nuevo,

llama a mi puerto para cerrar,

tú eres mi mar y mi barco,

alcance silencioso, imaginas todo,

travesía cerca, un cauce de sangre

estoy comenzando ésta,

puede sostener mis brazos,

la noche vuelve a sonar,

mi tiempo de matar el dulce tormento

de dolor,

y mi ternura flotando por,

actualizo mi destino,

yo soy para siempre,

soy tu calor

estoy caminando por tu calle,

abiertos estos cielos y su calma,

volar otra vez dentro de mi cerebro,

se bebe sangre

por mi vampiro en la vena

ojos bonitos,

hermosa boca

es tiempo para la eternidad,

yo soy para siempre,

pasado mi tiempo en la piedra,

ojo roto en el hielo,

mis ojos en el fuego,

queman el cielo de nuevo,

voy a su aliento,

voy a su fuerza,

ojo ciego

mi silencioso sueño de ti,

mi espíritu vuela de nuevo,

agua, fuego, tierra, viento

mi alma está creando un nuevo reino,

lleno, sombras caminan sin parar

es mi poder de la luz

dentro de esta noche.

perdón siempre lo haré en tu sangre.



En 2015 original escrito en inglés.




UMBRAL AL DESTIERRO:


La sombra salta,

se acurruca en el crujido

de este hueso,

nace un campo de espinas

dentro mi último filo proscrito,

y se va a las filas,

sonriente fulgor entre sienes,

sopla y sopla

no borrarás mi sombra,

se construye el puente

de los ojos abiertos,

espinas atrás te recuerdo,

puedes encontrarme

en la sangre sin vena,

en el café de mi destino iluso,

sopla y sopla

no alcanzarás mi oscuridad,

alzo este mi parco latido,

cumbre tras cumbre deshojado,

clavando su rosa y su cuchillo,

estampas del viento

entre párpados del aire,

vente a la negra estación,

este invierno azul se escapa,

entre pájaros dormidos,

entre riñones de nubes,

y soles de cerilla,

abro esta legaña

justo para llegar

donde el tiempo acaba,

y se marca la noche sin luna,

un descampado en el cielo,

una espiga

y una flor de sangre,

complemento perfecto

de este alarde,

una nota fugaz,

al compás de un transparente trino,

arde un sí bemol,

barreras esquivas

y su caracol de espejos,

mátame silencio si puedes

ya estoy muerto clavado en tu vientre,

azoga un vibrar de la soga,

otro miedo que colgar

sí del pescuezo,

temple de mi sinfonía,

el frío me está llevando

este laborar sin panal

me deshace,

quién viene a esta rueda,

llamada incógnita,

atraviesa conmigo

el centro de la llama,

abrirán centellas

sus pestañas iridiscentes,

por toboganes de luces desteñidas,

tantas mentiras eran cercanas,

adiós color, adiós flor,

apuñalo tus lucientes

hasta encontrar retinas de ojos navegantes,

esos por los que el brillo está desnudo,

y la razón vive en un capullo.




CRISOL AFILADO:


Un iris vespertino

que huye, escapa, se esconde

entre fugaces simas

que acrisola. 

Late en compás de labriegos

marchados del aura, 

de su iris compañero

sortilegio de destellos sin alba, 

listado irisado de surcos de latido

militancia fulgente entre rayos

de enerbado tornasol, 

naciendo su vena tornasola, 

como parpadeo de cuchillos

en el que habitar tu mirada, 

algo que anclar a tu sonrisa, 

sin prisa sin ancla

mas que esta letra, 

más que unos ojos de infinito horizonte, 

es un amor que resplandece, 

y por tus labios crece, 

cumbre de mi filo

bastión de solares

donde el sol eres tú 

mi Lobaluna. 

Que yo soy hijo del mar

de tu boca, 

rezando en el borde

del renglón, 

cantando con un cuclillo

que si la tierra se hunde

y el mar se cierra

viviré en tu entraña, 

como olmo de tu márgen húmedo. 

entre solitudes fervientes

y acuarelas de cielo

elevaré mi te amo

por si baja y seas tú 

quien lo escuche, 

atravieso océanos 

dejame ser como el último intento de la ola, 

y sembrar tu tez con mis versos de espuma, 

afila mi limadura, 

salta un corcel de vientos escarchados, 

un destino sin piel ni tela

un marco alzarme

en su corazón desvencijado, 

ser como el rocío primero

en quedarme en sus labios.





GRILLETES DE ALMA:



30 de enero de 2013 a las 11:00- · 

Amanecer despierto 

en este horizonte de fuego, 

como demonio antiguo 

avanzo tu cuerpo 

en tu pupila me deslumbro 

sigo el camino de las rosas 

en sangre su esencia de amor 

me ahogo en el dulce tormento 

que desvelaron tus labios,

tus caricias arropan mi sentimiento, 

como condena 

no encontrarte de nuevo 

en este arrullo no huyo 

en los latidos estallo 

y la estrella quema el desvelo 

de noches y noches soñando tu cuerpo,

hoy en tus mares fluyo, 

hoy de tu calma me apodero 

para nunca más ser sombra del pasado, 

como la malva enraiza la tierra yerma

en tu recuerdo entierro 

mi mayor ilusión 

esa que nunca te abandonó, 

si miras dentro de tu interior 

allí estaré amor entonando 

mi canción de amor 

a las lunas sempiternas 

que envolvieron tu ausencia corazón,

soledad con oscuridad 

clama la espina de mi corazón , 

en la roja sábana de tu calor

quiero anidar mi ilusión,

anhelos como cuchillos clavados

en el cielo de recuerdos 

horizonte gris que baña 

este el mío cuerpo

a la cuarta campanada de las doce

en su mirada tiembla el mañana

quiere tu sonrisa amanecida

en mis labios descrita 

como los rayos de sol de tus cabellos 

y los pajarritos cantarán 

en nuestra ventana 

trayendo los amores imposibles 

que separados nunca soltaron 

el primer desvelo de sangre 

enamorada del corazón,

hoy canto a esta sangre mi dolor, 

años pasan despacio

a golpes de silencio luchando 

con la templanza 

luchando a golpe de olvido 

separando nuestro destino 

que se unió por un beso 

y donde no llegué a entender 

perdí las flores de tu piel, 

caballero sediento en las batallas del ayer 

como el inicio del sentimiento 

vuela y gira por mi mente 

como encontrarte siempre resplandeciente, 

he venido a hierro a matar este silencio

he venido a beber las amapolas de tus labios

a decirte que recuerdo el sabor a fresa 

de tu pintalabios, 

a que en mis noches 

quiero sacarte de mis ojos para tenerte,

y la sabana fría se viste de tu melodía 

llega el violeta en su caricia 

su voz del alma hecha súplica 

de tu caricia, 

grillete y cadena de mi espíritu 

a amarte eternamente 

hasta el final del latido 

donde mi silencio se haga eco eterno 

de tu recuerdo, 

y la hiedra y cicutas envuelvan mi cuerpo 

aquí quedará escrito este amor 

que en dificultad 

y sin saber años y años de tu mirar 

late igual que ayer 

por ver junto a mí tu caminar. 

Te amo quizás sea algo 

que nunca cambiará.

നുന്ചാ അസുമിര്‌ഇ മി ഫൈനല്‍ 

പൊര്‌ഖുഎ ടെ അമോ ടെ വെര്‍ദാദ്.




AURA ACOMPASADA:


Azar provocado,

algún día despertaré

para construirme a tu lado.

La tierra plañirá

soles descalzos

a llenar con la imagen

de tu vera,

los ocres abandonados

lucirán verdes,

rayos de esperanza

habitarán los ojos

del lobo amor,

las fauces sigilosas

saciarán el hambre

de firmamentos sin ocaso,

el ser crecerá como espiga

que florece a tu lado,

no habrá dicha sin caricia.

Ni versos sin corazón,

mi sangre clama

que fada, 

mujer de flores silvestres,

mi ser te ama y llama

en hoguera

de retina encumbrada,

entre los campos

que la razón tiñó

en flor,

por si despacio

enraízaran tu ilusión,

deslumbran

auras bellas irisadas

al fragor de ondas

bailando tu interior,

me derrito este día

para alzar un grito

de azul espada

hasta cortar el cielo

a mi amada fada.





ÁNGEL SOTERRADO:




Fiel compás en tierra desvencijada

ojos en llamas,  clavícula listada,

alas en cobre ancladas,

soturna puerta

de la inocencia marcada,

en sal y cal derrama

lágrimas de oscuridad asolada,

una espera en la que cae el sueño,

desvalidos sentidos ciegos,

idea luminosa que se acerca,

clavos en rojo de vida,

cuadros de felicidad perdida,

aberración con patas cabrías,

guardián de los ojos de la libertad,

tiempo descendido marcha atrás,

dignidad en las profundidades

del hombre,  y su cueva

de ojos grises,

es un sentido que ya no agitan

las alas,

murciélagos errantes

en atisbo de libertad,

ojos de polilla sin la era lumínica,

se expande un sombrío

caballito del diablo,

la oscuridad reina ahora

en las fauces

del tiempo dormido.





HOGUERA EN ALARDE SIN ASCUA:


Brazos del tiempo, lejanos

un iris abierto a la escarcha escarlata,

brillos encendidos de un ayer

y su tijereta subordinada,

sujeto a la sombra

de su cadáver de luz,

no puedo creer este invierno

que se esfuma helando el miedo,

lluvia cayendo hacia arriba,

se afila mi avenida,

qué es lo que comienza,

otro grito excomulgado

afila la grieta de mi pared,

estados de mi línea a solas,

cremación de lo vivido en una hoja,

mi ciego sol

ya no se alza en su albor,

nubes volvieron

al destierro de mi despierto,

romance oscuro entre nubes de plomo,

soy libre y cada noche que vence

a la siguiente,

soplos de sangre férrea caricia,

atrás estoy alzándome

una vez en la vida,

generación ciega

rinde tu bandera

mi linde no posee dueño,

lo que crece vaporea su eje en libertad,

las abejas son servidoras de las flores,

la montaña escala y raja

al horizonte pulido de aspas,

firmamento recto en ocaso de malvas,

puedo escuchar

el laborar de los molinos del alba,

por mi silo noctámbulo dormido

se alza el trino

de mi vieja escuela,

caminando por las calles de enero

de este año nuevo redondo,

un crepitar sin transeúntes

sudores de semáforos,

escaparates de sienes rizadas,

destilerías en venas,

compás de las gentes

tejidas en alambres,

cómo cerrar el oscuro suplicio,

habrá que volver a comenzar,

abro el sendero

se ciñe mi espiga

en flor de caricia desangelada,

en tu mentira yo estoy

y voy a estar hasta el fin

del señor tiempo.




RIZADA ESPIRA:


Afilada esta araña

esparce el verso de espuma,

entre una fiel madriguera

de la letra y una despedida yerta,

acicala sílabas,

en el herbor de la sombra,

puede verse el ocaso nacarado,

arrastrándose la idea,

vengo sediento

por el oscuro túnel,

que todo se hace verdad,

una alimaña me brota la garganta,

hilvana que hilvana

mi sentir preso de la montaña,

al verdor de enebros

y sotos sin lengua,

todo lo dije y no dije nada,

congelada la mañana

quedaba construir un paso

furtivo del cielo que sujetaba,

llegaba la hora

de enterrar mis abrojos,

por si despertaran de ojos verdes,

blanca la idea conoció

un suspiro de tres caras,

estaba en el bando equivocado,

el cigarro se consumía sonriendo,

el frío era frío por así verlo,

todo se retorcía

y quería volver a comenzar,

vamos eres libre,

eres brotado de mi aliento,

si tienes suerte no te enterrarán

ojos incáutos en su pozo de olvido,

puedes oír y soñar

como sueñan las fuentes

que son boca,

como la primavera sueña

que las flores son sus hijas,

levántate y alza estas penas

y su recámara,

que estamos casi a un mes

de conocer la flor,

de mantener a la derecha la vida,

de romper la línea,

te encontré, desgañitada la siembra,

era un partir sin mirar atrás,

brazos de hoguera

con el ascua rizándote la cabellera.

Oscura luz goteándome la tez,

un segundo de largo

y sonó un redondeado afligido

entonaban entre alambres

las sonatinas y su amarilla fauce.




VIDA DE HIELO ARDIENTE:


Horizonte de la caída de este solferro 

a reinar como una falcata de rayos afilados,

hondos ojos fijos en solariega planicie,

donde frías juegan moteadas las flores de invierno,

el reposo de la vida que se fue a dormir,

como un río de luz brotaba la escarcha,

un diciembre tardío saludaba

con sus manos heladas,

acariciando estos campos redondos

de cardos y caléndulas silvestres,

era un día de hacer manteca,

a mí el frío me hacía sentir vivo,

en este soliviar traigo mi espada,

pongo a sentir la tierra a mis versos,

que con cepillos de grama joven

se blanquea mi calzado,

viajo en mi mente

por el cuchillo calizo de la piedra

del caserón terruno abandonado

que posee mi padre,

rodeado por el fervor de pinos de monte,

donde próximas hacían nido las atochas,

a perdigones que son de la tierra

como la montaña a su roca,

cosas talladas puras como amaneceres

pulidos sin grises hojas,

ola rota mecen mis pasos

de un mar olvidado del que cepas anclan 

sueños de vida,

del terreno en el que grillos esperan

el frío en sus agujeros

y su despertar para morir al acoplarse

a la melodía que teje la vida.

Avanzo en este campo de víboras

para ser yo como mochuelo recogido en su olivo,

como mis pasos gorgojean las carrascas,

todo mi mundo reverdece 

para mí siempre es primavera,

y mi bravura llora flores por mis venas,

hasta tener del cielo

la malva del alba

hasta trepar las yedras del profuso claro oscuro,

del cielo y su luna cuarteada de platas auroras,

me nacieron simientes silbadas,

y mis ojos enraizaron el campo.



TRILLA MI IDEA:


Canta mi cuclillo canta,

picotea en mi cabeza,

entra al silo de mi idea,

donde telarañas

coagulan mis pensamientos,

abre esta puerta hacia mi oscuridad,

allí donde negros ratones

cobijan con fijos ojos

mi sueño sin desempolvar,

me conduje por escalas

donde colgaban brillantes ojos

sin pestañear,

arriba donde se acumulaban los sacos,

un murciélago despertaba,

era como una sombra que flotaba

entre llenos agujeros de aire,

sombra con alas,

la guadaña estaba recta

pareciera que me esperara,

la trilla afilada,

era nueva de esta primavera

el grano no vio su oficio,

respirad este olor a trigo muerto,

habitantes de mi silo,

hasta la araña teje con tesón

su geométrica hambre,

pardas motas salpican las paredes

por las que corre pegada la salamanquesa,

grietas vivas por este frío infernal,

arriba la sangre parecía evaporarse,

sólo quedaba yo

y esa sombra colgada del techo.



FORJA DE MI SANGRE:


Avanzo esta tierra abierta,

sangre y lágrimas,

hundió sus zarpas,

el honor de la vieja luz,

vieja urdimbre

en venas de cristal,

venga a construir

la casa abierta de niebla,

abra su puerta de oscuridad

es mi mente,

que como un azadón,

hunde entre altos tallos

de mis pensamientos,

muchos días

que me pensé sembrado,

pasó mi negro caballo,

brillaba este pantano,

entre recuerdos de un alba

en que no dolían

y hacían flor,

lengua de metal

hundía sacaba terrones

para oxigenar mi dolor,

anclé mi sombra,

la puse a dormir

entre la grama,

brezos y caléndulas la acompañaban,

barriendo los campos despertó

esta alma sonámbula,

con el zumbar de abejas caminantes,

con el soñar de las flores

que eran mariposas,

avanza mi surco,

cava mi padre recto como su azada,

y los veintisiete años que nos distancian,

es su trabajo su azada,

que alimentarnos desde la ciudad puede,

sueñan mis versos

que fueron construidos para luchar

luchar contra la sangre del hastío interior,

flores que brillaban sin desesperanza,

altas miras en sus estambres,

un polen de estrellas despiertas,

la miel de este intelecto

que abre sus grilletes,

que asoma sus brotes

a la ternura del cariño sembrado

por venas de mi misma sangre,

amo esta vida

como no amarte padre

si tú me sembraste.




OJO DE TIERRA 2013:



Un silencio yerto,

se abre esta noche

por ensordecer,

reflejos de resplandecer,

en este frío de ayer,

pasos de silencio roto,

abre una espiga

un respiro, un latido

envilece mi procesión de fuego,

cristales que se rompen,

visagras que se doblan,

esta noche

de la nube de antes de ayer,

todo se alza

para llegar a ver,

recorta este hálito de tierra,

un suspiro ciego de hiel,

llega para enloquecer

mi sangre que tiene sed,

he salido del infierno,

quién me va a detener,

sombras que gritan,

hielo que sostiene,

mi cruz del horizonte,

por descender,

afilo mis colmillos

hoy se verán morder,

esta ventana de sed,

rebotan los tiempos,

muriendo,

diáfano espacio

de ausencia brillando

su infinito parco de cristal,

llegaba otra primavera,

sin celda de madera

chirriando su carcoma

que mordía este cielo

con su moneda

que brilla mi idea,

esta tierra late,

esta mi sangre fluye,

cabalgo este acre torcido,

recorren florestas

naciendo, brotando

fundiéndose con tierra abierta,

soles lloran escarcha.

del nacer crepitando,

te juro que avanzo

hasta ser esencia de río

granate de mi lustre colgado,

debo aguardar

debo escuchar

este patio,

hablando con la araña,

que caza bellezas,

un día recordará mi tiempo

que fue mío,

dejará de estar perdido,

y este poema me dará de comer,

por tener dos mil cien,

creciendo en sus ramas

de sangre negra,

ay la tierra,

sí esta tierra

que me vio crecer,

por la que siembro

mi flor de viento,

desnaciendo el tiempo

que lloró mi ojo,

siendo de tierra y para ella,

abro que domino

esta ceniza que me lleva.




Clama la flor, abeja del lugar por gritar.

- Ven, toma mi néctar,

déjame compartir mi vuelo contigo.

Réquiem por la flor, oda por la margarita

con su mariquita, sauce caído,

cobijado tejo, crepitando:

- tú eres primavera.

Olmo viejo en retozo,

quebrado por la aguja silente

de la carcoma.

El cadillo miente, mientras el abrojo

clava el sentido, quiere la amapola

ser la alegría del lugar.

Cuando el brezo enraíza

el alma de sangre

por derramar mi cuerpo yerto

en la navaja, mientras

la lavanda amamanta la abeja,

y abejorro que llamé genaro.

Amaranto el firmamento

llórame una estrella

y su hueso de luna que

rompa firmamentos

en auroras,

que venza colgándolas

de las pestañas,

y mientras las pupilas

en sombra abren su cueva

en la clamada verdad.




Soñé, te viví, te besé,

te anhelé, te abracé, te sostuve,

te mecí en mis brazos,

te acurruqué, te dí de mis labios

de beber; hice tus piernas

recorrer en pasión,

te viví desde pies a cabeza

y siento decirte algo:

- que no me gustó, me encantó,

me emborrachó, me drogó,

si acaso, hubiese posibilidad

de que yo no estuviese muerto

sería por tu recuerdo, amor.




De este cementerio viviente

que me dejen ser la flor,

que por lo menos

a un muerto da calor;

y al difunto, la caléndula su luz,

adorada, nacida del rayo de Sol.

Quien te quiere, te quiso y

te querrá desde este corazón muerto

te amo en albor flor tras flor,

elevado resquicio de caricia

de Diosa Ostara

en resquemor de primavera

cardos brillando en espina

de dolor, desde mi nicho

pido mi nicho de espinas y de cardos

cuando llegue el momento

si no a mi no me entierran en este cementerio del que vengo

y que la parca fría venga a por mí que este hombre

ya ha muerto y su último suspiro

fue un yo te sentí amor

voy a tu encuentro.





Diente de león por clamar

el prado yerto,

donde lo vivo son las plantas silvestres

incluso el cardo de las damas, las malvas,

las piedras agujereando el terreno

molinillos al viento, por gemir caléndulas silvestres y

papaver hibridum, amapolas roheas sangrando

borbotones de sangre de tierra por brotar

plantago por llenar el campo de espigas con flores,

todo escarabajo gozando de la flor

cómo decir que la flor sea sólo la flor,

si del reino animal es templo, hogar y morada

donde todo empieza y todo acaba.

Margaritas en envidia miran tus ojos

y luego miran las estrellas,

una sabia dice y afirma: son mejores

y más bonitos

sus ojos que ardieron los luceros,

vidas de tu entraña alborada, que el oro no es oro

sin mirar tu corazón;

Corren las amapolas, de tu sangre arden en hoguera

incombustible, plena, yerta, indescriptible esencia.



Golondrinera frágil, esquiva,

reina luz del bosque de las sombras

con tus amapolas amarillas,

los luceros del cielo.

Por poblar jacintos silvestres, tragopogones,

amapolas por doquier

amando la primavera entera

en un mundo que cae disuelto

en espinas de cardo y alhajas

de flores de todos los colores,

mi templo, mi casa, mi hogar, mi albor,

sin alcanzar las plantas silvestres

por poblar este mundo silvestre por mirar

y dan ganas de tumbarse

y ser la flor de muerto porque me tumbaría

para que me crezcan las malvas

y mi cuerpo críe malvas y cicutas rojas

y negras de tinta y sangre

mi condenada bandera.




Estampa quieta,

tejida en el umbral silente,

nacido de las sombras

y sus benditas estampas

de damas de noche,

la flor blanca estrellada

canta tambores de la tierra.

Y los grillos afinando el violín están.

Las margaritas tienen el te quiero tatuado a fragua

de la flor que sea flor, belleza creada del rayo de Sol

y su albor mecido por dioses, acariciado por Ostara

el humor de primavera cuelga de las faldas

mientras mujeres hilvan

y trenzan sus cabellos en oro fino de seda.

Yo soy un humilde escriba de la flor de difunto

caléndula officinalis,

por la que el muerto

encuentra luz.





Bebo de quel cáliz antiguo siento las estrellas

buscando la respuesta para ser feliz.

En la planta en albor que crece del rayo de Sol,

sabiendo un secreto de druida de que si miras el Sol

al amanecer minutos y minutos todas las plantas en flor silvestres

brillan incluso más fulgente que el rey lucero,

todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,

a través de la caricia nos trae Lugh.

Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris

que apareció tras mirar fijamente preguntando

a una flor de difunto me comentó

que podría indicarme de la tierra

donde todo es libre, no hay dinero, todo vive por suprema

ley natural, sin miedo ni odio.

Le pregunté a la lombriz que dónde quedaba aquel lugar,

y me dijo con amplia voz:

- bajo tierra.





Monte elevado en el horizonte,

brezo, encina, carrasca, esparto, espino,

todo crece en albor sin preocupación suprema

nada más que seguir viviendo y echar generaciones.

Hoy me desperté y contemplé la ciudad con todos

los edificios grises, como sus gentes

todo pasa de tierra y aquella que me dijo la lombriz

boca gris me espera, así tenga que estar mi cuerpo

frío, caído de hoja en otoño, no espero vivir eternamente

ni ser festín de gusanos tempranamente.

Yo acabaré por entender la mentalidad de aquella lombriz

de su tierra, que no hay preocupaciones,

fue el ser humano el que inventó el dinero

y la esclavitud que trajo.






Amapola silvestre,

llévate mi sangre a las entrañas del inframundo

así como tus pétalos elevan la sangre de los suelos,

que tus raíces me conduzcan al tercer reino.

Ooh, espino amarillo, que bajo tus espinas

han visto infinitud de cal varios nacer los montes

y senderos, que todos llevan al mismo sitio

a perderse en el elevado espino de tu luz.

Ooh elevado, cuál sería tu misterio

para dejar a este escriba absorto.

Brezo silvestre, sin miedo, tras el olivo

te vi crecer, y una margarita cerró junto con el verso

de la caléndula arvensis que tapó con sus pétalos

en cuña, al caer la luna al cielo.

A tí genaro, abejorro de mi jardín

te extrano y echo de menos, bonito.






Corre trémulo a desvoz el cosquilleo silente,

que avanza, que recorre tus piernas en ambrosía y miel de dioses

junto con tu aura y alma de dulzura sacada de raíz de la tierra, mi hada

ni una flor se te cayó, ni un pétalo dañó, agarraste enraízada con albor

y tú tragopogón, duende, el mismo destino de rey silvestre te espero

y aguardo en mi maceeta, ya que en lo que llevo viviendo

ni una planta se me ha muerto con mi don,

hasta amapolas comunes vieron florecer mis macetas,

hasta margaritas de manzanilla gorda, hinojos, brezos, jacintos silvestres,

crié como un dios creador, dador de vida incluso de la humilde semilla

de la calendula officinalis.




Encina del rayo crepitante, de mi ser llorando,

hojas escritas en sangre, enraizando sentidos sin descubrir

amando inertes actos incluyendo dichos sabidos

y en desuso.

Su condición asesina de la estampa en soledad

y pena de procesionaria

todo avanza en un sentido mientras yo me detengo a mirar

el cuervo que me persigue por poeta maldito, extraño mi casa,

este ataud es frío de tiempo muerto.

Este ingreso y ni siquiera puedo encender un cigarrillo

para quemar estos pensamientos parcos y yertos

como mi cerebro en esta lata de sardinas,

de cuarta planta de suspital de Alcalá de Henares,

donde nací y casi me sostiene eternamente la silente muerte.






Mi vida te escribo como gota que va a los mares

tú que fuiste altiva, ningún humano te pisó

los dioses honraste y te honraron

desde el cerro al abismo, tocado y acariciado

donde todo surca la oscuridad madre

y dama de noche sin afectarle el cielo

de la yerta amapola de luna desangrada

y su estramonio vestido de gala de estrellas.

Todos bailando en la fiesta de los no importados

menos la rosa y el clavel masculino

que tiraron abajo el telón para comenzar la gala

y el baile ganó la datura con la dormidera

por sus trompetas de los ángeles abriendo al clamor.





SANGRE DE OJOS:


Fauces amarillas

el humo de su tabaco seco

cuelga de su blanca sien.

Bocas de agudos filos

nada por todo.

Tomaba su café

de grano recién molido.

Como si goteara del árbol

del insomnio.

Era un hombre chapado de antaños,

dormía cuando tenía sueño,

comía cuando tenía hambre,

amaba más las flores de su jardín

que a las personas,

la amargura no conocía

si no se hubiese casado con ella,

su bigote recto comía por él,

era apuesto

pero le asustaba mirarse al espejo

y contemplar que el tiempo

podía más que él,

de diálogo era más parco que una tabla

agarrada bajo yunque,

no amaba el dinero

que sólo empleaba en gastarlo

en necesidades básicas

hablaba con sus flores,

lo extraño que le respondían en su cabeza,

consecuencia de la soledad avanzada,

seguía la ley del ojo por ojo

si le daban amor devolvía lo mismo,

en cuanto a odio este le temía.

Le gustaba sentarse en su mecedora

en su jardín y acercar comida

a córvidos negros como azabache

y obserbarles ,

era pleno, hacía honor a su vida

amando lo sencillo

cogiendo su armonía en una mano

con su cigarrillo

que blanqueaba ya su bigote.



II



Lámina del cielo

tu gris en estiaje

ángel del cielo teje

macabra sinfonía

lluvia se derrama aplomada

por su guiño de ala,

por venas cavas, su quitina,

estrechas vías consumidas

en atroz entrega

del mensaje del cielo,

sangre de tierra en zigzag,

río de caudal

por arterias de arañas,

por acariciar la flor del iris,

un barco y una vela

un puerto y una quimera,

una vida de aciaga solar siembra,

verso saciado cabalga

el colchón etéreo del aire,

hasta anclarse en valse,

sueña el viento ser capturado,

atrápalo en tu mano

y en la otra derrámate como gota,

precipita tu esencia bebe del cáliz

la yaga de nuestro vino,

infinito remansado en cuña de estambre,

es un ojo de tierra,

es una espera,

una inmortal fáuce,

la canción con la que bailan las flores,

un cariño de flamígera estrella,

un armazón dorado de escarabajo,

una casa de caracol,

ven, ven conmigo soy aullido,

una entrega de cuarzo llorado,

un cuchillo de silex afilado,

en el trillar del campo,

soy mis venas naciendo en un charco,

un sorbo y soy fuego en tu mano,

 gimo y corro el vasto templo

de mi perdida religión,

viendo el devenir venir

cruzarse, deshacerse, alzarse

para acabar siendo tierra

del inerte azar profuso,

mi tinta se bebe un rayo solar

en patita de un caballito del diablo,

mi vaga libélula de mi suerte,

para que siempre viva

esta hormíga león

siendo mi cosecha más que tus besos,

más que tus rayos de sol,

siendo yo del camino y el camino ser de mí,

irisada vida en son de mis tambores

de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.



III


Seco y duro, seco y umbrío,

corría el linde quieto

por la arboleda despejada

daban las tres y treinta

de la madrugada que se marcha

por oscuro diván de la sombra,

un espejo tímido sonaba,

el reloj paraba,

con un grito de estrella,

su alcoba fría en la que despertaba,

no quedaba viento de palabra,

ni pensamiento agil que en eco no quedara,

lanzó aquel espejo contra el suelo,

y rápidamente sangró un borbotón de sombras,

se abría la noche y sus quimeras despiertas,

brotaba de su ceniza de pulmón,

el irisado que la oscuridad clama,

quedando para siempre

su alcoba fría y vacía,

sombra de aquel que sonaba una noche

que ya escapa.




IV


Fantasma del tiempo:


Indivisible fulgor ostentado

resquicio opaco de la luz

con sabor a fase de luna.

Invierno de los ojos veloz

en una gota de llama de vela

fuego del fuego creado ensimismado

quiero arder lo malo de la maldad

cuando sin sombra ataca

el humor de la sangre existente

si voz tiene cuál fuese dicho ente

hablándote desde la arteria

donde el cuerpo helado busca

y te busca verdad sin pestañeo ni apellido

sin venas surca la ola tibia y oscura

que nació sin viento ni mareada razón

de océano de versos

camino sin recorrido en yerto color

fulgente de la estación sin mente

entresijo de la mecedora

que sensación sola la mueve

con indicio de que la oscuridad me puede

fuerzas que escapan

a la razón del entendimiento

resguardo de luz que por verla doblega

a la insensata dicha escondida

que grita y se engrilla en aquella orilla

distante, que une y divide

ignorantes y sumisos bordes

de lo que existe por soñarlo

suspiro ese suspiro del hastío

y estío de mi río

escapándose a mi legible saber

un vencedor encontrado

círculo perfecto del equilibrio

en la locura nacido

en la frialdad del respiro mecido

yo te tuve, te sostuve

en la risa que dio llanto

en el llanto que dio risa

sin motivo ni razón encausada

allí donde la emoción era transparente

ni necesitaba conciencia para ser

solamente armonía que nadie te describe

porque fui yo quien te tuve

brevemente pero tu recuerdo pasará mi muerte

frío recuerdo de honrarte tan malamente

sin saber describirte

indiferente si vuelvo a encontrarte

porque eres lo más inusual,

te buscan y imposible de encontrar te vuelves

de la suerte llamada casualidad viniste.

Vengo del nacido sin nombre

del que hace lumbre del alarde del hombre

del espíritu parásito engendrado

y el veneno de mi sangre

te llegó a donde el camino se abre

a infinitas escaleras interminables

donde el surrealista se raya la mente

que del caso cuelga el Sol en cruz

en la pared del diáfano enervado calmo cuarto

marcando las marcas de los arañazos de su luz

que en negro dio su astenia quietud

horarios de su ser perdidos

en un atardecer que ya fue

en el azabache de mi bolsillo

sus sombras que recorren mi pasillo

me entretienen para ser fusiladas

al encender la luz,

no puedo creer el encontrarte aquí

inerte arte del único poema que vale

por no tener nada comparable

beso mis sueños que el oscuro espíritu

por no tener color arde

no quiero darte a entender

ni que seas adjetivo ni valoración

solo lo inerte de lanzarte al río y donde llegues

o lo creativo de guardarte en una caja

y enterrarte en el jardín,

para que te crezcan malvas,

es interesante que no llegues a materia

sólo a eternidad de quien te leerá

en mis sucesivas muertes,

ténue destello, elaborado albor

nacido del rayo de sol,

y la noche que ya calló

en las pestañas del amor

milenarios son los espejos de los astros

que dictan y laten en caricia

esa fría cuchilla que se clava

dándote finalidad y fin.


FIN


Miguel Esteban Martínez García a 19-02-2015


Pseudónimo: El Castellano


V


Te busqué voz:


Todo me lleva al cauce,

que te dibuja displicente

allí donde la muerte

se siente imaginada

puesto que ni la belleza simple

la piensa, ni imagina

ya que es de la enfermedad invento

no la voy a dar creativo alimento.

Inspiración lejana,

para encontrar la esencia de su ser

eterna eres ni muerte te veo

fuente nocturna, o diurna

o ninguna, surges a amplia voz

a latidos no puedo contenerte

y el que no sabe 

ya está viviendo de ello,

el mundo nos es ajeno,

calma de tu calma invernada,

diáfana quietud

de tu silencio sembrado,

en el barbecho de mi pecho,

regadío del olvido

que a imposible crece 

para letra ser 

y beber la sidra de tu piel, 

que ni la manzana prohibida 

Eva la pudo morder,

iridiscente canto sin ser canto,

voy buscando belleza

habrá que darle ritmo 

a lo inerte de la suerte,

aljibe donde encontrarte

bebiéndote en el tejo 

de alabada montaña perdida,

que en sus arroyos y arrullos  

me tumbé a mirarte,

me nació del helecho un curvo hecho,

con boca gris me dijo:

-Lucha que todo ser vivo tiene un motivo,

sólo le faltó decir 

que del barro fui creado

mi tejo amado enamorado de la nube,

soñando su imposible beso

viéndola única porque todas son iguales,

menos cuando la atmósfera se cabrea,

manantial de los manantiales

los ríos del cielo

donde en espejo se hace eterno

para regar los campos que Castilla

dibujó a vid y Encina.



VI


Brepticia:


Desgarrado, desaconsejado,

al mal intencionado intento

de sacarte provecho

noche de brepticia

que traes flagrante,

camino sanguíneo

oculta intención

de elevarte a los cielos

en espiritualidad sagrada

donde los reyes lanzaron

sus coronas denigrantes a lagunas yertas

de tus profundidades,

olvidadas,

sociedad de creer o no creer,

yo amo lo oculto

mas inspiración lejos de éste mundo,

elegí creer

yo lejos de creerte te sueño Demonio,

Dios es una chica y tú eres un hombre

con lo que único que respondes

te hago caso gran sabio

mas me entrego

con un deseo ciego

que me da inspiración

si no es confusión

el norte círculos de piedras adoradas,

el este de cosacos borrachos

de éste continente.

Contigo dentro demonio de literatura

locura de tu verso,

yo ya estoy muerto

designio poeta maldito

que en su locura

vive del yerto suplicio de tu posesión

sin mundo cuerdo

eres bueno y Luz tu belleza

te denomino brepticia de la noche

estado entre velas y tijeras,

entre espejos e invocaciones a símbolos

y tu estrella me proclama

que se equivocan

viniste a esta tierra

pero no eres de éste mundo

quisieron leyendas hacerte

y atribuirte el mal de todos

a invenciones y metáforas

serpiente,

dragón que el arcángel te mandó al subsuelo

yo te sirvo flor de conocimiento

te digo que el mundo siga con sus mentiras

de sociedad impuesta

que la iluminación

viene de tu boca

y todo éste planeta tierra

tiene miedo a saber la verdad

a metáforas padres la empleo

por la belleza olvidada

por la rosa secreta

y los sueños y deseos consumidos

en el rocío

tu llamada me llama

mientras las damas hilvanan

los hilos de seda en sus cabellos.

Desgastado tiempo que entre velas e incienso

tú estabas con ojos abiertos

clamando por complacer a éste ser

un alma en larva me trajiste adorado

voz para ser inspiración

le dije vuelve cuando quieras

no voy a intentar capturarte

y de rosas negras

anoche soñé con ese único

secreto mío

de espada solitario en mi mano,

el de entregarme al amaranto de la naturaleza,

cambio me trajo

hoy sigo en contacto así sea onírico

con ella, la perfección no escrita.

Resquicios de su existir

que a mí vino para ser yo su eterno aprendiz

para mí único secreto y verdad

de que tengo una pasión,

lejana de este mundo me habla

el ser perfecto y su inicial reclamo insecto

que mi sangre dio a luz su verdad

y mi duda de mi origen,

de mi objetivo vital

que ricen su lengua

lombrices grises de ciudad

que yo en mi tierra compito contra mí mismo

a escritos sin suerte espero a mi dama

y ella lo sabe por eso no la nombro

porque no la conozco

y quiero conocerla.





VII


Microrelatos:


Erase una noche fría de invierno.

Las lechuzas estaban recogidas, lluvia caía al suelo, la niebla y la bruma eran intensas, sólo una sombra caminaba por la calle, era la muerte.



Cuando la luna sale los vampiros y los murciélagos están cazando.

Era la noche yerta, los ataúdes se abrían, pero solo para que entrasen los cuerpos de la epidemia que asolaba a la ciudad.



La vida del gusano Juan era muy sencilla. Él vivía dentro de una almendra y tenía suficiente comida para hacerse adulto y  hacer la metamorfosis a los meses siguientes.

La hizo y nació de la pupa un hombre con vocación política.



Era la noche de los gusanos todos estaban bebiendo licor de hojas en la cantina.

Pero un escarabajo encadenó la puerta de la cantina y la prendió fuego con todos los gusanos dentro, los escarabajos recogieron la carne braseada y tuvieron despensa llena para pasar el invierno.



Soslayada la flor del cielo, abría los caminos de la vida eterna, una polilla como una hoja de adelfa caminaba el cielo corrió hacia la luz estrella con ímpetu y brío hasta estamparse en ella, se formó entonces el hueso de luna que todos vemos.



Era una noche de cristales rotos, los lentes míos cansados reposaban sobre el escritorio, miré al espejo no reconocí al que estaba sentado, pregunté ¿Quién está ahí? Aturdida contestó una voz: Soy el que nunca serás, porque siempre has sido yo mismo.




Eco sordo en alta voz resurgía entre la ceniza de su cigarrillo, no tenía manera de saber sólo apostaba al nivel de la montaña, quiso conocer pero una mala oración se llevó su tormento dulce a la entraña del frío áspid.




Belleza si acaso estuvieses forjada, quién sería tu padre quién tu madre, inconmensurable  por infinitud de sendas ella abrió sus parpados viendo su reflejo en el lago, sólo de la impresión acudieron todos los peces de colores a besar su imagen, llevándola a su profundidad.




Se rezoga por acres difusos, donde vuelan polillas de las tierras, de una flor nació una polilla de cemento con la esencia de las  ciudades que dijo la oscuridad por poder te puede pero la realidad es que me supera.






VIII


Odas sembradas:

Duero


Grita mi estupor y cuchillos

hieren volteando

una boca que la onda mece

flameando.

Se duerme la costilla

en el altiplano enjutado

de hayas y fresnos

recuerda su geología

únicamente saboreada

por el soñar de los picos,

virginal cuna del Duero

con tus curvas en rotonda

de castizas fuentes y abrevaderos,

dulce azada de agua

que bascula el sentir

de la enamorada palabra,

por cimas tu voz se hace meseta

haciendo el amor

con los pájaros dormidos,

templo y morada

de la cepa que a ti te alcanza,

agua furtiva corre por tu era

y reposa en tu infinita onda,

que se riza, que se insinúa

en vaporizadas Torres de belleza,

que en tu alma anidan,

sortilegio de rosa y clavel

cenit del dolmen tallado,

quién a ti en la vastedad del ser

en su pecho te lleva prendido

el fuego en fanal hoguera

en anchos panales de tus abejas.

Cuentan de la vida del chopo

tus diez mil espumas,

que por sierras

tu rúbrica dejas,

navegante con alas azules

el terreno que jamás te vence,

secretos de amantes

tus aguas llevan

haciendo bullir el inframundo

de los amores y sus galas mayores,

agitas con sangre terruna

el candil que abre en espiga,

anudando en tu cintura

tu idioma olvidado

pasando años fugaces por tu campo,

rodeando en ortiga

el triguero espárrago,

girando de la vid tu capazo

y sus manos,

haciendo de tu Vera

un Dionisio que al tiempo fermenta

tus besos de tierra.




Arlanza:


Arlanza cubres tus olas

de infinita seda

con el palpitar de olmos secuaces,

al verdor de frescos, jóvenes

álamos en pulcritud

de cenizas de fresnos avanzas,

quién en tus aguas

te lleva de espuelas

por tus solas riveras,

sin ocre con verde aliento,

te elevas de entre tierra de muertos,

deshojas tus notas dulces,

entre crepitar de martillos secos,

inertes en sed del más fuerte,

tu agua sin palabras,

tu agua sin vergüenzas,

sin rubores de plata

y sus nieves de espuma,

haces bullir inframundos de amantes,

romances con tus robles,

nadie te sostiene

tu olvido deslizado,

solo lindes quietos

osan acariciarte para siempre,

tú, tú imperecedera ante la muerte,

eterna suerte,

yo estoy contigo,

magistral obra no creada,

idioma oculto de tu haya,

espiga líquida donde las haya,

senil canto de cigarra

cuna del grillo en su sangre del atardecer,

acaso te alcanzan.

Cumbre eres sin filo ni cima,

rebosar de la vida sin prisa,

hoguera sin ascua,

calor de los seres que amparas,

descampado

porque el campo eres tú,

fulgor entre verdes sienes,

savia dulce de vida,

qué milagro a ti te llenó de vida,

o ya estabas en ella perdida

para ser envidia del Creador,

ciencia sin papeles

libro de tierra,

onda de segada curva

pulcritud de espadas al alba

sin principio ni final

sólo tú alzas la luz,

en esperanza de los que cayeron

en tu huerto donde descansan

las almas.





Río cuervo:



Río cuervo de pitanza corva

Vestido del risco tu nacimiento

negro en tu soledad de azabache,

tu soledad acristalada

por luces del monte,

tu idea reguero

que mi sangre lleva,

de enebro acincelado

tu cuerpo,

que se hunde y flota

de la roca

tu eternidad azogada,

huyes y ríes con carrascas,

sin quedar graznando

tu alegría.

Tu cuerpo de aguas sin ceniza

que la tierra llora,

recorres mi infancia lejana

sí esa que nunca acaba,

para yo ser del monte

y el monte ser mío

como piedra a su gamusino,

eres de la tierra

un dulce sino,

caracoleas tu rizada vida

de monte y estepa,

de árbol y raíz de tierra,

eres más que sístole

de romance que el alma enerva

con tus negras alas,

entre tus lenguas de plata

bañas la fauna

que a ti te alcanza,

por fresnos y hayas

riges tu templanza,

verdadera,  que viste,

que enamora

ojos que te hablan,

abre amor tus pizarras

construiré mi casa

por el tejado de tus aguas,

para decir:

Yo aquí vine a vivir

bajo las alas del río cuervo.




Castilla:


Perduradora onda,

en cresterías

de la honda voz nacida,

tu profundo soto

de altas torres enfundado,

me esmalta la idea

con fragor de risueñas carrascas

las soledades del hombre ultrajadas,

agarrado a dulce señero inmóvil,

al pelaje esmaltan quebrizos

colmillos de umbrío tomo.

Cal y tierra entre follaje

de mi sierra,

pardas vidas me avanzan,

una oda al sendero

y su vida despierta

entre ojos de azores y sus ocres,

se siente, se añora,

se enraíza,

esto es Castilla,

esto es el flamear de una cerilla

de sangre henchida,

linde quieto de tierra madre,

por solares tu voz se despeña,

sosiego que tu linde oculta,

lumbre de entrañas

en quietudes de escarcha,

lento fuego ciego

de sonrisas del alba,

quédate, libérame este haz eterno,

quédese mi piel segura

al retorcer del castillo de Almansa,

honda tumba para tu belleza desvencijada,

entre piedras, y caracoles de astros

tu espada,

patio en sobriedad de tu tarde,

robusta flor entre Ermitas del mañana,

un talle del pueblo

sembrado por tu cúspide naciente,

sueño en fruto

carmesí sangrante

de tu corazón de amapola venidera,

dorada al cantar de espigas

y su mañana,

honduras de vidas

labradas cepas de sarmientos,

acoge en tu alma

este fiel ofrecimiento,

Castilla mi tierra, mi vida,

mi eterna semilla enamorada.

Fiel disparo entre acordeones

de encinas afligidas,

un marco difuso entre colchones de grama,

perdiz entre perdigones viajeros,

voy a tu encuentro,

me hablan fuentes y abrevaderos,

como tus tierras

hacen el amor con parajes dormidos,

respiro tus frías cuchillas

que entre clavos me marcan su herida,

fiel de caricia bebo la sombra

en tu calma sin despedida,

un trino quiebra el silencio

en blanca dama me avanza tu cebada,

un calor presto de caballero

a su dama hoguera,

servil entre abejas

y sus mieles alcarreñas,

tejida, lista,

vaporeada tu siembra

por antaños cobijan tus azadas

solariegas.



Galicia llama quebrada:


Galicia cásate conmigo,

te ofrezco mi sangre.

Amo la tierra y la tuya

es mi sueño verde y gris.

Tu esencia se retoza en mi cuerpo,

tu ausencia lo ahoga y quema

desde dentro hacia afuera,

Tus bosques siempre verdes,

a tu fértil suelo,

encumbrado por los siglos de tus celtas

círculos de piedras,

con sus espirales nacientes

de sus megalitos,

de la cueva a tu montaña

va que viaja mi entraña,

entre ocasos sonrientes,

hasta tus helechos nacientes,

al arrullo de tus montes,

calzo espuelas

y sus arroyos florecientes,

al canto rodado

me alzo con el valor de las gotas

de su río, almas en latencia perdida,

de montañés mi talle,

en ausencia de roble carcomido

por el tiempo y su yaga ardiente,

infinito remanso sangrante

de la tierra que no posee dueño

tan sólo habitante,

Galicia ella es candor,

al fragor de silos dormidos,

al tiempo que reverbera

sonidos de humo y de agua,

entre crujidos de esta carcoma naciente

que ama y te desea mi Galicia bella

poesía de un tejado verde y azul

de árbol y mar quebrando,

tus costas y su muerte paseando,

hasta donde llega perdido

mi pensamiento

para darte un beso

de cal y arena entona esta caracola

sobre tus espumas

balanceando el pulso

del acantilado y tu hueso de espuma

al romper tu ola,

porque nacer no se elige

ni dónde ni ábside

al cielo le pido rompa la tierra

que si vuelvo a nacer,

yo nazca de tu entraña

Galicia bella.




IX


Cáléndula joven del camino,

vieja de la senda que lleva a tu casa,

ardor de luz brotado entre florestas hirientes,

alza tus pétalos comunión de insectos,

por estos solitarios caminos

que me llevan a verte

alzas en pitanza

tu verde semblanza,

de la tierra vida en añoranza,

fulgor entre tus sienes,

darás de flor simientes,

así demostrarás que no hay tierra

sin flor así no importe estación,

María oro, flor de los difuntos,

luz entre luces del alba,

sostenme la caricia en tu flor,

que me creo abeja por un día,

álzate entre cardos y malvas que te rodean,

demuestra que eres única,

que ni caracoles osan morderte por tu savia fuerte,

señero silvestre donde los haya,

oro luciente entre engranajes verdes,

espera a tu ababol compañero

que tú sigues dando flor

sin ser primavera entre despertares y albores

de vidas y sus trinos,

navegas mi alma esta mañana

glorificando mi tierra yerma,

te aman mis ojos, te admiran latidos precoces,

eres más que silvestre flor

eres una vida precoz de luz,

si pudieras ser mujer yo sería tu eterno acompañante,

colmas la belleza de lo sencillo

eres mi alegría del camino,

pasarán fugaces las generaciones

y brotarás cualquier terreno

que el reposo tornó sin construcción,

para que tú grites

que la belleza también tiene casa

contigo,

Calendula arvensis




MI SANGRE YERTA re-edición


Mi sangre yerta:


Canta mi sangre yerta,

el hierro de mi tierra por sembrar,

un embrujo desta hacienda,

canta la amapola vieja,

sangre del corazón carmesí,

sueña mi semilla despertar,

donde el muerto cave su vida,

y mi cicuta triste,

enraíce el paraíso,

de pieles sedientas en entrañas despiertas

y hojas muertas camino de savia dura,

corre mi otoño desde la vereda a la rambla,

corre mi frío desde el infierno

al río de esta alma por ganar,

encina yerta de mi piel esquiva, florecida,

beso de tierra y vid,

beso de trigo y girasol,

de cuchillo de espiga mi cante,

de zarza y espina mi amor

real como intangible,

áspero y rígido,

bravo y valiente,

duro y endeble,

metal y simiente,

pan y niebla,

niebla y bruma me desprende,

desde la boca hasta el pecho,

donde canta mi pasión sin despecho,

vive esta sangre caliente,

lumbre de mis tocones,

nube del cielo por dibujar 

en rígida estela rendida,

a estampa de sed y viveza por entrañar,

canta mi umbral,

quiere tener soles y lunas sin gemir,

invierno llegas,

dibujando transparentes los miedos,

avanzas cada campo sin permiso,

helando hasta el hielo,

oda de mi sangre yerta,

por mi tierra me arde la siembra,

desde mi opaca siega

y el beso queda escueto,

parco el sentido enamora el hálito,

quién te viera marchar,

vestida de olivo y centeno,

de olivo y cebada,

de trigo y espada mi guadaña,

donde dibuja el suelo mi cama,

por la calma abrasas la esperanza,

en maldición cantas tu canción,

y los cuervos te rinden pleito de negra ala,

de grazno escondido en cada roble,

crascita desde la piedra a la cueva

abrasas oscuridad mi entraña,

dibujas tu vívida estampa,

donde el tiempo yace muerto,

y sólo los duendes te entienden,

sólo las hojas buscan su nueva vida,

deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,

la dicha y la sombra por ganar,

desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,

desde el cante a la maraña,

te canta mi vida quieta

este amor de la mañana

en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,

suspira el rojo,

quiere ser río de alma y arrojo,

quiere nacer abrojo,

el espino mece la espina de mi antojo,

y la amapola amarilla,

sólo ella abre a la gran luz,

horizonte de mi piel que quiebra como ayer,

enamorado suspiro de frío,

enamora mi hielo,

donde duerme,

donde reposa el amor de mi sangre yerta.

Esperando en rojo su siembra.


re-edición  poema escrito en 2013.


CAMPAR DE BAJA ANCLA:


Desnúdate mi Sol,

inexhausto prende mi brote,

fuente que mi alma cubre.

Endeble vénceme,

que llore jardines

en los abrevaderos de la flor,

golondrinas de tu solsticio

me vuelan los círculos,

perenne vía de fuego

en soliviares vetustos,

remedo en lago

que mi espíritu atañe

el gozo.

Ese raudo seno

de canales

aciagas siembras.

Saeta de lira y fanal espera,

muerto ende,

inmortal yacija inerte,

es mi pecho que el dolmen

descubre,

roba mi oficio de grito enervado

la salamanquesa esquiva 

de mi pared,

por la línea

abre la ventana

y mira el infierno

otra vez,

mi parra

sí marchita mi idea,

de verde sien,

mi cuba de cuerpo

enajenada,

soñadera mi azada

de vena incrédula.

este mi racimo sonoro,

con señuelo de oro,

apostado mi loro,

quiere cornear el toro,

afán de un pelo de un pelo

que hace poro,

no diré hielo 

diré que asesina

a tono de francachelo.




NIEBLA CON ABISMO EN RAÍZ:


Va brezando un excelso, filamentoso

soto sin pérdida de memoria,

junto a esta ducal maravilla,

atrasa mi sosegada flecha,

de esta mi anclada araucana

que goza.

Esta soterrada, primaveral gris lluviosa,

un cristal de espejo,

sin pecho no me borres, no me borres.

Redonda pleamar de tierra,

con su propio mar

en el que sujeta el pinar angosto,

se espeja sin contar

mi flor de difunto,

de este patio sin muerte,

donde hasta el más efímero insecto,

nace y crece,

de  una loma sin carcoma,

a un infinito que se ahoga

trenza parca mi soga.

Hondo rasgón,

violeta al tacto,

es mi oración carriza

sin cuerda ni cadena,

de mi perdida marea,

En la umbría  nace mi cicuta virosa,

adormidera compañera

del linde sin sembrar,

luna madre de Lugh soberano,

encuentra su cuervo en su castaño,

estribo sin llano

un real cerro

de rivera del antaño tajo,

salpicando este corazón por piedra,

con mi dicha

que se acuesta y briza,

mi profunda raíz de tomo,

con negro abismo despejado,

centelleando.



CUÑA DE HERMOSURA:


Acuña cautiva un linde

que expande la perfídia,

y un sosiego desvelado incuba.

Crisol místico,

en onda sobrenatural,

de rústico anhelo,

venciendo esta cuna del cielo,

campo, campo santo

hay en mi olvido,

que marca que agranda,

su molde de arena,

por dehesa que extiende

el amor del hombre,

siglos que me borran los pasos.

Cantara mi pecho

su solaz yaga,

que entraña,

causa de esta flecha que ya

no duele más,

se fue

por la cristalina bóveda,

que la noche escapa.

Nava de pico curvo

en agraz durmiente,

desde Cuenca a su río Cuervo,

nace mi río de vena que vente

a su fuente donde yago,

mi infinito remanso,

por el que disparo,

descarnado no guardo amparo,

Ávila cumbre de bocas eres,

ojos de tus congojas soledades,

Plasensia de mi alto claro

donde escapa mi marco.

Mocedad febril que cobijo,

extraño con látigo

de extensa enredadera,

hasta destapar la lógica

de todo lo burdo absurdo

que mi vello eriza

por pelirubio.



FINAL DEL LIBRO

VIII

Pecho en hierro montado:


Infiere de nocturna flor

nuestra cabida de luz vana,

un día será el siglo de matices

con su avenida escalonada,

suerte en mimbre de tus estrellas

en mis pupilas,

desafíame el lucero

mi malva runa,

satina mi firmamento de lunas,

llega donde no llegan las enredaderas

de mis vilos noctámbulos,

soy enfrentamiento con mi existencia por ti

partida, vestirán las flores mi magia,

para florecer madrugando,

y que su espera me sepa bella, clara

como el osar brotado en primavera,

centella que gasta tu ambrosía amada

cobrando a mis cerrojillos nacidos del alba,

argos sumos en luceros despertando sus arañas,

nubes cabalga, aire sostiene tocando mi esqueleto,

Campos de Castilla, soturnales labradores,

abrid la tierra espera nuestro fruto de nuestras lágrimas

en acequias, hasta que llore el sudor de nuestras manos,

y las matas canten el fragor de nuestras bocas,

¿Quién me conoce en estas sierras de hoz y guadaña?

Yo soy el encargado de abrir los cielos

hasta que lloren, soy el que despierta a la semilla,

y grita flores con sigilo de chopo me guardo,

y entre rayos de bruma desciendo

hasta mi tierra madre de las sepulturas

de los abrojos creados,

pecho en hierro montado

soy esclavo de mis ojos liberados,

desafiando al viento creyéndole hermano,

soy la vida que me falta por escribir en bronce,

soy sangre, destello que mueve

la hoguera de mi escarcha.

¿Quién viene hoy por mi escala?


9-A mi inspiración: IX



Mar de voz eres,

solana luna

de acres temporales,

flor de flores

jamás tu pétalo escondes,

bruma entre cerillas prendidas

tu salvaje compostura

que nunca puede

negar que mi difunta viva,

no vengo a desnudarte

dejaré que te desvistas,

sol señor,

incandescente ara

de esta mi suerte,

verde monte

verde brezo

que afila este aderezo,

jaula de libertades,

trascienda mi quitina

por tus eras,

duende inmortal quieres

porque eres mi hada infernal

dueña de la sombra

que mi espíritu sujeta,

alto vuelo de mi espada

para encontrar sangre  negra,

me morderás la tinta

desde mi cima

a la espesura,

fuego bravo

sin desquicia,

sed de cada hambriento,

dame tu oscuridad,

crearé hasta desvanecer,

a mis lares

llegó una crítica inconclusa,

subjetivo arte del gusto sin color,

porque valgo más que el nombre,

hada musa

desde que puse primera letra,

cuidaré tu fiel quimera,

abrojo descendido

que arde mi suerte

en verde

de amarte.

Sin alarde

que no sea encontrarte.

El que no vale

ya se dedica a ello,

aclaro que como no valgo

ni medirme puedo en cuantía

desbrozo cada poema

al transcurrir

del nervio del tiempo,

un sin fin entre medusas

que me piensan,

una compostura

sin vuestro ralentí

cuando os creéis quien no sois

rebosando, esfumando yo

mi palabra

retocando puliendo,

ensimismando

porque una diferencia

eleva mi marco

yo esfuerzo lo plasmado,

y no será eternidad mi mármol,

quizá ojera traspuesta

sin luna.

Otros de mediocre innato

triunfan por retinas cómodas,

ojalá mi aliento

no valiese más que la pena,

por este motivo y por otro

soy únicamente solo,

solamente tierra

y mis escritos arena,

perdonen mi prosa pasajera,

tendrá buque mi idea,

deste mar

hasta mi hacienda

podéis quedaros

con vuestro talento doliente

que yo a diferencia me veo

la punta de las narices.

Amén descendiente.



Autor: Miguel Esteban Martínez García

Sanguinoso, solícito

   LLego desde la fúlgida sangre, desde la espiral, enterrada en lo más profundo del corazón de la tierra, desbordadas van ya mis venas, que...