martes, 30 de abril de 2024

ARDIDO SON

 








I

Si de mi pasión
se encendió una antorcha
renegada a apagarse
si mi pecho enardecido exclamó
ven, y quédate amor,
yo que amor conozco,
y no conozco sólo de nombre,
lancé mi pena toda,
en una lágrima al río Henares
surca Humanes,
fuentes, pozas y albercas
enmudecieron a su final,
mi pecho fue entonces tan sonoro
como su agua y pesares zarparon
vi del cielo un trueno armonioso
que pavoroso zumbaba
fue mi amor que salió de mi cuerpo
rumbo a encontrarte.


II
Rosa encendida, flamígera
vi abrir entre claveles de ocaso,
y dunas frondosas de azules
espadas, entre luz y clara luna.
Marchan horizontes clausurados,
y culebras avanzan esta penumbra
sin sombra del que camina.
Lóbrega lucía la estrella
lancé mi amor a Musa,
alumbraba mi sendero,
gladiando el monte, reptando sinuoso
oh, de sombra y simiente mía
rosaleda divisaba cuando iba sin
destino, me perdía de noche
por un alumbrado laberinto
conversé con las flores y
con mi amuleto era un dragón,
matinal entre mi tierra castellana.


III
Una verde tierra cristalina,
entre zarzas y la paz que
amanece, de virtud de molinos,
y represalias celtas
a escala de la luna, 
miraba pues el amapol
del Sol, 
y en el valle mis lisonjas
y pavesas, entre aquella loma
toda azur su hora,
rumor de vuelo,
y su lucero rebrota
que ardido florece.
Numen y cantos,
de griegos lares
afina Juno y Lesón
visto su homérico son.



MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
LUGAR CASTILLA ESPAÑA
A 30-04-2024


Curriculum





Curriculum Vitae Profesional Minimalista Pastel de Miguel Esteban Martínez García

lunes, 29 de abril de 2024

CIERVA HADA




Capturar todo albergas
en hálito feroz, descuartelado,
un caudal mágico
todo lo que te hace ser
espirar e inspiras,
sueltas y atrapas;
habitada vas, vestida en cristal de roca
como un poema inscrito, fantasma,
que su permanencia se dictó,
y puede volar,
atravesando luz de fuego intransigente,
hasta llenar bocas de almíbar y Néctar
eres Escarlata más que un color,
viste tu letra y enardece, exalta
mi azul índigo,
hubo una materia que eres se veía
desde dentro afuera,
y que acoges humedad permisiva,
en eje, espíritu y carne,
desde mi Luna Azabache, su signo,
a una inminente vicisitud
acuerda en concordancia
llenar de ti sotos, rieras, y labrantíos,
hielo es tu erizar,
y la piel es de quien la eriza,
recorrido de río
y tu alma que forma un mar,
llegando a un ejemplo
de profundidad abismática,
e imposible enlazarse a ti Musa
vestida de sueño, de tangible dulcera,
y cual estrella lejana
y cercana jamás pude capturar,
bella hasta donde acaba mi querencia;
en la caída color gris quedó
color gris quedó
el tiempo y la situación,
partió mi vida a mitad.
Hoy nuncio, mi vida asume ha vuelto a repletarse
y el camaleón viste mi nombre
hoy posee sólo un color,
granate lustre postrado,
a servirte señora Hada
Leannán-Sídhe mi amor, mi pequeña ángel,
mi preciosa maravilla
que enraízas, y vives enraizada 
en mi palpitar
hoy completo,
Musa eres través pozas, sendas y montes,
montañas y azores,
te amo y mis razones
son sentidos racionales fluyentes,
necesitándote.



MIGUEL ESEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
LUGAR: -CASTILLA ESPAÑA





Adalid del Coro

 







Afrentas campos y sosiego celestes,

tiñes en dicha, corajes floridos, 

tu seno abierto del barbecho sordo

vas herido, ángeles guías y demuestras sones

cual notas flamígeras, 

tus lustros perdidos trepan la escala terrena

de tus alas y capa sanguinosa, Uriel, 

me cobijas, al honor tu coro, blandirme, 

ocurriera, a Puertas del Paraíso me alzo

como sempiterno hijo de Pirra, 

Uriel, Padre y Guía todos os ángeles, eres.

Al trueno tu servicio canto. 

Oh, Quimera celestial, Núbil Hespéride

hija de mis nocturnos cantos, 

Señora Hada Leannán Sídhe 

hoy te doy de beber de la fuente ⛲ mi pecho. 




Förüq y Leannán - Sídhe. 

II...

domingo, 28 de abril de 2024

ODA DEL ACTO SILENCIOSO



 




Oda del acto silencioso

I
Poeta sin tiempo no expira,
Deirdre palpitando siento.

Escriba llaga lo antiguo
Deshaciendo lo averiguo.
Deirdre palpitando siento.

El sentimiento es alado.
Vuelvo en dicha desatado.
Deirdre palpitando siento.

Miel de dioses estado quo,
desangrar rosa es inocuo.
Deirdre palpitando siento.

Poeta sin tiempo, alma expira,
Deirdre palpitando siento.

Belleza madre, quién osado
te compara humilde palpitando
te siento, te admiro, te glorifico
potencia madre, alma, cuerpo pensamiento
Deirdre palpitando siento
vida, muerte, tu cauce siento,
te siento, te admiro, te glorifico
que te beso, entre tu piel de helecho,
vuelvo en dicha desatado,
Deidre palpitando siento.
Te siento, te admiro, te glorifico.
Diancech sana este mi cuerpo,
desangrar rosa es inocuo
Deidre palpitando siento.

Musa te siento, te admiro, te glorifico.



MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
Nota un cosante de primera estrofa, una antiestrofa y un épodo.

Numen mis dioses

 










Al soberano fulgor
rindo mis cuentas,
al plácido pie de manantial
en fuente sagrada rebrotado.
Trompa que conjugada
con los clarines que sólo
las guerras apremian.
Por cielo medroso
tocaré la lira
en serie los vates líricos
enaltecido yo, tocaré raudas estrellas.
Enaltecido yo, por primavera tangible
y su aciaga, pretil gesta
de lluvia sembrada.
Yo, funesto hijo de Pirra
impetuoso príncipe en templo
de la Vesta.

II
¿Cuál quejosa sierpe,
viene a morderme?
Ojalá mi diosa regrese 
ya al  cielo y refulgente
guarde estrellas en los rediles
que alumbren al padre de los vientos.
Mi madera de ciprés,
y triple lámina de bronce.
Oh, funestas Híadas.
¿Qué clase de muerte apremiáis,
al que contempló sin lágrima ni pavor 
vuestro final sin principio anunciado?
Mudanza no lloran
mis castos dioses.


III
¿Quién osado, el que
me resplandece sin haberme conocido?
Falaz sierpe viperina,
a pared de templo ofrendo mi fortuna
que escribe dignamente
glorias sangrientas
en solemnes premisas
como feroz soldado
hablando en escritos
valiente y vencedor sus enemigos.
Lloro mis sinuosos arroyuelos
sanguinosos como hombre
de cielo oscuro.



Förüq castellano Miguel Esteban


Insurrección

 I





Por mi Álamo, Insurrección 04\2016 Reedición:

I
Diestro albor
de tiempo nacido
algún día retorcerán las flores
al mirar los astros
lejos veo mi cielo colgado
al trémulo desliz nacarado
vuelvo
jinetes muertos
se comen mi tiempo
un día caminaré por fuera
veré ajeno el dolor
me carcome el sentido
por el que colgar flores al viento
me enamoré de una Hadita
y hoy sólo siento frío
que juega naipes helados de mi sangre
mi Señora Hada
diestro el viento
se lleva lo que siento
telarañas ahogadas en tazas de café
sí esas que nunca tomé
el paraíso de lo sentido
queda lejano
dulce cruel estampa
al invento deshojado,
abandonada la razón
queda el fuego vespertino
de todo aquello que duró
como hoja mecida en suspiro;
yermo terreno investido
por el que se descubre
yerto mi pecho
me caminan las soledades del hombre
ya sólo quedan bailando mis tenues sueños
cogidos de la mano de flores
mi pecho ya cansado de abrirse
florece en ababoles de sangre
mi pulso lo caminan ilusiones
siempre se podrá estar peor
que el muro que divide las dos realidades
en mi sótano de luz cuelgo pensamientos
y nacen opacos colores
al atardecer de la suerte
yo la amo en verde
brotan mis pesadillas asesinadas
hoy mi Sol agotado llama a las nubes
releven su acto
yo seguiré buscando la flor lejana en la Solana
de su mar perdido.
Iluminó mi vida donde ya mis ilusiones
son un manto de caricias por entregar mi tundra
despierta,
como siempre me mantengo fiel a la luz
llamada esperanza de poder cuidarla
y protegerla hoy y siempre
por ella armo mi égida y avanzada.

II

¿Que por qué te adoro?
Porque ni el azul de los mares y los ríos
se mide en belleza anisada
como pura llevas el alma
ni el brillo del sol y de la luna blanden
ni poseen tu ternura
como tu piel madura
joya de alabastro y de miel
tu almíbar en ambrosía al son de tu mirada púrpura
me hago un templo de mares y océanos
si lloran de emoción enamorada
yo soy océano
porque ni el fuego de los volcanes
puede con el de tu corazón
y el mío mece enamorado
el sino de un sembrador labrado
esperanza que espera
la risa de tus labios
pura. bella
ella es mi azucena fría,
de la tarde de mi corazón
que llora
que ríe
que se deslumbra su calma de estrella inviolada
mi buque mi navío
quiere arribar
y jamás naufragar
al son de su fragua serena,
porque su espíritu me clava
me blande el verbo
y el verso en silencio
ella es Leannán-Sídhe mi acompañante en mi
naufragio sereno
en lides de su alma y esencia
una, pura en terneza y pulcritud
soslayada.

III

Retiemblo
en un tiempo
que no me corresponde
agujas inermes
al eco sordo de oscuridad
flamígera
que late y envuelve;
se desdibuja mi horizonte
vestido de guirnaldas
fugaces y trompetas de los ángeles
el suspiro cae derretido
por tus labios mi señora hada
hoy avanzo como ayer
no tengo nada que perder
sólo tu piel por enternecer
resquicios del idioma del viento
crujiendo persianas
y los suplicios invernados
que cayeron asesinados,
no puedo elegir
llevo años amándote
y no se desvanece tu figura
llevo años adorándote
y no se desangra tu corazón
eres todo lo que alcanzo
a soñar de verdad
y en la realidad me visto de sembrador
de tu jardín de rosas
quiero ser al que recuerdes
en brea y espuela,
si no mis sentimientos
por ti plasmados en ámbar de Förüq
hoy por hoy
ayer por ayer
te seguiré perteneciendo
desde la malva-luna,
al diente de león celeste
abriendo yo en la flor de Odín
dame un firmamento
vestido de tu sonrisa
dame un sol
y una luna como tu mirada
que visto de flores
de todas las eras
dame una salvación a mi alma
dame un calor
que me recorra la espalda
dame un firmamento
para que vivamos los dos allí
no puedo descender
estoy en el cielo desde que te insignia
y solo allí encontré el idioma secreto
de los pájaros al viento su nido sedoso
por ti se desmochan
los árboles tras el invierno
para que resurjan cada primavera
con la fuerza de un lucero
gente dice que mi Sol ha muerto
mi dios de dioses es invencible
te alzo mi Sol
te aro en albor
piel con piel
corazón con corazón
no me faltará una razón
para adorarte y mimarte como dicta
mi sentimiento preso
estoy esperando mi nueva vida
por ti enardecida hasta que avance
y tu ser abrace;
mientras seguiré solo
como mi pensamiento
y mi imagen
se alimentará de tu vivo eclipse de párpados
soy yo quien pidió el cielo en colores
para su amada.
Mereció más que albo traje de su azur
eternidad, fuente de su serenidad
margen de esquiva puridad
en su mirar.

El Castellano y Leannán-Sídhe a 11-12-2018

IV
Zarcillo su campo:

Lúgubres alegrías canto,
en tierra, batalla y hondo campo,
feraz siembra
en el campo la espina,
zarcillos por bandera,
hojas en abanico caduco sepulcral,
al ojo de la crueza la rosa,
de belleza mortífera,
y silvestres pestañas espinosas,
al pie de jara te encuentro,
soñando días venideros,
de presente vanagloriado,
un destino, su señero parco
me alumbre.
Canto con bandoneón,
el crujido de mi Álamo seco,
encarar de azules caléndulas
su gloria nunca más esquiva,
ronronear entre mármol florecido,
y solas calandrias vigías
de su rocío permisivo.
Cedo angosto paso
al alacrán
de su tierra
y oro virgen
de libertad sin esquela,
carrasquillo fugaz
que promete verdor al monte,
sierras de azores
y ocres en guadaña de esparto,
camino mi cruz
en escala el infierno celeste,
rey sopor calorífero,
tiñe que aclara mi visión
sin nuevo cierzo,
Soberano Lugh del cielo asido,
todo marcha, hacia mi corral
de muerto,
custodiado por el arañal sempiterno,
ciño somero umbral
de esta mi vida bajo tierra,
sangre de musgo me acicala
que desnudas pizarras
acogen su brío eterno,
bajo las alas del río cuervo.
Un malear entre nuevos sones
y erizos secuaces de idea,
batalla feroz sin luciérnaga
ni dormir de faroles,
encuentro la contienda
por caracoles sonoros,
serranos y blancos,
pesquisa de reencarnación
en futuro elemental,
soterraño, guardián
de toda flora en el campo
d' esta espina.

El Castellano


Alma sin cuerpo, flagrante invierno:
Se deslizaba azarosa
una tarde de mayo,
abriendo pulcras flores
entre grados que blandía
el grillo en su madriguera,
osada se batía una lagartija
en la piedra aposentada.
La tarde cerraba danzando
suspiros precoces,
entre estambres.
El álamo viejo
lucía un tronco grueso
con hueco donde  amarilleaba el sol
del día,
mientras la noche jugaba con sus ramas
y corazones de hojas,
ya vencía su sombra
miré su fortaleza
como si sus raíces gritaran
y pudiese verlas
clamando los años.
Te miré sombra
por mi ventana, sonreíste tímida
como si te agazaparas en tus párpados
frente a los míos,
miraste el espejo de mi armario
sólo un día dudaste de tu existencia
y tú estabas, tú estabas tan radiante
como si un aura te refulgiera,
sonreías a tu vida
reflejo en aquel espejo
porque en realidad ya no te encontrabas
la vida te brindó
reflejo,
mi risueña, reluciente fantasma,
que aún ríe y juega con la sombra.
Por ella no tenerla.
Me miraste y tus ojos
como estacas me henchían
la soledad acrisolada,
tu dulce inocencia traspasaba la mirada,
cuántas noches te soñé
cuántos otoños te esperé,
tu alma sin cuerpo,
tu sonrisa tímida, desangelada,
yo sin tenerte te amo,
como sólo tú llenaste
mi espacio vacío
de mi soledad despertada,
te hablo
te dicto
que sólo tú
eres mi invierno que llena mi vida.
El Castellano

VI
Desde que vine a vivir:
 
Ascua irisada al tacto,
estoy bailando sobre una estrella,
todas las cosas que vienen ahora,
en soturna claridad apagada,
hoy es el ahora,
mañana es para siempre,
mentes acristaladas
en espejos que les reflejan,
rompo mi sumisión particular y generalizada
a esta realidad mecida y dirigida en el ojo
sí ese de su escuela, en seis mil millones
de mentiras que caminan,
todo lo visto quema mi retina,
por el ojo de este cuervo
el tiempo ya no me puede sostener,
volando lejos donde la mente alcanza,
no tengo creencia que estos tiempos
serán mejores,
me estrellan sus filos hirientes,
entre lapsos de gentes
al parpadeo me venzo,
hoy será vendido al postor rendido,
extasía en metal prendida,
todo lo que pasó:
Estoy soñando
el tiempo que cerraba mis ojos,
retales que cerrar y su Álamo blanco,
su jardín azul, su fuente de cristal,
nada desvanecerá al Miguel sin alas,
seco de hoja de otoño
no me llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,
ni mi acristalada fuente,
ni el álamo que no es mío ni su blanco
será mi aura intransigente, seca a morir,
sobre los años avanzo,
yo soy el Sol,
lluvia cae de nuevo este acre me cuenta
algo para tu entendimiento,
cruzo los cielos muy alto de nuevo,
soy el humo,
yo soy la piedra que te habla.

 
El Castellano a 09-03-2017
 
 VII

CEGADORA SIEMBRA:

Bruma en su gris sostenida,
azul derretido en fugaz idea
sin soplo, viento mordaz
de esta acequia verdadera sostenida,
en sus fanales mieses deshojadas,
cabalgo que trenzo mi infinito soliviar
de labios grises,
por esta condena rizada
se alza que avanza
mi sepultada sed de abrojo dormido,
en esta siembra traigo mi vida,
por caminos y senderos olvidados
de los dioses con sus plantas silvestres,
desde estos insectos de mi verso encendido,
mensajeros divinos
con espuela de transparentes alas,
me declaro que me proclamo
sirviente encumbrado
de la única belleza
dama consumada Natura.
Soy yo su Cuervo Förüq,
hasta la pausa de mi tiempo
yo cultivaré este agraz doliente
de mi intelecto agudo,
desde el retorcer de este alambre
para colgar mi estampa rizada
de mi árbol de las cenizas,
pidiendo me de permiso
para yo ser el mejor poeta
que parió tierra y semilla
de mi localidad,
mi sangre, mi carne, mi espina,
mi aliento de piedra,
mi luz, mi araña y su carcoma tejida,
mi tierra,
mis campos,
mi Flora,
hasta ver las auroras,
hasta cabalgar retinas
en sangre de sus ojos jamás complacientes,
destellearé hasta la extasía de cristal,
hasta habitar cada colmena de mis abejas,
en este campo de víboras
traigo la espada de tierra,
esperando me forje el romo hierro,
cauce, en mis venas.
 
El Castellano

VIII
 
Cristal de aire: 

Acreciento, voy menguando
al paso ferviente de tu sola voz,
en agua destilada, candente
cristal de gotas sólidas,
cadena sin mi nombre,
que crascita entona
un yo te desvestí
a mi helor
un cristal que sublima en aire,
caracola resistente
hiriente , vespertina a fragor
cual buque emergiendo
de este abismo llamado verbo,
coagula mi aire
en novecientas ascuas,
que flagran tu sendero de luz,
cuál no dio fuelle a tus alas,
mi amada voz,
hacen nueve formas,
nueve cerrojillos de hielo,
en novecientas nueve hojas
que encierra
tu corazón en mi agua´
siniestro caracol
con mi desvelo en hoz.
Inocente no soy,
ni ángel,
ni vendido,
ni por éxito mendigo,
el que no me acepte es su problema,
yo sé quién soy.
Miles dei lumen,
Förüq Miles dei lumen versus 
littera, fagro methafora 
creavi blandus, 
laetitia exspectare,
 sed ardit.
Guerrero de luz,
en verso arde,
ardiendo metáfora,
crea caricia,
expectante de la sed que arde,
novecientas noventa y nueve hojas
esconden tu asido ramillete
que esconde tu cristal de viento,
hoy es por mí
que empecino
que soy culpable
de alzar mi cenit
en cúspide inefable,
de esencia que no llora,
dicta, que sólo es tu voz.
Pureza en vena dispuesta.
Una asonancia predilecta,
pude servir,
me quedé en tu frazada
del juego
que como todo juego
sólo abre
sólo despliega la opción.
a perder venciendo,
tu voz sólo eso,
musaraña cristalina,
de nácar y espejo quebrado
con mi cruz a lomos avanza.

El Castellano

IX

SUEÑA LA REPRESALIA:

Sangre expiada,
ceniza aparente
de quienes eran,
incierto azar de las armas,
oscuro riesgo,
desdén del tenebrio
encorajinado,
parca ilusa que todo abarca,
sin oír a los Dioses,
simas y ríos que nos ignoran,
¿Qué campo no me atestigua
en ocres muertes
todo lo que la tierra devora?
Esta avara tierra
que relame sus crines de plata;
Y su destino no embellece,
justo de ala nueva perenne.
En las prósperas sienes
de regocijo,
acogedora sombra del blanco chopo
y este opulento tejo,
que al muérdago muerde
aguardando convencer
a las tres Hermanas de Negros Hilos
no me hundan en el abismo.
Mi musa cautiva toda de nieves
yo, de bronce,
niega ser de origen innoble
con ocho lustros asidos
opresores,
púrpura brillante,
esquiva,
pureza en jaspe
de luna,
del arroyo fugaz
bebe y el viento revolotea
sus suaves cabellos finos
fluctuantes,
se encienden
mis tibias cenizas
por amarla a ella
lágrimas sobre fértil vid
que engalanan,
Valgio abre y llora tu torrencial
desde tu hogar caelis,
deja fundirse contigo al Aquilón
cae tus espejos deshaciendo rastrojos
cabalga tu agua
por estos estrechos campos.
Abstruso tonelaje de mi pensamiento,
hosca patria mística
de amor furtivo,
trémulo de lo que el querer quiso,
sin falso engaste avanzo;
el poder del cuervo siento
ese único que visita mi jardín
a las nueve.
Por oscuro aflige
que ya no es celestial,
ni aunque el cielo fuera pardo.
Vetusto, geométrico, áspero
mi desliz absorbente
como un torbellino,
que ya las penas
de mi Álamo desnudo
no llora
ni la belleza refugia en esfinges
sus torres que son de la tierra
como señeros de vivos,
raudos árboles enhiestos,
en su copa
que bebe al tiempo.

El Castellano


II PRESTANCIA FÉRREA


 
























PRESTANCIA FÉRREA:
I
Yérguete nació la luz y la sombra
el hombre se creó
para ahuyentar la sombra
con su llanto de sangre,
hoy que mi lágrima
sea fértil espada,
que riegue e ilumine
así ídem el abril
levanta los muertos
y su caléndula predilecta.
Nunca maldigo mis lluvias
y a la Santa noche,
riego mi sombra, antítesis,
de lo que espera mi persona.

II
He de ascender,
he de volver a navegar
el negro puerto,
contar los escalones de mi sótano de luz,
al tercer día flamígero,
la piedra será mi llave,
no mi tumba,
Panida Hijo del dios trigo,
tengo lluvias y carne,
tengo tormentas
y miedo ausente,
Yérguete, sucumbe,
a los suelos, de la madre luz.

III
Ni me arrodillo.
Ni vuelvo a morir en pie, (como caí)
ni rezo sus construcciones de huesos;
navego, pido me escuchen mis dioses. oh Lvgvs
Cumbre son de mi lágrima espada,
el mar, la nube, el río designio de escritura,
baile de un talismán,
oh, lucha entre sombra y su llanto descendiente,
vencido no he caído, 
aunque me derrote trescientas veces 
sobre esta tierra.

IV
En este pedregal,
juro sembraré flores
para no volver a ver su destreza inerte,
oh, lágrima esclava
ni lluvia, 
mi floración ruginosa 
abarque todo balde,
y sea réquiem y mármol florido,
mi entraña, todo esto,
ojos secos de hombres,
ejército, que el destino cercena en tres.
Postigo, huerto y verbo decisivo.

V
He de honrar la llana hueste
trae la vida,
ávidos ojos, vagido indeleble,
azar intangible ruginoso,
en vapor estela o cerrojo,
repitamos los versos:
-Aere perennius
los duros somos tierra,
no vendrán a regar mis lágrimas de sangre,
ni mi corazón será afluente
de besos de brea,
sin simiente no marchará mi parca vida
a otro designio, a otra luz
sin mar ni vestigio.

VI
Vine haciendo ecuaciones
de estorninos en vuelo.
Para saber si agradé,
o sólo se me unge lo que si cambio,
vuelvo a renacer,
actualmente solo llevo ocho casi nueve lustres
vivo otra vez,
por un crimen de flores no tañerán
campanas ni catedrales de laberintos desdoblarán,
al margen lo visto si no me acepta,
no es mi estaca en pecho,
sólo sin ser bastante
ella es mi fuste, mi espada,
mi sacrilegio
en pacto de sangre,
mi hija de Averno 
mi coraza y pechera que si vuelvo 
sí a estar vivo, la encuentro,
más allá de boscajes inéditos
de ciencias sin papeles
y sentidos flamígeros.

VII
Sentido sensisenssum,
formosa societas,
hermosa compañía
si esa que nunca osé
debido parece sólo se puede pagar
siendo quien no soy,
delineante suspiro
materia a tierra,
uno allá debe quedar lo que es de ella,
no límites de cordura,
al seco brillo avanzo
sensaciones vuelan,
lo que no te dije nunca te lo diré
quedará más escrito que tu estampa y violín de luna,
no es justo y qué, otro rayo cayó,
que te  llene y lleve
es otra cuestión.

VIII
Nacer para vivir,
lo demás es otra asignatura,
verte despierto, cuándo,
contar con apoyo, 
sí, seis farolas se bailan
sin tóxicos ni brebajes,
solo decir esta vida de jactancias puñales,
hasta aquí me vio la cara raja,
no soy ángel cualquiera,
rebelión toma cauce,
orden y mando,
tatuaje puede ser cicatriz
pero alma no sangra,
ni se transmigra,
venga al salón de los caídos.

IX
El festín es elegir ser humano lastre,
o salvación de papiro en llave,
llamado amarse in radice veritas est,
todas las mentiras eran correctas,
a mí nadie me juzgará,
a tu conciencia podrán preguntar,
soy constructor de tiempos,
y sigo firme
ni me voy ni me iré
en parca vida de esta existencia,
oh diferencia clara.
Sé quien no soy.
Miles dei lumen
mors erita exora mea.

Förüq

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar Guadalajara España
A 8/03/2022

X
Siento tus brazos,
se afina una sombra verde
resquicios de una marejada
que sólo se siente
y afila memoria,
en mi memoria
tu placer revive,
se alzan estrellas
y su cobre incendiario.
Suspiro por ti amor,
desde cepa a estampa,
nido sedoso me avanza,
cómo negarse a tu devenir,
si nunca hubo pricipio ni final,
sólo que nunca es bastante te eriges
mi continuidad,
arreboles cuentan
un desfalco trajo la brisa caduca,
sin someter gime
que todo acontecer
es más que ira mi dolor,
que sin ira vida, no hay amor,
y mi sueño,
tócame
rota la compuerta
se delinea mi gana
y ganancia pasajera,
ventanas un tranvía es mi querer,
de rail, surca arterias
y ciudades humeantes que esperan,
arterias de ángeles estrellados en sus estrellas,
oh mundo por acabar,
hecha yaga mi conciencia,
si adorarte es para siempre
tuyo soy como hoguera a su madera,
dispuesto, alerta,
estoy esperando,
esperándote me toques
herida mi alma,
sabrás que sin tu poder
ella jamás reluce ni parpadea
su existir.


Förüq



III CIERRA DUERO







 













Duero:

Grita mi estupor y cuchillos
hieren volteando
una boca que la onda mece
flameando.
Se duerme la costilla
en el altiplano enjutado
de hayas y fresnos
recuerda su geología
únicamente saboreada
por el soñar de los picos,
virginal cuna del Duero
con tus curvas en rotonda
de castizas fuentes y abrevaderos,
dulce azada de agua
que bascula el sentir
de la enamorada palabra,
por cimas tu voz se hace meseta
haciendo el amor
con los pájaros dormidos,
templo y morada
de la cepa que a ti te alcanza,
agua furtiva corre por tu era
y reposa en tu infinita onda,
que se riza, que se insinúa
en vaporizadas Torres de belleza,
que en tu alma anidan,
sortilegio de rosa y clavel
cenit del dolmen tallado,
quién a ti en la vastedad del ser
en su pecho te lleva prendido
el fuego en fanal hoguera
en anchos panales de tus abejas.
Cuentan de la vida del chopo
tus diez mil espumas,
que por sierras
tu rúbrica dejas,
navegante con alas azules
el terreno que jamás te vence,
secretos de amantes
tus aguas llevan
haciendo bullir el inframundo
de los amores y sus galas mayores,
agitas con sangre terrena;
el candil que abre en espiga,
anudando en tu cintura
tu idioma olvidado
pasando años fugaces por tu campo,
rodeando en ortiga
el triguero espárrago,
girando de la vid tu capazo
y sus manos,
haciendo de tu Vera
un Dionisio que al tiempo fermenta
tus besos de tierra.
El Castellano

II
Flor de agua eres,
en memoria mía,
tú río Duero,
bello como un laúd fluyente,
trovadas tus andanzas con las que juegas
y meces.
resuena tu aroma en cansadas curvas,
coronara mi sien tus tardes de fuentes,
oh, hervidero natural,
de amores y trinos como ángeles,
tu orilla adoraba, que era tímida y dorada,
alzabas hojas sin pesares,
arrojabas yerbas al terreno,
blandiendo tu frescura,
melancolía niña que no te abrazaba,
a tu magnitud canto,
transparente y pura,
emblema de agua y lanza
de vino y su cepa.
Tú mi amor desconocido,
por donde empiezas,
y por dónde acabas,
arpa oscura
parece la piedra que hundes,
tu cáliz de poder y de comunión gentil,
de fauna ancestral lloró y llora
la Hispania milenaria.
Oh, tu libertad de prisión en silvestre rienda,
Tapiz y poción de colores,
espejo eres Duero de Luna,
porvenir de vejez y su espada azul.
Arrebol y reguero tú de Sol,
olor de flores escuchando 
la vida de tu cantar.


El castellano Miguel Esteban Martínez García a 03-12-2021

III
Voy a tu hallazgo,
desnacer ocurriera,
bajé tus riveras, cerros
y bocas espumantes.
Tu boca era predilecta,
flor de agua insurrecta,
Caminé recto tus ajuares.
allá donde el vivo más, no puede,
arribado en tu carne
como vetusta flecha,
tu raíz era y es mi patria,
mi fuente niña,
compases que pueblan
del grano tus silos oscuros,
marcharé tus repechos ingobernables,
oh, Duero escucha mi canto,
no ataranta mi marcha,
saber que no se ganó la guerra
si mantienen asediada la capital,
oh rayos espadas
abre seno de tormentas,
oh, Candamvis,
respiro tus ecos de senderos perdidos,
no fui tu hierba ni tu bajío,
sí parcela de reino,
caracolea este mi amor,
duro, bravo y soluble,
tus curvas agitas cual mujer fecunda,
del risco a tu almena de agua y espuma,
mi carta quedó en barco de tela,
tus jilgueros me acompasan,
maravillosa obra no creada,
quién no te vistiese en virtudes,
alentándome vienes,
no apures tu paso, vena de cielo,
herida del terreno,
con el que juegas, ríes y envuelves,
como vestido de la mujer soñada,
oh, Duero,
oh, tu porfía de huerto de almas,
ven a mis jardines de luna,
envuelve noches sedosas,
de tu idioma oculto,
y galas mayores,
que no ven los amores.
Me crie de sombra y valle,
magistral espada me otorgas.


El castellano Miguel Esteban Martínez García a 10-06-2022


Candente secuencia:


Animus meminisse horret, luctuque refugit.

Mi mente se estremece y retrocede. Plinio.


Lóbrega quietud escarlata,

eternal lustre oxidado,

eterno sueño

esquivando meloso asilo

de todo desgraciado.

Mi voz, angelical beleño

casi yerto,

pavoroso azar cuelgo.

Un averno cruzo

de quien yo era,

arreo sempiterno me rige,

hórrida lucha descarnada,

lucirá opaca

severa luna.

Mi ciprés fúnebre aplaca,

claman los ecos

frente ojos

musitando furores

al viento desceñido.

Todo lo que gritando calla,

se precipita

como lo que el generoso esfuerzo,

pudo sembrar;

afila esta turba

mi empedernido rostro.

Ultraje

que el desgraciado

expira sus fuegos.

Flor en miel de vida,

bronces de alas.

Magnánima se eleva tu suerte

labrada,

medroso mi latido

ya no huye,

cerviz eleva digna cadena

indómita.

Feroz risa por treguas

de brillantes ruginosos aceros.

¡Oh musa!, que por sombras felices

resuena mi dicha,

inulta eres

diriges fugaces los gemidos,

por melosos lares,

Turia y Duero

bélicos de nudosas lanzas,

desentierra ya

mi cuchilla férrea

de cuantos campos en Castilla

yo amo.




El Castellano a 11-08-2018















 





Vine por tu orilla,
deshojando ababoles,
oh tu pitanza corva,
en el haya que te siento

río superior
tu tierra sin dueño,
tu ribera de olmos amantes
y álamos secuaces

entre su nieve y espuma sedosa
fuelle de agua eres,
fuego azur
sólo tú
de universo bailando en tu espejo,
hilvanas de la sed su lleneza,
tu color es mi pasión
de amarte, y sentirte son tras son,

cuentan de tu nido,
las dos castillas,
idiomas olvidados,
te sonríen,
eres el vals de jaras,
y carrascas afiladas,

el endrino, y pino carrasco
te velan defienden
y acarician,
tus curvas 
de cal y canto me aseguras,

jamás podré entero conocerte,
oh mi cristal fluyente
de espejos,
de azul imantado,
vienes susurrando

acoges tu perdigón viajero,
entre encinas
y aroma de robles
y sus cernícalos,
vine de ti soslayado,
por vertientes me tienes,
turquesa líquida,
haz refulgente de sola idea,

mis huellas te besan,
curvas en rotonda
tus fulgores dejas,
entre vastedad
y fiereza 
álzate río Duero
sube a tu desnacer,
entre tus pinos caracolearé mi suerte,
que mi ademán es verte

porque soy de ti,
como eres
magistral obra brotada
oh, río Duero,
de fuego en agua
e inmortal acequia de Airón.



Druida Rama Roja


IX
Sucesivo me siembras,
oh tu vereda carmín  sanguinosa,
vine de tu cepa de abajo,
Duero, rugiendo alto,
me vestí de caléndula
y solar hinojo,
avancé sendas de tu Infinito
Parnaso,
dame tu voz te ruego,
gran río amado,
venal es mi caricia 
que te encuentra
de alto nido y cernícalo hermano,
vine apostando alto,
de la roca a tu risco aposentado,
virginal tu cuna 
magistral tu obra de enésimo centenario,
valerme quiera
en tu cristal de espejos,
al traslúcido de tus píos
me cuelgo,
serena la noche no puede romper tu espejo,
inviolado, hasta la parquedad risueña
todo esparto.
Oh gema de obra otorgada,
miles centauros te alaban,
en tu patio de almas
reposo a seguir avanzando,
cumbre y rúbrica
todo fuego líquido te derrama,
oh plubia de tus amores,
lluvia ignota me riega
de mirarte
de besarte,
de admirarte
Turia de compostura.
Otra milesiana arte,
me nace que sin ti escapo 
a desdicharme,
ojo de arzur
indómito,
reflejo del númen,
ambrosía es beberte,
de rocío imantado,
de pestaña fluyente,
te presento mi ramita
de barquilla
todo sea desnacer
y volver a ser tú,
agua,
inmortal elemento,
capaz otorgar vida nueva,
y devastación 
llama a resurgir de tu palpitar
eterno,
a ti te honre mi cantar,
a ti te alabe mi razón,
compararte no puedo,
belleza te dio nombre,
oh Río Duero.
Mi duelo quiere enamorarte.




Esteban er castellano


Sanguinoso, solícito

   LLego desde la fúlgida sangre, desde la espiral, enterrada en lo más profundo del corazón de la tierra, desbordadas van ya mis venas, que...