jueves, 25 de abril de 2024

FUENTE TU ÁNIMA SOLÍCITO

   













 

Fuente de tu ánima:

Virgínea sombra casi tuya, casi mía,

etérea cadena que amilanaba

a dos voces purpúreas, purísimas,

albor en simiente, franco,

inabarcable, de esencia

en ascua flamígera al tacto.

Lasciva entre hondos secretos,

sierpe de una mirada verde,

promesa en ojos de rocío esmaltados,

romos hierros en crepitar de albores

y ondas extensas de inerme sostén.

Pulida atraviesas mi tardío,

por sotos de espuela

y carcoma translúcida.

Tierna sombra en transistor

me desciendes,

en sienes nativas de ti

océano abierto

o tierra madre sin numen de estela.

Coagulaba yo sin fragor

cuantas dichas tejidas me dictaban

su cruel esperanza imberbe a ojos ignotos,

como aceros ruginosos

en umbrío páramo de monte

con bosque implacable,

albo rizar de sus enraizadas

espumas verdes.

Heridor azar de noche lisa,

por luna espolvoreada,

escala de un eco

que crujía las ramas

de un tiempo oxidado,

quiero tus ojos sombríos

de luna sempiterna

mi dama de oscuridad tenue,

camuflada, desangelada

abre tu sombra

dejándome adentrarla,

sin tus hálitos

no vuelan las golondrinas,

y mis murciélagos

se recogen del frío yerto

que peina mi alma,

sangra mi árbol

de este horizonte palpable

mi caricia en Sol mayor

que te ilumine

y sea certeza de fresca agua del azul

imantado

hasta percepción, ilusión o vida.

Hereda que transmigra, transmuta

mi sangre malva.

Sotos sin voz

de alaridos en magnificencia

exacta de este carbón y ascua de pluma.

 

El Castellano



















 

Manantial fulgente de inspiración

tu mirada tierna sin compasión.

Matices de esmeraldas tu 

pupila enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma 

de tu piel frágil y esquiva,

con sus amapolas amarillas

el color de tu pelo.

Un piropo, el suspiro de mi amor.

Que corre, que escapa y vuelve,

el cosquilleo.

Tu boca con mi boca bebiendo

del mismo agua del deseo.

Tu piel con mi piel avivando el fuego 

del sentimiento.

II

Resplandor de auroras en los recovecos

donde se refugian mis ilusiones en mi pensamiento.

Tu tez conoció mis manos,

y mis manos te modelaron

para su recuerdo.

Eterna batalla a la noche cuando noto

tu ausencia, la noche que galopa y

yo con palabras sufridas de nuestra vida sentida.

Ahora hay felicidad entregada,

con besos escritos

y roce de nuestros cuerpos.

Me enamoré de la vida, y nada me falta,

porque todo me llena.

Te volviste a pasear por mis sueños,

y en sueños nos reconciliamos.

Vuelve a mí el dulce Tormento, para

vivir soñando con tu corazón,

y amarte soñando despierto.



III

Si el cielo se cierra

miraré tus ojos,

mi corazón te dirá,

que seguiré a tu vera.

Si mis ojos se cierran,

quiero tenerte cerca,

para coger tu mano,

y  sentir que no eres un sueño que perdí.

Si despierto te vivo,

soñando te sigo amando,

cogiendo cada estrella en una letra

para ti, tú la más bella

y  el firmamento se cierra sin tu mirada tierna.

Mi deseo y mi motivo para acariciarte.

Pasarán Lunas pasarán Soles y el sueño,

volverá, con cada latido tuyo.

No te dejo una flor te dejo las semillas,

los frutos d' este amor.

Porque en mi jardín sembraste belleza y bondad.

Porque me llenas de verdad

puedo describirte como mi vida giró a mejor

con tu sonrisa clavada en mi mirar

y el calor de cada letra tuya sentida

te quiero de verdad.



Förüq

RELOJ DE ÁNIMA














 Hoy abro con una serenata 

a la señora Luna,

y a sus estrellas mi canto,

que se funde con las nubes

y lleva luciérnagas.

Extasiadas.

Mi canto provoca, me florezcan 

rosas azules en invierno,

y las flores de malva~luna

sangren versos humeantes.


II hoja

La cuerda de mi reloj está suelta.

Las horas me parecen minutos

y los minutos horas.

No sé si estoy o no, vivo.

Y cada mañana en vilo llamándote.

El horizonte me parece

esclavo de su azul eterno.

Por falta de dinero ni llevo cartera,

ni llevo monedero.

Amarte con el pecho abierto

mi pequeña oscura 👼 ángel.

Abierto un canal

por el que se desangran azucenas

nocturnas,

y violetas ausentes

gime toda noche.


III hoja

Durmiendo en una de sus nubes

estaba el ángel de alas granates,

cayó de su Averno indómito

como  mar extenso y cielo negro inmenso,

mi Ángel pequeña no lloraba, 

extasiaba por sus dos alas.

Yo lloré por verla de su abismo caer,

Encogidas sus alas, quería volver a brillar

como fuego terso era su amor valiente.

Me acerqué a consolarla

y sus dos ojos de fanal fuego limpio

se encendieron.

Encendieron de su ceniza de alma

un amor más reluciente y duradero 

que el bronce,

aprenderás a planear le dije,

otra vez más para siempre en tus sueños;

Seré sueño real en tu mundo,

y abrazaremos los ecos vestigiales

nuestro antiguo cielo y paraíso

en este nuevo destino mutuo 

que prevalece.

En el que tus alegrías son mi contento.



Förüq castellano Miguel Esteban 2015



FULGENTE FUENTE:


Agua:

Eslabón vasto, ardido, deslizado,

un iris de gota que a ti te llega,

marcha tenue, compás de tu eterna huida

que te marca y da vida,

fulgente fuente en infinitud de bocas

que tu ser desprende,

de su nombre y su alambre,

irisado canto de nubes derretidas,

comunión de trinos,

un beso a la tierra que deja herida,

límite de árboles y sus soles,

siembra de azul,

despensa de tu saliva,

hoy buscaba belleza y belleza eres tú,

río corre directo a tu nacer

río levántate,

jamás te canse tu desnacer,

efímero latido de tierra,

tú vena del cielo,

una solar yaga del gris,

un hogar, cuna de mi tempestad,

para ser agua inmortal elemento

capaz de crear y destruir,

de vivir siempre tejiendo la realidad,

alcanza, desvela que te debo esta existencia,

sin saberte nada existiera,

equilibrio que en tus vasos juega

para estallar en creación llamada vida.

 

El Castellano

 

II

En este linde se construyó mi pecho habitado,

se escaló la colmena de labios grises,

por la escarapela fluía veloz el sosiego

de mi vida quieta,

por romances oscuros caminaban mis nervios,

una ruptura de estrella

tumbaba la compuerta de la belleza,

para sembrar allí latidos etéreos,

recto escalafón dorado al beso

y tu cuello me nace doliente

fulgente fuente enternece mi suerte,

yo hablé con mi amor que no existe

y aturdida me contestó la voz,

era como un eco sordo en alta voz

resquebrajando un patio de perdices

y altiva sonaba por las cumbres

jugando y riendo con lobos

sí esos que habitan mis ojos,

aullando y espantando los dolores

en mi sien,

mis dolores que se querían

como hermosas flores desnudándose

en altas espinas profundas,

allí sólo caminaba mi rosa, toda

siento deciros que yo soy del viento

y el viento es mío

en estiaje gris pálido cruza mi relente

del cielo su lluvia,

con impetuosa fama,

sacude la tierra y su flor bella clara ,

dejándome ser como el rocío primero

en recorrer tus labios,

quiero habitarte en canción

que haga surcos de mí

en tu alma verdadera.

 

 

El Castellano






III

Te busqué detrás de la estrella
-inviolada, inmaculada, blanquísima
más brillante del azul eterno,
-como eco de una luz sigilosa y fría.
En el suspiro de amor
fúlgido y naciente,
que corre y descansa.
fulge y avanza
entre la inmensidad
-una hoguera su luna
de un parpadeo.
-una alta ojera sempiterna, 

alta se blandió.
Entre la obscuridad que alcanzó
-entre torres y ocasos,
a ver la belleza que te envuelve,
-desvelando el áureo palpitar divino,
adentrándome dentro
-su vena y carcoma
para reposar siendo
-ángel sin alas de inmoral espera;
una sombra más,
-volviendo a latir, 
y te encontré en mi sueño
-colmenar puro, noble,
más cálido, en el cielo encerrado
-tu senda que no acaba, 
rocío de estrella carnal,
que liberé, en la noche
-divisando un ligre en ciudad, 
y sábana flamígera
que la luna baña tu cuerpo,
-entre guiño y ala Förüq te ama,
y en la noche que mi amor
-se fundió en extasía en color
corrió por tu cuerpo,
-desde dentro afuera,
y te amé aunque fuese un día
-sin sangre yerta
en la penumbra
-vestida de coro angélico
para así no olvidarte nunca.
-para mí existes siempre.
Manantial fulgente de inspiración
-abrazo tu calor y fontana,
es tu mirada tierna sin compasión.
-un millar de versos valientes
matices de esmeraldas tu
-sonrisa nacarada
pupila enfrentada con mi pupila.
-entretegidos sin miedo.
La golondrinera el aroma de tu piel
-de valquirja malva de runa
frágil y esquiva,
-sentir que sigo vivo porque te miro,
con sus cipreses y tejos
-sabiduria ancestral que emanan,
el color de tus cabellos,
-semblante umbrío de noche en alarido eterno,
con sus amapolas amarillas la actualidad
-que desdobla y se come así misma,
de tu color de pelo lhiannanShee.
-que sí que te soñé, que te viví dentro
que corre, que escapa y vuelve
-el amor sempiterno,
el cosquilleo,
-el susurro de corazón, su murmurio,
tu boca con mi boca bebiendo
-sed de mares y lúcidos píos
del mismo agua y manantial del deseo.
-flor de mi corazón, raíz soy de tu amor,
tu piel con mi piel avanzando
-sendas trae el averno mis venas 
agua pura flamígera
el fuego del sentimiento.
-mirarte bella sin compostura
a fiel destajo enamorado.




El Castellano y Leannán.Sídhe


IXI


Te vi detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.

En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día
se mide por las veces que te imagino a mi compañía.
y una noche la vida de mi corazón sin sueños.

No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá de donde acaba el firmamento,
en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,
te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,
pero con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas
porque a mí no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,
por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.

Förüq









IXII a 14-09-2023

De noche y su nervio vestido
miraba de ojos oscuros,
una dicha de dibujo
entre tus manos,
un cuadro desnudo sin cenizas
se parecen,
era mi alma entre tu tacto,
llama de lumbre quieta
entre tus falanges,
siempre esperé
llegases entre cantatas
y fértiles valles,
tú de hocico puro
y río salvaje,
súbita, de primaveras aplacadas,
entre brisas y melosos deseos,
frescura inplacable,
el borde suntuoso recogió tu cuerpo,
de pura gema oh, mineral candente,
toda lluvia, y deseo vaporoso,
he tratado cogerte en el viento,
mis deseos cual senos hechizados,
te amo de valiente florecilla,
y miel de soto,
temeroso yo,
de bosque hundido,
ante el secuestro tu lírica feyaciente,
vida, tú de silencio bello,
cómo pedirte, si lo que no tienes
blandes su espada,
herido dèste amor avanzo,
cauce y riera,
reguero entre tu dulce seno,
oh, severidad de mundo mercurial,
escuché tu música
y encantado ferviente
seré nota, escala y arpegio,
seré tu partitura en Sol mayor
y un hechizo
en si bemol,
cristal en crepúsculo,
y lirio tu valle
Musa no puedo torcer vuelo,
ni desampararte
aleteas golondrina en mi palpitar,
puede todo sea preludio
lo que nunca desvanecerá.



Förüq






IXIII

RAÍZ DE ALBOR:


Broza esculpo,

sus pinceles verdi-azules,

idea, hazme temblar la espera,

que tu voz dolida sea lengua en azabache

de otra noche que ya escapa,

y su vena escarpe por cristales 

de vitreo haz,

réquiem blandido en un cielo de espadas,

anudada en tu cintura desnuda,

áspera, erizada ella,

mi idea,

combatiendo ocasos leves

que te dibujaron,

caos febril de plateada rienda,

estrellas miles la amparan.

Su muda vaga entre carditos de la dama

y su vestido amarillo

de rayos acrisolados;

alto templo de erizos seculares,

caracoles avanzan seniles

profundo tallo,

bella eres.

Bella en sueños no me hablas

yo me quedé mirándote

para decirte:

-Si te encuentro, nunca te marcharás.

Desdén en este mundo de secretos,

en este mundo de demonios

buscando paz,

cazador corriendo la noche,

por la vana luz

cabalga el cielo,

un aullido,

llanto de un lobo,

miseria enraizada,

cada triunfo una escarcha

en hoja escondida,

que a la mañana verás morir.

Abrazo mi calma podando,

desmochando

lo que mi espíritu yergue,

forrajes miles acampan el corazón férreo,

mi vena coagula

al sentir mi idea

que al ser pensado el camino

no abandona dictado sentimiento,

cinceles esculpen mis manos

que siembran este beso etéreo

por tu caracola.


El Castellano

IXIV

ENTRAÑA EFÍMERA:


Abro sortilegio de espadas,

enjuta llora la tierra

sobre un carril húmedo,

surcaba mi sombra de vida

azares y tristezas;

besos y espinas de flores

abisal tormenta

que descubría lo eterno.

Lagar turbio de la forma congelada,

fuente existencial de sangre,

igual letra abierta entre brumas

voraces.

donde siglos rebajaron el estío,

historia de sosiego cabalgo,

mar sin entraña

sólo tierra y sus bellotas

de días futuros.

esperan la voz

de profundos conjuros,

hincan los sotos

sus torres de belleza,

que yergue padre Sol

entre selvas de piedras,

surcos de lumbre

donde muere la tarde.

Asesinada la Esfinge

reposo mi cimiento.



Belleza ¿qué eres tú belleza?

Salmo adornado por los hombres,

virginal cuna de la forma,

encina de tierra,

cuchillo de ciprés que vigila

tu espalda.

Cumbre de ideales sin lumbre quieta,

honda clepsidra de las estaciones,

insectos en tus flores ¿somos?

corrientes de vida que clavan metales

de hermosura.

Voy por el camino de zarzas

sin herirme

voy cerca de un canto que asesine el final

de muerte pautada.

Abrojo sin despedida

sutil caricia,

respiro sin nicho ni ancla

sólo un sol de caléndula

latiendo su espuma verdi-amarilla,

por corajes nacientes,

que deshacen versos de lágrima.


El Castellano

IXV

TRANSPARENCIA HABITADA:


Aquí me quedo sin casa, sin pudor, 

sin vergüenza, sin intemperie, 

sin descampado de viento, otros sones

no me tientan, sin cuerpo,

sin mi transparencia violenta. 

Me quedo porque contigo lo tengo todo

y lo ajeno se difumina a otro tiempo, 

ausencias habitadas, opacas de otros seres, 

que dejan huellas perecederas. 

Ya no sé a qué sabe una flor con tu nombre

ni si el viento pasa y se despide. 

El sortilegio del destino se va cerrando, 

y sus espadas como cuchillas de dientes

que me ruedan sentidos que a ti me ligan. 

Avanzo sin permiso

los campos de abrojos 

y cardos, se agrieta el sendero

yo al timón, del sentido de vida osada sin despedida

por esta vez, 

las condenas siguientes

no alcanzo a imaginar. 

Solo quiero lluvia precoz que reviva los charcos, 

seguiré sin elegir nada

mi destino hinchándose, 

como cebolla un día en agua

como apartar la vista

y seguir viéndote, 

no quiero más vidas que sin la tuya

todas me parecen inertes sucesiones

de difuntos que no germinan. 

Sólo suben la escala.


El Castellano a 2/01/2018


IXVI

Poder sanguinoso:

 

 

Abre esponjada la tierra

un candil flamígero

en calvero de líquida lumbre.

Sonetada parda

de misericordia sonora,

al pretil gesto

que anticipa el Samhain

de febrero

y su nueva primavera celta

en arteria, son y vena.

Sonrisa alba por tu tez serena,

y la mañana cansada

nuevamente vestida

del pétalo y caricia lisonjera,

al día de ninguno,

o de todos,

imperecedero afán

surca los cielos de nuevo en mis manos,

ferviente clarea

el lago que frunce

su espiral atónita descorchada,

inmiscuida chirría la navaja,

un eclipsar en sol cansado

de tanto destellar,

voy por los sotos solares

y sus hogueras, lumbres líquidas

que el ojo celeste jamás parpadea en vano,

un descubrir al capataz de siembra solar,

un abanico tornasol de sus simientes,

era la desquicia yerta

que la belleza plañía,

recodos del hondo aquelarre

y sus venas

ya férreas,

oro y sangre,

plomo y brea,

espiga y cante

la irisada guadaña que avanza,

un cerro y un eje tuerto,

todo lo que la tierra

abrió en gloria,

maraña desangelada

del ritmo huérfano,

tiempo y viento suficiente

para derramar

una lágrima en la aguja silente

del lugar,

percusión luminaria

en aras de espadas milenarias,

un señero meloso

un faz de luna imperecedera,

abrí la puerta de negros lirios,

al compás de un sí bemol,

al transparente pío enjaulado,

hacían ellas mi última nota,

las flores de osadía

llorando un río de sangre,

era el desvanecer de la idea,

el desnacer en abismo,

indolente,

un yo te sentí amor,

y volví a caer en la cuenta

de un sin vivir en vida,

de sombras grises

y hechizos de ojos fugaces,

labios míos en copla fúnebre,

sí esa que no existe,

y es baile difunto,

dulces sonrisas,

obnubiladas entre espigas rojas

de Júpiter,

mi guerra que no acaba sin atisbo

de comenzar aún,

al murmurio luminoso,

que abren las cicatrices

del tiempo angosto,

buscándote en la noche,

gritos de un silencio

que exonera

mirando la cuerda

que sostiene el palpitar,

preso de la noche;

en ternura de caída escuchando

mi alma crepitando

la señal de mi insignia desvelada,

mi destilación

siente aparte,

destruyéndome brillando,

yo soy mi destino,

quién se atreve

a cambiar su color,

sólo me dijeron

planeaban alinear la belleza de la sangre,

 poesía fuera sed

de transcurrir

entre dolor y palabras bellas de vida,

despertar semillas en el corazón del sueño

planteaba yo,

un sonar de eterna esquela,

atemporal o sin tiempo

de dejar de ser poder,

poder de sangre, bella,

granate, carmín al beber

por labios derretidos en extasía de placer,

el poder sanguinoso

que arredra y eleva a nueva vida,

transfusión elaborada,

de hematíes insomnes,

sed que no yaga ni descansa,

yace en secuaz manto

que su vida

irremediablemente

me evanesce.

 

 

 

Förüq castellano


IXVII  EXTASÍA:

 


¿Qué gritas amada a la noche?

Soledad erguida en muros de cristal,

mi cuerpo sin luna,

mi sombra sin trincheras,

levanta, y grita que no hay herida,

estas flores del diablo,

la verdad todas huelen a ti,

a fragancia esquiva, atónita,

desvelada, nerviosa,

como besar ceniza de sol

que deslumbra.

Florida rama, que fluye,

nazco de la boca del dragón,

empuja la melodía,

ensortija esta vital muerte,

que todo acontece,

somos eco de pluma,

vileza sin escama de sórdido

silabario,

numen de Valparaíso,

donde flor y ambrosía,

es caricia a esencia

de arder metamorfoseando,

desnudez en alma,

y cuerpo en grito de último deseo.

Verdad sin flagrantes muros

ni caracolas,

querer alegre,

su prestancia llegada,

cantando a protegerte.

En la guerra y en seno de diosa,

hasta la preciosa luz

de todo infierno,

rijo mi flor sin muerte.



Förüq castellano Miguel Esteban



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