martes, 28 de febrero de 2023

PIEDRA DE LUZ

 

















Derecho firmamento 
cristalino,
entre filos férreos,
es una piedra que camina,
piedra aventurera,
reza la umbría,
reposa y duerme,
cantares del linde,
centellea rayos irisados,
se riza con los besos de lluvia,
acaso quiso ser otra, ella,
tan yerma, tan plácida,
acantonada,
imperecedera, cerrada,
como se cierran los rayos de luna,
de estéril semblanza,
el día que te hice de voz,
palabra sin boca,
dejas muda alabanza,
destellante un patio de sonido,
esta voz te di,
voz dorada,
ese día piedra bella, sola,
como tu espalda de cantera,
como vidas y flores,
que sin color acaso fuesen,
minera, avanzas tú la vida quieta,
piedra de luz,
jamás igual a la siguiente;
ni a la anterior,
un despertar en brazos de cieno,
latido férreo,
sangre de mineral,
piedra bella, sola,
avanzas como un soto de perdigones,
sembrándote , aquí y allá, en todo lugar,
tu compostura olvidada,
un respirar de la montaña,
oh compostura olvidada,
piedra de luz, potencia eterna,
colchón de rayos de sol,
tú dabas latidos al suelo,
un cuchillo calizo
que afilas erosiones de las eras,
lideras tu guerra sin cuartel,
antes de yo nacer siempre estabas
y siempre estuviste.
como voz del río cantando a su mar,
azabache de cristal,
tu esencia de vidrio y agua,
el día destellante,
un patio de sonido,
avanzas sólo tú la vida quieta,
sólo tú piedra de voz y luz,
latido de hierro,
cumbre de filos por bandera,
cual aliento de estrella,
derecho firmamento cristalino,
sembrándote allá donde anduvieras,
oh compostura de arenas,
piedra de mi casa, tu casa,
la tierra.
Osando no fui yo quien te encontró,
sólo fui encargado de darte moción verdadera,
tu fortaleza empedernida,
hogar cobijo y morada,
de lagartijas que trepan tus venas,
tu aval de honda certera,
ojalá pudieras contestarme,
mi luz, mi piedra, pura, bella;
tu sangre de cristal,
tu sien de agua, locura quieta,



Förüq castellano Miguel Esteban



lunes, 27 de febrero de 2023

Rosa de agua

 














Rosa de agua:

Enhiesta dicha no ensombrece,
oh de luz, flama y hielo azul,
grajo en mano mi alma por ti reverdece;
verdes espadas, entre espinas y sangre un abedul.


Sierpe cobriza era suerte,
entre girasoles esquivaba horizontes,
tenebrosos soles donde caminaba la muerte,
plusvalía de ojos y severos montes.

Entre el yermo se blandía la sola rosa canina,
aojos precoces entre heladas fierras patriarcales,
mi ser que entre forrajes su alma amima,
oh sombra, alumbra, este patio los condenados, camina.


Mi estrella invicta, entre ocres y solares afanes,
viva, de arañuelas y caléndulas divisarla pueda,
todo derredor entre aguiluchos y canes,
ella, de venas razones, de granates yo, de zafiro ella queda.

Ocaso y arenas, mi infortunio era, sin rastro
avancé periplo, y espada, mi camino era laberinto,
escaramujo, rosa silvestre, flameaba en astro,
entre el cardo, la retama, y el espárrago triguero, divisé su jacinto.


Förüq castellano Miguel Esteban

domingo, 26 de febrero de 2023

Sierpe argenta

 









I
Arde, sólo quiero tu sueño en
día cotidiano, de nítida torre,
y alma febricente, oh, de piedra
y luna de caracol sonoro
astro de piedra rodera,
agua sorda te convoque
de vientre solar, y aguja longeva
entre yerbas y mi oscuro tapial
de bronce, allí no hay gusanos
ni habitantes, pasa, mira, 
y sonríe mi apretada raíz
que sueña un paisaje azul,
y tenebrosas yedras voraces,
matarte pueda un dulce placer
secundo, entre tus suaves
muslos gemelos donde hierro baña
espumas.


II
Vamos por la dicha
de feliz orden infausto,
por torres tu belleza, nítida,
engendrada,
oh, quién te meciera,
sin pliegues, ni abanicos
arborescentes, he venido,
sí a sembrar una sierpe
argenta, como nadie logró
perpetuar, vivaz, de catarata
en cielo feliz, mi escuadra,
mentira de manos, como dulces
criaturas, 
herido en sangre fresca  y río
todas flores incubadas.


III
Oh caballo, centauro solar,
ojo y  estrella, luna sonora
vine a crear su sonrisa
como hincha en agua la cebolla,
quiero ser más que abrazo
intuido, y halago inconcluso
quedo hermano entre tus
aguas de abajo, encuentro
pinos que jocosos caracolean
tu selvaje de hembra
primavera, resguardo de telas
de araña henchían mi voz ciega.


Förüq el castellano Esteban er-lobo bohemio

Sed de luz, reedición solícita

  







Cuanto te acercas a mí
miedo intuyo somero sin rivera
a estar cerca,
más cuanto te alejas
miedo a estar sin mí alegas,
dijo un librillo,
franca tu vera destrenzo,
viva esta espuela,
horizonte vasto me acercas
como lloverte amor sin cesar,
paraísos yertos sin escalas
ni vals terreno,
puridad acaso bastó
como lobo de orejas afiladas
sin aullar no era lobo,
me acerqué hocico
he irremediable
contestó un azar de tres caras
y nueve venas razones,
como derribar la franca tapia
verja de nueve cerrojillos iridiscentes,
los ángeles valientes morían primero
sin ascua eterna
ni mármol florido,
quizá puede como alimento
de vano murmurio,
hoy oso al por mayor
reminiscencias al recto lado,
acompañar tu furor de armas,
desde nimbo pasajero,
y desquicias propias trasmutadas,
al impetuoso servir de la llaga,
Pléyades cercanas como resoplar la luz
y capturarla a ojos fríos,
indicio que su halo dicta
inspiración a raudal,
halo indiscernible
que casi saboreas confines,
de sosegada dicha insobornable,
miedo a tu cercanía cuando caminas lejos,
miedo a tu lejanía cuando cerca
brillas en faz y luna imperecedera,
arrobando mi haz luminoso sin brida
ni correa,
As de trece tréboles de cuatro aspas,
era mi vida sin contar,
un brote de cruel infortunio desaconsejado,
semilla o tiesto espontáneo,
a nadie cambio,
ni dolor ni regia tristura
porque hoy me blanden
poeta raíz de dioses,
quién soy ellos y yo lo saben,
y seguimos sin tener miedo,
en esta trinchera del verbo onírico,
incuestionable
hervor de primaveras desnudas,
y solas saetas en busca de una vida
que mejor, peor, no niego,
qué mejor que un absoluto diamantino,
en esencia mineral candente,
cristal de sus pulsos
que no niego ni me arrebatan
a estigma puro revalidado
en azoteas caducas,
y ojos suaves un abril doliente,
era lo mismo,
que perder venciendo,
aojo que el buen ojo curo,
insignia las estrellas quedan muy cercanas,
si nos llaman a la lucha,
puede defienda mi patio
debido no es mío.
Divagaciones aparte,
pregunté al eco de sombra,
si quererla como uña a carne,
iluminaría mi pluma saturnina,
hoy quedé en darla un besito
como la imaginación
no osaba,
miel de afortunar, y tremendo desliz
en número y orden,
como afeitar bombilla
broma, como lamer hacienda sin construirse,
en serio pongo balanza,
y un kilo mis sueños
pesan más que cien kilos mis ilusiones,
amar, amarte, en este ente intransigente
me lleva sin anchas calzas
es flagrante,
como el cimiento del verso
es tu letra,
lo fidedigno, que me hace parte
del transcurrir minúsculo
en vida caduca que nos desliza el destino,
no hace falta amarre para osar,
ni buscar luz, cuando ya eres parte de mí...



II
Comulgo que cuando te acercas
a mí, miedo intuyo ciego
sin ribera
a girar cerca,
mas cuando te alejas
miedo a blandir sin mí alegas
enfuscó un librillo,
franca tu vera trenzo
como lloverte amor
sin cesar;
paraísos de flor
en escalas un somero
horizonte de letra.


Oh, vals terreno,
puridad de sembrar dicha
a mi pequeña ángel,
yo, lobo de orejas afiladas,
sin aullar un Sol mayor
no soy lobo,
acerqué hocico e 
irremediable,
contestó su equilibrio
de azar de tres caras
nueve razones iridiscentes
en tres venas razones
alcé un incesante grito
conmigo Musa o
quién capaz de blandirse
a sí mismo, sol tras sol,
luna por luna espolvoreada
un árbol, crece
dentro, nuestra
maravilla,
oh, magnolio de flores
escarlata, purpúreas.
Derribo ya, la franca,
tapia, verja,
de nueve cerrojillos.


cual virtud, jamás
enseñada,
sin mármol florido
de ascua eterna avanzo
sin vano murmurio
los ángeles valientes
morían primero,
gloria de ir
al Valhalla, ¿dónde?
Acompaño tu furor
de armas desde
nimbo pasajero
y desquicias propias
transmutadas,
al impetuoso servir
de la llaga,
Pléyades cercana, como
resoplar la luz
y capturarla a ojos fríos
indicio que su halo dicta
inspiración venal,
halo indiscernible,
saboreo confines,
sosegada dicha insobornable




Miedo a tu cercanía
cuando caminas lejos
miedo a tu lejanía
cuando cerca brillas en faz
y luna imperecedera,
arrobando mi haz
luminoso sin brida, ni correa,
as de tres tréboles
era mi vida sin contar,
un brote de cruel infortunio
en semilla o tiesto
espontáneo.



Que a nadie cambio,
ni dolor ni regia tristura
porque hoy como ayer
me blanden poeta
raíz de dioses en la tierra
quién soy, ellos y yo,
lo saben.
Seguimos sin tener
miedo, en esta trinchera
del verbo onírico,
incuestionable, hervor
de primaveras desnudas
implacables.
Y solas saetas, en busca
una vida que mejor,
peor, no niego,
qué mejor que un absoluto
diamantino,
en esencia mineral candente,
cristal de sus pulsos,
que no niego ni me
arrebatan, en azoteas caducas
y ojos suaves un abril

doliente, era lo mismo,



aojo, que el buen ojo curo
mi besito viene
como la imaginación no
osaba, miel de afortunar
tremendo desliz,
en número y orden,
un kilo de mis sueños,
pesan más que cien kilos
mis ilusiones.
Amarte es flagrante
como el cimiento del
verbo es tu letra,



lo fidedigno, que me hace
parte del transcurrir
minúsculo en vida caduca
que nos desliza el destino,
no hace falta buscar luz
cuando ya eres parte
de mí...




Förüq castellano Miguel Esteban y Leannán-Sídhe

sábado, 25 de febrero de 2023

Blándeme

 















Blándeme:

En mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.


El Castellano y Leannán-Sídhe

Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
hipsipila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.


El Castellano y Leannán-Sídhe

Lágrima del hierro:



Oh, la superior Oscuridad.
Escribo a la madre belleza,
que anida que crascita como bella dama graja,
olvidada, de lágrima inerte,
una sed azabache le envuelve,
sólida, al vítreo cristal mineral,
candente en fragua los astros milenarios,
al brillo metálico insoslayable.
brindo mi broncíneo dulzor.
De llama perpetua, y solo crisol
valles en piedra dormidos,
de brillo calizo.
y cuchillos férreos,
Era sobre una lisa pizarra,
una punta de flecha tallé,
de esquiva suerte, anhelante,
vine a dormir en sus alas y aguas,
que venía a plañir el río cuervo,
una morada, y un fervor indolente,

su belleza regente,
de mi visita en mi infancia,
un sueño fue y toqué otra vez su cielo terreno,
una luna azabache regía,
luna creciente su cuarto azabache,
mi compostura empedernida,
de trillas y espadas doradas como su tierra,
hoy en día,
por tener que besar,
hablo que me responde,
de la piedra a la bella simiente,
la belleza encontrada,
vestida de llamas y espirales nacientes,
en mi piedra bella,
y ámbar su libélula,
sangre las hadas ella,
tesoro intangible,
candor de aspas y molinos perdidos,
única al fragor de heladas grises,
patriarcales escarchas, miradas,
y solares que llora el cielo terreno.
hierro al hierro.
A mi `piedra de sangre.
le deberán cuanto he escrito.



II

Oh, si tu respuesta fuese,
ni muero, ni vivo,
soy sangre, viva-muerta,
como semilla del Sol naciente,
que te aguarda y espera;
hoyos suyos donde me recuesto,
a mi cuarzo, cristal de roca,
la transparencia, quedó ocupada,
de reloj en eternidad azogada,
empedernida ascua, de tiempo prendido,
silente como silencio reverberante,
azures contestan, 
su eterno segundo, que vi,
y embebí su éter;
su pureza de espejo.
vidrio inefable de rauda pureza,
Oh, caracola de remolino en carbono,
ventura del arte y ángel floreciente,
tu forma de espiral sagrada,
amada continuidad,
de principio sin final.

Oh mi magnetita de unión
y deseante imán,
y atracción férrea,

como mi amor a la sangre.
es arcano, místico sabor,
Bajo sello rúnico
este cuervo se alzará.
digno, pétreo, simbólico,
transmuto esta coralina esencia
que arde de compostura a regencia.







III




En auge mi amado mercurio,
oh, dios de dioses,
único sólido líquido, como lágrima precipitada,
alzar una lágrima de una telaraña,
es intentar capturarte,
oscura, sin poder secar del alma.

A este río vestigial, ancestral,
esfumo que alcanzo,
sones de su fractal,
que vine sin horadar su impronta eterna,
vine jabrando mis venas,
mi muerte, como reflejáis vosotros,
no es más que la estántiga bella,
mis reliquias, que besáis incesantes.
Vestigios formó la vida,
Inmutables.

Al hierro en mineral candente,
concibo, que mi sangre es solar,
en sed de forjarse,
lucero azul,
como se forja una lágrima las hadas,
cual oro cristalino,
sed de dioses,
en ámbar, oro líquido congelado,
vidas de tierra y savia,
oh madera fósil,
traspasando umbrales temporales, sucesivos,
sensitivos, como belleza que traspasa
y eriza la piel.
en brillo, áureo,
cobre nativo y bronce,
del fulgor en cristalizada,
la armónica abismal,
perfecta armonía.
En crisálida
y magia ancestral tu mirada diosa.










Förüq castellano Miguel Esteban









Navaja en ojo



 






Visión cercenada,
cual ceguera en imagen
y visión,
apenas vi, visión de muchos
o yo mismo,
una y mil veces repetida:
mi ceguera fue visión
cual navaja en ojo,
mi lenguaje secundario,
ligado a pretensión común,
llamado escritura,
convergencia poética
de evocar realidades,
pero si estas no se conocen,
eterno divagar
del lado de mi puente,
códigos complejos
de formas de comunicación,
como mensaje en una botella
al lago y mar, la esperanza,
desposeído de corriente, autores y época,
filme y dibuje,
código artístico,
de misterios retórico-discursivos
conocí al señor Niebla,
en un páramo deshojado,
de textualidad,
y hada verde en copa,
entre convergencia y textualidad de contexto,
avanzo clímax de paradoja,
no verán ya más ojos míos,
clavados en filo de la navaja,
que hondo hicieron mella
y sangre coagulada,
símil una verdad hiriente congelada,
y ese tercer ojo,
sale ya corriendo a multiplicarse.
Ese cíclope de ojo en punta ígnea,
era la seguridad acabó siendo enemiga
de mi pulcro amor.



Förüq Miguel Esteban y Leannán- Sídhe

viernes, 24 de febrero de 2023

La Flor de Sídhe- Obra completa

  







Te divisé, alegre caléndula.
De pétalos juntos,
abrir y enraizar mi corazón.

Mecer fulgente tu amarilla corola,
entre el granate interior mi pecho,
frágil como cefirillo leve,

en mi pecho como en cuello
de hechicera mi Hada bella,
allí me revolabas,

como al fuego mi Sol ferro
brillabas que encandilabas,
las golondrinas de tu amor

naciente, pulcro irisado, en cristalinos valles
y pozas, fuentes y abrevaderos
cantoras me danzaban.

Cuidando guarnecida,
mi semblante, fiel entre crisoles 
y parcas sombras desceñidas,

y amor en pecho valiente,
purpúrea inviolada
tu simiente, y raíz en mi sangre

como un soplido áureo y grito en vena
despliegas.
Tú de trono en ferviente osadía,

sueño memorable 
te ungiese en todas sedas 
dejan en color las flores

al último y primer astro,
avisto tu pléyades cercana
alzo tu renacido empeño,

disparo a mis sotos y perdigones enramados;
amor de este duende,
tu principito.

Siempre para ti fuerte como aviva el fuelle,
sed de soles relojes y razones intermitentes
lo que yo te quiero ni nombre ni sello puede,

De rojo,
de sangre,
de noche siempre,

tu húmedo tajo floreciente,
anclas mi dicha rebrotada, anima fidus fruor
beso tu cicatriz para evaporarla

no existe mal hendirme pueda
herida abierta mi amor es bronce vine a ser
de tu vida,

¡Ay, flor fulgente!
Te amo como el sosiego canta.
Tu aureola resplandeciente,

nacida de aurora, y una bella sombra
y sonrojada alba, purísima,
como el día por ti

se desnuda, abriendo tu flor eléctrica
que el sosiego, feraz incuba,
oh dicha no cabe su llenez de placer extenso
cuanto te admiro.




Förüq

II...

Puedes verme caer en una
interminable caida
a tu lado,
estoy respirando tu destello en flor;

sigue que seguiremos en pie
hasta el final nuestro propio monumento,
oh, Genii locorum,
dioses ancestrales,
a mí vuestra fuerza,

se abrió su Portón verdadero,
súplica de advenida caricia,
al gineceo su avenida,
Rocío brindó mordaga.

mientras tanto
mis triunfos, triunfos pasajeros,
vestidos en el oscuro sino,

requisando sus hálitos perennes,
al estambre baila el pétalo,
entre cáliz
y corazón desnudo,


igual que vidrio
al son de transparencia ocupada,
no pude ver álgido,
el acontecer mi Sol fierro
Invictus,
égida se arma a mi diestra,

¿Puedes oír sus sones?
Repiqueteo avanza,
aposté mi futuro,
a la Parca amé y no pude sacar su espina.
mi coraza áurea de Custodio,
es dueña
es Reina hada
del paraíso en sombra,
tú lo eres todo para mí,
protégeme
de enemigos que caminan,
de sombras inermes de Ego infausto,
dentro de mi alma,

sólo quiero enaltecerte,
y mi punto sólo llegará
cuando mi astro cansado
deje de brillar
y ciento ochenta segundos
giraron mi aura
en gota rociera de mi magia,
granate,
parda visión

protege vida tu corazón,
me estoy desangrando por ti 

mi ilusión mi Flor de Sídhe

Tu condenada alma gemela,
es la mía.


Förüq y Leannán-Sídhe a 15-02-2023






III

Develo mi profundidad,
extasiada;
donde este muerto cava su vida.

Cuál es el precio de afirmar
una mentira,
hoy no sé mañana tal vez;

une cabos y señales Migue,
si no pierdes,
es que imaginas otra cuestión,

en mitad el valle yerto,
avanzo con la Flor tercera de Sídhe,
en mano, toda ella brotada en espinas,

oh de salvaje rienda,
voy camino el brillo en hilo de Sol,
oh Sol Fierro dame espada.

Dame arma convenza,
rebanaré mi destino en tres mitades,
una para sacrificar
y así muerto, no he de quedar.

Rayo estertor, fulminante dicha
será,
debido si no avanza,
yo no pierdo nada.

Aferrarse a un designio,
sí seré jardinero jornalero,
y este Marzo volveré
de ayudante al huerto urbano.

Labor mejor, ni se inventó, ni surgió.
Solo de simiente
y ascua viril de mundo hecho, ingente.



Förüq castellano Miguel Esteban

jueves, 23 de febrero de 2023

CEREMONIA TERRUÑA

 




Ceremonia terruña:

Tiempo que era llanamente hondo,
como pozo sin poso, ni fondo,
severamente profundo,
como fantasmal visita
sobre lazo silencioso,
buscaba yo tamborileo grave,
entre hileras sordas
enre nuevas flores
de trompetas de los ángeles,
danzar entre círculos de grama húmeda
y corajes de aventar nuevas espigas
de olor a yesco trébol rojo.
Hice una hilera de guijarros;
preparé mi propio templo
con torreón y almena nueva,
un foso bordeando y cuidando
mi nueva siembra de ababoles,
templo asilvestrado con urna para ofrenda
y depósito nueva agua virginal,
era suficiente de tiempo insuficiente
a nuevo otoño que comenzaba,
con olor a hojas de chopos arrebatadas,
y majuelos agudos en espinas,
rebordes cardillos de las damas
erigiéndose tempranamente,
maduraban los tomatillos del diablo,
solanum nigrum
que ni caracoles resistían
sus lustrosas hojas morder,
las colas de zorro ya se divisaban aventando
terreno de su nueva simiente,
afinaba mi cuerda
tendido a ras terreno,
sembrado a pretil gesto,
como se siembra una pipa,
y tarda treinta y un años
que porto en girar el sol,
carrasquillo háblame,
que penas traes de virgen encina.
Cuéntame tus oscuros romances
con vientos de luna,
y tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.
Dime a mí que te cuido con esmero,
aguardando tus flores de piedra
y tus bellotas del mañana.
Árbol mío,
avanzo este mi caduco corazón humano,
como vampiro solar
me remarco,
un solo de voz desangelada,
y volví a honrarte,
de esta nueva tierra.
A viento pagano,
voz de alma, amada,
inamovible,
firme, regia,
de raíz arcana.
Tu rostro en verdor
de hojas afiladas llevas,
acaso igual o semejante
a hermanas blandes.
Río de encinas y flora reborde,
amor de tierra a lo que es
y crece en ella,
vine por vuestras voces,
jamás marchiten vuestras notas,
de longevidad imperial.

Förüq castellano

II
Escribo al señor cierzo
y su ola de frío
un febrero consumido,
entre paticas de abeja,
y algún diablo foráneo,
busca encuentro
con su dama hoguera,
somos los guerreros,
ángeles de la tierra,
tanto por hacer,
qué se con quien acabar,
acaricia tu cabello,
ahondaré tu flor y su pétalo,
algo cae y se alza de nuevo,
auno un destino precoz,
en tela de araña,
de caléndula
o flor de  Hércules te dibujo 
un guiño,
capataz del brillo primero;
transeúntes helados
ya te blanden mi caricia
en estrofa de agua,
y aullido solar,
punto y aparte
No puedo acabar esto si no es con un beso
de hendido horizonte,
y mareas colaterales
a un final que vuelve a comenzar.
Apuesto un divino laurel
a que en tus hojas me vuelvo a ver;
como se ve un lince de tu ternura
en la ciudad,
eje de voluntad
y tersura de calmo sosiego,

vine devorando sones,
llegaré alto, donde el ser no alcanza,
despejando nubes felices,
entre cuarteados leones,
todo llegará o entre bruma se irá,
ascua es mi querer,
vestida de brea
y oro azur,
el vestido mi golondrina de metal,
entre tierra y coraje
tu énfasis de divina pluma dices,
que afliges voluptuosa
venimos del azul imantado,
dentro el azabache cristalino,
somos placeres risueños
de dama Escarlata,
bailamos en su púrpurea visión.

Traigo un manifiesto Musa,
descendí para no irme,
hasta el fin del tiempo
y su conclusión.
Y ni por esa pesquisa,
podré huir como empuja
el miedo al cobarde.

Förüq castellano er lobo-bohemio Esteban

Tu grillo (video)

 





miércoles, 22 de febrero de 2023

TRES ASCUAS CORONADAS

 Tres ascuas coronadas:






Mi seco musgo

arrebatas denostando

banalidades.

Agitar embravecido

tu seda y densa tela

perpetúa.

Creceré sin perderme

en tus ojos

visiones rectas de lo que querer

dispuso.

Mis hojas coronas

como frondas suaves

se despejan en tupidos pinos.

Resplandores descarnados

avanzan tus vidrios irisados.

Mis escaleras soplabas,

oíamos rodar la canica

por susurros colgados

en ceniza de hojas.

Avanza regueros campesinos.

Alarido bélico,

desnudo.

Empuje de amado

turbión empujando errante.

Chispa postrera mi sarmiento,

compuesto fuego medroso.

Deshechas las aflicciones,

queda sembrar

música, aullido, sombra y fábula

de arcano son del viento,

visiones riegan

tu raíz de plata salvaje,

arroban tus ropajes

dé argento ángel

en plata iluminado,

por secuelas

arrostran mi firme trazo

que voy a conocerte,

hasta hendida puerta,

y ráfaga inquieta

eres eje,

eres sentido

para germinar

cendales de niebla

en los campos de tu esencia.

Una.



El Castellano

Rocío de Sangre Bitácora Destello Solar

 






 






Rocío de Sangre

Bitácora de trabajo


Destello Solar

Förüq

25/12/2022


I

Sobre un rocío

en una caléndula

vino a reposar

mi alma.

sobre un

tiempo

que la ilusion,

tornó realidad,

me encontré orando

en un alba de ocasos

en un infinito Solar,

era como besar su letra 

e Hidromiel

degustar.

II

El sabor de bailar 

con su infinito a solas

afilar su nota

y entonar el trino

su golondrina majestuosa

vivir para volar

con ella los siglos

que pasan y no sonríen,

se besan.

Como soltar riendas,

amarres, y dirigir

un sueño que cabalga

en atisbo de lo surreal.


III

Cruzar el derecho firmamento

fue ganar su sonrisa

entre mieles

de las flores de Perseo

arrullar sus ocasos

y servirle uniones

y crisoles fugaces,

rayos, y capataces

de estrellas y vorágines

sujetas, era encender

su mirada como

secuelas de brillos

iridiscentes al tacto

y abarcar hasta donde no

imagina, para protegerla.




Förüq









I
Hoy divisé su halago
era como un mar
densas sombras
donde perderse
en una magna tiniebla
densa, como relampagueando
soberanos parpadeos
y las sombras felices, 
anhelantes buscaban
en mi pecho, lo habitase
su diosa Oscuridad
sempiterna.


II
Aquel sórdido
plano espectral
era como un nimbo
y dulce laberinto
de noche serena eterna,
luces que se devoraban
a ellas,
quien pudiese encontrar
allá una verdad
creo se la quedaba
brillaba oscura
una luna
de Sol desmantelado.


III
Divisé una gota
de rocío etérea
me dijo que todo
amor amaba más el romance,
que al amor en sí mismo;
oh gota humilde,
qué río te bailase
qué avida nube
te reposara en la tierra, tú,
pequeña, dulce y risueña
como Ninfa de bello arrebol,
y candente lágrima extraviada.


Förüq


IV

Tu suave armonía
avanzo, que es,
como un pájaro perdido,
y flores de escarcha
y fragancia deleitosa,
diste impulso a corazón
y alma, hambrienta ola
de patrias y claros ojos
a ti, en noche calmosa
mi dulce desvelo
acuesto, amor, silencio
y celeste resplandor.


V

Por solares
de tierra fogosa
y macilenta sobrepasa
en vuelo, un Aquilón
invernal, brotando
alaridos de árboles
y persianas, de aire
que silba y feroz
ruje su Campiña
Aquilón de cítara,
y Lira pudiente,
oh, de naturaleza
incausada, que
entusiasmas como
nube cargada a la tierra.


VI

Deslumbras mi dulce fantasma
no huyas, mi bonita,
incluso, aunque hasta dudes
de quién tú eres
levántame de valles,
auroras y solas almas
fugaces, contigo álgido,
jamás voy calmo,
de temperamento y dicha
repleto, de placer
de oscura vida, sólo
te distingo a ti,
mujer de momentos,
y labios amantes,
ansiosos.



VII

Eres hermosa,
harta de hermosa,
tu delito es ser tan hermosa,
cual cefirillo
de cobre y platino,
entre sombras te distingo,
y se enciende la vastedad
de mi corazón,
en alarde
siento amarte,
y que la noche se propaga
de tu beldad
y espléndidos laureles divinos.




VIII

Avanzas mi mundo
dentro mía, me posees,
te veo tan bella tan inerte,
y a mi vaga penumbra de sangre
te retiras
amor piadoso exhalas
mi asombro meces
bella, bella, que en sueños
tu palabra no meces
yo te miro, te persigo,
desde la sien más honda
hasta el latido más fiero,
y tú sólo apareces
como mar y olas,



IX

como llorar y encontrar
lágrimas,
háblame Luna,
dime de tu quehacer
no me dejes como
hombre sin relámpagos
ni sin la amapola
candorosa al fuego
brotada
sí, tú, encarnación
de mi deseo,
volvió condena
de volver a estar vivo
para osarte, besarte, y susurrarte.


Förüq a 18-01-2023






----------------------------------------------------


A 22-02-2023

BITÁCORA DESTELLO SOLAR
ROCÍO DE SANGRE

I
Mi Sol alzado
del poniente, al occidente,
bañada mi senda de hinojo
por escuchar el trueno
rojo, oh mi torpe yugo
de beso levantaré
medio asedio nublado;
de vela en tajo
mi verso al Cristo
soldado.
Musa de vestido negro
y de sombra la saña.

II
Avanza que tiembla
este muchacho,
diez filas pediste,
mercenario,
reales cabales en caballo
te di,
rapaz de oro en ala,
y falsario deseo que pedí,
con ejército de hinojos
lucho por Castilla,
alzada en nube mi lanza,
hito por hito florece
el endrino, su beso postrero,
a punta en espada, ella,
cual flor fiera.

III
Suave caos de
quietud estameña,
saco de la tierra
la virtud tronchada,
matinal rocío en sima,
más profunda
que el murciélago
en vuelo nocturno
a mi vergel digo:
Memoria embebecida
qué importa
si a ella, amo.

Förüq

Sanguinoso, solícito

   LLego desde la fúlgida sangre, desde la espiral, enterrada en lo más profundo del corazón de la tierra, desbordadas van ya mis venas, que...