viernes, 17 de febrero de 2023

Bulle hacia arriba, Suspiro en tierra SOLÍCITO

 Suspiro en tierra:

I


Flor silvestre a ti te escribo esta lápida de mi latido

tú que me das la paz que yo necesito

haces mecer mi amor en tu floresta

cuando flores de margarita cobijan lo que necesito

mi vida gira en una flor de caléndula

avanza mi vida en un sentido hacia el sol como ellas

se siente abrigado mi pecho

que canta por soledades su te quiero

no más montañas oscuras por escalar

no más súplicas por dibujar

todo se mece en una caricia

todo cuelga del alambre

por ver si te tengo hambre

y tus besos me acompañan

fieles testigos desvelados

de todo lo que fui y soy para ti

así como una cascada que bulle hacia arriba

un cielo encerrado en mi pecho

un canto de tus labios

en verde espiga y girasol

un despertar entre pétalos

un parpadeo que me lleva a verte

un abrazo que me lleva a tenerte

es sólo la vida de la flor

y que la flor solo sea la flor

elevado albor

cuando mis pupilas se llenan de tu amor

solo allí amada mía

reinará la flor

y no solo al muerto dará calor

tu sangre se fundirá en polen carmín

tu vida gritará a mi vida

para encontrarla

florecida de los más bellos versos

sin dolor

sólo cantándote

mi amor.

Oh elevada flor de mi amor

a ti te canto sin dolor

que mi ser es primavera

cuando mis ojos te ven entera

y mi Dios es la lluvia

está cayendo ahora

como el invierno se desvanece

es mi tiempo ahora

los cielos tiño de malva

mi vida reverbera

llegó la hora es primavera

con el trino de los pájaros

se blande mi espíritu

al son del tambor de los grillos,

quieren un templo para mi flor

ojos aceitunados cuentan

de los giros de mi alma

al albor de su corazón

ojos de sus ojos donde me encuentro

en amor, bailando en sus pestañas

alzándola en beso

un continente despierto

un mundo y un océano

un hada y un cuervo

un día de mi vida

por si vuelvo

a la vida al viento le pido

que mi boca conozca su boca

y mis ojos

sean más que abrojos

mi beso sea tempestad

y mis labios fuego encendido

para encontrarla a ella

que mi cuerpo siga su estela

y para mi muerte

que ponga yo amé

y aún en este descanso sigo luchando

porque la volveré a ver y yo con ella

en amor estaré.

II

Me encuentro trenzando la flor de azabache

sí esa que llora la noche

por encontrarla a ella tan bella

cantan los cuclillos y los nocturnos grillos

se tiñe mi horizonte de jacintos

y yo a mi mujer la hago un nido

de pétalos de caléndula

por si vivo que ella sea mi flor

y al sol cantar nuestro elevado amor

sólo soy yo cantando mi epitafio al hueso de la luna

volviendo azul el alba

para que reine la noche sempiterna

y entonces volver a verla

encendida de traje de estrellas fugaces

es por ella por la que se eriza mi piel y corre mi sangre

mi caudal se llena con su amor

y almendros me acampan en flor

desde el verde trigo al verde olivo se mece mi sino

y es encontrarme con ella en un latido

al viento le pido viento bonito siémbrame en su pálpito

y así con el mío jamás verá un suplicio dormido

ojos de cuarzo corazón de granate

acércate te alcanzo una estrella

para que brille nuestro corazón en esfera

y esta amor no será una noche más por su azabache

brillará un reino para los dos

el cielo se vestirá de los más bellos colores

cuclillos entonarán sus sones

los murciélagos bailarán rasgando sombras

y yo amada margarita en tu flor estaré

pintando con mi sangre este amor de mi hiel

y aliento que juntó a ti no verá su desvanecer

y sí hoy es un día para luchar

por las ilusiones fugaces prometidas

mi piel encendida que con la tuya late

en la más tierna caricia

quedando por dibujar mi subrepticia

esta noche encendida

que dibuja y reina mi vida.


III

Amada te escribo mi piel en piedra

que este latido es más que fugaz de estrella,

viste y desviste mi vida,

el verso coagula mi sangre

hasta ser mineral de piedra cuando muera,

en este corral de rosas crece mi ilusión verdadera,

alzarte, rodearte, elevarte en mis brazos,

ganará a esta noche yerta,

tejida vestida en vilo de espera,

para ser yo el encargado de esta acequia 

que riega con tus besos

esta elevada floresta.

Donde Margaritas cantan

que es por ellas que el destino nuestro se acuesta,

vivo para vencer este horizonte estirado,

vivo para vivir en tus besos desgañitados,

para sembrar el curso con mi sombra,

con mi divina fantasma que habla

como tú hablas mi amor,

mi amada,

hoy me raja la noche la entraña

para clavarme todo el polen

de nuestro amor,

nacarado, embestido, dibujado, anhelado, florecido

aliento por aliento,

sangre por venas,

hasta morir en tus piernas,

yo soy mi lápida,

esta primavera que comienza a avanzar,

resumo que coarto este tren

por lares insospechados de tu vida

hasta llegar a una Araucanía lejana,

donde se acuesta el sol con la tierra,

donde las nieves que lloran las montañas

viven renaciendo, bullendo, deslizando

manantiales de hierro y cobre

de su sangre de tierra y fuego de volcán,

viviré hasta que un abejorro siembre mi nombre

en todas las flores de tus campos,

seré dichoso orgulloso,

como soy en esta parca existencia taciturna,

por la que me lloras amor noches sin alba

por tus granates de ojos,

es por mis versos nacientes

que el cielo abandona la tierra,

para vivir siempre, por siempre y para siempre,

en tu sonrisa dulce, nacarada

porque yo nací amada

para ser tu primavera,

tu sonrisa verdadera,

y el hombre que dio su sangre

para luchar por su margarita

hasta tenerla en vena,

nadie puede ni podrá contra nosotros,

el tiempo estirará sus azules pétalos,

solo para decir:

Miguel nació, vivió, conoció

y dijo que su vida

no era vida si no podía entregársela

a ella mi flor

su única mujer de sus amores silvestres.


El Castellano

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realeza de estrella