lunes, 13 de febrero de 2023

Tercera magnitud

 







frente avanzada 3339 T  have key of secret, Tengo llave, Leviatán resurgiendo .
Lucha, conquista, mantiene. Tres dicto. 09049494
Construcción de obra futura :
***ANILLO DE SOL***; Titularidad





Oda al Sol, musa en armas:

 

 

Gran Sol, gran hervor de rayos espadas

día clavado; tu iris sediento sanguinoso

en Vestal iridiscente en flamas a lo alto,

a lo alto brillas como crece el talento

sembrado en nuestro corazón,

rueda de fuego, Lugh en tu gloria,

germino toda dicha padre de mi conocimiento,

oidor, de cuánto arte ha conocido, padre Supremo.

Escúchame mientras te honren este,

el día de mi musa en armas.

 

El invierno se ha ido, nos dejo atrás,

los campos están verdecidos y cantando en flores

que trae Ostara y su caricia de divina nota

de savia que escala todo terreno,  y fríos ya lejanos,

Toda la tierra duerme en tu ausencia.

 

Incluso en los mas oscuros tiempos

tu luz es el camino

para aquellos que necesitan un faro

de esperanza, de brillo, de sosiego,

relumbrando en la noche.

Tu esposa regentada por madre Luna,

buscando toda tu luz, toda oscuridad empuja,

 

La primavera está aquí, y días aun mas cálidos vendrán

los campos están desnudos y vestidos de celestial verde de lanzas

y el ganado pastando.

 

Encendemos estas velas en tu honor,

Regreses la vida de nuevo al mundo.

Mi lira te cante la sola noche que traes flagrante.

 

OH LUGUS

Solar y poderoso,

sol sobre nosotros, te pedimos

tu regreso al alma incendiada,

en virtud que te amima y habla,

que traigas a nosotros la luz

y el calor de tu vida.

 

Trae de nuevo la vida de nuevo a la tierra.

Trae de nuevo la luz a la tierra.

y aleja la saeta oscura que te retiembla la calma,

al alba más preciosa,

Maestro encumbrado

del arte que florece

y en nuestras entrañas germinamos,

nosotros los escribas

cabalgamos todo tiempo difunto,

guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz.

AWEN!

 

 

Diestro compás

en sol mayor,

bruma de idea socarrada.

Flamígero desdén;

congelado en ascuas

de fuego azul.

Horizonte sin prisas

que arrostró

todos los rostros

de abril.

Abre el nuevo fervor de tu luciente.

Y su solitario azar de relámpagos

de tu azur hermoseando,

enclaustrado.

Vírgenes encinas, y almendro de soto,

entre un nogal

dependiente de su sombra.

Al verdor de inusitados pinos,

me caracolea

la fronda del monte. Musario cerro desnudo,

Espino amarillo de mi dossier,

Caléndulas solariegas

que amarillean su silvestre ralea,

esposa complaciente de Sol naciendo.

Brilla esta infamia

de campo abierto.

A esta última lagartija

lanzo un baquio seguro,

sin disfraz ni apellido perenne.

Mudez última

de sangrada amapola.

Sanguínea tormenta

de dureza blanda

con agua de mi terco aljibe

obtuso en litigio de iris vespertino,

y su sangre que baila

el suelo terreno,

que en culto a ti Lugh yo beso.

Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.

Hijo y sirviente de Candavmis dios del Trueno.

Förüq

 

 

Reflexión:

Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,

es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,

y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,

en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.

 

El Castellano 29-04-2019

 

Sol ferro a tu gloria, compilación:

 

Voy por tus desangeladas,  profusas luces.

Hierro que me tiembla la osadía,

oxidado resorte candente,

que afuello;

relamen linces del tamaño

tu dispuesta ternura.

Hirsuta ciencia tu tomo de tierra.

Acristalado vence marea súbita

de ojos realizados;

mi espada no luce marchita

afila latidos de mi corazón

ignoto,  ante tu ser,  casi desnudo.

Orando llegue revelado momento

de aspados dientes

y destellos secuaces.

 

II

 

Aruña mi tierra una vez más

como un grito en la vena,

como un gemido perplejo

que brilla el tiempo,

que empañó

tus vidrios líbicos,

atemporales,  dispuestos,

sin margen,  sin curva,  ni acervo.

Saliva en aljibe de hondo deseo,

exasperado,  irisando crisoles

que jamás marcharon;

beso y muerdo tus orejas malvas

profanando tu blancura primorosa,

en tus piernas gemelas,  semi-abiertas.

 

 

III

 

Mis violáceas hojas marchas

raíces que maúllan mi calma;

profundo el zarpazo de amor

que me afliges.

Osadía acariciarte en destellatoria

entre vela y candelabro

avivado tu hornillo de espejos

supinales.

galvanizada garra llega

a arañar la puerta;

rumor de fiera vespertina.

Solo ante tu sosegado

siempre azul violín

que la humedad

de tu floresta,

nunca más virginal,

entona.

 

IV

 

Despierta, flamea nuevo cierzo

por tus sotos de rincones sedosos,

humedad permisiva blanden

al desnudar tus mieles

entre tu piel serena;

abejas mías

dejar que la flor duerma.

Corajes florecientes

en ocaso que el alba lanza.

Desde la luz del día

hasta dentro la oscuridad

más densa que late y envuelve.

 

 

V

 

Sus cerrojillos tersos yo beso

en esmero amilanado de erizar sus nervios

a flor de candor estrellado, navego que avanzo,

tus filos de rubores aplacados,

esta luna entre mi tierra y mi solferro

una vez que su luz perdure mi hierro.

Placer enarbolado, en lustre de acanto,

ya mi querer no es piedra rodera

ni de osadía alabastro,

fuera de la batalla,

tersura que gemía la espera.

Mi piel de quimera,

inimaginada senda,

es un hálito y su verbo

una escala y nuestra escuadra.

Al placer preso

de sonido extinto.

 

VI

 

Retiembla el agua

un haz sobre espada,

inabarcable sentido

sigue, ahonda fiel

su rendición

en estallido del tesón.

melodiosa sierpe

en un vals del gemido

secundando el alarido

sembrado en su interior.

 

VII

 

Fuentecilla parece mi noche oscura,

fuentecilla retozona,

y de verdes lamentos quejumbrosa

como sombra leve de mi pájaro piador

que acuesta a dormir su entraña.

Sombras largas que descubren

el canto los lisonjeros grillos.

Blancura y azabache descansa en la arcilla

el nido mi golondrina.

Al fresco respiro de mi chopo soñador

lanzo un severo destello argento.

Longevidad imperial cercenada

como retazo de persistente

carcoma manida a mi verde intelecto

grave;

embaucaría sin tenerla

todos mis instintos,

todos mis impulsos.

 

 

VIII

 

Canta , canta mi pena azul

sin ocre zozobra.

Abre el verde ramaje ,

a la espesura de mi idea.

Entre un camino serpeaba

como culebrilla de un destino azaroso.

El murciélago castellano

rasgaba bailando, ladeando

el cielo mullido

de levedad de colchón sin luz.

En sintonía opaca que rodeaba

y acariciaba.

El cielo abría su sangre a la noche.

Un sopor de estrellas

que en este invierno no tardaban,

y el rudo vigía ciprés soportaba .

 

 

IX

 

Bajo tenue luz de luna

que los sentidos, arrugaba

y mi fiero ciprés de lanza colgaba.

Avanzaba por el camino

los álamos,

como un sendero

en cal de maderos cenizos,

rumbo al Valhalla.

Alumbrado , rememorado,

anhelado

por todo guerrero.

Era un olmo frente la tapia

de un cementerio

en Fuente la higuera.

Caminillos de hormigas dispersaban,

desplazaban los vástagos

de forrajes venideros.

 

El Castellano


Cristal silvestre:


Ámame como se ama a la vida,

porque te amo en caricia

sin despedida,

tú que eres como la noche

en subrepticia,

yo contemplador extasiado,

por el fulgor que se abre paso,

Fin del diario,


este es el momento,

que se queda para descubrir

la expectativa

del vivo hacia la vida,

todo cambia y yo lanzo

mi destello sembrado en mis ojos,

susurros en letargo

abiertos al destino parco

estoy en tierras de la luna,

abriendo, tornando bella

su distancia,

todo sembrado

de quien yo era,

esta mi raíz que canta

plena, sacada,

cortada de su tierra,

para nunca olvidar,

alzada a tormentas del tiempo

y su etéreo desliz envuelto,

en las calles

de los sueños rotos

un pasado que dejo atrás

estoy joven para estas nuevas visiones,

existencia clavada,

al crepitar enroscado entre arterias

de alambres,

y su perfección

erizados gritos liberados

hay que pagar el precio

de ser mejor que este talento,

avanzo lento,

me abro por el fuego,

y no hay sangre que no me deje

envuelto,

miro dentro de tus ojos

buscando mi respuesta,

el sol se está enterrando en tus cabellos,

lima este nervio

que llegó su escarcha

siempre aparte,

siempre en alarde,

hasta yo encontrarte

encontrarme yo

en los sotos de tu voz

hasta ser yo el alarido con nombre

de sol, ser por siempre

ser para siempre,

ser siempre,

y Siempre llevar mis apellidos,

Siempre quemándome

en resquemor intransigente,

precisión de mi duende

llamado amarte.

ARTE,

condenada mi sombra,

a este precipicio

que despeña la letra,

a través del umbrío páramo

de esta piel y su yermo bosque de vida,

sigo la estela

vocecilla, elevada sin razón,

porque sí me sobra corazón,

soy yo mi murciélago de nácar,

vuelo que giro el infra-sentido terrestre,

y me quedo en vilo,

es glorioso este sino,

haciendo el amor con los sentidos

en el saco desdoblado,

de mi realidad soterrada,

destapo que descubro malvas

del sueño taciturno

que conduce a contemplarte,

bajo el sigilo de mi araña,

y su tela irisada,

en extasía de espejos carcomidos

sin dueño,

que no sea sinestesia

del cuadro de visión

llamado visión enardecida,

por la que mi ciprés

tiene tacto a caricia desnuda

y mis caléndulas caminan

con sabor a deseos de rubor.



El Castellano

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