viernes, 30 de julio de 2021

Tu voz

 





Tu voz:


Eres fuego en el agua,

eres luz en la noche,

calor en mi alma de hielo,

amor en mi mundo de ilusiones en viento,


bésame al final de este deseo de chincharte,

acaríciame con tus labios,

el mordisquito en la oreja,

el susurro en el cuello,


noche de eco entre imágenes,

pupilas mirando pilares al cielo,

entre verde y violeta de árboles,


ojos de gato, tu gemido,

tímido y feroz,

tu voz. 


Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,

lo efímero del segundo al pasar del minuto,

la seda del sentimiento, en su carita del beso,

el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,


acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,

siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,

el momento que dejó el silencio, 

el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.


Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.

Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,

se sirve de tu aliento, crea mi armonía,

cada caricia te hace real.


Sostén mi placer cada anochecer,

sé el tiempo que nunca se fue,

sé mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,

detén este instante para hacerlo real,


el sueño hecho realidad, la historia sin final,

mi eterno amor sin dudar,

corazón carmesí como flor de abril,

navega mi sensación.


Es un te amo lo que me encanta escuchar, 

los mil que me quedan por decirte;

los que nunca se irán. 



El Castellano.


II

Al reguero del calor en alza,

al sentido de saberte plenamente

ilusionada,

viendo y anhelando por más de mí,

voy trepando tu piel,

miel de dioses,

acariciando estelas

y sus hijas vorágines 

del placer insobornable, nacarado,

auge en vals dulzura en tormento,

Si sentirte te siento y no hay

no hay firmamento ni escala comparable,

detenga mi saber preso

de cuanto yo te quiero,

envolver noches como engarzan a los rubíes,

susurrarte que mi amor eres,

muerta mi calma queda servirte,

mi flor de embeleso,

y vena cava sedienta,

pidiendo por más placer,

sincronismo de tu puro beso,

la verdad, la mentira, es beldad en tus ojos,

los colores, el azul,

la sangre hervidero,

mis sueños nada son sin conocer ni alzar

ni acariciar los tuyos,

finalmente lo correcto,

lo absoluto,

el amor por la vida,

el amor por lo que canta mi poesía.



El castellano


jueves, 29 de julio de 2021

Crónica mercurial
















Verte en mitad
un fuego magno,
destapar Quimeras y verbos indolentes,
sierpes de luna
lanzadas como rayos áureos,
sin impactar fondo ni poso,
ni augural ni fantasmagórico,
encumbrar la cumbre
tus divinos ojos,
tus númenes de cabellos
estelar rienda,
caballo solar,
oh, Lugh,
áurico semblante,
alce de tu acompañada idea,
oh Sol de soles,
y venas razones,
adorarte,
grande,
inmensurable,
como eres,
como me sabes,
oh, glorioso saber del desconocer,
verte vestida,
la sola pesquisa gloriosa,
de mí,
vestida de mí,
vengo de las sidéreas lumbres de abajo,
a verte ,
a besarte como se besa a un rayo de tormenta,
electrificas como siempre,
oh vid de mi vida insurgente,
al solo capataz del brillo alzado,
dicto,
arriba los altos cielos,
allá los ángeles sabemos del miedo,
solo para sembrarlo,
debido como es arriba
es ídem abajo,
canto,
venimos a vencer
al tiempo de la eternidad,
quererte abajo como se te quiere arriba,
masonería de noble comunero,
el querer de mi padre Odín Agustín,
no era lejana su estrella,
quería de mi estampa,
un ingeniero de silla y oficina,
pero la rebelión
marcaba el día mi nacimiento,
resultó el destino me quiso jardienero
mi verso,
letra como tierra,
alma como caléndula,
así la flor mágica de mi Musa
señora Hada
Leannán-Sídhe
caléndula de sangre
que abrió enraizando mi corazón,
y pecho al conocer yo su nombre.
Auge dictado a la milicia,
er-lobo bohemio avanza
no se detiene en Praga ni en su noche
ni en su sanguinosa bohemia,
Oh, Dectire,
cásame con Deirdre Reina oscura
mi dulce tormento,
hemos venido nacidos del ascua azabache,
dentro el color carbón,
fuera y dentro el unísono,
primera musa,
hasta el azul sideral Índigo
de mi Golondrina abismal,
hasta cuando,
hasta se impere el inverso
de la eternidad,
y lloren rosas su azul imantado,
lluevan enconos,
germinen céfiros como estacas,
y mi colmillo tenga la sed,
de su hambre
por nueva caza del ocaso ambarino,
ella me genera,
y no hace aún treinta y dos años la leí,
pero juro a ello llegaré.



Förüq Esteban y Leannán-Sídhe

martes, 27 de julio de 2021

Almena auditiva supraural










Madre de la metáfora


Madre de toda raíz,

es y veo ser la simiente.

Semilla de la escritura,

es la metáfora,

madre encumbradora

toda mentira encausada.

Escribir es amarte,

como lucha clara

de contrarios.

Vislumbrar la luz del sol,

estridente y eterna,

sin desplegar color la noche,

no se puede,

hacer temblar los valles,

sin cerros ni montes tampoco.

Más vale pájaro en mano,

que ciento volando,

acoger tu cariño

y darle cobijo

de dulce nido.

Metáfora de saeta heridora.

Descubrir la realidad,

tras su mentira,

de que se viste de sueño,

intangible como canto pedernal,

y nota tu silencio,

quién tuviera tu magia en sus manos,

quien besara tu belleza,

sin herirse.

Madre de la escritura,

se le llamó

pureza, barbecho claro 

de Artemisa,

canto flamígero,

que la elegancia,

hace nombre,

rito y plegaria,

toda atractiva nota.

Metáfora,

madre causada,

de vestir verdad latente,

con otra realidad bella,

como fundir mares y terrenos

en dulces florestas crean su mirada,

miel de dioses.

Herida en sangre reverberante,

es mi pasión en pecho,

monumento de savia,

sería mi querer,

si un día llego a su bosque 

de jardín umbrío.

Jardín redentor sería

su cariño custodiado.



Förüq castellano Miguel Esteban








 

***Anillo de sol*** Titularidad, TIERRA EN EL VIENTO VLa EDITORIAL Vivelibro






























































































































































 1 Alma sin cuerpo, flagrante invierno: 

 

Se deslizaba azarosa

una tarde de mayo,

abriendo pulcras flores

entre grados que blandía

el grillo en su madriguera,

osada se batía una lagartija

en la piedra aposentada.

La tarde cerraba danzando

suspiros precoces,

entre estambres.

El olmo viejo

lucía un tronco grueso

con hueco donde  amarilleaba el sol

del día,

mientras la noche jugaba con sus ramas

y corazones de hojas,

ya vencía su sombra

miré su fortaleza

como si sus raíces gritaran

y pudiese verlas

clamando los años.

Te miré sombra

por mi ventana, sonreíste tímida

como si te agazaparas en tus párpados

frente a los míos,

miraste el espejo de mi armario

sólo un día dudaste de tu existencia

y tú estabas, tú estabas tan radiante

como si un aura te refulgiera,

sonreías a tu vida

reflejo en aquel espejo

porque en realidad ya no te encontrabas

la vida te brindó

reflejo,

mi risueña, reluciente fantasma,

que aún ríe y juega con la sombra.

Por ella no tenerla.

Me miraste y tus ojos

como estacas me henchían

la soledad acrisolada,

tu dulce inocencia traspasaba la mirada,

cuántas noches te soñé

cuántos otoños te esperé,

tu alma sin cuerpo,

tu sonrisa tímida, desangelada,

yo sin tenerte te amo,

como sólo tú llenaste

mi espacio vacío

de mi soledad despertada,

te hablo

te dicto

que sólo tú

eres mi invierno que llena mi vida.



El Castellano

 






1 Dos sombras

 

 




Soledad arregazaba

blandía sus brazos amilanados

en los que recostarse

a soñar la casa en el mar

con procesiones de sardinas

que sirvieran desayuno

con leche de las vacas

dibujadas celestes,

árboles en fronda volátil

tenebrosas líneas de horizonte

como cuerdas de violines

afinando nervios de nubes malvas.


Se querían dos sombras

como evanescer líquido, templado

de rocío por savia y tierra

y su desvanecer,

como flores a la alta espina

sirven su dolor.

Belleza oxidada,

ellas dos sombras

con camino de piel,

abriendo de la noche

gema profunda de lenguas azules,

era un camino el alba

para subir y descender,

ellas luz querían tornar,

vestidas de ásperas ondas

impalpables,

seguras sin obstáculo

eternas,

crispaban el tiempo

y se querían sin envejecer,

fría segura que su alma se iba,

suya, cristal vaporoso

de amarillo viejo,

su entrecejo deseoso,

querían entre noches

de gatos fugaces

por tejados colindantes

que anudaban rayos de luna,

su tristeza era pura

se anidaba en sus cabellos,

seca, entre sus cuerpos etéreos

la ausencia hacía verdad de idea

trasnochada,

su soledad muerta

de insectos ranqueados,

asida de purpúrea pluma

y lunas enajenadas

con cristales lucientes

en navíos de tinta,

perpetua osadía

de ser luz,

como silencio

de Dioses relumbrados,

y su oro vegetal,

como ásperas rocas

destacadas, cerradas

al molino de noche,

se querían dos sombras

inertes

pero vivas al fuego

y carrusel de estrellas

pudorosas y ponientes,

su quietud sin color,

su amor por unirse

como dos gotas al helor.

Como dos voces se unen

en un solo corazón.


El Castellano

 








 




I. Eco de ayer vestido:


Honrada tibia luz caída,

pasaba y me ungía este sol puesto

una mañana amarilla, vestida de invierno

y su frío azul, encendía mi cigarro

y un humo y un eco envolvía

un hueco que dejó abisal la última helada,

carretas deslizaban las nubes

abriendo el vientre helado del cielo

este Sol tímido de invierno

parecía asustado sin ocaso

ni pájaros fantasmales

que le hicieran nido.

Me cobijaba la sombra de un ciprés enhiesto,

abría las puertas de gramas voraces,

lirios negros franqueaban mi verja

de pensamientos que se amontonaban

en la puerta, rezaba a mi Sol

que no me hundiese la primavera

como si él eligiese esta sequía

que la tierra llora y quiebra sus entrañas

vestidas, el viento era más fuerte que yo,

llevando y sujetando el iris de nuevo cierzo,

crascitaba por ramaje de mi muerto brevemente nogal

de sombra densa cobijando tenebrios,

bajo sus hojas caídas.

Portón de tiniebla, el paso de su oscura raíz,

despertando el devenir

rompiendo el nicho de la primavera futura.




El Castellano


Plubia cordis:


lit et summun canae,


miles Dei lumen,


mea unguis timor malum,


mors erit uxor mea.


Plubia cordis, ardentissime cupere amôris


stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.


Diês, carpentum, accrêvî calôris.


Colôris, vita, venerâvî canôris.


Laetitia exspectâre, cupitum nostra.


Ostendi âlae, festînâvî blanditia.


Cropinquus, somnus, versus, littera.


Prôfêcî imus, creâvî blandus.


Bâsium dulcis, aqua pûrus.


Sânô anima, fidus fruor.


Cupidus somnus, flagrô metaphora,


suspirium natura, amâvî ferventis.


Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.


Volui pûrus, sôlus cordis.


Callis unus, sentido sensisensum.


Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.


Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.


El Castellano




I. Invernando:

Camino la sierra

y labriego empedernido,

afilan cintas de esparto

y jocosos pinos bordean el monte,

era ella caminaba siendo mujer de húmedas hojas

y gramas recién nacidas

anudadas a la cintura,

era tiempo suficiente

para el recodo de un fondo fantasmal,

estallaba el acre que pisaba

palmo a trecho,

ribazos se despertaban sin alba

dejé un lugar ramificado,

más allá de juncos

y fardos de nueva cosecha,

sin ir más lejos

abría la tierra vieja invernando

su ombligo de invierno

la carrasca de hoja inmoble afinaba

sus dientes de hojas

que el viento pasa y respira.

Campo lejano por cualquier parte

sentir que dejaría plisado

por encontrarse con tus ojos,

pecho de paja nueva silo dormido

de hondo surco y barrizal,

oscilando el filamento de un severo cardo,

entre caracoles mutantes, judíos blancos,

dejé mi traje a reverdecer ortigas y orugas seculares.

entre la jóven hierba y el rojo trébol

del sendero,

recojo mi árbol del mañana y me marcho.

El Castellano




PANIDA DEL AZUR:

 





Saeta de prisma,

enardecida amante solar.

Reminiscencia en umbra

alegoría de carnal flor.

Lejana entraña de hoz

letanía viste que exuda

su sátiro perfume.

Salmo de noche,

voz mitad alma la tuya.

Elogio de estambre

¿Cuántas voces acallaste?

Eufórico vientre ardiente,

soy yo hacedor de luna fija;

claror que fulge, fragua

estertor verso solitario.

Este será muro de mi alma

con enredadera de torre y almena.

Dejaré mis versos

en oscuro parral,

es hora vacía mi casa

huí, dejé mi alma con mi gato,

salí por gotas de lluvia,

las más frescas,

las primeras caídas.

Mi alma salió en mi busca

habló y preguntó

a la araña de mi patio,

cual dijo estaba tejiendo

digna tela su visión no pude cazar.

Preguntó al caracol:

-Al fondo ´

del verde a la derecha puede estar ,

allí le encontró 

tumbado en la grama

hablando con una malva

estaba pidiendo algo de azur brillante,

¿Dónde estabas ente mío de alma? 

Te extrañaba,

Fuí por comida para tí,

-No me dejes más sola,

sin mí no tienes voz

sin ti no tengo vida,

ni la rosa en cruz su despedida.




El Castellano






I. Callar del ascua:


 

Este bregar me cubre

del que vengo,

un sol de esparto,

un ocurrir del que venga mañana,

nubes acolchadas me aguardan,

por febriles heladas,

horizontes sin guardas,

ni francas tapias

deshacerse puede,

era una luna de trapo,

que espolvoreaba la tierra,

su belleza se acostaba

en dunas de plata

mientras su alta ojera desplomaba,

su insomnio de infancia miro

y dime,

por mi desnuda imagen

que yo cerraba mis ojos

se acostaba a plañir,

tu transparencia me clavas

como ferviente yunque helado,

las espuelas tuyas corren sin caballo,

intranquilos ceños

me conducen por muros

y celdas de sosiego.

Cuándo venceré en este diáfano cuarto,

donde las sombras caminan,

y las voces en letra difuminan,

esbozos en coro de grillos,

en este lecho,

mi nicho donde me acuesto.

Confín de vagarosa imagen

que despierto,

cada vez débil,

cada vez más encerrado,

surtidor de fantasmas

que arregazan era mi dolor,

esperando para brindar con el enemigo,

humo oxidado sin ojos que duelen.

golondrinas dulces balancean mi día,

día entre sotos sin perdices

caminando mi patio;

fabricándose en él escarchas azules

con todos los rostros de diciembre.

llave fue, cincel encadenado,

lenguaje del ser claveteado

en recuerdos vanos,

polvo de poema parlotea

y dirige a callar hogueras,

fuerte raíz es palabra,

un calor retumba,

sobre márgenes de ríos sanguíneos,

reposa sobre la música su alba,

ventiscas que trae la noche,

alejando, alejando los sueños;

despertando el pasado,

abriendo luces en osadía

a quebrar el tiempo.

El Castellano



I. Albo espíritu azogado:

 


Abrí las rojas puertas

del fantasma de mi corazón,

despertaron grises leviatanes

como agujas sin cabeza ni redil

era él un fantasma puro, impío

un último respiro alzó

a mi cabeza,

y caí de rodillas

a otro mar

a otro mar

el suyo sin calma

ni espumas purpureas,

abrí esta vez las ventanas de mi pecho

esta vez como si alguien las sujetara

en mi propiedad

de fría carne,

un pulmón marchó a una rivera,

el otro perdido marchó

a otra con mi espíritu,

quedaba mi cuerpo como frío, desierto

páramo sin espacio sujeto

donde anclar señero de luz

mi pecho, el otro espacio

de mí desierto

oscuro como opacidad

de noche de soto sin luna

sin luciérnagas del cielo,

sin fusiles que clavan su plomo,

sin faroles ni lucientes

provocados encumbrados

como este vacío que ya cansado

no más habita mi espejo de alma,

mi pecho partido enraizó

la mejor flor que la vida

pudo darme

como espina para clavar la espina

de mi vida y asir

cielo y tierra en marea

de primaverales caricias

albos ojos fijos

en auroras que marcan

al violácea arpa de mi despertar

creyendo sus ojos un sueño

para habitar.





El Castellano











I. Amante fantasma:


 



Hablo desde esta sombra

que me habita,

un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,

mi vida que jamás se consume en desquicia,

rajo este sol que visita tu retina,

espacio derredor acaricio

en agujas que te cuelgan el techo,

flor con flor brilló nuestro corazón,

una luna tejida por su alarido

a galope del viento en mi mundo

te alzo en piel de piedra

crepitando tu rayo que me cuenta

de tu vena y su carcoma

muy lejos de la tierra hilvano tus ganas

con destello furtivo

de sed de abrojo

cambio tu vida a mi antojo

sí tu pecho en rojo,

sabes quien soy

soy fantasma que sólo tú ves

flagrando el viento a tu merced,

háblame del puerto y su negro sentimiento,

háblame del cuervo,

de tu alma sin cuerpo,

ven, ven a mí

veremos el amanecer

en la sangre de mis ojos,

acabaremos con el destino inerte

que cruza mi suerte,

ven de nuevo quiero verte, apoderarte,

alimentarte de mis rosas desangradas,

es por tu roce que mi sangre bulle

y jamás de ti se esconde

te siento en cada silencio seco,

en cada eco de oscuridad

que a mi espíritu sucede

cómo no tenerte

si por tu idioma me florece el verso,

piel con alma simiente del atardecer,

umbrío cae su sonido;

Tu cuerda que afina el grillo

y cigarra con su guitarra

acantonando nuestro oído,

es por ti que mi suplicio cae investido

fiel a recorrer tu segunda vida,

ninguna mentira me dijiste,

el miedo ahuyentamos juntos de la mano,

la noche llega de nuevo en tu pupila

de esferas yertas

y sus paraísos de hielo

que cruzo al verte

quiero que me sigas sonando

eternamente la noche

para todos los siglos

que empieza nuestra condena

sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.




II


Hablemos hoy en plata de tiniebla,

oración de tu sangre yerta,

cumbre febril de hoguera quieta,

ese cuervo descubrirás su poder,

yo iré de tu mano,

manso tu poder sembrado,

aunque no entiendas

no preguntes por qué sigo a tu lado,

el puerto negro te llamó

y sentiste el poder de tu pasado,

nadie permitió que desembarcaras,

capaz eras de romper la cuerda

que sostiene las dimensiones,

ni vivo ni muerto

niega tu osadía,

cruzaste la puerta de oscuros lirios,

tu amor a la flor

al creador conmovió,

resoplo tijeras rojas

en grises ideas,

desenfundo mi filo,

crepitan arduas espadas,

respetaste la muerte y ella

respetó tu vida.

Crascita tu lozanía,

entre forrajes

y soles pudientes,

desmenuza tu silencio,

clavando yunques

de paredes granates,

el peldaño irá cuesta abajo,

cabalga tus lindes despiertos,

libérate de insectos que caminan,

turbios azares me cuentan

de tu devenir rizado

al filo de la navaja.





III


Anochecer de mi vida,

en tu patio de la araña,

rezogan clarines esquivos,

yo soy lira de alma consumada,

vicisitud ensimismada

de tu azar en semblanza,

vivo flagrando tu azada,

pulcritud entre cristales rotos

esa soy, bruma en tu noche,

claridad en tu día

luz de cada siembra,

arena del tiempo

enclaustrado,

vine deshojando recuerdos,

hoy me diste voz,

no seré yo tu perdición

sino el camino a tu salvación,

viviré mordiendo tus rosas

que desangran tu amor,

liviaré lo liviano,

afligiré temor al miedo,

seré aliento perdido

descubierto,

te abriré mi reino,

las escarchas serán los colores,

viviré besando tus flores,

limaré abrojos nacientes,

serás estaca del destino

servir a tu alma sin nombre

me alumbre,

camino de mis flores desgranadas,

sangre de tu reposo

mi amada espina del señor.



Förüq




Yo reposo despierto:

 


Danzo con el Diablo y bebo sangre,

soy mío y de la sangre,

sirvo muerte en vena cava,

ven a mi reino que no se acaba,

soy ente

en hueso de muerte,

vampiro de honra y muestra,

por ese colmillo

la madera quedaría

en yunque de calcio,

tengo novia y qué

otros se apropian de una lombriz con mandíbula,

la sangre me llama

como cuarto oscuro sediento

de una vela,

hoy por mí

mañana por mi sed yerta,

nadie me alcanza

con mis alas oscuras,

de azabache de noche

soterrada,

me encumbro de lo vivo

porque soy

señor muerto-vivo.


II


Rompo saco los ejes

de esta imaginación en campana,

yunques despiertos me clavan

que llegó mi momento,

taciturno lustre oxidado,

alas en bronce agujereado,

es por mí es por ti

que dicta este haz, apolillado,

polvo en el viento

sombra desterrada,

el alma de un cuervo,

un granate dirige esta mi sed,

hasta ser color de ayer clavado,

al limpio, seco, duro faz ensartado

cabalgo que avanzo

y sombras me acompañan

esta visión serena, opaca, desangelada,

siendo directriz fusilada,

que late el cuello de la penumbra,

cuando oscuridad llama

estoy sembrando objetivo

de mi postrada calma.



III


Tiempo que se oxida

en este vilo,

eternidad azogada

en negras tijeras,

es el tiempo

de mis murciélagos emergiendo

de las sombras y su madre,

se estira otra primavera

por mi avenida,

me mordieron

y no me arrepiento

de mi nueva vida que tiento,

oscuros silos me acogen

donde sembrar alaridos

de vidas traspuestas

a mi fría caricia,

soy ente de otro ente,

mi sombra me quiere,

yo la digo que un día la alcanzaré,

que muy lejos no vaya,

avanzo que trenzo

el tiempo de mi suspiro helado,

para no tener alma

ni espíritu de hielo,

sólo una sed de vida

por repletar,

de un horizonte al hierro

encontrado,

de una arteria

hago río de sangre

en mi adentro.





El Castellano







I. Förüq breve recopilación,


 



Hablo desde esta sombra

que me habita,

un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,

mi vida que jamás se consume en desquicia,

rajo este sol que visita tu retina,

espacio derredor acaricio

en agujas que te cuelgan el techo,

flor con flor brilló nuestro corazón,

una luna tejida por su alarido

a galope del viento en mi mundo

te alzo en piel de piedra

crepitando tu rayo que me cuenta

de tu vena y su carcoma

muy lejos de la tierra hilvano tus ganas

con destello furtivo

de sed de abrojo

cambio tu vida a mi antojo

sí tu pecho en rojo,

sabes quien soy

soy fantasma que sólo tú ves

flagrando el viento a tu merced,

háblame del puerto y su negro sentimiento,

háblame del cuervo,

de tu alma sin cuerpo,

ven, ven a mí

veremos el amanecer

en la sangre de mis ojos,

acabaremos con el destino inerte

que cruza mi suerte,

ven de nuevo quiero verte, apoderarte,

alimentarte de mis rosas desangradas,

es por tu roce que mi sangre bulle

y jamás de ti se esconde

te siento en cada silencio seco,

en cada eco de oscuridad

que a mi espíritu sucede

cómo no tenerte

si por tu idioma me florece el verso,

piel con alma simiente del atardecer,

umbrío cae su sonido;

Tu cuerda que afina el grillo

y cigarra con su guitarra

acantonando nuestro oído,

es por ti que mi suplicio cae investido

fiel a recorrer tu segunda vida,

ninguna mentira me dijiste,

el miedo ahuyentamos juntos de la mano,

la noche llega de nuevo en tu pupila

de esferas yertas

y sus paraísos de hielo

que cruzo al verte

quiero que me sigas sonando

eternamente la noche

para todos los siglos

que empieza nuestra condena

sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.




Förüq










II



 


 


 


 



Tumbado el horizonte

se acuesta mi ilusión,

este mundo arde en un verso,

la decencia queda volcada,

la gente se pierde en el alambre

que sujeta el verso,

mirada a la tijera

y que suene la campana,

todos mis sueños quedaron amados detrás,

yermo el terreno mecía un alarido

por la tierra que no estaba muerta,

vuelo sin suplicio dormido,

la acequia mi sangre lleva,

pierdo el control por quemarme con su luz,

resumen de lo vivido en la esfera de su retina

más que un crujido de mi ventana,

al viento le pido me acerque su latido,

camino por fuera del límite,

anudado el tiempo y sus cuchillas doradas,

sol tras sol, día tras día,

todo lo haría para que te quedaras en mi vida,

graznando viene la noche

por el círculo dibujado por la luna

se cava la llegada del día,

desde el lugar que yo amé antes,

te escucho gritar,

la oscuridad me sostiene

con su manto templado,

vuelo al alfeizar,

tu habitación muerde mi pupila,

el tiempo me vio nacer cuervo,

jamás rendido desde una torre a otra

exclamaba el perdón de los Dioses

por alimentarme de sangre,

llegada la hora

que luciérnagas cuelgan noches en los robles,

se abría el reguero de mi sed de abrojo,

la araña tejía su cena,

yo te esperaba como cada noche,

los minutos derretidos en mi colmillo,

granate albor se deslizaba por la tercera campanada,

tibio, parco, sumiso, el sentido,

se vencía mi sed de nuevo,

concluida la estampa de la sombra,

que araña cada grito en su cama,

danzando mi calma.

Hoy no será una noche cualquiera,

se prende la hoguera,

la sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento

yo no me acuesto,

limo mis nervios con acero,

la lluvia canta en mis oídos,

será otro amanecer violeta postrado,

mírame soy el alba de tu amanecer

hoy no me verán perecer,

mírame voy por ti.

Soy förüq.



III


Estupor nacido

tus brazos no están lejanos

a través de los tiempos

todo lo que siento

es un ramillete de estrellas

esperándote en la cruel avenida

de ángeles estrellados en sus caricias

puedes verme caer en mi subrepticia

vida que para en vivo

y me deja verte

resumen de lo vivido

cuando la noche comienza a sonar

yo vengo por el camino de las espinas

hoy que no se bendiga

me mantendré esperando

con mi soledad por ti

ecos de un tiempo

que se desvanece en el vértice

si ese por el que colgar mis ilusiones

gana el horizonte

yo era más viejo a la entrada

de las nuevas visiones

yo cambiaba el tiempo

en la hoguera

al parpadeo estaba besándote

al fulgor crepitando la estrella

en amor latidos sordos de penumbra

me cuelgan las pestañas

todo te lo di

y te di más que nada

me enraizan las malvas en mi nicho

hoy seré yo quien muerda tu cuello

al son de la luna seré el vampiro despierto

a través del tren de la noche

atravieso zarzas y cardos

hasta llegar a tu ventana

el azabache es llorado de nuevo

queda tu corazón de cuarzo

la noche se mueve

mis grillos cantan un réquiem por la flor

se despierta un cuclillo en amor

eres mi fuerza, eres mi hombro

me deslizaré en tu cuarto

cuando las sábanas arropen tu cuerpo

y yo beberé de ti el sentido

hálito de vida en hierro

esta noche de primavera

que corría hacia atrás

seré espectro en oración

hasta llegar a tu puerta

y devolverte a la nueva vida

tiempos negros me trepan

cuando su eco sordo

baila en mis pestañas

me fumo un cigarrillo

a la hora que lechuzas despiertan

se oye el resquemor de tu ventana

mis colmillos brillan

tú dormida sientes frío desde tu cuello

a tu sentido

visiones de tu nueva vida

te entran despiertas

y yo ya no estoy en tu cuarto

por las violetas nocturnas

recorres la grama de tu patio

comienzas a explorar tus nuevos sentidos

y escuchas en tu cabeza

bienvenida a mi mundo.




Förüq





IV


Resueno

en el borde del papel

la condena dilecta

que marca un futuro

en subrepticia subyugada

a la luz vuelta oscuridad

del alma deseos de sangre

que jamás se cumplirán

solo la sed de vida por gastar

besando en la noche la sed

de vida ganar

asesinando creencia,

aliento y latido

en la oscuridad vuelta luz

un silencioso lugar

sólo el latido escapó,

el espejo no refleja

lo que reconozco

y mi vida va quedando atrás

solo tu mente atrayendo

para sentir el aliento.

Deshaciendo este frío

hojas y hojas de pensamientos

van cayendo

cuando me paré a mirar tus ojos

que ahora no puedo borrar

ni en oscuridad.

Te voy viendo llegar,

tu calor y corazón latiendo

estáticos dueños

de su tejida existencia,

te veo en paciencia

y me voy adueñando de tu pensar

mas que sangre

quiero cerca tu vida

para yo sentirme con otra

que hasta alma tiene,

y se va desgastando el camino,

los pasos trazados

se vuelven ilusiones.

Un día derretido,

el segundo quedó en vacío eterno

sin manipulación

de un ser superior

no puedo ayudarme

en este frío y vacío espacio

cada noche

deseo sentir tu amor

algún día

para siempre.


Förüq



V


Avanzo despierto

las sombras por carretera

del mundo inerte

que vive en la sangre

por brotar yertas espinas

grazna el cuervo del lugar

y los altares gotean

sangrando murciélagos

ojos ausentes de sus ojos

que juzgan en su mentira superficial

qué necesitas

cuando todo suena a final

y el circo de la sociedad mece

y teje tu actividad

rojos al mirar

guerreros del abismo soñados

no cielo para vivir

eterna batalla espiritual

del interior de la tierra

llueve de nuevo

nubes se derriten

plano elevado en vida

único libre de acto y pensamiento

al océano de hierro y construcción

solo un deseo que se pudra en albor

y el resurgir venga

brillando sangres

mas lombrices maldiciéndose

por haber acabado su hogar,

desaparece y viene la oscura noche

a pesadilla mece el sonámbulo devenir

de quién me habla en mi cabeza

diáfano cuarto donde se clava

el sembrado silencio

donde el respiro cuelgo del techo

crujiendo paredes el sentido

me nubla los ojos

hay algo que me llama

es el hambre de la caza.


Förüq


VI


Iba la tiniebla bajando mi escala,

iba vestida como florece una roca

de anchas y hondas calzas,

desertora de la mundanal zozobra

que me acusaba,

bajaba y se preguntaba si la luz estaba con hambre,

entonces abrí la ventana y apareció su madre,

azogada, cansada de ocultar la luna,

abrió sus oscuros párpados

y una espectral sonrisa se dibujó en su cara,

para decirme: -Esteban su Sol ha muerto.

¿cómo?

Entonces encendí una lumbre,

y lentamente devoró aquella madre oscuridad,

mientras yo escribía una elegía,

posó mi ventana un cuervo,

que dijo: -Noche siempre.

entonces un vil recuerdo de mi Sol

cruzó mi mente,

yo que le creí invencible

ahora la luna era una esfera negra,

un espectro se colaba por mi ventana

era una mujer sembrada en sábana,

me acarició el hombro con su manecita helada,

ella que dudaba más de su existencia

que la propia duda,

entonces miré mi imagen en el espejo

y la imagen me devoró el rostro,

ahora lucía una piel pálida

como la arena

y unos colmillos que atravesarían la madera,

era el inicio de mi condena.


Förüq



VII

Mi polilla desvencijada

nace del espejo que crepita

una boca de esfera y su artificio,

revoloteos en torno a la bombilla

que más quisiera ser ella la estrella

que te atrae

tu noctámbula sed

de espinas blandidas,

un viento lunar se reposa

en mi ventana,

siega del mar oscuro

que todo tiñe de malva nocturno,

hoy estoy aquí

ante ustedes cigarros

para latir

y que vuestro color

sea expulsado,

recibo que acuso

ponlo en mi pierna

caminaré el infierno

por si consigo pagarlo

con mi sangre algún día,

serrana se torna mi almohada

de su musgo y lozano rostro,

por el canto de este caracol

que ya no late se quedó seco

en su intento,

es una luna menguante

y su aguacero litigio áspero,

un iris y un prisma lejano

es mi hombría un surco

en mi jardín de cementerio

por el estío rígido

y sus cristales de hueso

de un sol

que le enfadaba su luz.



El Castellano


VIII

Seco y duro, seco y umbrío,

corría el linde quieto

por la arboleda despejada

daban las tres y treinta

de la madrugada que se marcha

por oscuro diván de la sombra,

un espejo tímido sonaba,

el reloj paraba,

con un grito de estrella,

su alcoba fría en la que despertaba,

no quedaba viento de palabra,

ni pensamiento ágil que en eco no quedara,

lanzó aquel espejo contra el suelo,

y rápidamente sangró un borbotón de sombras,

se abría la noche y sus quimeras despiertas,

brotaba de su ceniza de pulmón,

el irisado que la oscuridad clama,

quedando para siempre

su alcoba fría y vacía,

sombra de aquel que sonaba una noche

que ya escapa.




El Castellano


Desde que vine a vivir:



 



Imperios de ojos cerrados:


Páramo del verso solitario, decapitado

buscando el encuentro

y su soledad que mece riza y concluye

momentos de la fuerza universal

menú de la disponibilidad de vida

mi lluvia sube redonda tu cara perpleja

podemos salvar lo regio del reino que cae y vuela

soy uno, rey de sí mismo sin atisbo

desde el fantasma que vengo

todo crecía ardiendo

no tengo miedo a su pirámide

ni su ojo absorbente de mí mismo,

tú piensas tu resguardo

en la radio hablan de nosotros

te incitan su teatro de vidas manejadas

el amor a la flor me lleva,

cabalga mi iris consumido

a lo onírico de mi conciencia

Orando por mí mismo

mientras muero quiero dejar absorto el tiempo,

agujerearlo, estirarlo, romperlo

en la rebeldía que asesina la vida material

inconcluso en este mundo

no puedo volver eternidades atrás

deberé guardarme a mi existencia tejida

pero sin asumirme o doblegarme a ella

nada que negar en silencio seco

nada que defender

solo una parte soy del eslabón

nada de mensaje

nada que decir

nadie a quien impresionar

es mi vida nada más

puedo empezar mi historia de nuevo

por mis amores típicos

de ser humano insignificante

nada que arder, nada que cambiar

todo puede suceder,

los errores no se pueden quemar

a quién le importará

carnes pensantes me dan igual

el Juez Supremo me dirá

a mi Conciencia de ser humano

le hago un templo

la verdad compañera sin ti

buscando más razón

del amor del Sol,

en comunión sangrando lunas

en armonía de esferas de años fríos

vívidas estrellas que todo lo imaginado

viene de ellas

hasta este astro apagado en vida

que arde por dentro

su ser llamado planeta Tierra

sabes que puedo

pero no volver de nuevo.



El Castellano a 09-03-2015


I. Siembra del pensamiento:


Asustado no estoy

el miedo perdió su cobijo

los dioses de mi cabeza

reinos de su locura

inhabitada, extensa,

auspiciada inteligible

puedo bajar por el cansancio

escribir un mundo muerto

creciendo, buscando verticalidad

en la sabiduría de mi verdad

ausente el día desde mi hogar

busco lo inconsciente del sueño

que pierde esperando

esas profundidades del hálito de vida

por despertar la semilla

de la sembrada humildad

qué solo yo veo y me basta

piensas que estás salvado

mentes blindadas

en la luz de la conciencia

unificadora que dicta

el retorno al único origen

voy escalando estas nubes

de mi mente

considerando brillos los sentidos

costando y pagando el pasado

tiempo que despierta y roba el sigilo

caminante de la sombra

grito a la mente que me habla

pudiendo florecer

una y mil siglos más

la bruma teje su limitada ascensión

que subyugada y difuminada en la sociedad

material, empedrada de su cementerio

llamado hogar basado en la mentira

el cerco se estrecha ahorcando al gobernante

del aire

y los ineptos millones de ausentes

pájaros voladores que creídos pensantes

ven como los dirigen

sumidos en directrices de hormigueros

y el libre tiene la cabeza a líneas

de horizontes superpuestos

en laberintos de lo perfecto

que la elevada conciencia

te tiene de paraíso en lo insignificante

que marca su autenticidad

y se hace risco en la eternidad.


El Castellano a 09-03-2015




Desde que vine a vivir:


Ascua irisada al tacto,

estoy bailando sobre una estrella,

todas las cosas que vienen ahora,

en soturna claridad apagada,

hoy es el ahora,

mañana es para siempre,

mentes acristaladas

en espejos que les reflejan,

rompo mi sumisión particular y generalizada

a esta realidad mecida y dirigida en el ojo

sí ese de su escuela, en seis mil millones

de mentiras que caminan,

todo lo visto quema mi retina,

por el ojo de este cuervo

el tiempo ya no me puede sostener,

volando lejos donde la mente alcanza,

no tengo creencia que estos tiempos

serán mejores,

me estrellan sus filos hirientes,

entre lapsos de gentes

al parpadeo me venzo,

hoy será vendido al postor rendido,

extasía en metal prendida,

todo lo que pasó:

Estoy soñando

el tiempo que cerraba mis ojos,

retales que cerrar y su olmo blanco,

su jardín azul, su fuente de cristal,

nada desvanecerá al Miguel sin alas,

seco de hoja de otoño

no me llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,

ni mi acristalada fuente,

ni el olmo que no es mío ni su blanco

será mi aura intransigente, seca a morir,

sobre los años avanzo,

yo soy el Sol,

lluvia cae de nuevo este acre me cuenta

algo para tu entendimiento,

cruzo los cielos muy alto de nuevo,

soy el humo,

yo soy la piedra que te habla.



El Castellano a 09-03-2017







Guardería de estrellas:


 



Ronquidos del mal dormido

y su visceral entrada,

quiere abrir la madrugada

guarderías vacías

de los gatos que cuelgan las estrellas,

inaugura el oscuro vivero

su cultivo de alas oscuras,

la noche cierra en valse,

su latido desnudo

que la penumbra sostiene,

aquí en el margen

del infinito horizonte

me cuenta la saeta de su sed de cielo,

oiga sombra desterrada,

encuentre mi latido nacido

esta noche que tus hermanas

se alzan bajo esta luna de hueso,

todo dibujas lúgubre

el color muerto se te descubre,

desde el cielo a la tierra

bañas todo yermo,

violeta horizonte que se retira

quedan sus mil fuegos

luciérnagas que al alba morirán,

noche nadie te quiere entender,

solo los faroles y fusiles

iluminan tus venas negras de oscuridad,

tú que sólo ciegas la luz del astro,

arrastrando su luna

con correas tiradas por los trescientos

caballos difuntos,

jinetes del tiempo me avanzan

la compostura,

muertos se enfrentan

por mantener su ciclo eterno

su espuela raspa el hueso,

la noche que cabalga con ellos,

corredores fantasma del viento,

oscuridad que no entiende

de maldades del hombre,

miro todo bajo la noche en mis ojos,

solo sombras caminantes y figuras

se forman en su prisma de aberración

sempiterna,

apuro mi botella

esperando ahogar esos fantasmas

de mi cabeza que suenan estridentes

con sus voces,

es un caldo malva de tristezas,

fosas de mi pensamiento

que abren al caer la noche,

enterrando lo vivido al día,

afilo estas mis venas,

esperando brille mi carne

y esta luz de vela se haga fuerte

y toda abominación espante,

todo avanza deslizando su hueso

es a esta hora sin el sol

que mis pesadillas

toman voz y materia,

puliendo este escarabajo de oro

me vera el devenir eterno

hasta el crepitar descansado

y su cruz de nuevo día.


El Castellano



Acuchillada osadía:



Descendiente fulgor entre grises sienes,

humores de tierna fontana precipitada,

es mi jauría de estrellas que la sed

vence, conforma, infinito panal ahogado,

que vence y me vence,

este granate frustrado avanza

su extasía de cristal,

forma y conforma un lustre yerto,

ardiendo entre cerillas

de momentos intransigentes,

me proclama mi verso

entre manada de lobos

el padre del lobo de hierro,

aullando su temperamento de metal,

entre sierras madres de ríos dulces,

y de florestas destapadas,

yo tiempo, vencí al doliente tormento,

entre clavos y yunques despiertos

clavé mi aliento,

soñando que te soñaba

se alzaba mi tiento,

acaso yo no estoy durmiendo,

necesito la superficie

de los guerreros alzados,

represalias de caras muertas,

salta, salta mi abismo,

este es el sonido de mi escopeta de cristal,

esta clase es de fantasma,

vivo si yo escribo,

parco, tibio mi Dios de mis Dioses

solo entre estas cuchillas de gentes,

inmortalidad asolada descendiendo

entre sombras de oscuridad madre,

cuando todo indica

que la oscuridad te supera,

no hay soledad asesina,

porque me gusta hasta mi cuerpo,

en este otoño que los ocres

lucen el suelo

y llega el reverdecer del cielo,

en pie llegó el momento

y atravesar este viento todo lo que siento,

hasta ser de la vida

el victorioso esperpento

que acuchilló su osadía.


El Castellano



Luna trece:


Luna plateada de mi cielo,

en las noches

voy a tu encuentro,

pero te escondes

entre bloques

de hormigón y cemento.

Quiero verte,

pero incluso te escondes,

por las violetas ramas.

Mas los dragones,

del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso,

de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido,

solo templado

con miradas intermitentes,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago baila

con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te siento incluso estando solo.

flores opaco reflejo

de luz violeta

incluso de noche;

artifficie luzzae.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene

para sentir que estás conmigo

otra vez más,

recuerda

que tus ojos tienen sangre

recuerda el viento

que aúlla mi nombre

recuerda la luz que tiembla

y cruje la noche en las pupilas

recuerda que me hablaste

de amor en el tiempo

que cae muerto

que pactamos con el hielo

la vuelta del invierno,

recuerda cada latido

de oscuridad

que llama a tus venas de humo

recuérdame en la eternidad del beso,

en cada rosa que robe tu cuerpo,

recuerda que vivo para ti

dando voz a la soledad asesina,

la flor vive soñando

que fue mariposa y abeja,

vive durmiendo la semilla

enamorada de la tierra

para despertar

y enamorarse del sol,

clávame estas nubes de sangre

en el hierro de mi destino,

se me negó la luz

encadenada a esta tierra sin cuerpo,

solo tú me sientes

en este camino

que no lleva retorno

solo espiral anhelada de renacer

el tiempo ya no nos puede sostener

camino buscando el frío

en este calor que quema el alarido,

te encontré perdido

hoy vives un amor

que sientes soplándote al oído,

en la puerta del infierno caído,

te casaste con la luna

que reinaba en tu corazón,

al viento le diste voz,

a la lluvia la nombraste

lágrimas de mi ayer,

le diste ojos

a la sombra para mirar,

la espina caía herida,

la caricia retornó a las polillas,

la vida marcha deprisa

cuando abras los ojos

ya todo habrá cambiado

solo encontrarás que seguiré a tu lado

aguardando tu otoño

y la caída de tus hojas,

esperando que seas mi acompañante

en los siglos y milenios

que nos condenaron,

encontrarás esta sed del cielo

en cada silencio muerto,

en cada raíz

que grita en su tierra

toma de la vida lo que quieras,

siembra tu aliento

en cada tierra,

tú todo lo tienes

yo solo soy una fantasma

que sólo tú ves.



El Castellano





Libreta:



Podando recuerdos para volver a amarte,

dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte

ella mi rosa que llama al frío, pero resiste

cantando a la víspera del invierno triste.


El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;

gota de rocío que se evapora con el sol que visita.

La sonrisa que resplandece sus labios besa

al encontrarse con el te quiero el beso que espera.


El fuego del deseo se hacía con su compañía,

en la que besos y caricias recorrían su fantasía;

De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo

de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.


Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños

un nuevo insomnio cabalgado en sus recuerdos;

solos en el encerrado mar del amor no demostrado

su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.



Soledad ¿qué pena tienes?

Que oscureces y nublas mi pensamiento.

¿Qué quieres de mí?

Que me maltratas sin descanso.

Noche lúgubre y umbría.

Contemplando mi cuerpo flameando en la penumbra.

Pasa mis nervios, con gozoso frío y brío,

El arco siniestro de lunático violín congelado.

Los fantasmas de mi cabeza cantaban

Con delirios de agonía mi sinfonía,

Hiriendo el ansia mía,

aumentando mi ira cada día.



Caminando por el sendero distante

del verso asonante sin encontrarle,

serpenteando por la arena de tu piel;


Escribiendo un te quiero

mi mensaje con un beso

del paraíso atrapado en lo escueto

de un terceto que ya no es.


Camino por tu piel donde me perdí

me encontré con el placer al que serví;

Allí una flor con una nota: hoy te sentí

y volví a caer en la rima tonta de un sin vivir.




Bajo aquel árbol, bajo aquella sombra enhiesta

justo debajo de aquella piedra y ladrillo

con aquel cristal roto; espejo muerto,

encima de un puente con un ruedo de arena

en obras esperando, la semilla de alquitrán,

esperando

que aquel árbol nunca sea sepultado

por asfalto y hormigón;

sólo recordado por aquella huella de zapatilla

presionada en la arcilla pulida de su piel;

bajo él, el río de las flores desangradas

y el llavero del que falta mi llave

que abre aquellas puertas del cielo

liberando tu alma,

esa llave la tengo yo;

en mi llavero del día y de la noche

junto al peluche de una serpiente

de amarillos ojos y cuerpo verde amarillo,

historia enterrada

que protege mi corazón con tu historia,

tu tiempo, tu espacio, tus recuerdos

tu ayer y hoy, tu dormir y despertar,

tua vita in memories and love.

Yo the end and begins,

the man who have shout hecce homo,

the black and light,

the red and your blood,

the night and day.

Yo el mundo escrito en mi libreta,

yo bolígrafo macizo de plata y humo rojo,

yo el agua de tus ojos,

el vino de tus besos,

yo el demonio encerrado en versos y palabras

no dichas;

escritas.

Escritos que jamás

podrán descifrarse y entender:

Un canto al horizonte que sólo llegará

cuando llegue el final

y las trompetas derriben los muros de hojas de papel

donde crece el árbol de mis raíces;

donde te escondí;

para nunca dar a la luz

la luz de esta realidad

que sois todos vosotros atrapados

en la fantasía del mundo,

de una novela sin tinta,

sólo de imágenes.

En mi libreta duerme el mundo

yo

soy

su

creador.




Y este es vuestro eterno despertar

en papeles en blanco

que uso para liar mis cigarrillos.



Yo escribo la Historia

que es mi gran novela sin tinta;

imágenes, formas, figuras, personas, lugares, reales;

viviendo, alimentándose, existiendo

en ésta,

la única,

y verdadera realidad

de dos dimensiones.

Yo dirijo sus vidas.

Soy tiempo, soy espacio, soy alma de otro ser,

que guarda

en una mente,

y corazón todos vuestros recuerdos


El Castellano


















Ocaso florecido:



 



Por la solariega vega del alma bullo,

jamás yo de sus brillos acrisolados

rehuyó,

yo que en fiel hueso calizo me siembro,

y crepito con su Sol mayor,

voy hecho de lluvia

del páramo su desventura,

las mentiras son erróneas

de todas mis caricias al cielo abierto,

la noche que empieza a sonar a mi Vera,

mantengo la quietud en alabada

sombra engalanada,

cae mi vida y de nuevo te siento

cerca muy cercana,

en tus campos nazco como hombre nuevo,

soy el crujido en tu ventana,

fiel abeja que a tu flor regenta,

enamorado suspiro de viento,

tu fiel sustento,

marco inamovible del desespero,

verbo y adjetivo de solar afán

en primavera que corre y lleva,

que abre y desgasta,

mi verdad que eres real,

y no un aliento de humo

dame una salvación,

y de la arista un primor,

en este solar muéstrame lo que pasó,

quiero ser aullido de viento,

solar empeño en tu piel canela,

dame vida que yo iré a tu vera,

una tentación que espera,

no hay miedo a esta hoguera,

este mundo habitado por fantasmas

de la gran ciudad,

me cuelgo en sus faroles

en alas de murciélago vivo,

hago entender

a este cielo de tijera descienda

su violeta pintado de Malva-Luna

clamando la vuelta de su fugitivo ocaso,

sin soles lejanos,

héroe del norte de tu boca,

mi cálido corazón hirviendo

con tu alzado amor,

mi beso de azahar que te necesito,

siente mi vuelta y su retroceso

a nuestra estrella,

no estoy perdiéndome,

me gusta tu hablar, me gusta tu respirar,

estoy dispuesto contigo a soñar,

estoy viendo al hombre mirar a otro hombre,

estoy haciendo de la bruma parir una sombra,

el hoy no entiende de vender a este anónimo,

le necesita para conquistar el mañana,

haciendo la línea que separe,

ven amor toma mi mano

deshacemos nuestros pasos al andar,

acunando campos de lirios,

dejame nacer bajo la luz del Sol,

mi respiro que mandó al cielo,

cruza conmigo la era,

estallando esferas,

hasta que nuestro cuerpo brote en flores,

por los pétalos de nuestras caricias

deshojadas.





El Castellano



Relato Sangre yerta:



Capítulo primero:


Era una noche oscura de diciembre,

daban las tres de la madrugada

en el reloj de la iglesia del pueblo,

caía una helada de invierno,

y en el cielo reinaba una luna llena de invierno,

ella dormía en su habitación

cobijada con dos mantas,

la luz de aquella luna iluminaba la penumbra de su cuarto,

como una sombra de piel pálida se posó

en el alféizar de su ventana,

con cautela deslizó el cristal

y sigilosamente entró en el cuarto,

podía oler la sangre de su cuello que dormía,

puso su mano helada en la boca de aquella chica,

que abrió sus ojos y solo alcanzó a ver dos colmillos

relucientemente blancos,

el miedo paralizó su cuerpo.

Sintió un escalofrío helado subiendo por su cuello.

Sobre este cielo, reina mi amor quieto,

sobre los vientos y mis nubes de versos,

clava mi colmillo tu cuello,

bebe hasta saciar la sed de mi adentro,

te descubro al vuelo nocturno

y su dama de oscuridad violeta,

pasado de un pasado que nos hacía brillar

en el marco de la ventana al acecho,

lento pierdes el sentido,

vas sintiendo entrar tu nueva vida,

la antigua solo te crea nostalgia y rabia,

te adentra la mente al reino de la sombra,

tu sed se vuelve intensa,

sientes vacías tus venas,

te levantas con la luna, duermes con el sol,

soñando quien te mordió,

las polillas y murciélagos son tus compañeros,

te mudaste de morada

a ese túmulo perdido y olvidado,

donde reposaban guerreros antiguos,

solo la sangre te despierta,

acechas en tu oscuridad compañera,

la oscuridad es más fuerte que tu alma condenada,

cambiaste tus vestimentas por una capa negra,

que esta noche se verá en rojo manchada,

tu interior lo sabe tan bien como tú,

al acecho,a sí sea una rama, o una ventana,

te despiertas fría cada noche que revives tu pesadilla,

no hay lugar ni bar donde calmar tu sed,

solo el cuello de víctimas al anochecer,

la compasión y bondad solo huyó de ti,

solo vive esa sed en ti de tener sangre,

solo una condena te marcó,

para todos y cada uno de los siglos que te vinieron,

algunas noches quedabas saciada

y no rematabas a tu víctima

solo la clavabas tu condena en su muñeca,

y vampiro la volvías,

tu capa con los decenios ya parecía más rojo granate que negra,

te gustaba oler aquella sangre seca y recordar

cada grito y soñar con tu embrujo

y como venía a despertarte, algún vampiro convertido

bajo tu colmillo,

tosías con espanto, el frío y la humedad,

se apoderaron de tu morada,

aquel túmulo, no tenía ninguna criatura de sangre sana,

las polillas y murciélagos volviste vampiros

para tu diversión,

sentiste miedo, tu noche pasada cuando tuviste que matar

un caza-vampiros inexperto,

los tiempos no entiendes,

como la gente cambió su superstición,

por materialismo salvaje,

y a los vampiros como tú mandaron a la fantasía y a la literatura,

tu única realidad solo la entiende el demonio,

y a una bruja invitaste a tu morada,

ella te trajo un regalo pero no permitió que la mordieras,

y hoy extraña te sientes con una amiga mortal

que cura tu soledad y tu condena.

Era viernes, ella ansiosa esperaba la llegada del sábado,

a las tres de la madrugada había invitado de nuevo a su hogar

a su amiga mortal,

ella quedó en traer comida y su puchero,

ella esperaba llegada la noche del sábado

con ansiedad y nervios,

como si nunca hubiese conocido a su amiga,

sentía una extraña sensación de deseo al mirarla,

le caía saliva por sus colmillos al mirar su cuello,

se prometía a sí misma no morderla,

pero su naturaleza la torturaba cada vez que la veía,

aquella bruja guardaba un secreto,

sus visitas eran interesadas,

quería pedirle a su amiga vampiresa

un favor que ella no podría rechazar una vez conquistado su aprecio,

ella le pidió aquella noche que se deslizase en la noche

y volase para morder y matar a tres enemigos de aquella bruja,

los tres hombres que denunciaron a la inquisición a su madre

y ella quedó huérfana cuando quemaron a su madre bruja

en aquella hoguera de la plaza del pueblo,

lo que la inquisición no sabía,

que aquella bruja que quemaron

ya estaba muerta y condenada

pues vampira era,

y el fuego nada la hizo,

vivió en la sombra atormentando a los aldeanos que la creían muerta,

y ella misma fue quien mordió y convirtió en vampiro a la a la que ahora

es la amiga vampiresa de su hija.

La vampira sin poder renegar de su naturaleza

pidió un precio elevado por su trabajo,

y ese precio fue

que la bruja dejara y permitiera ser mordida por sus colmillos

para ser amigas eternamente siendo vampiras ambas,

la bruja aceptó su nuevo camino y nueva vida

haciendo su pacto de sangre aquella noche con la vampiresa.

Ella llevó un puchero de sangre aquella noche,

sangre de animales cazados en el bosque,

solo consiguió despertar el apetito de su amiga vampiresa

el acuerdo estaba hecho,

y hasta que no matase a esos tres inquisidores no podría morderla el cuello,

se quedaron platicando hasta el amanecer,

y entonces su amiga se fue a su ataúd a dormir hasta la noche siguiente,

al despertar la noche del domingo

una nota en tinta escrita encontró,

quería los ojos de sus enemigos en un tarro,

a sí quiso y a sí sería,

aquella noche, se puso sedienta,

corría veloz como una sombra más,

el cielo corría un helor muerto,

y una neblina que cegaba hasta el sentido más despierto,

era la noche más siniestra elegida para cumplir su encargo a su amiga,

tenía la dirección apuntada con odio

de sus siguientes víctimas,

tenía ansiedad por arrebatar aquellos ojos y dejar vacías aquellas venas,

se coló a través de la ventana abierta de la recamara y despensa,

de aquella casa lujosa de clérigo de víctima,

ya olía su sangre mientras avanzaba el pasillo,

una luz de una vela la alertó

algo iba mal,

encontró al inquisidor durmiendo con un ojo abierto en una mecedora,

una ballesta cargaba en la mano de lo paranoico que era,

vió la sombra de la vampiresa, y se hizo el dormido,

cuando ella sacó sus colmillos relucientes aproximándose al acecho,

abrió los ojos el cura y disparó su ballesta,

la vampira rápido y veloz saltó y se enganchó en el techo frío,

al segundo después ya tenía ensartado el cuello de su víctima,

que este maldecía asfixiándose en latín antiguo,

a cada oración más rabia sentía aquella criatura de la noche,

clavó sus colmillos en los ojos,

y de un mordisco los escupió en el tarro de cristal,

a continuación tachó el primer nombre de su lista

con unas gotas de sangre fresca,

minutos después ya se encontraba volando

hacia la morada de su amiga bruja en el bosque

tocó a su puerta, ella contestó con dulce voz,

amiga te esperaba temía que algo te hubiese pasado,

abrió la puerta y la invitó a pasar,

Ven siéntate, brindemos por esta noche siniestra tan bella,

la vampira sonrió tenebrosamente luciendo sus colmillos manchados en sangre

agudos como agujas,

veo que mucha hambre no tienes amiga jeje,

al momento sacó de la capa el tarro con aquellos ojos frescos

con el nervio óptico intacto y el iris tenebrosamente en color,

como si aquellos ojos siguieran con vida,

uno menos gritó alegre la bruja,

te amo le dijo a la vampiresa,

yo te amo más contestó la vampiresa

al tiempo que caían gotas de saliva por sus colmillos,

le encantaba desnudar el cuello de su amiga con sus frías manos

a modo de caricia tierna.

Te faltan cuatro ojos más para morderme sobria y parca respondió,

lo sé, mañana más pronto que tarde los tendrás,

al tiempo que observaba como la bruja,

abría una rata con un cuchillo

y metía dentro los dos ojos,

a comer Sombra misina misina,

apareció corriendo una gorda gata negra

de ojos amarillos como de demonio,

ronroneó y se restregó en las piernas de la invitada,

que contestó ¿puedo morderla?

tan dulce, tierna y sabrosa que se ve,

No contestó medio enfadada

es mi gata y la amo igual o tanto como a ti,

está bien dijo- Cuando seas vampiresa tú misma querrás morderla

a esa morcilla peluda con patas llamada sombra,

ambas rieron y platicaron

hasta tarde en la madrugada,

ya va a amanecer amiga tengo que volver a mi túmulo,

no te preocupes amiga mañana te hago una visita

para que me entregues comida fresca para mi gata,

A sí será ambas se despidieron con un abrazo tierno de hermandad,

llegó la vampiresa y se tumbó en su ataúd.

Despertó a la noche del lunes con retortijones de tripa

y una tos espantosa,

presentía una noche fructuosa de caza,

pues las polillas y murciélagos de su túmulo lucían su colmillos rojos

al anochecer, está es la mía dijo y salió en busca de la siguiente dirección,

emocionada examinó la fachada,

y vio que sería más fácil que la noche anterior,

veía una ventana que daba directa al dormitorio

del segundo inquisidor,

un olor a sangre excitaba su sed, y ya sigilosa estaba moviendo el cristal,

una vez dentro vió col gusto y dulzura su alimento,

un cura obeso,

que estaba roncando hartado de vino y carne,

puso su fría mano tapando la boca y la nariz del clérigo

e insertó sus colmillos en su cuello cual espadas,

siguió bebiendo una hora larga de reloj

hasta que aquel corazón dejó de latir,

a continuación,

cercenó las cuencas de los ojos de aquel inquisidor

con precisión de cirujano con sus colmillos prominentes,

escupió los ojos en un tarro de cristal,

al tiempo que pensaba

se va a hinchar esa gata obesa con otra rata rellena de cuatro ojos frescos,

se fue volando riéndose a su siguiente dirección,

tras tachar el segundo nombre de la lista,

ya había llegado a la dirección,

esta vez era una casa cuartel con mazmorra,

del alguacil inquisidor,

no sabía que le esperaba sorpresa aquella noche negra y yerta,

abrió la verja, mordió al perro guardián que ya babeaba con sed de sangre,

abrió la puerta principal que se encontraba rota y crujía,

el escalofrío de la emoción recorría todo el cuerpo de la vampiresa,

encontró al alguacil en su lecho ebrio de vino hasta el hartazgo,

esta vez arrancó los dos ojos con sus uñas

que llevaban siglo y medio sin conocer un corta uñas,

contuvo el grito de desgarro metiendo la esquina de su capa

hasta el fondo de la garganta de su víctima

depositó los ojos en el tarro

y bebió hasta quedar con dolor de tripa,

al ver que el corazón del ciego alguacil dejó de latir,

saboreó un extraño olor de sangre reciente y carne gangrenada,

siguió el rastro hasta las mazmorras

y descubrió el horror que las habitaba

eran las mazmorras de la inquisición

en ellas descansaban hombres encadenados gimiendo y maldiciendo de dolor,

veintiséis cuellos mordió en aquel lugar,

después de llenar una bota de piel que antiguamente guardaba vino,

con sangre de arterías cercenadas,

ya tengo almuerzo merienda, vianda, y ten ten pie para mañana,

pensaba satisfecha al volar a casa de su amiga,

tocó su puerta de su casa de bosque

una voz dulce contestó

ya va cielo,

al abrir la puerta a su amiga desnuda contempló,

estaba haciendo un aquelarre y tenía un extraño olor en la entrepierna,

estoy trabajando contestó la bruja,

pasa y acomódate cielo,

y en que consiste tu trabajo, preguntó con curiosidad la vampiresa

con la boca llena de saliva de deseo,

he preparado un ungüento, tradicional que conocemos las brujas

para contactar con el demonio

¿necesitas ayuda? dijo la vampira,

no tranquila,

¿trajiste la comida para sombra?

a sí es contestó orgullosa,

bien sacó una rata de un almanaque y la abrió en dos,

aquí tienes amor

a continuación metió los cuatro ojos de relleno.

Sombra, Sombra misina mis mis, tu cena cariño,

salió corriendo con dificultad por estar obesa aquella gata negra de ojos amarillos fijos,

se sobó en las piernas de la amiga invitada y ronroneó de nuevo,

estas contenta he sombra le has cogido cariño a mi amada amiga

miau contestó la gata y se puso comer la rata rellena de ojos sangrantes,

terminó la rata entera, y se quedó durmiendo en su alcoba pequeña

llena de pelos, y raspas de peces del río y plumas,

esa hasta mañana no despierta dijo la bruja riéndose a carcajada siniestra,

trato completo, debes pagar el precio del acuerdo

dijo la vampiresa,

está bien contestó la bruja,

que se untaba un unguento con aroma a sabia y a yedra en su entrepierna,

¿Qué lleva eso? preguntó asombrada

pues bien lleva mandrágora, yedra y daturas de estramonio, machacadas a mortero,

Ammmm,

y eso qué efecto tiene,

ayuda en la adivinación,

y llama al demonio con mi plegaria de odio,

está bien,

te ves rica y deliciosa a sí desnuda,

si fuera hombre esta noche te hacía cinco hijos,

la bruja río para sus adentros,

está bien estoy lista,

inclinó la cabeza mostrando su cuello desnudo a la vampiresa,

se levantó de la mecedora

reluciendo sus colmillos

pasó la lengua por el cuello de la bruja

y le susurró al oído,

dame tu muñeca,

para que seas vampira tu corazón no bebe pararse

ni quedar sin sangre,

a continuación mordió su muñeca,

cerró la ventana y aquella noche se quedó en casa de su amiga,

amaneció y se durmió en su cama abrazada a su amiga aquel día frío de invierno,

llegó la noche del martes,

abrió sus ojitos, emocionada vio que su amiga bruja

que ahora era vampira estaba bebiendo con ansias toda la sangre de aquella bota

que llenó en las mazmorras de la inquisición,

se acabó la sangre,

y más rápida que un rayo la vio mordiendo una pata de su gata,

estaba segura de que tu gata correría tu misma suerte

ambas rieron plácidamente,

toca tu primera noche de cacería amiga,

vamos, vamos dijo emocionada,

al alcalde quiero esta noche por cabrón,

esta bien chuparemos las sangres del alcalde,

treparon el castillo donde vivía

entraron por su ventana y cada una eligió un lado del cuello,

ambas bebieron del cuello del alcalde hasta quedar saciadas,

volaron a su refugio,

y la vampiresa le suplicó a su amiga bruja vampiresa

que se mudase a vivir con ella a su túmulo y que le daba permiso para llevar allí también

a su gata obesa vampiresa,

pasaron la noche platicando de cacerías y nuevos objetivos,

con la gata mordiendo murciélagos más grandes que ratas

y ronroneando al lado de su dueña,

llegó el sol y se tumbaron en sus respectivos ataúdes,

esperando con sed su nuevo anochecer eterno.




Fin Primer Capítulo


Segundo capítulo

que trata del amor que surge entre las dos amigas:



Erase ya un miércoles nocturno, negro y yerto,

la niebla dibujaba las tinieblas siniestras,

se podía respirar la humedad en el ambiente,

aunque los caracoles por ser invierno todavía no caminaban por la hierba húmeda,

platicando se encontraban en el túmulo las dos amigas,

debatiendo la cena,

-Hoy amiga quiero que me consientas,

hay un hombre del pueblo que no me pagó mi trabajo de bruja

no me pagó la muerte del hombre al que debía dinero este señor,

me costó eslomarme escalando montañas para conseguir

aquellas yerbas y el sapo pa abrir y meterle el nombre

pa trabajar aquella muerte,

de acuerdo le chuparemos las sangres a ese moroso

¿Dónde vive?

a las afueras del pueblo,

tiene una granja donde cría gorrinos para vender en el mercado,

está bien iremos pero me prometí a mí misma no morder más animales,

su sangre me da retortijones y empacha,

vale solo le vaciamos el cuello,

y a su esposa también por maruja chismosa.

La noche del miércoles,

se tornaba larga y deliciosa para las dos vampiresas,

ya volaban como dos sombras en aquel cielo nocturno con niebla,

llegaron a la granja,

los gorrinos roncaban,

bueno una gallina no sienta mal a la tripa espérame,

una no fue suficiente mordió 23 gallinas hasta tener retortijones,

abrieron la ventana de la habitación,

y allí estaba el deudor roncando en el lecho con su esposa,

¿ves que tiernamente siniestro se ve nuestro trabajo?

Si mi cielo,

una mordió el cuello del hombre otra el de la esposa,

algo macabro resultó aquello,

de repente la boca de la mujer que dormía empezó a brotar sangre,

la vampira inexperta bruja había hincado demasiado hondo sus colmillos

perforando la garganta de su víctima,

que bruja eres contestó riéndose

al instante estaba chupando la sangre de la boca,

para no desperdiciarla,

tenían las dos bocas juntas las dos amigas,

y una extraña sensación de nervios sintieron las amigas,

en la oscuridad la boca de una llegó a la boca de la otra,

y con la sangre empezaron a besarse con pasión y deseo,

aquello les daba más placer según pasaba el tiempo,

el corazón de sus víctimas ya no latía y decidieron volverse al túmulo de su vivienda,

allí hablaron larga y tendidamente como si nada hubiera ocurrido,

pero ambas amigas sabían que habían sentido placer en aquel macabro beso de pasión

ya empezaba a asomarse el sol,

y se metieron en sus tumbas,

aun estaba la luna en el cielo y apenas eran las cinco de la madrugada,

aún faltaba hora y media para que saliese el astro rey,

se dieron el besito de buenas noches y se acomodaron en sus respectivas tumbas,

te huele el aliento a gallina amiga

jajaja es broma no te enfades, te quiero,

yo también que descanses bruja,

hacía años que no hacía trabajos de bruja, pero amaba que su amiga la llamara bruja,

aún podía sentir la nostalgia de su vida pasada en su ser,

buenas noches amiga hasta esta noche,

yo también te amo,

en la oscuridad del túmulo habitado,

se oyó una tapa de ataúd crujiendo al abrirse,

amiga amada puedo dormir este día a tu lado,

es que la oscuridad me da miedo dijo riéndose siniestramente,

ven bruja te hago un lado en mi ataúd,

las dos juntas allí durmieron en la misma tumba besándose toda la noche

y acariciándose sus piernas,

besándose y haciendo pequeños mordiscos mutuos en sus vaginas,

ambas acordaron al llegar la noche del viernes,

que dormirían todo el invierno juntas en el mismo ataúd,

la gata negra de ojos amarillos sombra tenía muy mal aspecto había engordado 7 quilos

de beber noche tras noche decenas de murciélagos hasta dejarlos vacíos,

a sí en amor y ternura pasaron el invierno frío

hasta que una noche de mayo ya se encontraban en su primera primavera sangrienta

que el amor y la sangre altera.



FIN DEL SEGUNDO CAPÍTULO



CONTINUARÁ



Tercer capítulo


Que trata sobre el encuentro con la madre de la bruja vampiresa




Corría una noche de primavera en aquel pueblo maldecido,

por las criaturas del averno y su muerte sedienta,

despierta bruja, ya es de noche,

ahi no que sueño, me siento como si no hubiera comido en una semana,

mira, mira ha crecido una seta enorme al lado de nuestra tumba,

ajá es una macrolepiota tóxica,

con ella hacía venenos de encargo cuando era bruja,

ahí cuando yo era bruja,

que vida más perra esta he acabado

durmiendo con una vampira siendo yo misma otra vampira,

bueno estamos y somos felices y comida no nos falta,

tienes razón pero como sigamos a este ritmo vamos a beber a todos los del pueblo

y nos reclamarán comida decenas de vampiros hambrientos,

bueno entonces iremos a cazar esta noche al pueblo vecino,

hay unos cuellos que duermen alegres el sueño del gorrino

esperando el san Martín de nuestros colmillos.

Si te soy sincera, el pueblo vecino corría de leyendas,

que estaba condenado y maldito por demonios,

a si es beberemos sangres tres veces más ricas de personas poseídas,

amén a sí sea, te aviso que esos demonios duermen despiertos,

no me metas miedo,

los demonios siempre son amigos de las brujas,

diles que te dejen morder su cuello a ver si son tus amigos,

deja el sarcasmo,

soy valiente y fuerte y tengo hambre.

Venga vamos, espera que le cojo un murciélago a mi gata sombra,

con tanta sangre de murciélago va a coger una cirrosis tu gata obesa,

una diabetes,- Que va esta solo con los huesos fuertes, no está obesa,

sí, sí lo que tu digas,

vamos,

ya estaban volando juntas aquella noche de primavera,

llegaron al pueblo vecino

y se encaramaron a una ventana que estaba iluminada con luz de velas,

mira, que mal rollo ¿ves eso bruja? ese cura da más miedo con ese crucifijo que un caza-vampiros,

esperemos que este de espaldas amada y le ensartamos el cuello,

vale a sí lo hicieron,

de un zarpazo tiraron el crucifijo del cura al suelo,

que se encontraba en medio de un exorcismo,

lentamente la sangre del religioso dejó de brotar por su cuello,

lo hemos dejao seco, vamos a por el poseído

de repente contemplaron asombradas como el poseído se doblaba y retorcía

para balbucear sus últimas palabras,

tu madre que condenaron a la hoguera a demás de ser bruja era vampira,

y sigue alimentándose en la oscuridad y la tiniebla,

para puede que este pobre diablo tenga razón,

puede, pero ya conoces al demonio que te cuenta la mentira más bonita

como que hay cerdos con alas de murciélago

que vuelan y son vampiros,

tranquila que si es cierto

puedes comunicarte con tu madre mentalmente y ella vendrá a verte,

escucharon un chirrido en la ventana mientras vaciaban el cuello del poseído,

mira una vampiresa como nosotras,

Madre eres tú,

si hija soy yo,

te he echado de menos todos estos años vigilándote en la sombra,

te echo de menos también

te amo madre,

veo que ahora eres vampira también

si y acabé con los tres hombres que te quemaron en la hoguera,

esa es mi hija

siempre supe que tenías un corazón de guerrera,

tengo que irme hija perdóname por hacerme pasar por bruja quemada,

no te preocupes mami, siempre supe que volvería a verte.

Nosotras también nos vamos ya pronto saldrá el sol.




FIN DEL TERCER CAPÍTULO




CONTINUARÁ



CUARTO CAPÍTULO



Que trata sobre la visita al túmulo del vampiro ermitaño Miguel, y la boda de las dos amantes vampiresas.



Corría una noche lluviosa de mayo,

cuando de repente tocaron a la puerta del túmulo,

las dos vampiras se encogieron del sobresalto llevaban dos décadas sin recibir una condenada visita,

abrieron con cautela la puerta,

¿quién llama? preguntaron

. Soy el ermitaño Miguel, aquel que vive por los siglos en la cueva del monte del reguero del gato.

Pase, pase bienvenido sea llevamos mucho tiempo sin una visita cochinera,

adelante mi casa es su casa,

póngase cómodo, que le trae a bajar de su montaña,

Os cuento que llevan decenas de siglos mis barbas bebiendo la sangre por mí,

vengo aterrado de estar enterado que un caza-vampiros llamado Juan Belmonte

ha llegado al pueblo a investigar los ataques de nuestra amada familia,

que el demonio la guarde en su seno y morada,

vengo a ponerlas en aviso que no salgan a cazar solas,

ese caza-vampiros tiene los huevos mu gordos

y ya a pasado cepillo a siete de los nuestros,

las invito a cenar mañana a ambas a mi cueva para dialogar sobre el asunto,

no quiero ver desaparecer a mis dos amadas vecinas que espío cuando me aburro

y se comen la boca y las piernas con deseo y lujuria,

pero bueno ¿no le han dicho que espiar está muy feo?

perdonadme pero con tantos siglos uno ya se vuelve un poco verde,

no se preocupe con gusto iremos mañana a la noche,

de a cuerdo las espero ansioso,

y cuidado con los caminos de la noche,

con esa estaca de Juan Belmonte.

Cuidado tendremos, nos vemos mañana,

chupe cuellos en paz

igual deseoso de gusto las espero para tomar un cafelito y un vinito de sangre,

hasta una gitana vieja me hizo una canción la del probe Migue

pero soy tímido y solo la escucho cuando estoy triste,

llegó la noche de la cena esperada y las vampiresas fueron a la cueva del reguero del gato

con su gata sombra,

bienvenidas sean a mi humilde morada, pasen, pasen,

más guapas y no despiertan esta noche,

jejé sí el amor nos tiene con piel de lechuga y picores diurnos,

eso es bueno,

bien de cenar hay gorrino vivo a chupar, sopa de rata de agua,

y la panadera del pueblo recién secuestrada,

se veía bien dulce y sabrosa aquella panadera amortajada con unas bragas rojas en la boca,

la rata para mi gata sombra que está a dieta,

de acuerdo iré sirviendo un vinito de sangre gran reserva traida de las mazmorras de la inquisición,

serviré de tapa lenguas humanas estofadas,

que rico y sabroso huele que alimenta,

ya va esperénme sin salir volando.

Se hartaron a cenar y a beber, una extraña sensación de deseos sintieron ambas vampiresas

por aquel ermitaño simpático y risueño llamado Miguel Capote,

antes de un parpadeo estaban en su lecho desnudas bajo su embrujo,

cosa cierta porque aquel vampiro era brujo druida,

hicieron el amor con pasión y lujuria toda la noche,

y acordaron casarse las dos con aquel ermitaño misterioso,

pasaron aquellos tres meses tres días y tres horas

de prometidos cazando y alimentándose juntos

hasta que llegó el esperado día del casamiento,

fueron de invitados, el conde Drácula de Transilvania su esposa Anacleta su sobrino Dante Romero,

un ciervo, un centenar de vampiros murciélago, polillas vampiras de los 3 continentes malditos,

duendes oscuros, hadas asesinas, basiliscos y demás criaturas del averno,

sonaba el flamenco y corría la sangre fresca por doquier,

el otoño siguiente vivían su vida de casadas las dos vampiras amantes

eternamente enamoradas y sedientas de sangre.


Fin del cuarto capítulo



CONTINUARÁ


Quinto y penúltimo capítulo


El amor eterno y desenlace

Trata sobre la lucha contra el caza-vampiros Juan Belmonte y la adopción de un niño vampiro rumano:


Caía ya una noche lúgubre y cálida de junio,

se podía sentir un hedor muerto en el ambiente,

las vampiresas se encontraban alimentándose,

estaban en la granja de un aldeano del pueblo,

este estaba obeso y sano, de alimentarse de tanto puerco y gallina,

ambas tenían un extraño presentimiento,

como si algo no fuese a salir bien aquella noche,

sentían otra presencia en aquella granja,

y a sí era, al salir de la granja,

se encontraron con el caza-vampiros Juan Belmonte,

que llevaba una estaca en la mano derecha

y un brazo musculoso,

se quedaron paralizado con aquel caza-vampiros,

como si hubieran visto un fantasma tres veces muerto,

de repente se escuchó un fuerte disparo,

y el caza-vampiros Juan Belmonte cayó desplomado,

se trataba del ermitaño Miguel

que había acudido al lugar con una escopeta

intenta dejarme de nuevo sin esposas malnacido

desde la tumba, a continuación Miguel

se encontraba mordiendo el cuello del caza-vampiros,

que se estaba retorciendo como un gusano

en el suelo tras recibir aquel disparo,

ese es nuestro esposo dijeron las dos vampiresas aliviadas.

Caía ya larga la noche,

y nuestras amigas descansaban en su túmulo platicando,

aquella noche de junio había sido muy intensa para las dos,

que ya se encontraban en una tumba juntas

besándose con pasión y lujuria,

llegó la noche siguiente a aquel pueblo maldito sin nombre,

las dos vampiresas se encontraban apenadas,

a ambas se les había pasado ya el arroz

y a su edad jamás podrían tener hijos,

tras pensarlo largo y detenidamente

decidieron adoptar un niño vampiro,

llegaron a la decisión de que adoptarían al pequeño vampiro,

famoso por sus libros infantiles,

aquel pequeño vampiro era de Rumanía

y se llamaba Rudiger,

fueron al juzgado vampiril rumano,

y tras unas largas burocracias tenían los papeles de la adopción en su mano,

tuvieron que sobornar al juez rumano

para conseguirlo,

le regalaron seis botellas de sangre de vino gran reserva añeja,

y una maleta con el cardenal de la inquisición española

Bartolomé Diaz Espartaco, se lo regalaros en una maleta de hierro,

con cerrojos y murciélagos grabados,

aquella maleta tenía agujeros a modo de respiradero.

Ya tenían al pequeño Rudiger en casa,

y fue la mayor alegría de su existencia,

jugaron al endemoniado y al ahorcado,

y salieron a cenar y dar un paseo nocturno,

el verano estaba llegando a la aldea maldita sin nombre,

ya pronto serían las fiestas del pueblo.



Fin Del Quinto Capítulo



CONTINUARÁ




Capítulo sexto, capítulo final


Que trata sobre los orígenes del pueblo vecino endemoniado.



Caía ya una noche de calor y de grillos una noche de julio,

nuestras vampiresas se habían despertado emocionadas,

veían a los murciélagos y las polillas del túmulo gordas y babeando sangre,

vamos bruja esta es nuestra noche hay comida hasta hartarse y son las fiestas del pueblo,

sí, sí sí quiero,

¿me sacas al baile?

¿me llevaras a bailar?

Pero bruja somos vampiresas, no mortales,

Ya veo desde hace un siglo y medio largo,

bueno algo podemos hacer,

le pediremos a nuestro esposo que deje la timidez y nos ponga la canción del probe Migue

que le escribieron,

ni hablar se escuchó una voz tras la puerta,

hace una noche pa’ asar la manteca y no quiero ponerme triste,

por fa, por fa,

bueno está bien pero solo la pondré una vez,

sonaba ya la canción en el gramófono,

Qué le pasará, qué le estará pasando al probe Migue

que hace mucho tiempo que no sale,

dice que se ha vuelto ermitaño en su montaña,

que de ahí no quiere más salir,

allí se hace su cafelito hasta se toma él su vinito,

jajajaj ambas rieron a carcajada siniestra,

es preciosa amor,

te describe hasta la perfección,

bueno fuera la broma o la quito,

jajaja no te enfades,

hoy iremos al pueblo vecino,

algo oscuro y gordo se está cociendo allí hay vampiros poseídos

que nos están haciendo la competencia,

está bien, al rato se encontraban volando al pueblo vecino,

fueron a la iglesia del pueblo

que tenía escrito en la puerta con sangre, pueblo propiedad

del demonio y Calvin kain,

tienen sentido del humor por lo menos nuestros amigos,

si, sí ya le entra a uno mal rollo de verlo,

se escuchó una voz que provenía del campanario,

bienvenidos pasen, pasen

¿Da mal rollo ves?

se puede venimos del pueblo vecino

a exponer nuestro problema vampiril,

está bien, pasad y poneros cómodos,

pasaron a los púlpitos de la iglesia,

y bajó del campanario un vampiro anciano jorobado,

con la cara rajada,

me presento soy Odor jorobado de Notredame para servirles,

como podrás ver soy vampiro extranjero francés,

¿Que les trae a mi humilde morada?

Pues bien últimamente estamos teniendo problemas con vampiros endemoniados

de este pueblo que nos hacen la competencia y nos dejan sin alimento,

está bien se acordará lo siguiente el invierno y la primavera será la veda abierta

para los vampiros de vuestro pueblo, otoño y verano

será nuestra veda para nuestro pueblo del demonio,

las dos estaciones que tendréis vedadas tendréis que ir tirando de despensas de sangre

y sangre que halláis almacenado en botellas, barriles y toneles.

Me parece justo,

una pregunta más y nos marcharemos,

¿A qué se debe tanta presencia del demonio en este pueblo?

Pues corre la historia que san Miguel ARCÁNGEL

bajo del cielo en septiembre porque se gastó todos los dineros en licor, casinos y prostitutas

bajó a hacer la vendimia como todo buen hombre del señor,

y aprovechamos para ensartarle los colmillos y volverlo vampiro,

desde entonces el Arcángel vive en Transilvania,

bajo el seudónimo de conde Drácula ese es nuestro origen endemoniado,

sin san Miguel luchando contra el demonio,

cientos de demonios salieron y se apoderaron de todos los aldeanos del pueblo,

brindaron en sangre,

y todos se fueron a dormir pues ya iba a salir el sol.





FINAL




El castellano


Surco de alma:




 



Dentro de la luz, fuera de la noche

y su oscuridad que sujeta,

estoy en el sueño,

estoy a lomos de mi araña

descubriendo mi pasado

que voy dejando atrás,

un tren escucho desasirse

es mi existencia

en tal crujido de sangre y aire

abrirse.

Ventanas transparentes

dejan mis reflejos ausentes,

busco por más

noches en vela de navegante

sin mar ni final,

yo amo la virtud

mi ser desnace en alas quejumbrosas

de creación,

de soles por ilusiones,

cumbres febriles, bosques dementes,

sombras amadas al acecho,

este es mi pecho,

resquicios de árboles

soy ciprés

soy guerrero de mí mismo,

era o no era, sin abismo,

mi tardío cabalgó estrellas

por puentes,

ríos y sus afluentes,

gramas por sienes descubrió,

un horizonte perdido

un mar de cal y canto,

era esta araña mi medio de vida,

una oración, un ruego

de que no me abandone,

cristales rotos brotan un haz de sombras

es una clase de fantasma la mía,

no se consumía,

las mentiras eran erróneas

detrás de mi escudo

donde todo arde,

el tiempo es un saco

nunca cambia

sólo cambia su contenido,

una vez la sombra brotó de mi carne

sentí su abrigo de frío

quise sonar la noche

quise ser sigilo oscuro,

taciturno del silencio,

mi vía buscaba la luz

para abrazarla,

me abrió los ojos el mundo

desnudando mi esencia

de pronto mi bondad iluminó mi pecho

y hoy soy dichoso, pleno, completo,

por saber que soy bueno,

con esto diferente a mi exterior,

y no hay mal

que no sucumbe

a mi cuchillo de luz

llamado virtud del justo.



El Castellano

Carcoma del sentido:


 




Araña el segundo colgado de la pared,

junto con la pesadilla matutina

que me hace esquivo y falto de tu piel

naufraga el barco sin océano

del rosario que acompañó años y años

de investida locura sin culpa causada

resquicio tibio, veloz estampa de hiel

cruel caracol que avanza en un sentido

y no es volverte a ver

días cayeron por goteo

tierras lejanas, sufridas

sin hueso ni secreto vivido

sol a sol elevado amor

preso de aquel día que fuiste musa del alba

y las nubes tornaron de color

el cielo lloró rocas duras y encogidas

como este corazón que hoy te habla sin dolor

avancé paredes subiendo peldaños

las puertas cerraron tu vista

el techo se volvió universo paralelo

los fantasmas seguían a dueto el verso

y solamente quedo algo por decir

cuadros de estirada realidad sin cielo

único demonio interior me habla

dónde quedó tu marca

tu océano para que navegara

tus años que me eran indiferentes

hoy son cuchillo de tu bien

fuego vespertino quema la tinta de mi sangre,

sentado en la silla del destino

mi valor mi honor lo injusto del sabor,

lo vivido sin catalogarlo en ofensa

libre por amor pero para ti otro calificativo,

juicios ajenos me resbalan

soy yo como yo he querido

ni envidio, ni deseo,

ni quiero la ajena sombra

construir puentes en mi corazón

escaleras que lleguen al sudor de la creación

vida sin vida elevada estima

para llegar a la cima

que es que lo escrito

un ser lo recuerde

y vea mi mente que arde

por la voz de acompañante

mujer ausente.



El Castellano




Sidra de boca:


Trémulo desliz

donde me camina

el linde solitario de humanidad,

lejana en la vid de la suerte,

en aquel risco sin carne,

en tu silente boca

que me trae en vaivén

del preso por tu sonrisa,

embotellada, deseosa de complacerla

en alud del fantasma

que me trepa

para decirte lo más común

avanzo mi tiempo

y me nace un fénix

que te alimenta;

el espino ardiendo lo alcanzo

con una sola de tus palabras

me invento un tiempo

que avanza marcha atrás

para renacer cada vez

y al reloj de Sol amarte de piel

avanzando mi ejercito

todos tus rincones

nada está de acuerdo

más que mi deseo por ti

por el que amo todas las existencias

y me gusta este mundo

para emborracharme de ti

más frecuente que poco.

Te adoro bebida espirituosa

de cálida sonrisa

por el que soy un hombre sin prisa

que te asalta de prisa.


El Castellano


Luna de lobo:


Luna sempiterna


Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,

pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.

Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.

Mas los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso, de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido, solo templado con miradas intermitentes,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago baila con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te siento incluso estando solo.

flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;

artificie luzzae.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,

noche está llamando moviendo su tranquilo velo, noche llama una vez más

para sentir que a mi lado estás,

recuerda que tus ojos tienen sangre

recuerda el viento que aúlla mi nombre

recuerda la luz que tiembla y cruje la noche en las pupilas

recuerda que me hablaste de amor en el tiempo que cae muerto

que pactamos con el hielo la vuelta del invierno,

recuerda cada latido de oscuridad que llama a tus venas de humo

recuérdame en la eternidad del beso, en cada rosa que robe tu cuerpo,

recuerda que vivo para ti dando voz a la soledad asesina,

la flor vive soñando que fue mariposa y abeja,

vive durmiendo la semilla enamorada de la tierra para despertar

y enamorarse del sol,

clávame estas nubes de sangre en el hierro de mi destino,

se me negó la luz encadenada a esta tierra sin cuerpo,

solo tú me sientes en este camino que no lleva retorno

solo espiral anhelada de renacer

el tiempo ya no nos puede sostener

camino buscando el frío en este calor que quema el alarido,

en la puerta del infierno caído,

al viento le diste voz,

a la lluvia la nombraste lágrimas de mi ayer,

le diste ojos a la sombra para mirar,

el cuervo te dio sus ojos,

la espina caía herida, la caricia retornó a las polillas,

la vida marcha deprisa cuando abras los ojos ya todo habrá cambiado

solo encontrarás que seguiré a tu lado

aguardando tu otoño y la caída de tus hojas,

esperando que seas mi acompañante en los siglos y milenios que nos condenaron,

encontrarás esta sed del cielo en cada silencio muerto,

en cada raíz que grita en su tierra

toma de la vida lo que quieras, siembra tu aliento en cada tierra,

tú todo lo tienes yo solo soy una fantasma que sólo tú ves.


El Castellano



Criaturas en el alba:


Alba marcada sin aurora,

luz en inocencia de flor silvestre

al pálido fulgor de estrella

sobrecogida.

Cristal puro de oscura mano,

Nacen virginales céfiros

ruedan laderas suaves

que grama blanquea,

destino de esta infame senda,

vivir acabar sorbo de postrer respiro.

Azur marcado nacidas estas criaturas vespertinas

de celeste insignia.

Por cuántos labores los ojos desplegaron,

secuelas flagran y caracolean,

soterrada la ventura,

un prado arrancado a la semilla,

una dicha conmensurable,

ajuar lumínico de espíritu,

árbol de ceniza vestido.

Destellaba la rosa-cruz rendida,

sus nueve caídas.

Sotos sin prisa arañando la retina;

calma de Dios personal

y sus heridas.

Imperios de ojos cerrados,

aguerrido albor, vestido

en sangre de brea,

yerta, flamígera, ascua prendida.

Injerto de toda soledad anquilosada,

sin quieta estampa fría,

procesos de procesionarias

en quitina sulfuran

que ellas caminan.

Mariposa negra y gris de ademán

nocturna venda que el ojo

no vea.

Abre el mundo

un soturno caballito del diablo,

estas criaturas esparcen destellos febriles

son sensibles al tacto

y desvanecen entre ocasos,

destierro en hierro de sangre,

sus almas duelen

sus vidas huyen.


El Castellano

Raíz de albor:


 


Broza esculpo,

sus pinceles verde azules,

idea, hazme temblar la espera,

que tu voz dolida sea lengua en azabache

de otra noche que ya escapa,

y su vena escarpe por cristales

de vítreo haz,

réquiem blandido en un cielo de espadas,

anudada en tu cintura desnuda,

áspera, erizada ella,

mi idea,

combatiendo ocasos leves

que te dibujaron,

caos febril de plateada rienda,

estrellas miles la amparan.

Su muda vaga entre cardillos de la dama

y su vestido amarillo

de rayos acrisolados;

alto templo de erizos seculares,

caracoles avanzan seniles

profundo tallo,

bella eres.

Bella en sueños no me hablas

yo me quedé mirándote

para decirte:

-Si te encuentro, nunca te marcharás.

Desdén en este mundo de secretos,

en este mundo de demonios

buscando paz,

cazador corriendo la noche,

por la vana luz

cabalga el cielo,

un aullido,

llanto de un lobo,

miseria enraizada,

cada triunfo una escarcha

en hoja escondida,

que a la mañana verás morir.

Abrazo mi calma podando,

desmochando

lo que mi espíritu yergue,

forrajes miles acampan el corazón férreo,

mi vena coagula

al sentir mi idea

que al ser pensado el camino

no abandona dictado sentimiento,

cinceles esculpen mis manos

que siembran este beso etéreo

por tu caracola.


El Castellano







Frontera de la letra:



Se enervaba el sonido del tambor dificultad, soterraña vista sin aspilleras refugio de luz bajo la tierra. Voló sin visión mi vencejo de arena, seguía levitando en el aire mi fantasma, encallecida la soberbia entre paneles de plomo, refresca la idea. Frío se miraba enlucido, sentado entre pilares de fuego, escribano de la estación meditando, esmaltada la mañana en ruptura del hielo, y sus rosas huecas. Sí me arrastré por la miel del beso esperando andar, madre viuda de ausencia ocupada, mi sombra hecha padre entre bruma y humo de tinta, rastrojo que viaja al hoyo del sol. Me blandía mi estima al peso del hierro, hacia la frontera de escritura, nulidad deslizaba la ventanilla.




Desvestido hueso, mineral candente

avanzando por un carril que marzo

bañaba sexual,

trinchera con centinela

aspirando humo de bruma,

entre amapolas nucas,

surcos de honor afilaban espigas,

el forraje decía quién más fuerte.

baldío encrespando la suerte,

ojal de tiempo florecido

del yerto mejor,

sentir entre la roca esperanzado,

luminosis despertando.

Me tumbé entre la dorada grama

me creció un espectro

que hablaba silencio,

y amaba sin importar su verdad.

Abierta zanja, abandonada sien,

era un miedo atroz

tejido a no tener mejor.




Noche silo de oscuridad

destapada, traspasas

mi ventana entre espejos

tu voz se hace la dormida.

Carruajes malvas del sueño

taciturno entre las espigas.

Fuegos y fusiles iluminan

tu dama de oscuridad

amanecida por soles

que bajo ella

parecen de trapo.

Canto a tus pestañas morenas,

alcanzando tu osadía

de oscura dama.

Llora mi azabache

por tener piel de arena

y brotes de la noche.

Por estos nidos carcomidos,

mis abejas construyen

sus panales.

En fúnebres procesiones

de todo lo que dejó de ser

y así descolgar

de esta araña la eternidad

entre sogas de mi calor humano.

Verdes ojos míos,

verde trigo

de mi verde sino.

La noche quiere

ahogarse en mis ojos,

que su sonido

visten y desvisten

por carcomas,

del mutilado iris insomne.

Es sólo sangre en tus ojos.

Telaraña de vorágine,

araña descendiente de turbiales,

de lúgubres pensamientos

de étereas raíces en punta.

Blanco sueño deborado

al compás de cuclillos nocturnos;

en ondas de listadas cadenas.

A la esclavitud del latido

encorvado trino,

es el final dictado

de la oscuridad;

la era lumínica

comienza de esta esfera.






El Castellano



Corazón de agua:


Hondo conjuro,

poesía de tu voz

que se hace meseta,

sobremesa de cabales,

reniego al cincel abrupto

de transparencia líquida.

Un osar que llama a la puerta,

se visten quimeras:

verso arde y conjuga el beso,

por cuanto he conocido

es insuficiente.

No me alzaron

camaleones con mi nombre,

amplio silencio

secunde largueza,

como día de recta hoja,

piélago frondoso,

perenne estampa alzándose

en marejada de fértil tierra.

Recia infancia

en linderos de semillas regaladas

por las que nazcan hombres de hueso,

flor en mi entraña parda y austera.

Dura piedra todo corazón,

lustrales colores

hasta el desnudo cielo de zinc

y su verde tallo que no palpita,

no deja su hondo manso lustre

en sortilegio de su espejo

que yo místico sueño.

Me desconozco

en este sueño que la letra

me tejía buscando luz

entre la bruma,

encontré mi corazón de agua,

nadando, casi despertando,

mi leño sin cruz podada,

llegué a la oscura nodriza madre,

la tierra.



El Castellano


I. Son de mí:

 


Destellos de luna

que llora su azabache

blande el grillo su sino

a la hora que luce la azucena amarilla

sus galas perfumadas

se duerme la lagartija en su refugio

un grillo caza un autillo

me bebo mi copa de vino

el sonido duerme

otra noche estrellada

baila la llama

de mi vela

sera otra noche en vilo

contando mi insomnio despierto

el hueso de la luna brillará

su mística oración

de la penumbra llena

cuando mi yedra

trepó a tu ventana

esta noche de primavera

y el colchón de tu  cama

no te vale

para guardar lo que por ti siento

hace más frío que antes

o eso creo

seguiré mirando el reloj

a ver si se hace el día

y la luna me guiña un nuevo día.

 


 


 


 


Son juegos de luna

que otra noche

en mi lago se verá reflejada

el agua me cuenta de tu cristalina alma

que yo por ella colgaría

mi traje de estrellas

el azabache que llora la noche

se agota mientras miro mi almohada

será otra noche

que sienta frío en mi cama

el cristal se empaña

mi Dios está en la lluvia

cae de nuevo de la vereda a la rambla

la soledad se hace cuarto en mi cama

la cortina por la luna

cae iluminada

otra noche destapada

que cuento los minutos marcha atrás

de mi insomnio desvelado

una noche que corren

mis cicatrices silentes

y el sonido de los nocturnos grillos

se blande lejos

por crear un horizonte

cuando la zarzamora rige en espinas

su amor a la luna de plata

crujía mi alambre

que sostenía cobarde mi noche

son juegos dementes

del sueño taciturno

que quiero alcanzar

mi ventana está iluminada

será otra noche colgando de su hueso

por un despertar siniestro

de la pesadilla cabalgada

sosteniendo mi cigarro

me prendo el alma

por cumplir un sueño

que me hizo taciturno de tu sonrisa

que encendió tu amada voz

hoy soy simplemente yo

el que ha venido a dejarte un beso

quiero que me esperes por si vuelvo

a dejarte mi corazón entero.



Nueva generación de lo escrito

que junto clama por la vida

se afila en el alambre

el sentir de una mariposa

todo lo sentido cae marcha atrás

se derrite en el cristal de mi ventana

por si vuelvo guárdame un beso

yo dibujaré el resto

ilusiones ardiendo en la llama

altivas voces perdidas

vestidas de sueños rotos

oye mi súplica

rompiendo el momento

deshaciendo la noche

que corre por mi reloj de cuarzo

entona el son de un grillo despierto

hoy por hoy ayer por ayer

sigo siendo el mismo

o he cambiado

no lo sé miraré

el alba y su encanto

otra noche que cuelgo esperando

de tu pestañeo

todo por decir

y no dije nada

nunca podrás sentir esta soledad fría

que late su caricia

amamántame un camino a encontrarte

soy yo rezando al hueso de la luna

que vuelva el antes

todo se enarbola regio

en la tela de araña

reconozco

que he caído en el ayer

que me dibujó feliz

el puerto negro

hoy luce de nuevo

fuego intransigente que arde mi mente

segundo dormido deslizado

por un tiempo inerte

no será una noche

esperando mi muerte

por si tengo suerte

y bajo tus labios me mece

que sepas que yo por ti

deshojaría el horizonte

y el azul del cielo

dejaría su sangre

resumo en el borde del papel

mi latir preso de tu firmamento

para acampar a hierro un beso

yunque sonámbulo

sin dormir que me mira

y yo nazco en su sonrisa

para nacer el nuevo día

sin tu vida con mi vida prendida

cabalgo un ocaso

hasta llegar a la novena estrella

y henchir allí mi corazón de nuevo

como en un comienzo

mis grillos latieron de nuevo

el frío de mi corazón

ardiendo al cielo

el sentir preso

que me hace desearte entero

mi casa mi hogar y mi templo

lo guardas en tu pecho

cuchillas afilan el sentido

que vendrá a rodearte por si vivo

y por si vuelvo a tus brazos de nuevo.

Que sepas lo mucho que yo te quiero

y el cielo se cierra

sin tu sonrisa tierna

mi Sol está muerto

también murió

la luna de invierno

bajo tu pestañeo

que yo entero lo quiero

es el momento, es el tiempo

de clavar al firmamento

lo que yo por ti siento

y por la mortaja gris yo quedar despierto

nunca olvides lo sentido

que nunca se tornará lejano

sueños disparados por la boca de la estrella

nunca me olvides

no siempre todo lo bueno tiene un final

mi amor por ti

quedó en mi corazón sin apagar

y que el mundo gire y se estampe

que yo a ti en mi corazón

te tengo clavada a espina de sangre

esperando mi suerte

que un día yo vuelva a verte,

destellos en el horizonte

baila un día que te mezca mi caricia

buscando la eternidad

te encontré a ti de nuevo

y mi mi charco se hizo abismo

de todo lo vivido y sentido

que sin ti quiebra y carece de sentido

espero volver a la vida algún día

y que mi cielo de malvarosas se tiña.


El Castellano


20 septiembre 2011


A ti noche oscura te escribo.

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta

enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van

mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,

garabatos en hojas de papel.

Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,

deambulando sin rumbo.

Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.

Me estoy volviendo loco.

Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como

demonios.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad

ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos

de muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo.

Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas

comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.

Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan

tu oscuridad.




EL CASTELLANO













I. Ruido en el silencio:


 

Lloro soluciones

caminos opuestos

a verdades encontradas

ojos desparramados en las venas

de mi no pertenencia

a ninguna ventana de existencia

asumida en alas de un motivo

que haga correcta la dirección

en esta piedra viva llamada tierra

donde todos los ángeles cayeron

solo voy contigo

desde que vine a vivir

escucho el ruido del silencio

crepitar en la llama de la luz

sin conocerte conozco tus defectos

absortos, plenos, derramados en virtudes

somos lo mismo quizá

un camino dominar energía

servir empleando la perfección

tú no puedes oír mi voz

te hablo a pesar de no ser tu dios

desde este lugar sumiso

donde todo es lo mismo

veo caminar en mentira cabalgada la ciudad

elegí el suelo mirar

lo que crecía me hizo brillar

ideología ser yo mismo

allí donde te acaricia la palabra sin mirar

maestra la ley natural

que amo compañera

creencia más allá de la elevada conciencia

eclipse de mis soles de ojos

que te miran fascinados

para ser el último hombre

ningún resurgir,

ya quemé todos mis errores

cauteloso mi destino de nuevo hombre

carreteras del perdón sin motivo

uno luchando contra lo que le hace

no ser uno mismo

intrusos en los cielos

me llamaron llorando la verdad

obligación de acabar con el demonio

de uno mismo

invencible del silencio

escalo la tierra

uno amo la noche

dos amo la ley del dios Sol.



El Castellano a 07-03-2015


II


Poza del ruido en el silencio

gonde gotea y cae absorto el péndulo,

pulso en la noche,

noria febril de esquilmada razón,

espinas de corazones

que ya no sangran lunas de ataduras

ni huellas de números.

Plomo y verdín tan cercano

como tu sonrisa pulcra, afilada

en la piedra generosa que eres ahora

como regazo fuera del regazo

mineral lírico, ambiguo, galáico

como el pazo y su signo

denyto el muérdago y su tejo.

Tranvía que caricia enjoya

cautela de luz brava.

Estabas tú en esa cautela

llorando soluciones sin agravios

sólo estelas en señales.

Senderos abren opuestos a soluciones

encontradas.

Expandidos los ojos en las venas

de no pertenecer a nada

que haya existido.

Sumisión en alas de un motivo

que haga correcta la dirección.

De mi libertad recta.

Melodía de ruido en el silencio;

llamas arden su luz.

Con la conciencia de un ex-presidiario acuno

que nazco en este lugar sumiso,

donde todo es lo mismo.

Desde que vine a vivir sólo voy contigo.

Las corrihuelas en flor bailaron,

no se hicieron para damas

de silla y oficina.

Tallo regio de lápices,

no se diseñó para volar

como pluma estilográfica.

Muerte presente, cristal de mi rostro discreto,

eternidad azogada del mañana.

Ven, ven por mí, me estoy disolviendo

como asfalto en cloro.

Juega cariño con mis labios;

no están diseñados

y si se conocen es entre ellos;

abre y fecunda el cáliz

de mi sueño

ahora que caigo hacia arriba.

Como escama y espina áspera, marca

del final de los tiempos.




El Castellano a 07-03-2018


Ruido de nirvana:


Es solo ruido

en las hendiduras de mi calavera,

un iris doblado del nirvana,

un hastío florecido,

es una calma de mi dios solo,

un panal infinito de belleza,

fatal hoguera consumiendo,

desmembramiento de soles,

entre fulgores amarillos,

que el nocturno, sujeta,

sangre de acequias perdidas,

felicidad enjaulada

que algo me cuenta

de sus tulipanes amarillos,

por crisantemos helados

viaja mi esencia,

una noche que silba,

cantando con árboles difuntos de otoño,

es una vida de mi araña destapada,

un tejer sin estrella,

un álamo que ya no vive lejos,

derramada, acostada, nacida esta parca,

hoy yo sí estoy hablando,

mi sentido yerto desconcertando,

que era un ajuar de gotas del alba,

era un caminar somnoliento

por la carne de metal de esta azada,

quién fuese silvestre como una planta

en este mundo que se envilece,

destierros forzados de la locura de la ciudad,

escarchas dolientes entre mis sienes

que azogan solares póstumos

de mi serenidad alcanzada,

es un firmamento para cabalgar a voces

que lo mío es para siempre,

como un candor fulgente

en estas hogueras

que el aliento helado, de la vida cuecen,

era la cara oculta del espejo

un aullido de la fiera

que el tiempo arrastra

entre punzones enajenados,

avanzando la caducidad del hombre,

era mi suerte una rueda

y una hélice que no volvía,

era este tiempo como la dimensión

del pez muerto,

clavando cuchillos al éxtasis

de la creación ensimismada,

ardor de los mil fuegos

deseo haciendo bandera,

hoy no me arrebatarán nada

ni el destino que todo se adueña y lleva,

cruje mi calavera,

haciendo sonar este silencio duro,

desnudo mi chopo

queda ser como el rocío primero

para besar sus labios de mujer verdadera,

un viaje por su fantasía,

estoy flotando en sus olas,

disfrutame estoy volviendo realidad

nuestro sueño,

reinando este corazón,

siendo austero como un jarrón lleno en ilusión,

siendo caballero de tu dura sonrisa desvelada,

que acapara y acampa

el alma de mi polilla de cemento.




El Castellano

Redención sagrada:


 



 


Cuando los ángeles desertan a morir,

en los ojos de otros ojos

estás buscándome,

me despierto;

los dioses celebran

un silencio sepulcral.

Colores me evocan de la nada,

ruido cómplice aborda

como navío tiznado al 2025

senderos del mar de tierra

que abre mi lengua en tu guarida de boca.

Melodiosa suerte de la máquina de tu cuerpo,

tonos sobrios, vespertinos

absorben la mirada como filo inexpugnable.

Absorto cae el tiempo en tu sangrada candente

azada dispuesta, es tu verbo un franquear de desvelos,

que respiran estrellas fratricidas.

Es un solo cuarteado en siglas,

los soplos resplandecen vibran al son de nueva grama.

Sombras inmobles cuentan de tu respiro

infranqueable, por jóvenes tapiales

de tu inexorable, florido, grandioso desvelo

de metales,

cobres anidan campanas de media noche

aguardando el surgir de lo sepultado.

No frena la sintonía de tu saliva, una,

ensueños duermen llamando se cumplan los anhelos,

cuando los ángeles desertan a morir

tu mirada se enciende, abismos silenciosos se prenden,

tu voz se hace palabra.

Me sigues te sigo cariño de ternura dispuesto,

luz enraíza tu alma, efímera en mi mano,

vuelve a mí una paz que ni los nichos toleran.

contratiempo por fuelle,

magarzas de otoño,

corona de reyes en primavera,

etéreas hojas a solas peregrinas,

dejando embriones por verso,

capataz de siembra única,

al compás liberando golondrinas,

punto de Sol a ciegas,

es mi mente surcando brumas grises

que me acercaron.

Vagido indeleble,

fúlgido yo destellaba tu sien sin marca,

caliente al arrimo de mi ser,

valedera fuga sin ocaso,

un caracol en un verso montado, arrastrando:

sacado del pecho

como heraldo sin desquicia semblanza,

corriente arrastrando cadenas de errores,

fruto de libertad

y conciencia sellada a ciegas.

Comiendo raíces por hechos

en fruto divino insoslayable,

frío de noche

bañando la casa de lo eterno

llamada Diosa de tu entraña

mi musa bella.


El Castellano

Palabra sin boca:


 




Deshojo mi momento

para abrir la puerta helada

de un infierno flagrante,

me entablo y conozco al insomnio

y su hermano,

avanzo despierto un linde quieto

del pensamiento ensordecido,

tapias derrumban

azares de ojos abiertos

y parpadeos veloces,

resquicios oníricos

que dormir es para el vivo

agua en sequía.

Resumo que venzo

quimeras ultrajadas

y anillos sin manos,

después de mi vida

sangre en los ojos acaso queda,

resguardo al vil enfrentamiento

padre de mi conciencia enclaustrada,

otros tiempos mejores

ya no sueño,

todos marcharon sin balde

dancé en la oscuridad de mi mente

y vengo a verte.

Sigo de frente

ocasos dejaron su malva rosa

a su suerte,

pensamientos casaron su negro

con el color de la tierra

sin germinar

sin brotar simientes frías

que suerte canta nanas.

Granate lustre postrado

que fue desertor,

afilo mi colmillo

hematite nace dispuesto.

Es una sombra que fue destino,

abierta a la altura de fauces

y su hocico,

es la generación del pez muerto,

carpas de personas bogan sin aire,

otras aman lombrices con mandíbula.

Yo amé una lagartija

hasta que tiempo quiso,

desquicia febril no traigo,

por un pantano soterrado

nadaba mi sentimiento,

recurso de memoria

no era ausente,

ni se avivaba como lumbre.

Directo al patíbulo de la suerte

fueron las venas y su sangre procesionaria,

un marzo que corrió sin verte,

metal de espera intransigente,

acaso soy gente,

seguiré sin preguntar a mi mente

todo sea que conteste,

un camaleón fugado

de quien yo era.

Agresivo

sí hasta la muerte,

sé quien soy y si vienen por mí

no seré yo su suerte,

lit C et summun canae,

miles dei lumen

apostado y recto a vencer,

insectos caminan su linaje

respiros blanden peces en tierra,

alto alto como sendero a la nube

me vio nacer

el mundo y su mente ausente,

bondad relucía sin prisa

quién afortunado la asesina,

¿acaso yo no estoy durmiendo?

parada en el bosque demente

que mi hambre vierte,

llegó el momento

divisaré mi juramento despierto

porque soy humano

vivo muerto.

Förüq 04-03-2018



Cepas de un día:


Sangre que tiene bordes,

coraje espectral de imposible azar,

como pez dorado rige el sentido.

Día o respiro, fugaz aleteo sin calma;

acto que baila en bigote del pez gato.

Es en esta suerte la vida del bastardo,

flancos ocres tiñen el linde

por sombras vanas que arregazan

la prisa del estambre.

Cómo se tejió la expectativa

acaso fue sin semilla.

Al párpado encumbrado

azoto que lanzo

un generoso transporte,

aire o humo, acaso eso.

Espectral brisa que cubre,

fresca flor en soto sin nube.

Vivir en muerte batiente

tender tierra y escribir sangre

a la Rosa.

Igual se aventaja el agua sin forma,

de viejo silencio,

de final desempeño

como prender la estrella

en su mismo fuego.

Abrir la tierra y sembrarse

eso trae nuestras vidas milenarias

de rebeldes índigos.

Diferencia ensordecida, muda y ciega,

impalpable, insensible,

inmutable, insoslayable,

reverdecida, engrandecida,

incuestionable,

regencia sostenida,

con lo que os determina

a ustedes abrojos vidas de un día.



El Castellanoº





I. Espiga de agua:


Con el filo y brillo reluciente

está la espada,

blandiendo surcos

en fosas funerarias.

A lo que su empeño sucede.

Quilla de un flagrante monte

surcado por el metal

de hilo de cobre,

sonaba con el viento

haciendo temblar calaveras

en lo alto de aquel poste de telégrafo.

El viento tenía estridencia

y lamento seco.

Digno a desatar quimeras y bestias rectas.

Capaz de dar voz a lo inerte de la vida.


II Hoja:

Allí plantado como se siembra una pipa

me encontré, detuve el sonido

entre escalas y cielos soterrados.

Planté una pila de lluvia sobre marzo,

contestó entre gramófonos la tierra;

una melodía jamás interpretada

y jamás semejante o similar

a haberla escuchado una vez.

Era como un maullido entre gramas

y bocas sedientas.

Como cerrar y esperar que la compuerta secara,

como desplomar semillas

y aventar espigas;

plantado como una sola

de carne y tinta

que la espera viola.


El Castellano



 

AZUR DESNACIENDO:




Esencia intangible,

no hubo na terra,

que ni dioses

osaban mirarla,

ni albergarla;

ella sollozaba,

cual flores, incredulidad

brotaba.

Ella era encargada

de sembrar en ellas,

rocío perplejo

que en suelos germina.

Pureza

en venas;

lo que la perfección era.

Crisol insostenido

por cauces febriles;

inteligencia

en mares secos;

abejas de ideas,

colmenas

con intelectos graves.


II

Que cubre valles y peñas

inusitadas

y sus penas ahorca;

su misterio

enhechiza toda alma

quién arrullarla sin dañarla pueda,

será dueño de la llave

que encierra a la virtud

no enseñada.



III

Cae la noche,

sobre ingrávido

lecho de mi juventud

acostando luna de cuarzo

entre áspero frío.

Cuerpo mineral candente

quieto en pantanos de tela,

retorcidos sus destellos

en esta nube de leche;

el fango fragoroso gira,

imploro a esta luna que ame,

y el morado cielo ladea

mi sangre verde.

es por este escarabajo

que llega el verbo.

Soledad, soledad tus pulcras alas

que vencen auroras de adoración.

Aurora funesta clavada la hora

vorágine o trasiego

LUZ que ignora

si acaso nace.

Tu liso, amarillo barco,

de oscuro torso.

Tus infinitos beso

dime corazón al apoyo

de tus párpados.

Cuál profunda verdad

en esta espectral rivera

de ondas líbicas.

Espuma densa

de océano de ideas entregado.

Profusa ascua invencible

es mi dolor que más no quiere

retirarse;

que sentencias invade todo ojos

montaña de hojarasca;

cristal de pulsos

que tu imagen toca.

Suspiro fresco

en labio extinto de sombra

día que no se encuentra,

su densa forma.

Cuerpo con agua de estrella;

querer vivo que llega al aire,

tiende y espera.

La muerte que renace

por fuegos de brea

en el aire.

Abren batientes pétalos

de viejo silencio esquilmado

estallado esplendoroso.

Acurrucados sobre un lecho

que la brisa abre;

trocados rayos de sol

esquivos, en plano de verde follaje

por azur causados.

Astuta golondrina encontrando

la dócil rama.

Mundo sin mentira

de la vida,

se abre este mi manantial,

reluciente de esmeraldas, desposeído.

Y todo siente:


-Que la sangre miente.



IV

Terruño ojo victorioso

aplaca sus arpas irascibles

estrujando abismos dolorosos,

petrificados.

Reniega la boca vegetal

casi viva

promesas en frente de violetas.

Cantan amando el claror

lírico, estremecido

coágulo de viento

en cientos de porciones

esta luna quieta

que semejanza quiere.

Descubierta la zona umbría

donde yago de yacer.



V

Aplasta mi sombra

contra sí misma

derrumbando opacidades

de granates profundos,

ballesta súbito forjada

a tu entraña.

Derrite mar de boca

que pide extensa

negra noche

y sus espectrales corceles.

Tiembla que rueda

paz, orgullo bello.

El desliz, ráyame firme;

conservo mis principios

numerados.

Reluce mi roce pulido;

entre-cielo asido;

palpita mi iluminada tristeza,

haciendo camino.

Vendrá mi torvo grajo

se constatará mi lucero roto.

Turba mi aliento

bajo mi pecho la quiero

con montes limpios

enturbiados por sarmientos.

Delinean este viento.

Lividez plena,

fuga el desaliento

con todos los jirones

de mis ascuas.

Diáfano, ancho, repleto

a trote primerizo.

No cabalgarás,

no cabalgarás si no es conmigo.

Cabalga, cabalga

el llano, que sólo a mí lado

cabalgarás;

cabalga que sólo a mí encontrarás.

El Castellano

cabalga con su espada en mano

todo tu llano.

Hasta divisar todo lo que amo.

Sembrada el alba

que apacigua

la noche que negrea

en estela conmociona

mi luna extensa

que bajo ella,

siempre

estoy en taciturno hechizo

contigo y mi falcata.



VI

Embeberme la luz

sin forma en ojos distantes

luz de aquel fulgor purísimo

allá lo oscuro

en tiniebla sin padre.

Yo besé las amapolas de los campos,

buscando me embebieran

la forma que como eco

apagaba.

Heridora en cascada

se aposentaba mi bondad

aquietan aguas longevas

la feroz sien

que me dio mi padre.

Nota:


Embeberme la LUZ

sin forma en ojos distantes

LUZ de aquel fulgor purísimo

allá lo oscuro

en tiniebla sin padre,

yo besé las amapolas

de los campos

y heridoras en cascada

me entregaron sus hijas.

Nacidas tras yo sembrarlas

esta primera lluvia de septiembre 2018.


VII

Cuchillo que tu voz asesta;

mi pecho sin coraza hiende.

Camino mi desvelo enjaulado,

cuenta atrás de la tierra quieta

y sus grillos asolados.

Oh me olvidaba.

Esto es la resurrección.

Indemne entre losas

de azur firmamento.

Respiro entre rosas

las espigas por llegar.

Dilata los verdes la tierra

sosegada dicha trasiega,

un día cenizo

de esta la otra primavera.

Estoy escuchando semi-recto

el retemblar de hojas huecas

sobre la gravedad

de un arroyuelo que fluctúa

cauce entre la copa

de árboles;

sobre semi-vacío cristal

con limpia brisas

encima de un blindado

cantaba, dictaba

antiguo sargento

su presionar, disparar

como hueco

en la ausencia del polvo.



VIII

Abrid la ensenada al capataz

del brillo primero.

Tímida la floresta

escondía sus amapolas.

Núbiles gestos danzaban

la cabeza en loma

que silvestre evanescía

el coraje de la flor.

Vuelto mujer por Ostara.

Patio de perdices

que soslayaba

entre el quejido

de carrascas afiladas.



IX

Hacían sus hojas

mi última espada.

A mi izquierda

el peso

de su hierro estable.

Sibila destrenzabas

tu cándido mirar,

en fraguas de belleza,

inviolada.

En tus altos,

profundos

ojos de ámbar.

Luna que en fractura

recorre mi tejado de alma.



El Castellano







IRIS EN OJO DE SANGRE:


 




Vena del cielo:


Solitario rayo estertor;

siniestra umbra,

escala la cuchilla

de tres arañas colgando,

hoy es por mí

nunca quede huella,

destino en azar hendido,

lleno, repleto, asido

en el origen primigenio,

madre ella del color,

asume este sentido yerto,

agujereado en haz luminoso,

nitidez en halo

de nocturnal visión

derritiendo,

devorando astillas primas

de subrepticia enhebrada,

padre flamígero del fuego soy,

elemento hermético

de tres sentidos,

arder, conquistar, consumir,

estelas abren runa clave

Gemineye,

sangre de este ojo,

perplejo soliviar

en azur abriendo pulcritud

inabarcable,

inicio de sabiduría en vena,

muerde,

acaba esta espera,

raudal extenso de pura visión

en certeza

de sentido superior,

cristalina esencia

descendiente

sin parpadeo fugaz,

crisol de valles

y gramas feroces,

deslices del afán superior,

dar sentido a mi vida,

ojo de sangre calzo,

cabalgo anquilosado designio.

Ancestro del lobo único soy,

perplejo sentir asido

del diablo en simiente,

primer ángel caído consumado,

errático vuelo soterrado,

magia del silencio encumbrado.

Visión, y sueño,

indescriptible con lenguaje.

Si te ocurre lo mismo

no eres capaz de usar razón

y ordenarte abrir los ojos

y dejar de ver;

como un corzo paralizado

por un lobo estarías,

imposible por sensación

hacer desaparecer lo que observé,

por extasía, incredulidad oxigenada,

belleza en percepción,

la pureza en sueño

en imagen mental

que escapa a todo,

vi el azur

por decirte aproximándome,

en un ojo femenino

lejos de este mundo

y de todo lo conocido

o descrito,

fué una sinestesia recta,

sin ser más que tocar el color

de la Oscuridad nacida

a ojos cerrados,

sumisa, displicente,

involucrada en crear

sonido del vacío absoluto,

sigo perplejo y asustado.

Es lo trascendental del infinito,

como ver el origen

del color formándose en un ojo.

El azur, el verde turquesa,

y azul mahón

no te puedo decir más

que esa belleza no me cabe en el pecho,

por algo sigo viviendo

no hay azar enraizado,

hay perfección.

Luz me arde ahora

en el mirar ciego del sueño

sin miedo sin embargo

saboreo el viento,

los cielos me poseen

de nuevo sobre los años

que ellos son,

algo llega a la rosacruz

de ayer

y sus nueve caídas

de sus ángeles despiertos

en tu sueño me ves invernando

dorando mis pelos de murciélago

bailo el colchón de nubes

que sostiene esta mi noche

para desaparecer llorada la tierna cara

saboreando una sombra más

que me vuelve

imperceptible

muerto sabor

de obscuridad sin faros ni luces

ni fusiles que matan hermanos

de su tierra y sangre

crecieron los caminos

y el rojo fuego versado

brotó en flor de amapola venidera,

dime qué debo hacer

¿Algo erróneo?

No puedo volver atrás

se sostiene aparte

la fuerza que nadie alcanzará

nada por cambiar

todo está hecho

algo que asalta aparte

puedo volver y empezar de nuevo

sin mí, sin vida, sin cuerpo

sin lo que me ata a éste mundo

mañana veo el futuro

la destrucción del pasado

quedará atrás.

Corpus, anima, crescens

sol refulsit,

lux

et patientiam meam scientiam

florum, est vita

nosotros no somos lo mismo

la bondad sangra las venas

gustos, deseos, vencer,

arder sin perder aposta la partida

esa que las hiladoras tejen

momento del momento

nacido absorbiendo el hilo del tiempo

las piedras lloran flores

el final es volver a empezar

viendo y amando

el ancla errada de mi lugar,

continúo al cuervo

que me vuelve más fuerte

ave más inteligente de la faz

poder de la misma

energía

en tormenta de conciencia

siendo ese rayo solitario

que partió todo inepto,

inconsciente tormento.




El Castellano

MARGEN BRUTO:

 




Vagido azar indeleble

quebradizo como abrir

la nuez del tiempo líquido.

Sostenme al arrimo de mi pecho,

no idéntico, no pretende ser

fuerte, encorajinado, denso palpitar

en soberbia luz destellando,

supervivencia en retórica translúcida

rayo y secuela de impávida nota.

Azogue de medrosas secuelas,

abiertas de azar hondo y arcano,

silencio; entonar diviso

todas las trompetas de los ángeles

un prado flamígero

en miles lenguas ababoles.

sangre de tierra transmigrando pudores,

por cuanto mi fecunda indecencia

llegó a conocer en disparo,

en disparo propio

en nuca del siniestro azabache,

fronteriza rivera de álveos

y azucenas nocturnas.

Florece una paradoja exiliada;

susurro en tinta roja

no ceso de cantar para escucharte.

Estruendosa quimera

en inteligencia seca,

secuaz de millares pensantes,

camino de zarza y endrino

camino de vida y un sino,

fuente, abrevadero virginal

descorchado, símil destilado,

por cientos renacuajos ideas.

Rebelde soga a mi condición en una encina,

vaivén en veleta con el viento

raudal trenzado, en mimbre cabalgo

veleidoso, regio, espina sangrante,

tránsfugo renegado a morir,

rebelde índigo de 1989;

hidalguía desdeñada por tierras

y cuchillos de espigas,

con ocres carraspeados

aguardando ababoles matutinos

semblantes esparcidos

como entes rutilantes a la espera

de haber nacido.

Encumbrada la libertad

de nacer sin parcela;

resumen de vida de una vida

bajo tierra.

Rumbo a zarpar

la vía astral

que todo lo acontecido

es la historia de un muerto.

Ajeno seré cuando silencio

deje de ser concepto poético,

como azul duelo de espadas

que separa toda naturaleza humana.

Tu vida mi golondrina

nueve cerrojillos

azures de tres llaves

hoy abriste uno

de los indescifrables,

anhelante, deseoso,

inescrutable

rindo mi oscura dicha

sin desliz condenado.

Fuego soy.

Elemento compasivo.


El Castellano







DENSO HALO NOCTURNAL:



Fuentecilla parece mi noche oscura,

fuentecilla retozona,

y de verdes lamentos quejumbrosa

como sombra leve de mi pájaro piador

que acuesta a dormir su entraña.

Sombras largas que descubren

el canto los lisonjeros grillos.

Blancura y azabache descansa en la arcilla

el nido mi golondrina.

Al fresco respiro de mi chopo soñador

lanzo un severo destello argento.

Longevidad imperial cercenada

como retazo de persistente

carcoma manida a mi verde intelecto

grave;

embaucaría sin tenerla

todos mis instintos,

todos mis impulsos.



II cuartilla


Canta , canta mi pena azul

sin ocre zozobra.

Abre el verde ramaje ,

a la espesura de mi idea.

Entre un camino serpeaba

como culebrilla de un destino azaroso.

El murciélago castellano

rasgaba bailando,  ladeando

el cielo mullido

de levedad de colchón sin luz.

En sintonía opaca que rodeaba

y acariciaba.

El cielo abría su sangre a la noche.

Un sopor de estrellas

que en este verano no tardaban,

y el rudo vigía  ciprés soportaba .



III cuartilla


Bajo tenue luz de luna

que los sentidos arrugaba

y mi fiero ciprés de lanza colgaba.

Avanzaba por el camino

los álamos,

como un sendero

en cal de maderos acenizados,

rumbo al Valhala.

Alumbrado , rememorado,

anhelado

por todo guerrero .

Era un olmo frente la tapia

de un cementerio

en Fuente la higuera.

Caminillos de hormigas dispersaban,

desplazaban los vástagos

de forrajes venideros.

 


 



El Castellano


TU AGUA CIEGA (SANGRE)


 



Afilo hasta pulir el filo

de tu sonrisa yacente,

entre mi pecho de piedra;

sonríe a tu agua que no se piensa,

ataraxia momentánea

en sangre esquiva verde,

plomo largo de idea batiente,

cesando terco y fructuoso aljibe

donde se almidona la sed de tu cicuta,

surco cielos extensos

de golondrinas cromáticas,

esperando ponerlas nombre.

Acantonado se estría mi respiro,

cromo que abre el tiempo,

por nubes de besos de zinc,

acrisolado mejor extasiado

el vértigo en lienzo

sin melodía ocre.

Desnaceré

y no acabaré de irme

sin regentar

tus reflejos muslos férreos

en musgo de caricia anhelante,

de abrir la noche

dentro de tu párpado cerrado,

abierto a dulce relámpago

de mi color áureo.

Albino se ciñe mi sino

preguntando si un alba

me oscureció el cabello,

acaso sueño,

perpetuidad de constelaciones

y raudas estelas

que guardo en mis bolsillos,

ninfa, pléyade, musa

de acuartelados suspiros

entona tu arpa notas de agua,

abiertas al iris.

Abeja de esta mi escritura dicta,

tejer la celda,

y el pólen será la letra,

cuál la reina oscura

que quiera miel de flor sonrojada

que espera,

tibieza en sueño de metal,

hematie sanguíneo

que tu surco devela

y avanza en punta de lanza.

Llamada prosa a 23-08-2018



El Castellano






MEMORIAL VETUSTO:


Despierto mi criatura;

tú no comprendes lo que yo te quiero,

por tus manos hacen nido las sedas;

falanges silentes, cumbres

de cuanto mi placer dispuso

asúmelo todo

en tu pavorosa grieta

de brillos fugaces

y transeúntes luciérnagas.

Lucifago apodera

tu nitidez severa.

El poder pudo

lo que el querer expuso.

Osada no es mocita

pero oro antiguo luce

en conocimiento.

Que a imaginación prende fuego.


II cuartilla


Luz de la sombra

de tu carnal espera,

anida golondrina

mis campestres manos.

No habrá retroceso

ni vuelta de hoja

sin enraizar nuestra alma.

En vértigo cobijado,

sublima mi dicha:

junta conmigo tu vera.

Rito de Sol y ambrosía

de padre Lugh.

Perversión esquiva, llamada

en retazos de cumbres flamígeras.

Apasionada dame tu voz.




III cuartilla


Anatema me anuncias

por tu opio en letra.

Todo es negro,

hasta el amor.

Júrame la vuelta de una lluvia

de tu boca.

Mi arco es ballesta.

Ausencia llama por sí sola,

a exigir unión del eje

y la orna.

Cuerpo de metal,

agua de su espiral.

Pureza consecuente

deslices y febriles osadías.

En plantilla de sangre.


El Castellano



CORNUCOPIA DE ESPEJOS SEVEROS:


Manso río de tu frente

tu tenaz blancura duerme.

Confía mi raudo deseo

a todos los dioses.

Vides ut alta...

Piélago ferviente

tu dulce entraña nace.

Vientos hondaban irritados

fértiles voces

acepta que en el campo de Marte

sembré tu dicha.

Abrojo puse en rinconcillo ofrecido.

Nireo empujando

su hermosa lanza ciega,

brillan de Pirro

encendidas flechas voladoras,

este rigor blanco y desnuda,

que aguza

favorita Perséfone,

aguas puras avanza Nearco,

soberana musa Calíope,

no baja.

Cadenciosa lira abre los cielos

en funestas auroras.

Melodía descende caelo,

y riega los bosques de Bancio.

Expresión de mi deseo en espejismo

oírla,

en todos bosques

y arroyuelos

eterniza.

Esta fatídica región,

de dioses dirigiendo mortales.

Yo por ellos

y mi obra

estoy que beso el suelo.



El Castellano





SOPLO DE CONJURO:


Veo color de certeza,

color a la esmeralda,

por follaje caduco

de ilusión adusto

en noche silenciada;

halagüeña tiende

su cuerpo,  negras dichas

como el tiempo no llora;

en albo espíritu

en suelo sin hallar

bosques y sus frondas suaves.

Pliegues de sombras

bañan sus pestañas,

nítida y hosca

lejos ve en flor

mi sendero castellano.


II cuartilla

La espera sonríe

lecho de tristes ecos

y encajes de apenadas auroras.

Dulce cicuta al rayo acrisolado .

Puro mi aire

de luz enrojecida.

Vistas en colas de lagartija .

En ojos de araña ,

no se valla ,

conjuro sopla

en alas negras.

Vivaz tordo

en busca de lombriz

de idea anhelada.

Nubes de éter

en agua ardiente sin agua

ni limbos profusos.


III cuartilla

Verde transparencia

en canal llano

por arroyos fluye

sin balde;

quejumbroso término

de mi amparo .

Camino a relumbrado

misterio,

adoré la llanura muerta

que mis fuerzas aviva .

Tardía arranca oscura arboleda.

Sombra sin esperanza,

casi viva,

muerta la precoz flor.

Amima la pupila ciega,

descanso sin ancha lengua

sobre tus pulcros muslos

ensortijados.


El Castellano





LUGH CABALLO SOLAR:


 

Lugh Solar y Poderoso,

jamás a ti te hable el olvido disuelto,

ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,

digno a abatir el rayo,

noble melancolía por tu madre difunta

Tailtiu,

en el alto cielo,

tu grandeza

sea reguero de oro.

La tierra secunda en nueva cosecha

por talentos colmados a florecer,

viento sonoro guarda tu hermosura

Rey Padre,

El páramo yerto perecerá

en ámbar blando

de aroma besando tu frescor

de vida nueva.

Abatirá la sombría dulzura la tierra,

ilumina mi pluma al honrarte,

suspiro de mi estruendo crepuscular;

nombro al pájaro misterioso

que te pertenece

cuervo que otorga el anochecer,

Sicut nubes, quasi naves,

velut umbra.

Años pasan yo busco mi recto yermo,

triste aflicción por aquel tomo de tierra

como las sombras vaporosas.

A ti Creador de luz,

acógeme, pinta esta mi noche negra,

amigo de imagen solar,

soy por cuantos Soles he nacido.

Por sosiego de tierras ignoradas

dame su gloria.

Camino afable con tu candor a seguir,

blasón yo no pido

ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,

en tierra a cabalgar

y deslumbrar.

Lughnasadh, Lammas, abro celebración

para generar nueva vida

en cosecha nueva

limpiando en tu nombre Lugh,

toda tierra.


El Castellano



FINAL

Miguel Esteban Martínez García

Pseudónimo: El Castellano Förüq





Índice


 

a quebrar el tiempo., 8

Acuchillada osadía:, 54

Albo espíritu azogado:, 9

Camino por tu piel donde me perdí me encontré con el placer al que serví

hoy te sentí y volví a caer en la rima tonta de un sin vivir., 63

amalgama de mis ansias, 112

Amante fantasma:, 12

Ammmm,, 81

anidarte, sorprenderte, conquistarte, 116

así cerrados estén ellos, 110

Autor Miguel Esteban Martínez García, 1

busco fuentes arcanas, 111

cada día un eterno romance, 116

Callar del ascua:, 6

Caminando por el sendero distante del verso asonante sin encontrarle, serpenteando por la arena de tu piel;, 62

Campo lejano por cualquier parte, 4

canta la rosa de tu fuente, 112

Capaz de dar voz a lo inerte de la vida., 158

Capítulo primero:, 69

Capítulo sexto, capítulo final, 97

Carcoma del sentido:, 104

Cepas de un día:, 155

cerca tan cerca como la misma cercanía, 117

Como escama y espina áspera, marca, 144

como niño intranquilo, 116

Con delirios de agonía mi sinfonía, Hiriendo el ansia mía, aumentando mi ira cada día., 62

con momentos inmutables, 113

con recuerdos sin despedida, 113

Con sigilo hurgan los dedos, 109

Conozco la fiereza, 114

Contemplando mi cuerpo flameando en la penumbra., 62

CONTINUARÁ, 87, 91, 94, 97

Corazón de agua:, 129

Corría una noche de primavera en aquel pueblo maldecido,, 87

Crear un horizonte, 113

Criaturas en el alba:, 122

cuando me tengas a tu lado, 114

cuando sentirte te siento, 117

CUARTO CAPÍTULO, 91

Cuatro jinetes salen, 110

Danzo con el Diablo y bebo sangre,, 18

de amarte a distancia, 117

De mi libertad recta., 143

de mis ganas y delirios, 115

de sentirse amenazado, 114

déjame aguardentoso, 113

del final de los tiempos., 144

Desde que vine a vivir:, 43, 48

dibujan los pelos de mi cuerpo, 115

Digno a desatar quimeras y bestias rectas., 158

donde tus pechos descansan, 117

Eco de ayer vestido:, 2

el alfabeto más reciente, 109

El amor eterno y desenlace, 94

El arco siniestro de lunático violín congelado., 62

El castellano, 101

El Castellano, 3, 5, 9, 11, 22, 41, 42, 46, 48, 50, 54, 56, 61, 65, 69, 104, 106, 108, 122, 124, 126, 128, 131, 138, 141, 144, 147, 150, 156, 158

El Castellano a 07-03-2015, 141

El Castellano a 07-03-2018, 144

El Castellano a 09-03-2015, 46, 48

El Castellano a 09-03-2017, 50

El Castellanoº, 156

en carrera desbocada, 110

En las manos de cortesana, 111

en luna de miel del rosal, 114

en tu cuerpo asaltante, 115

Entonces encendí una lumbre,, 38

Entre corona y candelabro, 1

Erase ya un miércoles nocturno, negro y yerto,, 84

Escribiendo un te quiero mi mensaje con un beso del paraíso atrapado en lo escueto de un terceto que ya no es., 62

yo el demonio encerrado en versos y palabras no dichas, 64

Bajo aquel árbol, bajo aquella sombra enhiesta justo debajo de aquella piedra y ladrillo con aquel cristal roto, 63

Espiga de agua:, 157

Fantasma del tiempo:, 131

FIN, 87, 90, 159

Fin del cuarto capítulo, 94

Fin Del Quinto Capítulo, 97

FIN DEL SEGUNDO CAPÍTULO, 87

FIN DEL TERCER CAPÍTULO, 90

Fin Primer Capítulo, 83

FINAL, 100

Förüq, 18, 23, 25, 33, 36, 38, 39, 155

Förüq 04-03-2018, 155

Förüq breve recopilación,, 23

Frontera de la letra:, 127

fueron de invitados, el conde Drácula de Transilvania su esposa Anacleta su sobrino Dante Romero,, 93

Guardería de estrellas:, 51

honda espesura, allí sólo allí, 117

hurtando en tus afluentes, 110

II, 15, 20, 26, 134, 141, 158

II Hoja:, 158

III, 16, 21, 30

Imperios de ojos cerrados:, 43

insomnes astros del este, 111

IV, 34

la gata negra de ojos amarillos sombra tenía muy mal aspecto había engordado, 87

Libreta:, 61

lluvia intensa de tu río, 111

los amores de un día, 115

Los fantasmas de mi cabeza cantaban, 62

los recuerdos de un ayer, 113

Luna sempiterna, 119

Luna trece:, 56

Miguel Esteban &amp, 109, 119

ME, 110, 111, 112, 113, 114, 115, 117, 118

Me fundo en el surco, 118

Miguel Esteban Martínez García, 159

mirarte es amarte de frente, 110

MM, 109, 110, 111, 112, 114, 115, 116, 118

muchas madrugadas, 111

no desapareces de mi mente, 110

no hay ayer ni mañana, 116

No hay instante amor, 115

No me alejes tu estrella, 118

no me sueltes de tu mano, 118

No permitas amado, 112

Noche lúgubre y umbría., 62

Nosotras también nos vamos ya pronto saldrá el sol., 90

nota en luna creciente, 109

Ocaso florecido:, 66

Ojos de mis ojos tus ojos, 110

Palabra sin boca:, 151

para dejar en tu pecho, 109

para despertar en mis locuras, 117

para en tu templo alojarse, 113

Pasa mis nervios, con gozoso frío y brío,, 62

Piérdete en mis lunas, 116

pon tu fuerza en mis labios, 114

Por los caminos que llevan a verte, 111

por tu caracola., 126

Pseudónimo

El Castellano, 159

pues bien lleva mandrágora, yedra y daturas de estramonio, machacadas a mortero,, 81

que como rocío cruel y fuerte, 112

que deja tu huella, 118

que dicen y te dicen

llegaste, 111

que en sus espinas, 114

que maúlla en el condado, 117

que me cubra tu piel, 113

Que me maltratas sin descanso., 62

que no sea ruta de tu piel, 116

Que oscureces y nublas mi pensamiento., 62

que te secuestra y me secuestra, 117

Que trata sobre el encuentro con la madre de la bruja vampiresa, 87

Que trata sobre la visita al túmulo del vampiro ermitaño Miguel, y la boda de las dos amantes vampiresas., 91

Que trata sobre los orígenes del pueblo vecino endemoniado., 97

Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas., 119

Quinto y penúltimo capítulo, 94

Raíz de albor:, 124

Redención sagrada:, 147

Reencuentro sembrado:, 109

Relato Sangre yerta:, 69

Respiro de un suspiro, 112

Resueno, 34

Ruido de nirvana:, 144

Ruido en el silencio:, 139

Se olvidan los instantes, 115

seré tu gata en celo, 116

Sidra de boca:, 107

Siembra del pensamiento:, 46

sin agravios ni calvarios,, 118

sin inventar, sin crearlo,, 119

sin más seré tu limpia, dura,, 117

sin pensamiento asaltante, 116

sin pensarlo, sin divisarlo,, 118

Sin premisa, sin horarios,, 118

sin tiempo sin suerte, 111

Soledad ¿qué pena tienes?, 62

solo al corazón escuchando…, 119

solo disfrutar sin conocerlo,, 119

Sombra, Sombra misina mis mis, tu cena cariño,, 81

Soy förüq., 30

soy valiente y fuerte y tengo hambre., 89

Surco de alma:, 101

Tercer capítulo, 87

todo contigo es presente, 116

Trata sobre la lucha contra el caza-vampiros Juan Belmonte y la adopción de un niño vampiro rumano:, 94

V, 36

venga a mí tu suerte, 112

VI, 38

VII, 40

VIII, 41

y en mis brazos se arrulla, 117

Y este es vuestro eterno despertar en papeles en blanco que uso para liar mis cigarrillos., 64

y mis labios muerden tu tierra, 115

y pensar es delirante, 115

Yo dirijo sus vidas., 65

Yo escribo la Historia que es mi gran novela sin tinta;, 64

Yo reposo despierto:, 18


Sanguinoso, solícito

   LLego desde la fúlgida sangre, desde la espiral, enterrada en lo más profundo del corazón de la tierra, desbordadas van ya mis venas, que...