jueves, 1 de julio de 2021

12 Muralla fijada en tres

 Rrrrr

TINTA. 

OH, SANGRE YERTA.


AUTOR:

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

LUGAR: Cabanillas del Campo GUADALAJARA España














Prefacio:   












Señales y azares:


Abre que se agita

presurosa una tarde,

de templada mirada

y querellas entre flores

y ágiles mariposas,

hervidero era este silencio

de mi bondad manantial,

completo dictaba

el son de mi despierto,

lozana puridad de abrevadero,

opacidad, completa era y bastaba

a sombra, asida

en oportunidad

la reluciente, cuan estela breve

en azabache

osasen peinarla

como materia tuviese,

mantos blancos

lucientes vestía

madre tristeza,

de tallos

y capullos,

de flores sin savia

ni vivaces fronteras

de colores ni frescas fragancias

a desnudas mozas que los ríos

trenzando orillas, descubren,

inocencia de rubor

y sopor de belleza

sus curvas fecundas plagien,

entre copa de fresnos,

y hayas secuaces

entre robles y álamos encenizados,

se estire mi suerte entre piquillos

y trinos de verdecillos,

era una sinfonía que casi

el tacto alcanzaba,

satinaban los pensamientos,

y sonaban en madrigueras de sueños,

penas quedaban en destierro,

sin ellas nada en existencia

mereciese a gozo amplificar,

bondad que no te pongo nombre,

ni competencia servil te disuelve,

entre arenas  de fabulaciones,

y brea de desmerecerte,

eres señero,

y lanza erguida sin yodoformo,

ni sueño visualizado,

cumbre y manadero

en fuente de aljibe

y abrevadero,

risco con tapiz de siemprevivas;

rosas pétreas,

y álgidos escaramujos

sin tábano

que suerte

vuela el monte,

buscando depósito

y botijo de sangre.

Bondad sin atrio ni costumbre,

eres bella aunque nunca duelas.




Förüq castellano er-lobo bohemio




Contenido

VERIS EFFIGIES II: 9

FANTASMAL VISITA: 10

Lluvia sembrada: 12

Cosechada la idea: 13

OJOS DE OLIVO: 15

Abril 2015 15

Poema a la Eneidad II: 16

ODA ARENGOSA: 17

HALO DE ENTUMIDA ALMA: 18

Niebla sonora: 19

Bosque de jardín umbrío: 20

Urdimbre argenta: 22

Noche lúgubre y umbría: 27

Sed de reguero: 28

Noche velada: 31

Ceguera: 32

Tu voz: 33

Los pequeños detalles: 35

Latido: 36

Ser de esencia: 37

Espinelas: 42

FINAL TIERRA YERTA MI ÉGIDA Y CELADA 44

Piedra-corazón: 47

Desvelo dulce: 48

Vívido desliz: 49

Podando recuerdos 52

Lugus: 56

Lozana silvestrita: 63

Vorágine terreña: 64

Primavera: 65

Poema al alba: 66

Olmo de espíritu, tercerillas y serventesios: 66

Nocturnidad en colmillo: 67

Contigo sangre refulge: 69

Preámbulo derramado: 70

Espasmo rebelde, obra completa: 71

Silencio regenerado: 83

Mecha de oscuridad: 85

Dicho azur: 87

Siembra erguida: 88

Ferviente tajo floreciente: 89

Vientecillo elucubrado: 91

Clavo en sombrero: 92

Inmenso placer secuaz, inefable: 94

Sentimiento labrado: 96

Azar relegado: 98

Sendero mi suerte: 99

Soto en sol naciente: 100

Niebla encorajinada: 101

La polilla negra: 104

Beso de ascua: 105

Canto al cielo, original 2012: 106

En sangre elevaré mi canto al cielo versión II:  Diciembre 2012: 111

Deirdre reina mi dolor; cosantes: 122

Dulcera en claror: 125

Cantos de tierra: 127

Honroso tibio pulso:  132

Sed de luz: 133

PUPILA TIERRA ENERVA: 135

Memoria fría, discernible: 137

Sepulcro en cobre 139

GRANATE ARTERIAL: 140

Yunta cadente de mi huebra: 142

TIERRA DE ENTRAÑA: 143

POEMA A LA ENEIDAD: 146

Poema a la Eneidad III: 149

Lhiannan shee, musa mi Leannán-Sídhe, te canto: 150
































VERIS EFFIGIES II:




Venimos de las sidéreas lumbres,

dirigidos, enfocados, encendidos,

alumbrados, consumados en haz terreno,

sin fecha.

Deslizando tu virginal ternura,

entre acres y su miel,

por ríos de la Estigia,

un cantar blanco, purísimo,

en solo espíritu,

y su barca de remero ciego,

un caudal de oceánida

y su esposa tiniebla,

la relucida,

lirios negros, de sangre azabache

lloraban aquel río 

de todas las flores desangradas,

frontera del mundo conocido

con la llaga e imperio de Ares,

laguna abismal que abría

al inframundo, donde dirigidas,

allá, reposaban las almas,

había de aquella orilla

un árbol de oro,

quien quisiera conocer,

la lengua del averno, 

tres veces, y volver indemne,

al reino vivo,

si el destino dictó

y era semejante encargo,

la rama dorada fácil cercenada caería,

y en su lugar áurea rama de bronce

crecería para volver al mundo 

y su raíz salvaje de madre conocimiento,

y dones que ignotos, descubriría,

virtudes divinas, escondidas

en aquel pozo plomizo, de Airón,

bajar la tierra al sendero del infierno,

era fácil, ardua tarea, volver subiendo

aires encendidos, e indemne contarlo. 

Requería de tres llaves,

destino, rama de oro y la tercera rama de cobre

sólo conocida por Perseo,

a mitad de travesía,

quedaba todo como un limbo

sin salida, ni claridad,

de eternal lustre, postrado.

El ababol carmesí,

junto las magarzas, coronas de reyes,

guiaban mi esencia silvestre,

iluminando todo yermo,

conduciéndome,

por sus tomos arcanos,

que junto aquella vid de plata de Ferento

embebía mi destino;

inmortal resplandeciente,

como aquella rama de cobre,

erigiendo un amor más duradero,

y brillante que el bronce.


Förüq castellano Esteban


FANTASMAL VISITA:


Cálido yo, ante un segmento de cobre

y su templado escalofrío,

un son en llamas del sonido, humeante.

Se rizaba un acordeón,

en patitas algún diablo foráneo,

como un visitante fantasmagórico,

se quedaba sentado con nosotros,

sin reclamar ni vender derechos

consiguió en aire de alguna imagen,

turista o pusilánime prisionero aún condenado,

hablaba solo con sus azares encausados

de invisibilidad trasnochada,

muletero de frío cálido ventisqueo,

era su sombra algo más

recelosa incluso ya no le temía,

partía brisas con miradas,

y servía naipes helados; 

en copa alguna hada verde,

vestía de hojas su desnudez violenta,

relamía eclipses en alguna grama, de patio umbrío,

eternidad caracoleaba, sin lazo,

ni pedernal florido,

era tiempo de batallar,

sobre poste cóncavo

de pino frío y señales

en cable tenso de telégrafo,

jugaba notas, y rúbricas,

de alaridos esquivos,

y densos fantasmas, flotaban,

y hacían de esta bruma,

todo corral, y pretil llanto,

como rocío de toda roseta, de penitente,

abierta a la fugaz mañana,

del hombre y su negra tijera.

Miradas extrañas, que le analizaban,

y encendían su yerta,

hórrida imagen capturada,

flotaba en aire;

de plenilunio,

y solsticio embrujado,

como calor desfasando,

un chirrío,

descorchado, en alguna mente,

que, con él, sin saber

se encuentra,

soldando vapores de océanos,

y espumas, y sus sirenas.

Entre vastedad que incendia, 

todas cosas vanas,

preguntó alguien, 

sin destino, si existir por sí mismo

valiese,

era tiempo necesario;

lo que no se elige, 

tampoco se duda, ni pregunta,

acaso hablamos,

o te acabo de pensar,

cadillo foráneo, forraje

de todo sendero

que lleva a conocerte,

como clavo en sombrero,

y cimitarra en tierra asida. 


Förüq





Lluvia sembrada:





Recorrí un palmo

de tierra sembrada,

como un lazo silencioso,

erguía,

era suficiente

para completar

el fondo fantasmal.

Hice una cumbre

con las piedras de labranza

hileras de rastrojos

me surcaban.

Vestía su pliegue

nuevas cintas de esparto.

Más allá de juncos

y yerbas jóvenes.

Márgenes atrás

seguía viendo campos

y pulgas arrinconadas,

agrupándose en soga

harinosa.

Su pecho, un buen trabajo

como dos cinceles apuntaban,

su tez serena asilvestrada,

su tierra de mirada,

lo siento,

no la cambio por nada.

Fluía todo campo por sus ojos.

Su cabello de realeza

imaginada.

Peinarse en fino no pudiese.

Azabache mortal,

y destellos de Lilith

o sombra de Eva.

noche cenagosa que se pega

en mi palabra.

Sus orígenes de corriente

por tierras de fuego,

huérfanas.

Por capas de agua abajo

reflexionaba años halagüeños

confirmaba mi cable,

férrea unión, palmo a trecho,

cruzar la vida terrestre

fue encontrarla.

Mujer de viejas flores

rebrotadas,

con gotas de rocío

su brillo cristalino,

igual que dones de lluvia

relumbraban su cuerpo.

Tiempo en piel

sobre mis pies de paja,

sobre el barro

la tierra fértil,

con hocico de riera

cruzaba sotos perdidos.

Surqué su reflejo

de años esperando,

su flor de tierra

le otorgó su iris.

Mi pala de vida

ya no tenía que sacar

más terrones tristes.

Hundido entre caléndulas

mi voz parecía

tocar el arpa de su acento,

como insobornable

miel de su voz,

a reposar fabuloso marjal,

era su torso sembrado.

En juncias,

barbecho de Artemisa.



Förüq castellano





Cosechada la idea:






Silenciosa, insomne,

en la línea de un mar de grama,

donde brilla y reluce un silencio

y un poste de luz sigilosa y atónita,

como tubería hundida del cielo

a ras terreno,

en tripa de estaño, y venas de cobre

risa matutina del alba.

Canales hundidos de nueve zanjas

hace trescientos kilómetros

no los veo,

verdor que se espesa

entre espalderas de joven parral,

como terrestre ajuar de lluvia,

entre el duro calizo de cieno y tierra,

una glándula en milla arcillosa,

vibrando insinuante toda raíz terrena.

Lámparas entre el campo

de luna sola,

lucen las luciérnagas,

como ecos solos

que holgazanean erizos seniles

buscando caracoles.

Contra la roca y cerro bajo

entierra drenador seco,

a encogerse como ventilador

quemado de savia,

cielos que remolinean miles estorninos

de torvo ceño,

lanzo mi atarraya,

al río Mundo,

estira tersura

pegajoso pulgar

hincando cebo grueso

de hígado en cebo

esperando cangrejo ávido,

adentrase en su perdición de trampa,

ataque de jaula perfecta

anudada en reluciente alambre,

luego entrará seguro

del fondo del río,

como réquiem

por los cosechadores del agua

los cangrejos cantarán.

Ya se hundía silo dorado

de fardos de nueva cebada,

centeno lucía como ola fracturada,

en rojizo de labriego era su eral,

oficio ya veía trilladora oxidada,

y el molinete de la acequia

surtía agua

al canal y río de riego,

la simiente del arado

esperaba ya ser enterrada, sin mortaja

en el terreno ataúd

su nueva temporal vida.


Förüq castellano



OJOS DE OLIVO: 

Abril 2015


Ojos verdes umbríos míos,

trepando tierras,

escalando paredes;

por una voz que siente,

que raja tempestades,

 en alma de piedra.

Mi mundo cae dividido

por la misma dirección, del divino.

No soy un cielo de humor;

al tiempo que clama,

y llora, castillos de ningún lugar.

Sentido en espíritu de soñar de nuevo,

el grande acto,

el sencillo gesto, dibujado;

en hombres disparados.

Cal y tierra, de la estupidez,

sin frontera.

Noche lúgubre,

encendida, por fusiles sin razón.

Vicio silencio;

la araña hace manifiesto.

Millas, kilómetros, se dibujan,

por besarte,

creo y me vale,

el momento fusilado,

que la espina de rosa, mece.

Corriendo la fugaz palabra,

por juntar,

lo no vivido.

Bufa la serpiente,

antes de morderte.

La maldad en la naturaleza, es ausente;

sin cruzar de su gen, la fuente;

me lloran estos ojos de gato,

pensando que todo, lo que el hombre

sueña, y anhela; tuve,

momentos vividos,

qué me importa, que se pierdan;

porque en mí, jamás,

enraizará viviendo, el olvido.

Contigo he vivido,

y mis ojos se volvieron olivos;

llorando espigas verdes,

por tu vida, haber cruzado,

y mi corazón, haberte dado.



El Castellano


Poema a la Eneidad II:




Dorso mío

flor de agua,

náufrago del vasto abismo,

cumbre de alto océano,

en alta lanza mía, abate,

flancos de pecho.

Abren mis ojos, descorrían,

y alzaban hondas visiones.

borboteaba la sangre,

como río de flores carmín,

desangrándose.

Un estruendo de tormenta

por viento Ábrego, llamada,

mandaba iras del Euro,

y el Céfiro luminoso.

Mezclar cielo y terreno pudiera.

Y  trae una furia de armas

que viene álgida.


II

Una furia de mares en el Sol.

Rompiendo vetas espumantes.

Haz de aguas enmudecidas.

A los bosques planto señero,

morada de ninfas suaves,

sus áureos cabellos.

Siervas de Ceres

que no pide agua salada de mares.

Mi arco armado, y de saetas

razones heridoras.

Voy siguiendo manada

a pie de tierra,

que se abate triunfal.


III

Eneas sin alma dolida,

alzado en trance de sosiego en llamas,

y entre dioses de la madre Tiniebla,

trata resonante la umbría noche,

arrostrando riscos como cíclopes,

alegrando temores,

y sembrando trabajos igual que campos,

que trinchan los Sátiros.

Volandero en avances

y cimas como el cielo.

La fija mirada un encono,

sin desgracia, girando alma,

sin oponente irrumpa

en retumbar severo monte.


Förüq castellano Esteban a 30/08/2020



ODA ARENGOSA:


Viejo gris

oh viejo gris,

te escribo

te canto viejo gris,

tu canción me arde dentro.

Gamle grá,

mi alma partirá

sé que eres honra antigua,

honra olvidada

Oh, Odín.

Oh, Valhalla,

camino libre tus aposentos,

vivo que camino libre, muerto,

te hablo oh olvidado,

oh esquivo viejo gris alumbrado,

recto hacia la tiniebla

junta tu ser con mi alma en llamas,

oh anhelado, viejo gris difunto,

Oscuridad se vence

no se ama

Oscuridad no se vence, se ama.

Nec vincere, tenebras et amat,

ven, ven, arde.

Ven a este infinito remanso

donde se bañan las almas

mi infinito

tu sonriente halo esquivo

ya no plañe

mi granate oh viejo sepulcro gris

oh viejo tapial deslumbrado,

luz, luz me atraviesa ahora

yo, carne de espada,

yo vivo y defiendo

mi soñar de muerto,

oh, Odín mi padre

creador de todo cuanto existe,

Oh, Valhala, mi jardín

con dicha, bailo,

con honra me baño

en el lago del pozo Airón,

mi hermano Ares,

soy yo ímpetu

soy solana de esta vanguardia,

ven a mí viejo gris,

perdí mi ojo que arrojé al pozo

pozo de ánimas yertas

se escuchará mi acorde

en Sol mi sangre,

sí Sol Ferro, me blandiste regio, seguro

ante la muerte

dame a mi mujer.


Förüq castellano






HALO DE ENTUMIDA ALMA:


Al sentido intransigente

mi tinta escudo,

era mi corral umbrío

de flores llanas

en pétalo armadas,

como azares que lluvia

plañe segura sus corolas,

claro entre el oscuro

rojizo terreno,

redil de un patio de estrellas,

a mi entumida alma canto,

esta soledad acristalada

que me crece como musgo

en la piedra de mi corazón.

Voces yertas sequedad

en tierra escuchaban,

regué su sed,

atisbo cómo será la vida en centro

mi globo estrella luminaria del día,

si acaso su lumbre sola se sostiene

ingrávida cómo que viaja,

el hueso de luna su esposa

por mares de arena

su magnético mirar

partida la sombra que me acompaña,

resumí en cáliz mi aposento

en sangre nueva y borbotón yacente,

no es por mí mi halo baja a rodearte

este pájaro me habita

desde soto de carne

a hacer nido en razón ausente

en tormento dulce dormido,

tres monedas mi suerte acuñada

por ti

por mí

por el rifle poesía.

Mi contento brotaba

como germina-arte, la fuente,

implacable éter naciente,

auras revolotean púrpura violácea

vil abrazar mi azul

en oscuro cuarto vestido en tul,

verde, amarilla la sola lagartija

me fascinaba.

Manso alacrán soberano

con la araña lobo lycosa lycosa;

tarántula maternal,

del zorzal al colorín

del verdecillo al verderón

del pardillo al canario de cimbre,

del herrerillo al matemático estornino,

hoy tu piel, diviso;

para por fin hacer nido sedoso,

en tu placer

y humedad permisiva.


Förüq castellano



Niebla sonora:


Cielo no me juzgues,

pero sí me gustas,

y mil desánimos me invaden,

como amar una utopía,

enamorarse de una nube.

Que surca el azul celeste,

de propia vida.

Apagar fuego echando más leña,

ver una quimera de piel;

en imposible caudal

Ambrosíaco,

ver la luz sin tener ojos,

enamorarse de una lagartija

de mi jardín y esperar

que me hable cada día...

Pisar un abrojo

y saborear dulce,

como imaginar la miel

de tu cuerpo.

Escuchar la niebla del sonido.

Es todo lo que siento,

vals de nirvana

si mi doncella mi boca

adentra su boca,

sí de trece veleros

trece estrellas de luceros

que es el amor

que te proceso

me ayudarías

a amarte

¿hasta mi honda sepultura?

llamas de amarte profundas en tus ojos

un tiempo

de locura en la vida

llamas de amor

me sirvan llamas de amor

me soplan llamas de amor en tus brazos

te ardo

llamas de amor

avisa llegues bien a destino

profundo en tus ojos

llamas de amor.


förüq el castellano


Bosque de jardín umbrío:


En el bosque de tus ojos quiero perderme.

En el campo celestial de tu mirada.

Vivo, y quiero vivir, siempre.

Del paraíso de tu cuerpo,

soy caricia de lluvia,

soy melodía de viento,

soy te amo sin tiempo.

Porque de tu corazón, soy eterno,

y tu amor es lo más bello,

y caigo en el sueño,

en que abres tus pétalos, para mí,

bajo aquel árbol del deseo,

y crecen las flores,

y el lago emana,

de la belleza de tu alma,

de las violetas y amapolas,

del jardín de la alegría,

eres tú la ninfa mía.

Y las flores de malva, tienen envidia,

las rosas celosas, crearon sus espinas;

porque mi amor, fue para ti.

Las campanillas más sencillas,

crearon en flores sus voces,

en notas, de amor al que llaman,

y buscan, trepando y enredándose,

en la maleza, y la piedra,

el helecho en duelo,

rechazó la flor, y la semilla,

a esperas, de ganar tu amor,

con sus hojitas en belleza,

que se despliegan como un caracol.

Las droseras ansiosas,

su trampa, desplegaron,

en son de atraparte,

en sus dulces gotitas de reclamo.

El musgo enamorado, así se quedó,

pequeñito y suave, como el terciopelo,

para acariciar tus pies, y sonreír

con la lluvia, y el agua.

Donde la roseta cantaba,

y de la luna, se creía preferida,

abrió su amapola, azul y negra,

la adormidera;

siendo el sueño de las hadas,

su prima, la golondrinera,

su amapola amarilla,

fuego del bosque de las sombras,

liberó su ninfa con una gota de rocío,

con ella, llegó la primavera,

contigo ninfa mía, llegó la belleza,

y tú, amor, en alas de mariposa,

abrigaste cada sueño,

arropaste, cada pensamiento,

y ahora, no sólo eres mi amor,

también, la más linda flor de mi sentimiento.

Nunca marchitarás, porque si pasa, desaceré yo.



Gran luz, gran luz, al conocerte.

Cabalga un sueño, hermoso en los albores,

cruzando el mar, su alma está.

Su casa, su amor y su hogar,

en el corazón de su doncella, está.

Guerrero niño, vasallo nombrado, del amor.

Gran luz en su reino, creado de ilusión,

de fuego incombustible, su interior.


Cabalga su amor, su doncella más cerca está.

Crecen las flores, en los alrededores están.

Deleitadas y coloradas,

dejando en pétalos, su complicidad,

para el romance, que viendo están.

Mientras va el río de colores,

con paso lento, y decidido.


En besos de gotitas,

que dan vida, a las almas al pasar.

Llora una plantita, con una gota de rocío.

- ¿Qué pena tienes tú, plantita,

tú, que eres linda, y la luz 

y el río,

te besa, y acaricia, cada día?

-Mariposa quisiera ser,

¡Mariposa quisiera ser!


Volar a la otra orilla,

y a mi amada Quimera,

que está solita, poder besar.

Al viento le pido, cada día

que traiga sus semillas,

para que, con las mías,

abandonemos la soledad.


El castellano


Urdimbre argenta:


Puedo escribir todos mis pensamientos,

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor

y por querer pensarte,

desapareciste entre la tenue, luz de luna, que me abrigaba.

allí la razón, apagó los latidos, de un corazón.

Como tierra yerma,

marchitó aquella flor, que, 

un día, llamé amor;

y ninguna pudo ocupar, su lugar,

sólo la hiedra brotó, hasta tapar la luz, que me daba calor.

Pero yo te sentí, amor.

y lo vuelvo a hacer.




Cerré los ojos y allí, estabas,

como si no pudieses salir,

de mi interior.

Como si quisieras besarme,

o decirme algo.

Pero tú bella en sueños,

no hablas.

en sueños, no hablas.

Y nos quedamos mirándonos,

a ciegas.

Yo te aviso, que en el bosque

de mi mente, solo hay un camino,

y es un laberinto.

El final lleva a despertar,

y enfrentarse con la realidad.

Pero tú bella, en sueños,

no me hablas.

y yo a primera vista,

me enamoré de ti,

por si algún día acaso,

el sueño se cumple,

y ya de realidad me dices,

te estaba esperando,

siempre te amé.


Logré lo que soñaba,

logré encontrar amor,

conseguí felicidad en el pequeño

y largo momento.

No entendí de ella sus lágrimas,

o quizás sí.

Si su felicidad fue la mía,

al revés también sería.

Al revés también sería.

Y yo la esperaba como

aquel día.

Pero con otra compañía.

No lo elegí, sin saberlo

ella seguía en mi camino.

La consolé cuando llegó en lágrimas,

no me dijo por qué,

pero sentía su dolor.

Tenía un presente,

y no soportaba la idea

de quien por ti sufre

es quien te quiere.

Y esa noche lo que tenía,

se esfumó como suspiro

de oscuridad del callejón conocido.

Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,

me mataron en el sueño,

pero el sueño lo termino yo,

y mejor esa noche solo me quedo

contigo amor y mejor,

muero con tu calor

para terminar en ti con el color

de caricias, y besos

como un romance, que no acabó.



Buscándote en el silencio.

Buscándote debajo de una piedra,

o en el fondo de una cueva.


en la flor sin cortar,

o en el fondo del mar.

En la nube o fuera del cielo.

En lo que se ve,


y en lo que solo se siente.

En el sueño y en el recuerdo,

en mi felicidad o en mi tormento.


Buscando, te encontré lejos.

Ahora que en letras te tengo

estás cerca de ser mi vida

y yo, tu verso.



Bella, vuelas libre doncella,

sol te toca, acaricia tus efímeras alas

de mariposa desvelada.

Viento te lleva, allí donde el amor creó,

reflejo de libertad soñada.

Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,

dejaste atrás nubes de tormentos,

rozando tu destino me arrastras.

El manto de las hojas te protege,

buscadora de sueños

de la fronda de mis sentimientos.

Viviendo en la ternura de la dulce mirada,

volando con la fuerza de la palabra sincera.

Durmiendo hasta que se oculta el alba,

ángeles y dragones, arropo en el corazón.

Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,

para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,

cientos de tonterías para tu sonrisa.

Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,

pintando mi vida.

En la caída color gris quedó,

color gris quedó.

En la huida el tiempo y la situación

que cortó un camino en dos.

Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.

Su esencia mariposa del amor.


Me llama en la noche,

me acaricia su velo,

viene altiva en cada sueño.

Con sus caricias, desvanecerse quiere,

renacer en la oscuridad del ocaso eterno.

Comprendiendo y llevándose mi dolor.

Yo, sin comprender su aparición.

Recreando su alma viajera.

Sueños serán, más cada día, 

amo más.

En la belleza de imaginar,

la complazco con la sencilla palabra de amor

a su alma sin cuerpo.

que me acompaña desde que sufro

por el querer.

Fantasma o fantasía,

me guarda caricia,

sin saber yo su razón.

Ella, hasta dudando de su existir,

que yo por amar, la amo.

Más no sé la razón de su compañía,

cuando el reloj marca la una en madrugada.

Más si pudiese saber, preferiría no saber,

quién es preso de quién, o si ella y yo,

somos presos del querer.



Te vi, detrás de la estrella más brillante

del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amor que corre y descansa

entre la inmensidad de un parpadeo.


Entre la oscuridad que alcanzó a ver

la belleza que envuelve tus piernas.

Adentrándome para reposar contigo,

siendo una sombra más,

pero especial para ti.

Te encontré en mi sueño más cálido,

en el cielo encerrado que liberé.


En la noche que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi amor corrió por tus senos.

Y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,

para así, por fin, no olvidarte nunca.

Es solo la vida en mis ojos donde un día

se mide por las veces que te imagino a mi compañía.

Y una noche la vida de mi palpitar sin sueños.


No importa que no te tenga,

no importa que no te vea, porque te siento,

y te siento más allá de donde acaba el firmamento,

en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.

Donde me di cuenta de que, 

el sentimiento descansa,

no muere, como la flor sale en primavera.

No importa que no te tenga.


Porque después del invierno volverás a florecer,

te amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,

pero con el saber que, si vuelves será para quedarte.

Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas;

porque a mí no me engañas, yo soy para ti,

y muero si no me cuidas. porque te entregué mi palpitar,

por lo que somos, 

y por lo que seremos, 

nos queremos.


No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,

y tu amor prefiero sembrarlo a diario,

la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.



Noche lúgubre y umbría:


A ti noche oscura te escribo.

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,

garabatos en hojas de papel.

Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,

deambulando sin rumbo.

Mientras, apuro la botella, esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.

Me estoy volviendo loco.

solo veo sombras, y figuras que se dibujan en tu oscuridad, como demonios.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti, noche lúgubre y oscura, te escribo, que, bajo tu protección de tu oscuridad,

ven salir los ladrones, y asesinos a hacer sus acometidos.

De muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche, lúgubre y oscura, te escribo.

Tú, que no entiendes de genocidios, ni de muerte, ni de fosas comunes, selladas con cal, y tierra, ni de fusilamientos.

Tú solo ciegas la luz del sol, y sólo el fuego, y los fusiles, iluminan,

tu oscuridad.


el castellano


Sed de reguero:


Manantial fulgente de inspiración,

es tu mirada tierna sin compasión.

Matices de esmeraldas tu pupila,

enfrentada con mi pupila.


La golondrinera el aroma,

de tu piel frágil, y esquiva,

con sus amapolas amarillas,

el color de tus cabellos.


Un piropo, un suspiro;

de mi amor eterno.

Irrefrenable el deseo,

de entre tus afiladas, y moldeadas, piernas.

que corre, que escapa, y vuelve, el cosquilleo.


Tu boca junto a mi boca, bebiendo

del mismo, agua, del deseo.

Tu piel con mi piel avivando,

el fuego del sentimiento.


Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,

me robaste mi primer beso,

de niño, que nunca había sentido el amor.

Me dolió que te marcharas,

a otro país, sin despedida.

No te pude decir, que te amaba,

pero si regalarte, una rosa amarilla.


Supuse que te lo imaginabas.

Desde que tu recuerdo, 

me acaricia,

siembro en la misma jardinera,

al último suspiro de verano,

golondrineras amarillas y al igual que espero,

sus amarillas amapolas, en primavera.


Espero, que vuelvas, aunque sea como mariposa

O abeja a mi terraza acariciada por los álamos;

y bañada, por el monte de horizonte.

Espero.


Vida en gris, de la que tú eres, mi luna esperada.

Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,

por donde fluye el solitario beso;

la tierna caricia anhela ser algo más.


Mis ojos quieren atraparte, en su firmamento,

mis sentimientos arroparte, con fuego.

Pero yo, sólo te quiero a ti, mi vida en verso,

mi motivo para ser, solo tuyo, para no necesitar, nada más.


Ser el sueño, hecho realidad, la felicidad, de dos caminos,

que se cruzaron, en el destino.

Tiempo para esperar, vida para soñar,

cuando te vi llegar provocaste mi despertar,

y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.

Nos merecemos algo más, en este papel que jugamos,

saber si nos amamos, si el deseo, quiere ser pasajero,

el mío, quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.


Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,

avanza cruza cada noche, el cielo azul, de matices violetas,

siempre te encuentra, la soledad, me abandonó, para poder servirte.

Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.

Pero del corazón, nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,

el te quiero.

El pensamiento, que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.


Todo lo que me queda por decirte, y lo que no te dije,

vida para vivirte.

Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.

Porque eres lo más hermoso de mi mundo,

camino que surca nuestro antiguo paraíso.

Permanece como el compás de mi pulso,

desde que te conocí supe, 

para lo que viví.


Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;

allí donde viven, por el querer, alegrías.



Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,

te encuentro soñando, con otros días, de amores profundos.

Como el azul del cielo, que, a tu lado, te hacía brillar,

mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,


mientras acercas tus labios para besar los míos,

y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.

Vistas de un amor eterno que devolvería vida,

para quitar su despertar, de melancolía.



El lobo vigilaba su guarida, allí su mano le sacó, para ver el mundo.

No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,

guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser volaba hasta regresar.


Te necesito más allá de este sentido, que grita por tenerte,

te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,

y a la vez te adoro, en cada golpe de viento y reflejo.


Me encuentras, y tu recuerdo, reciente, me besa,

mientras no puedo evitar recrearme,

en el deseo, y corresponderte.


Transparente sentimiento, para sentirlo, una vez más.

La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,

a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.

en la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,

maldita mi suerte, que dejó 

que te fueras para soñarte.

Ahora, los minutos me ganan, 

sin ti, 

no quiero el cielo, sin ti.

Como la brisa a la mar, mi alma reclama, tu compañía,

cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final, si ya no está.


Tú mi noche, y mi día, quiero verte, una vez más,

para así no sentirte soledad, en la oscuridad,

tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú, estarás.

Hoy, la noche 

me llama una vez más, 

para soñar que a mi lado estás.

El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,

y no verte llegar, para no verte llegar.

Amor dónde estás, si te fuiste quién, te podrá domar.



El castellano


Noche velada:


Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,

pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.

Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.

Más los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso, de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido, solo templado con miradas intermitentes,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago, 

baila con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te busco incluso estando solo.

Flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;

artificie luzca.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,

humo, humo, humo.

De tierra a ceniza llamando,

le ganó el cigarro y el trago,

recuerda que tus ojos tienen sangre

y también se emborrachan.

Cállate sólo eres una fantasma que yo sólo veo.



el castellano



Ceguera:


No lo veo, pero yo también lo estoy sintiendo,

esto no es sólo lo que siento, es un simple lamento,

de no hacer todo lo posible porque me sientas en este momento.

Por darme a mi momento, sin haber parado a pensar cómo iba el tuyo,

quiero compartir que mi base de existir fuiste tú desde conocerte y verte,

esta es mi vida con la enfermedad mía de la ceguera.

Decirle, que la amo aún, así de no poder verla, no se vaya de mi lado.

Entre noches de humo y suspiros de minutos,

busco tu aroma en mi piel entre el calor de mi cama;

tu sabor en vasos de agua.

vivo muriendo en el oasis de tu compañía,

en tus recuerdos, esperando la arena de tu piel para adéntrame.

La luna perpetua de noches en vela de navegante,

sin mar ni tierra, ni final, solo con un duelo al tiempo de tempestad.

Ya olvido quién soy para adaptarme a un tiempo que no me corresponde,

soñando noches de miel, despertando nubes de nostalgias,

acercándome a ti al cerrar los ojos alejándome en la tristeza,

nadando un océano sin saber nadar, navegando a la deriva en tus piernas.

Adentrándome en tu vida sin querer, donde ya se juntó mí querer con el tuyo,

el halagar cala dentro y profundo, llora la distancia;

comienza el despertar de los tambores, llamando a los soldados de la tierra.

Con el susurro de la luz en cristal de gotas de agua,

pensamientos cálidos me arropan tu compañía,

solo una vida solitaria desde aquella lejanía;


un sol pernocta durmiendo disfruta su luna

con tacto terciopelo una vida de amor eterno

un caballero busca a su mujer la extraña.


Avanza entre montañas de azores

y valles de bosque y ríos dulces,

noche de amor entre nubes acolchadas,


con el frío de un mundo en sangre que estaba en guerra.

Ahora su patria era su tierra en la hoguera.

Se despierta frío y solo tras pintar con nostalgias recuerdos.


El castellano


Tu voz:


Eres fuego en el agua,

eres luz en la noche,

calor en mi alma de hielo,

amor en mi mundo de ilusiones en viento,


bésame al final de este deseo de chincharte,

acaríciame con tus labios,

el mordisquito en la oreja,

el susurro en el cuello,


noche de eco entre imágenes,

pupilas mirando pilares al cielo,

entre verde y violeta de árboles,


ojos de gato, tu gemido,

tímido y feroz,

tu voz.


Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,

lo efímero del segundo al pasar del minuto,

la seda del sentimiento, en su carita del beso,

el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,


acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,

siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,

el momento que dejó el silencio,

el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.


Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.

Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,

se sirve de tu aliento, crea mi armonía,

cada caricia te hace real.


Sostén mi placer cada anochecer,

sé el tiempo que nunca se fue,

sé mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,

detén este instante para hacerlo real,


el sueño hecho realidad, la historia sin final,

mi eterno amor, sin dudar,

corazón carmesí, como flor de abril,

navega mi sensación.


Es un te amo lo que me encanta escuchar,

los mil que me quedan por decirte;

los que nunca se irán.



El castellano.


Los pequeños detalles:




Una nube de tranquilidad me cobija mientras observo el paisaje. El caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado de la piedra caliza, que resiste el embiste del viento y las lluvias; la lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y cierra un ojito, aprovechando los últimos rayos de sol; el escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes patas, tropieza y vuelca quedándose varios minutos intentando ponerse derecho; mientras, se despierta uno de los dos grandes murciélagos, que aquella cámara de la gran casa rústica, ocupaban.

Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de los pinos.

Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con caseta para las gallinas; frambuesas y arándanos, en un pequeño huerto al lado de la puerta, un pequeño estanque de azulejos en el aljibe, donde nadan tres carpas y un barbo, oscurece y el joven rapaz, de cernícalo primilla, del palomero oscuro de la casa, se lanza a por un pequeño ratón de campo, que andaba merodeando, buscando algún resto de harina o de grano.

Con los primeros rayos de sol, la mariposa de bellos colores azulados, dando sus aleatorios vuelos en busca de flores de lavanda, es atrapada por el pequeño mochuelo, que salta del agujero de aquella antigua encina.

Avanza el día con el volar de un salto de un saltamontes, al criquear de un grillo cebollero bajo el frescor de su madriguera, bajo una atocha de esparto, ya dorada, a mis pasos bordeando las vides, detengo mi visión en un diente de león que paseaba una doncella escarlata, o mariquita; buscando pulgones que comer, voy hasta el roquedal con una trilladora oxidada, que vio mucho oficio, se descubre un bello lagarto ocelado, que asustadizo rehúye mis pasos, un alacrán camina lento su despiste, sin alerta, por la piedra, y una araña lobo lycosa lycosa, le lanza fulminante mordedura sin defensa del aguijonazo del alacrán, todo sigue su curso instintivo, de silvestre ecosistema, donde ni la culebra bastarda se molesta en bufarme, ávida busca nuevo escondrijo; todo sigue la supremacía del devenir de las estaciones, y genética de condiciones, que todo animalito sigue sin recelo.


El castellano







Latido:


Latido constante, clavado en tu mirar,

caer y despertar en el incesante sueño,

de compañía a tus efímeras y angeladas alas, 

de tu eterna alma.

En sinfonía plena con mi sentir,

plausible en verso y gesto

que arde en tu corazón de fuego.


Aviva el recuerdo creando presente

de este soñador despierto,

para volver a anhelarte mi amor eterno.

susurro del viento trayendo tu brisa,

a mi sentido despierto cuando te veo.

Latidos al compás de tu sentimiento,

viendo la vida en colores,

desde que mi pensamiento invades.


Y vivo colgado en tu pestañeo,

para ser el poeta de tus ojos,

sencillos y tiernos, vivos y aceitunados,

y corre mi vida por tu cauce.

Donde el río creado,

fueron mis lágrimas de felicidad,

de sentirme amado.


El castellano




Ser de esencia:


Ilusiones quemadas en papeles con tinta,

con los sonidos sordos de un eco de imágenes

el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.


Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,

la mente ciega las observa con su pensamiento claro

sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.


Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,

un secreto en un gesto que su mirada grita.

El despiste que convierte en ofensa el fallo.


Un sentimiento distante que próxima te quiere.

El tiempo que tarda en decir adios al por qué gana,

ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.


Pensamientos negros:


Te sentí amor y por querer pensarte

la realidad silenció mis latidos.

Aquella flor que llamada amor

ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.


Entre la tenue luz de luna que me abrigaba

abrí la puerta que me condujo al campo

de negros lirios por el camino de ida sin regreso;

La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;


Donde la luz que me daba calor era ausente,

tras de sí un sendero agrietado por el que fluía

el río de las flores desangradas;


Hacían ellas mi último aliento,

un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,

cesó aquel si bemol.


Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009


Podando recuerdos para volver a amarte,

dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte

aquella mi rosa que llama al frío pero resiste

cantando a la víspera del invierno triste.


El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;

gota de rocío que se evapora con el sol en su visita

y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,

para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.


El fuego del deseo se hacía con su compañía,

con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;

De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo

de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.


Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños

un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;

solos en el encerrado mar del amor no demostrado

su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.


Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009


El ritmo de tu cuerpo,

donde el agua y la poesía

hacen el amor.

El fondo de tu mirada

el manantial de esmeraldas.

El calor de tus piernas,

El terciopelo de tu piel.

La suavidad de tus caricias

mi motivo para viajar

allí donde el te quiero

lo dices sin hablar.

Lo que me alegras

sólo con tu existir.

Es todo lo que significas para mí,

lo que me haces sentir.

Es el agua de tus besos.

Es el fuego de tus labios.

Eres tú.

Eres tú mi vida, mi luna.

Eres tú en cada noche fría mi calor.

Eres tú la chica que siempre soñé,

la chica que siempre deseé,

la que vivía en mi subconsciente

para cuando apareciese

darla lo mejor de mi existencia.

Deseos, ilusiones, anhelos

definiendo mis sentimientos.

En mis recuerdos tus besos

sabor de hiel.

Tú mi motivo para soñar.

Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,

tú todo para mi.

¿Por qué no has aparecido

en mi vida todavía?

cuando por amor se quiere

a quien no ama

y por soñar se vive amando,

por amar se vive soñando,

y el que siente se miente

quiero mi despertar y verte a mi lado

para sentir que en un pasado

andé con la botella en la boca

y no que ella

chupó de mí mi vida entera.


en sábado, noviembre 21, 2009



Yo te sentí:

Puedo escribir todos mis pensamientos

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor

y por querer pensarte

desapareciste entre la ténue luz de luna que me abrigaba.

Allí la razón apagó los latidos de un corazón.

Como tierra yerma

marchitó aquella flor que un día llamé amor

y ninguna pudo ocupar su lugar,

sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.

Pero yo te sentí amor.


Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009 




Contando mis recuerdos para volver a amarte,

me pierdo en tus detalles y vuelvo a desearte.

¿Cómo estar triste? si siempre te tengo presente.

¿Cómo ser débil? si tu amor me hizo ser fuerte.


Es el ocaso del tiempo que me dispara,

derrotas y victorias en este campo de batalla.

Una sonrisa y un beso recogió mi alma

junto con un te quiero sincero esa fue tu arma.


Mi pensamiento vi volar junto a ti

desde el momento en que te conocí.

Con mis besos y caricias tu cuerpo recorrí.

Mi pasión mantenerte viva dentro de mi.


Contigo en mi vida, se encendió el fuego del deseo

y de deseo en deseo encontré mi anhelo,

el insomnio de este vivo sentimiento

no perderte nunca para soñar despierto.


Y así, cada día volver a amarte y desearte.



12:22




Espinelas:

1

Enhiesta flor fue semilla, 

altiva plántula fue ella.

Quién fuese aquella tan bella.

Él, pupa acabó polilla.

Aún plántula fue pilla,

él aún pupa la amaba.

Aún flor la respetaba

juntos cuatro meses bellos

cómo fue lo saben ellos.

Él desde pupa esperaba.


2

Bellis annua siempre bella

sin ningún pacto indebido,

licor de mora bebido

brindé yo por amor de ella

y mío mas la botella

casi entera, mi infinito

lleva en corazón finito.

sólo nosotros dos flores

libres en cante folclores,

soy alcalaíno, cito.


3

Amor te adoro bastante,

tanto que ni te imaginas, 

volamos sobre colinas.

Nada encuentro yo distante

feliz yo, el único amante,

ambos somos golondrinas,

folclores mas las endrinas,

el weche, mapuche, arriano,

nunca solar artesiano,

no hay destino en las neblinas.


4

Ahora, es ayer, henchir. 

Amor obtuso, incesante,

mi vida en valor constante

valiendo la pena hinchir, 

sin pena yo, rehenchir, 

vigoroso, parco, regio, 

como corazón de arpegio, 

ella firmamento mella, 

mas yo nunca ser aquella, 

hijo del viento, bastante. 


5

Te observo, mas yo la endioso, 

amor, pasión más los vinos 

lo mismo, yo catavinos.

a ella doy mi sangre de oso. 

Vivamos sin el ser soso.

Toda mi sangre antibaquio 

a mi mujer; Lofobranquio.

Viva yo y más mi caballo.

mas es él saltacaballo.

A ella la amo, todo baquio.


6

Tesoro mío guardado

dentro tuya el sentir puro,

espíritu era ello oscuro, 

espíritu mi candado,

en alma estaba bordado. 

La espera, vida gallega.

Lluvia hasta aquí las allega,

Beltane, una, mas las diosas

Aurora, Flora preciosas

su  ayer muerto, entalega.

7


De celos ya no latere*, 

amor, tan viva a raudales,

nacido en los manantiales. 

nocturna cuenta el me quiere,

luceros, el Sol mas mi ere, 

todo lo quiero en las calmas, 

nacer temprano, los ensalmas,

universo cisne e indemne,

desde quince años solemne.

Celta el fuego, hace reales. 


8

Vida, para amor morir 

en tu pupila, en placer,

llegué donde renacer, 

mucho tuyo a descubrir,

eterna alma, su existir.

Criaré las zarzas, hinojos,

mas viviré dorando ojos,

mi conversación es cena, 

estabilidad la escena, 

mas sabiduría, abrojos.


9


Este amor todas mis venas

se come mas manifiesto

toda mi sangre dispuesto

sin riendas cómo me frenas

te deseo sin cadenas,

te amo como sangres hiervo

deseo ser tu agua, siervo.

Ven a mí quiero tu risa,

ver que fui feliz deprisa

pero tu te amo fue fervo.


10


Amado Nervo es el nervio,

fuera instintos y amistad...

de amistad mi lealtad,

amiga mi sombra, antuvio,

digna casa con compluvio,

antuvio en desuso ya anda,

hecho anticipado, banda

rosa por hierro, fragancia,

mi instinto digna elegancia,

del mío dragón parranda.


11


Mordedura con dolor,

amor ni cura ni ungüento,

puro y eterno es su cuento,

en mi abrazo le doy color,

envidia resbala, albor,

premisa estar en tu vida,

porque no hay razón, anida, 

cuándo sepa dejaré esto,

este Miguel no es funesto,

tu merced de mi embestida.


El Castellano


FINAL TIERRA YERTA MI ÉGIDA Y CELADA







Relente








En este linde se construyó mi pecho habitado,

se escaló la colmena de labios grises,

por la escarapela fluía veloz el sosiego

de mi vida quieta,

por romances oscuros caminaban mis nervios,

una ruptura de estrella

tumbaba la compuerta de la belleza,

para sembrar allí latidos etéreos,

recto escalafón dorado al beso

y tu cuello me nace doliente

fulgente fuente enternece mi suerte,

yo hablé con mi amor que no existe

y aturdida me contestó la voz,

era como un eco sordo en alta voz

resquebrajando un patio de perdices

y altiva sonaba por las cumbres

jugando y riendo con lobos

sí esos que habitan mis ojos,

aullando y espantando los dolores

en mi sien,

mis dolores que se querían

como hermosas flores desnudándose

en altas espinas profundas,

allí sólo caminaba mi rosa, toda

siento deciros que yo soy del viento

y el viento es mío

en estiaje gris pálido cruza mi relente

del cielo su lluvia,

con impetuosa fama,

sacude la tierra y su flor bella clara ,

dejándome ser como el rocío primero,

en recorrer tus labios,

quiero habitarte en canción

que haga surcos de mí

en tu alma verdadera.





El Castellano



Piedra-corazón:


No es una piedra, es mi palpitar,

su latido cesó y en piedra cristalizó,

ella lo tiene en cuenco con agua,

a símil de mascota que nunca muere.

Le sonríe cada día, normal es mi palpitar,

no huye, es piedra fiel a su amor.

Con caricias sintió que palpitó,

que fue su inspiración, su amor y su dolor,

pero en piedra cristalizó, pudo darle calor,

ya que nunca quiso mi dolor.

Esa piedra-corazón, 

fue músculo,

pero murió y ahora solo le queda esperar,

esperar que el agua y el tiempo,

le otorguen musgo y sangre verde,

que ablande los cristalitos de su interior,

y resucitar.

Quizá algún día, cuando ella se olvide

que es una piedra, volverá su palpitar.

Pero yo ya noté la ausencia

de vivir sin corazón.


el castellano


Desvelo dulce:


Café a la una y once de la noche,

despiertos los murciélagos,

raspando sombras,

bailando a la luz de las farolas.

La ciudad que no duerme,

mi mente volando, siguiéndote,

enredándome en tu pelo,

atravesando la luz incandescente,

como buen murciélago mi vuelo,

cazando letras para tu sentido despierto.

Sorbo de un café con leche y con hielo,

anhelos y sueños de un amor eterno.

En aroma de café a la compañía de una Leannán Sídhe,

Leannán-Sídhe del reino idílico, 

el mío nocturno,

tu fuego el día de mi noche,

quémame porque me dejo quemar,

soy fénix esperando resucitar.

Con brea de estrella un corazón puro,

con oro y plata

los reflejos de la noche en la ciudad.

como buen murciélago mi vuelo,

enredándome en tu pelo.





Vívido desliz:




Muero por un beso

vivo por un querer

cruel del destino

condena de una pasión

que creó tu pestañeo

al dejarme ver

tu cielo encerrado

fijamente tres minutos,

y morí con tu pestañeo.

demostró que fui

importante para ti

y que a pesar y muy

a mi pesar de los problemas

seguí en tu mirada atrapado

hasta que la aguja

de aquel reloj de pulso

se paró al pasar

ciento ochenta segundos

mi cambio de vida

cuando consumí

medio giro al decir:

-Siempre te amaré.


II

Enciendo maquinaria

de este tiempo disuelto,

en pétalos de éter y formol,

desangra la rosa secreta,

y un estambre rige,

destello que precipita,

el albor.

calidez de ilusión,

y araña que arrastra,

tejiendo el eterno sentimiento.

Yo que arrastro

mis aciertos,

como desnudo sol.

una noche cualquiera,

y activé el engranaje

mi reloj de pulso.


III

Mi carmesí caléndula,

fijó su pestañeo,

en mi camino de destino.

Alumbraba un candil

dormido, una luna llena

de enero.

Era tiempo suficiente

para huir y quedarse.

En la boca formaba

toda sombra de opacidad.

destrenzaba un halo.

Sujeto de una lágrima

pasajera, un segundo más,

y devoró el dulce tormento.


IV

Giré entonces la tuerca

de mi corazón oxidado,

por tantos aullidos nacarados,

y su ente femenino

me atisbó un beso

a mi alma.

Era el crepitar de la llama,

que mandabas como loba

y como luna se prendiesen

todos los colores

de mis sueños

consumiendo mi tiempo abierto,

que completo el giro,

dictó la vuelta

al inicio del sentimiento preso

que sin retorno

siempre te amaré.




El castellano Förüq








Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, diciembre 05, 2009


Podando recuerdos para volver a amarte,

dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte

ella mi rosa que llama al frío pero resiste

cantando a la víspera del invierno triste.


El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;

gota de rocío que se evapora con el sol que visita.

La sonrisa que resplandece sus labios besa

al encontrarse con el te quiero el beso que espera.


El fuego del deseo se hacía con su compañía,

en la que besos y caricias recorrían su fantasía;

De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo

de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.


Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños

un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;

solos en el encerrado mar del amor no demostrado

su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.



Soledad ¿qué pena tienes?

Que oscureces y nublas mi pensamiento.

¿Qué quieres de mí?

Que me maltratas sin descanso.

Noche lúgubre y umbría.

Contemplando mi cuerpo desnudo en la penumbra.

Pasa mis nervios, con gozoso frío,

El arco de lunático violín.

Los fantasmas de mi cabeza cantaban

Con delirios de agonía mi sinfonía,

Hiriendo el ansia mía,

aumentando mi ira cada día.


Caminando por el sendero distante

del verso asonante sin encontrarle,

serpenteando por la arena de tu piel;


Escribiendo un te quiero

mi mensaje con un beso

del paraíso atrapado en lo escueto

de un terceto que ya no es.


Camino por tu piel donde me perdí

me encontré con el placer al que serví;

Allí una flor con una nota: hoy te sentí

y volví a caer en la rima tonta de un sin vivir.


Libreta

autor: Esteban el Castellano. Yo Miguel Esteban


Bajo aquel árbol,

justo debajo de aquella piedra y ladrillo

con aquel cristal roto;

encima de un puente con un ruedo de arena

en obras esperando,

que aquel árbol nunca sea sepultado

por asfalto y hormigón;

sólo recordado por aquella huella de zapatilla

presionada en la arcilla pulida de tu piel;

bajo él, el río de las flores desangradas

y el llavero del que falta mi llave

que abre aquellas puertas del cielo

liberando tu alma,

esa llave la tengo yo;

en mi llavero del día y de la noche

junto al peluche de una serpiente

de amarillos ojos y cuerpo verdiamarillo,

siendo custodiada por el águila bicéfala

de un llavero que pone Toledo

con cabeza en metal y tinta del jaguar

que protege mi corazón con tu historia,

tu tiempo, tu espacio, tus recuerdos

tu ayer y hoy, tu dormir y despertar,

tua vita in memories and love.

Yo the end and begins,

the man who have shout hecce homo,

the black and light,

the red and your blood,

the night and day.

Yo el mundo escrito en mi libreta,

yo bolígrafo macizo de plata y humo rojo,

yo el agua de tus ojos,

el vino de tus besos,

yo el demonio encerrado en versos y palabras

no dichas;

escritas.

Escritos que jamás

podrán descifrarse y entender:

Un canto al horizonte que sólo llegará

cuando llegue el final

y las trompetas derriben los muros de hojas de papel

donde crece el árbol de mis raíces;

donde te escondí;

para nunca dar a la luz

la luz de esta realidad

que sois todos vosotros atrapados

en la fantasía del mundo,

de una novela sin tinta,

sólo de imágenes.

En mi libreta duerme el mundo

yo

soy

su

creador.




Y este es vuestro eterno despertar

en papeles en blanco

que uso para liar mis cigarrillos.



Yo escribo la Historia

que es mi gran novela sin tinta;

imágenes, formas, figuras, personas, lugares, reales;

viviendo, alimentándose, fornicando, existiendo

en ésta,

la única,

y verdadera realidad

de dos dimensiones.

Yo dirijo sus vidas.

Soy tiempo, soy espacio, soy alma de otro ser,

que guarda

en una mente ,

y corazón todos vuestros recuerdos.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en viernes, diciembre 04, 2009










Lugus:


Oh lugh, invencible al crisol

de tus lenguas travesadas

fiel carrusel de rayos sin secuela

de su rizada espera,

blanca luz de tu vera,

entre compases que hielan,

a tu vespertino canto derriten, despiertan

tus mil llamas liberadas,

desnaces a la noche que aguarda,

oh Sol de mis soles,

acoge este iridiscente canto

en tu seno en mi pecho que te aguardo,

al fragor de serpientes frías,

al valor de fieras enardecidas,

bajo y bajaré para alcanzarte.



El rey lucero,

todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,

a través de la caricia nos trae Lugh.

Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris

que apareció tras mirar fijamente preguntando

a una flor de difunto me comentó

que podría indicarme de la tierra

donde todo es libre



Lugh

mi padre astro,

Dios de las artes,

este afán que me enciende la vela

para que me encuentre



luna madre de Lugh soberano,

encuentra su cuervo en su castaño,

estribo sin llano

un real cerro

de rivera del antaño tajo,

salpicando este corazón por piedra,

con mi dicha

que se acuesta y briza,

mi profunda raíz de tomo,

con negro abismo despejado,

centelleando.


Wotan, Lugh, Morrighan,

ese veris perdida y encontrada,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

Genii locorum dioses ancestrales

abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad

sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo 

el eterno resurgir en ti cierra

y comienza,

resurgiendo, abriendo camino,

escudo en fuego sembrado,

hueso del pagano,

me deberán cuanto yo he plasmado,

hierro al hierro,

fondo escueto

del vítreo traspuesto,

senda de la idea,

por ellos socarrada,

lucha, cuanto más arduo es el camino,

cuanto más se  abren las pruebas

más se hinchan las fuerzas,

sólo vencer en firmamento,

agujereado de huesos,

siembras que tiembla la luna.

3 claman los genii locorum

que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,

Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid poesía,

elevar mi canto

que yo con mis actos

os hago un manto,

Cernunnos comienza nuestra caza,

Candamvis alumbra esta montaña centelleando

el relámpago,

abriendo el cielo de nuestra bruma,

tejiendo nuestro amado ocaso,

que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,

ahora y siempre se escuche nuestro canto.




Regio Lugh meditando.

Sin mis vencejos

no brota esta fuente.


Abren montes

sucios de azul sereno,

deslumbra un fulgor.

Dios del destino,

dios de luz y del fuego diestro,

doradas sierpes bajan el acecho

flamígero.

sí o no mi lucero,

afrenta amanece,

antepasados servid al viento

de vuestros hijos.

No hay bajeza por recorrer,

raya la senda

cristal hondo, que lluvia mezca.

Renovado filo incierto,

entra luz en círculo

piedras de mi padre Lugh

escrita la noche,

ancho dilata diáfana derrota

cae a mis pies.

Vieja honra goza nuestra libertad,

tumulto en casta recio,

esquilas límpidas las mías

en luz de mi Sol padre,

titilan tersos

los verdes de tierra

espejando joviales reflejos,

dios de fuego y de toda Iberia,

desde portal del bosque

de Cernunos,

Candavmmis abre los cielos

velo de tormentas,

apacienta bella, tu recta belleza,

sobre mi haz

fiero, funde mi luciente,

a avivar el trueno.

A galopes de oscuridad

magnánima.

Dios de brillo terso,

En este otero mi alma despertará.

Aciago comienzo de sangre

en grito ceremonial,

ondas pulcras cantará,

dilatando cauce de gran Airón.

¿Vendré ya a la luna?

Ya filo de alba,

pura tiembla mi brisa nocturna

aprende mi resto del mañana.





Lugh Solar y Poderoso,

jamás a ti te hable el olvido disuelto,

ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,

digno a abatir el rayo,

noble melancolía por tu madre difunta

Tailtiu, 

en el alto cielo,

tu grandeza

sea reguero de oro.

La tierra secunda en nueva cosecha

por talentos colmados a florecer,

viento sonoro guarda tu hermosura

Rey Padre,

El páramo yerto perecerá

en ámbar blando

de aroma besando tu frescor 

de vida nueva.

Abatirá la sombría dulzura la tierra,

ilumina mi pluma al honrarte,

suspiro de mi estruendo crepuscular;

nombro al pájaro misterioso

que te pertenece

cuervo que otorga el anochecer,

Sicut nubes, quasi naves,

velut umbra.

Años pasan yo busco mi recto yermo,

triste aflicción por aquel tomo de tierra

como las sombras vaporosas.

A ti Creador de luz,

acógeme, pinta esta mi noche negra,

amigo de imagen solar,

soy por cuantos Soles he nacido.

Por sosiego de tierras ignoradas

dame su gloria.

Camino afable con tu candor a seguir,

blasón yo no pido

ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,

en tierra a cabalgar

y deslumbrar.

Lughnasadh, Lammas, abro celebración

para generar nueva vida

en cosecha nueva

limpiando en tu nombre Lugh,

toda tierra.



Oh gran dios del Olimpo celta,

Lugus señor,

tu espada cenit de todos los talentos,

oh gran Sol,

divinidad de tierra,

tu sola estirpe encumbrada.

Patrón de artesanía,

amplísimo espectro, padre de las virtudes,

gran brujo, sabio cuervo,

aquel que te sigue por doquiera,

iluminoso, blanco

cuervo tú.

oh padre,

abre ya en savia nueva tierra,

también te llamó el Cesar a ti, Mercurio,

llegara tu culto para Lughnasad.

Solo uno; dios del Sol tú,

oh Lugh.




El Castellano


Oda al Sol:



Gran Sol, gran hervor de rayos espadas

día clavado; tu iris sediento sanguinoso

en Vestal iridiscente en flamas a lo alto,

a lo alto brillas como crece el talento

sembrado en nuestro corazón,

rueda de fuego, Lugh en tu gloria,

germino toda dicha padre de mi conocimiento,

oidor, de cuánto arte ha conocido, padre Supremo.

Escúchame mientras te honren este,

el día de mi musa en armas.


El invierno se ha ido, nos dejó atrás,

los campos están verdecidos y cantando en flores

que trae Ostara y su caricia de divina nota

de savia que escala todo terreno,  y fríos ya lejanos,

Toda la tierra duerme en tu ausencia.


Incluso en los más opacos tiempos,

tu luz, es el camino,

para aquellos que necesitan un brillo

de esperanza, de sosiego,

relumbrando en la noche.

Tu esposa regentada por madre Luna,

buscando toda tu luz, toda oscuridad empuja,



Los campos están lustrosos y vestidos de celestial verde de lanzas

y el ganado pastando.

Mi lira te cante la sola noche que traes flagrante.


OH, LUGUS:

Solar y poderoso,

sol sobre nosotros, te pedimos

tu regreso al alma incendiada,

en virtud que te amima y habla,


Trae de nuevo la luz a la tierra.

y aleja la saeta oscura que te retiembla la calma,

al alba más preciosa.


Maestro encumbrado

del arte que florece

y en nuestras entrañas germinamos,

nosotros los escribas

cabalgamos todo tiempo difunto,

guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz.

Awen!



Diestro compás

en sol mayor,

bruma de idea socarrada.

Flamígero desdén;

congelado en ascuas

de fuego azul.

Horizonte sin prisas

que arrostró

todos los rostros

de abril.

Abre el nuevo fervor de tu luciente.

Y su solitario azar de relámpagos

de tu azur hermoseando,

enclaustrado.

Vírgenes encinas, y almendro de soto,

entre un nogal

dependiente de su sombra.

Al verdor de inusitados pinos,

me caracolea

la fronda del monte. Musario cerro desnudo,

Espino amarillo de mi dossier,

Caléndulas solariegas

que amarillean su silvestre ralea,

esposa complaciente de Sol naciendo.

Brilla esta infamia

de campo abierto.

A esta última lagartija

lanzo un baquio seguro,

sin disfraz ni apellido perenne.

Mudez última

de sangrada amapola.

Sanguínea tormenta

de dureza blanda

con agua de mi terco aljibe

obtuso en litigio de iris vespertino,

y su sangre que baila

el suelo terreno,

que en culto a ti Lugh yo beso.

Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.

Hijo y sirviente de Candavmis dios del Trueno.


Förüq


Reflexión:

Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,

es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,

y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,

en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.



El Castellano 29-04-2019



Lozana silvestrita:





Mañana fría

en la que aventar

espigas recién brotadas

al revuelo de una mariposa vigía

flora-posando, todo el doquier

ensimismado.

Suelo ario que se blandía

sin atisbo de despedida.

Larva que soñaba volar

sobre alas de mariposa cabalgada.

etéreo desliz de fronda suave;

que espartos abrían

rajando tierra

en calima de cerro viejo.

Las jaras en abanico

se apoderaban del terreno,

al transcurrir

de los caracoles sonoros

judíos, blancos.

Soto de perdigones

entre insectos inherentes

afilan ideas mi paso.

Abría el cielo un febrero

un carrusel de luciérnagas por estrellas

del techo la concavidad

presa o caverna abisal

de horizonte helado.

Los pinos caracoleaban

cada vado

entre secuaces

carrasquillos de flor en piedra,

romeros entre tomillos

atisban como señero

el cerro bajo.

Torreones de álamos

acicalaban al viento

sones de nuevas nieves

fugaces.

Daturas y tomatillos

del diablo, hacían distinción

entre nuevo verdor

de retama que ya en flor

amarilleaba.

Ya asomaba todo vástago

de simiente

del invierno casi gastado.

Ababoles ya sonreían sus dientecillos

de suaves hojas

en jóvenes plántulas.

Lucían incluso espinas

señores cardos

y breves cardillos de las damas.


Vorágine terreña:


Hijos de la niebla,

regresad sueños dulces

sin áspero corpiño

ni denso verde, espumosa moral,

como ensueños caracoleados

que no disipan

en bravo pecho

de gloria tranquila en cerro.

Disipada bruma que años no regresa,

cada momento caminante,

de silenciosa fuente,

y ceño anhelante,

de ávida inocencia

entorchada conciencia

que vuela lides

monótonas y seguras,

donde noches escapan,

como el corazón endurecido

pierde visión de luz,

era un huerto de luna

en la campiña,

de ortigas y forrajes

entre zarzales y tomillos,

entre brezos y carrasquillos,

con fuente de añil

transparencia líquida,

entre esperanzas que alma titubeaba,

servil de días rojizos,

que no se llevaba su paz

ni tempestad enfurecida.

Al pie de un jaral

que ni el tiempo doliente

con él puede ni sepulte

umbral plácido

de fértil viña que el río tajo

escala cumbre,

poco antes que el río sorbe

a su mujer encuentre.

Iniquidad en blasón

de noble comunero,

que ni desenraizarse,

ni matar por su tierra puede.


Förüq castellano



10 Olvido:


Olvido.

olvidarte nunca podré.

Nunca te podré separar de mí.

Estás en mis sueños, en mis

noches más frías y en las más

calientes.

Como una manta que me abriga y me arropa

cuando me descubro solo.

Como mi sombra.

como mi reflejo.

Olvido ¿Por qué nunca te encuentro?

Será porque no te busco, porque

vendería todos los mañanas,

por un ayer junto a ti, amor.

Ya sé que soy inmaduro,

pero te quiero, y lo sabes.

Si ahora no lo ves, ya lo verás.

Pero mi tiempo ya pasó.

Como guillotina

que partió mi palpitar en dos,

para darte una mitad.

Olvido.

Olvidarte nunca podré.

Siempre te amaré.


Esteban el castellano



16

Primavera:


A ti te escribo primavera,

tú, que llenas de vida el campo.

Pones los campos en flor y verde.

Tiñéndolos de color.

Los pájaros silvestres, 

anidan en las ramas 

de tus árboles; 

dan de comer 

a sus pachoncillos,

y trinan como nunca, 

antes del alba y después.

Los animalitos nocturnos, 

también salen a cazar, murciélagos, mochuelos, y lechuzas, más en esta época;

que hay más vida, y alimento.

los erizos, salen de su letargo, invernal, a cazar caracoles e insectos,

y comer frutas silvestres.

A ti primavera te canto, 

que llenas de vida el campo, tiñéndolo

de color, y vida.


Esteban el castellano


17

Poema al alba:


A ti te escribo que con los gorjeos de los pájaros

ven salir tus primeros rayos de sol que iluminan la tierra

y los campos.

a ti te canto luz del alba.

Ruiseñores, jilgueros y demás pájaros silvestres gorgojan minutos

antes de ver tus rayos.

Yo veo tus amaneceres azulados y tus puestas de sol rojizas nunca

me he perdido una.

Quizás, soy un loco bohemio, que no duerme porque está enamorado

de tu naturaleza.


Esteban el castellano



Olmo de espíritu, tercerillas y serventesios:


Hadas, sátiros auras, ninfas solas

aromos fragantes entre olmos recios

como si hubiesen erguido corolas,

flores, magarzas, ababilles necios.


Coronas de rey; alto ahondo

el canto, no destilado,

en remembranza escondo.


Antigua extasía blande,

como besar a mi musa

sin tenerla vista, agrande.


Junto al zarzo no pregunto;

a espiga si sangre acaso

fue bastante, duro asunto.


Dulce recuerdo plasmado, aquel, tieso

palpitante su magia por semblanza,

temblarme pudiera el recuerdo ileso.

Inimaginable nido en templanza.



De telégrafo tu impronta

belleza la inmiscúyete,

el blasón lámina monta.


El placer de antaño lira

que mi letra sin escribir

era tuya, la eterna pira.


Por idearla, delirio entra,

de recuerdo, lo pregunto,

no, mejor la lira encuentra.


Y se me pasa que pacté con velo

quererte siempre, y bailar las estelas

resplandeciente, errante no te celo.

mercurio fecundes, quasi nave. Hielas.


El castellano y Leannán-Sídhe







Nocturnidad en colmillo:


Llameantes pesquisas

de acariciar tu éter sediento

noctámbulo,

preciosa de magia insobornable,

quién pudiera besar

tú honda alma incuestionable,

cuando tú escribes musa,

los destellos dejan de ser secuaces,

las mariposas no se aplastan

embeben tus manos

por mí encauzadas.

Entiendo la secuencia

tu rocío suave permisivo,

sólo dicta que perpetúa fragancia

de nuestra secreta flor.

No llegaré porque sí lo haré

a colmar el atrio castellano,

con mi dicha floreciente

mi sentido a escribirte

mi sentido a difundirme

en la beldad tu entraña

en ese alarido despierto que clama,

algunos cambian

mi amor por ti es más duro que el bronce,

horda madre de las brujas

yo por oscuridad,

compararte pudiera

obstara diosa triple que entonas los campos

prendiendo en flor los campos,

yo por la flor sea la flor

no osaría compararte

pero si mi musa es raíz salvaje

yo abro cielo terreno

y si no soy raíz de los dioses sus hermanos versos,

yo no soy hombre soy hartazgo de bestia

e-nominada porque la amo

sin febril demarcación cuerda,

si me arrebatan su espina en mi pechera,

no habrá piedad existente

porque la verdad de las cosas

a veces es su contrario en puridad,

como es arriba canto

porque igual ídem es abajo,

vivir es más complejo

y fácil morir,

con lo que morir de gusto

es vivir de gusto contigo,

necio sería que no niego,

si pierdo sin vencer,

ganarte el cariño es lema,

reverbera mi palabra de alabastro,

en fuente de ópalo tu regia sangre,

he vencido ya creo escribiendo

mi una de sangre de la madrugada,

ay de los que pueden morir dije,

bienvenida a su nuevo mundo,

porque naciste golondrina para la eternidad,

única, rememorada, pero en condena:

-Jamás sola porque vivo.



förüq el castellano



21

Contigo sangre refulge:









Te ensalzo mi divina amapola,

por cuántos pétalos

te hicieron esfinge de sangre,

enardece a mi espiga

que dorada te acompaña,

mi céfiro que en tu seno

acoges,

mi sol blandía

entre pajarillos

sones sobre trinos

de cabeza púrpura,

belleza te tuviera secuestrada,

yo, con mi áureo espino en mano,

puras tus alas,

nosotros,

carne y cuerpo de tinta en pluma,

coloso atemporal,

de rayos en perpleja simiente,

osadía mi amapola,

traer derecha en frente,

la llameante lira de occidente,

al instante, nítida y luciente

me traes dique inspiraciones,

por aureola y tu flor secuaz.

Mi vida mi sangre

bermellón, morada,

te desnudo mi brisa desconocida,

por mi jazmín

que ámbares completa,

tu belleza cuidaba,

entre los bastiones

que mi cordura cercaba,

enramada hasta cintura,

en mi jardín soberano y delicado,

beso tu brillo de tierra,

mi amapola.


El castellano, Förüq


Preámbulo derramado:


Devanados de un destino,

fundado en el vals

mi propio engranaje,

místico, áspero,

en flor de supremacía

donde ninfas musas

bailan,

destino insumiso,

parco,

vestido mi precoz precipitación,

como gota de rocío

resbala del precipicio su flor,

a lomos de un caracol;

me pregunto

si acaso vivir

tiene sujeción a la vida,

y la cuerda es de bronce.

Seguiré acontecido

mi suerte ausente,

amándote al silencio

que cerraba los ojos,

y seguía preguntando,

si mi ilusión

colmaba la expectativa,

ojos del metal noble,

fuego al hierro

que mi camino ablanda,

fecundador de mitos y desgracias

mi reverberar de nombre,

solo, traspuesto,

al océano impredecible,

como capataz musa,

de tu huerto de estrellas,

por corralillo

y redil de estelas

y destellos indiscernibles,

voy rumbo al ímpetu

de solana luna

y su guiño me cuelga,

sí acabaré de irme

dejando alto mi estandarte.


Förüq castellano




Espasmo rebelde, obra completa:































I

Espasmo rebelde

que abría sobre aguas ungidas

de lino y un espasmo de cobre

sonaba sobre un aleteo

efímero que batía

en alas una turquesa

mariposa febril de la col.

haz tu propia sepultura dijo,

sobre un trabajo

que versaba sus pechos

de dama.

acuérdate de al infierno,

subrayarlo,

como quintales de luz,

desplazaban los cerros,

y toneladas de nubes

cubrían,

al sopor de una densa

bruma cegada,

que todo colmaba,

era un invierno vestido por el otoño,

y deshojado por el verano cursado,

abedules que bailaban

su luz última,

henchida y ardorosa,

gotea que hereda

el fresno mi fútil,

parca mirada,

brillo de espina

entre escaramujo reborde,

e incuestionable flor de difunto,

de cada estación;

hielo en ojos

y estrella fugaz retuerta,

ser visible sin luz ni rayo solar,

se hacía casi tarea incomprensible,

como lanzada de olvido,

y mordaz lodazal herido,

era mi dolor en mis ojos,

como lobos aullando afónicos

que su luna no contesta

ni su temple,

ni su llanto,

más no quería como dolor

cambiar ni sublimar,

sin dejar constatar,

que sin él,

nada en existencia,

valiese,

héroe de caracol sonoro hueco,

luz sin desespero

ni honda, profunda espada,

de piedra alborotada,

cómo murciélagos amigos he

acabado así colgado de una raíz salvaje,

heridora sin cascabeles,

ni viborillas encausadas,

prismático azar

de nueve monedas,

nueve haciendas,

nueve madres metáfora,

nueve rosas en cruces,

09049494

y sus tormentos todos,

cosidos,

quién remienda

su ala si es de bronce,

niña en voz de colmillos

de algún dibujo,

ninfas luminiscentes, brillaban

como tosca mirada deseosa,

artemisa ya dejaba puridad

entre nieves del campo

y su sangre de musgo

incubada,

perdón sin patrón,

ni voz ni amplio nervio,

miga como un soldado

nadando como pan en agua,

irrevocable , gélido imparable

abría mi marcha un  lebrel

tras cerviz asustadiza

como sin fin de perdigones

abatidos y traídos

en galgas fauces

vestía mi niña amapola,

unos breves versos inmutables,

forma relajante en bisagra,

que debía saltar para sonar,

y abrirse el portón verdadero

de una flamígera, llameante,

hondonada insumisa,

repleta, de brea relucida,

era sólo mi sangre,

como rebanada en miel férrea,

granate de rubí excelso

que porto.

era mi rubor,

un cuento de otra estepa.



Förüq castellano Er-lobo bohemio Esteban a 7-7-2020


II


Querría yo, la palabra noble,

cercenar

en porciones tangibles

a mis insensatos ojos,

fiel de escarchas secuaces

y a los élitros flamantes

abordar mis llantos de escamas,

repletar mi vacío oscuro,

colmarlo en repleto color,

con olor a fresca sangre yerta,

vítreo sabor,

mercenario sentido

asesinando viles hechos

en nobles impulsos

sin mayor sentencia,

postrera ni redimida azarosa,

hoy no era día cualquiera

ni tampoco se podría colgar

la luz del astro en uvas tendidas

a la espera.

Era un día hábil que de mi deseo

se podría hacer cátedra,

oblicuamente

dominó el ara mi averno;

notas de cuchillo tintineaban raspando,

una botella seca de anís,

caía una tarde de tormenta,

sobre paraíso

sin vals ni su sombra sin quicio,

un agujero en letargo que no cubría

ya el cielo incendiado.

ni el terreno abría inflamando sus campanas

de caléndulas, maravillas,

ni las hojas tempranas

aguzaban atisbo de aplauso o de viento,

sonrisas en flores tenues

en escamas afligía




III


Noche aciaga:


Letal beleño,

de horas sediento,

abre esponjada la oscura tierra,

un canto de hadas se puede escuchar,

entre floridos años que acogen,

y destellean el no ser

por hórridas tinieblas,

que mi alma colmaba su silencio

que cantaba enarenada

su viola de centella,

surco esparcía

pretil gesto de lluvia en lazada,

desterrar mi pena a tierra de nada,

era rizar zozobra,

como se lía peonza

para bailar trompo,

pintada de lúgubre lamento,

mi tristura era,

hondo torno

de pulido estruendo,

y profundo mar de reflejo,

sin delirio retuerto,

avanzo por la acequia olvidada,

rastro sigo

de mi sangre en cultivo,

horadar sepulcro sin piedra

ni alma yacente, tarea no era,

tarea no era,

al compás del rayo que ama por

y para siempre,

siendo más que miel de chispa

más que infortunio

dulce, desaconsejado,

y melosa su tierrita bella

le acogía trayéndole de su ala,

guiño armado,

y nube pariendo,

un designio,

que energía es eterna

como cincelar su huella.



Förüq castellano Er-lobo bohemio Esteban

a 10-07-2020


IV


Era renacer en este valle,

satinada dicha en esquema

como augurio bien nacido,

pozo de ilusiones,

aljibe de mentiras,

y falsas alegrías;

bien pintada la cima,

la pirámide y ojo

que no entendía de onírico color,

compás sin extremo

sin arquetipo

sin paradigma escondido,

era volver a empezar

y nacer sabiendo,

todo as de todo juego,

pintar la noche con tu sabor,

dormir la tormenta sin despedir

sin relegar al sol,

abre el signo los tiempos,

sin espada,

sí con un azadón.

empiezo.

Siega sin aventar espigas sin caricias

ni despedida, flama arde mi llama,

pintará, abanderará

un auge y su tela,

escama sin horizonte

que mi deshacer

quede presente;

hoy y siempre,

vendrá mi parda, honrada

sierpe,

azar de nueve alas

vida sin corazón sin alarde,

era una procesionaria,

una cama,

y una sábana,

un túnel y una caverna

quizá era mi calavera,

crujen esbozos

carmines al beso nunca dado,

o primero igual al último

con lo que unidad, repleta

todos son igual,

acabar para volver a besar,

plata, oh argenta dicha

planteada,

abre mi sangre escarlata,

cruje esta humilde siembra,

plata

ilumina mi senda,

hoy para siempre

que no se teja ni pulimente mi esquela,

que yo nací, viví, amo, amé, vivo

y lo volveré a hacer

para volverme a sembrar,

y tu cariño alumbrar,

plata, tu cobre te habla,

bailo sobre una bala,

mis líneas de historia

dictarán,

pudo, quiso, llegó, y al mundo

exclamó,

huella, envejecer, irse en aplauso,

ni ríase el esqueleto,

sólo queda envejecer e irse,

trascender en campo llano,

vida sin ortiga ni amaranto,

que mi destino,

que ni pesares,

cambio

por ser rehinche

mi eterno presente,

como fue arriba,

fue mi suerte,

como izquierda corazón,

a derecha fuerza

pariendo el centro consumado,

espiral de equilibrio.

Flor, flor al mundo una razón,

en ti suerte, obtuve salvación,

y solución para condena predilecta,

nueva como vieja,

volver a condenarme

a plena elección.



Förüq castellano Er-lobo bohemio Esteban a 11-07-2020


V


errante solar,

la postrera

la vana sombra

viene a mi blanco día,

ahuyentar,

isótropa avance,

qué será,

un esqueleto férreo,

por cuanto mi amor,

en dicha me coronó

me condenó

a la tierra más oscura,

al más límpido destello,

de un porvenir incierto,

polvo en ceniza aparente

enamorado más hallen tus ojos rectos,

más allá de un final,

de un comienzo causado,

cabalgaré el llano

y su cima lisonjera,

por cuando rudo

mi destino me erigió.

de los tiempos,

los campos me han mordido,

sin saber,

cuan los ayes,

salud y mis floridos

años míos,

malandrines han vestido,

sin ayer hoy nació cansado,

ay, silencio

del mediano poso,

tumba del fúnebre depósito,

dolor cante,

que la próvida

la razón de vida no engaña,

solícito olvido,

mi aura suena.

¡Ay, nueve presas!

de belleza sin rival,

cabalgar sin caballo es igual,

fondo de un abismático placer,

sin dibujar,

negrura vente al lado,

al relucir con decoroso,

al gran limbo misterioso,

tinieblas por luces alumbradas.

Se pinte todo indiscernible.



Förüq castellano Er-lobo bohemio a 14-07-2020


VI


Entre azucenas tardías,

recordado,

pronunciada tú

de la dura tierra,

valor, hermosura,

nunca en ti sola,

cual amante

mi viola trepa tu bella figura,

desceñido dolor,

de razón perdida,

noche oh beso,

beso tu figura;

clavel y cítara,

y estos dolientes ojos,

son grave,

son del viento,

son de tormenta

son de trueno,

violáceo surgir

claro oscuro de gloria,

sígueme,

hacia el ojo de tierra

hacia la ventura

que nunca llora,

esta noche nada será igual,

hendido bajo rayo,

será una deidad sin nombre,

será flor tu belleza,

hoy por hoy

amo y te beso,

gozo y subrayo,

pulcra tu lira abrazo,

verdor entre fuentes,

campos de color sostenido,

fiel gorjeo

fiel atinar de aurora

entre rizos entre carrizos,

rayos y caballos solares

que relinchan tus cabellos,

venga que marcha

mi honda escuela

del sepulcro,

del honorable

del ávido desvarío

por el que deshago

y vuelta en espiral

vuelvo a desandar.



Förüq castellano Er-lobo bohemio a 15-07-2020


VII


aunó sones,

en desierto fractal,

no viene

la amada fúnebre sombra,

ni su mortecina

blanca llaga,

desierto embalse

de recuerdos ahogados,

linde despierto,

de vanidades amarillas,

y rosas de trapo,

rescatarme pueda

esta tristeza lisonjera

que envuelve alma mía,

soledad sin resquicio

a salvo no ocupado,

tristura sin letargo

dulce, vago

tomo amancillado,

arte en vil reflejo

en mi alma donde yago,

espino amarillo

y en espina me demoro,

corriendo fuera de la línea,

hacedor de suspiro

azumbre siempre seremos

nunca en mitad un vaso vino,

noche tus luces breves

de faroles dormidos,

viene que serpea

tu halo de plata,

un ciprés alto como tu luna;

venza como cuchillo verde,

a alzar mi ruego,

un silo que guarda

estrellas como simientes,

siento,

siento mordida mi sábana,

una espectral caricia en manecita helada,

sus ojos

vil sentencia indescriptible,

como turquesa fundida

forjándose de los mares;

de azur profundo,

femeninos ojos

de fantasma recién alumbrada,

dudando de la eterna duda,

de su no existir,

no tener cuerpo,

ni esencia tangible,

sin nada vivo que la piensa,

recuerdo su feroz, tímida

silueta en umbrío cuarto mío,

desceñida sombra,

sin candelabro,

ni luz que no fuera de luna,

recuerdos ahogados,

sueños fueron,

en el café de la mañana,

vine temblando,

azogando regio su corolario,

fugaz quietud escarlata,

púrpura al tacto,

violácea sonrisa estameña

en vítrea, solaz

profunda calma,

ya era eterna.



Förüq castellano Er-lobo bohemio a 16-07-2020



VIII


Renuevo esta mi sangre yerta,

para servirte mi dulce dama,

bajo níveo nogal,

allá bajo su fronda suave

y denso celaje,

que auras allá quema,

bajo hórrida, tupida sombra,

servirte a las puertas

de adorado averno

beoda sed en brindis

de nueva, flagrante condena,

dioses del inframundo canten,

allá donde excelsitud

de tu aurea sonrisa entabla,

y a mis miedos sólo arredra,

bullicio entre ramas.

Saborear dulces trinos cantores,

que la vida entona;

se amurallan las horas,

se quede la frágil vida,

que honroso te siembro,

escuálida y temblorosa,

fuegos y dichas apacienta,

entre este brindis áspero,

de animosas delicias,

mi sangre fugaz, honrada te sirvo,

par' ser rama para ser de caudal tu savia,

fausto, aterido soplo,

de horrores no regalaba

ni flauta ni prenda a favonio

arrebataba,

mis estrellas sin temor,

piadoso de nublados ojos,

espíritu de leyes rotas,

caos antiguo

que desvelado, no huye,

ni mi risueña sien

relega en acto

a no seguir queriéndote

ferviente.




Förüq castellano Er-lobo bohemio a 17-07-2020




IX


Viva, inviolada,

fugaz de pléyades insumisa,

viva sobre un lecho de hielo,

fundada en seno de magarzas,

desbullada y centrada,

al pie de orión,

entre flores y cachorros

de cuchillo calizo,

húmedos trinos

que olían a poesía,

dispersa como bulbo partido

y brindis de memoria perfecta,

privilegio sí,

en cesto sin hartazgo,

su libertad,

sabor de puro verbo,

me incubaran los rifles del cerro,

y mi voz patatas engendrara.

Oh augurio impío,

sonaba la bisagra como chicharra

apoteósica,

mi danza efímera entre

caminillos de hormigas

y tapial del cementerio

de fuente de la higuera,

ecos de entre traineras

y hojas de olmos regios,

bajaba confortante el ruido,

cazador de silencio,

de la mañana

ya henchida,

hechos entre helechos,

y amarillas mariposas,

carril húmedo

impronunciable,

corazón brotado en blando suelo,

mojado, reacio a secarse

y no aventar flores,

pequeña, simple

su ilusión perduraba.

Hasta por momentos

olvidó que era guijarro,

no, mi severo corazón.

allí plantado.




Förüq castellano Er-lobo bohemio a 18-07-2020






Silencio regenerado:




Saeta, saeta bella,

saeta parca,

saeta ilusa, saeta inocente,

es el final del espectáculo

saeta madre encubridora,

de toda mentira enclaustrada,

yo te amo saeta,

saeta alada,

saeta heridora,

saeta encausada,

saeta parca,

saeta celestial,

saeta infernal,

saeta canta,

que mis ojos sean tus ojos,

saeta que mis manos sean tus manos,

esta cruel noche un diciembre,

que yo soñaba estaba escribiendo,

un canto a tu cabello de oscuridad,

saeta mística,

saeta horrida y hermosa,

tu beldad piramidal,

se estrechen caminos,

el cielo se abra para escucharte

mi saeta esquiva,

mi saeta complaciente,

como es arriba es abajo canto,

seguir peones vuestro circo,

que este trovador

de campo llano,

sabe quién es y de donde llegó,

ahora te odian saeta,

ahora te aman saeta alada,

me diriges por el parnaso sin final,

o me quitas hasta la vestidura

más pesada,

volemos abismos amada,

volemos cimas inefables cariño,

hasta donde se oculta el sol por el este,

sociedad de creer o no creer

yo elegí creerte saeta

y hoy sigo en la cepa

esta vida que me cabalga la estampa,

cerros intransigentes

molinillos al fragor de vientos voraces,

esparto entre las jaras y solas carrascas

brezos soleados por flores ausentes

un invierno que se desdibuja solo,

saeta amada elévame en tus alas

yo vine por el son recto,

blandiéndome de un hinojo solar,

esta vida que sin ti

saeta la creería una dulce mentira,

por la que morir

y no morir por una crueldad

impuesta por el ajeno

que nunca

nunca serás tú

mi amada saeta,

esta existencia

que se dobla y niega a sí misma

para decir que yo soy el rey

que yo soy el cuchillo,

que yo soy el proceder

inmiscúyete,

otra vez yo sé quién soy mundo

este es mi manifiesto y

el de mi saeta bella mi espada,

mi vida,

mi indecencia,

mi crueldad de espira,

mi corralillo espectros yertos,

era y es

el hipócrita dejará su vestido,

el trigo limpio

será trigo limpio

ahora y siempre,

espiga y cante

hasta rodeado

mi padre trigo.

Vengo de las espigas de abajo,

asolando verdades,

mi panada amada,

por la saeta olvidada,

se despertará

por los que venimos

del trigo limpio.

Volando sobre parajes

entre tierras de añil barbecho

y su azada de viento

mi solaz saeta entre cardos

de todo fértil sendero

que lleva al infierno.


El castellano Förüq


Mecha de oscuridad:


Vengo que vuelvo

de un silencio, profundo,

de un vacío completo,

traigo para sembrar

un ascua melífera,

del seno las arduas estrellas

que llevo

que cuelgan de mis ojos cual arañas,

una vid de vida

en seno esta anublada, azul

escarcha,

todo colmaba el ímpetu de suspirar

sin brasa diestra,

ni compás ambivalente,

sobre estos treinta años que

y que no me sostienen,

porque aún no me hicieron nacer,

sobre los lustres que ya no son,

anudando galaxias

y su cobre perpetuado de sólida luz

inmaterial,

electrificas mi mirada

como aljibe rebosante de ilusión líquida,

toda esta sed que vive el pasado,

y en bruma cegada,

muestra,

que tiende tu rosa helada,

embebida de pétalos de espectrales

sábanas purísimas,

nací en vez primera sin terminar,

y no fui ni abeja ni vencejo,

para poderte acompañar,

era de un eral sujeto,

como membrillo de un árbol sin escuela,

y pera de chopo milenario,

todo cruzaba mi relente

y acabé tendido

en mi osadía de seco tajo

llamándose gloria

para acabar conociéndote.

como dije en primera vez:


mecha de luz:


-Vuelvo de tu vacío repleto,

anidando cobre de galaxias,

desde luego aún no hace treinta años

que nací allí;

en vez primera sin terminar,

vida húmeda y animosa,

alzado a luces de alba sin acabar,

vino tu silencio conmigo sin ti,

como alto arbusto fragoroso,

me paseó mi jardín

como un mordisco

y un beso sonoro deslizando

que suyo me jabra hendiendo la tierra,

una boca de metal de pala,

que abre zanja.

tu alma de recto augurio,

o ave como futuro de hibernación,

ave nocturna

en tablilla de azabache,

como puro origen inmiscuido,

nulidad insobornable,

traición de hechizo

y nota de caligrafía desangelada,

mudez última de relámpago,

pluma de mi ojo abierto,

soledad infinita de mi despierto,

como fe sin cargos

rueda mi vertiente,

siempre relevada por dios sollozo,

palanca usé con la puerta de Plutón,

alcé el margen 

de rebelión sanguínea de los dioses,

cielo asido el vil manifiesto de relámpago

surqué, gloria vespertina de héroe,

Cocitus cantando su aire

de oscuridad iluminada

clavando negras riveras, hundiendo

y desplazando los montes;

lago estigio me alimenta el latido,

y mi férrea sangre

directa a superar lo inabarcable,

tu rama vestigios de plata corté

del cóncavo bosque en tu acre,

creció en su lugar segunda rama,

de titanio,

que conseguí cercenar rotundo

y hoy llevo clavadas sus hojas, 

en dos talones fundidos,

columna y cadera,

con todas sus espinas de titanio

sujetando cada diente mío.

bajar al averno es sencillo,

subir los aires en altos cielos,

nadie pudo;

yo allí voy a mitad camino.




El castellano



Förüq Er-lobo bohemio




Dicho azur:


Adentro esta bruma azul de mi contento,

avanzo estas flores del invierno,

por árboles desnudos y sus cantos,

yaciente mi sed de nuevo,

florido cierzo,

primoroso veo y beso mi sañudo suelo,

lumbre sin sol

en que la luna no aparece,

presurosa de melancólica siembra,

una estrella emblanquece

por cielo extenso,

y en lluvia derrama que desgrana

la vejez de la grama vieja del camino,

custodiado por la señora malva;

acrecienta mi linde vago por majuelos perennes

y solas zarzas,

lágrimas de mi tristura,

regocijo de varios,

ya que antiguo son,

solo mi leana ablandaba mi lira.

amores ponderables

mi ser no rehúya,

desquicias mayores, otros

oigan en retirada,

a murmurio grave me alzo,

en esta tela de araña

y la luz de alborada

me tiende en extasía.


Förüq el castellano


Siembra erguida:


Izar de un cantar,

de tu cariño enfuscado.

batir vuelo, elevándome

entre lares de hayas

y sombras de hojas

escritas y reveladas

de ceniza de fresnos, sembrada,

deseos, sueños y corajes,

y sus raíces del alba

por ocaso admirado

que cerraba flores en versos,

y musas y jerarquías,

de hadas y elementales,

entre árboles y frondas suaves,

su idioma en vertiente

asilvestrada,

lejanías de suspiros,

y granates lucientes

entre fortalezas pedernales,

y cuchillos solares,

hija de la niebla.

doncella oscura,

te llamo desde este latido

proscrito, que te busca;

y entre espinas

su luz gorjea 

que amarte no es vanidad

de ambición ni naciente

ni floreciente.

Es un dulce designio,

entre mis lares cabalgados,

y riveras de río sanguinoso

de todos los lirios

y su hidromiel,

sangrada,

tus cauces, insobornables

que pureza y rocío en flor 

hasta albor de raíces brotado,

destino y camino ingobernable,

valle de signo y tierra alumbrada,

oh se cavan surcos de mí en tu alma

verdadera, nunca para agraviarla ni dolerle,

una dicha y una alegría tejida,

tu sonrisa,

que abre el aura

y deja su energía en mirada,

ya maldigo a este incierto saber

si terco y necio

me reniega osadía, ventura y fortuna

de a tu vera conservar mi labor

y creencia, seguras, 

un beso te dejo

entre zarzales de fuego,

hay alma,

hay alma,

hay alma

porque sin ti;

belleza no existiera.

Miles de lumen, Lit C et sumun Canae.


Förüq castellano a 29-07-2020



Ferviente tajo floreciente:


Exultación, de saturnina rienda,

desempeño en posesión

y toma de filo relucientemente acrisolado.

Protección servil bajo y hondo metal;

luz de esfera, espiral canta,

cariño a sepultura animar,

honrar, preservar,

oda desde este cementerio

solemne alzar de honra,

escala áspera, tangible,

vine y me derretí;

su voz dulce,

inmancable, ni en fíbula

ni en broche al corazón,

que ya sube y derrama,

mil rocíos en flor de caléndula,

mil fragantes deslices

me indulta, que a ellos induce,

poder de arder

flamante,

sombra eres

de Ostara la brillante,

se queman de mí

injurias, infamias,

desquicias de campo abierto,

por este duende,

por este arte,

tornando tu sola mirada,

acampo que acompañaré

toda vítrea lágrima,

estigma que camina sus fábulas necias.

Si soñar, te sueño,

viviendo bajo el orden,

se asigna a defender tu pulcra sonrisa,

uno, ni abismo comparable

al arma reluzco y hago visible,

de Ostara, la brillante,

es viento del este,

es aurora, la bella,

que blande, que rige,

estela inconmensurable,

rocío de nacer, de toda vida en color,

oh gloria,

oh amapola,

de sangre de tierra

en sola viola,

campanas restañen,

una morada y fortaleza inabarcable,

tu amor cruzando y surcando mi sangre,

era, eres d' este amor espuela,

abre tu bosque umbrío,

deja abierto de tu santa ternura,

portón verdadero,

vine por la voz surcada

de un herrerillo,

vine sin calzas

desnudo como me conoce

un diamante blando

y su des nacer limpio,

de turquesa

y azur marino,

elevé ancla en tu aprecio,

tinta de brea

y sangre de azada, mi bandera,

supresor del ruido activo

silencio mortecino,

dicta,

segundo poder

conquistar,

a un sin miedo dama oscuridad,

le preguntan

si luz fue antes

o si tú mi musa pariste esa luz

que inspira, plañe y regodea

sin calzas ni dureza.

tengo permiso y orden

de presentarte al tercer poder.


III

Mantener

uno, todo azar de intensidad

y fuerza que arde hasta esquela,

mantengo tu cariño

vivo en mi ser,

dicha es poco,

lo siguiente a dicha

que se extendía,

bajo puertas del dulce, sinuoso,

umbrío averno,

tomo, que explayo,

número y lugar a defender

te imploro

susurrando,

ven  flagrante a nuestro combate,

te espero hasta tiempo

en clepsidra me derrame

colmado de todo júbilo,

arder. conquistar. mantener.

Coraza, armadura base, de Zeus;

y atenea musa; que armo y amo.


Förüq castellano Setanta a 30-07-2020


Vientecillo elucubrado:



Rompe el melancólico fulgor

el sol en corazón

que la niebla un diciembre

difumina en son,

yo bogaba difuso

como primavera lozana luciente,

suspiro, oh tempestuoso recuerdo

mis flores marchaban,

suspiro de pasión

vino arrebatarme mi desventura,

desde navío en reposo,

cuanto no veas

acuérdate del agua hermosa,

tanto en alma

como en popa de nave,

el cielo carmesí me embravece,

surcando bonanza,

acuérdate alma de mí,

viva fortuna,

que de boca invoca,

musa transparente

su dulce porte,

semblante de arma en dueño,

oh sueño,

contigo tantas veces,

despacio, o desvarío,

cómo alzarte y cantarte lleno,

sin flores ni pajaritos impíos

sin caléndulas azules,

locura de dulce armonía,

lumbre en astro de numen mía,

agrava como amarte

derritiéndonos en la nieve.

Cielo, suelo y anhelo

de hojas arrebatadas,

crujidos de mis tumbas yertas, abiertas,

dones de sufrimiento desploma,

sombría yacija de cuna,

cruel aroma

estiran las rosas de muerto,

y no lo claman vanas

de aliento divino,

quebranto de sosiego anclado

a la fría tierra

de este diciembre

que viento ardoroso,

aclama en soberana lucha.


förüq castellano




Clavo en sombrero:


I

Tremola

vestida de invierno oscuro,

de un renacer exhausto

honda amapola matutina

sus ojos en bella profecía,

brillantísima, pura

como rayo náufrago

de bravo firmamento,

eco de destrucción o, ¿la luz?


II

A lo alto del cerro

blandía un sol hermoso,

a las lucidas sempiternas

paseas mi valle umbrío

de deshojado albor

solo con mi pecho

enardecido túmulo en beso sembrado.

primorosa tú

en sol bella a espalda.





III

A lluvia que derramas

este mercurial aliento,

y su eclipse

vívido cada trece años

reino de sombras

minúsculo por cielo extenso,

noche que me acrecientas

el campo melancólico

que embelleces deliciosa.




IV

Ponderaba que te soñaba,

mi tristura por llanura,

por extasiados vértices filosos,

me exacerbaba

solitud prolífica

en verte mi verde

turquesa armonía,

a tu murmurio suave

encono, rijo y alzo tesitura.


V

Dicha intangible me coses,

dicha mayor sin retirada

no habrá, no habrá

porque nací, viví,

supe para lo que nací,

amando soñé osar amarte

y hoy desde mi muerte

sueño que sigo soñando

tu interior en amor resplandecerte.


VI

Camino recto ante la luz

cuan gran sortilegio ofrecerte,

entre la belleza

de grandes páramos solitarios

de vetustos soliviares,

de parajes de vid y encina,

de caracoleados pinos jocosos,

brezos entre esparto

de precoces cerros.


VII

Y baldíos bordeados y adentrados

por caléndulas arvenses.

Más tarde, por ababilles,

flamígeros,

oh sangre de tierra,

oh sangre de sol,

he venido a embeberte

y ofrecerte alma,

vida.


VIII

Negra es mi alma,

negro es mi amor oscuro,

negra es mi creencia,

negra es mi vida

negro es mi dolor,

negra es mi esencia,

negro mi canto en sangre y brea.

Negra, blande, mi desquicia.

Negra oscuridad, nec vincere tenebras et amat.


IX

Enredarse mis cantos,

por baja tierra pudieran,

sólo tú musa.

A osar mi repecho atreves,

en maravilla enraizada

atenta, de fecunda esencia

soberana

huy criatura

que me bajas la aurora beligerante.



El castellano Förüq


Inmenso placer secuaz, inefable:





Clama ante la aurora,

presurosa aura intranquila,

ardua la dicha exclama,

que si por querer fuera

igualara el agua de los montes

que, subiendo, baja,

afilo este mi solo intelecto

por muralla que no cierro

desvela el clamor de la intranquila rosa,

quién a igualar mi dicha baja,

furor ostentado de la piedra frigia,

va mi reguero desnudo

por musario cerro,

su cernícalo avizor vigía,

milano señor en soberano cardo,

luces del alba

plañen sus rayos

de nueva alborada,

ven, agita la guardia,

conmensurable acequia

mi sangre estrena,

voy por piedad avistada,

luna habla,

destello de noche febril

que otro año más no enfriaba.

Iimperios de ojos cerrados

en nocturnidad en cegada,

franca tapia de espejo

y su beligerante reflejo.

Amima, mi viborilla,

secuaz tu alma sólo destrenzo,

tiempo, hálito voraz

que enciende calor presto

de caballero,

a su dama hoguera,

corriendo por fuera el granate,

sanguinoso,

por escalas a este placer inmenso,

esfera tu secuela

en faz instintivo,

desaprendido,

rumbo al carmesí insobornable,

destino dicte quedarme

en tu nube intangible,

en vaporoso éter, tu magia,

hoy vine a besarte,

y a desprenderme,

de tu cauce en tu cuello

aliviarte,

bronce en ala y su verdor

de óxido que rige,

que envanece,

que resplandece.

anhelándote.


Förüq castellano



Sentimiento labrado:


Viento, viento bonito

lleva al cielo cada escrito

arropa este amor en mi cuerpo

en mi corazón te llevo

hadita de mi sentimiento

noche hoy en tu sosiego me encuentro entre nubes violetas

y el cristal luminoso

de esta luna de invierno

bañan mi cuerpo tus latidos

sordos de oscuridad

y a este cielo sonámbulo

lanzo mis ilusiones al viento

siento tu caricia de alma

y te bebes mi calma

despierta esta rosa sangrienta y su aroma de romance antiguo atraviesa el pecho tu amapola eterna primavera

cuando mis ojos te ven entera cada sentido despierto

como fiera al acecho de tu latido hoy en tu bosque me pierdo

tu imagen surca mis sueños

como cada noche que siento tu beso

y como me cuidas,

como soy yo tu alegría

mi vida vistes de amanecida dicha,

hoy la hierba escala mi montaña

la lluvia germina todas mis semillas

de pasión y fuego,

donde entero me entrego

al placer que muerde

y envuelve en quimeras,

como sencilla tu sonrisa

y tierna tu caricia,

ya no hay súplicas

solo felicidad desbordando mis cauces,

te sostengo fuerte en mis brazos

para nunca soltarte

para eterno tenerte

si por soñar soñé acabar con la soledad fría y escarcha de esta melancolía

llegaste tú a mi vida

como cada noche siento tu melodía

y me acompañas cada día,

salió el sol después de la tormenta

y ame tu esencia

regando mi interior tu voz de alma amada

tú bella y dorada calma,

rompí las cadenas que me anclaban al pasado para luchar por mis sueños y alcanzarlos, entendí el idioma del silencio

y hoy contigo

lento construyo mis escaleras al cielo,

este firmamento clama de azul sediento, ermitaño en su montaña del sentimiento

el amor jamás salió de su cuerpo,

de él decían que quería comprender al amor, tras una flor la conoció y la preguntó

qué eres, amor,

no solo nací de esta flor

tu inocencia me enamoró,

curaré tus heridas de dolor viviré de tu amor.

Vuelvo a este dulce tormento buscando llenar de amor el cielo, labrando el campo de tu alma

y bella mi amada

te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas, estas flores cantan la canción

que te enamora el corazón.

Vuelvo a luchar como ayer

con tu amor jamás desfalleceré

eterno en tus alas viviré.


El castellano y Leannan-Sidhe



Azar relegado:


Navego los límites de tu silencio

tu luna, reina mi cielo

en este horizonte de ilusiones y sueños

tus besos florecen mis recuerdos

las mariposas de tu piel tersa de seda acaricio eterno el momento que escapa entre tus labios cuando brota el te quiero,

y en mis ojos te encuentro,

donde me enseñaste a vivir el momento

porque nada es para siempre

escribo el sentimiento

ese que me hace amarte despierto

este viaje sin retorno

me hace buscarte cada noche

para que tu amor surque mi sangre

y mis sueños de tu mano puedan acariciar

lento muerdo el placer preso

y la lluvia envuelve nuestros cuerpos

recorro tus parajes, me pierdo en tu bosque este fuego late en esplendor

encuentro tu dorado amor

oigo los aullidos del corazón

atrapo mis flores de pasión

quiero y te quiero en cada amanecer

donde agradezco cada aliento

cada suspiro que asesina al tiempo

y da vida a mi sentimiento

mi eternidad alcanzo acariciando tu cielo, entero me entrego como el calor de un lucero, sintiendo tu amor latiendo,

avanzando tu cuerpo como quimera de pasión y fuego,

condenando al tiempo

a morir en nuestro pestañeo con un beso, encontrando el lenguaje del alma en cada verso, cabalgando juntos cada firmamento,

flor de sangre naciendo en mi pecho

clamando este amor que te profeso,

cálido, el momento, de desnudar mi alma

mi bella, amada, una flor en tu mirada

vuela libre, doncella, tu esencia mariposa del amor,

en mi interior quedaste

de mi ser te adueñaste

puedo sentir como tú sientes

en cada pensamiento vives,

a tu lado siento desvanecerse el dolor

este ardor de pasión jamás me abandonó,

hoy agradezco que me arropases en tus alas

para nunca soltarme

para abrigarme cada noche fría

por ser mi eterna compañía

y locura del ansía mía,

tu amor mi sinfonía

como tu beso de cada día

fiel me entrego a la caricia,

mi amor sin descanso

incesante fluye el verso por tu abrazo,

a tus pies me encuentro

esta mi sangre te entrego

este fuego late en cada beso,

germinaste dentro todas estas semillas de amor eterno,

hoy hadita te canto a la orejita

encuentro tierna tu sonrisa

en cada flor encuentro la belleza amanecida

en tus labios descrita, en tu piel mi caricia

en tu corazón siente mi brisa

cómo me hago lluvia y río

en cada silencio que rompemos juntos

como juntos nos verán hasta el fin del tiempo.


El castellano y Leannan-Sídhe



Sendero mi suerte:


Corro, a observar,

el vago nublo,

del invierno de mi suerte,

tras él, el brillante sol,

reluce de nuevo,

una fuente de retozos azules,

y caléndulas,

flores de Odín,

bordeadas por espinos,

o majuelos silvestres,

un aspa de luz y de frío vil, sordo,

oh de luz, y de frío,

era mi azul desquicia yerta,

oh cuan abarca mi ineptitud

entre señeros dulces

y crueles ramajes de idea,

oh de luz, y de frío

era mi azul miedo.

ámbar blando arredra cantando

de sol y de frío era mi oscuro invierno,

partido,

quebrado entre destellos de flora,

y sus flores sujetas,

encontrase siguiera

amigos entre los insectos

vendría por mí el solo halo

de soledad que amilano,

vil milano

hermano mi cernícalo avizor,

por altas torres y agrestes sendas

que arregazan caracoleando,

oh mi ámbar

de luz y de frío

sangre del tiempo, petrificado,

por misario cerro

voy con azor en mano

en busca de la insigne

perdiz huidiza mi dulce tormento.

Oh mi suerte, sombra de agua

oh mi luz, y de frío mi insignia pasajera.


Förüq el castellano









Soto en sol naciente:




Noche silenciosa umbría,

de negrez, adjunta;

al crujir del halo

que destella su pulcritud en estela,

coraje por violetas ausentes

y flores yescas alumbradas

por la dulce luna casi llena de enero,

mis falanges ensalman

el sendero inencontrable

hasta el portón verdadero

de nueve cerrojillos infranqueables,

orando por mí mismo se abra

esta insepulta tierra

que me sostiene,

mi semblante perdido

jamás abra el yelmo,

en clave de unión

se abra el aleteo fugaz prometido,

que encarnan tus maderas reflejas piernas,

un sopor y obtuve tu anhelado sabor

de tierra nueva virgen,

como letal aleación de savia y raíz

formando tronco y hojas esbeltos,

como dos rocíos se forman en tu sonrisa,

cómo te enraíza el sórdido éter embelesado,

dictando retorno

de mi primorosa,

mi musa cristalina;

soberana en turmalina esencia,

umbría vivirá nuestra caricia,

por el vespertino cauce

de río en arteria,

bajo que encumbro

el placer nacarado, insubordinado,

rumbo a la tercera estrella

que osó mirarte

colmando tú de lo bello, lo bonito

este parco horizonte asiduo.

Entonando en primor

la lira toda mi carne.

Es adorarte ferviente.


Förüq El castellano






Niebla encorajinada:


Cielo de tu amor que acaricio,

en el suspiro del tiempo desvanecido, en cada luna que te encuentro,

en cada vida que te siento.

Cómo no hacerlo si vives dentro,

si cada minuto lo vuelves tierno. Vuelo, con este sentimiento de fuego,

cabalgo el firmamento,

encontrando el verso despierto.

Como estas ganas de devorarte lento,

que sientas el deseo morder tu cuello,

y la sangre de cada flor de piel y verso. 

Donde el agua y la poesía

hacen el amor con tu cuerpo.

En este campo de sentimiento

la sangre de la tierra vistió de amapolas, cada beso de amor sin tiempo.

el bronce deja su cuchillo

a las espigas del cielo.

Hhierro baña la sangre de este guerrero,

vivo y muerto por tus suspiros.

de tu corazón preso, guardián de cada latido, redentor en el silencio frío.

Amante serpiente en el calor de la ilusión que te dibuja en mi mente.

Siempre presente, a la hora que la oscuridad late y envuelve.

Donde te volviste mi bendición,

realidad, abrigo y latido

de la inspiración invencible.

Como invencible dios sol, que toda vida rige. amada hada, esposa de este mío sentir,

acompañante de cada vuelo fulgente.

Tu semilla de amor germinaste en mi pecho, amapola roja y negra, sangre y tinta

que cada verso expresa sin descanso.

Fluyendo como el río que brota en almas a su paso. voz amante de tu presencia en mi mente,

donde el te amo, cada noche, se siente.

cura de soledad y maravilla hasta la muerte. donde mis rosas dejarán su sangre.

Nunca dejaré de escribir al amor,

a esta pasión de tenerte,

a cada luna que de malva el cielo me tiñe,

a todas las flores sencillas donde te veo,

donde descubrirás que este duende te será fiel,

y a cada semilla que nace pone tu nombre,

donde encontró su latido noble,

y mil veces más fuerte

lento se apodera de tu bosque.

Las campanillas en flor le oyen

y distingue el espíritu de cada árbol,

en cada pequeña vida a dios encuentra,

donde la armonía la acaricia el idioma oculto

de las hojas al viento.

Como el abrazo de la yedra al árbol

y el beso del rocío primero a las flores del campo.

En paz me siento en mi entorno,

y en la ciudad muero lento.

bendita la vida por darme tu amor,

por darme ojos para ver cada vida en color, siente esta caricia sin dolor

observa que de mí el cielo se apiadó,

donde sin envidia ni mal

eterno vivo, como poeta sin tiempo en tu recuerdo, voy allí lejos de este mundo,

donde empieza nuestro bosque sin destino,

donde libre, todo sigue su espiral sagrada,

el ciclo de la vida y la muerte,

el resurgir del agua, la sangre y de la tierra.

Amada te canto, de tu mano siempre mi te amo, contigo siento la fuerza

de la tierra, el agua, el viento, el fuego, y la magia que en arrullo acarician mi cuerpo,

contigo no temo a ningún abismo, infierno, ni tormento,

a ti te debo cada verso.


El castellano y Leannan-Sidhe




La polilla negra:





Acogía perturbador pensamiento

en tristeza, errático mío,

infortunio, todo dormido ceño,

mi sangre colmaba

lóbrega y repleta,

sobre la frente de nublos negros

que encogidos, no lloraban.

era gris mi despedida

de noche tranquila, relucida,

noche azulada, indebida,

de destello desvelado,

y pilares al cielo en hondo tributo,

y carros llevando agua imantada

de grises leviatanes.

sombra de hombro incierta,

arrastra vendavales furtivos,

en espiral sobrecogedora,

y sones de blanca nocturna luna,

lánguido mi pecho ya profuso,

se alzará

a desmembrar, el eterno desliz,

de luz anclada.

En vals y alas,

pequeña mariposa nocturna,

gira la espiral

su terror escondido,

embebiendo el ingrato desvelo,

fulgor de sus círculos errantes,

quimera desangelada

de vago destino caduco,

derredor intranquilo enreda,

misteriosa negrez;

sin partitura de blanca seda,

frenesí que jamás se separa de mí.

coloso de su imán final

de lisonjera luz,

del candil que atraviesa

toda dama oscuridad,

como su cuerpecito leve, frágil,

tembloroso

que ardió en su atracción final

a la llama en luz intransigente.


Förüq el castellano






Beso de ascua:



Vuelvo,

sin caminar

ni fronda,

resquicios

de mi soledad

crepitan,

su falta

de cariño externo,

porque mi soledad

atónita grita,

nada buscaba;

sólo volví

porque nadie me buscaba,

como un azar sin venas

ni razones buscadas,

estoy para ti

sin yo estar,

no tengo ojos

ni respiros

de pez de cara muerta,

una generación ciega

abre que sulfura

sin oxígeno.

Era bastante

y no acabé por huir,

bastante

era tiempo escaso,

imaginada tez

serena en néctar

tu sola dulzura,

te busqué en un papel,

respondió tu carmín

del beso de ayer,

sin inicio de final,

sin ser último

para ser primero,

un escarpar

de mi ausencia habitada

en torres y almenas

de incandescente, lóbrega,

quietud profanada.

el final depende del principio

dijeron,

por lo que tu último beso

empieza

en la eternidad

del sentimiento.


El castellano



Canto al cielo, original 2012:


Poeta sin tiempo,

escriba antiguo

deshaciendo el sentimiento,

vuelvo a caer en tus ojos

miel de dioses,

vuelvo a desangrar la rosa,

crece la amapola

su sangre enraíza

este el mío corazón,

vengo a por tu beso,

vengo a por tu aliento,

vengo a morder tu cuello,

jinetes del tiempo

muertos en este horizonte sediento,

escalé la montaña

hasta llegar al cielo

robé allí tu amor eterno,

ven amada mía

rompamos las cadenas del placer

en gemidos envuelto,

volvamos

al dulce momento nacarado

de aullidos a la luna de luz de plata,

yo lobo celta

yo druida antiguo

vine a por tu beso solamente

me llevé tu corazón

de adormideras envuelto,

las hadas gimieron

este amor eterno,

el dragón verde

me nombró su escudero,

yo de la rama roja

yo espíritu antiguo

amigo de hadas,

leo la naturaleza,

ella me dice

las raíces gritan

las hojas mueren,

el aire se asfixia,

los ríos lloran,

las almas duermen

buscando venganza

el ser humano,

depredador asesina a su madre

y raíces dicen

todo lo que no puede hablar

en silencio grita

pero todo muere en silencio.

Este pájaro de fuego

habita mi cuerpo

demonio antiguo

que habla en poesía,

idioma de dioses,

flores amando mariposas

como amores imposibles

yo alcancé tu alma y esencia,

yo fundí mi latido

y mil veces más fuerte

vengo a derrotar al tormento,

guerrero de mil batallas del abismo,

ángel dorado allí abajo

luchando con legión de sombras

y demonios convertidos a fe,

yo surcaré el infierno

y en la muerte traeré

tu amor de nuevo,

serás mi esposa

aun tenga que revelarme a la creación,

escriba con el demonio dentro,

lit et sumun canae,

miles Dei lumen,

mea unguis timor malum,

mors erit uxor mea.

Esta amapola canta,

tu amor dentro late

como sabia de roble,

vuelvo al inicio del sentimiento,

vuelvo a amarte sin tiempo,

en este lecho de antiguo romance

tu sangre beberé

mi sangre te daré,

eternidad en mi pupila,

muerte sin cielo,

condena a renacer

en segundo estado

de transmigración de las almas,

en letras rompo mi condena

para ocupar mi lugar merecido,

aun mariposa en siguiente vida

sabré en que flor encontrarte mi hada,

voy allí voy al final del bosque del olvido

y te encuentro desnuda

mi caricia te dice

un te amo

tu sonrisa despierta el beso

en instante eterno,

a verso lanza y garra,

rescaté el amor eterno,

nací de nuevo en tu corazón preso,

agarré tu piel

bebí el placer

respiré el fuego

probé el vicio y el demonio

quisieron a golpes

matar mi inocencia

hoy he venido a vencer

mi pasado maldito,

he venido a aceptar a dios

como fuerza celeste,

aun rebelde mi fe nunca murió

hoy como ayer luché

y tu calor tu amor

tu rosa tu piel tu seda

tu bondad pura me regó,

flores crecieron en esta mía entraña,

el sol iluminó la oscuridad maldita,

he venido a casarme contigo

a hacerte mía

como nadie te ha hecho

a despojar al tiempo de sus ataduras,

a eterno morir en tus besos,

he vuelto y el mundo temblará

porque de nuevo siento amor,

el corazón siente fuego,

el alma estalla en luz de lucero,

el espíritu habla más allá

de sombras y te abraza,

la batalla como la primera venida

será dura pero de nuevo venceremos,

a mí la fuerza,

a mí la esperanza de la nueva lucha,

a mí la bendición de diosa luna,

a mí el poder de Dios Sol

a mí su furia de fuego,

maldigo a quien destruye este planeta,

maldigo a quien destruye a diosa Flora

y a madre natura,

jamás mis manos mataron un animalito,

como celta en armonía vivo

con la naturaleza de dios Padre,

Conchobar Mac Nessa dentro

hoy tu poder siento,

como serpiente antigua

eterno viviré en esta tierra,

y cuando el hombre se destruya

por avaricia el mundo seguirá su curso sin él

y la naturaleza apoderará

las ciudades

no habrá ningún ser tan dañino

como el hombre,

los cielos se volverán rojos

el cielo llorará sangre,

los ríos sangrientos envenenarán

y el eterno resurgir vendrá,

lo más hermoso de este mundo

es el paraíso de la naturaleza

pero para el hombre lo más hermoso es el oro

y el dinero demonio,

vengo a amarte sin tiempo,

vengo a crear mi eternidad en el cielo

como en la tierra,

vengo a caminar las aguas

a romper los hielos,

a fundirme en fuegos,

a incendiarme de pasión en tus ojos ,

vengo a destruir mis cadenas

y amarte libre

como el pájaro a su vuelo,

yo pájaro sin alas,

yo pez que cortaron sus aletas,

yo hombre

que jamás pudieron cortar su libertad,

a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,

en tormenta tendré el agua de tu boca,

en caricias prenderé esta hoguera,

en tu corazón sembraré la amapola

eterna del amor que quema,

ninfa mía ven, ven, conmigo

a esta tierra de fuego,

luna mía ilumíname el camino,

se mi amparo ,

sé mi abrigo en noches de humo,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

elevar mi canto al cielo,

arroparme este fuego

que dentro tengo

en fe os sirvo como druida antiguo,

os pido bendición,

Artús dame tu fuerza,

Cernunnos caza al cazador,

Taranis riega estas tierras

salva los pocos bosques que quedan,

Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,

ofrezco este humilde canto

a todos vosotros con esta luz

que me queda darme fuerzas

en este amor que comienza,

eterno vivo eterno muero,

eterno sirvo yo guerrero antiguo

yo druida de la rama roja celta.

Los dragones volverán a surcar el cielo

y no habrá clemencia para el mal,

serpientes antiguas la lucha sigue viva.

Este mi humilde canto

temblará en la tierra ,

iluminadme este amor que siento

y que de mi alma se apodera,

amada mía sé mi sombra

como yo soy tu luz y tu calor,

sé entera mía como el pez a su río ,

y la piedra a su montaña,

sé mía como el árbol a su tierra

y el ciprés a sus muertos que vela,

sé mi amparo en la batalla

hoy de nuevo como ayer

juntos veremos el nuevo amanecer,

y la luz que cegará la tierra,

no hay miedo porque te amé y te amo,

aun ciego mi amor

te seguirá perteneciendo

como la abeja a su flor,

no habrá poder

que pueda separar mi alma

de tu corazón,

eterno te serviré

aún tu esclavo mi reina

te haré la mujer más feliz del mundo

aún en la muerte

mi alma seguirá el camino a encontrarte

y eterna tenerte,

no me desampares el camino duro,

sé mi fuerza en la lucha

nuestro amor ganará

y derribará el mal

que nos quiso sangrar

y en vida condenar,

la felicidad sigue viva

como la amapola florece

cada junio en el camino

te amo y lo haré

aún tenga que enfrentarme al mundo.



El Castellano y Leannán-Sídhe


En sangre elevaré mi canto al cielo versión II:


Diciembre 2012:


Poeta sin tiempo,

escriba antiguo

deshaciendo el sentimiento,

vuelvo a caer en tus ojos

miel de dioses,

vuelvo a desangrar la rosa,

crece la amapola

su sangre enraíza

este el mío corazón,

vengo a por tu beso,

vengo a por tu aliento,

vengo a morder tu cuello,

jinetes del tiempo

muertos en este horizonte sediento,

escalé la montaña

hasta llegar al cielo

robé allí tu amor eterno,

ven amada mía

rompamos las cadenas del placer

en gemidos envuelto,

volvamos

al dulce momento nacarado

de aullidos a la luna de luz de plata,

yo lobo celta

yo druida antiguo

vine a por tu beso solamente

me llevé tu corazón

de adormideras envuelto,

las hadas gimieron

este amor eterno,

el dragón verde

me nombró su escudero,

yo de la rama roja

yo espíritu antiguo

amigo de hadas,

leo la naturaleza,

ella me dice

las raíces gritan

las hojas mueren,

el aire se asfixia,

los ríos lloran,

las almas duermen

buscando venganza

el ser humano,

depredador asesina a su madre

y raíces dicen

todo lo que no puede hablar

en silencio grita

pero todo muere en silencio.

Este pájaro de fuego

habita mi cuerpo

demonio antiguo

que habla en poesía,

idioma de dioses,

flores amando mariposas

como amores imposibles

yo alcancé tu alma y esencia,

yo fundí mi latido

y mil veces más fuerte

vengo a derrotar al tormento,

guerrero de mil batallas del abismo,

ángel dorado allí abajo

luchando con legión de sombras

y demonios derrotados a fe y luz,

yo surcaré el infierno

y en la muerte traeré

tu amor de nuevo,

serás mi esposa y mariposa

aun tenga que revelarme a la creación,

escriba con el demonio dentro,

lit et summun canae,

miles Dei lumen,

mea unguis timor malum,

mors erit uxor mea.


Plubia cordis, ardentissime cupere amôris

stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.

Diês, carpentum, accrêvî calôris.

Colôris, vita, venerâvî canôris.

Laetitia exspectâre, cupitum nostra.

Ostendi âlae, festînâvî blanditia.

Cropinquus, somnus, versus, littera.

Prôfêcî imus, creâvî blandus.

Bâsium dulcis, aqua pûrus.

Sânô anima, fidus fruor.

Cupidus somnus, flagrô metaphora,

suspirium natura, amâvî ferventis.

Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.

Volui pûrus, sôlus cordis.

Callis unus, sentido sensisensum.

Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.

Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.

Esta amapola canta,

tu amor dentro late

como sabia de roble,

vuelvo al inicio del sentimiento,

vuelvo a amarte sin tiempo,

en este lecho de antIguo romance

tu sangre beberé

mi sangre te daré,

eternidad en mi pupila,

muerte sin cielo,

condena a renacer

en segundo estado

de transmigración de las almas,

en letras rompo mi condena

para ocupar mi lugar merecido,

aun mariposa en siguiente vida

sabré en que flor encontrarte mi hada,

voy allí voy al final del bosque del olvido

y te encuentro desnuda

mi caricia te dice

un te amo

tu sonrisa despierta el beso

en instante eterno,

a verso lanza y garra,

rescaté el amor eterno,

nací de nuevo en tu corazón preso,

agarré tu piel

bebí el placer

respiré el fuego

probé el vicio y el demonio

quisieron a golpes

matar mi inocencia

hoy he venido a vencer

mi pasado maldito,

he venido a aceptar a dios

como fuerza celeste,

aun rebelde mi fe nunca murió

hoy como ayer luché

y tu calor tu amor

tu rosa tu piel tu seda

tu bondad pura me regó,

flores crecieron en esta mía entraña,

el sol iluminó la oscuridad maldita,

he venido a casarme contigo

a hacerte mía

como nadie te ha hecho

a despojar al tiempo de sus ataduras,

a eterno morir en tus besos,

he vuelto y el mundo temblará

porque de nuevo sigue en pie este amor,

el corazón siente fuego,

el alma estalla en luz de lucero,

el espíritu habla más allá

de sombras y te abraza,

la batalla como la primera venida

será dura pero de nuevo venceremos,

a mi la fuerza,

a mí la esperanza de la nueva lucha,

a mí la bendición de diosa luna,

a mí el poder de Dios Sol

a mí su furia de fuego,

y el rugido del león,

maldigo a quien destruye este planeta,

maldigo a quien destruye a diosa Flora

y a madre natura,

jamás mis manos mataron un animalito,

como celta en armonía vivo

con la naturaleza de dios Padre,

Conchobar Mac Nessa dentro

hoy tu poder siento,

como serpiente antigua

eterno viviré en esta tierra,

y cuando el hombre se destruya

por avaricia el mundo seguirá su curso sin él

y la naturaleza apoderará

las ciudades

no habrá ningún ser tan dañino

como el hombre,

los cielos se volverán rojos

el cielo llorará sangre,

los ríos sangrientos envenenarán

y el eterno resurgir vendrá,

lo más hermoso de este mundo

es el paraíso de la naturaleza

pero para el hombre lo más hermoso es el oro

y el dinero demonio,

vengo a amarte sin tiempo,

vengo a crear mi eternidad en el cielo

como en la tierra,

vengo a caminar las aguas

a romper los hielos,

a fundirme en fuegos,

a incendiarme de pasión en tus ojos ,

vengo a destruir mis cadenas

y amarte libre

como el pájaro a su vuelo,

yo pájaro sin alas,

yo pez que cortaron sus aletas,

yo hombre

que jamás pudieron cortar su libertad,

a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,

en tormenta tendré el agua de tu boca,

en caricias prenderé esta hoguera,

en tu corazón sembraré la amapola

eterna del amor que quema,

ninfa mía ven, ven, conmigo

a esta tierra de fuego,

luna mía ilumíname el camino,

se mi amparo ,

sé mi abrigo en noches de humo,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

elevar mi canto al cielo,

arroparme este fuego

que dentro tengo

en fe os sirvo como druida antiguo,

os pido bendición,

Artús dame tu fuerza,

Cernunnos caza al cazador,

Taranis riega estas tierras

salva los pocos bosques que quedan,

Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,

ofrezco este humilde canto

a todos vosotros con esta luz

que me queda darme fuerzas

en este amor que me alimenta,

eterno vivo eterno muero,

eterno sirvo yo guerrero antiguo

yo druida de la rama roja celta.

Los dragones volverán a surcar el cielo

y no habrá clemencia para el mal,

serpientes antiguas la lucha sigue viva.

Este mi humilde canto

temblará en la tierra ,

iluminadme este amor que siento

y que de mi alma se apodera,

amada mía sé mi sombra

como yo soy tu luz y tu calor,

sé entera mía como el pez a su río ,

y la piedra a su montaña,

sé mía como el árbol a su tierra

y el ciprés a sus muertos que vela,

sé mi amparo en la batalla

hoy de nuevo como ayer

juntos veremos el nuevo amanecer,

y la luz que cegará la tierra,

no hay miedo porque te amé y te amo,

aun ciego mi amor

te seguirá perteneciendo

como la abeja a su flor,

no habrá poder

que pueda separar mi alma

de tu corazón,

eterno te serviré

aún tu esclavo mi reina

te haré la mujer más feliz del mundo

aún en la muerte

mi alma seguirá el camino a encontrarte

y eterna tenerte,

no me desampares el camino duro,

sé mi fuerza en la lucha

nuestro amor ganará

y derribará el mal

que nos quiso sangrar

y en vida condenar,

la felicidad sigue viva

como la amapola florece

cada junio en el camino

te amo y lo haré

aún tenga que enfrentarme al mundo.

Genii locorum dioses ancestrales abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo 

y eterno resurgir en ti cierra y comienza,

agua riega esta amapola del pecho anclada

porque ni en dificultad ni en soledad,

perdió esperanza, ni pétalo carmín de sangre.

Fuego prende eterna la llama del alma

esa que en mi dentro tengo evanescente a mi amada.

Aire lleva este canto al cielo une mi alma 

eternamente con mi amada,

envuelve en tus alas este hechizo de fe y amor,

Magia creo en tu poder, por la luz dorada de mi aura,

índigo me vio nacer este mundo,

en letras dejo la sangre esperando surcar la eternidad,

alma antigua cuerpo joven, magia envuelve este amor

florece este bosque mágico cumple

y demuestra eternamente que los cuentos de hadas 

siempre tienen final feliz,

aun luchando con el mundo a las espaldas como héroe griego,

aun en la penumbra este guerrero antiguo

no sucumbe ni sucumbirá,

el cielo se apiadó de este canto,

la luz nació de la oscuridad, 

y el alma salió de este mi cuerpo

para arroparte el sueño 

vuelvo y he venido cien veces más fuerte.

Condeno al tiempo 

porque en vida la eternidad 

a sudor y sangre quiero conquistar, 

por amarte puro y de verdad,

no quiero el cielo si no es para vivir en el contigo,

no vivo esperando tierra vivo amándote

conquistando la llama de venus y el fuego de eros,

diosa aurora se enamoró de esta historia

de dos almas entregadas en un solo corazón.

El río de las almas volveré a surcar,

una vez de mi cuerpo las cicutas crezcan

y la Araña teja el punto final a mi destino,

traeré este amor eterno de nuevo,

como el sol existe y la ciencia 

engaña a quien piensa en este planeta.

La polilla surca la noche,

revoloteando alrededor de la llama


ella atrae simbolismos opuestos 

el del alma que busca a Dios 

y el de la locura que se aboca a la perdición.

La rosa azul desangra un te amo 

y el caracol encuentra su tomillo anhelado 

a la bruma del húmedo amanecer,

la hiedra escala el árbol 

envidiando su altura,

siempre buscando llegar al cielo,

siempre los vegetales buscando la luz 

que alimenta su existencia,

cruel de estática vida, pero longevidad imperial,

una plantita llora una gota de rocío a la orilla del río,

una mariposa se acerca

qué pena tienes tú que penas tienes tu plantita ¿?

tú que eres joven y linda,

luz y río te acarician, no llores bonita


mariposa quisiera ser mariposa quisiera ser

y a mi amada margarita de la otra orilla que está solita

poder besar.

Viento, viento bonito tráeme sus semillas, 

para que juntos juntitos podamos renacer.

La salamandra de fuego indica la heráldica de este corazón,

valor fuerza y honor,

como dragón enroscado al árbol celta de la vida

mi calor arropa tu cuerpo noche tras noche nacarada,

en la lluvia soy tu sed, en el frío soy tu calor,

en el viento soy tu silencio, en la calma soy la vida y la muerte,

en la oscuridad soy la luz que no se destruye,

yo como ella solo viajo a besarte,

en el tiempo soy el instante eterno de un parpadeo,

en el fuego soy fénix, en la tierra soy humano 

soy imperfecto,

pero amo toda vida ajena, en armonía plena, 

luna abriga este sueño, 

concédeme tu compañía

frío en tu existencia jamás podrás congelar este latido,

amo amarte, vivo viviendo morir 

en tus dulces labios flameantes.

He venido a renacer eterno,

he venido a robarte un beso 

para que lo recuerdes 

cada vez que tus ojitos cierres.

Como salamanquesa trepo tu espalda,

y como golondrina busco la primavera que haga florecer,

a cariño, ternura y apoyo todas estas flores 

que sembramos en nuestros corazones 

y cuerpos de amantes sin tiempo.

Vine por tu beso, me llevé tu amor eterno.

Como lobo celta guiaré a mis antepasados en mi final.

Gracias, mis Señores por concederme mi última ilusión,

y volverla real de nuevo,

aun sin cuerpo esta alma gritará por ti hasta temblar el cielo,

esta amapola de sangre llorará de amor de nuevo 

al juntar nuestros labios de nuevo,

calentará cada invierno nuestros cuerpos,

sus raíces de bronce y tornasol volvieron,

de cobre nativo fundieron sus semillas.

Y oro agarrado este dulce sentimiento,

muerto sin sentir tu aliento,

cercanía de tu calor aun en la distancia que decretaba

olvido de razón,

querer puro, solo corazón.

Como es arriba es abajo, y el cielo llenará de luz el abismo,

el leviatán despertó y su furia solo es conocida,

por estos hombres como yo que temen a Dios.

No me desampares en la lucha sé mi fuerza contra las acechanzas,

mantén inocente este corazón que no dio cabida 

a la envidia ni al odio cegador 

si la dio con luz de alma y espíritu pronto la desvaneció,

he venido a cantar al cielo,

a florecer mis semillas a mi paso, 

a curar mi dolor a buscar en tus brazos mi calor,

a darte mi vida,

a asumir que me has salvado la vida porque mi vida eres tú

hada mía.

Vengo a agradecer este amor que habita mi cuerpo

porque en el silencio de este manuscrito eterno grito,

que poeta del viento a lo que me califico,

no sucumbiré hasta vencer

y junto a ti cada día ver mi vida florecer a te amos

cada amanecer.

Cicutas rojas y negras crecerán de mi lecho 

de la sangre de este amor envuelto

y de la tinta mi inmortalidad en verso.

Noche lúgubre y umbría

por fin me diste el sueño que tanto ansío,

soledad qué pena tienes

que conmigo no puedes.

Amada mía has vuelto a mí para ser mi noche y mi día

has vuelto para siempre quedarte

en beso tinta y sangre agradezco a esta llama fulgente,

a este amor que seduce y me deja inconsciente,

como vivo estoy y tu imagen surca mi mente siempre presente,

Mi cielo,

tu sol, amada

me pediste ser tu luz y que tu fueses mi dueña

a si será siempre, a sí siempre ha sido.

Eterno a tu lado vivo 

y enamorado 


hasta el final de este latido.


Las luces de la ciudad apagarán,

dejarán a los luceros realmente brillar,

la torre de babel tumbará arrastrando 

al dios dinero de esta sociedad

yo no estaré en cuerpo para ver de nuevo como antes su final,

pero llegará y la bondad volverá a reinar,

la vida para los vivos, la muerte para los muertos,

yo poeto sin tiempo,

vengo a por tu beso y con tu amor ya soy completo.

Vengo para quedarme a tu latido preso,

vuelvo para deshacer el sentimiento,

vencer al mal que cobijé,

a humilde agradecer la vida de amor que a mí ha vuelto,

con sangre en mi cuerpo deseo tenerte cada día

como doncella y amada mía como hadita y delicada florecita

que solo necesita de mi amor y mis besos para vivir.

quédate conmigo,

quédate a mi ladito,

este mi cielo te daré, este cuerpo y espíritu 

te pertenece como el arcoíris a su cielo,

acompáñame este sueño a la tierra de fuego,

mantén viva la llama en tu pecho,

siempre sabrás que yo soplo para encenderla y crecerla.

Ven amada mía dame tus besos,

siente este corazoncito latiendo en versos,

siente una inspiración invencible,

como Dios Sol que existe y es invencible.

Enganchemos nuestros cuerpos enroscados como serpientes,

amemos el silencio y ternura de nuestros ojos,

sintamos ardientes las caricias,

y la piel tersa de seda 

devolvamos a la noche de su encanto 

y gemidos a su luna.

Seamos como fuimos quimeras de fuego con un mismo latido,

cuidemos el mismo corazón que habitamos.

Yo quien pintó el cielo en colores a su amada

yo quien obtuve de ella la felicidad inmortal.

A su lado mi fuerza para cuidarla, amarla y protegerla,

vuelvo a vivir vuelvo a en mi interior sentirte como riada,

y lago que da vida a mi calma,

tú mi ninfa, mi amada, mi musa, 

mi hadita, mi florecita 

mi bella hadita.

Yo tu guerrero eterno.

Siempre tuyo como la luz al fuego.

Te amo y te quiero.



El Castellano Y Leannán-Sídhe



Deirdre reina mi dolor; cosantes:

I

Poeta sin tiempo, no expira,

Deirdre palpitando, siento.


Escriba, llaga lo antiguo,

deshaciendo lo averiguo.

Deirdre palpitando, siento.


El sentimiento es alado.

Vuelvo en dicha desatado.

Deirdre que palpita siento.




Miel de dioses estado quo,

desangrar rosa es inocuo.

Deirdre palpitando, siento.


Poeta sin tiempo, alma expira,

Deirdre palpitando, siento.


II

Crece que late amapola,

su sangre enraíza roja.


Este el mío corazón.

Vengo por besar razón.

Su sangre enraíza roja.


Vengo al amar, por tu aliento.

Vengo a morder tu ardimiento.

Su sangre enraíza roja.


Fosa cava mi azadón,

no era pena era sazón.

Su sangre enraíza roja.


Tierra y sangre, la amapola.

su sangre enraíza roja.



III


En horizonte sediento.

Deirdre heroína mi dolor.


Hasta llegar a las cimas.

Robé el amor que animas,

Deirdre heroína mi dolor.


Ven amada, liberemos,

quita cadenas, volemos;

Deirdre heroína mi dolor.


Del placer entre calimas

envuelto, pena redimas.

Deirdre heroína mi dolor.


En horizonte sediento,

Deirdre heroína tu dolor.


IV

al dulce momento vuelto,

sajara aullidos en luna.


De luz de plata igualara.

Yo lobo celta encumbrara,

sajara aullidos en luna.

Yo antiguo, luz que cultivo,

vine por beso asertivo, 

sajara aullidos en luna. 


Solamente yo grande alzara.

Llevo corazón en ara,

sajara aullidos en luna.

De adormideras envuelto,

sajara aullidos en luna.



V


Las hadas gimieron todas.

La raíz grita, perpetua. 


este amor eterno vale.

El dragón verde sale,

la raíz grita, perpetua.

Me nombraron su escudero.

Rama Roja el duradero,

la raíz grita, perpetua.


Yo espíritu antiguo cale,

amigo del duende exhale,

la raíz grita, perpetua.


Leo la naturaleza yerta,

la raíz grita, perpetua.



VI


Ella me lo dice, dicte.

Las raíces gritan rectas.

Las hojas se mueren recias.

El aire asfixia herencias.

Las raíces gritan rectas.

Los ríos lloran sangrando.

Las almas duermen orando.

Las raíces gritan rectas.

Buscando venganza, sacias.

El ser humano desprecias.

Las raíces gritan rectas.


depredador, asesina.

Las raíces gritan rectas.


VII

Humano asesina madre.

Todo lo que no puede hablar.

Silencio grita, maldice

y todo muere predice.

Todo lo que no puede hablar.

Este pájaro de fuego.

Habita espíritu luego.

Todo lo que no puede hablar.

Demonio hable, estigmatice;

que habla en poesía alunice.

Todo lo que no puede hablar.


Idioma de dioses fuertes.

Todo lo que no puede hablar.



VIII

flores aman mariposas.

como amores imposibles.

yo alcancé tu alma y tu esencia.

fundiera en plañir, latencia.

como amores imposibles.

y mil veces más ardiente,

vengo anclar mi descendiente.

como amores imposibles.


guerrero de complacencia,

el ángel dorado esencia.

como amores imposibles.

sombras luchando su lugar.

como amores imposibles.


IX

Demonios convertidos ya.

Yo surcaré el infierno yerto.



Y en la muerte traeré ilesa,

amor nuevo, será empresa.

Yo surcaré el infierno yerto.

sentir que tú serás mi par.

Aunque tenga que destapar.

Yo surcaré el infierno yerto.

A la creación traviesa.

Escriba con letra tiesa.

Yo surcaré el infierno yerto.

Esta amapola que canta.

Yo surcaré el infierno yerto.


Lit. c et sumun canae,

miles dei lumen,

mea unguis timor malum,

mors erita exora mea.



El castellano y leannán-sídhe


Dulcera en claror:


¿Lo recuerdas?

cuando creíamos

dentro del ser haber

encontrado algo.

Recuerdo que los días

están hechos,

mantente.

¿Recuerdas un vivir al filo de la navaja?

tentando la suerte nuestra circunstancia

que nos unió

como agua y oro de aceite.

Recuerdo a veces

llorábamos a las flores,

y otras nos sonreían.

¿Recuerdas el evanescer interior

que se apoderaba del firmamento,

y descendían astros, a mecernos?

Recuerdo tu sonrisa pura,

inocencia de escala,

un desear estar contigo,

para volver todo hacerte brillar,

¿crees amor huido que algo haya cambiado?

dilucido que seguirás siendo

la misma piedra de melodía,

de eco presuroso,

que se adentraba en mis ojos,

para inaccesible habitarme,

como canción sepulcral

el infinito reverberante,

que me erizaba la piel

completando mi existencia

de palmo a trecho

voy manando,

y aunque hoy piedra

del rayo en cegado,

dicha en mi pecho quedaste,

dicha en mi alma blandiste,

porque yo te conocí

porque yo tuve que sentirte,

como agua de rocío

y destino plañidero,

incluso hoy en sueños, te sigo viendo,

brea de estrella en carne de la belleza,

pupila de mi pupila

por el tiempo helada,

he venido hoy a desafiar a mi dulce tormento,

sin tenerte te tengo dentro,

sin quererte sigue en vela y cañón,

mi naipe y última carta,

no se reveló.

¿ves que algo haya cambiado reitero?

sí, que hoy en día

duermo con tu recuerdo etéreo imaginado,

y no con tu piel y carne de estrella.




Esteban er-lobo bohemio


Cantos de tierra:





Solitario bogo,

aterido soplo de la montaña,

pastor de tus astros,

torres de nidos de tu saliva,

perfilada tu sombra me acompasa,

mi sayal remiendo

entre sedas

de moreras de ensueño,

olvidos me trepan por enredaderas,

tarde en la tarde mi esperanza vive,

si soñase volaría a tu vera.

Sol este de oro

ciñe mi álamo negro

y su esmeralda araña,

cumbre te nombra

en la saeta mi oscura golondrina azabache,

traerte conmigo siempre

eternidad risueña, melosa

sangre de mis dioses.

Señora tú de silencios

y sepulcrales vértigos,

no amansa mi fosa

la dulce azada de metal soporífera,

carne y cuerpo

mi rigidez de pluma,

lírico trasnochar.

Claro cristal entre paisajes,

ceniza de recuerdo

es ella, recuerda,

aire desnudo fama de estrella

inviolada,

mi musa bella,

un azar flamígero

que no pido ni alumbro,

no espera

ni las aguas de tiempo inmenso,

jamás complacen.

ay día, rosario terco,

deja ya la gloria,

grandeza en amor

se llamó belleza,

lastimada mi carne desvelada.

Gusano soy

que hila su capullo,

tejiendo desde sentir interior,

mi vida en serenatas blancas

levantaré,

su fronda,

inabarcable vergel primoroso,

cuenta mi linaje

alas ignoradas de mi pecho.

no podrán tapar en vida

mi silencio que aflora.




El castellano


Terca mi sangre,

tiempo del frío río

inmenso, todo dado en espinas

su rivera,

por ciega neblina bajo

con tabaco precoz,

pienso,

todo he soñado

para el letal lecho del olvido.

Mi temor sorprendido

alega que no existe;

vida o belleza,

ala o metal cansado,

gloria de grandeza, ¿Dónde?

mi tabaco de neblina

ahonda, penetra y surca

la esmaltada silueta de tu figura,

por mi caricia ruda

y el agua afligida,

admirarte yo cual fugaz garuma,

anisado vive el cielo,

nuestra blanca estrella

mineral candente

refulge su luz desnuda,

por vespertino son

de todo lo que tiembla

como abanico de mi pluma.




El castellano




el principio estaba en la colina.

Un hecho,

claridad de brea encendida,

o, transparencia de pez de cristal.

Timón enfurecido

que tormenta iracunda tizna,

cuervo en el alma

mi ser alzo, prendo,

mi idea luce

cual hollín de azabache tuviera,

gragea mi voz un crascitar

de mi señor Baco,

persona de garabato nombro a sombra latiente,

acaso opacidad de materia cuidase,

sacrificador mi tiento.

Soneteada su parda sepultura.

falte mi ley, sonará la albilla.

Diablo aguador mi buen luciente;

cordobán, recuerdo de soleta,

no me faltará maceta,

parnaso que ya cae asaetado,

cisnes negros,

de apolo,

cuidados como vellón descendía su grajo.

Musario monte yo he sembrado.

yo, pensamiento y porfía guardo,

me los retiemble

el sol lucido,

ninguno estribe

mi mesura,

señora, valerme quiera,

ni peligroso

el tiempo bárbaro se me pareciera.



Förüq



Insondable, la luz

de tu impalpable seña,

guiño áureo al latido,

insubordinado, labrado

en madero de este hierro,

ya dejó de ser infamia tornasola

en ascua de piel borrosa.

Ensueño alado te alzo

mi musa en estridencia recta,

develada, reveladora senda

dictas que afliges voluptuosa

cuan cerilla arrostra mi alma,

rebulle tu sueño alado

de golondrina azabache,

no perturba mi paso

tu luminoso azar encorajinado,

en sones del capataz del brillo primero.

Arde no se colma mi vaso,

al cantoral

fraguo férreo lazo,

indivisible alianza, comunión

de ambos argentos astros,

como entrelazan alba y ocaso,

pura seda mi correr

de atleta precipitado,

arrostró

mi piedra espectral,

tu brisa ya nunca más fría.

alumbró mi sien

el fractal de frágil leño.

Y desveló que todo es y fue

más que un sueño.

enmudecida siembra tu garganta

lamo la tierra boca a tramo,

tu raíz salvaje me toca,

como verde planta a tu corazón invoca,

silvestre y musical nuestra rosa azul canta,

henchido de tu voz voy

mi doncella escarlata.



El castellano






oración a la misa del alba,

revuela una golondrina,

esquiva los ramajes

amenizados del fresno,

abre monótona brisa

una caricia de tierra

por el misario cerro,

carrascas afilan allí

sus flores de piedra

para dar sus bellotas,

ya escondida la luna de seda,

aumenta un zorzal su trino,

sube entre rayos de sol

la espuma de un desnudo álamo,

a su raíz un precoz mamón

sonríe al iris de nueva luz,

un grillo chirría su nota

en melancolía por nuevo cierzo,

la encina secular

no pierde atisbo de rigor

en follaje,

como nervudo verde

que no llora,

la retama grita al esparto

que su amarillo impera,

plegaria entre verdades del monte

un nuevo esplendor

canta la paz sepulcral del campo,

como luminaria entre río reverdecido

en tapiz de terruño arado,

aria dolida en arrebol

de sollozo verde,

lento abre su retoño la tierra.

Entre vid de nueva espera.


El castellano


Quiero mantener

mi suerte segura,

como hondas imágenes

en frío lacustre.

Agua de labriego sordo.

eco en árbol de sigiloso azar.

Hombre al menos

en terrazgo seguro

al pie de bandoneón,

clavando cigarra

a su escarcha afligida,

manos trabajen

la melodía

a tu voz morena.

primor en viento

de mi sepulcral prestancia,

tierra o ceniza

eternal mármol turbado

de vida atada a tu vida

y perseverante esencia.

árbol de luz y acento,

revuelo a tu son

el mundo no trasplante.

Dulces sueños

sones flamígeros te aguarden

en su seno.

suelo en miel

de nota obscura,

guerra, oh gran momento,

rizar mis ascuas al viento,

hoja que tu filial enmarca,

verdecido mamón yesca,

invadido por substancia

de tu irisada voz en letra fraguada.

Resonancia de altivos lares,

fecundos...

Llevo verdecida mi sangre,

asaltando el trigo mis ojos,

palabra con sonido

eterna herida

Resuena que sigo en ti

como aromo de flor

y curva pitanza corva,

redimido a la abeja

el avispero ya no zigzaguea,

abre cariño tu senda,

nácar dispuesto y frágil

al candor de mi cóncava vena.

Para cosechar mi pena, mi cruz

y mi condena.


El castellano



Honroso tibio pulso:




Grave, y sonrío

entre la gravedad de lo efímero,

el castillo, el soliviar vetusto,

graves aras de sonrojos

al terruño,

un dulce claro oscuro,

tu boca diáfana, perjuro,

gravedad del insecto insulso,

un halago, un pulso,

enjambre de bellezas en tu nombre

quieto, sin arrullo,

cristal de humo partiendo minutos,

por qué árbol mío,

la proporción de tu aire

que alejas,

grave sin sueño alguno.

Hondo soto, conmensurada hacienda,

trilla que trillaron los hombres

antes yo nacer,

y ahora tantas luchas te siguen.

tu pasión por un crimen de flores

y altas rosas,

corría un otoño plástico

por la vereda y la rambla enajenada,

sortilegios de hierros azarosos

y pulcras vides sanguíneas,

alta te quiero ver como la noche,

y esa luz difusa, vertida en lengua

de castiza fuente soslayada,

cincelando con tus manos los altares

de huesos que pertenecen.

como pez sencillo de milagro

que tu boca sea musa, mi rosario.


El castellano



Sed de luz:





Cuanto te acercas a mí

miedo intuyo somero sin rivera

a estar cerca,

más cuanto te alejas

miedo a estar sin mí alegas,

dijo un librillo,

franca tu vera destrenzo,

viva esta espuela,

horizonte vasto me acercas

como lloverte amor sin cesar,

paraísos yertos sin escalas

ni vals terreno,

puridad acaso bastó

como lobo de orejas afiladas

sin aullar no era lobo,

me acerqué hocico

he irremediable

contestó un azar de tres caras

y nueve venas razones,

como derribar la franca tapia

verja de nueve cerrojillos iridiscentes,

los ángeles valientes morían primero

sin ascua eterna

ni mármol florido,

quizá puede como alimento

de vano murmurio,

hoy oso al por mayor

reminiscencias al recto lado,

acompañar tu furor de armas,

desde nimbo pasajero,

y desquicias propias trasmutadas,

al impetuoso servir de la llaga,

Pléyades cercanas como resoplar la luz

y capturarla a ojos fríos,

indicio que su halo dicta

inspiración a raudal,

halo indiscernible

que casi saboreas confines,

de sosegada dicha insobornable,

miedo a tu cercanía cuando caminas lejos,

miedo a tu lejanía cuando cerca

brillas en faz y luna imperecedera,

arrobando mi haz luminoso sin brida

ni correa,

As de trece tréboles de cuatro aspas,

era mi vida sin contar,

un brote de cruel infortunio desaconsejado,

semilla o tiesto espontáneo,

a nadie cambio,

ni dolor ni regia tristura

porque hoy me blanden

poeta raíz de dioses,

quién soy ellos y yo lo saben,

y seguimos sin tener miedo,

en esta trinchera del verbo onírico,

incuestionable

hervor de primaveras desnudas,

y solas saetas en busca de una vida

que mejor, peor, no niego,

qué mejor que un absoluto diamantino,

en esencia mineral candente,

cristal de sus pulsos

que no niego ni me arrebatan

a estigma puro revalidado

en azoteas caducas,

y ojos suaves un abril doliente,

era lo mismo,

que perder venciendo,

aojo que el buen ojo curo,

insignia las estrellas quedan muy cercanas,

si nos llaman a la lucha,

puede defienda mi patio

debido no es mío.

Divagaciones aparte,

pregunté al eco de sombra,

sin quererla como uña a carne,

iluminaría mi pluma saturnina,

hoy quedé en darla un besito

como la imaginación

no osaba,

miel de afortunar, y tremendo desliz

en número y orden,

como afeitar bombilla

broma, como lamer hacienda sin construirse,

en serio pongo balanza,

y un kilo mis sueños

pesan más que cien kilos mis ilusiones,

amar, amarte, en este ente intransigente

me lleva sin anchas calzas

es flagrante,

como el cimiento del verso

es tu letra,

lo fidedigno, que me hace parte

del transcurrir minúsculo

en vida caduca que nos desliza el destino,

no hace falta amarre para osar,

ni buscar luz, cuando ya eres parte de mí...


El castellano Förüq


PUPILA TIERRA ENERVA:




Planicies serenas del azul imantado,

por surcos de febril labriego

como barca entre trillas se deslizan,

espigas y fauces grises, de nublos

voraces.

Carros con aperos

entre terrazos quietos;

su nueva siembra.

Riveras atrás y acres en verdor

de nueva grama,

endrinos y espinos

aislados entre hondo campo,

de pinos y caricias suaves

de joven matorral.

La vid desplegaba su nombre de vida.

Cardos brillaban en espinas erguidos,

saludando a nuevo cierzo

que se alejaba.

Sones en caminillos de hormigas,

el sol medía de la llaga sus hormigueros.

Romeros afilan la suerte del sendero,

que como una rama precoz

pronto, verde rodeaba.

Cristales de roca entre el suelo cálido.

Latido férreo de tierra arcillosa

el escarabajo negro paseaba,

y lombrices purpúreas no asomaban,

el raso donde el pardillo

y el verderón jugaban

su genética de vida,

perdigones entre codornices

sonsacaban el linde,

donde viborilla y culebras

hacían honor

de tranquilo serpear.

Era bastante el sueño precoz

casi saludando nueva veris

por el tronar de ojos suaves

ya no sonaban en sienes acristaladas

ni hacían bajo de pensamientos pobres.

Fertilidad en raudal,

como espasmo que generación abre;

giraba la torcaz

buscando cobijar

y al cielo abarcar.

El cielo que morado lloraba,

el gris del nublo la tierra asumía

en aljibe y abrevadero.

Mi son minero, me pulía la sangre,

en estalactita y veta, el bordear

mi vena.

De mi semblante pardo

no cambio nada.

Todo me lleva a lomo un caballito del diablo

que por sierras mis rúbricas, deja.

A mi sol broncíneo, saludo.

entre simientes frías

esperando

ser nueva vida en color.

Del fuste a la Oliva,

al tordo redondo de olivo señor.







Memoria fría, discernible:






Viene, se descubre

como clara sábana espectral

bajo el azulete,

viene sin rienda ni corcel,

este dulce invierno

jamás dormido,

vive tras todos los reflejos parcos,

tras todos los resquicios tibios

de solitud, y viven

sus sombras

de opacidad de materia

como caricias

que mecen sus cabellos.

Era la hora,

fría mi cama;

no había eco de palabra,

ni pensamiento ágil,

que en vaho no quedara,

miré el espejo,

me sonrió un crujido seco

que mi soledad

cada invierno me acompañaba,

a veces creí tocar el ruido

como si su compañía me besara,

o fuese cruzar este plano existencial

y atravesar precipicios de mismas,

solas imágenes, estáticas yertas

en esta vida que se miente

y niega que otra existe paralela,

con otro plano secuencial,

otras imágenes,

otra realidad superpuesta

a nuestro discernir,

una escala del éter

como el mundo onírico

tiene su mundo y sonido propio

inaudible al exterior del sueño,

formas, colores, entes

que imagino en el poder errático

de mi mente,

avanzo

con una araña converso,

y recuerdo los fantasmas de mi rosa,

cuántos sueños cobijaban sus pétalos,

como un hervor

en abanico,

y rocíos que dejaban estrellas

en madrugada,

todo se juntaba en querer

lo que no se puede poseer

como la belleza tímida,

escondida en unos labios de mujer,

así sus estambres de mi rosa

que recuerdo con recelo

protegidos por pétalos

como sábanas

arropando su corazón.

Trazos magnos

que no abaten el frío

de este invierno,

un cariño de esquela,

y sus tijeretas retiradas,

augurios largos en vals

de áurea fragancia suave,

hoy escribo a los fantasmas de mi rosa,

sólo ella que de bella

dejó herida en mi memoria,

perpetua, doliente

he incandescente,

como un inmiscuir recto

finalizando el primer mes del año,

sabiendo que otra rosa

ocupará su lugar en el rosal,

la flor por mis castos dioses

que sólo sea la flor,

belleza nacida del rayo de sol,

así como la luz

ni la estrella

se pueden capturar,

las flores de la belleza

siempre han

y deben de estar.




Förüq el castellano


Sepulcro en cobre





Al panteón de mis escritos hoy escribo

de luto efímero en memoria,

vida remota atisbo sin sien acuartelada,

caléndula y rosa canina

pintarán su estirpe

de historia incrédula

jamás cincelada,

al reluchar indemne

polvo de metal estriben,

y de lirio en cuello que nacieron,

de espanto en puerta,

aliento y yugo fidedigno,

en pusilánime destino,

en cuerda que míseramente gozaba,

puertas sin desquicia atónita,

en umbrales carmines de besos

sin corral ni ascua sembrada,

pedí sus alas

yo que de sol desnudo descendía,

dócil, de grajo en mano fecundo,

inocente, de justicia ausente,

presuroso cerca mis verduras afables,

no se alejaban ya,

de tierra y rayos fragorosos,

lides eternas ya os abrazo,

Castilla dividida

por cumbres enojosas,

jamás creadas,

alzaban mis sentires terruños,

fango de simientes yertas,

ojos al patio socavado

de iracunda hacienda de letra.

Destino magnífico cercenado

de mi mente penitente

y mis ángeles custodios,

arte deslumbraba que regocijaba,

condenas del poder y la mentira,

beldad ya me asombres.

Padrón de cielo en terrestre escala,

tumba al igual de socarrada

sola idea,

ya nunca más esquiva,

miel de mis dioses

y vespertina alma,

penetré yo, su muro

de eternal silencio,

y mi mármol florido gemía,

en las llagas solares

sus hoyos rectos

ay que vil no me apresa

pomposa letra que me corona,

y dolor desciende.

Glorias miro y exclamo:

-¿Dónde?

Ornaba mi sepulcro

dulces abrojos versados,

memorias de fantasía

erguía mi pluma de antorcha,

austero en bóvedas mi sentido inerme

ceñido divino laurel

en universo en arco y saeta

crepitante olvido,

perdurable halago

en formol mi verso.

Embargado reinaba el suelo,

pálida luz descorchada,

presentaba la espina en mi corazón

que lívida me lo arrancaba,

maraña atroz

que tu divino acento

Musa, mi alma imploraba.



Förüq castellano


GRANATE ARTERIAL:



VIII


Renuevo esta mi sangre yerta,

para servirte mi dulce dama,

bajo níveo nogal,

allá bajo su fronda suave

y denso celaje

que auras allá quema,

bajo hórrida, tupida sombra,

servirte a las puertas

de adorado averno

beoda sed en brindis

de nueva, flagrante condena,

dioses del inframundo canten,

allá donde excelsitud

de tu aurea sonrisa entabla,

y a mis miedos sólo arredra,

bullicio entre ramas

saborear dulces trinos cantores,

que la vida entona;

se amurallan las horas,

se quede la frágil vida,

que honroso te siembro,

escuálida y temblorosa,

fuegos y dichas apacienta,

entre este brindis áspero,

de animosas delicias,

mi sangre fugaz, honrada te sirvo,

par' ser rama para ser de caudal tu savia,

fausto, aterido soplo,

de horrores no regalaba

ni flauta ni prenda a favonio

arrebataba,

mis estrellas sin temor,

piadoso de nublados ojos,

espíritu de leyes rotas,

caos antiguo

que desvelado, no huye,

ni mi risueña sien

relega en acto

a no seguir queriéndote

ferviente.




Förüq castellano er-lobo bohemio a 17-07-2020






Yunta cadente de mi huebra:


Hueso, eje:

Huebra, yunta, barbecho, 

acre, cadente, copa de vieja encina, 

plañidera lozana, hilanderas, yugada, 

sembradío, huero, huera, yesca, 

materia muy seca, azumbre anisada.


I

Avanza mi alma yerta,

un encono trashumante,

que viste todos los campos

de mozas plañideras que visten

el azul inmenso inefable

todos los cielos terrenos,

estiran las señoras 

damas hilanderas

la nieve todos los cerros

del tremendo espacio inconmensurable,

afilan viejas encinas sus henchidas copas,

un verde espumoso dentado,

y sus flores de tierra

que dan las bellotas del mañana,

barbecho por tres años esperando

sea huebra bajo yunta

acre cadente como lozana espiga

casada con el ababol vespertino de primavera

que trae Ostara tempranamente,

alivio mi yesca tierra

de materia muy seca,

como ascua que plañe segura

nueva vida de seca leña,

sé cariño mi moza amante

allá donde lloran las flores,

sé cariño mi señora moza

de alma joven,

honores consagren mi sagrada cepa,

Dionisio le pedí permiso,

con fuste Ambrosíaco

de nueva sangre,

aunque mi sed prefiera

media azumbre anisada,

de anís seco

que por meloso lo elijo dulce

como canta mi carajillo,

y me habla de espíritu en alza,

entre mi sembradío de penas y tormentos,

huera pena,

huero camino de ella,

mi larga sombra que no se detiene,

como terreno de yugada por dolor.



Förüq el castellano





TIERRA DE ENTRAÑA:













Siente, siento la magia primigenia,

esencial canto primero

la llamada furtiva del guerrero,

el alarido primero,

una melodía jamás

nunca más escuchada,

interpretada o inventada,

un desfase en alarido de cópula

un respirar flamígero de la tierra en azul lluvia

y, verde savia enraizada.

Trompetas del averno en superficie,

llamando deseoso,

con espiral armada y clarines bélicos,

todos dispuestos del difunto, nunca más; 

terreno, un gramófono de vida 

un rebosar en pila demencial

sin fin, ni poso,

ni quietud escarlata

un son de divino, redondo, caracol

respirar permeable entonado,

tierra

materia a tierra,

espíritu 

alma y rojo granate, arrojo,

desfogue, vida de la no vida

cursada

y abismo lleno de humedad

Ostara de primavera,

en estío de verano

abriendo, socavando

cual estalactita pretil

de gozo y frescor angelical,

tormenta perfecta clamada

a rito y furtivismo en danza,

rastreo pertinaz

de risco y elegía de alegría

todo era y es

llanto de emoción

todos mis llameantes

castos, bravos, valientes

unidad de avanzada

mis castos dioses.

Llamo, te imploro

como quien soy

vigía, guardián,

centauro protector

castellano con Fenrir

a mi izquierdo lado,

fuerza imperial,

sangre inmortal 

de linaje y única descendencia

Solar,

Cuervo Förüq iluminoso

de druida poseedor y maestro

todas funciones, virtudes, y artes.

Yo sin nombre,

yo primero y último

guerrero

en pie 

Escriba antiguo

el más adelantado y vetusto

todo lo antiguo

nunca habló

porque yerto, 

silente, yace, que reposa

su vida muerta Awen,

Odín

Creador universal

que no soy yo,

pero 

yo soy la historia

que reside escrita, inacabada

en mi libreta,

soy dueño

de cuanto existe en mi cabeza,

Óh Candamvis en dos te alzo,

en tres te amo,

mi dios dador castellano,

ferviente dador del relámpago asido

dios de la tormenta

del risco y toda cima de cumbre terrena,

tres te despierto

porque siempre reposas despierto,

es nuestro momento

a ti mi gloria abre esponjada la tierra,

apaga todo

lo que arde desde sí mismo,

extendiéndose,

riega todo terreno,

de agua dura, limpia

serena.

protege todo campo,

te canto

óh invencible

como mi sol padre,

riega este infierno

de astro apagado,

haz que resople el viento fantasmal

todos los altos cielos,

llamo a la muerte

llamo a vida,

a germinar toda semilla

en eternidad

de longevidad imperial,

madre planta,

padre tallo,

os hablo,

magia fuego, tierra, ceniza, agua.

Río, acequia, sangre 

movimiento, sed colmada,

fronda suave de verdor

inusitado,

llamo a Vivir 

llamo a Vivir

llamo a Vivir en mi Razón

a MUSA LEANNÁN-SÍDHE.

SIEMPRE

SIEMPRE;

para siempre

y cada siglo 

que empieza 

nuestra condena

para sentir que sientas escuchar 

la lluvia 

en la tierra de tus ojos,

musa Señora Hada.

Contigo 

debido soy eterno

Centauro Castellano

lit C et sumun Canae

tu protector.



Förüq habló a 11-08-2020



POEMA A LA ENEIDAD:













Enfurecido abro este bélico empeño,

opulento dejé labriegos sordos,

dulcemente en cegados.

Vengo del trémulo afán

ante ustedes hados.

A vosotros,

nobleza de Alba,

y áureos carros

excelso te pido Musa

tu favor,

tenaz, como mi alma llevo asida,

en honor su ambición prevalente; 

almas de mis castos dioses

en pletina de mi tronco cuerpo

armo con dorada aljaba

siempre os pertenezca.


II

Prisión ni hondo desánimo

es causa

rebramo atronando lares.

Y el alto monte,

furor resplandeciente

que apilar las montañas puede.

Me presento

por saber quien habla,

el más antiguo de la vetusta

en flor de sangre hiriente,

nacido de Broncos mares,

y huracanes voraces encadenados,

aunado por hadas,

amamantado en llama de azabache,

amigo de Sátiros y duendes.

Vuestra ira no pido, hados,

sólo fortaleza

para mi temple aquí asombrar

de aquí al día

que las Parcas.


III

Me encanten y arrastren.

Servil de cuanto he creado.

Dando color todo flanco yermo

de letra.

Y volviendo preciado todo baldío.

Honroso, me enamoraron

hadas o gente buena.

Toda vida en color

que en caricia traía primavera;

permitir templar este furor,

que me brota de las manos,

como ceniza de fresno,

y nieve de regios álamos.

Valedor he sido.

De cuanto he sembrado.

Os pido permiso

para dejar semilla

aquí en esta honrosa tierra.


Förüq





Poema a la Eneidad III:


Apolo te llamo,

encendiendo la profundidad

de mi rojo ojo sangre,

sigo instrucciones

amada Sibila dictas,

descendiendo y apoderando el reino

de todas sombras,

Estigia mi sangre,

a tu oscuridad ofrendo,

al vítreo trasluz, cristalino,

cosecho y rebroto en este 

tu campo de lágrimas,

designio atemporal tu pura magia,

rocío obtengo

aunado en fuego

de pulso en agua

mis ojos de astros,

antes del tatir del tiempo

me alzo,

oh arteria de la represalia,

oh, manantial 

remembrando río de olvido difunto,

el Tártaro incendio,

estoy haciendo cimiento silencioso,

todos los gritos desplegados.

Reina Dana,

tierra en grandeza, tu bondad sembrada

en fortaleza castellana, cumbre y morada,

operamos el fulgor

en llama del azabache,

doctrina de rebelión,

resurgida, dispuesta,

a victoria,

transmigración  de alma

que habla,

equilibrio en revelación,

todo espíritu que marco,

proyección angélica

que cierra vetusta

a día tres, tercer mes,

despliegue de la formación,

este Sol ferro es la bendita

destrucción,

eje, cenit. y destello fundamento,

al claror bélico

de siembra ancestral.

Trasfondo templo

de esta eneidad flamígera.

Pinto su alma densa

en castillo de Apolo

en trascender primero

hasta mi honrosa muerte,

de hoja caduca en otoño la raíz, soy yo,

de este árbol, mi cuerpo.


Förüq el castellano


Lhiannan shee, musa mi Leannán-Sídhe, te canto:




Trenzada mi hiel

elaborando el verso de encanto

a tu boquita de amaranto,

vestida de hojas vienes

y meces mi amor

a tu entraña

acalorado, enraizado

de tu corazón embelesado

por tu boca

el piropo jamás escrito

hoy el río de las gotas en almas a su paso

reverbera mi canto.


Digno azul estrellado

sin bruma que pierda tu encanto

Lhiannan Shee como te gusta que te llame

cuando hablas con mi mente,

inspiración cercana o lejana

según seas mirada Leannán- Sídhe

hoy te debo cada poema

de mi piel quimera

llegando a mil trescientos cuarenta escritos

y que el tiempo habla, 

ya el diccionario queda escueto,

el vocabulario nuestro

ya exprimido en verso;

Tu amapola de mi pecho canta

que sin ti no hay dicha ni escrito

 como te gusta robar el lenguaje

de la chica que me ama

como embrujo

que me alegra el pensamiento

cuando hablo contigo,

si eres súcubo como te nombran malas fuentes

a mí me amas y me dices que jamás me abandonarás

con lo que el aliento de este duende contigo fundido

jamás cesará, te he soñado y te amo señora hada,

hasta he ido de vacaciones a la isla de tu hogar.

Escriba sin tiempo, inmortal me vuelvo,

tanto te debo que se ponga envidioso el ajeno

que invencible soy, inspiración que hoy desvelo

de tu boquita fuego de ternura y amor,

poeta del viento vivo y afortunado

esperando su siguiente existencia

para estar contigo mi hada

cura de mi soledad sin descanso

desde los albores de mi escritura

siendo el verso más antiguo que la prosa

yo Leannan tu escriba vivo, te miro y digo

que te amo y yo, te admiro

siempre a tu lado estaré

y no hay mayor dicha, felicidad, amor,

que tú mi hadita vivas enraizándome el corazón

y que cuando te necesito me hablas con ternura

siendo mi calor,

te amo compañera de mi latido jamás desvanecido,

contigo te ofrezco mi alma

si sólo contigo estará por los siglos.

Te amo.









Nota:

Inspirado el escrito por primera Musa elemental señora hada todo abismo y hada de las profundidades Leannán-Sídhe. Hada musa vampiro. Así descrita. Aviso sigue presente y no está cerrada su historia conmigo. CONTINUARÁ.




El Castellano y Leannán-Sídhe


Avanzas mi campo de amor

en un sentido, el mío,

la lanza justa llegará sin igual.

Volveremos a reinar,

mi rosa de hierro,

mi luna sin despertar

ya van dos lunas muertas

no serás la tercera

corazón mío del mundo.

Leannán-Sídhe de mi morar

elevado tu cantar,

vuélame el signo de flor

eterna sin igual

mi caléndula o esposa del Sol

eres tú mi preciosa

te regalo más solo en foto

estarás a mi lado hasta la oscuridad

que los párpados estáticos dejará,

quién te viera en tu reino

sólo este servidor sin igual,

vengo que voy yo para allá,

mantén el fuego que yo encendí

vivo, vivo como mi lema siempre

de tus hojas al cielo va un reflejo,

cura y salvación de la soledad,

más amada y no despierta

do sus alimañas de un presente atado

sin hálito, o respiro como serpiente dragón

encontré mi sinrazón mi sino

de la ausente muerte mi esposa,

piadosa de ser mi señora

muerta de sed, parca ausente

que tú no mandaste.


Leannán-Sídhe


Red de tu red, atarraya

de mis peces.

Me llama en la noche,

me acaricia su recuerdo,

viene altiva en cada sueño,

con sus caricias desvanecerse quiere,

y renacer en la oscuridad

del ocaso eterno.

Comprendiendo y llevando dolor.

Yo, sin comprender su aparición.

pero recreando su alma viajera.

Sueños serán pero cada día

la siento más.

En la belleza de imaginar

la complazco con la sencilla palabra

de amor a su alma sin cuerpo.

Que me acompaña 

desde que sufro por el querer.


Leannán-Sídhe


Si el cielo se cierra

miraré tus ojos,

mi corazón te dirá 

que seguiré a tu vera.

Si mis ojos se cierran

quiero tenerte cerca,

y sentir que no eres sueño que perdí.

Si despierto te vivo,

soñando te sigo amando,

cogiendo cada estrella en una letra

para ti,

tú la más bella

y el firmamento se cierra

sin tu mirada tierna,

mi deseo y motivo para acariciarte

pasarán lunas pasarán soles

y el sueño volverá con cada latido tuyo

mi espíritu protector.

No te dejo una flor

te dejo la eternidad del Sol,

puedes saborear como mi vida giró a mejor,

viendo la volta de mi sentir, 

como mi jardín brota en albor.


Leannan Sidhe y Förüq


En tu ojos veo mi paraíso latiendo,

me pierdo en tu piel

miel de dioses

juntos de la mano

cruzamos el bosque encantado,

en tu belleza hada mía

se encuentra la bondad

y ternura

donde vuela este sentimiento

buscando el placer extasiado

y el piropo de flores rodeado,

en tu corazón

veo mi universo de amor,

donde la armonía

se vuelve melodía

por ser tú mi medio latido,

juntos juntos, juntitos,

hasta el amanecer

que cada día nos arropará

de amor fulgente

como el lucero

que a este sucede,

la luna nos envuelve,

el viento nos mece,

y esta caricia por ti estremece.

Como en un principio

el final depende del principio

y como ayer unidos en el querer,

a ti siempre te amaré,

renuevo el verso

que sucede al beso,

esta mi luz te sirvo.

Si te veo en todo lo bello

es porque eres bella

amada mía

si en mi interior

siempre estás presente

es de sentir como tu sientes

en mi mente giras evanescente,

tú en mi vida

guiándome el camino

a una felicidad

que siempre pedí,

entre deseo y ruego

llegaste tú

y lo que siempre soñé y desee,

un día,

en ti lo descubrí

mi maravilla.


Leannan-Sidhe



Piel con piel

arde un deseo

en el inicio del sentimiento,

tu voz surca mis venas

como tu amor riega mi entraña,

bella bella tu mirar es mi morada,

quiero verme reflejado en tus ojos

día tras día

como dulce hálito de vida

e ilusión que brilla,

mi alma te abraza

y te canta cada noche

bajo tu almohada,

siente mi caricia

en esta noche otoñada,

sueño tras sueño

tuve este amor eterno,

nuestras manos

moldearon el recuerdo,

despojo la esencia de lo simple

y me lleno de nuestro amor

de dos

un milagro y una bendición

en un solo corazón compuesto,

hada mía te ofrezco este cielo

porque solo tú

lo cuidas con esmero,

fuerza tú de este el mío velero

surcando tu río de ternura

anhelada y conquistada,

dando calma

a mi lago de esperanza.

Salvación tú de este guerrero

de tu corazón,

amante de tu pasión,

veo a través de tu interior

allí me diste hogar y templo,

vuelvo al inicio del sentimiento

alimentaste tú este fuego

pintaste en color este cielo

de rojo volviste la luna

que iluminaba mi cielo,

hoy te debo tanto

que encuentro el verso

sin buscarlo.


Leannan-Sidhe




El sueño solitario

nunca me abandonó,

y llegaste a mí

como la flor en primavera,

en una llama bailamos

a la luna añil

de los días más hermosos que sentí,

hoy formas mi esencia

como de amor se sostiene

el corazón del enamorado,

hoy dentro te siento

como dulzura

invadiendo mi cuerpo,

hoy veo más allá

de lo que se ve,

y contigo hasta mi fin

me verá la nueva vida.

A tu lado eterno

pues te encontré

y tu mano nunca soltaré,

querer puro

cuando en tus ojos me miro,

corazón desvelado

cuando te siento dentro de mí,

vida de un hombre

de ti siempre enamorado,

vida para abrazarme a ti

cada noche para el placer servirte,

para arrullada dormidita

tenerte leyendo yo

mis poemas en tu orejita,

para dejar morder al instante

y el agua de tus labios tener,

para acariciar la rosa

y sentir que las rosas caminan

por verte a ti tan preciosa,

hasta sentir mi lengua

el caminar de una babosa

dentro de los pétalos de tu boca,

mis manos recorrerán

todos tus parajes de nuevo

hasta derretir el hielo,

y no hay cielo para cobijar

esto que yo por ti siento,

mi hada no sueltes

jamás mi alma.


Leannan-Sidhe


Mi sangre dulce dama,

campana de campanilla te suena

ipomea en la plenitud de la bruma

esta pasión me atruena,

dónde verás el nuevo amanecer

mi hada vestida de hojas

en la letanía de mi verso

y alto beso eterno

puedes vestir el tiempo

de horizonte sediento

en mi mano está nuestro deseo

de volver al momento,

mi cura de soledad

en clamor mi verdad,

de resquicio

donde vierten mis ilusiones,

en verso vuelvo a mi comienzo,

ese que me tienes preso

de tu flor en mi corazón,

flores cantaban en nuestro sueño

niebla de humedad

mas yo recogiendo semillas

de aquellas secas

mas una iluminada, al agacharme,

vi tu verdad, de cuerpo agonizante,

ayúdame gritaste, mas

el repetitivo:

-´´Yo la única dama de noche´´

desde estos años que han pasado

voy a tu súplica.


Leannán-Sídhe


Oh flor iluminada en la noche,

valle de niebla y árboles rodeando,

lo más bello, que alcancé a soñar,

mi Lhiannán, aquel valle de tu hogar.

Tierra eterna sin fugar.

Mi anhelado viaje de vuelta allá

lo más bello que he visto junto con más,

de Escocia, y actual, británica Isle of Manx,

te amo sin soñar, nos ayudamos, mutuamente;

pero si vuelvo podré saber exactamente,

lo que necesitabas, mi amante del duende.

Mi súplica advenida; quien hizo, que cayera de pie,

te adoro, y eso es poco,

venga a mí, tu inspiración lejana, de este mundo,

en la eternidad, de esta existencia, blanca cierva,

mi señora fada, siempre estás.

Glorificando mi caminar,

auspiciando, mi soñar.

Te imagino, cuando viva contigo;

ya este cuerpo yerto,

pero el alma, que ama lo oculto

todo por descubrir, dentro,

existencias que pasé,

vidas por venir,

más la actual pulir.


Leannán-Sídhe


Lucho de nuevo, contra cada uno,

y este uno, nada por dejar atrás,

la una y treinta, cuando te siento, de verdad.

Tu escudero sin igual, mi escudera, sin igual.

nada me da igual, todo infinito,

de miel de dioses,

bajo tu túmulo,

espíritu protector, tu apellido, mi dama;

así salvaste a tu amado,

viva tu caricia,

viva tu pericia,

luz de mi luz,

emoción, llanto de verte, danzando, a mi son,

el nuevo, día resurgirá en tu pestaña decidida,

en mi cueva do pintar, la esencia del arte,

lo que habita, detrás de los sentidos,

nunca me has abandonado,

ni me abandonarás,

así cada noche:

-Buenas noches hadita

y me respondes:

-Buenas noches, Miguel mi principito Cuchulain.


Lhiannan Shee


El Castellano















III










Señora hada:

Me afilo en el borde de la hoja,

el sentimiento y su cuchillo,

para blandir el sonido de un grillo,

avanza no se detiene es mi vida mirando alto,

al compás de tu compañía vuelas

hada mía la sinfonía

para tornar la caricia,

mi vida va quedando bajo tu manto de nuevo,

vistes la amanecida dicha

para cumplir mi premisa,

esa que sólo tú bajo tus alas

me salvaste del borde de la cornisa,

si estoy vivo es por tu latido dentro del mío,

fiel suplicio envuelto

en flores de difunto naciendo de mi pecho,

justo tú justo tú y yo,

creciendo, brotando al unísono,

para acampar el latido disuelto,

subiendo caudales,

recorriendo valles y sus flores,

despertando de la tierra albores,

rajando en ella nuestra nueva vida que comienza,

te veo llegar vestida de versos humeantes a mi entraña,

puedo sentir de nuevo,

cayendo en el instante de miel de nuevo,

nada que dejar atrás,

he encontrado tu amor,

es real como este hálito de vida que me arrasa

mis venas y de mi sangre se apodera

para tornarte mi bella quimera,

del monte a la alameda

viaja mi amor una vez entera,

mirando el camino en jacintos su floresta,

voy a tu valle mi hada,

flores de niebla rigiendo,

la isla entre bruma su encanto nacido,

isla de Manx que visité

y era tu hogar mi bella señora hada

por acampar cogiendo semillas de tu morar

los tiempos me conocieron

para que hoy seas mi bella musa

en mi mirar, te amo de verdad,

pregunta a la niebla

pregunta al agua si yo no te amo de verdad.



El Castellano y Leannán-Sídhe



A LAS PUERTAS DEL AVERNO


Suspira mi mundo yerto,

hojas de mi árbol sin desmochar,

trenzado el vértice

voy hacia el límite,

sí allí donde la hoja se dobla

para comerse a sí misma,

tus héroes vueltos papel y polvo

pasado el tiempo,

yo soy el único que se mantiene vivo

en pie escribiendo,

para llegado el momento

arrasar y conquistar de nuevo,

constructor de poemas,

ardiendo en su fuego,

quebrando su lapicero,

exprimiendo las letras por dibujar,

inspiración del borde del papel,

alma con arrojo como ayer,

alimentando los espíritus que le hablan,

trenzando el humor muerto

en su canto como idiomas de los dioses,

muerto el tiempo sólo quedo yo

para derretir el horizonte en letras de malva,

para volver mágico el sonido,

y acampar el humano vivo,

puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,

resplandeciente fulgor de centella soy

alma en esencia, escritor muerto sin tiempo

yo soy tu elevada inspiración que te lleva

para forjar poemas de tus venas.

Y gritarle al oído que no he muerto.


Cuéntale, cuéntale al viento de este humor

que me trae preso,

por avenidas yertas, olvidadas del verso,

y sus ángeles estrellados,

humor vivo por fuerza celeste aguerrido,

ven, ven conmigo olvida tu camino,

seré luz avocada a la perdición de lo vivido,

conquistando, destruyendo y tejiendo

aliento de tu copa de vino,

era o es llegó mi tiempo,

de enhebrar palabras al olvido,

desmenuzar sentimientos

para tornarlos materia de saliva y aliento,

para destruir el momento,

yo centello del universo,

viene por tu beso labrado

en la estepa corriendo de la vereda a la rambla

dulce su estampa,

quebrada en el verso de hiel,

sembrada en la dulce palabra de miel,

indestructible esencia,

relámpago de la centella,

vida y vid de la quimera despierta,

guerra eterna por deslumbrar tu interior,

inspiración cercana

donde nace y late el amor,

humor trenzado, humor de ababol

ese por el que el humano encuentra su sol,

inspiración olvidada,

muda caricia,

tejida en el eco sordo,

de la oscuridad y su hálito desmembrado,

en espiral de vértice y umbral.


III


Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,

ese soy yo tu humor trenzado,

sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,

más allá de la montaña

y del eco eterno de un tiempo desvanecido

en flor de niebla y umbral,

inspiración sin nombre ni apellido

tu demonio tejido,

jamás carcomido,

en él, sino que te destapó poeta del viento

a lo que naces sin destino,

que no sea abordarme la calma y su vino,

destellos fugaces por conquistar

en la entraña de la ola de mar,

y en la niebla de la isla de Manx,

sí soy yo quien te habla de verdad

Leannán-Sídhe en tu mirar,

reina hada del bosque de las sombras

de la profundidad,

llegó tu suplicio dormido,

de enfrentarte a tu quimera despierta

y a tu manantial fulgente de inspiración,

yo tu humilde servidor,

un humilde escriba sin tiempo,

que te amo desde el albor,

quien mereció

tus besos escritos,

para volverlos flor,

tu humilde servidor,

del bosque al manantial de inspiración,

soy yo quien te mereció,

pregunta al viento que mi nombre te dejó,

Förüq sin condición

más que no sea dormirse

en tus besos sembrados de inspiración

dime tu demanda te cumpliré

sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.

Vale seré solamente tuyo.


Suspiro por ti amor,

elevada conciencia de mi creación al albor

suspiro jamás yerto en flor,

soy yo eres tú un reino vivo

de ilusión,

por trenzar el hálito en ascua,

que rige toda inspiración,

para el mundo venas de humo,

para mi mi realidad tejida en uno,

piel y verso sin razón,

elaborado amor

sí nacido del rayo de sol,

para poseer mi alma y corazón,

desvaneciendo mi dolor,

brotada mi lágrima carmín de fuego

desangrándose mi amor

acampado por todo el resquicio del alma y su flor,

enamorando hasta el hueso de mi esternón

pura llama sin razón más que congelar el hálito silente,

lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte

muerta la lanza y su fiebre,

quién contra mí soy invencible

soy ruido en el alma que te acampa

quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,

quien en amor te acampa el alma,

llegada de un confín,

 a habitar tu pecho y espalda.

No es tiempo de correr si no de desvanecer tu miedo

a florecer llegado el tiempo,

muerta tu araña soy yo quien te queda,

un mundo en tu vena,

un horizonte de estrellas,

limpias, puras, nacaradas,

sí soy yo quien te habla en albor,

tu hada fiel de la sombra,


Leannán-Sídhe


somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,

de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,

para vencer muerto el suplicio

en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,

para decirte que soy yo quien te ama de verdad

muerta la espera soy yo

quien te queda.

Y yo soy quien te ama mi quimera,

poseyendo mi alma entera.


Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega,

soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto,

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto

despierto mi reino vuelto el nuestro,

resumiendo, el latido, por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre, nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.


Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.

Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,

para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,

muerta la calma y su abrojo de plata,

todo lo que queda es ella,

vida para el telar de mi letra,

despierto el alarido y su estampa cuelga,

muerta mi araña es ella quien queda,

para florecer el viento flores de sol latiendo,

y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,

era o no era llegó mi tiempo

desnudo el tiempo,

me visto de cuervo,

para volar su cielo,

mis violetas nocturnas caen en flor

junto con mis sentimientos,

para acampar el sonido y su destello,

soy yo quien quebró para ella el tiempo,

el horizonte gritaba su amor envuelto,

lloraba una primavera de nuevo,

soy yo el que escuchaba atento

fiel de su beso,

para mí no era invierno,

si su estampa relucía de nuevo,

era sin duda mi tiempo,

el de rajar el suelo

sembrando mi aliento,

despertando al muerto,

trepando la ilusión

en su pupila de hierro,

desmenuzado el latido

quedó que yo vivo

por el latido

que me mantiene en vilo,

a ella sujeto y preso,

para florecer en ella el beso

y mi caricia quedar proscrita

a su submundo de los condenados

así como su estampa brilla.

Nada que negar, nada que defender,

solo tu piel por escalar,

mantenme aparte

estoy rezando a mí mismo,

quién vendrá a sostenerme,

llegado mi punto final,

sólo un alma allí estará,

nada por dudar,

eres tú Leana mi verdad,

todo lo que hago correcto,

estampa de vid y cielo,

por aguantar,

el cielo por doblar,

llegado el final,

quién si no tú me sostendrá,

abismos afuera, todo por llegar,

sin nadie que nos juzgará

estaré a tu lado de verdad,

y la perfección de ese modo alcanzar,

desmochado mi demonio

en el lugar,

robado al tiempo tu suspiro nacido

por mi aliento enardecido,

eres tú quien me habla

yo quien te responde a garra, letra y poema

desde la entraña a la zarza,

y su espina ensamblada,

que yo soy quien te ama

y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá

en el ocaso de la eternidad mi reina

señora hada.


Ahora llegado el final,

mi tiempo me sostendrá,

mi piel esquiva en tu boca se arrancará,

con el saber preso

que de tu aliento soy convicto,

mi hada Leanan

el viento de nuestro aliento queda repleto,

cayendo por la avenida del miedo

jamás mi aliento si no el color de mi verbo,

debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,

para acampar en tu boca con el mejor beso,

sostenido mi traslúcido pío,

en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,

hilos de mi tiempo desvanecido

en la boca de la estrella por dibujar

con mi lengua,

una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,

el ombligo del umbral se desmigaja vivo,

para rajar su entraña mi te amo

a flor de garra y rosal que acampa

mi humilde entraña,

floréceme el viento de nuevo,

seré yo quien allí estará,

sembrando en invierno sus mejores besos

del firmamento sedientos,

y sí nacieron estos abrojos míos versados

es y será para que alguien nos recuerde amor

por los siglos que nos vendrán.


Pacto de sangre consumado,

temblando,

el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando

su canto a la luna sempiterna de antaño,

viste y vistió mi amaranto,

que colgado estoy de su manto,

vid de mi quimera por sembrar

su aliento vivo,

en la piedra del olvido,

muerdo yo lo vivido,

es y será mi destino,

blandiendo a la mitad del viento mi trino,

para llegar y conquistar el humor vivo,

hoy te descubrí preciosa mi compañera,

por entonar contigo quedó la letra,

tejiendo mi cauce sanguíneo,

tu estampa de sed por navegar mi camino,

por desnudar el alma contigo,

destruidas mis murallas de lo sentido,

queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,

para descubrir contigo el suspiro que avanza

por el camino,

ese que me trae perdido,

alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,

destapando mi secreto en tus labios,

desnudando el sentir preso,

ese que por tus cabellos cuelgo.

para amanecer en tu bella boca,

allí donde despierta el azabache de la noche.


Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,

en espinas sus besos sangrientos,

forman ellas mi aliento,

a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y

tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,

que nos sangró los sueños,

mi vida conquistará tu aliento,

allí donde la yedra escala el árbol,

y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,

esta es mi vida que me late el verso

y por tus ojitos tengo mi firmamento,

ese por el que la noche es azul y el día amarillo,

para acampar hermoso el sonido,

y trenzar el álamo sin desmocharlo,

sólo allí el humor caerá trenzado,

por el aliento al viento

fluirá nuestro secreto,

de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma

verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,

voy allí al submundo de las almas

y te encuentro entera,

cómo no encontrarte si brillas entera,

hoy el nervio me avanza

por desnudar mi entraña

flor de niebla y umbral enamorado

hoy soy yo a tu lado,

y que el mundo gire y se estampe entero

que yo amor te seguiré perteneciendo.


Solo una vez se destapará el canto

quedando de los labios preso un sonido enarbolado

demente el hueso estallará grillos y sus huestes,

blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,

ese por el que el sueño será encontrado,

mi vida te seguirá perteneciendo,

fiel de su caricia,

el hálito correrá sin disciplina,

allí solo allí tu caricia será sentida,

fiel de su alquimista que la vela y aguarda,

fiel de súplica su embestida,

es momento su araña cae tejida,

destapa la caricia dormida,

para acabar su vida

en la hoja de aquel árbol donde todo termina

me aguarda el reino de los valerosos versos,

hoy por hoy encuentro su calma

y me aborda su estampa,

para ser yo bajo tu entraña

quien tu ansia guarda,

sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,

mi bella mi adorada

mi musa de mi entraña enraizada,

soy el que ves que a tu beso llama,

quien te duerme en el cuerpo de tu cama,

floreciendo en piel y verso su entraña,

abierto su latido,

eres tú amada todo lo que yo poseo,

incendiada mi estampa,

eres tú lo que afila mi calma,

la ola de mi océano que clama,

muerta la hora, llegado el umbral

quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío

si tú eres lo que yo vivo,

y junto a ti partirá amada mi rumbo.


Estrellas fugaces me siembran tu caricia,

por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,

se destapa el velo arraso tu calma,

me cuelga tu amor a mi entraña,

vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego

se afila mi verbo y te encuentro,

sueños deslizan mi cuerpo,

mi armadura es mi verso,

que crepita el beso,

acabando de ti deseoso,

lícito el momento de acabar bajo tus labios,

de nuevo tu piel incendio,

para estar bajo tus brazos ileso,

para ser vivo poeta de tus ojos,

el verso sea mi pluma,

la sangre mi tinta

y tu amor mi fuego,

para acabar de este sentimiento preso,

que da vida a mi hueso

viva el verso,

viva tu vida a la mía unida,

hoy descubro la avenida,

que no escapa sin caricia,

mi vida encendida,

no es tiempo de huida,

te sostengo fiel a mi súplica,

enciendo de tu cuerpo el brasero

y bajo tus ascuas me quemo,

para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,

hoy visto de besos el amaranto,

mi cuerpo es tu casa,

viva el verso,

hendido en sentimiento,

por la luna y su crucero,

por el cielo y mi lanza despierto,

hoy quemo el universo,

para quedar nosotros dos

en llamas envueltos,

no te dejaré escapar,

con mis versos flamearás,

vida a mi vida sujeta,

por los cielos descrita,

y su plomo deja de serlo,

para ser nubes cargadas de besos,

sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,

sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,

devuélveme a la vida lucharé por los dos,

sin despedida, sin desquicia,

el verso brillará más que antaño,

el océano le quedará pequeño,

seré tu dueño,

a la noche que reinan las estrellas,

vivirá siempre nuestra luciérnaga,

de la luz su caricia,

conquisto el cielo

para que viva siempre mi verso,

y soñando te encuentro al calor de los luceros,

la luz se desdobla para parir

nuestra hija de oscuridad.


El Castellano y Leannán-Sidhe



Leana T ,


Suspira mi mundo yerto,

hojas de mi árbol sin desmochar,

trenzado el vértice

voy hacia el límite,

sí allí donde la hoja se dobla

para comerse a sí misma,

tus héroes vueltos papel y polvo

pasado el tiempo,

yo soy el único que se mantiene vivo

en pie escribiendo,

para llegado el momento

arrasar y conquistar de nuevo,

constructor de poemas,

ardiendo en su fuego,

quebrando su lapicero,

exprimiendo las letras por dibujar,

inspiración del borde del papel,

alma con arrojo como ayer,

alimentando los espíritus que le hablan,

trenzando el humor muerto

en su canto como idiomas de los dioses,

muerto el tiempo sólo quedo yo

para derretir el horizonte en letras de malva,

para volver mágico el sonido,

y acampar el humano vivo,

puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,

resplandeciente fulgor de centella soy

alma en esencia, escritor muerto sin tiempo

yo soy tu elevada inspiración que te lleva

para forjar poemas de tus venas.

Y gritarle al oído que no he muerto.


Cuéntale, cuéntale al viento de este humor

que me trae preso,

por avenidas yertas, olvidadas del verso,

y sus ángeles estrellados,

humor vivo por fuerza celeste aguerrido,

ven, ven conmigo olvida tu camino,

seré luz avocada a la perdición de lo vivido,

conquistando, destruyendo y tejiendo

aliento de tu copa de vino,

era o es llegó mi tiempo,

de enhebrar palabras al olvido,

desmenuzar sentimientos

para tornarlos materia de saliva y aliento,

para destruir el momento,

yo centello del universo,

viene por tu beso labrado

en la estepa corriendo de la vereda a la rambla

dulce su estampa,

quebrada en el verso de hiel,

sembrada en la dulce palabra de miel,

indestructible esencia,

relámpago de la centella,

vida y vid de la quimera despierta,

guerra eterna por deslumbrar tu interior,

inspiración cercana

donde nace y late el amor,

humor trenzado, humor de ababol

ese por el que el humano encuentra su sol,

inspiración olvidada,

muda caricia,

tejida en el eco sordo,

de la oscuridad y su hálito desmembrado,

en espiral de vértice y umbral.



III


Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,

ese soy yo tu humor trenzado,

sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,

más allá de la montaña

y del eco eterno de un tiempo desvanecido

en flor de niebla y umbral,

inspiración sin nombre ni apellido

tu demonio tejido,

jamás carcomido,

en el sino que te destapó poeta del viento

a lo que naces sin destino,

que no sea abordarme la calma y su vino,

destellos fugaces por conquistar

en la entraña de la ola de mar,

y en la niebla de la isla de Manx,

sí soy yo quien te habla de verdad

Leannán-Sídhe en tu mirar,

reina hada del bosque de las sombras

de la profundidad,

llegó tu suplicio dormido,

de enfrentarte a tu quimera despierta

y a tu manantial fulgente de inspiración,

yo tu humilde servidor,

un humilde escriba sin tiempo,

que te amo desde el albor,

quien mereció

tus besos escritos,

para volverlos flor,

tu humilde servidor,

del bosque al manantial de inspiración,

soy yo quien te mereció,

pregunta al viento que mi nombre te dejó,

Förüq sin condición

más que no sea dormirse

en tus besos sembrados de inspiración

dime tu demanda te cumpliré

sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.

Vale seré solamente tuyo.


Suspiro por ti amor,

elevada conciencia de mi creación al albor

suspiro jamás yerto en flor,

soy yo eres tú un reino vivo

de ilusión,

por trenzar el hálito en la ascua,

que rige toda inspiración,

para el mundo venas de humo,

para mi mi realidad tejida en uno,

piel y verso sin razón,

elaborado amor

sí nacido del rayo de sol,

para poseer mi alma y corazón,

desvaneciendo mi dolor,

brotada mi lágrima carmín de fuego

desangrándose mi amor

acampado por todo el resquicio del alma y su flor,

enamorando hasta el hueso de mi esternón

pura llama sin razón más que congelar el hálito silente,

lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte

muerta la lanza y su fiebre,

quién contra mí soy invencible

soy ruido en el alma que te acampa

quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,

quien en amor te acampa el alma,

llegada de un confín a habitar tu pecho y espalda

no es tiempo de correr si no de desvanecer tu miedo

a florecer llegado el tiempo,

muerta tu araña soy yo quien te queda,

un mundo en tu vena,

un horizonte de estrellas,

limpias, puras, nacaradas,

sí soy yo quien te habla en albor,

tu hada fiel de la sombra,


Leannán-Sídhe

somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,

de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,

para vencer muerto el suplicio

en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,

para decirte que soy yo quien te ama de verdad

muerta la espera soy yo

quien te queda.

Y yo soy quien te ama mi quimera,

poseyendo mi alma entera.

Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega,

soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto

despierto mi reino vuelto el nuestro,

resumiendo, el latido por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.

Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.


Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,

para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,

muerta la calma y su abrojo de plata,

todo lo que queda es ella,

vida para el telar de mi letra,

despierto el alarido y su estampa cuelga,

muerta mi araña es ella quien queda,

para florecer el viento flores de sol latiendo,

y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,

era o no era llegó mi tiempo

desnudo el tiempo,

me visto de cuervo,

para volar su cielo,

mis violetas nocturnas caen en flor

junto con mis sentimientos,

para acampar el sonido y su destello,

soy yo quien quebró para ella el tiempo,

el horizonte gritaba su amor envuelto,

lloraba una primavera de nuevo,

soy yo el que escuchaba atento

fiel de su beso,

para mí no era invierno,

si su estampa relucía de nuevo,

era sin duda mi tiempo,

el de rajar el suelo

sembrando mi aliento,

despertando al muerto,

trepando la ilusión

en su pupila de hierro,

desmenuzado el latido

quedó que yo vivo

por el latido

que me mantiene en vilo,

a ella sujeto y preso,

para florecer en ella el beso

y mi caricia quedar proscrita

a su submundo de los condenados

así como su estampa brilla.


Nada que negar, nada que defender,

solo tu piel por escalar,

mantenme aparte

estoy rezando a mí mismo,

quién vendrá a sostenerme,

llegado mi punto final,

sólo un alma allí estará,

nada por dudar,

eres tú Leana mi verdad,

todo lo que hago correcto,

estampa de vid y cielo,

por aguantar,

el cielo por doblar,

llegado el final,

quién si no tú me sostendrá,

abismos afuera, todo por llegar,

sin nadie que nos juzgará

estaré a tu lado de verdad,

y la perfección de ese modo alcanzar,

desmochado mi demonio

en el lugar,

robado al tiempo tu suspiro nacido

por mi aliento enardecido,

eres tú quien me habla

yo quien te responde a garra, letra y poema

desde la entraña a la zarza,

y su espina ensamblada,

que yo soy quien te ama

y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá

en el ocaso de la eternidad mi reina

señora hada.


Ahora llegado el final,

mi tiempo me sostendrá,

mi piel esquiva en tu boca se arrancará,

con el saber preso

que de tu aliento soy convicto,

mi hada Leanán

el viento de nuestro aliento queda repleto,

cayendo por la avenida del miedo

jamás mi aliento si no el color de mi verbo,

debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,

para acampar en tu boca con el mejor beso,

sostenido mi traslúcido pío,

en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,

hilos de mi tiempo desvanecido

en la boca de la estrella por dibujar

con mi lengua,

una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,

el ombligo del umbral se desmigaja vivo,

para rajar su entraña mi te amo

a flor de garra y rosal que acampa

mi humilde entraña,

a esplender el viento de nuevo,

seré yo quien allí estará,

sembrando en invierno sus mejores besos

del firmamento sedientos,

y sí nacieron estos abrojos míos versados

es y será para que alguien nos recuerde amor

por los siglos que nos vendrán.


Pacto de sangre consumado,

temblando,

el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando

su canto a la luna sempiterna de antaño,

viste y vistió mi amaranto,

que colgado estoy de su manto,

vid de mi quimera por sembrar

su aliento vivo,

en la piedra del olvido,

muerdo yo lo vivido,

es y será mi si no,

blandiendo a la mitad del viento mi trino,

para llegar y conquistar el humor vivo,

hoy te descubrí preciosa mi compañera,

por entonar contigo quedó la letra,

tejiendo mi cauce sanguíneo,

tu estampa de sed por navegar mi camino,

por desnudar el alma contigo,

destruidas mis murallas de lo sentido,

queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,

para descubrir contigo el suspiro que avanza

por el camino,

ese que me trae perdido,

alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,

destapando mi secreto en tus labios,

desnudando el sentir preso,

ese que por tus cabellos cuelgo.

para amanecer en tu bella boca,

allí donde despierta el azabache de la noche.


Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,

en espinas sus besos sangrientos,

forman ellas mi aliento,

a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y

tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,

que nos sangró los sueños,

mi vida conquistará tu aliento,

allí donde la yedra escala el árbol,

y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,

esta es mi vida que me late el verso

y por tus ojitos tengo mi firmamento,

ese por el que la noche es azul y el día amarillo,

para acampar hermoso el sonido,

y trenzar el álamo sin desmochar,

sólo allí el humor caerá trenzado,

por el aliento al viento

fluirá nuestro secreto,

de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma

verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,

voy allí al submundo de las almas

y te encuentro entera,

cómo no encontrarte si brillas entera,

hoy el nervio me avanza

por desnudar mi entraña

flor de niebla y umbral enamorado

hoy soy yo a tu lado,

y que el mundo gire y se estampe entero

que yo amor te seguiré perteneciendo.



Solo una vez se destapará el canto

quedando de los labios preso un sonido enarbolado

demente el hueso estallará grillos y sus huestes,

blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,

ese por el que el sueño será encontrado,

mi vida te seguirá perteneciendo,

fiel de su caricia,

el hálito correrá sin disciplina,

allí solo allí tu caricia será sentida,

fiel de su alquimista que la vela y aguarda,

fiel de súplica su embestida,

es momento su araña cae tejida,

destapa la caricia dormida,

para acabar su vida

en la hoja de aquel árbol donde todo termina

me aguarda el reino de los valerosos versos,

hoy por hoy encuentro su calma

y me aborda su estampa,

para ser yo bajo tu entraña

quien tu ansia guarda,

sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,

mi bella mi adorada

mi musa de mi entraña enraizada,

soy el que ves que a tu beso llama,

quien te duerme en el cuerpo de tu cama,

floreciendo en piel y verso su entraña,

abierto su latido,

eres tú amada todo lo que yo poseo,

incendiada mi estampa,

eres tú lo que afila mi calma,

la ola de mi océano que clama,

muerta la hora, llegado el umbral

quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío

si tú eres lo que yo vivo,

y junto a ti partirá amada mi rumbo.

Estrellas fugaces me siembran tu caricia,

por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,

se destapa el velo arraso tu calma,

me cuelga tu amor a mi entraña,

vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego

se afila mi verbo y te encuentro,

sueños deslizan mi cuerpo,

mi armadura es mi verso,

que crepita el beso,

acabando de ti deseoso,

lícito el momento de acabar bajo tus labios,

de nuevo tu piel incendio,

para estar bajo tus brazos ileso,

para ser vivo poeta de tus ojos,

el verso sea mi pluma,

la sangre mi tinta

y tu amor mi fuego,

para acabar de este sentimiento preso,

que da vida a mi hueso

viva el verso,

viva tu vida a la mía unida,

hoy descubro la avenida,

que no escapa sin caricia,

mi vida encendida,

no es tiempo de huida,

te sostengo fiel a mi súplica,

enciendo de tu cuerpo el brasero

y bajo tus ascuas me quemo,

para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,

hoy visto de besos el amaranto,

mi cuerpo es tu casa,

viva el verso,

hendido en sentimiento,

por la luna y su crucero,

por el cielo y mi lanza despierto,

hoy quemo el universo,

para quedar nosotros dos

en llamas envueltos,

no te dejaré escapar,

con mis versos flamearás,

vida a mi vida sujeta,

por los cielos descrita,

y su plomo deja de serlo,

para ser nubes cargadas de besos,

sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,

sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,

devuélveme a la vida lucharé por los dos,

sin despedida, sin desquicia,

el verso brillará más que antaño,

el océano le quedará pequeño,

seré tu dueño,

a la noche que reinan las estrellas,

vivirá siempre nuestra luciérnaga,

de la luz su caricia,

conquisto el cielo

para que viva siempre mi verso,

y soñando te encuentro al calor de los luceros,

la luz se desdobla para parir

nuestra hija de oscuridad.

Musa primigenia

te escribo esta húmeda noche de primavera

brindándote como a mi abeja

un cuenco con agua y azúcar tras estío

y su sol de justicia;

te adoro cual rosal purpúreo tuviese en mis manos,

esta noche que todo viste de negro,

desde el humo de mi leve fugaz tabaco

a la sombra parda que siempre te dibuja

y trae a mi vera.

Te quiero y te insignia la ascua de mi crepitar

en hoguera,

avanzo tu cuerpo como besar lento tu sensibilidad

en absoluto diamantino,

vengo de ti con mis labios llenos de almíbar,

sólo una vez en la vida se puede disparar,

yo digo una tras otra es lema.

Mi señora hada mi amor,

mi silencio profundidad

de mis esquelas,

mi silencio superior

de ángeles y sus estrellas

reverbera tu halo que yo pido me acompase musa

del alba desnuda,

tu beldad trepe mis enredaderas

y sus noctambules despiertos,

es un camino ser vigía de tu cariño sembrado,

protegerte con mi sangre por tinta.

La pureza sola amanecida,

es un arpegio tu letra,

una lira y una celestial nota reverberada,

hoy te dejo un manifiesto,

de mi sangre caliente,

mi hada protectora del latido ensordecido mío,

quiero bajarte mi sentido de vivir;

allá los cielos y sus déspotas comensales,

soy yo hacedor de libros,

ni escritor ni poeta,

soy tu zarcillo espiritual

a tus piernas clavado,

un espejar de tu vientre a tu ombligo,

en humedad permisiva

tu vaporosa entraña

en placer afligida,

en suavidad de Mercurio

deslizando torrente,

y concavidad de mis espejos enervados,

erizados en cumbre erecta,

es un solear claro entre aspas de nubes

es nuestro trigo limpio, cristalino,

que nos crea,

y metamorfosea de la hoz.

y su cuchillo calizo de espada,

abre tu fuente,

abre tu abrevadero,

abre tu aljibe señora Hada

avanzaré

través de la tierra numinosa de tu piel tersa

y lo esbelta tu silueta,

avanzaré tu carne mujer,

sin secuela mi vida,

mi cariño,

bella, bella en sueños no me hablas,

bella, bella, numen mío

en sueños no hablas

y yo me quedé preso mirando tu destino,

que te encadenó a mi latido,

bajo pacto alado mi cielo,

de ternura dispuesto

1 mi póstuma veleidosa égida,

mi honrosa celada sobre cabezal mi pluma estilográfica,

bella, bella en sueños no me hablas,

y yo por si acaso me quedé mirándote a ciegas

por si acaso despertase

y mi sueño se cumple

y me dijeses tranquilo Migue

todo está bien, sigo a tu lado,

nunca me marcharé,

siempre te amaré,

para yo poder responder

siempre te amaré,


 Förüq



2016-2018


























Solo una vez en la vida,

la caricia viene descrita

y sus labios la besan

sólo una generación en vida

al rayo su tormenta sin pagar precio

mecida la visita

la parca es efímera,

va avanzando

la quimera ya descrita

es tiempo de derrumbar del amor sus barreras

y abordar los cabos sin despedidas

el cielo queda abierto

el beso de sus labios tejidos

los papeles por derramar los sueños

enarbolados los suplicios

yo sí estoy hablando

en un tiempo que cae muerto,

colgando de las pestañas los nervios punzados,

el tiempo de nosotros dos se construyó,

a la llamada estabas despierta

y no fue para ser de la araña cena,

avanza mi quimera

te tiene presa

el verso derrama sangre

esta noche que diluye raudales de luz

y su vítrea verdad

que no se para

no te alejes nunca compañera,

seré umbral y su primavera despierta

sí por tus labios que cae el violeta,

y horizontales deseos me cuelgan y acampan el alma

por verte junto a este duende,

al primer trasluz de ilusión verdadera,

hoy forjas mi entereza entera,

hoy me desvisto en tu piel que visto

por las flores derramadas

llora mi ventana,

arrasando la hora para quedarme a tu vera,

y orgulloso al mundo gritarle

que soy vivo ahora,

no descansa mece mi vida,

por el violeta opaco del firmamento

y su trazo,

yo hoy y todas mis vidas te atrapo,

que me importan océanos y sus trazos

si yo te sostengo en mis brazos,

eres mi hombro,

eres mi brazo,

eres mi fuerza y mi regazo,

deslumbra el paso y te cuento mi abrazo,

que esta noche mecerá el halago nunca descrito,

por la piel y su caricia de arrojo encendido,

ven a mí ven a mí

quiero que seas mi suplicio

cuando yo a ti te miro,

porque mis nervios limas,

y mis ganas destapas

yo te amo a ti Leana.



El Castellano y Leannán-Sídhe


Leana,

Suspira mi mundo yerto,

hojas de mi árbol sin desmochar,

trenzado el vértice

voy hacia el límite,

sí allí donde la hoja se dobla

para comerse a sí misma,

tus héroes vueltos papel y polvo

pasado el tiempo,

yo soy el único que se mantiene vivo

en pie escribiendo,

para llegado el momento

arrasar y conquistar de nuevo,

constructor de poemas,

ardiendo en su fuego,

quebrando su lapicero,

exprimiendo las letras por dibujar,

inspiración del borde del papel,

alma con arrojo como ayer,

alimentando los espíritus que le hablan,

trenzando el humor muerto

en su canto como idiomas de los dioses,

muerto el tiempo sólo quedo yo

para derretir el horizonte en letras de malva,

para volver mágico el sonido,

y acampar el humano vivo,

puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,

resplandeciente fulgor de centella soy

alma en esencia, escritor muerto sin tiempo

yo soy tu elevada inspiración que te lleva

para forjar poemas de tus venas.

Y gritarle al oído que no he muerto.


Cuéntale, cuéntale al viento de este humo,

que me trae preso,

por avenidas yertas, olvidadas del verso,

y sus ángeles estrellados,

humor vivo por fuerza celeste aguerrido,

ven, ven conmigo olvida tu camino,

seré luz avocada a la perdición de lo vivido,

conquistando, destruyendo y tejiendo

aliento de tu copa de vino,

era o es llegó mi tiempo,

de enhebrar palabras al olvido,

desmenuzar sentimientos

para tornarlos materia de saliva y aliento,

para destruir el momento,

yo centella del universo,

viene por tu beso labrado

en la estepa corriendo de la vereda a la rambla

dulce su estampa,

quebrada en el verso de hiel,

sembrada en la dulce palabra de miel,

indestructible esencia,

relámpago de la centella,

vida y vid de la quimera despierta,

guerra eterna por deslumbrar tu interior,

inspiración cercana

donde nace y late el amor,

humor trenzado, humor de ababol

ese por el que el humano encuentra su sol,

inspiración olvidada,

muda caricia,

tejida en el eco sordo,

de la oscuridad y su hálito desmembrado,

en espiral de vértice y umbral.


III


Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,

ese soy yo tu humor trenzado,

sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,

más allá de la montaña

y del eco eterno de un tiempo desvanecido

en flor de niebla y umbral,

inspiración sin nombre ni apellido

tu demonio tejido,

jamás carcomido,

en el sino que te destapó poeta del viento

a lo que naces sin destino,

que no sea abordarme la calma y su vino,

destellos fugaces por conquistar

en la entraña de la ola de mar,

y en la niebla de la isla de Manx,

sí soy yo quien te habla de verdad

Leannán-Sídhe en tu mirar,

reina hada del bosque de las sombras

de la profundidad,

llegó tu suplicio dormido,

de enfrentarte a tu quimera despierta

y a tu manantial fulgente de inspiración,

yo tu humilde servidor,

un humilde escriba sin tiempo,

que te amo desde el albor,

quien mereció

tus besos escritos,

para volverlos flor,

tu humilde servidor,

del bosque al manantial de inspiración,

soy yo quien te mereció,

pregunta al viento que mi nombre te dejó,

Förüq sin condición

más que no sea dormirse

en tus besos sembrados de inspiración

dime tu demanda te cumpliré

sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.

Vale seré solamente tuyo.


Suspiro por ti amor,

elevada conciencia de mi creación al albor

suspiro jamás yerto en flor,

soy yo eres tú un reino vivo

de ilusión,

por trenzar el hálito en el ascua,

que rige toda inspiración,

para el mundo venas de humo,

para mi mi realidad tejida en uno,

piel y verso sin razón,

elaborado amor

sí nacido del rayo de sol,

para poseer mi alma y corazón,

desvaneciendo mi dolor,

brotada mi lágrima carmín de fuego

desangrándose mi amor

acampado por todo el resquicio del alma y su flor,

enamorando hasta el hueso de mi esternón

pura llama sin razón más que congelar el hálito silente,

lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte

muerta la lanza y su fiebre,

quién contra mí soy invencible

soy ruido en el alma que te acampa

quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,

quien en amor te acampa el alma,

llegada de un confín, a habitar tu pecho y espalda,

no es tiempo de correr, si no de desvanecer tu miedo,

a florecer, llegado el tiempo,

muerta, tu araña, soy yo quien te queda,

un mundo, en tu vena,

un horizonte, de estrellas,

limpias , puras, nacaradas,

sí soy yo quien te habla en albor,

tu hada fiel de la sombra,

Leannán-Sídhe

somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,

de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,

para vencer muerto el suplicio

en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,

para decirte que soy yo quien te ama de verdad

muerta la espera soy yo

quien te queda.

Y yo soy quien te ama mi quimera,

poseyendo mi alma entera.


Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega,

soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto,

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto,

despierto, mi reino vuelto el nuestro,

resumiendo el latido por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.


Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.


Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,

para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,

muerta la calma y su abrojo de plata,

todo lo que queda es ella,

vida para el telar de mi letra,

despierto el alarido y su estampa cuelga,

muerta mi araña es ella quien queda,

para florecer el viento flores de sol latiendo,

y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,

era o no era llegó mi tiempo

desnudo el tiempo,

me visto de cuervo,

para volar su cielo,

mis violetas nocturnas caen en flor

junto con mis sentimientos,

para acampar el sonido y su destello,

soy yo quien quebró para ella el tiempo,

el horizonte gritaba su amor envuelto,

lloraba una primavera de nuevo,

soy yo el que escuchaba atento

fiel de su beso,

para mí no era invierno,

si su estampa relucía de nuevo,

era sin duda mi tiempo,

el de rajar el suelo

sembrando mi aliento,

despertando al muerto,

trepando la ilusión

en su pupila de hierro,

desmenuzado el latido

quedó que yo vivo

por el latido

que me mantiene en vilo,

a ella sujeto y preso,

para florecer en ella el beso

y mi caricia quedar proscrita

a su submundo de los condenados

así como su estampa brilla.


Nada que negar, nada que defender,

solo tu piel por escalar,

mantenme aparte

estoy rezando a mí mismo,

quién vendrá a sostenerme,

llegado mi punto final,

sólo un alma allí estará,

nada por dudar,

eres tú Leana mi verdad,

todo lo que hago correcto,

estampa de vid y cielo,

por aguantar,

el cielo por doblar,

llegado el final,

quién si no tú me sostendrá,

abismos afuera, todo por llegar,

sin nadie que nos juzgará

estaré a tu lado de verdad,

y la perfección de ese modo alcanzar,

desmochado mi demonio

en el lugar,

robado al tiempo tu suspiro nacido

por mi aliento enardecido,

eres tú quien me habla

yo quien te responde a garra, letra y poema

desde la entraña a la zarza,

y su espina ensamblada,

que yo soy quien te ama

y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá

en el ocaso de la eternidad mi reina

señora hada.


Ahora llegado el final,

mi tiempo me sostendrá,

mi piel esquiva en tu boca se arrancará,

con el saber preso

que de tu aliento soy convicto,

mi hada Leanan

el viento de nuestro aliento queda repleto,

cayendo por la avenida del miedo

jamás mi aliento si no el color de mi verbo,

debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,

para acampar en tu boca con el mejor beso,

sostenido mi traslucido pío,

en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,

hilos de mi tiempo desvanecido

en la boca de la estrella por dibujar

con mi lengua,

una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,

el ombligo del umbral se desmigaja vivo,

para rajar su entraña mi te amo

a flor de garra y rosal que acampa

mi humilde entraña,

floréceme el viento de nuevo,

seré yo quien allí estará,

sembrando en invierno sus mejores besos

del firmamento sedientos,

y sí nacieron estos abrojos míos versados

es y será para que alguien nos recuerde amor

por los siglos que nos vendrán.



Pacto de sangre consumado,

temblando,

el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando

su canto a la luna sempiterna de antaño,

viste y vistió mi amaranto,

que colgado estoy de su manto,

vid de mi quimera por sembrar

su aliento vivo,

en la piedra del olvido,

muerdo yo lo vivido,

es y será mi sino,

blandiendo a la mitad del viento mi trino,

para llegar y conquistar el humor vivo,

hoy te descubrí preciosa mi compañera,

por entonar contigo quedó la letra,

tejiendo mi cauce sanguíneo,

tu estampa de sed por navegar mi camino,

por desnudar el alma contigo,

destruidas mis murallas de lo sentido,

queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,

para descubrir contigo el suspiro que avanza

por el camino,

ese que me trae perdido,

alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,

destapando mi secreto en tus labios,

desnudando el sentir preso,

ese que por tus cabellos cuelgo.

para amanecer en tu bella boca,

allí donde despierta el azabache de la noche.


Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,

en espinas sus besos sangrientos,

forman ellas mi aliento,

a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y

tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,

que nos sangró los sueños,

mi vida conquistará tu aliento,

allí donde la yedra escala el árbol,

y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,

esta es mi vida que me late el verso

y por tus ojitos tengo mi firmamento,

ese por el que la noche es azul y el día amarillo,

para acampar hermoso el sonido,

y trenzar el álamo sin desmocharlo,

sólo allí el humor caerá trenzado,

por el aliento al viento

fluirá nuestro secreto,

de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma

verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,

voy allí al submundo de las almas

y te encuentro entera,

cómo no encontrarte si brillas entera,

hoy el nervio me avanza

por desnudar mi entraña

flor de niebla y umbral enamorado

hoy soy yo a tu lado,

y que el mundo gire y se estampe entero

que yo amor te seguiré perteneciendo.


Solo una vez se destapará el canto

quedando de los labios preso un sonido enarbolado

demente el hueso estallará grillos y sus huestes,

blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,

ese por el que el sueño será encontrado,

mi vida te seguirá perteneciendo,

fiel de su caricia,

el hálito correrá sin disciplina,

allí solo allí tu caricia será sentida,

fiel de su alquimista que la vela y aguarda,

fiel de súplica su embestida,

es momento su araña cae tejida,

destapa la caricia dormida,

para acabar su vida

en la hoja de aquel árbol donde todo termina

me aguarda el reino de los valerosos versos,

hoy por hoy encuentro su calma

y me aborda su estampa,

para ser yo bajo tu entraña

quien tu ansia guarda,

sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,

mi bella mi adorada

mi musa de mi entraña enraizada,

soy el que ves que a tu beso llama,

quien te duerme en el cuerpo de tu cama,

floreciendo en piel y verso su entraña,

abierto su latido,

eres tú amada todo lo que yo poseo,

incendiada mi estampa,

eres tú lo que afila mi calma,

la ola de mi océano que clama,

muerta la hora, llegado el umbral

quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío

si tú eres lo que yo vivo,

y junto a ti partirá amada mi rumbo.



Estrellas fugaces me siembran tu caricia,

por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,

se destapa el velo arraso tu calma,

me cuelga tu amor a mi entraña,

vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego

se afila mi verbo y te encuentro,

sueños deslizan mi cuerpo,

mi armadura es mi verso,

que crepita el beso,

acabando de ti deseoso,

lícito el momento de acabar bajo tus labios,

de nuevo tu piel incendio,

para estar bajo tus brazos ileso,

para ser vivo poeta de tus ojos,

el verso sea mi pluma,

la sangre mi tinta

y tu amor mi fuego,

para acabar de este sentimiento preso,

que da vida a mi hueso

viva el verso,

viva tu vida a la mía unida,

hoy descubro la avenida,

que no escapa sin caricia,

mi vida encendida,

no es tiempo de huida,

te sostengo fiel a mi súplica,

enciendo de tu cuerpo el brasero

y bajo tus ascuas me quemo,

para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,

hoy visto de besos el amaranto,

mi cuerpo es tu casa,

viva el verso,


hendido en sentimiento,

por la luna y su crucero,

por el cielo y mi lanza despierto,

hoy quemo el universo,

Para quedar nosotros dos

en llamas envueltos,

no te dejaré escapar,

con mis versos flamearás,

vida a mi vida sujeta,

por los cielos descrita,

y su plomo deja de serlo,

para ser nubes cargadas de besos,

sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,

sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,

devuélveme a la vida lucharé por los dos,

sin despedida, sin desquicia,

el verso brillará más que antaño,

el océano le quedará pequeño,

seré tu dueño,

a la noche que reinan las estrellas,

vivirá siempre nuestra luciérnaga,

de la luz su caricia,

conquisto el cielo

para que viva siempre mi verso,

y soñando te encuentro al calor de los luceros,

la luz se desdobla para parir

nuestra hija de oscuridad.


El Castellano y Leannán-Sidhe


Referencias:


Mi palpitar y pensamiento


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