Amaso las aguas de la noche
rompiendo las nieblas,
que sacuden el cielo
zarpando los aires
en vítreo giro,
flotando me derramo
como un trino
y su álgido canto
sobre este suelo
que sueña rayos
de su esmeralda azur
postrada, con su zafiro
que brama la simiente.
II
Lucientes, os alzo
sobre esta noche
que cubre
a mi dama fantasía
su miel de dioses,
su almíbar de recuerdo
infausto.
A veces, me creo
soñando como larva
aterrada
sobre un sepulcro amarillo.
A mi espíritu herrador,
corazón en flamas.
III
Vi alzar sus alas
un octubre lisonjero
oh, lúgubre destello
de susurros en mano
y trueno vengador
de ademán sublime
reluciente transformación
dame su negra mariposa
que la belleza irradia
sin volverse gris
habita y es la Rosa Tesoro,
del rey la sombra
de los muertos rocíos.
Buer Förüq
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