I.Amante
fantasma:
Hablo desde esta sombría llaga,
que
me habita desde dentro, por fuera,
un
cielo noctámbulo, me cuelga la caricia,
mi
vida que jamás se consume en desquicia,
rajo
este sol que visita tu retina,
espacio
derredor acaricio
en
agujas que te cuelgan el techo,
flor
con flor brilló nuestro corazón,
una
luna tejida por su alarido
a
galope del viento en mi mundo
te
alzo en piel de piedra
crepitando
tu rayo que me cuenta
de
tu vena y su carcoma
muy
lejos de la tierra hilvano tus ganas
con
destello furtivo
de
sed de abrojo
cambio
tu vida a mi antojo
sí
tu pecho en rojo,
sabes
quién soy,
soy
fantasma, que sólo tú ves
flagrando
el viento a tu merced,
háblame
del puerto y su negro sentimiento,
háblame
del cuervo,
de
tu alma sin cuerpo,
ven,
ven a mí
veremos
el amanecer
en
la sangre de mis ojos,
acabaremos
con el destino inerte
que
cruza mi suerte,
ven
de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte
de mis rosas desangradas,
es
por tu roce que mi sangre bulle
y
jamás de ti se esconde
te
siento en cada silencio seco,
en
cada eco de oscuridad
que
a mi espíritu sucede
cómo
no tenerte
si
por tu idioma me florece el verso,
piel
con alma simiente del atardecer,
umbrío
cae su sonido;
Tu
cuerda que afina el grillo
y cigarra
con su guitarra
acantonando
nuestro oído,
es
por ti que mi suplicio cae investido
fiel
a recorrer tu segunda vida,
ninguna
mentira me dijiste,
el
miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la
noche llega de nuevo en tu pupila
de
esferas yertas
y
sus paraísos de hielo
que
cruzo al verte
quiero
que me sigas sonando
eternamente
la noche
para
todos los siglos
que
empieza nuestra condena
sintiendo
hoy la lluvia bajo tus ojos.
II
Hablemos
hoy en plata de tiniebla,
oración
de tu sangre yerta,
cumbre
febril de hoguera quieta,
ese
cuervo descubrirás su poder,
yo
iré de tu mano,
manso
tu poder sembrado,
aunque
no entiendas
no
preguntes por qué sigo a tu lado,
el
puerto negro te llamó
y
sentiste el poder de tu pasado,
nadie
permitió que desembarcaras,
capaz
eras de romper la cuerda
que
sostiene las dimensiones,
ni
vivo ni muerto
niega
tu osadía,
cruzaste
la puerta de oscuros lirios,
tu
amor a la flor
al
creador conmovió,
resoplo
tijeras rojas
en
grises ideas,
desenfundo
mi filo,
crepitan
arduas espadas,
respetaste
la muerte y ella
respetó
tu vida.
Crascita
tu lozanía,
entre
forrajes
y
soles pudientes,
desmenuza
tu silencio,
clavando
yunques
de
paredes granates,
el
peldaño irá cuesta abajo,
cabalga
tus lindes despiertos,
libérate
de insectos que caminan,
turbios
azares me cuentan
de
tu devenir rizado
al
filo de la navaja.
III
Anochecer
de mi vida,
en
tu patio de la araña,
retozan
clarines esquivos,
yo
soy lira de alma consumada,
vicisitud
ensimismada
de
tu azar en semblanza,
vivo
flagrando tu azada,
pulcritud
entre cristales rotos
esa
soy, bruma en tu noche,
claridad
en tu día
luz
de cada siembra,
arena
del tiempo
enclaustrado,
vine
deshojando recuerdos,
hoy
me diste voz,
no
seré yo tu perdición
si no
el camino a tu salvación,
viviré
mordiendo tus rosas
que
desangran tu amor,
soliviaré
lo liviano,
afligiré
temor al miedo,
seré
aliento perdido
descubierto,
te
abriré mi reino,
las
escarchas serán los colores,
viviré
besando tus flores,
limaré
abrojos nacientes,
serás
estaca del destino
servir
a tu alma sin nombre
me
alumbre,
camino
de mis flores desgranadas,
sangre
de tu reposo
mi
amada espina de luz y de sombra.
Förüq
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