Fuente de tu ánima:
Virgínea sombra casi tuya, casi mía,
etérea cadena que amilanaba
a dos voces purpúreas, purísimas,
albor en simiente, franco,
inabarcable, de esencia
en ascua flamígera al tacto.
Lasciva entre hondos secretos,
sierpe de una mirada verde,
promesa en ojos de rocío esmaltados,
romos hierros en crepitar de albores
y ondas extensas de inerme sostén.
Pulida atraviesas mi tardío,
por sotos de espuela
y carcoma translúcida.
Tierna sombra en transistor
me desciendes,
en sienes nativas de ti
océano abierto
o tierra madre sin numen de estela.
Coagulaba yo sin fragor
cuantas dichas tejidas me dictaban
su cruel esperanza imberbe a ojos ignotos,
como aceros ruginosos
en umbrío páramo de monte
con bosque implacable,
albo rizar de sus enraizadas
espumas verdes.
Heridor azar de noche lisa,
por luna espolvoreada,
escala de un eco
que crujía las ramas
de un tiempo oxidado,
quiero tus ojos sombríos
de luna sempiterna
mi dama de oscuridad tenue,
camuflada, desangelada
abre tu sombra
dejándome adentrarla,
sin tus hálitos
no vuelan las golondrinas,
y mis murciélagos
se recogen del frío yerto
que peina mi alma,
sangra mi árbol
de este horizonte palpable
mi caricia en Sol mayor
que te ilumine
y sea certeza de fresca agua del azul
imantado
hasta percepción, ilusión o vida.
Hereda que transmigra, transmuta
mi sangre malva.
Sotos sin voz
de alaridos en magnificencia
exacta de este carbón y ascua de pluma.
El Castellano
Manantial fulgente de inspiración
tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas tu
pupila enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas
el color de tu pelo.
Un piropo, el suspiro de mi amor.
Que corre, que escapa y vuelve,
el cosquilleo.
Tu boca con mi boca bebiendo
del mismo agua del deseo.
Tu piel con mi piel avivando el fuego
del sentimiento.
II
Resplandor de auroras en los recovecos
donde se refugian mis ilusiones en mi pensamiento.
Tu tez conoció mis manos,
y mis manos te modelaron
para su recuerdo.
Eterna batalla a la noche cuando noto
tu ausencia, la noche que galopa y
yo con palabras sufridas de nuestra vida sentida.
Ahora hay felicidad entregada,
con besos escritos
y roce de nuestros cuerpos.
Me enamoré de la vida, y nada me falta,
porque todo me llena.
Te volviste a pasear por mis sueños,
y en sueños nos reconciliamos.
Vuelve a mí el dulce Tormento, para
vivir soñando con tu corazón,
y amarte soñando despierto.
III
Si el cielo se cierra
miraré tus ojos,
mi corazón te dirá,
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran,
quiero tenerte cerca,
para coger tu mano,
y sentir que no eres un sueño que perdí.
Si despierto te vivo,
soñando te sigo amando,
cogiendo cada estrella en una letra
para ti, tú la más bella
y el firmamento se cierra sin tu mirada tierna.
Mi deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán Lunas pasarán Soles y el sueño,
volverá, con cada latido tuyo.
No te dejo una flor te dejo las semillas,
los frutos d' este amor.
Porque en mi jardín sembraste belleza y bondad.
Porque me llenas de verdad
puedo describirte como mi vida giró a mejor
con tu sonrisa clavada en mi mirar
y el calor de cada letra tuya sentida
te quiero de verdad.
Förüq
RELOJ DE ÁNIMA
Hoy abro con una serenata
a la señora Luna,
y a sus estrellas mi canto,
que se funde con las nubes
y lleva luciérnagas.
Extasiadas.
Mi canto provoca, me florezcan
rosas azules en invierno,
y las flores de malva~luna
sangren versos humeantes.
II hoja
La cuerda de mi reloj está suelta.
Las horas me parecen minutos
y los minutos horas.
No sé si estoy o no, vivo.
Y cada mañana en vilo llamándote.
El horizonte me parece
esclavo de su azul eterno.
Por falta de dinero ni llevo cartera,
ni llevo monedero.
Amarte con el pecho abierto
mi pequeña oscura 👼 ángel.
Abierto un canal
por el que se desangran azucenas
nocturnas,
y violetas ausentes
gime toda noche.
III hoja
Durmiendo en una de sus nubes
estaba el ángel de alas granates,
cayó de su Averno indómito
como mar extenso y cielo negro inmenso,
mi Ángel pequeña no lloraba,
extasiaba por sus dos alas.
Yo lloré por verla de su abismo caer,
Encogidas sus alas, quería volver a brillar
como fuego terso era su amor valiente.
Me acerqué a consolarla
y sus dos ojos de fanal fuego limpio
se encendieron.
Encendieron de su ceniza de alma
un amor más reluciente y duradero
que el bronce,
aprenderás a planear le dije,
otra vez más para siempre en tus sueños;
Seré sueño real en tu mundo,
y abrazaremos los ecos vestigiales
nuestro antiguo cielo y paraíso
en este nuevo destino mutuo
que prevalece.
En el que tus alegrías son mi contento.
Förüq castellano Miguel Esteban 2015
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