sábado, 31 de diciembre de 2022

Sol renacido ( solícito )

 

SOL RENACIDO:











 

 

Vengo sin palabras,

de un amor, sereno, dulce,
de una lumbre celeste,
como fuego quemando hasta la verde hoja,

lumbres de un papel inextinguible,

cómo soñar, y pintarte sin arma, sin lenguaje,

cómo hacer notar sin quemarme del vulgo,

una somera alegría

llamada cercanía, amistad, amor, confianza,

un plantear recto

sin curva fantasmal,

ser aire en alegría encendido,

tierra de forrajes extensos,

camino sin mar, y sin roca de mundo cierto,

hacer sentirte, sintiéndome,

inmiscuir de energía acaudalada

 

sin las dulces cualidades que hiere y expone

cada primavera, preludio de tu posesión certera,

rosa azul que vibra, en su claro oscuro matinal.

vengo con la certeza de un vencejo de arena

que mi ser es primavera

cuando mis ojos te ven entera

 

Pintarte lo hondo, sin tristeza, sin trabajo,

sin palabras,

profunda noche sin luna, sin el criqueo

los grillos, que arropan los oídos insomnes,

correr hacia la madriguera, con todos campos en flores,

que en júbilo puedas llamarme

criatura hermana,

raíz de silencio salvaje.

Perseverancia cuna de mi Auge

en vena, fúlgido semblante, un hierro

mi sangre de estrella.

 

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

Designio de luz helada (Bronce)

 


DESIGNIO DE LUZ HELADA

 

 

 

AUTOR: .MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA.

 

 

 

LUGAR: LA CAMPIÑA, MIRADOR DEL HENARES CASTILLA

 

 

 

 

ESPAÑA.

 

 

Tabla de contenido

NOVENA LUZ: 5

RIMARTE: 6

CONCILIO YERTO: 8

REVERBERAR FRÍA SANGRE: 10

Sincrónico fulgor: 11

SED DE TI: 14

EL VAMPIRO Y LA FANTASMA: 15

NÁCAR DE ESTRELLA: 19

VIRTUD ECLÉCTICA: 20

SABER DESCONOCIENDO: 22

MAGNIFICENCIA RECTA: 31

Centauro: 32

ODA A UNA ROSA CORTADA: 35

PULSO SIMÉTRICO: 36

URDIMBRE ARGENTA: 37

Amada fantasma: 40

SED DE REGUERO: 42

Tu voz: 46

Latido: 47

CRISTAL DE PULSO: 48

Hoy te vi ayer me doliste: 48

Panida rosa tu mirada: 49

CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA: 53

SOL RENACIDO: 65

ÁNGEL OXIDADO BAJO SORTILEGIO CLARO DE PROFECÍA TURQUESA: 66

AVANZAR TU ABISMO: 78

TIBIEZA: 80

DESVELO DULCE: 83

NOCHE DEL ALMA OSCURA: 93

CRESCENDO: 94

ÁNIMA SOLA: 95

TEMBLOR REBRILLANTE: 98

Reedición: 99

LAS DOS LUNAS DE MUSA:   I.Luna trece:  Luna plateada de mi cielo, 100

III.Réquiemnº 3: 103

I.Palidez inaudible: 105

Luna blanca: 123

MARIPOSA: 125

ESPADA PUDIENTE: 127

LENGUA ESTELAR: 128

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO II: 130

O DIVA GRATUM: 132

NUESTRA PROFECÍA: 134

Ceremonia terruña: 135

Escuadra bronce: 136

Tríptico trago de agua. 140

CANCIÓN DEL VIVO MUERTO: 144

2007 SÓTANO DE LUZ:   146

ÁUREO SEMBLANTE: 150

TERSIDAD DE FLAMA: 155

PRESTANCIA FÉRREA: 157

CUANDO VIVE LA MUSA DE UN POETA: 163

FINAL. 167

Tomo II 168

 

 

 

 

 

 

 

 

 

NOVENA LUZ:


Tu voz:

Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor en mi mundo de ilusiones en viento,

noche de eco entre im
ágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta de
árboles,

ojos de gato, tu gemido,
t
ímido y feroz,
tu voz.

Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo ef
ímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo y su carm
ín el despertar de su recuerdo,

acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
siento sus nervios, me atrapan enred
ándose contigo,
el momento que dej
ó el silencio,
el t
ímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.

Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
T
ú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
se sirve de tu aliento, crea mi armon
ía,
cada caricia te hace real.

Sost
én mi placer cada anochecer,
s
é el tiempo que nunca se fue,
s
é mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,
det
én este instante para hacerlo real,

el sue
ño hecho realidad, la historia sin final,
mi eterno amor sin dudar,
coraz
ón carmesí como flor de abril,
navega mi sensaci
ón.

Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil que me quedan por decirte;
los que nunca se ir
án,

 

agota y naufraga mi voz, mujer,
que alcance la tuya
y pueda izar una profundidad,

enroscarnos severos en aras un viento on
írico,
desde la espiga roja,

al paraíso prendido de labios espumantes,
sost
én cariño, mi sola voz,

que no se apague, y sí se incendie.


sea fiera pero no muerda,
Tu voz sea caracola,

como una espiral que no me haga daño,
cuando pueda sentirla,

sea anémona azul 

y amapola de sangre de tierra,
que si ella pide, pueda engarzarla aromos y estrellas,
sentir pueda como simbiosis de nuestras lenguas,
cordial sin traje luminoso,

alzada como tú, sea la más bella,

origen y flama de una estrella primera

Esteban er-lobo bohemio Förüq

RIMARTE:

Se
ñora hada de oscuridad
encontrad mi sangre sonora
a
ñora mi alma puridad,
aflorad mi esp
íritu que llora.

Abacora este silencio
precipicio, que eres fuerte redentora.

conmemora invernado suplicio;
resquicio tenue, mi fr
ía demora.

Suerte m
ía que labrada no es,
sierpes avanzan, su muerte,
verte en mitad los helados naipes.


Quise darte sentido, como fuego elegido,
nacido el dulce tormento que hoy pise,
avise si osad
ía es quererte decidido.

Diestro avanzo sin par,
dispar, palpitar nuestro.

Sangre acaso fue de coraz
ón bastante,
anhelante como sangrante, p
úrpura, escarlata instante.

Sorda la noche me cuelga, su ara
ña gorda.

F
örüq

 

CONCILIO YERTO:

 

 

Flor de bruma alza el señor niebla,

puebla estupor nacido en alarido de amor,

color son estos muros rojos, que siembra,

aleja dudas, no pregunta tu dolor.

 

Fulgurar el astro mi esquema,

dilema ante mi gato, su perdurar,

aguardar al mirlo que puso tres nidos con yema,

quema el son, sin su sombra agradar.

 

Esperar en el concilio, los caídos, 

redimidos al ascua, donde alegar,

cegar la luz a ojos insomnes, partidos.

 

Anhelado furor inusitado su ala,

alzada su saber, cosechado,

desesperado, estas paredes no tienen respuesta alada.

 

Sempiterno no busco lavar conciencia,

sapiencia nada malo, sí erróneo, eterno.

 

Quise entereza me ayudase

germinase el dolor cual cisne.

 

Trenzado albor, quema mi sin razón, acrisolado.

 

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

REVERBERAR FRÍA SANGRE:

Resiste el fugaz embate,
desate este furia y trueno asiste,
insiste claror b
élico granate,
debate que cuelga ara
ña que viste.

Alza bien de senda unida,
avenida que su diosa calza.
Tardanza en
áspid relucida,
crecida marea en vals de acechanza.

Final de comienzo anunciado
viciado sumun de profec
ía matinal,
mina era su belleza y gui
ño acuciado.


Estupor, un minero repiqueteo,
hormigueo, como nervio silente pudor,
sudor, era divisarme, sin suelo.


Suavidad de escala y azabache su ala,
bala no era saeta, ni su diana vanidad p
érfida.

Resumo que convenzo,
lienzo queda mi sentimiento sumo.

Sedienta espera de rosas de muerto, sed alienta.

Förüq

 

 

 

 

 


Sincrónico fulgor:

marzo 03, 2021
 

 

Prefacio mi entrega: 

Presento ante ustedes, 

abrojos versados, 

mi presunta creación, 

mi decencia en vals, 

abro portón inspiracional 

en tres, 

tierra, 

esto es tierra noctámbula, 

grillos laten, 

pasada luna llena febrero, 

adentrando número sagrado 

en Marzo, 

todo cambia, 

todo está cambiado, 

en la verdad. 

Nada por olvidar, 

deseo colmar, 

tibieza placer, 

jamás ya esquivo, 

repletaste 

y colmaste belleza 

intransigente en pulcritud 

del fuego de mis ojos, 

uno ardo, 

dos te adoro, 

tres fascinación cursa, 

repleto camino 

sin ser ni con altiveza 

de pasos destruyan 

sin honrar. 

Fase novena activa, 

oh legión, 

dame cítara, 

bajo que voy subiendo, 

permisividad infausta 

dictada a la milicia, 

porte sembrado, 

abrojos, 

inculco que descubro 

esta mi espina Señora, 

donde iré por fuera de la noche, 

sendero a claridad magnánima, 

te estoy besando recuerda, 

bailo en tu densidad.

Miro tus vidrios, 

deseo sublimar imagen sí, 

en oxímoron, 

cómo hacer base 

de mi pretensión particular, 

llenarte como me llenas 

de letra a mi alma 

mecha de luz que prende, 

incendia su oscuridad. 

Mírame estoy sublimando 

un café con hielo, 

y mi decencia, 

oh, maestra la noche, 

señorita escarlata, 

colcúlcame claridad en mi brea, 

pretendo amarte, 

tocar violín, 

limar aspereza 

y ser su cuerda yerta, 

grillos criquean, 

oda a luna sempiterna, 

en primavera climatológica 

presente, 

vuelo alto, 

como el momento, 

debido aguardo 

tu beso eternamente, 

al claro oscuro escribo, 

no estoy perdido 

hierro luce mi alma, 

esta calma que estalla, 

arriba tu horizonte Musa, 

blandiendo azar 

de nueve fieras, 

tres velas, y un candelabro. 

Dentro portal de tierra. 

Oh, Lvgvs, 

he venido a servir a tu rebelión, 

oh, Lugh, 

oh Sol Ferro, 

ven dame luz, 

ven, dame sola arma convenza, 

oh Lugus, 

he venido a nacer en tu dicha, 

gloria, mi Tierra, 

diosa mi Luna semper, 

sempiterna, encendida, 

oh, gloria 

dame blasón, 

Helvetios, Mercurio, 

venimos a transmigrar, 

venimos a incendiar alma, 

arma 

y honrada amada esencia. 

Siempre te amaré, 

quizás y va a ser algo, 

nunca cambiará, 

te amo esta noche de penumbra, 

para así ni en locura olvidarte 

ni abandonarte nunca. 

 

 

Esteban er-lobo bohemio Förüq castellano 

a 3-3-2021 

 

Miguel Esteban Martínez García

 

 

 

SED DE TI:


Tu verso y mi verso
tu azabache y mi azur,
tus l
íneas y las mías
oraciones de ocaso y sol naciente,
unidas en la mas hermosa creaci
ón,
poes
ía de color,
nacida de dos corazones
que se unen en un mismo ardimiento
en un solo mar en un solo fragor
en una sola felicidad
en una sola alegr
ía y sinfonía,

como trino de todos pajarillos

del castillo olvidado,

t
ú mi luna yo tu Sol luciente,
t
ú mi firmamento,

horizonte de mis ancestros,

 yo tu custodio,
tu principito, y t
ú mi reina
t
ú mi amor, y yo tu rayo de Sol oscuro,
t
ú mi inspiración y mi Musa

t
ú mi amor en lo difícil
a quien admiro con el alma
y que importa el tiempo de nadie,

cuando vives aqu
í en mi corazón
siendo flama que me quema de pasi
ón
ascua indestructible, latido a sola voz,
siendo mi sonrisa
siendo mi ilusi
ón
siendo mi esperanza
siendo hoy como siempre mi palabra,
siendo todo para m
í
todo lo que ped
í
y hoy eres realidad
eres mi amor hecho verdad y sue
ño.

 

 

 

Förüqer-lobo bohemio Esteban

 

EL VAMPIRO Y LA FANTASMA:


Busc
ándote en el silencio.

Teñido de estruendo crepuscular,

Busc
ándote debajo de una piedra,

como en la oscura siembra,
o en el fondo de una cueva.
Doncella, solloza el sortilegio.


En la flor sin cortar,

como noche de vela y tijera.

o en el fondo del mar.

Navegar tu cuerpo pintar lo silente.


En la nube o fuera del cielo.
Jinetes difuntos,

compás de los tiempos,

sacrílego amar sin alzar ni osar.

En lo que se ve,
fuera la l
ínea,
y en lo que solo se siente.

como rosa de atardecer sangrando humo, y besos.
En el sue
ño y en el recuerdo,
en mi felicidad o en mi tormento.
s
í doncella en un cuerpo de mi cuerpo,

en mi llaga esquiva rizando ascua

y su sabor flamígero,

flor de niebla y umbral.


Buscando, te encontr
é lejos.

En este punto sin partida ni retorno,

comienzo sin final

ni vuelta al fijo punto,

vine de la sombra arribada,

besando tu sábana bajo el azulete,

denso tu éter,

compás de espadas,

y fragantes flores.
Ahora que en letras te tengo
est
ás cerca de ser mi vida
y yo tu verso.

Bella, vuelas libre doncella,

pero retornando siempre a mi vera,
sol te toca, acaricia tus ef
ímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, all
í donde el amor creó,
reflejo de libertad so
ñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atr
ás nubes de tormentos, 

como sangre yerta, desvelada,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sue
ños y sortilegios,
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,

y su crujir de aurora indómita,
ángeles y dragones arropo en el corazón.


Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,

y el verbo pintar,
para encender tu coraz
ón, el fuego de mis ojos,

teñido de asideros de belleza rasgada,
cientos de alegor
ías, para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y az
úcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la ca
ída color gris quedó,
color gris qued
ó.
En la huida el tiempo y la situaci
ón
que cort
ó un camino en dos.
Vuela libre la fantasma,
 

pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia ocaso del amor.


Me llama en la noche,
me acaricia su velo sempiterno,
viene altiva en cada sue
ño, sierpes gloriosas

sus cabellos,.
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad llameante
 

del ocaso eterno.
Comprendiendo y llev
ándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparici
ón, miré un espejo quebrado,

partió mi soledad un crisol de parcas sombras,

.
Recreando su alma viajera.
Sue
ños serán, mas cada día la siento más,

desde su crujido travieso

a su manecita helada subiendo mi espalda.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor
a su alma sin cuerpo que yo por amar la amo.
Y ella que me acompa
ña desde que sufro
por el querer como peque
ña ángel susurrante.
Fantasma o fantas
ía,
me guarda caricia,
sin saber yo su raz
ón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Mas no s
é la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Mas si pudiese saber preferir
ía no saber,
qui
én es preso de quién o si ella y yo,
somos presos del querer.


Te vi detr
ás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanz
ó a ver
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentr
ándome para reposar contigo,
siendo una sombra m
ás,
pero especial para ti.
Te encontr
é en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liber
é.

En la noche que la luna ba
ña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corri
ó por tus senos.
Y te am
é aunque fuese un día en la penumbra,
para as
í, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un d
ía
se mide por las veces que te imagino a mi compa
ñía.
y una noche la vida de mi coraz
ón sin sueños.

No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento m
ás allá de donde acaba el firmamento,
en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa que no te tenga.

Porque despu
és del invierno volverás a florecer,
te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liber
é,
pero con el saber que si vuelves ser
á para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas
porque a mi no me enga
ñas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas. Porque te entregu
é mi corazón,
por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la luna de gu
ía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.

 

Förüq

 

NÁCAR DE ESTRELLA:

Escalo tus venas,

entre un horizonte

de razones heridoras

y lúgubres, parcos, silencios sonoros

en el callejón de mi mente sigue habiendo

un paraíso sedoso,

todo hecho de rocíos entre flores,

puedes oírlo,

pregunto,

siendo destino,

y barco dirigido,

a donde coronan cumbres

y sus vastas nieves,

mi ánimo que desplaza cerros,

y sus frondas suaves,

no vine a deshojar tu cielo,

sólo a contemplar

que era hoja mecida al aire,

colgada de una tela de araña,

bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras

colgó en hojas...

Sangre de estrella,

oh, nácar flamígero,

fuiste más allá del suplicio dormido,

roca del destino,

y puridad de roce,

no te bastaba incendiarme

de la esencia más húmeda,

llegaste amilanarme de carne a hueso,

y hoy lo siento no me quedan penas,

sí quizá,

besos huidizos y fulgentes,

doquieres de barro y simiente,

a la sola carne tu reflejo hoy canto,

beso de trigo, y esparto,

en hoja de celindo y madroño,

vine por tu hinojo de abajo,

a precipitarme exhausto.

Como precipitación del ojo de tierra,

era mi canto

como un dulce abrojo,

y filoso como la espina un majuelo,

almendra rápida era este enjuto silencio,

vestido de las rosas perras del escaramujo,

eres real, plañe toda sinestesia,

me voy retirando,

lamiéndote como un paloduz,

sopesando tu crin y brebaje,

no vine ayer

si asegurara

llegaré,

al saber que te conoce.

 

 

 

Förüqer-lobo bohemio

 

 

VIRTUD ECLÉCTICA:

Invitación,

nacida endógena,

a embeber de mi sangre pura,

en esta sala los ángeles caídos

dulcemente condenados,

ya perdidos en un mundo,

solo entiende el lugar

de escapes y fugas de su soga,

 

salón del reino perdido,

ofrezco puridad de estela,

y vena en ambrosía y néctar bañada,

qué buscas en esta sala,

me preguntas,

yo toda respuesta encontré

y no fue caer de nuevo,

necesitaba más y más en día,

no buscaba ambicionarme más,

si no completarme, como la llenez era,

oh sabiduría dispuesta,

no busqué escape,

sólo pausar tormento cosido

de negro hilo,

intuyendo que el otro lado era volver a empezar,

vida para en vivo,

muerte no se detiene,

dos semanas en coma apuesto

porque si se repiten,

no me dejarán volver de nuevo,

qué buscas reincido, 

en esta sala de los condenados llameantes,

llave, solución al álgido tormento,

no hay eternidad todo es volver a empezar,

sin voz, sin letra,

sin vagido,

sin rúbrica, sin cuerpo,

sin llama, ni luz ni candil,

volver del umbral

y empezar a ser algo,

muerte, vida, crujido,

color, opacidad,

oxígeno,

savia, simiente, aire,

agua tierra o éter,

en esta sala no quedan almas,

sí una, llamada la Sola ,anima,

Espectáculo,

Dante y Baco, comulgan oratoria y baile,

suspiro brotado,

oh mi colmillo,

vine por la voz de la Runa,

búscame Musa,

te llevo acechando

desde que vine a vivir.

nunca sola Musa escarlata,

porque vivo de nuevo.

 

 

FörüqLvgvs

 

SABER DESCONOCIENDO:

 

I

Viento claro,

secretamente afila

mis huesos rectos.

en sueños pregunta

una clausurada vena,

de una cicatriz causó

ardorosa luz,

yo que soñando

me veía

como un duro fénix,

desafiando

la dureza en penumbra,

como áureo navío en tierra.

Miraba la luz en la sola voz,

sin cuerpo,

sin idea de gota de sangre,

clamor de fuego,

prendiendo y contagiando,

a disolver noches sin color.

En seriedad de baldío

y húmedo ribazo,

sin lengua de mar,

sin boca en luna creciente,

volar no era nota

ni música abismal,

anidar a ciegas tu placer,

contemplo viva

la piedra de ilusión,

que eriza,

era ser en ocaso

donde nace la sensación,

ser esencia,

sin más razón,

perplejidad nativa,

permite sea tu estrañeza

sea rebelde en causa

ocupar mi destino,

beber lo que te hace ser vida,

azul armonioso,

en tu pecho,

ritual fúnebre

cada noche

por yo ser hijo del sol,

sentir tu luz diosa,

atravesarme de carne a sentido,

sentirte luna eres diosa,

diosa en caricia luminosa,

más allá del sentido inerme conocido,

ser de ti y en ti refulgente nido,

tu hombre,

sangrando planetas,

llorando estrellas,

afinando tus estelas,

serenamente,

alzado en mito.

Imposible o eterno,

azar tangible,

lumbre en agua tu deseo,

hervidero en sangre del mundo,

servirte verdades arruinadas,

de saber quién no soy,

alzar en vuelo

pájaros condenados.

Resueno tu orilla sin saberla,

sabor en firmeza

un azur ingobernable,

purísimo,

lejos de ojos

y tormentas pensadas por la claridad

todo día,

estrañeza de párpado

en la noche,

y amarte más allá

de donde alcanzo a explicar.

 

 

Förüq castellano

 

II

En el bosque de tus ojos,

quiero perderme,

saber desconociendo,

tu honda, pura risa,

verme en tus ojos,

y escuchar tu sentimiento,

como fuerza inextinguible,

que me atrae a tu cercanía,

ser para ti,

fuego, elemento hermético,

ser en ti cariño,

sin cuerpo, sin palabra,

sin manos que moldean,

tu cauce,

y tu cauce,

saberte soñando,

que me guardas

que me atesoras lugar en pecho.

Los ángeles dije

no conocemos el miedo,

y el recuerdo,

será más valedero,

que lo que no cabe en manos,

ganarte el cariño,

no era misión,

necesitarte,

más allá de esta sangre,

sí, era mi única ilusión,

que se ramificaba,

en ríos cristalinos,

y todos los lirios de valle.

Lo cierto,

sentido de seguir escribiendo,

sigue habiendo.

Como saber que te seguiré queriendo.

 

III

Viento de una mar silenciosa,

espùma en aire de alguna ola,

tierra de destino distinto,

en verdes resplandores

que el sol tímido clava.

Tarde ardiente, en sed sin águilas brillantes,

ni granates líquidos,

beso último en resplandor,

de gotitas en color su paso,

verte remota, sin nota ni despedida,

ritual presuroso era,

un corazón transparente,

como piedra rutilando sombra de cristal.

Era un viento azul,

de instantánea precoz,

un poniente de dulce soto,

que se podía navegar

la primera luz en tu tierra de ojos.

Signo y énfasis de labio secreto,

fronda viva de sierpe en amor,

sólo era tu lengua.

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

IV

El Infierno está lleno de buenas razones:

Por todas ellas,

avanzo, avanzo a quemarme,

toda tu belleza diluida

en una hoja viva en invierno,

tiempo de presentar mi cuchillo,

de único vigía tu amor,

mi color de ojos

como frío en gota azul,

minutos de una rosa

que expande en mi pecho,

y no cesa,

su estadía,

de fiebre en sed espinal,

como lentitud en una súplica que tiembla,

quiere a un sol libérrimo,

mi tibieza jamás ha pisado,

por ello bajo el cristal,

de una ventana difusa,

yo la he abandonado,

y no me llenan jactancias ni razones,

por certeza que la comenzaba a querer,

como nadie pudo,

no por ello,

el miedo a ser feliz incesante fue más fuerte,

que luna azul de enero,

un invierno dibujado,

que cruza mi mente y mi relente,

no pude negarme a bajar de su tren inmensurable,

para abrazar a mi soledad y pedirla disculpas,

en mi desnudez de estrella congelada.

Débil asunto traspuesto

a una noche de hoguera oscura

que todo avanza y en fuego pulcro,

de aspas llameantes el índigo sabor,

devora de su luz dormida.

A pluma fría y limo de suelo,

me despedí como se despide un Sol,

arredrado pero jamás vencido,

quieto,

solo,

y a fondo,

concedido,

en frío rayo,

luz como talco

de servil muerte,

noche de cera,

que en letanía,

llevaba mi esencia lejos,

donde no habitaba luz en el sueño,

eternamente despierto.

como demonio de traje y vestimenta que le hace,

sí, que le hace invisible de un camino acompañado

de una mentira verdadera,

Y una verdad falsa,

falsedad de una verdad es desear estar solo,

porque me despedí

como se despide, un caballero,

pidiendo permiso,

que fue concedido. 

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

 

Sé desconociendo,

cuánto alcanza mi ignorar,

como blanca arena,

que cubre tu tez,

de piel serena,

de orilla en lloro,

bañada la ninfa,

mi río roja sangre corre,

sólo sé que no hay infortunio,

ni dulce espanto,

ni tampoco dulce tormento,

pueda evitar que de un modo cierto,

siga yo, a tu lado,

cuidando tu cariño encausado.

Sí tengo clave para despertar en trino,

todo morar de árboles,

fugitivo mi Sol,

de luz en esta noche invernada,

escaso,

en medio invernal,

tu voz templada,

de oscura fuente,

y en mitad tus piernas,

vívida amapola,

que no escapa,

nieve fría acabó en agua de superficie, tierra,

clara memoria aquellos tres días nevando,

como presente arder,

y alegría que no enturbia,

sano morir no siento,

oh mi hermosísima,

de alegre lloro la vida,

cuál daño sin sangre entumida,

alto pino, alto roble,

imperial encina de flor de piedra,

como manada luciente,

y mis vellos en pecho riza,

oh tu plata centrada y fina,

como lágrima en cristal de estrella,

tu acento,

la más suave brisa.

regia armonía,

tus labios tumben,

y este viento de sueño fecundes,

y en tiernas flores susurres.

 

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

 

 

Hablo de la ejecución,

satisfactoria, de la quinta magia,

contra el lujo,

de opulentos materiales,

alzo Mirtos y violetas

a cultivar su sendo mar,

otras flores me esparcen

por entre sus cerros y riberas,

de divino laurel cante el pecho,

sol de follaje,

mi techo ancestral no quiebre ventura,

tumulto que poco vive bien,

de colmillos afilados,

lindes de vecinos campos te imploran,

Baco enseña notas a Ninfas atentas,

de la tranquilidad del ánimo,

Odiprofanumvulgus...

Quiere la soga de un azar

que un hombre más que otro tierras cultive,

y compita otro consecutivo,

dan más brillo virtudes nobles,

a necesidad no ve distinciones,

ni a mansevo ni alcurnia noble

a todos pone espalda en frente,

trinos y cantos de pajarillos

ni complejas cítaras igualan,

en habitación solitaria y apartada,

dialogo con la yerta clara,

germinan aquí lágrimas incapaces,

no disimulo mi amor por Musa en la mirada,

cuando lo que brilla es el alma;

cuando lo que vibra es el arma,

cómo temer más a una fantasía

que a la vida, y su urna,

lo que tiembla es el amor,

sinuoso y valedero

el pulcro hastío

que afilo,

por a ella mi doncella adentrarla.

 

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

Tangencial, severo, recto

a este sol ferro fiero

de luna pavorosa descolorida.

Rey astro de cielos huérfanos;

soliviaré su fervor

por albas depuestas,

hijas de rayos derretidos,

un eco del hombre resuene alto

en esta umbría noche

que sangre previa

ya desvaneció.

Campo de raíces en negra visión

y viborillas temblorosas.

Carne y cuerpo de metal

es mi azada mordiendo la tierra.

¿Cuántos ángeles disolvieron el vuelo?

En son de la belleza tornasola

en quietud reverdeciendo

estas selvas de sombra.

La llamada del guerrero.

La llamada de su espada zorro,

a su silbido forjado.

No es lugar plácido tras la vida,

no es esto, es aquello,

a cuántos insultaron los cielos.

A cuántos a su alma sobornaron

llegado el cristal de espejos,

y su laberinto de reflejos.

Soles cromáticos de escalas

intangibles de luz,

y sus rayos acuartelados.

Llévame en tu estela irisada,

yo me mediré con el Rayo de Zeus.

De letal sonrisa azur,

bailaré sorteando su electricidad.

Acostaré, ceñiré sotos

de vientos arrebolados,

en espirales.

Apolo me dará su brazo,

pondré a bailar Valquirias

en la fiesta de los condenados

a siempre vivir.

 

 

El Castellano

MAGNIFICENCIA RECTA:

 

Vista sin tu jardín quema el día,

inciensos incipientes sobre oro en vena

encima las llamas violetas, noche sin luna,

jardín de ocasos sin acierto, era un bosque

dentro del cobre, bañado por ceniza.

Hinojo en surco y laberinto de caléndulas,

jardín mal parido, brotado

sin tu blanco fantasma de luna, no debo avanzar,

Trenzas, que cuelga la noche concisa,

de argenta cantiga, mirar tu viejo salterío,

y el rostro sin vela, sujeto el candelabro,

con blancos misterios y tres naipes helados,

tapia en piedra sembrada, musgo, y voraz hiedra

jardín castellano, dulce, cantor,

sombra de lobo viejo y dulces gayos ya dicen

lo que no te diría yo.

Risa memorable,

exigía un almendro para dar nuevas hojas.

Cuando dormí, soñé sin pulcra ilusión de palpar

era una fontana de mi sangre que fluía dentro

mi interior, rizadas abejas acudían a colmena

tras bañarse en mi solaz fuente, ardiente mi sangre tenía

aquellos visitantes dorados cargados de tu polen astral.

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

Lugar  Guadalajara España

A 27 enero 2022

 

Centauro:

 

 

 

 

Dos sonidos mejor, que la sola voz,

que narra empeño dictado,

era tiempo insuficiente,

llegada la hora,

llovía, lentamente llovía,

en terreno mojado desde 

hace ciento veinte minutos,

mi escritorio gemía todo lo necesario,

dierum et santuas,

Gloria al divitia,

una tarde venturosa,

algo antes del día todos

los Santos difuntos,

aquí en mi yerto escritorio,

convencía al Creador

 mi alma en libreta,

que si no me daba magnificencia exacta,

de inspiración correcta le sacaba yo, el alma,

en magna oratoria:

Leannán-Sídhe te reza tu duende principito

abismal,

henchido todo deseo conocido

y sin conocer;

abro mi corazón Señora hada,

estoy creando para ti mi ofrenda,

para que se retire al pairo lo que debe de allá irse.

Sobre tu misterio,

honro y te acicalen tu majestuosidad,

te escribe el Hijo de la Luz,

oh, tormento, pena en rogativa todo mal,

en entidad multitudinaria, 

que en treinta y dos racimos me han tentado,

una mujer de atónita escultura en belleza,

su porte,

vestido azur,

tachonado de estrellas granates,

como guadañas en él bordadas,

sangrantes,

el cielo llevaba en mano izquierda,

envalentonando su corazón,

izquierda corazón,

derecha fuerza,

oh casto Sol fierro,

era la trompeta derribó las murallas de Jericó,

aquella pequeña ángel armada,

tocaba mi hombro,

en su trompeta había un nombre forjado,

esculpido como grabado,

NEC VINCERE TENEBRAS, ET AMAT

Leí su latín

que decía Oscuridad no se vence, se ama,

en la mano derecha aquella custodio,

sostenía un papiro arremolinado,

me comentó mi sentido, traspuesto

a mi segunda oportunidad de servir

a dios sol ferro LVGVS.

Fui nombrado guardián la inspiración,

que debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,

del Paraíso

Parnaso devorado,

Olimpo terrenal,

aquel papiro era mi alma,

o llave novena para poder seguir,

dando al mundo poemas de mis venas.

 

 

 

Förüq Centauro protector

11 diciembre 2021

 

 

 

 

 

ODA A UNA ROSA CORTADA:

 

 Rosa de beldad y pulcritud,

de belleza en pétalo armada,

a ti te hablo, a ti te canto,

tu belleza es alegría del año,

 

Placer, tu piedad que aflora

ser de ti fragancia elegante,

humor de sangre y carmín vivo,

temor de tiempo que pasa y marchita.

 

Traje tu muerte, a resucitar belleza innata,

a crear viveza de otra vida en amor

a partir tu sola muerte,

oh, es eterna tu puridad risueña,

 

como el agua te riega y dio esplendor

te llamo, tú que escuchas y otorgas

a quien te cuidó, mes por mes, flor tras flor,

nunca morirás porque generas gratitud, y auge de sentir pleno.

 

Quise y seré trovador, de tu sonrisa futura y presente,

que jamás bonita, te cante el olvido disuelto,

afilaré para ti mi guiño y beso transparente,

alentándote a que crezcas del corazón nuevamente.

 

Por ti sea ave Fénix la vida, y su amor excelso,

oh flor de belleza,

quién vivir tras tus pétalos pudiera,

como escribir una nana para dormir un sueño despierto.

 

 

FÖRÜQ CASTELLANO MIGUEL ESTEBAN

 

 

PULSO SIMÉTRICO:

Al arrope de tu pecho,

calor en almíbar del deseo,

tempestuoso sentir en fragua,

siendo calor, camino,

oscura beldad, girando

en torno tu vida,

que nada se hace lejano,

un soplido

y nuestro reino de ilusión

alcanzo,

veleta de tres direcciones,

calor, orgullo, deseo,

áurea punción,

de cómo es Arriba es abajo,

y mi ser se distrajo,

un Sol, un aspa, un amor

precioso y brillante.

 

II

Sueño despierto

tu bello rostro,

guiño al solo destino,

trashumante, era que fue

descorchar el latido

en una cepa de vida

quise contar los besos

y tus cristales de pulso

de la inocencia que lloraba

su belleza, tu sonrisa

una aurora

por el palpitar

del sentimiento

que se mece,

para sentir que soy y seré

lo que dicten tus ojos.

 

III

Y yo sólo quiero, lo que quieras

así soñar corresponderte,

vi el amanecer y el atardecer

del bello matiz

soñando el azabache tus ojos

ese por el que llora

toda noche.

Y mi amor viajó del bosque a la montaña,

y la montaña me hizo hombre.

Para poder amarte.

Al voraz destello, resplandor

de auroras en los recovecos

donde se refugian mis ilusiones

en sueños,

eterna batalla a la noche,

cuando noto tu ausencia

y la noche que galopa,

y yo solo

con la palabra sufrida,

de nuestra vida sentida.

 

IV

URDIMBRE ARGENTA:

 

Puedo escribir todos mis pensamientos

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor,

y por querer pensarte

desapareciste entre la tenue luz de luna, que me abrigaba.

Allí la razón apagó los latidos de un corazón.

Como tierra yerma.

Marchitó aquella flor, que un día llamé amor.

Y ninguna pudo ocupar su lugar.

Sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz, que me daba calor.

Pero yo te sentí amor.

Y lo vuelvo a hacer.

 

 

Cerré los ojos y allí estabas.

Como si no pudieses salir,

de mi interior.

Como si quisieras besarme

o decirme algo.

Pero tú bella en sueños

no hablas.

En sueños no hablas.

Y nos quedamos mirándonos

a ciegas.

Yo te aviso,que en el bosque

De mi mente, solo hay un camino,

Y es un laberinto.

El final lleva a despertar

y enfrentarse con la realidad.

Pero tú bella en sueños,

No me hablas.

Y yo a primera vista

me enamoré de ti,

Por si algún día acaso

el sueño se cumple,

y ya, de realidad me dices.

Te estaba esperando;

siempre te amé.

 

Logré lo que soñaba,

logré encontrar amor,

conseguí felicidad en el pequeño,

y largo momento.

No entendí de ella sus lágrimas,

o quizás sí.

Si su felicidad fue la mía,

al revés también sería,

al revés también sería.

Y yo la esperaba como

aquel día.

Pero con otra compañía.

No lo elegí, sin saberlo,

ella seguía en mi camino.

La consolé cuando llegó en lágrimas,

no me dijo por qué.

Pero sentía su dolor.

Tenía un presente,

y no soportaba la idea,

de quien por ti sufre,

es quien te quiere.

Y esa noche lo que tenía.

Se esfumó como suspiro,

de oscuridad, del callejón conocido.

Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,

me mataron en el sueño.

Pero el sueño lo termino yo,

y mejor esa noche solo me quedo

contigo amor, y mejor,

muero con tu calor,

para terminar en ti, con el color,

de caricias, y besos,

como un romance que no acabó.

 

 

Buscándote en el silencio.

Buscándote debajo de una piedra,

o en el fondo de una cueva.

 

En la flor sin cortar,

o en el fondo del mar.

En la nube o fuera del cielo.

En lo que se ve,

 

y en lo que solo se siente.

En el sueño y en el recuerdo.

En mi felicidad, o en mi tormento.

 

Buscando, te encontré lejos.

Ahora que en letras te tengo;

estás cerca de ser mi vida,

y yo, tu verso.

 

 

Bella, vuelas libre doncella,

sol te toca, acaricia tus efímeras alas,

de mariposa desvelada.

Viento te lleva, allí donde el amor creó,

reflejo de libertad soñada.

Encerrada en tu sangre, de lluvias pasadas,

dejaste atrás nubes de tormentos.

Rozando tu destino me arrastras.

El manto de las hojas te protege,

buscadora de sueños,

de la fronda de mis sentimientos.

Viviendo en la ternura de la dulce mirada,

volando con la fuerza, de la palabra sincera.

Durmiendo hasta que se oculta el alba,

ángeles y dragones, arropo en el corazón.

Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,

Para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,

cientos de tonterías para tu sonrisa.

Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,

pintando mi vida.

En la caída color gris,quedó,

color gris quedó.

En la huida el tiempo y la situación,

que cortó un camino, en dos.

Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.

Su esencia mariposa del amor.

V 

Amada fantasma:

 

Me llama en la noche,

me acaricia su velo,

viene altiva en cada sueño.

Con sus caricias, desvanecerse quiere,

renacer en la oscuridad del ocaso eterno.

Comprendiendo y llevándose mi dolor.

Yo, sin comprender su aparición.

Recreando su alma viajera.

Sueños serán, mas cada día la amo más.

En la belleza de imaginar,

la complazco con la sencilla palabra de amor,

a su alma sin cuerpo.

Queme acompaña desde que sufro

por el querer.

Fantasma o fantasía,

me guarda caricia,

sin saber yo, su razón.

Ella, hasta dudando de su existir,

que yo por amar, la amo.

Más no sé la razón de su compañía,

cuando el reloj marca la una en madrugada.

Más si pudiese saber preferiría no saber,

quién es preso de quién, o si ella, y yo,

Somos presos del querer.

 

 

Te vi detrás de la estrella más brillante

Del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amo que corre, y descansa

Entre la inmensidad de un parpadeo.

 

Entre la oscuridad que alcanzó a ver,

la belleza que envuelve tus piernas.

Adentrándome para reposar contigo,

siendo una sombra más,

pero especial para ti.

Te encontré en mi sueño más cálido,

en el cielo encerrado que liberé.

 

En la noche, que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche, que mi amor corrió por tus senos.

y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,

para así, por fin, no olvidarte nunca.

Es solo la vida en mis ojos donde un día,

se mide, por las veces que te imagino, a mi compañía.

Y una noche, la vida de mi palpitar, sin sueños.

 

No importa que no te tenga,

no importa que no te vea, porque te siento,

y te siento más allá, de donde acaba, el firmamento.

En todo lo bello, en mi nostalgia, y en mi recuerdo.

Donde me di cuenta que,el sentimiento descansa,

no muere como la flor sale en primavera.

No importa, que no te tenga.

 

Porque después del invierno volverás a florecer,

Te amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,

Pero con el saber que si vuelves será para quedarte.

Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas,

porque a mí no me engañas, yo soy para ti,

y muero si no me cuidas.

Porque te entregué mi palpitar,

por lo que somos

y por lo que seremos, nos queremos.

 

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,

y tu amor, prefiero sembrarlo a diario,

la luna de guía, marcando a tu presencia, cada poema, y cada letra.

 

VI 

SED DE REGUERO:

 

Manantial fulgente de inspiración,

es tu mirada tierna sin compasión.

Matices de esmeraldas tu pupila

enfrentada con mi pupila.

 

La golondrinera el aroma,

de tu piel frágil y esquiva,

con sus amapolas amarillas,

el color de tus cabellos.

 

Un piropo, un suspiro,

de mi amor eterno.

Irrefrenable el deseo,

de, entre tus afiladas, y moldeadas piernas.

Que corre, que escapa, y vuelve el cosquilleo.

 

Tu boca junto a mi boca bebiendo

la misma agua, del deseo.

Tu piel, con mi piel avivando,

el fuego del sentimiento.

 

Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,

me robaste mi primer beso,

de niño que nunca había sentido el amor.

Me dolió que te marcharas,

A otro país, sin despedida.

No te pude decir que te amaba.

Pero si, regalarte una rosa amarilla.

 

Supuse, que te lo imaginabas.

Desde que tu recuerdo, me acaricia,

siembro en la misma maceta,

al último suspiro de verano,

golondrineras amarillas, y al igual

que espero sus amarillas amapolas,

en primavera.

 

Espero que vuelvas, aunque sea, como mariposa,

o abeja, a mi terraza,

acariciada por los álamos,

y bañada por el monte, de horizonte.

Espero.

 

Vida en gris de la que tú, eres mi luna esperada.

Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,

por donde fluye el solitario beso;

la tierna caricia anhela ser algo más.

 

Mis ojos quieren atraparte en su firmamento,

mis sentimientos arroparte con fuego.

Pero yo sólo te quiero a ti, mi vida en verso,

mi motivo para ser solo tuyo, para no necesitar nada más.

 

Ser el sueño hecho realidad, la felicidad de dos caminos

que se cruzaron en el destino.

Tiempo para esperar, vida para soñar,

cuando te vi llegar provocaste mi despertar,

y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.

Nos merecemos algo más, en este papel, que jugamos,

saber si nos amamos, si el deseo quiere ser pasajero,

el mío,quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.

 

Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,

avanza cruza cada noche el cielo azul de matices violetas,

siempre te encuentra, la soledad me abandonó para poder servirte.

Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.

Pero del corazón nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,

el te quiero.

El pensamiento que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.

 

Todo lo que me queda por decirte y lo que no te dije,

vida para vivirte.

Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.

Porque eres lo más hermoso de mi mundo,

camino que surca nuestro antiguo paraíso.

Permanece como el compás de mi pulso,

desde que te conocí supe para lo que viví.

 

Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;

allí donde viven por el querer alegrías.

 

 

Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,

te encuentro soñando, con otros días de amores, profundos.

Como el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,

mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,

 

mientras acercas tus labios para besar los míos,

y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.

Vistas de un amor, eterno, que devolvería vida,

para quitar su despertar de melancolía.

 

 

El lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.

No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,

guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser, volaba hasta regresar.

 

Te necesito más allá, de este sentido, que grita por tenerte.

Te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,

y a la vez te adoro, en cada golpe de viento, y reflejo.

 

Me encuentras, y tu recuerdo reciente, me besa,

Mientras no puedo evitar recrearme,

en el deseo y corresponderte.

 

Transparente sentimiento, para sentirlo una vez más.

La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,

a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.

En la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,

maldita mi suerte, que dejó que te fueras para soñarte.

Ahora, los minutos me ganan sin ti, no quiero el cielo sin ti.

Como la brisa a la mar, mi alma reclama tu compañía.

Cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final,

si ya no está.

 

Tú mi noche, y mi día, quiero verte,

una vez más,

Para así no sentirte soledad en la oscuridad,

Tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú estarás.

Hoy la noche me llama una vez más, para soñar que a mi lado estás.

El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,

y no verte llegar, para no verte llegar.

Amor dónde estás, si te fuiste quién te podrá domar.

 

 

El castellano

VII

Tu voz:

 

Eres fuego en el agua,

eres luz en la noche,

calor en mi alma de hielo,

amor, en mi mundo de ilusiones en viento,

 

Bésame,

al final de este deseo de susurrarte,

acaríciame con tus labios,

el mordisquito en la oreja,

el susurro en el cuello,

 

noche de eco entre imágenes,

pupilas mirando pilares al cielo,

entre verde y violeta, de árboles.

 

Ojos de gato, tu gemido,

tímido y feroz.

Tu voz.

 

Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,

lo efímero del segundo al pasar del minuto,

la seda del sentimiento, en su carita del beso,

el piropo, y su carmín,

el despertar, de su recuerdo.

 

Acariciando, su pelo,

siendo sus ojos, siendo su boca,

Siento sus nervios, me atrapan,

enredándose contigo,

el momento, que dejó el silencio,

el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.

 

Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.

Tú y yo, solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,

Se sirve de tu aliento, crea mi armonía,

cada caricia te hace real.

 

Sostén mi placer cada anochecer,

sé el tiempo que nunca se fue,

sé mi sonrisa y cada imagen que, quiero ver,

detén este instante, para hacerlo real.

 

El sueño hecho realidad, la historia sin final.

Mi eterno amor, sin dudar.

Corazón carmesí, como flor de abril,

navega mi sensación.

 

Es un te amo lo que me encanta escuchar,

los mil, que me quedan por decirte;

los que nunca se irán.

 

 

El castellano.

 

VIII

Latido:

 

Latido constante, clavado en tu mirar,

Caer y despertar en el incesante sueño,

De compañía a tus efímeras y angeladas,

alas de tu eterna alma.

En sinfonía plena con mi sentir,

plausible en verso y gesto

que arde en tu corazón de fuego.

 

Aviva el recuerdo creando presente

de este soñador despierto,

para volver a anhelarte mi amor eterno.

Susurro del viento trayendo tu brisa,

a mi sentido, despierto, cuando te veo.

Latidos al compás de tu sentimiento,

Viendo la vida en colores,

desde que mi pensamiento invades.

 

Y vivo colgado en tu pestañeo,

para ser el poeta de tus ojos,

sencillos y tiernos, vivos y aceitunados,

y corre mi vida por tu cauce.

Donde el río creado,

fueron mis lágrimas de felicidad,

de sentirme amado.

 

El castellano

IX

CRISTAL DE PULSO:

 

Inocencia que se hace belleza,

Sonrisa que ilumina el alba,

con el gorgoje de los pajaritos.

 

Si el amor no fue a buscarte;

tú fuiste a encontrarlo.

Y yo sólo quiero, lo que quieras,

y así soñar corresponderte.

 

Vi el amanecer y el anochecer,

del bello matiz en tus ojos,

que suspiraron.

Y mi amor viajó del bosque,

 

a la montaña y la montaña,

me hizo hombre.

Para poder amarte.

 

Hoy te vi ayer me doliste:

 

Te veo y reluzco que te quiero,

que por ti me encuentro,

te miro y mi mundo se vuelve loco,

te deseo y mi sangre arde como fuego

sólo un pensamiento: que yo nací para tus ojos.

No existe reloj ni conteo que detenga este monumento.

Mi vida pasa fugaz como el viento,

pero mi palpitar, sabe, que te seguiré queriendo,

estoy enloqueciendo, te veo en todas partes,

en mi cama, bajo mis sabanas, en mi cuarto,

cuando miro, de noche, las sombras dibujan, tu figura,

el viento, me susurra tu voz,

las flores me recuerdan tus labios,

el agua tus besos, los rayos de sol tus cabellos,

tú eres mi doncella yo soy tu bohemio.

Mi alma me dice vive amando, muere luchando.

El coraje de luchar por lo que uno quiere en la vida,

es lo que da respeto.

Pero tú tienes otro dueño de tu corazón,

el desánimo me invade como olas,

golpeando el acantilado, de mis pensamientos,

te llevo dentro, de mi ser,

no sé vivir sin ti, quisiera ser yo el que te abrace,

el que te bese, el que te diga al oído

que solo tú y solo yo, inseparables los dos.

Una historia de realidad, imposible de contar,

Indeleble en mi interior,

Ya no puedo soportar otro día más sin llorar,

Sé que me sigues queriendo,

Pero ya pasó ahora solo queda el recuerdo,

Como un boceto, que se dibuja, cuando cierro los ojos,

despojos de aquel amor vivido,

como un silbido llamando al olvido.

 

El castellano

 

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

Panida rosa tu mirada:

 

 

I hoja:

 

Canta mi piedra

por inencontrable esencia,

promesa de luz del sol.

Azar de imposible

fuego fatuo en tejas

que son nubes de altos cielos.

Serenamente místico, me alzo.

Ascua empírea fueres

o carbón del destino atronador.

Mito, constelación:

constante, pura flamígera,

eterna de cimiento terreno

sobrevivirás a lo alto.

Escarnio mis solas sombras.

Promesa de tiniebla,

promesa tibia,

nunca alcanzaré luz tan ardiente.

 

 

II hoja:

 

Perecer a los cielos que yo amé,

te amo en medio de mares,

entre pulcras esferas feroces.

Clamor por férreos bosques,

boscajes de tu sed de miel,

arrebatada tú, de tu albo espíritu,

generosa es la penumbra

eco pálido de azul viejo

virginal fuerza de noche añil.

Presencia misteriosa

en haz, de luna áspera.

Destino opaco, inclinación

por verdades de monte desgarrado.

 

 

III hoja:

 

Tránsito estremecido, el río,

ligero, nitidez de espejos

que dulces presiden

hondas tierras.

Constante agitar de sus fuentes.

Resplandor baten tus argentísimas alas,

palabras entreabiertas

buscando dicha.

Esencia, eclipse de mi sangre.

Sideral cuerpo estrellado.

Sigilo, tus pupilas

con las que a fuerte garra

me amas,

y ardua me miras.

 

IV hoja:

 

Lejos queda el miedo en cestillo,

a ser feliz; si tú escribes.

Por esos juncos que el día

no cierra.

Un remero hábil,

desnuda la noche.

Bogando que su luna sonría.

Oscuridad larga

que nunca secunde.

Desemboca arriba ardiendo,

tu frente rosácea abarca.

Mi armadura, mi espada,  fragor, 

pico torvo,  ojos cerrados.

Penumbra desconsolada

por riveras de mi ciego Arlanza.

 

 

V hoja:

 

Fondo de monte

en el verde mar

de tu boca.

Claros rectos,  únicos, 

confunden,

luz vasta y su sombra

que más ya no languidece.

Viento,  velo,  acallada luna.

Muda escucha

espesos vellos.

Faroles latiendo

corazones en celdas

con llave de tu alma.

Noble secuela

de mi dios Gemineye.

Entre azucenas de la tarde

mi suegra y nuera arde.

Rubricó tu gentileza,  orquestando.

 

 

 

VI hoja:

 

Luminiscentes pólen

en interiores de colmena.

Abro espumas esbeltas.

Desnudeces en carnal tomo

de mi cepa.

Brusco y dormido

en leyenda diferente.

Caí a mi tierra.

Toquémaravilla,  flor de supremacía.

Palpé tu olor fecundo

a esquiva adormidera,

de tu órgano erizado.

Por tus estelas claras

que escriben galaxias

y agujeros de luceros.

 

VII hoja:

 

Viejo pabilo iluminado

humo rojo viose apuesto.

Gallarda tu entraña.

Decreta,  no cese

Mas nunca mi terco aljibe

que te escribe.

Con ojos rendidos,

ojos cada vez más humanos.

Pureza,  tu plata.

Amortecida ahuyenta la negra Parca.

Piadosa suerte

en sombra densa montada.

Eco amplio,

ley presunta de todo linde quieto.

 

VIII hoja:

 

Difieren ligeros,  tus sortilegios,

de verbos que nacen.

Ya nacidos estudio.

Ellos que escalan mis ojos.

Opulentos pinos reposan

su verde nupcial.

Ato presunto borde,

llego a tu almena

donde vive tu alma serena.

 

 

 

El Castellano

 

CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA:

 

Era una mansión abisal,
de tres g
árgolas vigías
custodiando un laberinto inextricable
de la orden el fuego su espejo;
guarida y morada de corceles centauros,
la flor de H
ércules crecía de una luz
lejana, sigilosa y eterna,
crec
ía de aquel inframundo
un olmo eterno guardi
án,
todo hojas en ojos en llamas,
viborillas por ramas.
Hidras y Esfinges, como Medusas
avisaban con su acecho yerto
del peligro, refugiaba,
aquella guarida maldita
que hasta dioses tem
ían surcar.
Aquel bosque umbr
ío de laberinto,
era de aguas azabache y brea encendida.
Poso de almas errantes y jinetes difuntos,
todo serv
ía a la sed de sangre,
en esta fortaleza se custodiaba
la llave de la virtud jam
ás enseñada

mas hab
ía...

FÖRÜQ Miguel Esteban


 II

 

 

 

Más había un cerro

las almas condenadas,

en su cima era de nieve roja, sangre congelada

allá germinaban las semillas del mal

y odio resplandeciente, su deshielo

alimentaba el río la Estrida tiniebla.

Toda bestia aguardaba el regreso de Perséfone,

mujer de Ares, Rey de aquel inframundo.

Así con ella, recibir órdenes a cumplimentar

sobre la tierra Numinosa, del humano ser.

La virtud jamás enseñada, custodiada,

era tan ambicionada por los héroes del mundo fértil

cual néctar y ambrosía, los castos dioses.

Requería aquel cerrojo del portón, de tres llaves,

sólo conocidas por Perseo, un semi-dios,

había que cercenar tres ramas de tres espinos

que allí sangraban, áureos de plata, bronce,

y titanio, si destino dictó y era semejante...

 

III

 

Semejante empeño cuando se llega

a las fauces del Averno,

este árbol triple en espinas dorado

se esconde del ímpetu errado

sólo el nacido de la sangre de los dioses

es merecido a ser guiado por el negro cisne

fácil es bajar al Averno, ardua tarea

regresar y escapar a las auras del cielo

las aguas de los lagos estigios

y su río la Estrida brotaban de esta guarida

que misterios todos, acoge,

junto con toda el agua abismal

nutre cada pozo, también había una encina

turquesa, donde se podía escuchar

los fúnebres gritos de un cuervo blanco,

era morada de almas errantes y espíritus

que sólo su oscuridad abrigaba.

Quien escribe ofrenda al sacrificio

la mitad de su locura, extensa, habitada.

 

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

IV

 

 

Arribo a ofrendar mi designio

en cuña demencial, su mayúscula mitad

a la tierra Madre Tiniebla,

tierra almas inconscientes, velan las muertes.

Allá en venas de pedernal florido,

fondo de idea mística, por anchas fauces

de siglos dormidos, adentro al reino las Sombras

surco su corriente de aguas vivas.

Se descubre áureo templo, llama oculta,

la virtud eternal, jamás enseñada;

cumbre de lágrimas, y flora suelta,

de bellísima cima y ribera

después de la vida, y aquel Quimérico viaje;

después de la travesía sendos castigos

florecía la luz sigilosa como atónita

una purificación otorgaba una sed de justicia

universal, nunca llamada, sólo aparecida.

Poderoso pensamiento en rayo de dioses, diosas.

Era esa virtud cual misma puerta todo asigna.

Aquel mi destino me asignaron mis hados

quedó ampliamente saciado y cumplimentado.

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

V

Era difícil, intrincado, liado, enmarañado,

inextricable, el cerrojillo de Perséfone

con el que sellaba el Averno, y su laberinto

en espejos de fuego terso y alarido vaporoso

todas razones rebosaban aquel lugar;

su llenez bastaba para anular a todas.

Incomprensible giraba la virtud custodiada

como una esmeralda araña tejiendo su tela

quedando como sangre de sabiduría coagulada.

Un coro de grillos aturdían a las Puertas

el eral donde yacía aquella sabiduría

jamás enseñada, sólo aguardada era,

por designio los castos dioses.

Tarea inmensa, en dificultad guiada,

TAREA MILENARIA

Como adentrar los hoyos del Sol 

en busca lo que nadie vio jamás,

aquella áurea, sangre de estrella lejana

y cercana. 

 

 

Förüq Esteban er-lobo bohemio

VI

Llegó un día olvidado, a aquella guarida

intransitable, un vigía Centauro

llamado Förüq, sediento, atravesó

el bosque umbrío hasta el lago sangre

formaba el pozo de AIRÓN, al beber,

se le acercó una cierva blanca,

le dijo que ella era la dama del río Sangre

y que su intención era compartir

el secreto de la virtud custodiada;

y así volver a ser el Hada Señora,

Leannán-Sídhe, dueña de todas Profundidades

le reveló a aquel centauro Guardián

que el cerrojillo aquella morada

sólo tenia una llave que la formaban tres

y era el amor más puro, y primigenio nacido

que era como una llama líquida de esmeralda

y la poseía la araña turquesa, en su

portón de Tierra,

el centauro, ayudó a la cierva Hada

y se aliaron, para poseer aquella virtud

jamás escrita hija de las tres potencias,

 

Förüq

 

VII

 

A través de las oscuras llamas

del inframundo terreno, guarida abisal;

como Centauro, arrastro infortunios,

así como sucesos caducos, despertó en mí

aquella alianza con la cierva hada,

el poder obtener todo lo que el Cosmos

me negó, acordé compartir aquella virtud

y llave purísima, eternal, con ella,

mi pinche compañera Leana.

Voy rumbo a abrir el portón de Tierra;

aquella araña vigía turquesa,

era hija del Soberano Júpiter,

planeé finalmente sobornar con amor

mi propuesta al llegar a ese abismo de Plutón

fue brindarle nueva fortaleza, morada

el el castillo umbrío y olvidado de Hipsípila

con sustento absoluto diamante y felicidad.

No se negó y solo pidió un acertijo:

-Sólo una palabra otorga respuesta a mi pregunta.

¿Cúal es el nombre...

 

 

Castellano Mercurio

 

VIII

 

¿Cuál es el nombre nuestros ancestros pusieron

en el idioma más antiguo, al pájaro misterioso

azabache mora las ramas de nuestro tejo

milenario maldito?

El Centauro recordó que su nombre referenciaba

El color aquel pájaro y el signo su luna

-Arriesgándose, -Förüq, respondió

a la araña turquesa con acierto.

Entonces le otorgó localización

de las tres ramas abrían aquel cerrojillo

de lo que custodiaba, rama de cobre,

rama de plata, y rama de titanio.

Al obtener y desnudar aquella virtud,

se desveló que era la belleza,

madre de las hadas, y padre del arte,

reflejo e impresión en poesía,

aquella virtud nunca enseñada,

sólo hablaba como demonio antiguo

cantando en forma de Fénix

decidieron el centauro y la Señora Hada

difundir aquella virtud de belleza y poesía

por todo mundo conocido, en pacto de tinta

y sangre.

 

 

 

 

IX

 

Dos sonidos mejor, que la sola voz,

que narra empeño dictado,

era tiempo insuficiente,

llegada la hora,

llovía, lentamente llovía,

en terreno mojado desde 

hace ciento veinte minutos,

mi escritorio gemía todo lo necesario,

dierum et santuas,

Gloria al divitia,

una tarde venturosa,

algo antes del día todos

los Santos difuntos,

aquí en mi yerto escritorio,

convencía al Creador

 mi alma en libreta,

que si no me daba magnificencia exacta,

de inspiración correcta le sacaba yo, el alma,

en magna oratoria:

Leannán-Sídhe te reza tu duende principito

abismal,

henchido todo deseo conocido

y sin conocer;

abro mi corazón Señora hada,

estoy creando para ti mi ofrenda,

para que se retire al pairo lo que debe de allá irse.

Sobre tu misterio,

honro y te acicalen tu majestuosidad,

te escribe el Hijo de la Luz,

oh, tormento, pena en rogativa todo mal,

en entidad multitudinaria, 

que en treinta y dos racimos me han tentado,

una mujer de atónita escultura en belleza,

su porte,

vestido azur,

tachonado de estrellas granates,

como guadañas en él bordadas,

sangrantes,

el cielo llevaba en mano izquierda,

envalentonando su corazón,

izquierda corazón,

derecha fuerza,

oh casto Sol fierro,

era la trompeta derribó las murallas de Jericó,

aquella pequeña ángel armada,

tocaba mi hombro,

en su trompeta había un nombre forjado,

esculpido como grabado,

NEC VINCERE TENEBRAS, ET AMAT

Leí su latín

que decía Oscuridad no se vence, se ama,

en la mano derecha aquella custodio,

sostenía un papiro arremolinado,

me comentó mi sentido, traspuesto

a mi segunda oportunidad de servir

a dios sol ferro LVGVS.

Fui nombrado guardián la inspiración,

que debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,

del Paraíso

Parnaso devorado,

Olimpo terrenal,

aquel papiro era mi alma,

o llave novena para poder seguir,

dando al mundo poemas de mis venas.

 

 

Conjuro de nieve roja:

Has llegado al infierno,

y cima encumbrada.

Toda montaña, que viendo, no responde.

Avanza el transverso los sueños,

aquí que el cielo toca su humor;

sediento.

Llevo tierra y simiente de estrellas,

en zurrón pastoril;

donde guardo también lágrimas celestes.

Tierra nieve, encendida.

He lanzado mis polvos de hoguera

sobre un destino como laberinto.

Sobre los ciegos pasos de Ícaro.

Guiado por hilo,

secando luces que ata la vida esclava,

avanzo ya por tu húmedo bosque.

Umbroso, despertando imágenes

en candelabro.

Bosque de labios tuyos

atisbados como flor perenne.

Lograse el ciruelo dorado.

Liberando fieras como luces breves.

Sus salamandras de fuego

y luciérnagas por cantiles,

miles.

Mañana me llevarás a liberar tus peces de cristal,

corazones en óxido de Sol Ferro Padre.

Allá donde duermen semáforos

y todas las calles me llevan a encontrarte.

Realizando mi conjuro en Bitácora.

Te invoco Leannán-Sídhe,

siembro mi pena y mi cordura,

como una melodía jamás entonada.

Mi reconstrucción

desde el Nitrato de Chile,

con mi pensamiento a solas,

como se alza una divina parra.

De nieve-agua roja, de estrella tu mirada

que tintinea y baila ocasos.

En estrella tu mirada

como vaho refulgentemente

bello, y conectado con mi interior,

oh, barro de luz,

reflejo duradero un placer

como alfabeto toda rivera,

la Estrida tiniebla,

y su alma blanca, oceánida.

Todas las flores desangradas.

Vengo a deshojar mi sangre

y abrir estas puertas

a una primavera sanguinosa

flagrante, y hacer vibrar

lo indecible, he venido a beber de tu sangre

tu placer, en osadía interminable,

somos hijos de la sombra,

noche corre una vez por siempre,

su sendero inabarcable.

Fresca y galante,

de  silencio ajada,

suave como nieve de montaña,

y viento de luna

que se extiende como joven grama.

Hojas breves como su sed,.

Era una armonía vestida granate.

Como denso humor insobornable.

Suspirando su camino afable,

somos hijos de la oscura rienda,

encargados de servir estrellas,

en vena y colmillo,

su blanco filo,

otorgados del poder nocturnal,

y su concavidad presa

a su clara floresta de la noche,

en flores violetas de lava,

la herida, resurgiendo atónita,

una yaga de una malva.

Soterré mi desquicia,

en campo abierto,

rizaba mi pena, un nunca más

y el cuervo en mi hombro

crascitaba noche siempre.

Me habló Perséfone,

de su premisa,

y de  su juramento,

de su verso sinfónico,

con arpa abismal,

trofeo en rueda de azabache,

su cabello era sangre,,

como sus lágrimas.

Divino rito se extendía,

por sus labios ardientes,

euforia en raíz y padre tallo,

en gloria al poseer ya,

una higuera del demonio,

Rosa Azur, caléndula roja.

Enigma su velo retirado.

Por yo pobre diablo,

aceptar siempre una hija del Averno.

 

Förüqer-lobo bohemio

 

 

Förüq Centauro protector

Förüq y Leannán-Sídhe

SOL RENACIDO:

 

 

Vengo sin palabras,
de una lumbre celeste,
como fuego quemando hasta la verde hoja,

cómo soñar, y pintarte sin arma, sin lenguaje,

cómo hacer notar sin quemarme del vulgo,

 

ser aire en alegría encendido,

tierra de forrajes extensos,

camino sin mar, y sin roca de mundo cierto,

hacer sentirte, sintiéndome,

 

sin las dulces cualidades que hiere y expone

cada primavera, preludio de tu posesión certera,

rosa azul que vibra, en su claro oscuro matinal.

 

Pintarte lo hondo, sin tristeza, sin trabajo,

sin palabras,

profunda noche sin luna, sin el criqueo

los grillos, que arropan los oídos insomnes,

correr hacia la madriguera, con todos campos en flores,

que en júbilo puedas llamarme

criatura hermana,

raíz de silencio salvaje.

 

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

 

 

ÁNGEL OXIDADO BAJO SORTILEGIO CLARO DE PROFECÍA TURQUESA:



I

¿Qué esperas, en el concilio de los caídos?

¿Esperanza de redención?

Se derriten las paredes

del sótano de luz.

Su habitación que esperan las almas

del placer.

Todo cuenta y danza dantesco

el sortilegio

de luna soslayado.

Crepita el devenir

deshojado,

su verdad todo envuelve destellante

y brilladora.

 

 

II

¿Qué esperas lavar en esas habitaciones?

Puede, tus fúlgidas respuestas.

Una salida al sendero

inextricable;

todo lleva, y nada de vuelta.

Volvemos a comenzar.

Estruendoso litigio

de lo que la espera

indujo a permanencia

en libro perdido,

mi decencia ahogada.

Escudos de salvación

al amor perpetuo.

 

III

Sin solución avanzo,

Ventanas como miradores

a un final sin comienzo.

Final, sólo de sembrar

simientes en el corazón del sueño,

jamás abierto

tu Sol negreaba

como ascua perenne.

Un millar de leyendas 

trashumantes,

me abarcan, no canto canciones,

ni poemas.

 

IV

A una fallecida,

la vida sólo canta

y danza, a la vida.

La muerte sólo dicta 

y mantiene lo que es de ella.

Vida para el vivo

muerte para el muerto.

Por lo que proclamo

cese y automático

blandir de mi viento solar

y semilla ancestral.

No hay alma,

no hay alma aquí,

la mía tiene el valor

de brindar tu cara

a mi rostro,

porque no hay certeza,

para mí, existas sin quererme.

 

V


Escalo tus venas,

entre un horizonte

de razones heridoras

y lúgubres, parcos, silencios sonoros

en el callejón de mi mente sigue habiendo

un paraíso sedoso,

todo hecho de rocíos entre flores,

puedes oírlo,

pregunto,

siendo destino,

y barco dirigido,

a donde coronan cumbres

y sus vastas nieves,

mi ánimo que desplaza cerros,

y sus frondas suaves,

no vine a deshojar tu cielo,

sólo a contemplar

que era hoja mecida al aire,

colgada de una tela de araña,

bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras

colgó en hojas...

Sangre de estrella,

oh, nácar flamígero,

fuiste más allá del suplicio dormido,

roca del destino,

y puridad de roce,

no te bastaba incendiarme

de la esencia más húmeda,

llegaste amilanarme de carne a hueso,

y hoy lo siento no me quedan penas,

sí quizá,

besos huidizos y fulgentes,

doquieres de barro y simiente,

a la sola carne tu reflejo hoy canto,

beso de trigo, y esparto,

en hoja de celindo y madroño,

vine por tu hinojo de abajo,

a precipitarme exhausto.

Como precipitación del ojo de tierra,

era mi canto

como un dulce abrojo,

y filoso como la espina un majuelo,

almendra rápida era este enjuto silencio,

vestido de las rosas perras del escaramujo,

eres real, plañe toda sinestesia,

me voy retirando,

lamiéndote como un paloduz,

sopesando tu crin y brebaje,

no vine ayer

si asegurara

llegaré,

al saber que te conoce.

 

 

 

Förüqer-lobo bohemio

 

 

 

 

 

 

 

 

VI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



Te busqu
é detrás de la estrella
m
ás brillante del azul eterno.

En el suspiro de amor que

corre y descansa entre la

inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó

a ver la belleza que envuelve

tus piernas, adentrándome para

reposar siendo una sombra más,

y te encontré en mi sueño más

cálido, en el cielo encerrado

que liberé. En la noche que la

luna baña tu cuerpo, y en la

noche que mi amor corrió por

tus pechos.

Y te amé aunque fuese un día

en la penumbra.

Para así no olvidarte nunca.

 

 

 

VII

Profecía de una noche

que diluía entre tu cabello,

siendo fuerte como luna

semper, y ángel dorado de espera,

hemos venido del plateado halo,

disparando alto,

hijos de luna y signo azabache,

oh, símbolo claro de visión, y vida,

lozanía, que tengo tu carne,

y en alma sembrado el otoño,

y la caída de tus muslos,

entre mis muslos,

de espadas,

y jornadas como vetusta armonía,

cuenta el divino laurel,

su soledad última

de naipe y candelabro,

sentado en la tarde amedrentando espumas,

este sol que ya cae,

oh, flor de gozo, desprendida,

lampos de mi acero,

vieran mi yunque y forja sembrada,

esta sábana que nuestra,

no me acaba,

me iré sí, sin pausa;

por muerte sola,

sin casa, sin cuerpo,

sol amarillo, de otoñada bruma nocturna,

ala vieja asidua, perenne,

nacer de otoño erige y dice:

-Te quiero, como ruego,

y voz de vuelo herrador, y errante,

una luz envuelve sempiterna, un septiembre,

donde la lluvia eres tú.

 

VIII

 

Estallase toda gloria
en aire alg
ún sortilegio claro,
danzando mis apuntes

en torno un fondo fantasmagórico,

reluciendo nota sobre un cable puntiagudo,

la profecía de cientos, miles,

constante, de ágil hocico de riera,

hombre desnudo y un sólo anhelo

como cristal partido,

sonidos de vida en campo perdido.

Flor de barro haciendo reflejo,

destellos en horizonte hacia

las nueve puertas del Averno,

muchas fuerzas sondeando,

corte sobre una pala,

oh pies de barro sobre la paja,

agrupando oídos en bucles,

tumbando retinas,

en el vado, del mundo hecho,

músicas en copas de hadas verdes,

voces de muertos hendían,

surco y sangre adormecida

oh local de la armonía,

susurraba yo a su orilla,

su historia

como río crecido,

cocería cintura,

entre juncias y caléndulas,

reposar segura violeta sombra de noche,

que traes invicta, sonriente,

temblar, donde yace y se inclina

el barbecho dorado,

alzaba acre de bien semilla

confesa, prometida,

la victoria de la luz se erigía flaca,

bancales atrás,

la dificultad no me arredra,

oscuro patio, de ti bañado,

cuál precio he de poner,

a sus semillas.

 

IX

 

Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano, era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola mirada, destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.

No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor, inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;

resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas. 

De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.

 

Förüq

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

 

Förüq Miguel Esteban

 

AVANZAR TU ABISMO:

 

Soliloquio confinado,

remontar nueve años atrás
pautado, sin directriz, ni engaste,
ni voces par
ásitas yertas,
oh canto, como lo gente no canta,
todo olvido desempolvado,
en ocasos un alba sin fuente,
ni pozos, aljibes almibarados,
todos los amigos,
todas las bellezas perdidas,
como se engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de testimonios muertos,
como sucesiones de difuntos,
movidas por engranajes,
oh toda la vida,
sin esa adolescencia robada
por se
ñor medicamento,
toda mi vida te he so
ñado,
toda mi vida te he aguardado,
como anhelo y resguardo de tu pura voz,
imaginarte no, lo siguiente a eso,
embeberte en noches de humo,
y miles cigarrillos,
del probe diablo que yo soy,
cayendo en nubes
que negrean mis sentidos cromados,
orando por m
í mismo,
todo he so
ñado
sin letal lecho de olvido,
abrir tus cerrojillos de resistencia,
volver afable un destino
de nueve llaves,
vestirte de Ninfa, quimera,
reina no quiero ya,
ser realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco si ves capricho,
mi designio de alabarte de construirte a besos,
de desdoblarme en dos dimensiones
para poseerte entera desde alma, tu ra
íz,
no necesito,
no deseo ayuda,
ya se dict
ó mi perdición,
que su inversa es mi salvaci
ón,
como ying y yang,
bien y mal acrisolados,
si te respiro no preguntes,
si te veo no te gires,
por haber prestado tu celada de Atenea,
porque rebrillar
é más que el fuego terso,
elemento herm
ético
ser
é de un disparo invencible,
y haberse saldado todas mis deudas carnales,
s
ólo entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni temple ni pureza en calumnia,
osar
án comparación,
por la blancura mi Musa Oscuridad,
por la rectitud mi Sol fierro,
por la pureza de madre Luna,
por mis padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no morir
é en vida feliz,
si no consigo destruir tus murallas,
ni abatir padre espejismo,
necesito sin enga
ño sangre,
para sentir que yo poseo algo de ella,
fuera de la l
ínea sedienta
no hay nada,
como buscarte tras la estrella m
ás lejana
encontrada, cercana o lejana, seg
ún seas mirada,
al eco sordo una voz noct
ámbula,
y su resplandor en caverna,
ap
óstatas, no juréis por este yerto,
que cruz
ó el lago las almas desangradas,
obtuve all
í respuesta,
y no voy a revelar aquel arcano ni soluci
ón,
a toda inc
ógnita camine, vuele, se arrastre,
o sea inerte, tengo clave.

F
örüq

 

TIBIEZA:

 

I

Brindaremos en copa de sangre,

en alas algún destino sordo,

rememorando la resurrección

de la plenitud del amor.

Llama de viejo encanto,

emergiendo una tarde de tinieblas.

Donde nadie creyó a la ilusión,

recuerdo afligido,

de toda búsqueda un placer

ciego y soslayado.

Apareciste ahí, sí, liviana,

y emergente,

como escama de rubí indolente.

Ya no creí mi corazón por piedra.

 

 

II

Ni a este, morada de salitre,

mi pequeña,

ligera raíz granate.

Humo tus bellos labios,

que duerme.

Mi palabra de árbol jovial,

hereda mi negra sangre,

espuma de otras cavernas.

Mirarte como azul, dulce,

de crepúsculo eterno, 

resonante en murciélagos,

y mariposas nocturnas,

de ideas.

 

 

III

Mi desnudez imprevista,

ya no rueda.

Sobre tu estandarte tierno.

Mi dura frente sabe,

del furor inusitado

en brillo de ojos,

temiendo perderte.

Verdad posible,

en ardor, ferviente, y alerta,

sin eje oculto ni engaño,

de que necesidad, nunca hubo,

sí, frío y ausencia

de terso cariño,

ante, el ser diferente.

 

 

IV

Agonía de ave alta,

con soledad que gemía.

Al frente recto,

del destino hiriente;

oscuros días, parecían

vistas a un futuro mejor.

Claridad matinal,

de nueva brea,

en nuevo día de tabaco fugaz.

Día generoso,

sin zozobras

tenía el ayer.

Pliegue real,

duro, y vivo sin miedo.

 

Förüq castellano Miguel Esteban

DESVELO DULCE:

 

 

 

 

 

 

 

Sembrar simientes estelares,

en arrojo de albas fugaces, y fuentes,

tan nítidas como  destino resplandeciente,

 

efímero como perpetua muerte,

entre agujeros celestes de luz férrea, sigilosa

y caminillos guarderías de estrellas y resquicios oníricos

 

donde contigo refugiarme,

destello flagrante mi sola dicha eternal,

que avanza despierta, semilla y condena

, 

al despertar y verte lejos,

sin ataduras, sin suplicio no sea adorarte,

ascuas deseo pertinaz y hojas de vida llora mi beso,

 

castillos en aire mis ganas que no se vencen,

de apretarte, de sonrojarse, y vil arder;

cumplir tus anhelos en sangre estridente

 

que porto y me lleva sin posesión mas que sangre,

por tenacidades de un amor cantado de valle, metal, y anhelarte

hoguera del sentido despierto, cuando quise y ahora  te amo,

 

que es segura suerte y comienzo anunciado,

junto a ti, blandir mi sendero, suerte y camino de ocasos,

especial y brilladora, armónico

 

y disonante, en sol mayor

de segmentos cálidos de hielo,

tus caricias,  donde el sol te deja ser

 

oh, ternura sin igual ni semejante,

cuál ternura única,

adoración me cursa, y suscita,

 

como besarte y seguir besándose

no cerrar mis ojos

porque quiero seguir viéndote,

 

hasta mi descorchar áureo de Simiente,

hasta dejar huella por conocerte

en alma, anhelo, y perenne latido feraz.

 

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

A 11/03/2022 reedición 15-10-2022

 

 

NOCHE DEL ALMA OSCURA:

 

 

Apoteosis, en crisálida

plañía la vida yerta del alma,

destellaba como saetas flamígeras,

atravesando vacíos perplejos,

donde la materia;

era la Naturaleza de la no-vida,

danzaban herrumbres de antaño,

sobre ascuas,

dode bebían jinetes difuntos,

era un espacio que se expandía

su material se creaba para acabar desintegrándose

así mismo y generarse de nuevo avanzando,

la ecatombe de almas errantes nunca llegaba;

estas sólo avanzaban,

aquella noche era festín de luciérnagas,

y semillas estelares,

el amor rejuvenecía

por espirales ardientes,

y Musa otorgaba su ababol de fuego

como sangre de la tierra nueva, naciente,

toda sangre tornaba granates profusos

que caía como lluvia sus hermanas esmeraldas.

Era tiempo suficiente para olvidarse de señas

y anzuelos,

todo si quiere el destino, vendría

otorgado,

como se nace y como se muere.

Sin fin de cuestiones quedaban resueltas,

las semillas germinaban solas,

la energía oscura era más fuerte

que la certeza que todo movía y unía los seres.

Fuego azul, diestro que avanzaba segun el sentido,

fuera mirado,

un infinito abierto

que era un uno,

y un uno que formaba un ocho abierto, sumando ambos

un nueve,

nueve vidas d' este gato de arena.

 

 

 

Förüq

 

 

CRESCENDO:

 

Trama mercurial de augural dicha

danza mi sombra densa en cumbre de hoguera

cumbre de Mercurio de áurico semblante

sudor en seno, corre mi lágrima de ánima

como destello furtivo, vengo a beberte

del brillo alzado avanzo con estelar rienda;

electrificas mis ojos, y amor de alto cielo,

que purificas mi vida insurgente.

Conocerte a mitad un fuego magno

su verbo dorado, acaricio desvaneciéndome

como sierpe de luna azabache

de rayo argénteo tus quimeras entablo.

Fiel, me protege mi admiración en afecto

recuerdo un siempre a tu  lado, validado,

en esquema de capataz, vine a besarte,

sidérea lumbre que destellea, sola,

sola, como se multiplica la flor en primavera

ni osado, puedo negar que subas

a mi caballo solar, agitas mi denso, oscuro,

placer flamígero, querría yo, regar

tus colores hasta tornar ilusiones,

flores en corazones.

¿Por qué me despertaste Musa?

 

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban 

 

 

II

Palabra fuiste, de día, luz en labio,

calor de raza fuente,

mañana vernal, lluvia extremada.

eternidad sin calzas, toda aojo

verbo de raíz, amor en cúmulo,

feraz sien acuartelada, túmulo de belleza.

Asegurases mi tierra de azur suspiro

oh tu fuego, el ser volviera a nacer,

inocencia que naces belleza,

rubor de Luz purpúrea al tacto,

tu sola idea, de aire asido,

en tierra de este humano invicto.

Surco esta noche de luna creciente;

De luces breves, en faroles como Ilamas.

Mar de asfalto y brea, ¿Quién dijo?

Luna es semper diosa, corazón en muerte,

que siempre late.

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

 

ÁNIMA SOLA:


Estirpe como astro fr
ío,
colgada ala, o de armon
ía extasiada;
alto y liso como coraz
ón exprimido,
de fe emp
írea melodiosa,
sin cargo contagioso,
oh nada, estrepitosa en cuerpo plet
órico,
la luz resoplaba en pecho ardiente,
claro como oscuro de mundo su soslayo,
medalla en beso de l
ágrima sanguinosa;
sangre mineral de baj
ío corazón pétreo,
quise decir lo sentido,
acab
é más simbólico que eterno,
sangre, quiz
ás, era sombra de ocaso malva
y su purp
úrea ilusión,
me quer
ía embeber su doncella escarlata,
socav
é flores de amarillas coronas,
todas hicieron de tres musas una sola,
por las que perder todo,
menos un gato negro que no es m
ío,
oh, rayo trueno de soledad que repicas mi espaldar,
pico de labio, o crascitar f
únebre de espectro vivo,
r
ío mi sangre,
oh, carm
ín de pozo del deseo,
vida, vida
que yo te sent
í,
oh transcurrir un funesto abril,
que bes
é tu amapola de fuego y mordí su suelo,
mandr
ágora en vapores de esencia,
humo rojo en tinta alg
ún caballito del diablo escrito,
sangre, sangre,
éter carmín,
vine por tu voz hundida en brea,
de mar y su luna transitoria sujeta,
ahond
é profundidades
y silos mercuriales,
quise de Musa triple, lo indecible,
tuve claridad en escala,
beso de trigal y vid,
oh nitrato primigenio,
vine a romperme el tormento,
dulce que condenado, bailaba cual trompo solo,
suspenso que ah
í bailaba mi pena,
que no era ligera,
llegu
é por riveras su fuego terso,
abajo que sub
ía
en su noche de nadie,
muda y sola ni de ella misma,
oh crisol de esp
íritus y valles,
afrente la sola concordia,
le devolver
á su espada,
clava, que clavar
é verso en su arteria angelical,
su cuello bell
ísimo,
oh de vena y acequia,
oh de trino,
y bello espasmo,
rebelde como vampiri
un d
ía soleado,
a la mudez
última me alzo,
alzo mi silencio anisado,
notas solas,
dios del diablo,
no hay dios,
el diablo eres t
ú,
ánima sola,
sola
ánima,
ven te har
é valedera,
de Sol, de espuma,
de nieve, de agua,
su fierro metal aferrado,
hierro luce mi espada,
esta calma oto
ñada,
me poseen sinos
y trinos como a
ños me cayeron escritos,
por mis dientes y filos de manos,
todo fue m
ás que llorar un verbo de todos.

 

 

Förüq Esteban

 

TEMBLOR REBRILLANTE:

 



Y escribo cinco parpadeos, y genuino,
remito al primero vio tus ojos,
a Roc
ío Nanci Lunamar Solano,
irradias, que sobrepones,
en ojos patria al Averno, tierra al Cielo,
mirada tersa cual embrujo, te llen
ó
en torpeza alg
ún dibujo.
Lustrosa brea en azabache tu cabello de realeza,
Oh ingeniosa pagana,
como senda lleva estela
de rauda estrella.
Gimes culto al amor
mis sentidos infrahumanos,
de pureza devota, de brillo, de filo,
de furor jovial,
remito nervioso a tu acento,
mar de mi contento,
oh mis suspiros de luna,
rompe ya cristal amante fortuna,
franco yo de car
ácter somero y doble,
lenguas de distancia lloran en roc
íos mis flores,
que s
ólo imaginadas,
porque ser, eres, vives y en m
í resides,
consuelo,
as
í es, tú la única que en tumba mía agarrarás flores.



 

Förüq Esteban

 

Reedición:

Primera obra p
ública revista instituto Complutense de educación secundaria

Año 2006-2007

 

Noche lúgubre y umbría

20 septiembre 2011 blog Facta non verba

 

A ti noche oscura te escribo, oh gema azabache tu solo pálpito.

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío, como flor y rocío en flor de mayo?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas, deslices y tormentos dulces encadenados, hasta

enloquecer si solo loco he de quedar tres veces más solo y loco he de hallar, llevo ya cinco días sin dormir, no veo ya luciérnagas ni ocasos de luna, y veo que se van

mermando mis facultades mentales en carrusel de norias y sogas rectas, y escribo frases sin testigo cuerdo, sin sentido flamígero,

garabatos en hojas de papel...

Me asomo a la ventana mi cuarto parece yerto, y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,

deambulando sin rumbo, no veo mi dama graja, sólo una sombra densa cuelga y flota del techo.

Mientras, apuro la botella de hinojo solar, esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza, que suenan como crepitares con sus voces.

Me estoy volviendo loco acaso Musa duda.

Sólo veo sombras y figuras, como sábanas, que se dibujan en tu oscuridad como

demonios, solos halos en escarcha fría, reflejos violetas ausentes.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo, que bajo tu protección de tu oscuridad mil cabales difuminan,

ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos

de muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo.

Tú que no entiendes de alaridos ni ángeles, ni de muerte, ni de fosas

selladas con cal y tierra ni de fusilamientos de razones ausentes.

Un brillo estertor te envuelve en comunión, de abismosy lúgubres destellos arriados.

Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan

tu oscuridad sempiterna oh, dame tu gloria.

 

EL CASTELLANO

 

 

LAS DOS LUNAS DE MUSA:


I.Luna trece:

Luna plateada de mi cielo,

en las noches

voy a tu encuentro,

pero te escondes

entre bloques

de hormigón y cemento.

Quiero verte,

pero incluso te escondes,

por las violetas ramas.

Mas los dragones,

del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso,

de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido,

solo templado

con miradas intermitentes,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago baila

con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te siento incluso estando solo.

flores opaco reflejo

de luz violeta

incluso de noche;

artifficieluzzae.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene

para sentir que estás conmigo

otra vez más,

recuerda

que tus ojos tienen sangre

recuerda el viento

que aúlla mi nombre

recuerda la luz que tiembla

y cruje la noche en las pupilas

recuerda que me hablaste

de amor en el tiempo

que cae muerto

que pactamos con el hielo

la vuelta del invierno,

recuerda cada latido

de oscuridad

que llama a tus venas de humo

recuérdame en la eternidad del beso,

en cada rosa que robe tu cuerpo,

recuerda que vivo para ti

dando voz a la soledad asesina,

la flor vive soñando

que fue mariposa y abeja,

vive durmiendo la semilla

enamorada de la tierra

para despertar

y enamorarse del sol,

clávame estas nubes de sangre

en el hierro de mi destino,

se me negó la luz

encadenada a esta tierra sin cuerpo,

solo tú me sientes

en este camino

que no lleva retorno

solo espiral anhelada de renacer

el tiempo ya no nos puede sostener

camino buscando el frío

en este calor que quema el alarido,

te encontré perdido

hoy vives un amor

que sientes soplándote al oído,

en la puerta del infierno caído,

te casaste con la luna

que reinaba en tu corazón,

al viento le diste voz,

a la lluvia la nombraste

lágrimas de mi ayer,

le diste ojos

a la sombra para mirar,

la espina caía herida,

la caricia retornó a las polillas,

la vida marcha deprisa

cuando abras los ojos

ya todo habrá cambiado

solo encontrarás que seguiré a tu lado

aguardando tu otoño

y la caída de tus hojas,

esperando que seas mi acompañante

en los siglos y milenios

que nos condenaron,

encontrarás esta sed del cielo

en cada silencio muerto,

en cada raíz

que grita en su tierra

toma de la vida lo que quieras,

siembra tu aliento

en cada tierra,

tú todo lo tienes

yo solo soy una fantasma

que sólo tú ves.

 

 

El Castellano

III.Réquiemnº 3:

 

Los últimos signos del viento.

Rige un sol negro

con hoyos donde comienza la oscuridad,

oscura serpiente blande su cuarteada nota

en lira acróstica insubordinada,

es su templanza base poética demencial.

 

Hablando a solas con mi interior

surge diáfana voz por derredor,

voz en alma condenada

por ver hondas raíces rugir,

en estruendo llamadas

hacia raudo cardinal.

 

Sola voz sin resquicio templado

del sonido en sí bemol,

se erizan ascuas en pavesas a un viento

feraz.

Se acuchillan las osadías

que germinan en tierra de nadie.

Inusitado fervor asolado,

por espadas alzadas en manos,

guerra al silencio feroz.

 

Pudieron dar las tres de la madrugada

y un escarabajo voló.

Una hoja partió,

hija de la soledad aclamada,

con caracol sonoro hueco.

Es un solo de cuerda

y alma destensada,

una melodía por la sangre olvidada,

un réquiem por toda vida

finalizada

en sones de grillos

danzando con tenebrios,

y lúgubres venas enraizadas

por tercera y última vez.

 

Una sinfonía donde yace el silencio

y yaga la umbría luz

desertora en mundanal zozobra.

Pasa, danza, planea

febril verde mosca en formol montada.

Es mi dicha aplastarla

y quedar en vigilia taciturna,

hasta rendir aspas

y acostar la sangre

ya nunca más esquiva.

Hasta ver las flores rendirse

con mi cuerpo.

 

Förüq en 16-10-2018

 

 

 

I.Palidez inaudible:

 

 



 

 

 

 

 

Palidez inaudible:


Era una joven noche,
 

caída ya entre algodones de nubes, 

y un hueso de luna 

por blandir el horizonte, 

de sucesos famélicos, 

miradas fugaces, 

y testigos somnolientos. 

Vencido el atardecer 

bajo oscura premisa, 

que todo aliento encarcelaba, 

inquietud disparada 

de fuste en curiosidad, 

suscitada en envés 

y lo más profundo 

del humano anhelo, 

entre belleza y muerte, 

locura o razón sajada, 

juventud eterna, 

mito o paradoja en lucha 

contra lo caduco del ser, 

instinto en deseo servido 

en cáliz del mortal inmortal, 

como juego macabro, 

en inevitable curiosidad, 

un ser maldito, 

condenado a la vida eterna, 

y su sed de sangre 

que le envuelve, 

soga tensa de maldad eterna 

que vive y camina sigilosa 

sin condición de mera elección. 

Sueños encorsetados, 

en nuestra atracción 

por ese lado yerto 

de ser siempre en esta vida 

condena resarcida, 

entre oscuro granate, 

y acecho de ley 

y comprensión desconocidas, 

que emerge de historia 

jamás narrada, 

y seducciones finales, 

de colmillo y paradoja 

terror vecino. 

Leía los recovecos del alma 

transparentados en vivaces, 

ávidos rostros, 

sin esta sed 

que batía como rayo 

de plomo mi entraña, 

convivía oculto 

al sentido que relucía la vida, 

por colmar su caducidad, 

el tiempo jugaba 

en mi caso a otro juego, 

como lucha del tedio 

y sombra de buscar distinción, 

para regocijo 

de no repetir acto 

y maniobra, 

siglos parecían inermes 

frutas que morder, 

sabiendo que mi final 

no llegaría. 

Frívolo llegaba el otoño, 

que peras del olmo eterno 

dispensaba, 

aparentes los rostros, 

satisfechos parecían, 

llegada la hora yerta 

de negrez, oscura, 

flotante, 

algo llamaba estridente, 

era el nuevo hambre de la caza.


Förüq

 

 

 

Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano,  era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola mirada  destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.

No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;

resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas. 

De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.

 

Förüq

 

 

 

 Candidez y sentido

al servicio de honores románticos,

no hubo naterra,

que cultivar más imaginación,

que virtud en juicio,

todos arribamos a la virtud,

orgullo y perdición,

de jovial inocencia,

sueños en poesía

eran pulcra vida misma,

oh escenario pintoresco,

ungido en feroces, pasionales

llamas.

De lánguido temor efímero avanzaba,

hacedor de tiempos faustos,

en los que tejer ojos brillosos y anhelantes,

mérito real, acostumbrado,

el esforzado vilo condenado,

de sortilegio claro,

rondando me aferré a fundamentos de vida noctámbula

surreal;

de hora parca solitaria que rebrillaba

la sed de mi colmillo en tersitud de filo,

fantasmal lucía el pertinaz sueño sanguinoso,

blandía su deseo,

la tácita recompensa amilanada,

héroe tétrico del norte su silencio invernado,

no me afinqué en ninguna carrera del vicio,

era día de abyecta dicha florecida,

ruina de muchos,

oh creer cielo ganado,

mismo techo,

que habita una criatura tan hermosa y delicada,

ojos expresivos como sangre en sed vampírica,

unas manos que ni mejor pintor,

tratar podría,

tez fría y pálida,

cuan mármol sonrojado,

recién pulido,

su cabello de realeza azabache,

peinarse sólo en fuego pudiese,

su silueta era perfil del paraíso,

asombrado pregunté su cincel de nombre,

respondió:

-Förüq soy Leannán-Sídhe señora hada Reina, dueña de la profundidad, 

nocturnal.

 

 

 

El Castellano Förüq

 

 

 

Asumo un aniversario

digno de recuerdo,

cumplo trescientos treinta años

del designio fausto del

Panida trigo nacido,

en comparativa soy un

mortal inmortal jovial,

si existe la eternidad

me preguntaba al correr

de siglos sin hallar

respuesta válida

cadencia de haber estado 

en existencia puede,

 

II

He conocido sortilegios,

encantamientos por los

que su víctima cae en un

letargo de sueño para

despertar a los cien lustres siguientes.

Sostener la carga del tiempo

nunca es bastante,

oh, transcurrir infinito

de la sed.

Alquimista de sigilos

y silencios esenciales,

un día susurró mi Musa

que el amor y la seguridad 

eran enemigos

mi esperanza era total

pero no, mi miedo a ser

feliz.

 

 

III

Musa Luna sempiterna

era coqueta y en ocasiones

hacía que me muriera

de celos, seguíamos 

viéndonos a escondidas

yo, humilde descendiente

de Candamvis

adorador de Mercurio, 

mi Sol fierro,

anhelaba cobrar mis

lágrimas dulces vueltas

versos por y para ella

siempre veía a los celos

mordientes viles viborillas

invencibles, inextricables a mi temple.

 

 

 

La veía con curiosidad,

como se ve a un Fénix en una caverna,

como se encuentra a un resplandor

admirable.

Mis ojos iluminados

cual sed de cuarzo

bajo sol rebrillante.

Su tez era radiante 

como carne recién modelada

yo como alquimista de un recipiente

de sueños inmutables,

como la dicha y gloria la bañaban,

ya acariciaba una noche memoriable,

al candor de estrellas

y lunas argentas,

la profundidad su belleza imantada

yo era incapaz describir en fúlgida palabra

asordinada.

contemplé su pulido rostro

y papiros azabache cual su mercurio,

en ojos encendidos,

mi tristeza ya era fugitiva,

un rayo de fuego emanó

de la admiración cautiva en mi pecho,

capaz de concederme

en un pálpito inmortal,

mi corazón no cabía entre costillas,

tantos años se materializaron,

de ferviente amor por ella,

mi no-estrella mi viva Doncella Escarlata.

 

 

 

Förüq

 

 


I

¿Qué esperas, en el concilio de los caídos?

¿Esperanza de redención?

Se derriten las paredes

del sótano de luz.

Su habitación que esperan las almas

del placer.

Todo cuenta y danza dantesco

el sortilegio

de luna soslayado.

Crepita el devenir

deshojado,

su verdad todo envuelve destellante

y brilladora.

 

 

II

¿Qué esperas lavar en esas habitaciones?

Puede, tus fúlgidas respuestas.

Una salida al sendero

inextricable;

todo lleva, y nada de vuelta.

Volvemos a comenzar.

Estruendoso litigio

de lo que la espera

indujo a permanencia

en libro perdido,

mi decencia ahogada.

Escudos de salvación

al amor perpetuo.

 

III

Sin solución avanzo,

Ventanas como miradores

a un final sin comienzo.

Final, sólo de sembrar

simientes en el corazón del sueño,

jamás abierto

tu Sol negreaba

como ascua perenne.

Un millar de leyendas 

trashumantes,

me abarcan, no canto canciones,

ni poemas.

 

IV

A una fallecida,

la vida sólo canta

y danza, a la vida.

La muerte sólo dicta 

y mantiene lo que es de ella.

Vida para el vivo

muerte para el muerto.

Por lo que proclamo

cese y automático

blandir de mi viento solar

y semilla ancestral.

No hay alma,

no hay alma aquí,

la mía tiene el valor

de brindar tu cara

a mi rostro,

porque no hay certeza,

para mí, existas sin quererme.

 

V

 

 

 

 

V

 


Escalo tus venas,

entre un horizonte

de razones heridoras

y lúgubres, parcos, silencios sonoros

en el callejón de mi mente sigue habiendo

un paraíso sedoso,

todo hecho de rocíos entre flores,

puedes oírlo,

pregunto,

siendo destino,

y barco dirigido,

a donde coronan cumbres

y sus vastas nieves,

mi ánimo que desplaza cerros,

y sus frondas suaves,

no vine a deshojar tu cielo,

sólo a contemplar

que era hoja mecida al aire,

colgada de una tela de araña,

bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras

colgó en hojas...

Sangre de estrella,

oh, nácar flamígero,

fuiste más allá del suplicio dormido,

roca del destino,

y puridad de roce,

no te bastaba incendiarme

de la esencia más húmeda,

llegaste amilanarme de carne a hueso,

y hoy lo siento no me quedan penas,

sí quizá,

besos huidizos y fulgentes,

doquieres de barro y simiente,

a la sola carne tu reflejo hoy canto,

beso de trigo, y esparto,

en hoja de celindo y madroño,

vine por tu hinojo de abajo,

a precipitarme exhausto.

Como precipitación del ojo de tierra,

era mi canto

como un dulce abrojo,

y filoso como la espina un majuelo,

almendra rápida era este enjuto silencio,

vestido de las rosas perras del escaramujo,

eres real, plañe toda sinestesia,

me voy retirando,

lamiéndote como un paloduz,

sopesando tu crin y brebaje,

no vine ayer

si asegurara

llegaré,

al saber que te conoce.

 

 

 

Förüqer-lobo bohemio

 

VI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno.

En el suspiro de amor que

corre y descansa entre la

inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó

a ver la belleza que envuelve

tus piernas, adentrándome para

reposar siendo una sombra más,

y te encontré en mi sueño más

cálido, en el cielo encerrado

que liberé. En la noche que la

luna baña tu cuerpo, y en la

noche que mi amor corrió por

tus pechos.

Y te amé aunque fuese un día

en la penumbra.

Para así no olvidarte nunca.

 

 

 

VII

Profecía de una noche

que diluía entre tu cabello,

siendo fuerte como luna

semper, y ángel dorado de espera,

hemos venido del plateado halo,

disparando alto,

hijos de luna y signo azabache,

oh, símbolo claro de visión, y vida,

lozanía, que tengo tu carne,

y en alma sembrado el otoño,

y la caída de tus muslos,

entre mis muslos,

de espadas,

y jornadas como vetusta armonía,

cuenta el divino laurel,

su soledad última

de naipe y candelabro,

sentado en la tarde amedrentando espumas,

este sol que ya cae,

oh, flor de gozo, desprendida,

lampos de mi acero,

vieran mi yunque y forja sembrada,

esta sábana que nuestra,

no me acaba,

me iré sí, sin pausa;

por muerte sola,

sin casa, sin cuerpo,

sol amarillo, de otoñada bruma nocturna,

ala vieja asidua, perenne,

nacer de otoño erige y dice:

-Te quiero, como ruego,

y voz de vuelo herrador, y errante,

una luz envuelve sempiterna, un septiembre,

donde la lluvia eres tú.

 

VIII

 

Estallase toda gloria
en aire algún sortilegio claro,
danzando mis apuntes

en torno un fondo fantasmagórico,

reluciendo nota sobre un cable puntiagudo,

la profecía de cientos, miles,

constante, de ágil hocico de riera,

hombre desnudo y un sólo anhelo

como cristal partido,

sonidos de vida en campo perdido.

Flor de barro haciendo reflejo,

destellos en horizonte hacia

las nueve puertas del Averno,

muchas fuerzas sondeando,

corte sobre una pala,

oh pies de barro sobre la paja,

agrupando oídos en bucles,

tumbando retinas,

en el vado, del mundo hecho,

músicas en copas de hadas verdes,

voces de muertos hendían,

surco y sangre adormecida

oh local de la armonía,

susurraba yo a su orilla,

su historia

como río crecido,

cocería cintura,

entre juncias y caléndulas,

reposar segura violeta sombra de noche,

que traes invicta, sonriente,

temblar, donde yace y se inclina

el barbecho dorado,

alzaba acre de bien semilla

confesa, prometida,

la victoria de la luz se erigía flaca,

bancales atrás,

la dificultad no me arredra,

oscuro patio, de ti bañado,

cuál precio he de poner,

a sus semillas.

 

IX

 

 

 

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

 

Förüq Miguel Esteban

 

 

Luna blanca:

 

 En diáfana soledad

donde mi cuarto criquea y clarea,

tus anhelos y esperada sonrisa,

me aturden tus labios y lengüita vista.

mis serenas ilusiones tiemblan y afloran;

como mis labios por cazar tus labios,

no hay nada en el aire ahora,

En oscuridad rebrillante de mi lúgubre cuarto,

es tu figura la que me acecha,

qué provocarme acaso puede, oh caos febril, 

deseo pertinaz tu fragor,

oh estrella inviolada,

pretensión infausta

 es violar esta, acampar sin brújula 

ni rumbo, sólo adentrarme para no querer salir,

 tu lúmina esperanzada me recorre,

cada vena y arteria,

un placer de ayer,

es hoy dictado a la milicia,

tu estampa recorre todas mis neuronas ancladas,

un río tus flores angeladas me cubre,

agarro con estridencia mi almohada,

pensando que eres tú,

en cada noche mi luz, mi ida mi avenida,

y una fría luz

comienza a invadirme,

acabo que sabiendo no eres tú,

y unos ardores me escalan,

en ellos pude ver cuan te quiero,

y desespero, sólo sé que tenerte te tendré,

estando ausente mi suerte, 

destino parco que dictará verte.

Piel con piel,

flor con flor,

hasta que estas lágrimas de sangre,

sean mi sangre de tierra,

ababoles flamígeros,

carmines del deseo estertor.



Por ti labraré el día,

mi Luna compañera,

mi Luna aeterna,

oh, cuánta sangre mía,

regó esta mi soledad de tumba abierta,

que me camina,

por el sol de junio un mayo despachado,

avanzo, abro el solo Parnaso,

mi sol ya no luce cansado,

abren dulces lirios negros,

el compás mi destino atronador,

era un capataz,

era un sembradío del brillo primero,

un arpa y un arma de carne

y verso, beso tras beso,

un dulce designio invernado,

hollín de luz,

en esta fosa cava mi amada,

tercer lucero mi firmamento,

igual y primero es,

sangre negra de luna oscura,

por la esencia azabache,

de nana y cuna argenta,

soledad, oh soledad d' este pobre diablo,

ungirás mi dicha mañana,

que te pierda,

hoy veré esquelas por astros,

y oscuridad fluirá

como bruma siempre gris,

me atisba sola idea,

velo de tormenta

y nácar una esquiva sonrisa

sin volandera

ni ascua desapagada

por lengua,

al olvido perenne no danzo,

vida de una vida bajo tierra,

me trajo,

a este filo diamantino, 

blando, de tajo,

alto silo de luna,

hoy te canto,

que sin tu penumbra venidera,

ni dormido me alzo,

oh, compañera,

no me desampares camino 

de escuela, ni honda hoguera,

tu inocencia,

oh, preñez de sílaba,

polvorosa y escarpada,

haz que acabe con un beso libre,

lo que nunca comencé.

 

 

Förüq

 a 2-06-2021

 

MARIPOSA:

Los murmur
íos son flores,

álgidas de invierno,

como venas azules de jacintos,

o tesoro córvido

de urracas matutinas,

tiempo sobre el tiempo,

tosía mi lobo afónico

tarde que muere sobre la paja,

y el viento mordido,

ascua que queda sobre

mi densa ojera,

cristalina, 

he cogido los montes con una mano

y mi hogar de brujo con la otra,

no necesito chopo de oro

ni un amor me aguarde

sin sombra de celos .

 

 

 

II

Mis sedientas aflicciones

eran como gusanos hilando sus capullos

de seda, 

elevadas hoy son mariposas verdes,

vuela mi pena como Simiente rápida, 

y cayendo como lágrima negra

en espiga,

vuela libre mi pena,

su esencia de mariposa desvelada,

duelen las lágrimas de bondad,

pero las negras y malas lágrimas,

apuñalan hasta arrancar el corazón.

Corazón mío, como avispero

de muro viejo, de pronto,

en él puse señero, 

Galería del alma.

 

III

Presentó ante ustedes.

Armados abrojos

mi infernal flor de alma

eternamente jovial, y vivaz,

por fuente abismal

de denso pétalo,

dulcemente amargo,

quise declinar la tarde de sus ojos,

ser Pegaso, caballo de madera, 

mi frente derretida gloriosa.

Infernal, pálido fuego,

sin Salvador en cepa,

ni figura fulgurante,

de llamas y lenguas azules,

cuenta de cintura agitada,

sus alas,

tu esencia:

-Mariposa del amor.

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

A lunes 7 febrero 2022

 

 

Bella, vuelas libre doncella,

sol te toca, acaricia tus efímeras alas

de mariposa desvelada.

Viento te lleva, allí donde el amor creó,

reflejo de libertad soñada.

Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,

dejaste atrás nubes de tormentos,

rozando tu destino me arrastras.

El manto de las hojas te protege,

buscadora de sueños

de la fronda de mis sentimientos.

Viviendo en la ternura de la dulce mirada,

volando con la fuerza de la palabra sincera.

Durmiendo hasta que se oculta el alba,

ángeles y dragones, arropo en el corazón.

Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,

para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,

cientos de tonterías para tu sonrisa.

Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,

pintando mi vida.

En la caída color gris quedó,

color gris quedó.

En la huida el tiempo y la situación

que cortó un camino en dos.

Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.

Su esencia mariposa del amor.

 

 

 

 

ESTEBAN CASTELLANO

 

 

ESPADA PUDIENTE:



Sorteo principios
y vencejos,
torno unas danzas de la Aurora,

me entregué al sueño,

aguardando su divina tez;

el Sol se adelantó

y sobrevino una colmada oscuridad,

llegué primero que los Hados

a su venerado encuentro.

Valgio alumbre el anchuroso cielo escarpado,

nocturno de doncella Escarlata,

oh, clara agua emana mi frente,

mis manos hacen germinar solas simientes,

del candor, la tempestuosa furia,

abren rayos espadas de Candamvis,

Zeus, canta:

Oh gran Sol que bajo tu candor,

iluminas que abrigas Inmortales,

y a los mortales vivos,

habitan las auras vivas fértiles,

acoge mi ofrecimiento,

a dignar en tu nombre,

terso Paraninfo yerto.-

Oh sola tormenta,

presurosa abre cabellos centellas,

y múltiples repiqueteos,

de ascua en rayo y cielo-terreno.

 

 

Förüq castellano Miguel Esteban

 

 

LENGUA ESTELAR:


I

Miro y veo el vidrio
intentar perderse a s
í mismo,
de irrefutable saber
hago parte e inciso
que si amas cuidas
semejante cuesti
ón;
el tiempo giraba como
veraz trompo extasiado
un d
ía osé que alcanzaría
que s
í, todo anhelado
se obten
ía de un disparo
os
é tres disparos hacían uno,
verte, quererte, cuidarte,
mi ente s
ólo entonaba lira
en pluma, y alas un Para
íso.



II

Verte de frente a espalda,
no fue funesto ni devenir,
desangelado;
fue afilar colmillos
quedando blanquecino filo,
incuestionable, goteando
sangu
íneo deseo,
pronosticada t
ú,
de hace a
ños
que llegas en oto
ño,
afable t
ú, para quedarte,
como ascua imantada,
al alma fugaz, sorpresiva,
rebelde,
como Roc
ío estelar,
a la flor sagrada.

 

Förüq castellano Miguel Esteban

a 15.09.2022

lugar- Mirador del Henares la campiña Castilla

 

 

 

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO II:


PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:

 

Oscuros, negros, tibios

lirios en sangre de brea;

Acolchadas desquicias

en híbridas campanas azules

de los ángeles, yendo en borde,

siguiendo círculos,

moviendo espirales,

Vientos noruegos me llevan

sin patria, vencida por mitología.

Quicios de lúgubre destelléo

en oscuro límite tétrico

y sus mansedades caminan,

hacen nido sedoso

en moreras del sueño;

Vida través de una vida

dentro los hoyos del Sol

que sudan, sus notas de uvas.

Visitaré a Cernunnos

en el seno del bosque,

hablaré del cuerno roto

y su sangre que brama

flores de helechos.

Quién sembrará mi campiña;

estirados mis soliviares

entre azares que suerte corre.

Traspuesto al mantillo

y su compostaje silvestre

que solo se mantiene;

Verano que socava dormido

para sepultar los cardos

que tierra come

y levantar la estación

de los difuntos con hojas caídas.

Otoño sus fríos que me despiertan,

terminando de vivir el ocre

y su yerma plácida

de tierras sin brotes

en ventura de savia fría.

 

II

Altivamente,

con pies de veneración

no atina un intelecto sumiso

tampoco él encuentra su espacio;

yo sin abrazarme, coge el infrasentido su reloj.

Mirar sin ver hizo fuste,

regresos serenos sin ausencia,

en estas lindes 

quiebra su sentido

y esta sube.

Su vacío perplejo quieto es Ausencia

que simboliza toda luna de escarcha,

parado de sinestesia iba,

su granate sanguíneo 

que

sí recuerda.

Amarrar el acierto vehemente,

de resucitar del del parco suelo

para fusilar mis pendientes,

desarmando la ira

sus dioses subterráneos,

uniendo su altivez cursante.

¿Se cree usted viva?

Eso es que no nos conocemos,

ya sumblimé algún amarre,

y va el ancho río

con paso furtivo y decidido,

por apresar de tu razón mi viva estampa,

muerta sin ti.

III JURISCONSULTO DE SOMBRA

 

Este mi humilde canto,

pedernoso, que blande,

que pregona compás en arraigo.

 

Quimera a tiempos

en puñal pretencioso

de espigas de idea.

 

Patria por siempre sin sentar;

Fugitivo sin amores,

surcos de fugaz simiente.

 

 

II

Docto de tu dulce vientre

tras fuego de ababol,

entre tierras de tus reflejas piernas.

 

Sed de mi sangre,

renacer acompañante,

aljibe sin fondo a florecer tu entraña.

 

Amor de pecho a espada

blancos que el ser crestéa,

jurisconsulto de este ser de espuela.

 

 

III

 

Redentora hoz de labriego

soñador, en soto de silvestre rambla,

febriles rejas de esparto.

 

Pinos que caracolean

el camino de este fruto de ensueño,

antes que morir sin amapola de fuego.

 

Creo, nazco y completo

una flor de la misma sombra

que trajo en fruto de la primera mujer Eva.

 

El Castellano

 

 

O DIVA GRATUM:

Mi diosa centella,
que deleitosa riges,
y engrandecer mi nombre puedes,

o, convertir en honras fúnebres,

mis cortejos triunfales,

a ti dirijo el labriego inquieto

de campo.

Te invoco en su pulcritud de savia,

cual dueña todos mares,

arrostras dulce mi piélago batiente,

a tus armas, todo imperio se desbarate,

mi lealtad es albo traje,

no rinde al garfio amenazante,

retroceden y dejan amigos 

y sus ánforas vacías,

de cicatrices y delitos

no limpiase mi nombre,

de fraterna sangre y mieles que Himeto, 

me concede,

¿Temor algún espejo suyo,

me contuvo?

Con el incienso, y sinfonías,

ofrendo sangre cándida, mi letra,

nunca el falso juramento me precede,

oh tu belleza de nuevo brillo,

más hermosa, cuanto la ceniza has otorgado,

ídolo oh materno signo,

dueña de oro y nido,

por Quimera tu susurro,

de límites prescrito,

non semperimbres...

Torrencial, de nube acechas,

lluvia sobre rastrojo terso,

tempestad, o inerte hielo todo año,

combate tu acento colorido,

jamás cansado,

cuánto Parcas crueles me han arrebatado,

pregunto a lágrima de sol, llorando este,

mi lamento blando,

loco empeño,

hinchado de viento,

osar casarte, aflicción

con altanero subsuelo,

prudente yo de odio ajeno,

no llegará día que este guerrero,

no mida a su adversario,

indago mis designios que abrigan,

sombra huidiza,

cuándo.

Bebamos la honra en dicha,

entonando la alta lira,

a Calíope,

bajases al cielo castellano,

soberana Musa,

gimiéndome lenta y eufórica melodía,

el concilio cayó sembrado,

ilusión o deseo,

mientras seguiréamándote gritando callado.

 

 

 

 

Förüq castellano MIguel Esteban

 

 

 

 

 

NUESTRA PROFECÍA:

 

Indicarte, que se está cumpliendo nuestra profecía, la flor mágica traje, a ti mi hada vampiro, es un haya que este año casi muere de tristeza por quemarse todo julio con mi Sol padre, estaba a punto morir, y le traje nueva tierra, y cuidé saneando, encontré a la reina de las mariposas en Usanos una mariposa tigre Macaón,, debajo mi magnolia dorada puse el haya ahora feliz en sombra con nuevas hojitas y viva a rabiar, no morirá, ni mi alma trenzada con ella y contigo, buenas tardes Leannánsídhe mi señora hada.

 

 Ceremonia terruña:

 

 

 

 

Historia en curso:

 

 

Tiempo que era llanamente hondo,

como pozo sin poso, ni fondo,

severamente profundo,

como fantasmal visita

sobre lazo silencioso,

buscaba yo tamborileo grave,

entre hileras sordas

entre nuevas flores

de trompetas de los ángeles,

danzar entre círculos de grama húmeda

y corajes de aventar nuevas espigas

de olor a yesco trébol rojo.

Hice una hilera de guijarros;

preparé mi propio templo

con torreón y almena nueva,

un foso bordeando y cuidando

mi nueva siembra de ababoles,

templo asilvestrado con urna para ofrenda

y depósito nueva agua virginal,

era suficiente de tiempo insuficiente

a nuevo otoño que comenzaba,

con olor a hojas de chopos arrebatadas,

y majuelos agudos en espinas,

rebordes cardillos de as damas

erigiéndose tempranamente,

maduraban los tomatillos del diablo,

solanumnigrum

que ni caracoles resistían

sus lustrosas hojas morder,

las colas de zorro ya se divisaban aventando

terreno de su nueva simiente,

afinaba mi cuerda

tendido a ras terreno,

sembrado a pretil gesto,

como se siembra una pipa,

y tarda treinta y un años

que porto en girar el sol,

carrasquillo háblame,

que penas traes de virgen encina.

Cuéntame tus oscuros romances

con vientos de luna,

y tus flores de difunto casadas con SolFerro.

Dime a mí que te cuido con esmero,

aguardando tus flores de piedra

y tus bellotas del mañana.

Árbol mío,

avanzo este mi caduco corazón humano,

como vampiro solar

me remarco,

un solo de voz desangelada,

y volví a honrarte,

de esta nueva tierra.

A viento pagano,

voz de alma amada,

inamovible,

firme, regia,

de raíz arcana.

Tu rostro en verdor

de hojas afiladas llevas,

acaso igual o semejante

a hermanas blandes.

Río de encinas y flora reborde,

amor de tierra a lo que es

y crece en ella,

vine por vuestras voces,

jamás marchiten vuestras notas,

de longevidad imperial.

 

 

 

Förüq castellano

 

Escuadra bronce:

 

Ilusiones quemadas en papeles con tinta,

 

con los sonidos sordos de un eco de imágenes

el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.

 

Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,

la mente ciega las observa con su pensamiento claro

sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.

 

Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,

un secreto en un gesto que su mirada grita.

El despiste que convierte en ofensa el fallo;

 

Un sentimiento distante que próxima te quiere.

El tiempo que tarda en decir adios al por qué gana,

ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.

 

 

Pensamientos negros

Te sentí amor y por querer pensarte

la realidad silenció mis latidos;

Aquella flor que llamada amor

ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.

 

Entre la tenue luz de luna que me abrigaba

abrí la puerta que me condujo al campo

de negros lirios por el camino de ida sin regreso;

La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;

 

Donde la luz que me daba calor era ausente,

tras de sí un sendero agrietado por el que fluía

el río de las flores desangradas;

 

Hacían ellas mi último aliento,

un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,

cesó aquel si bemol.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

 

Podando recuerdos para volver a amarte,

dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte

aquella mi rosa que llama al frío pero resiste

cantando a la víspera del invierno triste.

 

El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;

gota de rocío que se evapora con el sol en su visita

y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,

para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.

 

El fuego del deseo se hacía con su compañía,

con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;

De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo

de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.

 

Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños

un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;

solos en el encerrado mar del amor no demostrado

su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

 

El ritmo de tu cuerpo,

donde el agua y la poesía

hacen el amor.

El fondo de tu mirada

el manantial de esmeraldas.

El calor de tus piernas,

El terciopelo de tu piel.

La suavidad de tus caricias

mi motivo para viajar

allí donde el te quiero

lo dices sin hablar.

Lo que me alegras

sólo con tu existir.

Es todo lo que significas para mí,

lo que me haces sentir.

Es el agua de tus besos.

Es el fuego de tus labios.

Eres tú.

Eres tú mi vida, mi luna.

Eres tú en cada noche fría mi calor.

Eres tú la chica que siempre soñé,

la chica que siempre deseé,

la que vivía en mi subconsciente

para cuando apareciese

darla lo mejor de mi existencia.

Deseos, ilusiones, anhelos

definiendo mis sentimientos.

En mis recuerdos tus besos

sabor de hiel.

Tú mi motivo para soñar.

Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,

tú todo para mí.

¿Por qué no has aparecido

en mi vida todavía?

cuando por amor se quiere

a quien no ama

y por soñar se vive amando,

por amar se vive soñando,

y el que siente se miente

quiero mi despertar y verte a mi lado

para sentir que en un pasado

andé con la botella en la boca

y no que ella

chupó de mí mi vida entera.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

 

 

Yo te sentí

Puedo escribir todos mis pensamientos

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor

y por querer pensarte

desapareciste entre la ténue luz de luna que me abrigaba.

Allí la razón apagó los latidos de un corazón.

Como tierra yerma

marchitó aquella flor que un día llamé amor

y ninguna pudo ocupar su lugar,

sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.

Pero yo te sentí amor.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009 

 

 

 

 

 

Tríptico trago de agua

Autor: Miguel Esteban


Era como pulcra onda
anisando un sol de febrero
castizo que llamaba a marzo,
escuché la desquicia latiendo el suelo
y me encontré una reluciente,
vieja tuerca oxidada.
La sombra padre
se escondía entre manos anudadas
de sus hijos,
llamando a mis primeros pensamientos,
yunque clavado en la pared
sin soto ni caballo,
crecí en su mitad
entre baldes de plomo,
en corriente de drenajes,
parlamentando
abren el oído de pares;
nulidad de pura interrogación
más vacío
en ventanilla
de visión de muchos,
yo gastado aterricé
en república de la sal.
Porteador de interperie (intemperie)
regresaba directo al rostro
en destartalado invierno,
reunía el campo
un subastador de mi conciencia.
Ánimo optativo de la región
en sueños de malvas nubes,
calizo terreno,
opulentos pinos
en bocas de hierro
acunando la ilusión
de esperanza.

Llamada Musa Lunamar Solano doncella Escarlata,

Mineral candente, raíz Salvaje Azur Purpúrea,

Luna sempiterna...

De aullido a la luna de plata

y su llanto que envuelve la oscuridad semper.

Necesito más de ella para poder ver,

de igual manera sentir corazón en antorcha.

 

 

 

Förüq castellano er-lobo bohemio Esteban

 

 

 

 

 

CANCIÓN DEL VIVO MUERTO:

He cruzado los tres mundos,

cabalgado centenares de soles

a lomos un crisol alado,

desiertos me hundieron los cielos,

para rubricarme flamígeros, existen dioses

como existen necesidades que avalan

y avelan, no hay templo para

Jinetes difuntos.

Sembraron cada uno de mis pasos;

de figura regia, y arriada,

bastó un soplo de lágrimas heladas,

sí, tengo padre, por lo que tuve padre y madre,

final depende de un principio

y principio es ídem final.

Novencientas muertes cuenta mi estampa,

oh Sol de valles y Quimeras cual bestias anhelantes.

 

II hoja:

Cuanto viví, bailé una serenata difunta,

Aquesta fue una noche tormentosa

cual tempestiva que sus temores silbaba,

oh solar, y campiña yerta

era el frío y su ribera,

Aquilón venía de hermano

que no tuve.

Rugiendo maderas, e idioma gemido

de solos árboles,

solo como océano venía

de astros en cielo y caracolas

cual olas;

Oh, su acento, era mercurial,

como serenata una flor de difunto.

Recuerde, su Sol ha muerto Esteban.

 

 

III hoja:

Entre plomizo suelo

me pesaba el espíritu

como pinar excelso, majestuoso.

Venían los relámpagos a mi vera

y a mi diestra placer posaba

y sonreía;

pecho os habla hundido

en escala de tierra,

e ilusión de cientos estorninos

entonces el monte os besaba,

de tierra, de vida, de cepa, 

y sarmiento, la esquiva espina

vestía al endrino.

Mi trova en hora solaz traía grillos 

azules, y oscuros ángeles de luz

como lo que guía mi vida en muerte.

 

 

Förüq castellano Miguel Estéban

2007 SÓTANO DE LUZ:


 

 

 



En la oscuridad de mi cuarto son tus recuerdos los que me invaden, mis labios tiemblan y te llaman en silencio.

En la oscuridad de mi cuarto es tu figura la que me acecha, la que me provoca y me produce un caos febril de deseo y de pasión.

Pero tú no estás, tú no estás, no estás.

Tu recuerdo recorre todas mis neuronas con miles de imágenes, cada una añorando un pedazo más de ti.

Agarro con fuerza mi almohada pensando que eres tú y una tristeza comienza a invadirme, lágrimas salen de mis ojos, en ellas se puede ver tu rostro reflejado en ellas.

Ardores me entran en el pecho sé que no vendrás que nunca volveré a tenerte, que estás ausente y mis lágrimas se convierten en lágrimas de sangre, ha estallado mi corazón de una sobredosis de sangre.

Esteban el castellano Er lobo bohemio

 

 

 

 

 

 

ÁUREO SEMBLANTE:


 

 

 

 

 

 

 






Insumiso en medio de quebradizos
saludos de pseudónimo,

de sueños rotos, y brechas de ánima,

como pañuelos azures,

llegué al inicio desnudo,

como agitado bronce,

e inocencia jovial de abrevadero,

a veces pude resistir su amor,

otras caí dividiéndome,

como precipita una gota de mercurio,

llegó a mi parda tersura

su imagen de cuerpo sonoro.

Mismo amor nunca pudo resultar frío

ni ausente,

pero el sol me rompía

a calo estridente y yacija de hierro,

paisaje que no ardía ni se desvanecía iluminado,

era mi añoranza,

quise sin afilarme en hondos dientes,

si podía generar montaña o cumbre de cerro,

jamás infortunio

de mi blancura que ya exigua no cantó,

de amarillo vivo avancé

sin mirar fijos temores

ni túmulos de gargantas precoces,

amor es rosa naciente

como Alba de tersa fuente en rayos suaves,

oh de astuto feraz ojo simiente,

equivocarme se vertiese,

y el pececillo de plata la mordiese,

sus peces de colores besé

y entre burbujas de besos no dados

avancé su curso fluyente,

como nacer de río cuervo,

sus labios arrostré con fiereza tantas noches,

que nunca tuvo fijeza de acabarse,

el viento ya no lastima mi sola sien,

pasajero fui de su destino,

sin encontrar inicio ni final,

oh mi pequeña dulce cual laberinto,

este centauro solo atisba

que anhela beber tu agua luminosa;

oh tu pluma de golondrina azabache,

rebelde a los límites,

brota mi grillo de cristal verde,

cristal y vidrio que parió sin tijera

la luz de obscuridad.

 

 

 

Förüq

 

TERSIDAD DE FLAMA:


Veo una escala áurea,
con escalones broncíneos,
escalones de repecho
en fuego sembrado,
una estela se abre de guía,
dirige que no ciega,
oh bondad acrisolada,
cenit del fuego terso
como pulcritud de filo en espada,
oh vil niebla, abre camino,
vinimos bajo el regio augurio,
de aspas y nobles metales,
Oh Gimlé,
oh bajo casta ancestral canto en tus aposentos,
oh salón de fuego esmeralda,
de rompiente serena,
y solo halo,
vine a vivir,
vine a morir,
vine a sembrarme como siembra el valiente,
vine a cantarte,
oh Gimlé,
afrenta quedará mi yerta sangre,
todo lo descubierto en tu nombre,
oh casta felicidad,
resplandeciente,
el miedo jamás partió mi entraña
vine a vencer vine a besar tu rocío de flor,
como Musa y dulce hoguera,
el tiempo ya no escapa,
todo lo pensado arde ya,
en tu salón me blando
como raíz y fruto de ciprés milenario,
oh luz pura que acoges e irradias
por la blancura mi regia madre,
por la nobleza mi casto padre,
cuántos astros no alumbran tus cielos,
hoy vine a vencer
oh Gimlé, acoge este mi flamígero hierro
de Sol fierro mi padre me sembró,
en escala, número y orden,
tu bondad justa en escala,
uno, no hay hechicero ni hechicera
más fuerte ni que herir pueda osar a quien te alaba,
dos no hay poder oscurecer la razón mi sangre pueda,
tres no existe temor ni miedo, me retiemble la calma.


Förüq

 

 

PRESTANCIA FÉRREA:


 

 

I

Yérguete nació la luz y la sombra

el hombre se creó

para ahuyentar la sombra

con su llanto de sangre,

hoy que mi lágrima

sea fértil espada,

que riegue e ilumine

así ídem el abril

levanta los muertos

y su caléndula predilecta.

Nunca maldigo mis lluvias

y a la Santa noche,

riego mi sombra, antítesis,

de lo que espera mi persona.

 

 

II

He de ascender,

he de volver a navegar

el negro puerto,

contar los escalones de mi sótano de luz,

al tercer día flamígero,

la piedra será mi llave,

no mi tumba,

Panida Hijo del dios trigo,

tengo lluvias y carne,

tengo tormentas

y miedo ausente,

Yérguete, sucumbe,

a los suelos, de la madre luz.

 

III

Ni me arrodillo.

Ni vuelvo a morir en pie, (como caí)

ni rezo sus construcciones de huesos;

navego, pido me escuchen mis dioses. oh Lvgvs

Cumbre son de mi lágrima espada,

el mar, la nube, el río designio de escritura,

baile de un talismán,

oh, lucha entre sombra y su llanto descendiente,

vencido no he caído, 

aunque me derrote trescientas veces 

sobre esta tierra.

 

IV

En este pedregal,

juro sembraré flores

para no volver a ver su destreza inerte,

oh, lágrima esclava

ni lluvia, 

mi floración ruginosa 

abarque todo balde,

y sea réquiem y mármol florido,

mi entraña, todo esto,

ojos secos de hombres,

ejército, que el destino cercena en tres.

Postigo, huerto y verbo decisivo.

 

V

He de honrar la llana hueste

trae la vida,

ávidos ojos, vagido indeleble,

azar intangible ruginoso,

en vapor estela o cerrojo,

repitamos los versos:

-Aereperennius

los duros somos tierra,

no vendrán a regar mis lágrimas de sangre,

ni mi corazón será afluente

de besos de brea,

sin simiente no marchará mi parca vida

a otro designio, a otra luz

sin mar ni vestigio.

 

 

VI

Vine haciendo ecuaciones

de estorninos en vuelo.

Para saber si agradé,

o sólo se me unge lo que si cambio,

vuelvo a renacer,

actualmente solo llevo ocho casi nueve lustres

vivo otra vez,

por un crimen de flores no tañerán

campanas ni catedrales de laberintos desdoblarán,

al margen lo visto si no me acepta,

no es mi estaca en pecho,

sólo sin ser bastante

ella es mi fuste, mi espada,

mi sacrilegio

en pacto de sangre,

mi hija de Averno 

mi coraza y pechera que si vuelvo 

sí a estar vivo, la encuentro,

más allá de boscajes inéditos

de ciencias sin papeles

y sentidos flamígeros.

 

 

VII

Sentido sensisenssum,

formosa societas,

hermosa compañía

si esa que nunca osé 

debido parece sólo se puede pagar

siendo quien no soy,

delineante suspiro

materia a tierra,

uno allá debe quedar lo que es de ella,

no límites de cordura,

al seco brillo avanzo

sensaciones vuelan,

lo que no te dije nunca te lo diré

quedará más escrito que tu estampa y violín de luna,

no es justo y qué, otro rayo cayó,

que te  llene y lleve

es otra cuestión.

 

 

VIII

Nacer para vivir,

lo demás es otra asignatura,

verte despierto, cuándo,

contar con apoyo, 

sí, seis farolas se bailan

sin tóxicos ni brebajes,

solo decir esta vida de jactancias puñales,

hasta aquí me vio la cara raja,

no soy ángel cualquiera,

rebelión toma cauce,

orden y mando,

tatuaje puede ser cicatriz

pero alma no sangra,

ni se transmigra,

venga al salón de los caídos.

 

IX

El festín es elegir ser humano lastre,

o salvación de papiro en llave,

llamado amarse in radice veritas est,

todas las mentiras eran correctas,

a mí nadie me juzgará,

a tu conciencia podrán preguntar,

soy constructor de tiempos,

y sigo firme

ni me voy ni me iré

en parca vida de esta existencia,

oh diferencia clara.

Sé quien no soy.

Miles dei lumen

mors erita exora mea.

 

Förüq

 

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

Lugar Guadalajara España

A 8/03/2022

 

CUANDO VIVE LA MUSA DE UN POETA:


Cuando vive
se añora infinitud de cultivos estelares,
cientos, miles de perlas no llenan su sonrisa,
ni existe rocío en flor osar cubra
la flor de su dicha;
los mares y océanos se pueden caminar
sólo al tenerla vista,
las llamas no arden,
habitan tersura de sangre en pecho, valiente,
oscuridad ilumina aventajada,
mas cuando ella vive
qué podría alegar un poeta,
conocerla
para que rapsodas jamás enmudezcan
en melancolía hija,
para que mis versos solo canten flores
y vivos colores.
Cómo negar temor a sucumbir
sin rubricar su rostro,
con un jilguero como beso piador,
sin un pétalo escueto
proclame su guiño,
sin conocer a su Musa
un poeta se desvanece como el tiempo,
el silencio se arma mil días mil espinas,
yo sólo te quiero a ti
mi vida en verso, mi amor valiente
de mil fuentes y abrevaderos,
de la más alta espiga
a la caricia que retiembla en tierra.
Sólo un segundo basta
para capturar una letra,
mil eternidades para ser feliz sin ella.
Cuando mi Musa vive en mí,
infiernos no me acogen,
ni penas ni tormentos habitan,
un sendero abre y toma terreno,
rumbo a soñarla de nuevo,
campos germinan de oro trigo y girasol,
de verde alfalfa y amarilla caléndula,
como rojo ababol,
vivir sin crear su sonrisa
es como no hallar razones
para ser feliz;
muerte es del hombre vano,
temor infausto,
suerte es de un poeta
vivir en la vida de su Musa.
Porque vivirá siempre
como esta mi letra quedará vista.
LIT C ET SUMMUN CANAE

 

Förüq

 

 

 

 

 

 

 

FINAL

 

 

 

Meus amor, ne putes cormeum tui oblivisciposse, verberare prohiberepotest sed te non amare

 

Si flosesses et papilioessem, tempusmeum in cordefodiendovacarem

 

Si lacrimaesses in angulooculimei, non auderemflerepraetimoreamittendi.

 

 

 

mi amor no creas que mi corazón te puede olvidar puede dejar de latir pero no amarte

 

Si tú fueras una flor y yo una mariposa, me pasaría el tiempo hurgando en tu corazón

 

Si fueras una lágrima en el rabillo del ojo, no me atrevería a llorar por miedo a perderte

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tomo II

 

OJO DE TIERRA

Viento, viento bonito
lleva al cielo cada escrito
arropa este amor en mi cuerpo
en mi corazón te llevo
hadita de mi sentimiento
noche
hoy en tu sosiego
me encuentro
entre nubes violetas
y el cristal luminoso
de esta luna de invierno.
Bañan mi cuerpo tus latidos
sordos de oscuridad
y a este cielo sonámbulo
lanzo mis ilusiones al viento,
siento tu caricia de alma
y te bebes mi calma;
despierta esta rosa sangrienta
y su aroma de romance antiguo,
atraviesa el pecho
tu amapola
eterna primavera
cuando mis ojos
te ven entera
cada sentido despierto
como fiera al acecho
de tu latido
hoy en tu bosque me pierdo
tu imagen surca mis sueños
como cada noche
que siento tu beso
y como me cuidas,
como soy yo tu alegría;
mi vida vistes de amanecida dicha,
hoy la hierba escala mi montaña,
la lluvia germina todas mis semillas
de pasión y fuego,
donde entero me entrego
al placer que muerde
y envuelve en escarlatas doncellas,
como sencilla tu sonrisa
y tierna tu caricia,
ya no hay súplicas
solo felicidad desbordando mis cauces,
te sostengo fuerte
en mis brazos
para nunca soltarte
para eterno tenerte
si por soñar
soñé acabar con la soledad fría
y escarcha de esta melancolía
llegaste tú a mi vida
como cada noche siento tu melodía
y me acompañas cada día,
salió el sol después de la tormenta
y ame tu esencia
regando mi interior
tu voz de alma, amada
tu bella y dorada calma,
rompí las cadenas que me anclaban al pasado,
para luchar por mis sueños,
y alcanzarlos,
entendí el idioma del silencio,
y hoy contigo
lento construyo
mis escaleras al cielo,
este firmamento
clama de azul sediento,
ermitaño en su montaña del sentimiento
el amor jamás salió de su cuerpo,
de él decían que quería comprender al amor,
tras una flor de Hércules la conoció,
y la preguntó
qué eres, amor,
no, solo nací de esta flor,
tu inocencia me enamoró,
curaré tus heridas de dolor;
viviré de tu amor.
Vuelvo a este dulce tormento,
buscando llenar de amor el cielo,
labrando el campo de tu alma;
y bella mi amada,
te bajaré las estrellas
para que puedas acariciarlas,
estas flores cantan la canción,
que te enamora el corazón

vuelvo a luchar como ayer
con tu amor jamás desfalleceré,
eterno en tus alas viviré.


El Castellano y Leannan-Sidhe



Navego los límites de tu silencio
tu luna reina mi cielo
 

en este horizonte 

de ilusiones y sueños 

tus besos florecen mis recuerdos; 

las mariposas de tu piel tersa de seda 

acaricio 

eterno el momento 

que escapa entre tus labios 

cuando brota el te quiero

y en mis ojos te encuentro,
 

donde me enseñaste 

a vivir el momento 

porque nada es para siempre, 

escribo el sentimiento; 

ese que me hace amarte despierto, 

este viaje sin retorno 

me hace buscarte cada noche 

para que tu amor surque mi sangre 

y mis sueños de tu mano pueda acariciar; 

lento muerdo el placer preso 

y la lluvia envuelve nuestros cuerpos, 

recorro tus parajes, 

me pierdo en tu bosque 

este fuego late en esplendor, 

encuentro tu dorado amor, 

oigo los aullidos del corazón; 

atrapo mis flores de pasión, 

quiero y te quiero en cada amanecer, 

donde agradezco cada aliento, 

cada suspiro, 

que asesina al tiempo, 

y da vida a mi sentimiento

mi eternidad alcanzo,
 

acariciando tu cielo, 

entero me entrego, 

como el calor de un lucero, 

sintiendo tu amor latiendo,

avanzando tu cuerpo,
 

como quimera de pasión y fuego,

condenando al tiempo
a morir en nuestro pestañeo
 

con un beso, 

encontrando el lenguaje del alma 

en cada verso, 

cabalgando juntos cada firmamento, 

flor de sangre 

naciendo en mi pecho 

clamando este amor que te profeso, 

cálido el momento 

de desnudar mi alma 

mi bella amada, 

una flor en tu mirada 

vuela libre doncella 

tu esencia mariposa del amor 

en mi interior quedaste 

de mi ser te adueñaste 

puedo sentir como tú sientes 

en cada pensamiento vives, 

a tu lado siento desvanecerse el dolor; 

este ardor de pasión, 

jamás me abandonó, 

hoy agradezco que me arropases en tus alas 

para nunca soltarme 

para abrigarme cada noche fría 

por ser mi eterna compañía, 

y locura del ansía mía, 

tu amor mi sinfonía 

como tu beso de cada día 

fiel me entrego a la caricia, 

mi amor sin descanso

incesante fluye el verso
 

por tu abrazo,

a tus pies me encuentro
 

esta mi sangre te entrego 

este fuego late en cada beso,

germinaste dentro
 

todas estas semillas de amor eterno,

hoy hadita te canto
 

a la orejita encuentro tierna tu sonrisa

en cada flor encuentro
 

la belleza amanecida 

en tus labios descrita, 

en tu piel mi caricia

en tu corazón siente mi brisa
 

como me hago lluvia 

y río en cada silencio, 

que rompemos juntos, 

como juntos nos verán 

hasta el fin del tiempo.

El Castellano y Leannan-Sidhe

Cielo de tu amor

que acaricio,

en el suspiro del tiempo

desvanecido,

en cada luna

que te encuentro,

en cada vida que te siento.

Cómo no hacerlo,

si vives dentro,

si cada minuto

lo vuelves tierno.

Vuelo con este sentimiento de fuego,

cabalgo el firmamento,

encontrando el verso despierto.

Como estas ganas

de devorarte lento,

que sientas el deseo morder tu cuello,

y la sangre de cada flor

de piel y verso.

Donde el agua y la poesía

hacen el amor con tu cuerpo.

En este campo de sentimiento

la sangre de la tierra

vistió de amapolas,

cada beso de amor sin tiempo.

El bronce deja su cuchillo

a las espigas del cielo.

Hierro baña la sangre

de este guerrero,

vivo y muerto por tus suspiros.

De tu corazón preso,

guardián de cada latido,

redentor en el silencio frío.

Amante serpiente

en el calor de la ilusión

que te dibuja en mi mente.

Siempre presente,

a la hora que la oscuridad

late y envuelve.

Donde te volviste mi bendición,

realidad, abrigo, y latido

de la inspiración invencible.

Como invencible dios Sol,

que toda vida rige.

Amada hada,

esposa de este mío sentir,

acompañante de cada vuelo fulgente.

Tu semilla de amor

germinaste en mi pecho,

amapola roja y negra,

sangre y tinta,

que cada verso expresa sin descanso.

Fluyendo como el río

que brota en almas a su paso.

Voz amante de tu presencia

en mi mente,

donde el te amo,

cada noche se siente.

Cura de soledad y maravilla

hasta la muerte.

Donde mis rosas dejarán su sangre.

Nunca dejaré de escribir al amor,

a esta pasión de tenerte,

a cada luna

que de malva

el cielo me tiñe,

a todas las flores sencillas

donde te veo,

donde descubrirás

que este duende

te será fiel,

y a cada semilla que nace

pone tu nombre,

donde encontró

su latido noble,

y mil veces más fuerte

lento se apodera de tu bosque.

Las campanillas en flor le oyen

y distingue el espíritu de cada árbol,

en cada pequeña vida

a dios encuentra,

donde la armonía

la acaricia el idioma oculto

de las hojas al viento.

Como el abrazo

de la yedra al árbol

y el beso del rocío primero

a las flores del campo.

En paz me siento

en mi entorno,

y en la ciudad muero lento.

Bendita la vida

por darme tu amor,

por darme ojos

para ver cada vida en color,

siente esta caricia sin dolor

observa que de mí

el cielo se apiadó,

donde sin envidia ni mal

eterno vivo,

como poeta sin tiempo

en tu recuerdo,

voy allí lejos de este mundo,

donde empieza nuestro bosque

sin destino,

donde libre,

todo sigue su espiral sagrada,

el ciclo de la vida

y la muerte,

el resurgir del agua,

la sangre y de la tierra.

 Amada te canto,

de tu mano siempre

mi te amo,

contigo siento la fuerza de la tierra,

el agua, el viento,

el fuego, y la magia

que en arrullo

acarician mi cuerpo,

contigo no temo

a ningún abismo, infierno,

ni tormento,

a ti te debo cada verso.

El Castellano y Leannan-Sidhe

Renuevo esta mi sangre,

tengo tus ojos

fijos en mi horizonte,

a cada luna nocturna

que pido proteja tu amor

en mi cuerpo,

amaneciendo despierto

el deseo de enredarme

en tu cabello,

la pasión rugiendo

besar tu cuello,

desvaneciéndose el tormento,

encontrando el manantial

de esmeraldas en tu cuerpo

sirviendo al placer preso

rezando a la noche oscura

encontrarte en cada parpadeo,

sintiendo el fuego arder dentro,

vistiendo mi piel de tus deseos,

como íntimo tesoro de ternura

cuidarte hasta el fin del tiempo

que muerde,

hasta eterno tenerte

donde tu esencia

surque mi sangre,

y el velo de fuego destape,

donde sin verte

sigo soñándote,

como inevitable besarte,

y entre tu boca encontrarme,

donde por amarte me resucitaste,

y la flecha certera

me atravesó el pecho

para del latido nunca sacarte,

para verte cada día

en mi mente como siempre

tan resplandeciente,

 mi anhelo queriendo siempre

sorprenderte,

mi felicidad encontrándote

dulce radiante,

si escribir solo sé

escribir lo que dice

el corazón

y siempre sabrás

que suspira por ti amor,

mi bendición mi locura

de pasión,

mi florecer en rojo tornasol,

viendo el arco-iris de la ilusión,

viendo desvanecerse

cada día mi dolor,

encontrando

de tus pechos las perlas amor,

avanzando tus cauces

llegando a tu océano de ilusión,

abrigando tu interior

con mi calor, protegiéndote

por ser mi tesoro,

mi cielo estrellado

y cada rayo de sol

que me acaricia,

siendo bella

princesa de mi reino,

 siendo entera bella,

siendo de amada

tan preciosa como destello

en tu mirada,

cálida ilusionada

donde mi calma

se vuelve tu agua,

y náufrago en tu playa.

Me encuentro preso

en tu tela de araña,

siento cálida la sábana,

me pierdo en cada noche

que mi alma te extraña

como necesitarte mi esperanza,

como mi campo en flor

sembraste

cada flor silvestre,

como solo tú ahuyentaste

cada recuerdo triste,

vengo a desafiar

a esta inspiración

con tu corazón invencible,

donde de sentirte mi mundo,

rojo volviste,

donde mi amor

te encuentra y te desviste,

quiero perderme en tus secretos

recorrer tus parajes

para renacer como amapola

en tu piel,

donde viviré de tu placer,

donde solo necesitaré de tu amor

para vivir,

a cada luna estridente

que encuentro el verso solitario

navegando la sangre

y vuelo a abrazarte,

y como paréntesis del destino

de mi interior te adueñaste.

El Castellano y Leannan-Sidhe

Dulce y risueña

mi princesa,

su corazón me embelesa

busco en este cielo

su mirada traviesa,

recorro los caminos olvidados

de la pasión y su verso,

vuelvo a sentir mi latir

a flor de piel,

en esta noche busco la belleza

en el instante que vuela,

me vuelvo lobo sediento,

te encuentro

y tu placer trepo,

 tus flores de seda muerdo

invado y me quedo en tu recuerdo

como siendo cómplice

de tu aliento

en esta noche que te siento,

cabalgo el firmamento,

las estrellas mis senderos

destino tu bello cuerpo,

lento te beso

eterno el momento

este cuerpo ardiendo

en tu fuego,

saciando el deseo

tu imagen mi sangre

navegando,

mi bella quimera de fuego

mi verso sin descanso,

mundo de tus ojos

que quiero, vida

para morir en tu pupila

vida mía,

latiendo la caricia

en este lecho de antiguo romance

donde mis flores

quieren enredarse

y con las tuyas

juntarse,

me sumerjo

en este trance de amarte

veo el dragón despertarse,

luchando a garra y letra

por contigo juntarme

por tu interior

a besos vestirle,

diviso el cielo que quiero

y solo tú amor

sabes que se pinta de tu color,

flor con flor

brilla la ilusión

de guerrero este corazón,

dame vida, dame calor

te entregaré todo sin condición,

por tus labios

cada noche surcaré los caminos

de la pasión,

donde este el mío verso

quiere llegar a tu corazón

acariciarlo, cuidarlo y sentir

su esplendor a tu lado

jamás morirá mi inspiración,

cura y compañera

de mi soledad sin descanso

donde los recuerdos se hacen cuarto

y la oscuridad llama

a golpes de silencio

donde tu luz encuentro

y en tus alas de amor me duermo soñando tu cuerpo, volviendo al inicio del sentimiento versando

mi aliento donde despierto

encuentro el alarido nocturno

que surca el viento

como rabia y furia

de encontrar tu voz amanecida

donde mi amapola suspira,

este destino a entregarme

completo suscita,

buscando la bella sinfonía

como caricia escrita,

buscando tu esencia más allá

de este cuerpo;

en este horizonte

donde nuestros anhelos

juntos se entregan,

donde inevitable besarte

pues en mi corazón entraste.

El Castellano y Leannan-Sidhe

Mi amor te escribo

el beso cálido

sin temor lento bajo tu cuerpo

te doy ardor

despojo al tiempo

de sus cadenas de formol

en cáliz bebo tu sangre

de princesa amapola

en esta brisa

viene tu ola

en cariño

me hago tu espuma

beso en tu piel la ternura

naufrago entre tu acantilado

de placer

despojo al viento

de sus alaridos despiertos

tu arena diviso

donde la rosa

y la letra forman

esta mía bandera

me despojo del miedo

y de hombre nuevo me visto

envolviéndome en el calor

de mis latidos

por ti confesos

como saberte luna nocturna

de mi cielo

y luz oscura

que me acaricia

donde sin tu caricia

el infierno sería cosquilla

como dibujar con un beso

cada día tu sonrisa

que sepas que en tus labios

siempre te amo

y tus ojos mi cielo encerrado

si te duelen con cuidado los besaré

donde cada noche desearé

darte el abrigo de mi piel.

Hasta en el recuerdo siempre

te besaré.

El Castellano y Leannan-Sidhe

Nace del corazón

de cada uno haz que tiemble el mundo

al sentir amor,

esta mi sangre te entrego

sin dolor este cielo

se pinta de tu calor

y mi deseo es arropar tu corazón

ser siempre tu protector

que jamás sientas la fría

y negra desolación

acompáñame el camino

amor nuestros besos

quedarán hasta el final

del recuerdo

donde juntos jamás cantará

el dolor donde mis flores

suspirarán por tu corazón

si ya el mío te he entregado,

si de amarte te has vuelto

mi única ilusión como salvación

y cura de soledad

cuando buscando el verso

te encuentro dentro

latiendo cuando este horizonte

rojo volvió

a llorar de emoción,

ojo corazón gimiendo

tu nombre mi amor,

vuelvo al inicio del sentimiento

ese que cada noche me envuelve

en mi dulce tormento

donde despierto te encuentro

y el verso arde a fuego,

donde mi cuerpo

llama al tuyo

como quimera ardiendo,

quiero besarte lento

y tierno,

despojar a la amapola

de su sangre

beber de ti el deseo,

envolver en llamas

este mi cuerpo,

desangro este corazón,

desnudo el alma

quedando la esencia

como brillo y destello

en tus ojitos miel

de dioses,

sin medir la intensidad

entero me entrego,

ruge y tiembla

este horizonte sediento

cuando más te siento dentro,

noche llama

moviendo su tranquilo velo

noche llama una vez más

para sentir que a mi lado estás,

cuando inunda mi sangre

tu amor eterno

y las rosas

dejan su lenguaje

para este romance

cuando el sentido

es cuidarte complacerte

y amarte salvaje

rompiendo reglas

y riendas rompiendo

las cadenas que atan

esta alma antigua

a mi cuerpo

fluye el solitario verso

a esta luna de plata

y su encanto

en este frío de invierno

tengo el calor de tu fuego

e invencible me creo,

derritiendo las flores

delicadas de tu cuerpo,

donde tu miel encuentro

y en tus ojos me veo,

sigo ardiendo,

poeta sin tiempo

frente a tus ojos latiendo

cuidando tu sueño

queriendo ser en tu vida el primero,

queriendo de ti todo

luz de tu fuego

y vida en tu pupila

para ti siempre mi caricia

que sin prisa tu piel divisa,

queriendo ser río de tu cauce

y flor de tus parajes

donde la miel obtengo

lamiéndote vuela libre la sensación

dorada de hallar

tu bella calma

afilando mis nervios

entregándome al suspiro

pidiendo las llaves del cielo,

sintiendo las mariposas posarse

cuando te encuentro,

bella princesa te quiero

a mi vera,

como esta mi amapola

te embelesa

y besa tus labios

con sabor a fresa,

siento que llegó mi momento

en tus brazos fuerte

me he vuelto

segundo tras segundo

el tiempo se come a si mismo

y el momento queda eterno

unidos nuestros latidos,

a las puertas del cielo

con un escrito a puño

y sangre nacido,

donde de tu mano

quiero perderme

donde de soñarte

de tu alma me enamoraste

donde sin verte

dentro te tengo presente

como tu amor

que calienta la sangre,

encontré el sentido

a entregarme

y es cuidarte

porque eres mi esperanza,

envuélveme corazón

en tus alas de amor,

ahuyenta siempre mi dolor,

hablando a solas

con mi interior

allí surges tú en cada rincón

como beso dulce sin dolor

alimentando mi pasión

floreciendo las entrañas

de mi inspiración,

he empezado este poema

pero no sé como acabarlo

si no es con un beso

amor encontrando

para ti mis mejores versos

en templanza nacidos

como fiel a ti me entrego,

vengo a desafiar mi inspiración

a habitar a fuego tu corazón,

a dejar mi te amo

en tu piel tatuado,

rosa de mi sangre

mi flor de fuego doncella

y reina de mi sentimiento

mi amor sin tiempo,

bella, bella, mi amada,

de cristal su mirada,

nuestra canción sonará

incluso en las ruinas

de mi corazón te encontré

y perdóname

porque jamás te soltaré.

Mi beso te doy y te daré.

En sangre y verso

a ti me entrego.

Por tus labios muero,

queriendo amarte lento

como dicta este sentimiento,

como tu corazón

me tiene preso,

ángel que se cortó las alas

amando el suspiro de tu boca,

queriendo que tu gemido

le muerda,

donde la amapola clama

el amor a tu entraña,

y la margarita en cada pétalo

el te quiero predica,

escucha mi súplica

siente este amor que grita,

abrázalo fuerte

en tu pecho

porque este mi verso domina,

y todos mis anhelos

tu piel caminan.

El Castellano y Leannan-Sidhe

Muerdo tu rosa

de pétalos de sangre

te abrazo fuerte

a mi cuerpo

avanzo este campo desierto

construyendo los peldaños

para acariciar tu cielo

de amapolas envuelto,

de estas ilusiones

de fuego

suspiró el momento

por tener tu amor más allá

de este cuerpo,

donde mi alma con la tuya

se entregase en fuego,

a lanza y verso

quiero conquistar

de tu corazón el terreno,

vengo a luchar

para ser tu presente

y tu todo,

como el delirio y atracción

a enamorarte que sientas

como yo siento

cuando quiero encontrar

tu beso y cogerte la mano

cuando solo una caricia

lo diga todo

esperando que de tus labios

brote el te amo

que me dé vida de nuevo,

solo pido ternura y amor

como fuerza para eternos

mantener estos sueños,

que sin ti no tendrían sentido

porque de mi ser te has adueñado

solo con tu pestañeo,

donde muero por un beso

y vivo en tus ojitos preso.

Donde este sentimiento

enraizó la enredadera

para trepar tu torre

y besarte el alma

doncella de mis latidos

donde solo rezo

que no se apague el fuego

cuando solo me encuentro

y necesito escribirte

para que no olvides

que en ti pienso,

no vengo a destruir tu pasado

si no a ocupar mi lugar

y tu presente llenar a besos

donde si no te tengo

muero lento,

donde me di cuenta

de la fragilidad

que me envuelve

si tus ojos

no me miran

si no encuentro la palabra bonita

del corazón frente

a mi prendida,

tu azul llenó mi cielo

en ilusión fulgente,

y tu verde en primavera

vistió mi vida

como la esperanza

que un día me ofrezcas el rojo

de tu amor para cuidarlo

y protegerlo en mi interior

protégeme en tus brazos amor

muero sin tu calor.

El Castellano y Leannan-Sidhe

En tus brazos estoy,

queriendo besar tu labios

y la miel de tu fuego

esa que envuelva mi cuerpo,

en mi mente

giras evanescente

como cada deseo ardiente

de tenerte,

esta flor de amor

enraizó mi pecho

y como un rayo de luz

me atravesó dentro,

quiero decirte tanto

y no sé cómo hacerlo

cuando ilusionas este corazón

que por ti vive despierto,

como dentro arden las palabras del alma

y en tus ojos me quedo preso,

pidiendo que no me condenes

a un silencio que me lleve al olvido,

siempre quiero vivir en tu latido,

como mi musa te has convertido,

y en esta brisa de nuestro oleaje

me hago espuma de tus olas

y sal de tus pestañas

si de desear de tu corazón

la bondad de ilusiones

y anhelos dibujaste mi cielo,

sin sentido sin estar juntos

siendo tu mi doncella

y yo, tu caballero armado

con corazón de sentimientos

puros como la noche y el día

como lo es tu mirada

que por imaginarla

frente a mí prendida

no quiero partir

nunca de tu compañía,

no te ruego amor

solo pido enamorar

con cada aliento tu corazón,

que jamás sientas

la fría soledad

que acaricia,

quiero dibujar

cada día tu sonrisa

porque solo así

yo también seré feliz,

estos sueños florecen

como amapolas de sangre

cantando al amor

sin tiempo

descubriendo el sentido a quererte

y desearte

como necesidad

de tu cariño y ternura

para seguir cuerdo

en este mundo

que se me fue negando

cada sueño

no quiero perderte amor,

luchando ruge la fuerza

de este valor

conquistando el abismo de dolor

venciendo la dificultad,

corazón con corazón

alma en verso y beso

sin dolor,

si desde tus caricias

siento la primavera

en mi interior,

como nuestro paraíso en flor

donde si no tengo

el cielo

me quedaré siempre con tener

el de tus ojos

fijos en este corazón

clamando tu amor,

donde las noches

se vuelven mis quimeras

para soñarte y desearte,

 paralizando esta mi sangre

donde siento

que he empezado a amarte

porque a tu lado quiero estar

viéndote mi reina

en mi mirar

y esta amapola roja

de amor sangrar,

no me desampares el camino

luz de mi vida

luz compañera

mi amada doncella.

El Castellano y Leannan-Sidhe

Ruge mi cielo

y entre tus flores

me siento

mi princesa amapola

de mis besos la dueña

de mis suspiros confesos

te amo cómo no amarte

si entre tus

alas en ternura

me envolviste

cada caricia como delicia

miel en tu boca doncellita mi linda fiera delicada,

como rosa de cristal

pero valiente

como de tigresa su corazón

valiente y generoso

hasta amarte con su sangre

dame vida dentro tuya

mi bella sinfonía de mi orilla

naufraguemos

entre la arena de nuestros cuerpos

seamos amantes

sin tiempo

aullando a la luna

de nuestros recuerdos

déjame pintar tu cielo

de las flores de los valles

donde sientas el amor

como cuento de hadas

y tengamos nuestro bosque encantado

solo allí despojaremos al fuego

de la pasión

y seremos corazón completo

deseo ser tu amante

tu guerrero tu fiel romance

en tu pensamiento

mis flores te entrego

como letras pintadas

solo en la seda de tu piel

lucerito de mi amor

dama de este paraíso

donde te declaro mi amor

por ti corazón

de mi fuego.

Doncella de luna.

El Castellano y Leannan-Sidhe

 



Despierta el sentimiento de fuego,
avanza mi cuerpo

con besos humeantes

de la piel salvajes

vengo a complacer tus flores

a quedarme dentro

de ti como tatuaje

vengo a matar

los alfileres de tiempo

y amarte lento

donde se afila el sentimiento

y la noche de testigo

de cada ilusión de vivir

con tu latido índigo,

rojo diamante,

un corazón que en verso

te habla rompiendo la inspiración sosteniéndote fuerte

en mi cuerpo,

amando tu dulce aliento

que da vida a mi calma

y donde te encuentro preciosa

como esperanza de encontrar

en ti el amor

que se me negó

del cielo

y años y años

fui describiendo

lento en versos

donde la sangre necesita

el calor de besarnos

y besarnos hasta el final

de este horizonte sediento

donde te bajaré la luna

y los luceros

donde por amarte

te entregaré esta la mía sangre,

ámame dulce

que el mundo

no te importe

dame templo en tu corazón

seré guerrero de tu ilusión,

seré tu felicidad corazón

si dejas intentar

que el dulce tormento

envuelva nuestros cuerpos

abraza mi alma

que clama por vivir

 siempre en tu mirada,

donde el fuego se hace deseo

y quisiera ser

el amante de tu piel,

pintar tu sonrisa

y a besos el te amo a sangre brotado

como nervios de querer

echar leña a tu fuego

siénteme dentro tuya

quiero latir

como pasión insostenida

y la rabia y la furia

de amarte sin medida

donde el verso

se torna amapola roja

de corazón y el amor dulce

espina llorando hasta tenerte

conmigo mi doncella

donde no quiero

más días

sin tu sonrisa

donde te beso

mi esperanza

hasta el latir de todas

nuestras flores

en primavera añil,

con tu amor quiero vivir

+donde no puedo frenar

la riada que avanza

y que tu mano quiere pedir,

abandoné la desesperanza

solo me quedé con la ternura

y esta ilusión de fuego

de ser tu medio resoplido,

como romance que lento

une nuestra pasión

hasta encadenarnos juntos

ama de mis sueños

rojos de amor donde corazón con corazón

te entregaré este paraíso

en flor que cerca cantando

verá nuestro amor

si este destino no me condena

sin sentirte fuego

de corazón,

calma de mi dolor,

quiero cuidarte

y entre mis brazos rodearte

como tesoro y bendición

donde eres maravilla amanecida

y sonrisa de mi alma nunca descrita

donde esta pasión palpita

entre tus pupilas y las mías.

El Castellano y Leannan-Sidhe

Sangre y verso

mi dulce tormento

ruge mi calma

por verte a ti

 mi doncella escarlata

a cada momento,

quiero regar de amor tu cuerpo

que sientas rugir la pasión

en tu cuello

besar todas las amapolas

de tu cuerpo

cantar a este horizonte

la vuelta del amor a mi cuerpo,

quiero ser tu bella calma

tu verde esperanza

la locura de tu corazón

quiero a fuego

morder cada flor

que forma tu cuerpo,

si por soñar soñé

en besarte sin tiempo

en tu fuego

quedé preso

viendo la amapola

florecer del pecho,

a esta luna

que solo pido el calor

de tu cuerpo

pido domar tu ternura

como fuego con fuego

crece el calor

me lleno de piropos

para tu corazón

cuando solo tú quedaste

como esperanza para salvar

este el mío corazón

que sangró en la avenida

de ángeles estrellados

en estrellas

y árboles cantando

al viento su amor,

en este mundo perdóname

porque solo quiero tu calor

llenar de rojo tu ilusión

quién pinto el cielo en colores a su amada, merecerá la eternidad

en su mirada

como azul sediento

que afila su sentimiento,

escudero de tu latido

dando fuerza al amor sentido,

quiero vivir en tu latido

que sientas que te cuido

noble ilusión de este corazón,

mi cielo gris

prendiste en llamas,

gracias a ti porque tus ojitos

se fijaron en mí,

ámame sin tiempo,

siente esta inspiración sin tiempo

donde el alma exclama

su amor al viento,

y como pasión insostenida

me pierdo en tus secretos,

te ofrezco mi cielo solo tú lo cuidarás con esmero quimera de mi fuego,

mi sentimiento despierto

mi estrella en el camino

inesperado

que unió nuestro sentir

en la eternidad del amor indomable

que quiero sembrar,

como a mi lado

quiero tu caminar

hasta en amor

podernos juntar,

luz compañera

fuego de este latido

en flor,

no me abandones,

junta tu ilusión

en mi pecho,

bebe de mi cuerpo,

en este momento

te siento ardiendo

dentro mi flor de invierno,

llorando el tiempo

deseando juntarme a ti

eterno,

como cada amanecer

que quiero encontrarte

acariciando mi pelo

ronroneando en mi pecho

donde sin ternura

no hay sentimiento

y donde sin tu mirada muero,

en llamas te abrigo

en mi pecho

siente esta sangre en verso

que enamorada mi boca

pide tu beso,

pudiendo ser y siendo

tú, mi maravilla y salvación

como melodía de amor

canto en tu corazón

esperando unir mi latido,

al tuyo corazón,

guerrero de tus batallas seré, *

en este cielo

que solo pido tu amor

por ser tú mi dulce

y tierno deseo,

como sabrás empiezo amarte

en cada noche

que los luceros te envidian,

de bonita

como linda flor

nunca descrita,

a cada día que tus cabellos

como rayos de sol

quiero sentir

entre mis dedos

y pintar tus labios

a besos sentir

tu aliento preso

del sentimiento

que araña tu cuerpo

despojando de su silencio

el tormento

de no saber cómo pedir

y acariciar tu mano Escarlata,

de mi sentimiento

por ti siempre en rosas

y fuego envuelto,

siénteme avanzando tu cuerpo

hoy tu sangre fluyo

donde quiero vivir

tu calor

y quemarme

mil veces en tu pasión

de mil astros,

si querer quiero sentirte

como tormenta

de pasión e incendio

de mi corazón

si de tierna

te deseo

como estas ilusiones germinan

en amapolas de sangre

mi corazón si de valor lucharé

por tu amor

bello corazón

queriendo juntar mi calor

contigo

hasta morir de placer

en tus labios

como pétalos de rosas

siendo abeja de tu miel

y enredadera que abraza tu piel

siendo quimera de piel, verso

y entraña como entrañable

encontrarte en mi presente

que solo pido al cielo

me vista de flores

cada recuerdo,

donde golondrina azabache

eres reina de este sentimiento preso

queriendo habitar por siembre

el latido de tu corazón

como en verso te dejo

este besito.

El Castellano y Leannan Sidhe

Siento como este amor crece,

como de mi interior floreces

y el dolor desvaneces

como la sangre sigue

el camino de la luz

y a mi lado amaneces,

pétalo tras pétalo descubrí

que a mí

me amas y me quieres.

 En mi interior permaneces

como la gota pertenece a su río

o a su nube,

yo te pertenezco y con orgullo

de amarte me siento

en éxtasis de fuego y pasión.

Descubrí dentro latiendo

el sentimiento y hoy vivo me siento.

Mi cielo este amor

late despierto.

Y en verso te entrego el beso,

este suspiro travieso

y caricia sentida

de tu sombra

y silueta la luz

que te acaricia,

puedo sentirte en mi vives

como ilusión como bendición

y fuego de esta pasión,

evanescente tu piel

me atrae como la luz a la polilla

y la semilla a su tierra

como la llama a su hoguera,

camino contigo

camino de tu lado

hasta el final de un infinito

que es este amor

que tan dentro siento,

hoy te vi y mi bella,

mi amada,

mi hadita, mi flor eterna

la pasión no podrá ser descrita

solo acariciada

en mi boca junto a tu boca

en mi piel junto a tu piel

a la noche plateada

y la luna que me abriga

el sueño taciturno

de tu sonrisa,

insomnio de amor,

amor, amor,

que te pintas de cualquier color,

corazón de mi corazón

luz de mi vida

luz de mi luz,

latido junto al mío unido

beso tras beso

desangra la amapola

un te quiero

el sol en su visita

la lagrima de rocío

felicidad alega la caricia

un te amo sincero

esa fue tu arma.

 

Leannan-Sidhe

Campo de derrotas

y victorias

en esta bella calma,

hoy arde un sentimiento,

hoy bañas todo mi cuerpo,

en el tiempo extinguido

me enamoré de tu esencia

que pura, bella,

y bondadosa

construye tu ternura mi preciosa,

fuego de mi fuego

quimera sin tiempo,

hoy surcas mi mente

hoy te quiero hipnotizar

como la flauta

a la serpiente,

hoy quiero ser tu alimento

que me comas

con hambre de pasión

y deseo,

vuelvo al inicio del sentimiento,

siento un corazón

que ama que late

en verso

que sueña despierto

ese corazón es el nuestro

yo solo quiero cuidarlo

y amarlo,

que aniden mariposas

en sus flores de amor,

y el sueño nos arrulle

en alas de cuento mágico

encantado

ese por el que nuestro bosque

hoy eterno

luce de la vida enamorado,

el ser hoy se viste

de hombre nuevo

y despoja su ropa de hombre viejo,

hoy he conocido tu bondad

en mi cuerpo

y enamorado incluso

podré caminar el infierno,

hoy mi luz es fuerza

amor y esperanza,

hoy mi alma canta

y te enamora el sentido despierto

ese que te hace presa de este amor

que te envuelve y te quiere.

Quiero llenarte de mi

como tú me has llenado de ti,

quiero ser el único que tus labios besen

el único que sientas que te cuida

y protege

que amor infinito

te sirve hoy quiero cumplir

todos tus deseos

como verdad y hecho

que tu corazón

me tiene preso,

volver realidad

este sueño

como el sol sale cada día,

que te arrope

siempre mi caricia.

 

 

Leannan-Sidhe

Avanzo tu interior

y estos besos florecen

al calor de tu corazón,

bella bella bella

mi dulce amada,

hoy te debo la furia

de un dragón.

Desato las cadenas

de esta pasión

fluye el verso

como la hierba cubre la montaña

y la sierra,

hoy decidido

te declaro que me quedo contigo

la más bella florecita del campo

mi tierna y sencilla amapola,

dime cada día

que me quieres,

aunque ya lo sepa mi hadita,

siente el fuego en mi pecho,

siéntelo abrigando tu cuerpo,

como pura la llama

de este amor eternamente despierto,

si al cerrar tus ojitos

me ves besándote

que no te extrañe

porque eso hago

cada momento

que te deseo,

me confieso tuyo

como la nube a su cielo.

Bella bella vuelas libre

mi doncella

tu esencia mariposa del amor,

hoy te arropo en mi corazón,

bailan juntas nuestras almas

entrelazadas

siente pura esta magia,

de la pasión con furia

y certeza anida

en tu pecho

este beso mi ama hada.

En alas de este amor

de nuestros labios

domado te llega

la ilusión de conocer

que a ti te debo tanto

que solo puedo

quedarme a tu lado

sirviéndote amor

y amor nacarado,

sincero lo siento dentro

y sin sentido

si no te lo ofrezco.

Sólo tú cuidas mi latido

y dibujas una flor

y una sonrisa

con cada halago,

te necesito tanto,

cuenta las estrellas

para saber cuánto,

hoy mi preciosa

te canto que me tienes

cada día enamorado

y sincero se siente

el te amo,

gracias mi vida

porque eres un encanto.

 

 

Leannan-Sidhe

El Castellano

En tu ojos veo

mi paraíso latiendo,

me pierdo en tu piel

miel de dioses

juntos de la mano

cruzamos el bosque encantado,

en tu belleza hada mía

se encuentra la bondad

y ternura donde vuela

este sentimiento

buscando el placer extasiado

y el piropo de flores rodeado,

en tu corazón veo mi universo de amor, donde la armonía

se vuelve melodía

por ser tú mi medio latido,

juntos, juntos, juntitos hasta el amanecer

que cada día

nos arropará de amor fulgente

como el lucero

que a este sucede,

la luna nos envuelve,

el viento nos mece,

y esta caricia por ti estremece.

Como en un principio

el final depende del principio

y como ayer unidos en el querer,

a ti siempre te amaré,

renuevo el verso

que sucede al beso,

esta mi luz te sirvo.

Si te veo en todo lo bello

es porque eres bella

amada mía

si en mi interior siempre estás presente

es de sentir como tu sientes

en mi mente giras evanescente,

tú en mi vida guiándome

el camino a una felicidad

que siempre pedí,

entre deseo y ruego

llegaste tú y lo que siempre soñé

y desee, un día,

en ti lo descubrí

mi maravilla.

 

 

Leannan-Sidhe

Piel con piel

arde un deseo

en el inicio del sentimiento,

tu voz surca mis venas

como tu amor

riega mi entraña,

bella, bella,

tu mirar es mi morada,

quiero verme reflejado en tus ojos

día tras día

como dulce

hálito de vida e ilusión que brilla,

mi alma te abraza

y te canta cada noche

bajo tu almohada,

siente mi caricia

en esta noche otoñada,

sueño tras sueño

tuve este amor eterno,

nuestras manos moldearon

el recuerdo,

despojo la esencia

de lo simple y me lleno

de nuestro amor de dos

un milagro

y una bendición

en un solo corazón compuesto,

hada mía te ofrezco este cielo

porque solo tú lo cuidas con esmero,

fuerza tú de este el mío velero

surcando tu río de ternura anhelada

y conquistada,

dando calma a mi lago de esperanza. Salvación tú de este guerrero

de tu corazón,

amante de tu pasión,

veo a través de tu interior

allí me diste hogar y templo,

vuelvo al inicio del sentimiento

alimentaste tú este fuego

pintaste en color este cielo

de rojo volviste la luna

que iluminaba mi cielo,

hoy te debo tanto

que encuentro el verso sin buscarlo.

 

 

 

Leannan-Sidhe

El sueño solitario

nunca me abandonó,

y llegaste a mí

como la flor en primavera,

en una llama bailamos

a la luna añil de los días más hermosos

que sentí,

hoy formas mi esencia

como de amor se sostiene

el corazón del enamorado,

hoy dentro te siento

como dulzura invadiendo mi cuerpo,

hoy veo más allá de lo que se ve,

y contigo hasta mi fin

me verá la nueva vida.

A tu lado eterno pues te encontré

y tu mano nunca soltaré,

querer puro cuando en tus ojos me miro, corazón desvelado

 cuando te siento dentro de mí,

vida de un hombre de ti

siempre enamorado,

vida para abrazarme a ti

cada noche para el placer servirte,

para arrullada dormidita

tenerte leyendo yo

mis poemas en tu oreja,

para dejar morder al instante

y el agua de tus labios tener,

para acariciar la rosa

y sentir que las rosas caminan

por verte a ti tan preciosa,

hasta sentir mi lengua

el caminar de una babosa

dentro de los pétalos

de tu boca,

mis manos recorrerán

todos tus parajes de nuevo

hasta derretir el hielo,

y no hay cielo

para cobijar esto

que yo por ti siento,

mi hada no sueltes jamás mi alma.

 

 

 

Leannan-Sidhe

El Castellano

 

 

Sanguinoso, solícito

   LLego desde la fúlgida sangre, desde la espiral, enterrada en lo más profundo del corazón de la tierra, desbordadas van ya mis venas, que...