Mi ausente estrella,
murmuro de grito silencioso,
nota de terso metal crispado,
un sigilo de viento nocturno
descendido,
que sangra tu voz
en verde grama
de aullido solar,
vespertina estrella
que refulge tu eco solaz,
llana entre quejumbres,
alza tu violácea brisa
ensortijada,
como blanca aurora fugaz
entre sienes
y aladas razones de mi corazón
sin mi pecho,
que tu luz siembre mi carne
y germine siendo flor de mi sierpe,
hoy y siempre alzaré mis rosas desangradas
sobre Galatea
partirán oscuros sones
mi hiel bandera,
serás tangible
como yesca espera,
abre tu espíritu de hielo,
retemblarán negras caléndulas,
y rosas de difuntos
entre crisantemos
avalando tu áureo nombre,
llorará tu etéreo faz,
alzará tu nombre yerto
que mi ser injerto
orando a ti
mi dulce amada fantasma,
viniste a despertarme el invierno,
para ser solsticio
de eternidad sin nombre,
ni suplicio irisado,
hoy por hoy
viniste para ser siempre
sonrojando
mi invectiva condena
de observar el sonido de la noche
en tus ojos,
vine a coger tu mano,
y descifrarte
como azul enredadera,
late,
sé disparo de plata,
inmortal hacienda
en la que vivir
siguiendo la azur estela.
Te amo sin manto ni rienda,
te brindé
mis flores argentas, solitarias,
desangradas en tu tez serena.
Veré para siempre, en cada siglo
el sonido de la noche en tus ojos,
lividez carmesí flamígera,
en nuestra condena
que dictó la posesión
de tu alma certera;
para siempre deslumbrar
que llegas en otoño
para ser el añil invierno
que me desposee
y llena mi vida
de ti mi amante estrella fría,
mi dorada ausencia repleta,
te extrañaba
viniste mi no-estrella,
que yo te creo, tú me creas.
incendia mi semblante
arderé el abismo
para sembrar allí
mis latidos por ti confesos.
Miel de tu sombra,
mi cariño,
un azar de nueve venas razones.
Vivirán a tu lado
todas mis densas, sanguíneas
ilusiones.
Donde yace,
donde tu magia,
es tu halo intransigente
que esta vida dictó
fuera mi sangre,
certera posesión
de tu alma en comunión
de astro padre
y luna madre,
rizarán ascuas
que sembraré tu luz,
y tu alma será carne.
Mi amante fantasma
quiero aceptes mi mano,
en sediento compromiso,
azar desvelado en despierto iris,
su sombra de flor oscura.
Que yo amo.
Förüq a 26-12-2018
Hablemos hoy en plata
de tiniebla,
oración de tu sangre yerta,
cumbre febril de
hoguera quieta,
ese cuervo
descubrirás su poder,
yo iré de tu mano,
manso tu poder
sembrado,
aunque no entiendas
no preguntes por qué
sigo a tu lado,
el puerto negro te
llamó
y sentiste el poder
de tu pasado,
nadie permitió que
desembarcaras,
capaz eras de romper
la cuerda
que sostiene las
dimensiones,
ni vivo ni muerto
niega tu osadía,
cruzaste la puerta de
oscuros lirios,
tu amor a la flor
al creador conmovió,
resoplo tijeras rojas
en grises ideas,
desenfundo mi filo,
crepitan arduas
espadas,
respetaste la muerte
y ella
respetó tu vida.
Crascita tu lozanía,
entre forrajes
y soles pudientes,
desmenuza tu
silencio,
clavando yunques
de paredes granates,
el peldaño irá cuesta
abajo,
cabalga tus lindes
despiertos,
libérate de insectos que
caminan,
turbios azares me
cuentan
de tu devenir rizado
al filo de la navaja.
III
Anochecer de mi vida,
en tu patio de la
araña,
retozan clarines
esquivos,
yo soy lira de alma
consumada,
vicisitud ensimismada
de tu azar en
semblanza,
vivo flagrando tu
azada,
pulcritud entre
cristales rotos
esa soy, bruma en tu
noche,
claridad en tu día
luz de cada siembra,
arena del tiempo
enclaustrado,
vine deshojando
recuerdos,
hoy me diste voz,
no seré yo tu
perdición
sino el camino a tu
salvación,
viviré mordiendo tus
rosas
que desangran tu
amor,
soliviaré lo liviano,
afligiré temor al
miedo,
seré aliento perdido
descubierto,
te abriré mi reino,
las escarchas serán
los colores,
viviré besando tus
flores,
limaré abrojos
nacientes,
serás estaca del
destino
servir a tu alma sin
nombre
me alumbre,
camino de mis flores
desgranadas,
sangre de tu reposo
mi amada espina de
sombra.
Förüq
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