A ese agua reiterada, agua abismal,
ensueño de almenas y torres candelabros,
curso azul y olvidado de verdes sienes,
olvidadizo de ríos, y su niebla en inviernos.
No conozco su andar, ni las paredes su viento mordaz,
cavé la lluvia y sus terrones,
como sollozos, que iluminaban toda soledad persistente,
amanecido mi son, dulcemente roto,
como alta ojera de luna, y su párpado negro,
albas como manantiales, en suspenses,
de ojos y azules precoces,
se encogía la tarde, como una risa niña,
por fluviales caricias figuraba tu silueta,
a partir de tu sombra nacida,
este cauce de arroyuelo, de cristales espumantes,
y sonrojo de orillas, de carne sublimada,
mis anhelos que marchaban unidos,
como procesionarias
bajando su pino de nido,
saberte como sabe la savia ávida,
igual en todas hojas juntas,
mi sed de raíz arcana,
su calma de antigua serpiente invocando,
su roca de río sangrante.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A 06/01/2022
Lugar UME GUADALAJARA
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