Pardo aguacero canta la luna,
eral por el que estridente,
sobre estas brisas que traen gestos
de los erales insomnes,
imperecederos,
por rosas de astros
vienen los corceles de nieve,
auras matutinas y sonoras alas,
estampa agreste, que sigue curso,
sin nada cambiar, grillo, sapo, culebra,
su piel el iris, marca, con pinceles salvajes,
armoniosa belleza de ánima, y gen silvestres,
gen y orden, lejos de diente sangrante,
ávida vida, y muerte, y resurgimiento,
iridiscente llano mesetario,
al pie de acequia y cultivo
avanza una soledad entre
este invierno de soliloquio,
su armoniosa lección, del regio Sol
que todo tempera,
olmo sin viento, ni hojas arrancadas,
a la fiesta de la desnuda tierra,
mi infancia que siempre germina,
me trae su bellota
y días que recuerdan otros días,
lejanos, muere ya mi pena, y aflora,
este silencio en roca que habla,
sobre su belleza del día perdido, o ganado.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A 14/01/2022
Lugar UME Guadalajara España
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