DESIGNIO DE LUZ HELADA
AUTOR: .MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ
GARCÍA.
LUGAR: LA CAMPIÑA,
MIRADOR DEL HENARES CASTILLA
ESPAÑA.
Tabla de contenido
NOVENA LUZ: 5
RIMARTE: 6
CONCILIO
YERTO: 8
REVERBERAR
FRÍA
SANGRE: 10
Sincrónico fulgor: 11
SED DE TI: 14
EL VAMPIRO Y LA FANTASMA: 15
NÁCAR DE ESTRELLA: 19
VIRTUD
ECLÉCTICA: 20
SABER DESCONOCIENDO: 22
MAGNIFICENCIA RECTA: 31
Centauro: 32
ODA A UNA ROSA CORTADA: 35
PULSO
SIMÉTRICO: 36
URDIMBRE ARGENTA: 37
Amada fantasma: 40
SED DE REGUERO: 42
Tu voz: 46
Latido: 47
CRISTAL DE PULSO: 48
Hoy te vi ayer me doliste: 48
Panida rosa tu mirada: 49
CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA: 53
SOL RENACIDO: 65
ÁNGEL
OXIDADO BAJO SORTILEGIO CLARO DE PROFECÍA TURQUESA: 66
AVANZAR
TU ABISMO: 78
TIBIEZA: 80
DESVELO
DULCE: 83
NOCHE DEL ALMA OSCURA: 93
CRESCENDO: 94
ÁNIMA SOLA: 95
TEMBLOR REBRILLANTE: 98
Reedición: 99
LAS DOS
LUNAS DE MUSA:
I.Luna trece: Luna plateada de
mi cielo, 100
III.Réquiemnº 3: 103
I.Palidez
inaudible: 105
Luna blanca: 123
MARIPOSA: 125
ESPADA
PUDIENTE: 127
LENGUA ESTELAR: 128
PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO II: 130
O DIVA
GRATUM: 132
NUESTRA PROFECÍA: 134
Ceremonia terruña: 135
Escuadra bronce: 136
Tríptico trago de agua. 140
CANCIÓN
DEL VIVO MUERTO: 144
2007 SÓTANO DE LUZ: 146
ÁUREO
SEMBLANTE: 150
TERSIDAD
DE FLAMA: 155
PRESTANCIA
FÉRREA: 157
CUANDO
VIVE LA MUSA DE UN POETA: 163
FINAL. 167
Tomo II 168
Tu voz:
Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor en mi mundo de ilusiones en viento,
noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta de árboles,
ojos de gato, tu gemido,
tímido
y feroz,
tu voz.
Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero
del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,
acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,
el momento que dejó el silencio,
el tímido
beso con fuego en el interior, su dulce sabor.
Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y
yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.
Sostén
mi placer cada anochecer,
sé el
tiempo que nunca se fue,
sé mi
sonrisa y cada imagen que quiero ver,
detén
este instante para hacerlo real,
el sueño
hecho realidad, la historia sin final,
mi eterno amor sin dudar,
corazón
carmesí
como flor de abril,
navega mi sensación.
Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil que me quedan por decirte;
los que nunca se irán,
agota y naufraga mi
voz, mujer,
que alcance la tuya
y pueda izar una profundidad,
enroscarnos severos en aras un viento onírico,
desde la espiga roja,
al paraíso prendido de labios espumantes,
sostén
cariño,
mi sola voz,
que no se apague, y sí se incendie.
sea fiera pero no muerda,
Tu voz sea caracola,
como una espiral que
no me haga daño,
cuando pueda sentirla,
sea anémona azul
y amapola de sangre
de tierra,
que si ella pide, pueda engarzarla aromos y estrellas,
sentir pueda como simbiosis de nuestras lenguas,
cordial sin traje luminoso,
alzada como tú, sea la más bella,
origen y flama de una
estrella primera
Esteban er-lobo
bohemio Förüq
RIMARTE:
Señora hada de oscuridad
encontrad mi sangre sonora
añora mi alma puridad,
aflorad mi espíritu que llora.
Abacora este silencio
precipicio, que eres fuerte redentora.
conmemora invernado suplicio;
resquicio tenue, mi fría demora.
Suerte mía que labrada no es,
sierpes avanzan, su muerte,
verte en mitad los helados naipes.
Quise darte sentido, como fuego elegido,
nacido el dulce tormento que hoy pise,
avise si osadía es quererte decidido.
Diestro avanzo sin par,
dispar, palpitar nuestro.
Sangre acaso fue de corazón bastante,
anhelante como sangrante, púrpura, escarlata instante.
Sorda la noche me cuelga, su araña gorda.
Förüq
CONCILIO YERTO:
Flor de bruma alza el señor niebla,
puebla estupor nacido en alarido de amor,
color son estos muros rojos, que siembra,
aleja dudas, no pregunta tu dolor.
Fulgurar el astro mi esquema,
dilema ante mi gato, su perdurar,
aguardar al mirlo que puso tres nidos con yema,
quema el son, sin su sombra agradar.
Esperar en el concilio, los caídos,
redimidos al ascua, donde alegar,
cegar la luz a ojos insomnes, partidos.
Anhelado furor inusitado su ala,
alzada su saber, cosechado,
desesperado, estas paredes no tienen respuesta alada.
Sempiterno no busco lavar conciencia,
sapiencia nada malo, sí erróneo, eterno.
Quise entereza me ayudase
germinase el dolor cual cisne.
Trenzado albor, quema mi sin razón, acrisolado.
Förüq castellano Miguel Esteban
REVERBERAR FRÍA SANGRE:
Resiste el fugaz embate,
desate este furia y trueno asiste,
insiste claror bélico granate,
debate que cuelga araña que viste.
Alza bien de senda unida,
avenida que su diosa calza.
Tardanza en áspid relucida,
crecida marea en vals de acechanza.
Final de comienzo anunciado
viciado sumun de profecía matinal,
mina era su belleza y guiño acuciado.
Estupor, un minero repiqueteo,
hormigueo, como nervio silente pudor,
sudor, era divisarme, sin suelo.
Suavidad de escala y azabache su ala,
bala no era saeta, ni su diana vanidad pérfida.
Resumo que convenzo,
lienzo queda mi sentimiento sumo.
Sedienta espera de rosas de muerto, sed alienta.
Förüq
Sincrónico fulgor:
marzo 03, 2021
Prefacio mi entrega:
Presento ante ustedes,
abrojos versados,
mi presunta creación,
mi decencia en vals,
abro portón inspiracional
en tres,
tierra,
esto es tierra noctámbula,
grillos laten,
pasada luna llena febrero,
adentrando número sagrado
en Marzo,
todo cambia,
todo está cambiado,
en la verdad.
Nada por olvidar,
deseo colmar,
tibieza placer,
jamás ya esquivo,
repletaste
y colmaste belleza
intransigente en pulcritud
del fuego de mis ojos,
uno ardo,
dos te adoro,
tres fascinación cursa,
repleto camino
sin ser ni con altiveza
de pasos destruyan
sin honrar.
Fase novena activa,
oh legión,
dame cítara,
bajo que voy subiendo,
permisividad infausta
dictada a la milicia,
porte sembrado,
abrojos,
inculco que descubro
esta mi espina Señora,
donde iré por fuera de la noche,
sendero a claridad magnánima,
te estoy besando recuerda,
bailo en tu densidad.
Miro tus vidrios,
deseo sublimar imagen sí,
en oxímoron,
cómo hacer base
de mi pretensión particular,
llenarte como me llenas
de letra a mi alma
mecha de luz que prende,
incendia su oscuridad.
Mírame estoy sublimando
un café con hielo,
y mi decencia,
oh, maestra la noche,
señorita escarlata,
colcúlcame claridad en mi brea,
pretendo amarte,
tocar violín,
limar aspereza
y ser su cuerda yerta,
grillos criquean,
oda a luna sempiterna,
en primavera climatológica
presente,
vuelo alto,
como el momento,
debido aguardo
tu beso eternamente,
al claro oscuro escribo,
no estoy perdido
hierro luce mi alma,
esta calma que estalla,
arriba tu horizonte Musa,
blandiendo azar
de nueve fieras,
tres velas, y un candelabro.
Dentro portal de tierra.
Oh, Lvgvs,
he venido a servir a tu rebelión,
oh, Lugh,
oh Sol Ferro,
ven dame luz,
ven, dame sola arma convenza,
oh Lugus,
he venido a nacer en tu dicha,
gloria, mi Tierra,
diosa mi Luna semper,
sempiterna, encendida,
oh, gloria
dame blasón,
Helvetios, Mercurio,
venimos a transmigrar,
venimos a incendiar alma,
arma
y honrada amada esencia.
Siempre te amaré,
quizás y va a ser algo,
nunca cambiará,
te amo esta noche de penumbra,
para así ni en locura olvidarte
ni abandonarte nunca.
Esteban er-lobo bohemio Förüq castellano
a 3-3-2021
Miguel Esteban Martínez García
Tu verso y mi verso
tu azabache y mi azur,
tus líneas
y las mías
oraciones de ocaso y sol naciente,
unidas en la mas hermosa creación,
poesía
de color,
nacida de dos corazones
que se unen en un mismo ardimiento
en un solo mar en un solo fragor
en una sola felicidad
en una sola alegría y sinfonía,
como trino de todos pajarillos
del castillo olvidado,
tú mi
luna yo tu Sol luciente,
tú mi
firmamento,
horizonte de mis ancestros,
yo tu custodio,
tu principito, y tú mi reina
tú mi
amor, y yo tu rayo de Sol oscuro,
tú mi
inspiración y mi Musa
tú mi
amor en lo difícil
a quien admiro con el alma
y que importa el tiempo de nadie,
cuando vives aquí en mi corazón
siendo flama que me quema de pasión
ascua indestructible, latido a sola voz,
siendo mi sonrisa
siendo mi ilusión
siendo mi esperanza
siendo hoy como siempre mi palabra,
siendo todo para mí
todo lo que pedí
y hoy eres realidad
eres mi amor hecho verdad y sueño.
Förüqer-lobo bohemio Esteban
Buscándote en el silencio.
Teñido de estruendo crepuscular,
Buscándote
debajo de una piedra,
como en la oscura siembra,
o en el fondo de una cueva.
Doncella, solloza el sortilegio.
En la flor sin cortar,
como noche de vela y tijera.
o en el fondo del mar.
Navegar tu cuerpo pintar lo silente.
En la nube o fuera del cielo.
Jinetes difuntos,
compás de los tiempos,
sacrílego amar sin alzar ni osar.
En lo que se ve,
fuera la línea,
y en lo que solo se siente.
como rosa de atardecer sangrando humo, y besos.
En el sueño y en el recuerdo,
en mi felicidad o en mi tormento.
sí
doncella en un cuerpo de mi cuerpo,
en mi llaga esquiva rizando ascua
y su sabor flamígero,
flor de niebla y umbral.
Buscando, te encontré lejos.
En este punto sin partida ni retorno,
comienzo sin final
ni vuelta al fijo punto,
vine de la sombra arribada,
besando tu sábana bajo el azulete,
denso tu éter,
compás de espadas,
y fragantes flores.
Ahora que en letras te tengo
estás
cerca de ser mi vida
y yo tu verso.
Bella, vuelas libre doncella,
pero retornando siempre a mi vera,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos,
como sangre yerta, desvelada,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños y sortilegios,
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
y su crujir de aurora indómita,
ángeles
y dragones arropo en el corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
y el verbo pintar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
teñido de asideros de belleza rasgada,
cientos de alegorías, para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre la fantasma,
pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia ocaso del amor.
Me llama en la noche,
me acaricia su velo sempiterno,
viene altiva en cada sueño, sierpes gloriosas
sus cabellos,.
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad llameante
del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición, miré un espejo quebrado,
partió mi soledad un crisol de parcas sombras,
.
Recreando su alma viajera.
Sueños
serán,
mas cada día la siento más,
desde su crujido travieso
a su manecita helada subiendo mi espalda.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor
a su alma sin cuerpo que yo por amar la amo.
Y ella que me acompaña desde que sufro
por el querer como pequeña ángel susurrante.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Mas no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Mas si pudiese saber preferiría no saber,
quién
es preso de quién o si ella y yo,
somos presos del querer.
Te vi detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome
para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.
En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día
se mide por las veces que te imagino a mi compañía.
y una noche la vida de mi corazón sin sueños.
No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá de donde acaba el firmamento,
en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa que no te tenga.
Porque después del invierno volverás a florecer,
te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,
pero con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas
porque a mi no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,
por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.
No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.
Förüq
NÁCAR DE ESTRELLA:
Escalo tus venas,
entre un horizonte
de razones heridoras
y lúgubres, parcos, silencios sonoros
en el callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso sedoso,
todo hecho de rocíos entre flores,
puedes oírlo,
pregunto,
siendo destino,
y barco dirigido,
a donde coronan cumbres
y sus vastas nieves,
mi ánimo que desplaza cerros,
y sus frondas suaves,
no vine a deshojar tu cielo,
sólo a contemplar
que era hoja mecida al aire,
colgada de una tela de araña,
bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en hojas...
Sangre de estrella,
oh, nácar flamígero,
fuiste más allá del suplicio dormido,
roca del destino,
y puridad de roce,
no te bastaba incendiarme
de la esencia más húmeda,
llegaste amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos huidizos y fulgentes,
doquieres de barro y simiente,
a la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso de trigo, y esparto,
en hoja de celindo y madroño,
vine por tu hinojo de abajo,
a precipitarme exhausto.
Como precipitación del ojo de tierra,
era mi canto
como un dulce abrojo,
y filoso como la espina un majuelo,
almendra rápida era este enjuto silencio,
vestido de las rosas perras del escaramujo,
eres real, plañe toda sinestesia,
me voy retirando,
lamiéndote como un paloduz,
sopesando tu crin y brebaje,
no vine ayer
si asegurara
llegaré,
al saber que te conoce.
Förüqer-lobo bohemio
VIRTUD ECLÉCTICA:
Invitación,
nacida endógena,
a embeber de mi sangre pura,
en esta sala los ángeles caídos
dulcemente condenados,
ya perdidos en un mundo,
solo entiende el lugar
de escapes y fugas de su soga,
salón del reino perdido,
ofrezco puridad de estela,
y vena en ambrosía y néctar bañada,
qué buscas en esta sala,
me preguntas,
yo toda respuesta encontré
y no fue caer de nuevo,
necesitaba más y más en día,
no buscaba ambicionarme más,
si no completarme, como la llenez era,
oh sabiduría dispuesta,
no busqué escape,
sólo pausar tormento cosido
de negro hilo,
intuyendo que el otro lado era volver a empezar,
vida para en vivo,
muerte no se detiene,
dos semanas en coma apuesto
porque si se repiten,
no me dejarán volver de nuevo,
qué buscas reincido,
en esta sala de los condenados llameantes,
llave, solución al álgido tormento,
no hay eternidad todo es volver a empezar,
sin voz, sin letra,
sin vagido,
sin rúbrica, sin cuerpo,
sin llama, ni luz ni candil,
volver del umbral
y empezar a ser algo,
muerte, vida, crujido,
color, opacidad,
oxígeno,
savia, simiente, aire,
agua tierra o éter,
en esta sala no quedan almas,
sí una, llamada la Sola ,anima,
Espectáculo,
Dante y Baco, comulgan oratoria y baile,
suspiro brotado,
oh mi colmillo,
vine por la voz de la Runa,
búscame Musa,
te llevo acechando
desde que vine a vivir.
nunca sola Musa escarlata,
porque vivo de nuevo.
FörüqLvgvs
I
Viento claro,
secretamente afila
mis huesos rectos.
en sueños
pregunta
una clausurada vena,
de una cicatriz causó
ardorosa luz,
yo que soñando
me veía
como un duro fénix,
desafiando
la dureza en penumbra,
como áureo
navío en tierra.
Miraba la luz en la sola
voz,
sin cuerpo,
sin idea de gota de sangre,
clamor de fuego,
prendiendo y contagiando,
a disolver noches sin
color.
En seriedad de baldío
y húmedo
ribazo,
sin lengua de mar,
sin boca en luna creciente,
volar no era nota
ni música
abismal,
anidar a ciegas tu placer,
contemplo viva
la piedra de ilusión,
que eriza,
era ser en ocaso
donde nace la sensación,
ser esencia,
sin más
razón,
perplejidad nativa,
permite sea tu estrañeza
sea rebelde en causa
ocupar mi destino,
beber lo que te hace ser
vida,
azul armonioso,
en tu pecho,
ritual fúnebre
cada noche
por yo ser hijo del sol,
sentir tu luz diosa,
atravesarme de carne a
sentido,
sentirte luna eres diosa,
diosa en caricia luminosa,
más
allá del sentido inerme
conocido,
ser de ti y en ti refulgente
nido,
tu hombre,
sangrando planetas,
llorando estrellas,
afinando tus estelas,
serenamente,
alzado en mito.
Imposible o eterno,
azar tangible,
lumbre en agua tu deseo,
hervidero en sangre del
mundo,
servirte verdades
arruinadas,
de saber quién
no soy,
alzar en vuelo
pájaros
condenados.
Resueno tu orilla sin
saberla,
sabor en firmeza
un azur ingobernable,
purísimo,
lejos de ojos
y tormentas pensadas por la
claridad
todo día,
estrañeza
de párpado
en la noche,
y amarte más
allá
de donde alcanzo a
explicar.
Förüq
castellano
II
En el bosque de tus ojos,
quiero perderme,
saber desconociendo,
tu honda, pura risa,
verme en tus ojos,
y escuchar tu sentimiento,
como fuerza inextinguible,
que me atrae a tu cercanía,
ser para ti,
fuego, elemento hermético,
ser en ti cariño,
sin cuerpo, sin palabra,
sin manos que moldean,
tu cauce,
y tu cauce,
saberte soñando,
que me guardas
que me atesoras lugar en
pecho.
Los ángeles
dije
no conocemos el miedo,
y el recuerdo,
será
más valedero,
que lo que no cabe en
manos,
ganarte el cariño,
no era misión,
necesitarte,
más
allá de esta sangre,
sí,
era mi única ilusión,
que se ramificaba,
en ríos
cristalinos,
y todos los lirios de
valle.
Lo cierto,
sentido de seguir
escribiendo,
sigue habiendo.
Como saber que te seguiré
queriendo.
III
Viento de una mar
silenciosa,
espùma
en aire de alguna ola,
tierra de destino distinto,
en verdes resplandores
que el sol tímido
clava.
Tarde ardiente, en sed sin águilas
brillantes,
ni granates líquidos,
beso último
en resplandor,
de gotitas en color su
paso,
verte remota, sin nota ni
despedida,
ritual presuroso era,
un corazón
transparente,
como piedra rutilando
sombra de cristal.
Era un viento azul,
de instantánea
precoz,
un poniente de dulce soto,
que se podía
navegar
la primera luz en tu tierra
de ojos.
Signo y énfasis
de labio secreto,
fronda viva de sierpe en
amor,
sólo
era tu lengua.
Förüq
castellano Miguel Esteban
IV
El Infierno está
lleno de buenas razones:
Por todas ellas,
avanzo, avanzo a quemarme,
toda tu belleza diluida
en una hoja viva en
invierno,
tiempo de presentar mi
cuchillo,
de único
vigía tu amor,
mi color de ojos
como frío
en gota azul,
minutos de una rosa
que expande en mi pecho,
y no cesa,
su estadía,
de fiebre en sed espinal,
como lentitud en una súplica
que tiembla,
quiere a un sol libérrimo,
mi tibieza jamás
ha pisado,
por ello bajo el cristal,
de una ventana difusa,
yo la he abandonado,
y no me llenan jactancias
ni razones,
por certeza que la
comenzaba a querer,
como nadie pudo,
no por ello,
el miedo a ser feliz
incesante fue más fuerte,
que luna azul de enero,
un invierno dibujado,
que cruza mi mente y mi
relente,
no pude negarme a bajar de
su tren inmensurable,
para abrazar a mi soledad y
pedirla disculpas,
en mi desnudez de estrella
congelada.
Débil
asunto traspuesto
a una noche de hoguera
oscura
que todo avanza y en fuego
pulcro,
de aspas llameantes el índigo
sabor,
devora de su luz dormida.
A pluma fría
y limo de suelo,
me despedí
como se despide un Sol,
arredrado pero jamás
vencido,
quieto,
solo,
y a fondo,
concedido,
en frío
rayo,
luz como talco
de servil muerte,
noche de cera,
que en letanía,
llevaba mi esencia lejos,
donde no habitaba luz en el
sueño,
eternamente despierto.
como demonio de traje y
vestimenta que le hace,
sí,
que le hace invisible de un camino acompañado
de una mentira verdadera,
Y una verdad falsa,
falsedad de una verdad es
desear estar solo,
porque me despedí
como se despide, un
caballero,
pidiendo permiso,
que fue concedido.
Förüq
castellano Miguel Esteban
Sé
desconociendo,
cuánto
alcanza mi ignorar,
como blanca arena,
que cubre tu tez,
de piel serena,
de orilla en lloro,
bañada
la ninfa,
mi río
roja sangre corre,
sólo
sé que no hay infortunio,
ni dulce espanto,
ni tampoco dulce tormento,
pueda evitar que de un modo
cierto,
siga yo, a tu lado,
cuidando tu cariño
encausado.
Sí
tengo clave para despertar en trino,
todo morar de árboles,
fugitivo mi Sol,
de luz en esta noche
invernada,
escaso,
en medio invernal,
tu voz templada,
de oscura fuente,
y en mitad tus piernas,
vívida
amapola,
que no escapa,
nieve fría
acabó en agua de superficie,
tierra,
clara memoria aquellos tres
días nevando,
como presente arder,
y alegría
que no enturbia,
sano morir no siento,
oh mi hermosísima,
de alegre lloro la vida,
cuál
daño sin sangre entumida,
alto pino, alto roble,
imperial encina de flor de
piedra,
como manada luciente,
y mis vellos en pecho riza,
oh tu plata centrada y
fina,
como lágrima
en cristal de estrella,
tu acento,
la más
suave brisa.
regia armonía,
tus labios tumben,
y este viento de sueño
fecundes,
y en tiernas flores
susurres.
Förüq
castellano Miguel Esteban
Hablo de la ejecución,
satisfactoria, de la quinta
magia,
contra el lujo,
de opulentos materiales,
alzo Mirtos y violetas
a cultivar su sendo mar,
otras flores me esparcen
por entre sus cerros y
riberas,
de divino laurel cante el
pecho,
sol de follaje,
mi techo ancestral no
quiebre ventura,
tumulto que poco vive bien,
de colmillos afilados,
lindes de vecinos campos te
imploran,
Baco enseña
notas a Ninfas atentas,
de la tranquilidad del ánimo,
Odiprofanumvulgus...
Quiere la soga de un azar
que un hombre más
que otro tierras cultive,
y compita otro consecutivo,
dan más
brillo virtudes nobles,
a necesidad no ve
distinciones,
ni a mansevo ni alcurnia
noble
a todos pone espalda en
frente,
trinos y cantos de
pajarillos
ni complejas cítaras
igualan,
en habitación
solitaria y apartada,
dialogo con la yerta clara,
germinan aquí
lágrimas incapaces,
no disimulo mi amor por
Musa en la mirada,
cuando lo que brilla es el
alma;
cuando lo que vibra es el arma,
cómo
temer más a una fantasía
que a la vida, y su urna,
lo que tiembla es el amor,
sinuoso y valedero
el pulcro hastío
que afilo,
por a ella mi doncella
adentrarla.
Förüq
castellano Miguel Esteban
Tangencial, severo, recto
a este sol ferro fiero
de luna pavorosa
descolorida.
Rey astro de cielos huérfanos;
soliviaré
su fervor
por albas depuestas,
hijas de rayos derretidos,
un eco del hombre resuene
alto
en esta umbría
noche
que sangre previa
ya desvaneció.
Campo de raíces
en negra visión
y viborillas temblorosas.
Carne y cuerpo de metal
es mi azada mordiendo la
tierra.
¿Cuántos
ángeles disolvieron el
vuelo?
En son de la belleza
tornasola
en quietud reverdeciendo
estas selvas de sombra.
La llamada del guerrero.
La llamada de su espada zorro,
a su silbido forjado.
No es lugar plácido
tras la vida,
no es esto, es aquello,
a cuántos
insultaron los cielos.
A cuántos
a su alma sobornaron
llegado el cristal de
espejos,
y su laberinto de reflejos.
Soles cromáticos
de escalas
intangibles de luz,
y sus rayos acuartelados.
Llévame
en tu estela irisada,
yo me mediré
con el Rayo de Zeus.
De letal sonrisa azur,
bailaré
sorteando su electricidad.
Acostaré,
ceñiré
sotos
de vientos arrebolados,
en espirales.
Apolo me dará
su brazo,
pondré
a bailar Valquirias
en la fiesta de los
condenados
a siempre vivir.
El Castellano
Vista sin tu jardín quema el día,
inciensos incipientes sobre oro en vena
encima las llamas violetas, noche sin luna,
jardín de ocasos sin acierto, era un bosque
dentro del cobre, bañado por ceniza.
Hinojo en surco y laberinto de caléndulas,
jardín mal parido, brotado
sin tu blanco fantasma de luna, no debo avanzar,
Trenzas, que cuelga la noche concisa,
de argenta cantiga, mirar tu viejo salterío,
y el rostro sin vela, sujeto el candelabro,
con blancos misterios y tres naipes helados,
tapia en piedra sembrada, musgo, y voraz hiedra
jardín castellano, dulce, cantor,
sombra de lobo viejo y dulces gayos ya dicen
lo que no te diría yo.
Risa memorable,
exigía un almendro para dar nuevas hojas.
Cuando dormí, soñé sin pulcra ilusión de palpar
era una fontana de mi sangre que fluía dentro
mi interior, rizadas abejas acudían a colmena
tras bañarse en mi solaz fuente, ardiente mi sangre tenía
aquellos visitantes dorados cargados de tu polen
astral.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar Guadalajara España
A 27 enero 2022
Dos sonidos mejor, que la sola voz,
que narra empeño dictado,
era tiempo insuficiente,
llegada la hora,
llovía, lentamente llovía,
en terreno mojado desde
hace ciento veinte minutos,
mi escritorio gemía todo lo necesario,
dierum et santuas,
Gloria al divitia,
una tarde venturosa,
algo antes del día todos
los Santos difuntos,
aquí en mi yerto escritorio,
convencía al Creador
mi alma en libreta,
que si no me daba magnificencia exacta,
de inspiración correcta le sacaba yo, el alma,
en magna oratoria:
Leannán-Sídhe te reza tu duende principito
abismal,
henchido todo deseo conocido
y sin conocer;
abro mi corazón Señora hada,
estoy creando para ti mi ofrenda,
para que se retire al pairo lo que debe de allá irse.
Sobre tu misterio,
honro y te acicalen tu majestuosidad,
te escribe el Hijo de la Luz,
oh, tormento, pena en rogativa todo mal,
en entidad multitudinaria,
que en treinta y dos racimos me han tentado,
una mujer de atónita escultura en belleza,
su porte,
vestido azur,
tachonado de estrellas granates,
como guadañas en él bordadas,
sangrantes,
el cielo llevaba en mano izquierda,
envalentonando su corazón,
izquierda corazón,
derecha fuerza,
oh casto Sol fierro,
era la trompeta derribó las murallas de Jericó,
aquella pequeña ángel armada,
tocaba mi hombro,
en su trompeta había un nombre forjado,
esculpido como grabado,
NEC VINCERE TENEBRAS, ET AMAT
Leí su latín
que decía Oscuridad no se vence, se ama,
en la mano derecha aquella custodio,
sostenía un papiro arremolinado,
me comentó mi sentido, traspuesto
a mi segunda oportunidad de servir
a dios sol ferro LVGVS.
Fui nombrado guardián la inspiración,
que debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,
del Paraíso
Parnaso devorado,
Olimpo terrenal,
aquel papiro era mi alma,
o llave novena para poder seguir,
dando al mundo poemas de mis venas.
Förüq Centauro protector
11 diciembre 2021
Rosa de beldad y pulcritud,
de belleza en pétalo armada,
a ti te hablo, a ti te canto,
tu belleza es alegría del año,
Placer, tu piedad que aflora
ser de ti fragancia elegante,
humor de sangre y carmín vivo,
temor de tiempo que pasa y marchita.
Traje tu muerte, a resucitar belleza innata,
a crear viveza de otra vida en amor
a partir tu sola muerte,
oh, es eterna tu puridad risueña,
como el agua te riega y dio esplendor
te llamo, tú que escuchas y otorgas
a quien te cuidó, mes por mes, flor tras flor,
nunca morirás porque generas gratitud, y auge de sentir pleno.
Quise y seré trovador, de tu sonrisa futura y presente,
que jamás bonita, te cante el olvido disuelto,
afilaré para ti mi guiño y beso transparente,
alentándote a que crezcas del corazón nuevamente.
Por ti sea ave Fénix la vida, y su amor excelso,
oh flor de belleza,
quién vivir tras tus pétalos pudiera,
como escribir una nana para dormir un sueño despierto.
FÖRÜQ CASTELLANO MIGUEL ESTEBAN
PULSO SIMÉTRICO:
Al arrope de tu
pecho,
calor en almíbar del deseo,
tempestuoso sentir en fragua,
siendo calor, camino,
oscura beldad, girando
en torno tu vida,
que nada se hace lejano,
un soplido
y nuestro reino de ilusión
alcanzo,
veleta de tres direcciones,
calor, orgullo, deseo,
áurea punción,
de cómo es Arriba es abajo,
y mi ser se distrajo,
un Sol, un aspa, un amor
precioso y brillante.
II
Sueño despierto
tu bello rostro,
guiño al solo destino,
trashumante, era que fue
descorchar el latido
en una cepa de vida
quise contar los besos
y tus cristales de pulso
de la inocencia que lloraba
su belleza, tu sonrisa
una aurora
por el palpitar
del sentimiento
que se mece,
para sentir que soy y seré
lo que dicten tus ojos.
III
Y yo sólo quiero, lo que quieras
así soñar corresponderte,
vi el amanecer y el atardecer
del bello matiz
soñando el azabache tus ojos
ese por el que llora
toda noche.
Y mi amor viajó del bosque a la montaña,
y la montaña me hizo hombre.
Para poder amarte.
Al voraz destello, resplandor
de auroras en los recovecos
donde se refugian mis ilusiones
en sueños,
eterna batalla a la noche,
cuando noto tu ausencia
y la noche que galopa,
y yo solo
con la palabra sufrida,
de nuestra vida sentida.
IV
Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor,
y por querer pensarte
desapareciste entre la tenue luz de luna, que me
abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma.
Marchitó aquella flor, que un día llamé amor.
Y ninguna pudo ocupar su lugar.
Sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz, que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.
Y lo vuelvo a hacer.
Cerré los ojos y allí estabas.
Como si no pudieses salir,
de mi interior.
Como si quisieras besarme
o decirme algo.
Pero tú bella en sueños
no hablas.
En sueños no hablas.
Y nos quedamos mirándonos
a ciegas.
Yo te aviso,que en el bosque
De mi mente, solo hay un camino,
Y es un laberinto.
El final lleva a despertar
y enfrentarse con la realidad.
Pero tú bella en sueños,
No me hablas.
Y yo a primera vista
me enamoré de ti,
Por si algún día acaso
el sueño se cumple,
y ya, de realidad me dices.
Te estaba esperando;
siempre te amé.
Logré lo que soñaba,
logré encontrar amor,
conseguí felicidad en el pequeño,
y largo momento.
No entendí de ella sus lágrimas,
o quizás sí.
Si su felicidad fue la mía,
al revés también sería,
al revés también sería.
Y yo la esperaba como
aquel día.
Pero con otra compañía.
No lo elegí, sin saberlo,
ella seguía en mi camino.
La consolé cuando llegó en lágrimas,
no me dijo por qué.
Pero sentía su dolor.
Tenía un presente,
y no soportaba la idea,
de quien por ti sufre,
es quien te quiere.
Y esa noche lo que tenía.
Se esfumó como suspiro,
de oscuridad, del callejón conocido.
Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,
me mataron en el sueño.
Pero el sueño lo termino yo,
y mejor esa noche solo me quedo
contigo amor, y mejor,
muero con tu calor,
para terminar en ti, con el color,
de caricias, y besos,
como un romance que no acabó.
Buscándote en el silencio.
Buscándote debajo de una piedra,
o en el fondo de una cueva.
En la flor sin cortar,
o en el fondo del mar.
En la nube o fuera del cielo.
En lo que se ve,
y en lo que solo se siente.
En el sueño y en el recuerdo.
En mi felicidad, o en mi tormento.
Buscando, te encontré lejos.
Ahora que en letras te tengo;
estás cerca de ser mi vida,
y yo, tu verso.
Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas,
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde
el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre, de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos.
Rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños,
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza, de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones, arropo en el
corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
Para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterías para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris,quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación,
que cortó un camino, en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.
V
Me llama en la noche,
me acaricia su velo,
viene altiva en cada sueño.
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición.
Recreando su alma viajera.
Sueños serán, mas cada día la amo más.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor,
a su alma sin cuerpo.
Queme acompaña desde que sufro
por el querer.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo, su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Más no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Más si pudiese saber preferiría no saber,
quién es preso de quién, o si ella, y yo,
Somos presos del querer.
Te vi detrás de la estrella más brillante
Del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amo que corre, y descansa
Entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó a
ver,
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.
En la noche, que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche, que mi amor corrió por
tus senos.
y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día,
se mide, por las veces que te imagino, a mi compañía.
Y una noche, la vida de mi palpitar, sin sueños.
No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá, de donde acaba, el firmamento.
En todo lo bello, en mi nostalgia, y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que,el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa, que no te tenga.
Porque después del invierno volverás a florecer,
Te amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,
Pero con el saber que si vuelves será para
quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas,
porque a mí no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas.
Porque te entregué mi palpitar,
por lo que somos
y por lo que seremos, nos queremos.
No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor, prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía, marcando a tu presencia, cada poema, y cada letra.
VI
Manantial fulgente de inspiración,
es tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas tu pupila
enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma,
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas,
el color de tus cabellos.
Un piropo, un suspiro,
de mi amor eterno.
Irrefrenable el deseo,
de, entre tus afiladas, y moldeadas piernas.
Que corre, que escapa, y vuelve el cosquilleo.
Tu boca junto a mi boca bebiendo
la misma agua, del deseo.
Tu piel, con mi piel avivando,
el fuego del sentimiento.
Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,
me robaste mi primer beso,
de niño que nunca había sentido el amor.
Me dolió que te marcharas,
A otro país, sin despedida.
No te pude decir que te amaba.
Pero si, regalarte una rosa amarilla.
Supuse, que te lo imaginabas.
Desde que tu recuerdo, me acaricia,
siembro en la misma maceta,
al último suspiro de verano,
golondrineras amarillas, y al igual
que espero sus amarillas amapolas,
en primavera.
Espero que vuelvas, aunque sea, como mariposa,
o abeja, a mi terraza,
acariciada por los álamos,
y bañada por el monte, de horizonte.
Espero.
Vida en gris de la que tú, eres mi luna esperada.
Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,
por donde fluye el solitario beso;
la tierna caricia anhela ser algo más.
Mis ojos quieren atraparte en su firmamento,
mis sentimientos arroparte con fuego.
Pero yo sólo te quiero a ti, mi vida en verso,
mi motivo para ser solo tuyo, para no necesitar nada más.
Ser el sueño hecho realidad, la felicidad de dos caminos
que se cruzaron en el destino.
Tiempo para esperar, vida para soñar,
cuando te vi llegar provocaste mi despertar,
y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.
Nos merecemos algo más, en este papel, que jugamos,
saber si nos amamos, si el deseo quiere ser pasajero,
el mío,quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.
Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,
avanza cruza cada noche el cielo azul de matices
violetas,
siempre te encuentra, la soledad me abandonó para
poder servirte.
Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te
merezco.
Pero del corazón nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,
el te quiero.
El pensamiento que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.
Todo lo que me queda por decirte y lo que no te dije,
vida para vivirte.
Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.
Porque eres lo más hermoso de mi mundo,
camino que surca nuestro antiguo paraíso.
Permanece como el compás de mi pulso,
desde que te conocí supe
para lo que viví.
Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;
allí donde viven por el querer alegrías.
Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,
te encuentro soñando, con otros días de amores, profundos.
Como el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,
mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,
mientras acercas tus labios para besar los míos,
y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas de un amor, eterno, que devolvería vida,
para quitar su despertar de melancolía.
El lobo vigilaba su guarida allí su mano
le sacó,
para ver el mundo.
No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y
tiernas,
guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser, volaba hasta
regresar.
Te necesito más allá, de este sentido, que grita por tenerte.
Te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi
vida por tenerte,
y a la vez te adoro, en cada golpe de viento, y
reflejo.
Me encuentras, y tu recuerdo reciente, me besa,
Mientras no puedo evitar recrearme,
en el deseo y corresponderte.
Transparente sentimiento, para sentirlo una vez más.
La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,
a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.
En la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos
verte,
maldita mi suerte, que dejó que
te fueras para soñarte.
Ahora, los minutos me ganan sin ti, no quiero el cielo
sin ti.
Como la brisa a la mar, mi alma reclama tu compañía.
Cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final,
si ya no está.
Tú mi noche, y mi día, quiero verte,
una vez más,
Para así no sentirte soledad en la oscuridad,
Tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú estarás.
Hoy la noche me llama una vez más, para soñar que a mi lado estás.
El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi
despertar,
y no verte llegar, para no verte llegar.
Amor dónde estás, si te fuiste quién te podrá domar.
El castellano
VII
Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor, en mi mundo de ilusiones en viento,
Bésame,
al final de este deseo de susurrarte,
acaríciame con tus labios,
el mordisquito en la oreja,
el susurro en el cuello,
noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta, de árboles.
Ojos de gato, tu gemido,
tímido y feroz.
Tu voz.
Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo, y su carmín,
el despertar, de su recuerdo.
Acariciando, su pelo,
siendo sus ojos, siendo su boca,
Siento sus nervios, me atrapan,
enredándose contigo,
el momento, que dejó el
silencio,
el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.
Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo, solos los dos, tiempo de infinito, sensible el
instinto,
Se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.
Sostén mi placer cada anochecer,
sé el tiempo que nunca se fue,
sé mi sonrisa y cada imagen que, quiero ver,
detén este instante, para hacerlo real.
El sueño hecho realidad, la historia sin final.
Mi eterno amor, sin dudar.
Corazón carmesí, como flor de abril,
navega mi sensación.
Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil, que me quedan por decirte;
los que nunca se irán.
El castellano.
VIII
Latido constante, clavado en tu mirar,
Caer y despertar en el incesante sueño,
De compañía a tus efímeras y angeladas,
alas de tu eterna alma.
En sinfonía plena con mi sentir,
plausible en verso y gesto
que arde en tu corazón de fuego.
Aviva el recuerdo creando presente
de este soñador despierto,
para volver a anhelarte mi amor eterno.
Susurro del viento trayendo tu brisa,
a mi sentido, despierto, cuando te veo.
Latidos al compás de tu sentimiento,
Viendo la vida en colores,
desde que mi pensamiento invades.
Y vivo colgado en tu pestañeo,
para ser el poeta de tus ojos,
sencillos y tiernos, vivos y aceitunados,
y corre mi vida por tu cauce.
Donde el río creado,
fueron mis lágrimas de felicidad,
de sentirme amado.
El castellano
IX
Inocencia que se hace belleza,
Sonrisa que ilumina el alba,
con el gorgoje de los pajaritos.
Si el amor no fue a buscarte;
tú fuiste a encontrarlo.
Y yo sólo quiero, lo que quieras,
y así soñar corresponderte.
Vi el amanecer y el anochecer,
del bello matiz en tus ojos,
que suspiraron.
Y mi amor viajó del bosque,
a la montaña y la montaña,
me hizo hombre.
Para poder amarte.
Hoy
te vi ayer me doliste:
Te veo y reluzco que te quiero,
que por ti me encuentro,
te miro y mi mundo se vuelve loco,
te deseo y mi sangre arde como fuego
sólo un pensamiento: que yo nací para
tus ojos.
No existe reloj ni conteo que detenga este monumento.
Mi vida pasa fugaz como el viento,
pero mi palpitar, sabe, que te seguiré queriendo,
estoy enloqueciendo, te veo en todas partes,
en mi cama, bajo mis sabanas, en mi cuarto,
cuando miro, de noche, las sombras dibujan, tu figura,
el viento, me susurra tu voz,
las flores me recuerdan tus labios,
el agua tus besos, los rayos de sol tus cabellos,
tú eres mi doncella yo soy tu bohemio.
Mi alma me dice vive amando, muere luchando.
El coraje de luchar por lo que uno quiere en la vida,
es lo que da respeto.
Pero tú tienes otro dueño de tu corazón,
el desánimo me invade como olas,
golpeando el acantilado, de mis pensamientos,
te llevo dentro, de mi ser,
no sé vivir sin ti, quisiera ser yo el que te abrace,
el que te bese, el que te diga al oído
que solo tú y solo yo, inseparables los dos.
Una historia de realidad, imposible de contar,
Indeleble en mi interior,
Ya no puedo soportar otro día más sin llorar,
Sé que me sigues queriendo,
Pero ya pasó ahora solo queda el recuerdo,
Como un boceto, que se dibuja, cuando cierro los ojos,
despojos de aquel amor vivido,
como un silbido llamando al olvido.
El castellano
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
I
hoja:
Canta
mi piedra
por
inencontrable esencia,
promesa
de luz del sol.
Azar
de imposible
fuego
fatuo en tejas
que
son nubes de altos cielos.
Serenamente
místico,
me alzo.
Ascua
empírea
fueres
o carbón del
destino atronador.
Mito,
constelación:
constante,
pura flamígera,
eterna
de cimiento terreno
sobrevivirás a lo
alto.
Escarnio
mis solas sombras.
Promesa
de tiniebla,
promesa
tibia,
nunca alcanzaré luz
tan ardiente.
II
hoja:
Perecer
a los cielos que yo amé,
te amo
en medio de mares,
entre
pulcras esferas feroces.
Clamor
por férreos
bosques,
boscajes
de tu sed de miel,
arrebatada
tú, de
tu albo espíritu,
generosa
es la penumbra
eco pálido
de azul viejo
virginal
fuerza de noche añil.
Presencia
misteriosa
en
haz, de luna áspera.
Destino
opaco, inclinación
por
verdades de monte desgarrado.
III
hoja:
Tránsito
estremecido, el río,
ligero,
nitidez de espejos
que
dulces presiden
hondas
tierras.
Constante
agitar de sus fuentes.
Resplandor
baten tus argentísimas alas,
palabras
entreabiertas
buscando
dicha.
Esencia,
eclipse de mi sangre.
Sideral
cuerpo estrellado.
Sigilo,
tus pupilas
con
las que a fuerte garra
me
amas,
y
ardua me miras.
IV
hoja:
Lejos
queda el miedo en cestillo,
a ser
feliz; si tú escribes.
Por
esos juncos que el día
no
cierra.
Un
remero hábil,
desnuda
la noche.
Bogando
que su luna sonría.
Oscuridad
larga
que
nunca secunde.
Desemboca
arriba ardiendo,
tu
frente rosácea abarca.
Mi
armadura, mi espada, fragor,
pico
torvo, ojos cerrados.
Penumbra
desconsolada
por
riveras de mi ciego Arlanza.
V
hoja:
Fondo
de monte
en el
verde mar
de tu
boca.
Claros
rectos, únicos,
confunden,
luz
vasta y su sombra
que más ya
no languidece.
Viento, velo,
acallada luna.
Muda
escucha
espesos
vellos.
Faroles
latiendo
corazones
en celdas
con
llave de tu alma.
Noble
secuela
de mi
dios Gemineye.
Entre
azucenas de la tarde
mi
suegra y nuera arde.
Rubricó tu
gentileza, orquestando.
VI
hoja:
Luminiscentes
pólen
en
interiores de colmena.
Abro
espumas esbeltas.
Desnudeces
en carnal tomo
de mi
cepa.
Brusco
y dormido
en
leyenda diferente.
Caí a mi
tierra.
Toquémaravilla, flor de supremacía.
Palpé tu
olor fecundo
a
esquiva adormidera,
de tu órgano
erizado.
Por
tus estelas claras
que
escriben galaxias
y
agujeros de luceros.
VII
hoja:
Viejo
pabilo iluminado
humo
rojo viose apuesto.
Gallarda
tu entraña.
Decreta, no cese
Mas
nunca mi terco aljibe
que te
escribe.
Con
ojos rendidos,
ojos
cada vez más humanos.
Pureza, tu plata.
Amortecida
ahuyenta la negra Parca.
Piadosa
suerte
en
sombra densa montada.
Eco
amplio,
ley
presunta de todo linde quieto.
VIII
hoja:
Difieren
ligeros, tus sortilegios,
de
verbos que nacen.
Ya
nacidos estudio.
Ellos
que escalan mis ojos.
Opulentos
pinos reposan
su
verde nupcial.
Ato
presunto borde,
llego
a tu almena
donde
vive tu alma serena.
El
Castellano
Era
una mansión abisal,
de tres gárgolas vigías
custodiando un laberinto inextricable
de la orden el fuego su espejo;
guarida y morada de corceles centauros,
la flor de Hércules crecía de
una luz
lejana, sigilosa y eterna,
crecía de
aquel inframundo
un olmo eterno guardián,
todo hojas en ojos en llamas,
viborillas por ramas.
Hidras y Esfinges, como Medusas
avisaban con su acecho yerto
del peligro, refugiaba,
aquella guarida maldita
que hasta dioses temían surcar.
Aquel bosque umbrío de laberinto,
era de aguas azabache y brea encendida.
Poso de almas errantes y jinetes difuntos,
todo servía a la sed de sangre,
en esta fortaleza se custodiaba
la llave de la virtud jamás enseñada
mas había...
FÖRÜQ Miguel Esteban
II
Más había un
cerro
las
almas condenadas,
en su
cima era de nieve roja, sangre congelada
allá
germinaban las semillas del mal
y odio
resplandeciente, su deshielo
alimentaba
el río la
Estrida tiniebla.
Toda
bestia aguardaba el regreso de Perséfone,
mujer
de Ares, Rey de aquel inframundo.
Así con
ella, recibir órdenes a cumplimentar
sobre
la tierra Numinosa, del humano ser.
La
virtud jamás enseñada,
custodiada,
era
tan ambicionada por los héroes del mundo fértil
cual néctar y
ambrosía, los
castos dioses.
Requería
aquel cerrojo del portón, de tres llaves,
sólo
conocidas por Perseo, un semi-dios,
había que
cercenar tres ramas de tres espinos
que
allí
sangraban, áureos de plata, bronce,
y
titanio, si destino dictó y era semejante...
III
Semejante
empeño
cuando se llega
a las
fauces del Averno,
este árbol
triple en espinas dorado
se
esconde del ímpetu errado
sólo el
nacido de la sangre de los dioses
es
merecido a ser guiado por el negro cisne
fácil es
bajar al Averno, ardua tarea
regresar
y escapar a las auras del cielo
las
aguas de los lagos estigios
y su río la
Estrida brotaban de esta guarida
que
misterios todos, acoge,
junto
con toda el agua abismal
nutre
cada pozo, también había una
encina
turquesa,
donde se podía escuchar
los fúnebres
gritos de un cuervo blanco,
era
morada de almas errantes y espíritus
que sólo su
oscuridad abrigaba.
Quien
escribe ofrenda al sacrificio
la
mitad de su locura, extensa, habitada.
Förüq
castellano Miguel Esteban
IV
Arribo
a ofrendar mi designio
en cuña
demencial, su mayúscula mitad
a la
tierra Madre Tiniebla,
tierra
almas inconscientes, velan las muertes.
Allá en
venas de pedernal florido,
fondo
de idea mística, por anchas fauces
de
siglos dormidos, adentro al reino las Sombras
surco
su corriente de aguas vivas.
Se
descubre áureo templo, llama oculta,
la
virtud eternal, jamás enseñada;
cumbre
de lágrimas,
y flora suelta,
de
bellísima
cima y ribera
después de
la vida, y aquel Quimérico viaje;
después de
la travesía sendos castigos
florecía la
luz sigilosa como atónita
una
purificación otorgaba una sed de justicia
universal,
nunca llamada, sólo aparecida.
Poderoso
pensamiento en rayo de dioses, diosas.
Era
esa virtud cual misma puerta todo asigna.
Aquel
mi destino me asignaron mis hados
quedó
ampliamente saciado y cumplimentado.
Förüq
castellano Miguel Esteban
V
Era
difícil,
intrincado, liado, enmarañado,
inextricable,
el cerrojillo de Perséfone
con el
que sellaba el Averno, y su laberinto
en
espejos de fuego terso y alarido vaporoso
todas
razones rebosaban aquel lugar;
su
llenez bastaba para anular a todas.
Incomprensible
giraba la virtud custodiada
como
una esmeralda araña tejiendo su tela
quedando
como sangre de sabiduría coagulada.
Un
coro de grillos aturdían a las Puertas
el
eral donde yacía aquella sabiduría
jamás enseñada, sólo
aguardada era,
por
designio los castos dioses.
Tarea
inmensa, en dificultad guiada,
TAREA
MILENARIA
Como
adentrar los hoyos del Sol
en
busca lo que nadie vio jamás,
aquella
áurea,
sangre de estrella lejana
y
cercana.
Förüq
Esteban er-lobo bohemio
VI
Llegó
un día olvidado, a aquella
guarida
intransitable, un vigía
Centauro
llamado Förüq,
sediento, atravesó
el bosque umbrío
hasta el lago sangre
formaba el pozo de AIRÓN,
al beber,
se le acercó
una cierva blanca,
le dijo que ella era la
dama del río Sangre
y que su intención
era compartir
el secreto de la virtud
custodiada;
y así
volver a ser el Hada Señora,
Leannán-Sídhe,
dueña de todas Profundidades
le reveló
a aquel centauro Guardián
que el cerrojillo aquella
morada
sólo
tenia una llave que la formaban tres
y era el amor más
puro, y primigenio nacido
que era como una llama líquida
de esmeralda
y la poseía
la araña turquesa, en su
portón
de Tierra,
el centauro, ayudó
a la cierva Hada
y se aliaron, para poseer
aquella virtud
jamás
escrita hija de las tres potencias,
Förüq
VII
A través
de las oscuras llamas
del inframundo terreno,
guarida abisal;
como Centauro, arrastro
infortunios,
así
como sucesos caducos, despertó
en mí
aquella alianza con la
cierva hada,
el poder obtener todo lo
que el Cosmos
me negó,
acordé compartir aquella virtud
y llave purísima,
eternal, con ella,
mi pinche compañera
Leana.
Voy rumbo a abrir el portón
de Tierra;
aquella araña
vigía turquesa,
era hija del Soberano Júpiter,
planeé
finalmente sobornar con amor
mi propuesta al llegar a
ese abismo de Plutón
fue brindarle nueva
fortaleza, morada
el el castillo umbrío
y olvidado de Hipsípila
con sustento absoluto
diamante y felicidad.
No se negó
y solo pidió un acertijo:
-Sólo
una palabra otorga respuesta a mi pregunta.
¿Cúal
es el nombre...
Castellano Mercurio
VIII
¿Cuál
es el nombre nuestros ancestros pusieron
en el idioma más
antiguo, al pájaro misterioso
azabache mora las ramas de
nuestro tejo
milenario maldito?
El Centauro recordó
que su nombre referenciaba
El color aquel pájaro
y el signo su luna
-Arriesgándose, -Förüq,
respondió
a la araña
turquesa con acierto.
Entonces le otorgó
localización
de las tres ramas abrían
aquel cerrojillo
de lo que custodiaba, rama
de cobre,
rama de plata, y rama de
titanio.
Al obtener y desnudar
aquella virtud,
se desveló
que era la belleza,
madre de las hadas, y padre
del arte,
reflejo e impresión
en poesía,
aquella virtud nunca enseñada,
sólo
hablaba como demonio antiguo
cantando en forma de Fénix
decidieron el centauro y la
Señora Hada
difundir aquella virtud de
belleza y poesía
por todo mundo conocido, en
pacto de tinta
y sangre.
IX
Dos sonidos mejor, que la
sola voz,
que narra empeño
dictado,
era tiempo insuficiente,
llegada la hora,
llovía,
lentamente llovía,
en terreno mojado desde
hace ciento veinte minutos,
mi escritorio gemía
todo lo necesario,
dierum et santuas,
Gloria al divitia,
una tarde venturosa,
algo antes del día
todos
los Santos difuntos,
aquí
en mi yerto escritorio,
convencía
al Creador
mi
alma en libreta,
que si no me daba
magnificencia exacta,
de inspiración
correcta le sacaba yo, el alma,
en magna oratoria:
Leannán-Sídhe
te reza tu duende principito
abismal,
henchido todo deseo
conocido
y sin conocer;
abro mi corazón
Señora hada,
estoy creando para ti mi
ofrenda,
para que se retire al pairo
lo que debe de allá irse.
Sobre tu misterio,
honro y te acicalen tu
majestuosidad,
te escribe el Hijo de la
Luz,
oh, tormento, pena en
rogativa todo mal,
en entidad multitudinaria,
que en treinta y dos
racimos me han tentado,
una mujer de atónita
escultura en belleza,
su porte,
vestido azur,
tachonado de estrellas
granates,
como guadañas
en él bordadas,
sangrantes,
el cielo llevaba en mano
izquierda,
envalentonando su corazón,
izquierda corazón,
derecha fuerza,
oh casto Sol fierro,
era la trompeta derribó
las murallas de Jericó,
aquella pequeña
ángel armada,
tocaba mi hombro,
en su trompeta había
un nombre forjado,
esculpido como grabado,
NEC VINCERE TENEBRAS, ET
AMAT
Leí
su latín
que decía
Oscuridad no se vence, se ama,
en la mano derecha aquella
custodio,
sostenía
un papiro arremolinado,
me comentó
mi sentido, traspuesto
a mi segunda oportunidad de
servir
a dios sol ferro LVGVS.
Fui nombrado guardián
la inspiración,
que debía
sembrar o depositar en cada raíz
milenaria,
del Paraíso
Parnaso devorado,
Olimpo terrenal,
aquel papiro era mi alma,
o llave novena para poder
seguir,
dando al mundo poemas de
mis venas.
Conjuro de nieve roja:
Has llegado al infierno,
y cima encumbrada.
Toda montaña, que viendo, no responde.
Avanza el transverso los sueños,
aquí que el cielo toca su humor;
sediento.
Llevo tierra y simiente de estrellas,
en zurrón pastoril;
donde guardo también lágrimas celestes.
Tierra nieve, encendida.
He lanzado mis polvos de hoguera
sobre un destino como laberinto.
Sobre los ciegos pasos de Ícaro.
Guiado por hilo,
secando luces que ata la vida esclava,
avanzo ya por tu húmedo bosque.
Umbroso, despertando imágenes
en candelabro.
Bosque de labios tuyos
atisbados como flor perenne.
Lograse el ciruelo dorado.
Liberando fieras como luces breves.
Sus salamandras de fuego
y luciérnagas por cantiles,
miles.
Mañana me llevarás a liberar tus peces de cristal,
corazones en óxido de Sol Ferro Padre.
Allá donde duermen semáforos
y todas las calles me llevan a encontrarte.
Realizando mi conjuro en Bitácora.
Te invoco Leannán-Sídhe,
siembro mi pena y mi cordura,
como una melodía jamás entonada.
Mi reconstrucción
desde el Nitrato de Chile,
con mi pensamiento a solas,
como se alza una divina parra.
De nieve-agua roja, de estrella tu mirada
que tintinea y baila ocasos.
En estrella tu mirada
como vaho refulgentemente
bello, y conectado con mi interior,
oh, barro de luz,
reflejo duradero un placer
como alfabeto toda rivera,
la Estrida tiniebla,
y su alma blanca, oceánida.
Todas las flores desangradas.
Vengo a deshojar mi sangre
y abrir estas puertas
a una primavera sanguinosa
flagrante, y hacer vibrar
lo indecible, he venido a beber de tu sangre
tu placer, en osadía interminable,
somos hijos de la sombra,
noche corre una vez por siempre,
su sendero inabarcable.
Fresca y galante,
de silencio ajada,
suave como nieve de montaña,
y viento de luna
que se extiende como joven grama.
Hojas breves como su sed,.
Era una armonía vestida granate.
Como denso humor insobornable.
Suspirando su camino afable,
somos hijos de la oscura rienda,
encargados de servir estrellas,
en vena y colmillo,
su blanco filo,
otorgados del poder nocturnal,
y su concavidad presa
a su clara floresta de la noche,
en flores violetas de lava,
la herida, resurgiendo atónita,
una yaga de una malva.
Soterré mi desquicia,
en campo abierto,
rizaba mi pena, un nunca más
y el cuervo en mi hombro
crascitaba noche siempre.
Me habló Perséfone,
de su premisa,
y de su juramento,
de su verso sinfónico,
con arpa abismal,
trofeo en rueda de azabache,
su cabello era sangre,,
como sus lágrimas.
Divino rito se extendía,
por sus labios ardientes,
euforia en raíz y padre tallo,
en gloria al poseer ya,
una higuera del demonio,
Rosa Azur, caléndula roja.
Enigma su velo retirado.
Por yo pobre diablo,
aceptar siempre una hija del Averno.
Förüqer-lobo bohemio
Förüq
Centauro protector
Förüq
y Leannán-Sídhe
Vengo sin palabras,
de una lumbre celeste,
como fuego quemando hasta la verde hoja,
cómo soñar, y pintarte sin arma, sin lenguaje,
cómo hacer notar sin quemarme del vulgo,
ser aire en alegría encendido,
tierra de forrajes extensos,
camino sin mar, y sin roca de mundo cierto,
hacer sentirte, sintiéndome,
sin las dulces cualidades que hiere y expone
cada primavera, preludio de tu posesión certera,
rosa azul que vibra, en su claro oscuro matinal.
Pintarte lo hondo, sin tristeza, sin trabajo,
sin palabras,
profunda noche sin luna, sin el criqueo
los grillos, que arropan los oídos insomnes,
correr hacia la madriguera, con todos campos en
flores,
que en júbilo puedas llamarme
criatura hermana,
raíz de silencio salvaje.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
ÁNGEL OXIDADO BAJO SORTILEGIO CLARO DE
PROFECÍA TURQUESA:
I
¿Qué esperas, en el concilio de los
caídos?
¿Esperanza de redención?
Se derriten las paredes
del sótano de luz.
Su habitación que esperan las almas
del placer.
Todo cuenta y danza dantesco
el sortilegio
de luna soslayado.
Crepita el devenir
deshojado,
su verdad todo envuelve destellante
y brilladora.
II
¿Qué esperas lavar en esas
habitaciones?
Puede, tus fúlgidas respuestas.
Una salida al sendero
inextricable;
todo lleva, y nada de vuelta.
Volvemos a comenzar.
Estruendoso litigio
de lo que la espera
indujo a permanencia
en libro perdido,
mi decencia ahogada.
Escudos de salvación
al amor perpetuo.
III
Sin solución avanzo,
Ventanas como miradores
a un final sin comienzo.
Final, sólo de sembrar
simientes en el corazón del sueño,
jamás abierto
tu Sol negreaba
como ascua perenne.
Un millar de leyendas
trashumantes,
me abarcan, no canto canciones,
ni poemas.
IV
A una fallecida,
la vida sólo canta
y danza, a la vida.
La muerte sólo dicta
y mantiene lo que es de ella.
Vida para el vivo
muerte para el muerto.
Por lo que proclamo
cese y automático
blandir de mi viento solar
y semilla ancestral.
No hay alma,
no hay alma aquí,
la mía tiene el valor
de brindar tu cara
a mi rostro,
porque no hay certeza,
para mí, existas sin quererme.
V
Escalo tus venas,
entre un horizonte
de razones heridoras
y lúgubres, parcos, silencios sonoros
en el callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso sedoso,
todo hecho de rocíos entre flores,
puedes oírlo,
pregunto,
siendo destino,
y barco dirigido,
a donde coronan cumbres
y sus vastas nieves,
mi ánimo que desplaza cerros,
y sus frondas suaves,
no vine a deshojar tu cielo,
sólo a contemplar
que era hoja mecida al aire,
colgada de una tela de araña,
bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en hojas...
Sangre de estrella,
oh, nácar flamígero,
fuiste más allá del suplicio dormido,
roca del destino,
y puridad de roce,
no te bastaba incendiarme
de la esencia más húmeda,
llegaste amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos huidizos y fulgentes,
doquieres de barro y simiente,
a la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso de trigo, y esparto,
en hoja de celindo y madroño,
vine por tu hinojo de abajo,
a precipitarme exhausto.
Como precipitación del ojo de tierra,
era mi canto
como un dulce abrojo,
y filoso como la espina un majuelo,
almendra rápida era este enjuto silencio,
vestido de las rosas perras del escaramujo,
eres real, plañe toda sinestesia,
me voy retirando,
lamiéndote como un paloduz,
sopesando tu crin y brebaje,
no vine ayer
si asegurara
llegaré,
al saber que te conoce.
Förüqer-lobo bohemio
VI
Te busqué detrás de la estrella
más
brillante del azul eterno.
En el suspiro de amor que
corre y descansa entre la
inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó
a ver la belleza que envuelve
tus piernas, adentrándome para
reposar siendo una sombra más,
y te encontré en mi sueño más
cálido, en el cielo encerrado
que liberé. En la noche que la
luna baña tu cuerpo, y en la
noche que mi amor corrió por
tus pechos.
Y te amé aunque fuese un día
en la penumbra.
Para así no olvidarte nunca.
VII
Profecía de una noche
que diluía entre tu cabello,
siendo fuerte como luna
semper, y ángel dorado de espera,
hemos venido del plateado halo,
disparando alto,
hijos de luna y signo azabache,
oh, símbolo claro de visión, y vida,
lozanía, que tengo tu carne,
y en alma sembrado el otoño,
y la caída de tus muslos,
entre mis muslos,
de espadas,
y jornadas como vetusta armonía,
cuenta el divino laurel,
su soledad última
de naipe y candelabro,
sentado en la tarde amedrentando espumas,
este sol que ya cae,
oh, flor de gozo, desprendida,
lampos de mi acero,
vieran mi yunque y forja sembrada,
esta sábana que nuestra,
no me acaba,
me iré sí, sin pausa;
por muerte sola,
sin casa, sin cuerpo,
sol amarillo, de otoñada bruma nocturna,
ala vieja asidua, perenne,
nacer de otoño erige y dice:
-Te quiero, como ruego,
y voz de vuelo herrador, y errante,
una luz envuelve sempiterna, un septiembre,
donde la lluvia eres tú.
VIII
Estallase toda gloria
en aire algún sortilegio claro,
danzando mis apuntes
en torno un fondo fantasmagórico,
reluciendo nota sobre un cable puntiagudo,
la profecía de cientos, miles,
constante, de ágil hocico de riera,
hombre desnudo y un sólo anhelo
como cristal partido,
sonidos de vida en campo perdido.
Flor de barro haciendo reflejo,
destellos en horizonte hacia
las nueve puertas del Averno,
muchas fuerzas sondeando,
corte sobre una pala,
oh pies de barro sobre la paja,
agrupando oídos en bucles,
tumbando retinas,
en el vado, del mundo hecho,
músicas en copas de hadas verdes,
voces de muertos hendían,
surco y sangre adormecida
oh local de la armonía,
susurraba yo a su orilla,
su historia
como río crecido,
cocería cintura,
entre juncias y caléndulas,
reposar segura violeta sombra de noche,
que traes invicta, sonriente,
temblar, donde yace y se inclina
el barbecho dorado,
alzaba acre de bien semilla
confesa, prometida,
la victoria de la luz se erigía flaca,
bancales atrás,
la dificultad no me arredra,
oscuro patio, de ti bañado,
cuál precio he de poner,
a sus semillas.
IX
Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano, era yo, como un pertinaz observador, las glorias y
misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de
alegrías
secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de
arrebatar con sola mirada, destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor
solos corazones imbuidos.
No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules
cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o
rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor, inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris,
no sabían
ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y
sus huestes vidas;
resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el
plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del
manantial más encendido en esmeraldas.
De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a
pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor
intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante
sempiterno.
Förüq
Förüq castellano Miguel Esteban
Förüq Miguel Esteban
Soliloquio confinado,
remontar nueve años atrás
pautado, sin directriz, ni engaste,
ni voces parásitas yertas,
oh canto, como lo gente no canta,
todo olvido desempolvado,
en ocasos un alba sin fuente,
ni pozos, aljibes almibarados,
todos los amigos,
todas las bellezas perdidas,
como se engasta uno de baratijas y falsos
testimonios
de testimonios muertos,
como sucesiones de difuntos,
movidas por engranajes,
oh toda la vida,
sin esa adolescencia robada
por señor medicamento,
toda mi vida te he soñado,
toda mi vida te he aguardado,
como anhelo y resguardo de tu pura voz,
imaginarte no, lo siguiente a eso,
embeberte en noches de humo,
y miles cigarrillos,
del probe diablo que yo soy,
cayendo en nubes
que negrean mis sentidos cromados,
orando por mí mismo,
todo he soñado
sin letal lecho de olvido,
abrir tus cerrojillos de resistencia,
volver afable un destino
de nueve llaves,
vestirte de Ninfa, quimera,
reina no quiero ya,
ser realista sin sembrar lo surreal me es
imposible
enloquezco si ves capricho,
mi designio de alabarte de construirte a besos,
de desdoblarme en dos dimensiones
para poseerte entera desde alma, tu raíz,
no necesito,
no deseo ayuda,
ya se dictó mi perdición,
que su inversa es mi salvación,
como ying y yang,
bien y mal acrisolados,
si te respiro no preguntes,
si te veo no te gires,
por haber prestado tu celada de Atenea,
porque rebrillaré más que el fuego terso,
elemento hermético
seré de un disparo
invencible,
y haberse saldado todas mis deudas carnales,
sólo entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni temple ni pureza en calumnia,
osarán comparación,
por la blancura mi Musa Oscuridad,
por la rectitud mi Sol fierro,
por la pureza de madre Luna,
por mis padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no moriré en vida feliz,
si no consigo destruir tus murallas,
ni abatir padre espejismo,
necesito sin engaño sangre,
para sentir que yo poseo algo de ella,
fuera de la línea sedienta
no hay nada,
como buscarte tras la estrella más lejana
encontrada, cercana o lejana, según seas mirada,
al eco sordo una voz noctámbula,
y su resplandor en caverna,
apóstatas, no juréis por este yerto,
que cruzó el lago las almas desangradas,
obtuve allí respuesta,
y no voy a revelar aquel arcano ni solución,
a toda incógnita camine, vuele, se arrastre,
o sea inerte, tengo clave.
Förüq
TIBIEZA:
I
Brindaremos en copa de sangre,
en alas algún destino sordo,
rememorando la resurrección
de la plenitud del amor.
Llama de viejo encanto,
emergiendo una tarde de tinieblas.
Donde nadie creyó a la ilusión,
recuerdo afligido,
de toda búsqueda un placer
ciego y soslayado.
Apareciste ahí, sí, liviana,
y emergente,
como escama de rubí indolente.
Ya no creí mi corazón por piedra.
II
Ni a este, morada de salitre,
mi pequeña,
ligera raíz granate.
Humo tus bellos labios,
que duerme.
Mi palabra de árbol jovial,
hereda mi negra sangre,
espuma de otras cavernas.
Mirarte como azul, dulce,
de crepúsculo eterno,
resonante en murciélagos,
y mariposas nocturnas,
de ideas.
III
Mi desnudez imprevista,
ya no rueda.
Sobre tu estandarte tierno.
Mi dura frente sabe,
del furor inusitado
en brillo de ojos,
temiendo perderte.
Verdad posible,
en ardor, ferviente, y alerta,
sin eje oculto ni engaño,
de que necesidad, nunca hubo,
sí, frío y ausencia
de terso cariño,
ante, el ser diferente.
IV
Agonía de ave alta,
con soledad que gemía.
Al frente recto,
del destino hiriente;
oscuros días, parecían
vistas a un futuro mejor.
Claridad matinal,
de nueva brea,
en nuevo día de tabaco fugaz.
Día generoso,
sin zozobras
tenía el ayer.
Pliegue real,
duro, y vivo sin miedo.
Förüq castellano Miguel Esteban
DESVELO
DULCE:
Sembrar simientes estelares,
en arrojo de albas fugaces, y fuentes,
tan nítidas como destino resplandeciente,
efímero como perpetua muerte,
entre agujeros celestes de luz férrea, sigilosa
y caminillos guarderías de estrellas y resquicios oníricos
donde contigo refugiarme,
destello flagrante mi sola dicha eternal,
que avanza despierta, semilla y condena
,
al despertar y verte lejos,
sin ataduras, sin suplicio no sea adorarte,
ascuas deseo pertinaz y hojas de vida llora mi beso,
castillos en aire mis ganas que no se vencen,
de apretarte, de sonrojarse, y vil arder;
cumplir tus anhelos en sangre estridente
que porto y me lleva sin posesión mas que sangre,
por tenacidades de un amor cantado de valle, metal, y
anhelarte
hoguera del sentido despierto, cuando quise y ahora te amo,
que es segura suerte y comienzo anunciado,
junto a ti, blandir mi sendero, suerte y camino de
ocasos,
especial y brilladora, armónico
y disonante, en sol mayor
de segmentos cálidos de hielo,
tus caricias, donde el sol te deja ser
oh, ternura sin igual ni semejante,
cuál ternura única,
adoración me cursa, y suscita,
como besarte y seguir besándose
no cerrar mis ojos
porque quiero seguir viéndote,
hasta mi descorchar áureo de Simiente,
hasta dejar huella por conocerte
en alma, anhelo, y perenne latido feraz.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A 11/03/2022 reedición
15-10-2022
Apoteosis, en crisálida
plañía
la vida yerta del alma,
destellaba como saetas flamígeras,
atravesando vacíos
perplejos,
donde la materia;
era la Naturaleza de la
no-vida,
danzaban herrumbres de antaño,
sobre ascuas,
dode bebían
jinetes difuntos,
era un espacio que se
expandía
su material se creaba para
acabar desintegrándose
así
mismo y generarse de nuevo avanzando,
la ecatombe de almas errantes
nunca llegaba;
estas sólo
avanzaban,
aquella noche era festín
de luciérnagas,
y semillas estelares,
el amor rejuvenecía
por espirales ardientes,
y Musa otorgaba su ababol
de fuego
como sangre de la tierra
nueva, naciente,
toda sangre tornaba
granates profusos
que caía
como lluvia sus hermanas esmeraldas.
Era tiempo suficiente para
olvidarse de señas
y anzuelos,
todo si quiere el destino,
vendría
otorgado,
como se nace y como se
muere.
Sin fin de cuestiones
quedaban resueltas,
las semillas germinaban
solas,
la energía
oscura era más fuerte
que la certeza que todo movía
y unía los seres.
Fuego azul, diestro que
avanzaba segun el sentido,
fuera mirado,
un infinito abierto
que era un uno,
y un uno que formaba un
ocho abierto, sumando ambos
un nueve,
nueve vidas d' este gato de
arena.
Förüq
Trama mercurial de augural dicha
danza mi sombra densa en cumbre de hoguera
cumbre de Mercurio de áurico semblante
sudor en seno, corre mi lágrima de ánima
como destello furtivo, vengo a beberte
del brillo alzado avanzo con estelar rienda;
electrificas mis ojos, y amor de alto cielo,
que purificas mi vida insurgente.
Conocerte a mitad un fuego magno
su verbo dorado, acaricio desvaneciéndome
como sierpe de luna azabache
de rayo argénteo tus quimeras entablo.
Fiel, me protege mi admiración en afecto
recuerdo un siempre a tu lado, validado,
en esquema de capataz, vine a besarte,
sidérea lumbre que destellea, sola,
sola, como se multiplica la flor en primavera
ni osado, puedo negar que subas
a mi caballo solar, agitas mi denso, oscuro,
placer flamígero, querría yo, regar
tus colores hasta tornar ilusiones,
flores en corazones.
¿Por qué me despertaste Musa?
Förüq castellano Miguel Esteban
II
Palabra fuiste, de día, luz en labio,
calor de raza fuente,
mañana vernal, lluvia extremada.
eternidad sin calzas, toda aojo
verbo de raíz, amor en cúmulo,
feraz sien acuartelada, túmulo de belleza.
Asegurases mi tierra de azur suspiro
oh tu fuego, el ser volviera a nacer,
inocencia que naces belleza,
rubor de Luz purpúrea al tacto,
tu sola idea, de aire asido,
en tierra de este humano invicto.
Surco esta noche de luna creciente;
De luces breves, en faroles como Ilamas.
Mar de asfalto y brea, ¿Quién dijo?
Luna es semper diosa, corazón en muerte,
que siempre late.
Förüq castellano Miguel Esteban
ÁNIMA SOLA:
Estirpe como astro frío,
colgada ala, o de armonía extasiada;
alto y liso como corazón exprimido,
de fe empírea melodiosa,
sin cargo contagioso,
oh nada, estrepitosa en cuerpo pletórico,
la luz resoplaba en pecho ardiente,
claro como oscuro de mundo su soslayo,
medalla en beso de lágrima sanguinosa;
sangre mineral de bajío corazón pétreo,
quise decir lo sentido,
acabé más simbólico que eterno,
sangre, quizás, era sombra de ocaso malva
y su purpúrea ilusión,
me quería embeber su doncella escarlata,
socavé flores de amarillas coronas,
todas hicieron de tres musas una sola,
por las que perder todo,
menos un gato negro que no es mío,
oh, rayo trueno de soledad que repicas mi espaldar,
pico de labio, o crascitar fúnebre de espectro
vivo,
río mi sangre,
oh, carmín de pozo del deseo,
vida, vida
que yo te sentí,
oh transcurrir un funesto abril,
que besé tu amapola de fuego y mordí su suelo,
mandrágora en vapores de esencia,
humo rojo en tinta algún caballito del diablo escrito,
sangre, sangre,
éter carmín,
vine por tu voz hundida en brea,
de mar y su luna transitoria sujeta,
ahondé profundidades
y silos mercuriales,
quise de Musa triple, lo indecible,
tuve claridad en escala,
beso de trigal y vid,
oh nitrato primigenio,
vine a romperme el tormento,
dulce que condenado, bailaba cual trompo solo,
suspenso que ahí bailaba mi pena,
que no era ligera,
llegué por riveras su fuego terso,
abajo que subía
en su noche de nadie,
muda y sola ni de ella misma,
oh crisol de espíritus y valles,
afrente la sola concordia,
le devolverá su espada,
clava, que clavaré verso en su arteria angelical,
su cuello bellísimo,
oh de vena y acequia,
oh de trino,
y bello espasmo,
rebelde como vampiri
un día soleado,
a la mudez última me alzo,
alzo mi silencio anisado,
notas solas,
dios del diablo,
no hay dios,
el diablo eres tú,
ánima sola,
sola ánima,
ven te haré valedera,
de Sol, de espuma,
de nieve, de agua,
su fierro metal aferrado,
hierro luce mi espada,
esta calma otoñada,
me poseen sinos
y trinos como años me cayeron escritos,
por mis dientes y filos de manos,
todo fue más que llorar un verbo de todos.
Förüq Esteban
Y escribo cinco parpadeos, y genuino,
remito al primero vio tus ojos,
a Rocío
Nanci Lunamar Solano,
irradias, que sobrepones,
en ojos patria al Averno, tierra al Cielo,
mirada tersa cual embrujo, te llenó
en torpeza algún dibujo.
Lustrosa brea en azabache tu cabello de realeza,
Oh ingeniosa pagana,
como senda lleva estela
de rauda estrella.
Gimes culto al amor
mis sentidos infrahumanos,
de pureza devota, de brillo, de filo,
de furor jovial,
remito nervioso a tu acento,
mar de mi contento,
oh mis suspiros de luna,
rompe ya cristal amante fortuna,
franco yo de carácter somero y doble,
lenguas de distancia lloran en rocíos mis flores,
que sólo
imaginadas,
porque ser, eres, vives y en mí resides,
consuelo,
así
es, tú la
única
que en tumba mía agarrarás flores.
Förüq Esteban
Reedición:
Primera obra pública revista instituto
Complutense de educación secundaria
Año 2006-2007
Noche lúgubre y umbría
20 septiembre 2011 blog Facta non verba
A ti noche oscura te escribo, oh gema azabache tu solo
pálpito.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío, como flor y rocío en flor de mayo?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas,
deslices y tormentos dulces encadenados, hasta
enloquecer si solo loco he de quedar tres veces más solo y loco he de hallar, llevo
ya cinco días sin dormir, no veo ya luciérnagas ni ocasos de luna, y veo
que se van
mermando mis facultades mentales en carrusel de norias
y sogas rectas, y escribo frases sin testigo cuerdo, sin sentido flamígero,
garabatos en hojas de papel...
Me asomo a la ventana mi cuarto parece yerto, y contemplo
las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo, no veo mi dama graja, sólo una sombra densa cuelga y
flota del techo.
Mientras, apuro la botella de hinojo solar, esperando
matar esos fantasmas de
mi cabeza, que suenan como crepitares con sus voces.
Me estoy volviendo loco acaso Musa duda.
Sólo veo sombras y figuras, como sábanas, que se dibujan en tu
oscuridad como
demonios, solos halos en escarcha fría, reflejos violetas ausentes.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo, que bajo tu protección de tu oscuridad mil cabales
difuminan,
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus
acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de alaridos ni ángeles, ni de muerte, ni de fosas
selladas con cal y tierra ni de fusilamientos de
razones ausentes.
Un brillo estertor te envuelve en comunión, de abismosy lúgubres destellos arriados.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los
fusiles iluminan
tu oscuridad sempiterna oh, dame tu gloria.
EL CASTELLANO
LAS DOS LUNAS DE
MUSA:
I.Luna trece:
Luna plateada de mi cielo,
en las noches
voy a tu encuentro,
pero te escondes
entre bloques
de hormigón
y cemento.
Quiero verte,
pero incluso te escondes,
por las violetas ramas.
Mas los dragones,
del cielo sonámbulo
te acarician.
Cielo obtuso,
de sueños
fluorescentes,
tú,
de color líquido,
solo templado
con miradas intermitentes,
por el tiempo de espera
angosto.
El murciélago
baila
con el colchón
de tu luz,
rasgando sombras,
para reposar siendo una más.
Oscura nebulosa de tu vítreo
trasluz dime,
por qué te
siento incluso estando solo.
flores opaco reflejo
de luz violeta
incluso de noche;
artifficieluzzae.
Lucero de ciudad,
rompiendo la obscuridad.
La noche se detiene
para sentir que estás
conmigo
otra vez más,
recuerda
que tus ojos tienen sangre
recuerda el viento
que aúlla
mi nombre
recuerda la luz que tiembla
y cruje la noche en las pupilas
recuerda que me hablaste
de amor en el tiempo
que cae muerto
que pactamos con el hielo
la vuelta del invierno,
recuerda cada latido
de oscuridad
que llama a tus venas de
humo
recuérdame
en la eternidad del beso,
en cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda que vivo para ti
dando voz a la soledad
asesina,
la flor vive soñando
que fue mariposa y abeja,
vive durmiendo la semilla
enamorada de la tierra
para despertar
y enamorarse del sol,
clávame
estas nubes de sangre
en el hierro de mi destino,
se me negó la
luz
encadenada a esta tierra
sin cuerpo,
solo tú me
sientes
en este camino
que no lleva retorno
solo espiral anhelada de
renacer
el tiempo ya no nos puede
sostener
camino buscando el frío
en este calor que quema el
alarido,
te encontré perdido
hoy vives un amor
que sientes soplándote
al oído,
en la puerta del infierno
caído,
te casaste con la luna
que reinaba en tu corazón,
al viento le diste voz,
a la lluvia la nombraste
lágrimas
de mi ayer,
le diste ojos
a la sombra para mirar,
la espina caía
herida,
la caricia retornó a
las polillas,
la vida marcha deprisa
cuando abras los ojos
ya todo habrá cambiado
solo encontrarás
que seguiré a
tu lado
aguardando tu otoño
y la caída
de tus hojas,
esperando que seas mi
acompañante
en los siglos y milenios
que nos condenaron,
encontrarás
esta sed del cielo
en cada silencio muerto,
en cada raíz
que grita en su tierra
toma de la vida lo que
quieras,
siembra tu aliento
en cada tierra,
tú todo
lo tienes
yo solo soy una fantasma
que sólo
tú ves.
El Castellano
III.Réquiemnº 3:
Los últimos
signos del viento.
Rige un sol negro
con hoyos donde comienza la
oscuridad,
oscura serpiente blande su
cuarteada nota
en lira acróstica
insubordinada,
es su templanza base poética
demencial.
Hablando a solas con mi
interior
surge diáfana
voz por derredor,
voz en alma condenada
por ver hondas raíces
rugir,
en estruendo llamadas
hacia raudo cardinal.
Sola voz sin resquicio
templado
del sonido en sí bemol,
se erizan ascuas en pavesas
a un viento
feraz.
Se acuchillan las osadías
que germinan en tierra de
nadie.
Inusitado fervor asolado,
por espadas alzadas en
manos,
guerra al silencio feroz.
Pudieron dar las tres de la
madrugada
y un escarabajo voló.
Una hoja partió,
hija de la soledad
aclamada,
con caracol sonoro hueco.
Es un solo de cuerda
y alma destensada,
una melodía
por la sangre olvidada,
un réquiem
por toda vida
finalizada
en sones de grillos
danzando con tenebrios,
y lúgubres
venas enraizadas
por tercera y última
vez.
Una sinfonía
donde yace el silencio
y yaga la umbría
luz
desertora en mundanal
zozobra.
Pasa, danza, planea
febril verde mosca en
formol montada.
Es mi dicha aplastarla
y quedar en vigilia
taciturna,
hasta rendir aspas
y acostar la sangre
ya nunca más
esquiva.
Hasta ver las flores
rendirse
con mi cuerpo.
Förüq
en 16-10-2018
I.Palidez inaudible:
Palidez inaudible:
Era una joven noche,
caída ya entre algodones de nubes,
y un hueso de luna
por blandir el horizonte,
de sucesos famélicos,
miradas fugaces,
y testigos somnolientos.
Vencido el atardecer
bajo oscura premisa,
que todo aliento encarcelaba,
inquietud disparada
de fuste en curiosidad,
suscitada en envés
y lo más profundo
del humano anhelo,
entre belleza y muerte,
locura o razón sajada,
juventud eterna,
mito o paradoja en lucha
contra lo caduco del ser,
instinto en deseo servido
en cáliz del mortal inmortal,
como juego macabro,
en inevitable curiosidad,
un ser maldito,
condenado a la vida eterna,
y su sed de sangre
que le envuelve,
soga tensa de maldad eterna
que vive y camina sigilosa
sin condición de mera elección.
Sueños encorsetados,
en nuestra atracción
por ese lado yerto
de ser siempre en esta vida
condena resarcida,
entre oscuro granate,
y acecho de ley
y comprensión desconocidas,
que emerge de historia
jamás narrada,
y seducciones finales,
de colmillo y paradoja
terror vecino.
Leía los recovecos del alma
transparentados en vivaces,
ávidos rostros,
sin esta sed
que batía como rayo
de plomo mi entraña,
convivía oculto
al sentido que relucía la vida,
por colmar su caducidad,
el tiempo jugaba
en mi caso a otro juego,
como lucha del tedio
y sombra de buscar distinción,
para regocijo
de no repetir acto
y maniobra,
siglos parecían inermes
frutas que morder,
sabiendo que mi final
no llegaría.
Frívolo llegaba el otoño,
que peras del olmo eterno
dispensaba,
aparentes los rostros,
satisfechos parecían,
llegada la hora yerta
de negrez, oscura,
flotante,
algo llamaba estridente,
era el nuevo hambre de la caza.
Förüq
Danzaba mi vida
frívola, en medio de un otoño castellano, era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y
brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz
era de arrebatar con sola mirada destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones
imbuidos.
No podrían sin
conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules
cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar
hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el borde
blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían
perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del
alma y sus huestes vidas;
resbalaban por sus
caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de
donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual
gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas.
De facciones curtidas
y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su
nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color
su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la
imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.
Förüq
Candidez y
sentido
al servicio de honores románticos,
no hubo naterra,
que cultivar más imaginación,
que virtud en juicio,
todos arribamos a la virtud,
orgullo y perdición,
de jovial inocencia,
sueños en poesía
eran pulcra vida misma,
oh escenario pintoresco,
ungido en feroces, pasionales
llamas.
De lánguido temor efímero avanzaba,
hacedor de tiempos faustos,
en los que tejer ojos brillosos y anhelantes,
mérito real, acostumbrado,
el esforzado vilo condenado,
de sortilegio claro,
rondando me aferré a fundamentos de vida noctámbula
surreal;
de hora parca solitaria que rebrillaba
la sed de mi colmillo en tersitud de filo,
fantasmal lucía el pertinaz sueño sanguinoso,
blandía su deseo,
la tácita recompensa amilanada,
héroe tétrico del norte su silencio invernado,
no me afinqué en ninguna carrera del vicio,
era día de abyecta dicha florecida,
ruina de muchos,
oh creer cielo ganado,
mismo techo,
que habita una criatura tan hermosa y delicada,
ojos expresivos como sangre en sed vampírica,
unas manos que ni mejor pintor,
tratar podría,
tez fría y pálida,
cuan mármol sonrojado,
recién pulido,
su cabello de realeza azabache,
peinarse sólo en fuego pudiese,
su silueta era perfil del paraíso,
asombrado pregunté su cincel de nombre,
respondió:
-Förüq soy Leannán-Sídhe señora hada Reina, dueña de
la profundidad,
nocturnal.
El Castellano Förüq
Asumo un aniversario
digno de recuerdo,
cumplo trescientos treinta años
del designio fausto del
Panida trigo nacido,
en comparativa soy un
mortal inmortal jovial,
si existe la eternidad
me preguntaba al correr
de siglos sin hallar
respuesta válida
cadencia de haber estado
en existencia puede,
II
He conocido sortilegios,
encantamientos por los
que su víctima cae en un
letargo de sueño para
despertar a los cien lustres siguientes.
Sostener la carga del tiempo
nunca es bastante,
oh, transcurrir infinito
de la sed.
Alquimista de sigilos
y silencios esenciales,
un día susurró mi Musa
que el amor y la seguridad
eran enemigos
mi esperanza era total
pero no, mi miedo a ser
feliz.
III
Musa Luna sempiterna
era coqueta y en ocasiones
hacía que me muriera
de celos, seguíamos
viéndonos a escondidas
yo, humilde descendiente
de Candamvis
adorador de Mercurio,
mi Sol fierro,
anhelaba cobrar mis
lágrimas dulces vueltas
versos por y para ella
siempre veía a los celos
mordientes viles viborillas
invencibles, inextricables a mi temple.
La veía con curiosidad,
como se ve a un Fénix en una caverna,
como se encuentra a un resplandor
admirable.
Mis ojos iluminados
cual sed de cuarzo
bajo sol rebrillante.
Su tez era radiante
como carne recién modelada
yo como alquimista de un recipiente
de sueños inmutables,
como la dicha y gloria la bañaban,
ya acariciaba una noche memoriable,
al candor de estrellas
y lunas argentas,
la profundidad su belleza imantada
yo era incapaz describir en fúlgida palabra
asordinada.
contemplé su pulido rostro
y papiros azabache cual su mercurio,
en ojos encendidos,
mi tristeza ya era fugitiva,
un rayo de fuego emanó
de la admiración cautiva en mi pecho,
capaz de concederme
en un pálpito inmortal,
mi corazón no cabía entre costillas,
tantos años se materializaron,
de ferviente amor por ella,
mi no-estrella mi viva Doncella Escarlata.
Förüq
I
¿Qué esperas, en el concilio de los caídos?
¿Esperanza de redención?
Se derriten las paredes
del sótano de luz.
Su habitación que esperan las almas
del placer.
Todo cuenta y danza dantesco
el sortilegio
de luna soslayado.
Crepita el devenir
deshojado,
su verdad todo envuelve destellante
y brilladora.
II
¿Qué esperas lavar en esas habitaciones?
Puede, tus fúlgidas respuestas.
Una salida al sendero
inextricable;
todo lleva, y nada de vuelta.
Volvemos a comenzar.
Estruendoso litigio
de lo que la espera
indujo a permanencia
en libro perdido,
mi decencia ahogada.
Escudos de salvación
al amor perpetuo.
III
Sin solución avanzo,
Ventanas como miradores
a un final sin comienzo.
Final, sólo de sembrar
simientes en el corazón del sueño,
jamás abierto
tu Sol negreaba
como ascua perenne.
Un millar de leyendas
trashumantes,
me abarcan, no canto canciones,
ni poemas.
IV
A una fallecida,
la vida sólo canta
y danza, a la vida.
La muerte sólo dicta
y mantiene lo que es de ella.
Vida para el vivo
muerte para el muerto.
Por lo que proclamo
cese y automático
blandir de mi viento solar
y semilla ancestral.
No hay alma,
no hay alma aquí,
la mía tiene el valor
de brindar tu cara
a mi rostro,
porque no hay certeza,
para mí, existas sin quererme.
V
V
Escalo tus venas,
entre un horizonte
de razones heridoras
y lúgubres, parcos, silencios sonoros
en el callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso sedoso,
todo hecho de rocíos entre flores,
puedes oírlo,
pregunto,
siendo destino,
y barco dirigido,
a donde coronan cumbres
y sus vastas nieves,
mi ánimo que desplaza cerros,
y sus frondas suaves,
no vine a deshojar tu cielo,
sólo a contemplar
que era hoja mecida al aire,
colgada de una tela de araña,
bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en hojas...
Sangre de estrella,
oh, nácar flamígero,
fuiste más allá del suplicio dormido,
roca del destino,
y puridad de roce,
no te bastaba incendiarme
de la esencia más húmeda,
llegaste amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos huidizos y fulgentes,
doquieres de barro y simiente,
a la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso de trigo, y esparto,
en hoja de celindo y madroño,
vine por tu hinojo de abajo,
a precipitarme exhausto.
Como precipitación del ojo de tierra,
era mi canto
como un dulce abrojo,
y filoso como la espina un majuelo,
almendra rápida era este enjuto silencio,
vestido de las rosas perras del escaramujo,
eres real, plañe toda sinestesia,
me voy retirando,
lamiéndote como un paloduz,
sopesando tu crin y brebaje,
no vine ayer
si asegurara
llegaré,
al saber que te conoce.
Förüqer-lobo bohemio
VI
Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno.
En el suspiro de amor que
corre y descansa entre la
inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó
a ver la belleza que envuelve
tus piernas, adentrándome para
reposar siendo una sombra más,
y te encontré en mi sueño más
cálido, en el cielo encerrado
que liberé. En la noche que la
luna baña tu cuerpo, y en la
noche que mi amor corrió por
tus pechos.
Y te amé aunque fuese un día
en la penumbra.
Para así no olvidarte nunca.
VII
Profecía de una noche
que diluía entre tu cabello,
siendo fuerte como luna
semper, y ángel dorado de espera,
hemos venido del plateado halo,
disparando alto,
hijos de luna y signo azabache,
oh, símbolo claro de visión, y vida,
lozanía, que tengo tu carne,
y en alma sembrado el otoño,
y la caída de tus muslos,
entre mis muslos,
de espadas,
y jornadas como vetusta armonía,
cuenta el divino laurel,
su soledad última
de naipe y candelabro,
sentado en la tarde amedrentando espumas,
este sol que ya cae,
oh, flor de gozo, desprendida,
lampos de mi acero,
vieran mi yunque y forja sembrada,
esta sábana que nuestra,
no me acaba,
me iré sí, sin pausa;
por muerte sola,
sin casa, sin cuerpo,
sol amarillo, de otoñada bruma nocturna,
ala vieja asidua, perenne,
nacer de otoño erige y dice:
-Te quiero, como ruego,
y voz de vuelo herrador, y errante,
una luz envuelve sempiterna, un septiembre,
donde la lluvia eres tú.
VIII
Estallase toda gloria
en aire algún sortilegio claro,
danzando mis apuntes
en torno un fondo fantasmagórico,
reluciendo nota sobre un cable puntiagudo,
la profecía de cientos, miles,
constante, de ágil hocico de riera,
hombre desnudo y un sólo anhelo
como cristal partido,
sonidos de vida en campo perdido.
Flor de barro haciendo reflejo,
destellos en horizonte hacia
las nueve puertas del Averno,
muchas fuerzas sondeando,
corte sobre una pala,
oh pies de barro sobre la paja,
agrupando oídos en bucles,
tumbando retinas,
en el vado, del mundo hecho,
músicas en copas de hadas verdes,
voces de muertos hendían,
surco y sangre adormecida
oh local de la armonía,
susurraba yo a su orilla,
su historia
como río crecido,
cocería cintura,
entre juncias y caléndulas,
reposar segura violeta sombra de noche,
que traes invicta, sonriente,
temblar, donde yace y se inclina
el barbecho dorado,
alzaba acre de bien semilla
confesa, prometida,
la victoria de la luz se erigía flaca,
bancales atrás,
la dificultad no me arredra,
oscuro patio, de ti bañado,
cuál precio he de poner,
a sus semillas.
IX
Förüq castellano Miguel Esteban
Förüq Miguel Esteban
En diáfana soledad
donde mi cuarto criquea y clarea,
tus anhelos y esperada sonrisa,
me aturden tus labios y lengüita vista.
mis serenas ilusiones tiemblan y afloran;
como mis labios por cazar tus labios,
no hay nada en el aire ahora,
En oscuridad rebrillante de mi lúgubre cuarto,
es tu figura la que me acecha,
qué provocarme acaso puede, oh caos febril,
deseo pertinaz tu fragor,
oh estrella inviolada,
pretensión infausta
es violar esta, acampar sin brújula
ni rumbo, sólo adentrarme para no querer salir,
tu lúmina esperanzada me recorre,
cada vena y arteria,
un placer de ayer,
es hoy dictado a la milicia,
tu estampa recorre todas mis neuronas ancladas,
un río tus flores angeladas me cubre,
agarro con estridencia mi almohada,
pensando que eres tú,
en cada noche mi luz, mi ida mi avenida,
y una fría luz
comienza a invadirme,
acabo que sabiendo no eres tú,
y unos ardores me escalan,
en ellos pude ver cuan te quiero,
y desespero, sólo sé que tenerte te tendré,
estando ausente mi suerte,
destino parco que dictará verte.
Piel con piel,
flor con flor,
hasta que estas lágrimas de sangre,
sean mi sangre de tierra,
ababoles flamígeros,
carmines del deseo estertor.
Por ti labraré el día,
mi Luna compañera,
mi Luna aeterna,
oh, cuánta sangre mía,
regó esta mi soledad de tumba abierta,
que me camina,
por el sol de junio un mayo despachado,
avanzo, abro el solo Parnaso,
mi sol ya no luce cansado,
abren dulces lirios negros,
el compás mi destino atronador,
era un capataz,
era un sembradío del brillo primero,
un arpa y un arma de carne
y verso, beso tras beso,
un dulce designio invernado,
hollín de luz,
en esta fosa cava mi amada,
tercer lucero mi firmamento,
igual y primero es,
sangre negra de luna oscura,
por la esencia azabache,
de nana y cuna argenta,
soledad, oh soledad d' este pobre diablo,
ungirás mi dicha mañana,
que te pierda,
hoy veré esquelas por astros,
y oscuridad fluirá
como bruma siempre gris,
me atisba sola idea,
velo de tormenta
y nácar una esquiva sonrisa
sin volandera
ni ascua desapagada
por lengua,
al olvido perenne no danzo,
vida de una vida bajo tierra,
me trajo,
a este filo diamantino,
blando, de tajo,
alto silo de luna,
hoy te canto,
que sin tu penumbra venidera,
ni dormido me alzo,
oh, compañera,
no me desampares camino
de escuela, ni honda hoguera,
tu inocencia,
oh, preñez de sílaba,
polvorosa y escarpada,
haz que acabe con un beso libre,
lo que nunca comencé.
Förüq
a 2-06-2021
MARIPOSA:
Los murmuríos son flores,
álgidas de invierno,
como venas azules de jacintos,
o tesoro córvido
de urracas matutinas,
tiempo sobre el tiempo,
tosía mi lobo afónico
tarde que muere sobre la paja,
y el viento mordido,
ascua que queda sobre
mi densa ojera,
cristalina,
he cogido los montes con una mano
y mi hogar de brujo con la otra,
no necesito chopo de oro
ni un amor me aguarde
sin sombra de celos .
II
Mis sedientas aflicciones
eran como gusanos hilando sus capullos
de seda,
elevadas hoy son mariposas verdes,
vuela mi pena como Simiente rápida,
y cayendo como lágrima negra
en espiga,
vuela libre mi pena,
su esencia de mariposa desvelada,
duelen las lágrimas de bondad,
pero las negras y malas lágrimas,
apuñalan hasta arrancar el corazón.
Corazón mío, como avispero
de muro viejo, de pronto,
en él puse señero,
Galería del alma.
III
Presentó ante ustedes.
Armados abrojos
mi infernal flor de alma
eternamente jovial, y vivaz,
por fuente abismal
de denso pétalo,
dulcemente amargo,
quise declinar la tarde de sus ojos,
ser Pegaso, caballo de madera,
mi frente derretida gloriosa.
Infernal, pálido fuego,
sin Salvador en cepa,
ni figura fulgurante,
de llamas y lenguas azules,
cuenta de cintura agitada,
sus alas,
tu esencia:
-Mariposa del amor.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A lunes 7 febrero 2022
Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones, arropo en el
corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterías para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.
ESTEBAN CASTELLANO
ESPADA PUDIENTE:
Sorteo principios
y vencejos,
torno unas danzas de la Aurora,
me entregué al sueño,
aguardando su divina tez;
el Sol se adelantó
y sobrevino una colmada oscuridad,
llegué primero que los Hados
a su venerado encuentro.
Valgio alumbre el anchuroso cielo escarpado,
nocturno de doncella Escarlata,
oh, clara agua emana mi frente,
mis manos hacen germinar solas simientes,
del candor, la tempestuosa furia,
abren rayos espadas de Candamvis,
Zeus, canta:
Oh gran Sol que bajo tu candor,
iluminas que abrigas Inmortales,
y a los mortales vivos,
habitan las auras vivas fértiles,
acoge mi ofrecimiento,
a dignar en tu nombre,
terso Paraninfo yerto.-
Oh sola tormenta,
presurosa abre cabellos centellas,
y múltiples repiqueteos,
de ascua en rayo y cielo-terreno.
Förüq castellano Miguel Esteban
I
Miro y veo el vidrio
intentar perderse a sí mismo,
de irrefutable saber
hago parte e inciso
que si amas cuidas
semejante cuestión;
el tiempo giraba como
veraz trompo extasiado
un día
osé
que alcanzaría
que sí,
todo anhelado
se obtenía de un disparo
osé
tres disparos hacían uno,
verte, quererte, cuidarte,
mi ente sólo entonaba lira
en pluma, y alas un Paraíso.
II
Verte de frente a espalda,
no fue funesto ni devenir,
desangelado;
fue afilar colmillos
quedando blanquecino filo,
incuestionable, goteando
sanguíneo
deseo,
pronosticada tú,
de hace años
que llegas en otoño,
afable tú, para quedarte,
como ascua imantada,
al alma fugaz, sorpresiva,
rebelde,
como Rocío estelar,
a la flor sagrada.
Förüq castellano Miguel Esteban
a 15.09.2022
lugar- Mirador del Henares la campiña Castilla
PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:
Oscuros, negros, tibios
lirios en sangre de brea;
Acolchadas desquicias
en híbridas campanas azules
de los ángeles, yendo en borde,
siguiendo círculos,
moviendo espirales,
Vientos noruegos me llevan
sin patria, vencida por mitología.
Quicios de lúgubre destelléo
en oscuro límite tétrico
y sus mansedades caminan,
hacen nido sedoso
en moreras del sueño;
Vida través de una vida
dentro los hoyos del Sol
que sudan, sus notas de uvas.
Visitaré a Cernunnos
en el seno del bosque,
hablaré del cuerno roto
y su sangre que brama
flores de helechos.
Quién sembrará mi campiña;
estirados mis soliviares
entre azares que suerte corre.
Traspuesto al mantillo
y su compostaje silvestre
que solo se mantiene;
Verano que socava dormido
para sepultar los cardos
que tierra come
y levantar la estación
de los difuntos con hojas caídas.
Otoño sus fríos que me despiertan,
terminando de vivir el ocre
y su yerma plácida
de tierras sin brotes
en ventura de savia fría.
II
Altivamente,
con pies de veneración
no atina un intelecto sumiso
tampoco él encuentra su espacio;
yo sin abrazarme, coge el infrasentido su reloj.
Mirar sin ver hizo fuste,
regresos serenos sin ausencia,
en estas lindes
quiebra su sentido
y esta sube.
Su vacío perplejo quieto es Ausencia
que simboliza toda luna de escarcha,
parado de sinestesia iba,
su granate sanguíneo
que
sí recuerda.
Amarrar el acierto vehemente,
de resucitar del del parco suelo
para fusilar mis pendientes,
desarmando la ira
sus dioses subterráneos,
uniendo su altivez cursante.
¿Se cree usted viva?
Eso es que no nos conocemos,
ya sumblimé algún amarre,
y va el ancho río
con paso furtivo y decidido,
por apresar de tu razón mi viva estampa,
muerta sin ti.
III JURISCONSULTO DE SOMBRA
Este mi humilde canto,
pedernoso, que blande,
que pregona compás en arraigo.
Quimera a tiempos
en puñal pretencioso
de espigas de idea.
Patria por siempre sin sentar;
Fugitivo sin amores,
surcos de fugaz simiente.
II
Docto de tu dulce vientre
tras fuego de ababol,
entre tierras de tus reflejas piernas.
Sed de mi sangre,
renacer acompañante,
aljibe sin fondo a florecer tu entraña.
Amor de pecho a espada
blancos que el ser crestéa,
jurisconsulto de este ser de espuela.
III
Redentora hoz de labriego
soñador, en soto de silvestre rambla,
febriles rejas de esparto.
Pinos que caracolean
el camino de este fruto de ensueño,
antes que morir sin amapola de fuego.
Creo, nazco y completo
una flor de la misma sombra
que trajo en fruto de la primera mujer Eva.
El Castellano
O DIVA GRATUM:
Mi diosa centella,
que deleitosa riges,
y engrandecer mi nombre puedes,
o, convertir en honras fúnebres,
mis cortejos triunfales,
a ti dirijo el labriego inquieto
de campo.
Te invoco en su pulcritud de savia,
cual dueña todos mares,
arrostras dulce mi piélago batiente,
a tus armas, todo imperio se desbarate,
mi lealtad es albo traje,
no rinde al garfio amenazante,
retroceden y dejan amigos
y sus ánforas vacías,
de cicatrices y delitos
no limpiase mi nombre,
de fraterna sangre y mieles que Himeto,
me concede,
¿Temor algún espejo suyo,
me contuvo?
Con el incienso, y sinfonías,
ofrendo sangre cándida, mi letra,
nunca el falso juramento me precede,
oh tu belleza de nuevo brillo,
más hermosa, cuanto la ceniza has otorgado,
ídolo oh materno signo,
dueña de oro y nido,
por Quimera tu susurro,
de límites prescrito,
non semperimbres...
Torrencial, de nube acechas,
lluvia sobre rastrojo terso,
tempestad, o inerte hielo todo año,
combate tu acento colorido,
jamás cansado,
cuánto Parcas crueles me han arrebatado,
pregunto a lágrima de sol, llorando este,
mi lamento blando,
loco empeño,
hinchado de viento,
osar casarte, aflicción
con altanero subsuelo,
prudente yo de odio ajeno,
no llegará día que este guerrero,
no mida a su adversario,
indago mis designios que abrigan,
sombra huidiza,
cuándo.
Bebamos la honra en dicha,
entonando la alta lira,
a Calíope,
bajases al cielo castellano,
soberana Musa,
gimiéndome lenta y eufórica melodía,
el concilio cayó sembrado,
ilusión o deseo,
mientras seguiréamándote gritando callado.
Förüq castellano MIguel Esteban
Indicarte, que se está cumpliendo nuestra profecía, la flor mágica traje, a ti mi hada vampiro,
es un haya que este año casi muere de tristeza por quemarse todo julio con
mi Sol padre, estaba a punto morir, y le traje nueva tierra, y cuidé saneando, encontré a la reina de las mariposas en
Usanos una mariposa tigre Macaón,, debajo mi magnolia dorada puse el haya ahora feliz
en sombra con nuevas hojitas y viva a rabiar, no morirá, ni mi alma trenzada con ella y
contigo, buenas tardes Leannánsídhe mi señora hada.
Historia en curso:
Tiempo que era llanamente hondo,
como pozo sin poso, ni fondo,
severamente profundo,
como fantasmal visita
sobre lazo silencioso,
buscaba yo tamborileo grave,
entre hileras sordas
entre nuevas flores
de trompetas de los ángeles,
danzar entre círculos de grama húmeda
y corajes de aventar nuevas espigas
de olor a yesco trébol rojo.
Hice una hilera de guijarros;
preparé mi propio templo
con torreón y almena nueva,
un foso bordeando y cuidando
mi nueva siembra de ababoles,
templo asilvestrado con urna para ofrenda
y depósito nueva agua virginal,
era suficiente de tiempo insuficiente
a nuevo otoño que comenzaba,
con olor a hojas de chopos arrebatadas,
y majuelos agudos en espinas,
rebordes cardillos de as damas
erigiéndose tempranamente,
maduraban los tomatillos del diablo,
solanumnigrum
que ni caracoles resistían
sus lustrosas hojas morder,
las colas de zorro ya se divisaban aventando
terreno de su nueva simiente,
afinaba mi cuerda
tendido a ras terreno,
sembrado a pretil gesto,
como se siembra una pipa,
y tarda treinta y un años
que porto en girar el sol,
carrasquillo háblame,
que penas traes de virgen encina.
Cuéntame tus oscuros romances
con vientos de luna,
y tus flores de difunto casadas con SolFerro.
Dime a mí que te cuido con esmero,
aguardando tus flores de piedra
y tus bellotas del mañana.
Árbol mío,
avanzo este mi caduco corazón humano,
como vampiro solar
me remarco,
un solo de voz desangelada,
y volví a honrarte,
de esta nueva tierra.
A viento pagano,
voz de alma amada,
inamovible,
firme, regia,
de raíz arcana.
Tu rostro en verdor
de hojas afiladas llevas,
acaso igual o semejante
a hermanas blandes.
Río de encinas y flora reborde,
amor de tierra a lo que es
y crece en ella,
vine por vuestras voces,
jamás marchiten vuestras notas,
de longevidad imperial.
Förüq castellano
Ilusiones quemadas en papeles con tinta,
con los sonidos sordos de un eco de imágenes
el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.
Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,
la mente ciega las observa con su pensamiento claro
sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.
Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,
un secreto en un gesto que su mirada grita.
El despiste que convierte en ofensa el fallo;
Un sentimiento distante que próxima te quiere.
El tiempo que tarda en decir adios al por qué gana,
ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.
Pensamientos negros
Te sentí amor y por querer pensarte
la realidad silenció mis latidos;
Aquella flor que llamada amor
ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.
Entre la tenue luz de luna que me abrigaba
abrí la puerta que me condujo al campo
de negros lirios por el camino de ida sin regreso;
La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;
Donde la luz que me daba calor era ausente,
tras de sí un sendero agrietado por el que fluía
el río de las flores desangradas;
Hacían ellas mi último aliento,
un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,
cesó aquel si bemol.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009
Podando recuerdos para volver a amarte,
dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte
aquella mi rosa que llama al frío pero resiste
cantando a la víspera del invierno triste.
El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota de rocío que se evapora con el sol en su visita
y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,
para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.
El fuego del deseo se hacía con su compañía,
con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;
De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo
de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.
Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños
un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;
solos en el encerrado mar del amor no demostrado
su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009
El ritmo de tu cuerpo,
donde el agua y la poesía
hacen el amor.
El fondo de tu mirada
el manantial de esmeraldas.
El calor de tus piernas,
El terciopelo de tu piel.
La suavidad de tus caricias
mi motivo para viajar
allí donde el te quiero
lo dices sin hablar.
Lo que me alegras
sólo con tu existir.
Es todo lo que significas para mí,
lo que me haces sentir.
Es el agua de tus besos.
Es el fuego de tus labios.
Eres tú.
Eres tú mi vida, mi luna.
Eres tú en cada noche fría mi calor.
Eres tú la chica que siempre soñé,
la chica que siempre deseé,
la que vivía en mi subconsciente
para cuando apareciese
darla lo mejor de mi existencia.
Deseos, ilusiones, anhelos
definiendo mis sentimientos.
En mis recuerdos tus besos
sabor de hiel.
Tú mi motivo para soñar.
Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,
tú todo para mí.
¿Por qué no has aparecido
en mi vida todavía?
cuando por amor se quiere
a quien no ama
y por soñar se vive amando,
por amar se vive soñando,
y el que siente se miente
quiero mi despertar y verte a mi lado
para sentir que en un pasado
andé con la botella en la boca
y no que ella
chupó de mí mi vida entera.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009
Yo te sentí
Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor
y por querer pensarte
desapareciste entre la ténue luz de luna que me abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma
marchitó aquella flor que un día llamé amor
y ninguna pudo ocupar su lugar,
sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009
Autor: Miguel Esteban
Era como pulcra onda
anisando un sol de febrero
castizo que llamaba a marzo,
escuché la desquicia latiendo el suelo
y me encontré una reluciente,
vieja tuerca oxidada.
La sombra padre
se escondía entre manos anudadas
de sus hijos,
llamando a mis primeros pensamientos,
yunque clavado en la pared
sin soto ni caballo,
crecí en su mitad
entre baldes de plomo,
en corriente de drenajes,
parlamentando
abren el oído de pares;
nulidad de pura interrogación
más vacío
en ventanilla
de visión de muchos,
yo gastado aterricé
en república de la sal.
Porteador de interperie (intemperie)
regresaba directo al rostro
en destartalado invierno,
reunía el campo
un subastador de mi conciencia.
Ánimo optativo de la región
en sueños de malvas nubes,
calizo terreno,
opulentos pinos
en bocas de hierro
acunando la ilusión
de esperanza.
Llamada Musa Lunamar Solano
doncella Escarlata,
Mineral candente, raíz Salvaje Azur
Purpúrea,
Luna sempiterna...
De aullido a la luna de plata
y su llanto que envuelve la
oscuridad semper.
Necesito más de ella para poder
ver,
de igual manera sentir corazón en
antorcha.
Förüq castellano er-lobo bohemio
Esteban
CANCIÓN DEL VIVO MUERTO:
He cruzado los tres mundos,
cabalgado centenares de soles
a lomos un crisol alado,
desiertos me hundieron los cielos,
para rubricarme flamígeros, existen dioses
como existen necesidades que avalan
y avelan, no hay templo para
Jinetes difuntos.
Sembraron cada uno de mis pasos;
de figura regia, y arriada,
bastó un soplo de lágrimas heladas,
sí, tengo padre, por lo que tuve padre y madre,
final depende de un principio
y principio es ídem final.
Novencientas muertes cuenta mi estampa,
oh Sol de valles y Quimeras cual bestias anhelantes.
II hoja:
Cuanto viví, bailé una serenata difunta,
Aquesta fue una noche tormentosa
cual tempestiva que sus temores silbaba,
oh solar, y campiña yerta
era el frío y su ribera,
Aquilón venía de hermano
que no tuve.
Rugiendo maderas, e idioma gemido
de solos árboles,
solo como océano venía
de astros en cielo y caracolas
cual olas;
Oh, su acento, era mercurial,
como serenata una flor de difunto.
Recuerde, su Sol ha muerto Esteban.
III hoja:
Entre plomizo suelo
me pesaba el espíritu
como pinar excelso, majestuoso.
Venían los relámpagos a mi vera
y a mi diestra placer posaba
y sonreía;
pecho os habla hundido
en escala de tierra,
e ilusión de cientos estorninos
entonces el monte os besaba,
de tierra, de vida, de cepa,
y sarmiento, la esquiva espina
vestía al endrino.
Mi trova en hora solaz traía grillos
azules, y oscuros ángeles de luz
como lo que guía mi vida en muerte.
Förüq castellano Miguel Estéban
En la oscuridad de mi
cuarto son tus recuerdos los que me invaden, mis labios tiemblan y te llaman en
silencio.
En la oscuridad de mi
cuarto es tu figura la que me acecha, la que me provoca y me produce un caos
febril de deseo y de pasión.
Pero tú no estás, tú
no estás, no estás.
Tu recuerdo recorre
todas mis neuronas con miles de imágenes, cada una añorando un pedazo más de
ti.
Agarro con fuerza mi
almohada pensando que eres tú y una tristeza comienza a invadirme, lágrimas
salen de mis ojos, en ellas se puede ver tu rostro reflejado en ellas.
Ardores me entran en
el pecho sé que no vendrás que nunca volveré a tenerte, que estás ausente y mis
lágrimas se convierten en lágrimas de sangre, ha estallado mi corazón de una
sobredosis de sangre.
Esteban el castellano
Er lobo bohemio
ÁUREO SEMBLANTE:
Insumiso en medio de quebradizos
saludos de pseudónimo,
de sueños rotos, y brechas de ánima,
como pañuelos azures,
llegué al inicio desnudo,
como agitado bronce,
e inocencia jovial de abrevadero,
a veces pude resistir su amor,
otras caí dividiéndome,
como precipita una gota de mercurio,
llegó a mi parda tersura
su imagen de cuerpo sonoro.
Mismo amor nunca pudo resultar frío
ni ausente,
pero el sol me rompía
a calo estridente y yacija de hierro,
paisaje que no ardía ni se desvanecía iluminado,
era mi añoranza,
quise sin afilarme en hondos dientes,
si podía generar montaña o cumbre de cerro,
jamás infortunio
de mi blancura que ya exigua no cantó,
de amarillo vivo avancé
sin mirar fijos temores
ni túmulos de gargantas precoces,
amor es rosa naciente
como Alba de tersa fuente en rayos suaves,
oh de astuto feraz ojo simiente,
equivocarme se vertiese,
y el pececillo de plata la mordiese,
sus peces de colores besé
y entre burbujas de besos no dados
avancé su curso fluyente,
como nacer de río cuervo,
sus labios arrostré con fiereza tantas noches,
que nunca tuvo fijeza de acabarse,
el viento ya no lastima mi sola sien,
pasajero fui de su destino,
sin encontrar inicio ni final,
oh mi pequeña dulce cual laberinto,
este centauro solo atisba
que anhela beber tu agua luminosa;
oh tu pluma de golondrina azabache,
rebelde a los límites,
brota mi grillo de cristal verde,
cristal y vidrio que parió sin tijera
la luz de obscuridad.
Förüq
TERSIDAD DE FLAMA:
Veo una escala áurea,
con escalones broncíneos,
escalones de repecho
en fuego sembrado,
una estela se abre de guía,
dirige que no ciega,
oh bondad acrisolada,
cenit del fuego terso
como pulcritud de filo en espada,
oh vil niebla, abre camino,
vinimos bajo el regio augurio,
de aspas y nobles metales,
Oh Gimlé,
oh bajo casta ancestral canto en tus aposentos,
oh salón de fuego esmeralda,
de rompiente serena,
y solo halo,
vine a vivir,
vine a morir,
vine a sembrarme como siembra el valiente,
vine a cantarte,
oh Gimlé,
afrenta quedará mi yerta sangre,
todo lo descubierto en tu nombre,
oh casta felicidad,
resplandeciente,
el miedo jamás partió mi entraña
vine a vencer vine a besar tu rocío de flor,
como Musa y dulce hoguera,
el tiempo ya no escapa,
todo lo pensado arde ya,
en tu salón me blando
como raíz y fruto de ciprés milenario,
oh luz pura que acoges e irradias
por la blancura mi regia madre,
por la nobleza mi casto padre,
cuántos astros no alumbran tus cielos,
hoy vine a vencer
oh Gimlé, acoge este mi flamígero hierro
de Sol fierro mi padre me sembró,
en escala, número y orden,
tu bondad justa en escala,
uno, no hay hechicero ni hechicera
más fuerte ni que herir pueda osar a quien te alaba,
dos no hay poder oscurecer la razón mi sangre pueda,
tres no existe temor ni miedo, me retiemble la calma.
Förüq
PRESTANCIA FÉRREA:
I
Yérguete nació la luz y la sombra
el hombre se creó
para ahuyentar la sombra
con su llanto de sangre,
hoy que mi lágrima
sea fértil espada,
que riegue e ilumine
así ídem el abril
levanta los muertos
y su caléndula predilecta.
Nunca maldigo mis lluvias
y a la Santa noche,
riego mi sombra, antítesis,
de lo que espera mi persona.
II
He de ascender,
he de volver a navegar
el negro puerto,
contar los escalones de mi sótano de luz,
al tercer día flamígero,
la piedra será mi llave,
no mi tumba,
Panida Hijo del dios trigo,
tengo lluvias y carne,
tengo tormentas
y miedo ausente,
Yérguete, sucumbe,
a los suelos, de la madre luz.
III
Ni me arrodillo.
Ni vuelvo a morir en pie, (como caí)
ni rezo sus construcciones de huesos;
navego, pido me escuchen mis dioses. oh Lvgvs
Cumbre son de mi lágrima espada,
el mar, la nube, el río designio de escritura,
baile de un talismán,
oh, lucha entre sombra y su llanto descendiente,
vencido no he caído,
aunque me derrote trescientas veces
sobre esta tierra.
IV
En este pedregal,
juro sembraré flores
para no volver a ver su destreza inerte,
oh, lágrima esclava
ni lluvia,
mi floración ruginosa
abarque todo balde,
y sea réquiem y mármol florido,
mi entraña, todo esto,
ojos secos de hombres,
ejército, que el destino cercena en tres.
Postigo, huerto y verbo decisivo.
V
He de honrar la llana hueste
trae la vida,
ávidos ojos, vagido indeleble,
azar intangible ruginoso,
en vapor estela o cerrojo,
repitamos los versos:
-Aereperennius
los duros somos tierra,
no vendrán a regar mis lágrimas de sangre,
ni mi corazón será afluente
de besos de brea,
sin simiente no marchará mi parca vida
a otro designio, a otra luz
sin mar ni vestigio.
VI
Vine haciendo ecuaciones
de estorninos en vuelo.
Para saber si agradé,
o sólo se me unge lo que si cambio,
vuelvo a renacer,
actualmente solo llevo ocho casi nueve lustres
vivo otra vez,
por un crimen de flores no tañerán
campanas ni catedrales de laberintos desdoblarán,
al margen lo visto si no me acepta,
no es mi estaca en pecho,
sólo sin ser bastante
ella es mi fuste, mi espada,
mi sacrilegio
en pacto de sangre,
mi hija de Averno
mi coraza y pechera que si vuelvo
sí a estar vivo, la encuentro,
más allá de boscajes inéditos
de ciencias sin papeles
y sentidos flamígeros.
VII
Sentido sensisenssum,
formosa societas,
hermosa compañía
si esa que nunca osé
debido parece sólo se puede pagar
siendo quien no soy,
delineante suspiro
materia a tierra,
uno allá debe quedar lo que es de ella,
no límites de cordura,
al seco brillo avanzo
sensaciones vuelan,
lo que no te dije nunca te lo diré
quedará más escrito que tu estampa y violín de luna,
no es justo y qué, otro rayo cayó,
que te llene y lleve
es otra cuestión.
VIII
Nacer para vivir,
lo demás es otra asignatura,
verte despierto, cuándo,
contar con apoyo,
sí, seis farolas se bailan
sin tóxicos ni brebajes,
solo decir esta vida de jactancias puñales,
hasta aquí me vio la cara raja,
no soy ángel cualquiera,
rebelión toma cauce,
orden y mando,
tatuaje puede ser cicatriz
pero alma no sangra,
ni se transmigra,
venga al salón de los caídos.
IX
El festín es elegir ser humano lastre,
o salvación de papiro en llave,
llamado amarse in radice veritas est,
todas las mentiras eran correctas,
a mí nadie me juzgará,
a tu conciencia podrán preguntar,
soy constructor de tiempos,
y sigo firme
ni me voy ni me iré
en parca vida de esta existencia,
oh diferencia clara.
Sé quien no soy.
Miles dei lumen
mors erita exora mea.
Förüq
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar Guadalajara España
A 8/03/2022
CUANDO VIVE LA MUSA DE UN POETA:
Cuando vive
se añora infinitud de cultivos estelares,
cientos, miles de perlas no llenan su sonrisa,
ni existe rocío en flor osar cubra
la flor de su dicha;
los mares y océanos se pueden caminar
sólo al tenerla vista,
las llamas no arden,
habitan tersura de sangre en pecho, valiente,
oscuridad ilumina aventajada,
mas cuando ella vive
qué podría alegar un poeta,
conocerla
para que rapsodas jamás enmudezcan
en melancolía hija,
para que mis versos solo canten flores
y vivos colores.
Cómo negar temor a sucumbir
sin rubricar su rostro,
con un jilguero como beso piador,
sin un pétalo escueto
proclame su guiño,
sin conocer a su Musa
un poeta se desvanece como el tiempo,
el silencio se arma mil días mil espinas,
yo sólo te quiero a ti
mi vida en verso, mi amor valiente
de mil fuentes y abrevaderos,
de la más alta espiga
a la caricia que retiembla en tierra.
Sólo un segundo basta
para capturar una letra,
mil eternidades para ser feliz sin ella.
Cuando mi Musa vive en mí,
infiernos no me acogen,
ni penas ni tormentos habitan,
un sendero abre y toma terreno,
rumbo a soñarla de nuevo,
campos germinan de oro trigo y girasol,
de verde alfalfa y amarilla caléndula,
como rojo ababol,
vivir sin crear su sonrisa
es como no hallar razones
para ser feliz;
muerte es del hombre vano,
temor infausto,
suerte es de un poeta
vivir en la vida de su Musa.
Porque vivirá siempre
como esta mi letra quedará vista.
LIT C ET SUMMUN CANAE
Förüq
Meus amor, ne putes cormeum tui oblivisciposse,
verberare prohiberepotest sed te non amare
Si flosesses et papilioessem, tempusmeum in
cordefodiendovacarem
Si lacrimaesses in angulooculimei, non
auderemflerepraetimoreamittendi.
mi amor no creas que mi corazón te puede olvidar puede dejar de
latir pero no amarte❤️
Si tú fueras una flor y yo una mariposa, me pasaría el tiempo hurgando en tu corazón❤️
Si fueras una lágrima en el rabillo del ojo, no me atrevería a llorar por miedo a perderte
OJO DE TIERRA
Viento, viento bonito
lleva al cielo cada escrito
arropa este amor en mi cuerpo
en mi corazón te llevo
hadita de mi sentimiento
noche
hoy en tu sosiego
me encuentro
entre nubes violetas
y el cristal luminoso
de esta luna de invierno.
Bañan mi cuerpo tus latidos
sordos de oscuridad
y a este cielo sonámbulo
lanzo mis ilusiones al viento,
siento tu caricia de alma
y te bebes mi calma;
despierta esta rosa sangrienta
y su aroma de romance antiguo,
atraviesa el pecho
tu amapola
eterna primavera
cuando mis ojos
te ven entera
cada sentido despierto
como fiera al acecho
de tu latido
hoy en tu bosque me pierdo
tu imagen surca mis sueños
como cada noche
que siento tu beso
y como me cuidas,
como soy yo tu alegría;
mi vida vistes de amanecida dicha,
hoy la hierba escala mi montaña,
la lluvia germina todas mis semillas
de pasión y fuego,
donde entero me entrego
al placer que muerde
y envuelve en escarlatas doncellas,
como sencilla tu sonrisa
y tierna tu caricia,
ya no hay súplicas
solo felicidad desbordando mis cauces,
te sostengo fuerte
en mis brazos
para nunca soltarte
para eterno tenerte
si por soñar
soñé acabar con la soledad fría
y escarcha de esta melancolía
llegaste tú a mi vida
como cada noche siento tu melodía
y me acompañas cada día,
salió el sol después de la tormenta
y ame tu esencia
regando mi interior
tu voz de alma, amada
tu bella y dorada calma,
rompí las cadenas que me anclaban al pasado,
para luchar por mis sueños,
y alcanzarlos,
entendí el idioma del silencio,
y hoy contigo
lento construyo
mis escaleras al cielo,
este firmamento
clama de azul sediento,
ermitaño en su montaña del sentimiento
el amor jamás salió de su cuerpo,
de él decían que quería comprender al amor,
tras una flor de Hércules la conoció,
y la preguntó
qué eres, amor,
no, solo nací de esta flor,
tu inocencia me enamoró,
curaré tus heridas de dolor;
viviré de tu amor.
Vuelvo a este dulce tormento,
buscando llenar de amor el cielo,
labrando el campo de tu alma;
y bella mi amada,
te bajaré las estrellas
para que puedas acariciarlas,
estas flores cantan la canción,
que te enamora el corazón
vuelvo a luchar como ayer
con tu amor jamás desfalleceré,
eterno en tus alas viviré.
El Castellano y Leannan-Sidhe
Navego los límites de tu silencio
tu luna reina mi cielo
en este horizonte
de ilusiones y sueños
tus besos florecen
mis recuerdos;
las mariposas de tu
piel tersa de seda
acaricio
eterno el momento
que escapa entre tus
labios
cuando brota el te
quiero
y en mis ojos te encuentro,
donde me enseñaste
a vivir el momento
porque nada es para
siempre,
escribo el
sentimiento;
ese que me hace
amarte despierto,
este viaje sin
retorno
me hace buscarte cada
noche
para que tu amor
surque mi sangre
y mis sueños de tu
mano pueda acariciar;
lento muerdo el
placer preso
y la lluvia envuelve
nuestros cuerpos,
recorro tus parajes,
me pierdo en tu
bosque
este fuego late en
esplendor,
encuentro tu dorado
amor,
oigo los aullidos del
corazón;
atrapo mis flores de
pasión,
quiero y te quiero en
cada amanecer,
donde agradezco cada
aliento,
cada suspiro,
que asesina al
tiempo,
y da vida a mi
sentimiento
mi eternidad alcanzo,
acariciando tu cielo,
entero me entrego,
como el calor de un
lucero,
sintiendo tu amor latiendo,
avanzando tu cuerpo,
como quimera de
pasión y fuego,
condenando al tiempo
a morir en nuestro pestañeo
con un beso,
encontrando el
lenguaje del alma
en cada verso,
cabalgando juntos
cada firmamento,
flor de sangre
naciendo en mi pecho
clamando este amor
que te profeso,
cálido el momento
de desnudar mi alma
mi bella amada,
una flor en tu mirada
vuela libre doncella
tu esencia mariposa
del amor
en mi interior
quedaste
de mi ser te
adueñaste
puedo sentir como tú
sientes
en cada pensamiento
vives,
a tu lado siento
desvanecerse el dolor;
este ardor de pasión,
jamás me abandonó,
hoy agradezco que me
arropases en tus alas
para nunca soltarme
para abrigarme cada
noche fría
por ser mi eterna
compañía,
y locura del ansía
mía,
tu amor mi sinfonía
como tu beso de cada
día
fiel me entrego a la
caricia,
mi amor sin descanso
incesante fluye el verso
por tu abrazo,
a tus pies me encuentro
esta mi sangre te
entrego
este fuego late en
cada beso,
germinaste dentro
todas estas semillas
de amor eterno,
hoy hadita te canto
a la orejita
encuentro tierna tu sonrisa
en cada flor encuentro
la belleza amanecida
en tus labios
descrita,
en tu piel mi caricia
en tu corazón siente mi brisa
como me hago lluvia
y río en cada
silencio,
que rompemos juntos,
como juntos nos verán
hasta el fin del
tiempo.
El Castellano y Leannan-Sidhe
Cielo de tu amor
que acaricio,
en el suspiro del
tiempo
desvanecido,
en cada luna
que te encuentro,
en cada vida que te
siento.
Cómo no hacerlo,
si vives dentro,
si cada minuto
lo vuelves tierno.
Vuelo con este
sentimiento de fuego,
cabalgo el
firmamento,
encontrando el verso
despierto.
Como estas ganas
de devorarte lento,
que sientas el deseo
morder tu cuello,
y la sangre de cada
flor
de piel y verso.
Donde el agua y la
poesía
hacen el amor con tu
cuerpo.
En este campo de
sentimiento
la sangre de la
tierra
vistió de amapolas,
cada beso de amor sin
tiempo.
El bronce deja su
cuchillo
a las espigas del
cielo.
Hierro baña la sangre
de este guerrero,
vivo y muerto por tus
suspiros.
De tu corazón preso,
guardián de cada
latido,
redentor en el
silencio frío.
Amante serpiente
en el calor de la
ilusión
que te dibuja en mi
mente.
Siempre presente,
a la hora que la
oscuridad
late y envuelve.
Donde te volviste mi bendición,
realidad, abrigo, y
latido
de la inspiración
invencible.
Como invencible dios Sol,
que toda vida rige.
Amada hada,
esposa de este mío
sentir,
acompañante de cada
vuelo fulgente.
Tu semilla de amor
germinaste en mi
pecho,
amapola roja y negra,
sangre y tinta,
que cada verso
expresa sin descanso.
Fluyendo como el río
que brota en almas a
su paso.
Voz amante de tu
presencia
en mi mente,
donde el te amo,
cada noche se siente.
Cura de soledad y maravilla
hasta la muerte.
Donde mis rosas
dejarán su sangre.
Nunca dejaré de
escribir al amor,
a esta pasión de
tenerte,
a cada luna
que de malva
el cielo me tiñe,
a todas las flores
sencillas
donde te veo,
donde descubrirás
que este duende
te será fiel,
y a cada semilla que
nace
pone tu nombre,
donde encontró
su latido noble,
y mil veces más
fuerte
lento se apodera de
tu bosque.
Las campanillas en
flor le oyen
y distingue el
espíritu de cada árbol,
en cada pequeña vida
a dios encuentra,
donde la armonía
la acaricia el idioma
oculto
de las hojas al
viento.
Como el abrazo
de la yedra al árbol
y el beso del rocío
primero
a las flores del
campo.
En paz me siento
en mi entorno,
y en la ciudad muero
lento.
Bendita la vida
por darme tu amor,
por darme ojos
para ver cada vida en
color,
siente esta caricia sin dolor
observa que de mí
el cielo se apiadó,
donde sin envidia ni
mal
eterno vivo,
como poeta sin tiempo
en tu recuerdo,
voy allí lejos de
este mundo,
donde empieza nuestro
bosque
sin destino,
donde libre,
todo sigue su espiral
sagrada,
el ciclo de la vida
y la muerte,
el resurgir del agua,
la sangre y de la
tierra.
Amada te canto,
de tu mano siempre
mi te amo,
contigo siento la
fuerza de la tierra,
el agua, el viento,
el fuego, y la magia
que en arrullo
acarician mi cuerpo,
contigo no temo
a ningún abismo,
infierno,
ni tormento,
a ti te debo cada
verso.
El Castellano y Leannan-Sidhe
Renuevo esta mi sangre,
tengo tus ojos
fijos en mi
horizonte,
a cada luna nocturna
que pido proteja tu
amor
en mi cuerpo,
amaneciendo despierto
el deseo de enredarme
en tu cabello,
la pasión rugiendo
besar tu cuello,
desvaneciéndose el
tormento,
encontrando el
manantial
de esmeraldas en tu
cuerpo
sirviendo al placer
preso
rezando a la noche
oscura
encontrarte en cada
parpadeo,
sintiendo el fuego
arder dentro,
vistiendo mi piel de
tus deseos,
como íntimo tesoro de
ternura
cuidarte hasta el fin
del tiempo
que muerde,
hasta eterno tenerte
donde tu esencia
surque mi sangre,
y el velo de fuego
destape,
donde sin verte
sigo soñándote,
como inevitable
besarte,
y entre tu boca
encontrarme,
donde por amarte me resucitaste,
y la flecha certera
me atravesó el pecho
para del latido nunca
sacarte,
para verte cada día
en mi mente como
siempre
tan resplandeciente,
mi anhelo queriendo siempre
sorprenderte,
mi felicidad
encontrándote
dulce radiante,
si escribir solo sé
escribir lo que dice
el corazón
y siempre sabrás
que suspira por ti
amor,
mi bendición mi
locura
de pasión,
mi florecer en rojo
tornasol,
viendo el arco-iris
de la ilusión,
viendo desvanecerse
cada día mi dolor,
encontrando
de tus pechos las
perlas amor,
avanzando tus cauces
llegando a tu océano
de ilusión,
abrigando tu interior
con mi calor,
protegiéndote
por ser mi tesoro,
mi cielo estrellado
y cada rayo de sol
que me acaricia,
siendo bella
princesa de mi reino,
siendo entera bella,
siendo de amada
tan preciosa como
destello
en tu mirada,
cálida ilusionada
donde mi calma
se vuelve tu agua,
y náufrago en tu
playa.
Me encuentro preso
en tu tela de araña,
siento cálida la
sábana,
me pierdo en cada
noche
que mi alma te
extraña
como necesitarte mi
esperanza,
como mi campo en flor
sembraste
cada flor silvestre,
como solo tú ahuyentaste
cada recuerdo triste,
vengo a desafiar
a esta inspiración
con tu corazón
invencible,
donde de sentirte mi
mundo,
rojo volviste,
donde mi amor
te encuentra y te
desviste,
quiero perderme en
tus secretos
recorrer tus parajes
para renacer como
amapola
en tu piel,
donde viviré de tu
placer,
donde solo necesitaré
de tu amor
para vivir,
a cada luna
estridente
que encuentro el
verso solitario
navegando la sangre
y vuelo a abrazarte,
y como paréntesis del
destino
de mi interior te
adueñaste.
El Castellano y Leannan-Sidhe
Dulce y risueña
mi princesa,
su corazón me
embelesa
busco en este cielo
su mirada traviesa,
recorro los caminos
olvidados
de la pasión y su
verso,
vuelvo a sentir mi
latir
a flor de piel,
en esta noche busco
la belleza
en el instante que
vuela,
me vuelvo lobo
sediento,
te encuentro
y tu placer trepo,
tus flores de seda muerdo
invado y me quedo en
tu recuerdo
como siendo cómplice
de tu aliento
en esta noche que te
siento,
cabalgo el
firmamento,
las estrellas mis
senderos
destino tu bello
cuerpo,
lento te beso
eterno el momento
este cuerpo ardiendo
en tu fuego,
saciando el deseo
tu imagen mi sangre
navegando,
mi bella quimera de
fuego
mi verso sin
descanso,
mundo de tus ojos
que quiero, vida
para morir en tu pupila
vida mía,
latiendo la caricia
en este lecho de
antiguo romance
donde mis flores
quieren enredarse
y con las tuyas
juntarse,
me sumerjo
en este trance de
amarte
veo el dragón
despertarse,
luchando a garra y
letra
por contigo juntarme
por tu interior
a besos vestirle,
diviso el cielo que
quiero
y solo tú amor
sabes que se pinta de
tu color,
flor con flor
brilla la ilusión
de guerrero este
corazón,
dame vida, dame calor
te entregaré todo sin condición,
por tus labios
cada noche surcaré los caminos
de la pasión,
donde este el mío
verso
quiere llegar a tu
corazón
acariciarlo, cuidarlo
y sentir
su esplendor a tu
lado
jamás morirá mi
inspiración,
cura y compañera
de mi soledad sin
descanso
donde los recuerdos
se hacen cuarto
y la oscuridad llama
a golpes de silencio
donde tu luz encuentro
y en tus alas de amor
me duermo soñando tu cuerpo, volviendo al inicio del sentimiento versando
mi aliento donde
despierto
encuentro el alarido
nocturno
que surca el viento
como rabia y furia
de encontrar tu voz
amanecida
donde mi amapola
suspira,
este destino a
entregarme
completo suscita,
buscando la bella
sinfonía
como caricia escrita,
buscando tu esencia más allá
de este cuerpo;
en este horizonte
donde nuestros
anhelos
juntos se entregan,
donde inevitable
besarte
pues en mi corazón
entraste.
El Castellano y Leannan-Sidhe
Mi amor te escribo
el beso cálido
sin temor lento bajo
tu cuerpo
te doy ardor
despojo al tiempo
de sus cadenas de
formol
en cáliz bebo tu
sangre
de princesa amapola
en esta brisa
viene tu ola
en cariño
me hago tu espuma
beso en tu piel la
ternura
naufrago entre tu
acantilado
de placer
despojo al viento
de sus alaridos
despiertos
tu arena diviso
donde la rosa
y la letra forman
esta mía bandera
me despojo del miedo
y de hombre nuevo me
visto
envolviéndome en el
calor
de mis latidos
por ti confesos
como saberte luna
nocturna
de mi cielo
y luz oscura
que me acaricia
donde sin tu caricia
el infierno sería
cosquilla
como dibujar con un
beso
cada día tu sonrisa
que sepas que en tus
labios
siempre te amo
y tus ojos mi cielo
encerrado
si te duelen con
cuidado los besaré
donde cada noche
desearé
darte el abrigo de mi
piel.
Hasta en el recuerdo siempre
te besaré.
El Castellano y Leannan-Sidhe
Nace del corazón
de cada uno haz que
tiemble el mundo
al sentir amor,
esta mi sangre te
entrego
sin dolor este cielo
se pinta de tu calor
y mi deseo es arropar
tu corazón
ser siempre tu protector
que jamás sientas la fría
y negra desolación
acompáñame el camino
amor nuestros besos
quedarán hasta el
final
del recuerdo
donde juntos jamás
cantará
el dolor donde mis
flores
suspirarán por tu
corazón
si ya el mío te he
entregado,
si de amarte te has
vuelto
mi única ilusión como
salvación
y cura de soledad
cuando buscando el
verso
te encuentro dentro
latiendo cuando este
horizonte
rojo volvió
a llorar de emoción,
ojo corazón gimiendo
tu nombre mi amor,
vuelvo al inicio del sentimiento
ese que cada noche me
envuelve
en mi dulce tormento
donde despierto te
encuentro
y el verso arde a
fuego,
donde mi cuerpo
llama al tuyo
como quimera
ardiendo,
quiero besarte lento
y tierno,
despojar a la amapola
de su sangre
beber de ti el deseo,
envolver en llamas
este mi cuerpo,
desangro este
corazón,
desnudo el alma
quedando la esencia
como brillo y
destello
en tus ojitos miel
de dioses,
sin medir la
intensidad
entero me entrego,
ruge y tiembla
este horizonte
sediento
cuando más te siento
dentro,
noche llama
moviendo su tranquilo
velo
noche llama una vez
más
para sentir que a mi
lado estás,
cuando inunda mi
sangre
tu amor eterno
y las rosas
dejan su lenguaje
para este romance
cuando el sentido
es cuidarte
complacerte
y amarte salvaje
rompiendo reglas
y riendas rompiendo
las cadenas que atan
esta alma antigua
a mi cuerpo
fluye el solitario verso
a esta luna de plata
y su encanto
en este frío de
invierno
tengo el calor de tu
fuego
e invencible me creo,
derritiendo las
flores
delicadas de tu
cuerpo,
donde tu miel encuentro
y en tus ojos me veo,
sigo ardiendo,
poeta sin tiempo
frente a tus ojos
latiendo
cuidando tu sueño
queriendo ser en tu
vida el primero,
queriendo de ti todo
luz de tu fuego
y vida en tu pupila
para ti siempre mi
caricia
que sin prisa tu piel
divisa,
queriendo ser río de
tu cauce
y flor de tus parajes
donde la miel obtengo
lamiéndote vuela
libre la sensación
dorada de hallar
tu bella calma
afilando mis nervios
entregándome al
suspiro
pidiendo las llaves
del cielo,
sintiendo las
mariposas posarse
cuando te encuentro,
bella princesa te
quiero
a mi vera,
como esta mi amapola
te embelesa
y besa tus labios
con sabor a fresa,
siento que llegó mi momento
en tus brazos fuerte
me he vuelto
segundo tras segundo
el tiempo se come a
si mismo
y el momento queda
eterno
unidos nuestros
latidos,
a las puertas del
cielo
con un escrito a puño
y sangre nacido,
donde de tu mano
quiero perderme
donde de soñarte
de tu alma me
enamoraste
donde sin verte
dentro te tengo
presente
como tu amor
que calienta la
sangre,
encontré el sentido
a entregarme
y es cuidarte
porque eres mi
esperanza,
envuélveme corazón
en tus alas de amor,
ahuyenta siempre mi
dolor,
hablando a solas
con mi interior
allí surges tú en
cada rincón
como beso dulce sin
dolor
alimentando mi pasión
floreciendo las
entrañas
de mi inspiración,
he empezado este poema
pero no sé como
acabarlo
si no es con un beso
amor encontrando
para ti mis mejores
versos
en templanza nacidos
como fiel a ti me
entrego,
vengo a desafiar mi
inspiración
a habitar a fuego tu
corazón,
a dejar mi te amo
en tu piel tatuado,
rosa de mi sangre
mi flor de fuego
doncella
y reina de mi
sentimiento
mi amor sin tiempo,
bella, bella, mi amada,
de cristal su mirada,
nuestra canción
sonará
incluso en las ruinas
de mi corazón te
encontré
y perdóname
porque jamás te
soltaré.
Mi beso te doy y te daré.
En sangre y verso
a ti me entrego.
Por tus labios muero,
queriendo amarte
lento
como dicta este
sentimiento,
como tu corazón
me tiene preso,
ángel que se cortó
las alas
amando el suspiro de
tu boca,
queriendo que tu
gemido
le muerda,
donde la amapola
clama
el amor a tu entraña,
y la margarita en
cada pétalo
el te quiero predica,
escucha mi súplica
siente este amor que
grita,
abrázalo fuerte
en tu pecho
porque este mi verso
domina,
y todos mis anhelos
tu piel caminan.
El Castellano y Leannan-Sidhe
Muerdo tu rosa
de pétalos de sangre
te abrazo fuerte
a mi cuerpo
avanzo este campo
desierto
construyendo los
peldaños
para acariciar tu
cielo
de amapolas envuelto,
de estas ilusiones
de fuego
suspiró el momento
por tener tu amor más
allá
de este cuerpo,
donde mi alma con la
tuya
se entregase en
fuego,
a lanza y verso
quiero conquistar
de tu corazón el
terreno,
vengo a luchar
para ser tu presente
y tu todo,
como el delirio y
atracción
a enamorarte que
sientas
como yo siento
cuando quiero
encontrar
tu beso y cogerte la
mano
cuando solo una
caricia
lo diga todo
esperando que de tus
labios
brote el te amo
que me dé vida de
nuevo,
solo pido ternura y
amor
como fuerza para
eternos
mantener estos
sueños,
que sin ti no
tendrían sentido
porque de mi ser te
has adueñado
solo con tu pestañeo,
donde muero por un
beso
y vivo en tus ojitos
preso.
Donde este
sentimiento
enraizó la enredadera
para trepar tu torre
y besarte el alma
doncella de mis
latidos
donde solo rezo
que no se apague el
fuego
cuando solo me
encuentro
y necesito escribirte
para que no olvides
que en ti pienso,
no vengo a destruir
tu pasado
si no a ocupar mi
lugar
y tu presente llenar
a besos
donde si no te tengo
muero lento,
donde me di cuenta
de la fragilidad
que me envuelve
si tus ojos
no me miran
si no encuentro la
palabra bonita
del corazón frente
a mi prendida,
tu azul llenó mi
cielo
en ilusión fulgente,
y tu verde en
primavera
vistió mi vida
como la esperanza
que un día me
ofrezcas el rojo
de tu amor para cuidarlo
y protegerlo en mi
interior
protégeme en tus
brazos amor
muero sin tu calor.
El Castellano y Leannan-Sidhe
En tus brazos estoy,
queriendo besar tu
labios
y la miel de tu fuego
esa que envuelva mi
cuerpo,
en mi mente
giras evanescente
como cada deseo
ardiente
de tenerte,
esta flor de amor
enraizó mi pecho
y como un rayo de luz
me atravesó dentro,
quiero decirte tanto
y no sé cómo hacerlo
cuando ilusionas este
corazón
que por ti vive
despierto,
como dentro arden las
palabras del alma
y en tus ojos me
quedo preso,
pidiendo que no me
condenes
a un silencio que me
lleve al olvido,
siempre quiero vivir
en tu latido,
como mi musa te has
convertido,
y en esta brisa de nuestro
oleaje
me hago espuma de tus
olas
y sal de tus pestañas
si de desear de tu corazón
la bondad de
ilusiones
y anhelos dibujaste
mi cielo,
sin sentido sin estar
juntos
siendo tu mi doncella
y yo, tu caballero
armado
con corazón de
sentimientos
puros como la noche y
el día
como lo es tu mirada
que por imaginarla
frente a mí prendida
no quiero partir
nunca de tu compañía,
no te ruego amor
solo pido enamorar
con cada aliento tu
corazón,
que jamás sientas
la fría soledad
que acaricia,
quiero dibujar
cada día tu sonrisa
porque solo así
yo también seré
feliz,
estos sueños florecen
como amapolas de
sangre
cantando al amor
sin tiempo
descubriendo el
sentido a quererte
y desearte
como necesidad
de tu cariño y
ternura
para seguir cuerdo
en este mundo
que se me fue negando
cada sueño
no quiero perderte
amor,
luchando ruge la
fuerza
de este valor
conquistando el
abismo de dolor
venciendo la dificultad,
corazón con corazón
alma en verso y beso
sin dolor,
si desde tus caricias
siento la primavera
en mi interior,
como nuestro paraíso
en flor
donde si no tengo
el cielo
me quedaré siempre
con tener
el de tus ojos
fijos en este corazón
clamando tu amor,
donde las noches
se vuelven mis
quimeras
para soñarte y desearte,
paralizando esta mi sangre
donde siento
que he empezado a
amarte
porque a tu lado
quiero estar
viéndote mi reina
en mi mirar
y esta amapola roja
de amor sangrar,
no me desampares el
camino
luz de mi vida
luz compañera
mi amada doncella.
El Castellano y Leannan-Sidhe
Ruge mi cielo
y entre tus flores
me siento
mi princesa amapola
de mis besos la dueña
de mis suspiros
confesos
te amo cómo no amarte
si entre tus
alas en ternura
me envolviste
cada caricia como
delicia
miel en tu boca
doncellita mi linda fiera delicada,
como rosa de cristal
pero valiente
como de tigresa su
corazón
valiente y generoso
hasta amarte con su
sangre
dame vida dentro tuya
mi bella sinfonía de
mi orilla
naufraguemos
entre la arena de
nuestros cuerpos
seamos amantes
sin tiempo
aullando a la luna
de nuestros recuerdos
déjame pintar tu
cielo
de las flores de los
valles
donde sientas el amor
como cuento de hadas
y tengamos nuestro
bosque encantado
solo allí
despojaremos al fuego
de la pasión
y seremos corazón completo
deseo ser tu amante
tu guerrero tu fiel
romance
en tu pensamiento
mis flores te entrego
como letras pintadas
solo en la seda de tu
piel
lucerito de mi amor
dama de este paraíso
donde te declaro mi
amor
por ti corazón
de mi fuego.
Doncella de luna.
El Castellano y Leannan-Sidhe
Despierta el sentimiento de fuego,
avanza mi cuerpo
con besos humeantes
de la piel salvajes
vengo a complacer tus
flores
a quedarme dentro
de ti como tatuaje
vengo a matar
los alfileres de
tiempo
y amarte lento
donde se afila el
sentimiento
y la noche de testigo
de cada ilusión de vivir
con tu latido índigo,
rojo diamante,
un corazón que en
verso
te habla rompiendo la
inspiración sosteniéndote fuerte
en mi cuerpo,
amando tu dulce
aliento
que da vida a mi
calma
y donde te encuentro
preciosa
como esperanza de
encontrar
en ti el amor
que se me negó
del cielo
y años y años
fui describiendo
lento en versos
donde la sangre
necesita
el calor de besarnos
y besarnos hasta el
final
de este horizonte
sediento
donde te bajaré la
luna
y los luceros
donde por amarte
te entregaré esta la
mía sangre,
ámame dulce
que el mundo
no te importe
dame templo en tu
corazón
seré guerrero de tu
ilusión,
seré tu felicidad
corazón
si dejas intentar
que el dulce tormento
envuelva nuestros
cuerpos
abraza mi alma
que clama por vivir
siempre en tu mirada,
donde el fuego se
hace deseo
y quisiera ser
el amante de tu piel,
pintar tu sonrisa
y a besos el te amo a
sangre brotado
como nervios de
querer
echar leña a tu fuego
siénteme dentro tuya
quiero latir
como pasión
insostenida
y la rabia y la furia
de amarte sin medida
donde el verso
se torna amapola roja
de corazón y el amor
dulce
espina llorando hasta
tenerte
conmigo mi doncella
donde no quiero
más días
sin tu sonrisa
donde te beso
mi esperanza
hasta el latir de
todas
nuestras flores
en primavera añil,
con tu amor quiero
vivir
+donde no puedo frenar
la riada que avanza
y que tu mano quiere
pedir,
abandoné la
desesperanza
solo me quedé con la
ternura
y esta ilusión de fuego
de ser tu medio
resoplido,
como romance que
lento
une nuestra pasión
hasta encadenarnos
juntos
ama de mis sueños
rojos de amor donde
corazón con corazón
te entregaré este
paraíso
en flor que cerca
cantando
verá nuestro amor
si este destino no me
condena
sin sentirte fuego
de corazón,
calma de mi dolor,
quiero cuidarte
y entre mis brazos
rodearte
como tesoro y
bendición
donde eres maravilla
amanecida
y sonrisa de mi alma
nunca descrita
donde esta pasión
palpita
entre tus pupilas y
las mías.
El Castellano y Leannan-Sidhe
Sangre y verso
mi dulce tormento
ruge mi calma
por verte a ti
mi doncella escarlata
a cada momento,
quiero regar de amor
tu cuerpo
que sientas rugir la
pasión
en tu cuello
besar todas las amapolas
de tu cuerpo
cantar a este
horizonte
la vuelta del amor a
mi cuerpo,
quiero ser tu bella
calma
tu verde esperanza
la locura de tu
corazón
quiero a fuego
morder cada flor
que forma tu cuerpo,
si por soñar soñé
en besarte sin tiempo
en tu fuego
quedé preso
viendo la amapola
florecer del pecho,
a esta luna
que solo pido el
calor
de tu cuerpo
pido domar tu ternura
como fuego con fuego
crece el calor
me lleno de piropos
para tu corazón
cuando solo tú
quedaste
como esperanza para
salvar
este el mío corazón
que sangró en la
avenida
de ángeles estrellados
en estrellas
y árboles cantando
al viento su amor,
en este mundo
perdóname
porque solo quiero tu
calor
llenar de rojo tu
ilusión
quién pinto el cielo
en colores a su amada, merecerá la eternidad
en su mirada
como azul sediento
que afila su
sentimiento,
escudero de tu latido
dando fuerza al amor
sentido,
quiero vivir en tu
latido
que sientas que te
cuido
noble ilusión de este
corazón,
mi cielo gris
prendiste en llamas,
gracias a ti porque
tus ojitos
se fijaron en mí,
ámame sin tiempo,
siente esta
inspiración sin tiempo
donde el alma exclama
su amor al viento,
y como pasión
insostenida
me pierdo en tus
secretos,
te ofrezco mi cielo
solo tú lo cuidarás con esmero quimera de mi fuego,
mi sentimiento
despierto
mi estrella en el
camino
inesperado
que unió nuestro sentir
en la eternidad del
amor indomable
que quiero sembrar,
como a mi lado
quiero tu caminar
hasta en amor
podernos juntar,
luz compañera
fuego de este latido
en flor,
no me abandones,
junta tu ilusión
en mi pecho,
bebe de mi cuerpo,
en este momento
te siento ardiendo
dentro mi flor de
invierno,
llorando el tiempo
deseando juntarme a
ti
eterno,
como cada amanecer
que quiero
encontrarte
acariciando mi pelo
ronroneando en mi
pecho
donde sin ternura
no hay sentimiento
y donde sin tu mirada
muero,
en llamas te abrigo
en mi pecho
siente esta sangre en
verso
que enamorada mi boca
pide tu beso,
pudiendo ser y siendo
tú, mi maravilla y
salvación
como melodía de amor
canto en tu corazón
esperando unir mi latido,
al tuyo corazón,
guerrero de tus
batallas seré, *
en este cielo
que solo pido tu amor
por ser tú mi dulce
y tierno deseo,
como sabrás empiezo
amarte
en cada noche
que los luceros te
envidian,
de bonita
como linda flor
nunca descrita,
a cada día que tus
cabellos
como rayos de sol
quiero sentir
entre mis dedos
y pintar tus labios
a besos sentir
tu aliento preso
del sentimiento
que araña tu cuerpo
despojando de su
silencio
el tormento
de no saber cómo
pedir
y acariciar tu mano
Escarlata,
de mi sentimiento
por ti siempre en
rosas
y fuego envuelto,
siénteme avanzando tu
cuerpo
hoy tu sangre fluyo
donde quiero vivir
tu calor
y quemarme
mil veces en tu
pasión
de mil astros,
si querer quiero
sentirte
como tormenta
de pasión e incendio
de mi corazón
si de tierna
te deseo
como estas ilusiones
germinan
en amapolas de sangre
mi corazón si de
valor lucharé
por tu amor
bello corazón
queriendo juntar mi
calor
contigo
hasta morir de placer
en tus labios
como pétalos de rosas
siendo abeja de tu
miel
y enredadera que
abraza tu piel
siendo quimera de
piel, verso
y entraña como
entrañable
encontrarte en mi
presente
que solo pido al
cielo
me vista de flores
cada recuerdo,
donde golondrina
azabache
eres reina de este
sentimiento preso
queriendo habitar por
siembre
el latido de tu
corazón
como en verso te dejo
este besito.
El Castellano y Leannan Sidhe
Siento como este amor crece,
como de mi interior
floreces
y el dolor desvaneces
como la sangre sigue
el camino de la luz
y a mi lado amaneces,
pétalo tras pétalo
descubrí
que a mí
me amas y me quieres.
En mi interior permaneces
como la gota
pertenece a su río
o a su nube,
yo te pertenezco y
con orgullo
de amarte me siento
en éxtasis de fuego y
pasión.
Descubrí dentro
latiendo
el sentimiento y hoy
vivo me siento.
Mi cielo este amor
late despierto.
Y en verso te entrego
el beso,
este suspiro travieso
y caricia sentida
de tu sombra
y silueta la luz
que te acaricia,
puedo sentirte en mi
vives
como ilusión como
bendición
y fuego de esta
pasión,
evanescente tu piel
me atrae como la luz
a la polilla
y la semilla a su
tierra
como la llama a su
hoguera,
camino contigo
camino de tu lado
hasta el final de un
infinito
que es este amor
que tan dentro
siento,
hoy te vi y mi bella,
mi amada,
mi hadita, mi flor
eterna
la pasión no podrá
ser descrita
solo acariciada
en mi boca junto a tu
boca
en mi piel junto a tu
piel
a la noche plateada
y la luna que me
abriga
el sueño taciturno
de tu sonrisa,
insomnio de amor,
amor, amor,
que te pintas de
cualquier color,
corazón de mi corazón
luz de mi vida
luz de mi luz,
latido junto al mío unido
beso tras beso
desangra la amapola
un te quiero
el sol en su visita
la lagrima de rocío
felicidad alega la
caricia
un te amo sincero
esa fue tu arma.
Leannan-Sidhe
Campo de derrotas
y victorias
en esta bella calma,
hoy arde un
sentimiento,
hoy bañas todo mi
cuerpo,
en el tiempo
extinguido
me enamoré de tu
esencia
que pura, bella,
y bondadosa
construye tu ternura
mi preciosa,
fuego de mi fuego
quimera sin tiempo,
hoy surcas mi mente
hoy te quiero
hipnotizar
como la flauta
a la serpiente,
hoy quiero ser tu
alimento
que me comas
con hambre de pasión
y deseo,
vuelvo al inicio del
sentimiento,
siento un corazón
que ama que late
en verso
que sueña despierto
ese corazón es el
nuestro
yo solo quiero cuidarlo
y amarlo,
que aniden mariposas
en sus flores de
amor,
y el sueño nos arrulle
en alas de cuento
mágico
encantado
ese por el que
nuestro bosque
hoy eterno
luce de la vida
enamorado,
el ser hoy se viste
de hombre nuevo
y despoja su ropa de
hombre viejo,
hoy he conocido tu
bondad
en mi cuerpo
y enamorado incluso
podré caminar el
infierno,
hoy mi luz es fuerza
amor y esperanza,
hoy mi alma canta
y te enamora el
sentido despierto
ese que te hace presa
de este amor
que te envuelve y te
quiere.
Quiero llenarte de mi
como tú me has
llenado de ti,
quiero ser el único
que tus labios besen
el único que sientas
que te cuida
y protege
que amor infinito
te sirve hoy quiero
cumplir
todos tus deseos
como verdad y hecho
que tu corazón
me tiene preso,
volver realidad
este sueño
como el sol sale cada
día,
que te arrope
siempre mi caricia.
Leannan-Sidhe
Avanzo tu interior
y estos besos
florecen
al calor de tu
corazón,
bella bella bella
mi dulce amada,
hoy te debo la furia
de un dragón.
Desato las cadenas
de esta pasión
fluye el verso
como la hierba cubre
la montaña
y la sierra,
hoy decidido
te declaro que me
quedo contigo
la más bella
florecita del campo
mi tierna y sencilla
amapola,
dime cada día
que me quieres,
aunque ya lo sepa mi
hadita,
siente el fuego en mi
pecho,
siéntelo abrigando tu
cuerpo,
como pura la llama
de este amor
eternamente despierto,
si al cerrar tus
ojitos
me ves besándote
que no te extrañe
porque eso hago
cada momento
que te deseo,
me confieso tuyo
como la nube a su
cielo.
Bella bella vuelas
libre
mi doncella
tu esencia mariposa
del amor,
hoy te arropo en mi
corazón,
bailan juntas
nuestras almas
entrelazadas
siente pura esta
magia,
de la pasión con
furia
y certeza anida
en tu pecho
este beso mi ama
hada.
En alas de este amor
de nuestros labios
domado te llega
la ilusión de conocer
que a ti te debo
tanto
que solo puedo
quedarme a tu lado
sirviéndote amor
y amor nacarado,
sincero lo siento
dentro
y sin sentido
si no te lo ofrezco.
Sólo tú cuidas mi
latido
y dibujas una flor
y una sonrisa
con cada halago,
te necesito tanto,
cuenta las estrellas
para saber cuánto,
hoy mi preciosa
te canto que me
tienes
cada día enamorado
y sincero se siente
el te amo,
gracias mi vida
porque eres un
encanto.
Leannan-Sidhe
El Castellano
En tu ojos veo
mi paraíso latiendo,
me pierdo en tu piel
miel de dioses
juntos de la mano
cruzamos el bosque
encantado,
en tu belleza hada
mía
se encuentra la
bondad
y ternura donde vuela
este sentimiento
buscando el placer
extasiado
y el piropo de flores
rodeado,
en tu corazón veo mi
universo de amor, donde la armonía
se vuelve melodía
por ser tú mi medio
latido,
juntos, juntos,
juntitos hasta el amanecer
que cada día
nos arropará de amor
fulgente
como el lucero
que a este sucede,
la luna nos envuelve,
el viento nos mece,
y esta caricia por ti
estremece.
Como en un principio
el final depende del
principio
y como ayer unidos en
el querer,
a ti siempre te
amaré,
renuevo el verso
que sucede al beso,
esta mi luz te sirvo.
Si te veo en todo lo
bello
es porque eres bella
amada mía
si en mi interior siempre estás presente
es de sentir como tu
sientes
en mi mente giras
evanescente,
tú en mi vida
guiándome
el camino a una
felicidad
que siempre pedí,
entre deseo y ruego
llegaste tú y lo que
siempre soñé
y desee, un día,
en ti lo descubrí
mi maravilla.
Leannan-Sidhe
Piel con piel
arde un deseo
en el inicio del
sentimiento,
tu voz surca mis
venas
como tu amor
riega mi entraña,
bella, bella,
tu mirar es mi
morada,
quiero verme
reflejado en tus ojos
día tras día
como dulce
hálito de vida e
ilusión que brilla,
mi alma te abraza
y te canta cada noche
bajo tu almohada,
siente mi caricia
en esta noche
otoñada,
sueño tras sueño
tuve este amor
eterno,
nuestras manos
moldearon
el recuerdo,
despojo la esencia
de lo simple y me
lleno
de nuestro amor de
dos
un milagro
y una bendición
en un solo corazón
compuesto,
hada mía te ofrezco
este cielo
porque solo tú lo
cuidas con esmero,
fuerza tú de este el
mío velero
surcando tu río de
ternura anhelada
y conquistada,
dando calma a mi lago
de esperanza. Salvación tú de este guerrero
de tu corazón,
amante de tu pasión,
veo a través de tu
interior
allí me diste hogar y
templo,
vuelvo al inicio del
sentimiento
alimentaste tú este
fuego
pintaste en color
este cielo
de rojo volviste la
luna
que iluminaba mi
cielo,
hoy te debo tanto
que encuentro el
verso sin buscarlo.
Leannan-Sidhe
El sueño solitario
nunca me abandonó,
y llegaste a mí
como la flor en
primavera,
en una llama bailamos
a la luna añil de los
días más hermosos
que sentí,
hoy formas mi esencia
como de amor se
sostiene
el corazón del
enamorado,
hoy dentro te siento
como dulzura
invadiendo mi cuerpo,
hoy veo más allá de lo que se ve,
y contigo hasta mi
fin
me verá la nueva
vida.
A tu lado eterno pues
te encontré
y tu mano nunca
soltaré,
querer puro cuando en
tus ojos me miro, corazón desvelado
cuando te siento dentro de mí,
vida de un hombre de ti
siempre enamorado,
vida para abrazarme a
ti
cada noche para el
placer servirte,
para arrullada
dormidita
tenerte leyendo yo
mis poemas en tu
oreja,
para dejar morder al
instante
y el agua de tus
labios tener,
para acariciar la
rosa
y sentir que las
rosas caminan
por verte a ti tan
preciosa,
hasta sentir mi
lengua
el caminar de una
babosa
dentro de los pétalos
de tu boca,
mis manos recorrerán
todos tus parajes de
nuevo
hasta derretir el
hielo,
y no hay cielo
para cobijar esto
que yo por ti siento,
mi hada no sueltes
jamás mi alma.
Leannan-Sidhe
El Castellano