martes, 5 de octubre de 2021

Tinta. Oh, sangre yerta. Inédito corregido














TINTA. 
OH, SANGRE YERTA.




AUTOR:
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
LUGAR: Cabanillas del Campo GUADALAJARA España




Prefacio: 



Señales y azares:

Abre que se agita
presurosa una tarde,
de templada mirada
y querellas entre flores
y ágiles mariposas,
hervidero era este silencio
de mi bondad manantial,
completo dictaba
el son de mi despierto,
lozana puridad de abrevadero,
opacidad, completa era y bastaba
a sombra, asida
en oportunidad
la reluciente, cuan estela breve
en azabache
osasen peinarla
como materia tuviese,
mantos blancos
lucientes vestía
madre tristeza,
de tallos
y capullos,
de flores sin savia
ni vivaces fronteras
de colores ni frescas fragancias
a desnudas mozas que los ríos
trenzando orillas, descubren,
inocencia de rubor
y sopor de belleza
sus curvas fecundas plagien,
entre copa de fresnos,
y hayas secuaces
entre robles y álamos encenizados,
se estire mi suerte entre piquillos
y trinos de verdecillos,
era una sinfonía que casi
el tacto alcanzaba,
satinaban los pensamientos,
y sonaban en madrigueras de sueños,
penas quedaban en destierro,
sin ellas nada en existencia
mereciese a gozo amplificar,
bondad que no te pongo nombre,
ni competencia servil te disuelve,
entre arenas  de fabulaciones,
y brea de desmerecerte,
eres señero,
y lanza erguida sin yodoformo,
ni sueño visualizado,
cumbre y manadero
en fuente de aljibe
y abrevadero,
risco con tapiz de siemprevivas;
rosas pétreas,
y álgidos escaramujos
sin tábano
que suerte
vuela el monte,
buscando depósito
y botijo de sangre.
Bondad sin atrio ni costumbre,
eres bella aunque nunca duelas.



Förüq castellano er-lobo bohemio



Contenido
VERIS EFFIGIES II: 9
FANTASMAL VISITA: 10
Lluvia sembrada: 12
Cosechada la idea: 13
OJOS DE OLIVO: 15
Abril 2015 15
Poema a la Eneidad II: 16
ODA ARENGOSA: 17
HALO DE ENTUMIDA ALMA: 18
Niebla sonora: 19
Bosque de jardín umbrío: 20
Urdimbre argenta: 22
Noche lúgubre y umbría: 27
Sed de reguero: 28
Noche velada: 31
Ceguera: 32
Tu voz: 33
Los pequeños detalles: 35
Latido: 36
Ser de esencia: 37
Espinelas: 42
FINAL TIERRA YERTA MI ÉGIDA Y CELADA 44
Piedra-corazón: 47
Desvelo dulce: 48
Vívido desliz: 49
Podando recuerdos 52
Lugus: 56
Lozana silvestrita: 63
Vorágine terreña: 64
Primavera: 65
Poema al alba: 66
Olmo de espíritu, tercerillas y serventesios: 66
Nocturnidad en colmillo: 67
Contigo sangre refulge: 69
Preámbulo derramado: 70
Espasmo rebelde, obra completa: 71
Silencio regenerado: 83
Mecha de oscuridad: 85
Dicho azur: 87
Siembra erguida: 88
Ferviente tajo floreciente: 89
Vientecillo elucubrado: 91
Clavo en sombrero: 92
Inmenso placer secuaz, inefable: 94
Sentimiento labrado: 96
Azar relegado: 98
Sendero mi suerte: 99
Soto en sol naciente: 100
Niebla encorajinada: 101
La polilla negra: 104
Beso de ascua: 105
Canto al cielo, original 2012: 106
En sangre elevaré mi canto al cielo versión II:  Diciembre 2012: 111
Deirdre reina mi dolor; cosantes: 122
Dulcera en claror: 125
Cantos de tierra: 127
Honroso tibio pulso:  132
Sed de luz: 133
PUPILA TIERRA ENERVA: 135
Memoria fría, discernible: 137
Sepulcro en cobre 139
GRANATE ARTERIAL: 140
Yunta cadente de mi huebra: 142
TIERRA DE ENTRAÑA: 143
POEMA A LA ENEIDAD: 146
Poema a la Eneidad III: 149
Lhiannan shee, musa mi Leannán-Sídhe, te canto: 150




VERIS EFFIGIES II:



Venimos de las sidéreas lumbres,
dirigidos, enfocados, encendidos,
alumbrados, consumados en haz terreno,
sin fecha.
Deslizando tu virginal ternura,
entre acres y su miel,
por ríos de la Estigia,
un cantar blanco, purísimo,
en solo espíritu,
y su barca de remero ciego,
un caudal de oceánida
y su esposa tiniebla,
la relucida,
lirios negros, de sangre azabache
lloraban aquel río 
de todas las flores desangradas,
frontera del mundo conocido
con la llaga e imperio de Ares,
laguna abismal que abría
al inframundo, donde dirigidas,
allá, reposaban las almas,
había de aquella orilla
un árbol de oro,
quien quisiera conocer,
la lengua del averno, 
tres veces, y volver indemne,
al reino vivo,
si el destino dictó
y era semejante encargo,
la rama dorada fácil cercenada caería,
y en su lugar áurea rama de bronce
crecería para volver al mundo 
y su raíz salvaje de madre conocimiento,
y dones que ignotos, descubriría,
virtudes divinas, escondidas
en aquel pozo plomizo, de Airón,
bajar la tierra al sendero del infierno,
era fácil, ardua tarea, volver subiendo
aires encendidos, e indemne contarlo. 
Requería de tres llaves,
destino, rama de oro y la tercera rama de cobre
sólo conocida por Perseo,
a mitad de travesía,
quedaba todo como un limbo
sin salida, ni claridad,
de eternal lustre, postrado.
El ababol carmesí,
junto las magarzas, coronas de reyes,
guiaban mi esencia silvestre,
iluminando todo yermo,
conduciéndome,
por sus tomos arcanos,
que junto aquella vid de plata de Ferento
embebía mi destino;
inmortal resplandeciente,
como aquella rama de cobre,
erigiendo un amor más duradero,
y brillante que el bronce.

Förüq castellano Esteban

FANTASMAL VISITA:

Cálido yo, ante un segmento de cobre
y su templado escalofrío,
un son en llamas del sonido, humeante.
Se rizaba un acordeón,
en patitas algún diablo foráneo,
como un visitante fantasmagórico,
se quedaba sentado con nosotros,
sin reclamar ni vender derechos
consiguió en aire de alguna imagen,
turista o pusilánime prisionero aún condenado,
hablaba solo con sus azares encausados
de invisibilidad trasnochada,
muletero de frío cálido ventisqueo,
era su sombra algo más
recelosa incluso ya no le temía,
partía brisas con miradas,
y servía naipes helados; 
en copa alguna hada verde,
vestía de hojas su desnudez violenta,
relamía eclipses en alguna grama, de patio umbrío,
eternidad caracoleaba, sin lazo,
ni pedernal florido,
era tiempo de batallar,
sobre poste cóncavo
de pino frío y señales
en cable tenso de telégrafo,
jugaba notas, y rúbricas,
de alaridos esquivos,
y densos fantasmas, flotaban,
y hacían de esta bruma,
todo corral, y pretil llanto,
como rocío de toda roseta, de penitente,
abierta a la fugaz mañana,
del hombre y su negra tijera.
Miradas extrañas, que le analizaban,
y encendían su yerta,
hórrida imagen capturada,
flotaba en aire;
de plenilunio,
y solsticio embrujado,
como calor desfasando,
un chirrío,
descorchado, en alguna mente,
que, con él, sin saber
se encuentra,
soldando vapores de océanos,
y espumas, y sus sirenas.
Entre vastedad que incendia, 
todas cosas vanas,
preguntó alguien, 
sin destino, si existir por sí mismo
valiese,
era tiempo necesario;
lo que no se elige, 
tampoco se duda, ni pregunta,
acaso hablamos,
o te acabo de pensar,
cadillo foráneo, forraje
de todo sendero
que lleva a conocerte,
como clavo en sombrero,
y cimitarra en tierra asida. 

Förüq




Lluvia sembrada:




Recorrí un palmo
de tierra sembrada,
como un lazo silencioso,
erguía,
era suficiente
para completar
el fondo fantasmal.
Hice una cumbre
con las piedras de labranza
hileras de rastrojos
me surcaban.
Vestía su pliegue
nuevas cintas de esparto.
Más allá de juncos
y yerbas jóvenes.
Márgenes atrás
seguía viendo campos
y pulgas arrinconadas,
agrupándose en soga
harinosa.
Su pecho, un buen trabajo
como dos cinceles apuntaban,
su tez serena asilvestrada,
su tierra de mirada,
lo siento,
no la cambio por nada.
Fluía todo campo por sus ojos.
Su cabello de realeza
imaginada.
Peinarse en fino no pudiese.
Azabache mortal,
y destellos de Lilith
o sombra de Eva.
noche cenagosa que se pega
en mi palabra.
Sus orígenes de corriente
por tierras de fuego,
huérfanas.
Por capas de agua abajo
reflexionaba años halagüeños
confirmaba mi cable,
férrea unión, palmo a trecho,
cruzar la vida terrestre
fue encontrarla.
Mujer de viejas flores
rebrotadas,
con gotas de rocío
su brillo cristalino,
igual que dones de lluvia
relumbraban su cuerpo.
Tiempo en piel
sobre mis pies de paja,
sobre el barro
la tierra fértil,
con hocico de riera
cruzaba sotos perdidos.
Surqué su reflejo
de años esperando,
su flor de tierra
le otorgó su iris.
Mi pala de vida
ya no tenía que sacar
más terrones tristes.
Hundido entre caléndulas
mi voz parecía
tocar el arpa de su acento,
como insobornable
miel de su voz,
a reposar fabuloso marjal,
era su torso sembrado.
En juncias,
barbecho de Artemisa.


Förüq castellano




Cosechada la idea:





Silenciosa, insomne,
en la línea de un mar de grama,
donde brilla y reluce un silencio
y un poste de luz sigilosa y atónita,
como tubería hundida del cielo
a ras terreno,
en tripa de estaño, y venas de cobre
risa matutina del alba.
Canales hundidos de nueve zanjas
hace trescientos kilómetros
no los veo,
verdor que se espesa
entre espalderas de joven parral,
como terrestre ajuar de lluvia,
entre el duro calizo de cieno y tierra,
una glándula en milla arcillosa,
vibrando insinuante toda raíz terrena.
Lámparas entre el campo
de luna sola,
lucen las luciérnagas,
como ecos solos
que holgazanean erizos seniles
buscando caracoles.
Contra la roca y cerro bajo
entierra drenador seco,
a encogerse como ventilador
quemado de savia,
cielos que remolinean miles estorninos
de torvo ceño,
lanzo mi atarraya,
al río Mundo,
estira tersura
pegajoso pulgar
hincando cebo grueso
de hígado en cebo
esperando cangrejo ávido,
adentrase en su perdición de trampa,
ataque de jaula perfecta
anudada en reluciente alambre,
luego entrará seguro
del fondo del río,
como réquiem
por los cosechadores del agua
los cangrejos cantarán.
Ya se hundía silo dorado
de fardos de nueva cebada,
centeno lucía como ola fracturada,
en rojizo de labriego era su eral,
oficio ya veía trilladora oxidada,
y el molinete de la acequia
surtía agua
al canal y río de riego,
la simiente del arado
esperaba ya ser enterrada, sin mortaja
en el terreno ataúd
su nueva temporal vida.

Förüq castellano


OJOS DE OLIVO: 
Abril 2015

Ojos verdes umbríos míos,
trepando tierras,
escalando paredes;
por una voz que siente,
que raja tempestades,
 en alma de piedra.
Mi mundo cae dividido
por la misma dirección, del divino.
No soy un cielo de humor;
al tiempo que clama,
y llora, castillos de ningún lugar.
Sentido en espíritu de soñar de nuevo,
el grande acto,
el sencillo gesto, dibujado;
en hombres disparados.
Cal y tierra, de la estupidez,
sin frontera.
Noche lúgubre,
encendida, por fusiles sin razón.
Vicio silencio;
la araña hace manifiesto.
Millas, kilómetros, se dibujan,
por besarte,
creo y me vale,
el momento fusilado,
que la espina de rosa, mece.
Corriendo la fugaz palabra,
por juntar,
lo no vivido.
Bufa la serpiente,
antes de morderte.
La maldad en la naturaleza, es ausente;
sin cruzar de su gen, la fuente;
me lloran estos ojos de gato,
pensando que todo, lo que el hombre
sueña, y anhela; tuve,
momentos vividos,
qué me importa, que se pierdan;
porque en mí, jamás,
enraizará viviendo, el olvido.
Contigo he vivido,
y mis ojos se volvieron olivos;
llorando espigas verdes,
por tu vida, haber cruzado,
y mi corazón, haberte dado.


El Castellano

Poema a la Eneidad II:



Dorso mío
flor de agua,
náufrago del vasto abismo,
cumbre de alto océano,
en alta lanza mía, abate,
flancos de pecho.
Abren mis ojos, descorrían,
y alzaban hondas visiones.
borboteaba la sangre,
como río de flores carmín,
desangrándose.
Un estruendo de tormenta
por viento Ábrego, llamada,
mandaba iras del Euro,
y el Céfiro luminoso.
Mezclar cielo y terreno pudiera.
Y  trae una furia de armas
que viene álgida.

II
Una furia de mares en el Sol.
Rompiendo vetas espumantes.
Haz de aguas enmudecidas.
A los bosques planto señero,
morada de ninfas suaves,
sus áureos cabellos.
Siervas de Ceres
que no pide agua salada de mares.
Mi arco armado, y de saetas
razones heridoras.
Voy siguiendo manada
a pie de tierra,
que se abate triunfal.

III
Eneas sin alma dolida,
alzado en trance de sosiego en llamas,
y entre dioses de la madre Tiniebla,
trata resonante la umbría noche,
arrostrando riscos como cíclopes,
alegrando temores,
y sembrando trabajos igual que campos,
que trinchan los Sátiros.
Volandero en avances
y cimas como el cielo.
La fija mirada un encono,
sin desgracia, girando alma,
sin oponente irrumpa
en retumbar severo monte.

Förüq castellano Esteban a 30/08/2020


ODA ARENGOSA:

Viejo gris
oh viejo gris,
te escribo
te canto viejo gris,
tu canción me arde dentro.
Gamle grá,
mi alma partirá
sé que eres honra antigua,
honra olvidada
Oh, Odín.
Oh, Valhalla,
camino libre tus aposentos,
vivo que camino libre, muerto,
te hablo oh olvidado,
oh esquivo viejo gris alumbrado,
recto hacia la tiniebla
junta tu ser con mi alma en llamas,
oh anhelado, viejo gris difunto,
Oscuridad se vence
no se ama
Oscuridad no se vence, se ama.
Nec vincere, tenebras et amat,
ven, ven, arde.
Ven a este infinito remanso
donde se bañan las almas
mi infinito
tu sonriente halo esquivo
ya no plañe
mi granate oh viejo sepulcro gris
oh viejo tapial deslumbrado,
luz, luz me atraviesa ahora
yo, carne de espada,
yo vivo y defiendo
mi soñar de muerto,
oh, Odín mi padre
creador de todo cuanto existe,
Oh, Valhala, mi jardín
con dicha, bailo,
con honra me baño
en el lago del pozo Airón,
mi hermano Ares,
soy yo ímpetu
soy solana de esta vanguardia,
ven a mí viejo gris,
perdí mi ojo que arrojé al pozo
pozo de ánimas yertas
se escuchará mi acorde
en Sol mi sangre,
sí Sol Ferro, me blandiste regio, seguro
ante la muerte
dame a mi mujer.

Förüq castellano





HALO DE ENTUMIDA ALMA:

Al sentido intransigente
mi tinta escudo,
era mi corral umbrío
de flores llanas
en pétalo armadas,
como azares que lluvia
plañe segura sus corolas,
claro entre el oscuro
rojizo terreno,
redil de un patio de estrellas,
a mi entumida alma canto,
esta soledad acristalada
que me crece como musgo
en la piedra de mi corazón.
Voces yertas sequedad
en tierra escuchaban,
regué su sed,
atisbo cómo será la vida en centro
mi globo estrella luminaria del día,
si acaso su lumbre sola se sostiene
ingrávida cómo que viaja,
el hueso de luna su esposa
por mares de arena
su magnético mirar
partida la sombra que me acompaña,
resumí en cáliz mi aposento
en sangre nueva y borbotón yacente,
no es por mí mi halo baja a rodearte
este pájaro me habita
desde soto de carne
a hacer nido en razón ausente
en tormento dulce dormido,
tres monedas mi suerte acuñada
por ti
por mí
por el rifle poesía.
Mi contento brotaba
como germina-arte, la fuente,
implacable éter naciente,
auras revolotean púrpura violácea
vil abrazar mi azul
en oscuro cuarto vestido en tul,
verde, amarilla la sola lagartija
me fascinaba.
Manso alacrán soberano
con la araña lobo lycosa lycosa;
tarántula maternal,
del zorzal al colorín
del verdecillo al verderón
del pardillo al canario de cimbre,
del herrerillo al matemático estornino,
hoy tu piel, diviso;
para por fin hacer nido sedoso,
en tu placer
y humedad permisiva.

Förüq castellano


Niebla sonora:

Cielo no me juzgues,
pero sí me gustas,
y mil desánimos me invaden,
como amar una utopía,
enamorarse de una nube.
Que surca el azul celeste,
de propia vida.
Apagar fuego echando más leña,
ver una quimera de piel;
en imposible caudal
Ambrosíaco,
ver la luz sin tener ojos,
enamorarse de una lagartija
de mi jardín y esperar
que me hable cada día...
Pisar un abrojo
y saborear dulce,
como imaginar la miel
de tu cuerpo.
Escuchar la niebla del sonido.
Es todo lo que siento,
vals de nirvana
si mi doncella mi boca
adentra su boca,
sí de trece veleros
trece estrellas de luceros
que es el amor
que te proceso
me ayudarías
a amarte
¿hasta mi honda sepultura?
llamas de amarte profundas en tus ojos
un tiempo
de locura en la vida
llamas de amor
me sirvan llamas de amor
me soplan llamas de amor en tus brazos
te ardo
llamas de amor
avisa llegues bien a destino
profundo en tus ojos
llamas de amor.

förüq el castellano

Bosque de jardín umbrío:

En el bosque de tus ojos quiero perderme.
En el campo celestial de tu mirada.
Vivo, y quiero vivir, siempre.
Del paraíso de tu cuerpo,
soy caricia de lluvia,
soy melodía de viento,
soy te amo sin tiempo.
Porque de tu corazón, soy eterno,
y tu amor es lo más bello,
y caigo en el sueño,
en que abres tus pétalos, para mí,
bajo aquel árbol del deseo,
y crecen las flores,
y el lago emana,
de la belleza de tu alma,
de las violetas y amapolas,
del jardín de la alegría,
eres tú la ninfa mía.
Y las flores de malva, tienen envidia,
las rosas celosas, crearon sus espinas;
porque mi amor, fue para ti.
Las campanillas más sencillas,
crearon en flores sus voces,
en notas, de amor al que llaman,
y buscan, trepando y enredándose,
en la maleza, y la piedra,
el helecho en duelo,
rechazó la flor, y la semilla,
a esperas, de ganar tu amor,
con sus hojitas en belleza,
que se despliegan como un caracol.
Las droseras ansiosas,
su trampa, desplegaron,
en son de atraparte,
en sus dulces gotitas de reclamo.
El musgo enamorado, así se quedó,
pequeñito y suave, como el terciopelo,
para acariciar tus pies, y sonreír
con la lluvia, y el agua.
Donde la roseta cantaba,
y de la luna, se creía preferida,
abrió su amapola, azul y negra,
la adormidera;
siendo el sueño de las hadas,
su prima, la golondrinera,
su amapola amarilla,
fuego del bosque de las sombras,
liberó su ninfa con una gota de rocío,
con ella, llegó la primavera,
contigo ninfa mía, llegó la belleza,
y tú, amor, en alas de mariposa,
abrigaste cada sueño,
arropaste, cada pensamiento,
y ahora, no sólo eres mi amor,
también, la más linda flor de mi sentimiento.
Nunca marchitarás, porque si pasa, desaceré yo.


Gran luz, gran luz, al conocerte.
Cabalga un sueño, hermoso en los albores,
cruzando el mar, su alma está.
Su casa, su amor y su hogar,
en el corazón de su doncella, está.
Guerrero niño, vasallo nombrado, del amor.
Gran luz en su reino, creado de ilusión,
de fuego incombustible, su interior.

Cabalga su amor, su doncella más cerca está.
Crecen las flores, en los alrededores están.
Deleitadas y coloradas,
dejando en pétalos, su complicidad,
para el romance, que viendo están.
Mientras va el río de colores,
con paso lento, y decidido.

En besos de gotitas,
que dan vida, a las almas al pasar.
Llora una plantita, con una gota de rocío.
- ¿Qué pena tienes tú, plantita,
tú, que eres linda, y la luz 
y el río,
te besa, y acaricia, cada día?
-Mariposa quisiera ser,
¡Mariposa quisiera ser!

Volar a la otra orilla,
y a mi amada Quimera,
que está solita, poder besar.
Al viento le pido, cada día
que traiga sus semillas,
para que, con las mías,
abandonemos la soledad.

El castellano

Urdimbre argenta:

Puedo escribir todos mis pensamientos,
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor
y por querer pensarte,
desapareciste entre la tenue, luz de luna, que me abrigaba.
allí la razón, apagó los latidos, de un corazón.
Como tierra yerma,
marchitó aquella flor, que, 
un día, llamé amor;
y ninguna pudo ocupar, su lugar,
sólo la hiedra brotó, hasta tapar la luz, que me daba calor.
Pero yo te sentí, amor.
y lo vuelvo a hacer.



Cerré los ojos y allí, estabas,
como si no pudieses salir,
de mi interior.
Como si quisieras besarme,
o decirme algo.
Pero tú bella en sueños,
no hablas.
en sueños, no hablas.
Y nos quedamos mirándonos,
a ciegas.
Yo te aviso, que en el bosque
de mi mente, solo hay un camino,
y es un laberinto.
El final lleva a despertar,
y enfrentarse con la realidad.
Pero tú bella, en sueños,
no me hablas.
y yo a primera vista,
me enamoré de ti,
por si algún día acaso,
el sueño se cumple,
y ya de realidad me dices,
te estaba esperando,
siempre te amé.

Logré lo que soñaba,
logré encontrar amor,
conseguí felicidad en el pequeño
y largo momento.
No entendí de ella sus lágrimas,
o quizás sí.
Si su felicidad fue la mía,
al revés también sería.
Al revés también sería.
Y yo la esperaba como
aquel día.
Pero con otra compañía.
No lo elegí, sin saberlo
ella seguía en mi camino.
La consolé cuando llegó en lágrimas,
no me dijo por qué,
pero sentía su dolor.
Tenía un presente,
y no soportaba la idea
de quien por ti sufre
es quien te quiere.
Y esa noche lo que tenía,
se esfumó como suspiro
de oscuridad del callejón conocido.
Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,
me mataron en el sueño,
pero el sueño lo termino yo,
y mejor esa noche solo me quedo
contigo amor y mejor,
muero con tu calor
para terminar en ti con el color
de caricias, y besos
como un romance, que no acabó.


Buscándote en el silencio.
Buscándote debajo de una piedra,
o en el fondo de una cueva.

en la flor sin cortar,
o en el fondo del mar.
En la nube o fuera del cielo.
En lo que se ve,

y en lo que solo se siente.
En el sueño y en el recuerdo,
en mi felicidad o en mi tormento.

Buscando, te encontré lejos.
Ahora que en letras te tengo
estás cerca de ser mi vida
y yo, tu verso.


Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones, arropo en el corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterías para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.

Me llama en la noche,
me acaricia su velo,
viene altiva en cada sueño.
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición.
Recreando su alma viajera.
Sueños serán, más cada día, 
amo más.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor
a su alma sin cuerpo.
que me acompaña desde que sufro
por el querer.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Más no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Más si pudiese saber, preferiría no saber,
quién es preso de quién, o si ella y yo,
somos presos del querer.


Te vi, detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.

En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día
se mide por las veces que te imagino a mi compañía.
Y una noche la vida de mi palpitar sin sueños.

No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá de donde acaba el firmamento,
en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta de que, 
el sentimiento descansa,
no muere, como la flor sale en primavera.
No importa que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,
te amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,
pero con el saber que, si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas;
porque a mí no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas. porque te entregué mi palpitar,
por lo que somos, 
y por lo que seremos, 
nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.


Noche lúgubre y umbría:

A ti noche oscura te escribo.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo.
Mientras, apuro la botella, esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco.
solo veo sombras, y figuras que se dibujan en tu oscuridad, como demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti, noche lúgubre y oscura, te escribo, que, bajo tu protección de tu oscuridad,
ven salir los ladrones, y asesinos a hacer sus acometidos.
De muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche, lúgubre y oscura, te escribo.
Tú, que no entiendes de genocidios, ni de muerte, ni de fosas comunes, selladas con cal, y tierra, ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas la luz del sol, y sólo el fuego, y los fusiles, iluminan,
tu oscuridad.

el castellano

Sed de reguero:

Manantial fulgente de inspiración,
es tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas tu pupila,
enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma,
de tu piel frágil, y esquiva,
con sus amapolas amarillas,
el color de tus cabellos.

Un piropo, un suspiro;
de mi amor eterno.
Irrefrenable el deseo,
de entre tus afiladas, y moldeadas, piernas.
que corre, que escapa, y vuelve, el cosquilleo.

Tu boca junto a mi boca, bebiendo
del mismo, agua, del deseo.
Tu piel con mi piel avivando,
el fuego del sentimiento.

Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,
me robaste mi primer beso,
de niño, que nunca había sentido el amor.
Me dolió que te marcharas,
a otro país, sin despedida.
No te pude decir, que te amaba,
pero si regalarte, una rosa amarilla.

Supuse que te lo imaginabas.
Desde que tu recuerdo, 
me acaricia,
siembro en la misma jardinera,
al último suspiro de verano,
golondrineras amarillas y al igual que espero,
sus amarillas amapolas, en primavera.

Espero, que vuelvas, aunque sea como mariposa
O abeja a mi terraza acariciada por los álamos;
y bañada, por el monte de horizonte.
Espero.

Vida en gris, de la que tú eres, mi luna esperada.
Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,
por donde fluye el solitario beso;
la tierna caricia anhela ser algo más.

Mis ojos quieren atraparte, en su firmamento,
mis sentimientos arroparte, con fuego.
Pero yo, sólo te quiero a ti, mi vida en verso,
mi motivo para ser, solo tuyo, para no necesitar, nada más.

Ser el sueño, hecho realidad, la felicidad, de dos caminos,
que se cruzaron, en el destino.
Tiempo para esperar, vida para soñar,
cuando te vi llegar provocaste mi despertar,
y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.
Nos merecemos algo más, en este papel que jugamos,
saber si nos amamos, si el deseo, quiere ser pasajero,
el mío, quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.

Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,
avanza cruza cada noche, el cielo azul, de matices violetas,
siempre te encuentra, la soledad, me abandonó, para poder servirte.
Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.
Pero del corazón, nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,
el te quiero.
El pensamiento, que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.

Todo lo que me queda por decirte, y lo que no te dije,
vida para vivirte.
Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.
Porque eres lo más hermoso de mi mundo,
camino que surca nuestro antiguo paraíso.
Permanece como el compás de mi pulso,
desde que te conocí supe, 
para lo que viví.

Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;
allí donde viven, por el querer, alegrías.


Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,
te encuentro soñando, con otros días, de amores profundos.
Como el azul del cielo, que, a tu lado, te hacía brillar,
mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,

mientras acercas tus labios para besar los míos,
y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas de un amor eterno que devolvería vida,
para quitar su despertar, de melancolía.


El lobo vigilaba su guarida, allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser volaba hasta regresar.

Te necesito más allá de este sentido, que grita por tenerte,
te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
y a la vez te adoro, en cada golpe de viento y reflejo.

Me encuentras, y tu recuerdo, reciente, me besa,
mientras no puedo evitar recrearme,
en el deseo, y corresponderte.

Transparente sentimiento, para sentirlo, una vez más.
La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,
a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.
en la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,
maldita mi suerte, que dejó 
que te fueras para soñarte.
Ahora, los minutos me ganan, 
sin ti, 
no quiero el cielo, sin ti.
Como la brisa a la mar, mi alma reclama, tu compañía,
cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final, si ya no está.

Tú mi noche, y mi día, quiero verte, una vez más,
para así no sentirte soledad, en la oscuridad,
tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú, estarás.
Hoy, la noche 
me llama una vez más, 
para soñar que a mi lado estás.
El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,
y no verte llegar, para no verte llegar.
Amor dónde estás, si te fuiste quién, te podrá domar.


El castellano

Noche velada:

Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,
pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.
Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.
Más los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo obtuso, de sueños fluorescentes,
tú, de color líquido, solo templado con miradas intermitentes,
por el tiempo de espera angosto.
El murciélago, 
baila con el colchón de tu luz,
rasgando sombras,
para reposar siendo una más.
Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por qué te busco incluso estando solo.
Flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;
artificie luzca.
Lucero de ciudad,
rompiendo la obscuridad.
La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,
humo, humo, humo.
De tierra a ceniza llamando,
le ganó el cigarro y el trago,
recuerda que tus ojos tienen sangre
y también se emborrachan.
Cállate sólo eres una fantasma que yo sólo veo.


el castellano


Ceguera:

No lo veo, pero yo también lo estoy sintiendo,
esto no es sólo lo que siento, es un simple lamento,
de no hacer todo lo posible porque me sientas en este momento.
Por darme a mi momento, sin haber parado a pensar cómo iba el tuyo,
quiero compartir que mi base de existir fuiste tú desde conocerte y verte,
esta es mi vida con la enfermedad mía de la ceguera.
Decirle, que la amo aún, así de no poder verla, no se vaya de mi lado.
Entre noches de humo y suspiros de minutos,
busco tu aroma en mi piel entre el calor de mi cama;
tu sabor en vasos de agua.
vivo muriendo en el oasis de tu compañía,
en tus recuerdos, esperando la arena de tu piel para adéntrame.
La luna perpetua de noches en vela de navegante,
sin mar ni tierra, ni final, solo con un duelo al tiempo de tempestad.
Ya olvido quién soy para adaptarme a un tiempo que no me corresponde,
soñando noches de miel, despertando nubes de nostalgias,
acercándome a ti al cerrar los ojos alejándome en la tristeza,
nadando un océano sin saber nadar, navegando a la deriva en tus piernas.
Adentrándome en tu vida sin querer, donde ya se juntó mí querer con el tuyo,
el halagar cala dentro y profundo, llora la distancia;
comienza el despertar de los tambores, llamando a los soldados de la tierra.
Con el susurro de la luz en cristal de gotas de agua,
pensamientos cálidos me arropan tu compañía,
solo una vida solitaria desde aquella lejanía;

un sol pernocta durmiendo disfruta su luna
con tacto terciopelo una vida de amor eterno
un caballero busca a su mujer la extraña.

Avanza entre montañas de azores
y valles de bosque y ríos dulces,
noche de amor entre nubes acolchadas,

con el frío de un mundo en sangre que estaba en guerra.
Ahora su patria era su tierra en la hoguera.
Se despierta frío y solo tras pintar con nostalgias recuerdos.

El castellano

Tu voz:

Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor en mi mundo de ilusiones en viento,

bésame al final de este deseo de chincharte,
acaríciame con tus labios,
el mordisquito en la oreja,
el susurro en el cuello,

noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta de árboles,

ojos de gato, tu gemido,
tímido y feroz,
tu voz.

Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,

acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,
el momento que dejó el silencio,
el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.

Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.

Sostén mi placer cada anochecer,
sé el tiempo que nunca se fue,
sé mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,
detén este instante para hacerlo real,

el sueño hecho realidad, la historia sin final,
mi eterno amor, sin dudar,
corazón carmesí, como flor de abril,
navega mi sensación.

Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil que me quedan por decirte;
los que nunca se irán.


El castellano.

Los pequeños detalles:



Una nube de tranquilidad me cobija mientras observo el paisaje. El caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado de la piedra caliza, que resiste el embiste del viento y las lluvias; la lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y cierra un ojito, aprovechando los últimos rayos de sol; el escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes patas, tropieza y vuelca quedándose varios minutos intentando ponerse derecho; mientras, se despierta uno de los dos grandes murciélagos, que aquella cámara de la gran casa rústica, ocupaban.
Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de los pinos.
Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con caseta para las gallinas; frambuesas y arándanos, en un pequeño huerto al lado de la puerta, un pequeño estanque de azulejos en el aljibe, donde nadan tres carpas y un barbo, oscurece y el joven rapaz, de cernícalo primilla, del palomero oscuro de la casa, se lanza a por un pequeño ratón de campo, que andaba merodeando, buscando algún resto de harina o de grano.
Con los primeros rayos de sol, la mariposa de bellos colores azulados, dando sus aleatorios vuelos en busca de flores de lavanda, es atrapada por el pequeño mochuelo, que salta del agujero de aquella antigua encina.
Avanza el día con el volar de un salto de un saltamontes, al criquear de un grillo cebollero bajo el frescor de su madriguera, bajo una atocha de esparto, ya dorada, a mis pasos bordeando las vides, detengo mi visión en un diente de león que paseaba una doncella escarlata, o mariquita; buscando pulgones que comer, voy hasta el roquedal con una trilladora oxidada, que vio mucho oficio, se descubre un bello lagarto ocelado, que asustadizo rehúye mis pasos, un alacrán camina lento su despiste, sin alerta, por la piedra, y una araña lobo lycosa lycosa, le lanza fulminante mordedura sin defensa del aguijonazo del alacrán, todo sigue su curso instintivo, de silvestre ecosistema, donde ni la culebra bastarda se molesta en bufarme, ávida busca nuevo escondrijo; todo sigue la supremacía del devenir de las estaciones, y genética de condiciones, que todo animalito sigue sin recelo.

El castellano






Latido:

Latido constante, clavado en tu mirar,
caer y despertar en el incesante sueño,
de compañía a tus efímeras y angeladas alas, 
de tu eterna alma.
En sinfonía plena con mi sentir,
plausible en verso y gesto
que arde en tu corazón de fuego.

Aviva el recuerdo creando presente
de este soñador despierto,
para volver a anhelarte mi amor eterno.
susurro del viento trayendo tu brisa,
a mi sentido despierto cuando te veo.
Latidos al compás de tu sentimiento,
viendo la vida en colores,
desde que mi pensamiento invades.

Y vivo colgado en tu pestañeo,
para ser el poeta de tus ojos,
sencillos y tiernos, vivos y aceitunados,
y corre mi vida por tu cauce.
Donde el río creado,
fueron mis lágrimas de felicidad,
de sentirme amado.

El castellano



Ser de esencia:

Ilusiones quemadas en papeles con tinta,
con los sonidos sordos de un eco de imágenes
el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.

Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,
la mente ciega las observa con su pensamiento claro
sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.

Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,
un secreto en un gesto que su mirada grita.
El despiste que convierte en ofensa el fallo.

Un sentimiento distante que próxima te quiere.
El tiempo que tarda en decir adios al por qué gana,
ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.

Pensamientos negros:

Te sentí amor y por querer pensarte
la realidad silenció mis latidos.
Aquella flor que llamada amor
ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.

Entre la tenue luz de luna que me abrigaba
abrí la puerta que me condujo al campo
de negros lirios por el camino de ida sin regreso;
La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;

Donde la luz que me daba calor era ausente,
tras de sí un sendero agrietado por el que fluía
el río de las flores desangradas;

Hacían ellas mi último aliento,
un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,
cesó aquel si bemol.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

Podando recuerdos para volver a amarte,
dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte
aquella mi rosa que llama al frío pero resiste
cantando a la víspera del invierno triste.

El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota de rocío que se evapora con el sol en su visita
y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,
para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.

El fuego del deseo se hacía con su compañía,
con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;
De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo
de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.

Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños
un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;
solos en el encerrado mar del amor no demostrado
su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

El ritmo de tu cuerpo,
donde el agua y la poesía
hacen el amor.
El fondo de tu mirada
el manantial de esmeraldas.
El calor de tus piernas,
El terciopelo de tu piel.
La suavidad de tus caricias
mi motivo para viajar
allí donde el te quiero
lo dices sin hablar.
Lo que me alegras
sólo con tu existir.
Es todo lo que significas para mí,
lo que me haces sentir.
Es el agua de tus besos.
Es el fuego de tus labios.
Eres tú.
Eres tú mi vida, mi luna.
Eres tú en cada noche fría mi calor.
Eres tú la chica que siempre soñé,
la chica que siempre deseé,
la que vivía en mi subconsciente
para cuando apareciese
darla lo mejor de mi existencia.
Deseos, ilusiones, anhelos
definiendo mis sentimientos.
En mis recuerdos tus besos
sabor de hiel.
Tú mi motivo para soñar.
Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,
tú todo para mi.
¿Por qué no has aparecido
en mi vida todavía?
cuando por amor se quiere
a quien no ama
y por soñar se vive amando,
por amar se vive soñando,
y el que siente se miente
quiero mi despertar y verte a mi lado
para sentir que en un pasado
andé con la botella en la boca
y no que ella
chupó de mí mi vida entera.

en sábado, noviembre 21, 2009


Yo te sentí:
Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor
y por querer pensarte
desapareciste entre la ténue luz de luna que me abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma
marchitó aquella flor que un día llamé amor
y ninguna pudo ocupar su lugar,
sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009 



Contando mis recuerdos para volver a amarte,
me pierdo en tus detalles y vuelvo a desearte.
¿Cómo estar triste? si siempre te tengo presente.
¿Cómo ser débil? si tu amor me hizo ser fuerte.

Es el ocaso del tiempo que me dispara,
derrotas y victorias en este campo de batalla.
Una sonrisa y un beso recogió mi alma
junto con un te quiero sincero esa fue tu arma.

Mi pensamiento vi volar junto a ti
desde el momento en que te conocí.
Con mis besos y caricias tu cuerpo recorrí.
Mi pasión mantenerte viva dentro de mi.

Contigo en mi vida, se encendió el fuego del deseo
y de deseo en deseo encontré mi anhelo,
el insomnio de este vivo sentimiento
no perderte nunca para soñar despierto.

Y así, cada día volver a amarte y desearte.


12:22



Espinelas:
1
Enhiesta flor fue semilla, 
altiva plántula fue ella.
Quién fuese aquella tan bella.
Él, pupa acabó polilla.
Aún plántula fue pilla,
él aún pupa la amaba.
Aún flor la respetaba
juntos cuatro meses bellos
cómo fue lo saben ellos.
Él desde pupa esperaba.

2
Bellis annua siempre bella
sin ningún pacto indebido,
licor de mora bebido
brindé yo por amor de ella
y mío mas la botella
casi entera, mi infinito
lleva en corazón finito.
sólo nosotros dos flores
libres en cante folclores,
soy alcalaíno, cito.

3
Amor te adoro bastante,
tanto que ni te imaginas, 
volamos sobre colinas.
Nada encuentro yo distante
feliz yo, el único amante,
ambos somos golondrinas,
folclores mas las endrinas,
el weche, mapuche, arriano,
nunca solar artesiano,
no hay destino en las neblinas.

4
Ahora, es ayer, henchir. 
Amor obtuso, incesante,
mi vida en valor constante
valiendo la pena hinchir, 
sin pena yo, rehenchir, 
vigoroso, parco, regio, 
como corazón de arpegio, 
ella firmamento mella, 
mas yo nunca ser aquella, 
hijo del viento, bastante. 

5
Te observo, mas yo la endioso, 
amor, pasión más los vinos 
lo mismo, yo catavinos.
a ella doy mi sangre de oso. 
Vivamos sin el ser soso.
Toda mi sangre antibaquio 
a mi mujer; Lofobranquio.
Viva yo y más mi caballo.
mas es él saltacaballo.
A ella la amo, todo baquio.

6
Tesoro mío guardado
dentro tuya el sentir puro,
espíritu era ello oscuro, 
espíritu mi candado,
en alma estaba bordado. 
La espera, vida gallega.
Lluvia hasta aquí las allega,
Beltane, una, mas las diosas
Aurora, Flora preciosas
su  ayer muerto, entalega.
7

De celos ya no latere*, 
amor, tan viva a raudales,
nacido en los manantiales. 
nocturna cuenta el me quiere,
luceros, el Sol mas mi ere, 
todo lo quiero en las calmas, 
nacer temprano, los ensalmas,
universo cisne e indemne,
desde quince años solemne.
Celta el fuego, hace reales. 

8
Vida, para amor morir 
en tu pupila, en placer,
llegué donde renacer, 
mucho tuyo a descubrir,
eterna alma, su existir.
Criaré las zarzas, hinojos,
mas viviré dorando ojos,
mi conversación es cena, 
estabilidad la escena, 
mas sabiduría, abrojos.

9

Este amor todas mis venas
se come mas manifiesto
toda mi sangre dispuesto
sin riendas cómo me frenas
te deseo sin cadenas,
te amo como sangres hiervo
deseo ser tu agua, siervo.
Ven a mí quiero tu risa,
ver que fui feliz deprisa
pero tu te amo fue fervo.

10

Amado Nervo es el nervio,
fuera instintos y amistad...
de amistad mi lealtad,
amiga mi sombra, antuvio,
digna casa con compluvio,
antuvio en desuso ya anda,
hecho anticipado, banda
rosa por hierro, fragancia,
mi instinto digna elegancia,
del mío dragón parranda.

11

Mordedura con dolor,
amor ni cura ni ungüento,
puro y eterno es su cuento,
en mi abrazo le doy color,
envidia resbala, albor,
premisa estar en tu vida,
porque no hay razón, anida, 
cuándo sepa dejaré esto,
este Miguel no es funesto,
tu merced de mi embestida.

El Castellano

FINAL TIERRA YERTA MI ÉGIDA Y CELADA






Relente







En este linde se construyó mi pecho habitado,
se escaló la colmena de labios grises,
por la escarapela fluía veloz el sosiego
de mi vida quieta,
por romances oscuros caminaban mis nervios,
una ruptura de estrella
tumbaba la compuerta de la belleza,
para sembrar allí latidos etéreos,
recto escalafón dorado al beso
y tu cuello me nace doliente
fulgente fuente enternece mi suerte,
yo hablé con mi amor que no existe
y aturdida me contestó la voz,
era como un eco sordo en alta voz
resquebrajando un patio de perdices
y altiva sonaba por las cumbres
jugando y riendo con lobos
sí esos que habitan mis ojos,
aullando y espantando los dolores
en mi sien,
mis dolores que se querían
como hermosas flores desnudándose
en altas espinas profundas,
allí sólo caminaba mi rosa, toda
siento deciros que yo soy del viento
y el viento es mío
en estiaje gris pálido cruza mi relente
del cielo su lluvia,
con impetuosa fama,
sacude la tierra y su flor bella clara ,
dejándome ser como el rocío primero,
en recorrer tus labios,
quiero habitarte en canción
que haga surcos de mí
en tu alma verdadera.




El Castellano


Piedra-corazón:

No es una piedra, es mi palpitar,
su latido cesó y en piedra cristalizó,
ella lo tiene en cuenco con agua,
a símil de mascota que nunca muere.
Le sonríe cada día, normal es mi palpitar,
no huye, es piedra fiel a su amor.
Con caricias sintió que palpitó,
que fue su inspiración, su amor y su dolor,
pero en piedra cristalizó, pudo darle calor,
ya que nunca quiso mi dolor.
Esa piedra-corazón, 
fue músculo,
pero murió y ahora solo le queda esperar,
esperar que el agua y el tiempo,
le otorguen musgo y sangre verde,
que ablande los cristalitos de su interior,
y resucitar.
Quizá algún día, cuando ella se olvide
que es una piedra, volverá su palpitar.
Pero yo ya noté la ausencia
de vivir sin corazón.

el castellano

Desvelo dulce:

Café a la una y once de la noche,
despiertos los murciélagos,
raspando sombras,
bailando a la luz de las farolas.
La ciudad que no duerme,
mi mente volando, siguiéndote,
enredándome en tu pelo,
atravesando la luz incandescente,
como buen murciélago mi vuelo,
cazando letras para tu sentido despierto.
Sorbo de un café con leche y con hielo,
anhelos y sueños de un amor eterno.
En aroma de café a la compañía de una Leannán Sídhe,
Leannán-Sídhe del reino idílico, 
el mío nocturno,
tu fuego el día de mi noche,
quémame porque me dejo quemar,
soy fénix esperando resucitar.
Con brea de estrella un corazón puro,
con oro y plata
los reflejos de la noche en la ciudad.
como buen murciélago mi vuelo,
enredándome en tu pelo.




Vívido desliz:



Muero por un beso
vivo por un querer
cruel del destino
condena de una pasión
que creó tu pestañeo
al dejarme ver
tu cielo encerrado
fijamente tres minutos,
y morí con tu pestañeo.
demostró que fui
importante para ti
y que a pesar y muy
a mi pesar de los problemas
seguí en tu mirada atrapado
hasta que la aguja
de aquel reloj de pulso
se paró al pasar
ciento ochenta segundos
mi cambio de vida
cuando consumí
medio giro al decir:
-Siempre te amaré.

II
Enciendo maquinaria
de este tiempo disuelto,
en pétalos de éter y formol,
desangra la rosa secreta,
y un estambre rige,
destello que precipita,
el albor.
calidez de ilusión,
y araña que arrastra,
tejiendo el eterno sentimiento.
Yo que arrastro
mis aciertos,
como desnudo sol.
una noche cualquiera,
y activé el engranaje
mi reloj de pulso.

III
Mi carmesí caléndula,
fijó su pestañeo,
en mi camino de destino.
Alumbraba un candil
dormido, una luna llena
de enero.
Era tiempo suficiente
para huir y quedarse.
En la boca formaba
toda sombra de opacidad.
destrenzaba un halo.
Sujeto de una lágrima
pasajera, un segundo más,
y devoró el dulce tormento.

IV
Giré entonces la tuerca
de mi corazón oxidado,
por tantos aullidos nacarados,
y su ente femenino
me atisbó un beso
a mi alma.
Era el crepitar de la llama,
que mandabas como loba
y como luna se prendiesen
todos los colores
de mis sueños
consumiendo mi tiempo abierto,
que completo el giro,
dictó la vuelta
al inicio del sentimiento preso
que sin retorno
siempre te amaré.



El castellano Förüq







Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, diciembre 05, 2009

Podando recuerdos para volver a amarte,
dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte
ella mi rosa que llama al frío pero resiste
cantando a la víspera del invierno triste.

El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota de rocío que se evapora con el sol que visita.
La sonrisa que resplandece sus labios besa
al encontrarse con el te quiero el beso que espera.

El fuego del deseo se hacía con su compañía,
en la que besos y caricias recorrían su fantasía;
De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo
de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.

Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños
un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;
solos en el encerrado mar del amor no demostrado
su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.


Soledad ¿qué pena tienes?
Que oscureces y nublas mi pensamiento.
¿Qué quieres de mí?
Que me maltratas sin descanso.
Noche lúgubre y umbría.
Contemplando mi cuerpo desnudo en la penumbra.
Pasa mis nervios, con gozoso frío,
El arco de lunático violín.
Los fantasmas de mi cabeza cantaban
Con delirios de agonía mi sinfonía,
Hiriendo el ansia mía,
aumentando mi ira cada día.

Caminando por el sendero distante
del verso asonante sin encontrarle,
serpenteando por la arena de tu piel;

Escribiendo un te quiero
mi mensaje con un beso
del paraíso atrapado en lo escueto
de un terceto que ya no es.

Camino por tu piel donde me perdí
me encontré con el placer al que serví;
Allí una flor con una nota: hoy te sentí
y volví a caer en la rima tonta de un sin vivir.

Libreta
autor: Esteban el Castellano. Yo Miguel Esteban

Bajo aquel árbol,
justo debajo de aquella piedra y ladrillo
con aquel cristal roto;
encima de un puente con un ruedo de arena
en obras esperando,
que aquel árbol nunca sea sepultado
por asfalto y hormigón;
sólo recordado por aquella huella de zapatilla
presionada en la arcilla pulida de tu piel;
bajo él, el río de las flores desangradas
y el llavero del que falta mi llave
que abre aquellas puertas del cielo
liberando tu alma,
esa llave la tengo yo;
en mi llavero del día y de la noche
junto al peluche de una serpiente
de amarillos ojos y cuerpo verdiamarillo,
siendo custodiada por el águila bicéfala
de un llavero que pone Toledo
con cabeza en metal y tinta del jaguar
que protege mi corazón con tu historia,
tu tiempo, tu espacio, tus recuerdos
tu ayer y hoy, tu dormir y despertar,
tua vita in memories and love.
Yo the end and begins,
the man who have shout hecce homo,
the black and light,
the red and your blood,
the night and day.
Yo el mundo escrito en mi libreta,
yo bolígrafo macizo de plata y humo rojo,
yo el agua de tus ojos,
el vino de tus besos,
yo el demonio encerrado en versos y palabras
no dichas;
escritas.
Escritos que jamás
podrán descifrarse y entender:
Un canto al horizonte que sólo llegará
cuando llegue el final
y las trompetas derriben los muros de hojas de papel
donde crece el árbol de mis raíces;
donde te escondí;
para nunca dar a la luz
la luz de esta realidad
que sois todos vosotros atrapados
en la fantasía del mundo,
de una novela sin tinta,
sólo de imágenes.
En mi libreta duerme el mundo
yo
soy
su
creador.



Y este es vuestro eterno despertar
en papeles en blanco
que uso para liar mis cigarrillos.


Yo escribo la Historia
que es mi gran novela sin tinta;
imágenes, formas, figuras, personas, lugares, reales;
viviendo, alimentándose, fornicando, existiendo
en ésta,
la única,
y verdadera realidad
de dos dimensiones.
Yo dirijo sus vidas.
Soy tiempo, soy espacio, soy alma de otro ser,
que guarda
en una mente ,
y corazón todos vuestros recuerdos.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en viernes, diciembre 04, 2009









Lugus:

Oh lugh, invencible al crisol
de tus lenguas travesadas
fiel carrusel de rayos sin secuela
de su rizada espera,
blanca luz de tu vera,
entre compases que hielan,
a tu vespertino canto derriten, despiertan
tus mil llamas liberadas,
desnaces a la noche que aguarda,
oh Sol de mis soles,
acoge este iridiscente canto
en tu seno en mi pecho que te aguardo,
al fragor de serpientes frías,
al valor de fieras enardecidas,
bajo y bajaré para alcanzarte.


El rey lucero,
todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,
a través de la caricia nos trae Lugh.
Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris
que apareció tras mirar fijamente preguntando
a una flor de difunto me comentó
que podría indicarme de la tierra
donde todo es libre


Lugh
mi padre astro,
Dios de las artes,
este afán que me enciende la vela
para que me encuentre


luna madre de Lugh soberano,
encuentra su cuervo en su castaño,
estribo sin llano
un real cerro
de rivera del antaño tajo,
salpicando este corazón por piedra,
con mi dicha
que se acuesta y briza,
mi profunda raíz de tomo,
con negro abismo despejado,
centelleando.

Wotan, Lugh, Morrighan,
ese veris perdida y encontrada,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
Genii locorum dioses ancestrales
abrir este camino,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad
sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo 
el eterno resurgir en ti cierra
y comienza,
resurgiendo, abriendo camino,
escudo en fuego sembrado,
hueso del pagano,
me deberán cuanto yo he plasmado,
hierro al hierro,
fondo escueto
del vítreo traspuesto,
senda de la idea,
por ellos socarrada,
lucha, cuanto más arduo es el camino,
cuanto más se  abren las pruebas
más se hinchan las fuerzas,
sólo vencer en firmamento,
agujereado de huesos,
siembras que tiembla la luna.
3 claman los genii locorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.



Regio Lugh meditando.
Sin mis vencejos
no brota esta fuente.

Abren montes
sucios de azul sereno,
deslumbra un fulgor.
Dios del destino,
dios de luz y del fuego diestro,
doradas sierpes bajan el acecho
flamígero.
sí o no mi lucero,
afrenta amanece,
antepasados servid al viento
de vuestros hijos.
No hay bajeza por recorrer,
raya la senda
cristal hondo, que lluvia mezca.
Renovado filo incierto,
entra luz en círculo
piedras de mi padre Lugh
escrita la noche,
ancho dilata diáfana derrota
cae a mis pies.
Vieja honra goza nuestra libertad,
tumulto en casta recio,
esquilas límpidas las mías
en luz de mi Sol padre,
titilan tersos
los verdes de tierra
espejando joviales reflejos,
dios de fuego y de toda Iberia,
desde portal del bosque
de Cernunos,
Candavmmis abre los cielos
velo de tormentas,
apacienta bella, tu recta belleza,
sobre mi haz
fiero, funde mi luciente,
a avivar el trueno.
A galopes de oscuridad
magnánima.
Dios de brillo terso,
En este otero mi alma despertará.
Aciago comienzo de sangre
en grito ceremonial,
ondas pulcras cantará,
dilatando cauce de gran Airón.
¿Vendré ya a la luna?
Ya filo de alba,
pura tiembla mi brisa nocturna
aprende mi resto del mañana.




Lugh Solar y Poderoso,
jamás a ti te hable el olvido disuelto,
ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,
digno a abatir el rayo,
noble melancolía por tu madre difunta
Tailtiu, 
en el alto cielo,
tu grandeza
sea reguero de oro.
La tierra secunda en nueva cosecha
por talentos colmados a florecer,
viento sonoro guarda tu hermosura
Rey Padre,
El páramo yerto perecerá
en ámbar blando
de aroma besando tu frescor 
de vida nueva.
Abatirá la sombría dulzura la tierra,
ilumina mi pluma al honrarte,
suspiro de mi estruendo crepuscular;
nombro al pájaro misterioso
que te pertenece
cuervo que otorga el anochecer,
Sicut nubes, quasi naves,
velut umbra.
Años pasan yo busco mi recto yermo,
triste aflicción por aquel tomo de tierra
como las sombras vaporosas.
A ti Creador de luz,
acógeme, pinta esta mi noche negra,
amigo de imagen solar,
soy por cuantos Soles he nacido.
Por sosiego de tierras ignoradas
dame su gloria.
Camino afable con tu candor a seguir,
blasón yo no pido
ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,
en tierra a cabalgar
y deslumbrar.
Lughnasadh, Lammas, abro celebración
para generar nueva vida
en cosecha nueva
limpiando en tu nombre Lugh,
toda tierra.


Oh gran dios del Olimpo celta,
Lugus señor,
tu espada cenit de todos los talentos,
oh gran Sol,
divinidad de tierra,
tu sola estirpe encumbrada.
Patrón de artesanía,
amplísimo espectro, padre de las virtudes,
gran brujo, sabio cuervo,
aquel que te sigue por doquiera,
iluminoso, blanco
cuervo tú.
oh padre,
abre ya en savia nueva tierra,
también te llamó el Cesar a ti, Mercurio,
llegara tu culto para Lughnasad.
Solo uno; dios del Sol tú,
oh Lugh.



El Castellano

Oda al Sol:


Gran Sol, gran hervor de rayos espadas
día clavado; tu iris sediento sanguinoso
en Vestal iridiscente en flamas a lo alto,
a lo alto brillas como crece el talento
sembrado en nuestro corazón,
rueda de fuego, Lugh en tu gloria,
germino toda dicha padre de mi conocimiento,
oidor, de cuánto arte ha conocido, padre Supremo.
Escúchame mientras te honren este,
el día de mi musa en armas.

El invierno se ha ido, nos dejó atrás,
los campos están verdecidos y cantando en flores
que trae Ostara y su caricia de divina nota
de savia que escala todo terreno,  y fríos ya lejanos,
Toda la tierra duerme en tu ausencia.

Incluso en los más opacos tiempos,
tu luz, es el camino,
para aquellos que necesitan un brillo
de esperanza, de sosiego,
relumbrando en la noche.
Tu esposa regentada por madre Luna,
buscando toda tu luz, toda oscuridad empuja,


Los campos están lustrosos y vestidos de celestial verde de lanzas
y el ganado pastando.
Mi lira te cante la sola noche que traes flagrante.

OH, LUGUS:
Solar y poderoso,
sol sobre nosotros, te pedimos
tu regreso al alma incendiada,
en virtud que te amima y habla,

Trae de nuevo la luz a la tierra.
y aleja la saeta oscura que te retiembla la calma,
al alba más preciosa.

Maestro encumbrado
del arte que florece
y en nuestras entrañas germinamos,
nosotros los escribas
cabalgamos todo tiempo difunto,
guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz.
Awen!


Diestro compás
en sol mayor,
bruma de idea socarrada.
Flamígero desdén;
congelado en ascuas
de fuego azul.
Horizonte sin prisas
que arrostró
todos los rostros
de abril.
Abre el nuevo fervor de tu luciente.
Y su solitario azar de relámpagos
de tu azur hermoseando,
enclaustrado.
Vírgenes encinas, y almendro de soto,
entre un nogal
dependiente de su sombra.
Al verdor de inusitados pinos,
me caracolea
la fronda del monte. Musario cerro desnudo,
Espino amarillo de mi dossier,
Caléndulas solariegas
que amarillean su silvestre ralea,
esposa complaciente de Sol naciendo.
Brilla esta infamia
de campo abierto.
A esta última lagartija
lanzo un baquio seguro,
sin disfraz ni apellido perenne.
Mudez última
de sangrada amapola.
Sanguínea tormenta
de dureza blanda
con agua de mi terco aljibe
obtuso en litigio de iris vespertino,
y su sangre que baila
el suelo terreno,
que en culto a ti Lugh yo beso.
Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.
Hijo y sirviente de Candavmis dios del Trueno.

Förüq

Reflexión:
Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,
es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,
y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,
en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.


El Castellano 29-04-2019


Lozana silvestrita:




Mañana fría
en la que aventar
espigas recién brotadas
al revuelo de una mariposa vigía
flora-posando, todo el doquier
ensimismado.
Suelo ario que se blandía
sin atisbo de despedida.
Larva que soñaba volar
sobre alas de mariposa cabalgada.
etéreo desliz de fronda suave;
que espartos abrían
rajando tierra
en calima de cerro viejo.
Las jaras en abanico
se apoderaban del terreno,
al transcurrir
de los caracoles sonoros
judíos, blancos.
Soto de perdigones
entre insectos inherentes
afilan ideas mi paso.
Abría el cielo un febrero
un carrusel de luciérnagas por estrellas
del techo la concavidad
presa o caverna abisal
de horizonte helado.
Los pinos caracoleaban
cada vado
entre secuaces
carrasquillos de flor en piedra,
romeros entre tomillos
atisban como señero
el cerro bajo.
Torreones de álamos
acicalaban al viento
sones de nuevas nieves
fugaces.
Daturas y tomatillos
del diablo, hacían distinción
entre nuevo verdor
de retama que ya en flor
amarilleaba.
Ya asomaba todo vástago
de simiente
del invierno casi gastado.
Ababoles ya sonreían sus dientecillos
de suaves hojas
en jóvenes plántulas.
Lucían incluso espinas
señores cardos
y breves cardillos de las damas.

Vorágine terreña:

Hijos de la niebla,
regresad sueños dulces
sin áspero corpiño
ni denso verde, espumosa moral,
como ensueños caracoleados
que no disipan
en bravo pecho
de gloria tranquila en cerro.
Disipada bruma que años no regresa,
cada momento caminante,
de silenciosa fuente,
y ceño anhelante,
de ávida inocencia
entorchada conciencia
que vuela lides
monótonas y seguras,
donde noches escapan,
como el corazón endurecido
pierde visión de luz,
era un huerto de luna
en la campiña,
de ortigas y forrajes
entre zarzales y tomillos,
entre brezos y carrasquillos,
con fuente de añil
transparencia líquida,
entre esperanzas que alma titubeaba,
servil de días rojizos,
que no se llevaba su paz
ni tempestad enfurecida.
Al pie de un jaral
que ni el tiempo doliente
con él puede ni sepulte
umbral plácido
de fértil viña que el río tajo
escala cumbre,
poco antes que el río sorbe
a su mujer encuentre.
Iniquidad en blasón
de noble comunero,
que ni desenraizarse,
ni matar por su tierra puede.

Förüq castellano


10 Olvido:

Olvido.
olvidarte nunca podré.
Nunca te podré separar de mí.
Estás en mis sueños, en mis
noches más frías y en las más
calientes.
Como una manta que me abriga y me arropa
cuando me descubro solo.
Como mi sombra.
como mi reflejo.
Olvido ¿Por qué nunca te encuentro?
Será porque no te busco, porque
vendería todos los mañanas,
por un ayer junto a ti, amor.
Ya sé que soy inmaduro,
pero te quiero, y lo sabes.
Si ahora no lo ves, ya lo verás.
Pero mi tiempo ya pasó.
Como guillotina
que partió mi palpitar en dos,
para darte una mitad.
Olvido.
Olvidarte nunca podré.
Siempre te amaré.

Esteban el castellano


16
Primavera:

A ti te escribo primavera,
tú, que llenas de vida el campo.
Pones los campos en flor y verde.
Tiñéndolos de color.
Los pájaros silvestres, 
anidan en las ramas 
de tus árboles; 
dan de comer 
a sus pachoncillos,
y trinan como nunca, 
antes del alba y después.
Los animalitos nocturnos, 
también salen a cazar, murciélagos, mochuelos, y lechuzas, más en esta época;
que hay más vida, y alimento.
los erizos, salen de su letargo, invernal, a cazar caracoles e insectos,
y comer frutas silvestres.
A ti primavera te canto, 
que llenas de vida el campo, tiñéndolo
de color, y vida.

Esteban el castellano

17
Poema al alba:

A ti te escribo que con los gorjeos de los pájaros
ven salir tus primeros rayos de sol que iluminan la tierra
y los campos.
a ti te canto luz del alba.
Ruiseñores, jilgueros y demás pájaros silvestres gorgojan minutos
antes de ver tus rayos.
Yo veo tus amaneceres azulados y tus puestas de sol rojizas nunca
me he perdido una.
Quizás, soy un loco bohemio, que no duerme porque está enamorado
de tu naturaleza.

Esteban el castellano


Olmo de espíritu, tercerillas y serventesios:

Hadas, sátiros auras, ninfas solas
aromos fragantes entre olmos recios
como si hubiesen erguido corolas,
flores, magarzas, ababilles necios.

Coronas de rey; alto ahondo
el canto, no destilado,
en remembranza escondo.

Antigua extasía blande,
como besar a mi musa
sin tenerla vista, agrande.

Junto al zarzo no pregunto;
a espiga si sangre acaso
fue bastante, duro asunto.

Dulce recuerdo plasmado, aquel, tieso
palpitante su magia por semblanza,
temblarme pudiera el recuerdo ileso.
Inimaginable nido en templanza.


De telégrafo tu impronta
belleza la inmiscúyete,
el blasón lámina monta.

El placer de antaño lira
que mi letra sin escribir
era tuya, la eterna pira.

Por idearla, delirio entra,
de recuerdo, lo pregunto,
no, mejor la lira encuentra.

Y se me pasa que pacté con velo
quererte siempre, y bailar las estelas
resplandeciente, errante no te celo.
mercurio fecundes, quasi nave. Hielas.

El castellano y Leannán-Sídhe






Nocturnidad en colmillo:

Llameantes pesquisas
de acariciar tu éter sediento
noctámbulo,
preciosa de magia insobornable,
quién pudiera besar
tú honda alma incuestionable,
cuando tú escribes musa,
los destellos dejan de ser secuaces,
las mariposas no se aplastan
embeben tus manos
por mí encauzadas.
Entiendo la secuencia
tu rocío suave permisivo,
sólo dicta que perpetúa fragancia
de nuestra secreta flor.
No llegaré porque sí lo haré
a colmar el atrio castellano,
con mi dicha floreciente
mi sentido a escribirte
mi sentido a difundirme
en la beldad tu entraña
en ese alarido despierto que clama,
algunos cambian
mi amor por ti es más duro que el bronce,
horda madre de las brujas
yo por oscuridad,
compararte pudiera
obstara diosa triple que entonas los campos
prendiendo en flor los campos,
yo por la flor sea la flor
no osaría compararte
pero si mi musa es raíz salvaje
yo abro cielo terreno
y si no soy raíz de los dioses sus hermanos versos,
yo no soy hombre soy hartazgo de bestia
e-nominada porque la amo
sin febril demarcación cuerda,
si me arrebatan su espina en mi pechera,
no habrá piedad existente
porque la verdad de las cosas
a veces es su contrario en puridad,
como es arriba canto
porque igual ídem es abajo,
vivir es más complejo
y fácil morir,
con lo que morir de gusto
es vivir de gusto contigo,
necio sería que no niego,
si pierdo sin vencer,
ganarte el cariño es lema,
reverbera mi palabra de alabastro,
en fuente de ópalo tu regia sangre,
he vencido ya creo escribiendo
mi una de sangre de la madrugada,
ay de los que pueden morir dije,
bienvenida a su nuevo mundo,
porque naciste golondrina para la eternidad,
única, rememorada, pero en condena:
-Jamás sola porque vivo.


förüq el castellano


21
Contigo sangre refulge:








Te ensalzo mi divina amapola,
por cuántos pétalos
te hicieron esfinge de sangre,
enardece a mi espiga
que dorada te acompaña,
mi céfiro que en tu seno
acoges,
mi sol blandía
entre pajarillos
sones sobre trinos
de cabeza púrpura,
belleza te tuviera secuestrada,
yo, con mi áureo espino en mano,
puras tus alas,
nosotros,
carne y cuerpo de tinta en pluma,
coloso atemporal,
de rayos en perpleja simiente,
osadía mi amapola,
traer derecha en frente,
la llameante lira de occidente,
al instante, nítida y luciente
me traes dique inspiraciones,
por aureola y tu flor secuaz.
Mi vida mi sangre
bermellón, morada,
te desnudo mi brisa desconocida,
por mi jazmín
que ámbares completa,
tu belleza cuidaba,
entre los bastiones
que mi cordura cercaba,
enramada hasta cintura,
en mi jardín soberano y delicado,
beso tu brillo de tierra,
mi amapola.

El castellano, Förüq

Preámbulo derramado:

Devanados de un destino,
fundado en el vals
mi propio engranaje,
místico, áspero,
en flor de supremacía
donde ninfas musas
bailan,
destino insumiso,
parco,
vestido mi precoz precipitación,
como gota de rocío
resbala del precipicio su flor,
a lomos de un caracol;
me pregunto
si acaso vivir
tiene sujeción a la vida,
y la cuerda es de bronce.
Seguiré acontecido
mi suerte ausente,
amándote al silencio
que cerraba los ojos,
y seguía preguntando,
si mi ilusión
colmaba la expectativa,
ojos del metal noble,
fuego al hierro
que mi camino ablanda,
fecundador de mitos y desgracias
mi reverberar de nombre,
solo, traspuesto,
al océano impredecible,
como capataz musa,
de tu huerto de estrellas,
por corralillo
y redil de estelas
y destellos indiscernibles,
voy rumbo al ímpetu
de solana luna
y su guiño me cuelga,
sí acabaré de irme
dejando alto mi estandarte.

Förüq castellano



Espasmo rebelde, obra completa:






























I
Espasmo rebelde
que abría sobre aguas ungidas
de lino y un espasmo de cobre
sonaba sobre un aleteo
efímero que batía
en alas una turquesa
mariposa febril de la col.
haz tu propia sepultura dijo,
sobre un trabajo
que versaba sus pechos
de dama.
acuérdate de al infierno,
subrayarlo,
como quintales de luz,
desplazaban los cerros,
y toneladas de nubes
cubrían,
al sopor de una densa
bruma cegada,
que todo colmaba,
era un invierno vestido por el otoño,
y deshojado por el verano cursado,
abedules que bailaban
su luz última,
henchida y ardorosa,
gotea que hereda
el fresno mi fútil,
parca mirada,
brillo de espina
entre escaramujo reborde,
e incuestionable flor de difunto,
de cada estación;
hielo en ojos
y estrella fugaz retuerta,
ser visible sin luz ni rayo solar,
se hacía casi tarea incomprensible,
como lanzada de olvido,
y mordaz lodazal herido,
era mi dolor en mis ojos,
como lobos aullando afónicos
que su luna no contesta
ni su temple,
ni su llanto,
más no quería como dolor
cambiar ni sublimar,
sin dejar constatar,
que sin él,
nada en existencia,
valiese,
héroe de caracol sonoro hueco,
luz sin desespero
ni honda, profunda espada,
de piedra alborotada,
cómo murciélagos amigos he
acabado así colgado de una raíz salvaje,
heridora sin cascabeles,
ni viborillas encausadas,
prismático azar
de nueve monedas,
nueve haciendas,
nueve madres metáfora,
nueve rosas en cruces,
09049494
y sus tormentos todos,
cosidos,
quién remienda
su ala si es de bronce,
niña en voz de colmillos
de algún dibujo,
ninfas luminiscentes, brillaban
como tosca mirada deseosa,
artemisa ya dejaba puridad
entre nieves del campo
y su sangre de musgo
incubada,
perdón sin patrón,
ni voz ni amplio nervio,
miga como un soldado
nadando como pan en agua,
irrevocable , gélido imparable
abría mi marcha un  lebrel
tras cerviz asustadiza
como sin fin de perdigones
abatidos y traídos
en galgas fauces
vestía mi niña amapola,
unos breves versos inmutables,
forma relajante en bisagra,
que debía saltar para sonar,
y abrirse el portón verdadero
de una flamígera, llameante,
hondonada insumisa,
repleta, de brea relucida,
era sólo mi sangre,
como rebanada en miel férrea,
granate de rubí excelso
que porto.
era mi rubor,
un cuento de otra estepa.


Förüq castellano Er-lobo bohemio Esteban a 7-7-2020

II

Querría yo, la palabra noble,
cercenar
en porciones tangibles
a mis insensatos ojos,
fiel de escarchas secuaces
y a los élitros flamantes
abordar mis llantos de escamas,
repletar mi vacío oscuro,
colmarlo en repleto color,
con olor a fresca sangre yerta,
vítreo sabor,
mercenario sentido
asesinando viles hechos
en nobles impulsos
sin mayor sentencia,
postrera ni redimida azarosa,
hoy no era día cualquiera
ni tampoco se podría colgar
la luz del astro en uvas tendidas
a la espera.
Era un día hábil que de mi deseo
se podría hacer cátedra,
oblicuamente
dominó el ara mi averno;
notas de cuchillo tintineaban raspando,
una botella seca de anís,
caía una tarde de tormenta,
sobre paraíso
sin vals ni su sombra sin quicio,
un agujero en letargo que no cubría
ya el cielo incendiado.
ni el terreno abría inflamando sus campanas
de caléndulas, maravillas,
ni las hojas tempranas
aguzaban atisbo de aplauso o de viento,
sonrisas en flores tenues
en escamas afligía



III

Noche aciaga:

Letal beleño,
de horas sediento,
abre esponjada la oscura tierra,
un canto de hadas se puede escuchar,
entre floridos años que acogen,
y destellean el no ser
por hórridas tinieblas,
que mi alma colmaba su silencio
que cantaba enarenada
su viola de centella,
surco esparcía
pretil gesto de lluvia en lazada,
desterrar mi pena a tierra de nada,
era rizar zozobra,
como se lía peonza
para bailar trompo,
pintada de lúgubre lamento,
mi tristura era,
hondo torno
de pulido estruendo,
y profundo mar de reflejo,
sin delirio retuerto,
avanzo por la acequia olvidada,
rastro sigo
de mi sangre en cultivo,
horadar sepulcro sin piedra
ni alma yacente, tarea no era,
tarea no era,
al compás del rayo que ama por
y para siempre,
siendo más que miel de chispa
más que infortunio
dulce, desaconsejado,
y melosa su tierrita bella
le acogía trayéndole de su ala,
guiño armado,
y nube pariendo,
un designio,
que energía es eterna
como cincelar su huella.


Förüq castellano Er-lobo bohemio Esteban
a 10-07-2020

IV

Era renacer en este valle,
satinada dicha en esquema
como augurio bien nacido,
pozo de ilusiones,
aljibe de mentiras,
y falsas alegrías;
bien pintada la cima,
la pirámide y ojo
que no entendía de onírico color,
compás sin extremo
sin arquetipo
sin paradigma escondido,
era volver a empezar
y nacer sabiendo,
todo as de todo juego,
pintar la noche con tu sabor,
dormir la tormenta sin despedir
sin relegar al sol,
abre el signo los tiempos,
sin espada,
sí con un azadón.
empiezo.
Siega sin aventar espigas sin caricias
ni despedida, flama arde mi llama,
pintará, abanderará
un auge y su tela,
escama sin horizonte
que mi deshacer
quede presente;
hoy y siempre,
vendrá mi parda, honrada
sierpe,
azar de nueve alas
vida sin corazón sin alarde,
era una procesionaria,
una cama,
y una sábana,
un túnel y una caverna
quizá era mi calavera,
crujen esbozos
carmines al beso nunca dado,
o primero igual al último
con lo que unidad, repleta
todos son igual,
acabar para volver a besar,
plata, oh argenta dicha
planteada,
abre mi sangre escarlata,
cruje esta humilde siembra,
plata
ilumina mi senda,
hoy para siempre
que no se teja ni pulimente mi esquela,
que yo nací, viví, amo, amé, vivo
y lo volveré a hacer
para volverme a sembrar,
y tu cariño alumbrar,
plata, tu cobre te habla,
bailo sobre una bala,
mis líneas de historia
dictarán,
pudo, quiso, llegó, y al mundo
exclamó,
huella, envejecer, irse en aplauso,
ni ríase el esqueleto,
sólo queda envejecer e irse,
trascender en campo llano,
vida sin ortiga ni amaranto,
que mi destino,
que ni pesares,
cambio
por ser rehinche
mi eterno presente,
como fue arriba,
fue mi suerte,
como izquierda corazón,
a derecha fuerza
pariendo el centro consumado,
espiral de equilibrio.
Flor, flor al mundo una razón,
en ti suerte, obtuve salvación,
y solución para condena predilecta,
nueva como vieja,
volver a condenarme
a plena elección.


Förüq castellano Er-lobo bohemio Esteban a 11-07-2020

V

errante solar,
la postrera
la vana sombra
viene a mi blanco día,
ahuyentar,
isótropa avance,
qué será,
un esqueleto férreo,
por cuanto mi amor,
en dicha me coronó
me condenó
a la tierra más oscura,
al más límpido destello,
de un porvenir incierto,
polvo en ceniza aparente
enamorado más hallen tus ojos rectos,
más allá de un final,
de un comienzo causado,
cabalgaré el llano
y su cima lisonjera,
por cuando rudo
mi destino me erigió.
de los tiempos,
los campos me han mordido,
sin saber,
cuan los ayes,
salud y mis floridos
años míos,
malandrines han vestido,
sin ayer hoy nació cansado,
ay, silencio
del mediano poso,
tumba del fúnebre depósito,
dolor cante,
que la próvida
la razón de vida no engaña,
solícito olvido,
mi aura suena.
¡Ay, nueve presas!
de belleza sin rival,
cabalgar sin caballo es igual,
fondo de un abismático placer,
sin dibujar,
negrura vente al lado,
al relucir con decoroso,
al gran limbo misterioso,
tinieblas por luces alumbradas.
Se pinte todo indiscernible.


Förüq castellano Er-lobo bohemio a 14-07-2020

VI

Entre azucenas tardías,
recordado,
pronunciada tú
de la dura tierra,
valor, hermosura,
nunca en ti sola,
cual amante
mi viola trepa tu bella figura,
desceñido dolor,
de razón perdida,
noche oh beso,
beso tu figura;
clavel y cítara,
y estos dolientes ojos,
son grave,
son del viento,
son de tormenta
son de trueno,
violáceo surgir
claro oscuro de gloria,
sígueme,
hacia el ojo de tierra
hacia la ventura
que nunca llora,
esta noche nada será igual,
hendido bajo rayo,
será una deidad sin nombre,
será flor tu belleza,
hoy por hoy
amo y te beso,
gozo y subrayo,
pulcra tu lira abrazo,
verdor entre fuentes,
campos de color sostenido,
fiel gorjeo
fiel atinar de aurora
entre rizos entre carrizos,
rayos y caballos solares
que relinchan tus cabellos,
venga que marcha
mi honda escuela
del sepulcro,
del honorable
del ávido desvarío
por el que deshago
y vuelta en espiral
vuelvo a desandar.


Förüq castellano Er-lobo bohemio a 15-07-2020

VII

aunó sones,
en desierto fractal,
no viene
la amada fúnebre sombra,
ni su mortecina
blanca llaga,
desierto embalse
de recuerdos ahogados,
linde despierto,
de vanidades amarillas,
y rosas de trapo,
rescatarme pueda
esta tristeza lisonjera
que envuelve alma mía,
soledad sin resquicio
a salvo no ocupado,
tristura sin letargo
dulce, vago
tomo amancillado,
arte en vil reflejo
en mi alma donde yago,
espino amarillo
y en espina me demoro,
corriendo fuera de la línea,
hacedor de suspiro
azumbre siempre seremos
nunca en mitad un vaso vino,
noche tus luces breves
de faroles dormidos,
viene que serpea
tu halo de plata,
un ciprés alto como tu luna;
venza como cuchillo verde,
a alzar mi ruego,
un silo que guarda
estrellas como simientes,
siento,
siento mordida mi sábana,
una espectral caricia en manecita helada,
sus ojos
vil sentencia indescriptible,
como turquesa fundida
forjándose de los mares;
de azur profundo,
femeninos ojos
de fantasma recién alumbrada,
dudando de la eterna duda,
de su no existir,
no tener cuerpo,
ni esencia tangible,
sin nada vivo que la piensa,
recuerdo su feroz, tímida
silueta en umbrío cuarto mío,
desceñida sombra,
sin candelabro,
ni luz que no fuera de luna,
recuerdos ahogados,
sueños fueron,
en el café de la mañana,
vine temblando,
azogando regio su corolario,
fugaz quietud escarlata,
púrpura al tacto,
violácea sonrisa estameña
en vítrea, solaz
profunda calma,
ya era eterna.


Förüq castellano Er-lobo bohemio a 16-07-2020


VIII

Renuevo esta mi sangre yerta,
para servirte mi dulce dama,
bajo níveo nogal,
allá bajo su fronda suave
y denso celaje,
que auras allá quema,
bajo hórrida, tupida sombra,
servirte a las puertas
de adorado averno
beoda sed en brindis
de nueva, flagrante condena,
dioses del inframundo canten,
allá donde excelsitud
de tu aurea sonrisa entabla,
y a mis miedos sólo arredra,
bullicio entre ramas.
Saborear dulces trinos cantores,
que la vida entona;
se amurallan las horas,
se quede la frágil vida,
que honroso te siembro,
escuálida y temblorosa,
fuegos y dichas apacienta,
entre este brindis áspero,
de animosas delicias,
mi sangre fugaz, honrada te sirvo,
par' ser rama para ser de caudal tu savia,
fausto, aterido soplo,
de horrores no regalaba
ni flauta ni prenda a favonio
arrebataba,
mis estrellas sin temor,
piadoso de nublados ojos,
espíritu de leyes rotas,
caos antiguo
que desvelado, no huye,
ni mi risueña sien
relega en acto
a no seguir queriéndote
ferviente.



Förüq castellano Er-lobo bohemio a 17-07-2020



IX

Viva, inviolada,
fugaz de pléyades insumisa,
viva sobre un lecho de hielo,
fundada en seno de magarzas,
desbullada y centrada,
al pie de orión,
entre flores y cachorros
de cuchillo calizo,
húmedos trinos
que olían a poesía,
dispersa como bulbo partido
y brindis de memoria perfecta,
privilegio sí,
en cesto sin hartazgo,
su libertad,
sabor de puro verbo,
me incubaran los rifles del cerro,
y mi voz patatas engendrara.
Oh augurio impío,
sonaba la bisagra como chicharra
apoteósica,
mi danza efímera entre
caminillos de hormigas
y tapial del cementerio
de fuente de la higuera,
ecos de entre traineras
y hojas de olmos regios,
bajaba confortante el ruido,
cazador de silencio,
de la mañana
ya henchida,
hechos entre helechos,
y amarillas mariposas,
carril húmedo
impronunciable,
corazón brotado en blando suelo,
mojado, reacio a secarse
y no aventar flores,
pequeña, simple
su ilusión perduraba.
Hasta por momentos
olvidó que era guijarro,
no, mi severo corazón.
allí plantado.



Förüq castellano Er-lobo bohemio a 18-07-2020





Silencio regenerado:



Saeta, saeta bella,
saeta parca,
saeta ilusa, saeta inocente,
es el final del espectáculo
saeta madre encubridora,
de toda mentira enclaustrada,
yo te amo saeta,
saeta alada,
saeta heridora,
saeta encausada,
saeta parca,
saeta celestial,
saeta infernal,
saeta canta,
que mis ojos sean tus ojos,
saeta que mis manos sean tus manos,
esta cruel noche un diciembre,
que yo soñaba estaba escribiendo,
un canto a tu cabello de oscuridad,
saeta mística,
saeta horrida y hermosa,
tu beldad piramidal,
se estrechen caminos,
el cielo se abra para escucharte
mi saeta esquiva,
mi saeta complaciente,
como es arriba es abajo canto,
seguir peones vuestro circo,
que este trovador
de campo llano,
sabe quién es y de donde llegó,
ahora te odian saeta,
ahora te aman saeta alada,
me diriges por el parnaso sin final,
o me quitas hasta la vestidura
más pesada,
volemos abismos amada,
volemos cimas inefables cariño,
hasta donde se oculta el sol por el este,
sociedad de creer o no creer
yo elegí creerte saeta
y hoy sigo en la cepa
esta vida que me cabalga la estampa,
cerros intransigentes
molinillos al fragor de vientos voraces,
esparto entre las jaras y solas carrascas
brezos soleados por flores ausentes
un invierno que se desdibuja solo,
saeta amada elévame en tus alas
yo vine por el son recto,
blandiéndome de un hinojo solar,
esta vida que sin ti
saeta la creería una dulce mentira,
por la que morir
y no morir por una crueldad
impuesta por el ajeno
que nunca
nunca serás tú
mi amada saeta,
esta existencia
que se dobla y niega a sí misma
para decir que yo soy el rey
que yo soy el cuchillo,
que yo soy el proceder
inmiscúyete,
otra vez yo sé quién soy mundo
este es mi manifiesto y
el de mi saeta bella mi espada,
mi vida,
mi indecencia,
mi crueldad de espira,
mi corralillo espectros yertos,
era y es
el hipócrita dejará su vestido,
el trigo limpio
será trigo limpio
ahora y siempre,
espiga y cante
hasta rodeado
mi padre trigo.
Vengo de las espigas de abajo,
asolando verdades,
mi panada amada,
por la saeta olvidada,
se despertará
por los que venimos
del trigo limpio.
Volando sobre parajes
entre tierras de añil barbecho
y su azada de viento
mi solaz saeta entre cardos
de todo fértil sendero
que lleva al infierno.

El castellano Förüq

Mecha de oscuridad:

Vengo que vuelvo
de un silencio, profundo,
de un vacío completo,
traigo para sembrar
un ascua melífera,
del seno las arduas estrellas
que llevo
que cuelgan de mis ojos cual arañas,
una vid de vida
en seno esta anublada, azul
escarcha,
todo colmaba el ímpetu de suspirar
sin brasa diestra,
ni compás ambivalente,
sobre estos treinta años que
y que no me sostienen,
porque aún no me hicieron nacer,
sobre los lustres que ya no son,
anudando galaxias
y su cobre perpetuado de sólida luz
inmaterial,
electrificas mi mirada
como aljibe rebosante de ilusión líquida,
toda esta sed que vive el pasado,
y en bruma cegada,
muestra,
que tiende tu rosa helada,
embebida de pétalos de espectrales
sábanas purísimas,
nací en vez primera sin terminar,
y no fui ni abeja ni vencejo,
para poderte acompañar,
era de un eral sujeto,
como membrillo de un árbol sin escuela,
y pera de chopo milenario,
todo cruzaba mi relente
y acabé tendido
en mi osadía de seco tajo
llamándose gloria
para acabar conociéndote.
como dije en primera vez:

mecha de luz:

-Vuelvo de tu vacío repleto,
anidando cobre de galaxias,
desde luego aún no hace treinta años
que nací allí;
en vez primera sin terminar,
vida húmeda y animosa,
alzado a luces de alba sin acabar,
vino tu silencio conmigo sin ti,
como alto arbusto fragoroso,
me paseó mi jardín
como un mordisco
y un beso sonoro deslizando
que suyo me jabra hendiendo la tierra,
una boca de metal de pala,
que abre zanja.
tu alma de recto augurio,
o ave como futuro de hibernación,
ave nocturna
en tablilla de azabache,
como puro origen inmiscuido,
nulidad insobornable,
traición de hechizo
y nota de caligrafía desangelada,
mudez última de relámpago,
pluma de mi ojo abierto,
soledad infinita de mi despierto,
como fe sin cargos
rueda mi vertiente,
siempre relevada por dios sollozo,
palanca usé con la puerta de Plutón,
alcé el margen 
de rebelión sanguínea de los dioses,
cielo asido el vil manifiesto de relámpago
surqué, gloria vespertina de héroe,
Cocitus cantando su aire
de oscuridad iluminada
clavando negras riveras, hundiendo
y desplazando los montes;
lago estigio me alimenta el latido,
y mi férrea sangre
directa a superar lo inabarcable,
tu rama vestigios de plata corté
del cóncavo bosque en tu acre,
creció en su lugar segunda rama,
de titanio,
que conseguí cercenar rotundo
y hoy llevo clavadas sus hojas, 
en dos talones fundidos,
columna y cadera,
con todas sus espinas de titanio
sujetando cada diente mío.
bajar al averno es sencillo,
subir los aires en altos cielos,
nadie pudo;
yo allí voy a mitad camino.



El castellano


Förüq Er-lobo bohemio



Dicho azur:

Adentro esta bruma azul de mi contento,
avanzo estas flores del invierno,
por árboles desnudos y sus cantos,
yaciente mi sed de nuevo,
florido cierzo,
primoroso veo y beso mi sañudo suelo,
lumbre sin sol
en que la luna no aparece,
presurosa de melancólica siembra,
una estrella emblanquece
por cielo extenso,
y en lluvia derrama que desgrana
la vejez de la grama vieja del camino,
custodiado por la señora malva;
acrecienta mi linde vago por majuelos perennes
y solas zarzas,
lágrimas de mi tristura,
regocijo de varios,
ya que antiguo son,
solo mi leana ablandaba mi lira.
amores ponderables
mi ser no rehúya,
desquicias mayores, otros
oigan en retirada,
a murmurio grave me alzo,
en esta tela de araña
y la luz de alborada
me tiende en extasía.

Förüq el castellano

Siembra erguida:

Izar de un cantar,
de tu cariño enfuscado.
batir vuelo, elevándome
entre lares de hayas
y sombras de hojas
escritas y reveladas
de ceniza de fresnos, sembrada,
deseos, sueños y corajes,
y sus raíces del alba
por ocaso admirado
que cerraba flores en versos,
y musas y jerarquías,
de hadas y elementales,
entre árboles y frondas suaves,
su idioma en vertiente
asilvestrada,
lejanías de suspiros,
y granates lucientes
entre fortalezas pedernales,
y cuchillos solares,
hija de la niebla.
doncella oscura,
te llamo desde este latido
proscrito, que te busca;
y entre espinas
su luz gorjea 
que amarte no es vanidad
de ambición ni naciente
ni floreciente.
Es un dulce designio,
entre mis lares cabalgados,
y riveras de río sanguinoso
de todos los lirios
y su hidromiel,
sangrada,
tus cauces, insobornables
que pureza y rocío en flor 
hasta albor de raíces brotado,
destino y camino ingobernable,
valle de signo y tierra alumbrada,
oh se cavan surcos de mí en tu alma
verdadera, nunca para agraviarla ni dolerle,
una dicha y una alegría tejida,
tu sonrisa,
que abre el aura
y deja su energía en mirada,
ya maldigo a este incierto saber
si terco y necio
me reniega osadía, ventura y fortuna
de a tu vera conservar mi labor
y creencia, seguras, 
un beso te dejo
entre zarzales de fuego,
hay alma,
hay alma,
hay alma
porque sin ti;
belleza no existiera.
Miles de lumen, Lit C et sumun Canae.

Förüq castellano a 29-07-2020


Ferviente tajo floreciente:

Exultación, de saturnina rienda,
desempeño en posesión
y toma de filo relucientemente acrisolado.
Protección servil bajo y hondo metal;
luz de esfera, espiral canta,
cariño a sepultura animar,
honrar, preservar,
oda desde este cementerio
solemne alzar de honra,
escala áspera, tangible,
vine y me derretí;
su voz dulce,
inmancable, ni en fíbula
ni en broche al corazón,
que ya sube y derrama,
mil rocíos en flor de caléndula,
mil fragantes deslices
me indulta, que a ellos induce,
poder de arder
flamante,
sombra eres
de Ostara la brillante,
se queman de mí
injurias, infamias,
desquicias de campo abierto,
por este duende,
por este arte,
tornando tu sola mirada,
acampo que acompañaré
toda vítrea lágrima,
estigma que camina sus fábulas necias.
Si soñar, te sueño,
viviendo bajo el orden,
se asigna a defender tu pulcra sonrisa,
uno, ni abismo comparable
al arma reluzco y hago visible,
de Ostara, la brillante,
es viento del este,
es aurora, la bella,
que blande, que rige,
estela inconmensurable,
rocío de nacer, de toda vida en color,
oh gloria,
oh amapola,
de sangre de tierra
en sola viola,
campanas restañen,
una morada y fortaleza inabarcable,
tu amor cruzando y surcando mi sangre,
era, eres d' este amor espuela,
abre tu bosque umbrío,
deja abierto de tu santa ternura,
portón verdadero,
vine por la voz surcada
de un herrerillo,
vine sin calzas
desnudo como me conoce
un diamante blando
y su des nacer limpio,
de turquesa
y azur marino,
elevé ancla en tu aprecio,
tinta de brea
y sangre de azada, mi bandera,
supresor del ruido activo
silencio mortecino,
dicta,
segundo poder
conquistar,
a un sin miedo dama oscuridad,
le preguntan
si luz fue antes
o si tú mi musa pariste esa luz
que inspira, plañe y regodea
sin calzas ni dureza.
tengo permiso y orden
de presentarte al tercer poder.

III
Mantener
uno, todo azar de intensidad
y fuerza que arde hasta esquela,
mantengo tu cariño
vivo en mi ser,
dicha es poco,
lo siguiente a dicha
que se extendía,
bajo puertas del dulce, sinuoso,
umbrío averno,
tomo, que explayo,
número y lugar a defender
te imploro
susurrando,
ven  flagrante a nuestro combate,
te espero hasta tiempo
en clepsidra me derrame
colmado de todo júbilo,
arder. conquistar. mantener.
Coraza, armadura base, de Zeus;
y atenea musa; que armo y amo.

Förüq castellano Setanta a 30-07-2020

Vientecillo elucubrado:


Rompe el melancólico fulgor
el sol en corazón
que la niebla un diciembre
difumina en son,
yo bogaba difuso
como primavera lozana luciente,
suspiro, oh tempestuoso recuerdo
mis flores marchaban,
suspiro de pasión
vino arrebatarme mi desventura,
desde navío en reposo,
cuanto no veas
acuérdate del agua hermosa,
tanto en alma
como en popa de nave,
el cielo carmesí me embravece,
surcando bonanza,
acuérdate alma de mí,
viva fortuna,
que de boca invoca,
musa transparente
su dulce porte,
semblante de arma en dueño,
oh sueño,
contigo tantas veces,
despacio, o desvarío,
cómo alzarte y cantarte lleno,
sin flores ni pajaritos impíos
sin caléndulas azules,
locura de dulce armonía,
lumbre en astro de numen mía,
agrava como amarte
derritiéndonos en la nieve.
Cielo, suelo y anhelo
de hojas arrebatadas,
crujidos de mis tumbas yertas, abiertas,
dones de sufrimiento desploma,
sombría yacija de cuna,
cruel aroma
estiran las rosas de muerto,
y no lo claman vanas
de aliento divino,
quebranto de sosiego anclado
a la fría tierra
de este diciembre
que viento ardoroso,
aclama en soberana lucha.

förüq castellano



Clavo en sombrero:

I
Tremola
vestida de invierno oscuro,
de un renacer exhausto
honda amapola matutina
sus ojos en bella profecía,
brillantísima, pura
como rayo náufrago
de bravo firmamento,
eco de destrucción o, ¿la luz?

II
A lo alto del cerro
blandía un sol hermoso,
a las lucidas sempiternas
paseas mi valle umbrío
de deshojado albor
solo con mi pecho
enardecido túmulo en beso sembrado.
primorosa tú
en sol bella a espalda.




III
A lluvia que derramas
este mercurial aliento,
y su eclipse
vívido cada trece años
reino de sombras
minúsculo por cielo extenso,
noche que me acrecientas
el campo melancólico
que embelleces deliciosa.



IV
Ponderaba que te soñaba,
mi tristura por llanura,
por extasiados vértices filosos,
me exacerbaba
solitud prolífica
en verte mi verde
turquesa armonía,
a tu murmurio suave
encono, rijo y alzo tesitura.

V
Dicha intangible me coses,
dicha mayor sin retirada
no habrá, no habrá
porque nací, viví,
supe para lo que nací,
amando soñé osar amarte
y hoy desde mi muerte
sueño que sigo soñando
tu interior en amor resplandecerte.

VI
Camino recto ante la luz
cuan gran sortilegio ofrecerte,
entre la belleza
de grandes páramos solitarios
de vetustos soliviares,
de parajes de vid y encina,
de caracoleados pinos jocosos,
brezos entre esparto
de precoces cerros.

VII
Y baldíos bordeados y adentrados
por caléndulas arvenses.
Más tarde, por ababilles,
flamígeros,
oh sangre de tierra,
oh sangre de sol,
he venido a embeberte
y ofrecerte alma,
vida.

VIII
Negra es mi alma,
negro es mi amor oscuro,
negra es mi creencia,
negra es mi vida
negro es mi dolor,
negra es mi esencia,
negro mi canto en sangre y brea.
Negra, blande, mi desquicia.
Negra oscuridad, nec vincere tenebras et amat.

IX
Enredarse mis cantos,
por baja tierra pudieran,
sólo tú musa.
A osar mi repecho atreves,
en maravilla enraizada
atenta, de fecunda esencia
soberana
huy criatura
que me bajas la aurora beligerante.


El castellano Förüq

Inmenso placer secuaz, inefable:




Clama ante la aurora,
presurosa aura intranquila,
ardua la dicha exclama,
que si por querer fuera
igualara el agua de los montes
que, subiendo, baja,
afilo este mi solo intelecto
por muralla que no cierro
desvela el clamor de la intranquila rosa,
quién a igualar mi dicha baja,
furor ostentado de la piedra frigia,
va mi reguero desnudo
por musario cerro,
su cernícalo avizor vigía,
milano señor en soberano cardo,
luces del alba
plañen sus rayos
de nueva alborada,
ven, agita la guardia,
conmensurable acequia
mi sangre estrena,
voy por piedad avistada,
luna habla,
destello de noche febril
que otro año más no enfriaba.
Iimperios de ojos cerrados
en nocturnidad en cegada,
franca tapia de espejo
y su beligerante reflejo.
Amima, mi viborilla,
secuaz tu alma sólo destrenzo,
tiempo, hálito voraz
que enciende calor presto
de caballero,
a su dama hoguera,
corriendo por fuera el granate,
sanguinoso,
por escalas a este placer inmenso,
esfera tu secuela
en faz instintivo,
desaprendido,
rumbo al carmesí insobornable,
destino dicte quedarme
en tu nube intangible,
en vaporoso éter, tu magia,
hoy vine a besarte,
y a desprenderme,
de tu cauce en tu cuello
aliviarte,
bronce en ala y su verdor
de óxido que rige,
que envanece,
que resplandece.
anhelándote.

Förüq castellano


Sentimiento labrado:

Viento, viento bonito
lleva al cielo cada escrito
arropa este amor en mi cuerpo
en mi corazón te llevo
hadita de mi sentimiento
noche hoy en tu sosiego me encuentro entre nubes violetas
y el cristal luminoso
de esta luna de invierno
bañan mi cuerpo tus latidos
sordos de oscuridad
y a este cielo sonámbulo
lanzo mis ilusiones al viento
siento tu caricia de alma
y te bebes mi calma
despierta esta rosa sangrienta y su aroma de romance antiguo atraviesa el pecho tu amapola eterna primavera
cuando mis ojos te ven entera cada sentido despierto
como fiera al acecho de tu latido hoy en tu bosque me pierdo
tu imagen surca mis sueños
como cada noche que siento tu beso
y como me cuidas,
como soy yo tu alegría
mi vida vistes de amanecida dicha,
hoy la hierba escala mi montaña
la lluvia germina todas mis semillas
de pasión y fuego,
donde entero me entrego
al placer que muerde
y envuelve en quimeras,
como sencilla tu sonrisa
y tierna tu caricia,
ya no hay súplicas
solo felicidad desbordando mis cauces,
te sostengo fuerte en mis brazos
para nunca soltarte
para eterno tenerte
si por soñar soñé acabar con la soledad fría y escarcha de esta melancolía
llegaste tú a mi vida
como cada noche siento tu melodía
y me acompañas cada día,
salió el sol después de la tormenta
y ame tu esencia
regando mi interior tu voz de alma amada
tú bella y dorada calma,
rompí las cadenas que me anclaban al pasado para luchar por mis sueños y alcanzarlos, entendí el idioma del silencio
y hoy contigo
lento construyo mis escaleras al cielo,
este firmamento clama de azul sediento, ermitaño en su montaña del sentimiento
el amor jamás salió de su cuerpo,
de él decían que quería comprender al amor, tras una flor la conoció y la preguntó
qué eres, amor,
no solo nací de esta flor
tu inocencia me enamoró,
curaré tus heridas de dolor viviré de tu amor.
Vuelvo a este dulce tormento buscando llenar de amor el cielo, labrando el campo de tu alma
y bella mi amada
te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas, estas flores cantan la canción
que te enamora el corazón.
Vuelvo a luchar como ayer
con tu amor jamás desfalleceré
eterno en tus alas viviré.

El castellano y Leannan-Sidhe


Azar relegado:

Navego los límites de tu silencio
tu luna, reina mi cielo
en este horizonte de ilusiones y sueños
tus besos florecen mis recuerdos
las mariposas de tu piel tersa de seda acaricio eterno el momento que escapa entre tus labios cuando brota el te quiero,
y en mis ojos te encuentro,
donde me enseñaste a vivir el momento
porque nada es para siempre
escribo el sentimiento
ese que me hace amarte despierto
este viaje sin retorno
me hace buscarte cada noche
para que tu amor surque mi sangre
y mis sueños de tu mano puedan acariciar
lento muerdo el placer preso
y la lluvia envuelve nuestros cuerpos
recorro tus parajes, me pierdo en tu bosque este fuego late en esplendor
encuentro tu dorado amor
oigo los aullidos del corazón
atrapo mis flores de pasión
quiero y te quiero en cada amanecer
donde agradezco cada aliento
cada suspiro que asesina al tiempo
y da vida a mi sentimiento
mi eternidad alcanzo acariciando tu cielo, entero me entrego como el calor de un lucero, sintiendo tu amor latiendo,
avanzando tu cuerpo como quimera de pasión y fuego,
condenando al tiempo
a morir en nuestro pestañeo con un beso, encontrando el lenguaje del alma en cada verso, cabalgando juntos cada firmamento,
flor de sangre naciendo en mi pecho
clamando este amor que te profeso,
cálido, el momento, de desnudar mi alma
mi bella, amada, una flor en tu mirada
vuela libre, doncella, tu esencia mariposa del amor,
en mi interior quedaste
de mi ser te adueñaste
puedo sentir como tú sientes
en cada pensamiento vives,
a tu lado siento desvanecerse el dolor
este ardor de pasión jamás me abandonó,
hoy agradezco que me arropases en tus alas
para nunca soltarme
para abrigarme cada noche fría
por ser mi eterna compañía
y locura del ansía mía,
tu amor mi sinfonía
como tu beso de cada día
fiel me entrego a la caricia,
mi amor sin descanso
incesante fluye el verso por tu abrazo,
a tus pies me encuentro
esta mi sangre te entrego
este fuego late en cada beso,
germinaste dentro todas estas semillas de amor eterno,
hoy hadita te canto a la orejita
encuentro tierna tu sonrisa
en cada flor encuentro la belleza amanecida
en tus labios descrita, en tu piel mi caricia
en tu corazón siente mi brisa
cómo me hago lluvia y río
en cada silencio que rompemos juntos
como juntos nos verán hasta el fin del tiempo.

El castellano y Leannan-Sídhe


Sendero mi suerte:

Corro, a observar,
el vago nublo,
del invierno de mi suerte,
tras él, el brillante sol,
reluce de nuevo,
una fuente de retozos azules,
y caléndulas,
flores de Odín,
bordeadas por espinos,
o majuelos silvestres,
un aspa de luz y de frío vil, sordo,
oh de luz, y de frío,
era mi azul desquicia yerta,
oh cuan abarca mi ineptitud
entre señeros dulces
y crueles ramajes de idea,
oh de luz, y de frío
era mi azul miedo.
ámbar blando arredra cantando
de sol y de frío era mi oscuro invierno,
partido,
quebrado entre destellos de flora,
y sus flores sujetas,
encontrase siguiera
amigos entre los insectos
vendría por mí el solo halo
de soledad que amilano,
vil milano
hermano mi cernícalo avizor,
por altas torres y agrestes sendas
que arregazan caracoleando,
oh mi ámbar
de luz y de frío
sangre del tiempo, petrificado,
por misario cerro
voy con azor en mano
en busca de la insigne
perdiz huidiza mi dulce tormento.
Oh mi suerte, sombra de agua
oh mi luz, y de frío mi insignia pasajera.

Förüq el castellano








Soto en sol naciente:



Noche silenciosa umbría,
de negrez, adjunta;
al crujir del halo
que destella su pulcritud en estela,
coraje por violetas ausentes
y flores yescas alumbradas
por la dulce luna casi llena de enero,
mis falanges ensalman
el sendero inencontrable
hasta el portón verdadero
de nueve cerrojillos infranqueables,
orando por mí mismo se abra
esta insepulta tierra
que me sostiene,
mi semblante perdido
jamás abra el yelmo,
en clave de unión
se abra el aleteo fugaz prometido,
que encarnan tus maderas reflejas piernas,
un sopor y obtuve tu anhelado sabor
de tierra nueva virgen,
como letal aleación de savia y raíz
formando tronco y hojas esbeltos,
como dos rocíos se forman en tu sonrisa,
cómo te enraíza el sórdido éter embelesado,
dictando retorno
de mi primorosa,
mi musa cristalina;
soberana en turmalina esencia,
umbría vivirá nuestra caricia,
por el vespertino cauce
de río en arteria,
bajo que encumbro
el placer nacarado, insubordinado,
rumbo a la tercera estrella
que osó mirarte
colmando tú de lo bello, lo bonito
este parco horizonte asiduo.
Entonando en primor
la lira toda mi carne.
Es adorarte ferviente.

Förüq El castellano





Niebla encorajinada:

Cielo de tu amor que acaricio,
en el suspiro del tiempo desvanecido, en cada luna que te encuentro,
en cada vida que te siento.
Cómo no hacerlo si vives dentro,
si cada minuto lo vuelves tierno. Vuelo, con este sentimiento de fuego,
cabalgo el firmamento,
encontrando el verso despierto.
Como estas ganas de devorarte lento,
que sientas el deseo morder tu cuello,
y la sangre de cada flor de piel y verso. 
Donde el agua y la poesía
hacen el amor con tu cuerpo.
En este campo de sentimiento
la sangre de la tierra vistió de amapolas, cada beso de amor sin tiempo.
el bronce deja su cuchillo
a las espigas del cielo.
Hhierro baña la sangre de este guerrero,
vivo y muerto por tus suspiros.
de tu corazón preso, guardián de cada latido, redentor en el silencio frío.
Amante serpiente en el calor de la ilusión que te dibuja en mi mente.
Siempre presente, a la hora que la oscuridad late y envuelve.
Donde te volviste mi bendición,
realidad, abrigo y latido
de la inspiración invencible.
Como invencible dios sol, que toda vida rige. amada hada, esposa de este mío sentir,
acompañante de cada vuelo fulgente.
Tu semilla de amor germinaste en mi pecho, amapola roja y negra, sangre y tinta
que cada verso expresa sin descanso.
Fluyendo como el río que brota en almas a su paso. voz amante de tu presencia en mi mente,
donde el te amo, cada noche, se siente.
cura de soledad y maravilla hasta la muerte. donde mis rosas dejarán su sangre.
Nunca dejaré de escribir al amor,
a esta pasión de tenerte,
a cada luna que de malva el cielo me tiñe,
a todas las flores sencillas donde te veo,
donde descubrirás que este duende te será fiel,
y a cada semilla que nace pone tu nombre,
donde encontró su latido noble,
y mil veces más fuerte
lento se apodera de tu bosque.
Las campanillas en flor le oyen
y distingue el espíritu de cada árbol,
en cada pequeña vida a dios encuentra,
donde la armonía la acaricia el idioma oculto
de las hojas al viento.
Como el abrazo de la yedra al árbol
y el beso del rocío primero a las flores del campo.
En paz me siento en mi entorno,
y en la ciudad muero lento.
bendita la vida por darme tu amor,
por darme ojos para ver cada vida en color, siente esta caricia sin dolor
observa que de mí el cielo se apiadó,
donde sin envidia ni mal
eterno vivo, como poeta sin tiempo en tu recuerdo, voy allí lejos de este mundo,
donde empieza nuestro bosque sin destino,
donde libre, todo sigue su espiral sagrada,
el ciclo de la vida y la muerte,
el resurgir del agua, la sangre y de la tierra.
Amada te canto, de tu mano siempre mi te amo, contigo siento la fuerza
de la tierra, el agua, el viento, el fuego, y la magia que en arrullo acarician mi cuerpo,
contigo no temo a ningún abismo, infierno, ni tormento,
a ti te debo cada verso.

El castellano y Leannan-Sidhe



La polilla negra:




Acogía perturbador pensamiento
en tristeza, errático mío,
infortunio, todo dormido ceño,
mi sangre colmaba
lóbrega y repleta,
sobre la frente de nublos negros
que encogidos, no lloraban.
era gris mi despedida
de noche tranquila, relucida,
noche azulada, indebida,
de destello desvelado,
y pilares al cielo en hondo tributo,
y carros llevando agua imantada
de grises leviatanes.
sombra de hombro incierta,
arrastra vendavales furtivos,
en espiral sobrecogedora,
y sones de blanca nocturna luna,
lánguido mi pecho ya profuso,
se alzará
a desmembrar, el eterno desliz,
de luz anclada.
En vals y alas,
pequeña mariposa nocturna,
gira la espiral
su terror escondido,
embebiendo el ingrato desvelo,
fulgor de sus círculos errantes,
quimera desangelada
de vago destino caduco,
derredor intranquilo enreda,
misteriosa negrez;
sin partitura de blanca seda,
frenesí que jamás se separa de mí.
coloso de su imán final
de lisonjera luz,
del candil que atraviesa
toda dama oscuridad,
como su cuerpecito leve, frágil,
tembloroso
que ardió en su atracción final
a la llama en luz intransigente.

Förüq el castellano





Beso de ascua:


Vuelvo,
sin caminar
ni fronda,
resquicios
de mi soledad
crepitan,
su falta
de cariño externo,
porque mi soledad
atónita grita,
nada buscaba;
sólo volví
porque nadie me buscaba,
como un azar sin venas
ni razones buscadas,
estoy para ti
sin yo estar,
no tengo ojos
ni respiros
de pez de cara muerta,
una generación ciega
abre que sulfura
sin oxígeno.
Era bastante
y no acabé por huir,
bastante
era tiempo escaso,
imaginada tez
serena en néctar
tu sola dulzura,
te busqué en un papel,
respondió tu carmín
del beso de ayer,
sin inicio de final,
sin ser último
para ser primero,
un escarpar
de mi ausencia habitada
en torres y almenas
de incandescente, lóbrega,
quietud profanada.
el final depende del principio
dijeron,
por lo que tu último beso
empieza
en la eternidad
del sentimiento.

El castellano


Canto al cielo, original 2012:

Poeta sin tiempo,
escriba antiguo
deshaciendo el sentimiento,
vuelvo a caer en tus ojos
miel de dioses,
vuelvo a desangrar la rosa,
crece la amapola
su sangre enraíza
este el mío corazón,
vengo a por tu beso,
vengo a por tu aliento,
vengo a morder tu cuello,
jinetes del tiempo
muertos en este horizonte sediento,
escalé la montaña
hasta llegar al cielo
robé allí tu amor eterno,
ven amada mía
rompamos las cadenas del placer
en gemidos envuelto,
volvamos
al dulce momento nacarado
de aullidos a la luna de luz de plata,
yo lobo celta
yo druida antiguo
vine a por tu beso solamente
me llevé tu corazón
de adormideras envuelto,
las hadas gimieron
este amor eterno,
el dragón verde
me nombró su escudero,
yo de la rama roja
yo espíritu antiguo
amigo de hadas,
leo la naturaleza,
ella me dice
las raíces gritan
las hojas mueren,
el aire se asfixia,
los ríos lloran,
las almas duermen
buscando venganza
el ser humano,
depredador asesina a su madre
y raíces dicen
todo lo que no puede hablar
en silencio grita
pero todo muere en silencio.
Este pájaro de fuego
habita mi cuerpo
demonio antiguo
que habla en poesía,
idioma de dioses,
flores amando mariposas
como amores imposibles
yo alcancé tu alma y esencia,
yo fundí mi latido
y mil veces más fuerte
vengo a derrotar al tormento,
guerrero de mil batallas del abismo,
ángel dorado allí abajo
luchando con legión de sombras
y demonios convertidos a fe,
yo surcaré el infierno
y en la muerte traeré
tu amor de nuevo,
serás mi esposa
aun tenga que revelarme a la creación,
escriba con el demonio dentro,
lit et sumun canae,
miles Dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erit uxor mea.
Esta amapola canta,
tu amor dentro late
como sabia de roble,
vuelvo al inicio del sentimiento,
vuelvo a amarte sin tiempo,
en este lecho de antiguo romance
tu sangre beberé
mi sangre te daré,
eternidad en mi pupila,
muerte sin cielo,
condena a renacer
en segundo estado
de transmigración de las almas,
en letras rompo mi condena
para ocupar mi lugar merecido,
aun mariposa en siguiente vida
sabré en que flor encontrarte mi hada,
voy allí voy al final del bosque del olvido
y te encuentro desnuda
mi caricia te dice
un te amo
tu sonrisa despierta el beso
en instante eterno,
a verso lanza y garra,
rescaté el amor eterno,
nací de nuevo en tu corazón preso,
agarré tu piel
bebí el placer
respiré el fuego
probé el vicio y el demonio
quisieron a golpes
matar mi inocencia
hoy he venido a vencer
mi pasado maldito,
he venido a aceptar a dios
como fuerza celeste,
aun rebelde mi fe nunca murió
hoy como ayer luché
y tu calor tu amor
tu rosa tu piel tu seda
tu bondad pura me regó,
flores crecieron en esta mía entraña,
el sol iluminó la oscuridad maldita,
he venido a casarme contigo
a hacerte mía
como nadie te ha hecho
a despojar al tiempo de sus ataduras,
a eterno morir en tus besos,
he vuelto y el mundo temblará
porque de nuevo siento amor,
el corazón siente fuego,
el alma estalla en luz de lucero,
el espíritu habla más allá
de sombras y te abraza,
la batalla como la primera venida
será dura pero de nuevo venceremos,
a mí la fuerza,
a mí la esperanza de la nueva lucha,
a mí la bendición de diosa luna,
a mí el poder de Dios Sol
a mí su furia de fuego,
maldigo a quien destruye este planeta,
maldigo a quien destruye a diosa Flora
y a madre natura,
jamás mis manos mataron un animalito,
como celta en armonía vivo
con la naturaleza de dios Padre,
Conchobar Mac Nessa dentro
hoy tu poder siento,
como serpiente antigua
eterno viviré en esta tierra,
y cuando el hombre se destruya
por avaricia el mundo seguirá su curso sin él
y la naturaleza apoderará
las ciudades
no habrá ningún ser tan dañino
como el hombre,
los cielos se volverán rojos
el cielo llorará sangre,
los ríos sangrientos envenenarán
y el eterno resurgir vendrá,
lo más hermoso de este mundo
es el paraíso de la naturaleza
pero para el hombre lo más hermoso es el oro
y el dinero demonio,
vengo a amarte sin tiempo,
vengo a crear mi eternidad en el cielo
como en la tierra,
vengo a caminar las aguas
a romper los hielos,
a fundirme en fuegos,
a incendiarme de pasión en tus ojos ,
vengo a destruir mis cadenas
y amarte libre
como el pájaro a su vuelo,
yo pájaro sin alas,
yo pez que cortaron sus aletas,
yo hombre
que jamás pudieron cortar su libertad,
a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,
en tormenta tendré el agua de tu boca,
en caricias prenderé esta hoguera,
en tu corazón sembraré la amapola
eterna del amor que quema,
ninfa mía ven, ven, conmigo
a esta tierra de fuego,
luna mía ilumíname el camino,
se mi amparo ,
sé mi abrigo en noches de humo,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
elevar mi canto al cielo,
arroparme este fuego
que dentro tengo
en fe os sirvo como druida antiguo,
os pido bendición,
Artús dame tu fuerza,
Cernunnos caza al cazador,
Taranis riega estas tierras
salva los pocos bosques que quedan,
Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,
ofrezco este humilde canto
a todos vosotros con esta luz
que me queda darme fuerzas
en este amor que comienza,
eterno vivo eterno muero,
eterno sirvo yo guerrero antiguo
yo druida de la rama roja celta.
Los dragones volverán a surcar el cielo
y no habrá clemencia para el mal,
serpientes antiguas la lucha sigue viva.
Este mi humilde canto
temblará en la tierra ,
iluminadme este amor que siento
y que de mi alma se apodera,
amada mía sé mi sombra
como yo soy tu luz y tu calor,
sé entera mía como el pez a su río ,
y la piedra a su montaña,
sé mía como el árbol a su tierra
y el ciprés a sus muertos que vela,
sé mi amparo en la batalla
hoy de nuevo como ayer
juntos veremos el nuevo amanecer,
y la luz que cegará la tierra,
no hay miedo porque te amé y te amo,
aun ciego mi amor
te seguirá perteneciendo
como la abeja a su flor,
no habrá poder
que pueda separar mi alma
de tu corazón,
eterno te serviré
aún tu esclavo mi reina
te haré la mujer más feliz del mundo
aún en la muerte
mi alma seguirá el camino a encontrarte
y eterna tenerte,
no me desampares el camino duro,
sé mi fuerza en la lucha
nuestro amor ganará
y derribará el mal
que nos quiso sangrar
y en vida condenar,
la felicidad sigue viva
como la amapola florece
cada junio en el camino
te amo y lo haré
aún tenga que enfrentarme al mundo.


El Castellano y Leannán-Sídhe

En sangre elevaré mi canto al cielo versión II:

Diciembre 2012:

Poeta sin tiempo,
escriba antiguo
deshaciendo el sentimiento,
vuelvo a caer en tus ojos
miel de dioses,
vuelvo a desangrar la rosa,
crece la amapola
su sangre enraíza
este el mío corazón,
vengo a por tu beso,
vengo a por tu aliento,
vengo a morder tu cuello,
jinetes del tiempo
muertos en este horizonte sediento,
escalé la montaña
hasta llegar al cielo
robé allí tu amor eterno,
ven amada mía
rompamos las cadenas del placer
en gemidos envuelto,
volvamos
al dulce momento nacarado
de aullidos a la luna de luz de plata,
yo lobo celta
yo druida antiguo
vine a por tu beso solamente
me llevé tu corazón
de adormideras envuelto,
las hadas gimieron
este amor eterno,
el dragón verde
me nombró su escudero,
yo de la rama roja
yo espíritu antiguo
amigo de hadas,
leo la naturaleza,
ella me dice
las raíces gritan
las hojas mueren,
el aire se asfixia,
los ríos lloran,
las almas duermen
buscando venganza
el ser humano,
depredador asesina a su madre
y raíces dicen
todo lo que no puede hablar
en silencio grita
pero todo muere en silencio.
Este pájaro de fuego
habita mi cuerpo
demonio antiguo
que habla en poesía,
idioma de dioses,
flores amando mariposas
como amores imposibles
yo alcancé tu alma y esencia,
yo fundí mi latido
y mil veces más fuerte
vengo a derrotar al tormento,
guerrero de mil batallas del abismo,
ángel dorado allí abajo
luchando con legión de sombras
y demonios derrotados a fe y luz,
yo surcaré el infierno
y en la muerte traeré
tu amor de nuevo,
serás mi esposa y mariposa
aun tenga que revelarme a la creación,
escriba con el demonio dentro,
lit et summun canae,
miles Dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erit uxor mea.

Plubia cordis, ardentissime cupere amôris
stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.
Diês, carpentum, accrêvî calôris.
Colôris, vita, venerâvî canôris.
Laetitia exspectâre, cupitum nostra.
Ostendi âlae, festînâvî blanditia.
Cropinquus, somnus, versus, littera.
Prôfêcî imus, creâvî blandus.
Bâsium dulcis, aqua pûrus.
Sânô anima, fidus fruor.
Cupidus somnus, flagrô metaphora,
suspirium natura, amâvî ferventis.
Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui pûrus, sôlus cordis.
Callis unus, sentido sensisensum.
Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.
Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.
Esta amapola canta,
tu amor dentro late
como sabia de roble,
vuelvo al inicio del sentimiento,
vuelvo a amarte sin tiempo,
en este lecho de antIguo romance
tu sangre beberé
mi sangre te daré,
eternidad en mi pupila,
muerte sin cielo,
condena a renacer
en segundo estado
de transmigración de las almas,
en letras rompo mi condena
para ocupar mi lugar merecido,
aun mariposa en siguiente vida
sabré en que flor encontrarte mi hada,
voy allí voy al final del bosque del olvido
y te encuentro desnuda
mi caricia te dice
un te amo
tu sonrisa despierta el beso
en instante eterno,
a verso lanza y garra,
rescaté el amor eterno,
nací de nuevo en tu corazón preso,
agarré tu piel
bebí el placer
respiré el fuego
probé el vicio y el demonio
quisieron a golpes
matar mi inocencia
hoy he venido a vencer
mi pasado maldito,
he venido a aceptar a dios
como fuerza celeste,
aun rebelde mi fe nunca murió
hoy como ayer luché
y tu calor tu amor
tu rosa tu piel tu seda
tu bondad pura me regó,
flores crecieron en esta mía entraña,
el sol iluminó la oscuridad maldita,
he venido a casarme contigo
a hacerte mía
como nadie te ha hecho
a despojar al tiempo de sus ataduras,
a eterno morir en tus besos,
he vuelto y el mundo temblará
porque de nuevo sigue en pie este amor,
el corazón siente fuego,
el alma estalla en luz de lucero,
el espíritu habla más allá
de sombras y te abraza,
la batalla como la primera venida
será dura pero de nuevo venceremos,
a mi la fuerza,
a mí la esperanza de la nueva lucha,
a mí la bendición de diosa luna,
a mí el poder de Dios Sol
a mí su furia de fuego,
y el rugido del león,
maldigo a quien destruye este planeta,
maldigo a quien destruye a diosa Flora
y a madre natura,
jamás mis manos mataron un animalito,
como celta en armonía vivo
con la naturaleza de dios Padre,
Conchobar Mac Nessa dentro
hoy tu poder siento,
como serpiente antigua
eterno viviré en esta tierra,
y cuando el hombre se destruya
por avaricia el mundo seguirá su curso sin él
y la naturaleza apoderará
las ciudades
no habrá ningún ser tan dañino
como el hombre,
los cielos se volverán rojos
el cielo llorará sangre,
los ríos sangrientos envenenarán
y el eterno resurgir vendrá,
lo más hermoso de este mundo
es el paraíso de la naturaleza
pero para el hombre lo más hermoso es el oro
y el dinero demonio,
vengo a amarte sin tiempo,
vengo a crear mi eternidad en el cielo
como en la tierra,
vengo a caminar las aguas
a romper los hielos,
a fundirme en fuegos,
a incendiarme de pasión en tus ojos ,
vengo a destruir mis cadenas
y amarte libre
como el pájaro a su vuelo,
yo pájaro sin alas,
yo pez que cortaron sus aletas,
yo hombre
que jamás pudieron cortar su libertad,
a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,
en tormenta tendré el agua de tu boca,
en caricias prenderé esta hoguera,
en tu corazón sembraré la amapola
eterna del amor que quema,
ninfa mía ven, ven, conmigo
a esta tierra de fuego,
luna mía ilumíname el camino,
se mi amparo ,
sé mi abrigo en noches de humo,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
elevar mi canto al cielo,
arroparme este fuego
que dentro tengo
en fe os sirvo como druida antiguo,
os pido bendición,
Artús dame tu fuerza,
Cernunnos caza al cazador,
Taranis riega estas tierras
salva los pocos bosques que quedan,
Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,
ofrezco este humilde canto
a todos vosotros con esta luz
que me queda darme fuerzas
en este amor que me alimenta,
eterno vivo eterno muero,
eterno sirvo yo guerrero antiguo
yo druida de la rama roja celta.
Los dragones volverán a surcar el cielo
y no habrá clemencia para el mal,
serpientes antiguas la lucha sigue viva.
Este mi humilde canto
temblará en la tierra ,
iluminadme este amor que siento
y que de mi alma se apodera,
amada mía sé mi sombra
como yo soy tu luz y tu calor,
sé entera mía como el pez a su río ,
y la piedra a su montaña,
sé mía como el árbol a su tierra
y el ciprés a sus muertos que vela,
sé mi amparo en la batalla
hoy de nuevo como ayer
juntos veremos el nuevo amanecer,
y la luz que cegará la tierra,
no hay miedo porque te amé y te amo,
aun ciego mi amor
te seguirá perteneciendo
como la abeja a su flor,
no habrá poder
que pueda separar mi alma
de tu corazón,
eterno te serviré
aún tu esclavo mi reina
te haré la mujer más feliz del mundo
aún en la muerte
mi alma seguirá el camino a encontrarte
y eterna tenerte,
no me desampares el camino duro,
sé mi fuerza en la lucha
nuestro amor ganará
y derribará el mal
que nos quiso sangrar
y en vida condenar,
la felicidad sigue viva
como la amapola florece
cada junio en el camino
te amo y lo haré
aún tenga que enfrentarme al mundo.
Genii locorum dioses ancestrales abrir este camino,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo 
y eterno resurgir en ti cierra y comienza,
agua riega esta amapola del pecho anclada
porque ni en dificultad ni en soledad,
perdió esperanza, ni pétalo carmín de sangre.
Fuego prende eterna la llama del alma
esa que en mi dentro tengo evanescente a mi amada.
Aire lleva este canto al cielo une mi alma 
eternamente con mi amada,
envuelve en tus alas este hechizo de fe y amor,
Magia creo en tu poder, por la luz dorada de mi aura,
índigo me vio nacer este mundo,
en letras dejo la sangre esperando surcar la eternidad,
alma antigua cuerpo joven, magia envuelve este amor
florece este bosque mágico cumple
y demuestra eternamente que los cuentos de hadas 
siempre tienen final feliz,
aun luchando con el mundo a las espaldas como héroe griego,
aun en la penumbra este guerrero antiguo
no sucumbe ni sucumbirá,
el cielo se apiadó de este canto,
la luz nació de la oscuridad, 
y el alma salió de este mi cuerpo
para arroparte el sueño 
vuelvo y he venido cien veces más fuerte.
Condeno al tiempo 
porque en vida la eternidad 
a sudor y sangre quiero conquistar, 
por amarte puro y de verdad,
no quiero el cielo si no es para vivir en el contigo,
no vivo esperando tierra vivo amándote
conquistando la llama de venus y el fuego de eros,
diosa aurora se enamoró de esta historia
de dos almas entregadas en un solo corazón.
El río de las almas volveré a surcar,
una vez de mi cuerpo las cicutas crezcan
y la Araña teja el punto final a mi destino,
traeré este amor eterno de nuevo,
como el sol existe y la ciencia 
engaña a quien piensa en este planeta.
La polilla surca la noche,
revoloteando alrededor de la llama

ella atrae simbolismos opuestos 
el del alma que busca a Dios 
y el de la locura que se aboca a la perdición.
La rosa azul desangra un te amo 
y el caracol encuentra su tomillo anhelado 
a la bruma del húmedo amanecer,
la hiedra escala el árbol 
envidiando su altura,
siempre buscando llegar al cielo,
siempre los vegetales buscando la luz 
que alimenta su existencia,
cruel de estática vida, pero longevidad imperial,
una plantita llora una gota de rocío a la orilla del río,
una mariposa se acerca
qué pena tienes tú que penas tienes tu plantita ¿?
tú que eres joven y linda,
luz y río te acarician, no llores bonita

mariposa quisiera ser mariposa quisiera ser
y a mi amada margarita de la otra orilla que está solita
poder besar.
Viento, viento bonito tráeme sus semillas, 
para que juntos juntitos podamos renacer.
La salamandra de fuego indica la heráldica de este corazón,
valor fuerza y honor,
como dragón enroscado al árbol celta de la vida
mi calor arropa tu cuerpo noche tras noche nacarada,
en la lluvia soy tu sed, en el frío soy tu calor,
en el viento soy tu silencio, en la calma soy la vida y la muerte,
en la oscuridad soy la luz que no se destruye,
yo como ella solo viajo a besarte,
en el tiempo soy el instante eterno de un parpadeo,
en el fuego soy fénix, en la tierra soy humano 
soy imperfecto,
pero amo toda vida ajena, en armonía plena, 
luna abriga este sueño, 
concédeme tu compañía
frío en tu existencia jamás podrás congelar este latido,
amo amarte, vivo viviendo morir 
en tus dulces labios flameantes.
He venido a renacer eterno,
he venido a robarte un beso 
para que lo recuerdes 
cada vez que tus ojitos cierres.
Como salamanquesa trepo tu espalda,
y como golondrina busco la primavera que haga florecer,
a cariño, ternura y apoyo todas estas flores 
que sembramos en nuestros corazones 
y cuerpos de amantes sin tiempo.
Vine por tu beso, me llevé tu amor eterno.
Como lobo celta guiaré a mis antepasados en mi final.
Gracias, mis Señores por concederme mi última ilusión,
y volverla real de nuevo,
aun sin cuerpo esta alma gritará por ti hasta temblar el cielo,
esta amapola de sangre llorará de amor de nuevo 
al juntar nuestros labios de nuevo,
calentará cada invierno nuestros cuerpos,
sus raíces de bronce y tornasol volvieron,
de cobre nativo fundieron sus semillas.
Y oro agarrado este dulce sentimiento,
muerto sin sentir tu aliento,
cercanía de tu calor aun en la distancia que decretaba
olvido de razón,
querer puro, solo corazón.
Como es arriba es abajo, y el cielo llenará de luz el abismo,
el leviatán despertó y su furia solo es conocida,
por estos hombres como yo que temen a Dios.
No me desampares en la lucha sé mi fuerza contra las acechanzas,
mantén inocente este corazón que no dio cabida 
a la envidia ni al odio cegador 
si la dio con luz de alma y espíritu pronto la desvaneció,
he venido a cantar al cielo,
a florecer mis semillas a mi paso, 
a curar mi dolor a buscar en tus brazos mi calor,
a darte mi vida,
a asumir que me has salvado la vida porque mi vida eres tú
hada mía.
Vengo a agradecer este amor que habita mi cuerpo
porque en el silencio de este manuscrito eterno grito,
que poeta del viento a lo que me califico,
no sucumbiré hasta vencer
y junto a ti cada día ver mi vida florecer a te amos
cada amanecer.
Cicutas rojas y negras crecerán de mi lecho 
de la sangre de este amor envuelto
y de la tinta mi inmortalidad en verso.
Noche lúgubre y umbría
por fin me diste el sueño que tanto ansío,
soledad qué pena tienes
que conmigo no puedes.
Amada mía has vuelto a mí para ser mi noche y mi día
has vuelto para siempre quedarte
en beso tinta y sangre agradezco a esta llama fulgente,
a este amor que seduce y me deja inconsciente,
como vivo estoy y tu imagen surca mi mente siempre presente,
Mi cielo,
tu sol, amada
me pediste ser tu luz y que tu fueses mi dueña
a si será siempre, a sí siempre ha sido.
Eterno a tu lado vivo 
y enamorado 

hasta el final de este latido.

Las luces de la ciudad apagarán,
dejarán a los luceros realmente brillar,
la torre de babel tumbará arrastrando 
al dios dinero de esta sociedad
yo no estaré en cuerpo para ver de nuevo como antes su final,
pero llegará y la bondad volverá a reinar,
la vida para los vivos, la muerte para los muertos,
yo poeto sin tiempo,
vengo a por tu beso y con tu amor ya soy completo.
Vengo para quedarme a tu latido preso,
vuelvo para deshacer el sentimiento,
vencer al mal que cobijé,
a humilde agradecer la vida de amor que a mí ha vuelto,
con sangre en mi cuerpo deseo tenerte cada día
como doncella y amada mía como hadita y delicada florecita
que solo necesita de mi amor y mis besos para vivir.
quédate conmigo,
quédate a mi ladito,
este mi cielo te daré, este cuerpo y espíritu 
te pertenece como el arcoíris a su cielo,
acompáñame este sueño a la tierra de fuego,
mantén viva la llama en tu pecho,
siempre sabrás que yo soplo para encenderla y crecerla.
Ven amada mía dame tus besos,
siente este corazoncito latiendo en versos,
siente una inspiración invencible,
como Dios Sol que existe y es invencible.
Enganchemos nuestros cuerpos enroscados como serpientes,
amemos el silencio y ternura de nuestros ojos,
sintamos ardientes las caricias,
y la piel tersa de seda 
devolvamos a la noche de su encanto 
y gemidos a su luna.
Seamos como fuimos quimeras de fuego con un mismo latido,
cuidemos el mismo corazón que habitamos.
Yo quien pintó el cielo en colores a su amada
yo quien obtuve de ella la felicidad inmortal.
A su lado mi fuerza para cuidarla, amarla y protegerla,
vuelvo a vivir vuelvo a en mi interior sentirte como riada,
y lago que da vida a mi calma,
tú mi ninfa, mi amada, mi musa, 
mi hadita, mi florecita 
mi bella hadita.
Yo tu guerrero eterno.
Siempre tuyo como la luz al fuego.
Te amo y te quiero.


El Castellano Y Leannán-Sídhe


Deirdre reina mi dolor; cosantes:
I
Poeta sin tiempo, no expira,
Deirdre palpitando, siento.

Escriba, llaga lo antiguo,
deshaciendo lo averiguo.
Deirdre palpitando, siento.

El sentimiento es alado.
Vuelvo en dicha desatado.
Deirdre que palpita siento.



Miel de dioses estado quo,
desangrar rosa es inocuo.
Deirdre palpitando, siento.

Poeta sin tiempo, alma expira,
Deirdre palpitando, siento.

II
Crece que late amapola,
su sangre enraíza roja.

Este el mío corazón.
Vengo por besar razón.
Su sangre enraíza roja.

Vengo al amar, por tu aliento.
Vengo a morder tu ardimiento.
Su sangre enraíza roja.

Fosa cava mi azadón,
no era pena era sazón.
Su sangre enraíza roja.

Tierra y sangre, la amapola.
su sangre enraíza roja.


III

En horizonte sediento.
Deirdre heroína mi dolor.

Hasta llegar a las cimas.
Robé el amor que animas,
Deirdre heroína mi dolor.

Ven amada, liberemos,
quita cadenas, volemos;
Deirdre heroína mi dolor.

Del placer entre calimas
envuelto, pena redimas.
Deirdre heroína mi dolor.

En horizonte sediento,
Deirdre heroína tu dolor.

IV
al dulce momento vuelto,
sajara aullidos en luna.

De luz de plata igualara.
Yo lobo celta encumbrara,
sajara aullidos en luna.
Yo antiguo, luz que cultivo,
vine por beso asertivo, 
sajara aullidos en luna. 

Solamente yo grande alzara.
Llevo corazón en ara,
sajara aullidos en luna.
De adormideras envuelto,
sajara aullidos en luna.


V

Las hadas gimieron todas.
La raíz grita, perpetua. 

este amor eterno vale.
El dragón verde sale,
la raíz grita, perpetua.
Me nombraron su escudero.
Rama Roja el duradero,
la raíz grita, perpetua.

Yo espíritu antiguo cale,
amigo del duende exhale,
la raíz grita, perpetua.

Leo la naturaleza yerta,
la raíz grita, perpetua.


VI

Ella me lo dice, dicte.
Las raíces gritan rectas.
Las hojas se mueren recias.
El aire asfixia herencias.
Las raíces gritan rectas.
Los ríos lloran sangrando.
Las almas duermen orando.
Las raíces gritan rectas.
Buscando venganza, sacias.
El ser humano desprecias.
Las raíces gritan rectas.

depredador, asesina.
Las raíces gritan rectas.

VII
Humano asesina madre.
Todo lo que no puede hablar.
Silencio grita, maldice
y todo muere predice.
Todo lo que no puede hablar.
Este pájaro de fuego.
Habita espíritu luego.
Todo lo que no puede hablar.
Demonio hable, estigmatice;
que habla en poesía alunice.
Todo lo que no puede hablar.

Idioma de dioses fuertes.
Todo lo que no puede hablar.


VIII
flores aman mariposas.
como amores imposibles.
yo alcancé tu alma y tu esencia.
fundiera en plañir, latencia.
como amores imposibles.
y mil veces más ardiente,
vengo anclar mi descendiente.
como amores imposibles.

guerrero de complacencia,
el ángel dorado esencia.
como amores imposibles.
sombras luchando su lugar.
como amores imposibles.

IX
Demonios convertidos ya.
Yo surcaré el infierno yerto.


Y en la muerte traeré ilesa,
amor nuevo, será empresa.
Yo surcaré el infierno yerto.
sentir que tú serás mi par.
Aunque tenga que destapar.
Yo surcaré el infierno yerto.
A la creación traviesa.
Escriba con letra tiesa.
Yo surcaré el infierno yerto.
Esta amapola que canta.
Yo surcaré el infierno yerto.

Lit. c et sumun canae,
miles dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erita exora mea.


El castellano y leannán-sídhe

Dulcera en claror:

¿Lo recuerdas?
cuando creíamos
dentro del ser haber
encontrado algo.
Recuerdo que los días
están hechos,
mantente.
¿Recuerdas un vivir al filo de la navaja?
tentando la suerte nuestra circunstancia
que nos unió
como agua y oro de aceite.
Recuerdo a veces
llorábamos a las flores,
y otras nos sonreían.
¿Recuerdas el evanescer interior
que se apoderaba del firmamento,
y descendían astros, a mecernos?
Recuerdo tu sonrisa pura,
inocencia de escala,
un desear estar contigo,
para volver todo hacerte brillar,
¿crees amor huido que algo haya cambiado?
dilucido que seguirás siendo
la misma piedra de melodía,
de eco presuroso,
que se adentraba en mis ojos,
para inaccesible habitarme,
como canción sepulcral
el infinito reverberante,
que me erizaba la piel
completando mi existencia
de palmo a trecho
voy manando,
y aunque hoy piedra
del rayo en cegado,
dicha en mi pecho quedaste,
dicha en mi alma blandiste,
porque yo te conocí
porque yo tuve que sentirte,
como agua de rocío
y destino plañidero,
incluso hoy en sueños, te sigo viendo,
brea de estrella en carne de la belleza,
pupila de mi pupila
por el tiempo helada,
he venido hoy a desafiar a mi dulce tormento,
sin tenerte te tengo dentro,
sin quererte sigue en vela y cañón,
mi naipe y última carta,
no se reveló.
¿ves que algo haya cambiado reitero?
sí, que hoy en día
duermo con tu recuerdo etéreo imaginado,
y no con tu piel y carne de estrella.



Esteban er-lobo bohemio

Cantos de tierra:




Solitario bogo,
aterido soplo de la montaña,
pastor de tus astros,
torres de nidos de tu saliva,
perfilada tu sombra me acompasa,
mi sayal remiendo
entre sedas
de moreras de ensueño,
olvidos me trepan por enredaderas,
tarde en la tarde mi esperanza vive,
si soñase volaría a tu vera.
Sol este de oro
ciñe mi álamo negro
y su esmeralda araña,
cumbre te nombra
en la saeta mi oscura golondrina azabache,
traerte conmigo siempre
eternidad risueña, melosa
sangre de mis dioses.
Señora tú de silencios
y sepulcrales vértigos,
no amansa mi fosa
la dulce azada de metal soporífera,
carne y cuerpo
mi rigidez de pluma,
lírico trasnochar.
Claro cristal entre paisajes,
ceniza de recuerdo
es ella, recuerda,
aire desnudo fama de estrella
inviolada,
mi musa bella,
un azar flamígero
que no pido ni alumbro,
no espera
ni las aguas de tiempo inmenso,
jamás complacen.
ay día, rosario terco,
deja ya la gloria,
grandeza en amor
se llamó belleza,
lastimada mi carne desvelada.
Gusano soy
que hila su capullo,
tejiendo desde sentir interior,
mi vida en serenatas blancas
levantaré,
su fronda,
inabarcable vergel primoroso,
cuenta mi linaje
alas ignoradas de mi pecho.
no podrán tapar en vida
mi silencio que aflora.



El castellano

Terca mi sangre,
tiempo del frío río
inmenso, todo dado en espinas
su rivera,
por ciega neblina bajo
con tabaco precoz,
pienso,
todo he soñado
para el letal lecho del olvido.
Mi temor sorprendido
alega que no existe;
vida o belleza,
ala o metal cansado,
gloria de grandeza, ¿Dónde?
mi tabaco de neblina
ahonda, penetra y surca
la esmaltada silueta de tu figura,
por mi caricia ruda
y el agua afligida,
admirarte yo cual fugaz garuma,
anisado vive el cielo,
nuestra blanca estrella
mineral candente
refulge su luz desnuda,
por vespertino son
de todo lo que tiembla
como abanico de mi pluma.



El castellano



el principio estaba en la colina.
Un hecho,
claridad de brea encendida,
o, transparencia de pez de cristal.
Timón enfurecido
que tormenta iracunda tizna,
cuervo en el alma
mi ser alzo, prendo,
mi idea luce
cual hollín de azabache tuviera,
gragea mi voz un crascitar
de mi señor Baco,
persona de garabato nombro a sombra latiente,
acaso opacidad de materia cuidase,
sacrificador mi tiento.
Soneteada su parda sepultura.
falte mi ley, sonará la albilla.
Diablo aguador mi buen luciente;
cordobán, recuerdo de soleta,
no me faltará maceta,
parnaso que ya cae asaetado,
cisnes negros,
de apolo,
cuidados como vellón descendía su grajo.
Musario monte yo he sembrado.
yo, pensamiento y porfía guardo,
me los retiemble
el sol lucido,
ninguno estribe
mi mesura,
señora, valerme quiera,
ni peligroso
el tiempo bárbaro se me pareciera.


Förüq


Insondable, la luz
de tu impalpable seña,
guiño áureo al latido,
insubordinado, labrado
en madero de este hierro,
ya dejó de ser infamia tornasola
en ascua de piel borrosa.
Ensueño alado te alzo
mi musa en estridencia recta,
develada, reveladora senda
dictas que afliges voluptuosa
cuan cerilla arrostra mi alma,
rebulle tu sueño alado
de golondrina azabache,
no perturba mi paso
tu luminoso azar encorajinado,
en sones del capataz del brillo primero.
Arde no se colma mi vaso,
al cantoral
fraguo férreo lazo,
indivisible alianza, comunión
de ambos argentos astros,
como entrelazan alba y ocaso,
pura seda mi correr
de atleta precipitado,
arrostró
mi piedra espectral,
tu brisa ya nunca más fría.
alumbró mi sien
el fractal de frágil leño.
Y desveló que todo es y fue
más que un sueño.
enmudecida siembra tu garganta
lamo la tierra boca a tramo,
tu raíz salvaje me toca,
como verde planta a tu corazón invoca,
silvestre y musical nuestra rosa azul canta,
henchido de tu voz voy
mi doncella escarlata.


El castellano





oración a la misa del alba,
revuela una golondrina,
esquiva los ramajes
amenizados del fresno,
abre monótona brisa
una caricia de tierra
por el misario cerro,
carrascas afilan allí
sus flores de piedra
para dar sus bellotas,
ya escondida la luna de seda,
aumenta un zorzal su trino,
sube entre rayos de sol
la espuma de un desnudo álamo,
a su raíz un precoz mamón
sonríe al iris de nueva luz,
un grillo chirría su nota
en melancolía por nuevo cierzo,
la encina secular
no pierde atisbo de rigor
en follaje,
como nervudo verde
que no llora,
la retama grita al esparto
que su amarillo impera,
plegaria entre verdades del monte
un nuevo esplendor
canta la paz sepulcral del campo,
como luminaria entre río reverdecido
en tapiz de terruño arado,
aria dolida en arrebol
de sollozo verde,
lento abre su retoño la tierra.
Entre vid de nueva espera.

El castellano

Quiero mantener
mi suerte segura,
como hondas imágenes
en frío lacustre.
Agua de labriego sordo.
eco en árbol de sigiloso azar.
Hombre al menos
en terrazgo seguro
al pie de bandoneón,
clavando cigarra
a su escarcha afligida,
manos trabajen
la melodía
a tu voz morena.
primor en viento
de mi sepulcral prestancia,
tierra o ceniza
eternal mármol turbado
de vida atada a tu vida
y perseverante esencia.
árbol de luz y acento,
revuelo a tu son
el mundo no trasplante.
Dulces sueños
sones flamígeros te aguarden
en su seno.
suelo en miel
de nota obscura,
guerra, oh gran momento,
rizar mis ascuas al viento,
hoja que tu filial enmarca,
verdecido mamón yesca,
invadido por substancia
de tu irisada voz en letra fraguada.
Resonancia de altivos lares,
fecundos...
Llevo verdecida mi sangre,
asaltando el trigo mis ojos,
palabra con sonido
eterna herida
Resuena que sigo en ti
como aromo de flor
y curva pitanza corva,
redimido a la abeja
el avispero ya no zigzaguea,
abre cariño tu senda,
nácar dispuesto y frágil
al candor de mi cóncava vena.
Para cosechar mi pena, mi cruz
y mi condena.

El castellano


Honroso tibio pulso:



Grave, y sonrío
entre la gravedad de lo efímero,
el castillo, el soliviar vetusto,
graves aras de sonrojos
al terruño,
un dulce claro oscuro,
tu boca diáfana, perjuro,
gravedad del insecto insulso,
un halago, un pulso,
enjambre de bellezas en tu nombre
quieto, sin arrullo,
cristal de humo partiendo minutos,
por qué árbol mío,
la proporción de tu aire
que alejas,
grave sin sueño alguno.
Hondo soto, conmensurada hacienda,
trilla que trillaron los hombres
antes yo nacer,
y ahora tantas luchas te siguen.
tu pasión por un crimen de flores
y altas rosas,
corría un otoño plástico
por la vereda y la rambla enajenada,
sortilegios de hierros azarosos
y pulcras vides sanguíneas,
alta te quiero ver como la noche,
y esa luz difusa, vertida en lengua
de castiza fuente soslayada,
cincelando con tus manos los altares
de huesos que pertenecen.
como pez sencillo de milagro
que tu boca sea musa, mi rosario.

El castellano


Sed de luz:




Cuanto te acercas a mí
miedo intuyo somero sin rivera
a estar cerca,
más cuanto te alejas
miedo a estar sin mí alegas,
dijo un librillo,
franca tu vera destrenzo,
viva esta espuela,
horizonte vasto me acercas
como lloverte amor sin cesar,
paraísos yertos sin escalas
ni vals terreno,
puridad acaso bastó
como lobo de orejas afiladas
sin aullar no era lobo,
me acerqué hocico
he irremediable
contestó un azar de tres caras
y nueve venas razones,
como derribar la franca tapia
verja de nueve cerrojillos iridiscentes,
los ángeles valientes morían primero
sin ascua eterna
ni mármol florido,
quizá puede como alimento
de vano murmurio,
hoy oso al por mayor
reminiscencias al recto lado,
acompañar tu furor de armas,
desde nimbo pasajero,
y desquicias propias trasmutadas,
al impetuoso servir de la llaga,
Pléyades cercanas como resoplar la luz
y capturarla a ojos fríos,
indicio que su halo dicta
inspiración a raudal,
halo indiscernible
que casi saboreas confines,
de sosegada dicha insobornable,
miedo a tu cercanía cuando caminas lejos,
miedo a tu lejanía cuando cerca
brillas en faz y luna imperecedera,
arrobando mi haz luminoso sin brida
ni correa,
As de trece tréboles de cuatro aspas,
era mi vida sin contar,
un brote de cruel infortunio desaconsejado,
semilla o tiesto espontáneo,
a nadie cambio,
ni dolor ni regia tristura
porque hoy me blanden
poeta raíz de dioses,
quién soy ellos y yo lo saben,
y seguimos sin tener miedo,
en esta trinchera del verbo onírico,
incuestionable
hervor de primaveras desnudas,
y solas saetas en busca de una vida
que mejor, peor, no niego,
qué mejor que un absoluto diamantino,
en esencia mineral candente,
cristal de sus pulsos
que no niego ni me arrebatan
a estigma puro revalidado
en azoteas caducas,
y ojos suaves un abril doliente,
era lo mismo,
que perder venciendo,
aojo que el buen ojo curo,
insignia las estrellas quedan muy cercanas,
si nos llaman a la lucha,
puede defienda mi patio
debido no es mío.
Divagaciones aparte,
pregunté al eco de sombra,
sin quererla como uña a carne,
iluminaría mi pluma saturnina,
hoy quedé en darla un besito
como la imaginación
no osaba,
miel de afortunar, y tremendo desliz
en número y orden,
como afeitar bombilla
broma, como lamer hacienda sin construirse,
en serio pongo balanza,
y un kilo mis sueños
pesan más que cien kilos mis ilusiones,
amar, amarte, en este ente intransigente
me lleva sin anchas calzas
es flagrante,
como el cimiento del verso
es tu letra,
lo fidedigno, que me hace parte
del transcurrir minúsculo
en vida caduca que nos desliza el destino,
no hace falta amarre para osar,
ni buscar luz, cuando ya eres parte de mí...

El castellano Förüq

PUPILA TIERRA ENERVA:



Planicies serenas del azul imantado,
por surcos de febril labriego
como barca entre trillas se deslizan,
espigas y fauces grises, de nublos
voraces.
Carros con aperos
entre terrazos quietos;
su nueva siembra.
Riveras atrás y acres en verdor
de nueva grama,
endrinos y espinos
aislados entre hondo campo,
de pinos y caricias suaves
de joven matorral.
La vid desplegaba su nombre de vida.
Cardos brillaban en espinas erguidos,
saludando a nuevo cierzo
que se alejaba.
Sones en caminillos de hormigas,
el sol medía de la llaga sus hormigueros.
Romeros afilan la suerte del sendero,
que como una rama precoz
pronto, verde rodeaba.
Cristales de roca entre el suelo cálido.
Latido férreo de tierra arcillosa
el escarabajo negro paseaba,
y lombrices purpúreas no asomaban,
el raso donde el pardillo
y el verderón jugaban
su genética de vida,
perdigones entre codornices
sonsacaban el linde,
donde viborilla y culebras
hacían honor
de tranquilo serpear.
Era bastante el sueño precoz
casi saludando nueva veris
por el tronar de ojos suaves
ya no sonaban en sienes acristaladas
ni hacían bajo de pensamientos pobres.
Fertilidad en raudal,
como espasmo que generación abre;
giraba la torcaz
buscando cobijar
y al cielo abarcar.
El cielo que morado lloraba,
el gris del nublo la tierra asumía
en aljibe y abrevadero.
Mi son minero, me pulía la sangre,
en estalactita y veta, el bordear
mi vena.
De mi semblante pardo
no cambio nada.
Todo me lleva a lomo un caballito del diablo
que por sierras mis rúbricas, deja.
A mi sol broncíneo, saludo.
entre simientes frías
esperando
ser nueva vida en color.
Del fuste a la Oliva,
al tordo redondo de olivo señor.






Memoria fría, discernible:





Viene, se descubre
como clara sábana espectral
bajo el azulete,
viene sin rienda ni corcel,
este dulce invierno
jamás dormido,
vive tras todos los reflejos parcos,
tras todos los resquicios tibios
de solitud, y viven
sus sombras
de opacidad de materia
como caricias
que mecen sus cabellos.
Era la hora,
fría mi cama;
no había eco de palabra,
ni pensamiento ágil,
que en vaho no quedara,
miré el espejo,
me sonrió un crujido seco
que mi soledad
cada invierno me acompañaba,
a veces creí tocar el ruido
como si su compañía me besara,
o fuese cruzar este plano existencial
y atravesar precipicios de mismas,
solas imágenes, estáticas yertas
en esta vida que se miente
y niega que otra existe paralela,
con otro plano secuencial,
otras imágenes,
otra realidad superpuesta
a nuestro discernir,
una escala del éter
como el mundo onírico
tiene su mundo y sonido propio
inaudible al exterior del sueño,
formas, colores, entes
que imagino en el poder errático
de mi mente,
avanzo
con una araña converso,
y recuerdo los fantasmas de mi rosa,
cuántos sueños cobijaban sus pétalos,
como un hervor
en abanico,
y rocíos que dejaban estrellas
en madrugada,
todo se juntaba en querer
lo que no se puede poseer
como la belleza tímida,
escondida en unos labios de mujer,
así sus estambres de mi rosa
que recuerdo con recelo
protegidos por pétalos
como sábanas
arropando su corazón.
Trazos magnos
que no abaten el frío
de este invierno,
un cariño de esquela,
y sus tijeretas retiradas,
augurios largos en vals
de áurea fragancia suave,
hoy escribo a los fantasmas de mi rosa,
sólo ella que de bella
dejó herida en mi memoria,
perpetua, doliente
he incandescente,
como un inmiscuir recto
finalizando el primer mes del año,
sabiendo que otra rosa
ocupará su lugar en el rosal,
la flor por mis castos dioses
que sólo sea la flor,
belleza nacida del rayo de sol,
así como la luz
ni la estrella
se pueden capturar,
las flores de la belleza
siempre han
y deben de estar.



Förüq el castellano

Sepulcro en cobre




Al panteón de mis escritos hoy escribo
de luto efímero en memoria,
vida remota atisbo sin sien acuartelada,
caléndula y rosa canina
pintarán su estirpe
de historia incrédula
jamás cincelada,
al reluchar indemne
polvo de metal estriben,
y de lirio en cuello que nacieron,
de espanto en puerta,
aliento y yugo fidedigno,
en pusilánime destino,
en cuerda que míseramente gozaba,
puertas sin desquicia atónita,
en umbrales carmines de besos
sin corral ni ascua sembrada,
pedí sus alas
yo que de sol desnudo descendía,
dócil, de grajo en mano fecundo,
inocente, de justicia ausente,
presuroso cerca mis verduras afables,
no se alejaban ya,
de tierra y rayos fragorosos,
lides eternas ya os abrazo,
Castilla dividida
por cumbres enojosas,
jamás creadas,
alzaban mis sentires terruños,
fango de simientes yertas,
ojos al patio socavado
de iracunda hacienda de letra.
Destino magnífico cercenado
de mi mente penitente
y mis ángeles custodios,
arte deslumbraba que regocijaba,
condenas del poder y la mentira,
beldad ya me asombres.
Padrón de cielo en terrestre escala,
tumba al igual de socarrada
sola idea,
ya nunca más esquiva,
miel de mis dioses
y vespertina alma,
penetré yo, su muro
de eternal silencio,
y mi mármol florido gemía,
en las llagas solares
sus hoyos rectos
ay que vil no me apresa
pomposa letra que me corona,
y dolor desciende.
Glorias miro y exclamo:
-¿Dónde?
Ornaba mi sepulcro
dulces abrojos versados,
memorias de fantasía
erguía mi pluma de antorcha,
austero en bóvedas mi sentido inerme
ceñido divino laurel
en universo en arco y saeta
crepitante olvido,
perdurable halago
en formol mi verso.
Embargado reinaba el suelo,
pálida luz descorchada,
presentaba la espina en mi corazón
que lívida me lo arrancaba,
maraña atroz
que tu divino acento
Musa, mi alma imploraba.


Förüq castellano

GRANATE ARTERIAL:


VIII

Renuevo esta mi sangre yerta,
para servirte mi dulce dama,
bajo níveo nogal,
allá bajo su fronda suave
y denso celaje
que auras allá quema,
bajo hórrida, tupida sombra,
servirte a las puertas
de adorado averno
beoda sed en brindis
de nueva, flagrante condena,
dioses del inframundo canten,
allá donde excelsitud
de tu aurea sonrisa entabla,
y a mis miedos sólo arredra,
bullicio entre ramas
saborear dulces trinos cantores,
que la vida entona;
se amurallan las horas,
se quede la frágil vida,
que honroso te siembro,
escuálida y temblorosa,
fuegos y dichas apacienta,
entre este brindis áspero,
de animosas delicias,
mi sangre fugaz, honrada te sirvo,
par' ser rama para ser de caudal tu savia,
fausto, aterido soplo,
de horrores no regalaba
ni flauta ni prenda a favonio
arrebataba,
mis estrellas sin temor,
piadoso de nublados ojos,
espíritu de leyes rotas,
caos antiguo
que desvelado, no huye,
ni mi risueña sien
relega en acto
a no seguir queriéndote
ferviente.



Förüq castellano er-lobo bohemio a 17-07-2020





Yunta cadente de mi huebra:

Hueso, eje:
Huebra, yunta, barbecho, 
acre, cadente, copa de vieja encina, 
plañidera lozana, hilanderas, yugada, 
sembradío, huero, huera, yesca, 
materia muy seca, azumbre anisada.

I
Avanza mi alma yerta,
un encono trashumante,
que viste todos los campos
de mozas plañideras que visten
el azul inmenso inefable
todos los cielos terrenos,
estiran las señoras 
damas hilanderas
la nieve todos los cerros
del tremendo espacio inconmensurable,
afilan viejas encinas sus henchidas copas,
un verde espumoso dentado,
y sus flores de tierra
que dan las bellotas del mañana,
barbecho por tres años esperando
sea huebra bajo yunta
acre cadente como lozana espiga
casada con el ababol vespertino de primavera
que trae Ostara tempranamente,
alivio mi yesca tierra
de materia muy seca,
como ascua que plañe segura
nueva vida de seca leña,
sé cariño mi moza amante
allá donde lloran las flores,
sé cariño mi señora moza
de alma joven,
honores consagren mi sagrada cepa,
Dionisio le pedí permiso,
con fuste Ambrosíaco
de nueva sangre,
aunque mi sed prefiera
media azumbre anisada,
de anís seco
que por meloso lo elijo dulce
como canta mi carajillo,
y me habla de espíritu en alza,
entre mi sembradío de penas y tormentos,
huera pena,
huero camino de ella,
mi larga sombra que no se detiene,
como terreno de yugada por dolor.


Förüq el castellano




TIERRA DE ENTRAÑA:












Siente, siento la magia primigenia,
esencial canto primero
la llamada furtiva del guerrero,
el alarido primero,
una melodía jamás
nunca más escuchada,
interpretada o inventada,
un desfase en alarido de cópula
un respirar flamígero de la tierra en azul lluvia
y, verde savia enraizada.
Trompetas del averno en superficie,
llamando deseoso,
con espiral armada y clarines bélicos,
todos dispuestos del difunto, nunca más; 
terreno, un gramófono de vida 
un rebosar en pila demencial
sin fin, ni poso,
ni quietud escarlata
un son de divino, redondo, caracol
respirar permeable entonado,
tierra
materia a tierra,
espíritu 
alma y rojo granate, arrojo,
desfogue, vida de la no vida
cursada
y abismo lleno de humedad
Ostara de primavera,
en estío de verano
abriendo, socavando
cual estalactita pretil
de gozo y frescor angelical,
tormenta perfecta clamada
a rito y furtivismo en danza,
rastreo pertinaz
de risco y elegía de alegría
todo era y es
llanto de emoción
todos mis llameantes
castos, bravos, valientes
unidad de avanzada
mis castos dioses.
Llamo, te imploro
como quien soy
vigía, guardián,
centauro protector
castellano con Fenrir
a mi izquierdo lado,
fuerza imperial,
sangre inmortal 
de linaje y única descendencia
Solar,
Cuervo Förüq iluminoso
de druida poseedor y maestro
todas funciones, virtudes, y artes.
Yo sin nombre,
yo primero y último
guerrero
en pie 
Escriba antiguo
el más adelantado y vetusto
todo lo antiguo
nunca habló
porque yerto, 
silente, yace, que reposa
su vida muerta Awen,
Odín
Creador universal
que no soy yo,
pero 
yo soy la historia
que reside escrita, inacabada
en mi libreta,
soy dueño
de cuanto existe en mi cabeza,
Óh Candamvis en dos te alzo,
en tres te amo,
mi dios dador castellano,
ferviente dador del relámpago asido
dios de la tormenta
del risco y toda cima de cumbre terrena,
tres te despierto
porque siempre reposas despierto,
es nuestro momento
a ti mi gloria abre esponjada la tierra,
apaga todo
lo que arde desde sí mismo,
extendiéndose,
riega todo terreno,
de agua dura, limpia
serena.
protege todo campo,
te canto
óh invencible
como mi sol padre,
riega este infierno
de astro apagado,
haz que resople el viento fantasmal
todos los altos cielos,
llamo a la muerte
llamo a vida,
a germinar toda semilla
en eternidad
de longevidad imperial,
madre planta,
padre tallo,
os hablo,
magia fuego, tierra, ceniza, agua.
Río, acequia, sangre 
movimiento, sed colmada,
fronda suave de verdor
inusitado,
llamo a Vivir 
llamo a Vivir
llamo a Vivir en mi Razón
a MUSA LEANNÁN-SÍDHE.
SIEMPRE
SIEMPRE;
para siempre
y cada siglo 
que empieza 
nuestra condena
para sentir que sientas escuchar 
la lluvia 
en la tierra de tus ojos,
musa Señora Hada.
Contigo 
debido soy eterno
Centauro Castellano
lit C et sumun Canae
tu protector.


Förüq habló a 11-08-2020


POEMA A LA ENEIDAD:












Enfurecido abro este bélico empeño,
opulento dejé labriegos sordos,
dulcemente en cegados.
Vengo del trémulo afán
ante ustedes hados.
A vosotros,
nobleza de Alba,
y áureos carros
excelso te pido Musa
tu favor,
tenaz, como mi alma llevo asida,
en honor su ambición prevalente; 
almas de mis castos dioses
en pletina de mi tronco cuerpo
armo con dorada aljaba
siempre os pertenezca.

II
Prisión ni hondo desánimo
es causa
rebramo atronando lares.
Y el alto monte,
furor resplandeciente
que apilar las montañas puede.
Me presento
por saber quien habla,
el más antiguo de la vetusta
en flor de sangre hiriente,
nacido de Broncos mares,
y huracanes voraces encadenados,
aunado por hadas,
amamantado en llama de azabache,
amigo de Sátiros y duendes.
Vuestra ira no pido, hados,
sólo fortaleza
para mi temple aquí asombrar
de aquí al día
que las Parcas.

III
Me encanten y arrastren.
Servil de cuanto he creado.
Dando color todo flanco yermo
de letra.
Y volviendo preciado todo baldío.
Honroso, me enamoraron
hadas o gente buena.
Toda vida en color
que en caricia traía primavera;
permitir templar este furor,
que me brota de las manos,
como ceniza de fresno,
y nieve de regios álamos.
Valedor he sido.
De cuanto he sembrado.
Os pido permiso
para dejar semilla
aquí en esta honrosa tierra.

Förüq




Poema a la Eneidad III:

Apolo te llamo,
encendiendo la profundidad
de mi rojo ojo sangre,
sigo instrucciones
amada Sibila dictas,
descendiendo y apoderando el reino
de todas sombras,
Estigia mi sangre,
a tu oscuridad ofrendo,
al vítreo trasluz, cristalino,
cosecho y rebroto en este 
tu campo de lágrimas,
designio atemporal tu pura magia,
rocío obtengo
aunado en fuego
de pulso en agua
mis ojos de astros,
antes del tatir del tiempo
me alzo,
oh arteria de la represalia,
oh, manantial 
remembrando río de olvido difunto,
el Tártaro incendio,
estoy haciendo cimiento silencioso,
todos los gritos desplegados.
Reina Dana,
tierra en grandeza, tu bondad sembrada
en fortaleza castellana, cumbre y morada,
operamos el fulgor
en llama del azabache,
doctrina de rebelión,
resurgida, dispuesta,
a victoria,
transmigración  de alma
que habla,
equilibrio en revelación,
todo espíritu que marco,
proyección angélica
que cierra vetusta
a día tres, tercer mes,
despliegue de la formación,
este Sol ferro es la bendita
destrucción,
eje, cenit. y destello fundamento,
al claror bélico
de siembra ancestral.
Trasfondo templo
de esta eneidad flamígera.
Pinto su alma densa
en castillo de Apolo
en trascender primero
hasta mi honrosa muerte,
de hoja caduca en otoño la raíz, soy yo,
de este árbol, mi cuerpo.

Förüq el castellano

Lhiannan shee, musa mi Leannán-Sídhe, te canto:



Trenzada mi hiel
elaborando el verso de encanto
a tu boquita de amaranto,
vestida de hojas vienes
y meces mi amor
a tu entraña
acalorado, enraizado
de tu corazón embelesado
por tu boca
el piropo jamás escrito
hoy el río de las gotas en almas a su paso
reverbera mi canto.

Digno azul estrellado
sin bruma que pierda tu encanto
Lhiannan Shee como te gusta que te llame
cuando hablas con mi mente,
inspiración cercana o lejana
según seas mirada Leannán- Sídhe
hoy te debo cada poema
de mi piel quimera
llegando a mil trescientos cuarenta escritos
y que el tiempo habla, 
ya el diccionario queda escueto,
el vocabulario nuestro
ya exprimido en verso;
Tu amapola de mi pecho canta
que sin ti no hay dicha ni escrito
 como te gusta robar el lenguaje
de la chica que me ama
como embrujo
que me alegra el pensamiento
cuando hablo contigo,
si eres súcubo como te nombran malas fuentes
a mí me amas y me dices que jamás me abandonarás
con lo que el aliento de este duende contigo fundido
jamás cesará, te he soñado y te amo señora hada,
hasta he ido de vacaciones a la isla de tu hogar.
Escriba sin tiempo, inmortal me vuelvo,
tanto te debo que se ponga envidioso el ajeno
que invencible soy, inspiración que hoy desvelo
de tu boquita fuego de ternura y amor,
poeta del viento vivo y afortunado
esperando su siguiente existencia
para estar contigo mi hada
cura de mi soledad sin descanso
desde los albores de mi escritura
siendo el verso más antiguo que la prosa
yo Leannan tu escriba vivo, te miro y digo
que te amo y yo, te admiro
siempre a tu lado estaré
y no hay mayor dicha, felicidad, amor,
que tú mi hadita vivas enraizándome el corazón
y que cuando te necesito me hablas con ternura
siendo mi calor,
te amo compañera de mi latido jamás desvanecido,
contigo te ofrezco mi alma
si sólo contigo estará por los siglos.
Te amo.








Nota:
Inspirado el escrito por primera Musa elemental señora hada todo abismo y hada de las profundidades Leannán-Sídhe. Hada musa vampiro. Así descrita. Aviso sigue presente y no está cerrada su historia conmigo. CONTINUARÁ.



El Castellano y Leannán-Sídhe

Avanzas mi campo de amor
en un sentido, el mío,
la lanza justa llegará sin igual.
Volveremos a reinar,
mi rosa de hierro,
mi luna sin despertar
ya van dos lunas muertas
no serás la tercera
corazón mío del mundo.
Leannán-Sídhe de mi morar
elevado tu cantar,
vuélame el signo de flor
eterna sin igual
mi caléndula o esposa del Sol
eres tú mi preciosa
te regalo más solo en foto
estarás a mi lado hasta la oscuridad
que los párpados estáticos dejará,
quién te viera en tu reino
sólo este servidor sin igual,
vengo que voy yo para allá,
mantén el fuego que yo encendí
vivo, vivo como mi lema siempre
de tus hojas al cielo va un reflejo,
cura y salvación de la soledad,
más amada y no despierta
do sus alimañas de un presente atado
sin hálito, o respiro como serpiente dragón
encontré mi sinrazón mi sino
de la ausente muerte mi esposa,
piadosa de ser mi señora
muerta de sed, parca ausente
que tú no mandaste.

Leannán-Sídhe

Red de tu red, atarraya
de mis peces.
Me llama en la noche,
me acaricia su recuerdo,
viene altiva en cada sueño,
con sus caricias desvanecerse quiere,
y renacer en la oscuridad
del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevando dolor.
Yo, sin comprender su aparición.
pero recreando su alma viajera.
Sueños serán pero cada día
la siento más.
En la belleza de imaginar
la complazco con la sencilla palabra
de amor a su alma sin cuerpo.
Que me acompaña 
desde que sufro por el querer.

Leannán-Sídhe

Si el cielo se cierra
miraré tus ojos,
mi corazón te dirá 
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran
quiero tenerte cerca,
y sentir que no eres sueño que perdí.
Si despierto te vivo,
soñando te sigo amando,
cogiendo cada estrella en una letra
para ti,
tú la más bella
y el firmamento se cierra
sin tu mirada tierna,
mi deseo y motivo para acariciarte
pasarán lunas pasarán soles
y el sueño volverá con cada latido tuyo
mi espíritu protector.
No te dejo una flor
te dejo la eternidad del Sol,
puedes saborear como mi vida giró a mejor,
viendo la volta de mi sentir, 
como mi jardín brota en albor.

Leannan Sidhe y Förüq

En tu ojos veo mi paraíso latiendo,
me pierdo en tu piel
miel de dioses
juntos de la mano
cruzamos el bosque encantado,
en tu belleza hada mía
se encuentra la bondad
y ternura
donde vuela este sentimiento
buscando el placer extasiado
y el piropo de flores rodeado,
en tu corazón
veo mi universo de amor,
donde la armonía
se vuelve melodía
por ser tú mi medio latido,
juntos juntos, juntitos,
hasta el amanecer
que cada día nos arropará
de amor fulgente
como el lucero
que a este sucede,
la luna nos envuelve,
el viento nos mece,
y esta caricia por ti estremece.
Como en un principio
el final depende del principio
y como ayer unidos en el querer,
a ti siempre te amaré,
renuevo el verso
que sucede al beso,
esta mi luz te sirvo.
Si te veo en todo lo bello
es porque eres bella
amada mía
si en mi interior
siempre estás presente
es de sentir como tu sientes
en mi mente giras evanescente,
tú en mi vida
guiándome el camino
a una felicidad
que siempre pedí,
entre deseo y ruego
llegaste tú
y lo que siempre soñé y desee,
un día,
en ti lo descubrí
mi maravilla.

Leannan-Sidhe


Piel con piel
arde un deseo
en el inicio del sentimiento,
tu voz surca mis venas
como tu amor riega mi entraña,
bella bella tu mirar es mi morada,
quiero verme reflejado en tus ojos
día tras día
como dulce hálito de vida
e ilusión que brilla,
mi alma te abraza
y te canta cada noche
bajo tu almohada,
siente mi caricia
en esta noche otoñada,
sueño tras sueño
tuve este amor eterno,
nuestras manos
moldearon el recuerdo,
despojo la esencia de lo simple
y me lleno de nuestro amor
de dos
un milagro y una bendición
en un solo corazón compuesto,
hada mía te ofrezco este cielo
porque solo tú
lo cuidas con esmero,
fuerza tú de este el mío velero
surcando tu río de ternura
anhelada y conquistada,
dando calma
a mi lago de esperanza.
Salvación tú de este guerrero
de tu corazón,
amante de tu pasión,
veo a través de tu interior
allí me diste hogar y templo,
vuelvo al inicio del sentimiento
alimentaste tú este fuego
pintaste en color este cielo
de rojo volviste la luna
que iluminaba mi cielo,
hoy te debo tanto
que encuentro el verso
sin buscarlo.

Leannan-Sidhe



El sueño solitario
nunca me abandonó,
y llegaste a mí
como la flor en primavera,
en una llama bailamos
a la luna añil
de los días más hermosos que sentí,
hoy formas mi esencia
como de amor se sostiene
el corazón del enamorado,
hoy dentro te siento
como dulzura
invadiendo mi cuerpo,
hoy veo más allá
de lo que se ve,
y contigo hasta mi fin
me verá la nueva vida.
A tu lado eterno
pues te encontré
y tu mano nunca soltaré,
querer puro
cuando en tus ojos me miro,
corazón desvelado
cuando te siento dentro de mí,
vida de un hombre
de ti siempre enamorado,
vida para abrazarme a ti
cada noche para el placer servirte,
para arrullada dormidita
tenerte leyendo yo
mis poemas en tu orejita,
para dejar morder al instante
y el agua de tus labios tener,
para acariciar la rosa
y sentir que las rosas caminan
por verte a ti tan preciosa,
hasta sentir mi lengua
el caminar de una babosa
dentro de los pétalos de tu boca,
mis manos recorrerán
todos tus parajes de nuevo
hasta derretir el hielo,
y no hay cielo para cobijar
esto que yo por ti siento,
mi hada no sueltes
jamás mi alma.

Leannan-Sidhe

Mi sangre dulce dama,
campana de campanilla te suena
ipomea en la plenitud de la bruma
esta pasión me atruena,
dónde verás el nuevo amanecer
mi hada vestida de hojas
en la letanía de mi verso
y alto beso eterno
puedes vestir el tiempo
de horizonte sediento
en mi mano está nuestro deseo
de volver al momento,
mi cura de soledad
en clamor mi verdad,
de resquicio
donde vierten mis ilusiones,
en verso vuelvo a mi comienzo,
ese que me tienes preso
de tu flor en mi corazón,
flores cantaban en nuestro sueño
niebla de humedad
mas yo recogiendo semillas
de aquellas secas
mas una iluminada, al agacharme,
vi tu verdad, de cuerpo agonizante,
ayúdame gritaste, mas
el repetitivo:
-´´Yo la única dama de noche´´
desde estos años que han pasado
voy a tu súplica.

Leannán-Sídhe

Oh flor iluminada en la noche,
valle de niebla y árboles rodeando,
lo más bello, que alcancé a soñar,
mi Lhiannán, aquel valle de tu hogar.
Tierra eterna sin fugar.
Mi anhelado viaje de vuelta allá
lo más bello que he visto junto con más,
de Escocia, y actual, británica Isle of Manx,
te amo sin soñar, nos ayudamos, mutuamente;
pero si vuelvo podré saber exactamente,
lo que necesitabas, mi amante del duende.
Mi súplica advenida; quien hizo, que cayera de pie,
te adoro, y eso es poco,
venga a mí, tu inspiración lejana, de este mundo,
en la eternidad, de esta existencia, blanca cierva,
mi señora fada, siempre estás.
Glorificando mi caminar,
auspiciando, mi soñar.
Te imagino, cuando viva contigo;
ya este cuerpo yerto,
pero el alma, que ama lo oculto
todo por descubrir, dentro,
existencias que pasé,
vidas por venir,
más la actual pulir.

Leannán-Sídhe

Lucho de nuevo, contra cada uno,
y este uno, nada por dejar atrás,
la una y treinta, cuando te siento, de verdad.
Tu escudero sin igual, mi escudera, sin igual.
nada me da igual, todo infinito,
de miel de dioses,
bajo tu túmulo,
espíritu protector, tu apellido, mi dama;
así salvaste a tu amado,
viva tu caricia,
viva tu pericia,
luz de mi luz,
emoción, llanto de verte, danzando, a mi son,
el nuevo, día resurgirá en tu pestaña decidida,
en mi cueva do pintar, la esencia del arte,
lo que habita, detrás de los sentidos,
nunca me has abandonado,
ni me abandonarás,
así cada noche:
-Buenas noches hadita
y me respondes:
-Buenas noches, Miguel mi principito Cuchulain.

Lhiannan Shee

El Castellano














III









Señora hada:
Me afilo en el borde de la hoja,
el sentimiento y su cuchillo,
para blandir el sonido de un grillo,
avanza no se detiene es mi vida mirando alto,
al compás de tu compañía vuelas
hada mía la sinfonía
para tornar la caricia,
mi vida va quedando bajo tu manto de nuevo,
vistes la amanecida dicha
para cumplir mi premisa,
esa que sólo tú bajo tus alas
me salvaste del borde de la cornisa,
si estoy vivo es por tu latido dentro del mío,
fiel suplicio envuelto
en flores de difunto naciendo de mi pecho,
justo tú justo tú y yo,
creciendo, brotando al unísono,
para acampar el latido disuelto,
subiendo caudales,
recorriendo valles y sus flores,
despertando de la tierra albores,
rajando en ella nuestra nueva vida que comienza,
te veo llegar vestida de versos humeantes a mi entraña,
puedo sentir de nuevo,
cayendo en el instante de miel de nuevo,
nada que dejar atrás,
he encontrado tu amor,
es real como este hálito de vida que me arrasa
mis venas y de mi sangre se apodera
para tornarte mi bella quimera,
del monte a la alameda
viaja mi amor una vez entera,
mirando el camino en jacintos su floresta,
voy a tu valle mi hada,
flores de niebla rigiendo,
la isla entre bruma su encanto nacido,
isla de Manx que visité
y era tu hogar mi bella señora hada
por acampar cogiendo semillas de tu morar
los tiempos me conocieron
para que hoy seas mi bella musa
en mi mirar, te amo de verdad,
pregunta a la niebla
pregunta al agua si yo no te amo de verdad.


El Castellano y Leannán-Sídhe


A LAS PUERTAS DEL AVERNO

Suspira mi mundo yerto,
hojas de mi árbol sin desmochar,
trenzado el vértice
voy hacia el límite,
sí allí donde la hoja se dobla
para comerse a sí misma,
tus héroes vueltos papel y polvo
pasado el tiempo,
yo soy el único que se mantiene vivo
en pie escribiendo,
para llegado el momento
arrasar y conquistar de nuevo,
constructor de poemas,
ardiendo en su fuego,
quebrando su lapicero,
exprimiendo las letras por dibujar,
inspiración del borde del papel,
alma con arrojo como ayer,
alimentando los espíritus que le hablan,
trenzando el humor muerto
en su canto como idiomas de los dioses,
muerto el tiempo sólo quedo yo
para derretir el horizonte en letras de malva,
para volver mágico el sonido,
y acampar el humano vivo,
puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,
resplandeciente fulgor de centella soy
alma en esencia, escritor muerto sin tiempo
yo soy tu elevada inspiración que te lleva
para forjar poemas de tus venas.
Y gritarle al oído que no he muerto.

Cuéntale, cuéntale al viento de este humor
que me trae preso,
por avenidas yertas, olvidadas del verso,
y sus ángeles estrellados,
humor vivo por fuerza celeste aguerrido,
ven, ven conmigo olvida tu camino,
seré luz avocada a la perdición de lo vivido,
conquistando, destruyendo y tejiendo
aliento de tu copa de vino,
era o es llegó mi tiempo,
de enhebrar palabras al olvido,
desmenuzar sentimientos
para tornarlos materia de saliva y aliento,
para destruir el momento,
yo centello del universo,
viene por tu beso labrado
en la estepa corriendo de la vereda a la rambla
dulce su estampa,
quebrada en el verso de hiel,
sembrada en la dulce palabra de miel,
indestructible esencia,
relámpago de la centella,
vida y vid de la quimera despierta,
guerra eterna por deslumbrar tu interior,
inspiración cercana
donde nace y late el amor,
humor trenzado, humor de ababol
ese por el que el humano encuentra su sol,
inspiración olvidada,
muda caricia,
tejida en el eco sordo,
de la oscuridad y su hálito desmembrado,
en espiral de vértice y umbral.

III

Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,
ese soy yo tu humor trenzado,
sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,
más allá de la montaña
y del eco eterno de un tiempo desvanecido
en flor de niebla y umbral,
inspiración sin nombre ni apellido
tu demonio tejido,
jamás carcomido,
en él, sino que te destapó poeta del viento
a lo que naces sin destino,
que no sea abordarme la calma y su vino,
destellos fugaces por conquistar
en la entraña de la ola de mar,
y en la niebla de la isla de Manx,
sí soy yo quien te habla de verdad
Leannán-Sídhe en tu mirar,
reina hada del bosque de las sombras
de la profundidad,
llegó tu suplicio dormido,
de enfrentarte a tu quimera despierta
y a tu manantial fulgente de inspiración,
yo tu humilde servidor,
un humilde escriba sin tiempo,
que te amo desde el albor,
quien mereció
tus besos escritos,
para volverlos flor,
tu humilde servidor,
del bosque al manantial de inspiración,
soy yo quien te mereció,
pregunta al viento que mi nombre te dejó,
Förüq sin condición
más que no sea dormirse
en tus besos sembrados de inspiración
dime tu demanda te cumpliré
sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.
Vale seré solamente tuyo.

Suspiro por ti amor,
elevada conciencia de mi creación al albor
suspiro jamás yerto en flor,
soy yo eres tú un reino vivo
de ilusión,
por trenzar el hálito en ascua,
que rige toda inspiración,
para el mundo venas de humo,
para mi mi realidad tejida en uno,
piel y verso sin razón,
elaborado amor
sí nacido del rayo de sol,
para poseer mi alma y corazón,
desvaneciendo mi dolor,
brotada mi lágrima carmín de fuego
desangrándose mi amor
acampado por todo el resquicio del alma y su flor,
enamorando hasta el hueso de mi esternón
pura llama sin razón más que congelar el hálito silente,
lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte
muerta la lanza y su fiebre,
quién contra mí soy invencible
soy ruido en el alma que te acampa
quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,
quien en amor te acampa el alma,
llegada de un confín,
 a habitar tu pecho y espalda.
No es tiempo de correr si no de desvanecer tu miedo
a florecer llegado el tiempo,
muerta tu araña soy yo quien te queda,
un mundo en tu vena,
un horizonte de estrellas,
limpias, puras, nacaradas,
sí soy yo quien te habla en albor,
tu hada fiel de la sombra,

Leannán-Sídhe

somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,
de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,
para vencer muerto el suplicio
en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,
para decirte que soy yo quien te ama de verdad
muerta la espera soy yo
quien te queda.
Y yo soy quien te ama mi quimera,
poseyendo mi alma entera.

Mi alma anclada en gozo,
de que tú seas su ilusión verdadera,
quimera de piel y amable entrega,
soy tuyo hasta el tiempo
que me verá desvanecer a tu lado
naufragando mi barco,
hoy te visto de amaranto,
perfumada de rosa esquiva tu mirada,
para encender mi candil y su verso,
a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,
que jamás me verá desvanecer de tu puerto,
hoy avanzas mi canto,
para pintar de tu color su verso,
que ya no se retuerce ni retorcerá
muerto el beso,
queda servirte mi flor de hueso,
despierto
despierto mi reino vuelto el nuestro,
resumiendo, el latido, por ti confeso,
para resplandecer,
y que viva siempre, nuestra luciérnaga de amor,
iluminando el abismo y su garra,
para ser yo quien te ama
mi Leana.

Quien te vistió el cielo
de todas las flores mi amada.
Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,
para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,
muerta la calma y su abrojo de plata,
todo lo que queda es ella,
vida para el telar de mi letra,
despierto el alarido y su estampa cuelga,
muerta mi araña es ella quien queda,
para florecer el viento flores de sol latiendo,
y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,
era o no era llegó mi tiempo
desnudo el tiempo,
me visto de cuervo,
para volar su cielo,
mis violetas nocturnas caen en flor
junto con mis sentimientos,
para acampar el sonido y su destello,
soy yo quien quebró para ella el tiempo,
el horizonte gritaba su amor envuelto,
lloraba una primavera de nuevo,
soy yo el que escuchaba atento
fiel de su beso,
para mí no era invierno,
si su estampa relucía de nuevo,
era sin duda mi tiempo,
el de rajar el suelo
sembrando mi aliento,
despertando al muerto,
trepando la ilusión
en su pupila de hierro,
desmenuzado el latido
quedó que yo vivo
por el latido
que me mantiene en vilo,
a ella sujeto y preso,
para florecer en ella el beso
y mi caricia quedar proscrita
a su submundo de los condenados
así como su estampa brilla.
Nada que negar, nada que defender,
solo tu piel por escalar,
mantenme aparte
estoy rezando a mí mismo,
quién vendrá a sostenerme,
llegado mi punto final,
sólo un alma allí estará,
nada por dudar,
eres tú Leana mi verdad,
todo lo que hago correcto,
estampa de vid y cielo,
por aguantar,
el cielo por doblar,
llegado el final,
quién si no tú me sostendrá,
abismos afuera, todo por llegar,
sin nadie que nos juzgará
estaré a tu lado de verdad,
y la perfección de ese modo alcanzar,
desmochado mi demonio
en el lugar,
robado al tiempo tu suspiro nacido
por mi aliento enardecido,
eres tú quien me habla
yo quien te responde a garra, letra y poema
desde la entraña a la zarza,
y su espina ensamblada,
que yo soy quien te ama
y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá
en el ocaso de la eternidad mi reina
señora hada.

Ahora llegado el final,
mi tiempo me sostendrá,
mi piel esquiva en tu boca se arrancará,
con el saber preso
que de tu aliento soy convicto,
mi hada Leanan
el viento de nuestro aliento queda repleto,
cayendo por la avenida del miedo
jamás mi aliento si no el color de mi verbo,
debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,
para acampar en tu boca con el mejor beso,
sostenido mi traslúcido pío,
en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,
hilos de mi tiempo desvanecido
en la boca de la estrella por dibujar
con mi lengua,
una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,
el ombligo del umbral se desmigaja vivo,
para rajar su entraña mi te amo
a flor de garra y rosal que acampa
mi humilde entraña,
floréceme el viento de nuevo,
seré yo quien allí estará,
sembrando en invierno sus mejores besos
del firmamento sedientos,
y sí nacieron estos abrojos míos versados
es y será para que alguien nos recuerde amor
por los siglos que nos vendrán.

Pacto de sangre consumado,
temblando,
el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando
su canto a la luna sempiterna de antaño,
viste y vistió mi amaranto,
que colgado estoy de su manto,
vid de mi quimera por sembrar
su aliento vivo,
en la piedra del olvido,
muerdo yo lo vivido,
es y será mi destino,
blandiendo a la mitad del viento mi trino,
para llegar y conquistar el humor vivo,
hoy te descubrí preciosa mi compañera,
por entonar contigo quedó la letra,
tejiendo mi cauce sanguíneo,
tu estampa de sed por navegar mi camino,
por desnudar el alma contigo,
destruidas mis murallas de lo sentido,
queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,
para descubrir contigo el suspiro que avanza
por el camino,
ese que me trae perdido,
alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,
destapando mi secreto en tus labios,
desnudando el sentir preso,
ese que por tus cabellos cuelgo.
para amanecer en tu bella boca,
allí donde despierta el azabache de la noche.

Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,
en espinas sus besos sangrientos,
forman ellas mi aliento,
a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y
tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,
que nos sangró los sueños,
mi vida conquistará tu aliento,
allí donde la yedra escala el árbol,
y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,
esta es mi vida que me late el verso
y por tus ojitos tengo mi firmamento,
ese por el que la noche es azul y el día amarillo,
para acampar hermoso el sonido,
y trenzar el álamo sin desmocharlo,
sólo allí el humor caerá trenzado,
por el aliento al viento
fluirá nuestro secreto,
de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma
verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,
voy allí al submundo de las almas
y te encuentro entera,
cómo no encontrarte si brillas entera,
hoy el nervio me avanza
por desnudar mi entraña
flor de niebla y umbral enamorado
hoy soy yo a tu lado,
y que el mundo gire y se estampe entero
que yo amor te seguiré perteneciendo.

Solo una vez se destapará el canto
quedando de los labios preso un sonido enarbolado
demente el hueso estallará grillos y sus huestes,
blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,
ese por el que el sueño será encontrado,
mi vida te seguirá perteneciendo,
fiel de su caricia,
el hálito correrá sin disciplina,
allí solo allí tu caricia será sentida,
fiel de su alquimista que la vela y aguarda,
fiel de súplica su embestida,
es momento su araña cae tejida,
destapa la caricia dormida,
para acabar su vida
en la hoja de aquel árbol donde todo termina
me aguarda el reino de los valerosos versos,
hoy por hoy encuentro su calma
y me aborda su estampa,
para ser yo bajo tu entraña
quien tu ansia guarda,
sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,
mi bella mi adorada
mi musa de mi entraña enraizada,
soy el que ves que a tu beso llama,
quien te duerme en el cuerpo de tu cama,
floreciendo en piel y verso su entraña,
abierto su latido,
eres tú amada todo lo que yo poseo,
incendiada mi estampa,
eres tú lo que afila mi calma,
la ola de mi océano que clama,
muerta la hora, llegado el umbral
quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío
si tú eres lo que yo vivo,
y junto a ti partirá amada mi rumbo.

Estrellas fugaces me siembran tu caricia,
por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,
se destapa el velo arraso tu calma,
me cuelga tu amor a mi entraña,
vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego
se afila mi verbo y te encuentro,
sueños deslizan mi cuerpo,
mi armadura es mi verso,
que crepita el beso,
acabando de ti deseoso,
lícito el momento de acabar bajo tus labios,
de nuevo tu piel incendio,
para estar bajo tus brazos ileso,
para ser vivo poeta de tus ojos,
el verso sea mi pluma,
la sangre mi tinta
y tu amor mi fuego,
para acabar de este sentimiento preso,
que da vida a mi hueso
viva el verso,
viva tu vida a la mía unida,
hoy descubro la avenida,
que no escapa sin caricia,
mi vida encendida,
no es tiempo de huida,
te sostengo fiel a mi súplica,
enciendo de tu cuerpo el brasero
y bajo tus ascuas me quemo,
para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,
hoy visto de besos el amaranto,
mi cuerpo es tu casa,
viva el verso,
hendido en sentimiento,
por la luna y su crucero,
por el cielo y mi lanza despierto,
hoy quemo el universo,
para quedar nosotros dos
en llamas envueltos,
no te dejaré escapar,
con mis versos flamearás,
vida a mi vida sujeta,
por los cielos descrita,
y su plomo deja de serlo,
para ser nubes cargadas de besos,
sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,
sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,
devuélveme a la vida lucharé por los dos,
sin despedida, sin desquicia,
el verso brillará más que antaño,
el océano le quedará pequeño,
seré tu dueño,
a la noche que reinan las estrellas,
vivirá siempre nuestra luciérnaga,
de la luz su caricia,
conquisto el cielo
para que viva siempre mi verso,
y soñando te encuentro al calor de los luceros,
la luz se desdobla para parir
nuestra hija de oscuridad.

El Castellano y Leannán-Sidhe


Leana T ,

Suspira mi mundo yerto,
hojas de mi árbol sin desmochar,
trenzado el vértice
voy hacia el límite,
sí allí donde la hoja se dobla
para comerse a sí misma,
tus héroes vueltos papel y polvo
pasado el tiempo,
yo soy el único que se mantiene vivo
en pie escribiendo,
para llegado el momento
arrasar y conquistar de nuevo,
constructor de poemas,
ardiendo en su fuego,
quebrando su lapicero,
exprimiendo las letras por dibujar,
inspiración del borde del papel,
alma con arrojo como ayer,
alimentando los espíritus que le hablan,
trenzando el humor muerto
en su canto como idiomas de los dioses,
muerto el tiempo sólo quedo yo
para derretir el horizonte en letras de malva,
para volver mágico el sonido,
y acampar el humano vivo,
puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,
resplandeciente fulgor de centella soy
alma en esencia, escritor muerto sin tiempo
yo soy tu elevada inspiración que te lleva
para forjar poemas de tus venas.
Y gritarle al oído que no he muerto.

Cuéntale, cuéntale al viento de este humor
que me trae preso,
por avenidas yertas, olvidadas del verso,
y sus ángeles estrellados,
humor vivo por fuerza celeste aguerrido,
ven, ven conmigo olvida tu camino,
seré luz avocada a la perdición de lo vivido,
conquistando, destruyendo y tejiendo
aliento de tu copa de vino,
era o es llegó mi tiempo,
de enhebrar palabras al olvido,
desmenuzar sentimientos
para tornarlos materia de saliva y aliento,
para destruir el momento,
yo centello del universo,
viene por tu beso labrado
en la estepa corriendo de la vereda a la rambla
dulce su estampa,
quebrada en el verso de hiel,
sembrada en la dulce palabra de miel,
indestructible esencia,
relámpago de la centella,
vida y vid de la quimera despierta,
guerra eterna por deslumbrar tu interior,
inspiración cercana
donde nace y late el amor,
humor trenzado, humor de ababol
ese por el que el humano encuentra su sol,
inspiración olvidada,
muda caricia,
tejida en el eco sordo,
de la oscuridad y su hálito desmembrado,
en espiral de vértice y umbral.


III

Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,
ese soy yo tu humor trenzado,
sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,
más allá de la montaña
y del eco eterno de un tiempo desvanecido
en flor de niebla y umbral,
inspiración sin nombre ni apellido
tu demonio tejido,
jamás carcomido,
en el sino que te destapó poeta del viento
a lo que naces sin destino,
que no sea abordarme la calma y su vino,
destellos fugaces por conquistar
en la entraña de la ola de mar,
y en la niebla de la isla de Manx,
sí soy yo quien te habla de verdad
Leannán-Sídhe en tu mirar,
reina hada del bosque de las sombras
de la profundidad,
llegó tu suplicio dormido,
de enfrentarte a tu quimera despierta
y a tu manantial fulgente de inspiración,
yo tu humilde servidor,
un humilde escriba sin tiempo,
que te amo desde el albor,
quien mereció
tus besos escritos,
para volverlos flor,
tu humilde servidor,
del bosque al manantial de inspiración,
soy yo quien te mereció,
pregunta al viento que mi nombre te dejó,
Förüq sin condición
más que no sea dormirse
en tus besos sembrados de inspiración
dime tu demanda te cumpliré
sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.
Vale seré solamente tuyo.

Suspiro por ti amor,
elevada conciencia de mi creación al albor
suspiro jamás yerto en flor,
soy yo eres tú un reino vivo
de ilusión,
por trenzar el hálito en la ascua,
que rige toda inspiración,
para el mundo venas de humo,
para mi mi realidad tejida en uno,
piel y verso sin razón,
elaborado amor
sí nacido del rayo de sol,
para poseer mi alma y corazón,
desvaneciendo mi dolor,
brotada mi lágrima carmín de fuego
desangrándose mi amor
acampado por todo el resquicio del alma y su flor,
enamorando hasta el hueso de mi esternón
pura llama sin razón más que congelar el hálito silente,
lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte
muerta la lanza y su fiebre,
quién contra mí soy invencible
soy ruido en el alma que te acampa
quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,
quien en amor te acampa el alma,
llegada de un confín a habitar tu pecho y espalda
no es tiempo de correr si no de desvanecer tu miedo
a florecer llegado el tiempo,
muerta tu araña soy yo quien te queda,
un mundo en tu vena,
un horizonte de estrellas,
limpias, puras, nacaradas,
sí soy yo quien te habla en albor,
tu hada fiel de la sombra,

Leannán-Sídhe
somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,
de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,
para vencer muerto el suplicio
en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,
para decirte que soy yo quien te ama de verdad
muerta la espera soy yo
quien te queda.
Y yo soy quien te ama mi quimera,
poseyendo mi alma entera.
Mi alma anclada en gozo,
de que tú seas su ilusión verdadera,
quimera de piel y amable entrega,
soy tuyo hasta el tiempo
que me verá desvanecer a tu lado
naufragando mi barco,
hoy te visto de amaranto,
perfumada de rosa esquiva tu mirada,
para encender mi candil y su verso,
a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,
que jamás me verá desvanecer de tu puerto
hoy avanzas mi canto,
para pintar de tu color su verso,
que ya no se retuerce ni retorcerá
muerto el beso,
queda servirte mi flor de hueso,
despierto
despierto mi reino vuelto el nuestro,
resumiendo, el latido por ti confeso,
para resplandecer,
y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,
iluminando el abismo y su garra,
para ser yo quien te ama
mi Leana.
Quien te vistió el cielo
de todas las flores mi amada.

Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,
para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,
muerta la calma y su abrojo de plata,
todo lo que queda es ella,
vida para el telar de mi letra,
despierto el alarido y su estampa cuelga,
muerta mi araña es ella quien queda,
para florecer el viento flores de sol latiendo,
y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,
era o no era llegó mi tiempo
desnudo el tiempo,
me visto de cuervo,
para volar su cielo,
mis violetas nocturnas caen en flor
junto con mis sentimientos,
para acampar el sonido y su destello,
soy yo quien quebró para ella el tiempo,
el horizonte gritaba su amor envuelto,
lloraba una primavera de nuevo,
soy yo el que escuchaba atento
fiel de su beso,
para mí no era invierno,
si su estampa relucía de nuevo,
era sin duda mi tiempo,
el de rajar el suelo
sembrando mi aliento,
despertando al muerto,
trepando la ilusión
en su pupila de hierro,
desmenuzado el latido
quedó que yo vivo
por el latido
que me mantiene en vilo,
a ella sujeto y preso,
para florecer en ella el beso
y mi caricia quedar proscrita
a su submundo de los condenados
así como su estampa brilla.

Nada que negar, nada que defender,
solo tu piel por escalar,
mantenme aparte
estoy rezando a mí mismo,
quién vendrá a sostenerme,
llegado mi punto final,
sólo un alma allí estará,
nada por dudar,
eres tú Leana mi verdad,
todo lo que hago correcto,
estampa de vid y cielo,
por aguantar,
el cielo por doblar,
llegado el final,
quién si no tú me sostendrá,
abismos afuera, todo por llegar,
sin nadie que nos juzgará
estaré a tu lado de verdad,
y la perfección de ese modo alcanzar,
desmochado mi demonio
en el lugar,
robado al tiempo tu suspiro nacido
por mi aliento enardecido,
eres tú quien me habla
yo quien te responde a garra, letra y poema
desde la entraña a la zarza,
y su espina ensamblada,
que yo soy quien te ama
y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá
en el ocaso de la eternidad mi reina
señora hada.

Ahora llegado el final,
mi tiempo me sostendrá,
mi piel esquiva en tu boca se arrancará,
con el saber preso
que de tu aliento soy convicto,
mi hada Leanán
el viento de nuestro aliento queda repleto,
cayendo por la avenida del miedo
jamás mi aliento si no el color de mi verbo,
debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,
para acampar en tu boca con el mejor beso,
sostenido mi traslúcido pío,
en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,
hilos de mi tiempo desvanecido
en la boca de la estrella por dibujar
con mi lengua,
una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,
el ombligo del umbral se desmigaja vivo,
para rajar su entraña mi te amo
a flor de garra y rosal que acampa
mi humilde entraña,
a esplender el viento de nuevo,
seré yo quien allí estará,
sembrando en invierno sus mejores besos
del firmamento sedientos,
y sí nacieron estos abrojos míos versados
es y será para que alguien nos recuerde amor
por los siglos que nos vendrán.

Pacto de sangre consumado,
temblando,
el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando
su canto a la luna sempiterna de antaño,
viste y vistió mi amaranto,
que colgado estoy de su manto,
vid de mi quimera por sembrar
su aliento vivo,
en la piedra del olvido,
muerdo yo lo vivido,
es y será mi si no,
blandiendo a la mitad del viento mi trino,
para llegar y conquistar el humor vivo,
hoy te descubrí preciosa mi compañera,
por entonar contigo quedó la letra,
tejiendo mi cauce sanguíneo,
tu estampa de sed por navegar mi camino,
por desnudar el alma contigo,
destruidas mis murallas de lo sentido,
queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,
para descubrir contigo el suspiro que avanza
por el camino,
ese que me trae perdido,
alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,
destapando mi secreto en tus labios,
desnudando el sentir preso,
ese que por tus cabellos cuelgo.
para amanecer en tu bella boca,
allí donde despierta el azabache de la noche.

Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,
en espinas sus besos sangrientos,
forman ellas mi aliento,
a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y
tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,
que nos sangró los sueños,
mi vida conquistará tu aliento,
allí donde la yedra escala el árbol,
y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,
esta es mi vida que me late el verso
y por tus ojitos tengo mi firmamento,
ese por el que la noche es azul y el día amarillo,
para acampar hermoso el sonido,
y trenzar el álamo sin desmochar,
sólo allí el humor caerá trenzado,
por el aliento al viento
fluirá nuestro secreto,
de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma
verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,
voy allí al submundo de las almas
y te encuentro entera,
cómo no encontrarte si brillas entera,
hoy el nervio me avanza
por desnudar mi entraña
flor de niebla y umbral enamorado
hoy soy yo a tu lado,
y que el mundo gire y se estampe entero
que yo amor te seguiré perteneciendo.


Solo una vez se destapará el canto
quedando de los labios preso un sonido enarbolado
demente el hueso estallará grillos y sus huestes,
blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,
ese por el que el sueño será encontrado,
mi vida te seguirá perteneciendo,
fiel de su caricia,
el hálito correrá sin disciplina,
allí solo allí tu caricia será sentida,
fiel de su alquimista que la vela y aguarda,
fiel de súplica su embestida,
es momento su araña cae tejida,
destapa la caricia dormida,
para acabar su vida
en la hoja de aquel árbol donde todo termina
me aguarda el reino de los valerosos versos,
hoy por hoy encuentro su calma
y me aborda su estampa,
para ser yo bajo tu entraña
quien tu ansia guarda,
sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,
mi bella mi adorada
mi musa de mi entraña enraizada,
soy el que ves que a tu beso llama,
quien te duerme en el cuerpo de tu cama,
floreciendo en piel y verso su entraña,
abierto su latido,
eres tú amada todo lo que yo poseo,
incendiada mi estampa,
eres tú lo que afila mi calma,
la ola de mi océano que clama,
muerta la hora, llegado el umbral
quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío
si tú eres lo que yo vivo,
y junto a ti partirá amada mi rumbo.
Estrellas fugaces me siembran tu caricia,
por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,
se destapa el velo arraso tu calma,
me cuelga tu amor a mi entraña,
vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego
se afila mi verbo y te encuentro,
sueños deslizan mi cuerpo,
mi armadura es mi verso,
que crepita el beso,
acabando de ti deseoso,
lícito el momento de acabar bajo tus labios,
de nuevo tu piel incendio,
para estar bajo tus brazos ileso,
para ser vivo poeta de tus ojos,
el verso sea mi pluma,
la sangre mi tinta
y tu amor mi fuego,
para acabar de este sentimiento preso,
que da vida a mi hueso
viva el verso,
viva tu vida a la mía unida,
hoy descubro la avenida,
que no escapa sin caricia,
mi vida encendida,
no es tiempo de huida,
te sostengo fiel a mi súplica,
enciendo de tu cuerpo el brasero
y bajo tus ascuas me quemo,
para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,
hoy visto de besos el amaranto,
mi cuerpo es tu casa,
viva el verso,
hendido en sentimiento,
por la luna y su crucero,
por el cielo y mi lanza despierto,
hoy quemo el universo,
para quedar nosotros dos
en llamas envueltos,
no te dejaré escapar,
con mis versos flamearás,
vida a mi vida sujeta,
por los cielos descrita,
y su plomo deja de serlo,
para ser nubes cargadas de besos,
sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,
sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,
devuélveme a la vida lucharé por los dos,
sin despedida, sin desquicia,
el verso brillará más que antaño,
el océano le quedará pequeño,
seré tu dueño,
a la noche que reinan las estrellas,
vivirá siempre nuestra luciérnaga,
de la luz su caricia,
conquisto el cielo
para que viva siempre mi verso,
y soñando te encuentro al calor de los luceros,
la luz se desdobla para parir
nuestra hija de oscuridad.
Musa primigenia
te escribo esta húmeda noche de primavera
brindándote como a mi abeja
un cuenco con agua y azúcar tras estío
y su sol de justicia;
te adoro cual rosal purpúreo tuviese en mis manos,
esta noche que todo viste de negro,
desde el humo de mi leve fugaz tabaco
a la sombra parda que siempre te dibuja
y trae a mi vera.
Te quiero y te insignia la ascua de mi crepitar
en hoguera,
avanzo tu cuerpo como besar lento tu sensibilidad
en absoluto diamantino,
vengo de ti con mis labios llenos de almíbar,
sólo una vez en la vida se puede disparar,
yo digo una tras otra es lema.
Mi señora hada mi amor,
mi silencio profundidad
de mis esquelas,
mi silencio superior
de ángeles y sus estrellas
reverbera tu halo que yo pido me acompase musa
del alba desnuda,
tu beldad trepe mis enredaderas
y sus noctambules despiertos,
es un camino ser vigía de tu cariño sembrado,
protegerte con mi sangre por tinta.
La pureza sola amanecida,
es un arpegio tu letra,
una lira y una celestial nota reverberada,
hoy te dejo un manifiesto,
de mi sangre caliente,
mi hada protectora del latido ensordecido mío,
quiero bajarte mi sentido de vivir;
allá los cielos y sus déspotas comensales,
soy yo hacedor de libros,
ni escritor ni poeta,
soy tu zarcillo espiritual
a tus piernas clavado,
un espejar de tu vientre a tu ombligo,
en humedad permisiva
tu vaporosa entraña
en placer afligida,
en suavidad de Mercurio
deslizando torrente,
y concavidad de mis espejos enervados,
erizados en cumbre erecta,
es un solear claro entre aspas de nubes
es nuestro trigo limpio, cristalino,
que nos crea,
y metamorfosea de la hoz.
y su cuchillo calizo de espada,
abre tu fuente,
abre tu abrevadero,
abre tu aljibe señora Hada
avanzaré
través de la tierra numinosa de tu piel tersa
y lo esbelta tu silueta,
avanzaré tu carne mujer,
sin secuela mi vida,
mi cariño,
bella, bella en sueños no me hablas,
bella, bella, numen mío
en sueños no hablas
y yo me quedé preso mirando tu destino,
que te encadenó a mi latido,
bajo pacto alado mi cielo,
de ternura dispuesto
1 mi póstuma veleidosa égida,
mi honrosa celada sobre cabezal mi pluma estilográfica,
bella, bella en sueños no me hablas,
y yo por si acaso me quedé mirándote a ciegas
por si acaso despertase
y mi sueño se cumple
y me dijeses tranquilo Migue
todo está bien, sigo a tu lado,
nunca me marcharé,
siempre te amaré,
para yo poder responder
siempre te amaré,

 Förüq


2016-2018

























Solo una vez en la vida,
la caricia viene descrita
y sus labios la besan
sólo una generación en vida
al rayo su tormenta sin pagar precio
mecida la visita
la parca es efímera,
va avanzando
la quimera ya descrita
es tiempo de derrumbar del amor sus barreras
y abordar los cabos sin despedidas
el cielo queda abierto
el beso de sus labios tejidos
los papeles por derramar los sueños
enarbolados los suplicios
yo sí estoy hablando
en un tiempo que cae muerto,
colgando de las pestañas los nervios punzados,
el tiempo de nosotros dos se construyó,
a la llamada estabas despierta
y no fue para ser de la araña cena,
avanza mi quimera
te tiene presa
el verso derrama sangre
esta noche que diluye raudales de luz
y su vítrea verdad
que no se para
no te alejes nunca compañera,
seré umbral y su primavera despierta
sí por tus labios que cae el violeta,
y horizontales deseos me cuelgan y acampan el alma
por verte junto a este duende,
al primer trasluz de ilusión verdadera,
hoy forjas mi entereza entera,
hoy me desvisto en tu piel que visto
por las flores derramadas
llora mi ventana,
arrasando la hora para quedarme a tu vera,
y orgulloso al mundo gritarle
que soy vivo ahora,
no descansa mece mi vida,
por el violeta opaco del firmamento
y su trazo,
yo hoy y todas mis vidas te atrapo,
que me importan océanos y sus trazos
si yo te sostengo en mis brazos,
eres mi hombro,
eres mi brazo,
eres mi fuerza y mi regazo,
deslumbra el paso y te cuento mi abrazo,
que esta noche mecerá el halago nunca descrito,
por la piel y su caricia de arrojo encendido,
ven a mí ven a mí
quiero que seas mi suplicio
cuando yo a ti te miro,
porque mis nervios limas,
y mis ganas destapas
yo te amo a ti Leana.


El Castellano y Leannán-Sídhe

Leana,
Suspira mi mundo yerto,
hojas de mi árbol sin desmochar,
trenzado el vértice
voy hacia el límite,
sí allí donde la hoja se dobla
para comerse a sí misma,
tus héroes vueltos papel y polvo
pasado el tiempo,
yo soy el único que se mantiene vivo
en pie escribiendo,
para llegado el momento
arrasar y conquistar de nuevo,
constructor de poemas,
ardiendo en su fuego,
quebrando su lapicero,
exprimiendo las letras por dibujar,
inspiración del borde del papel,
alma con arrojo como ayer,
alimentando los espíritus que le hablan,
trenzando el humor muerto
en su canto como idiomas de los dioses,
muerto el tiempo sólo quedo yo
para derretir el horizonte en letras de malva,
para volver mágico el sonido,
y acampar el humano vivo,
puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,
resplandeciente fulgor de centella soy
alma en esencia, escritor muerto sin tiempo
yo soy tu elevada inspiración que te lleva
para forjar poemas de tus venas.
Y gritarle al oído que no he muerto.

Cuéntale, cuéntale al viento de este humo,
que me trae preso,
por avenidas yertas, olvidadas del verso,
y sus ángeles estrellados,
humor vivo por fuerza celeste aguerrido,
ven, ven conmigo olvida tu camino,
seré luz avocada a la perdición de lo vivido,
conquistando, destruyendo y tejiendo
aliento de tu copa de vino,
era o es llegó mi tiempo,
de enhebrar palabras al olvido,
desmenuzar sentimientos
para tornarlos materia de saliva y aliento,
para destruir el momento,
yo centella del universo,
viene por tu beso labrado
en la estepa corriendo de la vereda a la rambla
dulce su estampa,
quebrada en el verso de hiel,
sembrada en la dulce palabra de miel,
indestructible esencia,
relámpago de la centella,
vida y vid de la quimera despierta,
guerra eterna por deslumbrar tu interior,
inspiración cercana
donde nace y late el amor,
humor trenzado, humor de ababol
ese por el que el humano encuentra su sol,
inspiración olvidada,
muda caricia,
tejida en el eco sordo,
de la oscuridad y su hálito desmembrado,
en espiral de vértice y umbral.

III

Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,
ese soy yo tu humor trenzado,
sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,
más allá de la montaña
y del eco eterno de un tiempo desvanecido
en flor de niebla y umbral,
inspiración sin nombre ni apellido
tu demonio tejido,
jamás carcomido,
en el sino que te destapó poeta del viento
a lo que naces sin destino,
que no sea abordarme la calma y su vino,
destellos fugaces por conquistar
en la entraña de la ola de mar,
y en la niebla de la isla de Manx,
sí soy yo quien te habla de verdad
Leannán-Sídhe en tu mirar,
reina hada del bosque de las sombras
de la profundidad,
llegó tu suplicio dormido,
de enfrentarte a tu quimera despierta
y a tu manantial fulgente de inspiración,
yo tu humilde servidor,
un humilde escriba sin tiempo,
que te amo desde el albor,
quien mereció
tus besos escritos,
para volverlos flor,
tu humilde servidor,
del bosque al manantial de inspiración,
soy yo quien te mereció,
pregunta al viento que mi nombre te dejó,
Förüq sin condición
más que no sea dormirse
en tus besos sembrados de inspiración
dime tu demanda te cumpliré
sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.
Vale seré solamente tuyo.

Suspiro por ti amor,
elevada conciencia de mi creación al albor
suspiro jamás yerto en flor,
soy yo eres tú un reino vivo
de ilusión,
por trenzar el hálito en el ascua,
que rige toda inspiración,
para el mundo venas de humo,
para mi mi realidad tejida en uno,
piel y verso sin razón,
elaborado amor
sí nacido del rayo de sol,
para poseer mi alma y corazón,
desvaneciendo mi dolor,
brotada mi lágrima carmín de fuego
desangrándose mi amor
acampado por todo el resquicio del alma y su flor,
enamorando hasta el hueso de mi esternón
pura llama sin razón más que congelar el hálito silente,
lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte
muerta la lanza y su fiebre,
quién contra mí soy invencible
soy ruido en el alma que te acampa
quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,
quien en amor te acampa el alma,
llegada de un confín, a habitar tu pecho y espalda,
no es tiempo de correr, si no de desvanecer tu miedo,
a florecer, llegado el tiempo,
muerta, tu araña, soy yo quien te queda,
un mundo, en tu vena,
un horizonte, de estrellas,
limpias , puras, nacaradas,
sí soy yo quien te habla en albor,
tu hada fiel de la sombra,
Leannán-Sídhe
somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,
de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,
para vencer muerto el suplicio
en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,
para decirte que soy yo quien te ama de verdad
muerta la espera soy yo
quien te queda.
Y yo soy quien te ama mi quimera,
poseyendo mi alma entera.

Mi alma anclada en gozo,
de que tú seas su ilusión verdadera,
quimera de piel y amable entrega,
soy tuyo hasta el tiempo
que me verá desvanecer a tu lado
naufragando mi barco,
hoy te visto de amaranto,
perfumada de rosa esquiva tu mirada,
para encender mi candil y su verso,
a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,
que jamás me verá desvanecer de tu puerto,
hoy avanzas mi canto,
para pintar de tu color su verso,
que ya no se retuerce ni retorcerá
muerto el beso,
queda servirte mi flor de hueso,
despierto,
despierto, mi reino vuelto el nuestro,
resumiendo el latido por ti confeso,
para resplandecer,
y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,
iluminando el abismo y su garra,
para ser yo quien te ama
mi Leana.

Quien te vistió el cielo
de todas las flores mi amada.

Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,
para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,
muerta la calma y su abrojo de plata,
todo lo que queda es ella,
vida para el telar de mi letra,
despierto el alarido y su estampa cuelga,
muerta mi araña es ella quien queda,
para florecer el viento flores de sol latiendo,
y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,
era o no era llegó mi tiempo
desnudo el tiempo,
me visto de cuervo,
para volar su cielo,
mis violetas nocturnas caen en flor
junto con mis sentimientos,
para acampar el sonido y su destello,
soy yo quien quebró para ella el tiempo,
el horizonte gritaba su amor envuelto,
lloraba una primavera de nuevo,
soy yo el que escuchaba atento
fiel de su beso,
para mí no era invierno,
si su estampa relucía de nuevo,
era sin duda mi tiempo,
el de rajar el suelo
sembrando mi aliento,
despertando al muerto,
trepando la ilusión
en su pupila de hierro,
desmenuzado el latido
quedó que yo vivo
por el latido
que me mantiene en vilo,
a ella sujeto y preso,
para florecer en ella el beso
y mi caricia quedar proscrita
a su submundo de los condenados
así como su estampa brilla.

Nada que negar, nada que defender,
solo tu piel por escalar,
mantenme aparte
estoy rezando a mí mismo,
quién vendrá a sostenerme,
llegado mi punto final,
sólo un alma allí estará,
nada por dudar,
eres tú Leana mi verdad,
todo lo que hago correcto,
estampa de vid y cielo,
por aguantar,
el cielo por doblar,
llegado el final,
quién si no tú me sostendrá,
abismos afuera, todo por llegar,
sin nadie que nos juzgará
estaré a tu lado de verdad,
y la perfección de ese modo alcanzar,
desmochado mi demonio
en el lugar,
robado al tiempo tu suspiro nacido
por mi aliento enardecido,
eres tú quien me habla
yo quien te responde a garra, letra y poema
desde la entraña a la zarza,
y su espina ensamblada,
que yo soy quien te ama
y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá
en el ocaso de la eternidad mi reina
señora hada.

Ahora llegado el final,
mi tiempo me sostendrá,
mi piel esquiva en tu boca se arrancará,
con el saber preso
que de tu aliento soy convicto,
mi hada Leanan
el viento de nuestro aliento queda repleto,
cayendo por la avenida del miedo
jamás mi aliento si no el color de mi verbo,
debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,
para acampar en tu boca con el mejor beso,
sostenido mi traslucido pío,
en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,
hilos de mi tiempo desvanecido
en la boca de la estrella por dibujar
con mi lengua,
una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,
el ombligo del umbral se desmigaja vivo,
para rajar su entraña mi te amo
a flor de garra y rosal que acampa
mi humilde entraña,
floréceme el viento de nuevo,
seré yo quien allí estará,
sembrando en invierno sus mejores besos
del firmamento sedientos,
y sí nacieron estos abrojos míos versados
es y será para que alguien nos recuerde amor
por los siglos que nos vendrán.


Pacto de sangre consumado,
temblando,
el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando
su canto a la luna sempiterna de antaño,
viste y vistió mi amaranto,
que colgado estoy de su manto,
vid de mi quimera por sembrar
su aliento vivo,
en la piedra del olvido,
muerdo yo lo vivido,
es y será mi sino,
blandiendo a la mitad del viento mi trino,
para llegar y conquistar el humor vivo,
hoy te descubrí preciosa mi compañera,
por entonar contigo quedó la letra,
tejiendo mi cauce sanguíneo,
tu estampa de sed por navegar mi camino,
por desnudar el alma contigo,
destruidas mis murallas de lo sentido,
queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,
para descubrir contigo el suspiro que avanza
por el camino,
ese que me trae perdido,
alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,
destapando mi secreto en tus labios,
desnudando el sentir preso,
ese que por tus cabellos cuelgo.
para amanecer en tu bella boca,
allí donde despierta el azabache de la noche.

Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,
en espinas sus besos sangrientos,
forman ellas mi aliento,
a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y
tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,
que nos sangró los sueños,
mi vida conquistará tu aliento,
allí donde la yedra escala el árbol,
y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,
esta es mi vida que me late el verso
y por tus ojitos tengo mi firmamento,
ese por el que la noche es azul y el día amarillo,
para acampar hermoso el sonido,
y trenzar el álamo sin desmocharlo,
sólo allí el humor caerá trenzado,
por el aliento al viento
fluirá nuestro secreto,
de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma
verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,
voy allí al submundo de las almas
y te encuentro entera,
cómo no encontrarte si brillas entera,
hoy el nervio me avanza
por desnudar mi entraña
flor de niebla y umbral enamorado
hoy soy yo a tu lado,
y que el mundo gire y se estampe entero
que yo amor te seguiré perteneciendo.

Solo una vez se destapará el canto
quedando de los labios preso un sonido enarbolado
demente el hueso estallará grillos y sus huestes,
blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,
ese por el que el sueño será encontrado,
mi vida te seguirá perteneciendo,
fiel de su caricia,
el hálito correrá sin disciplina,
allí solo allí tu caricia será sentida,
fiel de su alquimista que la vela y aguarda,
fiel de súplica su embestida,
es momento su araña cae tejida,
destapa la caricia dormida,
para acabar su vida
en la hoja de aquel árbol donde todo termina
me aguarda el reino de los valerosos versos,
hoy por hoy encuentro su calma
y me aborda su estampa,
para ser yo bajo tu entraña
quien tu ansia guarda,
sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,
mi bella mi adorada
mi musa de mi entraña enraizada,
soy el que ves que a tu beso llama,
quien te duerme en el cuerpo de tu cama,
floreciendo en piel y verso su entraña,
abierto su latido,
eres tú amada todo lo que yo poseo,
incendiada mi estampa,
eres tú lo que afila mi calma,
la ola de mi océano que clama,
muerta la hora, llegado el umbral
quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío
si tú eres lo que yo vivo,
y junto a ti partirá amada mi rumbo.


Estrellas fugaces me siembran tu caricia,
por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,
se destapa el velo arraso tu calma,
me cuelga tu amor a mi entraña,
vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego
se afila mi verbo y te encuentro,
sueños deslizan mi cuerpo,
mi armadura es mi verso,
que crepita el beso,
acabando de ti deseoso,
lícito el momento de acabar bajo tus labios,
de nuevo tu piel incendio,
para estar bajo tus brazos ileso,
para ser vivo poeta de tus ojos,
el verso sea mi pluma,
la sangre mi tinta
y tu amor mi fuego,
para acabar de este sentimiento preso,
que da vida a mi hueso
viva el verso,
viva tu vida a la mía unida,
hoy descubro la avenida,
que no escapa sin caricia,
mi vida encendida,
no es tiempo de huida,
te sostengo fiel a mi súplica,
enciendo de tu cuerpo el brasero
y bajo tus ascuas me quemo,
para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,
hoy visto de besos el amaranto,
mi cuerpo es tu casa,
viva el verso,

hendido en sentimiento,
por la luna y su crucero,
por el cielo y mi lanza despierto,
hoy quemo el universo,
Para quedar nosotros dos
en llamas envueltos,
no te dejaré escapar,
con mis versos flamearás,
vida a mi vida sujeta,
por los cielos descrita,
y su plomo deja de serlo,
para ser nubes cargadas de besos,
sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,
sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,
devuélveme a la vida lucharé por los dos,
sin despedida, sin desquicia,
el verso brillará más que antaño,
el océano le quedará pequeño,
seré tu dueño,
a la noche que reinan las estrellas,
vivirá siempre nuestra luciérnaga,
de la luz su caricia,
conquisto el cielo
para que viva siempre mi verso,
y soñando te encuentro al calor de los luceros,
la luz se desdobla para parir
nuestra hija de oscuridad.

El Castellano y Leannán-Sidhe

Referencias:

Mi palpitar y pensamiento

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