lunes, 31 de octubre de 2022

LOCURA QUIETA

 

















Justo el alma,
la maravilla este mundo gira,
oh, ven mi círculo perfecto,
mi pequeña ángel,

detrás de infortunios,
vidas y quimeras
está el nuevo reino
dentro y profundo la tierra.

Todo he hecho, consentido
los castos dioses,
oh, ven, soy memoria,

destruye tu pasado,
de mundo en cementerio,
destruye el pasado.

Siente los sones,
precursores, la sagrada cepa,
oh vida en sangre y vino perpleja

algo para tu mente y cuerpo,
algo enhechiza aparte lo vivo,
mójate como lluvia,
locura es ahora,
siente tu poder,
siente tu pasado arder,
es tiempo,
flama du mundi,
vers troba paremo,
algo para tu alma,
quema ahora,
el orden sólo tiene un axón,
locura se pierde,
encontrando el brillo,
encontrando, el fastuoso corazón,
lo mío,
lo tuyo,
lo nuestro,
siéntete invencible
está llamando el color d`este ahora,
quiebra, avanza,
sé emergida victoria nunca más,
se descubre mi mundo,
bajo tierra yerta,
el frío de ayer abriga
esta mi sien de hoy;
soberanos pasos me ungen
rito honorable de siempre,
vine a quedarme.
A tornar asida toda dificultad,
a envolverte en hidromiel,
infausta solo quedará
mi hiel, dulce sanguinosa,
tornará diosa como mi Musa
por embeber.
Déjame caer
sí, en abismos,
de plata y cobre,
de Luna,
de Sol,
de espiga roja
y honor al querer.


Förüq

domingo, 30 de octubre de 2022

Grillo en alma








Dime arduo corazón 
presto el secreto tu ser
almíbar y fundición de lunas en mares;
cuestión por qué la piedra no es simiente,
ni la sangre brote de planta leve,
el que muere, muerto tal vez
pero ni es río ni barca de Ares desemboca
en Estridas y umbríos humedales,
dime yo que gimo corazón que es piedra,
me completas al fervor de tus cristalitos amantes,
y sueños que viles, nacen espumantes,
oh al claror de silos granates,
lluvia insobornable dictas,
y se diluye mi alma boca a tramo,
todo lado me completas infausto,
de recoger glorias y las bellezas tu cuerpo imantado,
de flor de pedregal, de raíz, de guijarro,
de elemental halago,
sol, ribera, y zarpazo,
sangre de musgo; vestido y hecho de nuevo,
luna y río que eres yo mismo,
está brillando mi corazón,
frente tu coraza y dorado amor,
siempre recuerda quien ser,
mi rectitud de ala y pluma flamígera,
la noche no sueña bajo,
te empuño alto, alto como una nube
de cuarzo verde.
Lluvia, soga, o frontera un alma cándida,
fúndeme en ti,
sí en tu quilataje extenso,
de sones y trinos,
de marchas e himnos,
vine a besarte,
recuérdame 
por si vuelvo con una flor de Hércules,
para convencerte.





Esteban Förüq castellano

SORTILEGIO

 







Candidez y sentido
al servicio de honores románticos,
no hubo na terra,
que cultivar más imaginación,
que virtud en juicio,
todos arribamos a la virtud,
orgullo y perdición,
de jovial inocencia,
sueños en poesía
eran pulcra vida misma,
oh escenario pintoresco,
ungido en feroces, pasionales
llamas.
De lánguido temor efímero avanzaba,
hacedor de tiempos faustos,
en los que tejer ojos brillosos y anhelantes,
mérito real, acostumbrado,
el esforzado vilo condenado,
de sortilegio claro,
rondando me aferré a fundamentos de vida noctámbula
surreal;
de hora parca solitaria que rebrillaba
la sed de mi colmillo en tersitud de filo,
fantasmal lucía el pertinaz sueño sanguinoso,
blandía su deseo,
la tácita recompensa amilanada,
héroe tétrico del norte su silencio invernado,
no me afinqué en ninguna carrera del vicio,
era día de abyecta dicha florecida,
ruina de muchos,
oh creer cielo ganado,
mismo techo,
que habita una criatura tan hermosa y delicada,
ojos expresivos como sangre en sed vampírica,
unas manos que ni mejor pintor,
tratar podría,
tez fría y pálida,
cuan mármol sonrojado,
recién pulido,
su cabello de realeza azabache,
peinarse sólo en fuego pudiese,
su silueta era perfil del paraíso,
asombrado pregunté su cincel de nombre,
respondió:
-Förüq soy Leannán-Sídhe señora hada Reina, dueña de la profundidad, 
nocturnal.



El Castellano Förüq



sábado, 29 de octubre de 2022

En el hoyo del Sol












Bienvenido al sello yerto,
mundo de no vida viva,
parche de lo desconocido,
lo nunca hallado,
donde todo comienza,
siente lo joven, siente lo anciano,
madre semilla Natura,
oh germina,
sea la tierra mi sangre,
eterna semilla condominio,
oh surco y lanza ancestral,
el fuego y antorcha encumbrados,
caminé senderos y azules
caminé los verdes la hoja el hierro la espina,
sí allí donde encontré
que todo comienza,
no vine a despedirme,
vine a sembrar mi ser, en su guardia,
en su regazo y dominio,
viajo con mi vida en espalda,
diestro veré todo lo que se me negó,
avancé profundo y soberano,
todo ilusiones y cánticos,
sí a una belleza de nadie,
oh madre, oh naturaleza,
vine por vuestras voces,
no me iré sin sembrar,
en oscuridad donde luna abraza y danza,
oh mi pesquisa flamante,
rebrille este sol ferro padre,
y agua pura cristalina mi hermana,
esmeralda araña sea signo
que todo sigilo me abarca,
arrostraré centauros
y quimeras cual bestias, 
no habrá poder me ose vencer,
caminaré mares y océanos,
a nuevo orden
timón vela y mi casto sol,
hasta blandirme en su entraña,
como bronce sangra la luz del Sol.



Förüq





viernes, 28 de octubre de 2022

CANTOS DE TIERRA completo

 https://sway.office.com/xSmEJoSJsGgwt82U?ref=Link






























Cantos de tierra:

I
Solitario bogo,
aterido soplo de la montaña,
pastor de tus astros,
torres de nidos de tu saliva,
perfilada tu sombra me acompasa,
mi sayal remiendo
entre sedas
de moreras de ensueño,
olvidos me trepan por enredaderas,
tarde en la tarde mi esperanza vive,
si soñase volaría a tu vera.
Sol este de oro
ciñe mi álamo negro
y su esmeralda araña,
cumbre te nombra
en la saeta mi oscura golondrina azabache,
traerte conmigo siempre
eternidad risueña, melosa
sangre de mis dioses.
Señora tú de silencios
y sepulcrales vértigos,
no amansa mi fosa
la dulce azada de metal soporífera,
carne y cuerpo
mi rigidez de pluma,
lírico trasnochar.
Claro cristal entre paisajes,
ceniza de recuerdo
es ella, recuerda,
aire desnudo fama de estrella
inviolada,
mi musa bella,
un azar flamígero
que no pido ni alumbro,
no espera
ni las aguas de tiempo inmenso,
jamás complacen.
ay día, rosario terco,
deja ya la gloria,
grandeza en amor
se llamó belleza,
lastimada mi carne desvelada.
Gusano soy
que hila su capullo,
tejiendo desde sentir interior,
mi vida en serenatas blancas
levantaré,
su fronda,
inabarcable vergel primoroso,
cuenta mi linaje
alas ignoradas de mi pecho.
no podrán tapar en vida
mi silencio que aflora.


El castellano
II

Terca mi sangre,
tiempo del frío río
inmenso, todo dado en espinas
su rivera,
por ciega neblina bajo
con tabaco precoz,
pienso,
todo he soñado
para el letal lecho del olvido.
Mi temor sorprendido
alega que no existe;
vida o belleza,
ala o metal cansado,
gloria de grandeza, ¿Dónde?
mi tabaco de neblina
ahonda, penetra y surca
la esmaltada silueta de tu figura,
por mi caricia ruda
y el agua afligida,
admirarte yo cual fugaz garuma,
anisado vive el cielo,
nuestra blanca estrella
mineral candente
refulge su luz desnuda,
por vespertino son
de todo lo que tiembla
como abanico de mi pluma.


El castellano
III

El principio estaba en la colina.
Un hecho,
claridad de brea encendida,
o, transparencia de pez de cristal.
Timón enfurecido
que tormenta iracunda tizna,
cuervo en el alma
mi ser alzo, prendo,
mi idea luce
cual hollín de azabache tuviera,
gragea mi voz un crascitar
de mi señor Baco,
persona de garabato nombro a sombra latiente,
acaso opacidad de materia cuidase,
sacrificador mi tiento.
Soneteada su parda sepultura.
falte mi ley, sonará la albilla.
Diablo aguador mi buen luciente;
cordobán, recuerdo de soleta,
no me faltará maceta,
parnaso que le cae asaetado,
cisnes negros,
de apolo,
cuidados como vellón descendía su grajo.
Musario monte yo he sembrado.
yo, pensamiento y porfía guardo,
me los retiemble
el sol lucido,
ninguno estribe
mi mesura,
señora, valerme quiera,
ni peligroso
el tiempo bárbaro se me pareciera.


Förüq
IV

Insondable, la luz
de tu impalpable seña,
guiño áureo al latido,
insubordinado, labrado
en madero de este hierro,
ya dejó de ser infamia tornasola
en ascua de piel borrosa.
Ensueño alado te alzo
mi musa en estridencia recta,
develada, reveladora senda
dictas que afliges voluptuosa
cuan cerilla arrostra mi alma,
rebulle tu sueño alado
de golondrina azabache,
no perturba mi paso
tu luminoso azar encorajinado,
en sones del capataz del brillo primero.
Arde no se colma mi vaso,
al cantoral
fraguo férreo lazo,
indivisible alianza, comunión
de ambos argentos astros,
como entrelazan alba y ocaso,
pura seda mi correr
de atleta precipitado,
arrostró
mi piedra espectral,
tu brisa ya nunca más fría.
alumbró mi sien
el fractal de frágil leño.
Y desveló que todo es y fue
más que un sueño.
enmudecida siembra tu garganta
lamo la tierra boca a tramo,
tu raíz salvaje me toca,
como verde planta a tu corazón invoca,
silvestre y musical nuestra rosa azul canta,
henchido de tu voz voy
mi doncella escarlata.


El castellano
V

oración a la misa del alba,
revuela una golondrina,
esquiva los ramajes
amenizados del fresno,
abre monótona brisa
una caricia de tierra
por el misario cerro,
carrascas afilan allí
sus flores de piedra
para dar sus bellotas,
ya escondida la luna de seda,
aumenta un zorzal su trino,
sube entre rayos de sol
la espuma de un desnudo álamo,
a su raíz un precoz mamón
sonríe al iris de nueva luz,
un grillo chirría su nota
en melancolía por nuevo cierzo,
la encina secular
no pierde atisbo de rigor
en follaje,
como nervudo verde
que no llora,
la retama grita al esparto
que su amarillo impera,
plegaria entre verdades del monte
un nuevo esplendor
canta la paz sepulcral del campo,
como luminaria entre río reverdecido
en tapiz de terruño arado,
aria dolida en arrebol
de sollozo verde,
lento abre su retoño la tierra.
Entre vid de nueva espera.


El castellano

VI
Quiero mantener
mi suerte segura,
como hondas imágenes
en frío lacustre.
Agua de labriego sordo.
eco en árbol de sigiloso azar.
Hombre al menos
en terrazgo seguro
al pie de bandoneón,
clavando cigarra
a su escarcha afligida,
manos trabajen
la melodía
a tu voz morena.
primor en viento
de mi sepulcral prestancia,
tierra o ceniza
eternal mármol turbado
de vida atada a tu vida
y perseverante esencia.
árbol de luz y acento,
revuelo a tu son
el mundo no trasplante.
Dulces sueños
sones flamígeros te aguarden
en su seno.
suelo en miel
de nota obscura,
guerra, oh gran momento,
rizar mis ascuas al viento,
hoja que tu filial enmarca,
verdecido mamón yesca,
invadido por substancia
de tu irisada voz en letra fraguada.
Resonancia de altivos lares,
fecundos...
Llevo verdecida mi sangre,
asaltando el trigo mis ojos,
palabra con sonido
eterna herida
Resuena que sigo en ti
como aromo de flor
y curva pitanza corva,
redimido a la abeja
el avispero ya no zigzaguea,
abre cariño tu senda,
nácar dispuesto y frágil
al candor de mi cóncava vena.
Para cosechar mi pena, mi cruz
y mi condena.

El castellano

 VII


Llaneza mi pulcra eternidad,
violácea en mi cabeza,
río era mi ardimiento de espíritu,
en cantos diáfano;
sin voz ni hálito mortal,
estancia mece y alza
sobre estas olas de mar en tierra
y perdurable simiente.
Suelo alzado del vano milano,
sangre que hiendes mis latidos férreos,
agreste consonancia de lares
y esponjados lacustres,
como rito de cristales prendido,
de ababol mi prestancia
y la llama mi hoguera eterna,
mi labriego no más ciego ni sordo,
mis manos trabajen la tersa melodía,
ungido surco de espiga y barrizal,
canto por tierra darte nombre,
que mi filial escancias,
amor, de viento obscuro y guiño como secuencia
primordial, tu sed no escapo, ni la verde parra
gime a tu prado su sombra,
amante vuelvo sin barba, sin vergüenza,
de llanto repaso, 
la sola luna en ascua
y su seda de luz morena,
oh, playa y su rivera,
cuántos helechos visten mi trazo,
de una patria sin cabalgar,
cuánta palabra mísera y con sonido,
ser hombre en rebeldía terrena,
alzando flores de difunto,
y lumbres aeternas,
mi morir de ángel ni pronuncio,
conmovido cruje mi esqueleto,
alma de llaga henchida,
acaso otro sueño valía,
tempo y flecha de ágil luna,
vine sin niebla por todo lo que quería.
Destierro cuándo,
como mi jacinto, a tu lado me blando.


El Castellano a 28-10-2022

VIII

Cristal de aire:

Acreciento, voy menguando,
la diosa estela naciendo,
al paso ferviente de tu sola voz,
como un caracol,
en agua destilada, candente
acrisolado esplendor,
cristal de gotas sólidas,
y mi verbo fulge valiente,
cadena sin mi nombre,
otro borbotón sangre fluyente,
que crascita, entona
viví, amé morí y te deseé,
un yo te desvestí
y lamí tu caracola de letra
despacio y rápido
a mi helor
embebí tu éter expansivo,
un cristal que sublima en aire,
amor de zarza a espina,
caracola resistente,
mi pequeña ángel
hiriente , vespertina a fragor
ojos boscajes, tus notas infernales,
cual buque emergiendo
sin océano solo tierra
inextricable para osarte,
d' este abismo llamado verbo,
me visto de capataz tu aliento,
coagula mi aire
noventa y nueve porciones tu nácar por mí
creado,
en novecientas ascuas,
tu vapor y el mío de estrella
que flagran tu sendero de luz,
enamorado tu piel ensoñada atisbo,
cuál no dio fuelle a tus alas,
cuál no te hizo de mi placer herramienta,
mi amada voz,
acompañante
hacen nueve formas,
nueve pilares de Averno,
nueve cerrojillos de hielo,
mi condena y solución para poder conocer
lo que amo, amé y siempre amaré,
en novecientas nueve hojas
que encierra
tu corazón en mi agua´
siniestro caracol
con mi desvelo en hoz.
Inocente no soy,
ni ángel,
ni vendido,
ni por éxito mendigo,
el que no me acepte es su problema,
yo sé quién soy.
Miles dei lumen,
Förüq Miles dei lumen versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia exspectare sed ardit.
Guerrero de luz,
en verso arde,
ardiendo metáfora,
crea caricia,
expectante de la sed que arde,
novecientas noventa y nueve hojas
esconden tu asido ramillete
que esconde tu cristal de viento,
hoy es por mí
que empecino
que soy culpable
de alzar mi cenit
en cúspide inefable,
de esencia que no llora,
dicta, que sólo es tu voz .
Pureza en vena dispuesta.
Una asonancia predilecta,
pude servir,
me quedé en tu frazada
del juego
que como todo juego
sólo abre
sólo despliega la opción.
a perder venciendo,
tu voz sólo eso,
musaraña cristalina,
de nácar y espejo quebrado
con mi cruz a lomos avanzo.


El Castellano

IX

TINTA

Transito de la perenne espina,
a la fugaz rosa, y su fantasma azul,
gloria su grandeza dónde;
clavado en la mirada,
labré los aires vino mi verso
como este amor rugió,
y se engendró dentro,
del mundo ignorado, atento.
Cárcel de imagen,
metáfora tal vez,
escudriñar ofrenda pudiese,
cual amparo d` esta rienda,
mi sangre sedienta clama
en el supremo canto,
su garganta, lengua de flor,
y eco de luna semper,
las mentiras sentidas no eran erróneas,
el pobre arte, valorado fue,
duende arcano, que siempre apremia,
y en justicia arrebata,
el amor mejor, y el ascua dolor,
cava hondo y profundo,
quebranto, en pío amanecido,
tantas noches de alba en lo infinito yo te he esperado,
que ahora dejar de hacerlo es impensado,
hay alma florezca, de néctar y sangre, un sortilegio,
como saltarín te picaría,
verso de escudo,
o llama de fuego, y grito mudo,
canta,
este mundo ignorado,
canta la profecía arcana,
amor es respuesta amor es clave,
es llave sempiterna,
el poder de una luz flagrante
y que todo llena,
razón para creer,
oh flor secreta, te llamara,
canta por la belleza perpetua,
hasta purísima estrella,
la noche obscura velada,
sin aguas inocentes,
te añoro más que a la virtud,
ignota, no enseñada,
de tus ojos prendida,
astuta,
canta mi pequeña, oscura ángel, 
que mi verso hoy,
no sea ni libre ni blanco,
sea nuestro para siempre...


Förüq castellano Miguel Esteban

Destino afable














Una carretera,
una jornada,
travesía llena de ocasos,
de signos como señales,
de divinas notas
e ilusiones,
hace tiempo, pensé
si alma bastaba
para adentrarme,
dentro de la tierra,
soñé caminaba solo,
pesquisas y azares
como vistos brillantes
allá llorando el astro.
Quise no preguntarme,
caminar hacia donde nunca había
de llegar,
horizontes y nubes
dilemas como bruma tangente,
todo clareaba un destino,
de cerrojillos y trescientas llaves,
abrí el inextricable,
desplegó tres más.
Era lejano el miedo, ni se podía sondear,
un paso al frente
y divisé lo que anhelo en verdad,
no es funesto ni imposible alzar
me amen por y para mi verdad
que abre cada portón y cerradura
llamándose amor.


Förüq

jueves, 27 de octubre de 2022

Vengo a morder tu ardimiento









A doncella Escarlata, mi Hada:

Navego los límites de tu silencio
tu luna reina mi cielo, 
en este horizonte de ilusiones y sueños;
tus besos florecen mis recuerdos, 
las mariposas de tu piel tersa de seda, 
acaricio, 
eterno el momento,
que escapa entre tus labios 
cuando brota el te quiero
y en mis ojos te encuentro, 
donde me enseñaste 
a vivir el momento 
porque nada es para siempre 
escribo el sentimiento 
ese que me hace amarte despierto 
este viaje sin retorno; 
me hace buscarte cada noche, 
para que tu amor surque mi sangre; 
y mis sueños de tu mano, 
pueda acariciar; 
lento muerdo el placer preso, 
y la lluvia envuelve nuestros cuerpos, 
recorro tus parajes, 
me pierdo en tu bosque; 
este fuego late en esplendor, 
encuentro tu dorado amor, 
oigo los aullidos del corazón; 
atrapo mis flores de pasión, 
quiero y te quiero 
en cada amanecer 
donde agradezco cada aliento, 
cada suspiro que asesina al tiempo, 
y da vida a mi sentimiento;

mi eternidad alcanzo, 
acariciando tu cielo, 
entero me entrego 
como el calor de un lucero, 
sintiendo tu amor latiendo,

avanzando tu cuerpo, 
como quimera de pasión y fuego,

condenando al tiempo

a morir en nuestro pestañeo, 
con un beso, 
encontrando el lenguaje del alma 
en cada verso, 
cabalgando juntos cada firmamento, 
flor de sangre naciendo en mi pecho 
clamando este amor 
que te profeso, 
cálido el momento 
de desnudar mi alma 
mi bella amada, 
una flor en tu mirada 
vuela libre doncella 
tu esencia mariposa del amor 
en mi interior quedaste 
de mi ser te adueñaste 
puedo sentir como tú sientes, 
en cada pensamiento vives, 
a tu lado siento 
desvanecerse el dolor 
este ardor de pasión 
jamás me abandonó, 
hoy agradezco que me arropases 
en tus alas para nunca soltarme 
para abrigarme cada noche fría
 por ser mi eterna compañía 
y locura del ansía mía, 
tu amor mi sinfonía 
como tu beso de cada día, 
fiel me entrego a la caricia, 
mi amor sin descanso

incesante fluye el verso 
por tu abrazo,

a tus pies me encuentro 
esta mi sangre te entrego 
este fuego late en cada beso,

germinaste dentro todas estas semillas 
de amor eterno,

hoy hada mía te canto 
a la sonrisa 
encuentro tierna tu caricia

en cada flor encuentro 
la belleza amanecida 
en tus labios descrita, 
en tu piel mi fulgor

en tu corazón;
siente mi brisa 
como me hago lluvia 
y río en cada silencio 
que rompemos juntos 
como juntos nos verán 
hasta el fin del tiempo.




El Castellano y Leannan-Sidhe








Sanguinoso, solícito

   LLego desde la fúlgida sangre, desde la espiral, enterrada en lo más profundo del corazón de la tierra, desbordadas van ya mis venas, que...